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Diagnóstico del sector forestal
por Francisco Chapela <[email protected]>
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Estudio realizado mediante un esfuerzo conjunto entre el Consejo Civil
Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS), Estudios Rurales y
Asesoría (ERA) y el Grupo Autónomo para la Investigac ión Ambiental (GAIA)
Diciembre de 2009
Contenido
Diagnóstico del sector forestal 1
Resumen Ejecutivo 4
Los propietarios y usuarios de los recursos forestales 4 Los agentes de los gobiernos 4 Las organizaciones de productores rurales y empresariales 5 Los promotores del desarrollo urbano 6 Las organizaciones de la sociedad civil 6 Las agencias y los compromisos internacionales de México 7 Estado de los bosques 8 Presiones principales 9 Acciones de las OSCs 11 Acciones de las agencias del gobierno 11 Temas y zonas que requieren atención prioritaria 14 El Desarrollo Forestal. 14 La gobernabilidad local y la descentralización democrática 15 La visión de futuro en el contexto del cambio climático global 16
Lista de Acrónimos 17
1. Introducción 18
1.1. Métodos 20
2. Los agentes del sector forestal mexicano 22
2.1. Los propietarios y usuarios de los recursos forestales 22
2.2. Los agentes de gobierno 24
2.3. Las organizaciones de productores rurales y empresariales 26
2.4. Los promotores del desarrollo urbano 30
2.5. Las organizaciones de la sociedad civil 32
2.6. Las agencias y los compromisos internacionales de México 33
3. Las presiones y acciones sobre los recursos forestales 39
3.1 Estado actual de los bosques y selvas 40
3.2. Presiones principales 49 Los bosques como espacios habitados 49 Deforestación 51 Degradación 53 Síndromes degradantes 55 Síndromes de conservación 56 Afectación a las zonas de importancia biológica 57
3.3. Acciones principales 58 La necesidad de gobernabilidad 58 Las OSCs 59
Los gobiernos de los estados y municipios 64 Las agencias del gobierno federal 65
El manejo forestal comunitario 79
4. Temas y zonas que requieren atención prioritaria 82
El manejo forestal 82 El Desarrollo Forestal 83 Manejo forestal y conservación de ecosistemas forestales2. 86 Relanzamiento del Desarrollo Forestal 88 El desarrollo humano 89 La gobernabilidad local y la descentralización democrática 90 La visión de futuro en el contexto del cambio climático global 91
Referencias 93
4
Resumen Ejecutivo
Para el diagnóstico del sector forestal mexicano, se empleó un enfoque basado
en analizar el papel de los distintos actores que intervienen en él, buscar cómo
se configura su sistema de incentivos, y de esta manera proponer hipótesis
para entender la dinámica resultante. Mediante un sistema de información
geográfica, se localizan a nivel municipal las presiones y acciones sobr e los
recursos forestales y se identif ican los temas y zonas que requieren atención
prioritaria.
Entre los agentes que intervienen en el sector forestal mexicano, se ubican los
propietarios y usuarios de los recursos forestales; los agentes de los gobiernos
municipal, estatal y federal; las organizaciones de productores rurales y
empresariales; los promotores del desarrollo urbano; las organizaciones de la
sociedad civil y las agencias y los compromisos internacionales de México.
Los propietarios y usuarios de los recursos forestales
Se ha estimado que cerca del 80% (CCMSS, 2008) o 60% (Boege, 2009) de los
bosques y selvas de México son propiedad de ejidos o comunidades agrarias.
En todas las perspectivas, se reconoce que la mayor parte de los terrenos
forestales y silvestres de México, son propiedad de ejidos o comunidades y que
en muchos casos, cuentan con mecanismos de acción colectiva.
Además de los propietarios formales de las tierras forestales, sectores
importantes de las poblaciones rurales, hacen uso de los recursos forestales,
mediante la colecta de leña, plantas medicinales y hongos. Algunos sectores
de las poblaciones rurales, también usan los recursos forestales mediante la
caza y producen insumos para los hogares rurales, como son las vigas y
morillos para construcción, tablas carbón y horcones.
Los agentes de los gobiernos
Desde el punto de vista de los agentes del gobierno, el sector forestal
mexicano, está distribuido en varios subsectores: (1) Las autorizaciones de
aprovechamiento son otorgadas por las Delegaciones de la Secretaría del
5
Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), excepto las de las
Unidades de Manejo de la Vida Silvestre (UMAs), que son gestionadas a través
de la Dirección General de Vida Silvestre (DGVS); (2) el fomen to a la
producción maderable y no maderable se realiza a través de la Comisión
Nacional Forestal (CONAFOR); (3) El manejo de las cuencas hidrológicas y la
administración de los recursos hidráulicos es a través de la Comisión Nacional
del Agua (CONAGUA); (4) El manejo de los recursos dentro de las áreas
naturales protegidas, se realiza a través de la Comisión Nacional de Áreas
Naturales Protegidas (CONANP); (5) La vigilancia forestal, corresponde a la
Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) (SEMARNAT,
2009). (6) Adicionalmente, la política para la diversidad biológica, es
coordinada por una comisión intersecretarial: la Comisión Nacional para el
Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO); (7) Las políticas
ambientales son fundamentadas en las actividades de investigación del
Instituto Nacional de Ecología (INE)
Las organizaciones de productores rurales y empresariales
A nivel nacional, destacan la Unión Nacional de Organizaciones de Forestería
Comunitaria (UNOFOC) y la Red Mexicana de Organizaciones Campesinas
Forestales (MOCAF). También la Confederación Nacional Campesina (CNC)
tiene un área para atender al sector forestal. A pesar de existir estas
organizaciones de productores, la CONAFOR ha impulsado la creación de 270
Asociaciones Regionales de Silvicultores y 32 Asociaciones Estatales de
Silvicultores, afi l iadas a la Confederación Nacional de Organizaciones de
Silvicultores (Conosil). Esta organización fue creada por la CONAFOR el 8 de
noviembre de 2005, como resultado de la creación del Programa de
Ordenamiento y Fortalecimiento a la Autogestión Silvícola (PROFAS) en 2004
(Conosil, 2009).
Por otra parte, las empresas relacionadas con el sector forestal, se agrupan
por ramas en organizaciones como la Asociación Nacional de Fabr icantes de
Tableros de Madera, A.C. (ANAFATA, 2009), la Cámara Nacional de las
Industrias de la Celulosa y del Papel (2009), o la cámara Nacional de la
6
Industria Forestal que agrupa a más de 46 empresarios de la madera,
incluyendo aserraderos, fábricas de molduras y cajas de empaque, entre otros.
Debe destacarse que el sector forestal de México se caracteriza por no poder
satisfacer la demanda interna, lo cual motiva que se busque llenar la brecha
entre oferta nacional y demanda mediante las importaciones.
Los promotores del desarrollo urbano
El proceso de urbanización, es resultado de un complejo de actores del sector
industrial, de comercio, y de los gobiernos municipal, estatal y federal. La
definición de las políticas de uso del suelo y la identif icac ión de las áreas más
aptas para el crecimiento urbano, corresponde a la Secretaría de Desarrollo
Social, en el marco de las atribuciones que le da la Ley de Asentamientos
Humanos (Azuela, 2006). De manera complementaria, la SEMARNAT, formula
el Ordenamiento Ecológico del Territorio Nacional, con base en las facultades
que le otorga la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al
Ambiente, LGEEPA. La misma LGEEPA, establece que los gobiernos municipales
son las autoridades que deben expedir los Ordenamientos Ecológicos locales,
aunque en la realidad esto no sucede (Azuela, 2006).
Por su parte, el Gobierno Federal ha impulsado la construcción de vivienda de
bajo costo, como una medida para contribuir a dinamizar la economía y reducir
el déficit de vivienda. Para ello, ha creado la Comisión Nacional de Vivienda
(CONAVI, 2009) que coordina a varios órganos colegiados, a través de su
Secretariado. La política de vivienda que se implementa en la práctica tiene
un efecto doble sobre el sector forestal, ya que por un lado la distribución de
los centros de población orienta las presiones hacia el cambio del uso del suelo
y las presiones por espacios recreativos y por el otro lado, la industria de la
construcción y del mueble son demandantes importantes de productos de
madera que están íntimamente vinculados a la industria de la construcción.
Las organizaciones de la sociedad civil
Los actores de la sociedad civi l influyen en tres áreas fundamentales: (1)
como prestadores de servicios técnicos a los propietarios de predios forestales
y a las industrias forestales; (2) como promotores de las preocupaciones
7
sociales por la conservación del patrimonio natural del país, y (3) como
promotores de las preocupaciones sociales por el desarrollo social con
equidad.
Se agrupan en asociaciones nacionales estatales o regionales, entre las que
destacan la Asociación Mexicana de Profesionistas Forestales, A.C. y el Colegio
de Profesionistas Forestales de México. Sin embargo, muchos prestadores de
servicios técnicos operan de manera independiente. Recientemente, el
funcionamiento de los programas de la CONAFOR mediante convocatorias
abiertas competitivas, ha propiciado una mayor competencia entre prestadores
de servicios técnicos, que puede tener efectos favorables al incen tivar la
productividad y la innovación, pero t iene efectos menos favorables cuando la
competencia entre prestadores de servicios se traduce en una carrera por
reducir los costos y por consiguiente la calidad de los servicios.
En el año de 2006, se formó un grupo amplio de organizaciones de la sociedad
civil, que busca establecer una plataforma común entre organizaciones de
apoyo técnico a la producción, organizaciones conservacionistas y
organizaciones en pro del desarrollo social con equidad. Este grupo no formal,
llamado G-Bosques, ha hecho pronunciamientos para mejorar el desempeño del
sector forestal en el país, que han sido resultado de discusiones amplias y
multisectoriales sobre los problemas que enfrenta el sector y las medidas para
enfrentarlos.
Las agencias y los compromisos internacionales de México
En relación con los bosques, los agentes relacionados con ciertos compromisos
internacionales que más influyen en el sector, son los vinculados al Convenio
Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático; los vinculados al Convenio
Sobre la Diversidad Biológica y los vinculados a la Declaración de las Naciones
Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas.
El papel del sector forestal es muy importante en la Estrategia Nacional frente
al cambio climático, ya que las actividades en las categorías de Bosques y
frontera forestal y agropecuaria, se genera el 12% de las emisiones de gases
termoactivos actuales del país y se espera que la mejora en estas actividades
aporte el 32% de las reducciones totales de México, al preverse reducciones
8
por 41.8 Millones de ton CO2e en el período 2008-2012; es decir, un promedio
de más de 8 Millones de toneladas de CO2 equivalente anual.
Son de especial relevancia para el sector forestal las siguientes metas del
PECC: el Proyecto piloto de incentivos para reducción de emisiones por
deforestación y degradación (REDD); la instalación de 600 mil estufas
eficientes de leña; la incorporación de 2.175 millones de hectáreas a
esquemas de pago por servicios ambientales; la incorporación de 2.5 millones
de hectáreas de ecosistemas terrestres al sistema de Unidades de Manejo par
la Conservación de la Vida Silvestre (UMAS); la incorporación de 750 mil ha de
ecosistemas forestales a Áreas Naturales Protegidas; el programa de Pastoreo
planificado sustentable en 5 millones de hectáreas y el establecimiento de 170
mil has de plantaciones forestales comerciales.
Si bien el Convenio Sobre la Diversidad Biológica y la Declaración de las
Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas no tienen una
estrategia tan desarrollada como el PECC, sí establecen un marco importante,
en virtud del cual, no deberían afectarse ni los elementos de la diversidad
biológica ni los derechos de los pueblos indígenas en la puesta en práctic a de
las acciones de mitigación o adaptación al cambio climático.
Estado de los bosques
Figura 1: Cobertura del suelo a nivel nacional
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A grandes rasgos, el territorio terrestre mexicano, está ocupado en un tercio
por bosques y selvas, un tercio por otras áreas silvestres y un tercio po r
Agrosistemas, Asentamientos humanos, Pastizales, Cuerpos de agua y áreas
sin vegetación aparente.
Presiones principales
En el período 1993-2005, las presiones sobre los bosques y selvas, se
tradujeron en cambios en los que destacan por su magnitud abso luta y relativa
el incremento de las áreas agrícolas y pecuarias en más de un millón de
hectáreas anuales y la pérdida de cerca de 690,000 hectáreas anuales de
pastizales naturales y más de 543,000 hectáreas anuales de matorrales. Por
otra parte, sobresale la pérdida acelerada de los bosques de coníferas, por
más de 357,000 hectáreas anuales y la pérdida de más de 159,000 hectáreas
de selvas perennifolias en promedio cada año.
Vegetación o Uso del suelo
Bosque de coniferas 16781834 -357057 -1.80%
Bosque de latifoliadas 15549172 267593 2.38%
Bosque mesófilo 1825214 -5719 -0.33%
Bosques 34158225 -95182 -0.29%
Selva caducifolia o espinosa 23636182 114058 2.94%
Selva perennifolia 9465949 -159025 -0.66%
Selvas 33102132 -44966 -0.16%
Matorral 57969739 -690567 -1.09%
Otros 581792 24115 20.36%
Pastizal 19023834 -543686 -1.72%
Vegetación hidrófila 2601078 35718 1.61%
Areas silvestres 80176443 -1174420 -1.21%
Producción agropecuaria 43365830 1277668 3.91%
Asentamientos humanos 1259327 32252 2.59%
Cuerpos de agua 1352669 -4838 -0.44%
Sin vegetación 968645 9487 0.93%
Otras áreas 46946472 1314568 3.65%
TOTAL 194382269 0 0.00%
Cobertura
2005
Cambio
anual desde
1993
Tasa de
cambio
anual
Tabla 1: Cambios en la cobertura a nvel nacional 1993-2005.
Fuente: Análisis propio de los patrones de uso del suelo y
vegetación municipales 1993-2005
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En comparación con períodos anteriores, en los que la deforestación era el
proceso más significativo resultante de las presiones sobre los bosques, en el
período estudiado, aparece un fenómeno de estabilización del uso del suelo en
varios municipios y de recuperación de cubierta forestal en otros. De esta
manera, además del fenómeno de la deforestación, debe atenderse el de la
degradación forestal. Se identificaron varios síndromes degradantes de la
cubierta forestal: Avance de la frontera agropecuaria en municipios donde los
incentivos o desincentivos para dedicar la tierra a actividades agropecuarias,
parecen ser mayores a los que existen para aprovecharla con fines de
producción forestal, maderable o no maderable; Avance de pastizales, lo cual
podría estar asociado a procesos en donde hay fallas crónicas en la
regeneración de la vegetación arbolada, asociadas a un pastoreo mal
manejado o la ocurrencia recurrente de fuego o algún otro agente que impida
la regeneración forestal; Deforestación no definida , en municipios donde la
base de información a la que tuvimos acceso, no fue sufic iente para identificar
algún síndrome específico, y Desertificación en algunos municipios de
Zacatecas y de la Mixteca Poblana.
Los municipios con síndromes de avance de los pastizales y de deforestación
no definida, son los que coinciden en mayor medida con las áreas de
importancia biológica definidas por la CONABIO. El avance de la frontera
agropecuaria es un proceso que afecta en menor medida a las áreas de
importancia biológica.
Debe destacarse que las áreas de importancia biológica coinciden en
extensiones importantes con municipios en donde se presentan síndromes de
estabilización de los usos del suelo o de recuperación de la cubierta forestal,
lo cual sugiere que existen regiones del país en donde pude estar dándose un
proceso de transición en la d inámica de desarrollo, en el que se esté pasando
a patrones en donde el aprovechamiento maderable o no maderable de los
bosques y selvas o el aprovechamiento de la fauna silvestre, se están
convirtiendo en componentes estructurales de la actividad producti va regional
y del desarrollo.
