un lugar donde ser pobres la observancia

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La reforma de los franciscanos de la Corona de Aragón a finales de la Edad Media. Desarrollo del eremitismo y patrocinio de la familia real y elites nobiliarias

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  • REVISTA MEMORIA EUROPAE I/1 (1), Diciembre de 2015

    e-ISSN: 2469-0902

    UN LUGAR DONDE SER POBRES: LA OBSERVANCIA FRANCISCANA EN LA

    CORONA DE ARAGN (1380 CA. 1460 CA.)

    A PLACE WHERE TO BE POOR: THE FRANCISCAN OBSERVANCE IN THE

    CROWN OF ARAGON (1380 CA. 1460 CA.)

    DRA. CHIARA MANCINELLI Institut dEstudis Medievals

    Barcelona (Espaa) [email protected]

    Resumen:

    En la segunda mitad del siglo

    XIV, en la Corona de Aragn apare-

    cen las primeras seales de aquella

    reforma franciscana conocida ms

    tarde como Observancia. En este

    proceso, en que se ponen de mani-

    fiesto una primera fase del movi-

    miento y una fase ms madura, apa-

    recen particularidades propias, tales

    como la relacin entre familia real y

    franciscanos y la participacin del

    papa de Avin y del autor Eixime-

    nis a una primera fase del movi-

    miento.

    Palabras claves: Corona de

    Aragn-Provincia franciscana de

    Aragn-Observancia.

    Abstract:

    In the second half of the 14th cen-

    tury, in the Crown of Aragon appear

    first signs of Franciscan reform that

    will be know later as Observance. In

    this process, during which a first phase

    and a more mature one can be distin-

    guished, we can see also particulars

    features, such as the relationship be-

    tween royal family and Franciscans and

    the participation of Eiximenis and pope

    of Avignon in a first phase of this

    movement.

    Key words: Crown of Aragon-

    Franciscan province of Aragon-

    Observantists.

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    En la segunda mitad del siglo XIV en la Corona de Aragn aparecen

    aquellas seales de reforma franciscana que haban caracterizado el movimiento

    encabezado en Italia por Paoluccio da Trinci y que, aproximadamente en la

    misma poca y con caractersticas similares, brotan en las provincias de Santia-

    go y Castilla tambin. Primero en los lugares de Chelva y Manzanera y sucesi-

    vamente en los conventos del Santo Espritu del Monte, Segorbe etc., para vol-

    ver a seguir la regla al pie de la letra, los frailes se recogen en eremitorios y

    nuevas fundaciones. Con esta reforma franciscana, conocida ms tarde como

    Observancia, no nos encontramos ante a una vuelta al respeto y al rigor de la

    regla en el sentido de reformatio, sino al hecho conclusivo de una larga evolucin

    histrica, social y psicolgica cuyos orgenes se sitan con el mismo Francisco

    de Ass1.

    A pesar de las caractersticas comunes a los movimientos surgidos en

    otras reas europeas y de la pennsula ibrica, en la Observancia franciscana de

    la provincia de Aragn emergen singularidades propias, como el amparo ofre-

    cido por la Corona2, en particular por parte de algunas reinas3; la influencia del

    papa de Avin y la participacin del escritor y tambin franciscano Francesc

    Eiximenis en la primera fase del movimiento4.

    1 Manselli, R. (1989). Losservanza francescana: dinamica della sua formazione e fenomenologia. En K. Elm (Ed.), Reformbemhungen und Observanzbestrebungen im sptmittelalterlichen Ordenswesen (pp. 173-187). Berlin, Alemania: Duncker & Humblot, p. 173. 2 Segn Paolo Evangelisti es desde la base documental que es posible evaluar las dimensiones, fases, objetivos y resultados de la presencia de frailes menores en las cortes y en las comunida-des de la Corona de Aragn. Una presencia que es autnticamente poltica y posible por la exis-tencia de una elite de viri evangelici culturalmente y tcnicamente preparada para definir prcti-cas de gobierno y transferirlas a una clase dirigente a travs de la enseanza y de la textualidad y por medio de su presencia en instituciones polticas. Entre los reinos de Pedro III y Alfonso V se han contado ciento dieciocho franciscanos operativos en las instituciones polticas. Evangelisti, P., (2006), I francescani e la costruzione di uno stato, Padova, Italia, Efr, pp. 9-12. 3 Sobre este punto se puede ver: Mancinelli, C., Devocin religiosa y estructuracin de reformas: las reinas aragonesas Mara de Luna y Mara de Castilla y el convento del Santo Espritu del Monte (Gilet). En S. Cernadas Martnez, M. Garca-Fernndez (Coords.), Reinas e infantas en los Reinos Medievales Ibricos. Contribuciones para su estudio (pp. 301-312). Universidad de Santiago de Compostela, Espaa: in press. 4 Segn Perarnau i Espelt Francesc Eiximenis y Pedro de Luna son unidos por la proteccin ofrecida a los primeros pasos de la Observancia en la provincia franciscana de Aragn. Perar-

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    e-ISSN: 2469-0902

    Los inicios de este movimiento se sitan en los eremitorios de las proxi-

    midades de Chelva y Manzanera, al noroeste de Valencia, donde se establecen

    los frailes Raimundo Sanz, Sancho de Fababux y Antonio Monros, provenientes

    del convento de Zaragoza5. La reaparicin del movimiento eremtico, que carac-

    teriza tambin la accin de Paoluccio da Trinci en Italia y la de Gonzalo Mario

    en Galicia, obedeca a la necesidad de alejarse de los conventos urbanos para

    seguir mejor la regla franciscana sin por eso dejar de cumplir la tarea pastoral6.

    Las noticias de las que disponemos sobre estas primeras comunidades

    son sobre todo las descritas por las crnicas franciscanas. Segn expone Mart-

    nez Colomer, la tierra donde se haban instalados los frailes es adquirida por

    Pedro Ladrn de Villanova, secretario del rey Pedro IV de Aragn, el Ceremo-

    nioso. En 1388, durante la visita a estos lugares, Pedro Ladrn de Villanova es

    informado de la vida austera de los frailes, que le comunican sus deseos de

    construir fundaciones y a los cuales es ofrecida proteccin. El mismo Villanova

    presenta el proyecto de edificar las fundaciones al legado papal, el cardenal Pe-

    dro de Luna, futuro papa Benedicto XIII, y el 30 de octubre de 1388 los frailes

    obtienen una bula con privilegios y la posibilidad de aceptar a un mximo de

    seis nuevos novicios. En Chelva es construido el convento de San Francisco y en

    Manzanera el de Nuestra Seora de los ngeles7. Segn un albarn de 1391, el

    procurador de los franciscanos de Chelva, el fraile Ramn Esperandu, declara

    haber recibido doce florines de oro por parte del cardenal de Luna, que los ha-

    ba donado por las plegarias de Francesc Eiximenis8. El cronista Sanahuja des-

    cribe que el cenobio de Chelva es destruido en 1400 y que, al ao siguiente, es

    restaurado por el guardin Blas Campells. En 1402, Mara de Luna, esposa de

    nau i Espelt, J. (1982). Documents i precisions entorn de Francesc Eiximenis (c. 1330-1409). Arxiu de Textos Catalans Antics. (1), 191-215. 5 De Hebrera Esmir, J. A., (1991), Crnica de la provincia franciscana de Aragn, ed. de Luis Falcn Aller, Antoln Abad Garca, Madrid, Espaa, Cisneros, pp. 46-49. 6 Merlo, G.G., (2003), Nel nome di San Francesco, Padova, Italia, Efr, pp. 305-319. 7 Martnez Colomer, V., (1803), Historia de la provincia de Valencia de la Regular Observancia de san Francisco por el p. fr. Martinez Colomer tomo I, Valencia, Espaa, Salvador Fauli, pp. 59-76. 8 Perarnau i Espelt, J. (1982).

