The

BirthDay

Ha nacido

MARTA

Número especial ­—­28­de­diciembre­de­2009

te l f:639 00 36 00 e -mail:f fuentes.dfs@gmail.com

fandofandezestudio.blogspot.com

d iseño gráfico maquetación libros y revistas personalizados

FERNANDO FUENTES

Editorial

Un­día­de­los­inocentes­especial

El­ 28­ de­ diciembre es tradicionalmente el día de los Inocentes, pero en este particular día de 2009 no se habló de las noticias falsas que suelen colar los medios en esta fecha. Este año el tema principal de conversación va a ser otro. El presente número de The Birth Day está dedicado en exclusiva a ese acontecimiento que, no tenemos ninguna duda, cambiará la vida de muchas personas, pero funda-mentalmente a Miguel­ Ángel­y­ Encarni los padres de la pequeña Marta que prefirió respetar los langostinos de Noche Buena y Navi-dad y esperar a nacer un poco más tarde.

Muchas­Felicidades­a los padres, a los abuelos y al resto de la familia que esperaba con expectación a la niña Fuentes.

Dibujo de Juan José Cuerda

­Número especial 28 diciembre de 2009Edita: Fernando Fuentes MéndezCalle de la Paloma 10 3º 728005 MADRIDE-Mail: ffuentes.dfs@gmail.com

Realización, diseño, maquetación y redacción: Fernando Fuentes MéndezFotografías: Fernando y Miguel Ángel. Fuentes

Prohibida su venta. Ejemplar gratuito. Prohibida su reproducción total o parcial sin pedir permiso antes a los padres de Marta.

E l­ 2006 quien esto escribe pasó a ser tío por vez primera. Na-

cía mi sobrina Candela. Me acuerdo de estar en el hospital San Carlos, el mismo de este pasado 28 de diciem-bre, esperando con expectación en el pasillo. Mi hermano Miguel a mi lado con el móvil presto en la mano para hacer la primera foto de nuestra pri-mera sobrina. El 28 de diciembre de 2009 la historia se repetía, pero con una diferencia muy importante, esta vez Miguel estaba con el móvil presto para sacar la primera foto pero no en el pasillo junto a mi sino en el mismo paritorio junto a Encarni, su pare-ja, que en ese preci-so momento estaba dando a luz a la pe-queña Marta. Una pequeña bebita con unos dedos muy largos y arru-gados que hasta unos pocos minutos antes de nacer aún no tenía nombre. El nombre de Marta fue el elegido después de un periodo de selección digno de un tele-reality y del que se fueron cayendo por el camino fuer-tes candidatos como Elena o Julia.

Estando yo en Madrid este peque-ño culebrón del nombre no lo he vi-vido del todo, pero no voy a dejar de lamentarme porque no eligieron mis

nombres preferidos que paso a listar a continuación:– Atia: es el nombre de la madre de Cesar Octavio Augusto. Un nombre de poder y muy poco usado por estos lares. La sonoridad de “Atia, comete las patatas” no tiene rival.– Sakura: significa flor de cerezo en japonés, y es un nombre muy común en el país del sol naciente. Tanto es así que este es el nombre de un

personaje del vide-ojuego Street Fighter y también hay una serie de manga/ani-me con ese nombre: Card Captor Sakura. Desde luego en una escuela llena de Je-nifers y Kevins ese nombre brillaría con luz propia.– Kara: ¿Qué mejor

nombre para una niña que el nombre de la prima de Superman? Kara de la casa de El, el nombre de Supergirl. Lastima que no se me ocurriera co-mentárselo a los padres antes, cachis...

Pero me dejo otros nombres en el tintero, como los de las mujeres de la vida de Conan el bárbaro (Beli-th, Valeria, Red Sonja...). Pero ahora que lo pienso, Marta es el nombre de uno de mis personajes favoritos de Frank Miller: Martha Washington... Ummm, no está mal, me gusta.

Las reflexiones del tito friki

Raiders Of The Lost Name

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El pequeño Spirou

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MARTA~ crónica de su nacimiento ~

Era­ la­ madrugada del 28 de diciembre del último año de

la primera década del siglo xxi, realmente del penúltimo año pero eso no importa realmente. Encar-nación Rodríguez, conocida fa-miliarmente como Encarni para sus amigos y familia, empezó a tener contracciones. No eran muy fuertes ni tampoco muy frecuen-tes pero ella pensó, en contra de la tranquilidad de Miguel, su pareja, que sería mejor acercarse al hospi-

tal. Ya venía la niña, aún no tenía nombre, pero eso era lo menos im-portante en aquellos momentos.

