universidad del turabo escuela de ciencias sociales y...

73
UNIVERSIDAD DEL TURABO ESCUELA DE CIENCIAS SOCIALES Y COMUNICACIONES LA RELACIÓN ENTRE VARIAS MODALIDADES DE EJERCICIOS Y LOS TRASTORNOS DE ANSIEDAD: MANUAL DE PSICOLOGÍA DEL EJERCICIO Y DEL DEPORTE Por Gregory Ocasio, M.A., M. Ed. PROYECTO DOCTORAL Presentado como Requisito para la Obtención del Grado de Doctor en Psicología con Especialidad en Consejería Psicológica Gurabo, Puerto Rico Junio, 2015

Upload: lenhi

Post on 03-Nov-2018

212 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

UNIVERSIDAD DEL TURABO

ESCUELA DE CIENCIAS SOCIALES Y COMUNICACIONES

LA RELACIÓN ENTRE VARIAS MODALIDADES DE EJERCICIOS Y LOS

TRASTORNOS DE ANSIEDAD: MANUAL DE PSICOLOGÍA

DEL EJERCICIO Y DEL DEPORTE

Por

Gregory Ocasio, M.A., M. Ed.

PROYECTO DOCTORAL

Presentado como Requisito para la Obtención del Grado de Doctor en Psicología con

Especialidad en Consejería Psicológica

Gurabo, Puerto Rico

Junio, 2015

UNIVERSIDAD DEL TURABO

CERTIFICACIÓN DE APROBACIÓN DE PROYECTO

El proyecto doctoral de Gregory Ocasio fue revisado y aprobado por los

miembros del Comité de Proyecto. El formulario de Cumplimiento de Requisitos

Académicos Doctorales con las firmas de los miembros del comité se encuentra

depositado en el Registrador y en el Centro de Estudios Graduados e Investigación de la

Universidad del Turabo.

MIEMBROS DEL COMITÉ DE PROYECTO

Dra. María del Carmen Santos

Universidad del Turabo

Presidenta

Dra. Jessica Velázquez Rodríguez

Universidad del Turabo

Miembro

©Copyright, 2015

Gregory Ocasio. Derechos Reservados.

iv

LA RELACIÓN ENTRE VARIAS MODALIDADES DE EJERCICIOS Y LOS

TRASTORNOS DE ANSIEDAD: MANUAL DE PSICOLOGÍA DEL

EJERCICIO Y DEL DEPORTE

Por

Gregory Ocasio, M.A., M. Ed.

Dra. María del C. Santos Aponte

Presidenta del comité de proyecto

RESUMEN

Existe evidencia que el ejercicio físico ayuda positivamente en la prevención y el

mejoramiento de los síntomas de ansiedad y los problemas de salud mental. Los

hallazgos de los estudios plasmado en este trabajo es solamente una muestra del potencial

del ejercicio físico que los psicólogos y profesionales de la salud mental pudiesen utilizar

como herramienta con el fin de ayudar a sus clientes. La importancia de este trabajo es

concienciar sobre la importancia de realizar ejercicios y cómo los psicólogos y psicólogas

pudieran utilizar o recomendar alguna modalidad de ejercicios físicos como herramienta

adicional para tratar a sus clientes a manejar la ansiedad. Como aportación a la

psicología el autor crea un Manual de Psicología Deportiva, como guía para psicólogos y

profesionales de la salud mental que ayudan a atletas, entrenadores técnicos y

entrenadores físicos en su desempeño.

v

DEDICATORIA

Les dedico este trabajo a varias personas que le he robado el tiempo por la justa

causa de lograr esta meta, por eso, deseo honrarlos con mi trabajo doctoral.

Primeramente a mi hija. Lilia Michelle Ocasio González, eres y serás el amor más

grande que tengo y tendré en mi vida, gracias por ser el motor motivador de mi alma…

¡Te Amo! Lilia, sé la mejor en lo que hagas, pero lo más que deseo para ti es que seas

siempre feliz. A mis padres Migdoel Ocasio y Felícita Rodríguez, por amarme y por la

educación inigualable que me dieron, gracias a ustedes estoy aquí. Mami y Papi, ahora

espero compensarlos con mi presencia. A mis maravillosos hermanos y hermanas, pero

en especial a Yessenia E. Ocasio, gracias por aceptar mi rigidez, aislamiento y entender

mis procesos de vida con sensibilidad… serás una excelente psicóloga. A mi abuela

Asunción Ocasio que pudo anticipar que yo lograría está meta aun cuando apenas era un

niño y no logró ver el resultado físicamente, sé que me acompañas. ¡Mamá gracias, te

amo! A Don Raúl González Carrión, por quererme como a su propio hijo, sé que me

sonríes desde otro lugar, te extraño. A mi amigo Joseph I. Nelson, por brindarme un

techo y alimento cuando no lo tuve, pero más aún por tu amistad. A Luis A. González

Rodríguez, por ser mi compañero de mil batallas y las que aún nos faltan, eres mi

hermano eterno. A la Dra. Jessica Velázquez, que además de ser una profesora y

psicóloga de excelencia; me enseño que la mejor psicología se aplica con humanidad…

no existe libro que pueda enseñar dicha lección. A la Dra. Ruth L. González Días,

gracias por ser parte de mi proceso, por los muchos años y por mi hija. A mis sobrinos y

sobrinas, espero ser parte de sus vidas activamente, los quiero un mundo. A todos y

todas mis amigas… ¡Gracias!

vi

AGRADECIMIENTO

El autor de este trabajo doctoral desea expresar su agradecimiento a la doctora

María del Carmen Santos por su dirección y motivación en este proceso. De igual

manera desea agradecer a la Dra. Jessica Velázquez por su tiempo, enseñanzas y

paciencia. Al doctor Jorge Garófalo por brindar al autor la experiencia de realizar su

internado en psicología deportiva bajo el programa Centro de Excelencia Atlética (CEA)

en la Universidad del Turabo. A todos los estudiantes atletas de la Universidad del

Turabo, por trabajar con el autor por dos maravillosos años. A mis compañeros y

profesores por ser parte de mi formación profesional, gracias.

vii

TABLA DE CONTENIDO

Página

Introducción ..................................................................................................................1

Argumento ....................................................................................................................6

Plan ...............................................................................................................................7

Descripción Sumaria .....................................................................................................10

Conclusión ....................................................................................................................33

Recomendaciones .........................................................................................................34

Manual de psicología del ejercicio y del deporte ..........................................................35

Referencias ....................................................................................................................42

viii

APÉNDICES

A. Contrato de Excelencia .................................................................................52

B. Registro de actividades individuales observadas .........................................53

C. Registro de actividades de equipo observadas .............................................56

D. Establecimiento de metas deportivas individuales .......................................59

E. Cuestionario de satisfacción de Atletas GO .................................................61

1

INTRODUCCIÓN

Este proyecto doctoral discute estudios que se han realizado y que han destacado

los beneficios del ejercicio, en varias modalidades, para tratar la ansiedad. Además, se

evaluará si existe alguna contraindicación en términos de ejercicios que pudiesen ser

perjudiciales para una persona que tenga algún trastorno de ansiedad. Se incluirá en este

trabajo doctoral un manual guía para el psicólogo deportivo para intervenir con atletas y

deportistas. La importancia de este trabajo es concienciar sobre la importancia de realizar

ejercicios y cómo los psicólogos y psicólogas pudieran utilizar o recomendar alguna

modalidad de ejercicios físicos como herramienta adicional para tratar a sus clientes a

manejar la ansiedad. La versatilidad del tema incluye, cómo afecta la ansiedad a

diferentes poblaciones y cómo el ejercicio pudiese ayudar en el tratamiento de la

ansiedad, los aspectos fisiológicos que ocurren en el cuerpo mientras se realiza ejercicio,

algunas modalidades de ejercicios físicos que han sido efectivos en la reducción de

ansiedad y como la ansiedad afecta a los atletas cuando no es manejada efectivamente.

La ansiedad es una emoción rigurosa de miedo y aprensión escoltado por un

incremento en la excitación fisiológica (Davison & Neale, 2000). El DSM-IV-TR (2000)

establece seis categorías principales de trastornos de ansiedad: trastornos fóbicos,

trastorno por angustia, trastorno por ansiedad generalizada, trastorno obsesivo

compulsivo, trastorno por estrés postraumático y trastorno por estrés agudo. En el DSM

5 (2013), hace una distinción entre el miedo y la ansiedad aunque guardan alguna

relación. El miedo está asociado con una activación automática de huida o lucha y la

ansiedad está asociada con la tensión muscular y vigilancia preparatoria de un peligro

futuro. Las sintomatologías de los trastornos de ansiedad no son por completo

2

específicos ya que comparten criterios entre sí, tales como sudoración y ritmo cardiaco

acelerado (Davison & Neale, 2000).

La ansiedad puede tener resultados desfavorables a la salud. Se ha descubierto

una relación entre los síntomas reactivos de excitación por altos niveles de ansiedad (e.g.,

palpitaciones) y consecuencias inmediatas (e.g., ataque al corazón), mientras que en los

sujetos con tendencias hipocondríacas se ha encontrado una relación entre los síntomas

de excitación no-reactivos de ansiedad (e.g. hinchazón) y efectos tardíos, como el cáncer

(Lefaivre, Watt, Stewart & Wright, 2006). Según la Asociación de Trastornos de

Ansiedad de América, distinguido por sus siglas en inglés ADAA (ADAA, 2012) se ha

encontrado, además, que el no tratar los trastornos de ansiedad puede llevar a una persona

a desarrollar otras condiciones secundarias, tales como depresión y abuso de sustancias.

Por otro lado, ADAA (2012) también menciona que el trastorno de angustia (“panic

disorder”) usualmente es descrito como la razón principal por la cual las féminas

abandonan los estudios universitarios y que el 11% de la población universitaria padece

de ansiedad.

Los beneficios de la actividad física han sido ampliamente estudiados por

diferentes profesiones con el propósito de investigar el efecto que pudiera tener en el

individuo, la sociedad y cultura. El Colegio Americano de la Medicina Deportiva

(ACSM, 2000), establece que algunos de los beneficios de realizar ejercicios

regularmente son mejorar la función cardiorrespiratoria y reducir los factores de riesgo de

enfermedades arteriales y coronarias. También, se ha encontrado mejoría en la

autoestima de los individuos que realizan algún tipo de actividad física (Maltby, Day,

2001; Boyd, Weinmann, Yin, 2002; Kerner, Grossman, 2001) y beneficios positivos en

3

pacientes psiquiátricos (Paluska, Schwerk; 2000). La actividad física o ejercicio físico es

definido como movimientos corporales que son producidos por la contracción músculos

esqueletales que aumenta el gasto energético sustancialmente (ACSM, 2000). Por otro

lado la recreación es definido por Theodorson & Theodorson (1969), como una actividad

que no requiere trabajo y que las personas la realizan por placer. Según el ACSM (2000),

la eficiencia física es el conjunto de atributos que las personas poseen o realizan que se

relaciona a la habilidad para desempeñarse en una actividad física.

Se ha encontrado que los ejercicios físicos tienen un impacto positivo en la salud

mental de los individuos (Anshel, 2006). Según Anshel (2006), esto es así, tanto en los

programas de ejercicios a corto plazo, como en aquellos que se extienden por tiempo más

prolongado. Anshel (2006) destaca la importancia de los beneficios de todos los

ejercicios, tantos los de corto plazo como los de largo plazo, porque la actividad física es

una forma válida y confiable para tratar y mejorar la salud mental de las personas.

Anshel (2006) indica que la ansiedad está catalogada como una característica y la define

como un rasgo de la personalidad en donde el individuo está predispuesto a percibir una

situación que aparenta no ser de gravedad, a una amenazante, o un estado emocional

inmediato a percibir una situación cercana como amenazante.

Estudios han presentado evidencia cómo el ejercicio físico y la actividad física se

pueden incluir en el tratamiento de la depresión y los trastornos de ansiedad, pero aún no

se comprende en su totalidad cuáles son los mecanismos responsables para mejorar la

depresión y la ansiedad por su complejidad psicológica y neurobiológica (Strohle, 2009).

