cooper louise - indigo 06 - avatar

8/13/2019 Cooper Louise - Indigo 06 - Avatar

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AVATAR

ise!o de cubierta" V#ctor Viano

$lustracin de cubierta" %oracio &lena

T#tulo original"Avalar (Book 6 of ndigo)

'(() *ouise +ooper &ditorial Timun -as, ./ A/, '(()

0ara la presente versin y edicin en lengua castellana

$.1N" 23455))43'647 8obra completa9

$.1N" 23455))46):4; 8*ibro ;9

epsito legal" 1/ 7;/ 3':4'(()

%urope, ./ A/

$mpreso en &spa!a 4Printed in Spain


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&ditorial Timun -as, ./ A/ +astillejos, )(3 < :2:)6 1arcelona

)


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Que odien, con tal ue !igan !intiendo "iedo.*ucius Accius, '5:4(: a/ de +/

Para #i" y $ot %ake!&no de e!to! d'a! no! co"ere"o! e!a "er"elada...

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PRLOGO

Ahora, en la! rara! oca!ione! en ue !e conte"pla en un e!peo, !ie"pre !epregunta *cu+nto tie"po ha tran!currido ya - la re!pue!ta le produce

invariale"ente un e!calofr'o./leva ca!i "edio !iglo vagando por el "undo, de!de el "o"ento en ueaandon0 !u tierra natal, all+ en el !ur, para iniciar un viae ue no parecetener fin, y en todo! e!o! largo! a1o! no ha enveecido ni un !olo d'a. 2o puede"orir, e! in"ortal3 y !u no"re !e har'a convertido a e!ta! altura! en unaleyenda de no !er porue en e!to! cincuenta verano! de vagaundeo ha tenido

!ie"pre uen cuidado de actuar con la "ayor di!creci0n, leo! de todo auelloue pudiera acarrearle fa"a o notoriedad, o !i"ple"ente darla a conocer.

Po!ee ueno! "otivo! para a!egurar!e de ue nadie !epa el no"re ue !e le

dio al nacer, hace ya "ucho tie"po en !u re"oto ogaren 4arn 4aille3 y e!peraue el no"re ue utili5a ahora ndigo, ue e! ta"i7n el color del duelo en

!u pa'! !ea r+pida"ente olvidado por auello! con uiene! !e cru5a en !ularga andadura.

8ace "edio !iglo, ella era una prince!a. 8ace "edio !iglo, una curio!idadin!en!ata !e apoder0 de ella y le hi5o ro"per un ta9 ue !u gente ha'are!petado de!de tie"po in"e"orial. 4on !u propia "ano !olt0 !ore el "undo

!iete de"onio!, encerrado! durante !iglo! en una torre antigua y!e"ide!"oronada de la ue el g7nero hu"ano !e "anten'a apartado. Siete

de"onio! ue ahora dee encontrar, vencer y de!truir, !i e! ue ella, y el "undoen general, uieren volver a conocer la pa5.

:n !u! viae!, ndigo ha ido a parar a pa'!e! e;tra1o! y !e ha vi!to involucradaen aventura! todav'a "+! e;tra1a!. 8a vi!itado la! ardiente! tierra! centrale!,donde el hu"o o!curece el cielo al "ediod'a y el tronar de lo! volcane! !acudelo! ci"iento! "i!"o! de la tierra. 8a vivido entre lo! reluciente! palacio! deen!ue1o de Si"hara, la legendaria ciudad de oriente, donde la


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"o!a por !u! arco! y !u! "arino!, retorn0 a la! co!tu"re! "arinera! de !upropia gente, y durante un tie"po encontr0 algo parecido a la felicidad. Ahora,no o!tante, e!e "o"ento de tranuilidad ha finali5ado y dee poner!e en "ar=cha otra ve5. /a piedra=i"+n ue la ha guiado en !u dea"ular vuelve a rillar,

y en e!ta oca!i0n la in!ta a dirigir!e al e!te, a la >!la #enero!a, cuya! gente! yco!tu"re! e!t+n envuelta! en el velo del "i!terio. All' la e!pera otro de"onio3hay ue lirar una nueva atalla.Sin e"argo, ndigo no lirar+ !ola e!ta atalla. A trav7! de lo! a1o!, unaa"iga ha per"anecido con!tante"ente a !u lado3 una co"pa1era ue e!cogi0co"partir !u in"ortalidad, y cuya lealtad y a"or !e han convertido en una pie=dra de toue en la vida de ndigo. /a loa "utante =rimya ta"i7n ha conocidolo ue e! !er un paria entre lo! de !u propia ra5a, y el v'nculo for"ado entre la!do! e! tan fuerte ue ning9n poder puede ro"perlo.

ndigo y =rimya !e han de!pedido ya de $avako!, y del nav'o ue la! hatran!portado a la! ho!tile! e in!oportale"ente h9"eda! co!ta! de la >!la#enero!a. Ante ella! !e e;tiende un territorio de!conocido, con peligro!de!conocido!, y !aen ue al final del ca"ino deer+n enfrentar!e con un nuevo"i!terio. :l tie"po le! ha en!e1ado ue e! "+! !en!ato no hacer conetura!

!ore la naturale5a de cada nueva pruea. Pero, "ientra! el largo trayecto !einicia, a trav7! de o!ue! de!conocido! y entre criatura! e;tra1a!, ui5+ no

puedan evitar preguntar!e, "uy a pe!ar !uyo, u7 le! deparar+ el futuro e!tave5...

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CAPTULO 1

esde el cora>n del bosque, algo inmenso, invisible y putrefacto e?@al coninusitada fuer>a/ &l aire cambi de direccin y movi las @ojas de las ramas de

los api!ados rboles, levantando polvo en pere>osos remolinos y unnauseabundo @edor dul>n a tierra y vegetacin descompuesta y a carnegangrenada embarg el @ocico de la loba ?ri"ya cuando esta al> la cabe>a,alertada por el repentino cambio en la atmsfera/

.u largo y delgado cuerpo se estremeci, eri>ndose la moteada capa de pelode su lomo/ Bn gru!ido se form en su garganta pero muri antes de que pudieradarle vo>/ *a repentina aparicin del viento presagiaba lluvia lo percib#a con lamisma seguridad con que percib#a el suelo bajo las patas, y no le gust el

presagio/ 0ara cuando los rayos del sol se posaran sobre las copas de los rboles,

esta carretera se @abr#a convertido ya en un r#o, y, de momento, todav#a no @ab#aencontrado la menor se!al de alguien que pudiera ayudarla/

.e dio la vuelta y volvi a estudiar el desierto sendero a su espalda/ *os rbolesse amontonaban en los mrgenes como animales de presa, las ramas enredndoseen lo alto unas con otras para formar un tCnel @Cmedo y tenebroso/ Apenas unos

pocos rayos de sol vagabundos consegu#an abrirse paso aqu# y all, creando unconjunto de retorcidas sombras, y el calor bajo el claustrofbico manto verdeempe>aba a resultar insoportable/ $ncluso el terrible ruido de fondo de la jungla,que no @ab#a dejado de atormentarle los o#dos en un incesante y enloquecedor

ataque, @ab#a cesado por completo" ni siquiera el trino de un pjaro romp#a elopresivo silencio/

No pod#a quedarse all#, pens ?ri"ya.No as#, con una tormenta a punto deec@rsele encima/ Ten#a que seguir/ D, por muy dif#cil que resultase, cualesquieraque fuesen las amena>as o sistemas de persuasin que se viera obligada a utili>ar,deb#a obligar a su compa!era a ir con ella/

Volvi a mirar el sendero/ 0or muy grande que fuera la urgencia, no pod#acorrer cuerpo e instintos se rebelaban contra el ftido y sofocante calor, ynecesit de todas las energ#as que pudo reunir para regresar con paso lento ylaborioso al lugar donde el camino se cru>aba con un sendero que surg#a de la

jungla/ &n este punto los matorrales invad#an el desigual sendero ofreciendo unacierta proteccin, aunque no refugio, y ?ri"ya @ab#a esperado que acertara a

pasar alguien por all#, un le!ador qui>s, o incluso una carreta de bueyes que sedirigiera a alguno de los poblados situados en las profundidades del bosque///0ero @ab#a sido una esperan>a inCtil, y a@ora ya no se atrev#a a esperar ms/

Endigo estaba sentada en medio de las tres bolsas que constitu#an todas suspertenencias/ Ten#a los @ombros ca#dos y la cabe>a inclinada @acia adelante, de

modo que la larga cabellera roji>a tac@onada de @ebras grises le ocultaba el rostrocomo una cortina @Cmeda grandes manc@as de sudor oscurec#an la delgada

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camisa y los amplios pantalones/ Da desde lejos, ?ri"ya vio cmo los @ombrosde la joven se agitaban convulsivamente cada ve> que respiraba, y, al acercarsems, pudo escuc@ar los jadeantes estertores que surg#an de la garganta de suamiga/

de ?ri"ya rompi bruscamente el silencio/ ado que en el bosque no

@ab#a ms que animales y pjaros que pudieran o#rla, la loba no intent ocultar supeculiar @abilidad para @ablar las diferentes lenguas de los @umanos, y seadelant corriendo para lamer las flccidas manos de Endigo ca#das sobre elrega>o de la muc@ac@a/


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.i/// a cuando la lengua se neg a obedecer y no le permitifinali>ar la frase/ urante qui> medio minuto permaneci inmvil

balancendose ligeramente luego parpade y respir @ondoa para contemplar preocupada a Endigo que avan>aba tambaleantedos pasos ms/

*a joven no parec#a advertir los relmpagos ten#a los ojos abiertos perodesorbitados y febriles, como si contemplara un imaginario mundo de pesadillacreado por su propia mente, y los labios se mov#an como si murmurara para s#/

*a loba se detuvo y esper a que la alcan>ara entonces el cora>n se le contrajoal escuc@ar los primeros siseos as/ &n cuestin de segundos, empe> allover/

No era como las benignas lluvias estivales de su tierra natal, tan lejos de all#,en otro continente y otra era/ Ni tampoco se parec#a a los poderosos diluvios quecada primavera, para anunciar el despenar de la vida, barr#an los bosques que la@ab#an visto crecer/ &sta lluvia no tra#a vida, sino muerte/ Bna catarata, uncataclismo, cayendo a raudales del cielo en un torrente salvaje que apaleaba los

rboles y erosionaba la tierra y transformaba el mundo en un infierno abrasador yanegante del que no @ab#a escapatoria/ &sta lluvia era "aligna. ?ri"ya encorv

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el lomo para protegerse del maloliente aguacero, contempl a travs del agua quele anegaba los ojos la figura vacilante e inestable que la segu#a y comprendi queEndigo no podr#a soportar el ataque/

mayor del diluvioa@og su vo>, y, cuando intent comunicarse telepticamente con la joven,encontr un ardiente muro de fiebre y nuseas que el ra>onamiento no pod#a

penetrar, Endigo se estremec#a impotente balo el aguacero, ten#a los cabellospegados a la cabe>a y los @ombros, y @ab#a perdido todo sentido de la direccin/

