el déficit habitacional en la república dominicana

372
Unidad Asesora de Análisis Económico y Social Antonio Morillo Pérez, Ph.D El déficit habitacional en la República Dominicana Niveles, tendencias y componentes, 2002-2017

Upload: others

Post on 21-Oct-2021

1 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Microsoft Word - Déficit habitacional en la República Dominicana 2002-2017 final editado - demo.docx.pdfAntonio Morillo Pérez, Ph.D
El déficit habitacional en la República Dominicana Niveles, tendencias y componentes, 2002-2017
ii El déficit habitacional en la República Dominicana. Niveles, tendencias y componentes, 2002-2017
Isidoro Santana Ministro de Economía, Planificación y Desarrollo
Alexis Cruz Rodríguez Director Unidad Asesora de Análisis Económico y Social
Antonio Morillo Pérez, Ph.D1 El déficit habitacional en la República Dominicana. Niveles, tendencias y
componentes, 2002-2017
Impresión:
Santo Domingo, República Dominicana, 2019.
1 El contenido de este documento es de exclusiva responsabilidad del autor, por tanto, no compromete a la UAAES ni al Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD). El autor agradece el apoyo del personal de la UAAES, especialmente de Yasiris Alcántara, del Banco Central y de la ONE, por facilitar las bases de datos de los censos y las encuestas de hogares utilizados en las estimaciones; se agradece también, por la revisión de estilo a Ángeles Calzada, de la UAAES, y Winston Vargas, del Departamento de Comunicación del MEPyD. Las direcciones electrónicas del autor son: [email protected] y [email protected]
El déficit habitacional en la República Dominicana. Niveles, tendencias y componentes, 2002-2017 iii
Lista de siglas
BCRD Banco Central de la República Dominicana BID Banco Interamericano de Desarrollo CENSO 2010 IX Censo Nacional de Población y Viviendas de 2010 CENSO 2002 VIII Censo Nacional de Población y Viviendas de 2002 CEPAL Comisión Económica para América Latina y el Caribe ENCOVI Encuesta Nacional de Condiciones de Vida ENI Encuesta Nacional de Inmigrantes ENIGH Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos END Estrategia Nacional de Desarrollo ENDESA Encuesta Demográfica y de Salud ENHOGAR Encuesta Nacional de Hogares de Propósitos Múltiples ENFT Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo ENCFT Encuesta Nacional Continua de Fuerza de Trabajo GCPS Gabinete de Coordinación de Políticas Sociales INVI Instituto Nacional de la Vivienda MEPyD Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo MINURVI Asamblea General de Ministros y Altas Autoridades de la Vivienda y el
Desarrollo Urbano de América Latina y el Caribe ODH Oficina de Desarrollo Humano ODS Objetivos de Desarrollo Sostenible ONE Oficina Nacional de Estadística PNUD Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo SISDOM Sistema de Indicadores Sociales de la República Dominicana UAAES Unidad Asesora de Análisis Económico y Social
iv El déficit habitacional en la República Dominicana. Niveles, tendencias y componentes, 2002-2017
Contenido
1. Introducción ..................................................................................................... 1
2. Antecedentes ..................................................................................................... 4
3. Aspectos metodológicos .................................................................................. 10
4. Los datos .......................................................................................................... 21
5. Resultados nacionales .................................................................................... 26 5.1. Magnitud y evolución del parque habitacional .......................................................................... 26
5.2. Evolución del déficit habitacional ............................................................................................... 28
5.3. El déficit habitacional en el contexto latinoamericano ............................................................ 30
5.4. Sub-componentes del déficit cuantitativo .................................................................................. 33
5.5. Dimensiones y carencias del déficit cualitativo ......................................................................... 35
6. Resultados subnacionales: zona, regiones de desarrollo y provincias ............ 41 6.1. Zona de residencia urbano-rural ................................................................................................. 41
6.2. Regiones de desarrollo .................................................................................................................. 50
6.3. Provincias ........................................................................................................................................ 63
Bibliografía .............................................................................................................. 92
Anexos ................................................................................................................ 94
El déficit habitacional en la República Dominicana. Niveles, tendencias y componentes, 2002-2017 v
Lista de cuadros
Cuadro 4.1. República Dominicana: Tamaño de la muestra efectiva de hogares y personas de la Encuesta Nacional Continua de Fuerza de Trabajo, 2014 a 2017 ......................... 24
Cuadro 5.1. República Dominicana: Viviendas por tipo según condición de ocupación, 2010 .. 27
Cuadro 5.2. República Dominicana: Evolución del déficit habitacional por tipo (absoluto y porcentual) y total de viviendas, 2002-2017 ...................................................... 28
Cuadro 5.3. República Dominicana: Evolución del déficit cuantitativo y sus subcomponentes (absoluto y relativo), 2002-2017 ..................................................................... 33
Cuadro 5.4. República Dominicana: Evolución porcentual del déficit cualitativo y sus carencias, 2002-2017 .................................................................................................. 36
Cuadro 6.1. República Dominicana: Evolución del déficit habitacional por tipo (absoluto y porcentual), según zona de residencia, 2002-2017 .............................................. 41
Cuadro 6.2. República Dominicana: Evolución del déficit cuantitativo y sus subcomponentes (absoluto y relativo), por zona de residencia, 2002-2017 ..................................... 46
Cuadro 6.3. República Dominicana: Evolución del porcentaje de déficit cualitativo y sus carencias, por zona de residencia, 2002-2017 ................................................... 48
Cuadro 6.4. República Dominicana: Evolución del déficit habitacional por tipo (absoluto y porcentual), según regiones de desarrollo, 2002-2017 ......................................... 51
Cuadro 6.5. República Dominicana: Evolución del déficit cuantitativo y sus subcomponentes (absoluto y relativo), por regiones de desarrollo, 2002-2017 ................................ 58
Cuadro 6.6. República Dominicana: Evolución porcentual del déficit cualitativo y sus carencias, por regiones de desarrollo, 2002-2017 ............................................................. 59
Cuadro 6.7. República Dominicana: Déficit habitacional por tipo (absoluto y relativo) y total de viviendas, según provincias, 2002 y 2010 ......................................................... 66
Cuadro 6.8. República Dominicana: Déficit cuantitativo y sus subcomponentes (absoluto y relativo), por provincias, 2002 y 2010 ............................................................. 78
Cuadro 6.9. República Dominicana: Porcentaje de déficit cualitativo y sus carencias, por provincias, 2002 y 2010 ................................................................................ 79
Cuadro 7.1. República Dominicana: Déficit habitacional por tipo (absoluto y porcentual) y total de viviendas, según sexo, grupos de edad y niveles de pobreza multidimensional, 2010-2017 .................................................................................................. 85
Lista de gráficos
Gráfico 5.2 República Dominicana: Evolución del déficit habitacional por tipo, 2002-2017 ................................................................................................ 29
Gráfico 5.3 República Dominicana: Evolución del porcentaje de déficit habitacional por tipo, 2002-2017 ......................................................................................... 29
vi El déficit habitacional en la República Dominicana. Niveles, tendencias y componentes, 2002-2017
Gráfico 5.4 Porcentaje de déficit habitacional por tipo en América Latina y países de Centroamérica, 2011 ................................................................................. 30
Gráfico 5.5 Porcentaje de déficit habitacional total para República Dominicana en 2010 y estimaciones del BID para países de la región latinoamericana en 2009 ......... 31
Gráfico 5.6 República Dominicana: Evolución del déficit cuantitativo y sus subcomponentes, 2002-2017 ..................................................................... 34
Gráfico 5.7 República Dominicana: Estructura del déficit cuantitativo según subcomponentes, 2002-2017 ..................................................................... 34
Gráfico 5.8 República Dominicana: Evolución porcentual del déficit cualitativo y sus carencias, 2002-2017 ................................................................................. 36
Gráfico 6.1 República Dominicana: Evolución del porcentaje de déficit habitacional por tipo, según zona de residencia, 2002- 2017 ................................................. 43
Gráfico 6.2 República Dominicana: Evolución del déficit habitacional por tipo, según zona de residencia, 2002- 2017 .................................................................. 45
Gráfico 6.3 República Dominicana: Evolución del déficit cuantitativo y sus subcomponentes, por zona de residencia, 2002- 2017 ................................. 47
Gráfico 6.4 República Dominicana: Evolución de carencias del déficit habitacional cualitativo, por zona de residencia, 2002- 2017 ........................................... 49
Gráfico 6.5 República Dominicana: Déficit habitacional total y por tipo, por regiones de desarrollo, 2017 ........................................................................................ 52
Gráfico 6.6 República Dominicana: Evolución del porcentaje de déficit habitacional total, por regiones de desarrollo, 2002-2017 ............................................... 53
Gráfico 6.7 República Dominicana: Evolución del porcentaje de déficit habitacional por tipo según regiones de desarrollo, 2002- 2017 ............................................. 55
