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COLEGIO DE POSTGRADUADOS
INSTITUCIÓN DE ENSEÑANZA E INVESTIGACIÓN
EN CIENCIAS AGRÍCOLAS
CAMPUS MONTECILLO FITOSANIDAD
ENTOMOLOGÍA Y ACAROLOGÍA
MORFOLOGÍA DEL BARRENADOR PEQUEÑO DE LA SEMILLA Conotrachelus perseae (Barber), (COLEOPTERA: CURCULIONIDAE)
VANESSA DOMÍNGUEZ JIMÉNEZ
T E S I S
PRESENTADA COMO REQUISITO PARCIAL
PARA OBTENER EL GRADO DE:
MAESTRA EN CIENCIAS
MONTECILLO, TEXCOCO, EDO. DE MÉXICO
2006
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La presente tesis titulada: “Morfología del barrenador pequeño de la semilla C. perseae (Barber), (Coleoptera: Curculionidae” realizada por la alumna Vanessa Domínguez Jiménez, bajo la dirección del Consejo Particular indicado, ha sido aprobada por el mismo y aceptada como requisito parcial para la obtención del grado de:
MAESTRO EN CIENCIAS
FITOSANIDAD
ENTOMOLOGÍA Y ACAROLOGÍA
CONSEJO PARTICULAR
CONSEJERO: DR. JULIO SÁNCHEZ ESCUDERO
ASESOR: DR. ARMANDO EQUIHUA MARTÍNEZ
ASESOR: MC. JORGE M. VALDÉZ CARRASCO
ASESOR: DRA. EDITH G. ESTRADA VENEGAS
ASESOR: DR. HIRAM BRAVO MOJÍCA
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RESUMEN Una de las principales limitantes para la producción y comercialización de
aguacate en México es la presencia de los barrenadores pequeños de la semilla de aguacate Conotrachelus perseae y C. aguacatae. En los últimos años han cobrado mayor importancia debido a que son consideradas como plagas cuarentenadas. En 1919 Barber describió por primera vez a C. perseae de insectos provenientes de Guatemala, y fue hasta 1923 cuando describió a C.aguacatae distribuida en México Estas descripciones estuvieron basadas específicamente en caracteres morfológicos del adulto y la genitalia del macho. Desde entonces se han publicado algunos trabajos que describen a estos dos picudos, basados principalmente en la morfología externa del adulto y la genitalia del macho. Entre ellos destacan los artículos de Muñiz (1970) y Whitehead (1979). Sin embargo, sigue habiendo dificultad para diferenciar a estas dos especies. Es así como surgió la necesidad de realizar un trabajo de actualización de la morfología del adulto de C. perseae, con base en caracteres morfológicos externos de cabeza, tórax y abdomen del adulto, además de un estudio de genitalia masculina y femenina, con énfasis en la búsqueda de estructuras morfológicas diferenciales, que puedan ser de utilidad para la separación de especies de Conotrachelus; todo esto mediante una descripción gráfica moderna, basada en microscopía de luz y fotografía digital. El estudio se complementó con microscopía electrónica para ilustrar con detalle los tipos de escamas, órganos sensoriales y ornamentaciones del adulto, y de la cabeza de la larva. Se describen también caracteres morfológicos específicos que separan a la larva desarrollada de C. perseae de las demás especies del mismo género. Por otra parte, se mencionan algunos aspectos importantes sobre la biología de este barrenador. Las estructuras morfológicas que fueron de utilidad para la identificación de esta especie en estado adulto fueron el protórax y la carina pronotal, anchura del área humeral y contornos de los élitros, forma de las alas metatorácicas y de sus venas, mucrones de las tibias, edeago, espícula, espermateca y esternito femenino VIII. En lo referente a la larva, se observó que la cicatriz ecdisial de los espiráculos abdominales, la ornamentación dorsal y el labro son estructuras útiles para la identificación de esta especie. Se concluyó que sí es posible separar tanto al adulto como a la larva de C. perseae por su morfología.
Palabras clave: picudos, aguacatero, anatomía, genitalia, larva, Conotrachelus
aguacatae. Guanajuato.
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ABSTRACT
One of the most important restrictions for the production and commercialization of avocado in Mexico is the presence of the avocado seed weevils C. perseae and C. aguacatae. For the last years they have become more important due to their new status as quarantine pests. In 1919 Barber described for the first time C. perseae in insects from Guatemala, and it was until 1923 when he described C. aguacatae distribuited in Mexico. These description were based specifically in morphological characteristics of the adult and male genitalia. Since then, some papers, outstanding Muñiz (1970) and Whitehead (1979), have been published describing those two weevils, mainly based in the external morphology and male genitalia. However, there is still some difficulty to distinguish this two species. That is why it was necessary to update the subject of the adult morphology of C. perseae, starting with the morphological characteristics of the head, thorax and the adult abdomen, beside of the male and female genitalia, emphasizing the research of the different morphological characteristics, which are going to make possible the identification of the species of Conotrachelus, all of this done through a modern graphic description, with the aid of digital photography and microscopy. The study was complemented with electron microscopy to show in detail scales, sense organs and ornamentation of the adult, and the head of the larvae. Specific morphological characteristics were described to separate the mature larva of C. perseae from the rest of the species of the same Conotrachelus genus. Also there are other important aspects mentioned about the biology of this avocado seed weevil. The morphological structures useful to identify this species in the adult stage were the prothorax, pronotal carina, width of the humera and elytra contour, metathoracic wings shape and their veins, mucron of the tibia, aedeagus, and spicula, spermatheca and 8th female sternite. Regarding the larva, the ecdysial scar of the abdominal spiracles, the dorsal ornamentation and the labrum, were noticed for the identification of this species.
Key words: seed weevils, avocado, anatomy, genitalia, larvae, Conotrachelus
aguacatae. Guanajuato.
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I. INTRODUCCIÓN El aguacate (Persea americana), es nativo de América, se originó en las regiones
altas del centro y este de México y partes altas de Guatemala y Mesoamérica, estas
últimas considerada como el área principal de domesticación (Williams, 1977).
El aguacate (P. americana) ha dejado de ser una fruta exótica para convertirse
en parte de la dieta de muchos países, en los que actualmente ha generado diversos
beneficios socioeconómicos que se ven reflejados en la producción, comercialización,
industrialización y consumo.
En el 2005, México produjo cerca de 1 millon 40 mil ton, encabezando el primer
lugar de mayor producción de aguacate a nivel mundial. Seguido de Indonesia con 270
mil ton, E.U. produjo 200 mil ton y en cuarto lugar Chile con 135 mil ton (Telíz, 2007).
Durante los últimos años, México ha realizado exportaciones bajo estrictas
normas para asegurar que el fruto salga del país libre de plagas, desde que se elaboró
la Norma Oficial Mexicana NOM-066- FITO-1995, la cual establece que para poder
trasladar cualquier fruto procedente de los huertos hacia cualquier destino, es necesario
que este no presente ningún tipo de daño que demuestre la presencia de plagas
cuarentenadas.
En México, una de las principales limitantes para la exportación de aguacate es
la presencia de dos barrenadores pequeños de la semilla del aguacatero, C. perseae y
Conotrachelus aguacatae (Coleoptera: Curculionidae), ambos de importancia
cuarentenada, los cuales atacan directamente al fruto durante su desarrollo. Las larvas
de estas especies perforan el fruto, lo barrenan y se alimentan de la semilla o “hueso”,
finalmente la destruyen originando la caída del aguacate y por lo tanto la pérdida del
fruto (Domínguez, 1988).
C. perseae fue descrita por Barber en 1919, de insectos que provenían de
Guatemala. Su descripción estuvo basada en morfología externa del adulto y genitalia
del macho. Años más tarde dicho autor observó la presencia de un barrenador distinto
al que él había descrito y diferente a C. serpentinus este último descrito por Boheman
en 1837), los frutos infestados procedían de Jalisco. Fue entonces cuando Barber, en
1923, concluyo que efectivamente se trataba de una especie distinta a las anteriores y
la describió como C. aguacatae la describió como C. aguacatae
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Muñiz (1970) mencionó la presencia de C. aguacatae y C. perseae en México. Hizo un
estudio amplio sobre la morfología externa de cabeza, tórax y abdomen del adulto con
la finalidad de poder diferenciar a estas dos especies sin hacer uso de la disección del
insecto para observar su genitalia.
En 1999 Coria menciona que este insecto (C. aguacatae, C. perseae) se ha
detectado en Nayarit, pero es en el estado de Michoacán en donde representa mayor
problema (estado con mayor producción en el país y del mundo) (SENASICA, 2005).
Dicho autor menciona a las dos especies sin especificar de cual se trata.
A pesar de que se han realizado trabajos acerca de la morfología de esta
especie, sigue habiendo confusión en la identificación de la misma, ya que por una
parte algunos autores proporcionan pocas herramientas para su identificación o suelen
describir a esta especie de forma muy general; por tal razón, este trabajo tuvo como
propósito realizar un estudio sobre C. perseae, el cual comprende aspectos importantes
de su morfología, basada en caracteres morfológicos externos del adulto y la búsqueda
de estructuras morfológicas que usualmente no han sido utilizadas para separar a esta
especie de otros Conotrachelus, y en general en la taxonomía de especies de
curculiónidos, mediante una descripción gráfica moderna, basada en fotografía digital.
La ilustración de algunos detalles como tipos de escamas, ornamentación de la cutícula
y órganos sensoriales del adulto se hicieron con microscopía electrónica de barrido.
Finalmente se realizó una descripción de estructuras morfológicas útiles para
identificar a la larva del último ínstar del barrenador, esto con el fin de facilitar su
identificación, ya que las larvas de curculiónidos en general suelen ser muy parecidas y
difíciles de diferenciar. No se trata de un estudio de la morfología completa del estado
larvario sino de una breve aportación para el reconocimiento de la especie. Con
anterioridad se han publicado trabajos donde hacen una descripción de la larva de
manera muy sencilla; por ejemplo Márquez (1958), describió brevemente a la larva de
C. aguacatae y su comportamiento, tanto en el campo como en laboratorio. En 1988
Domínguez, reportó que la diferencia entre la larva del barrenador grande del
aguacatero (Heilipus lauri) y C. aguacatae radica sólo en que la primera es más grande
que la segunda.
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II. OBJETIVOS
Identificar y describir con base en su morfología.al barrenador pequeño de la
semilla del aguacate colectado en Comonfort, Guanajuato.
Encontrar características de estructuras morfológicas específicas, que puedan
ser de utilidad para separar a C. perseae de otras especies de Conotrachelus, en
ambos sexos del estado adulto y en larva madura.
Ilustrar con técnicas modernas de microscopía, fotografía digital y procesamiento
de imágenes a las estructuras morfológicas en que se basa la taxonomía de especies.
.
