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Gabriel García Márquez

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En la ltima dcada del siglo XIX, Rubn Daro dio a Hispanoamrica la independencia literaria al inaugurar la primera corriente potica autctona, el Modernismo. Mediado el siglo XX, correspondi al colombiano Gabriel Garca Mrquez situar la narrativa hispanoamericana en la primera lnea de la literatura mundial con la publicacin de Cien aos de soledad (1967). Obra cumbre del llamado realismo mgico, la mtica fundacin de Macondo por los Buenda y el devenir de la aldea y de la estirpe de los fundadores hasta su extincin constituye el ncleo de un relato maravillosamente mgico y potico, tanto por su desbordada fantasa como por el subyugante estilo de su autor, dotado como pocos de un prodigioso "don de contar".

Gabriel Garca Mrquez

El mundo de Macondo, parbola y reflejo de la tortuosa historia de la Amrica hispana, haba sido esbozado previamente en una serie de novelas y colecciones de cuentos; despus de Cien aos de soledad, nuevas obras maestras jalonaron su trayectoria, reconocida con la concesin del Nobel de Literatura en 1982: basta recordar ttulos como El otoo del patriarca (1975), Crnica de una muerte anunciada (1981) o El amor en los tiempos del clera (1985). Como mximo representante del Boom de la literatura hispanoamericana de los aos 60, Garca Mrquez contribuy decisivamente a la merecida proyeccin que finalmente alcanz la narrativa del continente: el fenmeno editorial del Boom supuso, en efecto, el descubrimiento internacional de numerosos novelistas de altsimo nivel apenas conocidos fuera de sus respectivos pases.

La infancia mtica

Gabriel Garca Mrquez naci en Aracataca (Magdalena) el 6 de marzo de 1927. Creci como nio nico entre sus abuelos maternos y sus tas, pues sus padres, el telegrafista Gabriel Eligio Garca y Luisa Santiaga Mrquez, se fueron a vivir, cuando el pequeo Gabriel contaba slo cinco aos, a la poblacin de Sucre, en la que don Gabriel Eligio abri una farmacia y Luisa Santiaga dara a luz a la mayora de los once hijos del matrimonio.

Los abuelos de Garca Mrquez eran dos personajes bien particulares y marcaron el periplo literario del futuro Nobel: el coronel Nicols Mrquez, veterano de la guerra de los Mil Das (1899-1902), le contaba a Gabriel infinidad de historias de su juventud y de las guerras civiles del siglo XIX, lo llevaba al circo y al cine, y fue su cordn umbilical con la historia y con la realidad. Doa Tranquilina Iguarn, su cegatona abuela, pasaba los das contando fbulas y leyendas familiares, mientras organizaba la vida de los miembros de la casa de acuerdo con los mensajes que reciba en sueos: ella fue la fuente de la visin mgica, supersticiosa y sobrenatural de la realidad. Entre sus tas, la que ms lo marc fue Francisca, quien teji su propio sudario para dar fin a su vida.

Gabriel Garca Mrquez aprendi a escribir a los cinco aos, en el colegio Montessori de Aracataca, con la joven y bella profesora Rosa Elena Fergusson, de quien se enamor: fue la primera mujer que lo perturb. Cada vez que se le acercaba le daban ganas de besarla, y slo por el hecho de verla iba con gusto a la escuela. Rosa Elena le inculc la puntualidad y el hbito de escribir directamente en las cuartillas, sin borrador.

Garca Mrquez (centro) con parte de sus hermanos (Aracataca, 1935)

En ese colegio permaneci hasta 1936, cuando muri el abuelo y tuvo que irse a vivir con sus padres al sabanero y fluvial puerto de Sucre. De all pas interno al Colegio San Jos de Barranquilla, donde a la edad de diez aos ya escriba versos humorsticos. En 1940, gracias a una beca, ingres en el internado del Liceo Nacional de Zipaquir, una experiencia realmente traumtica: el fro del internado de la Ciudad de la Sal lo pona melanclico y triste. Embutido siempre en un enorme saco de lana, nunca sacaba las manos por fuera de sus mangas, pues le tena pnico al fro.

Durante los seis cursos que pas en el Liceo de Zipaquir, hubo de recorrer al menos dos veces al ao, en barco de vapor, el ro Magdalena, principal arteria fluvial del pas; esta experiencia, acaso la ltima remarcable, y sobre todo aquella asombrada primera infancia en Aracataca hasta los nueve aos, con el incontenible aluvin de historias y leyendas odas de sus abuelos y sus tas, configuran el substrato mtico del que Garca Mrquez partira para la composicin de Cien aos de soledad y la mayor parte de su obras.

En Zipaquir tuvo como profesor de literatura, entre 1944 y 1946, a Carlos Julio Caldern Hermida, a quien en 1955, cuando public La hojarasca, le obsequi con la siguiente dedicatoria: "A mi profesor Carlos Julio Caldern Hermida, a quien se le meti en la cabeza esa vaina de que yo escribiera". Ocho meses antes de la entrega del Nobel, en la columna que publicaba en quince peridicos de todo el mundo, Garca Mrquez declar que Caldern Hermida era "el profesor ideal de Literatura".

En los aos de estudiante en Zipaquir, Gabriel Garca Mrquez se dedicaba a pintar gatos, burros y rosas, y a hacer caricaturas del rector y dems compaeros de curso. En 1945 escribi unos sonetos y poemas octoslabos inspirados en una novia que tena: son uno de los pocos intentos del escritor por versificar. En 1946 termin sus estudios secundarios con magnficas calificaciones.

