volumen i/black bullet/~jke... · personas cantar sutras* el canto de las cigarras y el sonido...
TRANSCRIPT
-
Volumen I
Jke Translation’s
1
-
Volumen I
Jke Translation’s
2
-
Volumen I
Jke Translation’s
3
-
Volumen I
Jke Translation’s
4
-
Volumen I
Jke Translation’s
5
-
Volumen I
Jke Translation’s
6
-
Volumen I
Jke Translation’s
7
-
Volumen I
Jke Translation’s
8
Prólogo — El Fracaso
En la esquina de una calle agrietada, un niño estaba sentado con
sus brazos alrededor de sus rodillas, observando a las personas
que pasaban por allí.
Una estrecha carretera que estaba embarrada por la lluvia estaba
sorprendentemente llena de gente, algunos estaban junto a él,
otros estaban sentados en el suelo gritando como si estuvieran
borrachos.
Incluso mientras forzaba la vista, no podía ver bien lo que pasaba
alrededor. En lugar de eso, veía personas de mediana edad que
habían sobrevivido comiendo la corteza de los árboles. Sus ojos y
gargantas lucían inusualmente hinchados. A juzgar por su propia
experiencia, el niño sabía que la mayoría de las personas que sólo
comían la corteza del árbol iban a morir de una enfermedad en un
futuro próximo, pero no podía hacerle frente a esa realidad.
Un hombre estaba caminando hacia una venta de galletas rotas
que estaban a un precio exorbitante, sus bolsillos estaban repletos
de billetes de diez mil yenes que no eran más que trozos de papel.
Sin embargo, al parecer este hombre demacrado era quien más
quería la comida.
Justo detrás de él, cerca de un puesto de control improvisado,
había una gran multitud de personas con pancartas gritando. No se
podía ver desde allí, pero no había duda de que en esas pancartas
estaba la palabra « ¡Vivamos!» escrita en ellas.
Todas estas personas habían dejado sus pertenencias y casas
evacuando aquí, a Tokio. Pero incluso Tokio no tenía la suficiente
capacidad para albergar a los refugiados que llegaban aquí de
todas partes del país.
No había suficiente espacio libre, por lo que las tiendas de
campaña estaban todas cercas unas de otras como si estuvieran
acurrucadas. Era obvio que los lugares más eficaces para ponerse
a cubierto de la lluvia y el viento eran los edificios, pero sería
muy osado vivir en edificios medio destruido y grandes
almacenes que podrían colapsar en cualquier momento.
La escena se parecía al fin del mundo, uno podría haber pensado
que tal cosa sucedería sólo en las películas, pero eso era
exactamente lo que este niño contemplaba en este momento.
Lo que todas estas personas tenían en común eran sus mortales
rostros pálidos marcados por la desesperación y el temor de un
futuro incierto.
Un gran número de personas que se negaron a llevar vidas
miserables, habían muerto con dignidad hace mucho tiempo
suicidándose.
Probablemente nadie creería si le dijeran que este lugar fue en
algún momento los suburbios de la ciudad.
-
Volumen I
Jke Translation’s
9
De repente, una horrible languidez asaltó a su cuerpo y conciencia
atenuada.
Para este niño también era incierto lo que haría a partir de ahora,
ya que no tenía un lugar al que volver.
Grandes cantidades de personas morían cada día y la situación de
la guerra que se había vuelto unilateral era peor.
Los cadáveres estaban apilados y quemados, aunque
recientemente todos comenzaron a negar el combustible, por lo
que los cuerpos fueron enterrados en fosas comunes.
No pasaba un día en el que no se sintiera el olor a carne quemada
y en descomposición.
Este muchacho era sin duda afortunado. Agradeció la ayuda de
los que organizaron los funerales y, aunque trataba de
concentrarse en ese único pensamiento, el dolor continuó pesando
sobre su corazón durante algún tiempo.
Cerró los ojos y lo primero que llegó a su mente fue una voz
normal pero monótona.
El chico estaba en primera fila en una habitación escuchando a las
personas cantar sutras* el canto de las cigarras y el sonido lejano
de las campanas movidas por el viento.
(*Sutras: Una Oración a Buda.)
Delante del monje, que estaba cantando al nombre de Buda, se
colocaron dos ataúdes. Justo después de ellos había un gran
número de ofrendas florales y un poco más allá estaba las
fotografías de los difuntos con caras sonrientes.
El muchacho sintió un dolor en su estómago como si lo estuvieran
torciendo. Él apretó los puños con fuerza y todo su cuerpo tembló.
A pesar de que estaba tratando de soportar el dolor, las lágrimas
comenzaron a gotear de la punta de su nariz, y de pronto sus
pantalones estaban mojados.
Hace apenas una semana, la zona donde este chico vivía fue
invadida por los «Gastrea» y se convirtió en el sitio de una batalla
feroz.
Mientras las llamas de los motores a reacción de misiles y los
morteros teñían el cielo de un brillante color rojo, el padre empujó
a su hijo que se resistía obstinadamente al tren de la noche,
dejándolo al cuidado de sus amigos en Tokio. Justo antes de las
puertas del tren se cerraran, dijo con una cara seria: «Tu madre y
yo nos uniremos pronto». Luego de eso, ellos se convirtieron en
pequeños trozos de carbón.
Un funeral masivo.
A pesar de que entiende el significado de esas dos simples
palabras, había estado recibiendo una explicación por horas.
-
Volumen I
Jke Translation’s
10
Al principio no pudo creerlo, había agarrado el carbón que había
recibido. Dado que era sólo un trozo de carbón vegetal, se
desmoronó en su mano con una facilidad increíble convirtiéndose
en trozos pequeños que caían de la mano.
El muchacho abrió y cerró la mano teñida de negro tratando de
relacionar la explicación que le dieron con la realidad.
Simplemente no podía creer que hace unos días estas cenizas
fueron su madre y su padre. Las cenizas no podían reír o dormir a
su lado o hacer deliciosas comidas.
Cuando volvió en sí, agarró el Sutra leído por el monje, pateó la
tapa del ataúd y se volvió loco. Mostró un ataúd vacío a las
personas que asistieron al funeral y gritó varias veces: «¡Mis
padres no están muertos!». Golpeó las cortinas de rayas blancas y
negras, y salió corriendo. El segundo día después de que salió de
la mansión del hombre a su cuidado, se desvió a una tienda de
campaña de refugiados.
Sin embargo, él no tenía un «billete de ración»* y nadie mostró
misericordia alguna ni le dio nada para comer. No había otra
opción más que masticar las raíces de los árboles y la hierba sin
savia, por eso en poco tiempo le llegó una diarrea explosiva, una
intoxicación alimentaria y la deshidratación.
(*Un cupón que, en casos de emergencia, te permite retirar algo
de comida.)
No hace mucho tiempo había comenzado a experimentar mareos
cuando se levantaba demasiado rápido y la contracción de su
campo visual.
No fue capaz de ponerse de pie, por lo que sólo se sentó sin poder
hacer nada en la calle con la espalda contra la pared.
Cuando levantó la vista delante de él con ojos legañosos, lo único
que pudo ver era un gran número de piernas. Las piernas de
muchos miles de refugiados merodeando pasaban frente a sus
ojos.
Piernas delgadas, las piernas de los niños, de hombres y mujeres.
Su boca estaba absolutamente vacía y seca. Estiró las manos y
con todas sus fuerzas gritó en busca de ayuda con una voz débil,
pero nadie se detuvo.
Una lágrima corrió por su mejilla.
No quería volver a la casa, a la casa de los Tendōs.
Donde sus nuevos padres, sus muchos hermanos y una hermana a
quien había conocido hace apenas una semana. Él no tenía la
confianza de que sería capaz de convivir con ellos.
Pero está bien. Era extraño, cuando pensaba así, el miedo a la
muerte se iba debilitando.
Incluso los niños entendieron que este era el final de este país.
-
Volumen I
Jke Translation’s
11
El ochenta por ciento de su territorio fue invadido por los
Gastreas. La tierra, el agua, el aire. Las Fuerzas de Autodefensa
también habían sufrido pérdidas catastróficas. Fueron asesinados
un número increíble de personas.
Si hubiera muerto allí mismo, ahora mismo no sufriría tanto
dolor.
Pero el muchacho se estaba aferrando al suelo con todas sus
fuerzas.
Incluso si había la más mínima posibilidad de que pudiera
sobrevivir, él dedicaría el resto de su vida a encontrar a sus
padres. Esas cenizas no podían ser sus padres. Si se las arreglaba
para mantenerse con vida, definitivamente podía buscarlos en
todos los rincones del mundo.
De repente, un rugido sordo prolongado hizo eco en todo el
barrio. Las personas que deambulaban por las calles se detuvieron
e inclinaron sus cabezas. Un hombre que rápidamente evaluó la
situación se subió al campanario de la iglesia y, con una mirada
feroz, tocó el timbre.
El muchacho levantó lentamente la mirada hacia el cielo y vio una
gran sombra voladora sobre la cresta de la montaña. Cuando todo
el mundo se dio cuenta de que se trataba de una criatura voladora
gigante, el campamento cayó en la locura.
Gritando, empujándose unos a otros, pisoteando a las mujeres y a
los niños, todo el mundo empezó a correr al azar, tratando de
alejarse al menos a un paso de esa criatura.
Atrapado en un estado opaco, el muchacho siguió mirando al
cielo con los brazos envueltos alrededor de sus rodillas. Estaba
hambriento y deshidratado, por lo tanto no podía dar ni siquiera
un paso.
Varios segundos, después algo más sobrevoló las montañas, esta
vez una especie de máquina.
Era un avión de apoyo aéreo cercano de las Fuerzas de
Autodefensa.
El avión lo persiguió, causando una intensa mezcla de sonidos y
la criatura gigante tratando de acabar con él, realizó maniobras
acrobáticas en el aire. Hace diez años, una escena como esta sólo
se podía ver en la televisión.
El avión finalmente aprovechó una oportunidad y lanzó un Misil
Sparrow. La llama del motor a reacción, se estrelló contra el
costado de la criatura que estaba tratando de evadirlo y causó una
flama que floreció en el cielo.
Con una de sus alas arrancadas, la criatura gigante lanzó un largo
grito en el aire. Al ver esto, la multitud se detuvo y levantó una
ovación.
-
Volumen I
Jke Translation’s
12
Pero al instante siguiente, los aplausos se transformaron en gritos.