Miguel quiso afeitarse antes de subirse al coche pero Encarni pre-firió que no lo hiciera, que se su-biera de una maldita vez y que la llevara de al hospital que ya habría tiempo para todo eso luego. De-cidieron no despertar a la madre de Encarni a pesar de que había llegado ese mismo día desde Peal de Becerro, Jaen, para estar con su

El nacimiento de un bebe es algo

especial, sobretodo si se trata del primer

hijo, en este caso la primera hija.

Las siguientes páginas son un intento,

siempre incompleto, de fijar en la

memoria tan particular acontecimiento.

Marta “se viste” por primera vez en su vida.

Marta ya completamente vestida .

Marta demostrando su potencia vocal

Encarni con la pequeña Marta de vuelta a la habitación

hija el día del alumbramiento. Cre-yeron que era mejor dejarla dormir y descansar antes que se fuera con ellos a pasar una mala noche en el hospital. Fue una decisión que se demostró acertada.

Llegaron al hospital de San Carlos sobre las cuatro de la ma-drugada. Allí les dijeron que no pasaba nada, que esas contracciones eran normales, pero decidieron que se quedaran ya en la habitación 684 porque no residían en Murcia, vivían en Ma-zarrón y no era conveniente hacer el viaje de vuelta.

Sobre las nueve de la mañana, ya con el sol en el cielo, empezó la ronda de llamadas. Miguel llamó a su madre, Rosario, para contarle los acontecimientos de la noche, tam-bién llamó a Pilar y a Esperanza, la hermana y la madre de Encarni.

Ya estaba todo el mundo enterado y empezaban los viajes a Murcia.

A eso de las once y media de la mañana deciden ponerle la epidural a Encarni y dar-le un acelerador del parto. Ya iba quedando menos. Miguel llama a su madre para comentárselo. Daba la casualidad que esa mañana

Pilar con su nueva sobrina.

Miguel quiso afeitarse antes de subirse al coche pero Encarni

prefirió que no lo hiciera.

María Victoria coge por primera vez a su primaMarta con su tío Fernando

Marta mirando a su padre

Rosario se había acercado a Mur-cia de compras con Fernando, su hijo menor y en menos de veinte minutos se presentaban en la ha-bitación 684 donde encontraron al futuro padre sentado leyendo el periódico con toda tranquilidad. A Encarni le es-taban poniendo la epidural y no tardaría en vol-ver a la habita-ción, aún quedaban algunas horas para que el parto en si comenzara.

Los enfermeros trajeron de vuelta a Encarni a la 684 con el monitor de pulsaciones de la pequeña sonan-do como una locomotora de vapor

a toda velocidad. La futura madre estaba muy tranquila con las vías del suero y de la epidural coloca-das en sus muñecas y con las pier-nas dormidas.

Como todavía quedaba tiempo antes del parto Fernando, el futu-

ro tío, se acercó a comprar unas revistas a un pe-queño y estrecho quiosco en el que

el dependiente, que era yerno del dueño, estaba bastante empanado.

Ya con bastante lectura y repar-tidos entre la habitación y la sala de espera, Miguel, Fernando y Ro-sario se disponían a esperar a que

Fernando y Rosario, los abuelos paternos con Marta.

(...) decidieron que se quedaraya en la habitación 684 porque no eran de Murcia sino de Mazarrón

Candela con su primera prima

Esperanza mira a su nueva nieta

Encarni diera a luz definitivamente a una niña que a esas alturas conti-nuaba sin nombre.

El tiempo iba pasando y llegó al hospital el padre de Miguel, el fu-turo abuelo Fernando. También llegaron Pilar, la hermana mayor de Encarni y Espe-ranza, su madre y futura abuela. Ya se aproxi-maba la hora de la comida y todavía no bajaban a la madre al paritorio con lo que los dos Fernandos, tío y abuelo, fue-ron a buscar un bar donde comer y donde el abuelo hizo buenas migas con un camarero de Bullas. Mien-

tras tanto el resto de la comitiva co-mía en la cafetería del hospital.

Encarni y Miguel por fin consi-guieron decidirse por un nombre, Marta, así se iba a llamar definitiva-mente la niña. Después de esto no tardaron en bajar a Encarni al pari-

torio. Miguel la acompañó dejan-do tras de si en la habitación a cinco familiares de la

pareja esperando con expectación el regreso de la futura madre.

Cerca de las 16.15 se oyó en el pasillo del hospital un llanto. Era Marta que había nacido a las 15.45 y llegaba a la habitación 684.

La feliz familia

(...) el monitor de pulsaciones de la pequeña sonaba como una

locomotora de vapor

Humor

Dan Raro

Algún día, cuando sea realmente mayor y tu ya hayas crecido, me voy a sentar en tu regazo, me voy a cagar encima y voy a gritarte a la cara toda la noche.