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    ABSTRACTTe archeology of the basin of the Chillon leads us to a moreholistic view that allows us to understand the social and cultu-ral dynamics of the past without forgetting the present based onmaterial culture. With that premise, this research addressed theproblem of pre-hispanic settlements in the basin of the Chillon

    valley. In order to do this, we used the approach of archeologyof the territory or landscape archeology, where society is dialec-tically involver through interaction with and transformation ofthe territory. Te settlements were not established by sheer luckor at random, these foundations respond to various factors re-lated to territory and mankind. Te problem is to connect thesefactors to a certain cultural sphere always linked to the territory.Tus, we have focused the research on two very different scena-rios, such as the middle and high valley. Te settlements behavevery differently with several indicators or controlling aspects ofthe behavior of the people that are embodied within the archi-tecture of said settlement.

    Key words: pattern of settlement, water, landscape, archi-tecture, symbolism

    Arqueologa del Valle del Chilln:patrones de asentamiento tardo

    Archeology of the Chillon Valley : late settlement patterns

    CARLOSFARFNLOBATN*

    CESARBAUTISTAALDERETE

    ANTONIORAYMONDICRDENAS

    RESUMENLa arqueologa de la cuenca del Chilln nos lleva a una visinquiz ms holstica que nos permite entender la dinmica so-ciocultural del pasado sin obviar el presente basado en la cul-tura material. Bajo esta premisa esta investigacin abord elproblema de los asentamientos prehispnicos en la cuenca delChilln. Para ello recurrimos al enfoque de una arqueologa delterritorio o arqueologa del paisaje donde la sociedad est in-volucrada dialcticamente a travs de la interaccin y transfor-macin de ese territorio. Los asentamientos no se fundan porcasualidad o por el azar. Obedecen a varios factores que estnrelacionados al territorio y al hombre. El problema es identifi-car estos factores para una determinada esfera cultural siempreligada al territorio. As, hemos enfocado la investigacin vista

    en dos escenarios dismiles tales como valle medio y alto. Natu-ralmente, los asentamientos se comportan de distinta manera yse encontraron varios indicadores o reguladores del comporta-miento de los pueblos que estn plasmados en la arquitectura yen el patrn de asentamiento.

    Palabras claves: Patrn de asentamiento, paisaje, arquitec-tura, agua, simbolismo

    FACULTADDEHUMANIDADESUNIVERSIDADNACIONALFEDERICOVILLARREAL

    Recibido: enero 10 de 2014 | Revisado: marzo 20 de 2014 | Aceptado: abril 25 de 2014

    | CTEDRA

    VILLARREAL

    | LIMA

    ,PER

    | V. 2 | N. 1 | 73-86 |ENERO

    -JUNIO

    | 2014 |ISSN

    2310-4767

    * [email protected]

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    Introduccin

    Para entender el patrn de asentamientoen la cuenca del Chilln visualizamos, en pri-

    mer lugar, el territorio desde una perspectivadel paisaje como escenario social y como es-

    cenario simblico dentro de los cuales, el pai-saje fsico est imbricado de manera racional

    en la esfera sper estructural de la sociedad.En ese sentido, no es lo mismo definir el pa-

    trn de asentamiento del valle bajo, del vallemedio o del valle alto, puesto que configuran

    escenarios geopolticos y geografas diferen-tes. Por tanto, los grupos humanos al fundarsus pueblos adecuan sus esquemas de orga-

    nizacin del espacio, que no es otra cosa quela materializacin de su conducta social. Por

    ello, el valle del Chilln fue un soporte dondelos asentamientos se fundaron acordes con el

    territorio, organizacin social, cosmovisin,sistema poltico-econmico y estructura so-

    cial materializada en su arquitectura.

    Para los fines de esta investigacin, los l-mites y alcances se centran en los periodos

    Intermedio ardo (siglos XI al XV d.C.) y Pe-riodo ardo o Inca (siglos XV y XVI). En esesentido, nuestros estudios en el valle del Chi-

    lln, nos han permitido comprender la din-mica social en el periodo Intermedio ardo y

    en el Periodo Inca.

    Estos estudios comprenden reconoci-mientos de superficie realizados durante los

    periodos 2007 al 2012 (Farfn, 2007, 2009) yse basan en registros de planimetra y descrip-

    ciones superficiales. Como complemento aestas investigaciones se document con datos

    etnohistricos de Rostworowski (1977, 1978),Murra (1975), Dillehay (1976, 1987), Duviols,

    1973, 1979, 1986) y Arriaga, (1920) quienessustentaban que el valle medio adquiri unenorme poder como territorio por encon-

    trarse en un piso ecolgico excepcional parael cultivo de coca, aj, maz morado, que eran

    productos muy apreciados por todas las socie-dades y en consecuencia, estas tierras siempre

    estuvieron en constante disputa. Dentro de

    esta perspectiva, los resultados de este estudio

    se centran en dar cuenta de los factores e in-dicadores que definieron el patrn de asenta-

    miento y los modelos econmicos que condu-jeron al desarrollo de las sociedades tanto de laparte alta y media del valle del Chilln.

