inseguridad y política: el miedo como operador estratégico en las campañas electorales en...

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1 Título: Inseguridad y política: el miedo como operador estratégico en las campañas electorales en Argentina. Title: Insecurity and politics: fear as a strategic operator in election campaigns in Argentina. Resumen: En los últimos quince años en la Argentina, la inseguridad ha adquirido relevancia política, mediática y social, y se ha convertido en un eje recurrente de la comunicación política, especialmente, en tiempos de campañas electorales. La propuesta de este trabajo es describir y analizar las regularidades y dispersiones de los enunciados presentes en los spots televisivos de las campañas electorales referidos al tema de la inseguridad. El artículo se propone dar cuenta de procesos simbólicos de producción de sentido, por tanto la perspectiva utilizada combina enfoques de las teorías del discurso y aportes de la filosofía política. Abstract: In the last fifteen years in Argentina, insecurity has acquired political, mediatic and social relevance, and has been transformed in a recurring topic in political communication, especially during election campaigns. The aim of this paper is to describe and analyze the regularities and dispersions of statements present in television spots for election campaigns related to the issue of insecurity. This paper aims to account for symbolic processes of meaning production and therefore it combines discourse theories approaches and the contributions of political philosophy.

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En los últimos quince años en la Argentina, la inseguridad ha adquirido relevancia política, mediática y social, y se ha convertido en un eje recurrente de la comunicación política, especialmente, en tiempos de campañas electorales. La propuesta de este trabajo es describir y analizar las regularidades y dispersiones de los enunciados presentes en los spots televisivos de las campañas electorales referidos al tema de lainseguridad. El artículo se propone dar cuenta de procesos simbólicos de producción de sentido, por tanto la perspectiva utilizada combina enfoques de las teorías del discursoy aportes de la filosofía política.

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    Ttulo: Inseguridad y poltica: el miedo como operador estratgico en las campaas

    electorales en Argentina.

    Title: Insecurity and politics: fear as a strategic operator in election campaigns in

    Argentina.

    Resumen:

    En los ltimos quince aos en la Argentina, la inseguridad ha adquirido relevancia

    poltica, meditica y social, y se ha convertido en un eje recurrente de la comunicacin poltica, especialmente, en tiempos de campaas electorales. La propuesta de este

    trabajo es describir y analizar las regularidades y dispersiones de los enunciados presentes en los spots televisivos de las campaas electorales referidos al tema de la

    inseguridad. El artculo se propone dar cuenta de procesos simblicos de produccin de

    sentido, por tanto la perspectiva utilizada combina enfoques de las teoras del discurso

    y aportes de la filosofa poltica.

    Abstract:

    In the last fifteen years in Argentina, insecurity has acquired political, mediatic and social

    relevance, and has been transformed in a recurring topic in political communication,

    especially during election campaigns. The aim of this paper is to describe and analyze

    the regularities and dispersions of statements present in television spots for election

    campaigns related to the issue of insecurity. This paper aims to account for symbolic

    processes of meaning production and therefore it combines discourse theories

    approaches and the contributions of political philosophy.

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    Palabras clave: inseguridad comunicacin poltica- campaas electorales spots

    televisivos - Argentina

    Key words: insecurity political communication - election campaigns - TV spots

    Argentina

    I. Introduccin

    En los ltimos quince aos el tema de la inseguridad ha adquirido relevancia

    poltica, meditica y social. Asimismo, se ha convertido en un eje recurrente de la comunicacin poltica, especialmente, en tiempos de campaas electorales.

    Entendemos que los spots televisivos de las campaas electorales, por las

    caractersticas de su economa comunicativa, pueden ser pensados como espacios

    privilegiados donde rastrear regularidades y dispersiones del discurso hegemnico de la

    inseguridad. Cuando hablamos de discurso hegemnico de la inseguridad queremos

    enfatizar una concepcin que postula tanto la existencia de distintos enunciados que

    pueden conocerse o ignorarse; avalarse o criticarse; coincidir, entrecruzarse o

    rechazarse; as como, la presencia de regularidades en la forma de distribucin de los

    enunciados, que hace que estos mltiples y diversos enunciados hablen de la misma

    cosa, desplegando el mismo campo conceptual, oponindose sobre el mismo campo

    de batalla (Foucault, 2004). La propuesta de este trabajo es, entonces, relevar, describir y analizar las regularidades y dispersiones de los enunciados presentes en los

    spots televisivos de las campaas electorales referidos al tema de la inseguridad.

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    Por las restricciones comunicativas del formato, el lenguaje de los spots combina una modalidad de comunicacin que privilegia el sentido, la significacin, la nominacin

    y la argumentacin con una modalidad de comunicacin que, al comunicar

    afectivamente procesos pulsionales (como los de apropiacin/rechazo, amor/odio, vida/muerte) introducen lo vago y lo impreciso (Kristeva, 1981). En este sentido analizaremos desplazamientos y condensaciones, metforas y metonimias,

    sincdoques, clichs y distintas intervenciones materiales sobre el significante, entre

    otras figuras retricas.

    Antes de detenernos en la especificidad que asume la inseguridad en los

    diferentes spots de campaa electorales que componen nuestro corpus, proponemos,

    entonces, un pequeo rodeo desdoblado en dos tiempos: en primer lugar, la necesidad

    estratgica de atender tanto a las especificidades propias que dotan de singularidad a

    cada entramado enunciativo as como a las regularidades que emergen entre ellos,

    para lo cual los desarrollos foucaultianos en torno a la idea de formaciones discursivas

    resulta sumamente sugerente; en segundo lugar, detenernos en la impronta afectiva

    que marca a fuego el modo de lenguaje especfico de los spots de campaa electoral, en palabras de Julia Kristeva, el lenguaje potico.