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III. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA
3.1. Ubicación taxonómica. Según Borror (1979) C. perseae se clasifica taxonomicamente como sigue:
Superclase: Hexapoda
Clase: Insecta
Subclase: Pterygota
División: Endopterygota
Orden: Coleoptera
Suborden: Polyphaga
Superfamilia: Curculionoidea
Familia: Curculionidae
Subfamilia: Cryptorhynchinae
Género: Conotrachelus
Especie: Conotrachelus perseae Barber
Kuschel (1987) reubicó a la subfamilia Cryptorhynchinae en la subfamilia
Molytinae, la cual está formada por más de 3,000 especies y 280 géneros, con
distribución mundial. Morrone (1999) aclara que esta subfamilia se encuentra
representada por 250 especies, pertenecientes a 41 géneros. La clasificación de
Molytinae, según Morrone, ha sidio objeto de numerosos cambios, en particular a partir
del trabajo de Kuschel (1987).
En 1999, Morrone publicó una lista de las especies mexicanas de la subfamilia
Molytinae y ubica a C. perseae Barber, como una especie perteneciente a la tribu
Conotrachelini.
Por otra parte, Borror (2005) menciona a la nueva reclasificación y aclara que la
subfamilia Molytinae incluye un gran número de individuos del género Conotrachelus, y
que entre las especies plaga más importantes se encuentra C. nenuphar (Herbst), cuya
larva ataca a frutos de ciruelo, cereza, durazno, manzano y otros frutos. Señala que las
hembras de esta subfamilia ponen los huevos en pequeñas depresiones en el
exocarpio del fruto; estas depresiones las forman ellas mismas al alimentarse de esta
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parte con el fin de hacer una pequeña incisión y depositar los huevos en ese lugar.
Añade que la larva se desarrolla en el fruto y la pupa en el suelo. El adulto mide
aproximadamente 6 mm de longitud, de coloración oscura y tienen dos tubérculos en
los élitros.
Marvaldi (2005) proporcionó una clave de curculiónidos sudamericanos basada
principalmente en caracteres morfológicos de la cabeza, tórax, abdomen, genitalia del
macho y hábitos del insecto. La autora también ubica a la tribu Conotrachelini dentro de
la subfamilia Molytinae, agregando que las larvas de esta tribu son endofíticas y con
frecuencia son barrenadores.
3.2. Antecedentes sobre la plaga. Barber (1919) escribió sobre los picudos que atacan a las semillas de aguacate,
usando larvas provenientes de semillas infestadas de Guatemala. Asi describió por
primera vez a C. perseae, dándole mayor importancia a ciertas características del
macho. Mencionó que el gancho de las tibias anteriores del macho es aplanado,
bidentado y con el ápice emarginado. Las tibias posteriores son más largas y delgadas,
con el margen interno oblícuamente truncado y ciliado en el cuarto apical, con un
gancho fuertemente curvado. El rostrum o pico tiene una pubescencia conspicua en los
dos tercios basales. El metasternón con una larga y poco profunda concavidad. El
margen posterior de dicha concavidad es elevado y forma una cresta. El primer
segmento abdominal sin una impresión mediana. El edeago es aplanado, menos
esclerosado que el de C. serpentinus, con el ápice truncado y con parches de una
pubescencia muy fina y corta. Mide 6 a 7 mm de largo.
Años más tarde, Mann (Citado por Barber, 1923), colectó larvas localizadas en
frutos tirados debajo de árboles de aguacatero en la comunidad de Huascato, Jalisco
en el mes de Mayo de 1923. A dichas larvas las llamó “Rhynchophorus”, y cuando los
adultos emergieron los reportó como Conotrachelus. Aunque estos adultos tenían
características parecidas a C. perseae y C. serpentinus (esta última descrita por
Boheman en 1837 y reportada en Cuba, Florida y Georgia), presentaban también
características que no pertenecían ni a una especie ni a otra. Fue entonces cuando
Barber, en 1923, reconoció que había una tercer especie de Conotrachelus que ataca
los frutos, a está plaga la llamó C. aguacatae y definió al adulto como un insecto de una
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forma elongada, de color castaño oscuro. El rostrum lo definió como un pico
pubescente desde su parte basal hasta unos dos tercios del total del rostrum, su
longitud es más corta en los machos. Las hembras tienen un poco más rala la
pubescencia y la longitud es mayor (1.6 a 1.9 mm). Pronoto subcónico, oscuro, brilloso,
con puntuaciones esparcidas y una carina media débilmente realzada. Los élitros
cubiertos densamente de pelos y con estrías, los lados de los élitros paralelos y
convergen fuertemente en la parte posterior del cuarto apical, cada élitro tan ancho
como el húmero dos tercios tan ancho como largo. Fémures anulados. Los machos
poseen un pequeño gancho simple en la tibia, el rostrum pasa las coxas medias y es
pubescente de la parte basas hasta dos tercios. El metasternon con lados prominentes
con una carina o cresta entre las meso y metacoxas. Ultimo esternito abdominal
comprimido ligeramente en la parte media; el edeago con un delgado, angosto y
curveado proceso apical.
Blatchley (1916) hizo una detallada descripción de los Rhynchophora o picudos
de Norteamérica y México. Se basó principalmente en estructuras externas de la
cabeza, abdomen y patas (Fig.1).
Por otra parte, Márquez (1958) repitió la descripción que hizo Barber (1923) del
adulto de C. aguacatae. Realizó también una interpretación de la larva que se basó en
la descripción de los lóbulos dorsales y la presencia de cerdas dorsales y ventrales de
los segmentos torácicos y abdominales. Señaló que el protórax tiene una cerda dorsal y
tres ventrales. El meso y metatórax tienen una cerda dorsal y una posteroventral. Los
segmentos abdominales, con excepción del último, tienen tres cerdas ventrales.
Asimismo, mencionó la importancia de esta plaga en el estado de Querétaro. Dicho
autor añadió una descripción de la larva y la pupa, además de registrar el ciclo biológico
del insecto. Concluyó que C. aguacatae presenta dos generaciones por año, las larvas
de la primera generación duran en el fruto de 3 a 4 semanas y las pupas de la primera
generación duran de 4 a 6 semanas. Los adultos de la primera generación emergen
durante el mes de julio y el tiempo que dura la primera generación en completar su ciclo
es de 8 a 10 semanas.
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Figura 1. Vista dorsal (A) y ventral (B) de la cabeza y pico de Pissodes strobi, según Blatchley (1916); q, sección oculta del pico; s, sección o área dorsal del pico; p, área frontal o ápice del pico; h, escrobo antenal.
En 1970 Muñiz revisó material procedente de varias localidades aguacateras de
México, en las que esperó encontrar tres especies: C. serpentinus, C. aguacatae y C.
perseae, pero localizó sólo a estas dos últimas. Reconoció que C. perseae ha sido
colectado en las zonas aguacateras de la vertiente del Golfo de México, pero que es
muy probable que exista en otras regiones del sureste de México y que es posible que
se pueda establecer una continuidad de esta especie hasta Guatemala, país donde
esta especie fue encontrada por primera vez. Este autor hizo una comparación de estas
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dos especies basada en características morfológicas externas. Explicó que la quilla
media rostral es poco elevada en C. perseae y más notoria, mientras que C. aguacatae
carece de ella. Las puntuaciones del protórax son más grandes en C. perseae, miden
aproximadamente 0.1mm y en C. aguacatae son más profundas y marcadas (0.12 mm.
Muñiz aclaró que la importancia de su trabajo radicó en utilizar sólo caracteres
morfológicos externos para diferenciar estas dos especies y que no es necesario hacer
extracción de genitalia.
Coronado (1972) escribió acerca de los principales barrenadores que son plaga
en diferentes cultivos en México. Realizó una descripción breve de C. aguacatae y
menciona que la larva es de tamaño pequeño, cuerpo robusto, ápoda, con la cápsula
cefálica obscura. Además mencionó que la pupa es blanquecina y gradualmente va
cambiando a una tonalidad más oscura. Agregó que el adulto mide aproximadamente 6
mm, de color café rojizo, con el pronoto oscuro brillante, y que el insecto tiene
puntuaciones bronceadas diseminadas en la superficie del cuerpo.
Díaz (1972), volvió a mencionar la descripción que realizó Barber años atrás de
C. aguacatae. . Reportó que las zonas de mayor dispersión de la plaga son los estados
de Querétaro, Guanajuato, Jalisco y Michoacán, sin embargo es en el primer estado
donde hay mayor infestación. García en 1977 elaboró una lista donde cataloga al barrenador pequeño del
hueso C. aguacatae, al barrenador grande del hueso Helipus lauri y a la palomilla
barrenadora del hueso Stenoma catinifer como principales plagas del aguacatero.
Whitehead (1979) publicó una clave para especies de Conotrachelus con el fin
de facilitar su reconocimiento, basada en longitud y anchura de los élitros, las
diferencias entre las punturas del pronoto, las coxas y otras características
morfológicas. Señaló, que el pronoto de C. aguacatae está débilmente constreñido, en
cambio el de C. perseae y C. serpentinus es fuertemente constreñido y de forma
cónica. Señaló que el uncus del macho de C. aguacatae en las tibias anteriores es
simple y agudo, y el de las posteriores es corto y dentado. En cambio, el uncus de las
tibias anteriores de C. perseae es dilatado, truncado o bífido y el de las tibias
posteriores es corto, plano y recurvado. Este autor aclaró que C. aguacatae se localizó
en varias regiones de México, particularmente en Coahuila (Ciudad Acuña y Saltillo),
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Jalisco (Huascato), Michoacán (Uruapan), Nayarit (Tepic), y Querétaro (Querétaro).
Menciona que Barber (1923) econtró a C. perseae en Guatemala y es muy conocida en
América Central hasta Costa Rica, y a C. serpentinus lo ha localizado en Florida,
Bahamas, Cuba, Haití y algunas regiones de México como Querétaro, Veracruz,
Tampico y Yucatán.
En 1988, Domínguez menciona que C. aguacatae es originario de México.
Reportó su presencia en los estados de Guanajuato, Michoacán, Jalisco, Puebla
Morelos y Querétaro. Señala que este barrenador tiene como único hospedero al
aguacate, agregó que generalmente en huertos donde existe H. lauri no se encuentra
C. aguacatae. Añadió una descripción de la larva, aclarando que la larva es parecida a
la de H. lauri pero esta última es más grande y que además los adultos de C. aguacatae
son más pequeños (7 mm de longitud) en comparación con los de H. lauri que miden de
12.5 mm a 25 mm de longitud y que el margen anterior de los élitros es bastante más
ancho que el protórax.
Coria (1999) estudió el ciclo biológico, hábitos y fluctuación poblacional. Evaluó
métodos alternativos de control de (C. perseae, C. aguacatae) en Ziracuaretiro,
Michoacán. Observó que el ciclo biológico de este picudo se completa en 164 días, que
los adultos son de hábitos nocturnos y que no causan daños graves a la planta. La
hembra pone huevos aislados o en grupos de 3 o 4, la larva se alimenta de la semilla,
pupa en el suelo y cuando emerge el adulto, se dirige a la planta caminando o
realizando vuelos cortos.
Marvaldi (2003) separó en una clave a las larvas de las subfamilias de picudos
de Sudamérica basada en características morfológicas externas de la larva y hábitos
alimenticios. En 2005 dicha autora hizo una clave dicotómica para identificar a siete
familias y veintiocho subfamilias de Curculionoidea provenientes de Sudamérica,
mencionando a la subfamilia Molytinae a la cual pertenece el barrenador pequeño de la
semilla del aguacate. Esta clave se basa en caracteres morfológicos externos e incluye
datos de genitalia y algunos aspectos acerca de la biología del picudo.