*os primeros riac@uelos empe>aban a formarse en los mrgenes del sendero yse e?pand#an sobre un terreno demasiado reseco para absorberlos/ &n cuestin deminutos, el camino quedar#a inundado ?ri"yapodr#a qui>s escapar fcilmenteal agua, pero Endigo no pose#a la energ#a necesaria ni ara unga!ido y diera un salto atrs, atemori>ada/ A lo lejos se escuc@ el rugido de unrbol al incendiarse, y luego el c@isporroteo del fuego y el agua al unirse yentablar combate/ Todo el bosque estaba envuelto en una lu> cadavrica y

parpadeante, y las ramas se doblaban y agitaban como si los rboles luc@asen porarrancar las ra#ces del suelo y @uir/

ndigo@asnecesarias para continuar/ 0ero fue una esperan>a ef#mera/ Bn nuevo relmpago

centelle a travs del bosque y, cuando su resplandor destac en espantosorelieve el rostro de Endigo, ?ri"ya vio cmo sta pon#a los ojos en blanco/ *aloba proyect una frentica sCplica, pero la muc@ac@a se balance impotente, sedesplom @acia adelante y cay boca abajo sobre el suelo/ urante unossegundos permaneci inmvil luego intent incorporarse, apoyndose en lasmanos, y se dobl @acia el frente vomitando un fino @ilillo de bilis y sangre/

&l pnico se apoder de ?ri"ya cuando sta comprendi que Endigo @ab#allegado al l#mite de sus fuer>as/ *a loba no ten#a fuer>a suficiente para arrastrar asu amiga a un lugar seguro, y empe> a dar vueltas en c#rculo a su alrededor,

gimiendo y lloriqueando y dndole golpecitos con el @ocico/ 0ero Endigo ya noera capa> de responder permanec#a acurrucada en el suelo, abriendo y cerrando

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las manos espasmdicamente, con un desagradable gemido vibrando en lagarganta/

Jinalmente, ?ri"ya dej de girar a su alrededor y, por entre la cortina delluvia, contempl con desesperacin el sendero que se e?tend#a ante ella/ No

quer#a abandonar a Endigo, pero con eso tampoco conseguir#a ayudarla, y cadamomento perdido aqu# inCtilmente no @ar#a ms que empeorar las cosas/

Necesitaba ayuda @umana/ &n'a, que encontrar a alguien/.e acerc a Endigo, intentando e?plicarle su ra>onamiento y decirle que

pensaba ir en busca de ayuda, pero comprendi al instante que cualquiere?plicacin carecer#a de sentido/ *loriqueando, dio media vuelta y empe> aavan>ar con paso envarado y cansado, c@apoteando en el agua que se convert#aya en un torrente ininterrumpido y cada ve> ms profundo, corriendo, con las

pocas energ#as que le quedaban, sendero abajo/ -ientras corr#a, la loba re>aba en

silencio a la -adre Tierra para que tuviera piedad de ella y la ayudara, para quele permitiera encontrar a un ca>ador o le!ador, para que le permitiera encontrarun lugar en el que poder refugiarse, cualquier cosa, cualuier co!a que ayudara aEndigo///

Nada ms doblar una curva del sendero, descubri el ke" y, al frenar en seco,resbal sobre el enfangado suelo con un ga!ido de sorpresa/

urante algunos instantes apenas se atrevi a creer lo que ve#an sus ojos/ &lke" a ladrar en direccin al bosque antes de volverse otra ve>

y dirigirle una mirada de desesperada sCplica/ &l @ombre arrug el entrecejo,vacilante, y la mujer dijo algo, meneando la cabe>a/ ?ri"ya, furiosa consigo

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misma por la frustracin de ser incapa> de comunicarse con ms claridad, intentde nuevo transmitir su mensaje/ &l @ombre debi de comprender, pues, tras unrpido intercambio de frases con la mujer, grit algo al interior del ke" y otro@ombre, ms joven, @i>o su aparicin/ *os tres se acercaron a ?ri"ya con muc@a

cautela, sin apro?imarse demasiado y sin dejar de @ablar en tono interrogativo/*a loba mene la cola, la lengua colgando por entre los dientes luego baj laescalera corriendo, volvi la cabe>a para mirarlos y lan> un apremiante ladrido/

Ambos @ombres desaparecieron de inmediato en el interior de la caba!a y laloba temi que no la @ubieran comprendido, pero, al cabo de un momento,volvieron a salir, el ms joven armado con un pesado bastn y el mayor con unmac@ete, y los dos descendieron los pelda!os a toda prisa para reunirse con laloba/ ?ri"ya dio un salto en el aire, agradecida, para lamer la mano del ms

joven y pasofirme/

0or fin ?ri"ya vio delante de ella la figura acurrucada inmvil de Endigo/ *ajoven estaba tumbada de costado a@ora, con r#os de agua rodendola por todaspartes, y la loba se dio cuenta de que, en un principio, los @ombres creyeron queestaba muerta/ 0ero, cuando se inclinaron ante ella, la muc@ac@a se movi y sus

prpados se agitaron y se abrieron para mostrar unos ojos enrojecidos quemiraban sin ver/

&l @ombre de ms edad lan> una aguda e?clamacin ms de volverse @acia laloba y reali>ar un gesto conciliador al tiempo que le @ablaba despacio y condul>ura/ Ll ms joven levant a Endigo y se la ec@ sobre el @ombro, equipajeincluido/ *uego, algo tambaleante bajo todo aquel peso, se dio la vuelta yempe> a avan>ar pesadamente de regreso al ke".

e no @aber sido porque la ansiedad eclipsaba cualquier otra consideracin,?ri"ya qui>s @abr#a pensado que formaban una curiosa procesin cuando el

ke" apareci ante ellos/ esde luego, su llegada llam la atencin/ *a mujerregordeta se encontraba de pie en la galena, esperando verlos aparecer a travs dela lluvia, y, cuando por fin alcan>aron la escalera, varias otras personas se @ab#anreunido ya con ella todas ellas @ablaban y lan>aban e?clamaciones de sorpresa/?ri"ya descubri a otro @ombre joven, a una abuela desdentada, a dos mujeres

jvenes y a un peque!o nCmero de ni!os entre los all# reunidos/ *a rodearon enun instante y, dndole palmaditas, la obligaron a recorrer la 1aler#a y a pasar alotro lado de la puerta de @ojas de palma, donde se vio sepultada por manos yrostros curiosos mientras sus rescatadores se llevaban a Endigo a otra parte/

Alguien intent envolverla en un gran peda>o de tela que apestaba a ceni>a y amanteca rancia/ ?ri"ya se debati, deseando tan slo seguir a los @ombres que

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la ve>, la propietaria y para la cual el ke" constitu#a no slo un lugar de trabajosino tambin un @ogar comunal, y la enorme @abitacin en que @ab#a dormido?ri"ya parec#a ser el almacn principal/ .acos y cajas de provisiones seamontonaban a lo largo de las paredes, desconcertando el sensible olfato de la

loba con un revoltijo de olores desconocidos/ &ntreme>clado con toda aquellavariedad de art#culos, se ve#a todo un surtido de utensilios, desde puc@eros aarmas, esenciales para la vida en el bosque/ &n una esquina @ab#a una estufaabierta en su parte superior y ennegrecida por los a!os de uso aqu#, supuso?ri"ya, deb#a de ser donde sus anfitriones preparaban las comidas/ 0ero Hdndese encontraban las otras @abitaciones, los aposentos privadosI Hnde estabaEndigoI

Acerc el @ocico al suelo y empe> a rastrear, pero resultaba imposible aislarcualquier aroma de la pltora de olores/ Ni sus @abilidades telepticas consegu#an

tampoco encontrar ninguna sensacin de la conciencia de Endigo/ &n una ocasinle pareci detectar un dbil rastro Mle una mente que so!aba, pero ste sedesvaneci antes de que pudiera estar segura, y, con un triste lloriqueo, la lobaabandon la intentona y se resign a encontrar a su amiga por otros medios/

Avan> con paso quedo @asta el otro e?tremo de la @abitacin/ Aqu#, en mediode la oscuridad a la que no consegu#a llegar la lu> de la luna, encontr dos

puertas/ Bna estaba cerrada por el otro lado, pero la segunda se abri con unligero temblor cuando la empuj con el @ocico, y ?ri"ya se desli> al otro lado/.e encontr en un pasillo estrec@o que separaba el almacn de otra >ona ms pri4vada del ke". *a tenue lu> que penetraba por un ventanuco situado al final del

pasillo le mostr tres entradas ms, cada una cubierta con una cortina, y ?ri"yase dirigi ansiosa a investigarlas una a una/

*a primera y segunda @abitaciones estaban a oscuras, pero una sensacin decalor, los sonidos apenas perceptibles de una respiracin pausada y losdesconocidos olores @umanos indicaron a la loba que ambas estaban ocupadas,aunque no e?ist#a la menor indicacin de la presencia de Endigo/ 0ero, alintroducir el @ocico a travs de la cortina de la tercera @abitacin, ?ri"ya se vio

casi deslumbrada por la brillante lu> del peque!o globo de una lmpara/ edetrs de esta lmpara, una figura se al> con premura de su lugar junto a unlec@o bajo/ 0ensando que se trataba de Endigo, la loba avan> an@elante,meneando la cola entonces la figura empe> a agitar las manos con rapide> endireccin a ella a la ve> que siseaba nerviosa en una vo> desconocida, y ?ri"yareconoci en ella a la muc@ac@a que la @ab#a secado y atendido a su llegada alke". ?ri"ya levant la cabe>a esperan>ada, pero la mujer se inclin paraagarrarla por el cogote e intent arrastrarla fuera de la @abitacin/ Aunque nocomprendi sus palabras, la loba percibi agitacin en su mente/ +uando la mujer

cambi de posicin para sujetarla mejor por la parte posterior del cuello, ?ri"yadescubri la figura inmvil de Endigo tendida en la cama/ C2o@ Por favor, dea

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ue "e acerue@D ?ri"ya lan> su teleptico ruego de forma instintiva antes derecordar que no pod#a comunicarse con ella, que, incluso aunque le @ablara envo> alta, la mujer no la comprender#a/ =imote, resistindose, las garrasara!ando el suelo desnudo, y empe> a girar la cabe>a de un lado a otro,

estirando el cuello para ver a su amiga/ &l tono de la mujer se suavi>,tornndose comprensivo/ $ntentaba convencerla y e?plicarle algo a la ve>, yafloj la mano que sujetaba a ?ri"ya el tiempo necesario para reali>ar un gestoen direccin a la cama y efectuar unos cuantos movimientos tranquili>adores conla palma abierta/ *uego se llev un dedo a los labios e imit a una personadurmiendo/

?ri"ya se aplac, consciente de que la mujer no @ac#a ms que lo queconsideraba mejor para Endigo y no deseaba que se molestara a la muc@ac@a/ +onla cabe>a y la cola gac@as, la loba permiti que la sacaran de la @abitacin y se

tumb desconsolada en el pasillo, los ojos filos en la cortina que @ab#a vuelto acubrir la entrada, impidiendo ver el interior del cuarto/ .i tan slo pudiera@acerles comprender que Cnicamente deseaba sentarse junio al lec@o de Endigo,que no era ningCn perro tonto y sab#a muy bien que no deb#a saltar sobre la camay empe>ar a repartir lametones y proferir ga!idos y molestar/// $odo lo que ellaquer#a, lo que necesitaba, era saber cmo se encontraba su amiga y si la fiebre la@ab#a abandonado/

.e escuc@aron unos ruidos al otro lado de la cortina, y, ante la sorpresa de?ri"ya, la muc@ac@a sali de la @abitacin a los pocos segundos/ etenindoseen el umbral, la joven alis las arrugas que la larga vela le @ab#a dejado en lafalda, apret las palmas de las manos contra la espalda como para aliviar elentumecimiento de los mCsculos, y luego se alej pasillo abajo, c@asqueando losdedos en direccin a la loba y lan>ando un gorjeo alentador al pasar a su lado/

