(2016-10-04)hidrocefalia normotensiva del adulto (doc)
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HIDROCEFALIA NORMOTENSIVA
DEL ADULTO
Ineva Santafé, Mª Carmen
Sarvisé Mata, María
CS Las Fuentes Norte
04/10/2016
2
INDICE Caso clínico.................................................................................................................................................3
Abordaje en atención primaria
Deterioro cognitivo...................................................................................................................3
Trastorno de la marcha............................................................................................................5
Incontinencia urinaria.............................................................................................................6
Retomando a nuestro paciente...........................................................................................................9
Hidrocefalia normotensiva del adulto
Definición...................................................................................................................................10
Epidemiología............................................................................................................................10
Etiología.......................................................................................................................................10
Fisiopatología............................................................................................................................10
Clínica...........................................................................................................................................11
Diagnostico................................................................................................................................12
Tratamiento...............................................................................................................................16
Pronóstico..................................................................................................................................17
Conclusiones.............................................................................................................................17
Bibliografía...............................................................................................................................................18
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CASO CLÍNICO Acude a la consulta de nuestro centro de salud un paciente de 80 años
acompañado de su hija porque según refiere “no recuerda lo que ha hecho durante
el día y tiene muchos despistes”, “le cuesta empezar a caminar” y “no retiene bien
la orina”.
Sus antecedentes médicos son HTA, asma, artrosis degenerativa e hipoacusia
perceptiva bilateral; y ha sido intervenido de prótesis de rodilla, colecistectomía
por colecistitis gangrenosa, resección transuretral por papiloma vesical y
facoemulsificación del ojo izquierdo.
ABORDAJE EN ATENCION PRIMARIA DETERIORO COGNITIVO
La demencia es un síndrome orgánico y adquirido, caracterizado por la presencia
de un deterioro permanente de la memoria y otras funciones intelectuales,
frecuentemente acompañado de otras manifestaciones psicopatológicas y
alteraciones del comportamiento, que ocurre sin afectación del nivel de conciencia
ni depresión, y afecta al funcionamiento laboral y/o social del sujeto. Es de
etiología múltiple, por lo general de curso crónico y progresivo, pero no
necesariamente irreversible. [1]
Cuando un paciente acude a la consulta de atención primaria con quejas de
memoria, dificultades en las actividades de la vida diaria, cambios en la
personalidad o aparición de síntomas psiquiátricos o trastornos del
comportamiento, debemos pensar en la presencia de una demencia. [1]
El proceso diagnóstico del síndrome demencial debe seguir los siguientes pasos: [1]
DETERIORO
COGNITIVO
ALTERACIONES
DE LA MARCHA
URGENCIA
MICCIONAL
??
4
- Establecer la presencia de deterioro cognitivo.
Para establecer la presencia de deterioro se debe realizar una prueba de
funcionamiento cognitivo, ya que aunque el resultado sea negativo, puede ser útil
para demostrar la presencia de un déficit progresivo. En atención primaria el test
más utilizado es el Mini Examen Cognitivo (Minimental), pero existen otros como
el Montreal Cognitive Assessment y el General Practitioner Assessment of
Cognition.
- Caracterizar este deterioro cognitivo como demencia (diagnóstico sindrómico).
Una vez detectada la presencia de deterioro cognitivo, hay que establecer si tiene
las características necesarias para considerarlo un síndrome demencial. Para ello
deben cumplir los criterios diagnósticos de demencia. Los más empleados en la
actualidad son los de la décima edición de la Clasificación Internacional de las
Enfermedades (CIE-1010) y el texto revisado de la cuarta edición del Manual
diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV-TR).
- Valorar el grado de repercusión funcional, familiar y social que representa (grado de intensidad).
Este ámbito debe valorarse teniendo en cuenta el contexto sociocultural del sujeto
y desde una perspectiva bibliográfica ya que el diagnóstico de demencia supone un
deterioro intelectual y funcional con respecto a un nivel previo.
- Identificar el tipo de demencia (diagnóstico etiológico).
Para averiguar la posible etiología de la demencia debemos solicitar bioquímica
general completa (glucosa, creatinina, colesterol, ácido úrico, enzimas hepáticas,
5
folatos, vitamina B12, función tiroidea, metabolismo del hierro...), hemograma y
serologías (brucella, lúes, VIH, enfermedad de Lyme).