Gráfico 6.8 República Dominicana: Evolución del déficit habitacional por tipo según regiones de desarrollo, 2002- 2017 ............................................................. 56
Gráfico 6.9 República Dominicana: Evolución del déficit cuantitativo y sus subcomponentes, por regiones de desarrollo, 2002- 2017 ............................ 60
Gráfico 6.10 República Dominicana: Evolución porcentual del déficit cualitativo y sus carencias, por regiones de desarrollo, 2002- 2017 ......................................... 61
Gráfico 6.11 República Dominicana: Porcentaje de déficit habitacional total y por tipo según provincias, ordenadas según el déficit total, 2010 .............................. 64
Gráfico 6.12 República Dominicana: Ordenamiento del porcentaje de déficit habitacional cualitativo y cuantitativo según provincias, 2010 ...................... 65
Gráfico 6.13 República Dominicana: Relación entre el porcentaje de déficit habitacional total y la tasa de pobreza general multidimensional de las provincias, 2010 ... 69
Gráfico 6.14 República Dominicana: Porcentaje de déficit habitacional total, por provincias, 2002 y 2010 ............................................................................. 73
El déficit habitacional en la República Dominicana. Niveles, tendencias y componentes, 2002-2017 vii
Gráfico 6.15 República Dominicana: Ordenamiento del porcentaje de déficit habitacional cualitativo y cuantitativo según provincias, 2002 ...................... 74
Gráfico 6.16 República Dominicana: Porcentaje de déficit habitacional cualitativo y cuantitativo según provincias, 2002 y 2010 ................................................. 76
Gráfico 6.17 República Dominicana: Déficit cuantitativo y sus subcomponentes, por provincias, 2002 y 2010 ............................................................................. 80
Gráfico 6.18 República Dominicana: Porcentaje de déficit cualitativo y sus carencias, por provincias, 2002 y 2010 .............................................................................. 81
Gráfico 7.1 República Dominicana: Evolución del porcentaje de déficit habitacional por tipo, según condición sociodemográfica, 2010- 2017 ................................... 86
Lista de mapas
Mapa 6.1.República Dominicana: Mapa del déficit habitacional total por provincias, 2010 ...... 67 Mapa 6.2. República Dominicana: Mapa del porcentaje de déficit habitacional total por
provincias, 2010 .......................................................................................... 68 Mapa 6.3. República Dominicana: Mapa provincial del porcentaje de déficit habitacional por
tipo, 2010 ................................................................................................... 71
Lista de anexo
Tabla A1.1. Ejecución (RD$) del Gobierno Central en acueductos por año y proyectos de inversión, 2009-2017 .................................................................................... 94
Tabla A1.2. Ejecución (RD$) del Gobierno Central en alcantarillado por año y proyectos de inversión, 2009-2017 ................................................................................... 105
Lista de tablas en apéndice estadístico
Tabla A2.1. República Dominicana: Déficit habitacional cualitativo, cuantitativo y total por provincias (absoluto y porcentual), 2010 ........................................................ 110
Tabla A2.2. República Dominicana: Déficit habitacional cualitativo, cuantitativo y total por municipios (absoluto y porcentual), 2010 ....................................................... 111
Tabla A2.3. República Dominicana: Déficit habitacional cualitativo, cuantitativo y total por distritos municipales (absoluto y porcentual), 2010 ........................................... 114
Tabla A2.4. República Dominicana: Déficit habitacional cualitativo, cuantitativo y total por áreas urbanas y secciones (absoluto y porcentual), 2010 ............................................ 122
Tabla A2.5. República Dominicana: Déficit habitacional cualitativo, cuantitativo y total por barrios y parajes (absoluto y porcentual), 2010 ................................................ 153
1
El déficit habitacional en la República Dominicana. Niveles, tendencias y componentes, 2002-2017
1. Introducción
El derecho a una vivienda digna o adecuada fue consagrado desde 1948 con la Declaración
Universal de los Derechos Humanos (Artículo 25), así como con el Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales del Consejo Económico y Social de las Naciones
Unidas (Artículo 11); se ha mantenido en los diversos compromisos y foros sobre la temática
habitacional realizados en el mundo en las últimas siete décadas, y forma parte de los recientes
Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) de la Agenda 2030.
En la República Dominicana, el derecho a una vivienda digna también se incluye en las
principales normativas nacionales, como es la Constitución de la República de 2015, que en su
Artículo 59 establece que “toda persona tiene derecho a una vivienda digna con sus servicios básicos esenciales”
(Constitución, 2015); y la Ley 1-12 de Estrategia Nacional de Desarrollo 2030, que en su Artículo
8 tiene como su segundo eje “una sociedad con igualdad de derechos y oportunidades, en la que toda la
población tiene garantizada educación, salud, vivienda digna y servicios básicos de calidad, y que promueve la
reducción progresiva de la pobreza y la desigualdad social y territorial” (MEPyD, 2012).
El concepto de vivienda digna, concebido para fines de políticas públicas en el marco del derecho
y de las normativas jurídicas, abarca más que un “techo” con una estructura física adecuada para
dar cobijo a las personas. La noción incluye otras características esenciales2, como el acceso del
hogar a un conjunto de servicios básicos como agua potable, servicios sanitarios, energía
eléctrica, etc. Para abarcar el conjunto de estas necesidades o carencias se utiliza el concepto de
déficit habitacional total, el cual puede definirse en forma simple como la cantidad de viviendas
adecuadas y necesarias que faltan. Aunque, evidentemente, su medición puede resultar compleja,
ya que reviste variadas expresiones y comprende tanto las unidades habitacionales nuevas que
son requeridas3 para suplir las necesidades de los hogares y núcleos familiares secundarios al
interior de los hogares, como también las unidades en uso que demandan reparación en su
estructura física o de la provisión de servicios básicos. En el marco de esa definición, el déficit
habitacional total comprende componentes de tipo cuantitativo y cualitativo.
2 En el documento de ONU-HABITAT (2015) se mencionan siete características que toda vivienda adecuada debería satisfacer: 1) seguridad de la tenencia, 2) disponibilidad de servicios, 3) asequibilidad, 4) habitabilidad, 5) accesibilidad, 6) ubicación y 7) adecuación cultural. 3 Las requeridas son las que deberían adicionarse al stock de viviendas ocupadas, ya sea mediante la construcción de unidades nuevas o mediante la habilitación de existentes que se encuentran en la condición de desocupadas y que están en condiciones adecuadas para su uso.
2 El déficit habitacional en la República Dominicana. Niveles, tendencias y componentes, 2002-2017
Un aspecto importante de esta definición de déficit habitacional es que se enfoca en las
necesidades reales de viviendas por parte de la población, aunque no haya una demanda explícita
o no se disponga de recursos económicos para adquirirla. Por tanto, podría especificarse que es
un déficit habitacional de carácter social, enfocado en el derecho de la ciudadanía, con lo que
adquiere una dimensión política y normativa. Esta definición guarda una importante diferencia
respecto a lo que sería la demanda habitacional de mercado, en la que se considera la
manifestación de una necesidad o la búsqueda activa de un inmueble contando con recursos para
adquirirlo, aunque en realidad no se tenga la carencia del activo.
En la última década, las mediciones de déficit habitacional en la República Dominicana han sido
objeto de controversias debido a la existencia en el sector público de varias mediciones con
discrepancias, a veces irreconciliables en magnitudes, lo que ha dificultado la investigación y la
planificación. Entre estas mediciones se destacan la metodología elaborada en 2007 por el
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Ministerio de Economía,
Planificación y Desarrollo (MEPyD), con la que se estimó para 2010 un déficit habitacional total
de 924 mil viviendas; y la elaborada en 2010 por la Oficina Nacional de Estadística (ONE), con
la que se calculó, también para 2010, un déficit de 2.2 millones viviendas.
En ese contexto, con el fin de resolver el problema de la discrepancia entre las cifras y dotar al
gobierno y otras instancias nacionales de informaciones coincidentes para la planificación de las
intervenciones orientadas a combatir y mitigar el déficit habitacional, por iniciativa del Gabinete
de Coordinación de Políticas Sociales (GCPS) en 2017 se creó una comisión interinstitucional
encargada de consensuar una metodología oficial que fue concluida y publicada en el segundo
semestre de 2018 (MEPyD y ONE, 2018). La comisión contó con la colaboración del CELADE
y estuvo integrada por los principales organismos del gobierno vinculados con el sector vivienda:
el Instituto Nacional de la Vivienda (INVI), el viceministerio de Hábitat y Desarrollo Local, la
Oficina Nacional de Estadística (ONE), el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo
(MEPyD) y el GCPS. Como resultado de la aplicación de esta nueva metodología oficial, se
calculó para el año 2010 un déficit habitacional total de 1.4 millones de viviendas, cifra que
resultó superior a la obtenida previamente por el MEPyD e inferior a la calculada por la ONE.
El presente trabajo tiene como propósito fundamental aplicar dicha metodología oficial de
medición a las fuentes de datos disponibles en el país, a fin de analizar los niveles y tendencias
del déficit habitacional total, cualitativo y cuantitativo y de los componentes y variables que
El déficit habitacional en la República Dominicana. Niveles, tendencias y componentes, 2002-2017 3
determinan sus cambios. Esto permitiría apoyar el diseño de políticas públicas orientadas a la
reducción del déficit habitacional y al mejoramiento de la calidad de vida de la población. En el
marco de ese proceso fueron obtenidas mediciones con los censos de 2002 y 2010 y con los
microdatos de la Encuesta Nacional Continua de Fuerza de Trabajo (ENCFT) de 2016 y 2017,
proceso precedido por el análisis y homologación de las variables de las fuentes de datos.
