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UNIVERSIDAD DEL TURABO
ESCUELA DE CIENCIAS SOCIALES
INFLUENCIAS TERAPÉUTICAS DEL OPTIMISMO EN LAS ESTRATEGIAS DE
AFRONTAMIENTO Y LA CALIDAD DE VIDA DE PACIENTES CON
ENFERMEDADES CRÓNICO-DEGENERATIVAS
Solmary Marrero Sierra
DISERTACIÓN
Presentada como Requisito para la Obtención del Grado
de Doctor en Psicología con Especialidad en Consejería Psicológica
Gurabo, Puerto Rico
marzo, 2014
UNIVERSIDAD DEL TURABO
CERTIFICACIÓN DE APROBACIÓN DE DISERTACIÓN
La disertación de Solmary Marrero Sierra fue revisada y aprobada por los miembros del
Comité de Disertación. El formulario de Cumplimiento de Requisitos Académicos
Doctorales con las firmas de los miembros del comité se encuentra depositado en el
Registrador y en el Centro de Estudios Graduados e Investigación de la Universidad del
Turabo.
MIEMBROS DEL COMITÉ DE DISERTACIÓN
Dra. Vidamaris Zayas Velázquez, PsyD
Universidad del Turabo
Directora
Dra. María L. Villeneuve Román, PhD
Sistema Universitario Ana G. Méndez
Miembro
Dr. Jorge Berrios Lugo, PsyD
Universidad del Turabo
Miembro
iv
INFLUENCIAS TERAPÉUTICAS DEL OPTIMISMO EN LAS ESTRATEGIAS DE
AFRONTAMIENTO Y LA CALIDAD DE VIDA DE PACIENTES CON
ENFERMEDADES CRÓNICO-DEGENERATIVAS
Solmary Marrero Sierra
Dra. Vidamaris Zayas Velázquez
Directora Comité Disertación
RESUMEN
Un nuevo concepto de salud nace atemperado a los tiempos actuales de acuerdo
con iCarrió (2013). El autor plantea que las primeras causas de muerte no son las
enfermedades biológicas-infecciosas sino las que se derivan de los estilos de vida y las
conductas poco saludables tales como: enfermedades crónico-degenerativas (iCarrió,
2002). Las autoridades en la Asociación Americana de Psicología (APA, 2013) exponen
que no todos los individuos con condiciones crónicas logran obtener bienestar dado a lo
prolongado de la condición y lo incierto del pronóstico de estas enfermedades. Tales
condiciones en estos pacientes se traducen en una mayor incidencia de trastornos
psicológicos. Marrero Quevedo y Carballeira Abella (2010) concurren en que los
recursos psicológicos favorecen la salud y el bienestar, toda vez que le permite a la
persona su identificación y evaluación para afrontar las adversidades y de esta forma
fortalecer su calidad de vida. De modo que, el problema investigado consistió en
explorar y analizar a través de diferentes estudios realizados en distintos países y Puerto
v
Rico, la influencia terapéutica del optimismo en las estrategias de afrontamiento y la
calidad de vida en pacientes con enfermedades crónico-degenerativas.
Este estudio se fundamentó en los postulados del Estilo Explicativo Pesimista-
Optimista según Peterson y Seligman (1984). A su vez, se hizo referencia a los
planteamientos de Scheier y Carver (1985) acerca del Optimismo Disposicional como
una forma de explicar las respuestas de afrontamiento a los eventos negativos que les
suceden a las personas en sus vidas. El proceso investigativo respondió al diseño de
meta-análisis (Glass, Mc Graw y Smith, 1981). Fueron seleccionados 22 estudios entre
los años de 1990 al 2013 que se realizaron en países tales como: Estados Unidos,
Latinoamérica, España y Puerto Rico. Cada una de estas investigaciones estuvo
vinculada al uso del optimismo como estrategia de afrontamiento para atender pacientes
con enfermedades crónico degenerativas.
Los resultados producto del análisis de contenido, profundo y crítico, confirman
que el Estilo de afrontamiento optimista enfocada en el problema de forma activa es una
estrategia efectiva para fortalecer la calidad de vida en enfermos con condiciones de
salud crónica-degenerativas que más fue utilizado. De igual forma, los resultados
contribuyen a corroborar los postulados desarrollados por Peterson y Seligman (1987). A
su vez, contribuyen a la ampliación del Modelo Estilos Explicativos Optimista. En este
aspecto, le facilita a la persona explicar las situaciones difíciles y crisis de la vida a
causas externas e inestables en el tiempo permitiendo la elección de estrategias de
afrontamiento activas y disminuyendo complicaciones en la salud física; toda vez que les
ayuda a disfrutar de una mejor calidad de vida.
vi
Las recomendaciones dirigidas a estudiantes de psicología, psicólogos y
profesionales de la salud física y mental que se presentan incluyen la promoción e
integración en currículos universitarios, adiestramientos profesionales de capacitación y
el desarrollo de más investigaciones acerca del paradigma de la Psicología Positiva
relacionada a la salud y los efectos del optimismo en pacientes con enfermedades
crónico-degenerativas en Puerto Rico. De esta forma, se continúe ampliando el
constructo del optimismo y se aplique activamente en el tratamiento de pacientes con
enfermedades crónico-degenerativas para fortalecer y/o reforzar su bienestar y calidad de
vida.
vii
DEDICATORIA
Este trabajo se lo dedico a mi Padre Celestial, quién supo darme fuerzas para
seguir adelante y no desmayar ante problemas que se presentaban, enseñándome a
encarar las adversidades sin perder nunca la dignidad ni desfallecer en el intento,
“…porque en Él vivimos, nos movemos y somos…”. (Hebreos 17:28)
viii
AGRADECIMIENTOS
Con todo mi cariño y mi amor para las personas que hicieron todo en la vida para
que yo pudiera lograr mis sueños, por motivarme y darme la mano cuando sentía que el
camino se terminaba, a ustedes por siempre mi corazón y mi agradecimiento.
A mi amado esposo Casluin que ha sido el impulso durante toda mi carrera y mis
sueños siendo el pilar principal para la culminación de la misma, que con su apoyo
constante y amor incondicional ha sido amigo y compañero inseparable, remanso de paz
y manantial de alegrías en todo momento. A mi preciosa hija Fabiola para quien ningún
sacrificio es suficiente, que con su luz ha iluminado mi vida y hace mi camino más claro.
A mis amigas, por creer en mí. Gracias al equipo que formamos logramos llegar
hasta el final del camino y que, hasta el momento, seguimos siendo amigas: Aurea, Eli,
Rosaly y Zoraida. En especial, a Raquel, una enviada del cielo que no solo me ama a mí
sino que ama a mi familia.
Finalmente, al Comité de disertación, la Dra. Vidamaris Zayas, por sus consejos y
ánimo para poder terminar este trabajo y, a la vez poder completar un ciclo de mi vida
profesional. Agradezco incondicionalmente a la Dra. María Villeneuve por sus sabios
consejos y paciencia durante todo este proceso. Es para mí un profesional de admirar;
más que doctora fue educadora, emanando pasión y determinación al ser guía más que
punto focal. También agradezco al Dr. Jorge Berrios por la aportación de su tiempo,
recomendaciones y apoyo académico.
Los amo hasta el infinito y más allá….
ix
TABLA DE CONTENIDO
Página
LISTA DE TABLAS ....................................................................................................xi
CAPÍTULO I. INTRODUCCIÓN ...............................................................................1
Antecedentes .....................................................................................................1
Planteamiento del problema ..............................................................................6
Objetivo y justificación de estudio ...................................................................9
Pregunta de investigación .................................................................................14
Marco conceptual ..............................................................................................14
Revisión de la literatura ....................................................................................19
Trasfondo histórico e implicaciones de la salud en psicología positiva .....19
Definición de términos y variable (fenómeno) .................................................30
Términos .....................................................................................................30
Variables (fenómeno)..................................................................................32
CAPÍTULO II. MÉTODO ...........................................................................................35
Introducción ......................................................................................................35
Diseño de investigación ....................................................................................35
Descripción de la población y selección de la muestra .....................................36
Descripción del instrumento de investigación ..................................................37
Proceso de validación .......................................................................................37
Procedimiento ...................................................................................................37
Análisis cualitativo y cuantitativo .....................................................................38
x
CAPÍTULO III. RESULTADOS .................................................................................39
Introducción ......................................................................................................39
Estudios realizados en los Estados Unidos .......................................................40
Estudios realizados en Latinoamérica ...............................................................55
Estudios realizados en España ..........................................................................66
Estudios realizados en Puerto Rico ...................................................................71
CAPITULO IV. DISCUSIÓN .....................................................................................74
Introducción ......................................................................................................74
Análisis crítico de acuerdo con la pregunta investigativa .................................75
Conclusiones .....................................................................................................100
Recomendaciones .............................................................................................102
Limitaciones ......................................................................................................105
REFERENCIAS ............................................................................................................106
xi
LISTA DE TABLAS
Tabla Página
1. Resumen de resultados de estudios analizados en Estados Unidos de
Norteamérica .....................................................................................................76
2 Resumen de resultados de estudios analizados en Latinoamérica ....................85
3 Resumen de resultados de estudios analizados en España................................90
4 Resumen de resultados de estudios analizados en Puerto Rico ........................93
5 Resumen de resultados de estudios analizados en meta-análisis ......................95
1
CAPÍTULO I
INTRODUCCIÓN
Antecedentes
La salud física y emocional de una gran mayoría de puertorriqueños (en jóvenes y
adultos de ambos géneros) refleja un gran deterioro debido al incremento desmedido en
los últimos años de las enfermedades crónico- degenerativas (Organización
Panamericana de la Salud, 2013). Por lo general, el desarrollo de enfermedades físicas y
emocionales conlleva una progresión lenta, necesitan tratamientos continuos para su
control, no se resuelven espontáneamente y rara vez se logra una cura completa.
Ejemplos de estas enfermedades son el cáncer, el sida, la insuficiencia renal crónica, la
artritis, la diabetes y los problemas cardiovasculares, así como la depresión en diferentes
niveles de intensidad y complejidad. En especifico, las enfermedades físicas en estas
áreas están superando rápidamente a las enfermedades infecciosas; alcanzando cerca del
80 % de los individuos de la sociedad puertorriqueña (Departamento de Salud y Instituto
de Estadísticas de Puerto Rico, 2012).
Datos recientes presentados en estudios realizados en la Administración de
Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción de Puerto Rico (2008) revelan que cerca
de 380,000 personas entre las edades de 17 a 64 años son diagnosticadas con algún tipo
de enfermedad mental. Varas Díaz (2006) indica que la cifra presentada por ASSMCA
se aleja de la realidad que vive Puerto Rico en los Servicios de Salud Mental y sugiere
que el número de casos es mayor. Éste informa que cerca de 2.1 millones o más del 50 %
de los puertorriqueños padecen de algún trastorno o enfermedad relacionada a la salud
mental. Concluye que uno de cada dos individuos en Puerto Rico necesita servicios de
2
salud mental. Estas cifras evidencian la crisis de salud mental por la que atraviesa la
población puertorriqueña.
De acuerdo con las autoridades en el Instituto de Estadística de Puerto Rico
(2010), siete de las primeras diez causas de muerte en Puerto Rico se relacionan con
enfermedades crónico-degenerativas como la Diabetes, Cáncer y Enfermedades
Cardiovasculares. De hecho, la comorbilidad que existe entre las enfermedades crónicas
y los trastornos psicológicos complican el panorama de la salud pública (Fullerton,
Florenzano y Acuña, 2000). Knol, Twisk, Beekman, Heine, Snoek y Pouwer (2006)
expresan que existe una alta incidencia en la prevalencia de la depresión en pacientes con
diabetes. El panorama en la salud del paciente que padece de enfermedades crónico-
degenerativa empeora cuando existe el trastorno de depresión que genera y provoca la
pobre adherencia al tratamiento y una pobre calidad de vida (Hervás, Zabaleta, De
Miguel, Beldarrain y Díez (2007). Peyrot, Rubin, Lauritzen, Snoek, Matthews y
Skovlund (2005) añaden que la carga emocional y sentimientos negativos desencadenan
en estos pacientes pensamientos negativos que exacerban el estrés, la tristeza y
sentimientos de ansiedad llevando al paciente a padecer algún trastorno psicológico.
Cabe destacar que el cambio de un modelo médico tradicional a una visión
biopsicosocial ha permitido el surgimiento de la Psicología Positiva. Los modelos de
tratamiento en la Psicología Positiva se enfocan en correlacionar la salud física del
paciente con la prevención y la salud emocional de las personas. Los objetivos y
contenidos del mismo se centran en el poder del cambio, en el reconocimiento del
autocontrol, de las emociones del individuo, el mantenerse motivado por fortalezas
personales necesarias para sobrevivir, crecer ante la situación de enfermedad y así
3
obtener una salud positiva (Vázquez, Hervas, Rahona y Gómez, 2009). Lamas-Rojas
(2004) menciona acerca de la Psicología Positiva que la misma está centrada en estudiar
y comprender los procesos y mecanismos que subyacen en las fortalezas y virtudes del
ser humano. El autor añade, que la Psicología Positiva focaliza en que el ser humano
tiene una marcada capacidad para adaptarse, para encontrar sentido y de propiciar su
crecimiento personal ante las experiencias traumáticas más terribles; lo que pudiera verse
representado por el diagnóstico de una enfermedad crónico-degenerativa.
El modelo biopsicosocial trae consigo un cambio en el enfoque de la intervención,
el cual considera los factores psicosociales del individuo enfermo para intervenir con sus
emociones y cumplir con el objetivo de mejorar de forma holística su salud física y
emocional (Belli e Iñiguez-Rueda, 2008). Frente al paradigma tradicional y con
patologías sin explicar, el psiquiatra americano George L. Engel en el 1977 desarrolló un
modelo que se apoya en la concepción de que en todos los estadios del proceso salud-
enfermedad coexisten factores biológicos, psicológicos y sociales. Según Engel, el
modelo biopsicosocial aparece como un intento de superación de las dificultades del
modelo biomédico ante los cambios en las enfermedades del siglo XX.
Los cambios en la medicina tradicional impulsaron la aparición de nuevas
disciplinas como la medicina conductual o la psicología de la salud cuya existencia
responde a la misma necesidad. A saber, la superación natural del modelo biomédico que
abarca otras dimensiones del complejo hecho de enfermar que no tienen cabida en
postulados ni en su tecnología (Alonso, 2009). La idea central de Engel es que, para un
abordaje médico eficaz, ni la enfermedad ni mucho menos el enfermo puede ser reducido
a la fisiopatología. De la comparación entre ambos modelos surge la necesidad de una
4
integración de los enfoques. De esta forma, nace el nuevo concepto de salud, atemperado
a los tiempos porque las primeras causas de muerte no son las enfermedades biológicas-
infecciosas sino las que se derivan de estilos de vida y conductas poco saludables (i
Carrió, 2002).
La Psicología Positiva relacionada con la salud como disciplina y modelo ha
cobrado mayor interés en las últimas décadas en función de identificar cualidades
asociadas a la prevención y tratamiento de las enfermedades para mejorar la calidad de
vida de las personas. Por tal razón, el mantener un buen estado de salud no debe
vincularse únicamente en ausencia de enfermedad, sino en disfrutar de una serie de
capacidades y recursos que permitan resistir las calamidades y crear condiciones en las
cuales se desarrolle al máximo el ser humano (Vázquez y Hervás, 2008).
Alfonso y Abalo y (2004) plantean que la tasa de incumplimiento de tratamiento
por pacientes con enfermedades crónico-degenerativas está cerca del 45 %. Señalan los
autores que estos pacientes con enfermedades crónico-degenerativas no cumplen con las
recomendaciones terapéuticas cuando estas consisten en cambios de hábitos o estilos de
vida. En la actualidad existe evidencia considerable que revela que los causantes de la
enfermedad crónico-degenerativa radican en la conducta y en los estilos de vida del
individuo. De manera que, separar la dualidad de cuerpo-mente no es posible (Oblitas,
2004). La falta de adherencia al tratamiento genera grandes pérdidas en lo personal, lo
familiar y lo social; toda vez que representan complicaciones y consecuencias cargadas
de sufrimiento físico irreversible, progresivo y depresivo que afecta de modo
significativo la calidad de vida del individuo (García, Castro, Rodríguez y Sánchez-
Armás, 2011).
5
Los miembros adscritos a la Academia Estadounidense de Médicos de Familia
(2006) indican que las personas emocionalmente sanas tienen control de sus
pensamientos, sus sentimientos y comportamientos. Las emociones tienen un papel
adaptativo en el ser humano, más aún, aquellas de naturaleza positiva porque promueven
la activación de las energías necesarias para actuar ante un estimulo que redunda en el
bienestar físico o psicológico en la persona que le permite la supervivencia. De modo
que, la base del bienestar físico y psicológico recae en el desarrollo de los estilos de vida
saludables (Martin y Boeck, 2003).
Los estilos de vida saludables implican conocer aquellos comportamientos que
mejoran o debilitan la salud de los individuos. Se entiende por conducta saludable
aquellas acciones realizadas por el individuo que influyen en la probabilidad de obtener
consecuencias físicas y psicológicas inmediatas que repercuten en su bienestar físico;
siendo la adherencia terapéutica una de ellas (Oblitas, 2008). Es por eso, que la
adherencia terapéutica es un fenómeno complejo, cargado de emociones, que está
condicionado por múltiples factores que involucran al individuo y su entorno.
El cumplir el tratamiento médico está mediado por el sistema de conocimientos y
creencias que el individuo tenga acerca de su enfermedad, su motivación para recuperar
la salud o por adaptarse adecuadamente a su condición de enfermo (Piqueras, Ramos,
Martínez y Oblitas (2009). Sin embargo, en ocasiones las emociones tienen un papel
desadaptativo, generan un malestar significativo y se convierten en un problema que
interfiere. A estos efectos, el sufrimiento ocasionado por estados emocionales negativos
persistentes puede afectar al funcionamiento del sistema inmunológico, el sistema
6
endocrino-metabólico y, en general, todas las funciones fisiológicas (Rodríguez,
González, Linares, López y Guadalupe, 2008).
En síntesis, el concepto o paradigma de todo lo que implica la salud es
complicado debido a que incluyen factores físicos y psicosociales en el ser humano
porque la persona puede estar afectada por alguna enfermedad física, psicológica, social o
combinación de estas. El comportamiento y la manera en que el individuo enfrenta una
enfermedad tienen un efecto importante en el desarrollo de la misma. De hecho, el que
un paciente cumpla o no con el tratamiento médico es fundamental para la recuperación y
alcanzar un mejor control de la enfermedad para incrementar o preservar su calidad de
vida (Contreras, Esguerra, Espinosa y Gómez, 2007)
Planteamiento del Problema
En este estudio el problema investigado consistió en explorar y analizar a través
de diferentes estudios realizados en distintos países, incluyendo a Puerto Rico, la
influencia terapéutica del optimismo en las estrategias de afrontamiento y la calidad de
vida de pacientes con enfermedades crónico-degenerativas. De acuerdo con Contreas,
Esguerra, Espinoza y Gómez (2007) la forma y manera en cómo un paciente con una
enfermedad crónico-degenerativas enfrenta positiva o negativamente su condición es
prácticamente determinante para una buena evolución y prognosis. Galán Rodríguez,
Blanco Picabia, San Gregorio y De los Ángeles (2000) señalan que el concepto de
enfermo, acuñado por Parsons en 1951, no significa únicamente experimentar la
condición física de enfermedad; más bien constituye un rol social porque implica
conductas fundamentadas en expectativas institucionales. Según los autores, este rol
social se ve reforzado por las normas de sociedad que corresponden a esas expectativas.
7
Ibarra Mendoza y Siles González (2006) evidencian que la percepción del rol de
enfermo en condiciones crónico es diferente. Sostienen que muchas enfermedades
crónicas pueden ser manejadas por el paciente. Estos pacientes llegan a tener un
funcionamiento fisiológico y social bastante normal de acuerdo con la aceptación y
afrontamiento de la condición de salud al hacerlo de manera optimista y disfrutar del
bienestar emocional, psicológico y social. No obstante, los funcionarios de la Asociación
Americana de Psicología (2013) explican que no todos los individuos con una condición
crónica logran obtener este bienestar dado que se arraigan a lo prolongado de un
pronóstico incierto característico de estas enfermedades. Añaden que ambas condiciones
hacen a estos individuos susceptibles a un trastorno psicológico.
Chico Librán (2002), Marrero Quevedo y Carballeira Abella (2010) concurren en
que las investigaciones de los recursos psicológicos que favorecen la salud y el bienestar
de la persona permite la identificación y evaluación de qué recursos psicológicos tienen
los individuos y cómo éstos pueden contribuir al afrontamiento de las adversidades. Así
mismo, permite describir las variables consideradas como recursos psicológicos y cómo
potenciarlas para aumentar los beneficios asociados a la salud y el bienestar. Estos
autores mencionan que los recursos psicológicos se definen como factores de protección
psicológica que se asocian positivamente con la salud y el bienestar y que, a su vez,
permiten aumentar la resistencia a la adversidad, a los efectos de que facilitan una
adecuada evaluación y afrontamiento de los cambios o dificultades de los sucesos vitales
ocurridos en la vida; siendo el optimismo una de las emociones que despierta más interés
dentro de la Psicología Positiva. Añaden, que el optimismo es uno de los recursos
8
psicológicos de mayor crecimiento que permite explicar las respuestas de afrontamiento a
los acontecimientos negativos que les suceden a las personas en sus vidas.
Es preciso destacar que existe una estrecha relación teórica entre afrontamiento y
optimismo en el sentido de que este último surge para dar explicación a las respuestas de
afrontamiento que tienen las personas cuando deben enfrentar sucesos negativos
(Anadón, 2006). El optimismo favorece el afrontamiento exitoso de situaciones
estresantes como lo es el diagnóstico de una enfermedad crónico- degenerativa (Scheier y
Carver, 1993).
Las estrategias o modos de afrontamiento son las distintas formas en que se
utilizan los recursos disponibles para hacer frente a las demandas estresantes. Estas
estrategias pueden tener dos finalidades que se presentan de manera independiente o en
conjunto dependiendo de la situación: controlar la respuesta emocional que se produce en
la situación de estresante (dirigido a la emoción) o generar un cambio en el problema que
es causa de la perturbación (dirigido al problema). Las estrategias de afrontamiento se
agrupan en activas o adaptativas y/o pasivas o desadaptativas. Existe acuerdo en que las
formas activas de afrontamiento se refieren a esfuerzos para manejarse directamente con
el suceso conflictivo y son usualmente descritas como exitosas, porque tienen efectos
positivos en la adaptación. En cambio, las formas pasivas o evitativas consisten en la
ausencia de enfrentamiento o conductas de evasión y negación considerada como menos
exitosa o desadaptativas (Carver, Scheier y Weintraub, 1989).
En cuanto a las formas de afrontamiento que suelen utilizar las personas se
encuentran las siguientes tres: 1) Afrontamiento focalizado en el problema. Éste hace
referencia a los esfuerzos dirigidos a modificar las demandas o eventos ambientales
9
causantes del estrés, intentando resolver el problema o, al menos que disminuya su
impacto; 2) Afrontamiento focalizado a las emociones, que implica realizar esfuerzos
para reducir o eliminar los sentimientos negativos originados por la situación estresante;
3) Afrontamiento de evitación que implica evitar el problema no pensando en él o
distrayéndose con otras actividades o conductas. Los dos primeros tipos de
afrontamiento son fácilmente distinguibles, ambos pueden ponerse en práctica de forma
conjunta. A menudo se cree que las estrategias de afrontamiento dirigidas al problema
son más efectivas que las dirigidas a las emociones, aunque la evidencia es bastante
compleja (Chico Librán, 2002).