—¡Viene hacia aquí!
La criatura caía, cambió su trayectoria y el campo de visión del
muchacho comenzó a expandirse.
Los gritos y rugidos se volvieron dos veces más fuerte que antes y
no se podía oír nada más que el grito.
Cuando la criatura tocó la superficie del suelo, éste se sacudió con
un violento temblor y la gente de la multitud cayó al suelo uno
tras otro mientras gritaban. Como un avión tratando de aterrizar
en una pista, esta misteriosa criatura ajustó su trayectoria, pero no
pudo contrarrestar fácilmente el impacto producido por su peso.
Con un sonido ensordecedor hizo un aterrizaje forzoso y comenzó
a moverse hacia allí, derribando los edificios y tiendas de
campaña improvisadas en su camino.
Voy a ser aplastado.
Había un olor estrangulador y alguien respiraba fuertemente, pero
no era el muchacho.
Sigue con vida...
Abrió un poco los ojos y justo delante de él, la cabeza de la
criatura voladora estaba lo suficientemente cerca como para
tocarlo.
—Gast...rea.
El muchacho murmuró sin saberlo.
Cerca de cuarenta metros de largo, se veía como un pájaro y tenía
alas rojizas como las de un gran dragón antiguo. Pero también
tenía esos profundos ojos rojos que sobresalían en semicírculos,
brillantes como un cristal. Parecían similares a los ojos
compuestos de una libélula.
Era como el resultado del cruce entre un ave y un insecto.
Una gran cantidad de sangre negra corría por su afilado pico y
una luz roja era visible en el interior de su pecho hinchado.
Gracias a él... no, por culpa de él…
Como si reaccionara ante el odio del chico, el Gastrea reunió
todas sus fuerzas y levantó la parte superior de su cuerpo. Un
largo hilo de sangre caía hasta el suelo. El monstruo abrió su pico
ancho y dio un grito desgarrador ante los ojos del muchacho.
La sangre mezclada con saliva salpicaba por todo su rostro. El
viento del mal aliento de la bestia jugaba con el pelo del chico. El
cuerpo del monstruo se sacudió y un grito empezó a salir de su
garganta.
Ya se terminó.
-
Volumen I
Jke Translation’s
13
En ese mismo momento, su mano fue jalada con una fuerza
tremenda escapando apenas del afilado pico del Gastrea.
—S–Señor.
A pesar de que este hombre había llegado a una edad de sesenta
años, tenía un físico robusto y una estatura imponente.
Él era el único que estaba cuidando de este niño, el Jefe de la
Familia Tendō: Tendō Kikunojō.
¿Él vino aquí buscándome? ¿A este lugar?
Mientras el muchacho, un poco confundido, estaba pensando si
sería una buena idea dar las gracias al hombre, la policía
antidisturbios finalmente llegó y rodeó al Gastrea que apenas
respiraba mientras apuntaban sus armas hacia él.
Sin mirar en la dirección del joven, la persona que le salvó la
vida, le dijo:
—Si no quieres morir, sobrevive, Rentarō.
A la señal del oficial al mando, los cartuchos vacíos comenzaron
a girar en el aire y disparos secos resonaron en el cielo.
◇ ◇ ◇
Once meses después, Japón reconoció la derrota después de que
los «Monolitos» —que proporcionaban defensa independiente—
se construyeran en todo el país.
Por el bien de la supervivencia de Japón, como una medida
temporal, las grandes potencias mundiales aisladas del país se
encerraron en los Monolitos.
Más de la mitad del territorio de Japón fue invadida, un gran
número de personas habían muerto y muchas más habían
desaparecido.
En 2021 la humanidad fue derrotada por los Gastreas.
Y, diez años después...
-
Volumen I
Jke Translation’s
14
Parte 1
El comienzo de la primavera.
Bajo el cielo nocturno de color rojo-purpura, el Jefe del
Departamento de Homicidios con un rostro inquebrantable, una
cara con rasgos fuertes y una mandíbula cuadrada comenzó a
intimidar a un chico de aspecto débil.
—¿Qué? ¿Tú eres ese miembro de «Seguridad Civil» que se
apresuró a atendernos? ¡No seas ridículo! ¡Sólo eres un niño!
Al ser abordado por un rostro energético, el muchacho Satomi
Rentarō desvió su mirada que carecía de ambición, trasladó su
mirada, y miró distraídamente los graznidos de los cuervos que
volvían a sus nidos.
Maldición, yo también quería volver a casa. Sólo puedo
escabullirme de este detective.
—Bueno, puedes llamarme así. Pero yo soy la persona que vino a
atenderlos. También tengo una pistola y una licencia. La jefa de
nuestra compañía me dijo que viniera aquí, así que no tuve otra
opción. Si tienes algunas sospechas, entonces desapareceré.
El detective chasqueó la lengua, entrecerró los ojos como si lo
evaluara o algo así, y comenzó a dar vueltas alrededor de Rentarō.
—Ese uniforme… ¿eres un estudiante?
-
Volumen I
Jke Translation’s
15
Rentarō miró su ropa. Su traje era completamente negro con el
emblema de la Secundaria Magata bordeado en su pecho.
—¿Eso es algo malo…?
—Tch, recientemente incluso los niños juegan a la Seguridad
Civil... Muéstrame tu licencia.
Rentarō pasó su licencia. Cuando el detective comparó la
fotografía adjunta a ella con la cara del niño, su cuerpo comenzó a
temblar:
—Aha-ha, por el rostro que tienes aquí veo que no eres
fotogénico, ¿cierto?
—Esto es parte de mi trabajo, por lo que debo mantener la calma
—dijo Rentarō mirando al detective.
—Tadashima —el detective se presentó brevemente y mostró su
licencia.
—La Compañía de Seguridad Civil Tendō ¿eh? Nunca he oído
hablar de ella.
—No somos muy conocidos. Oye lo siento por apurarte, pero
¿por qué no nos ponemos manos a la–
Rentarō levantó los ojos y miró una vieja mansión de pie justo en
frente de él. Era un edificio de seis pisos muy común que atraía la
atención debido a que estaba dañado erosionado y lleno de
grietas. Llamado «Gran Tanaka».
—¿El incidente ocurrió realmente en este lugar?
—Sí, eso es correcto. El chico de la habitación ciento dos nos
llamó, y mientras gritaba nos dijo que sangre goteaba del techo de
su habitación. Después de reunir toda la información que
obtuvimos, no tenemos duda de que es un Gastrea. Bueno, vamos
a entrar de inmediato ¿Eh?, por fin.
Tadashima destacó el «por fin», lo dijo en voz alta y clara, y entró
en el edificio.
Este tipo de relaciones tensas entre la Policía y la Seguridad Civil
no eran nuevas. Pero Rentarō estaba más sorprendido que enojado
con tan mala educación. Se quedó quieto al lado del edificio por
un rato pensando si sería mejor que se fuera. Pero luego, al no
tener elección, siguió al detective.
Poco después de la derrota, una ley había establecido que se
prohibía la entrada a la escena de un incidente relacionado con los
Gastreas sin un miembro de una compañía de Seguridad Civil. En
otras palabras Seguridad Civil era una medida necesaria para
reducir la tasa de mortalidad de los agentes de policía que se
elevaba rápidamente, aunque sea un poco. Pero ningún policía
aceptó amablemente la intromisión de Seguridad Civil que recibió
la nueva jurisdicción.
-
Volumen I
Jke Translation’s
16
En ese momento Tadashima notó algo y rápidamente acercó su
cara dura más al chico.
—¿Dónde está tu «Iniciadora»? ¿No tienen una regla que
establece que todos los miembros de Seguridad Civil deben luchar
en pares?
—No pensé que fuera necesaria su ayuda.
A pesar de que la pregunta realmente lo sorprendió, no le dijo que
la había dejado atrás.
«Eso no era cierto», se rascó la cabeza y miró por la ventana de
un pasillo con luz tenue que venía de la calle.
La jefa de la compañía de un solo miembro le informó del
Accidente Gastrea que había ocurrido cerca. Recordó cómo se
apresuró hacia aquí en su bicicleta, al enterarse de que si no
tomaba el trabajo sería pasado a otra compañía.
Y ese fue el momento en que abandonó a su compañera. Él
esperaba que ella no se perdiera.
Después de subir hasta la habitación ciento dos, hacia la escena
del crimen, vio a una gran cantidad de agentes de la policía ya
posicionados junto a la puerta.
—¿Algún cambio?
Al oír la pregunta de Tadashima, uno de los oficiales se dio la
vuelta con su rostro pálido.
—L–Lo siento. Hace un momento dos hombres treparon hacia el
tejado e irrumpieron en la habitación por la ventana. No hemos
podido establecer contacto con ellos desde entonces.
El aire se congeló.
—¡Ustedes idiotas! ¿Por qué no esperaron hasta que llegara
Seguridad Civil?
—Nosotros no queríamos que ellos llegaran y tomaran el lugar,
¡ellos se apresuran a tomar todo el crédito! ¡Apuesto que entiende
claramente nuestros sentimientos!
—¡Eso no importa por otra parte–
—¡Salgan del camino, idiotas! ¡Voy a entrar!
Tadashima miró a los ojos de Rentarō, sobresalía su barbilla y les
ordenaba. Dos oficiales equipados completamente que esperaban
detrás, se alinearon frente a la puerta y sujetaron los infractores de
corte longitudinal* en las bisagras de la puerta.
(*DCL: Herramienta para desprender las puertas)
Rentarō sacó una Pistola Springfield XD de su cinturón. Tiró del
seguro, preparando así la pistola.
-
Volumen I
Jke Translation’s
17
Respiró hondo y aclaró su cabeza. Luego se limpió el sudor de las
palmas de las manos con los pantalones y chasqueó la lengua.
La situación había llegado a ser realmente molesta.
—Vamos.
Casi al mismo tiempo en que las dos escopetas emitieron una
llama, Rentarō pateó la puerta.
Sus ojos que ahora se exponen a la luz deslumbrante del sol
poniente, se estrecharon inmediatamente.
La pequeña habitación de seis esteras estaba teñida por el sol de la
tarde como si emergiera de la luz del atardecer.
Pero el piso de la sala de estar estaba cubierto con algo más rojo
que el color del sol poniente. Y un denso olor a sangre no se podía
ocultar. Dos policías estaban muertos, situados junto a la pared.