    Esta investigacin trata sobre los patrones

    de asentamiento que implica una visin delterritorio como escenario de las formaciones

    sociales materializadas en pequeos asen-tamientos desarrollados a lo largo de ambas

    mrgenes del valle del Chilln, de modo quela eleccin de los espacios para los asenta-

    mientos implicaba un manejo territorial, ma-nejo de los recursos y su produccin que por

    lo general generaban tensiones sociales por

    la territorialidad. Entonces, cmo explicarla apropiacin del territorio y sus recursos

    en el valle medio, por estos grupos humanos,tomando en cuenta su reducido espacio til,

    Cules han sido los factores para ocupar porejemplo, los conos de deyeccin sumamen-

    te escarpados, Cules han sido los factoreseconmicos y reguladores sociales que permi-

    tieron la atomizacin de los poblados en variasunidades sociales expresados en pequeos po-

    blados

    Existe una serie de aspectos no investiga-dos an tanto en el valle medio como en elvalle alto. Nuestro propsito es aproximarnos

    a explicar estas cuestiones a partir de la arqui-tectura y los componentes del asentamiento y

    las relaciones proxmicas de los asentamien-tos dentro del enfoque de la arqueologa del

    paisaje y la arqueologa de la arquitectura (Ar-delan, 2004; Criado, 1991).

    En consecuencia, esta investigacin busca

    caracterizar a los asentamientos en relacin alas causas y factores que intervinieron en sus

    emplazamientos que definen los patrones deasentamiento y sistemas constructivos en losperodos tardos de la poca prehispnica e

    identificar las reas de alta concentracin po-blacional en relacin a la produccin. Con el

    fin de puntualizar los resultados finales de la

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    investigacin debemos tomar en cuenta lo si-guiente:

    1. La identificacin de los patrones deasentamientos prehispnicos de la

    cuenca media y alta y diferenciar losfactores causales de estos patrones en

    el periodo Intermedio ardo y Hori-zonte ardo.

    2. La identificacin tambin de los indi-

    cadores arqueolgicos para definir lospatrones de asentamiento.

    3. Complementariamente, realizamosestudios etnogrficos en las comuni-

    dades campesinas para recuperar losdatos basados en la tradicin oral y

    costumbres.Bajo estos parmetros se desarrollaron los es-

    tudios en la cuenca del Chilln.

    Figura 1. Mapa de los sitios arqueolgicos de la cuenca alta del ro Chilln

    Mtodo

    En esta investigacin se han utilizado los

    siguientes materiales de investigacin que

    conforman el equipo de medicin: Carta Na-cional a escala 1/100000 y mapas polticos ygeogrficos.

    El instrumento ms utilizado fue el GlobalPositioning System (GPS) Modelo Garmin

    Etrex 30, como base para georreferenciar loslmites de los asentamientos y a la vez realizar

    los levantamientos de las estructuras arquitec-tnicas de cada sitio. oda esta informacin se

    traslad a la base de datos de una PC equipada

    con programas de diseo grfico (ACAD, AR-GIS, COREL, etc.)Metodolgicamente, el trabajo se sustent

    en la prospeccin arqueolgica basada en larecolecta de informacin de campo en forma

    sistemtica y planificada, en ambas mrgenesdel valle medio y alto del Chilln. Este mto-do prospectivo implica un diagnstico y eva-

    luacin de los asentamientos humanos prehis-

    pnicos para obtener informacin grfica delevantamientos de planos, registro fotogrfico,

    fichas tcnicas de identificacin y registro ar-quitectnico y una descripcin adecuada.

    Los indicadores del diagnstico estuvie-

    ron basados en cuatro elementos: paisaje oterritorio, asociacin, componente arquitec-

    tnico y componente cultural. El paisaje oterritorio implica que la dinmica social semoviliza en un escenario que depende de la

    eleccin del hbitat. La asociacin es el ele-mento ms determinante, debido a que nos

    permite correlacionar los distintos materialeshallados en superficie, tales como la cermi-

    ca, enterramientos humanos con presencia deosamentas y otros elementos; el componente

    arquitectnico son los sistemas constructivosde las formas y volmenes y el componente

    cultural es la filiacin cultural al que pertenecelos asentamientos. Este ltimo solo es factible

    deducir a partir del anlisis de las asociacionesy los sistemas constructivos.

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    El registro de campo de los asentamientosfue de carcter sistemtico lo que nos per-

    miti identificar los patrones constructivos yvariabilidad en los componentes estructura-

    les. De este modo, se han establecido las re-laciones entre asentamientos. Para un mejor

    registro se emplearon fichas arquitectnicasanalticas que permiten ordenar la informa-

    cin y generar otra ficha de inventario de cadaagrupamiento con informaciones basadas en

    los elementos visibles en superficie. Esta infor-macin debe estar referida a recolectar todo

    los datos referidos a los asentamientos en re-lacin a su patrn de asentamiento, sistemas

    constructivos, distribucin del espacio y di-nmica entre los asentamientos vecinos.

