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EL REFUGIO DE HITLERDiego Rivera y el Taller de Gráfica Popular,
la lucha contra el fascismo en México
Primera edición, 2011
D. R. © 2011, Universidad de Guadalajara Centro Cultural Casa Vallarta Av. Vallarta 1668 44160 Guadalajara, Jalisco www.cultura.udg.mx
Se prohíbe la reproducción, el registro o la transmisión parcial o total de esta obra por cualquier sistema de recuperación de información, existente o por existir, sin el permiso previo por escrito del titular de los derechos correspondientes.
Hecho e impreso en México
Portada: Diego Rivera, El refugio de Hitler (detalle), 1956.
EL REFUGIO DE HITLERCatálogo de exposición
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ÍNDICE
Presentación .................................................................................................................................... 7
El refugio de Hitler de Diego Rivera .......................................................................................... 8
La lucha contra el fascismo en México ...................................................................................10
Gráfica antifascista mexicana ...................................................................................................12
El refugio de Hitler: la pintura de Diego Rivera de las ruinas de la Cancillería ...........14
El refugio de Hitler, ruinas de la Cancillería de Berlín ........................................................16
Catálogo de obra ..........................................................................................................................19
Breve biografía de los artistas presentados ..........................................................................44
Bibliografía .....................................................................................................................................49
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Centro Cultural Casa Vallarta
Universidad de Guadalajara
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Para la Universidad de Guadalajara ha representado un gran honor y orgullo el resguardo de la exposición El refugio de Hitler en las instalaciones de la Galería del Centro Cultural Casa Vallarta. La muestra, enriquecida con piezas provenientes de colecciones privadas y resultado del esfuerzo coordinado de la Universidad con la Galería Arvil, brindó la oportunidad al público tapatío de disfrutar estas obras del 26 de noviembre de 2010 al 11 de marzo de 2011.
En su conjunto, esta exposición formó parte de las actividades culturales que la Universidad de Guadalajara organizó para conmemorar el Bicentenario de la Independencia y para celebrar el Centenario de la Revolución Mexicana. Con ello se brindó a la comunidad un momento de reflexión sobre nuestro pasado, presente y futuro mediante piezas con alto contenido social.
Agradezco especialmente a los Sres. Armando Colina y Víctor Acuña, de la Galería Arvil, por su enorme generosidad en el préstamo del cuadro El refugio de Hitler, de Diego Rivera, patrimonio nacional de incalculable valor; y extiendo mi agradecimiento a la gran amabilidad de Rafael Barajas quien aportó las obras pertenecientes al Taller de la Gráfica Popular, así como al CONACULTA y al equipo de Casa Vallarta.
Ángel Igor Lozada Rivera MeloSecretario de Vinculación y Difusión Cultural
del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño
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El refugio de Hitler de Diego Rivera
Para la Galería Arvil es un gran placer presentar en Guadalajara este importante cuadro que tiene un doble cariz, como documento histórico, así como el de ser una de las mejores obras producidas al final de la vida de Diego Rivera. Este cuadro lo pinta Rivera después de su viaje a la URSS, donde fue invitado por la Academia de Artes de Moscú y a donde va a curarse del cáncer, y pasa por Berlín. Más de diez años después del fin del Tercer Reich, las ruinas del último bastión de Hitler aún permanecían visibles, como muchas otras construcciones en ruinas que existían en ese momento.
Rivera se impresiona por la simbología histórica y política, no solamente para Alemania, sino para la historia mundial, de ese lugar. Ahí terminó una de las tragedias más grandes que la humanidad ha vivido bajo el influjo de un hombre, Adolfo Hitler. Para Rivera, esa fue nuevamente la ocasión de fijar una postura política e ideológica a través de su talento artístico: ir en contra del fascismo, predecir el fin del capitalismo y anunciar la nueva etapa de la humanidad, el socialismo.
Esta magnífica obra, que ha estado ligada a la Galería Arvil por más de 30 años, ha representado una oportunidad más, en todo este tiempo, de promover el arte mexicano. Esta obra en particular ha tenido repercusiones en Alemania, en donde ha sido objeto del brillante reportaje de Anne Schumacher de la Cuesta en el influyente diario de Frankfurt, el Frankfurter Allgemeine Zeitung, además ha sido solicitada en préstamos de larga duración en diversos museos de nuestro país y del extranjero. De igual manera han existido intentos de adquirirla en el extranjero.