?ri"ya la sigui despacio, y en la @abitacin almacn la mujer empe> aencender ms lmparas y a remover las ceni>as de la estufa/ *os dibujos

proyectados por los @aces de lu> gris4plata se @ab#an esfumado de la @abitacin alponerse la luna, y, en el e?terior, el bosque empe>aba a despertar con la llegada

del amanecer/ ?ri"ya supuso que los otros @abitantes del ke" no tardar#an en@acer su aparicin a lo mejor, una ve> que la familia estuviera inmersa en losque@aceres del d#a, ella podr#a escabullirse e ir a ver a Endigo/ Animada por ese

pensamiento, la loba se acomod de nuevo en su improvisada cama y se dedic aobservar las idas y venidas de la muc@ac@a/

*a lu> empe> a filtrarse al interior del ke", obligando a las sombras aretroceder pocos minutos despus otros sonidos @umanos empe>aron a romper elsilencio y, primero el @ombre joven, luego la mujer ms anciana, y ms tarde lasni!as penetraron en la @abitacin boste>ando/ *as dos mujeres sostuvieron algo

parecido a una discusin en vo> muy baja, con muc@os refunfu!os y suspiros porparte de la de ms edad, pero ?ri"ya no tuvo la menor idea del tema de la

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conversacin @asta que la anciana verti algo que @ab#a estado removiendo sobreel fuego de la estufa en un cuenco de madera y las dos volvieron a salir por la

puerta en direccin a las @abitaciones interiores/ Transcurrieron varios minutospero no regresaron, y de improviso una inquietante cora>onada puso de punta los

pelos de ?ri"ya.&l @ombre y las ni!as no la observaban, de modo que se incorpor y sali al

pasillo sin que la vieran/ 1rillaba una lu> por debajo de la cortina de la tercera@abitacin, y al acercarse escuc@ unas inquietas voces a@ogadas y percibi elfuerte olor de una coccin de @ierbas/

*a cora>onada de ?ri"ya se transform en pnico y, corriendo @asta la cortina,se abri paso a travs de ella/ *as mujeres se volvieron, asustadas, y por uninstante sus pensamientos y emociones quedaron retratados en sus rostros,confirmando lo que ella ms tem#a" estaban poniendo en prctica todos sus

conocimientos, pero @asta a@ora sin resultado, Endigo no mostraba la menor se!alde mejora/// y las mujeres empe>aban a desesperar/

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CAPTULO 2

Todas las mujeres del ke" intentaron con se!ales y palabras amablestranquili>ar a ?ri"ya,pero la loba se neg a dejarse consolar y al final, dndose

por vencidas, le permitieron velar junto al lec@o de Endigo/ *a loba se qued all#durante todo el sofocante d#a, vigilando constantemente el rostro congestionado yfebril de su amiga, estirando el morro de ve> en cuando para lamer suavementeuna de sus ardientes manos/

Endigo permaneci inconsciente la mayor parte del tiempo, pero en ocasionesse agitaba en la cama y abr#a los ojos, clavndolos sin ver en el tec@o duranteunos instantes antes de empe>ar a dar vueltas y ponerse a gritar delirante/ ?ri"ya

jams @ab#a visto ataques de esa especie, y los salvajes pensamientos quebrotaban del subconsciente de la muc@ac@a como una llamarada incontrolada

aterrori>aban al animal/ +ada ve> que esto suced#a, la loba se precipitaba a lapuerta, ladrando frentica alguien acud#a corriendo a la llamada, volv#a a lavar elrostro y torso de Endigo, obligndola a beber por entre los apretados dientesalguna nueva pcima de @ierbas, y durante un tiempo la muc@ac@a se calmaba,

pero a poco el desagradable ciclo se iniciaba de nuevo/*as mujeres @ac#an todo lo que pod#an, pero con la llegada de la tarde result

evidente para todos los @abitantes del ke" que Endigo no respond#a altratamiento/ *a fiebre @ab#a empeorado, los intervalos entre los ataques de delirioeran cada ve> ms cortos, y los limitados conocimientos curativos de las mujeres

@ab#an llegado a su fin/ ?ri"ya comprendi que @ab#an renunciado a toda espe4ran>a de curarla por medios normales cuando, al caer la noc@e sobre el bosque,todas las mujeres de la casa penetraron en la cerrada y sofocante @abitacin y sereunieron alrededor del lec@o/ &ncendieron unas velas cortas y gruesas quedesprend#an un @umo espeso que @i>o que ?ri"ya mostrara los dientes inquieta,y empe>aron a repetir un curioso cntico desafinado mientras la ms ancianaagitaba por encima de la cabe>a de Endigo un bastn cincelado y adornado con

borlas/&ran re>os o conjuros/// %ab#an aceptado la derrota e intentaban ayudar a la

enferma con el Cltimo recurso de apelar a la magia, o a los dioses o poderes queveneraran/ ?ri"ya se estremeci al ver que el montono cntico parec#a noterminar jams/ *uego, incapa> ya de soportarlo por ms tiempo, se escabull porentre la cortina @asta el pasillo, donde se tumb con el @ocico sobre las patasdelanteras, llena de desdic@a/

*as mujeres siguieron con su vela @asta el amanecer/ e ve> en cuando loscnticos se deten#an durante unos instantes, y ?ri"ya levantaba la cabe>a entreasustada y esperan>ada pero entonces el murmullo de las voces volv#a a iniciarse

y aquel ritual de pesadilla segu#a adelante/ .ola en el pasillo, sin otra compa!#aque sus propios pensamientos, la loba se preguntaba una y otra ve> qu iba a ser

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de Endigo/ &staba segura de que las mujeres pensaban que su compa!era iba amorir, y ella no pod#a transmitirles la verdad" que Endigo no pod#a morir, sinoque estaba condenada a seguir viviendo, tal y como @ab#a @ec@o durante casicincuenta a!os, sin envejecer y sin la amena>a ada a medida que avan>aba la noc@e, perosiempre aparec#an pesadillas desagradables listas para saltar sobre ella y

arrancarla de su sue!o con un estremecimiento/ 0or fin, no obstante, vio cmolos primeros indicios del alba empe>aban a iluminar la estrec@a ventana del finaldel pasillo, y, cuando se levantaba, al>ando el @ocico para olfatear el cambio enel aire, la cortina de la puerta de Endigo se movi y salieron las mujeres/irigieron una rpida mirada a la loba pero no dijeron nada y se alejaron endireccin a la @abitacin principal/ .lo la joven que @ab#a sido la primera enganarse la amistad de ?ri"ya, y que fue la Cltima en salir, se detuvo y baj lamirada/

a de

?ri"ya, @ablndole con su vo> suave y pausada, pero tambin pesarosa/ *a lobaempe>aba a comprender poco a poco algunos reta>os del idioma nativo/ +onoc#alas palabras que significaban MnoO, MtranquilaO y MdormirO, y pod#a @acerse unaidea del significado de algo por la infle?in de la vo>, de modo que supuso quela mujer intentaba decirle que Endigo dorm#a y no pod#a @acerse nada ms por elmomento/ *a loba le lami la mano ada en direccin al umbral, lan> un gemido inquisitivo/ *a mujersonri, aunque con triste>a, y apart la cortina a un lado para dejar pasar a?ri"ya.

esde el lec@o, le lleg la jadeante respiracin de Endigo/ $ntent sondear lamente de su amiga en busca de +ualquier se!al de reconocimiento, o incluso devida, pero no encontr nada, Endigo estaba totalmente inconsciente,y no @ab#aduda de que muy enferma/ &l sofoco del rostro se @ab#a transformado en dos

brillantes manc@as febriles en las mejillas, ten#a la piel arrugada y como res4quebrajada, y los ojos tremendamente @undidos, lo que le daba un espelu>nante

aspecto cadavrico/ ?ri"ya la contempl durante un buen rato, los ojosambarinos llenos de afliccin/ *uego, enojndose consigo misma, porque sab#a

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que deb#a aceptar que no @ab#a nada que pudiera @acer para ayudar a Endigo, oincluso comunicarse con ella e intentar consolarla, se tumb a los pies de la bajacama para continuar con la vela que las mujeres acababan de abandonar/

Aquella ma!ana result interminable para ?ri"ya. *os sonidos de actividad@umana se filtraban a travs de las delgadas paredes del ke" desde la @abitacinalmacn, confundindose con el sopor#fico >umbido de fondo de la jungla querodeaba la edificacin como una blanda manta/ Bno de los ni!os le llev un platode comida y un cuenco de agua, pero, aunque bebi un poco, la loba no ten#a@ambre y la comida permaneci intacta/

Endigo murmuraba en su anormal sue!o, revolvindose de un lado a otro comosi intentara escapar del particular infierno de la fiebre/ &n dos ocasiones grit envo> alta en el idioma de su antiguo pa#s de origen, llamando a su padre y a su

madre y @ermano, que llevaban muertos ms de medio siglo, y gritando, tambin,el nombre de $myssa, su anciana ni!era/ *a mujer joven apareci al momento alescuc@ar los gritos y consigui tranquili>arla, pero, cuando se fue, Endigo empe>a llorar con largos y terribles sollo>os desquiciados, y sus labios secos y su in4flamada lengua musitaron otro nombre que ?ri"ya conoc#a muy bien" Jenran elamor que Endigo @ab#a perdido, el @ombre cuyo cuerpo y alma se encontrabanretenidos en un mundo entre mundos, y al que so!aba con liberar/ *a loba cerrlos ojos y volvi la cabe>a cuando el murmullo vibr a travs de la sofocante@abitacin, sintiendo que se inmiscu#a en algo en lo que no ten#a derec@o a aven4turarse, y lami con la lengua el @irviente aire mientras intentaba refrescarse y

pensar en otras cosas/?ri"ya no pod#a calcular las @oras en esta latitud desconocida, pero consider

que deb#a de ser cerca del mediod#a cuando escuc@ el ruido de gente que llegabaal ke". *a alert el sonido de pies golpeando sobre los pelda!os de maderaluego se escuc@aron e?clamaciones, sofocadas apresuradamente, y nuevas voces

uno< en la sala almacn/ ?ri"ya levant la cabe>a, las orejasestiradas al frente para captar los matices de los desconocidos sonidos/ Ten#a

toda la impresin de que los recin llegados eran personas de cierta importancia,ya que la familia parec#a @ablar en tono respetuoso y parec#a como si se llevara acabo una especie de interrogatorio/ &ntonces la puerta situada al final del pasillose abri con una violenta sacudida y cuatro mujeres desconocidas @icieron suaparicin/

?ri"ya, que se encontraba tumbada en el pasillo, se puso de pie al instante,aguijoneada por dos instintos independientes y violentos que sacudieron su mentede forma simultnea/ *as recin llegadas eran desconocidas, una incgnita, y porlo tanto enemigas potenciales/ 0ero, junto con esto, sus agudos sentidos ps#quicos

@ab#an registrado una acentuada sensacin de poder/:l jefe del grupo vio a ?ri"ya y levant una mano para detener la peque!a

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procesin/ &ra una mujer de mediana rilad, piel caoba, cabellera negra y aspectorec@onc@o, con grandes pliegues de grasa en los bra>os desnudos y el pec@oapenas cubierto/ *levaba una bolsa de piel colgada de un @ombro, y en la manoderec@a sujetaba un pesado bastn/ *a mujer se qued inmvil con las piernas

clavadas en el suelo como peque!os troncos de rbol, y las intrincadas tallas de@ueso que le colgaban sobre el rostro sujetas a una cinta de cuero que le rodeabala cabe>a tintinearon entre s# mientras contemplaba a ?ri"ya con e?presinfero>/ .us tres acompa!antes eran ms jvenes pero no menos intimidantes/ -saltas y delgadas que su jefe, llevaban los cabellos peinados en un complicadosistema de tren>as dos de ellas ten#an sigilos pintados en mejillas y barbilla, y lastres llevaban mac@etes colgados a la cintura/

