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Gabriel Betancourt Mejía Cartilla política Francisco chaparro Angy Yojanna Piravaguen Maldonado 1102 2014

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Gabriel Betancourt Mejía

Cartilla política

Francisco chaparro

Angy Yojanna Piravaguen Maldonado

1102

2014

Índice

1 renacimiento…………………………………………….

1.1 reforma……………………………………………….

1.2 Absolutismo………………………………………..

1.3 Liberalismo…………………………………………

1.4 Ilustración……………………………………….1.5 Nacionalismo y

socialismo…………………………1.6 Imperialismo……………………………………

Justificación

Este trabajo se hace con el fin de conocer sobre el renacimiento, la reforma, el

absolutismo, el liberalismo, la ilustración, el nacionalismo y el socialismo y por ultimo el imperialismo, saber en que

consiste y cuales son las bases de dichos términos.

Introducción

En esta cartilla veremos que son y como se relacionan los términos con la política cual

es su función y cuales son sus características que como funciona cada uno de ellos y en que consistieron cada

uno de ellos.

Renacimiento

Renacimiento, periodo de la historia europea caracterizado por un renovado interés por el pasado grecorromano clásico y especialmente por su arte. El renacimiento comenzó en Italia en el siglo XIV y se difundió por el resto de Europa durante los siglos XV y XVI. En este periodo, la fragmentaria sociedad feudal de la edad media, caracterizada por una economía básicamente agrícola y una vida cultural e intelectual dominada por la Iglesia, se transformó en una sociedad dominada progresivamente por instituciones políticas centralizadas, con una economía urbana y mercantil, en la que se desarrolló el mecenazgo de la educación, de las artes y de la música 

El término ‘renacimiento’ lo utilizó por vez primera en 1855 el historiador francés Jules Michelet para referirse al “descubrimiento del mundo y del hombre” en el siglo XVI. El historiador suizo Jakob Burckhardt amplió este concepto en su obra La civilización del renacimiento italiano (1860), en la que delimitó el renacimiento al situarlo en el periodo comprendido entre el respectivo desarrollo artístico de los pintores Giotto y Miguel Ángel, y definió a esta época como el nacimiento de la humanidad y de la conciencia modernas tras un largo periodo de decadencia

Durante el Renacimiento, las ciudades europeas crecieron en poco tiempo, debido entre otras causas al desarrollo del comercio y las actividades industriales. Este hecho provocó el surgimiento de los burgos, ciudades dedicadas al comercio, como Génova y Venecia.

A medida que las ciudades crecieron, aumentó la población y también el número de artesanos y comerciantes o burgueses.

Este nombre que sirvió para designar a los habitantes de las ciudades, también sirvió para nombrar a la nueva clase que surgió en este periodo: la burguesía.

La burguesía estaba formada por los comerciantes que poseían talleres en los que trabajaban artesanos humildes. Esta clase

impuso nuevas formas de vida y cambios en las costumbres, que a la larga terminarían con el sistema feudal.

En esta época, no había mucho dinero en circulación y las monedas variaban de un pueblo a otro. Los comerciantes se organizaron en gremios para resolver esos problemas.

Los gremios de mercaderes unificaron la moneda, construyeron bodegas para almacenar las mercancías y crearon bancos para guardar las ganancias, además de que controlaban las rutas comerciales y la distribución de los productos.

 CONFLICTOS POR LAS RUTAS COMERCIALES

Las rutas comerciales tradicionales guardaban muchos peligros, especialmente las que comunicaban a Europa con Oriente. Al principio, los bizantinos controlaban esas rutas, pero con la caída de Constantinopla en poder de los turcos, y el cierre de las vías comerciales directas, el tráfico de productos se complicó y la mercadería se encareció aún más.

Debido a ello, los europeos comenzaron a buscar nuevos caminos para evitar negociaciones y enfrentamientos con los turcos.

Esto llevó a los descubrimientos que se materializaron en dos rutas: la portuguesa, que daba vuelta a África para llegar a la India; y la española, que pretendió llegar al Oriente por el

Occidente, permitió encontrar el continente americano.

Marco Polo viajó a Oriente para establecer un comercio directo entre Europa y China. Atravesó Asia y llegó hasta el Extremo Oriente. Después de 24 años de su partida regresó a Italia, donde dio a conocer el relato de sus aventuras y viajes.

Por su parte Cristóbal Colón emprendió el viaje que habría de cambiar la concepción sobre el mundo y el hombre.

 

EL ARTE RENACENTISTA

El Renacimiento en las artes surgió en Italia y luego se difundió por Europa. Inspirados en las obras grecolatinas, los artistas del siglo XV al XVI rompieron con la tradición medieval, creando nuevas formas de expresión en las distintas ramas del arte (pintura, escultura, arquitectura y literatura). Atendiendo la nueva visión del mundo (más científica y menos religiosa), los artistas colocaron en el centro de su obra al hombre y a la naturaleza.

Para los pintores renacentistas, el hombre fue el principal objetivo del arte; al cuerpo humano desnudo se le consideró el ideal de belleza. Muchos de los temas de la pintura son profanos; abundan las representaciones de personajes mitológicos.

El ideal de belleza femenina se refleja en la descripción de Melibea, protagonista de La Celestina de Fernando de Rojas.

La arquitectura renacentista buscaba la proporción, la armonía, el equilibrio de todos sus elementos y evitaba el exceso de decoración.

Uno de los elementos clave fue el uso de cúpulas en las iglesias; la puerta principal de los edificios ocupaba el centro de la fachada; algunas construcciones tenían frisos y columnas que imitaban el estilo grecolatino.