    II. El discurso hegemnico de la inseguridad: formacin discursiva y lenguaje afectivo

    Poco a poco se ha consolidado en la Argentina una tendencia que construye

    progresivamente a la problemtica de la inseguridad como ncleo de la tensin

    constante de la cuestin social. La inseguridad se ha venido constituyendo en el

    nombre de la dislocacin social (Dallorso y Recepter, 2013). Pero, inmediatamente,

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    debemos decir que no podemos aceptar acrticamente este nombre sin antes

    preguntarnos cmo est construido. De qu se trata esta inseguridad? Cmo se

    vincula esta inseguridad con las (des)protecciones? Qu relacin tiene esta inseguridad con el modo en que se administran las desigualdades en este orden social?

    Robert Castel (2004) nos habla de dos tipos de protecciones: por un lado, las protecciones civiles que garantizan las libertades fundamentales y la seguridad de los

    bienes y de las personas en el marco de un Estado de Derecho y, por otro lado, las

    protecciones sociales que cubren los riesgos capaces de producir una degradacin de

    las condiciones de vida de los individuos (enfermedades, accidentes, vejez empobrecida, etc.). En Argentina, en los ltimos quince aos, el tema de la inseguridad ha ido tomando forma a travs de una particular construccin del tema como problema

    definido muy vagamente en relacin con el delito callejero y con la proteccin de ciertos bienes y algunos grupos sociales en el espacio urbano. A pesar de esta borrosa

    definicin, la construccin se asienta, prcticamente sin excepcin, sobre el frreo

    vnculo entre delitos callejeros y pobreza. En este sentido, la forma en que se ha instalado la inseguridad en el ltimo tiempo es producto de una construccin

    sociopoltica que excluye muchos otros sentidos posibles en torno a lo que podra

    contemplar la proteccin y la seguridad.

    De hecho, en el discurso hegemnico de la inseguridad podemos observar dos

    movimientos: en primer lugar, la seguridad queda circunscripta a la esfera de las

    protecciones civiles, desinteresndose as de las protecciones sociales y, en segundo

    lugar, se muestran como amenazas a la seguridad solamente a los delitos de los

    sectores socialmente ms vulnerables, silenciando as el dao social, evidentemente

    mayor, que producen los delitos de los sectores poderosos.

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    Ahora bien, lo que resulta paradjico es que si bien el nacimiento del discurso de la inseguridad, a mediados de la dcada de 1990, coincidi con el momento en

    donde las protecciones sociales se encontraban en pleno proceso de

    desmantelamiento, no es la preocupacin por la desproteccin social la que

    hegemoniza este discurso, por el contrario, la retrica de la inseguridad civil desplaza a

    la retrica de la inseguridad social. La construccin hegemnica de la inseguridad

    asocia inseguridad con el delito y, especialmente, con los delitos de los pobres, y en

    ese mismo sentido, la seguridad queda circunscripta a la esfera de las protecciones

    civiles, desinteresndose as de las protecciones sociales. En este marco, las prcticas

    de las fuerzas de seguridad ocupan un lugar nodal en la medida en que son

    presentadas como herramientas indispensables en el combate contra el delito y en la

    lucha contra la inseguridad; sin embargo, las ms de las veces, advierten: las policas

    se encuentran imposibilitadas de actuar, ya sea por legislaciones inadecuadas o por

    dficits presupuestarios, tienen las manos atadas, los delincuentes entran por una

    puerta y salen por la otra, los derechos humanos son slo para los delincuentes

    (Galvani, et al., 2010; Colombo, 2011). Y un esquema se repite: de un lado quedan los delincuentes, jvenes, pobres el lado del desorden, la violencia, el peligro- y del otro las fuerzas de seguridad el lado de la ley y la proteccin-. Se trata de argumentaciones

    que, rpidamente, proponen reformas legislativas de corte punitivista, a la par de asumir

    como prioritario el aumento de la capacidad de accin de las fuerzas de seguridad.

    Resumiendo, podramos decir que la configuracin del discurso hegemnico de la

    inseguridad, se sostiene en la siguiente ecuacin: se parte de la premisa del aumento

    del delito y la violencia y, como contraparte, se presupone que el endurecimiento de la

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    legislacin y la mano dura de las fuerzas de seguridad son indispensables para

    disminuir los factores causa-eficiente del problema de la inseguridad (Seghezzo, 2013). Estos discursos dominantes que circulan en el campo de los medios de

    comunicacin, en el campo poltico y en el campo de las organizaciones de la sociedad

    civil, entre otros, apoyndose y reforzndose unos a otros, logran hegemonizar el

    campo de la significacin respecto de qu es, qu hacer y cmo intervenir en el

    problema de la inseguridad. Es necesario sealar que los movimientos internos en cada

    uno de estos campos, los giros punitivos que los caracterizan, desde fines del siglo

    pasado y principios del nuevo siglo, van conformando una serie slida que, sin dudas,

    ni siquiera hoy est disociada. Puntualmente, a ese entramado que establece un

    paralelismo sinonmico entre inseguridad-delito-violencia-pobreza-juventud y que propone mecanismos de intervencin de corte punitivo, lo llamamos discurso

    hegemnico de la inseguridad (Dallorso y Recepter, 2013; Seghezzo, 2013). Ahora bien, cules son los modos especficos de existencia de los discursos

    polticos que se organizan en torno a la inseguridad? Esto es, qu se puede decir y de

    qu manera respecto a la inseguridad en los spots televisivos de las campaas

    electorales. Siguiendo los postulados foucaultianos, si no es posible analizar el

    concepto inseguridad como un conjunto permanente y coherente, estructurable en forma deductiva, o bien: ante la imposibilidad de establecer un edificio conceptual

    deductivo que d cuenta de la unidad del discurso, la tarea consiste en describir la

    organizacin del campo en que los enunciados aparecen y circulan (Castro, 2004, p. 142). Este ejercicio requiere establecer las reglas que determinan el espacio en el que los objetos se perfilan y se transforman, esto es, establecer las rejillas entre las cuales

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    se configura como objeto de discurso, y que definen lo que puede ser dicho respecto de la inseguridad.