11
Acciones de las OSCs
Las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSCs), contribuyen en la
identificación de los problemas principales para el buen manejo de los bosques
de México, a partir de las preocupaciones de la sociedad. Mediante
aportaciones de sus afil iados, socios o simpatizantes, o mediante donativos de
fundaciones privadas nacionales o extranjeras y de agencias de cooperación
bilateral y multilateral, estas organizaciones llevan al terreno conceptos
innovadores para el manejo de los bosques. De acuerdo con las estimaciones
hechas para el FMCN en 2006 (PG-7 Consultores, S.C. & FAUNAM A.C.,
2006), las OSCs de conservación canalizan un promedio de 2,284 millones
de pesos anuales a acciones de conservación. Pude verse que una buena parte
de esta inversión se destina al funcionamiento de las propias OSCs, ya que en
promedio el 47% de su gasto, se destina a servicios personales.
Mucha de la presencia de las OSCs, se ubica dentro de las áreas que la
CONABIO ha identificado como de atención prioritaria. Sin embargo, hay
algunas excepciones, como es el caso del eje volcánico transverso, que tiene
buena presencia de las OSCs, aunque no tiene tan alta importancia biológica
como otras zonas. Otro caso, son varias zonas de la costa del Pacífico del
continente y de la península de Baja California, que están identificadas como
de alta importancia biológica, pero que tienen poca presencia de OSCs.
Acciones de las agencias del gobierno
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) aplicó en
2007 un presupuesto de 773 millones de pesos. Además de los recursos
fiscales, la CONANP ha gestionado apoyos con recursos externos del GEF-
Banco Mundial, de Organizaciones no Gubernamentales nacionales e
internacionales y organizaciones sociales así como donativos, que le han
permitido operar en seis líneas estratégicas de trabajo: 1) protección, 2)
manejo, 3) restauración como conservación directa, 4) conocimiento, 5)
cultura y 6) gestión como conservación indirecta.
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La inversión federal en conservación de otras dependencias, se ubica en
muchos casos fuera de las áreas de importancia biológica identificadas por la
CONABIO.
La Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) tuvo en 2009 un presupuesto de
poco más de 4,000 millones de pesos. Esta Comisión espera ejercer un
presupuesto casi igual en el año fiscal 2010. Podemos observar que la
CONAFOR tiene su prioridad mayor en Protección y conservación y en
Restauración y plantaciones. Las áreas de Desarrollo Forestal, Organización y
apoyo técnico, se atienden con una prioridad presupuestal notablemente
menor.
A nivel regional, la CONAFOR ha centrado sus apoyos en los estados del Golfo
de México y Chiapas. En segundo lugar, su área de atención son varios
municipios del eje volcánico transversa l y ciertas zonas de Chihuahua y del
altiplano central.
La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y
Alimentación (SAGARPA), ejerce con mucho el mayor presupuesto en el
sector rural de México. Sus recursos, son del orden de 30 a 1, comparados con
los de CONANP o CONAFOR.
No se observa una correlación clara entre los síndromes degradantes de la
cubierta forestal con las zonas de mayor prioridad para la inversión agrícola.
Mientras la inversión agrícola se ubica principalmente en las zonas de alta
productividad del noroeste, del Bajío y de algunos otros enclaves, la zona de
avance de las actividades agropecuarias se observa en los estados de la costa
del Golfo de México y en los municipios de la costa del Pacífico de los estados
del Sur del país.
De manera semejante, la inversión de fomento pecuario, que podría asociarse
al cambio uso del suelo, se ha concentrado fundamentalmente en las áreas y
enclaves de mayor productividad y no en las áreas con síndromes degradantes
La Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), es la agencia del gobierno
federal que tiene mayor presencia en el campo, pues prácticamante tiene
proyectos en todos los municipios y es el agente con mayores recursos. Los
programas de subsidios condicionados (Oportunidades principalmente),
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canalizaron en 2007 46,000 millones de pesos. Estos subsidios, se aplican
principalmente en zonas forestales estables y en recuperación, lo cual sugiere
que -bajo ciertas condiciones- pueden tener un efecto sinérgico con los
síndromes de recuperación forestal. Sin embargo, hay muchos municipios en
los que pareciera que dichas condiciones no se han dado, pues los subsidios
condicionados se asocian a los síndromes de deforestación y de degradación.
Además de la SEDESOL, otras agencias, como la Comisión Nacional para el
Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), canalizan recursos importantes
en la construcción de infraestructura social, incluyendo escuelas, hospitales,
caminos, obras de agua potable y alcantarillado y mejoramiento a la vivien da.
En 2007, la federación invirtió 28,000 millones de pesos en este concepto. Las
áreas de atención prioritaria, fueron básicamente las mismas que han recibido
los mayores subsidios condicionados.
En la arena de la gestión forestal de México, destacan en primer lugar los
dueños y usuarios de la tierras forestales, que están logrando reducir la tasa
de deforestación e incluso están logrando recuperar la cubierta arbolada en
zonas amplias del país. Sin embargo, en zonas considerables de la costa del
Pacífico, de la Sierra Madre Occidental, de la costa del Golfo de México y
varias regiones forestales, persisten los síndromes de avance de la frontera
agrícola y pecuaria y la deforestación. Estos dueños y usuarios de los recursos
forestales, tienen formas de organización que requieren ser fortalecidas, para
que contribuyan a propiciar síndromes de recuperación forestal y evitar los
síndromes de degradación.
Destacan en segundo lugar, las agencias del gobierno federal, por la cantidad
de recursos que aplican. En particular, las agencias vinculadas al desarrollo
social, que ejercen los programas de subsidios condicionados e infraestructura
social tiene una gran relevancia, pues sus acciones pueden coadyuvar
notablemente en la configuración de síndromes de estabi lización o
recuperación de la frontera forestal o de deforestación y degradación. En
segundo lugar por el monto de sus presupuestos, están las agencias
relacionadas con el fomento a las actividades agrícolas y pecuarias.
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Por su parte, los agentes especia l izados en promover el buen manejo y
conservación de los recursos forestales, como son las OSCs, la CONANP y la
CONAFOR, ejercen presupuestos comparativamente mucho más modestos, pero
pueden concentrarse en las zonas de mayor relevancia biológica. En el ca so de
las OSCs, su énfasis en la formación de capital humano y capital social, y su
alianza con las organizaciones de propietarios y usuarios de los recuros
forestales, les permite tener impactos comparativamente mayores, pues a
través del accionar de agentes definidos en las zonas forestales, tienen el
potencial de ejercer un efecto de orientación de las acciones de los diversos
actores hacia el buen manejo de los bosques.
Temas y zonas que requieren atención prioritaria
El Desarrollo Forestal.
Un tema que no ha sido atendido por años, es el del Desarrollo Forestal. Se ha
dado prioridad presupuestal a la restauración, plantaciones, protección y
restauración, en detrimento del Desarrollo Forestal. Este concepto se refleja
en las metas del Plan Estratégico forestal 2000-2025. Sin embargo, la
evaluación del logro de dichas metas, no deja claro que se estén logrando.
Este resultado no es sorprendente cuando se considera la prioridad que se le
ha dado en los hechos a otros temas de la agenda forestal.
Resulta en especial preocupante la emergencia de procesos de degradación
forestal en los estados de mayor producción forestal. La degradación de
bosques bajo aprovechamiento comercial, no cumple con el concepto de
Desarrollo Forestal que supone alcanzar una productividad óptima y sostenida
de los recursos forestales sin comprometer el rendimiento, equil ibrio e
integridad de los ecosistemas forestales .
El impulso a un proceso de Desarrollo Forestal, tal como lo define la Ley
Forestal, puede propiciar una transic ión forestal, en la que el proceso de
desarrollo social en el campo, deje de ser la principal amenaza a los bosques y
a las áreas naturales, para convertirse en una de las causas principales de su
conservación.
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Para el relanzamiento del Desarrollo Foresta l como estrategia forestal, será
necesario desarrollar o fortalecer varios temas, Entre ellos: (i) La construcción
de un consenso social sobre los criterios e indicadores del Desarrollo Forestal
genuino; (ii) la incorporación de la mayor parte de las áreas forestales
comerciales al aprovechamiento mediante Manejo Forestal Sostenible (MFS);
(ii i) el monitoreo y evaluación de los procesos de degradación o mejoramiento
de la cubierta arbolada; (iv) la implantación de esquemas de manejo
adaptativo en las unidades de manejo forestal, de modo que dichas unidades
se embarquen en un proceso de mejora continua del manejo, a partir del
monitoreo socio-ambiental sistemático; (v) el desarrollo de sistemas de
participación social en la gestión forestal y en la distribución de los beneficios
de los aprovechamiento.
El desarrollo humano
Los programas de subsidios condicionados y de infraestructura social,
canalizan la mayor cantidad de recursos públicos a las zonas forestales y al
campo en general. En la actualidad, estos programas se aplican en municipios
en donde se ha logrado la estabilidad en cuanto a su cubierta forestal o se ha
recuperado una parte de esta cubierta. Pero las zonas prioritarias para estos
programas, también coinciden con los frentes de avance de la f rontera
agropecuaria.
El lanzar proyectos regionales de desarrollo humano, compatible con la
permanencia de bosques, selvas y vida silvestre, será la base de un esquema
sólido de administración de los recursos forestales del país, en el que los
actores principales tengan incentivos tangibles de largo plazo para mantener
en buen estado bosques, selvas y vida silvestre, constituyendo así un
verdadero patrimonio natural.
La gobernabilidad local y la descentralización democrática
El reto para un manejo sostenible de los recursos forestales, implica el
desarrollo de acuerdos e incentivos a nivel regional, de tal manera que las
actividades forestales y de manejo de la vida silvestre, se incorporen de
manera estructural a la economía de la región y se configure un mejor
16
esquema de incentivos. Para lograrlo, lo más factible, es que este tipo de
acuerdos e incentivos se desarrollen a nivel local. De hecho, los resultados que
hemos obtenido sugieren que ese tipo de acuerdos a nivel local están
sucediendo.
La visión de futuro en el contexto del cambio climático global
El Programa Especial de Cambio Climático 2009-2012 (PECC, 2009), reconoce
que los bosques juegan un papel muy importante en dos sentidos. Por un lado,
contribuyen a la mitigación del calentamiento global y por otro lado, son un
componente central en los mecanismos de adaptación al cambio climático.
El PECC estima que el 30% de las reducciones de emisiones de México, pueden
provenir de reducir la deforestación y la degradación de los bosques, así como
de recuperar áreas forestales. De acuerdo con el análisis presentado, esto es
posible si se establecen los acuerdos, normas y mecanismos para que el
aprovechamiento sostenible de recursos forestales maderables y no
maderables y de la vida silvestre mediante esquemas extractivos o no
extractivos, sean actividades atractivas y factibles.
La manera más directa de lograr este relanzamiento de una estrategia de
Desarrollo Forestal, parece ser el establecimiento de espacios para la
concertación a niveles local o regional de acciones para el aprovechamiento
sostenible de largo plazo de los recursos forestales, mediante procesos de
descentralización democrática en los que se busque la concurrencia de los
diversos actores a favor de un desarrollo humano genuino, legí timo y
sostenible.
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Lista de Acrónimos
AMUCSS Asociación Mexicana de Uniones de Crédito y Similares
ANAFATA Asociación Nacional de Fabricantes de Tableros de Madera, A.C.
ANEC Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras
ANPs Áreas Naturales Protegidas
CNIF Cámara Nacional de la Industria Forestal
CCMSS Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible, A.C.
CDI Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas
CNC Confederación Nacional Campesina
CONABIO Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad
INE Instituto Nacional de Ecología
CONAFOR Comisión Nacional Forestal
CONAGUA Comisión Nacional del Agua
CONANP Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas
CONAVI Comisión Nacional de Vivienda
CNOC Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras
CONOC Consejo Nacional de Organizaciones Campesinas
CONOSIL Confederación Nacional de Organizaciones de Silvicultores
DGVS Dirección General de Vida Silvestre
DOF Diario Oficial de la Federación
FAO Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación
FMCN Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza, A.C.
INE Instituto Nacional de Ecología
LGEEPA Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente
MFS Manejo Forestal Sostenible
MOCAF Red Mexicana de Organizaciones Campesinas Forestales
MtonCO2e Millones de toneladas de bióxido de carbono equivalentes
PRODERS Programa de Desarrollo Rural Sustentable
PROFAS Programa Ordenamiento y Fortalecimiento a la Autogestión Silvícola
OSCs Organizaciones de la Sociedad Civil
PECC Programa Especial de Cambio Climático
PNUMA Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
PRODERS Programa de Desarrollo Rural Sustentable
PROFEPA Procuraduría Federal de Protección al Ambiente
PROFEPA Procuraduría Federal de Protección al Ambiente
REDD Reducción de emisiones por deforestación y degradación
SAGARPA S. de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación
SEDESOL Secretaría de Desarrollo Social
SEMARNAT Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales
UACH Universidad Autónoma de Chapingo
UMAs Unidades de Manejo de la Vida Silvestre
UNAM Universidad Nacional Autónoma de México
UNOFOC Unión Nacional de Organizaciones de Forestería Comunitaria
18
1. Introducción
El presente documento, es resultado parcial del proceso de Integración de la
Estrategia del Programa de Conservación de Bosques 2009-2012 del Fondo
Mexicano para la Conservación de la Naturaleza, A.C. Es una panorámica de
gran visión del sector forestal mexicano, para Identificar el estado actual,
las amenazas y escenarios hacia el año 2018 de los recursos forestales del
país para integrar un Diagnóstico de Bosques, a parti r de un análisis
institucional de los agentes que inciden en el sector, haciendo énfasis en los
problemas y oportunidades que plantean el cambio climático global y el
desarrollo de nuevos instrumentos de polít ica para enfrentar dicho problema
ambiental.
La misión del FMCN es “financiar y fortalecer esfuerzos para la conservación y
el uso sustentable de la biodiversidad de México” y su visión plantea que
“México ha revertido el deterioro de sus ecosistemas y la sociedad valora su
biodiversidad”. En este sen tido, el presente diagnóstico del sector forestal
buscar hacer una aportación para diseñar un programa forestal del FMCN que
contribuya a impulsar y fortalecer procesos de manejo de los ecosistemas
forestales que integren la conservación de la naturaleza y la restauración de
áreas degradadas con el aprovechamiento sustentable de los recursos
naturales y los servicios ambientales o ecosistémicos.
El sector forestal mexicano ha adquirido una importancia mayor en los años
recientes, debido a la emergencia de factores sociales y ambientales
relevantes:
En términos sociales , las áreas forestales constituyen una fuente importante
y creciente de recursos para comunidades locales, incluyendo la producción de
madera y productos no maderables a nivel comercial, el aprovechamiento de
los recursos faunísticos, la captación de agua para usos municipales y
agrícolas a nivel local y la venta de servicios ambientales hidrológicos, de
captura de carbono, y de mantenimiento de la biodiversidad, entre otros.
19
En términos ambientales, las áreas forestales de México proveen servicios a
nivel ecosistémico que son fundamentales para la actividad económica, tales
como la recarga de acuíferos para abastecer las principales zonas urbanas,
agro-industriales e industriales del país, la prevención de inundaciones en las
zonas cercanas a las partes bajas de las principales cuencas hidrológicas, la
captura de carbono atmosférico en la biomasa, la conservación de la mega -
diversidad de especies del país y la conservación de la diversidad pai sajística.
En la actualidad existe una tendencia creciente a reconocer que las funciones
ambientales de los bosques son la justificación más importante de su
conservación (i.e. los ecosistemas forestales no son solo una fuente de
materias primas para la economía; ver Millennium Ecosystems Assessment). El
bienestar social y la economía (las condiciones materiales de vida de la gente,
y no solo el mercado) dependen de los componentes, patrones y procesos de
los ecosistemas de los cuales se derivan funciones de soporte y regulación
ambiental (cómo la regulación de la química atmosférica –producción de
oxígeno y captura de carbono –el clima y los ciclos de agua, carbono y
nutrientes), provisión de recursos naturales (agua, alimentos, combustibles,
madera, fibras, resinas, medicamentos, etc.) y valores culturales.