Una vez realizadas estas pruebas, y en caso de que sea necesario, debemos derivar
al paciente al servicio de neurología para que el especialista continúe el estudio y
realice otro tipo de pruebas como por ejemplo neuroimagen o análisis del LCR.
TRASTORNO DE LA MARCHA
La marcha se define como la sucesión de ciclos de movimientos similares y
alternados de los MMII, realizados en postura bípeda y que tiene como resultado el
desplazamiento global del cuerpo de un punto a otro. [2]
Para que la ambulación se designe como marcha debe estar presente: [2]
- Postura bípeda erecta con apoyo en ambos MMII.
- Desplazamiento global del cuerpo, con desplazamiento de la línea de
gravedad fuera del polígono de apoyo, y nuevamente se modifica la
situación del polígono para situarlo donde la línea de gravedad quede
dentro de su perímetro.
- Acción muscular selectiva y optimizada conservación de la energía
fisiológica (la marcha normal es energéticamente económica).
- El paso, sucesión de movimientos segmentarios de los MMII.
Hay diversos factores intrínsecos que pueden modificar el patrón de marcha
normal, como son la edad, el sexo, la talla corporal y la complexión del sujeto.
También hay factores extrínsecos que pueden repercutir en las características de
6
la marcha, como por ejemplo el tipo de suelo, el calzado (peso, altura del taco, etc.),
la carga de peso extra (bolso, mochila). [2]
Para llevar a cabo la valoración de la marcha en el centro de salud, debemos
realizar una buena anamnesis teniendo en cuenta si existen alteraciones como
debilidad muscular, disnea, fatigabilidad, claudicación, inestabilidad...Después de
esto realizaremos la exploración del paciente incluyendo valoración del aparato
locomotor y el examen neuromuscular (pares craneales, tono, fuerza, reflejos...). [2]
Según el tipo de marcha que observemos podemos diferenciar diversas causas: [2]
- Neuromusculares
o Síndrome piramidal (ej. hemiparesia): marcha pareto espástica, en
hoz, con el miembro inferior en extensión y stepagge.
o Síndrome extrapiramidal (ej. marcha parkinsoniana): pasos
festinantes, sin balanceo de los brazos, ante pulsión de tronco y falta
de despegue del antepié.
o Síndrome cerebeloso (marcha atáxica): con aumento de la base de
sustentación, latero pulsiones y tendencia a caerse.
o Hidrocefalia: marcha inestable con pasos cortos (braquibasia),
arrastrados, con aumento de la base de sustentación e inestabilidad
al girar. Frecuentemente sienten que están “pegados al suelo”
(“marcha magnética”) y les resultar dificultoso iniciar la marcha o los
giros.
- Osteoarticulares
o Dolor: degenerativas e inflamatorias.
o Mecánicas, estructurales: prótesis, fracturas, amputaciones,
deformidades
Hay otras escalas más específicas para la valoración de la marcha que utilizan los
especialistas como por ejemplo el Dynamic gait index (DGI), marcha con cambios
de velocidad, marcha con giros horizontales de cabeza, marcha con giros de
cabeza verticales, marcha sobre obstáculos, escalones... [2]
INCONTINENCIA URINARIA
La incontinencia, como síntoma de la fase de llenado, se define como la
enfermedad o condición médica caracterizada por cualquier pérdida involuntaria
de orina que supone un problema higiénico o social. [3]
La incontinencia de urgencia es la pérdida involuntaria de orina acompañada o
inmediatamente precedida de “urgencia”. Entendemos por “urgencia” la
percepción por el paciente de un deseo miccional súbito claro e intenso, difícil de
demorar y con miedo al escape. [3]
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El síndrome de vejiga hiperactiva es el conjunto de síntomas de la fase de llenado
caracterizado por urgencia miccional como síntoma principal (deseo miccional
imperioso con miedo al escape), con o sin incontinencia, habitualmente asociado a
frecuencia miccional elevada y nicturia. Debe quedar bien claro que el síndrome de
vejiga hiperactiva es un síndrome exclusivamente clínico. Así pues, dicho síndrome
puede cursar o no con IU y puede ser la expresión clínica de etiología muy variada. [3]
Para valorar la etiología de la incontinencia urinaria debemos realizar una buena
historia clínica y tener en cuenta los siguientes aspectos: [3]
Antecedentes personales.
• Cirugía pélvica previa (prostatectomía, hiterectomía...).
• Movilidad del paciente y factores ambientales.
• Estado mental y comorbilidades (parkinson, ACV, demencia, hidrocefalia,
enfermedades desmielinizantes...).
