centroculturalinternacionaloscarniemeyer · creaciónenestadopuro.elartista,próxi- ... oscar...

EL COMERCIO14 de diciembre de 2010

LA VOZ DE AVILÉS

Nace un hito

:: JOSÉ MANUEL BALLESTER

Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer

La fotografía que acompaña es-tas líneas y que ilustra la por-tada de este especial es obra deJosé Manuel Ballester, flaman-te Premio Nacional de Fotogra-fía. La imagen forma parte dela exposición que prepara el ar-tista bajo el auspicio de la Fun-dación María Cristina Masaveuy que no verá la luz hasta el pró-ximo año. Antes, la fundación

cultural asturiana ofrece esteadelanto de lo que será un re-corrido por las obras del com-plejo arquitectónico. Ballestermuestra el interior del edificio-cúpula, el destinado a centrode exposiciones, con un suge-rente juego entre las luces y lascurvas de Niemeyer. Ésta y elresto de fotografías recorreránEspaña, Brasil y Portugal.

Cúpula. Interior del edificio destinado a exposiciones.:: JOSÉ MANUEL BALLESTER / FUNDACIÓN MARÍA CRISTINA MASAVEU

Una portada dePremio Nacional

Sumario�Niemeyer estrena su

mayor obra en Europapor Alberto Santos pag 4

� Caracola de mar y músicapor Ramón Avello pag 6

� Luces y artes bajo la cúpulapor Ángel Antonio Rodríguez pag 8

�Una mesa para el mundopor Miguel Llano pag 10

� Espejo para reflejar el conjuntopor Alberto Piquero pag 12

� El trazo del artista centenariopor Íñigo Noriega pag 14

�Natalio Grueso: «El talentoes nuestro principal motor»por Paché Merayo pag 16

�Una plaza universalpor Vicente Álvarez Areces pag 18

�Hora de felicitacionespor Pilar Varela pag 24

� La ciudad que no miraba a la ríapor Juan Enrique de Balbín Behrmann pag 26

�Oscar Niemeyer: «Esuna oportunidad única»por José María Urbano pag 28

�Niemeyer mediantepor Antonio Ripoll pag 31

�Maestro de la inspiraciónpor Norman Foster pag 36

� Intrahistoria del ‘cuppulone’por Ramón Rodríguez pag 38

� El valor de lo excepcionalpor Jovino Martínez Sierra pag 40

�La música construidapor Vicente Díez Faixat pag 42

� Efecto Niemeyerpor Cosme Cuenca pag 44

� El arquitecto que creó su mundopor Marifé Antuña pag 46

� Emoción y sensualidaddel hormigónpor Ester Roldán y Víctor Longo pag 48

�Un rapaz de 103 añospor Rubén Figaredo pag 52

�Niemeyer do Brasilpor Eduardo Gomes pag 54

ESPECIAL NIEMEYER 1Martes 14.12.10EL COMERCIO-LA VOZ DE AVILÉS

Dirección: Íñigo NoriegaCoordinación: José María Urbano y María de ÁlvaroDiseño: Luis Suárez Esteban y María de Álvaro

Vista aérea. El Centro Niemeyer, construido en la margen derecha de la ría, sobre la dársena de San Agustín. A la derecha, el cauce alto de la ría y la pasarela sobre las

El primer edificio delarquitecto brasileño enEspaña es una realidadtras más de dos añosy medio de obras y43,3 millones deeuros de inversión«Yo soy arquitecto y, por tanto, lo quesé hacer son diseños de edificios, y eso eslo que voy a hacer, diseñar un edificio». Yasí, sobre un papel en blanco, comenzóa trazar las curvas de lo que más de cua-tro años después es su primera obra en Es-paña y la más importante de Europa, se-gún él mismo ha confesado. El Centro Nie-meyer de Avilés es, además, el buque in-signia de la recuperación de una ría aban-donada a su suerte durante años y del im-pulso cultural de Asturias hacia el exterior.Oscar Niemeyer, que mañana cumple 103años, ofrecía de esa forma a principios delaño 2006 el mejor de los regalos posibles

a la Fundación Príncipe de Asturias comoagradecimiento al Premio de las Artes quehabía recibido en 1989. Esa era su contri-bución a los actos del 25 aniversario.

Mañana, 15 de diciembre de 2010, des-pués de 43,3 millones de euros de inver-sión y más de cuatro años y medio de tra-mitación de un complejo proyecto y dedos años y medio de obras, Avilés y Astu-rias entera volverán a cruzar la ría, trasmás de cincuenta años de la transforma-ción de su margen derecha en un paisajeindustrial que revolucionó la vida de todala región, pero que también hizo pagar unduro peaje medioambiental.

El Centro Cultural Internacional Os-car Niemeyer abre sus puertas como em-blema de la recuperación urbanística dela ría y punta de lanza de un proyecto más

ambicioso, la Isla de la Innovación. Peroantes de que las máquinas excavadorascomenzasen a levantar el equipamientocultural, la actividad de la Fundación delCentro Niemeyer ha sido tan intensa quesu proyección nacional e internacionalcomo referencia en la producción de even-tos culturales de primer nivel ya es un he-cho.

Una apuesta de futuro«Este es el sitio ideal para el Centro Nie-meyer». Sin dudarlo, el presidente del Prin-cipado, Vicente Álvarez Areces, se levan-tó de su sillón en el despacho presidenciala principios del año 2006 y señaló la ría deAvilés sobre una maqueta de Asturias. Enconcreto, la dársena de San Agustín, un es-pacio reservado por entonces a la activi-dad comercial del puerto y utilizado comoplataforma logística para el almacenamien-to de torres eólicas.

Esa decisión era tan revolucionaría paraAvilés como polémica en el contexto po-lítico regional, con el alcalde de Oviedo,Gabino de Lorenzo, como principal opo-sitor a que el que se había denominado

hasta entonces como Museo de los Pre-mios Príncipe se ubicase fuera de la capi-tal del Principado.

Después de unos meses de agria polé-mica política, la firme decisión del Gobier-no del Principado y el respaldo de la Fun-dación Príncipe de Asturias lograron re-conducir el proyecto hacia un complejocultural más ambicioso que el de un ho-menaje a los premiados. Nacía así el pro-yecto del Centro Cultural InternacionalOscar Niemeyer.

Las ideas del arquitecto brasileño se hi-cieron visibles meses después, cuando sepresentó en sociedad el dibujo original.Cuatro edificios y una gran plaza abiertaal encuentro de las personas. El CentroNiemeyer tomó forma y la tramitacióninició un camino sin retorno.

El 12 de abril de 2008 se ponía la prime-ra piedra de las obras que desde entoncesejecuta la empresa Sedes. Empezaba así laurbanización de una parcela de 44.213 me-tros cuadrados en la margen derecha de laría de Avilés, con una superficie total cons-truida de 16.726 metros cuadrados, a losque hay que añadir el modificado para

El Centro de Avilés simboliza la recuperación de la ría y la proyección cultural de Asturias

ALBERTOSANTOS

2 ESPECIAL NIEMEYER Martes 14.12.10EL COMERCIO-LA VOZ DE AVILÉS

Niemeyer estrena su mayor

vías del tren y la calle de El Muelle . :: MARIETA

construir un aparcamiento subterráneoque tiene una capacidad de 276 vehículos.

El primer efecto de la cúpulaEl primer elemento visible del complejoy un hito en el nuevo ‘skyline’ de Avilésfue la cúpula del edificio que albergará elmuseo. Construida mediante un pione-ro sistema de inflado de una membranade PVC, se ha convertido desde entoncesen el emblema del proyecto. Ocupa unasuperficie de 4.132 metros cuadrados yestá compuesta de dos bóvedas, una ex-terna de hormigón armado y otra inter-na. Su interior, coronado con una espec-tacular lámpara, tiene otros elementossingulares, como una escalera helicoidaldiseñada por Niemeyer que une las dosplantas del edificio, destinado principal-mente para usos museísticos, aunquetambién podría albergar otros eventos.

Al otro lado de la plaza, con capacidadpara hasta 10.000 personas, y unidos poruna marquesina ondulante, el auditorioes otro de los edificios emblemáticos delcomplejo cultural. Con una superficieconstruida de más de 5.000 metros cua-drados y un aforo para algo más de milpersonas, destaca por una gran ventanadesde el escenario hacia la plaza, de for-

ma que se puedan seguir los espectácu-los tanto desde su interior como su exte-rior. Además, este edificio cuenta con unasala más pequeña, que podrá ser habili-tada también como local de ensayos.

Entre el auditorio y el museo, la torremirador se levanta a una altura de 13 me-tros. Rodeada de una escalera que permi-te el acceso peatonal, ocupa 514 metroscuadrados y su principal uso será el gas-tronómico. Será un restaurante, pero nouno al uso, sino uno que congrege a pri-meras figuras de la gastronomía mun-dial.

La cuarta pieza del Centro Niemeyeres el edificio de servicios múltiples, quesirve también de recepción para los vi-sitantes al complejo cultural. Tiene unasuperficie útil de 2.842 metros cuadra-dos. En uno de sus laterales se ubica unacafetería-restaurante, en la zona máspróxima a la ría. Después, en direcciónopuesta, se encuentran salas de admi-nistración y convenciones, una gran re-cepción con uno de los dos murales queha dibujado Oscar Niemeyer (el otro seubicará en un lateral del auditorio), y elFilm Center, una sala de proyeccionescinematográfipara cien personas con pro-gramación permanente en versión ori-

ginal y la mano en la coordinación delmismísimo Woody Allen.

El proyecto del Centro Niemeyer hatrascendido más allá del diseño del ar-quitecto brasileño. Aunque el propioOscar Niemeyer había dibujado los ac-cesos peatonales desde el casco históri-co de Avilés, aún está pendiente de re-solver la eliminación de la barrera fe-rroviaria. Por tanto, el Ayuntamiento yla Autoridad Portuaria han dado conti-nuidad al ‘efecto Niemeyer’ con dos pa-sarelas. Una, la más espectacular, coro-na las vías y la calle de El Muelle apoya-da sobre la antigua Pescadería hasta en-lazar con el paseo de la ría y el puentede San Sebastián. La segunda permiteacceder al Centro desde la avenida delConde de Guadalhorce caminando so-bre la parte inicial del cauce alto de laría avilesina.

43,39millones de euros es el coste final delas obras de urbanización y construc-ción del equipamiento.

44.213metros cuadrados de superficie de laparcela que ocupa el centro en la mar-gen derecha de la ría de Avilés.

10.000personas podrán asistir a los espectá-culos del auditorio desde la plaza cen-tral del recinto.

LAS CIFRAS


obra en Europa

��·Más imágenes y vídeos enel Especial Niemeyer de:elcomerciodigital.comlavozdeaviles.es

Dentro.El patiode butacas(aún sinellas) desde elescenario. :: MARIETA

Su capacidad, para 980personas, se multiplicahasta las 10.000 graciasa una pared móvil queabre el escenario pordetrás a la plaza central

D esde fuera y por una de esasasociaciones inconscientes,el auditorio del Centro Nie-meyer recuerda vagamente

a un fósil con forma de caracola marina,redondeada y emblanquecida durantesiglos por la acción del sol y del agua. Nosería extraño encontrar en la ribera dela ría de Avilés o en las ‘bolas’ o piedrasde las playas vecinas formas similares.

En una concha, las líneas rectas sonescasísimas y excepcionales, lo mismoque sucede con toda la arquitectura deOscar Niemeyer. La línea ondulada estáen la raíz de la arquitectura de Nieme-yer no sólo por una cuestión estética,sino por un fundamento ético y vital se-gún el cual la curva simbolizaría algo asícomo un abrazo entre personas. Peroademás de esa evidencia de la curva,nos encontramos en la obra de Nieme-yer con una relación entre arquitectu-ra, escultura y naturaleza. Por ejemplo,el auditorio que proyectó en la villa ita-liana de Ravello, en la costa Amaltifanasobre el golfo de Salerno, evoca una gru-ta y la puerta del auditorio de Ibirapue-ra, en Sao Paulo, nos recuerda una len-gua saliendo de la boca. Pues bien, el au-ditorio de Avilés es como el fósil de unaconcha marina encontrada junto a la ría.

El edificio está planteado para con-ciertos sinfónicos, música de cámara y,

por la abertura hacia la plaza, concier-tos masivos con música amplificada alaire libre. Al carecer de foso, la músicaescénica –ópera o zarzuela– no encon-traría aquí el espacio adecuado, lo cuales un acierto, porque para ello en Avi-lés ya existe un coqueto teatro, el Pala-cio Valdés.

De su acústica se ha encargado el fí-sico Higinio Arau, uno de los mayoresexpertos en acústica arquitectónica deEuropa. Para que la reverberación sea lajusta, y que en todas las butacas se es-cuche exactamente igual, Arau, autorde un curioso libro titulado ‘El ABC dela acústica arquitectónica’, solo cuentacon las superficies onduladas de techos

Caracola de mar y músicaEl auditorio está pensando para música de cámara y sinfónica y conciertos multitudinarios

RAMÓN AVELLO


Con vistas. El escenario puede abrirse por detrás para que el público se sitúe en la plaza central. :: MARIETA

y paredes. No tiene ni palcos, ni corti-nas que puedan modificar nada.

Al auditorio se accede por dos puer-tas curvas, situadas a la derecha y a laizquierda de la cabecera de entrada. Hayuna intencionada omisión de una en-trada central que jerarquize el espacio.Las entradas va a dar a pasillos sinuo-sos que conducen y ascienden a una sor-prendente y amplia gruta: el interiordel auditorio, delimitado en dos espa-cios: la platea y el escenario.

En la platea no hay palcos ni vistaspreferentes. Las 980 butacas poseen

prácticamente, pese a la situación enlos laterales de algunas de ellas, la mis-ma visión sobre el escenario. Al mar-gen de las dimensiones –80 metros deancho; 75 de largo; 26 de altura – lo mássorprendente es que desde el patio debutacas el escenario parece enorme ycercano; a la inversa, desde el espaciodel escenario, las butacas más lejanasparece que están al alcance de la mano.Ese efecto óptico de proximidad entregradas y escena es una de las dos carac-terísticas más sorprendentes del audi-torio.

La otra, la segunda, es la posibilidadde abertura del escenario hacia la plazay otras dependencias del Centro Nie-meyer. El escenario, al igual que en elproyecto Puerto Música que el arqui-tecto está realizando en Argentina, nose cierra en el muro del auditorio, sinoque se abre hacia la plaza central, paradar cabida a espectáculos masivos diri-gidos a miles de espectadores. Así, el es-cenario cambia de orientación, para con-vertirse en una especie de palco orien-tado a la ría y a la ciudad. Y todo dentrode una concha marina.

Higinio Arau, uno de losgrandes expertos enacústica arquitectónica deEuropa, es el responsablede que el sonido sea igual

en todas las butacas

Caracola. Desde el exterior, la forma del auditorio recuerda a la de una concha que podría encontrarse en cualquier playa cercana. :: MARIETA


El espacio expositivodel Niemeyer equilibrala luminosidad y eldiálogo con el espacio,reivindicando lasutilidad y la pureza

La búsqueda de la luz es una de las mayo-res virtudes de la obra de Niemeyer, y eseempeño se advierte muy bien en el espí-ritu que desprende la cúpula del nuevoespacio avilesino. La asombrosa capaci-dad del arquitecto para transmitir lo esen-cial, armonizando la pureza de líneas ylos contrastes, reivindicando siempre lasutilidad contenida y el espacio abierto,son claves para apreciar su quehacer du-rante siete largas décadas. Con su pecu-liar impronta, el longevo creador brasile-ño ha sabido desarrollar su propia voz, ge-nerando prodigiosas mutaciones forma-les y proporcionando en todas ellas unenorme impacto emotivo; un lenguajemuy personal, que en Avilés ofrece múl-tiples lecturas y posicionamientos clara-mente relacionados con los proyectos másconocidos del arquitecto, sobre todo, losmás famosos de Brasil.

En las distintas construcciones del fu-turo centro se advierten esas conexiones.Es evidente, por ejemplo, entre la torredel edificio circular y el famoso Museo deArte Contemporáneo de Niteroi, una de

Luces y artes bajo la cúpulaEl centro de exposiciones juega con la luz y la curva y se aleja de los convencionalismos

ÁNGEL ANTONIORODRÍGUEZ


Interior. El espacio está coronadopor una monumental lámpara quejuega con lo cóncavo y lo convexo.:: MARIETA

Símbolo. La cúpula del Niemeyer, uno de los iconos más característicos de la arquitectura que realiza el maestro brasileño. :: MARIETA

sus obras más singulares. Pero más direc-ta aún es la relación de la blanca cúpulade Avilés con algunas intervenciones enBrasilia, como la del senado del Palaciode la Alvorada y, especialmente, la delMuseo Nacional de la República, en la Es-planada de los Ministerios, que se inau-guró hace once años.

La escala del edificio de Avilés es bas-tante menor que la del museo brasileño,pero guarda importantes semejanzas. Enel exterior, s u fachada curva y sus pasa-relas aéreas; en el interior, su vestíbulode entrada, su hermosa escalera y sus di-ferentes alturas y perspectivas, que per-miten distintos puntos de visualización.

En ese sentido, se pueden establecerinteresantes conexiones a la hora de plan-tear los proyectos expositivos para este

espacio del centro cultural asturiano, unespacio difícil para la realización de mon-tajes museográficos al uso. Su fuerza másenérgica es ese uso tan especial de la luz,y esa capacidad de las curvas de Nieme-yer para aglutinar miradas generandopuntos de vista, ángulos de 360 grados,luces cenitales y otros efectos. La cons-trucción resulta un claro ejemplo de suhabitual tendencia a fusionar lo sub-jetivo y lo objetivo, proponiendo distin-tos condicionantes visuales al especta-dor. La luz, tan norteña en esta obra,inunda las paredes, borra los límites ygenera un sentimiento que abraza con-tinente y contenido.

Otra cosa es que ese contenido sea el

adecuado. Y no parece fácil. Si se evitanlos tabiques efímeros y las divisionestemporales del espacio expositivo (lo cualno es una norma; el edificio de Brasiliaha incorporado esos recursos con frecuen-cia) será posible generar propuestas en-volventes, sugerentes, que aprovechenesa energía visual. Pero partiendo de esaestructura actual, es decir, sin las reha-bilitaciones internas, ciertos montajesexpositivos serán complicados. Con todo,es un lugar atractivo para instalacionesde juegos lumínicos, ámbitos audiovi-suales y proyectos interdisciplinares, so-bre todo aquellos que atesoren un mar-cado sentido escenográfico, capaz de dia-logar con esas cualidades y respirar, uni-dos, viajando hacia la luz.

