la calavera aullante - francis marion crawford

160

Upload: igna-chia

Post on 06-Jul-2016

335 views

Category:

Documents


24 download

DESCRIPTION

La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

TRANSCRIPT

Page 1: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford
Page 2: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

ElescritorNorteamericanoFrancisMarionCrawfordnacióenBagnidiLucael2deagostode1854.ErahijodelescultorThomasCrawfordyestudióenla St Paul School de Concord, New Hampshire, en la Universidad deCambridge,asícomoenHeidelbergyRoma.En1879viajóa la Indiaparaaprender sánscrito, y cuatro años después, tras una Breve estancia enNueva York y Boston, regresó a Italia, donde estableció su residenciapermanente. Durante años escribió a un ritmo endiablado, produciendonovelas donde abundaban los romances, las aventuras y los escenariosexóticos, tales como «Khaled: A Tale of Arabia» (1891) o «The Witch ofPrague»(1891).

PerosiCrawfordesrecordadotodavíaesgraciasasucélebrecolecciónderelatos de fantasmas «Wandering Ghosts» (1911) —una de las mejoresobras de terror que ha dado el género— que ahora publicamos en lacolecciónGótica,añadiendoelrelato“ElMensajerodelRey”,omitidoenlasprimerasediciones.

Yquienmejorparapresentamosalgunosdeestosrelatosqueelmaestrodelhorrormoderno,H.P.Lovecraft:

«“Pues la sangre es vida” plantea de forma convincente un caso devampirismo sujeto a una maldición lunar en las cercanías de una antiguatorrequesealzasobreunpeñónde lasolitariacostadelsurde Italia. “Lasonrisa muerta” trata de horrores ancestrales en una vieja mansión deIrlandayenelpanteónfamiliar,ypresentaconbastanteeficaciaeltemadelaBanshee.

Sinembargo,laobramaestrafantásticadeCrawfordes“Laliteradearriba”,unode loscuentosdemiedomás tremendosde toda la literatura.Enesterelato de un camarote encantado por el fantasma de un suicida, Crawfordtrata con destreza incomparable cosas tan dispares como la humedadespectral del agua salada, una portilla sorprendentemente abierta, o elcombatedepesadillaconunacriaturaindescriptible».

www.lectulandia.com-Página2

Page 3: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

FrancisMarionCrawford

Lacalaveraaullanteyotrosrelatosdefantasmasespeluznantes

Valdemar:Gótica-93

ePubr1.0orhi30.04.16

www.lectulandia.com-Página3

Page 4: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

Títulooriginal:WanderingGhostsFrancisMarionCrawford,2013Traducción:MartaLilaMurillo&AlbertSoléIlustracióndecubierta:JulienAdolpheDuvocelle:Crâneauxyeuxexorbitésetmainsagrippéesàunmur,1904

Editordigital:orhiePubbaser1.2

www.lectulandia.com-Página4

Page 5: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

INTRODUCCIÓN

El escritor norteamericano FrancisMarion Crawford nació en Bagni di Lucca,Italia,el2deagostode1854.ErahijodelescultorThomasCrawfordysobrinodeJuliaWardHowe,poetisayescritoraquegozódeciertapopularidaden su tiempo.Estudió en la St Paul School, en Concord, NewHampshire, en la Universidad deCambridge, así comoenHeidelbergyRoma.En1879 se trasladóa la IndiadondeestudiósánscritoytrabajócomoeditordelperiódicoIndianHeraldenAllahabad.Deregreso a EstadosUnidos, continuó sus estudios de sánscrito en laUniversidad deHarvard durante un año, colaboró en varias publicaciones y en 1882 finalizó suprimeranovela,Mr.Isaacs,unbrillanteesbozodelavidamodernaanglo-hindúconciertotoquedemisteriooriental.EllibrotuvounéxitoinmediatoyelbuenoficiodesuautorquedóconfirmadoconlapublicacióndeDr.Claudius(1883).En1883,trasuna breve estancia en Nueva York y Boston, regresó a Italia, donde estableció suresidenciapermanente.El éxito literario lepermitiómoverse entre los acomodadoscírculos cosmopolitas y realizar numerosos viajes. También, como comprobará ellector de estos relatos, fue un experto marino. Durante años escribió a un ritmoendiablado,unascincomilpalabrasaldía,queplasmóenunaseriedenovelasdondeabundabanlosromances, lasaventurasylosescenariosexóticos,conunestiloaunmismotiempodirectoycuidado.Defendiósiempreunaconcepcióndelaliteraturaenlaqueprimabaelentretenimientosobrecualquierotraconsideración.Afinalesdelaúltimadécadadelsiglodiecinuevecomenzóaescribirestudioshistóricos,comoAveRoma Immortalis (1898), Rulen of the South (1900) y Gleanings from VenetianHistory (1905), en los cuales combinaba un profundo conocimiento de la historialocalitalianaconlaimaginaciónpropiadelnovelista.

Entre sus obras más populares cabe destacar la serie Saracinesca. La terceranovela de la serie,DonOrsino (1892), tiene como fondo una burbuja inmobiliariareal, narrada con eficaz concisión. La cuarta, Corleone (1897), fue el primertratamiento relevante de la Mafia en la literatura, y empleó el argumento, tanutilizado posteriormente, del sacerdote que no puede delatar un crimen debido alsecretodeconfesión.

El libro que más valoraba el propio Crawford era Khaled: A Tale of Arabia(1891), la historia de un genio transformado en humano, reeditado en 1971 en lasBallantine Adult Fantasy series de principios de los setenta del siglo veinte. SunovelaACigarette-Maker’sRomance(1890)fueadaptadaparaelteatroconnotableéxito tanto sobre los escenarios como en su formato de novela. Esto le animó aescribiren1902unaobradeteatro,FrancescadaRimini,producidaenParísporsuamigaSarahBernhardt.Sinembargo,laadaptaciónteatralmásconocidadeCrawfordfueTheWhite Sister (1909), que fue llevada al cine en 1915, 1923 y 1933. In thePalace of the King (1900) fue filmada en 1915 y 1923. Mr. Isaacs (1882) fueadaptadaalcineen1931coneltítulodeElhijodelaIndia.

www.lectulandia.com-Página5

Page 6: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

Crawfordmurió en Sorrento, el viernes santo de 1909 en Villa Crawford, trassufrir un ataquede corazón.Esta afección cardíaca fue consecuenciadeuna lesiónpulmonar(alinhalargasestóxicosenunafundicióndevidrioenColorado)quetuvolugardiezañosatrásduranteunagiradeconferenciasenEstadosUnidosentre1897y1898.

LosWanderingGhosts

ComoenelcasodeVernonLee(ymuchosotrosenlaliteraturafantástica:RobertW.Chambers,JohnBuchan,W.W.Jacobs,porejemplo),yapesardequevariasdesus novelas contienen elementos fantásticos en diferentes grados, sobre todoZoroaster,1885,Khaled:ATaleofArabia,1891yTheWitchofPraga,1891,FrancisMarionCrawfordseríahoyunautorolvidadosinofueraporsucélebrecolecciónderelatosWanderingGhosts.Ynodejaderesultarcuriosoqueestailustreposteridadlefuera otorgada precisamente con un libro póstumo, ya que Wandering Ghosts(Uncanny Tales en U. K.) apareció en 1911, aunque fueron escritos entre 1894 y1908.Ambasedicionesomitíanelrelato“TheKing’sMessenger”(“ElMensajerodelRey”),recuperadoenlaedicióndeUncannyTalesdeTartarusPressen1997,yqueValdemarincluyetambiénenestaedición.

Noesdeextrañarqueestacolecciónderelatoshayasuscitadotantasadhesionesyentusiasmosalolargodeltiempo.AparecieronantesquelosdeM.R.James,ArthurMachen o Lovecraft, y resultan verdaderamente sorprendentes para su época.Generalmenteutilizaun testigoquenarraconun lenguajedirectoyque recreaconprofusión de detalles los acontecimientos hasta un desenlace final de gran efectodramático/espeluznante.Deestemodo,ellectoresalavezcómpliceyoyente.

DorothyScarborough,unadesusprimerasadmiradorasycríticas,afirmó:«PocosescritoreshanigualadoaF.MarionCrawfordenlaliteraturamodernadefantasmas.Susrelatosposeenuna intensidadespeluznante,un terrorangustiante,quehacequedestaquen sobre cualquier ficción sobrenatural común. Permanecen en la mentemucho después de que se haya intentado olvidarlos, si es que alguna vez se lograolvidardeltodolasensaciónquedesprendendepodermaligno.Encadaunodesusrelatosapareceunterrorparticularquesedistinguedelresto…»

“TheUpperBerth”,1886(“Laliteradearriba”),“FortheBloodIstheLife”,1905(“Pues la sangre es vida”), “The Dead Smile”, 1899 (“La sonrisa muerta”), “TheScreamingSkull”,1908(“Lacalaveraaullante”),“ManOverboard”,1903(“¡Hombrealagua!”),sonclásicoscuentosdeterrorincluidosennumerosasantologías.Setrata,pues, de una obra fundamental en el desarrollo de la literatura de terror, comocorrobora el hecho de que el prestigioso crítico y estudioso del género S. T. JoshiincluyeraWanderingGhostsensuensayoTheEvolutionoftheWeirdTale,aparecidoen2004.

www.lectulandia.com-Página6

Page 7: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

TalvezelmejorelogioqueselepuedehaceraWanderingGhostsseaelhechodeque Lovecraft lamentase haber descubierto tardíamente a Crawford («recibí unprofundo mazazo») y quisiera enmendar su error ampliando considerablemente elpárrafo dedicado a su compatriota en Supernatural Horror in Literature. ComocuentaenunacartadirigidaaJamesF.Mortonyfechadael1deabrilde1927:«Talvez le interese saber que en un codicilo de última hora amplié el apartado que lededico a F.Marion Crawford […] como consecuencia de la lectura atenta de unaantología titulada Wandering Ghosts, que me prestó mi nuevo bisnieto prodigioDonaldWandrei».

Paraqueellectorvayaabriendoboca,terminamosconlamencióndelmaestrodeProvidence en su ensayo sobre la literatura de terror sobrenatural: «F. MarionCrawfordescribióvarioscuentos fantásticosdediversacalidad,ahora recogidosenunvolumentituladoWanderingGhosts.“FortheBloodIstheLife”planteadeformaconvincenteuncasodevampirismosujetoaunamaldiciónlunarenlascercaníasdeuna antigua torre que se alza sobreunpeñónde la solitaria costa del sur de Italia.“TheDeadSmile”tratadehorroresancestralesenunaviejamansióndeIrlandayenel panteón familiar, y presenta con bastante eficacia el tema de la banshee. Sinembargo, laobramaestra fantásticadeCrawfordes“TheUpperBerth”,unode loscuentosdemiedomástremendosdetodalaliteratura.Enesterelatodeuncamaroteencantadoporel fantasmadeunsuicida,Crawford tratacondestreza incomparablecosas tan dispares como la humedad espectral del agua salada, una portillasorprendentementeabierta,oelcombatedepesadillaconunacriaturaindescriptible».

Era inevitable quemás tarde o temprano estosFantasmas errantes de FrancisMarionCrawfordfigurasenconplenoderechoennuestracolecciónconsagradaalosterroresgóticos.Noes tanusualque,enunarecopilacióndeochorelatos,cincodeellos sean considerados piezas clásicas del «cuento de terror»… aunque estamosconvencidosdequeapartirdelalecturade“ElMensajerodelRey”seránalmenosseis…

Loseditores

www.lectulandia.com-Página7

Page 8: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

LASONRISAMUERTA

[TheDeadSmile]

CAPÍTULOI

SirHughOckramsonreíasentadojuntoalaventanaabiertadesuestudiounatardeafinalesdeagosto,yenesepreciso instanteunacuriosanubeamarillaoscureció losrayosoblicuosdelsol,yladiáfanaluzveraniegasetornómásrefulgente,comosi,derepente,hubieraquedadoenvenenadaycontagiadaporlosnauseabundosvaporesdeunapeste.ElrostrodesirHugh,enelmejordeloscasos,parecíaestarhechodefinopergamino estirado sobre una máscara de madera, con los dos ojos hundidos yocultosobservandodesdelasprofundidadesdelashendidurasbajopárpadosrasgadosyarrugados,vivosyvigilantes,comodossaposdentrodesusagujeros,unoalladodelotroy exactamente iguales.Pero amedidaque la luz cambiaba, un leve fulgoramarillocomenzóabrillarencadaunodeellos.LaenfermeraMacdonalddijoenunaocasiónquecuandosirHughsonreíaveíalosrostrosdedosmujeresenelinfierno…dosmujeresmuertasalasquehabíatraicionado(laenfermeraMacdonaldcontabayaconcienañosdeedad).Y lasonrisadelancianoentoncesseensanchaba,estirandolos pálidos labios sobre los descoloridos dientes con una expresión de profundasatisfacción de símismo,mezclada con elmás implacable odio y desprecio por lamuñecahumana.Larepugnanteenfermedadqueloestabamatandohabíaafectadosucerebro.Suhijoestabadepiejuntoaél,alto,blancoydelicadocomounángeldeunapintura religiosa primitiva, y aunque un profundo dolor inundaba sus ojos violetasmientrascontemplabaelrostrodesupadre,sintióquelasombradeesanauseabundasonrisa se deslizaba sobre sus propios labios, partiéndolos y entreabriéndolos encontradesuvoluntad.Eracomounmalsueño,porqueintentabanosonreírysonreíaaúnmás.Juntoaél,extrañamentesemejanteaélensulánguidayangelicalbelleza,con el mismo cabello color oro viejo, los mismos tristes ojos violetas, el mismosemblanteluminosamentepálido,EvelynWarburtonapoyóunamanosobresubrazo.Ymientrasmirabalosojosdesutío,sintióquenopodíaapartarlossuyosysupoquela mortal sonrisa flotaba sobre sus propios labios rojos, separándolos tensamentesobrelospequeñosdientes,mientrasdoslágrimasbrillantescorríanpor lasmejillashastasuboca,yquedabansuspendidasenellabiosuperiormientrasellasonreía…ylasonrisaeracomolasombradelamuerteyelsellodeperdicióndibujadoensupuroyjovenrostro.

—Porsupuesto—dijosirHughconmuchaparsimoniay todavíacontemplandolos árboles por la ventana—, si ya habéis decidido casaros, no puedo deteneros, ytampococreoqueosimportelomásmínimomiconsentimiento…

www.lectulandia.com-Página8

Page 9: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

—¡Padre!—exclamóGabrielcontonodereproche.—No,nomeengañoamímismo—continuóhablandoelanciano,sonriendode

forma terrible—.Oscasaréiscuandohayamuerto,aunquehayunaexcelente razónpara que no lo hagáis…porque os conviene no hacerlo—repitió dándole especialénfasisasuspalabras,ylentamentevolviólosojoshacialosamantes.

—¿Quérazón?—preguntóEvelynconvozatemorizada.—Daiguallarazón,querida.Oscasaréisigualmentecomosinoexistierarazón

alguna—hubounalargapausa—.Dosyahanpartidodeestavida—dijo,bajandolavozdeformaextraña—,ydosmásseráncuatro,entotal,porsiemprejamásardiendo,ardiendo,ardiendorelucientes.

Traspronunciarlasúltimaspalabras,echólacabezahaciaatráslentamente,yelleve fulgor de los ojos como sapos desapareció bajo los hinchados párpados; y lanuberefulgentesealejódelsolqueyaseponíaporoccidente,deformaquelatierravolvió a ser verde y la luz pura. SirHugh se había quedado dormido, como hacíafrecuentementedesdesuúltimarecaída,inclusoamediafrase.

GabrielOckramsellevóaEvelyndeallíydesdeelestudiosedirigieronhaciaelsombrío recibidor cerrando la puerta con suavidad tras ellos; ambos respirabanagitadamente,comosialgúnpeligrorepentinoacabaradepasar.Enlazaronlasmanos,ysusojosinusualmenteparecidossefundieronenunalargamirada,enlaqueelamory una perfecta comprensión quedaban nublados por el secreto terror de algodesconocido.Suspálidossemblantesreflejabanelmiedodelotro.

—Essusecreto—dijoEvelynfinalmente—.Nuncanosdiráloquees.—Simuereconello—respondióGabriel—,¡quepesesobresuconciencia!—¡Sobre su conciencia! —repitió el eco en el sombrío recibidor. Era un eco

extraño, y algunos se asustaban al oírlo, porque decían que si fuera un eco realdebería repetirse todoynosóloalgunaqueotra frase,orahablador,ora silencioso.Pero la enfermera Macdonald afirmaba que en el enorme recibidor el eco jamásrepitióunaplegariacuandounOckramestabaapuntodemorir,aunquesíquerepetíadiezvecescadaunadelasmaldiciones.

—¡Sobresuconciencia!—repitióelecomuylevemente,yEvelynsesobresaltóymiróasualrededor.

—Essóloeleco—dijoGabriel,llevándosela.Salieronalaluzdelasúltimashorasdelatarde,ysesentaronsobreunbancode

piedradetrásdelacapillaconstruidaenelextremodelalaeste.Reinabaunaquietudtotal,noseescuchabanilamásmínimarespiración,niningúnotrosonidocercadeellos.Sóloa lo lejosenelparqueunpájarocantorsilbabaelagudopreludiode loscorosdelanochecer.

—Quésolitarioesestelugar—dijoEvelyn,cogiendonerviosamentelamanodeGabrielyvacilandocomositemieraromperelsilencio—.Sifueradenoche,tendríamiedo.

—¿Dequé?¿Demí?—lostristesojosdeGabrielsevolvieronaella.

www.lectulandia.com-Página9

Page 10: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

—¡Oh, no! ¿Cómo podría tenerte miedo? Más bien de los viejos Ockram…cuentan que están justo debajo de nuestros pies, aquí en la cripta norte junto a lacapilla, todos envueltos en sus mortajas, sin ataúdes, como se les enterrabaantiguamente.

—Ycomoseránsiempreenterrados…comoenterraránamipadre,yamí.LasleyendascuentanqueunOckramjamásdebeyacerenunataúd.

—Peronopuedenserciertas…nosonmásquecuentosdehadas…¡historiasdefantasmas!

Evelynsearrimóasucompañero,presionándolelamanoconmásfuerza,yelsolcomenzóaponerse.

—Porsupuesto.Peroestá lahistoriadelancianosirVernon,quefuedecapitadoportraiciónbajoelreinadodeJacoboII.Lafamiliatrajosucuerpodesdeelcadalsoen un féretro de hierro con fuertes cerrojos y lo colocaron en la cripta norte. Perodesdeentonces,cadavezquesereabríaelpanteónparaenterraraotromiembrodelafamilia, encontraban el ataúd totalmente abierto, y el cuerpo erguido y apoyadocontra la pared, y la cabeza lejos tirada en un rincón, sonriendo en dirección alféretro.

—¿ComolasonrisadeltíoHugh?—Evelynseestremeció.—Sí,supongoquesí—respondióGabriel,pensativo—.Porsupuestonuncalohe

visto,ylacriptanohasidoabiertadesdehacetreintaaños…ningunodelosnuestroshamuertodesdeentonces.

—Ysi…sieltíoHughmuere…tú…—Evelynsecalló,ysuhermosoydelgadorostropalidecióprofundamente.

—Sí. Veré cómo le entierran allí… con su secreto, sea el que sea. —Gabrielsuspiróypresionólapequeñamanodelajoven.

—Nomegustanadalaidea—dijoellavacilante—.Oh,Gabriel,¿quépodráseresesecreto?Éldijoqueeramejorquenonoscasásemos…noesqueloprohibiera…perolodijodeunaformatanextraña,yesasonrisa…¡Uf!—susdiminutosdientesblancos castañetearon de miedo, y miró por encima de su hombro mientras searrimabaaúnmásaGabriel—.Y,enciertosentido,lasentíenmipropiorostro…

—Y yo también—respondió Gabriel nervioso y en voz baja—. La enfermeraMacdonald…—entoncessecallóabruptamente.

—¿Qué?¿Quédijoella?—Oh…nada.Mehacontadocosas…cosasque teasustarían,querida.Ven,ya

refresca.Eljovenselevantó,peroEvelynlesujetólamanoentrelassuyas,todavíasentada

ylevantandolamiradahaciasurostro.—Peronoscasaremosigualmente…¡Gabriel!¡Diquesíloharemos!—Claro, querida… por supuesto. Pero mientras mi padre se encuentre tan

enfermo,esimposible…—¡Oh,Gabriel,Gabriel,querido!¡Ojaláestuviéramoscasadosahora!—exclamó

www.lectulandia.com-Página10

Page 11: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

Evelynconrepentinaangustia—.Séquealgoloimpediráynosseparará.—¡Nadalologrará!—¿Nada?—Nadahumano—dijoGabrielOckram,mientrasellaloabrazaba.Ysusrostros,tanextrañamentesimilares,seunieronyrozaron…yGabrielsupo

que el beso tenía unmaravilloso sabor amaldad, pero en los labios deEvelyn eracomoelfríoalientodeunmiedodulceymortal.Yningunodeelloslocomprendía,porque eran inocentes y jóvenes. Sin embargo, ella le atrajo hacia sí con unaligerísima caricia, como una mimosa sensible al tacto agita y ondea sus delgadashojasyseflexionaycierrasuavementesobreloqueanhela,yélpermitiódebuenaganaserarrastradohaciaella,comosisucariciahubierasidomortalyvenenosa;ellaamaba de manera extraña ese casi voluptuoso aliento de miedo, y él deseabaapasionadamenteesealgomalignosinnombrequeacechabaensuslabiosdevirgen.

—Escomosinosamásemosenunsueñoextraño—dijoella.—Temodespertarme—murmuróél.—Nunca nos despertaremos, querido… cuando el sueño acabe ya se habrá

transformado en muerte, tan sutilmente que ni siquiera lo notaremos. Pero hastaentonces…

Ellacallóysusojosbuscaronlosdeél,ysusrostrossejuntaronlentamente.Eracomo si tuvieran pensamientos prendidos en sus rojos labios que anticiparan y yaconocieranelprofundobesoenloslabiosdelotro.

—Hastaentonces…—dijoelladenuevo,envozmuybaja,ycon labocamuycercadeladeél.

—Hastaentonces…sueña—murmuróentredientes.

CAPÍTULOII

LaenfermeraMacdonaldteníacienañosdeedad.Solíadormirseacurrucadaenunviejosillónorejerodecuero,conlospiesenunmullidoreposapiéstapizadodepieldeborrego,yenvueltaenmúltiplesycálidasmantas,inclusoenverano.Juntoaellasiemprehabíaunapequeñalámparadenocheencendidaycercaunaantiguatazadeplata,enlaquehabíaalgunabebida.

Teníaelrostromuyarrugado,perolasarrugaserantanpequeñasyfinasyestabantan juntas unas de otras que producían sombras en lugar de líneas. Dos delgadosmechones de pelo, que estabanmutando de nuevo de blanco a amarillo ahumado,cubrían sus sienes por debajo del almidonado gorro blanco. De vez en cuando sedespertabaysuspárpadossealzabanendiminutosplieguescomopequeñascortinasdeseda rosa,yclavabasusextrañosojosazules frenteaellaatravesandopuertasyparedesymundoshastaunlejanolugarmásallá.Acontinuación,volvíaadormirse,

www.lectulandia.com-Página11

Page 12: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

con lasmanosposadasuna sobre la otra en el bordede lamanta; con la edad, lospulgares lehabíancrecidomásqueel restodededos,y lasarticulacionesbrillabanbajolaluzdelalámparacomolustrosasmanzanassilvestres.

Era casi la una en punto de la noche, y la brisa de veranomovía una rama dehiedra haciendo que rozara contra los cristales de la ventana como una cariciasusurrante. En la pequeña estancia contigua, con la puerta entreabierta, la jovencuidadoraencargadadelaenfermeraMacdonalddormíaprofundamente.Todoestabamuy silencioso. La anciana respiraba a intervalos regulares, sus labios arrugadosvibrabancadavezqueexhalabaaire,yteníalosojoscerrados.

Pero al otro lado de la ventana cerrada había un rostro, y unos ojos violetasmirabanfijamentealaancianadurmiente,yeracomoelrostrodeEvelynWarburton,aunquehabíaunosveinticuatrometrosdesdeelalféizardelaventanaylabasedelatorre.Sinembargo,eraunrostromásdelgadoqueeldeEvelyn,tanblancocomoundestello,yteníalamiradafijayloslabiosnobrillabanencarnadosconvida;estabanmuertosypintadosconsangrefresca.

Lentamente,losarrugadospárpadosdelaenfermeraMacdonaldseplegaronhaciaatrás y entonces miró directamente hacia el rostro de la ventana durante diezsegundos.

—¿Yaeslahora?—preguntóconsudébilylejanavoz.Mientraslocontemplaba,elrostroenlaventanacambió;losojosseabrieronmás

ymáshastaqueelblanco refulgíaalrededordelbrillantevioleta,y los sangrientoslabios se abrieronmostrando unos dientes brillantes, y se tensaron y abrieron y setensaron aúnmás, y el cabellodoradooscuro flotóygolpeó la ventana en la brisanocturna. Y en respuesta a la pregunta de la enfermeraMacdonald, se escuchó elsonidoquehielalacarneviva.

Aquellavozquegemíaenvozbajaseelevósúbitamente,comoelgemidodeunatormenta,degemidopasóaalarido,dealaridoaaullido,deaullidoalgritoaterradodeunmuerto torturado…elque lohaescuchado lo sabeypuedeatestiguarqueelgrito de la banshee es un grito maligno cuando se escucha en soledad y en laoscuridad de la noche. Cuando hubo callado y el rostro desapareció, la enfermeraMacdonald se revolvió un poco en su enorme sillón y siguió mirando el grancuadradonegrodelaventana,peroyanohabíanadamásallí,nadaexceptolanocheylasusurrantehiedra.Volvió lacabezahacia lapuertaentreabierta,yallídepieseencontrabalajovencuidadoraconcamisónblanco;losdienteslecastañeabanporelmiedo.

—Yaeslahora,niña—dijolaenfermeraMacdonald—.Deboiraél,porqueyahallegadoelfin.

Selevantólentamente,apoyandosusmarchitasmanossobrelosbrazosdelsillón;lajovenacercóunabatadelanayunaenormetoca,asícomosumuleta,yabrigóalaanciana. Pero con frecuencia la joven miraba hacia la ventana con expresióndescompuesta por el terror, y con frecuencia la enfermera Macdonald sacudía la

www.lectulandia.com-Página12

Page 13: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

cabezaypronunciabapalabrasquelacuidadoranoentendía.—EracomoelrostrodelaseñoritaEvelyn—dijofinalmentelajoven,temblando.Pero la anciana le lanzó una mirada dura y enojada, y la escudriñó con sus

extraños ojos azules. Se levantó apoyándose en el brazo del enorme sillón con lamanoizquierda,ylevantólamuletaparagolpearalacuidadoracontodassusfuerzas.Peronolohizo.

—Eresunabuenachica—dijo—,peroidiota.Rezaportenermásseso,niña,rezaportenermásseso…sino,mejorseráquebusquesempleoenotracasaquenoseaOckramHall.Traelalámparaysujétamepordebajodemibrazoizquierdo.

La muleta claqueteó contra el suelo de madera, y los tacones bajos de laszapatillas de la enfermera Macdonald repiquetearon a su paso en lentos tripletesmientras se dirigía hacia la puerta. Al bajar las escaleras, cada paso que daba lesuponía un enorme esfuerzo, y al oír el repiqueteo los sirvientes que despertabansabíanquelaancianaseacercabamuchoantesdeverla.

Yanadiedormía,yhabía luces,ysusurros,ycaraspálidasen lospasilloscercadeldormitoriodesirHugh,yunosentrabanyotrossalían,perotodosdejaronpasoala enfermeraMacdonald, que ya había cuidado al padre de sirHugh hacíamás deochentaaños.

Laluzenelcuartoeratenueyclara.AllídepieestabaGabrielOckramjuntoallechodesupadre,yderodillasestabaEvelynWarburton,conelcabelloposadocomounasombradoradasobreloshombros,ylasmanosentrelazadasycrispadas.YfrenteaGabriel,unaenfermeraintentabaquesirHughbebiera.Peroélsenegabay,aunquesuslabiosestabanentreabiertos,teníalosdientesfirmementeapretados.Estabamuy,muydelgadoyamarillo,ysusojosreflejabanlaluzporambosladosasemejándoseabrasasamarillas.

—Noloatormente—dijolaenfermeraMacdonaldalamujerquesujetabalataza—.Permítamequehableconél,yahallegadosuhora.

—Déjelaquehableconél—ordenóGabrielconvozapagada.Así pues, la anciana se inclinó hacia la almohada y posó el peso pluma de su

marchitamano, que era como una polillamarrón, sobre los dedos amarillos de sirHugh,ylehablóconvehemencia,mientrassólopermanecíanenelcuartoGabrielyEvelynparapoderoírlo.

—HughOckram—dijo ella—, este es el fin de tu vida; te vi nacer, y antes vinaceratupadre,yhevenidoparavertemorir.HughOckram,¿mediráslaverdad?

El moribundo reconoció la voz lejana que había oído durante toda su vida, yvolvió lentamente su rostro amarillo hacia la enfermera Macdonald, pero no dijonada.Entonceslamujervolvióahablar.

—HughOckram,nuncamásveráslaluzdelsol.¿Mediráslaverdad?Sus ojos como sapos aún brillaban. Se clavaron firmemente en el rostro de la

mujer.—¿Qué quieres de mí? —preguntó, y cada palabra resonaba hueca contra la

www.lectulandia.com-Página13

Page 14: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

siguiente—.Notengosecretos.Hetenidounabuenavida.La enfermeraMacdonald se rió…una risa rota y en voz baja que hizo que su

cabeza se sacudiera y temblara ligeramente, como si su cuello fuera unmuelle deacero. Pero los ojos de sir Hugh enrojecieron, y sus pálidos labios comenzaron atorcerse.

—Dejaquemueraenpaz—dijolentamente.PerolaenfermeraMacdonaldagitólacabeza,ysumanopardacomounapolilla

abandonóladeélyrevoloteóhastasufrente.—¡Porlamadrequeteengendróymuriódedolorporlospecadosquecometiste,

dimelaverdad!LoslabiosdesirHughsetensaronsobreunosdientesdescoloridos.—Noenestemundo—respondiólentamente.—¡Por la mujer que engendró a tu hijo y murió con el corazón roto, dime la

verdad!—Niatienvida,niaellaenlamuerteeterna.Arrugóloslabioscomosilaspalabrasleabrasarancomoascuasentreellos,yuna

enormegotadesudorrodóporelpergaminodesufrente.GabrielOckramsemordiólamanoalcontemplarlainminentemuertedesupadre.PerolaenfermeraMacdonaldhablóporterceravez.

—Por la mujer a la que traicionaste, y que ya te aguarda esta noche, HughOckram,¡dimelaverdad!

—Esdemasiadotarde.Déjamemorirenpaz.Los labios retorcidos iniciaron una sonrisa que se posó sobre los dientes

amarillentos,ylosojoscomosaposbrillaronensucabezacomojoyasmalignas.—Aúnqueda tiempo—dijo laanciana—.DimeelnombredelpadredeEvelyn

Warburton.Luegotedejarémorirenpaz.Evelyn dio un respingo hacia atrás, mientras seguía arrodillada, y miró a la

enfermeraMacdonald,yluegoasutío.—¿ElnombredelpadredeEvelyn?—repitióelancianolentamente,mientrasla

terriblesonrisaseextendíaporsurostromoribundo.Extrañamente, la luz se hacía cada vez más sombría en la enorme estancia.

MientrasEvelynlaobservaba,laencorvadasombradelaenfermeraMacdonaldenlapared se hizo gigantesca.La respiración de sirHugh era pesada, y ya sonaban losúltimosestertoresensugarganta,mientraslamuerteavanzabasobresucuerpocomounaserpienteyloahogaba.Evelynrezabaenvozaltayclara.

Entoncesalgogolpeólaventanaylajovensintióunafríabrisasobresucabelloque lohizoondearpor encimade su cabezay, en contrade suvoluntad, volvió lamirada.Ycuandoviosupropiosemblantemirandoporlaventana,ysuspropiosojosobservándola a través del cristal, desorbitados y aterrados, y vio su propio cabelloresbalandoporelcristal,ysuspropioslabiosmanchadosdesangrefresca,selevantólentamente del suelo y permaneció rígida durante unos segundos, y entonces, tras

www.lectulandia.com-Página14

Page 15: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

gritar una sola vez, se desmayó y cayó de espaldas directamente en los brazos deGabriel. Pero el alarido que respondió al de la joven era el alarido aterrado de uncadáver atormentado, con el alma presa por la vergüenza de pecados mortales,aunquelosdemoniosluchabanensuinteriorcontralaputrefacción,cadaunodeellosdeseosodeobtenersuparte.

SirHughOckramsesentóerguidoensulechodemuerte,abriólosojosygritó:—¡Evelyn!—su áspera voz se rompió y resonó en su pecho al tiempo que se

hundía de nuevo en la cama. Pero la enfermera Macdonald seguía torturándolo,porquetodavíalequedabaunhálitodevida.

—Túhasvistoalamadrequeteespera,HughOckram.¿QuiéneraelpadredelajovenEvelyn?¿Cómosellamaba?

Porúltimavezlaterriblesonrisabrotóensusretorcidoslabios,muylentamente,muy firmemente ahora, y los ojos como sapos brillaron rojizos, y el rostroapergaminadodestellólevementebajolatemblorosaluz.Yporúltimavezpronuncióunaspalabras.

—Losabenenelinfierno.Entonceslosbrillantesojosseapagaronrápidamente,elsemblanteamarillentose

tornópálidacerayungran temblor recorrióeldelgadocuerpodeHughOckramalmorir.

Peroinclusoenlamuerteseguíasonriendo,porqueguardabasusecretoysehabíallevadosusilencioalotrolado,yselollevaríaconsigoparaquepermanecieraconélpor siempre jamás en la cripta norte de la capilla donde los Ockram yacían sinataúdes y envueltos en sus mortajas… todos menos uno. Aunque estaba muerto,sonreía, porque había guardado el tesoro de maligna verdad hasta el final, y noquedaba nadie vivo que pudiera decir el nombre que él había pronunciado, peroquedabatodoelmalnoreparadoparaquedierasusfrutos.

Mientrasmirabanalpadre—laenfermeraMacdonaldyGabriel,que sosteníaaEvelyn todavía inconsciente entre sus brazos—, sintieron que la sonrisa muertareptaba hasta sus propios labios… la anciana arpía y el joven con rostro de ángel.EntoncesseestremecieronlevementeyambosmiraronaEvelyn,queteníalacabezaapoyadasobreelhombrodeljoveny,aunqueestababellísima,lamismaescalofriantesonrisatambiéntorcíasujovenboca,yfuecomoelpresagiodeunmaltremendoquenopodíanllegaraentender.

PeropocoapocosacaronaEvelyndeallí,ylajovenabriólosojosylasonrisasedesvaneció.Desdemuylejosenlaenormecasalesllegóelsonidoallantoyplegariasquesubíaporlasescalerasyretumbabaporloslúgubrespasillos;lasmujereshabíancomenzadoallorarlamuertedesudifuntoseñor,segúnlacostumbreirlandesa,yenel salón resonaron sus propios ecos toda esa noche, como un lejano alarido debansheeentrelosárbolesdeunbosque.

Cuando llegó el momento, transportaron a sir Hugh en el sudario sobre unasandas con caballete hasta la capilla, a través de la cancela dehierroypor el largo

www.lectulandia.com-Página15

Page 16: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

pasaje de bajada a la cripta norte, alumbrados con velas, para colocarlo junto a supadre. Dos hombres entraron primero para acondicionar el lugar; y salierontambaleándosecomosiestuvieranborrachos,yblancos,abandonandosus lucesallídentro.

PeroGabrielOckramnoteníamiedo,porqueélyasabíaloqueibaaencontrar.YentrósoloyvioqueelcuerpodesirVernonOckramestabaerguidoapoyadocontralapareddepiedra,yquesucabezamirabadesdeelsuelocercadelcuerpo,conelrostrohacia arriba, y los resecos labios apergaminados sonreían horriblemente hacia elcadáverreseco,mientraselféretrodehierro,forradopordentrodeterciopelonegro,permanecíaabiertosobreelsuelo.

EntoncesGabriel levantó el cuerpo en susmanos; eramuy ligero, pues estababastantedeshidratadoporelairedelacripta,yaquellosqueecharonunvistazoporlapuertavieronquelocolocabadentrodelféretrodenuevo.Crujiólevemente,comounfardodecañas,ysonóahuecocuandotocólosladosyelfondo.Tambiéncolocólacabezasobre loshombrosyechóelcerrojoa la tapa,quesecerrósobreunmuelleoxidadoconunchasquido.

DespuéscolocaronasirHughjuntoasupadre,sobrelasandasconcaballeteenlasquelohabíantransportado,yregresaronalacapilla.

Perocuandosemiraronunosaotros,elseñoryloshombres,todossonreíanconla sonrisamuerta del cadáver que habían depositado en la cripta, y sólo pudieronvolveramirarseunosaotroscuandodesapareció.

CAPÍTULOIII

Gabriel Ockram se convirtió en sir Gabriel tras heredar de su padre el rango debaronetjuntoaunafortunabastantemermada,yEvelynWarburtoncontinuóviviendoenOckramHall,enlaestanciaquedabaalsuryquelehabíapertenecidodesdequeteníamemoria.Nopodíamarcharse, porqueno tenía familiares a losque acudir, yademás no parecía que hubiera ningúnmotivo por el que no debiera quedarse. ElrestodelmundojamássetomaríalamolestiadeaveriguarloquehacíanlosOckramensusposesionesirlandesas,ydesdehacíamuchotiempolosOckramnoesperabannadadelmundo.

Así pues, Gabriel ocupó el lugar de su padre en la oscura y vieja mesa delcomedor,yEvelynsesentófrenteaél,alaesperadequeelperiododedueloacabaraypudieranfinalmentecasarse.Y,mientrastanto,susvidasprosiguieroncomoantes,cuandosirHughquedóirremediablementeinválidoduranteelúltimoañodesuvidayellos loveían tansólounosminutoscadadía,ypasaban lamayorpartedel tiempojuntosenunaasociaciónextrañamenteperfecta.

Pero aunque el tardío verano ya se entristecía hacia el otoño, y el otoño se

www.lectulandia.com-Página16

Page 17: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

oscurecía hacia el invierno, y una tormenta siguió a otra tormenta, y la lluvia caíasobremás lluvia durante días cortos y noches largas, OckramHall parecíamenossombríodesdequesirHughfueenterradoen lacriptanorte juntoasupadre.YentiempodeNavidadEvelynengalanóelenormesalónconramasdeaceboydelaurel,ygrandesfuegosardíanentodaslaschimeneas.FueentoncescuandolosgranjerosdelacomarcafueroninvitadosaunacenadeAñoNuevo,ytodoscomieronybebieronbien,mientrassirGabrielpresidíalamesa.Evelynentrócuandosesirvióeloporto,ylospropietariosmásrespetadospronunciaronunaspalabrasbrindandoporlasaluddelaseñoradelacasa.

Hacíaya tiempo,dijounodeellos,quenohabíauna ladyOckram.SirGabrielguareciósusojosbajolamanoymiróhaciaelotroextremodelamesayunligerorubor apareció en las transparentes mejillas de Evelyn sentada junto a él. Pero,continuóelgranjerodecabellogris,hacíamuchomás tiempoquenohabíahabidounaladyOckramtanhermosacomolaqueenbrevesería,ybrindópor lasaluddeEvelynWarburton.

Acontinuaciónelrestodegranjerosselevantaronylavitorearon,ysirGabrielselevantó igualmente, junto aEvelyn.Y cuando los hombres exclamaron la últimaymássonoraovacióndetodas,seoyóotravozquenopertenecíaaningunodeellos,por encima de las demás, más aguda, más fiera, más alta… un grito que no eraterrenal,unalaridoporlanoviadeOckramHall.Ylasramasdeaceboylaurelsobrela repisa de la gran chimenea se agitaron y ondearon sutilmente, como si una fríabrisa soplara sobre ellas. Los hombres palidecieron profundamente, y muchos deellos apoyaron susvasos,yotros losdejaroncaer sobreel suelopormiedo.Y trasmirarse unos a otros, comprobaron que todos sonreían extrañamente, una sonrisamuerta, como la del difunto sir Hugh. Alguien gritaba palabras en irlandés, y elmiedoalamuertelosembargóatodosyleshizohuirdespavoridos,tropezandounosconotroscomobestiassalvajesenunbosqueardiendocuandoelespesohumollegajustoantesdelallama;lasmesasquedarontiradas,ylosvasosybotellasconvertidosenmontonesdecristalesrotos,yeloscurovino tintoesparcidocomosangreporelsuelopulido.

SirGabrielyEvelynpermanecieronen lacabecerade lamesacontemplandoelnaufragiodelafiesta,ynoseatrevíanamirarseelunoalotro,porqueambossabíanqueelotrosonreía.Peroelbrazoderechodeélsujetóeldeella,ylamanoizquierdadeélagarrólamanoderechadeellamientraslanzabansusmiradasalfrente,ysinofueraporlassombrasdelcabellodeella,nosehubierapodidodistinguirunrostrodelotro.Estuvieronescuchandolargorato,peroelgritonoseoyódenuevo,ylasonrisamuerta desapareció de sus labios, al tiempo que ambos recordaban que sir HughOckramyacíaen la criptanorte, sonriendoenvueltoenel sudario, en laoscuridad,porquehabíalogradomorirconsusecreto.

Y así fue como finalizó la cena deAñoNuevo con los granjeros locales. PerodesdeesemomentosirGabrielsesumióenunsilenciocadavezmayorysurostrose

www.lectulandia.com-Página17

Page 18: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

veía más pálido y delgado que antes. Con frecuencia, sin previo aviso y sinpronunciarpalabraalguna,selevantabadesuasientocomosialgolehicieramoverseencontradesuvoluntad,ysalíabajolalluviaobajoelsoldirigiéndosehaciaelalanortedelacapilla,ysesentabasobreelbancodepiedra,contemplandoelsuelocomosipudieraveratravésdeél,yatravésdelacriptaasuspies,yatravésdelblancosudarioenlaoscuridad,hastacontemplarlasonrisamuertaquejamásmoriría.

Siemprequesalíaeneseestado,Evelynleseguíaysesentabajuntoaél.Enunaocasión, también,comoenverano,susbellosrostrossejuntaronsúbitamente,ysuspárpadoscayeron,ysusrojoslabiosestuvieronapuntodetocarse.Perocuandosusojosseencontraron,estosseagrandarondesorbitados,hastaqueelblancoformóunanillobrillantealrededordelprofundovioleta,mientrassusdientescastañeteaban,ysusmanos eran como lasmanos de cadáveres, entrelazadas por elmiedo a lo queyacíabajosuspies,yaloquesabíanperonopodíanver.

Enotraocasión,Evelynencontróa sirGabriel soloen lacapilla,depieante lacanceladehierroporlaquesedescendíaalacámaramortuoria,yenlamanollevabala llave de la puerta, pero aún no la había introducido en la cerradura. Evelyn leapartó,temblando,porquetambiénellahabíasidoconducidaentresueñosparaveraaquella terrible criatura de nuevo y averiguar si había cambiado desde que fueraenterradaallí.

—Meestoyvolviendoloco—dijosirGabrielcubriéndoselosojosconlasmanosmientrasseguíaalajoven—.Loveoensueños,loveocuandoestoydespierto…meatraehaciaél,dedíaydenoche…yamenosquelovea¡moriré!

—Losé—respondióEvelyn—.Losé.Escomositejierahilos,comoloshilosdeuna araña, arrastrándonos allí abajo—calló durante unos segundos, y luego saltóviolentamenteyagarrósubrazoconlafuerzadeunhombre,ycasigritólaspalabrasquepronunció—.¡Peronodebemosirallí!—exclamó—.¡Nodebemosir!

LosojosdeGabriellamiraronentrecerrados,ynoseconmovióporlaagoníaenelrostrodeella.

—Moriréamenosquepuedaverlodenuevo—dijoél,envozmuybajaymuydistintaalasuyapropia.Ydurantetodoesedíayesanocheapenashabló,pensandosobreello,siemprepensando,mientrasEvelynWarburtontemblabadepiesacabezaconunterrorquenuncaanteshabíaexperimentado.

Salió sola, una gris mañana de invierno, hacia el cuarto de la enfermeraMacdonaldenlatorre,ysesentójuntoasuenormesillóndepiel,posandosudelgadayblancamanosobrelosmarchitosdedos.

—Enfermera—dijolajoven—,¿quéesesoqueeltíoHughdebíahaberledicholanochequemurió?Debedetratarsedeunterriblesecreto…y,sinembargo,aunqueustedselopreguntó,tuvelaimpresióndequeyalosabía,yquesabeporquésonreíadeformatanterrible.

Lacabezadelaancianasemoviólentamentedeunladoaotro.—Sólopuedosuponercosas…jamáslosabré—respondiópausadamenteconsu

www.lectulandia.com-Página18

Page 19: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

vocecillaronca.—¿Peroquées loque supone?¿Quiénsoy?¿Porqué lepreguntóquiénerami

padre?Sabeque soy lahijadel coronelWarburton,ymimadre fue lahermanadeladyOckram,demaneraqueGabrielyyosomosprimos.MipadrefueasesinadoenAfganistán.¿Quésecretopodríaexistir?

—Nolosé.Sólopuedosuponerlo.—¿Suponerqué?—imploróEvelyn,presionandosusblandasymarchitasmanos

mientras se inclinaba hacia delante. Pero los párpados arrugados de la enfermeraMacdonald se cerraron repentinamente ocultando sus extraños ojos azules, y suslabiosvibraronligeramentealexpulsarelaliento,comosiestuvieradormida.

Evelynesperó.Juntoalfuegolasirvientairlandesatejíarápidamente,ylasagujasentrechocaban como tres o cuatro relojes a contratiempo unos de otros. Y elverdaderorelojenlaparedmarcabasolitariolahoraconsolemnidad,descontandolossegundosdelamujerdecienaños,yalaqueyanolequedabanmuchosdíasdevida.Fuera, lahiedragolpeaba laventanaal ritmode las ráfagas invernales,comohabíaestadogolpeandoelcristaldesdehacíacienaños.

Entonces,mientrasEvelynseguíaallísentada,sintiódenuevoquebrotabaenellaun horrible deseo…el angustioso deseo de bajar, de descender hasta la cosa en lacriptanorte,yabrirelsudarioparaversihabíacambiado,yseaferróalasmanosdelaenfermeraMacdonaldcomosiquisieraasípermanecerensucuartoylucharcontralaatrozatraccióndelmalignomuerto.

Pero el viejo gato que calentaba los pies de la enfermera Macdonald, y quesiempreseechabaensureposapiés,seenderezóyestiróelcuerpo,ymientrasmirabaaEvelynfijamentealosojosarqueólaespaldaysucolaseesponjóyerizó,ysufeabocarosadaseabrióenunamaliciosamuecamostrandounosdientesafilados.Evelynlomiró,mediofascinadaporsufealdad.Entonceslacriaturalanzóderepentelapatacon las uñas extendidas y bufó a la joven, y en esemismo instante el gato sonriócomo el cadáver sonriente que yacía allá abajo, lo que provocó en Evelyn unescalofríoque le recorrió todoelcuerpohastasusdiminutospies;secubrió lacaracon lamano libre para evitar que la enfermeraMacdonald se despertara y viera lasonrisamuertaallí,porqueyapodíasentirlaenloslabios.

Laancianayahabíavueltoaabrirlosojosydiountoquealgatoconelextremode sumuleta, tras lo cual el lomo del animal bajó y su cola se deshinchó, para acontinuación escabullirse hasta su lugar favorito en el mullido reposapiés. Noobstante, sus ojos amarillos miraban de reojo a Evelyn, por las ranuras entre suspárpados.

—¿Quéesloqueustedsupone,enfermera?—preguntódenuevolajoven.—Algomalo…algoperverso.Peronomeatrevoadecírselo,encasodequeno

fueracierto,y tansólopensarenellopodríaarruinarsuvida.Porquesiestoyenlocierto,sirHughpretendióquenuncalosupieran,yquesecasaran,ypagaranporsuviejopecadoconsusalmas.

www.lectulandia.com-Página19

Page 20: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

—Decíaquenodebíamoscasarnos…—Sí… él les decía eso, quizás… pero era como si un hombre pusiera carne

envenenada frente a una bestia hambrienta y dijera «no la comas», pero jamásmovieselamanoparaapartarlacarne.Ysilesdijoquenodebíancasarsefueporqueesperabaquelohicieran;porquedetodosloshombresvivosomuertosHughOckramfueelmásfalsoalpronunciarunamentiracobarde,elmáscruelalheriraunamujerdébil,yelpeoralamarunpecado.

—PeroGabrielyyonosamamos—dijoEvelynmuytriste.Los viejos ojos de la enfermera Macdonald miraron a lo lejos paisajes

contempladoshacíamuchotiempo,quesealzabanenelairegrisdel inviernoentrelasnieblasdeunajuventudantigua.

—Siseaman,puedenmorir juntos—dijo laanciana,conmuchaparsimonia—.¿Paraquéquierenvivirmás,siescierto?Yohecumplidoloscienaños.¿Quémehadadolavida?Elcomienzoesfuego;elfinalesunmontóndecenizas,yentreelfinalyelcomienzoestátodoeldolordelmundo.Déjemedormir,yaquenopuedomorir.

Yacontinuaciónlosojosdelaancianavolvieronacerrarse,ylacabezasehundióunpocomássobresupecho.

Así pues, Evelyn se marchó y la dejó dormida, con el gato dormitando en elreposapiés,y la jovenintentóolvidar laspalabrasdelaenfermeraMacdonald.Peronopudo,porquelasoíaunayotravezenelviento,yasusespaldasenlasescaleras.Yamedidaqueibaenfermandodemiedoporelterroríficomaldesconocidoalquesualmaestabasometida,sentíaquealgosólidolapresionabaylaempujabaforzándolaaavanzar,yporelotroextremosentíaloshilosquelaarrastrabanmisteriosamente;ycuando cerraba los ojos, veía el interior de la capilla y, tras el altar, la cancela dehierroquehabíaqueatravesarparallegarhastaelcadáver.

Ymientraspermanecíadespiertaensulechodenoche,seechólasábanasobreelrostroparaevitarversombrasenlaparedquelaenervasen,yelsonidodesupropioaliento caliente susurraba en sus oídosmientras se aferraba al colchón con ambasmanosparaevitarlevantarseydirigirsealacapilla.Habríasidomásfácilresistirsesinohubieraexistidounpasajequeconducíahastaallíatravésdelabiblioteca,porunapuertaquenuncaestabacerrada.Eraterriblementesencillotomarunavelayavanzarblandamenteporlacasadurmiente.Ylallavedelacriptaseencontrababajoelaltartrasunaplacamóvil.Ellaconocíaestepequeñosecreto.Podíairsolayver.

Perocuandopensóenello, la jovensintióque se leerizabael cabello,yenunprimermomento tembló tantoque la camase sacudió,y luegoelhorror la invadióconungélidoescalofríoquedenuevo la sometió aunaverdadera agonía, comosimiríadasdeagujasdehieloseclavaranalunísonoensusnervios.

CAPÍTULOIV

www.lectulandia.com-Página20

Page 21: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

El viejo reloj de la torre donde dormitaba la enfermera Macdonald anunció lamedianoche. Desde su cuarto, la joven podía oír las chirriantes cadenas y pesosdentro del reloj en el rincón de la escalera, y distinguía la nota discordante de laoxidadapalancaqueaccionabaelmartillo.Lohabíaescuchadotodasuvida.Marcabaclaramente once campanadas, y luego sonaba la decimosegunda con medio toqueapagado, como si el martillo ya estuviera demasiado cansado para continuar y sehubieraquedadodormidosobrelacampana.

El viejo gato se levantó del reposapiés y se estiró, y la enfermeraMacdonaldabrió sus ancianos ojos e inspeccionó lentamente el cuarto bajo la tenue luz de lalámparadenoche.Tocóalgatoconsumuleta,yestesetumbósobresuscuatropatas.Laancianasorbióunascuantasgotasdesutazayvolvióadormirse.

Peroenelpisodeabajo,sirGabrielestabasentadototalmenterígidomientraselrelojmarcabalahora,yesquehabíaestadosoñandounterriblesueñodehorrorenelque su corazón se detuvo hasta despertarle, y después comenzó a latir de nuevofuriosamente recobrando el aliento, como algo salvaje que hubiera sido liberado.NingúnOckramjamáshabíaexperimentadodespiertoelmiedo,peroenocasionesseapoderabadesirGabrielensussueños.

Mientras se incorporabaen la cama, sepresionó las sienescon lasmanosy lassintiógélidas,aunquelacabezaestabacaliente.Elsueñosedesvanecióenlalejaníayfuesustituidoporelpensamientocrucialqueregíatodasuvida,yconelpensamientoensuslabiostambiénbrotólaenfermizamuecaenlaoscuridad,quesindudaeraunasonrisa.Alolejos,EvelynWarburtonsoñabaquelasonrisamuertaseposabaensuboca, y se despertó con un sobresalto y un gemido quedo, y con las manostemblorosassobreelrostro.

PerosirGabrielencendiólaluzyselevantóycomenzóarecorrersucuartodeunladoaotro.Eramedianocheyapenashabíapodidodormirunahora,yenelnortedeIrlandalasnochesdeinviernosonlargas.

«Voyavolvermeloco»,sedijoasímismo,sujetándoselafrente.Sabíaqueeracierto.Durantesemanasymesesenteroslaatracciónqueejercíaelcadáversobreélhabíaidoenaumentocomounaenfermedad,hastaqueyanofuecapazdepensarennadasinpensarantesenaquello.Yentonces,deformasúbita,suobsesiónsedisparó,yfueconscientedeque,opermitíaqueloutilizasecomosuinstrumento,operderíalapoca cordura que le quedaba… Entonces supo que debía realizar aquel acto queodiabaytemía,siesqueeracapazdetemeralgunacosa,obienalgoseromperíaensumenteylosepararíadesuanteriorvidahastalamuerte.Tomólavela,lapesadayviejapalmatoriaquesiemprehabíasidousadaporelamodelacasa.Noseleocurrióvestirse,ysemarchótalcualestaba,ataviadoconsupijamadesedayzapatillas,yabrió la puerta. Reinaba un profundo silencio en la enorme y vieja casa. Cerró lapuertatrasdesíyavanzósinhacerruidosobrelaalfombradellargopasillo.Unafríabrisa sopló sobre su hombro y sobre la llama de la vela alejándola de él.Instintivamente,paróymiróasualrededor,perotodoestabaenperfectaquietud,yla

www.lectulandia.com-Página21

Page 22: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

llama erecta ahora ardía segura. Continuó andando e inmediatamente una fuerteráfagasoplódesdeatrásyapuntoestuvodeapagarlaluz.Elvientoparecíatansólosoplarcuandoavanzaba,perocesabacadavezquesegiraba,retornandodenuevoalcontinuar…invisible,gélido.

Bajóporlaenormeescalerahastaelresonantesalón,ynovionadaaexcepcióndelfulgordela llamaalejándosedeélsobrelaceraacanalada,mientraselfríoairesoplabasobresuhombroyentresucabello.Pasóatravésdelapuertaabiertahastalabiblioteca,oscurecidaconviejoslibrosylibreríasdemaderatallada;pasóatravésdelapuertadisimuladaentrelasestanterías,conestantesylomosdelibrospintadosdemaneraquequedarainvisible…ysecerróasusespaldasconunchasquido.Entróenun pasaje de techo bajo y, aunque la puerta estaba cerrada y bien encajada en elmarco, una fría brisa seguía soplando la llama inclinándola hacia delantemientrasavanzaba.No sentíamiedo,pero su rostroestabaprofundamentepálidoyabría losojosdesorbitadosybrillantes,clavadosfrenteaél,contemplandoyaeneloscuroairela imagen del cadáver al otro lado. Pero en la capilla se quedó paralizado, con lamanoapoyadaenlapequeñaplacamóvildetrásdelaltardepiedra.Enlaplacahabíagrabadasunaspalabras:«Clavis sepulchriClarissimorumDominorumDeOckram»(«LallavedelacriptadelosIlustrísimosseñoresdeOckram»).SirGabrielaguzóeloídoy escuchó.Lehabíaparecidooír un sonido lejano en lamansióndonde antestodohabíapermanecidoensilencio,peronovolvióaoírlo.Sinembargo,esperóaqueserepitieraymirólacancelabajadehierro.Alotroladodeesta,descendiendoporellargo pasaje, yacía su padre sin ataúd, muerto desde hacía seis meses, putrefacto,terriblebajosuceñidamortaja.Elairedelacriptanohabríapodidoacabardehacersu trabajo. Pero en los cadavéricos rasgos delmuerto, con los ojos abiertosmedioresecos,todavíaestaríalaterroríficasonrisaconlaqueelhombrehabíamuerto…lasonrisaqueembrujaba…

Cuando el pensamiento cruzó lamente de sir Gabriel, sintió que sus labios setorcían,ysegolpeófuriosamentesupropiabocaconeldorsodelamano,contantafuerza que una gota de sangre resbaló hasta la barbilla, y otra, y otra más,perdiéndoseenelsueloenpenumbradelacapilla.Peroaunasísuslabiosamoratadosseguían torciéndose. Giró la placa siguiendo los pasos del simple mecanismo. Noprecisabademayorseguridad,yesque,aunquelosOckramhubieransidoenterradosen féretros deoropuroy la puerta hubiera estado abierta depar enpar, no existíahombreenTyronelosuficientementevalienteparabajaraestelugar,aexcepcióndelpropioGabrielOckram, con su rostro angelicaly sus finasyblancasmanos,y sustristesojosimpávidos.Tomólagrandeyviejallaveylaintrodujoenlacerraduradelacanceladehierro,yelsonorochirridoretumbómásalládelcorredorcomopisadas,como si unvigilante hubiera estado apostado tras la cancela y se alejara corriendohaciaelinterior,conpesadospiesmuertos.Yaunqueélestabaquieto,elfríovientosoplabaasuespaldaymovíalallamadelavelacontralacanceladehierro.Girólallave.

www.lectulandia.com-Página22

Page 23: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

SirGabrielobservóquequedabapocaceraen lavela.Habíaotrasnuevasenelaltar,conlargoscandelabros,yencendióuna,ydejólasuyaencendidasobreelsuelo.Mientraslaposabaenelsuelo,sulabiocomenzóasangrardenuevo,ycayóotragotasobrelaslosasdepiedra.

