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ÍNDICE / No. 2071 • 10 DE JULIO DE 2016

Foto portada: Archivo Excélsior

CISA / Co mu ni ca ción e In for ma ción, SA de CVCON SE JO DE AD MI NIS TRA CIÓN: Francisco Álvarez Romero, Estela Franco Arroyo, Salvador Corro Ortiz, Rafael Rodríguez Castañeda, Julio Scherer Ibarra

DIRECTOR FUNDADOR: Julio Scherer García †SUBDIRECTOR FUNDADOR: Vicente Leñero Otero †

DI REC TOR: Ra fael Ro drí guez Cas ta ñe da

SUB DI REC TOR EDITORIAL: Salvador CorroSUB DI REC TOR DE ADMINISTRACIÓN: Alejandro Rivera

ASIS TEN TE DE LA DI REC CIÓN: Ma ría de los Án ge les Mo ra les; ayudante, Luis Ángel Cruz

ASISTENTE DE LA SUBDIRECCIÓN EDITORIAL: Flor Hernández

ASISTENTE DE LA SUBDIRECCIÓN DE ADMINISTRACIÓN: Laura Ávila

COORDINADORA DE FINANZAS DE RE DAC CIÓN: Be a triz Gon zá lez

COORDINADORA DE RECURSOS HUMANOS: Luz María Pineda

EDI CIÓN Y CORRECCIÓN: Alejandro Pérez, coordinador; Cuauhtémoc Arista, Tomás Domínguez, Hugo Martínez, Juan Carlos Ortega

REPORTEROS: Carlos Acosta, Jorge Carrasco, Jesusa Cervantes, Juan Carlos Cruz, Patricia Dávila, Gloria Leticia Díaz, Álvaro Delgado, José Gil Olmos, Santiago Igartúa, Arturo Rodríguez, Mathieu Tourliere, Ro dri go Ve ra, Rosalia Vergara, Jenaro VillamilCO RRES PON SA LES: Campeche, Rosa Santana; Co li ma: Pe dro Za mo ra; Chiapas, Isaín Mandujano; Gua na jua to: Ve ró ni ca Es pi nosa; Guerrero, Ezequiel Flores Contreras; Michoacán, Francisco Castellanos; Nuevo León, Luciano Campos; Oaxaca, Pedro Matías; Puebla, María Gabriela Hernández; Tabasco, Ar man do Guz mán; Veracruz, Noé ZavaletaIN TER NA CIO NAL: Ho me ro Cam pa, coordinador; Corres pon sa les: Madrid: Alejandro Gutiérrez; Pa rís: An ne Ma rie Mer gier; Washington: J. Jesús Esquivel

CUL TU RA: Ar man do Pon ce, edi tor; Ju dith Ama dor Tello, Isa bel Le ñe ro, Niza Rivera Medina, Co lum-ba Vér tiz de la Fuente, reporteras; Colaboradores: Ja vier Be tan court, Blan ca Gon zá lez Ro sas, Estela Leñero Franco, Samuel Máynez Champion, Jor ge Mun guía Es pi tia, Jo sé Emi lio Pa che co , Al ber to Pa-re des, Ra quel Ti bol , Flo ren ce Tous saint; [email protected]

ES PECTÁCU LOS: Ro ber to Pon ce, co or di na dor. [email protected]

DEPORTES: Raúl Ochoa, Beatriz Pereyra

FO TO GRAFÍA: Marco Antonio Cruz, coordinador; Fotógrafos: Ger mán Can se co, Miguel Dimayuga, Ben ja mín Flo res, Oc ta vio Gó mez, Eduardo Miranda; asistente, Au ro ra Tre jo; auxiliar, Violeta Melo

AU XI LIAR DE RE DAC CIÓN: Á ngel Sán chez

ANÁLI SIS: Co la bo ra do res: John M. Ackerman, Ariel Dorf man, Sabina Berman, Jesús Cantú, De ni se Dres ser, Marta Lamas, Olga Pellicer, Ja vier Si ci lia, En ri que Se mo, Héctor Tajonar, Er nes to Vi lla nue va, Jorge Volpi; car to nis tas: Gallut, Helguera, Hernández, Na ran jo, Ro cha

CENTRO DE DOCUMENTACIÓN: Ro ge lio Flo res, co or di na dor; Juan Car los Bal ta zar, Li dia Gar cía, Leoncio Rosales

CO RREC CIÓN TIPOGRÁFICA: Jor ge Gon zá lez Ramírez, co or di na dor; Se ra fín Dí az, Da niel Gon zá lez, Pa tri cia Po sa das

se ma na rio de in for ma ción y aná li sis

REPORTE ESPECIAL

6 A cuatro décadas, remembranzas de una infamia /Julio Scherer García

11 El poder y la calumnia /Julio Scherer García

17 Estados Unidos “monitoreó” el golpe /Homero Campa

18 La libertad como ficción /Octavio Paz

CONFLICTO MAGISTERIAL

22 Nochixtlán: la Policía Federal violó sus propios protocolos /Pedro Matías y Arturo Rodríguez

26 Así dialoga Gobernación /Pedro Matías y Arturo Rodríguez

28 El gobierno fabricó la “rebeldía” del SNTE /Mathieu Tourliere

CORRUPCIÓN

32 Díaz de la Torre, el hombre que traicionó a Gordillo /Jesusa Cervantes

POLÍTICA

36 El PRD, un partido de gobernabilidad precaria /Rosalía Vergara

39 Enrique Ochoa o la lealtad extrema /Jenaro Villamil

DIPLOMACIA

42 La mezquindad del gobierno mexicano asfixia a la CIDH /J. Jesús Esquivel

ESTADOS

45 Un “basurero” industrial amenaza el Altiplano Potosino /Verónica Espinosa

LA CAPITAL

48 El crimen, dueño del corazón de la CDMX /José Gil Olmos

ANÁLISIS

52 El desencuentro de los socios /Olga Pellicer

53 Invención de Nuño /Naranjo

1709 / 2 de agosto de 2009 5

agen cia de fotografía

VISITA NUESTRO SITIO PROCESO.COM.MX // SÍGUENOS EN TWITTER #@REVISTAPROCESO Y EN FACEBOOK.COM/REVISTAPROCESO Tel. 5636-2077 / 2091 / 2062. Eva Ánge les, Ru bén Báez. Suscripciones: Cristina Sandoval Tel. 5636-2080 y 01 800 202 49 98

96 PALABRA DE LECTOR

98 MONO SAPIENS /¡¡Solución al problemón!! /Helguera y Hernández

DI SE ÑO: Ale jan dro Val dés Ku ri, co or di na dor; Fer nan do Cis ne ros Larios, An to nio Foui lloux Dá vi la, Ma nuel Foui lloux Ana ya y Juan Ricardo Robles de Haro

COMERCIALIZACIÓN: Margarita Carreón, gerente. Tel. 5636-2063.

PUBLICIDAD: Lucero García. Tel 5636-2077 / 2062. Rubén Báez.

MERCADOTECNIA: Norma Velázquez. Tel. 5636-2059. Karina Valle.

CIRCULACIÓN: Mauricio Ramírez. Tel. 5636-2064. Pascual Acuña, Bárbara López, Gisela Mares, Fernando Polo, Andrés Velázquez.

SUSCRIPCIONES: Cristina Sandoval. Tel. 5636-2080 y 01800-202-4998. Mónica Cortés, Ulises de León, Benita González. Atención a suscriptores (Reparto): Lenin Reyes. Tel. 5636-2065. Jonathan García, Rosa Morales.

TECNOLOGÍA DE LA INFORMACIÓN: Fernando Rodríguez, jefe; Marlon Mejía, subjefe; Eduardo Alfaro, Betzabé Estrada, Javier Venegas

AL MA CÉN y PRO VE E DURÍA: Mer ce des Gue rra, co or di na do ra; Ro ge lio Val di viaMANTENIMIENTO: Miguel OlveraCON TA BI LI DAD: Edgar Hernández, contador; Ma . Con cep ción Al va ra do, Rosa Ma. García, Ra quel Tre jo COBRANZAS: Sandra Changpo, jefa; Raúl Cruz

OFI CI NAS GE NE RA LES: Re dac ción: Fre sas 13; Ad mi nis tra ción: Fre sas 7, Co l. del Va lle, 03100 Mé xi co, DFCON MU TA DOR GE NE RAL: Ka ri na Ure ña; Susana Arellano, 5636-2000FAX: 5636-2055, Palabra de Lector; 5636-2086, Redacción.AÑO 39, No. 2071, 10 DE JULIO DE 2016IM PRE SIÓN: Quad Graphics. Durazno No.1, Col. San José de las Peritas, Xochimilco, México, DF

EDITOR: Marco Antonio Cruz; Dirección: www.procesofoto.com.mxCorreo electrónico:[email protected]; Ventas y contrataciones: 5636-2016 y 56362017

EDITOR: Alejandro Caballero; Correo electrónico: [email protected]; Armando Gutiérrez y Alejandro Saldívar, coeditores; Tel. 5636-2010; Saúl Díaz Valadez, desarrollador, Mussio Jair Cárdenas. Tel. 5636-2106

Cer ti fi ca do de li ci tud de tí tu lo No. 1885 y li ci tud de con te ni do No. 1132, ex pe di dos por la Co mi sión Ca li fi ca do ra de Pu bli ca cio nes de Re vis tas Ilus tra das el 8 de sep tiem bre de 1976. Proceso es una Reserva para uso exclusivo otorgada por la Dirección de Reservas del Instituto Nacional del Derecho de Autor en favor de Comunicación e Información, S.A. de C.V., bajo el Número 04-2011-072215095900-102. Número ISSN: 1665-9309Circulación certificada por el Instituto Verificador de MediosRegistro No. 105 / 23

Suscripciones DF y zona Metropolitana: Un año, $1,490.00, 6 meses, $850.00; Guadalajara, Monterrey, Puebla y Xalapa: Un año, $1,600.00, 6 meses, $880.00. Ejemplares atrasados: $45.00.

Pro hi bi da la re pro duc ción par cial o to tal de cual quier ca pí tu lo, fo to gra fía o in for ma ción pu bli ca dos sin au to ri za-ción ex pre sa de Co mu ni ca ción e In for ma ción, S.A. de C.V., ti tu lar de to dos los de re chos.

agen cia pro ce so de in for ma ción

EDI TO R EN JEFE: Raúl Monge; Editores: Sara Pantoja, Miguel Ángel Vázquez, Concepción Villaverde, María Luisa Vivas; Tels.: 5636-2087

54 Los Chuchos guían la debacle perredista /Jesús Cantú

55 El presidente está solo /Sabina Berman

57 Tiempo agotado /John M. Ackerman

59 TIEMPO FUERA: Yo, el populista /Fabrizio Mejía Madrid

INTERNACIONAL

60 NICARAGUA: Una amistad de décadas, dañada en un mes /Matilde Córdoba

64 ARGENTINA: El hombre que investiga a Macri /Miguel Bonasso

67 Al descubierto la corrupción estructural /Francisco Olaso y Juan José Subirá

LIBROS

70 Nuevo libro de Hernández, un Che dibujado... pero de carne y hueso /José Gil Olmos

ENSAYO

73 Las contrapropuestas culturales (primera de dos partes) /Jorge Sánchez Cordero

CULTURA

76 Meyer, Bartra, Tello: Qué es el populismo /Judith Amador Tello

PÁGINAS DE CRÍTICA

80 ARTE: Arte para la Nación (2) /Blanca González Rosas

MÚSICA I: Sexta Sinfonía de Sergio Berlioz /Mauricio Rábago Palafox

MÚSICA II: La voix humaine de Maria Katzarava /Raúl Díaz

TEATRO: Proyecto Fausto /Estela Leñero Franco

CINE: Julieta /Javier Betancourt

TELEVISIÓN: Televisa busca flotador /Florence Toussaint

ESPECTÁCULOS

86 Proceso apuesta por las emociones infantiles /Niza Rivera

88 Emparenta el finés Klaus Härö su drama fílmico con México /Columba Vértiz de la Fuente

DEPORTES

90 El Poli, un desastre deportivo /Beatriz Pereyra

93 Frontón México, una huelga que todos ignoran /Raúl Ochoa

Dueño Excélsior de los terre-nos de Paseos de Taxqueña, 951,913.39 metros cuadra-dos al sur de la ciudad, co-braban forma los sueños que los hombres sueñan cuan-

do creen que el futuro pertenece al pre-sente. ¿Por qué no podría disponer de su propio bosque, como algunos de los gran-des periódicos en el mundo y producir su propia materia prima, el papel? Había di-nero para todo y para todos. El vuelo del diario, aceptado por un público cada día más numeroso, respaldaba el entusiasmo por el auge en puerta. Se discutía ya si la cooperativa debía continuar en Reforma y Bucareli o levantar grandes instalaciones en una zona industrial. En este caso, Excél-sior conservaría sólo su edificio en Refor-ma 18, historia y símbolo de la casa edito-rial. Sus terrenos de la esquina exclusiva serian vendidos a precio de oro, que sobre

Indeleble el recuerdo de la infamia perpetrada desde el

poder el 8 de julio de 1976 contra Julio Scherer García

y sus colaboradores de Excélsior. A cuatro décadas de

aquel funesto golpe mediante el cual el entonces presi-

dente, Luis Echeverría, quiso acallar la libertad de expre-

sión con el apoyo de un grupo de cooperativistas de la

casa editorial, es menester recoger la voz de don Julio, su

memoria, sus indagatorias, los testimonios que buscó y

encontró hasta llegar a la raíz de aquel episodio de trai-

ción encabezado por el mandatario que gobernó con el

antifaz hipócrita de hombre democrático.

JULIO SCHERER GARCÍA

oro se asentaban las viejas construcciones, paisaje de un México entrañable.

El diputado Humberto Serrano, líder agrarista que no salía de la Secretaría de la Reforma Agraria custodiada por Augus-to Gómez Villanueva, invadió Paseos de Ta-xqueña como quien ocupa un solar. Cen-tenares de campesinos se dispersaron por la enorme superficie, acamparon en los si-tios que les vinieron en gana y dieron la gran noticia a los enemigos de la coopera-tiva: tiempo atrás, bajo la dirección y ge-rencia de don Rodrigo de Llano y don Gil-berto Figueroa, la cooperativa les había permutado tierras de su propiedad en los estados de Hidalgo y Veracruz por los an-tiguos terrenos de la Candelaria, hoy Pa-seos de Taxqueña. No tolerarían el abuso, a punto la cooperativa de transformar sus lotes en fraccionamiento. Saldrían com-pensados de Paseos de Taxqueña o no abandonarían el sitio privilegiado.

Fue violenta la campaña contra el diario. Humberto Serrano alcanzó noto-riedad como hombre de un día y de mu-chos días. Descubrieron los noticieros de Televisa que por las venas del líder corría sangre de Emiliano Zapata, roja como la pasión y el sacrificio. No cedería, al me-nos que hubiera justicia para sus hom-bres. Gómez Villanueva levantaba los hombros en señal de impotencia. No po-dría enfrentar a sus hermanos de clase. Cercana la hora de las negociaciones pa-ra intentar algún arreglo, se perdía Hum-berto Serrano quién sabe dónde. Nada retrata aquellas escenas como un rela-to del licenciado Miguel Ángel Granados Chapa la tarde que nos reunimos con Luis Javier Solana para despedir al escri-tor Federico Fasano, de regreso al Uru-guay. Decía el líder agrarista que los pe-riodistas citadinos, hechos al pavimento, no podríamos comprender a los campe-

Remembranzasde una infamiaA cuatro décadas

REPORTE ESPECIAL

6 2071 / 10 DE JULIO DE 2016

sinos, hechos al sol y a la tierra, sin tiem-po en el tiempo.

El presidente Echeverría envenena-ba el ambiente y recomendaba paciencia. Voz de resonancia universal, candidato al Premio Nobel de la Paz, pregonaba que se cumpliría con la ley.

En el interior de Reforma 18 la inquie-tud crecía. De los Consejos de Administra-ción y Vigilancia partía la especie: intran-sigentes los directivos de Excélsior, ponían en peligro el patrimonio de los trabajado-res y sus familias. Ellos y sólo ellos, Scherer y Rodríguez Toro, eran los responsables de los problemas que la cooperativa encaraba.

Publicó Excélsior el viernes 9 de julio de 1976 que la cooperativa había descubier-to turbios manejos de su gerente general y de su director general, Hero Rodríguez Toro y Julio Scherer García. Sin el conocimien-to de los trabajadores, “habían salido de sus arcas cerca de 14 millones de pesos, 9

irremisiblemente perdidos”. Dijo también el editorial del periódico que se investiga-ría a otros cinco cooperativistas, cómplices del gerente y el director. En una maquina-ción del director habían intentado frustrar las pesquisas encaminadas a desentrañar su comportamiento y el del gerente gene-ral. Enlistaba el periódico a los encubrido-res: Arturo Sánchez Aussenac, jefe de re-dacción; Leopoldo Gutiérrez, secretario de redacción; Arnulfo Uzeta, jefe de informa-ción; Ángel T. Ferreira, reportero de la fuen-te política, y Jorge Villa Alcalá, director de Últimas Noticias. Señalaba el mismo tex-to que gerente y director se habían hecho dueños de un poder omnímodo que ejer-cían, sin piedad. Ya sin ellos, suspendidos en sus derechos y obligaciones como so-cios de Excélsior, se respiraba otro aire en la casa fraterna. Fue exaltado el 8 de julio co-mo un “día de júbilo, día histórico”.

Cinco días después fue interrogado

Echeverría acerca de los acontecimientos habidos en Excélsior. Reproduzco la nota del propio periódico:

En relación con lo ocurrido en Excélsior, el presidente Echeverría afirmó ayer an-te periodistas mexicanos y corresponsa-les extranjeros: “Fue una determinación de los cooperativistas y no ha interveni-do el gobierno de México y nunca lo hi-zo menos al final, absolutamente. Pare-ce ser que allí una mayoría determinó lo que se hizo después.

“Se le preguntó acerca del grave cargo que le imputa la prensa extranjera, que lo señala responsable de aquellos su-cesos. El Primer Mandatario respondió: “Nada más que se molesten los repre-sentantes de esos periódicos de la ciu-dad de Nueva York en ir a Reforma 18 y preguntar cómo estuvo”.

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Aguilar y de Quevedo, Quezada, Scherer, Rodríguez Toro, Becerra Acosta y Sánchez España. La denuncia

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No podía ser más clara la parcialidad del presidente de México. La verdad era una y estaba en Reforma 18. No valía la pena considerar siquiera la denuncia de 50 periodistas, escritores, profesores, in-vestigadores, artistas y funcionarios pú-blicos cuyo derecho a la libre expresión de sus ideas había quedado conculcado pre-cisamente la madrugada del 8 de julio de 1976. A punto de iniciarse el tiro del dia-rio, Regino Díaz Redondo, presidente del Consejo de Administración de la coope-rativa, había ordenado la supresión de la plana en la que el medio centenar de in-telectuales y artistas opinaba acerca del conflicto de Excélsior. Horas antes de la asamblea que dirimiría el destino del pe-riódico, no podía haberse encontrado me-jor ocasión para considerar sus juicios en una discusión real (Publicado en el libro Los presidentes)

Al abandonar el edificio de Excélsior, en Reforma 18, me sentí perro sin dueño. Sin saber qué hacer con mi cuerpo, no había más mundo que el mundo interior. Algo me decía que mi comportamiento en la asamblea que nos había puesto en la ca-lle había sido propio de un cobarde, pero algo me decía que no, que en el momen-to extremo me había acompañado la luci-dez, tocado el periódico de muerte.

De esto hablaba a solas con Susana. Yo sentía que se apretaba contra mí, que na-da mejor podía hacer en el agobio que era nuestra vida. La miraba a los ojos para mi-rar atrás de su mirada verde y descendía a los labios que tanto me gustaban. Temía lo peor, el despertar en ella de una amorosa

compasión, irrepetibles los días que no se quieren olvidar.

Sin frontera que separe las palabras del pensamiento, un día me dijo Vicente Leñero: “Quizás abandonamos la asam-blea antes de tiempo. Ya se coreaba tu nombre. En fin, no sé”.

Un agujero me devoró. Si nos había-mos salido antes de tiempo, el miedo me había ganado.

Trabajábamos en Proceso, la revis-ta que ya levantaba vuelo y volvió Vicen-te Leñero, directo e inesperado. Me dijo que había escrito un libro, Los periodistas, que me dedicaba la obra de la que yo era el eje y que no me mostraría una línea de su manuscrito. No se expondría ni me ex-

pondría a un punto de vista adverso, a la sugerencia de alguna modificación signi-ficativa o circunstancial.

Vicente se reflejaba en las palabras de Kertész, el Nobel húngaro: “¿La Verdad o mi Verdad? La Verdad. ¿Y si no es la Ver-dad? Entonces el error, pero el mío”.

Fui leyendo Los periodistas como quien camina, hablando y escuchando, obser-vando y sintiéndome observado, com-prendiéndome entre muchos, agradecido en las lágrimas de las que sólo yo puedo dar cuenta.

Las páginas se fueron haciendo una cadencia dolorosa, un andante y fui sa-biendo que, poco a poco, recuperaba el sentido de mi propia dignidad. (Presenta-ción de Los periodistas, edición 2006.)

Fui más atrás, a los días del golpe de Eche-verría contra Excélsior. Sin energía, desan-grado, anhelaba otra vida. Había hablado con Susana, enfrentada al porvenir como viniera. Sería profesor de medio tiempo en la UNAM y corresponsal de algún pe-riódico de Europa o de los Estados Unidos. “Que la derrota no lo derrote”, me impul-saba don Carlos Quijano, pero la verdad la derrota me derrotaba.

Fuera de Reforma 18, antiguos compa-ñeros se burlaban. El golpe debían haberlo programado para el cuatro de julio, no pa-ra el ocho. “El cuatro a Julio”, se reían. Lá-zaro Montes, hombre de rincones, correc-tor de estilo sin pasión por la belleza de las palabras, al verme caído me exigía que me pusiera de pie para que lo ayudara en caso necesario: “Te quedarán relaciones, ahí te encargo”.

Celebraban fiestas. Un día bautizaron una rotativa: “Ocho de Julio”. Regino Díaz Redondo era carismático, audaz, valero-so, reportero-director que más tarde seria “el reportero de la década”, llenas sus vi-trinas de premios otorgados por el Estado y siempre al lado de los suyos, los incon-dicionales, los que informaban “con sen-tido común”, como si al periodismo lo go-bernara la equilibrada sabiduría.

Una noche amanecí empapado, igual que si me hubiera metido en la tina de ba-ño con todo y pijama. Vi a Susana, sus ojos de angustia, extraña a sus pasos. Iba de un lado para otro sin saber de sí, sabien-do de mí.

Llamó a Samuel Máynez Puente y en diez minutos nuestro querido doctor me había enviado al sueño con una inyección en la vena. Supe que Samuel le dijo a Su-sana que dormiría veinticuatro horas, que necesitaba descanso, que el corazón galo-paba, que asomaba el peligro.

A las doce horas estaba fuera en una ciudad que no era la mía, sin saber qué ha-cer con el tiempo ni saber a dónde ir ni a dónde no ir. Viví en Excélsior de los diecio-

Aaró

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La salida de Reforma 18. Dignidad

Las asambleas. Campo minado

8 2071 / 10 DE JULIO DE 2016

cho a los cincuenta años, de mandadero a director. Allí me casé, allí nacieron mis hijos, allí murieron mis padres, allí cono-cí la amistad, allí tuve pasiones y enfria-mientos, allí amé a Susana para siempre. Allí vi de cerca al mejor y al más vil de los reporteros, Carlos Denegri. Allí supe que a su esposa la despertaba en la madrugada y le gritaba: “¡Levántate, puta, que ya llegó la señora!”. Allí conocí las contradicciones del director Rodrigo de Llano, que admira-ba a Denegri hasta poner el periódico a su servicio, a la vez que dictaba cátedra que yo escuchaba embelesado antes de cum-plir la mayoría de edad:

“La mejor noticia es la que se pierde, porque no se puede documentar ni pro-bar por la lógica interna de los hechos. El reportero debe saberlo. Su honor está por encima de todo.”

Expulsado de Excélsior, amigos insepa-rables pensaron que no debía abandonar un esfuerzo común, me vistieron de ge-neral, me prendieron algunas medallas y me llevaron al frente de un proyecto que era sobre todo de ellos: una prensa sin el lastre de la dependencia. Estratega de una guerra que no podía librar, exangüe como me encontraba, cumplí con la única tarea a mi alcance: di la cara y aparecí con nom-bre y apellido en la portada de Proceso.

A varios de los iniciadores de la aven-tura magnífica les hablé entonces de mi ánimo quebrado. Me presentaba a las re-uniones de trabajo resuelto a hacer sentir mi entrega por la tarea. Algunas noches, camino al piso 10 de Dinamarca y avenida Chapultepec que José Pagés Llergo había puesto a nuestra disposición, miraba ha-cia las altas ventanas con la esperanza de encontrarlas apagadas. (Publicado en el li-bro Estos años.)

Luis Echeverría llegó al poder y al final del sexenio dio el manotazo que acabó con Excélsior. A la distancia recuerdo la asam-blea que a muchos nos echó a la calle. Me veo a mí mismo y apenas me conozco. Soy yo y no soy yo. De entonces a la fecha la vida ha cobrado una velocidad que se dis-para y que no podría imaginar qué tan le-jos llegaría.

Veo a Vicente Leñero al lado de Gas-tón García Cantú y los imaginé unidos pa-ra siempre; veo a Elena Guerra, los ojos se-cos y el alma inundada; veo a Bambi con su pequeña bolsa de mano que ocultaba en su interior una pistola calibre 22. Mario Ezcurdia, su compañero de muchos años, cercano al poder, la había enseñado a tirar en los stands del Estado Mayor Presiden-cial. “Si te tocan, disparo”, me diría.

Vi a Ángel Trinidad Ferreira, compadre desde la primera semana que nos cono-cimos, bailarín, pitcher, jugador de domi-nó, invencible en el pleito callejero, sin sa-

ber adónde mirar; vi a Raúl Torres Barrón, reportero de la nueva hornada, a quien in-vité a unirse a Proceso y me respondió: “Si no puede con esa cara de amargura, para qué me invita”.

Fue un tiempo múltiple y de crisis que se soltó.

Las reporteras de la “Sección B” se tras-ladaron a mi casa. Las presidían Bambi y María Idalia, ya con renombre como actriz. Su trabajo en el diario las entusiasmaba después de haber transformado la sección de sociales en un espacio de cultura ligera, la “Sección B”, “B de Bambi”, según decía or-gullosa Ana Cecilia Treviño.

Se veían agobiadas y Bambi tomó la iniciativa por sus compañeras. A Susana la había conocido en la Facultad de Filoso-fía y Letras de la Compañía de Jesús, en la Avenida Hidalgo 120. Eran cercanas, eran amigas.

–¿Qué hacemos? –le había preguntado a Susana–. Todos nos queremos salir con Julio.

–Sólo sé de ti, Bambi. A tus compañeras las leo, pero no las conozco.

–Bueno, Susana ¿qué harías? –A ti te lo puedo decir. No te vayas,

quédate en el periódico.Se hizo un silencio entre las dos. –Estás sola y tienes dos hijos. –¿Y Julio? –Yo hablo con él. (…) Años después del 8 de julio de 1976,

con Los periodistas en las librerías, Vicente Leñero me contó de su ánimo en la asam-blea. Pensaba que me había adelantado a los acontecimientos al ponerme de pie y anunciar el camino a la calle. Me dijo:

–Creo que te precipitaste. Tu nom-

bre ya se coreaba en la asamblea. Debiste aguardar unos minutos.

Los sucesos que seguirían al golpe mo-dificarían el punto de vista de Vicente. No podría olvidar su juicio:

–Frente a cualquier crítica adversa, sostendría que te habías mantenido en la línea correcta.

Vicente me llevó a la zona profunda de la amistad. Su crítica adversa, en momen-tos cruciales, habría terminado con lo po-co que restaba de mí.

Permanecimos juntos un primer año, luego un segundo y en una larga etapa, veinte años. Vicente me decía que desea-ba volver a su vocación en el teatro, los li-bros, la cultura, los talleres que impartía, su condición de profesor. Me obsequiaba parte de su tiempo esencial. (Publicado en el libro Vivir.)

Echeverría hizo suya la convocatoria pre-sidencial al crimen en 1968, citó a la muer-te el jueves de corpus de 1971, participó en la guerra sucia, dejó sueltos a torturado-res y asesinos, vulneró la libertad de ex-presión, acumuló bienes y ejerció la trai-ción con la puntualidad de un oficio. En su biografía sólo faltó el ingreso a una celda de Almoloya.

Después de su artera intromisión en Excélsior en 1976, nació Proceso y más de una vez me pregunté si el periodismo del que dimos cuenta, implacable hasta donde nuestras fuerzas alcanzaban, tuvo su ori-gen en una pasión vindicativa o en un en-cendido revanchismo. No eran tolerables sujetos como Echeverría, construido con materiales de baja calidad ni resultaba ad-misible nuestra defunción por decreto. Nos

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Al lado de Leñero. Lucidez

REPORTE ESPECIAL

2071 / 10 DE JULIO DE 2016 9

habían arrojado de un gran diario, pero no eran dueños de nuestro futuro.

Hijas de la misma hoguera, la ven-ganza y la revancha se parecen hasta en el lenguaje y a la distancia pueden con-fundirse. Ambas son obsesivas y exigen un brutal desgaste de energía. La vengan-za se instala en el aborrecimiento y la re-vancha ronda por ahí, pronta a ceder a la tentación del “todo se vale”. En mi fuero interno, las meras vísceras, deseaba para Echeverría un daño grande, él que tanto daño había causado a tantos. Yo traía en la memoria, como en una libreta de apun-tes, los cuerpos descuartizados y los ros-tros sin nariz ni boca que había visto en el archivo fotográfico de Proceso con enfer-miza o catártica frecuencia. También lle-vaba conmigo crónicas y reportajes de la corrupción impune.

La vida la había vivido en Excélsior y de pronto me vi fuera. De un momento a otro sucesos encadenados me plantaron en un patético exilio. Las calles perdieron su sentido, daba lo mismo el norte que el sur y aprecié el inconmensurable valor de la rutina. Las citas en busca de información cayeron muy bajo y el teléfono enmude-ció, inútil, agresivo.

En el derrumbe interior fueron con-movedores los testimonios de solidaridad jurada y cumplida “hasta la muerte”, los abrazos que cercan en el corazón, las hú-medas pupilas como única e incompara-ble expresión de dolorosa elocuencia. Pe-ro el reportero y director no existiría más. Yo simulaba entereza, dominio sobre mí mismo y trataba de restarle importancia a un desprecio que me acosaba. Había per-dido un gran periódico “por pendejo”, me zaherían. “Te cogieron, hermanito, y quié-nes”, escuché muchas veces.

Me presionaba con ánimo de comple-tar la derrota y perderme en un largo sue-ño. Una mañana, vacío el estómago, la presión peligrosamente baja, insomne y exangüe, caminé horas y horas en recla-mo de un infarto. Las piernas me tembla-ban y más de una vez me sentí a punto de caer. Recuerdo a Susana, iluminados los ojos verdes por la fiebre del amor y la an-gustia, que tenía para mí dos expresiones: “No te vayas” o, simplemente, “ven”.

En estos largos treinta años he revi-sado los materiales de Proceso y vuelto a leer y releer mi propio trabajo. Abiertos los sentidos, no me llega el olor de la calum-nia o su hermana menor, la difamación. A otros posiblemente alcance algún hedor, autores como son de libelos y libros apó-crifos, expertos en la amenaza solapada, hábiles en la intimidación que derive en pesadilla.

El tiempo hace suya la historia y la es-cribe sin retórica. De Echeverría sólo da cuenta de los malos momentos que pade-ce, hoy, los últimos de su vida. Acaso sub-

sista por ahí algún grupo que jure por su honor que el expresidente ha sido hombre de bien, patriota, “santo laico”, que así lle-gó a llamársele en la aurora de su poder.

He vuelto los ojos a mis propios senti-mientos. No tendría sentido desviar las lí-neas que corren por su interior. Me ocurre pensar que si mirara a Echeverría a punto de dar un paso en el vacío, no tendría va-lor para gritarle: “¡Cuidado, Luis!”. (Publi-cado en la edición especial con motivo del 30 aniversario de Proceso.)

Hace casi diez años fui señalado con car-gos infamantes, ladrón o cómplice de la-drones. Difundieron los actuales dirigen-tes de Excélsior que de la caja del periódico había desaparecido una fortuna y que yo, dueño de un poder ilimitado en la coope-rativa, vejaba a trabajadores dignos y hon-rados. El presidente Echeverría participó con todo su peso en la contienda y secun-dó la turbiedad de cargos indemostrables.

El 8 de julio de 1976, pasadas las cuatro de la tarde, junto con amigos y compañe-ros entrañables, salí de Excélsior para siem-pre. No imaginé entonces que reconstrui-

ríamos el futuro imposible. Dueños sólo de nuestra decisión, en días oscuros e im-predecibles empezamos desde cero. Aho-ra, ante ustedes, habría deseado que la pa-labra inefable les hiciera llegar el ánimo que me conturba y alegra. Sólo la voz del silencio podría transmitirles con fidelidad mi reconocimiento por su desprecio a la calumnia y por la confianza que externan en el trabajo colectivo del que formo par-te en Proceso.

En un sistema como el nuestro, que a gala tiene el servilismo y la adulación al presidente de la República, es arduo y pa-ciente el ejercicio de la libertad. Todo la pone a prueba. En la época del licenciado Echeverría, uno de sus secretarios más cer-canos, el licenciado Francisco Javier Alejo, llegó al extremo de afirmar que el presti-gio del jefe de Estado es un problema de seguridad para el Estado. En lenguaje sin adornos esta teoría deja abierto el campo para matar. Se puede matar por razones patrióticas en salvaguarda del prestigio del jefe de la nación. (Párrafos del discurso pronunciado al recibir el Premio Manuel Buendía a la Trayectoria Periodística en ju-nio de 1986.)

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La calumnia desde el poder es un crimen a mansalva. Requiere de la alevosía para mantener en la sombra a su autor; requiere tam-bién del abuso, la disputa des-igual. Traiciona, además, porque

finge cercanía o amistad por la víctima.Calumnia el débil moral, al margen

de su cultura o su sapiencia. Calumnia el vencido, sin energía para un enfrenta-miento real. A todos puede rondar en al-gún momento la idea de herir mortal-mente a su adversario, pero si la calumnia nace en el ámbito presidencial, el delito alcanza todo su hedor.

JULIO SCHERER GARCÍA

Hace algún tiempo inicié una amistad a fondo con Jorge Velasco. Me fue contan-do su vida, le fui contando de la mía. En Excélsior fuimos enemigos, al parecer irre-conciliables. Fue expulsado de la coope-rativa en 1965 y yo 11 años después. Ha-bíamos peleado con todo, excepto con la maledicencia. Nos repugnaba su caldo de cultivo, el golpe por la espalda. No recuer-do de él una ofensa personal y estoy cier-to de que nunca la tuve para él.

Hablamos de nuestro encarnizamien-to y de las circunstancias que lo rodearon. Jorge y el grupo al que perteneció se en-tregaron al gobierno, en la cúspide el pre-

sidente Díaz Ordaz; Luis Echeverría, alfil de Díaz Ordaz y luego presidente, y Ma-rio Moya Palencia, para siempre un delfín.

Hombre de orden, Jorge Velasco conser-vó los documentos de la época y la bitácora de aquellas jornadas. Algún día servirá to-do esto, pensaba. Y así lo expresó, como al azar, en nuestras conversaciones insólitas.

Le pedí que detallara los aconteci-mientos. Me dijo que sí. Precisé, para es-capar a cualquier equívoco, que me con-tara para hacer públicas sus palabras y reflexiones. Me dijo que sí. Le ofrecí lo que tenía para él, lealtad.

Trabajamos juntos y atamos cabos. El trío –Díaz Ordaz, Echeverría y Moya– minó Excélsior. No veía con buenos ojos su desem-peño y jugó el juego perverso del poder en su propio tablero: fomentar el desánimo, sem-brar la discordia, destruir paulatinamente.

Por aquella época circularon libros sin madre, nacidos del viento, sin registro an-te la ley, sin derechos de autor, sin una edi-torial responsable, anónimos. Su difusión fue limitada, pero llegaron adonde debían llegar, al corazón de los conflictos enve-nenados: la libertad de expresión, la gue-rrilla, la matanza del 2 de octubre. El len-

Julio Scherer García fue director de Excélsior del 31 de

agosto de 1968 al 8 de julio de 1976. De lo que vivió en

aquellos años, de las injurias y calumnias de que fue víc-

tima, de las traiciones, de las presiones brutales del po-

der político contra el periodismo libre, dejó algunos tes-

timonios estremecedores. En 2003, en Tiempo de saber. Prensa y poder en México, uno de sus libros en coautoría

con Carlos Monsiváis, el fundador de Proceso desnudó

con su estilo impecable –en las primeras 98 páginas del

volumen– los juegos perversos a los que recurrieron los

gobiernos de Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría para

acabar con el que era el diario mexicano de mayor presti-

gio e influencia. Lo hizo a partir de sus propios recuerdos

y de los testimonios documentales de Jorge Velasco, un

antiguo cooperativista de Excélsior, voz clave en su tex-

to. Presentamos a continuación la Introducción y algunos

fragmentos del mismo.

El poder y la calumnia

REPORTE ESPECIAL

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guaje brutal en que fueron concebidos y escritos acusa un ánimo de linchamien-to. Pululan por ahí seres despreciables que deben ser destruidos, transmitía su len-guaje falsamente sibilino.

Los libros se llaman: El Excélsior de Scherer; Danny, el sobrino del Tío Sam. Biop-sia de un cínico; El Móndrigo y Qué poca mad...era la de José Santos Valdés. Los firmantes: Efrén Aguirre, Eugenio Ibarra, El Móndrigo y Prudencio Godines Jr.

El relato de Jorge Velasco me conduce y las palabras se van haciendo a sus re-cuerdos. Ocurrió algo parecido a una sim-biosis entre dos antiguos contendientes. No hay una idea de más ni de menos en la crónica, un invento, alguna conjetura gra-tuita, acaso la luz cargada o disminuida en alguna escena o algún personaje. La his-toria aquí reseñada es historia en la vida de Velasco.

(Habla Velasco)

Yo, de otro nivel, comprometido con Ber-nardo Ponce, don Bernardo, había recorrido a tiempo los laberintos del periódico. Esta-ba preparado. Podría medirme sin dificul-tad con el gerente general. Lo desdeñaba.

A don Bernardo se unieron figuras no-tables. Enrique Borrego, director de la Se-gunda Edición de Últimas Noticias, la Extra,

la edición que nació con la Segunda Gue-rra Mundial, fue una de ellas. Gozó una época impecable en el desempeño de su oficio. Sus textos eran maliciosos, sutil el

veneno que filtraba. Algo pasó con él, que su hombría se vino abajo. El día de su ma-trimonio, el presidente Adolfo Ruiz Cor-tines le regaló la concesión de la Lotería Nacional en Ciudad Juárez, negocio sin sobresaltos. Trastornado por una hermo-sa bailarina y cantante de Chihuahua, Yo-landa de Anda, en días de alcohol y algo más quemaba vestidos de seda y arrojaba al excusado pulseras y collares que repo-nía en los amaneceres del amor.

Al cinco para las doce de la noche del viernes 9 de septiembre de 1966, Borrego se suicidó de un balazo. Sobre el buró de su recámara dejó escrito mi nombre y una palabra: “Avísenle”.

Un año antes, su hijo, también Enri-que, se había lanzado a la muerte desde un sexto piso. Alguna que otra vez apare-cía por Excélsior. Recuerdo al muchacho, flaco, de ojos azorados.

Los hermanos del periodista, Arman-do y Salvador, don Bernardo, Oliverio Du-que y yo nos trasladamos a Cuernavaca con la determinación, a la postre inútil, de evitar la autopsia, traumático el destaza-miento, el cuerpo tratado como despojo.

Contrastaban Armando y Salvador. Ni disfrazado del gigante Gulliver en la tie-rra de los enanos habría llamado la aten-ción el primero de ellos. Salvador era de otra madera. Escribió Derrota mundial, vi-

El 8 de julio de 1976, el señor Arca-

dio Becerril, inspector de Excélsior,

recibió un memorándum en estos

términos:

“Porque el texto de la plana No. 22 de

la primera sección de EXCÉLSIOR, en la

edición de hoy jueves 8 de julio, contiene

un ataque a los intereses de EXCÉLSIOR,

Compañía Editorial SCL, y beneficia exclu-

sivamente a los intereses de los señores

Aquella página en blanco

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s

Julio Scherer G., y Hero Rodríguez Toro, los

consejos de administración y vigilancia, así

como los miembros de las comisiones de

conciliación y arbitraje y de control técnico,

decidieron ordenar que no se publique la

página y que ésta aparezca en blanco en

señal de enérgica protesta.”

Firmaba el documento, como presiden-

te del Consejo de Administración, Regino

Díaz Redondo.

Ese mismo día, el director general del

periódico, Julio Scherer García, recibió a la

vez un memorándum firmado por el editor

de guardia de Excélsior:

“En el periódico de esta fecha (No.

21,637) aparece en blanco la página 22 que

debió haber sido ocupada por un desple-

gado en defensa de la cooperativa ante la

agresión exterior, firmado por la mayoría

de los colaboradores editoriales de EX-

CÉLSIOR, la Primera Edición de ÚLTIMAS

NOTICIAS y DIORAMA.

“La plancha fue retirada de la rotativa,

aproximadamente a las tres de la mañana,

por varios miembros de los consejos y co-

misiones encabezados por el señor Regino

Díaz Redondo...”

El texto retirado era un desplegado

firmado por 49 colaboradores de las pá-

ginas editoriales de Excélsior, mismo que

reproducimos aquí.

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Rodríguez Toro. Bravura

Velasco. Buena lid

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sión del Apocalipsis. El suicidio de Hitler y el triunfo de Stalin se combinaban para que el comunismo se hiciera del orbe. En ju-nio de 1968 habían circulado 34 ediciones del libro. Una de sus portadas muestra al führer con el brazo recto hacia el futuro y la esvástica del exterminio en el antebra-zo izquierdo.

Escribió también Batallas metafísi-cas, que se ocupa del sexenio de Echeve-rría y la víctima que cobró: Eugenio Gar-za Sada. El gobierno había degradado el ambiente, devaluado el sentido de la vi-da, alterado los valores de los mexicanos. Echeverría y Garza Sada disputaron por la cadena de García Valseca y sus 37 pe-riódicos en la República. El gobernante la quería para entregarla a sus amigos. No aceptaba que Garza Sada pudiera salvar de la quiebra a tan vasta red editorial. De-bía 168 millones y Banca Somex los co-braba a nombre del acreedor, el gobierno. Garza Sada pugnaba en sentido opuesto.

Aportaría el dinero que hiciera falta pa-ra mantener a flote el frágil emporio pe-riodístico. Hacía falta su red informativa para evitar que los proyectos izquierdi-zantes del régimen avanzaran a un paso todavía más rápido.

A punto de cerrarse la operación, el 13 de septiembre de 1973, el empresario ca-yó abatido por un comando guerrillero. La operación financiera quedó deshecha mientras un velo oscuro descendía sobre Monterrey. El luto fue real, dramático. Gar-za Sada era considerado por los suyos co-mo ejemplo de hombre y empresario, ad-mirado y querido como ningún otro, pilar de la industria, certeza moral.

Despejado el camino, Mario Vázquez Raña, amigo de Luis Echeverría, pudo anunciar “a nombre de un grupo de em-presarios” que había adquirido la cadena. Desde entonces, 1976, se le conoce como Organización Editorial Mexicana.

Ya en 1972, Julio Sánchez Vargas, direc-tor de Somex y más tarde procurador de la República, había nombrado interventor de los bienes de García Valseca al doctor en derecho David Vega Vera. Nos conocía-mos de tiempo atrás y me contaba: reci-bía instrucciones de Fausto Zapata, el ce-rebro de Echeverría en los asuntos de la información; de Juan Francisco Ealy Or-tiz García, hoy multimillonario con carte-ra para comprarlo todo, y de Gabriel Alar-cón Chargoy, de fortuna paralela a la de su exsocio Miguel Espinosa Iglesias.

Vega Vera los escuchaba como quien oye llover. Tenía un jefe, Mario Vázquez Ra-ña, su compadre. A su antojo, éste hacía y deshacía. Él llevó en 1976 a Mario Moya Pa-lencia a la dirección de El Sol de México, la avanzada periodística de la empresa.

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La plana desaparecida

Cooperativistas. Tensión máxima

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Los Marios, así eran conocidos en la Or-ganización, se querían y juntos disfruta-ban de la vida. Un día del doble onomás-tico, la fiesta tuvo una culminación en-tusiasta. Mario Moya Palencia se casaría pronto. Los presentes lo festejaron como se halaga a un novio feliz. Se hicieron bro-mas. El gran escándalo del momento era el secuestro de Moya Palencia: una mujer hermosa –dichoso él– se había apoderado de su corazón.

A finales de 1976, el grupo Sayrols, del que yo era director, encomendó al publicis-ta Silvio García Patto una campaña en for-ma. Se trataba del lanzamiento espectacu-lar de una revista ambiciosa: Ser Padres.

A la cita para la presentación del pro-yecto, García Patto llegó con una hora de retraso. Sudoroso, jadeante, se deshacía en caravanas y ofrecía disculpas. Se ex-plicó, finalmente: en Los Pinos y del “mis-mísimo presidente Echeverría” había re-cibido instrucciones para diseñar una “campaña de suscripciones agresiva, con-vincente y poderosa” para hacer de El Sol de México el diario más influyente del país. Impresionado, García Patto comentó que vio en el presidente a un gran empresario convencido de su producto. A Fausto Za-pata debería entregarle el proyecto para la campaña del más brillante de los soles, el sol sobre la República.

Por aquellos días (18 de septiembre de 1969, jueves), a un año de la matanza del 2 de oc-tubre y de la fiesta oscura de la Olimpiada, una bomba cimbró el edificio de Reforma 18. No hubo consecuencias dolorosas, sólo el hipócrita desfile de la preocupación ofi-cial. Investigaría, ofreció el gobierno. A fon-do, como dice siempre. Lamentable, afirmó el presidente Díaz Ordaz, y con él, todos. A

las declaraciones seguiría el silencio, cal sobre el cadáver.

La historia habló a través del general Marcelino García Barragán, secretario de la Defensa en el tiempo aciago. Dejó escri-to, bajo su firma, entregado el pliego a su hijo Javier, que el bombazo a Excélsior fue ordenado por el general brigadier Luis Gu-tiérrez Oropeza, jefe del Estado Mayor Pre-sidencial. Eran signos, las sombras que en pocos años cobrarían forma y volumen.

Luis Echeverría, el secretario de Gober-nación, estaba en lo suyo. Maestro del do-ble rostro, se hizo de una imagen: el deber. Entrada la madrugada, mantenía el cuer-po inclinado sobre los documentos de una administración al gusto del presidente. Horas después, aún tibio el sol, volvía al trabajo como si la fatiga le fuera ajena.

Sus siete hijos eran muy unidos, y su esposa, doña Esther Zuno, que enseñaba a bailar a grupos de niñas, era considera-da un ejemplo de buen trato y armonía interior. Era, además, la celosa cuidado-ra de un huerto hermoso. Su padre, el ge-neral José Guadalupe Zuno, era la antíte-sis del yerno: el viejo jalisciense entregaba los ojos a sus interlocutores y peleaba de frente. Había sido izquierda y mantenía una actitud escandalosa.

Echeverría abrió el juego para noso-tros, los expulsados de Excélsior. Habría di-nero para mantenernos en la lucha contra la pandilla hasta su destrucción final. Re-cuperaríamos nuestro patrimonio y sal-varíamos un periódico a la deriva sin la mancuerna inolvidable: Gilberto y Rodri-go, que así empezábamos a llamarlos, sin el Don, porque eran nuestros.

Como primera medida alquilamos una oficina en el décimo piso, despacho 1013, del edificio San Antonio (polvo por el temblor de 1985), marcado con el núme-

ro 64 de la Avenida Juárez, a unas cuadras de Excélsior. Gobernación cubriría la ren-ta, el sueldo de la secretaria, el teléfono, la papelería, el alcohol cuando hiciera fal-ta, que no hay como un trago para hume-decer el alma.

Los viernes, días de pago en la caja de la cooperativa, serían también días de pa-go en el despacho de San Antonio. Todo proveería Gobernación: percepciones, va-caciones, gratificaciones trimestrales, li-cencias por enfermedad, la recompen-sa de fin de año. El licenciado Rojo Reyes, funcionario a la orden del titular de Go-bernación, se encargaba hasta donde po-día de nuestro bienestar.

De los 37 expulsados, 13 no cobraban, 24 sí.

Éramos del no: Carlos Álvarez, Arman-do Borrego, Oliverio Duque, Félix Escobe-do, Octavio Figueroa, Carlos Freyre, Raúl Beethoven Lomelí, Jesús Moreno, Bernar-do Ponce, Arnulfo Rodríguez, Aurelio Silva, Guillermo Velasco y Jorge Velasco.

Teníamos recursos o nos sobraba el dinero, como a don Bernardo, propieta-rio de una mansión en Tecamachalco; o contábamos con influencias, como Arnul-fo Rodríguez, Viborillas, y Raúl Beethoven Lomelí; o nos iniciábamos en un nuevo trabajo, como Oliverio Duque, mi herma-no Guillermo y yo.

Eran del sí: Martha E. Alarcón, Fulvio Baroni, Salvador Cedeño, Ricardo Chávez, Alfredo Domínguez, Rafael Escobedo, Luis Garmendia, Tomás García, Alberto Gutié-rrez, Raúl Gutiérrez, Óscar Guzmán, En-rique Jiménez, Evodio López, Guillermo López, Pablo López, Héctor Minués, Adol-fo Ortega, Gilberto Rodríguez, Raúl Rodrí-guez, Luis Rojas, Pedro Salinas, Ladislao Santoyo, Juan Tenorio y Luis Urrutia.

No hubo problema, reclamo alguno por las listas antagónicas. O cobraban los del “sí” o el grupo se desintegraba. No ha-bía de otra. Nos unía una causa y un im-pulso: la salvación de la cooperativa.

A Rojo Reyes yo le llamaba “el perfec-to secretario”. De corta estatura, rebasa-do por la moda, sin un rasgo propio, la voz confidencial era su habla. Presuroso, los minutos marcaban su tiempo. Susurraba: “Son instrucciones, señor...”.