    Para desarrollar la investigacin he-mos recurrido a todas las publicaciones re-

    lacionadas con los sistemas de asentamientoprehispnico en el mundo andino, desde una

    visin terica hasta una visin prctica y apli-cativa. Estas fuentes, generalmente, estn ubi-

    cadas en bibliotecas especializadas del MuseoNacional de Antropologa y Arqueologa, Mu-

    seo de la Cultura y Museo de la Nacin.

    Se han revisado dos tipos de documen-

    tacin: una, basada en datos obtenidos de lasbibliotecas que conforman el antecedente de

    la investigacin, documentos o manuscritos

    (visin etnohistrica). La otra, est basada enel corpus y protocolo de datos obtenidos en el

    campo, producto de las prospecciones. Estainformacin fue procesada desde una visin

    arqueolgica y procesual tomando como cri-terio la evaluacin crtica.

    Sin embargo, el anlisis de los asentamien-tos se ha hecho en base a cuatro dimensiones:

    a) espacial; b) social; c) simblica y d) terri-torial. Estas cuatro dimensiones nos apertura

    un escenario complejo de interpretacin delos asentamientos, donde hemos tomado en

    cuenta el paisaje social, el paisaje fsico y elpaisaje sagrado. No debemos olvidar que la

    arquitectura es uno de los testimonios msrepresentativos de los asentamientos prehis-

    pnicos; por esta razn, su anlisis debe invo-lucrar un modelo interpretativo antes que des-criptivo, un modelo cualitativo antes que un

    anlisis cuantitativo. Estas premisas marcanel rumbo de nuestra investigacin hacia una

    interpretacin y explicacin de los fenmenossociales y sus cambios.

    Figura 2. Sistemas de asentamiento en la cuenca alta del ro Chilln

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    Resultados

    a) Asentamientos del Valle Medio Los asentamientos del valle medio es-

    tn compartidos en ambas mrgenes delro: margen derecha y margen izquierda.

    Como diagnstico general de campo po-demos decir que los asentamientos de

    la margen derecha son los ms grandesy al parecer fueron los ms poderosos.

    En tanto, los asentamientos de la mar-gen izquierda son mucho ms pequeos:

    la conforman caseros aislados. Hemosidentificado 15 sitios de esa naturalezapero que pertenecen a distintas pocas.

    Figura 3: Huanchipuquio, montculo del Periodo For-

    mativo

    Figura 4:Plano de Zapan

    Los ms antiguos son los montculos del

    Periodo Formativo a los que hemos denomi-nado sitio 4, Huanchipuquio y el sitio 13, Co-

    cayalta. Ambos son montculos amorfos conestructuras de canto rodado, pero que fueron

    estructuras piramidales que coexistieron conChocas y Huacoy, grandes edificios o templos

    en U de este periodo. Posterior a las ocupa-ciones formativas, el valle entr en un franco

    proceso de reacomodo donde las ocupaciones

    en la costa central rebasan su capacidad y se

    inicia una escalada de migraciones por el va-lle ro arriba, ocupando las partes de laderas

    y cumbres laterales del valle, nos estamos re-firiendo a la expansin de la Cultura Lima.

    Sus evidencias son la presencia de alfarera

    en superficie en las partes altas y faldas de lasestribaciones que corresponde al llamado esti-lo Lima de (siglos del 200 a 600 a.C.), corres-pondientes a las fases ms tempranas de esta

    cultura y estn asociadas a estructuras aisladasde planta circular y rectangular. Al parecer, a

    juzgar por las evidencias de superficie el esce-nario del valle medio fue propicio para la ocu-

    pacin humana desde pocas muy tempranas.

    Pero de lo que s estamos convencidos es

    de la ausencia de ocupaciones del HorizonteMedio de 600 a 1000 d.C. en lo que correspon-de a la hegemona Huari. Hay solo un estudio

    muy preliminar de Isla y Guerrero (1987) queidentifican un asentamiento en el cono dedeyeccin de la quebrada Socos. Este sitio es

    de traza ortogonal donde se han identificadoenterramientos disturbados con decoracin

    policroma con los personajes de bculo. Otraevidencia muy difusa es la que hallamos en el

    Cerro Macas A y B. Se trata del modelo arqui-tectnico ortogonal pero con reocupaciones

    del Intermedio ardo que podra estar rela-cionado a Socos.

    Pero para el periodo Intermedio ardo(siglos XI al XV) en el valle del Chilln, la

    densidad poblacional es una caracterstica. Elcrecimiento demogrfico se increment ver-

    tiginosamente y consecuentemente la capa-cidad de consumo requera ms reas de pro-

    duccin. El crecimiento de los asentamientosy la fundacin de otros es frecuente, lo que tra-

    jo como consecuencia las disputas por el terri-torio y los recursos. El valle medio no es ajeno

    a estos cambios ya que se nota la presenciade enterramientos para la construccin de vi-

    viendas y cultivo en las laderas, hoy desrti-cas. Las viviendas se construyen sobre terrazas

    acondicionadas previamente, la ampliacin dela frontera agrcola solo es mediante la cons-

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    truccin de canales y terrazas, tambin hoyabandonadas.