Con respecto a la estructura del documento, el mismo contiene ocho secciones, incluyendo esta
introducción. En la segunda sección se abordan los principales antecedentes sobre la medición
del déficit habitacional, particularmente en los ámbitos nacional e internacional. La tercera
sección es de carácter metodológico y tiene la finalidad de describir la nueva metodología oficial
para la medición del déficit habitacional en la República Dominicana. En la cuarta sección se
presentan las fuentes de datos disponibles y las utilizadas finalmente para obtener las mediciones,
que fueron básicamente los censos nacionales de población y viviendas de 2002 y 2010,
levantados por la ONE, y las ENCFT de 2016 y 2017, levantadas por el Banco Central de la
República Dominicana (BCRD).
En las secciones quinta, sexta y séptima se entregan los resultados, cuyos análisis en el ámbito
nacional muestran una caída en el déficit habitacional cualitativo conjuntamente con aumentos
recientes en el déficit cuantitativo. A nivel subnacional, en la sexta sección se incluyen los
resultados para las zonas de residencia, regiones de desarrollo y provincias; y en cada uno de
estos espacios geográficos se analizan las tendencias de los déficits cualitativo y cuantitativo y
sus subcomponentes y carencias, tratando de identificar las variables con mayor contribución en
la dinámica. En la séptima sección se entrega el análisis según variables sociodemográficas, y en
la octava las principales conclusiones y recomendaciones del estudio. En el apéndice estadístico,
presentado al final, se adicionan los resultados del déficit habitacional para 2010, detallados a
nivel de cada una de las divisiones territoriales del país, desde la provincia hasta barrios y parajes,
con la finalidad de apoyar las intervenciones con políticas públicas a nivel local.
En el MEPyD se espera que el presente trabajo contribuya con el conocimiento de la situación
actual y de las tendencias del déficit habitacional en el país, así como de los componentes y
factores determinantes de su dinámica en los últimos tres lustros. También que sirva de apoyo a
los procesos de planificación del sector vivienda, en lo referente al diseño, implementación y
seguimiento de políticas públicas orientadas a la mitigación y erradicación del déficit habitacional,
en cualquiera de sus formas, en la República Dominicana.
4 El déficit habitacional en la República Dominicana. Niveles, tendencias y componentes, 2002-2017
2. Antecedentes
En el ámbito internacional, las necesidades de información sobre el déficit habitacional para el
diagnóstico y apoyo a la implementación de programas sociales guardan vigencia desde la
segunda mitad del pasado siglo XX y se evidencian en los documentos metodológicos publicados
por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) desde de la década de 1960 (ONU, 1968).
En ellos, el concepto de vivienda adecuada se aborda tanto desde una dimensión cuantitativa
como cualitativa, y se introducen los conceptos de déficit habitacional con sus componentes
cuantitativo y cualitativo, para hacer referencia tanto a las unidades de viviendas faltantes en el
parque habitacional, como a las necesidades de reparación de unidades que no cuentan con las
condiciones adecuadas para asegurar una vida digna a sus habitantes.
A pesar de haber pasado más de medio siglo desde la identificación de las necesidades de
mediciones sobre la temática y la promoción de apoyos técnicos, a diferencia de lo que ocurre
con otros indicadores de carácter social, en la actualidad resulta difícil identificar un vector de
datos seriados sobre el déficit habitacional para los países del mundo, lo cual afecta con mucha
severidad a la región de América Latina y el Caribe. De acuerdo con ONU-HABITAT (2015),
en esta región no se cuenta con series históricas de datos comparables; las mediciones existentes
se encuentran fragmentadas y solo en tres países (Argentina, Chile y República Dominicana) se
dispone de mediciones consecutivas entre las décadas de 1990 a 2010. Para el caso de
Centroamérica, Guevara y Arce (2016) indican que “actualmente existen vacíos importantes en los datos
y métodos de análisis disponibles para evaluar y comparar en el tiempo y el espacio el impacto de las políticas
públicas del sistema de vivienda de los países. No hay estudios que estimen en forma transparente y con regularidad
el déficit habitacional de los países centroamericanos, sus principales determinantes y evolución en el tiempo.
La insuficiencia de datos sistemáticos confiables es un común denominador en la mayoría de los
países de la región latinoamericana, a pesar de los esfuerzos e iniciativas llevadas a cabo en las
últimas décadas, entre las que se destacan la agenda HABITAT lanzada en 1996 (ONU-
HABITAT, 1996); la Asamblea General de Ministros y Altas Autoridades de la Vivienda y el
Desarrollo Urbano de América Latina y el Caribe (MINURVI); el Foro Urbano Mundial (FUM),
la Conferencia sobre Vivienda y Asentamientos Humanos, la iniciativa ONU-HABITAT sobre
déficit habitacional en América Latina y El Caribe (ONU-HABITAT, 2015); la Nueva Agenda
Urbana, aprobada por la Asamblea General de la ONU de 2016 (ONU, 2017); y los
procedimientos, desarrollos tecnológicos y manuales metodológicos publicados por Naciones
El déficit habitacional en la República Dominicana. Niveles, tendencias y componentes, 2002-2017 5
Unidas y el CELADE (ONU, 1968; ONU, 2005; CELADE, 1996), junto a los apoyos técnicos
ofrecidos a los países de la región, incluyendo a la República Dominicana.
A pesar de las limitaciones que afectan los datos, las estimaciones disponibles para América
Latina y El Caribe permiten sostener que en déficit habitacional la región logró importantes
reducciones en las últimas tres décadas. Para la década del 1990 la CEPAL (1996) realizó un
amplio estudio de la situación de la vivienda en la región, que incluía proyecciones hasta 2020, y
obtuvo mediciones que indican que para 19954, el déficit habitacional total para la región
latinoamericana (20 países) era de 53.9% del parque habitacional (25.8% cualitativo y 28.1%
cuantitativo), sin diferencias para Centroamérica (53.2%) y con mayor incidencia en El Caribe
(56.3%)5; en dicho estudio, el déficit estimado para República Dominicana fue de 29.6% (12.9%
cualitativo y 16.7% cuantitativo.
Para la década del 2000, una publicación del BID, con estimaciones de déficit habitacional para
dieciocho (18) países de la región, indica que en 2009 el déficit habitacional total de la región
latinoamericana era de 37% (Bouillon, 2012) y en República Dominicana de 41%. Para la actual
década del 2010, un estudio de Guevara y Arce (2016) hace referencia a datos del BID que
indican que el déficit habitacional total promedio en la región latinoamericana era de 34.3%
(6.8% cuantitativo y 27.5% cualitativo), de mayor incidencia en los países de Centroamérica 6,
con una cifra de 47.7% (7.6% de tipo cuantitativo y 40.0% de tipo cualitativo).
Un documento reciente de ONU-HABITAT (2015) en que se entregan los resultados de la
consulta realizada a los países, contiene cifras de déficit habitacional para más de diez países de
la región, alrededor de las rondas censales de 2000 y/o 2010, conforme fue reportado o declarado
por autoridades nacionales consultadas, principalmente por las oficinas e institutos de
estadísticas. Se advierte que en muchos casos las cifras reportadas en la consulta guardan
importantes diferencias con las publicadas internamente en algunos de los países, como ocurre
con la República Dominicana: según el informe, la ONE reportó para 2010 un déficit
habitacional total de 900 mil viviendas (360 mil cuantitativo y 540 mil cualitativo), equivalente a
33.8% del parque habitacional dominicano (13.5% cuantitativo y 20.2% cualitativo).
4 Las cifras de los diferentes países, cuyas fechas censales guardan diferencias, en el proceso de estimación fueron llevadas por CEPAL a 1995. 5 Estos porcentajes fueron calculados a partir de los resúmenes de datos realizados por Gilbert (2001) en un documento de trabajo del INDES. 6 Incluye los cinco países siguientes: Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Panamá.
6 El déficit habitacional en la República Dominicana. Niveles, tendencias y componentes, 2002-2017
En el marco de un grupo de trabajo sobre déficit habitacional auspiciado por el MINURVI,
Torroja (2011), citado en la ONU-HABITAT (2015), hizo una compilación de metodologías
con el propósito de analizar y buscar consenso entre las mediciones utilizadas en los diferentes
países de América Latina, a fin de apoyar a los países a generar indicadores ajustados a sus
realidades. En dicho documento también se presentan cifras de déficit habitacional para algunos
de los países de América Latina.
En estrecha correspondencia con las limitaciones asociadas con las series de datos disponibles,
se advierten dificultades para identificar estudios e investigaciones sobre los niveles y tendencias
del déficit habitacional a nivel internacional. La situación no es muy diferente para el caso de la
región latinoamericana, lo cual advierten Guevara y Arce (2016), situación que dichos autores
tratan de solventar con su estudio para el caso de Centroamérica, en el que consiguen revisar,
homologar7 y recalcular cifras puntuales de déficit habitacional para Costa Rica, El Salvador,
Guatemala, Honduras y Panamá en el período 2010-2015.