Reforma

es un cambio de situación en un orden, régimen u objeto sin afectar a rasgos fundamentales que puedan ser transformados en otros distintos. Dentro de una referencia establecida se emplea para dar idea de restauración, corrección, enmienda, puesta en orden, innovación o mejora de alguna cosa, según el Diccionario de la Real Academia Española (Barcelona, 1951). en todo caso, es una alteración que no perturba o sustituye el orden social y político establecido, tiene, por tanto, tendencia a corregir situaciones parciales defectuosas.

Sea cual fuere la aceptación dominante, aplica la reforma este sentido de cambio no sustancial, conseguible dentro de un sistema social dado y con los medios que el orden institucional establecido tiene para conseguir los cambios sociales, económicos o políticos, y de ahí con frecuencia en las constituciones existe un apartado dedicado a las reformas de la misma, aunque sus cambios en realidad histórica suelen producirse por medios y métodos convulsivos.

Entre revolución y reforma parece existir una cuestión de grado. quizá sea mejor afirmar que se trate de dos fenómenos distintos, aunque casi siempre conexos, puesto que en muchas ocasiones la falta de aquellos resortes reformadores pueden producir auténticas revoluciones.

Reforma en la política es un conjunto de medidas ordenadas a modificar a fondo una institución respetando sus líneas fundamentales y sin que se produzca una ruptura de continuidad. El alcance de las modificaciones buscadas por la reforma puede ser muy variado; pero en todo caso implica una transformación a fondo de la institución. Con lo que se distingue de la evolución normal que implica una transformación continua pero sin una intervención a fondo que marque una inflexión en la línea evolutiva.

Absolutismo

El absolutismo es una forma de gobierno en la cual el poder reside en una única persona, a la cual deben obedecer todas las demás. Abarcó los siglos XVI, XVII, y XVIII, cuando la influencia política de la nobleza declinó, aunque manteniendo el régimen feudal que mantenía su preponderancia en la sociedad de la época. La teoría del derecho divino del poder real o del absolutismo teológico nació en Francia en el último cuarto del siglo XVI y en el ambiente de las guerras de religión. Los cuatro caracteres esenciales de la autoridad real es la de ser sagrada, paternal, absoluta, racional, tienden a

regirse los principales estados europeos en la Edad Moderna y en el que la máxima autoridad le ejerce en forma arbitraria el Rey. Sus principales características son:

El poder esta concentrado en el Rey, quien lo recibió y transmite por vía hereditaria, sus colabores inmediatos y sus familiares forman partes de la corte. Dentro de esta, o entre quienes el considere mas capacitados en el reino, escoge sus ministros, a los que nombra y remueve a su antojo, estos le ayudan a controlar el comportamiento de los ciudadanos, el desarrollo económico del país, administrar el tesoro publico, a dirigir los ejércitos, a mantener las relaciones internacionales entre otros.

No hay un ordenamiento de leyes escritas, se impone la ley consuetudinaria y los dictados arbitrarios del monarca. El es el único legislador, el es la ley.

Existen organismos colegiados que solo son llamados, siempre al antojo del rey, para consulta, no para tomar dediciones libremente. Tales como las cortes españolas, los estados generales franceses y el parlamento ingles, que representa a las comunidades municipales (en España), a la nobleza, el clero y el estado llano (en Francia) y a los nobles y al pueblo (en Inglaterra).

Hay tribunales centrales y provinciales (como los parlamentos de Francia, muy diferentes al parlamento ingles), pero sus dictados siempre están sometidos a la ultima palabra del Rey.

Existen comunidades municipales (los ayuntamientos españoles, las comunas francesas), pero estas están siempre supeditadas al poder real.

Los ciudadanos, sometidos a una profunda división de clases, carecen de derechos. En consecuencia, no se les consideran iguales ante la ley y el rey puede dictar medidas de perjuicio suyo sin derecho a defensa ni a pedir explicación (encarcelamiento, nuevos impuestos, prohibición de manifestar públicamente sus ideas, llamadas a las armas entre otros).

CRISIS DEL ABSOLUTISMO

En Francia, el absolutismo lucía claramente sus excesos. El poder se hallaba en manos de Luis XVI. En 1778, se descompone el absolutismo y nacen las ideas liberales que proceden de la Revolución Francesa. Luis XVI se vio obligado a convocar a la cámara de representantes de la nación, conocida como los Estados Generales. Este órgano se convirtió en Asamblea Constituyente. El 14 de julio de 1789 el pueblo parisino asaltó La Bastilla y retuvo a la familia real en el palacio de las Tullerías. Luis juró obediencia a la nueva Constitución francesa en julio de 1790, pero siguió conspirando en contra del gobierno revolucionario.

El 3 de septiembre la Asamblea Constituyente aprobó la Constitución. Por primera vez en la historia de la humanidad se definían por escrito los derechos y obligaciones de

gobernantes y gobernados, y se organizaba el poder del Estado. En Francia se conservó la monarquía que pasó de absolutista a parlamentaria. El rey obtuvo el derecho del veto, o sea, la posibilidad de oponerse a las leyes adoptadas por la Asamblea. El cuerpo legislativo era unicameral. Aparece una división de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial).

El 21 de septiembre de 1792, al iniciar sus sesiones, la Convención Nacional declaró la abolición de la monarquía y la proclamación de la República. Así Francia se convirtió en el primer Estado Nacional republicano de las potencias europeas.

Aunque esta primera República francesa no duró mucho, su repercusión en la sociedad francesa y en general en la europea fue continua. Aunque estos nuevos sistemas se basaban en la soberanía popular, es decir, en el poder del pueblo; en realidad estuvieron controladas por la burguesía rica, que excluyó de la participación política al resto de la población.