Este cuadro, en su calidad de documento histórico, ha sido muy llamativo en varios países, particularmente en Alemania, como lo indicaba previamente, pues es la visión estética y política de unos de los artistas latinoamericanos más representativos del
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siglo XX, su percepción, su testimonio, su visión sobre las ruinas. Los colores grises y mortecinos nos transmiten un invierno frio y desolado, los trazos nos llevan realmente a adentrarnos en las emociones y sensaciones que despertaron esas ruinas en el artista.
De ese viaje a la URSS son algunas de sus últimas obras. De todo lo que vio en ese largo viaje Rivera, el que haya seleccionado las ruinas del Bunker de Hitler como tema de una de sus obras más importantes del fin de su vida, indica el impacto que le debió haber causado el estar en ese lugar, símbolo de un régimen fascista que provocó la muerte de más de 55 millones de personas y la destrucción misma de Alemania.
Creemos firmemente que no son sólo las ruinas, sino sus terribles y dramáticas implicaciones lo que hace que Rivera tome esas imágenes como una síntesis horrorizante de ese periodo de la humanidad que él vivió intensamente, desde México, participando en múltiples actos y manifestaciones antifascistas en México durante la Segunda Guerra Mundial. Las conferencias de Bellas Artes, la lucha contra los grupos encabezados por Sinarquistas, por Andrew Almazán, contra los Camisas Doradas, etc., forman parte de su experiencia. Esa carga política y esa militancia antifascista se hallan detrás de la selección que hace el artista de las ruinas del Bunker para realizar una de sus mejores obras.
Para la Galeria Arvil, asimismo, presentar esta obra es promover y difundir la genialidad artística de Rivera, pero también es recordar lo importante que fue la derrota del fascismo en el mundo y las luchas que se dieron en nuestro país por impedir que éste se instalara aquí. Por ello, esta obra emblemática del arte mexicano es para Arvil un símbolo y un medio esencial de promover la creatividad cultural de nuestro país, dentro y fuera de nuestras fronteras.
Victor Acuña y Armando Colina Directores de la Galería Arvil
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La lucha contra el fascismo en México
Durante la Segunda Guerra Mundial, en México existieron grupos a favor de la alianza con el Eje Berlín - Roma - Tokio y por supuesto, grupos que se oponían a mantener cualquier vínculo con los gobiernos de estos países. En la memoria colectiva, están más presentes los incidentes de los barcos Faja de Oro y Potrero del Llano, así como la participación del Escuadrón 201, que las manifestaciones y voces que se expresaron en pro y en contra del fascismo a lo largo de los años de guerra. Pero esta oposición fue muy importante en el contexto político nacional.
Diversos grupos de la opinión pública se habían declarado a favor del régimen nazi,
buscando que el modelo autoritario y antipopular del ejercicio del poder se implantara en México, ánimos que se habían exacerbado durante el gobierno del General Cárdenas, cuyas reformas y políticas públicas de un profundo carácter social, habían llevado a que los grupos más conservadores tomaran posiciones políticas en franco disenso con el gobierno, organizándose de formas muy diversas desde el sinarquismo hasta opiniones que veían en la lucha electoral la ruta para cambiar el rumbo del país.
Por otro lado, los grupos de izquierda pugnaban por la defensa de la URSS y por
impedir que las voces más conservadoras de México llegaran a imponer un régimen filogermánico. Las movilizaciones de los grupos progresistas fueron múltiples. El gobierno de Ávila Camacho propició los espacios necesarios para que éstas pudieran manifestarse; por ejemplo, se utilizó el Palacio de Bellas Artes como foro para pláticas y conferencias contra el fascismo en las cuales participaron figuras como Ricardo José
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Zevada, Vicente Lombardo Toledano, Jesús Silva Herzog, Víctor Manuel Villaseñor y Daniel Cosío Villegas. Además, importantes artistas y creadores como Diego Rivera, Frida Kahlo y David Alfaro Siqueiros, crearon obras memorables para oponerse al fascismo.
Las piezas que aquí se presentan rememoran de una manera sintética ese México que se opuso al fascismo. Un México que se reconstruía a sí mismo después del movimiento armado y que en su inmensa mayoría, aspiraba a tener un país cuyos valores ideológicos y políticos eran opuestos y contrarios al ideario de la Revolución.