El lugar es perfecto parainstalaciones de ámbitosaudiovisuales y proyectosinterdisciplinares, sobretodo si tienen un marcadosentido escenográfico


El espaciode la cocinatiene vistas a lacúpula. :: MARIETA

En primavera de 2011abrirá este espaciocon mesa para doce,una zona de cóctel,un chef residente y laoportunidad de crear

Ni siquiera en el Centro Niemeyer tie-nen claro qué es su restaurante. O quéva a ser. Saben que hay tres espacios, unodedicado a cóctels, otro a cocina y otrocon servicio para doce comensales. Sa-ben además que va a tener un chef fijo,es decir, alguien que junto a su equipose hará cargo de continuo de abastecerlas inquietudes y estómagos del cliente–porque habrá clientes– y saben que apartir de ahí lo que hay es una mesa yunas vistas increíbles abiertas a proyec-tos de toda índole.

El restaurante no será un establecimiento hosteleroal uso sino una zona experimental única y abierta

MIGUEL LLANO

Prefiere no entrar Joan Picanyol, sub-director del Niemeyer, en el debate desi la gastronomía es un arte o no: «Lo quees innegable es que es cultura», senten-cia. Posiblemente, dada la «total» aper-tura del centro a «cualquier tipo de pro-yecto relacionado con la gastronomía»,la discusión pueda avivarse. Dependeráde saber cómo. La candidatura de FerránAdrià al Premio Príncipe de Asturias delas Artes puede servir como pista. Lo queocurra tras sentarse a la mesa del Nie-meyer será determinante.

El cocinero asturiano José Andrés co-labora con el proyecto como asesor y lainteracción con los chefs del Principado


Una mesa para el mundoVista de Avilés. Esto es lo que se contempla desde lo alto del restaurante del Centro Niemeyer. :: MARIETA

Con una alturade 13 metros, latorre cuenta conuna escaleraexterior deacceso peatonal.:: MARIETA

ya se ha iniciado, aunque, de momen-to, no se espera la concreción del res-taurante fijo ni el comienzo de las ac-tividades y proyectos paralelos has-ta «la primavera» de 2011. El tiem-po de pucheros servirá para pensarcon calma y proponer. Martín Bera-sategui, uno de los mejores cocine-ros del mundo, avalado por siete es-trellas Michelin, tiene su propia opi-nión: «Aquí los de fuera somos mo-naguillos, la misa la tenéis que darlos de aquí».

Si se buscan proyectos que guardensimilitudes encontraremos dos: el Bas-que Culinary Center y el Bulli, en sufutura etapa avalada por empresascomo Telefónica. El segundo aspira aser «un laboratorio» para la «inno-vación y la creatividad». El primero,además de innovar, pretende conse-guir «proyección internacional» parael País Vasco y España en general.

Aquí se puede hablar de formación,transferencia de conocimiento, pro-yección internacional, ecología, edu-

cación, tendencias, pasión, soste-nibilidad, nuevas tecnologías, ge-neración de riqueza... En el Nie-meyer cabe todo en una mesa paradoce. Se hablará por el número decomensales, seguramente, de eli-tismo, pero es un hecho que haychigres con menos espacio. Depen-derá de lo que se haga con él.

Las ventanas de esta construc-ción, que se eleva a 13 metros conuna escalera exterior de acceso pea-tonal, están abiertas a la plaza, unespacio abierto a la ría y a la ciudadde Avilés. Son una metáfora de laapertura que supone el Centro Cul-tural para la gastronomía, más alláde las doce sillas, si es que para loque se viva y se coma aquí hacenfalta sillas.

José Andrés ya colaboracomo asesor con unproyecto en el que sequiere implicar a loscocineros asturianos


La cuarta ‘pata’ delcentro alberga larecepción, la cafetería,una sala de serviciosmúltiples, un cine con99 butacas y paredesde cristal y hastauna guardería2.842 metros cuadrados dan la bienve-nida a los visitantes del Niemeyer. Es loque ocupa la cuarta ‘pata’ del centro, laque cierra la plaza central junto al audi-torio, el centro de exposiciones y el res-taurante. El llamado edificio de serviciosmúltiples sirve de puerta de entrada alcomplejo. De las cuatro construccionesque lo componen podría acaso conside-rarse que el destinado a recepción fuera

el más funcional y seguramente así es;pero siempre dentro de las coordenadasespectaculares y extraodinariamente bienconcebidas del arquitecto brasileño, queno ha dejado de poner su firma en cadadetalle.

La construcción ofrece un frente tra-zado en forma de abrazo semi-circular, ylo primero que llama la atención al visi-tante que se aproxima son los numero-sos paneles rectangulares con superficiede espejo, donde se reflejan el resto delas edificaciones y la plaza central, queaspira a ser lugar de encuentro y disfru-te para la ciudadanía.

Dentro del edificio, las curvas que ca-racterizan la obra de Niemeyer salen alencuentro, al punto de que incluso aque-llos tabiques del pasillo que en una pri-mera visión se antojan rectos, una vez si-tuados en la perspectiva conveniente,muestran la suave sinuosidad que defi-ne toda su arquitectura.

El espacio de recepción propiamentedicho es una multitienda, que servirá in-formación al detalle, en particular delFilm Center, que encontraremos en elextremo derecho de la construcción, consu sala de proyecciones. En la recepciónse adquieren las entradas, a las que, na-turalmente, también se tendrá acceso por

Espejo parareflejar elconjuntoEl edificio polivalente está trazado enforma de segmento o abrazo semi-circular

ALBERTOPIQUERO

Recepción.Es el punto de información.Aquí, además, se compranlas entradas (también,claro, por internet) y estáel servicio de guardarropa

Cafetería.Al margen del restaurante,el edificio de servicios múlti-ples dispone de una en unlateral con terraza panorámi-ca sobre la ría de Avilés.


Film Center.Una sala de cine con capaci-dad para cien personas en laque se proyectará versión ori-ginal. Se estrena con 10 cin-tas elegidas por Woody Allen.

Usos múltiples. Salasdestinadas a conferencias ydiversos eventos y dispues-tas para ser ocupadas en ac-tividades públicas y privadas.También hay guardería.

El cuarto edificio asume elreflejo del resto y reúnelos servicios centrales delCentro Niemeyer. :: MARIETA

internet, y también aquí está el punto deinformación y el guardarropa. A su lado,las estancias de usos múltiples, en las quese acogerán conferencias y diversos even-tos, junto a los despachos administrati-vos. Siguiendo el recorrido hacia la iz-quierda, la cafetería-bar-cocina, que noquiere entrar en competición con la gas-tronomía nacional e internacional queofrecerán grandes chefs en la torre-mira-dor; pero que dispondrá de menú diarioy de una amplia terraza con el horizontede la ría como fondo.

Y, junto a ella, la guardería, un servi-cio que también ofrece el Niemeyer y quepretende ser algo más que un lugar en elque ‘aparcar’ a los más pequeños, porqueallí también tendrán actividades.

La gran expectativa viene dada por elFilm Center, con 99 butacas, paredes decristal acortinado, que se hacen opacascuando arranca la película, y cine en ver-sión original combinado con propuestasmás comerciales. Woody Allen será quienlo estrene con un ciclo de diez películasseleccionadas por él mismo. El programaestá por cerrar, pero el propio Allen ya haanticipado que incluirá varias cintas deIngmar Bergman y del neorrealismo ita-liano. Él mismo explicará en una brevegrabación los motivos de la elección decada una de las cintas antes de cada pro-yección. La sala de proyecciones cuentacon las últimas tecnologías y también conla posibilidad de emitir las cintas en 35milímetros con proyector y no solo enformato digital.

Todo en un edificio pensado como ves-tíbulo de todo el conjunto, aunque nosolo.

Las curvas salen alencuentro hasta el puntode que incluso los tabiquesdel pasillo, que puedenparecer rectos, no lo son


O scar Niemeyer dibujó los pri-meros bocetos, los que esbo-zaban la idea inicial, con unospocos trazos de grueso rotu-

lador. Es el momento primero, en el quela creación comienza a tomar forma, y losdistintos elementos van casando entre sí.El regalo con el que el arquitecto brasi-leño, premiado en 1989, quiso contribuiral 25 aniversario de la Fundación Prínci-pe de Asturias no tenía ubicación en la quedesplegarse, ni financiación para cons-truirlo, ni propuestas para dotarlo de con-tenido. Los aspectos prácticos de la edifi-cación vendrían después; de momento,creación en estado puro. El artista, próxi-mo a centenario, dispone sobre el papelsus ideas sobre la obra, sus principios es-téticos, su base ética, su criterio social:limpieza de líneas, igualdad en los usos,los espacios como encuentro entre per-sonas, la generosidad en el planteamien-to de las relaciones entre quienes lo habi-tarán.

Las formas van cobrando cuerpo en tor-no a la plaza central que las comunica en-tre sí: el auditorio, el espacio para exposi-ciones, la ondulada marquesina. El cen-tro cultural adquiere volumen y el uni-verso curvilíneo expresa, con toda la fuer-za, las obsesiones del autor, y su construc-ción posterior así lo demostrará.

Pero antes ha de encontrar el espacioen el que desplegarse. La margen derechade la ría de Avilés reúne una serie de carac-terísticas que la convierten en la ubicaciónidónea. La villa ha visto frustrados en va-rias ocasiones proyectos de equipamien-

tos culturales que contribuyan a impulsarotros caminos tras la fuerte desindustria-lización a la que se vio sometida, y en estacúpula blanca que las maquetas muestranjunto a los muelles se plantea además la in-corporación a la ciudad de un espacio quenunca fue de ella. Precisamente, un sueloindustrial en desuso, que abre una nuevafachada, y que se plantea en su desarrollourbanístico como el eje entre el hermosocasco histórico avilesino y un nuevo espa-cio empresarial y de investigación.

Las líneas cálidas de la construcción que,pese a sus dimensiones, no abandona lapermanente expresión de cercanía y aco-gimiento, tienen previsto dar paso al res-to de la Isla de la Innovación. Los conteni-dos que el centro vaya desarrollando en elámbito cultural adelantan las ideas de unmodelo económico basado en el conoci-miento. De momento, sólo un proyectoen el papel, del que todo está por hacer,excepto el primer paso. El del emblemaque ahora, en un tiempo récord, se alza

junto a la dársena de San Agustín y queafrontará en los próximos meses, una vezterminada la obra civil, su previsto uso cul-tural en su sentido más amplio, para el queya cuenta con numerosos respaldos, paraempezar el de los propios avilesinos.

Es el gran desafío que para Avilés y paraAsturias propone al Centro Niemeyer, suvalor de puente entre uno y otro mode-lo, entre la historia y el porvenir. Quizátodo esto, sin preverlo, estaba ya en lostrazos iniciales del artista.

El trazo del artista centenarioEl centro refleja con energía y limpieza las inquietudes éticas y estéticas de su creador

ÍÑIGO NORIEGADirector de EL COMERCIOy LA VOZ DE AVILÉS

Oscar Niemeyer traslada su idea al papel y dibuja la característica cúpula del centro, una de sus señas. :: E.C.


Por fin llega el cortede la cinta. La ilusión esenorme, pero tambiénel proyecto que ya tieneacuerdos con mediomundo, aunque ninguno,pese a lo anunciado, conla Fundación Príncipe

Ilusión, tesón y esfuerzo. Esas son lasmarcas que Natalio Grueso, alma materdel proyecto Niemeyer asume como pro-pias. Pero quienes le conocen de largosaben que el genio, el don de gentes, lafirmeza y el talento que reparte con todosu equipo llevan su apellido y ademáselevado al cubo. Antes de tomar las rien-das del centro internacional llevó las deldepartamento internacional de la Fun-dación Príncipe de Asturias. Allí dejó lamejor herencia. Aquí empieza a dibu-jarla con caminos abiertos en mediomundo y alguna que otra promesa in-cumplida a este lado del Cantábrico. Na-talio Grueso responde a esta entrevista

mediante cuestionario.–Tanto esfuerzo y por fin llega el díadel estreno. ¿Qué significa para ustedla inauguración del centro Niemeyer?–Han sido más de tres años de trabajomuy intenso, en situaciones a veces muycomplicadas, por ello es una alegría gran-de el ver los resultados de todo el esfuer-zo y la ilusión que tantas personas hanpuesto en esta iniciativa.–Se abre el centro físicamente, perolleva mucho tiempo funcionando.¿Existe precedente en el mundo deuna institución que, como ésta, hayadado la vuelta al mapa mundi antes detener una sede real?–Desde que se planteó este proyectosiempre dije que debía sostenerse sobretres grandes pilares: su conexión e im-plicación con la ciudad, la excelencia enla programación y el trabajo internacio-nal en red. Hay muchos ejemplos de ins-

tituciones en que las cosas se hacen alrevés, primero se levantan carísimosedificios y después se piensa qué conte-nidos hay que darles. Aquí hemos he-cho lo contrario, siempre hemos teni-do muy claro lo que debía ser el CentroNiemeyer.–El Niemeyer ya está en el mapa in-ternacional, algo que a otras institu-ciones les ha costado lograr varios años.¿Cuál es el secreto?–Contamos con una obra emblemática,un espacio espectacular diseñado poruno de los mayores genios de la cultu-ra contemporánea, y además hemos sidocapaces de trasladar una nueva formade entender la gestión cultural, basadaen la excelencia, la interconexión de lasdisciplinas artísticas y culturales, el ta-lento como motor fundamental, la par-ticipación ciudadana... Aunque el gransecreto es el haber creado un pequeñí-simo equipo de profesionales de inmen-so talento a los que hemos conseguidodarles un espacio de creación y libertadpara desarrollar todo su potencial inte-lectual. En cualquier proyecto la claveson las personas.–De todas las llamativas presenciasque el Niemeyer ha logrado atraer a

Asturias, ¿de cuál se siente más orgu-lloso?–De haber contribuido modestamentea cambiar la dinámica de escepticismoy pesimismo de toda una ciudad, habercontribuido a recuperar la autoestimade una sociedad. Y para ello las persona-lidades que nos han visitado han sidoun factor fundamental. Para mí, perso-nalmente, es una gran lección de amis-tad. Yo no puedo olvidar que en tres añosWoody Allen nos ha regalado dos estre-nos mundiales y ha rodado parte de unapelícula, o que mi admirado y queridoPaulo Coelho eligiera el Niemeyer paracelebrar el aniversario de ‘El Alquimis-ta’.–¿Cuál cree que ha dejado más huella?–Supongo que Brad Pitt es el que ha ge-nerado un mayor impacto, y es que todolo que hace Brad se transforma en algode otra dimensión, es seguramente elgran icono global de la imagen contem-poránea, pero más allá de su fama mun-dial hay que decir que es una gran per-sona, un tipo de primera al que aprecia-mos mucho en esta casa.–Se ha puesto el listón muy alto, ¿quédepara el futuro para mantenerlo?–La receta es conocida, seguir trabajan-do con constancia y humildad, sin per-der nunca de vista los tres principiosque antes mencionaba, la implicación

«El talento es nuestro principalNatalio Grueso Director del Centro Oscar Niemeyer

PACHÉ MERAYO

Al frente. Natalio Grueso, en la escalera de acceso al mirador, con la cúpula del Centro Niemeyer a sus espaldas en los días previos a la inauguración de la obra. :: MARIETA


con la ciudad, el trabajo internacionalen red y la búsqueda de la excelencia. Yprofundizar en la introducción de fór-mulas innovadoras de gestión cultural.–Se pretende vertebrar la vida de todala ciudad en torno al centro. ¿Reto di-fícil?

motor»


–Avilés ha sufrido mucho en los últi-mos años, la ciudad precisaba encontrarsu camino, reinventarse, y creo que elCentro Niemeyer puede ser el cataliza-dor de un proceso muy profundo de re-generación económica, cultural, me-dioambiental y social. Es un reto com-plejo, pero absolutamente factible. Lle-vará unos años, pero de algún modosiento que estamos estableciendo lasbases del desarrollo de los próximos de-cenios.–El buque insignia está siendo el cine,también el teatro y la música. ¿Se abri-rán otros caminos?–No sólo el cine, el teatro y la música,también las exposiciones, la palabra, lagastronomía... El Centro es un gran con-tenedor cultural en el que caben todaslas artes, pero también una fábrica deproducción de contenidos, capaz de con-cebir y desarrollar proyectos de relevan-cia internacional. Y nunca debemos ol-vidar un factor fundamental: la edu-cación, para mí la pieza más importan-te de todo el conjunto. La cultura debeestar íntimamente ligada a la educación.–Óscar Niemeyer ha seguido directa-mente el desarrollo del proyecto y seha declarado satisfecho, ¿verdad?–Él mismo lo ha mencionado en nume-rosas ocasiones, está encantado con lacalidad de la construcción, con el respe-to a sus propuestas, con la profesiona-lidad de la empresa Sedes y de los arqui-tectos y técnicos que desarrollan el pro-yecto, y también con el sentido socialdel mismo, con la misión que nos he-mos impuesto, con la ilusión con la quehemos trabajado para hacerlo realidaden un plazo tan breve.–Contar con el arquitecto en Aviléssería un sueño que no sé si se han atre-vido a soñar. ¿Han intentado conven-cerle?–Lo hemos hablado en numerosas oca-siones, pero hay que entender que tie-ne 103 años, y que un viaje tan largo noes muy recomendable. De todos modosél estará con nosotros mañana, habla-remos mucho, seguirá todos los actosde forma directa.–El nombre de Niemeyer es sólo unode los muchísimos que avala esta aven-tura. Los que integran el Consejo Ase-sor en el que están Woody Allen, Ha-

:: P. M.Diplomático de los pies a la cabeza,discreto con todo y con todos, Nata-lio Grueso no somete a reverencia al-guna sus respuestas sobre las relacio-nes del centro que dirige y la Funda-ción Príncipe de Asturias. Crítico conla falta de colaboración, anuncia abier-tamente y con cierto resentimientoque no se les necesita.–¿La vieja idea de colaborar con laFundación Príncipe de Asturias semantiene en pie?–La Fundación Príncipe de Asturiasasí lo decidió en el seno de su Patro-nato, hace ya más de tres años. Perodesde entonces hemos sido capacesde llegar a acuerdos con institucio-nes de medio mundo, desde Sidneya Nueva York, de Londres a Johanes-burgo, de Buenos Aires a Alejandría,y sin embargo ha sido imposible conellos. Sinceramente, ni les necesita-mos ni les echamos de menos, aun-que si quieren participar en este pro-yecto serán bienvenidos.–¿Habrá finalmente un museo delos premios, al menos, una colec-

ción permanente asociada a ellos enel Centro Niemeyer?–La decisión final sobre lo que debeser el Centro Niemeyer le correspon-de a su Patronato. Ahora bien, mi opi-nión como director es que no debe-mos tener colecciones permanentes,un centro cultural es algo dinámico,no estático. Y mientras yo lo dirija des-de luego que no habrá Museo de losPremios.