La monarquía parlamentaria, tal fue la que se implementó en Francia, fue más beneficiosa que la anterior. Esta nueva monarquía produjo que trocaran los nobles por la burguesía rica, siendo esta la clase social más influyente en el gobierno. Pero dejando de lado que las clases más bajas no tuvieran demasiada

participación, el Estado ya no podía cometer los excesos de antaño y se puso fin a los privilegios de la aristocracia y el clero.Lo cierto es que la revolución marcó el final definitivo del absolutismo y dio a luz a un nuevo régimen donde la ciudadanía, y en algunas ocasiones las masas populares, se convirtieron en la fuerza política dominante en el país.

Liberalismo

Liberalismo es una ideología que se establece de acuerdo con el supuesto del derecho natural en el cual los hombres nacen libres e iguales y deben permanecer a lo largo de su vida de esta manera.

 El Liberalismo Político supone un sistema donde el Estado resguarde el bien público y la vida e intereses de los ciudadanos, respetando a las minorías y manteniendo las libertades civiles y esto lo proporcionaría un gobierno representativo y asentido, basado en el principio del freno de los poderes y la adecuación a la Constitución y a las Leyes apoyadas en la voluntad general del pueblo como soberano.

 Liberalismo Político: Elementos Básicos.

Ideas Fundamentales.

Los poderes de los ciudadanos y su representación.

Constructivismo Político.

Liberalismo Político: Tres ideas fundamentales.

La idea de un consenso traslapado. Prioridad de lo justo e ideas del bien.

La idea de la razón pública.

El Marco Institucional.

La estructura básica como objeto.

Las libertades básicas y su propiedad.

Aboga principalmente por: 

* El desarrollo de las libertades individuales y, a partir de ésta, el progreso de la sociedad. * El establecimiento de un Estado de Derecho, en el que todas las personas, incluyendo aquellas que formen parte del gobierno, están sometidas al mismo marco mínimo de leyes. 

Sus características principales son: 

* El individualismo, que considera a la persona individual como primordial, por encima de todo aspecto social o colectivo. * La libertad como un derecho inviolable que se refiere a diversos aspectos: libertad de pensamiento, de expresión, de asociación, de prensa, etc., cuyo único límite consiste en la libertad de los demás, y que debe constituir una garantía frente a la intromisión del gobierno en la vida de los individuos. * La igualdad entre las personas, entendida únicamente en lo que se refiere a diversos campos jurídico y político. Es decir, para el liberalismo, todos los ciudadanos son iguales ante la ley y para el Estado. * El respeto a la propiedad privada como fuente de desarrollo individual, y como derecho inalterable que debe ser salvaguardado por la ley y protegido por el Estado.

Ilustración

La Ilustración fue una época histórica y un movimiento cultural e intelectual europeo –especialmente en Francia e Inglaterra–que se desarrolló desde fines del siglo XVII hasta el inicio de la Revolución francesa, aunque en algunos países se prolongó durante los primeros años del siglo XIX. Fue denominado así por su declarada finalidad de disipar las tinieblas de la humanidad mediante las luces de la razón. El siglo XVIII es conocido, por este motivo, como el Siglo de las Luces.

Los pensadores de la Ilustración sostenían que la razón humana podía combatir la ignorancia, la superstición y la tiranía, y construir un mundo mejor. La Ilustración tuvo una gran influencia en aspectos económicos, políticos y sociales de la época. La expresión estética de este

movimiento intelectual se denominará Neoclasicismo.

La Ilustración (Lumières, en francés; Enlightenment, en inglés;Illuminismo, en italiano; Aufklärung, en alemán),2 en frase de uno de sus más importantes representantes, D'Alembert, «lo discutió, analizó y agitó todo, desde las ciencias profanas a los fundamentos de la revelación, desde la metafísica a las materias del gusto, desde la música hasta la moral, desde las disputas escolásticas de los teólogos hasta los objetos del comercio, desde los derechos de los príncipes a los de los pueblos, desde la ley natural hasta las leyes arbitrarias de las naciones, en una palabra, desde las cuestiones que más nos atañen a las que nos interesan más débilmente». Esto mismo nos indica que, más que el contenido mismo de sus doctrinas, lo original del movimiento fue la forma de pensamiento y valoración.

Según el teórico marxista Lucien Goldman, la Ilustración puede ser definida como «una etapa histórica de la evolución global del pensamiento burgués». Como tal, insertaría su filiación doctrinal en el Renacimiento y, especialmente, en las corrientes y empiristas del s. XVII (de Descartes, a Locke, pasando por Bacon, Bayle, Galileo, Grotius, Hobbes,Leibniz, Newton, Spinoza, o los libertinos), y basa su posibilidad sociológica de desarrollo en las revoluciones políticas neerlandesa e inglesa, en el empuje de la burguesía y en las transformaciones económicas en gestación,

apoyadas en una coyuntura en alza, que desembocarán en la revolución francesa.

Retrato de cuerpo entero de Jovellanos, pintado por Francisco de Goya y Lucientes en 1798, considerado uno de los más emblemáticos personajes de la Ilustración española. Este intelectual español accedió al cargo de ministro y emprendió reformas que no llegaron a consolidarse. En el fondo se aprecia una estatua de Minerva, diosa de la sabiduría, que parece estar "bendiciéndole".