*os pelos del lomo de ?ri"ya se eri>aron les mostr los clientes, noqueriendo demostrar una agresividad abierta pero indicando de todos modos que

no se la pod#a tomar a la ligera/ &ntonces @i>o su aparicin la mujer joven delke", abrindose paso por entre el grupo con gestos pacificadores yconciliadores/ Tras @ablar con la mujer gorda en tono respetuoso, inclinando lacabe>a y juntando las manos, se acerc apresuradamente a ?ri"ya y la tranqui4li>, dndole a entender que las mujeres no constitu#an ninguna amena>a/ *a lobase apacigu, aunque el @alo de poder segu#a inquietndola, y el grupo siguiadelante sin @acerle caso, en direccin a la cortina que cubr#a la entrada de la@abitacin de Endigo/ *a loba intent seguirlas pero, llena de nerviosismo, la

joven la empuj @acia atrs, repitiendo con gran nfasis la palabra que ?ri"yacre#a significaba MayudaO/

*as cuatro desconocidas desaparecieron en el interior de la @abitacin, y dedetrs de la cortina surgieron unos murmullos rpidos y apenas audibles/ ?ri"yaoy crujir la cama luego, al cabo de unos momentos, la cortina se @i>o a un ladoy sali la mujer gorda/ *as mir a las dos, con una mirada aguda e intensa, y

pronunci tres palabras con ve@emencia antes de darse la vuelta y volver apenetrar a grandes >ancadas en la @abitacin/ *os rudimentarios conocimientosque ?ri"yapose#a de la lengua de estas gentes no eran suficientes para que

estuviera segura de lo que se dec#a, pero una impresin teleptica del significado,y la e?clamacin a@ogada de la mujer del ke", que parec#a ser una me>cla desorpresa y temor, fueron suficientes para confirmar su sospec@a de que las

palabras de la mujer gorda ven#an a decir ms o menos" Mes ellaO/

?ri"ya no sab#a de dnde @ab#an venido las cuatro desconocidas ni quin oqu eran, pero estaba claro desde el principio que la familia residente en el ke"las tem#a y respetaba/ *o que era ms importante aCn era que, al parecer, cre#anque las recin llegadas pod#an ayudar a Endigo all# donde sus propios esfuer>os

@ab#an fracasado/ No se permiti a nadie presenciar lo que suced#a tras la cortinade la @abitacin, y ?ri"ya no lleg a saber si los conocimientos utili>ados por las

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mujeres se basaban en la medicina o en la magia, pero, despus de una @ora mso menos, la que parec#a el jefe regres a la @abitacin almacn con una e?presinde austera satisfaccin en el rostro/

0ara cuando @i>o su aparicin, el ke" @ab#a sufrido una metamorfosis/ *a

familia, cogida por sorpresa por la inesperada llegada de sus visitantes, @ab#areali>ado un estudio desesperado para tener dispuesto todo @onor y comodidad

posibles para sus invitadas/ %ab#an puesto a los ni!os a barrer y ordenar bajo lasc@illonas rdenes de una de las mujeres jvenes, y la anciana se!ora y la esposaregordeta se encontraban muy ocupadas junto a la estufa de le!a, mientras quelos @ombres @ab#an colgado en las ventanas y puerta de la sala almacn une?tra!o pero evidentemente valioso surtido de adornos y fetic@es/ el bosquecircundante se @ab#an tra#do a toda prisa manojos de @ojas y flores carnosas deaspecto e?tra!o para incorporarlos a las decoraciones y esparcirlos por el suelo, y

tambin se @ab#a adornado un silln de junco tren>ado a modo de improvisadotrono/

*a mujer gruesa se detuvo en el umbral de la puerta que daba al pasillo y pasela mirada por la @abitacin con e?presin cr#tica/ Todos los @abitantes del ke"se encontraban reunidos con aire respetuoso en un lado de la sala, y durante qui>medio minuto nadie dijo nada/ &ntonces la mujer gorda @i>o un rpido gesto deasentimiento con la cabe>a y, tras proferir un gru!ido que parec#a significar muy

bien, avan> @asta el adornado silln y se sent/*a atmsfera se relaj de forma ostensible/ +on un apagado suspiro de alivio,

el ms anciano de los @ombres c@asque los dedos en direccin a las mujeres demenor edad, y stas corrieron junto a la estufa y empe>aron a llenar cuencos demadera con el contenido de tres ollas que @erv#an sobre ella/ Ktro @ombre saccopas y verti en ellas una infusin de olor penetrante contenida en una jarra de

piedra/ &ntreg la primera copa a la anciana se!ora de la casa, quien por su partela ofreci a la mujer gruesa, y la aceptacin de sta fue la se!al para que sellenaran otras copas/ *legados a este punto, a la anciana se le permiti sentarselos dems, no obstante, permanecieron en pie mientras las mujeres, mudas y con

los ojos abiertos de par en par, depositaban cuencos de comida en el suelo a lospies de su invitada/ *a mujer seleccion un bocado de cada uno, lo mastic concuidado, asinti aprobadora y luego se volvi para @ablar con la anciana, quien,al parecer, era la Cnica de los presentes que merec#a ser tratada de modo parecidoa un igual/

?ri"ya, que @ab#a conseguido colocarse en un lugar lo ms pr?imo posible ala recin llegada sin que resultara demasiado llamativo, escuc@ con sumaatencin las palabras de la mujer y las respuestas de la anciana/ +ada ve> que lainvitada callaba, la anciana asent#a con deferencia y repet#a las mismas dos

palabras" Main, .@aluneO/ ?ri"ya sab#a que ain significaba Ms#O, y no tard encomprender que .@alune deb#a de ser el nombre o t#tulo de la mujer gruesa/ Lsta,

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tra#an algCn regalo a las mujeres, y, tras saciar la sed con otra copa de la infusincasera, .@alune condescendi a salir a la galer#a para ec@ar un vista>o a lasofrendas/ *os regalos eran, al parecer, el precio que se esperaba pagar por

peque!os servicios tales como una receta mdica, un consejo o una sentencia en

una disputa/&staba muy claro a@ora que .@alune y sus acompa!antes eran las guardianas y

los instrumentos de la religin, la ley o ambas cosas, y el que a@ora tuvieran queocuparse de los recin llegados facilit a ?ri"ya la oportunidad que esperaba/Teniendo buen cuidado de que la mujer joven del ke" no la estuviera vigilando,la loba avan> lentamente a lo largo de una de las paredes de la @abitacin, paraluego desli>arse por la puerta sin ser vista y correr pasillo adelante @asta la@abitacin de Endigo/ &mpuj la cortina a un lado con el @ocico, pas al otrolado/// y se detuvo en seco/

Endigo estaba sentada en la cama/ Ten#a la espalda apoyada en mullidosalmo@adones y su piel parec#a un peda>o de papel fino y @Cmedo, pero estabaconsciente y, cuando sus ojos se encontraron, ?ri"ya supo que la fiebre @ab#adesaparecido casi por completo/ Cndigo@D

*a loba record justo a tiempo que no deb#a gritar en vo> alta el nombre de suamiga/ +orri @asta el lec@o y salt sobre l, todo el cuerpo temblando dee?citacin mientras lam#a el rostro de Endigo/


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sus @abitantes, y describi las circunstancias que la @ab#an impulsado a buscarayuda aqu#/

CPeroD, a!adi al finali>ar la e?plicacin, Chay algo "+! ue dee! !aer,algo ue "e preocupa enor"e"ente. -o ta"poco co"prendo el idio"a de la!

"uere!, pero he con!eguido leer alguno! de lo! pen!a"iento! de la "+! gorda...Shalune, creo ue !e lla"a, ndigo, tienen la intenci0n de llevarte leo! deau'@D

C*/levar"e leo! de au'D Endigo arrug el entrecejo/ C*AdondeDC2o lo !7. A un lugar "uy e!pecial, creo, pero no !7 d0nde e!t+ ni por u7

uieren ir all'. 4reo ue... D ?ri"ya vacil, preguntndose si su sospec@a noparecer#a tonta, pero decidi que deb#a decirlo/ C4reo ue ere! i"portante paraella! de alguna for"a. D

Endigo se sinti a la ve> sorprendida y desconcertada/

CPero !i !oy una co"pleta de!conocida, una fora!tera... D, le transmiti/C/o !7. #a"poco yo lo co"prendo. Pero "e da la i"pre!i0n de ue hay algo

religio!o en todo e!to. /a "uer lla"ada Shalune parece !er una e!pecie de... D*a loba empe> a rebuscar en su mente para encontrar la palabra e?acta, e Endigoaventur"

C*Sacerdoti!aDCS'@D *a lengua de ?ri"ya se agit nerviosa/Bna sacerdotisa, Endigo consider la idea con inquietud/ *e resultaba imposible

pensar con claridad la fiebre no @ab#a desaparecido por completo y, adems desu debilidad f#sica, todav#a sent#a que podr#a recaer en el delirio con demasiadafacilidad/ Necesitaba tiempo para recuperar las fuer>as y la agude>a mental,tiempo para asimilar lo que ?ri"ya le contaba y, por encima de todo, tiempo

para meditar sobre lo que @ar#a/ .iempre que las sacerdotisas estuvierandispuestas a dejarla opinar sobre su propio futuro/

e improviso se escuc@aron pasos en el pasillo y el murmullo apagado devoces/ ?ri"ya volvi la cabe>a con un sobresalto culpable, y las cortinas se@icieron a un lado para dar paso a .@alune y a sus tres acompa!antes/

.@alune vio a ?ri"ya y su entrecejo se frunci al momento/ +on un furiosodenuesto, avan> @acia la cama, dando enrgicas palmadas para sacar a la lobadel lec@o y de la @abitacin/


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cuantos gestos indecisos, como si intentara confirmar lo que quer#a decir Endigo,y sta asinti con energ#a, indicando primero a ?ri"ya y luego dando palmadassobre el lec@o con gran nfasis/ .@alune comprendi y, juntando las palmas delas manos en se!al de obediencia, inclin la cabe>a, sumisa, y retrocedi un paso/

&ntonces, ante el inmenso asombro de Endigo y ?ri"ya, como si el gesto de sujefe fuera una se!al convenida, las otras tres mujeres doblaron una rodilla entierra en un saludo ceremonioso e inequ#vocamente reverencial/

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CAPTULO 3

Transcurrieron cinco d#as ms antes de que .@alune considerase que Endigo seencontraba en condiciones de viajar/ Result un espacio de tiempo peculiar e

incmodo, y que la presencia en el ke" de las cuatro sacerdotisas ejerc#a unefecto in@ibidor sobre todos/ *a vida de la familia de comerciantes se vio alteradaen gran medida/ Ninguno de sus miembros escatimaba esfuer>os en servir a susinvitadas en todo lo posible, y estaba claro que se consideraban enormemente@onrados con la visita, pero, con los mejores dormitorios cedidos a las forasteras,y una buena cantidad de transacciones comerciales perdidas durante las @oras quededicaban a ocuparse de stas, el agotamiento empe> a @acerse sentir/

%asta donde le era posible, ?ri"ya se manten#a apartada de las sacerdotisas,pues no acababa de sentirse muy tranquila junto a .@alune y sus compa!eras/ &l

sentimiento no llegaba a antipat#a o desconfian>a era tan slo un instinto que nopod#a e?plicar de forma racional/ No se lo mencion a Endigo en los pocosmomentos en que estaban a solas para no preocuparla, pero opt por el sencilloconcurso de evitar la compa!#a de las cuatro mujeres siempre que pod#a/