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    Martn I, subvenciona la obra otorgando 50 florines de oro para la comunidad y

    las obras del convento9. La donacin de la reina se efecta dos meses despus

    de su splica a Benedicto XIII para que el pontfice le otorgase el permiso de

    fundar un convento con especiales privilegios: la nueva comunidad ser el con-

    vento del Santo Espritu del Monte.

    El Santo Espritu, fundado en el valle del Tuliu, en Gilet, cerca de la va-

    lenciana Murviedro, con el propsito de vivir la regla al pie de la letra y bajo el

    patrocinio de Mara de Luna, en 1403 obtiene la confirmacin avionesa a tra-

    vs de las bulas Eximie devotionis y Dum sincere emanadas por Benedicto XIII10.

    Las bulas ratifican las peticiones que la reina haba presentado al papa en el

    mayo de 1402 y la demanda segn la cual el primer guardin del Santo Espritu

    tena que ser elegido por Francesc Eiximenis. En efecto, Mara de Luna haba

    solicitado elegir al fraile notable que quisiera para que ste decida qu frailes

    residirn en el convento y su tipo de vida. Eiximenis, el fraile escogido, queda-

    ra a disposicin de los nuevos frailes para proporcionar apoyo en caso de duda

    durante su vocacin. Asimismo, ningn fraile podr dificultar lo decidido por

    l sobre el estamento del convento. Los frailes del Santo Espritu pueden ser

    ordenados predicadores y confesores generales de otros frailes y seglares, cum-

    pliendo as con su tarea pastoral, particularmente interesante vistas las caracte-

    rsticas de la poblacin vecina, juda y musulmana. La labor pastoral de los frai-

    les coincidira con la difusin del tipo de vida llevado a cabo dentro del conven-

    to, desde un punto de vista moral y religioso. Asimismo, la reina haba pedido

    que ni el obispo ni otros hubieran podido dificultar las predicaciones, confesio-

    nes u otras cosas relacionadas a dichos grados y oficios11. Solo garantizando

    9 Sanahuja, P., (1959), Historia de la serfica provincia de Catalua, Barcelona, Espaa, Serfica, p. 282.; Webster, J.R, y Ivars Cardona, A. (1982). Franciscanismo de la reina de Aragn, doa Mara de Luna (1396-1406). Archivo Ibero Americano. (XLII), 81-123, doc. 13. 10 Cuella Esteban, O., (2003), Bulario aragons de Benedicto XIII, v. IV El papa Luna (1392-1423), promotor de la religiosidad hispana, Zaragoza, Espaa, Institucin Fernando el Catlico (C.S.I.C.)., p. 96; Cuella Esteban, O., (2003), Bulario aragons de Benedicto XIII,, v. I, La curia de Avin (1394-1403), Institucin Fernando el Catlico (C.S.I.C.), Zaragoza 2003, p. 438. 11 Webster, J.R, y Ivars Cardona, A. (1982), doc. 12.

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    estos fundamentos, habra sido posible llevar a cabo el propsito reformador

    del Santo Espritu.

    Antes de la donacin del convento a los franciscanos, probablemente en

    1403, Mara de Luna haba enviado a Bartolom (Bartomeu) Borrs como emba-

    jador frente al papa de Avin. El franciscano presenta a Benedicto XIII el deseo

    real de que el Santo Espritu, que se propone seguir la regla al pie de la letra,

    Chelva, Manzanera, que son de la misma regla, y los otros conventos de regla

    parecida que se edifiquen en el futuro formen una vicara independiente y se-

    parada de todas las otras vicaras. Adems, los frailes que viven en dichos con-

    ventos podrn elegir su vicario y presidente sin necesidad de ninguna confir-

    macin por parte del ministro o del general12. El texto de la embajada resulta

    fundamental al indicarnos que los primeros conventos reformados, Chelva y

    Manzanera, y el Santo Espritu se conceban como iguales y que haba voluntad

    de perpetuar el propsito de observar la regla franciscana al pie de la letra cons-

    truyendo nuevas casas. Adems, se deseaba que los conventos reformados for-

    masen una vicaria separada que escogiera un vicario, cuya eleccin estara

    exenta del control de la jerarqua de la Orden. Tras la muerte de Mara de Luna,

    el propsito de constituir una vicara separada ser reiterado por el rey Martn

    en abril de 140713, quedando sin embargo como una pieza pendiente en el cua-

    dro de consolidacin de garantas de independencia del movimiento reforma-

    dor. En el contexto de consolidacin del movimiento y del amparo mostrado

    por la Corona, hay que tener en cuenta tambin la accin de promocin realiza-

    da por Mara de Luna, que haba propuesto a Borrs, primer guardin del Santo

    Espritu, para el cargo de ministro de manera reiterada14.

    12 Javierre Mur, A.L., (1942), Mara de Luna, reina de Aragn (1396-1406), Madrid, Espaa, Institu-to Jernimo Zurita, p. 291. 13 Mancinelli, C., (2014), Francesc Eiximenis y el convento del Santo Espritu. La cuestin de un modelo econmico, poltico y religioso, Tesis de doctorado, Universitat Autnoma de Barcelona, Bellaterra, Espaa; http://www.tdx.cat/handle/10803/285460?show=full; Apndice IV, doc. 41. 14 Webster, J.R, y Ivars Cardona, A. (1982), doc. 65.

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    El 21 de octubre de 1404 la reina hace donacin del Santo Espritu a los

    frailes que lo habitarn. Debido al aislamiento de la fundacin y al tipo de po-

    blacin presente en los alrededores del convento, razones por las cuales los frai-

    les no hubieran podido sustentarse practicando la limosna, Mara les otorga una

    renta perpetua de cinco mil sueldos, recaudados del Valle de Almonacid, parte

    de su Patrimonio de Luna15. Posteriormente, en su testamento aumenta tal

    asignacin aadiendo otra renta total de dos mil sueldos en concepto de ayuda

    a los frailes y a las reformas del convento16. En este momento, la asignacin de

    rentas censales, dato evidenciado por los documentos17, no contrasta con el

    propsito de observar la regla al pie de la letra. Es ms, Francesc Eiximenis, a

    quien Mara de Luna encarga transmitir parte de sus donaciones al convento y a

    quien confa la eleccin del primer guardin, justifica el uso de censales para la

    Iglesia en sus textos18. Aproximadamente cinco dcadas despus, entre 1456 y

    1457, ante un nuevo momento en la historia de la Observancia y en la relacin

    entre franciscanos y Corona, las rentas, juzgadas como disconformes con el voto

    de pobreza, sern quitadas a los franciscanos y traspasadas a las clarisas del

    monasterio de la Santsima Trinidad de Valencia, tambin observantes.

    Puesta las diferencias presentes entre esta primera fase del movimiento,

    en el que an no aparece explicitado el termino de Observancia, y el sucesivo,

    caracterizado, no slo por la presencia del termino regulari observantia, sino

    tambin por resoluciones como las tomadas hacia las rentas del Santo Espritu,

    queremos utilizar el calificativo de primera Observancia para referirnos a los

    conventos de Chelva, Manzanera y Santo Espritu, pretendiendo dar la idea de

    un movimiento en crecimiento con caracteres comunes, pero an lejano de la

    15 Agull Pascual, B. O.F.M. (1982). Fundacin y dotacin del convento de Santo Espritu del Monte (Valencia). Archivo Ibero Americano. (XLII), 126-155, doc. 3. 16 Martnez, P., (1980), Historia del Real Colegio de Santo Espritu del Monte por el Padre Fr. Pedro Martnez, morador y cronista del dicho, copia mecanogrfica conservada en el Archivo Provincial de Valencia, pp. 31-33. 17 Sobre este punto vase Mancinelli, C., (2014), cap. 4 Organizacin econmica. 18 Hernando Delgado, J., (1985), El Tractat dUsura de Francesc Eiximenis, Barcelona, Espaa, Biblioteca Balmesiana, pp. 77-85.