El 17 de marzo de 1972 enviamos un tele-grama urgente a Luis Echeverría, donde se le pedía que ordenara que Industria y Co-mercio “convoque conforme al artículo 83 de la Ley, asamblea general para que socios de cooperativa la encaucemos nuevamen-te dentro de la legalidad y restablézcan-se libertad, justicia y garantías constitu-cionales ahora violadas por usurpadores de Excélsior”.

Además, se le informaba que “En momento que usted ordene, exhi-

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Echeverría frente a Scherer

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biremos firmas originales de cientos de pe-ticionarios convocatoria asamblea general (...) Al presidente de la República, al revolu-cionario, del modo más atento le pedimos intervenga para terminar situación injus-ta mancha y perjudica movimiento coope-rativo mexicano. Conforme Ley y doctrina cooperativa seguimos solicitando asam-blea libre donde voluntad socios sea respe-tada. Usted mismo, señor presidente, dijo dentro empresas periodísticas debe haber libertad para quienes en ellas trabajan. En Excélsior estamos en campo de concentra-ción digno de los mejores días del fachis-mo. Usted es la luz única que nos queda en esta ignominia indigna del México que us-ted preside. Aguardamos su anhelada in-tervención, reiterándole respeto y conside-ración atenta.”

Pasó un tiempo breve y eterno. Don Bernardo y yo sentíamos esa fatiga que no es de los músculos.

A las 18 horas del 2 de julio de 1972, Moya nos invitaba con un ademán para que nos sentáramos en los sillones de piel oscura que añadían su matiz a una ofici-na concebida para el orden y el mando. Yo quedé frente a un cuadro de Benito Juárez, de Jorge Leguízamo. Me atrajo el Benemé-rito, con la raya del lado derecho de su ca-bello negrísimo.

Don Bernardo cumplió el rito, dio las gracias por la audiencia concedida y en-tró en materia como si llevara prisa. Eche-verría, en los hechos, les había concedi-do todo a los usurpadores. “Repítase el procedimiento”, había dicho en el Tribu-nal Superior de Justicia; “La justicia de la Unión ampara y protege”, había sentado la ejecutoria a los colegiados; Industria y Comercio había autorizado nuevos libros de actas para las asambleas y consejos de la cooperativa en quiebra legal. “Todo para ellos”, escuché a don Bernardo, ya altera-do. Y en seguida: “Deseamos saber las re-glas del juego. Yo he invertido en esta lu-cha mis últimos siete años útiles, y Jorge, unido a un importante grupo de coopera-tivistas, ha visto cómo lo despojan de su patrimonio y, más aún, le quiebran su fe en las leyes. Deseamos saber cuáles son las reglas de este juego para aceptarlo o rechazarlo. Hablo sólo por los dos”.

Moya lo miró segundos largos, luego se detuvo en mí y sin decir palabra se incor-poró del alto sillón de su escritorio y desa-pareció. Hablaba por teléfono. La red, los hi-los del poder.

Regresó. Sonreía.–Don Bernardo, Jorge, les tengo un

mensaje del señor presidente.–Viene –dijo don Bernardo.–El señor presidente les pide, don Ber-

nardo, Jorge, que su mensaje lo hagan ex-tensivo a todos sus compañeros.

–Viene –repitió don Bernardo.–Que tengan confianza.

Casi indiferente, don Bernardo inte-rrumpió el ritmo del diálogo, una cier-ta cadencia que se había instalado entre nosotros.

–Don Mario, le ruego me permita ha-cer una llamada al señor presidente, aquí mismo.

–Imposible, don Bernardo. El uso de la red impone reglas severas.

–Le ruego, entonces, que le pida al se-ñor presidente que nos reciba. No le quita-remos más de un minuto. Que en este mo-mento vamos para allá.

–No me es posible, don Bernardo. Se trata del señor presidente. Yo le puedo transmitir el mensaje que usted quiera.

–Se trata de un mensaje muy personal.–No importa.–Entonces, ya que usted insiste, dígale

que vaya y chingue a su madre.Me estremecí.

(Habla Scherer)

El año de 1973 circuló El Excélsior de Sche-rer, libro de 158 páginas. El escritor es vir-tual, Efrén Aguirre, nombre y apellido sin firma. No hay editorial responsable ni re-gistro legal ni derechos de autor. El libro es la nada y, simultáneamente, un vas-to mundo, obra etérea y pedregosa para atraer el escándalo sobre personas que más valiera se hubieran disuelto en el anonimato.

Yo aparezco como un sujeto cenagoso, menesteroso de la ayuda del embajador de la Unión Soviética, traidor a las cau-

sas nobles, adicto a todas las drogas y mi-serias. Al terminar la lectura que me era obligada, pensé que el autor habría desea-do lijarme la piel y luego descargar agua de letrina sobre mi cuerpo.

El Excélsior... no fue libro único en su estilo. Al año siguiente de su aparición, un señor Leoncio Ibarra dedicó 140 páginas a don Daniel Cosío Villegas, cáustico crítico del gobierno, y vio también la luz El Món-drigo, autobiografía anónima que da cuen-ta del 2 de octubre y las torcidas razones del movimiento de huelga. También apa-reció Qué poca Mad...era, despunte de la guerrilla en la remota estación ferroviaria y cuartel del Ejército en Chihuahua.

Transcribo acerca de la obra que me alude:

“Ofreceremos la personalidad psico-pática (de JSG) como un platillo para psi-quiatras, biólogos y genetistas, con sus fuerzas psíquicas y fisiológicas que han hecho posible que siendo un insignifican-te ayer, ahora haya podido destrozar una entidad tan vigorosa, como Excélsior, el Pe-riódico de la Vida Nacional.

“En cada viaje al extranjero, Julio con-sulta con especialistas de renombre y aquí sólo le ha faltado ponerse en manos de yerberos. Hemos sabido que algunos profesores que lo examinaron en Alema-nia, han expresado su insatisfacción con términos como inferioridad psicopática o personalidad psicopática y también con términos anticuados como insania moral.

“Desgraciadamente para Julio, su mal avanza. Es irreversible.”

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Díaz Ordaz. Autoritarismo

REPORTE ESPECIAL

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“Mientras esto es re-dactado, hemos re-cibido reportes de que los miembros disidentes en la re-unión de la coope-

rativa (de Excélsior) están armados y buscarán una decisión para remover a (Julio) Scherer García y a sus principa-les colaboradores”.

Eran las 00:25 minutos del 9 de ju-lio de 1976 cuando el embajador de Es-tados Unidos en México, Joseph Jo-hn Jova, envió el cable “confidencial” 1976MEXICO08783_b para informar so-bre “los nuevos desarrollos de los pro-blemas de Excélsior” al Departamento de Estado de su país.

HOMERO CAMPA

No encuentro mi psicopatía galopan-te, pero sí el delirio ajeno. Detalla la obra los objetivos que perseguía en Excélsior. Movilizar al pueblo humilde en contra del gobierno; abatir la inversión de Esta-dos Unidos, Inglaterra, Japón, Alemania, Francia y países europeos no socialistas; nacionalizar la banca; expropiar las em-presas comerciales nacionales y las que formen parte de consorcios extranje-ros; dar muerte a la sociedad de consu-mo; confiscar las propiedades rurales en manos de extranjeros; anular los certifi-cados de la inafectabilidad agraria y ga-nadera; abrir las cárceles a los presos po-líticos; amnistiar a los guerrilleros rurales y urbanos; sustituir el Servicio Militar por la Guardia Nacional y esto por tres pode-rosos motivos: La Guardia Nacional es el pueblo en armas; la Guardia Nacional in-cluye a jóvenes y adultos; la Guardia Na-cional es una estructura de la democracia popular. Por último, a manera de colofón: disolver los cuerpos de policía y del Ejérci-to para sustituirlos por milicias populares.

Sigue el libro, página 14:“Desde hace años Julio Scherer García

es cliente habitual de la clínica psiquiátri-ca del doctor Ramón de la Fuente, situada en la Avenida de los Insurgentes Sur, núme-ro 1748, despacho 503, de la capital de la Re-pública. En ese lugar estudian sus comple-jos que le hacen brotar desde el fondo de su subconciencia, algo que quieren ser dientes de guadañas y lengua de sicofanta (impos-tor, calumniador). En los anaqueles de la clí-nica, el doctor De la Fuente guarda celosa-mente el legajo de la personalidad psicoso-mática de Julio, en la cual aprecia la carroña encerrada en los meandros de su cerebro y entre los tegumentos de su corazón.

“Sabemos que su estado actual es de peligro, al grado que si se le sometiera a una operación quirúrgica, de esas pareci-das a la autopsia, se hallaría una hipertro-fia de sus glándulas suprarrenales, cuya excesiva producción de adrenalina causa, en su cerebro y en su hipotálamo, los efec-tos de una desorbitada megalomanía.”

Le pedí al doctor Juan Ramón de la Fuente, psiquiatra como su padre, que le diera a conocer las líneas que a él le con-ciernen. “Es un texto lamentable”, dijo. “Sí, doctor, por eso le pido que hable con el vie-jo profesor”.

Días después me vi con el rector: “Me contó mi padre que usted lo entrevistó va-rias veces en su condición de periodista y él respondió en su calidad de hombre de ciencia. Me dijo que desde entonces se estiman, convencido de que también los unen las discrepancias. Le hirió la calum-nia a los dos, a usted y a él. No hay golpe artero sin dolor”.

“Hablemos usted y yo de la calumnia, doctor.”

Conversamos:

El asesino mata, muchas veces arreba-tado por una vorágine que no puede do-minar. Al calumniador no hay remolino que lo extravíe, perdida así sea momen-táneamente la noción del tiempo y del espacio. El calumniador medita, une cir-cunstancias y en el momento oportuno inocula el veneno. El calumniador agaza-pado mira de lejos la destrucción que cau-sa. Es débil orgánico, psicológico.

Desde su primera entrega –16 de agosto de 1968–, los artículos de don Daniel harían historia. Desechada la solemnidad, llega-ron a describir al presidente Echeverría co-mo a un lenguaraz y a Mario Moya Palencia, el aspirante número uno de la sucesión, co-mo a un hombre sin el brillo inimitable de la cultura. A Díaz Ordaz lo inmovilizó en la historia con una frase, a propósito de Tla-telolco: “El gobierno caerá en un descrédito que nada ni nadie lavará jamás”.

Hizo la autopsia de la libertad de pren-sa el 29 de junio de 1969, días después de que el gobierno y los medios se congratu-laran de vivir en paz, atentos a la patria. Es-cribió: “No se ha dado ni puede darse una prensa libre junto a un parlamento servil; tampoco cuando el cine, la radio y la televi-sión son esclavos oficiales, o están excesi-vamente comercializados. No puede darse donde la autoridad tiene un poder incon-trastable, sea legítimo o arbitrario. Impo-sible que florezca donde el ciudadano se siente inseguro, ya porque desconoce sus derechos, ya porque el temor le impide re-clamarlos. No puede brotar si el gobernan-te es insensible al pulso de la opinión pú-blica y si ésta carece de canales abiertos para manifestarse sin esfuerzo ni riesgo, es decir, natural y diariamente”.

“Arriba y adelante”, el fervoroso le-ma de campaña de Echeverría, provocaba a don Daniel: “Pero de dónde partimos y adónde vamos es lo único que no dice don Luis. ‘Arriba y adelante’, tan vacío como las nubes en que avanza su nave imaginaria”.

Aún temprano en el sexenio que siguió con pasión detectivesca, Cosío Villegas per-cibió dos características del personaje de la banda: su locuacidad y su mesianismo, al grado que pretendió el liderazgo mundial, la Secretaría General de las Naciones Unidas. Quedó asentado en El estilo personal de gober-nar: “No sólo se tiene la impresión de que hablar es para Echeverría una verdadera ne-cesidad fisiológica, sino de que está conven-cido de que dice cada vez cosas nuevas, en realidad verdaderas revelaciones. Es más: llega uno a imaginarlo desfallecido cuando se encuentra solo, y vivo, aun exaltado en cuanto tiene por delante un auditorio. Y si éste es restringido por el número o la ho-mogeneidad de sus componentes, pide que lo escuche otro más amplio, de hecho la na-ción y aun el mundo entero”.

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Regino Díaz Redondo, “quien como presidente del Consejo de Administra-ción de Excélsior tenía la responsabilidad de checar las credenciales de los miem-bros de la cooperativa, trajo una docena de matones armados, los cuales tuvieron éxito en intimidar a los por mucho tiem-po apolíticos miembros de la cooperati-va, quienes de otra manera habrían fa-vorecido (en la asamblea del 8 de julio) a Scherer y sus asociados”, señala el cable 1976MEXICO08888_B enviado por Jova a Washington el 12 de julio de 1976, el cual consigna algunos detalles de dicha asam-blea proporcionados por un “apoyador de Scherer” que no identifica.

“Cuando Scherer vio matones arma-dos –agrega el cable–, hizo un desespera-

Aaró

n S

án

ch

ez

En 1976 la embajada de Estados Unidos en México siguió

acuciosamente el golpe a Excélsior, perpetrado desde

la Presidencia mediante el títere Regino Díaz Redondo.

La legación envió una docena de cables confidencia-

les a Washington informando del ataque, según reveló

WikiLeaks en 2013. En ellos se asentó que Díaz metió a

hombres armados a las asambleas en las que buscaba

destituir a Julio Scherer de la dirección de aquel diario,

y que desde el primer momento se percibió la mano de

Luis Echeverría tras la embestida.

“monitoreó” el golpe

Estados Unidos

En la oficina del director. Antes del embate

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Desde su independencia de Espa-

ña y Portugal, hace más de siglo y

medio, las naciones latinoamerica-

nas han vivido bajo Constituciones

republicanas y democráticas. Para nadie es

un secreto que, salvo en periodos aislados

y generalmente cortos, casi todos estos

regímenes nominalmente republicanos y

democráticos han sido, de hecho, dictadu-

ras. Desde 1825 a 1976 nuestros gobiernos

han adoptado muchas ideologías, pero la

diversidad de todas esas máscaras no ha

logrado ocultar la realidad permanente de

nuestra historia política: el caudillo. Dentro

de esta situación, que es hoy imperante en

América Latina –salvo unas cuantas excep-

ciones como las de Costa Rica y Venezue-

la– el caso de México es único, peculiar.

Nuestro régimen es un compromiso entre

la democracia auténtica y el caudillismo a

la latinoamericana. Pero este compromiso,

positivo en su primera etapa, se ha vuel-

La libertad como ficción*OCTAVIO PAZ

do intento por obtener vigilancia policia-ca”. Pero el jefe de la Policía de la Ciudad de México “no quiso aceptar sus llamadas telefónicas”. Luego intentó hablar con el presidente Luis Echeverría, pero el secre-tario privado de éste “se rehusó a ponerlo en contacto” con él.

“Estos dos esfuerzos confirmaron en la suspicaz mente de Scherer que el pre-sidente estaba detrás de su expulsión” del diario, agrega el despacho.

Los citados cables diplomáticos ejem-plifican el seguimiento puntual que la embajada de Estados Unidos hizo al “gol-pe a Excélsior”, tal como lo calificó en di-versos despachos el propio embajador Jo-va. Son parte de un lote de 1 millón 707 mil 500 documentos que las embajadas estadunidenses en el mundo enviaron a Washington entre 1973 y 1976, cuando la política exterior de ese país era dirigi-da por el controvertido Henry Kissinger. En abril de 2013 el portal WikiLeaks puso a disposición esos documentos en un mi-crositio que nombró “cables Kissinger”.

De ese lote, 51 mil 642 documentos ha-cen referencia a México y una docena de ellos abordan el conflicto que derivó en la expulsión de Julio Scherer García como di-rector de Excélsior. Partes sustanciales de dichos cables fueron reseñados por el pe-riodista Alejandro Navarrete en las pági-nas de este semanario (Proceso 1902).

“Métanlo en cintura”

A las 17:35 del 8 de julio de 1976 –el mis-mo día en que se llevó a cabo la asamblea de cooperativistas de Excélsior–, Jova envió a Washington el cable 1976MEXICO08735 en el que analiza “qué es lo que está de-trás de la invasión” que ejidatarios efec-tuaron el 10 de junio de ese año en los te-rrenos de Paseos de Taxqueña, propiedad de Excélsior. Se remite al editorial que el diario publicó el 7 de julio y a un artículo

escrito por Enrique Maza –a la postre jefe de información de Proceso– en el que su-gieren que dicha invasión tenía “motiva-ciones políticas” con el propósito de “fre-nar la independencia” del periódico.

Jova dice que esas denuncias “concuer-dan” con un “informe confidencial” recibi-do “semanas atrás” (al parecer en febrero de ese mismo año), según el cual “el presi-dente Echeverría está harto de los ataques de Excélsior (entre otras ofensas percibidas) sobre el gobierno y sobre (el presidente electo) José López Portillo”, por lo que “ha-bría determinado meter en cintura” al dia-rio y a su director, Scherer García.

“El reporte confidencial –continúa Jova– sugiere que el gobierno buscaría desalen-tar la publicidad en Excélsior y quizá aplicar otras medidas de presión financiera.”

Jova vuelve a referirse a ese mismo “reporte confidencial” en un cable que en-vío un día después, el 9 de julio:

“¿Por qué el presidente desearía ata-car a Excélsior?”, se pregunta el embajador estadunidense en ese cable. Y en seguida apunta: “El reporte confidencial atribuye al presidente la creencia de que Excélsior ha roto ‘las reglas no escritas del juego’, atacando al presidente, al gobierno en ge-neral, al PRI y al presidente electo López Portillo”.

Recuerda que en febrero de 1975 Ex-célsior se “involucró en una polémica” con López Portillo cuando éste era secretario de Hacienda y cuando se creía que “había quemado” sus posibilidades de ser candi-dato presidencial. En ese entonces –seña-la Jova–, el periodista Gastón García Cantú escribió en el diario un artículo en el cual afirmó que la nominación de López Porti-llo sería “una traición a los intereses de los trabajadores y de los campesinos”.

Sin embargo, en ese mismo cable Jo-va aventura “otra explicación” del ataque: “las propias ambiciones periodísticas del presidente de México”

Explica: “Se cree que Echeverría ha comprado acciones para controlar dos pe-riódicos de la Ciudad de México (El Sol y El Universal), cuya influencia combina-da probablemente no iguale a la de Excél-sior y quizás así estaría atacando a la com-petencia mientras aún tiene el poder y el aparato de seguridad para hacerlo”.

“Motivos”

Consumado el golpe, Jova envió por la noche del 9 de julio dos despachos a Washington. En el primero –clasificado como 1976MEXICO08820_b– informa que tras la decisión de la asamblea de “sus-pender de manera temporal” a Scherer co-mo director general, abandonaron el dia-rio 48 escritores, académicos, periodistas e intelectuales. Menciona a Miguel Án-gel Granados Chapa, Gastón García Can-tú, Jorge Hernández Campos, Carlos Mon-

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Jova. Trasfondo

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Paz. Solidaridad

REPORTE ESPECIAL

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to más y más inoperante. La crisis de 1968

fue un ejemplo dramático del progresivo

desgaste del sistema mexicano. El partido

en el poder durante cerca de medio siglo,

incapaz de resolver el conflicto por medios

políticos, no tuvo más remedio que apelar a

la fuerza y llamar al Ejército.

El gobierno actual recogió la lección e in-

tentó una reforma democrática dentro del

partido. La mayoría de los observadores en-

cuentran, con razón, que los cambios han si-

do insuficientes. Se nos dio un respiro, pero

no se logró infundir en nuestra anémica de-

mocracia un poco de la vitalidad. En las ver-

daderas democracias la vitalidad es sinóni-

mo de diversidad ideológica y de pluralidad

de opiniones y partidos. La crisis de nues-

tro sistema político es tal que ninguno de los

partidos independientes presentó candida-

tos en la elección presidencial de este año. El

panorama es aún más desolador si se piensa

en la situación de los dos poderes que, se-

gún nuestra Constitución, están encargados

de preservar la democracia en México: el Po-

der Legislativo y el Judicial. El primero, for-

mado por una abrumadora mayoría de miem-

bros del partido oficial, no es un órgano de

discusión y deliberación sino de aprobación

mecánica de las iniciativas presidenciales. La

misión de nuestros senadores y diputados

es aplaudir y elogiar al presidente en turno…

La función del Poder Judicial es todavía más

triste: no es sino un apéndice del Ejecutivo.

Los cambios ocurridos en el diario Ex-

célsior adquieren su cabal significado só-

lo dentro de la realidad que, someramen-

te, acabo de describir. En México no existe

una autentica vida política porque carece-

mos de ese espacio libre donde se desplie-

ga, en las democracias, la actividad de los

grupos y los individuos. Ese espacio es plu-

ral: es el lugar público por excelencia, llá-

mese plaza, parlamento, periódico o cual-

quier otro sitio de confrontación y discusión

de ideas y personas. Los mexicanos no te-

nemos vida política real, pero tenemos una

ficticia: cada tres y seis años celebramos

elecciones. En ellas participan partidos y

grupos fantasmas que no tienen más fun-

ción que probar, con irrealidad, la realidad

aplastante y omnipresente del Partido Re-

siváis, Alejandro Avilés, Abelardo Villegas y Ricardo Garibay, entre otros.

En el segundo –1976MEXICO08849_b– señala directo: “Tenemos buenas razones para creer que la expulsión (de Scherer)

fue organizada de manera secreta por los principales asesores en materia de seguri-dad del presidente Echeverría y podría re-sultar en una modificación sustancial de la política editorial de Excélsior”.

En varios cables, el embajador Jova po-ne en duda que el golpe al periódico fue a causa de las críticas que éste lanzaba con-tra el gobierno de Echeverría.

Subraya un hecho: cuando el diario pu-blicaba artículos y editoriales en los que

Cables al Departamento de Estado

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sugería que detrás de la invasión a los te-rrenos de Paseos de Taxqueña había “mo-tivaciones políticas” de “obscuras fuer-zas” que no identificaba, sugería al mismo tiempo que “los ataques a Excélsior eran de facto ataques al propio presidente Echeve-rría para desacreditar un régimen que ha promovido la libertad de prensa”.

Añade: “Los columnistas de Excél-sior –seguramente con la aprobación de Scherer– han evitado ponerse en ruta de colisión con el presidente. Excélsior se ve determinado a resistir los ataques, pero sin señalar al presidente o a alguien rela-cionado de manera cercana con él”.

Tras el golpe, Jova se entrevistó con un “apoyador de Scherer”. No lo identifica. Sólo comenta que es politólogo especia-lizado en política interna de México. Esta “fuente” le aseguró que el enojo que cau-saba Excélsior con sus críticas a la política gubernamental no tuvo que ver con el gol-

pe en su contra, “por el contrario –le dijo el politólogo–, Excélsior le daba un sentido de legitimidad a la administración de Eche-verría con sus críticas frecuentes a varias políticas públicas. A pesar de la indepen-dencia del diario, el liderazgo de Excélsior había estado, en su conjunto, apoyando genuinamente al gobierno”.

El motivo del golpe –según la fuente de Jova– habría sido otro: “Los deseos de Eche-verría de retener el control político después de dejar la Presidencia de la República”.

Explicó: “Se viene una inevitable lucha por el poder (entre el presidente saliente y el entrante). Echeverría tendría consigo prác-ticamente todo el Congreso, al menos tres o cuatro puestos clave en el gabinete, mu-chos en el PRI y fuertes puntos de apoyo en la prensa para promover sus ambiciones”.

En ese escenario, Scherer –a pesar de que mantendría su independencia y sus críticas al gobierno de López Portillo– “se

hubiera opuesto fuertemente a los esfuer-zos de Echeverría de retener su influencia y poder político”.

El embajador y el periodista

El 17 de agosto del 1976 Jova envió el ca-ble 1976MEXICO10575_b en el cual refiere que cinco días antes había sostenido una conversación con Scherer García durante una cena a la que también asistió Enrique Maza. “Era la primera vez que nos veíamos después del golpe a Excélsior”, comenta el embajador.

Cuenta que logró conversar brevemen-te en privado con Scherer, quien le confir-mó que el grupo que salió de Excélsior “te-nía planes de establecer un semanario primero y luego un diario”.

Dice que le preguntó “si había algo de cierto en los rumores que decían que ha-bía sido reclutado por la cadena del diario El Sol, en la cual Echeverría habría adquiri-do una mayoría de acciones.

“Scherer confirmó que había sido abor-dado con tal oferta por Mario Vázquez Ra-ña, el empresario mexicano que maneja aspectos financieros de El Sol y El Univer-sal en representación de Echeverría”, apu-na Jova en el cable.

Señala que la reacción de Scherer a la oferta –aparentemente hecha no mucho después de su expulsión de Excélsior– “fue todavía emocional: ‘Jamás haría eso. Nun-ca trabajaría para esa gente. No soy una prostituta’”, le contestó el periodista.

Al final de la conversación con Sche-rer, Jova aludió al intento de asesinato o secuestro de la hermana de López Porti-llo. Entonces “le pregunté si veía proble-mas en los cuatro meses previos a la toma de posesión de López Portillo.

“Scherer dijo: ‘Odio admitirlo, pero sí, me temo que veo problemas, incluyendo posibles problemas para López Portillo. Echeverría es capaz de todo’.”

volucionario Institucional (PRI). También te-

nemos una Cámara de Senadores y otra de

Diputados, una Suprema Corte de Justicia

y una federación de estados soberanos.

Nuestra ficticia vida política sería incom-

pleta si no tuviéramos una libertad de pren-

sa igualmente ficticia. Teóricamente nues-

tros periódicos pueden decir lo que quie-

ren: prácticamente dicen lo que pueden. Y lo

que pueden es lo que quiere el gobierno. O

lo que quieren los grandes intereses que do-

minan al país, de las corporaciones privadas

a las poderosas burocracias obreras y políti-

cas. Aunque no hay que exagerar la influen-

cia de los organismos privados y gremiales:

en México el verdadero poder es político y

se concentra en el Estado.

Ante la experiencia de 1968 el régi-

men decidió liberalizar su política frente a

la prensa. Fue una decisión positiva que

la mayoría de los mexicanos aplaudimos

sin reserva. Excélsior era un periódico co-

mo los otros: gracias a la nueva coyuntu-

ra política, y, sobre todo, gracias a la ini-

ciativa de su director, Julio Scherer García,

se transformó en un periódico distinto a los

otros: Excélsior empezó a decir lo que mu-

chos querían y no podían decir. El diario se

convirtió en el centro de convergencia de

las opiniones libres y disidentes de México.

No todo lo que se dijo en Excélsior coinci-

de con lo que yo pienso y creo. Más de una

vez estuve en desacuerdo con muchos de

sus colaboradores. No defiendo sus opinio-

nes: defiendo su derecho a sostener ideas

distintas a las mías. Defiendo nuestro dere-

cho a disentir del poder de los poderosos.

Justo en el momento en que el ocaso de

los partidos independientes clausuraba el re-

ducido espacio político mexicano, Excélsior

abrió otro espacio. Hoy ese espacio también

se cierra. No asistimos al triunfo de una ideo-

logía verde, roja o negra: asistimos al triunfo

del color gris, el color del conformismo y la

pasividad. ¿Por cuánto tiempo?

* “La libertad como ficción” se publicó en julio

de 1976 en varios periódicos y revistas del mun-

do y después se recogió en El ogro filantrópico,

Barcelona (Seix Barral) y México (Joaquín Mor-

tiz), 1979.

Ro

gelio

Cu

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El “Excélsior” de Scherer. El mejor diario en español

REPORTE ESPECIAL

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Nochixtlán: la Policía Federal

violósus propios protocolos

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CONFLICTO MAGISTERIAL

PEDRO MATÍAS Y ARTURO RODRÍGUEZ

ASUNCIÓN NOCHIXTLÁN, OAX.- La mañana del 19 de junio, tras desalojar la carretera Tehua-cán-Oaxaca, agentes de la Policía Federal (PF), oficial-mente de varias divisiones,

ingresaron a esta ciudad. Desde un heli-cóptero atacaron el modesto hospital local con bombas de gas, una estalló en el techo del área de cuneros y la otra en el acceso al nosocomio.

Los testimonios de esas horas obteni-dos por Proceso y publicados en su edición 2069 daban cuenta de la forma en que un médico, dos enfermeras y un enfermero debieron abandonar momentáneamente a los heridos durante el operativo, para cu-brir con toallas mojadas las hendiduras por donde penetraba el gas. Luego, los federa-les cercaron la instalación, pretendiendo registrarla.

Esa es apenas una de las numerosas violaciones que en ese operativo cometió la PF al Manual de uso diferenciado y progresivo de la fuerza, que guía sus operativos y que, en su apartado 4.6. –relativo a los procedi-mientos en manifestaciones–, señala que se debe “evitar el uso de gases en inmedia-ciones de hospitales y escuelas”.

La noche del 19 de junio la indignación de esta comunidad desembocó en el incen-dio de diferentes instalaciones: el hotel Ju-quila, desde el cual señalan que se hicieron disparos; el rancho de los Cuevas, caciques priistas de la zona –el alcalde Daniel y su hermano, diputado electo, Hermilo–, así como en la Estación Nochixtlán de la PF.

En este último inmueble, como a un ki-lómetro de la zona del operativo, quedaron regados en el exterior documentos, manua-les de procedimiento, informes, circulares y pases de revista. Numerosos casquillos de bala yacen aún a la vista en el patio, aun-que no se pudieron recabar testimonios que ubiquen tiros en ese lugar. El mencionado

Manual fue entregado a Proceso por organi-zaciones sociales que a su vez, afirman, los recibieron de vecinos de la comunidad.

El documento consta de 93 páginas, con prólogo de Genaro García Luna, y expone de manera precisa los diferentes procedimien-tos, con fotografías y especificaciones para el uso de la fuerza en todo tipo de situacio-nes, dedicando un amplio apartado al con-trol de manifestaciones.

El manual contiene los procedimientos que no se aplicaron en el operativo del 19 de junio, como tampoco en numerosos casos de protestas o conducción de detenidos; se hizo uso excesivo de fuerza y se faltó al deber de los cuidados humanitarios a la población ci-vil afectada en situaciones de violencia.

Dicho documento fue mencionado en la entrevista que el comisionado de la PF, En-rique Galindo Ceballos, concedió a Proceso para la ya citada edición.

En su numeral 1, “Niveles de uso de la fuerza”, se expone una pirámide en la que se describen las características del tipo de intervención y uso de la fuerza en una es-cala progresiva del 1 al 6, que se afirma co-rresponde a estándares de la Organización de las Naciones Unidas. Los dos primeros niveles muestran formas de actuación poli-cial de ejercicio de autoridad, con presencia e interacción sin violencia.

En numerosas marchas en la Ciudad de México o Oaxaca, ha quedado documenta-do que la intervención policiaca se brinca el nivel de interacción, por ejemplo, para negociar sobre el repliegue de una mani-festación o, como ocurrió el 19 de junio, no medió palabra previa a la actuación disua-siva, según los maestros que bloqueaban la autopista.

El tercer nivel corresponde a resistencia pasiva, y se refiere a aquel ciudadano “que se muestra poco colaborador” y que “se re-siste de manera estática o se rehúsa físi-camente a acatar voluntaria, pacífica y de manera inmediata las indicaciones”. Para ese caso, se muestran diferentes técnicas

La Policía Federal tiene un protocolo para el uso de la fuerza. Está en un manual que recoge y sistematiza los procedimientos para enfrentar todo tipo de situaciones sin caer en el uso excesivo de la fuerza. Se dice, por ejemplo, que se debe proteger el entorno de hospitales o escuelas; nunca disparar a zonas letales; intentar la disuasión antes que la agresión... y una larga lista de procedimientos que respetan las convenciones internacionales. Los policías que participaron en los hechos violentos de Nochixtlán el 19 de junio hicieron caso omiso de ellos.

de sometimiento a partir de infligir dolor en articulaciones, rostro, cuello, nuca, ester-nón y manos.

En este caso, por ejemplo, las presenta-ciones de detenidos que suele hacer el go-bierno federal muestran el procedimiento de infligir dolor en el cuello, nuca y pabellón auricular, perfectamente descritos y reser-vados a quien presenta este último nivel de resistencia, como ha ocurrido con Joaquín El Chapo Guzmán y otros presuntos capos.

La prevención es concreta: el policía debe hacer el menor uso de la fuerza posi-ble y “tampoco puede emplear el uso de la fuerza como forma de castigo directo”, se señala en la introducción del Manual.

El cuarto nivel corresponde a la “re-sistencia activa” y en esos casos muestra, además de las técnicas de sometimiento señalados, el uso del bastón PR-24, o to-lete, con los puntos precisos en los que debe golpear: pantorrillas y antebrazos, esternón o abdomen, y el “golpe Yawara, particularmente valioso para el control de multitudes”.

El quinto nivel es la agresión no letal. Es cuando el agresor trata de atacar al policía con cualquier objeto no contundente (libro, celular, una botella plástica de agua) que pueda usar como proyectil. En esos casos se emplea la misma técnica del bastón, pero en zonas más dolorosas, como las rodillas, brazos y abdomen.

Finalmente, el sexto nivel es para la “agresión letal”, en el que se autoriza el uso del arma de fuego, pero sólo en defen-sa propia o de un tercero, para un delito grave que amenace la vida, para detener a una persona que represente peligro o “que oponga resistencia a la autoridad”, o para una persona en fuga con peligro de lesiones graves o de muerte.

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Guadarrama López. Nuevos datos

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La ambigüedad de algunas indicacio-nes deja al arbitrio del policía el proceder, y también la responsabilidad legal que, en todo caso, se asume de manera individual y no para la cadena de mando.

“En cualquier caso sólo se podrá hacer uso intencional de armas letales cuando sea estrictamente inevitable para proteger una vida”, especifica el numeral 1.6.1., en el que además se añade que deben usar-se de la “manera menos lesiva, ejerciendo moderación y tratando de reducir al míni-mo los daños”.

Disparos a discreción

Un anciano con la pierna destrozada cuen-ta su historia. De pronto oyó disparos, se tumbó pecho-tierra y le dieron. Otro esta-ba dentro de una tienda y al oír disparos corrió y fue herido. Se lo contaron al sub-secretario de Derechos Humanos de Go-bernación, Roberto Campa Cifrián, quien, entre otras cosas, ofreció darles atención médica y agotar la investigación.

Las historias fueron contadas durante la reunión del viernes 8, cuando una cara-vana de funcionarios federales encabezada por Campa llegó a esta ciudad para soste-ner un encuentro con la comunidad y los interesados en el desalojo sangriento del 19 de junio, que cobró la vida de ocho perso-nas, dejó heridas a más de un centenar, dos desaparecidos y 23 detenidos de manera ar-bitraria (ya liberados).

Hasta el cierre de esta edición, la Co-misión Nacional de los Derechos Hu-manos (CNDH) y la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca no habían podido obtener los partes ofi-ciales para determinar la actuación po-licial; tampoco de instituciones como el IMSS, donde según el comisionado Galin-do Ceballos hubo dos policías heridos de bala. Y en general, ninguna dependencia

les daba información, a casi tres semanas de los hechos.

Los informes solicitados son particu-larmente descritos en el Manual, deben elaborarse en los casos de uso de armas, inmediatamente después de la acción y, en otros casos, hasta 24 horas después. “Para evitar desapariciones forzadas” se debe re-gistrar a todos los detenidos y los nombres y placas de los policías que los trasladan. Los vehículos de traslado deben ser apropiados.

En el caso del operativo de Nochixtlán, los 23 detenidos fueron esposados y api-lados en un camión, en condiciones infra-humanas. De ellos, 18 fueron sacados del panteón cuando una familia mixteca sepul-taba a su jerarca. En tanto, la CNDH informó el miércoles 6 que aún hay dos personas desaparecidas.

La opacidad con que se manejan los partes oficiales, en el gobierno de Gabino Cué Monteagudo y en las dependencias federales, ha sido observada por organiza-ciones sociales, porque impiden conocer condiciones, por ejemplo, de las necropsias practicadas a las víctimas. Sólo por testimo-nios, este semanario ha podido contrastar algunas de las muertes con el tipo de dispa-ros que los testigos entrevistados señalan provenían de los contingentes policiacos.

Por ejemplo, Jesús Cadena Sánchez y An-selmo Cruz Aquino murieron a orillas de un arroyo cercano a la carretera. Los hermanos de Anselmo, testigos de la agresión, cuentan que intentaban llevar a un herido cuando desde el otro extremo, donde se ubicaba el contingente de federales, les dispararon. Dos hermanos más resultaron heridos.

A Jesús Cadena, el joven catequista de Nochixtlán, el disparo le atravesó la veji-ga y salió por su glúteo izquierdo. A unos metros, Anselmo, empleado de mostrador en una farmacia de Tlaxiaco, estaba pecho a tierra. El disparo le entró por la boca y le destrozó un pulmón.

En el Manual se insiste en que el uso de armas no debe ser letal o para abatir al “in-fractor”, e inclusive, en el caso de una mani-festación que se convierte en turba o motín, especifica “no emplear la fuerza con perso-nas que huyen, corren o caen”.

A Omar González Santiago, un mixteco reforestador voluntario, opositor a la caza furtiva y vendedor de flores en tianguis, originario de la comunidad Palo de Letra, el disparo le entró entre un ojo y el tabique nasal.

Conforme al numeral 1.6.3. “Situaciones hipotéticas en las que un policía no puede emplear su arma de fuego”, se muestra una gráfica con las zonas a las que no se debe disparar, pues son letales: testículos, ester-nón, cuello, rostro, nuca, cervicales, colum-na, zona renal y recto.

El contraste entre los testimonios y el Manual refleja que no sólo se agredió a quienes no participaban en el ataque ar-mado –en caso de que lo hubiera, como ha dicho Galindo–, que se estaban protegien-do e inclusive auxiliando heridos, sino que además se les disparó a zonas letales. En el caso de los dos heridos se observa que hubo tiros a discreción, también prohibidos, pues el documento establece que deben realizar-se disparos selectivos.

Civiles, armas y protestas

La versión persistente en la comunidad es que había civiles que dispararon desde el techo del hotel Juquila. El segundo visita-dor de la CNDH, Enrique Guadarrama Ló-pez, confirmó a Proceso que en ese lugar se hizo registro fotográfico de cartuchos y georreferenciación.

Aunque ninguna autoridad ha reco-nocido la presencia de agentes ahí, en las instalaciones de la Estación Nochixtlán de la PF, entre los documentos que fotogra-fiaron habitantes de la zona –compartidos a Proceso–, destaca una circular en la que se instruye al personal adscrito a todas las estaciones del estado a no usar uniformes desde el 11 de junio.

Ese día fue detenido Francisco Villalo-bos Ricártez, secretario de Organización de la Sección 22, y la circular expresaba que los miembros del sindicato podrían detener uniformados para negociar su liberación.

En cualquier caso, el Manual estable-ce desde sus primeras páginas que el po-licía “debe estar perfectamente aseado y uniformado”.

El numeral 4, “Condiciones necesarias para el desarrollo del restablecimiento del orden público”, muestra las tácticas, el tipo de entrenamiento, equipo y las concepcio-nes que en la lógica policial tienen “las di-ferentes manifestaciones sociales”, en dos grandes grupos:

Cruz Aquino. Muerte absurda

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CONFLICTO MAGISTERIAL

Las marchas, mítines y plantones, “que no requieren del uso de la fuerza para su control” y, la turba y motín que sí la requieren:

“Toda persona tiene derecho a reunirse pacíficamente. Sin embargo, el orden públi-co puede alterarse cuando situaciones tales como huelgas, concentraciones, desplaza-mientos u otras, se tornan violentas.”

El equipo empleado para controlar ma-nifestaciones contempla casco, escudo pro-tector, equipo antimotines de protección, máscara antigás, el bastón PR24, armas disuasivas: granadas de gas y humo, rifles para dispararlas y balas de goma con alcan-ce de 200 metros.

Luego cataloga las manifestaciones so-ciales: muchedumbre que se transforma en turba: “por excitación intensa, los miem-bros que la componen pierden su sentido de razonamiento y su respeto por la ley, la autoridad y las personas. Cualquier signo de debilidad de las fuerzas de seguridad, aun cuando sea momentáneo, puede ser suficiente”, se lee.

Considera disturbios por motivaciones económicas, por ejemplo en una gran de-presión; los movimientos sociales son, para la PF, producto de fricciones entre grupos sociales, raciales o seccionales; los movi-

mientos políticos nacen por inconformidad o simpatía con un sistema político y tienen como fin apoyar o desacreditar funciona-rios e instituciones.

También contempla movimientos desencadenados por desastres y por au-sencia de autoridades que pueden provo-car disturbios. En las siguientes páginas expone una serie de procedimientos de comunicación y negociación con los ma-nifestantes, para luego recorrer las formas de actuación, según los niveles de la pirá-mide de uso progresivo de la fuerza.

En este apartado no considera el uso de armas letales; para todos los niveles ins-truye un espacio de negociación y advier-te de diferentes previsiones para el uso de las armas no letales: tácticas de ubicación de líderes; no emplear fuerza con personas que caen o huyen; dejar de usar la fuerza al cese de la resistencia; evitar arrebatar ban-derolas o pancartas; no usar objetos arroja-dos por los inconformes, y siempre usar el tolete.

También instruye el uso de protección con escudos y en formaciones para evi-tar ser dañados por objetos contundentes, como piedras, cohetones o bombas molo-tov, pero no considera disparar un arma de fuego para ese caso.

Además, no deben disparar las bom-bas directamente a las personas, deben evitar el uso de gases cerca de hospitales y escuelas, y luego dedica el numeral 4.7. a la “Asistencia a personas afectadas”, consistente en planificar previamente corredores humanitarios y el acceso de personal médico y socorristas, facilitar el acceso de médicos a los heridos. Los policías deben auxiliar a los lesionados, notificar a sus familias, brindar cuando sea necesario primeros auxilios, entre otros.

Esto es todo lo que no se hizo en Nochixtlán.

Finalmente, el Manual considera el es-tado psicológico de los policías en el nu-meral 5. Entre las reacciones básicas prevé tres: enfrentar, huir y paralizarse. Al res-pecto recomienda tomar la decisión de enfrentar conforme a procedimiento; huir para evitar ser dañados y sobrevivir pero esperar apoyo táctico, y evitar paralizarse para no quedar a merced de los captores.

En Nochixtlán hubo policías que se pa-ralizaron; huyeron hasta que llegó el apoyo táctico en helicóptero con armas de fuego y, finalmente, contra la indicación del Manual, dejaron un reguero de heridos y al menos dos policías capturados.

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PEDRO MATÍAS Y ARTURO RODRÍGUEZ

ASUNCIÓN NOCHIXTLÁN, OAX.- Cuan-do los deudos, víctimas y repre-sentantes de esta comunidad le pidieron al gobierno de Mé-xico abrogar la reforma educa-tiva, la respuesta fue “que no

se metieran en eso”. Demandaron justicia y les pidieron paciencia, pero les ofrecieron programas clientelares y acceso a internet.

Luego exigieron la reparación integral del daño conforme a estándares internacio-nales. El gobierno ofreció analizar el tema. Finalmente, el titular de Gobernación, Mi-guel Ángel Osorio Chong, justificó la actua-ción policial diciendo que en Oaxaca había desabasto en las tiendas Diconsa y se afecta-ba a miles de personas con los bloqueos del magisterio.

–¡Eso no es cierto! –explotó Adriana, una mixteca integrante del grupo de padres de familia que apoya al magisterio–. Esas tien-das no tienen desabasto y ni siquiera ven-den cosas nutritivas. ¡No quiera usar esa mentira en esta mesa!

Ante el señalamiento de la mujer, Oso-rio Chong se descompuso y momentos después abandonó el encuentro, sin dar ni una explicación. La reunión del pasado 30 de junio entre la comisión de Nochixtlán y funcionarios de Gobernación se había ini-ciado hacia las 14:30 horas y para las 16:00 el

Una reunión celebrada el pasado 30 de junio en la

Secretaría de Gobernación con una comisión de re-

presentantes de Nochixtlán acabó prácticamente en

nada. Víctimas y deudos del ataque del 19 de junio

pedían, entre otras cosas, la derogación de la reforma

educativa –que estuvo en el origen de la tragedia– y

reparación del daño. Lo único que obtuvieron fue una

visita posterior de Roberto Campa Cifrián a la zona del

ataque...

Así dialogaGobernación

Octavio Gómez

Campa Cifrián. Visita tardía

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CONFLICTO MAGISTERIAL

titular de la secretaría ya se había esfumado. Habían pasado 11 días de los hechos

trágicos de Nochixtlán y en los pueblos de la Mixteca continuaban las ceremonias funerarias.

La reunión comenzó con recelo mutuo. Según los integrantes de la Comisión de Re-presentantes de Nochixtlán –quienes dieron a Proceso los pormenores de las reuniones–, la primera molestia fue porque en Gober-nación se les exigió que para dar inicio al encuentro, se deshicieran de teléfonos celu-lares o dispositivos electrónicos que pudie-ran registrar lo que ahí se tratara.

Para ellos, los funcionarios de Goberna-ción “fueron parte de los que autorizaron el desalojo, y ni entonces ni ahora han dado una explicación para el pueblo por el ata-que”, dice a Proceso Vicente Rodríguez, uno de los representantes.

En las primeras horas el estancamiento en la reunión giró en torno al primer punto del pliego que llevaban las familias: la abro-gación de la reforma educativa. Según Vicen-te Rodríguez, la respuesta que les dieron es que “en la reforma educativa no se metieran pues era asunto de otra mesa”.

Un funcionario de la dependencia, que participó en los encuentros, confirmó la negativa a abordar el asunto, pues dijo que los representantes “tienen dos agendas… la CNTE no deja ir ninguna oportunidad y esta mesa es para el caso 19 de junio”.

Para los miembros de la mesa era justifi-cable pedir lo mismo que el magisterio, pues fue esa reforma la que provocó el conflicto que, al ser reprimido, afectó a la comunidad.

Mientras Osorio y sus colaboradores in-sistían en llevar programas sociales a No-chixtlán y otras comunidades, la comisión ciudadana les hizo saber que estaban ahí por un tema de justicia y que si era su obliga-ción llevarles programas sociales, el tema no tenía por qué estar a discusión.

Reticencias y “show”

En la sala que se dispuso en la sede de la dependencia, y tras la abrupta salida de Osorio Chong, quedaron sólo los subsecre-tarios de Gobierno, Luis Enrique Miranda Nava; y de Derechos Humanos, Roberto Campa Cifrián; el coordinador de asesores de Osorio, Guillermo Lerdo de Tejada Servit-je; y el subprocurador de Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo, Gilberto Higuera Bernal.

La reunión había sido acordada el 27 de junio, durante un encuentro previo facilita-do –según los representantes de la comu-nidad– por la CNTE. No hubo documento ni minuta, pero el compromiso fue que se abriría una mesa especial sobre el operativo policiaco del 19 de junio que, oficialmente, cobró la vida de ocho personas y dejó más de un centenar de heridos.

Por su parte, los integrantes de la comi-

sión ciudadana, así como de la CNTE y los grupos de padres de familia, estaban en desacuerdo con que la mesa se centrara en Nochixtlán, pues los ataques de ese 19 de junio ocurrieron también al menos en Huit-zo, Viguera y Hacienda Blanca, además del operativo en la región del Istmo de Tehuan-tepec; en esos hechos hubo lesionados, un muerto y cuantiosos daños materiales.

En cualquier caso, lo que obtuvieron “fueron respuestas a medias, sin fechas ni definiciones”, afirma Sergio López, también representante de la comunidad.

Higuera proponía un peritaje, adelan-tando la atracción que del caso haría la Procuraduría General de la República. Las familias recriminaron la falta de miras y el tiempo transcurrido. Además pedían una fiscalía especial para el caso, con coadyu-vancia de la Comisión Nacional de Media-ción (Conamed), la organización Serapaz, y asistencia del Alto Comisionado de las Na-ciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Alrededor de las 16:30 horas hubo un receso; al regresar, sólo llegaron Cam-pa Cifrián y Lerdo de Tejada. Las horas transcurrieron sin avance, pues Campa sólo prometía revisar la viabilidad de la asistencia internacional y rechazaba a la Conamed, pero ofrecía la participación de su subsecretaría.

Con todos los puntos rechazados, la con-currencia les dio un ultimátum: atiéndan-nos “como acordamos. Que regrese Osorio, o al menos Nava. No vamos a seguir hablando con dos personas sin poder de decisión”.

Después de un nuevo receso, Campa Cifrián propuso su visita a Nochixtlán, aun-que los asistentes no estaban de acuerdo. El funcionario los forzó. No avanzarían en el tema de justicia hasta no realizar la visita y en sus propios términos: quería hablar con víctimas y garantizarles a los heridos aten-

ción médica –no quieren ir a hospitales por miedo a ser detenidos–, para lo que llevaría brigadas de salud y otros expertos, con la oferta de cubrir todos los gastos. No acepta-ría prensa.

Sin más promesas que las relacionadas con presupuesto y sin avance en los temas de justicia, Campa Cifrián acudió el jueves 7 a Nochixtlán con una caravana de unos 10 vehículos.

Contingentes reunidos afuera de la escuela Abraham Castellanos, donde se realizaría el encuentro, lo recibieron co-reando “¡asesinos, asesinos!”; las con-signas de repudio se mantuvieron hasta unos 10 minutos después de que la dele-gación oficial había entrado al inmueble.

Seis horas después, en un acto de teatralidad y lucimiento, Campa salió a la calle e intentó dar una conferencia de prensa que, por las malas condiciones lo-gísticas y las consignas que se coreaban contra el gobierno, debió suspenderse y reorganizarse dentro de la escuela.

El anuncio central: que se había acep-tado la asistencia del ACNUDH y de la CIDH en la indagación de los hechos. Nada sobre reparación integral del daño. Luego Campa se retiró pues debía encon-trarse en la Ciudad de México con los pa-dres de los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, que precisamente exigían la actuación de la CIDH.

La asamblea comunitaria

“Estamos conformes mas no satisfechos. Esto apenas comienza y pensamos que la parte más difícil será la operatividad, que lo que se acordó se haga”, afirma Sergio Cruz García, integrante de la Comisión de Nochixtlán.

Una vez más no hubo minuta ni firma de lo acordado; y, aunque se anunció, no se fijó fecha para la siguiente reunión con

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Carretera federal Huajuapan-Oaxaca. Bloqueo magisterial

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Osorio Chong; en tanto, la mesa de trabajo no está integrada, así que no se sabe quié-nes asistirán.