    Precisamente, es la grilla de inteligibilidad arqueolgica la que nos propone una

    perspectiva para interrogar al propio discurso sobre las reglas de su formacin. En esta

    grilla, como argumenta Foucault en La arqueologa del saber, el ejercicio analtico apunta no a definir los pensamientos, las representaciones, las imgenes, los temas,

    las obsesiones que se ocultan o se manifiestan en los discursos, sino [a] esos mismos

    discursos, esos discursos en tanto que prcticas que obedecen a reglas (Foucault, 2005, p. 234). En otros trminos: la arqueologa se ocupar [] de leer los documentos como tales, a la manera de los arquelogos, con el fin de ver qu capas

    [] han sedimentado la significacin (Raffin, 2006, p. 102). De modo que el anlisis de los modos de existencia y sedimentacin de los discursos polticos en torno a la

    inseguridad supone la indagacin de las reglas de formacin de sus enunciados, esto

    es, las reglas de formacin del objeto, las redes de categoras puestas en juego y las estructuras argumentativas que habilitan.

    Ahora bien, si la arqueologa no trata de eludir las discursividades para descubrir

    tras ellas y bajo su superficie aparente un elemento oculto, un sentido secreto que se esconde en ellas, reconoce que, no obstante, el enunciado no es inmediatamente

    visible. Antes bien, el enunciado es a la vez no oculto y no visible (Deleuze, 2008, p. 42). En qu radica esta aparente contradiccin? La cuestin es la siguiente: el enunciado no tiene existencia latente, l concierne a lo efectivamente formulado, en tal

    momento y con tales lagunas. Las carencias y los blancos que aparecen en l no

    pueden confundirse con significaciones ocultas pues slo sealan su presencia en el

    espacio de dispersin que constituye una familia de enunciados. Y, a la inversa, el

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    enunciado no es inmediatamente aprehensible, sino que hay que configurar, elaborar,

    perfilar, inventar ese zcalo, esa familia para poder leerlo. Cmo?

    Invencin, en este esquema, alude a la necesidad de situar al enunciado en

    una trama de enunciados, puesto que es ese entrecruce el que permite comprender al

    enunciado en tanto tal. La tarea consiste, entonces, en armar, constituir la multiplicidad

    que hace inteligible al enunciado, es decir, en inscribir al enunciado en el agrupamiento

    que lo dota de inteligibilidad. De este modo, se pone en evidencia que esa multiplicidad

    no es otra que la formacin discursiva: forma especfica de agrupamiento de

    enunciados (Seghezzo, 2013b). Claro que, como argumentbamos anteriormente, la puesta en relacin de esos elementos que inmediatamente no aparecan conectados,

    no quiere decir homogeneizarlos: un grupo de enunciados es una multiplicidad, una

    heterogeneidad.

    Justamente a la (re)problematizacin de esa serie, de ese grupo de enunciados se orienta la lectura arqueolgica, detectando varios puntos singulares en la dispersin

    de enunciados heterogneos, captando ciertas regularidades que son las que permiten

    inscribirlos en un mismo agrupamiento. En otras palabras: haciendo hincapi en el

    conjunto de reglas que permiten, respecto a un cierto objeto, establecer cules son los enunciados que podran caracterizarse, dentro de un agrupamiento especfico, como

    verdaderos o falsos. Regularidades, sin constantes ni homogeneidades, en torno a la

    formacin del objeto, que dan cuenta de un rgimen de veridiccin (Foucault, 2007): qu se puede decir respecto de la inseguridad, de qu modo se habla de ella y qu

    efectos trae aparejados. La positividad de la formacin discursiva define un espacio limitado de

    comunicacin: define qu se puede decir y qu no, estableciendo los lmites de la

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    discursividad. Regularidades discursivas en la dispersin enunciativa, la inseguridad

    deviene un montn de cosas pero no cualquier cosa a travs de la estructuracin de un

    rgimen de lo decible. As, los diferentes spots de campaa electorales, toda esa masa

    de discursividades que pertenecen a una misma formacin discursiva enunciados que

    se critican, se invalidan los unos a los otros, se despojan, coinciden, sin saberlo y entrecruzando obstinadamente sus singularidades en una trama donde no hay dueos-

    todas esas heterogeneidades diversas no comunican nicamente por el

    encadenamiento lgico de las proposiciones, ni por la recurrencia de los temas;

    comunican a travs de la afectividad.

    Julia Kristeva en la exposicin titulada El sujeto en cuestin: el lenguaje potico, que realiza en el seminario dictado a propsito del pensamiento de uno de los

    referentes indiscutidos del estructuralismo francs, Claude Levi-Strauss, en 1970,

    analiza el lenguaje como una prctica social que se estructura en la combinacin de dos modalidades diferentes, dos funciones distintas que permiten dar cuenta de la

    estructuracin de diversos tipos de discursos (Kristeva, 1981). Esto es, los diversos tipos de prcticas significantes, nos dice la terica post-estructuralista de origen

    blgaro, resultan el efecto de combinaciones especficas de una modalidad simblica y

    modalidad semitica del lenguaje. Si la funcin simblica est orientada a la produccin de sentido, establece una

    correlacin entre objeto significado y el sujeto como ego trascendental, estructura el cdigo social, resulta coercitivo, legislativo y socializante; por su parte, los procesos

    semiticos introducen lo vago, lo impreciso en el lenguaje. Los procesos semiticos son marcas de los procesos pulsionales, de la afectividad. En el lenguaje potico, pero

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    tambin, aunque de manera menos marcada, en todo lenguaje, existe un elemento heterogneo respecto del sentido y la significacin.