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    uniformidad y gran desarrollo que conocer la Observancia en momentos pos-

    teriores. No obstante, el deseo expresado por Mara de Luna de que las nuevas

    fundaciones que siguieran a Chelva, Manzanera y el Santo Espritu formaran

    con ellos una vicara independiente puede ser interpretado como una intencin

    consciente, tanto por parte de la Corona, como de los frailes protagonistas de

    estas fundaciones, de la existencia de un movimiento reformador, que, aunque

    no hubiese sido explicitado en su nombre, quiere ser ampliado, organizado y

    amparado por el papa19.

    Algunos aos despus de la entrega del Santo Espritu a los franciscanos,

    los mismos frailes reciben autorizacin papal para fundar casas en Segorbe

    (1413) y Lliria (1414). A pesar de surgir cuando ya no estn presentes ni Eixi-

    menis, ni Mara de Luna y Martn, con la fundacin de Segorbe parecen conver-

    tirse en realidad los deseos de Eiximenis de cristianizar el reino de Valencia, con

    an demasiado aspecto morisco20, y, ms precisamente, de edificar una casa

    franciscana en la ciudad de Segorbe, centro econmico y poltico del Patrimonio

    de Luna de la reina, que el fraile haba solicitado a Martn en 139221.

    En 1413 Bartolom Borrs, ex guardin del Santo Espritu, y su actual

    guardin, Bernardo (Bernat) Escoriola son autorizados a construir una casa

    franciscana, llamada Santa Mara de los ngeles, bajo la regular Observancia,

    cerca de la ciudad de Segorbe. Al convento de Segorbe son trasferidos los privi-

    legios del Santo Espritu, cuyo personal debe ir llevando utensilios y efectos

    para el culto. El guardin y el vicario de la nueva casa son confirmados por Bo-

    rrs y Escoriola y sucesivamente sern elegidos cada tres aos. El guardin de

    19 Un primer uso de esta definicin ha sido dado en Mancinelli, C., (2014), pp. 150-151. 20 Francesc Eiximenis, (1927), Regiment de la cosa publica, ed. de Daniel de Molins de Rei, O.M. Cap., Barcelona, Espaa, Editorial Barcino, p. 20. 21 En la Epistola a linfant Martn, duc de Montblanc, donant-li consell sobre el seu regiment a Siclia, tras haber listado las cualidades que es necesario observar en un buen regimiento, Eiximenis dice a Martn que sea mester queus conuertiatz un poch a sent Francesch que no laxetz de tots puns ab pocha mesio porietz fer una casa a Sogorb per que seyor placieus que ley fasatz. Mar-t, S. (2002). Les cartes autgrafres de Francesc Eiximenis; .

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    Segorbe tiene facultad de admitir nuevos individuos al hbito, de enviar a los

    frailes por la provincia, de castigarlos o expulsarlos. Adems, el ministro pro-

    vincial no puede castigar o sacar a los religiosos contra la voluntad del guar-

    din, ni puede visitar, corregir o castigar al guardin a menos que haya cometi-

    do un grave delito y acompaado por un consejo de cuatro o seis frailes. La

    guardiana de Segorbe se extiende a la ciudad y villas de Altura, Jrica, Viver,

    Pina, Castelnou, Onda y Bech con todos sus trminos22. En 1415 Blas de Cam-

    pells, sucesor de Escoriola como guardin del Santo Espritu, toma posesin de

    la iglesia de san Blas de Segorbe23. A diferencia de la comunidad original de la

    que procede, en el caso del convento de Segorbe encontramos por primera vez

    explicitado el trmino de regulari observantia en el texto papal que describe el

    propsito de vida de la comunidad24. Los datos sobre los inicios de la nueva

    comunidad son escasos, pero hay noticias de que los frailes reciban limosnas y

    pagos para las misas conmemorativas de los cofrades de la cofrada de la Vir-

    gen de la Seo en 1418. Formaban parte de la primera comunidad los frailes Al-

    fonso de Rueda (o Roda) y Miguel de Monzn25.

    Poco despus de la Sacrae religionis, el 25 de septiembre de 1414 el papa

    Luna otorga otra bula fundacional, en este caso para la ciudad de Lliria, y diri-

    gida al obispo de Valencia. A la comunidad del Santo Espritu es otorgada la

    facultad de fundar un eremitorio u oratorio dotado de iglesia, campanil, cam-

    pana, claustro, cementerio y lo necesario para el uso de los frailes cerca de Lli-

    ria. Los frailes podrn pedir limosna en las localidades cercanas al centro. Como

    en el caso de Segorbe, tambin en este texto papal encontramos la explicitacin

    del trmino observancia, con el cual empieza la bula: sacrae religionis observantia.

    A diferencia del Santo Espritu, el vicario y los frailes del oratorio de Lliria per-

    22 Lpez, A. (1915). Fundacin del convento de Segorbe y orgenes de la Observancia en Aragn y Valencia. Archivo Ibero Americano. (3), 341-349. 23 Mancinelli, C., (2014), Apndice IV, doc. 59. 24 Bullarium Franciscanum , 1759, t. VII, Roma, Italia, n. 1109. 25 Borja Cortijo, H. (2001). La llegada de los franciscanos a Segorbe: el monasterio de san Blas. Instituto de cultura Alto Palancia. Boletn. (13), 9-14.

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    maneceran bajo los ministros general y provincial26. A pesar de la bula funda-

    cional, las crnicas franciscanas sitan el inicio de la comunidad de Nuestra

    Seora de la Fuente en el siglo XVI27 y de momento no hemos encontrado refe-

    rencias al convento de Lliria en poca medieval. La crnica del fraile Jernimo

    Snchis ayuda a esclarecer las dudas: segn relata, a instancia de Pedro Ladrn

    de Vilanova, que anteriormente haba apoyado a los frailes de Chelva, en aten-

    cin a que fray Blas, guardin del Santo Espritu, quera edificar otro convento

    en Lliria, el 18 de julio de 1415 se manda desistir en la edificacin del convento

    a causa del notable perjuicio que se habra causado a la guardiana de Chelva28.

    Por lo tanto, parece ser que el convento de Lliria no se concret como se haba

    planteado porque la extensin de su guardiana hacia el oeste habra coincidido

    con la de Chelva, causando posibles conflictos entre las dos comunidades en

    tema de cuestacin y predicacin. A pesar del intento frustrado de fundar una

    comunidad en Lliria en poca medieval, el otorgamiento de la bula es significa-

    tiva en el contexto de desarrollo de la Observancia a partir del Santo Espritu y

    por el mapa geogrfico de implantacin de los conventos29.

    Una dcada despus de la emisin de la bula fundacional de Lliria, el 26

    de julio de 1424, a travs de la bula Ad ea de Martn V, es erigida la custodia de

    la regular Observancia con el ttulo de Segorbe y Santo Espritu. La custodia

    observante se compone de los conventos de san Blas, o santa Mara de los nge-

    les, de Segorbe; Santo Espritu del Monte; san Francisco de Chelva y Santa Ma-

    ra de la Vega de Manzanera. Los conventos son gobernados por sus guardianes

    y custodio bajo la dependencia del ministro provincial de Aragn, en cuya elec-

    cin intervendran el ministro general, provincial, custodio, guardianes y otros

    religiosos en el captulo de la misma provincia. El papa desea que los frailes se

    dediquen a la propia santificacin, a la predicacin y al estudio: en efecto, en los

    26 Bullarium Franciscanum , 1759, t. VII, Roma, Italia, n. 1129. 27 Martnez Colomer, V., (1803), pp. 203-213. 28 Peir Graner, M. N. (2000). Archivos y Crnicas institucionales: El ejemplo de la provincia franciscana de Valencia. Archivo Ibero Americano. (237), 461-510. 29 Para profundizar sobre este punto vase Mancinelli, C., (2014), pp. 171-180.