Entonces Rentarō vio algo que no podía creer.
Un hombre alto estaba parado en el centro de la habitación.
Probablemente era más alto que 190 centímetros, con brazos y
piernas muy finos. Era alguien muy misterioso que llevaba
extrañas vestiduras, un Frac de vino rojo con rayas finas
verticales, un sombrero de seda y una mascara auténtica.
Eso no es un Gastrea. ¿Quién podría ser el...?
Pronto el hombre enmascarado giró su cabeza y lo miró, una leve
sonrisa apareció en sus labios. Le dio una mirada penetrante a
Rentarō.
—Oh, Seguridad Civil. Parece que llegó demasiado tarde.
—¿Qué?... ¿Tú también estas en el negocio?
—Bueno, estaba sin duda en busca del Gastrea, en busca de la
fuente de infección, pero yo no soy como tú porque…
El hombre abrió los brazos como si estuviera en un teatro.
—Fui yo quien mató a esos oficiales.
El cuerpo de Rentarō reaccionó al momento en que se dio cuenta
de que la persona que estaba frente a él era un enemigo.
Moviéndose de forma instantánea cerca del hombre, con fuerza
envió un golpe. Fue un golpe decente con buen ángulo y
sincronización.
—Wow, no está mal.
Tan pronto como el hombre enmascarado esquivó su golpe con
alegría, golpeo devuelta. Su golpe se hundió en el pecho de
Rentarō y lo envió volando. Él aterrizó de espaldas sobre la mesa
de cristal en la sala de estar, Rentarō apenas podía respirar.
¿Quién demonios es este hombre?
-
Volumen I
Jke Translation’s
18
Con un ojo abierto, el chico que se retorcía de dolor vio al hombre
enmascarado levantar su puño enfrente de él. Rentarō bajó de la
mesa rápidamente y esta se hizo añicos con un fuerte crujido.
Saltó hacia atrás y se levantó de un salto. Sin embargo, como si
predijera en qué lugar iba a esquivar, el hombre lanzó una patada
giratoria.
Rentarō lo bloqueó con éxito, pero debido a su poder fue arrojado
de vuelta a la pared.
El hombre enmascarado olfateó con desdén.
Aunque Rentarō se aferraba con valentía, parecía abrumado por la
increíble diferencia en poder.
En ese momento un tono inapropiado hizo eco en la habitación. El
hombre enmascarado respondió a su teléfono.
—¿Kohina?... Ah, sí bien, luego me reuniré contigo allí.
—Mira, monstruo ¡esto es por nuestros compañeros!
Varios agentes de policía estaban de pie junto a la puerta con
rifles carabina preparados.
El hombre enmascarado rápidamente sacó una pistola de la funda
del cinturón y disparó sin mirar en qué dirección.
La sangre brotaba en manantiales sobre los chalecos azules y
manchaban las paredes.
El hombre enmascarado disparó en repetidas ocasiones y, en un
abrir y cerrar de ojos, tres personas más fueron derribadas,
pintando lo que estaba detrás de ellos de rojo.
Rentarō caminó con firmeza, cerrando la distancia entre él y el
hombre enmascarado.
Habilidad de Combate Tendō Número Dieciocho, Tipo Dos.
«¡Inzen: Kokutenfuu!»
Casi al tiempo que dijo eso, él giró realizando una patada. El
hombre lo esquivó con sólo mover la cabeza, pero Rentarō
cambió rápidamente de un pie al otro y desató un segundo golpe:
«Inzen: Genmeika».
Un remate alto certero golpeó directamente la máscara del
hombre.
A medida que Rentarō empezó a dar un grito victorioso, el
hombre puso sus manos sobre la cabeza, que se movía hacia atrás
después del impacto y, con todas sus fuerzas, cambió la cabeza de
nuevo a su lugar. Sorprendentemente ni siquiera dejó caer el
teléfono de su mano.
—No, no es nada serio. Sólo está lleno de gente aquí. Voy a estar
allí de inmediato.
El hombre cerró el teléfono y se quedó quieto mirando fijamente
al muchacho.
-
Volumen I
Jke Translation’s
19
Rentarō sintió un escalofrío como si la sangre helara en sus venas.
El hombre se ajustó la máscara y dejó salir una risa de su
garganta.
—¡Eso fue increíble! Aunque estaba con la guardia baja, no tenía
la más mínima intención de dejar que me golpearas. Tengo
muchos deseos de matarte aquí mismo, pero tengo algunos
negocios que atender.
Dicho esto, los ojos bajo la máscara miraron al muchacho
entusiasmadamente.
—Por cierto, ¿cómo te llamas?
—Satomi Rentarō...
Murmuro «Satomi-kun, ¿eh?» el hombre se dirigió a la terraza a
través del cristal roto de la ventana y puso un pie en la barandilla.
—Vamos a vernos de nuevo en alguna parte Satomi... No, tal vez
debería ir a verte.
—¿Quién eres?...
—La persona que destruirá el mundo. No hay nadie que pueda
detenerme.
El hombre saltó desde el balcón.
El cuerpo rígido del chico no se movió durante un buen rato,
como si estuviera cosido al suelo. Rentarō abrió sus palmas
sudorosas y luego las apretó con firmeza.
¿Hay personas tan fuertes como él en el mundo?
Rentarō oyó los gemidos, se dio la vuelta y vio a los oficiales
fuertemente heridos por ese hombre. Sus colegas ferozmente
llamaron pidiendo ayuda y los heridos fueron llevados en
camillas.
El puño cerrado de Rentarō tembló. En ese momento alguien le
puso una mano en su hombro y la sacudió con fuerza.
—Vamos, estamos preparados para este tipo de situaciones ya que
elegimos este trabajo. Lo que tienes que hacer ahora es–
Rentarō chasqueó la lengua y sacudió la mano de Tadashima.
—¡Lo sé, la prevención de la pandemia es nuestra primera
prioridad!
Rentarō miró el reloj que colgaba de la pared, reunió a sus
pensamientos y se preparó para salir. Fue una gran pérdida de
tiempo, pero el trabajo aún no había terminado. Él expulsó los
pensamientos acerca de ese misterioso hombre de su mente. Con
la pistola en la mano, examinó cuidadosamente el baño y el
interior de la sala de cuatro y medio-mat*, después de abrir el
-
Volumen I
Jke Translation’s
20
armario. Finalmente abrió el último armario grande de madera,
asegurándose de que no estuviera allí.
(*Mat: Unidad de medida)
Pero no había nada dentro excepto por la ropa.
—Hey, ¿cómo podría ser esto? ¿Dónde está el Gastrea?
Rentarō oyó la voz de Tadashima desde atrás. Entonces un poco
confundido, colocó la pistola en la funda y regresó a la sala de
estar.
El problema era la sangre en el suelo, donde el hombre
enmascarado se quedó antes. No era su sangre. Ese hombre no
resultó herido en absoluto.
Y además, aunque no quería pensar en ello, la cantidad de sangre
en el suelo podría haber sido letal.
Rentarō miró la fotografía sobre una mesa pequeña. Mostraba a
una pareja amorosa y a su hija entre ellos.
—¿El hombre vivía solo en esta sala?
—Sí, vivía separado de su esposa e hija.
Rentarō comprobó el techo.
—¿Qué es?...
Tadashima, que salió de la vista de Rentarō, hizo una mueca de
disgusto. Había un objeto como un gel verde aferrado al techo.
Rentarō saltó y tocó la sustancia adherida allí. La frotó con los
dedos… era muy pegajosa.
—No hay duda de que la víctima fue atacada aquí. Después
probablemente huyó al exterior a través de la ventana en busca de
ayuda. Y no quiero decir esto, pero me temo que una persona
capaz de moverse mientras sangraba tanto es muy extraña...
Tadashima golpeó nerviosamente su bolsillo y sacó un cigarrillo.
—¿Así que estás diciendo que el origen de la infección, así como
la persona infectada, se encuentran vagando en alguna parte?
Rentarō asintió.
—Inspector Tadashima dé una orden para evacuar
inmediatamente a todos desde el área próxima y selle este lugar.
Ellos no pueden haber ido muy lejos. También hay que unirnos a
un equipo de búsqueda. Usted no quiere degradarse a causa de la
difusión de la pandemia ¿verdad?
◇ ◇ ◇
Él tenía una sensación de deriva, como si estuviera medio
dormido y medio despierto. Pero después de regresar a sus
sentidos, esa sensación agradable repentinamente desapareció.
-
Volumen I
Jke Translation’s
21
En el momento en que se dio cuenta de que estaba vagando bajo
el sol poniente, dejó de caminar.
Miró hacia la izquierda y hacia la derecha:
—¿Por qué estoy caminando aquí?
Ese lugar estaba ligeramente separado de un lugar habitable, pero
mirándolo desde un lugar conocido, no había duda de que estaba
en algún lugar en el Área de Tokio. No podía decir dónde estaba
exactamente, pero recordaba vagamente el paisaje circundante.
Es poco probable que haya bebido tanto que perdí la conciencia,
además de que estoy pensando con claridad y no he perdido mi
sentido del equilibrio. Pero mi cuerpo todavía tiene algunos
rastros de languidez.
Él negó con la cabeza ligeramente.
¿Cuál es mi nombre? Por supuesto, es Sumiaki Okajima. Ha sido
mi nombre durante cuarenta y cinco años, por lo que es algo
difícil de olvidar.
Ok, eso es bueno. Bueno, entonces, ¿qué estoy haciendo aquí? No
importa lo mucho que piense en ello, no puedo entenderlo.
No me siento como si estuviera sonámbulo y sólo hay una zona
residencial por aquí, pero no creo que ningún amigo viva cerca.
Así que es difícil creer que me dirigía hacia este lugar.
¿O tal vez di un paseo sin ningún propósito definido y vine aquí
por la inercia?
Repitió la palabra «inercia» en su cabeza e inconscientemente
hizo una sonrisa irónica.
Cuando la empresa para la que estaba trabajando quebró, había
estado viviendo desde ese momento en la inercia. Estaba cansado
del saldo de sus ahorros que continuaba disminuyendo, pensó que
podía cubrir sus pérdidas al jugar mahjong y poker. Ese fue el
comienzo de todos sus errores. En el momento en el que su delirio
se calmó y pudo darse cuenta de su propia estupidez, ya había
perdido una enorme suma de dinero.
