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Anuario de Psicología Jurídica, Volumen 13, año 2003. Págs. 61-86 ANUARIO/2003 61 EVALUACIÓN DE LA CREDIBILIDAD MEDIANTE INDICADORES PSICOFISIOLÓGICOS, CONDUCTUALES Y VERBALES CREDIBILITY ASSESSMENT THROUGH PSYCHOPHYSIOLOGICAL, BEHAVIORAL AND VERBAL INDICATORS Juan Jesús Muñoz García* 1 Encarnación Navas Collado** José Luis Graña Gómez** RESUMEN En este trabajo se muestran los indicadores psicofisiológicos, conductuales y verbales asociados a la detección de la verdad y la mentira. La evaluación de la credibilidad mediante indicadores psicofisiológicos se realiza a tra- vés de la técnica del polígrafo. En relación a los indicadores conductuales, se describen los enfoques y los resultados de la aproximación de los canales y de los indicadores dis- cretos. Asimismo, se muestran las principales técnicas verbales: el análisis del contenido de la declaración basado en criterios (CBCA) que forma parte del análisis de la realidad de las declaraciones (SRA) y la teoría del control de la realidad (RM). Finalmente, se valo- ran las aplicaciones prácticas de los resultados. PALABRAS CLAVE: Evaluación de la credibilidad, Indicadores psicofisiológicos, Indica- dores conductuales, Indicadores verbales. ESTUDIOS * Psicólogo del Servicio de Psiaquiría. Hospital General Yagüe de Burgos. ** Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos I. Facultad de Psicología. Uni- versidad Complutense. Madrid. 1 Correspondencia: Juan Jesús Muñoz García. Servicio de Psiquiatría. Hospital Divino Valles. Carretera de Santander, s/n. 09007 Burgos. Teléfono: 947 28 16 41. E-mail: [email protected]

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  • Anuario de Psicología Jurídica, Volumen 13, año 2003. Págs. 61-86

    ANUARIO/2003 61

    EVALUACIÓN DE LA CREDIBILIDAD MEDIANTEINDICADORES PSICOFISIOLÓGICOS,CONDUCTUALES Y VERBALES

    CREDIBILITY ASSESSMENT THROUGHPSYCHOPHYSIOLOGICAL, BEHAVIORAL ANDVERBAL INDICATORS

    Juan Jesús Muñoz García*1Encarnación Navas Collado**

    José Luis Graña Gómez**

    RESUMEN

    En este trabajo se muestran los indicadores psicofisiológicos, conductuales y verbalesasociados a la detección de la verdad y la mentira.

    La evaluación de la credibilidad mediante indicadores psicofisiológicos se realiza a tra-vés de la técnica del polígrafo. En relación a los indicadores conductuales, se describenlos enfoques y los resultados de la aproximación de los canales y de los indicadores dis-cretos. Asimismo, se muestran las principales técnicas verbales: el análisis del contenidode la declaración basado en criterios (CBCA) que forma parte del análisis de la realidadde las declaraciones (SRA) y la teoría del control de la realidad (RM). Finalmente, se valo-ran las aplicaciones prácticas de los resultados.

    PALABRAS CLAVE: Evaluación de la credibilidad, Indicadores psicofisiológicos, Indica-dores conductuales, Indicadores verbales.

    ESTUDIOS

    * Psicólogo del Servicio de Psiaquiría. Hospital General Yagüe de Burgos.** Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos I. Facultad de Psicología. Uni-

    versidad Complutense. Madrid.1 Correspondencia: Juan Jesús Muñoz García. Servicio de Psiquiatría. Hospital Divino Valles. Carretera de

    Santander, s/n. 09007 Burgos. Teléfono: 947 28 16 41. E-mail: [email protected]

  • Evaluación de la credibilidad mediante indicadores psicofisiológicos, conductuales y verbales

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    INTRODUCCIÓN.

    El estudio de la credibilidad en la psi-cología experimental se centra en trestipos de indicadores: psicofisiológicos,no-verbales y verbales.

    Las variables psicofisiológicas delengaño son evaluadas a través del polí-grafo (mal llamado detector de menti-ras). Esta técnica tiene variantes queregistran resultados muy dispares. Lalógica subyacente al polígrafo es la delincremento de la activación autonómicapor parte del sujeto emisor del engaño(Raskin, Kircher, Horowitz y Hontos,1989; Honts y Raskin, 1988; Lykken,1959, 1960, 1981; Reali, 1978, citado

    en Forman y McCauley; Reid, 1947, cita-do en Reid e Inbau, 1977).

    El segundo tipo de factores tratadosen este trabajo son los correlatos no-ver-bales (conductuales) de la mentira. Losíndices conductuales se han estudiadodesde dos aproximaciones bien diferen-ciadas: 1) la de los indicadores discretos(Buller y Burgoon, 1996; Miller y Burgo-on, 1982; Zuckerman, DePaulo y Rosent-hal, 1981) y 2) la aproximación de loscanales (Ekman y Friesen, 1969, 1974;Maier y Thurber, 1968).

    Finalmente, para la detección delengaño también se han analizado losaspectos verbales, distinguiéndose dos

    ABSTRACT

    This paper describes psycho-physiological, behavioural and verbal indicators associa-ted with detection of truthfulness and deceitfulness. Credibility assessment through psy-cho-physiological indicators was carried out by means of the polygraph technique. Con-cerning the behavioural indicators, results of channel approach and specific indicatorsare described. Likewise, the main verbal techniques are described: criterion-based con-tent analysis (CBCA), which is part of the statement reality assessment (SRA) and the rea-lity monitoring approach (RM). Finally, practical applications of research findings are dis-cussed.

    KEY WORDS: Credibility Assessment, Psycho-physiological Indicators, BehaviouralIndicators, Verbal Indicators.

  • variantes: 1) el Análisis del Contenido dela Declaración Basado en Criterios (Crite-ria-Based Content Análisis –CBCA-) (Ste-ller, 1989), que formaría parte del Análi-sis de la Realidad / Validez de las Declara-ciones (Statement Reality / ValidityAssesment - SRA o SVA-) (Undeutsch,1957, 1967, 1982, 1983, 1984, citadosen Undeutsch, 1989) y 2) la aplicaciónde la Teoría del Control de la Realidad(Reality Monitoring -RM-) (Johnson yRaye, 1981). El SVA fue creado para laevaluación de la credibilidad de los testi-monios de niños que declaraban habersido objeto de abuso sexual. La aproxi-mación RM muestra como los recuerdosde acontecimientos percibidos estánprovistos de mayores detalles sensorialesy contextuales que los acontecimientosimaginados, donde predominaría lainformación referida a operaciones cog-nitivas.

    En resumen, se presenta una revisiónde las investigaciones que tienen encuenta los indicadores psicofisiológicos,conductuales y verbales de la credibili-dad, así como los resultados obtenidoscon los mismos. Finalmente, se recogenlas principales conclusiones del trabajoefectuado.

    INDICADORES PSICOFISIOLÓGICOSDE CREDIBILIDAD

    Perspectivas teóricas en laevaluación de la credibilidadmediante indicadorespsicofisiológicos

    El estudio de los cambios fisiológicosasociados a la evaluación de la credibili-dad se vincula al uso del polígrafo. Setrata de un aparato de medida quemuestra registros escritos o a través de la

    pantalla de un ordenador de componen-tes de la actividad vegetativa (tasa car-diaca, presión sanguínea, respiración yrespuesta psicogalvánica). Entre los dife-rentes índices que pueden emplearse losmás típicos son: la tasa cardíaca, la tasarespiratoria y la respuesta psicogalváni-ca; pudiendo emplearse muchos más(Robinson, 1996). El polígrafo es un apa-rato usado en muchas áreas de la cienciacomo son la medicina, la investigaciónpsicológica, etc., es decir, aquellos cam-pos en los que interesa medir la actividadfisiológica de los individuos (Bull, 1988;Robinson 1996).

    El procedimiento básico comienza conuna entrevista en la que se intentanobtener datos biográficos relevantesacerca de los individuos que son objetode investigación. Tras esta fase inicial elsujeto es sometido a cuestiones másrelevantes en las que tiene una alternati-va de respuesta dicotómica, ya sea “Sí”o “No” (Bull, 1988).