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    conventos de Segorbe y del Santo Espritu se establecen ctedras de sagrada

    escritura y otras ciencias eclesisticas30. A pesar de esta interesante noticia, no se

    han encontrado ms informaciones sobre el establecimiento de las ctedras.

    Ms tarde, a la custodia observante se unen las casas de Tarazona y Murviedro

    (conventos de antigua fundacin), Cariena y Alpartir (ambos con fecha de

    fundacin incierta). En 1425 el nombre de la custodia observante cambia al ape-

    lativo de Nuestra Seora de la Vega. El mismo ao, con la bula In apostolice sedis

    el pontfice concede a los observantes de la provincia de Aragn los mismos

    privilegios de los de Francia, Borgoa y Turena, otorgados con el decreto

    Supplicationibus personarum31. Con este decreto de 1415 se conceda a los frailes

    franceses poder elegir para cada una de las tres circunscripciones a un fraile de

    su estricta observancia, el cual, tras presentar su propuesta por escrito al co-

    rrespondiente ministro provincial, en tres das habra tenido que ser constituido

    vicario. En caso de negacin, la decisin habra correspondido al vicario gene-

    ral, elegido por los vicarios provinciales y confirmado por el ministro general.

    Los custodios y ministros provinciales no tenan ningn derecho de interven-

    cin y solo podan hacer visitas, mientras que el General mantena sus derechos

    de visita y correccin32. No obstante, parece ser que los observantes de Aragn

    no tenan en este momento una jerarqua organizada con los vicarios general y

    provincial, sino que dependan del ministro o del captulo provincial. As lo

    indicara el hecho de que Mara de Castilla, reina consorte de Alfonso IV el

    Magnnimo, para la eleccin del guardin de Santa Mara de Jess de Valen-

    cia, se dirige directamente al ministro provincial33.

    Tras la concesin de las bulas fundacionales para Segorbe y Lliria, no

    hemos hallado nuevas fundaciones observantes hasta el inicio de la obra de Ma-

    30 Sanchis Alventosa, J., (1948), Santo Espritu del Monte. Historia del real monasterio, Valencia, Espaa, Semana Grfica, pp. 39-40. 31 Lpez, A. (1915). 32 Merlo, G.G, (2003), p. 219. 33 Rotolo, F. O.F.M., (2006), Il beato Matteo d'Agrigento e la provincia francescana di Sicilia nella prima met del secolo XV, Palermo, Italia, Officina di Studi Medievali, p. 177.

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    teo de Agrigento en la Corona de Aragn y apoyada por la familia real. Si la

    relacin entre Eiximenis y la reina Mara de Luna puede ser de ejemplo por la

    primera fase de desarrollo del movimiento reformador franciscano, la cercana

    entre Mateo de Agrigento y la reina Mara de Castilla lo es para la fase ms ma-

    dura de la Observancia. A este propsito, el autor Paolo Evangelisti, evidencia

    la absoluta prevalencia de la relacin entre Mateo y la reina respeto a la estable-

    cida con el rey: un dato relevante dada la lugartenencia de la reina y su autori-

    dad poltica34.

    A partir de 1426, ao en que Mateo viaja a Valencia para predicar duran-

    te la Cuaresma, la historia de la Observancia en la provincia franciscana de

    Aragn se caracteriza por la presencia de este franciscano, por su actividad

    predicadora, el apoyo y favor mostrado por la reina Mara de Castilla y la fun-

    dacin de nuevas casas observantes. La primera noticia de la actividad del fran-

    ciscano en la Corona de Aragn es la carta que la reina escribe a su bufn de

    corte, el 26 de marzo de 1426, dicindole que hara bien en escuchar los sermo-

    nes de Mateo de Agrigento sobre el dinero mal ganado35. En efecto, entre los

    temas predicados por el franciscano, cabe destacar el econmico, del cual es

    interesante evidenciar la posicin contraria al uso de censales por las posibles

    repercusiones de la opinin de Mateo en la quitacin de la renta del Santo Esp-

    ritu.

    En un memorial dirigido al papa, Mara pide que, teniendo en cuenta los

    hechos relativos al fraile Mateo, este obtenga la potestad del Santo Padre para

    que pueda construir un convento de la regla de San Francisco y Observancia en

    cualquier lugar de la seora del rey sin esperar la licencia o el consentimiento

    de los diocesanos. Pide adems que los frailes que habitarn la nueva comuni-

    34 Evangelisti, P., (2009). Matteo d'Agrigento. En Dizionario Biografico degli Italiani (pp. 208-212), Roma, Italia. 35 Rubi i Balaguer, J. (1964). Alfons el Magnnim i la reina Maria. Lespiritualitat, la voluntat i el carcter en dos reus del Renaixament. En La cultura catalana del Renaixement a la Decadn-cia (pp. 27-47). Barcelona, Espaa: Ediciones 62.

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    dad puedan elegir el vicario que presidir el convento y al cual sern sujetos36.

    En 1427 se edifica el convento de Santa Mara de Jess de Barcelona y un ao

    despus el convento de Santa Mara de Jess de Valencia. Aqu los jurados de la

    ciudad conceden el terreno para que sea construido el nuevo convento, cuyo

    guardin ser Bernardo Escoriola, y donde se mantiene y sigue la regla al pie de

    la letra37. La reina participa en las labores de recomendacin para que el nuevo

    convento observante obtenga ayuda y apoyo, tambin econmico, por parte de

    las autoridades y de los ciudadanos38. Tras la fundacin en Valencia, a media-

    dos de mayo de 1428, Mateo viaja a Mallorca donde se queda probablemente

    hasta mediados de julio. Desde la isla, viaja a Sicilia entre mediados de julio y

    principio de agosto. En 1429 es fundado otro convento intitulado a Santa Mara

    de Jess, el de Tortosa, ms presente en los registros de Mara de Castilla con el

    nombre de San Bernab. Durante la estancia de Mateo en Sicilia, Mara escribe a

    las autoridades de la isla para tener informacin sobre el franciscano, manifes-

    tando su deseo de tenerlo cerca nuevamente para que pueda volver a predicar

    en Espaa. El fraile llega a Tortosa en 1430 y empieza a predicar.

    En otro memorial dirigido al papa en el mayo de 1430, la reina solicita

    que Mateo de Agrigento de la orden la Observancia de San Francisco tenga po-

    testad del papa para construir siete conventos franciscanos observantes en

    cualquier parte de la seora de Aragn. Los frailes podrn escoger el vicario

    que presidir los conventos y la reina podr entrar en cualquier monasterio de

    cualquier orden junto a otras personas39. Por otra parte, es probable que, en la

    primavera de 1430, Mateo haya dejado Espaa para participar en el captulo

    generalsimo de Ass, celebrado con la intencin de unificar a la Orden. Ya en

    Sicilia, desempeando su cargo como Comisario, en 1432 la reina le defiende 36 Amore, A. (1956). La predicazione del B. Matteo dAgrigento a Barcellona e Valenza. Archi-vum franciscanum historicum. (49, III-IV), 255-333, doc. 24. 37 Amore, A. (1956), doc. 57. 38 Amore, A. (1956), doc. 79, 80, 86. 39 ACA, Cancillera, r. 3221, ff. 22v-23r en Webster, J.R. (2012). Nomencltor de frares menors a la corona darag: Manual de referncia pels historiadors del Franciscanisme medieval;

    http://libro.uca.edu/webster/friars.htm; , Agrigento, Mateu d;

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    con ocasin de unos problemas surgidos entre los oficiales de la Camera real y

    el franciscano. Algunos aos despus, en 1435, Mateo vuelve a Espaa para

    desempear el cargo de vicario provincial de Aragn, sin embargo no se cono-

    cen ms datos sobre el inicio y finalizacin de la tarea. En mayo de ese ao, co-

    mo vicario provincial de Aragn, el franciscano recibe de Eugenio IV la autori-

    zacin para fundar dos nuevos conventos.