Abriólapuertadehierroylaempujócontralapareddelacapilla,deformaquenosecerrasesolamientrasélpermanecíadentro,y lahorriblecorrienteprocedentedel sepulcro subió desde las profundidades hasta su rostro, nauseabunda y oscura.Entró,pero la llamade la largavela sealejódeél inclinadaporelvientomientrasdescendíaporlasuavependienteconpasofirme,laszapatillasholgadaspalmoteandosobrelapiedramientrasavanzaba.

Protegiólavelaconlamano,ysusdedosparecíanestarhechosdeceraysangrecuando la luz brilló a través de ellos. Y a pesar de esto, la corriente de airesobrenaturalforzabalallamahaciadelante,hastahacerlabrillarazulsobrelamechanegrayapuntodeapagarse.Peroélcontinuóavanzando,conlosojosbrillantes.

Labajadaeraampliayno siemprepodíaver lasparedesbajoesa luz irregular,perosupoquehabíallegadoallugardelamuertealescucharelmayoryterribleecode sus pasos en la estancia más amplia, y por la sensación de una pared ciegadistante. Se quedó inmóvil, envolviendo casi totalmente la llama de la vela en elhueco de la mano. Podía distinguir algunas cosas, porque sus ojos se ibanacostumbrandoalaoscuridad.Seperfilabanalgunasformasoscurasenlapenumbra,dondelasandasdelosOckramsealzabanapiñadasunasalladodelasotras,ytodasconunrectocadáveramortajadoencima,extrañamentepreservadosporelambienteseco,comoelcascarónvacíoquelalangostamudaenverano.Yaunospocospasosfrente a él vio claramente la oscura forma del féretro de hierro del decapitado sirVernon,ysupoquejuntoaélyacíaloquebuscaba.

Eratanvalientecomolohabíasidocualquieradeaquelloshombres,queeransusantepasados, y sabíaquemásprontoomás tarde élmismoyacería allí, junto a sirHugh,secándoselentamentehastaconvertirseenuncascaróndepergamino.Peroéltodavía vivía, y cerró los ojos unos segundos, y tres grandes gotas brotaron de sufrente.

Luegovolvió amirar, ypor la blancuradel sudario reconoció el cadáverde supadre,porquelosotrosestabanpardosporelpasodeltiempo,y,además,lallamadelavela fueatraídahacia él.Encuatropasos llegóhasta el sudarioy,de repente, lallamaardiórectayalta, irradiandouna luzamarilladeslumbrantesobreel fino linoimpoluto,aexcepcióndelrostro,ydondeseuníanlasmanossobreelpecho.Enesosdoslugaressehabíanextendidounasfeasmanchas,oscurecidasporloscontornosdelsemblanteydelosdedosfuertementeentrelazados.Sepercibíaunaterradorhedoramuertemarchita.

CuandosirGabrielbajólamirada,algoseagitójuntoaél,levementealprincipio,luegomás ruidosamente, algo cayó sobre el suelo de piedra con un golpe sordo yrodóhastasuspies;saltóhaciaatrásyviounacabezamarchitatiradaenelsuelocon

www.lectulandia.com-Página23

Page 24: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

el rostro casi totalmente hacia arriba, sonriéndole. Sintió cómo el sudor frío leempapabaelrostro,ysucorazónpalpitódolorosamente.

Porvezprimera en suvida, esemalque loshombres llamanmiedo lo invadía,guiaba las cuerdas de su corazón como un jinete lleva las riendas de un caballotembloroso,arañabasucolumnavertebralcongélidasmanos,erizabasucabelloconunalientohelado,yascendíahastasuestómagocargándoloconunenormepeso.

Sinembargo, finalmente semordióel labioy se inclinó, sujetó lavelaconunamanoyretirólamortajadelacabezadelcadáverconlaotra.Lalevantólentamente.Entonces,éstasequedópegadaalapielresecadelacara,ysumanoseagitócomosialguien le hubiera sacudido por el codo; aun así, entre el miedo y la ira consigomismo,tiródelamortajayéstacedióconunchasquido.Recobróelalientomientraslosostenía,sinsoltarloocubrirlodenuevo,ysinmirarlo.Elhorrorledominaba,ypercibióqueelviejoVernonOckramestabadepieensuféretrodehierro,decapitado,ysinembargoobservándoleconelmuñóndesucuellocercenado.

Mientrasrecobrabaelalientosintióquelasonrisamuertasedeslizabasobresuslabios. Sintiendo una repentina cólera por su propia desgracia, descorrió el linomortalmentemanchado,y,porfin,locontempló.Apretólosdientesparaevitarqueseescaparaungrito.

Allí estaba lo que le había embrujado, lo que había embrujado a EvelynWarburton,loqueeracomounapesteparatodoloqueteníacerca.

Elrostromuertoestabaabotargadoconmanchasoscuras,yelfinoygriscabellocolgaba enmarañado sobre la descolorida frente. Los párpados hundidos estabanentreabiertos, y la luz de la vela iluminó algo nauseabundo donde en otro tiempovivieronlosojoscomosapos.

Y, sin embargo, el muerto sonreía, como había sonreído en vida; los labioscadavéricos estaban entreabiertos y bastante separados y tensos sobre unos dienteslobunos, todavía maldiciendo, todavía desafiando al infierno a que le infligiera elpeorsino…desafiando,maldiciendoysiempreyparasiempresonriendosoloenlaoscuridad.

SirGabrielabrióelsudarioalaalturadelasmanos,ylosdedosennegrecidosymarchitosestabancerradossobreunbultomanchadoyconmotas.Temblandodesdelospiesa lacabeza,pero luchandocomounhombreagonizante luchapor suvida,intentóarrebatarelsobredelasmanosdeldifunto.Pero,altirardeél,losdedoscomogarfiosparecieroncerrarseconmayorfiereza,ycuandovolvióatirarconmásfuerzalasmanosylosbrazosconsumidossealzaronseparándosedelcadáveryadoptandouna apariencia de vida al seguir sumovimiento…Luego, cuando finalmente logróarrancarelsobresellado,lasmanosvolvieronacaerensuposiciónoriginaltodavíaentrelazadas.

Colocó la vela sobre el borde de las andas para romper el sello del resistentepapel. Y, arrodillado sobre una pierna para tener mejor iluminación, leyó lo quecontenía,escritomuchotiempoatrásporlatemblorosamanodesirHugh.

www.lectulandia.com-Página24

Page 25: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

Yanoteníamiedo.Leyó lo que sirHugh había anotado y que podría ser tal vez un testimonio de

maldadydesuodio;decómohabíaamadoaEvelynWarburton, lahermanadesuesposa,ycómosuesposahabíamuertoconelcorazónrotoporsumaldición,ycómoWarburton y él lucharon codo con codo en Afganistán, donde cayó Warburton.Ockramtrajodevueltaa laesposadesucamaradaunañomás tarde,y lapequeñaEvelyn, su hija, nació en Ockram Hall. Hablaba de cómo se hartó también de lamadre,yéstamurió,comosuhermana,porsumaldición.YacontinuaciónhablabadecómoEvelynfuecriadacomosusobrina,ydecómoélhabíaconfiadoenquesuhijoGabrielysuhijaEvelyn,inocenteseignorantes,pudieranamarseycasarse,ylasalmas de las mujeres que había traicionado sufrieran así otra agonía antes de queacabaralaeternidad.Y,porúltimo,esperabaque,algúndía,cuandoyanadapudieraser reparado, losdos encontraran su escritoy continuaranviviendo, sin atreverse adecirlaverdadporsushijosyporelrestodelmundo,comomaridoymujer.

Leyóestode rodillas juntoal cadáveren la criptanorte, a la luzde laveladelaltar, y cuandoacabóde leer todo, agradecióaDioshaberdescubierto el secreto atiempo. Pero cuando se incorporó y observó el semblante muerto, éste habíacambiado, y la sonrisa había desaparecido para siempre; lamandíbula había caídoligeramente,y losexhaustos labiosmuertosestaban relajados.Yentonces sintióunalientotrasdesí,muycerca,nofríocomoelqueanteshabíasopladolallamadelavelamientrasentraba,sinounalientocálidoyhumano.Sevolviórápidamente.

Yallíestabaella,vestidatotalmentedeblancoysucabellodecolororoviejo…yesquelajovensehabíalevantadodelacamaylohabíaseguidosinhacerruido,yloencontró leyendo, y ellamisma leyópor encimade su hombro.Él dio un violentobrincocuandolavio,teníalosnerviosaflordepiel…yluegogritósunombreenlasilenciosamoradadelamuerte:

—¡Evelyn!—¡Mi hermano!—respondió ella suave y tiernamente, extendiendo las manos

paraunirlasalassuyas.

www.lectulandia.com-Página25

Page 26: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

LACALAVERAAULLANTE

[TheScreamingSkull]

La he escuchado gritarmuchas veces. No, no soy una persona nerviosa, ni tengomuchaimaginación,yjamáshecreídoenfantasmas,amenosqueesacosaseaunodeellos.Sealoquefuere,medetestacasitantocomoaLukePratt,ymegrita.

Yo en tu lugar jamás contaría ese tipo de historias truculentas sobre formasingeniosas de asesinar, porque nunca sabe uno si se comparte mesa con alguiencansadodesusseresmáscercanosyqueridos.SiempremeheculpadoporlamuertedelaseñoraPrattysupongoque,enciertamanera,fuiresponsable,aunqueelcielosabe que nunca le deseé nada más que una larga vida y felicidad. Si no hubieracontadoesahistoria,talvezellaestaríaaúnviva.Yesaeslarazóndequelacriaturameincrepe,supongo.

Eraunabondadosamujerbajita,de temperamento sosegado teniendoencuentalascircunstancias,yunaagradableysuavevoz,aunquerecuerdohaberlaoídogritarenunaocasióncuandocreyóquesuhijopequeñohabíamuertoaccidentalmenteporel disparo de una pistola, aunque todo elmundo estaba seguro de que el arma noestabacargada.Eraelmismogrito;exactamenteelmismo,conunaespeciedetrinoincrescendo,¿sabesloquequierodecir?Inconfundible.

Laverdadesquenohabíareparadoenqueeldoctorysuesposanocongeniasen.Solíandiscutirpocoyencontadasocasionesenmipresencia,yconfrecuencianotabaqueladiminutaseñoraPrattseponíamuyrojaysemordíaellabioconfuerzaparamantener la calma,mientras Luke empalidecía y pronunciaba palabras sumamenteofensivas.Recuerdoqueyaeraasídurantesusañosdeparvulario,ymástardeenlaescuela. Erami primo, ¿sabes?, y ese es el motivo de que yo heredase esta casa:despuésdequeélmurieseyquesuhijoCharleyfueraasesinadoenSudáfrica,yanoquedabanotrosfamiliaresvivos.Sí,esunapropiedadbastantepequeña,justamenteellugarapropiadoparaunviejomarinerocomoyoaficionadoalajardinería.

Unosiemprerecuerdamuchomásvívidamentesuserroresquesusaciertos,¿noescierto?Lohepodidocomprobarenmuchasocasiones.Unanoche,mientrascenabaconlosPratt,lescontélahistoriaquemástardeprovocótanfunestasconsecuencias.Eraunanochelluviosadenoviembre,yelmargemía.¡Silencio!…sitecallaspodrásoírlo…

¿Oyeslamarea?Esunsonidosiniestro,¿verdad?Enocasiones,enestaépocadelaño…¡Eh!…¡Ahíestáotravez!Noteasustes,amigo…notevaacomer…¡despuésdetodo,essólounruido!Peromealegrodequelohayasoído,porquesiemprehaygente que cree que es el viento, o mi imaginación, o cualquier otra cosa. No lovolverásaoírestanoche,creo,porquenosueleoírsemásdeunavez.Sí…asíes.Pon

www.lectulandia.com-Página26

Page 27: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

otrotroncoenlachimenea,yunpocomásdealcoholenesedébilbrebajequetantotegusta.¿RecuerdasalviejoBlauklot,elcarpinterodeaquelbarcoalemánquenosrecogiócuandoelClontarfsehundióenelfondodelmar?Unanochenosatrapóunvendavalhuracanadoaquinientasmillasde tierra, y el barco cabeceabademaneratanregularcomounreloj:«¡Despedíosparrasiemprredelaspobrresguentesdetierraadentroestanoche,muchiachios!»,exclamóelviejoBlauklotmientrassedirigíaasucamarote con el encargado de velas. Lo recuerdo con frecuencia, ahora que estoytierraadentroporsiemprejamás.

Sí, eraunanochecomoesta,duranteunabreveestancia encasa a la esperadezarparconelOlympiaensuprimera travesía—fueensusiguiente travesíacuandobatióelrécord,¿recuerdas?—,peroesonosdaunaideaaproximadadelafecha.Eraelañonoventaydos,aprincipiosdenoviembre.

Elcieloestabaencapotado,Prattestabamalhumoradoylacenaeramala,maladeverdad, lo cual no ayudó a mejorar la situación, y además estaba fría, lo cual laempeorabaaúnmás.Lapobremujerparecíabastanteapenadaportodoelloeinsistióen preparar un rarebit[1] galés en la mesa para compensar los nabos crudos y elcorderomediococinado.Prattprobablementehabíatenidounmaldía.Talvezselehabíamuertoalgúnpaciente.Encualquiercaso,estabadeunhumordeperros.

—¡Veausted,miesposaestá intentandoenvenenarme!—dijo—.Yalgúndía lologrará.

Pude ver que ella se sentía dolida por el comentario; yo dejé escapar una risaforzadaycomentéquelaseñoraPratterademasiadolistacomoparadeshacersedeun esposo de una forma tan vulgar, y luego comencé a describirles algunos trucosjaponesesconcristaltalladoycrinesdecaballocortadasyotrascosassimilares.

Pratteramédicoysabíamuchomássobreestascosasqueyo,peroesomediomásalasymeaniméacontarlelahistoriadeunamujerenIrlandaquesecargóatresmaridosantesdequesospecharandesustejemanejes.

¿No has escuchado nunca esa historia? El cuartomarido consiguiómantenersedespiertoylapilló,yfueahorcada.¿Cómolohacía?Losdrogabayderramabaplomofundidoensusorejasatravésdeunpequeñoembudodecuernocuandodormían…No…Eselsilbidodelviento.Estásoplandohaciaelsurdenuevo.Puedodistinguirlopor el sonido. Además, el otro ruido no se oye normalmentemás de una vez pornocheenestaépocadelaño…siesqueseoye.Sí,fueennoviembre.LapobreseñoraPrattmurióderepenteensucamanomuchodespuésdemicenaenestacasa.Puedocalcular la fecha porque la noticia me llegó cuando estaba en Nueva York; meinformólatripulacióndelbuquequeseguíaalOlympiacuandozarpóensuprimeratravesía.¿TúnavegabasenelLeofricesemismoaño?Sí,lorecuerdo.Enquépardeviejosblandenguesnosestamosconvirtiendo, túyyo.Haceyacasi cincuentaañosque éramos unos grumetes en el Clontarf. ¿Podrás olvidar alguna vez al viejoBlauklot? «¡Despedíos parra siemprre de las pobrres guentes de tierra adentro estanoche,muchiachios!»¡Ja,ja!Échateunpocomás,tienesdemasiadaaguaenlacopa.

www.lectulandia.com-Página27

Page 28: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

EselHulstkampañejoqueencontréenlabodegacuandoheredéestacasa,elmismoqueregaléaLukeamiregresodeÁmsterdam,haceveinticincoaños.Jamásprobóniunasolagota.Talvezahorasearrepientadeello,pobrehombre.

¿Pordóndeiba?Ah,sí,tecontabaquelaseñoraPrattmuriórepentinamente…sí.SupongoqueLukesesintiómuysoloaquítrassumuerte.Yoveníaaverledevezencuandoysiempreloencontrabaexhaustoynervioso,ymeconfesóquelaprácticadelamedicinacadavezleresultabaunacargamáspesada,aunquepornadadelmundoqueríacontrataraunayudante.Losañospasaron,suhijofueasesinadoenSudáfrica,ytrasesesucesocomenzóacomportarsedeformaextraña.Habíaalgoenéldiferenteal restodepersonas.Creoquemantuvopuestos todos sus sentidos en suprofesiónhasta el final; nadie se quejó de que hubiera cometido algún error mortal con lossuyosninadaparecido,peroteníaunaspecto…

DejovenLukeerapelirrojoyconlatezpálida,yjamásfueunapersonaobesa;enlamadurezsutezsevolviómacilentaydespuésdequesuhijomurieraadelgazóaúnmás, hasta el punto que su cabeza parecía una calavera recubierta de pergaminoestirado, y sus ojos tenían una especie de brillo que resultaba muy desagradablemirar.

TeníaunviejoperroquelapobreseñoraPrattadorabayquesolíaseguirlaatodoslados.Eraunbulldog,lacriaturadecaráctermásdulcequejamáshayasvisto,aunquetenía una manera de levantar el belfo superior sobre uno de sus colmillos queasustababastantealosextraños.Enocasiones,porlasnoches,PrattyBumble—asíescomosellamabaelperro—sesentabanysemirabanelunoalotrodurantelargorato,rememorandolosviejostiempos,supongo,cuandolaesposadeLukesesentabaenesesillóndondetúmismoestássentadoahora.Esefuesiempresusitio,yesteerael del doctor, donde yo estoy sentado ahora. Bumble solía encaramarse alreposapiés…estabagordoyviejoporaquelentonces,ynopodíasaltarmuyalto,ysusdientesestabancomenzandoabailotear.MirabafijamenteaLuke,yLukemirabafijamentealperro,mientrasel rostrodelhombrese ibapareciendocadavezmásaunacalaveracondospequeñasbrasasdecarbónporojos.Transcurridosunoscincominutos más o menos, aunque podía ser menos, el viejo Bumble comenzaba atemblar de repente y dejaba escapar un terrible aullido, como si le hubierandisparado,saltabadelsillónysealejabacorriendoparaescondersebajoelbancodelacocinaysequedabaallíechadoemitiendoextrañossonidos.

TeniendoencuentalasiniestraaparienciadePrattduranteesosúltimosmeses,loque ocurrió no es de extrañar. No soy una persona nerviosa o con demasiadaimaginación, pero puedo llegar a creer que él habría sido capaz de asustar a unamujersensible…sucabezaseasemejabatantoaunacalaveraforradadepergamino.

PorfinregreséundíaantesdeNavidad;mibarcoestabaatracadoenelpuertoyteníatressemanaslibres.Bumbleyanoestabaycomentédepasadaquesuponíaqueelviejoperrohabíamuerto.

—Sí—respondió Pratt, y me pareció detectar algo extraño en su tono de voz

www.lectulandia.com-Página28

Page 29: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

antes incluso de que continuase tras una breve pausa—. Lo sacrifiqué —dijofinalmente—.Nopodíasoportarlopormástiempo.

Le pregunté a Luke qué era lo que no podía soportar, aunque era capaz deimaginarloconsuficienteexactitud.

—Tenía una manera de sentarse en el sillón y mirarme… y luego se ponía aaullar.—Luketemblóligeramente—.Nosufriónada,pobreviejoBumble—continuóhablandoapresuradamente,comosicreyeraqueyopudieraconsiderarlecruel—.Leadministréetilmorfinaensubebidaparaquesedurmieseprofundamente,yluegoloanestesié concloroformopocoapoco,paraqueno se sintiera asfixiado incluso ensueños.Haestadotodomuchomástranquilodesdeentonces.

Mepreguntéquéqueríadecirrealmente,porquelaspalabrassedeslizarondesuslabioscomosinohubierapodidoevitardecirlas.Ahorayaloentiendo.Quisodecirque después de deshacerse del perro ya no escuchaba aquel sonido con tantafrecuencia.QuizásalprincipiopensóquesetratabadeBumble,queaullabaalalunaenelpatio, aunquenoera exactamenteese tipode sonido, ¿comprendes?Además,puedequeLukenosupieradequésetrataba,peroyosílosé.Despuésdetodo,estansólo un ruido, y un ruido jamás ha hecho daño a nadie. Pero él teníamuchamásimaginaciónqueyo.Sinduda,hayalgoeneste lugarqueno llegoaentender,perocuandoyonoentiendoalgoloconsiderounfenómenoynodoyporsentadoquevayaa matarme, como hizo él. Hay muchas cosas que no entiendo, demasiadas, ni tútampoco, ni nadie que haya estado en la mar. Por ejemplo, solíamos hablar demaremotos, pero no sabíamos explicarlos; ahora los explicamos llamándolosterremotossubmarinos,ysurgenunmontónde teorías,ycualquieradeellaspodríahacerque los terremotosnos resultarancomprensibles si supiéramos realmentequéson. En una ocasión tuve que lidiar con uno de esosmaremotos, y el tintero volódirectamentedelamesaestrellándosecontrael techodemicamarote.LomismolepasóalcapitánLecky…estoycasisegurodequetúmismolohas leídoensuobraWrinkles[2].Muybuena.Sialgoasíocurrieseentierrafirme,enestamismaestancia,porejemplo,unapersonaaprensivahablaríadeespíritusylevitaciónyunascuantascosasmás que no significan nada, en lugar de considerarlo simplemente como un«fenómeno» que todavía no ha sido explicado. Esa es mi opinión sobre esa voz,¿comprendes?

Además,¿quépruebahaydequeLukeasesinaraasuesposa?Noconfiaríaalgoasí a nadiemás que a ti. Después de todo, sólo es una coincidencia que la pobreseñora Pratt muriese de repente en su lecho unos días después de que yo relataseaquella historia durante la cena. No ha sido la únicamujer que hamuerto de esamanera.Lukeavisóaldoctordelaparroquiavecina,yambosconvinieronquehabíamuertodealgorelacionadoconelcorazón.¿Porquéno?Esbastantehabitual.

Por supuesto, estaba el cazo.Nunca comenté eso con nadie yme sobresalté alencontrarlo en la cajonera del dormitorio.Además, era nuevo: un cacillo de hierroestañadoquenohabíasidopuestoalfuegomásqueenunaodosocasiones,yhabía

www.lectulandia.com-Página29

Page 30: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

restosdeplomoquesehabíanfundidoypegadoalfondo,recubiertosdeescoriagrisendurecida. Pero eso no prueba nada. Un médico rural normalmente suele ser unhombrederecursosquelohacetodoporsímismo,yLukepodíatenerunadocenaderazonesparaderretirunpocodeplomoenuncazo.Porejemplo,eraaficionadoalapescayquizásestuviera fabricandounplomoparaelhilodepescar; talvezeraunpeso para el reloj de pared del vestíbulo, o algo similar. En todo caso, cuando loencontré se apoderó de mí una extraña sensación, porque se parecía tanto a laanécdota que describí cuando les relaté la historia… Fue una sorpresa muydesagradable,ymedeshicedelobjeto; lo lancéal fondodelmaraunamillade larestinga, y probablemente esté ya tan oxidado que sea irreconocible, si es que enalgunaocasiónlovuelveatraerlamareaatierra.

Lukedebiódecomprarloenelpueblo,haceaños,auncomerciantequelosvendetodavía.Supongoqueseutilizanen lacocina.Encualquiercaso,nohabíaningunaprobabilidad de que alguna criada curiosa lo encontrara con el plomo dentro y sepreguntase de qué se trataba y, tal vez, hablara con la sirvienta que escuchó mihistoria durante la cena… y que dicha joven, casada con el hijo del fontanero delpueblo,pudierarecordartodoelasunto.

Meentiendes,¿verdad?AhoraqueLukePrattestámuertoyyaceenterradojuntoa suesposa, conuna lápidadehombrehonesto sobre sucabeza,nomeatrevería aremoverningúnasuntoquepudieramancharsumemoria.Ambosestánmuertos,ysuhijotambién.YasearmósuficientejaleoporlamuertedeLuke.

¿Quecómofue?Loencontraronmuertoenlaplayaunamañanaysellevóacabounainvestigaciónforense.Teníamarcasenlagarganta,peronolehabíanrobado.Elveredicto fue que había llegado a su fin «a manos o dientes de alguna persona oanimaldesconocido».Lamitaddeljuradocreíaquepodíahabersidounperroloquele derribó y le fracturó la tráquea, aunque la piel de la garganta no había sidoatravesada.Nadiesabíaaquéhorasalió,nidóndehabíaido.Loencontrarontendidode espaldas cerca de la marca del agua, y bajo la mano había una sombrerera decartón abierta que había pertenecido a su esposa. La tapa se había caído. Daba laimpresióndequesedirigíaderegresoacasaconunacalaveradentrodelacaja…losmédicos tienen afición a coleccionar ese tipo de cosas. La calavera había salidorodandodelacajaylaencontraroncercadelacabezadelfallecido;eraunacalaveraen un estado excelente, muy pequeña, hermosa y muy blanca, con una dentaduraperfecta. Es decir, la dentadura superior estaba perfecta, pero no tenía mandíbulainferiorcuandolaviporprimeravez.

Sí,laencontréaquícuandollegué.Estabamuyblancaypulida,comounobjetoquepodríaestarexpuestoenunavitrinadecristal,ylossirvientesnosabíandedóndeprocedía,niquéhacerconella;asíquelacolocarondenuevoenlasombrereraylapusieron en un estante del armario de la alcoba principal y, por supuesto, me laenseñaron cuando toméposesiónde la casa.Además,me llevaron a la playaymemostraronellugardondeencontraronaLuke,yelviejopescadorqueloencontróme

www.lectulandia.com-Página30

Page 31: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

explicócómoestabatumbadoycómoencontrólacalaverajuntoaél.Elúnicopuntoque fue incapazdeexplicar fueporqué la calavera rodó subiendopor elbancodearenahacialacabezadeLuke,enlugarderodarhaciaabajojuntoasuspies.Nomepareció extraño por aquel entonces, pero desde ese día he pensado en ello confrecuencia,porqueel lugarteníaunapendientebastantepronunciada.Tellevaréallímañana si quieres…Unpocodespués construí allí una especiede túmulo conunapiladepiedras.

Cuando Luke cayó, o fue empujado, tanto en uno como en otro caso, lasombrereracayósobrelaarena,latapaseabrióylacalaverasalióydebiórodarhaciaabajo.Peronolohizo.Estabajuntoalacabezadeél,casitocándola,yconlapartefrontalgiradahacialadelhombre.Yatehedichoquenomeparecióextrañocuandoelancianomelocontó,perodespuésnopodíaevitarpensarenello,unayotravez,einclusovisualizabalaescenacompletacuandocerrabalosojos;entoncescomenzabaapreguntarmeporquélacondenadacosarodóhaciaarribaenlugardehaciaabajo,yporquéparójuntoalacabezadeLukeynoenotrolugar,aunmetrodedistancia,porejemplo.

Naturalmente,querrás saber aquéconclusiónhe llegado, ¿noes así?Nadaquepuedaexplicarlatrayectoriadelacalavera,entodocaso.Pero,despuésdeuntiempo,comencéadarlevueltasenlacabezaaotracosaquemehizosentirprofundamenteincómodo.

¡Oh,nomerefieroanadasobrenatural!Talvezexistanlosfantasmas,o talvezno.Perosiexisten,nocreoquepuedancausardañoalosvivos,másalládealgúnqueotrosustoy,pormiparte,antespreferiríaenfrentarmeacualquier tipodefantasmaque a un banco de niebla en el Canal repleto de embarcaciones. No. Lo que meincomodabaerauna ideaabsurda,esoes todo,ynosabríadecircómocomenzó,niporquéarraigóenmíhastaconvertirseenunacerteza.

UnanocheestabapensandoenLukeysupobreesposamientrasfumabamipipayleíaunlibroaburrido,cuandoderepentesemeocurrióquelacalaverapodríaserladeella,ydesdeentoncesnohepodidosacarmeesaideadelacabeza.Puedesdecirmeque no tiene sentido, sin duda alguna; que la señora Pratt recibió enterramientocristianoyyaceahoraenelcementerio,yqueesunamonstruosidadpensarquesuesposoguardósucalaveraenlaviejasombrerera,ensupropiodormitorio.Yaunasí,contratodalógica,sentidocomúnyprobabilidad,estoyconvencidodequeesoesloque hizo. Losmédicos hacen todo tipo de cosas extrañas que harían que hombrescomotúocomoyonosestremeciéramos,yesassonprecisamentelascosasquenosonniprobables,nilógicas,nisensatasparanosotros.

¿Loentiendesahora?…Sirealmentesetratabadelacalaveradelapobremujer,laúnicaformadeexplicarqueestuvieraenposesióndeLukeeraquefueseélquienrealmente lahubieraasesinado,yque lohicieradeesamanera,como lamujerqueasesinabaasusmaridosenaquellahistoria,yquetemíaqueserealizaraalgúntipodeinvestigaciónquepudieradelatarle.Yesque,mirapordónde,tambiénlescontéque

www.lectulandia.com-Página31

Page 32: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

creíaqueaquellahistoriahabíaocurridohacíaunoscincuentaosesentaaños,yqueexhumaronlastrescalaverasyenlastresresonabaensuinterioruntrozodeplomo.Eso fue lo que condenó a la horca a lamujer. Luke lo recordó, estoy seguro. Noquiero saber qué hizo cuando reparó en ello; nunca he tenido gran afición por lashistorias truculentas y me imagino que tú tampoco, ¿verdad? No. Y si la tienes,siemprepuedesañadirloquefaltealahistoria.

Debiódeseralgobastantesiniestro.Ojalánofueracapazdevertodoesteasuntocontantaclaridad,talcomodebiódeocurrir.Lukeretirólacalaveralanocheantesdequefueraenterrada,estoyseguro,despuésdequeelataúdfueracerradoymientraslajovensirvientadormía.Meapostaríacualquiercosaaque,cuandocogiólacalavera,lasustituyóconalgoquecolocóbajo lamortajapara rellenarelhuecoyquenosenotara.¿Quécreesquepusoallí,bajoaquellamortaja?

¡Nomeextrañaquedudesdemispalabras!Primerotedigoquenoquierosaberquépasóyquedetestopensarenhistoriasmacabras,yluegotedescribotodocomosilohubieravisto.Estoyconvencidodequecolocóallílabolsadelaboresdesumujer.Recuerdoesabolsaperfectamente,porquesiemprelateníacercadurantemisvisitas;estaba hecha de fieltro marrón y cuando estaba llena era del tamaño de… ya meentiendes.¡Sí,otravezvuelvoconlomismo!Ríetedemísiquieres,peronoerestúel que vive aquí solo, donde ocurrió todo, ni el que contó la historia del plomofundido a Luke. No soy una persona nerviosa, te lo aseguro, pero ahora creocomprender por qué algunas personas lo son. Reflexiono sobre todo esto cuandoestoy solo, y sueño sobre ello, y cuando esa cosa grita… bueno, francamente,megusta tan poco ese sonido como a ti, aunque a estas alturas tendría que estar yaacostumbrado.

No debería estar nervioso. Durante una demis travesías nos cruzamos con unbarcofantasma.HabíaunHombreenlacofa,ytraseseencuentrodosterciosdelatripulación murieron en diez días debido a unas fiebres procedentes de la CostaOeste,despuésdeecharelancla,peroyosiemprehesalidobienparado,enaquellaocasióny tambiéndespués.Hevistocosasmuydesagradables, al igualque túyelrestodenosotros.Peroningunadeesascosasquedótanmarcadaenmimentecomoesto.

Heintentadoolvidarmedetodoesteasunto,peroaellanolegustaquelohaga.Quiereestarahí,ensusitio,enlasombrereradelaseñoraPrattydentrodelarmariodelaalcobaprincipal.Noestáfelizenningúnotrositio.¿Quecómolosé?Porquelohecomprobado.Noirásacreerquenolohecomprobado,¿verdad?Cuandoestáensusitio,sólogritadevezencuando,normalmenteenestaépocadelaño,perosi lasaco de la casa aúlla durante toda la noche y ningún criado está dispuesto apermaneceraquílasveinticuatrohoras.Poresemotivomequedosoloconfrecuenciaymehevistoobligadoaapañármelassinayudadurantequincedíasseguidos.Nadiedelpuebloquierepasarunanochebajoeste techo,yencuantoavenderel lugar,oinclusoalquilarlo,quedatotalmentedescartado.Lasancianasdicenquesimequedo

www.lectulandia.com-Página32

Page 33: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

aquíprontotendréunfinalaciago.Peroesonomeasusta.Sonríesalpensarquealguienpuedatomarseenserioestas

bobadas. Y no estás equivocado. No es más que una sarta de tonterías, estoy deacuerdocontigo.Pero¿noesciertoquedespuésdequeteexplicaraquetansóloeraunruido,tesobresaltasteymirasteatualrededorcomosiesperasesverunfantasmadetrásdetusilla?

Puedequemeequivoquesobrelacalavera,yprefieropensarqueesasí…cuandopuedo.Podría tratarse simplementedeunexcelente espécimenqueLukeconsiguióhacemucho tiempo, y que lo que resuena en su interior no sea nadamás que unguijarro, o un trozo duro de arcilla, o cualquier cosa. Las calaveras que hanpermanecidodurantemucho tiempobajo tierra normalmente acumulan cosas en suinteriorquehacenqueresuenen,¿noesasí?No,nuncahe intentadosacarlo,sea loquesealoquetieneahídentro;temoquepuedaserplomo,¿meentiendes?Ysiloes,no quiero saberlo, prefiero seguir con la duda. Si realmente es plomo, soy tanculpable de su asesinato como si yomismo hubiera realizado la acción. Creo quecualquiera llegaríaaestaconclusión.Mientrasno lo sepaconcerteza,mequedaelconsuelodedecirque todoestonoesmásqueuna sublime tontería,que la señoraPratt murió por causas naturales y que Luke compró esa bonita calavera cuandocursabasusestudiosenLondres.Perosiestuvierasegurodelocontrario,creoquemeveríaforzadoaabandonarlacasa;sindudaalguna,esocreo.Demomento,hetenidoqueabandonarlaideadedormirenlaalcobaprincipal,dondeestáelarmario.

Me preguntas que por qué no la lanzo al estanque… sí, pero por favor, no lallames«malditomonstruo»…nolegustaquelainsulten.

¡Ahíestá!¡Diosmío,menudoalarido!¡Telodije!Estásbastantepálido,amigo.Rellenatupipa,arrimalasillaalfuegoytomaunpocomásdeesebrebaje.ElOldHollands jamáshamatadoanadie,que se sepa.Conocíaundanésen Javaque sebebíamediajarradeHulstkampporlamañanasinqueseledespeinaraunpelo.Yonobebomuchoron,nolesientabienamireúma,perotúnoeresreumáticoynoteharádaño.Además,haceunanochemuylluviosaalláfuera.Elvientovuelveaaullaryprontosoplaráhaciaelsuroeste;¿oyescómotiemblanlasventanas?Lamareadebedehabercambiadotambién,porelgemidoqueseescucha.

Nohabríamosoídodenuevoelaullidosinohubiesesdichoesaspalabras.Estoyseguro de ello. Oh, sí, adelante si prefieres considerarlo una coincidencia, peropreferiríaquenovolvierasa insultarladenuevo, sino te importa.Talvez lapobremujercillaescucha,ypuedequelahayasmolestado,¿nocrees?¿Fantasma?¡No!Nopuedesllamarfantasmaaalgoquepuedessostenerenlasmanosyexaminarloaplenaluz del día, y que resuena cuando lo agitas, ¿o sí? Pero es algo que escucha yentiende;nohaydudaalgunadeeso.

Cuando llegué a esta casa intenté dormir en la alcoba principal, simplementeporqueera lamejory lamásconfortable,pero tuvequedarmeporvencido.Erasudormitorio;eralacamadondemurió,elarmarioestáempotradoenlapared,cercade

www.lectulandia.com-Página33

Page 34: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

la cabecera de la cama, a la izquierda. Ahí es donde le gusta estar, dentro de susombrerera. Sólo ocupé el dormitorio los primeros quince días y luego cambié deideaymetrasladéalpequeñodormitoriodelaplantabaja,cercadelquirófano,dondeLukesolíadormircuandoesperabaquelellamaraalgúnpacientedurantelanoche.

Siempre he dormido maravillosamente bien en tierra firme. Ocho horas es midosis;deoncedelanocheasietedelamañanacuandoestoysolo,ydedoceaochocuandotengoinvitados.Peroenaquelcuartomeresultabaimposibledormirdespuésdelastresdelamadrugada—apartirdelastresycuarto,parasermásexactos—;dehecholocomprobéconmiviejocronómetrodebolsillo,quetodavíamarcabienlashoras, y me despertaba siempre a las tres y diecisiete minutos exactamente. Mepreguntosiesafuelahoraenquemurió.

No era como lo que hemos oído antes. Si hubiera sido así no habría podidoaguantarnidosnoches.Erasólounsobresaltoyungemidoyunarespiraciónfuertedurante unos segundos en el interior del armario, un sonido que jamásme habríadespertado en circunstancias normales, estoy seguro. Supongo que a ti te pasa lomismo, somos exactamente como cualquier otro hombre que haya estado muchotiempoen lamar.Ningúnsonidode lanaturalezanos incomoda lomásmínimo,nisiquiera el traqueteo del aparejo de una fragata de cuatro palos en medio de unatempestad. Pero si un lápiz suelto en el cajón de la mesa del camarote ruedaligeramente,nosdespertamosenunsegundo.Puesdeesamismamanera…asíseguroque lo entiendes.Muybien,pues el sonidodel armariono eramás fuerteque eso,peromedespertóinmediatamente.

Dije que era como un «sobresalto». Sé lo que quiero decir, pero es difícil deexplicarsinqueparezcaqueestásdiciendouna tontería.Porsupuesto,nosepuededecirexactamentequeunopueda«escuchar»aunapersona«sobresaltarse»;entodocaso, se podría escuchar una rápida respiración entre labios separados y dientescerrados,yelapenasperceptiblesonidode la ropaquesemueve rápidamenteperoconmuchasutileza.Eraalgoasí.

Sindudaconocesesasensacióndequesabesloqueunvelerovaahacer,dosotressegundosantesdequelohaga,cuandoestásaltimón.Losjinetesdicenlomismode loscaballos,peroenesecasoesmenosextraño,porqueelcaballoesunanimalvivo con sus propias sensaciones, y sólo los poetas y los hombres de tierra firmehablandelosbarcoscomocriaturasvivas,nadiemás.Peroyosiemprehe tenidolasensacióndeque,dealgunamanera,ademásdeserunamáquinadevaporounveleropara transportarmercancías,unbarcoenelmaresun instrumentoextremadamentesensible,yunmediodecomunicaciónentrelanaturalezayelhombre,yenconcretoelhombrealtimónsilanaveescontroladaporunamanohumana.Elbarcoobtienesusimpresionesdirectamentedelvientoyelmar,lamareaylascorrientes,yselastransmite a la mano del hombre, exactamente igual que el telégrafo recoge losimpulsosirregularesdelaireylostransformaenunmensaje.

Ahorayasabesaloquemerefiero;sentíquealgosesobresaltabaenelarmario,y

www.lectulandia.com-Página34

Page 35: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

losentítanvívidamentequepudeescucharlo,aunquequizásnohabíaningúnsonidoqueescucharyfueunsonidodentrodemicabezaloquemedespertósúbitamente.Perosíqueescuchérealmenteelotroruido.Eracomosiestuvieraamortiguadoporlacaja, y parecía proceder de tan lejos que era como si llegara a través de una líneatelefónicadelargadistanciay,sinembargo,yosabíaqueestabadentrodelarmario,cercadelcabecerodemicama.Micabellonoseerizónimisangresehelóenaquellaocasión.Simplementememolestóquemedespertaraalgoquenodebíahaberhechoningúnruido,comomemolestabaunlápizrepiqueteandoenelcajóndelamesademi camarote a bordo de un barco. Y es que no lo comprendí entonces; tan sóloimaginéqueelarmarioestabaconectadodealgunamaneraconelairedelexterior,yqueelvientosehabíacoladoygemíaporaquelagujeroconunaespeciedechillidomuydébil.Encendíunaluz,miréelrelojyeranlastresydiecisiete.Luegomedilavuelta ymedispuse a dormir sobre la oreja derecha.Esa esmioreja buena; tengobastantesorderaenlaotra,despuésdequemelagolpearacontraelaguacuandoeraunmuchachoallanzarmedesdelaplataformadelagavia.Fuealgoestúpido,desdeluegoquesí,peromeharesultadoútilcuandointentodormiryhayalgúnruido.

Esafuelaprimeranoche,ylomismoocurrióunayotravezlasnochessiguientes;peronotodaslasnoches,aunquesiempreseoíaalamismahora,niunsegundomástarde;enalgunasocasionesdormíasobremioídobueno,yenotrasno.Ledilavueltaal armario y no descubrí ningún hueco por donde pudiera colarse el viento, nininguna otra rendija, porque la puerta estaba perfectamente encajada, supongo queparaevitarqueentraranpolillas;laseñoraPrattprobablementeguardabasuropadeinviernoallídentro,porquetodavíaapestaaalcanforytrementina.

Trasquincedíasmehartédelosruidos.Hastaentoncesmehabíaconvencidodeque sería estúpido darme por vencido y sacar la calavera del cuarto. Las cosassiempreparecendistintasa la luzdeldía,¿verdad?Perolavozfuehaciéndosemásfuerte—supongoquepodríamosllamarlovoz—,yunanochelogrópenetrarinclusomi oído sordo.Medi cuenta de ello cuandome desperté por completo, porquemioído bueno estaba presionado contra la almohada y no debería haber escuchadoniunasirenadenieblaenesapostura.Perosíescuchéesoymehizoperderlosnervios,o tal vez me asusté, y es que en ocasiones ambas sensaciones no se diferencianmucho.Encendíunaluz,melevantéyabríelarmario,tomélasombrereraylalancéporlaventana,tanlejoscomopude.

Entoncesmiscabellosseerizaron.Lacriaturagritóenelaire,comounproyectildeunrevólverdedocepulgadas.Cayóalotroladodelacarretera.Lanocheeramuyoscuraynopudeverdónde caía, pero séque cayóal otro ladode la carretera.Laventanaestájustoencimadelapuertaprincipal,aunosquincemetrosdelavallamásomenos,ylacarreteramideunosdiezmetrosdeancho.Hayunsetomásallá,juntoalterrenoquepertenecealacasaparroquial.

No dormí mucho más esa noche. No había pasado ni media hora desde quelanzaralasombrereracuandoescuchéunalaridoenelexterior…comoelquehemos

www.lectulandia.com-Página35

Page 36: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

oído esta noche, pero peor, más desesperado diría yo, y tal vez fue cosa de miimaginación pero habría jurado que los gritos iban aproximándose cada vez más.Encendíunapipayrecorríelcuartodeunladoaotroduranteunrato,yluegocogíunlibroymesentéaleer,peroquemeaspensipuedorecordarloqueleíosiquieraquélibro estaba leyendo, porque de vez en cuando me llegaba un alarido que habríalogradoqueunmuertoserevolvieraensuataúd.

Unpocoantesdelamaneceralguien llamóa lapuertaprincipal.Noeraposibleconfundiresesonidoconningúnotro,yabrílaventanaymiréabajo,porquesupusequealguiennecesitabaunmédicoycreíaqueelnuevosealojaríaenlacasadeLuke.Mealivióescucharungolpeteohumanodespuésdeaquellosespantososalaridos.

Nosepuedeverlapuertadesdearribaporquelacubreunapequeñamarquesina.De nuevo sonaron golpes en la puerta y grité preguntando quién andaba ahí, peronadie respondió, aunque los golpes volvieron a sonar. Levanté de nuevo la voz einformédequeelmédicoyanovivíaaquí.Nohuborespuesta.Penséentoncesquepodría tratarsedealgúnancianocampesinosordocomouna tapia.Asíque tomé lavelaybajéparaabrirlapuerta.Tejuroqueyanopensabaenaquellacosahorrible,ycasihabíaolvidadoelrestoderuidos.Bajéconvencidodequeencontraríaaalguienahífuera,juntoalquiciodelapuerta,conalgúnmensaje.Apoyélavelaenlamesadelvestíbuloparaevitarqueelvientolaapagasecuandoabrieralapuerta.Mientrasdescorríaelviejopestilloescuchéotravezlosgolpes.Noeranfuertes;recuerdoquemeparecieronextrañosgolpeshuecosahoraqueestabacerca,peroseguíaconfiadoenquelosproducíaalgunapersonaquequeríaentrar.

No fue así. No había nadie allí fuera. Pero al abrir la puerta hacia dentro,apartándomeligeramenteaunladoparapoderverelexterior,algocruzórodandoelquiciodelapuertayparójuntoamipie.

Retrocedí en cuanto lo noté, porque sabía qué era antes incluso demirar haciaabajo.Nosabríadecirteporquélosabía,eraprácticamenteimposibleporquetengolatotalcertezadequelalancéalotroladodelacarretera.Laventanaesunacristaleraqueseabredeparenparypudecogerbastanteimpulsocuandolalancé.Además,aldíasiguientemelevantétempranoyencontrélasombrereraalotroladodelseto.

Podríaspensarqueseabriócuandolalancéyquelacalaverasesaliódelacaja,peroesimposible,porquenadiepodríalanzarunacajadecartónvacíatanlejos.Esaposibilidad queda totalmente descartada; sería lo mismo que intentar lanzar a unadistanciadeveinticincometrosunaboladepapel,ounacáscaradehuevo.

Retomandolahistoria,giréelcerrojodelapuertadeentrada,recogílacosaconcuidadoy la coloqué sobre lamesa, juntoa lavela.Lohice instintivamente, comoquienhacelocorrectoenunasituacióndepeligrosinpensarlodemasiado…oquizástodo lo contrario. Puede parecer extraño, pero creo que mi primer temor fue quealguienpudierallegaryencontrarmeallíenelumbraldelapuertaconaquellacosaapoyadaenelpie,apoyadadelado,yconunadelascuencasvacíasdirigidashaciami rostro, como intentando acusarme. Las luces y sombras que dibujaba la vela

www.lectulandia.com-Página36

Page 37: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

bailaban en las cuencas mientras la calavera descansaba sobre la mesa, y daba laimpresióndequeseabríanycerrabanmientrasmemiraba.Entonceslavelaseapagóinesperadamente,apesardequelapuertaestabacerradaynohabíacorrientedeaire;uséalmenosmediadocenadecerillasparavolveraencenderla.

Medesplomésobrelasilla,sinsabermuybienporqué.Talvezmeasustémásdelo que pensaba, y espero que admitas que no hay ninguna vergüenza en estarasustado.Aquellacosahabíaregresadoacasayqueríasubiralpisodearribayvolverasuarmario.Mequedéallísentado,inmóvil,ycontemplélacalaveraduranteunrato,hastaqueempecéasentirmuchofrío.Entonceslacogí,lasubíarribaylacoloquéensusitio.Tambiénrecuerdoquelehabléyleprometíquelellevaríalasombrereraporlamañana.

¿Quieressabersipudequedarmeenlaalcobahastaelalba?Sí,perodejéunaluzencendida;mequedésentadofumandoyleyendo,probablementedebidoalmiedo,unmiedoprecisoeincuestionable,ynoesnecesarioquelollamescobardía,porquenoeslomismo.Nohubierapodidopermaneceraoscurasconesacosaenelarmario;mehabríamuertodemiedo,aunquenosoymásapocadoqueotraspersonas.Malditasea,amigo, esa cosa cruzó la carretera por sus propiosmedios y subió los escalones yllamóalapuertaparaqueladejaraentrar.

Cuandoamaneció,mecalcélasbotasysalíabuscarlasombrerera.Tuvequedarunbuenrodeoporlaverjajuntoalacarretera,yencontrélacajaabiertaycolgandodelotro ladodel seto.Sehabíaenganchadoen las ramasporelcordely la tapasehabíacaídoyestabasobreelsuelodebajodelacaja.Esodemuestraquenoseabrióhastaqueestuvobien lejos,quenoseabrióencuantosaliódespedidademimanocomopodríapensarse,yqueelcontenidodebióalcanzar tambiénelotro ladodelacarretera.

Esofue todo.Llevé lacajaalpisodearribay lametíenelarmario,coloqué lacalaveradentroylacerré.Cuandolasirvientametrajoeldesayunodijoquelosentíamucho,peroquedebía irse, yqueno le importaba si perdía el salariodelmes.Lamiré y vi que su rostro estaba pálido y con un tono verdoso o amarillento. Fingísorprenderme y le pregunté qué ocurría, pero no sirvió de nada; ella se limitó areplicarme que quería saber si yo realmente tenía intención de permanecer en unacasa encantada y cuánto tiempo esperaba vivir si lo hacía, porque aunque enocasionesellamismahabíanotadoqueeraunpocodurodeoído,nopodíacreerquehubiera podidodormirmientras se escuchaban aquellos gritos…Y si pudedormir,¿porquépasétodalanochemoviéndomeporlacasayabriendoycerrandolapuertaprincipal entre las tres y las cuatro de la mañana? No tenía manera de rebatirla,puestoquemehabíaoído,demodoquesemarchóymequedéasolas.Bajéalpuebloporlamañanayencontréaunamujerdispuestaarealizarlaspocastareasnecesariasyaprepararmelacomida,conlacondiciónderegresarasucasatodaslasnoches.Encuantoamí,me trasladéaldormitoriodeabajoesemismodíay jamáshevueltoadormir en la alcoba principal desde entonces. Después de un tiempo me traje de

www.lectulandia.com-Página37

Page 38: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

Londres a un par de sirvientas escocesas de mediana edad y las cosas setranquilizaron bastante durante un largo periodo de tiempo. En un principio lesexpliquéque lacasa sehallaba situadaenunaposiciónmuyexpuestayque seoíamuchoelsilbidodelvientoduranteelotoñoyelinvierno,locual,teniendoencuentacómosonloslugareñosdeCornualles,gentemuyinclinadaacreerensupersticionesyacontarhistoriasdefantasmas,habíaprovocadoquelacasaadquirieseciertamalareputación en el pueblo.Lasdoshermanasde rostros curtidosy cabellos trigueñosesbozaronunamedia sonrisa y respondieron congrandesdénqueningúndemoniodel surpodía impresionarlas, fueracual fuese,yque trashaberestadosirviendoendoscasasencantadasinglesas,jamásvieronnadamásespeluznantequeelFantasmadelNiñodeGris,locual,pensaban,nopodíaconsiderarsealgoparticularmenteraroenForfarshire.

Permanecieron conmigo varios meses y mientras estuvieron en la casadisfrutamosdepazy tranquilidad.Unade ellas está aquí ahora, aunque semarchócon su hermana ese mismo año. Ésta, que era la que cocinaba, se casó con elenterrador, que además se ocupa del jardín. Por eso está aquí otra vez. Este es unpueblo pequeño y el enterrador no tiene mucho trabajo; además, sabe lo bastantesobre flores y plantas para ayudarme en todo lo que necesito. También realiza lamayoríade las tareaspesadas,porque,apesardequesoyaficionadoalejercicioalairelibre,semeestánanquilosandoligeramentelasarticulaciones.Esuntiposobrioysilencioso,ymuydiscreto;cuandollegóaquíhabíaenviudado…Trehearnsellama,James Trehearn. Las hermanas escocesas nunca reconocieron abiertamente queocurrían cosas extrañas en la casa, pero en noviembre me comunicaron que semarchabanconlaexcusadequesucapilla,enlaparroquiavecina,estabademasiadolejosdeaquí,yqueacudiranuestra iglesiaquedaba totalmentedescartado.Pero lahermanamásjovenregresóenprimaveray,encuantoelbandopudohacersepúblico,contrajomatrimonioconJamesTrehearnenunaceremoniacelebradaporelpárroco,ydesdeentoncesnoparecemostrarmuchosescrúpulosenescucharlepredicar.¡Mealegrosiesasí!Laparejaviveenunapequeñacasitaconvistasalcementerio.

Supongo que te estarás preguntando qué tiene que ver todo esto con lo que teestaba contando. Paso a solas tanto tiempo que cuando un viejo amigo viene avisitarmemepongoahablaryhablarsóloporoírmipropiavoz.Peroenestecasorealmente hay una conexión de ideas. Fue James Trehearn quien enterró a ladesdichada señora Pratt, ymás tarde a sumarido en lamisma fosa, que no quedalejos de la parte trasera de su casa. Esa es la conexión que tengo en mente,¿comprendes?Estábastanteclaro.Élsabealgo;estoysegurodequesabealgo,porsusgestos,aunqueseaunhombremásbieninexpresivo.

Sí,ahoramismopasolasnochessoloenestacasa,porquelaseñoraTrehearnseencarga de todo y cuando tengo a algún invitado la sobrina del enterrador viene aservirlamesa.Elenterradorrecogeasuesposatodaslastardeseninvierno,peroenverano,cuandotodavíahayluz,regresasolaacasa.Noesunamujerasustadiza,pero

www.lectulandia.com-Página38

Page 39: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

ahora no está tan segura como antes de que no existan espíritus en Inglaterramerecedoresdelaatencióndeunamujerescocesa.¿Noteparecedivertidalaideadeque Escocia tenga el monopolio de lo sobrenatural? Qué extraña clase de orgullonacional,¿noteparece?

Qué buen fuego, ¿verdad? Cuando logra prender un madero de deriva no haynadaque se le parezca. Sí, consigomuchamadera delmar, lamento decir que haytodavía demasiados naufragios por esta zona. Es una costa solitaria y puedesconseguir toda la madera que quieras simplemente yendo a buscarla a la playa.Trehearnyyollenamosuncarromatodevezencuandoylocargamosentreestelugarylarestinga.Evitoelfuegodecarbóncuandopuedoconseguirleñadecualquiertipo.Untroncoteguardacompañía,aunquesóloseauntrozodelistóndelabordadeunbarcoountrozodemaderaaserrada,ylasalquequedaensuinteriorproducebonitaschispas.¡Miracómovuelan,parecenfuegosartificialesjaponeses!Enseriotelodigo,camarada,conunviejoamigo,unbuenfuegoyunapipa,unoseolvidatotalmentedelacosaqueestáalláarriba,especialmenteahoraqueelvientohaamainado.Peroessólounatreguayantesdequeamanezcasoplaráunvendaval.

¿Quetegustaríaverlacalavera?Ningúnproblema.Nohayningúnmotivoporelque no puedas echarle un vistazo, y seguro que jamás habrás visto ninguna tanperfectaen toda tuvida, aunque le falten losdosdientes frontalesde lamandíbulainferior.

Ah,ya…todavíanotehecontadolodelamandíbula.Trehearnlaencontróeneljardínlaprimaverapasadacuandocavabaunhoyoparaplantarlechosdeespárragos.Yasabesqueporaquíhacemoslechosdeespárragosdedosodosmetrosymediodeprofundidad.Sí,sí…olvidécontártelo.Elhombreestabacavando,exactamentecomocavaunatumba…siquieresquetehaganunbuenlechodeespárragos,teaconsejoquecontratesaunenterrador.Esostipostienenunatécnicamaravillosaparaesaclasedeexcavaciones.

Trehearnhabíacavadoyaunmetrocuandoencontróunamasablancadecalenellateraldelfoso.Habíaadvertidoquelatierraestabaunpocomássueltaporesazona,aunque afirma que debió ser removidamuchos años atrás. Supongo que Trehearnpensóque esavieja cal podríano serbuenapara los espárragos, así que rompió lavetaylaarrancó.Estababastantedura,dice,yfuesaliendoenterronesgrandes,yporfuerzadelacostumbrepartióestosterronesconlapalacuandoyaestabanfueradelhoyo;lamandíbuladelacalaverasesoltódeunodeesosterrones.Trehearncreequefueélquienrompiólosdosdientesfrontalesalcascarlacal,peronolosencontróenningunaparte.Esunhombremuyexperimentadoenesetipodecosas,comopuedesimaginar, y predijo con rapidez que lamandíbula probablemente perteneció a unamujer joven y que tenía la dentadura completa cuando murió. Me la trajo y mepreguntósiqueríaguardarla;sino,seofreció,élmismopodíaecharlaenelpróximofosoquetuvieraquecavarenelcementerio,yaquesuponíaqueeraunamandíbulacristianayquedebíatenerunentierrodecente,aunquenosesupieradóndeyacíael

www.lectulandia.com-Página39

Page 40: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

restodelcuerpo.Ledijeque losmédicoscolocancon frecuencia loshuesosencalviva para blanquearlos, que suponía que el doctorPratt debía de tener unpequeñofosodecaleneljardínparatalpropósitoyqueseolvidóallílamandíbula.Trehearnmemiróensilencio.