    Las dos variantes del polígrafo másutilizadas en criminología son: a) el Testde Preguntas Control –CQT- y b) el Testde Conocimiento Culpante –GKT- (Lyk-ken, 1959, 1960, 1981). Ambas técnicasrecogen los índices anteriormente cita-dos aunque registran diferencias. Tantoel CQT, desarrollado por Reid en 1947(citado en Reid e Inbau, 1977), como elGKT (Lykken, 1959, 1960, 1981) difierenen el tipo de preguntas utilizadas y en lanaturaleza de las tareas de investigacióndebido a la implicación y el tipo de infor-mación que el investigador busca (Bas-hore y Rapp, 1993; Iacono y Lykken,1997; Rosenfeld, 1995). Otras variantesson c) el Test del Control Relevante –RCT-(Lykken, 1981) y d) el Test del ControlPositivo –PCT- (Forman y McCauley,1986). Particularmente interesante resul-

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  • ta el PCT, ya que podría ser superior bajodeterminadas condiciones al GKT y alCQT (Forman y McCauley, 1986). Final-mente, y como técnica paliativa de losproblemas originados por el CQT, se hapropuesto el e) Test de la Mentira Dirigi-da –DLT- (Raskin et al., 1989; Honts yRaskin, 1988):

    A) El CQT (Raskin, 1979, 1982, 1986;Reid e Inbau, 1977) consiste en la com-paración de las respuestas fisiológicasprovocadas por preguntas relevantespara el caso tratado con las respuestasgeneradas por las llamadas preguntascontrol. Una persona inocente presentamayor amplitud de la respuesta fisiológi-ca en las preguntas control en compara-ción con las relevantes, mientras que elculpable generará una mayor activaciónante las preguntas relevantes. Esta es latécnica más utilizada para la evaluaciónde la credibilidad en la investigación cri-minal (Raskin, 1986).

    B) En el GKT (Lykken, 1959, 1960,1981) hay una serie de preguntas segui-das de varias alternativas. Así, por ejem-plo, en el caso de un asesinato se podríaindagar preguntado uno a uno por losposibles instrumentos utilizados a la horade cometer el delito. El examinador reali-zaría una pausa tras efectuar cada pre-gunta. Cuando la respuesta fisiológicamás amplia coincida con la alternativamanejada como correcta se puede sos-pechar que el sujeto está mintiendo oque es culpable. Como puede apreciar-se, el GKT introduce variaciones con res-pecto al CQT en su estructura y en lospresupuestos en que se basa (Bashore yRapp, 1993).

    C) El RCT (Lykken, 1981) es utilizadoen situaciones de corte industrial y con-siste en la aplicación de preguntas rele-

    vantes e irrelevantes. La mentira sedetecta mediante la respuesta fisiológicamás elevada al mentir ante preguntasrelevantes.

    D) El PCT se basa en la comparaciónde las respuestas emitidas por el indivi-duo bajo dos condiciones posibles. Porun lado se le induce a mentir mientrasque, por el otro, se le dice que no mien-ta. Es decir, el sujeto emite deliberada-mente una “mentira” y después la hipo-tética verdad. Esta variante tiene menosen cuenta la detección de la verdad queel CQT y, sin embargo, da más importan-cia a la detección de la mentira que elGKT. Raskin et al., (1989) señalan que elCQT disminuye la efectividad de susresultados debido a la influencia conta-minadora que ejercería la dificultad deadministración, el nivel de sensibilidadpsicológica, la sofisticación y el necesarionivel del examinador; condiciones sin lascuales no se pueden obtener resultadoscon una seguridad aceptable. Además,las preguntas control pueden resultardemasiado personales y ofensivas paralos sujetos. También podría darse el casode sujetos que se negasen a contestardebido a que consideren prioritario elhablar del comportamiento criminal, noatendiendo a la función de las preguntascontrol.

    E) En el DLT se indica al sujeto quediga “No” ante una pregunta que debegenerar una respuesta positiva. Un ejem-plo sería el preguntarle a una persona siha mentido alguna vez, sabiendo que lapráctica totalidad de las personas hanmentido en alguna ocasión. Posterior-mente se compara la respuesta a estapregunta con la respuesta a la preguntarelevante para el caso o delito tratado.

    Podría considerarse que las técnicas

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  • poligráficas difieren principalmente en eltipo de preguntas que se realizan al suje-to para detectar las variables fisiológicasque se suponen correlatos de la mentira(ver Tabla 1).

    Antes de exponer los resultados obte-nidos con el polígrafo no hay que olvidarotras medidas que han sido asociadas afactores fisiológicos. En este sentido, sehan utilizado diferentes sustancias psico-

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    Tabla 1. Secuencia de preguntas en las principales técnicas poligráficas (adaptado ymodificado de Lykken, 1981; Raskin, 1986; Raskin et al. 1989)

    TÉCNICA POLIGRAFICA PREGUNTAS

    Test de Preguntas Control –CQT- ¿Comprende usted que sólo le voy a preguntar acercade las cuestiones que hemos discutido? “Sí”

    Con respecto al robo del anillo, ¿va a intentar contes-tar de forma verdadera a las preguntas? “Sí”Pregunta no relevante: ¿Vive usted en los Estados Uni-dos? “Sí”P. Control: Durante los últimos 20 años de su vida, ¿hacogido algo que no le pertenecía? “No”P. relevante: ¿Tomó usted el anillo? “No”

    Test de Conocimiento Culpante Si usted hubiese estado en la escena del crimen, –GKT- Sr. Simpson, sabría lo que Nicole llevaba puesto.

    ¿Llevaba un traje de baño verde?¿Un traje de noche negro?¿Una equipación blanca de tenis?¿Una blusa roja?¿Un albornoz azul?¿Camisa de manga corta y vaqueros?

    Test del Control Positivo –PCT- Se indica al sujeto que mienta deliberadamente en elCQT, comparando las respuestas a las mismas pregun-tas diciendo la verdad:Diga una mentira: ¿Robó usted el estanco?Diga una verdad: ¿Robó usted el estanco?

    Test de la Mentira Dirigida –DLT- ¿Comprende usted que sólo le voy a preguntar acercade las cuestiones que hemos discutido? “Sí”

    Con respecto al robo del anillo, ¿va a intentar contes-tar de forma verdadera a las preguntas? “Sí”P. no relevante: ¿Vive usted en los Estados Unidos?“Sí”Mentira dirigida: Durante los últimos 20 años de suvida, ¿ha mentido alguna vez? “No”.P. relevante: ¿Tomó usted el anillo? “No”

  • activas e incluso la hipnosis, si bien losresultados son blanco de múltiples críti-cas (Manzanero y Diges, 1993).

    Resultados en la evaluación de lacredibilidad mediante indicadoresfisiológicos

    Los resultados con esta técnica han deestar sujetos a cierta dosis de incertidum-bre debido a que las respuestas evalua-das son componentes del arousal auto-nómico (fácilmente modificable por estí-mulos externos e internos). No obstante,son numerosos los estudios que intentanmostrar el grado de acierto o de seguri-dad con el polígrafo.

    En este sentido, pese a que los por-centajes de acierto son elevados apare-cen falsos positivos (atribuir culpabilidada una persona inocente) y falsos negati-vos (atribuyéndose inocencia a una per-sona culpable). Los porcentajes de falsospositivos suelen ser superiores a los defalsos negativos (ver Tabla 2).

    La Oficina de Evaluación Tecnológica(OTA) americana realiza una revisión demúltiples estudios con la técnica del CQTencontrando mayor número de falsos

    positivos que de falsos negativos. Losporcentajes encontrados se hallabanentre un 20% y un 10% respectivamen-te en los estudios de campo (Office ofTechnology Assessment, 1983). En losestudios de laboratorio también aparecela diferencia aunque atenuándose hastaporcentajes de un 7% para los falsospositivos y un 3% para los falsos negati-vos. Aunque se ha llegado a hablar deuna eficacia del 90% en el CQT cuandolo aplican examinadores experimenta-dos, el DLT parece mostrarse en la inves-tigación experimental y en los estudiosde campo al menos igual de útil. Comocomplemento se añade la posibilidad dereducir los falsos positivos así como unamayor facilidad de administración yestandarización de la prueba, por lo queresulta una técnica de indudable atracti-vo en criminología (Raskin et al., 1989).Frente a esta presumible preferencia atenor de los datos por el DLT, los resulta-dos del CQT son mejorables mediante sucombinación con el PCT consiguiendoniveles muy elevados de acierto (Formany McCauley, 1986).