El 19 de junio la población acusó a los hermanos Daniel y Herminio Cuevas –priis-tas, alcalde y diputado electo respectiva-mente– de facilitar el ingreso del operativo a través de un rancho. La indignación por lo ocurrido devino disturbio que coronó la jor-nada con el incendio del rancho de los Cue-vas, el hotel Juquila, el Palacio Municipal y una estación de la Policía Federal.

Desde ese día, el ayuntamiento se di-solvió de hecho y el gobierno estatal, de Gabino Cué Monteagudo, ha mostrado que es una nulidad. Los pobladores se organi-zaron, llamaron a asamblea, eligieron dos representantes por cada uno de los cuatro barrios, quienes luego fueron ratificados. Así surgió la Comisión de Representantes de Nochixtlán que se reunió con Osorio Chong el 30 de junio.

Con la ciudad sumida en el duelo y el caos, el 23 de junio los habitantes de No-chixtlán se reunieron en asamblea. Acor-daron exigir la desaparición de poderes y las cosas se pusieron por momentos ten-sas por la presencia de seis regidores que decidieron asistir. La asamblea les dijo que, si tenían dignidad, renunciaran y se fueran del pueblo. Desde entonces viven escondi-dos o se fueron.

En 30 minutos decidieron elegir dos personas por cada barrio, de manera que la comisión quedó integrada por Vicente Ro-dríguez, Sergio Cruz, Abimelec López, Sergio López, Misael Zanabria, Susana Avendaño, Itayee Cruz y Neftalí Reyes. El día 24 fueron ratificados en asambleas de barrio.

Así fue como improvisaron gobierno: hay brigadas de vigilancia en cada barrio, inte-gradas por ciudadanos que hacen rondines nocturnos y cuidan las calles. La limpieza de las calles se hace con trabajo comunitario y las ambulancias llegan de otras comunida-des, como apoyo.

Aunque no existen servicios adminis-trativos municipales, hay aspectos en que las cosas han mejorado: no hay robos des-de que los ciudadanos se hacen cargo de la seguridad.

Otras cosas siguen igual, como el desa-basto de agua; desde hace años los habitan-tes deben conseguirla en pipas.

La mayoría de los integrantes de la co-misión son profesionistas de la localidad, algunos tienen simpatía o han militado en partidos políticos, pero esta vez son tajantes: “Aquí nadie puede llevar agua a su molino pues se trata de un grupo que trabaja para el pueblo”, dice Sergio López.

Y añade: “no estamos usurpando fun-ciones ni decimos que somos autoridad. Nuestro objetivo es trabajar por que se haga justicia y la prioridad es que eso se consiga, a pesar de todo, con la mesa de Gobernación”.

Mathieu Tourliere

El jueves 7, el oficialista Sindi-cato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE, que defendió a capa y espada la re-forma educativa) desplegó en los principales periódicos una

lista de 10 “resolutivos” que exigen la mo-dificación de aspectos fundamentales de esa reforma.

Por medio de la Secretaría de Edu-

cación Pública (SEP), el gobierno federal expresó su entera disposición a discutir estos puntos e instaló de inmediato una mesa de trabajo con el gremio.

Sin embargo, gran parte de los recla-mos son idénticos a los que detonaron la insurrección de la Coordinadora Nacio-nal de los Trabajadores de la Educación (CNTE) contra la reforma educativa hace tres años, y que la administración de Peña Nieto siempre rechazó negociar.

Es más: también son los mismos que

La noticia cimbró: el SNTE –domado y sometido tras la detención de Elba Esther Gordillo– se alebrestó de pron-to contra la reforma educativa, esgrimiendo argumentos parecidos a los de la CNTE. Parecía que al gobierno fe-deral le estallaba de pronto un nuevo frente de batalla… Pero no es así. La oportuna rebeldía del sindicato ofi-cialista le permitirá a la Segob, a la SEP y a Presidencia dividir a los profesores, fingir que atiende las exigencias de los inconformes, postergar los cambios de calado, fortalecer al gremio “charro” y ganar tiempo.

El gobierno

fabricóla “rebeldía” del SNTE

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Gordillo Morales. Viejas estrategias

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CONFLICTO MAGISTERIAL

denunció Elba Esther Gordillo Morales –la exdirigente del SNTE– a finales de 2012 e inicios de 2013, cuando anunció que de-rrumbaría la reforma educativa. Días más tarde, la líder fue detenida y posteriormen-te encarcelada por desvío de dinero.

El SNTE integró el diálogo en medio de la propagación del movimiento magisterial disidente en el país –que en las últimas dos semanas reportó acciones en la zona me-tropolitana de la Ciudad de México y los estados de Nuevo León, Chiapas, Oaxaca, Morelos, Michoacán, Guerrero, San Luis Po-tosí, Baja California, Sinaloa y Veracruz–, en el que los docentes rebasaron a los líderes oficialistas.

Según Francisco Bravo, integrante de la Dirección Política Nacional de la CNTE, el despliegue formó parte de una estrategia del gobierno para desactivar el conflicto magisterial y reinstalar al SNTE –al que tie-ne controlado– como interlocutor en mate-ria educativa.

Argumentos idénticos

Entre los planteamientos más importantes del SNTE destacaron los resolutivos terce-ro, cuarto y quinto, en los que el sindicato oficialista exigió “replantear todo el proce-so” de evaluación docente, para eliminar en ello “toda visión o acción sancionadora o punitiva”. Planteó la necesidad de “con-textualizar” la evaluación para hacerla “más realista” y que garantice “el respeto

a la dignidad y prestigio profesional de los maestros”.

Ello contrasta con la postura de apoyo incondicional al proceso de evaluación que adoptó el SNTE desde inicios de 2013, y que el propio Juan Díaz de La Torre resaltó el pa-sado 23 de junio en un acto conjunto con Aurelio Nuño Mayer, el secretario de Edu-cación, en el que el sindicalista aseveró que los “verdaderos maestros” participaron en la evaluación docente.

Bravo denuncia en entrevista que la eliminación de la evaluación punitiva “es una de nuestras principales insistencias”, y recordó que “hasta hace unas semanas el SNTE decía que la evaluación estaba fabulosa”.

El SNTE no se limitó a pedir modifica-ciones al proceso de evaluación, sino tam-bién a encontrar soluciones “a los distintos problemas que han surgido en torno” a su aplicación.

Entre ellos, exigió que las autoridades educativas abran espacios a los profesores para revisar su proceso de evaluación, con la finalidad de evitar “ceses injustificados y descuentos indebidos”, otro reclamo que viene denunciando la CNTE desde hace meses.

“Para nosotros cada uno de los 3 mil 360 despidos fue injustificado, en tanto que no derivó del mal trabajo en las aulas, de al-gún delito o de falta grave”, recordó Bravo, al añadir: “Sólo fue porque no presentaron esto que llamaron evaluación”.

El sindicato oficialista también pidió al gobierno “que se respeten los derechos ad-quiridos por los docentes en el programa de Carrera Magisterial”, y solicitó que se tome en cuenta este estímulo en el momento de calcular las primas vacacionales, el aguinal-do o la cotización para la jubilación.

Durante el conflicto, la CNTE ha denun-ciado que esta separación del estímulo al salario base es parte de las consecuencias de la reforma educativa y genera una caí-da en los ingresos de miles de maestros. Este punto originó el levantamiento del magisterio en entidades como Nuevo León, Coahuila o Chihuahua, donde los docentes prácticamente nunca se movilizan.

Bravo subrayó que varias reivindicacio-nes de la CNTE no figuran en los resoluti-vos del SNTE, entre ellos el fundamental: la abrogación de la reforma.

El sindicato oficialista tampoco exigió suprimir la modificación del artículo 73 constitucional, que instaura la autonomía de gestión de las escuelas, no considera el acceso directo de los egresados de las nor-males al servicio educativo ni plantea una visión precisa sobre el modelo educativo.

Estrategia gubernamental

El sindicalista sostiene que “este documen-to no lo elaboró el SNTE sino el gobierno”, ya que el sindicato oficial “no tiene deci-siones propias”. Explicó que todos los líde-res seccionales del SNTE “están metidos

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Díaz de la Torre con Nuño Mayer. Complicidades

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en corruptelas” y desvían parte de los 160 millones de pesos mensuales que recibe el sindicato cada mes como cuotas, por lo que el gobierno los tiene maniatados.

“¿Por qué estos puntos? Porque son los que causan el mayor reclamo entre los maestros. El gobierno hizo un análisis previo y determinó que son las medidas que más lastiman a los maestros”, plantea Bravo.

Agrega que en las últimas semanas, los líderes del SNTE fueron rebasados por la inconformidad de los maestros y se des-cubrieron incapaces de controlar las movi-lizaciones. “Los docentes ya no confían en sus representaciones seccionales en los es-tados y toman la protesta por sí mismos en las calles”, insistió.

Según el profesor, los planteamientos del SNTE responden a una estrategia “in-tegral” de la administración de Peña Nieto, a través de la cual alcanzaría tres objeti-vos: no dar “muestras de debilidad” ante la CNTE ni “admitir una derrota en una de las 11 reformas estructurales que plan-

teó”; recomponer el sindicalismo institu-cional como instrumento de control de los maestros, y detener el rebase al SNTE.

“Son dos vías: Nuño cita al sindicato ofi-cial para que entregue la petición formal, y por otro lado la Secretaría de Gobernación atiende a la CNTE y crea condiciones que afectan la capacidad de negociación, por-que el mensaje que quieren dar a los maes-tros es ‘ya lo estamos trabajando’.”

A raíz de la apertura de la mesa de ne-gociaciones entre la Segob y la CNTE, el pasado 22 de junio –tres días después de la violenta represión en Nochixtlán–, el ma-gisterio disidente se convirtió de nuevo en interlocutor del gobierno federal, por pri-mera vez desde el inicio del paro nacional, el 15 de mayo anterior.

Ésa fue una de las razones por las cua-les el gobierno reactivó el SNTE: “Hay una disputa por la interlocución entre el SNTE y la CNTE”, dice.

Según él, el gobierno busca demostrar que se puede cambiar la reforma educati-va “desde adentro” y con el SNTE, y con ello aislar a la CNTE, que exige su abrogación o suspensión.

“Darán la impresión de que atienden las exigencias de los maestros, y algunas se van a atender. Pero estas medidas no tocan el corazón de la reforma y pueden ser pa-sajeras, y dentro de un año o dos, cuando el asunto se haya descompuesto, pueden volver a aplicar la ley como la conciben ahora.”

Reconoce que a través de esta estra-tegia el gobierno podría desactivar la propagación del movimiento magisterial en el país; sin embargo, afirma que los maestros sabrán que cualquier “solución real” a estas demandas será “producto de la CNTE”.

Reacción en cadena

En la noche del martes 5 la CNTE con-siguió un nuevo encuentro con Osorio Chong, el cual duró menos de media hora. En este lapso el magisterio entre-gó al gobierno federal sus propuestas educativas y recibió a cambio la “con-

trapropuesta” de la administración, que consistió en un documento de una hoja y media, impreso en papel no membretado ni firmado, que aborda la educación en térmi-nos genéricos.

En ese documento la Segob evocó su disposición a “facilitar un proceso de diá-logo con la Secretaría de Educación Pública en torno al modelo educativo” y aseguró “la participación del magisterio nacional y so-ciedad en general en esta materia”. Ambas partes acordaron que la CNTE consultaría con sus bases para elaborar una respuesta al documento del gobierno, por lo que la si-guiente reunión con Osorio Chong se agen-dó para este lunes 11.

Sin embargo, el mismo martes el SNTE llevó a cabo una sesión extraordinaria, de la cual emanaron los 10 puntos mencionados previamente; el miércoles Nuño recibió en las instalaciones de la SEP a Juan Díaz de la Torre; y el jueves se instaló una mesa de tra-bajo SNTE-SEP.

En ese momento, los secretarios ge-nerales de la CNTE se encontraban en sus respectivos estados, iniciando el proceso de consulta sobre el documento de Gober-nación. Bravo no cree que fuera una coin-cidencia: “El gobierno pensó en todos estos momentos, en las inercias que traíamos”.

Nuño afirmó el miércoles que la SEP analizaría “de manera detallada, puntual, sensible, profesional y responsable” cada uno de los puntos presentados por el SNTE.

El propio Peña Nieto, quien durante años asentó con firmeza que la reforma educativa “no se negocia”, dio un giro radi-cal a su discurso, al declarar el miércoles 6 que la derogación o la abrogación de la re-forma “no es competencia del Ejecutivo”; es decir, ni de la SEP ni de Segob, ni tampoco de la Presidencia de la República.

Desde el estallamiento del movimien-to magisterial, Nuño adoptó una postura cerrada al diálogo con la CNTE. Nunca re-cibió a los integrantes del magisterio disi-dente en la SEP y, al contrario, repitió hasta el cansancio que no negociaría la reforma educativa.

Por su parte, el SNTE siempre salió a de-fender esa reforma –incluso la evaluación–, a condenar los brotes de violencia deriva-dos de las acciones de la CNTE y a dar su pleno respaldo al Ejecutivo federal.

El pasado 18 de mayo, por ejemplo, De la Torre expresó duras críticas contra los lí-deres de la CNTE, al afirmar que “cometen un gran error, no sólo porque lesionan la imagen del magisterio, sino porque no con-siguen absolutamente nada en términos de calidad de vida para los maestros”.

Confl icto añejo

Desde la llegada al poder de Enrique Peña Nieto, Elba Esther Gordillo se opuso a la re-forma educativa. Dos meses más tarde el

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Maestros de Nuevo León. Apoyo a la CNTE

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CONFLICTO MAGISTERIAL

gobierno le cobró con cárcel los descarados actos de corrupción a los que se prestó du-rante sus 23 años al frente del magisterio.

El 20 de diciembre de 2012, un día des-pués de la aprobación del texto en la Cáma-ra de Diputados –con 351 votos a favor, 85 en contra y ocho abstenciones–, La Maestra arremetió contra “una reforma meramente administrativa” y planteó: “Yo, Elba Esther, asumo la responsabilidad de decir que no, porque ése es mi papel”.

El 14 de febrero de 2013 el SNTE de Gor-dillo distribuyó a los maestros agremiados el folleto ¿Por qué luchamos hoy? en el cual presentó los “riesgos y limitaciones” que contenía la recién aprobada reforma edu-cativa, y anunció que el sindicato adoptaría una serie de medidas –tanto en el plano so-cial y político como en los tribunales– para modificarla.

Tres años y medio más tarde, los mis-mos reclamos de Gordillo siguen siendo la base de las reivindicaciones de la CNTE.

El SNTE criticó entonces la creación del Sistema Nacional de Evaluación, cuyo pro-ceso evaluativo se convertiría en “un ins-trumento para cancelar estímulos ganados, realizar despidos o evadir la responsabi-lidad del Estado a otorgar prestaciones de seguridad social”.

Asimismo, señaló que el sistema de autonomía de gestión de las escuelas se-ría una forma disfrazada para el Estado de “delegar en los padres de familia su respon-sabilidad de sostenimiento de las escuelas” y abriría la puerta a fenómenos como “con-tratación a prueba, despidos, pulverización de la jornada y outsourcing”.

El SNTE también advirtió que la reforma desaparecería el ingreso automático al ser-vicio educativo de los egresados de las es-cuelas normales y denunció que la reforma educativa se había impulsado “desde la Or-ganización para la Cooperación y el Desa-rrollo Económico (OCDE)”, argumento que se escucha en todas las manifestaciones de la CNTE en la capital.

En los párrafos finales del folleto de 14 cuartillas, se le recuerda al gobierno que “el SNTE ha sido garante de la estabilidad so-cial y la gobernabilidad en México” y anun-ció que promovería un juicio de amparo.

Si bien Bravo reconoce que los argu-mentos de Gordillo coincidieron con los de la CNTE, afirmó que ambas partes seguían intereses encontrados. “Ella sabía que en el fondo querían desbaratar el sindicato, lo que afectaba a su poder. Anticipó lo que su-cede hoy: iba a haber un rebase de los maes-tros respecto de sus dirigencias formales”.

El 26 de febrero de 2013, 12 días des-pués de la distribución del folleto y en medio de la campaña de Gordillo para derrumbar la reforma, las autoridades la detuvieron en el aeropuerto de Toluca. La Procuraduría General de la República (PGR) de Jesús Murillo Karam la acusó de malver-

sación de fondos provenientes del SNTE por un monto que supuestamente alcanza los 2 mil millones de pesos.

La detención y el procesamiento de la dirigente, tres meses después del regreso del PRI al poder, tuvieron buena recepción en la opinión pública nacional e internacio-nal, ya que el enriquecimiento descarado de Gordillo y la corrupción en el SNTE eran conocidos por todos.

Sin embargo la PGR dejó intocado a Juan Díaz de la Torre, su delfín y mano derecha en el sindicato, y los demás dirigentes sec-

toriales, quienes también operaron estruc-turas opacas y desviaron millones de pesos.

“El encarcelamiento de Elba Esther fue para hacer una limpieza en el sindicato”, sostiene Bravo. “Lo que menos le interesa al gobierno es saber si hay corrupción en el sindicato. Lo que le interesa es saber cómo llevar a cabo su reforma, y si por ello tienen que mover gente, lo hacen; Elba Esther re-presentaba un obstáculo”.

Hasta el pasado miércoles 6, el SNTE nunca había elevado la voz contra la refor-ma educativa.

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JESUSA CERVANTES

En agosto de 2012, en la Iglesia de San Martín de Porres, en Guada-lajara, la familia de Elba Esther Gordillo Morales emparentó con la de Juan Díaz de la Torre. Ese día, Mónica Arriola Gordillo, hija

de La Maestra, fue madrina de bautizo de una hija de Juan Óscar Díaz Medina. Ese compadrazgo reafirmó la relación de la en-tonces dirigente sindical y su futuro relevo.

Originario de Jalisco, Díaz de la Torre inició su vida gremial a la sombra de Juan Alcalá Espitia, dirigente de la sección 16 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en Jalisco y cercano al creador de Vanguardia Revolucionaria, Carlos Jonguitud Barrios y posterior líder de ese gremio.

Cuando Gordillo Morales hizo a un lado a Jonguitud, Díaz de la Torre se plegó a ella. Y ella le correspondió al convertir-lo en líder de la sección 16 de 2000 a 2003; dos años después lo ungió como líder de su recién creado partido político: Nueva Alianza.

La habilidad con la que Díaz de la To-rre manejó el Fideicomiso Global del Ma-gisterio en Jalisco, fue vista por La Maestra como una virtud, por lo que lo hizo hom-bre de sus confianzas en materia financie-ra. Decidió que fuera él quien determinara qué dirigentes seccionales de la SNTE se habían ganado, a costa de embaucar a maestros con créditos de nómina, su 2% de comisión.

Mauricio Urtaza Martínez –socio de la empresa Servicios Financieros DC y en-cargado de dispersar las comisiones que el SNTE cobraba a las empresas autoriza-da como únicas para prestar dinero a sus agremiados– relata cómo participó Díaz de la Torre en esa estrategia y terminó por traicionar a Gordillo.

Entrevistado en el Reclusorio Sur Va-ronil, Urtaza Martínez ubica a Díaz de la Torre como pieza del complicado engra-naje que exprimió económicamente a los maestros durante la gestión de Gordillo.

Dice que, al igual que otros operadores como Javier Moreno Valle, Pedro Ramírez Campuzano, Enrique Martínez Ríos y Ale-jandro Rueda, el actual secretario general

de la SNTE debe estar encarcelado, como su predecesora.

En sus ediciones 2066 y 2069, Proceso informó sobre la forma en que Gordillo y sus allegados crearon un entramado finan-ciero para, en primer lugar, cobrar comisio-nes a proveedores por permitirles ofrecer servicios al magisterio y, en segundo, ex-primir a los maestros que solicitaban algún préstamo con elevados intereses.

Según los documentos consultados, las sociedades financieras Kondinero, Ma-ayane, Directodo, Crédito Maestro y Con-SuPago cobraban a los maestros intereses que iban de 60 a 180%. Cada empresa, des-pués de descontar el costo del préstamo cada quincena, trasladaba el dinero re-caudado a la compañía creada para esos menesteres por Urtaza y Rueda.

Urtaza detalla en la entrevista que él se encargaba de dispersar el dinero entre quienes idearon la operación financiera y los líderes sindicales, mientras Díaz de la Torre se dedicaba a palomear a los líde-res seccionales que recibirían su 2% de co-misión por embaucar a maestros para que solicitaran los créditos al SNTE.

El secretario general de la SNTE, Juan Díazdamental del complicado engranaje que ea los maestros durante la gestión de la pdillo y, por lo tanto, debe ir también a la cMauricio Urtaza Martínez, socio de la emprDC. El otrora encargado de dispersar las comagisterial cobraba a las empresas que prmiados revela en entrevista el modus ope

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Díaz de la Torre

CORRUPCIÓN

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Las operaciones, dice Urtaza, se inicia-ron en 2009, cuando Javier Moreno Valle, exdueño de Canal 40 y tío de Rafael More-no Valle, actual gobernador de Puebla, se encontró con Gordillo Morales en Nueva York.

“Ella –cuenta– le comenta de las nece-sidades que tiene de apoyo para dos temas: el Forte (Fondo de Retiro de Trabajadores de la Educación), un fideicomiso que esta-ba en Santander y que en aquel momento valía 14 mil millones de pesos, y le pidió a Moreno Valle que le ayudara a localizar un faltante de cerca de 4 mil millones.

“Moreno Valle recurrió a Pedro Ramí-rez Campuzano para que lo apoyara y éste acudió a Enrique Martínez Ríos, un exfun-cionario de Bancomext que dejó el cargo en 1992.”

Las empresas dispersoras

Mauricio Urtaza asegura que Martínez Ríos y Ramírez Campuzano formaron em-presas que les entregaran comprobantes –como Servicios Financieros DC– a las so-ciedades financieras de objeto limitado

(sofoles), para que éstas, a su vez, les pa-garan a Servicios Financieros por un servi-cio inexistente.

Así, el dinero que llegaba a DC era la comisión que estas sofoles tenían que pa-

gar al SNTE por dejarlas trabajar y el in-terés elevado que se cobraba al maestro.

Una vez que el dinero llegaba a Ser-vicios Financieros DC, detalla Urtaza, mediante correo electrónico Enrique Mar-tínez Ríos le decía entre quiénes debía dis-tribuirse el dinero.

“El porcentaje mayor era para las per-sonas del sindicato y lo demás para las que habían armado todo ese proceso”, asegura el entrevistado.

–¿La mayor parte iba para Elba Esther Gordillo? –pregunta la reportera.

–Por el lado del porcentaje, diría que a Gordillo (aunque no de manera directa), a Rafael Ochoa Guzmán, quien era senador y estaba de licencia, pero era secretario oficial del sindicato, a María San Juana Cerda Fran-co, a Francisco Arriola, a José Manuel Díaz Flores y a Díaz de la Torre, en su calidad de líder sectorial en Guadalajara. Era 2009.

Varios documentos consultados por Proceso incluyen listas con el número de la sección sindical y el nombre de su diri-gente, seguidos de los montos de los cré-ditos que tramitó, así como la entrega del 2% al secretario seccional “como premio”. Así aparecen las sumas mes por mes y año por año.

Las cifras por mes coinciden con el di-nero que Urtaza transfirió por medio del sistema de pagos electrónicos interban-carios a José Manuel Díaz Flores, quien fi-nalmente fue detenido el 26 de febrero de 2013, el mismo día que cayó La Maestra.

Por esas fechas, Díaz de la Torre defi-nía a qué líderes sindicales se les paga-ba la comisión por “enganchar” a algún maestro.

–¿Quién autorizaba el pago de 2% de la comisión a los líderes sindicales? –se le pregunta a Urtaza, quien hacía los depósitos.

CORRUPCIÓN

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Gordillo Morales. Abandono

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taje de la institución, tengo entendido que Martínez Ríos le entregó en varias ocasio-nes dinero a él, a Cerda Franco y a Fran-cisco Arriola. Sí se les entregó dinero, no fueron nada más supervisores de la ope-ración… Ellos recibieron recursos.”

–¿Se les tendrá que abrir una indagato-ria por los documentos que usted tiene? – se le pregunta a Urtaza, quien está preso desde marzo de 2015 por el delito de evasión fiscal.

–Sí. Yo no soy autoridad, pero… o to-dos coludos o todos rabones. Si es un deli-to de este lado –del de la Coordinadora– y hablamos de la misma metodología, por qué no es delito del otro lado. También es delito para Díaz de la Torre y para Ochoa.

Se le recuerda al entrevistado que Díaz Flores (a quien él depositaba para luego dispersar el dinero conforme a lo autori-zado por Díaz de la Torre), fue detenido en febrero de 2013.

“Sí –comenta–, pero el proceso que se le sigue no tiene nada que ver con este caso.”

Comenta que solicitó al juez llamarlo a declarar, al igual que todos los que par-ticiparon en la dispersión, incluyendo a Díaz de la Torre, “pero el juez dice que no tiene nada que ver con mi caso”.

El dueño de Servicios Financieros DC que tan sólo en 2010 dispersó poco más de 129 millones de pesos entre líderes sindi-cales y operadores financieros de Gordillo a través de Servicios Financieros DC, ale-ga que el juez sólo ha tomado en cuenta el dinero que ingresó a su empresa, pero no lo que salió, menos aún a quiénes se les depositaron fondos. Por esta razón, consi-dera que el juez es de “consigna”.

“Yo no entiendo por qué. Si hicimos algo malo, pues lo hicimos muchos. Y si este asunto es de impuestos, pues que pa-guen los que recibieron el dinero”, comen-ta Urtaza.

Y añade: Díaz de la Torre siempre es-tuvo enterado de todo. Él palomeaba los

recursos que se pagaban a los líderes sin-dicales. Por ello, reitera, él también debe ser llamado a declarar.

“El Código Fiscal –afirma– es muy cla-ro en cuanto a lo que es válido y lo que no, como gastos. Siendo muy claros en esto: Servicios Financieros DC recibía dinero de unas firmas que pagaban por un servi-cio, y esta empresa lo entregaba a quienes proveían servicio; luego, hay una relación directa entre los gastos y el objeto de la empresa; entonces, todo es deducible. No están los comprobantes fiscales.

“El tema de los comprobantes fisca-les…Para mí, estas personas que recibie-ron el dinero son quienes deben darlo; si no lo dieron, quienes incumplieron fueron ellos, no yo. Además, ellos no han reporta-do el origen de sus ingresos.

Los depósitos

Mauricio Urtaza recuerda que llegó a ha-cer hasta tres depósitos en un día, y todo pasó por el sistema financiero.

–En el caso de Díaz de la Torre, ¿hay documentos que lo involucren o no? –in-siste la reportera.

–No. Lo que sé es que se le entregó di-nero en efectivo por parte de Martínez Ríos. El vínculo en el tema de las comi-siones era así: Martínez Ríos era quien negociaba y atendía toda la parte de las empresas, así como la parte del sindica-to. Él tenía contacto frecuente con Cerda Franco, con Díaz de la Torre, con Ochoa y con Francisco Arriola.

–¿Llegó a ver a Díaz de la Torre con Martínez Ríos recibiendo dinero?

–No vi a Rafael Ochoa con él, pero sí escuché varias veces hablando a Martínez Ríos con Díaz de la Torre por teléfono.

Después de que el Servicio de Admi-nistración Tributaria intervino la empresa Servicios Financieros DC por no pagar im-puestos, los operadores de Gordillo crea-ron otras firmas para seguir con el cobro de comisiones a empresas, entre ellas JUAR, GH, TEA y MR. A través de ellas con-tinuó la dispersión de recursos.

Urtaza comenta que no tiene prue-bas de que los esquemas financieros si-gan vigentes.

Por lo pronto, asegura que si a él lo acusan de evasión de impuestos, pide que se investigue también a su socio, Alejan-dro Rueda, así como a Ramírez Campu-zano, a Martínez Ríos, a Moreno Valle y a Díaz de la Torre.

Respecto a Gordillo Morales, asegura que gran parte del dinero iba a las empre-sas Goat Enterprice, Pineapple y CV Tem-ple, para luego trasladar el recurso a otra cuenta de ella. Sin embargo no hay docu-mentos en los cuales se le mencione.

–A Díaz de la Torre. Estos listados los hacía directamente cada empresa: Kondi-nero, Maayane, Directodo, Crédito Maes-tro, ConSuPago; no lo definían Martínez Ríos o Ramírez Campuzano. Les llegaba el monto que se debía facturar y ellos, por alguna razón que desconozco, manda-ban a quienes se le iba a facturar (cuando Servicios Financieros le facturaba a cada empresa).

El mecanismo, dice, operaba de la si-guiente manera: “Se recibía el monto to-tal con el IVA. El IVA era lo que Martínez Ríos, Moreno Valle y Ramírez Campuzano se distribuían. El importe en sí era lo que se regresaba o facturaba”.

–¿Era para el sindicato? –Era la repartición que alguien (Díaz

Flores) iba a hacer directamente a los líde-res sindicales.

–¿Los listados que entregaban las em-presas los autorizaba Díaz de la Torre?

–Sí, él era el que decía a cada sector, palomeaba a quién entregarle y cuánto se le debía dar a cada persona.

–Esta operación de Díaz de la Torre, ¿de cuándo a cuándo fue?

–De 2009 a 2013. –¿Hasta el momento en que detienen

a Gordillo? –Sí, fundamentalmente.

Más preguntas

La reportera le pregunta a Urtaza si la operación financiera ideada por Ramí-rez Campuzano, Moreno Valle y Martínez Ríos, así como el cobro de comisiones a empresarios y el pago de comisiones a di-rigentes sindicales que autorizaba Díaz de la Torre es la misma que se les imputa a los dirigentes de la Coordinadora Nacio-nal de Trabajadores de la Educación.

“Yo quiero señalar que Díaz de la To-rre no solamente participó en el porcen-

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Urtaza. Nuevas revelaciones

La corrupción de los gobiernos perredistas, la incapacidad de someter a las corrientes de ex-presión internas a la institucio-nalidad, pero sobre todo “la su-bordinada cercanía de algunos

dirigentes al gobierno federal”, son los fac-tores que restan credibilidad al proyecto histórico del Partido de la Revolución De-mocrática (PRD), sostiene Agustín Basave en su renuncia a ese organismo político.

Con el título “Por el renacimiento del Partido de la Revolución Democrática”, Basave entregó su largo documento a los 22 integrantes del Comité Ejecutivo Na-cional (CEN) y a la mesa directiva del Con-sejo Nacional del organismo político el domingo 2.

En 41 cuartillas fustiga a las corrientes o tribus porque, dice, cada una actúa co-mo si fuera un partido político, pese a que están incorporadas en el CEN “en propor-ción a su votación en elecciones internas”.

Y agrega: “Este modelo, sin embargo, no ha logrado contrarrestar el sistemático con-flicto e indisciplina que caracteriza nuestra vida interna, haciendo cada vez más preca-ria la gobernabilidad del partido”.

Destaca que este esquema sustituyó al antiguo “caudillismo” por otro que hoy encabeza Nueva Izquierda, una corriente hegemónica que permitió la formación de un bloque mayoritario que hoy dirige “el curso de la agenda legislativa y la políti-ca de alianzas”.

Ante la peor crisis de su historia, expo-ne Basave, el PRD “inventó una nueva mo-dalidad de liderazgo” –la presidencia exter-na–, que él aceptó en noviembre de 2015, pensando en que el partido pudiera sobre-ponerse a cada corriente y encaminarlo hacia objetivos colectivos.

Sin embargo, hoy recapitula en su do-cumento: “En los últimos meses se han dado muestras claras de la precaria go-bernabilidad del PRD y de la dificultad pa-ra alcanzar acuerdos, lo cuál tiene su ori-gen en que el presidente no pertenece a un bloque o corriente mayoritaria, y el

El PRD, un partido de gobernabilidad

ROSALÍA VERGARA

partido no cuenta con una cultura política o un orden estatutario capaz de sostener el nuevo modelo de partido”.

Para Basave, el PRD necesita una refor-ma estatutaria y de sus documentos bási-cos para fortalecer la presidencia, acotar a las corrientes y propiciar el acercamiento a la ciudadanía; asociando sus intereses a los de la mayoría empobrecida, sindicatos, movimientos obreros, grupos estudianti-les, ecologistas, feministas, indígenas, mi-norías sexuales, personas con discapa-cidad y todos aquellos movimientos que aspiren a una transformación social des-de abajo y a la izquierda.

“Reconozco con franqueza que no tu-ve las condiciones necesarias para en-cabezar esta reforma, pero hago votos porque mi renuncia a la presidencia de-tone un proceso de concientización que desemboque en la determinación en la cúpula del partido para emprender la transformación radical que las bases de nuestro instituto político piden a gritos”, indica.

Es necesario desbaratar la estructura de corrientes perredistas, pues éstas en-torpecen la distribución de cargos y espa-cios al interior del PRD o bien privilegian a militantes que no son los más idóneos, lo que ha generado la desconfianza entre las bases, sostiene Basave.

Esa actitud, reitera, ha derivado en pro-blemas como la actuación parcial de la jus-ticia electoral. “Ejemplo de esto son los re-cientes Consejos Estatales Electivos de 2016 en Puebla, Oaxaca, Veracruz y Zacatecas”.

A esto suma la burocratización de las comisiones, la imposición de perfiles no idóneos en los cargos, la judialización de los procesos electorales y la subordina-ción de los intereses del partido, así como el respeto a los derechos de los militantes.

Para terminar con este flagelo, propo-ne desaparecer las comisiones Electoral y de Afiliación; fusionar la Comisión de Éti-ca con la de Auditoría y nombrarla Comi-sión Anticorrupción, y definir los cargos por méritos; también, deshacer la mesa de

corrientes como máximo órgano de poder fáctico del partido, donde se dirige, delimi-ta y traza la actuación del PRD por encima del CEN, la estructura formal y estatutaria para este tipo de determinaciones.

Así como está, puntualiza, “este órga-no se convierte en un espacio meramen-te deliberativo, con una capacidad acota-da de construcción de acuerdos. Es lógico que, hasta cierto punto, los integrantes del CEN acaten la línea política recibida por los líderes de sus corrientes; lo que no es racional es que el máximo centro de poder sea producto de las reglas no es-critas, ni que se dupliquen funciones, re-cursos y tiempo manteniendo estructuras paralelas”.

El PRD por dentro

Con respecto a la nueva gobernabilidad en el partido, Basave alude a dos organismos ciudadanos internos que no cuentan con un reglamento que garantice su instaura-ción o funcionalidad: el Consejo Consul-tivo, “del cual no existe claridad en sus funciones”, y el Observatorio Ciudadano, integrado por asociaciones civiles.

“Más allá de un cambio normativo, es necesario redefinir la naturaleza del ór-gano ciudadano, pasando de ser un me-ro ‘observador’ de las prácticas del parti-do o ‘consejero’ cuyas ideas y propuestas puedan incidir verdaderamente en nues-tra vida interna”, señala.

También pide crear un Consejo Con-sultivo Ciudadano a nivel nacional y es-tatal cuyos representantes se encargarán de monitorear y evaluar los trabajos de los órganos directivos del partido y emitir las recomendaciones correspondientes; acer-car propuestas ciudadanas a la conforma-ción de la agenda legislativa del partido; tener representación dentro de la Unidad de Transparencia para garantizar el cum-plimiento de la obligación del partido en esta materia.

El partido debe contar con una repre-sentación dentro de la Comisión de Ética

precaria

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En 41 cuartillas, Agustín Basave expone los motivos de su renuncia a

la presidencia del PRD, que concretó el domingo 2 ante los integrantes

del CEN y de la mesa directiva del Consejo Nacional del partido. Sin

personalismos, el dimitente enumera –en un documento de circula-

ción restringida–, los lastres que postran el organismo político, sobre

todo el de las tribus, y la subordinación de algunos dirigentes al go-

bierno federal. Sin embargo, lo más valioso de su documento son las

propuestas para forjar el renacimiento del PRD.

para vigilar la conducta de sus militantes y representantes públicos; ser un órgano de apoyo del presidente nacional del par-tido, y realizar propuestas sobre las modi-ficaciones a los documentos básicos.

Sin mencionar nombres, Basave cri-tica en su carta de renuncia algunas ac-ciones inamovibles hasta hoy dentro del PRD, como la afiliación electrónica, uno de los proyectos impulsados por Jesús Ortega cuando presidió el partido.

“Aunque el estatuto reconoce la posi-bilidad de que cualquier interesado que cumpla los requisitos pueda afiliarse al PRD de manera electrónica, lo cierto es que el sitio web del partido no promueve la afiliación ni hace el proceso accesible a los interesados”, sostiene Basave en “Por el renacimiento del Partido de la Revolu-ción Democrática”.

Él propone una afiliación libre, lejos de las prácticas clientelares que han ca-racterizado a este proceso, con módulos y folios como cuotas de corriente. Además, debería ir a acompañado de un curso bási-co para garantizar que el nuevo militante conozca los principios, la historia, el pro-grama y los estatutos del partido.

Asimismo, pide que el PRD aplique el título séptimo de sus estatutos, en los cuales se reconoce el referéndum y el ple-biscito como métodos de consulta entre la militancia. Hoy, la segunda figura só-lo puede realizarla el consejo con el voto aprobatorio de mayoría calificada, lo cuál hace de este ejercicio una herramienta poco usada para legitimar las decisiones de la dirigencia.

Con respecto a los perredistas sin co-rriente, debe permitirse ser candidatos a cargos de elección popular, para evitar que los grupos de presión interna –las tribus– “sigan socavado la institucionalidad del partido y generado esquemas que hacen casi imposible desarrollar una vida parti-dista fuera de ellas”.

Critica también que no se proteja la se-crecía del voto, lo cual aprovechan los lí-deres de las tribus para presionar a sus in-

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POLÍTICA

2071 / 10 DE JULIO DE 2016 37

tegrantes, subordinando la voluntad del perredismo a la disciplina de las corrientes.

Las propuestas

Agustín Basave propone fortalecer la pre-sidencia nacional porque en la actualidad todas sus decisiones se toman de mane-ra horizontal dentro del CEN, “lo cual con-vierte al presidente, en el mejor de los ca-sos, en un primus inter pares cuya única diferenciación del resto de sus miembros es el ejercicio de la vocería del partido”.

Por eso, pide que el nuevo prototipo de presidencia tenga facultades para de-signar y sustituir a los coordinadores de bancada; definir a las secretarías del CEN; moción de confianza en sus decisiones; capacidad de veto, e interlocución con el gobierno federal.

Asimismo, es necesario fortalecer las Juventudes de Izquierda porque, recalca, “se han estancado y burocratizado”. Una prueba es la falta de agenda integral hacia los jóvenes, aletargando a la organización por la intromisión de las corrientes.

Considera que los jóvenes perredistas deberían desarrollar una campaña nacio-nal de afiliación, garantizar la transparen-cia en su agrupación, establecer un pro-grama nacional de formación política en línea; desarrollar medios de comunica-ción propios, realizar un Encuentro Nacio-nal de Jóvenes de Izquierda y programar una gira nacional en las universidades.

“He aquí nuestro desafío: generar un claro compromiso de renovación ética y reivindicar nuestros principios políticos. Forjar el renacimiento del partido y erigir-lo en una organización cercana y abierta a la sociedad, representando una izquierda democrática, progresista y respetuosa del estado de derecho, pero opositora incon-

La noche del 9 de marzo de 2011 se realizó una singular cena en la casa de la enton-ces magistrada presidenta del Tribunal Electoral del Po-der Judicial de la Federación

(TEPJF), María del Carmen Alanís, para discutir la polémica sobre el spot de 43 segundos del V Informe de Gobierno del entonces gobernador Enrique Peña Nieto, correspondiente a 2010, que su-puestamente violó los artículos 134 de la Constitución y el 228 de la ley elec-toral por transmitir un mensaje que implicaba “una promoción personali-zada” del mandatario mexiquense.

En el spot apareció Peña Nieto pre-sumiendo sus “compromisos cum-plidos” a cinco años de iniciar su go-bierno. Apareció con la camisa banca arremangada, en una lujosa camione-ta negra, hablando ante las cámaras de televisión. Y se observó en todo el país, no sólo en el Estado de México, duran-te agosto de 2010.

Meses después, en el penthouse de la casa de la magistrada Alanís, en la co-lonia Jardines de la Montaña, asistieron para “explicar” su posición el diputa-do federal del PRI Luis Videgaray, perso-naje de toda la confianza de Peña Nie-to, convencido por su amigo Enrique Ochoa Reza, quien estudió la licencia-tura en Economía en el Instituto Tecno-lógico Autónomo de México (ITAM) du-rante los mismos años en que el futuro secretario de Hacienda fue presidente de la sociedad de alumnos.

Ochoa Reza formaba parte del equi-po de confianza de Alanís Figueroa. Era el director del Centro de Capacitación Judicial Electoral del TEPJF, operador de la magistrada junto con Patricio Balla-dos, el entonces coordinador de aseso-res de Alanís. Ochoa Reza, además, tenía una añeja amistad con Emilio Rabasa, esposo de la presidenta del tribunal.

En esa cena participaron también el representante del PRI ante el Institu-to Federal Electoral (IFE), Sebastián Ler-do de Tejada; el consejero del propio IFE Marco Antonio Baños, exsocio de Alanís en la consultora Demos, y el cabildero Frank del Río, contratado por el PRI.

Según Roberto Zamarripa, en su co-lumna publicada el 21 de marzo de ese año en Reforma, Frank del Río “habría re-cibido una encomienda: hacer jugosos ofrecimientos a los magistrados del Tri-bunal Electoral para tratar de revertir en esa instancia la decisión del IFE que castigó a Peña Nieto por violar la Cons-titución al promover su imagen con spots sobre su V Informe de Gobierno”.

No era poco lo que estaba en jue-

JENARO VILLAMIL

fundible al PRI-gobierno y a su intento de restauración autoritaria”, destaca el docu-mento de 41 cuartillas.

Sin dar cifras, Basave sostiene que el PRD se ha desdibujado; no por las alian-zas con el PAN, “sino por actos de corrup-ción que siguen presentes en la vida de nuestros gobiernos, por la incapacidad de mantener a las expresiones dentro de un marco de institucionalidad y por la subor-dinada cercanía de algunos dirigentes al gobierno federal.

“Las consecuencias imprevistas del Pacto por México y el surgimiento de Mo-rena también han puesto en duda el pro-yecto histórico e ideológico del PRD”.

Y exhorta a los perredistas a generar un claro compromiso de renovación ética y reivindicar sus principios políticos: Hoy, el PRD “debe dar respuesta a la crisis de representatividad política del siglo XXI, al surgimiento de movimientos estudianti-les como #YoSoy132, al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, a las luchas de Atenco y de la CNTE, pero también a iniciativas ciudadanas como la #Ley3de3, las iniciativas por legalizar la mariguana y por el reconocimiento del matrimonio en-tre parejas del mismo sexto.

“Hoy, el PRD debe ser capaz de recono-cer los retos de su tiempo y evolucionar sus principios ideológicos, sin que ello sig-nifique abandonar las causas que le die-ron origen”.

Basave sostiene que, como la izquier-da partidista mexicana se ha acostumbra-do al conflicto, la inercia del pasado, con su historia de represión y marginalidad, no ha cambiado. Por ello propone susti-tuir, en lo ideológico, el concepto de pue-blo por el de ciudadanía; y en el terreno estratégico, sustituirlo por el de electora-do para reposicionar al partido.

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Tribus. Tensiones

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Era el director de la Comisión Federal de Electricidad

y hasta hace unos días no pintaba para el relevo de la

dirigencia priista. Pero el jueves 7 se destapó y, al día

siguiente, la “cargada” del PRI –bien disciplinada– ya

lo arropaba. Se trata de Enrique Ochoa, un neotecnócra-

ta cercanísimo al secretario de Hacienda. Hoy se perfi-

la hacia suceder a Manlio Fabio Beltrones rumbo a los

comicios de 2017 en el Estado de México y de 2018 en

todo el país, gracias a que siempre ha seguido el guion

que le ha dictado Luis Videgaray y a que ha protegido

devotamente a Enrique Peña Nieto.

go. Era la primera vez que el IFE ordena-ba una sanción a la millonaria campaña de Peña Nieto en medios electrónicos. Tan sólo ese spot le dejó 60 millones de pesos a Televisa, 23 millones de pesos a TV Azte-ca, 1.4 millones a Milenio TV y 1.5 millo-nes de pesos a Telefórmula, según los da-tos acreditados por el IFE.

Cuando este dispendio fue exhibido, el equipo de Peña Nieto justificó: el pago por la difusión nacional se debía a que “pa-ra llegar al Estado de México era necesa-rio contratar pautaje en medios naciona-les. Es la única manera de llegar al Estado de México… por las condiciones técnicas que hay, se obliga a hacer una contrata-ción nacional”, de acuerdo con el comuni-cado oficial del gobierno mexiquense del 27 de enero de 2011.

La operación de Ochoa fue determi-nante para lograr que el tribunal revirtiera la decisión del IFE, en la polémica sesión del 14 de mayo de 2011, según recorda-ron fuentes internas del TEPJF consulta-das por Proceso.

Al enterarse de la cena, el PAN presen-tó una queja para que la magistrada Ala-nís, presidenta del TEPJF, se excusara de la votación por evidente conflicto de interés. Alanís no negó la cena, argumentó que se hizo fuera de las instalaciones del tri-bunal, en su casa particular, y que eso no comprometía su voto. Afirmó que normal-mente se acostumbra escuchar a “las dis-tintas partes” de un litigio. Por unanimi-dad, la Sala Superior del TEPJF consideró “infundada” la queja del PAN en la sesión del 14 de abril de 2011.

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Enrique Ochoa

o la lealtad extrema

POLÍTICA

El fondo del litigio con el PRI y con Pe-ña Nieto se resolvió tres semanas des-pués, el 4 de mayo del mismo año. La vota-ción quedó cuatro votos a favor de revertir la sanción del IFE al gobernador mexi-quense, y tres en contra.

La decisión del TEPJF fue responsabili-zar a las televisoras por la difusión del spot que no debía verse más allá del territorio mexiquense. Las autoridades de la enti-dad no tuvieron ninguna responsabilidad. Mucho menos el PRI.

Minimizar su militancia priista

Después de este episodio, Ochoa recibió el apoyo del PRI y del peñanietismo para su máxima aspiración de ese año: ser conse-jero electoral del IFE.

Ochoa compareció en abril de ese año ante la Comisión de Gobernación de la Cá-mara de Diputados, presidida por el pa-nista Javier Corral, para explicar su pro-yecto como consejero.

El político, identificado como funciona-rio de la burocracia electoral del TEPJF, pre-sentó un ensayo de 11 cuartillas para justi-ficar la necesidad de “flexibilizar” el modelo de comunicación política aprobado en la reforma electoral de 2008. Justo la misma demanda de Televisa, TV Azteca y las esta-ciones de radio, beneficiarias de los millo-narios y secretos convenios de publicidad con Peña Nieto, el entonces precandidato puntero a la Presidencia de la República.

–¿Usted era o es miembro del Consejo Político Nacional del PRI? –le preguntó en esa comparecencia el diputado federal del PT Juan Enrique Ibarra.

–No formo parte del Consejo Nacional del PRI –se desmarcó Ochoa. Explicó que en 2006 presentó un juicio ante las ins-

tancias electorales para cuestionar la per-manencia en el cargo de Mariano Palacios Alcocer y Rosario Green, entonces presi-dente y secretaria general del PRI. Ochoa ganó el juicio.

“Dejé de pertenecer a dicho consejo. Sólo lo fui por un tiempo breve”, afirmó el aspirante a consejero, licenciado en Dere-cho por la UNAM, con maestría y doctora-do en Ciencia Política en la Universidad de Columbia.

Otro dato poco conocido de su biogra-fía es que fue consejero electoral del Dis-trito 21 de la Ciudad de México en las elec-ciones de 1997, cuando el PRI perdió ante el PRD y Cuauhtémoc Cárdenas ganó la je-fatura de Gobierno capitalina.

No logró ser consejero del IFE, pero fue rescatado por su amigo Luis Videgaray pa-ra participar en el equipo de transición de Peña Nieto, una vez ganada la contienda presidencial en julio de 2012.

Fue nombrado subsecretario de Hidro-carburos en la Secretaría de Energía, con Pedro Joaquín Coldwell al frente. Su paso anterior en el gobierno federal fue como asesor de Luis Téllez, secretario de Ener-gía entre 1997 y 1999, en el gobierno de Er-nesto Zedillo.

Por este dato biográfico, algunos co-nocedores de los grupos políticos priistas consideran a Ochoa un tecnócrata del gru-po zedillista, sin vinculación alguna con los sectores del PRI y menos con trayecto-ria dentro del partido.

Ochoa nunca ha tenido un cargo de elección electoral. En 2003 trató de ser can-didato a diputado federal de representa-ción proporcional por el PRI, pero fue “ba-jado de las listas”, como se dice en el argot.

María del Carmen Alanís lo salvó. Pri-mero lo llevó al IFE como asesor, donde ella fue secretaria ejecutiva antes de su polémica renuncia por diferencias claras con el entonces presidente del Consejo General, Luis Carlos Ugalde.

A su llegada al TEPJF, Alanís nombró

a Ochoa como su secretario particular y después lo convirtió en director del Cen-tro de Capacitación Judicial Electoral, don-de él armó su propia red.

Fuentes del tribunal prevén que Ochoa buscará influir desde la presidencia na-cional del PRI en la designación de los próximos candidatos a magistrados elec-torales, quienes tendrán la última palabra en las elecciones presidenciales de 2018.

El PRI será determinante en el Senado para la elección de los siete magistrados de la Sala Superior del TEPJF que entrarán en funciones el próximo 4 de noviembre. Las ternas serán propuestas por la Supre-ma Corte de Justicia de la Nación. Deberán ser electos por mayoría.

Los nuevos magistrados también se-rán fundamentales en los comicios del Es-tado de México en 2017. Dos de los magis-trados electos concluirán su encargo en octubre de 2019, dos en octubre de 2022 y los tres restantes en octubre de 2025, se-gún el método de elección escalonada que se acordó en la reforma electoral.

De “bombero” de la CFE al PRI

En febrero de 2014, en vísperas de la dis-cusión de la “reforma estelar” del peña-nietismo –la energética–, Francisco Rojas Gutiérrez renunció a la dirección de la Co-misión Federal de Electricidad (CFE), por diferencias con el “equipo compacto” (en-cabezado por Videgaray) del primer man-datario para esta materia.