Objetivos y justificación de estudio
En las últimas décadas, la investigación científica en el campo de la Psicología, se
ha enfocado en el estudio de la prevención más que del tratamiento (Simonton y
Baumeister, 2005). Borrell-Carrió, Suchman y Epstein (2004) postularon que el modelo
biopsicosocial constituye una opción para impulsar la atención integral de la salud mental
y la salud física. En este contexto, uno de los retos para la Psicología Positiva es
investigar el bienestar y conductas saludables que permitan la prosperidad de los
individuos y de las sociedades con el fin de mejorar la calidad de vida y la prevención de
condiciones adversas. Es factible considerar que con un compromiso activo por parte del
paciente y por la entidad de salud que le atiende la mayoría de las enfermedades de alta
incidencia en la población se podrían prevenir, tratar y curar (Organización Panamericana
de la Salud, 2006). A estos efectos, este estudio se justifica dado que los resultados
contribuyen y aportan a la literatura, a la sociedad, en el desarrollo de la Psicología
10
Positiva para la prevención de trastornos psicológicos y en la aplicación de tratamientos a
favor de la salud integral en la persona.
Seligman y Csikzentmihalyi (2000) mencionan que el modelo médico y
patológico ha sido incapaz de acercarse a la prevención de enfermedades físicas y
psicológicas al generar un pensamiento pesimista ante la crisis de salud el cual promueve
que el individuo se victimice y se centre en diagnóstico. Este panorama empeora, cuando
se trata de una enfermedad crónico-degenerativa dado los factores psicológicos negativos
que surgen tales como: el estrés, la depresión, la ansiedad y hostilidad ante la pérdida de
la salud. Según los autores, estas situaciones alejan al individuo de las actitudes positivas
y optimistas para afrontar y comprometerse adecuadamente con su salud. Añaden a su
vez, que los retos de la Psicología en los próximos años será investigar los aspectos
positivos de la experiencia humana, entender y fortalecer aquellos factores que permiten
el bienestar de las personas, comunidades y sociedades para mejorar la calidad de vida y
prevenir la patología que surge de condiciones de vida adversas.
Cabe destacar que el objetivo de la Psicología Positiva, para lograr un cambio
significativo requiere que el psicólogo adopte un enfoque salubrista para guiar al
individuo a adquirir las fortalezas y virtudes fundamentales a través de emociones
positivas y optimistas que permitan la prevención de los trastornos psicológicos ante la
situación de pérdida de la salud (Seligman y Cristopher, 2000). Por cuanto, los objetivos
de esta investigación están dirigidos a:
1. Explorar y analizar los efectos de la relación del optimismo y las estrategias de
afrontamiento con la calidad de vida en pacientes con enfermedades crónico-
11
degenerativas ante la problemática que represente entender y prevenir
complicaciones de salud.
2. Proveer información actualizada respecto al efecto de la relación del optimismo y
las estrategias de afrontamiento con la calidad de vida en pacientes con
enfermedades crónico-degenerativa.
3. Ofrecer recomendaciones que permitan viabilizar la aplicación de la Psicología
Positiva relacionada a la salud en el proceso de intervención primaria ante un
diagnóstico de una enfermedad crónica-degenerativa.
4. Comprender qué aspectos son importantes en las estrategias de afrontamiento de
la enfermedad a través del optimismo para obtener una mejor calidad de vida.
La Psicología de la Salud ha mantenido en crecimiento generando un nuevo
movimiento e innovadora visión dentro la rama llamada Psicología Positiva (Contreras y
Esguerra, 2006). Este nuevo movimiento busca comprender a través de la evidencia
científica, el bienestar del ser humano al incorporar en el estudio de la salud elementos
positivos. La Psicología Positiva valora y atiende las fortalezas y emociones positivas del
individuo, las cuales tradicionalmente eran ignoradas porque el mayor esfuerzo recaía en
estudiar los aspectos negativos y patológicos del ser humano. Prada, (2005) indica que
desde los primeros pasos al aplicar la Psicología Positiva no solo se busca arreglar o
mejorar lo que está mal, sino que también tiene como fin el encontrar fortalezas y
virtudes en las personas para lograr una mejor calidad de vida y un mayor bienestar. La
Psicología Positiva es un campo orientado a lograr el bienestar y al funcionamiento
óptimo de la persona donde el foco de atención va más allá de solo aliviar el sufrimiento.
12
El padecer una enfermedad crónico-degenerativa provoca una serie de secuelas
emocionales y sociales que repercuten significativamente en la salud física y emocional
de los individuos que la padecen y de igual forma, en su familia. En consecuencia, la
severidad de estas enfermedades produce una elevada discapacidad que afecta su calidad
de vida. Con el fin de comprender el funcionamiento óptimo del individuo y su
interacción con su ambiente, es necesario estudiar la dinámica de aquellos procesos
relacionados con la salud emocional y mental vinculados con las reacciones de la persona
en respuesta al diagnóstico de la enfermedad crónico-degenerativa a los fines de ofrecer
las ayudas que les guie a conservar y alcanzar el significado de la vida buena. Sin
embargo, los profesionales de salud, a menudo pasan por alto lo que representa para la
persona la pérdida de salud; todo lo cual se convierte en un serio problema de salud
pública de primer orden.
De acuerdo con Hernández Sampieri, Fernández Collado y Batista Lucio (2006)
todo trabajo investigativo llega a ser justificable por sus aportaciones al avance del
conocimiento, la literatura y la teoría en términos de su conveniencia, relevancia social,
las implicaciones prácticas que tienen los resultados y por su valor metodológico. A
estos efectos, los resultados de este estudio proveen nueva información a través de un
análisis objetivo y crítico de múltiples investigaciones que fueron realizadas acerca del
efecto del optimismo y las estrategias de afrontamiento en la calidad de vida en pacientes
con enfermedades crónico-degenerativas. Esta nueva información contribuye al avance
del conocimiento a los fines de lograr la sana convivencia. A su vez, aporta información
actualizada relevante al campo de la Psicología Positiva aplicable para sugerir nuevas y
distintas estrategias terapéuticas que pueden ser desarrolladas en intervenciones dirigidas
13
a fortalecer la salud física y el afrontamiento de la enfermedad en individuos que el
psicólogo, en su escenario profesional, puede ofrecerles.
En relación a la relevancia social de los resultados del estudio, éstos redundan en
beneficio de los pacientes con alguna enfermedad crónica-degenerativa porque
contribuyen a que se desarrollen estrategias de intervención con evidencia concreta y
permite fortalecer la práctica de la Psicología en Puerto Rico. A través de este trabajo
investigativo se pretende proveer a la comunidad científica un panorama amplio e
innovador acerca de la aplicación de la Psicología Positiva para el desarrollo del bienestar
físico y emocional del ser humano con el propósito de lograr una mejor calidad de vida.
Al mismo tiempo, los resultados pretenden tener un valor teórico, los cuales
contribuyan al gremio en el desarrollo de nuevos paradigmas enfocados a ayudar a las
personas a responder de manera más saludable ante situaciones traumáticas o estresantes,
como lo es un diagnóstico de alguna enfermedad crónica-degenerativa. De manera que le
permita a los psicólogos reconocer la importancia de estimular las fortalezas del carácter
en el ser humano para facilitar y lograr una vida con mayor sentido de felicidad y
bienestar.
Los profesionales de la salud mental y física podrán beneficiarse ampliamente de
esta investigación porque aporta evidencia de primera mano para generar acercamientos
psicoterapéuticos con datos e información reciente y objetiva acerca del efecto del
optimismo en las estrategias de afrontamiento y la calidad de vida en los pacientes con
enfermedades crónica-degenerativa adaptables a la cultura del puertorriqueño. En
síntesis, a través del análisis realizado en este estudio también aporta al campo de la
educación universitaria a los efectos de que los resultados obtenidos pueden ser utilizados
14
para incluir un nuevo enfoque terapéutico en los currículos para la capacitación de los
futuros profesionales de la salud mental e individuos que se involucran con el campo de
la salud. De esta forma, se contribuye con el propósito de lograr la integración entre las
diferentes ramas de salud a los fines de mejorar el bienestar y calidad de vida del
paciente.
Pregunta de investigación
La investigación formal requiere, de acuerdo al método científico, desarrollar
preguntas de investigación e hipótesis según corresponda al diseño del estudio
(Villeneuve Roman, 2004). La pregunta de investigación es la siguiente:
1. ¿Cómo influye la aplicación terapéutica del optimismo en las estrategias de
afrontamiento y la calidad de vida de pacientes con enfermedades crónica-
degenerativas de acuerdo con estudios realizados en Estados Unidos,
Latinoamérica, España y Puerto Rico?
Marco conceptual
La presente investigación se fundamenta en el concepto del optimismo desde la
perspectiva del Estilo Explicativo Pesimista-Optimista presentada por Peterson y
Seligman (1987). De acuerdo con Peterson y Seligman (1987) el Estilo Explicativo
desde la perspectiva Pesimista se define como la tendencia a explicar los malos sucesos o
eventos negativos ocurridos en la vida cotidiana, con una causa interna a uno mismo,
estable en el tiempo y con un efecto global a todos los ámbitos de la vida de la persona.
El Estilo Explicativo desde la perspectiva Optimista se refiere a la tendencia a explicar
los malos sucesos con una causa externa a uno mismo, inestable en el tiempo y específico
de ese ámbito concreto que afecta.
15
Peterson y Seligman (1987) para establecer las diferencias entre ambos Estilos
Explicativos se utilizan tres dimensiones descriptivas. Estas dimensiones son:
1) Internalidad-Externalidad: definido como el grado en que uno se considera
responsable del suceso.
2) Estabilidad-Inestabilidad: cuando la causa del suceso está presente durante todo
el tiempo; su contrario sería transitoriedad o inestabilidad.
3) Globalidad- Especificidad: cuando un aspecto del suceso o de su explicación
domina a todos los otros aspectos de la vida de la persona; su opuesto es
circunstancial o específico.
De esta forma, los optimistas se definirían como personas con Estilos Explicativos
caracterizados por las dimensiones de externalidad, inestabilidad y especificidad; en
contrapartida, los pesimistas, estarían caracterizados por los polos de internalidad,
estabilidad y globalidad.
Seligman (2002) ha sido considerado como uno de los fundadores de la Psicología
Positiva. El autor dispuso la forma de estructurar la investigación en este campo a los
efectos de proyectarla en el futuro. La Psicología Positiva, enfocada a la salud, propone
ampliar el ámbito de estudio investigando no solo las condiciones patológicas de la
personalidad sino aquellas emociones positivas, fortalezas, competencias, capacidades y
virtudes que contribuyen a aumentar la satisfacción personal y a llevar una vida más
plena. De igual forma, pretende fomentar estas cualidades para que actúen como factores
protectores de los trastornos psicológicos y de la salud en general mejorando la eficacia
de las técnicas psicológicas utilizadas tradicionalmente.
16
Seligman y Csikszentmihalyi (2000) señalan que el progreso mayor de la
prevención procede de una perspectiva centrada en el desarrollo sistemático de
competencias. Por su parte, Brannon y Feist, (2009) indican que estas competencias
incluyen una serie de aportaciones que van desde mejorar la salud, la prevención y el
tratamiento de las enfermedades, la modificación de comportamientos implicados en la
recuperación física y psicológica, el reconocimiento de condiciones que afectan la salud,
hasta el diagnóstico y el tratamiento de determinadas enfermedades crónicas.
Seligman (1992) posiciona al optimismo como un constructo fundamental; bien
sea desde un modelo centrado en los Estilos Explicativos o desde el Modelo
Disposicional de Expectativas. Desde la perspectiva de los Estilos Explicativos Pesimista
- Optimistas se analizan y se interpretan usualmente los hechos de la vida. No obstante,
dependiendo de cómo sea la interpretación de estos hechos, serán los estados
emocionales, las motivaciones y los comportamientos que se lleven a cabo de acuerdo
con GilIham, Shatté, Reivich y Seligman, 2001. Cada uno de los Estilos Explicativos se
divide en tres dimensiones:
1. Dimensión interna y externa en donde los Estilos Explicativos dependerán de que
los sucesos se le atribuya a factores externos o propios de las personas.
2. Explicaciones estables e inestables que hacen referencia a la explicación del
evento como algo temporal o perdurable en el tiempo.
3. Explicaciones globales y específicas que consideran el alcance del evento que
afectan amplias áreas de la vida o algunas áreas en particular.
El Estilo Explicativo Optimista es aquel que las atribuciones respecto a los
eventos negativos son externas, inestables y especificas. Si estos eventos fuesen
17
positivos, las explicaciones cambiarían a internas, estables y globales. En contraste, un
Estilo Explicativo Pesimista tendrá como resultado unas atribuciones opuestas a las
mencionadas para el optimismo; en su mayoría vinculados con factores psicológicos
como la depresión, ansiedad y el estrés los cuales resultan ser permanentes en el tiempo y
con tendencia en trastocar las diferentes áreas de la vida del individuo (Salgado, 2009).
Seligman (1998) indica cuatro vías diferentes para explicar cómo el optimismo
puede ser beneficioso para la salud. El primero surge de los hallazgos de sus
investigaciones las cuales fueron dirigidas a descifrar la relación entre la respuesta del
sistema inmunológico y la desesperanza. Los resultados demostraron que el sentimiento
de impotencia aprendido afecta al comportamiento y al sistema celular. Este sentimiento
hace que el sistema inmunológico se torne inactivo y se debilite a raíz de la experiencia
del desamparo. Por consiguiente, se considera el optimismo como el gran modulador del
sentimiento de impotencia aprendido. A estos efectos, se considera que los estados
emocionales positivos pueden relacionarse con cambios en el sistema inmunológico que
lo fortalece en la mayoría de estos casos (Ortíz, Ramos y Vera-Villarroel, 2010). En este
aspecto, el primer paso para estimular el optimismo para mantener la salud sería evitar el
sentimiento de desamparo, así como mantener más vigilantes las defensas inmunológicas
(Seligman, 1998).
La segunda vía del optimismo para mantener una buena salud es la de tener
hábitos saludables y cumplir con el régimen terapéutico prescrito por el médico. De
manera que, los optimistas mantienen mayor control y elección, actúan para prevenir
enfermedades y adherirse al tratamiento médico. Se espera que la persona optimista
enfrente su condición de salud realizando múltiples esfuerzos y conductas relacionados
18
con el tratamiento de la enfermedad dada su expectativa positiva de que diversas
situaciones favorables pueden ocurrir en cuanto que las personas pesimistas utilizarían
estrategias de afrontamiento inadecuadas para hacer frente a la enfermedad que se
caracterizan por una pasividad en el enfrentamiento de la misma (Seligman, 1998).
El tercer camino que relaciona el optimismo con la salud apunta al número de
situaciones o vivencias desagradables que se presentan a lo largo de la vida. A estos
efectos, se indica que cuanto mayor es el número de dificultades con que tropieza un
individuo en un determinado tiempo, más síntomas de enfermedad presentará (Pelechano,
2000). Menciona Seligman (1998) al respecto, que los pesimistas llegan a sufrir más
enfermedades que los optimistas. Las personas pesimistas se vuelven indiferentes ante
las dificultades o situaciones de enfermedad, toman menos decisiones y se acogen a
menos medidas para buscar apoyo en otros. Ese nexo, entre la falta de apoyo social y la
enfermedad, da cabida a la cuarta razón para creer que la pauta Explicativa Optimista
suele ser responsable de una buena salud (Ferreira y Sherman, 2007; Seligman, 1998).
De modo que, existe una relación directa entre el optimismo y apoyo social (Vega
Angarita y González Escobar, 2009)
Por otra parte, el Modelo del Optimismo Disposicional fue definido por Scheier y
Carver (1987) como la expectativa o creencia estable y generalizada de que en la vida
ocurrirán cosas positivas. Esta definición se enmarca en el modelo de autorregulación de
conducta. Carver y Scheier (1981; 1998) establecieron que cuando surgen dificultades
las expectativas favorables incrementan los esfuerzos de las personas para alcanzar los
objetivos y las expectativas desfavorables reducen tales esfuerzos, a veces hasta el punto
de desentenderse totalmente de la tarea.
19
El Estilo Disposicional Optimista se refiere a la creencias que los individuos
tienen de su futuro (Scheier, Carver y Bridges, 2001). Estas creencias usualmente son
estables y positivas con la tendencia a esperar resultados favorables en el futuro (Avía y
Vázquez-Valverde, 1999). Dentro de este nuevo campo, el optimismo es una de las
variables más estudiadas. Avia y Vázquez -Valverde (1999) señalan que el optimismo,
además de ser requisito para la supervivencia, es una condición indispensable para una
vida plenamente humana. Para ambos autores, resulta ser una de las mejores armas para
adaptarse al medio y transformarlo y un mecanismo que permite que las personas sean
capaces de superar el infortunio, de construir y soñar el futuro.
Revisión de la literatura
Trasfondo histórico e implicaciones de la salud en la Psicología Positiva
La disciplina de la Psicología Positiva, enfocada en la salud, ha tenido un gran
desarrollo en las últimas décadas debido a que la salud física no puede verse separada de
la salud mental y viceversa. Guerrero y León (2008) citan a Platón:
Nunca intentarás curar el cuerpo sin curar el alma, ésta es la razón por
la que los médicos de la Hélade desconocen la cura de muchas
enfermedades, pues ignoran el todo, que también debe ser estudiado.
Este es el gran error en nuestros días en el tratamiento del cuerpo
humano: los médicos separan el alma del cuerpo (Platón 469-399 a.
C.).
Originalmente la palabra salud se definía como la ausencia de enfermedad. Hoy
día esa definición ha evolucionado dándole énfasis al bienestar del ser humano como a la
calidad de vida. Los funcionarios de la Organización Mundial de la Salud (1947)
20
definieron el concepto salud como: “Un estado de completo bienestar físico, mental y
social y no sólo la ausencia de enfermedad” (pp. 1-2). Esta definición incorpora el área
social y mental como parte integral del concepto. Con solo el hecho de integrar el área
social y mental, la salud dejó de depender únicamente del mundo de la medicina para
integrarse también al mundo social. De esta integración surge la Psicología de la Salud,
mas adelante conocida como Psicología Positiva al atender y considerar en el individuo la
salud física y emocional; al igual que todo un complejo número de instituciones
biopsicosociales dedicadas a fortalecer la salud (Stone, 1982).
Cabe destacar que antes y durante más de la mitad del siglo XX, el papel que
tenían los comportamientos relacionados a las enfermedades y sus complicaciones eran
inciertas y sólo había cabida para la visión biológica (microorganismos). Durante ese
tiempo los médicos consideraban la enfermedad un problema exclusivamente patológico
y sólo a través de la biología encaraban su curación. En este aspecto quedaban fuera los
aspectos psicopatológicos de la enfermedad, los cuales eran reducidos a cuestiones del
espíritu. Sin embargo, se pudieron atender y erradicar enfermedades históricamente
graves. No obstante, una serie de patologías o desórdenes quedaron sin explicación;
siendo las enfermedades crónicas una de ellas (i Carrió, 2002). Este desconocimiento
provocó que para los años 70’s surgiesen nuevas áreas de investigación las cuales
demostraron la relación entre los procesos psicosociales y comportamentales en conexión
con los cambios fisiológicos; logrando así una comprensión de los procesos
psicofisiológicos en general (Rodríguez-Marín, 1998).
En el año 1973, el término Medicina Comportamental fue propuesto por primera
vez por el Dr. Lee Birk en el libro Biofeedback: Behavioral medicine. Este científico
21
definió el término como: “El uso de procedimientos derivados del condicionamiento
instrumental de respuesta fisiológicas autónomas, para fines de curación de algunas
enfermedades originadas en la alteración de esas respuestas” (Birk, 1973, p.26). A los
efectos de formalizar el concepto de Medicina Comportamental, se reunieron en los 1977
importantes especialistas del área de la salud y las Ciencias Sociales. A través de estas
actividades se logra ampliar e integrar los conocimientos biomédicos y sociales para
diseñar e implementar procedimientos de prevención, tratamiento y rehabilitación
(Rodríguez-Marín, 1998).
En los Estados Unidos para el 1978, profesionales de la psicología solicitaron y
obtuvieron la creación de la división de Psicología de la Salud dentro de la Asociación de
Psicólogos Americana (APA, 1996). Este movimiento en los Estados Unidos provocó
que casi todas las Asociaciones de Psicólogos, a nivel mundial, emularan este hecho.
Esta proliferación de instituciones académicas y científicas dedicadas a la Psicología de
la Salud permitió el desarrollo de nuevas teorías y modelos con el fin de promover el
bienestar y una mejor calidad de vida en los seres humanos (Rodríguez-Marín, 1998).
Desde entonces la Psicología Positiva se enfoca en estudiar la relación entre la salud y la
enfermedad. A través de este enfoque se consideran los tipos de personalidad, factores
cognitivos, capacidad de autocontrol y percepciones de riesgo, vulnerabilidad, recursos
sociales, aspectos socioculturales y demográficos (Mebarak, De Castro, Del Pilar
Salamanca y Quintero, 2009).
El interés científico de esta nueva rama en la Psicología, permite la creación de
nuevos modelos y teorías fundamentadas en el bienestar y el mejoramiento de la calidad
de vida del ser humano en las cuales se encuentran: el Modelo de Creencias en Salud, la
22
Teoría de la acción razonada de Fishbein, Teoría del Aprendizaje Social de Bandura y el
modelo Transteórico. En todas ellas está presente el humanismo el que el individuo
tenga un rol activo y aspectos positivos del psiquismo humano. Diferentes autores han
enfatizado en la existencia de intereses comunes entre la psicología humanística y el
reciente movimiento de la Psicología Positiva (Gancedo, 2009; Alex Linley, Joseph,
Harrington y Wood, 2006).
Seligman (2002) se convirtió en el portavoz del concepto de Psicología Positiva
dado que propuso potenciar las fortalezas humanas para contrarrestar los efectos nocivos
que generan las situaciones adversas en el estado de ánimo, emocional y físico de la
persona. La perspectiva conceptual propuesta en el modelo está centrada en los estilos
explicativos, en el estudio del bienestar y en promover una concepción más positiva de la
especie humana. El mensaje que se trasmite es cónsono con la Psicología Positiva en
cuanto a recordar que la Psicología no sólo versa acerca de cambiar o mejorar lo que está
mal, sino que también debe dirigirse a identificar las fortalezas y virtudes de las personas
para lograr una mejor calidad de vida y el mayor bienestar. Esta perspectiva tiene como
objetivo realzar los recursos intra e interpersonales para favorecer el desarrollo óptimo de
los seres humanos, grupos, organizaciones y sociedades (Sanjuán y Magallanes, 2007).
Seligman (1998) plantea que el estilo explicativo que utiliza una persona para
expresar la percepción de los eventos determina si es optimista o pesimista. El estilo
explicativo optimista resulta ser prospectivo, orientado al futuro. En contraposición, el
estilo explicativo pesimista resulta ser retrospectivo al focalizar en eventos negativos
ocurridos en la vida. Este autor ha realizado múltiples estudios donde se incluye el
optimismo como una variable fundamental y predictora del surgimiento de conductas de
23
afrontamiento ante la adversidad. Los modos de afrontamiento de las personas a la
enfermedad pueden desempeñar un papel importante en el desarrollo y, en esta relación,
el hecho de que el paciente cumpla con su tratamiento (Jareño, del Paso, Martínez-Correa
y León, 2006).