    Ahora bien, el lenguaje potico opera con el sentido y lo comunica, sin embargo el sentido y la significacin no agotan la funcin potica. El significado se escurre

    permanentemente en el lenguaje potico. El lenguaje potico es el lenguaje de los sueos, de la publicidad, de la literatura, de las crisis sociales, del sentido comn, pero

    tambin el lenguaje de los spots de campaa electoral: dinmicas discursivas donde la afectividad gana terreno a la argumentacin racional. Por lo tanto, si una modalidad de

    lenguaje privilegia la nominacin, el signo, la sintaxis y establece como herramientas centrales el principio de identidad (toda entidad es idntica a s misma), el principio de la no contradiccin (nada puede ser y no ser al mismo tiempo) y principio del tercero excluido, la otra modalidad de lenguaje se constituye por un corte con ese privilegio, estableciendo, en contraposicin, las estrategias de desplazamiento y condensacin,

    metfora y metonimia y las figuras retricas como sus herramientas privilegiadas. Si en

    el discurso acadmico, por ejemplo, prima un afn de interpelacin a travs de una modalidad simblica del lenguaje y reduce al mximo el componente semitico, en los spots de campaa electorales la interpelacin por antonomasia toma la forma del

    lenguaje potico. Ahora s, despus de este rodeo terico, detengmonos pues en el anlisis de

    los spots de campaa electoral. Enunciados heterogneos que anclados,

    fundamentalmente, en una modalidad potica, apelando a una interpelacin por los

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    afectos, producen efectos de conjunto que permiten rastrear continuidades respecto de qu es la inseguridad y que se debera hacer con ella1.

    III. Campaas electorales y el discurso hegemnico de la inseguridad

    Para llevar a cabo el anlisis del modo en que la inseguridad es construida en los

    spots de campaa electorales, y teniendo en cuenta los lmites de esta presentacin,

    hemos circunscripto nuestro corpus a cuatro spots realizado en el marco de las

    campaas presidencial y a las gobernaciones de la provincia de Mendoza, Crdoba y

    Buenos Aires para las elecciones de octubre de 20112. Puntualmente, analizamos los

    componentes que hacen de ellas piezas estratgicas del discurso hegemnico de la

    inseguridad.

    i. Cartera3 Ricardo Alfonsn presidente4.

    La regularidad del discurso hegemnico de la inseguridad que aparece de modo

    ms ntido en esta pieza comunicacional es la doble asociacin entre inseguridad y 1 Si bien en la bibliografa especializada sentimiento de inseguridad o sensacin de inseguridad

    resultan los sintagmas privilegiados para nominar esta cuestin, preferimos -en cambio- hablar de afectividad a fin de evitar la equivocidad que aquellos sintagmas presentan. Se trata, en principio, de sintagmas que dotan de visibilidad el investimento afectivo que involucra la inseguridad como problema -y, en ese sentido, resultan sumamente relevantes para el anlisis de esta cuestin-, pero, al mismo tiempo, sentimiento o sensacin de inseguridad son tributarios de la distincin entre una supuesta realidad objetiva y una dinmica afectiva que se descompasa de ella y la amplifica. En la raz de esta forma de analizar la cuestin se encuentra, creemos, un supuesto que debemos rechazar: la distincin entre realidad objetiva y afectividad, o dicho de otra manera, el carcter subsidiario de los afectos en la estructuracin de las relaciones sociales. A contrapelo de esos abordajes, proponemos siguiendo entonces los lineamientos tericos de Julia Kristeva- hablar en trminos de afectividad, un modo de anlisis que no slo no obtura sino donde resulta inmanente la problematizacin de la dinmica afectiva como elemento constitutivo de las prcticas sociales. 2 De un total de 43 spots televisivos de campaas electorales entre 1993 y 2013 relevados en Argentina,

    hemos privilegiado en esta oportunidad detenernos en el anlisis de estos cuatro porque consideramos que en ellos emergen con claridad las regularidades que dotan de singularidad al discurso poltico de los spots de campaa en cuyo centro se ubica la inseguridad. 3 En Argentina, bolso de mujer. 4 Spot de campaa presidencial del candidato Ricardo Alfonsn, Unin para el Desarrollo Social, Lista

    137. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=DOwqj3N1CmA.

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    delito callejero y entre inseguridad y pobreza. El spot dura 45 segundos. Es un spot ficcionalizado en el cual una mujer joven

    est esperando el autobs cuando llega trotando un joven varn, que se distingue por llevar puesto un buzo con capucha que le cubre con una sombra su rostro que no se

    ve en todo el spot-, que le roba la cartera.

    El escenario es un asentamiento en un espacio periurbano, donde se hace

    patente el contacto entre dos mbitos que tradicionalmente se consideraban opuestos:

    el rural y el urbano. En la pieza comunicacional se hace visible el proceso de extensin

    continua de la ciudad y la absorcin paulatina de los espacios rurales que la rodean, un

    elemento caracterstico de este proceso es la expansin del hbitat y las problemticas

    urbanas en el medio rural as como los traslados diarios entre el domicilio y el espacio

    de trabajo. Ambas cuestiones son presentadas en el spot: el robo de la cartera y la parada de autobs que identifican la circulacin y la experiencia urbana.

    Al mismo tiempo el escenario presenta otros elementos que creemos relevante

    destacar como la vivienda precaria y las calles de tierra parcialmente anegadas por el

    barro y charcos de agua. Estos elementos juntos con el proceso de extensin de la ciudad sobre el mundo rural, arriba sealado, hacen patente que la historia que se

    busca contar se vincula con los procesos de migracin interna y se refiere a la

    trayectoria de los sectores populares argentinos.

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    Foto 1: Captura spot Cartera realizada para este trabajo.

    El elemento disruptivo de la pieza y que busca renovar la percepcin y la

    atencin de los espectadores es la interaccin que se produce entre la mujer robada y el ladrn. El carcter disruptivo se debe a que la interaccin es ironizada a partir de la

    inversin de las expectativas. Esta interaccin desestabiliza las expectativas creadas

    acerca de la posibilidad de una agresin violenta: el hombre que le roba la cartera se

    dirige a la mujer con amabilidad, la saluda dicindole buenos das, joven, utiliza un registro lxico en el que se destacan las formas de la cortesa (me dara su cartera, por favor?) y la mujer robada, lejos de mostrarse violentada, le corresponde el trato de cortesa con un forzado s, seor desconocido, se disculpa por tener poco dinero y le

    desea un buen da. El ladrn entiende la situacin, reconoce que son tiempos difciles

    y extiende su mano sobre el brazo de la mujer en seal de comprensin y cuidado. Luego se extiende el plano y el locutor en off afirma: no nos acostumbremos a la

    inseguridad, por favor, no lo hagamos, con la misma retrica amable.