• Patología urológica (vejiga hiperactiva, cistitis, obstrucción urinaria...).
• Función sexual e intestinal.
• Consumo de fármacos.
Cuantificación de los síntomas y efectos en su calidad de vida.
• Uso de un diario miccional, para documentar la frecuencia miccional
(diurna y nocturna), el volumen orinado, la cantidad de líquido ingerido por
el paciente, el número de episodios de incontinencia y las compresas
utilizadas.
• Factores precipitantes (tos, risa, esfuerzos, falta de tiempo para alcanzar el
W.C.).
La historia debe hacer hincapié en la percepción e impacto de la incontinencia
sobre la calidad de vida del paciente. Para ello es recomendable el uso de
cuestionarios de calidad de vida (ICIQ-SF):
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Se suman los parámetros o ítems obtenidos en cada respuesta y cualquier
puntuación mayo de 0 ya es considerado diagnostico.
Exploración física.
• Examen abdominal para excluir el globo vesical.
• Examen rectal: tomo del esfínter anal, características de la glándula
prostática, contracción anal voluntaria (si es normal nos indica que la vía
eferente S2-S4 está íntegra), reflejo bulbocavernoso y reflejo anal (su
presencia prueba la integridad del arco reflejo sacro S2-S4).
• Examen pélvico para constatar el signo de incontinencia. Al paciente de pie,
desnudo de cintura para abajo, con vejiga moderadamente llena (con deseo
miccional normal) y sobre una talla o empapador, se le indica que realice
una maniobra de Valsalva o que tosa varias veces para tratar de poner en
evidencia el escape urinario.
• Examen vaginal: existencia de prolapso uterino por fallo de los ligamentos
uterinos.
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• Examen neurológico: sensibilidad perineal táctil y dolorosa genital, anal y
glútea.
Otras pruebas.
• Estudio analítico básico: glucemia, iones, calcio, función renal, hormonas
tiroideas, vitamina B12.
• Análisis de orina: descartar infección, hematuria, glucosuria, etc.
• Residuo postmiccional: por palpación abdominal, cateterismo uretral o con
más exactitud y menos agresividad mediante una ecografía, que además nos
permite evaluar los riñones, la vejiga y la próstata, con su posible patología
asociada (cálculos vesicales, divertículos, etc.).
RETOMANDO A NUESTRO PACIENTE Desde atención primaria pedimos la bioquímica general, el hemograma y
serologías, todo ello sin alteraciones de interés, por lo que decidimos realizar la
derivación a neurología para el estudio de nuestro paciente.
El neurólogo solicitó un análisis del líquido cefalorraquídeo, en el cual no se
encontraron alteraciones de interés, y un TAC que podemos observar en la imagen.
Debido al hallazgo de dilatación marcada del III ventrículo y de los ventrículos
laterales (índice de Evans 0,48) y por la clínica que presenta el paciente se le
diagnostica de hidrocefalia normotensiva del adulto.
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HIDROCEFALIA NORMOTENSIVA DEL ADULTO DEFINICION
Es una entidad clínica caracterizada por un cuadro insidioso de demencia,
alteración de la marcha e incontinencia de esfínteres debido a una dilatación
ventricular, con cierta afectación de la sustancia subcortical frontal cerebral, que
mantiene una presión de LCR normal. [4]
EPIDEMIOLOGIA
Esta patología se detecta en la sexta o séptima décadas de la vida [4]. Según unos
estudios realizados en Noruega, la incidencia de esta patología es de 5.5 por cada
100.000 habitantes/año y su prevalencia es de 21.9 por cada 100.000 habitantes [5].