    Más recientemente, Iacono y Lykken(1997) muestran la aprobación de lacomunidad científica (representada porlos miembros de la Sociedad para la

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    Tabla 2. Evaluación de la credibilidad mediante el CQT

    ESTUDIO SITUACION NUMERO DE SUJETOS SEGURIDAD PORCENTAJE DE PORCENTAJE DEDEL SUJETO CULPABLES CLASIFICADO DE INOCENTES

    COMO INOCENTES CULPABLES

    (FALSOS NEGATIVOS) (FALSOS POSITIVOS)

    Barland Culpable 26 88.5 11.5 28.6y Raskin (1975) Inocente 21 71.4

    Raskin (1986) Culpable 21 100.00 0 8.7Inocente 23 91.3

  • Investigación Fisiológica y la Asociaciónde Psicología Americana) hacia el usodel polígrafo, considerándolo una técni-ca de utilidad cuando se cuenta conotra información relevante, o de escasopeso si no se dispone de esa informa-ción útil. Aunque los miembros deambas organizaciones muestran ciertasdudas acerca de la validez del CQT, lasopiniones son muy distintas con respec-to al GKT. Alrededor de las tres cuartaspartes de los científicos tendrían unaalta consideración de esta variante inci-diendo en su utilización en aquellos crí-menes reales en que no se dispone deinformación adicional.

    A tenor de lo expuesto hasta ahora, latécnica que parece mostrarse más inse-

    gura es el CQT. Sus defensores han igno-rado en múltiples ocasiones el altonúmero de falsos positivos (Bashore yRapp, 1993). Incluso la atención denumerosos investigadores, exceptuandoalgunos (p. e.: Barland y Raskin, 1975,Horvath, 1977), ha estado centrada en laeliminación de los falsos negativos. Esteinterés podría deberse a la aceptación dela alta incidencia de falsos positivos (Bas-

    hore y Rapp, 1993). En este sentido,resulta llamativo el dato de Horvath(1977) que encuentra aproximadamenteun 50 % de inocentes clasificados comoculpables. Forman y McCauley (1986)comparan el CQT, el GKT y el PCT encon-trando la ya citada superioridad de losjuicios al combinar el PCT y el CQT conrespecto a la utilización por separado delCQT, el GKT y el PCT. El porcentaje deseguridad promedio sería de un 80%distribuyéndose en un porcentaje deacierto del 100% en la identificación delengaño y del 60% al señalar la verdadsiempre que la aplicación sea realizadapor personal experimentado. Además, elPCT y el GKT tendrían la misma efectivi-dad aproximadamente siendo superior ala del CQT (ver Tabla 3).

    La técnica poligráfica ha sido inves-tigada principalmente en estudios delaboratorio por lo que se debería sercauto a la hora de generalizar losresultados al campo práctico (Lykken,1981). La base de esta afirmaciónradica en la influencia contaminadorade la ansiedad en la detección de lacredibilidad mediante técnicas fisioló-gicas.

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    Tabla 3. Porcentaje de efectividad de las diferentes técnicas poligráficas (adaptadode Forman y McCauley, 1986)

    ENUNCIADOS FALSOS ENUNCIADOS VERDADEROS PORCENTAJE DE(N=22) (N=16) SEGURIDAD TOTAL

    PCT 68 77 73

    CQT 82 47 65

    GKT 45 100 73

    PCT+CQT 100 60 80

  • Además de la relación entre el arousalautonómico y la emisión de mentiras,otro elemento modulador de los resulta-dos del polígrafo podrían ser las diferen-tes estrategias que emplean los indivi-duos sometidos a examen (Gudjonsson,1988). Los sujetos podrían actuar:

    – Disminuyendo la respuesta fisioló-gica ante preguntas relevantes: los suje-tos pueden intentar suprimir su respues-ta fisiológica minimizando la diferenciaentre la respuesta dada a las preguntascontrol y la emitida ante las preguntasrelevantes.

    – Aumentando la respuesta fisiológi-ca a preguntas control: el aumentointencionado de la respuesta ante laspreguntas control disminuye notable-mente el poder de discriminación de laspreguntas relevantes.

    -– Disminuyendo la reactividad fisio-lógica: reduciendo el nivel de ansiedad(p. e.: tomando drogas) para así hacermás difícil al examinador diferenciarentre respuestas a preguntas relevantes yrespuestas a preguntas control.

    Aunque las tres posibilidades son rela-tivamente fáciles de emplear, la másefectiva parece ser el aumento de la res-puesta fisiológica ante las preguntascontrol.

    Dado que el reconocimiento de losdetalles críticos relativos a las circunstan-cias que rodean al acto criminal es unelemento clave para detectar la culpabili-dad, las medidas psicofisiológicas queconstituyen una manifestación másdirecta de los procesos neurocognitivosdotarán de una mayor información conrespecto a las medidas periféricas (Bas-hore y Rapp, 1993). Este motivo ha lleva-

    do a que en la última década se investi-gue acerca de índices fisiológicos másseguros para aumentar la validez de laspruebas poligráficas. El componente N-400 de los potenciales evocados pareceestar provocado por palabras que indi-can falsedad (Bashore y Rapp, 1993;Boaz et al., 1991). El P-300 tiene lugarcuando alguien se enfrenta a algo relati-vamente raro o sin significado (Bashore yRapp, 1993; Rosenfeld, 1995). Portanto, ambos procedimientos sólo sonaplicables en sujetos que tienen conoci-miento acerca de un hipotético crimen,es decir, en el GKT. Las conclusiones sitú-an a los potenciales evocados como elmétodo de evaluación más exacto de lamedida autonómica. Sin embargo, sehan criticado estos resultados argumen-tando que no es tanto mayor la precisiónde los potenciales evocados, sino quesimplemente hay preferencia por estetipo de medida frente a los componentesdel arousal autonómico (Rosenfeld,1995).

    Los críticos del polígrafo han conside-rado que el elevado número de falsospositivos encontrado en diversos estu-dios sitúa a la prueba al nivel de un ins-trumento tan científico como la decisiónbíblica del Rey Salomón (Kleinmuntz ySzucko, 1984); así como carente deestandarización e internamente inconsis-tente (Blinkhorn, 1988). Otra crítica aña-dida es que aunque el polígrafo puederegistrar emociones negativas y positivasque serían susceptibles de producir cam-bios fisiológicos, no tendría porqué refle-jar intentos de engaño (Kleinmuntz ySzucko, 1984). En cualquier caso, lo quesí queda claro es la recomendable obser-vación de la conducta del sujeto median-te el examen poligráfico. En este sentido,se señala la conveniencia de obtenerinformación del polígrafo junto a infor-

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  • mación comportamental durante el inte-rrogatorio en pos de aumentar la efecti-vidad de la evaluación (Ginton et al,1982).

    Para concluir, la opinión más correctacon respecto al polígrafo parece seraquella que sugiere una relativa utilidaddel mismo supeditada a la utilizaciónconjunta con otro tipo de informaciónsin la cual disminuye notablemente sueficacia (Bashore y Rapp, 1993; Boaz etal., 1991; Ginton, Daie, Elaad y Ben-Shakhar, 1982). Esta opinión parece serla más adecuada, no siendo adecuado eluso individual del polígrafo (Manzaneroy Diges, 1993).

    INDICADORES CONDUCTUALESDE CREDIBILIDAD

    Perspectivas teóricas en laevaluación de la credibilidadmediante indicadores conductuales

    Los indicadores conductuales com-prenden no sólo los correlatos no-verba-les del engaño sino también aspectosverbales (Masip y Garrido, 2000). Estosautores señalan dos corrientes de investi-gación bien diferenciadas en el estudiode la credibilidad al realizar una revisióndetallada. Por un lado estaría la aproxi-mación de los indicadores discretos(Buller y Burgoon, 1996; Miller y Burgo-on, 1982; Zuckerman, et al., 1981) y, porel otro, la aproximación de los canales(Ekman y Friesen, 1969, 1974; Maier yThurber, 1968) (ver Tabla 4).

