becker jorgeayala2004
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Crime and Punishment:
Gary S. Becker (1968)Journal of Political Economy
An Economic Approach
Presentado por Jorge A. Ayala (Enero-Mayo 2004)
Estructura del Trabajo de Investigación Introducción Análisis básico
Costo del Crimen El modelo
Daños Costo de aprehensión y convicción Oferta de ofensas Castigos
Condiciones de optimización Cambios en las relaciones de comportamiento Multas Gasto privado contra el crimen Algunas aplicaciones Conclusión
Introducción
Desde finales del siglo 19, en los países occidentales se ha expandido rápidamente para contrarrestar la breve dominancia del “laissez faire”.
Existe mucha diversidad dentro de lo que puede ser considerado “una ofensa”, pero existen características que son generales.
Generalmente, recursos públicos y privados se gastan para poder prevenir ofensas y castigar a los ofensores.
El propósito del trabajo de investigación es contestar la pregunta: ¿Cuántos recursos y cuánto castigo debería ser utilizado para ejercer diferentes tipos de legislaciones?
Análisis Básico
Resultados encontrados por la comisión presidencial de administración y aplicación de la justicia (1965):
Gasto público en seguridad: $4 mil millonesGasto privado en seguridad: $2 mil millones
COSTO DEL CRIMEN
Gasto en consumo ilícito: $8 mil millonesCosto de crímenes contra la propiedad: $4 mil
millonesCosto de crímenes contra personas: $.8 mil
millones
Costo total del crimen en Estados Unidos en 1965:
$21 mil millones de dólares (4% del PIB)
y sigue creciendo
sin incluir crímenes de
cuello blanco y costos sociales
El MODELO
Normalmente la creencia de que un crimen daña a otros motiva su castigo.
La cantidad de este daño tendería a aumentar al incrementarse el nivel de actividad del crimen:
Daños
harm activity level
También resulta razonable suponer que el valor social del beneficio para los criminales se comporta de la misma forma:
De tal forma que el costo neto de la sociedad es:
damage harm gain
De la ecuación anterior vemos que:
En la primera parte del trabajo de investigación, Gary Becker restringe el análisis a la región donde D’ > 0. Ésta es la región donde se obtiene la mayor justificación para prohibir la actividad criminal en cuestión.
Definimos A como la actividad anticrimen, A = f(m,r,c). El costo de ofrecer seguridad, tanto pública como privada, está en función de dicha actividad y mantienen una relación positiva:
Costo de aprehensión
Una aproximación de una medida empírica de la “actividad” es el número de ofensas castigadas. Puede escribirse como:
Donde p es la razón de las ofensas castigadas entre total de las ofensas. Por lo tanto, representa la probabilidad de que una ofensa sea castigada.
Sustituyendo llegamos a:
Adicionalmente, si el costo marginal aumenta con un incremento en la actividad:
Si aumenta el número de ofensas o la probabilidad de detección, aumenta el costo de combatir el crimen.
Oferta de Ofensas
Una persona se convierte en criminal porque sus beneficios esperados del crimen son mayores que los que obtendría si dedicara su tiempo y esfuerzo a otras actividades.
Suponemos que los criminales tienen una función de utilidad, y que ésta crece al aumentar el número de ofensas.
La oferta de ofensas a su vez depende de: La probabilidad de aprehensión (p) El castigo (f) Otras variables (u)
Donde,
Un incremento en p tiene mayor impacto que un incremento similar en f si el individuo es aficionado del riesgo; el mismo impacto si es neutro al riesgo; un menor impacto si es adverso al riesgo.
Es generalmente aseverado por expertos en cuestiones judiciales que un aumento en la probabilidad de aprehensión tiene un impacto mucho más significativo en el crimen que un aumento de la severidad de los castigos: los criminales suelen preferir el riesgo.
Castigos
La humanidad ha inventado una variedad de ingeniosos castigos que varían de muerte, tortura, multas, encarcelamiento, etc.
En Estados Unidos también se han implementado castigos menos severos, como la retención de la licencia durante un tiempo.
El costo de diferentes castigos para un individuo puede ser comparable convirtiéndolo a su valor monetario.
El valor monetario del encarcelamiento varía de individuo a individuo. El costo de oportunidad de estar preso es diferente dependiendo del ingreso que se podría tener en el exterior, y el valor que se le da a la libertad.
Los castigos tienen un costo (o beneficio) social por su implementación.una multa es un beneficio social casi igual al
costo para el castigadoencarcelamiento representa un costo mayor
para la sociedad f’ = bf b>0 para encarcelamiento
costo social
costo para el el castigado
Condiciones de Optimización
Si el objetivo fuese simplemente acabar con el crimen, la probabilidad de castigo “p” podría establecerse cercana a 1.
Sin embargo, aumentar “p” tiene un costo social. La segunda derivada de dicho costo respecto a “p” es positiva.
Lo mismo ocurre con los castigos. Es necesario un criterio que vaya más allá y nos
ayude a establecer la “p” y los castigos óptimos.
Cambios en las relaciones de comportamiento Al haber cambios en las variables, se dan
desplazamientos en las curvas de costo marginal y beneficio marginal.
Multas
Las multas facilitan que se de una “transferencia” sin un costo social.
Las multas óptimas dependen del daño marginal y no de la posición económica de los ofensores.
Esto último es lo que limita el uso de multas.
Gasto privado en crimen
Acciones privadas intentan disminuir el crimen, como:GuardiasVeladoresContadoresAlarmasEtc.
Algunas aplicaciones
Beneficios óptimos Política pública más efectiva Evitar la colusión de empresas
Conclusión
Este ensayo utiliza análisis económico para desarrollar políticas públicas y privadas óptimas para combatir comportamientos ilegales.
Las variables de decisión públicas son:Gasto en el combate al crimenCastigos
Los valores óptimos de estas dos variables se pueden determinar basándose en:Los daños causados por cierto número de
actividades ilícitas (ofensas)El costo de alcanzar un “p” dado. (p =
probabilidad de que un crimen sea castigado)El efecto que los cambios en “p” y en los
castigos tienen sobre la oferta de ofensas “O”.
Las multas tienen varias ventajas sobre otros castigos como por ejemplo:Conservan recursosCompensan a la sociedadCastigan a los ofensoresSimplifican la determinación de la “p” y el tipo
de castigo óptimos.
Es por ello que las multas son el castigo más común.
Crítica
Los supuestos, aunque abundan, son razonablemente lógicos.
El Trabajo de Investigación es de 1968, por lo que habría que revisar los nuevos datos.
La dificultad para obtener datos puede complicar su comprobación empírica y por lo tanto justificar el uso de los resultados en política pública.