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IV. METODOLOGÍA
4.1. Lugar de colecta. Los insectos proceden del municipio de Comonfort, Guanajuato, localizado a 20º
42´ 15´´ de latitud norte y 100º 45´ 51´´ de longitud oeste. Su altura sobre el nivel del
mar es de 1795 m. Los datos de la localización exacta del lugar se hicieron con la
ayuda del GPS (Geopositional Sistem). Comonfort limita con los siguientes municipios
del estado de Guanajuato: al norte con el municipio de San Miguel de Allende, al sur
con el municipio de Apaseo el Grande y Celaya, y al oeste con Juventino Rosas (Fig.2).
Comonfort tiene un clima templado, con temperaura máxima de 38ºC y mínima de 1ºC.
El tipo de suelo es de textura franco arenosa y arcillo arenosa y con un pH de 6 a 8.
Fig.2. Ubicación geográfica del municipio de Comonfort, Gto.
Aunque el aguacate (P. americana.), es el cultivo de mayor importancia en Comonfort,
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su comercialización y consumo es principalmente local. La mayoría de las huertas son
de traspatio, a las cuales no se les ha realizado ningún tipo de manejo para el control
de plagas. Estas huertas presentaban la presencia del barrenador pequeño de la
semilla (C. perseae), razón por la cual se hizo esta investigación en dicho lugar.
4.2. Colecta de material entomológico. Se hicieron seis colectas mensuales de frutos de aguacate en un periodo de siete
meses. En el año 2005 se colectó en septiembre, octubre, noviembre y diciembre, y en
el 2006 en enero, mayo y agosto. Para la obtención de los insectos se seleccionaron
frutos que presentaban daños ocasionados por el barrenador, es decir, frutos con las
perforaciones pequeñas que hace la larva, y con polvo blanquecino que forma
pequeñas manchas en la parte apical, media y basal del fruto, en cuyo interior se
encontraban las larvas de C. perseae. Las variedades de aguacate que se colectaron
fueron la Hass, Fuerte y variedad Criolla. Se seleccionaron frutos maduros y verdes,
tanto del árbol como de los frutos caídos. Se colectaron varios frutos por fecha de
colecta. También se hizo un muestreo en el suelo de la huerta, con el fin de obtener
pupas y larvas, y para verificar la presencia del adulto en el suelo (Coronado, 1972). El
muestreo consistió en seleccionar tres árboles de aguacate por huerta que presentaran
daños visibles en los frutos. Debajo de la copa de cada árbol se extrajo suelo cavando
un hoyo de 60 cm de ancho y 20 cm de profundidad. El suelo extraído se pasó por un
cedazo para encontrar a los insectos. Es importante mencionar que los muestreos
realizados durante la fase de campo no representan un muestreo sistemático y
detallado, sino más bien se hicieron con el objeto de colectar material entomológico y
de esta forma obtener adultos para el trabajo de morfología.
Por otra parte, se colocaron seis trampas pegajosas (cintas de plástico color azul
cielo de 60 cm de largo por 10 cm de ancho, que tenían por ambos lados un pegamento
especial para que se adhieran los insectos). Las cintas se pusieron aleatoriamente en la
parte media de seis árboles, con el propósito de registrar la presencia del adulto
(Salinas, 1999). Las trampas se revisaron en cada visita a las huertas.
4.3. Mantenimiento de los insectos y obtención de adultos. Los aguacates colectados fueron llevados al laboratorio, ahí se abrieron algunos
frutos y se extrajeron las semillas de aguacate que contenían en su interior a las larvas
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del barrenador. Dichas semillas se colocaron en bandejas con 15 cm de suelo
procedente de Comonfort, con la intención de conservar las características del lugar. En
cada bandeja se pusieron de 10 a 25 semillas infestadas por el barrenador. Se
mantuvieron en una cámara de cría ubicada en el Colegio de Postgraduados,
Montecillo, Estado de México, a una temperatura de 24ºC. De las semillas colectadas
en septiembre de 2005 emergieron las larvas a mediados de octubre, e inmediatamente
se enterraron en el suelo para pupar. La coloración blanquecina de las pupas cambió a
una tonalidad café rojiza y para el mes de noviembre los adultos empezaron a emerger,
se quedaron inmóviles en el suelo y rara vez se observaron activos. Los adultos se
conservaron en alcohol al 70%.
4.4. Estudio morfológico. Se usaron los métodos convencionales de morfología de insectos, dando énfasis
en las estructuras que en la literatura se mencionan como importantes en la
caracterización taxonómica de la especie. El estudio morfológico y el registro fotográfico
de las partes se hicieron de manera paralela, buscando preservar así los datos para
cumplir con el objetivo de ilustrar fielmente la anatomía de la especie.
Las preparaciones y observaciones se hicieron utilizando microscopios
estereoscópicos, y las imágenes se obtuvieron con un fotomicroscopio Tessovar y un
fotomicroscopio III, ambos de Carl Zeiss, con una cámara digital para microscopía
marca Pixera, modelo Professional. A cada imagen se le colocó una escala de
referencia de medida, que se obtuvo de un micrómetro de objeto Carl Zeiss fotografiado
en las mismas condiciones que las muestras. Las medidas se hicieron con el analizador
de imágenes Image Tool for Windows versión 3.0 (Wilcox, et al., 2002).
Algunas estructuras se estudiaron y fotografiaron en seco, otras inmersas en
alcohol, y otras montadas en portaobjetos. Para estas últimas se prefirió un montaje no
permanente, usando glicerol como medio de inclusión, ya que la cutícula de esta
especie ofrece de esta forma una imagen de calidad, y porque el método permite
montar las preparaciones en múltiples ocasiones para obtener diferentes vistas. Para
limpiar la cutícula de tejidos y músculos, se maceró en hidróxido de potasio al 10% a
80ºC, generalmente durante diez minutos y se lavó con agua destilada antes del
montaje en glicerina. Para evitar que algunas estructuras con volumen estuvieran
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aplastadas por el cubreobjetos, éste se mantuvo elevado con dos bandas de papel de
20mm de largo por 1 mm de ancho. Este procedimiento dio mejor resultado que los
portaobjetos excavados. Cada preparación se etiquetó con el nombre de la estructura,
la orientación y el sexo del ejemplar. Las muestras no montadas en portaobjetos se
conservaron en microcápsulas de plástico, dentro de frascos con alcohol al 70%.
El material destinado al estudio con microscopía electrónica de barrido se obtuvo
directamente del conservado en alcohol al 70%. Se deshidrató en alcoholes 80, 90 y
100%, y se secó en una secadora de punto crítico Samdri 780A. Las muestras secas se
montaron en portaobjetos metálicos de 1cm de diámetro con cinta conductora de cobre
y se cubrieron con una capa de oro de 70 nm en una ionizadora de oro marca JEOL. El
estudio y fotografía se hizo en un microscopio electrónico de barrido JEOL 35-C
instalado en la Unidad de Microscopía Electrónica del Colegio de Postgraduados.
Es importante mencionar que también fue necesario utilizar ejemplares de C.
aguacatae provenientes del estado de Michoacán, para poder hacer comparaciones de
ciertas estructuras morfológicas en estado de larva y adulto.
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V. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
5.1. Estructuras útiles para la taxonomía de la larva de C. perseae. Se describen en este apartado las estructuras morfológicas que pueden ser de
utilidad para distinguir a la larva de C. perseae de otras larvas de curculiónidos del
mismo género, por lo que ésta no es una morfología completa de la larva, sino una
aportación de herramientas útiles para la determinación específica de este insecto en
su estado larvario, asunto que ha sido uno de los puntos débiles en la taxonomía de
Curculionidae.
La larva desarrollada es ápoda, de cuerpo en forma de “coma” (curculioniforme), de
consistencia más o menos suave, y mide alrededor de 10 mm. La cabeza es hipognata,
esclerosada y libre, no invaginada en el protórax (Fig.3A). Las antenas están reducidas
a un segmento (característica de la familia). Se trata de antenas extremadamente
reducidas, situadas muy cerca del borde ventral de la cápsula, entre las dos
articulaciones mandibulares (Fig. 4B y 4C). El extremo ventral de los tramos frontales
de la línea ecdisial (sutura epicraneal) coinciden con las bases antenales. La antena se
encuentra alojada en una fosa cuticular casi circular, de la cual emerge el cuerpo basal
de la antena casi esférico, que se estrecha en su parte media para terminar en una
estructura bulbosa distal, que no llega a formar otro segmento. En su superficie no se
aprecian sénsulos, lo que hace suponer que este cuerpo antenal unisegmentado, sea
en sí mismo un órgano sensorial (Fig.4D) La sutura epicraneal y suturas frontales están
presentes y tienen forma de “Y” invertida (Fig.4A).
El protórax tiene un par de espiráculos bíforos, lo cual es una condición de la
familia Curculionidae (Stehr, 1991). Los segmentos abdominales son 10, marcados
transversalmente por las constricciones de cada segmento. Carecen de urogomphi o
espina terminal, y dorsalmente presentan lóbulos o prominencias segmentales dorsales,
dotados de setas. Cada segmento tiene un par de espiráculos bíforos, excepto el
noveno y el décimo. Cada espiráculo está formado por una cámara principal y dos
cámaras accesorias. El peritrema espiracular está reforzado dorsalmente por un
esclerito más oscuro en forma de arco que va desde el borde anterior de la cámara
principal, donde su extremo es romo, hasta atrás de la cámara accesoria anterior,
18
Figura 3. Estructuras morfológicas de la larva de C. perseae. A, vista lateral de la larva
madura; B, triángulo se setas en la placa tergal protorácica; C, segundo espiráculo abdominal izquierdo; D, ornamentaciones dorsales; E, vista anterior del labro; F, epifaringe; G, vista posterior del complejo maxilolabial; H, vista posterior de la mandíbula izquierda.
19
Figura 4. Estructuras cefálicas de la larva de C. perseae. A, vista anterolateral de la cabeza; B, vista lateral de la cabeza; C, antena, labro y mandíbulas de la larva; D, antena; E, complejo maxilolabial; F, vista posterior de la maxila.
20
donde termina en punta. Stehr (1991) llamó a este esclerito "cicatriz ecdisial" y resulta
de particular importancia porque su morfología cambia entre las especies y por eso
puede ser usado como herramienta taxonómica (Fig.3C).
Otra característica que se tomó en cuenta para este estudio fue la ornamentación
dorsal de la larva del barrenador. Se trata de crecimientos exocuticulares microscópicos
en forma de dientes triangulares dirigidos hacia atrás que cubren gran parte de la
cutícula dorsal de la larva. Cada diente tiene como base un tubérculo que emerge de la
membrana, y el borde basal del diente esclerosado aparece en el microscopio óptico
como un arco de línea doble (Fig.3D). Estos dientes
triangulares tienen en promedio una longitud de 10.343 µm y una anchura promedio de
5.040 µm en C. perseae, mientras que en C. aguacatae miden 7.160 µm de largo por
4.716 µm de ancho en su base. Estos resultados permiten establecer la hipótesis de
que ésta es una característica que podría ayudar en la difícil identificación de las
especies, en larvas del último ínstar. Es necesario aclarar que este dato se obtuvo
midiendo la longitud y la anchura de las ornamentaciones de un solo ejemplar de cada
especie, por lo que tendría que hacerse un estudio estadístico más detallado, con un
mayor número de ejemplares, antes de usar esta característica como herramienta
taxonómica.