De acuerdo con Simonton y Baumeister (2005), Contreras y Esguerra (2006) para
que surjan conductas positivas es importante la aceptación y el afrontamiento ante la
pérdida de salud; especialmente en los pacientes con enfermedades crónico-
degenerativas. Las enfermedades crónico-degenerativas y su vivencia por parte del
paciente y sus familiares representan un reto para los profesionales de la salud porque se
debe lidiar con las creencias y actitudes personales y culturales que tienen acerca de la
enfermedad. En estas creencias subyacen los estilos explicativos de los acontecimientos
y su afrontamiento que favorecen o limitan la ayuda que pueda ser ofrecida al paciente y
sus familiares. La Psicología Positiva evidencia una alta tendencia para abordar las
variables positivas y preventivas en lugar de los aspectos negativos y patológicos que
tradicionalmente se estudian.
La aceptación y el afrontamiento del hecho de estar enfermo, las consecuencias de
este cometido y los deberes del mismo son aspectos psicológicos muy importantes para la
adherencia terapéutica. En este aspecto, el repertorio de conductas que se adoptan
después de que la persona asume su condición de enfermedad se considera parte del rol
del enfermo. Sin embargo, estas conductas ejercen un papel protector a los efectos de
que contribuye a que no progrese la enfermedad, favorece su control, evita las
complicaciones, tiende hacia la salud y prolonga la vida y. Por consiguiente, este
24
componente del proceso de enfermar puede adquirir, a su vez, un carácter salutogénico
(Alfonso y Abalo, 2004).
Por otra parte, la conducta de cumplir las recomendaciones médicas está mediada
por el sistema de conocimientos y creencias que el paciente tenga acerca de su
enfermedad, su motivación para recuperar la salud o por adaptarse adecuadamente a su
condición de enfermo, sus actitudes y el desarrollo de los procesos volitivos. El
padecimiento de una enfermedad implica una carga estresante en la vida de los
individuos. A su vez, se añade el cumplimiento riguroso de un régimen de indicaciones
que implica la realización de esfuerzos encaminados a garantizar que se cumpla con todo
el tratamiento. De igual forma, se han descrito las siguientes conductas que reflejan
problemas en la adherencia al tratamiento: dificultades para comenzar, suspensión
prematura, cumplimiento incompleto o deficiente de las indicaciones que se expresan en
errores de omisión, de dosis, de tiempo o de propósito (equivocación en el uso de uno u
otro medicamento), ausencias a consultas e interconsultas, rigidez de hábitos, estilos de
vida necesarios para el mejoramiento de la enfermedad y la práctica de la automedicación
(Ortíz, 2007).
Zavala, Vázquez, Guzmán (2006) explican que las enfermedades crónico-
degenerativas se relacionan con síntomas de incapacidad que dirigen a grados de
dependencia y requieren de tratamiento médico a largo plazo. Esto incluye aprender a
vivir con las limitaciones y continuar con los regímenes diseñados para controlar las
manifestaciones clínicas; así como para prevenir las complicaciones. Gaviria, Quiceno,
Vinaccia, Martínez y Otalvaro (2009) manifiestan que las enfermedades crónicas
repercuten en la autopercepción del paciente que afecta el auto-concepto, actúa como un
25
estímulo estresor que afecta la condición física y emocional de la persona. En este
aspecto, indicaron que la ansiedad es la alteración de mayor incidencia en el
comportamiento de una persona considerada como la respuesta fisiológica y psicológica
que busca adaptarse y reajustarse a presiones internas y externas.
Los últimos años del siglo XX al presente siglo XXI, el estudio y análisis de la
depresión, la ansiedad y el estrés han cobrado significancia al asociarse a diferentes
enfermedades crónico-degenerativas. El identificar su prevalencia en la población,
encontrar sus causas y su relación con variables como la calidad de vida, apoyo social y
el bienestar ocupa un papel primordial para las estrategias de afrontamiento ante la
pérdida de salud (Piqueras Rodríguez, Martínez González, Ramos Linares, Rivero
Burón, García López y Oblitas Guadalupe, 2008).
Lazarus y Folkman (1991) explican las relaciones existentes entre el estrés, la
enfermedad y el bienestar psicológico. Los autores definen al estrés como el proceso por
el cual el individuo responde a los procesos del ambiente que son percibidos como
amenazantes o desafiantes. Tal definición implica que el análisis del proceso de estrés
incluye componentes ambientales como las respuestas específicas del organismo. El
estrés se encuentra asociado con padecimientos de la salud tales como hipertensión,
diabetes, enfermedades cardiacas, dolores de espalda, problemas gastrointestinales,
síndrome pre-menstrual. También se encuentra relacionado con una baja autoestima,
depresión, insomnio, consumo de drogas, excesiva ingesta de alimentos o pérdida de
apetito y pobre adherencia al tratamiento. Vera-Villarroel, Pávez y Silvia (2012),
Younga, Russellb y Powersa (2004) y Zimmerman,Ramírez-Valles, Zapert y Maton
(2000) coinciden al señalar que un ritmo de vida estresante predice problemas
26
conductuales en los pacientes de enfermedades crónico degenerativas que desencadenan
complicaciones en su salud.
De hecho, los autores Páez, Iraurgui, Valdoseda y Fernández (1993) han puesto
de manifiesto la relación del optimismo, las estrategias de afrontamiento y la salud física
debido a la asociación de sucesos vitales problemáticos y el nivel de síntomas
psicopatológicos. Señalan que por suceso vital se entiende toda aquella experiencia que
exija del individuo un reajuste de conducta porque de no hacerlo interrumpen o amenazan
las actividades usuales de éste. No obstante, indicaron que los sucesos estresantes desde
la perspectiva psicológica son aquellos que se perciben como amenazas al bienestar físico
y mental como lo son las enfermedades crónico-degenerativas.
Remor, Amorós y Carrobles (2006) consideran y apoyan el desarrollo del
optimismo como factor protector en la salud y el bienestar. A estos efectos, analizaron el
concepto del optimismo desde las teorías del estilo explicativo y el optimismo
disposicional. Plantean que el optimismo resulta ser una característica estable y un
recurso psicológico. Además, señalan que el optimismo disposicional y el estilo
explicativo son factores protectores para la enfermedad física y se interesaron en conocer
la relación entre la experiencia de sentir ira con el desarrollo del optimismo. A estos
efectos, encontraron que los pesimistas percibían con más frecuencia e intensidad los
síntomas físicos que los optimistas. Los mismos resultados se obtuvieron para el
indicador de desesperanza. Estos autores exponen que las personas que manifiestan
mayor grado de malestar físico son aquellas que presentan como característica personal
ser más pesimistas que optimistas. Según indican, tal característica sugiere que el perfil
27
optimista está asociado con una menor vulnerabilidad a la experiencia de problemas de
salud.
Scheier, Carver y Bridges (2001) informan que los pesimistas presentan un estilo
de afrontamiento centrado en la emoción y que exacerban los sentimientos de ira en
comparación con los optimistas. También indicaron que las personas que presentan un
perfil de elevada expresión y emoción de ira presentan mayores problemas de salud.
En cuanto a la capacidad predictiva de las variables, el optimismo disposicional y el
índice de experiencia de ira, predicen la frecuencia de síntomas físicos. En otras
palabras, el optimismo disposicional aparece como un factor protector de la experiencia
del malestar físico. Por otra parte, según los autores, el índice de experiencia de ira
aparece como un factor de riesgo para la experiencia de malestar físico. Señalan que
aparenta ser que el optimismo es más importante que el pesimismo para predecir la
experiencia de malestar físico.
Cabe destacar que Scheier, Carver y Bridges (2001) plantean hasta qué punto el
optimismo y el pesimismo se integran dentro de un constructo bidimensional o si se
refieren a dos constructos independientes. Recomiendan estos autores ampliar el modelo
predictivo a fin de identificar otras variables que contribuyesen el explicar la experiencia
de síntomas de malestar físico tales como: el neuroticismo y habilidades de
afrontamiento. De acuerdo con estos efectos, el rol que adopta individualmente una
persona contribuye en la predicción de variables que explican la experiencia de los
problemas de salud o somatización.
Shnek, Irvine, Stewart y Abbey (2001) analizaron términos como desesperanza
aprendida, distorsiones cognitivas, autoeficacia y optimismo disposicional en pacientes
28
hospitalizados con enfermedades coronarias. Este análisis evaluativo se realizó en dos
períodos de tiempo; el primero al mes luego del ataque cardíaco y el segundo se realizó
un año después. En la primera evaluación, las distorsiones cognitivas demostraron un
nivel de predicción con respecto a los síntomas depresivos en forma significativa. Sin
embargo, durante el año posterior el optimismo fue un predictor significativo. Los
autores establecieron que el optimismo es una variable fuertemente estable que se
mantiene en el tiempo en su relación con otras variables.
Ferreira y Sherman (2007) explicaron la relación entre optimismo, dolor, apoyo
social y bienestar en personas con osteoartritis. Encontraron que el optimismo mediaba
la relación entre dolor y la satisfacción de vida. En este sentido, indicaron que los
optimistas presentan menos informes de dolor y más satisfacción en la vida. Por su parte,
Fournier, Ridder y Bensing (2002) trabajaron con un grupo de pacientes con
enfermedades crónicas varias dimensiones en las que se incluyeron las expectativas, las
creencias optimistas y como éstas se relacionaron con mejorar el funcionamiento físico,
mantenimiento de conductas de autocuidado y la adherencia terapéutica. Este trabajo
evidenció resultados positivos y esperanzadores para los pacientes participantes.
Shelby, Crespin, Wells-Di Gregorio, Lamdan, Siegel y Taylor (2008) encontraron
que el optimismo constituye un recurso psicológico importante en pacientes con
enfermedades crónico-degenerativas. Los autores examinaron las relaciones entre
optimismo disposicional, apoyo social y bienestar psicológico. En este sentido,
demostraron que el optimismo se asociaba con un mayor ajuste o bienestar. Esta relación
fue moderada por el apoyo social, el cual atenuaba el efecto negativo de un bajo
optimismo en el ajuste psicológico.
29
En esta misma línea, Rogers, Hansen, Levy, Tate, y Sikkema (2005) evaluaron la
relación entre las estrategias de afrontamiento y el optimismo en personas con VIH. De
acuerdo con la evaluación, indicaron que el afrontamiento activo se correlaciona
positivamente con el optimismo y el afrontamiento evitativo con el pesimismo y la
desesperanza. En el área de la Nefrología, Martorelli y Mustaca (2004) presentaron las
características principales del enfoque de la psicología positiva y cómo se podría
proyectar hacia los pacientes con Insuficiencia Renal Crónica. Las autoras informaron
que un buen estado de salud no se relaciona significativamente con la sensación de
bienestar, mientras que se relaciona más con la percepción subjetiva del estado de salud
del individuo y la valoración optimista de la salud. De igual forma, hacen alusión al
concepto de ilusiones positivas, lo cual se trata de pacientes que tienen una visión
optimista de la enfermedad más que una visión realista.
En síntesis, Martorelli y Mustaca (2004) concluyeron que era importante a la hora
de trabajar con estos enfermos crónicos tomar en cuenta el efecto protector que parece
tener una visión más optimista de su situación. Añadieron que, aunque se desconoce el
mecanismo subyacente, aparenta ser que estos pacientes tienen menos estrés. Por
consiguiente, tienen una mejor respuesta inmunológica y una mejor predisposición a
tener hábitos de vida sana. Las autoras sugirieron que habría que hacer un balance entre
el conocimiento de la enfermedad y la estimu1ación en el desarrollo de formas de
pensamiento guiado hacia una sensación de control y hacia una postura filosófica
hedonista que le dé un sentido a la enfermedad o a la vida actual de los pacientes.
30
Definición de términos y variable (fenómeno)
En todo estudio, es importante definir los términos conceptualmente para
descifrar y clarificar su aplicación en la investigación. También es importante definir las
variables, las cuales representan el fenómeno objeto de análisis para indicar y aclarar, en
qué consisten y cómo se recopilará la información (Villeneuve Román, 2004). Los
términos y variables en este estudio son:
Términos.
1. Calidad de vida. Se refiere la relación que existe entre los componentes
objetivos (condiciones materiales y nivel de vida) y subjetivos
(condiciones de bienestar cuyos indicadores son la satisfacción,
expectativas positivas y la felicidad) (Tonón, 2008).
2. Calidad de vida relacionada a la salud. Implica la percepción de bienestar
que tiene el individuo acerca de su propia salud física, psicológica y
social. Representa la valoración que la persona realiza a cerca de su vida
y su entorno lo que puede diferir entre individuos, aunque se encuentre
bajo las mismas circunstancias (Badia y Lizan, 2003).
3. Salud. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (1947) y en
concordancia con Núñez y Tobón (2005) se entiende como un proceso
multifactorial que integra lo aspectos bio-psico-socio-culturales,
relacionados con el bienestar y la potenciación de altos niveles de
satisfacción. No implica una postura lineal de sólo la ausencia de una
enfermedad porque asocia factores biológicos, ambientales, estilos de
vida y servicios de salud.
31
4. Enfermedades crónico-degenerativas. Son enfermedades de larga
duración y por lo general de progresión lenta en las cuales se encuentran
las enfermedades cardíacas, los infartos, el cáncer, las enfermedades
respiratorias y la diabetes (Vega -Angarita y González -Escobar, 2009).
5. Psicología Positiva relacionada a la salud. Valverde, Torres, Rahona y
Gómez (2009) definen la Psicología Positiva relacionada a la salud como
la identificación de cualidades positivas asociadas a la prevención y el
tratamiento de las enfermedades para mejorar la calidad de vida de las
personas.
6. Paciente. Persona que se halla bajo atención médica porque padece física
y corporalmente de una enfermedad (Periago, 2007).
7. Recursos Psicológicos. Se define como los factores de protección
psicológica que se asocian positivamente con la salud y el bienestar y que,
a la vez, permiten incrementar la resistencia a la adversidad, facilitando el
afrontamiento de los cambios y de las dificultades de la vida. Entre los
constructos que se han descrito como recursos psicológicos están: la
autoestima, el sentido de coherencia, el equilibrio emocional, el
optimismo, el apoyo social y la asertividad. A su vez, estos recursos se
hallan relacionados con las formas o estrategias de afrontamiento elegidas
para hacer frente a las adversidades (Marrero-Quevedo y Carballeira-
Abella, 2010).
32
8. Estrés. El proceso por el cual el individuo responde a los procesos del
ambiente que son percibidos como amenazantes o desafiantes (Lazarus y
Folkman, 1991).
9. Pesimismo. Es tener un punto de vista bastante negativo de los
acontecimientos y eventos de la vida (Giménez- Hernández, 2005).
10. Optimismo. El optimismo se define como una expectativa generalizada
de que los resultados serán positivos (Scheier y Carver, 1992).
Variable (fenómeno).
1. Estrategias de Afrontamiento. Pensamientos y acciones que capacita a las
personas a mejorar las situaciones de vida. Son procesos psicológicos y
conductuales que se ponen en marcha para responder a una situación o
entorno que resultan ser amenazante o inesperada. Son procesos
cambiantes donde el individuo debe contar con acciones defensivas y
ofensivas para resolver el problema, teniendo en cuenta su relación con el
entorno. El afrontamiento es un proceso dinámico, que involucra la
evaluación y reevaluación constante de las personas ante situaciones
demandantes y su función está en consonancia con las estrategias que los
individuos llevan a cabo para la consecución de objetivos específicos
(Lazarous y Folkman 1984). Las estrategias de afrontamiento se agrupan
en dos categorías:
1. Afrontamiento dirigido al problema, definido como las acciones
directas, conductas explicitas mediantes las que el individuo se
esfuerza con la intención de resolver, modificar o alterar el
33
problema. Las estrategias dirigidas a resolver el problema son:
confrontación, planificación, reinterpretación positiva o
restructuración cognitiva positiva, afrontamiento activo, relajación,
apoyo social, apoyo profesional, acción social y apoyo espiritual.
b). Afrontamiento dirigido a la emoción, definido como las acciones
paliativas a través de las cuales la persona intenta minimizar la
angustia y reducir sus efectos psicológicos. Este afrontamiento va
enfocado a regular la respuesta emocional que el problema ha
generado. Las estrategias en este caso son el escape-evitación, el
distanciamiento, el autocontrol, la aceptación de la responsabilidad
y la reevaluación positiva.
No obstante, se pueden utilizar un sinnúmero de estrategias de afrontamiento para
manejar la situación estresante, cada persona tiene la tendencia a utilizar una serie
determinada de estrategias en situaciones diversas. En este estudio las Estrategias de
afrontamiento a ser analizadas son:
a. Estilo explicativo optimista. Refieren a la tendencia a explicar los malos
sucesos con una causa externa a uno mismo, inestable en el tiempo y específico
de ese ámbito concreto que afecta ((Peterson y Seligman, 1987)).
b. Estilo Explicativo Pesimista. Se define como la tendencia de explicar los
malos sucesos o eventos negativos ocurridos en la vida cotidiana con una causa
interna a uno mismo, estable en el tiempo y con un efecto global a todos los
ámbitos de la vida de la persona (Peterson y Seligman, 1987).
34
c. Optimismo disposicional. Se define como la creencia que tiene una persona en
que le ocurrirán eventos positivos en vez de negativos. Se refiere a la
tendencia de las personas a creer que para ellos es menos probable
experimentar eventos negativos y que es más probable experimentar eventos
positivos en comparación con otras personas. El optimismo disposicional hace
referencia a las expectativas que las personas tienen de alcanzar unas metas
(Carver y Sheier, 1981; 1998 y Scheir y Carver, 1987).
d. Pesimismo disposicional. Se define como una expectativa generalizada de que
ocurrirán cosas malas o negativas (Seligman, 1992).
En términos concretos, las estrategias de afrontamiento se analizan a la luz de los
resultados obtenidos de investigaciones realizadas en diferentes países y Puerto Rico en
las que se ha utilizado el concepto optimismo en estrategias de afrontamiento. Estas
investigaciones fueron realizadas entre los años 1990 al 2013 en pacientes con
enfermedades crónico-degenerativas.
35
CAPÍTULO II
MÉTODO
Introducción
El método científico requiere definir el proceso para llevar a cabo todo estudio
(Villeneuve Román, 2004). A estos efectos, el problema de investigación consistió en
explorar y analizar a través de diferentes estudios realizados en distintos países,
incluyendo a Puerto Rico, la influencia terapéutica del optimismo en las estrategias de
afrontamiento y la calidad de vida de pacientes con enfermedades crónico-degenerativas.
La pregunta de investigación formulada está dirigida a conocer, ¿Cómo influye la
aplicación terapéutica del optimismo en las estrategias de afrontamiento y la calidad de
vida de pacientes con enfermedades crónico-degenerativas de acuerdo con estudios
realizados en los Estados Unidos, Latinoamérica, España y Puerto Rico? De modo que,
en este capítulo se describe el diseño de investigación, la selección de la población y la
muestra. También se describe en qué consiste el instrumento para recopilar datos e
información, validación de la información, procedimiento a seguir para localizar e
identificar la información requerida y el tipo de análisis para la interpretación y
presentación de resultados.
Diseño de investigación
El diseño utilizado en este estudio es el metanálisis. De acuerdo con Glass,
McGrow y Smith (1981) el metanálisis se describe como el análisis de una colección
amplia de análisis de resultados de estudios individuales con el objeto de integrar los
hallazgos. El objetivo fundamental del metanálisis es resumir estudios o investigaciones
previas que han producido resultados inconsistentes para obtener resultados estables que
36
aporten a la sociedad con nuevos conocimientos. Otros objetivos con los que cumple el
metanálisis son: resumir los resultados de la literatura, resolver incertidumbres, mejorar
la precisión del estimador del efecto y responder nuevas preguntas de investigación,
porque los estudios individuales no ofrecen respuestas por falta de poder estadístico y
orientar el desarrollo de nuevas investigaciones. En síntesis, el diseño del metanálisis
combina la recopilación de datos e información cualitativa y cuantitativa de una
problemática que ha sido investigada dentro de un tema a los efectos de recopilar
evidencia científica y presentar nuevos resultados.
Descripción de la población y selección de la muestra
La población en este estudio resultan ser investigaciones presentadas en las
revistas profesionales, informes de estudios no publicados, tesinas, tesis de maestría y
doctorado de diferentes países y Puerto Rico que fueron realizados utilizando los
conceptos de Optimismo, Estrategias de Afrontamiento, Psicología Positiva, Calidad de
Vida y Enfermedades Crónico-Degenerativas. Dada la amplitud y el alcance en términos
de países y los años cuando fueron realizados los estudios, se seleccionó
intencionalmente por disponibilidad lo que constituyó la muestra de interés (Villeneuve
Román, 2004). A estos efectos, se localizaron nueve estudios realizados en los Estados
Unidos, ocho en Latinoamérica, cuatro en España y uno en Puerto Rico para un total de
22 estudios. El criterio de la selección de los países fue el acceso y la disponibilidad para
obtener la información de investigaciones realizadas que utilizaron el concepto de
Optimismo, Estrategias de Afrontamiento, Psicología Positiva, Calidad de Vida y
Enfermedades Crónico-Degenerativas a partir del año 1990 al 2013.
37
Descripción del instrumento de investigación
El instrumento para recopilar la información y los datos específicos para este
estudio consistió de la libreta de anotaciones o bitácora (Hernández Sampieri, Fernández
Collado y Baptista Lucio, 2006). En ésta se resumió la información obtenida y datos
específicos necesarios para el análisis; así como las referencias bibliográficas. Luego las
anotaciones y resúmenes fueron transcritos y guardados electrónicamente en la
computadora.
Proceso de validación
En el proceso de validación se utilizó la triangulación de datos. Creswell (1998) y
Chiva Gómez (2001) han indicado que la triangulación de información consiste en la
utilización de tres medios mediante los cuales se obtiene y se corrobora la información
que se recopila. Este procedimiento permite establecer una cadena de datos e
información para el contraste, comparación, confirmación a favor o en contra de un
mismo tema; lo cual provee credibilidad y validez interna a los resultados del estudio. A
estos efectos, es que los medios de búsqueda de información que se utilizaron incluyeron
estudios realizados en el tema en más de tres países con diversidad cultural, publicaciones
en revistas profesionales y documentos de tesis/tesinas.
Procedimiento
El procedimiento para localizar e identificar la información pertinente al tema de
la influencia terapéutica del optimismo en las estrategias de afrontamiento en pacientes
con enfermedades crónico -degenerativas incluyó una serie de actividades, las cuales
representaran el plan de trabajo. A estos efectos, se procedió a acceder información a
través de medios electrónicos tales como: Academic Search Complete, Medline,
38
PsycArticles y Eric Education Resource Information Center. A su vez, se visitaron
distintas bibliotecas tales como: la Universidad del Turabo (Reciento de Gurabo),
Universidad de Puerto Rico (Reciento de Rio Piedras), Universidad Interamericana
(Recinto Metropolitano), Universidad Metropolitana (Recintos de Cupey), Universidad
de Medicina en Ponce, Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico (Recinto de
Ponce) y la Universidad Carlos Albizu. Por cuanto, se estableció un calendario en el cual
se programó cada actividad por etapas. En síntesis, el procedimiento incluyó lo
siguiente:
1. Revisión de la literatura.
2. Identificación de investigaciones y estudios de grado: tesinas y tesis de
maestría y doctorado.
3. Resumen y análisis de información.
4. Redacción de resultados.
Análisis cualitativo y cuantitativo
En la interpretación de la información se aplicó el análisis de contenido (Berelson,
1971). Este análisis permitió la descripción objetiva, sistemática y crítica del contenido
de la información y los datos de las investigaciones revisadas. En términos cuantitativos
se procedió a ordenar cronológicamente por fechas, frecuencias y otras medidas de base
numérica en tablas y/o gráficas, según fuese requerido, a los efectos de establecer
tendencias, perfiles y/o comparaciones. A partir de este análisis se contestó la pregunta
de investigación y el problema planteado.