«A la Fundación Príncipeni la necesitamos ni laechamos de menos»

obras, 12 millones de euros, pero a par-tir del 2012 tendrán 1.15, igual que La-boral Centro de Arte. ¿Será suficien-te?–Nuestro objetivo es que el Centro seaautosostenible, que no dependa de lospresupuestos públicos para su funcio-namiento. Hay una parte de financia-ción pública necesaria, pero esa debe irdestinada a las actividades educativas,el resto debemos ser capaces de gene-rarlo con nuestra imaginación, talentoy gestión eficiente, algo que sólo es po-sible si el respaldo popular es masivo.

wking o Paulo Coelho son una buenamuestra. ¿En qué medida colaboran?–Son gente de una infinita generosidadque nos ayudan a definir los conteni-dos, nos orientan estratégicamente, nosdan su respaldo y su ánimo, y sobre todoejercen de embajadores del proyecto portodo el mundo. Y además participaránellos mismos en la programación, comoya ha venido ocurriendo en estos tresaños de andadura.–El Centro Niemeyer no ha sufrido lasconsecuencias de la crisis. Mantienesu presupuesto para culminar las

«Hemos sido capacesde llegar a acuerdos coninstituciones de mediomundo, pero ha sidoimposible con ellos»

«Mientras yo dirija elNiemeyer desde luegoque no habrá museode los Premios Príncipe»

B rasil conmemora este año elcincuenta aniversario de la pro-clamación de su capital: Brasi-lia, la ciudad que tuvo a Lúcio

Costa como su principal urbanista y a Os-car Niemeyer como el arquitecto de lamayoría de sus edificios públicos, símbo-lo del modernismo de la capital y del im-pacto que tuvo en sus primeros visitan-tes, sorprendidos por una arquitecturaúnica en el mundo.

A este otro lado del océano, en uno delos concejos con mayor antigüedad delArco Atlántico, la generosidad de uno delos grandes arquitectos de nuestro tiem-po y el decidido compromiso del Gobier-no del Principado de Asturias han hechoposible una manifestación igualmentesingular de arquitectura transformado-ra, al servicio de la convivencia y el desa-rrollo humano.

Con motivo del 25 aniversario de losPremios Príncipe de Asturias, Oscar Nie-meyer, el gran pionero en la exploraciónde las posibilidades constructivas y plás-ticas del hormigón armado, nos hizo a to-dos los asturianos una oferta para desa-rrollar uno de sus mejores proyectos: unagran plaza abierta al mundo que mira aAvilés, a su ría y su casco histórico, a unentorno felizmente recuperado para eldisfrute ciudadano desde la ejemplar co-laboración entre el Gobierno del Princi-pado de Asturias, el Ayuntamiento deAvilés, la SEPI y el Puerto de Avilés.

Desde esa cooperación hemos unidoesfuerzos para regenerar un espacio fuer-temente degradado por las actividadesindustriales del pasado y relanzar las ac-tividades portuarias. El saneamiento in-tegral de todo el entorno de la ría y el dra-gado y limpieza de sus lodos nos han per-mitido recuperar la calidad natural detodo el entorno y volver a integrarlo en

la vida de una ciudad que también ha vis-to rehabilitado su valioso casco históri-co.

En esta ría saneada surge el Centro Os-car Niemeyer. Un equipamiento cultu-ral que conecta el centro histórico de laciudad con las nuevas áreas de actividadempresarial e industrial; y el nuevo puer-to comercial, pesquero y deportivo conel desarrollo urbanístico de la Isla de laInnovación, uno de los proyectos de trans-formación urbana más importantes deEspaña, cuyo Plan especial lo elaboraráel equipo de otro gran arquitecto, Nor-man Foster, que creará en Avilés una nue-va área de desarrollo urbano sostenible einnovador.

Me siento especialmente orgulloso dehaber tomado la decisión de ubicar estegran proyecto en Avilés, después de unainjustificada reacción desde algunos ám-bitos municipales de Oviedo. El CentroCultural Oscar Niemeyer inició su anda-dura, en un momento de dificultades,como una valiosa propuesta de futuropara toda la comarca avilesina. Desde elmismo momento en que pusimos la pri-mera piedra, el centro comenzó su acti-vidad y se ha situado como una de lasgrandes referencias del desarrollo cultu-ral y turístico de Asturias.

Las actividades y propuestas desarro-lladas por la Fundación Oscar Niemeyerdirigida por Natalio Grueso han desper-tado el interés y la admiración de perso-nalidades del cine, las artes y la culturade todo el mundo. Científicos, cineastas,escritores, políticos y creadores han que-rido formar parte de este proyecto, brin-dando su tiempo, capacidad y colabora-ción, e incluso formando parte de su con-sejo asesor internacional.

De esta forma, Avilés, cuya poblacióntambién se ha identificado plenamen-te con este proyecto a través de sus aso-ciaciones culturales y cívicas, está endisposición de convertirse en un espa-cio singular de convivencia, pluralidady creatividad artística, cultural y cien-tífica.

El Gobierno que tengo el honor depresidir ha hecho un gran esfuerzo pre-supuestario, financiando con más de 43millones de euros uno de los mejoresproyectos culturales que se desarrollanen Europa e Iberoamérica, y cuya obracivil la empresa Sedes acabará en eltiempo previsto.

A todos debe alegrarnos la iniciativade la Organización de Naciones Unidaspara presentar en Avilés, coincidiendocon la inauguración de la obra civil del

Una plaza universalLos asturianos nossentimos orgullososde este gran iconocultural, una obraarquitectónicasingular en el mundo

VICENTEÁLVAREZ ARECESPresidentedel Principado


Centro Niemeyer, su programa mun-dial sobre educación y cultura, en elque participan universidades, centroseducativos y culturales de todo el mun-do.

En una plaza de veinte mil metroscuadrados, Oscar Niemeyer nos ha per-mitido construir su mayor obra en Eu-ropa: la armonía de cuatro edificios quedialogan entre sí con sus superficiescurvas y sus geometrías puras, invi-tándonos a hombres y mujeres de todoel mundo a un disfrute libre, plural ydemocrático de las artes, la ciencia yla cultura. Los asturianos y asturianasnos sentimos orgullosos de este granicono cultural, una obra arquitectóni-ca singular en el mundo.

Disfrutémosla.

El Gobierno ha hechoun gran esfuerzo

presupuestario, 43 millonesde euros, para uno de losmejores proyectosculturales que se desarrollanen Europa e Iberoamérica

Ciudad abierta. Laplaza central del Nie-meyer tiene 20.000metros cuadrados ycapacidad para10.000 personas.:: MARIETA


El sector de la hosteleríaha sufrido unatransformación con laapertura de nuevosnegocios y propuestasinnovadoras en elcasco histórico:: ALBERTO SANTOSUn 6,2% más de turistas en 2010 con res-pecto a 2009 y más de un 50% de incre-mento en el mes de agosto, en coinci-dencia con las jornadas de puertas abier-tas para visitar las obras del Centro Nie-meyer en Avilés. Es el efecto Niemeyersin el Niemeyer, el beneficio tangiblee intangible de un proyecto que ha ge-nerado expectación en todo el país des-de el inicio de las obras.

El incremento exponencial del turis-mo en los últimos años, gracias a la la-bor de promoción de la MancomunidadComarca Avilés, se está viendo desbor-dado desde el anuncio de la construc-ción del Centro Niemeyer en la ciudad.La intensa actividad cultural que haacompañado al desarrollo de las obrasdel centro cultural ha puesto el restopara lograr una promoción nacional einternacional de la comarca. El reflejode todo eso ha sido la superación de ta-bús como la estacionalidad del turismo(cada vez acuden más turistas a Avilésen puentes y festividades como Sema-na Santa).

Según datos aportados por la Manco-munidad Comarca Avilés, la oficina mu-nicipal de turismo registró 18.269 per-sonas en los pasados meses de junio, ju-lio y agosto, 465 más que en el mismoperiodo del año anterior. A esos datos

se suma un incremento aún superior delas consultas recibidas por correo o te-léfono. De las 521 que se atendieron enlos meses del verano de 2009 se pasó a1.353 este año.

Un 73% de los usuarios de la oficinade turismo eran españoles, un 10% ex-tranjeros y un 17% asturianos. Entre losespañoles fueron mayoría los madri-leños, catalanes, castellano-leoneses,andaluces y valencianos, mientras quede los 1.800 turistas extranjeros la ma-yoría procedía de Francia, Reino Unidoy Alemania.

Uno de los momentos más importan-tes en cuanto a la afluencia de turistasa Avilés el pasado verano fueron las jor-nadas de puertas abiertas para visitar alas obras del Centro Niemeyer. Más de10.000 personas acudieron a la cita enunos días que dispararon el balance deconsultas a la oficina de turismo, conun espectacular incremento de más del50% con respecto al mes de agosto de2009.

Pero el ‘efecto Niemeyer’ ha provo-cado también una pequeña revolución

Impacto sin abrir las puertasEl turismo ya se ha incrementado en el último año solo por las obras del centro cultural

La obra del arquitectobrasileño en la ciudadinspira regalos y dulcescomo las ‘niemeyitas’

En Delicatessen Antonio hacen las ‘niemeyitas’. :: ADRI QUINTANA


Un grupo de turistas se refleja en la fachadadel edificio de servicios en las visitas guiadasprogramadas el pasado agosto. :: MARIETA

en sectores como el comercio y la hos-telería. Las expectativas del Niemeyerhan coincidido con la llegada a la ciu-dad de una nueva generación de coci-neros que, tras una formación fuera deAsturias, han puesto en marcha sus pro-pios negocios, con la ayuda y el impul-so en muchos casos de ilustres empre-

sarios hosteleros avilesinos. Poco a pocose ha tejido una red de colaboración queha revitalizado el casco histórico, conpropuestas gastronómicas innovadorasy la recuperación de calles históricascomo Galiana. Además, las iniciativasconjuntas han creado una imagen demarca de la gastronomía de Avilés, que

ya no sólo se distingue por sus produc-tos, sino también por propuestas e ini-ciativas innovadoras.

Al abrigo de esa tendencia, el CentroNiemeyer también ha inspirado la crea-ción de regalos y dulces dedicados al ar-quitecto brasileño. Un buen ejemploson las ya famosas ‘niemeyitas’, una no-

vedad convertida en poco tiempo en unclásico para los turistas que visitan Avi-lés y quieren llevarse un original recuer-do.

En el comercio, los principales ejescomerciales también se están moder-nizando para aprovechar también elefecto Niemeyer.


Vista de ladársena deSan Agustínantes del iniciode las obras :: MARIETA

La urbanización delos antiguos terrenossiderúrgicos permitevolver a cruzar laría más de cincodécadas después:: A. SANTOSEl Centro Niemeyer es más que un equi-pamiento cultural de primer nivel inter-nacional que dinamizará la vida social yeconómica de la ciudad. Es el buque in-signia de la operación de regeneración ur-banística más ambiciosa de Avilés en losúltimos cincuenta años, desde la llegadade Ensidesa. Bajo el nombre de la Isla dela Innovación, en fase de redacción de suplan director, se aglutinarán en un úni-co proyecto varias asignaturas pendien-tes, casi todas consecuencia de la partenegativa que tuvo en la ciudad la activi-dad siderúrgica que cambió su destino amediados del siglo pasado.

Volver a mirar a la ría. Ese es el obje-tivo y su primer reflejo está ya en el Cen-tro Niemeyer. Cuando mañana se inau-gure la obra se accederá al complejo cru-zando el puente de San Sebastián. Algu-nos viajarán por primera vez al futuro.Otros, lo harán después de más de 50 añospara volver a sentir como suya la margenderecha, en manos de la industria pesa-da primero y de la actividad comercial delpuerto después. Ellos viajarán al pasadoa través de un puente rehabilitado que,gracias a la intervención del artista avi-lesino Ramón Rodríguez, empezó hace

unos años a conectar pasado y futuro enel nuevo paseo de la ría.

Cambios en tiempo récordEl Centro Niemeyer ha puesto tambiéna prueba la capacidad de adaptación delas administraciones públicas de los pla-nes a largo plazo de la Isla de la Innova-ción al presente. Con la barrera ferrovia-ria en vías de solución y la Arteria delPuerto cortando la unión natural del cas-co histórico de Avilés con la margen de-recha de la ría, los accesos al equipamien-to cultural variaron sobre el papel paradar una solución inmediata.

Pero lo que en un principio iba a seruna improvisación se ha convertido enun elemento arquitectónico atractivo yotra transformación de un espacio infrau-tilizado hasta ahora como era la plaza delPescado. A medio camino entre la plazade España y el Centro Niemeyer, este en-clave se ha convertido en algo así comola tarjeta presentación del equipamien-to cultural, en una especie de misceláneaalegórica del pasado, presente y futurode la ciudad.

Sobre la antigua Pescadería descansauna pasarela de acero corten con formade ‘grapa’ que permite caminar desde elcasco histórico sobre la calle de El Mue-lle y las vías de tren para llegar al paseode la ría, cruzar el puente de San Sebas-tián bajo la Arteria del Puerto y accedera la plaza del Niemeyer.

El proyecto ha supuesto el vaciado dela antigua Pescadería en su interior, le-vantándose una parte de su cubierta paraque transcurra la pasarela que, de estamanera, ocupa el lugar con menos impac-

to de la plaza de Santiago López y mejoracceso para los peatones. Se pueden vertres niveles en la nueva cubierta, comosi se hubiese movido, aunque es una es-tructura fija. Justo debajo de la pasarela,un cristal aísla el edificio facilitando laentrada de la luz natural.

La reforma de la plaza del Pescado seha pensado en el doble flujo de visitan-tes, de la ciudad al Niemeyer y vicever-sa. Además de atención al público, estáprevisto un lugar para la proyección de

audiovisuales y una sala de exposiciones.En un espacio diáfano, se accede por ram-pas hasta el primer piso, donde se conec-ta con la pasarela.

La plaza es completamente diáfana.Hasta ahora tenía muy poco espacio parael paso de peatones y mucho espacio ajar-dinado; ahora será totalmente peatonalcon su pavimento de piedra y hormigón.Además, la zona que hasta ahora se dedi-caba a aparcamiento de vehículos en unlateral, será acondicionada como puntode estacionamiento de autobuses paraque puedan llegar por ese medio los visi-tantes del Niemeyer.

La propuesta, firmada por el arquitec-to Aitor López Galilea (rehabilitación deledificio) y el ingeniero de Caminos Ca-nales y Puertos Raúl Escribá Peyró (pasa-rela) ha sido ejecutada por la empresa Dra-gados con una inversión total de 2,9 mi-llones de euros.

En el puertoAl otro lado de la Arteria del Puerto, laAutoridad Portuaria de Avilés ha puestosu granito de arena en cuanto a los ac-cesos con una pasarela que permite ca-minar hacia el Centro Niemeyer desde elpaseo de la avenida del Conde de Guadal-horce. Ésta se ha construido en seis tra-mos, cinco de doce metros de longitud yuno de diez metros para, en el propio lu-gar, ensamblarlos.

El ancho de la pasarela es de 2,5 me-tros y cuenta con barandillas de seguri-dad en ambos lados. El piso de la estruc-tura es de madera y acero, similar al delos pantalanes. Parte del cantil de la mar-gen izquierda y, para salvar el desnivel

Puente del pasado al futuroEl Niemeyer es el buque insignia del plan urbanístico de la Isla de la Innovación

El avance de lostrabajos cambióla fisonomía de lazona desde abril de2008. :: CENTRO NIEMEYER

La pasarela que une elcentro cultural con elcasco histórico de Avilésestá llamada a convertirseen otro atractivoarquitectónico


existente entre ambos márgenes, reali-za un suave ascenso y descenso, buscan-do la accesibilidad al recinto cultural.

La estructura modular se escogió pordiferentes motivos. Por una parte, es laque mejor se adapta al entorno en el quese construirá, ya que se encuentra limi-tada por las necesidad de respetar un es-pacio para que los barcos maniobren y lapropia existencia de la Arteria del Puer-to. En función del futuro de esta in-

fraestructura, se podrá ampliar la pasare-la, incluso modificarla.

Pero la transformación urbanísticaque ya es visible en Avi-

lés gracias al Centro Niemeyer tambiénafecta a los accesos por carretera al cen-

tro cultural. El modificadodel proyecto

inicial del centro ha permitido construirbajo la plaza central un aparcamientopara 270 vehículos, con la colaboraciónde la Sepi que, a través de Infoinvest, hapagado una inversión de 6 millones. Elacceso por carretera podrá hacerse a tra-

vés de la rotonda del Puente Azud, uti-lizando los antiguos accesos a En-

sidesa, que sufrirán igualmen-te una importante transfor-

mación.

Imagen captada lapasada semana de losúltimos remates de las obrasy la nueva pasarela que conectacon el casco histórico. :: MARIETA

La pasarela. Construida en la plaza de Santiago López permite acceder desde el casco histórico hacia el Niemeyer sobre la calle de El Muelle y las vías. :: MARIETA


M añana, 15 de diciembre, esel día en el que se abren porprimera vez las puertas delCentro Niemeyer y este día

va a generar en todos los ciudadanos yciudadanas de Avilés un sentimiento deorgullo por el trabajo realizado. A mí,como alcaldesa, me embarga una granalegría que quiero compartir con unaciudad feliz.

Desde el primer momento en que su-pimos de la posibilidad de que se crea-ra esta fantástica obra arquitectónicaen nuestra ciudad, sentí una emociónenorme, al mismo tiempo que una granresponsabilidad puesto que el reto eramuy importante.

En Avilés, el anterior alcalde, Santia-go Rodríguez Vega, y sus equipos llevá-bamos varios años tratando de encon-trar el referente cultural que nos sirvie-ra para liderar una dinámica de cambioy puesta al día que la ciudad necesita-ba.

Con motivo de la celebración del 25aniversario de la Fundación Príncipe deAsturias, Oscar Niemeyer, premio Prín-cipe de Asturias de las Artes en 1989,haciendo gala de su inmensa generosi-dad dona un proyecto como contribu-ción a ese aniversario. El Gobierno delPrincipado, toma la decisión de que seconstruya en los terrenos de la ‘NuevaCentralidad’ de Avilés.