0ara empe>ar, la loba padeci muc@as @oras de soledad, Endigo dorm#a lamayor parte del tiempo, recuperando poco a poco las fuer>as, y, durante loscortos espacios de tiempo en que estaba despierta, .@alune acostumbraba mandaral menos a una de sus subordinadas para que le @iciera compa!#a en la cargada ysilenciosa @abitacin/ 0or su parte, los @abitantes del ke" se encontraban

demasiado atareados para prestar muc@a atencin a ?ri"ya


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aunque sab#a que era una comparacin disparatada< le recordaban a lasdeformes criaturas que @ab#a visto, @ac#a ms a!os de los que pod#a contar, en lasempon>o!adas monta!as volcnicas de Vesinum/ eseaba ardientemente que nose @ubieran visto obligadas a venir aqu#/ *a $sla Tenebrosa era conocida en todo

el mundo como un lugar malsano y srdido del que era mejor mantenerseapartado, y, cuando Endigo @ab#a tomado la decisin de abandonar la ciudad4estado de avaPos en el continente occidental y @ab#a iniciado de nuevo su pe4regrinar, ?ri"ya @ab#a intentado por todos los medios persuadirla de no cru>arla enorme isla y buscar otra ruta para su viaje, Endigo se @ab#a negado enredondo/ eb#an ir en direccin nordeste, @ab#a dic@o, y nordeste quer#a decir

precisamente esto/ *a Cnica otra posibilidad era navegar @acia el norte por elestrec@o de las Jauces de la .erpiente y luego girar en direccin a las $slas de las0iedras 0reciosas y el continente oriental situado ms all, y eso era algo que ella

no deseaba @acer/ ?ri"ya @ab#a comprendido el motivo de su renuncia/ Tanto las$slas de las 0iedras 0reciosas como el continente oriental guardaban terriblesrecuerdos para Endigo" recuerdos de amigos muertos @acia ya un cuarto de siglodurante su desesperada tentativa de desenmascarar a la .erpiente evoradora deQ@imi> recuerdos, tambin, de amigos que @ab#an sobrevivido a aquella pruebacon ella pero que @ab#an envejecido un cuarto de siglo mientras que Endigo

permanec#a igual, amigos que a@ora resultar#an irreconocibles, Endigo se resist#adesesperadamente a correr el riesgo de volver a encontrarlos/ 0eor aCn, no quer#aarriesgarse a descubrir que el tiempo @ab#a podido ms que ellos y @ab#an pasadoamejor vida/ Da @ab#a tenido que soportar ese golpe en una ocasin, cuando ellay ?ri"ya regresaron a avaPos tras una ausencia de ms de veinte a!os/ Ten#anuna vieja y querida amiga entre los davaPotianos, una dura mujer de peque!aestatura llamada -acee, que @ab#a sido a la ve>, compa!era de navegacin yconfidente de la poca en que Endigo @ab#a formado parte de la tripulacin del

Fara Farai bajo sus rdenes, Endigo @ab#a prometido a -acee que algCn d#aregresar#a y, finalmente, @ab#a cumplido la promesa, pero para entonces ya erademasiado tarde y, cuando ella y ?ri"ya llegaron a las costas de avaPos,

descubrieron que la menuda capitana @ab#a llegado al final de -$.d#as e ido areunirse en pa> con la -adre Tierra/Endigo se @ab#a sentido terriblemente afligida/ +onsideraba a, jams @abr#a aprobado uncomportamiento tan estCpido/

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0ero, sensato o no, se @ab#a @ec@o y a@ora deb#an sacarle el mayor provec@oposible/ Al menos e?ist#a la reconfortante certe>a de que Endigo mejoraba d#a ad#a sigui parpadeando

en el e?tremo de la piedra durante unos cuantos segundos ms/ e improvisocambi de posicin para colocarse en el centro y desde all# empe> a ir de uno al

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otro punto como una lucirnaga atrapada/C8i5o lo "i!"o anocheD, e?plic Endigo mientras ?ri"ya mostraba los dientes

en una mueca de sorpresa/ CHa"+! !e ha co"portado a!' ante!, y tengo una!o!pecha de lo ue intenta decir"e. 2orde!te y ala ve5 au' al "i!"o tie"po,

to"o !i no pudiera decidir !ore cu+l e! el "en!ae "+! e;acto. D edic a?ri"ya una larga y pensativa mirada/ C*Podr'a e!to tener algo ue ver conShaluneD

?ri"ya comprendi/C*4on Shalune, y ta"i7n a la ve5 con e!e lugar al ue fila uiere llevarteCSi !e encuentra al norde!te de au', !'. D Endigo volvi la cabe>a para mirar al

interior del ke", donde las mujeres preparaban la comida/ No se ve#a se!al de.@alune, pero Endigo tuvo la instintiva sensacin de que ni ella ni susacompa!antes estaban muy lejos/ .e volvi otra ve> @acia ?ri"ya. CSi e! a!',

entonce! creo ue ui5+! he"o! encontrado lo ue u!ca"o!. K "+! ien ueello ha venido a nue!tro encuentro, D

urante ese d#a y el siguiente, Endigo intent por todos los medios posiblesaveriguar ms cosas sobre .@alune y sus intenciones/ No result tarea fcil, pues,aunque ?ri"ya estaba aprendiendo poco a poco palabras y frases del lenguajedejos @abitantes de la $sla Tenebrosa e intentaba ense!ar a Endigo lo que sab#a, noera suficiente para permitir, de momento, ningCn tipo de comunicacin con lascuatro mujeres/ &ntonces, en la quinta ma!ana de su estancia all#, .@alune

penetr en la @abitacin de Endigo, reali> la ya acostumbrada reverencia e indicque deseaba que la joven la siguiera/ 0arec#a contenta por algo, y ?ri"ya,captando el tono aunque no la esencia de sus pensamientos, advirti a Endigo deque se tramaba algo/ No sin cierta prevencin, Endigo permiti que .@alune la es4coltase por el pasillo, a travs de la sala principal del ke" y @asta la galer#ae?terior de la casa/

.e detuvo en seco al ver lo que la aguardaba all#/ No pudo ni imaginar cmo la@abr#an obtenido las mujeres, pero, destacando incongruentemente sobre el duro

suelo frente al ke", @ab#a una litera de bambC y palmas, con telas multicolores amodo de cortinajes y adornada con grotescos fetic@es de madera, @ueso, piedra yplumas/ e pie junto a la litera estaban las otras tres mujeres tambin stasreali>aron las reverencias de rigor, y .@alune, sonriendo con satisfaccin, se!alla litera y dijo algo en lo que Endigo slo capt el equivalente a la palabraMgenteO/ ?ri"ya contempl con asombro la litera/ C4reo ue te e;plica ue lo!aldeano! han con!truido e!toD, transmiti no muy segura/ C$ice ta"i7n algo

!ore "archar!e, pero no co"prendo "+! ue e!o. D.@alune, sonriente aCn, indic de nuevo la litera, e Endigo comprendi de

improviso/ .in prembulos ni preparativos evidentes, las sacerdotisas ten#an laintencin de abandonar el ke" esta misma ma!ana///, y la litera era para

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transportarla a ella/Endigo escuc@ entonces movimiento a su espalda y, al volverse, se encontr

con dos de las mujeres del ke" que sal#an en aquel momento por la puerta consus bolsas en las manos/ *as transportaban con reverencia y un cierto

nerviosismo, como medio asustadas de tocarlas, y, a una brusca se!al de .@alune,pasaron corriendo junto a Endigo y descendieron la escalera para depositar losbultos en el interior de la litera, Endigo permaneci inmvil sin saber cmoreaccionar/ No estaba dispuesta a capitular a los deseos de las mujeres sin saberadonde pensaban llevarla o qu pensaban @acer con ella, pero Hcmo pod#a@acrselo comprenderI H+mo pod#a e?presar su protestaI

*a aguardaban, y las espesas cejas de .@alune empe>aron a juntarse en unprincipio de enojo, Endigo clav la mirada en los duros ojos de la otra, y dijo conmuc@o cuidado en el idioma de la $sla Tenebrosa"

que Endigo se dirig#a a ella en

su propia lengua, y la pregunta la cogi totalmente por sorpresa/ Recuperando lacompostura, le dedic una profunda inclinacin con un amplio gesto de la manoy le respondi @ablando con rapide> y gran nfasis/

M=rimya, *u7 e! lo ue ha dichoD, comunic Endigo, llena de desesperacin/No @ab#a comprendido nada las frases @ab#an sido e?cesivamente complejas ypronunciadas a demasiada velocidad, pero no quer#a que .@alune advirtiera lolimitada que era todav#a su comprensin del idioma/

Ca/Rpidamente y en silencio la muc@ac@a pregunt a la loba"

C*4u+l e! la palara para preguntar Gd0ndeG Tengo ue averiguar adonde

pien!an lleva"o!@D?ri"ya se la transmiti, e Endigo repiti la frase en vo> alta/ .@alune volvi aresponder @ablando con rapide> y con todo detalle, y ?ri"ya tradujo"

C8ala, de agua y... de un lugar, un edificio, creo. &n lugar e!pecial, co"o...*un te"ploD

Endigo asinti/ &ra lo que sospec@aba, y sostuvo la mirada de la sacerdotisa sinpesta!ear/

quierda, las cejas ligeramente enarcadas en inequ#voco gesto de

interrogacin/.@alune @i>o una nueva reverencia y se volvi para indicar el sendero que

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discurr#a junto al ke"para ir a perderse en las profundidades de la isla/as de telafinamente tejidas que se amontonaban en la litera a sus pies/ Nadie @i>o caso desus protestas, no obstante todo lo que sus antiguos anfitriones deseaban as de cada uno de ellos, desde la anciana se!ora de lacasa @asta el ms peque!o ni!o de pec@o/

Endigo se sinti como una curandera, pero no tuvo el valor de negarles el favor/+uando la ceremonia de las bendiciones toc a su fin y, entre ruidosasdespedidas, las cuatro mujeres se alejaron llevando en @ombros la litera, la jovense dej caer sobre los almo@adones tras las multicolores cortinas sintindoseavergon>ada y culpable/ Hue @abr#an contado .@alune y su squito a estasconfiadas personasI Hue ella era un ser especial, imbuido del poder de traerles

buena suerteI H*o cre#a en realidad .@aluneI D, de ser as#, Hpor quI Hu

repre!entaa ella para estas mujeresI.uspir y apart a un lado una de las cortinas, que convert#an el ya recalentadoaire del interior de la litera en al o sofocante e insoportable/ ?ri"ya, que odiabalos lugares cerrados y @ab#a preferido trotar junto a la litera en lugar de ir en suinterior con Endigo, levant la cabe>a al apartarse la tela/ %ab#a le#do los

pensamientos de su amiga y estableci de inmediato comunicacin teleptica conla mente de Endigo/

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"uere! "e hayan confundido con otra per!ona. Si e!o e! cieno, entonce! la!co!a! puede ue !e no! tuer5an cuando de!curan !u error. D

?ri"ya consider sus palabras durante unos instantes antes de responder/C2o creo ue dea"o! inuietarno! por e!o. 2o !on per!ona! perver!a!3 lo

percio con toda claridad. Ade"+!... D Vacil y luego volvi a levantar la cabe>a@acia Endigo sus ojos ambarinos brillaban con peculiar intensidad/ C2o !7 "+!de lo ue t9 !ae! !ore lo ue pien!an e!ta! "uere! ue ere!. Pero la piedra=i"+n no "iente, ndigo..., de "odo ue a lo "eor no e!t+n euivocada! de!pu7!de todo. D

C*Qu7 e! lo ue e!t+! diciendo, =rimyaIO, inquiri Endigo dirigindole unaaguda mirada/