39
CAPÍTULO III
RESULTADOS
Introducción
El problema investigado estuvo dirigido a explorar y analizar a través de
diferentes estudios realizados en distintos países, incluyendo a Puerto Rico, la influencia
terapéutica del optimismo en las estrategias de afrontamiento y la calidad de vida de
pacientes con enfermedades crónico-degenerativas. A estos efectos, se llevó a cabo la
revisión documental y el análisis de contenido de un total de 22 estudios realizados en
los Estados Unidos (n=9), Latinoamérica (n=8), España (n=4) y Puerto Rico (n=1) por ser
países con el mayor acceso y disponibilidad para obtener la información requerida.
El proceso investigativo para este estudio respondió al diseño de metanálisis
(Glass, Mc Graw y Smith, 1981). Mediante la aplicación de este diseño se logran resumir
los resultados obtenidos por distintos estudios llevados a cabo en el tema. De esta forma
se integran y se evidencian principalmente resultados que son consistentes; generando así
nuevo conocimiento. Cónsono con este diseño, en la selección de la población y la
muestra de investigaciones realizadas se utilizaron las técnicas de cohorte e intencional a
los fines de controlar y delimitar la revisión documental (Teddlie y Yu, 2007).
El análisis producto del consenso investigativo responde a la pregunta de
investigación formulada que lee como sigue: ¿Cómo influye la aplicación terapéutica del
optimismo en las estrategias de afrontamiento y la calidad de vida de pacientes con
enfermedades crónico-degenerativas de acuerdo los estudios realizados en los Estados
Unidos, Latinoamérica, España y Puerto Rico? Estos estudios han sido organizados
40
según el país en que fueron llevados a cabo y por orden cronológico; esto es, del estudio
más antiguo o cercano al año 1990 al más reciente año 2013.
Estudios realizados en los Estados Unidos
Carver, Pozo, Harris, Noriega, Schiever, Robinson y Clark (1993) de la
Universidad de Miami llevaron a cabo una investigación titulada, How coping mediates
the effect of optimism on distress: A study of women with early stage breast cancer. La
investigación tuvo como objetivo evaluar el efecto del optimismo en el contexto de una
crisis de salud en pacientes con diagnóstico de cáncer de mama. Los cuatro propósitos
de la investigación leen como siguen: 1) examinar las diferencias individuales entre el
optimismo y pesimismo como predictor prospectivo de bienestar durante una crisis de
salud, 2) aprender más acerca de las reacciones en el efecto del afrontamiento en las
pacientes, sean positivas o negativas en el bienestar ante la crisis de salud, 3) examinar
las reacciones de adaptación ante la crisis de salud constituyen algún efecto entre el
optimismo o pesimismo y 4) examinar el patrón de las estrategias de afrontamiento en las
pacientes durante la crisis de salud.
El método de la investigación incluyó una muestra de 59 pacientes diagnosticadas
con cáncer de mama de la Clínica de Oncología de la Universidad de Miami, Estados
Unidos. La edad media de las pacientes fue de 58 años de edad. El estudio consintió de
una entrevista inicial a cada participante antes del proceso de cirugía, una semana
después de la cirugía y luego cada tres, seis y 12 meses durante su tratamiento y
seguimiento médico. Las medidas para recopilar la información acerca del optimismo
incluidas en esta investigación fueron: Life Orientation Test (LOT) desarrollada por
Scheiver, Carver y Bridges en el 1994, COPE Invetory desarrollada por Carver, Scheier y
41
Weintraub en el 1989 y Profile of Mood States (POMS) desarrollada por McNair, Lorr y
Droppeiman en el 1971.
Los resultados obtenidos por la investigación demostraron que el optimismo
disposicional, parece tener una aceptable validez predictiva en los distintos estilos de
afrontamiento. Además, los resultados aportan cierta evidencia que sugiere que el
optimismo está positivamente asociado con el uso de aquellas estrategias que apuntan
directamente a disminuir la fuente del estrés. Este resultado condujo a los autores a
concluir que las pacientes optimistas experimentan menos ánimo negativo y
comportamientos de salud más adaptables y una condición inmune mejor. Unido a esto,
el hecho de aumentar la percepción de controlar su crisis de salud aumentó la
predisposición optimista en la percepción de riesgo para esta enfermedad relacionados
sistemáticamente a ciertos aspectos de superación ante la crisis. De manera que, los
resultados apoyan que el afrontamiento activo ocupa un papel importante en la
adaptación de las personas a los eventos estresantes. Los investigadores señalaron que
las mujeres optimistas tenían más probabilidades de aceptar la realidad de la situación
que enfrentaban, asumiendo responsabilidad y logrado regulación emocional.
En términos generales, los investigadores apoyaron en su estudio que las mujeres
con cáncer de mamas optimistas no se dan por vencidas, enfrentan las adversidades, se
esfuerzan continuamente y aunque saben que el cáncer es un gran golpe entienden que es
una situación que se puede manejar y que pueden esperar un buen desenlace. A la luz de
estos hallazgos, los investigadores concluyeron que el optimismo disposicional,
acompañado de un optimismo centrado en el problema y activo, resulta ser un
determinante para enfrentar y manejar las dificultades en las pacientes frente a la vida, su
42
bienestar físico y psicológico, así como su percepción de bienestar y felicidad en general;
por lo que es un aspecto muy importante de la personalidad.
Scheier, Matthews, Owens, Schulz, Brides, Magovern Sr y Carver (1999) desde la
Universidad de Carnegie Mellon, Universidad del Pittsburgh y la Universidad de Miami
realizaron un estudio titulado, Optimism and rehospitalization after Coronary Artery
Bypass Graft Surgery. Este estudio tuvo como objetivo evaluar el rasgo de optimismo
como predictor de reingreso después de cirugía de revascularización coronaria (CABG).
El método del estudio incluyó una muestra de 309 pacientes del Hospital General
de Allegheny en Pittsburgh, Filadelfia. De estos, participaron 215 hombres y 94 mujeres;
todos con una edad promedio de 63 años. Estos participantes habían sido sometidos a
una cirugía de revascularización coronaria. Se utilizaron varios instrumentos para
evaluar las variables de estudio. Para evaluar el optimismo utilizó el Life Orientation
Test-Revised (LOT-R) de Scheiver, Carver y Bridges diseñado en 1994. La depresión fue
evaluada utilizando como medida el Center for Epidemiologic Studies Depression Scale
(CESD) de Radloff desarrollado en 1977. La medida para analizar el concepto de amor
propio fue evaluada con Rosenberg Self-Esteem Scale de Rosenberg en 1965. Finalmente
el neuroticismo fue evaluado con el Eysenck Personality Questionnaire de Eysenck y
Eysenck presentado en 1975. Además, se evaluó información médica relevante producto
de los informes de cateterización cardíaca, informes operatorios, expedientes médicos e
informes de seguimientos realizados por médicos privados.
Los resultados demostraron que el optimismo fue un predictor significativo en la
cirugía y la enfermedad cardíaca coronaria. Las personas optimistas eran menos
propensas a requerir re-hospitalización por la cirugía y la enfermedad cardíaca coronaria
43
que las personas que evidenciaban menos optimismo en sus perspectivas. Igualmente se
observaron efectos significativos en la medida de la depresión. Las personas con
indicadores altos de depresión demostraron mayor probabilidad de re-hospitalización que
las personas que se vieron menos depresivos. Las personas que eran neuróticos también
eran propensas a re-hospitalización en comparación con aquellos que eran menos
neuróticos. De igual modo, las personas con alto sentido de amor propio tenían menos
recaídas hospitalarias que las personas que tenían bajo sentido de amor propio.
Los investigadores concluyeron que las estrategias de afrontamiento activas o
centradas en el problema predicen mejores resultados en salud y una mayor adaptación a
la enfermedad cardíaca coronaria. Por tal razón, las personas optimistas fueron
significativamente menos propensas a ser re-hospitalizados ante la amplia gama de
problemas relacionados con su cirugía inicial y la enfermedad coronaria subyacente que
las personas que eran menos optimistas. A su vez, se demostró que entre las personas
optimistas hubo menos probabilidades de re-hospitalización por complicaciones
derivadas de la infección de la herida esternal post-operatorios y Arteriopatía coronaria.
El optimismo, al ser relacionado con el total de re-hospitalización sugiere que tiene
implicaciones importantes para el bienestar físico y la recuperación de la enfermedad.
Mahler y Kulik (2000) realizaron un estudio titulado, Optimism, pessimism and
recovery from coronary bypass surgery: Prediction of affect, pain and functional status.
Los propósitos del estudio fueron obtener información acerca de las relaciones
predictivas del optimismo y pesimismo en la recuperación de la cirugía de
revascularización miocárdica, así como también examinar el poder predictivo del
optimismo y pesimismo para la salud física y mental. Las dos hipótesis del estudio leen
44
como sigue: 1) el optimismo predice el bienestar psicológico, mientras que el pesimismo
predice el bienestar físico, 2) el optimismo predice mejor los índices de agudos de
recuperación mientras el pesimismo predice mejor los índices de recuperación a largo
plazo.
La muestra del estudio consistió de 215 adultos; de los cuales 29 fueron mujeres y
186 fueron hombres que se sometieron a cirugía de revascularización miocárdica en dos
hospitales de San Diego en California. La edad media de los participantes fue de 61
años. Para evaluar las variables del estudio se utilizaron como instrumentos: Life
Orientation Test (LOT) desarrollado por Scheiver, Carver y Bridges en 1994, Positive
and Negative Affect Schedule (PANAS) diseñada por Watson, Clark y Telleguen
presentada en 1988, el Wisconsin Brief Pain Questionnaire (BPQ) presentada por Daut
en 1983, Sickness Impact Profile (SIP) desarrollada por Daut, Cleeland y Flanery en
1981.
Luego de los análisis estadísticos y de contenidos, los resultados del estudio
permitieron establecer que los niveles de pesimismo y optimismo no se relacionaron
entre sí. Sin embargo, en la muestra de pacientes estudiada se evidenció la utilidad
predictiva del pesimismo en el momento en que se le da al paciente el alta hospitalaria
versus la utilidad del optimismo. Se encontró, a su vez que la falta de pesimismo predijo
un menor número de trastornos persistes relacionados con la salud de los pacientes
durante el año posterior a la cirugía revascularización miocárdica. Estos hallazgos,
indicaron que los pacientes con algún grado de pesimismo, que sintieran menos dolor
durante los períodos de recuperación posteriores al proceso quirúrgico.
45
En general, el pesimismo fue más confiable que el optimismo en relación con el
afecto positivo, el dolor y el estado funcional de los pacientes. También se evidenció que
se apoyaba moderadamente la idea de que el pesimismo y el optimismo pudiesen ser
importantes en diferentes momentos en el proceso de recuperación. Estos resultados
corroboraron las dos hipótesis establecidas a los efectos de que conceptualmente, los
investigadores lograron identificar dos grupos de personas que se categorizaron como los
pesimistas defensivos y los optimistas, que se caracterizaron por tener niveles de
afrontamiento similares a pesar de utilizar estrategias distintas para afrontar la
enfermedad cardiaca.
Los investigadores definieron el pesimismo defensivo como fijar bajas
expectativas ante futuros resultados a pesar de tener una experiencia de éxitos en el
pasado. Por lo que concluyeron que los pacientes con bajas expectativas o pesimismo
defensivo manifestaron síntomas de ansiedad y bajo control de la situación estresante
(enfermedad). Sin embargo, esta valoración pesimista defensiva de la situación no se
traducía en bajo rendimiento psicológico, por el contrario, el anticipar resultados les
permitió afrontar la ansiedad con anticipación al producirse paradójicamente un aumento
en la motivación y el esfuerzo para evitar resultados indeseados o negativos a lo largo de
su enfermedad. Esta actitud en la valoración posterior se traduce en una expectativa
positiva de la situación. Por otra parte, los investigadores indicaron que los optimistas
no lograban anticipar resultados negativos, lo cual les dejaba sin estrategias de
afrontamiento adecuadas cuando al pesar del tiempo la situación de salud se empeora.
Kubzansky, Sparrown, Vokonas y Kawacho (2001) realizaron un estudio titulado,
In glass half empty or half full? A prospective study of optimism and coronary heart
46
disease in the normative aging study. Este estudio tuvo como objetivo evaluar
prospectivamente los efectos de tener un estilo explicativo optimista frente a un estilo
explicativo pesimista con la incidencia de enfermedades coronarias en los Veteranos de
Guerra de los Estados Unidos.
La metodología utilizada fue tipo longitudinal. Participaron 1,306 hombres
residentes de Boston entre las edades de 21-80 años. Al inciar el estudio, los
participantes debían estar libres de cualquier condición crónica –degenerativa. El estudio
comenzó para principios del 1986 hasta 1996. Para evaluar las variables se utilizó la
Escala de Optimismo-Pesimismo del Inventario Multifásico de la Personalidad
desarrollado por Hathaway y Mckiley en 1943.
De acuerdo con los resultados, un total de 162 casos que desarrollaron
enfermedades coronarias, la mayoría presentó altos niveles de pesimismo. Por el
contrario, los participantes que presentaron altos niveles de optimismo demostraron, en
un 50% menos enfermedades del corazón independientemente de la edad, estado
socioeconómico, uso de tabaco y peso corporal. Los investigadores concluyeron que el
optimismo fue una estrategia de afrontamiento activo y positivo que promovía
comportamientos saludables en los participantes tales como el evitar fumar, no beber
alcohol en exceso y hacer ejercicios. Los autores plantearon que el estilo explicativo
pesimista aumenta el riesgo de sufrir problemas cardíacos que perjudican la salud, se
relacionan con sentimientos de falta de esperanza, rumiación, ansiedad, ira, hostilidad y
depresión. Por último, indicaron que el grado de optimismo del individuo determinó la
satisfacción con la vida y su felicidad; lo que resulta en una mejor calidad de vida
relacionada a la salud.
47
Milam, Richardson, Marks, Kemper y McCutchan (2004) publicaron un estudio
titulado, The roles of dispositional optimism and pessimism in HIV disease progression.
Este estudio tuvo como propósito corroborar las hipótesis que apoyan una relación
positiva entre el optimismo y diversos resultados de salud tales como: una rápida
recuperación física en la enfermedad crónica, menos manifestación de síntomas físicos y
mayores niveles de calidad de vida relacionada a la salud. Además, los investigadores
sostuvieron que esperaban una disposición alta para llevar a cabo conductas positivas y
activas en relación a su salud, cuando las creencias en consecuencias negativas eran
bajas. Los investigadores señalan que los efectos positivos del optimismo disposicional
en la salud son considerados por la teoría de la autorregulación. Este enfoque teórico
señala que los individuos con expectativas positivas acerca del futuro tienen más
probabilidades de hacer un esfuerzo por alcanzar sus metas. De igual forma, ha sido
asociado con altos niveles de bienestar físico y estados de salud, así como con la
recuperación en pacientes crónicos. A estos efectos, el afrontamiento del estrés es
considerado un determinante con la relación del optimismo dispocisional y el estado de
salud física.
La muestra para el estudio consistió de 412 adultos, de los cuales 49 fueron
féminas y 363 fueron varones todos con una edad promedio de 39años. Estos
participantes fueron pacientes de las clínicas de VIH en California. La recopilación de
los datos del estudio se realizó mediante entrevista semiestructurada y la utilización de
datos de laboratorios relacionados al conteo de los linfocitos-T CD4. También se
utilizaron dos instrumentos: la Center for Epidemiological Studies Depression Scale
48
(CES-D) de Radloff desarrollada en 1977 y la Prueba Life Orientation Test (LOT)
desarrollada por Scheiver, Carver y Bridges en 1994.
Los resultaron del estudio no confirmaron los postulados planteados. A tales
efectos, la relación con el optimismo disposicional con la infección del VIH no reflejó
factores protectores en la progresión de la enfermedad. Por el contrario, los pacientes que
tenían niveles moderadamente altos de optimismo tenían recuentos de linfocitos CD4
más altos durante el seguimiento que aquellos con bajos niveles de optimismo. En otras
palabras, que un alto nivel de optimismo en estos pacientes produjo niveles de estrés,
incapacitando a los pacientes a lograr control y por ende resultados positivos ante su
difícil diagnóstico. Por cuanto, se evidenció que un alto nivel de optimismo podría
generar estrés e incapacitar a los pacientes a lograr control y resultados positivos ante su
difícil diagnóstico. A su vez, se encontró que los pacientes con un optimismo moderado
demostraron estar mejor preparados para afrontar las situaciones inesperadas relacionadas
en la progresión de su enfermedad. Sin embargo, los investigadores no encontraron
evidencia de que los participantes con niveles moderados de optimismo se esforzaran en
el logro de sus objetivos que los que demostraron tener más optimismo.
De acuerdo con el análisis de datos se evidenció que el optimismo disposicional
puede ser un factor de protección para la salud durante épocas de mucho estrés pero los
mecanismos implicados aún no están claros. Este estudio demostró que el estrés
psicológico agudo y un estimulo inmune aumenta los niveles de linfocitos CD4.
Ironson, Balbin, Stuetzle, Fletcher, O’Cleirigh, Laurenceau, Schneiderman y
Salomon (2005) realizaron un estudio titulado, Dispositional optimism and mechanism by
which it predicts slower disease progression in HIV: Proactive behavior, avoidant
49
coping, and depression. El mismo estuvo dirigido a determinar si el optimismo
disposicional podría predecir la progresión lenta de la enfermedad VIH. La muestra fue
obtenida en los estados de Miami y California, donde los participantes fueron evaluados
cada seis meses durante dos años. Participó un total de 177 pacientes ambulatorios, de
los cuales 53 fueron féminas y 154 fueron varones con diagnóstico de VIH positivo y un
contaje de linfocitos-T CD4 (células que constituyen una parte esencial del sistema
inmunitario) entre 150-500 células/mm3.
El diseño de investigación utilizado fue longitudinal. El periodo de tiempo de la
investigación fue entre 1997-2002. En la recopilación de los datos se utilizaron: historial
médico, marcadores de progresión de la enfermedad (contaje inmunológico /laboratorios)
y medidas psicosociales y de comportamiento. Se utilizaron cinco medidas psicosociales
y de comportamiento: la Prueba de Orientación Vital Revisada (LOT-R) desarrollada por
Scheiver, Carver y Bridges en 1994, el Perceives Stress Scale (PSS) desarrollada por
Cohen, Kamarck y Mermelstein en 1988, Beck Depression Invetory (BDI-R)
desarrollado por Beck en 1967 y revisado por Beckman y Leber en 1985, COPE Invetory
desarrollada por Carver, Scheier y Weintraub en 1989 y AIDS Clinical Trial Gruop
(ACTG) desarrollado por Chesney, Ickovics , Chambers , Gifford , Neidig, Zwickl y Wu
en 2000.
Los resultados del estudio sugirieron que el optimismo predijo un menor
deterioro, menor declive en CD4 y menor aumento de la carga viral cuando se comparaba
con los participantes con un bajo optimismo. Los participantes con bajo optimismo
perdían células CD4, 1.55 veces más rápido que aquellos con un alto optimismo. De esta
forma, los pacientes optimistas tenían un comportamiento proactivo mayor, estilo de
50
afrontamiento evitativo menor y menos depresión. Estas variables mediaban en la
relación entre optimismo y deterioro de la enfermedad. De este modo, los investigadores
identificaron que los optimistas podrían obtener beneficios en salud debido al
comportamiento (comportamiento proactivo), a la cognición (afrontamiento evitativo) y
al sistema afectivo (depresión). Por tal razón, los autores consideran que mantener una
actitud positiva a través del optimismo puede servir para mantener a los pacientes con
VIH comprometidos en su salud, llevar una vida más plena y servir como factores
protectores del sistema inmunológico; así como mejorar la calidad de vida relacionada a
la salud.
De Moor [J.S], De Moor [C.A], Based-Engquist, Kudelka, Barners y Cohen
(2006) realizaron un estudio titulado, Optimism, distress, health-related quality of life,
and change in cancer antigen 125 amoung patients with ovarian cancer undergoing
chemotherapy. Este estudio fue llevado en el estado de Texas, Estados Unidos. El
objetivo del estudio fue analizar si el optimismo dispocisional tenía un efecto protector
contra las dimensiones de la angustia y la calidad de vida relacionada a la salud en
pacientes de cáncer de ovario que reciben quimioterapia.
El método del estudio incluyó una muestra de 90 mujeres con cáncer de ovario
que recibían tratamiento en el Centro de Cáncer Anderson en Texas entre los años 1999-
2003. Las participantes debían comenzar un ciclo completo de quimioterapias, el cual
comprendía de seis ciclos individuales esparcidos durante un periodo de tres semanas.
Cada una de las participantes fue evaluada al comienzo y culminación de cada
quimioterapia. La recopilación de los datos del estudio fue mediante siete instrumentos:
la entrevista semiestructurada, la Prueba de Orientación Vital Revisada (LOT-R)
51
desarrollada por Scheiver, Carver y Bridges en 1994, el Perceives Stress Scale (PSS)
desarrollada por Cohen, Kamarck y Mermelstein en 1983, el Spielberger State/Trait
Anxiety Inventory desarrollada por Spielberger, Gorsuch, Lushene, Vagg, y Jacobs en
1983, el Center for Epidemiologic Studies Depression Scale desarrollada por Eaton en
2004, el Functional Assessment of Cancer Therapy–Ovarian y el Disease Progressive
Marker CA 125, utilizado en el Centro de Cáncer Anderson.
Los resultados demostraron que el optimismo se asoció inversamente con la
angustia y positivamente asociado con la calidad de vida relacionada a la salud. En otras
palabras, los pacientes optimistas demostraron estar mejor ajustados psicológicamente y
tener mayor bienestar físico y social. De acuerdo con los resultados, el estilo de
afrontamiento optimista se encuentra relacionado con mejor salud mental y favorecen la
calidad de vida. Así mismo, la estrategia de reinterpretación positiva, en la cual el
individuo reconoce la realidad de la enfermedad y se centra en los aspectos positivos de
la situación, permitiendo predecir significativamente la calidad de vida.
Ah, Kang y Carpenter (2007) de la Escuela de Enfermería de la Universidad de
Indiana realizaron un estudio titulado, Stress, optimism, and social impact on immune
responses in breast cancer. El mismo estuvo dirigido a examinar el papel del estrés, el
optimismo, el apoyo social y sus interacciones en relación con la respuesta inmunológica
de los pacientes de cáncer de mama. La muestra de este estudio quedó constituida por 54
mujeres mayores de 19 años que habían sido diagnosticadas recientemente con cáncer de
mama. La información en el estudio fue obtenida a través de los siguientes instrumentos:
1. The Impact of Event Scale (IES) desarrollada en 1979 por Horowithz, Wilner y
Alvarez.
52
2. Life Orientation Test-Revised diseñada en 1994 por Scheiver, Carver y Bridges.
3. Social Support Questionnarie presentada en 1987 por Sarason.
4. Datos de laboratorios incluidos como instrumentos inmunológicos, tales como:
NKCA (Natural Killer Cell Activity) y IFN (interferon gamma).
El análisis demostró una relación directa negativa de la tensión y el estrés
percibido en los niveles de actividad de las células naturales asesinas conocidas como
NKCA y el interferón inmunitario conocido como IFN en sangre, evidenciando una
respuesta negativa inmune en las mujeres con diagnóstico de cáncer de mama. Esto
implica un deterioro en la salud física y además un riesgo de padecer algún trastorno de
salud mental provocada por la condición crónica-degenerativa. Por otra parte, el
optimismo y el apoyo social se relacionan con una mejoría en la respuesta inmune de las
pacientes, sugiriendo estrategias de afrontamiento a la enfermedad a través del
optimismo y el apoyo social teniendo como resultado una respuesta positiva del sistema
inmunológico en las pacientes.