Tiempo atrás, cuando se aprobó elPlan General de Ordenación Urbana, es-tos terrenos, excedentes de la antigua

Ensidesa, habían sido ordenados comosector terciario haciendo posible alber-gar una instalación cultural como elCentro Niemeyer.

La ilusión que produjo la noticia deque se construiría el Niemeyer en Avi-lés se extendió por toda la ciudadanía,que progresivamente, superadas las du-das vertidas por los que nunca piensan

en positivo, empezaba a visualizar elproyecto y a entender su capacidad dedinamizar la ciudad.

Avilés se dotaba un activo más paraincorporar a su modelo de ciudad.

Desde aquel primer momento todolo que hemos visto en torno al CentroNiemeyer ha sido maravilloso:

El propio diseño del insigne arquitec-to Oscar Niemeyer, su mayor obra enEuropa ,que da prestigio e interés al pro-yecto, su cercanía e interés por el Cen-tro Cultural y por la ciudad que lo alber-ga.

La entrega de tantas cuantas perso-nas e instituciones han sido invitadasa conocerlo y a participar en sus actosculturales.

El equipo que dirige y gestiona laFundación del Centro Niemeyer, conNatalio Grueso y Joan Picanyol a la ca-beza, que ha sabido generar una expec-tación y un gran interés en todo el mun-do. La última noticia la recibíamos des-de Nueva York donde Natalio Grueso yel secretario general de la ONU. Ban Ki-moon, informaban de la próxima pre-sentación en Avilés del programa mun-dial de educación y cultura ‘AcademicImpact’.

La perfecta conexión entre Ciudad yCentro Niemeyer, expresada con el alo-jamiento de sus oficinas en el Teatro Pa-lacio Valdés

La excelente programación que dis-frutamos desde el año 2007, en el Tea-tro Palacio Valdés, en la Casa Munici-pal de Cultura, en el paseo de la ría, oen los cines Marta, organizada por elCentro Niemeyer .

La enorme contribución que toda estaactividad está reportando a la ciudad deAvilés, para la proyección, regional, na-cional e internacional de una imagende ciudad dinámica y culturalmente ac-tiva.

Avilés avanza con un itinerario bien

pensado y sustentado en las decisionespropias, gobierno local, y las de colabo-radores imprescindibles, el gobierno as-turiano y el gobierno español, cuya co-ordinación ha logrado que la ciudad man-tenga un dinamismo cultural y empre-sarial que llama la atención fuera denuestras fronteras. Baste citar la com-petencia que ha habido para ganar el con-curso del Plan Especial de la Isla de la In-novación en el que han participado die-cisiete equipos de nivel internacional.

Hora de felicitacionesDe forma paralela alCentro InternacionalOscar Niemeyer surgenotras iniciativas,ideas nuevas, proyectosempresariales...

El binomio Avilés-CentroNiemeyer tiene tal fuerza ycalidad que genera unaexcelencia sólo a la altura delos mejores y representa unreferente mundial en lacultura y la educación

El dinamismocultural yempresarial de la ciudadllama la atención fuera denuestras fronteras

Conjunto. Vista aérea del Centro Niemeyer

PILAR VARELAALCALDESADE AVILÉS


La ciudad es consciente de que el Cen-tro Internacional Oscar Niemeyer ele-va el listón de las aspiraciones locales.El casco histórico con su magnífico as-pecto, los barrios con sus centros cul-turales a pleno rendimiento; hace po-cas fechas que iniciábamos las activida-des en las nuevas instalaciones del deLa Carriona, pero en breve plazo ten-dremos acabado el de Llaranes, la Fac-toría Cultural, que alberga en este mo-mento la Escuela Municipal de Cerámi-

ca y la Universidad Popular, y será enpocas semanas la sede del Centro deCreación Artística, el tráfico ordenado,el aparcamiento bien distribuido. Inclu-so los caminos rurales han tomado unnuevo y mejor aspecto, como el restode zonas que necesitaban importantesreformas, léase Versalles, Villalegre,Carbayedo y La Carriona, cuyas obrasde reurbanización y saneamiento es-tán ejecutándose en este momento.Todo un itinerario por la cohesión so-

cial que genera participación y fuer-tes vínculos con el proyecto de ciudad.De forma paralela la ciudadanía quiereestar a la altura y surgen iniciativas,ideas nuevas, proyectos empresariales.

Avilés y el Centro Niemeyer cami-nan unidos y orgullosos de hacerlo jun-tos. Su futuro, su proyección interna-cional y su capacidad de dinamizacióndel territorio que ocupan, son un mo-delo en sí mismo. Sin duda hay otrossimilares, pero el binomio Avilés-Cen-

tro Niemeyer tiene tal fuerza y calidadque genera una excelencia sólo a la al-tura de los mejores y representa un re-ferente mundial en la cultura y la edu-cación.

Mañana, 15 de diciembre, Oscar Nie-meyer cumple, felizmente, 103 años,y el Centro Niemeyer abre sus puertaspara que como él expresó «sea una pla-za abierta al mar para todos los hom-bres y mujeres del mundo; un lugar parala convivencia, la educación y la paz».

y los accesos peatonales del puente de San Sebastián y la pasarela que une el equipamiento con el casco histórico de Avilés. :: MARIETA


La arquitecturaemblemática y deimpulso se materializaahora sobre el CentroNiemeyer y su entorno,bien nombrado,de la Innovación

Avilés es una ciudad. Pero la ciudad reba-sa de los marcos municipales y se extien-de, sin interrupción, por territorio de Cas-trillón, Corvera, Gozón y Carreño.

Se habla, con frecuencia, de la ‘Comar-ca de Avilés’, pero ese término no definecorrectamente la situación real: se trata deuna ciudad-comarca, o, simplemente, deuna realidad de ciudad, eso sí, regida porcinco alcaldes y un presidente de Autori-dad Portuaria.

Sea como fuere, es una ciudad que abra-za, a través de su puerto, a la Ría, y que seextiende mediante ‘corredores’ por el te-rritorio circundante. Dentro de las teoríasclásicas del urbanismo es una ciudad quese extiende mediante ‘dedos’ (fingers se-ría en el lenguaje de aeropuertos), y no en‘mancha de aceite’, es decir, sus ramifica-ciones se separan entre sí, (por las princi-pales vías de acceso y las cuencas o vallesde ríos) y dejan entre ellas espacios de te-rritorio rural, representando a la perfec-ción el modelo del poblamiento asturiano,en el que los fragmentos de ciudad, puebloo aldea, se encuentran inmersos en un ám-bito rural y natural.

El mar es la fachada de la ciudad efecti-va de Avilés, entre Arnao, Salinas, San Juande Nieva y Xagó; y también se adentra enel espacio urbano, de la ciudad, en formade Ría, que es el verdadero espacio centralde este variado territorio urbano, en el quela superficie destinada a industria y gran-des equipamientos supera a la de la ciudadconvencional, de usos combinados alrede-dor del residencial.

Avilés es una ciudad que ha sufrido cam-bios muy importantes durante el mismoperiodo que ocupa el sistema de las regu-laciones urbanísticas españolas recientes,de los años 50 del siglo pasado hasta la ac-tualidad. Todo el país se ha transformado,desde luego, peroAvilés representa un mo-delo acelerado.

En los años 50 del siglo XX se instala, exnovo, la gran siderúrgica ENSIDESA, arras-trando a la pausada Villa del siglo anteriora ser una de las cabeceras industriales demayor importancia en España, en ese sec-tor.

Sólo 30 años después, en los años 80, esacabecera industrial entra en regresión, nosin haber sido objeto de un desarrollo im-provisado y desordenado, y de sus secue-las medioambientales negativas. En el co-razón de Europa, la cuenca del Rhur, enAlemania, con la natural diferencia de es-

cala, se produce tambien el repliegue enanáloga fecha, pero su periodo de gran po-tencia ha durado 130 años. El declive enpotencia y tamaño se produce en ese mo-mento en todas las siderurgias europeas,pero nosotros habíamos llegado poco tiem-po antes.

La primera mitad de los años 80 se sitúaaún en uno de los puntos bajos de la ‘mon-taña rusa’ urbanística española. La crude-za de la crisis inmobiliaria actual sí ha te-nido precedentes, el de mediados de los 70a mediados de los 80, y luego el de media-dos de los años 90.

En el año 1980 Avilés comienza a anali-zar su propia situación urbana (es decir, so-cial y económica en primer lugar), redac-tandose los ‘Estudios previos para laAdap-tación del Plan General Municipal de Avi-lés’, que suponen una convocatoria a lasfuerzas vivas vecinales, sociales y empre-sariales, para analizar qué pasa y qué hayque hacer.

De ello se sigue un planeamiento urba-nístico que afronta la coyuntura con la pos-tura adecuada a los ‘tiempos bajos’: expan-sión moderada, reduciendo sustancialmen-te las previsiones del anterior Plan Gene-ral (PG); y atención a la reordenación ypuesta en valor de lo realmente existenteen ese momento, una ciudad antigua des-tacada como Conjunto Histórico, y unasbarriadas ‘improvisadas’, pero susceptiblesde reajuste y mejora.

En eso consisten los objetivos de ese mo-mento, y el PG los traslada al marco urba-nístico, alcanzando una duración dilatada(de 1986 a 2006), y bastantes de sus obje-tivos previstos, entre los que no debe de-jar de destacarse un menor precio de sue-lo y vivienda durante ese periodo, en com-paración con el resto de las ciudades astu-rianas, pese a que se alcanza una ocupacióncasi total de las extensiones previstas, quefueron moderadas, pero no escasas en sudía, suficientes para dar cabida al siguien-te periodo expansivo.

Fruto de grandes esfuerzosHay una serie de objetivos que se enume-ran en las Directrices de Ordenación delÁrea Central de Asturias, redactadas en losaños 90, que se derivan y superponen a losperseguidos por el PG de 1986, actualizán-dolos a lo que está sucediendo, y que se al-canzan en casi su totalidad, dando idea dela enorme tarea que se ha realizado en estaciudad en el periodo que estamos analizan-do 1980-2010:

–Operación sobre los terrenos que libe-ra Ensidesa en el comienzo de la ría, en muy

buena posición para desarrollar activida-des productivas, comerciales y de equipa-miento general de la comarca, rescatandoel borde portuario como fachada de activi-dades generales urbanas.

–Ordenación del transporte colectivo.Cierre del circuito viario en torno a la ríacon un puente en su borde externo, SanJuan de Nieva.

–Sustitución de las funciones de la re-ciente variante de la N-632 por la comar-ca, por un trazado de autovía entre Tabazay Soto del Barco, que desplace el tráfico demedia y larga distancia del interior del sis-tema urbano comarcal.

–Actuaciones de mejora de la diversidadurbana, superando la excesiva especia-lización en un solo (gran) tema, y acogien-do una más amplia variedad y flexibilidadde actividades; incluyendo la elevación delnivel comercial hasta la gran superficie,para reducir la dependencia actual respec-to de las cabeceras de mayor rango.

–Recuperación de las zonas sometidasa deterioro de origen industrial, fundamen-

talmente la ría y su entorno.Todas aquellas ideas menos el puente

enlazando la cabecera de la Ría, se han rea-lizado, y con largueza: se han saneado losvertidos urbanos e industriales, para elimi-narlos de la Ría, la margen izquierda seha acondicionado como espacio urbano depleno uso, el desarrollo de la margen dere-cha del Puerto avanza firmemente, el PEPAes ya una realidad, y también lo son el pri-mer nivel comercial, el incremento de de-pendencias universitarias y culturales, ylas intervenciones de mejora en las barria-das. Queda pendiente el enlace de circula-ción en torno a la Ría, apuntado en aqueldocumento y sobre el que vuelvo más ade-lante.

El caso del último planeamiento del Con-cejo de Avilés es casi lo opuesto al de 1986,lo que no deja de ser divertido: se redactaen periodo expansivo y debe de utilizarseen periodo de crisis. Este tipo de situaciónse produce con frecuencia, ya que las osci-laciones del motor inmobiliario de este paíssuelen tener periodos más cortos que el lar-

La ciudad que no miraba aAvilés representa un modelo acelerado de las regulaciones urbanísticas españolas recientes

JUAN ENRIQUEDE BALBÍNBEHRMANNRedactor del PGOUde Avilés de 1986

Vista general de la ría de Avilés, con el casco urbano y las naves de Conde de Guadalhorce


go proceso de preparación, redacción y vi-gencia de los planes.

Todo ello acusa una cierta esclerosis ydeficiencia en la organización de nuestromarco urbanístico, que, en el caso de Avi-lés, se suma a la ausencia de un plantea-miento conjunto para los cinco concejosprincipales que componen la ciudad.

El marco normativo y documental, porlo tanto, sigue siendo inadecuado e insu-ficiente en nuestro caso (aunque no catas-tróficamente, pertenece al modelo másfrecuente). Pero no se puede pasar sobreel tema sin insistir en la necesidad de quese produzcan acuerdos de armonizaciónde objetivos entre los distintos actores te-rritoriales.

Aquí y ahora, en todo caso, se está plan-teando la otra vertiente posible del pla-neamiento urbanístico, la de acometer ac-ciones reales, ideadas con inteligencia yactualidad; que persiguen fijar objetivosa esta comunidad urbana, para poner envalor su identidad, sus cualidades objeti-vas presentes, y dinamizar una concien-cia colectiva positiva, propia y hacia el ex-terior, que es lo que realmente hace ciu-dad y la enriquece. La ciudad actual es ya

el fruto madurado de grandes esfuerzosde regeneración y enriquecimiento, y estápreparada para seguir inventándose un fu-turo. Avilés ha debido de pasar desde la si-tuación de vivirse casi como una depen-dencia de la gran factoría siderúrgica, a dis-frutar de una condición de ventaja urba-na: mar, playas y ría, puerto y aeropuerto,ciudad antigua de gran atractivo y amplioe interesante medio rural circundante (nosólo en su propio concejo, muy ocupadopor elementos del puzzle urbano, sino enel entorno total de los cinco concejos).

A esas sólidas bases, esenciales para unconjunto urbano de éxito, debe añadirsela complejidad ‘vital’ que es imprescindi-ble para la vida urbana: comunicación yatractivo, intercambio potente con el ex-terior, con el resto del mundo, ocupandouna polaridad receptiva de la energía decreación e intercambio que vertebra nues-tro mundo actual, a través de una arqui-tectura emblemática, y de una arquitec-tura de impulso de atinada inteligencia;lo que se materializa sobre el Centro Nie-meyer y su entorno, bien nombrado, de laInnovación.

La solución de la RíaSólo me falta añadir lo que espera de mítodo el que haya hablado conmigo en losúltimos años: la posición central de la Ríadentro de la ciudad completa, la extensiónde la actividad en todo su perímetro, laconvierten en un estorbo si no es posiblerodearla.

La margen derecha de la Ría se destina

íntegramente a instalaciones portuariase industriales ligadas a ellas; y cuenta consu eje circulatorio para tráfico rodado, quese está ampliando y mejorando, dentro dela expansión del Puerto, y se completarácon mejores conexiones directas, ya pre-vistas, con la Autovía del Cantábrico y laszonas industriales del acceso a la ciudad.

Prolongando ese eje viario hacia el nor-te, y sobre la topografía ascendente de laladera que bordea el canal de la Ría, se al-canza la elevación precisa para no afectaral tráfico portuario (altura superior a la dela mayor parte de la navegación normal,y un tramo levadizo para los casos extre-mos), para descender en el lado contrario,San Juan Nieva, de Castrillón, por medioya, simplemente, de rampas artificiales.

Al cerrar el circuito en torno a la Ría seacortan las distancias entre los extremosde las dos márgenes, las dos poblacionesde Nieva, separadas ahora por kilómetrosde circuito terrestre; y todo el perímetrose vuelve accesible en dos direcciones al-ternativas, de las que se puede escogersiempre la más conveniente.

Escenográficamente, la posibilidad dedisfrutar de la visión distante de la ciudaddesde la margen contraria, se potencia alconvertirse en un itinerario continuo. Yeste efecto dista mucho de ser intrascen-dente, la posibilidad de tener vistas pano-rámicas de la ciudad completa la dotan deimagen, un factor más de atractivo e iden-tidad.

Este trazado y el puente sustituyen conventaja al túnel previsto en la primera

versión del actual PG de Avilés, y, en tér-minos más actuales, a gran parte de lasfunciones de la Ronda Norte; completan-do, por otro lado, de modo más grato yfuncional, el recorrido general de la cos-ta cantábrica, Cabo Peñas-Xagó-Salinas,permitiendo un mayor disfrute del muyinteresante borde continental, ahora in-terrumpido por la Ría. Lo que es naturalsi el contexto fuera rural, pero que debeser superable si nos obliga a atravesar zo-nas urbanas e industriales de gran inten-sidad de uso. No se trata de incrementarcon ello la circulación rodada sobre el res-to del circuito costero, que parece lógicomantener en los niveles actuales de ca-rretera local de reparto y acceso diluido;pero sí de potenciar la utilización simul-tánea del circuito Senda Norte, recreati-vo, peatonal, de bicicleta, para lo que elenlace sobre el borde externo de la Ría re-presenta un salto cualitativo definitivo.

En cuanto a las salidas del Puerto, el en-lace de las dos márgenes de la Ría sobresu cabecera en el borde marítimo resuel-ve de modo diferente, pero efectivo, loque se le pide a la Ronda Norte, al enlazarlas dos márgenes del Puerto sin atravesarla ciudad. El tráfico rodado de la margenizquierda buscaría su salida por los traza-dos ya previstos en la red arterial de Avi-lés para sólo la margen derecha, conec-tando la totalidad del Puerto con la sa-lida inmediata y directa a la Autovía delCantábrico

En cambio, el acceso de ferrocarril alPuerto podría mantenerse en la formaprevista en el último esquema de Ron-da Norte, asociándose a la barrera forma-da por la actual ‘Variante’ de carretera porel borde oeste de la ciudad, y volviendohacia el Puerto a la altura de Salinas, a tra-vés del actual trazado de FEVE por Cas-trillón.

Gracias al nuevo puente, la margen de-recha alcanzaría un acceso próximo a laterminal ferroviaria situada en la izquier-da, y siempre sin cruzar el conjunto urba-no principal. La travesía del ferrocarril porel borde de Salinas y Raíces Nuevo admi-te una buena supresión de interferencias,ya que la zona de talud de pie del acanti-lado natural que bordea estas poblacionespor el Sur permite una sencilla soluciónen trinchera, separada de contacto y vis-tas de las zonas residenciales.

