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IMPRESIÓN DE LA MUESTRA DEL CENTRO CULTURAL RECOLETASergio Alejandro Serrese – MaCA – Primer año

Teoría de las Artes PlásticasCátedra: Rosa María Ravera / Mónica Caballero

1. LAS OBRAS:

Tres Fronteras, Observando de cerca (Zulema Maza)

“Tres Fronteras es una muestra fotográfica y audiovisual cuyas protagonistas son tres jóvenes mujeres de Argentina, Paraguay y Perú. Delfina, argentina, desciende de las inmigraciones europeas del siglo XX, Nadia es inmigrante paraguaya y Esteffany del Perú.

Ellas están allí, para mostrarse y mostrarnos que la vida circula más allá de las fronteras, que ellas las han traspasado y han dejado atrás un pasado. Lejos quedaron muchas cosas.

Son historias de jóvenes mujeres que saben que esta tierra les es familiar y extraña, que en otro lugar quedo una parte de sus vidas. Una red invisible las une y acompaña.”1

1 Fragmento tomado de la página de internet del Centro Cultural Recoleta.1



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Tal vez de las muestras presenciadas la de Zulema Maza sea la que más me haya llegado.

Fundamentalmente por la expresividad lograda en la fotografía blanco y negro.

La delicadeza de la iluminación, los contrastes y la capacidad de captar el gesto justo es lo que logró captar mi atención.

Si bien valoro la capacidad técnica y creativa del fotomontaje, no fueron especialmente los elementos añadidos los que más me gustaron.

Sí me parecieron interesantes ciertos desenfoques y movimiento en la fotografía logrado en post-producción.



Repertorio (Rómulo Macciò)

“La obra de Rómulo Macciò difunde con inusitada calidad y precisión la vigencia de la pintura como reveladora de las problemáticas urbanas contemporáneas. Despojada de toda intención de pertenencia a tal o cual ismo, rige, con particular estilo, el paradigma pictórico argentino; conservando en su trayecto, el denodado esfuerzo para sostener su libertad con histórica pose” Renato Rita.

Este pensamiento del curador de su obra introducía la muestra. A mi inexperta mirada, despojada de todo conocimiento de arte contemporáneo, tal vez haya sido de todas, la que más me costó digerir. La poca presencia de elementos más figurativos en las obras, aún cuándo no estaban del todo ausentes, hacían más compleja una aprehensión de las mismas.

Tal vez en una interpretación casi delirante de mi parte, me parecía ver en la obra al pie del párrafo, la figura humana diluyendo la claridad de las formas y los colores, como una especie de mar donde la subjetividad humana desdibuja los contornos claros y distintos que sugieren las figuras geométricas.

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Borges y Compañía (Hermenegildo Sabat)

Borges y compañía, título de la muestra, es la presentación de numerosos cuadros realizados sobre tela de 80 x 60 cm con una técnica de óleo al agua.

“En principio me resisto a ponerle título a mis cuadros. Pero en este caso yo tenía el retrato de Borges y como todo el resto son cabezas innominadas, que no pertenecen a nadie en específico, las agrupé e hice un paquete con eso. Nada más por eso.”2

Con estas palabras el autor proponía una perspectiva desde donde acercarse a su obra, aún cuando sugiere, tanto acá como en otras partes de la misma entrevista, que la ausencia de palabras pretendería no inducir al espectador a determinado marco interpretativo.

Me llamó la atención la capacidad del autor de captar ciertos patrones o estereotipos que hacen que los personajes de sus cuadros puedan tener “el parecido de”, sin llegar a serlo necesariamente.

Es un tipo de iconicidad a la que estoy más habituado. Sin embargo, la oscuridad en el uso del color y la expresividad de los rostros me denotaban un ambiente melancólico y triste con el que no terminé de conectarme.

Finalmente, cuando contemplaba el retrato del autor en la publicación que ilustra la muestra, se me ocurría que él mismo posee cierta tendencia al auto retrato en la gestualidad inclinada de su boca.

2 Fragmentos de la entrevista a Hermenegildo Sábat publicada en la revista que editase el Centro Cultural Recoleta con motivo de la exposición del 26 de junio al 3de agosto de 2.014.

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2. LOS AUTORES:

Si bien no pude entablar conversación con ninguno de los autores, pude rescatar ciertas características:

En el caso de Rómulo Macciò (a través de lo comentado por el curador de la obra) y de Hermenegildo Sabat, la tremenda pasión por aquello que hacen, adjetivada de modo particular teniendo en cuenta la edad de ambos.

En el primero, el hecho de que casi la totalidad de la obra expuesta haya sido realizada para esta muestra y en un plazo de tiempo relativamente corto.

En el caso de Sabat, que una persona que toda la vida trabajó haciendo caricaturas para un diario, siga reinventándose y encontrando placer más gratuito en pintar rostros en sus tiempos libres.

Ciertos fragmentos de la entrevista a Hermenegildo Sábat me resultaron significativos, probablemente reutilizaré alguno de ellos, a fin de ilustrar algún punto del TP1:3

“Yo cometí un grave error: ¡soy autodidacta!, especialmente para pintar. Y creo, a esta altura de la soirée, que se pueden enseñar y se pueden aprender pocas cosas. El resto es información, eso es rotundo. Debe haber sí, un control cuando uno está con un maestro, que con una palabra te resuelve una situación. El autodidacta tiene que descubrir todo por sí solo. Y entonces, a veces, puede suceder que un hallazgo técnico se confunda con uno creativo y no tienen nada que ver.”