Desde Gran Bretaña, donde algunos de los rasgos esenciales del movimiento se dieron antes que en otro lugar, la Ilustración se asentó en Francia, donde la anglofilia fue difundida por Voltaire, y produjo aquí su cuerpo ideológico, el enciclopedismo, y sus más representativas personalidades (Montesquieu, Diderot, Rousseau, Bufón, etc.); también dio sus frutos, en ocasiones más o menos autónomamente, pero en la mayoría de casos dependientes de Gran Bretaña y, sobre todo, de Francia, en otras zonas europeas (Países Bajos, la península italiana y la ibérica, el conglomerado germánico, Polonia, Rusia, Suecia, etc.) o en sus colonias americanas; frutos condicionados por el grado de desarrollo ideológico y sociopolítico adquirido en el momento de lanzamiento de la nueva ideología y por el proceso interno seguido a lo largo de su desenvolvimiento.

La Ilustración en España

Artículo principal: Ilustración en España

En España, la Ilustración coincidió con los reinados de Fernando VI y Carlos III. Si bien la decadencia profunda en que se encontraba el país en el punto de partida obstaculizó una posterior eclosión, el auge dinámico de algunas de sus zonas geográficas (especialmente Cataluña) a lo largo del período y la actuación coadyuvante (aunque tímida) desde el poder político facilitaron la aparición de un nutrido y valioso grupo de ilustrados (Cabarrús, Cadalso, Campomanes, Capmany,Cavanilles, Feijoo, Hervás y Panduro, Jovellanos, Mutis, etc.) condicionado, no obstante, por el arraigo y la preponderancia del pensamiento teológico tradicional. La creación de las Reales Academias de la Lengua, de la Historia, de la Medicina o del Real (actual Museo Nacional de Ciencias Naturales), fueron algunos de los logros de la Ilustración española.

La Ilustración en Hispanoamérica

A Hispanoamérica llegan las ideas de ilustración a través de la metrópoli.

En los ámbitos de la política y la economía, las reformas impulsadas por el despotismo ilustrado a finales del reinado de Fernando y durante el de su sucesor Carlos III tenían por objeto reafirmar el dominio efectivo del gobierno de Madrid sobre la sociedad colonial y contener o frenar el ascenso de las elites criollas.

Las autoridades españolas procedían a una explotación más sistemática y profunda de las colonias. Procuraban, además, fortalecer y aumentar la marina de guerra y establecer unidades del ejército regular español en las diversas regiones de América.

En la Nueva España (México), en el ámbito de los colegios de la Compañía de Jesús, vemos surgir un importante grupo de científicos y filósofos ilustrados, encabezados por José Rafael Campoy , que defienden una clara separación entre la filosofía y las ciencias naturales, una mayor especialización en el estudio científico y una simplificación en el método de la enseñanza filosófica, evitando las sutilezas silogísticas, así como la sumisión incondicional a las autoridades. En este grupo de pensadores que trabaja principalmente en la Ciudad de México, Tepotzotlán, Guadalajara y Valladolid (Morelia), destacan el historiador Francisco Javier Clavijero , que emplea un método histórico sistemático y sorprendentemente moderno; el filósofo Andrés de Guevara y Basoazábal (1748-1801), que se basa en Bacon, Descartes y los censistas para plantear la necesidad de una filosofía moderna, justificar el método inductivo y experimental, y denunciar el abuso del método deductivo; y principalmente Juan Benito Díaz de Gamarra y Dávalos , crítico de la escolástica y defensor de la ciencia y de la modernidad, cuyo eclecticismo ilustrado está principalmente regido por los valores del buen sentido, la racionalidad, la tolerancia y la utilidad para el hombre.

En el sur del continente, el pensamiento ilustrado tuvo un primer gran empuje en la Real Audiencia de Quito mediante la llamada Escuela de la Concordia, fundada en la ciudad de Quito por el Dr. Eugenio Espejo en 1791, y a la cual pertenecían nobles de la élite criolla y profesionales mestizos. Los pensamientos y debates surgidos en la Escuela de la Concordia plantaron las primeras semillas de nacionalismo e independencia de Sudamérica, ya que de a partir de varios sucesos ocurridos con sus diferentes miembros, la ilustración se propagaría hacia el resto de territorios de los virreinatos de Nueva Granada y Perú.

Nacionalismo y socialismo

Nacionalismo y socialismo son dos opciones doctrinarias e ideológicas con marcadas diferencias y coincidencias. En el Perú de estos últimos años las condiciones han puesto en las agendas de ambos: objetivos, metas y tareas comunes. Esa es la razón del apoyo que le brindan las fuerzas socialistas al gobierno de Ollanta Humala, y, que no compromete en absoluto, la independencia política ni la identidad de quienes se han reafirmado, cuando  el  viento neoliberal arreciaba, en su “filiación y su fe”.

El nacionalismo como movimiento y teoría social surgió a finales del siglo XVIII, aspiraba a crear una comunidad independiente, con un Estado autónomo. Cualquier análisis serio que se haga del nacionalismo tendrá que diferenciar entre aquél que se dio en los países avanzados y aquel que emergió en sociedades dominadas por imperios antiguos o modernos y que convirtieron a los pueblos en colonias, semi - colonias o neocolonial.

El nacionalismo de los criollos que emprendieron la lucha por la independencia fue la expresión de una voluntad autonomista, que aspiraba emancipar el país. Ya sabemos que la fuerza de los imperios terminó con esos sueños. Las burguesías nativas nunca estuvieron interesadas en construir una nación. Es más, a su condición de socia menor de los intereses económicos de los imperios (inglés primero y norteamericano después), unió su “superioridad” de etnia y de cultura, con el que ahondó las diferencias y hizo de la “nación” una ficción.