Esta propuesta, como la Ronda Nor-te, afecta físicamente a varios concejos,tres en este caso, de los que Gozón y Cas-trillón ya se expresaron favorablemente;y territorialmente al conjunto urbanocompleto de Avilés y al borde costero delÁrea Central de Asturias; y exige una re-lación «interactiva» entre los diversos ni-veles de la Administración Pública; Ayun-tamientos, Principado y Central, que esel lógico en temas de alcance ya mas te-rritorial que urbanístico. La coordinaciónde acciones y propósitos de los diversosagentes y colectividades que utilizan, dis-frutan y llenan de contenido cada terri-torio concreto, es imprescindible en Or-denación del Territorio, que es la otra cosaque necesita esta ciudad-comarca.

Deberíamos, en resumen, cerrar el cir-cuito en torno a la Ría y el Puerto, consi-guiendo el enlace costero continuo, y launificación, por encima de los límites mu-nicipales, del gran espacio natural y ar-tificial de la Ría, que hace las veces de pla-za o parque visual, de todo este joven yantiguo conjunto urbano.

la ría

en su margen izquierda y la actividad industrial y el Centro Niemeyer en la margen derecha. :: MARIETA


«Es una oportunidadúnica para lograr unespacio dirigido a laintegración y al diálogode todas las artesy manifestacionesculturales»

«Avilés è meu projeto mais querido». Éstepuede ser el mejor resumen que OscarNiemeyer hace de su primera obra en Es-paña, la que mañana se presenta al públi-co en Avilés, a los dos años y medio de ha-berse colocado la primera piedra del pro-yecto que el premio Príncipe de Asturiasde las Artes donó a Asturias.

Óscar Ribeiro de Almeida NiemeyerSoares Filho nació el 15 de diciembre de1907 en Laranjeiras, Río de Janeiro. Ma-ñana, 103 años después, dos actos rom-perán con su rutina habitual de trabajoen su estudio con vistas a la playa de Co-pacabana: la presentación en versión di-gital de una samba a la que ha puesto le-tra y su participación, vía satélite, en elacto oficial de apertura de la obra del Cen-tro Cultural Internacional Oscar Nieme-yer de Avilés. Será a las siete y media dela tarde hora española, cuatro y media enRío de Janeiro.

Respecto a lo primero, el genial arqui-tecto que destaca siempre la importan-cia de la sencillez y el buen gusto, mez-clado con el esplendor y la novedad, loresume con brevedad: «Es una tontería,una cosita divertida, pero nada impor-tante». La samba lleva por título ‘Tran-quilo en la vida’ y es una obra de los mú-sicos Edu Krieger y Caio Almeida.

En cuanto a la puesta en marcha delcentro de Avilés, su único proyecto enEspaña, no oculta su satisfacción por al-canzar un doble objetivo, el de crear unnuevo espacio para el disfrute de los ciu-dadanos, y el de ir culminando una obrade la que destaca su calidad constructi-va, según le han ido trasladando en losúltimos meses su gente de confianza, elarquitecto Jair Varela y su nieto CarlosOscar. De esa forma hace compatible unode sus principios: «Lo más importante noes la arquitectura, lo importante es lavida, la gente, vivir en paz».

Asediado en las últimas semanas pordecenas de peticiones de entrevistas rea-lizadas desde todos los rincones del mun-

do con motivo de su 103 aniversario, elgenial arquitecto accedió a responder alas preguntas planteadas para este suple-mento especial.–El Centro Niemeyer abre sus puertasy estará concluido definitivamente enla próxima primavera. ¿Está satisfechode cómo se ha desarrollado todo?–El proyecto de Avilés es un trabajo queconcebí especialmente para un país quetiene un enorme peso cultural y que mar-ca un momento decisivo en mi trayecto-ria de arquitecto y en mi búsqueda de unaarquitectura diferente. Es una oportuni-dad única para lograr un espacio dirigidoa la integración y el diálogo de todas lasartes y manifestaciones culturales.–¿Ha tenido que realizar alguna modi-ficación sobre el proyecto inicial quehabía previsto?–A lo largo de estos tres años hemos idoadaptando el proyecto a las necesidadesde la Fundación, para ofrecer solucionesa la programación en la que está traba-jando. De esta manera, la arquitectura sepone el servicio del proyecto.–Desde la Fundación se ha comentadoen varias ocasiones que usted se encar-ga de supervisar hasta el más mínimodetalle. ¿Ha hecho eso siempre con to-das sus obras?–Todas las obras requieren esa supervi-sión. Es la forma de dar satisfacción a lasnecesidades del proyecto. En el caso deAvilés, los amigos arquitectos de mi es-tudio han coordinado conmigo todos losdetalles del centro.–Por las informaciones que recibe, sabeque su proyecto está mereciendo el elo-gio general. ¿Temía en algún momen-to que su propuesta no encajara en unaciudad industrial como Avilés?–Mi relación con Avilés está basada en loscontactos que he mantenido con el gru-po de profesionales, amigos muy queri-dos, que trabajan en el desarrollo y la di-fusión de este proyecto en Asturias. Ellosme han contado el gran respaldo popularen las jornadas de puertas abiertas que secelebraron en verano, por lo que estoymuy agradecido.–Una de sus apuestas en la obra de As-

turias es el concepto de ‘plaza pública’,abierta a todo el mundo, como un es-pacio más de la ciudad. En el Auditoriono hay palcos, todas sus plazas son igua-les. ¿Qué mensaje quiere transmitir conello?–El conjunto que he diseñado destaca porsu pureza y monumentalidad. Es un ejem-plo de cómo la arquitectura puede jugarun papel relevante en la vida de las per-sonas, llevando la belleza al ciudadano yprovocando la emoción que sólo las au-ténticas obras de arte son capaces de des-pertar.–Cuando sus asesores le comentan queel Centro Niemeyer quiere ser para Avi-lés y para Asturias una especie deGuggenheim de Bilbao, como revulsi-vo para un nuevo desarrollo económi-co, social y cultural, ¿qué le sugiere, enalgún momento pensó en ello cuandodiseñó y regaló su proyecto?–Las sociedades están avanzando a un rit-mo vertiginoso, lo cual me fascina. Enparticular, la asombrosa expansión de lastecnologías de la información y la comu-nicación. Yo espero que este proyectocontribuya al desarrollo de una tierra tanquerida como España.–¿Qué le parece que la ONU vaya a pre-sentar en el Centro Niemeyer su nue-vo plan de educación y cultura, y lo hagacoincidiendo con el cierre temporal dela sede de Naciones Unidas y la puestaen marcha de una obra suya?–Yo fui invitado al concurso para la cons-trucción del edificio de la ONU en Nue-va York y tuve el placer de trabajar en eseproyecto con Le Corbusier. Para mí, lavida es más importante que la arquitec-tura y el hecho de que persistan las dis-paridades sociales nos debe llevar a lu-char por conseguir un mundo nuevo másfraterno y solidario. La iniciativa de laONU con esa presentación va en esa di-rección y hay que alegrarse por ello.–¿Y qué impresión le causa el hecho deque el Centro Niemeyer haya sido apo-yado ya, antes de su apertura, por per-sonalidades de todo el mundo y de to-dos los ámbitos?–Estoy muy feliz por tanto apoyo. Miaprecio por la cultura española es inten-so y muy antiguo. En estos meses he te-nido la ocasión de conocer personalmen-te a algunas de las personalidades queapoyan a este centro y que me han visi-tado en mi estudio en Río de Janeiro. Porotro lado, este mes la revista ‘Nuestro Ca-mino’, que editamos mi esposa Vera y yo,

Oscar Niemeyer Arquitecto

JOSÉ MARÍAURBANO

Autor. Oscar Niemeyer posa en su estudio


«Espero que esteproyecto contribuya aldesarrollo de España»

va a estar dedicada a España y con elloqueremos rendirle el homenaje quese merece. Lo que deseo es que el Cen-tro Niemeyer colabore a engrandeceraún más el gran peso de la cultura es-pañola.

Oscar Niemeyer celebrará mañanasu cumpleaños rodeado de su esposa,Vera Lucia Cabrera, de su hija y de susnietos, bisnietos y tataranietos. Ten-drá dos actos especiales, sobre todo elde Avilés, pero no le impedirá seguirsu rutina de trabajo, con esa paz inte-rior que le da el seguir siendo sido fiela sus principios. Ya lo dice en el iniciode la letra que ha puesto a la sambaque también mañana se presentará enRío de Janeiro de forma oficial: «Hoyen día mi vida no será diferente. Pan-talón de pijama, camisa a rayas y san-dalias en los pies, y me iré a andar a laplaya como todas las mañanas, porqueuna mujer bonita encontré, si Diosquiere».

Mañana cumple 103 años y repite,casi con las mismas palabras, un pen-samiento sobre su vida que suena aepitafio: «Me gustaría ser recordadocomo un hombre que pasó más de seisdécadas sobre la mesa de trabajo, preo-cupado por su arquitectura, pero siem-pre listo para contribuir a la lucha po-lítica, a la superación de este régimende clases que creó el capitalismo y quedesmerece a la humanidad. Como al-guien que consideró que la vida es másimportante que la arquitectura».de Río de Janeiro, delante de uno de los bocetos diseñados para el centro que lleva su nombre. :: LUIZ MELLO / AP

«A lo largo de estostres años hemos idoadaptando el proyectoa las necesidadesde la Fundación»

«Me han contado elrespaldo popular que haobtenido la obra en lasjornadas de puertasabiertas y yo estoy muyagradecido por ello»

«Que persistan lasdisparidades sociales nosdebe llevar a luchar porconseguir un mundonuevo más fraterno ysolidario»

«La revista ‘NuestroCamino’, que editamos miesposa Vera y yo, va aestar dedicada este mes aEspaña para rendirle unhomenaje»


Estreno. Woody Allen, a su llegada a la Casa de Cultura para estrenar su última película el pasado mes de agosto. :: MARIETA

La intensa actividad,paralela al desarrollo delas obras, ha convertidoal centro en unareferencia cultural antesde abrir sus puertas:: A. SANTOSAún no ha abierto sus puertas y el Nie-meyer ya es un referente cultural a ni-vel internacional. La frenética activi-dad de la Fundación del Centro Nieme-yer ha permitido organizar en Avilésun intenso programa de actividades pa-ralelas al desarrollo de las obras. La Fun-dación ha definido una estrategia dealianzas que se basa en tres pilares: cine,teatro y música. En ellos se fundamen-ta una política de producción culturalque permitirá a medio y largo plazo laautofinanciación del Niemeyer.

En cine, 2010 ha sido el año de la con-solidación de acuerdos de futuro, siem-pre de la mano de Woody Allen, que ac-túa como anfitrión de lujo del Film Cen-ter del Niemeyer (será su ‘alma mater’)y abre camino a Avilés predicando conel ejemplo. Dos estrenos mundiales, ‘Elsueño de Cassandra’ y ‘Conocerás alhombre de tus sueños’, y un rodaje,‘Vicky Cristina Barcelona’, han situadoa la región en un lugar de privilegio del

mapa internacional cinematográfico.Uno de los últimos hitos ha sido la co-laboración comprometida por el Festi-val de Cine de Cannes y la FundaciónRossellini para la producción conjun-ta de actividades que se abrirán el pró-ximo año con una retrospectiva sobreel director de fotografía Carlo Di Palma.

La mayor notoriedad la logró el añopasado la visita de Brad Pitt, con la na-tural repercusión en todo el mundo quetiene cada paso que da quien es una delas estrellas favoritas de Hollywood.Pero no fue el único que visitó la ciudadatraído por el Centro. Otros, como Car-los Saura, Wim Wenders y AlejandroAmenábar también han mostrado suapoyo al proyecto.

El teatro cuenta con el apoyo incon-dicional del actor Kevin Spacey, direc-tor artístico del Old Vic de Londres, quecon su proyecto The Bridget Project, quecomparte con el director Sam Mendesy está enfocado a jóvenes talentos, ce-rró su gira internacional el pasado ve-rano en el teatro Palacio Valdés.

Además, el Niemeyer ya se ha incor-porado a la Sociedad Internacional paralas Artes Escénicas (ISPA, por sus siglasen inglés), que agrupa a 600 centros cul-turales de 50 países de todo el mundo,como miembro de pleno derecho.

La música tiene dos vertientes en laactividad del Centro. La apuesta por laformación es el objetivo del acuerdo con

Desfile de celebridadesPersonalidades del mundo de las artes y las ciencias se han comprometido con el Niemeyer

The Bridge Project,con ‘The Tempest’ en elPalacio Valdés. :: MARIETA


el Carnegie Hall de Nueva York. Sin irmás lejos, el pasado mes músicos de TheAcademy participaron en un intercam-bio con músicos asturianos en Avilés.

La actividad musical se complemen-ta con la marca ‘Grandes intérpretes’,creada por el Niemeyer, que han estre-nado la guitarra de Paco de Lucía y elviolín de Yo-Yo Ma. Antes que ellos,también actuaron en Avilés de la manodel Centro Joan Manuel Serrat, BárbaraHendriks, Enrique Morente y AmancioPrada, entre otros.

Pero el espíritu de alcanzar «la exce-lencia cultural» no se queda ahí. La ce-lebración en Avilés en 2009 del ForoMundial de la Diplomacia Cultural haposibilitado que se hable del ‘G-8 cul-tural’, donde está incluido el Centro Nie-meyer junto a la Ópera de Sidney, elCentro Cultural de Hong Kong, el Cen-tro Barbican de Londres, el Foro Inter-nacional de Tokio, el Centro Pompidoude París, el Lincoln Center de NuevaYork y la Biblioteca de Alejandría. Tam-bién la presentación en la ciudad del pro-grama mundial de educación y culturaestos días es otro ejemplo de la repercu-sión internacional.

El Centro Niemeyer también guardasu espacio para los galardonados con losPremios Príncipe de Asturias. Por aquíhan pasado personalidades como la es-critora marroquí Fátima Mernissi, el No-bel de literatura Wole Soyinka o el ‘pa-dre’ de Internet, Vinton Cerf. Fátima Mernissi. :: MARIETA

Wole Soyinka. :: MARIETA


Pasaron, Niemeyer mediante, por elPalacio Valdés: Eran invitados de tro-nío que al asomarse a la sala tenían aúnen la mirada la imagen de la ciudad so-portalada, de visiones recién entrevis-tas que muy bien hubieran podido evo-car un decorado. Con lo que el Teatro,con su abigarrado interior de bombo-nera, también a más de uno se le pudoantojar el obligado resumen escenográ-fico del paisaje urbano que acababa dedescubrir. Visión de contraste porque,en realidad, el objeto de la visita no erala vieja ciudad sino el moderno conjun-to de edificios despuntando en el fon-do de la ría bajo el signo del arquitectoque los ideó: una deslumbrante expan-sión de líneas onduladas pero escuetas,genuinamente importadas de Copaca-bana y grapadas (ahora) a su poblaciónde acogida sobre el contumaz tendidode otra línea, férrea ésta (y cismática).

Recibían, reciben, esos invitados derutilantes nombradías cumplida expli-cación de cómo se gestó el Centro, decómo viene abonándose el futuro (in-mediato) de sus planes. Y de cuánto vie-ne a esperar de ello la ciudad grapada.Y es de ver la anuencia con la que tan-tas celebridades han prestado su vozy su concurso al proyecto y la destrezacon la que sus nombres, también me-dios mediante, han servido para airear

otro nombre, el de la dicha ciudad gra-pada.

Pues bien: sepan quienes todavía loignoran que cuanto aquí se cita está sien-do de suyo urdido desde los altos del Tea-tro. Y no es casual. Allí habita, en horasde oficina, la ‘intelligentsia’ del Nieme-yer. Tabique por medio está la sala porla que han hecho comparecer a músi-cos, literatos, actores, cantantes, gesto-res (incluso) culturales; la sala en la quese ha hecho oír a Shakespeare en inglés,en triple función y a teatro lleno. Cabeesperar en este desfile de notabilidadesno solo el anticipo de la actividad porvenir sino también una prefiguración:la de la deseable confluencia entre elviejo Teatro y el Centro en ciernes. Valedecir, de igual modo, la conjunción dela ciudad toda con ese complejo Nieme-yer diseñado por un arquitecto que siem-pre ha visto el contenido de los edificiosque proyecta más allá de las líneas quedibuja. En este momento, a Niemeyer(103 años mañana; felicidades, don Os-car) la vida le ha dado para tanto que yacasi no le hace falta mirar para ver; leha dado, sobre todo, para moldear esosespacios sinuosos construidos por me-dio mundo, tantos que, por fuerza, de-bieron pasar a edificar también otro es-pacio interior: otro mundo que solo pue-de verse ahora mirando hacia adentro.Privilegios de la edad.

En cuanto a esta ciudad, le queda, conestos lazos trenzados, el privilegio deencontrarse en el punto de arranque deuna expectativa que se quiere determi-nante para su futuro. El tiempo dirá loque, Niemeyer mediante, a todos nosqueda por ver.

NiemeyermedianteTodo surge en los altos del Palacio Valdés,allí habita la ‘intelligentsia’ del Niemeyer

ANTONIORIPOLLDirector de la Casade Cultura de Avilés

Brad Pitt, Sam Mendes,Kevin Space, Yo-Yo Ma, Pacode Lucía y AlejandroAmenábar son sólo algunosde los visitantes ilustres

Un mundo de apoyosCineastas, músicos,cientifícos... ya se hanimplicado con el Centroy lo seguirán haciendo

Yo-Yo MaMúsico

«El Centro Niemeyer esuna propuesta ideal quedebe ofrecer cultura yartes, en su más ampliaconcepción, a coste ceropara los ciudadanos»

Youssou N’DourMúsico

«Estoy seguro del éxito delNiemeyer, iniciativas como estasirven para hablar de cosasimportantes por parte de genteque no se dedica a la política»


Kevin SpaceyActor y director del Teatro Old Vic

«Nuestra intención es colaborarestrechamente con el Niemeyer,intercambiando alumnos ocon otras iniciativas que denprosperidad a ambas entidades»

«El Niemeyer tiene unespléndido futuroanivel europeo ymundial. Su valores apreciable entérminoseconómicosy de difusión dela cultura»

Woody AllenCineasta

«El Centro Niemeyeratraerá a muchos, muchos,artistas de talento y a todotipo de gente interesada enlas artes. Será un plus enormepara la cultura española yeuropea, y algo maravillosopara el mundo del cine»

«Mi conexión con el CentroNiemeyer, como miembro delConsejo Asesor, consiste enprogramar y abrirle las puertascon otros directores americanos.Ayudaré al centro en lo que mepida, pero mi participación espequeña comparada con el granproyecto cultural que supone. Enel Centro Niemeyer habrá música,teatro, ópera... y yo sólo meocuparé de la parte del cine. Mispelículas y yo estamos disponiblespara lo que el Niemeyer quiera».