De acuerdo con los investigadores, los resultados demostraron ser consistentes en
la relación entre un elevado optimismo y una mayor resistencia a los efectos psicológicos
y biológicos del estrés y el cáncer. Por tal razón, los investigadores indicaron una mayor
tendencia al pensamiento positivo a través del optimismo, el cual suele estar asociado a
estrategias de afrontamiento más activas y a desarrollar conductas hacia la solución de
problemas y autocuidado. Los investigadores sugieren que el organismo de las mujeres
con actitud optimista genera, ante situaciones de estrés, respuestas de
inmunocompetencia mejores tomando como indicador los niveles de las células naturales
asesinas (NKCA), a los efectos de que el optimismo está asociado con un mejor estado de
53
ánimo, una mayor actividad citotóxica de células asesinas y una mayor actividad en las
células T colaboradoras. Esto sustenta que el optimismo inicial en mujeres con cáncer de
mama es un predictor de calidad de vida años más tarde. Finalmente, concluyeron que el
optimismo es de beneficio para la salud porque ayuda a soportar las dificultades de una
enfermedad y facilitan su recuperación.
Ferreira y Sherman (2007) llevaron a cabo un estudio titulado, The relationship of
optimism, pain, and social support to well-being in older adults with osteoarthritis. Este
estudio tuvo como propósito estudiar el factor estresante del dolor, un síntoma común de
la osteoartritis y cómo el efecto del apoyo social y el optimismo disposicional actúan en
los síntomas depresivos y la satisfacción en la vida de adultos mayores con esta
enfermedad.
Las tres hipótesis del estudio leen como sigue: 1) Se espera que mientras más
dolor presenta una persona estará asociado a menor satisfacción de la vida y mayores
síntomas depresivos, 2) Se espera que mientras mayor sea el optimismo y apoyo social
menos síntomas depresivos y una mayor satisfacción con la vida después de contabilizar
la escala de dolor y, 3) Se pondrán a prueba dos modelos posibles de mediación las
cuales evaluarán el papel del optimismo en la mediación de la relación del dolor con la
satisfacción de vida y los síntomas depresivos.
La muestra de participantes consistió de 72 adultos mayores, todos residentes del
estado de Boston. De este total, 52 fueron féminas y 20 varones; todos con una edad
promedio de 72 años. Estos participantes debían haber participado en un estudio previo
relacionado a la osteoartritis. La información en el estudio acerca del dolor, optimismo y
54
apoyo social en los pacientes con osteoartritis fue obtenida a través de los siguientes
instrumentos:
1. Life Orientation Test-Revised (LOT-R) desarrollado por Scheiver, Carver y
Bridges en 1994.
2. Medical Outcomes Study (MOS) desarrollado por Scherbourne y Stewart en 1991.
3. Centre Epidemiological Studies Depressive scale (CES-D) desarrollada por
Radloff en 1977.
4. Life Satisfaction Index (LSI) desarrollada por Neugarten, Havinghurst y Tobin en
1961.
Los resultados del estudio confirmaron las hipótesis planteadas. A tales efectos,
los optimistas presentaban menos informes de dolor y mayor satisfacción con la vida.
Los hallazgos condujeron a indicar la compleja relación que el dolor tiene con los
aspectos de bienestar para la satisfacción con la vida, así como de los síntomas
depresivos en los adultos que experimentan osteoartritis. En otras palabras, el efecto del
dolor en la percepción de bienestar influenciado por la personalidad y las relaciones
sociales. Finalmente, concluyeron que ser optimista parece mediar la relación del dolor y
la satisfacción con la vida, mientras que el apoyo social parece mediar el dolor en
relación con los síntomas depresivos. Los investigadores añaden que para contribuir a
una vida saludable y de calidad es necesaria la aplicación de una actitud positiva para así
aumentar y fortalecer el bienestar del paciente con osteoartritis; así como con alguna
enfermedad crónico-degenerativa la disminución de la sensación de dolor y la aparición
de síntomas depresivos.
55
Estudios realizados en Latinoamérica
Casarretto y Paredes (2006) de la Universidad Católica del Perú llevaron a cabo
una investigación titulada, Afrontamiento a la enfermedad crónica: Estudio en pacientes
con insuficiencia renal crónica terminal. Esta investigación tuvo como objetivo
identificar y describir los principales estilos y estrategias de afrontamiento utilizados por
un grupo de pacientes diagnosticados con insuficiencia renal crónica terminal.
La muestra de participantes consistió de 40 pacientes de insuficiencia renal
crónica terminal; de los cuales 25 eran varones y 15 féminas. En la recopilación de los
datos se utilizó la entrevista estructurada y el Cuestionario de Estilos de Afrontamiento
COPE (Coping Estimation) diseñado por Carver, Scheiver y Weintraub en 1989. Los
investigadores contaron con la colaboración del equipo de psicólogos encargados del área
de hemodiálisis. El proceso de evaluación tuvo una duración de 10 meses.
Los resultados demostraron que el afrontamiento era uno de los elementos de
valor para determinar el nivel y modo de ajuste a su enfermedad que tendría la persona.
Los investigadores evidenciaron en esta investigación que el estilo de afrontamiento más
utilizado por el grupo fue el estilo de afrontamiento centrado en la emoción, seguido
posteriormente por el estilo centrado en el problema. Sin embargo, la aplicación de las
estrategias focalizadas en el problema son las de mayor utilidad para la persona al
relacionarse con un mayor bienestar físico. Añaden que el afrontamiento centrado en la
emoción es particularmente útil cuando la situación estresante que enfrenta la persona no
puede ser cambiada. Por cuanto, ayuda a controlar la angustia y la difusión que podría
generarse cuando poco o nada puede hacerse de tal forma que este estilo ayudaría a
mantener la moral en alto al mantenerse la esperanza; de lo cual se nutre del optimismo.
56
El análisis entre la relación de las estrategias de afrontamiento y el optimismo
ayuda a aceptar las nuevas condiciones médicas y permite regular el malestar emocional
como la ansiedad por el sufrimiento que conlleva la enfermedad, el enojo por la misma,
la depresión por la pérdida del buen funcionamiento corporal y, a pesar de ello, permite
mantener en alto la autoestima. De acuerdo con los investigadores, es posible que los
pacientes con Insuficiencia Renal Crónica Terminal pudieran haber percibido la
enfermedad como un evento del cual no tienen control personal ni de la amenaza que
representa para el bienestar y la salud. De igual manera, el carácter restrictivo, limitante
e intrusivo de sus tratamientos parece superar los esfuerzos concretos que se pudieran
realizar para resolver tales amenazas y limitaciones. Según éstos, el hecho de limitarse al
uso de un estilo centrado en el problema no haría más que acumular sentimientos de
frustración e impotencia en los pacientes, mientras que el uso mixto (centrado en la
emoción y luego en el problema) tiene mayores beneficios.
Vinaccia, Quinceno, Zapata, Abad, Pineda y Anaya (2006) realizaron un estudio
titulado, Calidad de vida en pacientes con Lupus Eritematoso Sistemático llevado a cabo
desde la Universidad de San Buenaventura de Medellín, Colombia. Este estudio se
fundamentó en el paradigma conceptual del optimismo acerca de la característica
disposicional. Esta perspectiva establece que la persona posee una predisposición
generalizada a esperar resultados positivos aunque atraviese por momentos difíciles,
como lo es la enfermedad crónica-degenerativa. También establece que el optimismo
disposicional puede ser considerado una variable en el funcionamiento del ser humano, la
cual actúa como un factor moderador intermedio en la salud y los comportamientos de las
57
personas porque sirve como elemento motivador de las conductas que promueven el
cambio y la acción humana.
Participó en el estudio una muestra de 32 pacientes colombianos con diagnóstico
de Lupus Eritematoso Sistémico de la unidad de Reumatología de la Clínica Universitaria
Bolivariana de la ciudad de Medellín, Colombia; siendo 30 femeninas y 2 varones con
una edad media 32 años. La recopilación de datos se llevó a cabo mediante el
Cuestionario de Salud SF36, diseñado por Ware y Sherbourne en 1992; la Escala
Hospitalaria de Ansiedad y Depresión (HAD), en la versión castellana desarrollada en
Colombia por Rico, Restrepo y Molina en 2005 y la Escala de Optimismo Disposicional
(DIOP), en la versión española, desarrollado por Chorot en 1998. A la luz de los datos
obtenidos se analizó la relación entre la calidad de vida, la depresión-ansiedad y el
optimismo disposicional.
Los resultados del estudio confirmaron que los pacientes evaluados tuvieron una
alta predisposición hacia el optimismo a pesar de tener una enfermedad crónica. Estos
pacientes tuvieron más estrategias de afrontamiento centrado en el problema que los
pesimistas, valorando de forma más positiva las situaciones estresantes y buscan de
apoyo social. Al respecto, se encontró que los pacientes participantes del estudio
tuvieron un alto nivel de satisfacción con respecto al apoyo social, presentan un mejor
grado de adaptación a la enfermedad y que es más importante la percepción social que el
soporte que realmente recibe.
A estos efectos, los investigadores plantearon que en el área de la salud, el
optimismo se ha asociado a con una mejor salud física, un mejor y exitoso
enfrentamiento a los desafíos de la vida. Según indicaron, se ha visto que los optimistas
58
al enfrentar diferentes agentes estresantes experimentan menos ánimo negativo y
comportamientos de salud más adaptables, lo cual está relacionado con la capacidad de
las personas para enfrentar los problemas físicos.
Contreras, Esguerra, Espinosa y Gómez (2007) de la Universidad Santo Tomás de
Colombia realizaron un estudio titulado, Estilos de afrontamiento y calidad de vida en
pacientes con insuficiencia renal crónica (ICR) en tratamiento de hemodiálisis. Este
estudio se fundamentó en que el estilo de afrontamiento optimista, el cual se relaciona
con una mejor salud mental, favorece la calidad de vida y en que los estilos más eficaces
para afrontar una enfermedad crónica- degenerativa son el optimismo, paliativo y el
confrontativo.
La muestra de participantes en el estudio fue de 41 pacientes; siendo 22 mujeres y
19 hombres bajo tratamiento de hemodiálisis en la unidad renal de la Fundación Hospital
San Carlos de la cuidad de Bogotá. Los pacientes se encontraban en una edad promedio
de 49 años. La información fue recopilada mediante la administración del Cuestionario
de Salud (SF36) desarrollado por el Health Institute y traducido al español por Alonso en
1999 y el Cuestionario de Afrontamiento al Estrés (CAE) desarrollado y validado por
Sandín y Chorot en 2003.
De acuerdo con los resultados se encontró que la calidad de vida de los pacientes
estaba en gran medida muy afectada principalmente por su deterioro físico. Estos
pacientes con insuficiencia renal y que reciben un tratamiento de diálisis afrontan su
condición con ira y hostilidad como respuesta a las limitaciones impuestas por la
enfermedad y su tratamiento. No obstante, los investigadores encontraron que este grupo
de pacientes, a pesar del desajuste que sufren en todas las áreas de su vida, asumen su
59
condición principalmente con estrategias activas, racionales, focalizadas en el problema,
más que emocionales. Este tipo de afrontamiento activo favorece la adaptación positiva
del paciente a su condición médica. A su vez, optimiza la adhesión al tratamiento de
pacientes hemodializados. De igual forma, fortalece la reevaluación positiva porque
genera una perspectiva positiva optimista de la situación estresante.
La percepción de lograr una mejor salud mental se relacionó de manera positiva
con el estilo de afrontamiento centrado en el problema. De modo que, el paciente opta
por mantener un rol activo en la situación, analizar las causas y seguir pasos concretos,
seguir el plan de acción, hablar con las personas implicadas y poner soluciones concretas.
Según los investigadores, los resultados de este estudio permitieron la identificación de
algunas estrategias de afrontamiento que se relacionan de manera directa con las
dimensiones de calidad de vida y con la salud que percibe el paciente. La atención que se
le dé a ambos elementos le ofrece al paciente con esta enfermedad crónica-degenerativa
el que pueda promover su bienestar; aspecto fundamental para favorecer la calidad de
vida del paciente.
González y Pizarro (2009) de la Pontífica Universidad Católica de Chile llevaron
un estudio titulado, Dolor crónico en hemodializados: Prevalencia, severidad y
estrategias de afrontamiento. Este estudio se fundamentó en la relación entre el
optimismo y la adaptación al dolor crónico, la tendencia a mantener expectativas
positivas de futuro, unida a estados de ánimos positivos y afectivos placenteros, con
ajuste positivo ante la enfermedad y el dolor.
El estudio propuso evaluar la prevalencia, severidad y principales causas de dolor
en una muestra de 90 pacientes hemodializados. Además, se buscó identificar las
60
estrategias de afrontamiento de estos pacientes ante el dolor crónico. De forma paralela,
se establecieron asociaciones entre la variable de dolor crónico y la comorbilidad de
hipertensión arterial y diabetes mellitus, ambas de elevada prevalencia en la insuficiencia
renal crónica terminal. Participaron en el estudio 39 hombres y 51 mujeres de las
unidades de hemodiálisis de la Pontífica Universidad Católica de Chile.
La recopilación de los datos se llevó a cabo mediante la versión Corta del
Cuestionario de McGill SF-MPQ desarrollado por Melzack en1975; La Escala Visual
Análoga (VAS) desarrollada por Keele en1948 y el Cuestionario de Afrontamiento al
Dolor (CAD) desarrollado por Soriano y Monsalve en 2002. Los resultados del estudio
evidenciaron que los pacientes con enfermedad renal crónica emplean principalmente
como estrategias de afrontamiento al dolor crónico la autoafirmación, búsqueda de
información y distracción. Todas estas estrategias fueron descritas por los investigadores
como las más adaptativas; siendo la autoafirmación la estrategia más utilizada por los
pacientes participantes en el estudio por ser la que mejor predice la disminución de la
ansiedad y depresión en enfermos con dolor crónico.
Entre las conclusiones del estudio, se indicó que el empleo de estas estrategias
puede tener implicaciones importantes para la investigación porque constituye un recurso
que permite que mejore la sensación de incapacidad que condiciona el círculo vicioso
dolor-incapacidad-depresión-dolor en estos pacientes. En este aspecto, se evidenció que
los pacientes participantes intentaron afrontar de manera eficaz el dolor, sin embargo, la
falta de eficacia puso de manifiesto la necesidad de implantar una intervención
sistemática bajo dirección y supervisión profesional interdisciplinaria.
61
García y Hernández (2009) realizaron un estudio titulado, Variables psicosociales
y salud en mujeres con cáncer de mama. El estudio se llevó a cabo desde la Universidad
Autónoma de Nuevo León, México. Entre los objetivos del estudio estaba describir los
niveles y la relación entre el estrés, el apoyo social, el optimismo y la salud percibida en
un grupo de mujeres con cáncer de mama. Por otra parte, examinaron los predictores de
salud percibida.
La muestra seleccionada para el estudio fue de 72 mujeres diagnosticadas con
cáncer de mama en los hospitales del área metropolitana de Monterrey, Nuevo León. La
edad media de las mujeres fue de 54 años. Se utilizaron varias medidas para análisis de
las variables del estudio. A estos efectos se administró la Escala de Estrés Percibida
(PSS) desarrollada por Cohen, Kamarak y Mermelstein en 1983, el Cuestionario de
Apoyo Social Funcional elaborado por Broadhead, Gehlbach, Degruy y Kaplan en 1988,
el Life Orientation Test desarrollado por Sheiver, Carver y Brifges en 1994 y la Escala
QLQ-30.3 diseñada por el Grupo de calidad de Vida de la Organización Europea para la
Investigación y Tratamiento del Cáncer (EORTC).
Los resultados demostraron un nivel moderado de estrés y un nivel alto de apoyo
social, optimismo y salud en las mujeres con cáncer de mama participantes. De acuerdo
con los investigadores, las puntuaciones altas en apoyo social y optimismo demostraron
que funcionan como protectoras de la salud y moderadoras del estrés. En conclusión, los
autores plantearon en cuanto al estrés y la salud que se corroboró la relación negativa
entre estrés y salud, se encontró una relación positiva entre optimismo y la salud.
Gaviria, Quiceno, Vinaccia, Martínez y Otalvaro (2009) realizaron una
investigación titulada, Estrategias de afrontamiento y ansiedad-depresión en pacientes
62
diagnosticados con VIH/sida. La investigación tuvo como propósito evaluar las
estrategias afrontamiento y la ansiedad-depresión en pacientes de ambos géneros
diagnosticados con VIH/Sida en tratamiento antirretroviral. El estudio se realizó en una
Entidad Prestadora de Servicios de Salud de la ciudad de Medellín en Colombia. La
muestra fue seleccionada por disponibilidad. Participó un total de 92 pacientes de forma
voluntaria entre los 23 a 68 años. De este total, 14 fueron féminas y 78 fueron varones.
Los instrumentos utilizados fueron: la Hoja de Consentimiento Informado, el
Cuestionario de Datos Sociodemográficos, la Escala de Estrategias de Coping
Modificada (EEC-M) validada en Colombia por Londoño, Henao, Puerta, Posada,
Arango y Aguirre en 2006 y desarrollada originalmente por Chorot y Sandín en 1993, las
Escalas Autoaplicadas de Zung; Self-rating Anxiety Scale (SAS) desarrolladas por Zung
en 1971 y Self-Rating Depression Scale (SDS) desarrolladas por Zung en 1965.
Los hallazgos de la investigación evidenciaron que los pacientes con VIH/Sida no
presentaron niveles clínicamente significativos de ansiedad y depresión. En este aspecto,
los investigadores encontraron que los pacientes con VIH/ Sida recibían constantemente
como parte del tratamiento una gran cantidad de estrategias de afrontamiento de tipo
cognitivo (focalizadas en el problema), de búsqueda de apoyo en la religión y
profesionales de la salud. Igualmente, los investigadores encontraron bajos niveles de
agresividad dado el empleo constante de estrategia de control emocional.
Entre las conclusiones a las que se llegó, los investigadores indicaron que las
estrategias focalizadas en la cognición como: búsqueda de alternativas, refrenar
afrontamiento, reevaluación positiva e incluso la religión y búsqueda de apoyo
profesional son fundamentales para encontrar soluciones cognitivas frente a los síntomas
63
físicos y reacciones emocionales que las estrategias focalizadas en la emoción. Por
consiguiente, este dato según los investigadores estableció que en pacientes con VIH
positivo hubo supresión de pensamientos negativos sustituyéndolos por frecuentes
pensamientos positivos que les favorecieran tolerar, planificar o tomar alternativas
viables para buscar soluciones en el manejo de su condición crónica degenerativa.
Llamas y Julio (2010) de la Universidad Simón Bolívar de Baranquilla en
Colombia realizaron un estudio titulado, Estrategias de afrontamiento en pacientes con
insuficiencia renal en fase dialítica. El propósito del estudio consistió en identificar las
estrategias de afrontamiento asumidas por pacientes con insuficiencia renal en fase
dialítica. La muestra seleccionada para el estudio fue 10 pacientes. De esta muestra, tres
eran mujeres y siete eran hombres entre las edades de 20 y 60 años que recibían
tratamiento en la Unidad Renal de la Clínica de la Costa en Colombia.
La información del estudio se obtuvo mediante la administración del Cuestionario
de Afrontamiento del Estrés (CAE) desarrollado por Sandin y Chorot en 2002. Los
resultados obtenidos por los investigadores evidenciaron que el estilo de afrontamiento
centrado en el problema fue el más utilizado. Este dato, según los investigadores, sugiere
que a pesar del desajuste que sufren estos pacientes todas las áreas de su vida, enfrentan
su condición con estrategias activas, racionales, focalizadas en el problema, más que
emocionales. También encontraron que la religiosidad como estilo de afrontamiento fue
la segunda estrategia más utilizada. Los investigadores señalaron que el mantener niveles
adecuados de bienestar espiritual y prácticas religiosas pueden mejorar la calidad de vida
de las personas que batallan y se enfrentan con los efectos negativos de la enfermedad
64
renal, además de servir de recurso importante de afrontamiento para mitigar el efecto
negativo del estrés.
Concluyeron estos investigadores que los resultados de su estudio les permitió
identificar las estrategias de afrontamiento más importantes para atender al paciente con
enfermedades renales por estar directamente relacionadas con la salud percibida por éste
toda vez que promueven su bienestar; aspecto fundamental para favorecer la calidad de
vida.
Mera y Ortiz (2012) de la Universidad de La Frontera en Chile realizaron una
investigación titulada, La relación del optimismo y las estrategias de afrontamiento con
la calidad de vida de mujeres con cáncer de mama. La investigación tuvo como
propósito proveer información relevante que permitiese orientar y adecuar los abordajes
terapéuticos empleados en esta enfermedad. A través de su estado se analizaron dos
variables psicológicas modificables: optimismo y estrategias de afrontamiento como
factores que pueden ayudar a potenciar una mejor calidad de vida en pacientes con cáncer
de mama. Se invitó a participar a mujeres que tuvieran cáncer de mama y que se
encontraran recibiendo algún tratamiento. Por consiguiente, se seleccionó una muestra
por conveniencia de 25 mujeres de la ciudad de Santiago en Chile que se encontraban
asistiendo a la corporación contra el cáncer de mama.
La recopilación de los datos del estudio se realizó mediante cuatro instrumentos:
The World Health Organization Quality of Life (WHOQOL-BREF) desarrollada por la
Organización Mundial de la Salud en 1991, La Prueba de Orientación Vital Revisada
(LOT-R), en la versión española, desarrollada por Otero, Luengo, Romero, Gómez-
Fraguela y Castro en 1998, el Inventario de Estrategias de Afrontamiento (CSI), en la
65
versión en español, desarrollada por Otero en1998 y un cCuestionario socio demográfico
y de salud de las participantes. En el análisis estadístico de los datos se utilizó la
regresión múltiple.
Los resultados evidenciaron que la calidad de vida de mujeres con cáncer de
mama estaba muy relacionada con el optimismo y con la utilización de estrategias de
afrontamiento activo. Por consiguiente, concluyeron que el optimismo es un predictor de
salud, bienestar y ajuste frente a situaciones estresantes y que el afrontamiento activo es
una variable asociada a una buena calidad de vida. De acuerdo con los investigadores las
personas que se consideran optimistas tienen la creencia estable de que ocurrirán cosas
positivas. Señalan que precisamente esas expectativas son las que, a la hora de tener que
enfrentar contratiempos se traducen en esfuerzos por enfrentar el problema de modo
activo y persistente. Al mismo tiempo, indican que tal actitud ayuda minimizar el miedo
y ansiedad asociados al diagnóstico y tratamiento del cáncer; con lo cual se favorece el
logro de un ajuste exitoso a la enfermedad. Según los resultados, la relación del
afrontamiento activo con la calidad de vida explica que el afrontamiento activo ayuda a
los pacientes a reducir la tensión psicológica al sentir que tienen el control de la
enfermedad y su tratamiento.
En lo que respecta a la relación entre calidad de vida y las diferentes estrategias
de afrontamiento, los resultados demostraron que en las mujeres participantes en el
estudio, enfrentar los estresores mediante la búsqueda activa de apoyo social y/o
mediante la reestructuración cognitiva, entendida como cambiar el significado de la
situación estresante se asoció a una buena calidad de vida. Por el contrario, el enfrentar
los estresores recurriendo a la autocrítica y/o a la retirada social aislándose de familiares
66
y amigos, se asoció a una baja calidad de vida. Esto apoya la evidencia aportada por
estudios realizados en personas que padecen enfermedades graves, según la cual el uso de
estrategias activas permite el logro de una mejor calidad de vida al actuar reduciendo la
tensión psicológica que experimentan. Estos resultados amplían el conocimiento
existente dado que permiten identificar las estrategias de afrontamiento que se relacionan
significativamente con la calidad de vida en mujeres con cáncer de mama.