—Quizásencajeenesacalaveraquesolíaestarguardadaenelarmariodearriba,señor—dijo—.TalvezeldoctorPrattpusolacalaveraencalvivaparalimpiarla,oalgoasí,ycuandolasacósedejólamandíbula.Hayunpelohumanoqueasomaentrelacal,señor.

Vi que estaba allí, como había dichoTrehearn. Si no hubiera sospechado algo,¿porquédemonioshabríasugeridoquelamandíbulatalvezencajaseenlacalavera?Además, estaba en lo cierto. Eso prueba que sabe más de lo que cuenta. ¿Creesposible que echara un vistazo antes de que la mujer fuera enterrada? O quizás…cuandoenterróaLukeenlamismatumba…

Bueno,bueno,noesnecesarioahondarenmayoresdetalles,¿verdad?Ledijequeguardaría lamandíbulaconlacalaveraysubíalpisodearribaparacolocarlaensusitio.Nohayningunadudadeque se ajustanperfectamente la una a la otra, y allíestánjuntas.

Trehearn sabe algo.Hace un tiempo,mientras hablábamos acerca de enlucir lacocina,élrecordóquenohabíasidoenlucidadesdelamismasemanaenquemuriólaseñoraPratt.Nodijo que el albañil hubiera dejado algode cal en el lugar, pero lopensaba,ytambiénpensabaqueeralamismacalquehabíaencontradoenelfosodeespárragos. Ese hombre sabe muchas cosas. Trehearn es uno de esos hombressilenciososcapacesdeatarcabos.Esatumbaestámuycercadelpatiotraserodesucasayesunodeloshombresquemanejanlapalaconlamayorrapidezqueyohayavisto. Si hubiera querido saber la verdad, podría haberlo hecho, y nadie se habríaenterado a menos que él decidiera contarlo. En un pueblo tan apacible como elnuestrolagentenosaleapaseardenochealcementerioaversielenterradorandatrasteandoporallíasolasentrelasdiezdelanocheyelamanecer.

LoquemepareceterribleesladeterminacióndeLuke,siesquelohizo;sufríacerteza de que nadie lo descubriría, y sobre todo su sangre fría, que debió serextraordinaria.Avecespiensoquenodebe sernadabuenovivir en el lugardondesucediótodoesto,siesquerealmentesucedió.Siemprepongolafrasecondicional,comoves,porhacerjusticiaalamemoriadeLuke,yunpocoporinteréspropio.

Iréarribaytraerélacajaenunminuto.Peropermitequeprimeromeenciendalapipa, ¿qué prisa hay?Hemos cenado pronto y sólo son las nueve ymedia. Jamáspermito que un amigo semarche a dormir antes de las doce, o conmenos de trescopas…puedestomartantascomogustes,peronopuedestomarmenosdetres,porlosviejostiempos.

Está soplando el viento otra vez, ¿lo oyes? Lo de antes ha sido tan sólo unatregua,prontocomenzarálopeordelanoche.

Cuandoestabacomprobandosilamandíbulaencajabaenlacalavera,ocurrióalgo

www.lectulandia.com-Página40

Page 41: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

queme sobresaltó.Nome asusto con facilidad, pero fue algo así como un rápidomovimientoymequedé sinaliento súbitamente, como leocurrea lagentecuandopiensaqueestáasolasysegiraydescubrequehayalguienmuycerca.Nadiepuedellamaraesomiedo.Túno loharías, ¿verdad?No.Bueno, justocuandocoloqué lamandíbula en su lugar bajo la calavera, los dientes se cerraron con fuerzaaprisionándome el dedo. La sensación fue exactamente como si me estuvieramordiendo con fuerza, y debo confesar queme dio un buen susto antes de darmecuenta de que yomismo había estado presionando con la otramano lamandíbulacontra lacalavera.Teaseguroquenoestabanervioso.Ademáseradedía,hacíaundíaespléndidoyelsolinundabalaalcoba.Habríasidoabsurdoestarnervioso;fuetansólo una impresión precipitada, pero realmente consiguió perturbarme. Por algunarazónmehizorecordarelextrañodictamendelforensesobrelamuertedeLuke,«amanos o dientes de alguna persona o animal desconocido». Desde entonces helamentado no haber podido ver esas marcas en su garganta, aunque la mandíbulainferioryahabíadesaparecidoporaquelentonces.

Hevistoenmuchasocasionesahombreshacercosasdementesconlasmanossinqueellosmismossedencuentadeello.Unavezviaunhombresujetándosedeunviejocaboconunamano,conelcuerpofueradebordaytodoelpesoechadohaciaatrásy,almismotiempo,conuncuchilloenlaotramanoapuntodecortarelcaboque lo sujetaba cuando logré agarrarlo entre mis brazos. Estábamos en medio delocéano, navegando a veinte nudos. El hombre no tenía ni idea de lo que estabahaciendo, ni tampoco yo la tenía cuando acabé pellizcándome el dedo entre losdientes de aquella cosa. Puedo sentirlo ahora de nuevo. Era exactamente como siestuviera viva e intentara morderme. Lo haría si pudiera, porque sé que me odia,¡pobrecilla! ¿Crees que lo que resuena dentro del cráneo es un trozo de plomo?Bueno,traerélacaja,ysealoqueseaquecaigaentusmanos,esasuntotuyo.Sisetratadeunterróndetierraounguijarro,podríaborrardemimentetodoesteasunto,ynocreoquevolvieraapensarenlacalaveranuncamás,pero,poralgúnmotivo,nomeveoconfuerzasparaextraeresapiezasólidadelinteriordelacalavera.Lameraideadequepuedaserplomomehacesentirprofundamenteincómodo,sinembargo,estoyconvencidodequeprontolosabré.Losabrécontotalcerteza.EstoysegurodequeTrehearnlosabe,peroesunhombrecillomuycallado.

Iré al piso de arriba ahora y la traeré. ¿Qué? ¿Piensas que es mejor que meacompañes? ¡Ja, ja! ¿Es que crees que tengomiedo a una sombrerera y un ruido?¡Tonterías!

Malditavela,¡noseenciende!¡Escomosiesteabsurdoobjetosupieraparaquéloqueremos!Míralo… es ya la tercera cerilla. En cambio,mi pipa la encienden a laprimera. ¿Loves?Esunacajanueva, acabode sacarladel cofredehojalatadondeguardoloquequieromanteneralejadodelahumedad.Oh,piensasqueelcabodelavelapodríaestarhúmedo,¿noesasí?Deacuerdo,encenderélamalditacosaconelfuego de la chimenea. Eso no se apagará, de ningunamanera. Sí, chisporrotea un

www.lectulandia.com-Página41

Page 42: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

poco, pero la vela se mantendrá encendida. Ahora arde como cualquier otra vela,¿verdad?Lacosaesquelasvelasnosondemuybuenacalidadporestoslares.Nosédedónde las traen,peroavecesardenconpocafuerza,conuna llamaverdosaqueescupepequeñaschispas,yconfrecuenciaseapagansolas,locualesunengorro.Esinevitable, porque todavía tendrá que pasar un tiempo antes de que la electricidadllegueanuestropueblo.Alumbranbastantepoco,¿verdad?

Piensasqueserámejorquedejelavelaycojaelquinqué,¿noescierto?Nomegustallevarquinquésdeunladoaotro,esaeslaverdad.Nosemehacaídoningunode lasmanos en todamivida, pero siemprehepensadoquepodría ocurrirmey escondenadamentepeligroso.Además,aestasalturasyaestoybastanteacostumbradoaestasmalditasvelas.

Será mejor que te acabes la copa mientras yo voy a coger la caja, porque nopienso permitir que te escapes con menos de tres copas antes de irte a la cama.Además,noseránecesarioquesubaslasescaleras;teheinstaladoenelviejoestudiojuntoalquirófano…allíesdondeyovivoahoramismo.Elhechoesqueahorajamáslespidoamisinvitadosqueduermanenelpisodearriba.ElúltimohombrequelohizofueCrackenthorpeycomentóquesepasótodalanochedespierto.RecuerdasalviejoCrack,¿verdad?SiguióenelServicioyleacabandehaceralmirante.Sí,yamevoy… a menos que la vela se apague. No he podido resistirme a preguntarte sirecordabas a Crackenthorpe. Si alguien nos hubiera dicho que aquel flacucho ypequeñoidiotaseríaelquemáséxitoibaatenerdetodosnoshabríamosreído,¿nocrees?Atiyamínonosfuetanmal,escierto…Bueno,memarchoya.¡Noquieroquepiensesqueheestadoevitandoircontodaestacháchara!¡Comosihubieraalgoquetemer!Si tuvieramiedote lodiríacontotalfranquezaytepediríaquevinierasconmigoalláarriba.

*********

Aquíestálacaja.Lahebajadoconmuchocuidado,paranomolestarla,pobrecilla.Sila sacudiera, lamandíbula podría separarse de nuevo y estoy seguro de que no legustaríanada.Sí,lavelaseapagócuandoyabajabalasescaleras,perofueunaráfagadeairequeentróporlaventanarotadeldescansillo.¿Oístealgo?Sí,fueotrogrito.¿Que estoy pálido, dices?No es nada. A vecesmi corazón se comporta de formaextraña y he subido las escaleras demasiado rápido. De hecho, esa es una de lasrazonesporlasquerealmenteprefierovivirenelpisodeabajo.

Vinieradedondeviniera,elalaridonoprocedíadelacalavera,porquellevabalacajaenlamanocuandoseprodujoelruido,yaquíestáahora;asíquehemosprobadodefinitivamentequelosgritossonproducidosporotracosa.Notengoningunadudadequealgúndíalograréaveriguardedóndeproceden.Algunaranuraenlapared,porsupuesto, o una grieta en una de las chimeneas o en uno de los marcos de una

www.lectulandia.com-Página42

Page 43: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

ventana.Asíescomoacabantodaslashistoriasdefantasmasenlavidareal.¿Sabes?,estoymuycontentodehabersubidoybajadolacajaparaquelavieras,porqueesteúltimo grito aclara la cuestión. ¡Y pensar que he sido tan estúpido como paraimaginarquelapobrecalaverapodíagritarrealmentecomounservivo!

Bueno,abriré lacajay leecharemosunvistazobajo la luzbrillante.Es terriblepensarquelapobremujersolíasentarseallí,entusilla,nochetrasnoche,bajoestamisma luz, ¿verdad? Pero bueno…Ya he decidido que no son más que tonteríasdesdeelprincipiohastaelfinalyquesetratatansólodeunaviejacalaveraqueLuketenía desde sus años de estudiante, y tal vez la metió en cal simplemente parablanquearla,yluegonopudoencontrarlamandíbula.

Sellé el cordel, ¿lo ves?, después de que pusiera la mandíbula en su lugar, yescribí algo en la tapa. La caja todavía tiene la etiqueta blanca original delsombrerero, con el remite a la señora Pratt de cuando el sombrero fue enviado, ycomoquedabaespacioescribíenunborde:«Calavera,anteriormentepropiedaddeldifuntodoctorLukePratt».No sémuybienporqué escribí eso, tal vezpenséquedebía explicar cómo había llegado a mi poder aquel objeto. No puedo evitarpreguntarmequétipodesombrerofueenviadoenaquellacaja.¿Dequécolorcreesqueera?¿Seríaunalegre sombrerodeprimaveraconunapluma ladeadaybonitoslazos? Resulta extraño que esa misma caja guardara también la cabeza que llevóaquelelegantetocado…quizás.No…Yalohemosdecidido,lacalaverasimplementeprocededel hospital deLondres, dondeLukeejerció lamedicina.Esmuchomejorconsiderarlo desde ese punto de vista, ¿verdad?No hay ni una sola conexiónmásentreesacalaveray lapobre señoraPrattque laquehayentremihistoria sobreelplomoy…

¡DiosSanto! ¡Cogeelquinqué!…Nodejesqueseapague,sipuedesevitarlo…volveréacerrarlaventanaenunsegundo…¡Caramba,menudovendaval!¡Vaya,yasehaapagado!¡Telodije!Noimporta,allíestálaluzdelachimenea…yahecerradola ventana… el pestillo estaba amedio echar. ¿Ha volado la caja de encima de lamesa? ¿Dónde demonios está? ¡Allí! La ventana ya no se volverá a abrir, la heatrancadocon labarra.Esunbuen truco,unaviejayanticuadabarra,nohaynadacomoeso.Bueno,encuentra la sombrereramientrasenciendoelquinqué. ¡Malditascerillastraicioneras!Sí,elrescoldodelapipaesmejor…tienesqueencenderloenelfuego…nohabíapensadoenello…gracias…Bueno,allávamos.Yahora,¿dóndeestálacaja?Sí,poníaenlamesaylaabriremos.

Eslaprimeravezqueveoqueelvientoabrealafuerzaesaventana,perohasidoenparteporundescuidomíocuandolacerrélaúltimavez.Sí,claroqueescuchéelgrito. Pareció recorrer toda la casa antes de salir disparado por esa ventana. Esopruebaquesiemprehasidoelvientoynadamás,¿verdad?Cuandonofueelviento,erami imaginación. Siempre he sido un hombre conmucha imaginación; debo dehaberlosidotambiénenestecasosindarmecuenta.Amedidaqueenvejecemosnosvamosconociendomejor,¿sabes?

www.lectulandia.com-Página43

Page 44: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

Bueno, haré una excepción y tomaré un trago del Hulstkamp, ya que te estásllenando la copa. Ese viento húmedo me ha dejado helado y con mi tendencia apadecer reumatismo temo mucho exponerme a las corrientes frías, porquegeneralmenteel fríomeatenaza lasarticulacionesdurante todoel inviernounavezqueseinstaladentro.

¡PorsanJorge,québuenlicor!Encenderéunapipacontabacofresco,ahoraqueyavolvemosaestarcómodosyelcuartoestácaldeado;luegoabriremoslacaja.Mealegrotantodequehayamosoídolosdosjuntoseseúltimogrito,conlacalaveraaquísobrelamesa,entrenosotrosdos…Unacosanopuedeestarendoslugaresdistintosalmismo tiempo, y el ruido sin lugar a dudas llegó del exterior, como si fuera elvientoquesoplabafuera.¿Creesqueoísteelgritoporestahabitacióndespuésdequelaventanaseabrieradegolpe?Ohsí,yotambién,peroesbastantenormalestandolaventanaabierta.Porsupuesto,loqueoímosfueelviento.¿Quéotracosapodríaser?

Miraaquí,porfavor.Quieroqueveasqueellacredelselloestáintactoantesdeabrir la caja los dos juntos. ¿Quieres usarmis gafas?Ah, no, tienes las tuyas.Deacuerdo. El sello está entero, como ves, y puedes leer las palabras del lemaclaramente.«Dulceyleve»…esdecir…segúnelpoemaquesiguecon«VientodelmardeOccidente»,yluego«inflasusvelasenmidirección»,ytodolodemás.Aquíestáelsello,enlacadenademireloj,dedondecuelgadesdehacemásdecuarentaaños.Mipobreesposameloregalócuandolacortejabaynuncatuveotro.Eranmuypropiasdeella,esaspalabras…siemprelegustóTennyson.

Nosirvedenadacortarelcordel,porqueestáatadoalacaja,asíquesimplementeromperéellacreydesharéelnudo,ydespuéslosellaremosotravez.Verás,megustaasegurarmedequeestacosapermaneceseguraensusitio,ydequenadie lapuedesacarde aquí.Ynoesque sospechequeTrehearnhayaestado trasteandoconella,pero siempre tengo la impresión de que ese hombre sabe bastante más de lo quecuenta.

¿Ves?Helogradoabrirlasinromperelcordel,aunquecuandoloatélaúltimaveznoimaginéquevolveríaaabrirlacaja.Latapaseabrefácilmente.¡Ya!¡Miraahora!

¿Qué?¿Nohaynadadentro?¿Vacía? ¡Hadesaparecido,amigomío, lacalaverahadesaparecido!

*********

No, no me ocurre nada. Sólo intento aclararme las ideas. Es tan extraño. Estoytotalmente seguro de que estaba aquí dentro cuando le puse el sello la pasadaprimavera.Jamáslohubieraimaginado:estotalmenteimposible.Sitomaraunacopacon algún amigodevez en cuando, admito quepodría haber cometido algún errorestúpido si hubiera bebido demasiado. Pero nunca lo hago, ni jamás lo hice. Unapintadecervezadurante lacenaymedio tragoderona lahoradeacostarmees lo

www.lectulandia.com-Página44

Page 45: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

máximo que bebo en mis mejores días. ¡Creo que siempre somos nosotros loshombres sobrios los que padecemos reumatismo y gota! Sin embargo, estaba misello,yahíestálasombrereravacía.Esoestásuficientementeclaro.

Vaya,estonomegustanada.Noestábien.Creoquehayalgoquenoencajaentodoesto.Noteesfuercesenhablarmedemanifestacionessobrenaturales,porquenocreo en ellas, ¡en absoluto!Alguiendebió robar la calaverayvolver a estampar elsello. En ocasiones, cuando salgo a trabajar al jardín en verano dejo el reloj y lacadenasobre lamesa.Trehearnprobablementecogióelselloenesemomento,y lousó,porqueestabasegurodequeyonoiríaaporélalmenosenmediahora.

SinofueTrehearn…¡Oh,nimehablessobrelaposibilidaddequeesacosahayasalido por sus propiosmedios! Si es así, debe estar en algún lugar de la casa, enalgunaesquinarecóndita,esperando.Podríamostoparnosconellaencualquierlugar,esperándonos… simplemente esperando en la oscuridad. Y luego me gritará; mechillaráenlaoscuridad,¡porquemeodia,telojuro!

La sombrerera está vacía.No estamos soñando, ninguno de los dos. Espera, ledarélavuelta.

¿Quées eso?Hacaídoalgocuando lehedado lavuelta.Está en el suelo, estácerca de tus pies, sé que está ahí, y debemos encontrarlo.Ayúdame a encontrarlo,amigo.¿Lotienes?¡Portodoslossantos,dámelo,rápido!

¡Plomo!Losupecuandoloescuchécaer.Supequenopodíaserotracosaporelruidoamortiguadoquehizosobreeltapetejuntoalachimenea.Asíque,despuésdetodo,setratabadeplomo…yLukelohizo.

Mesientounpococonmocionado…noestoyexactamentenervioso,¿sabes?,sóloconmocionado,esaeslaverdad.Supongoquecualquieraloestaría.Despuésdetodo,nopuedesdecirquetengamiedoaesacosa,porqueyomismosubíylabajé…o,almenos,creíquelaestababajando,locualparaelcasosignificalomismoy,porsanJorge,antesquedejarmellevarportantoestúpidosinsentido,estoydispuestoavolverallevarlacajaarribaycolocarlaensulugar.Noeseso.Eslacertezadequelapobremujermurió de esamanera, pormi culpa, porque conté la historia. Eso es lo queresulta tan espantoso. En cualquier caso, siempre tuve la esperanza de que jamáspudieraconfirmarlo,peroahoranohayformaposibledenegarlo.¡Miraeso!

¡Míralo!Esepequeñopedazodeplomo informe. ¡Piensaen loquehizo, amigomío!¿Notehacetemblar?Lesuministróalgoparahacerladormir,porsupuesto,perodebió de llegar un momento de terrible agonía. Imagina que penetrase plomoderretido en tu cerebro. Piensa en ello.Lamujermurió antes de poder gritar, perosólopiensaen…¡Oh!Ahíseoyedenuevo…estáfuera…séqueestáfuera…¡Nopuedosacarmeesesonidodelacabeza!…¡Oh!…¡Oh!

*********

www.lectulandia.com-Página45

Page 46: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

¿Pensastequemehabíadesmayado?No,ojalá lohubierahecho,asíhabríaparadoantesestaagonía.Estámuybienesodedecirqueessólounruido,yqueunruidonuncahamatadoanadie…perotúmismoestásmáspálidoqueunamortaja.Sólonosfalta hacer una cosa si queremos pegar ojo esta noche. Debemos encontrarla yponerladenuevoenlasombrererayencerrarlaenelarmario,dondelegustaestar.Nosécómohasalido,peroquierevolveraentrar.Poresogritadeformatanhorribleestanoche…Nuncalahabíaoídogritarasí…nuncadesdelaprimeravezque…

¿Enterrarla? Sí, si la encontramos la enterraremos, aunque nos lleve toda lanoche.Laenterraremosadosmetrosbajotierraypresionaremoslatierrasobreellacontantafuerzaquenopuedasalirnuncamás,ysigrita,apenaspodremosescucharlaatantaprofundidad.Rápido,cogeremoselfarolylabuscaremos.Nopuedeestarmuylejos; estoy seguro de que está fuera, ahí mismo… iba a entrar cuando cerré laventana,losé.

Sí,tienesrazón.Estoyenloqueciendoydebocalmarme.Nomehablesduranteunpardeminutos;mequedarésentadoensilencioycerrarélosojosyrepetiréalgoquesepadememoria.Esaeslamejormanera.

«Súmese la altitud, la latitud y la distancia polar, divídase por dos y réstese laaltituddelamitaddeltotal;luego,súmeseellogaritmodelasecantedelalatitud,lacosecantedeladistanciapolar,elcosenodelamitaddelasumayelsenodelamitadde la sumamenos la altitud…» ¡Ya está! No digas queme estoy volviendo loco,porquemimemoriaestáenperfectoestado,¿loves?

Porsupuesto,podríasdecirmequeesalgomecánico,yquenuncaolvidamoslascosasqueaprendemosdepequeñosyusamoscasitodoslosdíasdurantenuestravida.Perodeesosetrata.Cuandounhombreenloquece,esesaparremecánicadelamentelaqueseestropeaynofuncionacomodebería;recuerdacosasquenuncaocurrieron,ovecosasquenosonreales,oescucharuidoscuandohayunsilenciototal.Yesonoesloquenosocurreaningunodelosdos,¿verdad?

Ven, cogeremos el farol y daremos una vuelta alrededor de la casa. No estálloviendo… sólo hace un viento que se lleva volando hasta las botas viejas, comosolíamosdecirenaltamar.Elfarolestáenelarmariobajolasescalerasdelvestíbulo,ysiempreloguardopreparadoylistoparaelcasodequehayaunnaufragio.

¿Quenosirvedenadairabuscarelfarol?Noentiendoporquédiceseso.Fueunatontería hablar de enterrarla, claro está, porque no quiere ser enterrada; quiereregresarasusombrererayquelallevemosalpisodearriba,¡pobrecilla!Trehearnlasacó,losé,yvolvióamarcarelsello.Talvezselallevóalcementerio,yquizásteníabuenas intenciones.Me atrevería a decir que pensó que no volvería a gritar si seenterraba en tierra consagrada, cerca de donde debería yacer. Pero la calavera haregresadoacasa.Sí,esoes.NoesunmaltipodespuésdetodoesteTrehearn,ycreoque es bastante religioso. ¿No te parece que suena natural, razonable y bienintencionado? Él supuso que esta cosa gritaba porque no había recibido unenterramientodigno…juntoalrestodelcuerpo.Peroseequivocó.¿Cómoibaasaber

www.lectulandia.com-Página46

Page 47: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

queesacosamegritaporquemeodia,yporqueesculpamíaquehubierauntrozodeplomodentro?

¿Que no sirve de nada buscarla? ¡Tonterías! Te aseguro que quiere que laencontremos…¡Demonios!¿Quésonesosgolpes?¿Loshasoído?Pam,pam,pam…tresveces,luegounapausa,yluegootravez.Sonabaahueco,¿verdad?

Haregresadoacasa.Yaheoídoese tipodegolpeantes.Quiereentraryque lasubamosarriba,hastasucaja.Estáenlapuertaprincipal.

¿Te importaría venir conmigo?Lameteremos dentro. Sí, reconozco que nomeapeteceirsoloyabrirlapuerta.Esacosaentrarárodandoysepararájuntoamipie,como ya lo hizo en otra ocasión, y la luz se apagará. Ya estoy demasiadoconmocionadopor haber encontrado ese trozodeplomoy, además,mi corazónnoestá del todo bien… demasiado tabaco negro, tal vez. Además, no me importareconocerqueestoyunpoconerviosoestanoche,comonuncaloheestadoentodamivida.

¡Eso es, acompáñame! Llevaré la caja, así no tengo que regresar a cogerla.¿Escuchaslosgolpes?Nosepareceaningúnotrosonidoquehayapodidoescucharantes.Sinote importasujetarestapuertaabierta,asípuedoirabuscarelfarolqueestádebajodelasescalerasconlaluzquesaledeestecuartoysintenerquesacarelquinquéalvestíbulo…seapagaría.

La criatura sabe que nos estamos acercando… ¡Diantre! Qué prisa tiene porentrar.Hagas loquehagas,nodejesquesecierreesapuertahastaqueel farolestéencendido.Probablementevuelvaa tenerelproblemadesiemprecon lascerillas…¡No,alaprimera,porJúpiter!Nohaydudadequequiereentrar,asíquenoprovocaningúnproblema.Cuidadoconesapuertaahora;ciérrala,porfavor.Venysujetaelfarol,porquesoplaelvientocontantafuerzaalláfueraquevoyatenerqueusarlasdosmanos.Esoes,manténlaluzbaja.¿Escuchastodavíalosgolpes?Allávamos…Abrirésólounpocoysujetarélapuertaporabajoconelpie…¡Ahora!

¡Cógela! Es sólo el viento que la arrastra por el suelo, eso es todo… ¡Hay unhuracánahífuera,teloaseguro!¿Latienes?Lasombrereraestáencimadelamesa.Unminutoyvolveréacolocarlabarra.¡Yaestá!

¿Por qué la has lanzado tan bruscamente a la caja? Eso no debe de haberlegustadonada,¿sabes?

¿Quédices?¿Quetehamordidolamano?¡Esosontonterías,amigo!Hashecholomismoquehiceyo.Haspresionadolasmandíbulascerrándolasconlaotramanoytehaspellizcado.Déjamever.¿Nomeestarásdiciendoqueestássangrando?Debesdehabertepellizcadoconmuchafuerza,porJúpiter,porquetieneslapieltotalmentedesgarrada.Tepondréuna soluciónde fenol antesdeque tevayas adormir;dicenque si te rasgas la piel con el diente de una calavera puede infectarse y causarproblemas.

Entraotravezydéjameverlobajola luzdela lámpara.Traerélasombrerera…olvídatedelfarol,queseconsumaenelvestíbulo,mástardelonecesitaréparasubir

www.lectulandia.com-Página47

Page 48: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

arriba.Sí,cierralapuertasinoteimporta;haceelsalónmásacogedoreiluminado.¿Te sangra todavía el dedo?Te traeré el fenol en un segundo; sólo permítemequeecheunvistazoalacriatura.

¡Puaj!Hayunagotadesangreenlamandíbulasuperior.Estáenelcolmillo.Esespantoso,¿verdad?Cuandolavirodandoporelsuelodelvestíbulocasiperdítodalafuerzadelasmanosynotéquesemedoblabanlasrodillas;entoncesentendíqueeraelvendavalloquehacíaquerodaraporelparquépulido.¿Noteextraña?¡No,claroqueno!Crecimosjuntos,yhemosvistolosdosmásdeunpardecosas,yyapuestospodríamos reconocer abiertamente que los dos nos pusimos histéricos cuando esacosa rodó por el suelo hacia ti. No me sorprende que te pellizcaras el dedo alrecogerla,despuésde todoyohice lomismoporpuronerviosismo,aplena luzdeldía,yconelsolderramándosesobremí.

Esextrañoquelamandíbulaencajetanajustadamente,¿verdad?Supongoquesedeberá a la humedad, porque se cierra como un torno… He limpiado la gota desangre, no era agradable contemplarla.Novoy a intentar abrir lasmandíbulas, ¡notemas!Novoyagastarbromasconestapobrecosa,simplementevolveréasellarlacajay la llevaremosarribay la colocaremosdondequiere estar.El lacre está enelescritorio junto a la ventana.Gracias. Pasarámucho tiempo antes de que vuelva adejarmiselloporahí tiradoycorrerelriesgodequeTrehearnlouse,nolodudes.¿Una explicación? Yo no explico los fenómenos naturales, pero si lo prefieres,podemossuponerqueTrehearnlaescondióenalgúnlugarentrelosmatorralesyqueelvendavallahizorodarhastalapuertaprincipaldelacasa,ehizoquegolpearaenella como si quisiera entrar. No estaríamos suponiendo algo imposible y estoybastantedispuestoadartelarazón.

¿Loves?Enestaocasiónpuedesconfirmarquemehasvistosellarlacajacontuspropiosojos,encasodequealgoparecidovuelvaasuceder.Ellacresujetaelcordelalatapa,quenopuedeserlevantadanitansiquieraparaintroducirundedo.Estáslobastante convencido, ¿verdad? Sí. Además, cerraré el armario y a partir de ahorallevarélallaveenmibolsilloentodomomento.

Ahorapodemoscogerelfarolysubirlasescaleras.¿Sabes?Meinclinoaaceptartu teoría acerca de que el viento pudo hacerla rodar hasta la casa. Yo iré delante,conozco estas escaleras; sólo sujeta el farol cerca de mis pies mientras subimos.¡Menudosaullidosysilbidosproduceelviento!¿Notastelaarenaenelsueloybajotuszapatoscuandocruzamoselvestíbulo?

Sí…estaes lapuertade laalcobaprincipal.Levantael farol,por favor.Aesteladodelcabecerodelacama.Dejéelarmarioabiertoantescuandosaquélacaja.¿Noesextrañoqueesesutiloloraropademujerpermanezcaenunviejoarmarioduranteaños?Ésteeselestante.Mehasvistocolocar lacajaahíyahorameverásgirar lallaveyponerlaenmibolsillo.¡Yyaestátodo!

*********

www.lectulandia.com-Página48

Page 49: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

Buenasnoches.¿Estássegurodequeestássuficientementecómodo?Noesuncuartomuygrande,peromeatreveríaadecirqueestanocheprefieresdormiraquímásqueallí arriba. Si te hace falta algo, grita, sólo nos separa una pared de maderos yescayola.Aquíprácticamenteno seoyeel fuerteviento.HayHollandsen lamesa,por si deseas tomar la última antes de dormir. ¿No? Bueno, como gustes. Buenasnochesdenuevo,eintentanosoñarconesacosa,sipuedesevitarlo.

*********

El siguientepárrafo apareció en el diarioPenraddonNews el 23 de noviembre de1906:

MISTERIOSAMUERTEDEUNCAPITÁNRETIRADO

LapoblacióndeTredcombesehavistosorprendidaporlamisteriosamuertedelcapitán Charles Braddock y circulan todo tipo de historias inverosímiles sobre lascircunstancias de la muerte, la cual es realmente difícil de explicar. El capitánretirado, quegobernó con éxito en sus añosdemarino los crucerosmásgrandesyvelocesdeunadelascompañíasnavierastransatlánticasmásimportantes,fuehalladomuerto en su cama el martes por la mañana, en su propia casa situada a unoscuatrocientosmetros del pueblo.El forense local realizó unminucioso examendelcadáver,elcualrevelóelterriblehechodequeelfallecidohabíasidomordidoenlagargantaporunagresorhumano,contalfuerzaqueleaplastólatráqueaylecausólamuerte.Lasmarcasdelosdientesdeambasmandíbulassepodíanvertanclaramentesobre la piel que estos podían ser contados, pero el asaltante que llevó a cabo laagresión parece carecer de los dos incisivos inferiores. Se espera que dichacaracterísticaayudea identificaralasesino,quesólopuede tratarsedeunpeligrosodementefugado.Secuentaqueelfallecido,apesardetenermásdesesentaycincoañosdeedad,eraunhombresanoydeconsiderablefuerzafísica,porloqueresultaaúnmás sorprendentequeno se encontraran signosde luchaen la estancia,niquepudieraaveriguarsecómoentróelasesinoenlacasa.SehaenviadounavisoatodoslosmanicomiosdelReinoUnido,perohastaelmomentonoseharecibidoningunainformaciónacercadeunafugaporpartedealgúnpacientepeligroso.

El informedel forensepresentóelsingularveredictoenelqueseafirmaqueelcapitán Braddock murió «a manos o dientes de alguna persona desconocida». Secomentaqueelcirujanolocalexpresóenprivadosuopinióndequeelmaníacoesunamujer, conclusión a la que ha llegado por el pequeño tamaño de las mandíbulas,según muestran las marcas de los dientes. Todo este asunto está envuelto en elmisterio.ElcapitánBraddockeraviudoyvivíasolo.Noteníahijos.

www.lectulandia.com-Página49

Page 50: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

[Nota — Los estudiosos del folclore de fantasmas y casas encantadasencontraránlosfundamentosprincipalesdelaanteriorhistoriaenlaleyendadeunacalaveraquetodavíaseconservaenlagranjadeBettiscombeManor,situada,creo,enlacostadeDorsetshire.]

www.lectulandia.com-Página50

Page 51: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

¡HOMBREALAGUA!

[ManOverboat]

Sí…heoídolafrase«¡Hombrealagua!»muchasvecesdesdequeeraniño,yenunaodosocasioneshevistoalhombrecaer.Sepierdenmáspersonasdeesamaneradeloquepiensanlospasajerosdelostrasatlánticos.Mientrascontemplabaelmarasomadoa borda una noche oscura, escuché unos pasos amis espaldas y repentinamente vialgoquevolópordelantedemisojoscomounenormemurciélagonegro…¡Yluegovisurgirungranchorrodeaguaenlasuperficiedelmar!Losfogonerossesuicidanasíconfrecuencia.Elcalorlosvuelvelocos,seescabullenacubiertaydesaparecenenelaguaantesdequenadiepuedapararlos,confrecuenciasinservistosnioídos.Devez en cuandoalgúnpasajero lohace,pero suele tener loque él consideraunarazón de peso. He visto a un hombre vaciar su revólver sobre una multitud deemigrantesyluegolanzarsealaguacomouncohete.Porsupuesto,cualquieroficialqueseprecieharáloquepuedaparaintentarrecogeralhombre,sielestadodelamarnoestandesfavorablecomoparaponerenpeligrolaembarcación,peronorecuerdohabervistoqueregresaranconvidadespuésdehabersaltadomásqueendosotresocasionesenmivida,aunqueavecesrecogíamoselsalvavidasolagorradelpobredesgraciado. Fogoneros y pasajeros saltaban, pero jamás vi que ningún marino lohiciera,yaestuvierasobriooborracho.Sí,sedicequehapasadoenembarcacionesconmandosduros,peroyonuncahepresenciadoningúncaso.Muydevezencuandorescatandelaguaaalgúnhombrecuandoyaesdemasiadotardeymuereenelbarcosalvavidasantesdepodersubirloabordo,y—bueno,nosésitehecontadoalgunavezestahistoria—conocíauntipoquecayóyregresódespuésdehabermuerto.Yonolovicuandoregresó,sólounodenosotroseracapazdeverlo,perotodossabíamosqueestabaallí.

No,novoyahablartede«tiburones».Nohay tiburonesenestahistoria,ycreoque no seme ocurriría contártela si no estuviéramos solos, tú y yo. Pero tú y yohemosvistociertascosasenmuchoslugares,asíquetalveztúpuedasentenderme.Entodocaso,sabesquevoyacontarteloqueséynadamás;hetenidointencióndecontártelodesdequeocurrió,peronuncaencontréelmomentoadecuadoparahacerlo.

Es una larga historia y su desenlace se hizo esperar bastante tiempo.Comenzóhace muchos años, un mes de octubre, si no me falla la memoria. Yo era primeroficialporaquelentonces;pasélapruebadelaJuntaMarinalocalparaelpuestodecapitánunostresañosmástarde.HabíaembarcadoenelHelenB.Jackson,deNuevaYork,quetransportabamaderaprocedentedelasIndiasOccidentales;eraunagoletadecuatromástilescapitaneadaporHackstaff.Ésteeraunmarinodelaviejaescuela,inclusoporaquelentonces…nadadeecharmanodelosmotoresauxiliaresdevapor,

www.lectulandia.com-Página51

Page 52: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

todo se hacíamanualmente. Todavía quedabanmarinos en el comercio costero enaquellos tiempos, ¿recuerdas? No era un barco difícil de tripular, porque el ViejoCapitáneramejorquelamayoríadesuscolegas,aunquesemostrabareservadoysurostro era impenetrable como una llave inglesa. La tripulación del barco laformábamos un total de trece hombres y algunos de ellos pensaron que el númerotuvo algo que ver, pero yo ya había desechado todas esas tonterías cuando era unmuchacho.Noquierodecirquemegustesaliralamarunviernes,perohesalidoalamarunviernesynohapasadonada,yendosocasionesanterioresquefuimostrece,porqueunodelosgrumetesnoaparecióenelúltimominuto,tampocoocurriónada…nadamásgravequelapérdidadeunaodosvergasligeras,ounvelacho.Siemprequenaufragué,navegábamostandespreocupadamentecomoelquemás…sintreceenlatripulación,sinviernes,sinuncadáveren labodega.Creoquepor logeneralsueleocurrirdeesamanera.

MeatreveríaadecirquetodavíarecuerdasaaquellosdoshermanosBentonquese parecían tanto. Ese parecido no era de extrañar, puesto que eran gemelos.Embarcaron con nosotros como grumetes en el viejoBoston Belle, cuando tú erasprimeroficialyyoaúnestabaenloscamarotesdeproa.Nuncafuicapazdedistinguiraunodelotro,inclusoporaquelentonces,ycuandoambossedejaroncrecerlabarbaerainclusomásdifícildistinguirlos.UnosellamabaJimyelotroJack;JamesBentonyJohnBenton.Laúnicadiferenciaquepudeapreciareraqueunoparecíamásalegreydispuesto a hablar que el otro, pero no se podía estar totalmente seguro.Tal vezerandehumorcambiante.Encualquiercaso,unodeellossolíasilbarcuandoestabasolo.Tansólosesabíaunacanción,“NancyLee”,yelotronosesabíaninguna,peropodríaequivocarmetambiénenestecaso.Quizásambossesabíanlamismacanción.

Bueno,estoshermanosBentonaparecieronabordodelHelenB.Jackson.HabíanestadoenmediadocenadebarcosdesdequeabandonaronelBostonBelle,yhabíanmadurado hasta convertirse en unos buenos marinos. Tenían barbas pelirrojas,brillantesojos azulesy caraspecosas; además, eran tipos callados,manejabanbienlosaparejos,yeranbastantedispuestosybuenostimoneles.Selasapañaronparaquelesasignasenelmismoturnodeguardia…EralaguardiadebabordelHelenB.,yesaeramiposición,yconfiabamuchoenlosdos.Sihabíaalgúntrabajoquehacerenlasalturasqueprecisaradedosmanos,elloseranlosprimerosensaltaryescalarporlasjarcias,aunqueestetipodetrabajosnofueranmuyhabitualesenunagoletadecuatropalos.Siarreciabaelvientoyhabíaquearriarelvelachodelfoque,nolesimportabamojarse, y antesdeque llegara laprimeramanoalmotóndedriza ellosyahabíansaltadoal tamboretedelbauprés.El restode la tripulación losapreciabaporello,yporquenofanfarroneabansobresushabilidades.Recuerdoenunaocasión,mientrasapocábamosvelas,que laescotasesoltóycayósobre lacubiertadesdeelpuñodepico de la cangreja. Cuando el viento amainó y desplegamos los rizos, la escotaquedó olvidada hasta que se nos ocurrió pensar que pronto la necesitaríamos denuevo.Elmararreciaba,elbotalónestabasueltoyelpicodelacangrejagolpeteaba

www.lectulandia.com-Página52

Page 53: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

sincesar.UnodeloshermanosBentonestabaal timóny,antesdesaberquéestabahaciendo, el otro ya se había abalanzado al pico de la cangreja con el chicote delnuevocaboenlamanoeintentabapasarloporsumotón.Mientrastanto,elhermanoquetimoneabaloobservabaysepusotanblancocomolaleche.Elotrohermanosesacudíadeunladoaotrosujetodelpicodelacangreja,ycadavezquerodabahaciasotavento, rebotaba con una fuerza que habría lanzado a cualquier criatura, aexcepcióndeunmono,haciaelespacioexterior.Peroelmarinonosedespegóhastaqueaseguróelnuevocabo,yregresósanoysalvo.CreoqueeraJackelqueestabaaltimón;elqueparecíamásalegreysilbaba“NancyLee”.Sinduda,habríapreferidoserélquienestuvierafaenandoalláfueraqueestarviendoasuhermanohacerlo,yensurostrosehabíadibujadounaexpresióndemiedo;peroconsiguiómantenerelbarcotanestablecomopudoenmediodeloleajeydejóescaparun largo suspirocuandoJim consiguió llegar almotón de driza y por fin tuvo algo donde poder sujetarse.CreoqueeraJim.

Ademásamboshermanosibanbienvestidosyeranhombresaseadosyordenadosenloscamarotesdeproa.Sabíaquenolosesperabanadieentierrafirme:nimadre,nihermanas,niesposas,peroambosteníanaspectodeseratendidosporalgunamujerdevezencuando.Recuerdoquecompartíanunatalegacondistintosutensiliosyquetenían undedal demujer.Unode los hombres les dijo algo sobre ello y ambos semiraron entre sí, uno de ellos sonrió pero el otro no. La mayoría de su ropa erasimilar, aunque compartían un suétermarinero rojo. Durante un tiempo pensé quesiempre era el mismo el que lo llevaba y creí que podía ser una manera dedistinguirlos. Pero entonces un día escuché que uno le preguntaba al otro por esesuéteryafirmabaqueelotrohabíasidoelúltimoenllevarlopuesto.Asíquetampocoservía para diferenciarlos. El cocinero era un hombre de las Indias OccidentalesllamadoJamesLawley;supadrehabíasidoahorcadoporcolgarilegalmentelucesdeunoscocoteros.Peroeraunbuencocinero,ysabíaloquesetraíaentremanos,ynonos preparaba sopas con quebrantos ni carne de perro todos los domingos. Y ahíquería llegar.Losdomingosel cocinero los llamabaa losdos Jim,y losdías entresemanalosllamabaJack.Solíadecirqueasíalmenosenalgunaocasiónlosllamaríapor su nombre correcto, porque hasta las manillas de un reloj pintado señalancorrectamentelahoraalmenosdosvecesaldía.

Lo que hizo que me interesase por diferenciar a los hermanos Benton fue losiguiente.Losoíhablandodeunajoven.Eradenoche,ennuestroturnodeguardia,yel viento nos había desviado repentinamente.Tras recoger los foques, arriamos lospuños de escota de los velachos, mientras los dos hermanos Benton sujetaban laescotadelacangrejaapopa.Unodeellosestabaaltimón.Yomismocobrélaescotadelasobremesanaymedirigíapopaparaverquétalibalaceñida,paréparaverunaluz y me apoyé contra la cabina de cubierta.Mientras estaba allí de pie, escuchéhablara losdosmuchachos.Sonabacomosiyahubieranhabladoantesdelmismoasuntoy,porloquepudedistinguir,lavozqueescuchéenprimerlugarpertenecíaal

www.lectulandia.com-Página53

Page 54: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

quenoeratanalegre…elquesellamabaJim,siesquetesirvedealgoyalgunavezfuistecapazdeaclarartesobrequiéndelosdosera.

—¿LosabeMamie?—preguntóJim.—Todavíano—respondióJackenvozbaja.Estabaaltimón—.Tengointención

dedecírselolapróximavezqueregresemosacasa.—Deacuerdo.Eso es todo lo que escuché, porque no me apetecía estar allí mientras ellos

hablabansobreasuntosprivados;asíquemedirigíapopaparaecharunvistazoalabitácora y le pedí al timonel quemantuviera el rumbomientras el barco avanzara,porque pensaba que el viento cambiaría pronto y había tierra a sotavento. Cuandorespondió, suvoz,poralgúnmotivo,nosonócomo ladelhermanomás jovial.Talvezhabíarelevadoasuhermanoaltimónmientrashablaban,peroloqueescuchémehizopreguntarmecuálde losdos teníaunaenamoradaencasa.Haymucho tiempolibreparapreguntarsecosasenunagoletaconlamarencalma.

Después de esome percaté de que los dos hermanos semostrabanmás cautoscuandoestabanjuntos.Talvezsospechabanqueyohabíaoídoalgunacosaesanochey se quedaban callados cuando me acercaba. Otro tipo de hombre se habríaentretenido intentando sonsacarles por separado sobre la joven que aguardaba encasa,ysupongoquecualquieradeelloshabríahabladosilohubierahecho.Pero,poralgún motivo, preferí no molestarles. De hecho, yo mismo estaba pensando encasarmeporaquelentonces,asíquesentíciertasimpatíaporelqueteníaunaamadaymeresistíasonsacarle.

Nohablabanmucho,oesomeparecía,peroconbuen tiempo,cuandonohabíanadaquehacerdenocheyunodeellosestabaaltimón,elotrosiemprerevoloteabacerca, como si esperase relevar al timonel, a pesar de que, por lo que a mí meincumbía,podríahaberestadoechándoseunasiesta.Además,cuandounoeravigíadeturno,elotrosesentabasobreunanclajuntoalhermano.Semanteníanelunoalladodelotro,másdenochequededía.Deesosímepercaté.Lesgustabasentarseenelanclabajolaquesolíanguardarsuspipas;elHelenB.eraunnavíoquemanteníalacubierta bastante seca incluso con fuerte oleaje y, como ocurre con lamayoría degoletasconarboladuradecuchillo,navegabamejorenceñidaqueaunlargo.Conelmardetravésenocasionesentrabaaguaporlaaletadepopa.Enaquellatravesía,poralgunarazón,nosotrosnosencargábamosdelapopa,yesafueunadelasrazonesporlasqueperdimosalhombre.

Nosvimosenvueltosenuntemporalquesoplabadelsur,suresteenunprincipio;cada vez queme volvía paramirarlo, el barómetro descendía, y un enorme oleajecomenzó a acercarse desde el sur.Un par demeses antes hubiéramos esperado unciclón,peroya«habíapasadooctubre»enaquellasaguas,comosabesmejorqueyo.Seguramente tan sólo soplaríaunpocoelvientoy luego llovería, eso sería todo,ytendríamosmuchísimo tiempo para recoger velas antes de que arreciase el viento.Sopló con más fuerza tras la puesta de sol y cuando oscureció ya era todo un

www.lectulandia.com-Página54

Page 55: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

vendaval.Habíamosacortadovelas,perocomoestábamosenlapopallevábamoslavelacangrejacasienrolladaenlugardeltormentín.Asívirabamejorlaembarcación,siemprequenonospusiéramosalpairo.Miprimeraguardia fuecon loshermanosBentonynollevábamosencubiertaniunahoracuandohastaunniñohubierapodidoverqueelcielobarruntabaunaseriaamenaza.

ElViejoCapitánsubióacubierta,echóunvistazoyenmenosdeunminutonosordenó que izáramos la cangreja. Eso significaba ponerse al pairo, y me alegré;porque, aunque el Helen B. era un navío lo suficientemente sólido, no eraprecisamenteunbarconuevoyno ibaa sentarlenadabiennavegarconeseoleaje.Preguntésidebíaavisaratodalatripulación,perojustoenesemomentoelcocinerollegóapopayelViejoCapitánafirmóquepodíamoscontrolarlasituaciónsintenerquedespertaralosdurmientes;ademáslacangrejayaestabaamanoencubierta,asíquenonecesitábamosnadamás.Todosíbamosconimpermeables,porsupuesto,ylanocheeratannegracomobocadelobo,tansólobrillabaunrayodeluzquesalíaporlarendijadelacajadelabitácora,ysólosediferenciabaunhombredeotroporsuvoz.ElViejoCapitánsehizoconeltimón;movimoslabotavaraalíneadecrujía,yelcapitán trabó el rumbo al pairo hasta que el navío se quedó totalmente parado.Comenzóasoplarelaireconfuerzaytodoloqueyoyotrasdospersonaspudimoshacer fue tesar la escota, mientras los otros se ocupaban del pico y la boca de lacangreja,ynosfaltabanmanosparaenrollarunpardevueltaslavelamojada.Enmarrevuelta,unagoletaesun juegodeniñosencomparacióncon lasgaviasrizadasdeotras embarcaciones, pero los aparejos de una goleta en ocasiones hacen extrañosquiebrosqueunonoespera,yesasinterminablesdrizasseenredanentodosladossiquedan sueltas. Recuerdo lomal que seme daba esta tarea en particular. Alguiendesenganchóelmotóndeladrizadebocaypensóquelohabíaamarradoalgarruchodelgratildelacangreja,ygritóparaquefueraizada,peroloperdióenlaoscuridadyelpesadomotónsaliódespedidohacialajarciadesotavento,ycasilomatócuandooscilódenuevohaciaélconelbalanceoabarlovento.ElViejoCapitánviróhaciaelvientohastaqueelfoquecomenzóaaleteardeformaatronadora;luegomantuvoelrumbo y el navío salió disparado en cuanto las velas del palo mayor de proa seinflaron,ynopudovirardenuevosinlacangreja.EntonceselHelenB.hizosutrucofavoritoy,antesdequetuviéramostiempodedecirestabocaesmía,elmarentróporla aleta de la embarcación y nos cubrió hasta la cintura, cuando aún teníamos losracamentosdelacangrejaamediosujetaralmástil;lacubiertaestabatanabarrotadadeaparejosquenosepodíaapoyarelpieenunsolotablazónylacangrejacomenzóaflameardenuevoalnoestarbiencazada,yseformólaconfusióngeneralyeldeleiteinfernal que sólo puede disfrutarse en una goleta cuando lo que ocurre no esrealmente grave. Por supuesto, no quiero decir que el Viejo Capitán no hubierapodidotimonearhábilmentetanbiencomotúoyoocualquierotrohombredemar,peronocreoquehubieranavegadoenelHelenB.antes,oquelehubierapuesto lamanoencimahastaentonces,yno loconocía.Noquierodecir conelloque loque

www.lectulandia.com-Página55

Page 56: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

ocurriófuerasuculpa.Nosédequiénfuelaculpa.Talveznadietuvolaculpa.Perosupequealgohabíaocurridoenalgúnlugarabordocuandoencaramoseseoleaje,yno lograrás convencerme de lo contrario. Yo mismo no tenía tiempo que perder,porqueestabaengazandoelrestodelacangrejaalmástil.Navegábamosamuradosaestribor,yladrizadebocabajóababorcomoerahabitual,ysupongoquealmenoshabía tres hombres allí ocupados, izando lasvelas,mientrasyomeocupabade losracamentos.

Ahoratecontaréalgo.Mehasconocidodeadultoydejoven,envariastravesías,yeresmayorqueyoysiemprehassidounbuenamigo.Bueno,¿piensasquesoydeltipodepersonaqueoyeruidoscuandonohayningúnruidoqueoír,oquecreevercosasquenopueden servistas?No,no locrees.Gracias.Puesbien, tras sujetar elúltimoracamento,gritéalrestoqueizasenvelasymequedéenpiejuntoalabocadelpicodecangreja,conlamanoizquierdaenlarelingadelacangrejaparapodersentircuándosetensaba,ynopensabaennadamásqueenelaliviodeacabarlamaniobrayquenos pusiéramos a navegar al pairo.El cielo estabamásnegroqueunaveta decarbónytansólosepodíanverlasestelasenelmarcuandobrotabananuestroladoyapopade lacabinadecubierta.Podíaverel rayode luzprocedentede labitácorareflejadoenelimpermeableamarillodelcapitán,queestabaaltimón…o,másbien,lohabríapodidover sihubieravuelto lamiradaenesemomento.Sinembargo,novolví lamirada.Escuché el silbido de unhombre.Lamelodía era “NancyLee”, yhabría jurado que el hombre se encontraba justo encima de mi cabeza sobre lascrucetas. Sin embargo, de algunamanera era consciente de que si alguien hubieraestadoallíarriba,yhubierapodidosilbarunamelodía,ningúnoídodehumanovivohabría podido escucharlo desde la cubierta en esos momentos. Lo escuchénítidamenteyalmismotiempoescuchéelsilbidorealdelvientoentrelosaparejos,nítido y claro como el pitido del silbato del carrito de cacahuetesDago enNuevaYork.Esoeranormal,eracomodebíaser,perolootronoeranormal,ymeinvadióunasensaciónextrañaquemeatenazó,comosinopudieramoverme.Elcabellosemeerizócontraelforrodefraneladelsuesteysentíunescalofrío,comosialguienhubieradeslizadountrozodehielopormiespalda.

Hedichoqueel ruidodelvientoen losaparejosera real, comosielotrono lofuera,peroasíescomo lopercibíenesemomento.Pero resultóser real,porqueelcapitán también lo oyó.Cuandome dirigí a tomar el relevo al timón,mientras loshombresrecogíanlosaparejosencubierta, loencontrémaldiciendo.Eraunhombrecalladoynolohabíaoídoperjurarantes,ynorecuerdohaberleoídohacerlodespuésapesardelossucesosextrañosquetuvieronlugarmástarde.Talvezyadijotodoloqueteníaquedecirenaquelprimermomentoynoséquéotracosahubierapodidodecir.Antescreíaquenadiesabíasoltarimproperioscomoundanés,aexcepcióndeunnapolitanoounsudamericano,perocuandoescuchéalViejoCapitán,cambiédeidea.Nohaynadaenelaguaoentierrafirmequepuedasuperaraunodetuscalladospatronesnorteamericanos,cuandoviranhaciaeserumbo.Nonecesitépreguntarlede

www.lectulandia.com-Página56

Page 57: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

quése trataba,porquesabíaquehabíaoído“NancyLee”al igualqueyo,aunqueacadaunonosafectódeformadistinta.

Nomepasóeltimónymeordenóquemeadelantarayrecogieralasegundaalade la vela de estay, para enderezar mejor el navío. Una vez arriada, cuandosujetábamos la vela, el hombre que estaba junto a mí golpeó mi hombro con susueste,quedandosucabezadescubierta,ysurostroseacercótantoalmíoquepudeverloenlaoscuridad.Debíadeestarmuypálidoparaqueyopudieraverlo,peronocaíenestedetallehastamástarde.Nohayningunaposibilidaddequelo iluminaraluz alguna, pero supeque era unode los jóvenesBenton.No sé quéme empujó ahablarle.

—¡Hola,Jim!¿Erestú?—pregunté;noséporquédijeJimenlugardeJack.—SoyJack—respondió.Lohicimostodoconrapidezylascosassefueroncalmando.—ElViejoCapitánteescuchósilbar“NancyLee”ahoramismo—dije—,ynole

hagustadonada.Eracomosiunaluzblancamanaradelinteriordesucara,ymostrabaunaspecto

cadavérico.Séquelecastañeteabanlosdientes.Peronodijonada,yunsegundomástarde ya se encontraba en algún otro lugar en la oscuridad intentando encontrar elsuestealospiesdelmástil.

Cuando todo se calmó, la embarcación quedó al pairo, avanzando de bolina yciñendoalternativamenteporloscuatrocostadoscomounpéndulo,yeltimóncayóligeramente a sotavento; el Viejo Capitán apareció de nuevo y por fin pudeencendermeunapipaasotaventodelacabinadecubierta,porqueyanohabíanadamásquehacerhastaqueeltemporaldecidieramoderarseyelbarcosemecieracomoun bebé en su cuna. Por supuesto, el cocinero ya se había marchado de cubierta,comopodría haber hechoyahacíaunahora, ypor lo tanto se suponíaque éramoscuatro de guardia. Había un vigía, y un timonel, aunque no era necesario ningúnviraje, y yo estaba fumándome la pipa a sotavento de la cabina de cubierta, y elcuarto hombre estaba en alguna de las cubiertas, probablemente fumando también.Penséentoncesquealgunoscapitanesconlosquehabíanavegadohabríanacortadolaguardiayleshabríandadoasushombresalgoquebebertrasrealizareltrabajo,peronohacíafríoysupusequenuestroViejoCapitánnoeraparticularmentegenerosoenese sentido. Tenía lasmanos y los pies ardiendo y pensé que ya habría suficientetiempoparaponermeropasecacuandometocaseel turnoabajo,asíquemequedédondeestabayseguífumando.Peroconelmartancalmado,comencéapreguntarmeporquénadiesemovíaencubierta;sóloeraesaclasedeanhelo inquietoporsaberdóndeestácadaunode loshombresquesesienteenmediodeun temporalenunanocheoscura.Asíquecuandoacabédefumarlapipa,cambiédelugar.Medirigíapopa y allí había un hombre inclinado sobre el timón, con las piernas separadas yambasmanoscolgandoalaluzdelabitácora,yconelsuestesobrelosojos.

Entonces continué avanzando y vi al hombre de vigía, con la espalda apoyada

www.lectulandia.com-Página57

Page 58: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

sobreeltrinqueteycobijadocomobuenamentepodíatraslaveladeestay.Supeporsu corta estatura que no era uno de los Benton. Luego regresé por barlovento ycomencé a palpar a tientas en la oscuridad, y poco a poco empecé a preguntarmedóndeestabaelotrohombrequefaltaba.Peronopudeencontrarlo,aunquerecorrílacubiertahastaregresardenuevoapopa.SindudaalgunaeraunodelosBentonelquefaltaba,peroningunodeelloseradeltipodemarinoquedesaparecedecubiertaparacambiarsederopaconuntiempotancaluroso.Elhombrealtimónera,porsupuesto,elotroBenton.Habléconél.