Vinton CerfCientífico

«Quiero convertir el Centro Niemeyeren uno de los centros culturales másavanzados tecnológicamente detodo el mundo, de modo que seconvierta en un referente internacionalde cultura y nuevas tecnologías»

«Lo que va a pasar en ese lugaruna vez que esté abierto, será algomaravilloso, y será así día tras día»

«Estoy seguro de que podemos hacercosas maravillosas juntos y, con elpoder de internet, darle la repercusiónmundial que este proyecto se merece»

Brad Pitt

«Quiero mostrar mi apoyoal Centro Niemeyer, tantoen la parte cultural como laarquitectónica. Estoy muyentusiasmado con esteinnovador proyecto, y tengoespecial interés por todo loque tiene que ver con lasostenibilidad»

Actor


María PagésBailarina

«Lo que me emociona deNiemeyer no es su obra, sinopor qué esa obra es así»

Luis Eduardo AuteCantautor

«Al Niemeyer le doy todo el créditoporque ya empieza a ser tradiciónque los centros culturales másvanguardistas no se ubiquen en lasgrandes capitales. El proyecto deAvilés tiene todas las garantíaspara alcanzar la excelencia: porquien le da nombre, por quienesestán trabajandoen él y porquienes estánpasando poraquí. Darámucha vida»


Damien PwonoAspen Institute

«Lo importante de la culturaes sumar esfuerzos y esoes lo que está haciendo elCentro Niemeyer, además,desde un punto de vistaecléctico. En otros centrosse limitan a enseñarnos uncentro bonito. El Niemeyer,hasta sin edificio es real»

Alejandro AmenábarCineasta

«Quiero colaborar con elNiemeyer. No sé de arquitectura,pero hasta los niños conocen eltrabajo de Niemeyer en Brasilia.Es muy divertido ver cómo sigueen activo y se construye su obra»

Clive Gillison

«Hemos visto que compartimosvalores, principios y formas detrabajar. El Niemeyer será la únicaentidad de fuera de los EstadosUnidos con la que vamoscolaborar y para nosotros es unhonor participar en un proyectocomo éste, en quese destacade maneraespecial laimportancia dela educación»

Carnegie Hall


��

��

Bárbara HendricksSoprano

«Estoy segura de que elfuturo lo convertirá enuna referencia culturalen el mundo, y esoes siempre positivo»

P ara los arquitectos educadosen la principal corriente delMovimiento Moderno, OscarNiemeyer era considerado

como su mejor exponente. Invirtiendoel conocido dicho «a la forma le sigue lafunción», Niemeyer demostró, en cam-bio, que «cuando una forma crea belle-za, se convierte en funcional y, por tan-to, en fundamental en arquitectura».

Se dice que cuando el primer cosmo-nauta ruso Yuri Gagarin visitó Brasilia,comparó la experiencia con la de aterri-zar en otro planeta. Mucha gente quevisita la ciudad de Niemeyer por prime-ra vez ha debido sentir la misma impre-sión. Audaz, escultural, llena de color ylibre, como nada visto antes. Pocos ar-quitectos de la historia reciente han sido

capaces de integrar un vocabulario tanvibrante y estructurarlo en un lengua-je tan intensamente comunicativo comoseductor y tectónico.

Uno no puede contemplar, por ejem-plo, la catedral con forma de corona deBrasilia sin emocionarse tanto por sudinamismo formal como por su econo-mía estructural. Se combinan para en-gendrar desde su interior una sensacióncasi de ingravidez. Parece que el recin-to se funde por completo con el vidrio.Cualquier arquitecto se resiste a tratarde comprender cómo las estrechas co-lumnas de hormigón, finas como hue-sos, del Palacio de Alvorada son capacesde tocar el suelo de forma tan liviana.Brasilia no es un simple diseño, es unacoreografía; cada una de sus piezas estácompuesta con fluidez y se mantienecomo una inmóvil bailarina de punti-llas en un escenario de equilibrio abso-luto.

A principios de los años sesenta, cuan-do era estudiante, observaba el trabajode Niemeyer con estímulo, estudiandominuciosamente los dibujos de cada

nuevo proyecto. Cuarenta años despuésaún mantiene el poder de sorprender-nos. El Museo de Arte Contemporáneode Niteroi es una muestra de ello. Em-plazado sobre un acantilado cual plan-

Maestro dela inspiracióny la bellezaNiemeyer invirtió el dicho de que «a laforma le sigue la función» y demostróque «cuando una forma crea belleza,se convierte en funcional»

NORMANFOSTERArquitecto

Colega. Norman Foster sale delmonumento dedicado a WalterBenjamin, obra del escultorDani Karavan, en Portbou (Gerona).:: ROBIN TOWNSEND/EFE


Pocos arquitectos han sidocapaces de integrar unvocabulario tan vibrantey estructurarlo en unlenguaje tan intensamentecomunicativo comoseductor y tectónico

Brasilia no es un simplediseño, es una coreografía,y se mantiene como unainmóvil bailarina depuntillas en un escenariode equilibrio absoluto


ta exótica, echa por tierra cualquierconvencionalismo al mezclar el artecon una vista panorámica del puertode Río. Es como si –en su imagina-ción– hubiera querido romper con laidea de un museo convencional sobreunas rocas para desafiarnos a contem-plar arte y naturaleza en igualdad.

Oscar Niemeyer es una inspiración.Su energía y creatividad son ilimita-das; su arquitectura, eternamente jo-ven. Tengo la impresión de que aúntiene que darnos muchas lecciones dearquitectura.


Q uién iba a sospechar, cuandoen las clases de historia del artenos hablaban del ‘cuppulone’de San Pedro del Vaticano que

aquí, del lado de allá de la ría, íbamos a te-ner una cúpula tan importante como aqué-lla? Posiblemente a alguien le suene a blas-femia la comparación entre la trazada porMiguel Ángel y la diseñada por Niemeyer,pero está claro –y bien claro– que ambosson, cada uno en el siglo que le ha tocadovivir, dos genios de la arquitectura. No nosquepa duda de que si existiese una máqui-na capaz de modificar el tiempo y pudié-semos trasladar a cada uno de los dos alsiglo del otro, la manera de concebir los es-pacios arquitectónicos de ‘Oscar Buonarro-ti’ y ‘Miguel Ángel Niemeyer’ no diferiríangran cosa de lo realizado en cada momen-to puntual. Esbozo esta comparación porsi, a estas alturas de los acontecimientos,aún hay algún despistado que no sabe quiénes y qué representa el brasileño en la his-toria del arte universal y se atreve a opinar,libre pero desacertadamente, que los artis-tas contemporáneos «no quieren más quetomarnos el pelo».

La ‘cosa’ está ahí, al alcance de nuestravista y, muy pronto, al de nuestros otrossentidos. Y cada vez me alegro más de ha-ber tenido la suerte de haber podido seguir-

la, desde su embrión hasta verla finalizar.No creo desvelar ningún secreto si digo quetuve la oportunidad de ser uno de los pri-meros avilesinos –serían los inicios de2005– que oyó hablar de lo que poco des-pués se dio en llamar ‘el Niemeyer’. Y tuveesa primicia porque en una comida en laque se fijarían las condiciones para que yocomisariase la exposición con la que se con-memoraba el XXV Aniversario de los Pre-mios Príncipe en sus apartados de Artes yLetras y a la pregunta sobre en qué consis-tiría la aportación de Niemeyer a la mues-tra, Natalio Grueso nos dio al resto de co-mensales –Miquel Molins y Carlos Made-ra eran los restantes– la primicia de la ofren-da que el arquitecto brasileño pensaba ha-cer al Principado.

En aquellos momentos –y durante bas-tante tiempo como de todos es sabido– aúnestaba por decidir el emplazamiento, asíque en la babel de los cafés y los chupitoslancé mi opinión: estaba claro que teníaque ser en Avilés y cuando me respondie-ron los dos contertulios que podían trans-mitir la idea a instancias superiores que enqué lugar, sin cortarme un pelo y en unapose absolutamente iconoclasta respondíque en los terrenos que ocupaban el esta-dio Román Suárez-Puerta y el Parque dela Exposición. El tercero, como buen cata-lán y culé, preguntó la división en la quejugaba el equipo local, supongo que por sise causaba un trastorno a decenas de mi-les de posibles espectadores. No hacía fal-ta ni realizar un referéndum: Óscar Nie-meyer deseaba tener un gran espejo deagua en las inmediaciones de su obra, asíque nada de Las Meanas donde ya se ha-

bía efectuado la desecación bastantes añosatrás. Y de nuevo la bombilla de las ideasse encendió: no estaban lejanas las polé-micas, las manifestaciones y los conflictoslocales acerca de la ubicación del CentrodeArte Contemporáneo deAsturias y comoaquello ya era imposible de conseguir «ofre-cí» los terrenos que, en teoría, iba a ocuparel hipotético Centro y que seguían vacíosy esperando algún alumbramiento. Allí síque la lámina de agua alrededor no iba a fal-tar. Sorbidos cafés y chupitos se produjo elsilencio, silencio que duró unos meses.

Las labores de comisariado de la exposi-ción continuaron con el resto de artistas ycasi todas las obras habían sido selecciona-das hasta que un buen día se me entregaun CD y con él la orden de no revelar sucontenido salvo al diseñador del catálogoque se estaba confeccionando para la ex-posición y al que estaban destinadas lasimágenes que contenía un disco rotuladocon las palabras ‘Centro Cultural Nieme-yer Asturias’. Y en su interior una graba-ción con un documento ‘power-point’ concinco dispositivas que recreaban, median-te infografías, la maqueta de los edificiosque hoy se plantan al otro lado del Nuevo

Puente de San Sebastián. Maqueta y dibu-jos que no tardarían en presentarse en so-ciedad unos días antes de ser incorporadasa la exposición del aniversario de los Pre-mios y que fueron el detonante de todo elrevuelo organizado tan pronto se supo quela ciudad destinataria iba a ser Avilés.

Salvo las lógicas derivas en los trabajosde construcción y las impuestas por la mor-fología del terreno, lo representado ideal-mente en el contenido de aquél CD –pesea quien pese, esquivadas las zancadillas ysuperadas muchas oposiciones– se alza im-ponente en los terrenos de las antiguashuelgas. Una huelga, puede repasarlo quienlo desee, según la segunda acepción de lapalabra en el diccionario del Real Acade-mia es una tierra especialmente fértil y loque esperamos del Centro es que se con-vierta en un lugar fructífero y feraz paratodo el mundo porque así podremos apro-vecharlo los avilesinos. Avilesinos a quie-nes animo a recorrer la pasarela, intencio-nadamente oxidada pero no herrumbro-sa, atravesar las multicolores arcadas delPuente de San Sebastián y adentrarse enese nuevo y fantástico universo que se nosofrece a la contemplación.

Superado ese camino, que no es largo,desprendámonos de prejuicios, pensemosen los tataranietos de nuestros tataranie-tos y en que quizá ellos sean quienes, conel tiempo por detrás, no valorarán comoboutade la comparación entre las cúpulasy las curvas de Buonarroti y de Niemeyer.Y, sobre todo, porque en ese lejano mo-mento, quizá antes, y sin duda, Avilés es-tará en los manuales de la Historia del Artey de la Arquitectura.

Intrahistoria del ‘cuppulone’Y otras curvas del Centro Niemeyer y de cómo se gestó su construcción

RAMÓNRODRÍGUEZArtista plástico

Puente. El de de San Sebastián,redecorado por Ramón Rodrígueztras su rehabilitación, servirá deacceso peatonal al Niemeyer.:: MARIETA

En sus comienzos,no estaban lejanas

las polémicas, lasmanifestaciones ni losconflictos locales acercade la ubicación del Centro


Patronato. En la primera foto, en el lado izquierdo de la mesa Javier Lanza (Ministerio de Cultura), Fernando Masaveu (Fundación Masaveu), Mercedes Álvarez(consejera de Cultura), Alberto Pico (de la oficina del Secretario de Estado Iberoamericano), José Luis Rebollo (secretario del Niemeyer). En el derecho NatalioGrueso (director), Manuel Docampo (Puerto), Pilar Varela y Fernando Rañón (Ayuntamiento de Avilés) y Francisco Menéndez (Puerto). :: MARIETA

La Fundación MaríaCristina Masaveu fuepionera de una iniciativaprivada a la que se sumaCajastur y que continuarácon nuevos gruposempresariales

:: ALBERTO SANTOSEl Centro Niemeyer quiere ser autosu-ficiente a medio plazo. Es el objetivo quese ha marcado la Fundación que rige susdestinos. El impulso inicial del Patrona-to ha sido público, pero la iniciativa pri-vada irá poco a poco equilibrando la ba-lanza hasta conseguir que la mayor par-te de los ingresos lleguen de la aporta-ción de patronos privados.

Desde el punto de vista público, elcompromiso inicial del Gobierno del Prin-cipado, Ayuntamiento de Avilés, Auto-ridad Portuaria y Cámara de Comerciorecibió un importante impulso por par-te del Gobierno central y del Ministeriode Cultura, cuya ministra actual, Ánge-les González-Sinde, forma parte del Pa-tronato que preside la consejera de Cul-tura y Turismo del Principado, MercedesÁlvarez. Además, entre los representan-tes del Gobierno regional figuran MaríaFernanda Santiago Bolaños, directora delDepartamento de Educación y Culturade la Presidencia del Gobierno de Espa-

ña, y Enrique Iglesias, Secretario Gene-ral para Iberoamérica.

Desde el punto de vista privado, laFundación María Cristina Masaveu fuela pionera en apoyar al Centro Nieme-yer y abrió el camino para que poco apoco se vayan sumando otras entida-des privadas. La Fundación Cristina Ma-saveu se convirtió en febrero de 2008en el primer socio privado del CentroNiemeyer al ingresar en el Patronato dela fundación que rige el equipamientocultural. Ambas entidades sumarán es-fuerzos, según indicó Fernando Masa-veu, para hacer de «Avilés y Asturias unreferente de la cultura en el mundo».

La Fundación Cristina Masaveu fir-mó el acuerdo con el que sellaba su co-laboración con el centro cultural avi-lesino, no sólo con su entrada en su ór-gano rector, sino con la organizaciónconjunta de exposiciones, charlas o jor-nadas entre otras iniciativas.

Cajastur se incorporó el año pasadomediante un acuerdo de entrada en elPatronato de la Fundación del CentroCultural Internacional Oscar Nieme-yer, con un acuerdo para los próximoscinco años. El propio presidente de laCaja, Manuel Menéndez, fue el encar-gado de estampar la firma que ha he-cho de la entidad el segundo socio pri-vado del Centro Niemeyer tras la Fun-dación María Cristina Masaveu.

Tanto la consejera de Cultura y pre-sidenta de la Fundación del Centro Nie-

meyer, Mercedes Álvarez, como la al-caldesa de la ciudad, Pilar Varela, desta-caron el interés de que se haya confir-mado la colaboración de Cajastur, lo queredundará en un afianzamiento de laprogramación que viene desarrollando«cuando todavía no ha abierto sus puer-tas». «Este acuerdo demuestra el pro-fundo compromiso de Cajastur con lacultura y el mecenazgo», destacó la con-sejera tras materializarse el acuerdo.

Por su parte, César Claverol, direc-tor del Área de Relaciones Institucio-nales y Asuntos Sociales de Cajastur in-dicó que la incorporación de la entidadque representa en el Centro Niemeyer«encaja perfectamente en los objeti-vos que mantiene nuestra Obra Socialy Cultural, que es apoyar la cultura entodos sus ámbitos, no sólo las activida-des propiamente dichas».

Apoyos puntualesAparte de la participación privada enel Patronato de la Fundación del Cen-tro Niemeyer, otras entidades hananunciado su compromiso de colabo-ración en las actividades que se cele-bren en el centro. Entre ellos, la Fun-dación de La Caixa y la Editorial Plane-ta. Las perspectivas del Centro Nieme-yer también pasan por la aportación yel compromiso de las multinacionalesimplantadas en la comarca de Avilés,mediante acuerdos que podrían cerrar-se en los próximos meses.

Proyecto bien apadrinadoEl impulso de las administraciones ha abierto el camino del apoyo privado

Ministerio de Cultura: Representadopor Ángeles González-Sinde, ministrade Cultura.Gobierno del Principado de Asturias:Mercedes Álvarez González, consejerade Cultura y Turismo y presidenta delPatronato; Francisco González Buen-día, consejero de Infraestructuras, Polí-tica Territorial y Vivienda; Enrique Igle-sias, secretario general para Iberoaméri-ca; María Fernanda Santiago Bolaños,directora del departamento de Educa-ción y Cultura del Gabinete de Presi-dencia del Gobierno.Ayuntamiento de Avilés: Pilar Varela,alcaldesa, y Fernando Díaz Rañón, con-cejal de Vivienda.Autoridad Portuaria de Avilés: ManuelDocampo, presidente, y Francisco Me-néndez, vicepresidente y presidente dela Cámara de Comercio de Avilés.Fundación María Cristina MasaveuPeterson: Fernando Masaveu.Cajastur: César José Menéndez Clave-rol, director del Área de Relaciones Ins-titucionales y Asuntos Sociales.

PATRONATO

iempre me han fascinado las vi-sitas a los edificios durante esafase de la obra, antes de acabar,

cuando aún tienen esa enorme capacidadevocadora de la que carecen cuando yaestán terminados.

Siempre me he preguntado porquelos edificios interesan en mayor o me-nor medida a las personas. Qué extra-ños mecanismos hacen que la silencio-sa arquitectura conecte con la gente paraque les hagan sentir, vibrar, produciraburrimiento o rechazo. El Centro Nie-meyer de Avilés que hoy se inaugura nova a dejar indiferente a nadie. Su arqui-tectura denota pasión y sensualidad. Al-gunos dirán que el edificio no se acomo-da al lugar y a la realidad contemporá-nea, pero el conjunto muestra una ac-titud extrema y libre de otro tiempo yotros lugares.

El espacio de la plaza formado por lascuatro piezas ya nos habla de ello des-de el acceso. El movimiento y las cur-vas generan complejas relaciones espa-ciales en el exterior del conjunto. En elinterior, el espacio surfea entre los mu-ros en un juego continuo de reivindica-ción igualitaria y participativa. Esa ac-titud equitativa se manifiesta especial-mente en la sala del auditorio, con elpúblico muy cercano a la escena, sin pre-valencias, con la platea abrazando el es-cenario.