En conclusión, se encontró una relación positiva entre el optimismo, cada una de
las estrategias de afrontamiento y el apoyo social. Por cuanto, el optimismo además de
favorecer la adaptación a la enfermedad, actúa como un factor protector al disminuir la
vulnerabilidad del sistema inmunológico frente a otro tipo de enfermedades de carácter
emocional y físico asociadas al cáncer. Por último, indicaron que el efecto positivo del
optimismo en la salud de las personas se relaciona con las creencias positivas respecto al
futuro.
Estudio realizados en España
Barañano, Prado, Baños, Rodríguez y Escribano (2008) desde la Escuela
Universitaria de Enfermería de Vitoria-Gasteiz en Álava en España, realizaron un estudio
titulado, Vivir con diálisis: Estrategias de afrontamiento y calidad de vida. Este estudio
tuvo como objetivo conocer la influencia de las estrategias de afrontamiento en la calidad
y satisfacción de la vida de los pacientes sometidos a tratamiento de diálisis peritoneal y
hemodiálisis. La muestra seleccionada estuvo compuesta por 33 féminas y 60 hombres
para un total de 93 adultos; todos con una edad promedio de 54 años. Los datos fueron
recopilados mediante diferentes cuestionarios; a mencionar: Hoja de datos socio-
demográficas y bioquímicas; Estrategias de afrontamiento desarrollado por Basabe,
67
Valdoseda y Páez en 1993; el Cuestionario SF-36 (MOS) y la Encuesta Mundial de
Valores (WVS) desarrollada por Basañez, Diez y Lujkx en 2004.
Los investigadores encontraron que las formas de afrontamiento utilizadas
frecuentemente fueron: búsqueda de información y el afrontamiento centrado en
restructuración cognitiva, resolver problemas (activos) y expresión regulada de
emociones. En segundo lugar estaba la búsqueda de apoyo social y negociación.
También se encontró que la satisfacción con la vida se asoció significativa y
positivamente con la búsqueda de apoyo social y restructuración cognitiva y en sentido
negativo con huida/evitación y desesperación/ abandono. De acuerdo con estos
resultados se concluyó que conocer la repercusión que tienen las diferentes estrategias de
afrontamiento en la calidad de vida de los pacientes de diálisis los llevó a encontrar un
perfil más optimista y positivo ante la vida.
En conclusión, se encontró que los pacientes más satisfechos con su vida y que
probablemente experimentan más placer se esfuerzan por buscar la relación con otros
(búsqueda de apoyo social), reinterpretan positivamente sus experiencias
(reestructuración cognitiva), no ocultan su situación o sus problemas (no huida/evitación)
y no reconocen una actitud de crítica y culpabilidad. De modo que, se sienten activos
ante su problema (no desesperación/ abandono); por lo que generan conductas que
ayudan a sobrellevar la enfermedad y el tratamiento.
Font y Cardoso (2009) de la Universidad Autónoma de Barcelona realizaron un
estudio titulado, Afrontamiento en cáncer de mama: Pensamientos, conductas y
reacciones emocionales. El propósito del estudio fue obtener información inicial acerca
de cómo reaccionan las pacientes ante su enfermedad y analizar posible existencia de
68
relaciones entre diferentes formas de afrontarlas. La información fue recopilada
mediante un proceso de entrevistas individuales. La entrevista era realizada el día que
acudían al oncólogo. A estos efectos, fueron entrevistados 189 féminas en el Hospital de
San Pablo en Barcelona. La edad media de las pacientes fue de 53 años. El protocolo de
entrevista estuvo orientado a conocer el punto de vista de las pacientes relacionado con su
pensamiento en relación a la enfermedad, conductas acerca de la enfermedad y
reacciones emocionales ante la enfermedad. A través de esta información se analizaron
las posibles estrategias de afrontamiento utilizadas por éstas.
Los resultados del estudio evidenciaron que las pacientes utilizan varias
estrategias de afrontamiento centrado en el problema, que incluyen estrategias cognitivas
como comparaciones optimistas o conductuales como el intento de resolución de
problemas. Conceptualmente los investigadores diferenciaron entre estrategias a nivel de
Conductas, Pensamientos y Reacciones emocionales ante el problema de salud. Desde la
perspectiva de la conducta, predominan las estrategias de “cumplir exactamente las
prescripciones médicas”, “ir al médico inmediatamente” y “no buscar refuerzos
alternativos”. A nivel de Pensamientos, predomina la idea de que uno mismo debe
superar la condición y no intentar buscarle un sentido. Las reacciones emocionales que
describieron con más frecuencia tenían que ver con la resignación, el hablar de la
enfermedad y no sentirse ni culpable ni pesimista. De esta forma las estrategias de
afrontamiento, en general, presentan correlaciones coherentes de cómo informarse
(aceptación de responsabilidad), pedir ayuda (apoyo social) y el optimismo (re-
evaluación positiva).
69
García, Jiménez, Reig-Ferrer, Álvarez, Malek, Moledous, Gil y Cotilla (2011)
llevaron a cabo un estudio titulado, Optimismo disposicional en pacientes en hemodiálisis
y su influencia en el curso de la enfermedad. El objetivo del estudio fue analizar la
asociación entre los rasgos de personalidad optimista disposicional y el número de
ingresos hospitalarios en un año de pacientes del Centro de hemodiálisis Navarra en
España. También se estudió la relación entre el optimismo disposicional y la calidad de
vida relacionada con la salud. El estudio fue uno transversal y se llevó a cabo con una
muestra de conveniencia compuesta de 239 participantes de tratamiento renal sustitutivo,
siendo 89 féminas y 150 varones, con una edad media de 65 años.
La recopilación de los datos se realizó mediante tres instrumentos: la Prueba de
Orientación Vital-Revisado (LOT-R), The Dartmouth COOP Functional Health
Assessment Charts/WONCA (COOP-WONCA) y el Índice de Comorbilidad original de
Charlson. Luego del análisis, los resultados del estudio evidenciaron que los pacientes
que reciben hemodiálisis y presentan rasgos de personalidad pesimista tienen mayor
riesgo de ser hospitalizados que los pacientes con rasgos de personalidad optimistas.
También se evidenció que el ingreso al hospital no dependen de la edad, del género,
tiempo en hemodiálisis, ni de la patología asociada.
Los investigadores identificaron que el optimismo disposicional es un índice de
buen pronóstico y recuperación en los pacientes de hemodiálisis. En conclusión, el
estudio reveló que la relación entre optimismo disposicional y una evolución más
favorable de la enfermedad radica en un mejor afrontamiento de los problemas y que, a
su vez, el optimismo tiene mucho que ver con la autoeficacia. De igual forma, indicaron
que los pacientes con un rasgo de personalidad optimista presentan un estilo de
70
afrontamiento del estrés activo o más adaptativo (planificación, reinterpretación positiva,
crecimiento personal y resolución de problemas) frente a los pesimistas cuyo estilo es
pasivo (negación, centrarse en las emociones y distanciamiento conductual).
Perales-Montilla, García- León y Reyes-del Paso (2012) llevaron a cabo un
estudio titulado, Predictores psicosociales de la calidad de vida en pacientes con
insuficiencia renal crónica en tratamiento de hemodiálisis. El mismo fue auspiciado por
autoridades del Departamento de Psicología de la Universidad de Jean, España. El
objetivo del estudio fue valorar la calidad de vida relacionada con la salud de los
pacientes con insuficiencia renal crónica sometidos a tratamiento sustitutivo de diálisis,
así como evaluar la capacidad predictiva de algunas variables psicosociales (apoyo social,
autoeficacia, optimismo disposicional, depresión, ansiedad y estrategias de
afrontamiento) en los niveles de la calidad de vida relacionada a la salud. Fueron
seleccionados para el estudio 39 pacientes con trastorno renal crónico y en diálisis
mayores de 55 años; de los cuales 27 fueron hombres y 12 mujeres.
En la recopilación de los datos e información se implantaron seis instrumentos de
medición: la Escala de Funcionamiento y Calidad de Vida SF-36 diseñado por Ware y
Sherbourne en 1992; la Escala Hospitalaria de Ansiedad y Depresión (HAD) en la
versión castellana desarrollada en Colombia por Rico, Restrepo y Molina en 2005; la
Escala de Preocupaciones y Autoeficacia desarrollada por Barez en 2002; la Escala de
Apoyo Social (AS-25) desarrollada por Pulgar-Buendía en 2010 ; el Test de Orientación
Vital Revisado (LOT-R) diseñado por Scheier, Carver y Bridges en 1994 y la Escala de
Estrategias de Afrontamiento o Ajuste Mental (MAC) desarrollada por Watson, Greer,
Young, Inayat, Burguess y Robertson en 1988.
71
De acuerdo con el análisis de datos e información, los resultados demostraron que
existía una diferencia entre la calidad de vida relacionada a la salud en pacientes que
pensaban de forma pesimistas en comparación con los que pensaban de forma optimistas.
A estos efectos, los pacientes con pensamientos pesimistas ostentaban una pobre calidad
de vida mientras que los pacientes con pensamientos optimistas gozaban de una mejor
calidad de vida. Esta diferencia establece que el optimismo predice percepciones que
refuerzan la salud en general; incluyendo el estado actual y las perspectivas futuras de
salud. Concluyeron que el optimismo se asocia con el desarrollo de niveles de vitalidad
mayores que ayudan al paciente a afrontar la enfermedad de una forma más adaptativa.
El optimismo, también se asoció con un mayor bienestar subjetivo que tienen efectos
positivos en el comportamiento y la calidad de vida relacionada a la salud.
En lo que respecta a las estrategias de afrontamiento, los investigadores afirmaron
que las estrategias de afrontamiento activo (cuando el paciente se involucra activamente
en su problema haciendo algo) predice un aumento de la calidad de vida relacionada a la
salud, mientras que las estrategias de afrontamiento pasivo (cuando el paciente no hace
nada por mejorar o resolver sus problemas, reaccionando con inhibición) predice su
disminución. Entre las estrategias de afrontamiento que se relacionaron con una mejor
calidad de vida en función se destacó la autoeficacia, el apoyo social y el espíritu de
lucha.
Estudio relacionado en Puerto Rico
Crespo-Fernández y Rivera García (2012) realizaron un estudio titulado, El poder
de la resilencia generado por el cáncer de mama en mujeres en Puerto Rico. El objetivo
del estudio fue explorar la relación mente-cuerpo durante la evolución de la enfermedad y
72
su recuperación una vez las participantes se hubiesen sometido al tratamiento de cáncer.
De igual forma, explorar el posible efecto mediador de las variables sociales y
psicológicas en la recuperación, desarrollo de la autoeficacia y la resiliencia.
La muestra de participantes fue de cuatro mujeres sobrevivientes de cáncer de
mama con historias de vida distintas y etapas de vida diversas. La selección de las
participantes fue por disponibilidad y su participación fue libre y voluntaria. Las cuatro
participantes eran residentes del área metropolitana de San Juan, Puerto Rico. Se utilizó
la entrevista individual para la recopilación de la información. A estos efectos, cada
participante fue entrevistada en tres ocasiones diferentes: 1) luego de haber sido
diagnosticadas con cáncer de mama, 2) durante el tratamiento médico y 3) luego de haber
concluido el tratamiento.
Entre los temas tratados durante el proceso de entrevistas se exploraron los
siguientes aspectos: si las participantes contaban o no con personas de apoyo durante el
tratamiento y proceso de recuperación y quiénes eran; si las participantes se sentían
amadas o no y si confiaban en sí mismas o no para restablecer su salud nuevamente; si
habían o no desarrollado fortalezas en su vida; conocer si mantenían o no una actitud
positiva ante las situaciones adversas. Además, se le solicitó que enumeraran aquellas
características o aquellos recursos personales que las hacían resistentes ante las
situaciones adversas. Se les solicitó que mencionaran si habían o no experimentado
algún momento de duda o si se había o no tambaleado su voluntad. Se pidió que
narraran también desde su realidad la presencia de creencias y experiencias espirituales
como el sentir una conexión con un ser de naturaleza superior o la existencia de un
propósito supremo en el origen y desarrollo de su condición de cáncer de mama.
73
Los resultados del estudio evidenciaron que la enfermedad del cáncer de mama es
una experiencia de pérdida muy grande para la mujer porque principalmente se afecta su
autoimagen, entre otros aspectos de su vida. Sin embargo, se demostró que estas
participantes lucharon por superar las pérdidas y que desarrollaron fortalezas
cognoscitivas durante el proceso de manejar la enfermedad, la recuperación y sanación.
Este resultado sugiere que existen factores comunes en la mujer con cáncer de mama que
contribuyen al desarrollo de la resilencia. Entre los factores comunes se identificaron en
primer lugar, el optimismo al enfrentar con mayor satisfacción, alegría y esperanza en
tener una vida llena de significado y propósito. Indican los investigadores al respecto que
estos estados no se alcanzan automáticamente. No obstante, el acoger las emociones
positivas, ayuda directa o indirectamente, alivia el sufrimiento y sana la raíz de sus
preocupaciones.
Otro factor identificado fue desarrollar o aumentar su fe. Las cuatro participantes
coincidieron en que la fe las hizo sentirse más capaces de solucionar problemas, poder
relacionarse mejor con las personas que le rodean y hasta tener menos preocupación
acerca de su enfermedad. En resumen, ellas pudieron asignarle un nuevo significado a
su vida hasta llegar a comprender que su diagnóstico y tratamiento del cáncer les permitió
descubrir con optimismo un nuevo propósito en la vida – luchar contra la enfermedad y
sobrevivir a la misma. En este aspecto, las vivencias narradas por las participantes
guardan estrecha relación con las estrategias de afrontamiento que se postulan en
relacionarse a lo planteado por la Psicología Positiva acerca del optimismo focalizado en
el problema.
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CAPITULO IV
DISCUSIÓN
Introducción
La discusión de los resultados producto del análisis crítico y reflexivo de las
investigaciones incluidas en el meta-análisis realizado se presentan en este capítulo; así
como las conclusiones, recomendaciones y limitaciones del estudio. El problema objeto
a estudio consintió en explorar y analizar a través de diferentes estudios realizados en
distintos países, incluyendo Puerto Rico, la influencia terapéutica del optimismo en las
estrategias de afrontamiento y la calidad de vida de pacientes con enfermedades crónico-
degenerativas. Este estudio cumple con el propósito de fortalecer los servicios de
psicoterapia que se ofrece a pacientes con enfermedades crónica-degenerativas y ofrecer
estrategias de servicio a los psicólogos y profesionales de la salud. A los efectos de
proceder con la meta-análisis, fueron seleccionados intencionalmente y por
disponibilidad 22 estudios en el tema de interés (Glass, McGrow y Smith (1981);
Villeneuve Román, 2004).
Esta investigación se fundamenta en el estudio del optimismo como recurso
psicológico, el cual surge de los planteamientos de la teoría del Estilo Explicativo
Pesimista-Optimista de Peterson y Seligman (1987). A su vez, se complementa con los
planteamientos de Scheier y Carver (1985) acerca del Optimismo Disposicional como
una forma de explicar las respuestas de afrontamiento a los eventos negativos que les
suceden a las personas en sus vidas. De acuerdo con Peterson y Seligman (1987) el
Estilo Explicativo Pesimista ofrece una visión mediante la cual se explican los sucesos o
eventos negativos ocurridos en la vida cotidiana ocasionados por alguna causa interna en
75
la persona, estable en el tiempo y con un efecto global en las diferentes dimensiones
físicas y emocionales en la vida de la persona. Desde la perspectiva Optimista los malos
sucesos según el Estilo Explicativo, son explicados por alguna causa externa, inestable en
el tiempo y específica. En términos del El Optimismo Disposicional postulados por
Scheier y Carver (1985), se relaciona con la expectativa o una creencia estable y
generalizada de que en la vida ocurrirán cosas positivas. Scheier y Carver (1985)
desarrollaron el modelo de autorregulación en 1981. El modelo de auto-regulación de la
conducta permite ilustrar y explicar que al surgir dificultades, aumentan las expectativas
y los esfuerzos en las personas para alcanzar sus objetivos y que cuando las expectativas
son desfavorables se reduce el esfuerzo en lograr el objetivo propuesto. Ambos
planteamientos resultan ser un buen predictor para fortalecer la salud y el bienestar de
pacientes con enfermedades crónico-degenerativas. A partir de aquí se incluye el análisis
crítico a la luz de la pregunta de investigación.
Análisis crítico de acuerdo con la pregunta de investigación
En este estudio se formuló una pregunta de investigación. La misma lee como
sigue: ¿Cómo influye la aplicación terapéutica del optimismo en las estrategias de
afrontamiento y la calidad de vida de pacientes con enfermedades crónico-degenerativas
de acuerdo con estudios realizados en los Estados Unidos, Latinoamérica, España y
Puerto Rico? A los efectos de ofrecer una respuesta a esta interrogante se estableció un
cohorte en el tiempo que incluyó un total de 23 años a partir de 1990 al 2013 dado lo
innovador del tema objeto a análisis.
En específico, fueron localizados nueve estudios realizados en los Estados Unidos
de Norteamérica, ocho en Latinoamérica, cuatro en España y uno en Puerto Rico para un
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total de 22 investigaciones en la que se utilizaron estrategias de afrontamiento para
atender pacientes con enfermedades crónico-degenerativas. Entre las 22 investigaciones
se contabilizó un total de 3,660 participantes, que incluyeron hombres y mujeres adultos
con diversas enfermedades crónico-degenerativas. La Tabla 1 resume los resultados del
análisis de las investigaciones llevadas a cabo en los Estados Unidos de Norteamérica.
Tabla 1
Resumen de resultados de estudios analizados en los Estados Unidos de Norteamérica
Estados Unidos
(n=9)
Autor/Año
Lugar
Tema de
estudio
Participantes
Género
Enfermedad
crónico-
degenerativa
Estrategia de afrontamiento
utilizada
F M Ambos
Carver, Pozo,
Harris, Noriega,
Schiever,
Robinson.
Ketcham, Moffat y
Clark (1993)
Miami
How coping mediates the
effect of optimism on
distress: A study
of women with early stage breast
cancer
59 ____ ____ Cáncer de mama
Optimismo disposicional • Centrado en el problema:
-Afrontamiento activo- acciones directas, pasos a
dar para manejar problema
Scheier, Matthews,
Owens, Schulz,
Brides, Magovern y
Carver (1999)
Filadelfia
Optimism and
rehospitalization
after Coronary Artery Bypass
Graft Surgery.
94 215 (309) Enfermedad
coronaria
Estilo explicativo optimista
• Centrado en el problema:
-Afrontamiento activo- acciones directas, pasos
a dar para manejar
problema
Mahler y Kulik
(2000)
California
Optimism,
pessimism and recovery from
coronary bypass
surgery: prediction of
affect, pain and
functional status
29
186
(215)
Enfermedad
coronaria
Estilo explicativo pesimista
• Centrado en la emoción: -Desconexión- reducir
esfuerzos propios para tratar
de con el estresor. -Pesimista defensivos-
expectativas bajas ante
futuros resultados
Kubzansky,
Sparrown,
Vokonas y
Kawacho (2001)
Boston
In glass half empty or half
full? a prospective
study of
optimism and Coronary Heart
Disease in the
Normative Aging Study
___
1306
____
Enfermedad coronaria
Estilo explicativo optimista • Centrado en el problema:
-Afrontamiento activo- acciones directas, pasos
a dar para manejar
problema
Milam,
Richardson,
Marks, Kemper y
McCutchan (2004)
California
The roles of dispositional
optimism and
pessimism in VIH disease
progression
49 363 (412) VIH positivo Optimismo disposicional • no se reflejó factores
protectores ante la enfermedad
77
Ironson, Balbin,
Stuetzle, Fletcher,
O’Cleirigh,
Laurenceau,
Schneiderman y
Salomon (2005)
California
Dispositional
optimism and mechanism by
which It predicts
slower disease progression in
VIH: proactive
behavior, avoidant coping,
and depression
53 124 (177) VIH positivo Estilo explicativo optimista
• Centrado en el problema: -Afrontamiento activo-
acciones directas, pasos a
dar para manejar problema
De Moor, De Moor,
Based-Engquist,
Kudelka, Barners y
Cohen (2006)
Texas
Optimism,
distress, health-related quality of
life, and change
in cancer antigen 125 amoung
patients with
Ovarian Cancer undergoing
chemotherapy
90 ____ ____ Cáncer de
ovarios
Estilo explicativo optimista
• Centrado en el problema: -Restructuración positiva-
significa buscar el lado
bueno del problema, intentado desarrollarse y
crecer como personas
Ah, Kang y
Carpenter (2007)
Indiana
“Stress,
optimism, and
social impact on immune
responses in
breast cancer”
54 ____ ____ Cáncer de
mama
Estilo explicativo optimista
• Centrado en el problema:
-Afrontamiento activo- acciones directas, pasos a
dar para manejar problema
-Planificación- estrategias de acción para manejar el
problema de la mejor
manera posible
Ferreira y
Sherman (2007)
Boston
The relationship of optimism,
pain, and social
support to well-being in older
adults with
osteoarthritis
52
20
(72)
Osteoartritis
Estilo explicativo optimista • Centrado en el problema
-Restructuración positiva-
significa buscar el lado bueno del problema,
intentado desarrollarse y
crecer como personas -Apoyo social- personas
buscan apoyo.
Consejo, asistencia o conformación en la
comunidad para resolver
problema.
Total 480 2,214 2,694
Del análisis se desprende que en las investigaciones realizadas en los Estados
Unidos de Norteamérica aplican procedimientos vinculados con los paradigmas del
optimismo y las estrategias de afrontamiento con la calidad de vida de pacientes con
enfermedades crónico-degenerativas. Las enfermedades crónicas-degenerativas que
abarcaron estos estudios fueron: cáncer de mama, enfermedad coronaria, VIH-positivo,
cáncer de ovarios y osteoartritis.
78
Los nueve estudios analizados y llevados a cabo en los Estados Unidos de
Norteamérica fueron realizados entre los años 1993-2007. Del análisis se desprende una
participación de 2,694 personas adultas de ambos géneros; hombres y mujeres. De esta
muestra de la población 480 pertenece al género femenino y 2,214 al masculino. Los
procedimientos aplicados a la relación del optimismo en las estrategias de afrontamiento
estuvieron relacionados con desarrollar e identificar rasgos y/o atributos personales de los
participantes asociados al optimismo y el afrontamiento como predictor de bienestar y
calidad de vida relacionada a la salud. Entre éstos se identificaron los siguientes: estilo
explicativo optimista (afrontamiento activo, restructuración positiva, planificación y
apoyo social), estilo explicativo pesimista (desconexión y pesimismo defensivo) y
optimismo disposicional (afrontamiento activo).
Seligman (2002) aunque presenta en modelo disposicional múltiples estrategias
para manejar una crisis de salud o situación estresante, señala que cada individuo tiene la
propensión de utilizar una serie determinada de estrategias para afrontar situaciones
diversas. Según la literatura presentada por Peterson y Seligman (1987) y Scheier y
Carver (1985) esto es lo que se denomina Estilo Explicativo de afrontamiento. De igual
forma, menciona que los recursos psicológicos son influidos por los factores de
personalidad que pueden afectar la eficacia del afrontamiento. No obstante, cada vez más
emergen patrones de personalidad propensos a la buena salud, caracterizados por el
optimismo, sensación de control y capacidad de adaptación. Las investigaciones
analizadas en este estudio concuerdan y avalan los señalamientos de Chico Libran
(2002). Este autor concurre en que los recursos psicológicos contribuyen a potenciar y
79
aumentar la resistencia a la adversidad; protegiendo positivamente el bienestar y la salud
del paciente.