—Jim,¿dóndeestátuhermano?—SoyJack,señor.—Bueno,entonces,Jack,¿dóndeestáJim?Noestáencubierta.—Nolosé,señor.Cuandomeacerquéaélsepusoenpiedeformainstintivayapoyólasmanosen

los radios como si estuviera gobernando el barco, aunque el timón estaba trabado,pero él mantuvo el rostro agachado y medio escondido tras el borde del sueste,mientrasfingíamirar labrújula.Hablóenvozmuybaja,peroeranaturalporqueelcapitán había dejado su puerta abierta cuando apareció, era una noche sofocante apesardelatormentayyanohabíapeligrodequeentraramásagua.

—¿Quésetepasóporlacabezacuandocomenzasteasilbardeesamanera,Jack?Yallevasnavegandoelsuficientetiempoparasaberloquenodebeshacer.

Dijo algo, pero no logré oír sus palabras; sonaba como si estuviera negando laacusación.

—Alguiensilbó—dije.Norespondióy,acontinuación,noséporqué,talvezporqueelViejoCapitánno

noshabíadadobebida,cortéuntrozodeltacodetabacoquellevabaenelbolsillodelimpermeableyse lodi.Élsabíaquemi tabacoerabuenoyse lometióen labocadejandoescaparunagradecimiento.Yoestabaasotaventodeltimón.

—VeabuscaraJim—dije.Eljovensesobresaltóligeramenteyentoncesretrocedió,pasópordetrásdemíy

semarchóporbarlovento.Talvezsusilenciosobrelossilbidosmeirritó,ytambiénque se pensara que porque estábamos al pairo y era de noche podía comportarsecomo le placiera. Fuera como fuese, lo detuve, aunque le hablé con la suficientecordialidad.

—Pasaporsotavento,Jack—dije.No respondió, pero cruzó la cubierta pasando entre la bitácora y la cabina de

cubiertahastasotavento.Elbarconavegabaenbordadaysurcabalosenormesmarestan suavemente comoera posible, pero Jackno estaba firmemente apoyadoy rodóhasta chocar contra la esquinade la cabinade cubierta, y a continuacióndenuevocontralabarandilladesotavento.Yoestabatotalmentesegurodequenohabíabebidonada, porque ninguno de los hermanos era de los que ocultan el ron a suscompañeros,ylosúnicoslicoresquehabíaabordoestabanguardadosenelcamarote

www.lectulandia.com-Página58

Page 59: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

del capitán.Me pregunté si tal vez el motón de driza le había golpeado y estabaherido.

Dejé el timón y fui tras él, pero cuando llegué a la esquina de la cabina decubierta vi que elmuchacho corría a toda velocidad, así que regresé ami puesto.Observélabrújuladuranteuntiempoparacomprobarladerrotayceñimosalmenosunadocenadevecesantesdequeescucharaunasvoces,másdetresocuatro,enproa,yacontinuaciónescuché lafinavozdelcocinerode lasIndiasOccidentales,altayagudaporencimadelresto:

—¡Hombrealagua!Nosepodíahacernada,conelbarcoalpairoyel timóntrabado.Siunhombre

habíacaídoalaguadebíadeestarjustoalcostadodelbarco.Nopudeimaginarcómohabíaocurrido,perocorríhaciaproainstintivamente.Metopéenprimerlugarconelcocinero, amedio vestir con su camisa y pantalones, tal comohabía saltado de sulitera.Sehabíaencaramadoalobenquemayor,obviamenteconlaesperanzadeveralhombre,comosialguienhubierapodidoveralgoenunanochecomoaquellaapartede las estelas de espuma sobre lamar negra y de vez en cuando la espumade lasviradas a sotavento. Varios hombresmiraban por encima de la barandilla hacia laoscuridad.Agarréalcocineroporelpieylepreguntéquiénhabíacaído.

—EsJimBenton—megritódesdearriba—.¡Noestáabordodeestebarco!Nohabíadudaalguna.JimBentonhabíadesaparecidoyenmimenteseiluminó

como un relámpago la certeza de que había caído al mar cuando estábamosrecogiendolacangreja.Habíapasadoyaunamediahoradesdeesemomento;elbarcohabíanavegadoconvientoenpopayatodaveladuranteunosminutoshastaquelopusimos al pairo, y ningún nadador habría podido sobrevivir tanto tiempo en eseoleaje.Loshombreslosabíantanbiencomoyo,peroaunasíescudriñabanlaespumacomo si hubiera alguna posibilidad de divisar al hombre perdido. Dejé que elcocinerosubieraalosobenques,meuníalosdemásypreguntésihabíanregistradobien el barco, aunque sabía que lo habían hecho y que no llevaba tanto tiempo,porquenoestabaencubiertaytansóloquedabalacubiertadelcastillodeproa.

—Elmarselollevó,señor,tansegurocomoqueustedestávivo—dijounodeloshombresqueestabajuntoamí.

Noteníamosningúnbotequepudierasoportaraqueloleaje,porsupuesto,ytodoslosabíamos.Noobstante,meofrecíaarriarunbote,montarmeenélydejarloa laderiva desde popa a unos dos o tres largos de cable, sujeto con un cabo, si loshombres creían que luego podrían subirme a bordo de nuevo, pero todos ellos secerraron en banda; probablemente habría acabado ahogado de haberlo intentado,inclusoconunsalvavidas,porquehabíamarejada.Además,todossabíanaligualqueyoqueeldesaparecidonopodíaestarsituadoexactamenteanuestraestela.Noséquémeempujóavolverahablar.

—JackBenton,¿estásaquí?¿Vendrásconmigosiyovoy?—No,señor—respondióunavoz,yesofuetodo.

www.lectulandia.com-Página59

Page 60: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

ParaentonceselViejoCapitányaestabaencubiertayenesemomentosentísumanoenmihombrosujetándomeconfuerza,comosituvieraintencióndesacudirme.

—Penséqueteníamássentidocomún,señorTorkeldsen—dijo—.Diossabequearriesgaríamibarcoparabuscarlosisirvieradealgo,perodebedehabercaídohacemediahora.

Era un hombre discreto y la tripulación sabía que estaba en lo cierto, y que laúltimaimagendeJimBentonquetendríanseríaladeljovenarriandolacangreja…sies que alguien lo había visto entonces. El capitán volvió a bajar y durante unosminutosloshombrespermanecieronalrededordeJack,bastantecercadeél,sindecirnada,comohacenlosmarineroscuandosecompadecendeunhombreynopuedenayudarle, y luego el turno de cubierta inferior desapareció y nos quedamos treshombresenelpuente.

Nadiepuedellegaraentenderelconsueloquepuedeaportarunfuneralamenosque haya experimentado ese negro sentimiento que queda cuando un hombreapreciadoportodoscaealagua.Supongoquelagentedetierrafirmepiensaqueleresultaríamássencillonotenerqueenterrarasuspadresymadresyamistades,peronoescierto.Dealgunamanera,elfuneralalimentalaideadequehayalgomásallá.Uno puede creer en esa vidamás allá, pero un hombre que ha desaparecido en laoscuridad,entredosmares,sinunsologrito,parecequedebetenermuchomásdifícilalcanzarla que si estuviera yaciendo en su cama y simplemente hubiera dejado derespirar.TalvezJimBentonlosabía,yquisieraregresaratierrafirmeconnosotros.Nolosé;sólotecuentoloqueocurrió,ypuedespensarloqueteplazca.

Jack se quedó al timón esa noche hasta que acabó la vigía. No sé si durmiódespués,perocuandoregreséacubiertacuatrohorasmástarde,allíestabadenuevo,con su impermeable, el sueste por encima de los ojos y observando la bitácora.Comprendimos que prefería estar allí y lo dejamos a solas. Tal vez le consolararecibireserayodeluzcuandotodoestabatanoscuro.Además,comenzóallover,locual no es de extrañar cuando una tempestad del sur está a punto de desatarse;reunimostodosloscubosycuencosabordoyloscolocamosbajolasbotavarasparaatraparlamayorcantidaddeaguaposibleyasípoderlavarnuestrasropas.Lalluviacomenzóacaerconfuerzaymeresguardébajolaveladeestayasotavento,vigilante.Podíasaberqueyaamanecíaporquelaespumaseveíamásblancaenlaoscuridad,dondeeloleajeserizaba,ypocoapocolanegralluviase tornógrisy tórridaynopudedistinguirelrojoresplandordelfanalababorsobreelaguacuandoelbarcoviróyrolóasotavento.El temporalsehabíacalmadoconsiderablemente,yenunahorapodríamosrecuperarelrumbo.YoestabatodavíadepieallícuandoJackBentonseacercó. Permaneció callado unos minutos junto a mí. La lluvia caía en espesascortinasypudever subarbamojadayun fragmentodesumejillagrisa la luzdelamanecer.Luego sepuso en cuclillasy comenzóabuscar a tientas supipabajo elancla.Apenashabíaentradoaguaporlaproaysupongoqueteníaunaformaespecialde encajar allí la pipa para que el agua no se la llevara flotando. Por fin volvió a

www.lectulandia.com-Página60

Page 61: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

ponerseenpieyviquesosteníadospipasenlamano.Unadeellashabíapertenecidoasuhermano,ytrasobservarlasunosinstantessupongoquereconociólasuyapropia,porqueselapusoenloslabioschorreandodeagua.Luegomirólaotrapipaduranteun minuto entero sin moverse. Cuando por fin se decidió, supongo, la lanzósilenciosamente por la barandilla a sotavento, sin tan siquiera volver la vista paracomprobarsiyoloestabamirando.Penséqueeraunapena,porquesetratabadeunabuenapipademaderaconunanillodeníquel,ytalvezalguiensehubieraalegradodetenerla.Peropreferínohacerningúncomentario,porqueeljoventeníaderechoahacer lo que quisiera con lo que perteneció a su hermano muerto. Sopló el aguaexpulsándoladelapipa,ylasecófrotándolaensuchaquetamientrasmetíalamanodentrodelimpermeable;acontinuaciónllenólapipadetabaco,depieasotaventodelpalodeltrinquete,consiguióprenderladespuésdegastardosotrescerillasygirólapipaladeándolaconlosdientesparaevitarquelalluviaentraraenlacazoleta.Noséporquéobservétodoloquehacía,oporquélorecuerdoahora,perosentílástimaporél,ynocesabadepreguntarmesipodríadecirlealgoquelehicierasentirmejor;peronosemeocurriónada.Entonces,alverqueyaestábamosaplenaluzdeldía,regreséa popa, pues suponía que el Viejo Capitán aparecería pronto y ordenaría izar lacangreja y destrabar el timón. Pero no apareció hasta que dieron las siete, justocuandolasnubesseabrieronysepudoverelcieloazulasotavento…«elbarómetrodelfrancés»,losolíasllamartú.

Haypersonasque,almorir,parecenmenosmuertasqueotras.JimBentoneradeesetipo.Habíaestadoenmiturnodeguardiaynomehacíaalaideadenotenerloencubierta conmigo. Siempre esperaba verlo en algún lugar, y su hermano era tanidénticoaélqueavecesmedabalaimpresióndequeloveíayolvidabaqueestabamuerto,ycometíaelerrordellamarloJim;aunqueintentabanohacerlo,porquesabíaquedebíadolerle.Si Jackeraelmásalegrede losdos,comosiemprehabíacreídoque era, había cambiado mucho de temperamento, porque se volvió incluso máscalladoquesuhermano.

Una tarde apacible me encontraba sentado en la escotilla mayor, ajustando elmecanismode relojeríade lacorrederade regala,quenohabíaestado funcionandomuybien últimamente, y le había pedido al cocinero queme trajera una taza paraponerdentrolospequeñostornillosqueibadesenroscando,ademásdeunplatilloconaceitedecachaloteque ibaanecesitar.Mepercatédequeno semarchó; sequedócerca sinmirar directamente lo que yo estaba haciendo, como si quisiera decirmealgo. Pensé que si era importanteme lo diría de todas formas, así que no le hicepreguntasy,enefecto,notardómuchoenempezarahablarporvoluntadpropia.Nohabía nadie en cubierta, a excepción del hombre al timón, y otro hombre lejos enproa.

—SeñorTorkeldsen—comenzóadecirelcocinero,yluegoparó.Supongoqueibaasolicitarpermisoparaabrirunbarrildeharinaodececinade

carnedecaballo.

www.lectulandia.com-Página61

Page 62: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

—¿Ybien,doctor[3]?—preguntéalverquenocontinuaba.—Bueno, señorTorkeldsen—respondió—,queríapreguntarle si creequeestoy

dandounbuenservicioaestebarcoono,señor.—Porloquesé,loestádando,doctor.Noheescuchadoningunaquejadelcastillo

deproayelcapitánnohadichonada,yyopersonalmentecreoquesabe loqueselleva entre manos, aunque va a conseguir que el mozo de cabina reviente lospantalones.Todoindicaqueestádandounbuenservicio.¿Quélehacepensarquenoloestádando?

No soy bueno reproduciendo esa jerga de las Indias Occidentales, y no lointentaré,peroeldoctorestuvomareandolaperdizduranteunrato,yluegomedijoquepensabaqueloshombresestabangastándolebromaspesadasquenolegustaban,y no creía que se lomereciera, y quepor ello deseabadesembarcar en el próximopuerto. Para empezar le dije que era un maldito idiota, por supuesto, y que loshombres tiendenagastarmásbromas a alguiende su agradoque a alguienque sequieranquitardeencima;amenosquesetrataradeunabromaexcesivamentepesada,comoinundarsucamaroteollenarlelasbotasdealquitrán.Peronoeraesaclasedebromapesada.Eldoctordijoqueloshombresestabanintentandoasustarle,yquenolegustaba,yqueleponíancosasporenmedioparaasustarle.Traslocualledijeque,entodocaso,eraunmalditoidiotaporasustarseylepedíquemedijeraquécosasleponíanenmedio.Mediounarespuestaextraña.Dijoqueerancucharasytenedoresyplatossueltos,yunatazadevezencuando,esetipodecosas.

Coloquélacorrederaderegalasobreeltrozodelonaquehabíacolocadodebajoymiréaldoctor.Seleveíaintranquilo,susojosmirabanasustadosyelrostroamarillose le había vuelto grisáceo.No estaba intentando causar problemas, explicó. Teníaproblemas.Asíquelehicealgunaspreguntas.

Dijoquesabíacontartanbiencomocualquiera,yhacersumassinusarlosdedos,peroquecuandonopodíacontardeotramanera,usabalosdedos,ysiempresalíaelmismo resultado. Dijo que cuando él y el mozo recogían tras las comidas de latripulaciónhabíamáscosasparalavardelasquehabíanservido.Habíauntenedordemás,ounacucharademás,yenocasioneshabíaunacucharayuntenedor,ysiemprehabíaunplatodemás.No esque sequejarade eso.Antesdeperder al pobre JimBentonteníanquealimentaraunhombremás,ysuscubiertosyplatoseteníanquelavardespuésdelascomidas,yesoestabaensucontrato,dijoeldoctor.Nolehabríaimportado si la tripulación hubiera seguido siendo de veinte hombres, pero nopensabaqueestuvierabienque loshombres legastaranbromascomoesa.Él teníatodassuscosasbienordenadas,ylascontaba,yeraelresponsabledecuidarlas,ynoestababienqueloshombrescogieranmáscubiertosoplatosdelosquenecesitabanencuanto sedaba lavuelta,nique losmancharanymezclarancon los suyos,parahacerlecreerque…

Sedetuvoenesepunto,memiróyyoledevolvílamirada.Nosabíaquépensaba,perocomenzabaaadivinarlo.Noibaaconsentir tonteríascomoesa,asíque ledije

www.lectulandia.com-Página62

Page 63: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

quehablaraélmismoconlatripulaciónyquenomemolestaraconesetipodecosas.—Cuente los platos, los tenedores y las cucharas delante de ellos cuando se

sienten a la mesa, y dígales que eso es todo lo que pueden usar; cuando acaben,cuéntelotododenuevo,ysilacuentanoescorrectaaverigüequiénlohizo.Sabequedebe ser unode ellos.Ustedno esunnovato; ha estadonavegandodurantediezuonceañosynolehacefaltaqueledenningunaleccióndecómocomportarsesiloschicoslegastanalgunabroma.

—Sipudieraatraparle—dijoelcocinero—,leclavaríauncuchilloantesdequepudierarezarsusoraciones.

Estos hombres de las Indias Occidentales siempre hablan de cuchillos,especialmente cuando tienenmuchomiedo.Comprendí lo quequería decir y no lepregunté;continuélimpiandolasruedasdentadasdebroncedelacorrederayuntandoaceiteenloscojinetesconunapluma.

—¿Noseríamejor limpiarloconaguahirviendo, señor?—preguntóelcocinerocontonoinsinuante.Sabíaquesehabíaportadocomounidiotayestabadeseosodeenmendarse.

Novolvíaescucharnadamássobreelasuntodelavajillaylacuberteríadurantedoso tresdías, aunque ledimuchasvueltas.Eldoctor evidentementepensabaqueJimBentonhabíaregresado,aunquenolohubieraexpresadoasí.Suhistoriamesonóbastanteabsurdaaquellatardeluminosa,conbuentiempo,mientraselsolsereflejabaen el agua y todas las velas ondeaban en la brisa, y elmar parecía tan apacible einofensivocomoungatoqueacabadezamparseuncanario.Perohaciael finaldelprimer turno de guardia, cuando la luna menguante aún no había asomado por elhorizonte, el agua brillaba como aceite estancado y los foques pendían lacios yderrotadoscomolasalasdeunpájaromuerto…yanoseguíapensandolomismo.Enmás de una ocasión me sobresalté y me volví a mirar cuando un pez saltaba,esperando ver un rostro saliendo del agua con los ojos cerrados. Creo que todosteníamosesamismasensaciónenaquelmomento.

Una tardeestábamos reemplazandoel aparejodel foque.Noerami turno,perome quedé cerca observando la faena. Justo en ese momento Jack Benton subió acubiertayfueabuscarsupipabajoelancla.Surostrosemostrabaadustoyajado,ysus ojos parecían tan fríos como bolas de acero. Apenas pronunciaba ya palabraalguna,perorealizabasus tareascomodecostumbreynadiepodíaecharlenadaencara,aunquetodosnospreguntábamoscuántotiempoibaaafectarleeldueloporsuhermanomuerto.Loobservémientrasseacuclillabaymetíalamanoenelescondrijodelapipa.Cuandoselevantóteníadospipasenlamano.

Entonces recordé con toda claridad que había lanzado una de esas pipas alamanecer,despuésdeaqueltemporal,ytambiénloherecordadoahora,ynocreoqueelmuchachoguardaseunarsenaldepipasbajoelancla.Miréfugazmentesurostro,ysu tez era de un blanco verdoso, como la espuma en aguas poco profundas, ypermaneciólargoratomirandolasdospipas.Noestabaexaminandocuáleralasuya;

www.lectulandia.com-Página63

Page 64: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

yo estaba amenos de cincometros de donde él estaba, y pude ver que una de laspipashabíasidoutilizadaesemismodía,yquebrillabapordondelamanolahabíafrotado,ylaboquilladehuesoestabamásblanquecinapordondelahabíanmordidosus dientes. La otra estaba llena de agua. Estaba hinchada y cuarteada por lahumedad,ymeparecióverunasdiminutasalgasverdesporencima.

Jack Benton giró la cabeza furtivamente cuando volví la mirada, y luego seescondióelobjetoenelbolsillodelospantalonesysedirigióapopaporsotavento,desapareciendodemirangodevisión.Loshombreshabíansujetadoelvelamenaloscabosparaizarlo,peromeagachépordebajodeesteymecoloquédondepodíaverloque hacía Jack, que estaba justo bajo el contrafoque de proa. No podía verme yparecíaestarbuscandoalgo.Sumanotemblócuandorecogiódelacubiertaunabarradehierrodoblada,deunostreintacentímetrosdelargo,quehabíasidoutilizadaparaforzaruncáncamoy luegohabíaquedadoabandonada sobre laescotillamayor.Letemblaba lamano cuando sacóun trozode sogadel bolsillo y ató la pipa llenadeaguaalhierro.Parecíaquererasegurarsedequenosesoltaría,porqueenrollólapipaconlasogacuidadosamente:tensólacuerdaconfuerzayluegolaentrelazóparaqueno pudiera soltarse, sujetó el extremo del cabo con una doble vuelta alrededor delhierroyanudódenuevolosextremos.Luegoloprobóconambasmanos,miróaunladoyotrodecubiertafurtivamenteyacontinuacióndejócaersigilosamentelapipaylabarradehierroporlaborda,tansuavementequenitansiquieralleguéaescucharelchapoteoenelagua.Sialguienestabagastandobromasabordo,desde luegonoestabandirigidasalcocinero.

HicealgunaspreguntassobreJackBentonyunodeloshombresmeinformóquehabíaperdidoelapetitoyapenascomía,quesetragabatodoelcaféquecaíaensusmanos y que ya había agotado todo su tabaco y había comenzado a usar el de suhermano.

—En cambio el cocinero no dice eso, señor —dijo el hombre, mirándometímidamente, como si esperasequeno le creyera—;el cocinerodiceque ahora, dedesayunoadesayuno, secome tantocomoantesdequeJimcayerapor laborda,apesardequehayunabocamenosquealimentaryotraqueapenaspruebabocado.Yocreo que es el mozo de cabina el que se lo come. Como siga engordando va areventar.

Ledijequesielmozodecabinacomíamásdeloquelecorrespondía,entoncesdebíatrabajarmásdeloquelecorrespondía,paraequilibrarlascosas.Peroelhombredejóescaparunarisaextrañayvolvióamirarme.

—Sólolodijepordecir,señor.Todossabemosquenoesesoloqueocurre.—Bueno,¿yquéocurre?—¿Quequé ocurre?—preguntó el hombre, súbitamente irascible—.No sé qué

ocurre, pero hay un hombre a bordo que está comiendo igual que todos y tanpuntualmentecomolostoquesdeunreloj.

—¿Masca tabaco? —pregunté, intentando quitarle hierro al asunto para

www.lectulandia.com-Página64

Page 65: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

sonsacarlealgomás,perocuandohablémevinoalamentelapipallenadeagua.—Supongo que todavía usa el suyo propio —respondió el hombre, con una

extrañavozqueda—.Talvezlequiteeltabacoaotrocuandoseleacabeelsuyo.Eran alrededor de las nueve de la mañana, lo recuerdo porque justo en ese

momentoelcapitánmellamóparaquevigilaraelcronómetromientrasélsedirigíaasu punto de observación en proa. El capitán Hackstaff no era uno de esos viejospatronesquelohacentodoellosmismosconunrelojdebolsillo,queguardanlallavedel cronómetro en su chaleco y no informan al contramaestre de los cálculos porestima.Él era todo lo contrario, yyomealegrabade elloporquenormalmentemedejabacalcularlosrumbosydespuésselimitabaapasarrápidamentelamiradapormisnúmeros.Debodecirqueteníamuybuenavista,porqueeracapazdedetectarunerrorenunlogaritmo,oquehabíacalculadola«EcuacióndelTiempo»conelsignoequivocado,cuandoyopensabaquetansólohabíaleídohasta«lamitaddelasumamenoslaaltitud».Además,siempreteníarazón,ysabíamuchascosassobrebuquesblindadosyladesviaciónlocal,ydeajustarlabrújula,ytodaesaclasedecosas.Nosécómoacabódegradadoalmandodeunagoleta.Jamáshablabadesímismo,ytalvezhabíasidoenotrotiempocontramaestreenunadeesasenormesfragatasdecascometálico y velas cuadradas y algo le había hecho retroceder en su carrera. Quizáhabíasidocapitányencallósubarco,aunquenoporsuculpa,y tuvoqueempezardesdecero.Enocasioneshablabaigualquetúoyo,yenotrashablabamáscomoenloslibros,ocomounodeesosbostonianosqueheescuchadoenalgunaocasión.Nosé.Todoshemosnavegadoenalgunaocasiónconhombresvenidosamenos.Talvezestuvoanteriormenteen laArmada,pero loquemehacíadudardeestaopcióneraque parecía un consumado y habilidoso marino, un viejo navegante con muchasmillas, y sabía de velas, cosa que aquellos tipos de la Armada pocas vecesdominaban.Yesquetúyyohemosnavegadoconhombresenelcastillodeproacondiplomasenlosbolsillos, inclusocertificadosdelaCámaradeComercioInglesa,yquepodíancalcularunaaltituddoblesilesprestabasunsextanteylesdejabasecharuna ojeada al cronómetro, tan bien como cualquier hombre que gobierne grandesembarcacionesdecuatropalos.Lanavegaciónnoloestodo,nitampocolamarinería.Lodebesdellevardentrodeti,siestásdestinadoalograrlo.

No sé cómo llegó a oídos del capitán que hubo problemas a proa. Tal vez leinformó el mozo de cabina, o los hombres hablaron sobre ello junto a su puertacuandolerelevarondeltimónlosdelturnodenoche.Entodocaso,seenteródeello,ytrasrealizarsuscomprobacionesesamañana,reunióatodalatripulaciónenpopaylesarengó.Eraexactamenteeltipodediscursoquehubieraesperadodeél.Dijoqueno tenía nada de lo que quejarse, y que por lo que él sabía todo elmundo estabacumpliendosudeberabordo,yqueteníalaimpresióndequelatripulaciónrecibíasurancho,yestabansatisfechos.Dijoquenuncatratabaasutripulaciónconmanodura,yquelegustabalatranquilidad,yqueeseeraelmotivoporelquenoibaaconsentirninguna tontería, y que mejor sería que le quedara claro a toda la tripulación.

www.lectulandia.com-Página65

Page 66: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

Sufrimosunagrandesgracia,dijo,ynoeraculpadenadie.Habíamosperdidoaunhombre al que todos apreciábamos y respetábamos, y creía que toda la tripulacióndebíacompadecersedelhermanodelmuertoquehabíaquedadoconvida,yqueeraunaniñeríademalditonovato,einjustoydepocohombreycobardeestargastandobromas de colegial con los tenedores, las cucharas y las pipas, y todo ese tipo decosas. Dijo que debía pararse de inmediato, que eso era todo y que la tripulaciónpodíairseaproa.Yasílohicieron.

Despuésdeesolacosaempeoró;loshombresvigilabanalcocineroyelcocinerovigilabaaloshombres,comosiintentasenpillarsemutuamente,perocreoquetodoelmundopensabaquehabíaalgomás.Unanoche,alahoradelacena,meencontrabaencubiertayJacksedirigióapopapararelevaraltimonelmientrasestecenaba.Nohabía llegado a pasar la escotillamayor por sotavento cuando oí a un hombre quecorría con zapatillas golpeteando sobre cubierta, se escuchó algo parecido a unalarido y vi al oscuro cocinero perseguir a Jack, con un cuchillo de trinchar en lamano. Salté para interponerme entre ambos, pero en ese momento Jack se giróabruptamenteyextendiólamano.Meencontrabademasiadolejosparallegaraellosyelcocinerolanzóunacuchillada.PerolahojanitansiquieraseaproximóaBenton.Elcocineroparecíaestardandocuchilladasalaireunayotravez,aunquefallabapormásdeunmetroencadaocasión.Acontinuacióndejócaersumanoderechayvielblancodesusojosenlapenumbra;elhombresetambaleóychocócontraelrieldeamarreyseagarróconlamanoizquierdaaunachaveta.Yohabíalogradollegarhastaélparaentonces,ysujetélamanoquesosteníaelcuchillo,ylaotratambién,porquepensé que iba a usar la chaveta; pero Jack Benton estaba en pie mirándolo conexpresión estúpida, como si no entendiera nada. Por el contrario, el cocinero sesujetaba porque no podía mantenerse en pie y los dientes le castañeteaban.Finalmentedejócaerelcuchilloylapuntaseclavóenlacubierta.

—¡Estáloco!—dijoJackBenton.Esoestodoloquedijo,yluegosedirigióapopa.Cuando se hubo ido, el cocinero comenzó a recuperarse y habló con vozmuy

quedacercademioído.—¡Erandos!¡QueDiosmeayude,erandos!Noséporquénoleagarréporlassolapasparasacudirleenesemomento,perono

lo hice. Simplemente recogí el cuchillo y se lo di, y le ordené que regresara a susfogonesynohicieramáselridículo.¿Comprendes?NoqueríaatacaraJack,sinoaalgoqueimaginóver;supedeinmediatodequésetratabaysentílomismo,comountrozodehielodeslizándoseporlaespalda,quesentíaquellanochecuandoarriamoslacangreja.

Cuandoloshombreslovieroncorriendohaciapopa,saltarontodostrasél,perosedetuvieronalverqueyohabíalogradoinmovilizarlo.Pocoapoco,elhombrequemehabía informado con anterioridad me contó lo ocurrido. Era un hombre bajito yfornido,decabellosrojizos.

www.lectulandia.com-Página66

Page 67: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

—Bueno—dijo—, no haymucho que contar. JackBenton estaba cenando contodos nosotros. Siempre se sienta a lamesa en la esquina de popa, y a babor. Suhermano solía sentarse en esa esquina, junto a él.El doctor le dio unamonstruosaporciónde tartadepostre,ycuandoacabónoseparóa fumar, sinoquesemarchórápidamenteparatomarelrelevoaltimón.Justocuandosehabíaido,eldoctorsaliódelacocinay,cuandovioelplatovacíodeJack,sequedópetrificadoobservándolo;todosnospreguntamosquépasaba,hastaquemiramoselplato.Habíadostenedoresenél,señor,unoalladodelotro.Luegoeldoctoragarrósucuchilloysalióvolandoporlaescotillacomouncohete.Leaseguroquehabíaotrotenedor,señorTorkeldsen,todoslovimosylotocamos,ytodosteníamoselnuestro.Esoestodoloquesé.

Nomeentraronganasdereírcuandomecontóesahistoria,peroesperabaquenollegara a oídos del Viejo Capitán, porque estoy seguro de que no le daría ningúncrédito,yaningúncapitánenejerciciolegustaquecirculenhistoriasdeesetipoporsubarco.Ledamalareputación.Peroesoesloúnicoquetodoelmundopudover,aexcepción del cocinero, que no sería el primer hombre que imagina ver cosas sinhaber probado ni una gota de alcohol. Creo que si el cocinero hubiera perdido lacabeza, como le ocurriómás tarde, habría vuelto a hacer alguna locura y causadoseriosproblemas.Peronolohizo.SóloendosotresocasioneslovimirandoaJackBenton con una mirada extraña y aterrada, y una vez lo escuché diciéndose a símismo:

—¡Sondos!¡Ayúdame,Señor,sondos!Novolvió amencionar nada sobre sudesembarco, peroyo tenía bastante claro

quesibajabaatierraenelsiguientepuertojamásvolveríamosaverle,aunquetuvieraqueabandonarsupetate,oinclusosudinero.Estabaaterradoparalosrestosynoserecuperaríahastaquezarpaseenotrobarco.Nosirvedenadarazonarconunhombrecuandoseencuentraeneseestado,desde luegonomásde loquesirveenviaraunmuchachoalacofadelpalomayorcuandohaperdidolosnervios.

JackBentonjamáshablódeloqueocurrióaquellanoche.Nosésisabíalodelosdostenedores,ono,otansiquierasieraconscientedelproblema.Fueraloquefueseque averiguara por otros, evidentemente ya vivía bajo una gran presión. Estabasumamente callado y demasiado taciturno, pero tenía el rostro demudado, enocasionesselecrispabadeformaextrañacuandoestabaaltimónygirabalacabezabruscamenteparamirarasuespalda.Unhombrenohaceesemovimientodeformainstintivaamenosquepiensequehayotronavíoaproximándoseporlaaleta.Cuandoesoocurre,sielhombreal timónsesienteorgullosodesubarco,mantiene lavistacasisiempreatrásyporencimadelhombroparaversielotronavíoleganaterreno.PeroJackBentonsolíamirarhaciaatráscuandonohabíanadaallí,ylomáscuriosoesquelosotroshombresadoptaronesamismamaníacuandoestabanaltimón.UndíaelViejoCapitánapareciójustoenelmismoinstanteenelqueeltimonelmirabahaciaatrás.

—¿Quémira?—preguntóelcapitán.

www.lectulandia.com-Página67

Page 68: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

—Nada,señor—respondióelmarino.—Entonces mantenga la mirada en el sobreperico —dijo el Viejo Capitán,

olvidandoquenoestabacapitaneandounbuquedevelacuadra.—Oh,sí,sí—dijoelmarino.El capitánme dijo que bajara y calculara la latitud por estima, se dirigió a la

cabina de cubierta y se sentó allí a leer, como hacía con frecuencia. Cuando meacerqué,eltimonelvolvióamirarhaciaatrás,mequedéjuntoaélylepreguntéenvoz baja qué miraba todo el mundo, ya que se estaba convirtiendo en un hábitogeneralizado.Alprincipioparecíareacioahablaryselimitóadecirquenoeranada.Pero cuando vio que yo no parecía muy preocupado y permanecí allí en silenciocomosiyanohubieranadamásquedeciralrespecto,elhombrecomenzóahablarporpropiavoluntad.

Dijo que no se trataba de que viera nada, porque no había nada que ver aexcepciónde lacangrejaondeando ligeramente,yelúnicosonidoeraeldelvientopasando entre los ojos de los cuadernales mientras la goleta navegaba por la marrizada.Nohabíanadaquever,peroleparecíaquelosmotonesdeescotahacíanunruidoextraño.Eraunaescotanuevademanilayenclimasecoprovocabaquehicieraunleveruidoquesonabaentreuncrujidoyunresoplido.Mirélaescotayluegomiréalmarinoynodijenada,yfinalmenteelhombrecontinuóhablando.Mepreguntósino notaba algo raro en ese ruido.Lo escuché unos segundos y dije que no notabanadaenespecial.

Entonces pareció avergonzarse, pero dijo que no creía que sólo sonara en susorejas,porque todos los timoneles,devezencuando, escuchaban lomismoen susturnos…enocasionesunavezaldía,enotrasunavezdenoche,yenotrasdurabaunahoraentera.

—Suenacomosialguienaserraramadera—dije,sinprestarmuchaatención.—Anosotros nos suena bastantemás a un hombre silbando “NancyLee”—el

marino pronunció nerviosamente estas últimas palabras, y súbitamente preguntó—:Escuche,señor,¿nolooye?

Yonooíanadaaexcepcióndelcrujidodelaescotademanila.Erancercadelasdocedelmediodíaysedivisabauncielolimpioyluminososobrelasaguasdelsur…justolaclaseymomentodeldíacuandounomenosesperaríasentirescalofríos.Perorecordéentoncesesamismamelodíaquehabíaescuchadoquincedíasantessobremicabeza, de noche y en plena tempestad, y no me avergüenza decir que en esemomentomeinvadióesemismoescalofrío,ydeseéestarbienlejosdelHelenB.yabordo de cualquier viejo buque pesquero, conmolinete en cubierta, un capitán depacotillayechandounameadacadavezquesoplaralabrisa.

Pocoapocodurantelossiguientesdíasabordoelambienteenelnavíosehizotodoloinsoportablequepuedasimaginar.Noesquesehablaramucho;creoqueloshombres teníanvergüenzadehablar conotrosabiertamente sobre loquepensaban.Todalatripulaciónseencerróenunprofundosilencio,hastaelpuntodequeapenas

www.lectulandia.com-Página68

Page 69: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

seoíaniunasolavoz,aexcepcióndelasórdenesylasrespuestas.Loshombresnosequedabansentadostraslascomidascuandolestocabaelturnoenlacubiertainferior;obienseibanadormirdeinmediatoosesentabanenelcastillodeproa,fumandosuspipas sin pronunciar ni una sola palabra. Todos pensábamos lo mismo. Todosteníamoslasensacióndequehabíauntripulanteabordo,enocasionesenlacubiertainferior,enocasionesenlacubiertasuperior,avecesenproayavecesenpopa,queconsumía su ración completa de rancho al igual que los otrosmarineros, pero sintrabajarporella.Nosóloeraunasensación,sinoqueteníamostotalcertezadeello.Noocupabaespacio,noproyectabasombraalgunayjamásescuchamossupisadaencubierta,pero tomaba su raciónconel restode la tripulacióncon tanta regularidadcomounrelojy…silbaba“NancyLee”.Eralapeorpesadillaquepuedasimaginarte,ymeatreveríaadecirquelamayorpartedenosotrosintentábamosconvencernosdequenopasabanadacuandonosquedábamoscontemplandoelcielodesdeelpuenteconbuentiempoylabrisasoplabaennuestrosrostros,perosisenosocurríavolverlavistaymirar losojosdeuncompañero,nosparecíapeorquecualquierpesadillayrápidamenteapartábamoslamiradaembargadosporunaextrañanáuseayanhelandomirar,aunquefueraunasolavez,aalguienqueignoraseloquesabíamos.

No hay mucho más que contar sobre el Helen B. Jackson. Éramos más unatripulaciónde lunáticosqueotracosacuandopasamos juntoalCastillode losTresReyesMagosdelMorroyfondeamosenlaHabana.Elcocinerosufríadeencefalitisyrabiabadelirante,yel restode la tripulaciónnoestabalejosdeencontrarseenunestadosimilar.Losúltimostresocuatrodíashabíansidoterribles,yestuvimosmáscercadequeseamotinaralatropadeloquenuncaquerríahaberestado.Loshombresnodeseabanhacerdañoanadie,peroqueríanalejarsedeesebarco,aunquetuvieranquehacerloanado.¡Queríanhuirdeesesilbido,deesetripulantemuertoquehabíaregresadoyquellenabatodoelbarcoconsupresenciainvisible!SéquesielViejoCapitányyonoloshubiéramosvigilado,loshombreshabríanarriadosigilosamenteunboteunadeesasnochestranquilasyhabríanhuidodejándonosalcapitán,amíyalcocinerolocosolosparaatracarlagoletaenelpuerto.Lohubiéramoslogrado,deunauotraforma,porsupuesto,porquenoquedabamuchoquenavegarsiconseguíamosatraparalgunacorrientedeaire,yenunaodosocasionesmesorprendídeseandoquelatripulaciónsemarcharadeunavezportodas,porqueelestadodeterrorenelquevivíanestabacomenzandoaafectarme.Escuchaesto;porunapartecreía,aunqueporotrano,pero,entodocaso,noibaapermitirqueaquelasuntomearrebataralamejorpartedemí,fueracualfuera.Metornéhuraño,manteníaaloshombresocupadoscontodotipodetareasylospresionabahastaquedeseabanqueyotambiénhubieracaídoalagua.NoesqueelViejoCapitánoyointentáramosenviarlosatierrasinsupaga,como desafortunadamente sí han hecho demasiados patrones y contramaestres,incluso en nuestros días. El capitánHackstaff era de unamoral tan recta como unpaloypormipartenodeseabaqueaquellospobreshombressequedaransinunsolocentavo de su dinero, y tampoco los culpaba por querer abandonar el barco, pero

www.lectulandia.com-Página69

Page 70: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

tenía la impresióndeque laúnicaposibilidaddemantenera todoelmundocuerdodurante aquellos últimos días era agotarlos haciéndoles trabajar hasta que cayeranextenuados. Cuando estaban totalmente agotados lograban dormir un poco yolvidabanelasuntohastaqueteníanquesubiracubiertayenfrentarsedenuevoconlarealidad.Estoocurrióhacemuchosaños,pero¿creesquepuedooírahora“NancyLee”sinsentirunescalofríorecorriéndomelaespalda?Yesqueyotambiénlooía,devezencuando,despuésdequeelmarinomeexplicaraporquésiempremirabahaciaatrás.Talvezfuesemiimaginación.Nolosé.Cuandoecholavistaatrásmepareceque sólo recuerdo una larga lucha contra algo que no podía ver, contra unaabominablepresencia,contraalgopeorqueelcóleraolafiebreamarillaolapeste…y, Dios bien lo sabe, hasta la más leve de todas esas enfermedades es losuficientemente grave cuando se contrae en alta mar. Los hombres estaban tanblancoscomolatizaynoibannuncaacubiertasolosdenoche,tantodabaloqueyopudieradecirles.Conelcocinerodelirandoensucamastro,elcastillodeproahabríasidouninfiernoynoquedabaniunsolocamarotelibreabordo.Jamáslohayenunagoletadecuatropalos.Asíquehicequelotrasladaranalmío;allíestabamáscalladoypor fin se sumió enuna especiede estupor, como si fuera amorir.No séqué leocurrió, porque lo desembarcamos con vida en tierra firme y lo dejamos en elhospital.

Los hombres se reunieron todos en popa, y con bastante calma le pidieron alcapitánque lespagasey lespermitieradesembarcar.Algunoshombresnohubierandebidohacerlo,porqueestabancontratadosparatodalatravesíayhabíanfirmadolascláusulas. Pero el capitán sabía que cuando se les metía algo en la cabeza a losmarinerossecomportabanpeorqueniñospequeños,yquesilosforzabaaquedarseabordonolograríaquerealizaransustareasynopodríaconfiarenellosencasodequesepresentarandificultades.Asíquelespagóylesdejómarchar.Cuandomarcharonaproa para coger sus petates,me preguntó si yo también quería irme, y durante unminutomeembargóunsentimientodedebilidadquemehizopensarquequizásfueramejorqueyotambiénmemarchara.Peronolohice,yelcapitányyonoshicimosgrandesamigosmástarde.Talvezestuvieraagradecidodequemequedaraconél.

Cuando loshombresdesembarcaron, el capitánno salió a cubierta,peroeramideberestarallímientraslohacían.Loshombresmedebíanungruñidoporhaberleshechotrabajar tantodurantelosúltimosdías,ymuchosdeellosselanzaronalbotesindecirpalabraodedicarmesiquieraunamirada,comosuelenhacerlosmarineros.JackBentonfueelúltimoendesembarcarysequedó inmóvilunminutohastaquefinalmentememiró,surostroestabapálidoyletemblabalamejilla.Meparecióquequeríadeciralgo.

—Cuídate,Jack—dije—.¡Hastalavista!Durante dos o tres segundos pareció que no podía hablar, pero después sus

palabrasbrotaronespesas.—Nofuemiculpa,señorTorkeldsen.¡Lejuroquenofuemiculpa!

www.lectulandia.com-Página70

Page 71: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

Esofuetodo;bajóporlabordaymedejópreguntándomequéhabíaqueridodecir.Elcapitányyopermanecimosabordoyelabastecedordelpuertonosconsiguió

unmuchachodelasIndiasOccidentalesparaquenoscocinara.Esanoche,antesdeacostarnos,estábamosdepiejuntoalabarandafumandoen

silencio,observandolaslucesdelaciudadauncuartodemillareflejadasenlasaguastranquilas. Se escuchaba música de algún tipo en tierra, en un salón de baile demarineros,meatreveríaadecir,ynoteníadudaalgunadequelamayoríadehombresque habían abandonado el barco estaban allí, flirteando a diestro y siniestro. Losmúsicostocabanmuchasmelodíasmarinerasqueseuníanunasconotras,ypodíamosescucharlasvocesdeloshombresenloscorosdevezencuando.Unamelodíasiguióaotra,yentoncessonó“NancyLee”,altoyclaro,yloshombresvociferando:«¡Yo-ho,heave-ho!»[4]

—No tengooídopara lamúsica—dijo el capitánHackstaff—,peromeparecequeesaeslamelodíaquesilbabaaquelhombrelanochequecayóunmarinoalagua.No sé por qué se ha quedado grabada en mi mente. Ya sé que no son más quetonterías,peromedalaimpresióndehaberlaestadoescuchandoduranteelrestodelatravesía.

Nolerespondínada,peronopudedejardepreguntarmecuántosabíaenrealidadelViejoCapitán sobre todo este asunto. Luego nos acostamos y dormí diez horasseguidassinpestañear.

Me quedé en elHelen B. Jackson tanto como pude aguantar en una goleta decuatro palos; pero esa noche, mientras estábamos fondeados en la Habana, fue laúltima vez que escuché “Nancy Lee” a bordo. El tripulante fantasma habíadesembarcadoconlosdemásyjamásregresó,ysellevólamelodíaconél,perotodoloqueocurriópermanece tanclaramenteenmimemoriacomosihubiera sucedidoayermismo.

Despuésdeestosacontecimientospermanecíenaltamardurantepocomásdeunañoydespués regreséacasayobtuve la titulación,ygraciasaquecontabacon laayudade amigos, a haber ahorrado algodedineroy a haber recibidounapequeñaherenciadeuntíodeNoruega,logréponermealmandodeunbarcocostero,conunapequeñaparticipaciónenelmismo.Mequedabantodavíatressemanasparaecharmea la mar, y entonces Jack Benton vio mi nombre en los periódicos locales y meescribió.

Meinformódequehabíaabandonadolavidademarinoyqueestabaintentandosacar adelante una granja; se iba a casar yme preguntaba sime gustaría asistir alevento,yaquenoestabanamásdecuarentaminutosen tren,yqueélyMamiesesentirían muy honrados si pudieran contar con mi presencia en su boda. RecordéentoncescómounodeloshermanoslepreguntóalotrosiMamielosabía.Esodebíadesignificar, supongo,siMamiesabíaqueélqueríacasarseconella.Ellasehabíatomado su tiempoendecidirse, porqueahora se cumplían casi tres añosdesdequeperdimosaJimBentonporlaborda.

www.lectulandia.com-Página71

Page 72: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

Noteníaquehacernadaenconcretomientrasnospreparábamosparazarpar,esdecir,quenadameimpedíaasistiraleventoesedíaypenséquemegustaríaverdenuevoaJackBentonyconoceralamuchachaconlaqueibaacasarse.Mepreguntési Jackyahabría recuperadosualegríaysihabríacambiadosuaspectodemacradocuandomedijoquenohabía sido su culpa. ¿Cómohabríapodido ser su culpa, detodas formas?Asíque escribí a Jacky le informédeque iría a suboda,y cuandollegóeldíatoméeltrenylleguéallugaralasdiezenpuntodelamañana.Ojalánolohubierahecho.Jackmerecogióenlaestaciónymedijoquelabodaibaacelebrarseaúltimahoradelatarde,yquenoibanahacerningúnviajedebodas,élyMamie,sinoque marcharían desde la casa de la madre de la novia hasta su pequeña casacampestre.Eso eramásque suficiente para él, dijo el joven.Lemiré con atenciónduranteunminutodespuésdeencontrarnosen laestación.Cuandonosdespedimosaños atrás pensé que tal vez se diera a la bebida, pero no fue así. Parecía unciudadano respetable y próspero con su abrigo negro y camisa de cuello alto deciudad,peroestabamásdelgadoyhuesudoquecuandoloconocíysurostroestabasurcadodearrugas,ademásmeparecióqueensusojosbrillabaunaextrañamirada,entrehuidizayasustada.Nodebía temernadademí,porqueno tenía intencióndehablarasuprometidasobreelHelenB.Jackson.

Mellevóprimeroasucasaypudeverquesesentíaorgullosodeella.Noestabaniadoscientosmetrosdelamarcamáximadelagua,perolamarestababajayhabíaunaanchafranjadearenadurayhúmedaalotroladodelacarreteradelacosta.Elterreno de Jack se extendía a espaldas de la casita unos cuatrocientos metros ymencionóquealgunosdelosárbolesqueveíamoseransuyos.Elvalladohabíasidoreparado y estaba en buen estado, y había un granero bastante grande a ciertadistanciadelacasita;tambiénvicabezasdeganadopaciendoenlosprados,peronomeparecióque fueraunagranjamuygrande,ypenséque anomucho tardar Jacktendríaquedejarquesuesposaseocuparadelagranjayecharsealamardenuevo.Pero ledijequeeraunagranjaestupenda,porseramable,ycomonosémuchodeestascosasmeatreveríaadecirquerealmente loera.Sólo lavisitéenesaocasión.Jackmedijoqueélysuhermanohabíannacidoenesacasayquecuandosupadreysu madre murieron los hermanos arrendaron la tierra al padre de Mamie, peroconservaronlacasaparaalojarseenellaensusvisitasfugacesentretravesías.Eraunlugarsumamenteordenadoylimpiosiunosefijabaenlosdetalles:lossuelosestabantanlimpioscomolacubiertadeunveleroylapinturatanrecientecomolasmarcasdeunguerrero. Jack siempre fuemuybuenpintor.Había un acogedor saloncito en elpisoinferioryJacklohabíaempapelado;enlasparedeshabíafotografíasdebarcosypuertosextranjeros,yobjetosrecogidosdesusviajes:unboomerang,unremodelosMares del Sur, sombreros japoneses de paja, un abanico de Gibraltar con unestampadotaurinoyotrosobjetosdeesetipo.MediolaimpresióndequelaseñoritaMamiehabíaaportadosutoquepersonalaladecoración.HabíaunaestufadehierroFranklinnuevaenelhuecode la antiguachimeneayunmantel rojodeAlejandría

www.lectulandia.com-Página72

Page 73: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

bordadoconexóticasletrasegipcias.EraunaestanciatodoloiluminadayacogedoraposibleyJackmemostrócadadetalle; todo lehacíasentirseorgulloso,yestohizoqueaumentaramiestimaporél.Perodeseéquesuvozsonaramásanimada,comocuando navegó en elHelen B., y que desapareciera ese aspecto demacrado de surostroduranteunminuto.Trasenseñarme todo, Jackme llevóalpiso superior; eraigualqueelpisodeabajo:brillante,frescoylistopararecibiralanovia.PeroenelpisosuperiorhabíaunapuertaqueJacknoabrió.Cuandosalimosdesudormitoriome di cuenta de que estaba entreabierta; Jack la cerró rápidamente y la cerró conllave.

—Esacerraduranofunciona—dijocomosihablaseconsigomismo—.Lapuertasiempresequedaabierta.

No presté mucha atención a lo que dijo, pero mientras bajábamos las cortasescaleras,pintadasybarnizabas tan recientementequecasi temíapisarlas, volvió ahablar.

—Esaerasuhabitación,señor.Laheconvertidoenunaespeciedecuartotrastero.—Quizástehagafaltadentrodeunaño,odos—dije,deseandoreconfortarlo.—Nocreoqueusemosesecuartoparaeso—respondióJackenvozbaja.Acontinuaciónmeofrecióunpurodeunacajanuevaenel salón,yél también

tomóuno; losencendimosy salimosalpatio,ycuandoabrimos lapuertaprincipalnosencontramosallíaMamieBrewsterenelcaminodeentrada,comosinoshubieraestadoesperando.EraunamuchachamuybonitaynomeextrañóqueJackhubieradecidido esperar por ella durante tres años. Se podía ver que no había sido criadajuntoauncalderodevaporycomidafría,sinoquesehabíahechomujerjuntoalmar.Teníaojoscastaños,hermosocabellocastañoyunabonitafigura.

—Éste es el capitán Torkeldsen. —Jack hizo las presentaciones—. Ésta es laseñoritaBrewster,capitán,ysealegradeconocerle.

—Sí,asíes—dijo laseñoritaMamie—,porqueJacknoshahabladomuchodeusted,capitán.

Meofreció lamano, estrechó lamíay la agitó cordialmentey supongoqueyodijealgo,peroséquenodijegrancosa.

Desde lapuertaprincipalde lacasa seveíaelmaryhabíaun senderoen línearectaqueconducíaalaplayadesdelaverjadeentradaatravésdelacarreteracostera.Había otro sendero que partía desde las escaleras de entrada y que giraba hacia laderecha, lo suficientementeanchoparaquedospersonaspasearancómodamente,yqueconducíaporloscamposyatravésdevariasvallasaunacasamásgrandeaunoscuatrocientosmetrosdeallí.EsaeralacasadondevivíalamadredeMamieylabodaiba a celebrarse allí. Jackme preguntó sime gustaría echar un vistazo a la granjaantesdelacomida,peroledijequenoentendíamuchodegranjas.Entoncesmedijoque él iría a echar un vistazo a solas durante un rato, ya que probablemente no lequedaríamuchotiempoelrestodeldía,ysonrió,yMamierió.

—Acompañaalcapitánhastalacasa,Mamie—dijo—.Mereuniréconvosotros

www.lectulandia.com-Página73

Page 74: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

enunminuto.Asípues,Mamieyyocomenzamosa andarpor el senderoy Jack sedirigió al

granero.—Hasidomuyconsideradoporsupartevenir,capitán—dijolaseñoritaMamie

—,siemprehequeridoconocerle.—Sí—dije,alaesperadequedijeraalgomás.—Veráusted,siempreconocíaamboshermanos—continuó—.Solíansacarmea

navegarenunboteparapescarbacalaocuandoerapequeña,ymegustabanlosdos—añadió pensativa—.A Jack no le gusta hablar de su hermano ahora. Es natural.Pero a usted no le importará contarme cómo ocurrió, ¿verdad?Me gustaría tantosaberlo.

Puesbien, lehabléde la travesíayde loqueocurrióaquellanochecuandonosvimosenvueltosenunvendaval,y ledijequenohabía sidoculpadenadie; jamásadmitiríaquehabíasidoculpademiviejocapitán,aunquelohubierasido.Peronoledije nada de lo que pasó después.Como la joven no decía nada, seguí hablándolesobrelosdoshermanos,sobrelomuchoqueseparecíanycómo,cuandoelpobreJimseahogóysóloquedóJack,enocasionesmeequivocabay lo llamabaJim.Ledijequeningunodenosotroshabíaestadojamássegurodequiéneraquién.

—Niyomismaestuvejamássegura—dijo—,amenosqueestuvieranjuntos.Ysiemprequehubierapasadoalmenosunoodosdíasdespuésdequeregresarandelmar.YahoratengolaimpresióndequeJackseparecemásalpobreJimquenunca,porloquerecuerdo,porqueJimsiempreestabacallado,comosiestuvierapensando.

Le dije que estaba de acuerdo con ella. Cruzamos la verja y atravesamos elsiguientecampo,andandounoalladodelotro.LuegoellagirólacabezaparabuscaraJack,perotodavíanoseleveía.Jamásolvidaréloquemedijoacontinuación.

—¿Yestáustedseguroahora?—preguntólajoven.Me quedé petrificado, y ella avanzó un pasomás, luego se volvió ymemiró.

Debimosdemirarnosloquesetardaríaencontarhastacincooseis.—Sé que es estúpido —continuó la joven—, es estúpido y al mismo tiempo

terrible,ynotengoningúnderechoapensarlo,peroenocasionesnopuedoevitarlo.Veráusted,Jacksiemprefueelelegidoparacasarme.

—Sí—dijeaturdido—,yasupongo.Ellaesperóunminutoyluegocomenzóaavanzarlentamenteantesdecontinuar

hablando.—Lehabloaustedcomosifueraunviejoamigo,capitán,ytansóloleconozco

desdehacecincominutos.EraJackconquienyoqueríacasarme,peroahoraestanparecidoasuhermano.

Cuandoaunamujerse lemeteuna ideaequivocadaen lacabeza,sólohayunamaneradehacerquelarechace,yesmostrartutotalacuerdoconella.Esoesloquehice y ella continuó hablando de la misma forma durante un rato, y yo seguímostrandomiacuerdounayotravezhastaquelajovensevolvióhaciamí.

www.lectulandia.com-Página74

Page 75: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

—Ustednocreeloqueestádiciendo—dijo,yserió—.UstedsabequeJackesJack,sinningunaduda,yqueesJackelhombreconelquevoyacasarme.

Porsupuesto,esoesloquedije,porquenomeimportabaqueellapensaraonoqueyoeraunserdébil.Noibaadecirniunasolapalabraquepudieramenoscabarsufelicidad,ynoteníaintencióndetraicionaraJackBenton,perorecordéloqueéldijocuandoabandonóelbarcoenlaHabana:quenoerasuculpa.

—En todo caso—continuó la señoritaMamie, como lo hacen las mujeres sinpensaren loquedicen—,en todocaso,ojaláhubierasido testigodecómoocurrió.Entoncestendríatotalcerteza.

Unminutomástardelajovenfueconscientedequenoqueríadecirloquedijo,ytemióqueyo la consideraseunapersona insensible, asíquecomenzóa explicarmeque hubiera preferido morir ella misma que haber visto al pobre Jim caer por laborda. Lasmujeres, por alguna razón, no parecen tenermucho sentido común. Encualquiercaso,mepreguntécómoeracapazdecasarseconJacksipensabaqueestepodía ser Jim en realidad. Supongo que se había acostumbrado a él desde queabandonólamarysequedóentierra,yquelequería.

No tardamos mucho en escuchar a Jack acercándose por detrás, y es quehabíamosavanzadomuylentamenteparaesperarle.

—Prométame que no le contará a nadie lo que le he dicho, capitán—suplicóMamie,comohacentodaslasjovencitastrashabercompartidounsecreto.