Otro aspecto que se trató fue la placa dorsal protorácica de la larva, con la cual
se intentó hacer un cálculo de proporción de las distancias que hay entre las tres setas
principales dispuestas en un triangulo, a cada lado de la placa (Fig.3B) Después del
estudio se decidió no tomar en cuenta esta característica porque no hubo diferencias
significativas al comparar las medidas entre las especies. También llama la atención
que algunas larvas tienen ornamentaciones en forma de tubérculos en esta placa dorsal
agrupadas cerca de la línea longitudinal media y en su borde anterior, pero éstas son
variables entre los individuos (Fig.3B).
El labro, como otras de las pocas estructuras esclerosadas de la larva, muestra
también una morfología que puede ser comparada con la de otros curculiónidos. La
superficie anterior del lóbulo labral es una placa cuticular lisa, en la que se encuentran
órganos sensoriales. Su borde distal describe una amplia curva que casi llega a formar
un semicírculo. Los bordes laterales del labro son también curvos y ascienden hasta
21
casi tocar el borde de la cápsula cefálica, donde se unen para formar un extremo
superior redondeado. Toda la cutícula que une a este esclerito labral con el borde
inferior de la placa frontoclipeal es membranosa y flexible. Exactamente al centro de la
placa anterior del labro hay un órgano sensorial basicónico de apenas unos 10 µm de
longitud, acompañado por otros dos similares de posición lateral. Entre el sénsulo
central y los laterales se encuentra, a cada lado, la base de una seta delegada casi
recta y dirigida hacia abajo, casi tan larga como un tercio de la longitud total del labro.
Además de estos sénsulos, hay otros cuatro tipos de órganos sensoriales en el labro,
cuyas bases se encuentran cerca del borde distal del lóbulo, en la pared anterior o en la
epifaringe. El sénsulo más lateral es una pequeña seta muy corta y robusta que sale de
una base en forma de cráter. Le siguen hacia el centro dos órganos que son los más
largos de este grupo distal, cuyas bases están tan cercanas que los sénsulos aparecen
empalmados. Enseguida hay un par de órganos sensoriales cortos, robustos y
notoriamente más anchos en su tramo central, que terminan en punta; entre ellos se
encuentra una seta delgada. Los sénsulos situados más al centro del borde del labro es
un par de órganos articulados al borde; son anchos y terminan en punta redondeada
(Fig.3E). La cara posterior del lóbulo labral, o epifaringe, es también esclerosada y su
principal característica es que lleva un par de grandes barras verticales de cutícula
oscura, denominadas tormas (Fig.3F). Situados entre las tormas hay un grupo de cuatro
órganos sensoriales robustos, cuyo extremo no alcanza el borde distal del labro.
Proponemos la comparación del tipo, número y distribución de estos órganos
sensoriales en ambas caras del labro, para diferenciar ínstares e incluso especies de
larvas.
Como en otras larvas de holometábolos, la hipofaringe, las maxilas y el labio no
son piezas que tengan movilidad independiente, sino que se encuentran formando una
unidad funcional llamada complejo hipofaringeomaxilolabial (Fig.3G). Debido a la
reducción de la hipofaringe y oclusión total del meato salival en los coleópteros, este
conjunto de piezas bucales forma realmente un complejo maxilolabial, que ocupa la
pared ventral posterior de la cabeza (Fig.4E). Las zonas laterales están reforzadas por
la cutícula maxilar, mientras que una extensa zona central es de cutícula flexible.
Los cardos maxilares están unidos a los bordes posterolaterales de la cápsula
22
cefálica (Fig.4F), tienen un contorno casi triangular y se unen a los estípites mediante
una franja membranosa y estrecha. El cuerpo principal de la maxila son los estípites,
formados por escleritos curvos que se doblan longitudinalmente a los lados del
complejo; en él destacan tres órganos tricoideos mecanoreceptores, uno basal, uno
distal y otro lateral (Fig.3G). En su extremo hay un área de membrana que sirve de
base y unión flexible al palpo maxilar bisegmentado. El segmento basal del palpo es el
mayor, casi cilíndrico, y a él se une un segmento distal muy corto y de extremo
redondeado, portador de sénsulos quimiorreceptores de contacto. Unido al extremo
distal de cada estípite, de posición mesal respecto de la zona membranosa del palpo,
hay un lóbulo tan largo como el primer segmento del palpo, que lleva un grupo de diez
órganos sensoriales, algunos de ellos salen de la cara membranosa interna del lóbulo.
En la parte media longitudinal de la cara posterior del complejo maxilolabial hay
una franja de cutícula coriácea que ocupa un tercio de la distancia que separa a los
estípites de ambos lados. En cada borde de esta franja hay una hilera de ocho
tubérculos de cutícula más dura. Coincidiendo con la línea media longitudinal de esta
zona coriácea se encuentra el tallo medio del esclerito premental, que tiene además
dos brazos laterales curvados hacia adelante y que terminan en punta como la
prolongación central, para formar en conjunto una estructura en forma de tridente (Fig.
3G). Entre la prolongación media del prementum y cada brazo lateral, se encuentra la
base de una seta sensorial dirigida hacia adelante. La forma característica del
prementum sugirió la idea de que su estructura y proporciones pudieran variar entre las
especies, y por eso se comparó con el de C. aguacatae. A pesar de que realmente hay
diferencias entre las especies, también las hay entre individuos de la misma especie,
situación que impide usar a esta estructura para la taxonomía en estado de larva.
La parte media central anterior del complejo es un borde curvo que lleva a los
lados a los palpos labiales. El segmento basal del palpo es cilíndrico y ancho, y el distal
es corto, casi cónico y de extremo redondo, portador de órganos sensoriales. La base
de los palpos coincide con el extremo de los brazos laterales del tridente premental.
La forma general de la mandíbula de la larva se puede catalogar como cónica,
aunque tiene una cara interna cóncava. La principal característica es que se trata de
una mandíbula de sólo dos dientes cortos, el anterior de base ligeramente más ancha
23
que el posterior. La cutícula mandibular es la más fuerte y esclerosada de toda la
cabeza, sobre todo en su área incisiva y en el cóndilo de la articulación posterior. Es
una cutícula lisa, sin ornamentaciones visibles y lleva en la cara externa de la
mandíbula dos setas fuertes cuya base articulada se encuentra en depresiones
cuticulares (Fig.3H).
5.2. Morfología del adulto de C. perseae.
5.2.1. Cabeza. La cabeza del adulto de C. perseae es completamente esclerosada y
prácticamente esférica, excepto por el lado posterior donde el borde del orificio occipital
interrumpe su redondez, la cabeza se prolonga hacia adelante en forma de un pico bien
desarrollado (Fig.6A y 6C). Toda el área dorsal y anterior está cubierta por escamas,
pero el tercio posterior de la cápsula cefálica es desnudo, ya que en esa zona se lleva a
cabo la inserción de la cabeza en el borde anterior del protórax (Fig.6B y 6D). Esta
cutícula está ornamentada por largas estrías transversales, que adoptan un patrón de
líneas paralelas que va desde el borde postoccipital hasta el inicio del área de escamas
en la parte dorsal de la cabeza y lateralmente hasta los ojos (Fig.7C). En general, las
escamas son más anchas y aplanadas en la cabeza que en el rostrum y tienen una
orientación que parece converger hacia la frente (Fig.7A y 7B). La cabeza tiene una
asociación muy precisa con el borde anterior del protórax, mediante un ensamblaje
perfecto entre los dos tagmas, que permite movimientos cortos en todas direcciones
(Fig.5A y 5B).
El insecto recibe información sobre estos movimientos mediante un equipo de
órganos sensoriales propioceptores que se encuentran en el borde posterior de la
cabeza y que son activados cuando chocan con el protórax. Se encontraron dos grupos
de sénsulos quéticos en las áreas posterolaterales de la cabeza, y otro grupo dorsal
medio. El grupo dorsal medio está entre las estrías y el otro grupo se localiza en la
cutícula lisa. Hay además una hilera de órganos tricoideos equidistantes, también
propioceptores, alineados en el borde posterior dorsal de la cabeza. Tienen
aproximadamente 80 µm de longitud (Fig.7D). La totalidad de los ojos compuestos se
encuentra en la cabeza, a diferencia de otros curculiónidos donde los ojos salen de la
24
base del rostrum. Son separados, de contornos curvos, excepto en su margen posterior
que es casi recto (Fig.6B y 6D). En la vista frontal, la separación entre los dos ojos es
casi igual a la anchura de la base del rostrum. Están reforzados por un esclerito ocular
de cutícula estriada, el cual tiene 60 µm de grosor (Fig.7B).
El escapo de las antenas es alargado y clavado, se origina en los dos tercios
basales de la longitud del rostrum. Su longitud es igual los dos tercios basales de la
longitud del pico. La base del escapo es completamente esférica. El flagelo antenal está
dividido en nueve artejos o segmentos, de los cuales los tres últimos corresponden al
mazo antenal, más o menos clavado, el cual es más ancho que los artejos antenales
anteriores. La mayor parte del escapo se puede alojar parcialmente en un surco
longitudinal en un surco longitudinal parcialmente en un surco longitudinal bien marcado
que el rostrum tiene a cada lado. Los principales autores llaman “escrobo antenal” a
este surco (Fig.6B y 6D).
Figura 5. Conotrachelus perseae en estado adulto. A, vista lateral de la hembra; B, vista lateral del macho; C, hembra en vista dorsal.
25
Figura 6. Morfología de la cabeza de C. perseae . A y B, vistas anterior y lateral de la cabeza de la hembra; C y D, vistas anterior y lateral de la cabeza del macho; E y F, mandíbulas izquierda y derecha en vista posterior; G, vista posterior de la maxila izquierda; H, vista anterior del labio.
26
Figura 7. Estructuras cefálicas del adulto de C. perseae. A, vista anterior de la cabeza
de la hembra; B, frente y ojo compuesto; C, vista lateral del área occipital; D, órganos sensoriales en la zona occipital de la cabeza; E, órganos sensoriales en el extremo de las antenas.
27
La antena del adulto de C. perseae cuenta con órganos sensoriales
quimiorreceptores y mecanoreceptores tricoideos, cada uno de ellos tiene una
articulación basal. Unos terminan en punta aguda, y otros terminan en una punta roma
(Fig.7E). Llama la atención que no hay variedad de sénsulos en la antena; son
básicamente estos tricoideos que no están acompañados por basicónicos o celocónicos
como en otros insectos. Esto sugiere que se son antenas que no están involucradas
con una gran variedad de funciones en la vida del adulto.
Se midió la distancia que hay entre la inserción de la antena y el extremo final del
pico. El promedio en el macho fue de 522.5 µm y en la hembra de 1178 µm, lo cual
indica que la distancia que hay entre la inserción antenal y la parte final del rostrum es
significativamente más corta en el macho, y puede servir para distinguir entre los sexos.