    La perspectiva de los canales se centraen la evaluación de la credibilidad que serealiza tras tener acceso a distintos cana-les de información. El ejemplo típico sonlas investigaciones del equipo de Ekman

    y el desarrollo del Sistema de Codifica-ción de la Acción Facial (Facial ActionCoding System –FACS-) (Ekman y Frie-sen, 1978). Por otra parte, la perspectivade los indicadores discretos se centraríaen delimitar conductas típicas del actode mentir junto a conductas asociadas adecir la verdad. Eso sí, como señalanBecerra, Sánchez y Carrera (1989),ambos enfoques corresponden a unavisión elementarista de los indicadoresde la mentira. Maier y Thurber (1968)examinan la hipótesis de la utilización dela información, es decir, el considerarque a más información hay más preci-sión en los juicios de credibilidad. Estahipótesis no ha podido ser confirmadaempíricamente, surgiendo la hipótesis dela distracción, en la que determinadoscanales podrían distraer la capacidad deevaluar la credibilidad del receptor.

    En relación a la aproximación de losindicadores discretos Zuckerman et al.(1981) proponen el modelo tetrafactorialde la evaluación de la credibilidad. Laemisión de mentiras desencadenaría unincremento en la activación, determina-das emociones, sobrecarga cognitiva ymotivación con el fin de controlar la con-ducta emitida para parecer honesto.Otra vertiente es la teoría del engañointerpersonal que sitúa a la mentiracomo un tipo de comunicación estratégi-ca (Buller y Burgoon, 1996). No sólohabría que prestar atención a determina-das conductas involuntarias para detec-tar el engaño, sino también a aquellasconductas que el sujeto utiliza con el finde falsear sus testimonios.

    El hecho de no poder confirmar lahipótesis de la utilización de la informa-ción es explicable desde la perspectiva dela hipótesis de la sobrecarga informacio-nal (Masip y Garrido, 2000). Se conside-

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  • ra que hay una disminución del procesa-miento de claves verbales debido a lasobrecarga de nuestro sistema cognitivo.En este sentido, no resultan extrañosresultados como los de Miller y Burgoon(1982), quienes encuentran evidencia afavor de un mayor éxito de los sujetos enla evaluación de la credibilidad cuandodisponen de una mínima cantidad deinformación, es decir, el contenido de ladeclaración y no otros aspectos sería loprincipal para la detección de la mentira.La consecuencia de la sobrecarga derivaen una preferencia del sujeto por el siste-ma visual (DePaulo y Rosenthal, 1979;Ekman, Friesen, O´Sullivan y Scherer,1980). Sin embargo, según la hipótesisde la familiaridad situacional habría queexplicar la preferencia por el canal visualvinculándola a situaciones poco familia-res, y sustituirla por claves verbales en

    aquellas situaciones que sean familiares(Stiff et al., 1989). Dentro de los estudiosque dan preferencia al canal visual desta-can las investigaciones de Ekman(Ekman, 1981, 1985, 1994; Ekman yFriesen, 1969, 1974; Ekman et al., 1980;Ekman Friesen y Scherer, 1976; Ekman yO´Sullivan, 1989) en la llamada hipótesisdel filtraje. Se tiene en cuenta la capaci-dad de detectar la información que lapersona intenta ocultar al mentir y notanto la detección directa de la mentira(Ekman y Friesen, 1969, 1974).

    Resultados en la evaluación de lacredibilidad mediante indicadoresconductuales.

    La evidencia empírica no indica la exis-tencia de un indicador no-verbal que

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    Evaluación de la credibilidad mediante indicadores psicofisiológicos, conductuales y verbales

    Tabla 4. Perspectivas teóricas en la evaluación de la credibilidad medianteindicadores conductuales (adaptado de Masip y Garrido, 2000)

    • Hipótesis de la utilización de la informa-ción, hipótesis de la distracción (Maier yThurber, 1968) e hipótesis de la sobre-carga informacional (Miller, Bauchner,Hocking, Fontes, Kaminski et al., 1981).

    APROXIMACION DE LOS CANALES• Hipótesis de la familiaridad situacional

    (Stiff y Miller, 1986; Stiff et al., 1989;Garlick et al, 1989).

    • Hipótesis del filtraje (Ekman y Friesen,1969).

    • Modelo tetrafactorial de Zuckerman etal. (1981): arousal, filtración de emocio-nes, sobrecarga cognitiva y control.

    APROXIMACION DE LOS INDICADORES DISCRETOS• Perspectiva de la comunicación estratégi-

    ca de Miller y Burgoon (1996).

  • constituya, ya sea solo o combinado conotros factores, un indicador infalible dela falsedad del mensaje de una persona(Masip y Garrido, 2000). Las investiga-ciones pioneras de Ekman y Friesen(1969, 1974), Zuckerman et al. (1981) y,en definitiva, las de todos los teóricos delas vertientes de los canales y los indica-dores discretos consideran que el proble-ma a resolver es la percepción de deter-minados indicadores aislados de la men-tira por parte de los receptores del men-saje falso. Sin embargo, la investigaciónempírica sugiere la existencia de unpatrón general expresivo en el emisor delengaño (Becerra y Sánchez, 1989; Bece-rra et al., 1989). Dicho patrón sería per-ceptible debido a un cambio global enlos patrones expresivos del sujeto menti-roso, comparando su conducta con laque muestra al decir la verdad. No obs-tante, y teniendo en cuenta la posibleexistencia de ese patrón expresivo sehace necesaria la exposición, aunque seade forma somera, de los indicadoresconductuales más relevantes.

    La perspectiva de los canales

    Ekman y Friesen (1969) parten de lanecesidad del mentiroso de ocultar susemociones y actitudes distinguiendocuatro dimensiones de las conductasdeshonestas: la saliencia del engaño, laapuesta por el éxito, el equilibrio depapeles y el alcance del antagonismoentre el que engaña y el engañado conrespecto al mantenimiento de la menti-ra. El diseño experimental prototípico deestos autores consiste en presentar a lossujetos unas imágenes agradables envídeo pidiéndoles, en una primera entre-vista, que las describan francamente.Posteriormente, en una segunda fase,visionan imágenes desagradables

    teniendo que simular sentimientos pla-centeros. Mediante este diseño com-prueban las cuatro dimensiones:

    • Saliencia del engaño: se dan ins-trucciones al receptor y al emisor de queen una de las situaciones se va a realizarun engaño.

    • Apuesta por el éxito: se dice al emi-sor que tiene la posibilidad de recibirbeneficios en su carrera profesional sitiene éxito al emitir mentiras.

    • Equilibrio de papeles: se alcanzadiciendo al emisor que parte de su tareasirve para detectar la forma en que elreceptor está siendo engañado.

    • Antagonismo mentiroso/engaña-do: se logra mediante la aportación deinformación al emisor y al receptor delintento de engaño del primero hacia elúltimo.

    La necesidad que tienen las personasde ocultar la mentira lleva a Ekman yFriesen (1969, 1974) desde su hipótesisdel filtraje a separar la detección delengaño de la detección del filtraje.Ahora bien, ya sea en la detección de lamentira o en la del filtraje hay que evitarincurrir en dos errores importantes. Así,el inferir que un sujeto miente a travésde indicadores discretos sin tener encuenta conductas previas del sujeto (p.e.: moverse en demasía al emitir lasupuesta mentira cuando realmentesiempre se muestra inquieto) puede lle-varnos al denominado por Ekman (1992)riesgo de Brokaw. Se hace necesariomejorar la precisión de los evaluadoresde la credibilidad mediante el acceso amuestras de conducta honesta previa-mente a la prueba de veracidad (Becerray Sánchez, 1989; Becerra et al. 1989;

    ANUARIO/2003 71

    Juan Jesús Muñoz García, Encarnación Navas Collado, José Luis Graña Gómez

  • DePaulo y Rosenthal, 1979; Ekman yFriesen, 1974; Zuckerman, Koestner yAlton, 1984a, 1984b). Ekman (1989,1992) señala otro posible error en la eva-luación de la credibilidad al que denomi-na error de Otelo. Consiste en la posibili-dad de que ciertas señales conductualesse derivan de determinados procesos psi-cológicos que se asocian a la mentira, sineliminar la posibilidad de que se deban aotras causas, o viceversa; es decir, consi-derar que determinados procesos psico-lógicos son consecuencia de factorescomo el engaño y no de otras causas.