En otras palabras, de forma general las personas reaccionan de forma distintas antes la

4

intensidad del ejercicio, aunque se hayan encontrado un efecto positivo en el manejo de

ansiedad y depresión en alguna modalidad de ejercicio físico.

En Cartagena, Murcia realizó un estudio con doscientas (200) mujeres entre las

edades de dieciocho (18) a sesenta y cinco (65) años de edad para medir múltiples

factores sociodemográficos que se correlacionan con ansiedad y depresión (Olmedilla

Zafra, Ortega Toro & Madrid Garrido, 2008). De los numerosos hallazgos de los

investigadores, Olmedilla Zafra, Ortega Toro & Madrid Garrido, (2008), resaltaron que

las mujeres que realizaban alguna forma de actividad física, como caminar con amigas o

ir al gimnasio en un programa formal, tenían menos niveles de ansiedad de aquellas

mujeres que no realizaban ningún tipo de actividad física. Según Olmedilla Zafra, Ortega

Toro & Madrid Garrido (2008), se descubrió que aunque estadísticamente no fue

significativo, las mujeres que salían a caminar con sus amigas tenían menores niveles de

depresión comparadas con las mujeres que eran sedentarias. Donde hubo una

significancia estadística fue en los grupos de mujeres que asistían al gimnasio o que

participaban de algún programa de actividad física, las cuales tuvieron bajos niveles de

depresión versus el grupo de mujeres sedentarias que tuvieron niveles de depresión más

altos.

Un estudio realizado por Blanchard, Rodgers, Wilson, & Bell (2004), descubrió

que al realizar ejercicios físicos a unas intensidades de hasta un 80% del VO2 Max,

producía beneficios de sentirse positivo y tener una sensación de bienestar. Los

investigadores deseaban examinar dos condiciones de ejercicios, uno basado en baja

duración y alta intensidad y la otra, condición de ejercicio de baja intensidad y larga

duración y cómo estos interactuaban con los estados emocionales de la muestra

5

(Blanchard, et. al. 2004). Según Blanchard, et al. (2004), no se encontraron cambios

significativos de las variables estudiadas, no obstante, aquellas personas que aumentaron

sus capacidades de aptitud física demostraron tener menor distrés psicológico y fatiga y

mejor bienestar comparado con el grupo control y el otro grupo experimental. A pesar de

que los atletas deportivos realizan ejercicios físicos no están exentos de experimentar

ansiedad.

Se pudiera asumir que las personas que están más físicamente activas pudieran

estar menos propensas a tener menos ansiedad basada en los estudios antes mencionados.

Los atletas sufren de ansiedad y son personas que realizan ejercicios físicos de forma

rigurosa. Según Murphy (1988) citado en Parnabas, Mahamood, Parnabas & Abdullah

(2014), indicó que más del 50% de los atletas olímpicos o en eventos deportivos

realizaron consultas sobre ansiedad o estrés. El atleta puede manifestar la ansiedad de

dos formas ansiedad somática y cognitiva. Jarvis (1999) explica que la ansiedad

somática es la experiencia que un atleta refleja fisiológicamente cuando el atleta se sobre

activa experimentando así, un ritmo cardiaco y presión arterial alta, sensación estomacal,

cara sonrojada y frecuencia respiratoria rápida. Ansiedad cognitiva se refiere a

pensamientos que producen ansiedad como preocupaciones, dudas de si mismo e

imágenes de perder y el pensamiento de pasar por una humillación (Jarvis, 1999). La

importancia de un psicólogo y psicóloga de ofrecer herramientas psicológicas y

recomendaciones de ejercicios físicos pudiese ser necesaria para ayudar tanto a la persona

sedentaria, una persona físicamente activa y a un deportista.

6

ARGUMENTO

A través de la revisión de literatura, el argumento que se presenta es que existe

una relación entre la realización de ejercicios físicos y el bienestar emocional.

Específicamente se revisará cómo el ejercicio físico tiene un impacto positivo en la

disminución de los trastornos de ansiedad. Existe amplia literatura que evidencia que los

ejercicios físicos tiene un efecto terapéutico y preventivo con relación a la ansiedad. En

adición se expondrá a través de la revisión de la literatura como la ansiedad afecta a los

deportistas en su desempeño y como se puede manejar efectivamente.

Un artículo crítico de Scully, Kremer, Meade, Graham & Dudgeon (1998) citan

los hallazgos de Martinsen (1990), el cual encuentra que el ejercicio aeróbico es igual de

efectivo que los medicamentos antidepresivos por los efectos positivos que encontraron

en el grupo experimental. Se menciona, como diferentes modalidades de ejercicios han

sido efectivas para manejar la ansiedad y cuáles actividades físicas no lo son. Por otro

lado, Paranabas et al. (2014), encontraron que existe una alta correlación entre un buen

desempeño deportivo y la meditación; mientras más frecuente la meditación mejor el

desempeño deportivo. Se puede contemplar como el ejercicio físico y otras modalidades

para manejo de ansiedad pueden ayudar tanto a una persona particular y a una persona

que se desempeña deportivamente.

7

PLAN

Una revisión de literatura es una evaluación crítica de investigaciones y trabajos

que se han publicado previamente, en este trabajo se organiza, integra y evalúa trabajos

investigativos de un mismo tema (APA, 2001). La revisión de literatura es significativa

para la consejería psicológica porque brinda información valiosa de diferentes

perspectivas sobre un argumento y también se puede resaltar las similitudes y diferencias

en los hallazgos. Este proyecto doctoral es una revisión crítica de literatura que utilizará

como referencia libros e investigaciones científicas que discutan el tema de la relación

entre el ejercicio físico y la ansiedad. En adición se ausculta como la ansiedad afecta al

deportista y cuáles son los hallazgos relacionado al tema. Se discutirán estudios

realizados por investigadores que esbozaron cómo el ejercicio físico mejora o alivia los

niveles de ansiedad. El propósito es esbozar las investigaciones realizadas para que

psicólogos y profesionales de la salud mental, pudiese tener la oportunidad de escudriñar

el ejercicio físico como herramienta en el tratamiento del cliente y como los atletas que se

ejercitan constantemente lidian con la ansiedad.

Los investigadores contemplan los beneficios de realizar ejercicios físicos, que

mujeres sedentarias que padezca de ansiedad generalizada (Herring, Jacob, Suveg,

Dishman, & O’Connor, 2012). En este trabajo se examinarán los aspectos fisiológicos

cuando alguna persona realiza ejercicio y cómo los niveles de ansiedad disminuyen

(DeBoer, Powers, Utschig, Otto, & Smits 2012). La importancia de reconocer los

aspectos fisiológicos que ocurren al realizar ejercicios físicos es porque se pudiese

analizar qué ocurre al nivel celular para entender cómo las hormonas ayudan a interactuar

con la ansiedad. Ottati y Ferraro (2009), sugieren una teoría psicológica y otra teoría

8

fisiológica de cómo el ejercicio puede ayudar en el Trastorno de Estrés Post Traumático.

Es importante mencionar cómo la ansiedad afecta a diferentes poblaciones específicas y

cómo el ejercicio físico, la actividad física y ejercicio recreacional los ayuda a

disminuirla.

Pasco, Williams, Jacka, Henry, Coulson, Brennan, Leslie, Nicholson, Kotowicz,

& Berk, (2011), descubrieron en un estudio longitudinal que los ejercicios, ejercicio

recreacionales y actividades físicas sirvieron de forma protectora ante los trastornos de

ansiedad y depresión en personas mayores de sesenta (60) años o más que no padecían de

los mencionados trastornos. La pregunta es, ¿si el ejercicio es tan efectivo para manejar

la ansiedad, por qué razón no se utiliza como herramienta para manejarlo? Burton,

Pakenham & Brown (2010) explicaron que muchos psicólogos no invitaban a sus

pacientes a realizar ejercicios físicos como parte de su práctica, por falta de experiencia o

por la falta de competencia y por temor de entrar en un conflicto ético.

El alcance de este proyecto doctoral es de resaltar la importancia del ejercicio

físico y sus modalidades y la actividad física como un método efectivo para manejar la

ansiedad. Se resaltó las modalidades de ejercicios que se hayan estudiado en ser efectivo

para el manejo de la ansiedad en diferentes poblaciones. La revisión de literatura estuvo

basada en estudios que se realizaron para medir la efectividad del ejercicio físico y la

actividad física con relación a la ansiedad. También se utilizaron libros de textos de

referencia para definir y resaltar algunos términos de importancia. Dentro de las

poblaciones señaladas en esta revisión de literatura, se incluye a los atletas y como

manejan la ansiedad. Finalmente, como aportación a la psicología se crea un Manual de

9

Psicología Deportiva, como guía para psicólogos que ayudan a atletas, entrenadores

técnicos y entrenadores físicos en su desempeño.

10

DESCRIPCIÓN SUMARIA

Según Herring, Jacob, Suveg, Dishman, & O’Connor, (2012), indicaron que

estudios previos que han relacionado el ejercicio físico y la ansiedad, han sugerido de

forma indirecta algunos beneficios para personas que padecen de ansiedad generalizada.

Algunas sugerencias indirectas mencionadas por los autores son: (a) personas con el

trastorno de ansiedad generalizada son individuos que son sedentarios, (b) ejercicios

físicos reducen la ansiedad en individuos adultos que son saludables, al igual que en

personas que tienen alguna condición crónica, (c) el entrenamiento físico es beneficioso

para pacientes que padecen del trastorno de depresión mayor y ansiedad generalizada, los

cuales son comórbidos, (d) el ejercicio físico ha tenido unos beneficios saludables en

otros aspectos y/o síntomas como la fatiga y poca concentración, lo cual es característico

de una persona con ansiedad generalizada (Herring, et al. (2012). Estas sugerencias

indirectas son muy generales para poder llegar a una conclusión y observar otras

variables de vida que afectan a las personas que padecen de ansiedad generalizada. Es

indiscutible que el ejercicio físico y la actividad física tengan un efecto positivo a la salud

es por eso se debe contemplar las modalidades de ejercicios y sus intensidades para el

manejo de ansiedad. Una herramienta útil es el cuestionario Behavioural Regulation in

Exercise Questionnaire (BREQ-2, Markland & Tobin, 2004), que es una escala integrada

hacia el ejercicio que mide la motivación intrínseca y la extrínseca hacia el ejercicio.

McLachlan, Spray Hagger (2011), validaron el instrumento en un estudio de correlación

y sugieren que ayuda a predecir el comportamiento hacia el ejercicio del individuo y

puede ayudar a determinar la intensidad en que la persona debe realizar dicha actividad.

11

En un estudio en donde los investigadores deseaban auscultar la posible diferencia

entre las modalidades de los ejercicios aeróbicos, versus los ejercicios de resistencia

variables y sus posibles efectos, encontraron que ambos fueron igualmente efectivos

(Herring, et al., 2012). Los hallazgos de Herring, et al. (2012), indican que el ejercicio

físico es una forma segura de tratar el trastorno de ansiedad generalizada en mujeres

sedentarias y se pudiese considerar como una forma de tratamiento o pudiese ser unida a

algún tratamiento psicoterapéutico. También, los autores sugieren que el entrenamiento

físico es igualmente comparable, en términos de costo efectividad, a un tratamiento

psicoterapéutico. Es evidente que la terapia cognitivo conductual y los ejercicios físicos

son costo efectivos que el tratamiento farmacológico (Herring, et al. 2012). La relevancia

de este estudio es que los autores destacan la importancia de integrar la psicoterapia con

el ejercicio. Tanto el ejercicio físico de resistencia y ejercicios aeróbicos tuvieron efectos

beneficiosos, en términos del tiempo de la remisión en los síntomas asociados al trastorno

de ansiedad generalizada en la muestra utilizada en este estudio (Herring, et al. (2012).

