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autorizó al galerista Pedro Montes a rea- lizar una edición rigurosamente facsimi- lar de la que se publicó en 1985. Editorial Alquimia, por su parte, recuperó El paraíso está vacío (1984), libro inencontrable de Raúl Zurita, autor que en julio recibió el Premio Iberoamericano Pablo Neruda y anda por es- tos días inaugurando una instalación poética en la Bienal Kochi-Muziris, de la India. La no ficción crece en calidad Sigue en alza, y no solo en los rankings. El año termina con dos biografías que ha- cían falta. Basada en sus diarios, cartas y documentos, se publicó la de Ignacio Domeyko (1802-1889), profesor de mi- neralogía, reformador de la educación y patriota polaco. El libro de su cote- rráneo Zdzislaw Jan Ryn fue coedita- do por Universitaria y Ediciones UC. Este último sello publicó también Las Morla. Diarios y dibujos de Carmen y Ximena Morla Lynch, recopilación de inéditos a cargo de Wenceslao Díaz. Ganador de los premios Nacional de Literatura, Cervantes y Reina Sofía, Gonzalo Rojas nació en 1916. Justo para el centenario, Fondo de Cultura Económica —que ha recopilado toda su obra en verso y en prosa— tuvo lista El volcán y el sosie- go. Una biografía de Gonzalo Rojas, de Fa- bienne Bradu. Buenos aportes al conocimiento de la lite- ratura chilena hicieron Manuel Vicuña, Pe- dro Lastra y Grínor Rojo, autores, respecti- vamente, de Reconstitución de escena (Hue- ders), acerca de los orígenes del policial crio- llo; la compilación de artículos y conferencias Una vida entre libros: Letras de América (FCE), y el estudio, en dos tomos, Las novelas de la dictadura y la postdictadu- ra chilena (Lom). También destacaron los ensayos De memoria. Un breve elogio, de Pedro Gandolfo (Editorial UV), y las recopila- ciones Todos somos cucarachas, de Jai- me Collyer (Tríada) y Contra la inocen- cia, de Rafael Gumucio (Alquimia), encomia- da por Ignacio Echevarría en El Mundo. mientras que Pedro Gandolfo habla de “hipe- rrealismo literario”. En esa línea podría estar Sudor, la desaforada novela con que Alberto Fuguet ha tratado de tomar el pulso a los tiem- pos que corren; pero también Quiltras, un vo- lumen de cuentos en que Arelis Uribe visibili- za a las clases bajas santiaguinas y, sobre todo, la permanente violencia a la que se ven some- tidas las mujeres, sin caer en el melodrama. Si el año pasado Paulina Flores (Qué vergüenza) y Bruno Lloret (Nancy XX) encendieron luces en paisajes sociales oscurecidos, este año hay una promesa en juego: la realidad chilena, to- das sus realidades, están por ser contadas. GESTOR Matías Rivas, el cerebro de Ediciones UDP 4 Creada hace 13 años, Ediciones Universidad Diego Portales surgió como un sello dedi- cado a restituir el patrimonio perdido de la poesía chilena, pero a estas alturas su campo de acción es más vasto: hoy su catálogo está atravesado por la no ficción, desde los ensa- yos hasta las indagaciones biográficas, y cubren todo el territorio del habla hispana. Hace dos semanas, el crítico literario mexicano Christop- her Domínguez Michael es- cribió un artículo en Babe- lia, el suplemento cultural del diario El País, sobre el momento de las letras latinoa- mericanas. Ahí, entre guiones, aseguraba que Ediciones UPD era “la gran editorial literaria del continente”. Tras el sello está la cabeza de Matías Rivas. Poeta y columnista, este año fue el que lo trajo de vuelta como autor: pu- blicó los libros Tragedias oportu- nas, de poemas, e Interrupciones, que recoge sus columnas. Además, siguió dirigiendo con pulso histó- rico la editorial, a través de la cual lanzó títulos indispensables del año, como los esperados Diarios tempranos. Donoso in progress 1950-1965, de José Donoso, la no- vela El espíritu de la escalera, de Raúl Ruiz, y el nuevo libro del poeta Bruno Vidal, Rompan fi- las. El catálogo también creció en nombres extranjeros, sumando tí- tulos de la