    En consecuencia, la presin demogrficatrajo varios cambios en los modos de vida,

    en lo econmico, en lo poltico, en el patrnde asentamiento, en desmedro de un apego

    a la cosmovisin que es muy difuso, sin co-nos claros o tangibles. Ms bien, se acenta la

    creencia en los ancestros o mallquisdonde lapoblacin particulariza sus creencias, notn-

    dose huacas ligadas a linajes y grupos tnicos.No son visibles las deidades mayores en las

    evidencias arqueolgicas. Los reguladores so-ciopolticos y econmicos son drsticamente

    desequilibrados generando poblaciones pau-prrimas, visibles en los entierros y la parafer-nalia de sus ajuares funerarios, como es el caso

    del cementerio de rapiche, Macas, Huarabi,etc.

    La densidad de los enterramientos es demagnitud alarmante debido a que los espacios

    para enterrarse son reducidos resultando quelas tumbas se superponen intencionalmente

    conforme se mueren los individuos. Enton-ces, unos son disturbados para acomodar al

    otro o simplemente estn superpuestos. Esteescenario es visible en el valle medio en ambas

    mrgenes para el Intermedio ardo y en este,surgen los curacazgos tanto de los Canta, como

    de los Atavillos en la parte alta que fueron losgrupos de poder que presionaron a los asenta-

    mientos del valle medio como son los Collisde Carabaylo losMacas, Huarabis, Huancayoscon el fin de arrebatarles sus tierras, este hecho

    fue documentado por Rostworowski (1977,1978) en base a documentos de visitas y testi-

    monios y juicios de aguas y tierras.

    Resumiendo, podemos afirmar que el vallemedio del Chilln fue un escenario propicio

    para el hbitat debido a su clima, posicin es-tratgica con acceso al valle bajo y al valle alto.

    Debido a estos factores, las poblaciones veci-nas intentaron en todo momento penetrar yapoderarse de sus territorios, unos lo lograron

    como los de Lima en el Horizonte empranoincorporando los edificios piramidales en for-

    ma U con filiacin Chavn, en el Intermedio

    emprano con la incursin de las poblaciones

    Lima que llegaron hasta los 3600 m s.n.m.,pero es en el valle medio que proliferan con

    ocupaciones ms significativas.

    Figura 5:Zapan 3 cementerio

    Figura 6.Huanchipuquio

    Figura 7.Modelo habitacional

    Figura 8.Unidad tpica

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    Figura 9:ambo Inga de Macas Margen izquierda

    Figura 10.Cuadro comparativo de los asentamientos de

    la cuenta alta del Chilln

    El valle alto territorialmente es distinto alvalle medio: primero, por las diferencias al-

    titudinales, segundo, por una geomorfologaque define un territorio muy escarpado con

    quebradas y terrazas aluviales y precisamenteen estos ltimos espacios se han condicionado

    las reas productivas y la mayora de los asen-tamientos prehispnicos

    Los datos de campo recuperados nos defi-nen cinco fenmenos:

    a) Para el periodo Intermedio ardo (si-glos XI al XV) surgen nuevos modelos

    de asentamiento y sistemas construc-tivos que se adecuan a la topografa yes visible la maximizacin de los espa-

    cios tanto para agricultura como paravivienda debido al crecimiento demo-

    grfico.b) Aparicin del concepto de territoriali-

    dad, donde los grupos sociales demar-

    can su territorio, generndose disputaspor el acceso a los recursos llmese

    agua, pastos, tierras de cultivo, etc.c) Se consolidan grupos de poder que

    regulan los dominios territoriales y t-

    nicos como los de Carabayllos, Collis

    para el valle bajo yMacas, Huarauni yHuancayospara el valle medio yAtavi-llosy Cantaspara el valle alto. Arqueo-

    lgicamente, el nexo con los pueblospequeos es difuso. Son escasos los in-

    dicadores materiales que expliquen larelacin de los pueblos con los grupos

    de poder.d) Hay rasgos de patrn de asentamientos

    que sugieren presencia de grupos deserranos asentados en el valle medio

    como los de cerro Macas A y B o comolos de la quebrada Carrizal, ambos en lamargen derecha. Del mismo modo, en

    esta parte del valle hay la presencia degente provenientes del valle de Chan-

    cay con rasgos y objetos suntuarios yevidencias de haber sido enterrados en

    el valle, lo que equivale pensar que es-tos convivieron con los del Chilln no

    sabemos en qu tipo de arreglos polti-cos o sociales. Lo cierto es que el valle

    medio ha sufrido impactos exgenosque han podido cambiar, acelerar o

    retardar el desarrollo autnomo de losgrupos sociales.

    e) La conquista inca en el valle del Chi-llon trajo como consecuencia un im-pacto de integracion y transformacion

    del espacio social, reestructurado almodelo estatal inca con equipamientos

    de control y administracion de la pro-duccion y las fuerzas productivas.

    El valle alto comprende desde la zona de ie-rra Amarilla en la quebrada de acurme a1400 m s.n.m. hasta la regin puna en Cullu-

    huay. En todo este segmento de cuenca de am-bas mrgenes se han establecido asentamien-

    tos prehispnicos, en su gran mayora duranteel periodo Intermedio ardo entre los 1100 al1500 d.C.