Se debe resaltar que ambas modalidades son efectivas para el manejo de la ansiedad

donde el individuo puede seleccionar entre los ejercicios con resistencia variada o los

ejercicios aeróbicos. Bartholomew & Linder (1997), realizaron dos experimentos para

auscultar los efectos de los ejercicios de resistencia y el estado de ansiedad. En el primer

experimento se utilizaron diez (10) varones y diez (10) féminas universitarios que

realizaron veinte (20) minutos de ejercicios de resistencia con una intensidad percibida

por ellos mismos. Se utilizaron tres (3) cuestionarios, el PANAS, el Spielberger’s State

Anger Scale (SSAS; Spielberger et al., 1983) y el Spielberger’s State Anxiety Inventory

(STAI; Spielberger, 1983). Los hallazgos del primer estudio fueron (1) que en los

12

varones la ansiedad aumento cuando la intensidad del ejercicio aumentó y disminuyó la

ansiedad cuando se disminuyó la intensidad del ejercicio y (2) en las féminas no hubo

cambio en el estado de ansiedad (Bartholomew & Linder ,1997). En el segundo estudio,

se utilizó la misma metodología del primer experimento, pero en el segundo, los

investigadores manipularon la variable de la intensidad del ejercicio. Los investigadores

encontraron que cuando aumentaron la intensidad del ejercicio a un 75-85% de 1 RM por

veinte (20) minutos ambos géneros experimentaron ansiedad y luego su ansiedad

disminuyó cuando la intensidad del ejercicio de resistencia fue de 40-50% de 1 RM

(Bartholomew & Linder, 1997). En estos estudios los investigadores no aclararon la edad

de los sujetos, si los sujetos investigados estaban activos realizando alguna modalidad de

ejercicio. No estuvo claro en la investigación de cómo se determinó si los sujetos sabían

diferencial ansiedad versus activación, o si los instrumentos utilizados tenían sub escalas

que diferenciaban la activación versus ansiedad de estado. En un estudio previo Lau, Yu,

Lee & Sung (2004), realizaron un estudio con niños obesos y auscultaron si existía un

cambio significativo fisiológicamente y psicológicamente cuando realizaban ejercicios de

resistencia variable. Según Lau et. al., (2004), no hubo cambios significativos

fisiológicamente y no hubo cambios psicológicos. Este estudio tuvo una duración de seis

(6) semanas donde los adolescentes realizaban tres (3) veces ejercicios a la semana. La

recomendación de los autores (Lau, et. al., 2004), sugieren que se aumente la intensidad y

aumentar el tiempo de estudios. En el área psicológica se intentó de medir ansiedad y

depresión con un instrumento para pacientes del hospital pediátrico. El nombre del

instrumento es Hospital Anxiety and Depression Inventory (HADI), que contiene catorce

(14) items con subescalas de depresión y ansiedad, y es auto administrable, pero no se

13

describió el instrumento en comparación con los equipos para medir el aspecto

fisiológico. Aunque en el estudio Lau, et. al., (2004), indican que el instrumento HADI

está validado para la población china, sin embargo, los autores se limitaron en

argumentar sobre la confiabilidad y validez del instrumento HADI en la población obesa

pediátrica. Tal vez por esta razón no se encontró ninguna diferencia en el componente

psicológico del estudio.

Los investigadores DeBoer, Powers, Utschig, Otto, & Smits (2012), resaltaron en

una literatura, investigaciones de diversos estudios relacionados con aspectos

fisiológicos, hormonales, neurofisiológicos, entre otros factores múltiples, sobre cómo el

ejercicio físico disminuye la ansiedad y cómo mejora los síntomas de las personas que

padecen de este trastorno. DeBoer et. al (2012), despuntan los estudios confiables que

demuestran cómo los individuos que están activos físicamente tienen menos estrés,

menos síntomas de ansiedad y mejor bienestar de aquellos que no lo realizan. Las

personas que realizan ejercicios diariamente son significativamente menos probables de

cumplir con los criterios diagnósticos de trastornos de pánico, agorafobia, fobia social,

trastorno de ansiedad generalizada y fobias específicas. Según Moya-Albiol y Salvador

(2001), los protocolos experimentales clasifican dos tipos de estresores que son el físico y

el psicológico. En la revisión de la literatura Moya-Albiol y Salvador (2001), destacan

varios beneficios del ejercicio agudo. La respuesta cardiovascular del ejercicio agudo

son uno psicofisiológico que tienen un impacto en la frecuencia cardiaca, la presión

arterial y la resistencia periférica (Moya-Albiol y Salvador, 2001). El ejercicio tiene

efectos fisiológicos positivos que redundan en mejorar la calidad de vida de la persona.

Dudgeon, Phillips, Bopp & Hand (2004), resaltan la importancia de que una persona

14

infectada con VIH que realicen ejercicios con resistencia por el incremento de la masa

muscular. La combinación de ejercicios aeróbicos y ejercicios de resistencia es

recomendada en combinación con sesiones de consejería para manejar la ansiedad y

depresión que es común en los pacientes de VIH (Dudgeon, Phillips, Bopp & Hand,

2004). Bartholomew, Laffrey, Kilpatrick & Spina (2004), inquirieron en un estudio

como mujeres respondían en el estado emocional después de a una sola sección de

ejercicio a la semana. La muestra estudiada eran mujeres méjico-americanas entre las

edades de sesenta (60) y setenta y nueve (79) años de edad cronológica. Un total de

cuarenta y dos (42) participantes realizaron veinte (20) minutos de ejercicio en una

trotadora o participaban de un grupo de discusión por veinte (20) minutos. Se utilizó la

traducción al español del instrumento Possitive Affect-Negative Affect Schedule

[PANAS; Laffrey, Bartholomew, Lee & Hernandez-Spina, 2000] un cuestionario de

veinte (20) ítems con una escala tipo Likert. El Spanish-English Exercise-Induce Feeling

State Inventory [EFI; Gauvin & Rajeski, 1993] que pretende medir las emociones del

participante hacia el ejercicio. En este estudio se encontró que hubo una mejoría

significativa en el estado emocional de las participantes, no obstante, los resultados

fueron paralelos con la interacción social cuando se compararon ambas actividades

(Bartholomew, Laffrey, Kilpatrick & Spina, 2004). Por otro lado, Barnard, Broman-

Fulks, Michael, Webb & Zawilinski (2011), auscultaron como la activación impactaba el

desempeño de las destrezas psicomotoras en estudiantes universitarios. Para la

investigación se identificaron ciento cinco (105) estudiantes universitarios (69 féminas y

36 varones) entre las edades de dieciocho a veinticuatro (18- 24) años. Los instrumentos

que se utilizaron fueron Anxiety Sensitivity Index (ASI) para seleccionar a la población a

15

ser estudiada, el Acute Panic Inventory (API) para evaluar los síntomas clínicos de

pánico, la sub-prueba de los dígitos regresivos de la Wechsler Adult Intelligence Scale

(tercera edición, WAIS-III; Wechsler, 1997). También se incluyó la sub-prueba de la

fluencia matemática de la Woodcock-Johnson III Test of Achievement (WJ III ACH;

Woodcock, Mcgrew & Mather, 2001). Los resultados en este estudio demostraron que

individuos que tenían una alta sensibilidad hacia la ansiedad pudieron desempeñarse

comparativamente en tareas cognitivas y psicomotoras sin importar el nivel de activación,

en comparación con personas con baja sensibilidad hacia la ansiedad (Barnard et al.,

2011). Los hallazgos de Barnard et al. (2011), no son congruentes con otras

investigaciones que los sujetos con alta sensibilidad hacia la ansiedad tienden a

desempeñarse menos con las personas con baja sensibilidad hacia la ansiedad. Las

explicaciones que ofrecen los autores (Barnard et al., 2011) es que los hallazgos pudiese

ser un indicio que la activación no influye en la sensibilidad hacia la ansiedad, o tal vez

los investigadores fueron muy liberales en la selección de la muestra estudiada. La

importancia de esta investigación es que la activación, la ansiedad y la sensibilidad hacia

la ansiedad son tratados como términos individuales medibles y no identificado bajo la

ansiedad únicamente.

En un estudio, los investigadores Smits, Berry, Rosenfield, Powers, Behar, & Otto

(2008), apoyan la recomendación del ejercicio físico para tratar la sensibilidad de la

ansiedad, esto es, lograr que las personas sean más tolerantes ante la ansiedad. Los

resultados del estudio indican que al reducir la sensibilidad de ansiedad a través del

ejercicio, mejoran significativamente los niveles de ansiedad y el estado de ánimo

depresivo (Smith et. al, 2008). El resultado de esta investigación es relevante para el

16

tratamiento del trastorno de pánico ya que niveles altos de ansiedad suelen ser la génesis

y la postergación de este trastorno, por consiguiente, la intervención del ejercicio físico

tiene el potencial de emerger como una estrategia adicional para el tratamiento del

trastorno de pánico (Smith et. al, 2008). En una revisión de literatura O’Connor, Smith &

Morgan (2000), destacaron que uno (1) en noventa y nueve (99) pacientes del trastorno

de pánico que participaron en estudios de laboratorio tuvieron un episodio de ataque de

pánico mientras realizaban ejercicio moderado y en adición, solo cinco (5) episodios de

pánico ocurrió en cuatrocientos cuarenta y cuatro (444) sesiones de ejercicios por

cuatrocientos veinte (420) pacientes del trastorno de pánico. Una explicación que se

pudiera analizar porque se pudiera cuestionar que el ejercicio no pudiera beneficiar a una

persona con el trastorno de pánico, es debido que los efectos fisiológicos de realizar

alguna modalidad de ejercicios son parecidos a un ataque de pánico. El aumento de la

frecuencia cardiaca, el aumento de la frecuencia respiratoria y el sudor son algunas de las

variantes que una persona que realiza ejercicio y los síntomas de una persona con el

trastorno de pánico comparten (O’Connor, Smith & Morgan, 2000). Una persona que

sufra un trastorno de pánico que esté físicamente inactiva pudiese sufrir más ansiedad y

más frecuencia de ataques versus un paciente que este activamente realizando ejercicios.

Smits & Zvolensky (2006), realizaron un estudio con treinta y nueve (39) adultos de

ambos géneros, entre las edades de dieciocho (18) y cuarenta y cinco (45) años de edad

cronológica que padecían de ataques de pánico o sufrían del trastorno de pánico, con o

sin agorafobia y su relación con el ejercicio físico. Se utilizaron tres (3) instrumentos: el

Exercise Health Survey [EHS; Zvolensky, 2002], el Panic Disorder Severity Scale

[PDSS; Shear et al., 1997] y el Anxiety Sensitivity Index [Reiss et al., 1986] (Smits &

17

Zvolensky, 2006). En el análisis, los investigadores descubrieron que hubo una relación

entre la inactividad física y los síntomas severos del trastorno de pánico, los altos niveles

de sensibilidad hacia la ansiedad y la frecuencia de ataques de pánicos (Smits &

Zvolensky, 2006).

Ottati y Ferraro (2009), proponen dos (2) teorías, una fisiológica y otra

psicológica, para proponer la el ejercicio como un tratamiento efectivo para tratar al

Trastorno de Estrés Post Traumático (TEPT). En la teoría fisiológica, Ottati y Ferraro

(2009) explican que el método por el cual el ejercicio físico logra aliviar algunas

condiciones médicas y psicológicas, pero el mecanismo biológico que parece

desregularse en pacientes con TEPT es el eje hipotalámico-pituitario-adrenal (HPA). El

HPA provee unas funciones opiáceas endogénicas que, al ser hiperactivas, aumentan los

niveles de cortisol, el cual es un glucocorticoide que es responsable de activar las

hormonas relacionadas al estrés (Ottati y Ferraro, 2009). Según Ottati & Ferrero (2009),

se han encontrado estudios que apoyan que a través del ejercicio físico han aminorado los

efectos del TEPT, regulando el eje del HPA y que la disminución del neurotransmisor de

dopamina juega un factor importante en el Trastorno de Estrés Post Traumático. La

hipótesis psicológica que presenta Ottati & Ferrero (2009), envuelve unos conceptos de

que la persona que realiza ejercicios adquiere un sentido de bienestar, auto eficacia y

mejoramiento de la autoestima. La teoría a la que Ottati & Ferrero (2009) hacen

referencia es la Teoría de la Distracción, que explica que la persona que realiza ejercicios

físicos se distrae de pensamientos negativos y pensamientos intrusivos.