No se ha visto distinción según raza, sexo o país. [4]
ETIOLOGIA
En un tercio de los pacientes no se encontró causa conocida que desencadenara
esta patología por lo que es de origen idiopático. En los últimos años los casos de
etiología idiopática se han incrementado debido al envejecimiento de la población
por el incremento de su esperanza de vida. [4,6]
Los dos tercios restantes se atribuyen a causas secundarias conocidas como
hemorragia subaracnoidea, traumatismo craneoencefálico, meningitis, estenosis o
malformaciones cerebrales congénitas, cirugías intracraneales, estenosis del
acueducto de Silvio... Existen otras causas menos comunes como la enfermedad de
Paget, los quistes coloides del tercer ventrículo, las malformaciones vasculares y la
cisticercosis. [4,6]
FISIOPATOLOGIA
Actualmente se cree que esta patología es secundaria a la existencia de un defecto
en la absorción de LCR en las vellosidades aracnoideas, que de forma fisiológica se
incrementa con el aumento de la edad. Por otro lado se alteran las propiedades
visco elásticas del parénquima encefálico asociado a la edad y a los factores de
riesgo que suelen acompañarla (HTA, diabetes, leucoaraiosis). La naturaleza
indolente del trastorno provoca un agrandamiento de los ventrículos laterales,
aunque con un aumento relativamente pequeño de la presión del LCR que se
considera dentro de la normalidad. Se trata de una hidrocefalia comunicante con
un acueducto de Silvio permeable. [6]
Este proceso podría justificarse, según algunos autores, por la hipótesis de la ley de
Pascal para los fluidos contenidos en un compartimento elástico. En una primera
fase existiría una situación limitada de hipertensión intracraneal, estableciéndose
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un gradiente de presión entre el interior del sistema ventricular y el espacio
subaracnoideo, que explicaría el aumento de tamaño ventricular (Fuerza= Presión
x Superficie). Posteriormente la PIC descendería, manteniéndose el aumento de
tamaño del sistema ventricular a expensas de una menor presión ejercida sobre
una mayor superficie de contacto. [6]
CLINICA: TRIADA DE HAMKIM-ADAMS
La triada de Hamnkim-Adams se compone de trastorno de la marcha, deterioro
cognitivo e incontinencia de esfínteres. Su curso clínico se caracteriza por la
aparición de los síntomas de manera insidiosa durante un periodo de tiempo de 3-
6 meses aproximadamente que se prolongan en el tiempo hasta su diagnóstico
sindrómico. Todo ello se justifica fundamentalmente por dos mecanismos: la
compresión de las fibras periventriculares que provienen del córtex frontal y que
es consecuencia del aumento de tamaño del ventricular, y la disminución del flujo
sanguíneo cerebral que afecta a la sustancia blanca, especialmente en las regiones
frontal y temporal [7]. A continuación, se describen los síntomas y como se
manifiestan en la enfermedad:
- Trastorno de la marcha
Este síntoma es el más frecuente y de aparición más precoz, por lo que suele ser el
más consultado por los pacientes. Se estima que un 95% de los pacientes lo
presenta. [4,7]
Se caracteriza por ampliación de la base de sustentación, acortamiento del paso,
arrastre de los pies y dificultad de giros que se ve más marcado a lo largo del
tiempo. También asocia flexión anterior del tronco, rigidez paratonica,
hiperreflexia generalizada con signo de babinski presente y reflejos arcaicos. El
romberg es positivo pero no es de origen cerebeloso sino por las alteraciones del
equilibrio y posturales que se asocian. [4,7]
Al presentar este síntoma, se podría confundir la clínica con la enfermedad de
parkinson, sin embargo estos pacientes asocian temblor ni bradiquinesia (signo de
la rueda dentada) típicos de dicha enfermedad. [4,7]
- Deterioro cognitivo
Es el segundo síntoma en frecuencia, pero como tal en la enfermedad, es de
aparición tardía. Se estima que el 75% de los pacientes presenta déficits
neuropsicológicos. [4,7]
Al principio se aprecia un retraso en el tiempo de reacción, inatención, deterioro
de la memoria reciente, alteración de la concentración y desorientación espacio
temporal. Los cambios conductuales pueden presentarse como una clínica
depresiva, apática, e incluso se han llegado a describir algún caso de psicosis. [4,7]
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En esta patología no se altera el nivel de conciencia ni presentan síntomas que
afecten a la corteza cerebral (afasia, agnosia y apraxia). El Test mini mental no
proporciona datos cualitativos sobre cuáles son los dominios cognitivos alterados. [8]
Con la aparición del deterioro cognitivo hay una serie de patología que hemos de
tener en cuenta para realizar el diagnóstico diferencial: depresión o
pseudodemencia depresiva, síndrome Cushing, psicosis, demencia cuerpos Lewy,
encefalopatía Wernicke korsakoff. [4,7]
- Incontinencia de esfínteres
Es el último síntoma en aparecer, sin embargo, es el más fácilmente revierte tras el
tratamiento quirúrgico. Se caracteriza por su inicio con urgencia urinaria, seguida
de incontinencia urinaria ocasional, que con el tiempo suele hacerse frecuente,
pudiéndose acompañar de incontinencia fecal. Para realizar el diagnóstico
diferencial debemos pensar en las alteraciones más comunes como son la
manipulación previa de la vía urinaria, alteraciones prostáticas, etc. [4,7]
DIAGNÓSTICO La identificación de esta enfermedad es básicamente mediante la triada de Hamkim-
Adams junto con las pruebas complementarias de imagen cerebral como son el TAC
o RMN y el análisis del líquido cefalorraquídeo.