Todo esto es reconocido bajo el concepto de servicios ecosistémicos (o
ambientales). Aunque han habido intentos para dar un valor monetario a estos
servicios derivados de la naturaleza y para internali zarlos en la economía de
mercado, debe reconocerse que los servicios ecosistémicos son producidos por
la naturaleza, no por la sociedad, y no pueden ser substituidos, o considerados
como fungibles. Es importante reconocer que la vida en la biosfera (el
ecosistema global) depende del funcionamiento de los ecosistemas que
constituyen nuestro “sistema de soporte de vida” según el planteamiento
hecho por Odum (1959) hace medio siglo. En resumen, el tema de los servicios
ecosistémicos es central en la gestión o manejo forestal en la actualidad.
Sin embargo, aunque se reconoce la importancia de las áreas forestales, y a
pesar de que los esfuerzos gubernamentales para apoyar económicamente al
sector han sido los más importantes en toda la historia del sector fores tal
mexicano, aún prevalece la pérdida de más de 300,000 hectáreas anuales de
bosques de calidad comercial y la lista de especies amenazadas o en peligro de
20
extinción no se reduce y posiblemente tienda a aumentar. Las dificultades para
conservar las áreas forestales, la diversidad de especies que alojan y asegurar
el f lujo de servicios ecosistémicos, está asociada a las dif icultades para
identificar y desarrollar esquemas productivos que sean competitivos.
En algunos casos, las dif icultades económicas del sector y de las regiones
forestales, impide que se cuente con los recursos suficientes para hacer sanas,
competitivas y sostenibles las economías locales. En otros casos, esas mismas
dificultades generan incentivos para sustituir los sistemas basados en el uso
sostenible de bosques, suelos y agua, por sistemas extensivos de baja
productividad y alto impacto ambiental. En el presente diagnóstico, se
explorará en primer lugar el posicionamiento de los principales agentes que
inciden en el sector forestal. Desde una perspectiva de teoría de juegos, se
entiende a dichos agentes como "jugadores". En la segunda parte, se analizan
Las presiones y acciones sobre los recursos forestales, para finalmente
concluir identificando los temas y zonas del sector forestal mex icano que
requieren atención prioritaria.
1.1. Métodos
Para realizar el presente estudio, se emplearon varios Métodos:
1. Marco conceptual. Se estableció un marco conceptual de análisis
institucional (ver Ostrom, 2008). Dicho marco, plantea que la dinámica
que se analiza; en este caso, la dinámica del sector forestal, que puede
ser degradante o permitir la conservación y la restauración de los
ecosistemas forestales, es resultante de la interacción de distintos
agentes. Cada agente, interviene conforme a una estructura de intereses
determinada. Es posible que se den relaciones de coexistencia, de
indiferencia, de sinergia, de colaboración o de antagonismo. A partir de
la experiencia propia y el aprendizaje, los actores van desarrollando
reglas, que en muchos casos son tácitas, aunque también pueden ser
explícitas y estar escritas. Dichas reglas sirven para definir quiénes
tienen derecho de acceso a los recursos forestales, quienes tiene derecho
21
a aprovecharlos y cómo se distribuirán los costos de las actividades de
producción y protección, y los beneficios que se obtengan. Los conjuntos
de reglas así definidas, configuran instituciones, como pueden ser el
Manejo Forestal Comunitario o el co-manejo de Áreas Naturales
Protegidas.
2. Evaluación de los procesos de cambio de la cobertura del suelo a
nivel municipal. Con base en las cartas digitales de Uso del Suelo y
Vegetación publicadas por el INEGI, se estableció la cobertura de cada
uno de los municipios del país en los años 1993 y 2005, con lo que se
obtuvieron datos en distintos tiempos para 2,453 unidades de análisis.
Dichas unidades se clasificaron conforme a “síndromes” degradantes o de
conservación. Se asume que los síndromes observados, son indicadores
de las resultantes de las configuraciones de agentes y reglas en cada
municipio.
3. Consulta a expertos por internet. Se abrió un cuestionario en internet
para recibir opiniones de expertos acerca de cuáles pueden ser las
causas que expliquen los síndromes de cambio observados, y acerca de
cuáles podrían ser las prioridades de los agentes gubernamentales y de
la sociedad civil, para lograr configuraciones institucionales de
conservación de los bosques de México.
4. Revisión de estudios sobre inversiones del sector público . Se
aprovechó el análisis del sector forestal que coordinó Leticia Merino para
el Consejo Civi l Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS, 2008) y
un estudio reciente del mismo CCMSS sobre balanza comercial,
formulado por Iván Zúñiga. Se emplearon los datos publicados por el
Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía
Alimentaria de la H. cámara de Diputados, bajo la coordinación de Héctor
M. Robles Berlanga sobre la situación del campo en el siglo XXI
(CEDRSSA, 2009a) y sobre el análisis de la cuenta pública de 2007
(CEDRSSA, 2009b). Adicionalmente, se obtuvieron reportes sobre el
gasto público de parte de las coordinaciones del Pro-Árbol y Procymaf de
la Comisión Nacional Forestal y las previsiones de gasto de la
Coordinación de Producción y Productividad de la misma Comisión (Sosa
22
Cedil lo, 2009). También se empleó el reporte de gasto público
proporcionado por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas.
Sobre las inversiones del sector no-gubernamental, se emplearon los
datos generados por PG-7 Consultores, S.C. y FAUNAM A.C. para el
Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza (PG-7
Consultores, S.C. & FAUNAM A.C., 2006). La información mencionada,
se empleó para ubicar geográficamente los esfuerzos a favor de los
bosques y para generar correlaciones entre dichos esfuerzos y los
síndromes de cambio en la cobertura, de modo que se puedan sugerir
líneas que vinculen las configuraciones institucionales regionales, los
esfuerzos de los distintos agentes y los síndromes resultantes.
La correlación entre configuraciones institucionales regionales, esfuerzos de
los distintos agentes y los síndromes, sugieren hipótesis de trabajo acerca de
las causas subyacentes a los procesos de degradación y deforestación o a los
de conservación y recuperación de áreas forestales. Dichas hipótesis se
emplearon como guía para sugerir una estrategia de acción del Programa de
Conservación de Bosques del FMCN 2010-2018.
2. Los agentes del sector forestal mexicano
2.1. Los propietarios y usuarios de los recursos forestales
Considerando la superficie con permisos de aprovechamiento maderable y su
forma de tenencia, se ha estimado que cerca del 80% de los bosques y selvas
de México son propiedad de ejidos o comunidades agrarias (CCMSS, 2008).
Otras estimaciones toman en cuenta las áreas silvestres, arboladas o no
arboladas y su forma de tenencia de la tierra, y calculan que cerca del 60% de
los terrenos forestales, aunque debe considerarse que en regiones indígenas
como la sierra de Zongolica en Veracruz o en los altos de Chiapas , los
territorios indígenas abarcan comunidades agrarias y pequeñas propiedades
(Boege, 2009).
23
En todas las perspectivas, se reconoce que la mayor parte de los terrenos
forestales y silvestres de México, son propiedad de ejidos o comunidades y que
en muchos casos, cuentan con mecanismos de acción colectiva.
Además de los propietarios formales de las tierras forestales, sectores
importantes de las poblaciones rurales, hacen uso de los recursos forestales,
mediante la colecta de leña, plantas medicinales y hongos. Algunos sectores
de las poblaciones rurales, también usan los recursos forestales mediante la
caza y producen insumos para los hogares rurales, como son las vigas y
morillos para construcción, tablas carbón y horcones. Las tierras forestales
también son valiosas en algunas regiones, como zonas de acumulación de
nutrientes, que son aprovechados mediante la siembra temporal de pequeños
lotes agrícolas o mediante la extracción de tierra de monte que se usa como
fertil izante en la agricultura y en espec ial en la floricultura.
La propiedad y apropiación de los recursos forestales por parte de las
poblaciones locales, corresponde con una tendencia a nivel latinoamericano, en
la que se otorga mayor responsabilidad a las poblaciones locales en la
administración y protección de las áreas forestales y si lvestres (Sunderlin et
al. 2008). El otorgamiento de responsabilidades y poderes a instancias de
gobernabilidad local, permite el desarrollo de reglas y acuerdos
institucionales, que permiten un mejor manejo y conservación de los recursos
naturales. Por esta razón, los proceso de descentralización en Brasil, Colombia
o varios países africanos, han sido de enorme valor para establecer programas
efectivos de conservación de los recursos naturales (Ribot, 2002).
La perspectiva de utilizar los recursos naturales como un recurso patrimonial
de largo plazo, hace que los sistemas en los que los propietarios colectivos o
individuales sienten seguros sus derechos de propiedad, tiendan a invertir sus
recursos en función de lograr beneficios inmediatos, pero de mantener la
productividad a largo plazo de los recursos. Además de esto, cuando los
actores en un escenario de toma de decisiones sobre el uso de recursos
naturales renovables cuentan con instancias de toma de acuerdos para la
acción colectiva, tienden a lograr aprovechamientos óptimos, compatibles con
la preservación en el largo plazo de los recursos naturales (Ostrom et al,
1994).
24
De manera inversa, es de esperarse que si los mecanismos de reflexión
colectiva y toma de acuerdos para el manejo en el largo plazo de los recursos
naturales o si la seguridad en la propiedad de la tierra se ven mermados, la
perspectiva del uso de los recursos naturales se desvanezca y se llegue a la
destrucción de los recursos comunes (Ostrom et al, 1994).
“Hemos aprendido ... que los esfuerzos de colocar la responsabilidad total a
expertos externos tienen poca probabilidad de proteger los (recursos) a largo
plazo. La complejidad de los recursos a niveles locales, nos ofrece, además,
una infinidad de opciones regionales y nacionales que requieren de sistemas
complejos de gobernanza que involucren la contribución ciudadana de distintas
formas.” (Ostrom, 2008)
2.2. Los agentes de gobierno
El sector forestal mexicano, está distribuido en varios subsectores: (1) Las
autorizaciones de aprovechamiento son otorgadas por las Delegaciones de la
Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), excepto las
de las Unidades de Manejo de la Vida Silvestre (UMAs), que son gestionadas a
través de la Dirección General de Vida Silvestre (DGVS); (2) el fomento a la
producción maderable y no maderable se realiza a través de la Comisión
Nacional Forestal (CONAFOR); (3) El manejo de las cuencas hidrológicas y la
administración de los recursos h idráulicos es a través de la Comisión Nacional
del Agua (CONAGUA); (4) El manejo de los recursos dentro de las áreas
naturales protegidas, se realiza a través de la Comisión Nacional de Áreas
Naturales Protegidas (CONANP); (5) La vigilancia forestal, corresponde a la
Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) (SEMARNAT, 2009).
26
(6) Adicionalmente, la política para la diversidad biológica, es coordinada por
una comisión intersecretarial: la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso
de la Biodiversidad (CONABIO); (7) Las políticas ambientales son
fundamentadas en las actividades de investigación del Instituto Nacional de
Ecología (INE).
2.3. Las organizaciones de productores rurales y empresariales
A nivel nacional, destacan la Unión Nacional de Organizaciones de Forestería
Comunitaria (UNOFOC) y la Red Mexicana de Organizaciones Campesinas
Forestales (MOCAF). También la Confederación Nacional Campesina (CNC)
tiene un área para atender al sector forestal.
La UNOFOC ha buscado servir como interlocutor entre las agencias del
gobierno federal y las organizaciones regionales de producción forestal,
llamada "forestería". Esta función fue importante a partir de su fundación en
junio de 1993, cuando tuvo buenos contactos dentro del gobierno. Su
capacidad de gestión, le permitió agrupar a 54 organizaciones relevantes,
como la Unión de Ejidos y Comunidades Forestales Emiliano Zapata de
Durango, la Unión de Comunidades y Ejidos Forestales de Oaxaca, la Sociedad
de Productores Ejidales Forestales de Quintana Roo y la Comunidad indígena
de Nuevo San Juan de Parangaricutiro de Michoacán.
Por su parte, la red MOCAF se plantea Favorecer el desarrollo sustentable de
las regiones rurales de México, incluyendo en este desarrollo sus tentable el
mejoramiento de las condiciones de vida de la población que habita en éstas
regiones y un aprovechamiento y manejo racional de los recursos naturales
(Red MOCAF, 2009). Con una perspectiva más centrada en el desarrollo rural,
esta red se ha vinculado con el movimiento de organizaciones rurales que
promueve la apropiación de los procesos productivos, incluyendo en este caso
el sector forestal. En este movimiento vemos una constelación de
27
organizaciones que atienden entre otros, problemas de acceso al mercado (la
Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras, ANEC), financiamiento (la
Asociación Mexicana de Uniones de Crédito y Similares, AMUCSS) o de
producción y comercialización de café (la Coordinadora Nacional de
Organizaciones Cafetaleras, CNOC). La red MOCAF y las otras organizaciones
de esta corriente, se han agrupado recientemente en el Consejo Nacional de
Organizaciones Campesinas (CONOC, 2009)
A pesar de existir estas organizaciones de productores, la CONAFOR ha
impulsado la creación de 270 Asociaciones Regionales de Silvicultores y 32
Asociaciones Estatales de Silvicultores, afil iadas a la Confederación Nacional
de Organizaciones de Silvicultores (Conosil). Esta organización fué creada por
la CONAFOR el 8 de noviembre de 2005, como resultado de la creación del
Programa de Ordenamiento y Fortalecimiento a la Autogestión Silvícola
(PROFAS) en 2004 (Conosil, 2009).
Por otra parte, las empresas relacionadas con el sector forestal, se agrupan
por ramas en organizaciones como la Asociac ión Nacional de Fabricantes de
Tableros de Madera, A.C. (ANAFATA, 2009), la Cámara Nacional de las
Industrias de la Celulosa y del Papel (2009), o la Cámara Nacional de la
Industria Forestal que agrupa a más de 46 empresarios de la madera,
incluyendo aserraderos, fábricas de molduras y cajas de empaque, entre otros
(CNIF, 2009).
28
Las organizaciones empresariales forestales, regulan la demanda de materias
primas forestales y juegan por lo tanto un papel fundamental en regular los
precios a nivel nacional. Debe destacarse que el sector forestal de México se
caracteriza por no poder satisfacer la demanda interna, lo cual motiva que se
Miembros de la Cámara Nacional de las Industrias de la Celulosa y del Papel
CELULOSA DE FIBRAS MEXICANAS, S.A. DE C.V.
CELULOSA Y CORRUGADOS DE SONORA, S.A. DE C.V.
CÍA. INDUSTRIAL PAPELERA POBLANA, S.A. DE C.V.
COPAMEX, S.A. DE C.V.
CORPORACIÓN DURANGO, S.A. DE C.V.
CORPORATIVO PROCTER & GAMBLE, S. DE R.L. DE C.V.
EMPAQUES MODERNOS DE GUADALAJARA, S.A. DE C.V.
EMPAQUES MODERNOS SAN PABLO, S.A. DE C.V.
FÁBRICA DE PAPEL SAN FRANCISCO, S.A. DE C.V.
FÁBRICAS DE PAPEL POTOSÍ, S.A. DE C.V.
GRUPO PAPELERO SCRIBE, S.A. DE C.V.
INTERNATIONAL PAPER EMPAQUES INDUSTRIALES DE MEXICO, S.A. DE C.V.
KIMBERLY CLARK DE MÉXICO, S.A.B. DE C.V.
MANUFACTURAS 8-A, S.A. DE C.V.
MANUFACTURAS SONOCO, S.A. DE C.V.
MANUFACTURERA DE PAPEL BIDASOA, S.A. DE C.V.
PAPELERA DEL NEVADO, S.A. DE C.V.
PAPELERA IRUÑA, S.A. DE C.V.
PAPELES ULTRA, S.A. DE C.V.
PRODUCTORA DE PAPEL. S.A. DE C.V.
SCA CONSUMIDOR MÉXICO, S.A. DE C.V.
SMURFIT CARTÓN Y PAPEL DE MÉXICO, S.A. DE C.V.
UNIPAK S.A. DE C.V.
CELULOSA Y PAPEL DEL BAJÍO, S.A. DE C.V.
CÍA. PAPELERA EL FÉNIX, S.A. DE C.V.
GEORGIA PACIFIC TISSUE DE MEXICO, S.A. DE C.V.