  • 14

    Foto 2: Captura spot Cartera realizada para este trabajo.

    El spot hace foco en el mundo comunitario de los pobres. All podemos encontrar

    la construccin estereotipada de las figuras del pobre bueno y el pobre malo. La

    primera, asociada a la mujer trabajadora y la segunda, al varn joven ladrn. La operacin central de la pieza comunicacional es la explcita subversin de la

    representacin de las figuras de los pobres a travs de la contraposicin entre, por una

    parte, el escenario degradado y la interaccin esperada y, por otra parte, el dilogo y el

    intercambio corts efectivamente producido entre los protagonistas. De alguna forma,

    pareciera que la modalidad argumentativa llega a un punto del relato que se solapa con

    un elemento heterogneo con respecto al sentido y a la significacin que introduce lo

    vago y lo impreciso y que comunica a partir de la interpelacin afectiva y no slo a

    travs de la persuasin racional. En otras palabras, la interaccin entre la mujer robada y el ladrn viola las reglas de lo esperado, confunde las identidades y las

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    identificaciones, imprime un tono cnico a todo el spot y busca conseguir una risa

    despreciativa y un despertar crtico frente al evento narrado.

    ii. Manos esposadas5 Luis Rosales gobernador Mendoza6.

    El spot dura 30 segundos. Es un spot ficcionalizado en el que participa como

    protagonista el candidato a gobernador. A lo largo de la pieza comunicacional se

    escucha la voz del candidato que dice: Ms vctimas de la inseguridad en Mendoza. /

    Seguro que no los agarran / o entran por una puerta y salen por la otra. / Es que desde

    hace unos aos / en esta provincia / los nicos que tienen las manos esposadas / son

    los buenos policas / y la justicia. / Hagan su trabajo! / Protejan a los mendocinos! / Y cumplan con la ley!. Este enunciado es el hilo argumental del spot sobre el que se

    suceden distintas imgenes: en primer lugar, se apilan cinco peridicos en los que se

    leen noticias de inseguridad, en segundo lugar, se muestra una escena en la que el

    candidato a gobernador abre las esposas que tienen puestas en sus muecas una serie

    de policas y les da instrucciones.

    Los titulares que se dejan leer en los peridicos dicen En un asalto golpean a joven padre delante de sus hijitas, Menores atacan a plena luz del da, Atacan a una docente en su casa en la Sexta, Tena permiso para salir pero iba a robar,

    Boqueteros7 se llevan $ 75 mil de un Atomo, En sendos asaltos dos policas

    terminaron heridos por disparos, Una joven denunci que un remisero8 trucho9 del

    5 En Argentina, esposas se refiere a una pareja de manillas unidas entre s, con las que se aprisionan las muecas de alguien. 6 Spot de campaa para la gobernacin de la provincia de Mendoza del candidato Luis Rosales,

    Compromiso Federal, Lista 503. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=l4L-o1E01T4&feature=youtu.be. 7 En Argentina, ladrn que roba abriendo agujeros en el suelo, techo o paredes.

    8 En Argentina, conductor de un auto de alquiler.

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    Este la amenaz y viol. Una de las regularidades del discurso hegemnico de la

    inseguridad es la relevancia que tienen los medios de comunicacin en la red de

    mediaciones culturales a travs de las cuales se construye el sentido de la convivencia

    social. En este sentido, creemos que es muy significativo que el spot comience

    ubicando a la prensa grfica como voz legtima y autorizada para diagnosticar la

    gravedad de la cuestin.

    La msica de dramatismo, similar a la que utilizan los noticieros de TV para

    difundir alguna informacin de ltimo momento, junto con el in crescendo de tensin que produce la acumulacin de peridicos que muestran casos de inseguridad son los

    complementos ideales para articular imagen y sonido con el enunciado entran por una

    puerta y salen por la otra. Este fragmento de enunciado, como su equivalente de la

    metfora de la puerta giratoria, constituye un verdadero clich que sintetiza en una

    imagen, la creencia de que las garantas individuales limitan el accionar policial de tal

    modo que su intervencin carece de efecto alguno ya que, en caso de que un

    delincuente sea aprehendido, lo ms probable es que inmediatamente sea liberado.

    9 En Argentina, falso o fraudulento.

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    Foto 3: Captura spot Manos esposadas realizada para este trabajo.

    El clich es econmico en la medida en que es una frmula repetida y cosificada

    que no requiere ser explicada ni probada, por el contrario, aparece como evidente,

    natural e incuestionada. En este caso el clich es una metfora que condensa un

    conjunto de prcticas, impresiones, valoraciones acerca de la justicia, el rol del sistema penal, la polica, los polticos, las garantas personales, el castigo, la distincin entre un

    nosotros y un ellos, la igualdad ante la ley, entre muchas otras, en una pequea frase

    entran por una puerta y salen por la otra. Es evidente que el clich comunica, es decir,

    que se lo puede analizar como una prctica significante, sin embargo, el sentido y la

    significacin no agotan la funcin del clich. El clich, al tratarse de una estructura

    condensada y repetida, tambin anticipa y gestiona los afectos y las experiencias

    involucradas en la situacin que se trate.

    De todas maneras, la regularidad del discurso hegemnico de la inseguridad que

    aparece ms ntidamente en este spot de campaa electoral es que la teraputica

  • 18

    apropiada para resolver esta cuestin es la respuesta punitiva. As, la cuestin de las

    manos esposadas aparece como el ncleo central de la pieza comunicacional. A la

    frase los nicos que tienen las manos esposadas son los buenos policas y la justicia le corresponde un plano detalle de un polica esposado, distinguido por el color celeste

    de las mangas de camisa y el escudo del cinturn. Cabe sealar que la metfora de las

    manos es otra de las regularidades del discurso hegemnico de la inseguridad: mano

    dura, mano blanda, manos atadas son figuras que se han utilizado recurrentemente

    para calificar la voluntad de intervencin punitiva por parte del Estado.