El nacionalismo de los sectores populares del Perú de estos tiempos se propone, de manera legítima, a la realización de una nación desarrollada y a terminar con las enormes desigualdades existentes. Para ella han creado movimientos políticos. El caso más caracterizado en estos últimos tiempos es el del Partido Nacionalista de Humala y de su bloque electoral Gana Perú, con el que llegó al gobierno.   

El socialismo aparece en el siglo XIX. Se caracteriza porque tiene una teoría basa en la fusión del socialismo francés, la economía política inglesa y la filosofía clásica alemana, y un método científico para estudiar e investigar la realidad. Sobre esa base, en  cada país opera de manera particular, por eso Mariátegui, conforme avanzó  en el estudio de la sociedad de su tiempo fue descubriendo que el Perú era “una nación en formación” y que había que “peruanizar el Perú”. Un socialista como Mariátegui no ignoró el problema nacional.  

Los socialistas son los que con mayor rigor, aplicando el método dialéctico materialista, han estudiado las sociedades y analizado las particularidades de las sociedades desarrolladas y atrasadas. El socialismo tiene la ventaja de contar con herramientas teóricas y prácticas, para estudiar e investigar el estado de las sociedades como también los medios prácticos para actuar en ellas. Los primeros y los segundos se fusionan en la base doctrinaria, en el Programa, en la Estrategia y, por cierto, en la organización, distinta según sus objetivos y sus metas.

Se entiende mejor entonces el tema de las coincidencias y las diferencias entre nacionalistas y socialistas. No hay un abismo que los aísla de manera absoluta pero no son lo mismo. La neurosis de la derecha cuando confunde deliberadamente a uno y otro, no refleja sino su ignorancia, o su mala fe, o las dos cosas juntas. Nacionalistas y socialistas

peruanos luchan por el cambio y con ello no hacen más que sintonizar con las aspiraciones de millones de peruanos, que aspiran a una sociedad desarrollada y justa.

Son los socialistas los que sostienen que aún cuando el modelo cambie, es en el sistema capitalista donde se conciben todas las lacras humanas: desde la violencia cotidiana y “apolítica” hasta la explotación irracional, que es una forma descarada de violencia. El delito de los socialistas y de los marxistas  no es que lo digan, sino que lo callen. El silencio por cálculo y “prudencia”, que termina haciendo concesiones, no es muestra de integridad, de consecuencia y de ética.

Los socialistas y los marxistas trazan su táctica concordante con la realidad y con el apoyo  de la ciencia. No hay otro modo de entender el programa del nuevo curso, que es un conjunto de reformas para el periodo y coherentes con el grado de correlación de fuerzas. Ya se ha señalado que es urgente y viable, una nueva república, una nueva Constitución, un nuevo gobierno.

Entendemos que la Hoja de Ruta de Gana Perú, ahora gobierno, es también una propuesta de reformas, una breve estación del largo camino que debe emprender el pueblo, en marcha hacia su plena realización. Más aún, la validez y el rol de la Hoja de Ruta como una contribución a los sectores democráticos del país, requiere de la

consecuencia de quienes son sus creadores, mentores y gobernantes. .

El gran ideal es el logro de una sociedad basada en la justicia social, en el bienestar pleno, en la concreción de una sociedad que se base en el respeto a la dignidad humana. Pero, llegar a esa etapa requiere un largo periodo, y en sociedades como la nuestra, donde el capitalismo monopólico domina a los sectores populares e incluso a sectores del empresariado nacional, que se arruinan con este modelo, la unidad de los sectores populares incluye también a sectores sociales de la burguesía nacional.

Tras veinte años de aplicación del modelo neoliberal, lo que éste puede exhibir, en el mejor de los casos, es su crecimiento de las cifras económicas, que tuvieron en el alza de los precios de los minerales un factor externo favorable; sin embargo, este crecimiento no influyó significativamente a favor los niveles de vida de los pueblos. Se han logrado cifras macroeconómicas  asombrosas, pero no se ha podido superar la pobreza y el estado endémico de los pueblos.  Por experiencia propia, el pueblo de a pie va entendiendo algo elemental de los procesos productivos: no solo hay que mirar el crecimiento, sino también la forma de distribución.

Según el Informe 2010, del PNUD, que toma como base de análisis el año 1993, el Índice de Desarrollo Humano del país fue de 0,5938 y el

Índice de Densidad del Estado fue de 0, 4838. Sin embargo, como consecuencia de una visión excluyente del régimen turno y del modelo, hay lugares como Lima, cuyas cifras están por encima del promedio nacional, 0,7509 de IDH y 0,7745 IDE. En cambio, Cajamarca, está muy por debajo de ese promedio, 0,4505 de IDH y 0,1740 de IDE, lo mismo ocurre con Amazonas quien muestra 0,4678 de IDH y 0,1886 de IDE. Esas cifras no se han revertido.

Cambiar esa tendencia que en mayor o menor medida se ha mantenido a lo largo de las dos décadas de aplicación del modelo neoliberal, demanda de un cambio jurídico. La Constitución que hoy tenemos y por la que sienten veneración fanática los fujimoristas, los inversionistas y lobistas, que han encontrado el camino “legal” hacia el paraíso de la sobre ganancias y la riqueza ilícita, tiene que cambiarse. En esa necesidad reposa una coincidencia más entre nacionalistas y socialistas; éste se nutre del proyecto político que en el Perú representa José Carlos Mariátegui, fundador del socialismo y fundador del Partido.