Después de la Gran Guerra Gastrea, Sumiaki miró con desprecio a
las personas que perdieron su propósito en la vida y que fueron
conducidos al suicidio. Pero ahora Sumiaki era exactamente como
esas personas a quienes despreciaba en el pasado.
No podía culpar a su esposa e hija que pronto lo dejaron.
Sumiaki que ahogó su desesperación en las bebidas, incluso si era
por educación, no podía ser llamado un buen padre. Ahora mismo
apenas se mantenía un pensamiento honesto en su cabeza: «¿Qué
iba a hacer cuando no tuviera dinero para comprar licor?».
Su propia casa había sido embargada, por lo que pasó todos los
días en una mansión en hacinamiento sin hacer nada. Ser incapaz
-
Volumen I
Jke Translation’s
22
de ser parte de la sociedad le molestaba, había veces en las que
quería gritar.
Sumiaki compró una botella plástica de alguna bebida deportiva
en una máquina expendedora de pie junto a un poste de telégrafo.
Tomó un sorbo, pero ni siquiera notó que era muy insípido.
Vació el contenido de la botella, medio litro en un instante y aun
así sentía más sequedad en la garganta que antes.
—En serio… ¿qué estoy haciendo en este lugar?
◇ ◇ ◇
—¡Rentarō es un desalmado!
Sumiaki se sobresaltó cuando escuchó un fuerte grito. Vio a una
chica, proyectando una larga sombra delante de sí misma
caminando en su dirección. Ella era probablemente de diez años
de edad, llevaba un abrigo con estilo de forro a cuadros y una
minifalda. Tenía zapatos de cordones con suela gruesa,
ligeramente temblorosas sus coletas gemelas fueron peinadas con
enormes broches.
Sintió oír su voz algo alterada, cuando ella pasaba.
—Claro, teníamos prisa, pero lanzar a su prometida de la
bicicleta… ¡¿En qué estaba pensando?!
-
Volumen I
Jke Translation’s
23
Aunque parecía que Sumiaki se había perdido, la niña pasó sin
darse cuenta de su existencia.
—Señorita, ¿me puede decir la dirección?
Al oír las palabras de una persona sospechosa, como se había
esperado de la joven: levantó la cabeza, se asustó y de repente dio
un salto atrás.
—E–Espera, por favor, yo no soy una persona extraña. Me llamo
Sumiaki Okajima. Probablemente estoy viviendo en algún lugar
cerca de este lugar, pero no puedo recordar el camino de vuelta a
casa.
La niña seguía mirándolo sin pestañear. Mientras el hombre
estaba pensando en si debía decir algo más para aclarar el
malentendido, la chica dio una mirada desconcertada… como si
se diera cuenta de algo.
—Señor, ¿comprende lo que le pasó?
—¿Qué quieres decir?
—No hay nada que pueda hacer al respecto. Nadie puede. Uhm...
Bueno, ¿tiene algunas últimas palabras? ¿Para sus amigos, su
familia o tal vez alguien más?
—¿De qué demonios estás hablando?
—Bueno, eso es todo. Ya no hay nada más que pueda decirte,
aunque quisiera. Pero Rentarō me dijo: «Es tu deber transmitir el
mensaje a las personas mencionadas», así que me comprometo a
pasar sus palabras.
Él era incapaz de comprender esta conversación. ¿Quién es ella y
qué significa?
La niña, que no era más alta que su pecho, dirigió una mirada
compasiva.
—Parece que usted no lo ha notado aún. En ese caso, sería mejor
que le echara un vistazo a su figura. Aunque debería hacerlo
despacio para que no entre en pánico. Si hace lo que digo, usted
entenderá de lo que le estoy hablando.
Sumiaki fue intimidado por el ambiente que se asentó después del
monologo de esta extraña chica. Se miró a sí mismo.
—¿Qué es esto…?
Su abdomen estaba teñido de color rojo oscuro. No, no era sólo el
abdomen. Una gran herida, como si estuviera desgarrado, se
extendía hasta la punta de su hombro y cuello, la sangre fresca
aún brotaba de ella. Un charco de sangre se había formado en el
asfalto, donde Sumiaki estaba de pie.
Mientras temblaba de miedo, tocó su abdomen y sintió una
extraña sustancia babosa.
-
Volumen I
Jke Translation’s
24
¿Por qué no me di cuenta de esto antes? Y para empezar, ¿por
qué no he sentido ningún dolor? ¿Cómo me paso esto?
Un instante después, su visión colapsó como si el mundo
estuviera al revés y Sumiaki cayó justo donde él estaba parado.
—Ya recuerdo... Sí, me quede sin dinero y entonces...
Sumiaki había estado en un sinnúmero de entrevistas de trabajo, a
veces recibía rechazos de personas que parecían repudiar su
personalidad y era asaltado por un disgusto insoportable.
Después de algún tiempo recibió un trabajo en una empresa
especializada en la limpieza de módulos de células solares. El
trabajo era duro, pero tenía un salario garantizado, aunque no era
grande. Estaba pensando que si su vida se estabilizaba, podía
regresar con su esposa e hija.
En ese momento era sólo un sueño y para lograrlo debía pararse
firme de nuevo. Sin embargo, en el momento en que se dio cuenta
de que iba a ser capaz de lograrlo, el cuerpo de Sumiaki fue
engullido con una extraña agitación.
«Sólo para escuchar su voz». Con ese pensamiento salió a la
terraza y desde la mansión llamó a su esposa.
Mientras esperaba que el receptor contestara la llamada, de
repente miró hacia arriba. Tal vez fue el momento más
desafortunado en toda su vida.
Una gran criatura de tamaño humano se aferraba a la pared del
cuarto piso de la mansión. Esa criatura, que estaba esperando a
que Sumiaki lo notara, se lanzó hacia él mientras sus ojos rojos
destellaban.
—Yo estaba a punto de ser asesinado por ese Gastrea… así que
corrí escapando de ese infierno y llegue hasta aquí.
—Ese Gastrea dejó sus fluidos corporales en ti.
Sumiaki miró las dos marcas de colmillos en la punta de su
hombro.
—Sí.
La voz de la desesperación se filtró fuera de su garganta.
Se acordó de la emisión de televisión que había visto varias veces
durante la guerra. Las ratas de laboratorio, que fueron inyectados
con el Virus Gastrea obtuvieron, una forma extraña a los pocos
minutos y gritaban como niños recién nacidos dejando a los
espectadores sin palabras.
Como la chica señaló, sus pantorrillas comenzaron a picar, la
temperatura de su cuerpo creció y sintió una presión como si sus
entrañas se estuvieran hinchando.
Tal vez en ese momento la información del ADN de Sumiaki
estaba cambiando a una enorme velocidad.
-
Volumen I
Jke Translation’s
25
Si se hubiera dado cuenta de eso, habría estallado en lágrimas.
—Bueno, ¿entonces eres es de Seguridad Civil?...
—Sí, mi nombre es Aihara Enju, soy una Iniciadora. Tengo diez
años y ya soy una dama.
Tenía la intención de reírse, pero en cambio su cara mal formada
sólo se crispó. Parecía que no podría controlar más su cuerpo.
—Tengo que pedirte un favor… ¿le puedes pedir perdón a mi
esposa e hija por mí? Diles que estoy arrepentido de lo que he
hecho.
—Lo haré…
Fue la última vez que Sumiaki observó este mundo.
Todavía conservaba la forma humana, su temperatura corporal
superó el punto crítico.
Sus brazos y piernas se atrofiaron a una velocidad increíble y, en
un momento, largas piernas de un tono negro aparecieron en su
cuerpo.
Junto con ocho largas patas cubiertas con pelo, cuatro pares de
ojos bermellón compuestos aparecieron en su cara. Su abdomen
se hinchó como una pelota, dos colmillos relucientes húmedos
sobresalían de las comisuras de su boca. El patrón moteado
amarillo y negro de su cuerpo, sin duda plantearía una aversión
visceral en cualquier ser humano. Esto era una gran araña.
Pero la niña no escapó, ni gritó, ella con mucha calma se preparó.
De repente, se oyó una voz, viniendo de la nada.
—Gastrea confirmado, Modelo: Araña Fase I. ¡Participando en la
batalla!
La chica giró hacia la voz.
—¡Rentarō!
—Enju, ¿estás bien?
Enju comenzó a correr. Rentarō también corrió hacia la niña con
los brazos extendidos.
Bajo el sol de la tarde que se establecía poco a poco, esas dos
personas que se separaron sólo por poco de tiempo, inundadas de
emociones, se abrazaron mutuamente... bueno, en realidad no:
Enju sólo pateo a Rentarō en su ingle.
—Ghaaaaaa.
Rentarō cayó de rodillas sosteniendo su entrepierna con ambas
manos y tocando el suelo con la frente. Retorciéndose en el suelo
en medio de grandes sufrimientos, totalmente desconocidos para
las mujeres, Rentarō levantó la cabeza, apretando los dientes.
-
Volumen I
Jke Translation’s
26
Aihara Enju, una chica de 145 centímetros de altura, con la mano
en la cintura y con arrogancia lo miró.
—¿Cómo te atreves a aparecer delante de mí, como si nada
hubiera pasado después que me tiraste de la bicicleta?
—¿E–Estás loca?
—Por supuesto que sí.
—Pero no tenía elección. Si no tomaba este trabajo, Kisara me
hubiera pateado, ¿sabes?
—Dado que me abandonaste, voy a patearte a ti también.
—¿Entonces qué se supone que debo hacer?
—Sólo debes asumir la responsabilidad como un adulto. Entonces
serás pateado por las dos. Tal vez puedas elegir la forma en la que
vamos a patearte.
—Eres tonta, tiene que haber una alternativa.
Un instante después, un disparo rugió como si rompiera su
conversación. Tadashima finalmente llegó, mientras sostenía un
revólver que desprendía humo por los disparos.
—Hey, ustedes dos, ¿van a matar al enemigo con charlas
cómicas? ¡Vamos a hacer nuestro trabajo como Seguridad Civil!
La sangre comenzó a brotar a chorros de la piel del recién nacido
Gastrea en el lugar en que había recibido disparos, pero en el
momento siguiente la herida comenzó a sanar a una velocidad
increíble. Por último, la bala calibre .38 del revólver de
Tadashima salió de la herida. El Gastrea giró la cabeza hacia
Tadashima e hizo un grito desgarrador. Eso era malo.
