comblin: gracia

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Antropología Teológica Otilio Herrera Comblin, José, “Gracia” en ELLACURÍA – SOBRINO, Misterium Liberationis II, Trotta, Madrid, 1990, págs. 77-92. El autor presenta el término “Gracia” desde coordenadas distintas a las que la tradición ha fundado. Comblin compara la propuesta tradicional con la suya, la juzga insuficiente e invita veladamente a cambiar la postura del lector. Las comparaciones entre lo que dice la “teología escolástica” y lo que propone el autor son constantes, especialmente al inicio de cada apartado. En cada uno de ellos, además, hay una frase que refuta el pensamiento anterior antes de proponer a fondo la nueva visión. Por ejemplo, “Si la gracia no produce modificaciones materiales y corporales, no existe para el hombre” para contradecir que la Gracia es sólo cosa del alma, pero no afecta al cuerpo. Una vez hecha la afirmación, abre la posibilidad de que el lector escuche su desarrollo tripartito de los efectos corporales de la gracia en “el mundo material”, “los hermanos” y “el cuerpo individual” con más interés. Otra frase que prueba este estilo es “el mundo popular se apartó del cristianismo cuando se le dio a entender que todo lo que la Iglesia tenía que ofrecerle era el cielo después de la muerte”. Lo dice para comenzar a hablar de vida eterna, haciendo manifiesto su rechazo a mirarla como un estado post-mortem que apenas consuela. Crea un lazo con el lector y lo invita a ver de forma distinta la vida eterna: “un camino para una vida mejor aquí en la tierra”.

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Resumen del texto de Comblin sobre la gracia en la Misterium LIberationis.

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Antropologa Teolgica Otilio HerreraComblin, Jos, Gracia en ELLACURA SOBRINO, Misterium Liberationis II, Trotta, Madrid, 1990, pgs. 77-92.El autor presenta el trmino Gracia desde coordenadas distintas a las que la tradicin ha fundado. Comblin compara la propuesta tradicional con la suya, la juzga insuficiente e invita veladamente a cambiar la postura del lector. Las comparaciones entre lo que dice la teologa escolstica y lo que propone el autor son constantes, especialmente al inicio de cada apartado. En cada uno de ellos, adems, hay una frase que refuta el pensamiento anterior antes de proponer a fondo la nueva visin. Por ejemplo, Si la gracia no produce modificaciones materiales y corporales, no existe para el hombre para contradecir que la Gracia es slo cosa del alma, pero no afecta al cuerpo. Una vez hecha la afirmacin, abre la posibilidad de que el lector escuche su desarrollo tripartito de los efectos corporales de la gracia en el mundo material, los hermanos y el cuerpo individual con ms inters.Otra frase que prueba este estilo es el mundo popular se apart del cristianismo cuando se le dio a entender que todo lo que la Iglesia tena que ofrecerle era el cielo despus de la muerte. Lo dice para comenzar a hablar de vida eterna, haciendo manifiesto su rechazo a mirarla como un estado post-mortem que apenas consuela. Crea un lazo con el lector y lo invita a ver de forma distinta la vida eterna: un camino para una vida mejor aqu en la tierra. Adems, el autor emplea trminos que rayan en lo despectivo, como autores antiguos, indicando su falta de vigencia, o pasividad total, para hablar del rol del hombre segn el esquema que critica, o aniquilamiento del hombre para describir dicho esquema de Gracia. Con ello, parece asegurarse que su lector comprenda que este nuevo concepto se quiere deslindar de lo anterior para responder al reto que presenta la humanidad de su tiempo. Por ello, habla de la plenitud humana otorgada por la Gracia, o de que el hombre es ms vctima que autor del pecado, en total contraposicin a la culpabilidad que instala el modelo vigente de Gracia-Pecado. Habla de emancipacin incluso, como efecto de la Gracia. As, busca mostrar un lado ms amable del tema. Sin embargo, tambin se asegura de que el lector comprenda que la Gracia establece un compromiso entre Dios y el hombre. Si bien no le esclaviza, si le llama a vivir de un modo diferente. Por ello, la segunda parte de su artculo la dedica a la manifestacin de la Gracia en el actuar. Une la accin de Dios y del hombre y las presenta inseparables, con efectos tanto en lo personal como sobre todo en lo social, incluso afirma que los sacramentos son signos comunitarios de la gracia recibida. Finalmente, este compromiso aterriza en el que Dios tiene por los pobres, que el hombre est invitado a asumir. El autor busca animar al lector con la frase Una gracia que produjera slo resignacin no podra ser del Dios de la vida. Desde el comienzo hasta la conclusin, pues, el autor ha comparado las dos visiones sobre la Gracia, refutando la tradicional por su inoperatividad y animando al lector a dejarse contagiar por esta nueva forma de asumir la Gracia, desde la plenificacin humana y el compromiso social para hacer presente en la historia el Reino de Dios, ponindonos en directa relacin con el autor de la gracia [que es] el Espritu Santo. Mirar este texto me produjo ms interrogantes que respuestas. No obstante, la frase que ms peso tuvo en m fue aquella con la que introduce su seccin sobre la vida eterna. Una amiga me llam en noviembre pasado por la madrugada, desolada, para decirme que su padre haba muerto en un quirfano, en Puebla. Me qued con un nudo en la garganta porque no tuve nada que decirle. hablar sobre cmo haba llegado a un lugar mejor? No! Me pareci un consuelo ms bien hipcrita, triste. Llor con ella, or por ella, por su familia, y experiment la impotencia de quien, lejano, no poda ofrecer mayor consuelo. Hace poco me habl porque no haba sabido de m en algn tiempo. Saber que seguimos siendo amigos, que nos podemos hablar con calidez y que nos hemos acompaado en tragos muy amargos, me ha dado una simple y clara certeza: Dios nos ama y acta a travs nuestro a favor nuestro para seguir construyendo el Reino, con la suavidad de la brisa y la precisin de un bistur quirrgico. Eso, creo yo, tambin es hablar de Gracia.