argentina Beatriz Sarlo, el estadounidense Philip Lopate o el español Javier Cercas, quien al lanzar con el sello Formas de ocul- tarse declaraba sentirse orgulloso: “Es una de las mejores editoriales de nuestra lengua”, le dijo a este diario. TENDENCIAS Consagración de poetas chilenos 5 El año que termina se consolida- ron, a través de antologías, reedi- ciones y premios, algunos de los au- tores más activos de las últimas cuatro dé- cadas. Gracias a la iniciativa del editor Vi- cente Undurraga, ingresaron al catálogo de Lumen —sello consagra- torio, selectivo y de circulación in- ternacional— Germán Carrasco (1971) y su antología Imagen y semejan- za, así como Elvira Hernández (1951) con Los trabajos y los días. No sin la polémica de rigor, Manuel Silva Acevedo (1942), poeta de la generación del 60 y autor de más de quince libros, recibió el Pre- mio Nacional de Literatura, dejando en el ca- mino a 16 candidatos, lo que revela la buena salud de la que sigue gozando la poesía chile- na. Recientemente, el Premio Pablo Neruda de Poesía Joven distinguió a Gloria Dünkler (Pu- cón, 1977), autora de tres libros publicados por Ediciones Tácitas. Tras una larguísima espera, apareció la ter- cera edición de La nueva novela (1977), de Juan Luis Martínez. Libro objeto, de culto, in- clasificable, cada vez más famoso fuera de Chile. Eliana Rodríguez, la viuda del poeta, LIBRO DEL AÑO “Si te vieras con mis ojos”, de Carlos Franz 1 Publicada por Alfaguara a fines de 2015, Si te vieras con mis ojos, de Carlos Franz, se adjudicó en abril de este año el premio de la II Bienal de Novela Mario Vargas Llosa, en Lima. En su decisión, el jurado valoró la in- teracción entre personajes que “representan dos concepciones del mundo, dos épocas y dos continentes: la ciencia y el arte, la Ilustración y el Romanticismo, y Europa y América Latina”. Personajes tomados de la realidad y situados en su momento histórico, pero en cuyas rela- ciones, diálogos y actuaciones Franz se dio to- das las licencias. De esa manera construyó el triángulo amoroso entre Carmen Lisperguer de Gutiérrez (Carmen Arriagada), Mauricio Rugendas y Charles Darwin, oponiendo razón y pasión. Las casi 400 páginas del libro dan cuenta de la imaginación del autor y también de su aprendizaje acerca de la naturaleza, la historia y el arte, sin dejar de lado una buena cuota de humor. El propio Vargas Llosa valoró la obra en su columna del diario El País: “Carlos Franz ha recreado (…) con eficacia y sutileza esa trans- posición al mito y la leyenda de la realidad lati- noamericana de dos europeos —uno inglés y otro alemán— a los que estas tierras hicieron vivir las fuertes emociones que buscaban y a consolidar su talento artístico y su genio”. No es la primera distinción que Franz recibe en el extranjero, aunque esta vez su país tomó la delantera: a solo días de su publicación, Si te vieras con mis ojos fue premiada por el Círcu- lo de Críticos de Arte de Chile. ACONTECIMIENTO El primer Donoso en su propia tinta 2 Diarios tempranos. Donoso in pro- gress, 1950-1965 (Ediciones UDP) es la contribución más reveladora sobre la personalidad y la escritura de José Donoso desde la publicación de Correr el tupido velo (2009), de su hija Pilar. La editora del volu- men, Cecilia García-Huidobro, viajó a Estados Unidos para sumergirse en los 80 cuadernos del autor que se conservan en las universida- des de Iowa y Princeton. En la introducción explicita los criterios que la guiaron a la hora de seleccionar aquellos textos más significati- vos. El resultado es un volumen que supera las 700 páginas, en general bien recibido, a pesar de reparos como los del crítico José Ignacio Sil- va, quien escribió en Las Últimas Noticias que la editora no pudo “tomar distancia” en su prólogo. Como sea, estos Diarios tempranos mues- tran a un escritor inseguro de sus sentimien- tos, paranoico, temeroso de la muerte, lector inquisitivo y voraz, lleno