Se pueden mencionar en el caso particular de los países de la región latinoamericana algunos
trabajos consultados en la revisión de la literatura. En el estudio del Ministerio de Vivienda y
Urbanismo (2004), de la República de Chile, se ofrecen elementos importantes para la adaptación
y aplicación de la metodología de medición del CELADE (1996) y se analizan las estimaciones
del déficit habitacional para Chile obtenidas con datos del censo de 2002.
Una investigación realizada por Arriagada (2005), aborda y discute los diferentes tipos de
definiciones y metodologías utilizadas para calcular el déficit habitacional en los diferentes países
de América Latina, y presenta mediciones de Brasil y México para las rondas censales de 1990 y
2000. Sus análisis incluyen estimaciones del déficit habitacional obtenidas bajo el supuesto de
tres escenarios bien diferenciados: i) escenario de piso mínimo, ii) escenario de techo máximo y
iii) escenario de políticas públicas focalizadas.
Por su parte, un trabajo realizado para Brasil por los demógrafos Diniz y Cavenaghi (2011),
aborda los procedimientos de cálculos del déficit habitacional en dicho país sudamericano y se
presentan y discuten aspectos relacionados con las metodologías de medición desarrolladas tanto
por la Fundación João Pinheiro como por la Caixa Econômica Federal de Brasil, con las que los
autores consiguieron obtener estimaciones de déficit habitacional total, cualitativo y cuantitativo,
7 Introducen en la medición la variable “forma de propiedad de la vivienda”, variación con la que obtienen nuevos resultados, de mayor magnitud que los que existían para las mismas fechas.
El déficit habitacional en la República Dominicana. Niveles, tendencias y componentes, 2002-2017 7
y se realizan análisis combinando resultados provenientes de censos de población y de encuestas
de hogares.
Un estudio para Costa Rica realizado por Szalachman (2008), utiliza datos de las Encuestas de
Propósitos Múltiples de 2002 y 2005 para medir y analizar los cambios en el déficit habitacional.
En la investigación se relacionan los indicadores de déficit habitacional para Costa Rica con los
niveles de pobreza de los hogares y otras características socioeconómicas de la persona que
ostenta la jefatura del hogar, entre las que se incluyen el sexo, la edad, el nivel educativo y la
categoría ocupacional.
En el caso específico de la República Dominicana, la primera iniciativa concreta para calcular el
déficit habitacional con datos censales8 surgió en 2006, en el marco del proceso de la elaboración
de la END 2030, con los documentos temáticos en que se identificaron las necesidades de
información (SEEPyD, s/f) y los trabajos técnicos desarrollados; específicamente, con los
informes sociales realizados en 2007 bajo la coordinación de la Oficina de Desarrollo Humano
(ODH) del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en que se consiguió
adaptar una metodología para el país y realizar mediciones con el censo 2002 (PNUD y MEPyD,
2010). Desde entonces dicha metodología fue utilizada en el MEPyD para obtener estimaciones
con los microdatos de las ENFT, que fueron divulgadas en el Sistema de Indicadores Sociales
de la República Dominicana (SISDOM) (MEPyD, 2017a). Posteriormente, en 2010, la ONE,
con el apoyo del CELADE, definió una metodología y realizó cálculos también con el censo de
2002 (ONE, 2010).
Cuando la base de datos del censo nacional de población y viviendas de 2010 estuvo disponible,
tanto en el MEPyD (2017a) como en la ONE (2014) se hicieron actualizaciones de las cifras de
déficit habitacional. En el MEPyD, aplicando la metodología del PNUD-MEPyD, el déficit
habitacional total fue estimado en 924 mil viviendas para 2010 (equivalente al 34.7% del parque
habitacional), el cualitativo alcanzaba la cifra de 522 mil (19.6%) y el cuantitativo 402 mil (15.1%).
Por su parte, las estimaciones de la ONE9 arrojaron un déficit habitacional total de 2.2 millones
8 Previo a 1990 en la República Dominicana se hicieron algunos esfuerzos orientados a obtener un diagnóstico del sector viviendas con microdatos de encuestas de hogares, entre los cuales destacan el estudio Población y Viviendas, del Instituto de Estudios de Población y Desarrollo (IEPD), de Profamilia, realizado por Gómez, Tatis y Ramírez (1984); y un estudio realizado por FONDOVIP/USAID, según se reporta en Arriagada (2005). 9 En el Observatorio de Políticas Sociales No. 10, el Gabinete de Coordinación de Políticas Sociales (GCPS) incluye los resultados de una aplicación de la metodología de ONE elaborada por Solano y Silfa, con la que calcularon para 2010 una cifra de déficit habitacional total de 1.985 millones de viviendas, de las que 1.417 millones eran de tipo cualitativo y 568 mil de tipo cuantitativo (GCPS, 2017).
8 El déficit habitacional en la República Dominicana. Niveles, tendencias y componentes, 2002-2017
de viviendas (equivalente al 82.6% del parque habitacional), con un déficit cualitativo de
1,333,548 (50.1%) y el cuantitativo de 865,829 (32.5%). Estos resultados pusieron en evidencia
la enorme discrepancia entre las cifras resultantes de cada una de estas metodologías, tal como
aconteció en un estudio publicado por Ciudad Alternativa (Torres, Jovine, Rodríguez y Pujals,
2017), en donde se hace un análisis de la problemática del sector de la vivienda en República
Dominicana. Es muy importante señalar que la metodología de la ONE, de acuerdo con los
técnicos del CELADE que participaron en su diseño, fue elaborada con el propósito de estimar
un escenario de techo máximo o teórico para el déficit habitacional10, lo que explicaría el alto
déficit arrojado.
Con la finalidad de resolver el problema de la divergencia entre las cifras y poder disponer de
informaciones únicas para la planificación de las intervenciones orientadas a combatir el déficit
habitacional, en 2017, por iniciativa del Gabinete de Coordinación de Políticas Sociales, se creó
la ya mencionada comisión interinstitucional encargada de dotar al país de una metodología
oficial de medición única y consensuada.
La metodología oficial fue establecida y publicada en el segundo semestre del año 2018 (MEPyD
y ONE, 2018), por la mencionada comisión interinstitucional integrada por ONE, MEPyD,
INVI, Viceministerio de Hábitat y Desarrollo Local y el GCPS. En el proceso la comisión contó
con el apoyo del CELADE y en varias de las sesiones de trabajo también se contó con la
participación de técnicos representantes de varias organizaciones no gubernamentales vinculadas
al sector vivienda en el país, como Ciudad Alternativa y OXFAM.
En resumen, los principales antecedentes sobre la medición del déficit habitacional en la
República Dominicana que fueron revisados y evaluados durante el proceso de elaboración del
presente trabajo son los siguientes:
i) la metodología oficial de medición elaborada por la Comisión Interinstitucional
Gubernamental en 2018 (MEPyD y ONE, 2018);
ii) la metodología de medición y resultados con el censo 2002 contenidos en uno de los
documentos de 2007 que sirvieron de base para la formulación de la Estrategia
10 Este abordaje, que se corresponde con el escenario de techo máximo incluido en el estudio de Arriagada (2005), no fue explicado como tal en ninguno de los documentos técnicos publicados por la ONE (2010 y 2014), lo que generó confusión en la interpretación correcta de las cifras resultantes de dicha medición por parte de diversos organismos gubernamentales (como ocurrió en MEPyD, 2017c; y GCPS, 2017) y no gubernamentales (como ocurrió en Torres, Jovine, Rodríguez y Pujals, 2017).
El déficit habitacional en la República Dominicana. Niveles, tendencias y componentes, 2002-2017 9
Nacional de Desarrollo (END-2030), publicado por el PNUD en 2010 (MEPyD y
PNUD, 2010); y los resultados obtenidos en el MEPyD mediante la aplicación de
dicha metodología a microdatos provenientes de levantamientos del período 2000 a
2016, publicados en el SISDOM, que abarca tanto encuestas de hogares como el
censo nacional de población y viviendas de 2010 (MEPyD, 2017a);
iii) la metodología de medición y resultados obtenidos por la Oficina Nacional de
Estadística (ONE) y el Centro Latinoamericano de Demografía (CELADE), tanto
con el censo nacional de población y viviendas de 2002 (ONE y CELADE, 2010)
como con el censo de 2010 (ONE y CELADE, 2014);
iv) el documento metodológico titulado “Déficit habitacional y datos censales
sociodemográficos: una metodología”, desarrollado y publicado por el CELADE
(1996), que sirvió de base para cada una de las aplicaciones referidas previamente; y
el documento publicado recientemente por ONU-HABITAT (2015) con
recomendaciones técnicas para la medición del déficit habitacional.
10 El déficit habitacional en la República Dominicana. Niveles, tendencias y componentes, 2002-2017
3. Aspectos metodológicos
El déficit habitacional abarca las necesidades insatisfechas de viviendas que afectan la calidad de
vida de una población. Considera tanto las unidades de viviendas que deben adicionarse
(construirse o habilitarse) para satisfacer las necesidades de viviendas adecuadas para el
alojamiento seguro de los hogares, como las unidades de viviendas que necesitan el
mejoramiento de sus condiciones materiales y/o la provisión de servicios básicos. Como plantea
ONU-HABITAT (2015), el déficit habitacional “es un resultado que surge del desajuste entre las
necesidades de habitación de la población -representadas por unidades requirentes de viviendas, que corresponden
a hogares y otros grupos domésticos o familiares- y el stock habitacional -definido como el conjunto de viviendas
adecuadas disponibles para atender a dichas necesidades.