*a loba volvi la cabe>a y lami el pegajoso aire con la lengua/CS0lo lo ue pien!o, lo ue !o!pecho. Pero no !7 !i tengo ra50n. D +all unos

segundos y al> otra ve> los ojos @acia Endigo, aunque con cierta desgana, pensla joven/ C2o deer'a! darle vuelta!. Pen!ar en ello no !ervir+ de nada. A9n no,no ha!ta ue !epa"o! "+!. $eer'a! dor"ir. #odav'a no ha! recuperado toda!la! fuer5a!, y e!te viae pro"ete re!ultar tedio!o. $uer"e, ndigo. D Bna nota

persuasiva y con un vago tono de sCplica se desli> en su vo> mental/ C$uer"e.:!o e! lo ue nece!ita! en e!to! "o"ento! por enci"a de todo. D

&n contra de lo que esperaba, Endigo durmi gran parte del largo y montonod#a/ 0arec#a como si las cuatro mujeres fueran incansables/ .e detuvieron tan sloen una ocasin durante las @oras diurnas, para comer una rpida comida y bebercopiosas cantidades de agua, y la joven sospec@ que deb#an de utili>ar algunadroga @ec@a de @ierbas para aumentar su resistencia ms all de los l#mites nor4males/ &l continuo traqueteo de la litera, unido a la sensacin de claustrofobiaengendrada por el sofocante aire y los a@ogados pero incesantes ruidos del

bosque, la arrullaban @acindola caer en un e?tra!o letargo que de ve> en cuandocasi se semejaba a la fiebre/

.e detuvieron para pasar la noc@e cuando empe> a oscurecer y las sombras

cayeron como una sbana sobre el bosque/ No se ve#a se!al de ningCn lugar@abitado, y, antes de ponerse a preparar una improvisada cena, las mujeres dieronvueltas en torno al lugar elegido, entonando cnticos y depositando peque!os

paquetes de comida en un amplio c#rculo alrededor de la litera/ = ri"ya e?plic aEndigo que, por lo que pod#a entender, se trataba de ofrendas para aplacar aesp#ritus o demonios que de lo contrario podr#an verse tentados de atacar algrupo/ urante toda la noc@e, a los susurros del bosque se sumaron los cnticosapagados y el repiqueteo de los sonajeros que agitaban las sacerdotisas mientrasmontaban guardia por turnos/

&l esquema del primer d#a continu durante los cinco d#as y noc@es de su viaje,interrumpido slo por otros dos violentos temporales/ &n los momentos de mayor

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intensidad de las tormentas buscaban refugio, acurrucndose junto a la litera bajouna curiosa especie de rbol de tronco @inc@ado con @ojas de dos metros y mediotan anc@as como un @ombre con los bra>os e?tendidos, para luego seguiravan>ando penosamente bajo la boc@ornosa @umedad en cuanto amainaba el

aguacero/ 0asaron junto a vanos poblados durante el trayecto, y en cada ocasinse las recib#a con una combinacin de respetuoso temor y alegr#a/ Nuevos regalosse amontonaban sobre Endigo, y una ve> ms los donantes slo quer#an su

bendicin a cambio/ .@alune presid#a, repartiendo consejos y justicia, y luego,pasadas dos o tres @oras, se volv#a a levantar la litera y segu#an su camino/

&l quinto d#a amaneci @Cmedo y angustiosamente silencioso, con la promesa,dijo ?ri"ya, de otra fuerte tormenta/ *as mujeres @ab#an seguido avan>ando@asta tarde la noc@e anterior, detenindose tan slo cuando la luna se puso y laoscuridad se volvi demasiado intensa para que pudieran seguir andando con

seguridad, y, tan pronto como el primer destello de lu> se filtr al interior delbosque, levantaron el campamento y volvieron a ponerse en marc@a/

&sta ma!ana, .@alune y sus acompa!antes mostraban un aire de ansiosae?pectacin/ -ientras andaban, las porteadoras de la litera cantaban una r#tmicacancin de marc@a en una tonalidad menor ligeramente inquietante/ ?ri"ya que

pudo comprender algunas de las palabras, dijo que era para e?pulsar a cualquiercriatura, @umana o no, que pudiera desearle algCn mal al grupo/ 0arec#a una

precaucin innecesaria, pues @ac#a ms de un d#a que no @ab#an pasado junto aningCn poblado, ni visto se!al de actividad @umana, en lo que parec#a ser bosquevirgen pero, a medida que transcurr#a la ma!ana y el aire se calentaba @astaconvertirse en un infierno abrasador, la cancin se volvi ms enftica, msapremiante/// y, justo antes del mediod#a, llegaron al final del viaje/

Endigo dormitaba de forma irregular e incmoda detrs de las cortinas corridasde la litera, pero la llamada teleptica de ?ri"ya la despert con un sobresalto/.e incorpor sobre un @ombro, apartando a un lado los sofocantes velos para

poder ver, y sus ojos se abrieron de par en par por el asombro/*a mara!a de rboles y male>a @ab#a cesado tan de improviso como si una

guada!a gigantesca @ubiera pasado por all#, y se encontraban a la orilla de unlago circular que reflejaba el profundo a>ul del cielo como si se tratara de unenorme espejo/ &l sol, casi directamente encima de sus cabe>as en esta latitud,ten#a un brillo cegador que blanqueaba el paisaje y laceraba los ojos de Endigocon su intensidad/ Alrededor de la orilla del lago, los rboles se api!aban unoscontra otros, pero, en la orilla opuesta, el muro verde4grisceo quedaba roto porun gigantesco faralln de roca roja, escalonado y aplanado en la cima para formarun >igurat que se al>aba por encima de los rboles/ *a fac@ada del >igurat estabaasaeteada de lo que parec#an cuevas de una simetr#a antinatural, y en la cima

truncada, demasiado distante para poder apreciar su origen, un fino penac@o de@umo se elevaba por el aire inmvil/

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*as mujeres depositaron la litera sobre el suelo/ -iraban con ansiedad elfaralln rocoso situado al otro lado del lago, e Endigo @i>o intencin de descenderde la litera para reunirse con ellas/ Al ver sus intenciones, .@alune @i>o un gestonegativo, indicndole que permaneciera donde estaba/ *uego rebusc en la bolsa

que llevaba y sac un brillante disco de metal que parec#a latn de unos vein4ticinco o treinta cent#metros de dimetro/ .@alune levant los ojos @acia el cielo,gui!ndolos un poco, y dio unos pasos en direccin al lago con el disco en alto,inclinndolo adelante y atrs para que reflejara los rayos del sol/ *uego aguard,y segundos ms tarde un brillante puntito de lu> centelle desde el faralln comorespuesta a su se!al/ +on un gru!ido de satisfaccin, .@alune volvi a guardar eldisco en la bolsa las mujeres levantaron la litera de nuevo y comen>aron a rodearel per#metro del lago/ *levaban recorrida qui> la mitad de la distancia que lasseparaba del >igurat, cuando una estruendosa fanfarria quebr el silencio/

?ri"ya lan> un agudo ga!ido de sorprendida protesta, e Endigo, inclinndosepeligrosamente fuera de la litera, vio a un grupo de personas de piel oscura sobreun saliente cerca de la cima, con largos cuernos de latn apoyados contra loslabios/ 0or dos ocasiones y luego tres veces ms los cuernos resonaronensordecedores entonces se produjo un movimiento en el faralln, Endigo vioque un cortejo descend#a a su encuentro/

%ab#a escalones tallados en la roca, que descend#an las empinadas terra>as>ig>agueando junto a salientes y entradas de cuevas @asta una parcela de terrenoarenoso que formaba un coso al aire libre entre el faralln y la orilla del lago/Bna docena de mujeres bajaban por la escalera, como un refulgente r#o,conducidas por una figura alta y @uesuda vestida con una delgada falda y un petoa juego de tela multicolor, y coronada con un tocado de plumas/ *a comitivaalcan> el pie del Cltimo tramo de escaleras en el mismo instante en que llegabanante l .@alune y el resto del grupo/ .@alune se adelant @acia la mujer alta y ledirigi un saludo ceremonioso/ *a mujer inclin la cabe>a, pronunci algunas

palabras concisas como respuesta, y pas junto a .@alune en direccin a la litera/=ri"ya, que se @ab#a acurrucado a la sombra de la litera y contemplaba a la

desconocida con desconfian>a, transmiti a su amiga"Ca, y el tocado pon#a aCn ms de relieve su altura, de modo que la joven sesinti empeque!ecida/ Bnos intensos ojos oscuros situados en un rostro severo

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impenetrable/.e encontraban ya por encima de las copas de los rboles, y no @ab#a nada que

las protegiera del calor que ca#a sobre ellas como plomo derretido/ ?ri"yaflaqueaba, la lengua colgando y los ojos sin brillo, pero se neg a aceptar

ninguna ayuda y sigui adelante estoicamente/ .ubieron aCn ms, y a@ora encada recodo de la escalera aparec#an salientes que conduc#an a las cuevas quesalpicaban la pared/ Bna cortina de tela de color cubr#a la entrada de cada cueva,y, a su paso, las cortinas eran corridas a un lado y sus ocupantes sal#an acontemplar la comitiva/ Endigo descubri con sorpresa que, desde el ms ancianoal ms joven, todos eran mujeres/ HNo @ab#a @ombres aqu#I &staban los @ombresfuera del poblado, o se manten#an ocultos por algCn inescrutable motivoI Jueracual fuera la verdad, no @ab#a duda de que las mujeres parec#an satisfec@as de sullegada, pues cada rostro luc#a una sonrisa y varias voces se elevaron en

ve@emente saludo/Bluye agradec#a sus palabras con un gesto de la mano pero sin detenerse ni

aminorar el paso, y no tardaron muc@o en llegar a la Cltima repisa, situada a unosseis metros por debajo de la cumbre del >igurat/ Bluye tom por repisa, que eralo bastante anc@a como para mitigar ligeramente los efectos de su vertiginosaaltura, y condujo la comitiva @asta la entrada de otra cueva, mayor que susvecinas, rodeada de sigilos tallados en la roca y tapada una cortina tejida/.@alune se adelant para apartar la cortina, pero Bluye lleg antes que ella/Ambas mujeres intercambiaron una severa mirada luego Bluye abri la marc@a@acia el interior, y los ojos de Endigo se abrieron en apreciativa sorpresa al ver loque @ab#a al otro lado/

*a cueva @ab#a sido transformada en un @ogar cmodo y bien equipado/ &lsuelo perfectamente llano estaba cubierto de esteras, y las paredes se @allabanadornadas murales pintados/ %ab#a tres sillones de juncos tren>ado con latradicional forma de bote propia de la $sla Tenebrosa, un lec@o tambin de juncostren>ados que colgaba a pocos cent#metros del suelo, un @ogar para cocinarrodeado de puc@eros y utensilios, y un surtido de otros objetos prcticos, desde

abanicos de plumas con brillantes mangos de madera a un espejo de metal, eincluso instrumentos para escribir tales como papiros y un estilete @ueso/ *a@abitacin estaba iluminada por lmparas de arcilla que ard#an con una lu>a>ulada y desped#an un dul>n perfume almibarado desde sus elevados nic@os enlas paredes/

Bluye mir a Endigo .@alune permaneci e?pectante a su espalda/ *a jovencomprendi entonces que esta cueva iba a ser su residencia, y que las dosmujeres aguardaban su reaccin/ As# pues, las mir, primero a una y luego a laotra, y sonri vacilante/


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sonrisa, y Bluye relaj su austeraG actitud lo suficiente como para esbo>ar unaleve sonrisa for>ada/


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CAPTULO 4

Bluye regres cuando el sol se pon#a, Endigo @ab#a dormido algunas @orasdespus de dar cuenta de la comida que las mujeres le @ab#an dejado preparada,

lo que resultaba sorprendente, ya que no @ab#a @ec@o otra cosa que dormirdurante los Cltimos cinco d#as, pero el calor y el silencio resultaban sopor#ficos yse @ab#a amodorrado sin querer/ ?ri"ya a con un sobresalto culpablecuando la cortina se @i>o a un lado y la alta sacerdotisa apareci en el umbral/