“[…] yo creo en la irresponsabilidad del artista. El artista es

irresponsable en un buen sentido: ¿cómo sabemos cuál es la última pincelada?, por ejemplo. Hay una cantidad de detalles que están dentro del colectivo imaginario, por decirlo así, que te llevan a pensar: ¡éste tipo ve a toda la gente deforme! Es una guía de prejuicios que hay en la sociedad. Sin embargo –y no para defender lo que hago ni defenderme personalmente-, cuando uno ve la obra de grandes artistas, se observa ahí que el propósito era similar. Claro, cuando te encontrás con titanes como Rembrandt o Goya, la cosa es diferente. Goya era un tipo tan irreverente que pintaba a los Borbón, sus patrones, de manera

3 Fragmentos de la entrevista a Hermenegildo Sábat publicada en la revista que editase el Centro Cultural Recoleta con motivo de la exposición del 26 de junio al 3de agosto de 2.014. Las negritas son mías.

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cruel y, sin embargo, era aceptado por esos tipos que tenían bastante sentido del humor o de la autocalificación.”

“La estructura habitual de esto es que vos muestres a través de una galería, que lo tuyo se venda o no se venda, pero que en definitiva ingrese todo en un sistema comercial. Conozco gente que aprecio, que se niega a exponer las cosas mías porque dice que yo regalo lo que hago… Cosa que parcialmente es cierto. ¿Pero entonces qué quiere decir? Que yo no soy un tipo comerciable. Lo cual, de algún modo, con algunos mecanismos anarcos tengo, a mí me tranquiliza. ¿No se vende?, ¡y bueno, no se vende! ¡chau!; ¿no les gusta?, ¡les gusta! Es lo que yo hago. Pero puedo mostrar con tranquilidad lo que hago porque no tiene que ver con las tendencias ni con las ondas y las modas.”

“No les voy a decir a los espectadores lo que tienen que hacer. De Picasso se dicen miles de cosas, pero parece que hay algunas que son ciertas. Una vez una señora, espantada, le pidió que le explique un cuadro. Picasso le dijo: “yo le voy a dar una explicación va a entender la explicación pero no el cuadro”. Eso es así, es perfecto. […] Ahora, hablando de la palabra, el cuadro que creo representa mejor el siglo XX es Guernica y lo pintó Picasso. Pero si en lugar de ponerle Guernica le hubiera puesto el llanto de una madre, cambiaba la cosa. Y entonces no solo es una obra maestra, sino como Las meninas de Diego Velázquez, es un cuadro que es historia, es literatura, es filosofía, además de ser una gran pintura. Pero, a mí me resulta difícil la relación del trabajo que yo hago con la palabra.”

“La trascendencia del artista va de la mano con la comprensión del lugar dónde vive, eso es muy importante.

Hay grandes artistas que no conocemos y no vamos a conocer porque no entraron en el circuito comercial. Hay un caso de un artista mayormente subestimado que era Benito Quinquela Martín, ¿qué hizo este tipo?, ‘pinta tu aldea y pintarás el mundo’”.

En el caso de Zulema Maza, durante el breve tiempo que pudimos estar con ella, rescato la emoción que se percibía, el orgullo de su obra, la solicitud en el compromiso de querer brindarnos su tiempo para contarnos los procesos y los detalles de su creación artística, y la tensión que como anfitriona impulsaba la necesidad de brindar su atención a toda la gente que había venido a presenciar la muestra.

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3. EL PÚBLICO:

Considero que el evento de presentación de las muestras se configuraba a la vez en un hecho artístico, social y político.

Como hecho artístico se notaba la presencia de ciertos medios especializados, de otros actores del ámbito de la pintura y de la cultura: como artistas, curadores, expositores, etc.

Como hecho social la presencia de familiares y amigos, y también cierto esnobismo.

La presencia del Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires lo convierte también en un hecho político, con una doble dirección: por un lado, su visita jerarquiza la muestra, reconociendo la importancia de estos artistas para la ciudad; por otro, como legitimación de la gestión de su gobierno en el área de la cultura (“la foto del diario de mañana”), gestión que solamente los

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trabajadores de la cultura podrán decir en qué medida y calidad impacta en su labor cotidiana.

4. El LUGAR:

La experiencia de visitar el Centro Cultural Recoleta me pareció interesante. Había presenciado otras muestras en el mismo centro en un par de oportunidades, las dos con exposiciones de fotografía: una el año pasado con Historias de Barrio exposición realizada por chicos de las villas 21, 20 y Ramón Carrillo, y otra acompañando hace muchos años a un fotógrafo amigo a una muestra de su interés.

El lugar dista bastante de ser los que frecuento. Me he movido habitualmente por ciertos ámbitos de promoción social, lo que me vincula con otro tipo de productos culturales.

Guardan de cualquier manera, más allá de las desemejanzas, una similitud en cuanto a los ejes que suelen atravesar los eventos: el primero de ellos sería el que lo define en su especificidad (en un caso, el de la promoción social; en otro, el artístico), el del encuentro social y el político.

Buscando cierto paralelismo, intentando no forzarlo demasiado, en los eventos realizados en el ámbito de la promoción social también se da un esnobismo inverso (si se me permite) de aquellas personas que referencian su propia identidad desde el aparecer.

Y por último, ese ámbito de validación política, donde el trabajo de gestión pública propiamente dicho y el de “campaña” parecen ir de la mano.

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