- Clínica
El trastorno de la marcha suele ser la primera manifestación clínica aparente aunque
en muchas ocasiones la sintomatología aparece de forma combinada. Este hecho
puede constituir un sesgo de selección clínica, ya que los trastornos leves de
memoria reciente pueden pasar desapercibidos para la familia o el mismo paciente,
dada la edad y comorbilidades que padece, atribuyéndolos al envejecimiento como
causa desencadenante. [4]
En general, los síntomas progresan de manera insidiosa, siendo también
característica una evolución clínica oscilante en la que se alternan periodos de
mejoría con periodos de deterioro clínico, frecuentemente relacionados con
procesos sistémicos intercurrentes. [4]
- Pruebas complementarias
o Bioquímica general: glucosa, creatinina, colesterol, ácido úrico,
enzimas hepáticas, vitamina B12, función tiroidea, metabolismo del
hierro...
o Hemograma
o Serologías: brucella, lúes, VIH, enfermedad de Lyme.
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- Test neuropsicológicos para pacientes con sospecha de NPH
Mini mental: se obtiene una puntuación máxima de 30 puntos. Por debajo de una
puntuación de 24 es patológica. Es un test accesible a todo facultativo clínico y se
realiza en poco tiempo.
Frontal Assessment Battery: valora la función del lóbulo frontal. Cada subtest se
asocia a áreas específicas del lóbulo frontal. La puntuación máxima es de 18 puntos y
se puede realizar en 10 minutos.
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Escala de Hidrocefalia de Presión Normal
(NPH) para la valoración de la tríada
clínica: su rango es de 3 - 15. [8]
La puntuación mínima de 3 corresponde a
un paciente que no deambula y permanece
siempre encamado o en sedestación, con
incontinencia de ambos esfínteres y que
se encuentra en una situación de mínima
conciencia.
La puntuación máxima de 15, indica que el
paciente no tiene alteraciones.
Tiene gran importancia en la valoración
pre y post tratamiento para establecer un
pronóstico.
Test para valorar la marcha: Dynamic GAit Index (DGI) o Motor performance Test
(MPT). [8]
1. Tiempo requerido para levantarse de una
silla.
2. Subir y bajar repetidamente un peldaño de
23 cm de altura durante 10 segundos.
3. Errores al realizar la marcha en tándem
(pasos realizados fuera de una línea de dos
metros, pasos realizados con los pies
separados y número total de apoyos
requeridos).
4. Caminar 5 metros (con cuantificación del tiempo y número de pasos para
determinar la velocidad media y la longitud media del paso).
5. Equilibrio al apoyarse solo en un pie.
6. Número de pasos necesarios para realizar un giro de 180º.
La puntuación mínima a conseguir con esta escala motora es 0 y la máxima 14, que
corresponde a una actividad motora normal.
Test para determinar el grado de dependencia [8]
o Rapid Disability Rating Scale-2: valora el grado de discapacidad del paciente.
Esta escala incluye 18 ítems. La máxima puntuación es de 72, que
corresponde a un paciente totalmente dependiente, y la mínima de 18, que
corresponde a un paciente independiente en las actividades de la vida diaria.
o Escala de Stein y Langfitt: incluye 6 grados de dependencia. Una puntuación de
0 corresponde a un paciente capaz de trabajar y sin ningún déficit
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neurológico, y una puntuación de 5 hace referencia a un paciente que se
encuentra en estado vegetativo.
o Escala de actividades de la vida diaria: valora el grado de ayuda que requiere el
enfermo en 5 actividades de la vida diaria, movilidad, realizar compras,
preparar la comida, realizar las tareas domésticas y manejar dinero.
Criterios de sospecha del origen de Incontinencia urinaria asociado a HCA. [9]
La vejiga hiperactiva se manifiesta como un aumento nocturno de micción urgente e
incontinencia urinaria.
o Al menos uno de estar presente:
1. Cuando no encontramos una causa de incontinencia urinaria de causa
primaria como HBP, estenosis uretral, cirugía previa, ACV etc…
2. Incontinencia urinaria e incontinencia fecal.
o O dos de estos deben estar presentes:
1. Urgencia urinaria (presión en hipogastrio que provoca la continua
necesidad de orinar al paciente).