Moisés Rosas
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Gráfica antifascista mexicana
Desde finales de la década de 1940, en la opinión pública mundial quedó asentada la idea de que el fascismo –especialmente en su versión alemana, el nacionalsocalismo– fue uno de los movimientos más monstruosos de la historia del hombre.
Hoy, el término “nazi” es usado como insulto, Adolfo Hitler es el paradigma del mandatario genocida y desquiciado, los campos de concentración de Auschwitz y Dachau pasaron a la historia como una de las peores vergüenzas de la humanidad y prácticamente nadie discute que el antisemitismo o la idea de la superioridad de la raza aria son aberraciones peligrosas. El peso de estas certezas es tal, que con frecuencia olvidamos que el fascismo tuvo millones de adeptos, no sólo en Alemania, Italia, Japón o España, sino en muchos países del mundo; que en México la falange española tuvo miles de afiliados, que el grupo filonazi Acción Revolucionaria Mexicana (ARM) tuvo mucha fuerza, o que el movimiento sinarquista movía masas en el Bajío. También se suele olvidar que las ideas fascistas cautivaron a cientos de intelectuales en todo el mundo, desde el norteamericano Ezra Pound y el francés Louis Fernand Céline, hasta los mexicanos José Vasconcelos y Gerardo Murillo, el Dr. Atl.
Es necesario recordar que la lucha contra el fascismo se dio en muchos países del mundo en una gran variedad de frentes: uno de ellos fue el del arte. Es muy sabido que Hitler era un artista frustrado o que los nazis hicieron exposiciones burlándose del arte moderno, al cual llamaban “arte degenerado”. Sin embargo, es menos difundido el hecho de que el fascismo italiano fue más tolerante y que muchos maestros del arte moderno, desde Giorgio de Chirico hasta Otto Dix, pasando por Albert Marquet, se acomodaron en el status-quo fascista.
En México, desde el siglo XIX, se practica un arte de compromiso político y por eso, no sorprende que varios artistas se organizaron para combatir al fascismo en el terreno de la propaganda gráfica, dando pie a un fenómeno muy particular.
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En 1933, con la intención explícita de luchar contra el imperialismo y el fascismo una serie de artistas e intelectuales, entre los que destaca Leopoldo Méndez, fundaron la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR) y cuando ésta se disolvió, en 1937, algunos de sus artistas más notables se unieron para formar el Taller de Gráfica Popular (TGP); allí, grabadores como Leopoldo Méndez, Alfredo Zalce, Pablo O’ Higgins, Luis Arenal, Gabriel Fernández Ledesma o José Chávez Morado, entre muchos otros, hicieron gráfica de agitación y propaganda en contra del fascismo: ilustraron folletos y volantes que se repartían de mano en mano, carteles que se pegaban en las calles, libros que denunciaban la brutalidad nazi. Son notables los carteles de Chávez Morado contra la candidatura presidencial del candidato derechista Andrew Almazán, los de Méndez y Chávez Morado contra los periodistas afines al eje, los de Zalce, Arenal y O’Higgins anunciando las conferencias contra el fascismo organizadas por la Liga Pro Cultura Alemana en México.
El muralista David Alfaro Siqueiros recuerda, en una entrevista de 1957:¿Quién que haya vivido en esos años en México no recuerda los muros tapizados
prácticamente de carteles donde nuestras estampas expresaban posiciones definidas con respecto a los problemas concretos que afectaban a nuestro país y al mundo entero?1
Este conjunto de carteles debe ser entendido como una extensión, un complemento
del movimiento muralista; con estos papeles, los artistas progresistas comprometidos salieron a la calle a agitar a las masas. Es uno de los grandes momentos del arte mexicano del siglo XX, en el que el arte de agit-prop tuvo un peso real, una influencia en la opinión pública. El propio Siqueiros señaló que “lo realizado desde 1924 hasta fines de la Segunda Guerra Mundial podía considerarse la época gloriosa de la estampa contemporánea en México”.2
Rafael Barajas (El fisgón)
1 En Raquel Tibol. Gráficas y neográficas en México. Biblioteca de la Ciudad de México, México, 2002, p. 104.2 Idem.
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El refugio de Hitler: la pintura de Diego Rivera de las ruinas del Führerbunker
En el año de 1955 el pintor Diego Rivera, el más famoso de México y conocido sobre todo por sus murales monumentales, hizo escala en Berlín Este. El artista, quien junto con otros fundó el Partido Comunista de su país se encontraba de regreso a México, procedente de Moscú. Estaba decepcionado y deprimido porque ahora sabía de su enfermedad incurable. Su última esperanza para detener la enfermedad cancerosa, el tratamiento con la bomba de cobalto del médico soviético Dr. Funkin, fracasó. De regreso a México, Rivera pintó en base a sus apuntes de viaje uno de sus últimos óleos: El refugio de Hitler – Ruinas de la Cancillería de Berlín. Esta obra poco conocida forma parte de una colección privada en México.