Es importante señalar, que el déficit habitacional total se refiere al total de soluciones de carácter
social, no de mercado, requeridas, y es una combinación de necesidades de tipo cuantitativo y
cualitativo, por lo que no debe confundirse con la demanda de viviendas. El déficit cuantitativo
se refiere a las unidades habitacionales que hay que construir (o disponer) para que los hogares
que requieren alojamiento tengan un espacio digno. Por su parte, el déficit cualitativo se refiere
a las viviendas particulares ocupadas que hay que reparar o mejorar en sus condiciones materiales
y/o en la provisión de servicios básicos.
De acuerdo con la metodología oficial de medición ((MEPyD y ONE, 2018), cuya descripción
se hace en esta sección, el déficit habitacional total está estructurado por un componente
cualitativo y uno cuantitativo. Conforme a la ilustración 1, el componente cualitativo se define a
partir del denominado Índice Global de Calidad de la Vivienda (IGCV), que clasifica las
viviendas en función de la calidad de los materiales de construcción y de sus servicios básicos.
El componente cuantitativo se obtiene parcialmente a partir del IGCV, que contiene el
subcomponente de viviendas nuevas para reemplazar las irrecuperables, al que se adicionan los
subcomponentes de allegamiento de hogares al interior de las viviendas (allegamiento externo)
y de núcleos familiares secundarios al interior de los hogares (allegamiento interno).
El IGCV es un indicador multidimensional, estructurado a partir de siete (7) variables, agrupadas
en las tres (3) dimensiones siguientes: i) materialidad de la vivienda; ii) servicios básicos, y iii)
tipo de vivienda. Las dimensiones y variables que conforman el IGCV se presentan en la
ilustración 2.
El déficit habitacional en la República Dominicana. Niveles, tendencias y componentes, 2002-2017 11
Ilustración 1. Dimensiones y variables del déficit habitacional cuantitativo y cualitativo
Fuente: Elaborado con base MEPyD y ONE (2018).
Ilustración 2. Dimensiones y variables del Índice Global de Calidad de la Vivienda (IGCV)
Fuente: Elaborado con base en MEPyD y ONE (2018).
Índice Global de Calidad de la Vivienda (IGCV)
1. Viviendas aceptables Sin déficit
2. Viviendas recuperables Déficit cualitativo
3. Viviendas irrecuperables Déficit cuantitativo (componente 1)
Allegamiento de hogares
IGCV
Pared
Techo
Piso
3. Tipo de vivienda Tipo de vivienda
12 El déficit habitacional en la República Dominicana. Niveles, tendencias y componentes, 2002-2017
De manera similar a las metodologías de medición que antecedieron a la oficial que se utiliza
actualmente para calcular del déficit habitacional, las dimensiones y variables que componen el
IGCV están basadas en la propuesta desarrollada hace poco más de dos décadas por el CELADE
(1996), cuyos criterios y procedimientos para definir las variables y carencias fueron adaptados
al contexto específico de la República Dominicana, considerando las recientes recomendaciones
y buenas prácticas para la medición establecidas por ONU-HABITAT (2015)11, incluidas en el
recuadro 1 al final de esta sección.
Para cada una de las tres dimensiones que conforman el IGCV se establece un índice parcial que
contiene las tres categorías siguientes: 1) aceptable, 2) recuperable y 3) irrecuperable. Estos
índices parciales son los siguientes: índice de materialidad de la vivienda, índice de servicios
básicos e índice de tipo de vivienda.
El índice de materialidad de la vivienda se define mediante tres variables vinculadas con los
materiales de construcción, con las cuales se trata de captar la condición física de la vivienda: i)
material de la pared, ii) material del techo y iii) material del piso. Estos materiales son utilizados
como indicadores de la capacidad de la vivienda para proteger a los miembros del hogar del
medio natural. En la tabla I se muestran los criterios para la definición de las tres categorías del
índice de materialidad de la vivienda a partir de las categorías de los materiales de construcción.
Tabla I. Índice de materialidad de la vivienda
Material del piso Material del techo
Material de la pared
Índice de materialidad de la vivienda 1. Aceptable 2. Recuperable 3. Irrecuperable
1 Aceptable 1 Aceptable 1 Aceptable X 2 Recuperable X 3 Irrecuperable X
2 Recuperable 1 Aceptable X 2 Recuperable X 3 Irrecuperable X
2 Recuperable 1 Aceptable 1 Aceptable X 2 Recuperable X 3 Irrecuperable X
2 Recuperable 1 Aceptable X 2 Recuperable 3 Irrecuperable X
11 Un aspecto importante en la adaptación nacional es que los procedimientos y variables que conforman la metodología oficial se establecieron bajo el criterio de política pública, por lo que no se consideran deficitarias las soluciones habitacionales que se ofrecen actualmente en el marco de la oferta programática de la política sectorial.
El déficit habitacional en la República Dominicana. Niveles, tendencias y componentes, 2002-2017 13
Las variables relacionadas con los materiales de construcción que definen el índice de
materialidad de la vivienda contienen también las categorías aceptable, recuperable o
irrecuperable. Los criterios para definir dichas categorías, en función de la información registrada
en el Censo Nacional de Población y Viviendas de 2010, se ilustran en el diagrama 1,
diferenciados en función de la zona de residencia urbano-rural.
Diagrama 1. Criterios para categorizar las variables de la dimensión materialidad de la vivienda
Variables y categorías Zona Urbana Zona Rural Paredes exteriores
1. Bloque o concreto Aceptable Aceptable 2. Madera 3. Tabla de palma Recuperable 4. Tejamanil
Irrecuperable Irrecuperable 5. Yagua 6. Otro
Techo 1. Concreto Aceptable 2. Zinc 3. Cana
Recuperable 4. Yagua 5. Asbesto Cemento 6. Otro
Piso 1. Mosaico
Aceptable
2. Cemento 3. Granito 4. Mármol 5. Cerámica 6. Madera 7. Tierra Recuperable 8. Otro
El índice de servicios básicos se define a partir de las tres siguientes variables: i) acceso a agua
potable, ii) acceso a servicio sanitario; y iii) tipo de alumbrado. Estos tres servicios son
considerados esenciales para una vivienda digna, puesto que se encuentran altamente vinculados
con problemas de salud como la desnutrición, enfermedades infectocontagiosas y mortalidad
materno-infantil.
En la tabla II se muestra el procedimiento de cálculo del índice de servicios básicos a partir de
las variables que lo definen. Según se puede observar, en este caso el índice no incluye la categoría
irrecuperable, debido a que se considera que las deficiencias que se presentan pueden ser
solucionadas sin necesidad de remplazar la unidad habitacional.
14 El déficit habitacional en la República Dominicana. Niveles, tendencias y componentes, 2002-2017
Tabla II. Índice de servicios básicos
Acceso a agua potable
Índice de servicios básicos 1. Aceptable 2. Recuperable
1 Aceptable 1 Aceptable 1 Aceptable X 2 Recuperable X
2 Recuperable 1 Aceptable X 2 Recuperable X
2 Recuperable 1 Aceptable 1 Aceptable X 2 Recuperable X
2 Recuperable 1 Aceptable X 2 Recuperable X
Los criterios para definir la condición de aceptable o recuperable en cada una de estas tres
variables se presentan en el diagrama 2, también diferenciado en función de las zonas de
residencia urbano-rural.
Diagrama 2. Criterios para categorizar las variables de la dimensión servicios básicos
Variables y categorías Zona Urbana Zona Rural Acceso a agua potable
1. Del acueducto dentro de la vivienda Aceptable 8. Pozo 2. Del acueducto en el patio de la vivienda
Recuperable
3. De una llave de otra vivienda 4. De una llave pública 5. De un tubo de la calle 6. Manantial, río, arroyo 7. Lluvia 9. Camión tanque 10. Otro Acceso a servicio sanitario Inodoro no compartido Aceptable Letrina no compartida Recuperable Aceptable Inodoro compartido
Recuperable Letrina compartida No tiene Tipo de alumbrado 1. Energía eléctrica del tendido público Aceptable 4. Energía eléctrica de planta propia 2. Lámpara de gas propano
Recuperable 3. Lámpara de gas kerosene 5. Otro
En lo referente al servicio sanitario, la categorización del acceso es diferenciado por zona. En
cada zona de residencia se considera recuperable si el servicio sanitario es compartido con otros
hogares. En la zona urbana se considera aceptable solo a los hogares que tienen inodoro privado
y en la rural además de inodoro privado se incluye también la letrina privada.
El déficit habitacional en la República Dominicana. Niveles, tendencias y componentes, 2002-2017 15
La categorización del acceso a agua potable ha sido definida considerando los planteamientos
tanto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) como de la ONU-HABITAT (2015). El
acceso a agua se define como aceptable cuando el hogar dispone de agua de la red pública dentro
de la vivienda (sea al interior o en el patio) o cuando se obtiene el agua de pozos localizados en
la propiedad. Se considera recuperable cuando el agua se obtiene de la red pública fuera de la
propiedad (de una llave de otra vivienda, de una llave pública o de un tubo en la calle) y cuando
se obtiene de vendedores ambulantes, de manantial, río o arroyo, agua lluvia, camión tanque; así
como también cuando se obtiene mediante otro tipo de fuente diferente a las especificadas
previamente.