    Ekman y Friesen (1969) señalan al ros-tro como la parte más controlable delcuerpo considerando que es el mejoraliado de la conducta deshonesta. Lasposibilidades comunicativas del rostrosuperan con creces a las de las manos,piernas, etc..., influyendo la retroinfor-mación externa en la capacidad de trans-misión de los mensajes y confirmándoseel rostro como un buen simulador delengaño frente al delator resto del cuer-po. Habría una serie de (micro) expresio-nes faciales que escaparían al controlvoluntario reveladoras de la auténticaemoción que siente una persona queestá engañando.

    La capacidad de las personas para con-trolar las respuestas que emiten se apoyaen una serie de conexiones automáticasentre las emociones y los comportamien-tos no-verbales que no aparecerían entrelos comportamientos verbales y la emo-ción (Ekman 1985, 1989). Además, elintento de controlar los comportamientosno verbales al mentir activaría el vínculocon las emociones derivando en un lapsustemporal significativamente más durade-ro en comparación con el que tendríalugar al utilizar palabras. Kalbfleisch(1985, citado en Kalbleisch, 1992), en pos

    de avalar los postulados de Ekman a favorde la capacidad del rostro de ocultar lamentira, realiza un meta-análisis conclu-yendo que hay mayor precisión en ladetección de las mentiras cuando elreceptor tiene acceso al cuerpo, seguidadel cuerpo y rostro y, finalmente, del ros-tro por sí solo.

    Además del incremento temporal, elemisor no sabe exactamente la interpre-tación que dan los receptores de susexpresiones faciales y/o su tono de voz.Por este motivo no puede cambiar sucomportamiento (supuestamente dela-tor) incluso teniendo acceso a informa-ción visual acerca de su conducta (Holz-man, Rousey y Snyder, 1966).

    Ekman y Friesen (1978) desarrollan elFACS, que consiste en una clasificaciónde los movimientos faciales atendiendo a44 unidades de acción. Permite la valora-ción de la intensidad de los movimientosmusculares, la lateralidad de las expre-siones, la localización temporal y elmomento álgido y de menor nitidez de laexpresión facial. La creación de este sis-tema es útil debido a que los receptorestienden a atender mayormente a lasexpresiones faciales (Ekman y Friesen,1969, 1974; Ekman et al. 1980). Comoejemplo de la aplicación del FACS sepuede citar un estudio de Ekman, Frie-sen, y O´Sullivan (1988) acerca de losdiferentes tipos de sonrisa. Tras aplicar elEMFACS (versión abreviada del FACS) seencuentra un mayor número de sonrisasDuchenne o Sonrisas D (expresión autén-tica de alegría) en emisores honestos desentimientos positivos frente a los des-honestos, ocurriendo lo contrario conrespecto a la frecuencia de sonrisas deenmascaramiento o filtrantes. Éstas últi-mas, junto a las sonrisas simuladas, difie-ren notablemente de la sonrisa D (Ekman

    72 ANUARIO/2003

    Evaluación de la credibilidad mediante indicadores psicofisiológicos, conductuales y verbales

  • y Friesen, 1982). Las enmascaradasimplicarían el movimiento del músculoorbital ocular (de movimiento involunta-rio), serían apreciables en la parte supe-rior de la cara, habría presión de loslabios, etc..., mientras que las simuladasno registran movimientos del músculoorbital ocular, son demasiado prontas otardías, de difícil extinción, etc.

    La otra vertiente de la aproximaciónde los canales es la de Maier y Thurber(1968), quienes examinan la llamadahipótesis de la utilización de la informa-ción. La precisión de un juicio se incre-mentará de acuerdo con el aumento dela información a la que se tiene accesopara la emisión del mismo, es decir, laredundancia informacional facilitará laprecisión en la evaluación de la credibili-dad. Sin embargo, los resultados experi-mentales no confirman dicha hipótesis.El tener acceso a información visual yauditiva conlleva menos precisión queacceder simplemente a información ver-bal. Debido a estos resultados se propo-ne la hipótesis de la distracción, que con-sidera el efecto distractor de los factoresvocales y verbales para los receptores,dando un papel secundario a la informa-ción visual.

    Finalmente, es necesario citar lasimportantes aplicaciones prácticas en lapsicología legal y forense de la investiga-ción de Ekman. Su trabajo ha contadocon las medidas más precisas posibles dela expresión facial (1978), el movimientodel cuerpo (1969) y la voz (Ekman,1989). Así, se han hallado porcentajes entorno al 80% de seguridad en la detec-ción de mentiras atendiendo a las microexpresiones faciales (Frank y Ekman,1997) u observando las sonrisas y el tonode voz (Ekman, O´Sullivan, Friesen yScherer, 1991).

    La perspectiva de los indicadoresdiscretos

    Zuckerman et al. (1981) señalan losprocesos psicológicos implicados en elacto de mentir, a saber, incremento de laactivación, una serie de emociones espe-cíficas (culpa por engañar, miedo al des-cubrimiento de la mentira, placer porlograr el engaño), una sobrecarga cogni-tiva y una intensa motivación con el pro-pósito de ocultar la intención de enga-ñar.

    En relación a la motivación para ocul-tar el engaño se ha evidenciado que losmentirosos necesitan esconder el hechode estar contando una mentira y, ade-más, necesitan esconder las emociones oactitudes por las cuales están mintiendo(Ekman y Friesen, 1969; DePaulo yRosenthal, 1979; DePaulo, Lanier yDavis, 1983; DePaulo y Kirkendol, 1989).Así, DePaulo y Rosenthal (1979) sugierena un grupo de sujetos que describan deforma sincera a gente que les gusta asícomo a gente que les disgusta para des-pués, en una segunda fase, pedirles quedescriban deshonestamente a esas mis-mas personas. Los resultados mostrabanque los receptores consideraban a losemisores menos mentirosos cuandodecían la verdad describiendo gente queverdaderamente les gustaba o disgusta-ba frente a cuando mentían sobre eltema (ver Tabla 5).

    DePaulo et al. (1983) encuentran quelos emisores altamente motivados paramentir exitosamente tienen más facili-dad para controlar las claves verbales desu discurso y más dificultad para con-trolar los contenidos no-verbales encomparación con los emisores menosmotivados. En este sentido, podríadecirse que las mentiras planificadas no

    ANUARIO/2003 73

    Juan Jesús Muñoz García, Encarnación Navas Collado, José Luis Graña Gómez

  • son ni más ni menos detectables que lasno planeadas.

    Otras variables que pueden actuarcomo indicadores discretos del engañoestán vinculadas al género. El que elreceptor sea hombre o mujer va a jugarun papel fundamental a la hora dedetectar la mentira (Maier y Lavrakas,1976). Rosenthal y DePaulo (1979) seña-lan la superior capacidad de las mujerescon respecto a los hombres de apreciarla deshonestidad. Sin embargo, lasmujeres pierden notablemente su venta-ja en la descodificación de claves visualesdel engaño cuando las muestras de con-ducta son demasiado breves. Además,cuando las claves visuales son más ambi-guas y no tan directas también disminu-yen su ventaja frente a los hombres.DePaulo, Stone y Lassiter (1985) encuen-tran que las mentiras contadas por muje-res son más fácilmente detectables quelas contadas por hombres, las mentirascontadas al sexo opuesto son más fácil-mente detectables que las contadas almismo sexo (siempre que se tenga acce-so a información no-verbal) y, finalmen-te, las mentiras que tienen la finalidad de

    congraciarse con otra persona son másfácilmente detectables que las que nopersiguen ese fin cuando se tiene accesoa contenidos no-verbales.