El cuadro triste y atípico para Rivera refleja el estado de ánimo del artista. Encima del paisaje en ruinas se encuentra un cielo completamente gris con un pequeño y pálido sol amarillo que ya no emite ningún calor. En el primer plano se ven los restos del Führerbunker (el bunker de Hitler): un enorme paralelepípedo en concreto con una abertura oscura y hierros oxidados. Al lado, un cuerpo en forma de pera con estructuras de concreto desgarradas; muy probablemente la anterior salida y la torre de observación del bunker.
También los nebulosos edificios largos al fondo con las banderas rojas ya no proporcionan aquella dinámica del socialismo que Rivera evocó tantas veces en sus obras anteriores. Sin embargo, la pintura cautiva por su desconsolación indescriptible.
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Qué diferencia frente a los tiempos de florecimiento de Rivera cuando sus obras desbordaron de alegría de vivir, de colores fuertes y de escenas revolucionarias. En este cuadro tardío de Berlín, la vitalidad y las ganas de vivir del artista están extintas. Resignado, encuentra en las ruinas del último refugio de Hitler uno de sus últimos temas. Dos años después, en el mes de noviembre de 1957, Diego Rivera muere en la Ciudad de México.
Anne Schumacher de la Cuesta
Publicado el jueves 18 de noviembre de 2004, Frankfurter Allgemeine Zeitung, núm. 270/ p. 35. Traducido del alemán.
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El refugio de Hitler, ruinas de la Cancillería de Berlín
Diego Rivera, como muchos otros artistas y creadores después del movimiento armado de 1910, se acercó a las ideas socialistas y particularmente al Partido Comunista fundado en México en 1919. La generación que vivió la Revolución o los años posteriores a ella fueron ampliamente influidos por las ideas de los diferentes grupos que en ella participaron. El impacto que los cambios políticos y sociales tuvieron en el arte, fue muy importante al modificar las bases y las perspectivas estéticas y temáticas de la creación artística.
En los años 20, una gran cantidad de artistas buscó a través de las misiones culturales, de las Escuelas al Aire Libre, de los planes y programas de la nueva Secretaria de Educación Pública, marcar novedosas rutas para la creación artística íntimamente ligada a una visión social. El giro hacia la derecha que tomaron los primeros gobiernos emanados de la Revolución, salvo el de la administración de Lázaro Cárdenas, impulsó aún más a estos grupos de creadores a tratar de expresar, por medio del arte, su visión política.
Un ejemplo claro de esta característica de la historia del arte mexicano de la primera mitad del siglo XX es, justamente, la obra tardía de Diego Rivera que aquí se presenta. En su viaje a la Unión Soviética en busca de la cura al cáncer que lo afectaba, se detiene en Berlín, en donde entra en contacto con la realidad desgarradora de la posguerra en una Alemania dividida, hambrienta y derrotada. Habían pasado 10 años de la caída del nazismo cuando Rivera pinta este conmovedor cuadro, que refleja de alguna manera lo
17terrible que fue la toma de Berlín por los soviéticos y los aliados. Las ruinas de Berlín, y del país en general, quedan sintetizadas en este imponente cuadro.
Además del documento histórico que en sí mismo representa, y de su riqueza estética y plástica, esta obra muestra el pensamiento político e ideológico de Rivera. En primer plano se aprecian las ruinas del Bunker de Hitler, destruido, representando al fascismo vencido. En segundo plano y hacia los extremos del cuadro, contemplamos las ruinas del capitalismo, representadas por diversos edificios. En el centro está el triunfo del socialismo, materializado en un Reichstag coronado por banderas rojas. En conjunto, son tres etapas de la vida de Alemania y un futuro alumbrado por un Sol que, aunque mortecino, sólo cubre con sus rayos la etapa del socialismo.