Antes de que dejara escapar el grito, Rentarō rápidamente corrió
hacia Tadashima, se estrelló contra él y lo derribó.
—¿Q–Qué estás haciendo?
La araña negra dio un salto y el lugar en donde él estaba hace un
momento quedó destrozado. El rostro de Tadashima quedó en
blanco.
—Inspector, este es el Factor Gastrea: la Araña Saltadora.
—¿La Araña Saltadora?
—Originalmente se trata de una araña que podía saltar hacia su
presa cubriendo una distancia varias veces mayor a su propia
longitud corporal. Comprendí esto por su color característico y
cuerpo.
Rentarō tomó el revólver de Tadashima.
—Las balas regulares son ineficaces contra Gastrea. Sólo logran
agitarlos más, por lo que no deben usarlas.
-
Volumen I
Jke Translation’s
27
—¿Entonces cómo se supone que vamos a acabar con él?
En ese momento una sombra profunda pasó sobre ellos.
Tadashima dejó escapar un grito.
Sintiendo un olor a huevos podridos, Rentarō noto algo frío en la
espalda y se dio la vuelta. Una araña gigante con las patas
estiradas se encontraba detrás de él.
Apuntó su cuerpo hacia Rentarō, abriendo y cerrando sus
colmillos quelicerales con glándulas venenosas en su base.
Vio el color de su gran cuerpo y oyó el sonido discordante de
cuando masticaba sus hilos.
El Gastrea notó algo cerca y rápidamente volteó su cuerpo, había
una niña de pie delante de él. Ella debe haber estado temblando al
ver los hilos de la araña. Entonces, de repente la chica estaba
cubierta con algo así como una red de caza y su postura se
sacudió.
—¡¿Q–Qué es esto?! ¡Es muy pegajoso!
Cuanto la chica más intentaba escapar, más se envolvía en estos
hilos viscosos.
En ese momento Rentarō observó sospechosamente esa sustancia
verde irreal brillante en los colmillos de la araña. Esa fue la
misma sustancia que había visto en la casa de Sumiaki Okajima.
—¡Enju, en cuclillas!
—¿Eh?
La niña no pudo responder rápidamente a sus instrucciones. La
araña lanzó su cuerpo delgado a un lado. Dejando arañazos
violentos en el suelo, ella cayó de unos impresionantes veinte
metros.
—¡Enju!
Rentarō sacó inmediatamente la pistola de su cinturón y disparó.
Junto al intenso disparo, utilizó la fuerza de sus manos para
resistir el retroceso de la pistola. Cuando la bala impactó en el
Gastrea, la criatura dejó escapar un fuerte grito y retrocedió,
protegiendo el cuerpo con sus piernas. Sin embargo, la herida no
mostró signos de regeneración.
«Muy bien» pensó Rentarō y continuó disparando. Las balas
acribillaron el lugar donde su cuerpo estaba recostado y una de
sus patas salió volando mientras vibraba. Triturando su cáscara
dura, las balas de calibre 0,40 crearon un agujero negro y los
fluidos corporales del Gastrea brotaron de la herida.
Después de disparar diez balas, la corredera de la pistola se movió
de nuevo y se detuvo indicando que estaba sin munición. El
Gastrea se acurrucó a lo lejos y ni siquiera intentó atacar.
-
Volumen I
Jke Translation’s
28
A medida que cuidadosamente se acercaba, se dio cuenta de que
una de las balas voló una parte de su cara junto con los colmillos.
Pero al momento siguiente, se dio cuenta de que menos de la
mitad de las balas golpearon a la criatura. Por otra parte, ninguna
de ellas alcanzó su principal punto vital.
Con un mal presentimiento, tragó saliva.
En un instante la araña elevó sus pies, abrió las glándulas
venenosas y se lanzó hacia Rentarō.
Siendo tomado por sorpresa, no fue capaz de reaccionar
rápidamente. Rentarō endureció su cuerpo listo para enfrentar lo
inevitable.
En ese preciso momento, con el sonido de un terrible impacto, el
cuerpo del Gastrea fue enviado volando paralelo al suelo. Rebotó
una vez, aplastó una pared de piedra, destruyó los postes de
telégrafo en su camino y cayó al suelo levantando una enorme
nube de polvo. No podía comprender lo que acababa de ocurrir en
ese instante.
—¿Enju?
Estaba de pie, triunfante en el lugar donde el Gastrea estaba
momentos antes.
—Uh, estaba desprevenido. No lo vi venir.
Tadashima jadeó en busca de aire. No podía creer que hace un
momento esa pequeña chica había lanzado lejos a una criatura de
sesenta kilogramos. Sólo había una explicación:
Los ojos negros habituales de la joven brillaban con un color rojo
brillante.
Tenía los mismos ojos carmesí profundos de un Gastrea.
La sorpresa escrita en la cara de Tadashima lentamente se
desvaneció, había comprendido.
—Ya veo, esta mocosa es una Iniciadora.
—Soy la socia de Rentarō: Aihara Enju. Recuérdelo, «Señor
Funcionario Público».
La chica dijo eso con ojos increíblemente tenaces. Tal arrogancia
era inapropiada para su edad, pero era realmente cautivadora.
Aunque Rentarō reconoció su impotencia que la chica de diez
años felizmente señaló, insertó un cargador de repuesto y con
cuidado se acercó al Gastrea.
La araña estaba acostada sobre la espalda con sus piernas
estiradas, su cuerpo convulsionó por última vez y la criatura
murió.
Rentarō ligeramente bajó la cabeza en dirección a Tadashima.
-
Volumen I
Jke Translation’s
29
—Lo siento inspector. Pensé que su etapa era menor.
—Oye ¿y qué pasa con ese largo discurso tuyo de «Las balas
regulares son muy ineficaces contra Gastrea»? ¿Era todo
mentira?
Rentarō miró a Tadashima. No podía ocultar este hecho, así que
mostró en silencio las balas insertadas en su cargador de repuesto.
Los ojos rasgados de Tadashima se abrieron sorpresivamente
cuando comprendió.
—Ya veo, «Balas de Varanium».
Rentarō asintió. Puso una bala en su mano y se la mostró. La
punta del cartucho era de color dorado. La bala negra de
Varanium reflejaba perfectamente la luz del sol.
—Está hecho de Varanium, que impide la regeneración de las
heridas de los Gastrea, como usted sabe.
A la vez, el muchacho pensó que tener esto podría llegar a
significar que la humanidad podría escapar de su exterminio. Los
Gastreas odiaba extremadamente este metal. Se dijo que si una
criatura se la coloca en una habitación llena de Varanium, se
volvería débil y moriría muy pronto.
—Así que también se usa en la fabricación de balas.
—Tal vez los miembros de Seguridad Civil que usan espadas o
lanzas como armas se destacan entre los demás, pero yo prefiero
las balas.
Dicho esto, Rentarō mostró su Springfield XD. Tadashima llevó
una mano a la barbilla y se sorprendió.
De repente, la manga de Rentarō fue jalada un par de veces. Giró
su cabeza y vio a Enju, quien sonrió y vigorosamente se señaló a
sí misma.
—Sí, sí. Estaba descuidado por ahí y tú me salvaste…
¿Satisfecha?
—También quiero decirte algo.
Enju le hacía señas, por lo que no tuvo más remedio que
inclinarse hacia ella haciendo contacto visual. Parecía que dejaría
escapar un suspiro de tristeza, pensando que ella iba a decir algo
así como «Aflojé hacia el final» o «Quiero ser más fuerte».
Ella rápidamente envolvió sus manos alrededor de su cuello y de
repente sintió un toque cálido en los labios.
—¡Mwah!
Su cuerpo se tensó y ella rápidamente se alejó. Avergonzada a la
distancia, con las manos detrás de su espalda.
-
Volumen I
Jke Translation’s
30
—Je je, este es mi «gracias». No has sido mi compañero durante
mucho tiempo, pero te enfrentaste con valentía al enemigo por tu
cuenta cuando estaba con la guardia baja.
—T–Tu…
—¿Eh, quieres más? Bueno, ya que eres tú, Te permitiré hacer
otras cosas más.
—¡E–Estúpida Deja de decir eso! Aunque se trate de una mera
broma, ¿y si alguien le da una interpretación errónea?
Sintiendo un repentino escalofrío en la espalda, Rentarō dio la
vuelta. Tadashima tomó esposas de detrás de su espalda, y se
acercó a él.
—Tienes buen gusto, cerdo…
Un sudor grasiento salía de él. Tadashima miró fijamente a
Rentarō.
—Recientemente un idiota empezó a jugar con las niñas de por
aquí. Acerca de su estatura y constitución, ¿qué puedes decir al
respecto…?
—¡Lo has entendido todo mal, es una falsa acusación! ¡Me
declaro inocente!
—Vas a explicar eso en la estación de policía.
—¡Desgraciada!
Rentarō y Tadashima competían el uno contra el otro, como si
estuvieran dibujando un círculo alrededor de Enju
—E–Enju, te lo ruego, ¡dile algo!
Enju infló su pecho, dándole las gracias por preguntar.
—Tenemos una relación íntima que no puedo expresar con
palabras.
Tadashima ladeó su revólver.
¿Eh? ¿Va a dispararme?
—¡Ella sólo está alojada en mi casa!
—No puedo dormir por culpa de él.
—¡Es porque ruedo alrededor mientras duermo!
—¿Vas a prometer estar conmigo durante toda la vida?
—¡De ninguna manera!
Desde hace algún tiempo Tadashima miraba primero a Rentarō
luego a Enju comparándolos. Después de un rato colocó las
esposas a la distancia.
—Tch. Debería haberle esposado ambas manos con estas
elegantes pulseras.
-
Volumen I
Jke Translation’s
31
—Oh, vamos inspector, esa broma me duele mucho.
De repente Rentarō miró a la espalda de Enju y contuvo el aliento.
La piel de su espalda se desprendió y se había vuelto roja
brillante. Fue probablemente el resultado de su duro aterrizaje en
la tierra.
—Enju, ¿te duele?
Sus ojos tenaces expresaron dolor, olfateó y firmemente le
devolvió la mirada.
—Está bien, se curará en poco tiempo. Estoy enfadada porque ha
arruinado mi ropa. Está desgarrada hasta los tirantes de mi
camiseta.
Y como si confirmara las palabras de la niña, los arañazos en la
espalda que parecían lamentables comenzaron a curarse justo en
frente de sus ojos.