    Con respecto a la precisión en la eva-luación de la credibilidad, Zuckerman etal. (1981) revisan 35 estudios relevantesencontrando pobres porcentajes. Par-tiendo de la idea de que se obtiene un50% de precisión por azar al juzgar elengaño se han hallado porcentajes alre-dedor del 45% y el 60%. Sin embargo,el entrenar a los receptores acerca deposibles claves de deshonestidad puedemejorar la precisión (Zuckerman, Koest-ner y Alton, 1984a), confirmándoseresultados como los de Ekman y Friesen(1969, 1974) en cuanto a la mejor preci-sión en los juicios de veracidad cuandose evalúa a través de los canales menoscontrolables. DePaulo y Pfeifer (1986)comparan a un grupo de estudiantesuniversitarios (sin experiencia en ladetección de mentiras) con un grupo dereclutas a policía (leve experiencia endetección de mentiras) y con personalexperimentado en la detección de menti-ras no hallando resultados que permitan

    74 ANUARIO/2003

    Evaluación de la credibilidad mediante indicadores psicofisiológicos, conductuales y verbales

    Tabla 5. Influencia de la motivación para ocultar el engaño (adaptado de DePauloy Rosenthal, 1979)

    TIPO DE DESCRIPCION

    CLASIFICACIONES PERSONAS QUE PERSONAS QUE PERSONAS QUE PERSONAS QUE(EN ESCALA DE LES AGRADAN PRETENDEN HACER VER LES DESAGRADAN

    9 PUNTOS) (VERDAD) HACER VER QUE QUE LES (VERDAD)LES AGRADAN DESAGRADAN

    (MENTIRA) (MENTIRA)

    MENTIROSOS 3,41 3,82 3,72 3,31

    SINCEROS 6,09 5,49 4,03 3,36

  • considerar una evaluación fiable de lacredibilidad (ver Tabla 6).

    a) Porcentaje de aciertos en la identifi-

    cación de la verdad y la mentira. b) Pun-tuación en escala de nueve puntos. c)Correlación intra-sujeto entre precisión yconfianza.

    Como puede apreciarse, la precisiónno fue la deseable sobre todo en el per-sonal experimentado que tenía mayorconfianza en sus juicios pero, paradójica-mente, menor precisión que estudiantesy reclutas.

    La clave de estos resultados puedeestar en lo que emisor y receptor consi-deran como clave de engaño. Una revi-sión detallada de los factores conductua-les en la evaluación de la credibilidadencuentra bastantes paralelismos entrelos que un emisor y un receptor conside-ran como indicios de engaño y de credi-

    bilidad (Miller y Burgoon, 1982). Portanto, parecen obvios los pobres porcen-tajes comentados, debido a que las per-

    sonas conocen aquellas variables quehan de manipular para engañar.

    Todo lo comentado hasta ahora sitúaa la mentira como algo más que el sim-ple contenido del engaño. Los aportesde las investigaciones de Ekman y Friesen(1969, 1974) y el modelo de Zuckermanet al. (1981) constituyen la piedra angu-lar y son subsumidas por el enfoque delEngaño Interpersonal (Buller y Burgoon,1996). Según esta teoría, cuando el emi-sor miente no sólo aporta informaciónfalsa, sino que emite otras comunicacio-nes auxiliares en el canal verbal y en elno-verbal así como indicadores de que seestá mintiendo o filtrando información.

    Pese a resultados como los de Zucker-man et al., (1981) o DePaulo y Pfeifer

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    Juan Jesús Muñoz García, Encarnación Navas Collado, José Luis Graña Gómez

    Tabla 6. Comparación de la efectividad en la evaluación de la credibilidad entrediferentes profesionales (Adaptado de DePaulo y Pfeifer, 1986).

    Grupo PRECISION Y CONFIANZA PRECISION AL IDENTIFICAREN LOS JUICIOS LOS MENSAJES DE SUJETOS

    CON BAJA Y ALTA

    MOTIVACION PARA ENGAÑAR

    PRECISIONa CONFIANZA b ADECUACION ALTA BAJA ALTADE LA MENOS

    CONFIANZAc BAJA

    ESTUDIANTES 54,3 6,20 0,3 54,8 53,8 -1,0

    RECLUTAS 52,9 6,51 0,2 51,8 54 2,2

    PERSONALEXPERIMENTADO 52,3 6,54 0,1 51 53,6 2,6

  • (1986), la investigación de indicadoresno-conductuales es de suma importan-cia para los contextos judiciales. El elegirindicadores equivocados (p. e.: conside-rar indicador de mentira el mover pocolas manos y brazos) es la principal fuen-te de error, haciéndose comprensibleslos datos expuestos o, sin ir más lejos,los confirmados por investigacionescomo la de Vrij (1993) con un 49% deprecisión en la detección de engaño endetectives. Sin embargo, la correcta eva-luación con indicadores conductualespuede llegar a arrojar resultados entorno al 78% de acierto en la clasifica-ción de la verdad y la mentira (Vrij,Edward, Roberts y Bull, 2000). La inves-tigación debe guiar a los profesionalesde los contextos judiciales para que sealejen de creencias personales acerca dela asociación de determinadas clavesconductuales con el engaño (Akehurst,Köhnken, Vrij y Bull, 1996).

    INDICADORES VERBALES DECREDIBILIDAD

    Perspectivas teóricas en laevaluación de la credibilidadmediante indicadores verbales

    El análisis de los contenidos verbalesde las declaraciones registra diferentesparadigmas teóricos. La lógica subyacen-te es la variación de los contenidos de lasdeclaraciones cuando éstas se refieran asucesos inventados o a hechos reales.Otro aspecto a tener en cuenta sonaquellas declaraciones que se basan encontenidos que se cree haber visto oexperimentado aún no habiendo tenidolugar tal suceso.

    En cuanto al análisis de los contenidosde las declaraciones y su posible inten-

    ción de engañar cabe mencionar el Aná-lisis de la Validez de las Declaraciones(SVA) (Undeutsch, 1989) y su elementocentral, es decir, el Análisis del Conteni-do de la Declaración Basado en Criterios(CBCA) (Steller, 1989). El SVA incluye unprotocolo de entrevista, la aplicación delCBCA y una serie de criterios externos devalidez. La técnica se dirige a la evalua-ción de la credibilidad de las declaracio-nes de niños que han sido objeto deabusos sexuales. Asimismo es necesariocitar la extensa investigación acerca delParadigma del Control de la Realidad(RM) (Johnson y Raye, 1981), que consi-dera la existencia de mayor informaciónsensorial y contextual en los aconteci-mientos percibidos realmente frente aaquellos que son producto de la imagi-nación. Estos últimos estarían guiadospor información cognitiva principalmen-te.

    Las investigaciones pioneras del análi-sis de los contenidos verbales de lasdeclaraciones proceden de William Stern(1902, citado en Undeutsch, 1989).Stern propuso analizar las declaracionesde los niños con casos de abuso sexualpor cuatro razones:

    • Como el abuso sexual en niños nosuele ser generalmente violento y no seemplea la fuerza física contra la víctimahay poca o ninguna evidencia de trau-mas físicos.

    • No hay evidencia de semen o decualquier otra prueba física de actividadsexual.

    • Los violadores difícilmente confie-san a no ser que se les convenza de queotros creen al niño.

    • Generalmente, los actos criminales

    76 ANUARIO/2003

    Evaluación de la credibilidad mediante indicadores psicofisiológicos, conductuales y verbales

  • son observados por sujetos implicados y,en la mayoría de los casos, también sonniños.

    Con la aparición del SVA se dota al psi-cólogo de un instrumento de notable vali-dez científica (Offe, 2000). En Alemania,país originario de la técnica, se recurre alinforme psicológico acerca de la credibili-dad de la declaración del testigo cuando lafiscalía lo requiere. El dictamen de la credi-bilidad de la declaración indagará, deforma semejante al paradigma RM, si real-

    mente se han vivido los hechos.Undeutsch (1989) recoge los criterios pararealizar el SVA (ver Tabla 7). La baja presen-cia de estos criterios indicaría la falsedadde la declaración. Para probar si la testifi-cación de una persona es la reproducciónde su propia experiencia habría cuatroposibilidades que se expresarían en lassiguientes hipótesis (Offe, 2000):

    • Hipótesis de la verdad: el emisor/testigo informa de hechos vividos oexperimentados realmente.

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    Juan Jesús Muñoz García, Encarnación Navas Collado, José Luis Graña Gómez

    Tabla 7. Criterios del SVA (adaptado de Undeutsch, 1989)

    CRITERIOS DERIVADOS DEL ANALISIS CRITERIOS DERIVADOS DE SECUENCIASDE DECLARACIONES UNICAS DE DECLARACIONES

    I. Criterios fundamentales: • Ausencia de persistencia (estabilidad).• Anclaje en tiempo y lugar. • Declaraciones inconsistentes anteriores.• Concreción de la declaración (especificación).• Riqueza de los detalles aportados.• Originalidad (no excesiva presencia

    de estereotipos).• Consistencia interna.• Mención de detalles, especificando

    el tipo particular de delito sexual.