Bluye llevaba todav#a el tocado de plumas pero @ab#a cambiado la tCnica porun vestido largo y sin mangas, y de su cuello pend#a un collar @ec@o deinnumerables @uesos ensartados, cada uno tallado para representar algCn /animal

o ave, que tintineaba a cada movimiento que reali>aba/


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faralln, Endigo mir a su alrededor y se sorprendi al descubrir que no se ve#a anadie ni en este nivel ni en las repisas inferiores/ *os rostros sonrientes y@ospitalarios que @ab#a visto antes @ab#an desaparecido, y pe!n parec#atotalmente desierto/

$niciaron la ascensin, y, a medida que se acercaban final de la escalera, volvia @acerse visible el fino penac@o de @umo, al>ndose en direccin al cada ve>ms oscuro cielo/ Bn fuerte perfume flotaba en el aire, aumentando en intensidadcuanto ms se apro?imaban a la cima" picante, un poco acre, entreme>clado conun deje de algo putrefacto y malsano/ Ascendieron al fin los Cltimos doce

pelda!os y salieron a la parte superior del faralln, e Endigo contempl conasombro el espectculo que se ofrec#a a sus ojos/

+uatro columnas truncadas de arenisca se elevaban unos seis metros sobre lacima del >igurat, delimitando un cuadrado casi perfecto/ Bnas losas de piedra

formaban una terra>a entre las columnas, y alrededor del cuadrado se ve#a a msde cincuenta mujeres de todas las edades, desde jovencitas a ancianas, ensilenciosas y atentas @ileras/

%ace o ms iban armadas con lan>as, que sosten#an formando un r#gido nguloritual/ Todas llevaban tCnicas e iban cubiertas de adornos @ec@os de madera y de@ueso y todas estaban en completo silencio/

0ero no fue aquella gente que observaba y aguardaba la que capt la atencinde Endigo, ni las columnas, ni siquiera el enorme recipiente de metal batidocolocado sobre una plataforma del que surg#a el @umo del incienso en un torrenteininterrumpido y sofocantemente perfumado/ Jue el silln suna palabra ms adecuada< colocado frente a la peana, cerca del centro delcuadrado/ Tallado a partir de bloques de arenisca, sus bra>os y respaldo estabanesculpidos con complicadas y terribles figuras que me>claban @umanos, animalesy otras formas inquietantes e innominables/ D, entroni>ado en el silln en una@orrible apariencia de majestad, ataviado con una amplia capa de plumas ycoronado con un enorme y pesado tocado que empeque!ec#a incluso al de Bluye,@ab#a un cadver/

*a mujer deb#a de llevar muerta al menos quince d#as, y la descomposicinprovocada por el clima tropical en ese tiempo resultaba espantosa, Endigo desvirpidamente la mirada despus de ec@ar un Cnico vista>o al rostro devorado porlos gusanos, a las vac#as cuencas, a la mueca loca y demente de unos labios quese @ab#an podrido para mostrar unos dientes a punto de desprenderse/ +ompren4di a@ora que el nauseabundo olor dul>n que @ab#a pensado que formaba partede las espesas nubes de incienso era, en realidad, el @edor que desprend#a elcadver, y estuvo a punto de vomitar/ Hu era esta criaturaI H+ul era susignificadoI HD qu ten#a que ver con ellaI

Bluye avan> @asta detenerse justo enfrente del cuerpoG sentado en el trono/*uego gir sobre los talones


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llamas del incienso que ard#a en el recipiente situado a su espalda< al> losbra>os @acia el cielo y empe> a @ablar/ Endigo no comprendi ms que unaspocas palabras y no pudo deducir nada de ellas, pero ?ri"ya, que se encontrabajunto a ella, aplast de improviso las orejas contra la cabe>a y sus cabellos se

eri>aron/Cndigo... D 0ero la loba no pudo seguir, pues Bluye dio por finali>ado el

discurso y las mujeres all# reunidas prorrumpieron en un sonoro lamento, seguidoa los pocos segundos por el discordante sonar de las enormes trompas/

.onriendo con torvo placer, Bluye se volvi una ve ms y avan> @acia elsilln de arenisca tras reali>ar una superficial reverencia ante el cadver deltrono, e?tendi los bra>os y le quit la corona de la cabe>a/ 0eda>os de carne ymec@ones de cabellos muertos se desprendieron de la cabe>a al soltarse eltocado/ Bluye retrocedi entonces, se dio la vuelta, y se acerc a Endigo con la

corona en alto/ *a muc@ac@a la observ sin comprender todav#a @asta que elfrentico mensaje mental de ?ri"ya. consigui atravesar su aturdimiento/

Cndigo@ 8e e!cuchado lo ue dec'a@ :!ta,..., e!ta co!a, cad+ver... era unaper!ona !agrada para ella!, una de gran or+culo. Ahora el or+culo ha "uerto...y uieren ue t9 ocupe! !u lugar@D

Endigo sinti como si sus pies se @ubieran fundido con la roca sobre la quedescansaban/ .us ojos se clavaron en una sonrisa triunfante del rostro de Bluye yvio en los ojos de la alta mujer lo certero de la advertencia de ?ri"ya, Abri la

boca pero, antes de que pudiera @ablar o reaccionar, la mujer @ab#a dado elCltimo paso al frente acompa!ada de una renovacin de los gemidos y el rugir delas trompas, coloc la enorme y pesada corona en la cabe>a de Endigo/

a gru!ir amena>adoramente/

CAguardaD, dijo en silencio luego, en vo> alta, a!adi"


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una diosa ni un orculo ni lo que sea que parece creis que soy/ Bluye, tienes queintentar comprender///

Viendo que la e?presin de la mujer no @ab#a cambiado, pas de inmediato allenguaje teleptico/

MF=rimya, no tiene la "enor idea de lo ue digo@ Ay9da"e, por favor@Devanndose los sesos, ?ri"ya encontr una palabra en el lenguaje de la $sla

Tenebrosa que cre#a que significaba MequivocadoO, Endigo la pronuncirepitindola tres veces en tono perentorio y suplicante/ *a sonrisa de Bluye setorn altanera, y la mujer sacudi la cabe>a/


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lo dems quedaba inmerso en la intensa oscuridad de la noc@e tropical/e repente volvieron a brillar los relmpagos, dando momentneamente a la

noc@e un tono a>ul elctrico y @aciendo resaltar n#tidamente a las dos figuras y suespantosa carga/ *as mujeres all# reunidas empe>aron a gemir de nuevo, y los

gemidos se convirtieron en un cntico regular, r#tmico y ululante que ten#a comoacompa!amiento las trompas y un sonido que Endigo no @ab#a escuc@ado $nstaentonces" el sordo retumbar de pesados tambores resonando all abajo, ocultos enla oscuridad/

*as dos mujeres detenidas al borde del faralln aron un grito agudo que se elev por encima delestruendo/ 1alancearon los bra>os @acia atrs, las piernas firmemente apoyadasen el suelo, y, con un segundo grito ensordecedor, arrojaron el cuerpo del antiguoorculo @acia arriba y lejos del faralln, Endigo tuvo una fuga> visin del cuerpo

Arando y dando vueltas sobre s# mismo como una mu!eca de trapo recortadacontra el cielo/ &ntonces el >ig>ag de un cegador relmpago brill casi encimamismo de sus cabe>as, y el rugido del trueno a@og todo otro sonido mientras uncentelleo fosforescente all abajo indicaba que el lago @ab#a aceptado la ofrendaarrojada a l/

*os cnticos cesaron y trompas y tambores quedaron en silencio mientras losecos del trueno se desvanec#an, D, durante qui> die> segundos, la atmsferaresult opresivamente silenciosa e inmvil/ *uego, dbilmente al principio peroelevndose con rapide> en tono y en fuer>a, las mujeres all# reunidas iniciaron unr#tmico y susurrante cntico en el que repet#an una y otra ve> una Cnica palabra"M@abla, @abla, @ablaO, Endigo no comprend#a su significado, pero las voces de lasmujeres pose#an un desagradable e insistente mati> que le produjo un escalofr#o/e improviso, Bluye, que era la Cnica que no se @ab#a unido al cntico, al> denuevo los bra>os @acia el cielo y grit con vo> potente que reson por encima dellago y del bosque"

ador ante ella, y decenas de manos la empujaban @acia

el elevado silln y la obligaban a darse la vuelta se estremeci al sentir elcontacto de la dura piedra en la espalda y bajo los muslos/ &ntonces las mujeres

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retrocedieron como una ola al retirarse, e Endigo se encontr sola, sentada en eltrono del orculo/

&l olor del incienso la @ac#a sentirse mareada, olor que se me>claba a@ora conel fuerte aroma de la inminente lluvia/ No ve#a a ?ri"ya entre el gent#o que se

amontonaba bajo la plataforma, y @ab#a perdido el contacto tal su mente estabademasiado trastornada y confundida para permitirle pensar con claridad/

Bluye se encontraba junto a ella, y de algCn lugar @ab#a sacado un cuenco demadera lleno de agua, que coloc frente a los labios de Endigo/ Lsta bebiagradecida con avide> antes de darse cuenta de que @ab#a algo ms que agua enel recipiente" @ierbas, polvos medio disueltos, sabores que no reconoci/ .inticmo la refrescante bebida descend#a por su garganta, y pens que al menos le@ab#a suavi>ado los resecos labios y la garganta/ *a corona le pesaba empe>abaa dolerle la cabe>a y se sent#a arder, como si @ubiera regresado la fiebre/

*os cnticos de las mujeres crec#an y disminu#an de volumen, crec#an ydisminu#an, e Endigo tuvo la impresin de que formaban a@ora en una procesinque desfilaba ante el trono de piedra cada una de ellas, desde la ms joven @astala ms anciana, se deten#a para inclinarse respetuosamente ante ella al pasar/ Violas toscas facciones de .@alune y sus largas y ondulantes tren>as/ Vio a unaanciana que mascullaba y apenas si pod#a juntar sus artr#ticas manos/ Vio a una

jovencita solemne que se parec#a a Bluye pero con veinte a!os menos/ Vio a unbeb, farfullando y agitando las gorde>uelas piernas, colgado de los bra>os de sumadre/ Rostros oscuros en la penumbra, ojos que reluc#an como lmparas a la lu>de las llamas, el rumor de pies desnudos al arrastrarse por el suelo y el incesantecntico" MF@abla, @abla, @ablaGO/

?ri"ya@ .u mente era como un torbellino y grit en vo> alta el nombre de laloba, buscando desesperadamente algo a lo que aferrarse en el revuelto oleaje enque se @allaba sumida su conciencia/

*a vo> mental de ?ri"yapareci venir de muy lejos/MFNopuedo llegar ha!ta ti@ o de dolor insoportable se apoder de ella entonces la claridadregres y le pareci ir flotando, sin cuerpo, en medio de la calma, la oscuridad yel silencio/ D alguien le @ablaba/

No oy las palabras, pero las sinti, y sinti detrs de rila la presencia queimpregnaba la oscuridad que la rodeaba/ Jr#a, reservada, secreta/// e intensamente

poderosa/&?ist#a algo amena>ador en ella, pero Endigo no sinti temor/ &ra como si

conociera a de este poder, como si se @ubieranencontrado en algCn momento del pasado, aunque ese recuerdo se le escapaba