Videgaray movió de la Subsecretaría de Hidrocarburos a Ochoa para que diri-giera la CFE y enfrentara una dura nego-ciación con el sindicato por el pasivo la-boral de la Comisión, que ascendía a más de 630 mil millones de pesos y que, tras la negociación y “convencimiento” de los lí-deres del SUTERM, se redujo en mayo de 2016 a 160 mil millones de pesos.

El nombre de Ochoa Reza se barajó en varias ocasiones para sustituir a algunos

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Beltrones. Rostro del fracaso

Monroy. Ambición frustrada

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secretarios de Estado e, incluso, como po-sible director de Pemex, siempre bajo la batuta de Videgaray, uno de los dos pre-candidatos fuertes del peñismo para el 2018. El otro es el secretario de Goberna-ción, Miguel Ángel Osorio Chong.

Su nombre nunca se escuchó para di-rigir el PRI, aunque en octubre de 2015, durante el 70 aniversario luctuoso del ge-neral Plutarco Elías Calles, el orador prin-cipal no fue el dirigente nacional priista, Manlio Fabio Beltrones, sino el titular de la CFE, Enrique Ochoa, quien ofreció un dis-curso que pasó sin pena ni gloria.

Tras la derrota del PRI en siete entidades de la República durante las elecciones del 5 de junio pasado, y la renuncia de Beltrones, las especulaciones sobre la designación del próximo presidente del Comité Ejecutivo Nacional del partido gobernante comenza-ron a correr en el viejo edificio de Buena-vista e Insurgentes, en la Ciudad de México. Primero se manejó la versión de que el exgobernador de Querétaro José Calza-da podría ocupar la cúpula del partido. El nombre de Luis Videgaray se ventiló en va-rias columnas de trascendidos, pero el ti-tular de Hacienda negó rotundamente que le interesara dejar el mando de la política financiera.

La designación del sucesor de Beltro-nes en el PRI se aceleró ante el interés de la presidenta interina del CEN, Carolina Monroy, prima del presidente de la Repú-blica e integrante de la dinastía del Gru-po Atlacomulco, quien expresó interna y externamente su interés de quedarse al frente del tricolor. Peña Nieto la vetó, se-gún reportes internos de Los Pinos con-sultados por Proceso.

Extraoficialmente la lista de suspiran-tes a dirigir el PRI se integró por el yuca-teco Jorge Carlos Ramírez Marín, actual di-putado federal, extitular de la Sedatu, con amplia militancia en el PRI y excolabora-dor de Beatriz Paredes; Enrique Martínez Martínez, gobernador de Coahuila antes de Humberto Moreira, precandidato presi-dencial en 2006 y extitular de la Sagarpa en este sexenio; Osorio Chong, secretario de Gobernación y el precandidato presiden-cial más fuerte del gabinete peñista según las encuestas, y por Carolina Monroy.

El jueves 7, Ochoa sorprendió cuando admitió públicamente que llegar a la diri-gencia nacional del PRI “sería el mayor ho-nor” de su vida. Ante las versiones de que no cumple con el requisito estatutario de tener 10 años de militancia como mínimo, el titular de la CFE utilizó su cuenta públi-ca de Twitter, @EnriqueOchoaR, para mos-trar su credencial de afiliación al PRI, de julio de 1991, firmada por Luis Donaldo Colosio. Tiene el número 0003.

“Soy un orgulloso militante del PRI na-cional desde 1991”, escribió el ahora exdi-rector de la CFE.

La maquinaria de la “cargada” comen-zó a operar al día siguiente. El viernes 8 re-nunció como director de la CFE, y la Confe-deración de Trabajadores de México (CTM), encabezada por Carlos Aceves, anunció su “apoyo unánime” a Ochoa Reza. La Confe-deración Nacional de Organizaciones Po-pulares (CNOP) y su dirigente, la senadora Cristina Díaz, también se “sumaron”.

El CEN del PRI publicó la convocatoria para la elección extraordinaria del presi-dente sustituto para el periodo 2015-2019. “Actualmente los únicos tiempos que

existen en nuestra agenda son los de la transformación y la modernización”, de-claró crípticamente Carolina Monroy.

A Ochoa le corresponderá conducir al PRI en la elección más importante de 2017, la del Estado de México, así como la de Coahuila y Nayarit. En el Estado de Méxi-co, la “joya de la corona” del peñanietismo, se juega no sólo la sucesión de Eruviel Ávi-la, actual gobernador, sino las aspiraciones del exalcalde de Ecatepec y aliado político de Videgaray para la candidatura presiden-cial del PRI en 2018.

POLÍTICA

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WASHINGTON.- Entre defen-sores de derechos huma-nos y diplomáticos lati-noamericanos no hay du-da y denuncian: México quiere debilitar a la Comi-

sión Interamericana de Derechos Huma-nos (CIDH) y dejarla sin dientes por haber derrocado la “verdad histórica” del gobier-no de Enrique Peña Nieto en la desapari-ción de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

“Me da la impresión de que el enemi-go principal de la CIDH en este instante es México”, dice a Proceso José Miguel Vivan-co, director de la División para las Amé-ricas de la organización Human Rights Watch (HRW).

Las acusaciones contra México, en las que coinciden defensores de los derechos humanos y diplomáticos latinoamericanos, se refieren al cabildeo sordo que lleva a ca-bo el gobierno de Peña Nieto para debilitar los poderes y alcances de la CIDH, aprove-chando que el órgano jurídico de la Organi-zación de los Estados Americanos (OEA) se encuentra en una grave crisis financiera.

“Históricamente, este esfuerzo por debi-litar a la Comisión ha sido orquestado por los países que conforman el Alba (Alian-za Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América), liderados por Venezuela y Ecua-dor; pero a raíz de la desaparición de 43 jó-venes de Ayotzinapa (en septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero), la batuta la tomó el go-bierno mexicano”, apunta Vivanco.

El pasado 22 de mayo, días después de

La mezquindad del gobierno mexicano

J. JESÚS ESQUIVEL

que el gobierno de Peña Nieto diera por terminada la misión del Grupo Interdisci-plinario de Expertos Independientes (GIEI) en el caso Ayotzinapa, la CIDH develó de-talles de su debacle financiera.

“La Comisión lamenta profundamen-te tener que informar que el 31 de julio de 2016 se vencen los contratos de 40% del

personal y no se cuenta con los fondos ni con la expectativa de recibir fondos para poder renovarlos. Asimismo, la Comisión informa con profundo pesar que se ha vis-to obligada a suspender la realización de las visitas previstas para este año, así co-mo de los periodos de sesiones 159 y 160, programados originalmente para julio y octubre”, se lee en el comunicado de pren-sa que la CIDH difundió el 23 de mayo.

La endeble situación económica del ór-gano jurídico de la OEA –que por medio del GIEI exhibió las mentiras de la “verdad his-tórica” con la que el gobierno de Peña Nieto quiso darle carpetazo al caso Ayotzinapa– está siendo usada para hacerla inoperante.

“La posición de México sobre la CIDH da la impresión de que es en represalia por el informe del GIEI y por todo lo que ha descubierto y develado en México”, ex-presa Vivanco en la entrevista.

El director de la División para las Amé-ricas de HRW explica que la CIDH siempre ha sido objeto de ataques por parte de los gobiernos a los que denuncia por incum-plir con la protección de los derechos hu-manos de sus ciudadanos.

Hasta que el gobierno de Peña Nieto entró al relevo, estos ataques los enca-

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La presión ciudadana e internacional obligó a que el gobierno de Enrique Peña Nieto aceptara una investiga-ción independiente para el caso Ayotzinapa, coordinada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Pero boicoteó el trabajo del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes y terminó asfixiándolo. Y no le bastó. Ahora que la CIDH enfrenta una crisis económi-ca, ha lanzado una campaña de desprestigio y manio-bra para reducirle recursos.

asfixia a la CIDH

Vivanco. “Es México”

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bezaba Venezuela y el Alba, pero la crisis y el desprestigio del gobierno de Nicolás Maduro minimizaron los efectos de esa descalificación.

“El aislamiento de Venezuela es tal que no tiene ese músculo que tuvo en el pasado para dañar al Sistema Interameri-cano (integrado por 35 países). Y el Alba, al no contar con Venezuela, queda huérfano de representación. Quedó totalmente des-articulado”, abunda.

En el pasado, otros países como Brasil, Argentina, Perú, Colombia, Chile y los cen-troamericanos fueron enemigos de la CI-DH tras ser señalados por casos de viola-

ción a los derechos humanos, algo que los exponía ante la comunidad mundial.

Y de manera irónica, cuando los in-tentos de debilitar a la CIDH provenían de otras naciones, el defensor de la Comisión fue México.

“Esa actitud de México se dio antes de Ayotzinapa. El contexto actual es muy, muy distinto. Que el Alba siga cacarean-do, es un gaje del oficio y del ruido am-biental, pero no conmueve a nadie”, reco-noce Vivanco.

Cuando la CIDH alertó sobre su situa-ción económica, algunos países se preo-cuparon por las consecuencias que esto puede tener en la defensa de los derechos humanos.

Otros, como denuncian los entrevista-dos, aprovecharon la crisis para debilitar al órgano jurídico de la OEA con el poder de los dineros.

“Resulta igualmente perturbador el es-tado de indefensión en que quedarán mi-les de víctimas de violaciones a los dere-chos humanos. Será inevitable que el es-tado procesal que se estaba intentando reducir vuelva a aumentar y llegue a un punto incompatible con el derecho de ac-ceso a la justicia”, alertó la CIDH a la región interamericana en mayo pasado.

Máscaras

En el 46 Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea General de la OEA, celebrado del 13 al 15 de junio pasado en Santo Do-mingo, República Dominicana, el gobierno de México se presentó como el gran pro-motor para encontrar una solución a la crisis de la CIDH.

“La posición de México es de preocupa-ción”, asegura Luis Alfonso de Alba Góngo-ra, embajador mexicano ante la OEA. “Por-que nos parece que hay que atender obvia-mente lo más inmediato, que es la falta de recursos de este año, la posibilidad de que

tenga que reducir actividades y que no pue-da mantener los contratos de un número importante de personal”, agrega.

En Santo Domingo, México propuso que la CIDH y la Corte Interamericana de Derechos Humanos se coordinen con la Se-cretaría General de la OEA para hacer una propuesta sobre su financiamiento. Se es-pera que la presenten, a más tardar, en oc-tubre de 2016.

De Alba Góngora matiza que es la CI-DH la responsable de su situación econó-mica, porque se rezagó a la hora de pre-sentar sus presupuestos.

“El gobierno que más ha contribuido de los países latinoamericanos con dona-ciones o recursos voluntarios es México”, presume.

Los fondos a los que se refiere el emba-jador de México son los dos millones de dó-lares que dio para financiar al GIEI en el ca-so Ayotzinapa, pero que para la CIDH nada tienen que ver con el presupuesto general.

“El GIEI es la CIDH. Es un mecanismo creado por la CIDH. Ahí es un manejo de la información que ya corrigió (sic) el pre-sidente (de la CIDH), James Cavallaro. La contribución de México del año pasado y de éste es evidentemente a la CIDH, con la que establecimos un acuerdo para crear el GIEI”, admite De Alba.

“Aparte –insiste–, no puede haber recur-sos destinados para un fondo general. Eso nunca lo había planteado la CIDH, lo acaba de hacer hace unas tres semanas. Nos aca-ban de hacer una solicitud por 50 mil dóla-res para un fondo general.”

–¿Nada más 50 mil dólares? –se le pre-gunta.

–Exactamente, eso no le resuelve prác-ticamente nada a la CIDH.

–¿Cuánto dinero estaría dispuesto Mé-xico a aportar para ese fondo?

–En este momento no le puedo dar una cifra.

Asegura que su prioridad sigue estan-do en relación con el caso Ayotzinapa: “A finales de este mes habrá una sesión con la CIDH. Seguramente habrá una cifra que el gobierno de México está dispuesto a fi-nanciar para las visitas del relator, segui-miento del caso, trabajo de investigación y otras cosas. La CIDH no ha presentado un presupuesto. Para el ejercicio de 2017 las cosas son mucho más sencillas”.

La crisis paliada

En respuesta a la crisis de la CIDH, pero no por iniciativa de México, varios países del hemisferio se comprometieron a entregar “aportes voluntarios”.

Los ofrecimientos han sido, hasta aho-ra, de 160 mil dólares por parte de Argen-tina; Panamá, 150 mil; Colombia, 100 mil; Perú, 50 mil; Chile, 22 mil, (más los 100 mil con los que costeó las sesiones de ha-

Crisis a los cuatro vientos

DIPLOMACIA

2071 / 10 DE JULIO DE 2016 43

ce unas semanas); Antigua y Barbuda, mil 800 dólares, y Estados Unidos, con 100 mil.

El gobierno estadunidense también anunció, de manera unilateral, que los 600 mil dólares que había dado a la OEA para becas se podían reprogramar para que la CIDH los utilice.

Una fuente del Sistema Interamerica-no que solicitó el anonimato por razones de seguridad explica que muchas de las promesas de aportaciones voluntarias no se han materializado, pero que con las po-cas ya entregadas la crisis se conjuró en el corto plazo.

La CIDH, revela, ya recibió 50 mil dóla-res de Panamá; los mil 800 dólares de An-tigua y Barbuda, y 20 mil dólares de Chile.

Pero fueron sobre todo los 600 mil dó-lares que Estados Unidos permitió repro-gramar los que permitieron extender los 30 contratos que expiraban el 31 de ju-lio. “La CIDH sigue en una grave situación económica, siguen suspendidas la mayo-ría de las actividades”, apunta la fuente consultada que conoce los detalles de las finanzas de la Comisión.

Por los oficios de Cavallaro, quien sos-tuvo unas 17 reuniones bilaterales duran-te la Asamblea General en Santo Domingo, Canadá está en negociaciones con la CI-DH para dar 500 mil dólares. La Unión Eu-ropea, en tanto, comprometería 400 mil. Y para 2017 y 2018, ofrece incluso incremen-tar esa cantidad. Hay además negociacio-nes con fundaciones y organizaciones no gubernamentales.

Lo llamativo es que varias de las fuen-tes consultadas revelan que hay otros paí-ses americanos dispuestos a fondear la CIDH, pero el gobierno de México está in-terviniendo para que no lo hagan, al me-nos en el corto plazo.

“Costa Rica, por ejemplo, estaba lista para hacer un aporte voluntario, pero gra-

cias a las presiones de México, que son muy fuertes, no lo ha podido hacer”, asevera una fuente diplomática.

Que no

–Hay algunos de sus colegas, embajadores ante la OEA, que aseguran que México pi-dió al gobierno de Costa Rica que no apor-tara fondos para sanear la crisis de la CI-DH… se le comenta a De Alba.

–Absolutamente falso. Al contrario, es-tamos buscando financiamiento para la CI-DH y no quiero mencionar países en parti-cular. Lo digo con la mayor tranquilidad del mundo; es falso, me parece hasta curioso.

–Organizaciones defensoras de los de-rechos humanos aseguran que el gobier-no de México quiere imponer medidas co-rrectivas a la CIDH por el caso Ayotzinapa –se le insiste.

–Nunca pedí medidas correctivas. Yo dije que habría que abrir un debate, porque había percepciones correctas o incorrec-tas de que la CIDH se estaba distanciando de los Estados y que estaba siendo parcial, o algo por el estilo. Que eso podía explicar que estuvieran recibiendo menos recursos.

“Eso, y lo puedo decir, es un sentimien-to generalizado en la OEA, de que la CIDH tiene que fortalecer su relación con todos los Estados miembros, no nada más con México, porque la CIDH no es una organi-zación no gubernamental, es un órgano creado por los propios gobiernos para apo-yar procesos de transformación normativa, política, legislativa. Es un órgano que crea-mos para que nos ayude a cumplir mejor con nuestras obligaciones contractuales en materia de derechos humanos.”

–¿Cree usted que la CIDH está politi-zada?

–La CIDH lo que tiene que hacer es una revisión, y eso puede ser muy rápido. Pri-

mero, de por qué tiene el retraso procesal que tiene. Hay quejas que le han sido pre-sentadas y que no se han resuelto, que ni siquiera se ha respondido a los peticiona-rios, denuncias que tienen más de 10 años. ¿Qué sistema es ése? Algo está fallando. Desde el punto de vista de derechos huma-nos eso es muy grave.

“Luego tiene el problema de la distri-bución de casos, tiene que haber un cierto equilibrio por regiones y temas. Hay que abrir un debate sin temores, porque no se trata de debilitar la Comisión, se trata de fortalecerla. Si la Comisión es cuestionada no va a conseguir más recursos.”

En la reciente Cumbre de Líderes de América del Norte, celebrada el mes pasa-do en Ottawa, Canadá, el presidente Barack Obama (Estados Unidos), Enrique Peña Nieto, y el primer ministro Justin Trudeau (Canadá) en una declaración conjunta re-afirmaron su compromiso con el sistema interamericano y en especial con la CIDH.

El director de la División para las Amé-ricas de la CIDH ve con suspicacia el con-tenido de esa declaración.

“Señalan textualmente que entre los tres estados financian tres cuartas partes, 75% del presupuesto de la CIDH, lo cual a mí me parece que es una declaración des-carada, tanto de Canadá como de México, porque en realidad 65% del presupuesto de la CIDH lo financia Estados Unidos. Y México no ha ofrecido ni un centavo es-te año. México alegará que en 2014 dio un millón de dólares y en 2015 otro millón a la CIDH, ¡pero fueron para el GIEI!, no me vengan con tonteras”, sentencia Vivanco.

HRW insiste en que la propuesta que hizo México en Santo Domingo para la CI-DH exhibe con claridad las verdaderas in-tenciones del gobierno de Peña Nieto pa-ra debilitar al órgano jurídico de la OEA.

Vivanco cuenta que la propuesta de México condiciona a que sólo sean los es-tados que han ratificado la Convención Americana los que puedan hacer aportes económicos a la CIDH.

“Curiosamente, los países que no son parte de la Convención son Estados Uni-dos y Canadá, además de islas menores, países pequeños que no tienen peso. La fórmula de México es que Estados Unidos pueda hacer aportes voluntarios, pero que esos aportes tengan un tope. El tope podría ser de 40%. ¡Ojo!: 40% es menos que 65%. Entonces, ¿quién cubriría el saldo de 25%? ¿Y qué pasa con los países observadores, todos los países de la Unión Europea que aportan y que están interesados en seguir aportando voluntariamente?

“Da la impresión de que esta fórmu-la agravaría la crisis y dejaría a la CIDH to-davía más expuesta, vulnerable y mucho más debilitada. Ésa es la propuesta de Mé-xico”, concluye el director de la División de las Américas de HRW.

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Peña Nieto. Rencor con el GIEI

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ESTADOS

VERÓNICA ESPINOSA

SANTO DOMINGO, SAN LUIS PO-TOSÍ.- De Wirikuta a Palula o de Real de Catorce a San-to Domingo se extiende el Altiplano Potosino, la re-gión más grande del esta-

do, cuyos pobladores se enfrentan a la amenaza de empresarios mineros de convertirla “en el cementerio tóxico del país”.

Casi siempre con ayuda de funcio-narios, los empresarios han impulsado e impuesto proyectos como el de Mine-ra San Xavier en el Cerro de San Pedro (región Centro), la mina Peñasquito en Mazapil (municipio zacatecano que comparte territorio con San Luis), el confinamiento de residuos peligrosos La Pedrera en Guadalcázar y la opera-ción de concesiones mineras de Real Majestic en Real de Catorce.

Ésta última fue suspendida ante la lucha del pueblo huichol en defensa de sus territorios sagrados, con el respal-do de activistas y ciudadanos (Proceso número 1807).

No paran los intentos de saquear la riqueza mineral de

San Luis Potosí, ya sea con proyectos de extracción o,

en este caso, con negocios derivados de la fuerte pre-

sencia de industrias que producen residuos peligrosos.

La empresa Citsu, de la que son socios exfuncionarios

estatales, pretende construir en la zona de Palula, en el

Altiplano Potosino, un confinamiento que recibirá los

desechos industriales del centro del país.

Un “basurero” industrial

amenazael Altiplano Potosino

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Ahora se trata de construir un confina-miento de grandes proporciones para de-positar residuos industriales en el rancho Palula, entre San Luis Potosí y Zacatecas, destinado a recibir los desechos de más de 3 mil industrias del centro del país. El enorme riesgo que entraña ya provocó la formación del Comité por la Defensa de la Vida en Santo Domingo y municipios circunvecinos.

Es la segunda tentativa de este tipo en ese municipio. La primera se echó a andar en Santa Ifigenia, donde los promotores no consiguieron el permiso de la autori-dad local.

Ejidatarios, empresarios ganaderos, sacerdotes respaldados por la diócesis de Matehuala, y recientemente represen-tantes del pueblo Wixárika (huichol) in-tegran el comité defensor de la vida que rechaza el confinamiento, denominado Centro Tecnológico para el Manejo Inte-gral de Materiales Provenientes de Activi-dades Industriales y Procesos Extractivos (Cetemim).

A la organización se sumaron como asesores técnicos y legales varios inves-tigadores del Programa de Agua y Socie-dad de El Colegio de San Luis y el Centro de Derechos Humanos Samuel Ruiz, A.C., con el fin de formalizar jurídicamente su lucha social.

En las 20 hectáreas supuestamente autorizadas para el confinamiento se ubi-can terrenos de uso forestal que forman parte de una Unidad de Manejo Ambiental (UMA), poblada todavía de venados y águi-

las reales, entre otras especies. La zona de amortiguamiento es de 600 hectáreas.

Sin embargo, los permisos que ya han sido judicialmente impugnados, princi-palmente por dos motivos: los funciona-rios municipales niegan haberlos firmado y los territorios involucrados estarían no dentro de Santo Domingo, sino del lado zacatecano, en Villa de Cos, de acuerdo con registros y documentos de la Secreta-ría de Medio Ambiente y Recursos Natura-les (Semarnat) y de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

A los habitantes de esta parte del Al-tiplano Potosino se preguntan:: “¿Por qué voltean a vernos cuando quieren tirar la basura de sus empresas, si nunca lo hicie-ron para ver qué necesitamos?”.

El empresario y sus políticos

La zona prevista para el confinamiento en Palula está a casi 300 kilómetros de la ca-pital potosina, de los cuales casi 100 son de terracería. Hace meses los habitantes de Santo Domingo vieron con sorpresa que empezó a construirse una carretera, que suponen gestionó la empresa Citsu con ayuda del estado para facilitar el ac-ceso al Cetemim, aunque actualmente la obra está suspendida.

El principal accionista del Centro de Ingeniería y Tecnología Sustentable (Cit-su) es el empresario minero José Cerrillo Chowell, también propietario de una gran extensión de Palula.

También son socios de Citsu tres in-tegrantes del gabinete del gobernador Fernando Silva Nieto (1997-2003): David Atisha Castillo, secretario de Ecología y Gestión Ambiental; Olegario Garza Gran-de, contralor general, y Fausto Cervantes Elizondo, titular de la Junta Estatal de Caminos.

El investigador Francisco Javier Peña Paz, del Programa de Agua y Sociedad de El Colegio de San Luis, señala en entre-vista: “Este proyecto se caracteriza por avaricia e impericia: no demuestran co-nocimiento sobre el tema pero sí mucha ambición. Y sabemos que va combinado con el poder político; detrás está el exgo-bernador Fernando Silva Nieto”.

Cervantes Elizondo apareció en las primeras presentaciones del proyecto a empresarios y medios, en noviembre pa-sado. Dijo que el Cetemim se instalaría en una zona donde no representa riesgo para la población, puesto que la comunidad más cercana se encuentra a 12 kilómetros y en ella viven 50 personas.

Añadió que en el confinamiento –en el que se invertirán 300 millones de pesos– se recibirán los desechos industriales de 3 mil empresas de San Luis, la Ciudad de México, el Estado de México y la zona del Bajío, por lo que su instalación se consi-

dera “urgente” debido a la escasez de este tipo de instalaciones en el país.

Tras afirmar que “el centro no reci-birá materiales explosivos, radiactivos, biológicos o infecciosos”, el extitular de la Junta Estatal de Caminos aseguró que el Cetemim ya tenía permisos en materia de impacto ambiental, cambio de uso de suelo forestal a industrial, así como la li-cencia municipal.

Dos años atrás, en 2013, Cervantes Elizondo anunció que, como parte de un “proyecto para reintroducir especies na-tivas que han ido desapareciendo”, cuyo promotor era Cerrillo Chowell, se libera-rían 200 ejemplares de venado bura, cola blanca y berrendos en 9 mil hectáreas de la UMA Palula. Luego se supo que en rea-lidad se trataba de convertir ese territorio en un coto de caza controlada.

Sin embargo, los pobladores de Santo Domingo y comunidades cercanas se en-teraron del proyecto del confinamiento de una manera muy distinta, en agosto del 2015, cuando una mujer que se iden-tificaba como trabajadora social comen-zó a acudir al municipio para hablar con la gente y preguntarles cuáles eran sus carencias.

Un campesino narró en un video tes-timonial elaborado para la lucha contra el confinamiento:

“En agosto del año pasado llegó una trabajadora social de parte de Cerrillo Chowell a hacer una encuesta sobre las necesidades prioritarias de la comunidad. Llegó a mi casa ofreciéndole a mi esposa ayuda a la vivienda: que licuadora, que estufa, que plancha. Ella le pregunta: ¿por qué me quiere dar esto, si no yo no estoy pidiendo nada?”

La trabajadora social contestó que iba de parte del señor Cerrillo Chowell “por-que se ha fijado en ustedes, en la pobre-za en que viven… Ya se hizo buena gente, quiere ayudarles y les va a regalar lo que necesiten”. La respuesta que da el campe-sino en el video es: “A lo mejor nos hacen falta muchas cosas, pero no necesitamos de él”.

En esa ocasión la enviada del em-presario admitió que se construiría un confinamiento de desechos, pero inten-tó minimizarlo: “Nada más van a tirar estopas, baterías usadas y otras cosas pequeñas”.

La noticia llegó a oídos del sacerdote Gerardo Ortiz, conocido como Padre Ca-nas, de la Pastoral social de la diócesis de Matehuala, quien buscó apoyo y ayudó a organizar el Comité por la Defensa de la Vida.

El comité se constituyó ante nota-rio público con Édgar Coronados como presidente y representantes de todos los municipios involucrados. Como respal-do técnico se integraron Francisco Javier

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Santo Domingo. Repudio popular

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ESTADOS

Peña de Paz, Germán Santacruz y Daniel Jacobo, profesores e investigadores de El Colegio de San Luis, quienes elabora-ron un informe sobre las inconsistencias técnicas del proyecto en el aspecto am-biental, mismo que presentaron en una reunión con legisladores locales en abril pasado.

Daño al ambiente, la salud y la economía

Consultados al respecto, los especialis-tas explicaron que, según datos de la Se-marnat, las industrias del país producen alrededor de 2 millones de toneladas de residuos al año. Añaden que esa cantidad sería depositada en el Cetemim antes de cinco años; después de ese lapso, la em-presa prevé que se deposite un millón de toneladas anuales.

Al revisar las dos versiones públicas de las Manifestaciones de Impacto Am-biental del proyecto, los investigadores encontraron varias inconsistencias en la información que proporciona la empresa: los volúmenes de material que será confi-nado y la efectividad de las geomembra-nas que se emplearán, similares a las que se utilizan en la minería de tajo a cielo abierto para depositar los residuos.

Lo mismo ocurre con las sustancias utilizadas para el tratamiento de los dese-chos, entre éstas el peróxido de hidrógeno y el ácido nítrico, que en la cantidad que pretende utilizar la empresa resultan al-tamente riesgosos.

También detectaron que funcionarios de la Semarnat “han intentado enmen-darle la plana” a la autoridad local e inclu-so modificaron los datos de la ubicación del predio, que en la primera manifesta-ción se ubicó en San Luis Potosí y en la se-gunda ya aparece en Zacatecas.

En el oficio SGPA/DGIRA/DG01368, fechado en 2013, la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental de la Se-marnat “precisa” a los promoventes del confinamiento que las coordenadas que proporcionan de la localización del mis-mo fueron revisadas a través del Sistema de Evaluación Geográfica de Evaluación de Impacto Ambiental (SEGEIA), “identifi-cando que el predio se localiza en el mu-nicipio de Mazapil, estado de Zacatecas, y no en el municipio de Santo Domingo, es-tado de San Luis Potosí, como manifestó”.

Pero en 2015, en un segundo oficio (SGPA/DGIRA/DG04340), la dependencia se desdice: “El predio para el desarrollo del proyecto está ubicado en el interior del rancho Palula, en el municipio de San-to Domingo, San Luis Potosí”.

No obstante que la empresa reserva las coordenadas exactas, la Semarnat las menciona en sus dos oficios citados, que

firma el director de Impacto y Riesgo Am-biental, Alfonso Flores Ramírez.

Extraña también que dicho territorio sea presentado como “una microcuenca hidrográfica con nulas posibilidades de albergar un acuífero”, puesto que en su investigación Santacruz, Peña de Paz y Jacobo encontraron que la dirección de la Conagua en San Luis Potosí clasificó el mismo lugar como parte del Acuífero El Cardito, perteneciente a la Cuenca Cama-cho-Gruñidora… que según los mapas de la Conagua se localiza en Zacatecas.

En lo que parece una confesión de par-te, la página 129 de la Manifestación de Impacto Ambiental del Cetemim señala: “El proyecto modifica sustancialmente el aprovechamiento del uso de suelo de la zona”, de vocación forestal.

El especialista Peña de Paz señala: “So-cialmente el proyecto es de una gran in-equidad. Quieren que la gente que no ha sido beneficiada del desarrollo económico pierda aún más cargando con la basura que produce ese desarrollo”.

Advierte que los riesgos que implican esos desechos también afectarían econó-micamente a los habitantes de la zona, incluidos algunos exportadores de gana-do. “Podemos estar viendo el inicio de la construcción de un cementerio industrial muy peligroso, en donde termine vivien-do la gente que no puede pagar otro tipo de terrenos, lo que aumentaría mucho la desigualdad social”.

Indica que el confinamiento repre-senta “una amenaza al derecho humano al disfrute legítimo de los productos del trabajo. Al desvalorizar eso se está expro-piando años de trabajo de la gente que está en Estados Unidos o en Monterrey y ha realizado estas construcciones con

años de ahorros: de repente eso se queda sin ningún valor, sin hablar de los efectos en la salud”.

A decir de los investigadores que ase-soran al Comité por la Defensa de la Vida, la Semarnat debió requerir a la empresa un estudio de impacto ambiental regional y no local, opinan los investigadores, pues durante el transporte de los residuos pue-den existir riesgos para poblaciones muy grandes, como la de Matehuala.

El pasado 26 de junio, en una reunión en su rancho Guadalupe, en Zacatecas, el empresario minero Miguel Torres Leyva –que tiene su casa en Palula– informó a ejidatarios, propietarios y ganaderos que Cerrillo Chowell acababa de perforar un pozo junto al predio donde pretende ins-talar el Cetemim y aledaño a un ojo de agua.

“El agua es sagrada, sin agua no hay vida. Con agua envenenada tampoco, eso significará la muerte de la región. Vamos a defendernos con la ley y nuestra decisión de oponernos a esto”, dijo Torres Leyva.

El confinamiento operaría durante los próximos 30 años si se le validan los per-misos, suspendidos de manera definitiva por la resolución que emitió el viernes 1 el juez segundo de Distrito en San Luis, Francisco Ramos Silva, sobre el juicio de amparo interpuesto por Ricardo Sánchez Ruiz y Guillermo Luévano, abogados del Centro de Derechos Humanos Samuel Ruiz y la Clínica de Litigio Estratégico de la Universidad Autónoma de San Luis, respectivamente.

Los litigantes comentaron que la Se-marnat no ha atendido los requerimien-tos del juez para entregar los informes que le conciernen sobre las autorizacio-nes en materia de impacto ambiental.

Altiplano potosino. Tiradero tóxico

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El crimen,

dueño del corazón de la CDMX

JOSÉ GIL OLMOS

La delegación Cuauhtémoc, en el corazón de la Ciudad de México, es una de las zonas económicas y políticas más importantes de todo el país; ahí tienen sus cen-tros neurálgicos los poderes Eje-

cutivo y Legislativo, la Iglesia católica y el sector financiero. Pero también es el epi-centro del crimen organizado, que actúa como promotor de células delictivas que se dedican a la venta de droga, tráfico de armas, extorsión, lenocinio, secuestro, pi-ratería, asaltos, violaciones y homicidio.

La demarcación, gobernada por Ricar-do Monreal, es la séptima economía del país: contribuye con 4.6% al PIB nacional

y concentra 36% del equipamiento y 40% de la infraestructura cultural de la Ciudad de México.

Y en la última década varias de sus co-lonias –Condesa y Roma, sobre todo– son las de mayor plusvalía inmobiliaria y co-mercial, y atraen a buena parte de las em-presas, comercios y restaurantes más im-portantes del país.

Este crecimiento comercial, económico e inmobiliario interesó al crimen organiza-do y a bandas que se han multiplicado sin control.

Según Monreal, en la Cuauhtémoc no existe la delincuencia organizada “protegida estructuralmente por la autoridad policial o alguna autoridad política local, como sí es el caso de entidades o municipios de los esta-

dos de Guerrero, Morelos, Michoacán, Vera-cruz, Tamaulipas, Sinaloa o Jalisco”.

Lo que existe, sostiene el político en un diagnóstico al cual este semanario tuvo ac-ceso, es la delincuencia organizada “como agente promotor o fuente de actividades ilícitas, tales como lavado de dinero, co-mercio de estupefacientes, trata de perso-nas y secuestros, principalmente”.

El jefe delegacional menciona un in-forme de la agencia antidrogas de Esta-dos Unidos, fechado en noviembre pasa-do, que identificó la presencia operativa de al menos cinco cárteles en la Ciudad de México:

El de Sinaloa, que maneja los carga-mentos de droga en el Aeropuerto Inter-nacional Benito Juárez y su distribución

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Un análisis de la delegación Cuauhtémoc admite que

sólo en esa demarcación hay cinco cárteles que se de-

dican tanto al narcomenudeo como a delitos del fuero

común: robo, secuestro, extorsión, trata de personas e

incluso violación. El corazón de la capital del país ya

es territorio hostil para cualquier ciudadano.

en el corredor Tepito-Lagunilla; el de los Beltrán Leyva, en la venta de estupefa-cientes en antros y bares de las colonias Centro, Condesa y Roma; Los Zetas, vin-culados con robo, contrabando de mer-cancías y trata de personas en el corredor Eje Central-Merced-Circunvalación; el del Golfo, en robo de mercancías y secuestros en el Centro, Tepito y La Lagunilla; y Los Caballeros Templarios, en secuestros y ex-torsión a los comercios del Centro, La Mer-ced y Eje Central.

La baraja desplegada

De acuerdo con el diagnóstico de Monreal –expuesto el 27 de abril pasado en el semi-nario Violencia y Paz, en El Colegio de Mé-xico–, de las 23 actividades ilícitas propias de la delincuencia organizada, en la dele-gación Cuauhtémoc se tiene registro de que ocurren al menos 10: tráfico de estu-pefacientes, trata de personas, lenocinio, contrabando de bienes y servicios diver-sos, falsificación de documentos, homi-cidios calificados, piratería, extorsión, se-cuestro y tráfico de armas.

Como ejemplo de la presencia operati-va del crimen organizado en la Ciudad de México cita el caso de la desaparición for-zada de 13 jóvenes del bar Heaven, en la Zona Rosa, en mayo de 2013.

El delegado señala que este hecho fue una expresión de la rivalidad entre dos grupos locales: Unión Tepito y la Unión In-surgentes o Unión Condesa, que están re-lacionados con cárteles poderosos.

“A partir de este hecho se estableció una línea de vinculación entre la Unión Te-pito y el Cártel de los Beltrán Leyva, princi-pales distribuidores de drogas en bares y antros de la Ciudad de México”, se lee en el diagnóstico.

El informe del delegado hace referen-cia a la publicación del diario Reforma que refiere que el grupo Unión Tepito contro-la el mercado de la droga en la Ciudad de México. Dicha agrupación supuestamen-te surgió en 2009 como una especie de au-todefensa de los comerciantes del famo-so barrio ante las amenazas de La Familia Michoacana. Una vez que lograron repe-ler a esta banda del crimen organizado, la Unión Tepito se convirtió en el grupo de-lincuencial dominante.

Violencia cotidiana

De acuerdo con las autoridades, en la de-legación Cuauhtémoc actúan grupos que no son propiamente de la delincuencia or-ganizada, sino que se concentran en deli-tos del orden común, como robo a tran-seúnte, a casa habitación, a comercios, automóviles, transporte público y asalto a cuentahabientes.

Estos delitos se concentran en la mitad de las 33 colonias que la integran, sobre to-do en la Centro, Doctores, Guerrero, Roma, Santa María la Ribera, Morelos, Obrera, Juá-rez, Atlampa, Tránsito y Peralvillo.

El año pasado la delegación Cuauhté-moc fue la tercera más violenta de la Ciu-dad de México, sólo detrás de Iztapalapa y Gustavo A. Madero, que registraron los más altos índices de hechos delictivos.

En el informe aludido se reconocen con puntualidad los lugares de mayor inciden-

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Monreal. Diagnóstico crudo

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cia delictiva. Incluso, en algunos casos –co-mo en el de robo en transporte público– se ubican las calles más peligrosas (Arcos de Belén, Avenida Hidalgo, Balderas y José Ma-ría Izazaga) y las horas en que se cometen más robos: de 12:00 a 16:00 horas.

Precisa, por ejemplo, que de los 419 ro-bos en transporte público, 319 se perpe-traron en el Metro, 55 a bordo de un micro-bús y 45 en un taxi. De los casos registra-dos dentro del Metro, las estaciones con mayor incidencia en horas pico fueron Hi-dalgo, Balderas, Pino Suárez, Chapultepec, Bellas Artes, Juárez y San Cosme.

Los 55 hurtos en microbús se realiza-ron principalmente en Pino Suárez, Eje 1 Norte, Chimalpopoca, Circunvalación, Ci-

prés, Eje 2 Norte, Avenida del Trabajo y la calle Naranjo.

El principal modus operandi en este de-lito es que dos o más sujetos abordan la unidad y con arma de fuego o arma blan-ca amenazan a los usuarios y los despo-jan de sus pertenencias. En otras ocasio-nes sólo el chofer realiza el atraco.

En la mayor parte de los 45 casos de ro-bos en taxi, los agraviados recuerdan que abordaron el transporte en la Zona Rosa o en las colonias Condesa, Roma, Centro o Doctores, aunque precisaron que las ca-lles donde se registra el robo estaban lejos del lugar donde ocuparon el servicio.

En el caso de los robos a transeúnte, se registraron en mayor medida en Eje Cen-

tral, República de El Salvador, Doctor Ar-ce y Eje 1 Poniente Guerrero de las colo-nias Centro, Doctores, Guerrero, Roma Norte y Morelos, de las nueve de la ma-ñana al anochecer. De la misma manera ocurre con el robo de vehículo en las ca-lles Amado Nervo, Enrique González Mar-tínez y Guadalajara, de las colonias Santa María La Ribera y Roma Norte, así como en las colonias Centro y Doctores.

De acuerdo con el diagnóstico, en los casos de robo a negocio, el año pasado se iniciaron 400 averiguaciones. En más de 90% de estos casos, sujetos armados fue-ron los que despojaron a los dependientes o a los dueños del dinero de sus ventas.

En los casos de homicidio se advierte un aumento importante, de 71 a 116 casos en un año. Además de 152 lesionados por arma de fuego sin que se sepa el estatus final de las personas heridas.

De lo que sí se tiene registro es de las calles donde se han cometido la ma-yor parte de los homicidios en las colo-nias Centro, Guerrero y Peralvillo. La ca-lle de Toltecas, con seis casos, es la de ma-yor registro. En el número 83 de esa calle se encuentra una vecindad donde se consu-men drogas. También en la calle de Jesús Carranza hay cuatro vecindades donde se venden estupefacientes.

Otro de los delitos con una tendencia al alza es la violación. Durante 2015 se pre-sentaron 82 averiguaciones previas ante la autoridad ministerial, superando por más del doble a las 38 de 2014.

El modus operandi que refieren muchas de las víctimas consiste en que los ata-cantes las suben a vehículos de transpor-te público y más adelante las violan. Las colonias de mayor incidencia son Centro, Peralvillo, Morelos, Obrera y Doctores. Las calles más peligrosas son Calzada de Gua-dalupe, Lucas Alamán y el Zócalo capitali-no. Las horas de mayor peligro van de las 18:00 a las 23:00 horas.

El análisis asegura que el robo a casa habitación es uno de los delitos más ate-rradores y preocupantes para los ciuda-danos, ya que vulnera la privacidad y el espacio familiar. También ha ido en au-mento: en 2014 se registraron 42 casos con averiguación previa y en 2015 fue-ron 52. Las colonias con mayor cantidad son Roma Sur, Centro, Atlampa, Tránsito y Doctores, en las calles Anáhuac, Tona-lá, Ayuntamiento y Fray Servando Teresa de Mier.

En cuanto a delitos contra la salud, du-rante 2014 se levantaron 208 averiguacio-nes, en 2015 fueron 87 y en lo que va de es-te año suman 23.

Ocho de cada 10 averiguaciones fue-ron por posesión de mariguana en las ca-lles Eje 1 Norte (94 eventos), Jesús Carran-za (88), Reforma (68), Argentina (26), Ave-nida del Trabajo (17) y Bolívar (nueve).

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Delegación Cuauhtémoc. Marcada

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Bar Heaven. El inicio

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En su diagnóstico, el jefe delegacio-nal admite que se tienen identificados in-muebles donde se comercializan diferen-tes tipos de drogas y las formas en que se trafican.

“El domicilio es punto de venta de dro-ga. Es una vecindad cuya puerta perma-nece cerrada y para acceder es necesario tener la llave. Cabe señalar que la puerta de acceso está reforzada con herrería, pa-ra darle una mayor protección en caso de que alguna autoridad pretenda ingresar al inmueble. Para la distribución de la droga hacen uso de motonetas, circulando en-tre los puestos ambulantes del tianguis, las unidades habitacionales y en sentido contrario a la circulación de los vehículos.

“La venta se hace mediante el uso de ‘burreros’, siendo éstos personas en situa-ción de calle, menores de edad o adultas mayores, en su mayoría adictos a alguna droga: ‘Llevan y traen’ a cambio de un po-co de ésta. Sobre la calle de Carbajal, des-de Peralvillo hasta Paseo de la Reforma, se puede observar a estas personas que sir-ven de ‘burreros’ en el acarreo de la droga para su venta. Quienes se dirigen a com-prar saben que el intercambio se efectúa a través de ellos. Algunos de los personajes que habitan en el domicilio señalado tie-nen cuentas pendientes con la justicia o están cumpliendo con éstas mismas.”

En dicho informe se reconoce a una banda llamada Los Villafán Ríos que ope-ra en la calle Jesús Carranza 22, en Tepito, considerada una de las más peligrosas de toda la delegación.

Se explica en el documento: “Aprove-chándose de la alta afluencia de personas que acude al tianguis y a la protección que les brindan los puestos, los distribuido-res se apostan en la puerta de la vecindad para vender la droga, desde donde tienen una amplia visión en caso de que arribe la policía, y así puedan introducirse inme-

diatamente a la vecindad, incluso sin la necesidad de correr o esconderse entre los edificios, ya que una vez adentro aseguran la puerta para no permitir ni el acceso ni la salida del sitio.

“Otro modo de operar la venta de dro-ga es usando a personas del sexo femeni-no de distintas edades, desde menores de edad hasta adultas mayores. Colocan en la entrada de la vecindad puestos de ven-ta de alguna mercancía menor, como dul-ces, calcetines u otro objeto pequeño que usan para poder tener y vender la droga.

“Las veces que se han hecho revisio-nes, la actitud con la que reciben a la po-licía es violenta: lo mismo mujeres que hombres y menores de edad no permiten

que se les revise. Las femeninas amena-zan a los uniformados con acusarlos an-te la autoridad por haberlas ‘manoseado’ o ‘acosado sexualmente’, impidiendo con ese tipo de actitud que se pueda llevar a cabo una revisión. El ‘cliente’, al tener en su poder la droga, trata de llegar a la esta-ción del Metro Lagunilla para salir del ba-rrio, camina sobre Jesús Carranza hacia el Sur y al Eje 1 Norte hacia el poniente e in-gresa al Metro.”

Los hermanos Mario y Héctor Villafa-ña Maya están identificados como los je-fes de la banda que opera en el inmueble de Jesús Carranza 22.

“Los lugareños saben que los here-deros de estas conductas siguen operan-do de manera abierta y con mejores desa-rrollos tecnológicos, lo que les permite ser más eficientes en sus tareas criminales”, reconoce el diagnóstico.

Finalmente, otro de los fenómenos de violencia que padece la delegación es el de lesionados con armas de fuego, que también creció. En 2014 hubo 107 casos y un año después se registraron 152. Sin embargo, sólo fueron 29 remisiones por el delito, quedando 123 casos impunes. No se sabe cuántos de estos heridos perdie-ron la vida.

Cuauhtémoc, la delegación que se de-nomina “el corazón de la Ciudad de Mé-xico”, está padeciendo un alza en la de-lincuencia y la violencia. Y aunque su de-legado sostiene que el crimen organizado no existe como delincuencia protegida por la autoridad, si está la presencia de cinco cárteles como “promotores” o “fuen-tes” de actividades ilícitas.

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Delincuencia en el centro de la capital

Intentos de rescate

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L a cumbre de líderes de América del Norte celebrada en Ottawa la semana pasada no tenía condiciones para recibir mucha atención. La opinión pública inter-nacional anda ocupada con otros asuntos: el desconcierto que ha provocado el Bre-xit en los mercados financieros interna-cionales y en todos aquellos interesados en el futuro de Europa; la multiplicación de los ataques terroristas provenientes del llamado Estado Islámico; la desazón que acompaña el proceso electoral en los Estados Unidos y los temores ante la posibilidad de que Donald Trump sea el vencedor.

En ese contexto, el encuentro de los socios de un acuerdo comercial firmado hace más de 20 años tiene poco atracti-vo. El término América del Norte, como espacio geográfico y geopolítico donde se aspira a un proyecto de integración signi-ficativo, se ha desvanecido. El TLCAN es uno más de los numerosos acuerdos co-merciales que se han firmado y otros que están esperando ratificación. El TPP sí lla-ma la atención, por buenas o malas razo-nes; de entrar en vigor, tendrá un impacto de peso en el comercio internacional del siglo XXI.

Se trataba, pues, de un encuentro de poca trascendencia que, sin embargo, no careció de interés. De una parte, dio lugar a intercambios de puntos de vista sobre grandes problemas que en estos momen-tos recorren el mundo occidental. ¿Cómo explicar el creciente malestar social que ha surgido en el Reino Unido, gran parte de Europa, Estados Unidos, América La-

tina? De otra parte, en la reunión se ad-quirieron compromisos en materia de energía, cambio climático y medio am-biente que merecen una reflexión.

Con respecto al primer punto, un epi-sodio breve pero significativo que tuvo lu-gar en la conferencia de prensa de los tres mandatarios al finalizar la reunión dejó mucho que pensar. El presidente Peña Nie-to en una intervención convencional, de poco contenido, condenó los populismos que están surgiendo en el mundo. Tenía en mente, era claro, a Donald Trump en Esta-dos Unidos y López Obrador en México.

De manera inesperada, ese comentario provocó una rápida reacción de Obama, que aprovechó la ocasión para dar una versión del origen del malestar social que, a su vez, explica la necesidad del populismo. El hilo conductor de su gobierno ha sido el apoyo a los más desfavorecidos, a los que requie-ren la acción del gobierno para mejorar sus condiciones en materia de educación, salud y otros. Puede entonces considerarse –se-ñaló– que él es un populista.

Dichas de manera muy espontánea, esas palabras trazan una línea de enor-me valor cuando hay una corriente de pensamiento según la cual es urgente, sobre todo después del Brexit, reafirmar la confianza en el libre comercio y las fuerzas del mercado. Se deja así a un lado la necesidad de la acción gubernamen-tal para combatir la profundización de la desigualdad, la persistencia de la po-breza y los resentimientos sociales, ras-gos sobresalientes de la situación actual. Para entenderlo, nos recordó Obama, el

populismo hay que verlo con otros ojos.Lo anterior no significa que en la

reunión de los tres socios no se hayan re-afirmado las virtudes del TLCAN. Era in-dispensable. Sin embargo, se advirtieron similitudes entre el compromiso social que comparten Trudeau y Obama, sus formas de comunicación, la confianza en los valores que inspiran su actuación y las dificultades de Peña Nieto para transmitir los objetivos de su gobierno. Las reformas estructurales no pueden seguir siendo el eje de su discurso. Múltiples señales indi-can que aquellas no han sido suficientes; su implementación está lejos de corres-ponder a las expectativas que habían creado. La diferencia con sus socios del TLCAN es la poca habilidad para comuni-car y la escasa atención que otorga a los orígenes del descontento social.

Con respecto a los compromisos adqui-ridos, lo más significativo es la Declaración y Plan de Acción sobre Energía, Cambio Climático y Medio Ambiente. Se trata de documentos desiguales, elaborados apre-suradamente, que contienen, sin embargo, un compromiso muy firme en relación con energías limpias. Después de reconocer la fuerte integración que existe entre los tres países en materia de energía, se establece la meta de lograr que en 2025 el 50% de la electricidad en América del Norte proven-ga de fuentes de energía limpias.

Semejante compromiso es muy ambi-cioso. El año 2025 está muy cerca y el cam-bio tecnológico, cultural y de capacidades que se requiere es grande. En todo caso, lo importante es hacer notar que cierta-

El desencuentro de los socios

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Olga Pellicer

mente existe una fuerte integración en materia energética entre los tres países. Pero no se trata del mismo tipo de inte-gración. La de Estados Unidos y Canadá es una, la de México con Estados Unidos es otra. El eslabón más débil de esa integra-ción es México. Veremos cómo avanza en los compromisos sobre energías limpias.

Esta fue la última reunión a la que asistió Obama. El saldo de los ocho años de su gobierno respecto a la integración de América del Norte es pobre. Cierto que el antecesor de Trudeau no era entusiasta de estrechar lazos entre “los tres amigos”. Pero ni Obama ni los gobiernos mexica-nos pusieron mucho de su parte por me-jorar el proyecto de integración. Ni unos ni otros dieron impulso desde el gobierno a objetivos que efectivamente contribuye-ran, por ejemplo, a una colaboración sus-tantiva en materia de ciencia y tecnología. Le va mucho mejor en ese tema a otros países que ni son vecinos ni tienen acuer-do de libre comercio.