Rivera nos presenta el futuro de la humanidad: el socialismo como el nuevo y obligado periodo histórico de vida, sobre la destrucción del fascismo y el capitalismo. Este cuadro es emblemático en la obra de Rivera, quien, al final de su vida y con una grave enfermedad que lo mina paulatinamente, cierra prácticamente su ciclo creativo con una obra que promueve sus ideas políticas, su visión ideológica a través del arte.
Moisés Rosas
Catálogo de obra
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Diego Rivera
El refugio de Hitler
1956
Óleo sobre tela
1.05 x 1.35 m
Colección Galería Arvil
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Leopoldo Méndez
La venganza del pueblo
1942
Xilografía
25 x 20 cm
Colección Rafael Barajas
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Leopoldo Méndez
Deportación a la muerte
1942
Linografía
34.5 x 50.5 cm
Realizado para ilustración de Antonio Castro Leal et al., El libro negro del terror nazi en Europa, México, El Libro Libre, 1943.
Colección Rafael Barajas
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26
Leopoldo Méndez
El imperialismo y la guerra
1937
Litografía
26 x 16 cm
Hoja volante
Colección Rafael Barajas
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Ángel Bracho
¡Victoria!
1945
Impresión tipográfica directa a partir de una litografía
80 x 60 cm
Cartel
Colección Rafael Barajas
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Jesús Escobedo
El fascismo, 8ª Conferencia: Cómo combatir el fascismo
1939
Impresión tipográfica directa a partir de una litografía
47.5 x 67.5 cm
Cartel
Colección Rafael Barajas
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Raúl Anguiano
1° de mayo de 1939: Salvemos al mundo del fascismo
Litografía
64 x 49 cm
Cartel
Colección Rafael Barajas
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Alfredo Zalce
La URSS defiende las libertades de México
1941
Litografía
47 x 67.5 cm
Colección Rafael Barajas
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Pablo O’Higgins
¡El frente soviético es nuestra primera línea de defensa, sostengámoslo!
1941
Litografía
48 x 64 cm
Colección Rafael Barajas
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Luis Arenal
Ingresa al Partido Comunista
1938
Litografía
95 x 70 cm
Cartel
Colección Rafael Barajas
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Gabriel Fernández Ledesma
Manifiesto a los Poetas
1946
Impresión tipográfica directa a partir de una xilografía
95 x 70 cm
Periódico mural
Colección Rafael Barajas
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BREVE BIOGRAFÍA DE LOS ARTISTAS
Diego RiveraGuanajuato, Guanajuato, 13 de diciembre de 1886 – Ciudad de México, 24 de noviembre de 1957. Crece en el Distrito Federal desde los siete años de edad. Es alumno de la Antigua Academia de San Carlos y en ella permanece casi una década. Gracias a una beca viaja a Europa en donde permanece 14 años. Esta estancia le permite conocer los estilos y técnicas plásticas europeas de diferentes periodos además de estar cerca de las vanguardias de principios de siglo. Después de experimentar con diferentes estilos, Rivera regresa a México en 1921 y se integra al programa cultural de José Vasconcelos mediante la realización de murales. Entre ellos podemos destacar Visión Política del Pueblo Mexicano que decora los muros de la Secretaría de Educación Pública. En sus murales, Rivera crea íconos nacionales aún vigentes que traspasaron fronteras. Su trabajo de caballete también es extenso y presenta la complejidad narrativa que caracteriza al artista.
Leopoldo Méndez Ciudad de México, 30 de junio 1902 – 8 de febrero de 1969. A los 15 años de edad ingresa a la Academia de San Carlos. Sus primeros trabajos como grabador los realiza en publicaciones veracruzanas como la revista Horizonte y el periódico Norte. En la Ciudad de México, encontramos trabajos suyos en El sembrador y El maestro rural. Realiza numerosos carteles y es uno de los primeros en emplear el linóleum en lugar de la madera o la lámina de metal en las planchas de imprimir. Con Francisco Díaz de León, Gabriel Fernández Ledesma, Fernando Leal y Fermín Revueltas publica e ilustra el periódico 30-30. En 1933 contribuye a fundar la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR). Cuatro años más tarde, junto con Pablo O’Higgins, Luis Arenal y Alfredo Zalce, funda el Taller de Gráfica Popular (TGP) que dirige durante 15 años. Obtiene una beca Guggenheim en 1939 y siete años más tarde recibe el Primer Premio Nacional de Grabado en México. Méndez es reconocido tanto por su labor artística como humanística, en 1952 recibió en Viena el Premio Internacional de la Paz, otorgado por el Consejo Mundial de la Paz.