Bueno, jamásse lohecontadoanadie,exceptoa ti.Éstaes laprimeravezquehablodeello,laprimeravezdesdequetoméeltrenparairmedeaquellugar.Novoyacontartetodoslospormenoresdeldía.LaseñoritaMamiemepresentóasumadre,que era una mujer silenciosa y de rostro curtido, viuda de un granjero de NuevaInglaterra, y a sus primos y otros familiares; se reunieron muchos más para lacomida, y también estaba el clérigo. Era lo que llamaban por aquellos lares unbaptistadelaviejaescuela,conunprotuberanteyafeitadolabiosuperioryunapetitovoraz,yunamiradadesuperioridad,comosinoesperasevolveraveranadiedelosque estábamos allí nunca más… de la misma manera en la que un capitánneoyorquinomiraasualrededorydaórdenesadiestroysiniestrocuandoembarcaenun buque pesquero italiano, como si el barco no fuera gran cosa, aunque sea suobligaciónevitarqueencalle.Esaeslamaneraenlaquemiranmuchosclérigosalosdemás, creo. Bendijo la mesa como si estuviera ordenando a la tripulación quearriasen las velas del juanete y mantuvieran el rumbo del timón. Después de lacomidasalimosa la terraza,porquehacíauncálido tiempootoñal,y los jóvenessemarcharon en parejas por la carretera costera; la marea había cambiado y estabacomenzando a subir. Por la mañana el cielo lucía límpido y luminoso, pero a lascuatroenpuntocayólaniebla, llegóelrocíomarinoyseposóencimade todas lascosas.Jackmeinvitóaregresarconélasucasaparaecharunúltimovistazo,porquela boda iba a tener lugar a las cinco en punto y quería encender las luces de laviviendaparaqueparecieramásacogedora.

www.lectulandia.com-Página75

Page 76: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

—Sóloecharéunúltimovistazo—dijocuandollegamosalacasa.Entramosymeofrecióotropuro;yoloencendíymesentéenelsalón.Podíaoírle

moviéndosedeunladoaotro,primeroenlacocinaydespuésenelpisodearriba,yunavezmásen lacocina,y luego,antesdequepudierasiquieraserconscientedelsonido,escuchédenuevoaalguienmoviéndoseenelpisodearriba.SabíaqueJacknopodíahabersubidolasescalerastanrápido.Eljovenentróenelsaloncito,tomóunpuro y mientras estaba encendiéndolo volví a escuchar aquellos pasos sobre micabeza.LamanodeJacksesacudióydejócaerlacerilla.

—¿Tienesaalguienaquíparaayudarte?—pregunté.—No—respondióJackcontonocortante,yencendióotracerilla.—Hayalguienenelpisodearriba,Jack—dije—.¿Nooyeslaspisadas?—Eselviento,capitán—respondióJack,peropudeverqueestabatemblando.—Eso no es el viento, Jack—dije—; el aire está calmado y hay niebla. Estoy

segurodequehayalguienalláarriba.—Si está tan seguro, será mejor que vaya y lo vea por sí mismo, capitán—

respondióJack,casienfadado.Estabaenfadadoporqueteníamiedo.Lodejéfrentealachimeneaysubíalpiso

superior.No existía ningún poder terrenal que lograra hacerme creer que no habíaescuchado laspisadasdeunhombresobremicabeza.Sabíaquehabíaalguienallí.Peronofueasí.Entréeneldormitorioyreinabaelsilencio,ylosrayosdesoldelatarde entraban por la ventana enrojecidos al atravesar el aire brumoso; salí aldescansillo ymiré dentro de la pequeña habitación destinada a la sirvienta o a unniño.Cuandosalídeallíobservéquelapuertadelaotrahabitaciónestabaabiertadeparenpar,aunquesabíaqueJacklahabíacerradoconllave.Éldijoquelacerraduranofuncionababien.Mirédentro.Erauncuartotangrandecomoeldormitorio,perocasitotalmenteaoscurasporquelascontraventanasestabancerradas.Sepercibíaunolor a humedad, a objetos viejos, y pude distinguir que el suelo estaba repleto debaúles marinos y que había impermeables y material de ese tipo apilado sobre lacama.Pero todavía seguíacreyendoquehabíaalguienenelpisodearriba, asíqueentré, encendí una cerilla ymiré ami alrededor. Podía ver las cuatro paredes y elviejoempapeladoquelascubría,unacamadehierroforjadoyunespejoagrietado,ytodosloscachivachesqueocupabanelsuelo.Peronohabíanadieallí.Asíqueapaguéla cerilla, salí del cuarto, cerré la puerta y giré la llave. Pues bien, lo que voy acontarteeslaverdad.Algirarlallaveescuchéunospasosquesealejabandelapuertaenel interiordelahabitación.Entoncesmeembargóunaextrañasensaciónduranteunminutoymientrasbajabaporlasescalerasgirélacabezaparamirarporencimademihombro,aligualquelostimonelessolíanmirarasuespaldaabordodelHelenB.

Jackestabaenlasescalerasdelaentradaprincipal,fumando.Mediolaimpresióndequenolegustabaestardentroasolas.

—¿Ybien?—preguntó,intentandosonardespreocupado.—Noencontréanadie—respondí—,peroescuchéaalguienmoviéndosedeun

www.lectulandia.com-Página76

Page 77: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

ladoaotro.—Ya le dije que era el viento—dijo Jack con desdén—. Yo debería saberlo,

porquevivoaquíyloescuchoconfrecuencia.Nohabíanadaquepudieraresponderaeso,asíquecomencéaavanzarhaciala

playa.Jackdijoquenohabíaningunaprisa,porquea laseñoritaMamie le llevaríaalgo de tiempovestirse para la boda.Así que paseamos un ratomientras lamareasubíayelsolseponíaatravésdelabruma.Sabíaquehabíalunallenayque,cuandoapareciera, la niebla se retiraría de tierra firme, como hace en ocasiones. Tenía laimpresióndequeaJacknolehabíagustadoqueyoescucharaeseruido,asíquehabléde otras cosas y le pregunté acerca de sus planes futuros, y en breve estábamoscharlandotanplacenteramentecomonosfueposible.

Noheestadoenmuchasbodasalolargodemivida,ycreoquetútampoco,peroesa en concreto me pareció correcta, hasta el momento en que estaba a punto definalizar; no sé si formaba parte de la ceremonia o no, pero en esemomento Jackextendiólamano,tomóladeMamie,lasostuvoduranteunminutoylamirómientraselclérigotodavíahablaba.

El rostro deMamie se tornó blanco como una sábana y gritó.No fue un gritofuerte, sinounaespeciede chillidocortoy reprimido, como si estuvieramuertademiedo;elclérigoparóylepreguntóquéocurría,ytodalafamiliaseapiñóalrededor.

—Tumanoescomodehielo—dijoMamieaJack—.¡Yestáempapada!Lajovenclavólamiradaenlamanoyfinalmentelogrósobreponerse.—No tengo la sensacióndequeesté fría—dijoJack,ypresionóeldorsode la

manocontrasumejilla—.Tócalaotravez.MamieextendiólamanoytocóeldorsodelamanodeJack,conmuchacautelaal

principio,yluegolaestrechó.—Vaya,quéextraño—dijolajoven.—Ha estado más nerviosa que una bruja todo el día —comentó la señora

Brewsterconexpresiónseria.—Esnatural—dijoelclérigo—quelajovenseñoradeBentonexperimentecierta

agitaciónenestosmomentos.Lamayoríadelosfamiliaresdelanoviavivíanaciertadistanciayeranpersonas

ocupadas,asíquesehabíadecididoquelacomidadelmediodíasustituyeraalacenade después de la ceremonia; tomaríamos simplemente un bocado y luego todosregresaríanasucasa,ylajovenparejasedirigiríaasolasalacasadeJack.Cuandomiré a lo lejosvi las lucesquebrillaban en la casitade Jack, a unos cuatrocientosmetros.Dijequenopensabaquepudierallegaratiempoacogeruntrenderegresoantesdelasnueveymedia,perolaseñoraBrewstermesuplicóquemequedasehastaquefueralahorayquesuhijaquerríaquitarseelvestidodebodaantesdemarcharacasa,porquesehabíapuestountrajeblancoconunvelomuybonitoynopodíairseasucasavestidadeesamanera,¿verdad?

Asípues,trasunacenaligeralaconcurrenciacomenzóadispersarseyencuanto

www.lectulandia.com-Página77

Page 78: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

todossehubierondespedidolaseñoraBrewsteryMamiesubieronalpisodearriba;Jackyyosalimosalaterrazaafumar,porquealaancianadamanolegustabaeloloratabacodentrodelacasa.

La luna llenaya sehabíaasomado, estabaamisespaldascuandomiréhacia lacasita de Jack, demanera que la vista era nítida y clara, y tan sólo se veía la luzbrillandoporlaventana.Lanieblasehabíaretiradohastaelbordedelmar,einclusounpocomásallá,porquehabíasubidolamarea,oestabaapuntodesubir,ylasolasyarompíansobrelaúltimafranjadearenaaunosquincemetrosdelacarreteradelacosta.

Jack no dijo mucho mientras nos sentamos a fumar, pero me agradeció quehubiera asistido a su boda. Le dije que deseaba que fuera feliz, y realmente lodeseaba.Meatreveríaadecirquetantoélcomoyoestábamospensandoenlospasosdelpisodearribajustoeneseinstante,yquelacasanoseveríatansolitariaconlapresencia de unamujer. Por fin escuchamos la voz deMamie que hablaba con sumadre en las escaleras, y un minuto después ya estaba lista para partir. Se habíapuestootravezeltrajequellevabaporlamañana.

Bueno,yaestabanlistosparamarcharse.Estabatodomuytranquilodespuésdeltrajíndeldía,ysabíaquequerríanandarporelcaminoasolasahoraqueporfinyaeran marido y mujer. Les deseé buenas noches, aunque Jack intentó invitarmecortésmenteaque lesacompañaraporelcaminohasta lacasita,en lugarde ira laestaciónpor la carretera costera.Reinabaungran silencioymeparecióuna formamuyacertadadecasarse,ycuandoMamiedioasumadreelbesodebuenasnoches,miréhaciaotrolado,yvaciélascenizasdemipipagolpeándolacontralabarandilladelaterraza.Asípues,partieronporelcaminorectohastalacasitadeJack,yesperéun minuto con la señora Brewster, que los miraba marchar, antes de coger misombreroymarcharme.Laparejaandabaunoalladodelotro,unpocotímidamenteal principio, y luego vi a Jack que rodeaba con su brazo la cintura de la joven.Mientraslesmiraba,élavanzabaporlaizquierdaypodíaverelcontornodeambasfigurasmuynítidamentecontralaluzdelunaqueiluminabaelsendero;lasombradeMamie a la derecha era ancha y oscura como la tinta, y se movía junto a ellos,alargándoseyacortándosesegúnlasirregularidadesdelterrenojuntoalsendero.

LedilasgraciasalaseñoraBrewsteryledeseébuenasnoches;apesardeserunacurtidamujerdeNuevaInglaterra,suvoztemblóligeramentealcontestarme,y,comoeraunamujerprudente,entróycerró lapuerta trasde símientrasyomedirigíaalcaminode salida.Miré de nuevo a la pareja en la distancia por últimavez, con laintencióndebajarporlacarreterasinadelantarlos,perocuandoavancéunoscuantospasosmeparéyvolvíamirar,porquesabíaquehabíavistoalgoextraño,aunquesólofuiconscientedespués.Miréotravez,yahoralovisuficientementeclaro,ymequedépetrificado observando lo que veía.Mamie estaba andando entre dos hombres. Elsegundohombreerade lamismaalturaque Jack, siendoambosmediacabezamásaltosqueella;Jackasuizquierdaconsuchaquénegroysombrerodehongo,yelotro

www.lectulandia.com-Página78

Page 79: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

hombreasuderecha…bueno,eraunmarinoataviadoconunimpermeablehúmedo.Podíaverlaluzdelalunabrillandosobrelasgotasdeaguaquecaíandesucuerpo,ysobre el pequeño charco que se había formado bajo la solapa de su capuchaimpermeableechadahaciaatrás,yunodesusbrazosbrillantesyempapadosrodeabatambiénlacinturadeMamie,aunquejustoporencimadelbrazodeJack.Mequedéclavado donde estaba y durante un minuto creí que me había vuelto loco. Nohabíamosbebidonada,aexcepcióndeunpocodesidraenlacomidaytéporlatarde;deno ser así, habría creídoque semehabía subidoel alcohol a la cabeza, aunquejamásenmividameheemborrachado.Eramásparecidoalaresacosapesadilladedespués.

MealegrédequelaseñoraBrewsterhubieraentradoyaensucasa.Encuantoamí, no pude evitar seguir a los tres, invadido por la curiosidad de saber qué iba asuceder,deversielmarineroysusropasmojadassimplementeseevaporaríanbajolaluzdelaluna.Peronofueasí.

Memovíconcautelaymástarderecordéqueavancésobrelahierbaenlugardeandarporelsendero,comositemieraquemeescucharan.Imaginoque,despuésdeeso,todopasóenmenosdecincominutos,aunquemeparecióunahora.NiJackniMamie parecían advertir la presencia delmarino.Mamie no parecía notar el brazohúmedosobresucintura,ypocoapocofueronaproximándoselostresalacasa;yoestabaamenosdecienmetrosdeelloscuandollegaronalaentrada.Algohizoqueme quedara paralizado en ese instante. Tal vez fue miedo, porque vi todo lo queocurriótalcomoteveoatiahora.

Mamiepusoelpieenelescalónparasubiry,cuandoseimpulsóhaciadelante,vique el marinero aferraba con fuerza el brazo de Jack, y Jack no subió. En esemomento Mamie se giró en el escalón y los tres permanecieron así durante unsegundoodos.Entonces,lajovengritó—enunaocasiónoíaunhombregritardeesamanera,cuandounagrúadevaporlearrancóunbrazodecuajo—ysederrumbóyquedóhechaunovillosobrelapequeñaterraza.

Intenté avanzar entonces, pero no pudemoverme, y sentí que seme erizaba elcabellobajoelsombrero.Elmarinerosegirólentamentesinmoversedelsitiodondeseerguía,ehizogirara Jack tirándoledelbrazoconcuidadoysumadelicadeza,ydespuéscomenzóaguiarloporelcaminodelacasa.Selollevabadirectamenteporelsendero,taninexorablecomoelDestino,ydurantetodoesetiempopudeobservarlaluzdelalunareflejándoseensuimpermeablemojado.Locondujoalotroladodelaverja, por la carretera costera y la arena húmeda, donde lamarea ya había subido.Entonces tragué aire con fuerza y corrí hacia ellos atravesando la hierba; salté porencimadelaverjayatraveséprecipitadamentelacarreteracostera.Perocuandosentílaarenabajomispies,losdosseencontrabanyajuntoalaorilla,ycuandolleguéalaguaestabandemasiadolejosyconelaguahastalacintura;tambiénviquelacabezadeJackBentonestabainclinadahaciadelanteyapoyadasobresupecho,ysubrazolibre colgaba inerte en un costado, mientras su hermano muerto lo conducía

www.lectulandia.com-Página79

Page 80: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

inexorablemente hacia su muerte. La luz de la luna se derramaba sobre el aguaoscura, pero el banco de niebla se alzaba frente a ellos en el mar y pude ver susfiguras recortándose contra él; lenta y gradualmente fueron entrando en elmar. Elaguayalesllegabaporlasaxilasyluegoporloshombros,yporfinviquesubíaporencimadeloscurobordedelsombrerodeJack.Peroningunodeellosseagitó,ylasdoscabezassehundieronmásymás,hastaqueelagualascubrióporcompletoytansóloquedóunaestelabajolaluzdelalunapordondeJackhabíasurcadoelagua.

Hetenidoenmentecontarteestahistoriaencuantotuvieraocasióndehacerlo.Túme has conocido, de hombre y de joven, durante muchos años, y pensé que megustaríaescuchartuopinión.Sí,esoesloquesiemprepensé.NofueJimelquecayóporlaborda;fueJack,yJimsimplementelodejócaercuandoquizáspudosalvarlo;JimentoncessehizopasarporJackdelantedetodos,ytambiéndelachica.Siesesolo que ocurrió, recibió su merecido. Al día siguiente la gente comentaba queencontraronaMamieencuantollegaronalacasa,yquesuespososemetióenelmaryseahogó,ymehabríanculpadopornohaberlodetenidosihubieransabidoqueyofui testigo.Pero jamáscontéanadie loquevi,porquenadiemehabríacreído.Melimitéahacerlescreerquelleguédemasiadotarde.

Cuando llegué a la casita y levanté aMamie, la joven deliraba. Más tarde serecuperó,perojamásvolvióaserunamujertotalmentecuerda.

Oh,quieressabersiencontraronelcuerpodeJack.Nosésieraelsuyo,peroenunpuertodelsurdondehabíafondeadominuevobarcoleíenunperiódicoquedoscuerpos llegaron a la costa empujados por una tormenta del este, en bastantemalestado.Estabanabrazadosyunodeelloseraunesqueletoataviadoconimpermeable.

www.lectulandia.com-Página80

Page 81: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

PUESLASANGREESVIDA

[FortheBloodIstheLife][5]

Habíamoscenadoalanochecerenelespaciosotechodelagrantorreporquedurantelosgrandescaloresdelveranoallíseestabamásfresco.Además,lacocinitaestabaenunaesquinade lagranplataformacuadrada,por loqueeramáscómodocomerallíqueverseobligadoabajar losplatospor la empinadaescaleradepiedra,que teníaalgúnpeldañorotoy,enconjunto,estabamuydesgastadaporelpasodelosaños.LatorreeraunadeaquellasconstruidasalolargodetodalacostaoestedeCalabriaporelEmperadorCarlosVacomienzosdelsigloXVIparamanteneralejadosalospiratasdeBerbería,cuandolosinfielesestabanaliadosconFranciscoIcontraelEmperadorylaIglesia.Casitodassehanconvertidoenruinas,peroalgunassiguenintactasylamíaesunadelasgrandes.Cómollegóaserpropiedadmíahacediezañosyporquépaso una parte de cada año en ella son asuntos que no guardan relación con estahistoria.LatorreseencuentraenunodelosparajesmássolitariosdelsurdeItalia,enla extremidad de un promontorio rocoso que se curva formando un pequeño peroseguropuertonaturalenlaextremidadsurdelGolfodePolicastro,justoalnortedeCabo Escalea, que según la vieja leyenda local es el lugar donde nació JudasIscariote.Latorresealzaenesaespueladerocas,ynohayniunasolacasavisibleenunradiodeseiskilómetrosalaredonda.Cuandovoyallímehagoacompañarporunpardemarineros,unodeloscualesesbastantebuencocinero,ycuandoestoyfueralatorre queda a cargo de un pequeño ser parecido a un duende que en tiempos fuemineroyquellevamuchotiempoamiservicio.

Miamigo,queavecesmevisitaenmisoledaddelverano,esartistadeprofesióny escandinavo de nacimiento, y cosmopolita por la fuerza de las circunstancias.Habíamos cenado bajo el ocaso; el resplandor del crepúsculo se había idoenrojeciendoparaacabardesvaneciéndose,ylapúrpuradelanochecerfuetiñendolavastacadenademontañasqueciñenelprofundogolfoporelesteyvanvolviéndosecadavezmásaltasamedidaqueavanzanhaciaelsur.Hacíacalorynossentamosenlaesquinadelaplataformaquedaatierra,esperandoquelabrisanocturnallegaradelas colinas. La atmósfera fue perdiendo todo su color, hubo un breve intervalo deluminosidadgrisáceayunalámparaproyectóunrayoamarillodesdeelumbraldelacocina,dondeestabancenandolosmarineros.

Despuéslalunaasomóderepentesobrelacrestadelpromontorio,inundandolaplataformaconsuresplandoreiluminandotodaslasrocasylomascubiertasdehierbaquehabíabajonosotroshastaallídondeempezabanlastranquilaseinmóvilesaguas.Miamigoencendiósupipaysededicóacontemplarunpuntodelaladera.Sabíaquéestabamirando, y llevabamucho tiempo preguntándome si llegaría a ver algo que

www.lectulandia.com-Página81

Page 82: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

atrajera su atención. Conocía muy bien ese lugar. Estaba claro que por fin leinteresaba,aunquepasóunbuenratoantesdequehablara.Miamigotieneunagranconfianzaensusojos,comoleocurrealamayoríadelospintores,igualqueunleónconfíaensufortalezayunciervoensuvelocidad,yelhechodenopoderreconciliarloqueveconloquecreequedeberíaversiempreleponenervioso.

—Esextraño—dijo—.¿Vesesemontículoquehayaesteladodelpeñasco?—Sí—dijeyo,yadivinéloquevendríaacontinuación.—Pareceunatumba—observóHolger.—Cierto.Pareceunatumba.—Sí—siguiódiciendomi amigo sin apartar losojosde aquel lugar—.Pero lo

extrañoesqueveoelcuerpoqueyacesobreella.Naturalmente—añadió,ladeandolacabeza tal y como suelen hacer los artistas—, debe de ser un efecto de la luz. Enprimerlugar,noesunatumba.Ensegundolugar,silofueraelcuerpoestaríadentroynofuera.Porlotanto,esunefectodelaluzlunar.¿Noloves?

—Perfectamente;siempreloveoenlasnochesdeluna.—Nopareceinteresartemucho—dijoHolger.—Alcontrario.Me interesa,aunqueyaestoyacostumbrado.Yno teequivocas.

Esemontículoesrealmenteunatumba.—¡Tonterías!—exclamóHolgerponiendocaradeincredulidad—.¡Supongoque

ahoramedirásqueloqueveosobreellaesrealmenteuncadáver!—No—respondí—,noloes.Loséporquemehetomadolamolestiadeirhasta

allíyecharleunamirada.—Entonces,¿quées?—mepreguntó.—Noesnada.—Supongoquequieresdecirqueesunmeroefectodelaluz.—Quizálosea.Perolaparteinexplicabledelasuntoesquenoimportasilaluna

estásaliendoosiseoculta,osiestácreciendoomenguando.Bastaconquehayaunpocodeluzdeluna,vengadeleste,deloesteodeloalto,yquecaigaencimadelatumbaparaquepuedasverloscontornosdelcuerpoqueyacesobreella.

Holgerremovióeltabacodelapipaconlapuntadesucuchillo,ydespuésusósusdedosparaprotegerlacazoleta.Cuandoeltabacoardióbienselevantódesuasiento.

—Sinoteimporta,iréhastaallíyleecharéunamirada—dijo.Cruzólaplataformaydesaparecióporlososcurospeldaños.Seguíinmóvilenmi

asientomirandohaciaabajohastaquelevisalirdelatorre.Leoíentonarunaviejacancióndanesamientrascruzabalaexplanadabajolaintensaluzdelaluna,yendoenlínea recta hacia el montículo misterioso. Holger se detuvo cuando estaba a diezpasos de él, dio un par de pasos hacia delante y luego tres o cuatro hacia atrás:despuésvolvióaquedarsequieto.Yosabíacuáleraelsignificadodeaquellosactos.HabíallegadoalpuntoenelquelaCosadejabadeservisible;allídondecambiabaelefectodelaluz,comohabríadichoél.

Después siguió avanzando hasta llegar al montículo y subió a él. Yo seguía

www.lectulandia.com-Página82

Page 83: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

viendoalaCosa,peroahorayanoyacíasobreelsuelo;estabaarrodillada,rodeandoelcuerpodeHolgerconsusblancosbrazosyalzandolacabezahaciasurostro.Eneseinstanteelvientodelanocheempezóabajardelascolinasyunabrisafrescamerevolvióelcabello,peromeparecióunhálitollegadodeotromundo.

LaCosa parecía estar intentando ponerse en pie, ayudándose con el cuerpo deHolgermientrasélpermanecíainmóvil,sinenterarsedenaday,aparentemente,conlosojosvueltoshacialatorre,queresultamuypintorescacuandolaluzdelalunacaesobreelladesdeeselado.

—¡Vuelve!—grité—.¡Notequedesahítodalanoche!Cuandobajódelmontículo,meparecióquesemovíademalagana,oconcierta

dificultad.Sí,esoera.LosbrazosdelaCosaseguíanrodeándolelacintura,perosuspies no podían abandonar la tumba. Holger avanzó lentamente y la Cosa se fueestirando, alargándose como una hilacha de niebla delgada y blanca hasta que viclaramentecómoelcuerpodeHolgerseagitabaenelgestodelhombrequesienteunescalofrío.Enesemismoinstantelabrisametrajounlevegemidodedolor—podríahaber sido el grito del pequeño búho que vive entre las rocas—, y la presencianebulosa abandonó rápidamente la silueta de Holger para volver flotando almontículoyacostarsecuanlargaerasobreél.

Volvíasentir labrisafrescaenmiscabellos,yestavezungélidocosquilleodetemormerecorriólacolumnavertebral.Recordabamuybienhaberidoalmontículobajolaluzdelaluna;quecuandoestuvecercadeélnovinadayque,comoHolger,me había subido a él; y recordaba que cuando volvía, seguro de que allí no habíanada, había experimentado la repentina convicción de que bastaría con que mevolviera amirar paradescubrir que sí había algo.Recordaba la fuerte tentacióndemirarhaciaatrás,unatentaciónquehabíaresistido,pensandoqueeraindignadeunhombreinteligente,hastaquemelibrédeellahaciendoelmismogestoqueHolger.

Y ahora sabía que esos blancos brazos de niebla también habían estado a mialrededor; lo supeymeestremecí al recordarqueesanoche tambiénhabíaoídoelgritodelbúhonocturno.Peronohabíasidoelbúhonocturno.EraelgritodelaCosa.

Volví a poner tabaco enmipipay llenémi copa con el fuerte vinodel sur; enmenosdeunminutoHolgerestabadenuevosentadojuntoamí.

—Naturalmente, allí no hay nada, pero aun así el lugar produce una impresiónbastantesiniestra—medijo—.¿Sabesunacosa?Cuandovolvíaestabatansegurodequehabíaalgoamiespaldaquesentíeldeseodedarmelavueltaymirar…Necesitéunauténticoesfuerzodevoluntadparanohacerlo.

Serió,sacólascenizasdelapipadándolegolpecitosysesirvióunpocodevino.Permanecimosensilencioduranteunrato.LalunasiguiósubiendoenelcieloylosdoscontemplamosalaCosaqueyacíasobreelmontículo.

—Podrías inventarte una historia sobre eso—dijoHolger cuandohabía pasadobastantetiempo.

—Yahayunahistoria—repliqué—.Sinotienessueñotelacontaré.

www.lectulandia.com-Página83

Page 84: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

—Adelante—dijoHolger,alquelegustanlashistorias.—ElviejoAlarioestabamuriéndoseenlaaldeaquehaydetrásdelacolina.Estoy

segurodequelerecuerdas.DicenquehizomuchodinerovendiendojoyasfalsasenelsurdeÁfrica,yquecuandoledescubrieronlogróescaparconsusganancias.Cuandovolvióhizoloquehacentodasesaspersonassilogranregresardesuscorreríasconalgodedinero:decidióreformarsucasaparahacerlamásgrande,ycomoaquínohayalbañilessetrajoadoshombresdePaola.Eranunpardecanallasdeaspectotemible:unnapolitanoquehabíaperdidounojoyun siciliano conuna cicatriz de casi doscentímetrosdeprofundidadquelerecorríalamejillaizquierda.Losveíaamenudo,pues losdomingos solíanvenir hasta aquí parapescar en las rocas.CuandoAlariocontrajo las fiebres que acabaron con su vida, los albañiles seguían trabajando.Habíanacordadoqueunapartedesupagaconsistiríaenlacomidayelalojamiento,por lo que les hacía dormir en su casa. Su esposa había muerto, y tenía un hijollamadoAngelo que eramuchomejor que él.Angelo iba a casarse con la hija delhombremásricodelaaldeay,porextrañoqueparezcayaunquesumatrimoniohabíasidoacordadoporlospadres,sedecíaquelosdosjóvenesestabanmuyenamorados.

»LaverdadesquetodalaaldeaestabaenamoradadeAngelo,yentrelosqueleamabanhabíaunahermosacriaturadeespíritusalvajellamadaCristina,másparecidaaunagitanaqueningunade laschicasquehevistoporaquí.Tenía los labiosmuyrojos y los ojosmuy negros, poseía la constitución de un lebrel y la lengua de undiablo. Pero Angelo ni tan siquiera se fijaba en ella. Era un muchacho alegre ysencillo que no se parecía en nada al canalla que tenía por padre y, bajo lo quedebería llamar circunstancias normales, estoy realmente convencido de que jamáshabríamiradoaningunachicasalvoalahermosayregordetajovenprovistadeunaconsiderable dote con quien su padre tenía intención de casarle. Pero losacontecimientos acabaron siguiendo un curso que no tuvo nada de normal ni denatural.

»Porotraparte,habíaun jovenpastorde lascolinasquehaysobreMaratea,unmuchachomuyapuestoqueestabaenamoradodeCristina,quienalparecersentíalamáximaindiferenciaimaginablehaciaél.Cristinanoteníaningúnmedioregulardesubsistencia, pero era buena chica y estaba dispuesta a encargarse de cualquiertrabajoorecorrerladistanciaquefuesehaciendounrecadoacambiodeunahogazadepanounplatode judías,yelpermisoparadormirbajo techado.Loquemás lealegraba era tener algunamisión que le permitiera rondar por la casa del padre deAngelo.Laaldeanotienemédico,ycuandolosvecinoscomprendieronqueelviejoAlarioestabamuriéndosemandaronaCristinaaEscaleaparaquevolvieraconuno.Esoocurrióaúltimahorade la tarde,ysihabíanesperadotanto tiempoeraporquemientras tuvo fuerzas para hablar aquel tacaño agonizante se negó a permitirsemejantedespilfarro.SuestadoempeorórápidamentemientrasCristinaestabafuera:elsacerdotefuellamadoasucabeceray,cuandohubohecholoquepodíaporél,sevolvióhacia losespectadores, lesdijoqueensuopiniónelviejohabíamuertoyse

www.lectulandia.com-Página84

Page 85: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

marchódelacasa.»Yaconocesaestasgentes.Sientenunauténticohorrorfísicoalamuerte.Antes

dequeelsacerdotehablaralahabitaciónestabaabarrotada.Unosinstantesdespuésdeque aquellas palabras hubieran salido de su boca ya no quedaba nadie. Habíaanochecido.Todosbajaroncorriendolososcurospeldañosysalieronalacalle.

»Angeloestabafuera,comoyatehedicho,Cristinaaúnnohabíaregresado,lanomuy espabilada sirvienta que había cuidado del enfermo huyó con los demás y elmuertosequedósoloalaparpadeanteluzdelalamparilladebarro.

»Cincominutosdespuésdoshombresasomaronlacabezacautelosamenteporelumbralyfueronhacialacama.Eranelalbañilnapolitanoquesóloteníaunojoysucompañero siciliano.Sabíanmuybien lo quebuscaban.Lesbastóun instante parasacardedebajodel lechounapequeñaperopesada caja con refuerzosdehierro, ymuchoantesdequenadiepensaraenvolverjuntoalmuertoyahabíanaprovechadolaprotecciónofrecidaporlaoscuridadparaabandonarlacasaylaaldea.Lesresultómuysencillo,pueslacasadeAlarioeslaúltimaquedaalagargantaquellevahastaallí,ylosladronesselimitaronasalirporlapuertatrasera,treparonelmurodepiedraydespuésdeaquelloyanocorrieronriesgoalguno,dejandoapartelaposibilidaddeencontrarseconalgúnaldeanoquevolvieratardeasucasa,posibilidadmuypequeñadadoquepocosaldeanosusabanesecamino.Llevabanconsigounazadónyunapala,yllegaronhastadondeseproponíansinningúntropiezo.

»Teestoycontandolahistoriatalycomodebiódeocurrir,pues,naturalmente,nohubonadiequefueratestigodeestaparte.Loshombrestransportaronlacajaporlacañada con la intención de enterrarla hasta que pudieran volver y llevársela en unbote.Debían de ser lo bastante listos para suponer que parte del dinero estaría enbilletes,puesdelocontrariohabríanenterradolacajaenlaarenahúmedadelaplaya,dondehabríaestadomuchomássegura.Perosisehubieranvistoobligadosadejarlamuchotiempoeneselugarelpapelhabríaacabadopudriéndose,porloquecavaronsuagujeroallíabajo,cercadeesepeñasco.Sí,justoallídondeestáelmontículo…

»CristinanoencontróaldoctordeEscalea,pueséstehabíatenidoquemarcharsevalle arriba, a un lugar que se encuentra amedio camino de SanDomenico. Si lehubieraencontradoeldoctorhabríaacudidoenmulaporelcaminodearriba,queesmenosabruptoperomuchomáslargo.PeroCristinatomóporelatajoquehayentrelas rocas, quediscurre a unosquincemetros por encimadelmontículoyhaceunacurvaalrededordeesepunto.Cuandopasóporallí loshombresestabancavandoyoyóel ruidoquehacían.Nohabríasidopropiodeellamarcharsesinaveriguarquéeraaquelruido,puesentodasuvidajamáslehabíatenidomiedoanaday,además,aveceslospescadoresatracandenocheenlaorillaparacogerunapiedraquelessirvadeanclaobuscarramasconqueencenderunapequeñahoguera.LanocheeramuyoscurayCristinaprobablementeseacercóbastantealosdoshombresantesdepoderver lo que hacían. Los conocía, claro está, y ellos la conocían a ella, y enseguidacomprendieron que tenía sus vidas en la mano. Sólo podían hacer una cosa para

www.lectulandia.com-Página85

Page 86: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

asegurarse de que no correrían peligro, y la hicieron. La golpearon en la cabeza,ahondaronelagujeroylaenterraronjuntoconlacaja.Debierondecomprenderquesuúnicaposibilidaddeescaparalassospechasestribabaenvolveralaaldeaantesdeque alguien se percatara de su ausencia, pues volvieron inmediatamente, y mediahoramástardeestabanconversandoenvozbajaconelhombreencargadodefabricarelataúddeAlario.Aquelhombreeracompinchesuyo,yhabíaestadotrabajandoenlas reparaciones de la casa del viejo. Por lo que he podido averiguar, las únicaspersonasquesesuponíaquesabíandóndeguardabaAlariosutesoroeranAngeloylasirvientaquehemencionadoantes.Angeloestabalejos;fuelamujerquiendescubrióelrobo.

»Resulta bastante fácil comprender por qué nadie más sabía dónde estaba eldinero.Elviejosiemprecerrabalapuertaconllaveycuandosalíadelacasasemetíala llaveenelbolsilloynodejabaque lasirvientaentraraa limpiaramenosqueélestuvierapresente.Aunasí, todalaaldeasabíaqueteníadineroescondidoenalgúnsitio y los albañiles debieron de descubrir su paradero atisbando por la ventanadurante su ausencia. Si el viejo no hubiera estado delirando hasta que perdió elconocimientohabríasufridounaespantosaagoníatemiendoporsusriquezas.Lafielsirvienta sólo olvidó su existencia durante unos momentos mientras huía con losdemás, abrumada por el horror a la muerte. Volvió cuando apenas habían pasadoveinteminutos,acompañadapordosviejashorrendasquesiempreeranllamadasparaprepararalosmuertosantesdelentierro.Alprincipionotuvoelvalorsuficienteparaacercarsealacama,niaunestandoacompañadaporellas,perofingióqueselecaíaalgoal suelo, sepusode rodillascomoparaencontrarloymiródebajode lacama.Lasparedesdelcuartohabíansidoencaladasrecientementehastaelsuelo,ylebastóunamiradaparadarsecuentadequelacajahabíadesaparecido.Porla tardeestabaallí,asíquelahabíanrobadoenelbreveintervalodetiempotranscurridodesdequeabandonólahabitación.

»La aldea no tiene puesto de carabineros; ni tan siquiera hay un vigilantemunicipal, pues no hay municipio. Creo que jamás ha existido. Se supone queEscaleacuidadelaaldeadealgunaformamisteriosa,ysenecesitanunpardehorasparaconseguirquealguienvengadeallí.Laancianahabíapasadotodasuexistenciaenlaaldea,ynitansiquieraseleocurrióacudiraalgunaautoridadcivilparapedirleayuda.Selimitóalanzarunalaridoyechóacorrerporlasoscurascallejasdellugar,gritandoaplenopulmónquehabíanrobadoenlacasadesuamo.Muchosaldeanosse asomaron a mirar, pero al principio ninguno pareció inclinado a ayudarla. Lamayoríaseerigieronenjuecesymurmuraronqueprobablementeeraellaquienhabíarobadoeldinero.ElprimeroquehizoalgofueelpadredelachicaconquienAngeloibaacasarse;reunióalosquevivíanensucasa,todosloscualessentíanuninteréspersonalporlariquezaquedebíarecaerenlafamilia,ydeclaróestarconvencidodeque la caja había sido robada por los dos albañiles que se alojaban en la casa.Encabezó labúsqueda,quenaturalmenteempezóencasadeAlarioy terminóenel

www.lectulandia.com-Página86

Page 87: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

tallerdelcarpintero,dondeseencontróalosladronestomándoseunpocodevinoconelcarpinterojuntoalataúdamedioterminar,alumbradosporunalamparilladebarrollenadeaceiteysebo.Elgrupodebúsquedaacusóinmediatamentedelcrimenalosdelincuentes,yamenazóconencerrarlosenelsótanohastaquesepudierahacerveniraloscarabinerosdeEscalea.Losdoshombressemiraronelunoalotroduranteunmomento y después, sin la más mínima vacilación, apagaron la única luz de laestancia,agarraronelataúdamedioterminary,usándolocomosifueseunaespeciedeariete,selanzaronsobresusacusadoresamparadosporlaoscuridad.Unospocosinstanteslesbastaronparaescapar.

»Éseeselfinaldelaprimerapartedelahistoria.Eltesorohabíadesaparecidoy,comonopudohallarsenirastrodeél,losaldeanos,comoesnatural,supusieronquelos ladroneshabíanconseguido llevárseloconsigo.Elviejofueenterradoy,cuandoAngelo volvió por fin, tuvo que pedir prestado dinero para pagar su miserablefuneral,yseencontróconciertasdificultadesparaconseguirlo.Nohacíafaltaqueledijeranquealperdersuherenciahabíaperdidoasunovia.Enestapartedelmundolosmatrimonios se guían por lasmás estrictas razones comerciales y, si el dineroprometidonoapareceeldíaenquedebeentregarse,lanoviaoelnoviocuyospadresnohanpodidocumplirsupromesayapuedeolvidarsedelmatrimonio,pueséstenollegaráacelebrarse.ElpobreAngelolosabía.Supadreapenassiteníatierras,yunavezesfumadoeldineroquehabía traídodel surdeÁfrica loúnicoque lequedabaeranlasdeudascontraídasacausadelosmaterialesdeconstrucciónquehabíansidoutilizados para agrandar y mejorar la vieja casa. Angelo quedó convertido en unmendigo,ylahermosayregordetacriaturaquehabríasidosuyalediolaespaldacontodo el desprecio exigido en tales casos. En cuanto aCristina, pasaron varios díasantes de que se la echara en falta, pues nadie recordaba que la habían enviado aEscalea para que trajera al doctor, quien nunca llegó a presentarse. Siempre habíatenido la costumbre de esfumarse durante varios días seguidos cuando encontrabaalgún trabajo en las pequeñas granjas que había esparcidas por las colinas. Perocuandopasó el tiempoy no volvió los habitantes de la aldea empezaron a hacersepreguntas, y acabaron convenciéndose de que había estado de acuerdo con losalbañilesysehabíaescapadoconellos.

Hiceunapausayvaciémivaso.—Estaclasedecosasnopodríanocurrirenningúnotrolugar—observóHolger

volviendoallenarsusempiternapipa—.Elencantonaturalquerodeaalcrimenyalamuerte repentina en un país tan romántico como éste siempre me ha asombrado.Hechosqueencualquierotrositioresultaríansimplementebrutalesyrepugnantessevuelven dramáticos ymisteriosos porque esto es Italia y vivimos en una auténticatorre construida por CarlosV para defender la costa de unos auténticos piratas deBerbería.

—Sí,hayalgoderazónenloquedices—admití.Enel fondoHolger es el hombremás románticodelmundo,pero siempre cree

www.lectulandia.com-Página87

Page 88: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

necesarioexplicarsussentimientos.—Supongo que encontraron el cuerpo de la pobre chica junto a la caja—dijo

pasadosunosinstantes.—Comoveoquepareceinteresartetecontaréelrestodelahistoria—dijeyo.La luna ya estabamuy alta en el cielo; nuestros ojos podían percibir conmás

claridadqueantesloscontornosdelaCosadelmontículo.—La aldea no tardó en volver a su existencia aburrida y prosaica de siempre.

NadieechabademenosalviejoAlario,quiensiemprehabíaestadoausentedebidoasusviajesporelsurdeÁfricaynuncahabíallegadoaserunafigurafamiliarenellugardesunacimiento.Angelovivíaen lacasaamedio terminar,ycomono teníadineroparapagara laviejasirvientaéstanoquisoquedarseconél,perodevezencuandosepresentabaporallíylelavabaunacamisaennombredelosviejostiempos.Apartedelacasa,Angelohabíaheredadountrocitodetierrasituadoaciertadistanciade la aldea; intentócultivarla,perono se tomó la tareacondemasiadoentusiasmo,puessabíaquejamáspodríapagarlosimpuestosquegravabanlatierraylacasa,queacabaríasiendoconfiscadaporelGobierno,osubastadaparapagarlasdeudasdelosmaterialesdeconstrucción,pueselsuministradorsenegabaaaceptarsudevolución.

»Angeloeramuydesgraciado.Mientrassupadrevivíayeraricotodaslaschicasdelaaldeahabíanestadoenamoradasdeél;peroahoralasituaciónhabíacambiado.Seradmiradoycortejadoyque lospadresque teníanhijascasaderas le invitaranabebervinoresultabamuyagradable.Soportarquelemiraranconfrialdady,aveces,queserierandeélporquelehabíanrobadosuherenciaeramuyduro.Élmismoseencargabadeprepararsusmiserablescomidas,ynotardóenirpasandodelatristezaalamelancolíayelabatimiento.

»Alanochecer,cuandohabíaterminadoel trabajodeldía,noibaalaexplanadaque hay delante de la iglesia para estar con los jóvenes de su edad, sino que sededicaba a vagabundear por los parajes solitarios que había alrededor de la aldeahastaquesehacíanochecerrada.Despuésvolvíaacasayseacostabaparaahorrarseelgastodeunaluz.Peroaquellashorassolitariasdelcrepúsculoempezaronatraerlesueñosextraños,aunquenoestuvieradormido.Nosiempreestabasolo,puescuandose sentabaenel tocóndeunárbol, allí dondeel angosto sendero securvahacia lagarganta,solíatenerlaseguridaddequeunamujerseleacercabasinquesucaminarhiciera ningún ruido sobre las piedras, como si fuera con los pies descalzos; y secolocaba bajo un macizo de castaños situado a sólo media docena de metros delsendero,haciéndoleseñasparaqueseacercarasindecirlenada.Aunqueestabaocultaentrelassombras,Angelosabíaqueteníaloslabiosmuyrojos,ycuandoseseparabanunpocoparasonreírleenseñabadosdientespequeñosymuyafilados.Alprincipiofuemás una sensación que algo claramente visible, y supoque eraCristina, y queestabamuerta.Peronoteníamiedo;se limitabaapreguntarsesieraunsueño,puespensabaquesihubieraestadodespiertosehabríaasustado.

»Además, lamuerta tenía los labios rojosyesosólopodíaocurrirenunsueño.

www.lectulandia.com-Página88

Page 89: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

Cadavezqueseacercabaalagargantadespuésdequeelsolsehubieraocultadoellayaestabaesperándoleallí,odelocontrarionotardabamuchoenaparecer,yempezóaestarsegurodequecadadíase leacercabaunpocomás.Alprincipiosólohabíaestadosegurodequesubocaeratanrojacomolasangre,peroahoracadarasgofuehaciéndosemás claro y aquel rostro pálido le contemplaba con ojos tan profundoscomohambrientos.

»Losojoseran loquemás le atraíadeella.Pocoapoco supoquealgúndíaelsueño no terminaría cuando él se diera la vuelta para regresar a casa, sino que lellevaríaporlagargantadelaquesurgíalavisión.Ahora,cuandolehacíaseñasestabamuchomáscercadeél.Susmejillasnosehallabanlívidascomolasdelosmuertos,sino que tenían la palidez de quien está famélico, con el hambre física, salvaje eimposible de apaciguar que había en esos ojos que le devoraban. Los ojos sealimentabanconsualmayarrojabanunhechizosobreél,yacabaronclavándoseenlossuyosreteniendosumirada.Nosabíasisualientoeratancálidocomoelfuegootan frío como el hielo; no sabía si sus rojos labios quemaban los suyos o si loscongelaban,osiloscincodedosposadosensumuñecadejabancicatriceshumeantesomordían su carne como la escarcha; no tenía forma de saber si dormía o estabadespierto,nideaveriguarsiellaestabavivaomuerta,perosabíaqueleamabayquedeentretodaslascriaturasterrenasoultraterrenassóloellaysuhechizoteníanpodersobreél.

»Esanoche,cuandolalunasubióporelcielo,lasombradelaCosanoestabasolaenelmontículo.

»Angelodespertósintiendoelfrescordelamañana,empapadoenrocío,yconlacarne,lasangreyloshuesoshelados.Abriólosojosaladébilluzgrisáceayvioquelasestrellasseguíanbrillandosobresucabeza.Seencontrabamuydébilysucorazónlatía tan despacio que sintió como si estuviera a punto de perder el conocimiento.Volvió lentamente la cabeza sobre el montículo, como si reposara encima de unaalmohada,peroelotrorostronoestabaallí.Elmiedoseapoderórepentinamentedeél, un miedo indecible y desconocido; se levantó de un salto y huyó corriendogargantaarriba,ynomiróhaciaatráshastaque llegóa lapuertade lacasaque sealzaba en los aledaños de la aldea. Aquel día fue a trabajar con los hombrosencorvados, y las horas se arrastraron cansinamente detrás del sol hasta que ésteacabótocandoelmarysehundióenél,ylasgrandescolinasdeperfilesagudosquesealzabansobreMarateasevolvierondecolorpúrpurarecortándosecontraelcielodeleste,teñidodeungriscomodepechodepaloma.

»Angeloseechóalaespaldasupesadoazadónyabandonóelcampo.Sesentíamenos cansado que cuando había empezado a trabajar por la mañana, pero seprometióasímismoqueiríadirectamenteacasasinentretenerseenlagarganta,quecomería lamejorcenaquepudieraprepararseydormiría toda lanocheensucamacomocorrespondeauncristiano.Novolveríaalangostosenderoparadejarsetentarpor una sombra de labios rojos y aliento helado; no volvería a soñar ese sueño de

www.lectulandia.com-Página89

Page 90: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

terrorydeleite.Yaestabacercadelaaldea;elsolsehabíapuestohacíamediahoraylaagrietadacampanadelaiglesiahabíaenviadosuslevesecosdiscordantesatravésde las rocas y las cañadas para decirles a todas las buenas gentes que el día habíaterminado.Angelosequedóinmóvilunmomentoallídondeelsenderosebifurcaba,llevandohacialaaldeaporlaizquierdayhacialagargantaporladerecha,ydondeunmacizo de castaños dominaba el angosto sendero. Se quedó inmóvil durante unminuto,quitándoseelmaltrechosombrerodelacabezaycontemplandoelmarquesedesvanecía rápidamentehacia el este, y sus labios semovieronmientras repetía ensilencio la tan familiar plegaria del anochecer. Sus labios se movieron, pero laspalabrasquesiguieronesemovimientoensucerebrohabíanperdidotodosignificadoy se habían convertido en otras palabras distintas, y terminaron con un nombrepronunciado en voz alta: ¡Cristina! La tensión de su voluntad se relajórepentinamenteconesenombre,larealidadseesfumóyelsueñovolvióaapoderarsede él y le llevó consigo tan rápida y seguramente como a un hombre que caminadormido,abajo,abajo,porelangostosenderoqueconducíaalacrecienteoscuridad.Ycuandosepusojuntoaél,Cristinalehablóensusurrosaloído,contándolecosastanextrañascomodulces,cosasquedehaberestadodespiertosabíaquelehubiesenresultado imposibles de comprender del todo; pero ahora eran las palabras másmaravillosasquehabíaoídoentodasuvida.Ytambiénlebesó,peronoenlaboca.Sintió el pinchazo de sus besos sobre su blanca garganta, y supo que sus labiosestaban muy rojos. Aquel sueño enloquecido siguió desarrollándose a través delcrepúsculo,laoscuridadylasalidadelalunaytodalagloriadelanocheveraniega.Pero con el alba helada volvió a encontrarse tumbado sobre elmontículo, como siestuviera medio muerto, recordando y sin recordar lo ocurrido, despojado de susangrey,aunasí,sintiendoelextrañoanhelodeofrecerletodavíamásaesoslabiosrojos. Después llegó el miedo, el pánico horrible que no tenía nombre, el horrormortalquevigila losconfinesdelmundoquenovemosyquenoconocemoscomoconocemos otras cosas, pero que sentimos en cuanto su gélida frialdad congelanuestroshuesosy remuevenuestrocabelloconelcontactodeunamanofantasmal.Angelo volvió a levantarse de un salto y corrió por la garganta hacia el día queempezaba,peroestavezsuspasoseranmenossegurosyjadeabaenbuscadealientomientras corría; y cuando llegó almanantial de límpidas aguas que brota amediocaminodelacolinacayóacuatropatasanteélyhundiósurostroenelagua,ybebiócomojamáshabíabebidoantes,pueslasuyaeralaseddelheridoquehapasadotodalanochedesangrándosesobreelcampodebatalla.

»Le tenía atrapadoynopodíahuirdeella: iría averla cadaocasohastaque lehubieraarrebatadosuúltimagotadesangre.Cuandoeldíaterminabaintentabatomarotrorumboyvolveracasaporunsenderoquenopasaracercadelagarganta,perotodoeraenvano.Envanosehacíapromesasasímismocadamañanacuandosubíaporelcaminosolitarioqueibadelacostaalaaldea.Todoerainútil,puescuandoelsol se hundía ardiendo en el mar y el frescor del anochecer emergía como de un

www.lectulandia.com-Página90

Page 91: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

esconditeparadeleitaralmundocansado,suspiessedirigíanhaciaelviejosendero,y ella estaba esperándole bajo la sombra de los castaños; y entonces todovolvía asuceder como siempre, y ella empezaba a besarle su blanca garganta mientras sedeslizabasobrelatierra,rodeándoleconunbrazo.Yamedidaquesusangreseibaagotando, elhambredeella aumentabay su sedcrecía concadadíaquepasaba,ycuando despertaba a primera hora del amanecer cada vez le resultaba más difícilreunir las fuerzas necesarias para subir por el empinado sendero que llevaba a laaldea;ycuandoibaatrabajaralcampoarrastrabalospies,ysusbrazosapenasteníanla fortalezanecesariaparablandir elpesadoazadón.Ahorayacasinohablabaconnadie,perolagentedecíaqueestaba“dejándoseconsumir”porelamoralachicaconquien tendría que haberse casado antes de perder su herencia; y reían jovialmenteanteesaidea,puesestepaísnoesmuyromántico.ÉsafuelaépocaenqueAntonio,elhombrequeviveaquíparacuidarde la torre,volviódevisitar a su familia,quehabitacercadeSalerno.HabíaestadoausentedesdeantesdelamuertedeAlarioynosabíanadadeloocurrido.Mehacontadoqueregresóaúltimahoradelatardeyquefuedirectamentealatorreparacomerydormir,puesestabamuycansado.Despertócuando ya eramedianoche pasada, y cuandomiró hacia afuera la lunamenguanteestabaasomandopordetrásde la colina.Susojos fueronhaciaelmontículo,yvioalgo,yesanocheyanovolvióadormir.Cuandovolvióasalirporlamañanayaeradedía,yenelmontículonohabíanadaquever,sóloguijarrosyarenatraídaporelviento.Aunasínoquisoacercarsedemasiadoaél;tomóporelcaminoquellevaalaaldeayfuedirectamentealacasadelviejosacerdote.

»—Esta noche he visto a una criatura maligna —dijo—. He visto cómo losmuertosbebenlasangredelosvivos.Ylasangreeslavida.

»—Cuéntameloquehasvisto—replicóelsacerdote.»Antoniolecontótodocuantohabíavisto.»—Éstanochedebetraersulibroysuaguabendita—añadió—.Estaréaquíantes

del crepúsculo para acompañarle, y si le place a su reverencia cenar conmigomientrasesperamos,meencargarédeprepararlotodo.

»—Vendré—respondióelsacerdote—,puesheleídoviejoslibrosdondesehabladeesasextrañascriaturasquenoestánnianimadasnimuertas,yqueyacenensustumbasconservandoeternamentelafrescuradesucarne,saliendocautelosamentedeellasalanochecerparasaborearlavidaylasangre.

»Antonionosabíaleer,perolealegróverqueelsacerdotecomprendíaaquéseenfrentaban;pues,naturalmente,loslibrosdebíandehaberleinstruidoencuantoalosmejoresmediosdeaquietarparasiempreaaquellaCosaqueestabamedioviva.

»Antoniofueacumplirconsulabor,queconsisteprincipalmenteensentarsedelladode la torredondehaysombra,cuandonoestáencaramadoaunarocaconunacaña de pescar sin hacer ni una sola captura. Pero aquel día fue por dos veces almontículoparaexaminarloalaluzdelsol,ybuscóasualrededorparaversihabíaalgúnagujeroporelquelacriaturapudieseentrarysalir;peronoencontróninguno.

www.lectulandia.com-Página91

Page 92: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

Cuando el sol empezó a hundirse en el horizonte y el aire se fue enfriando en lassombras,acudióalacasadelviejosacerdotellevandoconsigounacestitademimbre;y dentro de ella colocaron una botella con agua bendita, la patena, el hisopo y laestolaquenecesitaríaelsacerdote;yfueronporelsenderoyesperaronenlapuertadela torre a que oscureciese. Peromientras aún había luz, aunquemuy débil y gris,vieronmoversealgo:dossiluetas,unhombrequecaminabayunamujerqueparecíadeslizarsejuntoaél,ylamujerlebesólagargantamientrasapoyabasucabezaenelhombrodeél.Elsacerdotetambiénmehacontadoeso,yelquelecastañetearonlosdientesyquecogióaAntonioporelbrazo.Lavisiónpasóanteellosydesaparecióentrelassombras.Antoniocogióelfrascodecuerollenodelicorqueguardabaparalasgrandesocasionesysetomótaldosisqueelancianocasivolvióasentirsejoven;yagarrósulinterna,supicoysupala,yledioalsacerdotelaestolaparaqueselapusiera y el agua bendita para que la llevara, y fueron juntos hacia el lugar dondeteníanquehacerloqueleshabíatraídohastaallí.Antoniodicequeletemblaronlasrodillas, a pesar del ron, y el sacerdote vaciló en el recitado de sus latines, puescuandoestabanapocosmetrosdelmontículolaparpadeanteluzdelalinternacayósobre el pálido rostro de Angelo, inconsciente o sumido en un profundo sueño, ysobre su garganta y el hilillo de sangre que se deslizaba a lo largo de ellametiéndoseleporelcuellodelacamisa;ylaparpadeanteluzdelalinternacayósobreotrorostroqueseapartódelbanquete,sobredosojosprofundosymuertosqueveíanpesea lamuerte, sobreunos labiosentreabiertosmás rojosque lamismísimavida,sobre dos dientes relucientes en los que brillaba una gota roja… Entonces elsacerdotecerrólosojosyechóunarociadadeaguabenditaanteél,ysuvozcascadase alzó hasta convertirse casi en un grito; y Antonio, que después de todo no esningún cobarde, alzó su pico en una mano y la linterna en la otra y saltó haciadelante,nosabiendoenquépodríaterminartodoaquello;yjuraqueentoncesoyóungritodemujer,yuninstantedespuéslaCosahabíadesaparecidoyAngeloestabasolosobre elmontículo, inconsciente, con el hilo rojo en su garganta y las cuentas delsudorqueacompañaalaagoníaencimadesufríafrente.Lecogieronenbrazosyledepositaronenelsuelo,cercadelmontículo;despuésAntoniosepusoatrabajaryelsacerdoteleayudó,aunqueeraviejoynopodíahacergrancosa;ycavaronhastaunagran profundidad, y por finAntonio, de pie dentro de la tumba, se inclinó con sulinternaparaversihabíaalgoenella.