El futuro de los encuentros entre los socios del TLCAN depende de quién llege a la Casa Blanca, de qué impulso quiera dar Justin Trudeau a la celebración y con-tenido de tales encuentros y qué interés tenga el gobierno mexicano en trabajar con mayor profundidad sus relaciones con América del Norte. Hasta ahora, éstas las conducen principalmente otros acto-res y en menor término el gobierno. Los próximos años son tan inciertos que el último episodio de encuentros y desen-cuentros ocurrido en Ottawa agrega poco al optimismo.

Invención de Nuño

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ANÁLISISNaranjo

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Jesús Cantú

E n 2006, impulsado por la candi-datura presidencial de Andrés Manuel López Obrador, el PRD alcanzó su ma-yor porcentaje de votación en las elec-ciones para diputados federales, con 29.82% de los votos, y se colocó como segunda fuerza electoral, únicamente por debajo del PAN; y superó con poco más de 300 mil votos al PRI.

Aunque en esa ocasión participó en la Coalición por el Bien de Todos y todavía no era posible diferenciar las votaciones de cada una de las fuer-zas políticas, existe el antecedente de 1997, cuando obtuvo 26.3% de los vo-tos (impulsado por la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas a la jefatura del Gobierno del Distrito Federal). Así que, aunque seguramente el resto de los partidos aportó su cuota, la mayor parte fue del perredismo, tal vez más de 25%

En la elección intermedia de 2009 participó solo y se desplomó al 13%, que representaba alrededor de la mi-tad del porcentaje obtenido tres años antes; repuntó a 19.4% en la elección de 2012, otra vez impulsado por la can-didatura de López Obrador; volvió a caer a 12.1% en la intermedia de 2015; y en las 12 entidades donde hubo elec-ción de gobernador en 2016, no logró llegar ni siquiera a 10% de los votos. Quedó como cuarta fuerza política.

Mientras tanto, en lo relativo a en-cabezar los gobiernos de las entidades

federativas, desde 2002 el PRD era el par-tido que encabezaba el Ejecutivo en seis entidades, incluyendo el entonces Distri-to Federal (que fue la primera que ganó en 1997), también número máximo que ha logrado tener al mismo tiempo; la mayor población en entidades gobernadas por él la alcanzaron en 2010 con las mismas seis entidades, cuando ganó el gobierno de Oaxaca y perdió el de Zacatecas.

En esos momentos encabezaba go-biernos en Baja California Sur, Chiapas, el Distrito Federal, Guerrero, Michoacán y Oaxaca.

En 2011 empezó a disminuir su nú-mero de gubernaturas (en 2005 ya había perdido Tlaxcala pero ganado Guerrero; y en 2010 perdió Zacatecas pero ganó Oa-xaca) al perder Baja California Sur, sin ga-nar ninguna otra. En 2012 gana Morelos pero pierde Michoacán y Chiapas; en 2013 gana Tabasco; en 2015 recupera Michoa-cán y pierde Guerrero; y en 2016 pierde Oaxaca.

En estos momentos es gobierno en cuatro entidades: la Ciudad de México, Michoacán, Morelos y Tabasco, que cuen-tan con más de 13 millones de ciudada-nos en la lista nominal y representan aproximadamente 16% de los ciudadanos en el padrón electoral; esta cifra contrasta con los más de 18 millones que alcanzó en las seis entidades que gobernaba en el 2010 y que eran 23% del padrón electoral.

Tras la elección de 2006 y una vez que concluyó el periodo de Leonel Cota en

2008 (éste llegó a la dirigencia perredis-ta impulsado por López Obrador), la co-rriente interna Nueva Izquierda (conocida como Los Chuchos) y que reúne al mayor número de militantes del PRD –aunque aún insuficiente para ser mayoría–, ha mantenido la presidencia del partido del sol azteca y éste ha perdido gubernaturas y preferencia electoral.

En este periodo, como es evidente en los párrafos precedentes, el PRD ha perdi-do casi dos terceras partes del porcentaje de votación del máximo que alcanzaron en 2006; una tercera parte de las guber-naturas y de la ciudadanía residente en la población que gobernaba (en este caso en referencia a 2010, cuando logró el máxi-mo de población); y pasó de ser la segun-da fuerza electoral a la cuarta.

Como consecuencia lógica de la pér-dida de votos y gubernaturas, también se ha reducido el financiamiento al partido y han disminuido tanto los puestos de elec-ción popular que gana, como los puestos administrativos que tiene a su disposi-ción, por lo cual la lucha por ocupar las posiciones directivas dentro del partido se recrudece, pues implica puestos de tra-bajo y manejo de recursos, lo que le per-mite mitigar las mencionadas pérdidas.

A juzgar por las crónicas de los me-dios, así como los posicionamientos y entrevistas a los dirigentes de las co-rrientes, la reconstrucción del partido, el diseño de una estrategia que le permita afrontar más decorosamente las eleccio-

“Los Chuchos” guíanla debacle perredista

L a imagen se volvió viral en unos cuantos minutos. Los tres mandatarios de América del Norte miraban desde un templete un paisaje de edificios antiguos mientras los fotógrafos accionaban los obturadores de sus cámaras, cuando Oba-ma le indicó con una palmada en el codo a Peña Nieto que bajara las escaleras a la calle, y cuando Peña Nieto empezó a ba-jar, el mismo Obama tomó por el codo a Trudeau para que volvieran al centro del templete a mirar el paisaje, ellos dos so-los, con Peña Nieto fuera del cuadro de las fotografías.

¿Premeditó Obama dejar solo a Peña Nieto o se trató de un accidente? Lo que hizo Obama al día siguiente, en la rue-da de prensa de él y Peña Nieto, abona a pensar que lo premeditó, porque esta vez lo volvió a dejar solo, ahora en el terreno ideológico. Peña Nieto habló primero, y habló del populismo como de un mal que mina las democracias, al dar soluciones fáciles a problemas que merecen solucio-nes complejas. La abstracción con que lo dijo invitaba a incluir entre los villanos populistas igual a Maduro, el caudillo de Venezuela, que a López Obrador, el que será sin duda el mayor contrincante del PRI en las elecciones presidenciales de 2018 en México, que a Donald Trump, el candidato republicano a la presidencia estadunidense y archienemigo de Obama.

Pero lo antes dicho: Obama lo dejó otra vez solo. Replicó que hay que acudir a un diccionario y entender que un populista es aquel que se preocupa por el pueblo y que él mismo quisiera ser considerado un po-pulista. El mensaje tenía doble filo. Hacia su país, Obama transmitió su simpatía por Bernie Sanders, el más populista entre los candidatos a sucederlo en la presidencia, y demócrata como el presidente. De mayor trascendencia, y esto no podría habérsele es-

capado a un retórico experto como Obama, transmitió al mundo entero que el presiden-te de Estados Unidos se considera lejanísimo de Peña Nieto. Yo y él somos realidades apar-te, dijo Obama al decir yo soy populista, yo y Peña no podemos coincidir en nada.

Unas semanas antes el presidente Peña Nieto se había quedado aún más solo y ahora en Los Pinos, la mansión presidencial. Según la crónica que Jenaro Villamil ensambló con distintos reportes para Proceso, la mañana de las elecciones en 12 estados del país el presidente estaba seguro de que su partido ganaría en 10 de ellos; así se lo auguraban los reportes de sus operadores cercanos. Mientras el día avanzó y fueron llegando los conteos de las urnas, el presidente fue descubrien-do que en una mayoría de los estados los priistas locales lo habían soltado de la mano y habían apostado por otros candi-datos que los elegidos por el presidente a

El presidente está solo

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ANÁLISIS

Sabina Berman

nes estatales de 2017 (Coahuila, Estado de México y Nayarit) o la elaboración de un programa de gobierno de cara a la elección presidencial de 2018 están fuera de sus prioridades, pues en estos momentos lo único que importa es la disputa por el poder interno como un fin en sí mismo, sin importar si esto acelera el desplome.

La única vía para que el PRD logre por lo menos conservar ese casi 10% de los votos que todavía logró cosechar el pasado 5 de junio, es que los líderes de las corrientes internas, y particular-mente los de Nueva Izquierda, logren anteponer los intereses del partido a los suyos; de lo contrario, aunque con-sigan una acuerdo para designar un nuevo presidente y formar una nueva directiva, el desplome electoral conti-nuará, pues los nuevos dirigentes ocu-parán sus cargos para maximizar los beneficios personales y de su corriente.

Persistir en la ruta que los alejó de la ciudadanía y sus demandas es un suicidio, pero hasta hoy los dirigentes perredistas parecen empeñados en ello. Todo indica que en las próximas elecciones el PRD enfocará todas sus baterías en alcanzar 3% de los votos para mantener el registro y, en conse-cuencia, el financiamiento público.

Salvo un vuelco totalmente inespe-rado, en sólo seis años pasó de disputar la Presidencia de la República a luchar por la sobrevivencia.

dedazo, y peor: que sus propios operado-res y su propio gabinete le habían menti-do sobre las dificultades para los triunfos.

La soledad del presidente empeoró por las horas de la noche. Habiendo llamado a Los Pinos al primer círculo de sus secre-tarios, todos ellos convinieron en seguirlo aislando de la realidad refiriéndole false-dades y nunca informándole de la simple y dura verdad: en las elecciones estatales el tema clave había sido la corrupción y el apoyo del presidente a los candidatos priistas locales había sido para ellos el beso del Diablo, dado que la fama del pre-sidente de corrupto es ya la marca que lo distingue. Los secretarios en cambio le hablaron de recursos insuficientes o que llegaron retrasados, de traiciones internas, de operadores torpes, de obispos indigna-dos por la iniciativa enviada por el presi-dente al Congreso para la inclusión de los matrimonios igualitarios en la Constitu-ción, evidenciando que este presidente no tiene cerca quien le informe la verdad.

Ninguna imagen sin embargo más elocuente que la que la prensa recogió el pasado diciembre en Puebla, cuando el

presidente inauguró, un viernes, un nuevo y suntuoso estadio de futbol, y lo tuvo que hacer a solas. O casi. Con sólo el goberna-dor de Puebla a su lado, dos funcionarios tres pasos atrás, la prensa atestiguando a lo lejos con sus cámaras de teleobjetivos, y un ciento de guardias de seguridad dis-persos por el enorme graderío desierto. Y es que de haber inaugurado el estadio con público futbolero, el presidente habría te-nido que enfrentar una rechifla de 20 mil personas durante cinco minutos.

No es misterioso cómo el presidente llegó a este punto. Baste resumirlo en una frase. La casa blanca. Nunca una casa en Las Lomas de Chapultepec ha salido más cara a nadie: el escándalo que suscitó, la acusación de conflicto de intereses que la opinión pública levantó casi unáni-memente, y sobre todo la serie de simu-laciones con que el presidente intentó remediar la crisis, y sólo la aumentaron, vaciaron la credibilidad del mandatario: hoy el presidente puede decir una cosa u otra, da igual, sus palabras suenan huecas de verdad o de buena intención.

¿Puede el presidente salir de su aisla-

miento? ¿Puede cruzar el círculo de sus desinformadores y sus aduladores y en-trar en contacto de nuevo con los ciuda-danos? Se necesitaría de un acto magno y sorpresivo que lo recolocara en la encruci-jada donde tomó el camino de la simula-ción, para que tomara el camino opuesto. Por ejemplo, nombrar en la Secretaría de la Función Pública a un secretario de ho-nestidad e independencia probada, y de-jarlo emprender una verdadera batalla contra la corrupción.

Probablemente ya es demasiado tarde para eso. Probablemente imaginarlo es un acto de optimismo dislocado. Y probable-mente la estampa se volverá icónica en los años que restan al sexenio. El presi-dente solo. El presidente saludando des-de muy lejos a las cámaras. Acaso desde China o Australia. El presidente no conce-diendo entrevistas. El presidente forzan-do una sonrisa para la televisión mientras la multitud protesta contra él al fondo, a treinta pasos, acordonada por guardias. El presidente en palacio caminando de sa-lón en salón sabiéndose solo aunque esté rodeado de ministros que le aplauden.

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E l viernes 1 de julio el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, anunció que el “tiempo se ha-bía agotado” para las movili-zaciones magisteriales. Unos días antes el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco, uti-lizó la expresión de Gustavo Díaz Ordaz para señalar que su gobierno había sido “tole-rante a extremos criticables” con res-pecto a las protestas de los maestros y padres de familia.

Las similitudes entre el discurso de los “nuevos” y los “viejos” líderes au-toritarios recubren una diferencia de fondo entre los dos momentos histó-ricos. Hoy el sistema autoritario se ve desgastado y agotado. Ya no controla los destinos de la nación como antes.

Desde la creación del Partido Revo-lucionario Institucional (PRI), en 1946, el pilar central del sistema de control político ha sido la figura del presiden-te de la República. El ocupante de Los Pinos se convirtió en el sol alrededor

del cual el negocio de la corrupción y la impunidad se administraba en todo el país. El primer mandatario siempre inten-taba proyectar una imagen de estadista y se aseguraba de que sus subalternos, se-cretarios de Estado o gobernadores paga-ran los platos rotos de los escándalos que periódicamente interrumpían la narrativa del poder.

Hoy la competencia desleal entre los diferentes integrantes del gabinete pre-sidencial y los gobernadores ha transfor-mado el tablero. La rebatiña entre Aurelio Nuño, Miguel Ángel Osorio Chong, Luis Videgaray, Manlio Fabio Beltrones, Ma-nuel Velasco, Rafael Moreno Valle y otros,

Tiempo agotado

para lograr la candidatura de la continuidad autoritaria en 2018 ha invertido el sistema de reparto de culpas y responsabilidades. En lugar de pasar los costos políticos a los subalternos del presidente, hoy son los subalternos quienes pasan los costos al mandatario.

Como un edificio sin fusibles, la descarga de cada escándalo

pasa con toda su fuerza directamente al centro de operaciones, generando un des-gaste enorme en todo el sistema. En otros tiempos, una masacre tan transparente y brutal como la de Nochixtlán hubiera generado inmediatamente la renuncia de alguien relevante, quizás el goberna-dor de Oaxaca o, en su caso, el secretario de Gobernación o el de Educación. Hace apenas dos años tuvo que separarse de su cargo el gobernador de Guerrero, Án-gel Aguirre, en respuesta a las enormes movilizaciones que surgieron a raíz de la desaparición forzada de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa. Pero hoy ni siquie-

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John M. Ackerman

ANÁLISIS

ra el comisionado general de la Policía Federal, Enrique Galindo, ha tenido que renunciar.

El resultado ha sido un constante desgaste en la imagen del presidente de la República. Hasta el periódico El Universal, un medio que ha tenido un trato muy generoso con el régimen ac-tual, admite que la aceptación popular de Enrique Peña Nieto hoy se encuentra en un mínimo histórico, con una valo-ración positiva de sólo 29%.

Un estudio más independiente segu-ramente arrojaría una cifra aún menor. ¿Cuántas personas en tu círculo cercano del trabajo, la escuela, tu comunidad o la familia tienen una opinión favorable so-bre Peña Nieto? En realidad, las opiniones positivas difícilmente rebasarían 15 o 20% de los mexicanos. Una clara muestra del nivel al que ha llegado el repudio hacia el primer mandatario es el hecho de que 51% de las personas que contestaron a la pregunta “¿qué es lo mejor que ha hecho el presidente?” respondieron secamente con la palabra “nada” (véase: http://ow.ly/NuxQ3021pE9).

Ahora bien, el viejo sistema no sola-mente inflaba artificialmente al presi-dente de la República, sino que también era experto en reprimir, dividir y cooptar a los movimientos sociales. En esta ma-teria también se nota un desgaste im-portante. El escarmiento de Nochixtlán fue un rotundo fracaso para el gobierno. En lugar de infundir miedo en la pobla-ción y despejar las carreteras del país, ha generado una reacción de moviliza-ciones en cadena en todo el país.

La atinada estrategia de negociación de la Coordinadora Nacional de Trabaja-dores de la Educación (CNTE) también ha roto con los patrones históricos del autoritarismo. El gobierno normalmen-

te insiste en tratar las demandas especí-ficas de manera separada con los líderes de cada organización social o sindical. Ello con el propósito de aislar y cooptar a cada grupo a partir del ofrecimiento de dádivas a los líderes correspondientes.

Pero la CNTE se ha negado a entrar a este juego autoritario de control social. Las diferentes secciones sindicales han presentado un frente unido e insistido en consultar a sus bases sobre todos los acuerdos. Asimismo, el movimien-to se ha aliado con otros sectores de la sociedad (la comunidad de Nochixtlán, maestros y estudiantes universitarios, etcétera) y, en lugar de buscar beneficios personales o gremiales particulares, ha mantenido firme su demanda de abro-gación de la reforma educativa.

Esta actitud profundamente demo-crática y social ha generado una amplia solidaridad en todo el país. Las históricas movilizaciones magisteriales en Monte-rrey y la Ciudad de México, por ejemplo, no se explican sin este énfasis en los temas generales por encima de los asuntos par-ticulares en la mesa de negociación. La cla-ridad de la posición de la CNTE también ha creado el espacio político necesario para permitir a los padres de familia de Ayotzi-napa romper dignamente con las negocia-ciones simuladas que les ofrecen desde la Secretaría de Relaciones Exteriores.

El tiempo se le acaba al régimen y se abre una enorme oportunidad para transformar a la nación. ¿El pueblo, los movimientos y los ciudadanos sa-bremos aprovechar la coyuntura para finalmente poner fin al sistema de co-rrupción, saqueo y violencia estructural en el poder desde 1946?

www.johnackerman.blogspot.comTwitter: @JohnMAckerman

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El 29 de junio en la Cum-bre de los presidentes de América del Norte, el pre-sidente de Estados Unidos,

Barack Obama, disintió del término “populista” que el de México le ha-bía asestado a “los actores políticos y liderazgos que asumen posiciones populistas y demagógicas, preten-diendo eliminar o destruir lo que se ha construido, lo que ha tomado décadas en construir para revertir problemas del pasado y cuyos bene-ficios no alcanzan a llegar a toda la población”. Obama le respondió que se buscara un diccionario para saber qué era “populismo”, pero que si era preocuparse por los trabajadores y para que los banqueros tuvieran fre-nos a sus ganancias, entonces él se reivindicaba “populista”.

El diccionario no es tan buena opción. El populismo se adjudica a otro para denigrar su posición polí-tica. No es ni un tipo de movimien-to con una base social particular ni es una ideología. Si no lo tomamos como lo hizo el presidente mexica-no, es decir, como una descalifica-ción, es la sustancia misma de lo que todavía llamamos la política. Es nombrar al pueblo. Hay distintas formas de hacerlo y, por eso, hay po-pulismos campesinos, milenaristas, de clase media venida a menos, de derecha o de izquierda. Se le asocian

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FABRIZIO MEJÍA MADRID

T IEMPO FUERA

Yo, el populista

términos como “demagógico” o “retórico”, “vago”, “irresponsable”, “manipulador”, “marginal”, pero hacerlo forma parte ya de la política, es decir, del conflicto. Lo que implica afiliarlo a esas palabras es ya una idea de pueblo: una multitud de gente su-gestionable, enardecida, con las emocio-nes desbocadas, acaso violenta, infiltrada por locos, ladrones, mujeres histéricas (en la definición prefreudiana de “las masas”) y enceguecida por un líder carismático. Esta decimonónica percepción del pueblo contiene una curiosidad inexplicable: los individuos son racionales, contables en número de población, en votos, en cre-denciales de identidad. Pero esos mismos, en pueblo, pierden la razón y se vuelven destructivos y bestiales. Si eso fuera así, el líder y la multitud podrían ser iguales al publicista y el público. Daría igual que fueran campesinos convencidos de que hay que matar poblaciones enteras para acelerar el fin de los tiempos que votar por miedo –contra “el peligro para Méxi-co”– a los inmigrantes sirios. Pero no es así. Si decimos que el pueblo es conduci-ble, irreflexivo, desprovisto de autoestima, también diríamos que el gobierno tiene falta de decisión o que ha sido “tolerante hasta excesos criticables” y “no le tiembla la mano”. Dejaríamos con esa retórica de vernos como un espacio de tensiones en-tre grupos sociales con objetivos distintos y, muchas veces, irreconciliables.

Se nombra al otro “populista” cuan-do el que lo nombra quiere hacer pasar

su posición por verdadera, razonable, ya merito llegamos al desarrollo. Y necesita enfrente a quien sólo quiere –como dijo el presidente mexicano– “destruir lo que nos ha costado décadas construir”. En este caso lo que habría que “destruir” es el neoliberalismo a la mexicana, es decir, el libre comercio de mis amigos y compa-dres. Decir que “falta mucho” pero hemos avanzado es una treta para ganar tiempo a un modelo que genera desigualdad, ra-piña y avaricia. Pero quizá lo digo porque soy pueblo, no administrador.

Todos los que hacen política definen un pueblo porque, si fuéramos una co-munidad sin diferencias ni conflictos, la política no haría falta. El pueblo es lo que está afuera de ella pero se nombra como un todo. Son los que no cuentan, los ex-cluidos, son los nombres de la ausencia. Es una red de demandas insatisfechas, unidas y equiparadas por el nombre que las limita y, a su vez, las excede. Es lo dis-par, como el amor. Decía George Bernard Shaw que estar enamorado era exagerar las diferencias entre una mujer y otra, y ese es justo el caso de la política: no sólo es una retórica –si tuviera contenido fijo no podría apelar a unificar lo que es tan diferente–, sino que implica una acción y una emoción. Nombrar al pueblo impli-ca condensar demandas no atendidas y aspiraciones en un antagonismo: el abu-so del poder por parte de grupos parasi-tarios y, del otro lado, las víctimas de la corrupción y el monopolio del poder. O,

en el tenue discurso del presidente mexi-cano: vamos tomando camino, no se me desesperen y sigan votando o dejándose comprar votos por mi grupo que sí repre-senta al verdadero interés del pueblo. Así, nombrar al pueblo es, desde decirlo, una acción: denuncia un estado de cosas que tiene que cambiar y expresa en palabras que necesariamente tienen que ser re-tóricas –justicia, libertad, igualdad–, un deseo de plenitud mítico, inasible, pero que resalta la injusticia, la opresión y la desigualdad. O en el del presidente mexi-cano: una abundancia que llegará si espe-ramos a que el “libre comercio” haga su invisible trabajo. Todos los discursos polí-ticos contienen esa identidad construida entre el yo y el yo ideal, entre la plebs (los no privilegiados) y el populus (la totalidad de los ciudadanos). Más allá de las deman-das no contestadas por un poder insensi-ble, es una disposición a identificarse en un nombre que excede y sobrepasa a los que no cuentan, a los incontables, a los separados. Entre el intento de descalifica-ción que usó el mexicano y la reacción de Obama hay, en efecto, un abismo: no son lo mismo las políticas públicas –el inten-to por reducir nuestras diferencias a un plan administrativo– y hacer política, lo que trasciende la resignación a ser plebe y nunca populus. Darle nombre a un todo que se percibe como tachado de las listas de Forbes y que sabe que su existencia precaria es parte de una épica siempre en marcha..

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En medio de un ambiente político-electoral crispado, el

gobierno de Daniel Ortega detuvo, incomunicó y deportó

–sin respetar las convenciones internacionales– a varios

extranjeros, entre ellos cuatro mexicanos que hacían la-

bor académica y social en comunidades nicaragüenses

marginadas. Este proceder generó “una enorme preo-

cupación” en la Cancillería y enfrió las relaciones entre

Nicaragua y México, cuyas autoridades ya emitieron

alertas para viajar a la nación centroamericana.

Una amistad de décadas,

dañada en un mes

MATILDE CÓRDOBA

MANAGUA.– Junio de 2016 marcó una nueva re-lación entre México y Nicaragua. Entre el 1 y el 27 de ese mes cua-tro mexicanos fueron

expulsados del país centroamericano y una académica de la Universidad de Harvard, también de nacionalidad mexicana, sufrió persecución por parte de la policía nicaragüense.

Estos hechos han provocado “una enorme preocupación” en el gobierno

Reu

ters

Peña Nieto y Ortega. Relaciones enrarecidas

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de México, sostiene Socorro Flores, sub-secretaria para América Latina y el Caribe de la Cancillería mexicana.

“México es un socio importante para Nicaragua y hemos venido trabajando en distintas áreas donde el diálogo y la coo-peración fluyen, y nos han generado enor-me preocupación estos casos: el de Jobany Torres, el estudiante de la Universidad Zacatecas, como también las expulsiones recientes de mexicanos”, dice Flores en entrevista con Proceso.

Una fuente diplomática que solicitó el anonimato afirma que el maltrato al que fueron sometidos los cuatro ciuda-danos de México y la imposibilidad de los diplomáticos de este país acreditados en Managua para darles acompañamien-to, “desgastó en 25 días una relación de décadas”.

Aunque Flores niega que haya fisuras en las relaciones bilaterales, comenta que viajó a Managua para expresar personal-mente la preocupación de su gobierno ante el gobierno nicaragüense.

“Nosotros respetamos la legislación interna de cada país, reconocemos el de-recho soberano que tiene Nicaragua para aplicar sus leyes, pero sí nos ha preocu-pado enormemente que muchas de estas detenciones se están dando sin la apli-cación de los protocolos internacionales, particularmente la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas, que clara-mente establece que cuando se detiene a un extranjero debes decirle del derecho que tiene de notificarle a su gobierno”, expresa.

La funcionaria reitera que el cón-sul acreditado en Managua no ha tenido contacto con los mexicanos que fueron detenidos. “No se nos ha permitido entre-vistarlos, darles el apoyo que requieren. Eso es algo que le hemos dicho a las auto-ridades nicaragüenses. Les hemos expre-sado nuestra preocupación y disposición para dialogar con ellos; que nos puedan explicar las razones por las que no están aplicando las convenciones. Hemos deja-do muy clara nuestra protesta por estas situaciones”, sostiene Flores.

Alertas

México y Nicaragua tienen relaciones di-plomáticas desde hace 177 años.

La nación centroamericana es una de las principales receptoras del Fondo Yu-catán: México ha financiado importantes proyectos de infraestructura, entre ellos la reconstrucción de una carretera de 50 kilómetros que une a la capital, Managua, con Puerto Sandino.

Según Flores, con financiamiento mexicano también fue construido uno de

los hospitales más grandes y modernos de Nicaragua: el hospital escuela Doctor Alejandro Dávila Bolaños, administrado por el Ejército de ese país.

Para el analista político y exdiputado José Pallais, “las relaciones necesariamen-te tienen que haberse enfriado y costará un tiempo volverlas al excelente nivel en que se encontraban antes de estos he-chos, fundamentalmente por la irritación que los eventos han producido entre los diplomáticos de México y de Estados Uni-dos por negárseles la asistencia consular a sus ciudadanos y, peor aún, en el caso de los mexicanos, por ocultarles el paradero de los detenidos”.

El pasado 14 de junio el gobierno de Nicaragua obligó a salir de ese país a dos funcionarios de Aduanas de Estados Unidos y al académico Evan Ellis. Un día después el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, declaró que esa deci-sión tenía el potencial de impactar nega-tivamente las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Nicaragua, especial-mente en el área comercial.

Y así fue: empresas que exportan café y productos de zona franca a Estados Uni-dos no han conseguido las certificaciones que facilitan la entrada de sus mercancías al país norteamericano.

De acuerdo con la subsecretaria Flo-res, México aún espera que Nicaragua res-ponda a sus planteamientos. “Confiamos en que esa respuesta no demorará mu-cho”, comenta.

Dice que México ha puesto sobre la mesa diversas opciones para manejar los casos de los mexicanos detenidos en ese país; entre ellas, “un protocolo que deje claro en qué momento tiene que llevar-se a cabo la notificación” de las deten-ciones; establecer los funcionarios a los que deben dirigirse los representantes consulares, precisar en qué lugar deben permanecer retenidos, “en fin, algo que dé certeza a las partes en cuanto al ejercicio de sus funciones”, comenta.

El pasado 27 de junio la Secretaría de Relaciones Exteriores emitió una alerta de viaje en la que hizo una serie de recomen-daciones a los mexicanos que deseen ir a Nicaragua.

Advirtió que en noviembre próximo este país realizará elecciones nacionales. “El clima político-electoral podría compli-carse, por lo que las autoridades nicara-güenses están en permanente alerta ante cualquier incidente que pudiera agravar la situación”, señaló la alerta.

“Es imprescindible informar a fami-liares y amigos los itinerarios de viaje en Nicaragua y la información de contacto en este país (incluyendo hoteles, amigos, etc.)”, recomendó.

El pasado 30 de mayo el estudiante universitario Jobany Torres emprendió un viaje sin avisarle a nadie. Hacía pasantías en la empresa minera Hemco, establecida en el Caribe Norte de Nicaragua. El 31 de mayo las autoridades lo encarcelaron y lo tuvieron incomunicado 12 días. Luego lo acusaron de simular su desaparición para desacreditar la imagen del país.

Según informó el semanario Confiden-cial, Viridiana Ríos, académica de la Uni-versidad de Harvard e investigadora del Woodrow Wilson Center de Washington, llegó a Nicaragua el 21 de junio. Notó que policías la vigilaban. Un día después acu-dió a la embajada de México en Managua y sus funcionarios le recomendaron salir del país.

En la alerta de viaje las autoridades mexicanas pidieron a sus connacionales traer consigo siempre su pasaporte. “Si sospecha que es investigado y podría ser detenido, comuníquese inmediatamente al teléfono de emergencias de la emba-jada de México en Nicaragua las 24 horas del día”, recomendó.

Dos días después –el 29 de junio– Es-tados Unidos emitió una alerta parecida. Según el texto que envió por Twitter la embajadora estadunidense en Managua, Laura Dogu, el Departamento de Estado alertó a los ciudadanos de Estados Unidos sobre “un mayor escrutinio gubernamen-tal de las actividades de los extranjeros,

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Flores. Preocupación en la SRE

/NICARAGUAINTERNACIONAL

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los nuevos requisitos para los grupos de voluntarios y el potencial de las manifes-taciones durante la temporada de eleccio-nes próximas en Nicaragua”.

La alerta de viaje estadunidense ex-pira el 30 de noviembre de 2016 y en ella se establece que el gobierno de Nicaragua “comenzó a exigir notificación especial para los viajeros oficiales de Estados Uni-dos con pasaporte diplomático u oficial. Además las autoridades de Nicaragua ahora requieren la coordinación de ante-mano por cualquier grupo de voluntarios, brigadas de caridad o médicas o cualquier otra visita de asistencia organizada por las ONG o grupos religiosos”.

Para Pallais las alertas de Estados Uni-dos y México –a la que se sumó luego otra de Costa Rica– “afectan la imagen de Ni-caragua como destino de viaje y tendrá efectos negativos en el sector turístico y como destino de inversiones”.

Flores dice que su gobierno también ha alertado a empresarios mexicanos so-bre los riesgos de no cumplir con las exi-gencias del gobierno que preside Daniel Ortega.

En Nicaragua funcionan 30 empresas mexicanas, de acuerdo con datos ofre-cidos por la subsecretaria para América Latina y el Caribe. Entre las más fuertes figuran Femsa, Lala, Cemex y SuKarne.

Los últimos expulsados

El pasado 22 de junio los mexicanos Sal-vador Tenorio, Eugenio Pacelli Chávez y Emmanuel de Luz Ruiz llegaron junto con tres compañeros (un español, una argen-tina y un costarricense) a la comunidad La Fonseca, en el Caribe Sur de Nicaragua.

La región olvidada se ha vuelto noticia desde que se anunció la construcción de un canal interoceánico que, de realizarse, pasaría por esta zona. Desde entonces los pobladores, dedicados a la agricultura de subsistencia, se organizaron y convocaron a marchas en rechazo a la construcción del canal. La más reciente fue multitudi-naria y llegó hasta Managua.

Francisca Ramírez –39 años, madre de cuatro hijos–, lidera a estos campesinos. Los miembros de la Caravana Mesoame-ricana por el Buen Vivir, entre ellos Teno-rio y Pacelli, la conocieron en Managua y posteriormente llegaron a La Fonseca para enseñar a los pobladores a construir ecofogones y hornos envolventes, bicimá-quinas, así como implementar agricultura orgánica.

El día que arribaron a La Fonseca, una camioneta de la Policía Nacional de Nica-ragua pasó frente a la casa que la comu-nidad les prestó para que se alojaran. Tres días después, mientras enseñaban a hacer un horno envolvente, uno de los poblado-res acercó un papel encendido a un barril con, al parecer, residuos de combustible y provocó una llamarada que le quemó la camisa. La policía y los bomberos se pre-sentaron en el lugar y obligaron a los seis miembros de la Caravana Mesoamericana por el Buen Vivir a acudir a la delegación de policía para informar sobre los hechos.

Luego los trasladaron a Managua, don-de estuvieron hasta el 27 de junio, cuando los mexicanos fueron llevados a la fron-tera con Honduras. Al costarricense y a la argentina los llevaron a la frontera con Costa Rica.

“En ningún momento nos dijeron por qué estábamos detenidos”, asegura Pace-

lli a Proceso. A los seis los recluyeron en un centro de la Dirección de Migración y Extranjería en Managua.

La Policía Nacional informó en un comunicado que habían estado involu-crados en una explosión y el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, se refirió al asunto.

“Cuando supimos que el presidente de Nicaragua dijo: ‘¿Qué hacen unos extran-jeros enseñándole a gente de La Guinea a usar explosivos?’, nos dio miedo. Eso era una mentira, era una acusación directa de parte de un presidente, además infunda-da”, recuerda Tenorio.

En los interrogatorios los funcionarios de Migración y Extranjería hacían referen-cia a la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y solían hacerles las mis-mas preguntas en reiteradas ocasiones. En ningún momento permitieron que se comunicaran con la embajada de México.

“Nos preguntaban cómo nos habíamos comunicado con la gente de La Fonseca, qué intereses tenía la Caravana. Siempre les respondimos que tenemos un proyecto autónomo que trabaja con comunidades. Hablaban de financiamiento, de razones por las que llegamos ahí, dónde habíamos estado, en qué fechas”, detalla Pacelli.

Las autoridades nicaragüenses in-sistían en conocer desde cuándo y cómo conocieron a Francisca Ramírez. “Se refe-rían a ella de manera muy despectiva. Nos preguntaban cómo nos habíamos entera-do de la problemática del canal, si cono-cíamos el mapa de impacto ambiental del canal”, agrega Tenorio.

Ambos recuerdan que los subieron a un vehículo y que jamás les dijeron que serían deportados. Se dieron cuenta cuan-do vieron un rótulo, llegando a El Guasau-le, puesto fronterizo con Honduras.

En ese momento les entregaron su ca-mioneta tipo van, a la que ellos llaman La-boratorio Ambulante. Según el relato que está en la página web de la Caravana, ésta fue custodiada por al menos 10 elementos armados con fusiles AK-47 de la Policía Nacional de Nicaragua.

“Al compañero Salvador Tenorio le hicieron firmar un inventario incomple-to realizado por la Policía Nacional. No le dieron copia. El Laboratorio Ambulante fue entregado sin freno de mano, las bala-tas de freno quemadas, sin gasolina, con dos choques, el volante desarticulado, el protector del volante roto y parte de la pa-rrilla superior dañada. Las ecotecnologías que nos fueron entregadas se encuentran rotas y sin los papeles oficiales del Labo-ratorio Ambulante: factura original, licen-cias, tarjeta de circulación, carta poder y otros documentos”.

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El grupo de extranjeros. Agresiones gratuitas

INTERNACIONAL /NICARAGUA

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MIGUEL BONASSO

BUENOS AIRES.- El fiscal Federico Delgado es una rara avis en la justicia argentina: acusa penalmente al presidente de la República, Mauricio Macri, cuando éste lleva apenas me-

dio año en la Casa Rosada y todavía está en el apogeo de su poder. La sabiduría po-pular sostiene que los poderosos no son imputados judicialmente hasta que dejan el cargo.

La acusación penal se basa en los #Pa-namaPapers, destapados a nivel mundial por el Consorcio de Periodistas de Inves-tigación, y en el que participa Proceso. Allí el presidente argentino aparece como director de dos empresas off shore, Kage-musha S. A., con sede en Panamá, y Fleg Trading Ltd, domiciliada en Bahamas. Ambas creadas por el célebre estudio pa-nameño Mossack Fonseca, especialista en construir sociedades fantasma para ocul-tar a los dueños.

En sus múltiples declaraciones ju-

El fiscal argentino Federico Delgado inició un proceso judi-cial otrora impensable en su país: acusar al presidente Mau-ricio Macri de dos presuntos delitos: “omisión maliciosa” y “lavado de dinero”. Y es que el mandatario habría ocultado deliberadamente su participación en dos empresas off shore destapadas por las filtraciones de los #PanamaPapers, una de las cuales podría estar implicada en lavado de dinero en Brasil. ¿El presidente va a permitir que lo incriminen organis-mos que dependen de su autoridad?, le pregunta Proceso al fiscal en entrevista exclusiva. “Tenemos que investigar... para eso nos pagan un sueldo”, responde.

El hombre que

investiga

radas como diputado, jefe de gobierno y presidente de la Nación, Macri “omitió” declararlas. Esto tipifica un delito que fue denunciado ante los tribunales por el diputado Norman Darío Martínez, del kirchnerista Frente para la Victoria y con-

vertido en acusación formal por Delgado.Pero el fiscal no sólo apunta su índice

contra el primer magistrado actual: tam-bién ha imputado durante muchos años a varios funcionarios corruptos de la pa-sada administración kirchnerista, mucho

a Macri

Delgado. Fiscal sui géneris

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INTERNACIONAL /ARGENTINA

antes de que se desatara la oleada de de-nuncias contra el gobierno anterior, que no se sabe si acabará en justicia efectiva o será una farsa política como ha ocurrido tantas veces en el pasado, donde grandes corruptos como el expresidente Carlos Saúl Menem –para citar un ejemplo elo-cuente– eludieron la celda y se sientan, cómodos, en una poltrona del Senado.

En apariencia, este hombre joven, del-gado como su apellido, recuerda más un menudo y sonriente duende shakespe-reano que a un temible acusador jacobino, pero su índice ha marcado, implacable, a ministros, legisladores, dirigentes políti-cos, capos mafiosos de las drogas sintéti-cas, espías de los servicios de inteligencia, policías y prefectos comprados por orga-nizaciones criminales y otros especíme-nes del delito cometido desde el poder.

Lo inquietante para el presidente Macri y otros acusados VIP es que no en-cuentran por dónde agarrarlo: tiene currí-culum y no prontuario. Su historial es rico en materia penal e intelectual, porque además de fiscal es profesor de ciencia política y de filosofía del derecho, pero su vida personal es tan intachable como su actuación en la justicia.

Falseando la verdad, los abogados de algunos capos de las drogas sintéticas lo acusan de buscar los reflectores, cuando es famoso su culto del bajo perfil. Por su parte los defensores del presidente Ma-cri dicen que está en una “excursión de pesca” para buscar datos que corroboren su acusación. Pero Delgado no se inmu-ta: sigue vistiendo jeans y chamarras, en un paisaje solemne de corbatas y trajes oscuros y llega a los Tribunales Federales de Comodoro Py (los más poderosos del país) montado en bicicleta. Una bicicleta que estaciona con calculada malicia junto a los autos de alta gama de varios de sus colegas.

En esos corredores gélidos de Como-doro Py, se rumorea que están por arre-batarle la causa contra Macri, con una argucia leguleya: cambiarle la carátula y pasarla a otra jurisdicción. También lo persiguen a nivel académico con criterios macartistas y ha debido renunciar –con una carta muy dura– a las cátedras que brindaba en la Universidad de Palermo.

Pero también hay poderosos que lo aprecian. El Papa Francisco, por ejemplo, lo consideraría uno de los pocos funciona-rios judiciales argentinos capaces de lle-var a cabo un mani pulite en serio, aquella lucha contra la mafia que en Italia le cos-tó la vida al juez Giovanni Falcone. Hace poco, el pontífice lo invitó a una reunión de jueces y fiscales en el Vaticano, a la que Delgado sorpresivamente no concurrió “por razones personales”.

La acumulación de enemigos podero-sos, que ante el menor desliz lo pueden

recusar como fiscal, lo hace ser muy cauto en sus declaraciones, por eso no resultó fácil esta entrevista exclusiva para Pro-ceso, a la que llegó en bicicleta, vistiendo jeans y chamarra.

Pero la dificultad valió la pena: las definiciones del fiscal Delgado sobre te-mas como independencia de la justicia, corrupción y Estado ausente, no se limi-tan al escenario argentino: son también válidas para México y para toda América Latina. A continuación la síntesis de un intenso diálogo que se extendió más de dos horas.

“Omisión maliciosa”

–¿Está probado que el presidente omitió la existencia de las empresas en Panamá y Bahamas?

–Así es. Hay que determinar si las ocul-tó de forma deliberada. Si lo hizo, es un delito; se llama “omisión maliciosa”. Pero, además, el denunciante, el diputado Mar-tínez, fue un poco más allá y obtuvo do-cumentación de la Inspección de Justicia de Brasil, según la cual, la sociedad Fleg Trading (que figura en los #PanamaPapers) ingresó a los negocios de otra empresa de Brasil, Pago Fácil, a través de la familia Macri. Entonces denunció que, además de la omisión maliciosa, Macri podría haber cometido el delito de “lavado de dinero”. Iniciamos la investigación y comproba-mos que la sociedad Fleg no está incluida en la declaración jurada de Macri.

–¿En ninguna de sus declaraciones como funcionario público? (como diputado nacional, jefe de Gobierno de la ciudad au-tónoma de Buenos Aires y presidente).

–En ninguna. Macri sostiene que no la incluyó porque fue “director” y no “presi-dente”, porque estuvo poco tiempo y por-que cuando la sociedad empezó a tener vida patrimonial él ya no era ejecutivo. Esa discusión está en trámite judicial.

“Por otro lado está el tema del lavado de dinero que es mucho más complejo por dos razones. Primero porque la glo-balización es sólo económica, para las transacciones, pero a la hora de inter-cambiar información entre los Estados, es medieval. Todavía funciona con base en exhortos, que no son más que pedidos de ayuda, digan lo que digan las leyes. Pedi-dos que dependen de la buena voluntad del que tiene que informar y de la pericia diplomática del Estado que solicita la in-formación. En este caso, la información que pidió el juez (Sebastián) Casanello es bastante compleja porque incluye a Gran Bretaña, Bahamas, Panamá, Brasil y Uru-guay. Porque Fleg no es sólo Fleg sino que tiene además un montón de ‘parientes’”.

–¿Qué objetivo concreto tienen estos exhortos?

–Determinar si ésta Fleg tuvo una vida

económica activa; dos, si Macri participó de esa vida económica activa; y tres, si cometieron con esta empresa otro delito, como lavado de dinero.

–¿Con qué herramientas cuentan para llevar a cabo una investigación compleja y a nivel internacional?

–El juez hizo todos los pedidos que debía hacer, por eso también interviene la Fiscalía de Investigaciones Adminis-trativas, la Unidad de Inteligencia Fi-nanciera y la Oficina Anticorrupción. En principio podemos decir que están traba-jando todos los organismos del Estado. Lo cual hace un poco de ruido porque Macri es el presidente…

–A eso iba: ¿el presidente va a permitir que lo incriminen organismos que depen-den de su autoridad?

–A nivel popular dicen: “Es como que el presidente se investigue a sí mismo”. Bueno éste no es solamente un problema de las instituciones argentinas: cómo se-parar el gobierno de los hombres del go-bierno de la ley. O la distinción weberiana entre política y administración. Según Max Weber se supone que la burocracia es estable, perdura en el tiempo y la consti-tuye un grupo de funcionarios altamente capacitado y especializado y el dirigente político es la cabeza de todo eso. En Ar-gentina está todo un poco mezclado.

–En Argentina contradicen a Weber.–No lo contradicen, porque Weber

mismo dice que hay Estados llenos de diletantes, de funcionarios aficionados y burocracias porosas que no habían llega-do al grado de especialización profesional que requería el capitalismo en los años veinte.

–Pero, en concreto, ¿usted piensa que en la Argentina es factible que un presi-dente en ejercicio pueda ser investigado judicialmente?

–Mire: nosotros tenemos que inves-tigar. Siempre. A los de un bando y los de otro. Para eso nos pagan el sueldo. De hecho investigamos a otros presidentes: Fernando de la Rúa, la propia Cristina Fer-nández de Kirchner…

El “loco” del convento

En el caso de Federico Delgado no hay dudas de que pueda acusar a tirios y tro-yanos. Ahora mismo se ha producido un hecho escandaloso en Argentina que lo demuestra. Parece sacado de una película de Woody Allen, pero ocurrió, de verdad, días atrás:

José López, un señor bajito y calvo, que fue secretario de Obras Públicas de la Nación durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, fue denunciado por un vecino y detenido por la policía, durante la madrugada del 14 de junio pasado, en un monasterio de la provincia de Buenos

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Aires, mientras arrojaba por encima de la barda externa bolsos llenos de dóla-res, euros, yuanes y otras monedas exó-ticas, por un valor cercano a 9 millones de dólares.

En esa suerte de convento había vi-vido un obispo enemigo del actual Papa pero amigo del presidente Kirchner y ac-tualmente pernoctaban tres monjas de avanzada edad, custodiando una extra-ña cripta que para ellas estaba destinada a sepulcro y según los mal pensados, a guardar fondos robados al erario.

Atrapado literalmente con las manos en la masa, López se hizo el loco y hasta llegó a pedirles a los policías bonaerenses que le regalaran un poco de cocaína. Pero lo chistoso del asunto resultó trágico para el kirchnerismo y su jefa, Cristina Fernán-dez de Kirchner, porque puso en grosera evidencia lo que negaban los sectores autodenominados “progresistas”: que la corrupción del gobierno “nacional y po-pular” había desbordado todos los límites conocidos.

Según estos sectores, ni Néstor ni Cristina habían advertido que López era un ladrón de tomo y lomo, pero sí lo ad-virtió el fiscal Federico Delgado, que ya en el temprano 2008 lo procesó por enrique-cimiento ilícito.

–¿Qué pasaba si López no tiraba los bolsos sobre el muro y el vecino no lo denunciaba?

–Nada, no pasaba nada. Es una ver-

güenza que el sistema judicial tarde ocho años para investigar a un tipo que tenía la plata en una bolsa. Esto no es crítica ni autocrítica: son los hechos que hablan de la ineficacia del Estado argentino. En el caso López hubo un coeficiente de ad-versidad –para usar una frase sartrea-na– dificilísimo de sortear. El milagro fue mantener la causa abierta durante ocho años. Ocho años en los que el juez sólo nos daba respuestas formales. Por eso pasaron ocho años, porque las respues-tas eran formales pero no reales. Esto demuestra que la justicia argentina tie-ne un grave problema: en vez de analizar procesos, analiza fotos. Instantáneas de una secuencia.

“Si nosotros limitamos el caso López a la cuenta aritmética de cuánto decla-ró y cuánto tiró por encima del muro, el tema se agota ahí mismo: es enriqueci-miento ilícito. Pero para que una persona acreciente su patrimonio de manera tan bestial, tiene que haber una manguera que alimente ilegalmente ese crecimiento exponencial. Entonces hay que ubicar ese incremento en una trama de sentido que lo explique. Esa trama es el paso de López por la función pública, en un lugar estra-tégico donde se administraban los dine-ros que se usaban para la obra pública. Allí estuvo 12 años a nivel nacional. An-tes había cumplido funciones similares o idénticas en el gobierno de la provincia de Santa Cruz, en ambos casos con el mismo grupo político (el que comandaban Néstor y Cristina Kirchner).

–¿Por qué ese impromptu? ¿Alguien le avisó que lo pensaban allanar?

–En la causa nuestra no estaba previs-to ningún allanamiento. Lo que estamos tratando de reconstruir es justamente las circunstancias que rodearon ese des-prendimiento del dinero. Pero debo de-cirle que tenemos carencias tecnológicas importantes. Por ejemplo, carecemos de medios para leer los mensajes de Whats-App. Es un problema mundial: hay casos en que los terroristas usaron teléfonos de alta gama que el FBI no logró desbloquear. En nuestro caso no es la excepción, sino la regla: no tenemos tecnología para des-bloquear los teléfonos y leer los mensajes en una época en la que la gente dejó de hablar por teléfono y escribe.

“La corrupción mata”

–Volviendo al planteo suyo de ver el pro-ceso y no sólo la foto, usted dijo hace poco que la expresidenta Cristina Fernán-dez debía ser citada a declarar en el caso López.

–Claro. Nadie debe ser descarta-do. ¡Cómo usted va a descartar a priori a una persona que fue la jefa directa del imputado!

–No, porque lo que se está exhibiendo en materia de corrupción habida durante el gobierno kirchnerista es astronómico.

–Quizá nunca fue tan visible la corrup-ción como en estos tiempos, en que las trayectorias de vida quedan a la vista en los medios. La Cámara Federal dijo el otro día, cuando procesó a Lázaro Báez (acusa-do de ser testaferro de Néstor y Cristina Kirchner), cómo podía ser que un simple cajero de banco en 12 años pudiera con-vertirse en el terrateniente más grande de la provincia de Santa Cruz.

–Un socio comprobado del matrimo-nio Kirchner como lo demuestran diver-sos documentos…

–...alquileres, compraventa, entre otros…

–Por muchísimo menos que eso des-tituyeron a Fernando Collor de Melo en Brasil…

–...o a Dilma Rousseff.–¿Piensa que Cristina va a ir presa?–No lo sé.–Y en su fuero interno, ¿cree que de-

bería ir presa?–Si contesto eso me sacan todas las

causas –dice el fiscal y ríe a carcaja-das–. Para decirlo de manera kantiana: eso forma parte del “uso privado de mi razón”.

Se ríe como un muchacho y le recuer-do que ya lo empujaron abruptamente de otras causas. Como la tragedia ferroviaria de la estación Once, ocurrida hace cua-tro años, donde murieron 51 pasajeros. Delgado había avanzado hasta pedir que los responsables de primera línea, como los sucesivos ministros de Transporte, Ricardo Jaime y Juan Carlos Schiavi, y el poderoso ministro de Planificación, Julio De Vido, estuvieran presos. En diciembre pasado fueron condenados los dos pri-meros. De Vido todavía está libre. En 2010 Delgado ya había denunciado a ese minis-tro tan poderoso de la “era Kirchner” por la compra a España y Portugal de material ferroviario inservible. La denuncia durmió seis años en un cajón del juez federal Ju-lián Ercolini.