El epistoma del rostrum es más o menos de forma rectangular y textura lisa. Está
formado por un lóbulo distal amplio y dos laterales. En la unión entre los lóbulos hay a
cada lado un par de sensulos tricoideos de 150 µm de longitud y un sénsulo tricoideo a
cada lado del extremo distal del pico (pleurostoma). El resto del rostrum presenta,
principalmente en su parte distal, sénsulos tricoideos relativamente cortos, cuyo
extremo se dirige hacia la línea media de la superficie anterior (Fig.9A).
Desaparece el área gular, comprendida entre las suturas guiares, que en este
caso confluyen como es común en individuos que pertenecen a la familia Curculionidae
(Da Costa, 1956). El rostrum tiene, principalmente en su parte distal, sénsulos
tricoideos relativamente cortos cuyo extremo se dirige hacia la línea media de la
superficie anterior.
La curvatura del rostrum ha sido una característica frecuentemente mencionada
en la literatura para referirse a diferencias entre grupos taxonómicos y entre sexos, pero
se ha mencionado únicamente como que es más curvo o menos curvo, sin específicar
alguna medida de curvatura que haga precisa la apreciación de curvatura. Por eso, en
este estudio se ensayó un análisis que toma en cuenta la longitud del rostrum respecto
de su curvatura, para obtener una proporción entre ellos, que pueda ser comparable
entre especies y entre hembras y machos. Se midió la distancia en línea recta (longitud)
y sobre la curva (curva), que va desde la base del rostrum en la vista lateral (A) y su
extremo, sin considerar las piezas bucales (B). Se hizo otra medida (radio de curvatura)
28
sobre una línea perpendicular a la recta de la longitud del rostrum, que va desde ésta
(C) hasta el punto más externo de la curva del rostrum (D). Otro parámetro que se
puede considerar es la distancia al radio (A-C), que ubica al punto más alto de la
curvatura, respecto de su longitud (Fig.8). De esta manera, se puede hablar de una
proporción de curvatura que resulta del porcentaje que el radio de curvatura representa
respecto de la longitud, o de la curva si se prefiere. Así, podemos decir por ejemplo,
quel el rostrum de una hembra tiene una curvatura de 11 y el del macho de 14, lo que
serían datos para comparar numericamente con otras especies.
Se pudo comprobar que el rostrum del macho de C. perseae es más corto y
curvo que el de la hembra, como lo explicó Barber en 1923 con C. aguacatae, pero
ahora en términos numéricos. Hay una pequeña variación intraespecífica en la
Figura 8. Puntos y líneas que se usaron para el cálculo del factor de curvatura del
rostrum de C. perseae. Abajo, cabeza de la hembra en vista lateral; arriba, silueta de la misma. A, inicio del rostrum; B, extremo del epistoma.
29
Figura 9. Piezas bucales del adulto de C. perseae. A, vista dorsal del extremo del
rostrum; B, vista lateral de mandíbula y maxila; C, vista posterior de la mandíbula izquierda; D, vista anterior de la maxila derecha; E, vista dorsal del palpo maxilar derecho; F, órganos sensoriales quimiorreceptores en el extremo del palpo maxilar
30
curvatura del rostrum, y se puede plantear la hipótesis de que también la habrá en otros
curculiónidos, pero que también esta curvatura sería diferente entre las especies,
haciendo los análisis estadísticos de los parámetros aquí propuestos. En este estudio el
número de ejemplares medidos fue muy pequeño, por lo que no se puede decir que los
resultados sean definitivos para la especie, pero sirvió para establecer la posibilidad de
medir esta característica.
En vista dorsal, el rostrum muestra dos crestas relativamente planas laterales.
Las piezas bucales están como las mencionó Blatchley (1916), ocultas al final del
rostrum, las únicas estructuras que se alcanzan a distinguir, sin necesidad de hacer una
disección, son las mandíbulas, las cuales se pueden observar en vista dorsal, lateral y
ventral. También se puede distinguir parte de los palpos maxilares y labiales en vista
lateral y ventral (Fig.9B).
A diferencia de la larva, en el adulto no hay un labro funcional. Blatchley (1916),
dice que está presente y señala en sus figuras como labro a la franja epistomal (Fig.2).
Las mandíbulas son asimétricas, completamente esclerozadas y con articulación
dicondílica, su parte distal incisiva y lleva tres dientes. El diente que se encuentra más
cercano a la base es más romo en la mandíbula derecha y en la izquierda es más
triangular (Fig.6E). Al final del rostrum hay dos órganos tricoideos muy cortos, con
bases dispuestas verticalmente en la parte media de la cara externa de las mandíbulas.
También se localizaron poros tegumentarios mandibulares(Fig.9B). Hay un grupo de
pequeños órganos sensoriales campaniformes que están en la base del diente anterior
de la cara interna de cada mandíbula (Fig.9C).
Las maxilas del adulto están bien desarrolladas. El cardo en esta especie está formado
por un esclerito de forma irregular que sirve de base al estípite, el cual a diferencia del
cardo es más grande y largo. Tienen un palpífero bien desarrollado. El lóbulo interno o
galea está unido con el borde externo o lacinia, formando una placa de cutícula más o
menos triangular. En el extremo de la lacinia hay unas setas largas, seguidas de una
hilera de órganos sensoriales, o dientes de la lacinia, como los llama Blatchley (1916).
Son de forma alargada y ligeramente triangular. Los palpos de la maxila son
relativamente cortos y trisegmentados. El segmento basal es el mayor, de aspecto
cilíndrico y bordes redondeados, el cual se une en su parte distal al segundo segmento,
31
que es un poco más pequeño que el segmento basal, pero con la misma forma. El
último segmento es el más corto, pero en su parte distal se encuentra el área más
especializada desde el punto de vista sensorial (Fig.6G y 9D). Cuenta con una serie de
órganos placoideos alargados, dispuestos longitudinalmente en su cara lateral externa,
que disminuyen de tamaño hacia arriba. En la cara interna distal del tercer segmento
del palpo maxilar hay un sénsulo basicónico aislado (Fig.9E). El extremo del palpo
cuenta con cinco sénsulos basicónicos mayores de pared gruesa, quimiorreceptores de
contacto, dispuestos en forma concéntrica (Fig.9F).
El labio es alargado, con el submentum de lados ligeramente curvos. Los palpos
labiales son rígidos, más o menos cortos. Se alcanzan a observar perfectamente en
vista ventral y lateral. Cada palpo está formado por tres segmentos, el primero de ellos
es el mayor, parecidos en forma a los palpos de las maxilas, pero el último segmento es
más alargado y más plano que el segmento final del palpo maxilar. El extremo final del
tercer segmento del palpo labial también es el más especializado, ya que en su área
interna distal se alcanzan a distinguir nueve sénsulos basicónicos (Fig.6H).
5.2.2. Tórax.
Protórax. El protórax del adulto de C. perseae en vista dorsal es aparentemente
trapezoidal, la parte anterior más angosta y estrecha que la parte posterior, y los bordes
laterales son más o menos redondeados (Fig.10A). La cutícula del protórax es lisa y
con estrías transversales en el borde posterior (Fig.11A). El protórax se encuentra
cubierto densamente por escamas de diferentes dimensiones, a excepción de la línea
dorsal longitudinal media, donde carece de escamas debido a la presencia de una
cresta longitudinal que corre desde el extremo anterior del pronoto hasta llegar casi al
borde posterior del pronoto.
El área pleural protorácica, a diferencia de las otras pleuras, se caracteriza por su
simplicidad. Se distingue principalmente porque en cada borde anterior de las áreas
pleurales lleva un lóbulo bien marcado, llamado postocular porque alcanza a cubrir
parcialmente al ojo (Figs.5A,5B y10B). Esta es una característica que si bien la tiene
esta especie, puede variar en otras tribus de la subfamilia Molytinae.
El prosternón es una región que tiene las cavidades coxales cerradas y casi
32
Figura 10. Estructura del protórax de C. perseae. A, B y C, protórax en vistas dorsal,
lateral y ventral, respectivamente; D, vista posterior de la pata protorácica derecha; E, proventrículo completo; F, vista interna de una mitad del proventrículo.
relativamente contiguas, con una espina prosternal entre ellas, este esternón lleva
consigo escamas alargadas, aunque Muñíz (2001), menciona que los individuos
pertenecientes a la subfamilia Molytinae poseen por lo general el prosternón liso
(Fig.10C).
33
Figura 11. Ornamentación y escamas en el tórax de C. perseae. A, vista dorsal del
protórax; B, cutícula ornamentada del borde anterior del mesotórax; C, ornamentación de la placa tergal mesotorácica; D, puntuaciones y escamas en los élitros; E, puntuaciones, escamas y poros tegumentarios de los élitros; F, scutellum mesotorácico.
34
Mesotórax. El área tergal mesotorácica tiene una reducción en su tamaño y en
el número de estructuras morfológicas reconocibles, debido a la adaptación de este
segmento para su asociación con los élitros (Fig.12A). La placa tergal está compuesta
en su mayor parte por el scutum, que lleva una línea media longitudinal que divide al
esclerito en dos partes simétricas, ligeramente convexas. Su principal característica son
dos prolongaciones cuticulares anterolaterales, que hacen que el borde anterior del
mesonoto haga una amplia curva, en la que alcanza a distinguirse un acroterguito muy
estrecho. En este borde anterior curvo del mesonoto, la cutícula se prolonga hacia
delante como una simple membrana intersegmental, pero desde ahí crece
verticalmente hacia adentro para formar una pared esclerosada, o fragma anterior, que
internamente se suelda a la cresta correspondiente de la línea media longitudinal. Este
fragma anterior es el esclerito que Muñiz (1970) interpreta como “prescudo”. En el
extremo anterior de los brazos, se articulan los primeros escleritos axilares, alargados y
con un extremo anterior muy esclerosado, de manera que la punta de esta prolongación
escutal debe interpretarse como pivote alar anterior. A la mitad del trayecto del borde
lateral del scutum hay dos protuberancias redondeadas, una superior que es solamente
una ondulación de la superficie dorsal del scutum y una inferior que se interpretará
como pivote alar medio, asociado con un segundo esclerito axilar. Esta articulación
debería formarse entre el primer esclerito axilar y el pivote medio, según el esquema
morfológico, pero su asociación con el segundo segundo axilar podría deberse a la
modificación relacionada con la transformación de las alas mesotorácicas en elitros.
Toda la cutícula del mesonoto hacia delante del borde posterior del scutum, o surco
escuto escutelar, es scutum y atrás scutellum. Como la cutícula del scutellum es más
fuerte que la del scutum, éste se estrecha hacia atrás en una constricción y forma
después un bulbo ovalado (Fig.11F), característico del mesoescutelum. Las áreas
laterales del scutellum bajan verticalmente para luego expandirse hacia los lados, como
placas planas de bordes rectos diagonales.
En el mesonoto la superficie del scutum está cubierta por una ornamentación en
forma de escamas redondas (Fig.11B), que aumentan paulatinamente de tamaño desde
el borde anterior liso hacia atrás, donde se unen unas con otras hasta formar estrías
diagonales respecto de la línea media(Fig.11C).