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    Margen derecha: Los asentamientos msimportantes de esta margen estn identifica-

    dos a partir de su tamao y emplazamiento.enemos a Purumarca uno de los pueblos

    viejos de Humantanga. Est emplazado sobreuna cumbre empinada y mira directamente

    a otra cumbre ligeramente ms baja hacia elsureste donde se halla auripunku. El otro es

    Pueblo Viejo, ambos fueron reducidos a loque hoy se conoce como Huamantanga or-

    ganizados en dos barrios Anduy y Chihualconforme provenan de Purumarca o Pueblo

    Viejo respectivamente Purumarca.

    auripunku es un asentamiento de forma

    alargada orientado de norte a sur. Est empla-zado siguiendo la cresta del cerro, pero con

    mayor concentracin en la falda del lado este,similar a Cantamarca. Ocupa la margen dere-

    cha del ro Chilln, hacia la margen izquierdade la quebrada Huarimayo con cauces de fuer-

    te pendiente que desemboca en el ro Chilln.

    Ro arriba tenemos el pueblo viejo de SanBuenaventura denominado Auquimarca con-

    formado por dos sectores, uno en la cumbrems alta y la otra en un nivel ms bajo, perosiguiendo la cresta del cerro. Nosotros los he-

    mos identificado como asentamientos biparti-tos denominados anan yurin. Aqu las cons-

    trucciones fueron efectuadas con techos delaja y columna. Se puede decir que est amu-

    rallada por su lado noroeste. Hacia el este fren-te a Auquimarca se halla el otro asentamiento

    denominado Pumacoto, que es el pueblo viejode San Miguel. Recibe este nombre debido a

    que en una de sus recintos, el ms importantetiene una cabeza clava de un puma. Este sitio

    ocupa una explanada de suave pendiente. Adiferencia de los anteriores que ocupan crestas

    de cerros, este ocupa un espacio ms plano.Ambos sitios, Auquimarca y Pumacoto, es-tn separados por la quebrada ingo idntica

    a Huarimayo que separa Purumarca y auri-punku. Esta forma dual de emplazamiento de

    los asentamientos sugiere una fundacin si-multnea de grupos con lazos de parentesco

    tnico formando un comportamiento dual de

    oposiciones y complementaridad.

    Un poco ms alto siguiendo la misma

    margen, encontramos algunos sitios aisladoscomo Sacato y Achim, que se hallan en la ju-risdiccin de Acochaca. Estos sitios son re-

    lativamente pequeos y ocupan una hoyaday cumbre del cerro. Segn el documento de

    visita a Canta en 1549, publicado por Ros-tworowski (1978), se menciona Achim como

    olleros. En sus indagaciones Rostworowskino logra identificar el verdadero lugar. Quiz

    sea este que nosotros identificamos en la cimade Acochaca. Ro arriba siguiendo la misma

    margen derecha, en la jurisdiccin de Huacosse halla Huacosmarca, un asentamiento em-

    plazado sobre una pendiente hacia la margen

    izquierda de la quebrada Llamecoto. Lo msimportante de este asentamiento es su carcterdisperso que se desarrolla sobre la pendientesiguiendo la topografa que es una formacin

    rocosa. ambin es importante la presenciade una plaza sagrada con una huanca al cen-

    tro y precedida por una deidad tallada en laroca natural y un grupo de recintos funerarios.

    Al parecer fue una plaza sagrada ligada a losmuertos.

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    Figura 11. Adoratorio

    Siguiendo la quebrada Llamecoto hacia lo

    alto encontramos un asentamiento tambin deimportancia: es el pueblo viejo de Huaros lla-

    mado Huishco. iene la misma configuracinque Huacosmarca. Se desarrolla sobre la for-

    macin rocosa de una cresta orientada de nor-

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    te a sur; sus construcciones son de planta ova-lada y cuadrangular muy similar a Pumacoto.

    En los extramuros del lado norte se halla unaplaza que los comuneros de Huaros denomi-

    nan Jayanpampa donde antiguamente se hacauna parada en la fiesta del agua Limpiacequia.

    Figura 12. Huaca de Churcua: Deidad del ganado

    Figura 13.Huaca de la fertilidad y propiciacin del ganado

    Esta plaza al igual que algunas de sus cons-trucciones fue modificada por los incas en suafn de consolidar su hegemona y control.

    Otro asentamiento de esta misma jurisdic-cin de Huaros, es Aynas emplazado en un

    promontorio alargado que se orienta de nor-te a sur a 200 metros sobre el lecho del ro.