En la forma de alumbrado del hogar, se consideran aceptables los hogares que tienen acceso a
la energía eléctrica, sea a través de la red pública o mediante algún tipo de planta eléctrica
propiedad privada de la vivienda.
La definición del índice de tipo de vivienda incluye como variable el tipo de vivienda en que
habita el hogar. Las viviendas individuales y apartamentos son considerados aceptables en ambas
zonas. El caso de vivienda compartida con negocio se considera aceptable en la zona rural y
recuperable en la urbana. Los restantes tipos de viviendas se consideran irrecuperables. En la
tabla III se muestra el procedimiento de cálculo del índice de tipo de vivienda.
Tabla III. Índice de Tipo de vivienda
Zona Tipo de vivienda Índice de tipo de vivienda
1. Aceptable 2. Recuperable 3. Irrecuperable 1 Urbana 1 Casa independiente X
2 Apartamento X 3 Pieza en cuartería o parte atrás X 4 Barracón X 5 Vivienda compartida con negocio X 6 Local no construido para habitación X 7 Otra vivienda particular X
2 Rural 1 Casa independiente X 2 Apartamento X 3 Pieza en cuartería o parte atrás X 4 Barracón X 5 Vivienda compartida con negocio X 6 Local no construido para habitación X 7 Otra vivienda particular X
16 El déficit habitacional en la República Dominicana. Niveles, tendencias y componentes, 2002-2017
Conforme ha sido planteado en la metodología oficial, con estos tres índices parciales se define
el Índice Global de Calidad de la Vivienda (IGCV), el cual se obtiene como se ilustra en la tabla
IV, para llegar, en su clasificación final, a las tres categorías siguientes: aceptable, recuperable e
irrecuperable.
Tabla IV. Índice Global de Calidad de la Vivienda (IGCV)
1. Índice de materialidad
3. Índice de servicios básicos
Índice global de calidad de la vivienda (IGCV) 1. Aceptable 2. Recuperable 3. Irrecuperable
1 Aceptable 1 Aceptable 1 Aceptable X 2 Recuperable X
2 Recuperable 1 Aceptable X 2 Recuperable X
3 Irrecuperable 1 Aceptable X 2 Recuperable X
2 Recuperable 1 Aceptable 1 Aceptable X 2 Recuperable X
2 Recuperable 1 Aceptable X 2 Recuperable X
3 Irrecuperable 1 Aceptable X 2 Recuperable X
3 Irrecuperable 1 Aceptable 1 Aceptable X 2 Recuperable X
2 Recuperable 1 Aceptable X 2 Recuperable X
3 Irrecuperable 1 Aceptable X 2 Recuperable X
Tipo de déficit No hay Déficit cualitativo
Cuantitativo (sub- componente 1)
A partir de las categorías definidas mediante el IGCV se obtienen las viviendas que conforman
el déficit cualitativo y el subcomponente del déficit cuantitativo que corresponde a las viviendas
nuevas requeridas para reemplazar las irrecuperables.
Por su parte, el déficit habitacional cuantitativo está definido a partir de tres subcomponentes.
Además del ya señalado de viviendas nuevas para reemplazar las irrecuperables, incluye los
subcomponentes de allegamiento interno y externo, conforme se muestra en la ilustración 3.
El allegamiento externo está conformado por todos los hogares categorizados como secundarios
por compartir la misma vivienda que habita un hogar considerado principal. Para calcularlo, en
el censo y las encuestas de hogares simplemente se suman todos los hogares que, al interior de
una vivienda, tienen como numeración de dos (2) en adelante.
El déficit habitacional en la República Dominicana. Niveles, tendencias y componentes, 2002-2017 17
Ilustración 3. Sub-componentes y variables del déficit cuantitativo
Fuente: Elaborado de MEPyD y ONE (2018).
El allegamiento interno está conformado por los núcleos familiares secundarios que existen al
interior de los hogares y que cuentan con capacidad económica para independizarse del hogar
principal, por lo que son considerados potenciales demandantes de viviendas.
Para calcular el allegamiento interno se identifican y cuentan los siguientes núcleos familiares
secundarios al interior de los hogares:
i) núcleos de hijos/as o hijastros/as no solteros/as, cuando hay por lo menos un nieto:
se cuentan como núcleos el número de hijos/as e hijastros/as;
ii) núcleo de padre/madre: se cuenta un núcleo con la pareja de padre y madre;
iii) núcleo de suegro/a: se cuenta un núcleo con la pareja de suegro y suegra;
iv) núcleos de yernos/nueras: se cuenta un núcleo por cada yerno o nuera y para evitar
duplicaciones, se anula con la presencia de núcleos de hijo/as o hijastros/as;
v) núcleos de otros parientes: se cuenta un núcleo por cada par de hermanos u otros
parientes, con un máximo de cuatro núcleos por hogar;
vi) núcleos de otros no parientes: se cuenta un núcleo por cada par de otros no parientes,
controlando por un máximo dos núcleos por hogar.
Déficit cuantitativo II. Allegamiento externo Hogares secundarios
III. Allegamiento interno
Núcleos familiares secundarios en hogares con allegamiento y baja o
media relación de dependencia
I. Viviendas irrecuperables Viviendas calificadas como irrecuperables en el IGCV
18 El déficit habitacional en la República Dominicana. Niveles, tendencias y componentes, 2002-2017
Finalmente, de estos núcleos secundarios se identifican los que son considerados demandantes
potenciales de vivienda, es decir, los núcleos familiares que habitan en hogares en condiciones
de hacinamiento (personas por dormitorio), con una tasa de hacinamiento mayor que 2.5
personas por dormitorios, en hogares que, a su vez, se encuentran con una tasa de dependencia
económica (total de miembros por personas ocupadas en el hogar) considerada media o baja
(menor que 3).
En resumen, la medición del déficit habitacional se realiza a partir del procedimiento siguiente:
Se calcula el IGCV, a partir de los índices parciales de materialidad de la vivienda (material
principal del piso, del techo y de la pared); del índice de tipo de vivienda (tipo de vivienda que
ocupa el hogar); y del índice de servicios básicos (acceso a agua potable, acceso a servicios
sanitarios y tipo de alumbrado) del hogar. Mediante el IGCV se categorizan las viviendas en: i)
aceptables, ii) recuperables, y iii) irrecuperables.
El déficit cualitativo está conformado por las viviendas categorizadas “recuperables” en el IGCV
y el conjunto de viviendas categorizadas como “irrecuperables” pasan a formar parte del déficit
cuantitativo, el que se completa con la suma de los hogares definidos como “allegados externos”
y los identificados como “allegados internos” que son considerados como potenciales
demandantes de viviendas por sus condiciones de hacinamiento y su nivel de dependencia
económica.
El déficit habitacional total incorpora el conjunto de soluciones habitacionales necesarias
identificadas, sean de tipo cuantitativo o de unidades de viviendas nuevas que hay que disponer
o construir para suplir el déficit en el stock del parque habitacional, como también de tipo
cualitativo, o sea, la necesidad de mejoramientos o reparaciones de viviendas que se encuentran
ocupadas. Esto significa que el déficit habitacional total definido en la metodología oficial de
medición queda establecido como la suma del déficit cualitativo y el déficit cuantitativo, por lo
que para fines de diseño de políticas es necesario diferenciar las necesidades de construcción de
viviendas nuevas y las de mejoramientos.
Por último, es importante señalar que la metodología oficial de medición cumple con
prácticamente el conjunto de seis (6) recomendaciones y buenas prácticas planteadas
recientemente por ONU-HABITAT (2015) para la medición del déficit habitacional, conforme
se puede constatar en el recuadro 1.
El déficit habitacional en la República Dominicana. Niveles, tendencias y componentes, 2002-2017 19
Recuadro 1. Recomendaciones generales de ONU-HABITAT (2015) y buenas prácticas asociadas a la medición del déficit
habitacional y su relación con la metodología oficial de medición de República Dominicana Recomendaciones y buenas prácticas Nivel de cumplimiento
RECOMENDACIÓN 1. Reconocer exhaustivamente las diversas situaciones habitacionales que requieren de atención por parte de la política pública.
Buena práctica 1. Elaborar listados comprehensivos de tipos de situaciones habitacionales que actualmente son atendidas a través de programas e instrumentos de política pública y definir prioridades sociales como paso previo a la medición del déficit habitacional. Buena práctica 2. Disponer de mediciones diferenciadas y ojalá simultáneas del déficit habitacional cuantitativo y cualitativo. Buena práctica 3. Incluir variables medioambientales, territoriales y urbanas en los procesos de medición o en el desarrollo de análisis complementarios a la estimación del déficit habitacional. Buena práctica 4. Desarrollar instrumentos complementarios (como catastros, encuestas especiales u otros) que permitan indagar y aportar información detallada sobre situaciones especiales que no son adecuadamente capturadas en mediciones convencionales del déficit habitacional basadas en información de censos y encuestas (por ejemplo, personas en situación de calle, estudios técnicos sobre deficiencias constructivas y deterioro del parque habitacional, análisis de la accesibilidad a servicios y la calidad del entorno urbano, etc.).