    En relacin a las instrucciones dadas a unos embajadores, en noviembre

    de 1438 Mara lista el siguiente elenco de conventos observantes de la provincia

    de Aragn: Santa Mara de Jess de Barcelona, dicesis de Barcelona; San Ber-

    nab de Tortosa, dicesis de Tortosa; Tarazona, dicesis de Tarazona, Borja,

    dicesis de Tarazona; Santa Caterina de Cariena, dicesis de Zaragoza; san

    Cristbal de Alpartir, dicesis de Zaragoza; Manzanera, dicesis de Zaragoza;

    Segorbe, dicesis de Segorbe; Santa Mara de Jess de Valencia, dicesis de Va-

    lencia; Murviedro, dicesis de Valencia; Santa Mara de Pino, dicesis de Valen-

    cia; Santa Mara de Gracia de Alicante, dicesis de Cartagena o Murcia40. Como

    se puede apreciar, quedan fueran del elenco los conventos de Chelva y Santo

    Espritu del Monte. Las primeras comunidades, surgidas al inicio del movi-

    miento reformador, quizs no encajaban en esta nueva etapa de la Observancia,

    cuando el movimiento se estaba expandiendo y asentando, regulndose y uni-

    formndose. Parece este el caso del Santo Espritu, por el cual, en una splica al

    papa en el diciembre de 1444, la reina pide que entre en la vicara observante,

    puesto que sus frailes viven de forma parecida a la regular Observancia41.

    En 1440 conocemos una ltima referencia sobre Mateo de Agrigento. A

    pesar que, tras haber visitado otras provincias franciscanas, el fraile se encon-

    40 Isti sunt conventus seu loca fratrum minorum de obseruancia in prouincia Aragonie. ACA, Cancille-ra, r. 2997, ff. 105rv. 41 ACA, Cancillera, r. 3184, f. 216v.

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    trara nuevamente en Sicilia42, una referencia de Mara de Castilla parece indicar

    la pronta visita del franciscano a los conventos de Catalua43.

    A partir de este mismo ao se pone de manifiesto la aversin de la reina

    por la conducta mantenida por Antonio de Ojos Negros (Antoni de Ulls Negres),

    ministro provincial. El fraile aparece con este cargo ya en menciones de 143544

    en las cuales, sin embargo, las palabras de Mara no hacen pensar en una consi-

    deracin negativa del Provincial. Solo a partir de julio de 1440, Mara asume

    una posicin abiertamente adversa al Provincial, al cual se dirige a causa de las

    insolencias cometidas contra los conventos observantes y en contra de Bernardo

    Escoriola45. La reina informa del mal comportamiento de Ojos Negros a Mateo

    de Agrigento46, al General, Guillermo de Casale47 y al secretario del rey48. El 28

    de julio, Mara escribe al escribano del rey, afirmando que Antonio de Ojos Ne-

    gros, para confundir y aniquilar los conventos de la Observancia, ha actuado en

    contra del guardin del convento de Santa Mara de Jess de Barcelona49. El 8

    de agosto, la reina se dirige directamente al ministro, declarando su sorpresa

    porque no ha contestado a dos cartas que ella le haba enviado sobre la destruc-

    cin y aniquilacin que est maquinando en contra de los conventos observan-

    tes. La reina pide que retire la comisin formada contra el fraile Marc Verneda,

    por la que se ha expulsado al guardin y vicario del convento de Santa Mara de

    Jess de Barcelona que su confesor Escoriola haba puesto50. En julio de 1441,

    Mara desaprueba nuevamente el comportamiento del Provincial cuando le re-

    cuerda que no cumpli con su peticin que mandaba que se enviasen secreta-

    mente a los mejores frailes observantes al convento de Morella. La reina se

    42 Rotolo, F. (2005), pp. 146-182. 43 ACA, Cancillera, r. 3007, f. 58r en Webster, J.R. (2012), Agrigento, Mateu d. 44 ACA, Cancillera, r. 3113, f. 56r. 45 ACA, Cancillera, r. 3010, ff. 43rv en Webster, J.R. (2012), Escoriola, Bernat. 46 ACA, Cancillera, r. 3002, f. 190v. 47 ACA, Cancillera, r. 3002, f. 191r. 48 ACA, Cancillera, r. 3002, f. 191r. 49 ACA, Cancillera, r. 3007, f. 112v. 50 ACA, Cancillera, r. 3010, f. 70r en Webster, J.R. (2012), Ulls Negres, Antoni.

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    muestra muy sorprendida por su comportamiento y pide al Provincial que reti-

    re a los frailes enviados51. Ms tarde, en diciembre de 1444, Mara de Castilla

    pide al pontfice que deponga de su cargo a Antonio de Ojos Negros, ministro

    provincial, por los perjuicios que hace y la mala y perniciosa vida que lleva y de

    la que ha sido informada52. Depuesto dicho ministro, sea merced del papa crear

    y hacer ministro al maestro Juan Llobet, definido como una piedra preciosa pa-

    ra la Orden y comparado por su rectitud a antiguos ministros que han regido

    correctamente la provincia de Aragn, como Toms de Olzina, Pedro Mar y

    Francisco Daragon53. El 24 de febrero de 1445, Eugenio IV encarga al prior de

    Portaceli que informe de los delitos imputados al provincial y, si fuera el caso,

    le prive del cargo, nombrando en su lugar a Juan Llobet, maestro en sagrada

    teologa y custodio de la Custodia de Mallorca, religioso ejemplar y docto. Fi-

    nalmente, el prior de Portaceli, Pedro Ferre, priva del cargo al Provincial nom-

    brando a Juan Llobet, pero, como el depuesto muere al poco tiempo, Llobet es

    recomendado por la reina, que pide a la Santa Sede confirmacin de su cargo

    como Provincial. Tal confirmacin ser otorgada por Eugenio IV el 20 de sep-

    tiembre de 144554. Segn Webster, Antonio de Ojos Negros es uno de los lti-

    mos frailes que se resisten a la Observancia y, probablemente por esto, es objeto

    de malicias y calumnias por parte de los observantes, de los cuales desaprobaba

    que tuviesen su propio vicario55.

    El cargo de vicario haba sido desempeado por Bernardo Escoriola, pre-

    sente con el ttulo de vicario de la Observancia para la provincia de Aragn

    desde 1436. Escoriola, que hemos visto involucrado en la fundacin del conven-

    51 ACA, Cancillera, r. 3019, f. 63v en Webster, J.R. (2012), Ulls Negres, Antoni. 52 ACA, Cancillera, r. 3184, f. 215v. 53 ACA, Cancillera, r. 3184, ff. 215v, 216rv. 54 Lpez, A. (1932). El franciscanismo en Espaa durante los pontificados de Eugenio IV y Nico-ls V. Archivo Ibero Americano. (35), 89-112. 55 Webster, J.R. (2005). Un repertorio biogrfico y bibliogrfico de los frailes menores de la Co-rona de Aragn: mtodo y ejemplos. En El Franciscanismo en la Pennsula Ibrica: balance y perspectivas. I Congreso Internacional, Madrid, 22-27 de septiembre de 2003 (pp. 403-418). Bar-celona, Espaa: Griselda Bonet Girabet.