INTERCONTINENTAL CELULOSA DE MÉXICO, S.A. DE C.V.
ALBANY INTERNATIONAL DE MÉXICO, S.A. DE C.V.
CLARIANT (MÉXICO), S.A. DE C.V.
CIBA, S.A. de C.V.
BASF MEXICANA, S.A. DE C.V.
CARTONES PONDEROSA, S.A. DE C.V.
29
busque llenar la brecha entre oferta nacional y demanda mediante las
importaciones (Sosa Cedil lo, 2009).
En efecto, en el año 2008 la balanza comercial del sector alcanzó los -5,863.4
millones de dólares. En la generación de este enorme déficit destacaron los
rubros correspondientes al papel, cartón y manufacturas de celulosa con -
3,390.3 mdd (57.8%), la madera y manufacturas de madera con -1,083.5 mdd
(18.5%), y las pastas de madera con –1,004.9 mdd (17.1%) (Zúñiga, 2009):
Figura 3: Producción maderable y consumo aparente Fuente: Sosa Cedillo,
2009
30
2.4. Los promotores del desarrollo urbano
El crecimiento de las ciudades, afecta de manera directa a los recursos
forestales cuando se sustituyen áreas arboladas por caminos, presas,
infraestructura urbana, casas, comercios y fábricas, pero también incide de
manera indirecta modificando los mercados de leña y carbón, así como los de
madera para construcción y muebles. Además, la población urbana ejerce
presión sobre las zonas forestales derivada de las actividades de
esparcimiento.
El proceso de urbanización, es resultado de un complejo de actores del sector
industrial, de comercio, y de los gobiernos municipal, estatal y federal. La
definición de las políticas de uso del suelo y la identif icación de las áreas más
aptas para el crecimiento urbano, corresponde a la Secretaría de Desarrollo
Social, en el marco de las atribuciones que le da la Ley de Asentamientos
Humanos (Azuela, 2006). De manera complementaria, la SEMARNAT, formula
el Ordenamiento Ecológico del Territorio Nacional, con base en las facultades
que le otorga la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al
Ambiente, LGEEPA. La misma LGEEPA, establece que los gobiernos municipales
Figura 4:
31
son las autoridades que deben expedir los Ordenamiento Ecológicos locales,
aunque en la realidad esto no sucede (Azuela, 2006).
Por su parte, el Gobierno Federal ha impulsado la construcción de viv ienda de
bajo costo, como una medida para contribuir a dinamizar la economía y reducir
el déficit de vivienda. Para ello, ha creado la Comisión Nacional de Vivienda
(CONAVI, 2009) que coordina a varios órganos colegiados, a través de su
Secretariado:
I. Consejo Nacional de Vivienda, que es la instancia de consulta y asesoría del
Ejecutivo Federal, que tiene por objeto proponer medidas para la planeación,
formulación, instrumentación, ejecución y seguimiento de la Polít ica Nacional
de Vivienda.
II. Comités del Trabajo del Consejo Nacional de Vivienda
Comité de Oferta de Suelo
Comité de Financiamiento
Comité de Crecimiento
Comité de Productividad
Comité de Producción Social de Vivienda
Consejos Estatales de Fomento a la Vivienda
La política de vivienda que se implementa en la práctica tiene un efecto doble
sobre el sector forestal, ya que por un lado la distribución de los centros de
población orienta las presiones hacia el cambio del uso del suelo y las
presiones por espacios recreativos y por el otro lado, la industria de la
construcción y del mueble son demandantes importantes de productos de
madera que están íntimamente vinculados a la industria de la construcción.
En particular, el Comité de Oferta de Suelo puede tener efectos importantes en
las zonas forestales y silvestres peri-urbanas, pues en este comité se estudian
temas relacionados al desarrollo de políticas e instrumentos para el desarrollo
urbano y la vivienda; la incorporación de suelo ejidal, comunal y nacional al
desarrollo urbano; la creación de reservas territoriales destinadas al desarrollo
32
urbano y la vivienda para el crecimiento ordenado de las ciudades (CONAVI,
2009).
2.5. Las organizaciones de la sociedad civil
Los actores de la sociedad civi l influyen en tres áreas fundamentales: (1 )
como prestadores de servicios técnicos a los propietarios de predios forestales
y a las industrias forestales; (2) como promotores de las preocupaciones
sociales por la conservación del patrimonio natural del país, y (3) como
promotores de las preocupaciones sociales por el desarrollo social con
equidad.
En varios casos, los prestadores de servicios técnicos se agrupan en
asociaciones nacionales estatales o regionales, entre las que destacan la
Asociación Mexicana de Profesionistas Forestales, A.C. y el Colegio de
Profesionistas Forestales de México.
Aunque existen organizaciones gremiales, muchos prestadores de servicios
técnicos operan de manera independiente. Recientemente, el funcionamiento
de los programas de la CONAFOR mediante convocatorias abiert as
competitivas, ha propiciado una mayor competencia entre prestadores de
servicios técnicos, que puede tener efectos favorables al incentivar la
productividad y la innovación, pero t iene efectos menos favorables cuando la
competencia entre prestadores de servicios se traduce en una carrera por
reducir los costos y por consiguiente la calidad de los servicios.
En el año de 2006, se formó un grupo amplio de organizaciones de la sociedad
civil, que busca establecer una plataforma común entre organizaciones de
apoyo técnico a la producción, organizaciones conservacionistas y
organizaciones en pro del desarrollo social con equidad. Este grupo no formal,
llamado G-Bosques, ha hecho pronunciamientos para mejorar el desempeño del
sector forestal en el país, que han sido resultado de discusiones amplias y
multisectoriales sobre los problemas que enfrenta el sector y las medidas para
enfrentarlos (G-Bosques, 2006)
33
2.6. Las agencias y los compromisos internacionales de México
Conforme la vinculación de México con la comunidad internacional se ha ido
estrechando, los compromisos del país ante los organismos internacionales van
adquiriendo mayor importancia. En relación con los bosques, los agentes
relacionados con ciertos compromisos internacionales que más influyen en el
sector, son:
Los vinculados al Convenio Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático
(ONU, 1992a).
Los vinculados al Convenio Sobre la Diversidad Biológica (ONU, 1992b)
Los vinculados a la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de
los pueblos indígenas (ONU, 2008).
Al aprobar y ratificar el Convenio Marco de Naciones Unidas sobre Cambio
Climático, México se ha comprometido a contribuir a "lograr, de conformidad
Integrantes del G-Bosques
Organizaciones de productores:
Organización de Productores Forestales de la Zona Maya (Unorca)
CORPORACIÓN DURANGO, S.A. DE C.V.
Organizaciones de la sociedad civil:
Trópica Rural Latino Americana A.C
Grupo Interdisciplinario de Tecnología Rural Apropiada A.C
Grupo de Estudios Ambientales A.C
Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible A.C
Greenpeace México
Red de Desarrollo Sustentable A.C
Pronatura-Chiapas A.C
Grupo Autónomo para la Investigación Ambiental, A.C
Red Mexicana de Esfuerzos contra la Desertificación A.C
Red Mexicana de Organizaciones Campesinas Forestales (Red Mocaf)
Unión Nacional de Organizaciones de Forestería Comunal (Unofoc)
Consorcio Chiclero S.C. / Asociación de Productores de Chicle Natural
Unión de Comunidades Zapoteca Chinanteca (UZACHI)
Estudios Rurales y Asesoría A.C
34
con las disposiciones pertinentes de la Convención, la estabilización de las
concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a un nivel que
impida interferencias antropógenas peligrosas en el sistema climático. Ese
nivel debería lograrse en un plazo suficiente para permitir que los ecosistemas
se adapten naturalmente al cambio climático, asegurar que la producción de
alimentos no se vea amenazada y permitir que el desarrollo económico prosiga
de manera sostenible." (ONU, 1992a)
Para cumplir este compromiso, en mayo de 2007 el Ejecutivo Federal presentó
su Estrategia Nacional de Cambio Climático, en donde un grupo amplio de
agencias del gobierno se comprometen al logro de metas específicas.
La Estrategia Nacional se concreta en el Programa Especial de Cambio
Climático 2009-2012. Dicho instrumento reconoce que "El proceso de cambio
climático se perfi la como el problema ambiental global más relevante de
nuestro siglo, en función de sus impactos previsibles sobre los recursos
hídricos, los ecosistemas, la biodiversidad, los procesos productivos, la
infraestructura, la salud pública y, en general, sobre los diversos
componentes que configuran el proceso de desarrollo" (PECC, 2009).
El PECC explica que "En el ámbito multilateral, la Conferencia de las Partes
celebrada en Bali, Indonesia, en diciembre de 2007, instaló un nuevo proceso
de negociaciones que deberá concluir en Copenhague, a fines de 2009, con un
doble resultado. Por una parte, se espera acordar la continuidad y
consolidación del Protocolo de Kioto mediante la definición de los alcances
correspondientes a su segundo periodo de compromiso, que deberá iniciar en
2013. Por otra, a través del Plan de Acción de Bali, se aspira a alcanzar un
acuerdo en Copenhague que permita “la implementación completa, efectiva y
sostenida de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático por medio de una acción cooperativa de largo plazo, ahora, hasta y
más allá de 2012”. Múltiples procesos gubernamentales y de la sociedad civil
se han propuesto contribuir al logro de los objetivos reseñados". Las metas
princiaples del PECC y su impacto en el balance de carbono del país, son las
siguientes (PECC, 2009):
35
Meta Concepto acumulado del 2012
2008-2012 2012 MtCO2e
M1 SENER 27.6 6.9 6.9 14
M82 Rellenos sanitarios 7.56 4.44 11.34 22
M64 SEMARNAT 11.88 4.37 15.71 31
M18 3.65 3.65 19.36 38
M77 SEMARNAT 8.97 2.99 22.34 44
M37 SENER 4.73 2.68 25.02 49
M43 1.62 1.62 26.64 53
M31 SCT 3.9 1.6 28.24 56
M66 SEMARNAT 6.27 1.43 29.67 59
M65 SEMARNAT 4.19 1.39 31.06 61
M3 Eficiencia operativa en PEMEX SENER 4.96 1.24 32.3 64
M27 SCT 1.2 1.2 33.5 66
M39 INFONAVIT 2.1 1.2 34.7 69
M15 Generación eólica CFE SENER 2.4 1.2 35.9 71
M67 SEMARNAT 3.36 1.12 37.02 73
M11 Central termoeléctrica Manzanillo SENER 1.1 1.1 38.12 75
M29 Chatarrización de vehículos 1.1 1.1 39.22 77
M4 Cogenreación en PEMEX SENER 3.77 0.9 40.12 79
M26 Trsnporte limpio SEMARNAT 2.7 0.9 41.02 81
M63 SAGARPA 2.05 0.84 41.87 83
M14 Hidroeléctrica La Yesca SENER 0.81 0.81 42.68 84
M73 SEMARNAT 1.48 0.61 43.29 85
Otras metas 21.63 7.37 50.65 100
Dependencia
responsable
Mitigación
MtCO2e
%
Reinyección gas amargo en Cantarell
SEDESOL,
SEMARNAT,
GOBIERNOS
LOCALES
Incorporación de 2.95 millones de
has al Manejo Forestal Sustentable
Fomento a proyectos de eléctrica
con fuentes renovables
SENER,
Sector privado
Proyecto de incentivos para
reducción de emisiones por
deforestación y degradación (REDD)
Ahorro de energía por sustitución de
electrodomésticos "para vivir mejor"
y focos incandescentes por lámparas
ahorradoras
Instalción de 600 mil estufas
eficientes de leña
SEDESOL,
SAGARPA
Incremento en participación de
ferrocarril como trasnporte de carga
Incorporción de 2.175 millones de
has al esquema de PSA
Incorporción de 2.5 millones de has
de ecosistemas terrestres al Sistema
de Unidades de Manejo para la
conservación (UMAs)
Construcción de 38 tramos carreteros
Vivienda eficiente e hipotecas verdes
Incorporción de 750 mil has de
ecosistemas forestales a Áreas
Naturales Protegidas
SCT, SHCP,
SE, NAFIN
Pastoreo planificado sustentable en 5
millones de Has
170 mil has de plantaciones
forestales comerciales
Tabla 2: Balace Nacional de carbono y acciones de mitigación. Fuente: PECC, 2009
36
Además, se preven otras acciones menores, que se espera contribuyan al
balance nacional, de la siguiente manera: Generación de energía 2.23
MTonCO2e; Uso de energía 1.57 MTonCO2e; Agricultura, bosques y otros usos
del suelo 2.55 MTonCO2e; Desechos 1.02 MTonCO2e.
Las contribuciones por sectores, a las metas del PECC, son las siguientes:
El papel del sector forestal es muy importante en la Estrategia Nacional, ya
que las actividades en las categorías de Bosques y frontera forestal y
agropecuaria, se genera el 12% de las emisiones actuales y se espera que la
mejora en estas actividades aporte el 32% de las reducciones totales de
Categoría INEGEI * (MtCO2e)
2006 2008-2012 2012
Generación de energía 193.53 51.78 18.03
84.07 40.83 10.33
112.46 10.95 7.7
Uso de energía 233.5 22.21 11.87
144.63 11.35 5.74
24.88 8.8 5.53
56.83 1.82 0.52
0.25 0.08
7.16
131.56 46.46 15.29
42.56 2.52 0.95
2.14 0.91
89 30.2 9.96
11.6 3.48
Desechos 100.42 8.58 5.46
53.83 7.56 4.44
46.39 1.02 1.02
0.2
Procesos industriales 53.29
Total 715.3 129.03 50.65
Meta de mitigación (MtCO2e)
Petróleo y gas
Electricidad
Transporte
Sector residencial, comercial y
mpios
Industria
Administración pública federal --
Otros usos -- --
Agricultura, Bosques u otros
usos del suelo
Agricultura
Ganadería
Bosques
Frontera forestal agropecuaria
Disposición de residuos sólidos
urbanos
Descargas y tratamiento de aguas
residuales
Otros residuos -- --
-- --
Tabla 3: Contribuciones sectoriales a las metas del PECC. Fuente: PECC, 2009
37
México, al preverse reducciones por 41.8 MtonCO2e en e l período 2008-2012;
es decir, un promedio de más de 8 Millones de toneladas de CO2 equivalente
anual.
Son de especial relevancia para el sector forestal las siguientes metas del
PECC:
Proyecto piloto de incentivos para reducción de emisiones por
deforestación y degradación (REDD)
Instalación de 600 mil estufas eficientes de leña
Incorporación de 2.175 millones de hectáreas a esquemas de pago por
servicios ambientales
Incorporación de 2.5 millones de hectáreas de ecosistemas terrestres al
sistema de Unidades de Manejo par la Conservación de la Vida Silvestre
(UMAS)
Incorporación de 750 mil ha de ecosistemas forestales a Áreas Naturales
Protegidas
Pastoreo planificado sustentable en 5 millones de hectáreas
170 mil has de plantaciones forestales comerciales
En la práctica, las metas y compromisos del PECC signif ican que las agencias
del gobierno federal relacionadas con el campo, se obligan a contribuir a (i)
detener la deforestación, (ii) detener el avance de la frontera agropecuaria y
(ii i) ayudar a la conservación de la cubierta forestal, como lo establece el
Decreto por el que se aprueba el Programa Especial de Cambio Climático 2009 -
2012 (DOF, 2009).
Por su parte, el Convenio Sobre la Diversidad Biológica (ONU, 1992b) y la
Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos
Indígenas (ONU, 2008), establecen compromisos del país en cuanto a la
calidad biológica y social de la gestión de los recursos naturales.
Al adherirse al Convenio Sobre la Diversidad Biológica y ratificarlo, México
se ha comprometido a "la conservación de la diversidad biológica, la utilización
sostenible de sus componentes y la participación justa y equitativa en los
38
beneficios que se deriven de la utilización de los recursos genéticos, mediante,
entre otras cosas, un acceso adecuado a esos recursos y una transferencia
apropiada de las tecnologías pertinentes, teniendo en cuenta todos los
derechos sobre esos recursos y a esas tecnologías, así como mediante una
financiación apropiada" . (ONU, 1992b).