»Antesteníaelcabellodeuncastañooscuro,conalgunasmechascanosasenlassienes;enmenosdeunmesapartirdeesedía lo tuvo tangriscomoelpelodeuntejón. De joven había sido minero, y la mayoría de esas gentes han contempladoalgúnqueotroespectáculohorriblecuandohahabidoaccidentes,peronuncahabíavistoloquevioesanoche…esaCosaquenoestánivivanimuerta,esaCosaquenopuedemorarnienlatumbaniencimadelsuelo.Antoniotrajoconsigoalgoenloqueelsacerdotenosehabía fijado.Lohabía fabricadoesamisma tarde:eraunaestacamuy afilada hecha con un viejo trozo de madera muy dura que el mar había

www.lectulandia.com-Página92

Page 93: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

depositadoenlaarena.Ahoraloteníaconsigo,yteníatambiénsupesadoyrobustopico,ysehabíallevadolalinternaalfondodelatumba.Nocreoqueningúnpoderdelatierrapuedahacerlehablardeloqueocurrióentonces,yelviejosacerdoteestabademasiado asustado paramirar hacia el interior de la tumba.Dice haber oído queAntonioempezóarespirartandeprisacomounabestiasalvaje,yquesemovíacomosiestuvieraluchandoconalgocasitanfuertecomoélmismo;ydicequetambiénoyóun sonido terrible acompañado de golpes, como si algo fuera introducidoviolentamenteatravésdelacarneyelhueso;ydespuésoyóelsonidomáshorribledetodos…elchillidodeunamujer,elgritoultraterrenodeunamujerquenoestabani viva ni muerta, pero que llevaba muchos días enterrada. Y el pobre y viejosacerdotenopudohacernada salvomecersedeun ladoparaotroarrodilladoen laarena,gritandoenvozaltasusplegariasyexorcismosparaahogaraquellossonidoshorrendos.Unapequeñacajaconrefuerzosdehierrosaliódisparadarepentinamentehaciaarribayrodóporelsuelohastachocarconlarodilladelanciano,yuninstantedespués Antonio estaba junto a él, con el rostro tan blanco como el sebo a laparpadeante luzde la linterna,moviendo lapalacon furiosapremurapara llenar latumba de arena y guijarros, ymirando por encima del borde hasta que el agujeroestuvomedio colmado; y el sacerdote dijo que en lasmanosy la ropadeAntoniohabíamuchasangrefresca.

Había llegado al final demihistoria.Holger se terminó el vinoy se reclinó en elasiento.

—Bueno,asíqueAngelorecobróloquelepertenecía—dijo—.¿Secasóconlajovenregordetaalaquehabíaestadoprometido?

—No; la experiencia había resultado demasiado aterradora. Se marchó aSudamérica,ydesdeentoncesnosehavueltoasabernadadeél.

—Ysupongoqueelcuerpodeesapobrecriaturasigueahí—dijoHolger—.Mepreguntosiestarádeltodomuerta…

Yotambiénmelopregunto.Pero,tantosiestámuertacomosiestáviva,nosientodeseoalgunodeverla,niaunaplenaluzdeldía.Antoniotienelacabelleratangriscomoelpelodeuntejón,ydesdeaquellanochenuncahavueltoaserelmismodeantes.

www.lectulandia.com-Página93

Page 94: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

LALITERADEARRIBA

[TheUpperBerth]

CAPÍTULOI

Alguien pidió puros. Habíamos estado hablando mucho rato y la conversacióncomenzabaalanguidecer;elhumodeltabacohabíaimpregnadolaspesadascortinasyelvinohabíaembotadonuestroscerebrosdejándolosigualmentepesados;eraobvioque,amenosquealguiennossacaradenuestroletargo,lareuniónmoriríadeformanatural y nosotros, los invitados, correríamos a nuestras casas a acostarnos y, sinduda,adormir.Nadiehabíadichonadadignodemención;talvezesquenadieteníanadadignoquemencionar.JoneshabíaaportadocadadetalledesuúltimaaventuradecazaenYorkshire.ElseñorTompkins,deBoston,habíaexplicadolargoytendidolos principios empresariales cuyo debido y cuidadoso mantenimiento posibilitó alFerrocarrildeAtchison,TopekaySantaFenosóloextendersuterritorio,incrementarsu influencia en el Estado y transportar ganado sin permitir que este pereciera dehambreantesdeldíadelaentrega,sinotambiénhacercreerfalazmenteduranteañosatodosaquellospasajerosquecomprabanbilletesquelaantesmencionadaempresaerarealmentecapazdetransportarvidashumanassindestruirlas.ElsignorTombolase había empeñado en convencernos, con argumentos que no nos molestamos enrebatir, de que la unidad de su país no se parecía en absoluto al torpedo estándarmoderno, cuidadosamente planificado y construido con toda la experiencia de losarsenaleseuropeosmás importantes, sinoqueestabadiseñadopara serdirigidopormanosdébileshaciaunaregióndondesindudaexplotaría,sinservisto,nitemido,niescuchado,enunerialsinlímitesdelcaospolítico.

Noesnecesarioabundarenmásdetalles.Laconversaciónhabíaadoptadounasproporcionesquehabrían aburrido almismísimoPrometeo en su roca, quehabríaninducidoaTántaloadejardeprestar atenciónyque inclusoelpropio IxiónhabríapreferidobuscarsosiegoenlossimplesperoinstructivosdiálogosdeHerrOllendorffantes que someterse al terrible martirio de escuchar nuestra conversación.Llevábamoshoras sentadosa lamesa; estábamosaburridos, estábamoscansados,ynadiehacíaamagodemoversedesusitio.

Alguienpidiópuros.Todosmiramosinstintivamentehaciaelpedigüeño.Brisbaneera un hombre de treinta y cinco años y poseía esa clase de talentos que atraenprincipalmentelaatencióndeotroshombres.Erafuerte.Lasdimensionesexternasdesu cuerpo no parecían nada fuera de lo común a primera vista, aunque tenía untamañosuperioralde lamedia.Medíamásdemetroochentayeramoderadamenteanchodeespaldas;noparecíaestargordo,pero,porotrolado,noestabadelgadoen

www.lectulandia.com-Página94

Page 95: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

absoluto;supequeñacabezadescansabasobreuncuellogruesoyvenoso;susanchasy fuertesmanos parecían poseer una habilidad especial para romper nueces sin laayuda de un cascanueces y, si se le miraba de perfil, era inevitable percibir laextraordinariaamplituddesusmangasylainusualanchuradesupecho.Eraunodeesoshombresalosquelosdemásserefierengeneralmentecomoengañosos;esdecir,queaunqueparecía sumamente fuerte, en realidaderamuchomás fuertede loqueparecía.Sobresusrasgos,pocoesnecesariodecir.Sucabezaerapequeñaysucabelloralo, ojos azules y nariz grande; tenía un finobigote y unamandíbula prominente.TodoelmundoconoceaBrisbane,ycuandopidióunpurotodoslomiramos.

—Esalgomuypeculiar—dijoBrisbane.Todosdejamosdehablar.LavozdeBrisbanenoeramuyfuerte,peroposeía la

cualidadespecialde atravesar la conversacióngeneraly cortarla comouncuchillo.Todos escuchamos. Brisbane, tras percibir que había atraído toda la atención, seencendiósupurocongranparsimonia.

—Esalgomuypeculiar—repitió—…todoloreferidoalosfantasmas.Lagentesiemprepreguntasialguienhavistounfantasma.Bueno,yosílohevisto.

—¡Tonterías! ¿Qué me dice? ¿Usted? ¿Está seguro de lo que dice, Brisbane?¡Perobueno,unhombredesuinteligencia!

LaasombrosadeclaracióndeBrisbaneprovocóuncorodeexclamaciones.Todospidieron puros y Stubbs, el mayordomo, apareció repentinamente de lasprofundidadesdenosesabedóndeconunabotellafrescadechampánseco.Sehabíasalvadolavelada;Brisbaneibaacontarunahistoria.

Soyunviejomarino,dijoBrisbane,ycomohetenidoquecruzarelAtlánticoconbastantefrecuencia,tengomismanías.Lamayoríadeloshombrestienensusmanías.HevistoaunhombrecapazdeesperarenunbardeBroadwaydurantetrescuartosdehoraun cochede alquiler de sugusto.Nomeextrañaría que el camarerode aquellugarsacasealmenosun terciodesusalariograciasa lamaníadeesehombre.Yotengolamaníadeelegirciertosbarcoscuandomeveoobligadoacruzaresacharcade patos. Puede que eso sea un prejuicio, pero siempre me ha funcionado y hedisfrutadodeunabuenatravesía,exceptoenunaocasión.Larecuerdoperfectamente;eraunacálidamañanadejunioylosfuncionariosdeaduanas,queandabanporallíesperando aunbuqueque salía de laCuarentena, parecíanun tanto confundidosypensativos.Yonollevabamuchoequipaje…nuncallevomucho.Memezcléconlamultituddepasajeros,porteadoreseindividuosestiradosataviadosconabrigosazulesybotonesdelatón,queparecíanbrotarcomochampiñonesdelacubiertadelbuqueatracadoparaimponersusinnecesariosserviciosalospasajerosindependientes.Confrecuenciaheobservadoconciertointeréslaevoluciónespontáneadeestostipos.Noestán allí cuando llegas; y, cinco minutos después de que el capitán haya gritado«¡Zarpamos!», ellos, o al menos sus abrigos azules y sus botones de latón,desaparecen de la cubierta y la pasarela tan súbitamente como si hubieran sidoconsignados en la bodega que la tradición atribuye unánimemente al célebreDavy

www.lectulandia.com-Página95

Page 96: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

Jones[6].Peroalprincipioallíestán,reciénafeitados,consusabrigosazules,ávidosde propinas. Me apresuré a embarcar. El Kamtschatka era uno de mis buquesfavoritos.Digoqueeraporquehadejadodeserloabsolutamente.Nopuedoimaginarningunasituaciónenlaqueaceptaraembarcarmedenuevoenaquelbuque.Sí,séloquevanadecir.Lobienquesegobiernaconelvientoafavorylobienprotegidaqueestá la proa paramantener seca la cubierta, y los camarotes de la cubierta inferiortienenlamayoríaliterasdobles.Tienemuchasventajas,peronovolveréaviajarenese barco nuncamás. Disculpen la digresión. Subí a bordo. Llamé a un asistente,cuyarojanarizyaúnmásrojaspatillasmeresultabanfamiliaresporigual.

—Cientocinco,cubiertainferior—dijeconelpeculiartonoformalempleadoporloshombresquenootorganmásimportanciaacruzarelAtlánticoqueatomarseunwhiskyenelcéntricoDelmonico’s.

El asistente tomó mi baúl, mi abrigo y manta de viaje. Jamás olvidaré laexpresiónde sucara.Ynoesquepalideciera.Los santosmáseminentes sostienenqueinclusolosmilagrosnopuedenalterarelcursodelanaturaleza.Noesquedudealdecirquenopalideció,peroporsuexpresiónmeparecióqueobienestabaapuntoderomperallorar,odeestornudar,odedejarcaermibaúl,locualmepusobastantenervioso,yaqueconteníadosbotellasdeunexcelentejerezañejoquemeregalóparala travesíamiviejoamigoSnigginsonvanPickyns.Pero felizmenteel asistentenohizoningunadeestascosas.

—¡Bueno,malditasea!—dijoenvozbaja,ymecondujoalcamarote.MientrasmeconducíaalosinfiernostuvelaimpresióndequemiHermeshabía

ingeridoalgodegrog,peromeabstuvededecirnadayleseguí.El105estabaenlapopa,ababor.Nohabíanadaexcepcionalenesecamarote.Laliteradeabajo,comolamayoríadelasdelKamtschatka,eradoble.Habíamuchoespacio;habíaninstaladoel típico aparato para lavarse, colocado allí para deslumbrar a los indiosnorteamericanos con cierto toque de lujo; también estaban los habituales estantesinservibles de madera marrón en los que es más sencillo colgar un paraguas detamañograndequeuncepillodedientesnormal.Sobrelospocoatrayentescolchonesdescansabanaquellassábanascuidadosamentedobladasqueuncélebrehumoristadehoy en día ha comparadobastante acertadamente con frías galletas de alforfón.Lacuestión de las toallas quedaba totalmente a la imaginación de cada pasajero. Losdecantadoresde cristal estaban llenosdeun líquido transparente aunque sutilmentetintadodemarrón,delcualmanabaunolormenossutil,peronomásagradable,queascendía hasta las fosas nasales trayendo un distante y mareante recuerdo amaquinaria engrasada. Unas cortinillas de tristes colores cubrían parcialmente lalitera superior. La brumosa luz de junio derramaba una leve luz sobre la desoladaescena.¡Puaj!¡Cómodetestoaquelcamarote!

Elasistentedepositóallímisenseresymemirócomosidesearasalircorriendo…probablementeenbuscademáspasajerosymáspropinas.Essiempreunabuenaideaempezarconbuenpieconestosasistentes,yporellolediunascuantasmonedasen

www.lectulandia.com-Página96

Page 97: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

esemismoinstante.—Harétodoloqueestéenmimanoparaquedisfrutedeunacómodatravesía—

exclamóelhombre,mientrassemetíalasmonedasenelbolsillo.Sinembargo,pudedistinguiruntonovacilanteensuvozquemesorprendió.Probablementesustarifashabíansubidoynoestabamuysatisfechoconmipropina,peroenaquelmomentomeinclinéapensarque,comoélmismolohubieraexpresado,yaleibabiencon«tenerpara una copa». Sin embargo,me equivoqué y cometí una injusticia con el pobrehombre.

CAPÍTULOII

No sucedió nada digno de mención aquel día. Abandonamos el muelle a la horaestablecidaylanavegaciónresultódelomásagradable;hacíauncalorsofocanteyelmovimiento del buque producía una brisa refrescante. Todos sabemos cómo es elprimer día en el mar. La gente pasea por las cubiertas mirándose unos a otros, yocasionalmenteseencuentranconconocidosquenosabíanqueestuvieranabordo.Siempresurgelatípicainseguridadsobresilacomidaserábuena,malaomediocre,hasta que las dos primeras comidas despejan toda duda; también surge la típicainseguridadsobreelclima,hastaqueelbarcoestá losuficientementecercadeFireIsland. Al principio las mesas están abarrotadas de gente, y luego se vacían derepente. Personas lívidas comienzan a levantarse rápidamente de sus asientos y aabalanzarsehacialapuerta,yloslobosdemarpuedenentoncesrespirarconmayorlibertadmientras sus vecinosmareados se alejan de su lado, dejándoles suficienteespacioparaapoyarloscodosyuncontrolabsolutosobrelamostaza.

LastravesíasporelAtlánticosonmuyparecidasunasaotrasylosquecruzamoselcharcoamenudonorealizamoselviajeporafándevivirnuevasexperiencias.Lasballenas y los icebergs son siempre objeto de interés, pero, después de todo, unaballenaesmuyparecidaacualquierotraballena,ypocasvecessepuedencontemplarlosicebergsdecerca.Paralamayoríadenosotroselmomentomásplacenterodeldíaabordodeuntransatlánticollegacuandorealizamosnuestroúltimoturnoencubierta,fumamosnuestroúltimopuroylogramoscansarnuestroscuerposysentirnoslibresparairnosadormirconlaconciencialimpia.Laprimeranochedeaquellatravesíamesentíaparticularmenteperezosoymedirigíalcamarote105bastanteprontoparaloque acostumbro. Cuando fui a acostarme me quedé atónito al ver que tenía uncompañerodecamarote.Habíaunbaúlmuyparecidoalmíoenelrincónopuesto,ysobre la litera superiorhabíandepositadounamantadeviajepulcramentedoblada,juntoaunbastónyunparaguas.Habíacontadoconestarsoloymellevéunagrandecepción, pero también se despertó enmí la curiosidad por saber quién seríamicompañero,yporellodecidíecharleunvistazo.

www.lectulandia.com-Página97

Page 98: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

Nohabíapasadomuchotiempodesdequemeacostaraenmiliteracuandoentróenelcamarote.Porlopocoquepudedistinguir,viquesetratabadeunhombrealto,muy delgado, muy pálido, con cabello y patillas trigueñas y ojos de un colorindefinido.Manaba de él un aire de una ambigua elegancia, o esome pareció enaquelmomento.EraeltipodehombrequesepuedeverenWallStreetyqueunonoacierta a explicar de formaprecisa qué está haciendo allí…el tipo de hombre quefrecuenta el Café Anglais, que siempre parece estar solo y que bebe champán;podrían encontrárselo en unas carreras de caballos, pero tampoco parecería estarhaciendonadaallí.Ataviadodeformauntantorecargada…untantoestrafalaria.Haysiempretresocuatropersonajesdeestetipoenuntransatlántico.Decidíentoncesnofomentar nuestra relación y me dispuse a dormir con el propósito de estudiar sushábitosyasípoderevitarlo.Siselevantabapronto,yomelevantaríatarde;siseibaadormirtarde,yoiríaadormirpronto.Noteníaningúndeseodeconocerle.Unavezqueconocesagentedeestetipo,siempreacabanimponiéndotesupresencia.¡Pobretipo!Nohabríasidonecesariopormipartetomartantasdecisionessobreél,porquenuncamásvolvíaverledespuésdeesaprimeranocheenelcamarote105.

Dormíaprofundamentecuandomedespertóunruidoinesperado.Ajuzgarporelsonido,micompañerodecamarotedebiódebajardeunsaltodelaliterasuperioralsuelo.Leescuchétrastearconelpicaporteyelcerrojodelapuerta,lacualseabriócasiinmediatamente,yluegoescuchésuspisadasalejándoseatodavelocidadporelpasillotrasdejarlapuertaabierta.Elbarcosebalanceabalevementeypenséqueleoiríatambalearseocaer,peroelhombrecontinuócorriendocomosilefueralavidaenello.Lapuertagolpeteabasobresusbisagrasconelbalanceodelbuqueyelsonidocomenzóamolestarme.Melevantéylacerré,yregreséatientasamiliteraenmediodelaoscuridad.Volvíadormirme,peronotengoniideadedurantecuántotiempo.

Cuando me desperté todavía estaba bastante oscuro; sentí una desagradablesensacióndefríoypercibíbastantehumedadenelaire.Yaconocenesepeculiarolordeuncamarotequesehamojadoconaguademar.Metapé tanbiencomopudeyvolvíaquedarmedormido,enumerandolasquejasqueibaapresentaraldíasiguientey seleccionando los epítetosmás contundentes de la lengua inglesa. Escuché amicompañero de camarote revolverse en la litera de arriba. Pensé que probablementehubiera regresado mientras yo dormía. En una ocasión me pareció oírle gruñir ysupuse que se sentíamareado. Estos sonidos resultan especialmente desagradablescuandouno se encuentradebajode ellos.Sin embargo,volví adormirmehasta losprimerosalbores.

El barco se balanceaba con fuerza,muchomás que la noche anterior, y la luzgrisácea que penetraba por la portilla cambiaba de tonalidad con cada balanceo,dependiendo del ángulo del barco que al escorarse dirigía el cristal hacia elmar ohaciaelcielo.Hacíamuchofrío…inexplicableparaunmesdejunio.Girélacabezay miré por la portilla y, para mi sorpresa, vi que esta estaba totalmente abierta yenganchadaa lapared.Creoquemaldijeenvozalta.Luegome levantéy lacerré.

www.lectulandia.com-Página98

Page 99: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

Cuandomedi lavueltaechéunvistazoa la literadearriba.Lascortinillasestabanechadas totalmente; probablemente mi compañero también sintió frío. Pensé quehabía dormido ya lo suficiente. El camarote resultaba incómodo, aunqueextrañamente ya no percibía ese olor a humedad queme había estadomolestandodurante la noche. Mi compañero de camarote todavía dormía… una excelenteoportunidadparaevitarlo,asíquemevestírápidamenteysalíacubierta.Eraundíacaluroso y nublado ymanaba del agua un ligero aroma aceitoso.Eran las siete enpunto cuando salí a cubierta…muchomás tardede loquehabíapensado.Allímeencontréconelmédico,queestabadisfrutandodelprimerairefrescodelamañana.EraunhombrejovenprocedentedeloestedeIrlanda…untipoenorme,concabellonegro y ojos azules, y ya con cierta tendencia a engordar; tenía un aire dedespreocupaciónysaludqueresultababastanteatractivo.

—Hermosamañana—comentéamododeintroducción.—Bueno—respondióél,mirándomedereojoconexpresióndeinterés—,esuna

hermosa mañana y no es una hermosa mañana. No creo que sea una mañanaespecialmentebuena.

—Bueno,no…noestanbuena—repliqué.—Esloqueyollamaríauntiempofeo—continuóelmédico.—Hizo mucho frío ayer noche, o eso me pareció—apostillé—. Sin embargo,

cuando eché un vistazo a la portilla vi que estaba totalmente abierta. No habíareparadoenellocuandomeacosté.Yelcamaroteademásestabahúmedo.

—¡Húmedo!—exclamó—.¿Dóndeestáalojado?—Enelcientocinco…Paramisorpresaelmédicosesobresaltóvisiblemente,ymemiró.—¿Quéocurre?—pregunté.—Oh…nada—respondió—.Es sólo que todo elmundo se ha quejado de ese

camarotedurantelastresúltimastravesías.—Yovoyaquejarmetambién—afirmé—.Nohasidoaireadolosuficiente.¡Es

unavergüenza!—Nocreoquepuedaremediarse—respondióeldoctor—.Creoquehayalgo…

bueno,noesasuntomíoirasustandoalpasaje.—Notemapormí—respondí—.Puedosoportarcualquiercantidaddehumedad.

Simeresfrío,siemprepuedoacudirausted.Ofrecíunpuroaldoctor,quelotomóyexaminóconexpresióngrave.—Noessólolahumedad—afirmó—.Sinembargo,meatrevoadecirqueusted

podrásobrellevarlomuybien.¿Tienecompañerodecamarote?—Sí, un tipo endiablado que sale corriendo enmedio de la noche y se deja la

puertaabierta.Denuevo,elmédicomemiróconextrañeza.Luegoencendióelpuroyadoptóun

semblanteserio.—¿Haregresado?—mepreguntófinalmente.

www.lectulandia.com-Página99

Page 100: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

—Sí.Estabadormido,peromedespertéyleoímoverseensulitera.Luegosentífríoyvolvíadormirme.Estamañanaencontrélaportillaabierta.

—Mire—dijoenvozbajaelmédico—,medaigualestebarco.Nomeimportauncominosureputación.Lediréloqueharemos.Yoestoyinstaladoenuncamarotebastanteamplioaquíarriba.Locompartiréconusted,aunquenoleconozcadenada.

Me sorprendió mucho su propuesta. No era capaz de comprender por qué derepentehabía tomado tal interéspormibienestar.Sinembargo, suactitudmientrashablabadelbarcomeparecióuntantopeculiar.

—Es muy amable, doctor —dije—. Pero, de verdad, sigo creyendo que elcamaroteaúnpuedeseraireadoapropiadamente,olimpiado,oloquesea.¿Porquéledaigualestebarco?

—En nuestra profesión no somos gentes supersticiosas, señor —respondió elmédico—, pero el mar nos hace serlo. No querría crearle ningún prejuicio, y noquieroasustarle,perosisabeloqueleconvieneseinstalaráaquí.Prefieroesoaverletirarsedecabezapor laborda—añadióconfranqueza—,comoséque lopreferiríaustedocualquierotrohombrequefueraadormirenel105.

—¡Diosbendito!¿Porqué?—pregunté.—Puesporqueenlastresúltimastravesíaslaspersonasquehandormidoallíse

hantiradoporlaborda—respondiócongravedad.Conocer esta información me resultó aterrador y, debo confesar, sumamente

desagradable.Miréfijamentealmédicoparaversimeestabatomandoelpelo,perosuexpresióneratotalmenteseria.Leagradecíefusivamentesuoferta,peroledijequetenía intenciónde ser laexcepcióna la reglapor lacual todoaquelquedormíaenaquel camarote concreto saltaba por la borda. Él no dijomuchomás, pero parecíamáspreocupadoquenuncaydejócaerque,antesdequeacabaselatravesía,quizásdeberíareconsiderarsuoferta.Unpocodespuésnosdirigimosadesayunar,momentoenelquesólounapequeñapartede lospasajeroshacíaactodepresencia.Observéque dos oficiales que desayunaron con nosotros parecían preocupados. Trasdesayunar,me dirigí ami camarote para coger un libro.Las cortinillas de la literasuperiorestaban totalmentecerradas.Noseoíaniunsolo ruido.Micompañerodeliteraprobablementeaúnestaríadurmiendo.

Cuandosalímeencontréconelasistentequedebíaocuparsedemibienestar.Mesusurró que el capitán deseaba verme, y luego se escabulló por el pasillo como sidesearaevitarcualquierpreguntapormiparte.Medirigíalcamarotedelcapitányloencontréesperándome.

—Señor—dijo—,megustaríapedirleunfavor.Lerespondíqueharíacualquiercosaporcomplacerle.—Sucompañerodecamarotehadesaparecido—dijo—.Sinembargo, sabemos

queentróallíayernoche.¿Notóalgoraroensucomportamiento?Lapregunta,queveníaaconfirmarexactamentelostemoresqueelmédicohabía

expresadotansólomediahoraantes,medejópasmado.

www.lectulandia.com-Página100

Page 101: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

—Nomeestarádiciendoquesehatiradoporlaborda—dije.—Esonostememos—respondióelcapitán.—Quéextrañoestodoesto…—comencéadecir.—¿Porqué?—respondió.—Porqueeselcuartohombre,¿no?—expliqué.Respondiendootrapreguntadelcapitán,leexpliquésinmencionaralmédicoque

habíaescuchadoalgúnrumorsobrelahistoriadelcamarote105.Élparecióenojarsemuchoalsaberqueyolaconocía.Lecontéloquehabíaocurridodurantelanoche.

—Lo que usted cuenta —replicó— coincide casi exactamente con lo que mecontaronloscompañerosdecamarotededosdelosotrostreshombres.Saltarondesuliteraycorrieronporelpasillo.Dosdeellosfueronvistosporelvigíalanzándoseporlaborda;paramosyarriamoslosbotessalvavidas,peronopudimosdarconellos.Sinembargo,nadieoyóovioalhombrequeperdimosayernoche…siesquerealmentelohemosperdido.Elasistentedelsobrecargo,untipountantosupersticioso,ytalvezllevadopor la convicción de que algo iba a suceder, fue a buscarlo estamañana yencontrósuliteravacía,perosusropastodavíaestabanallítiradas,talcomolashabíadejado.Eseasistenteeselúnicohombredetodalatripulaciónqueloconocedevista,y ha estado buscándolo por todos los rincones. ¡Ha desaparecido! Bueno, señor,permítameque le rueguequenomencioneestehechoaningúnpasajero;noquieroqueelbarcoadquieramalareputación,ynadaesmásdifícildeborrarenlahojadeserviciosdeuntransatlánticoqueunhistorialdesuicidios.Puedeelegirinstalarseenelcamarotedeoficialesdesuelección,incluyendoelmíopropio,paraelrestodelatravesía.¿Lepareceuntratojusto?

—Muyjusto—respondí—,yseloagradezcodecorazón.Peroyaqueestoysoloy tengouncamaroteamidisposición,preferiríanomoverme.Sielasistentepuederecoger las pertenencias del desafortunado caballero, prefiero permanecer dondeestoy.Nodirénadasobreesteasunto,ycreoquepuedoprometerlequenoseguirélasuertedemicompañerodecamarote.

Elcapitánintentódisuadirmedemisintenciones,peropreferíateneruncamaroteparamísoloquecompartirunoconalgúnoficialencubierta.Nosésiactuédeformatemeraria,perosihubieraseguidosusconsejosyanotendríanadamásquecontarles.Habría podido relatar la desagradable coincidencia de varios suicidios de hombresquecompartieronelmismocamarote,peroesohubierasidotodo.

Pero ese no era el final del asunto, de ninguna manera. Empecinado, tomé laresolucióndequenodebíadejarmeinfluenciarporesashistoriase incluso lleguéadiscutir sobreestacuestiónconelcapitán.Habíaalgoque fallabaenesecamarote,afirmé.Habíademasiadahumedad.Laportillasequedóabiertalanocheanterior.Micompañero de camarote probablemente ya embarcó enfermo y tal vez entró en unestadodedeliriodespuésdeacostarse.Talveztodavíaestuvieraescondidoenalgúnrincónabordo,yquizásloencontráramosmástarde.Ellugardebíaseraireadoyelpasador de la portilla reparado. Si el capitán me daba su permiso, yo mismo me

www.lectulandia.com-Página101

Page 102: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

aseguraríadequesehicieralonecesariodeformainmediata.—Porsupuesto,ustedtienederechoaquedarsedondequiera—replicócontono

malhumorado—,peropreferiríaquesalieradeallíymepermitieracerrarese lugarparasiempreyacabarconesto.

Yo no compartía ese punto de vista y abandoné el camarote del capitán trasprometerle que mantendría total silencio en relación a la desaparición de micompañero.Éstenoteníaconocidosabordo,ynofueechadoenfaltaelrestodeldía.Porlanochevolvíaencontrarmeconelmédicoymepreguntósihabíacambiadodeidea.Ledijequeno.

—Puesprontolohará—dijoconuntonograve.

CAPÍTULOIII

Pasamoslaveladajugandoalwhist,asíquetardéenirmealacama.Deboconfesarahoraqueme invadióunadesagradablesensacióncuandoentréenelcamarote.Nopodíadejardepensarenaquelhombrealtoquehabíavistolanocheanterior,yqueahora estaba muerto, ahogado, empujado a la deriva por las fuertes corrientes, adoscientas o trescientas millas por la popa. Me imaginé vívidamente su rostromientrasme desvestía, y a punto estuve de descorrer las cortinillas de la litera dearribaparaconvencermeamímismodequerealmentenoestaba.Tambiéncerréelpestillodelapuertadelcamarote.Derepente,medicuentadequelaportillaestabaabiertaylacerré.Eramásdeloquepodíasoportar.Mepuseapresuradamentelabatay salí a buscar a Robert, el asistente de mi travesía. Recuerdo que estaba muyenfadadoycuando loencontré learrastrébruscamentehasta lapuertadel105y loempujéhacialaportillaabierta.

—¿Quédemoniospretende,rufián,aldejaresaportillaabiertatodaslasnoches?¿No sabe que va contra las normas? ¿No sabe que si el barco se escora y el aguacomienzaaentrar,nisiquieradiezhombreslograríancerrarla?¡Voyapresentarunaquejaalcapitáncontrausted,gusanovil,porponerenpeligroelbarco!

Estaba demasiado furioso. El hombre temblaba y se puso blanco, y luegocomenzó a cerrar el cristal redondo y ajustar los pesados tiradores redondos debronce.

—¿Porquénomeresponde?—dijeconbrusquedad.—Cálmese, señor —titubeó Robert—, no hay nadie en este barco que pueda

mantenerestaportillacerradadurantelanoche.Puedeintentarloustedmismo,señor.Yonovoyaembarcarenestebuquenuncamás,nolovoyahacer,noseñor.Perosiyo fuera usted, saldría pitando de aquí y me iría a dormir con el médico, o concualquierotro,esoesloqueharía.Mire,¿estáasílosuficientementecerradaahora,ono,señor?Intenteabrirla,señor,nopodrámoverlaniunmilímetro.

www.lectulandia.com-Página102

Page 103: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

Probéaabrirlaportillaydescubríqueestabaperfectamenteencajada.—Bien,señor—continuóRobertcontonotriunfal—,mejuegomireputaciónde

asistente de sobrecargo a que en media hora volverá a estar abierta; y, además,enganchadaa lapared, señor…¡Esoes lomáshorriblede todo…enganchadaa lapared!

Examinéelenormetornilloylatuercaquelosujetaba.—Siencuentrolaportillaabiertaporlanoche,Robert,ledaréunsoberano.Noes

posiblequeocurra.Yapuedemarcharse.—¿Un soberano ha dicho, señor?Muy bien, señor. Buenas noches, señor.Que

descansebienydisfrutedetodaclasedesueñosencantadores,señor.Robert se escapó rápidamente, encantado de quedar liberado. Por supuesto, lo

primeroquepenséesqueelasistenteintentabajustificarsunegligenciacontandounaestúpida historia con la que tan sólo pretendía asustarme, y no le creí. Laconsecuenciadetodoellofuequefinalmenteélconsiguiósusoberanoyyopaséunanocheespecialmentedesagradable.

Meacostéycincominutosdespuésdeenrollarmeen las sábanas, el inexorableRobert apagó la luz que ardía tras el panel de vidrio esmerilado cerca del suelo yjunto a la puerta. Me quedé tumbado en la oscuridad totalmente en silenciointentando dormirme, pero pronto descubrí que iba a ser imposible. Me habíaproducidocierta satisfacción liberarmi furiaconelasistente,yeseentretenimientohabíalogradoquemeolvidaradeaquelladesagradablesensaciónqueexperimentéenun primer momento cuando recordé al hombre ahogado que había sido micompañero.Peroyanoteníasueñoymequedédespiertoduranteunrato,observandoocasionalmentelaportilla,queapenasalcanzabaaverdesdemiposición,yqueenlaoscuridad parecía un plato sopero flotando en un fondo negro. Calculo que debípermanecerallítumbadoduranteunahoray,segúnrecuerdo,estabaapuntodecaerdormidocuandomedespertóunaráfagadeairefríoynotéclaramentelaespumadelmar sobre mi rostro. Me levanté de un salto olvidándome en la oscuridad delbalanceodelbarco,y fui lanzadoviolentamentealotro ladodelcamarote, sobreelsofá situado bajo la portilla. Sin embargo, me recuperé inmediatamente y mearrodillé. ¡La portilla estaba otra vez totalmente abierta y el cristal sujetado en elganchodelapared!

En ese momento todas aquellas historias se transformaron en hechos. Estabatotalmentedespiertocuandomelevanté,ysindudamehabríadespertadoporlacaídade haber estado durmiendo. Además, tenía grandes cardenales en los codos y lasrodillas,ylosmoratonesseguíanahíaldíasiguienteparadarfedelhecho,encasodeque yomismo lo dudase.La portilla estaba totalmente abierta y enganchada…eraalgotanincomprensiblequerecuerdoperfectamentehabersentidoasombromásqueterrorcuandolodescubrí.Cerréinmediatamentelaventanayatornilléeltiradorcontodasmis fuerzas.El camarote estabamuyoscuro.Calculéque la portilla sehabíaabiertoenmenosdeunahoradesdequeRobertlacerraraenmipresencia,ydecidí

www.lectulandia.com-Página103

Page 104: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

observarlaparaversiseabríadenuevo.Esostiradoresredondosdebroncesonmuypesadosynosonfácilesdemover;nopodíacreerquetodalapiezahubierapodidogirar por el traqueteo del tornillo. Me quedé mirando por el grueso cristal laspinceladas en ocasiones blancas y en ocasiones grises del mar espumoso quebrotabandebajodelcascodelbarco.Debípermanecerallídepieuncuartodehora.

De repente, mientras seguía allí, escuché claramente que algo se movía a misespaldas en una de las literas, y un segundo después, mientras me girabainstintivamenteparamirar—aunque,porsupuesto,nopodíavernadaenlaoscuridad—,escuchéungemidomuydébil.Diunsaltoalotroextremodelcamaroteydescorrílascortinillasdelaliterasuperiorparalanzaracontinuaciónmismanosycomprobarsihabíaalguienallí.Habíaalguien.

Recuerdoquelasensaciónquetuvealextenderlasmanoshaciadelantefuecomosi estuviera zambulléndome en el aire de un sótanohúmedo, y desde detrás de lascortinillasmellegóunaráfagadeairequeolíaterriblementeaaguademarestancada.Logréagarraralgoqueteníalaformadeunbrazodehombre,peroeratersoyestabahúmedo y gélidamente frío. Súbitamente, mientras retrocedía, la criatura saltóviolentamentehaciadelanteenmidirección;unamolerezumanteyresbaladiza,oesome pareció, pesada y mojada, y sin embargo dotada de alguna clase de fuerzasobrenatural.Corrítambaleanteporelcamaroteyenunsegundolapuertaseabrióylacriaturasalióatodavelocidad.Notuvetiemposiquieradeasustarme,merecuperéde inmediato y me abalancé hacia la puerta para dar caza a esa cosa lo másrápidamentequepude,perofuedemasiadotarde.Aunosdiezmetrospordelantedemípudever—estoy segurodeque lovi—una sombraoscuraque semovía en lapenumbra del pasillo, tan rápido como la sombra de un caballo tirando de uncarromatojuntoaunafarolaenunanocheoscura.Perodesaparecióenunsegundoymeencontréagarradoa lapulidabarandillaque recorríaelmamparode lacubiertainferior,dondeelpasillogirabahacialasescalerillas.Semeerizóelcabello,yfríasgotas de sudor cayeron por mi rostro. No me avergüenza reconocerlo: me sentíatotalmenteaterrado.

Sinembargo,dudédemissentidosylogrésobreponerme.Eraabsurdo,pensé.Elrarebitgalésquehabíacenadonomehabíasentadonadabien.Debíadetratarsedeuna pesadilla.Regresé ami camarote y tuve que hacer un esfuerzo para entrar. Ellugarolíaaaguademarestancada,aligualquecuandomedespertélanocheanterior.Tuve que armarme de valor para volver a entrar y revolví a tientas entre algunascosasenbuscadeunacajadevelas.Mientrasencendíaun farolde ferroviarioquesiempre llevabaconmigoen casodequequisiera leerdespuésdeque apagaran lasluces generales, observé que la portilla estaba abierta de nuevo, y una especie dehorrorreptantecomenzóainvadirme,unhorrorquejamáshabíasentidoantesyquenoqueríavolverasentir.Peroteníaunaluzyprocedíaexaminarla literasuperior,esperandoencontrarlaempapadadeaguademar.

Peronofueasí.Lacamahabíasidoutilizadayelolordemareraintenso,perolas

www.lectulandia.com-Página104

Page 105: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

sábanas estaban tan secas como el ojo de un tuerto. Supuse que Robert no habíatenidoel corajedehacer lacamadespuésdelaccidentede lapasadanoche…todohabíasidounahorriblepesadilla.Corrílascortinillastantocomopudeyexaminéelcamarote con atención. Estaba totalmente seco. Pero la portilla estaba abierta denuevo.Conunaespeciededesconciertohorrorizado,lacerréyvolvíaenroscarla,y,trasmaniobrarconmipesadobastón,paséesteatravésdeltiradorredondodebronceylogréatrancarelmarcodelcristalcongranesfuerzo,hastaqueelgruesometaldeltiradorcomenzóacombarseporlapresión.Entoncescolguéelfaroldelecturaenelrespaldo de terciopelo rojo del sofá yme senté para recuperar la calma, si es quepodía.Mequedéallísentadotodalanoche,incapazdepensaren…incapazdepensaren nada. Pero la portilla permaneció cerrada, y no pensé ni por un segundo quepudieraabrirsedenuevosinqueseempleasebastantefuerza.

Por fin llegó lamañanaymevestí lentamente, reflexionandosobre todo loquehabíaocurridodurantelanoche.Eraundíahermosoysubíacubierta,felizdesalirydisfrutar de los primeros rayos puros de sol y oler la frescura del agua azul, tandistinta al desagradable olor estancado de mi camarote. De manera instintiva medirigíapopa,haciaelcamarotedelmédico.Yallíestabaél,conunapipaenlabocaydisfrutandodelairemañanero,exactamentecomoeldíaanterior.

—Buenosdías—dijoconvozqueda,peroconunaevidentemiradadecuriosidad.—Doctor,teníatodalarazón—dije—.Hayalgoextrañoeneselugar.—Sabía que cambiaría de opinión —respondió con un tono de triunfo—. Ha

pasadounamalanoche,¿verdad?¿Quierequeleprepareunreconstituyente?Tengounarecetaestupenda.

—No,gracias—exclamé—,perosímegustaríacontarleloqueocurrió.Y a continuación intenté explicar tan claramente como me fue posible lo que

ocurrióexactamente,sinomitirquemehabíaasustadocomojamásmehabíaasustadoentodamivida.Medetuvesobretodoenelfenómenodelaportilla,queeraunhechoqueyopodíaatestiguar,inclusoaunquetodolodemáshubierasidounespejismo.Lacerréendosocasionesesanoche,ylasegundavez,dehecho,combélapiezadelatónaltrabarlaconmibastón.Creoqueinsistíbastanteenestepunto.

—Parece asumir que yo probablemente dude de la historia —dijo el médicosonriendomientrasledabatodotipodedescripcionessobreelestadodelaportilla—.Nodudodeellaenabsoluto.Levuelvoahacermioferta.Traigasusenseresaquíyocupelamitaddemicamarote.

—Vengaustedyocupe lamitaddelmíounanoche—dije—.Ayúdemea llegarhastaelfondodeestemisterio.

—Será usted el que llegue al fondo de otro lugar si lo intenta—respondió elmédico.

—¿Qué?—pregunté.—Elfondodelmar.Voyaabandonarestebarco.Noesprudente.—Entonces,¿novaaayudarmeaaveriguar…?

www.lectulandia.com-Página105

Page 106: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

—Yono—dijoelmédico,rápidamente—.Esmidebermantenermealerta…ynoperdereltiempoconfantasmasyesetipodecosas.

—¿Piensa realmente que se trata de un fantasma?—inquirí con incredulidad.Pero al preguntar recordé perfectamente la terrible sensación sobrenatural que mehabíainvadidodurantelanoche.Elmédicosegirósúbitamentehaciamí.

—¿Tienealgunaexplicaciónrazonablequeofrecersobreestascosas?—preguntó—.No,nolatiene.Bueno,usteddicequeencontraráunaexplicación.Yyoledigoquenolohará,señor,simplementeporquenolahay.

—Peromiestimadoseñor—repliqué—,¿meestádiciendousted,unhombredeciencia,quetalessucesosnopuedenserexplicados?

—Esoesloqueledigo—respondióresueltamente—.Ysipuedenserexplicados,nomeinteresalaexplicación.

Nodeseabapasarotranochemása solasenelcamarotey, sinembargo,estabaobcecadoconllegaralaraízdelasperturbacionesquehabíaobservado.Nocreoquehayamuchoshombresdispuestosadormirallíasolas,traspasardosnochescomolasque yo había pasado. Pero al final me decidí a volver a intentarlo, aunque noconsiguieraquealguienhicieraguardiaconmigo.Elmédicoobviamenteseoponíaarealizar dicho experimento. Dijo que era médico de primeros auxilios, por lo quedebíaestardisponibleencasodequetuvieralugaralgúnaccidenteabordo.Nopodíapermitirsenotenerlosnerviostemplados.Talveztuvierarazón,peroyomeinclinabaa pensar que su cautela era más bien debida a sus recelos. Tras preguntarle, meinformó de que no había nadie a bordo que estuviera dispuesto a unirse a misinvestigaciones, demodoque conversamosunpocomásymedespedí de él.Algomás tarde visité al capitán y le conté mi historia. Le dije que, si nadie estabadispuestoapasarunanocheconmigo,lerogabaquedejaselaluzencendidatodalanoche,yquelointentaríayosolo.

—Escuche—dijoél—,lediréloqueharé.Voyacompartirlaguardiaconustedyveremos qué ocurre.Creo que podemos averiguarlo entre los dos. Puede que hayaalgún polizonte a bordo que intenta conseguir pasaje asustando a los pasajeros.Esposiblequehayaalgoraroenlacarpinteríadeesecamarote.

Sugeríquemeacompañaraelcarpinterodelbarcoyexaminaraelcamarote,ymecomplacióenormementelaofertadelcapitándepasarlanochedeguardiaconmigo.Asípues,elcapitánllamóalcarpinteroparaquebajaraconmigoehicieraloqueseleordenase.Bajamosdeinmediato.Previamentemehabíaocupadoderecogertodaslassábanasdelaliteradearribayexaminamosellugarexhaustivamenteparacomprobarsi había algún tablón suelto en algún rincón, o un panel que pudiera ser abierto oempujadodesdeelexterior.Comprobamos los tablonespor todos lados, tambiénelsuelo, desenroscamos las sujeciones de la litera inferior y la desmontamoscompletamente…enresumen,noquedóniunsolomilímetrocuadradodelcamarotesinserexaminadoocomprobado,lodoestabaenperfectoestadoyvolvimosaponertodoensulugar.Cuandoyaestábamosacabandoeltrabajo,Robertseasomóporla

www.lectulandia.com-Página106

Page 107: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

puertaymiródentro.—¿Y bien, señor… han encontrado algo, señor? —preguntó con una horrible

mueca.—Teníarazónsobrelaportilla,Robert—dije,yledielsoberanoprometido.El carpintero realizó su trabajo en silencioy congranhabilidad, siguiendomis

instrucciones.Cuandohuboacabadodetrabajarhabló.—Yo soy un hombre humilde, señor —dijo—, pero creo que será mejor que

saquetodassuscosasdeaquíymepermitasellarconmediadocenadetornillosdecuatro pulgadas la puerta de este camarote. Jamás ha pasado nada bueno en estecuarto,señor,yesoes loúnicoquesepuedehacer.Yasehanperdidocuatrovidasaquí, por lo que recuerdo, y en tan sólo cuatro travesías. Será mejor que desista,señor…¡mejorquedesista!

—Lointentaréunasolanochemás—repliqué.—Serámejorquenolointente,señor…¡muchomejor,señor!Esunasuntomuy

feo—repitióelcarpintero, luegoterminódeguardar lasherramientasensubolsayabandonóelcamarote.

Peromiestadodeánimohabíamejoradoconsiderablementeantelaposibilidaddecontar con la compañía del capitán, y ya había tomado la firme decisión de nodejarme amedrentar aunque intentaran convencermede no llegar hasta el fondo deesteextrañoasunto.Meabstuvedecomerrarebitsgalesesybebergrogesanoche,ytampocomeuníalhabitual juegodewhist.Queríaasegurarmede tener losnerviostempladosymipropiavanidadmeproducíaciertaansiedadporquedarbienantelosojosdelcapitán.

CAPÍTULOIV

El capitán era uno de esos especímenes espléndidamente curtidos y joviales quepueblanelcolectivohumanodelmaryquemuestranunamezcladecoraje,fuerzadevoluntad y tranquilidad ante las dificultades que los encumbra de forma natural aaltas posiciones de confianza.No era de la clase de hombres que se amilanan porchismorreos,yelsolohechodequeestuvieradispuestoaunirseami investigaciónerasuficientepruebadequecreíaqueocurríaalgorealmentegravequenopodíaserexplicadomedianteteoríasordinarias,nimenospreciadocomomerassupersticiones.Además,hastaciertopuntosureputaciónestabaenjuego,asícomolareputacióndelbarco.Noesunacosabaladíirperdiendopasajerosporlaborda,ylosabía.

Esanoche,sobrelasdiezenpunto,mientrasfumabamiúltimopuro,seacercóamíymeapartódelpasodeotrospasajerosquepaseabanporlacubiertaenlacálidaoscuridad.

—Ésteesunasuntoserio,señorBrisbane—dijo—.Debemosdecidirunauotra

www.lectulandia.com-Página107

Page 108: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

cosa:o llevarnosunadecepciónynovernada,opasarunmal trago.Comove,nopuedopermitirmeobviar esteproblema,y lepediría, si es tan amable, que firmaseunadeclaracióndeconsentimiento.Sinoocurrenadaestanoche,lointentaremosdenuevomañanaypasadomañana.¿Estápreparado?

Marchamosabajoynosdirigimosalcamarote.AlentrarpudeveraRobert,queestaba de pie al fondo del pasillo, observándonos con su habitualmueca, como siestuviera segurodequealgo terrible estabaapuntode suceder.El capitáncerró lapuertaconllave.

—Siponemossumaletadelantedelapuerta—sugirió—,unodenosotrospuedesentarseallí.Deestemodonadaninadiepodrásalir.¿Estálaportillabiencerrada?

Laencontrécomolahabíadejadoporlamañana.Enefecto,sinusarunapalanca,comohabíahechoyo,nadiehubierapodidoabrirla.Descorrílascortinillasdelaliterasuperiorparaexaminarbienlasuperficie.Siguiendolosconsejosdelcapitán,encendíelfaroldelecturaylocoloquéparaqueiluminaralassábanasblancasdelaliteradearriba.Insistióensentarseélenmimaleta,argumentandoquedeseabapoderdeclararqueélmismohabíaestadosentadoguardandolapuerta.

Luegomepidióqueinspeccionaseelcamarotecondetenimiento,unaoperaciónquenorequeríamuchotiempo,yaquetansóloconsistíaenmirardebajodelaliterainferiorybajoelsofá,queasuvezestababajolaportilla.Todoslosrinconesestabanvacíos.

—Esimposiblequeentreningúnserhumano—afirmé—,oqueunserhumanoabralaportilla.

—Muybien—respondióelcapitánconcalma—.Sivemosalgoahora,debeserobienunainvencióndenuestrasmentesoalgosobrenatural.

Mesentéenelbordedelaliteradeabajo.—Laprimeravezqueocurrió—explicóelcapitán,mientrascruzabalaspiernasy

apoyabalaespaldacontralapuerta—fueenelmesdemarzo.Elpasajeroquedormíaaquí,enlaliteradearriba,resultóserundemente…encualquiercaso,serumoreabaque ya embarcó loco y que había comprado el pasaje sin el conocimiento de susamistades.Saliócorriendodelcamaroteenmediodelanocheyselanzóporlabordaantesdequeeloficialdeguardiatuvieratiempodedetenerlo.Detuvimoselbarcoyarriamosunbote;eraunanochetranquila, justoantesdequellegaraelmaltiempo,pero no pudimos dar con él. Por supuesto, el suicidio se atribuyó más tarde a suenfermedadmental.

—Supongoqueesoocurreconfrecuencia—repliquédistraídamente.—Noesfrecuente…no—dijoelcapitán—;nuncaanteshabíapasadoenlosaños

quetengodeprofesión,aunqueheoídoqueocurreabordodeotrosbarcos.Bueno,como decía, ocurrió en marzo. En la siguiente travesía… ¿Qué está mirando?—preguntóinterrumpiendobruscamentesunarración.

Creo que no le respondí nada. Mis ojos estaban clavados en la portilla. Meparecíaqueeltiradorredondodebronceestabacomenzandoagirarmuylentamente

www.lectulandia.com-Página108

Page 109: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

alrededordeltornillo…perotanlentamentequenoestabasegurodesisemovíaono.Lo miré con atención, fijando su posición en mi mente e intentando averiguar siexperimentaba algún cambio. Siguiendo la trayectoria de mi mirada, el capitántambiénloobservó.

—¡Se mueve! —exclamó con un tono de total convencimiento—. No, no semueve—añadióunminutomástarde.

—Sise tratarade lavibracióndel tornillo—dije—,sehabríaabiertoduranteeldía, pero esta noche lo encontré tan fuertemente atornillado como lo dejé estemañana.

Melevantéyprobéeltirador.Nohabíaduda,sehabíaaflojadoyconunpequeñoesfuerzopudegirarloconmismanos.

—Loextraño—comentóelcapitán—esqueelsegundohombrequeperdimossesuponeque saliópor esamismaportilla.Fueuna situación terrible; enmitadde lanoche ymientras el viento arreciaba; saltó la alarma que indicaba que una de lasportillas estaba abierta y que el agua estaba entrando.Bajé y encontré el camarotetotalmenteinundado;elaguaentrabaaraudalescadavezqueelbarcosebalanceabaytodoelmarcodelaportilla,nosólolaventanacentral,oscilabapendiendotansólode los tornillos superiores. Bueno, logramos cerrarla, pero el agua causó algunosdaños.Desdeentoncesellugarhueleaaguademardevezencuando.Llegamosalaconclusióndequeelpasajerosehabíalanzadoporlaportilla,aunquesóloelSeñorsabecómopudohacerlo.Elasistentedelsobrecargonoparadedecirmequenopuedemantener nada cerrado en este lugar. Caramba… puedo olerlo ahora. ¿Lo hueleusted?—preguntó,olisqueandoelairecongestodesospecha.

—Sí…muyclaramente—dije,ymeestremecímientrasesemismooloraaguademar estancada iba llenando el camarote—. Bueno, para oler así tendría que haberhumedadesenelcamarote—continué—y,sinembargo,cuandoloheinspeccionadoconelcarpinteroestamañanaestabatotalmenteseco.Essumamenteextraordinario…¡Peroqué…!

Mi farol de lectura, que estaba situado sobre la litera superior, se apagó derepente. Todavía entraba mucha luz por el panel de vidrio esmerilado junto a lapuerta,porelcualsefiltrabalaluzdeemergencia.Elbarcosemecíaconfuerzaylacortinilladelaliteradearribaondeóhaciafuerainvadiendoelcamaroteparaluegovolverasuposición.Melevantérápidamentedelbordedelacamayenesemismoinstante el capitán se puso en pie de un brinco dejando escapar una fuerteexclamacióndesorpresa.Mehabíadadolavueltaconlaintencióndebajarelfarolpara examinarlo, y fue entonces cuando escuché su exclamación e inmediatamentedespuéssugritodeauxilio.Saltéhaciaél.Estabasujetandocontodassusfuerzaseltiradorredondodelaportilla.Parecíagirarapesardelapresiónqueejercíaconsusmanos.Agarrémibastón,unapesadavaraderoblequesolíallevarsiempreconmigoyloclavéatravésdeltiradorredondocontodasmisfuerzas.Perolamaderasepartióbruscamenteymecaísobreelsofá.Cuandomelevantélaportillaestabaabiertade

www.lectulandia.com-Página109

Page 110: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

parenparyelcapitánestabatotalmenteerguidoconlaespaldapegadaalapuertayelrostroyloslabioslívidos.

—¡Hayalgoenesalitera!—gritóconunavozextrañayconojosdesorbitadosapuntodesalirsedesuscuencas—.Sujetelapuertamientrasechounvistazo…¡Sealoqueseanosenosvaaescapar!

Peroenvezdeocuparsulugarjuntoalapuerta,meimpulséapoyandolospiesenelbordedelaliteradeabajoyatrapéalgoqueyacíaenlaliterasuperior.

Era algo espectral, indescriptiblementehorrible, y se revolvió entremismanos.Eracomoelcuerpodeunhombreahogadohacemuchotiempoyque,sinembargo,semovíayteníalafuerzadediezhombresvivos.Sujetéfirmementeycontodasmisfuerzasaquellacosaresbaladiza,rezumanteyespantosa,ysusblancosojosmuertosparecíanmirarmedesdeelmásallá;manabadeélaquelolornauseabundoaaguademarcorruptaysubrillantecabellocolgabaenasquerososmechoneshúmedossobresu rostromuerto. Luché con aquel ser sin vida; se abalanzó haciamí,me empujóhaciaatrásyapuntoestuvoderompermelosbrazos;despuésmerodeóelcuelloconsusbrazosdemuertovivientehastaacabarcontodamiresistencia.Dejéescaparunfuertegrito,caíalsueloysoltéalacriatura.

Alcaerdelalitera,lacosasaltóporencimademíyparecióecharseencimadelcapitán. Cuando vi a este de pie por última vez estaba pálido y con un rictus deseriedad dibujado en la boca. Tuve la impresión de que el capitán golpeabaviolentamente al ser muerto y luego él también cayó al suelo boca abajo, con unincoherentealaridodehorror.

La criatura se detuvo un instante, y parecía flotar sobre el cuerpo postrado delcapitán…Yohabríagritadounavezmásporpuroterror,peroyanomequedabavoz.Lacriaturadesaparecióderepente,y todavíaconmissentidos trastornadoscreíverqueescapabaatravésdelaportillaabierta,aunqueconsiderandoelescasoespaciodelaaberturanocreoquehayanadiecapazdeexplicarlo.Mequedéenelsueloduranteunlargoratoyelcapitányacíajuntoamí.Porfinrecuperéparcialmentemissentidosymemoví, e inmediatamente supeque teníaelbrazo roto…elpequeñohuesodelantebrazoizquierdocercadelamuñeca.

Dealgunamaneralogréponermeenpie,yconlamanobuenaintentélevantaralcapitán.Éstegruñóy semovió, y finalmente recobró el sentido.No estabaherido,peroparecíamuyaturdido.

Bueno,¿quierenoíralgomás?Yanohaynadamás.Eseeselfindemihistoria.Elcarpinterollevóacabosuproyectodesellarlapuertadelcamarote105conmediadocena de tornillos, y si en alguna ocasión embarcan en elKamtschatka, puedenintentarsolicitarunaliteraenesecamarote.Lesinformarándequeyaestáocupada…sí…estáocupadaporesacosamuerta.

Acabélatravesíaenelcamarotedelmédico.Mecuróelbrazorotoymeaconsejó«no trastear con fantasmasy ese tipode cosasnuncamás».El capitánpermanecióduranteelrestodelatravesíamuysilenciosoyjamásvolvióacapitanearesebarco,

www.lectulandia.com-Página110

Page 111: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

aunque el buque todavía navega. Y yo tampoco volveré a navegar en él. Fue unaexperiencia sumamentedesagradable, y yoquedéprofundamente aterrorizado, algoque no me gusta. Eso es todo. Así es como vi un fantasma… si es que era unfantasma.Encualquiercaso,estabamuerto.

www.lectulandia.com-Página111

Page 112: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

JUNTOALASAGUASDELPARAÍSO

[BytheWatersofParadise]

CAPÍTULOI

Recuerdominiñezconmuchaclaridad, aunquenocreoqueestehechodemuestreque tengo una buena memoria, porque jamás he sido muy hábil memorizandopalabras, en prosa o en rima; así que pienso que el hecho de que recuerde unossucesosdependemuchomásde lossucesosensímismosqueenqueyoposeaunahabilidad especial para recordarlos. Tal vez tengo demasiada imaginación, y misimpresiones más tempranas fueran de una clase particularmente propicia paraestimular la imaginación de forma anómala. Sufrí una larga serie de pequeñasdesgracias, conectadas entre sí de manera que parecían apuntar a una especie deextraña fatalidad, y quedaron tan imbricadas en mi temperamento melancólicocuandoeraunniño,antesdellegaralamayoríadeedad,quesinceramentepensabaque estaba bajo el influjo de algún tipo demaldición, y no sólo yo, sino todamifamiliaytodoindividuoquellevaramisapellidos.