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    to de Segorbe como guardin del Santo Espritu, tambin es descrito como

    guardin de otros conventos observantes, como Chelva y Santa Mara de Jess

    de Valencia, y como confesor de la reina. Probablemente debido a su anhelo

    reformador, Escoriola se convierte en uno de los franciscanos ms queridos por

    Mara de Castilla que mantiene total confianza en la obra reformadora del fran-

    ciscano, tanto que en 1431 haba pedido al ministro general ayuda y favor para

    la reforma de la Orden en la provincia de Aragn emprendida por el francis-

    cano, en esta ocasin descrito tambin como confesor56. El fraile est a punto de

    dejar el cargo de vicario en 1436, alegando enfermedad y vejez. La decisin

    provoca las lamentaciones de los guardianes de los conventos observantes de la

    provincia de Aragn y la pena de la reina, que escribe al Provincial para que no

    acepte la dimisin de Escoriola57. Dirigindose directamente al franciscano, Ma-

    ra de Castilla le comunica su desanimo por la noticia de la dimisin, que pro-

    vocara varios inconvenientes. Al mismo tiempo y de forma firme, la reina le

    anima a seguir en el cargo, dejando de lado las excusas, y que, en todo caso,

    pueda dejarse ayudar en sus tareas por visitadores auxiliares58. En 1438 Escorio-

    la sigue apareciendo en la documentacin como vicario de la Observancia59.

    Ms tarde, en 1440, por instancia del General Guillermo de Casale y del Provin-

    cial Antonio de Ojos Negros, Escoriola divide el vicariato de Aragn en tres

    custodias: Catalua, Valencia y Aragn. En el mismo ao, el fraile va a dimitir

    nuevamente del cargo: el motivo de la dimisin no est claro, pero Mara deja

    suponer entre lneas que otros miembros de la Orden haban tachado de blas-

    femas algunas prcticas espirituales de los observantes60.

    La reina sigue apostando por la tarea reformadora del vicario, recomen-

    dando a las autoridades de la ciudad de Barcelona apoyar la reforma del con- 56 ACA, Cancillera, r. 3221, f 81v. 57 ACA, Cancillera, r. 2988, f. 98v; 99r; en Webster, J.R. (2012), Escoriola, Bernat. 58 ACA, Cancillera, r. 2988, f. 99r en Webster, J.R. (2012), Escoriola, Bernat. 59 ACA, Cancillera, r. 2997, f. 104v. 60 Webster, J.R. (2000). Contractes entre els ordres mendicants i Italia durant el regnat dAlfons el Magnanim. En XVI congresso internazionale di Storia della Corona dAragona. Celebrazioni alfonsine, v. 1 (pp. 1011-1020). Napoli, Italia: Paparo.

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    vento de Santa Mara de Jess61. En efecto, como explica al custodio de Barcelo-

    na, por decisin del ministro se tiene que reducir y volver a un estado adecuado

    algunas cosas que haban sido cambiadas en el convento. Con tal de no crear

    escndalo, la reforma tiene que ser realizada en secreto por el vicario Escoriola,

    por el cual la reina pide el apoyo y consejo del Custodio62. En julio de 1441, Ma-

    ra de Castilla da nuevamente pruebas de la confianza que siente hacia el fran-

    ciscano, cuando le enva a su capelln, Pedro Sancho, para que le explique unos

    temas inherentes a la obra por la cual la reina confa en Escoriola63. Quizs, la

    referencia a la obra pueda aludir a la construccin del convento observante de

    Santa Mara de los ngeles en Mallorca, que en noviembre de 1443 encontra-

    mos descrito como recin instituido. Su vicario, el fraile Cristbal Ribes, no

    permite la entrada de frailes conventuales en la comunidad, segn la orden

    del vicario Escoriola64.

    En diciembre de 1446, la reina se apena nuevamente por la decisin de

    Escoriola de dejar su cargo. En efecto, esta vez el franciscano decide no renovar

    su cargo de vicario observante por las molestias y labores que apareja. Mara

    propone al fraile mudarse al convento de Santa Mara de Jess, afirmando que,

    si dejase el cargo, su vida estara perdida65. Algunos meses despus, la reina

    apela nuevamente a Escoriola, pidindole que visite el monasterio de la Trini-

    dad de Valencia, no una vez al ao, como estaba establecido, sino dos. Adems,

    deja a su discrecin y conciencia el tema de la eleccin del confesor, tarea consi-

    derable, puesto que tiene a cargo las almas, y por la que es necesario encontrar

    un buen confesor, tal y como lo es el mismo Escoriola66. Ms tarde, en abril de

    1449, el cometido de Escoriola con el monasterio de la Trinidad aumenta. En

    efecto, Mara de Castilla se dirige al ministro provincial, comunicndole que,

    61 ACA, Cancillera, r. 3013, f. 74r. 62 ACA, Cancillera, r. 3013, f. 74v. 63 ACA, Cancillera, r. 3019, ff. 74rv. 64 ACA, Cancillera, r. 3187, f. 68r. 65 ACA, Cancillera, r. 3270, f. 104v. 66 ACA, Cancillera, r. 3049, ff. 151rv.

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    por consuelo de las clarisas, desea que Escoriola y un compaero se queden un

    tiempo en el monasterio. Por eso es necesario enviar a otro fraile al convento

    donde en este momento reside el franciscano67. En diciembre del ao siguiente,

    la reina vuelve a hablar con la abadesa de la Trinidad sobre Bernardo Escoriola,

    esta vez para comentar el traspaso del fraile. Mara siente pena por la muerte

    del franciscano, pero, al mismo tiempo, se alegra de que Juan de Vilaroya siga

    en su oficio, confiando en su buen regimiento y buen gobierno en los conven-

    tos68.

    As como haba amparado la accin reformadora de Mateo de Agrigento

    y Escoriola, Mara apoya a otras dos figuras observantes de releve: Juan (Joan)

    Llobet y Bartolom (Bartomeu) Catany. En agosto de 1439, la reina escribe a las

    autoridades de Mallorca, para informarles de que, con la intencin de reformar,

    corregir y reducir algunos conventos franciscanos de la Provincia y del reino de

    Mallorca a causa de los excesos y las desviaciones, por instancia suya y del mi-

    nistro y del captulo general, se han designado tres vicarios, visitadores y re-

    formadores que visitarn el convento de la ciudad. Por esta razn, Mara pide

    que sean bien recibidos y que se les d auxilio, puesto que algunos se han to-

    mado a mal la decisin del maestro Juan Llobet y del fraile Bartolom Catany

    de haber ordenado la visita69. Catany, definido como el artfice de la Observan-

    cia en Mallorca70, se considera el fundador del convento de Jess cerca de Palma

    constituido en 1441, as como de los conventos de Sller (1458) y de Mahn

    (1459)71. En noviembre de 1443, encontramos a Catany relacionado con el con-

    vento observante de Santa Mara de los ngeles recin constituido72 y en el que,

    67 ACA, Cancillera, r. 3272, ff. 174rv. 68 ACA, Cancillera, r. 3264, ff. 86v, 87r. 69 ACA, Cancillera, r. 2999, f.121r. 70 Cabot, S. (2006). El convento de San Francisco de Ciutat de Mallorca bajo los Conventuales (1287-1567). En G. Fernndez-Gallardo Jimnez (Coord.), Los Franciscanos Conventuales en Espaa: actas del II Congreso Internacional sobre el Franciscanismo en la Pennsula Ibrica, Barcelona, 30 de marzo 1 de abril de 2005 (pp. 85-124). Madrid, Espaa: Asociacin Hispnica de Estudios Franciscanos. 71 Franciscan authors, http://users.bart.nl/~roestb/franciscan/ 72 ACA, Cancillera, r. 3187, ff. 67v, 68r.