Las buenas prácticas 1 y 2 fueron completamente acogidas. La participación del INVI, organismo rector de la política de vivienda en el país, fue clave para asegurar que los criterios utilizados en la metodología fueran coherentes con los tipos de situaciones habitacionales atendidos por los programas de política pública.
En este punto vale la pena mencionar dos criterios que fueron objeto de debate en la Comisión Interinstitucional que definió la metodología. El primero es sobre el acceso a agua potable, considerada aceptable cuando el hogar tiene agua de la red pública en el patio de la vivienda (dentro de la propiedad), debido a que la política pública, en las viviendas que existen actualmente, se ocupa de poner (instalar) el agua en la casa y la distribución al interior queda bajo la responsabilidad del habitante.
El segundo es sobre el acceso a servicios sanitarios; en la zona rural la letrina privada se considera aceptable debido a que actualmente es una solución implementada por la política pública en viviendas rurales que no tienen ningún tipo de servicio sanitario y disponen los residuos fecales en lugares baldíos, patios, ríos, cañadas, etc.
Para consumar las buenas prácticas 3 y 4 se recomienda que en el proceso de planificación los indicadores de déficit habitacional sean complementados con el análisis de variables medioambientales y con instrumentos adicionales que recojan informaciones sobre situaciones especiales que no son adecuadamente capturadas en las mediciones convencionales del déficit; por ejemplo, el sistema cartográfico digital de ONE, en el que se recogen diversas capas de información con datos medioambientales y de infraestructura a nivel local de mucho valor para aumentar la eficiencia en la implementación de las políticas públicas.
RECOMENDACIÓN 2. Generar mediciones diferenciadas y mutuamente excluyentes del déficit cuantitativo y cualitativo.
Buena práctica 1. Contar con definiciones precisas, mutuamente excluyentes y factibles de operacionalizar (de acuerdo con la información disponible) del déficit cuantitativo y cualitativo de viviendas. Buena práctica 2. Establecer prioridades y estrategias de tratamiento para el análisis de situaciones habitacionales que pueden ser abordadas alternativamente a través de soluciones de mejoramiento, ampliación, nueva vivienda o movilidad habitacional (por ejemplo, viviendas con alto hacinamiento).
Esta recomendación y las dos buenas prácticas que incluye fueron completamente acogidas por la metodología.
RECOMENDACIÓN 3. Evitar doble contabilidad y/o sub-reporte en el desarrollo de las estimaciones.
Buena práctica 1. Implementar filtros consistentes con las definiciones de los diferentes componentes del déficit cuantitativo y cualitativo con objeto de asignar correctamente cada situación habitacional a un solo componente de la medición:
Esta recomendación y la buena práctica que contiene han sido completamente acogidas, incluyendo los dos numerales de sus acápites (a y b).
20 El déficit habitacional en la República Dominicana. Niveles, tendencias y componentes, 2002-2017
Recuadro 1. Recomendaciones generales de ONU-HABITAT (2015) y buenas prácticas asociadas a la medición del déficit
habitacional y su relación con la metodología oficial de medición de República Dominicana Recomendaciones y buenas prácticas Nivel de cumplimiento
(a) En el caso de la medición del déficit cuantitativo de vivienda: identificar separadamente requerimientos de vivienda de hogares y de núcleos familiares (cuando es posible realizar esta distinción). (b) En el caso del déficit cualitativo de vivienda: asociar necesidades de mejora de vivienda solo al hogar o familia que es el principal ocupante del inmueble; asignar a una misma unidad requirente (hogar o familia) las diferentes carencias o necesidades de mejora identificadas simultáneamente en la vivienda (por ejemplo: si existe un problema de saneamiento. RECOMENDACIÓN 4. Refinar el análisis de hogares y núcleos familiares allegados.
Buena práctica 1. Utilizar variables auxiliares que permitan imputar la necesidad de una nueva vivienda solamente a aquellos hogares o familias que presenten una carencia habitacional urgente y que resulten sostenibles como unidades independientes. Buena práctica 2. Incluir preguntas sobre motivos de cohabitación o intención de acceder a vivienda independiente para caracterizar mejor las preferencias y necesidades de hogares y familias secundarias registradas al interior de la vivienda y/o el hogar.
La buena práctica número 1 ha sido acogida completamente. En efecto, en la calificación de los núcleos secundarios como déficit cuantitativo se utiliza un indicador de carencia habitacional urgente (el hacinamiento) y un indicador de su sostenibilidad como unidades independientes (la tasa de dependencia).
La buena práctica número 2 no pudo ser acogida debido a que no se tiene información sobre los motivos de cohabitación o intenciones de acceder a vivienda independiente por parte de los núcleos familiares secundarios del hogar, por lo que queda como recomendación para el próximo censo nacional de población y viviendas de 2020.
RECOMENDACIÓN 5. Incluir el análisis del parque desocupado de viviendas.
Buena práctica 1. Disponer de datos sistemáticos y exhaustivos sobre el parque habitacional desocupado, con objeto de incorporar este aspecto al desarrollo de diagnósticos y a la formulación de políticas.
Esta recomendación y su buena práctica ha sido acogida. Se hicieron estimaciones del parque habitacional desocupado, por lo que dicha información puede ser utilizada en los programas; queda como recomendación para el próximo censo nacional de población y viviendas de 2020 levantar informaciones que permitan ampliar el análisis.
RECOMENDACIÓN 6. Desarrollar sistemas integrados y permanentes de información para el monitoreo y la proyección del déficit habitacional.
Buena práctica 1. Generar mediciones periódicas y con metodologías comparables en una serie histórica de datos en base a distintos registros de información (por ejemplo: censos y encuestas). Buena práctica 2. Homologar (dentro de lo posible) las metodologías de medición utilizadas para el análisis de diferentes instrumentos de información (por ejemplo: mismos criterios y componentes para la medición conforme a censos y encuestas). Buena práctica 3. Complementar las estimaciones del déficit habitacional con el desarrollo de proyecciones que permitan estimar el crecimiento futuro de los hogares y el deterioro previsto del parque habitacional.
Esta recomendación y sus tres buenas prácticas pueden considerarse completamente acogidas, ya que la metodología permite hacer estimaciones con datos censales y con encuestas de hogares, tal como se hizo en el presente estudio. La metodología también genera indicadores que permiten hacer proyecciones.
Fuente: Elaboración propia en base a ONU-HABITAT (2015).
El déficit habitacional en la República Dominicana. Niveles, tendencias y componentes, 2002-2017 21
4. Los datos
La metodología oficial permite obtener estimaciones utilizando cualquier base de datos con
registros de hogares que contenga o permita calcular todas las variables requeridas para la
medición. El proceso de identificación de las fuentes para este estudio implicó la evaluación de
todos los levantamientos de hogares con microdatos disponibles en el país de 2000 en adelante,
lo que implicó la revisión de los cuestionarios, manuales, diseños muestrales y bases de datos.
Con los resultados del análisis se elaboró el recuadro 2, en el que se destacan en color verde las
fuentes de datos que poseen las informaciones necesarias para la medición.
Recuadro 2. Delimitación de las fuentes de datos de hogares con potencial para la medición del déficit habitacional
en la República Dominicana, por año, 2000 a 2018 Año Fuente de datos Comentarios
2000 ENFT abril y octubre 2000 No contiene la variable tenencia de energía eléctrica; faltan categorías en la variable acceso a agua potable (registra solo la conexión a la red pública); en servicio sanitario no se registra si es privado o colectivo.
2001 ENFT abril y octubre 2001 No contiene la variable tenencia de energía eléctrica; faltan categorías en la variable acceso a agua potable (registra solo la conexión a la red pública); en servicio sanitario no se registra si es privado o colectivo.
2002 ENFT abril y octubre 2002 No contiene la variable tenencia de energía eléctrica; faltan categorías en la variable acceso a agua potable (registra solo la conexión a la red pública); en servicio sanitario no se registra si es privado o colectivo.
ENDESA-2002 El acceso a agua potable no es comparable, no registra agua de la red pública en el patio de la vivienda; faltan categorías en relación de parentesco (registra suegros y padres en la misma categoría).
Censo 2002 Tiene todas las variables y requerimientos. 2003 ENFT abril y octubre 2003 No contiene la variable tenencia de energía eléctrica; faltan categorías en la
variable acceso a agua potable (registra solo la conexión a la red pública); en servicio sanitario no se registra si es privado o colectivo.
2004 ENFT abril y octubre 2004 No contiene la variable tenencia de energía eléctrica; faltan categorías en la variable acceso a agua potable (registra solo la conexión a la red pública); en servicio sanitario no se registra si es privado o colectivo.
ENCOVI-2004 El acceso agua potable no es comparable, no registra agua en el patio de la vivienda.
2005 ENFT abril y octubre 2005 No contiene la variable tenencia de energía eléctrica; faltan categorías en la variable acceso a agua potable (registra solo la conexión a la red pública); en servicio sanitario no se registra si es privado o colectivo.