35
Figura 12. Morfología del mesotórax de C. perseae. A, vista dorsal del mesonoto; B, élitro izquierdo; C, vista lateral de la mesopleura; D, vista posterior de la pata mesotorácica derecha.
El surco escuto escutelar tiene un trayecto horizontal con tramos laterales
ondulados que bajan verticalmente hacia los lados y terminan lateralmente en un
extremo esclerosado. Toda la cutícula del scutellum es más fuerte que la del scutum.
En su superficie dorsal, el mesoescutelum tiene un grupo de 40 setas aplanadas
curvas y dirigidas hacia atrás (Fig.11F).
En la pleura pterotorácica, o zonas laterales de meso y metatórax, hay un área
expuesta inferior en la que destaca un esclerito de origen esternal amplio y
36
ornamentado, situado entre la coxa II y la coxa III (Fig.12C). La mitad superior del área
lateral pterotorácica está cubierta por los bordes laterales de los élitros y comprende a
las pleuras de meso y metatórax.
Desde la articulación dorsal de la coxa II sale hacia arriba el surco pleural II, que
delimita a los pleuritos. Tiene primero un tramo corto, vertical, hasta el brazo alar de la
pleura II. Los escleritos situados hacia delante de este surco, comprenden en conjunto
al episternón mesotorácico. Este episternón está dividido en un prepisternón II
alargado, curvo, de posición vertical, con un área dorsal amplia y redondeada, y un
extremo ventral que termina en punta aguda. Tiene también una franja posterior de
cutícula clara. Entre esta franja y el surco pleural II hay una zona de cutícula triangular o
episternón II y otro triangular posterior al surco que constituye al epímeron II. Juntos,
episternón y epímeron forman un área rectangular dividida en dos por la diagonal del
surco pleural. En el extremo del brazo alar de la pleura se apoya la articulación elitral.
Élitros. Los élitros en esta especie no tienen características morfológicas únicas.
Son en general muy similares a los de otros curculiónidos. En la llamada región
humeral, los élitros de C. perseae son notoriamente más anchos que la base del
protórax (Fig.5C). Desde aquí, los márgenes laterales de los élitros vistos desde arriba
convergen hacia atrás. La cutícula externa de los élitros no tiene ornamentación
microscópica, pero forma una serie de crestas y canales longitudinales denominados
generalmente estrías (Fig.12B), en las que se encuentran ordenadas las “puntuaciones”
o pequeñas fosas o cráteres alineados y equidistantes, que alojan a las bases
articuladas de las escamas que también son características de este género (Fig.11D).
Hay una escama por cráter, y cada depresión contiene una cutícula ornamentada con
celdas poligonales. Cerca de las puntuaciones hay poros tegumentarios dispersos
(Fig.11E). Las escamas son aplanadas, convexas por su lado externo y cóncavas por el
interno, aparentemente de extremo redondeado, aunque el microscopio electrónico
muestra que la mayoría terminan en dos puntas. Además de las asociadas con las
puntuaciones, hay escamas en las crestas longitudinales de los élitros que en general
están dirigidas hacia atrás, aunque pueden tener otras orientaciones. La coloración de
las escamas es parecida a la de la cutícula de los élitros, pero hay grupos de escamas
casi blancas que forman las manchas claras (Fig.12B). Autores como Muñiz (1970) han
37
hecho descripciones muy detalladas de la distribución de las escamas, estrías y
puntuaciones, por lo que esas características de los élitros no se repiten en este
trabajo.
Metatórax. El área tergal metatorácica es mucho más extensa que la del
mesotórax, y su morfología tiene mejor representadas las estructuras características de
esta zona torácica, ya que es la parte del pterotórax más asociada con la mecánica del
vuelo en los coleópteros; sin embargo, en esta especie la cutícula del metanoto es más
débil que en los otros tergos (Fig.13A). Se trata de un tergo complejo, mucho más
ancho que largo. Su borde anterior tiene un prescutum que ocupa el tercio medio
anterior de la placa y se continúa hacia los lados con brazos prealares de cutícula más
oscura que el resto. Sigue hacia atrás el scutum, que es la zona más extensa del tergo.
El scutum tiene dos áreas laterales grandes y convexas, separadas por una franja de
posición longitudinal media y flanqueada por líneas esclerosadas rectas que convergen
ligeramente hacia atrás sin llegar a unirse. A esta zona media Muñiz (1970) la llamó
"escudete", que en su nomenclatura corresponde al scutellum, pero que no puede
considerarse como tal por ser sólo una parte central del scutum y no tener relación con
el surco escutoescutelar ni con el borde posterior del alinoto. A los lados del scutum se
articula primero un primer esclerito axilar asociado a los primeros pivotes alares, y
después un tercer axilar alargado que se relaciona con las venas posteriores del ala
(Fig.13B). El límite posterior del scutum, o surco escuto escutelar, tiene un trayecto muy
regular y horizontal, que delimita hacia atrás a un scutellum estrecho, de cutícula débil y
ligeramente bilobulado (Fig.13A). Hay dos áreas laterales al scutellum que se extienden
hacia abajo lateralmente, terminan en un extremo triangular y representan a un área
postnotal que forma pequeños fragmas posteriores.
La pleura metatorácica es más amplia y compleja que la mesotorácica. Tiene
una zona inferior horizontal y esclerosada y un área dorsal de cutícula delgada
(Fig.13C). El surco pleural, que inicia en la articulación dorsal de la coxa III, recorre un
primer trayecto hacia delante sobre el mencionado esclerito del área inferior de la
pleura, y otro mucho más largo que va hacia delante en trayecto casi horizontal y
después de una curva sube hasta el brazo alar de la pleura III. Este surco forma
entonces el límite posterior del episternón III, el cual está dividido en un amplio esclerito
fuerte de posición horizontal con bordes casi paralelos, y una zona superior de cutícula
38
Figura 13. Morfología del metatórax de C. perseae. A, vista dorsal del metanoto; B, área axilar derecha; C, vista lateral de la metapleura; D, vista posterior de la pata metatorácica derecha; E, área dorsal del ala metatorácica.
clara que se alarga hacia arriba para formar el margen anterior del brazo alar. El
pleurito más reducido es el epímeron III, que tiene una pequeña zona posterior ovalada
de cutícula fuerte unida atrás del episternón, y una franja delgada de cutícula clara que
recorre el trayecto del surco pleural y se hace más estrecha hacia el margen posterior
39
del brazo alar de la pleura. En este brazo alar muy desarrollado, se asocian adelante,
las bases de las venas principales del ala, y más abajo el segundo esclerito axilar.
Entre los brazos alares de las pleuras II y III hay una zona de cutícula clara y
aparentemente fija que constituye al basalar III. El subalar III es un esclerito pequeño y
ovalado situado atrás del brazo alar y arriba del epímeron. El borde posterior del área
dorsal de la pleura metatorácica está formado por el puente postalar III que baja
lateralmente desde el postnoto como una franja de cutícula que disminuye
gradualmente su esclerosamiento hasta formar un área amplia redondeada de cutícula
casi transparente unida al epímeron. Inmediatamente atrás del puente postalar está el
primer espiráculo abdominal.
Alas. Las alas metatorácicas tienen las adaptaciones, modificaciones y
reducciones características de los coleópteros que les permiten usarse como principal
medio de locomoción aéreo, pero también doblarse y plegarse de un modo preciso
abajo de los élitros, a pesar de que son más extensas que ellos. En C. perseae el ala es
tres veces y media más larga que ancha, termina en punta y es predominantemente
membranosa (Fig.13E). La lámina alar está dividida en una mitad distal que se dobla
respecto de la basal, su borde anterior describe dos curvas amplias y su borde posterior
tiene ligeras ondulaciones. La venación está reducida a cuatro venas longitudinales
esclerosadas en la mitad basal y dos venas longitudinales oscuras pero no
esclerosadas en la mitad distal. Hay una primera vena longitudinal en la zona humeral
que apenas recorre el cuarto basal del ala y es interpretada como la fusión de C, Sc y
R. Tiene un pequeño brazo cuticular en su extremo basal que Muñiz (1970) interpreta
como placa humeral. Hay una vena M muy reducida que a la mitad de su trayecto se
fusiona con el extremo distal de la C+Sc+R. La vena Cu1 traza un trayecto curvo desde
la base del ala hasta exactamente el centro de la lámina alar y desde ahí se dobla hacia
atrás, se estrecha paulatinamente y termina muy delgada en el margen posterior del
ala. Desde el extremo del tercer esclerito axilar sale en diagonal, ligeramente curva
hacia atrás, la vena A1que tiene un esclerosamiento notorio que la distingue de la A2que
recorre el mismo trayecto, paralela a la A1 pero es mucho más fina y se fusiona a ella
antes de alcanzar el margen posterior. Al centro de la lámina alar, hacia su mitad
anterior, están dos placas medias, la anterior bien esclerosada y situada en el extremo
40
de la M, y la posterior articulada entre la placa anterior y el doblez de la Cu1. Desde esta
placa media posterior arrancan las venas M1y M2 que dominan la mitad distal del ala,
pero que claramente no tienen una función de sostén, ya que se trata de franjas de
cutícula más oscura sobre la membrana alar, sin el esclerosamiento característico de
las venas.
El área axilar tiene todos los elementos morfológicos de una articulación alar
completa y plenamente funcional. El primer esclerito axilar tiene un cuerpo basal ancho
con un brazo o prolongación anterior que en su extremo se curva hacia afuera donde se
articula con la base de la vena C+Sc+R . El borde interno del cuerpo principal del primer
axilar se articula con el margen anterolateral del scutum en una clara unión móvil
longitudinal que sin embargo no forma los pivotes anterior, antemedio, medio y
postmedio que deberían estar en esta articulación. Articulado al margen externo del
cuerpo basal del primer axilar está el segundo esclerito axilar, alargado, con una banda
esclerosada longitudinal media que separa a dos aletas laterales de cutícula más clara.
Su extremo posterior se articula con la parte media de un tercer esclerito axilar
alargado, que desde este punto tiene una prolongación o brazo proximal que se articula
al pivote alar posterior del scutum y otra prolongación distal que termina en gancho y se
asocia a la base de las venas anales. En el extremo anterior del segundo axilar se
aprecia una franja cuticular estrecha que se dirige hacia la base de la vena C+Sc+R. El
área cuticular comprendida entre esta vena, el segundo axilar, el tercer axilar y la base
de la vena cubital está ocupada por dos escleritos de cutícula débil que representan a
las placas medias proximal y distal del esquema morfológico, diferentes a las placas
medias de la zona central del ala de los curculiónidos.
Patas. Las patas de C. perseae son apéndices de locomoción fuertemente
esclerosados que están adaptados para caminar sin tener una aparente especialización
o modificacion. Los curculiónidos barrenadores adultos son generalmente picudos
fuertes que caminan lentamente.