    II. Manifestaciones especiales de loscriterios fundamentales:• Referencia a detalles que exceden

    la capacidad probable de la víctima.• Informe de experiencias subjetivas.• Mención de complicaciones no esperadas.• Correcciones espontáneas, especificaciones

    y complementos.• Autocrítica.

    III. Criterios negativos:• Ausencia de consistencia interna.• Ausencia de consistencia con las leyes

    de la naturaleza y la ciencia.• Ausencia de consistencia externa

    (discrepancia con otros sucesos).

  • • Hipótesis de la no verdad:

    – Hipótesis de la incapacidad: sugierela presencia de alteraciones psicopatoló-gicas y/o debilidades cognitivas que inca-paciten al testigo para diferenciar entrelo vivido y lo imaginado.

    – Hipótesis del engaño: el testigo tra-taría de engañar conscientemente.

    Hipótesis de la sugestión: el emisordeclara viéndose influenciado por suentorno, mintiendo o confundiendo conla realidad hechos no experimentados.

    El SVA sirve para probar la hipótesisde la no verdad y, preferentemente, paracomprobar la hipótesis del engaño.

    Por otra parte, el CBCA es una técnicaútil cuando no hay pruebas sólidas y sólose dispone de la declaración del menor.El CBCA consta de 19 criterios a compro-bar al acceder a la declaración (ver Tabla8). La presencia de cada criterio es unindicador de veracidad pero su ausenciano indica necesariamente que la declara-ción es falsa (Undeutsch, 1989).

    El SVA integra un análisis comprensivo

    78 ANUARIO/2003

    Evaluación de la credibilidad mediante indicadores psicofisiológicos, conductuales y verbales

    Tabla 8. Criterios del CBCA (adaptado de Steller, 1989)

    CARACTERISTICAS GENERALES 1. Estructura lógica.2. Producción no estructurada.3. Cantidad de detalles.

    CONTENIDOS ESPECIFICOS 4. Encuadre contextual.5. Descripciones de interacciones.6. Reproducción de conversaciones.7. Complicaciones no esperadas durante

    los incidentes.

    PECULIARIDADES DE LOS CONTENIDOS 8. Detalles inusuales.9. Detalles superfluos.

    10. Aportación de detalles malinterpreta-dos.

    11. Informa de asociaciones externas.12. Informa de estados mentales subjetivos.13. Atribución del estado mental del delin-

    cuente.

    CONTENIDOS RELACIONADOS CON LA MOTIVACION 14. Correcciones espontáneas.15. Admisión de ausencias de memoria.16. Incremento de las dudas acerca del tes-

    timonio propio.17. Auto-depreciaciones.18. Indultar al perpetrador de la violación.

    ELEMENTOS ESPECIFICOS DEL DELITO 19. Detallar características del delito.

  • de la competencia verbal y cognitiva,información biográfica y de la relaciónentre el agresor y la víctima. Su compo-nente principal, el CBCA, se refiere alanálisis de los contenidos de las declara-ciones a través de los 19 criterios de cre-dibilidad. Consiste en una entrevistasemi-estructurada que daría pie a laobtención de la información posterior-mente analizada dando la posibilidad dediferenciar entre los enunciados verdade-ros y aquellos que no lo son (Steller,1989). Finalmente, tras evaluar la calidaddel testimonio con el CBCA han de tener-se en cuenta once criterios de validezagrupables en cuatro categorías genera-les (Steller, Raskin, Yuille y Esplín (1989):

    • Características psicológicas:1. Adecuación del lenguaje.2. Adecuación del afecto.3. Susceptibilidad a la sugestión.

    • Características de la entrevista:4. Preguntas sugestivas o directi-

    vas.5. Adecuación global de la entre-

    vista.

    • Motivación para informar en falso:6. Motivos para denunciar.7. Contexto de la revelación o

    informe original.8. Presiones para informar en

    falso.

    • Cuestiones de investigación:9. Consistencia con las leyes de la

    naturaleza.10. Consistencia con otras decla-

    raciones.11. Consistencia con otras eviden-

    cias.

    En cuanto al acercamiento RM, labase estaría en la distinción entre lashuellas mnésicas de procedencia externa

    (perceptivas) y las de origen interno (ima-ginadas) (Jonhson y Raye, 1981). Se con-sidera que hay memorias basadas ensucesos reales que se diferencian cualita-tivamente de las basadas en fantasías oque son producto de la imaginación (verTabla 9). Cuando la declaración constede una mayor información sensorial ycontextual el emisor estará recordandoacontecimientos percibidos. Sin embar-go, cuando su declaración contenga unamayor cantidad de operaciones cogniti-vas probablemente se estará informandode acontecimientos imaginados. Loftus,Korf y Schooler (1989) recogen los resul-tados de investigaciones que demues-tran como la gente puede producirdeclaraciones sinceras pero no realesacerca de lo que les ha sucedido asimi-lando información no verídica en sumemoria. Asimismo, describen la técnicadel Feedback Negativo para las llamadasmemorias sugeridas (basadas en fantasí-as, imaginaciones y/o sucesos que nohan ocurrido realmente), por la que lossujetos estarían menos dispuestos acreer que están equivocados si se lesaporta la información falsa sugeridajunto a la información real.

    La aplicación práctica del paradigmaRM son dos pruebas para la evaluaciónde la credibilidad: 1) el Cuestionario deCaracterísticas de la Memoria (MemoryCharacteristics Questionnaire –MCQ-)(Jonhson, Foley, Suengas y Raye, 1988) y2) el Cuestionario de Valoración de lasCaracterísticas de la Memoria (Judgmentof Memory Characteristics Questionnaire–JMCQ-) (Sporer, 1997).

    Resultados en la evaluación de lacredibilidad mediante indicadoresverbales

    Los estudios de campo con los CBCA

    ANUARIO/2003 79

    Juan Jesús Muñoz García, Encarnación Navas Collado, José Luis Graña Gómez

  • han obtenido resultados positivos. Ste-ller (1989) recoge porcentajes del90,9% de acierto para las historias ver-daderas y el 74,4% de acierto para lashistorias falsas tras la evaluación de lacredibilidad mediante la aplicación delos CBCA por dos jueces ciegos (nosaben nada de los sucesos ni han tenidocontacto con los sujetos anteriormente).También se citan resultados promediodel 71,9% tras haber entrenado a estu-diantes en los CBCA, y del 60% en estu-diantes no entrenados con el CBCA,concluyendo que tanto los CBCA comoel protocolo completo (SVA) constituyeninstrumentos sistematizados y organiza-dos para el trabajo forense. Podría con-cluirse que el uso de los CBCA en com-binación con una cuidadosa entrevistaestructurada promete ser un gran méto-do para dar apoyo a las declaracionesverdaderas de abuso sexual y para iden-tificar las declaraciones que son cuestio-nables.

    Por otra parte, se ha investigado acerca de la posible influencia del tipo deentrevista en la precisión de los CBCA.Así, Köhnken, Schimossek, Aschermann

    y Höfer (1995) utilizan las declaracionesveraces y falsas de un grupo de sujetosacerca de la posibilidad de haber realiza-do una donación de sangre. Lo novedo-so de este estudio es que sus conclusio-nes serían extrapolables a la poblaciónadulta, es decir, mostrarían la utilidad delos CBCA en el examen de las declaracio-nes de adultos. Los resultados muestranque el tipo de entrevista, ya sea cognitivao una entrevista estructurada, no afectaa la precisión de los CBCA, obteniéndoseunos resultados promedio del 86% en laentrevista estructurada y del 84% en lacognitiva.

    Como puede apreciarse, los porcenta-jes de efectividad son elevados para lasdeclaraciones de los menores y adultos.Los CBCA obtienen un porcentaje consi-derable de acierto sirviendo de ejemploel estudio de Vrij et al. (2000). Al compa-rar la evaluación de la credibilidadmediante tres técnicas de detección de lamentira distintas: 1) evaluación del com-portamiento no verbal, 2) CBCA y 3) RM,se obtuvo un porcentaje promedio del72,60% de acierto en la evaluación delas declaraciones verdaderas y falsas.