    Foto 4: Captura spot Manos esposadas realizada para este trabajo.

    Asimismo, la representacin de policas esposados busca llamar la atencin a los

    espectadores sobre el contrasentido que supone que quienes deben esposar,

    aprehender y detener a los delincuentes sean quienes estn esposados, aprehendidos

    o detenidos. En este sentido, la figura es adems metonmica ya que se nombra una

  • 19

    parte (en este caso, las manos esposadas) para significar el todo (en este caso, que toda la polica est imposibilitada de actuar). El plano detalle del candidato abriendo las esposas de los policas, la angulacin

    de contrapicado en la siguiente toma -que sita a la cmara ligeramente inferior de la

    altura media del candidato, y tenuemente orientada hacia el techo- y la formacin en fila

    (en lnea horizontal) de los policas para recibir las instrucciones del candidato a gobernador (Hagan su trabajo! Protejan a los mendocinos! Y cumplan con la ley!) buscan magnificar y exaltar la voluntad y la decisin de la autoridad poltica de

    deshacerse de cualquier limitacin al poder punitivo policial.

    iii. Si sos un delincuente - Oscar Aguad gobernador Crdoba10.

    El spot dura 43 segundos. La pieza comunicacional comienza con una leyenda

    que marcar el tono de toda su extensin: Si sos un delincuente no cambies de canal.

    Este es un mensaje para vos.. De este modo, el spot se estructura como un monlogo que hace el candidato a gobernador dirigido a un supuesto delincuente.

    10

    Spot de campaa a la gobernacin de la provincia de Crdoba del candidato Oscar Aguad, Unin Cvica Radical, Lista 3. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=ynMAnAsolZs.

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    Foto 5: Captura spot Si sos un delincuente realizada para este trabajo.

    La regularidad del discurso hegemnico de la inseguridad que aparece de modo

    ms ntido en esta pieza comunicacional es la construccin de un otro contrapuesto a

    la figura de un nosotros. Obviamente, los destinatarios esperados son votantes tan

    preocupados por la delincuencia como el mismo candidato a gobernador. Es por esto

    que la construccin ficcional del destinatario delincuente es una construccin desde la

    mismidad, lo que refuerza la idea que el delincuente es intrnsecamente diferente a

    todos nosotros.

    El monlogo dice lo siguiente: A vos te hablo. Hay un da que vas a tener que

    devolverles las plazas a los chicos y la tranquilidad a nuestros abuelos. Ese mismo da

    vas a dejar de intoxicar a los jvenes. Vas a tener que devolverles el sueo a los padres que esperan despiertos a sus hijos. Hay un da en que, de una vez por todas, les vas a devolver cada calle, cada esquina, cada rincn de cada barrio, de toda la provincia, a la

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    gente que se gana la vida trabajando. Ese da es el domingo 7 de agosto de 2011, el da que voy a ser gobernador de Crdoba.

    En el spot se hace un juego de distintos encuadres del candidato a gobernador mientras expone el monlogo y, simultneamente, se muestran en un segundo plano

    distintas imgenes o escenas, que ilustran lo que se est diciendo, como si stas se

    estuviesen proyectando en un cine detrs del candidato a gobernador. Los encuadres

    que se suceden son el plano medio largo (o plano de ); el plano medio corto (que encuadra al sujeto desde la cabeza hasta la mitad del torso) que habitualmente se utiliza para concentrar en una nica figura la mxima atencin; el primer plano, que

    encuadra el rostro y los hombros, que se corresponde con una distancia ntima y sirve

    para mostrar confidencia e intimidad respecto al sujeto y el plano detalle que se utiliza, en este caso, para destacar las manos. La angulacin es principalmente frontal aunque

    tambin se utiliza la angulacin de perfil (llamado tambin plano lateral).

    Foto 6: Captura spot Si sos un delincuente realizada para este trabajo.

  • 22

    A partir del monlogo se puede identificar cmo est construida la figura del

    nosotros, que se presenta como opuesta a la del delincuente: los nios, los abuelos,

    los jvenes, los padres, la gente que se gana la vida trabajando. Asimismo, la figura otrificada y antagonizada del delincuente no es construida como quien comete cualquier

    delito, sino delitos callejeros (vas a tener que devolverles las plazas les vas a devolver cada calle, cada esquina, cada rincn de cada barrio, de toda la provincia). Evidentemente la construccin de la inseguridad que se realiza la vincula con un

    problema urbano.

    El efecto de que las imgenes mostradas en segundo plano se asemejen a la proyeccin de un cine est logrado principalmente por la incorporacin de efectos de

    sonidos de ambiente de proyeccin de cine. Estas imgenes proyectadas en segundo

    plano aparecen poco ntidas y con colores apagados hasta el momento en que el

    candidato dice ese da es el domingo 7 de agosto de 2011 cuando aparece con

    colores ms vivos una bandera argentina e imgenes del candidato siendo vitoreado.

    Entre las imgenes que aparecen en esta suerte de pelcula en segundo plano cabe

    destacar las que se corresponden con la frase hay un da en que, de una vez por

    todas, les vas a devolver cada calle, cada esquina, cada rincn de cada barrio, de toda

    la provincia. Estas imgenes son una cadena con un candado, un perro de gran

    tamao ladrando ferozmente detrs de una reja y un alambre de pas. Entendemos que estas tres imgenes refuerzan la separacin violenta y excluyente entre las figuras

    construidas nosotros y delincuente, al tiempo que las estrategias punitivas como

    teraputicas apropiadas para resolver el problema de la inseguridad.

  • 23

    iv. La cena Francisco de Narvez gobernador Buenos Aires11.