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a@ora/ -ientras la presencia @ablaba, supo tambin que su mente inconscienteabsorb#a el mensaje, aunque al nivel consciente ella no percib#a el contenido delmensaje ni su significado/ 0ero no parec#a tener importancia/ &staba tranquila sesent#a en pa>/ No le importaba dejar que este momento de calma se prolongara

todo el tiempo que la presencia lo deseara/No sab#a cunto tiempo @ab#a transcurrido a retirarse, y repenteEndigo sinti una sensacin de fr#o tan Enter como si estuviera inmersa en uninvierno polar/ $ntent abrir la boca para protestar, pero carec#a de cuerpo, de

presencia f#sica, de medios con los que e?presar su conmocin/ .inti quetiraban de ella, que la arrancaban del tranquilo cora>n de la oscuridad paralan>arla contra discordante mundo e?terior de lu> y ruido, y, aunque intentaba

luc@ar contra la traccin, estaba impotente/ *a oscuridad desaparec#a cada ve>ms deprisa, ms deprisa &ntonces, justo antes de verse arrojada otra ve> almundo f#sico, Endigo vio dos ojos que la contemplaban desde vac#o que dejabaatrs/ *os ojos eran @umanos, pero llenos del terrible conocimiento quetrasciende las limitaciones @umanas/ &ran de un negro brillante, como estrellasnegras, y alrededor de cada iris ten#an una reluciente aureola plateada/

&l mundo de las tinieblas e?puls a Endigo, que grit de dolor y sorpresacuando mente y cuerpo se fundieron de nuevo en una sola entidad, y la joven seencontr sentada muy erguida en el trono de arenisca bajo un cielo tormentosoiluminado por los relmpagos/ Bnas figuras oscuras se acercaban corriendo @aciaella intent levantarse pero perdi el control de las piernas, y @abr#a ca#do delasiento de no @aber sido por las manos que se e?tendieron para sujetarla/ Algosiseaba a lo lejos como si fueran serpientes escuc@aba los ladridos de ?ri"ya

pero no pod#a verla/ &n ese momento, un rayo cegador centelle sobre suscabe>as, y el siseo que escuc@aba como trasfondo se convirti de improviso enun atronador rugido tiempo que los cielos se abr#an y se iniciaba el diluvio/

Endigo lan> una e?clamacin a@ogada y se tambaleo bajo el terrible aguacero/

&l pie le resbal sobre la piedra @Cmeda y perdi el equilibrio, producindose undoloroso ara!a>o en la pierna con el trono al doblrsele las dulas/ Voces agudasresonaron en sus o#dos mientras la mujeres intentaban ayudarla a incorporarse, laacometieron las nuseas y un delgado @ilillo de l#quido brot de su garganta paraderramarse sobre el suelo de piedra/ e pronto se sent#a sin fuer>as para luc@ar/.e encontraba demasiado enferma y dbil para oponerse a las manos un dbil y sordo suspiro y se desplom en sus bra>os/

*as mujeres la bajaron por la escalera, traicioneramente resbaladi>a a@ora a

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causa de la lluvia, y la condujeron a la cueva que le serv#a de alojamiento/?ri"ya, que @ab#a descendido el tramo de escalera bien sujeta por dos de lassacerdotisas ms fuertes, consigui finalmente liberarse y se abalan> sobre.@alune, a la que mordi cuando se / +ac@aba para cubrir el cuerpo tiritante de

Endigo con una manta/ *a mujer lan> un juramento pero no permiti que lassacerdotisas golpearan a la loba en represalia/ &n lugar de ello, con una fuer>asorprendente, sujet al furioso animal por el cogote @asta que ste se tranquili>lo suficiente para comprender que nadie pretend#a @acer da!o a Endigo luego lasolt y orden a las otras mujeres que abandonaran la cueva/

Endigo se daba cuenta de todo aquel alboroto pero se sent#a demasiado agotadapara abrir los ojos siquiera y ver lo que suced#a/ Ky cmo las mujeres seretiraban y escuc@ voces que le pareci que eran las de .@alune y Bluyediscutiendo cerca de la entrada de la cueva/ Tras un violento intercambio de

palabras, Bluye se marc@, pero, antes de que terminara la discusin, la palabraMfiebreO, que Endigo conoc#a bien, lleg a los o#dos de la joven en variasocasiones/ H%ab#a regresado la fiebreI &so tem#a, pues se sent#a a la ve> ardiendoy @elada, y no pod#a desprenderse de la ilusin de que flotaba en el aire y de quesus dedos se @ab#an @inc@ado @asta ser cinco veces ms grandes de lo normal/

Alguien en algCn momento le @ab#a quitado el pesado tocado/ *e alegraba estarlibre de l, le alegraba no estar sentada ya en el trono de piedra, con la carne desu rostro descompuesta y el cabello cayndosele a mec@ones, y/// No, no deb#adejar que sus pensamientos fueran en esa direccin/ &lla no era el orculomuerto ella era/// otra persona/ Ktra persona/

&l rumor de unas pisadas sordas penetr en su mente distra#da, y una speramano cuadrada, mojada por la lluvia, se pos con firme>a sobre su frente/.@alune gru! como si @ubiera obtenido justificacin a alguna opinin particularsuya luego mir con severidad a ?ri"ya, que se aga>apaba a la defensiva cercade Endigo, sobre el suelo de la cueva/

indic a ?ri"ya que lamujer no ten#a la menor duda de que la loba la comprender#a


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marc@a de .@alune/ 0or fin se al> y avan> despacio @asta la entrada de lacueva/ *a tormenta estaba consiguiendo refrescar un poco la noc@e, pero lacreciente @umedad provocada por la lluvia convert#a la atmsfera en opresiva/ Bnsiniestro olor a tierra procedente del bosque que se e?tend#a all abajo se

entreme>claba con el aroma elctrico del o>ono/ Volvi a centellear elrelmpago, pero en la lejan#a a@ora, y el trueno que lo sigui no fue ms que undbil retumbo en la distancia/ *a loba levant la cabe>a y clav la mirada en losescalones que ascend#an por la ladera del pe!n @asta la cima/

No se percib#a olor a incienso no @ab#a la menor se!al de @umo ni se reflejabaningCn resplandor procedente del fuego del brasero/ *as mujeres se @ab#anretirado a sus alojamientos, y la noc@e permanec#a en calma/

Retir la cabe>a de la abertura y volvi a desli>arse al interior de la cueva parair a tumbarse junto a Endigo/ *a muc@ac@a parec#a dormir, lo que resultaba una

bendicin/ ?ri"ya re> para que no se despertara en muc@as @oras/ No quer#atener que enfrentarse a ella e intentar responder a las preguntas que su amigainevitablemente le @ar#a, pues no sab#a cmo podr#a e?plicar lo que @ab#a visto yo#do en la cima del faralln cuando Endigo se @ab#a sentado en el trono de piedra/

+re#a que la palabra para definir lo ocurrido era MtranceO, pero no estabasegura/ *o que !' sab#a era que algo e?tra!o y espantoso le @ab#a sucedido aEndigo all# arriba esta noc@e, y que la joven todav#a no se @ab#a dado cuenta deello/ Algo, y ?ri"ya no sab#a lo que era o lo que pod#a presagiar, @ab#a ocupadoel lugar de su amiga en aquel trono, y, durante unos pocos minutos aterradores,Endigo no @ab#a sido ella misma sino otra persona/ Alguien que llevaba consigoel tufo de la muerte como una aureola/

Bluye y su squito se @ab#an des@ec@o de su viejo orculo esta noc@e y @ab#ancolocado otro nuevo en su lugar, Endigo cre#a que las mujeres @ab#an cometido unterrible error, pero, despus de lo acaecido esta noc@e, ?ri"ya empe>aba a

preguntarse si no ser#a Endigo, y no las sacerdotisas, quien estaba equivocada/

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CAPTULO 5

e acuerdo con las estrictas rdenes de .@alune, a Endigo se la dej descansardurante tres noc@es y los dos d#as que mediaban entre stas/ Al parecer, la fiebre

@ab#a regresado, aunque con menos fuer>a, y .@alune estaba claramenteconvencida de que su paciente no debiera @aberse visto e?puesta a los rigores dela ceremonia de la cima del faralln justo nada ms llegar/ &lla y Bluye sostuvie4ron una nueva discusin al respecto/ &n opinin de ?ri"ya, que presenci laescena, la discusin pareci terminar en una especie de punto muerto, pero.@alune se sali con la suya e Endigo pudo recuperarse con tranquilidad/

&ntretanto, ?ri"ya y .@alune @ab#an alcan>ado un acuerdo tcito y nodesprovisto de cierta reserva, basado si no en la confian>a al menos en el respetomutuo/ Al ver aparecer a la mujer con la mu!eca vendada la ma!ana siguiente a

la ceremonia, ?ri"ya se sinti totalmente avergon>ada por su comportamiento,pero .@alune no le guardaba rencor y lo cierto es que parec#a admirar la inque4brantable lealtad de la loba que la @ab#a impulsado a atacar ruando cre#a queEndigo pod#a estar en peligro/ *a sacerdotisa llev a la loba un platillo especial decarne sin especias, que ?ri"ya sospec@ que era una oferta de pa>, D desde estemomento se estableci entre ambas una relacin regida por la cautela/

*a verdad era que, con gran sorpresa por su parte, ?ri"ya descubri queocupaba un lugar de @onor en la ciudadela/ $ncluso Bluye, aunque reacia aabandonar su aire de r#gida autoridad, la trataba con cortes#a, y la actitud de

algunas de las mujeres de los escalafones inferiores bordeaba casi en laveneracin/ ?ri"ya ten#a total libertad para vagar a su antojo por el poblado, yall a donde iba encontraba gente que le daba la bienvenida, le llevaba peque!asofrendas de comida o cuencos de agua, e incluso le acariciaban el pelaje consuavidad como si creyeran que la loba les traer#a buena suerte/ ?ri"ya no tarden comprender que, en su calidad de compa!era de Endigo, se la consideraba casicomo un avatar de la misma Endigo, y, @asta que la joven se recuperara de sureca#da y pudiera, estar entre ellas otra ve>, ?ri"ya ser#a su apoderada a los ojosde las mujeres/

&n otras circunstancias, ?ri"ya @abr#a disfrutado enormemente con lasatenciones que se le brindaban, pero negros e inquietantes pensamientos lenegaban tal placer/ A ju>gar por el comportamiento de las mujeres, y por lasofrendas que se amontonaban cada d#a a la entrada de la cueva, estaba claro quelas sacerdotisas veneraban profundamente a Endigo, @asta tal punto que su

posicin en la ciudadela parec#a encontrarse a slo un paso de la de una diosa/.in embargo, bajo la superficie, e?ist#a un mar de fondo que la loba percib#a

pero no pod#a precisar, como un/ rastro en medio de un viento cambiante/ No

pod#a olvidar lo sucedido en el punto culminante de la ceremonia de la cima delfaralln, y tampoco pod#a olvidar la e?presin embelesada y vida de los rostros

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de las sacerdotisas ar su libertad para moverse por el

poblado/ +on la ayuda de sus poderes telepticos, que en ocasiones le permit#anleer en mentes desprevenidas la esencia de intenciones ocultas, se dedic en

primer lugar a aprender ms cosas sobre la lengua de la $sla Tenebrosa/ .egu#agrupos de mujeres cuant#o se reun#an para lavar la ropa en el lago y escuc@abasus conversaciones con atencin, memori>ando tantas palabras desconocidascomo le era posible/ ugaba con las criaturas, cuya constante repeticin de sus

juegos favoritos las convert#a en maestras e?celentes aunque involuntarias/

0ermanec#a en la cueva superior mientras .@alune se ocupaba de Endigo y laalimentaba con un oloroso caldo, y escuc@aba los ceremoniales cnticoscurativos que la mujer murmuraba en tanto reali>aba su tarea/ D, gracias a tantoescuc@ar, observar y memori>ar, ?ri"ya aprendi con rapide> muc@as cosassobre su nuevo entorn

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