Asimismo, la aprobación de México de la Declaración de las Naciones Unidas
sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (ONU, 2008, Artículo 26), implica
el reconocimiento de que "(1) Los pueblos indígenas tienen derecho a las
tierras, territorios y recursos que tradicionalmente han poseído, ocupado o
utilizado o adquirido; (2) Los pueblos indígenas tienen derecho a poseer,
util izar, desarrollar y controlar las tierras, territorios y recursos que poseen en
razón de la propiedad tradicional u otro tipo tradicional de ocupación o
utilización, así como aquellos que hayan adquirido de otra forma" .
Esto implica que el Estado asume la responsabilidad de asegurar el
reconocimiento y protección jurídicos de esas tierras, territorios y recursos,
respetando debidamente las costumbres, las tradiciones y los sistemas de
tenencia de la tierra de los pueblos indígenas de que se trate.
Si bien el Convenio Sobre la Diversidad Biológica y la Declaración de las
Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas no tienen una
estrategia tan desarrollada como el PECC, sí establecen un marco importante,
en virtud del cual, no deberían afectarse ni los elementos de la diversidad
biológica ni los derechos de los pueblos indígenas en la puesta en práctica de
las acciones de mitigación o adaptación al cambio climático.
39
3. Las presiones y acciones sobre los recursos forestales
De acuerdo con la metodología propuesta de análisis de los actores y acciones,
para analizar las presiones sobre los recursos forestales, se buscó desag regar
la información sobre la extensión de las distintas coberturas del suelo lo más
que fuera posible.
Se compararon las cartas de Uso del Suelo y Vegetación correspondientes a los
años 1993, 2000 y 2005 publicadas por el Instituto Nacional de Estadístic a y
Geografía (INEGI). Se hizo un análisis de los patrones de uso del suelo en los
tres años de referencia para cada uno de los municipios que forman la
estructura básica de gobierno del país. De esta manera, se obtuvieron 2,453
unidades de análisis, para las cuales se generaron datos como los siguientes
mediante análisis geomático:
La identificación de los municipios con mayor deforestación, permite ubicar las
zonas administrativas en donde se concentra el problema de pérdida de
hábitats forestales, pero no ofrece ninguna orientación de cuáles pueden ser
las causas subyacentes de dicha deforestación. Por esta razón, se realizó
además un análisis de contingencias, en el que se ubicaron los municipios en
los que la pérdida de bosques o el aumento de superficie arbolada, va asociada
a aumentos o reducciones de otras coberturas, configurando un conjunto de
rasgos, que hemos caracterizado como "síndromes".
Categoría de Uso del Suelo y Vegetación 1993 2000 2005
Usos agropecuarios 5,576 1,058 6,021
Bosques de conìferas 2,488 3,153 2,163
Bosques mesófilos 6,159 8,280 4,050
Otros 0 0 71
Selvas húmedas 5,706 7,432 7,612
Total 21,922 21,922 21,922
Uso del suelo, en hectáreas. Entidad 20 Oaxaca, Municipio 458 Santiago Comaltepec
Tabla 4: Ejemplo de la información de uso del suelo a nivel municipal
generada
40
La tipificación de síndromes, sugiere ciertas hipótesis sobre las causas
subyacentes de la deforestación, lo cual puede contribuir a entender mejor las
presiones e impactos positivos o negativos de los distintos actores.
Más que pretender re-editar las cartas de vegetación que ya han producido el
INEGI, la Comisión Nacional Forestal y otras entidades, el análisis que se
presenta, busca identificar a nivel regional cuáles son los procesos que llevan
al cambio en la cobertura del suelo, y de esta manera sugerir cuáles han sido
los incentivos o "impulsores" de los procesos degradantes y de los de
restauración.
Con el enfoque metodológico mencionado, en esta sección revisaremos
el Estado actual de los bosques y selvas y las presiones principales sobre las
áreas arboladas, para proponer algunos síndromes degradantes que podemos
identificar. Por último, describiremos las Acciones principales de las
Organizaciones de la Sociedad Civil y de las agencias del gobierno federal a
favor de los bosques.
3.1 Estado actual de los bosques y selvas
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO), de fine las
áreas forestales como "Tierras que se extienden por más de 0,5 hectáreas
dotadas de árboles de una altura superior a 5 m y una cubierta de copas
superior al 10 por ciento, o de árboles capaces de alcanzar esta altura in situ.
No incluye la tierra sometida a un uso predominantemente agrícola o urbano."
(FAO, 2004). De acuerdo con esa definición, México cuenta con casi 66
millones de hectáreas de tierras forestales.
41
Además, de acuerdo a nuestro propio análisis de los cambios en los pat rones
de uso del suelo y vegetación a nivel municipal, México tiene extensiones
considerables de áreas silvestres, que incluyen 67 mil lones de hectáreas de
vegetación de zonas áridas y semiáridas, vegetación hidrófila y otros tipos de
vegetación.
A grandes rasgos, el territorio terrestre mexicano, está ocupado en un tercio
por bosques y selvas, un tercio por otras áreas silvestres y un tercio por
Agrosistemas, Asentamientos humanos, Pastizales, Cuerpos de agua y áreas
sin vegetación aparente.
Figura 5: Uso del Suelo y vegetación 2005
42
Los municipios con bosques de coníferas, son los ubicados en las sierras Madre
Occidental, Oriental y del Sur, sobre el eje volcánico transversal.
Frecuentemente están asociados en mayor o menor medida a poblaciones de
encinos y otras especies latifol iadas, aunque este grupo de especies tiene un
rango de distribución más amplio, debido a su mejor adaptación a climas más
cálidos y secos que los que definen el rango de distribución de las coníferas.
Un manejo deficiente de los bosques de coníferas, puede hacer que la
proporción de este grupo y las especies latifoliadas, se modifique a favor de
estas últimas, lo cual reduce notablemente el valor comercial de la masa en
pie y hace menos atractivo mantener el uso forestal del suelo, en comparación
con otras opciones de uso.
Figura 6: Municipios con bosques de coníferas en 2005.
Fuente: análisis de la cobertura a nivel municipal.
43
Figura 7: Municipios con bosques de latifoliadas en 2005.
Fuente: análisis de la cobertura a nivel municipal.
44
Los municipios con selvas perennifolias, se ubican en las zonas de clima cálido
húmedo, principalmente en los estados del Golfo de México al sur del Trópico
de Cáncer, Chiapas, Norte de Oaxaca y porciones de los estados de Oaxaca,
Guerrero, Nayarit y Sinaloa, en la Costa del Pacífico. Este tipo de vegetación
también puede responder de una manera favorable o no a la diversidad
biológica, dependiendo de la forma en que se le maneje. Un manejo deficiente,
puede propiciar el llamado descreme de la masa arbolada y una reducción de
la talla promedio de los árboles, como resultado de la inducción de procesos
de sucesión vegetal en donde estén más representadas las especies de menor
porte y configuración inferior, lo cual reduce el valor de la masa en pie y
disminuye el incentivo para mantener el uso forestal del suelo.
Figura 8: Municipios con selvas perennifolias en 2005.
Fuente: análisis de la cobertura a nivel municipal.
45
Figura 9: Municipios con selvas subcaducifolias en 2005.
Fuente: análisis de la cobertura a nivel municipal.
46
Los municipios con selvas caducifolias, se ubican en las áreas cálidas
subhúmedas o semi-secas del país, con una amplia distribución en las zonas
bajas que no son áridas o desérticas.
Figura 10: Municipios con selvas caducifolias en 2005.
Fuente: análisis de la cobertura a nivel municipal.
47
Además de las áreas arboladas, México cuenta con más de 50 millones de
hectáreas de asociaciones vegetales muy diversas, que se clasifican en el
grupo de "matorrales". Aunque los matorrales no cumplen los requisitos de la
FAO para ser considerados "bosques o selvas", forman comunidades de alta
diversidad e importancia biológica. Los municipios con matorrales, se
concentran en la parte centro-norte del país y en el Noroeste. En estas zonas,
se han desarrollado muchas formas tradicionales de aprovechamiento, que
podrían ser compatibles con el mantenimiento de la diversidad biológica. Sin
embargo, si no se cuenta con los incentivos o apoyos suficientes, estas zonas
extensas, pueden ser destinadas a usos extensivos que no permitan conservar
las funciones ambientales de las comunidades silvestres y terminen por
propiciar el avance de la desertificación.
Figura 11: Municipios con matorrales en 2005.
Fuente: análisis de la cobertura a nivel municipal.
49
3.2. Presiones principales
La estructura de los usos del suelo y la vegetación, está sujeta a procesos de
cambio. En el período 1993-2005, destacan por su magnitud absoluta y
relativa el incremento de las áreas agrícolas y pecuarias en más de un millón
de hectáreas anuales y la pérdida de cerca de 500,000 hectáreas anuales de
pastizales naturales y más de 690,000 hectáreas anuales de matorrales.
Los bosques como espacios habitados
Las regiones con bosques, selvas, matorrales, pastizales naturales, humedales
y otros ecosistemas que entran dentro de la definición amplia de lo for estal,
son espacios habitados. En México se estima que la población que vive y
depende directamente de las áreas forestales es de alrededor de 17 a 20
millones de habitantes. En relación con los servicios ecosistémicos de las áreas
forestales, prácticamente toda la población del país depende de ellos.
Cerca del 60% de la superficie forestal pertenece a comunidades agrarias y
ejidos y menos del 5% son terrenos nacionales, pero hay que reconocer que
aparte del predominio de la “propiedad social” en el sector forestal el resto de
la superficie se encuentra en predios de propiedad particular de tamaño muy
variable. La población de las áreas forestales se encuentra entre la más pobre
y marginada del país. Los pobladores de las áreas forestales incluyen no solo a
los “dueños y poseedores” (comuneros, ejidatarios o particulares con derechos
de propiedad reconocidos) sino también a “avecindados”, mujeres y jóvenes
que viven en estas áreas y que son la mayoría de su población, y que
intervienen en el uso de la tierra y los recursos aunque no tengan
directamente la propiedad de la tierra.
Las áreas forestales son espacios donde existen conflictos sociales vinculados
a la propiedad de la tierra y los derechos de uso de los recursos naturales, los
derechos y la cultura indígena, la falta de oportunidades de empleo e ingreso,
la emigración y el abandono rural, y otros. Estos conflictos tienen
repercusiones más allá de las áreas forestales (por ejemplo los problemas que
50
implica la emigración a los Estados Unidos o a las zonas urbanas del país y el
desempleo).
Los conflictos originados por la apropiación privada de los recursos naturales
(actualmente más por la minería, los desarrollos turísticos y la especulación
inmobiliaria que por la explotación de la madera y la ganader ía), el despojo de
tierras y la violación de derechos humanos y agrarios siguen repitiendo lo que
en palabras de Hinojosa Ortíz, subsecretario forestal en los años cincuenta, ha
sido la “historia de despilfarro e injusticia” que han caracterizado al sector
forestal, a casi cien años de la Revolución.
El sector forestal de la economía enfrenta una patología crónica de baja
productividad y rentabilidad y escasa competitividad en el mercado, déficit
creciente de la balanza comercial y falta de integración de cadenas
productivas.
El potencial productivo de los bosques y selvas está subutilizado,
paradójicamente existe una creciente degradación de los ecosistemas y los
recursos forestales.
16,781,834 -357,057 -1.80%
15,549,172 267,593 2.38%
1,825,214 -5,719 -0.33%
34,158,225 -95,182 -0.29%
23,636,182 114,058 2.94%
9,465,949 -159,025 -0.66%
33,102,132 -44,966 -0.16%
57,969,739 -690,567 -1.09%
581,792 24,115 20.36%
19,023,834 -543,686 -1.72%
2,601,078 35,718 1.61%
80,176,443 -1,174,420 -1.21%
43,365,830 1,277,668 3.91%
1,259,327 32,252 2.59%
1,352,669 -4,838 -0.44%
968,645 9,487 0.93%
46,946,472 1,314,568 3.65%
TOTAL 194,382,269 0 0.00%
Vegetación o Uso del suelo
Cobertura
2005
Cambio
anual desde
1993
Tasa de
cambio
anual
Bosque de coniferas
Bosque de latifoliadas
Bosque mesófilo
Bosques
Selva caducifolia o espinosa
Selva perennifolia
Selvas
Matorral
Otros
Pastizal
Vegetación hidrófila
Areas silvestres
Producción agropecuaria
Asentamientos humanos
Cuerpos de agua
Sin vegetación
Otras áreas
Tabla 5: Cambios en la cobertura de los municipios 1993-2005.
Fuente: Análisis propio de la cobertura de los municipios.
51
Como resultado de las presiones sobre las áreas forestales, sobresale la
pérdida acelerada de los bosques de coníferas, por más de 357,000 hectáreas
anuales y la pérdida de más de 159,000 hectáreas de selvas perennifolias en
promedio cada año.
Deforestación
La influencia humana en los ecosistemas forestales ha sido una constante a lo
largo de la historia. La conformación del paisaje forestal y la estructura y
composición de la mayor parte de los ecosistemas forestales de México es
resultado no solo de la influencia del clima, el relieve, los suelos y los
procesos geomorfológicos y biogeográficos, sino también de la influencia
humana durante el Holoceno (el fin de la última glaciación y el poblamiento
humano del continente coinciden en el tiempo).
Sin embargo es a partir de la conquista y colonización que se inician una serie
de transformaciones drásticas y procesos de degradación de las áreas
forestales, especialmente en regiones mineras, los alrededores de las ciudades
y las zonas de expansión de la agricultura y la ganadería. Las
transformaciones del paisaje y los procesos de degradación repuntaron y se
aceleraron en el siglo XX. Sobre todo a partir de la década de 1940, la mayor
parte de los bosques de coníferas, y algunas áreas selváticas con maderas
preciosas tropicales, tuvieron una intensa activ idad de explotación maderera
comercial, generalmente sin la aplicación de técnicas de silvicultura. A esto se
sumó el impacto de incendios forestales, desmontes agrícolas y
apacentamiento de ganado.
Como consecuencia, la mayor parte de la superficie de bosques, y una
proporción importante de selvas, está cubierta actualmente de formaciones
forestales secundarias. En muchos casos la cobertura forestal se recuperó
gracias a la regeneración natural, pero los bosques y selvas secundarios
presentan condiciones de composición y estructura que tienen implicaciones
52
para el funcionamiento de los ecosistemas –por ejemplo, los bosques
secundarios pueden tener menor capacidad de retención de humedad y
mayores tasas de evapotranspiración que los bosques de viejo crecimiento, y
las masas forestales secundarias densas presentan mayor continuidad de
combustibles que pueden alimentar incendios intensos y severos –así como
para su calidad como hábitat– los bosques latifol iados y selvas secundarias
pueden tener una alta divers idad biológica, pero han perdido condiciones de
hábitat esenciales para especies de etapas avanzadas de la sucesión, y los
bosques secundarios de coníferas son generalmente más pobres en
biodiversidad que los bosques maduros y reducción de la calidad de la s
existencias de madera.
En nuestro análisis reciente (2000-2005) a nivel municipal, vemos que la
pérdida de bosques de coníferas y selvas perennifolias, se compensa
parcialmente por el aumento de los bosques de latifoliadas y las selvas
caducifolias y espinosas, lo que genera una tasa de cambio anual de la
cobertura arbolada muy baja (-0.29 para los bosques y -0.16 para selvas), que
puede hacer que no se considere suficientemente la relevancia que tiene el
que se pierda casi medio millón anual de los bosques y selvas más productivos
del país.
53
La pérdida de bosques y selvas, se presenta a lo largo y ancho del país. Se
pueden distinguir algunas regiones en donde se encuentran más municipios
con tasa neta de pérdida de bosques y selvas: la zona del Golfo de México,
incluyendo la península de Yucatán y el Norte de Chiapas; los municipios de la
vertiente del Pacífico y municipios de la Sierra Madre Occidental.