Lutz, Lochbaum, Carson, Jackson, Greenwood & Byars (2008), encontraron en su

estudio que la percepción de energía de los participantes que se sometieron a ejercicios

18

aeróbicos, aumentó en el punto medio del ejercicio físico, mientras el sentimiento de

tranquilidad disminuyó. Lutz, et.al. (2008) sugiere que el ejercicio tiene un efecto directo

sobre los niveles de energía de los sujetos e influye temporeramente en la impresión de

tranquilidad de los mismos. Este hallazgo es importante debido a que la sensación de

energía que la persona experimenta al realizar ejercicios aeróbicos influye directamente

con la sensación de tranquilidad. Después de 15 minutos de post ejercicios, la sensación

de calma regresa a su estado normal mientras que los niveles de energía percibido

disminuye (Lutz, et.al., 2008). En otros estudios antes mencionado en este trabajo, los

investigadores sugieren que bajas intensidades en los ejercicios están asociados con

menos percepción de ansiedad (Smith et. al, 2008). Netz & Lidor (2003), estudiaron a

ciento cuarenta y siete (147) féminas estudiantes y maestras de educación física las cuales

les dieron a escoger entre cinco (5) actividades. La muestra pudo escoger entre yoga,

Feldenkrais, natación, aeróbico bailable y clases de computadora. Los investigadores

administraron el State and Trait Anxiety Inventory (STAI; Spielberger, 1972) que miden

la ansiedad de rasgo y la ansiedad de estado, el Depression Adjective Checklist (DACL;

Lubin, 1981) y el Subjective Well-Being Scale un cuestionario que representa el

bienestar del sujeto. Las participantes realizaron los cuestionarios antes y después de

realizar la actividad que ellas seleccionaron en la semana catorce (14) del estudio. El

propósito del estudio fue examinar la efectividad de cuatro (4) modalidades de ejercicios,

en donde se esperaba que el ejercicio de mindfulness (Feldenkrais), obtendría resultados

igualmente positivo que los ejercicios aeróbicos en el manejo de emociones (Netz &

Lidor, 2003). Chow & Tsang (2007), define la modalidad de ejercicios de mindfulness

como un tipo de ejercicio con un enfoque de auto consciencia interpersonal alineando a la

19

mente y cuerpo, que tiene poca contracción muscular y una meditación no estructurado.

En este estudio se encontró que las féminas que realizaron Feldenkrais, natación y yoga

obtuvieron mejores resultados en concepto de bienestar y en la alteración positiva del

estado de ánimo versus las participantes de aeróbico bailable (Netz & Lidor, 2003).

Dentro de las modalidades de los ejercicios de mindfulness no se obtuvo mucha

información, pero los ejercicios que pudiesen estar en esta categoría y merecen ser

auscultado para medir el efecto en la ansiedad serían Tai Chi, Qigong, Yoga, Chan Mi,

entre otros. Wei, Kilpatrick, Naquin & Cole (2006), condujeron un estudio con

estudiantes universitarios para medir respuestas psicológicas en las modalidades de

ejercicios de caminar, aeróbicos acuáticos y yoga. La muestra fue de treinta y siete (37)

estudiantes universitarios, once (11) del género masculino y veintiséis (26) del género

femenino y la media de la edad fue de 22 años. Los instrumentos usados fueron el SAI,

el Rating of perceived Exertion (RPE) para poder medir el dolor del ejercicio, el Felt

Arousal Scale (FAS) para medir la activación y estado de ánimo se midió con el Feeling

Scale (FS). El estudio consistía que los sujetos realizaran la modalidad del ejercicio a

una intensidad baja por cuarenta (40) minutos en un ambiente atmosférico controlado y

agradable. El resultado es que las tres (3) modalidades redujeron la ansiedad, se encontró

que tanto el yoga y los aeróbicos acuáticos obtuvieron una puntuación alta en ansiedad

antes de realizar la actividad (Wei, et al., 2006). Se encontró que la yoga fue la más

efectiva en las tres (3) modalidades de ejercicios en reducir los niveles de activación

produciendo así un estado de tranquilidad y relajación (Wei, et al., 2006). Según

Streeter, Whitfield, Owen, Rein, Karri, Yakhkind, Perlmutter, Prescot, Renshaw, Ciraulo

& Yensen (2010), en un estudio para auscultar si los niveles reducidos de GABA,

20

reducción de ansiedad y estado de ánimo es exclusivo de la modalidad de la yoga o estos

resultados son de la actividad física. Se tomaron treinta y cuatro (34) sujetos y se

adjudicaron en dos grupos diecinueve (19) en yoga y quince (15) en un grupo de

caminata. Ambos grupos realizaron sesiones de sesenta (60) minutos por tres (3) veces

por semana por un periodo de doce (12) semanas. Los investigadores administraron a la

muestra los instrumentos que miden niveles de ansiedad y de estado de ánimo antes de

tomarles la resonancia magnética que fueron en las semanas 0, 4, 8 y 12. Se descubrió

que la ansiedad y el estado anímico en los sujetos que practicaron yoga fue mejor del

grupo que caminó (Streeter, et al., 2010). Streeter, et al. (2010), resaltan que la

importancia de su investigación reside en que, es el primer estudio en demonstrar que el

incremento talámico en niveles GABA están asociados con el mejoramiento con el estado

anímico y la disminución de la ansiedad. En estos estudios se ha encontrado que los

ejercicios de modalidad de mindfulness son efectivos para manejar la ansiedad y mejorar

el bienestar del individuo. Sin embargo en un año previo Kraemer & Marquez (2009),

descubrieron que en adultos de 50 años o más que practicaron yoga se encontraban más

deprimidos, percibían más obstáculos para realizar ejercicios y menos calidad de vida

comparado con personas que caminaron. Khalsa, Shorter, Cope, Wyshak & Sklar (2009)

indagaron como la yoga pudiera ayudar a músicos profesionales a manejar su ansiedad.

La muestra fue de treinta (30) músicos profesionales que se dividieron en dos grupos,

quince (15) participaron en el grupo de intervención de estilo de vida basado en la yoga y

el otro grupo de quince (15) a un grupo de yoga y meditación. Los sujetos del estudio

participaron por un periodo de dos meses y fueron adiestrados a practicar yoga Kripalu o

meditación 3 veces por semana. Los investigadores administraron los siguientes

21

instrumentos, The Performance Anxiety Questionnaire una escala Likert que mide

síntomas asociados con ansiedad cognitiva y somática asociadas al desempeño. El

Profile of Mood States (POMS) es un cuestionario para identificar diferente estados de

ánimo. El Performance-Related Muscoleskeletal Disorder (PRMD) se utiliza para medir

la percepción del esfuerzo musical usando una escala Borg y el Perceived Sress Scale

(PSS) es un instrumento psicológico para medir en el grado de estrés situacional del

individuo. Finalmente, el Pittsburgh Sleep Quality Index (PSQI), que evalúa la calidad

de sueño y trastornos de sueños. Estos instrumentos se le administraron a la muestra al

comienzo del estudio, ha mediado del estudio, ha final del estudio y un año después del

estudio. Los hallazgos fueron que ambos grupos demostraron haber bajado las

ansiedades cognitiva y somáticas aunque no se demostró haber ayudado en el

mejoramiento de calidad de sueño y en el trastorno músculo-esqueletal relacionado al

desempeño (PRMD) (Khalsa et al., 2009). Los estudios relacionado con el yoga con

otras modalidades de ejercicios físicos, se pudiera considerar la edad, el interés del

cliente, la población a que pertenece y su estado anímico antes de sugerirle alguna

actividad física.

Olmedilla, Ortega & Candel (2010), realizaron un estudio en España con mujeres

universitarias que realizaban ejercicios formales o no formales y las compararon con las

estudiantes sedentarias. Los hallazgos fueron que las estudiantes que realizaban alguna

modalidad de ejercicio obtuvieron un nivel más bajo de depresión y ansiedad comparadas

con las estudiantes que eran sedentarias (Olmedilla, Ortega & Candel, 2010). La

importancia de este estudio es que Olmedilla, Ortega & Candel, (2010) realizaron su

investigación con una población que está siendo afectada por la ansiedad ya que, según

22

los autores, la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental (FEPSM), la mayor

frecuencia de sufrir trastornos de ansiedad generalizada se ha observado durante la edad

adulta joven (20 - 35 años), sobretodo en mujeres. Al analizar estos datos se puede llegar

a la conclusión de la importancia de prestar atención a los resultados de esta investigación

acerca de la relación entre práctica de actividad física y ansiedad y depresión en mujeres

en edad adulta joven (Olmedilla, Ortega & Candel, 2010). Los autores Ruiz-Montero &

Baena-Extremera (2011), explican en su investigación con mujeres mayores de edad (60-

79 años) que realizan ejercicios aeróbicos y su estado de ánimo que la percepción

positiva que las personas mayores poseen de sus propios estados de ánimo a la hora de

realizar actividades físico-deportivas aeróbicas, incrementándose la sensación de vigor y

siendo menos visible las sensaciones de fatiga o tensión entre otras. A través de los años

se ha promovido a que las personas se mantengan activa, sin embargo, algunas personas

deciden no realizan ninguna actividad física. Sabourin, Hilchey, Lefaivre, Watt &

Stewart (2011), tenían la hipótesis de las personas con mayor sensibilidad hacia la

ansiedad que realizaban menos ejercicios y estaban en menos condición física en

comparación con las personas que tuvieran una sensibilidad menor hacia la ansiedad.

Sabourin et al (2011) estudiaron a 154 féminas universitarias donde la edad media fue de

19 años. Se utilizó el Anxiety Sensitivity Index (ASI; Peterson & Reiss, 1992) para

poder clasificar a la muestra entre sensibilidad alta y baja hacia la ansiedad, el Physical

Activity Measure para determinar la intensidad y la participación activa de alguna

modalidad de ejercicio. El cuestionario Decisional Balance Scale (DBS; Marcus,

Rakowsky & Rossi, 1992), se utilizó para determinar el beneficio percibido de la muestra

sobre el ejercicio y las barreras asociadas con la participación con la actividad física

23

(Sabourin, et al., 2011). Los hallazgos acertaron con la hipótesis de los investigadores,

dado que se descubrió que el grupo de las féminas que se clasificaron como el grupo de

sensibilidad alta hacia la ansiedad realizaron menos ejercicios comparado con el grupo de

féminas que fueron clasificadas con menos sensibilidad hacia la ansiedad (Sabourin, et

al., 2011). Según Sabourin, et al. (2011), existe una correlación entre la alta sensibilidad

hacia la ansiedad con la percepción de barreras al realizar ejercicios físicos, con estar

menos acondicionado físicamente y estar menos involucrado en actividades físicas. Las

personas al concretizar y adjudicarle un valor cognitivo a las barreras para realizar los

ejercicios, pudiesen pensar que no estarán aptos para estar en buena condición física, por

lo tanto, creando inmovilidad en la persona. En España el Ministerio de Sanidad y

Política Social-Instituto de Información Sanitaria realizaron un estudio transversal y

encontraron que practicar actividad física existe una menor prevalencia de indicadores

negativos de salud mental (De la Cruz-Sanchez, Moreno-Contreras, Pino-Ortega &

Martinez-Santos, 2011). Hubo una relación entre las personas que realizaban ejercicio

vigoroso con menos indicadores de problemas de salud mental en ambos géneros que los

sujetos que realizaban ejercicio a menor intensidad y las personas sedentarias (De la

Cruz-Sanchez et al., 2011). Este estudio realizó su estudio utilizando el cuestionario

General Health Questionnaire (GHQ-12), diseñado para el diagnóstico de trastorno

psiquiátricos internacional y válido para la población española, según De la Cruz-

Sanchez et al. (2011). A pesar que el estudio realizado por De la Cruz-Sanchez et al.