Los nacionalistas aspiran también a un cambio, pero lo que vemos hasta ahora es que las reglas de juego claves en la vida del país, las sigue imponiendo el poder monopólico. Podría argumentarse que las concesiones que hace es una cuestión táctica. Podría ser. Pero no es un buen ejemplo para un pueblo que lo eligió porque optó por el cambio, por la culminación

del saqueo de nuestros recursos nacionales, por la defensa de nuestra soberanía, por la regeneración moral, por la descentralización, por una educación pública de calidad, por la revalorización del magisterio y el respeto a los trabajadores. Estos temas son, según como los trate el gobierno, los que juntarán o separarán a nacionalistas y socialistas. 

Imperialismo

El imperialismo es la dominación política de un Estado sobre varios otros para establecer una hegemonía política, económica, cultural, muchos ejemplos existen en el transcurso de los siglos: el imperio de Asoka en la India, que se extendió desde Afganistán hasta Indonesia; Hasta el siglo XIX, Asoka era simplemente un nombre más en las geneologías inventadas de los reyes indios del periodo budista, varios eruditos europeos de la época también tradujeron relatos budistas de la literatura india. Estos relatos mostraban las doctrinas budistas, así como las historias y biografías legendarias de la doctrina. En estas fuentes budistas procedentes de Ceilán, Tíbet y China presentes en relatos como el Divia avadana, el Ashoka avadana, el Majá vamsha y otros, aparecía la figura de un gran rey Asoka. A causa de la existencia de varias historias de este tipo consideradas de poco rigor histórico, ya que se creían procedentes de la cultura popular, se tomó a la figura de Asoka como legendaria y no se le dio credibilidad. (Ver anexo 1)La historia habitualmente lo describía como a un príncipe cruel que asesinó a sus hermanos para ascender al trono, pero que tras su sangrienta conquista de Kalinga  (en la costa este de la India, actualmente en el estado de Orissa), Asoka se convirtió en un budista pacifista, y contribuyó a la difusión del budismo, reinando desde ese momento de

una manera justa y pacífica. H. G. Wells, (1989) La historia del mundo nos explica:Tal fue Ashoka, el más grande de los reyes. Él fue de lejos un avanzado a su época. No dejó ni un príncipe ni una organización de hombres para continuar su trabajo, y a un siglo de su muerte los grandes días de su reino se habían convertido en un recuerdo glorioso en una India descompuesta y decadente.La interpretación que se hizo en un primer momento es precisamente la que H. G. Wells muestra en este fragmento: que Asoka había sido un avanzado a su tiempo y un gran devoto del budismo, y por eso habían fracasado sus sucesores. Se aceptó la historia que se empieza con Asoka descrito como un guerrero sanguinario, ya que muchas fuentes budistas lo describen así. Según el Ashoka avadana, Ashoka construyó una prisión donde se dedicaba a torturar a los presos. En el mismo texto se nos cuenta cómo intentó torturar a un monje budista que parecía inmune al sufrimiento. Asoka, impresionado, se convirtió al budismo, destruyó la prisión y se propuso construir 84.000 stupas budistas por todo el imperio.Otras fuentes afirman que fue después de las devastadoras consecuencias de su guerra en Kalinga, durante el octavo año de su reinado, se sintió tan culpable que estó lo llevó a convertirse al budismo, influido según las fuentes por su esposa o concubina Deví. Desde ese momento se dedicó a propagar la política del dhamma budista por su imperio y envió misioneros a lugares lejanos, tales como la isla

de Ceilán, convertida por su hija Sanghamita y su hijo (o hermano) Mahinda, citados solamente en las crónicas cingalesas, e ignorados en las inscripciones indias que no mencionan más que a tres de sus hijos: Tuara, Kunala y Yalauka. Desde entonces, defendió una política pacífica emitiendo una serie de edictos dirigidos al pueblo. Un reinado que conoció una política oficial de a-jimsá ("no violencia"), llegando a construir hospitales para animales y restaurar las carreteras principales de la India, convirtiéndose también Asoka probablemente en el gran difusor del vegetarianismo en el país.Así pues, los estudios de los siglos XIX y primera mitad del XX y otros posteriores basándose en estas fuentes, describen su conversón al budismo como una «iluminación». Pasó de ser Chanda Asoka (Ashoka el Cruel) a ser Dhamma Asoka (Ashoka el Piadoso). El monarca que amplió la capital, Pataliputra (la actual Patna), hizo construir un palacio al estilo persa y convocó el Tercer Concilio Budista (233 a. C. o 243 a. C.).Ashoka, históricamente, fue un ferviente propagandista del budismo, pero no necesariamente por motivos píos. Hay toda una linea de historiadores, como la especialista Romila Thapar o Edward D'Cruz que consideran el dhamma de Ashoka como una religión para ser utilizada como símbolo de una nueva unidad imperial y una fuerza cohesionadora para unir los variados y heterogéneos elementos de un imperio. O sea, que Ashoka utilizó el budismo para la consolidación política y económica de

su gobierno. Y es que los edictos de Ashoka y los textos budistas no terminan de coincidir con la imagen proyectada.El budismo permitía a Ashoka una nueva política social bien definida, acorde al mismo tiempo con los intereses de la sociedad de la época, ya que la población no se oponía a las nuevas ideas budistas y las nuevas clases comerciales (interesadas en las nuevas tendencias) le apoyarían, beneficiando a Ashoka ya que no tuvo el apoyo de los ortodoxos al inicio de su reinado. Así, el budismo dejó de estar perseguido.Tras el reino «iluminado» de Asoka, la reforma del imperio Maurya fue aprovechada por los invasores, y pronto cayó en declive y se fragmentó en multitud de principados. Hasta la colonización británica (cerca de 2000 años más tarde), nunca una parte tan grande de un subcontinente estuvo unida bajo un mismo gobierno.Otro ejemplo importante dentro del imperialismo, fue el imperio romano sobre el Mediterráneo y Europa central; en el que los clásicos dieron el nombre de «bárbaros» a todos los extranjeros de las regiones fronterizas con el Imperio romano, y con los que lucharon, si bien se limita la consideración a los que, ocupando en Europa las regiones al Norte del imperio, invadieron éste, apoderándose de su parte occidental. Estos pueblos formaban cuatro grupos:

1- El de cultura turco-mongola: como los ávaros y hunos.