de proyectos de li- bros que no siempre llegan a puerto. Donoso es un implacable observador de su entorno fa- miliar y de su círculo social, en los que halla los materiales para novelas como Coronación y El obsceno pájaro de la noche; a su “cocina”, el lector asiste fascinado en estas páginas de un libro que se lee como novela. Quizás la “gran novela chilena”, que persiguió escribir toda su vida, según afirmó Rafael Gumucio en las pá- ginas del suplemento Babelia, de El País. PROMESA La promesa del realismo 3 Camacho llega Chile para trabajar. Vie- ne de la Amazonia peruana, donde ha dejado a merced de la pobreza a su mu- jer y su hijo. En Santiago, él también será po- bre. Un inmigrante peruano sobreviviendo en el centro de la ciudad. Su historia es narrada en Charapo, el debut de Pablo D. Sheng, un crudo retrato de una realidad social de los migrantes que en estos días aparece en voz de todos los políticos. Se trata de una de las primeras nove- las que exploran ese universo y sorprende el acierto, como también la ambición naturalista de Sheng. No está solo. Es posible que tras años de autoficción y metaliteratura, la narra- tiva chilena haya modificado su rumbo: “Hay un retorno al realismo de buena ley, reinter- pretación de la novela y el cuento a la luz de la sociedad actual, la crisis política permanente, las nuevas tecnologías”, dice Camilo Marks, CHILENOS de exportación A 13 años de su muerte, Bolaño sigue haciendo noticia por sus inéditos mientras otros narradores, poetas y editores chilenos se proyectan hacia el mundo. 6 La edición póstuma de la novela El espíritu de la ciencia- ficción y el traspaso del catálogo completo de Roberto Bola- ño desde Anagrama al sello Alfaguara (del grupo Penguin Random House) remecieron al mundo editorial. No tanto por el acontecimiento en sí, que fue explicado por los herederos del escri- tor y su representante, el agente literario Andrew Wylie, como una manera de difundir mejor en el mercado la obra del autor chileno, sino por toda la polémica que ha rodeado al tema. Los fuegos los abrió el crítico español Ignacio Echevarría en septiembre, antes incluso de que apareciera el inédito acerca de dos jóvenes aprendices de escritor que viven en Ciudad de México durante los años setenta. Echevarría afirmó en su columna semanal de El Mundo que Carolina López, viuda de Bolaño, lo apartó de la revisión de los inéditos en 2005 y finalmente decidió abandonar el sello de Jorge Herralde, debido principalmente a la cercanía de ambos con Carmen Pérez de Vega, la mujer con quien el escritor mantuvo una relación sentimental en sus últimos años de vida. En una segunda columna, ya publicada El espíritu de la ciencia-ficción en Alfaguara, Echevarría calificó la novela como un borrador incon- cluso y cuestionó el prólogo encargado al crítico mexicano Chris- topher Domínguez. La réplica de Carolina López no tardó en llegar a través de las páginas de El País, donde reveló que el cambio de editorial se debió exclusivamente a “razones profesionales”: la pérdida de confianza en Herralde luego de revisar los contratos y descubrir las elevadas comisiones que le estaba cobrando. Sobre Echevarría, afirmó que el crítico traicionó su confianza al divulgar el manuscrito inédito de El secreto del mal y declararse públicamente albacea de Bolaño, condi- ción que nunca tuvo. La columna mereció una respuesta de Echeva- rría en las mismas páginas del diario, en la que negó las afirmacio- nes que lo involucraban. La controversia prosiguió en la Feria del Libro de Guadalajara, donde Carolina López dio por cerrado el tema con una afirmación rotunda: “No ejerzo de viuda de Roberto Bolaño”. n FIGURA La disputa que genera el legado de Bolaño ARTES Y LETRAS E9 DOMINGO 11 DE DICIEMBRE DE 2016 Revista de LIBROS 1 2 6 4 Matías Rivas, editor, poeta y columnista. FRANCISCO JAVIER OLEA FABIÁN ORTIZ 3 Pablo Sheng, autor de Charapo. Sudor, de Alberto Fuguet.