(2011), embarca una gamma de trastorno psiquiátricos, señalan que la intensidad del

ejercicio disminuye la probabilidad de tener indicadores de problemas de salud mental.

Estos hallazgos son contrario con lo que Smith et al., (2008) que encontró que las bajas

24

intensidades en los ejercicios están asociados con menos percepción de ansiedad. Según

Blanchard, et. al., (2004), no encontraron cambios significativos en las variables

investigadas, sin embargo, aquellas personas que aumentaron sus capacidades de aptitud

física demostraron tener menor destres psicológico y fatiga y mejor bienestar comparado

con las otras muestras. A pesar de que pudiese contradecirse, crea la necesidad de

continuar investigando la relación entre la intensidad del ejercicio físico y la ansiedad.

Por otra parte, Biçer, Asghari, Kharazi, & Asl (2012), encontraron en su estudio

que no hubo diferencia significativa entre la reducción de niveles de ansiedad y de

depresión tanto en varones y féminas que practicaban balonmano. Los expertos y los

profesionales envueltos en la salud mental, deberían tomar medidas necesarias para

recomendar a los jóvenes una vida activa con el propósito de minimizar la ansiedad y

depresión en esta población (Biçer, Asghari, Kharazi, & Asl, 2012; Gutiérrez Calvo,

Espino, Palenzuela, & Jiménez Sosa 1997). En un estudio longitudinal en Australia,

Pasco, Williams, Jacka, Henry, Coulson, Brennan, Leslie, Nicholson, Kotowicz, & Berk,

(2011), descubrieron que los ejercicios, recreacionales y actividades físicas previnieron o

sirvieron de forma protectora a la muestra de los trastornos de ansiedad y depresión en

personas mayores de 60 años o más que no padecían de los mencionados trastornos. Los

resultados obtenidos en este estudio longitudinal, también sugieren que las actividades

físicas recreativas son un componente importante de patrones de actividades físicas que

funcionan de forma protectora en contra del desarrollo de trastornos mentales comunes y

otras enfermedades comunes (Pasco et. al. 2011).

Scully, Kremer, Meade, Graham & Dudgeon (1998) resaltaron en su artículo que

ha sido de gran dificultad establecer una guía con respecto a la duración y la intensidad

25

del ejercicio físico necesario para disminuir la ansiedad, particularmente por las

metodologías inconsistentes que envuelven estudios de ejercicios físicos, ya que reflejan

diferencias en sus modalidades y funciones psicológicas siendo evaluadas. En el artículo

crítico de Scully, Kremer, Meade, Graham & Dudgeon (1998) citan los hallazgos de

Martinsen (1990), el cual encuentra que el ejercicio aeróbico es igual de efectivo que los

medicamentos antidepresivos. En la reducción de ansiedad ha sido más que evidente que

el ejercicio físico tiene un efecto positivo, no obstante, los autores señalan que hace falta

distinguir la modalidad del ejercicio, la duración y la intensidad, para evidenciar los

efectos de los ejercicios aeróbicos versus los ejercicios anaeróbicos (Scully, Kremer,

Meade, Graham & Dudgeon ,1998). A pesar de que los ejercicios físicos en sus

diferentes modalidades tienen efectos positivos que repercuten en la salud, se desconoce

cómo cada modalidad o régimen de ejercicio y sus intensidades interconectan con el

aspecto psicológico. Wolff, Gaudlitz, Von Lindenberger, Plag, Heinz & Strohle, (2011)

explican que los cambios que ocurren a nivel bioquímico y fisiológico en una persona

que realiza ejercicios tienen un efecto directo con el estado de ánimo por mecanismos de

endorfinas y serotoninas. Se ha encontrado que las funciones neuroprotectivas, como por

ejemplo la normalización, es un derivado del factor neurotrópico que simula un

ansiolítico (Wolff et. al., 2011). Wolff et. al., (2011) indicaron que varios estudios han

propuesto mecanismos psicológicos tales como: cambios de los esquemas del cuerpo y

comportamientos de actitudes saludables, aprendizaje y extinción, refuerzo social,

dominio de experiencia, intercambio de locus de control externo a locus de control

interno o mejoramiento de destrezas de manejo. Los autores reseñan, mediante varios

26

estudios, cómo las diferentes modalidades de ejercicios físicos ayudan a diferentes

trastornos psicológicos y psiquiátricos (Wolff et. al., 2011).

Vancampfort, De Hert, Knapen, Wampers, Demunter, Deckx, Maurissen, &

Probst, (2011), explican que los síntomas de esquizofrenia se exacerban cuando la

persona confronta ansiedad o estrés, porque los pacientes que padecen de esquizofrenia

no tienen destrezas de manejo para lidiar con situaciones estresantes. El estudio realizado

por Vancampfort et al., (2011), revelaron que pacientes de esquizofrenia bajaron sus

niveles de ansiedad, realizando yoga o ejercicios aeróbicos y que ambas modalidades

fueron efectivas para manejar la ansiedad. En un estudio realizado por Jazaieri, Goldin,

Wener, Ziv & Gross (2012), pudieron comparar el ejercicio aeróbico como una

modalidad para manejar la ansiedad social versus el tratamiento de reducción para reducir

el estrés basado en el mindfulness (MBSR). Los resultados obtenidos en ambos grupos

fueron similares donde la muestra mejoró sus síntomas de ansiedad social y depresión,

aun en una intervención de 3 meses después que el experimento fue concluido. Ambos

grupos obtuvieron resultados significativos en su calidad de vida y en síntomas clínicos

cuando estos fueron comparado con el grupo que no recibió ningún tratamiento (Jazaieri

et al., 2012). En un estudio para auscultar la ansiedad y los cambios de ánimo en

personas que padecen de esclerosis múltiples se encontró que al realizar la modalidad de

ejercicio de ciclismo estacionario, se disminuyó la ansiedad de estado significativamente

(Petruzzello, Snook, Gliottoni & Motl, 2009). La muestra del estudio fue de veinticinco

féminas pacientes de esclerosis múltiples, se determinó su VO2 peak para determinar el

60% de intensidad para que pudieran realizar 20 minutos en la bicicleta estacionaria. Se

le administraron los cuestionarios State-Trait Anxiery Inventory (STAI; las formas Y1 &

27

Y2) y la Profile of Moods States (POMS). El hallazgo significativo es que el ejercicio de

ciclismo estacionario a una intensidad moderada reduce los trastornos de estado de ánimo

y en la ansiedad en los pacientes de esclerosis múltiples (Petruzzello, Snook, Gliottoni &

Motl, 2009).

Stohle (2009) resalta que estudios sugieren secuencias biológicas y metabólicas

que incluyen un aumento de la neurotransmisión central de norepinefrina y cambios en el

sistema andrenocortical en el hipotálamo. A pesar de que algunos estudios sugieren que

el apoyo social no es crítico en el proceso terapéutico de los efectos vinculados al

entrenamiento físico, se han sugerido varios factores psicológicos como el aumento de la

auto eficacia, un sentido de dominio y cambios de auto concepto, relacionados con el

ejercicio físico (Strohle, 2009). Anshel (2006) realiza varias hipótesis, explicando que

las endorfinas que son neuropéptidos se segregan en el cuerpo cuando se realizan

ejercicios físicos, lo cual puede ser un factor para que las personas tengan menores

niveles de depresión y ansiedad. Otra hipótesis envuelve la serotonina y la norepinefrina,

que son ambas mono-amino oxidasa, teniendo como una de sus funciones alterar los

neurotransmisores cerebrales, y por consiguiente, la forma en la que se sienten las

personas, provocando sensación de bienestar. Se especula que cuando las personas

realizan ejercicios físicos se aumenta la cantidad de serotonina y norepinefrina producida,

o se segrega en la sinapsis entre las neuronas, de esta forma aumentando la comunicación

entre las neuronas (Anshel, 2006). Se ha demostrado que el cambio estructural en el

hipocampo, amígdala, en el srtriatum y la corteza frontal están asociado con la depresión

(Carek, Laibstain & Carek, 2011). Un posible mecanismo del porque el ejercicio mejora

el estado anímico, es porque aumenta los niveles de endocannabinoides que está asociado

28

con analgesia, anxiolisis y un sentido de bienestar (Carek, Laibstain & Carek, 2011). En

adición, los cambios que ocurren en el hipotálamo y la pituitaria incluyen un aumento en

la hormona adrenocorticotrópico y una disminución en la producción del cortisol (Carek,

Laibstain & Carek, 2011).

Okonski (2003), destaca la importancia en la consejería de salud mental si el

profesional integrara recomendaciones de ejercicio físico a los clientes para así impactar

el bienestar del mismo. Según Okonski (2003) muchos consejeros no entrarían a realizar

recomendaciones sobre ejercicios físicos a sus clientes porque entienden que no es parte

de su formación académica. Un 72% de los psicólogos encuestados indicaron que

tendrían el interés de recibir adiestramientos para adquirir herramientas para brindar

consejerías sobre ejercicios (Burton, Pakenham & Brown, 2010). Burton, Pakenham &

Brown (2010) explicaron que una de las causas por la cual muchos psicólogos no

recomendaban ejercicios como parte de su práctica es por falta de experiencia o por la

falta de competencia y entrar en un conflicto ético. La necesidad de conocer sobre los

beneficios de los ejercicios físicos y la salud mental no se limita únicamente para

psicólogos, si no se extiende para los profesionales de la salud mental. Dixon, Mausey &

Hall (2003), señalan la necesidad que existe en ofrecer cursos para consejeros sobre

salud, bienestar y fisiología del ejercicio en relación con la salud mental. Es

recomendable que los consejeros consideren el ejercicio físico como un tratamiento

alterno, costo efectivo y viable para tratar depresión y ansiedad (Dixon, Mausey & Hall,

2003). El ejercicio físico se ha comprobado más de un siglo que ha sido efectivo para

mejorar la salud física y mental. Matinsen (2008), realizó un documento en donde

plasma la recopilación de datos que señalan el ejercicio físico como un tratamiento

29

efectivo y preventivo para la ansiedad y la depresión. Se han realizado estudios que

comparan la efectividad del ejercicio aeróbico versus la psicoterapia individual en donde

el ejercicio fue más efectivo, no obstante, psicoterapia grupal versus ejercicio aeróbico no

hubo cambio significativo (Matinsen, 2008). En las comparaciones entre la efectividad

de medicamentos para tratar depresión versus ejercicios físico, se encontró que el grupo

que tomó los medicamentos mejoraron en un periodo de doce semanas más rápido que el

grupo que realizaba ejercicios físicos, sin embargo, en un periodo de 10 meses el grupo

que realizaba ejercicios físico obtuvo mejor resultados (Matinsen, 2008). En cuanto el

ejercicio físico como tratamiento para manejar la ansiedad, se encontró que los

investigadores han enfocado sus estudios en la ansiedad de estado y sugiere que se

investigue más sobre la ansiedad de rasgo (Matinsen, 2008). Según Carek, Laibstain &

Carek (2011), indican que aunque existen estudios que apoyan el uso del ejercicio físico

como tratamiento para tratar la depresión y la ansiedad, la postura de la Asociación de

Psicología Americana (APA) establece que el ejercicio físico pudiese ser de valor pero no

se debe considerar como un tratamiento de primer orden. La depresión y la ansiedad son

de los trastornos más prevalentes en Estados Unidos y los ejercicios físicos han

demostrado reducir los síntomas y tiene el potencial de reducir la dependencia en la

farmacoterapia (Carek, Laibstain & Carek, 2011). Burton, Pakenham & Brown (2010),

realizaron un estudio para auscultar si los psicólogos estaban dispuestos a promover la

actividad física como tratamiento psicológico. El estudio consistió en enviar

cuestionarios por correspondencia con la asistencia de la Sociedad Psicológica

Australiana (APS). La muestra fue de 236 psicólogos desglosados en 200 féminas y 36

varones. El cuestionario fue creado para auscultar la actitud para ofrecer consejería sobre