2- 2- El de cultura eslava: como los vendas, en lo que hoy es Polonia.

3- 3- El de cultura irania: los sármatas, entre el Danubio y el Tisza, y los alanos, a orillas del mar Negro.

4- 4- El de cultura germánica: como los godos, francos, vándalos, burgundios y otros.Durante la decadencia del Imperio romano, fueron muchos los pueblos bárbaros (extranjeros) que, aprovechando las disidencias internas, se aproximaron a sus fronteras y se establecieron en ellas, presionando en forma permanente para entrar. Los bárbaros lograron penetrar lentamente entre los siglos I y IV, y establecerse en el interior, hasta que, finalmente, empujados por otros pueblos, lo hicieron en forma violenta. Los germanos eran indoeuropeos, como los griegos y latinos. En ellos las aficiones guerreras se muestran en grado sumo, al par que el trabajo se considera como menos digno.Había hombres privilegiados, nobles y plebeyos, existiendo también la esclavitud. La patria potestad tenía un concepto bastante análogo, en lo absoluto, al de los romanos. Aunque lo general era la monogamia, la poligamia aparece admitida entre los nobles. Entre los pueblos germanos invasores encontramos a los godos, divididos en visigodos en Occidente y los ostrogodos en Oriente. Los francos, los suevos, los burgundios, los anglos, los sajones y los jutos, los vándalos, los frisones, los alanos (iranios) y los alamanes constituían el resto de los pueblos.

Salvo estos casos aislados, la mayoría eran respetuosos de la cultura romana, y fusionaron las costumbres romanas con las propias. La aristocracia germana comenzó a utilizar como su idioma el latín, que luego ¨-modificado- dio lugar a las lenguas romances. La religión, que hubiera podido ser un elemento conflictivo en la relación de los invasores con los pueblos autóctonos, se transformó en un factor de unidad, al aceptar la mayoría de los reyes bárbaros la religión católica.Los visigodos abandonaron el arrianismo, religión cristiana no reconocida por la Iglesia Católica, para aceptar esta última en el siglo VI, en Hispania, bajo el reinado de Recaredo. Los francos rechazaron el paganismo a fines del siglo V, durante el reinado Clodoveo I. Así la Iglesia Católica, lejos de debilitarse, cobró un inmenso poder. La sociedad Se adoptó la leyescrita, según la modalidad romana, ya que ellos se regían por el derecho consuetudinario (costumbres). Los germanos aceptaron el sistema de la personalidad de la ley, por la cual cada uno debía ser juzgado por sus propias leyes. Los romanos, carecían de normas, ya que Roma ya no existía, y por eso, tuvieron que redactarse las que los regirían en lo sucesivo.Teodorico, rey de los ostrogodos, redactó la primera colección de leyes, en el año 500, conocida como el Edicto de Teodorico, para godos y romanos, siendo una excepción al referido principio de personalidad de las leyes. Estaba compuesta de 154 artículos basados en

resúmenes de fuentes romanas. Después de los siglos dorados del Imperio romano (periodo denominado Pax Romana, siglos I al II), comenzó un deterioro en las instituciones del Imperio, particularmente la del propio Emperador. Fue así como tras las malas administraciones de la Dinastía de los Severos, en particular la de Heliogábalo, y tras la muerte del último de ellos, Alejandro Severo, el Imperio cayó en un estado de ingobernabilidad al cual se le denomina crisis del siglo III.Entre el 238 y el 285 pasaron 19 emperadores, los cuales incapaces de tomar las riendas del gobierno y actuar de manera concorde con el Senado terminaron por situar a Roma en una verdadera crisis institucional. Durante este mismo período comenzó la llamada invasión pacífica, en la cual varias tribus bárbaras se situaron, en un principio, en los limes del Imperio debido a la falta de disciplina por parte del ejército, además de la ingobernabilidad producida en el poder central, incapaz de actuar en contra de esta situación. Por otro lado, las guerras civiles arruinaron al Imperio, el desorden interno no sólo acabó con la industria y el comercio, sino que debilitó a tal punto las defensas de las fronteras imperiales, que privadas de la vigilancia de antaño, se convirtieron en puertas francas por donde penetraron las tribus bárbaras.Tras una breve «estabilización» del Imperio, en manos de algunos emperadores fuertes como Diocleciano, Constantino I el Grande y Teodosio I, el Imperio se dividió

definitivamente a la muerte de este último, dejándole a Flavio Honorio el sector de Occidente, con capital en Roma, y a Arcadio el sector Oriental, con capital en Constantinopla.el imperio inca en el centro del continente americano; El imperio Inca, fue un gran imperio y una cultura avanzada en el continente americano, antes de su descubrimiento por parte de los europeos. En líneas generales, el Imperio se extendía desde el norte del Ecuador a la parte central de Chile y desde los Andes hasta la costa. Los Incas fueron una tribu Peruana, que se cree, hablaba el Quechua y mitológicamente hablando ellos procedían del Sur y fueron depositados en la llamada Cuenca de Cuzco, en donde quedaron primitivamente confinados. Aparentemente los Incas extendieron su dominio por tribus vecinas alrededor del año 1100 AC. Sin embargo, el Imperio Inca alcanzó su máximo esplendor en el siglo XV. A pesar de toda su grandeza el Imperio Incaico escasamente existió más de un siglo. Con anterioridad al año 1430 los Incas gobernaron solo el Valle del Cuzco. Ellos habían entablado una guerra con los Chankas por algún tiempo, pero finalmente los derrotaron en una gran victoria en 1430. Esto marcó el comienzo de una gran expansión militar. El Imperio Incaico conquistó e incorporó la mayoría de las culturas en el área que se extendía desde el sur de Colombia hasta el centro de Chile. Los Incas impusieron su modo de vida sobre las gentes que conquistaron. Para el tiempo que los