    Este asentamiento es aglutinado, un pocoms grande que Huishco, pero adopta rasgos

    muy similares a Cantamarca por la presenciade columnas tpicas de forma troncocnico

    invertido. Este sitio ha tenido fuerte impacto

    por la ocupacin inca debido a la presencia de

    edificios de forma cuadrangular y edificios devanos trapezoidales. Este asentamiento sera

    el ltimo de esta margen puesto que colindacon las zonas de pastizal de puna. Es oportu-

    no mencionar que tanto Aynas como Huishco

    son pueblos viejos de Huaros y se configurande la misma manera que los pares Purumar-ca-auripunku, Achim-Sacato, Auquimar-

    ca-Pumacoto, Huishco-Aynas y el ltimo seraCushpa Chico-Cushpa Grande en Culluhuay,

    pero pertenecen a la margen izquierda.

    Margen izquierda. Esta margen la pode-

    mos considerar a partir de Quecamarca, quees un pueblo viejo de San Lorenzo de Cocha-

    bamba. Ocupa la parte superior de una loma-

    da de forma alargada y con un amplio espacioplano que aparenta ser una meseta. La confor-macin del asentamiento es aglutinada con

    recintos de planta circular y estuvo amuralla-da. En el lado opuesto hacia el noreste se halla

    Huanchosmarca, otro asentamiento un pocoms pequeo que Quecamarca pero mucho

    ms conservado. Est emplazado sobre unacumbre de fuerte pendiente. Sus edificios tie-

    nen planta circular y ovalada y se adaptan a lapendiente.

    Figura 14.Cantamarca

    Ambos Quecamarca y Huanchosmarcason pueblos viejos de San Lorenzo de Cocha-

    bamba y tambin conforman una dualidadporque estn en lugares de oposicin.

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    Luego ya en Canta tenemos la gran aldeacapital de los canta denominada Cantamarca.

    Ocupa la cumbre de un gran cerro con vistaal valle. La gran mayora del asentamiento sedesarrolla en el flanco este. Es el asentamien-

    to que contiene en gran parte de sus recintoslas columnas troncocnicas nicas en el valle.

    iene un poco ms de 10 hectreas superandoampliamente a los dems asentamientos y fue

    la capitn de los canta. iene un fuerte impac-to de la presencia inca, tanto en la arquitectura

    del asentamiento como en los extramuros.

    La organizacin del espacio correspondea sociedades complejas puesto que definenbarrios y espacios funcionales basados en la

    organizacin social. Es por ello que los incas

    la eligen como sede de sus conquistas y pene-tracin hacia los Bombn y Chinchaycocha dela sierra central.

    Figura 15.Columnas en Cantamarca

    A dos kilmetros hacia el este sobre unafalda de una fuerte pendiente se ubica Carcas

    otro asentamiento que es un pueblo viejo deObrajillo. Es un caso atpico debido a que su

    emplazamiento est en una ladera de fuertependiente con edificios similares a los de Can-

    tamarca con columnas, su tamao es relativa-mente pequeo, pero guarda los estilos de los

    canta en su arquitectura y patrn constructi-vo. La carretera ha seccionado en dos partes el

    asentamiento, la parte de las terrazas y dep-sitos ocupan la parte baja al pie de la carretera.

    Finalmente, tenemos el ltimo asenta-miento que se halla en las inmediaciones de

    Culluhuay. Nos referimos a los sitios de Cus-hpa ChicoyCushpa Grandealgo como el pue-

    blo viejo de San Buenaventura que est con-formado por dos barrios bien diferenciados,

    lo que nosotros estamos definiendo comoasentamientos con una biparticin del espacio

    en mitades anan y urin. Cuspa es lo mismo,solo que Cushpa Chico de la parte ms baja

    est sumamente depredado. Este sitio tambinest amurallado por las llamadas Murallas de

    Kapur y considerado el ltimo baluarte de de-fensa de los canta.

    De este modo, se ha realizado un diagns-tico muy ajustado de los asentamientos del

    valle del Chilln. Queda pendiente un anlisismucho ms profundo a nivel arquitectnico y

    sistemas constructivos.

    De acuerdo a lo investigado sobre estosasentamientos del valle alto surgen serios cues-

    tionamientos a nivel de su modelo de subsis-tencia y economa. Estos antiguos pueblos del

    valle, estaban basados en la agricultura Oeran ganaderos Las evidencias arqueolgicas

    nos llevan a pensar que la gran mayora de losasentamientos tanto del valle medio como delvalle alto estaban basadas en la agricultura con

    el control racional de agua y la construccinde terrazas para optimizar la produccin.

    ambin se puede decir que el poder eco-

    nmico en esta cuenca ha estado centrado

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    en el control de los sistemas hidrulicos y laagricultura, que conllevan al manejo racional

    del espacio, consecuentemente del agua. Estarelacin espacio-agua incorporado a la di-

    mensin simblica, nos permite entender otrarelacin sociedad-ritual. Ambas relaciones es-

    tn imbricadas en el manejo y control del aguay la agricultura.