La arquitectura de autor tiene un len-guaje reconocible, con invariantes ca-paces de ser identificados. Podríamosreconocer la arquitectura y el lengua-je de Oscar Niemeyer con cierta facili-dad. Se podría sentir ante el edificio elswing de la curva de la cadera de mujera la que el arquitecto le gusta referirsee incluso el ritmo de la música brasile-ña.

Arquitectura delicada y poderosa, rea-lizada con curvas que en su desnudezlímpida que nos hablan de una búsque-da de libertad, con una maestría y unmanejo de la luz de otro tiempo y otracultura. Esa mezcla entre lo arcaico y locontemporáneo hace apetecible descu-brir el Centro Niemeyer.

La mejor arquitectura es capaz de ha-blar de un lugar y a la vez del mundo en-tero. La meticulosa escenificación de latensión entre el interior y el exterior,la apertura y la intimidad, el cuidado delos umbrales, las transiciones y los lí-mites, las atmósferas y los vacíos, ha-cen de la visita una experiencia física ytáctil de un edificio cuya simplicidadaparente encierra una enorme comple-jidad.

Los arquitectos trabajamos con for-mas. Son las herramientas de la arqui-tectura para construir la realidad. En elNiemeyer hay manejo de la escala, po-tencia y teatralidad. Los gestos se apro-pian del espacio y del paisaje urbano.Su arquitectura quiere impresionar y legusta ser mirada. Se sabe protagonista.Parte de lo sensorial, con una enormecapacidad sensitiva que transforma cua-lidades internas a programas y usos adeseos. Atmósfera a forma dibujada y

de ahí a realidad construida. Niemeyerha trabajado como un compositor o unpintor, con total libertad creativa tra-ducida en gesto. Suelta pincelada con-vertida en muros blancos construidos.

La Arquitectura corre tan rápido comolos tiempos. Lo que hace unos años pa-recía interesar por sorprendente e icó-nico, ahora con la crisis se califica de de-rroche y obscenidad. El Niemeyer esuna excepción. Una suelta pincelada delmaestro sobre la ría de Avilés.

El valor de lo excepcionalUn recorrido por la obra advierte el swing de la curva de la cadera de mujer

Curvas. La paredesrectas apenasforman parte delcomplejo, en laimagen, escalera dela sala deexposiciones.:: MARIETA

Lo que hace unos añosparecía interesar porsorprendente e icónico,ahora con la crisis se calificade derroche y obscenidad.Esta es una excepción


JOVINOMARTÍNEZSIERRAArquitecto

S

��

��

��

�� !��

��

��

��

��

��

��

��

��"�� #��$��

L a Arquitectura (así escrita, conmayúscula, la de verdad) ha de-jado de interesar. Dicho de otromodo: vivimos un momento en

que el Poder trata de impulsar la mera cons-trucción o una decoración fácilmente ma-leable («políticas de sujeción»), pero temela Arquitectura e impone la fría aplicaciónde un número creciente de recetas norma-tivas para producir objetos construidosevaluables en kilos, en centímetros, en de-cibelios, en un sospechoso marasmo dedejación de responsabilidades, de comple-jidades burocráticas y de imposibilidadeseconómicas, siempre a la baja. A veces, esemismo poder se parapeta detrás del granespectáculo circense del más difícil toda-vía: manipulables, carísimas e inútiles ar-quitecturas icónicas firmadas por la mar-ca de unos cuantos arquitectos-estrella delmomento. O espectáculo o especulación:no queda lugar para la Arquitectura.

Pero, en ocasiones, el poder acierta yhoy celebramos algo que quiero leer comoun acierto. Puedo imaginar que se preten-día un guggenheim pero se han traído unniemeyer. Y me gustaría pensar que suspromotores saben lo que esto significa ycuáles son las diferencias.

Porque hoy hablamos de Oscar Nieme-yer y Niemeyer es otra cosa, ya no un ar-quitecto sino un símbolo. Por eso, perso-nalmente, como arquitecto, me ofendenlas comparaciones, el ‘calatravazo’ de Ovie-do con el hito Niemeyer de Avilés, porejemplo. Aquello es una bofetada a nues-tra dignidad y ésta la imagen de una arqui-tectura ya consolidada que ha cambiadoel mundo. Niemeyer atrae, Calatrava re-pele. Niemeyer es una parte de la historiadel pasado siglo XX que se incorpora a nues-tra región, con todo lo que ello supone. Yel Centro Niemeyer de Avilés es algo más,un contenedor que aporta un valor añadi-do a sus contenidos, mucho más allá de suestricta arquitectura. Como la Laboral...

Oscar Niemeyer no es un arquitecto es-trella ni una moda pasajera ni un calatra-va de la mercadotecnia neoliberal. Tam-poco tiene un gran estudio ni ha produci-do tantas ni tan costosas obras. Oscar Nie-meyer es mucho más que sólo un gran ar-quitecto. Él es un símbolo vivo del sigloXX. Él ha dado forma al siglo XX, no ciñén-dose al diseño de los contenedores sinotambién al diseño de los contenidos, ac-tor y protagonista de tantos cambios so-ciales. Consciente de que la arquitecturano puede, por sí sola, curar las enfermeda-des de nuestra sociedad, Niemeyer procla-ma que sí es capaz de aliviar los sufrimien-tos de las personas.

Su propia vida, extrovertida y festiva,se manifiesta en la casa que se construyóen Canoas, Río de Janeiro (1953). O en lavida de su país, dando forma a su historia:

Brasilia (hace ahora medio siglo). OscarNiemeyer militante, político comprome-tido, revolucionario. Oscar Niemeyer sen-sual y poético. Oscar Niemeyer escultor,arquitecto. Oscar Niemeyer, pasión y vida.Expresión de su tiempo. Intemporal.

Oscar Niemeyer, viviendo la arquitec-tura como si fuese música, una inspiración

capaz de trascender cada instante para con-vertirlo en experiencia. Pero quiero ce-der la palabra a tres buenos amigos míos,profesionalmente situados en la élite ar-quitectónica mundial. No hablo de arqui-tectos-estrella: hablo deArquitectos de ver-dad, resistentes comprometidos, román-ticos aún de la Arquitectura.

La músicaconstruidaPensamientos dispersos sobre OscarNiemeyer en un mar de contradicciones

VICENTEDÍEZ FAIXATArquitecto

Arquitecto. Niemeyer, en su estudio con uno de sus bocetos en primer plano, no


��

��

��

��

! � � " � � " � � ! � � # �� $ �

Alberto Campo Baeza, que sigue sien-do uno de los arquitectos que más me in-teresan en nuestro país, ha escrito conmotivo del centenario del maestro: «Os-car Niemeyer es un gigante de la arqui-tectura contemporánea, capaz de venceral tiempo con su obra. Y nosotros hoy,aquí, podemos celebrar que siga entre no-

sotros. Él y su arquitectura, que han pa-sado ya con voz poderosa a la Historia...»

También quiero transmitir, en versiónlibre y resumida, un texto del sueco Mar-ten Claesson (sobre la obra de ClaessonKoivisto Rune he escrito el texto queacompaña su monografía publicada haceunos años en Japón): «Se puede pensar

que Oscar Niemeyer sólo construye unay otra vez el mismo futurismo de los años50. Pero él rechaza cualquier etiqueta.No es un moderno, tampoco un futuris-ta. Las semejanzas pueden parecer ob-vias pero son rigurosamente distintas.Brasil no es Europa, y él hace gala de ello.En Brasil se juega con las líneas, en Eu-

ropa se construyen borrones formales:Niemeyer, esencialmente brasileño, haposibilitado que en él floreciesen, simul-táneamente, el genio y la locura, el rigory la fantasía», la intuición, la sensibili-dad y la libertad.

Abundando en esta línea, David Adja-ye, tanzano afincado en Londres y, qui-zás, uno de los arquitectos emergentesmás respetados de la contemporaneidad,africano de origen, le califica de «blackmodernist» (negro moderno, étnicamen-te mestizo): lejos del europeo coloniza-dor que ‘va a enseñarte’, Oscar Nieme-yer se acerca a Europa diciendo: «vengode la jungla y esta es mi manera de vivirlas cosas». Adjaye llega a afirmar que «setrata del mayor arquitecto vivo. Que siCorbu estableció el nuevo discurso de lamodernidad, Mies le aportó elegancia yOscar Niemeyer desarrolló un discursoformal. Él es el abuelo de los modelado-res de formas. Frank Gehry y Greg Lynny todos esos tipos. Oscar ha convertidoel dogma moderno en poesía».

Como arquitecto que vive apasiona-damente la Arquitectura, quizás me ha-bría interesado más un edificio de Alber-to Campo Baeza, de Claesson KoivistoRune o de David Adjaye: el riesgo de unapieza contemporánea. Pero el autor esNiemeyer, apuesta segura, el maestro detodos, el símbolo: él forma parte de nues-tro pasado inmediato y nos regala la ima-gen del siglo XX. Ante nosotros tenemosel enorme reto de inventar el siglo XXI yllenar su regalo de futuro. Un reto tre-mendo... y me queda la duda de si sabre-mos estar a su altura.

Con la alegría de saber que estamos in-corporando un fragmento de historia ennuestra región, me sigo preguntando cuálpuede ser el futuro de esa Arquitecturaen la que aún creo...

es ya un arquitecto sino un símbolo. :: ANTONIO LACERDA / EFE

Como arquitecto, meofenden las comparaciones,el ‘calatravazo’ de Oviedocon el hito Niemeyer deAvilés, por ejemplo


� ��

��

��

��

��

��

��

��

�� !�"##�!!$

%�&� �!�"##��'(�)��

��*��+��$

$#��,��-��.�+�

�� "�#"��"��

%�&� �"�#"��"��

te, uno de sus más valiosos activos.La arquitectura de Niemeyer es mo-

derna –vidrio y hormigón, diáfano ycontinuo, blanco y abstracto, llegadoel caso– desde el primer día. Pero des-de ese primer día puso sus condicionesa la modernidad importada: sería ra-cional pero no frío, honesto pero norecto, comunista pero no triste. Es que¿sabe usted? yo soy carioca. Es mi cir-cunstancia.

Además, la obra de Niemeyer, pocopropensa a entretenerse en el adjetivo,va depurándose a medida que madura,cada vez más idea –esfera, cono, cilin-dro– cada vez menos arquitectura, has-ta llegar, en Avilés, a un grado de sim-plicidad nuclear que puede llegar a iden-tificarse con lo infantil. Aquí la formano se recata en anteceder al contenidoy condicionarlo. El auditorio admite mal,al decir de sus gestores, la representa-

��

��

��

��

��

��

��

��

��

��

��!��"�

��

��#�"��

�� $��"�

��%��

��&��

��

��'��(�� )�� *�� +�

�� $��

,��%�� -��,

��

T odo empezó cuando un juradode los Premios Príncipe de As-turias reparó, allá por el 89, enque todavía no se había premia-

do a un arquitecto en la modalidad delas artes y que, bien mirado, la arquitec-tura era una de ellas. Y, como de arqui-tectura actual los cultos saben lo que di-cen los libros de divulgación, pasaronlista y constataron que de los nombresque les sonaban uno de los pocos vivosy premiables era el bueno de don Oscarque, más bien apartado de la vorágine,seguía a lo suyo, feliz en su rincón.

Cuando, años después, vi en una fotode periódico su propuesta para Aviléstuve dos impresiones simultáneas: es-tas piezas independientes y autónomas–el auditorio, la cúpula y el pirulí– pa-recen sacadas del almacén de formas ycombinarlas en la explanada debe de ha-berle llevado una tarde. Después de ver-lo en hormigón y yeso sigo pensandoque ha podido ser así –feliz idea– o todolo contrario –laboriosa gestación– peroesa sensación de inmediatez, de gestoespontáneo y ocurrente es, precisamen-

EfectoNiemeyerComo el Guggenheim, está al cruzar la calle yen la potencia de esa presencia urbana puederadicar el misterio de su eficacia como marca

COSME CUENCAArquitecto

Todo empezó cuando unjurado de los Príncipereparó en que no se habíapremiado a un arquitecto

La sensación deinmediatez, de gestoespontáneo y ocurrentees, precisamente, uno desus más valiosos activos


��

��

��

��

��

��

��

��

��

De su mano. Arriba, bocetorealizado para un mural delCentro Cultural. Abajo, de iz-quierda a derecha, alzadosdel auditorio, el centro deexposiciones y el restaurante.:: ESTUDIO DE OSCAR NIEMEYER


ción teatral o el montaje operístico; elpequeño cine, más ancho que largo, tie-ne laterales acristalados que deben seroscurecidos para la proyección, es laobra que se libera de la disciplina fun-cional, se autohomenagea hasta signi-ficarse, primordialmente a sí misma,entre el fervor recogido o entusiasta depróximos y extraños.

Como el Guggenheim, el Niemeyerestá al cruzar la calle y puede ser que

en la potencia de esa presencia urba-na radique el misterio de su eficaciacomo marca. Niemeyer parece funcio-nar ya como icono mediático cuandoaún no ha empezado a emitir. Y quiereser generador de actividad cultural perotambién ciudad y escenario de la vidade pueblo como una más de sus plazas,la que equilibra y compensa la del Par-che como segundo polo de la nueva do-ble centralidad local. Y es en este aspec-

to de recipiente urbano en el que el pro-pio uso del espacio exterior determina-rá los complementos precisos. Los edi-ficios principales –auditorio, sala de ex-posiciones y restaurante– presentanuna rotundidad autosuficiente y cerra-da en sí misma.

El único elemento totalmente exte-rior, esa marquesina serpenteante quese percibe como pasarela, es, precisa-mente, el elemento más discutible del

conjunto. Los exteriores del Niemeyermuestran ya su espacialidad pero no susacabados ni su posible mobiliario urba-no. Este puede ser el capítulo pendien-te del proceso y del que dependerá eléxito de su inserción en el día a día lo-cal que pretende.

De momento, mañana, día 15, es fe-cha singular. Preparativos, remates, ner-vios y una tarta, es de suponer. Cien-to tres velas.

:: M. F. ANTUÑAEncontró la inspiración en la naturaleza,en las montañas, los ríos, las nubes, las olasdel mar, en las curvas que aporta unmundo en el que dejó su huella en va-rios continentes. Niemeyer, que tuvoestudio en los Campos Eliseos y Copa-cabana, que llevó la ideología al ladrilloy el hormigón, que lo mismo diseñó unaiglesia que una mezquita, el hombre deorigen judío que renegaba de la religión,el comunista confeso sigue pisando fuer-te después de transitar dos siglos clavesambos en la historia de la arquitectura.

Él tiene su sello impreso en proyec-tos que hoy se estudian en las escuelasde arquitectura de medio mundo. El pri-mero de ellos, el que siempre apareceen primer término en su currículum,esa paternidad que no completa en eldiseño de la ciudad de Brasilia. Allí sunombre se inscribe en 1957 cuando esnombrado arquitecto jefe de Nova Cap,la entidad de encargada de crear la quesería la nueva capital de Brasil. Lo hizojunto a Lucio Costa. Y llegaron enton-ces el Palacio de la Alvarada, el TeatroNacional, el Congreso Nacional, el Pa-lacio Itamaraty, la Catedral Metropoli-tana, la archifotografiada plaza de losTres Poderes...

Su nombre se asocia de inmediato conBrasilia, pero es mucho más que eso. EsRío. Es Sao Paulo. Es París. Es tambiénAvilés, la única ciudad española que pue-de presumir de contar con el legado deun arquitecto especialmente prolijo ensu país, pero que también dejó muchaobra en Europa. Nunca le gustó volar.Ni siquiera se animó este fan irredentode Le Corbusier –con quien firmó la sedede Naciones Unidas en Nueva York– acruzar el charco para recoger el PremioPríncipe de Asturias. Pero la política,siempre presente en su vida y en suobra, le obligó a abandonar en los añossesenta su país para tomar rumbo a Fran-cia. Una dictadura militar era muchomás de lo que podía soportar un comu-nista de pro, que, pese a todo, instaló suestudio en la mejor calle de París. Allíideó el genio carioca una de sus obrasmás emblemáticas en el continente eu-ropeo, la sede del Partido Comunista deFrancia en la capital gala. «Mi preocu-pación fue mantener sobre el terrenoun equilibrio entre los volúmenes y losespacios libres», dijo sobre un bloquelevantado en 1967.

Desde Francia llegaron sus trazos aItalia. Allí, en las cercanías de Milán, sehalla la sede de la editorial Mondadori,

un inmueble al que quiso aportarle «unritmo diferente, casi musical», con gran-des columnas y la armonía en los espa-cios que nunca debe faltar.

Saltó incluso a África con sus propues-tas. De hecho, desde París ideó variosproyectos con destino a Argelia. Si sucatedral de Brasilia ha cosechado un sin-fín de elogios y acapara miradas, algoparecido hubiera sucedido si finalmen-te se hubiera hecho realidad la sinago-ga que se atrevió a proyectar sobre elmar. No se llegó a realizar, porque has-ta en el currículo de los arquitectos másbrillantes aparecen esos proyectos quefinalmente nunca vieron la luz. Nieme-yer tiene otro precisamente en Israelque se quedó en utopía: crear en el de-sierto del Negev una nueva ciudad re-

El arquitectoque creósu mundoBrasilia es el paradigma de una obra quesalpica el planeta de edificios singulares

Fachada principal del Teatro Popular de Niteroi (Brasil), inaugurado en 2007, con


Niemeyer. Durante la construcción de Brasilia :: CENTRO NIEMEYER

pleta de rascacielos. Dos ciudades nue-vas para un solo hombre quizá hubierasido demasiado. Quizá tampoco era elmomento, porque había que volver a

casa. A mediados de los setenta, dejan-do un importante legado en Francia(como la Bolsa de Trabajo de Bobigny oel centro cultural de Le Havre) Nieme-yer volvió a Brasil, el país en el que cons-truyó apartamentos, parques, barrios,museos, escuelas... El país en el que creóobras tan emblemáticas como la pasa-rela del sambódromo de Río, de obliga-da mención para un carioca que siem-pre ha sabido disfrutar de la vida.

No ha dejado Niemeyer de crear enningún momento. Su cabeza sigue ac-tiva, con obras tan importantes comoel Museo de Arte Contemporáneo deNiteroi, cuya imagen se ha convertidoya casi en icono. Lo sigue haciendo. Aca-ba de firmar el proyecto de museo ho-menaje a Pelé.