Nací en el mismo edificio antiguo donde mi padre, y su padre, y todos susantepasadosnacieron,desdetiemposinmemoriales.Esunacasamuyantiguayensumayorparte fueoriginalmenteuncastillo fuertemente fortificadoy rodeadoporunprofundo foso lleno de abundante agua que discurría desde las colinas por unacueductooculto.Muchasdelasfortificacioneshansidodestruidasyelfosohasidoallanado.El acueducto suministra agua a grandes fuentes que vierten en estanquesrectangularessobreterrazasajardinadasadistintosniveles,todasellasrodeadasdeunanchoempedradodemármolentreelaguayloslechosdeflores.Elexcesodeaguaescapaporunagrutaartificialdeunostreintametrosdelargo,yformaunriachueloquerecorreelparquey,másallá,por loscampos,ydesdeallíhastaeldistanterío.Los edificios habían sido ampliados y cambiaron considerablemente hace más dedoscientosaños,en tiemposdeCarlos II,perodesdeentoncespocosehabíahechoparamejorarlos, aunque semantenían enbastantebuen estado, dependiendode lasfortunasdelosherederosdeturno.

En los jardines hay terrazas y enormes setos de boj y encina, algunos de ellosanteseranpodadosconformasdeanimales,alestiloitaliano.Recuerdoquecuandoera niño solía intentar adivinar qué podría representar cada árbol, y terminaba porpreguntarleaJudith,miniñeragalesa.Ellacreíaenunaextrañamitologíapropia,ypoblabalosjardinesdegrifos,dragonesygeniosbenignosymalignos,ymellenabalacabezacontodosellos.Laventanademicuartodejuegosmeofrecíavistasalasgrandesfuentesenloaltodelestanquesuperior,ylasnochesiluminadasporlaluna

www.lectulandia.com-Página112

Page 113: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

lamujergalesamellevabahastalaventanaymeanimabaaqueobservaselanieblayelrocío;estosformabanfigurasmisteriosasquesemovíanextrañamentecomoseresvivosbajolaluzblanca.

—EslaMujerdelAgua—solíadeciry,enocasiones,cuandomenegabaairmeadormir,meamenazabadiciendoquelaMujerdelAguasedeslizaríaporelventanucoymellevaríaensusbrazosmojados.

Ellugarerasiniestro.Losanchosplatosdemármolllenosdeaguaylosarbustosaltos de encina le daban un aspecto fúnebre, y elmármolmanchado demoho delempedradojuntoalosestanquesbienpodríaprocederdelosasfunerarias.Losmurosgrises y erosionados por el tiempo y las torres exteriores, las oscuras y recargadasestanciasdel interior, losprofundosymisteriosos recovecosy laspesadascortinas,todas estas cosas ejercieron influencia en mi temperamento. Fui siempre un niñotriste y callado. Había una gran torre con reloj en lo alto que marcaba las horassombríamente durante el día y en mitad de la noche parecía tañir un toque dedifuntos. No había luz ni vida en la casa, porque mi madre era una inválidadesahuciadaymipadresehabíavueltomás taciturno trascuidarladurantemuchosaños.Eraunhombredelgadoymoreno,conojostristes;amable,pienso,perocalladoe infeliz. Después demimadre, creo que yo era lo quemás quería en el mundo,porquesedesvivíaporenseñarmecosas,yjamásolvidétodoloquemeenseñó.Talvezerasuúnicoentretenimiento,yesapodríaserlarazóndequeyonotuvieratutoraomaestrodeningúntipomientrasvivió.

Solían llevarme a ver a mi madre cada día, y en ocasiones dos veces al día,duranteunahoraencadaocasión.Enesasvisitasmesentabaenunpequeñotaburetecercadesuspies,yellamepreguntabaquéhacía,yquéqueríahacer.Meatrevoadecir que ella ya percibió la semilla de una profundamelancolía enmi naturaleza,porquesiemprememirabaconunasonrisatristedibujadaenlaboca,ymedespedíaconunbesodejandoescaparunsuspirocuandomeretirabandesupresencia.

Una noche, cuando tan sólo tenía seis años, estaba enmi habitación tumbado,aunquepermanecíaaúndespierto.Lapuertanoestabatotalmentecerradaylaniñeragalesa estaba sentada cosiendo en la habitación contigua. De repente la escuchégruñiryexclamarconunaextrañavoz:

—¡Uno…dos…uno…dos!Measusté,saltédelacamaycorríhacialapuertadescalzo.—¿Quéocurre,Judith?—exclamé,colgándomedesusfaldas.Recuerdolamiradaensusextrañosojososcuroscuandomerespondió.—¡Uno…dospesadosataúdes,hancaídodeltecho!—canturreó,balanceándose

enlasilla—.¡Uno…dos…unataúdligeroyunataúdpesado,quecaenalsuelo!Entoncesparecióadvertirmipresenciaymellevódenuevoalacamaymecantó

unaextrañayantiguacancióngalesaparaquemedurmiera.No sé cómopasó,peromeasaltó la certezadequehabíaqueridodecir quemi

padreymimadreibanamorirmuypronto.Murieronenlamismahabitacióndonde

www.lectulandia.com-Página113

Page 114: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

ella había estado sentada aquella noche. Era una habitación grande, mi salón dejuegosdedía,llenadeluzcuandoelsolbrillabayellugarmásalegredelacasaenlos días nublados.Mimadre empeoró rápidamente ymemudaron a otra parte deledificioparadejarlemásespacio.Supongoquepensaronquemisaladejuegoseraellugarmásapropiadoparaanimarla,peronosobrevivió.Estabamuyhermosacuandomurió,ylloréamargamente.

—El ligero, el ligero… el pesado todavía está por llegar—canturreó lamujergalesa.Yacertó.Mipadreocupólahabitacióntraslamuertedemimadre,ydíaadíafueadelgazandoyponiéndosemáspálidoymelancólico.

—El pesado, el pesado… todo de metal —gimió la niñera una noche dediciembre,mientraspermanecíaenpie inmóvil, justoenel instanteenelque ibaaapagarlavelatrashabermearropadoenlacama.Acontinuaciónvolvióasacarmedellecho,me envolvió enunapequeñabatayme llevó al cuartodemipadre.Llamó,peronohuborespuesta.Abriólapuertayloencontramosensumecedorafrentealasbrasasdelachimenea,muypálidoymuerto.

Así pues,mequedé solo con lamujer galesahasta que llegaronunos extraños,unos familiares a quienes nunca había visto, y luego les escuché decir que debíansacarmedeallíyllevarmeaunlugarmásalegre.Eranpersonasamablesynuncaseme pasaría por la mente pensar que lo fueron sólo porque yo iba a ser muy ricocuandomehicieramayor.Elmundonomeparecíaunmal lugarenelquevivir,nitampoco pensaba que todas las personas fueran pobres pecadores, incluso en mismomentosdemayormelancolía.Norecuerdoquenadieme tratara injustamente,nique fuera reprimido o maltratado de ninguna manera, ni tan siquiera por loscompañeros del colegio. Supongo que estaba triste por haber vivido una niñez tansombríay,mástarde,porlamalafortunaquemeseguíaentodasycadaunadelascosas queme proponía llevar a cabo, hasta el punto de que llegué a creer quemeperseguía la fatalidad,ysolía soñarque laviejaniñeragalesay laMujerdelAguahabían jurado perseguirme hasta acabar conmigo. Pero mi talante natural deberíahabersidoalegre,comohepensadoconfrecuencia.

Entreloschicosdemiedadjamásquedéenelúltimopuesto,nitansiquieraentrelos últimos, en nada, pero tampoco destaqué en nada. Si me entrenaba para unacarrera,metorcíael tobilloelmismodíaquedebíacorrer.Siremabaconotros,miremo se rompía. Si competía por algún premio, algún accidente imprevisto meimpedíaganarloenelúltimominuto.Nadaenloquemeimplicabateníaéxito,yganéfamadetenermalasuerte,hastaelpuntoquemiscompañerosllegaronapensarqueapostar contra mí era una apuesta segura, sin importar cuáles fueran las primerasapariencias. Fui volviéndome cada vez más apático y decepcionado con todas lascosas.DesistíencompetirporcualquierdistinciónenlaUniversidadymeconsolabapensando que sería capaz de aprobar los exámenes de titulación ordinaria. El díaantesdelexamencomencéasentirmeenfermoy,cuandofinalmentemerecuperétrashaberestadoalbordedelamuerte,ledilaespaldaaOxfordymemarchéavisitarel

www.lectulandia.com-Página114

Page 115: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

viejohogardondenací,débildesaludyprofundamentedisgustadoydescorazonado.Teníaveintiúnaños,eradueñodemímismoydemifortuna,peromehabíaafectadotan profundamente esta cadena de circunstancias desafortunadas que penséseriamenteenalejarmedelmundo,vivircomounermitañoymorirtanprontocomofuera posible. La muerte era la única opción alentadora en mi existencia, y mispensamientosnotardaronendarlevueltasalasunto.

Nuncahabíasentidoningúndeseoderegresaramicasadesdequemesacarondeellacuandoeraniño,ynadiemepresionójamásparaquelohiciera.Ellugarsehabíamantenido en condiciones y no parecía haber envejecido ni un ápice durante losquince años o más de mi ausencia. Nada terrenal podía afectar a aquellos viejosmurosgrisesquehabíanluchadocontraloselementosdurantetantossiglos.Eljardínlucíamássalvajedecomolorecordaba;elmármoldelempedradodelosestanquesparecíamás amarillo ymohoso que antaño, y todo el lugar parecíamás pequeño.Hastadespuésdehaberrecorridodurantevariashorastodalacasaysusalrededoresnofuiconscientedelainmensidaddelacasadondeibaavivir.Yentoncesempecéadisfrutardeello,ymidecisióndevivirensoledadsehizoaúnmásfirme.

Lasgentesdellugarsepresentaronparadarmelabienvenidaeintentéreconocerlosrostroscambiadosdelviejojardineroylaviejaamadellaves,yllamarlosporsusnombres.Amiviejaniñera la reconocíde inmediato.Sehabíavueltomás sombríadesdequeescucharacómocaíanlosataúdeshacequinceaños,perosusextrañosojoseranlosmismos,ysumiradadespertótodosmisrecuerdos.Entróenlacasaconmigo.

—¿Y cómo se encuentra laMujer delAgua?—pregunté, intentando reírme—.¿Aúnrevoloteabajolaluzdelaluna?

—Estáhambrienta—respondiólamujergalesa,envozbaja.—¿Hambrienta?Entoncesledaremosalgodecomer—reí.PerolaancianaJudithmemiróconelrostrodemudadoydemaneraextraña.—¿Darledecomer?Oh,sí…ledarásmuybuenacomida—murmuróechandola

mirada atrás hacia la vieja ama de llaves, que trotaba detrás de nosotros con pasoinseguroporlassalasylospasillos.

No leotorguémucha importanciaa suspalabras.Laviejaniñera siemprehabíahecho comentarios extraños, como suele ocurrir con lasmujeres galesas, y aunquesoyunapersonamuymelancólica,notengodudaalgunadequenosoysupersticioso,ymuchomenosuncobarde.Pero,comoenunsueñolejano,melaimaginédenuevodepieconlavelaenlamanoymurmurando:«Elpesado…tododemetal»,yluegoarrastrando a un niño pequeño por los pasillos para mostrarle a su padre muertosentado en unamecedora frente a un fuegomedio apagado.Así que recorrimos lacasayelegílasestanciasdondedeseabavivir,ylossirvientesqueviajaronconmigoordenaron todo y organizaron las tareas, y ya no tuve mayor problema. No meimportabaloquehicieran,siemprequemedejaranenpaz,ynodebíanesperaraqueyo lesdieraórdenes;mesentíamásapáticoquenuncadebidoa las secuelasdemienfermedadenlauniversidad.

www.lectulandia.com-Página115

Page 116: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

Cenéasolas,muycomplacidoporlamelancólicagrandezadelinmensoyantiguocomedor.Luegomedirigíalaestanciaquehabíaelegidocomoestudioymesentéenun mullido sofá, bajo una luz brillante, para reflexionar o para dejar que mispensamientos divagaran por sus propios laberintos caprichosos, sin importarme lomásmínimoelcursoquepudierantomar.

Losaltosventanalesdelahabitaciónseabríananiveldelsueloalaterrazamáselevada del jardín. Era finales de julio y todo estaba abierto, porque el tiempo eracálido. Mientras estaba sentado a solas escuchaba el incesante gorgoteo de lasgrandes fuentes y comencé a pensar en la Mujer del Agua. Me levanté, salí a latranquila noche abierta y me senté en la terraza, entre dos gigantescas macetasitalianas.Elaireeradeliciosamentesuaveytraíadulcesaromasdeflores;mesentíamás a gusto en el jardín que en la casa. Las personas tristes siempre se sientenatraídas por las corrientes de agua y el sonido que producen de noche, aunque nosabríadecirporqué.Mesentéyescuchéenlapenumbra;estabaoscuroalláabajoylapálidalunatodavíanohabíaasomadotraslascolinasfrenteamí,aunqueporencimaenelcieloyasereflejabansusrayosnacientes.Lentamente,elblancohalodelcielodelesteascendióenunarcosobrelascrestasdelosbosques,haciendoqueelperfildelasmontañasseoscureciera intensamenteporelcontraste,comosi lacabezadeungransantodepeloblancosealzarapordetrásdeunapantallaenunaenormecatedral,irradiandolosprimerosresplandoresdesdeabajo.Deseabaverconmispropiosojoslaluna,eintentécalcularlossegundosquefaltabanparaqueapareciera.Yentoncessealzórápidamente,yenpocossegundoscolgabaenloalto,redondayperfectaenloscielos.Laobservéyluegoalcélamiradaalaespumadelasaltasfuentes,yabajoa los estanques, donde los nenúfares se balanceaban ligeramente en su lechoaterciopeladodeaguailuminadopor la luna.Justoenese instante,ungrancisnesedeslizósilenciosamentehastaelcentrodelestanqueyenroscósulargocuello,atrapóaguaconsuanchopicoysesalpicóelplumajeconunalluviadediamantes.

Derepente,mientrasloobservaba,algoseinterpusoentremisojosylaluz.Alcélavistainmediatamente.Entremipersonayelredondodiscodelalunasealzabaelrostro iluminado de unamujer, con enormes y extraños ojos y boca femenina, delabios carnosos y suaves, pero que no sonreían; su cabeza estaba cubierta con unacapuchanegraymeobservabamientrasyoestabasentadoenmibanco.Estabacercademí…tancercaquepodríahaberla tocadoconlamano.Peroestabaparalizadoyaturdido.Lamujerpermanecióinmóvilduranteunossegundos,peronolecambiólaexpresión.Actoseguido,sealejóatodaprisaysemeerizóelcabellocuandolafríabrisaquedespidiósuvestidoblancoalmoversellegóamissienes.Laluzdelalunabrillaba atravesando la espuma de la fuente y proyectó una sombra en losresplandecientes pliegues de su vestido. Desapareció en un instante yme quedé asolas.

Aquella visión me estremeció extrañamente, y de hecho pasó bastante tiempohasta que pude ponerme en pie, pues todavía estaba débil por la enfermedad y, en

www.lectulandia.com-Página116

Page 117: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

cualquier caso, aquella visión habría conmocionado al más pintado. No razonéconmigomismo,porqueestabasegurodequehabíasidotestigodealgosobrenatural,ynielmejordelosargumentoshabríalogradoconvencermedelocontrario.Porfinlogré ponerme en pie, aunque un tanto inestable, ymiré hacia donde pensaba quehabía desaparecido la figura, pero no vi nada… nada a excepción de los anchossenderos,losaltosyoscurosarbustosdeencina,loschorrosdeaguadelasfuentesylatersasuperficiedelestanquemásabajo.Medesplomédenuevosobremiasientoyrecordéel rostroqueacababadever.Esextraño,perocuandolaprimera impresiónhubopasado,nosentíaquehubieranadaaterradorenmisrecuerdos;porelcontrario,me sentía fascinado por aquel rostro, y habría dado cualquier cosa por verlo denuevo. Podía dibujar los bellos y sobrios rasgos, los ojos oscuros rasgados y lamaravillosaboca, con total exactitudenmimente,y cuando logré reconstruir cadaunode losdetallesdememoriasupeque todoelconjuntoerabelloyquesindudaalgunaamaríaaunamujerconeserostro.

«¡MepreguntosiserálaMujerdelAgua!»,medije.Luegovolvíalevantarmeypaseéporel jardín.Descendíun tramodeescalones trasotro,bajédeuna terrazaaotra por el borde de las balsas demármol, atravesando las sombras y los rayos deluna, crucé el arroyo por el puente de madera sobre la gruta artificial y escalélentamentedenuevohasta la terrazamáselevadaporelotro lado.Elaireolíamásdulce y yo me sentía muy tranquilo, tanto que creo que sonreí para mis adentrosmientrasavanzaba,comosimehubierasidootorgadaunanuevafelicidad.Elrostrode lamujer parecía estar siempre frente amí, y al pensar en él sentía un insólitoescalofríodeplacer,distintoacualquierotracosaquehubierasentidoantes.

Me volví al llegar a la casa y observé el paisaje. Sin duda había cambiado enapenasunahoradesdequehabíasalidoaljardín,comotambiéncambiómiestadodeánimo.Típicodemisuerte,pensé.¡Meheenamoradodeunfantasma!Peroenotrostiemposhabría suspirado,ymehabría idoa la camamás tristequenunca, con tanmelancólicaconclusión.Peroaquellanochemesentífeliz,casiporprimeravezenmivida. El sombrío y viejo estudio me pareció más alegre cuando entré. Los viejoscuadros en lasparedesme sonreíanyme senté enmimullido sofá con lanuevayplacenterasensacióndequenoestabasolo.Laideadehabervistounfantasma,ydesentirmemuchomejorgraciasaello,eratanabsurdaquemereíenvozbajamientrastomabaunodeloslibrosquehabíallevadoconmigoycomencéaleer.

Aquella sensación no desapareció.Dormí tranquilamente, y por lamañana abrílasventanasparaqueentraraelairedeveranoycontempléeljardín,lasextensionesdepradoyloscoloridoslechosdeflores,alasgolondrinasquevolabanencírculosyelaguareluciente.

—¡Un hombre puede convertir este lugar en un paraíso! —exclamé—. ¡Unhombreyunamujerjuntos!

Desdeesedíaelviejocastilloyanovolvióaparecermesombrío,ycreoquedejédeestartriste;durantealgúntiempo,además,comencéatomarinterésporellugare

www.lectulandia.com-Página117

Page 118: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

intenté revivirlo.Evitéamiviejaniñeragalesa,no fueraaaguarmeelbuenhumorconalguna terribleprofecíae invocaradenuevoamiantiguoyoal recordarmemiterribleinfancia.Peroloqueprincipalmenteocupabamimenteeralafantasmagóricafiguraquehabíavistoenel jardínaquellaprimeranochetrasmillegada.Salí todaslas noches y paseé por los senderos y caminos, peropormuchoque lo intenté, novolvíateneraquellavisión.Porfin,despuésdemuchosdías,losrecuerdossefuerondebilitando y mi antigua naturaleza hosca poco a poco fue anulando aquellasensaciónfugazdeligerezaquehabíaexperimentado.Elveranodiopasoalotoñoyfui impacientándome. Comenzaron las lluvias; el cielo gris me oprimíaintolerablemente.Abandonéellugareneseestadoymefuialextranjero,decididoaintentar cualquier cosa que pudiera darme un segundo respiro en la monótonamelancolíaquesufría.

CAPÍTULOII

Lamayoríadelaspersonassesorprenderíanporlatotalnimiedaddelossucesosque,tras la muerte de mis padres, afectaron mi vida y me hicieron tan infeliz. Lasespantosas premoniciones de una niñera galesa, que sorprendentemente secumplieron por una extraña coincidencia de sucesos, no parecían ser suficientemotivo para lograr cambiar la naturaleza de un niño ymarcar su carácter duranteaños. Las pequeñas decepciones de su vida escolar, y lasmenos infantiles de unacarreraacadémicapocobrillanteysingrandeslogros,nodeberíanhaberbastadoparaconvertirmeenunzánganodeveintiúnañosdeedad,apáticoymelancólico.Ciertadebilidad de carácter podría haber contribuido en el resultado final, pero en unamayor medida se debía a mi reputación de tener mala suerte. Sin embargo, nointentaréanalizarlascausasdemiestadoanímico,porquenoconvenceríaanadie,ymenosaúnamímismo.Tampocointentaréexplicarporquésentíquemiestadodeánimo revivía trasmi aventura enel jardín.Es ciertoquemehabía enamoradodelrostro que había visto, y que deseaba verlo otra vez, y que había perdido todaesperanza de recibir una segunda visita. Entristecí como nunca,metímis cosas enmaletasyfinalmentememarchéalextranjero.Peroenmissueñosregresabaalhogary ante mis ojos aparecía siempre un día soleado y brillante, como lucía aquellamañanadeveranodespuésdehabervistoaaquellamujerjuntoalafuente.

FuiaParís.LuegoseguíviajeyvaguéporAlemania.Intentédivertirmeyfracaséestrepitosamente. Junto a los caprichos descabalados de un zángano inútil llegarontambiénlosbuenospropósitos.Undíatoméladecisióndequemeenterraríaenunauniversidadalemanaduranteuntiempoyllevaríaunavidasimplecomounestudiantepobre.ComencéaprepararmimarchaaLeipzig,decididoapermanecerallíhastaquealguna circunstancia hiciera girar el rumbo de mi vida o cambiase mi humor, o

www.lectulandia.com-Página118

Page 119: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

acabaraconmigototalmente.El trenparóenunaestacióncuyonombredesconocía.Era una tarde oscura de invierno ymiraba por el grueso cristal demi asiento.Derepente, otro tren se acercó frenando en dirección contraria y paró junto al mío;distraídamenteleílasletrasnegraspintadassobreunatablablancaquependíadeunabarradebronce:«Berlín-Colonia-París».Entoncesmiréhacialaventanilladelvagón.Me sobresalté violentamenteydemi frente comenzó amanar un sudor frío.En latenueluz,amenosdedosmetrosdedondeestabasentado,vielrostrodeunamujer,elrostroqueamaba,losrectosyfinosrasgos,losextrañosojos,lamaravillosaboca,lapálidatez.Sutocadoeraunoscuroveloqueparecíaestarenrolladoalrededordesucabeza y que pasaba sobre sus hombros y por debajo de la barbilla.Mientrasmeabalanzabaparabajarlaventanillaymearrodillabaenelasientotapizadoestirandoelcuerpo para tener una mejor perspectiva, un largo pitido retumbó en la estación,seguidodeunaserierápidadesonidossordosymetálicos;luegounligerotirónymitren comenzó a moverse. Afortunadamente la ventanilla era estrecha, pues estabasituadaalfinaldelvagón,juntoalapuertadeentrada;denohabersidoasí,creoquehabríasaltadoporellaenesemismoinstante.Enunsegundolavelocidadaumentóyfuitransportadorápidamenteenladireccióncontrariaaladelserqueamaba.

Durante un cuarto de hora me quedé echado en mi asiento, aturdido por larepentinaaparición.Unodelosotrosdospasajeros,unenormeyelegantecapitándelosCoracerosBlancos deKönigsberg, educadamente pero con firmeza sugirió quecerrasemiventana,yaquelatardeestabarefrescando.Lohice,traspedirdisculpas,ycaí en el más absoluto silencio. El tren avanzó a toda velocidad un largo rato ycuando comenzó a aminorar lamarcha antes de entrar en otra estaciónme levantéimpulsadoporunadecisiónrepentina.Cuandoelvagónparóanteelandéniluminado,tomémispertenencias,medespedídemiscompañerosdecompartimentoysalíconlafirmedeterminacióndetomarelprimerexpresoaParís.

Enestaocasión lascircunstanciasde lavisiónhabíansido tannaturalesquenotuve la impresión de que hubiera nada irreal en aquel rostro, o en aquellamujer aquienmicorazónestabayaencadenado.Nointentéexplicarmecómoeraposiblequeaquelrostro,ylamujeralaquepertenecía,pudieranestarviajandoenuntrenrápidodesdeBerlínaParísunatardedeinvierno,cuandoambosestabangrabadosdeformaindelebleenmimenteconlalunaylasfuentesdemipropiohogarenInglaterra.Deningunamanerahabríaadmitidoquemehabíaconfundidolaoscuridad,atribuyendoalamujerquehabíavistolosrasgosdemianteriorvisión,quenoexistíaenrealidad.No tenía ninguna duda y estaba totalmente seguro de que había visto otra vez elrostroamado.Novacilé,yenunaspocashorasestabaderegresoenParís.Nopodíadejar de reflexionar sobre mi mala suerte. Después de vagar tanto como lo habíahechodurantelosúltimosmeses,podríahabertenidolafortunadeviajarenlamismadirección que aquella mujer, en lugar de en la dirección contraria. Peromi suertetendríaquecambiarenunmomentouotro.

BusquéporlascallesdeParísdurantevariosdías.Cenéenlosprincipaleshoteles;

www.lectulandia.com-Página119

Page 120: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

fuialosteatros;montéencarruajeporelBoisdeBoulogneporlamañanayrecogíaunconocidoaquienobliguéapasearconmigoporlatarde.AcudíalserviciodemisaenlaMadeleine,yasistí tambiénalosdelaIglesiaAnglicana.RecorríelLouvreyNotreDame, y fui aVersalles. Pasé horas deambulando por la rue deRivoli y losalrededores del hotel Meurice, donde los extranjeros pasean constantemente de lamañana a la noche. Finalmente recibí una invitación para una recepción en laEmbajadaInglesa.Acudíyallíencontréloquetantohabíaestadobuscando.

Allí estaba, sentada junto aunaancianade rasogrisydiamantes, conel rostrosurcadodearrugasperoafableyunosvivosojosgrisesqueparecíanabsorbertodoloqueveían,peropocopropensosadarmuchoacambio.Sinembargo,apenasmefijéen la acompañante. Sólo vi el rostro que me había obsesionado durante meses y,llevadoporlaexcitacióndelmomento,avancérápidamentehacialaparejaolvidandoalgotannimiocomolanecesidaddeunapresentación.

Eramuchomásbellade loquehabíapensado,perojamásdudédequefuera lamismamujer,ynootra.Fueraonofueraunavisiónloquevienel jardín,estoerareal,ylosabía.Enlasdosocasionesanterioressucabellohabíaestadocubierto,peroahoraloveíaporfin,ysuesplendorglorificabaatodasupersona.Eraunpelolargo,fino y abundante, dorado, con unos profundos brillos rojizos como finos hilos debronce. No llevaba ningún ornamento, ni una rosa, ni una cadena de oro, y meparecióquenonecesitabanadapararealzarelesplendordeesecabello, tansólosupálidorostro,susextrañosojosnegrosysusespesascejas.Tambiénobservéqueeradelgada,perodecomplexión fuerte,yestaba sentadaallí en silencioobservando laescena en movimiento en medio de luces brillantes y el zumbido de la perpetuaconversación.

Reparéeneldetalledelapresentaciónjustoatiempoymegiréhaciaunlateralparabuscaralanfitrión.Finalmentediconél.Lesupliquéquemepresentaraalasdosdamas,señalándolasalmismotiempo.

—Sí… hum… por supuesto… hum… —respondió Su Excelencia con unaagradablesonrisa.Evidentemente,noteníaniideadecuáleraminombre,locualnoeradeextrañar.

—SoylordCairngorm—informé.—Oh… por supuesto —respondió el embajador, con la misma sonrisa

hospitalaria—.Sí…hum…elhechoesquedebointentaraveriguarprimeroquiénessonesasdamas;yasabe,haytantagente.

—Oh,simepresenta,intentaréaveriguarloyoporusted—dije,riendo.—Ah,sí…esustedmuyamable…vamos—dijomianfitrión.Nosabrimospasoentrelamultitudyenpocosminutosnosencontramosfrentea

lasdosdamas.—Permítanme que les presente a lord Cairngorm —dijo, y luego añadió

rápidamentedirigiéndoseamí—:Vendráacenarmañana,¿verdad?—mientrasseibaalejandoconunaagradablesonrisahastadesaparecerentrelamultitud.

www.lectulandia.com-Página120

Page 121: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

Mesentéjuntoalabellajoven,conscientedequelosojosdelaancianaestabanposadosenmí.

—Creoquehemos estado a puntode conocernos enotra ocasión—comenté, amododeintroducción.

Mi acompañante volvió los ojos y los clavó en los míos con expresióninterrogante.Eraobvioquenorecordabamirostro,siesqueenalgunaocasiónmehabíavisto.

—Deverdad…nolerecuerdo—respondióella,conunavozprofundaymusical—.¿Cuándo?

—En primer lugar, usted viajaba en el expreso de Berlín hace diez días. Yoviajabaendirecciónopuestaynuestrosvagonessedetuvieronelunojuntoalotro.Laviporlaventanilla.

—Sí…viajábamosenelexpreso,peronorecuerdo—dijovacilante.—En segundo lugar —continué—, yo estaba sentado a solas en mi jardín el

verano pasado… hacia finales de julio… ¿recuerda? Usted debió de entrar allímientraspaseabaporelparque;llegóhastalacasaymemiró…

—¿Erausted?—preguntó,obviamentesorprendida;acontinuación,rompióareír—.Lecontéatodoelmundoquehabíavistounfantasma;nohabíavividoallíningúnCairngorm desde tiempos inmemoriales.Nosmarchamos al día siguiente y nomeenteré de que usted se había mudado allí; en serio, ignoraba que el castillo lepertenecíaausted.

—¿Dóndeestabaalojada?—pregunté.—¿Dónde?Bueno,conmitía,dondesiempremealojo.Ellaessuvecina,yaque

esustedeldueño.—Yo… disculpe… entonces… ¿su tía es lady Bluebell? No he llegado a

conocerla…—Noseapure.Estáincreíblementesorda.Sí.Ellaeslaviudademiamadotío,el

decimosexto o decimoséptimo barón Bluebell… siempreme olvido de cuántos hahabido.Yyo…¿sabeustedquiénsoyyo?—riólajoven,totalmenteseguradequenolosabía.

—No —respondí con franqueza—. No tengo la menor idea. Pedí que mepresentaranporquelareconocí.¿Talvez…talvezseaustedlaseñoritaBluebell?

—Teniendoencuentaqueesustedunvecino, lediréquiénsoy—respondió—.No;soydelclande losBluebell,perominombreesLammas,yme informarondequefuibautizadaconelnombredeMargaret.Comose tratabadeuna familiamuyflorida,mellamabanDaisy[7].UnamericanohorribleenunaocasiónmedijoquemitíaeraunaBluebellyqueyoeraunaHarebell[8]—condoseles—porquemicabelloeramuyabundante.Seloadviertoparaqueasíeviteunjuegodepalabrastanmalo.

—¿Tengo aspecto de ser un hombre que haga juegos de palabras?—pregunté,demasiadoconscientedemirostromelancólicoyaspectotriste.

LaseñoritaLammasmeobservócondetenimiento.

www.lectulandia.com-Página121

Page 122: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

—No, usted parece tener un temperamento más bien triste. Creo que puedoconfiarenusted—respondió—.¿CreequepodríainformaramitíadequeesustedunCairngormyvecinonuestro?Estoyseguradequelegustarásaberlo.

Meinclinéhacialaanciana,inflandoalmáximolospulmonesydispuestoagritar.PerolaseñoritaLammasmedetuvo.

—Esono leservirádenada—afirmó—.Puedeescribirloenun trozodepapel.Estátotalmentesorda.

—Tengo un lápiz—respondí—, pero no tengo papel. ¿Servirá el puño de micamisa?¿Quépiensa?

—¡Oh, sí! —respondió la señorita Lammas entusiasmada—. Los hombres lohacenconfrecuencia.

Escribíenmipuño:«LaseñoritaLammasdeseaqueleinformedequesoyvecinode ustedes, Cairngorm». Luego extendí el brazo bajo la nariz de la anciana. Ellaparecíatotalmenteacostumbradaaesteprotocolo,sepusolasgafas,leyólaspalabras,sonrió, asintió y se dirigió a mí con aquella voz del más allá tan común en laspersonasquenooyennada.

—Conocíasuabuelomuybien—dijo.Luegosonrióyvolvióaasentir,ytambiénasusobrina,yretornóasusilencio.

—Nopasanada—comentólaseñoritaLammas—.LatíaBluebellsabequeestásorda y no habla mucho, como el loro. Se ve que conoció a su abuelo. ¡Quéextraordinarioqueseamosvecinos!¿Cómoesquenuncaantesnoshabíamosvisto?

—Simehubieradichoqueconocíaamiabuelocuandoaparecióeneljardín,nomehabríasorprendidoenabsoluto—respondírestándoleimportancia—.Realmentelleguéapensarqueustederaelfantasmadelaantiguafuente.¿Cómoterminóallíaesahora?

—Éramos un grupo bastante numeroso y salimos a dar un paseo. Luegopensamosqueseríabuenaideavercómoseveíansusjardinesalaluzdelaluna,ypor eso entramos sin autorización. Me alejé del resto y me topé con ustedaccidentalmente,justomientrasadmirabalaaparienciafantasmagóricadesuhogaryme preguntaba si alguien volvería a vivir allí alguna vez. Se parece al castillo deMacbeth,oaunescenariodeópera.¿Conoceaalguiendeaquí?

—Apenasanadie.¿Yusted?—No.LatíaBluebelldijoqueeranuestrodeberasistir.Paraellaescómodosalir;

notienequesoportarlacargadelaconversación.—Sientoqueloconsidereunacarga—dije—.¿Deseaquemevaya?La señorita Lammasmemiró con una repentina seriedad en sus bellos ojos y

percibíunaespeciededudaenlaslíneasdesuscarnososysuaveslabios.—No—se limitó a decir finalmente—, no se marche. Puede que lleguemos a

gustarnossisequedaunpocomásdetiempo…ydeberíamoshacerloporquesomosvecinosenlacomarca.

Supongo que debería haber notado que la señorita Lammas era una joven

www.lectulandia.com-Página122

Page 123: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

realmenteextraña.Sinduda, seestableceunaespeciedehermandadentrepersonasquedescubrenquevivencercayquedeberíanhaberseconocidoantes.Peropercibíuna inesperada franqueza y simplicidad en la actitud divertida de la joven que acualquier otra persona le hubiera parecido singular, como mínimo. A mí, sinembargo,meresultódelomásnatural.Habíasoñadoconsurostrodemasiadotiempocomoparanoestarplenamentefelizcuandoporfinlaencontréypudehablarconellatodo loqueme apeteció.Paramí, unhombre con tanmala suerte en todo, aquellavelada era algo demasiado bueno para ser cierto. Sentí de nuevo esa extrañasensacióndeligerezaqueexperimentédespuésdehabercontempladosurostroeneljardín.Lasestanciasgrandesparecíanmásiluminadas,lavidavalíamáslapenaservivida;misangre,anteslentaymelancólica,corríaahoramásrápidopormisvenasyme llenaba de una nueva sensación de fortaleza.Me dije amímismo que sin esamujer era un ser imperfecto, que con ella podría lograr cualquier cosa que mepropusiera. Como el gran Doctor, cuando pensó que por fin había engañado aMefistófeles,podríahabercelebradoavivavozlafugacidaddelmomento,Verweiledochdubistsoschön![9]

—¿Estáustedsiemprealegre?—preguntésúbitamente—.¡Quéfelizdebedeser!—A veces los días se hacen muy largos si me siento triste —respondió

pensativamente—.Sí,creoquelavidameparecemuyagradable,siselodigoaella.—¿Cómopuede«decirlealavida»nada?—preguntéintrigado—.Siyopudiera

atraparmividayhablarconella,lamaldeciríasincesar,selopuedoasegurar.—Vaya,tieneusteduntemperamentomelancólico.Deberíapasarmástiempoal

aire libre, cosechar patatas, recoger heno, disparar, cazar, meterse por acequias yregresaracasallenodebarroyconganasdecenar.Leiríamuchomejorqueandarlamentándoseensutorreenrocada,odiándolotodo.

—Aquelesunlugarmuysolitario—murmuréamododeexcusa,altiempoquesentíaquelaseñoritaLammasteníatodalarazón.

—Entoncescáseseydiscutaconsuesposa—rió—.Cualquiercosaesmejorqueestarsolo.

—Soyunapersonamuypacífica.Jamásdiscutoconnadie.Puedeintentarlo.Veráqueestotalmenteimposible.

—¿Medejaráintentarlo?—mepreguntó,aúnsonriendo.—Sindudaalguna…especialmentesisetratatansólodealgopreliminar—dije

precipitadamente.—¿Aquéserefiere?—preguntólajovenvolviéndoserápidamentehaciamí.—Oh… nada. Podría estar tanteando mis puntos débiles con la intención de

discutirenelfuturo.Nosécómovaalograrlo.Tendráquerecurriralinsultorápidoydirecto.

—No.Sólolediréquesinolegustasuvida,esculpadeusted.¿Cómopuedeunhombrede suedadhablarde lamelancolía,ode lavacuidadde la existencia? ¿Esustedtuberculoso?¿Padecealgunademenciahereditaria?¿Estáustedsordo,comola

www.lectulandia.com-Página123

Page 124: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

tíaBluebell?¿Esustedpobre,como…muchagenteloes?¿Hasufridoundesengañoamoroso? ¿Ha perdido su mundo por una mujer, o ha perdido una mujer por sumundo? ¿Es usted débil mental, o lisiado, o un proscrito? ¿Acaso es ustedrepulsivamentefeo?—volvióareírse—.¿Existealgunarazónporlaquenodebieradisfrutardetodoloquetieneenvida?

—No. No existe razón alguna, a excepción de que soy terriblementedesafortunado,especialmenteencosaspequeñas.

—Entoncesinténteloconcosasgrandes,paravariar—sugiriólaseñoritaLammas—.Intentecasarse,porejemplo,ymireaverquéocurre.

—Sisalieramal,seríabastantegrave.—Ni la mitad de grave que supone andar odiando todas las cosas de manera

irracional.Si el insultoes su talentoparticular, insulte algoquedeba ser insultado.Insultea losConservadores…oa losLiberales…no importaacuálde losdos,yaque entre ellos mismos siempre se andan insultando. Haga que otras personas leconmuevan. Le gustará, aunque ellas no se sientan conmovidas por usted. Así seconvertiráenunhombre.Lléneselabocadepiedrasyaúllealmar,sinosabehacernadamás.ADemóstenes le ayudómucho, ya sabe.Tendrá la satisfacción de estarimitandoaungranhombre.

—Enserio, señoritaLammas,creoque la listade inocentesprácticasqueustedmepropone…

—Estábien…sinoleinteresaesaclasedecosas,interéseseporotras.Interéseseporalgo,odetestealgo.Noseaindolente.Lavidaescortay,aunqueelarteseamáslargo,hacermuchoruidosurteelmismoefecto.

—Símeinteresaalgo…quierodecir,alguien—dije.—¿Unamujer?Entonces,cáseseconella.Nolodude.—Nosésiellaquierecasarseconmigo—respondí—.Nuncaselohepedido.—Entonces pídaselo de inmediato —respondió la señorita Lammas—. Moriré

feliz si sé que he logrado convencer a una persona melancólica de que entre enacción. Pídaselo, cueste lo que cueste, y compruebe qué dice. Si no le acepta deinmediato,puedequeleaceptelapróximavez.Mientrastanto,ustedyahabrátomadoposicionesenlacarrera.Sipierde,siempreestála«carreraparatodaslasedades»yla«carreradeconsolación».

—Yunmontón de derrotas por elmismoprecio. ¿Mepermite entonces que letomelapalabra,señoritaLammas?

—Esoespero—respondió.—Ya que ha sido usted misma quien me lo ha aconsejado, lo haré. Señorita

Lammas,¿meharíaelgranhonordecasarseconmigo?Porprimeravezenmividalasangremesubióalacabezaymivisiónsenubló.

Noséporquélodije.Seríainútilintentarexplicarlaextraordinariafascinaciónquelajoven ejercía sobremí, o la todavíamás extraordinaria sensación de intimidadquehabía ido en aumento durante aquella media hora. A pesar de haber sido un ser

www.lectulandia.com-Página124

Page 125: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

solitario, triste y desafortunado toda mi vida, sin duda alguna no era cobarde, nisiquieratímido.Peropedirmatrimonioaunamujerdespuésdemediahoradehaberlaconocido era una locuraque jamáspenséque sería capazde cometer, y que jamásvolveríaasercapazdecometersimehallaraenlamismasituación.Eracomositodomiserhubierasidotransformadoenuninstantemágico…porlamagiablancadesunaturalezaalentrarencontactoconlamía.Lasangrevolvióabajarhaciaelcorazóny unos segundosmás tardeme sorprendí observándola con ojos ansiosos. Paramigransorpresa,ellasemostrabamáscalmadaquenunca,perosuhermosabocasonreíaysedivisabaunbrillojuguetónensusojoscastaños.

—Melomerezco—respondió—.Paraserunindividuoquepretendeserapáticoytristenolefaltasentidodelhumor.Noteníani lamásmínimaideadeloqueibaadecir. ¿No sería una situación especialmente incómoda para usted si yo le hubierarespondido «Sí»? Nunca antes había visto a nadie que comenzara a practicar contantaagudezaloqueseleacabadeenseñar…¡Sinperderniunsegundo!

—Probablemente nunca antes haya conocido a un hombre que ha soñado conusteddurantesietemesesantesdeserpresentados.

—No,nuncaantesmeocurrió—respondió la joven jovialmente—.Tieneciertosaborcillo romántico.Talvez seaustedunpersonaje románticodespuésde todo.Yeso es lo que pensaría si le creyera.Muybien; ya veo que ha tomado en seriomiconsejo,entróenla«carreradelaextraña»ylahaperdido.Intentela«carreraparatodaslasedades».Tieneotropuñodecamisayunlápiz.OfrézcalematrimonioalatíaBluebell;seguroquesepondráabailardelasorpresa,ypuedequehastaselibredesusordera.

CAPÍTULOIII

YasíescomolepedíporprimeravezalaseñoritaLammasquefueramiesposa,ydarélarazónacualquieraquedigaquemecomportécomounverdaderoidiota.Peronomearrepientodeelloyjamásmearrepentiré.Haceyamuchotiempocomprendíque aquella noche perdí la cabeza, pero creo que mi locura transitoria en aquellaocasión ha tenido la virtud de hacerme un hombre más cuerdo desde entonces.Escuchar a esta maravillosa criatura, que en mi imaginación era una heroínaromántica,sinotrágica,hablandodistendidamenteyriendocivilizadamenteeramásde lo quemi cordura podía soportar y perdí la cabeza, así comomi corazón. PerocuandoregreséaInglaterraenprimaveramedirigíalcastilloparaorganizarciertosasuntos…ciertoscambiosymejorasqueibanaserabsolutamentenecesarios.Habíaganado la carrera en la que entré a competir tan precipitadamente, e íbamos acasarnosenjunio.

No podría decir si el cambio fue debido a las instrucciones que había dado al

www.lectulandia.com-Página125

Page 126: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

jardineroyalrestodesirvientes,oamipropioestadomental.Entodocaso,elviejoedificio no me pareció el mismo cuando abrí la ventana de mi cuarto la primeramañanadespuésdemillegada.Allíestabanlosmurosgrisesmásbajosylastorretasgrises que flanqueaban el enorme edificio; estaban las fuentes, los empedrados demármol, las pilas demármol pulido, los altos arbustos de boj, los nenúfares y loscisnes,exactamentecomoantes.Perohabíaalgomásallí…algoenelaire,enelaguay en el verdor que no reconocía… una luz que cubría todas las cosas y lastransformaba. El reloj de la torre marcó las siete y el repiqueteo de la antiguacampanasonabaatoquenupcial.Elairevibrabaconlosagudostrinosdelospájaros,conlamúsicacristalinadelgorgoteodelaguaylosacordesmássuavesdelashojasagitadasporelfrescovientodelamañana.Sepercibíaunolorahenoreciéncortadoprocedentedelospradoslejanos,yarosasenflordeloslechosdefloresalláabajo,quesemezclabanyllegabanhastamiventana.Mequedéenpiebajolaprístinaluzdelsolyaspiréelaireytodoslossonidosyoloresquecontenía,ymiréabajohaciaeljardín y dije: «Después de todo, sí es el Paraíso.Creo que los hombres de antañotenían razón cuando describían elCielo como un jardín y el Edén como un jardínhabitadoporunhombreyunamujer,elParaísoTerrenal».

Me volví, preguntándome qué habría ocurrido con todos aquellos recuerdossombríosquesiemprehabíaasociadoamihogar. Intenté recordar la impresiónquemecausó la horrible profecíade la niñera antes de lamuerte demispadres…unaimpresión que hasta el presente había permanecido bastante vivida en mi mente.Intentéacordarmedemímismo,demiabatimiento,miapatía,mimalasuerteymispequeñasdecepciones.Meempeñéconahíncoenpensarcomopensabaantes,aunquesólofueraparaconvencermedequenohabíaperdidomipropiaindividualidad.Peronosirvierondenadatalesesfuerzos.Eraunhombredistinto,unserincapazdesentirtristezaopesaromelancolía.Mividahabíasidounsueño,nounapesadilla,perosíun sueño infinitamente sombrío y desesperanzado.Ahora era una realidad llena deesperanza,alegríay todaclasedebondades.Mihogarhabíasidocomouna tumba;hoy era el Paraíso. Mi corazón antes parecía inexistente; hoy latía con fuerza yjuventud, y con la certeza de una felicidad alcanzada. Gozaba con la belleza delmundoycontemplabalabellezadelfuturoparadisfrutarloantesdequeeltiempolotrajeraamí,comounjineteenlasllanurasquemiralasmontañasenlalejaníayyasaboreaelairefríoentreelpolvodelacarretera.

Aquí,pensé,viviremosyviviremosduranteaños.Por las tardesnossentaremosallí, junto a la fuente y bajo la intensa luz de la luna. Pasearemos juntos por esossenderos.Enaquellosbancosdescansaremosyhablaremos.Entreaquellascolinasaleste cabalgaremos a través del suave crepúsculo, y en la antigua casa contaremoshistorias las noches de invierno, cuando los troncos ardan con fuertes llamasy losacebos estén maduros, y el viejo reloj dé las campanadas despidiendo el año quemuere.Enestosviejosescalones,enestososcurospasillosyestanciasseñoriales,seescucharáalgúndíaelsonidodepequeñaspisadascorreteandoylarisadelosniños

www.lectulandia.com-Página126

Page 127: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

resonaráen lasbóvedasdelantiguosalón.Esaspequeñaspisadasnoserán lentasytristes como lo fueron lasmías, ni lasvoces aniñadas tendránque expresarse entresusurrostemerosos.Ningunasombríamujergalesapoblarálosrinconesoscurosconextraños horrores, ni pronunciará terribles profecías de muerte y otras cosasespantosas.Todoseránuevo,fresco,alegreyfeliz;burlaremosalaviejamalasuerteyolvidaremosquealgunavezhubotristeza.

Así reflexionaba mientras miraba por la ventana aquella mañana, y durantemuchas otras mañanas posteriores, y cada día todo parecía más real que antes ymuchomáscercano.PerolaviejaniñeramemirabaconreceloymurmurabaextrañosdichossobrelaMujerdelAgua.Pocomepreocupabaloquedijera,estabademasiadofeliz.

Porfinseacercabaelmomentode laboda.LadyBluebelly todoelclande losBluebell, como los llamaba Margaret, estaban ya alojados en Bluebell Grange,porque habíamos decidido casarnos en el campo e inmediatamente después irdirectamente al castillo. No nos apetecía viajar, y tampoco deseábamos unaceremoniamultitudinariaenlaIglesiadeStGeorgeenHanoverSquare,contodaslasaburridasformalidadesposteriores.YosolíadesplazarmealaGrangetodoslosdías,yconmuchafrecuenciaMargaretacudíaconsutíayalgunosprimosalcastillo.YonoteníamuchaconfianzaenmispropiosgustosysentíalivioaldelegarenMargaretlasupervisióndeloscambiosymejorasdenuestrohogar.

ÍbamosacasarnoseltreintadejulioydurantelanochedelveintiochoMargaretmevisitóconalgunosmiembrosde losBluebell.Bajoelprolongadocrepúsculodeveranosalimosaljardín.DeformainstintivalosinvitadospermitieronqueMargaretyyonosquedáramosasolasparahablardenuestrosasuntosypaseamosjuntoalaspilasdemármol.

—Esunaextrañacoincidencia—dije—;fueestamismanochehaceexactamenteunañocuandoteviporprimeravez.

—Teniendo en cuenta que estamos en el mes de julio —respondió Margaret,riendo—,yquehemosestadoviniendoaquícasitodoslosdías,nocreoqueseaunacoincidenciatanextraordinariadespuésdetodo.

—No,querida—respondí—,supongoqueno.Noséporquéhepensadoenello.Muyprobablementeestemosaquídentrodeunañoapartirdehoy,yunañodespués.Lo extraño, cuandopienso en ello, es que tú vayas a estar aquí.Peromi suerte hacambiado.Nodeberíapensarquepuedasucedernadaextrañoahoraquetetengo.Sindudaalguna,todosaldrábien.

—NotounligerocambiodeideasdesdetusorprendenteactuaciónenParís—dijoMargaret—. ¿Sabes una cosa? Pensé que eras el hombre más extraordinario quejamáshubieraconocido.

—Yo pensé que eras la mujer más encantadora que jamás hubiera visto. Einstintivamente sentí que no quería perdermás tiempo en frivolidades. Te tomé lapalabray seguí tuconsejo, tepedíque tecasarasconmigoyesteeselmaravilloso

www.lectulandia.com-Página127

Page 128: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

resultado…¿quéocurre?Margarethabíapegadounrepentinorespingoysumanoseaferróamibrazo.Una

ancianaseacercabaporelcaminoyseencontrabayamuycercadenosotroscuandoadvertimos su presencia, pues la luna ya estaba en lo alto y brillaba directamentesobrenuestrosrostros.Lamujerresultósermiviejaniñera.

—EssólolaancianaJudith,querida…notemas—dije;acontinuación,medirigíalamujergalesa—:¿Quéhaceporaquí,Judith?¿HaestadoalimentandoalaMujerdelAgua?

—Ah,sí…cuandoelrelojdélahora,Willie…miseñor,quierodecir—murmurólaanciana,mientrasseechabaaunladoparadejarnospasaryclavabasusextrañosojosenlacaradeMargaret.

—¿Quéquieredecir?—preguntóMargaretcuandonosalejamos.—Nada,cariño.Laviejaestáunpocoloca,peroesunabuenamujer.Continuamos paseando en silencio durante unosminutos y llegamos al puente

rústicoquecruzabalagrutaartificialporlaquediscurríaelaguahaciaelparque,unacorrienteoscurayveloz,atravésdelestrechocanal.Paramosynosapoyamosenlabarandilla de madera. La luna estaba ahora a nuestras espaldas y brillabadirectamente sobre la amplia vista de las pilas demármol y los enormesmuros ytorresdelcastillomásarriba.

—¡Quéorgullosodebesde estar por poseer un lugar tanmagníficoy con tantahistoria!—comentóMargaretenvozbaja.

—Estuyoahora,cariño—respondí—.Tieneselmismoderechoaamarlocomoyo…peroyosóloloamoporquetúvasaviviraquí,querida.

Deslizósumanoylaposósobrelamía,yambospermanecimosensilencio.Justoeneseinstanteelrelojcomenzóasonarlejosenlatorre.Contétrestoques…ocho…nueve… diez… once… miré mi reloj… doce… trece… reí. La campana seguíatocando.

—Elviejorelojsehavueltoloco,comoJudith—exclamé.Y continuó tañendo. Resonabamonótonamente nota tras nota, rasgando el aire

calmado. Nos asomamos por la barandilla ymiramos instintivamente hacia dondeprocedía el sonido. Y siguió sonando una y otra vez. Conté casi cien, por puracuriosidad,porquepenséquedebíahaberserotoalgunapiezayelmecanismoestabasincontrol.

Derepenteseoyóuncrujidodemaderarota,ungritoyunfuertechapoteoenelagua,ymeencontréasolas,colgandodelextremorotodelabarandilladelpuentedemadera.

Nocreoquevacilaraniunsegundoencuantomicorazónvolvióalatir.Saltédelpuente hacia las oscuras aguas turbulentas, buceé hasta el fondo, salí otra vez a lasuperficiecon lasmanosvacías,megiréynadéa favorde lacorriente,atravesé lagrutaentrelaespesaoscuridad,hundiéndomeybuceandoacadabrazada,megolpeélacabezaylasmanoscontrapiedrasescarpadasysalientesafiladoshastaqueagarré

www.lectulandia.com-Página128

Page 129: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

algoentremisdedosyloarrastréalasuperficiecontodasmisfuerzas.Hablé,gritéatodopulmón,peronohuborespuesta.Estabasoloen lacompletaoscuridadconmicarga,ylacasaestabaaunosquinientosmetrosdeallí.Aúnbraceando,sentíelsuelobajomispies,viunrayodeluna…lagrutaseensanchóyelcanalsetransformóenunanchoarroyopocoprofundo;avancéatrompiconessobrelaspiedrasyfinalmentelogrédepositarelcuerpodeMargaretenlariberaalotroladodelparque.

—¡Ay,Willie,mientras sonabael reloj!—oídecir a Judith, laniñeragalesa, altiempoque se inclinabaymirabael rostro lívido.Laancianadebiódar lavueltayseguirnos,vioelaccidenteysalióporlaentradainferiordeljardín—.¡Ay!—gimió—,hasalimentadoalaMujerdelAguaestanoche,Willie,mientraselrelojtocabalashoras.

Yoapenas laoíamientraspermanecíade rodillas juntoal cuerposinvidade lamujera laqueamaba, frotando lashúmedas sienesblancasymirandoaterradosusojos abiertos de par en par. Tan sólo recuerdo la primeramirada tras recuperar laconsciencia, la primera exhalación profunda, el primer movimiento de aquellasmanosqueridasquesealargabanhaciamí.

Podránpensarquenoesunagranhistoria.Eslahistoriademivida.Esoestodo.Nopretendesernadamás.LaviejaJudithdicequemisuertehacambiadodesdeesanochedeverano,cuandoluchéenelaguaporsalvartodoloquehacíaquemividamereciera lapena.Unmesmás tardeyahabía sidoconstruidounpuentedepiedrasobrelagruta;Margaretyyoestuvimosjuntossobreélycontemplamosdesdeallíelcastillo iluminadopor la luna, comohicimos la primeravez, y comohemoshechomuchasvecesdesdeentonces.Yesquetodosesossucesostuvieronlugarhacediezveranos,yestaesladécimaNochebuenaquepasamosjuntosfrentealfuegovivodelviejosalónhablandodelosviejos tiempos,ycadanuevoañohaymáscosasde losviejos tiempos sobre las que hablar. También hay unos chicos de cabello rizado,pelirrojosyconojoscastañooscuro,comolosdesumadre,yunapequeñaMargaret,consolemnesojosnegroscomolosmíos.¿Porquénosaliómásparecidaasumadrecomoelrestodesushermanos?

Elmundoreluceconfuerzaenestegloriosotiemponavideñoytalveznosirvadenadarememorar la tristezadeañosatrás,amenosqueseaparahacerque laalegrelumbre de la chimenea parezca más acogedora, o para que el rostro de mi buenaesposaluzcamásfeliz,oparaescucharenlarisademishijosuntimbremásjubilosoencomparacióncontodoloocurridoenelpasado.Talvezalgúnjovenmelancólicoyapáticodetristesemblante,quepiensaqueelmundoestávacíoyquelavidaescomounserviciofunerarioperpetuo,exactamentecomomesolíasentiryomismo,podríalograrsacarelsuficientevalorsisiguemiejemploy,trashaberencontradoalamujerdesuvida, lepidaquesecaseconéldespuésdesólomediahoradeconversación.Pero,por logeneral,noaconsejaríaaningúnhombreque secasara,por la sencillarazón de que ningún hombre logrará encontrar unamujer como lamía, y aún dirémás,necesariamentesaldráperdiendo.Miesposahahechomilagros,peronopuedo

www.lectulandia.com-Página129

Page 130: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

afirmarquecualquierotramujerseacapazdeseguirsuejemplo.Margaret siempre dijo que el viejo hogar era hermoso y que yo debía estar

orgulloso de él. Y me atrevo a decir que no se equivoca. Tiene incluso másimaginaciónqueyo.Peroyotengounabuenarespuestabastantesencilla:quetodalabellezadelcastilloprovienedeella;ellahainsufladoestabellezaentodaslascosas.Al igual que los niños exhalan aliento sobre los fríos cristales de las ventanas eninvierno,yaligualqueelalientocálidocristalizaformandopaisajesdeunmundodefantasía,llenodeformasexquisitasytraceríassobrelasuperficieoscura,asímismoelespíritudeMargaretha transformadotodas laspiedrasgrisesdelasviejas torres,todoslosárbolesmilenariosyarbustosdelosjardines,todoslospensamientosdemiantiguoyomelancólico.Todoloqueeraviejoahoraesnuevoytodoloqueeratristeahoraes feliz,yyo soyelmás felizde todos.SeacomoseaelCielo,noexisteunparaísoterrenalsinunamujer,ynoexisteningúnlugar,pormuydesolado,terribleeindescriptiblementepenosoquesea,queunamujernopuedatransformarenelCieloparaelhombreaquienama,yquelaamaaella.