españoles llegaron la mayoría del área de los Andes, había sido totalmente controlado bajo las leyes de los Incas. Los Incas desarrollaron una economía basada en una intensiva construcción de hileras de terrazas en las montañas, en las que consiguieron una maestría en el arte hidráulico y de irrigación de las aguas. Su civilización se congregó tanto en centros urbanos como en redes de caminos, lo que hoy en día se pueden denominar carreteras. Tuvieron unaadministración eficiente, y consiguieron la maestría en artes como en el refinamiento de metales trabajados, arquitectura eficaz y sobria, una artesanía singular en las telas y su posterior acabado, una extraordinaria mano de obra en la alfarería, y en fin, en otras diversas artes. La conquista Española significó el fin del Imperio Inca en 1532.  Como dato anecdótico y curioso, pero digno de tener en cuenta, el imperio de los incas, contaba con cierto tipo de organización policial, sus miembros se llamaban tucuyricu, (el que todo lo ve). Los tucuyricus, velaban por el orden y el cumplimiento de las leyes del soberano; estaban apoyados por los michues, que actuaban como consejeros, inspectores y pesquisidores. (Ver anexo 2).Otro imperio que sirve de ejemplo para el desarrollo del imperialismo fue; el imperio de Carlomagno en Europa; el cual nace e en los albores del siglo VIII, el merovingio Regnum Francorum se encontraba en plena decadencia, dividido en tres partes (Austrasia, Neustria y

Borgoña) y gobernado, de facto, por los mayordomos de palacio. Uno de ellos, Pipino, de Austrasia, destronó a Childerico III (743-751) y se coronó rey en Soissons, por aclamación popular. Pipino, hijo de Carlos Martel, buscó la base jurídica para ello en la figura del Papa Zacarías, obligado por las circunstancias a buscar un aliado fuerte frente al empuje de los lombardos en la península italiana. Con él nacía, así, una nueva dinastía que trataría de fortalecer su poder con el apoyo papal. A cambio, se iba a erigir en la protectora de la Iglesia romana.En el plano político y militar, Pipino obtuvo importantes victorias contra los musulmanes y consiguió sofocar una sublevación en Aquitania, a la vez que creó los Estados Pontificios. A su muerte, en 768, dividió su reino entre sus dos hijos, Carlos y Carlomán¿Quién fue Carlomagno?La muerte en 771 de este último permitió que Carlos, el futuro Carlomagno (771-814), reunificara nuevamente el reino, que constaba ya de Neustria, Austrasia, Aquitania, Borgoña y Provenza, y comenzara una larga campaña de expansión de sus fronteras. Para ello, emprendió sucesivas campañas militares: sometió a los lombardos y se nombró en 774 "Rex Francorum et Longobardorum", acabó en 796 con el reino de los ávaros, cristianizó tras treinta años de luchas a los sajones y frisones, pero se vio frenado por los musulmanes al otro lado de los Pirineos en su intento por llegar hasta el Ebro. (Ver anexo 3)

Los sucesores de CarlomagnoA Carlomagno le sucedió su hijo Luis el Piadoso o en latín Ludovico Pio (814-840) que era ya rey de Aquitania y había conquistado Barcelona en 801, estableciendo el límite de la Marca Hispánica. Sin embargo, como emperador hizo bien poco por la expansión del Imperio; entusiasta de la cultura y profundamente religioso, entregó a la Iglesia el tesoro acumulado por su padre.El movimiento artístico siguió floreciente gracias a algunos importantes centros culturales como Metz, Tours o Reims. Sin embargo, a finales de su reinado se encontró con el levantamiento de sus hijos mayores, Lotario, Pipino y Luis, entre quienes había repartido el Imperio y que se opusieron a la posterior inclusión de Carlos, el menor. Tras la muerte de Pipino, por el Tratado de Verdún (843) quedaba dividido finalmente entre los tres restantes: Lotario I recibió las tierras centrales (Lotaringia), Luis el Germánico la parte oriental y Carlos el Calvo se quedaba con el reino de los francos occidentales.La disgregación del Imperio se vio acentuada en 855, con la muerte de Lotario, quien repartió el reino de Lotaringia entre sus hijos Carlos I, Lotario II y Luis II. No obstante, los dos primeros duraron poco, con lo que Luis II pasaba a ser el nuevo heredero del reino de su padre en 869, a lo que se oponían sus tíos Luis el Germánico y Carlos el Calvo. Este último se hizo coronar rápidamente rey de la Lotaringia, pero al final

se vio obligado a aceptar su división entre ambos por el Tratado de Meersen.Durante estos últimos años, los restos del Imperio Carolingio se encontraron con un nuevo peligro, las incursiones vikingas que comenzaron a asolar sus tierras, pero en el campo cultural se alcanzó un nuevo florecimiento de las artes, impulsadas por el mecenazgo imperial, fundamentalmente de Carlos el Calvo.