En las patas anteriores las coxas son redondeadas, relativamente separadas y
tienen un basicoxito de tipo anular (Fig.10D). Los trocánteres son pequeños y es difícil
distinguirlos a simple vista. Esto se relaciona con la poca movilidad que hay en la
articulación trocántero-femoral, de modo que se puede decir que los movimientos del
41
fémur son más bien respecto de la coxa, y no respecto del trocánter. Los fémures son
los segmentos más fuertes y su morfología es casi igual en los tres pares de patas La
base del fémur es más angosta que la parte media, la cual se ensancha en ambos
lados y se abulta en la zona central del segmento, de tal forma que el fémur se ve
fuertemente dilatado. En la mitad del borde posterior del fémur se hay una espina o
diente, de base muy ancha, dirigido hacia abajo (Fig.10D). La posición del diente
coincide con la parte más ancha del fémur. Las tibias son un segmento de utilidad
taxonómica, ya que en ellas hay características diferentes entre especies, así como
entre machos y hembras. La principal característica que se tomó en cuenta para
diferenciar a esta especie fue el llamado mucrón o uncus, el cual es comúnmente
utilizado para la determinación de algunas especies de picudos. Los términos de
mucrón o uncus, según Marvaldi (2005), han sido definidos como homólogos, ya que
representan una misma estructura. Es un diente apical que puede variar en su forma,
posición exacta y orientación. La hembra de C. perseae lleva en los tres pares de patas
el mucrón fuertemente esclerosado, en forma de una espina simple, triangular y
alargada, cuyo extremo se adelgaza hasta formar un pico. Los machos tienen las tibias
anteriores con el mucrón en forma de horqueta aplanada (Fig.14C). Los tarsos son
aparentemente de cuatro segmentos, pero hay realmente cinco. El tercer tarsómero es
bilobulado, el cuarto está muy reducido y el quinto es más alargado que los anteriores.
El pretarso lleva dos uñas bífidas, lo cual es muy característico de la subfamilia
Molytinae (Fig.14F).
Las patas medias tienen el basicoxito de forma menos anular, las cavidades
coxales de las mesocoxas van separadas por una sutura transversa y las coxas se
definen como menos redondeadas que las anteriores (Fig.12D). Los trocánteres y los
fémures son parecidos a los de las patas anteriores, pero las tibias medias del macho
llevan el uncus en forma de espina triangular alargada (Fig.14D), muy parecido al de las
hembras.
Los basicoxitos y a las coxas posteriores se definen como transversos. Los trocánteres
y fémures son como los segmentos de las patas anteriores y medias (Fig.13D),
mientras que en las tibias posteriores de los machos el mucrón está formado por un
gancho curvado de punta roma (Fig.14E). La forma que tienen los mucrones de las
42
Figura 14. Estructuras especiales en las patas de C. perseae. A, coxa protorácica; B,
ornamentación, sénsulo campaniforme y sénsulos propioceptores en la base de la coxa; C, uncus en el extremo distal de la tibia anterior del macho de C. perseae; D, uncus en la tibia media del macho ; E, uncus en la tibia posterior del macho ; F, uñas dentadas.
43
tibias, tanto en machos como en hembras, constituye de hecho una estructura de
utilidad para la identificación taxonómica de esta especie.
En las coxas hay escamas en forma de pelos delgados que terminan en puntas
agudas en número menor de seis. Con lo que respecta a la ornamentación de coxa,
trocánter y fémur, hay áreas de cutícula lisa y otras zonas tienen ornamentación de fina
a densa. En la coxa hay un esclerito basal (basicoxito), relacionado con su articulación
con el tórax. Este esclerito tiene en su mitad anterior una fuerte ornamentación de
escamas dirigidas hacia abajo, mientras que el área posterior es de cutícula lisa. El
cuerpo de la coxa tiene una ornamentación más densa y fina que la del basicoxito. En
la parte superior es fina y escamosa, y en la parte inferior y hacia abajo se hace
paulatinamente poligonal (Fig.14A). En la coxa también hay un órgano campaniforme
en el basicoxito exactamente en la unión del área de cutícula ornamentada anterior y la
posterior lisa, este órgano esta situado dentro de una profunda depresión cuticular
(Fig.14B). Atrás del sénsulo campaniforme hay un grupo de 17 sénsulos quéticos
propioceptores. La ornamentación del fémur y tibia es poligonal, alternada con zonas de
cutícula lisa (Fig.14E).
5.2.3. Abdomen. El abdomen de esta especie se ubica en el tipo sinfiogastro por el arreglo de su
segmentación y por la configuración de la unión tórax-abdomen. Como en la mayoría de
los coleópteros, el primer esternón abdominal ha desaparecido, y como es
característico en curculiónidos, el segundo esternón es membranoso. La primera placa
esternal visible cubre por abajo a los primeros tres segmentos abdominales. Las áreas
ventral y laterales del abdomen están fuertemente esclerosadas, pero la parte dorsal,
cubierta por los élitros, es de cutícula débil y translúcida (Fig.15A).
En la vista ventral de la primera placa esternal se observa que las cavidades
coxales de las metacoxas no interrumpen el margen posterior del esternito, la cual es
una característica común en insectos del suborden Polyphaga (Fig.15B y 15C). La parte
expuesta de esta primera placa esternal es de cutícula fuerte y ornamentada por las
puntuaciones que alojan a las escamas, las cuales forman hileras transversales. En
este margen, la placa tiene dos grandes cavidades de cutícula clara y delgada que dan
cabida a las coxas metatorácicas. Por adelante, las cavidades tienen una línea
44
preapical de cutícula más fuerte. La parte central de la primera placa tiene una
protuberancia plana que forma una punta dirigida hacia adelante. La segunda placa
esternal visible, que corresponde morfológicamente al segmento IV, es el doble de largo
que la tercera (V) y cuarta (VI) placas. La anchura de los esternones disminuye
gradualmente hacia atrás. Las placas tercera y cuarta tienen una longitud muy similar.
La última placa esternal visible (segmento VII) es el doble de larga que la cuarta y más
angosta que todas las anteriores. Este último esternón abdominal, o placa subgenital,
es diferente en los dos sexos. En la hembra tiene el borde posterior redondeado
(Fig.15B), y en el macho el borde es truncado, casi hendido (Fig.15C).
El área tergal abdominal está formada por ocho tergos de cutícula débil. La
anchura de las placas disminuye con cada segmento hasta llegar al último tergo visible
o pigidio, el cual tanto en la hembra como en el macho están ligeramente esclerosados
en el borde posterior, ya que frecuentemente esta área queda expuesta al exterior. La
cutícula de los esternitos es estriada longitudinalmente (Fig.16A y 16B), y tiene
abundantes escamas rectas, aplanadas y espatuladas, que terminan formando de cinco
a ocho proyecciones o picos agudos (Fig.16E y 16F). Las escamas tienen una base
articulada y se distribuyen principalmente en la parte ventral del abdomen. También
alcanzan a distinguirse escamas curvas (Fig.16D).Las áreas laterales carecen de
escamas espatuladas pero tienen microtrichias triangulares, puntiagudas, dirigidas
hacia atrás y parcialmente imbricadas (Fig.16C).
45
Figura 15. Anatomía del abdomen y órganos genitales de C. perseae. A, vista lateral del
abdomen dela hembra; B, vista ventral del abdomen de la hembra; C, vista ventral del abdomen del macho; D y E, vistas dorsal y lateral del edeago; F, espícula en vista dorsal; G, vista posterior del tegmen; H, noveno esternito abdominal de la hembra: I, espermateca; J, vista dorsal del coxito y estilo de la hembra; K, estilo.
46
Figura 16. Ornamentación y escamas en el abdomen de C. perseae. A, vista lateral del
extremo abdominal; B, vista lateral del último esternón visible; C, área ornamentada lateral del esternón; D, escamas curvas; E y F, escamas planas en el abdomen.
47
5.2.4. Genitalia masculina. La morfología de los órganos genitales masculinos externos se ha usado
tradicionalmente en la taxonomía debido a la gran variabilidad que presentan entre las
especies. El término genitalia comprende no sólo a los órganos de la copulación, sino
también a las estructuras accesorias relacionadas con ellos. Son órganos que se
encuentran invaginados en segmentos modificados dentro del abdomen, pero se les
denomina “externos” por tratarse de una continuación directa de la cutícula abdominal
exterior.
La genitalia se encuentra en el interior de la cámara genital masculina, que se
deriva de una membrana unida a los últimos tergos y esternones visibles. Desde el
esternón VIII la membrana crece hacia el interior del abdomen y en su área ventral se
une a una estructura de cutícula tubular denominada espícula o spiculum gastrale
(Fig.15F), que representa a los restos modificados del área esternal IX. Entre los
curculiónidos esta estructura tiene una gran variabilidad y su morfología puede ser útil
en la separación de especies. La espícula de C. perseae es un gran apodema cuticular
que crece hacia delante en el interior del abdomen y sirve para la implantación de los
músculos que mueven al complejo genital masculino. Tiene como base una cutícula
membranosa casi transparente, que forma dos áreas coriáceas, translúcidas,
dispuestas en diagonales dirigidas hacia atrás, pero que no llegan a formar escleritos.
Estas zonas se derivan directamente de la placa esternal IX. La espícula es una
estructura tubular hueca de cutícula lisa y fuerte que en su parte más ancha, cerca de la
base, tiene unos 200 µm de diámetro. A partir de su base, el apodema se hace más
estrecho hacia delante, describe una amplia curva y termina en una punta aguda. La
forma de este extremo, así como la forma y grado de esclerosamiento de la base de la
espícula son las características que se pueden usar para la separación de especies de
curculiónidos.
La membrana que sostiene a la espícula se continúa hacia el interior de la
cámara genital formando la llamada segunda membrana conjuntiva, que
morfológicamente sigue siendo parte de la membrana intersegmental VIII-IX. Esta
membrana tubular llega hasta el tegmen, que estrictamente hablando es la primera
estructura genital. El tegmen es un anillo de cutícula débil que apenas tiene una
48
anchura de unos 100 mm (Fig.15G). Esta configuración del tegmen hace que estos
órganos se ubiquen como anillados en la clasificación de Jeannel y Paulian (1944). En
esta especie, el borde anterior dorsal del tegmen tiene una prlongación triangular que
interrumpe la forma regular del anillo. Desde su margen dorsal posterior, salen hacia
atrás los dos parámeros, como prolongaciones planas, ligeramente divergentes, de
márgenes paralelos y puntas redondeadas. En el punto medio ventral del borde ventral
posterior, la cutícula del tegmen forma una pequeña prolongación de punta aguda
llamada manubrio, que corresponde al apodema del tegmen en otros coleópteros.