Meparece escuchar algunas risitas cínicasy exclamaciones acercadeque todoesto ya ha sido contado antes.No se ría,mi estimado cínico.Usted es un hombredemasiadopequeñopara reírsedealgo tangrandecomoelamor.Muchasplegariashan sidopronunciadasantespormuchaspersonas,y talvezusted también rece lassuyas.Nocreoquepierdanniunápicedesu fuerzapor ser repetidas,niustedporrepetirlas.DiceustedqueelmundoesunlugarllenodesinsaboreseinundadoporlasAguasdelaAmargura.Ameyvivademaneraquetambiénustedpuedaseramado…elmundosetransformaráenundulcelugarparaustedypodráasídescansarcomoyojuntoalasAguasdelParaíso.

www.lectulandia.com-Página130

Page 131: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

ELFANTASMADELAMUÑECA

[TheDoll’sGhost]

Fue un accidente terrible y durante unos segundos la espléndida maquinaria deCranston House se salió del engranaje y se paralizó. El mayordomo salió de lareclusión en la que pasaba su cultivado tiempo de ocio; dos ayudantes de cámaraaparecieronsimultáneamentedesdedireccionesopuestas.Habíayavarias sirvientasen la escalera principal, y aquellos que recuerdan los hechos conmayor precisiónafirman que la propia señoraPringle estaba de pie en el rellano de la escalera.Laseñora Pringle era el ama de llaves. En cuanto a la enfermera jefe, la enfermeraauxiliarylaniñera,sussentimientosnopuedenserdescritos;laenfermerajefeapoyóuna mano sobre la balaustrada de mármol pulido y miró aturdida al frente; laenfermera auxiliar se apoyópáliday rígida contra lapareddemármolpulido, y laniñerasederrumbóysequedósentadasobrelosescalones,fueradelaalfombradeterciopelo,yrompióallorarsinocultarlo.

LadyGwendolenLancaster-Douglas-Scroop,lahijamásjovendelnovenoduquedeCranston,deseisañosytresmesesdeedad,selevantóporsímismaysesentóeneltercerescalónalospiesdelaescaleraprincipalenCranstonHouse.

—¡Oh!—exclamóelmayordomo,yvolvióadesaparecer.—¡Ah!—respondieronlosayudantesdecámarayseretirarontambién.—Essóloesamuñeca—seoyódecirclaramentealaseñoraPringlecondesdén.La enfermera auxiliar le oyó decirlo. Luego las dos enfermeras y la niñera

rodearonaladyGwendolenylaconsolaronyleofrecierongolosinaspocosaludablesquesacarondelosbolsillosyselallevaronfueradeCranstonHousetanrápidocomopudieron, no fuera a descubrir alguien que habían permitido que lady GwendolenLancaster-Douglas-Scroopsetropezaraalbajarsolalasescalerasprincipalesconsumuñeca en brazos. La muñeca se rompió y la niñera se la llevó envolviendo losdistintospedazosenunapequeñaestoladeladyGwendolen.EstabancercadeHydePark,ycuandollegaronaunlugartranquiloseasegurarondequeladyGwendolennotuvieraningúnmoratón.Menosmalquelaalfombradelaescaleraeramuyespesaymullidayquesehabíacolocadoademásunagruesateladebajoparahacerlaaúnmásblanda.

LadyGwendolenDouglas-Scroopgritabaenocasiones,peronollorabanunca.Yfueronsusgritoslosquehicieronquelaniñeralepermitierabajarsolalasescalerascon Nina, la muñeca, bajo el brazo. Mientras se sujetaba con la otra mano en labalaustrada,pisólosescalonesdemármolpulidoporfueradelbordedelaalfombra.Yesefueelmotivodequecayera,ydequeNinaquedaratanmaltrecha.

Cuandolasenfermerasylaniñeraestuvierontotalmentesegurasdequelaniñano

www.lectulandia.com-Página131

Page 132: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

estaba herida, desenvolvieron la muñeca y la examinaron. Era una muñeca muybonita,grandeyrubia,ydeaspectolozano,conpelorubioreal,yconpestañasqueseabríanycerrabansobresusoscurosojosdeadulto.Además,cuandose lemovíaelbrazo derecho arriba y abajo decía «Pa-pá», y cuando semovía el izquierdo decía«Ma-má»,muyclaramente.

—Leoídecir«Pa»cuandocayó—dijo laenfermeraauxiliar,que lohabíaoídotodo—.Perodeberíahaberdicho«Pa-pá».

—Esoesporqueselehasalidoelbrazocuandosegolpeóenlosescalones—dijolaenfermerajefe—.Diráelotro«pa»cuandoselocoloquedenuevo.

—Pa—dijo Nina cuando le colocaron el brazo derecho y tiraron de él haciaabajo.

Habíahabladoatravésdesurostroagrietado,conunaterribleheridaquecorríadesdeelángulosuperiordelafrente,pasandoporlanariz,hastaelpequeñocuellodevolantes de seda verde del vestido estiloMother Hubbard, y dos pequeñas piezastriangularessehabíandesprendido.

—Quemeaspensinoesunmilagroquepuedahablarestandotandestrozada—dijolaenfermeraauxiliar.

—Tendrás que llevarla al señorPuckler—dijo su superiora—.No está lejos, yserámejorquetemarchesinmediatamente.

Lady Gwendolen estaba distraída cavando un agujero en la tierra con unapequeñapalaynoprestabaningunaatenciónalasenfermeras.

—¿Quéhaces?—preguntólaniñera,mirándola.—Nina está muerta, estoy cavando su tumba —replicó la pequeña dama

pensativamente.—Oh,volveráavivir,notepreocupes—respondiólaniñera.LaenfermeraauxiliarenvolviódenuevoaNinaysemarchó.Afortunadamente,

un amable soldado, de largas piernas y diminuta gorra, estaba por allí, y como notenía nada que hacer se ofreció a llevar a la enfermera auxiliar al taller del señorPucklerytraerladevuelta.

ElseñorBernardPucklerysuhijitavivíanenunadiminutacasaenunpequeñocallejónquedabaaunatranquilacallenomuylejosdeBelgraveSquare.Eraelgrandoctor de muñecas, y realizaba sus numerosos servicios para los barrios másaristocráticos. Arreglaba muñecas de todos los tamaños y edades, muñecos ymuñecas,muñecosbebéconropaslargasymuñecasmayoresconvestidosdemoda,muñecos habladores y muñecos mudos, los que cerraban los ojos cuando lostumbabanyalosqueselescerrabanmanualmentemedianteunmisteriosocable.SuhijaElsesóloteníadoceaños,peroyaeramuyexpertaenremendarropademuñecasyenarreglarleselcabello,locualesmásdifícildeloquesepuedacreer,apesardequelasmuñecasestáninmóvilescuandoselaspeina.

ElseñorPucklereradeorigenalemán,perosunacionalidadsehabíadisueltoenelocéanodeLondreshacíayamuchosaños,como lademuchosotrosextranjeros.

www.lectulandia.com-Página132

Page 133: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

Sinembargo,éltodavíaconservabaunoodosamigosalemanesquelevisitabanlossábadospor lanochey fumabany jugabanconél alpicqueto«skat», apostándosecuartos de penique, y le llamaban «Herr Doctor», lo cual aparentemente agradabamuchoalseñorPuckler.

Parecíamayorde loque realmenteeraporque llevaba labarbabastante largaydesaliñada, su cabello era ralo y estaba lleno de canas, y llevaba unas gafas conmonturadeconcha.EncuantoaElse,eraunaniñadelgadaypálida,muycalladaylimpia, con ojos oscuros y pelo castaño recogido en una trenza que caía por suespaldarematadaconunlazonegro.Remendabalaropadelasmuñecasylasllevabaderegresoasushogarescuandoestabanrecuperadas.

Eraunacasapequeña,perodemasiadograndeparalasdospersonasquevivíanenella.Había una pequeña sala de estar que daba a la calle, un taller al fondoy treshabitacionesenelpisodearriba.Peroelpadreylahijapasabanlamayorpartedeltiempoeneltaller,porquecasisiempreestabantrabajando,inclusoporlasnoches.

El señor Puckler colocó aNina sobre lamesa y la observó durante largo rato,hastaquesusojossellenarondelágrimastraslasgafasconmonturadeconcha.Eraun hombre muy sensible, que con frecuencia se enamoraba de las muñecas quereparaba, y le resultaba difícil separarse de ellas cuando le sonreían durante unospocos días. Para él eran pequeños seres humanos reales, con personalidad ypensamientosysentimientospropios,ylastratabaatodasellasconsumadelicadeza.Peroalgunasleatraíandemaneraespecialdesdeelprimermomento,ycuandoselasllevaban lisiadasyheridas, suestado leparecía tandignodepenaque las lágrimasasomabanprontoensusojos.Debenrecordarqueelhombrehabíaestadoviviendoentremuñecaslamayorpartedesuvida,ylasentendía.

—¿Cómosabesquenosientennada?—preguntabaasuhijaElse—.Tienesquetratarlascondelicadeza.Nocuestanadaseramableconestospequeñosseres,y talvezellassísepanapreciarladiferencia.

YElse lecomprendía,porqueeraunaniñaysabíaqueellaeramás importanteparaélquecualquiermuñeca.

ElhombreseenamoródeNinaencuantolavio,talvezporquesushermososojoscastañosdecristaleransimilaresalosdelapropiaElse,yélamabaaElseporencimadetodaslascosas,contodosucorazón.Además,setratabadeuncasomuypenoso.EraevidentequeNinanohabíaestadodurantemuchotiempoenelmundo:sutezeraperfecta, su cabello suave y liso donde tenía que ser suave y liso, y rizado dondedebía ser rizado, y su ropa de seda estaba en perfectas condiciones. Pero su rostroestabaatravesadoporaquellaespantosagrieta,comoelcortedeunsable,profundayoscura en el interior, pero limpia y afilada por los bordes. Cuando presionó condelicadezalacabezaparacerrarlaheridaabierta,losbordesemitieronuncrujidoquedolíaescuchar,ylaspestañasdeaquellosojososcurosaletearonytemblaroncomosiNinasufrieraloindecible.

—¡PobreNina!—exclamóelhombreapesadumbrado—.Noteharémuchodaño,

www.lectulandia.com-Página133

Page 134: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

aunquetellevarábastantetiemporecuperarte.Siemprepreguntabalosnombresdelasmuñecasrotascuandoselasllevaban,y

por lo general la gente sabía el nombre y se lo decía. Le gustaba el nombre de«Nina».Enconjuntoyencadaunodesusdetalleslegustabamásquecualquierotramuñecaquehubieravistodesdehacíaaños,yenseguidasesintióatraídohaciaellaytomólafirmeresolucióndehacerqueserecuperaraysepusierafuerte,sinimportareltrabajoquepudierasuponerle.

El señor Puckler trabajaba pacientemente en periodos cortos, yElse lomiraba.EllanopodíahacernadaporlapobreNina,cuyaropanonecesitabaserremendada.Cuantomás tiempo pasaba el doctor trabajando en ella,más le gustaba el cabellorubioyloshermososojosdecristalmarrones.Enocasionesseolvidabadelasotrasmuñecasqueesperabanserreparadasyqueyacíanunasjuntoaotrasenunestante,ysesentabadurantehorasobservandoelrostrodeNinamientrassedevanabalossesostratandode imaginaralgunanueva técnicamediante lacualpudieraocultarhastaelmáspequeñorastrodelterribleaccidente.

Sureparaciónfueunamaravilla.Inclusoélsesintióobligadoaadmitirlo;perolacicatriz todavíaeravisibleparaojosentrenadoscomolossuyos,yunalíneafinalerecorríaelrostro,haciaabajoydederechaaizquierda.Sinembargo,sehabíandadotodaslascondicionesparaunacuraóptima;lamasillasehabíaasentadosólidamenteenelprimer intentoyel tiempohabía sidobuenoy seco, circunstanciaque resultafundamentalparaunhospitaldemuñecas.

Alfinalcomprendióquenopodíahacermás,yademáslaenfermeraauxiliarleshabíavisitadoendosocasionesparaversihabíaacabadoyaconeltrabajo,comodijolajovencontanzafiaexpresión.

—Nina no está lo suficientemente recuperada todavía —respondía el señorPuckler en cada ocasión; no era capaz de enfrentarse a la idea de que se laarrebataran.

Y ahora estaba sentado a la mesa cuadrada de trabajo y Nina estaba tumbadafrenteaél,porúltimavez,juntoaunagrancajadecartóndecolormarrón.Esperaahícomo si fuera su ataúd, pensó. Debía poner la muñeca dentro y cubrir el queridorostroconpapeldeseda,yluegoconlatapa,yalpensarenquedebíaatarelcordelsus ojos volvieron a llenarse de lágrimas. Ya no volvería a mirar a las cristalinasprofundidades de aquellos hermosos ojos castaños, ni escucharía la fina voz demaderadiciendo:«Pa-pá»y«Ma-má».Fueunmomentomuydoloroso.

Conlavagaesperanzadeganaralgodetiempoantesdelaseparación,cogiólospequeñostarrospegajososdemasilla,decola,degomaarábigaydetintes,examinócada uno de los tarros y luego, en cada ocasión, el rostro de Nina. Todos suspequeñosinstrumentosestabanallí,pulcramenteordenadosenunahilera,perosabíaquenoseríacapazdeusarlosdenuevoconNina.Ahoraestabalobastantefuerte,yenunpaísdondenohubieraniñoscruelesquelahiriesen,podríavivircienañosmás,con tan sólo una línea casi imperceptible en su rostro como recuerdo del terrible

www.lectulandia.com-Página134

Page 135: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

accidentequehabíasufridoenlosescalonesdemármoldeCranstonHouse.De repente, al señor Puckler le embargó una gran emoción y se levantó

precipitadamentedesuasientoysevolvió.—Else —dijo con voz temblorosa—, tienes que hacerlo por mí. No puedo

soportarverladentrodeesacaja.Se levantóysequedófrentea laventana,deespaldasa lahabitación,mientras

Elsehacíaloqueélnosesentíacapazdehacer.—¿Ya está? —preguntó sin girarse—. Entonces llévatela, querida. Ponte el

sombreroyllévalarápidamenteaCranstonHouse,ycuandohayassalidomedarélavuelta.

Elseestabaacostumbradaalasrarezasdesupadreenrelaciónalasmuñecas,yaunque jamás lo había visto tan conmovido por tener que dejarmarchar a una deellas,tampocoestabaexcesivamentesorprendida.

—Regresarápido—ledijocuandoescuchólamanodesuhijasobreelpestillodelapuerta—.Seestáhaciendodenocheynodeberíaenviarteaestashoras,peronopuedosoportarestaesperapormástiempo.

CuandoElsesehubomarchado,seapartódelaventanaysevolvióasentarenlasilla juntoa lamesaparaesperaraqueregresarasuhija.Tocóel lugardondeNinahabíaestadotumbada,conmuchadelicadeza,yrecordólacaralevementerosada,losojosdecristalylosrizosdecabellorubio,hastaelpuntodequecasipudoverlos.

Eran los últimos días de primavera y las tardes eran largas, pero prontoanochecería y el señor Puckler se preguntaba por qué no regresaba Else. Se habíamarchadohacíayaunahoraymedia,muchomástiempodelesperado,puesapenashabíamediokilómetrodesdeBelgraveSquareaCranstonHouse.Supusoquelaniñatuvo que esperar un rato, pero a medida que el crepúsculo iba oscureciéndose sunerviosismo fue en aumento y comenzó a pasear de un lado a otro del taller enpenumbra.YanopensabaenNina,sinoenElse,supropiahijaviva,aquienéltantoamaba.

Una sensación indefinida e inquietante se apoderaba de él por momentos, unafrialdadyunalevecrispacióndelvello,juntoaldeseodeestaracompañadoynosolodurantemuchomástiempo.Eraelcomienzodelmiedo.

Se dijo a sí mismo en su inglés con fuerte acento alemán que se estabacomportando como un estúpido y comenzó a buscar a tientas las cerillas en laoscuridad.Sabíadóndedebíanestar,porquesiemprelasguardabaenelmismositio,cercadelapequeñacajadelataenlaqueguardabatrozosdeceradeselladodevarioscolores,paraciertotipodereparaciones.Pero,extrañamente,nolograbaencontrarlascerillasenlaoscuridad.

Algo le había ocurrido a Else, estaba seguro, y mientras el miedo aumentabasentíaquetalvezlealiviaraconseguiralgodeluzyverquéhoraera.Luegosevolvióallamarestúpidoyelsonidodesupropiavozlesobresaltóenlaoscuridad.Nopodíaencontrarlascerillas.

www.lectulandia.com-Página135

Page 136: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

Laventanatodavíaestabagris;quizáspudieraverquéhoraerasiseacercabaaella,yluegoirabuscarlascerillasalaalacena.Sepusodeespaldasalamesaparaevitartropezarconlasillaycomenzóaavanzarporelsuelodemadera.

Algo le seguía en la oscuridad.Escuchóun leve trote, comodediminutos piessobrelastablasdemadera.Separóyescuchó,ysuscabellosseerizaronlevemente.Noeranada,yéleraunviejoestúpido.Diootrosdospasosmásyentoncesestuvosegurodeescuchareldébiltrote.Segiródeespaldasalaventanayseapoyócontraelquiciodeestahastaqueelmarcocomenzóacrujirymiróhacialaoscuridad.Todoestaba bastante calmado, y olía a engrudoymasilla y astillas demadera, comodecostumbre.

—¿Erestú,Else?—preguntó,ylesorprendióelmiedoquedetectóensupropiavoz.

Nohuborespuestaeneltallerylevantóelrelojeintentóadivinarlahorabajolagrispenumbraqueaúnnoeracompletaoscuridad.Porloquepudover,faltabandosotres minutos para las diez en punto. Había estado mucho tiempo solo. EstabaconmocionadoyasustadoporElse,perdidaenLondresaunahora tanavanzada,ycasi corrió al atravesar el cuarto y llegar a la puerta. Mientras forcejeaba con elpestillo,oyóclaramentelaslevespisadascorriendotrasél.

—¡Ratones!—exclamó con un hilo de voz, justo en elmismo instante en quelograbaabrirlapuerta.

Salióycerrórápidamente,perosintiócomosialgofríoseposaraensuespaldayseretorcierasobreél.Elpasilloestabamuyoscuro,peroencontrósusombreroysalióalcallejónenunsegundo,dondepudorespirar librementeysesorprendióalver lacantidaddeluzquetodavíahabíaacieloabierto.Podíavereladoquinadoclaramentebajosuspies,ylejos,enlacallealaquedabaelcallejón,pudooírlarisaylosgritosde niños que jugaban a algún juego al aire libre. Se preguntó cómo pudo habersepuestotannervioso,yduranteunossegundospensóregresarasucasayesperarallítranquilamente a Else. Pero inmediatamente sintió aquel temor angustioso de algoque se le posaba encimade nuevo.En cualquier caso, eramejor ir paseandohastaCranston House y preguntar a los sirvientes por su hija. Tal vez les había hechograciaaalgunasdelasmujeresyestabanenesemomentoofreciéndoletéypasteles.

Avanzó rápidamente hacia Belgrave Square y luego por las anchas avenidas,aguzandoeloídomientrasandaba,cuandonohabíaningúnotrosonido,paraversiescuchabadenuevoaquellosdiminutospasosasusespaldas.Peronooyónadayseriódesímismocuandotocóeltimbredelaentradadelservicioenelenormecaserón.Porsupuesto,suhijadebíaestarallí.

Lapersonaqueabriólapuertaeraunempleadodelosdemásbajonivel,porquesetratabadelapuertatrasera,peroadoptólasmanerasdelapuertaprincipalymiróalseñorPucklercondesdénbajolabrillanteiluminación.

No habían visto a ninguna niña pequeña, y no sabía «nada sobre ningunamuñeca».

www.lectulandia.com-Página136

Page 137: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

—Esmihijapequeña—dijoelseñorPucklerconvoztemblorosa,yesquetodalaansiedadqueanteslehabíaembargadoretornabaperomultiplicadapordiez—,ytemoquelehayapasadoalgo.

El criado dijo bruscamente que «era imposible que nada le hubiera pasado enaquellacasa,porquenohabíaestadoallí,locualexplicabaperfectamenteporquéeraimposible». El señor Puckler se vio obligado a admitir que el hombre debía desaberlo, porque era su cometido guardar la puerta y permitir la entrada a los quellegaban.Deseabaquelepermitieranhablarconlaenfermeraauxiliar,queleconocía,peroelsirvientesemostróaúnmáshoscoqueantesyfinalmentelecerrólapuertaenlasnarices.

Cuando el doctor de muñecas se quedó a solas en la calle, se apoyó en labarandillapararecomponerse,porqueteníalaimpresióndequeestabarompiéndoseen dos, igual que se rompen algunas muñecas, justo por enmedio de la columnavertebral.

FinalmentecomprendióquedebíahaceralgunacosaparaencontraraElse,yesolediofuerzas.Comenzóaandartanrápidamentecomopudo,avanzandoportodaslascalles principales y secundarias que su pequeña hija podría haber recorrido paracumplirelencargo.Tambiénpreguntó,aunqueenvano,avariospolicíassilahabíanvisto,ylamayoríaleatendieronamablemente,porquepodíanverqueeraunhombresobrio y en control de sus facultades mentales, y algunos de ellos incluso teníantambiénhijaspequeñas.

Era ya la una de lamadrugada cuando llegó a la puerta de su casa, exhausto,desesperadoy con el corazón roto.Al girar la llave en la cerradura, su corazón sedetuvo,porquesabíaqueestabadespiertoyquenosoñaba,yque realmenteestabaescuchando esosdiminutospasos trotandopara recibirlodentrode la casaypor elpasillo.

Peroestabademasiadoapenadoparavolverasentirmiedoysucorazónvolvióalatir con un constante y sordo dolor que fue invadiendo todo su cuerpo con cadanuevolatido.Yeneseestadoentró,colgóelsombreroenlaoscuridadyencontrólascerillasenelarmarioyelcandelabroensulugarenelrincón.

ElseñorPucklerestabatanderrotadoytanexhaustoquesedesplomóensusillajuntoalamesadetrabajoyapuntoestuvodedesmayarsecuandobajóelrostroyloapoyósobresusmanosentrelazadas.Juntoaél,lavelasolitariaardíaconunallamabajaenelaireaúncaliente.

—¡Else!¡Else!—gimióapoyadosobresuspuñosamarillentos.Esloúnicoquepudodecir,ynolealiviólomásmínimo.Alcontrario,elsonido

delnombreleprovocabaunnuevoymásagudodolorquelehoradabalosoídos,lacabezayhastasupropiaalma.PorquecadavezquerepetíaelnombresignificabaquelapequeñaestabamuertaenalgúnrincóndelascallesdeLondresyenlaoscuridad.

Estabatanterriblementedoloridoquenisiquieranotóquealgotirabasuavementedel borde de su viejo abrigo, tan suavemente que era como si un diminuto ratón

www.lectulandia.com-Página137

Page 138: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

estuviera rayendo losbajos.Élmismohabríapensadoquese tratabadeun ratónsihubierasidocapazdenotarlo.

—¡Else!¡Else!—gruñócontrasusmanosabiertas.Luegounaráfagaheladahizoquesucabelloseerizarayquelallamabajadela

únicavelabajaraaúnmáshastaconvertirseprácticamenteenunasimplechispa.Notitilaba como si una corriente de aire fuera a apagarla, sino simplemente bajó deintensidad como si la cera se estuviera agotando.El señorPuckler sintió que se lecrispaban lasmanos de terror bajo su rostro y escuchó un débil crujido, como unpequeñotrozodesedaagitadoporunalevebrisa.Sesentórecto,rígidoyasustado,yunadébilvozdemaderahablórompiendoelsilencio.

—Pa-pá—dijo,separandolassílabas.El señor Puckler se levantó de un salto y la silla cayó hacia atrás con gran

estrépitosobreelsuelodemadera.Lavelaestabacasiapagada.EralavozdemuñecadeNinalaquehabíahablado,ylahabríareconocidoentre

lasvocesdeotrascienmuñecas.Ysinembargodetectabaalgomásenesavoz,unligero tonohumanode lamentopesarosoy reclamodeauxilio,yelquejidodeunaniña herida. El señor Puckler estaba inmóvil, tenso y rígido, e intentó mirar a sualrededor,peronopudohacerloenunprimerintentoporqueparecíaestarcongeladodesdelacabezaalospies.

Entonces,trasungranesfuerzo,consiguiólevantarlasdosmanoshaciacadaunade sus sienes,ypresionó supropiacabezahaciéndolagirar como lohubierahechoconladeunamuñeca.Lavelaardíaconunallamatanbajaquenohabríaimportadoque se apagara, por la poca luz que daba, y la habitación parecía estar totalmenteoscura.Entoncesvioalgo.Nohabríaimaginadoquefueracapazdesentirmásmiedoque unos segundos antes de oír la voz, pero fue así. Sus rodillas comenzaron atemblar,puesallí,enmediodelahabitación,vioalamuñecadepie,brillandoconundébilresplandorespectralyconloshermososojosclavadosenlossuyos.Ycruzandosurostro,aquellafinísimalíneadelaroturaqueélmismohabíareparadolucíacomosiestuvieradibujadaconunlápizdeluzconunapuntafinadellamablanca.

Sinembargo,habíaalgomásenaquellosojos:habíaalgohumano,erancomolosde la propiaElse, pero como si sólo lamuñecapudieraver a travésde ellos, y noElse. Y percibió la suficiente semejanza con Else para revivir su dolor y hacerleolvidarsumiedo.

—¡Else!¡MipequeñaElse!—gritóconfuerza.Elpequeñofantasmasemovió,ysubrazodemuñecaseelevólentamenteycayó

conunmovimientorígidoymecánico.—Pa-pá—dijo.EnestaocasiónlepareciópercibirmáseltonodeElsequeresonabadesdealgún

lugarentrelasnotasdemaderaquellegabanasusoídostannítidasy,sinembargo,tandistantes.Elseleestaballamando,estabaseguro.

Surostroestabacompletamentelívidoenlapenumbra,perolasrodillasyanole

www.lectulandia.com-Página138

Page 139: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

temblabanysesintiómenosasustado.—¡Sí,hija!¿Perodónde?¿Dónde?—preguntó—.¿Dóndeestás,Else?—¡Pa-pá!Las sílabas se desvanecieron en la silenciosa habitación. Se escuchó un leve

crujidodeseda,losojoscastañosdecristalseapartaronlentamenteyelseñorPucklerescuchó las pisadas infantiles de los pequeños pies con zapatillas de piel de colormarrón,mientraslafiguracorríadirectamentealapuerta.Acontinuación,lallamadelavelavolvióaarderalta,lahabitaciónsellenódeluzysequedósolo.

El señorPuckler sepasó lamanopor losojosymiróa sualrededor.Podíavertodo con bastante claridad, y se sentía como si hubiera estado durmiendo, aunqueestuviera de pie en lugar de sentado, como hubiera sido el caso si acabara dedespertar.Lavelaardíamuybrillanteahora.Allíestabanlasmuñecasqueesperabanserreparadas,tumbadasenfilaconlosdedosdelospieshaciaarriba.Latercerahabíaperdido su zapato derecho y Else estaba haciéndole uno. Él lo sabía, y sin dudaalgunaahoranoestabasoñando.Nohabíaestadosoñandocuandoregresódesuinútilbúsquedayescuchó lospasosde lamuñecacorriendohacia lapuerta.Nosehabíaquedado dormido en la silla. ¿Cómo iba a poder dormir cuando tenía el corazónhechoañicos?Habíaestadodespiertotodoeltiempo.

Secalmó,colocó lasillacaídasobresuspatasysedijoasímismodenuevoyponiendomuchoénfasisqueeraunviejoestúpido.Deberíaestarfueraenlascallesbuscando a su hija, haciendo preguntas e indagando en las comisarías, donde seinformadetodoslosaccidentesencuantosonconocidos,oenloshospitales.

—¡Pa-pá!Eldébilgritoconsonidoamadera,ansioso,lastimeroyquejumbrososonóenel

pasillo, al otro lado de la puerta, y el señor Puckler se quedó quieto durante unossegundosconelrostrolívido,petrificado,ylospiesclavadosenelsuelo.Unsegundodespués su mano estaba en el pestillo. A continuación salió al pasillo y la luz sederramódesdeelcuartoatravésdelapuertaabiertaasusespaldas.

En el extremomás alejadovio al pequeño espectro brillandonítidamente en lapenumbra;conlamanoderechaparecíallamarloaltiempoquelevantabaybajabaelbrazo una vez más. Supo de inmediato que no había venido a asustarle, sino aconducirleaalgúnlugar,ycuandodesaparecióyélavanzóarmadodevalorhacialapuerta, vio que lamuñeca estaba en la calle, esperándole. Se olvidóde que estabacansadoyquenohabíacenado,yquehabíaestadoandandokilómetros,porqueunarepentinaesperanzaleinundódearribaabajo,comounacorrientedoradadevida.

Sin lugar a dudas, en la esquina del callejón, y en la esquina de la calle, y enBelgraveSquare,podíaveralpequeñoespectrocorriendodelantedeél.Enocasioneserasólounasombra,cuandohabíaotrasluces,peroenesemomentoelbrillodelasfarolas se reflejaba con un halo verde pálido sobre su pequeño vestido de seda decuelloaltoy,enotrasocasiones,cuandolascallesestabanoscurasysilenciosas,todala figura brillaba intensamente, con sus rubios rizos y cuello rosado.Parecía trotar

www.lectulandia.com-Página139

Page 140: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

como una niña pequeña y el señor Puckler casi podía oír el repiqueteo de lasdiminutas zapatillas de piel sobre el empedrado. Pero iba demasiado rápido y elhombre apenas podía seguirla, a pesar de que corría con el sombrero caído haciaatrás, el ralopeloondeandoen labrisanocturnay lasgafasdemonturadeconchafirmementecolocadassobresuanchanariz.

Y siguió avanzando sin tener ni idea de dónde estaba. Tampoco es que lepreocupara,puessabíacontotalcertezaqueibaporelcaminocorrecto.

Entonces,porfin,enunacalleanchaytranquilallegóhastaunapuertagrandeydeaspectosobriocondosfarolesaambosladosyunacampanadebroncepulido,lacualtocó.

Yenelinterior,cuandolapuertaseabrióbajolaluzbrillante,habíaunapequeñasombra. Vio el halo brillante del pequeño vestido de seda de color verde claro yescuchódenuevoeldébilgrito,menoslastimeroaunquemásangustiado.

—¡Pa-pá!Derepente,lasombraseiluminó,yentretodoeseresplandorloshermososojos

marronesdecristalseelevaronymiraronalhombreconexpresiónfeliz,mientraslabocarosadasonreíatanmaravillosamentequeelespectrodelamuñecaparecíaenesemismoinstanteunpequeñoángel.

—Ingresaron a una niña pequeña después de las diez en punto—dijo la vozqueda del conserje del hospital—. Creo que pensaron que sólo se encontrabaaturdida. Aferraba con fuerza una enorme caja de cartón marrón y no pudieronquitársela de los brazos.Tenía el cabello castaño recogido en una trenza larga quecolgabamientrasselallevaban.

—Esmihijita—dijoelseñorPuckler,peroapenaspudoescucharsupropiavoz.SeinclinósobreelrostrodeElsebajolatenueluzdelasaladepediatríay,tras

permanecerallídepieduranteunminuto, loshermososojoscastañosseabrieronymiraronalossuyos.

—¡Pa-pá!—exclamóElse,envozbaja—.¡Sabíaquevendrías!Acontinuación,elseñorPucklernosupoquéhizoodijoduranteciertolapsode

tiempo,peroloquesentíaenesosmomentoshizoquevalieralapenatodoelmiedo,elterroryladesesperaciónqueapuntoestuvierondematarloaquellanoche.PocoapocoElselecontóloocurrido,yaquelaenfermeralesdejóhablarporquesólohabíaotrosdosniñosenelcuarto,queademásestabanprofundamentedormidos.

—Fueronunoschicosmalos—dijoElse—.IntentaronquitarmeaNina,peroyolasujetéypeleétodoloquepudehastaqueunodeellosmegolpeóconalgo,yyanorecuerdo nada más, porque me caí al suelo, supongo que los chicos se escaparoncorriendoyalguienmeencontróallí.PerometemoqueNinaestátotalmenterota.

—Aquíestá lacaja—dijo laenfermera—.Nopudimosquitárselade losbrazoshastaquerecuperóelconocimiento.¿Legustaríaversilamuñecaestárota?

La enfermera desató el cordel habilidosamente, peroNina estaba hecha añicos.Sólolatenueluzdelasaladepediatríairradiabaunhalobrillanteenlosplieguesdel

www.lectulandia.com-Página140

Page 141: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

pequeñovestidodecuelloaltoyvolantes.

www.lectulandia.com-Página141

Page 142: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

ELMENSAJERODELREY

[TheKing’sMessenger]

Recuerdocontotalclaridadquefueunacomidabajounaluzdiurnabastantetenue,porquepodíadivisarelresplandordelapuestadesolsobrelosárbolesdelparqueatravés del ventanal de la pared oeste del comedor. Tal vez esperaba encontrar ungrupomás numeroso de comensales, creo, porque recuerdo queme sorprendió versóloadocepersonasalamesa.Teníalasensacióndequeenlosviejostiempos,haceyamucho,cuandoestuveporúltimavezenaquellacasa,éramosalmenostreintaocuarenta invitados. Reconocí a algunos de ellos en los hermosos retratos quecolgaban de las paredes. Había espacio para muchos de esos retratos porque sólohabía un gran ventanal, en uno de los extremos, y una puerta grande en el otro.Tambiénmesorprendiómuchoverun retratodemímismo,evidentementepintadohace unos veinte años cerca deLenbach.Mepareciómuy extraño quemehubieraolvidado por completo de aquel retrato y que no recordara haber posado para él.Éramos buenos amigos, es cierto, y pudo haberlo pintado de memoria, sin miconocimiento,perosindudaeraextrañoquenuncamelohubieramencionado.Losretratos que colgaban en el comedor eranmuy buenos todos ellos, me atrevería adecirquefueronpintadosporlosmejoresartistasdelmomento.

Ami izquierda en lamesa estaba sentada una encantadora joven cuyo nombrehabía olvidado, aunque la conocía de hacía tiempo, yme dio la impresión de queparecía un tanto decepcionada cuando vio que era yo su vecino de mesa. A miderechahabíaunsitiovacío,ymásallásesentabaunaancianadefaccionestandurascomo los diamantes abrumadoramente espléndidos que la adornaban. Sus ojosmerecordaronacanicasdecristalgrispegadasaunamáscaradepiedra.Eraextrañoquese me hubiera olvidado también su nombre, porque habíamos coincidido confrecuencia.

La mesa parecía irregular, y conté los comensales instintivamente, mientrastomabalasopa.Sóloéramosdoce,perolasillavacíajuntoamíeraeldécimotercerasiento.

Supongo que no fuemuy afortunadomi comentario, pero quería hablar con labellajovensentadaamiizquierda,ynosemeocurrióningúnotrotemacomúnalquerecurrir.Justocuandoibaahablar,recordéquiéneralajoven.

—SeñoritaLorna—dije para atraer su atención, porque ella estabamirando enesemomentoendirecciónalapuerta—.Esperoquenoseaustedsupersticiosaporsertrececomensalesalamesa,¿osí?

—Sólosomosdoce—respondióellaconlavozmásdulcedelmundo.—Sí,peroalguienmásvaavenir.Hayunasientovacíoaquí,juntoamí.

www.lectulandia.com-Página142

Page 143: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

—Oh, él no cuenta—dijo la señoritaLorna en voz baja—.Almenos, no paratodoelmundo.¿Cuándollegóustedaquí?Justoalahoradelacena,supongo.

—Sí—respondí—.Yhetenidolafortunadequemetoqueestarsentadojuntoausted.Parecequehayanpasadoañosdesdelaúltimavezquenosvimos.

—Sin duda alguna —la señorita Lorna suspiró y contempló los retratos quecolgabanenlaparedfrenteaella—.Hevividotodaunavidadesdelaúltimavezquelevi.

Sonreíantelaexageración.—Cuandotengatreintaaños,yanohablarádehabervividotodaunavida—dije.—Nunca tendré treinta años —respondió la señorita Lorna, con un gesto tan

extrañodeconvencimientoquenosemeocurriónadaqueresponder—.Además,lavidanoestáformadaporlosaños,olosmesesolashoras,ninadaquetengaqueverconeltiempo—continuó—.Usteddeberíasaberlo.Nuestroscuerpossonalgomejorquemerosrelojesalosqueselesdacuerdaparamostrarloviejosquesomosencadamomento,mientras contamos las canas de nuestra cabeza y los dientes que se noscaen y observamos nuestros rostros que van llenándose de arrugas y se tornanmacilentos,oabotargadosyenrojecidos.Miresupropioretratoallí.Notengoningúnreparo en decir que usted debía tener unos veinte añosmenos cuando fue pintado,peroestoyseguradequeesexactamenteelmismohombrehoyendía,mejoradoporlaedad,talvez.

Escuchéeldulceyleveecodeunarisaqueparecíaprovenirdemuylejos,ydehechonohabríajuradoqueprocedíadelosbelloslabiosdelaseñoritaLorna,porqueaunqueestabanentreabiertosysonrientes,no tuve la impresióndequevibrasen,nitansiquieralevemente,comolohacenloslabiosdealgunasmujeresalreír.

—Graciasporpensarquehemejorado—dije—.Yoaustedlaencuentrounpococambiada también. Estaba a punto de comentarle que la veomás triste, pero justoentoncessehareído.

—¿En serio? Supongo que es lo más apropiado cuando acaba la función,¿verdad?

—Si la función ha sido entretenida, sí —respondí, haciendo que recobrara subuenhumor.

Volviósusmaravillososojosvioletahaciamí,llenosdeluz.—Nohasidounamalafunción.Nomequejo.—¿Porquéhablacomosiyahubieraacabado?—Se lo diré, porque estoy segura de que sabrá guardarme el secreto. Lo hará,

¿verdad?Hemossidosiempretanbuenosamigos,ustedyyo,desdehacedosaños,cuandoyoeratodavíajovenyestúpida.¿Prometeránocontárseloanadiehastaquemehayaido?

—¿Sehayaido?—Sí.¿Melopromete?—Por supuestoque sí.Pero…—noacabé la frase,porque la señoritaLorna se

www.lectulandia.com-Página143

Page 144: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

inclinó acercándose a mí, como si quisiera hablar en un tono mucho más bajo.Mientrasescuchaba,podíasentir sudulcey jovenalientoenmimejilla—.Mevoyestanocheconelhombrequesevaasentarasuotrolado—dijo—.Llegaunpocotarde, lo hace con frecuencia, porque está tremendamente ocupado, pero al finalllegará,ytraslacomidasaldremosadarunpaseoporlosjardinesynovolveremosnuncamás.Eseesmisecreto.Nometraicionará,¿verdad?

De nuevo, mientras me miraba, escuché aquella risa cristalina lejana, dulce yqueda…Yoestabademasiadosorprendidoporloquemehabíaconfiadocomoparanotarloinmóvilesquepermanecieronsuslabiosentreabiertos,peroahoramevienelaimagen,juntoaotrosmuchosdetalles.

—Mi estimada señoritaLorna—dije—, piense en sus padres antes de dar estepaso.

—He pensado en ellos —respondió—. Por supuesto, jamás darían suconsentimiento,ysientomuchotenerqueabandonarles,peronopuedoevitarlo.

En ese instante, como pasa con frecuencia cuando dos personas hablan en vozbajaenunagranmesa,sehizounsilenciomomentáneoenlaconversacióngeneralypude ahorrarme el esfuerzo de responder a lo queme acababa de decir la señoritaLornadeformataninesperadayconunaconfianzaciegaenmidiscreción.

En cualquier caso, debodecir que la jovenprobablementenohabría escuchadomispalabras,yafuerandesimpatíaodeprotesta,porquesúbitamentesurostroperdiótodo el color y sus ojos se abrieron desorbitados y oscuros. El silencio en laconversación de los comensales fue ocasionado por la aparición del hombre quedebíaocuparelasientovacíojuntoamí.

Habíaentradoenlaestanciamuycallado,ynointentóexpresarningunadisculpaporhaber llegado tarde; se limitóasentarse,a inclinar lacabezacortésmentehacianuestraanfitrionaysuesposo,yasonreírdeformacordialmientrasasentíahacialosotros.

—Por favor, discúlpenme—dijo en voz baja—.Me entretuve en un funeral yperdíeltren.

Cuando tomó asiento miró por encima de mi hombro a la señorita Lorna eintercambiaronunamiradadereconocimientomutuo.Notéqueladamadefaccionesseverasydiamantesespléndidos,sentadaalotrocostadodelcaballero,seseparóunpocodeél,comosinodesearaquenitansiquieralamangadeesterozarasubrazodesnudo.AlmismotiemposemeocurrióquelaseñoritaLornadebíaestardeseandoqueyoestuvieraencualquierotrositioenvezdeinterponermeentreellayelhombreconelqueestabaapuntodeescaparydeseé,pormipropiacomodidadyporladeellos, poder intercambiar asientos con él. Sin duda alguna, él no era como otroshombres,yaunquepocaspersonaslohabríanconsideradoatractivo,habíaalgoenélqueatraíadeinmediatolaatencióndelosdemás.Apesardelaexóticabellezadelaseñorita Lorna, cualquier persona se habría percatado antes de la presencia delhombrequedeladeellaalentrarenlaestancia,ylamayoríadelagente,creo,habría

www.lectulandia.com-Página144

Page 145: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

estado más interesada en el rostro de él que en el de ella. Podía imaginarperfectamente que algunas mujeres pudieran amarlo hasta la locura, aunque eraigualmente fácil imaginar que otras pudieran sentir repulsión por él, o inclusotemerle.

Pormiparte,nointentarédescribirlocomosedescribeaunhombrecomúnconunadocenaomásdeadjetivosquenodejannadaalaimaginaciónperoque,porotrolado, no ofrecen ninguna imagen concreta que nuestra mente pueda apresar. Miinstintoeratemerle,enlugardepensarenélcomounposibleamigo,peronopudeevitarsentirunaadmiracióninmediatahaciaél,comolaquedespiertaaprimeravistacualquierobjetocompleto,armoniosoyfuerte.Eramorenoydetezpálida,conunapalidez sombría que jamás vi en otro rostro; los rasgos de Hermes el tres vecesgrandenohabíansidomodeladosconunasimetríamásperfecta,susbrillantesojosnoerandesagradables,perohabíaalgoinexorableenellosyquedabanocultosenlasprofundidadesbajo laampliayblancafrente.Nopodíacalcularsuedad,perodiríaque era joven; cuando todavía estaba en pie observé que era alto y musculoso, yahoraqueestabasentadoteníaelinconfundibleportedeunhombreacostumbradoaestar al mando, a ser escuchado y obedecido. Sus manos eran blancas, sus dedosrectos,delgadosymuyfuertes.

Todos en la mesa parecían conocerle, pero como ocurre con frecuencia entrepersonascivilizadasnadiesedirigióaélporsunombre.

—Estábamosempezandoatemerquenollegara—dijonuestroanfitrión.—¿Deverdad?—elDecimotercer Invitadosonrióensilencio,peronegócon la

cabeza—. ¿Ha visto alguna vez que yo rompa un compromiso, bajo cualquiercircunstancia?

Elseñordelacasarió,aunquenomeparecióunarisacordial.—No —respondió—. Su reputación por cumplir con sus citas es proverbial.

Inclusosusenemigosdebenreconocerlo.ElInvitadoasintióysonriódenuevo.LaseñoritaLornaseinclinóhaciamí.—¿Quépiensadeél?—preguntó,casienunsusurro.—Un hombre muy sorprendente —respondí en voz baja—. Pero me produce

ciertotemor.—Lo mismo me ocurrió al principio —dijo ella, y escuché de nuevo su risa

cristalina—.Peroesasensaciónprontodesaparece.Loconocerámejoralgúndía.—¿Esocree?—Sí,estoyseguradequelohará.Oh,noquierodecirquemehayaenamoradode

élaprimeravista.Atraveséunafaseenlaquemeproducíatemor,comoleocurreacasi todo el mundo. Escuche, cuando la gente lo ve por primera vez no puedeimaginar lo amable y considerado que es en realidad, a pesar de su imponenteapariencia.Heoídodecirqueescruel,despiadadoyfrío,peronoescierto.Noloesen absoluto. Puede ser tan delicado como una mujer y es el amigo más leal delmundo.

www.lectulandia.com-Página145

Page 146: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

Me disponía a preguntar a la joven cuál era su nombre, pero justo entoncesobservéqueestabamirándole,porencimademihombro,ymeretiréhaciaatrásenmiasientodemaneraquepudieranhablarentreellossiasílodeseaban.Susojosseencontraronypercibíunbrillodedeseoenambos.Nopudeevitarmirarprimeroaluno y luego al otro, y los dulces labios de la señorita Lorna se movían casiimperceptiblemente, aunque no emitía ningún sonido. He visto a jóvenes amanteshacerseesapequeñaseñalinclusodesdeelotroextremodeunaestancia,laseñaldeunbesoofrecidoyrecibidoenlospensamientosdelcorazón.

Siellahubierasidomenosbellay joven,sielhombrealqueamabanohubierasidotanmagníficamentemasculino,mehabríamolestado,peroparecíanaturalqueseamasen y no se avergonzasen de ello, y sólo esperaba que nadie más hubieraadvertidolatiernaytemblorosacontraccióndelaexquisitabocadelajoven.

—Te acordaste —dijo el hombre en voz baja—. Me llegó tu mensaje estamañana.Gracias.

—Esperoquenoseademasiadoduro—murmurólaseñoritaLorna,sonriendo—.Aunquenocreoqueimportemuchosiloes—añadiópensativa.

—Eslomásfácildelmundo—dijo—,yteprometoquejamástearrepentirásdeello.

—Confíoenti—selimitóaresponderlajoven.A continuación, se volvió hacia el otro lado, porque sin duda percibía la

incomodidaddehablarporencimademihombroacercadeunsecretoquemehabíaconfiado sin informarle antes a él de que lo había hecho. Instintivamenteme giréhacia él, convencido de que había llegado el momento de dejar a un lado lasformalidades y presentarme, ya que éramos compañeros demesa en la casa de unamigoyqueyoconocíaaLornadesdehacíamuchotiempo.Además,siempreresultainteresante hablar con un hombre que está a punto de hacer algo extremadamentepeligrosoydramáticoyqueignoraquetúsísabesdeloquehabla.

—Supongo que ha venido en coche amotor desde la ciudad, ya que perdió eltren…—dije—.Esunabuenacarretera,¿verdad?

—Sí,lleguévolandoliteralmente—respondióelhombremoreno,conunaamablesonrisa—.Esperoquenoseasupersticiosoporsertrecealamesa.

—Enabsoluto—respondí—.Enprimerlugar,soyunfatalistaenloconcernienteatodoloquenodependedemipropiavoluntad.Notengoningunaintencióndehacernadaquepuedaacortarmelavida,porlotantonocreoqueseinterrumpadeprontoporculpadeunaautosugestiónprovocadaporalgunaestúpidasupersticióncomoladelnúmerotrece.

—¿Autosugestión? Esa es una forma bastante original de describir las viejascreencias.

—Yensegundolugar—continué—,nocreoenlamuerte.Noexistetalcosa.—¿De verdad? —mi compañero parecía enormemente sorprendido—. ¿Qué

quieredecir?—preguntó—.Creoquenoleentiendo.

www.lectulandia.com-Página146

Page 147: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

—Desde luego yo no —intervino la señorita Lorna, y dejó escapar su risacristalina. La joven había escuchado la conversación y algunas otras personastambiénescuchaban.

—No se mata un libro por traducirlo —dije, encantado de poder exponer mipuntodevista—.Lamuerteessólounatraduccióndelavidaaotroidioma.Esoesloquequierodecir.

—Es un punto de vista sumamente interesante —comentó pensativo elDecimotercer Invitado—. Jamás reflexioné sobre este tema desde esa perspectiva,aunque he visto con frecuencia la expresión «trasladado»[10] en algunos epitafios.¿Estásegurodequenoestáincurriendoustedenunasutilparonomasia?

—¿Quéeseso?—inquirióladamaderasgosseveros,contodoeldesprecioquemereceunapalabracultaensociedad.

—Significa jugar con las palabras—respondí—.No, no estoy jugando con laspalabras.Lostemasseriosnoseprestanahumorzafio.Seloaseguro,estoyhablandototalmenteenserio.Literalmente,lamuertenoesunfenómenorealenabsoluto,entanto en cuanto existe la vida en el universo. Es un nombre que aplicamos a uncambioquesóloconocemosdeformaparcial.

—Lasdiscusionesintelectualessonunterribleaburrimiento—espetóladamadefaccionesdurasconunvolumendevozbastanteaudible.

—No le aconsejo que discuta la cuestión en demasiada profundidad con sucompañero de mesa —rió el señor de la casa, inclinándose hacia delante ydirigiéndoseamí—.Sacarálomejordeusted.Esunexpertoenloqueustedllama«traduciralagenteaotroidioma».

Sielhombrequeestaba juntoamíeraun famosomédico,como talvezestabasugiriendonuestroanfitrión,elcomentarionoerademuybuengusto.Teníamásbienaspectodesoldado.

—¿Quiere nuestro amigo decir que está en el ejército y que es una personapeligrosa?—lepregunté.

—No —respondió en voz baja—. Sólo soy un Mensajero del Rey, y en miopiniónnosoynadapeligroso.

—Debeserunavidamuyactiva—dije,pordeciralgo—;moviéndosedeunladoaotroconstantemente,supongo.

—Sí,constantemente.Percibí que la señoritaLorna estabamirando y escuchando yme volví hacia a

ella,perosusojosyamirabanporencimademihombroamivecino,aunqueélnolaveía.Recuerdoelrostrodelajovenmuyclaramentetalcuallovienaquelmomento;dehecho,eserecuerdoeslaúltimaimagenqueretengodesuincomparablebelleza,porquejamásvolvíaverladespuésdeesavelada.

Esalgoimpactanteveraunadelasmujeresmásbellasdelmundocontemplandoalhombrequeamamásqueasupropiavidaytodoloqueelloconlleva,esalgoquenopuedoolvidar.Peroélnoledevolviólamiradaenesemomento,porquesehabía

www.lectulandia.com-Página147

Page 148: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

unidoalaconversacióngeneralyenbreveprácticamentelaacaparó.Hablaba bien; más que bien, maravillosamente. De hecho no le llevó mucho

tiempoconseguirqueinclusoladamaderasgosseverosescucharaembelesadajuntoalrestodeinvitadossushistoriassobreotrasnacionesycuentosdeotrospueblos,susbrillantesdescripciones,anécdotasdeheroísmoyternuraqueerantodasycadaunade ellas unamoneda perfecta acuñada por la humanidad, con pinceladas de osadoingenio,atisbosdeunaprofundavisiónde losgrandesmisteriosdelmásallá,ydevezencuandounvaronilcomentarioacercadelavidaqueproveníadirectamentedelcorazón: nunca, en toda mi larga experiencia, he escuchado a un poeta, o a unacadémico,oaunsoldado,oaungobernantehablarcomoéllohizoesavelada.Ycuantomásleescuchaba,másasombrosentíadequetalhombrefuerasimplementeun Mensajero del Rey, como dijo que era, y que se ganase pobremente la vidallevandolosdespachosdeSuMajestaddesdeLondreshastalosconfinesdelatierra,yentoncesreflexionésobrealgunastristesysombríascuestionesacercadelaenormediferencia entre el dondehablarmagníficamentebieny el ingenioqueunhombredebetenerparalograrcrearaunquesealamásínfimacosaquepuedaperdurarenlahistoria,enlaliteratura,oenelarte.

—¿Leextrañaqueloame?—susurrólaseñoritaLorna.Inclusoenelsusurropudedistinguirelgloriosoorgullodelamujerqueamacon

totalentregayquecreeconfirmezaquenoexistenadiecomoelhombreelegidoporella.

—No—respondí—, porque no es de extrañar, tan sólo espero…—medetuve;penséqueseríaunaestupidezypococonsideradoqueexpresaralasdudasquesentía.

—Ustedesperaqueyonomesientadefraudada—dijolaseñoritaLorna,todavíahablandocasienunsusurro—.Esoesloqueibaadecir,estoysegura.

Asentíyamipesarnuestrasmiradassecruzaron;susojosestabanrepletosdeunaluzmaravillosa.

—Nadiejamássehasentidodefraudadoporél—murmurólajoven—…ningúnservivo,nihombre,nimujer,niniño.Conéltendrépazyamorsinfin.

—¿Sinfin?—¡Sí,porsiemprejamás!Despuésdelacenanosdispersamosporlasgrandesestanciasbajolatenueluzde

latardedemediadosdejunioyacabécontemplandoeljardínporunaventanaabiertajuntoalaseñoradelacasa.

Enladistancia,Lornasealejabalentamenteporlaanchaavenidaconunhombrealto,ymientrastodavíaestabanalavista,apesardeladistancia,nomecabedudadequevielbrazodelhombrerodearalajoven,comosilaestuvieraconduciendo,ylacabeza de la joven se inclinó amorosamente sobre su hombro, y de esamanera sealejaronpocoapocobajoelocasohastadesaparecer.

Entonces,porfin,mevolvíhaciamianfitriona.—¿Le importaría decirme el nombre de aquel caballero que llegó tarde y que

www.lectulandia.com-Página148

Page 149: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

hablaba tan bien?—pregunté—. Todos parecían conocerle como si fuera un viejoamigo.

Ellamemirótotalmentesorprendida.—¿Meestádiciendoquenosabequiénes?—preguntó.—No.Nuncaantescoincidíconél.Esunhombreextraordinarioparasertansólo

unMensajerodelRey.—Enefecto,eselMensajerodelRey,miestimadoamigo.SunombreesMuerte.

Tuveestesueñounatardedelpasadoverano,mientrassesteabaenunasientodelacubierta,bajoladobletoldilla,cuandoelAldaestabafondeadofrenteaLaGoletaycon vistas a Cartago, y la fresca brisa del norte soplaba por el profundo golfo deTúnez.Debí despertarmepor el leve sonidode algúnbote cercano, porque cuandoabrílosojosmimayordomoestabaenpieunpocoapartado,obviamenteesperandoaqueterminaramisiesta.Meentregóuntelegramaqueacababadellegarabordoyloabríuntantoadormilado,sinesperarningunanoticiaenparticular.

EradeInglaterra,deunamigomuyquerido.

LornamuriórepentinamenteayernocheenChurchHadley.

Esofuetodo;elsueñohabíasidounmensaje.«Conéltendrépazyamorsinfin».GraciasaDios,cadavezquepiensoenellaescuchoesaspalabrasdesuspropios

labios.

www.lectulandia.com-Página149

Page 150: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

Notas

www.lectulandia.com-Página150

Page 151: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

[1]Rarebit: plato típico galés de queso curado fundido sobre tostadas y con otrosingredientes.(N.delaT.)<<

www.lectulandia.com-Página151

Page 152: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

[2]Wrinkles’inpracticalnavigation,SquireThorntonS.Lecky(1884).(N.delaT.)<<

www.lectulandia.com-Página152

Page 153: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

[3]Enjergamarineraanglosajonasedenominadoctoralcocinerodeabordo.(N.delaT.)<<

www.lectulandia.com-Página153

Page 154: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

[4]Yo-ho,heaveho!:antiguocánticoqueentonaban losmarinerosparamantenerelritmoencualquieradelastareasabordo.(N.delaT.)<<

www.lectulandia.com-Página154

Page 155: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

[5]TraduccióndeAlbertSolé.<<

www.lectulandia.com-Página155

Page 156: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

[6]Davy Jones’ Locker (la bodega de Davy Jones). En las tradiciones marinerasrepresentael fondodelmar.Cuandounmarinerocaíapor labordaydesaparecíaomoríaenelmar,sesolíadecirquehabía idoaparara la«bodegadeDavyJones».DavyJoneseselapododeundemoniomíticodelosmaresquecontrolabaalrestodedemonios y al mar mismo. Su nombre deriva de Duffy Jonás, siendo Duffy unaantiguapalabrausadaporlosnegrosparadesignaralosespíritusofantasmas.(N.delaT.)<<

www.lectulandia.com-Página156

Page 157: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

[7]Daisyeninglés,ademásdesereldiminutivodeMargaret,tambiénserefierealaflor.(N.delaT.)<<

www.lectulandia.com-Página157

Page 158: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

[8]TantoBluebellcomoHarebellsondostiposdecampánulas.LaHarebelltienelospétalosmásabiertosyresultamásvistosa.(N.delaT.)<<

www.lectulandia.com-Página158

Page 159: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

[9]¡Quédeseunrato,estanbonita!(N.delaT.)<<

www.lectulandia.com-Página159

Page 160: La Calavera Aullante - Francis Marion Crawford

[10] «Translate» en el original. Este verbo es utilizado en este pasaje con dosacepciones distintas; en primer lugar, cuando habla el narrador lo emplea con elsignificado de «traducir», pero su interlocutor lo emplea con el significado de«exhumarotrasladarlosrestosdedifuntosoreliquiasdesantos».(N.delaT.)<<

www.lectulandia.com-Página160