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Ángel Bracho Ciudad de México, 11 de febrero 1911 – 1 de febrero de 2005. A los 17 años de edad ingresa a la Academia de San Carlos, donde asiste a los cursos vespertinos durante seis años. Es miembro de la LEAR (Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios) de 1933 a 1938. En 1936 se integra a las misiones culturales de la SEP como maestro de artes plásticas. Participa en la fundación del TGP (Taller de Gráfica Popular) en 1937. Realiza trabajos murales entre los cuales destacan el que se encuentra en el mercado Abelardo Rodríguez de la Ciudad de México y el del Palacio Municipal de Tezoatlán, Oaxaca. Reconocido internacionalmente por su técnica gráfica, Bracho recibe en 1960 la medalla de oro en técnica de xilografía a nivel latinoamericano y seis años más tarde es nombrado catedrático honorario de la Academia de Diseño y Grabado de Florencia, Italia.
Jesús EscobedoDos Estrellas, Michoacán, 3 de junio de 1918 – Ciudad de México, 1978. A sus 10 años de edad ingresa a la Escuela de Pintura al Aire Libre Santiago Rebull, en la cual permanece seis años y tiene como maestro a Gabriel Fernández Ledesma. La gran sensibilidad de su trazo y su talento por el dibujo son remarcados por sus maestros desde muy temprana edad; en 1930, cuando Escobedo cuenta con apenas 12 años, participa en la exposición Cien Años de Litografía Mexicana y tres años después realiza su primera exposición individual en el Palacio de Bellas Artes. De 1934 a 1935 prosigue su formación como grabador en la Escuela Central de Artes Plásticas (San Carlos). Trabaja para la SEP como ilustrador de libros de texto y como ayudante de restaurador en el Museo de Arte Popular. Fue miembro de la LEAR y del TGP. En 1945 recibe una beca Guggenheim.
Raúl AnguianoGuadalajara, Jalisco, 26 de febrero de 1915 – Ciudad de México, 13 de enero de 2006. A los 12 años de edad se integra a la Escuela Libre de Pintura del Museo Regional de Guadalajara. En la escuela preparatoria, teniendo como profesor a José Vizcarra, estudia dibujo junto a Francisco Rodríguez Caracalla y Jesús Guerrero Galván. A sus
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19 años se muda a la Ciudad de México en donde es ayudante de sus amigos muralistas Jesús Guerrero Galván, Roberto Reyes Pérez, Máximo Pacheco y Juan Manuel Anaya. En 1937 se integra a la LEAR y participa en la organización del TGP. Su talento por el dibujo lo plasma tanto en trabajos murales, como de caballete y gráficos. Su obra de caballete es la más reconocida, notablemente el género del retrato. En 1949 participa en la expedición a Bonampack organizada por el INBA, en la cual es comisionado para realizar una serie de dibujos sobre las características etnográficas y geográficas de la región lacandona; esta experiencia es de gran influencia para su trabajo posterior.
Alfredo ZalcePátzcuaro, Michoacán, 12 de enero de 1908 – Morelia, Michoacán, 19 de enero de 2003. Después de mudarse a la Ciudad de México, se integra a los dieciséis años a la Academia de San Carlos donde permanece cinco años más. En 1931 completa su formación aprendiendo la técnica de la litografía al tiempo que estudia escultura y talla directa en la Escuela de Talla Directa del Ex Convento de la Merced. Más tarde se incorpora a las misiones culturales de la SEP, lo que le permite viajar a varios lugares de provincia. Forma parte de la LEAR y del TGP; es profesor de pintura y escultura en diferentes instituciones; y ganador del Premio del Salón de la Plástica Mexicana en 1978 y del Premio Nacional de Bellas Artes en el 2001. Su obra es diversa ya que ejerce como muralista, grabador, escultor y ceramista. Es su trabajo como ilustrador lo que le brinda mayor reconocimiento. Entre sus obras destaca la serie de ocho litografías denominadas Estampas de Yucatán.