30

ejercicio, actitud sobre la actividad física y confianza sobre brindar consejos de la

actividad física. Los resultados es que el 53% de los psicólogos encuestados en este

estudio recomendaban ejercicios físicos a sus clientes consistentemente y en adición un

30% lo hacían ocasionalmente (Burton, Pakenham & Brown, 2010). Un 93% de los

psicólogos encuestados estuvieron de acuerdo que el consejo y la consejería pudiese ser

un componente del tratamiento psicológico, se encontró una correlación positiva en

aquellos psicólogos que realizaban ejercicios físicos con ofrecer consejería sobre

actividad física (Burton, Pakenham & Brown, 2010). La ética profesional sobre

competencia y la eficacia de los psicólogos pudiese ser un factor por la cual los

profesionales de la salud mental no realizan consejería sobre actividad física aun

conociendo los beneficios generales que pudiese tener con sus clientes. La falta de

cursos, talleres y exposición sobre el tema de como ofrecer consejos sobre actividad

física, fisiología del ejercicio, estilos de vida saludables entre otros temas para psicólogos

pudiese cambiar la perspectiva sobre aconsejar a sus clientes. Hyman & Andres-Hyman

(2013), proponen un lenguaje común entre la psicoterapia, el ejercicio y la fisiología del

ejercicio, introducir nuevos conceptos al campo de la psicoterapia que beneficiaría e

integrar puentes de encuentro entre la psicoterapia y el ejercicio físico. El propósito de

crear este modelo es porque los psicoterapeutas pudieran beneficiarse al poder aplicar los

conceptos del ejercicio físico y la fisiología deportiva para ofrecer consejería sobre la

actividad física en su práctica privada (Hyman & Andres-Hyman, 2013).

Según Murphy (1988) citado en Parnabas, Mahamood, Parnabas & Abdullah

(2014), indicó que más del 50% de los atletas olímpicos o en eventos deportivos

realizaron consultas sobre ansiedad o estrés y encontraron que existe una alta correlación

31

entre un buen desempeño deportivo y la meditación; mientras más frecuente la

meditación mejor el desempeño deportivo. En este estudio se tomó la muestra de 122

estudiantes-atletas universitarios a los que se les administraron varios cuestionarios. Los

cuestionarios utilizados fueron: The Questionnaire of Imagery, The Questionnaire of

Meditation, The Questionnaire of Progressive Muscle Relaxation y The Questionnaire of

Techniques of Breathing. Se realizó un ejercicio estadístico en donde se correlacionó el

desempeño positivo de los atletas con ejercicios de relajación y meditación (Parnabas, et

al., 2014). Humara (1999), en una revisión de literatura resalta que atletas que asisten a

terapia cognitiva conductual en forma grupal manejan la ansiedad cognitiva y la

somática, sin embargo los atletas que realizan terapia cognitiva conductual de manera

individual manejan la ansiedad cognitiva y la somática y aumenta su auto confianza.

Singh & Gaurav (2010), investigaron a estudiantes atletas intercolegiales de volleyball

para auscultar la ansiedad precompetitiva y pos competitiva. La muestra fue compuesta

de 85 estudiantes atletas varones y 85 estudiantes atletas femeninas de varias

universidades de la India, entre las edades de 18-25 años, a los cuales se les

administraron el cuestionario Sport Competition Anxiety Test (SCAT) antes de competir

y luego de competir. Los hallazgos fue que las féminas obtuvieron mayor niveles de

ansiedad precompetitiva que los varones. En ambos grupos la ansiedad precompetitiva

fue más elevada que la ansiedad pos competitiva, aunque la ansiedad pos competitiva fue

elevada. Se ha encontrado que el ejercicio disminuye los niveles de ansiedad, sin

embargo, la población deportiva que realizan ejercicio físico de manera rutinaria se puede

aventajar de la psicoterapia, ejercicio de relajación, ejercicio de mindfulness, yoga entre

otros según la literatura expuesta.

32

Como parte del proyecto doctoral y aportación a la psicología se integra un

manual para la psicología del ejercicio y el deporte. Este manual fue creado utilizando la

literatura y la experiencia del interno trabajando bajo el programa Centro de Excelencia

Átletica (CEA) del departamento atlético de la Universidad del Turabo bajo la dirección

del Dr. Jorge H. Garófalo Pastrana. El CEA es un programa que ayuda al estudiante

atleta en el desempeño deportivo, académico, médico y psicológico. El propósito del

manual es facilitar una estructura al psicólogo deportivo para trabajar con los equipos,

atletas de forma individual, entrenadores, directores de programas, padres y delinear

estrategias de fortaleza mental.

33

CONCLUSION

Está más que evidenciado que el ejercicio físico ayuda positivamente en la

prevención y el mejoramiento de los síntomas de ansiedad y los problemas de salud

mental. Los hallazgos de los estudios plasmado en este trabajo es solamente una muestra

del potencial del ejercicio físico que los psicólogos y profesionales de la salud mental

pudiesen utilizar como herramienta con el fin de ayudar a sus clientes. Aunque existe

cautela en la prescripción de ejercicio y sus intensidades, podemos utilizar guías

generales, recomendaciones de investigadores que proponen modalidades de ejercicio

según la población y estado anímico para ayudar a los clientes en su dilema como

sugerencia. En adición, en todos los estudios esbozados en este trabajo concurren que el

ejercicio en baja intensidad ayuda a disminuir los síntomas de la ansiedad. La psicología

del ejercicio y del deporte es un campo relativamente joven en Puerto Rico, por lo tanto,

no se encontró referencias relacionado al tema escogido. No obstante se debe considerar

los estudios de otros países para aplicar, investigar y crear modalidades de intervenciones

para ayudar a los atletas a manejar la ansiedad efectivamente.

34

RECOMENDACIONES

Existe una necesidad de crear, traducir y validar instrumentos para realizar

investigaciones con relación a como el ejercicio afecta a una persona con algún tipo de

ansiedad para la población puertorriqueña. Auscultar cual es la percepción de los

psicólogos y psicólogas de Puerto Rico con relación al ejercicio físico, estilos de vida

saludables y en adición, si realizan algún tipo de consejería de bienestar a sus clientes.

Basado en los estudios de otros países, existe la necesidad que los psicólogos y

psicólogas deben adiestrarse en las áreas de bienestar, conceptos de ejercicios y salud,

para ofrecer consejerías en estas áreas. Investigar como los atletas canalizan su ansiedad

precompetitiva y postcompetitiva en una temporada. Debido a que la psicología del

ejercicio y del deporte es relativamente joven en Puerto Rico, brinda la oportunidad de

auscultar temas que vinculen la conducta humana, su salud mental y el ejercicio,

actividad física y el deporte.

35

MANUAL DE PSICOLOGÍA DEL EJERCICIO Y DEL DEPORTE

Índice

Definición de psicología deportiva 43

Funciones de un psicólogo en psicología deportiva 44

Pasos 45

1. Entrevista con Director Atlético 45

2. Entrevista (reunión individual) con entrenador 46

3. Administrar el cuestionario de satisfacción o algún instrumento

evaluativo a los atletas 46

4. Reunirse con los atletas de manera individual y/o grupal 46

5. Observar a los atletas en sus prácticas y/o competiciones deportivas 47

6. Formalizar una evaluación (“assessment”) basadas en las observaciones y

cuestionario 47

7. Establecer un plan de trabajo para intervenir con el atleta y/o equipo 47

8. Implantar el plan de trabajo 47

Técnicas sugeridas 47

Anejos 49

A. Contrato de Excelencia

B. Registro de actividades individuales observadas 58

C. Registro de actividades observadas del equipo 58

D. Establecimiento de metas atléticas individuales 58

F. Cuestionario

Referencias

36

¿Qué es psicología deportiva?

Existen varias definiciones de psicología deportiva propuestas por la Asociación

Americana de Psicología (APA, 2013), división 47:

“La psicología del ejercicio y del deporte envuelve el estudio científico de los

factores psicológicos que están asociados con la participación y el desempeño en

los deportes, ejercicio y otros tipos de actividad física. Los psicólogos deportivos

están interesados en dos áreas principales: (a) ayudar a los atletas a usar principios

psicológicos para alcanzar una salud mental óptima y mejorar el desempeño

deportivo y (b) lograr entender cómo la participación de las personas en deportes,

ejercicios y actividad física afecta al individuo en su desarrollo psicológico, su

salud, y el bienestar a través de la vida.”

La división 47 de APA propone una nueva definición para la psicología deportiva:

“La psicología aplicada al deporte es el estudio y aplicación de los principios

psicológicos para ayudar al desempeño humano, especialmente a los atletas para

que puedan alcanzar el potencial máximo de sus capacidades y que puedan

disfrutar plenamente del proceso del desempeño deportivo. Psicólogos deportivos

tienen adiestramiento especializado para enfrentar un amplio espectro de

actividades que incluye la identificación, el desarrollo, la ejecución del

conocimiento de aspectos de la mente y emociones, destrezas y habilidades

requisitos para la excelencia en los dominios deportivos. El entendimiento sobre

los temas como, los diagnósticos, la prevención de aspectos psicológicos,

cognitivos, emocional, comportamiento humano y los inhibidores

37

psicofisiológicos que son consistentes con el desempeño. El mejoramiento de los

contextos atléticos para facilitar el desarrollo efectivo, la ejecución consistente y

las experiencias positivas en los deportistas”.

La profesión de la psicología del ejercicio y del deporte, según la Asociación de la

Psicología del Deporte Aplicada (AASP, 2010), involucran las teorías e investigaciones

en el campo para educar a entrenadores técnicos, atletas, padres, personas que se

ejercitan, entrenadores físicos y terapeuta atléticos, sobre los aspectos psicológicos de su

deporte o actividad. Una meta primordial para los psicólogos del ejercicio y del deporte

es facilitar el involucramiento óptimo del individuo, su desempeño en su disciplina y

también el disfrute pleno en los deportes y ejercicios físicos.

Algunas Funciones de una Psicología del ejercicio y del deporte:

Ayudar al atleta a desempeñarse exitosamente y consistentemente en sus

ejecutorias deportivas de una perspectiva psicológica.

Aumentar los niveles deseados de concentración del deportista durante las

prácticas y competiciones.

Adiestrar a los entrenadores y atletas a manejar la ansiedad durante la

competencia.

Ofrecer estrategias para aumentar la concentración.

Adiestrar al entrenador y a los atletas sobre el concepto de motivación.

Servir como consultor para los técnicos deportivos en aspectos deportivos

y en aspectos psicológicos.

Consultar para el equipo de reclutamiento de talento.

Intervenir y minimizar la frustración individual y/o de equipo.

38

Promover liderazgo proactivo.

Brindar apoyo y herramientas al atleta que está lesionado para sobrellevar

el proceso de estar lastimado.

Realizar talleres, según las necesidades encontradas en la comunidad

atlética.

Maximizar la cohesión de equipo.

Consulta para crear un programa efectivo de psicología del ejercicio y el

deporte.

Asistir a toda la población deportiva sin discriminar por género, raza,

discapacidad física o cognitiva, etc.

Pasos iniciales

1. Entrevista con Director Atlético/Apoderado/Directivo:

Necesidades reales y necesidades percibidas.

Expectativas de cómo el Psicólogo puede ayudar a la comunidad

deportiva.

Delinear funciones.

Establecer metas generales.

2. Entrevista (reunión individual) con entrenadores:

Explorar cuáles son las expectativas del entrenador con el psicólogo y

orientarle sobre las funciones del psicólogo del ejercicio y del deporte.

Auscultar cuáles son las necesidades percibidas por el entrenador.

Establecer un plan de trabajo con el propósito de identificar las metas

preliminares de las necesidades.

39

Explicar los límites de la confidencialidad y la relación entre el atleta y

el psicólogo.

Establecer cuantas veces a la semana se reunirán.