    El spot dura 50 segundos. Sobre un fondo negro, esta pieza comunicacional

    ficcionada, comienza con la leyenda Basado en hechos reales, mientras se escucha, a

    la distancia, gritos de auxilio (Ayuda! Por favor alguien aydeme!). Inmediatamente, la imagen hace foco en la mesa de una casa familiar donde una pareja, que est sentada a punto de cenar, se inquieta por los gritos desesperados que provienen de la

    calle. Ambos se acercan a la ventana, mientras que se escucha la voz de la mujer, superponindose a los gritos del exterior: Esper, esper, esper, esper. Esper

    porque puede ser una trampa. Se estructura as un juego de disputas entre la pareja anclado en una doble insistencia: por un lado, el hombre insiste en prestar ayuda a

    quien no parar de reclamarla desde el exterior de la vivienda (Ese hombre est desesperado. Necesita ayuda [] Pero algo hay que hacer!); por el otro, la mujer insiste en que no lo haga, que se quede puertas adentro, que no salga a la calle

    (Escuchame, escuchame lo que hacen te piden ayuda para que abras la puerta y cuando ests en la puerta abren y te agarran a la fuerza No, no hay que hacer nada!

    Es una trampa, te estoy diciendo que es una trampa).

    11

    Spot de campaa a la gobernacin de la provincia de Buenos Aires del candidato Francisco De Narvez, Unin para el Desarrollo Social, Lista 137. Disponible en: http://www.youtube.com/watch?v=Yw_cGk1KecU.

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    Foto 7: Captura spot Cena realizada para este trabajo.

    Tres cuestiones merecen toda nuestra atencin. En primer lugar, los gritos de

    auxilio. Durante toda la secuencia persisten los gritos desesperados del exterior, lo que

    va generando un clima de desesperacin en el interior de la vivienda. En segundo lugar,

    la oscuridad: es de noche, el interior est casi en penumbras y el juego de luces y sombras casi no permite trazar una discontinuidad entre la atmsfera de la vivienda y la

    oscuridad de la noche en la calle. En tercer lugar, la trampa: el miedo ajeno puede ser slo un engao que refuerza el miedo propio.

    Tres cuestiones que, claro est, se encuentran ntimamente solapadas.

    Mejor: cada elemento refuerza al otro. Toda la escena se estructura a travs de un in crescendo clima de terror. Una dinmica expositiva que interpela al espectador gracias

    a una modalidad de miedo que no presenta una figura precisa, que no tiene un objeto definido: en todo el spot nunca se ve que es lo que est pasando afuera de la vivienda,

    mientras s se escuchan en todo momento los gritos desesperados pero que no

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    explican qu es lo que sucede. Gritos que pueden ser una trampa en una escena

    marcada por la escasa visibilidad en el interior y la nula visibilidad del exterior. Una

    forma de miedo que, como argumenta Zygmunt Bauman, se hace ms profundo cuando

    es disperso, poco claro y no puede ser identificado con un objeto o lugar concreto (Bauman, 2007). La imagen se cierra, otra vez, con una leyenda sobre fondo negro: Hasta la

    posibilidad de ser buenas personas nos han robado. Nos robaron todo. Esta suerte de

    hiprbole tiene por efecto dar cuenta de la gravedad del problema: nos han robado

    todo, hasta los sentimientos. Y a travs del uso de esta figura de la retrica clsica se

    logra el paroxismo de una condensacin que atraviesa todo el spot: la inseguridad

    permea hasta los intersticios ms privados de lo cotidiano.

    En este caso, es la sinonimia entre inseguridad-delito-miedo la regularidad del

    discurso hegemnico de la inseguridad que aparece de modo ms ntido en esta pieza

    comunicacional. Ninguna transgresin normativa se hace presente en las imgenes que

    componen el spot, no obstante, las dos leyendas cierran el crculo del desplazamiento:

    basado en hechos reales, la inseguridad nos da miedo y si tenemos miedo es porque

    algn delito se est cometiendo, nos robaron todo.

    Finalmente, entra en escena el candidato a gobernador de la Provincia de

    Buenos Aires. La secuencia, esta vez, es una inversin palmo a palmo de la fallida cena

    familiar: de da, pero no cualquier da, un da soleado, en el espacio pblico abierto y

    parquizado, msica tenue, el candidato tranquilo y seguro.

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    Foto 8: Captura spot Cena realizada para este trabajo.

    En contraposicin frontal con el tono angustioso y temeroso de la pareja, as como con la desesperacin de los gritos de auxilio, con tono firme y pausado, el candidato

    asevera: No nos roban ms / Empieza otra Argentina / El 14 ven a votar por el cambio

    seguro / Te quiero ver ah / Eligiendo con nosotros. El candidato es, entonces, el

    cambio y el cambio es seguridad.

    IV. ltimas palabras: del miedo como operador poltico Recapitulando: en el entramado discursivo hegemnico, la inseguridad es

    presentada como el problema ms urgente a resolver, y aparece configurada como un

    problema doble: pequeas incivilidades y desobediencias / delito y violencia urbana.

    Problema doble que, como hemos argumentado ms arriba, se sostiene en una frrea

    asociacin entre el aumento de la pobreza y el aumento del delito. Dicho con mayor

    precisin, a lo que asistimos en estos discursos es una doble subsuncin: la

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    inseguridad se subsume al delito, la violencia y el desorden; y el delito, la violencia y el

    desorden se subsumen al delito, la violencia y el desorden protagonizados por los

    grupos sociales ms desfavorecidos y, ms acotadamente, los protagonizados por los

    jvenes pobres (Seghezzo, 2013b, Dallorso, 2014). Y, afinando el trazo, debemos decir que nos encontramos con un esquema

    donde la dominancia -esto es, la estructuracin hegemnica en los medios de

    comunicacin y en el campo poltico- est signada por teraputicas punitivistas y de

    policiamiento ostensivo. Cuando hablamos de discurso hegemnico, entonces,

    hacemos referencia a que nos encontramos, preponderantemente, con diagnsticos

    confluyentes pero tambin con estrategias de intervencin que, cuando de inseguridad

    se trata, presentan un perfil de aumento de la punitividad que gana protagonismo frente

    a pretensiones de intervencin ms sociales. Por lo tanto, llamamos discursos

    hegemnicos a la estructuracin de una matriz diagnstico-teraputica que conjuga una cadena causal inseguridad-delito-violencia-desorden-pobreza-juventud con una serie de soluciones punitivistas, en general, y de policiamiento ostensible, en particular.