Pablo O’HigginsSalt Lake City, UTAH, 1° de marzo de 1904 – Ciudad de México, 16 de julio de 1983. Su inclinación artística se manifiesta primeramente a través de la música, sin embargo abandona sus estudios musicales para dedicarse completamente a la pintura y al dibujo. Invitado por Diego Rivera, llega a México a los 20 años de edad para colaborar en los murales de la SEP y de la Escuela de Agricultura de Chapingo. Las técnicas de fresco aprendidas le son de utilidad para sus trabajos murales posteriores, entre los cuales podemos hacer alusión a La Expropiación Petrolera. Se integra a las misiones
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culturales de la SEP, ejerciendo como maestro de arte y promotor de teatro en diferentes Estados de la República. Realiza ilustraciones para publicaciones tanto mexicanas como estadounidenses. Es miembro fundador de la LEAR y del Taller de Gráfica Popular.
Luis ArenalCiudad de México, 1908 – 7 de mayo de 1985. A partir de 1932 asiste a David Alfaro Siqueiros en algunos de sus murales, entre ellos, La América Tropical, Retrato de la burguesía y Marcha de la Humanidad. Miembro fundador de la LEAR y del Taller de Gráfica Popular. En 1940, junto con Antonio Pujol, se ve envuelto en el atentado fallido contra Trotsky por lo que huye a los Estados Unidos. Regresa cuatro años más tarde para reintegrarse de manera activa en el TGP. Su creación plástica fue variada, entre sus obras destacan la ilustración con grabados de madera del libro La Revolución en el Estado de Guerrero y las esculturas del mural mixto de Siqueiros titulado Cuauhtémoc contra el mito.
Gabriel Fernández LedesmaAguascalientes, Aguascalientes, 30 de mayo de 1900 – Ciudad de México, 26 de agosto de 1983. Gracias a una beca se traslada a la Ciudad de México en 1917 y se inscribe en la Academia de San Carlos. Su gran habilidad por el dibujo lo lleva a colaborar en El Universal Ilustrado a partir de 1919. Ilustra también el libro de poemas de su hermano Enrique; esos fueron sus inicios como ilustrador. Gran promotor de las artes, funda y dirige la Escuela de Pintura al Aire Libre Santiago Rebull, en la cual el taller de grabado es primordial. Funda, dirige y edita la revista Forma, revista dedicada a las artes plásticas que traspasa fronteras. Miembro fundador de la LEAR y del grupo 30-30, también forma parte del TGP. Conocido principalmente por su trabajo como grabador, Fernández Ledesma también es escritor y escultor.
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p. 4: Ángel Bracho, ¡Victoria! (detalle), 1945.pp. 18 y 19: Diego Rivera, El refugio de Hitler (detalle), 1956.pp. 42 y 43: Pablo O’Higgins, ¡El frente soviético es nuestra primera línea de defensa, sosténgamoslo! (detalle), 1941.
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Esta exposición se llevó a cabo en la Galería del Centro Cultural Casa Vallarta del 26 de noviembre de 2010 al 11 de marzo de 2011.
CRÉDITOS
EXPOSICIÓN
CuraduríaRafael Barajas
MuseografíaLuis Blanco
Consejo curatorial Igor Lozada / Francisco García / Ricardo Guzmán
InvestigaciónSac-Nicté Couoh
CATÁLOGO
TextosMoisés Rosas / Rafael Barajas / Anne Schumacher
FotografíaJorge Gómez
Cuidado de la ediciónSac-Nicté Couoh / Sayri Karp
Diseño gráficoVerónica Cervantes
Corrección de estilosGamaliel Luna
Supervisión de diseño y producción Adán Ronzón
Coordinación generalFrancisco García
51UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA
Rector General Marco Antonio Cortés Guardado
Vicerrector Ejecutivo Miguel Ángel Navarro Navarro
Secretario General José Alfredo Peña Ramos
Centro Universitario de Arte, Arquitectura y DiseñoRector Mario Alberto Orozco Abundis
Secretario de Vinculación y Difusión Ángel Igor Lozada Rivera Melo
Coordinador de Gestión y AdministraciónFrancisco García Martínez
Editorial UniversitariaDirectorJavier Espinoza de los Monteros
GALERÍA ARVIL
DirectoresArmando Colina Víctor Acuña
CONACULTA
PresidentaConsuelo Sáizar
Secretario cultural y artístico Fernando Serrano Migallón
Secretario Ejecutivo Raúl Arenzana Olvera
Directora General de Vinculación CulturalSusana Phelts Ramos
Esta obra se terminó de imprimir en el mes de marzo de 2011, en los talleres de
Coloristas y Asociados, S. A. de C. V. Calzada de los Héroes 315, 37000 León, Guanajuato,
con un tiraje de 500 ejemplares.