Reunión después de temporada para contemplar las metas alcanzadas y

áreas a mejorar.

3. Administrar el cuestionario de satisfacción o algún instrumento evaluativo a

los atletas (ver anejo):

Administrar, interpretar los resultados y discutirlo con los atletas,

entrenadores y directivos.

4. Reunirse con los atletas de manera individual y/o grupal:

Explicar los documentos ético-legales y obtenerlos firmados.

Auscultar cómo el atleta cree que un psicólogo del ejercicio y el

deporte puede ayudarlo a desempeñarse mejor (disposición).

Explicar cuáles son las funciones del psicólogo del ejercicio y del

deporte.

Adiestrar y establecer metas deportivas y personales en las tres fases

(corto, mediano y largo plazo).

Firmar “contrato de compromiso” simbólico.

Coordinar y calendarizar citas.

5. Observar a los atletas en sus prácticas y/o competiciones deportivas:

Tomar anotaciones describiendo hechos.

Anotar posibles sugerencias para mejorar, desde la perspectiva

psicológica.

40

Grabaciones antes y después para comparaciones.

6. Formalizar una evaluación (“assessment”) basadas en las observaciones y/o

cuestionarios.

7. Establecer un plan de trabajo para intervenir con el atleta y/o equipo:

Intervenciones prácticas y cortas.

Intervenciones largas.

8. Implantar el plan de trabajo:

Horarios para atender atletas para mejorar su desempeño individual.

Intervenciones programadas para el desempeño de equipo durante

horarios de prácticas.

Calendarizar reuniones semanales y/o mensuales con técnicos.

Fomentar trabajo en equipo y cohesión.

Técnicas sugeridas y destrezas mentales:

a. Ejercicios de visualización

b. Ejercicios de imaginería (“imagery”)

c. Destrezas para manejar ansiedad

d. Ejercicio de respiración diafragmática para manejar ansiedad

e. Relajación Progresiva Sistemática de Jacobson

f. Creación de ritos individuales y grupales

g. “Team Chants”

h. Actividades que promuevan cohesión de grupo

i. Comunicación asertiva y efectiva

j. Desarrollar el IPS (“Ideal Performance State”)

41

k. Establecimiento de metas

l. Aumentar la auto confianza en el deportista

m. Manejo de emociones

n. La comunicación corporal y el desempeño

o. Destrezas mentales para deportistas

p. Desarrollo de liderazgo

42

REFERENCIAS

American College of Sports Medicine. (2000). ACSM’s Guideline for exercise Testing

And Prescription (6a. ed). Philadelphia, PA: Lippincott Williams & Wilkins.

American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and statistical manual of mental

disorders (5th ed.). Washington, DC: Author.

American Psychiatric Association. (2000). Diagnostic and statistical manual of mental

disorders (texto revisado) Washington, DC, EE. UU: American Psychiatric

Association.

American Psychological Association. (2001). Publication manual of the American

Psychological Association (5th ed.). Washington, DC: Author.

APA Sport Psychology Proficiency. Recuperado el 31 de agosto de 2013 de

http://www.apadivisions.org/division-47/about/sport-proficiency/index.aspx

Association for Applied Sport Psychology. (2010). About Applied Sport and Exercise

Psychology. Recuperado 1/22/2015, de

http://appliedsportpsych.org/about/aboutapplied-sport-psych

Anshel, M.H. (2006). Applied Exercise Psychology: A Practitioner’s Guide to

Improving Client Health and Fitness. Chapter 4: Mental Health of Exercise (pp.37-

52). Springer Publishing Company, Inc. New York, NY.

Anxiety disorders Association of América. (2012). An audit of mental health care at

U.S. colleges and universities: Focus on Anxiety disorders. Recuperado el 20 de

marzo de 2012. www.adaa.org

Barnard, K. E., Broman-Fulks, J. J., Michael, K.D., Webb, R.M. & Zawilinski, L. L.

(2011). The effects of physiological arousal on cognitive and psychomotor

43

performance among individual with high and low anxiety sensitivity. Anxiety,

Stress & Coping 25(2), (pp. 201-216).

Bartholomew, J. B., Laffrey, S. C., Kilpatrick, M. & Spina, R.J. (2004). The effect of

exercise on mood in older Mexican-American Women. American Journal of Health

Studies 19(4), (pp 214-219).

Bartholomew, J. B. & Linder, D. E. (1997). State anxiety following resistance Exercise:

The Role of Gender and Exercise Intensity. Journal of Behavioral Medicine 21(2)

(pp. 205-219).

Biçer, S. Y., Asghari, A., Kharazi, P. & Asl, N. S. (2012). The Effect of Exercise on

Depression and Anxiety of Students. Annals of Biological Research, 3(1) (pp.270-

274).

Blanchard, C. M., Rodgers, W. M., Wilson, P. M., Bell, G, J. (2004).

Does equating Total volume of work between two different exercise Condition

matters When examining Exercise induced Feeling States. American Alliance of

Physical Education, Recreation and Dance. 75(2) (pp. 209-215).

Boyd, M. P., Weinmann, C., Yin, Z. (2002). The relationship of physical self-

perceptions and goals orientations to intrinsic motivation for exercise. Journal of

Sport Behavior, 25(1), (pp. 1-18).

Burton, N. W., Pakenham K. I., Brown, W. J. (2010). Are Psychologists Willing and

Able to Promote Physical Activity as Part of Psychological Treatment?

International Journal of Behavioral Medicine. 17 (pp. 287–297).

44

Carek, P. J., Laibstain, S. E. & Carek, S. M. (2011). Exercise for the treatment of

depression and anxiety. International Journal of Psychiatry in Medicine. 41(1),

(pp. 15-28).

Chow, Y. W. Y. & Tsang, H. W. H. (2007). Biopsychosocial Effects of Qigong as a

Mindful Exercise for People with Anxiety Disorders: A Speculative Review. The

Journal of Alternative and Complementary Medicine. 13(8), (pp. 831-839).

Davison, G. & Neale, J. (2000). Psicología de la conducta anormal. (C. Ardison & C.

Weckman, Trads.). Nueva York, NY: EE. UU: John Wiley & Sons, Inc.

DeBoer, L. B., Powers, M. B., Utschig ,A. C., Otto, M W., & Smits, J, A. J. (2012).

Exploring exercise as an avenue for the treatment of anxiety disorders. Expert

Review 12(8), (pp. 1011–1022).

De la Cruz-Sanchez, E., Moreno-Contreras, M. I., Pino-Ortega, J. & Martinez-Santos, R.

(2011). Actividad física durante el tiempo libre y su relación con algunos

indicadores de salud mental en España. Salud Mental 34(1), (pp.45-52).

Dixon, W. A., Mausey, E. D. & Hall, C. R. (2003). Physical Activity and Exercise:

Implications for Counselors. Journal for Counseling and Development 81(4), (pp.

502-505).

Dudgeon, W. D., Phillips, K. D., Bopp, C. M. & Hand (2004). Physiological and

psychological effects of exercise interventions in HIV disease. AIDS Patient Care

and STD’s 18(2), (pp.81-98).

Gutiérrez Calvo, M., Espino, O., Palenzuela, D. L. & Jiménez Sosa, A. (1997). Ejercicio

Físico Regular y Reducción de la Ansiedad en Jóvenes. Psicothema, 9 (3) (pp. 499-

508).

45

Herring, M. P., Jacob, M. L., Suveg, C, Dishman, R. K. & O’Connor, P.J. (2012).

Feasibility of Exercise Training for the Short-Term Treatment of Generalized

Anxiety Disorder: A Randomized Controlled Trial. Psychotherapy for

Psychosomatics. 81(pp 21–28).

Humara, M. (1999). The Relationship Between Anxiety and Performance:

A Cognitive-Behavioral Perspective. The Online Journal of Sport Psychology.

1(2), (pp.1-14).

Hyman, S. M. & Andres-Hyman, R. C. (2013). A strength-based exercise training

model of psychotherapy: Can principles derived from exercise and sport physiology

guide behavioral prescriptions for physical and mental wellness? American Journal

of Psychotherapy. 67(4), (pp. 367-383).

Jarvis, (1999) Sport Psychology. Routledge, New York, NY.

Jazaieri, H., Goldin, P. R., Wener, K., Ziv, M. & Gross, J.J. (2012). A Randomized Trial

of MBSR Versus Aerobic Exercise for Social Anxiety Disorder. Journal of

Clinical Psychology 68(7), (pp. 715-731).

Kerner, M. S., Grossman, A. H. (2001). Scale Construction for measuring attitude,

beliefs, perception of control, and intention to exercise. Journal of Sports

Medicine and Physical Fitness, 41(1), (pp. 124).

Khalsa, S. B. S., Shorter, S. M., Cope, S., Wyshak, G. & Sklar, E. (2009). Yoga

Ameliorates Performance Anxiety and Mood disturbances in Young Professional

Musicians. Applied Psychophysiology Biofeedback 34, (pp.279-289).

46

Kraemer, J. M. & Marquez, D. X. (2009). Psychosocial Correlates and Outcomes of

Yoga or Walking Among Older Adults. The Journal of Psychology 143(4),

(pp. 390-404).

Lau P. W. C, Yu C. W., Lee A. & Sung R. Y. T. (2004). The physiological and

psychological effects of resistance training on Chinese obese adolescents. Journal of

Exercise Science and Fitness, 2(2) (pp 115-120).

Lefaivre, M., Watt, M., Stewart, S. & Wright K. (2006). Implicit associations between

anxiety-related symptoms and catastrophic consequences in high anxiety sensitive

individuals. Cognition and Emotion, 20 (2), 295-308.

Lutz, R., Lochbaum, M. R., Carson, T., Jackson, S., Greenwood, M., & Byars, A.

(2008). Are We Underestimating the Affective Benefits of Exercise? An Experience

Sampling Study of university Aerobics Participants. Journal of Sport Behavior; 31,

(2).

Maltby, J., Day, L. (2001). The relationship between exercise motives and psychological

well-being. Journal of Psychology, 135(6), (pp. 651-660).

Matinsen, E. W. (2008). Physical Activity in the Prevention and treatment of anxiety

and depression. Nordic Journal of Psychiatry 62(47), (pp. 25-29).

McLachlan, S., Spray, C. & Hagger, M.S. (2011). The Development of a Scale

Measuring integrated regulation in exercise. British Journal of Health Psychology 16

(pp. 722-743).

Moya-Albiol, L. & Salvador, A. (2001). Efectos del ejercicio físico agudo sobre la

respuesta psicofisiológica al estrés: Papel modulador de la condición física. Revista

de Psicología del Deporte, 10(1), (pp. 35-48).

47

Netz, Y. & Lidor, R. (2003). Mood alteration in Mindful Versus Aerobic Exercise

Modes. The Journal of Psychology 137(5), (pp. 405-419).

O’Connor, P. J., Smith, J. C. & Morgan, W. P. (2000). Physical Activity does not

provoke panic attacks in patients with panic disorder: A Review of the Evidence.

Anxiety, Stress, and Coping 13 (pp. 333-353).

Okonski, V. O., (2003). Exercise as a counseling intervention. Journal of Mental Health

Counseling. 25(1) (pp. 45-56).

Olmedilla Zafra, A., Ortega Toro, E. & Madrid Garrido, J. (2008). Variables

socio demográficas, ejercicio físico, ansiedad y depresión en mujeres: un estudio

correlacional. Revista Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física

y el Deporte vol. 8 (31) (pp. 224-243).

Olmedilla, A., Ortega E. & Candel, N. (2010). Ansiedad, depresión y práctica de

ejercicio físico en estudiantes universitarias. Apunts Medicina L’ Esport. 45(167)

(pp.175–180).

Ottati, A. & Ferraro, F.R., (2009). Combat-Related PTSD Treatment: Indications for

Exercise Therapy. Psychology Journal, 6(4) (pp. 184-196).

Paluska, S. A., Schwenk, T. L. (2000). Physical activity and mental health. Sports

Medicine, 29(3) (pp. 167-180).