Brasilia. La catedral,una de las obras másemblemáticas de unaciudad emblemáticade por sí, inauguradaen 1960 con OscarNiemeyer como sumotor principal.:: EVARISTO SA/AFP

Vivienda. La Casa de las Canoas, en Río, es hoy un museo. :: EFE

Museo. De arte contemporáneo en la playa de Niteroi. :: REUTERS

la curva como protagonista indiscutible. :: ANTONIO LACERDA/EFE

Viviendas. Rascacielos en Sao Paulo. :: REUTERS


Desde su estudio de Parísdiseñó en los 70 algunas desus obras emblemáticas,como la sede del PartidoComunista de Francia

E n 1988, ya octogenario, OscarNiemeyer publica ‘O Poema daCurva’: «No es el ángulo rectoel que me atrae, ni la línea rec-

ta, dura, inflexible, creada por el hom-bre. Lo que me atrae es la curva libre y

sensual, la curva que encuentro en lasmontañas de mi país, en el curso sinuo-so de sus ríos, en las olas del mar, en elcuerpo de la mujer preferida. De curvasestá hecho todo el universo. El univer-so curvo de Einstein». A pesar de estar

escrito con el mismo lirismo que animatoda la obra del arquitecto, este textopuede interpretarse como un resumende su modo de entender la creación y,en definitiva, la vida. Porque Nieme-yer, al contrario que Le Corbusier, que

VÍCTOR LONGOY ESTERROLDÁNArquitectos

En el aire. Detalle del edificio creado por Niemeyer para el Museo Nacional Honestino Guimarães y la Biblioteca Nacional Leonel de Moura Brizola de Brasilia.

Emoción y sensualidad del


Niemeyer cultiva la voluptuosidad de las líneas y las superficies, de la luz y el espacio, de lo

dedica ocho años de trabajo a escribir‘El poema del ángulo recto’, una re-capitulación de su trayectoria con vo-cación de postulado arquitectónico,no se prodiga en desarrollar teoríasque sinteticen sus ideas: en caso de

haberlas, están implícitas en su obra.Aunque educado en los principios

del Movimiento Moderno y herede-ro por tanto del racionalismo del ci-tado Le Corbusier, Mies van der Roheo Gropius, Niemeyer pertenece a esa

:: EVARISTO SA/AFP PHOTO

hormigón


Nâo é o ângulo recto que me atraiNem a linha recta, dura, inflexível,Criada pelo homem.O que me atrai é a curva libre e sensual,A curva que encontro nas MONTANHASDo meu país,No curso sinuoso dos seus ríos,Nas ondas do mar,No corpo da mulher preferida.De curvas é feito todo o universo.O universo curvo de Einstein.

No es el ángulo recto el que me atraeNi la línea recta, dura e inflexible,creada por el hombre.Lo que me atrae es la curva libre y sensualLa curva que encuentro en las MONTAÑASde mi país,En los cursos sinuosos de sus ríos,en las olas del mar,en el cuerpo de la mujer preferida.De curvas está hecho el universo.El universo curvo de Einstein.

O POEMA DA CURVA OSCAR NIEMEYER (1988)

segunda generación que se debate entrela aceptación de estos principios o su re-chazo en busca de un lenguaje propio quese adapte, en este caso, a la realidad cul-tural y ambiental de América Latina. Así,ya desde el inicio de su carrera, el arqui-tecto carioca osa contradecir el dogma pu-rista del ángulo recto explorando el po-tencial plástico del hormigón armado, unmaterial que, por su incomparable ducti-lidad y resistencia, permite generar esosvolúmenes audaces, libres y sinuosos, quecaracterizarán todos sus proyectos.

Sin embargo, Niemeyer no concibe laforma arquitectónica como una proezatécnica: para él, la técnica no es sino unaherramienta para materializar una idea

de espacio; si la arquitectura pone sus re-cursos expresivos al servicio de un pro-grama determinado, la técnica debe estarsubordinada a la arquitectura, posiciónque explica sin duda la falta de expresio-nismo estructural en su obra.

Niemeyer cultiva la voluptuosidad delas líneas y las superficies, de la luz y elespacio, de lo sólido y lo fugaz: su trata-miento sensible, a veces incluso sensual,de la forma arquitectónica, confiere a susedificios una aureola de visión onírica, noexenta de cierta monumentalidad de ins-piración lírica, entre lo barroco y lo mo-derno. Sus gestos pueden parecer gratui-tos, una provocación visual frente a lasintransigentes ideas funcionalistas; peromás allá de lo estrictamente formal, sub-yace siempre el deseo de compromiso en-tre los preceptos del Movimiento Moder-no y la especificidad del contexto, del pro-grama, del lugar.

La arquitectura de Oscar Niemeyer noshabla en el lenguaje de la emoción antesde revelar su racionalidad, buscando labelleza entendida como aquello que asom-bra y conmueve. Quizás tenga algo quever con ello su espíritu libre y rebelde, éseque le hace seguir yendo cada mañana, asus casi 103 años, a su estudio frente ala playa de Copacabana y dibujar con losdedos en el aire evocadoras siluetas cur-vas.

Confiere a sus edificios unaaureola de visión onírica,no exenta de ciertamonumentalidad deinspiración lírica, entrelo barroco y lo moderno

sólido y lo fugaz

Huellas en Europa, África y Asia

Legados. Arriba, sede de la EditorialMondadori (Milán), izquierda, y Cam-pus de Haifa (Israel). Junto a estas lí-neas, el Partido Comunista de París.

El arquitecto se exilió en Francia en el año 1965 y desde allí diseñó para todo el mundo


En Malasia ha levantadouna mezquita con su

firma, la de Penang, en lalocalidad de George Town

peos que tiene visita obligada en Ita-lia, donde dejó su impronta a través dela sede de la editorial Mondadori en losalrededores de Milán. En Portugal esposible admirarle en Funchal (Madei-ra), donde ideó un casino.

Mucho más allá, en Asia, existe unaespectacular mezquita con su firma, lade Penang en la localidad de GeorgeTown, en Malasia.

papel mojado. No sucedió eso en Trípo-li, en Líbano, donde diseñó su feria in-ternacional, o en Haifa, en Israel, don-de su firma figura en el campus univer-sitario.

Pero es Francia donde su huella esmás visible. En París se encuentra lasede del Partido Comunista Francés,que se erige imponente como quizá suobra más emblemática en Europa has-ta que Avilés y su centro cultural le arre-baten el puesto. Un centro cultural enLe Havre y la Bolsa de Bobigny figurantambién en un listado de trabajos euro-

Francia es el país europeocon más obra del arquitectobrasileño, que tiene enel edificio del PartidoComunista en París unauténtico emblema:: M. F. A.El legado que Niemeyer deja en Aviléses ya su obra más emblemática en Eu-ropa, el continente al que voló en 1965huyendo de la dictura en su país y delque se fue en los ochenta. Su destinofue París. Allí instaló oficina en los Cam-pos Eliseos y comenzó a crear. No sola-mente para Francia, el país que atesoraun mayor número de obras con su fir-ma, sino también para otros puntos delplaneta, como Argelia, donde puso lostrazos certeros para la Universidad deConstantina e incluso ideó una mezqui-ta para Argel que se acabó quedando en

La capital brasileña desde1960, que atesoraespectaculares edificios,fue declarada Patrimoniode la Humanidad porla Unesco en 1987:: M. F. A.Es una ciudad joven. Un sueño monu-mental hecho realidad. Es la capital deBrasil desde 1960 pero antes fue un pro-yecto arquitectónico sin parangón que,muy poco después de concretarse, se con-virtió en Patrimonio de la Humanidad dela Unesco. Brasilia es la gran obra de Os-car Niemeyer, la que siempre se asocia

a su nombre junto al del urbanista LucioCosta. Brasilia es el triunfo de un sueñoque el presidente Juscelino Kubitschekse atrevió a afrontar. A 1.200 kilómetrosdel Atlántico, se exhibe ese ideal que60.000 obreros levantaron en 1.200 días,que desbancó a Río como capital, que na-ció con 140.000 habitantes y que ahorasupera los dos millones y medio, que aúnsigue impactando a quien la mira a vistade pájaro o desde tierra. Desde lo alto,muestra la forma de avión; desde abajotiene en el blanco a su aliado, en las cur-vas y las rectas son trazos y en la altura asu cómplice. Allí están para la posteridadlos palacios de la Alvorada y de Planalto,la catedral metropolitana, la plaza de losTres Poderes, la sede del Congreso, el com-

plejo cultural de la República, el inmen-so lago Paranoá...Su sueño

hecho ciudadBrasilia es la gran obra de Oscar Niemeyer

Sede del Congreso,arriba, y el palaciode la Alvorada. :: EFE


��

��

��

��

��

��

��

� � � � � � � � � � ! � " # � � # � " $ % � � & � � ' � % ( ) * % � % � � � + � � " $ � # ( � + ! � � %,%� " ! � � % " � ! ( ( % � - � . . ' . � . � � � / �

� ! ( � � � � 0 � . � � . � � � 1 - � � # 2 � � � 0 � . � � . 1 � � � � � - � 3 3 3 ' � � ! � # � 4 � 5 ! � " ! ' 5 % ,

�

�

�

�

�

�

��

��

�� !"# �

!$��%��&�'��(��)�*��%��&�'&�''

�+++,�*-��,-��

E n Brasil, decir Niemeyer, es lomismo que decir Brasilia. Y tam-bién es hablar de un hombreque después de haber domina-

do el espacio está venciendo al tiempo.Alguien capaz de concebir una ciudadnueva emanada directamente del espiri-tu de un pueblo que necesitaba un espe-jo en el que mirarse. La arquitectura dis-tingue tres tipos de distancias interper-sonales: la distancia íntima que oscila en-tre los 50 centímetos y el metro y médio;la distancia social que parte del metro ymedio a los dos metros y medio; y por úl-timo, la distancia pública, que va de esosdos metros y medio en adelante. Uno delos secretos de una buena arquitectura esque los usuarios se sientan confortablesen cada una de esas distancias, y que cadauno pueda seguir siendo individuo enmedio de una gran masa. Como Rómulo,míticamente enfrentado con su herma-no Remo por el trazado de la ciudad deRoma, litigo contra todo aquel que decíaque no era posible traducir en una ciudadel ideal brasileño.

Hoy los expedientes y los funcionariosson tan dichosos en ese paraíso adminis-trativo, que cada trámite se eterniza en-

tre sus muros de diseño impecable. La ar-quitectura de Niemeyer explora la belle-za de la estructura y sus edificios pare-cen osamentas blanqueadas por la intem-perie, que alguien dejó olvidadas para serhabitadas, o para alimentar las polémi-cas que son tan gratas a quienes hacendel inmovilismo su razón de ser. En 1943la iglesia se negaría, en un primer mo-mento, a bendecir la iglesia de San Fran-cisco de Asís, en Belo Horizonte, la capi-tal del estado de Minas Gerais, aludien-do a su extraña forma, demasiado sinuo-sa. Como si las curvas y contracurvas pu-dieran torcer la rectitud devocional. Susposicionamientos políticos, cercanos alpartido comunista, le impidieron tresaños después acudir a la invitación dela Universidad de Yale para impartir cla-ses de arquitectura, al serle denegado elvisado para entrar en los Estados Unidos.

En Natal diseñó el Parque Dom Nival-do Monte, más conocido como Parque daCidade. Abierto desde 2008, ocupa unaextensión de sesenta y cuatro hectáreas,sirviendo de clavijero entre las zonas sury oeste. El proyecto, promovido por elanterior prefecto potiguar Carlos Eduar-do Alves, consiguió rescatar de la avi-dez inmobiliaria uno de los más grandescomplejos dunares de la ciudad, bajo elque se sitúa el mayor acuífero de la ciu-dad, que extrae del subsuelo más del 70%de su agua potable. La superficie cons-truida es mínima, pues la arquitecturasolo pretende servir de puntuación a unparaje natural de gran belleza. Destaca

Un rapaz de103 añosPara el brasileño de a pie, el Niemeyer (aquí‘Niemayer’) familiar es el que más interesa

RUBÉN FIGAREDOProfesor de laUniversidadFederal de Rio Grandedo Norte (Brasil)

En Natal. El Parque Dom Nivaldo Monte, más conocido como Parque da Cidade, fue


una gran torre mirador de cuarenta y cin-co metros de altura, en cuya cúspide seencuentra un restaurante panorámico yuna gran sala de exposiciones, que en unprincipio estaría destinada a explicar lahistoria de la ciudad. Por desgracia, conel cambio de gobierno, todo el parque seencuentra en un abandono lamentable,con el belvedere clausurado y más guar-dias de seguridad que paseantes. Tambiénestán cerradas la escuela de educaciónambiental, la biblioteca y el auditorio,dejando prácticamente sin utilidad unainversión de unos cuatro millones de eu-ros que costó la obra civil, ya que el lon-gevo arquitecto, como suele hacer cuan-do los proyectos son de interes social, re-nuncio a sus honorarios.

Para el brasileño de a pie, el Niemeyer(aquí Niemayer) familiar es el que másinteresa. En 1990 este tatarabuelo, puestiene nietos, biznietos y trinietos, fue en-trevistado por el historiador David Un-derwood, que le preguntó: «Señor Nie-meyer, cual de estos ejemplos es al finalel más importante ¿Einstein o las mon-tañas?». A lo que el carioca contesto: «Lamujer, la mujer es más importante quetodo». Este trovador de la forma aún viveel amor, casado con su secretaria Vera Lu-cía, cuarenta años más joven, que si esverdad que se tiene la edad de a quien seama, ha convertido al anciano arquitec-to en un rapaz de 103 años.abierto en 2008, ocupa una extensión de sesenta y cuatro hectáreas y sirve de nexo entre las zonas sur y oeste. :: RUBÉN FIGAREDO

El arquitecto renunció a sushonorarios del proyecto delParque da Cidade de Natal,hoy en lamentable desuso,como suele hacer siempreque algo tiene interés social


M aestro de las curvas, gurú delhormigón forjado, influyen-te arquitecto internacional...Niemeyer es todo eso, pero

también algo más. El binomio Niemeyer-Brasil está hecho como argamasa. Es im-pensable visualizar el país sin la huelladel genio: edificios, monumentos o ciu-dades que, gracias a la belleza de sus obras,se convierten en magníficas postales.También es innegable lo que el país leaporta, o mejor, cómo él supo inspirar-se en Brasil para trazar, encofrar y expre-sar nuestras riquezas naturales y huma-nas.

A los brasileños nos enorgullece pre-sumir de los iconos que aportamos a lacultura global: Pelé, Vinicius, Tom, San-tos Dummond… Creemos que ayuda-mos a construir un mundo mejor, másllevadero, feliz.

Internacionalmente, Niemeyer es re-conocido por haber innovado reintro-duciendo las formas orgánicas en la ar-quitectura, abriendo paso al retorno dela plástica sin detrimento de la funcio-nalidad, previendo el agotamiento delracional-funcionalismo, adelantandoel postmodernismo e imprimiendo almaa los edificios. En Brasil, es reconocidopor todo esto, pero sobre todo por pro-fesar, a través de la arquitectura, el hu-manismo, la solidaridad y el orgullo pa-trio.

A mis abuelos ya les hablaban de la‘potencia Brasil’, país del futuro, un fu-turo que no acaba de llegar, pero no per-demos la esperanza. Y Niemeyer encar-na esa esperanza, esa garra. Imaginenen los años 50 ver surgir una ciudad fu-turista en medio de la nada. Es Brasilia,inédita y todavía inigualada. Dio signi-ficado a la máxima del positivismocomtiano ‘Ordem e progresso’, presen-te en la bandera de Brasil desde 1889.Niemeyer contribuye a construir la in-fraestructura simbólica del país. Es elresponsable de una «nueva arquitectu-ra» y de ‘arquitectar’ el inconsciente co-lectivo de los brasileños.

A Salvador, mi ciudad natal, Nieme-yer regaló dos proyectos muy anecdó-ticos y representativos: una plaza paraun ‘terreiro’ de candomblé (religión afri-cana otrora prohibida y perseguida porla iglesia católica o los militares) y una

escultura en homenaje al amigo y com-pañero del Partido Comunista de Bra-sil Carlos Mariguella, fundador del gru-po armado Alianza Libertadora Nacio-nal, enemigo público número uno de ladictadura militar.

El ‘Terreiro da Casa Branca’ es el lu-gar de culto de candomblé más antiguode Brasil. Era frecuentado por intelec-tuales como Jorge Amado y Pierre Ver-ger y por políticos. La plaza que proyec-tó en los 80 está dedicada a Oxum, dei-dad de las aguas. Cuentan que Oxum,mediante el juego de ‘búzios’ (conchas),dirigió detalles del proyecto, pidiéndo-le que preservara el bosque de bambúesy construyera un espejo de agua. Acep-tar este encargo demostró su compren-sión de Brasil y su cultura popular, asu-miendo un compromiso con las pobla-ciones marginadas y homenajeando elpatrimonio cultural afro-brasileño.

El monumento a Marighella es la lá-pida de su tumba. Realizada en hormi-gón, muestra la silueta en bajo relievede un cuerpo acribillado, brazo alzadoy puño cerrado. Es su homenaje al com-batiente asesinado en Sao Paulo en 1969.Lo diseña en 1979 cuando sus restos sontrasladados a Bahia y devueltos a sus fa-miliares.

Niemeyer es Brasil, compleja sumade contradicciones, territorio rico pornaturaleza y panteón de la desigualdadsocial. Un comunista que proyecta ca-tedrales y espacios dedicados al culto.Arquitecto de una capital y militantecontra-sistema.

Su obra siempre ayuda a maravillar,a soñar, a apreciar el entorno o a mirar-se a uno mismo. Siempre fiel a sus raí-ces, conocedor enamorado de su país einconformista empeñado en cambiarlas cosas.

Niemeyerdo BrasilEn su país natal, encarna la esperanza y dasentido a la máxima de ‘Ordem e progresso’

EDUARDOGOMESDiseñador gráficoEstudio Vagoom

Luna. Vista desde lascolumnas del Palaciode Planalto, sede dela Presidencia brasileñaen Brasilia.:: RICARDO MORAES / REUTERS

En Brasil, es reconocidopor su obra, pero sobretodo por profesar, a travésde la arquitectura, elhumanismo, la solidaridady el orgullo patrio


Enhorabuena, Avilés

centroculturalinternacionaloscarniemeyer · creaciónenestadopuro.elartista,próxi- ... oscar...

Documents