“Exactamente, me empujaron, me sa-caron de esa causa. Sí, sí, porque logramos probar que ‘la corrupción mata’”.

–Al menos Jaime está preso.–Sí, a pesar de las fricciones entre el

juez y la fiscalía, que por suerte no traspa-saron el expediente. Como el juez trabajó de juez, el fiscal de fiscal y las víctimas empujaron con enorme fuerza, se logró elaborar un producto que se dio pocas veces en la Argentina: demostrar en un tiempo razonablemente corto que la co-rrupción mata y condenar a parte de los responsables.

–Vistos estos antecedentes, ¿no teme que el expediente Macri termine dur-miendo el sueño de los justos?Marci. Dos presuntos delitos

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INTERNACIONAL /ARGENTINA

–Por ahora no duerme. Por ahora la trabazón más importante es esta cuestión medieval de los exhortos. La idea nuestra es que no duerma nada. Por el lado nues-tro seguro que no va a dormir. Sabemos que Fleg Trading estuvo activa, hay que ver si durante el periodo en que estuvo activa Macri intervino. Estamos cotejando las declaraciones juradas y las empresas parientes de Fleg…

–¿Y?–Y... nada –sonríe–. Por ahora no pue-

do anticipar nada.Observa el periódico del día que está

sobre una mesa. El titular informa que Ibar Pérez Corradi, acusado de ser el autor intelectual del Triple Crimen de la Efedri-na, ha llegado a Buenos Aires extraditado desde Paraguay y sus declaraciones ante la justicia podrían resultar fatales para alguien a quien los narcos llamaban La Morsa y que sería el exjefe de gabinete de Cristina Kirchner, Aníbal Fernández. Él –según estas versiones– habría coman-dado las exportaciones de este precursor químico a México, donde se fabricaban drogas de diseño.

–¿Cree que puede haber un crecimien-to de la violencia narco en la Argentina que de alguna manera nos acerque al panorama terrible por el que atraviesa México?

–Nosotros tenemos la experiencia de trabajar mucho con el tema de trata de personas y drogas en poblaciones vulne-rables, básicamente en villas de emergen-cia. Y no sólo vemos más violencia, vemos con gran preocupación que en aquellos lugares donde el Estado no llega, las pres-taciones que debería dar las empiezan a dar los narcos.

Nos despedimos. Se pone el casco en la acera y sube a la bicicleta. Lanza una última reflexión:

–Pienso que Argentina, como otros Es-tados-nación de América Latina, está ero-sionada por abajo y por arriba. Por abajo por la exclusión, la pobreza, la fragmen-tación, la existencia de lugares donde ha perdido soberanía efectiva el Estado-nación; y por arriba, porque no pueden gobernar las transacciones financieras si no tienen forma de recaudar impuestos. Nuestros Estados son rehenes de la po-breza y de una aristocracia internacional que gobierna las finanzas mundiales.

Me aprieta la mano en la despedida. Tal vez encuentra una simetría con el interlocutor. Mi última pregunta tiene que ver con la multitud de enemigos po-derosos que tiene en la cúpula y en los sótanos del Estado, con el macartismo ex-plícito que lo obligó a dejar las cátedras que amaba en la Universidad de Palermo.

–El precio de la autonomía –senten-cia con una sonrisa melancólica– es la soledad.

La captura de José López, exfuncionario acusado de malos manejos, abrió un debate en Argentina en torno a ese fenómeno que enriquece, a costa del erario, tanto a funcionarios –de izquierda o de derecha– como a las em-presas privadas de donde, en muchos casos, surgieron. La corrupción, dicen analistas, es un mecanismo estruc-tural en el cual se culpa siempre a un solo lado, el público, sin notar que la contraparte, la privada, es corresponsa-ble. Además, el escándalo recién abierto por este caso ha desviado la atención que ya se centraba en el presidente Macri, implicado en un escándalo… de corrupción.

Al descubierto,la corrupción estructural

Xinhua /Martín Zabala

Fernández de Kirchner. También bajo la lupa

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FRANCISCO OLASO Y JUAN JOSÉ SUBIRÁ

BUENOS AIRES.- La detención de José López, exsecretario de Obras Públicas, con 9 millo-nes de dólares en efectivo, de madrugada, a las puertas de un monasterio, abre el debate

en torno a la corrupción, pues nadie duda que el exfuncionario obtuvo ese dinero por medio de cobros irregulares gracias al cargo que ocupó entre 2003 y 2015.

Pero se señala que el gobierno de Mau-ricio Macri y los grandes medios afines a él usan el caso López para condenar y dar por muerto el proceso político encabezado por Néstor y Cristina Kirchner –espacio opositor donde reinan el desánimo y cierto grado de autocrítica– y para desviar la atención de las preocupaciones que impone el ajuste económico.

Se critica, así, el conflicto de interés re-sultante de las decisiones de funcionarios que favorecen a las corporaciones de las que provienen, y la falta de publicidad sobre el movimiento de las cuentas offshore del ac-tual presidente. Analistas de distinto signo coinciden en que la corrupción en Argenti-na está muy lejos de tener un solo dueño.

“El de López no es un caso individual o aislado; responde a un funcionamiento es-tructural, lo que exige que el Estado se re-plantee cómo quiere regular y cómo quiere perseguir ciertos delitos”, dice a Proceso Agustín Carrara, director ejecutivo del Cen-tro de Investigación y Prevención de la Cri-minalidad Económica (CIPCE).

“La corrupción suele verse como un problema de ciertos funcionarios faltos de ética o como una falta de transparencia que se solucionaría con mejores regulaciones”, agrega el especialista.

“Creemos que forma parte de un fenó-meno más complejo, la criminalidad econó-mica, donde no sólo son los clásicos delitos de funcionarios públicos, como las coimas, el enriquecimiento ilícito, la malversación del dinero público, sino también otros, mu-chas veces cometidos por corporaciones y grandes grupos económicos, como la eva-sión de impuestos, el lavado de dinero, la fuga de capitales”.

La criminalidad económica es gravosa para el desarrollo del país. Un estudio del propio CIPCE estima que Argentina perdió 13 mil millones de dólares por delitos eco-nómicos entre 1980 y 2007.

“López encarna un sistema, sin embar-go, que lejos está de acotarse al kirchneris-mo”, publicó La Nación el pasado 20 de junio.

“Así funciona la política y así se hacen los negocios con el Estado argentino desde hace décadas. Funciona con dinero negro, con ‘retornos’, ‘sobres’, ‘aportes’, ‘contribu-ciones’ y muchos otros eufemismos que de-finen la música con la que bailan aquellos que quieren bailar con el poder”, se lee.

José López es descrito desde diferentes ópticas como un engranaje más de un me-canismo estructural de corrupción. Un es-quema que se asienta en penas muy bajas para este tipo de delitos, la ineficiencia y la falta de financiamiento de los organismos de control, la nula voluntad política para en-frentar el fenómeno, la fuerte injerencia de operadores políticos y de inteligencia sobre jueces y fiscales. La proclamada transparen-cia que el gobierno de Mauricio Macri dijo querer imponer no se ha traducido en medi-das para combatir este esquema.

De este modo, la palabra corrupción de-signa sólo el distanciamiento que muchos ciudadanos sienten frente a la política. La degradación corroe a la clase política y estira la distancia con los ciudadanos. Abre paso a una peligrosa crisis de representatividad, que Argentina conoce de la crisis terminal de 2001, sintetizada en el reclamo “¡Que se vayan todos!”. Esta concepción sesgada del fenómeno –corrupción igual a funcionario corrupto– dispensa a los sectores económi-cos que se benefician de ella e invisibiliza las soluciones.

Populistas

Las fotos muestran a José López con casco y chaleco antibalas, rodeado de comandos de operaciones especiales que lo llevan a decla-rar como si fuera un jefe narco. Al gobierno de Macri el caso López le cayó del cielo. Los indicadores de imagen y de aprobación de su gestión han bajado 15 puntos porcentua-les desde que asumió, hace seis meses. La imagen del corrupto encarcelado busca con-trarrestar el malhumor social que provocan la inflación, los aumentos a las tarifas, los despidos, la pérdida del poder adquisitivo.

López inició su carrera en la adminis-tración pública en Santa Cruz, de la mano de Néstor Kirchner. Después, durante sus 12

años al frente de la Secretaría de Obras Públi-cas de la Nación, cultivó un estrecho vínculo con constructoras argentinas y extranjeras.

La madrugada del pasado 14 de junio fue detenido en un monasterio, a 50 kilómetros de Buenos Aires. Llevaba consigo una suma cercana a los 9 millones de dólares. Se supo-ne que escondía dinero en ese lugar. En su última declaración jurada, el exfuncionario había reconocido un patrimonio de 2 millo-nes de pesos, unos 150 mil dólares.

“El lugar que ocupó López en el corazón del dispositivo político de la década abre un profundo interrogante acerca del modo de funcionamiento del aparato kirchnerista y su exacta calidad ética”, razonaba Página 12 el 19 de junio. “Por supuesto que, contra lo que pretende instalar el macrismo, el ciclo kirchnerista no se puede reducir a los casos de corrupción, ni sus políticas, en general positivas, eran una simple máscara para en-cubrir los latrocinios”.

Algunos consultores creen que el caso López enloda lo hecho por el krichnerismo y hiere de muerte su existencia futura. “Pro-bablemente este caso precipite nuevas im-putaciones con la firme probabilidad de que Cristina vaya presa”, dijo a Página 12 Eduardo Fidanza, de la consultora Poliarquía, el mis-mo 19 de junio.

“Cuando alguien recibe dinero en la fun-ción pública es porque otro se lo dio desde la parte privada. Esa es una de las matrices es-tructurales de la corrupción”, sostuvo Cristi-na Kirchner en carta publicada en Facebook. Un reconocimiento implícito al acto de co-rrupción de su subalterno, pero también de la falta de controles que lo hicieron posible.

El caso López es un daño de importan-cia para una fuerza política como el kirch-nerismo, que enarbola las banderas de un Estado regulador de la economía y protec-tor de los sectores más desfavorecidos.

Pero no es ni el primero ni el más gra-

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Protestas ante un fenómeno generalizado

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INTERNACIONAL /ARGENTINA

ve. El accidente ferroviario de la Estación Once, el 22 de febrero de 2012, con saldo de 51 muertos, dejó constancia de que la co-rrupción mata. Los gobiernos kirchneristas mantuvieron el sistema heredado de la pri-vatización de los ferrocarriles en 1991. Los subsidios multimillonarios a los operadores privados de las diferentes líneas no se tradu-jeron ni por asomo en las inversiones nece-sarias. Buena parte desapareció en bolsillos y cuentas ocultas de políticos y empresarios.

“La corrupción de un partido de derecha no es más grave que la de uno de izquierda”, sostiene Carrara. “Pero en este último caso no sólo se genera un daño, sino que se le hace el juego a la derecha, entregándole este discurso de transparencia y achicamiento del Estado, un Estado que en definitiva no se vuelve más transparente, sino que pasa a permitir otro tipo de delitos”, refleja.

Neoliberales

El gobierno de Macri tiene en sus filas a 27 funcionarios que vienen de los grandes gru-pos económicos.

El ministro de Energía, Juan José Aran-guren, acaba de ser imputado por un fiscal por el supuesto pago de sobreprecios en be-neficio de su antigua empresa. Aranguren fue director ejecutivo de Shell Argentina entre 2003 y 2015. Desde que asumió el car-go, Shell ganó cinco de los nueve concursos para comprar cargamentos de gas líquido. Él mismo ha declarado que posee 16 millones de pesos en acciones de la Shell. Y aduce que sus decisiones como ministro –aunque impactan en su patrimonio– las toman sus subalternos.

La Ley de Ética Pública establece que un funcionario no puede tomar ninguna deci-sión que afecte a las empresas de las cuales es accionista. La Ley de Ministerios, por su parte, prohíbe a ministros, secretarios y sub-secretarios realizar negocios o gestionar em-presas con las cuales tengan interés directo. Aranguren no renunció a su cargo ni se ha desprendido de sus acciones.

“Son casos de conflicto de intereses muy patentes”, sostiene Carrara. El especialista se detiene en el caso de la Unidad de In-formación Financiera, principal organismo antilavado en Argentina. El nuevo gobierno designó en su dirección a los abogados Ma-riano Federici y María Talerico, ligados a la defensa y asesoramiento de personas y em-presas que habían sido investigadas e inclu-so sancionadas por lavado de activos.

“Nuestro planteo, que puede replicarse en los demás casos, es que esto genera un riesgo grande, para el interés público, de que estos funcionarios no puedan hacer su trabajo lo mejor posible”, afirma Carrara. “Cualquier estudio básico de antropología y sociología muestra que los vínculos perso-nales y las relaciones de influencia siguen existiendo. Por eso algunos países impiden

que un funcionario controle a empresas para las que hasta ayer trabajaba”.

El actual gobierno no da muestras de ejercer la transparencia que prometió du-rante la campaña. La Oficina Anticorrupción actúa como apéndice del Poder Ejecutivo. El oficialismo impulsa una ley de blanqueo de activos argentinos ocultos en el extranjero: se estima que la cifra asciende a 400 mil mi-llones de dólares.

La ley, que ya tiene media sanción en Diputados, preserva el secreto de los delitos tributarios cometidos y extiende esa protec-ción a los contratistas de obra pública. Dos de los empresarios más fuertes del sector son Angelo Calcaterra, primo de Macri, y Ni-colás Caputo, el mejor amigo del presidente.

Las revelaciones de los #PanamaPapers son una piedra en el zapato del gobierno. Así, el presidente argentino fue imputado ante la justicia el 7 de abril para esclarecer el movimiento de sus cuentas fantasma. El 27 de junio la justicia imputó también a Néstor Grindetti, exministro de Hacienda de Macri en la ciudad de Buenos Aires entre 2007 y 2015, por presunto enriquecimiento ilícito al operar una empresa radicada en el país centroamericano.

Los unos y los otros

José López dejó al descubierto el sistema de recaudación que la política argentina usa para el enriquecimiento propio o para cam-pañas electorales, y que los actores econó-micos desembolsan para poder acceder a sus negocios.

En Argentina jueces y fiscales suelen actuar sobre denuncias que aparecen en la prensa. En el caso de López se sospecha la probable acción de agentes de inteligen-cia que lo indujeron a mover el dinero. El lugar de detención también es sugestivo.

La relación entre el gobierno de Macri y el Vaticano es tensa. Una semana antes de la detención de López, el Papa había ordenado rechazar una millonaria dona-ción del gobierno argentino a la fundación católica Scholas Occurrentes, alegando su temor de que sus colaboradores “co-miencen a resbalar en el camino hacia la corrupción”.

“El caso López y otros similares apun-tan a la destrucción de la política”, dijo el consultor Ricardo Rouvier a Página 12 en el artículo citado. “Se bordea peligrosamente el ánimo colectivo de aquella consigna de ‘¡que se vayan todos!’. Y la destrucción de la política sólo puede ser capitalizada por aquellas fuerzas políticas que reniegan del debate ideológico y la construcción popu-lar”, expresó.

Carrara no cree que haya una corrup-ción de tipo “populista” y otra de corte “neoliberal”. “Lo que se ve en las últimas décadas es una cuestión constante y siste-mática de ciertos delitos de acumulación ilegal de riqueza”, explica. “Es el entrama-do que tenemos que desarticular y ahí no importa cuál sea el partido político que esté gobernando o los grupos económicos que ganen más contratos. No nos parece más grave que el responsable sea un fun-cionario público que un banquero”.

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López. Repleto de dólares

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JOSÉ GIL OLMOS

Su deseo era retratar al Che Guevara con todo y sus dudas, dolores e inquietudes, mediante sus ges-tos, actitudes y posiciones; no se trataba de repe-tir el ícono monolítico que todos conocemos por la célebre fotografía de Korda: el hombre inmuta-ble de la boina, la barba y el puro. Y finalmente,

luego de tres años de dibujar al médico revolucionario, que-dó tal como lo quería el monero José Hernández.

Hernández nos muestra algunas de las páginas de la no-vela gráfica Che. Una vida revolucionaria, en las cuales aparece el personaje en su etapa más importante, la de su consolida-ción como revolucionario.

“Mi intención”, dice en entrevista el colaborador de este semanario, “era que la gente se metiera en la historia; por eso tampoco usé esos monitos de los cómics, sino especies de retratos realistas de los personajes, para hacer verosímil

la historia. No son monitos como los de Rius, sino dibujos más realistas en una serie de atmósferas como las del cine. Yo estudié cine y quise hacer algo parecido a ese arte, desde la adaptación del texto hasta cómo resolver la puesta en es-cena y los encuadres”.

Al hojear el libro de 168 páginas uno se da cuenta de que Hernández logró su objetivo. En la primera hay tres cuadros: primero, un fósforo a punto de prenderse; luego, ya encendi-do; después, en los dedos del Che, da fuego a un puro mien-tras la luz mortecina ilumina el rostro barbado.

Así, cuadro a cuadro, en todos los dibujos estampados en las páginas perfectamente impresas transcurren las es-cenas cinematográficas de la vida del Che junto con las de algunos otros personajes que lo acompañaron: Fidel Castro, Raúl Castro o Camilo Cienfuegos, entre muchos otros con quienes dialoga e interactúa.

Hernández insiste en que no se trata de una biografía del Che, sino de una novela gráfica que pretende recuperar la vida del personaje basándose no sólo en los momentos más importantes de su historia revolucionaria, sino también en algunos pasajes dramáticos en su vida.

Ardua investigaciónLa idea de hacer este libro la propuso la editorial Sexto Piso hace cuatro años. Ellos querían hacer una novela gráfica ba-sada en el libro de John Lee Anderson Che Guevara. Una vida revolucionaria, publicado en 1997 y para cuya escritura dedicó seis años de investigación y vivió en Cuba, donde el gobierno le permitió ver algunos documentos que no se sabía que exis-

Su autor aclara que se trata de una novela gráfica, no de una biografía vuelta cómic. Es Che. Una vida revolucionaria (Sexto Piso, 2016), segunda parte de una trilogía –aún inconclusa– elabora-da por el monero José Hernández, quien habla con Proceso acerca de este proyecto y de las di-ficultades que debió sortear para plasmar en di-bujos los pasajes más significativos de la vida de un hombre de carne y hueso que “permanece, se sostiene”, gracias a su “gran imagen moral”.

Un Che dibujado... perode carne

y hueso

NUEVO LIBRO DE HERNÁNDEZ

LIBROS

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tían, gracias a los cuales se pudo localizar el cadáver del re-volucionario argentino en una pista de aterrizaje en Bolivia.

“Se pensó si valía o no la pena hacer esto de un perso-naje tan conocido. Lo primero que hice fue leer de nuevo el libro de John Lee Anderson con la idea de la adaptación; si la primera vez ya me había gustado, la segunda me pareció que tenía una serie de cualidades y que se parecía más a una novela que a una biografía. Es una investigación que se lee muy bien, se cuenta muy bien, a diferencia de otras biogra-fías del Che que son más periodísticas, como las de Taibo o Castañeda”, comenta.

Hernández incluso consultó con Anderson varias partes de la novela gráfica a fin de ser fiel a la investigación del pe-riodista estadunidense y a la propia historia del Che.

Además hizo una labor de investigación periodística y tam-bién indagó lo que se había hecho de novela gráfica y de cómic sobre Guevara y lo que se había escrito de la vida del personaje.

Asimismo vio los documentales y casi todas las películas que se han hecho sobre el Che. “Como aquélla pésima que se hizo con Omar Sharif, la de Soderbergh y Walter Salles (Dia-rios de motocicleta). Ésta me parece la mejor; es tan buena que no importa que salga Gael García”.

Señala que a pesar de que encontró varias publicacio-nes importantes –cinco biografías (entre ellas la Pacho O’Donnell), así como los libros escritos por su primera y su segunda esposas, por su papá y textos del mismo Che–, la mayoría eran biografías.

“Encontré una novela gráfica que se editó en Argentina tres meses después de que mataron al Che, pero era una bio-grafía ilustrada. Encontré otras de Francia e Italia que eran

como monografías, y otra japonesa en la que el Che parecía de los supercampeones”, bromea.

Eso no era lo que él quería. “Se me antojaba hacer una novela gráfica, no un libro de

historia con datos biográficos y un monito ilustrando, sino contar una historia del personaje. Fue cuando se me ocurrió dividir el proyecto en tres y hacerlo más accesible para el lec-tor y para mí. Tuvimos una reunión con Eduardo Rabasa, que es el editor, y con John Lee Anderson, platicamos varias ma-neras de abordarlo. Una era escoger cuatro o cinco historias de la vida del Che y desarrollarlas en cuatro o cinco capítulos, pero dejábamos fuera muchas cosas; otra fue la de dividirlo en tres grandes momentos: el Che en México, el Che en Cuba y el Che en Bolivia. Ésa fue la que más nos gustó.”

Curiosamente, el primer libro de la trilogía que se publi-có –a principios de este año– fue el segundo, el del Che en Cuba, porque, explica Hernández, ahí fue donde Guevara se formó como el personaje histórico que conocemos. La edi-ción fue todo un éxito, a los pocos meses ya se editó en Es-paña y pronto estará en Inglaterra y en China.

En el principio, CubaEn este libro, el segundo, hay cerca de 500 ilustraciones hechas a lápiz, que posteriormente fueron trabajadas en compu tadora para darles mayor realismo. Algunas no tie-nen diálogos ni explicaciones; narran un pasaje por sí solas, en el más tradicional estilo del cómic llevado al cine.

“Les propuse empezar por el libro dos, que es su vida en Cuba, porque es ahí donde se convierte en el Che revolucio-

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Monero Hernández. Nueva visión

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nario que conocemos, es ahí donde Ernesto Guevara pasa a la historia del siglo XX por su participación en la Revolución Cubana; es cuando Ernesto Guevara se convierte en el Che e incluso físicamente se moldea. La novela comienza en Tux-pan, de donde zarpa el Granma con un Che joven, sin barba; y sigue luego en Cuba, donde poco a poco se va formando el personaje con la barba, la boina y el puro.

“Este libro lo empecé hace tres años, con los planes; un año de releer el libro de John Lee Anderson, las otras biogra-fías, el libro que escribió el papá del Che, los libros de sus es-posas, los propios textos del Che, documentándome de sus imágenes; afortunadamente fue muy fotografiado en esta época en Cuba. Entre las fotografías está la de Korda, que yo, a propósito, no quise usar en el libro.

“Después trabajé un año en dibujar la historia. Terminé el segundo libro el año pasado. La idea es que a finales de este 2016 termine el número 1, que empieza con el regreso de su viaje en motocicleta, cuando se gradúa como médico y decide irse hasta llegar a Guatemala, donde vive el golpe de Estado y llega a México, donde conoce a Fidel. Este libro ter-mina con su salida del puerto de Tuxpan.”

Adelanta que para el año entrante hará el tercer libro, que empieza con la desventura en el Congo y luego en Boli-via, donde lo matan. “Será el año en que se cumpla el 50 ani-versario de la muerte del Che”, precisa.

–El Che es un personaje histórico, un ícono para muchas generaciones. ¿Cómo darle vida en un cómic?

–Es un personaje que todo mundo ha visto, que todos re-conocen en la famosa foto de Korda, está en camisetas, bo-tones y posters, es el símbolo de la rebeldía. Pero poca gente conoce exactamente la historia del personaje, por eso la idea es hacer una novela.

Explica que usó una técnica totalmente distinta a la de los cartones, que generalmente se hacen con tinta china. Todos los dibujos fueron hechos a lápiz y después en la computado-ra les metió color y jugó para recrear atmósferas y ambientes.

Comenta que fue algo complicado tratar de no usar las imágenes más conocidas para que no pareciera un libro de las famosas fotos del Che, y que luego de estarlo dibujando todos los días durante un año hubo un momento en que ya podía dibujarlo de distintas formas.

Para lograr la caracterización del Che y de otros persona-jes, él mismo se tomaba fotos en las posiciones en que nece-sitaba dibujarlos y de esa manera lo caracterizaba.

“Eso también hacía con los otros personajes, como la

mamá del Che angustiada. Yo creo que eso hacen mu-chos caricaturistas, que se toman muchas fotos en acti-tudes y con gestos para dibujarse.”

Otra parte importante de la novela gráfica es la recu-peración de las escenas más dramáticas, para darle vida al personaje no sólo por sus momentos históricos, que también se incluyen.

Explica: “En el libro están esos momentos que histó-ricamente al parecer no son muy importantes pero que dramáticamente eran fuertes y deben estar. Por ejemplo, cuando llegan a Cuba y desembarcan todo es un desas-tre, llegan cinco días tarde y a un lugar donde ya nadie los espera. El Che hace la broma de que no es un desem-barco, sino un naufragio. Quien los recibe ahí es el ejér-cito de Batista y al Che lo hieren en el cuello. Él piensa

que ahí va a morir y las noticias que salen en Cuba es que se aplastó la rebelión y se murieron los principales líderes, en-tre ellos un médico argentino.

“Esa información llega hasta los papás del Che en Argen-tina y tratan de confirmarla; en la agencia de información les dicen que hay que esperar, porque no está confirmada. La noche de Año Nuevo de 1956 en la casa de los papás del Che todos estaban angustiados, pero llegó de manera anóni-ma una carta por debajo de la puerta, para la mamá, donde el Che le dice que está vivo.

“Cuando leí esta escena en el libro de John Lee Ander-son me pareció que era un momento cinematográfico. Ese momento en un libro de la historia del Che no tiene impor-tancia o relevancia histórica, pero dramáticamente tiene importancia y había que contarlo. Así hay varios momentos que me interesaba contar más por una cuestión dramática que histórica. Este no es un libro de historia.”

–¿Cómo fue este salto del mono al cómic, a una nove-la gráfica?

–Bueno, las dos tienen su gracia. La historieta siempre me gustó, pero le tenía mucho respeto y miedo, porque es un género muy complicado. Me costó años entrarle con fuer-za al género. Había hecho historietas de unas cinco páginas, pero una novela gráfica es la segunda vez que lo hago. Hace cuatro años la hice con el tema del terremoto del 85; Fabri-zio Mejía hizo un pequeño cuento y yo lo ilustré, pero lo su-frí mucho porque me di cuenta de que no sabía hacer el tipo de dibujos que se necesitan para eso.

“Me gustó cómo quedó el libro, pero quedé muy insatis-fecho por el trabajo gráfico, nunca pude encontrarle el esti-lo y sacarle lo caricaturesco. En toda la historia nunca dibujé al personaje igual, siempre me salió distinto en cada cua-dro. Cuando se me presentó este proyecto del Che, dije que eso no me volvería a pasar, así que trabaje mucho en la téc-nica y en el estilo.”

Ahora, con la novela gráfica sobre la vida revolucionaria del Che, se siente satisfecho por los resultados. Cada uno de los libros de la trilogía tiene un color: el segundo es verde por la sierra maestra y el color de los uniformes; el primero es sepia, por los recuerdos; el tercero, el final, rojo.

–¿Por qué crees que a pesar del tiempo el Che sigue sien-do un personaje atractivo para la gente en muchos países?

–Porque tiene una gran imagen moral y eso ningún per-sonaje en el mundo lo tiene ahora. Por eso la figura del Che sigue, permanece, se sostiene.

Retratos de un icono revolucionario

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Conforme a los fastos parlamentarios, el 30 de junio último la Comisión de Cultura y Cine-matografía de la Cámara de Diputados organi-zó en la ciudad de Puebla la primera ronda de un ciclo de audiencias públicas bajo el título Principios, conceptualización y técnica legislativa

para la conformación de la ley general de cultura. Aun cuando es muy aventurado anticipar el derrotero

al cual conducirán estos esfuerzos, resulta imperioso que en todo momento se fortalezca el debate, pero en particu-lar –y es preciso puntualizarlo– con una narrativa distinta e independiente a la de la cultura oficialista. Ningún esfuerzo puede por lo tanto considerarse estéril. La participación de quien esto escribe en esas audiencias obedeció únicamente al afán de contribuir al intercambio de ideas y nutrir con pro-puestas a las voces activas que necesariamente deberán ser escuchadas.

Este ímpetu, pues, encuentra su origen en la reforma de los artículos constitucionales 4o. y 73. La determinación de la competencia legislativa obedeció a una idea primaria: asegu-rar la uniformidad en la protección del patrimonio cultural tangible y sentar las bases de coordinación que hagan posi-ble el cumplimiento de los fines previstos en la enmienda del artículo 4o., muy en especial en relación con el patrimonio cultural intangible.

Esta reforma se distingue sobre todo por representar una de las metamorfosis más profundas en la concepción cultu-ral del Estado mexicano. Desde su entrada en vigor, la cultura tiene un valor constitucional y a los derechos culturales se les da una expresión jurídica. La reforma delineó los contor-nos de la soberanía cultural y la convirtió en el medio jurídico idóneo hacia la diversidad cultural.

La reforma obliga a desarrollar el análisis bajo diferen-tes enfoques: el de las decisiones constitucionales funda-mentales; el relativo al vínculo entre derechos humanos y patrimonio cultural, tanto tangible como intangible; el de la emergencia de los derechos culturales; el alusivo a la libertad y democracia culturales y, entre otros aspectos, el del acceso a la cultura, lo que significa reafirmar el principio republica-no de cultura para todos.

La constitucionalización de la cultura como objeto de un de-recho fundamental implica una visión plena y articulada en torno a los diversos fenómenos que conlleva lo cultural, y se convirtió en un catalizador potencial en lo que respecta a la valoración pública de la cultura.

Mediante la reforma la noción de cultura adquirió una función totalizadora, expresada como el imperativo del acce-so y fomento del patrimonio cultural material e inmaterial; la dimensión pública de los ciudadanos frente al poder público, y la síntesis de los diversos contenidos derivados del concepto étnico de cultura como derecho a la diferencia, pues resulta claro que la noción de cultura, más que una conceptualización abierta o multiforme, es holística, ya que supone una manera de considerar diferentes realidades como una totalidad.

A continuación se exponen algunas consideraciones y reflexiones sobre el tema cultural en la coyuntura nacional contemporánea.

Bienes culturales tangibles

Los bienes culturales materiales deben ser considerados recursos nacionales no renovables, los cuales se hallan íntima-mente asociados a su sistema por medio de narrativas cul-turales, prácticas, valores y virtudes. Son emanaciones de la comunidad y aseguran la continuidad cultural; vehiculan ideas, valores simbólicos y modos de vida que informan y recrean, y que contribuyen a forjar y a difundir la identidad colectiva, así como a influir en las prácticas culturales. La re-levancia de su integridad es por demás evidente.

No obstante, la protección de ese tipo de bienes es sólo un componente del sistema cultural. La Constitución está pues en lo sucesivo animada por una dimensión cultural genérica: a la protección anterior habría que agregar la de las liberta-des específicas de la cultura, de las cláusulas expresas sobre el patrimonio cultural y de los elementos generales del Esta-do de cultura.

El Estado nacional, al definirse, lo hace por sus culturas, que preconstituyen un elemento adicional en sus notas ca-racterísticas. La constitucionalización de la cultura convirtió a nuestra norma fundamental no solamente en un texto jurí-

JORGE SÁNCHEZ CORDERO *

ENSAYO

Lascontrapropuestasculturales

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Primera de dos partes

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dico o en una obra de regulación normativa, sino también en la expresión de una situación de desarrollo cultural y en un fundamento de esperanza.

La mutación conlleva una forma distinta de concebir a la sociedad mexicana al reconocer modelos culturales conver-gentes y hacer viable la adopción de una ciudadanía cultural o multicultural.

Derechos culturales

Las exigencias ciudadanas en materia de cultura están en el origen de lo que pueden llamarse derechos culturales, los cuales hasta la fecha han adquirido la forma de leyes, regla-mentos y jurisprudencia de naturaleza diversa: pública o pri-vada, institucional o contractual.

En la actualidad, los derechos culturales comportan una vastedad de fenómenos sociales expresivos, funciones esta-tales y reglas de derecho de distinto signo, rango y eficacia.

Por consiguiente, y ante los esfuerzos desde el Estado por crear una ley de cultura, debe tenerse claro que la elaboración de un modelo único para contenidos culturales que sea con-sistente con los textos constitucionales resulta imposible. En todo caso, cada disposición de ese modelo tendría que mos-trar su pleno significado en su contexto y en su propio texto.

El derecho cultural se conceptualiza de manera más ope-rativa por sus diferentes funciones, que se relacionan con un amplio espectro de las ciencias sociales; los vínculos que mantiene entre cultura y derecho se observan en la forma en que éste personifica a aquélla y formaliza su normativa; en la manera en que promueve, protege, condiciona y limita los atributos culturales y sus expresiones.

Así también se advierte cuando el derecho aporta meca-nismos de solución de controversias que emergen por dife-

rencias culturales y reafirma los derechos en este entorno, provisto de normativas internacionales. Por su parte la cul-tura vigoriza las reglas jurídicas, condiciona y constriñe la adopción, la interpretación y la vitalidad de las mismas. Las expresiones culturales y su simbología promueven los víncu-los jurídicos.

La conclusión es clara: ahora es perceptible una interdepen-dencia y correspondencia entre los derechos culturales y otros más que han sido objeto de una mayor sistematización, como los económicos y sociales, e incluso los civiles y políticos.

Los derechos culturales, empero, han carecido de un estatuto jurídico definido que explicite la extensión de los derechos y obligaciones y que haga viable un desarrollo ju-risprudencial. Ante la ausencia de una dogmática propia, los derechos culturales conservan aún un carácter contingente, lo que de ninguna manera acota su dimensión, sino que, en todo caso, destaca su complejidad.

La definición de los sujetos titulares de los derechos cul-turales, a quienes les asiste la legitimidad procesal activa para hacerlos efectivos, aún se encuentra sujeta a debate. Lo que está claro es que el hecho de establecer las condiciones para materializarlos no es una prerrogativa exclusiva del Es-tado, sino de la sociedad en su conjunto.

El carácter colectivo de la cultura determina la comple-jidad de los derechos culturales, así que la interrogante es previsible: ¿son derechos individuales o colectivos?

Las respuestas han sido variadas. En una óptica se les per-cibe como colectivos; en otra se les visualiza como derechos individuales ejercidos en función de una colectividad; otros más los consideran comunitarios. Estas tres perspectivas obligan a concebirlos como una contribución a la protección de la comunidad, en cuya ausencia no podría entenderse el ejercicio de sus derechos colectivos.

Legado cultural. Bien no renovable

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En un sistema legal los derechos culturales permiten que éste sea aceptable y aceptado sólo si incorpora los valores de las comunidades, que sea adaptable en congruencia con la di-versidad cultural de sus protagonistas y que sea accesible a todas las personas sin discriminación.

Definir los derechos culturales exige por lo tanto en-cuadrar su contenido como el derecho a la identidad de las comunidades, y sobre todo como el acceso de éstas a su pro-ceso de identificación. La opción que supone determinar las identidades culturales consiste en la libertad de todo indi-viduo, ya sea aislado o en su colectividad, de elegir y forjar el conjunto de referencias culturales que lo caracterizan y lo construyen.

Libertad cultural

Las libertades de los mexicanos previstas en la Constitución no dependen para su ejercicio de ninguna legislación se-cundaria; son exigibles de inmediato. Estas últimas buscan facilitar el ejercicio de las libertades; en la especie, el de la libertad cultural.

Debe tenerse claro en el espíritu que toda restricción de la libertad cultural entraña el riesgo de debilitar a nuestra so-ciedad y paradójicamente se convierte en un catalizador de los sucesos que pretende impedir.

El discurso de la libertad es la gramática política de los derechos culturales. Como en el caso de la lengua, los vínculos entre los sujetos, sus acciones y motivaciones son una gramática viviente y evolutiva que le da cauce a la pleni-tud ciudadana.

Las libertades culturales permiten transitar de un mode-lo autoritario a uno democrático. En este trayecto, la acción cultural resulta primordialmente efectiva; es la que permite visualizar mejor la exclusión humana respecto del derecho a la vivienda, al trabajo o a la salud. Hay que decirlo sin am-bages: la exclusión cultural es agraviante por la humillación cultural que causa.

El proceso de democratización cultural, ahora bajo la tu-tela constitucional, implica facilitar el acceso a las institu-ciones, a los sitios y a las expresiones culturales, así como el reconocimiento y la promoción de la diversidad.

La libertad cultural es la que determina la noción de de-rechos culturales y, simultáneamente, la libertad cultural colectiva. Esta última fundamenta el derecho del grupo o co-munidad de seguir o adoptar la forma de vida de su elección, y se ha convertido asimismo en un prerrequisito para que pueda florecer la libertad cultural individual.

La libertad cultural se constituye como una garantía para la libertad in extenso; protege no solamente a la colectividad, sino también los derechos culturales de cada individuo. Si bien éstos existen independientemente de los colectivos, la existencia de derechos colectivos propios de la libertad cultu-ral provee de protecciones adicionales a la libertad individual.

La garantía de participación ciudadana preserva tanto los elementos exteriores como los factores constitutivos de esa libertad, pero ahora bajo la tutela constitucional: la libertad de creación se extiende no solamente a su manifestación, sino a su formación.

La libertad cultural es sustancialmente distinta de otras libertades en donde el énfasis está en el individuo: es una libertad colectiva y su razón de ser reside en los derechos de la colectividad. Es individual por origen, pero colectiva por destino.

El ámbito de la libertad cultural es, pues, de una riqueza inconmensurable; comprende tanto los derechos de las co-munidades para definirse, los relativos a las libres creaciones literarias, artísticas, científicas y técnicas, calificadas como libertades intelectuales, así como el producto de esa creación que sustancia los derechos de autor.

El debate en torno a la extensión de la libertad de la cultura debe darse en referentes irrestrictos. La creación cultural se caracteriza por la generación de valores simbólicos y signos de identidad, al punto incluso de cuestionar los precedentes.

La reforma postula el principio de creación humana y el de su desarrollo, y tuvo la atingencia de sustraerla de cual-quier situación subjetiva. El texto constitucional evitó hacer una distinción explícita entre la creación artística y la cientí-fica, con lo que favoreció el desarrollo pleno de la creación en toda su plenitud.

Por lo anterior, la reforma preserva el arte y la ciencia como ejes formativos de la cultura en su sentido más amplio. Igualmente preconiza la libertad de creación humana me-diante un concepto jurídico único y omnímodo, ya que arte y ciencia forman un todo de común aceptación, y proclama al unísono la libertad de creación del todo y, con ello, la de sus componentes.

La libertad de creación artística y científica custodia asi-mismo otros intereses fundamentales, asociados a diversas opciones, sociales en género y políticas en especie, y lleva implícita la libertad de comunicación cultural, que asegura la libre transmisión de la cultura mediante múltiples ma-nifestaciones, así como la libertad para la formación y or-ganización, sostenimiento y gestión de organizaciones no gubernamentales.

La cultura no es una verdad, como se ha querido sostener; es un sistema normativo. Uno de sus elementos trascenden-tes es precisamente la libertad cultural entendida como una expansión de elecciones individuales, cuyo ejercicio, por lo demás, no se acota en la consecución de sus prácticas y va-lores, sino que se desarrolla en alianza con sus tradiciones.

La cultura no es la expresión estática de valores y prácti-cas, pues en una realidad mutante unos y otras son constan-temente recreados por las comunidades, que los adaptan y los redefinen.

La redacción de la ley de cultura debe ser sensible a que la preservación, la conservación, el estudio, la difusión y el enriquecimiento del patrimonio cultural del país son úni-camente factibles con la participación de los distintos pue-blos, comunidades y grupos culturales. Sin su intervención sencillamente resulta imposible preservar el legado cultural nacional. Ello conlleva el destierro de un modelo cultural he-gemónico impuesto desde la cúspide.

La ley en ciernes debe evitar el surgimiento de una au-toridad centralista que determine lo que debe ser lo cultu-ralmente sustentable y evitar asimismo la emergencia de una élite burocrática de agentes poderosos y potencialmente arbitrarios.

La centralización es un impedimento real al acceso de los mexicanos a la cultura. Toda burocracia en este contexto es proclive a crear una superestructura que deriva en una dis-función del sector. Este fenómeno diluye las responsabilida-des de cada agente, lo que tiende a justificar la articulación de ese entramado burocrático, en demérito de la vitalidad del ámbito cultural. _______________________________*Doctor en derecho por la Universidad Panthéon-Assas.

ENSAYO

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JUDITH AMADOR TELLO

México ya vivió el populis-mo, con de-recho a la sa-lud universal, e d u c a c i ó n

digna, redistribución del ingre-so, mejores salarios, inclusión so-cial, nacionalismo y defensa de la soberanía. Pero los gobiernos neoliberales fueron socavando ese régimen hasta el punto de te-ner una población cada vez más empobrecida.

Ahora esas políticas socia-les se han convertido en un fan-tasma que “recorre el mundo” y amenaza sus intereses económi-cos. El discurso de Enrique Peña Nieto en su reciente visita a Ca-nadá tenía el propósito de alertar sobre esos “riesgos”, pero se topó con pared, pues ni el presidente de Estados Unidos, Barack Oba-ma, ni el primer ministro de Ca-nadá, Justin Trudeau, forman par-te del coro que en México suele aplaudir sus discursos.

En estas páginas, tres acadé-micos: el sociólogo y filósofo Ar-mando Bartra, el historiador e in-ternacionalista Lorenzo Meyer y el economista Carlos Tello, ha-blan de los conceptos teóricos que pueden aplicarse a la palabra populismo, de las políticas orien-tadas al beneficio del pueblo, y de por qué los tecnócratas actuales han convertido al término en el petate del muerto.

Meyer, Bartra,

Qué es populis

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Lázaro Cárdenas. “Nacionalismo progresista”

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CULTURA

latinoamericano”, aunque Cárdenas es an-terior al surgimiento de ese concepto.

“Hay un sentido positivo del populis-mo”, dice. Si bien el cardenismo no se carac-terizó por “las formas democráticas libera-les a las que estaríamos acostumbrados”, fue un gobierno apoyado por el pueblo. Es con la llegada de los tecnócratas neolibera-les, hace más de treinta años, cuando este populismo positivo se sataniza:

“Dicen que es un discurso puramen-te demagógico porque para ellos no pue-de haber en verdad ningún beneficio para el pueblo que no sea la apertura de los mercados, la desregulación, la retirada del Estado, y la cancelación de todos los

Sentido positivo

Profesor en varias instituciones de nivel superior, entre ellas la Facultad de Econo-mía de la UNAM, Armando Bartra se remi-te a la Rusia del siglo XIX, en donde surge el populismo como una corriente de pen-samiento político, con teóricos como Her-zen, Chernichevski y otros autores que dialogan con Marx. Pero a diferencia de éste, que hablaba de la revolución proleta-ria, plantean que el sujeto transformador es todo el pueblo, conformado mayorita-riamente por los trabajadores del campo.

La sociología latinoamericana acuña un nuevo concepto, que no es herencia del anterior, para referirse al “discurso popu-lachero, demagógico”, que en los hechos no desarrolló políticas realmente favora-bles al pueblo.

En el siglo XX se dan en Latinoaméri-ca gobiernos orientados a “lo que podría-mos llamar nacionalismo progresista”. No son socialistas en el modo clásico o euro-peo, pero buscan modalidades de desarro-llo en las cuales el crecimiento del merca-do sea interno y tenga una redistribución de la riqueza. Y sus políticas públicas tie-nen el respaldo de los pueblos.

Este tipo de políticas, añade, tuvieron su expresión en México en el gobierno del general Lázaro Cárdenas, cuyas caracte-rísticas fueron: nacionalismo, recupera-ción de la soberanía, crecimiento hacia dentro, redistribución del ingreso, inclu-sión y no exclusión social, y reconoci-miento de derechos básicos de la pobla-ción como educación y salud.

No fue demagogia ni un discurso a fa-vor del pueblo con prácticas contrarias, sino “la cara más amable del desarrollismo

derechos sociales que no van a poder ser sostenibles.”

Recuerda que entonces se comenzó a decir que el populismo es la peor expre-sión de las políticas, que “nos llevaron al barranco” durante los gobiernos de Luis Echeverría y José López Portillo.

Es una batalla de los tecnócratas con-tra un “fantasma” que ellos mismos se in-ventan, cuando lo que debería hacer Amé-rica Latina es recuperar aquellos años de un crecimiento económico del 7%. En Mé-xico, por ejemplo, durante los años de la posguerra, la política se basó en el merca-do interno más que en la exportación y en la redistribución, pues cuando la gente no

CULTURA

Tello:

el mo

Tres intelectuales abordan el concepto “populismo”, tan traído y llevado por los defensores del neoliberalismo, sobre todo en América Latina. Fue el tema que enfren-tó recientemente a Enrique Peña Nieto y Barack Oba-ma. De acuerdo con el sociólogo Armando Bartra, se ca-racteriza por contar con una política soberana dirigida a elevar la calidad de vida de la gente. Para el politólo-go Lorenzo Meyer, quien considera que la derecha y la izquierda lo emplean de manera peyorativa, “tiene un cierto grado de emoción… de una ética donde el poder político sirve básicamente a los menos favorecidos”. Y el verdadero, cree el economista Carlos Tello, consiste en medidas populares de apoyo a los grupos más amplios.

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Peña, Trudeau, Obama. Réplica

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tiene ingresos no compra, y si no compra no hay mercado interno. El Estado debe tener soberanía y recursos para conducir la economía, explica Bartra.

“Ése es el populismo al que los tecnó-cratas tratan de satanizar… y con el que se topa Peña que cree que todos son neo-liberales cortados con la misma tijera, como él lo es.”

Se le pregunta a Bartra si Obama es po-pulista en los términos en los que él mis-mo se asumió. Aclara que Estados Unidos ha enfrentado problemas como la pérdi-da del nivel de vida de sus trabajadores. Se dice que Donald Trump representa un neopopulismo ultraconservador fascista aunque se le ha llamado populista:

“Y Obama plantea en un discurso, un discurso de una gente con cierta forma-ción académica, que no, que el verdade-ro populismo ha tratado de impulsar una política para tomar en cuenta seriamente las posibilidades y los intereses del pue-blo, una visión del populismo distinta.

“En eso quedó atrapado el señor Peña Nieto, quien creyó que en todas partes iba a encontrar un coro fácil a su discurso an-tipopulista y se topa con pared. Así suce-de cuando la gente habla sin saber exacta-mente en qué contexto se mueve y utiliza los términos que le son aplaudidos por el coro fácil de aquellos que lo rodean. Peña Nieto creyó que podía decir lo que se le ocu-rriera, como en México, donde cuenta con medios masivos a su favor y rodeado de un gabinete que le debe celebrar todos sus di-chos... No sólo se topó con Obama, se topó también con el primer ministro de Canadá.”

Contra el pueblo

La revista Letras Libres del mes de junio presenta en portada el tema del populis-mo y lo aborda con un texto de Jan Wer-ner Müller, en el cual expone, entre otros planteamientos, que los populistas bus-can teorías de la “conspiración” para justi-ficar sus fracasos.

Para Bartra en cambio hay muestras del éxito del populismo en la actual Amé-rica Latina, donde desde finales de los años ochenta y con la llegada de Hugo Chávez al poder en Venezuela, se instau-raron varios gobiernos en el sur que, no obstante las polémicas, puede afirmarse que son progresistas:

“Son políticas progresistas, de un po-pulismo de izquierda, nacionalista, redis-tributivo, como lo dirían los venezolanos, políticas de carácter bolivariano en el sen-tido de la recuperación de la soberanía y de la recuperación de la dignidad… Esto ha sido acusado de populismo. No po-

dría ser de otra manera, son políticas de izquierda.”

A Venezuela le siguieron otros países como Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Uruguay, algunos de los cuales conservan el avance “notabílisimo” que tuvieron en términos de calidad de vida, elevación del ingreso y del empleo. Que “sacaron de la pobreza extrema a una cantidad millona-ria de ciudadanos”, y fueron acusados de populistas y por ende de insostenibles.

Hoy en día, señala, enfrentan proble-mas porque las circunstancias económi-cas globales cambiaron, pero advierte que los nuevos gobiernos que están regresan-do al neoliberalismo, como Mauricio Ma-cri en Argentina o los golpistas que saca-ron a Dilma Rousseff de Brasil, se van a desfondar,

“Estamos otra vez en una confronta-ción populistas-neoliberales. Los gobier-nos progresistas se están confrontando con los tecnócratas del neoliberalismo salvaje. Y no me avergüenza decir que soy populista.”

–¿Diría que es un timbre de orgullo y que habría que quitarle la carga negativa al populismo? ¿Son las políticas neolibe-rales, las imposiciones del Fondo Moneta-rio Internacional las causantes de la cri-sis? ¿Son antipopulistas?

–Antipopulares. Y construyen el fan-tasma del populismo. Dicen; “Estamos contra ese ismo”, pero en realidad son políticas que en sus resultados están en contra no de un ismo sino de los pueblos. Están provocando empobrecimiento, ex-clusión y por ende rebeldía, están condu-ciendo a la violencia y al autoritarismo.

A decir del académico, lo criticable en el populismo latinoamericano, es que no ha sido “particularmente democráti-co”, pero sí ha introducido cambios con la simpatía de sus pueblos, sólo que no de manera organizada, crítica, participativa y reflexiva:

“Necesitamos nuevas políticas de de-sarrollo nacionalistas favorables al pue-blo pero con un mucho mayor prota-gonismo de los pueblos organizados. Necesitamos gobiernos populistas con pueblos participativos.”

Para diversos analistas políticos, el dis-curso que Peña Nieto dio frente a Obama y Trudeau acerca de los populistas y dema-gogos, tuvo un destinatario: el dirigente del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, aunque jamás mencionó su nombre.

A decir de Bartra en México la discu-sión sobre el populismo está en “el cabus del continente”. Pues mientras Argentina, Brasil o Uruguay ya probaron los benefi-

cios de políticas populares, nuestro país junto con Colombia siguió en el neolibe-ralismo. Y resulta ahora que el país del sur está mostrando capacidad política para salir de la violencia a través de un diálogo y una negociación “exitosa” con la “guerri-lla más longeva de América Latina”.

Colombia muestra que se puede ser de derecha y al mismo tiempo negociador, mientras México se va quedando solo:

“Somos el peor ejemplo, la vergüen-za de nuestro continente. Las discusiones sobre populismo, neoliberalismo, tecnó-cratas y gobiernos progresistas la tene-mos (sólo) desde México.”