La aplicación de los procedimientos y estrategias fundamentadas en la
personalidad optimista y las estrategias de afrontamiento relacionadas a la calidad de vida
de pacientes con enfermedad crónico-degenerativa demostraron su eficacia para mejorar
las síntomas asociados a las condiciones tratadas. Estos hallazgos respondieron y
apoyaron lo postulado por Seligman Martin (1998). El autor establece cómo el
optimismo y el afrontamiento resulta ser beneficioso para la salud. De igual forma, los
hallazgos analizados responden, a su vez, a los postulados de las dos perspectivas del
modelo optimismo disposicional desarrollado por Scheier y Carver (1985) y el Estilo
Explicativo Pesimista-Optimista de Peterson y Seligman (1987).
El concepto de optimismo disposicional hace referencia a una creencia o
expectativa generalizada y estable que ocurrirán sucesos positivos. Cuando surgen
dificultades en la salud física, las expectativas positivas aumentan los esfuerzos para
alcanzar la calidad de vida relacionada a la salud, promoviendo un afrontamiento activo y
persistente asociado a un enfoque centrado en los problemas, búsqueda de apoyo social y
un énfasis en los aspectos positivos. Por otra parte, Peterson y Seligman (1987) proponen
la existencia del estilo explicativo optimista, como la tendencia de atribuir los eventos
negativos a causa externa a uno mismo, demostrando menos vulnerabilidad a las
enfermedades, mejor funcionamiento del sistema inmunológico, menor tasa de
mortalidad, prediciendo así una mejor salud.
De acuerdo con el análisis, las estrategias de afrontamiento más utilizadas para las
condiciones tratadas fueron aquellas asociadas al optimismo disposicional, lo cual sugiere
80
que el optimismo está positivamente asociados a disminuir la fuente de estrés
(enfermedad crónico-degenerativa) y las estrategias de afrontamiento activas:
reinterpretación positiva, dirigido a la solución de problemas y apoyo social. Las
estrategias de menor aplicación fueron aquellas asociadas con al afrontamiento evitativo
y pesimismo defensivo. En consecuencia, el optimismo y las estrategias de
afrontamiento se asocian de manera positiva con la calidad de vida en pacientes con
enfermedades crónicos- degenerativas, resultando ser elementos de prevención y
disminución de síntomas físicos y trastornos psicológicos asociados a cáncer de mama,
enfermedad coronaria, VIH-positiva, cáncer de ovarios y osteoartritis.
Seligman (1998), Peterson y Seligman (1987) y Scheier y Carver (1985) enfatizan
en que el optimismo favorece el afrontamiento exitoso de situaciones estresantes, como
lo es el diagnóstico de una enfermedad crónica-degenerativa. De acuerdo con estos
autores, el optimismo ayudó a las personas a afrontar el estrés de forma más efectiva
además de reducir complicaciones asociadas a las enfermedades crónicas-degenerativas,
generando así una mejor calidad de vida relacionada a la salud y un mayor bienestar
psicológico. De igual forma, investigadores como Scheier, Matthews, Owens, Schulz,
Brides, Magovem y Carver (1999) y Kubzansky, Sparrown, Volonas y Kawacho (2001)
afirmaron la importancia de concebir las estrategias de afrontamiento activas como un
amortiguador del estrés y, por consiguiente, como factores protectores de las
enfermedades cardiovasculares.
El estilo de afrontamiento activo se relaciona con una mejor salud cardiovascular,
pues a pesar de la reactividad fisiológica que genera el organismo regresa más pronto a su
estado basal (estando menos expuesto a las catecolaminas) en comparación al estilo
81
pasivo (Scheier, Matthews, Owens, Schulz, Brides, Magovem y Carver, 1999). El estilo
de afrontamiento considerado como activo (dirigido al problema) está asociado con un
aumento en el bienestar, la adaptación a la enfermedad, la adherencia al tratamiento, la
función inmune y los estados afectivos positivos; por otro lado, el estilo de afrontamiento
pasivo (centrado en la emoción) está relacionado con la presencia de trastornos
emocionales, deterioro funcional y la pérdida de control.
Los estudios de Carver, Pozo, Harris, Noriega, Schiever, Robinson y Clark
(1993), De Moor [J.S.], De Moor [C.A.], Based-Engquist, Kudelka, Barners y Cohen
(2006) y Ah, Kang y Carpenter (2007) analizaron la condición de cáncer en mujeres. Los
resultados evidenciaron que en las mujeres con cáncer evaluadas lograron una mejor
calidad de vida al aplicar mayor optimismo como estrategias de afrontamiento activo.
Concurren los investigadores en que el optimismo resulta ser un buen predictor de salud,
bienestar y ajuste frente a situaciones estresantes y el afrontamiento activo representa una
variable asociada a una buena calidad de vida en personas que padecen enfermedades
graves.
Estos resultados podrían explicarse al tomar en consideración que las personas
optimistas tienen la creencia estable de que ocurrirán cosas positivas( Carver, Pozo,
Harris, Noriega, Schiever, Robinson y Clark (1993), De Moor [J.S.], De Moor [C.A.],
Based-Engquist, Kudelka, Barners y Cohen (2006) y Ah, Kang y Carpenter (2007). Cabe
destacar que, precisamente esas expectativas son las que a la hora de tener que enfrentar
contratiempos se traducen en esfuerzos para enfrentar el problema de modo activo y
persistente. Al mismo tiempo, esto ayuda a minimizar el miedo y ansiedad asociados al
82
diagnóstico y tratamiento del cáncer, con lo cual se favorece el logro de un ajuste exitoso
a la enfermedad.
Otra característica de las personas optimistas e identificadas por los
investigadores en los estudios analizados fue que las pacientes atribuyeron las causas de
los eventos negativos que les ocurren a causas externas, inestables en el tiempo y
relacionadas a un ámbito concreto. A partir de esto, se puede concluir que esta forma de
explicar lo que les sucede alejaría de ellos los sentimientos de culpa por estar enferma y
el miedo a experimentar una eventual reaparición de la enfermedad. Por otra parte, la
relación del afrontamiento activo con la calidad de vida se explica dado que el
afrontamiento activo ayuda a las pacientes a reducir la tensión psicológica al sentir que
tienen el control de la enfermedad (Ah, Kang y Carpenter (2007).
De los nueve estudios realizados en los Estados Unidos, se evidenció que en las
investigaciones llevadas a cabo por identificaron Mahler y Kulik (2000) y Milam,
Richardson, Marks, Kemper y McCutchan (2004) se encontraron resultados atípicos al
optimismo. Los investigadores identificaron que altos niveles de optimismo no fueron
protectores contra la progresión de las enfermedades crónica-degenerativas al compararlo
con la norma. Por su parte, Mahler y Kulik (2000) señalaron los beneficios del
pesimismo en pacientes con una enfermedad cardiaca. Éstos lograron identificar dos
grupos de personas: los pesimistas defensivos y los optimistas, que se caracterizaron por
tener niveles de afrontamiento similares a pesar de utilizar estrategias distintas para
afrontar la enfermedad cardiaca.
Los pacientes pesimistas manifestaron síntomas de ansiedad y bajo control de la
situación estresante (enfermedad). Sin embargo, esta valoración pesimista de la
83
situación no se tradujo en bajo rendimiento, sino que el hecho de anticipar unos malos
resultados les permitió confrontar la ansiedad anticipatoriamente, produciendo un
aumento en la motivación y el esfuerzo para evitar resultados indeseados o negativos a lo
largo de su enfermedad, teniendo una valoración posterior positiva de la situación. Por
otro lado, Mahler y Kulik (2000) indicaron que los optimistas no lograron anticipar
resultados negativos, llevando a los mismos a no tener estrategias de afrontamientos
adecuadas cuando al pasar el tiempo la situación de salud empeoraba.
Los resultados obtenidos por Mahler y Kulik (2000) fueron cónsonos con la
investigación realizada por Milam, Richardson, Marks, Kemper y McCutchan (2004).
Estos investigadores también evidenciaron que los niveles altos de optimismo
disposicional no fueron protectores contra la progresión de la enfermedad. Por el
contrario, los pacientes que tenían niveles moderadamente altos de optimismo tenían
recuentos de linfocitos CD4 más altos durante el seguimiento que aquellos con bajos
niveles de optimismo. En otras palabras, la naturaleza estresante de la infección del VIH
y el tratamiento extremo pudiera influir en este resultado. A estos efectos, llegaron a la
conclusión de que un nivel alto de optimismo pudiera conducir a estrés, incapacitando a
los pacientes a lograr control y resultados positivos ante su difícil diagnóstico y
tratamiento. Por otro lado, aquellos pacientes con un optimismo moderado demostraron
estar mejor preparados ante las situaciones inesperadas relacionadas en la progresión de
su enfermedad. Sin embargo, los investigadores no encontraron evidencia de que los
participantes con niveles moderados de optimismo trabajaron duro en el logro de sus
objetivos que los que tienen menos optimismo.
84
En síntesis, a partir de los hallazgos en la muestra de las investigaciones
analizadas en los Estados Unidos de Norteamérica se corrobora la asociación entre el
optimismo y las estrategias de afrontamiento adaptativas o activas. Además, estos
hallazgos indican que el optimismo ayuda a lograr adecuada adaptación a la enfermedad
y reduce los riesgos que acarrea el pesimismo. Consistentemente los resultados
obtenidos demuestran ser cónsonos con lo postulado por los autores Peterson y Seligman
(1987) y Scheier y Carver (1985) quienes han señalado que el efecto positivo del
optimismo y el afrontamiento desempeñan un rol importante al momento de desarrollar
acciones que permiten prevenir consecuencias negativas de la enfermedad. Por
consiguiente, promueven beneficios positivos luego de la aplicación de las respuestas
psicológicas. Al hacer referencia al optimismo y el afrontamiento activo se facilita el
manejo de condiciones crónico-degenerativas como también situaciones adversas por las
que atraviesa el paciente, previniendo que surjan mayores complicaciones asociados a la
enfermedad crónica o condiciones psicológicas asociadas a estas.
En el análisis de las investigaciones vinculadas con la utilización del concepto de
optimismo, estrategias de afrontamiento, Psicología Positiva, calidad de vida y
enfermedades crónico-degenerativas en Latinoamérica se localizaron ocho estudios. Los
mismos se realizaron en diferentes países latinoamericanos. La Tabla 2 resume los
resultados del análisis de las investigaciones llevadas a cabo en cada país.
85
Tabla 2
Resumen de resultados de estudios analizados en Latinoamérica
Latinoamérica
(n=8)
Autor/Año
Lugar
Tema de
estudio
Participantes
Género
Enfermedad
crónico-
degenerativa
Estrategia de afrontamiento
utilizada
F M Ambos
Casarretto y
Paredes (2006)
Perú
Afrontamiento a la enfermedad
crónica: estudio
en pacientes con insuficiencia
renal crónica
terminal
15 25 (40) Insuficiencia renal crónica
Estilo explicativo optimista • Centrado en el problema:
-Afrontamiento activo-
acciones directas, pasos a dar para manejar problema
Vinaccia,
Quinceno, Zapata y
Abad (2006),
Colombia
Calidad de vida
en pacientes con Lupus
Eritematoso
Sistemático
30
2
(32)
Lupus
eritematoso sistemático
Estilo explicativo optimista
• Centrado en el problema: -Restructuración positiva-
significa buscar el lado bueno
del problema, intentado desde el desarrollarse y crecer como
personas
-Apoyo social- personas buscan apoyo. Consejo, asistencia o
conformación en la comunidad para resolver problema.
Contreras,
Esguerra, Espinosa
y Gómez (2007)
Colombia
Estilos de Afrontamiento y
calidad de Vida
en Pacientes con Insuficiencia
Renal Crónica
(ICR) en Tratamiento de
Hemodiálisis
22
19
(41)
Insuficiencia Renal
Crónica en
tratamiento de
hemodiálisis
Estilo explicativo optimista • Centrado en el problema:
-Afrontamiento activo-
acciones directas, pasos a dar para manejar problema
-Planificación- implica llevar
estrategias de acción para manejar el problema de la
mejor manera
González y Pizarro
(2009)
Chile
Dolor crónico en
hemodializados: Prevalencia,
Severidad y
Estrategias de Afrontamiento
51 39 (90) Insuficiencia
renal crónica en
tratamiento
de hemodiálisis
Estilo explicativo optimista
• Centrado en el problema: -Autoafirmación- cada ser se
centra en si mismo y su
instinto con el fin de llegar a la meta, vivir, evolucionar y
crecer
García y
Hernández (2009)
México
Variables
psicosociales y
salud en mujeres con cáncer de
mama
72 ____ ____ Cáncer de
mama
Estilo explicativo optimista
• Centrado en el problema:
-Restructuración positiva- significa buscar el lado bueno
del problema, intentado desde
el desarrollarse y crecer como personas
-Apoyo social- personas buscan
apoyo. Consejo, asistencia o conformación en la comunidad
para resolver problema.
86
Gaviria, Quiceno,
Vinaccia, Martínez
y Otalvaro (2009)
Colombia
Estrategias de
afrontamiento y
ansiedad-
depresión en
pacientes
diagnosticados
con VIH/sida.
14 78 (92) VIH/sida Estilo explicativo optimista
• Centrado en el problema: -Afrontamiento activo-
acciones directas, pasos a dar
para manejar problema -Apoyo profesional- buscan
apoyo, consejo asistencia o
conformación en los profesionales de la salud
-Apoyo espiritual- empleo de
la oración y ayuda de un líder espiritual o Dios
Llamas y Julio
(2010)
Colombia
Estrategias de
afrontamiento en
pacientes con insuficiencia
renal en fase
dialítica
3 7 (10)
Insuficiencia
renal en fase dialítica
Estilo explicativo optimista
• Centrado en el problema:
-Afrontamiento activo- acciones directas, pasos a dar
para manejar problema
-Apoyo espiritual- empleo de la oración y ayuda de un líder
espiritual o Dios
Mera y Ortiz
(2012)
Chile
La Relación del Optimismo y las
Estrategias de
Afrontamiento con la Calidad de
Vida de Mujeres
Con Cáncer de Mama
25 Cáncer de mama
Estilo explicativo optimista • Centrado en el problema:
-Afrontamiento activo-
acciones directas, pasos a dar para manejar problema
-Apoyo social- personas
buscan apoyo. Consejo, asistencia o conformación en
la comunidad para resolver
problema.
Total 236 170 406
Los estudios llevados a cabo en Latinoamérica se realizaron entre los años 2006-
2012. Del análisis se desprende una participación de 406 personas. De este total, 236
pertenece al género femenino y 170 al género masculino. Las condiciones crónico-
degenerativas en estos estudios fueron: insuficiencia renal crónica en tratamiento de
diálisis y/o hemodiálisis, lupus eritematoso sistémico, cáncer de mama y VIH/SIDA. Los
procedimientos aplicados a la relación del optimismo y las estrategias de afrontamiento
estuvieron dirigidos al desarrollo e identificación rasgos y/o atributos personales de los
participantes asociados al optimismo y el afrontamiento como predictor de bienestar y
calidad de vida relacionada a la salud. Entre éstos se identificaron los siguientes: Estilo
87
Explicativo optimista (afrontamiento activo, restructuración positiva, autoafirmación,
planificación, apoyo profesional, apoyo espiritual y apoyo social)
Estos resultados avalaron la importancia de aplicar estrategias orientadas hacia el
desarrollo de recursos psicológicos y fortalezas emocionales intra e interpersonales en los
seres humanos para reducir y prevenir de manera eficaz las enfermedades crónica-
degenerativas, mejorando de esta forma la calidad de vida según señalan autores como
Peterson y Seligman (1987) y Scheier y Carver (1985). En términos generales, la
percepción optimista de la vida, la capacidad de ver los aspectos positivos de las
experiencias de afrontamiento y un buen nivel de estabilidad emocional, configuran las
acciones para la preservación y manejo de la salud.
De acuerdo con Casarretto y Paredes (2006), Contreras, Esguerra, Espinosa y
Gómez (2007), González y Pizarro (2009) y Llamas y Julio (2010) el afrontamiento
dirigido al problema constituye una estrategia que favorece una adecuada adhesión al
tratamiento en pacientes con enfermedad renal crónica y favorece la adaptación positiva
del paciente al tratamiento. Los autores añaden que estos pacientes tienden a emplear
estrategias de solución de problemas a través de la búsqueda de posibles alternativas
orientadas al mejoramiento de los síntomas de la enfermedad y reevaluación positiva de
las experiencias vividas durante la misma. Esto indica que los pacientes con enfermedad
renal crónica buscan disminuir o modificar la situación amenazante que se presentó con
la aparición de la enfermedad por medio de un ajuste a nivel emocional pertinente sin
dejar de lado la valoración racional que hacen de la misma. Es importante tener en
cuenta que los resultados evidenciados en los pacientes con enfermedad renal crónica en
tratamiento de hemodiálisis o diálisis peritoneal no parecen diferir en las estrategias de
88
afrontamiento orientadas a la búsqueda de un apoyo social satisfactorio por parte de la
familia, lo que indica que los pacientes desarrollan un manejo adecuado de los
sentimientos experimentados. En el campo espiritual estos pacientes fundamentan su
vida en la fe y la esperanza que le otorgan sus creencias religiosas, las cuales les
permiten comprender y aceptar las dificultades vividas.
Por otra parte, Vinaccia, Quinceno, Zapata y Abad (2006) y Gaviria, Quiceno,
Vinaccia, Martínez y Otalvaro (2009) investigaron la relación del optimismo y las
estrategias de afrontamiento en pacientes con enfermedades autoinmunes como lo son el
VIH/SIDA y el Lupus eritematoso sistémico. Los investigadores evidenciaron que estos
pacientes no esperaban para hacer uso de estrategias de afrontamiento de tipo cognitivo
(focalizadas en el problema), de búsqueda de apoyo en la religión y profesionales de la
salud. Igualmente se encontró que también empleaban estrategias de control emocional
dado que los niveles de agresividad estuvieron muy bajos.
Las estrategias focalizadas en la cognición como búsqueda de alternativas,
refrenar afrontamiento, reevaluación positiva e incluso la religión y búsqueda de apoyo
profesional son fundamentales para encontrar soluciones cognitivas ante los síntomas
físicos y reacciones emocionales tuvieron más relevancia en los pacientes con VIH/Sida
que las estrategias focalizadas en la emoción. Lo anterior indica que hubo supresión de
pensamientos negativos sustituyéndolos por frecuentes pensamientos positivos que les
favorecieran tolerar, planificar o tomar alternativas viables para buscar soluciones ante la
enfermedad del VIH/Sida. Igualmente el alto control emocional aparenta guardar una
relación con las estrategias cognitiva ante la alta racionalidad y el comportamiento
emotivo-conductual el que puede neutralizar los sentimientos de ira/hostilidad.
89
Una vez más se demuestra que el optimismo y las estrategias de afrontamiento
activas pueden ayudar a manejar eficazmente las enfermedades crónica- degenerativas y
mantener un buen ajuste psicológico; minimizando el riego de padecer algún trastorno
psicológico. Esto a su vez, mejoran la prognosis de la salud física, según lo exponen
Seligman (1992) y Scheier y Carver (1985).
Seligman (1992) indicó cuatro vías diferentes para explicar cómo el optimismo
puede ser beneficioso para la salud. El primero surge de la relación entre la respuesta del
sistema inmunológico y la desesperanza. Según lo expuesto por el autor, los estados
emocionales positivos pueden relacionarse con cambios en el sistema inmunológico y en
la mayoría de estos casos fortalecerlos. En este aspecto, el primer camino continuo con
el optimismo para mantener la salud sería evitar el sentimiento de desamparo y mantener
más vigilantes las defensas inmunológicas.
La segunda vía del optimismo para mantener una buena salud es la de tener
hábitos saludables y cumplir con el régimen terapéutico prescrito por el médico. De
manera que, los optimistas mantienen mayor control y elección, actúan para prevenir
enfermedades y adherirse al tratamiento médico. El tercer camino que relaciona el
optimismo con la salud apunta al número de situaciones o vivencias desagradables que se
presentan a lo largo de la vida. A estos efectos, se indica que cuanto mayor es el número
de dificultades con que tropieza un individuo en un determinado tiempo, más síntomas de
enfermedad presentará.
Menciona Seligman (1992) que los pesimistas llegan entonces a sufrir más
enfermedades que los optimistas. Las personas pesimistas se vuelven indiferentes ante
las dificultades o situaciones de enfermedad, toman menos decisiones y se acogen a
90
menos medidas para buscar apoyo en otros. Ese nexo entre la falta de apoyo social y la
enfermedad da cabida a la cuarta razón para creer el Estilo Explicativo optimista suele ser
responsable de una buena salud. De modo que, se ha encontrado que existe una relación
directa entre el optimismo y apoyo social. Los resultados de los estudios evidenciaron
cómo el optimismo y las estrategias de afrontamiento activas ayudan en la recuperación
de las condiciones crónicas de salud tratadas y en la prevención de recaídas a nivel físico
como psicológico.
De acuerdo con la búsqueda de investigaciones vinculadas con los conceptos de
optimismo, estrategias de afrontamiento, Psicología Positiva, calidad de vida y
enfermedades crónico-degenerativas se identificaron cuatro estudios llevados a cabo en
España. A estos efectos la Tabla 3 resume los resultados del análisis realizado.
Tabla 3
Resumen de resultados de estudios analizados en España
España
(n=4)
Autor/Año
Lugar
Tema de
estudio
Participantes
Género
Enfermedad
crónico-
degenerativa
Estrategia de afrontamiento
utilizada
F M Ambos
Barañano, Prado,
Baños, Rodríguez y
Escribano (2008)
Alavá
Vivir con
diálisis:
estrategias de afrontamiento y
calidad de vida
33 60 (93) Insuficiencia
renal crónica
en tratamiento
de diálisis
Estilo explicativo optimista
• Centrado en el problema:
-Afrontamiento activo- acciones directas, pasos
a dar para manejar problema
-Restructuración positiva- significa buscar el lado bueno
del problema, intentado desde
el desarrollarse y crecer como personas
-Apoyo social- personas buscan
apoyo. Consejo, asistencia o conformación en la comunidad
para resolver problema
Font y Cardoso
(2009)
Barcelona
Afrontamiento
en cáncer de
mama: pensamientos,
conductas y
reacciones emocionales
189 ____ ____ Cáncer de
mama
Estilo explicativo optimista
• Centrado en el problema:
-Afrontamiento activo- acciones directas, pasos
a dar para manejar problema
-Aceptación- aceptación de que el problema existe y
accionar ante él.
-Apoyo social- personas buscan apoyo. Consejo, asistencia o
conformación en la comunidad
91
para resolver problema
García, Jiménez,
Reig-Ferrer,
Álvarez Malek,
Moledous, Gil y
Cotilla (2011)
Navarra
Optimismo
disposicional en
pacientes en hemodiálisis y su
influencia en el
curso de la enfermedad
89
150
(239)
Insuficiencia
renal crónica
en tratamiento
de
hemodiálisis
Estilo explicativo optimista
• Centrado en el problema:
-Afrontamiento activo- acciones directas, pasos a dar
para manejar problema
-Planificación- implica llevar estrategias de acción para
manejar el problema de la
mejor manera -Restructuración positiva-
significa buscar el lado bueno del problema, intentado desde
el desarrollarse y crecer como
personas
Perales-Montilla,
García- León y
Reyes-del Paso
(2012)
Andalucía
Predictores
psicosociales de la calidad de
vida en pacientes
con insuficiencia renal crónica en
tratamiento de
hemodiálisis
12 27 (39) Insuficiencia
renal crónica en
tratamiento
de hemodiálisis
Estilo explicativo optimista
• Centrado en el problema: -Afrontamiento activo-
acciones directas, pasos a dar
para manejar problema
Total 323 237 560
Los estudios llevados a cabo en España fueron realizados durante los años 2008 al
2010. En total participaron 560 personas. De este total, 323 indicaron que pertenecen al
género femenino y 237 pertenece al género masculino. Las condiciones crónicas-
degenerativas tratadas fueron insuficiencia renal crónica en tratamiento de diálisis y/o
hemodiálisis y cáncer de mama. Los procedimientos aplicados a la relación del
optimismo y las estrategias de afrontamiento estuvieron dirigidos al desarrollo e
identificación de rasgos y/o atributos personales de los participantes asociados al
optimismo y el afrontamiento como predictor de bienestar y calidad de vida relacionada a
la salud. Entre éstos se identificaron los siguientes: Estilo Explicativo optimista
(afrontamiento activo, restructuración positiva, aceptación y apoyo social) y optimismo
disposicional (afrontamiento activo, planificación y restructuración positiva).