Degradación
En nuestro análisis de la dinámica de cambio a nivel municipal, encontramos
más de 30 municipios en los que se está degradando la masa forestal, pues en
ellos se reducen las áreas con bosques de coníferas o selvas perennifol ias, de
alto valor económico y biológico al mismo tiempo que se incrementa la
cobertura de Selvas caducifolias, sub caducifolias o espinosas. Dicho proceso
de degradación, puede estar asociado a prácticas deficientes de manejo de los
Figura 12: Tasa anual promedio de cambio en la cobertura forestal 2000 - 2005.
Fuente: análisis de la cobertura a nivel municipal.
54
predios en producción maderable, de las ANPs o UMAs, o puede ser resultante
de una dificultad recurrente para establecer acuerdos sociales que permitan un
uso sostenible de bosques y selvas.
La presencia de procesos de degradación, es síntoma temprano de procesos de
deforestación, que podría ser evitada si se tomaran medidas eficaces a tiempo.
La degradación de las áreas forestales se caracteriza por diversos aspectos:
reducción neta de la cobertura forestal (deforestación); fragmentación del
hábitat y aumento de la influencia de bordes que afecta a las especies del
interior de las masas forestales; erosión de suelos y sedimentaci ón de cuerpos
de agua, deterioro de la calidad del agua que sale de las cuencas forestales y
cambios en la retención de humedad y los escurrimientos de agua; mayor
incidencia de plagas y enfermedades; acumulación de combustibles y aumento
del peligro de incendios, tanto por la acumulación de residuos de corta como,
en algunos lugares, por la supresión de incendios; introducción de especies
exóticas invasoras, extinción local de especies nativas, y pérdida de la calidad
y cantidad de las existencias de recursos como la madera (Jardel 2008).
Sobre esto último, la mayor parte de las unidades de producción forestal de
México enfrentan problemas de reducción de las existencias de madera
comercial y de posibilidad de corta (ver por ejemplo Negreros y Snook, 1985;
Chapela y Lara 1995; Jardel 1998) y disminución del diámetro de los árboles
y por ende de la disponibilidad de productos de aserrío.
Donde existen bosques secundarios densos gracias a la capacidad de
regeneración natural, una buena silvicultura implica realizar prácticas de
aclareo y cortas de mejoramiento que representan un alto costo de producción
–aunque esto representa una inversión para el futuro y una abundante
disponibilidad de material celulósico cuyo aprovechamiento inmediato sería en
muchos casos una buena inversión del gasto público.
En resumen, la degradación, deterioro o alteración de los ecosistemas
forestales son un componente del estado actual de los bosques, selvas y
montes del país, lo cual implica que el manejo dirigido a la restauraci ón o
rehabilitación ha cobrado especial importancia.
55
Síndromes degradantes
El análisis de los procesos de cambio en los patrones de uso del suelo a nivel
municipal 1993-2005, nos permite identificar ciertos conjuntos de procesos
que se dan de manera simultánea en algunos municipios, como resultante de
la acción combinada de diversos actores, que hemos denominado síndromes.
Los síndromes degradantes que hemos identificado son:
Avance de la frontera agropecuaria. En estos municipios, los incentivos o
desincentivos para dedicar la tierra a actividades agropecuarias, parecen ser
mayores a los que existen para aprovecharla con fines de producción forestal,
maderable o no maderable. La mayoría de los municipios con este síndrome, se
ubican en la vertiente del Golfo de México, aunque algunos otros están en la
vertiente del Pacífico.
Avance de pastizales. En estos municipios, la vegetación arbolada
disminuye, al mismo tiempo que los pastizales naturales aumentan, lo cual
podría estar asociado a procesos en donde hay fallas crónicas en la
regeneración de la vegetación arbolada. Dichas fallas crónicas, pueden
asociarse a un pastoreo mal manejado o la ocurrencia recurrente de fuego o
algún otro agente que impida la regeneración forestal. Los municipios con este
sìndrome se ubican principalmente hacia el Noroeste del país, aunque hay
también en Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Yucatán y se encuentra también de
manera aislada en el resto de México.
Deforestación no definida. En varias zonas del país, especialmente en la
Sierra Madre Occidental y el sur de la Península de Yucatán, la base de
información a la que tuvimos acceso, no fue suficiente para identificar algún
síndrome específico. Sin embargo, la deforestación está presente y es
necesario incorporar más información, para poder caracterizar los procesos de
cambio en el uso del suelo y la vegetación en estas zonas.
Desertificación. En algunos municipios de Zacatecas y de la Mixteca
Poblana, se identificó un patrón en el que la superficie arbolada
disminuye y crece la de matorrales. Presumiblemente, en estos
56
municipios los factores de manejo o de impacto de las actividades de los
distintos actores locales, inciden de manera que se sustituyen tipos de
vegetación arbolados con otros no arbolados, lo cual es el proceso
característico del avance de la frontera de desertif icación1. Este proceso
es más complejo que la simple sustitución de plantas arbóreas por
suculentas o herbáceas. Implica cambios en los suelos y el microclima,
que hacen inviable la permanencia de bosques o selvas en esos lugares.
Síndromes de conservación
Por otra parte,
el análisis de la dinámica de la cobertura forestal a nivel municipal, permite
identificar dos síndromes de conservación:
Estabilización de la frontera forestal.
A lo largo de todo el país, se observan municipios en los que los cambios
entre 1993 y 2005 no son mayores al 2%. En estas zonas se ha estabilizado la
frontera forestal. Será importante analizar la dinámica en estas zonas, para
entender cuáles han sido las configuraciones institucionales que han dado
como resultado la estabilización mencionada, de modo que se puedan
identificar innovaciones institucionales que podrían desarrollarse en otras
áreas del país para conservar los bosques. A pesar de que la superfice
arbolada no presenta cambios significativos en estas áreas, será también
importante analizar la calidad de la cubierta arbolada, pues pueden darse
procesos de degradación aún conservando la superficie arbolada.
Recuperación de cubierta forestal .
Al norte del eje volcánico transversal y en las sierras del norte del país, se
registran varios municipios en los que aumentó la superficie arbolada entre
1993 y 2005. De manera más dispersa, se observa el mismo síndrome en
municipios del sur. Este resultado sugiere la presencia de configuraciones
institucionales que fomentan el aumento en la extensión de bosques. Será muy
interesante analizar en detalle los procesos de interacción entre los agentes de
esos lugares, para entender mejor cómo se da el síndrome observado de
57
recuperación, pues este t ipo de procesos pueden proporcionar las claves para
que México transite de ser un país en donde su desarrollo se hace a expensas
de la pérdida de bosques, a uno en donde el propio desarrollo es la base para
mantener un balance entre los usos forestal y de otro tipo del suelo.
Afectación a las zonas de importancia biológica
Los municipios con síndromes de avance de los pastizales y de deforestación
no definida, son los que coinciden en mayor medida con las áreas de
importancia biológica definidas por la CONABIO. Sobresale el avance de
Figura 13: Síndromes de cambio en la cobertura forestal.
Fuente: análisis de la cobertura a nivel municipal.
58
pastizales en Baja California y en las sierras de Chihuahua y Durango y la
deforestación no definida en Chiapas, Campeche y Quintana Roo.
El avance de la frontera agropecuaria es un proceso que afecta en menor
medida a las áreas de importancia biológica.
Debe destacarse que las áreas de importancia biológica coinciden en
extensiones importantes con municipios en donde se presentan síndromes de
estabilización de los usos del suelo o de recuperación de la cubierta forestal,
lo cual sugiere que existen regiones del país en donde pude estar dándose un
proceso de transición en la dinámica de desarrollo, en el que se esté pasando
de los patrones de colonización interna y expansión de las actividades
agropecuarias, a patrones en donde el aprovechamiento maderable o no
maderable de los bosques y selvas o el aprovechamiento de la fauna silvestre,
se están convirtiendo en componentes estructurales de la actividad productiva
regional y del desarrollo.
3.3. Acciones principales
La necesidad de gobernabilidad
Muchas de las acciones más exitosas dentro del sector forestal, tiene que ver
con el establecimiento de acuerdos entre organizaciones de productores,
organizaciones ciudadanas y distintos niveles de gobierno, para formar
arreglos organizativos que permitan la gobernabil idad y hagan por lo tanto
posible un buen gobierno.
La economía de las regiones forestales se sustenta cada vez más en
actividades i legales, que abarcan desde la tala clandestina y el tráfico de flora
y fauna silvestres hasta la producción y tráfico de estupefacientes. La
corrupción, que incluye no solo a funcionarios sino también a prestadores de
servicios técnicos forestales, autoridades agrarias, empresarios, etc. y la
impunidad son un componente importante del contexto forestal mexicano.
El aprovechamiento sustentable de los recursos forestales, que depende
fuertemente de la resolución de problemas de organización, legalidad y otros
59
aspectos institucionales; esto es, “reglas del juego de la interacción social”,
constituye un aspecto fundamental para el mejoramiento de las condiciones de
vida de los pobladores de las áreas forestales y para la conservación de los
ecosistemas y los recursos naturales. Esto impl ica que la conservación de los
bosques, selvas y montes en general depende de factores sociales (o factores
político-institucionales, económicos, culturales y demográficos) y que la
valorización y aprovechamiento sustentable de los recursos forestales y el
mejoramiento de las condiciones de vida de los pobladores de las áreas
forestales, son condiciones necesarias para la conservación.
Las OSCs
Las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSCs), contribuyen en la
identificación de los problemas principales para el buen manejo de los bosques
de México, a partir de las preocupaciones de la sociedad. Mediante
aportaciones de sus afil iados, socios o simpatizantes, o mediante donativos de
fundaciones privadas nacionales o extranjeras y de agencias de cooperación
bilateral y multilateral, estas organizaciones llevan al terreno conceptos
innovadores para el manejo de los bosques y contribuyen de manera
importante a la organización de las comunidades y los grupos locales.
De acuerdo con las estimaciones hechas para el FMCN en 2006 (PG-7
Consultores, S.C. & FAUNAM A.C., 2006), las OSCs de conservación
canalizan un promedio de 2,284 millones de pesos anuales a acciones de
conservación, con una tendencia a crecer. Puede verse que una buena parte de
esta inversión se destina al funcionamiento de las propias OSCs, ya que en
promedio el 47% de su gasto, se destina a servicios personales.
Monto Total
2,003 1,769,234,972 825,319,136 52 47%
2,004 2,109,600,272 769,606,208 53 36%
2,005 2,973,579,941 1,646,880,737 53 55%
Promedio 2,284,138,395 1,080,602,027 53 47%
Año de
Operaciones
Monto Total
en Servicios
Personales
Total de
Organizacio
nes
Porcentaje
de gasto en
servicios
personales
Tabla 6: Presupuesto ejercido por OSCs de conservación.
Fuente: PG-7 Consultores, S.C. & FAUNAM A.C., 2006)
60
El personal de las OSCs, típicamente trabaja sin una especialización de
funciones, lo cual permite que la mayor parte de las personas que participan
en estas organizaciones, incida tanto en las actividades de campo, como en las
de investigación y administración. Esto permite una visión más completa de los
retos que enfrentan estas organizaciones, aunque pude limita r sus niveles de
profesionalización.
Figura 14: Proporción del Gasto para Servicios Personales del Presupuesto Total de 153
Organizaciones de Conservación en México (2003-2005)
Fuente: PG-7 Consultores, S.C. & FAUNAM A.C., 2006
Tipo de personal %
Investigadores 6%
Personal operativo 10%
Personal administrativo 3%
Personal técnico 4%
Directivos 2%
Otros 75%
Tabla 7: Pefil del personal de las
OSCs de conservación.
Fuente: PG-7 Consultores, S.C. &
FAUNAM A.C., 2006
61
Como administradoras de capital humano, las acciones de las OSCs han tenido
impactos importantes, debido a que canalizan con gran efectividad capacidades
humanas al análisis de los problemas ambientales y al di seño de nuevos
enfoques para enfrentar dichos problemas. En ocasiones, los enfoques
propuestos y puestos a prueba por las OSCs, han servido de base para el
diseño de políticas públicas. Tal ha sido por ejemplo, el caso del Programa de
Desarrollo Rural Sustentable (PRODERS), que se instituyó dentro de la
SEMARNAT a partir de la experiencia del Programa de Aprovechamiento
Integral de los Recursos Naturales de la UNAM en Guerrero, Oaxaca, Durango
y Michoacán. Posteriormente, dicho Programa, constituyó la base para la
integración del Programa de Conservación para el Desarollo de la CONANP y
del Programa de Manejo Integrado de Tres Ecorregiones del PNUMA-
SEMARNAT.
De manera semejante, el enfoque de ordenamiento comunal del territorio
(Chapela y Lara, 2008), ha servido de base para el esquema de Evaluación
Rural Participativa y Ordenamiento Territorial de la CONAFOR.
63
La acción de las OSCs, se ha centrado en ciertas áreas del país, destacando la
vertiente del Golfo de México y el e je volcánico transversal.
Figura 16: Fuente: PG-7 Consultores, S.C. & FAUNAM A.C., 2006
64
Mucha de la presencia de las OSCs, se ubica dentro de las áreas que la
CONABIO ha identificado como de atención prioritaria. Sin embargo, hay
algunas exepciones, como es el caso del eje volcánico transverso, que ti ene
buena presencia de las OSCs, aunque no tiene tan alta importancia biológica
como otras zonas. Otro caso, son varias zonas de la costa del Pacífico del
continente y de la península de Baja California, que están identificadas como
de alta importancia biológica, pero que tienen poca presencia de OSCs.
Los gobiernos de los estados y municipios
Algunos estados tienen dependencias que participan directamente en la
administración de los recursos forestales (los casos más notables son quizá el
Estado de México y Chiapas) y cuentan con programas tales como
reforestación, prevención y combate de incendios y administración de áreas
protegidas (incluso federales, por convenios de coadministración con la
CONANP, como es el caso en Jalisco).
También existen iniciativas municipales para promover el aprovechamiento y la
protección forestales, en muchos casos, vinculadas a la gestión de otros
Figura 17: Fuente: CONABIO, 2007
65
servicios municipales, tales como el abastecimiento de agua, el manejo de
residuos sólidos o la provisión de áreas recreativas y de alto valor escénico.
Debido a las limitaciones del presente estudio, no es posible describir en
detalle a los agentes de los gobiernos estatales y municipales. Sin embargo,
en el diseño de una estrategia de conservación de los bosques, deberá
incluirse a esos agentes.
Las agencias del gobierno federal
La Comisión Nacional de (CONANP) recibió en 2006 un presupuesto fiscal
mayor a 600 millones de pesos. Para el año 2007 se aprobó un presupuesto
mayor al de cualquier otro presupuesto específico a la CONANP: 773 millones
de pesos.
Ad
em
ás
de
los
rec
urs
os
fisc
ale
s,
la
CO
NANP ha gestionado apoyos con recursos externos del GEF-Banco Mundial, de
Organizaciones no Gubernamentales nacionales e internacionales y
organizaciones sociales así como donativos, que le han permitido operar en
seis líneas estratégicas de trabajo: 1) protección, 2) manejo, 3) restauración
Innovación en las formas de financiamiento de la CONANP
Como parte de la estrategia de Procuración de Fondos establecida con la organización Desarrollo
Organizacional Sustentable (DOS), se fomentó, en coordinación con la asociación civil ECOBANCA,
A. C. y Grupo Financiero Monex, la creación de una Subclase de Inversión en Monex MP específica
para la captación de recursos económicos que favorecieran a las Áreas Protegidas denominada
Subclase “Verde”.
De la captación financiera a través de la Subclase Verde del Fondo Monex MP, un porcentaje del total
de inversiones (el 0.5% anual) será donado por Monex de manera mensual a través del Fideicomiso
(F05) Monex-ECOBANCA, el cual ha sido diseñado para la captación y administración de recursos
monetarios destinados a proyectos de conservación que determine la CONANP. Al mes de marzo del
2007, el Fondo contaba con un capital total de 207,061.39 pesos. De acuerdo a los estados de cuenta
que reporta Monex, por concepto de donativo por la tenencia de inversiones de la Subclase del Fondo
Verde, se tiene un monto total de 74,596,052.20 pesos correspondientes al saldo de lo invertido en
este tipo de instrumentos. El primer depósito se realizó el 17 de noviembre del 2006 por un monto de
954.25 pesos.