Concluye que mientras en los paí-ses progresistas de América comienzan a padecer “la cruda” de “una borrache-ra” –con crecimiento económico, buenos salarios, progreso distributivo– México corre el riesgo de padecer sólo lo cruda y no haber disfrutado nunca de los be-neficios del precio que tuvo el petróleo antes de su caída. Cuando en Venezuela salían de pobres millones de personas, en México no lo hizo nadie:

“Nosotros no estamos retrocedien-do respecto de un avance, seguimos en el derrumbe.”

Piden pan…

Para Lorenzo Meyer, académico de El Co-legio de México, el populismo como otras categorías de la política no tiene una defi-nición clara, es dentro de las ciencias so-ciales “una de las más imprecisas”. Y ge-neralmente “están muy cargadas de valor, no son neutras ni realmente científicas”. Por ello las utilizan tanto la derecha como la izquierda de manera peyorativa.

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Meyer. Terminología ambigüa

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CULTURA

En su esencia, explica, el populismo se caracteriza por contar con un líder y una política conscientemente dirigida a la parte más pobre, pero mayoritaria, de la población. El discurso del general Cárde-nas, por ejemplo, permitiría suponer que unos “son más mexicanos que otros” o tie-nen más derecho a recibir apoyo del go-bierno. Son los mexicanos más pobres, los que hablan lenguas indígenas o han sido históricamente explotados y rezagados, “son quienes deben de ser puestos en pri-mer plano por las políticas del gobierno”.

El líder es importante por la relación que establece con las masas. Pero no es lo mismo Juan Domingo Perón que Cárde-nas. Recuerda que durante un tiempo la izquierda más radical consideró a Cárde-nas como un engaño, por lo cual el Parti-do Comunista no lo apoyaba aunque lue-go cambió su actitud.

“Visto ahora, en el siglo XXI, Cárdenas –que es muy populista– realmente llevó a cabo la transformación radical que era posible en la época. No era marxista, pero había una identificación con las deman-das históricas de campesinos y de trabaja-dores urbanos. El populismo consistió en poner sus demandas por encima de otras y, claro, eso causó conflictos con las cla-ses medias y ni qué decir con las clases al-tas. Pero fue la manera más práctica que encontró para introducir a ese montón de mexicanos que siempre habían estado fuera del sentido de nación, al menos por un tiempo les hizo sentirse partícipes de la empresa común de la nación mexicana en construcción.”

Destaca el historiador que en su in-tervención en Ottawa, Obama no estable-ce una diferencia entre populismo de iz-

quierda o derecha, simplemente –“y me pareció atinado”– señala las biografías de los líderes calificados como populistas y pone a Bernie Sanders con una biografía socialista de izquierda, “dentro de lo que Estados Unidos permite”.

Puede decirse implícitamente –añade Meyer– que para Obama ser populista “es un timbre de orgullo, cuesta, se gana… Y a quienes explotan ciertas contradiccio-nes en cualquier sociedad y apelan a los que están abajo, aunque en su trayectoria nunca se preocuparon por ellos, pero aho-ra los usan, los llama cínicos. Es una ma-nera de decirles falsos”.

Con Cárdenas el populismo no res-ponde a una ideología pero sí a un com-promiso moral:

“Había un elemento de buena volun-tad en el liderazgo político, algo de com-promiso genuino, había una identidad con las necesidades de campesinos y de traba-jadores urbanos, una simpatía por su cau-sa, incluso aunque no hicieran deman-das. En realidad muchas veces Cárdenas se adelantó a las demandas.”

–Tenía una conciencia social…–Sí, hay algo. No me da ningún pro-

blema decir que era una cuestión ética de usar el poder para algo muy positivo y dar respuestas inmediatas, no estar pen-sando en una gran teoría de si el mundo tendrá una gran revolución y que las con-tradicciones se agudicen, no, hay que re-solverles de entrada sus problemas. Para la izquierda dura y ortodoxa eran paliati-vos… una medicina que calmaba los dolo-res pero no resolvía el problema.

–Lo que hace el gobierno actual, a tra-vés de la Secretaría de Desarrollo So-cial, con José Antonio Meade, ¿sería populismo?

–No, porque hay un elemento extra en el populismo: un genuino compromiso con esa mayoría social. Aquí en el caso de Meade y todo lo que viene después de Cár-denas hay una idea de paliativos pero no de transformación a largo plazo: “Hay que darles a los pobres un poco para que sigan siendo pobres y ya no estén jorobando, si no se vuelven peligrosos”.

En cambio, destaca, Cárdenas hizo un reparto de tierra que era entonces lo más importante, socialmente hablando. No se trató de repartir despensas, comida o be-cas, sino de dar una auténtica fuente de riqueza, luego México dejó de ser un país agrario, “pero quién rayos lo iba a saber en aquel momento”. Se pregunta cuál se-ría el equivalente a una reforma agraria como la impulsada por Cárdenas en este momento:

“Podemos imaginar varias posibilida-

des pero no las despensas, no llevar Li-consa y eso –que está bien cualquier cosa que aminore una situación tan desagra-dable, tan trágica–, pero la transforma-ción fundamental vendría por una refor-ma impositiva a fondo, con una acción del Estado para crear las condiciones de me-joramiento permanente de la vida de esos sectores. De redistribución del ingreso, de genuinas oportunidades, eso no está.

“Estos no son populistas ni de derecha siquiera, porque no se presentan como portavoces del pueblo. Sí, les dan pan y hacen programas pero el populismo tie-ne un cierto grado de emoción, de reivin-dicación histórica, de una ética –insisto– donde el poder político sirve básicamente a los menos favorecidos.”

Juicio incorrecto

Titular de las secretarías de Hacienda y Crédito Público, de Programación y Presu-puesto, así como del Banco de México en el gobierno de López Portillo, el economis-ta Carlos Tello define al populismo como una política puesta en práctica en algunos países de América del Sur en la cual se ha-cían promesas no respaldadas por accio-nes concretas, pues incluso no se contaba con los recursos económicos necesarios para llevarlas a cabo.

Pero a decir suyo no se debe confun-dir con la definición dada por Obama a las políticas populares (no populistas), que buscan un mayor salario mínimo, mejo-res sistemas de educación gratuita, segu-ro médico universal.

El punto es que quien no está de acuer-do con este tipo de políticas populares, las tacha de populistas y “a mi manera de ver, es incorrecto”. Evoca que fue en los go-biernos sudamericanos de mediados del siglo XX, como el de Getulio Vargas en Bra-sil o Perón en Argentina, donde comenza-ron a tacharse de populistas las acciones populares. Se le pregunta si considera que ocurrió igual con los gobiernos anteriores al neoliberalismo:

“Sí, yo trabajé en puestos de cierta importancia en los gobiernos de los pre-sidentes Echeverría y López Portillo y en efecto ahora –no en su momento– se les tacha de populistas. A mi juicio porque mucho de lo que se planteó e hizo fueron medidas populares de apoyo a los grupos más amplios de la población.”

La desacreditación, añade el catedrá-tico de la UNAM, es deliberada pues se impuso la forma de ver y hacer del pen-samiento neoliberal, que se ha extendi-do no sólo en México sino en buena par-te del mundo.

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Bartra. Los pobres, prioridad

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Arte

“Arte para la nación” 2

BLANCA GONZÁLEZ ROSAS

Como el curador James

Oles optó por una selec-

ción “más instintiva que

racionalizada” –como señala

en el catálogo–, la muestra Arte

para la nación que se presenta

en la Galería de Palacio Na-

cional en la Ciudad de México

no es tan interesante por las

obras que exhibe, sino por lo

que devela sobre los valores y

funcionamiento del Comité de

Selección de Pago en Especie.

Un Programa dependiente

del Servicio de Administración

Tributaria (SAT) de la Secretaría

go, como por la reproducción

de los decretos publicados en

el Diario Ofi cial que han re-

formado el Programa desde

1975–, el proyecto curatorial,

para señalar los puntos fuertes

de la colección se basó en una

selección conservadora y arbi-

traria de fi rmas, que se realizó

a partir de su “omnipresencia”

en la historia del arte nacional

de Hacienda y Crédito Público

(SHCP).

Integrado por dos repre-

sentantes que sólo tienen voz

–uno de la Secretaría de Cul-

tura y otro del SAT– y ocho

expertos en artes plásticas

que tienen voz y voto, el co-

mité, además de seleccionar

las obras que merecen ser re-

caudadas, las clasifi ca como

simple pago fi scal o como pa-

trimonio cultural de la nación

que será destinado para exhi-

bición en museos. Privilegiado

con su propia auto-reproduc-

ción –cuando cumplen cuatro

años, los miembros salientes

proponen a sus sustitutos y

los otros integrantes deciden

por votación–, el comité tiene

una presencia endogámica en

esta exposición ya que el cura-

dor James Oles es uno de sus

miembros.

Dividido en dos productos

que corresponden a una exhi-

bición y un cuestionable ca-

tálogo que excede las obras y

fi rmas que se muestran en las

salas –pero que resulta espe-

cialmente interesante tanto por

la rigurosa investigación his-

tórica del Programa Pago en

Especie realizada por la direc-

tora de la galería, Susana Plie-

NIZA RIVERA

T estimonio y registro de la vida coti-

diana, Bestiario II del fotorreportero

Marco A. Cruz, es el resultado de

una compleja selección de más de treinta

años de labor profesional, cuya presenta-

ción en esta ciudad se realizará este jueves

a las 19 horas en el Centro Nacional de la

Imagen.

48 imágenes en blanco y negro tomadas

con una cámara Leica (“soy un apasionado

del negativo”), forman la más reciente publi-

cación del actual coordinador del departa-

mento de fotografía de este semanario.

Segunda parte del volumen publicado

hace dos años, Cruz escudriño una vez más

en su archivo para presentar una serie de

instantes precisos donde caballos, perros,

aves y hasta pescados son el centro de mo-

mentos donde pasan inadvertidos, así sean

sus momentos más tristes, duros, violentos,

tiernos y hasta chuscos, como aquel don-

de juguetonamente un perro le baja el pan-

talón a un niño.

Editado por el Gobierno de Tlaxcala a

través de su Secretaría de Cultura y el Insti-

tuto Tlaxcalteca de la Cultura, se trata de un

proyecto de un año de trabajo, con selec-

ción y formato cuidado por su autor:

“También es resultado de esa afinidad

y enorme respeto que tengo por los anima-

les, es un homenaje para esos seres –reales

y ficticios– que también forman parte de la

vida cotidiana no sólo de la Ciudad de Mé-

xico o nuestro país, sino de otros países.

“Es el registro de la calle, de la vida co-

tidiana, enfrentarte a tu pueblo, tu gente,

tu cultura, porque muchas de estas imá-

genes podrán ser muy sencillas pero creo

que tienen un gran valor porque es el re-

gistro del tiempo, del retrato de una ciudad

que cambió, como la foto del King Kong de

Chapultepec que es algo que ya no exis-

te”, comentó el también Premio Nacional

de Periodismo Cultural Fernando Benítez

(1998) y del Internacional de Fotografía The

Grange Prize (Canadá-México, 2009) por su

ensayo visual sobre la ceguera en México

Habitar la oscuridad (2011).

Las imágenes de ambos bestiarios

fueron tomadas en diversas partes del

país, desde la Ciudad de México a luga-

res de Chiapas como San Cristóbal de

las Casas, Unión Juárez y el Soconusco;

Pahuatlán, Sierra Norte, Atlixco y Pue-

La colección Pago en Especie

CULTURA

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o en la escena contemporánea,

y la eliminación de autores “sin

presencia alguna en internet”.

Con base en lo que señala

Oles en el catálogo, las fi rmas

restantes que tenían alguna re-

levancia crítica o valor de mer-

cado no sobrevivieron la última

depuración.

Sin disimular sus preferen-

cias, el curador incluyó varias

obras de los mismos artistas

en distintas secciones de la

exposición. Entre ellos, Carla

Rippey, Jan Hendrix, Vargas

Lugo y, especialmente, Vicen-

te Rojo, de quien se exhiben

ocho piezas. Con presencias

predecibles por el éxito comer-

cial de las galerías a las que

pertenecen o pertenecieron,

se encuentran creadores de la

Kurimanzutto, Labor y OMR.

De esta última, se incluyen es-

pléndidos pintores que promo-

usual. Y Sergio Berlioz lo debió

hacer todo con la mano izquier-

da, pues pocos días antes del

concierto sufrió fractura del

brazo derecho, no obstante lo

cual sacó adelante el concierto

de una manera brillante.

Inició con un pequeño poe-

ma sinfónico, El viaje de Víctor

Hugo a Jersey Op 70, com-

puesto este mismo año, que

habla del autoexilio del escri-

tor francés a la isla inglesa de

ese nombre donde además de

poesía comienza a escribir Los

miserables. La primera parte

comienza con un solo de vio-

lín al que se le van agregando,

como en un fugado, el violín

segundo, la viola y el violoncello

solistas, pura música de cáma-

ra. Más tarde se le agrega la or-

questa en pleno en una afl igida

idea musical que representa la

nostalgia de Hugo por su patria.

vió en los años ochenta como

Dulce María Núñez, Javier de

la Garza y Rocío Maldonado.

Entre las obras más sobresa-

lientes destacan pinturas de

Ilse Gradwohl y la selección

Los cuadernos de la mierda de

Francisco Toledo.

Nahum B. Zenil y Pedro Re-

yes, aun cuando presentes en

el catálogo, no se incluyen en la

exposición.

Y por último, como con-

clusión, la muestra comprueba

la pertinencia de reestructu-

rar las becas tanto eméritas

como del Sistema Nacional de

Creadores. Si por cinco obras

vendidas se debe entregar una

al SAT, es evidente que varios

de los artistas que gozan, han

gozado o están solicitando las

becas del Fondo Nacional para

la Cultura y las Artes (Fonca)

no deberían obtenerlas.

Música I“Sexta Sinfonía” de Sergio Berlioz

MAURICIO RÁBAGO PALAFOX

Puebla, PUE.- Asistimos

al estreno mundial de la

Sexta Sinfonía de Ser-

gio Berlioz (1963) que se llevó

a cabo en el Auditorio de la

Reforma de esta ciudad con la

Filarmónica 5 de Mayo bajo la

batuta del compositor. El pro-

grama completo estuvo integra-

do con obras de él mismo.

El hecho de que a un com-

positor mexicano vivo se le

confíe un programa completo

de una fi larmónica y él mis-

mo lo dirija, es algo muy poco

tética, una educación visual, conceptual y

un fortalecimiento intelectual constante.

Luego de la presentación de este jue-

ves con la presencia de Willebaldo Herre-

ra, J. Guadalupe Pérez y Armando Díaz de

la Mora, habrá otra más en el Hotel Valle de

Pahuatlán, en Pahuatlán, Sierra Norte de

Puebla, el sábado 23 a las 18 horas con la

presencia del prologuista, Humberto Mu-

sacchio, Roberto Zamarripa, y Eloín Santos

como moderador.

Le seguirá otra el sábado 20 de agos-

bla; Lázaro Cárdenas, Nueva Italia, Santa

Fe de la Laguna y Pátzcuaro, Michoacán;

Espinazo, Nuevo León; León, Guanajua-

to; Progreso, Mérida y Campeche en la

península yucateca; Ciudad Juárez, Chi-

huahua; Huamantla, Tlaxcala, y diversos

lugares del Estado de México.

En el extranjero: Beijing y Hebei, en Chi-

na; Caracas Venezuela; Bradford y Toron-

to, en Canadá; Managua, Nicaragua; París,

Francia; y Nueva York, Estados Unidos.

En el prólogo, titulado “Marco Antonio

Cruz: Los perros azules”, Willebaldo Herre-

ra describe:

“Los suyos son animales indolentes, pe-

rezosos, solitarios, curiosos, ágiles, pasivos,

orgullosos que forman un cuadro costum-

brista de la urbe mexicana. En este Bestia-

rio II el espectador podrá descubrir una de

las aportaciones aleatorias de las imágenes

zoológicas: Marco Antonio Cruz les devuel-

ve su protagonismo, su momento estelar, tal

como lo hubiera hecho su admirado Hen-

ri Cartier Bresson; en pocas palabras, les

restituye la ánima que muchos hubiésemos

imaginado estaba perdida para siempre.”

La foto de la portada, retrato de un pe-

rro de pueblo a media calle, fue tomada en

Pahuatlán, en la Sierra Norte de Puebla, y

describe Marco Antonio Cruz: “Estaba ahí y

era el momento”.

Y es que para el autor de los volúmenes

Contra la pared. Violencia en la Ciudad de

México (1993) y Cafetaleros, Trabajadores

indígenas del café en Chiapas (1996), la la-

bor de fotografía implica una formación es-

to en la Sala Federico Campbell del Centro

Cultural Tijuana a las 17 horas, en el marco

del Programa de Fotografía, con la partici-

pación de David Maung.

En todos los casos estará presente el

autor, quien con su ojo entrenado sigue ha-

ciendo imágenes en su caminar por las ca-

lles, de donde saldrá material para un tercer

Bestiario.

Por el momento trabaja en un proyecto

único en la Ciudad de México con una cáma-

ra estenopeica que fabricó manualmente.

Pahuatlán, Puebla Caracas, Venezuela

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este concierto. La soprano

poblana Elisa Ávalos se encar-

gó de la interpretación de esta

inquietante obra y lo hizo de

maravilla.

Para terminar el concierto,

el plato fuerte: la Sexta Sinfo-

nía Op. 62 para orquesta, coro

mixto y soprano solista. Esta

fue nuevamente Elisa Ávalos,

con el Coro Normalista de Pue-

bla (obra comisionada por el

gobierno estatal para conme-

morar los 150 años del sitio de

asequible, que merece formar

parte del repertorio de las or-

questas sinfónicas de nuestro

país; y es que sus programas

regulares se saturan de obras

tocadas hasta la saciedad para

un público que debiera escu-

char también obras valiosas,

de reciente factura que, como

ésta, que merece un brillante

porvenir.

Música II“La voix humaine” de Maria Katzarava

RAÚL DÍAZ

L a voix humaine (La voz

humana), obra de teatro

escrita por Jean Cocteau

en 1930, fue transformada en

Una segunda idea musical pro-

veniente del universo dancístico

culmina la obra en un ambiente

esperanzador, abriendo las alas

en una apuesta por la vida.

La segunda pieza, La sen-

da de las almas Op. 67 B es

una complicada aria para so-

prano con poesías en francés

de Víctor Hugo. Se estrenó en

Quebec, Canadá, en 2015 en

su versión para soprano y ór-

gano, la orquestación ulterior

fue realizada por el autor para

la Ciudad de Puebla en 1863).

Sinfonía en cuatro movimientos

que se tocan de manera ininte-

rrumpida y evocan sendos mo-

mentos del sitio que padeció la

ciudad por el invasor francés.

Sesenta y dos días de guerra

y hambre se ven refl ejados en

esta sinfonía.

“Al escribir sobre este he-

cho supe que la obra sería coral

–declaró Berlioz, autor también

de los versos que cantan la so-

lista y el coro–. Pero la palabra

no es la rectora de la idea musi-

cal sino su impulso, de ahí que

la obra no tiene la estructura de

cantata u oratorio, sino de una

sinfonía con su fuente primaria:

el sonido instrumental.”

Imposible reseñar cada mo-

vimiento y su sentido. Baste se-

ñalar que se trata de una obra

densa, cargada de emoción,

escrita en un lenguaje musical

tradicional, pero renovado y aún

Evalúa Arturo Díazlos 35 años del Citru

blico especializado y contempla poco al pú-

blico en general?

Maestro en Investigación de la Danza por

el INBA, licenciado en Literatura Dramática y

Teatro por la UNAM, Díaz, quien ha estado al

frente de la institución desde 2009, responde:

–Porque es en ese público en donde,

realmente, el centro puede incidir en la profe-

sionalización de la disciplina teatral, con esto

me refiero a poder vivir del teatro en México.

El Citru tiene la proyección de que la comu-

nidad teatral, integrada por actores, dramatur-

gos, directores, escenógrafos e iluminadores

entre otros artistas, asuma un espectro amplio

de actividades profesionales como lo hacen

quienes se dedican a la ciencia, cuyos estudios

de maestría y doctorado son determinantes

para desarrollar el campo de estudio. Imaginar,

por ejemplo, un doctor en actuación.

El centro está empujando hacia esa ex-

pansión profesional donde la investigación

sea otra posibilidad de empleo y desarrollo.

Política descentralizadora

Asimismo, ha implementado una política

descentralizadora del archivo teatral mexica-

KARINA TERÁN

A l cumplir el Centro Nacional de

Investigación Documentación e

Información Teatral Rodolfo Usigli

(Citru) 35 años como institución pública

federal, su director actual Arturo Díaz ex-

pone las políticas académicas y artísticas

que lo han hecho persistir, básicamente el

enorme conocimiento generado sobre el

teatro mexicano a lo largo de más de tres

décadas, hoy se pone en diálogo con un

público especializado.

La localización geográfica del Citru en el

Centro Nacional de las Artes (Cenart) –com-

plejo arquitectónico de escuelas de arte y

foros de la Secretaría de Cultura–, ha determi-

nado el tipo de público al que dirige sus activi-

dades. Y que está constituido por alumnos de

la Escuela Nacional de Arte Teatral del mismo

Cenart, universitarios del Colegio de Literatu-

ra Dramática y Teatro de la Facultad de Filoso-

fía y Letras de la UNAM, así como estudiantes

de las licenciaturas en teatro de la Benemérita

Universidad Autónoma de Puebla y Universi-

dad Autónoma de Chihuahua.

–¿Por qué el Citru está enfocado al pú-

no a través de la impartición de talleres de

preservación de documentos y metodolo-

gías de investigación en los estados del país.

“Esto tiene por objetivo que cada de-

marcación organice sus propios archivos y

estudie su propia historia de teatro.”

Desde la Ciudad de México, el Citru, ex-

plica Díaz, quien también fue secretario del

compositor, crítico de música, y director es-

cénico José Antonio Alcaraz, no se ha asu-

mido como el parámetro a partir del cual se

estudie el teatro de todo el territorio nacio-

nal. En los estados hay otras condiciones

que definen la producción teatral y el estudio

de ésta que articulan una historia local, de tal

manera que la institución federal transmite a

los estados las tecnologías y metodologías

pero no la información y análisis sobre los ar-

chivos. Con ello opera hacia la descentrali-

zación de la historia del teatro mexicano.

El “tesoro docume ntal”, como llama

Díaz al acervo del Citru, rebasa el medio mi-

llón de documentos archivados en la Biblio-

teca de las Artes del Cenart, luego de pasar

por una serie de fases de preservación que

el centro realiza metódicamente en sus

instalaciones.

Mau

ricio

Ráb

ag

o P

ala

fox

Estreno mundial

CULTURA

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ópera por el compositor Fran-

cis Poulenc en complicidad

con el escritor, y ya así se es-

trenó en L’Opera Comique de

París el 6 de febrero de 1959.

Diez y nueve años después,

en 1978, llegó a nuestro Bellas

Artes de la mano de quien en-

cabezara la crítica operística y

musical en estas páginas, José

Antonio Alcaraz, y a su vez

dirigiera en escena a la sopra-

no Patricia Mena Di Stefano,

mientras que la Orquesta de la

Ópera estuvo conducida por

Luis Berber.

Un año después, con un

elenco diferente, se hizo allí

mismo un par de presentacio-

nes más, y desde entonces no

se había vuelto a escuchar La

voz humana. Es decir, hubieron

de pasar 36 años para poder

escuchar esta ópera que, sor-

prendente en su momento por

la temática planteada y la for-

ma de su desarrollo, puede

perfectamente situarse en el

hoy y mostrarnos que su na-

rración nos habla de algo que

quizás conozcamos de algu-

na manera o sepamos le haya

acontecido a alguien. Este

resurgimiento se dio, en una

única función, la noche del

pasado lunes 4 cuando Ma-

ría Katzarava, acompañada al

piano por Abdiel Vázquez,

otorgó nueva vida a obra.

Como sagaz dramatur-

go, Cocteau utilizó el gran

adelanto tecnológico que

en esos años signifi có el

teléfono para contarnos

una anécdota absoluta-

mente inusual en ese tiem-

po: la conversación entre

el personaje que aparece

en escena, Elle (Ella), y su

interlocutor, que nunca

aparece y al que ni siquie-

ra se escucha jamás. Se

trata de un monólogo de apro-

ximadamente una hora de du-

ración, tenso todo el tiempo y

que requiere indefectiblemente

de una gran actriz.

Ya como ópera las exigen-

cias protagónicas se duplican

porque a la actuación corporal

visual debe agregarse la actua-

ción vocal. Esto de actuación

vocal es no sólo importante

sino determinante porque la voz

debe de actuar.

Desde el punto de vista

estrictamente musical la obra

no es tan exigente, no tiene

las sutilezas mozartianas o los

recovecos malherianos, por

ejemplo; a cambio, exige toda

la intencionalidad en cada fra-

se, en cada palabra que mues-

tra los cambiantes estados de

ánimo de Ella, quien sabe está

realizando su última llamada.

Afortunadamente para el

público que llenó la sala, Ma-

ría Katzarava es una cantante

excepcional (la más importan-

te soprano mexicana de por lo

menos los últimos cincuenta

años), con grandes dotes his-

triónicas, que nos dio una Ella

completamente verosímil, plena

de matices, bella en su drama-

tismo y segura en cada nota

de su, ahora, embarnecida voz.

Elle sin duda perdurable.

al centro en cuestión de presupuesto, debi-

do a que esa secretaría ha estado muy enfo-

cada en la reforma educativa y la educación

básica. La SEP rezagó la educación supe-

rior, que es el nivel educativo al que el Citru

se ha dedicado, por estar metida en el con-

flicto en el que está ahora.”

Sobreproducción teatral

Al abordar el tema de la sobreproducción de

teatro que actualmente existe en la Ciudad

de México, Díaz observa la correspondencia

que hay entre tendencias teatrales y modos

de producción.

Coloca, como ejemplo, al teatro mexica-

no de la década de los setenta liderado por

la figura del director de escena, en corres-

pondencia con una estructura vertical de

producir teatro.

Aun “pervive esa tendencia de puesta en

escena del director tiránico, el cual anterior-

mente estuvo en rivalidad con el dramatur-

go, quien tenía el poder porque la obra teatral

trascendía gracias al documento escrito del

libreto. Entre esas luchas de poder del dra-

maturgo o del director, la figura del actor ha

estado sometida en la estructura vertical”.

A diferencia de esa tendencia, el tea-

tro contemporáneo pervive porque los acto-

res han estado emancipándose en colectivo

para cambiar aquella estructura hegemóni-

ca de producción teatral.

Las propuestas teatrales actuales como la

escena expandida pertenecen a una estruc-

El acervo abarca la historia del teatro en

México desde finales del siglo XIX, todo el

siglo XX y hasta hoy.

El promedio mensual de usuarios que

consulta sus materiales supera los 16 mil,

de los cuales los estudiantes de la UNAM

(Universidad Nacional Autónoma de México)

son los más frecuentes, así como los alum-

nos de sus similares de Chihuahua y Puebla.

El futuro

En un futuro cercano, el Citru replanteará el

enfoque académico que ha llevado desde

1981, dado que hoy es parte institucional de

la recién conformada Secretaría de Cultura

que fue separada de la Secretaría de Educa-

ción Pública.

Para Díaz esa ruptura tiene sus ventajas:

“El centro como lugar de documenta-

ción e investigación de teatro está más cer-

ca de la educación artística. Ha funcionado

35 años enfocado en el aspecto académico

dentro de la educación de la disciplina tea-

tral, desde una visión más teórica que prác-

tica en el sentido de que en el Citru no se

han creado obras de teatro.

“Creo que al estar ligado en exclusiva a

la Secretaría de Cultura, la institución podría

ampliarse hacia la tendencia de investiga-

ción-creación, lo cual contribuiría en el as-

pecto artístico poco abordado dentro de la

trayectoria del Citru.

“En el curso de mi administración, la de-

pendencia con la SEP sí estaba afectando

tura horizontal de producción que los actores

han propiciado. Esa modificación estructural,

incluso, ha impactado en la figura del director

de escena, quien a su vez ha cambiado hacia

modos horizontales de producción.

De acuerdo con su punto de vista, per-

viven las formas de teatro en la misma me-

dida que perviven los modos de relación

que las produce.

Hoy día conviven muchos esquemas

micro-políticos en el teatro, luego entonces

considera natural que haya sobreproduc-

ción teatral desde el lugar que cada tenden-

cia ocupa.

Marc

o A

nto

nio

Cru

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Fab

ián

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iz

Katzavara. Perdurable

Díaz. Mayores recursos

84 2071 / 10 DE JULIO DE 2016

Sobrio, mesurado –lo que

no quiere decir inadvertido sino

al contrario, elegante y preci-

so–, Abdiel Vázquez dando la

dimensión exacta a la música

en su rol de acompañante y

atmósfera.

Inteligente la dirección del

italiano Paolo Gianni Cei, res-

ponsable también de la esceno-

grafía, vestuario e iluminación,

quien nos presentó una recá-

mara blanca, impersonal, fría,

con un enorme ventanal a tra-

vés del cual la noche deja ver la

enorme, inhóspita ciudad, ¿Pa-

rís, México, Nueva York, Bue-

nos Aires?

Lo único que yo quitaría de

su dirección es, al fi nal, el corte

del listón, alusión innecesaria al

corte de la vida que, por obvia,

desmerece. Por lo demás, sin

duda, una noche memorable.

Teatro“Proyecto Fausto”

ESTELA LEÑERO FRANCO

I nspirada en la obra Fausto

de Goethe, el dramatur-

go chileno Rolando Jara

escribe una propuesta con-

temporánea para hablar de los

tormentos del acto de escribir

y el paralelismo de lo que se

escribe con lo que se vive. La

imaginación del autor y su in-

capacidad de expresarse litera-

riamente, es vista por un autor

y un director que se preguntan

por las difi cultades para llevar

a escena una obra. Así como

se puede observar una relación

metateatral en esta dinámica,

puede interpretarse como

dos mundos con infi ernos

compartidos.

Proyecto Fausto fue estre-

nada este año bajo la dirección

del actor y bailarín chileno Juan

José Olavarrieta, director de la

compañía de danza butho Ga-

juca, y ahora, con un elenco re-

novado y en una coproducción

México/Chile, se presenta en el

Foro de la Gruta.

Los puntos de encuentro

con el clásico de Fausto, se ba-

quedarse cuando se topa con

una amiga de infancia de su

hija Antía, quien desapareció

misteriosamente muchos años

atrás; con la esperanza de vol-

ver a verla, Julieta rompe con

su amante y comienza a redac-

tar una larga carta donde revela

sus secretos confesando sus

motivos, todo lo que no com-

partió con esa hija extraviada.

El pasado se abre, Julieta

joven (Adriana Ugarte) viaja

en tren, ahí conoce al padre

de Antía. Y simultáneamente

ocurre una desgracia.

En Julieta (España, 2016),

Pedro Almodóvar abdica de

muchos de los resortes narrati-

vos que han hecho su imagen

de marca, escenas de emoción

desbordada, bromas posmo-

dernas y citas constantes de

clásicos americanos. En vez

de composiciones complica-

das y ángulos bizarros que

buscaban desarticular el melo-

drama, Almodóvar elige ahora

planos y contraplanos fi jos

con el rostro de su protago-

nista y de sus interlocutores;

escudriña las emociones bajo

el maquillaje, máscara y signo

de ocultamiento, e impone una

forma de empatía con esta

mujer que persigue liberarse

de la culpa por medio de la

escritura.

Almodóvar fusiona tres

relatos de Alice Munro

san, por un lado, en la presen-

cia de Margarita, jovencita de la

que se enamora el protagonista

y, por el otro, en la negociación

que realiza, en la segunda par-

te de la obra, con un Mefi stófe-

les que le ofrece escribir para él

a cambio de una recompensa.

No es mucha la vinculación con

este clásico y resulta, más bien,

un pretexto para plantear las an-

gustias que vive un escritor y las

alternativas que se le presentan.

Está rodeado de mujeres

que se le ofrecen como si fue-

ra el hombre más deseable del

mundo. Margarita, con falda a

cuadros, apenas adolescen-

te, religiosa y seductora con la

que vive una relación apasio-

nada y lleva en su vientre un

hijo que quiere expulsar pero

él “se lo prohíbe”. Una mujer

madura que le paga por tener

sexo, que es bella en el inicio

pero que termina enferma y

con aparatos ortopédicos. Y

unas mujeres encorsetadas,

prostitutas y meseras que ad-

quieren el papel de brujas y

le ofrecen placer a través de

diversos rituales “oscuros”.

Toda una fantasía masculina

que llega a chocar al cubrir los

típicos estereotipos machis-

tas que nuestra sociedad le ha

asignado a la mujer en donde

ella está a disposición y para

servir al otro.

En la estructura de la obra,

el mundo del escritor es visto

por dos hombres que beben en

un bar e ingieren alguna droga

que tal vez les hace imaginar

la otra realidad. Son testigos,

como los espectadores, y nun-

ca se relacionan con lo que ven

o imaginan, aunque los com-

portamientos de unos y otros

se empiecen a parecer.

La propuesta, que original-

mente estaba hecha para un

bailarín y una compañía de dan-

za, es desarrollada por actores y

conserva la dirección general de

Olavarrieta; Pilar Couto realiza

la dirección escénica y la musi-

calización. Las actuaciones son

irregulares y el trabajo se baja

en la caracterización de cada

uno de los personajes.

El vestuario es ecléctico y

mezcla corsés sacos sin cami-

sa, medias con encaje y guan-

tes de lana. Los utensilios del

bar son matraces, tubos de

ensayo y vasos de precipitado

sin razón alguna. Es una pro-

puesta estética arbitraria y sin

congruencia visual, aparecien-

do como simples ocurrencias

del director/bailarín.

Proyecto Fausto cuenta con

las actuaciones de Meraqui

Pradis, Marcela Rigoletti, Luis

Ernesto Verdín y Roldán Ramí-

rez, entre otros. El vestuario y

la utilería de Kotty Villela y el

video de Salvador Santana.

Proyecto Fausto es un ho-

menaje póstumo al maestro

Olavarrieta trayendo a la luz

una obra presentada en la

Muestra Nacional de Teatro

Chileno en el 2003 y que ahora

que se presenta en México con

montaje nuevo. La obra parece

un intento pretencioso de abor-

dar el complejo universo de

Fausto y apenas se queda en la

superfi cie.

Cine“Julieta”

JAVIER BETANCOURT

A punto de dejar Madrid

para siempre, Julieta

(Emma Suárez) decide

Art

uro

pez R

am

írez

Propuesta contemporánea

CULTURA

2071 / 10 DE JULIO DE 2016 85

(Premio Nobel 2013): “Azar

(Chance)”, “Pronto” y “Silen-

cio”, título este último que iba

a ser el de la cinta; el destino

y lo fortuito, el tiempo, la

culpa y el abandono, son los

temas de Julieta que han di-

vidido a la crítica, sobre todo

esa que se siente defrauda-

da por la falta de humor y la

osadía del director manchego

de aspirar a la tragedia con

una película aparentemente

tan plana. Pero, bien mirado,

esta ambición es clave en el

cine del director de Mujeres

al borde de un ataque de ner-

vios; entre chacota, farsas y

desdichas, sus personajes se

ven condenados a asumir su

identidad y lidiar con sus pa-

siones (Matador); el sexo y las

fi jaciones maternas son trabas

y armas, simultáneamente.

Julieta, como todos los

personajes femeninos del

director de Tacones lejanos,

está a cargo del sentimiento,

descubre la fuerza para viajar

al interior de sí misma, y asume

su destino aunque intente

escapar. Ahí está la tragedia,

no como género, sino como

tema. Cineasta de la mujer,

Almodóvar es afecto a man-

tener una musa en el altar y

luego sustituirla cuando ya se

nota muy impregnada de sus

personajes (chicas Almodóvar

como Carmen Maura, Victoria

Abril, serían el ejemplo).

Pero quien disfrute de las

historias de Alice Munro caerá

en cuenta que ahora esta

escritora se ha convertido en

la verdadera musa; es que

por estupendas que sean las

actuaciones de las españolas

Emma Suárez y Adriana Ugar-

te, Almodóvar no las convierte

en íconos, cosa que descon-

cierta a sus admiradores,

sino en meras máscaras. Lo

que destila Julieta es la visión

trágica de Munro, el sexo, la

muerte, la experiencia de la

soledad, la culpa como camino

irremediable a la conciencia, el

cielo, las constelaciones y sus

mitos.

Julieta es maestra de clá-

sicos; el universo en el detalle.

¿Brinco artístico de Almodóvar

o un simple salto al vacío?

Blim independiente no tiene

que ver con el precio, sino con

la oferta. Las mejores produc-

ciones no se encuentran en el

catálogo de Televisa, y por la

variedad apostó a compañías

como Fox+ y HBO.

Sin embargo a menos que

esos contenidos sean exclusi-

vos de la fi rma mexicana, los

usuarios serán difícilmente per-

suadidos de suscribirse al pa-

quete completo de IZZI TV, más

caro que el de otras empresas

operando en el país.

Televisa busca mantenerse

a fl ote después de los desca-

labros económicos debidos

a la corrupción imperante.

Su dependencia del apoyo

de gobernantes que dilapi-

dan el dinero del erario para

crear y cuidar su imagen, así

como su doble contabilidad

que enriquece a los dueños

en detrimento de la empresa

(Proceso, 2062), acompañada

de la pérdida de credibilidad,

la están colocando en una si-

tuación desesperada.

TelevisiónTelevisa busca flotador

FLORENCE TOUSSAINT

E l 1 de marzo de 2016,

Televisa lanzó su plata-

forma digital OTT para

insertarse en la competencia

por el mercado que representan

dentro del país, fundamental-

mente las compañías Netfl ix,

Claro Video y Total Movie.

La suscripción al sistema

Blim era independiente de su

servicio de triple play: telefonía

fi ja, internet y contenidos por ca-

ble del reconvertido Cablevisión,

ahora denominado IZZI Telecom.

Cuatro meses después de

aquella apertura, este 1 de julio, el

cuadro se amplía para dar lugar

a un paquete de contenidos nue-

vos: las señales aéreas abiertas

con su tradicional programación

horaria y en vivo, los canales de

cable, más la oferta de progra-

mas, series y películas de Blim

adquiere el nombre de IZZI TV.

El director de IZZI Telecom

explicó (El Economista):

“IZZI TV incorpora una sola

interface con el usuario, un solo

menú con las opciones para ver

la televisión lineal: los canales

en vivo y las opciones de series

y fi lmes de diferentes provee-

dores o socios estratégicos.

“Puede accederse a la pla-

taforma también desde dispo-

sitivos móviles, smartphones

o tablets. Ofrece 230 canales

nacionales e internacionales de

televisión en vivo –60 en alta

defi nición–, más todo el catá-

logo de Blim –el OTT de Grupo

Televisa que cuenta con 14,000

títulos–. En su versión comple-

ta tendrá 250 canales, pues se

agregan los de Fox+ y los de

HBO y da acceso a tres dis-

positivos. Cada uno de ellos

puede bajar una señal diferente

simultáneamente.

La estrategia consiste en

agregar una opción más a IZZI

y convencer así al usuario de

contratar los servicios de telefo-

nía e internet al Grupo Televisa.

Buscan quitarle clientes al Gru-

po Carso. Sin embargo, en el

terreno de las OTT el adversario

mayor es Netfl ix, pues según

datos de CIU lleva la delantera

al acaparar más de la mitad del

mercado; el 56% de los usua-

rios lo son de esta compañía.

Luego viene Clarovideo de Car-

los Slim con 27%, Total Movie

de TV Azteca con 6% e iTunes

con 5%, otros con un 6%.

Ello indica varias cuestio-

nes: primero, para acceder a

Netfl ix no se necesita pasar

por una compañía que ofrezca

televisión. Tampoco para co-

nectarse a Claro Video. A esos

contenidos se accede por me-

dio de internet. Segundo, el

crecimiento de las plataformas

OTT se corresponde con la baja

en la exposición a la pantalla

chica tradicional. La gente que

puede pagar busca ofertas dis-

tintas, de mayor calidad y sin

anuncios. Televisa ha perdido

al menos un 15% de audiencia

en los últimos tres años.

El poco éxito alcanzado con

86 2071 / 10 DE JULIO DE 2016

NIZA RIVERA

En un momento com-plicado en el país para los padres, maestros y hasta para los niños cuya formación fuera de

la escuela suele ser un bombar-deo tecnológico de contenido sin fondo, Proceso acaba de lanzar dos libros infantiles que apelan a la creatividad y el aprendizaje como medio de reflexión: Origami, una sorpresa para cada mes y Tres caídas y un salto al mar.

El primero está dirigido a ni-ños en edad preescolar con auto-ría de Vladimir Avatín (autodidacta del origami y ganador del segun-do lugar de la Bienal Internacional de Arte en Miniatura), complemen-tado con dibujos del reconocido ilustrador y diseñador mexicano Alejandro Magallanes; mientras que el segundo es una lectura dirigida a niños en edad primaria, obra ga-nadora del Premio Bellas Artes de Cuento Infantil Juan de la Cabada 2013, escrita por Esteban Hinojosa Rebolledo (Campeche, 1987).

Ambos pueden encontrarse en puestos de periódicos y revistas del

país; además, en las librerías Gand-hi, Fondo de Cultura Económica, El Sótano, Porrúa y Educal, y en libre-rías locales como Catarina Marina, de Cuernavaca; Gonvil y El Elefante, en Guadalajara; La Ventana, de Monte-rrey; Librería Hidalgo, de Morelia; Ra-yuela y La Rueca de Gandhi, de Xalapa; y La Profética, de Puebla.

Los dos volúmenes fueron coor-dinados por Miriam Martínez Gar-za, licenciada en Lengua y Literaturas Modernas Inglesas por la Universidad Nacional Autónoma de México, edito-ra y gestora cultural con más de dos décadas de experiencia en la industria de los libros y 12 años para niños. Y la colaboración de Peggy Espinoza, Pre-mio al Mérito Editorial 2015 de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), hasta ahora primera gran distin-ción en reconocer a un editor de litera-tura infantil y juvenil.

Origami una sorpresa para cada mes también contó con la colaboración de Montserrat Larios de la Peña y foto-grafías de Eduardo Miranda, y tiene 14 piezas para armar figuras sencillas y rápidas de origami que van desde un clásico gorrito de papel, un ca-mión, un barquito, y un corazón, has-ta la pirámide de Kukulcán, el rostro de un perrito xoloitzcuintli o el Mon-te Fuji de Japón.

Un volumen para armar y otro para abrir la expresión son los dos libros con los que Proceso incursiona en el mundo infantil, más allá de la inmediatez del mercado o del mero entretenimiento. Por medio del origami y de la historia de la amistad entre un niño y una niña, se intenta “formar ciudadanos que sepan expresarse y puedan defenderse, darles alternativas de pensamien-to, desarrollar su capacidad de reflexión”, apunta la coordinadora Miriam Martínez Garza, con amplia tra-yectoria en el mundo editorial para pequeños.

Proceso apuesta por las

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Mediante breves explicaciones, pasos simples, y una calidad de papel con co-lores que a su vez semeja relieves y figu-ras de acuerdo a la figura que el niño va a producir, el libro busca captar la aten-ción de los pequeños dándoles al mismo tiempo una dosis de información de la figura a armar, y con ello desarrollar su creatividad al tiempo que su capacidad motriz, según explicó Martínez Garza, también exdirectora de literatura infan-til en el Fondo de Cultura Económica (2004-2009), y excoordinadora nacional de Desarrollo Cultural Infantil y Juvenil (2009-2013) en el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, ahora Secretaría de Cultura federal:

“La propuesta es motivar el desarrollo de destrezas en los niños, tanto motrices como matemáticas, mismas que se están perdiendo con contenidos muy bajos que sólo los llevan a seguir órdenes de ‘pinta aquí o rellena esto’ sin ninguna intención de hacerlos pensar más allá, y la pregunta era ¿cómo podemos competir con un mer-cado infantil de figuras de Disney que les ordenan hacer cosas más que motivarlos a pensar? Motivándolos a aprender me-diante el juego.

“El origami requiere concentración y es justo lo que pierden los niños ahora que la mayoría tiene lapso muy corto de atención, así que está pensado para que muchas figuras las hagan con un poco de ayuda de los padres, y más que de-cirles qué significa ‘origami’, les explica-mos qué significado tiene cada cosa que hacen, como al formar un corazón sepan cómo se dice en náhuatl o en zapoteco.”

De manera que al tiempo que arman el Monte Fuji, hacen el corazón o el perro xoloitzcuintli, aprenden datos sobre los mismos, por ejemplo de este último que además de no tener pelo es un perro de tiempos prehispánicos que se solía aso-ciar con el cruce al inframundo de acuer-do a la tradición mexica.

En Japón se considera al origami más que una manualidad una tradición liga-da a la espiritualidad, pues antes los an-tiguos sacerdotes que practicaban el arte del plegado de papel lo hacían tanto como un método de concentración y medita-ción, como una forma de adoración, y no había mejor ofrenda que el tiempo y la de-dicación para realizar un origami.

Además de agudizar el sistema motriz en los niños ayuda a mejorar la precisión, la concentración e inculca la tolerancia ante los errores.

Respecto a Tres caídas y un salto al mar, cuyas ilustraciones son de Abraham Bo-nilla Nuñez, se trata de un cuento corto que además de abordar la amistad en-tre un niño y una niña, ambos de prima-

ria, toca otros temas de una manera sutil como el bullying, la experiencia de un chi-co ante el deceso de su madre, el respeto, y el descubrimiento del gusto por un niño del mismo sexo, un tema que se aborda más entre adolescentes pero rara vez en literatura infantil.

Desarrollada en Champotón, Cam-peche, la historia tiene como personajes principales a Rosa Margarita y Andrés, dos pequeños tan diferentes entre sí –no sólo físicamente– que descubren su verdadero deseo cuando aparece un tercero, aunque para ello tengan que enfrentar diversas si-tuaciones hasta aprender a aceptarse a sí mismos.

Al respecto Martínez Garza, con expe-riencia en más de 360 títulos editados para niños, jóvenes y padres de familia, comentó:

“Son temas arriesgados, pero me pare-ce que debían tocarse desde la realidad de los niños. Es una apuesta de Proceso, una historia sí, arriesgada, pero es actual, his-toria que lleva en muchos casos a la amis-tad y a descubrir a los niños quiénes son y qué quieren.

“No solamente es leer un libro por leerlo, es para razonar ciertos puntos en un mundo donde lo único que cuenta es lo inmediato, y estos libros le implican al niño un cierto tiempo para armar o leer, y que desarrollen su capacidad de retención pero también de reflexión…”

–Se habla siempre de que los niños son el futuro de México, ¿cómo calibra esa idea?

–Así es… se dice en el discurso políti-co que los niños son el futuro de México y del mundo, pero en los números y presupuesto siempre son los más castigados, relega-dos, y peor en cuanto a conte-nidos. Se tiene esa idea de que cualquiera puede hacer cosas para niños y no es cierto; en edu-cación, por ejemplo, ahora hay una reforma que más que educa-tiva es laboral, entonces en reali-dad no interesa.

“Hay que abordar historias desde las emociones infantiles y posibilitarles hacer algo con su creatividad, abrir otras vías de expresión… con estos libros lo que queremos es formar ciu-dadanos que sepan expresarse y puedan defenderse. Es darles al-ternativas de pensamiento críti-co en un momento donde todo está enfocado a competencias de mercado y no al análisis.”

Otra de las aportaciones de los volúmenes es brindar es-pacio a autores jóvenes y artis-tas con experiencia previa, una

mezcla que a decir de Martínez Garza ofrece un trabajo balanceado y de mucha calidad.

Muestra de ello se puede leer en el ini-cio de Tres caídas libres y un salto al mar:

“No sé por qué no se me ocurrió antes. Treparme en esta rama encorvada y saltar hacia el mar. Claro que primero nos qui-tamos las mochilas y los zapatos para po-nerlos a salvo del agua. La playa está casi vacía. Margarita Rosa, Enrique y yo nos sumergimos para ver quién aguanta más tiempo con los ojos abiertos. Los gritos de la gente del mercado se confunden con las gaviotas. Hace unos minutos, mis ami-gos y yo estábamos a punto de separarnos para siempre, de no ser amigos nunca. Enrique acaba de rendirse, también Mar-garita Rosa. Chapotean a mí alrededor para hacerme salir. Esperaré diez segun-dos más. Me siento fuerte. Ahora las cosas serán distintas. Supongo que éste es uno de esos momentos de tranquilidad de los que tanto se habla, como el que mi mamá vino a buscar aquí mismo hace más de un año: ese lunes en donde comienza esta historia…”

Por lo pronto este libro y Origami, una sorpresa para cada mes tienen un tiraje de tres mil volúmenes, respectivamente.

“No son libros escolares pero están pensados como un apoyo escolar con una investigación en base a programas educa-tivos. Se trata de formar ciudadanos re-flexivos, no sólo críticos, también activos que desde pequeños jueguen y aprendan mediante la lectura y destreza.”

J. R

l Pére

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LITERATURA

Martínez y las ediciones

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COLUMBA VÉRTIZ DE LA FUENTE

El cineasta finlandés Klaus Härö, conocido por su lar-gometraje del 2009 Cartas al padre Jacob, espera que su re-ciente película El último due-lo (The Fencer) “motive a los

mexicanos ante los tiempos violentos que enfrentan, ya que la historia retrata el miedo y cómo enfrentarlo”.

Desde su país, vía Skype, Härö comple-ta su mensaje en entrevista:

“Ojalá y las personas de México logren alguno de sus sueños que por miedo no hayan alcanzado.”

Manifiesta que no le gusta crear filmes en torno al “todo es hermoso en la vida y todo va a salir bien”, como suele suce-der en las cintas de Hollywood, “a mí me agrada retratar situaciones con las cuales la gente vea por qué vale la pena vivir o sacrificar la propia vida”.

El último duelo, rodada en 2014 en Ha-apsalu, Estonia, se ubica en 1952. En el ar-gumento, un joven campeón de esgrima llamado Endel Nelis, tras haber sido for-zado a formar parte del ejército alemán es buscado por la policía soviética. Regre-sa a su ciudad natal, donde trabaja como

Emparenta el finlandés Klaus Härö su

con Méxicomaestro de educación física. Y aunque le cuesta trabajo comunicarse con los pe-queños de la escuela, decide enseñarle a sus alumnos la mayor de sus pasiones: la esgrima. Los niños cada vez pasan días más difíciles con la dura realidad de la posguerra; pero se entusiasman por ese deporte y participan en una competen-cia en Leningrado de donde huyó Endel, quien deberá resolver entre seguir con ellos o salvarse.