ENHOGAR-2005 No contiene la identificación del hogar; no se recoge la condición laboral. 2006 ENFT abril y octubre 2006 No contiene la variable tenencia de energía eléctrica; faltan categorías en la
variable acceso a agua potable (registra solo la conexión a la red pública); en servicio sanitario no se registra si es privado o colectivo.
ENHOGAR-2006 No contiene la identificación del hogar. 2007 ENFT abril y octubre 2007 No contiene la variable tenencia de energía eléctrica; faltan categorías en la
variable acceso a agua potable (registra solo la conexión a la red pública); en servicio sanitario no se registra si es privado o colectivo.
ENHOGAR-2007 No contiene la identificación del hogar.
22 El déficit habitacional en la República Dominicana. Niveles, tendencias y componentes, 2002-2017
Recuadro 2. Delimitación de las fuentes de datos de hogares con potencial para la medición del déficit habitacional
en la República Dominicana, por año, 2000 a 2018 Año Fuente de datos Comentarios
ENDESA-2007 El acceso a agua potable no es comparable, no registra agua de la red pública en el patio de la vivienda; faltan categorías en relación de parentesco (registra suegros y padres en la misma categoría).
ENIGH 2007/2008 El acceso a agua potable no es comparable, no registra agua de la red pública en el patio de la vivienda.
2008 ENFT abril y octubre 2008 Faltan categorías en la variable acceso a agua potable (registra solo la conexión a la red pública); en servicio sanitario no se registra si es privado o colectivo.
ENHOGAR-2008 La muestra efectiva no tiene cobertura nacional. 2009 ENFT abril y octubre 2009 Faltan categorías en la variable acceso a agua potable (registra solo la conexión
a la red pública); en servicio sanitario no se registra si es privado o colectivo. ENHOGAR-2009/2010 Tiene toda la información requerida.
2010 ENFT abril y octubre 2010 Faltan categorías en la variable acceso a agua potable (registra solo la conexión a la red pública); en servicio sanitario no se registra si es privado o colectivo.
Censo 2010 Tiene todas las variables y requerimientos. 2011 ENFT abril y octubre 2011 Faltan categorías en la variable acceso a agua potable (registra solo la conexión
a la red pública); en servicio sanitario no se registra si es privado o colectivo. ENHOGAR-2011 No contiene la identificación del hogar.
2012 ENFT abril y octubre 2012 Faltan categorías en la variable acceso a agua potable (registra solo la conexión a la red pública); en servicio sanitario no se registra si es privado o colectivo.
ENHOGAR-2012 Faltan categorías en la variable relación de parentesco, no incluye la categoría hijastro/hijo de crianza.
ENI-2012 No recoge la información de vivienda y hogar para toda la población. 2013 ENFT abril y octubre 2013 Faltan categorías en la variable acceso a agua potable (registra solo la conexión
a la red pública); en servicio sanitario no se registra si es privado o colectivo. ENHOGAR-2013 No recoge el tipo de vivienda. ENDESA-2013 No contiene la identificación del hogar en la base de datos, el acceso a agua
potable no es comparable, no registra agua de la red pública en el patio de la vivienda; faltan categorías en relación de parentesco (registra suegros y padres en la misma categoría)
2014 ENFT abril y octubre 2014 Faltan categorías en la variable acceso a agua potable (registra solo conexión a la red pública); en servicio sanitario no registra si es privado o colectivo.
ENHOGAR-2014 No contiene la identificación del hogar, no recoge el tipo de vivienda; no recoge la condición laboral de todas las personas.
ENCFT trimestre 3 y 4 2014 Tiene todas las variables requeridas, pero en 2014 estaba en fase experimental y sufrió cambios conceptuales y operativos.
2015 ENFT abril y octubre 2015 Faltan categorías en la variable acceso a agua potable (registra solo la conexión a la red pública); en servicio sanitario no se registra si es privado o colectivo.
ENHOGAR-2015 Tiene todas las variables y requerimientos. ENCFT 2015 trimestres 1-4 2015
Tiene toda la información requerida, pero en 2015 todavía estaba en fase experimental y sufrió cambios conceptuales y operativos.
2016 ENFT abril y octubre 2016 Faltan categorías en la variable acceso a agua potable (registra solo la conexión a la red pública); en servicio sanitario no se registra si es privado o colectivo.
ENHOGAR-2016 Tiene todas las variables requeridas (la variable tipo de vivienda presenta una frecuencia extremadamente alta en la categoría barracón).
ENCFT trimestres 1-4 2016 Tiene todas las variables y requerimientos. 2017 ENHOGAR-2017 No recoge el tipo de vivienda.
ENCFT trimestres 1-4 2017 Tiene todas las variables y requerimientos. ENI-2017 No recoge la información de vivienda y hogar para toda la población.
2018 ENCFT trimestres 1-2 2018 Tiene todas las variables requeridas; cubre solo los trimestres 1-2. Fuente: Elaboración propia a partir de los cuestionarios, diseños y microdatos de cada fuente de datos.
El déficit habitacional en la República Dominicana. Niveles, tendencias y componentes, 2002-2017 23
De acuerdo con los resultados mostrados en el recuadro 2, del total de levantamientos de hogares
disponibles en el país a partir del año 2000, solo poseen los requerimientos para la medición con
la metodología oficial los censos de 2002 y 2010, la Encuesta Nacional Continua de Fuerza de
Trabajo (ENCFT) de 2016 y 2017 y las ENHOGAR de 2009/10, 2015 y 2016. Estas tres últimas
son parte de la serie de doce (12) ENHOGAR levantadas de 2005 a 2017, de las que nueve (9)
no cumplen con los requisitos; debido a la discontinuidad y a que para esos años se dispone de
otras fuentes, la serie completa de ENHOGAR no fue incluida en las mediciones.
En síntesis, las principales fuentes de datos utilizadas en este trabajo para la estimación del déficit
habitacional con la metodología oficial de medición son los censos de 2002 y 2010. Para obtener
mediciones recientes se utilizan las ENCFT del BCRD, con las que se obtienen estimaciones
para 2016 y 2017 y se hace viable el seguimiento al déficit habitacional a partir de 2018. Las
restantes fuentes de datos nacionales de hogares levantadas en el país desde el año 2000, entre
las que se encuentran nueve (9) de la serie anual de doce (12) ENHOGAR, tres (3) de la
ENDESA (2002, 2007 y 2013) y las treinta y cuatro (34) ENFT levantadas en forma bianual de
2000 a 2016, presentan algunos problemas de sistematicidad y comparabilidad, principalmente
por la ausencia de variables requeridas para la medición del déficit habitacional con la
metodología oficial.
La ENCFT actualmente levantada por el BCRD, pese a que es una encuesta especializada en
mercado laboral, contiene una gran diversidad de temas sociales por lo que puede ser considerada
de propósitos múltiples. Se levanta en forma continua, con cortes muestrales representativos a
nivel de cada uno de los trimestres del año. La ENCFT pasó a reemplazar a la ENFT (cuya serie
terminó con la de octubre de 2016) y comenzó a levantarse en forma paralela a esta última en el
tercer trimestre de 2014. Para 2016 y 2017 se cuenta con ocho (8) ENCFT, cuyos microdatos,
en conjunto con los censos de población y viviendas de 2002 y 2010, conforman la fuente
principal para la medición del déficit habitacional en el presente trabajo.
Por su tamaño, las ENCFT pueden considerarse de muestras relativamente grandes, ya que en
todo el período de análisis cada una de las encuestas trimestrales poseen un número efectivo por
encima de los seis (6) mil hogares y veinte y veinte mil (20,000) personas. Según se puede
apreciar, la muestra conjunta anual (suma de cuatro trimestres), utilizada para las estimaciones
de déficit habitacional, cubre más de veinticinco mil (25,000) hogares y más de ochenta y dos
mil (82,000) personas (ver cuadro 4.1).
24 El déficit habitacional en la República Dominicana. Niveles, tendencias y componentes, 2002-2017
Cuadro 4.1. República Dominicana: Tamaño de la muestra efectiva de hogares y personas de la
Encuesta Nacional Continua de Fuerza de Trabajo, 2014 a 2017
Año Trimestre Hogares Personas 2014 20143 6,717 23,371
20144 6,608 22,983 Total 13,325 46,354
2015 20151 6,610 22,813 20152 6,474 22,160 20153 6,479 22,001 20154 6,497 21,845 Total 26,060 88,819
2016 20161 6,505 21,697 20162 6,697 21,986 20163 6,554 21,564 20164 6,519 21,381 Total 26,275 86,628
2017 20171 6,448 20,992 20172 6,349 20,546 20173 6,439 20,877 20174 6,337 20,428 Total 25,573 82,843
Fuente: Elaboración propia a partir de los microdatos de las ENCFT.
Las ENCFT son completamente probabilísticas, con un diseño muestral estratificado y de
conglomerados en dos etapas, con un traslape parcial de 20% de hogares en dos trimestres
sucesivos. Aunque las encuestas trimestrales fueron diseñadas con representatividad asegurada
en el ámbito de cuatro macro-regiones de desarrollo, juntando los cuatro trimestres de un año
se puede asumir que se consigue un tamaño adecuado para lograr representatividad