    No es casual que en la mayora de los asen-

    tamientos actuales de la cuenca alta del Chi-lln se practiquen an ritos propiciatorios

    y fiestas dedicadas al agua envueltas en unaserie de mitos de origen que legitiman susactividades y creencias. Si bien es cierto que

    estos rituales consistentes en la memoria delos pueblos obedecen a sociedades con escaso

    recurso de agua o sociedades propensas a se-quas cclicas, los actos propiciatorios son un

    argumento de justificacin cuyas plegarias de-ben ser escuchadas por los dioses del agua y de

    la tierra. En este sentido, estos pueblos comoHuaros, Huacos, Culluhuay, San Miguel, San

    Buenaventura, San Jos, Lachaqui y Arahuay,tan solo de la cuenca del Chilln, son ejem-

    plos de esta permanencia muy arraigada deevocar los mitos de origen de las aguas y sus

    pueblos. Al parecer en este lmite se consagralos valores de reciprocidad e intercambio de lainstauracin del orden y principalmente la ra-

    cionalidad y el manejo del agua y los recursos.

    El control simblico de las aguas carga-das de rituales y mitos de origen, explica con

    claridad la circulacin del agua dentro de uncalendario agrario ligado a la cosmovisin

    altamente sofisticada (Farfn, 2002). De estemodo, las evidencias materiales de estos actos

    aparecen en los cauces de los canales, comoson las huancas, plazas sagradas y un sinn-

    mero de espacios denominados paradas quees una especie de espacio ritual, a lo largo delcauce del canal y las chacras. Aqu se evocan

    los mitos de los hroes civilizadores, construc-tores de canales, mallquis litificados y se legiti-

    ma un orden y racionalidad. Estos parajes conestos atributos son la sustentacin material de

    estos actos que segn la narracin oral perte-

    necera a pocas pretritas, es decir a la poca

    prehispnica y se prolongan en el tiempo. Par-tiendo de este principio, asociamos a los sitios

    arqueolgicos y su entorno y se explicara lacontinuidad cultural de estos pueblos y el pro-

    ceso de sacralizacin del paisaje.

    En la poca prehispnica, el poder econ-

    mico siempre ha estado ligado a la produccinagrcola en terrazas tanto en el mbito del valle

    medio, como en el valle alto, aunque debemosadvertir que la ganadera fue otro aspecto que

    contribuy en la consolidacin de la econo-ma. Este fenmeno fue un factor determi-

    nante de estos pueblos que origin disputascon poder hegemnico, tales como los Canta,

    Atavillos, Collis, etc.

    La red de canales en ambas mrgenes y

    las poblaciones rurales articuladas a caminostroncales por ambas mrgenes, nos conduce a

    plantear la existencia de linderos territorialesde ciertos curacazgos como los cantas para la

    margen izquierda y los Atavillos para la mar-gen derecha, condicionada al control de los

    recursos lo que ya Rostworowski (1978) habamencionado a partir de los documentos de las

    visitas. Estos linderos generaron disputas porel cultivo y el agua; posiblemente, fueron el

    factor ms determinante que defini el podereconmico y poltico en esta cuenca. Sin em-

    bargo, la ritualidad y los mitos de origen, sondos factores vigentes todava en los pueblosactuales de la cuenca del Chilln, que estn

    ligados al agua y la ancestralidad. En muchoscasos las terrazas de cultivo son la morada de

    los ancestros, como en el caso de las terrazasde Huracaure y Aynas en Huaros.

    Si a esto le agregamos la presencia de huan-

    cas los denominados chacrayoco dueos de lachacra estaramos hablando de una estructura

    simblica muy compleja que no solo denotaun factor propiciatorio dentro del discurso

    mtico o ritual, sino otro factor ordenadordonde se involucra lo social lo econmico ypoltico. De ah que tanto el rito como el mito

    se convierten en medios de control ideolgico

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    capaces de articular el funcionamiento econ-mico y social de estos pueblos.

    Discusin

    El corredor geogrfico del valle del Chilln,

    tal como hemos dicho encierra tres niveles deanlisis: cuenca baja, cuenca media y cuenca

    alta. Estas tres formas de ver el escenario, na-turalmente, tiene un enfoque ambientalista,

    que ya fue planteado por Dillehay (1987) ySilva (1996). La pregunta que formulamos es,Por qu nuestra investigacin se basa en este

    enfoque a sabiendas que podemos caer en de-terminismos ya superados Lo primero que se

    pensamos es que el territorio y el paisaje comoescenario se comportan como un regulador

    que depender mucho del nivel tecnolgico ycultural de los pueblos. Estos pueblos se fun-

    dan en territorios propicios para la subsisten-cia pero tambin deben cumplir ciertos rasgos

    que se adecuen a las costumbres y tradicionessubyacentes en el pensamiento y cosmovisin.

    Por ello, no necesariamente, el escenario geo-grfico debe ser elegido para la fundacin de

    los pueblos, desde el punto econmico, sinodesde sus complejas concepciones del paisajerelacionado a su cosmovisin.