El tegmen se une a la base del edeago mediante la primera membrana
conjuntiva, que es un tubo membranoso muy corto. El edeago o pene de C. perseae es
una estructura formada por un solo lóbulo aplanado, de márgenes casi paralelos, que
en la vista dorsal se ensanchan ligeramente, dando la apariencia general de un
rectángulo un poco más estrecho en su extremo basal (Fig.15D). Esta imagen
rectangular que aparece en las vistas dorsales no es real, ya que el borde distal plano
del edeago es el lugar donde el lóbulo aplanado del cuerpo del edeago se dobla hacia
abajo en un ángulo de 90o. La parte doblada mide una cuarta parte de la longitud del
edeago y termina en un extremo redondeado, donde hay sénsulos cortos que aparecen
como pubescencia Terminal (Fig.15E). En este trabajo se ilustró este órgano
manteniendo esta posición natural de lóbulo curvo. Así lo representó Barber (1923). En
cambio, Muñiz (1970) lo ilustra extendido, lo que da un aspecto diferente, que parece
no coincidir con las preparaciones vistas al microscopio. Cerca del doblez, en los
bordes laterales del edeago, hay franjas de cutícula escrelosada llamados foveas
laterales. Los apodemas del pene son cortos. Miden la cuarta parte de la longitud total
del edeago. Tienen una base ancha y en la vista lateral muestran una marcada curva
ventral. El endofalo, o saco interno del pene, es en su mayor parte membranoso, pero
en su tercio distal forma una elaborada estructura esclerosada con dos placas curvas
simétricas que llevan prolongaciones divergentes hacia adelante.
5.2.5. Genitalia femenina. La herramienta morfológica más usada en taxonomía de especies es la genitalia
del macho, lo cual plantea el problema en muchos casos de sólo poder identificar con
certeza a esa parte de la especie, y es por eso que cualquier estructura morfológica de
49
la hembra que diferencie a la especie sería de particular valor para la taxonomía. Para
identificar a C. perseae se propone aquí el uso de la morfología de la espermateca, los
estilos y principalmente del octavo esternito abdominal, situado en el fondo de la
cámara genital femenina.
Espermateca. En Curculionidae en general, la espermateca tiene una forma
bulbosa, con una prolongación hueca en forma de “U”. En C. perseae la espermateca
tiene un cuerpo principal que forma dos abultamientos leves, uno en el extremo que
lateralmente forma un lóbulo reducido y otro central de pared casi lisa (Fig.15I). La
prolongación hueca de la espermateca es prácticamente recta hasta su extremo, lo que
la hace diferente de la estructura curva de otras especies. En las uniones del conducto
espermático y de la glándula de la espermateca con el bulbo apical, no hay
protuberancias tubulares (ramus) como las presentes en otras especies. Sin embargo,
en estas uniones hay crecimientos cuticulares ornamentados que crecen hacia el
interior del bulbo. Por esto, para propósitos de taxonomía, esta espermateca se puede
considerar con nódulo y sin ramus. La cutícula del extremo de la prolongación de la
espermateca, alcanza por lo menos cinco veces el grosor de la cutícula del resto de la
espermateca.
Esternito VIII. Una de las características morfológicas más importantes para la
separación de especies de Curculionidae es la forma del esternito VIII. Se trata de un
esternito que ha cambiado por completo su forma original de placa, para transformarse
en una estructura que en esta familia tiene una parte media anterior que se prolonga
hacia el interior del abdomen como un apodema para la inserción muscular y dos
brazos laterales de posición longitudinal que recorren el área media esternal VIII
(Fig.15H). La forma del apodema y de los brazos laterales, su grado de
esclerosamiento, los órganos sensoriales que sobre ellas se encuentran, y las
proporciones relativas de estas partes, son las características que varían entre especies
y que se pueden usar para la identificación. En C. perseae el apodema del esternito VIII
se caracteriza porque tiene dos prolongaciones simétricas hacia el interior del
abdomen, que terminan en punta redondeada haciendo que el borde anterior de la
estructura en vista ventral sea una curva transversal bien marcada. A diferencia de
otras especies, el apodema de este esternito no forma un tallo longitudinal, sino que sus
50
crecimientos son transversales. Desde la parte media donde convergen los dos brazos
del apodema crecen hacia atrás los brazos curvos del esternito, que terminan en zonas
redondeadas y aplanadas, y llevan un grupo de 23 sénsulos tricoideos cortos y robustos
(contados en un solo ejemplar), dirigidos hacia atrás. La forma de los brazos del
esternito es también característica en esta especie. Tiene un borde interno que describe
una curva poco pronunciada; el esclerito es ancho y alcanza su máxima anchura en la
parte central de la estructura y su principal característica es que el borde externo de los
brazos no tiene un margen liso como en otras especies, sino que forma un borde con
prolongaciones cuticulares de extremos agudos e irregulares que disminuyen su grado
de esclerosamiento hasta terminar en la membrana del esternón VIII.
Estilos. La terminalia abdominal femenina tiene una protuberancia ventral que
emerge hacia atrás desde la cámara genital y en ella se encuentran dos pequeños
apéndices portadores de órganos sensoriales denominados estilos. Las bases
esclerosadas laterales de los estilos, o hemiesternitos, son piezas alargadas de cutícula
que se dobla lingitudinalmente a los lados del lóbulo, de manera que su borde externo
muestra un contorno casi recto (Fig.15J). Los márgenes internos describen dos curvas
amplias. En su base, los hemiesternitos tienen una zona más amplia cuyo borde forma
un ángulo casi recto con los lados del complejo. Entre los dos hemiesternitos hay una
membrana amplia. En el extremo posterior de los hemiesternitos están unidos los
estilos, mediante una base membranosa corta que les permiten movilidad. El estilo en
un cuerpo casi cilíndrico, que en esta especie tiene el lado externo recto y el interno
convexo. En su extremo está la zona sensorial, donde una membrana soporta a dos
grupos de sénsulos microscópicos de longitud variable (Fig.15K).
5.2.6. Proventrículo. Con antecedentes de que la forma general del
proventrículo y sus ornamentaciones internas sirven para diferenciar géneros de
algunas familias de coleópteros, por ejemplo Scolytidae (López-Buenfil, 2001), e incluso
identifican especies en algunos casos, en este trabajo se compararon los proventrículos
de C. perseae y C. aguacatae. El proventrículo es una estructura tubular esclerosada
que se encuentra en el extremo posterior del estomodeo (Fig.10E). El órgano regula el
paso de los alimentos desde el buche hacia el intestino medio mediante movimientos de
fuertes músculos circulares. En Conotrachelus el tubo del proventrículo es una cuarta
51
parte más largo que su diámetro. Está formado por ocho placas longitudinales de
cutícula estriada y translúcida de donde salen los dientes esclerosados y oscuros que
se agrupan para formar dos bandas ordenadas en cada placa (Fig.10F). No hay
diferenciación en placas anteriores y posteriores como en otros coleópteros. Tampoco
hay ornamentaciones secundarias. Se encontró que esta configuración del
proventrículo es la misma en las dos especies. Hay cambios menores de tamaño y
proporciones que no fueron suficientes para poder usar a este órgano como
herramienta taxonómica. 5.3. Observaciones sobre la biología de C. perseae.
De acuerdo con los datos que se obtuvieron durante la fase de campo y la fase
de laboratorio, se pudieron determinar las siguientes observaciones:
Fase de campo. Desde de la primera fecha de colecta, que fue en el mes de
Septiembre del 2005 y hasta la última fecha en Mayo del 2006, se colectaron frutos
dañados por las larvas. En cada visita a las huertas, se colectaron frutos de la variedad
Hass, de la variedad Fuerte y Criolla. La parte del fruto que más presentó daños en
forma de perforaciones fue la media y la distal, en los frutos verdes, en los maduros y
en los caídos. Se tiene conocimiento que tradicionalmente este barrenador tiene
preferencia por la variedad criolla; sin embargo, en esta localidad del estado de
Guanajuato la variedad que más presento daño fue la Hass, ya que todos los frutos que
se colectaron estaban afectados por la plaga. La que siguió en daño fue la variedad
fuerte, sólo cuatro frutos de siete tuvieron larvas. A pesar de que en cada visita se
colectaron frutos de la variedad criolla, no se distinguió ningún tipo de daño causado
por este barrenador; el único problema que se detectó en todos los árboles de esta
variedad criolla fue la ocasionada por la agalla del aguacatero (Trioza anceps).
El número de larvas que se encontraron por fruto fueron de una hasta cuatro, y
en la variedad fuerte hubo un máximo de dos.
De los muestreos que se realizaron en el suelo, fue hasta el mes de noviembre
cuando se encontraron cinco larvas desarrolladas, dos pupas y tres adultos tenerales,
por lo que se puede deducir que es en este mes cuando comienzan su etapa de
hibernación. Esto se obtuvo de dos muestras de un mismo árbol.
52
También se buscaron adultos muestreando aleatoriamente en la hojarasca, como
lo mencionan algunos autores (Marquez, 1958 y Coronado 1972), pero no se tuvieron
buenos resultados.
En lo referente a las trampas pegajosas, fue en el mes de agosto del 2006
cuando cayeron en las trampas siete adultos de C. perseae.
Fase de laboratorio. Cuando las larvas del barrenador se sometieron a
condiciones controladas en el laboratorio, se obtuvieron los siguientes datos:
La duración que tiene la larva desarrollada para pupar es de aproximadamente
28 a 35 días, mientras que la etapa de pupa a adulto es de 30 a 40 días, coincidiendo
con el número de días mencionado por Marquez (1958) y Domínguez (1988). El total de
adultos de C. perseae que emergieron durante toda la fase de laboratorio fue de 84
(Cuadro.1).
MES DE COLECTA
NO. DE ADULTOS QUE EMERGIERON
Septiembre (2005)
2
Octubre (2005)
3
Noviembre (2005)
35
Diciembre (2005)
23
Enero (2006)
18
Mayo (2006) 2
Cuadro 1. Epoca de emergencia de adultos de C. perseae de acuerdo a la fecha de colecta.
53
VI. CONCLUSIONES
El barrenador pequeño de la semilla del aguacate, colectado en Comonfort,
Guanajuato, corresponde a la especie Conotrachelus perseae.
La morfología del adulto de C. perseae permite identificar a la especie. La
taxonomía específica del estado adulto se puede basar en las siguientes estructuras:
forma del protórax y carina pronotal, anchura del área humeral y contornos de los
élitros, forma de las alas metatorácicas y de sus venas, mucrones de las tibias, edeago
y espícula. Son de particular importancia las estructuras femeninas espermateca y
esternito VIII, ya que por sí solos pueden identificar a la especie, lo que es una
aportación nueva para la taxonomía, que tradicionalmente se basa en la genitalia
masculina.
La estructura de los espiráculos abdominales en la larva madura, puede usarse
para separar a C. perseae de otros miembros del mismo género. Con esto se ofrece por
primera vez un método para la identificación de especies de curculiónidos en estado de
larva.
De este estudio morfológico se deriva la hipótesis de que se pueden usar otras
estructuras para la taxonomía específica del adulto y de la larva de C. perseae; para
poder afirmar la consistencia de las características mediante morfometría y analisis
estadísticos, tendrían que haberse revisado un número mayor de ejemplares sobre todo
tratandose de las larvas en cuyo caso, ocasionalmente se dispuso de unas cuantas de
ellas. Estas estructuras en el adulto son la longitud y curvatura del rostrum, y la
inserción de las antenas respecto del extremo rostral. En la larva se propone analizar
las medidas de las ornamentaciones dorsales y la quetotaxia de labro y epifaringe.
La ilustración de las características morfológicas y taxonómicas mediante
fotografías es, desde el punto de vista técnico, más eficiente que las representaciones
artísticas. Este trabajo logró, mediante el uso de la fotografía digital y el procesamiento
de imágenes, una actualización del tema.
54
VII. BIBLIOGRAFÍA
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