Pronto las heridas habían cerrado como si no hubiese pasado
nada, lo único que quedaba era el hermoso color de la piel de la
niña sin bellos en el cuerpo y sus ropas rasgadas.
Notando la boca abierta de Tadashima y su mirada de asombro,
pensó que se trataba de una reacción muy natural.
En el caso de un ser humano, se forma una costra sobre la herida
y después de un cierto período de tiempo la herida se cura bajo
ella. El hecho de que su herida sanara saltándose ese proceso, era
porque ella no era un ser humano ordinario.
Regeneración sobrehumana, ese era uno de los beneficios dados a
las Iniciadoras, las chicas que fueron capaces de controlar el Virus
Gastrea bajo ciertas condiciones. Entre otros beneficios estaban su
fuerza física y su agilidad nada estándar. Además cuando no
estaban usando su poder, sus pupilas eran de color negro intenso.
Rentarō, al ser un «Promotor», supervisa a la Iniciadora para
mostrarle el camino.
—Por cierto Enju, tú hablaste con la víctima antes de que se
cambiara su forma… ¿te dijo algo?
—Sí, él pidió que le diera saludos a su esposa e hija.
—Ya veo...
Rentarō miró su reloj, luego enderezó la espalda y saludó a
Tadashima.
—Año 2031, 28 de abril a las 16:30 p. m. Iniciadora Aihara Enju
y Promotor Satomi Rentarō. El Gastrea ha sido eliminado.
—Buen trabajo, Seguridad Civil.
Aunque era una formalidad como Jefe del Departamento,
Tadashima le devolvió el saludo. Cuando sus ojos se encontraron,
ambos sonrieron, pero era imposible saber quién sonrió primero.
-
Volumen I
Jke Translation’s
32
Una voz inocente, incapaz de leer la situación, rompió el silencio.
—Hey, ¿no crees que sería mejor ir a la venta temporal en lugar
de todo esto?
—¿Eh? Probablemente…
Se apresuró a sacar un folleto plegado de su bolsillo. Rentarō se
puso pálido.
—¿Q–Que? ¿Quieres ir ahora?
—Sí, si hay otro trabajo pasémoslo a otra persona.
Por alguna razón Tadashima murmuró:
—Uhm… bueno. Tú me salvaste antes así que... por cierto, ¿por
qué la prisa?
—¡Porque los brotes de Soja están a sólo seis yenes por paquete!
En cuanto la sombra del chico corriendo y la pequeña sombra
detrás de él como un perrito se alejaron, Shigetoku Tadashima
murmuró:
—¿Bolsas de soya…?
Había estado pensando en darle las gracias al chico que lo había
protegido antes, pero de repente se sintió estúpido.
—Jefe, ¿estás seguro?
Se dio la vuelta y vio que los subordinados del grupo de búsqueda
que habían sido enviados finalmente habían llegado.
—A pesar de que se ven como unos novatos, parece que eran
bastante buenos, ¿eh?
—Hmm… sí. Oh, me olvidé de preguntarle su «IP Rank»*.
(Ranking basado en la fuerza combinada del promotor y la
iniciadora)
Casi inconscientemente, sacó un cigarrillo del bolsillo y lo
encendió. Se dio cuenta de que su subordinado estaba mirando el
cigarrillo.
—Fumar, ¿eh?
—No seas tan estricto, casi me muero hace un momento.
El subordinado frunció el ceño, pero a Tadashima no le
importaba, él sólo inhaló profundamente el humo del cigarrillo y
lo apagó.
◇ ◇ ◇
Dado que el tiempo era bueno, los Monolitos imponentes eran
claramente visibles muy lejos en la distancia.
-
Volumen I
Jke Translation’s
33
1,61 kilómetros de altura y un kilómetro de ancho, estas masivas
barreras negras rectangulares fueron esparcidas en intervalos
regulares como torres de alta tensión.
Visibles en medio del paisaje de la naturaleza y vistos fuera de
lugar, los Monolitos de alguna manera llamaban la atención de las
personas con respeto.
Estaban cercando completamente la llanura de Kanto.
Su territorio interior era el último paraíso habitado por los
humanos.
Estas piedras de cromo negro que estaban muy juntas, eran en
realidad trozos de Varanium.
Los Monolitos se extendieron por toda la llanura de Kanto, la
antigua Zona de Tokio, la antigua prefectura de Kanagawa, la
vieja prefectura de Chiba y una parte de la antigua prefectura de
Saitama.
Los Gastreas odiaban extremadamente el Varanium. Debido al
campo magnético único emitido que funcionaba como una barrera
natural, el Área de Tokio fue capaz de evitar ataques a gran escala
de los Gastrea.
Por el contrario, todo lo que fue una de las cinco áreas de Japón
incluyendo Área de Tokio era un hervidero de monstruos y
monstruos que alguna vez fueron seres humanos. Si una persona
débil diera un paso fuera de la frontera del Monolito, moriría
instantáneamente o se convertiría en uno de ellos.
Sin embargo, no sólo Japón se encontraba en tal situación.
Se dio cuenta de que las unidades de la escena del crimen y otros
agentes se habían reunido alrededor de él mientras estaba
desapercibido. Confiscaron todos los elementos como prueba y
rodearon el lugar con cintas que decían «Keep Out».
Los Gastreas aparecieron hace diez años en todas partes del
mundo al mismo tiempo. Empezaron a arrinconar a los seres
humanos lejos con gran rapidez debido a su grado de infección.
Una persona infectada se convirtió en dos, luego cuatro, ocho…
El número de Gastreas aumentó en progresión geométrica.
Finalmente los humanos comenzaron a sentirse desesperados,
pero ya era demasiado tarde para hacer algo al respecto.
Muchas bajas y sufrimiento dejó esa guerra a gran escala, todos
los países utilizan los Monolitos que fueron usados finalmente en
la etapa de uso práctico para construir barreras. Diez años han
pasado, pero los seres humanos seguían frenéticamente
encerrándose dentro de sus límites.
La humanidad fue derrotada en la Primera Guerra Mundial
Gastrea.
El humo del cigarrillo en aumento se disuelve momentáneamente
en los rayos del sol poniente.
-
Volumen I
Jke Translation’s
34
Japón ha estado sanando sus heridas durante diez largos años y
finalmente, el nivel de la civilización había sido restaurado a la de
la primera mitad de la década del 2020.
Tadashima, observando la colilla del cigarrillo, les dio una mirada
de reojo a sus subordinados capaces que se movían rápidamente
alrededor de la escena.
De vez en cuando cazaban sin rumbo aparente Gastreas en sus
primeras etapas, evitando así una pandemia. Al principio fue la
policía y las personas bajo su mando, la policía antidisturbios, las
Fuerzas de Autodefensa, etc. Pero ahora esta carga se impuso
sobre la Seguridad Civil. Y la policía terminaba la limpieza
después de los incidentes.
Sintiendo un fuerte olor de primavera en su piel, Tadashima con
un sentimentalismo atípico vio las espaldas de las dos personas
que estaban casi desvaneciéndose en la distancia.
Iniciadora y Promotor.
Luchan por parejas.
Luchar contra los Gastreas con el poder que han dominado, ellos
son la última esperanza de la humanidad.
Parte 2
—¿Tienes algunas últimas palabras antes de morir, Satomi-kun?
Un sudor frío recorrió las mejillas de Rentarō. Intentó retirarse,
pero un momento después su espalda chocó contra un muro.
Una chica con el rostro firme y los brazos cruzados estaba
hablándole con voz perturbada pisando ruidosamente el suelo con
sus botas.
Había esperado algo así, pero ella parecía muy enfadada con él.
Una belleza de cabello negro estaba de pie justo en frente de los
ojos de Rentarō. Su piel suave y blanca como la nieve,
contrastaba hermosamente con su sedoso pelo liso color negro
azabache. Su piel blanca era visible sólo en su cara, cuello,
manos, muslos, era también un poco visible entre la falda y las
altas medias. Así que, a excepción de la cinta roja en la parte
delantera de su traje de marinero desgastado de la Academia
Miwa para chicas, sus ropas estaban completamente en blanco y
negro.
Sus estrechos ojos rasgados eran penetrantes, su rostro era lindo
cuando ella reía, pero por lo general parecía tosco y ella sólo
guardaba silencio, así que esto era sólo una pérdida de tiempo.
Aunque Rentarō quedó consternado, estaba tratando
desesperadamente de defenderse a sí mismo con una voz muy
débil.
—Pero ya es agua bajo el puente*.
-
Volumen I
Jke Translation’s
35
(Expresión usada para referirse a que es parte del pasado)
—¡Eso es absurdo!
Un fuerte grito retumbó en toda la estrecha habitación. Cuando
Rentarō esquivó un golpe feroz dirigido contra él a último
momento, la chica con vehemencia le frunció el ceño.
—¿Por qué estás esquivando? Es irritante.
—¡Sé razonable!
Rentarō le dio la espalda y comenzó a correr. La chica levantó sus
puños y lo persiguió corriendo en círculos alrededor del salón.
Maldita sea. Este día sólo ha estado lleno de problemas.
—Tú estás... huyendo... me rindo....
Al carecer de fuerza física, la chica pronto desistió. Ella trató de
regular su respiración respirando profundamente.
—Hey, voy a hacer mi mejor esfuerzo en el próximo trabajo que
me des, Kisara-san.
—¡No digas tonterías! ¡Era tu última oportunidad! Y…
Ella continuó mirando a Rentarō.
—Cuando estés en el trabajo, llámame «Jefa», no «Kisara-san».
Ella movió su cabello largo y rápidamente volvió a su escritorio.
Mientras decía: «Eres un bueno para nada», se sentó en un sillón.
Rentarō dio un suspiro. Además de que había regresado agotado,
al regresar a la oficina lo estaba esperando un castigo inhumano.
Un enorme escritorio de ébano, del tamaño de un piano de cola y
un sillón de cuero bien curtido.
Extrañamente armonizaba con la imagen de la chica en traje de
marinero que estaba sentada allí de manera calmada.
Tendō Kisara, ella era la hija menor de la familia Tendō en cuyo
cuidado Rentarō fue puesto hace diez años. Ella también era la
Jefa de la Compañía de Seguridad Civil Tendō, donde Rentarō
estaba trabajando.
—¿Así que quieres decir que ibas de prisa dispuesto a comprar
algo en venta por tiempo limitado y, cuando ibas, te olvidaste de
recibir la indemnización de parte de la policía?