(CONANP, 2007)
66
como conservación directa, 4) conocimiento, 5) cultura y 6) gestión como
conservación indirecta.
Aunque los recursos con que cuenta la CONANP son relativamente
modestos,esta agencia del gobierno federal ha desarrollado una estrategia de
concertación y concurrencia, que ha permitido canalizar recursos considerables
de la CONAFOR, CDI y otras agencias públicas y privadas a la conservación y
poner bajo alguna categoría de ANP cerca del 10% del territorio nacional:
Sin embargo, la inversión federal en conservación, se ubica en muchos casos
fuera de las áreas de importancia biológica identif icadas por la CONABIO:
Figura 18: Areas naturales protegidas federales.
Fuente: CONANP
67
Figura 19: Inversiones federales para conservación y áreas de alta prioridad para la conservación.
Fuentes: Cuenta pública 2007 y CONABIO
68
Respecto a las diferentes estrategias de apoyo, se observa que donde más
ejidatarios y comuneros existen se apoya con recursos para el combate a la
pobreza, mientras que en donde esta forma de propiedad no es predominante,
se otorgan subsidios para el fomento productivo. En Chiapas, Guerrero,
Michoacán, Oaxaca y Veracruz el monto asignado en 2007 vía vertiente social
ascendió al 47.4% del presupuesto total contra el 14.1% de la vertiente de
competitividad. Por su parte, en Baja California, Chihuahua, Sinaloa, Sonora y
Tamaulipas los porcentajes fueron 20.4 y 46.4% respectivamente (CEDRSSA,
2009b)
Figura 20: Inversiones federales para conservación y áreas de alta prioridad para la conservación.
Fuentes: Cuenta pública 2007 y análisis propio de la dinámica de cambio en la cobertura forestal
a nivel municipal
69
Figura 21: Inversiones federales para aumentar la producción agícola y síndromes.
Fuentes: Cuenta pública 2007 y análisis propio del cambio en la cobertura forestal a nivel
municipal
70
Figura 22: Inversiones federales para aumentar la producción ganadera y síndromes.
Fuentes: Cuenta pública 2007 y análisis propio del cambio en la cobertura forestal a nivel
municipal
71
La Comsión Nacional Forestal (CONAFOR) tuvo en 2009 un presupuesto de
poco más de 4,000 millones de pesos. Esta Coms ión espera ejercer un
presupuesto casi igual en el año fiscal 2010.
Figura 23: Subsidios condicionados federales y síndromes.
Fuentes: Cuenta pública 2007 y análisis propio del cambio en la cobertura forestal a nivel
municipal
72
Agrupando los programas en grandes áreas, podemos observar que la
CONAFOR tiene su prioridad mayor en Protección y conservación y en
Restauración y plantaciones. Las áreas de Desarrollo Forestal, Organización y
apoyo técnico, se atienden con una prioridad presupuestal notablemente
menor.
Propuesta 2010 Presupuesto 2009 diferencia
366 844 -57%
PROCOREF 833 1,053
697
PRODEFOR 241 656 -63%
PROCYMAF 340 95 257%
Protección:
40
616 548 12%
Conservación:
PSA 668 483 38%
CABSA 168 255 -34%
80 110 -27%
Total 4,050 4,044 0%
Programa
Plantaciones:
PRODEPLAN
Reforestación y
restauración:
-20.84%
Proyectos especiales
Manejo de Bosques
Naturales:
Apoyo a Prevención de
Incendios
Prevención y Combate de
Incendios
Organización de
Asociaciones:
Asistencia Técnica para el
Acceso a los Programas
Forestales
Tabla 8: Presupuesto 2010 propuesto. Comisión Nacional Forestal
(millones de pesos)
73
A nivel regional, la CONAFOR ha centrado sus apoyos en los estados del Golfo
de México y Chiapas. En segundo lugar, su área de atención son varios
municipios del eje volcánico transversal y ciertas zonas de Chihuahua y del
altiplano central:
Figura 24: Propuesta presupuestal 2010 de la Comisión
Nacional Forestal
74
La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y
Alimentación (SAGARPA), ejerce con mucho el mayor presupuesto en el
sector rural de México. Sus recursos, son del orden de 30 a 1, comparados con
los de CONANP o CONAFOR.
Figura 25: Inversiones federales para aumentar la producción forestal y síndromes.
Fuentes: Cuenta pública 2007 y análisis propio del cambio en la cobertura forestal a nivel
municipal
75
Las inversiones agrícolas, podrían alimentar el avance de la frontera agrícola.
Sin embargo, no se observa una correlación clara entre los síndromes
degradantes de la cubierta forestal con las zonas de mayor prioridad para la
inversión agrícola. Mientras la inversión agrícola se ubica principalmente en
las zonas de alta productividad del noroeste, del Bajío y de algunos otros
enclaves, la zona de avance de las actividades agropecuarias se observa en los
estados de la costa del Golfo de México y en los municipios de la costa del
Pacífico de los estados del Sur del país:
De manera semejante, la inversión de fomento pecuario, que podr ía asociarse
al cambio uso del suelo, se ha concentrado fundamentalmente en las áreas y
enclaves de mayor productividad y no en las áreas con síndromes
degradantes:
La Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), es la agencia del gobierno
federal que tiene mayor presencia en el campo, pues prácticamante tiene
proyectos en todos los municipios y es el agente con mayores recursos. Los
programas de subsidios condicionados (Oportunidades principalmente),
canalizaron en 2007 46,000 millones de pesos. Estos subsidios, se aplican
principalmente en zonas forestales estables y en recuperación, lo cual sugiere
que -bajo ciertas condiciones- pueden tener un efecto sinérgico con los
síndromes de recuperación forestal. Sin embargo, hay muchos municipios en
Grupo
Conservación 0.75
Inversión forestal 1.16
Subsidios al consumo 10.98
Apoyo a sectores productivos 25.22
Infraestructura social 28.06
Inversión agrícola 31.16
Inversión pecuaria 38.42
Subsidios condicionados 45.85
Total 181.6
miles de millones
de pesos
Tabla 9: Gasto público federal 2007, en miles
de millones de pesos corrientes
76
los que pareciera que dichas condiciones no se han dado, pues los subsidios
condicionados se asocian a los síndromes de deforestación y de degradación:
Además de la SEDESOL, otras agencias, como la Comisión Nacional para el
Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), canalizan recursos importantes
en la construcción de infraestructura social, incluyendo escuelas, hospitales,
caminos, obras de agua potable y alcantarillado y mejoramiento a la vivienda.
En 2007, la federación invirtió 28,000 millones de pesos en este concepto. Las
áreas de atención prioritaria, fueron básicamente las mismas que han recibido
los mayores subsidios condicionados:
Figura 26:
77
En resumen, en la arena de la gestión forestal de México, destacan en primer
lugar los dueños y usuarios de la tierras forestales, que están logrando reducir
la tasa de deforestación e incluso están logrando recuperar la cubierta
arbolada en zonas amplias del país. Sin embargo, en zonas considerables de
la costa del Pacífico, de la Sierra Madre Occidental , de la costa del Golfo de
México y varias regiones forestales, persisten los síndromes de avance de la
frontera agrícola y pecuaria y la deforestación. Estos dueños y usuarios de los
recursos forestales, tienen formas de organización que requieren ser
fortalecidas, para que contribuyan a propiciar síndromes de recuperación
forestal y evitar los síndromes de degradación.
Destacan en segundo lugar, las agencias del gobierno federal, por la cantidad
de recursos que aplican. En particular, las agencias vinculadas al desarrollo
social, que ejercen los programas de subsidios condicionados e infraestructura
social tiene una gran relevancia, pues sus acciones pueden coadyuvar
notablemente en la configuración de síndromes de estabilización o
recuperación de la frontera forestal o de deforestación y degradación. En
Figura 27: Inversión de diferentes agentes
en el sector forestal
78
segundo lugar por el monto de sus presupuestos, están las agencias
relacionadas con el fomento a las actividades agrícolas y pecuarias.
Por su parte, los agentes especial izados en promover el buen manejo y
conservación de los recursos forestales, como son las OSCs, la CONANP y la
CONAFOR, ejercen presupuestos comparativamente mucho más modestos, pero
pueden concentrarse en las zonas de mayor relevancia biológica. En el caso de
las OSCs, su énfasis en la formación de capital humano y capital social, y su
alianza con las organizaciones de propietarios y usuarios de los recursos
forestales, les permite tener impactos comparativamente mayores, pues a
través del accionar de agentes definidos en las zonas foresta les, tienen el
potencial de ejercer un efecto de orientación de las acciones de los diversos
actores hacia el buen manejo de los bosques.
Un ejemplo de cómo la acción coordinada a favor de una estrategia puede dar
buenos dividendos, es el de la conservación comunitaria. Mediante este
enfoque, OSCs en coordinación con varios programas del gobierno y de
fundaciones, han logrado fortalecer y apoyar iniciativas comunales de
regulación del acceso y uso de las áreas de mayor importancia biológica dentro
de sus territorios. De esta manera, se ha logrado complementar la cobertura
de las ANPs convencionales, poniendo bajo resguardo de las propias
comunidades más de 3 millones de hectáreas (Ochoa et al, 2009)
79
El manejo forestal comunitario
El Manejo Forestal Comunitario (MFC) ha sido un ejemplo de cómo se pueden
articular las iniciativas de las agencias de gobierno, con las acciones de las
organizaciones indígenas y campesinas y las organizaciones de la sociedad
civil, estableciendo configuraciones de n iveles múltiples que han permitido el
manejo sostenible de los bosques.
México es uno de los países líderes en el desarrollo del enfoque de MFC. La
mayor parte de las operaciones de aprovechamiento forestal certificadas bajo
los principios y criterios del Forest Stewarship Council y una proporción
importante de la superficie forestal de México que cuenta con
Figura 28: Areas de conservación comunitarias y gubernamentales.
Fuente: Bezaury, 2009
80
aprovechamientos forestales planificados y autorizados están basadas en el
MFC (Bray et al, 2005).
La contribución del MFC y de algunas operaciones de manejo forestal en
predios de propiedad privada a la conservación de bosques y selvas es
importante. Muchas de las operaciones de manejo forestal contribuyen a la
protección de cuencas, a la conservación de hábitat y a la recuperación de
cobertura forestal. Algunas unidades de manejo incluyen explícitamente
ordenamientos territoriales que establecen áreas de bosques de protección o
zonas de conservación de vida silvestre (ver mapa en el apartado anterior).
Una evaluación reciente comisionada por el Banco Mundial, muestra que estos
espacios dedicados a la conservación son al menos tan efectivos como muchas
de las áreas protegidas con decretos gubernamentales (Nelson y Chomitz,
2009).
Las medidas de protección forestal (protección contra incendios y manejo del
fuego, control de plagas y enfermedades, regulación de la ganadería,
protección contra tala clandestina), mitigación de impacto ambiental,
conservación de suelos, reforestación y conservación de componentes de
hábitat en áreas de aprovechamiento, contr ibuyen a mantener o ampliar la
cobertura forestal, proveen hábitat para numerosas especies silvestres y
protegen cabeceras de cuencas.
Los esfuerzos de conservación que se realizan en estas unidades de producción
forestal representan costos incrementales del buen manejo y costos de
oportunidad que requieren de mecanismos de compensación económica para
mantener la rentabilidad y la viabil idad de la actividad productiva forestal.
Estos esfuerzos representan también un notable cúmulo de aprendizajes y
experiencias para el diseño de alternativas de manejo para ANP y RTPC. Varias
unidades de producción forestal comunitarias, algunas certificadas, se
encuentran dentro de RTPC (Sierra Norte de Oaxaca, por ejemplo).
Por otra parte, si bien existen avances notables en cuanto al MFC y la
certificación, que contribuyen de manera importante a la conservación de
bosques y selvas, también existen necesidades de información, conocimiento,
capacitación y desarrollo de mejores prácticas de manejo forestal (en aspectos
81
tales como silvicultura, manejo del fuego, conservación de biodiversidad en
bosques manejados, mitigación del impacto ambiental de caminos y
operaciones de extracción de madera, etc.). Esto se hace evidente en las
condiciones y recomendaciones de los informes de evaluación para la
certificación del manejo forestal.
La investigación aplicada y el desarrollo de tecnología en los temas señalados,
la implementación de servicios de información y monitoreo, y la formación y
capacitación de personal calificado son aspectos fundamentales para el
mejoramiento del MFC y las operaciones de producción forestal certificadas, en
general, que se requieren para fortalecer su contribución a la conservación.
Sin la contribución de la investigación científica, la formación y capacitación, y
los servicios de información y monitoreo no es posible poner en práctica el
manejo forestal sustentable con un enfoque adaptativo.
82
4. Temas y zonas que requieren atención prioritaria
El manejo forestal
Es importante considerar que en las tendencias actuales y las propuestas más
avanzadas sobre el manejo forestal se ha dado cada vez mayor peso a la
integración de la conservación con la producción, como dos componentes que
no deben separarse.
El programa forestal del FMCN podría obtener ventaja si toma en cuenta
enfoques como el de manejo de ecosistemas (Christensen et al. 1996, Franklin
1997 por ejemplo; ver también Jardel et al. 2008 para un planteamiento desde
México), la perspectiva socioecológica de las interacciones sociedad -naturaleza
(Chapin et al. 2009) y su relación con el manejo adaptativo (Walters y Holling
1980, Holl ing y Meffe 1996), así como con la certificación.
Las propuestas de conservación que buscan adaptarse a la complejidad del
paisaje mexicano, como las “reservas archip iélago” de Halffter, implican el
buen manejo de la matriz circundante (Lindenmeyer y Franklin 2002). La
conservación de los ecosistemas y la biodiversidad forestales en un país
megadiverso, con alta complejidad geoecológica y social requiere de enfoques
alternativos e innovadores del manejo forestal.
83
El Desarrollo Forestal
Un tema que no ha sido atendido por años, es el del Desarrollo Forestal. Se ha
dado prioridad presupuestal a las plantaciones, protección y restauración, en
detrimento del Desarrollo Forestal. El artículo 30 de la Ley General de
Desarrollo Forestal Sustentable, define el Desarrollo Forestal como la polít ica
principal para la gestión de los bosques de México, y lo entiende como:
Un proceso evaluable y medible mediante criterios e indicadores de carácter
ambiental, silvícola, económico y social que tienda a alcanzar una
productividad óptima y sostenida de los recursos forestales sin comprometer el
rendimiento, equil ibrio e integridad de los ecosistemas forestales, que mejore
el ingreso y la calidad de vida de las personas que participan en la actividad
forestal y promueva la generación de valor agregado en las regiones
forestales, diversif icando las alternativas productivas y creando fuentes de
empleo en el sector.
Algunos aspectos conceptuales clave para transformar las prácticas actuales de gestión de las
áreas forestales, por Enrique Jardel solo intervenciones técnicas (silvicultura, protección, conservación de hábitat y especies, economía
de la producción, etc.) sino también institucionales (organización, normatividad, resolución de
conflictos, mecanismos de participación y acción colectiva, etc.) y comunicativas (comunicación y
entrega de resultados de la investigación, educación para la conservación y el buen manejo forestal,
información al público, etc.) (Jardel et al. 2008). Manejo adaptativo (experimentación, monitoreo y
evaluación, aprendizaje a través de la generación de experiencia y conocimientos nuevos,
mejoramiento y adaptación del manejo). Ordenamiento territorial como base del manejo (zonificación
de las áreas forestales de acuerdo con objetivos de usos de la tierra y los recursos y conservación,
basado en el análisis del potencial y las limitaciones físico-geográficas y ecológicas del territorio, pero
sobre todo, proceso social de resolución de conflictos y toma de acuerdos sobre la gestión más
apropiada del espacio geográfico). Conservación de componentes (biodiversidad, suelos, agua) y
procesos clave (regímenes de perturbación, regeneración y sucesión, ciclos de agua, carbono y
nutrientes) Mitigación de impacto ambiental en las actividades forestales. Restauración ecológica
(recuperación no solo de cobertura y componentes, sino de funciones de los ecosistemas).