    El valle muestra un potencial de evidencias

    contundentes de asentamientos muy organi-zados, por lo menos desde el Periodo Hori-

    zonte emprano (siglo II a.C.), con presenciade templos o edificios sagrados como las de

    Huacoy, Chocas, Cocayalta, Huarabi, Pucar,etc. Este escenario obviamente ha cambiado

    con el tiempo debido a los constantes cam-bios climticos y la intensa actividad erosiva

    del valle, resultando de este modo, que lasevidencias ms vulnerables desaparecieron

    por completo quedando solo aquello que porsu tamao y envergadura se mantuvo inclu-me al tiempo como los edificios piramidales,

    por ejemplo. Luego del colapso de estas for-maciones sociales, este escenario dio paso al

    surgimiento de otras sociedades que vendraa ser el anillo expansivo de la cultura Lima en

    la costa central hacia los valles. Las evidencias

    de esta cultura en el valle (Periodo Interme-

    dio emprano, siglo IV d.C.), la conformanocupaciones basadas en asentamientos muy

    dispersos en las faldas y cumbres de los cerrosdel valle medio. Esta ocupacin quiz sea la

    ms conspicua, debido a que est asociada a

    terrazas, tanto habitacionales, como de cultivocon abundante material cermico en superfi-

    cie del estilo Lima Medio y ardo. Pero algoque nos ha llamado la atencin es la ausencia

    de restos arqueolgicos del periodo Horizon-te Medio (siglos VII al X d. C). No sabemos

    a qu se debe esta ausencia; no obstante esposible encontrar algunas evidencias muy te-

    nues y difusas para el valle medio (quebradade Socos) y valle alto (Huaros). Generalmen-

    te, su presencia est basada en enterramientos

    y algunas construcciones de traza ortogonalocupando zonas planas. Es en el Periodo In-termedio ardo donde surge el poblamiento

    vertiginoso de los asentamientos en el valle aconsecuencia de una explosin demogrficaque trajo como consecuencia conflictos terri-

    toriales y tnicos.

    En este contexto cronolgico de las forma-ciones sociales en el valle, es factible platearse

    la posibilidad de una explicacin basada enel ordenamiento territorial y manejo de los

    recursos. Estas prcticas no se han hecho demanera casual. uvieron un ordenamiento de

    la estructura social y un modelo de autorregu-lacin de las tensiones sociales. Aqu podemos

    anotar como uno de los reguladores el espaciofsico y la presencia o ausencia de recursos, delmismo modo, podemos sealar otro regula-

    dor que seran los mitos y los ritos que se arti-culan a un discurso que involucra escenarios,

    personajes mticos ligados al agua a los cerrosque en resumen sera una cosmovisin basada

    en la circulacin del agua, cuyos componen-tes seran: las lagunas de las punas donde se

    almacena el agua y de donde se reparten poracequias y canales; los nevados, donde nacen

    las aguas, las lluviasjuntamente con el trueno

    y el relmpago, el ro, y lospuquios. odo este

    conjunto de elementos conforman el paisajesagrado que define la cultura del agua y est

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    estrechamente ligado a la agricultura. Por tan-to, es obvio que aparezcan ritos y mitos en tor-

    no a estos elementos que explican la racionali-dad del manejo dentro de la sociedades tanto

    del valle bajo, medio y alto.

    Solo para concluir, debemos sealar quedesde tiempos muy antiguos este valle, al igual

    que todos los valles costeos funcionaronconsiderando una especie de triparticin del

    espacio basado en la altitud (valle bajo, medioy alto) y espacios de uso. Pero es en el periodo

    Intermedio ardo que el crecimiento pobla-cional es intenso, por lo que los recursos noabastecan; por tanto, estos poblados accedan

    a otros territorios a complementar los recursosnecesarios. Bajo este principio, se inspiraron

    propuestas y enfoques basados en los aspectosadaptativos y complementariedad dentro de

    una interaccin interregional, Murra, (1975);Dillehay, (1987).

    La complementariedad es un modelo in-

    terpretativo para explicar justamente socieda-des en ambientes diversos, con oportunidades

    econmicas limitadas, por tanto, la regulaciny equilibrio en el acceso a los recursos, solo esposible cuando se han trazado las reglas de

    interaccin econmica y cultural entre socie-dades coetneas. Estas reglas estuvieron basa-

    das en la reciprocidad, tanto en el intercambiocomo en la prestacin de servicios, solo as

    es posible explicar las obras de envergaduracomo son los canales, caminos troncales y ve-

    cinales, pero tambin estuvieron organizadospor una estructura de simbolismo basada en el

    agua y la tierra independiente de sus linderostnicos y territoriales. Pero aun as, no es con-vincente cmo funcionaron estas sociedades

    en cuanto a la territorialidad. Rostworowski(1978) encontr documentos que explican los

    linderos territoriales a travs de mojones entrelas Cantas, los Atavillos y Quive. Si esto es as,

    el control del agua estaba sujeto no solo a unpueblo sino a varios que usufructuaban a lo

    largo de ambas mrgenes del valle.

    Este hecho presupone arreglos polticos decaractersticas reciprocas y de complemen-tariedad para solucionar las diferencias. De

    aqu se podra desprender cules asentamien-tos eran los ejes que imponan el poder, quiz

    eran aquellos que por su tamao y extensinpodan asumir el control, pero an no tene-

    mos claro este problema. Es motivo paracontinuar estas investigaciones en un futuro.

    ARQUEOLOGADELVALLEDELCHILLN: PATRONESDEASENTAMIENTOTARDO

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