—Sí…
Rentarō apartó la mirada y murmuró sin rodeos.
Antes cuando había notado eso, se apresuró a llamar al inspector
Tadashima quien respondió: «¿Qué? Pero yo estaba seguro de
que estabas haciendo esto de forma gratuita… Puesto que ya
quedó en el pasado, vamos a hacer borrón y cuenta nueva, y la
-
Volumen I
Jke Translation’s
36
próxima vez que te llame te pagaré bien y estarás en mi entera
disposición Mwahahahah» después se rio a carcajadas y colgó.
Kisara continuó con su cara sombría.
—Pero aun así, ¿sólo compraste dos paquetes de brotes de soja?
—¡S–Sí!... Ellos estaban dando sólo un paquete por persona, ¡así
que llevé a Enju conmigo y compramos dos paquetes!
Pensándolo bien, ¿por qué demonios le estoy informando acerca
de esto? Rentarō cambió apresuradamente el tema de la
conversación.
—¿Quieres un poco…?
Ella tiró el paquete de brotes de soja en su rostro.
—¿Sabes qué, Satomi-kun? El sueldo de este mes es cero. Así que
piensa: ¿de quién es la culpa…? Es tuya, inútil, idiota, débil. ¡¿Y
todavía crees que reportar los resultados de tu trabajo a tu jefa es
menos importante que hablar de una venta limitada del
supermercado?!
De repente Kisara apretó los puños y se estremeció. Pero al
momento siguiente se levantó sin quitar sus manos de la mesa.
—Por otra parte, ¡¿por qué no me hablaste antes de esta venta de
tiempo limitado?!
Como si hubiera llegado el momento de comer, su vientre
retumbó. Los ruidos de su estómago hicieron que Kisara perdiera
el valor y bajara de la silla. Sus ojos estaban vacíos.
—Uh... Me hubiera gustado tener un bistec…
—Yo también quisiera comer uno…
Debido a que Kisara se separó de su familia y estaba viviendo su
propia vida, en ese momento ella estaba corta de dinero. Ese
hecho, sin embargo, contradecía con su aspecto de celebridad.
—Satomi-kun...
—¿Qué?
—Haz tu trabajo.
—Ugh, ¿tienes problemas de estómago?
—Mejoran cuando trabajo.
La Compañía de Seguridad Civil Tendō ocupaba el tercer piso de
un edificio que se llamaba «El Edificio Feliz». Kisara miró por la
ventana a las personas que regresaban a casa después del trabajo y
negó con la cabeza ligeramente dejando escapar un suspiro.
—No imaginaba que manejar una compañía sería tan difícil.
—¿Pensaste que sería fácil...?
-
Volumen I
Jke Translation’s
37
—Bueno, las bolsas de acciones y los giros postales son fáciles.
Pero aquí sólo puedes obtener ganancias si eres capaz de hacer
cosas extraordinarias, así que es realmente imposible. Además
tengo a un idiota inútil como tú.
—Aquí hay un cabaret en el segundo piso y en el primero un bar
gay… ¿No crees que este no es un buen lugar…? Hm, ¿no hay
tiburones de préstamo en el cuarto piso?
—No tengo ni idea. Realmente no importa dónde se encuentra la
oficina, mientras la compañía sea buena.
Bueno, se puede decir eso.
—¿Qué pasa con la distribución de folletos y de papel de seda?
Así podremos anunciar constantemente a nuestra compañía.
—Si sólo haces cosas regulares, sólo obtendrás resultados
regulares. Yo quiero lograr un mayor impacto.
—¿Qué pasaría si te pones un vestido de maid y distribuyes
folletos?
Lo que Rentarō le quería indicar era que si ella daba una buena
imagen, diez de cada diez personas se darían la vuelta, pero
parecía que esa matiz no fue transmitida a Kisara. Ella sólo se
sonrojó y enderezó la espalda.
¡Soy una Tendō! ¿Quieres que me disfrace de una persona de
clase baja como una maid? ¡No lo haré! ¡Tú deberías salir a la
calle y prenderte fuego mientras gritas alrededor de la gente: «la
Compañía de Seguridad Civil Tendō está aquí» y luego explotar!
—Pero eso es terrorismo, sabes...
Rentarō miró a su alrededor, sin habla.
—Hey, Jefa. Estoy teniendo una conversación seria ahora. Vamos
a contratar a alguien más.
A pesar del hecho de que se necesitó un gran esfuerzo para
reservar todo el piso para la Compañía de Seguridad Civil Tendō,
era un verdadero desperdicio de espacio, ya que sólo había dos
empleados: Rentarō y Enju.
—Tengo personas que son de utilidad.
Kisara dio una respuesta seca y chasqueó los dedos cerrando este
asunto.
—Satomi-kun, hazme un poco de té.
—Hazlo tú misma.
—¿Eh? ¿Qué pasaría si un idiota, que se olvidó de tomar la
compensación por su trabajo, lo hiciera en mi lugar?
—Tch, está bien. El té estará listo en un minuto, señorita.
-
Volumen I
Jke Translation’s
38
¿Por qué era tan engreída a pesar de llevar una vida tan pobre?
Vertió agua caliente en una tetera y la puso sobre la mesa delante
de Kisara.
—Uhm, gracias.
Kisara continuó tocando el teclado de un ordenador portátil sin
mirar en dirección a Rentarō. Entonces, de repente, levantó la
cabeza y sus ojos se encontraron.
—Por lo tanto, ¿me estás diciendo que ese Gastrea que mataste
era una persona infectada?
—Así es —respondió sin rodeos y luego continuó prediciendo su
siguiente pregunta.
—No hemos encontrado el origen de la infección Gastrea, pero es
probable que sea del mismo Factor Araña. Ya que no es un pájaro
o un insecto, las otras compañías podrían ya haberlo encontrado y
ocupado de él. Si su Fase es mayor a Tres, sin duda nos llamarían
para pedir ayuda, pero de nuevo una advertencia de riesgo
biológico no ha sido anunciada.
Dado que un Factor Gastrea, como el que Rentarō había matado,
era un animal enorme que habitaba la Tierra, todavía era
encantador. Sin embargo, algunos Factores Gastrea,
especialmente los que poseían más de cuatro ADNs diferentes,
tenían apariencias tan horribles que sólo podrían ser llamadas
mutantes.
El tamaño de los Gastreas varía entre las Fases Uno al Cuatro iba
aumentando proporcionalmente, pero como su etapa aumentaba,
su fuerza también aumenta a una velocidad proporcional. Es por
eso que los miembros de las diferentes Compañías de Seguridad
Civil se tendían la mano con el fin de exterminar al Gastrea en
caso de que sintieran que era una tarea más allá de su poder. Y lo
hacían a pesar de que todas las Compañías se encontraban en muy
malas relaciones con las demás.
—Cuando no nos llaman, ¿significa que fueron capaces de
manejar la situación por sí mismos, ¿no?
Kisara bajó la mirada hacia la pantalla del portátil y negó la
opinión de Rentarō.
—No hay ninguna información al respecto. Además, ni siquiera
hay algún reporte de testigos.
—¿Eh?
Kisara giro su portátil 180 grados. La pantalla mostraba un mapa.
Era el sitio web de las Agencias de Seguridad Civil, donde se
podían comprobar todas las batallas contra los Gastreas y los
lugares donde fueron presenciados en los últimos noventa días.
—Esto es...
Rentarō arqueó las cejas y miró a Kisara. Ella asintió con la
cabeza ligeramente.
-
Volumen I
Jke Translation’s
39
—No hay ninguno, ¿verdad?
—Sí... pero es imposible que no haya ni un sólo informe de
testigos.
—No hay ninguno aquí.
Kisara empujó su cabello y lanzó una mirada sugestiva hacia
Rentarō.
Rentarō entrecerró los ojos y volvió a mirar los mapas y textos.
—¿Por qué el gobierno no emite ningún aviso en el barrio? Esto
es un asunto importante.
—Satomi-kun, el gobierno no es incompetente, pero no puede
recurrir a medidas coercitivas como las advertencias de
evacuación. Así que no tiene sentido esperar algo en esta
situación. Bueno, ese es realmente nuestro trabajo.
¡Qué horrible trabajo tenemos! Rentarō chasqueó la lengua y
suavemente sacudió la cabeza.
—Necesitamos un asesoramiento profesional. Voy a hablar con
sensei.
—También voy a tratar de averiguar indirectamente lo que la
gente en la misma línea de negocios sabe. Satomi-kun, debemos
perseguir ese Gastrea tan pronto como sea posible.
—Lo tengo.
Kisara cerró sus hermosas pestañas y tomó un sorbo de té.
Rentarō miró de reojo furtivamente a su jefa. Él siempre había
sabido que por alguna razón u otra ella había puesto la vida
humana por encima de todo lo demás.
Al no tener forma de saber los pensamientos de Rentarō, Kisara
dejó de usar su portátil y la cerró. Se cruzó de brazos y estiró su
cuerpo. Oyó un crujido en su espalda. Los ojos de Rentarō
cayeron accidentalmente en sus amplios pechos que empujaban
hacia arriba el traje de marinero, y se apresuraron a mirarlos.
—Hm, por cierto, ¿dónde está Enju-chan?
— Uh, sintió sueño y se fue a casa. Si también vas a casa te puedo
acompañar hasta la mitad.
—Lo siento, hoy tengo que someterme a una diálisis, así que voy
a ir al hospital.
—Entiendo.
Kisara bebió un sorbo de té frío y miró hacia la oficina. Rentarō
siguió su mirada con sus ojos.
La recepción donde hablaban con los clientes estaba frente a una
humilde mesa utilizada por los únicos empleados: Rentarō y Enju.
En algunas ocasiones se quedaban durante la noche, por lo que
-
Volumen I
Jke Translation’s
40
también había una pequeña cocina detrás de la cortina donde
podían cocinar.
En esta estrecha habitación medio desmoronada hacía frío durante
el invierno. La habitación no podía llamarse cómoda, pero
sorprendentemente no la odiaba.
—Ya ha pasado un año desde que te convertiste en Promotor y
conociste a Enju-chan.
—Todavía es mi primer año. Ambos no hemos alcanzado
nuestros objetivos ni siquiera hemos llegado a la mitad.
Kisara ladeó un poco la cabeza hacia un lado y sonrió.