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    por orden de Escoriola, el vicario Cristbal Ribes, no admita frailes conventua-

    les.

    Ms tarde, en mayo de 1444, Juan Llobet aparece nombrado como comi-

    sario de la provincia de Mallorca y relacionado con cuestiones inherentes a

    aquella rea73. En efecto, en noviembre del mismo ao Mara comenta a Anto-

    nio de Ojos Negros que Juan Llobet la ha informado sobre los frailes de la isla74.

    En abril de 1445, la reina escribe al lugarteniente del gobernador de Ma-

    llorca para que Bartolom Catany del convento de Mallorca acuda a ella sin im-

    pedimentos. De hecho, Mara quiere que el franciscano participe al captulo que

    empezar en breve75. El mismo da, la reina pide directamente a Catany, guar-

    din del convento de frailes menores de Mallorca, que acuda a ella en relacin

    con la prxima celebracin del captulo donde tiene que representar a los in-

    tereses del rey76.

    Como decamos ms arriba, Mara pide al pontfice que Juan Llobet, pie-

    dra preciosa de la Orden y comparado con antecesores ilustres, sea el nuevo

    ministro provincial en lugar de Antonio de Ojos Negros77. Efectivamente, el

    fraile aparece con tal cargo en una referencia de marzo de 144678. Parece que

    Llobet fue ministro provincial por pocos aos: en efecto, a finales de 1451 o

    principios de 1452 es Jaime (Jaume) Ses Sol el ministro provincial79.

    Mara involucra a Catany en el proyecto de la Trinidad de Valencia, en-

    cargando al franciscano, junto a otros, de hacer pblicas las indulgencias otor-

    73 ACA, Cancillera, r. 3029, f. 73v. 74 ACA, Cancillera, r. 3188, ff. 188v, 189r en Webster, J.R. (2012), Llobet, Joan. 75 ACA, Cancillera, r. 3193, ff. 37v, 38r. 76 ACA, Cancillera, r. 3193, f. 38r. 77 ACA, Cancillera, r. 3184, ff. 215v, 216rv. 78 ACA, Cancillera, r. 3192, f. 116v en Webster, J.R. (2012), Llobet, Joan. 79 Webster, J.R. (2006). Rasgos biogrficos de los franciscanos medievales: verdicos o exagera-dos por la poltica real y municipal?. En Los Franciscanos Conventuales en Espaa: actas del II Congreso Internacional sobre el Franciscanismo en la Pennsula Ibrica. Barcelona, 30 de marzo - 1 de abril de 2005 (pp. 187- 195). Madrid, Espaa: Asociacin Hispnica de Estudios Francisca-nos

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    gadas por el papa y concedidas a los que ayuden en la obra del monasterio80. En

    efecto, destacadas figuras de la Observancia de este periodo son involucrados

    por la reina en su particular proyecto fundacional: el monasterio de clarisas ob-

    servantes de la Santsima Trinidad de Valencia.

    Compadecida por las precarias condiciones en las que vivan las clarisas

    de Ganda81, Mara haba pedido a Eugenio IV la licencia para trasladar la co-

    munidad a Valencia, de manera que el monasterio que quera edificar tuviese

    iglesia, claustro y otras oficinas82. En efecto, en el mismo memorial de diciembre

    de 1444, en el que la reina pide al pontfice la expulsin de Ojos Negros de su

    cargo, Mara haba solicitado que las clarisas de Ganda pudiesen ser enviadas

    al monasterio de la Trinidad de Valencia83. Anteriormente, probablemente en

    1433, la reina haba pedido para el monasterio de Ganda los mismos privilegios

    que tenan las clarisas de Tordesillas84. El pontfice concede a la reina el patro-

    nato mientras viviera y la facultad de poder escoger a la primera abadesa de la

    comunidad. El lugar escogido para reubicar a las clarisas es el monasterio de

    trinitarios de la ciudad de Valencia, lindante con los jardines de su palacio

    real85. Los trinitarios estaban llevando un tipo de vida irregular, por lo que, por

    decisin papal, se da posesin del convento al fraile menor Juan Llobet en nom-

    bre de las clarisas de Ganda. La primera piedra del nuevo convento es puesta

    en julio de 1445. Pedro Sancho, capelln de Mara, es nombrado procurador ge-

    neral, encargado de la obra de fundacin y de recoger las limosnas otorgadas

    por su construccin86. En efecto, en mayo de 1445, la reina hace patente su de-

    seo de obtener indulgencias pontificias para los que ayuden en la obra del mo-

    80 ACA, Cancillera, r. 3270, ff. 8rv. 81 ACA, Cancillera, r. 3019, f. 65r. 82 Hernndez-Len de Snchez, F., (1959), Doa Mara de Castilla, esposa de Alfonso V el Magnni-mo, Valencia, Espaa, Universidad de Valencia, pp. 46-50. 83 ACA, Cancillera, r. 3184, ff. 215rv. 84 ACA, Cancillera, r. 3113, ff. 109v, 110r. 85 Benito Goerlich, D., (2008), El real monasterio de la Santsima Trinidad de Valencia. Historia y arte, Valencia, Espaa, Consell valenci de cultura, pp. 65-72. 86 Hernndez-Len de Snchez, F., (1959), pp. 46-50.

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    nasterio87. Mara quiere construir un monasterio por el gran celo que siente ha-

    cia las clarisas, que rezarn por el rey y los reales difuntos, no obstante la re-

    construccin de la Trinidad es costosa88. Una vez obtenidas las indulgencias,

    Mara no slo pide a Catany que las haga pblicas, sino tambin que escriba a

    algn buen eclesistico que pueda ayudar en las obras89. Adems, le enva copia

    de la bula obtenida para la Trinidad90: la reina agradece el otorgamiento de la

    bula, pero deseara una ampliacin por parte del pontfice91.

    Las personas que contribuyen a la fbrica con una limosna de al menos

    cinco florines o con trabajo y materiales equivalentes se hacen con las indulgen-

    cias concedidas por Eugenio IV y Nicols V92. La operacin de percepcin del

    dinero es recogida en un libro en el que consta una relacin nominal de ms de

    cuatro mil personas93.

    Mara trabaja para que las clarisas de la Trinidad sigan el ejemplo del

    monasterio de Tordesillas, considerado un referente de la Observancia femeni-

    na. En efecto, en agosto de 1445 Mara se dirige a su abadesa94. En octubre del

    ao siguiente, la reina comunica al guardin del convento de Santa Mara de

    Jess de Valencia que tiene gran necesidad de enviar al monasterio de la obser-

    vancia de Tordesillas en Castilla a algn religioso, para obtener informacin

    sobre su funcionamiento, con el fin de informar a las clarisas de la Trinidad95.

    Mara escribe tambin al fraile Sancho, visitador de los menores en Castilla,

    porque quiere obtener informacin sobre las cosas necesarias, tiles a la Obser-

    vancia y de la estricta regla de Santa Clara, ceremonias y forma de vida de Tor-

    87 ACA, Cancillera, r. 3230, ff. 29rv. 88 ACA, Cancillera, r. 3230, ff. 30rv. 89 ACA, Cancillera, r. 3230, f. 141v en Webster, J.R. (2012), Catany, Bartomeu. 90 ACA, Cancillera, r. 3271, f. 3v. 91 ACA, Cancillera, r. 3271, f. 10r. 92 Benito Goerlich, D., (2008), pp. 72-75. 93 Mata Lpez, M., (1991), Relacin de limosnas para la construccin del monasterio de la Trinidad de Valencia, Zaragoza, Espaa, Pedro Garcs de Cariena. 94 ACA, Cancillera, r. 3040, ff. 119rv. 95 ACA, Cancillera, r. 3270, ff. 82rv.