2. Frecuencia urinaria: más de 6 episodios de urgencia urinaria en una
media de 12 horas.
3. Nicturia: necesidad de orinar más de dos veces en la noche.
- Pruebas imagen El TC cerebral es un método rápido y de bajo coste económico que permite objetivar
el aumento de tamaño del sistema ventricular. El índice más utilizado y más
fácilmente reproducible es el índice de Evans, que se obtiene al dividir el máximo
diámetro entre las astas frontales y el máximo diámetro de la masa cerebral a nivel
parietal. Independientemente de la edad del paciente, un índice de Evans igual o
superior a 0,30 indica un aumento de tamaño patológico del sistema ventricular. Los
pacientes con una HCA pueden presentar simultáneamente alteraciones
degenerativas características de la Enfermedad del Alzheimer, lo que puede modular
o complicar sus manifestaciones clínicas y/o radiológicas. [7,10]
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- Análisis del LCR
A raíz de la detección de hidrocefalia cerebral en la neuroimagen, el siguiente paso
es la realización de una punción lumbar para el análisis de líquido cefalorraquídeo
(40-50 ml). Como ya hemos comentado anteriormente, la presión intracraneal es
prácticamente normal, lo que nos ayuda a descartar una causa secundaria de la
hidrocefalia. Hay algunos autores que consideran que la monitorización de la PIC es
el test diagnóstico más útil para el diagnóstico de HCA. [7]
TRATAMIENTO Derivación ventrículo-peritoneal: consiste en la conexión de un catéter
ventricular a la válvula que permita el
drenaje de líquido en peritoneo. La
apertura dural es siempre mínima y
debe limitarse al tamaño imprescindible
para que pueda entrar en el ventrículo el
catéter ventricular. Al finalizar la cirugía
una buena medida es aplicar una
moderada compresión abdominal
(colocación de una faja), con el objetivo
de evitar la migración del catéter
peritoneal y poder levantar precozmente
a estos pacientes sin riesgos de
eventraciones o exteriorizaciones
accidentales del catéter distal. En los días posteriores debe evitarse el hiperdrenaje de
LCR, por lo que el paciente debe permanecer plano en la cama o muy incorporado. [6]
Derivación ventrículo-atrial: tal y como se explica
anteriormente, un catéter en ventrículo va a permitir
mediante una válvula el drenaje del líquido
cefalorraquideo pero en este caso a nivel de aurícula
cardiaca. [6]
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PRONOSTICO Se ha demostrado que la respuesta clínica tras el tratamiento quirúrgico puede ser
extremadamente variable y en general el índice de mejoría clínica se sitúa entre el
24% y por encima del 96%. Esta heterogeneidad en los resultados descrita en la
literatura se debe fundamentalmente a la ausencia de criterios fiables y definitivos
sobre el diagnóstico y pronóstico de los pacientes candidatos al tratamiento
quirúrgico. [7]
El momento idóneo para la valoración postquirúrgica sería entre los 6 y 12 meses
después de la intervención. Después de este intervalo de tiempo se añadirían otros
factores de comorbilidad (enfermedad del Alzheimer) que confunden los resultados y
que no guardan relación con la cirugía. [8]
Hay que realizar de nuevo el test de NHP, MPT, FAB, etc., valorar como ha sido la
evolución clínica del paciente en este tiempo y hacer una predicción de las secuelas
que pueden permanecer. El test NPH es el más utilizado e importante para la
valoración pre y post-tratamiento. Los síntomas que revierten de manera precoz son
la incontinencia de esfínteres y la alteración de la marcha.
CONCLUSIONES La identificación de pacientes con HCA que puedan beneficiarse de una intervención
quirúrgica es de gran relevancia en el campo de las demencias, ya que la HCA es una
de las pocas demencias potencialmente tratables y reversibles. Por otro lado, el
aumento de la esperanza de vida de la población ha condicionado un incremento en
la prevalencia de la HCA.
Por todo ello es importante, como médicos de atención primaria, pensar en esta
patología cuando un paciente adulto acude a la consulta con los síntomas descritos y
no encontramos una causa evidente justificable, y plantearnos si todo es debido al
envejecimiento o puede haber una causa subyacente.
18
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0702 IMAGEM