Pasco, J. A., Williams, L. J., Jacka, F. N., Henry, M. J., Coulson, C. E., Brennan, S. L.,

Leslie, E., Nicholson, G. C., Kotowicz, M.A., & Berk, M. (2011). Habitual physical

activity and the risk for depressive and anxiety disorders among older men and

women. International Psychogeriatrics 23(2),(pp. 292–298).

48

Parnabas, V. A., Mahamood, Y., Parnabas, J., Abdullah, N. M. (2014). The Relationship

between Relaxation Techniques and Sport Performance. Universal Journal of

Psychology 2(3) (pp. 108-112).

Petruzzello, S. J., Snook, E. M., Gliottoni, R. C. & Motl, R. W. (2009). Anxiety and

Mood changes associated with acute cycling in persons with multiple sclerosis.

Anxiety, Sress & Coping. 22(3), (pp. 297-307).

Ruiz-Montero, P. J. & Baena-Extremera, A. (2011). Efectos del ejercicio aeróbico sobre

los estados de ánimo en mujeres mayores. Retos. Nuevas tendencias en Educación

Física, Deporte y Recreación 20, (pp. 43-47).

Sabourin, B. C., Hilchey, C. A., Lefaivre, M. J., Watt, M. C. & Stewart, S. H. (2011).

Why Do They Exercise Less? Barriers to Exercise in High-Anxiety-Sensitive

Women. Cognitive Behaviour Therapy 40(3), (pp. 206-215).

Schmidt, U. & Schleiffenbaum, E., (2001). Counselling Excellence a Sport

Psychologist’s Experiences with the German Women’s National Volleyball Team.

Journal of Excellence, 4 pp. 50-59.

Scully, D., Kremer, J., Meade, M. M., Graham, R. & Dudgeon, K. (1998). Physical

exercise and psychological well-being: a critical review. British Journal of Sports

Medicine. 32 (pp. 111–120).

Singh, A. & Gaurav, A. (2010). A Study of Pre-Competitive and Post-Competitive

Anxiety Level of Inter- collegiate Volleyball Players. International Journal of Sports

Science and Engineering. 5(4), (pp. 237-241).

49

Smits, J. A. J., Berry, A. C., Rosenfield, D., Powers, M. B., Behar, E., & Otto, M. W.

(2008). Reducing Anxiety Sensitivity with Exercise. Depression and Anxiety (25)

(pp. 689–699).

Smits, J. A. J., Zvolensky, M. J. (2006). Emotional Vulnerability as a function of

physical activity among individuals with panic disorder. Depression and Anxiety

(23) (pp.102-106).

Streeter, C. C., Whitfield, T. H., Owen, L., Rein, T., Karri, S. K., Yakhkind, A.,

Perlmutter, R., Prescot, A., Renshaw, P. F., Ciraulo, D. A. & Yensen, J. E. (2010).

Effects of Yoga Versus Walking on Mood, Anxiety, and Brain GABA Levels: A

Randomized Controlled MRS Study. The Journal of Alternative and Complementary

Medicine, 16(11), (pp. 1145-1152)

Strohle, A. (2009). Physical activity, exercise, depression and anxiety disorders. Journal

of Neural Transmission. 116 (pp. 777–784).

Theoderson, A. G., Theodorson, G. A., (1969). A Modern Dictionary of Sociology. New

York: Thomas Y. Crowell Company.

Vancampfort, D., De Hert, M., Knapen, J., Wampers, M., Demunter, H., Deckx, S.,

Maurissen, K. & Probst, M. (2011). State anxiety, psychological stress and positive

well-being responses to yoga and aerobic exercise in people with schizophrenia: a

pilot study. Disability and Rehabilitation, 33(8) (pp. 684–689).

Wei, B., Kilpatrick, M., Naquin, M. & Cole, D. (2006). Psychological Perceptions to

Walking, Water Aerobics and Yoga in college Students. American Journal of Health

Studies, 21(3), (pp. 142-147).

50

Wolff, E., Gaudlitz, K., Von Lindenberger, B. L., Plag, J., Heinz, A., Strohle, A. (2011).

Exercise and physical activity in mental disorders. European Archives of Psychiatry

and Clinical Neuroscience. 261 (2) (pp. 186–191).

51

APÉNDICES

52

Apéndice A

CONTRATO DE EXCELENCIA

Nombre: Edad:

Deporte: posición/evento:

Yo, entiendo que mi experiencia como atleta es una

responsabilidad única de ser embajador de toda la comunidad y compañeros de equipo.

Por lo tanto, mi comportamiento dentro y fuera del deporte será reflejo directo de mi

equipo, por lo que será esta siempre una honorable. Hoy me comprometo más que nunca

a que mi desempeño en el deporte que practico será de excelencia. Mi responsabilidad de

estudiar las técnicas, entrenar y trabajar en equipo se notará desde el día de hoy en mi

comportamiento y disciplina. Reconozco que desde ahora en adelante daré más de mí

para alcanzar la medalla más preciada, ¡LA EXCELENCIA!

Este contrato refleja un deber directo con la organización a la que pertenezco, con mis

compañeros deportistas, con y sobre todo, representa un acto de honor y compromiso

conmigo mismo.

Firmado en el de de 20 .

Deportista Testigo

53

Apéndice B

REGISTRO DE ACTIVIDADES INDIVIDUALES OBSERVADAS

Código o nombre del atleta:

Deporte: Fecha:

Psicólogo deportivo: ________________

Hora de inicio: _________________ Hora de terminación:

Tiempo total observado:

OBSERVACIONES

Postura: _________________________________________________________________________________ ____________________________________________________________________________________________

Comunicación: __________________________________________________________________________ ____________________________________________________________________________________________

____________________________________________________________________________________________

Interacción con compañeros: __________________________________________________________ ____________________________________________________________________________________________

____________________________________________________________________________________________

Preparación antes de ejecución:_______________________________________________________ ____________________________________________________________________________________________

____________________________________________________________________________________________

Durante de ejecución deportiva:_______________________________________________________ ____________________________________________________________________________________________

____________________________________________________________________________________________

Después de ejecución deportiva:______________________________________________________ ____________________________________________________________________________________________

____________________________________________________________________________________________

CONDUCTA

Socialmente reservado

Tímido durante la práctica o competición

Líder

Respetuoso

Serio

Alegre

Comprometido

Resistente a la crítica

Ausencia de autocontrol

Presencia de autocontrol

Otro:

Otro:

Otro:

Otro:

Otro:

Otro:

INTERVENCIÓN REALIZADA

55

RESULTADOS DE LA INTERVENCIÓN

ÁREAS A DESARROLLAR

Firma

56

Apéndice C

REGISTRO DE ACTIVIDADES DE EQUIPO OBSERVADAS

Equipo: ____________

Psicólogo Deportivo: ________________________ Entrenador:_______________________

Hora de inicio: Hora de terminación: ____________

Tiempo total observado: Fecha: _____

Observaciones

Uniformidad

Estructura

Dinámica

57

Cohesión

Comunicación

Asistencia

Compromiso

Receptividad del entrenador

Receptividad del Jugador

58

Intervención

Acción a tomar

Firma

59

Anejo C

ESTABLECIMIENTO DE METAS DEPORTIVAS INDIVIDUALES

Código o nombre del deportista:

Deporte: Fecha:

Psicólogo Deportivo: ________________

Deportista

Metas Corto

plazo

Mediano

plazo

Largo

plazo

Académicas

Atléticas/Deportivas

Mental

Equipo

Personales

60

Técnico / Entrenador

Metas Corto plazo Mediano plazo Largo plazo

Táctica

Técnica

Atléticas/Deportivas

Equipo

Otras anotaciones:

Firma

61

Apéndice E

Cuestionario de Satisfacción de Atletas GO©

Este cuestionario fue desarrollado con el propósito de conocer tu nivel de satisfacción

como deportista. Tu participación es totalmente anónima. Tu opinión nos ayudará a

realizar un mejor trabajo. Favor de circular la letra y el número con el que te identificas

en el cuestionario

A. Datos sociodemográficos

1. Deporte que practicas:

A-Baloncesto I-Volleyball

B-Natación J-Atletismo/Justas

C-Béisbol K-Fútbol

D-Softball L-Tenis de Mesa

E-Campo Traviesa M-Halterofília

F-Héptalo/Décalo N-Judo

G-Lucha O-Relevo/Atletismo

H-Tenis de Campo P-Otro

2. Años practicando el deporteA- Menos de 1 año

B- 1 a 5 años

C- 6 a 10 años

D- 11 a 15 años

E- 15 años o más

3. Edad

A- 13 a 18 años

B- 19 años

C- 20 años

D- 21 años

E- 22 años

F- 23 años

G- 24 años

H- 25 años o más

4. Género

A- Masculino B- Femenino

62

B. Ennegrece la clasificación que mejor describa tu opinión con relación a los siguientes aspectos:

Preguntas Totalmente

de acuerdo

De

acuerdo

Ni de

acuerdo, ni

en

desacuerdo

En

desacuerdo

Totalmente

en

desacuerdo

1. Mi desempeño

deportivo es

excelente.

5 4 3 2 1

2. Cuando recibo

una

instrucción

durante el

entrenamiento

, entiendo lo

que se me

dice.

5 4 3 2 1

3. Cuando voy a

competir me

siento

nervioso/a.

5 4 3 2 1

4. El equipo al

cual

pertenezco es

el mejor en su

disciplina de

todo Puerto

Rico.

5 4 3 2 1

5. Mi

entrenador/a

toma buenas

decisiones

durante la

competencia/

juego.

5 4 3 2 1

6. Mi

entrenador/a

me trata con

respeto.

5 4 3 2 1

7. Mi aportación

al equipo es

vital para

lograr la

victoria.

5 4 3 2 1

63

8. La

organización

deportiva a

que

pertenezco

atiende mis

necesidades

como

deportiva.

5 4 3 2 1

9. Comparando

con otros

deportistas de

mi disciplina,

sobresalgo.

5 4 3 2 1

10. Mi equipo

será campeón

este año.

5 4 3 2 1

11. Comparado

con otros

entrenadores,

mi

entrenador/a

es mejor.

5 4 3 2 1

12. Recibo con

frecuencia,

retroalimentac

ión

(“feedback”),

de mi

entrenador/a

que me

motiva a

mejorar mi

desempeño.

5 4 3 2 1

13. Mi

entrenamiento

es efectivo

para lograr la

victoria.

5 4 3 2 1

14. Este año, mi

aportación al

equipo será

clave para

ganar.

5 4 3 2 1

15. La organi-

zación a que

pertenezco es

la mejor para

mí.

5 4 3 2 1

64

16. Entiendo que

mi desempeño

deportivo ha

mejorado

desde que

comencé a

entrenar con

la

organización

por la que

compito

5 4 3 2 1

17. La

organización

colabora

activamente

con el éxito o

los equipos

deportivos

5 4 3 2 1

18. Necesito

manejar mi

ansiedad

cuando voy a

competir.

5 4 3 2 1

19. Considero que

mi aportación

es

significativa al

equipo de mi

disciplina.

5 4 3 2 1

20. Creo que otras

organizacione

s tienen

mejores

equipos

deportivos,

que el equipo

a la cuál

correspondo.

5 4 3 2 1

21. Las tácticas

utilizadas

durante la

competencia

deportiva son

un factor

importante

para ganar o

perder las

competencias

5 4 3 2 1

65

B. Comentarios:

22. El

comportamien

to del(la)

entrenador(a)

impacta

negativamente

al equipo.

5 4 3 2 1

23. La

comunicación

en el

entrenamiento

entre mi

entrenador(a)

y yo, es

efectiva.

5 4 3 2 1

24. Mi desempeño

no influye en

la victoria del

equipo.

5 4 3 2 1

25. Este año seré

el mejor. 5 4 3 2 1

26. La disciplina

y el

compromiso

de mi equipo

es mejor que

otros equipos.

5 4 3 2 1

27. Tengo

compromiso

con la

organización a

la que

correspondo.

5 4 3 2 1