Rendimiento sostenible y uso múltiple (los viejos temas centrales del manejo de recursos naturales
siguen vigentes: regular la tasa de explotación de manera que no supere la tasa de regeneración de
los recursos renovables, y búsqueda de soluciones adecuadas para “producir bienes y servicios
derivados de mas de un uso”).
84
Este concepto se refleja en las metas del Plan Estratégico forestal 2000-2025.
Sin embargo, la evaluación del logro de dichas metas, no deja claro que se
estén logrando. Este resultado no es sorprendente cuando se considera la
prioridad que se le ha dado en los hechos a otros temas de la agenda forestal.
Resulta en especial preocupante la emergencia de procesos de degradación
forestal en los estados de mayor producción forestal. La degradación de
bosques bajo aprovechamiento comercial, no cumple con el requisito de que
(el sistema de manejo) t ienda a alcanzar una productividad óptima y sostenida
de los recursos forestales sin comprometer el rendimiento, equil ibrio e
integridad de los ecosistemas forestales, que la Ley considera necesario para
poder decir que existe el Desarrollo Forestal.
Evaluación del logro de metas del PEF 2025
1. Aumentar la contribución del PIB forestal al PIB del sector primario: No se logró
4. Producción forestal no maderable de 100 mil toneladas por año.
Superada casi en 200 % al alcanzar un promedio anual de 284 mil toneladas.
5. Pagos por servicios ambientales cubrieron la meta esperada al alcanzar de 610 mil hectáreas en 2007.
6. Disminuir la deforestación.
No existen metodologías que permitan medir con precisión este indicador.
7. Disminuir los incendios.
No se cumplió. En promedio disminuyeron solamente en un 11% respecto a 2000.
8. Aumentar la superficie forestal bajo manejo forestal sustentable en 1 millón de hectáreas.
Se superó al incorporar al manejo forestal sustentable a 1.99 millones de hectáreas.
Fuente: UACH, 2009
2. Reducir el déficit comercial forestal: No se logró. El déficit creció aunque a tasas menores debido al
crecimiento de las exportaciones 2001-2006.
3. Incrementar la producción maderable a 12.1 millones de metros cúbicos durante 2001-2006: No se
cumplió. En 2006 se produjeron sólo 6.171 millones de m3r.
9. Generar empleos en el sector forestal entre 2001 y 2003: No se cumplió. El empleo en la industria de la
madera y la silvicultura cambió a tasas anuales de -6.8% y -3.8%; en la industria del papel, -2.7%.
10. Aumentar la captura de CO2: Se cumplió. La superficie incorporada al PSA en 2007 fue de 64,834.9
hectáreas.
85
El impulso a un proceso de Desarrollo Forestal, tal como lo define la Ley
Forestal, y su interpretación en un sentido amplio, como una forma de gestión
institucional para la conservación y aprovechamiento sostenible de las área s
forestales, puede propiciar una transición forestal, en la que el proceso de
desarrollo social en el campo, deje de ser la principal amenaza a los bosques y
a las áreas naturales, para convertirse en una de las causas principales de su
conservación. El reto no es trivial. En la actualidad, la mayor parte de las
áreas de importancia biológica identif icadas por la CONABIO (2007) en el gap
analysis, están fuera de las áreas prioritarias para el sector forestal. El
relanzamiento del tema del desarrollo forestal, con su doble significado de
estrategia de mejoramiento continuo de las formas de vida de la población y
de un medio para la conservación de la cubierta forestal y para transitar hacia
síndromes de recuperación forestal en las áreas de importancia biológica y en
las áreas de potencial forestal en general, tiene un futuro enorme.
Figura 29: Inversiones federales para aumentar la producción foerstal y áreas de alta prioridad
para la conservación.
Fuentes: Cuenta pública 2007 y CONABIO
86
Manejo forestal y conservación de ecosistemas forestales2.
Una proporción importante de la superficie forestal de México se encuentra
dentro de reservas de la biosfera (RB), parques nacionales (PN), áreas de
protección de flora y fauna (APFF), áreas de protección de recursos naturales
(APRN) y otras categorías de manejo de áreas protegidas federales, estatales,
municipales, comunales o privadas.
Las áreas protegidas son consideradas como “el principal instrumento para la
conservación de la naturaleza” en las políticas gubernamentales. La mayor
parte de la superficie de las áreas protegidas terrestres, que representan un
10% del territorio nacional, están en terrenos forestales o de “aptitud
forestal”. El 82% de la superficie de las áreas protegidas terrestres de México
está designada bajo modalidades que corresponden a la categoría VI de la
UICN (“áreas protegidas con recursos manejados”) tales como zonas de
amortiguamiento de RB, APFF y APRN (Bezaury y Gutiérrez-Carbonel 2009). La
gestión de estas áreas implica estrategias de uso múltiple y las modalidades
de manejo han sido adoptadas partiendo de un enfoque de “conservación
través de un buen manejo de los recursos naturales” determinado por las
condiciones sociales (propiedad de la tierra y presencia importante de
poblaciones humanas) que predominan en las tierras forestales.
La ampliación de la superficie de áreas protegidas en las RTPC y otros l ugares
identificados como prioritarios para la conservación, por lo general seguirá
adoptando modalidades que corresponden a la categoría VI de la UICN. El
éxito de estas áreas protegidas depende de mecanismos de gestión basados en
la participación directa de los dueños de la tierra mediante enfoques de
comanejo o de manejo comunitario y arreglos institucionales participativos
de largo plazo y de la puesta en marcha de actividades productivas
sustentables.
Esto quiere decir que el manejo forestal para la p roducción de madera y
productos no maderables, la ganadería en “agostaderos cerriles”, la
integración de lo forestal y lo agrícola en sistemas agroforestales y
silvopastoriles y la recreación en espacios naturales tiene un importante papel
87
que jugar para la efectividad de las áreas protegidas como instrumento de
conservación.
Además de esto, otros aspectos del manejo forestal (protección contra
incendios forestales y manejo del fuego, control de plagas y enfermedades
forestales, protección de cuencas y conservación de suelo y agua, mitigación
del impacto ambiental de la producción forestal, restauración o rehabilitación
de ecosistemas forestales) juegan un papel esencial para la efectividad de as
áreas protegidas terrestres bajo cualquier modalidad o categoría de manejo.
En resumen, puede decirse que el manejo de la mayor parte de la superficie de
las ANP terrestres es (o debe ser) manejo forestal.
Para la conservación de los ecosistemas forestales y su biodiversidad en
México deben considerarse al menos cuatro áreas clave: (i) la adopción de
enfoques de manejo forestal sostenible que integren objetivos de
conservación, restauración y aprovechamiento; (ii) emprender acciones
específicas de conservación de ecosistemas forestales (naturales y manejados
con fines productivos) y sus componentes (biodiversidad, suelos, agua) para la
generación de servicios ecosistémicos o ambientales; (ii i) desarrollar prácticas
de manejo adecuadas para la producción forestal sostenible, incluyendo
mejoramiento de la silvicultura, mitigación de impacto ambiental de la
producción forestal, conservación de hábitat y biodiversidad en áreas de
producción, conservación de suelos y agua, manejo del fuego, sanidad
forestal; (iv) restauración ecológica o rehabilitación de áreas forestales
degradadas.
Para lograrlo, será necesario (i) el desarrollo y fortalecimiento de mecanismos
institucionales de gestión, con un enfoque adaptativo dirigido a la
sostenibil idad, basados en la participación directa de los dueños de las tierras
forestales, con el apoyo de las agencias gubernamentales y las organizaciones
civiles, integrados a diferentes escalas (local -predio, intermunicipal-regional,
estatal, nacional); (ii) formación, capacitación y entrenamiento para el manejo
forestal sustentable, a distintos niveles (trabajadores forestales, técnicos
comunitarios, profesionales forestales, investigadores, funcionarios, etc.); (ii i)
generación de conocimiento a través de la investigación, comunicación y
entrega de resultados de la investigación y servicios de información y
88
monitoreo para la conservación y el manejo forestal sostenible.
Relanzamiento del Desarrollo Forestal
Para el relanzamiento de una versión actualizada del Desarrollo Forestal como
estrategia forestal, será necesario desarrollar o fortalecer varios temas, Entre
ellos:
La construcción de un consenso social sobre los criterios e indicadores del
Desarrollo Forestal genuino;
La incorporación de la mayor parte de las áreas forestales comerciales al
aprovechamiento mediante Manejo Forestal Sostenible (MFS), de acuerdo con
los criterios e indicadores que se construyan. Actualmente, se tiene bajo
manejo forestal persistente unos 6 millones de hectáreas, mientras que el Plan
Estratégico Forestal, estima que se pueden incorporar al MFS al menos 20
millones de hectáreas;
El monitoreo y evaluación de los procesos de degradación o mejoramiento de
la cubierta arbolada;
La implantación de esquemas de manejo adaptativo en las unidades de manejo
forestal, de modo que dichas unidades se embarquen en un proceso de mejora
continua del manejo, a partir del monitoreo socio-ambiental sistemático. Esto
es especialmente relevante de cara a las necesidades de adaptación al cambio
climático y reducción de las emisiones de carbono por deforestación y
degradación forestal;
El desarrollo de sistemas de participación social en la gestión forestal y en la
distribución de los beneficios de los aprovechamiento, de modo que se
maximice su impacto en la mejoría de la población local y en el desarrollo
humano. Para la atención a este tema, la diversificación producitva, el
desarrollo de esquemas innovadores de financiamiento y el agregado de valor
son vertientes coadyuvantes de importancia.
89
El desarrollo humano
Los programas de subsidios condicionados y de infraestructura social,
canalizan la mayor cantidad de recursos públicos a las zonas forestales y al
campo en general. En la actualidad, estos programas se aplican en municipios
en donde se ha logrado la estabilidad en cuanto a su cubierta forestal o se ha
recuperado una parte de esta cubierta. Pero las zonas prioritarias para estos
programas, también coinciden con los frentes de avance de la frontera
agropecuaria.
Será muy importante llevar a cabo desde la sociedad civil una construcción
social de un nuevo concepto de desarrollo humano. Hay municipios en los que
el proceso de desarrollo ha permitido ya la estabilización de las fronteras
agropecuaria, forestal y de las zonas áridas. Es posible que en esos
municipios, se estén cambiando las estructuras de incentivos, de modo que el
Figura 30:
90
aprovechamiento forestal maderable o no maderable, o el aprovechamiento
extractivo o no extractivo de la fauna o flora silvestres, estén formando parte
relevante de la función de beneficio de los principales actores locales y de est a
manera, en esos lugares se esté transitando hacia un proceso de desarrollo
social que no implique la deforestación o la degradación.
Muchos municipios estables o con procesos de recuperación, están dentro de
áreas reconocidas de importancia biológica.
El lanzar proyectos regionales de desarrollo humano, compatible con la
permanencia de bosques, selvas y vida silvestre, será la base de un esquema
sólido de administración de los recursos forestales del país, en el que los
actores principales tengan incent ivos tangibles de largo plazo para mantener
en buen estado bosques, selvas y vida silvestre, constituyendo así un
verdadero patrimonio natural.
El replanteamiento del proyecto de desarrollo en regiones forestales clave,
permitirá poner en práctica los principios del Desarrollo Forestal.
La gobernabilidad local y la descentralización democrática
Nuestro análisis de los cambios en los patrones de uso del suelo 1993 -2005,
nos ha permitido tener un primer acercamiento hacia el entender que la
dinámica de cambio en el uso del suelo y la vegetación, responde a la
resultante de la interacción de actores diversos, cada uno con su esquema de
incentivos o desincentivos.
El reto para un manejo sostenible de los recursos forestales, implica entonces
el desarrollo de acuerdos e incentivos a nivel regional, de tal manera que las
actividades forestales y de manejo de la vida silvestre, se incorporen de
manera estructural a la economía de la región y se configure un mejor
esquema de incentivos.
91
Para lograr esto, es muy improbable que se logren primero acuerdos de alto
nivel, y que estos acuerdos se l leven al nivel local mediante agencias del
gobierno. Lo más factible, es que este tipo de acuerdos e incentivos se
desarrollen a nivel local. De hecho, los resultados que hemos obtenido con
nuestro análisis de los patrones de cambio en las coberturas del suelo a nivel
municipal, sugieren que ese tipo de acuerdos a nivel local están sucediendo.
Por esta razón es necesario desarrollar escenarios adecuados, en donde los
actores locales puedan incidir, interactuar, tomar acuerdos y hacerlos cumplir.
Es decir, la constitución de esquemas locales de gobernabilidad, vinculados a
los esquemas estatales o nacionales, puede ser una de las vías más cortas
hacia la transformación de los conjuntos de incentivos que hoy generan
deforestación y degradación, en sistemas de incentivos que generen patrones
estables de uso del suelo, detengan la degradación o reviertan la
deforestación.
Los esfuerzos por la descentralización pueden tener un g ran impacto, no solo
en contribuir a llenar el déficit democrático en las regiones forestales de
México, sino también en lograr una mejor gobernabilidad local, mayor
cumplimiento a las leyes y normas y sin duda patrones más sanos de uso del
suelo y la vegetación.
Sin embargo, la descentralización para que sea efectiva, debe ir acompañada
de la construcción de capacidades humanas y sociales que permitan una
gestión adecuada, legítima, transparente, con rendimiento de cuentas y con
mecanismos efectivos de participación social (Ribot, 2002).
La visión de futuro en el contexto del cambio climático global
A lo largo de la historia, los bosques y selvas han sido la base de sustento de
muchas poblaciones locales. Hoy en día, siguen siendo fuente de plantas
medicinales, fauna, frutos, fibras, madera, resinas, taninos y muchas otras
cosas.
92
Con el crecimiento de la población mundial y con la intensificación de las
relaciones comerciales y de cooperación entre los países, los bosques y selvas
juegan además nuevos papeles como reservorios de recursos biológicos,que
pueden ser aprovechados en términos del Convenio de las Naciones Unidas
para la Diversidad Biológica (ONU, 1992b). Conforme el calentamiento global
hace más inestable la atmósfera, los bosques juegan el papel de protectores
de poblaciones locales contra deslizamientos de tierras o crecientes de ríos. Su
efecto de fi ltro del agua de l luvia, los hace esenciales para asegurar el
abastecimiento de agua limpia a la población. Los bosques son ahora también
reservorios o "sumideros" importantes de carbono.
El Programa Especial de Cambio Climático 2009-2012 (PECC, 2009), reconoce
que los bosques juegan un papel muy importante en dos sentidos. Por un lado,
contribuyen a la mitigación del calentamiento global y por otro lado, son un
componente central en los mecanismos de adaptación al cambio climático.
El PECC estima que el 30% de las reducciones de emisiones de México, pueden
provenir de reducir la deforestación y la degradación de los bosques, así como
de recuperar áreas forestales. De acuerdo con el análisis presentado, esto es
posible si se establecen los acuerdos, normas y mecanismos para que el
aprovechamiento sostenible de recursos forestales maderables y no
maderables y de la vida silvestre mediante esquemas extractivos o no
extractivos, sean actividades atractivas y factibles.
La manera más directa de lograr este relanzamiento de una estrategia de
Desarrollo Forestal, parece ser el establecimiento de espacios para la
concertación a niveles local o regional de acciones para el aprovechamiento
sostenible de largo plazo de los recursos forestales, mediante procesos de
descentralización democrática en los que se busque la concurrencia de los
diversos actores a favor de un desarrollo humano genuino, legítimo y
sostenible.
93
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Notas
1 El diccionario de la Real Academia española de la Lengua, define
"desertificación" como la "acción y efecto de desertificar". Segú el mismo diccionario, desertificar consiste en "transformar en desierto amplias extensiones
de tierras fértiles".
2 Aportación de Enrique Jardel