    80 ANUARIO/2003

    Evaluación de la credibilidad mediante indicadores psicofisiológicos, conductuales y verbales

    Tabla 9. Criterios del paradigma RM (adaptado de Johnson y Raye, 1981)

    ATRIBUTOS QUE POTENCIALMENTE COMPRENDERIAN LAS MEMORIAS

    Contextual.Sensorial.Semántico.Procesos cognitivos.

    DIMENSIONES EN LAS CUALES DIFIEREN TIPICAMENTE LAS MEMORIAS GENERADAS EXTERNA E INTERNAMENTE

    Las externas tienen más atributos contextuales.Las externas tienen más atributos sensoriales.Las externas tienen más detalles semánticos.Las internas incluyen más información acerca de procesos cognitivos.

  • En cuanto a las investigaciones con elmodelo RM numerosos estudios handemostrado la relativa facilidad de distin-guir entre las memorias reales y las ima-ginadas (Jonhson y Raye, 1981; Jonhson,Raye, Foley y Foley, 1981; Slusher yAnderson, 1987). El MCQ y el JMCQ soninstrumentos diseñados con el propósitode evaluar si la información de unadeclaración ha sido realmente experi-mentada o es una historia inventada. Alentrenar a sujetos con los criterios RM seencuentra un porcentaje promedio del79% en las clasificaciones correctas (un83% de acierto en declaraciones referi-das a hechos experimentados realmentey un 75% de acierto para las declaracio-nes referidas a hechos imaginados) (Spo-rer, 1997). Vrij et al. (2000) encuentranresultados optimistas en cuanto a ladetección de los hechos verídicos y falsoscon la aplicación conjunta de los CBCA,RM y el análisis del comportamiento no-verbal. Al solicitar a 73 enfermeras quemientan o digan la verdad acerca de unapelícula que han visto anteriormente seobtienen unos porcentajes de aciertomuy satisfactorios (ver Tabla 10).

    Los resultados más pobres correspon-den a la evaluación mediante los criteriosRM. Sin embargo, junto a la evaluacióndel comportamiento no-verbal, es laprueba que mejor detecta las historias

    verdaderas, disminuyendo notablementesu eficacia en la evaluación de las histo-rias falsas. A la hora de detectar la menti-ra la técnica que individualmente parecemostrarse más eficaz es el análisis delcomportamiento no-verbal, siendo ade-más la variante que resultaría más eficazpor sí sola, seguida de los CBCA y los cri-terios RM. En cualquier caso, lo queparece quedar bastante claro es elaumento de la eficacia en la evaluaciónde la credibilidad utilizando la mayorcantidad de información posible.

    CONCLUSIONES

    Los resultados obtenidos en la evalua-ción de la credibilidad a través de losindicadores psicofisiológicos, conductua-les y verbales permiten obtener una seriede conclusiones recomendables para lapráctica de la psicología legal y forense.

    En primer lugar, los estudios con elpolígrafo tienen un problema importan-te. Se parte de los registros de la activi-dad autonómica, siendo una mayor

    amplitud en los mismos el índice revela-dor del engaño. Sin embargo, esteregistro autonómico constituye unaimportante fuente de error debido aque variables como la ansiedad de los

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    Juan Jesús Muñoz García, Encarnación Navas Collado, José Luis Graña Gómez

    Tabla 10. Comparación entre diferentes técnicas en la evaluación de la credibilidad

    (adaptado de Vrij et al., 2000)

    TÉCNICA DE DETECCION VERDAD MENTIRA TOTAL

    Comportamiento no-verbal 70,6% 84,6% 78,08%

    CBCA 64,7% 79,5% 72,60%

    RM 70,6% 64,1% 67,12%

    CBCA + RM +comportamiento no-verbal 76,5% 84,6% 80,82%

  • sujetos participantes podrían alterarconsiderablemente los resultados. Haydiferentes técnicas poligráficas, a saber,el Test de Preguntas Control (CQT), elTest del Conocimiento Culpante (GKT),el Test del Control Relevante (RCT), elTest del Control Positivo (PCT) y el Testde la Mentira Dirigida (DLT). Las dos pri-meras son las más utilizadas en crimino-logía (Lykken, 1959, 1969, 1981). Sinembargo, las técnicas no son todo loprecisas que sería deseable. Así, el CQTregistra un elevado porcentaje de falsospositivos (inocentes clasificados comoculpables) (ver Carroll, 1988). Sinembargo, el GKT es un adecuadodetector de la verdad (no daría falsospositivos) pero registraría un porcentajeelevado de casos en que se catalogacomo inocentes a culpables (falsosnegativos). Pese a resultados esperan-zadores como el de Forman y McCauley(1986) con un 100% de efectividad enla detección del engaño mediante lacombinación del PCT y el CQT, la inves-tigación poligráfica adolece de durascríticas (ver Kleinmuntz y Szucko,1984). Además, los resultados del polí-grafo son alterables disminuyendo larespuesta fisiológica a preguntas rele-vantes, aumentando la respuesta fisio-lógica a preguntas control y disminu-yendo la reactividad fisiológica.

    En cuanto a la evaluación de la credi-bilidad atendiendo a indicadores con-ductuales los resultados se inclinan haciael contenido verbal como la mejor fuentepara detectar la verdad y la mentira delas declaraciones (Zuckerman et al.1981), si bien resultados como el de Vrijet al. (2000) ponen esa afirmación enduda. Las investigaciones de Ekman yFriesen (1969, 1974) muestran la posibi-lidad del ser humano de ejercer unmayor control sobre determinadas par-

    tes del cuerpo. El rostro se mostraríacomo la zona más controlable del cuer-po, lo cual no deja de ser paradójico yaque es la parte en la que más tendemosa fijarnos para detectar el engaño. Portanto, tenderíamos a facilitar con nues-tro supuesto conocimiento de la mentirael que nos engañasen. Para detectar elengaño atendiendo a indicadores con-ductuales en el rostro, Ekman y Friesen(1978) crearon el Sistema de Codifica-ción de la Acción Facial (FACS). Sinembargo, pese a sus esperanzadoresresultados, tanto el FACS como su ver-sión abreviada –EMFACS- conllevan unadificultad importante. El examen a travésdel FACS de un minuto de conducta llevaunos 100 minutos de minucioso trabajo,mientras que con el EMFACS el tiempose reduce hasta los 10 minutos (Ekmanet al., 1988), lo cual no deja de tener unelevado costo temporal que dificulta susposibilidades de aplicación.

    La mejor variable para detectar elengaño es atender al contenido verbaldel discurso y obviar el rostro (excep-tuando las consabidas expresionesmicro-faciales). La realidad, sin embargo,es muy distinta. En un juicio, el testigodeclara en presencia del jurado quién, ensu mayoría, juzgará la veracidad de ladeclaración atendiendo a las claves facia-les. Llevando el resultado al extremo, loideal sería que para evaluar la credibili-dad se accediese sólo a la declaracióngrabada en cinta radiofónica del testi-monio, factor que incrementaría nota-blemente la precisión en la evaluación dela posible veracidad del testimonio.

    En cuanto al examen atendiendo alcontenido verbal de las declaracioneslos resultados también parecen ser pro-metedores. El Análisis de la Validez delas Declaraciones (SVA) y/o el Análisis

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    Evaluación de la credibilidad mediante indicadores psicofisiológicos, conductuales y verbales

  • del Contenido de la Declaración Basadoen Criterios (CBCA) encuentran resulta-dos entre el 60% y el 90,9% (Köhnkenet al. 1995; Steller, 1989; Vrij et al.2000; Yuille, 1989, citado en Steller,1989). Asimismo, el Paradigma delControl de la Realidad (RM) encuentraporcentajes similares (Sporer, 1997; Vrijet al. 2000).

    En general, la evaluación de la credibi-lidad mediante los tres tipos de indicado-res arroja buenos resultados examinada,eso sí, por personal experimentado en laaplicación de las técnicas.

    Finalmente, y a modo de conclusióngeneral, parece que lo más adecuadosería disponer de la mayor cantidad deinformación posible. En este sentido,resultados como los de Ginton et al.(1982) con una mayor precisión utilizan-do el polígrafo junto a información com-portamental y Vrij et al. (2000) conmayor efectividad atendiendo a los crite-rios CBCA, RM y el comportamiento no-verbal, son determinantes a la hora deabogar por una mayor redundanciainformacional a la hora de evaluar másprecisamente la credibilidad de las decla-raciones.

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