—Satomi-kun, realmente cambiaste desde el momento en que
conociste a Enju-chan. Ahora sonríes más a menudo y aprendiste
a cocinar. Nunca pensé que llegaras a ser así.
Rentarō giro bruscamente su rostro.
—No es la gran cosa.
—Satomi-kun, me pregunto: ¿cuál podrá ser tu objetivo actual?
—¿Eh?
De repente, su corazón comenzó a palpitar fuerte.
—¿Quieres buscar a los padres de Enju-chan? Pero qué hay de tu
madre y tu padre… Satomi-kun cuando eras un niño, a menudo
solías decir: «No hay duda de que mis padres están vivos así que
voy a encontrarlos». Pero dejaste de decir eso recientemente.
¿Aun piensas así?
Ella no estaba particularmente enojada con él o reprochándole,
ella seguía mirando en su dirección. Pero Rentarō no pudo
soportar eso, así que negó con la cabeza.
—No es asunto tuyo.
Tenía la intención de decirlo lo más tranquilo posible, pero lo
escupió en un tono bastante hostil.
—¡Deja de molestarme! Ya es suficiente. No hay duda de que mis
padres están muertos.
◇ ◇ ◇
Maldita sea. Rentarō se mantenía caminando pesadamente en la
noche con la cabeza cubierta con sus brazos.
En el camino, una mujer del cabaret del segundo piso le guiñó un
ojo, diciendo: «¿Te gustaría venir acá?». Cuando descendió a la
primera planta, un tipo fornido con una barba cortada hasta abajo
del bar gay le guiñó un ojo también: «Ven, creo que eres un buen
tachi». Entonces, no lejos del edificio de un usurero de
Hiroshima, un Yakuza lo saludó diciéndole: «Oye, Rentarō, hace
bastante calor hoy, ¿eh?». Pero Rentarō dio respuestas vagas a
todas ellas.
-
Volumen I
Jke Translation’s
41
Cuando la conversación se trasladaba al tema acerca de sus
primeros años, era muy difícil para él controlar sus sentimientos,
pero él no tenía la intención de actuar tontamente para desquitarse
con otras personas.
Rentarō, con ambas manos en los bolsillos, movió la cabeza hacia
atrás y contempló el cielo nocturno estrellado.
No me queda más opción. Mañana me disculparé con ella.
El lugar a donde Rentarō se dirigía era un hospital afiliado a la
Universidad Pública Magata. En el laboratorio cercano la luz
siempre estaba encendida.
El terreno de la Universidad Magata que iba desde el
departamento de informática hasta el departamento de agricultura
era enorme. La preparatoria Magata, a la que Rentarō asistía,
parecía un jardín en miniatura en comparación a esta.
El hospital de la Universidad se encontraba cerca del edificio de
la escuela a casi trescientos metros más allá de ella para ser
precisos.
Rentarō era un visitante frecuente, por lo que pasó libremente por
la recepción. Abrió la puerta de entrada del hospital, un olor a
antiséptico impregnaba el aire. Al pasar junto el grupo de
personas allí, todos lo miraron con rostros disgustados porque
llevaba el uniforme de la escuela, que era al mismo tiempo su
ropa de calle y su ropa de trabajo.
¿Y qué? ¿Tienen alguna objeción? A pesar de que pensaba de esa
manera, se inclinó ante ellos en silencio y pasó de largo.
Más adelante, el número de personas de repente se redujo y luego
un agujero cuadrado apareció de repente en el suelo al final del
pasillo.
A primera vista podría parecer una trampa, pero si se lo miraba
más de cerca, quedaba claro que había unas escaleras en un
ángulo agudo.
Mientras bajaba las escaleras, se preguntó cómo sería el rostro de
las personas, que no tenían conocimiento de la situación real, si se
les dijera que había un depósito de cadáveres allí construido y que
una persona misteriosa vivía allí entre los cadáveres ellos
probablemente sentirían escalofríos, pero no sería a causa de las
bajas temperaturas.
Se sentía un olor aromático después de abrir las puertas en las que
estaba tallado el busto ostentoso de un demonio, cuyo propósito
era asustar a las personas que venían dejando así al dueño solo. El
área al interior estaba medio oscura y era sorprendentemente
espaciosa. Todo el suelo estaba cubierto de tejas verdes, era
inquietante, como en una sala de operación. Pero con una mirada
más cercana, había ropa interior, una caja de comida, una pizarra
totalmente cubierta con palabras que probablemente eran
-
Volumen I
Jke Translation’s
42
alemanas… se podría decir que el aroma de la vida diaria estaba
en el aire.
Sin embargo, la principal dueña de este lugar no estaba por
ningún lado.
—Sensei, ¿dónde estás?
—Estoy aquí.
Cuando giró hacia la voz, se sorprendió.
Delante de él había un cuerpo musculoso desnudo de más de 180
centímetros de altura con los zócalos de los ojos hundidos. No
había ni un pelo en su cabeza, ni tenia piel, parecía que fue
asesinado recientemente. Era el cadáver de un hombre
desconocido.
—¡Whoa!
Parecía que el hombre le había hablado a Rentarō, pero los
muertos no pueden hablar.
Rentarō no era un fan de las historias de fantasmas.
«¡Boo!» Una mujer familiar con una túnica blanca apareció detrás
de él. Rentarō se sintió aliviado.
—¡N–No me asustes así, Sensei!
—Hola Rentarō-kun, bienvenido al Abismo.
Abrió los brazos de una manera teatral.
Llevaba una falda estrecha y una larga túnica blanca detrás.
Su piel era pálida como si fuera poco saludable, su presencia era
débil y daba la sensación de un fantasma. Sus mechones largos
desordenados ocultaban parcialmente sus ojos, pero si la mirabas
más de cerca ella era una verdadera belleza.
Muroto Sumire, una investigadora de los Gastreas que dirigía un
laboratorio de medicina legal.
Ella era la reina de este sótano con poca luz, además de ser una
hikikomori. Cuando ella se quedaba allí, se quedaba hasta que sus
alimentos ahorrados se agoten.
—¿Quién es este hombre?
—Charlie, me olvidé de su nombre real. Es mi novio.
—¿Pero qué pasa con esa mujer llamada Susan?
—Desafortunadamente, ella se fue. Él es su reemplazo. Los
cadáveres son geniales, ellos no preguntan cosas sin sentido. Son
los únicos que pueden entender mis sentimientos.
Al decir esto, ella tiernamente apretó su mejilla contra el cuerpo
embalsamado.
-
Volumen I
Jke Translation’s
43
Aunque Rentarō no aguantaba eso, se frotó las manos y observó
la escena con pensamientos tristes.
A ella le desagradaba mucho el contacto con otras personas, por
lo que en la Universidad fue despreciada por todos. Su lema era:
«Sólo hay dos tipos de personas en este mundo: Los muertos y los
que van a morir pronto».
Terminaré rápidamente mis asuntos y saldré de aquí. Rentarō
estaba a punto de abrir la boca, pero Sumire habló primero.
—No hace mucho me entregaron al Gastrea Fase Uno que
mataste. ¿No pudiste haberlo hecho de forma más limpia? Su
carne fue dañada con impactos de bala. Sin mencionar que había
balas por todos lados. Nobita-kun* es lascivo, perezoso y cobarde,
pero aun así es un excelente tirador. Aunque también eres lascivo,
perezoso y cobarde, eres un tirador sin puntería. ¿Me pregunto si
esto podría ser peor? Bueno, podría ser algo duro, pero te lo voy a
pedir de todos modos: ¿por qué no te matas de una vez? De todas
formas probablemente no tienes ningún deseo de permanecer en
este mundo.
(*Nobita-Kun: Personaje famoso de Doraemon)
—¿Tanto parezco una causa perdida?
Rentarō dejó escapar un suspiro.
A esta belleza deprimida le fue confiado por el Gobierno llevar a
cabo la disección investigación de los Gastreas. Puede ser difícil
de creer, pero ella en realidad tiene un coeficiente intelectual muy
alto y hace algún tiempo ella era una niña mimada de la sociedad
científica.
—Por cierto, ¿aun no has cenado?
—¿Eh?
—Te estoy preguntando si ya cenaste.
—No… no todavía.
—En ese caso, debes cocinar primero.
Se puso de pie, sacó una bolsa de un microondas y la desenvolvió.
A primera vista parecía un atole* blanco puro, pero también tenía
la forma de harina de avena sólida. Ella jaló una cuchara hacia
arriba y produjo un sonido extraño propio de una sustancia
pegajosa. Olía como si estuviese dañado. ¿Qué demonios es eso?
(Atole: Bebida de origen prehispánico consumida principalmente
en Mexico, Guatemala, Etc)
Grandes gotas de sudor salieron de su rostro.
—Sensei… ¿qué sabes del «Trigo Sabroso» de la película
Matrix?
-
Volumen I
Jke Translation’s
44
—Sí, parece delicioso. Los panqueques Guri y Gura, galletas
Laputa y Trigo Sabroso son las tres comidas del mundo 2D que la
gente más quiere comer.
—¿Qué extraña mezcla es esa?
—¿Hm? Mira, no importa que tan plana sea la pantalla del
televisor, Matrix es una película de acción en vivo, así que ¿Qué
pasa con el sistema 3D? ¿Qué piensas?
—¡Mejor vamos a hablar del trabajo!
—Come un poco. Si no comes, no voy a hablar.
—¿H–Hablas en serio…?
Rentarō miró al techo con poca luz. Mientras estaba en un dilema,
miró el Trigo Sabroso. Como si se burlara de él, burbujas de aire
aparecieron en su superficie.
Rentarō tuvo que llevárselo a la boca. Para su sorpresa, era
realmente bueno.
Bueno no, no había ningún indicio de que fuera a pasar algo
extraño. Al momento siguiente una atrocidad sucedió y sintió
como si sus papilas gustativas fueran golpeadas por un dolor
punzante.
—Guooo, ¡mi garganta pica!
—Entonces cómo está, ¿delicioso?
—¿Parezco alguien que acaba de comer algo delicioso…?
Sumire conectó los dedos índice y pulgar de ambas manos
haciendo un marco de cámara improvisado. Mirando a través de
él, tarareó:
—Si fuera una fotógrafa, diría que esto es «La agonía entre el
Infierno y el Purgatorio».
—Además de ser extremadamente dulce, tiene un cierto sabor
amargo desagradable. ¿Qué demonios es esto?
—Ah, está casi derretida, pero e