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Page 1: Unnamed CCI EPSmerreader.ecn.cl/2016/12/11/content/pages/img/pdf/1331... · 2018. 12. 31. · llo; la compilación de artículos y conferencias Una vida entre libros: Letras de América

autorizó al galerista Pedro Montes a rea-lizar una edición rigurosamente facsimi-

lar de la que se publicó en 1985. EditorialAlquimia, por su parte, recuperó El paraíso

está vacío (1984), libro inencontrable de RaúlZurita, autor que en julio recibió el PremioIberoamericano Pablo Neruda y anda por es-tos días inaugurando una instalación poéticaen la Bienal Kochi-Muziris, de la India.

La no ficción crece encalidad

Sigue en alza, y no solo en los rankings.El año termina con dos biografías que ha-cían falta. Basada en sus diarios, cartas ydocumentos, se publicó la de IgnacioDomeyko (1802-1889), profesor de mi-neralogía, reformador de la educacióny patriota polaco. El libro de su cote-rráneo Zdzislaw Jan Ryn fue coedita-do por Universitaria y Ediciones UC.Este último sello publicó también LasMorla. Diarios y dibujos de Carmen yXimena Morla Lynch, recopilación deinéditos a cargo de Wenceslao Díaz.

Ganador de los premios Nacional deLiteratura, Cervantes y Reina Sofía,Gonzalo Rojas nació en 1916. Justo para elcentenario, Fondo de Cultura Económica—que ha recopilado toda su obra en versoy en prosa— tuvo lista El volcán y el sosie-go. Una biografía de Gonzalo Rojas, de Fa-bienne Bradu.

Buenos aportes al conocimiento de la lite-ratura chilena hicieron Manuel Vicuña, Pe-dro Lastra y Grínor Rojo, autores, respecti-vamente, de Reconstitución de escena (Hue-ders), acerca de los orígenes del policial crio-l l o ; l a c o m p i l a c i ó n d e a r t í c u l o s yconferencias Una vida entre libros: Letras deAmérica (FCE), y el estudio, en dos tomos,Las novelas de la dictadura y la postdictadu-ra chilena (Lom).

También destacaron los ensayos Dememoria. Un breve elogio, de PedroGandolfo (Editorial UV), y las recopila-ciones Todos somos cucarachas, de Jai-

me Collyer (Tríada) y Contra la inocen-cia, de Rafael Gumucio (Alquimia), encomia-da por Ignacio Echevarría en El Mundo.

mientras que Pedro Gandolfo habla de “hipe-rrealismo literario”. En esa línea podría estarSudor, la desaforada novela con que AlbertoFuguet ha tratado de tomar el pulso a los tiem-pos que corren; pero también Quiltras, un vo-lumen de cuentos en que Arelis Uribe visibili-za a las clases bajas santiaguinas y, sobre todo,la permanente violencia a la que se ven some-tidas las mujeres, sin caer en el melodrama. Siel año pasado Paulina Flores (Qué vergüenza)y Bruno Lloret (Nancy XX) encendieron lucesen paisajes sociales oscurecidos, este año hayuna promesa en juego: la realidad chilena, to-das sus realidades, están por ser contadas.

GESTORMatías Rivas, el cerebro de Ediciones UDP

4 Creada hace 13 años, EdicionesUniversidad Diego Portalessurgió como un sello dedi-

cado a restituir el patrimonioperdido de la poesía chilena,pero a estas alturas su campode acción es más vasto: hoy sucatálogo está atravesado porla no ficción, desde los ensa-yos hasta las indagacionesbiográficas, y cubren todo elterritorio del habla hispana.Hace dos semanas, el críticoliterario mexicano Christop-her Domínguez Michael es-cribió un artículo en Babe-lia, el suplemento culturaldel diario El País, sobre elmomento de las letras latinoa-mericanas. Ahí, entre guiones,aseguraba que Ediciones UPD era“la gran editorial literaria delcontinente”. Tras el sello está lacabeza de Matías Rivas. Poeta ycolumnista, este año fue el quelo trajo de vuelta como autor: pu-blicó los libros Tragedias oportu-nas, de poemas, e Interrupciones,que recoge sus columnas. Además,siguió dirigiendo con pulso histó-rico la editorial, a través de la cuallanzó títulos indispensables delaño, como los esperados Diariostempranos. Donoso in progress1950-1965, de José Donoso, la no-vela El espíritu de la escalera, deRaúl Ruiz, y el nuevo libro delpoeta Bruno Vidal, Rompan fi-las. El catálogo también creció ennombres extranjeros, sumando tí-tulos de la argentina Beatriz Sarlo,el estadounidense Philip Lopate oel español Javier Cercas, quien allanzar con el sello Formas de ocul-tarse declaraba sentirse orgulloso:“Es una de las mejores editoriales denuestra lengua”, le dijo a este diario.