De acuerdo con Chico Libran (2002), Marrero Quevedo y Carballeira Abella
(2010) y Perales-Montilla, García- León y Reyes-del Paso (2012) el pensamiento positivo
92
u optimismo parece desempeñar un importante papel en el uso de las conductas de
afrontamiento adaptativas; así como en el bienestar psicológico y físico. Estos
investigadores concuerdan en que tales estrategias actúan como predictoras de la
enfermedad sea de carácter psicológico como físico en pacientes con enfermedad crónica
renal. Por consiguiente, indican que la relación entre optimismo disposicional y el apoyo
social resulta en una evolución más favorable de la enfermedad al proporcionar una
mejor forma para afrontar los problemas. Según plantearon, el optimismo tiene mucho
que ver con la autoeficacia (la creencia de que se es capaz de hacer lo que se requiere en
una situación dada). Según los autores, las personas con un rasgo de personalidad
optimista presentan un estilo de afrontamiento del estrés activo o más adaptativo
(planificación, reinterpretación positiva, crecimiento personal y resolución de problemas)
frente a los pesimistas cuyo estilo es pasivo (negación, centrarse en las emociones y
distanciamiento conductual).
Por otro lado, Font y Cardoso (2009) demostraron que las mujeres con cáncer de
mama que utilizan un afrontamiento de aproximación, centrado en el problema y
centrado en las emociones tenían mejor salud física y mental. Entre las conclusiones a
las cuales llegaron, mencionaron que los afrontamientos activos son beneficiosos
psicológicamente y físicamente. También evidenciaron que las reacciones emocionales
más frecuentes fueron la resignación, el hablar de la enfermedad y no sentirse ni culpable
ni pesimista. De esta forma las estrategias de afrontamiento en general presentaron
correlaciones coherentes de cómo informarse (aceptación de responsabilidad), pedir
ayuda (apoyo social) y el optimismo (re-evaluación positiva).
93
En resumen, a través del análisis de los resultados de las investigaciones llevadas
a cabo en España se evidencia unanimidad en cuanto a los recursos psicológicos y
estrategias de afrontamiento apoyados en la Psicología Positiva. En específico: el
optimismo, afrontamiento centrado en restructuración cognitiva, centrado en el problema,
restructuración cognitiva, apoyo social y reinterpretación positiva.
En Puerto Rico solo se localizó un estudio el cual puede vincularse con los
conceptos de optimismo, estrategias de afrontamiento, Psicología Positiva, calidad de
vida y enfermedades crónico-degenerativas. No obstante, el estudio no atiende
directamente este enfoque. La Tabla 4 resume el resultado del análisis de las
investigaciones llevado a cabo.
Tabla 4
Resumen de resultados de estudios analizados en Puerto Rico
España
(n=4)
Autor/Año
Lugar
Tema de
estudio
Participantes
Género
Enfermedad
crónico-
degenerativa
Estrategia de afrontamiento
utilizada
F M Ambos
Crespo-Fernández
y Rivera García
(2012)
San Juan
El poder de la
resilencia
generado por el cáncer de mama
en mujeres en
Puerto Rico
4 ____ ____ Cáncer de
mama
Estilo explicativo optimista
• Centrado en el problema:
-Afrontamiento activo- acciones directas, pasos
a dar para manejar problema
-Apoyo espiritual- empleo de la oración y ayuda de un líder
espiritual o Dios
Total 323 237 560
El estudio fue llevado a cabo en Puerto Rico para el año 2012. En el mismo
participaron cuatro personas del género femenino. La condición crónico-degenerativa
tratada fue el cáncer de mama. El estudio estuvo dirigido al desarrollo e identificación de
rasgos y/o atributos personales de las participantes relacionados con el concepto de
resilencia. No obstante, los rasgos y atributos relacionados con la resilencia también
94
están asociados con el optimismo y el afrontamiento como predictor de bienestar y
calidad de vida relacionada a la salud. En este aspecto, Crespo-Fernández y Rivera
García (2012) evidenciaron fortalezas cognoscitivas focalizadas en el problema durante el
proceso de manejar la enfermedad, así como durante la recuperación y la sanación. Las
investigadoras encontraron que las pacientes demostraron tener factores comunes en el
desarrollo de la resiliencia. Entre los factores más comunes las participantes señalaron el
haber generado optimismo, sentimientos de lucha y esperanza que les ayudó a salir
fortalecidas y sobreponerse al diagnóstico y tratamiento de cáncer de mama. Desde la
perspectiva de la Psicología Positiva esto implica niveles de optimismo. Esta aseveración
se valida dado que de acuerdo con Crespo-Fernández y Rivera García (2012) las mujeres
participantes con cáncer de mama indicaron que el optimismo les permitió que
enfrentaran su condición con mayor satisfacción y alegría, esperanzadas en tener una vida
llena de significado y propósito.
El hecho de que las cuatro participantes del estudio evolucionaron hacia tener más
fe, fue otro de los factores que le ayudó a sentirse más capaces para solucionar
problemas, poder relacionarse mejor con las personas que le rodean y hasta tener menor
preocupación acerca de su enfermedad. De manera que lograron reflexionar acerca de su
condición de forma positiva y comprender que su diagnóstico y tratamiento del cáncer les
permitió ver su vida de un modo diferente, con un nuevo significado para luchar contra la
enfermedad y sobrevivir a la misma.
De acuerdo con los autores Peterson y Seligman (1987) desde la perspectiva del
optimismo que se plantea en la Psicología Positiva los resultados del estudio responden a
cuatro cualidades positivas de la personalidad para trabajar terapéuticamente la pérdida
95
de salud: el bienestar subjetivo, el optimismo, la felicidad y la auto-determinación. Los
autores enfatizan el término bienestar subjetivo, el cual se refiere a conclusiones
cognitivas y afectivas a las que llegan cuando evalúan su existencia y que las personas
usualmente identifican como optimismo, felicidad y autodeterminación. Tales cualidades
fortalecen a la persona para superarse frente a la adversidad análogos al concepto de
resilencia.
En síntesis, a la luz de la revisión de las investigaciones analizadas se evidencia
que existe concordancia en función de las condiciones, fortalezas y virtudes que le
permiten al paciente con alguna enfermedad crónica-degenerativa sobrevivir a
situaciones que implican mucho sufrimiento al asignarle un nuevo significado a sus
vidas. Por consiguiente, a pesar de las situaciones adversas, siempre queda un requisito
positivo y un margen de libertar; esa libertad interior que permite elegir, al menor, cómo
afrontar o tolerar el trauma. La Tabla 5 resume el análisis de los resultados de las
investigaciones llevadas a cabo en los países de referencia
Tabla 5
Resumen de resultados de estudios analizados en meta-análisis
País Total de
participantes
Enfermedad crónico-
degenerativa
f
Estrategia de afrontamiento utilizada
f
Estados Unidos
(n=9)
n=2,694
•Cáncer de mama
•Cirugía de
revascularización
coronaria
•Enfermedad coronaria
•VIH positivo
•Cáncer de ovarios
•Osteoartritis
2
2
1
2
1
1
Estilo explicativo optimista • Centrado en el problema:
-Afrontamiento activo
- Restructuración positiva
-Planificación
-Apoyo Social Optimismo disposicional
• Centrado en el problema:
-Afrontamiento activo Estilo explicativo pesimista
• Centrado en la emoción:
-Desconexión -Pesimista defensivos
96
Latinoamérica
(n=8)
n=402
•Cáncer de mama
•VIH positivo/SIDA
•Insuficiencia Renal Crónica en Tratamiento
de Hemodiálisis
•Insuficiencia renal crónica
•Lupus eritematoso
sistemático
2
1
3
1
1
Estilo explicativo optimista
• Centrado en el problema: -Afrontamiento activo
-Apoyo social
- Restructuración positiva -Apoyo espiritual
-Planificación
-Apoyo profesional -Autoafirmación
Optimismo disposicional
• Centrado en el problema: -Afrontamiento activo
España
(n=4)
n= 323 •Cáncer de mama
•Insuficiencia renal
crónica en tratamiento de
diálisis y/o hemodiálisis
1
3
Estilo explicativo optimista
• Centrado en el problema: -Afrontamiento activo
- Restructuración positiva
-Aceptación -Apoyo Social
Optimismo disposicional
• Centrado en el problema: -Afrontamiento activo
-Planificación
-Reestructuración positiva
Puerto Rico
(n=1)
n=4 •Cáncer de mama 1 Estilo explicativo optimista
• Centrado en el problema:
-Afrontamiento activo -Apoyo espiritual
Total n=3,660 Estilo explicativo optimista
• Centrado en el problema: -Afrontamiento activo
- Restructuración positiva
-Apoyo social -Apoyo espiritual
-Planificación
-Apoyo profesional -Autoafirmación
-Aceptación
Optimismo disposicional • Centrado en el problema:
-Afrontamiento activo
-Planificación -Reestructuración positiva
Estilo explicativo pesimista
• Centrado en la emoción: -Desconexión
-Pesimista defensivos
12
5
5 3
2
1 1
1
3
1 1
1
1
De acuerdo con el análisis producto de los 22 estudios llevados a cabo entre los
años 1990 al 2013 en los Estados Unidos de Norteamérica, Latinoamérica, España y
Puerto Rico se evidenció una participación total de 3,660 personas con enfermedades
crónicas-degenerativas, adultos, de diferentes edades y géneros. Los procedimientos
utilizados en las investigaciones analizadas incluyeron la aplicación de los conceptos
97
optimismo, estrategias de afrontamiento, calidad de vida, enfermedades crónico-
degenerativas; así como conceptos asociados a la Psicología Positiva.
Entre estos, la muestra mayor fue de Estados Unidos de Norteamérica con 2,694,
le sigue España con 560, luego Latinoamérica con 402 y por último Puerto Rico con una
muestra de 4 participantes. Las enfermedades crónica-degenerativas tratadas en los
países estudiados fueron: el cáncer de mama (f=6), la cirugía de revascularización
coronaria(f=2), la enfermedad coronaria(f=1), el VIH positivo(f=3), el cáncer de
ovarios(f=1), la osteoartritis(f=1), la insuficiencia renal crónica en tratamiento de diálisis
y/o hemodiálisis(f=6) la insuficiencia renal crónica(f=1) y el lupus eritematoso
sistemático(f=1). Las estrategias de afrontamiento más utilizadas en los países estudiados
respondieron al Estilo Explicativo optimista, específicamente, centrado en el problema
enfocado en el afrontamiento activo.
Las estrategias de afrontamiento aplicadas como parte de los tratamientos en
pacientes con enfermedades crónicas-degenerativas estuvieron dirigidas a demostrar cuán
efectivo resulta ser el optimismo para mejorar la calidad de vida al aceptar las
limitaciones y pérdidas que cada condición impone; incluso como parte del concepto de
resilencia. De acuerdo con el análisis, se evidencia que en el total de participantes
(n=3,660) se mantuvo un balance entre sentimientos positivos y negativos acerca de la
vida y el sentido de sí mismo.
De igual forma, se identificó la relación positiva del optimismo y las distintitas
estrategias de afrontamiento enfocadas al desarrollo al afrontamiento activo asociados a
los resultados psicológicos más positivos al favorecer la adaptación a la nueva condición
de enfermo, las cuales han sido destacadas y consideradas también en los principios de la
98
Psicología Positiva y los planteamientos en el modelo del Estilo Explicativo Pesimista-
Optimista de Peterson y Seligman (1987) y el Optimismo Disposicional de Scheier y
Carver (1985). Estos autores explican, desde la perspectiva de la Psicología Positiva
ofrecen respuestas para el afrontamiento de eventos negativos que les suceden a las
personas en sus vidas. Estas características han resultado ser buenos predictores de los
resultados en la salud y el bienestar.
A la luz de los análisis, los hallazgos respaldaron al afrontamiento centrado en el
problema presentando mayores resultados positivos cuando la enfermedad es percibida
como un evento que puede ser controlado por quien la padece. En cambio el
afrontamiento centrado en la emoción presenta mejores resultados positivos cuando la
enfermedad es percibida como incontrolable. Esto confirma lo postulado por Contreras,
Esguerra, Espinosa y Gómez (2007) quienes sostienen que la efectividad del
afrontamiento en la enfermedad crónica se logra al aceptar las limitaciones y pérdidas
que ésta impone y al mantener un balance entre sentimientos positivos y negativos en la
vida y el sentido de uno mismo. Lo expuesto confirma que el paciente debe contar con
un repertorio amplio de estrategias y estilos de afrontamiento que procuren una mejor
adaptación y asimilación de la enfermedad crónica en la existencia personal a los efectos
de que no todas son útiles en todo momento ni para todo tipo de enfermedad.
Los estudios analizados respondieron a la definición de los autores Valverde,
Torres, Rahona y Gómez (2009) acerca de la aplicación de la Psicología Positiva
relacionada a la salud tratando de identificar cualidades positivas asociadas a la
prevención y el tratamiento de las enfermedades para mejorar la calidad de vida de las
personas, siendo una de estas cualidades el optimismo. De forma paralela, los hallazgos
99
concuerdan con los postulados acerca del optimismo propuesto por Seligman (1992)
vinculados con el desarrollo y refuerzo del optimismo como un constructo fundamental,
bien sea desde un modelo centrado en los Estilos Explicativos o desde el modelo
disposicional de expectativas. Según Contreras y Esguerra (2006) señalaron, la
percepción optimista de la vida como la capacidad de ver los aspectos positivos de las
experiencias adversas permiten neutralizar los aspectos negativos a partir de estrategias
de afrontamiento y un buen nivel de estabilidad emocional; configurando así las acciones
para la preservación y manejo de la salud.
Los hallazgos concuerdan con conceptos planteados por Peterson y Seligman
(1987) acerca del Estilo Explicativo Pesimista-Optimista en el cual se expone que el
optimismo puede ser un determinante de las estrategias que la gente utiliza para afrontar
situaciones de estrés, dejando entender que el afrontamiento es más bien un proceso y no
un rasgo. Las estrategias de afrontamiento no serían elementos fijos de la personalidad,
sino que las personas utilizarían distintos tipos de afrontamiento dependiendo de cuál sea
su estrategia preferida y de cuáles sean las demandas adaptativas de cada situación. Por
lo cual, no se puede hablar de forma absoluta de afrontamiento pesimista u optimista, en
el sentido de que la bonanza en la utilización de un afrontamiento es relativa,
dependiendo del momento y del problema en cuestión. También los hallazgos
respaldaron lo postulado por la Psicología Positiva acerca de la importancia y el efecto
positivo de trabajar con estrategias que puedan promover un funcionamiento óptimo a lo
largo de la vida de las personas, así como trabajar para la prevención y el tratamiento de
condiciones psicológicas en pacientes con enfermedades crónico-degenerativas.
100
Concurrentemente, los hallazgos concuerdan con el modelo desarrollado por
Scheiver y Carver (1985) conocido como optimismo disposicional el cual postula la
expectativa o creencia estable en donde generalmente en la vida ocurrirán cosas positivas.
Los hallazgos respaldaron al optimismo disposicional como la tendencia de las personas a
esperar resultados positivos y favorables en sus vidas y como una expectativa
generalizada al efecto favorable del optimismo respecto al afrontamiento conductual.
Siendo esto importante para afrontar con mayor posibilidad de éxito las situaciones
estresantes; como lo es el diagnóstico de una enfermedad crónica-degenerativa.
Conclusiones
A la luz del análisis y los hallazgos de este estudio se generaron una serie de
conclusiones. Las mismas son las siguientes:
1. Se confirmó que la aplicación de la Psicología Positiva y las estrategias de
afrontamiento relacionadas al optimismo para atender enfermedades crónico-
degenerativas fortalecen la calidad de vida del paciente.
2. Del estudio surge que la estrategias de afrontamiento más utilizada es el Estilo
Explicativo optimista centrado en problema enfocado en el afrontamiento activo.
3. La aplicación de la Psicología Positiva enfocada en la salud ayuda a prevenir
trastornos emocionales, abarcando todos los aspectos psicológicos que intervienen
en la determinación del estado de salud, en el riesgo de enfermar, en la condición
de enfermedad y en la recuperación, así como las circunstancias interpersonales
que se manifiestan en la prestación de servicios de salud a la población.
101
4. Se confirma lo postulado por Seligman (2000) acerca de la importancia de
promocionar la salud y el bienestar de las personas para prevenir y tratar
condiciones psicológicas y trastornos emocionales.
5. Se confirma a través de este estudio los postulados por Peterson y Seligman
(1987) y Scheier y Carver (1985) acerca del optimismo como estrategia de
afrontamiento en relación a la calidad de vida en enfermos con condiciones
crónica-degenerativas de salud.
6. Se evidenció que existen al menos dos perspectivas conceptuales que abordan el
optimismo; demostrando así una alta relación entre las categorías y características
de las dos perspectivas.
7. Se corrobora que los modelos postulados por el autor Seligman (1998) acerca de
las cuatro vías diferentes para explicar cómo el optimismo puede ser beneficioso
para la salud, demostrando su valor científico toda vez que la aplicación en la vida
de los pacientes con enfermedades crónica-degenerativas evidenciaron una
adaptación exitosa en la mayoría de las circunstancias de sus vidas relacionadas a
su salud física.
8. Los resultados de los estudios contribuyen a establecer que la Psicología Positiva
relacionada a la salud permite mejorar el cumplimiento sistemático de las
prescripciones médicas, a la optimización del auto cuidado y el manejo del estrés,
al mismo tiempo que incrementa el apoyo social, familiar y comunitario. De esta
forma, a través de la Psicología Positiva le permite al psicólogo/a y profesionales
de la salud abordar al ser humano desde otra perspectiva, focalizando en sus
recursos psicológicos y fisiológicos, bienestar y capacidad de reponerse frente a
102
las adversidades, reforzando sus cualidades y aspectos positivos para lograr una
vida plena, además de fortalecer su potencial como ser humano.
9. En el análisis de los factores que describen el desarrollo de la resilencia se
evidenció que guardan relación y se asocian con estrategias de afrontamiento
vinculados con el Estilo Explicativo del optimismo centrado en el problema
focalizado en el afrontamiento activo y espiritual.
10. El estudio científico de las estrategias de afrontamiento que se postulan en la
Psicología Positiva dirigidas a la salud permite que el optimismo se convierta en
modulador de la salud incidiendo en el bienestar físico y psicológico de cada
paciente en función del estilo de afrontamiento que se adopte, capacitando al ser
humano con un diagnóstico de alguna enfermedad crónico degenerativa para
afrontar y superar los momentos de adversidad dado que el optimismo siempre
está orientado al futuro.
Recomendaciones
Luego del análisis generado y las conclusiones presentadas, se plantean una serie
de recomendaciones. Las recomendaciones representan sugerencias a ser realizadas en el
futuro. Las mismas son las siguientes:
1. Diseñar e implementar intervenciones utilizando como marco de referencia la
Psicología Positiva relacionada a la salud para el tratamiento de las enfermedades
crónico-degenerativas.
2. Implantar en la enseñanza universitaria a nivel graduado y entre profesionales en
el campo de la salud la aplicación de la Psicología Positiva relacionada a la salud
con el propósito de promover un modelo de tratamiento fundamentado en destacar
103
el optimismo como estrategias de afrontamiento para ayudar a las personas con
condiciones crónico-degenerativas a que enfrentar las situaciones difíciles
asociadas a la enfermedad, facilitando y potenciando el disfrute de una mejor
calidad de vida.
3. Promover el desarrollar investigaciones científicas en Puerto Rico que permitan
establecer la validez y confiabilidad de la aplicación de este nuevo paradigma
como tratamiento.
4. Promover la enseñanza de la Psicología Positiva relacionada a la salud en los
Programas universitarios de Psicología mediante el desarrollo e implantación de
currículos y/o adiestramientos que capaciten al estudiante graduado en Psicología
hacia la adquisición de técnicas y estrategias de tratamiento de acuerdo con los
planteamientos de la Psicología Positiva relacionada a la salud como parte de su
preparación profesional.
5. Impulsar la enseñanza y estudio a nivel graduado, cómo la aplicación de la
Psicología Positiva relacionada a la salud en otras áreas relacionadas con el
comportamiento humano, con el mundo social y la calidad de vida.
6. Favorecer la preparación y atención entre los profesionales del campo de la salud
conducente a un cambio de paradigma de la psicología tradicional (modelo
médico) al paradigma del bienestar y prevención que se plantea a través de la
Psicología Positiva relacionada a la salud.
7. Promocionar el que se incluya en la práctica profesional psicológica técnicas y
estrategias de la Psicología Positiva relacionada con la salud, con el fin de realzar
el potencial del ser humano y no sus debilidades.
104
8. Promover el uso del Psicólogo en hospitales, centros de cuidados primarios,
oficinas médicas como parte del tratamiento médico-preventivo para el
mejoramiento de la salud física del paciente con enfermedades crónico-
degenerativas.
9. Impulsar el desarrollo de publicaciones con base científica y literaria acerca de la
Psicología Positiva y los beneficios del optimismo en las estrategias de
afrontamiento en los pacientes con enfermedades crónica-degenerativas
orientadas a concienciar en laos cambios psicológicos, emocionales y fisiológicos
que enfrentan, los pacientes al conocer el diagnóstico médico y la crisis que ello
representa en la vida personal, familiar, social y laboral.
10. Promover la organización de cursos de educación continua acerca de la aplicación
de la Psicología Positiva en el ámbito profesional del campo de la salud, así como
coloquios en instituciones educativas y organizacionales (relacionadas a
psicología, como también a todas las áreas relacionadas a la salud física) para
fomentar la concienciación acerca de la importancia y los beneficios de estos
aspectos en el bienestar del ser humano a nivel psicológico, físico, educativo,
social y laboral.
11. Promover el desarrollo de instrumentos claros, sencillos, útiles y confiables en la
investigación para ayudar a identificar los factores que fortalecen el bienestar
emocional y psicológico de las personas con el fin de incrementar el desarrollo de
estrategias y métodos para enfrentar positivamente situaciones relacionadas a la
salud de los seres humanos.
105
Limitaciones
Es importante mencionar que en toda investigación existen limitaciones. En este
estudio, la principal limitación que se confrontó fue localizar investigaciones acerca del
tema realizadas en Puerto Rico por ser una modalidad de servicio psicológico innovador
y reciente en el campo de la Psicología. La mayoría de los estudios fueron realizados en
los Estados Unidos de Norteamérica, Latinoamérica y España. Sin embargo, este
aspecto resulta ser positivo porque provee información y valor científico producto del
análisis de las experiencias de investigadores de otros países en cuanto a la aplicación del
optimismo en las estrategias de afrontamiento como parte de las terapias para fortalecer
la calidad de vida de pacientes con enfermedades crónico-degenerativas.
106
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