    Los spots de campaa electorales se configuran como una formacin discursiva

    del discurso hegemnico de la inseguridad: dispersiones enunciativas pero que

    producen efectos de conjunto. En otras palabras: si bien la formacin discursiva permite establecer regularidades en las formas de existencia de los enunciados, no por

    ello los homogeniza. En cada uno de los spots analizados, emerge enfatizado un

    elemento especfico del discurso hegemnico de la inseguridad. Los sujetos y sus espacios sociales causa-eficiente de la inseguridad (los pobres y sus mundos comunitarios), la asociacin inseguridad-delito, el uso de la metfora de las manos, las teraputicas punitivas, en general, y de policiamiento ostensible, en particular, la

  • 28

    construccin por oposicin dicotmica entre un nosotros y un ellos-delincuentes, el

    miedo como el sustrato objetivo que hace necesaria la intervencin urgente sobre el problema, slo por mencionar algunos.

    Heterogeneidad, entonces. Empero, al mismo tiempo, regularidades. En primer

    lugar, es posible sealar una regularidad que podramos llamar genrica. El formato

    spot televisivo de campaa, en s mismo, define los lmites de lo que es posible

    enunciar pero, fundamentalmente, opera una restriccin sobre cmo se enuncia el

    discurso: la necesidad de sintetizar y condensar hacen casi imposible la estructuracin

    de una lgica asentada en la argumentacin. En ese sentido, los spots de campaa

    electoral, por las caractersticas de su economa comunicativa, resultan espacios

    privilegiados donde rastrear regularidades y dispersiones del discurso hegemnico de la

    inseguridad.

    En segundo lugar, pero en estrecha vinculacin con el punto anterior, es posible

    puntualizar una regularidad que podramos nominar de contenido. En todos los casos,

    asistimos a un modo de interpelacin donde prima la dinmica afectiva. Queremos

    decir: en los spots analizados emerge una super-jerarquizacin de la modalidad semitica del lenguaje. El lenguaje potico imprime su singularidad a las discursividades analizadas y asistimos as a una movilizacin afectiva en cuyo centro se

    ubica el miedo. Movilizacin afectiva que se vuelve particularmente imperativa en la

    medida en que las sociedades tardomodernas la acentuacin del individualismo y la

    cotidianizacin de la muerte, como bien seala Bauman en El miedo lquido, produce

    una obsesin recurrente por hacerla evitable (Bauman, 2007) Haciendo propias las palabras de Antonin Artaud en La anarqua social del arte,

    Kristeva afirma que el lenguaje potico resulta el lugar mismo donde se destruye y se

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    renueva el cdigo social dando as salida a las angustias de su poca al imantar,

    atraer, hacer recaer sobre sus hombros las cleras errantes de la poca para liberarla

    de su malestar psicolgico (Kristeva, 1981, pp. 258-259). Mitigar las angustias de la poca y liberar el malestar, en este caso, involucra al miedo como operador poltico. Un

    operador poltico que permite justificar, legitimar y naturalizar las intervenciones punitivas sobre aquellos construidos como los causantes de la inseguridad, esto es, los

    pobres y, fundamentalmente, los jvenes pobres. En el lmite y no tanto, [] el lenguaje potico [] est flanqueado por la psicosis (en lo tocante al sujeto) y por el totalitarismo o el fascismo (en lo tocante a las instituciones que implica o requiere) (Kristeva, 1981, p. 250).

    V. Bibliografa

    Adorno, T. (1966). Televisin y cultura de masas. Crdoba: Editorial Universitaria de Crdoba.

    Bauman, Z. (2007): El miedo lquido. La sociedad contempornea y sus temores, Madrid: Paidos.

    Castel, R. (2004). La inseguridad social. Qu es estar protegidos? Buenos Aires: Manantial.

    Castro, E. (2004): El vocabulario de Michel Foucault. Un recorrido alfabtico por sus temas conceptos y autores, Buenos Aires: Prometeo-UNQUI.

    Colombo, R. (2011): Populismo punitivo y politizacin de la (in)seguridad urbana en Argentina: programas electorales, polticas pblicas y racionalidades de gobierno en

    tiempos electorales y ms all, en Gutirrez, M. H. (comp.): Populismo punitivo y justicia expresiva, Buenos Aires: Fabin J. Di Plcido Editor.

  • 30

    Dallorso, N. y Recepter, C. (2013). As no se puede vivir: Reflexiones sobre la fractura social en Secretara de Estudios Avanzados, Facultad de Ciencias Sociales, UBA. En

    prensa.

    Dallorso, N. (2014): De qu se habla y qu se calla cuando se habla de inseguridad?, en Voces en el Fenix, N 34, mayo, ISSN 1853-8819.

    Foucault, M. (2004). La Arqueologa del saber. Buenos Aires: Siglo XXI. Galvani, M. et al. (2010): A la inseguridad la hacemos entre todos. Prcticas acadmicas, mediticas y policiales, Buenos Aires: Hekht.

    Kristeva, J. (1981). El sujeto en cuestin: el lenguaje potico, en Levi-Strauss, C.: Seminario La Identidad, Barcelona: Ediciones Petrel.

    Raffin, M. (2006): La experiencia del horror. Subjetividad y derechos humanos en las dictaduras y posdictaduras del Cono Sur, Buenos Aires: Editores del Puerto.

    Seghezzo, G. (2013): Origen sin gnesis: la emergencia de la (in)seguridad como objeto de conocimiento de las ciencias sociales en la Argentina contempornea, Prepared for delivery at the 2013 Congress of the Latin American Studies Association,

    Washington, DC May 29 - June 1, 2013.

    Seghezzo, G. (2013b): Modos de produccin de conocimiento en las ciencias sociales: la violencia policial como objeto de estudio en la Argentina contempornea, Tesis de Doctorado en Ciencias Sociales, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos

    Aires.