TENDENCIASConsagración de poetas chilenos

5 El año que termina se consolida-ron, a través de antologías, reedi-ciones y premios, algunos de los au-

tores más activos de las últimas cuatro dé-cadas. Gracias a la iniciativa del editor Vi-cente Undurraga , ingresaron a lcatálogo de Lumen —sello consagra-torio, selectivo y de circulación in-ternacional— Germán Carrasco(1971) y su antología Imagen y semejan-za, así como Elvira Hernández (1951) con Lostrabajos y los días.

No sin la polémica de rigor, Manuel SilvaAcevedo (1942), poeta de la generación del 60y autor de más de quince libros, recibió el Pre-mio Nacional de Literatura, dejando en el ca-mino a 16 candidatos, lo que revela la buenasalud de la que sigue gozando la poesía chile-na. Recientemente, el Premio Pablo Neruda dePoesía Joven distinguió a Gloria Dünkler (Pu-cón, 1977), autora de tres libros publicados porEdiciones Tácitas.

Tras una larguísima espera, apareció la ter-cera edición de La nueva novela (1977), deJuan Luis Martínez. Libro objeto, de culto, in-clasificable, cada vez más famoso fuera deChile. Eliana Rodríguez, la viuda del poeta,

LIBRO DEL AÑO“Si te vieras con mis ojos”,de Carlos Franz

1 Publicada por Alfaguara a fines de 2015,Si te vieras con mis ojos, de Carlos Franz,se adjudicó en abril de este año el premio

de la II Bienal de Novela Mario Vargas Llosa,en Lima. En su decisión, el jurado valoró la in-teracción entre personajes que “representandos concepciones del mundo, dos épocas y doscontinentes: la ciencia y el arte, la Ilustración yel Romanticismo, y Europa y América Latina”.Personajes tomados de la realidad y situadosen su momento histórico, pero en cuyas rela-ciones, diálogos y actuaciones Franz se dio to-das las licencias. De esa manera construyó eltriángulo amoroso entre Carmen Lisperguerde Gutiérrez (Carmen Arriagada), MauricioRugendas y Charles Darwin, oponiendo razóny pasión. Las casi 400 páginas del libro dancuenta de la imaginación del autor y tambiénde su aprendizaje acerca de la naturaleza, lahistoria y el arte, sin dejar de lado una buenacuota de humor.

El propio Vargas Llosa valoró la obra en sucolumna del diario El País: “Carlos Franz harecreado (…) con eficacia y sutileza esa trans-posición al mito y la leyenda de la realidad lati-noamericana de dos europeos —uno inglés yotro alemán— a los que estas tierras hicieronvivir las fuertes emociones que buscaban y aconsolidar su talento artístico y su genio”.

No es la primera distinción que Franz recibeen el extranjero, aunque esta vez su país tomóla delantera: a solo días de su publicación, Si tevieras con mis ojos fue premiada por el Círcu-lo de Críticos de Arte de Chile.

ACONTECIMIENTOEl primer Donoso en su propia tinta

2 Diarios tempranos. Donoso in pro-gress, 1950-1965 (Ediciones UDP) es lacontribución más reveladora sobre la

personalidad y la escritura de José Donosodesde la publicación de Correr el tupido velo(2009), de su hija Pilar. La editora del volu-men, Cecilia García-Huidobro, viajó a EstadosUnidos para sumergirse en los 80 cuadernosdel autor que se conservan en las universida-des de Iowa y Princeton. En la introducciónexplicita los criterios que la guiaron a la horade seleccionar aquellos textos más significati-vos. El resultado es un volumen que supera las700 páginas, en general bien recibido, a pesarde reparos como los del crítico José Ignacio Sil-va, quien escribió en Las Últimas Noticias quela editora no pudo “tomar distancia” en suprólogo.