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    desillas, para que las clarisas de la Trinidad puedan vivir correctamente96. Fi-

    nalmente, la reina comunica a Escoriola que ha pensado en el guardin del con-

    vento de Santa Mara de Jess que, por su experiencia, es la figura adecuada

    para ser enviado a Tordesillas e informar sobre las ceremonias y prcticas de

    aquella comunidad97.

    En octubre de 1446, la reina se dirige a la abadesa para expresarle su de-

    seo de que sea Isabel de Villena quien cubra el cargo98. Sin embargo, no ser

    hasta el 1463, cuando Isabel, hija natural del marqus de Villena, que se haba

    criado junto a la reina99, se convierte en abadesa.

    Las caractersticas especficas del periodo a partir de la aparicin de Ma-

    teo de Agrigento en la Corona de Aragn, tales como el aumento considerable

    en el nmero de nuevas fundaciones; la aparicin de cargos jerrquicos propios

    de la Observancia, como el de vicario; el apoyo y el favorecimiento determinan-

    te por parte de la reina, justifican hablar de una fase ms madura de la Obser-

    vancia. En esta fase se procede a enmarcar progresivamente a los conventos

    observantes en unos cuadros organizativos comunes, como la estructura en vi-

    cara. No obstante, tal progresin no es sbita, ni privada de inquietudes, debi-

    do a las variantes resoluciones papales en el tema de la sujecin de los conven-

    tos a la obediencia de los ministros o vicario, o por casos de autonoma particu-

    lar, como el del Santo Espritu. Adems, la especificacin del grupo observante

    es paralela a la aparicin de conflictos con los conventuales. En efecto, durante

    los siglos XV y XVI, con los calificativos de claustrales u observantes se desig-

    nan a los principales grupos o ramas que componen la Orden y tambin la for-

    ma de vida o rgimen regular de cada una de estas familias religiosas. Los

    claustrales o conventuales siguen de forma tradicional el rgimen de la Orden,

    96 ACA, Cancillera, r. 3270, f. 83r. 97 ACA, Cancillera, r. 3270, ff. 47v, 48r. 98 ACA, Cancillera, r. 3049, f. 34v. 99 Soldevila, F., (1927). La reyna Maria muller del Magnnim. Barcelona, Espaa, Impr. De la Casa provincial de Caritat, p. 282.

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    e-ISSN: 2469-0902

    mientras que los observantes o reformados son los que han asumido un nuevo

    estatuto jurdico dentro del cuadro bsico de la propia familia religiosa100.

    La consideracin de fase ms madura de la Observancia para caracterizar

    los acontecimientos acaecidos a partir de la presencia de Mateo de Agrigento en

    la Corona de Aragn puede confrontarse con la sntesis propuesta por Garca

    Oro. El autor considera las fechas decisivas en la legalizacin de los proyectos

    de grupos autnomos los aos 1415, ya que, tras el Concilio de Constanza los

    frailes que siguen la observancia literal de la regla pueden organizarse en pro-

    vincias y custodias autnomas bajo la dependencia de un vicario general; 1430,

    cuando se sancionan las constituciones martinianas; 1446, cuando, con la bula

    Ut sacra, Eugenio IV ana a los grupos reformados en una sola familia autno-

    ma, con dos vicarios generales dentro de la Orden, con el nombre de regular

    Observancia; 1451, cuando el captulo general de Barcelona sanciona los prime-

    ros estatutos generales de la Observancia ultramontana; 1517, cuando las dispo-

    siciones pontificias ordenan que la Observancia represente definitivamente la

    Orden franciscana101.

    Tras habernos aproximados al tema de la Observancia franciscana espa-

    ola en ocasin de nuestra tesis doctoral sobre el convento del Santo Espritu,

    hemos tenido la impresin que es necesaria una atencin ms profunda por

    parte de la historiografa actual al origen y crecimiento del movimiento de la

    Observancia en la provincia de Aragn. En efecto, fuera de los estudios de J. R.

    Webster, que presentan noticias sobre los frailes protagonistas de la Observan-

    cia en esta Provincia, como Bernardo Escoriola, Antonio Ojos Negros102 o Juan

    100 Garca Oro, J. (1980). Conventualismo y Observancia. La reforma de las rdenes religiosas en los siglos XV y XVI. En R. Garca-Villoslada (Dir.), Historia de la Iglesia en Espaa: v. III, 1: La Iglesia en la Espaa de los siglos XV y XVI (pp. 210-350). Madrid, Espaa: Editorial Catlica. 101 Garca Oro, J. (2005). Reforma y reformas en la familia franciscana del renacimiento. Cuadro histrico del tema. En El Franciscanismo en la Pennsula Ibrica: balance y perspectivas. I Con-greso Internacional, Madrid, 22-27 de septiembre de 2003 (pp. 235-254). Barcelona, Espaa: Gri-selda Bonet Girabert. 102 Webster, J.R. (2005).

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    REVISTA MEMORIA EUROPAE I/1 (1), Diciembre de 2015 e-ISSN: 2469-0902

    Llobet103, no se han encontrado estudios recientes que integren con nueva in-

    formacin documental los datos presentados por las crnicas o los estudios an-

    teriores, principalmente elaborados por franciscanos en las primeras tres dca-

    das del siglo XX. Asimismo, creemos que sera de gran inters confrontar las

    caractersticas del movimiento surgido en la provincia de Aragn con aquellas

    de los diferentes movimientos reformadores nacidos en otras provincias, con tal

    de perfilar un mapa de la Observancia en Espaa con sus diferentes matices y

    particularidades. En efecto, de momento el nico ejemplo de estudio extenso y

    de conjunto parece ser el nmero del Archivo Ibero Americano de 1957, dedi-

    cado a la Observancia en Espaa104, que rene contribuciones sobre los distintos

    movimientos nacidos en el territorio105. La fragmentacin regional de los es-

    tudios sobre la Observancia en Espaa y la falta de trabajos recientes que los

    renan, posiblemente se refleje en las publicaciones colectivas europeas sobre la

    Observancia franciscana, donde las aportaciones sobre los estudios en Espaa,

    sea por autores autctonos, sea extranjeros, son escasas respecto a las contribu-

    ciones elaboradas para otras reas europeas, como Francia o Italia106. Confiando

    en la futura aparicin de anlisis generales ms profundos, que consideren las

    particularidades de los movimientos en las diferentes provincias de Espaa, y

    de ms trabajos sobre la provincia de Aragn, por el inters suscitado a raz del

    estudio sobre el Santo Espritu y el material encontrado durante la investiga-

    cin, esperamos poder contribuir a la reconstruccin de la interesante historia

    de los inicios y desarrollo de la Observancia franciscana en la provincia de Ara-

    gn con nuestras investigaciones.

    103 Webster, J.R. (2006). 104 Archivo Ibero Americano, tomo XVII, 1957. 105 A este volumen, queremos aadir el ejemplo de dos artculos relevantes: Garca Oro, J. (1980) y Martnez Vega, M. E. (1996). Los conventos franciscanos observantes en el Archivo Iberoame-ricano. Cuadernos de historia moderna. (17), 151-174. 106 Vanse como ejemplos Il rinnovamento del francescanesimo, lOsservanza. Atti dellXI Convegno Internazionale, Assisi, 20-21-22 ottobre 1983, (1985), Assisi, Italia, Universit di Perugia; Identits franciscaines lge des rformes, sous la direction de Frdric Meyer et Ludovic Viallet, (2005), Clermont-Ferrand, Francia, Presses Universitaires Blaise-Pascal.

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    Recibido: 19/10/2015

    Aceptado: 06/12/2015