Härö, quien en cuatro ocasiones ha re-presentado a Finlandia en pos del Óscar, apunta que le hubiese encantado venir a México para el estreno comercial de El últi-mo duelo el próximo 15 de julio en salas de arte Cinépolis:

“Para un director es muy importante acudir al lanzamiento de su película para ver las reacciones. Por ejemplo, cuando la proyectamos en mi país, Finlandia, y en Estonia, las personas salían llorando y a otras se les veía conmovidas. La verdad, el filme ha tenido una gran respuesta.”

–Como en sus anteriores largometra-jes, de nuevo aborda el tema de la guerra. ¿Por qué ahora Estonia?

–La trama se sitúa en la época de la Se-

gunda Guerra Mundial. Estonia, que es un país muy pequeño, ha sido invadida por diferentes naciones, primero por Alema-nia, luego por Rusia y después, otra vez por Alemania.

“El personaje principal se hallaba en el lugar y el tiempo equivocado, ya que los nazis lo obligaron a pertenecer a su ejérci-to y cuando los rusos invadieron Estonia, cualquiera que haya pertenecido a la tro-pa alemana era un enemigo potencial. Ese es el gran dilema de nuestro Endel Nelis: no era libre de su pasado, a pesar de que ya habían transcurrido diez años...

–¿Qué puede ofrecer su largometraje a los mexicanos quienes enfrentan la vio-lencia del narco y la corrupción e impuni-dad de los políticos?

–Aunque lo que pasó en Estonia no es la situación que ahora viven ustedes en México, se relaciona mucho. Este rela-to fílmico aborda el miedo. La gente tiene miedo de decir lo que piensa porque sabe que podría ser asesinada.

La mayoría de las veces el ser huma-no no enfrenta los miedos, dice, “sólo arriesga su vida cuando está en peligro al-guien que uno quiere, y eso le pasó a Endel

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cuando vio que los niños podrían hacer algo más; entonces él renuncia a sí mismo y desea apoyar a esos pequeños, a pesar de que su vida corre un gran riesgo.

“Cuando haces una historia como ésta acerca de algunos países opresores, te das cuenta que eso ha sucedido siempre. El hecho de la guerra que presento sobre Es-tonia ocurrió hace muchos años pero el tópico es bastante actual. En muchas na-ciones la gente todavía tiene miedo de ex-presarse. El filme se refiere no sólo sobre el temor, sino cómo uno lo enfrenta y lo-

gra resolverlo para crear cosas, lo cual se convierte en algo muy bello, no obstante vivir en una era profundamente oscura.”

El reparto lo integran Märt Avan-di (como Endel), Úrsula Ratasepp y Liisa Koppel. El guión es de Anna Heinämaa y la fotografía, de Tuomo Hutri.

Un proyecto “muy loco”

Härö nació el 31 de marzo de 1971. Sus otras películas son Elina (2002), Mother of Mine (2005) y The New Man (2007). Mencio-na que El último duelo es una producción de Finlandia, donde también participan Alemania y Estonia.

“Este proyecto estuvo muy loco por-que yo no hablo estonio, a pesar de que soy el director. Es una cinta harto impor-tante porque se refiere a Estonia de los años cincuenta, cuando todo mundo tenía pavor de la represión por parte del bloque soviético en Europa del Este.

“Estaba trabajando en otra idea y de pronto me llegó el guión. Al tiempo que lo leía, pensaba que estaba frente a un fil-me muy importante e ideal para mí. Es un filme maravilloso con muchas enseñan-zas y se ve cómo el personaje central va creciendo.”

Resalta que la película ha obtenido “muy buenos comentarios” por parte de los críticos, “fue bien recibida en Finlandia y después empezó a dar la vuelta a todo

el mundo, lo cual ha sido muy bueno ya que estuvimos nominados para el Globo de Oro y el Óscar”. Dice con ánimo:

“Este largometraje nos ha retribuido más de lo que esperábamos.”

–El filme se basa en un personaje real. ¿Quién fue Endel Nelis?

–Después de leer el guión, investi-gué sobre Endel y me di cuenta de su importancia no sólo en la historia de Es-tonia sino para el esgrima. Él ya murió (en 1993)… En la vida real construyó en esa pequeña ciudad de Haapsalu un pequeño club de esgrima, el cual aún sigue funcio-nando por su hija Helen.

“De allí han salido y salen muchísimos medallistas de oro olímpicos u otras com-petencias mundiales. De empezar como club chiquito en el que nadie creía se con-virtió en uno grandioso y reconocido in-ternacionalmente. Gracias a este filme ha habido un renacimiento de este persona-je, Endel Nelis, y se logró construir una nueva sala de armas mucho mayor y más moderna.”

Finaliza refiriéndose que no es la pri-mera vez que trabaja con niños y que para esta película tardó un año el casting:

“Es muy bueno laborar con ellos. Únicamente hay que escogerlos bien, no es sólo elegirlos por el look adecuado o la edad apropiada, es algo mucho más complejo. Los buscamos por Alemania, Estonia y has-ta en Estados Unidos. El pequeño debe po-seer la habilidad para entrar al personaje, sentirlo y creerlo para poderlo proyectar...

“Muchos de los que participan en la cinta son de diferentes clubes de esgri-ma; pero los cuatro niños y niñas más importantes los encontramos por un cas-ting en videos. Cuando terminamos de filmar y vi la película, estaba muy sor-prendido por todo lo que proyectaban es-tos pequeños, se sentía todo muy real. Pero eso yo no lo puedo lograr, como di-rector simplemente consigo decirles ‘haz esto y haz lo otro’, mas no puedo provocar las lágrimas. Eso es algo que el actor debe saber transmitir.”

ESPECTÁCULOS

La odisea del legendario esgrimista estonio Endel Nelis (1925-1993), perseguido por la policía secreta de Stalin, ha sido llevada al cine por el escandinavo Klaus Härö en la cinta El último duelo, que estrena a mediados de mes en salas de arte Cinépolis. Vía Skype desde Finlandia, Härö expresa: “Aunque lo que pasó en la Estonia de 1952 no es la situación que ahora viven ustedes en México, se re-laciona mucho. Este relato fílmico aborda el miedo. La gente tiene miedo de decir lo que piensa porque sabe que podría ser asesinada”.

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Inferencia mexicana

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BEATRIZ PEREYRA

A80 años de la fundación del Instituto Politécnico Nacio-nal (IPN), el deporte es una deuda en esta institución académica, que este año designó apenas 10.1 millo-

nes de pesos para atender a una población de alrededor de 150 mil personas, entre in-tegrantes de la comunidad académica y usuarios externos.

En relación con 2015, el presupuesto para el deporte se redujo de forma dramáti-ca. Ese año, de hecho, se asignaron 39.4 mi-llones de pesos, que ya son insuficientes.

Información proporcionada por la Di-rección de Desarrollo y Fomento Deportivo (DDFD), indica que en 2014 se invirtieron 35.2 millones de pesos; en 2013, 16.6 millo-nes, y en 2012, 21.1 millones. No existe in-formación sobre años anteriores.

Los 10.1 millones con los que el IPN opera el deporte en 2016 se gastarán de la siguiente forma: 8.9 millones en gasto co-rriente; 901 mil 200 pesos en el pago de entrenadores; y 296 mil 583 en manteni-miento de las instalaciones.

Estas condiciones económicas expli-can por qué gran parte de las instalacio-nes deportivas con las que cuenta el IPN no están en buenas condiciones, por qué

el equipamiento deportivo es viejo y prác-ticamente inservible y también por qué en la Olimpiada Nacional sus equipos repre-sentativos han ocupado, en 13 de 20 par-ticipaciones, los últimos cinco lugares del medallero.

El IPN está integrado por dos unidades profesionales (Adolfo López Mateos y Láza-ro Cárdenas del Río), por 24 escuelas de ni-vel superior (como ESCA, ESIQIE, UPIICSA, ESIME, ESEO, etcétera.) y 16 escuelas de ni-vel medio superior (16 cecyts y un CET), en las cuales hay 160 instalaciones deportivas en las que se practican deportes como at-letismo, ajedrez, baloncesto, beisbol, bo-xeo, excursionismo y montañismo, futbol, futbol rápido, futbol 7, frontón, gimnasia, balonmano, judo, karate, kendo, luchas aso-ciadas, natación, buceo, softbol, taekwondo, tiro con arco, triatlón, tenis y voleibol.

De los 150 mil usuarios, 20 mil 86 (13 mil 340 hombres y 6 mil 746 mujeres) son estudiantes que practican deporte de for-ma organizada, es decir, compiten en re-presentación de sus escuelas o del propio IPN. El resto forma parte del deporte social o recreativo.

El titular de la DDFD, José Cartas Oroz-co, reconoce que la última compra de ma-terial y equipamiento deportivo ocurrió hace 10 años, a excepción de unas vallas para atletismo y unos carriles para la alber-

ca olímpica que se adquirieron en 2015. El presupuesto del año pasado también

alcanzó para darle mantenimiento al esta-dio de futbol americano Wilfrido Massieu, que después de 15 años de estar vetado por fin volvió a operar. También se cam-biaron las viejas luminarias del gimnasio para sustituirlas por lámparas de focos led y se remozaron los baños y vestidores de la alberca.

En 2014, la Comisión Nacional de Cul-tura Física y Deporte entregó al IPN 6 millo-nes de pesos que se gastaron en el pago de entrenadores de reserva nacional y talen-tos deportivos. En 2015 el monto que asig-nó fue de 1 millón de pesos, y este año bajó hasta 914 mil 860 pesos.

El IPN tampoco cuenta con patrocina-dores que apoyen el deporte, así que el di-nero que hay no alcanza para otorgar becas a sus atletas más destacados. En esta ins-titución académica se compite, y se gana o se pierde, por el simple gusto de participar. Un uniforme oficial es lo que el IPN pue-de ofrecer.

Además, hay que financiar a los equi-pos de futbol americano: dos en Liga Mayor (Burros Blancos y Águilas Blancas), cinco de categoría Intermedia y 12 de Juvenil, en los que la mayoría de los gastos los solven-tan los padres de los jugadores.

Al futbol americano, según Cartas, se

El Poli, un

desastredeportivo

http://universiada2015.uanl.mx

2071 / 10 DE JULIO DE 2016 91

DEPORTES

le inyectan unos 7 millones de pesos, que principalmente se utilizan en los viajes de los jugadores a los partidos. Los 15 años que no pudo jugar en casa, el IPN rentaba a otras instituciones (como la Universidad del Valle de México) un campo para jugar, o a veces el Foro Sol. Para ello debía desem-bolsar unos 400 mil pesos.

Las carencias en las instalaciones de-portivas se notan. Proceso realizó un reco-rrido por la Unidad Adolfo López Mateos de Zacatenco, donde también se encuentran las oficinas del director general del IPN, En-rique Fernández Fassnacht.

Ahí hay una alberca olímpica que se construyó hace 60 años. En 2005 se instaló un techo para aminorar las inclemencias del tiempo. Tiene unos mil 500 usuarios, principalmente personal administrativo y docente que forma parte del programa de activación física. Son atendidos por 17 entrenadores.

El equipo representativo de natación apenas se formó el año pasado y el IPN ya inscribió a unos 40 nadadores ante la Fe-deración Mexicana de este deporte. Este año por primera vez un grupo de atletas, a cargo de cuatro entrenadores y un coor-dinador, representará al instituto en la Olimpiada Nacional. También hay fosa de clavados que se utiliza para buceo única-mente, pues no existe un programa para este deporte ni entrenadores.

Descuidos, carencias

Alberto Guzmán Rojas es estudiante de sex-to semestre de Ingeniería Biotecnológica en el IPN. Es un pechista que forma parte del recién creado equipo representativo de na-tación. Llegó a esta institución cuando te-nía 10 años y sus papás lo inscribieron en el equipo de waterpolo que desapareció en 2007.

Después ingresó como estudiante al IPN y ahora batalla para combinar estudios y deporte, porque no todos los profesores son flexibles para otorgarle permisos que le per-mitan competir y entrenar. Pero no se queja. Está muy contento porque la actual admi-nistración ya les dio un juego de pants con el escudo de la escuela. Contar con un uni-

forme que nunca le habían dado tiene un inmenso valor.

Está consciente de que como atleta de alto rendimiento es necesario un equipo multidisciplinario. Tiene la promesa de que en breve todos los nadadores tendrán acce-so a un nutriólogo. Mientras tanto, agrade-ce que para un proyecto de tesis un alumno del Centro Interdisciplinario de Ciencias de la Salud les hizo unos estudios antro-pomórficos y les dio seguimiento a él y sus compañeros durante seis meses, lo cual les permitió mejorar sus resultados.

“Yo me he lesionado varias veces y sí me han atendido en Medicina del Deporte, hay servicio de rehabilitación y te van checan-do continuamente, pero sí faltan algunas cosas, como psicólogo deportivo, y no hay controles antidopaje”, cuenta el deportista.

La pista de atletismo del estadio Wil-frido Massieu luce impecable. José Cartas presume las vallas nuevas que un grupo nu-trido de atletas de 400 metros saltan con fa-cilidad. Entre ellos destaca Mauricio Arias, un muchacho de 20 años y 1.85 metros de estatura que apenas hace año y medio era un “gordito lonjudo”, como él se describe.

Ahora Mauricio, estudiante de ingenie-

ría aeronáutica, tiene un cuerpo esculpido por las tres horas que entrena diario. Su ob-jetivo es llegar a las mejores competencias nacionales, pero en 2014 no pensaba que sería deportista. Un día por casualidad se encontró con el entrenador Horacio Fierros, que hoy día encabeza un equipo de atletis-mo de velocidad de unos 20 atletas de alto rendimiento.

Este deportista tampoco sabe de quími-cas sanguíneas o de estudios de fisiología. “No sabía que existe eso para el deporte”, confiesa. Nunca ha tenido un nutriólogo, por eso sólo le preguntó al entrenador qué no debe comer para estar en forma. “Ya so-bre eso, cuando me dé hambre, como lo que sí puedo hasta que se me quite el hambre, sobre todo mucha fruta”, dice. No entiende de cargas de entrenamiento ni del descanso adecuado para evitar lesiones.

“En pretemporada mis ejercicios son para mantener la condición, bajar de peso y ganar fuerza y potencia; ya en los entre-namientos de temporada trabajamos espe-cíficamente resistencia y velocidad”. Refiere que nunca se ha lesionado, que no sabría qué hacer ni a quién acudir si ocurriera.

Resulta paradójica su respuesta, pues a escasos cien metros de donde entrena está la Clínica Politécnica del Deporte, un espa-cio reducido debajo de las gradas del esta-dio Wilfrido Massieu, donde sin importar que quienes soliciten servicio sean depor-tistas o no se presta atención.

Las seis personas que ahí laboran (cua-tro rehabilitadores y dos médicos) no se dan abasto para las terapias eléctrica, de calor, ultrasonido, de calor húmedo y otras tantas.

De entrada, hace falta comprar equipo con nuevas tecnologías como uno de ondas

El Instituto Politécnico Nacional es un gigante. Pero su impulso al deporte es una nulidad respecto de su tamaño e importancia: universidades más pequeñas generan muchos más atletas de alta competencia y tienen un mayor impacto en sus comunidades. La cantidad de dinero que el Poli le destina a la activación física es mínima; la mayoría de sus instalaciones y equipos son obsoletos e incluso peligrosos, además de que los talentos que promueve carecen de un entorno que los catapulte a la élite.

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Natación. Deuda

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de choque, que cuesta alrededor de 300 mil pesos; otro para aplicar la técnica de pun-ción y también urgen al menos dos unida-des dentales para tratarles las caries a los deportistas, pues está demostrado que exis-te una relación entre éstas y las lesiones musculares, como los desgarros.

El equipo de lucha grecorromana, libre y femenil no escapa a la precariedad en el IPN. Los colchones más nuevos fueron com-prados hace 10 años. Están gastados, pero no se comparan con los que están deba-jo de éstos: los más viejos tienen 30 años y en ellos entrenan los luchadores cuando los nuevos se los llevan a las competencias. Es-tán tan planos que cualquier caída fuerte les causa alguna lesión.

El espacio cuadrado donde entrenan, de 12 metros por lado, es insuficiente para el grupo de casi 70 luchadores que en dis-tintos horarios practican este deporte, seis de ellos mujeres. Fernando Romero es uno de los más destacados. Tiene potencial para convertirse en seleccionado nacional.

“Se necesitan pesas, discos, barras y también domis, que son los muñecos con los que se practican las llaves. Los que te-nemos son muy antiguos, ya no los pode-mos usar porque ya no sirven, se les sale el relleno. Los colchones deberían estar fijos, nosotros los tenemos que estar acomodan-do. Eso también podría mejorarse”, explica.

Aunque hay un gimnasio de pesas al lado de la zona de luchas asociadas, gene-ralmente está ocupado por otros deportis-tas. Los luchadores deben esperar a que desocupen los aparatos para completar su entrenamiento.

Este deporte ha sido uno de los más em-blemáticos del IPN. Entre los sesenta y los noventa se realizó en sus instalaciones el torneo Wilfrido Massieu de luchas asocia-das. Representantes de países como Bul-garia, Rusia, Cuba, Venezuela, Colombia y Argentina, entre otros, viajaban a Méxi-co para participar. Ante la falta de recursos para organizarlo dejó de existir.

Si de colchones viejos y rotos se trata

los de gimnasia artística son los peores. Son los únicos que han existido desde que esta disciplina se imparte en el IPN. Uno nuevo cuesta 150 mil pesos. No hay para comprar ni uno solo.

El Gimnasio de Exhibiciones es la sede para los certámenes más importantes del IPN. A simple vista es una de las mejores instalaciones. Tiene unas gradas muy am-plias y excelente iluminación, con piso de duela que sirve para canchas de basquetbol y voleibol.

Pero la base donde fue colocada la due-la permitió que se filtrara la humedad y la madera ahora está tan hinchada que se ve curvada. Está “inflada”, y en un extremo de plano hay un agujero que se cubre con los tatamis donde se practica taekwondo.

Esta disciplina está a cargo de José Luis Onofre, el exentrenador de la selección na-cional que participó en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 y Londres 2012. El taekwon-do es motivo de orgullo en el IPN, y no sólo en las instalaciones de Zacatenco, donde se concentra el equipo representativo, sino que el programa se extiende a las instala-ciones del Casco de Santo Tomás.

En los equipos de todas las escuelas hay 2 mil taekwondistas, unos 60 por categoría, que van desde infantiles hasta sub 21. Del IPN han salido algunos seleccionados na-cionales como Paulina Armería, que ganó plata en los Juegos Panamericanos de To-ronto 2015, y Ana Oliván, que en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014 obtuvo medalla de oro.

También está Alexis Almanza de la ca-tegoría de menos de 63 kilos que fue quinto lugar en el Mundial Universitario. Tiene 23 años y está en el séptimo semestre de Inge-niería en Transporte. Aunque reconoce que las instalaciones de Zacatenco son buenas, no pasa por alto las malas condiciones de la duela y el peligro que es para los atletas co-rrer y entrenar ahí.

Pero lo que más le afecta es que pasa todo el día en la escuela. Entre las clases y el entrenamiento tiene que hacer tres co-midas y no existe un comedor para atletas.

“Comes aquí lo que cualquier perso-na comería: tortas, tacos, lo que venden en los puestos de la calle. Es lo que ingerimos, pero tratando de ir por el camino de la dis-ciplina trato de buscar cosas mejores y te-ner suplementos alimenticios, porque si sólo como por comer, no daría el peso de mi categoría. Tener un comedor ayudaría mucho”, dice.

Almanza vive a la vera de la autopis-ta México-Puebla. El traslado diario hasta Zacatenco le permite dormir unas cuatro horas al día. Sólo así puede estudiar, hacer la tarea y entrenar. Quiere llegar a la selec-ción nacional y a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, y contar algún día que se hizo en las instalaciones y el sistema deportivo del IPN, adonde llegó desde la vocacional.

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El Wilfrido Massieu. Relanzamiento

Gimnasios. Carencias

DEPORTESDEPORTES

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RAÚL OCHOA

Hace dos décadas, un cen-tenar de trabajadores se declaró en huelga, lo que paralizó el simbólico Fron-tón México. Exigían acabar con las violaciones al Con-

trato Colectivo de Trabajo por parte de la empresa Operadora de Espectáculos Real de México, S. A. de C. V., administradora del llamado palacio del jai-alai en la Ciudad de México.

Después de 20 años de paro, las tensio-nes persisten, los intentos por llegar a una solución han sido infructuosos y los huel-guistas, reducidos a un puñado, aún espe-ran la resolución del conflicto laboral. De hecho, la autoridad competente, la Junta

Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA), calificó de “lícita” la huelga, contrario a lo manifestado por el patrón y el gremio que supuestamente defiende los intereses de los trabajadores: la Confederación Revolu-cionaria de Obreros y Campesinos (CROC), dirigida por Isaías González Cuevas.

Ahora los colaboradores del propieta-rio del inmueble se han empeñado en di-vulgar a los huelguistas que el Frontón México –actualmente en remodelación– reabrirá sus puertas el próximo 20 de no-viembre “pase lo que pase”, denuncian los agraviados.

La huelga, sin embargo, está viva. El pa-sado 17 de mayo la JFCA giró una notifica-ción al responsable de la CROC para que manifieste lo que a su derecho convenga, y le recuerda “la responsabilidad jurídica

que conlleva la representación de los traba-jadores, para los efectos legales a que haya lugar”.

La JFCA también le advierte: “Queda apercibido que de no desahogar la vista con-cedida se le impondrá una multa de 511.28 pesos, que corresponde a siete veces la Uni-dad de Medida y Actualización. Lo anterior, con fundamento en el artículo 731 fracción I de la Ley Federal del Trabajo”. La respuesta de la CROC se conocerá esta semana.

Todo esto fue publicado en el boletín ofi-cial 112 de la JFCA el pasado 16 de junio, en respuesta al oficio turnado a la Oficialía de Partes de Asuntos Colectivos de la Junta Es-pecial Número Catorce, del 12 de mayo (nú-meros de folio 3657 y 00164), suscrito por 10 de los trabajadores agraviados del Frontón México.

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Frontón México, una

huelgaLa larguísima huelga en el Frontón México aún no se ha solucionado: cuenta con declaración de legalidad y aún hay trabajadores que exigen sus derechos. Pero esto no parece importarle ni a los empresarios ni al gobierno de la Ciudad de México, que ha impulsado la reapertura del centro a cualquier costo, ni al sindicato, que debería abogar por sus agremiados. Las obras de remodelación del mítico escenario van a 50% y ya se da por hecho que incluirá un casino, pese a que el permiso original no lo avala.

94 2071 / 10 DE JULIO DE 2016

En sus peticiones, los afectados solici-tan que se les respeten sus derechos ante el Instituto Mexicano del Seguro Social, que les den copias del expediente y la JFCA “se pronuncie en el presente conflicto (…) res-petando los derechos laborales de los tra-bajadores huelguistas con la finalidad de llegar a la culminación del presente conflic-to laboral restituyéndonos como trabajado-res nuestros respectivos derechos”.

No obstante, la JFCA sólo avala los re-gistros de cuatro de los 10 obreros incon-formes: Esteban Camacho Talavera, Samuel Adame Hernández, Victorino Rivera Ro-dríguez y Emilio Pacheco Medina: “Son los únicos trabajadores reconocidos en la reso-lución de calificación de la huelga de fecha 26 de septiembre de 1997”.

En febrero pasado, Proceso (2052) de-talló que al menos cinco exempleados del Frontón México mantienen su lucha en de-manda del pago de sus indemnizaciones.

En principio, los huelguistas exigieron a Antonio Cosío, en su carácter de patrón sustituto, un pago individual de 3 millones de pesos. Empero, el monto se incrementó cuatro meses después a 5 millones de pe-sos, de acuerdo con la proporción del daño. En la cifra se incluyen salarios caídos y to-das las prestaciones de ley.

Este semanario también alertó que, sin previo aviso ni acuerdo con los huelguistas, el dueño del frontón dio inicio a la remode-lación del emblemático recinto, ubicado en Plaza de la República 17, en la colonia Taba-calera de la delegación Cuauhtémoc.

A solicitud de Proceso, la Dirección de Juegos y Sorteos de la Secretaría de Gober-nación reconoce que el permiso otorgado a Antonio Cosío, que data de junio de 1955, “está vigente”, a pesar de los 20 años que el inmueble lleva sin funcionar. La dependen-cia también acepta que esta licencia no tie-ne fecha de vencimiento.

Interés gubernamental

La remodelación del inmueble art decó está amparada por el gobierno de la Ciudad de México, principal promotor del magno pro-yecto. La primera etapa contempla una can-cha para el jai-alai con tribunas retráctiles, de tal manera que permita realizar eventos artísticos y culturales, convenciones, con-gresos y funciones boxísticas. También ha-brá un restaurante y un casino.

Para apuntalar el proyecto, el titular de la Secretaría de Desarrollo Económico (Se-deco) del Gobierno de la Ciudad de Méxi-co, Salomón Chertorivski, recorrió el lugar en diciembre pasado. Ahí anunció una in-versión de 50 millones de dólares que, dijo, serán cubiertos por el gobierno de Miguel Ángel Mancera y la iniciativa privada.

Como resultado de estas acciones pro-movidas por el gobierno capitalino, a tra-vés del titular de la Sedeco, el pasado 8 de abril el grupo de trabajadores huelguistas denunció a Chertorivski ante la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal. Lo acusan de violar los derechos laborales de los huelguistas y coadyuvar con el pa-trón para la inminente reapertura del Fron-tón México.

Además, los exempleados responsa-bilizan al encargado de la Sedeco de “des-conocer que existe la huelga, la cual fue declarada legalmente existente”. Chertori-vski “pasó por alto nuestro derecho de huel-ga consagrado en nuestra Carta Magna”, reiteran los quejosos.

Los huelguistas también turnaron al ti-tular de la DJS, Luis Felipe Ganga Hernán-dez, una petición para cancelar el permiso a Cosío, quien además es propietario del Esta-dio Azul y la Plaza de Toros México.

En el oficio fechado el 1 de abril de este año, los afectados le recuerdan a Ganga que actualmente el recinto no funciona, deriva-do de la huelga que estalló el 2 de octubre de 1996, “y desde entonces hemos sido víc-timas de represiones, abusos, amenazas”.

Por ello, “y con fundamento en los dere-chos constitucionales contemplados en los artículos 8, 9 y 123 venimos a solicitar su in-tervención para salvaguardar nuestra inte-gridad y seguridad.

“Lo anterior, toda vez que al otorgar di-cha concesión ésta no debe contravenir el derecho constitucional que nos asiste al es-tar en huelga, declarada lícita y legalmente existente por la Junta Federal de Concilia-ción y Arbitraje, radicada en la Junta Cator-ce bajo el expediente III-3828/96.”

En el oficio, que obra en poder de este semanario, los trabajadores acusan ante el titular de la DJS que el dueño del frontón pretende disimular “o no hacer del cono-cimiento de las autoridades que la huelga persiste con la finalidad de engañar a los servidores públicos, obteniendo para su be-neficio lo necesario para la reapertura del

El citado permiso, del que Proceso tiene copia, establece que se otorga para la orga-nización de funciones públicas de frontón con apuestas, en su modalidad conocida como “cesta a punta”. Entre las condicio-nes están:

“Primera: las temporadas anuales del juego de frontón de apuestas en el Frontón México quedarán clasificadas en dos cate-gorías, a saber: ‘formal’ y ‘económica’. (...) Cuarta: solamente podrán hacerse apues-tas por los sistemas de ‘partidos’, ‘qui-nielas’, ‘doble selección’, ‘mutuas’ y ‘seis colorado’.”

No obstante, el proyecto del renovado Frontón México incluye la puesta en mar-cha de un casino dentro de las instalacio-nes. De acuerdo con la Dirección de Juegos y Sorteos (DJS) de la Secretaría de Goberna-ción, el empresario deberá tramitar la mo-dificación de dicha concesión siempre y cuando presente todos los requisitos. Has-ta ahora, el interesado no ha metido ningu-na solicitud.

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Cosio. Indolencia

Sanciprián. A documentar dichos

DEPORTESDEPORTES

2071 / 10 DE JULIO DE 2016 95

Frontón México evadiendo su responsabili-dad laboral para nosotros los trabajadores que llevamos casi 20 años en paro, y desde entonces hemos sido olvidados e ignorados en nuestros derechos que nos asisten”.

Sindicalismo charro

El inmueble se encuentra en remodelación con el visto bueno de la CROC, a la que le co-rresponde velar y defender los derechos de los trabajadores y sus familias. Pese a ello, esta confederación ha permitido el acceso al lugar de trabajadores encargados del re-mozamiento. Las obras presentan un avan-ce de 50%.

El Frontón México, inaugurado en 1929, cerró sus puertas en 1996 porque se fueron a huelga 75 empleados, pertenecientes al Sindicato Progresista de Trabajadores de la Industria Turística, Gastronómica, Centros Deportivos y Sociales, Similares y Conexos de la República Mexicana. Pero ante sospe-chas de posibles conflictos de interés entre el sindicato y el patrón, 45 de los agraviados op-taron por irse a las filas de la CROC en 2002.

Con el transcurrir del tiempo y por di-versas razones, los huelguistas se fueron apartando del movimiento. Sólo permane-cieron 10 exempleados en pie de lucha.

“Así se reconozca a un solo trabajador,

la huelga está vigente, como lo confirma la JFCA”, sentencia el abogado Manuel Diego Sanciprián, uno de los defensores del gru-po de huelguistas:

“Es un derecho laboral que no prescribe. Por otra parte, el sindicato y el patrón mani-fiestan que la huelga ya está liquidada y que ellos ya no tienen nada que ver en el asun-to. Pues bien, los invitamos a que demues-tren cómo fue que se finiquitó la huelga sin el consentimiento de los trabajadores, quie-nes no han recibido ninguna propuesta ni cantidad alguna de dinero.”

En entrevista, Sanciprián, maestro en derecho, ironiza: “Y resulta que la JFCA, que es la autoridad competente, no tiene cono-cimiento de la terminación de la huelga, como lo manifiestan ellos. Por esa razón de-berán exhibir los documentales que acredi-ten tales dichos”.

El abogado abunda sobre la inactividad del sindicato en defensa de sus afiliados. “Resulta que ahora contesta, pero a solici-tud de la JFCA; no le quedaba de otra. El sin-dicato responde porque se le apercibe y se le advierte también de la sanción a la que pue-de hacerse merecedor. De igual forma se le recuerda que tiene la responsabilidad de re-presentar a los trabajadores”.

–¿El sindicato ha sido omiso con sus agremiados? –se le pregunta.

–Pues dejó de actuar por décadas en de-fensa de sus trabajadores, como obra en los expedientes radicados en la JFCA. Espera-mos que esto llegue a buen fin. Los traba-jadores se están quejando con derecho y porque les asiste la verdad. Acudiremos a las instancias correspondientes para fre-nar esta flagrante violación a los derechos de los trabajadores, confiando en el sistema legal y jurídico que impera en nuestro país, porque la justicia existe.

“Tal parece que el sindicato de los traba-jados no existe. Por los medios de comuni-cación y por versiones de los encargados de las obras a los afectados, sabemos que pla-nean abrir el Frontón México. Están actuan-do como si la huelga ya hubiese terminado. Sin embargo, para el expediente que obra en la JFCA no hay ninguna constancia que así lo acredite.”

El litigante revela que en vano han in-tentado acercarse con la CROC. “Sólo una vez nos atendieron, dejamos números de teléfonos, contactos y seguimos sin res-puestas. No hay acercamiento ni intención alguna de platicar con los empleados. He-mos tratado de tocar puertas con la idea de que les ofrezcan algún tipo de arreglo a los trabajadores, pero tal parece que la in-tención es ignorarlos, no llegar a ningún acuerdo”.

96 2071 / 10 DE JULIO DE 2016

Magistrado niega señalamientos de acoso

Señor director:

En relación con el artículo “Denuncia contra

magistrado se pierde en los vericuetos del

CJF”, publicado en el número 2069 de Proceso

por Jorge Carrasco Araizaga, empezando por el

final, puntualizo lo siguiente:

1. Es falso que la revista Proceso me buscó

para conocer mi posición. Me buscó para no

encontrarme. El jueves 23 de junio del año que

transcurre, una persona de nombre Jorge Carras-

co Araizaga, ostentándose como periodista del

citado medio “informativo” Proceso, preguntó

telefónicamente por mí. Me encontraba en sesión

de pleno discutiendo los asuntos para resolución

del tribunal, y se le informó que saldría hasta las

tres de la tarde, razón por la cual lo esperé hasta

las cuatro e hice lo mismo al día siguiente.

No se volvió a comunicar, sino hasta el 27

posterior, cuando, por conducto de quien dijo lla-

marse Jenaro Villamil, avisó que su artículo había

sido publicado y fue entonces cuando solicitó una

entrevista para conocer mi opinión con relación a

su contenido; se le pidió que se comunicara nue-

vamente para precisar la hora, para previamente

cumplir con mis funciones, no obstante avisó que

venía en camino; sin embargo, nunca llegó.

Cabe destacar que ante dicha situación giré

instrucciones para localizar al señor Villamil y ha-

cer de su conocimiento el horario en el que estaría

disponible; esa llamada la atendió Alejandro Caba-

llero, persona a la que se le informó que lo recibiría

después de las 13 horas, una vez que terminara

de estudiar mis asuntos.

2. Es falso que haya motivo alguno por el cual

Guadalupe Pineda Fernández, como se refiere en

el propio artículo, deba temer por la suerte de sus

hijos, empleados los dos del Poder Judicial.

3. Es falso que el licenciado Piza Bernal haya

sido asesinado por un grupo armado.

4. Es falso que haya acosado u hostigado en

enero de 2008 a Guadalupe Pineda Fernández y

por supuesto en cualquier otra fecha.

5. Es falso que en sus quejas y demanda civil

se mencione que en el año 2007 ella “accedió”

a un préstamo que le hice. En su demanda civil

reclamó el pago de diez millones de pesos como

reparación de un inexistente daño moral, así como

dos y medio millones de pesos por costas, y no se

refiere a esa “accesión”. Los dos asuntos han sido

desestimados.

6. Es falso que la acosé en 1999 y, nuevamen-

te, en cualquier otra fecha.

7. Es falso que la haya hostigado con propó-

sitos sexuales y que le asigné sobrenombres. La

presunta afectada no laboraba en mi ponencia; fue

la secretaria particular de un magistrado que ya no

ejerce funciones en este tribunal, pues solicitó su

cambio de adscripción, movimiento administrativo

que sucedió después de que ella se jubilara.

8. Es falso que la visita efectuada en noviem-

bre de 2014 fue de rutina; se trató de una visita

extraordinaria que mi compañera magistrada y yo

solicitamos por problemas en el desarrollo de las

funciones del tribunal.

9. También es falso que la queja que interpuso

la presunta afectada se encuentra en estado de

procedencia. Ya se resolvió este año, el 16 de

febrero, como lo compruebo con la copia que al

presente adjunto y además puede constatarse

que no sólo ella solicitó la práctica de una visita,

también yo la pedí para ventilar cualquier situación

indebida, cuando tuve conocimiento de su queja

ante el Consejo de la Judicatura Federal.

10. Es falso que desde el año 2013 la presun-

ta afectada ha pretendido que se lleve a cabo una

investigación. Ella lo pidió en noviembre de 2014

en la visita mencionada en el punto anterior, que la

magistrada a que aludo y el suscrito solicitamos.

Por respeto a terceros, en su caso, solicito a

su editor no se realice mención alguna de nombre

distinto al mío.

Según entiendo por el artículo, la aludida pre-

sentó otro escrito ante el Consejo de la Judicatura

Federal. Sobre el particular, entiendo que se queja

de que fue acosada con préstamos y de cien mil

pesos. En su momento se esclarecerá este por lo

menos peculiar, aunque inexistente acoso, ante la

autoridad que corresponda.

Anexo los documentos que corroboran lo que

sostengo.

Atentamente,Mario Roberto Cantú Barajas

Respuesta del reportero

Señor director:

Para ubicar a los lectores de Proceso, quien

firma la carta de réplica como Mario Roberto

Cantú Barajas es magistrado del Primer Tribunal

Colegiado en Materia de Trabajo del Décimo

Octavo Circuito Judicial con residencia en Cuer-

navaca, Morelos. Vale la aclaración porque en su

reclamo ni se ostentó como tal ni dijo ser magis-

trado del Poder Judicial de la Federación.

Cantú Rosas dice haber esperado mi llama-

da, a pesar de que él tenía mis datos porque se

los dejé a su secretaria en el día y hora que él

señala. Reitero que no se reportó.

Ahora, a través de un artificio pretende des-

acreditar no sólo la información sino a la revista

misma. Mi compañero reportero Jenaro Villamil

no lo llamó a su oficina. Aunque el magistrado

habló con el editor de proceso.com.mx, Alejan-

dro Caballero, era claro que Villamil no lo iba a

buscar porque no estaba involucrado en la publi-

cación sobre la denuncia. Cantú Barajas llamó a

Proceso sin buscarme.

Respecto a su catálogo de desmentidos,

toca valorarlos a sus supervisores en el Consejo

de la Judicatura Federal; no a Proceso, que sólo

publicó lo que dice la denuncia en su contra ante

el órgano encargado de vigilar la conducta de los

juzgadores federales.

Atentamente,Jorge Carrasco Araizaga

Refuta un artículo de Héctor Tajonar

Señor director:

Es una ley de la historia que todo movimiento

social de envergadura es injuriado y denigrado

por sus enemigos. Las clases dominantes nece-

sitan enlodar a los pueblos levantiscos. Así pasó

con los zapatistas hace casi cien años, acusados

de criminales y bandoleros, y es lo que pasa hoy

con el levantamiento magisterial popular, sataniza-

do por la mayoría de medios y escritores.

Lo sorprendente es leer en una revista como

Proceso (2070) que alguien se haga eco de las

mentiras e insultos con que los maestros son ca-

lumniados. Es lo que ha hecho Héctor Tanojar en

su artículo “Educación, cerrazón y tragedia”. Refi-

riéndose a las ejecuciones habidas en Nochixtlan,

dice que “aún no se aclara la posible participación

de grupos de choque –ajenos o vinculados a la

CNTE, o ‘halcones’ contratados por el propio go-

bierno– que pudieron haber provocado la matan-

za”. Ésta es también una acusación sin pruebas

contra la CNTE, que la palabra “posible” no ami-

nora. La Coordinadora ya cumplió 36 años y nun-

ca fue acusada de organizar “grupos de choque”.

Mucho menos de asesinar personas. Tajonar está

obligado a presentar pruebas de sus acusaciones

o a retirarlas públicamente.

Lo mismo decimos de su afirmación de que

la CNTE humilló a los maestros de Chiapas que

a fines de mayo fueron rapados. Oportunamente

algunos medios nacionales y uno local recogieron

las declaraciones de dos de los docentes vejados,

Armando Castellanos y María Dolores Guillén Ruiz.

El primero, entrevistado por Ciro Gómez Leyva, de

manera enfática aseguró que entre los ofensores

no había ni un solo maestro. “Nadie de la CNTE,

ningún profesor, ni uno”. Algo parecido dijo la

maestra a Fredy Martín Pérez, del portal Chiapas

Paralelo, que aclaró que la agresión que sufrió

provino de “una organización ligada a un partido

político progubernamental” y que “forma parte de

las consecuencias de la política gubernamental

por imponer la reforma, y de las presiones de la

Secretaría de Educación para imponer una falsa

lucha entre maestros”. Todo esto fue recogido

por Julio Hernández López, en La Jornada, el 2

de junio.

Por último, el articulista toma partido a favor

de la “reforma”, al apoyar la resolución de la Su-

prema Corte que sostiene que no transgrede el

derecho constitucional a la estabilidad laboral. La

lucha del magisterio en 2013 consiguió que a últi-

ma hora se hicieran cerca de cien modificaciones

al proyecto de ley, el 1 de septiembre de ese año.

Una de ellas es la que cita don Héctor, que quedó

como octavo transitorio de la Ley de Servicio Pro-

fesional Docente y que establece que el personal

reprobado en la tercera evaluación “será readscri-

to” a otras tareas. Esa fue una conquista parcial

de los maestros, como hemos dicho. Pero Tajonar

miente cuando dice que en este caso los maestros

no pierden su plaza. El artículo citado dice expre-

samente que sus nombramientos como profeso-

res quedarán “sin efectos”. Es decir, los maestros

en esta circunstancia (que podrían ser decenas de

miles, pues las evaluaciones son reprobadas por

un alto porcentaje) serán degradados a tareas no

docentes, se quedarán sin plaza y lógicamente

recibirán un sueldo menor. ¿No es esto punitivo?

No se necesita ser maestro para contestar que sí.

(Carta resumida)

Atentamente, Maestro Ángel Cuauhtémoc Ruiz Ortiz

Respuesta del articulista

Señor director:

E l reclamo del maestro Ángel Cuauhtémoc

Ruiz Ortiz por la publicación de mi artículo

“Educación, cerrazón y tragedia” (Proceso 2070)

revela una lectura apresurada del texto y, por tan-

to, una falta de comprensión del mismo.

1. Al no distinguir entre un supuesto y una

afirmación, el profesor Ruiz considera “mentiras”,

PALABRA DE LECTOR

2071 / 10 DE JULIO DE 2016 97

REQUISITOS DE PUBLICACIÓN

1. Toda carta enviada al director de Proceso deberá contener el nombre completo y la rúbrica de su autor, una identificación oficial fotocopiada o escaneada (de preferencia cre-dencial de elector, por ambos lados), dirección y, en su caso, teléfono o correo electrónico. Ninguna denuncia, demanda, queja u opinión podrá tener más de 56 líneas de 65 caracteres cada una.

2. Si el remitente desea ejercer formalmente el derecho de réplica lo indicará expresamente y se apegará a los términos de la ley respectiva.

3. La correspondencia no incluirá documentos probatorios y podrá ser enviada por correo, entregada personalmente, transmitida por fax (56-36-20-55) o dirigida a [email protected]

4. La sección Palabra de Lector cierra los miércoles de cada semana, pero cuando se invoque el derecho de réplica el plazo podría ampliarse conforme a la ley.

PALABRA DE LECTOR

“insultos”, “calumnias” y “acusación sin pruebas”

lo que desde el principio de mi escrito está plan-

teado como dudas y posibilidades sin aclarar.

Dichas hipótesis siguen en pie y no deben ser

descartadas hasta que se realice una investiga-

ción independiente, rigurosa y certera sobre la

tragedia de Nochixtlán, como lo ha pedido el Alto

Comisionado de las Naciones Unidas para los

Derechos Humanos.

2. Respecto al rape de maestros considera-

dos “traidores”, el profesor Ruiz Ortiz menciona

entrevistas radiofónicas con dos maestros que

sufrieron dicha humillación, el testimonio de otra

profesora vejada, así como un artículo publicado

en La Jornada, como pruebas de que la CNTE no

tuvo responsabilidad en los hechos. Sin embar-

go, el profesor Ruiz tampoco leyó bien el texto

de Julio Hernández López. Sea por distracción

u ocultamiento, el docente decidió no referir dos

elocuentes comentarios del columnista, que

conviene citar: a) “…aun cuando los indicios

disponibles exentan a la CNTE sureña de respon-

sabilidad en este episodio específico, prácticas y

actitudes parecidas se han observado en ocasio-

nes anteriores…” b) “Lo sucedido con los profe-

sores trasquilados no pudo haber sido ignorado

por el liderazgo de la resistencia…” Ello significa

que, al menos, sí hubo conocimiento aquiescente

del asunto y que esos métodos forman parte de

los usos y costumbres de los miembros de su

gremio.

3. En mi texto expreso la necesidad de de-

batir si la reforma educativa es o no punitiva. De

manera muy sintética contrasto la posición de

Manuel Gil Antón con la resolución de la Supre-

ma Corte sobre la Ley General del Servicio Pro-

fesional Docente. En este caso, el profesor Ruiz

Ortiz tampoco distingue entre el significado de

enunciar y el de “tomar partido” o “apoyar”. Ade-

más, me acusa de mentir por decir que los maes-

tros no pierden su plaza. Por favor, lea usted con

mayor cuidado, profesor Ruiz Ortiz. Después de

exponer muy brevemente las tres oportunidades

que se ofrecen a los maestros al ser evaluados,

concluyo: “…sólo si el resultado es insuficiente

en la tercera evaluación será separado del servi-

cio público”. El debate sobre este controvertido

tema sigue abierto.

Maestro Ruiz Ortiz: soy un admirador de la

vocación magisterial y tengo un profundo respeto

por los profesores que han dedicado su vida y su

mayor esfuerzo a brindar una educación de cali-

dad a sus alumnos. Desconozco si usted esté en

ese caso. Reconozco el derecho de los docentes

a defender sus legítimos intereses laborales, pero

condeno sin ambages los agresivos y destructi-

vos métodos de protesta de la CNTE. Asimismo,

rechazo la sinrazón, la cerrazón y la imposición,

provengan de donde provengan.

Ha ignorado usted lo esencial de mi texto que

pretende ser, ante todo, un exhorto a la sensatez

y responsabilidad de los liderazgos magisteriales

(SNTE y CNTE) y de las autoridades guberna-

mentales para resolver el desastre educativo, que

afecta a más de 30 millones de alumnos y amena-

za la paz social de la nación.

Atentamente,Héctor Tajonar

Denuncian malos tratos en la Universidad de la Tercera Edad

Señor director:

Nosotros, alumnos de la Universidad de la

Tercera Edad, campus Mixcoac, hacemos

del conocimiento público la serie de atropellos y

vejaciones que la coordinadora del plantel, Nor-

ma Hernández López, comete contra nosotros,

adultos mayores, y los despidos injustificados

que, el pasado 30 de junio, aplicó a dos de nues-

tros profesores: Noé Martín Gabriel Esparza y

Roberta Collado Orozco, aun cuando estamos a

mitad del cuatrimestre.

Desde el pasado febrero, cuando Hernández

López tomó las riendas del plantel, ha incurrido

en numerosas agresiones así como transgresio-

nes a la ley laboral. Por ejemplo: tiempo después

de habernos inscrito y habiendo pagado las

cuotas correspondientes a los cursos, fuimos

obligados a firmar un “reglamento” –del cual

no tuvimos conocimiento al inscribirnos– en el

que se nos prohíbe pasar a las aulas si no está

presente el maestro; no podemos ingresar a

clases si llegamos más de 10 minutos tarde; no

podemos beber ni tomar ningún alimento en las

aulas, siendo que tenemos compañeros con pro-

blemas de diabetes que requieren tomar algún

alimento cada cierto tiempo. Cabe señalar que

la escuela no tiene cafetería, lo que nos obliga a

los alumnos a llevar algún refrigerio, mismo que

literalmente nos es quitado de las manos a la

entrada de las aulas y confiscado en la recepción

hasta que nos retiremos del plantel.

Muchos de nosotros tomamos transporte

público para llegar a la Universidad, que está a

un lado de la estación Mixcoac del Metro, lle-

gamos cansados y tenemos que esperar de pie

hasta que ella autorice que se abran los salones.

A nuestro profesor de inglés, Noé Martin

Gabriel Esparza, lo despidió el pasado 30 de

junio con el argumento de: “Usted deja que sus

alumnos coman en clase y además llega siempre

tarde y no fue capaz de aumentar la matrícula

escolar en su clase”, hecho absolutamente falso

dado que él siempre llega puntual y tiene grupos

con promedio de 12 alumnos. Otros maestros

tienen grupos de menos de seis personas.

Sabemos que ninguna ley puede ser retroac-

tiva; no se nos puede aplicar un “reglamento”

una vez que ya estamos inscritos.

De igual suerte, antes de un despido la ley

señala que primero se debe hacer un llamado

verbal al empleado; si continúa incurriendo en la

supuesta falta, se le hace una amonestación por

escrito, y posteriormente se le puede suspender,

pero nunca de buenas a primeras y obedeciendo

sólo a la intransigencia de una persona.

Norma Hernández López pretende cubrir

con autoritarismo su incapacidad y carencia de

liderazgo, por lo que no permitiremos que gente

así estropee con su negligencia un programa tan

efectivo y con tanto arrastre entre los adultos

mayores, como lo es la creación de las Universi-

dades de la Tercera Edad.

Es importante señalar que la coordinadora

Hernández López siempre menciona que lleva

una excelente relación con la licenciada Karina

Ibeth Tarango Ramírez, jefa de la Unidad De-

partamental de Apoyo a Personas de la Tercera

Edad de la delegación Benito Juárez, y además

se jacta de que su hijo trabaja en la citada dele-

gación, por lo que ella se dice intocable.

Somos adultos responsables, capaces, com-

petentes y no merecemos que nos traten como

párvulos o elementos de escuela militarizada,

dejándonos de pie, sin comer o beber por el ca-

pricho de una persona intolerante.

Exigimos ser tratados con respeto y digni-

dad, así como la restitución inmediata de nues-

tros profesores.

Atentamente, Carmen Ruiz Haro (responsable de la publi-

cación) y 22 firmas.

Su nombre no debió aparecer, de nuevo, en una nota

Señor director:

E l 9 de junio de este año apareció publicada

en el portal electrónico de la revista Proceso

una nota en la que se hace mención del nombre

de un servidor, relacionado ello con una publica-

ción realizada en edición impresa de esa misma

revista hace casi nueve años.

Como es de su conocimiento, en su opor-

tunidad negué públicamente lo que se me atri-

buía y en entrevista con personal de ese medio

de comunicación expuse lo que de mi parte

correspondía.

Ante esta reciente publicación en medio

digital, me veo obligado a reiterar lo antes dicho,

sobre todo porque lo que fue señalado en cuanto

a mi persona jamás aconteció, como lo corro-

bora la circunstancia de que no existe ni existirá

información que corrobore algo así.

En esa tesitura, no comprendo la reiteración

de algo que no tiene razón ni sustento y que

contrasta con toda una trayectoria profesional en

el ámbito de seguridad y justicia que no observa

ni siquiera indicio alguno de vinculaciones como

la que se me ha pretendido atribuir.

Mucho apreciaría se tome comprensión de lo

anterior –lo que iría en consonancia con el profe-

sionalismo y ética que caracterizan a ese medio

de comunicación–, se publique la presente en su

revista y se proceda como corresponde, en fun-

ción de lo aquí expuesto.

Reciba un saludo respetuoso.

Atentamente,Alfredo Higuera Bernal

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