Como sea, estos Diarios tempranos mues-tran a un escritor inseguro de sus sentimien-tos, paranoico, temeroso de la muerte, lectorinquisitivo y voraz, lleno de proyectos de li-bros que no siempre llegan a puerto. Donosoes un implacable observador de su entorno fa-miliar y de su círculo social, en los que halla losmateriales para novelas como Coronación y Elobsceno pájaro de la noche; a su “cocina”, ellector asiste fascinado en estas páginas de unlibro que se lee como novela. Quizás la “grannovela chilena”, que persiguió escribir toda suvida, según afirmó Rafael Gumucio en las pá-ginas del suplemento Babelia, de El País.

PROMESALa promesa del realismo

3 Camacho llega Chile para trabajar. Vie-ne de la Amazonia peruana, donde hadejado a merced de la pobreza a su mu-

jer y su hijo. En Santiago, él también será po-bre. Un inmigrante peruano sobreviviendo enel centro de la ciudad. Su historia es narrada enCharapo, el debut de Pablo D. Sheng, un crudoretrato de una realidad social de los migrantesque en estos días aparece en voz de todos lospolíticos. Se trata de una de las primeras nove-las que exploran ese universo y sorprende elacierto, como también la ambición naturalistade Sheng. No está solo. Es posible que trasaños de autoficción y metaliteratura, la narra-tiva chilena haya modificado su rumbo: “Hayun retorno al realismo de buena ley, reinter-pretación de la novela y el cuento a la luz de lasociedad actual, la crisis política permanente,las nuevas tecnologías”, dice Camilo Marks,

CHILENOSde exportaciónA 13 años de su muerte, Bolaño sigue haciendo noticiapor sus inéditos mientras otros narradores, poetas yeditores chilenos se proyectan hacia el mundo.

6 La edición póstuma de la novela El espíritu de la ciencia-ficción y el traspaso del catálogo completo de Roberto Bola-ño desde Anagrama al sello Alfaguara (del grupo Penguin

Random House) remecieron al mundo editorial. No tanto por elacontecimiento en sí, que fue explicado por los herederos del escri-tor y su representante, el agente literario Andrew Wylie, como unamanera de difundir mejor en el mercado la obra del autor chileno,sino por toda la polémica que ha rodeado al tema.

Los fuegos los abrió el crítico español Ignacio Echevarría enseptiembre, antes incluso de que apareciera el inédito acerca de dosjóvenes aprendices de escritor que viven en Ciudad de Méxicodurante los años setenta. Echevarría afirmó en su columna semanalde El Mundo que Carolina López, viuda de Bolaño, lo apartó de larevisión de los inéditos en 2005 y finalmente decidió abandonar elsello de Jorge Herralde, debido principalmente a la cercanía deambos con Carmen Pérez de Vega, la mujer con quien el escritormantuvo una relación sentimental en sus últimos años de vida. Enuna segunda columna, ya publicada El espíritu de la ciencia-ficciónen Alfaguara, Echevarría calificó la novela como un borrador incon-cluso y cuestionó el prólogo encargado al crítico mexicano Chris-topher Domínguez.

La réplica de Carolina López no tardó en llegar a través de laspáginas de El País, donde reveló que el cambio de editorial se debióexclusivamente a “razones profesionales”: la pérdida de confianza enHerralde luego de revisar los contratos y descubrir las elevadascomisiones que le estaba cobrando. Sobre Echevarría, afirmó que elcrítico traicionó su confianza al divulgar el manuscrito inédito de Elsecreto del mal y declararse públicamente albacea de Bolaño, condi-ción que nunca tuvo. La columna mereció una respuesta de Echeva-rría en las mismas páginas del diario, en la que negó las afirmacio-nes que lo involucraban. La controversia prosiguió en la Feria delLibro de Guadalajara, donde Carolina López dio por cerrado el temacon una afirmación rotunda: “No ejerzo de viuda de Roberto Bolaño”.

n FIGURALa disputa quegenera el legadode Bolaño

ARTES Y LETRAS E 9DOMINGO 11 DE DICIEMBRE DE 2016 Revista deLIBROS

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Matías Rivas, editor, poeta y columnista.

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Pablo Sheng, autor de Charapo.

Sudor, de Alberto Fuguet.