Estudiante de leyes

En 1947, presionado por sus padres, se traslad a Bogot para estudiar derecho en la Universidad Nacional, donde tuvo como profesor a Alfonso Lpez Michelsen y se hizo amigo de Camilo Torres Restrepo. La capital del pas fue para Garca Mrquez la ciudad del mundo (y las conoci casi todas) que ms lo impresion, pues era una ciudad gris, fra, donde todo el mundo se vesta con ropa muy abrigada y negra. Al igual que en Zipaquir, Garca Mrquez se lleg a sentir como un extrao, en un pas distinto al suyo: Bogot era entonces "una ciudad colonial, (...) de gentes introvertidas y silenciosas, todo lo contrario al Caribe, en donde la gente senta la presencia de otros seres fenomenales aunque stos no estuvieran all".

Los estudios de leyes no eran propiamente su pasin, pero logr consolidar su vocacin de escritor. El 13 de septiembre de 1947 public su primer cuento, La tercera resignacin, en el nmero 80 del suplemento Fin de Semana del rotativo El Espectador, dirigido por Eduardo Zalamea Borda. Zalamea, que firmaba sus columnas con el pseudnimo de Ulises, escribi en la presentacin del relato que Garca Mrquez era el nuevo genio de la literatura colombiana; las ilustraciones del texto estuvieron a cargo de Hernn Merino. A las pocas semanas apareci un segundo cuento: Eva est dentro de un gato.

El 9 de abril de 1948 fue asesinado el lder de la oposicin, Jorge Eliecer Gaitn; los violentos desrdenes que ese mismo da asolaron la capital (en una jornada de revuelta conocida como el "Bogotazo") fueron la causa de que la Universidad Nacional cerrara indefinidamente sus puertas. Garca Mrquez perdi muchos libros y manuscritos en el incendio de la pensin donde viva y se vio obligado a pedir traslado a la Universidad de Cartagena, donde sigui siendo un alumno irregular. Nunca se gradu, pero inici una de sus principales actividades periodsticas: la de columnista. Manuel Zapata Olivella le consigui una columna diaria en el recin fundado peridico El Universal.

El Grupo de Barranquilla

A principios de los aos cuarenta comenz a gestarse en Barranquilla una especie de asociacin de amigos de la literatura que se llam el Grupo de Barranquilla; su cabeza rectora era don Ramn Vinyes. El "sabio cataln", dueo de una librera en la que se venda lo mejor de la literatura espaola, italiana, francesa e inglesa, orientaba al grupo en las lecturas, analizaba autores, desmontaba obras y las volva a armar, lo que permita descubrir los trucos de que se servan los novelistas. La otra cabeza era Jos Flix Fuenmayor, que propona los temas y enseaba a los jvenes escritores en ciernes (lvaro Cepeda Samudio, Alfonso Fuenmayor y Germn Vargas, entre otros) la manera de no caer en lo folclrico.

Gabriel Garca Mrquez se vincul a ese grupo. Al principio viajaba desde Cartagena a Barranquilla cada vez que poda. Luego, gracias a una neumona que le oblig a recluirse en Sucre, cambi su trabajo en El Universal por una columna diaria en El Heraldo de Barranquilla, que apareci a partir de enero de 1950 bajo el encabezado de "La jirafa" y firmada por "Septimus".

En el peridico barranquillero trabajaban tambin Cepeda Samudio, Vargas y Fuenmayor. Garca Mrquez escriba, lea y discuta todos los das con los tres redactores; el inseparable cuarteto se reuna a diario en la librera del "sabio cataln" o se iba a los cafs a beber cerveza y ron hasta altas horas de la madrugada. Polemizaban a grito herido sobre literatura, o sobre sus propios trabajos, que los cuatro lean. Hacan la diseccin de las obras de Defoe, Dos Passos, Camus, Virginia Woolf y William Faulkner, escritor este ltimo de gran influencia en la literatura de ficcin de Amrica Latina y muy especialmente en la de Garca Mrquez; en el famoso discurso "La soledad de Amrica Latina", que pronunci con motivo de la entrega del premio Nobel en 1982, el colombiano seal que William Faulkner haba sido su maestro. Sin embargo, Garca Mrquez nunca fue un crtico, ni un terico literario, actividades que, adems, no fueron de su predileccin: siempre prefiri contar historias.

lvaro Cepeda Samudio y Garca Mrquez

En la poca del Grupo de Barranquilla, Garca Mrquez ley a los grandes escritores rusos, ingleses y norteamericanos, y perfeccion su estilo directo de periodista, pero tambin, en compaa de sus tres inseparables amigos, analiz con cuidado el nuevo periodismo norteamericano. La vida de esos aos fue de completo desenfreno y locura. Fueron los tiempos de La Cueva, un bar que perteneca al dentista Eduardo Vila Fuenmayor y que se convirti en el sitio mitolgico en el que se reunan los miembros del Grupo de Barranquilla a hacer locuras: todo era posible all, hasta las trompadas entre ellos mismos.

Tambin fue la poca en que viva en pensiones de mala muerte, como El Rascacielos, un edificio de cuatro pisos ubicado en la calle del Crimen que alojaba tambin un prostbulo. Muchas veces no tena el peso con cincuenta para pasar la noche; entonces le daba al encargado sus mamotretos (los borradores de La hojarasca) y le deca: "Qudate con estos mamotretos, que valen ms que la vida ma. Por la maana te traigo plata y me los devuelves".

Los miembros del Grupo de Barranquilla fundaron un peridico de vida muy fugaz, Crnica, que segn ellos sirvi para dar rienda suelta a sus inquietudes intelectuales. El director era Alfonso Fuenmayor, el jefe de redaccin Gabriel Garca Mrquez, el ilustrador Alejandro Obregn, y sus colaboradores fueron, entre otros, Julio Mario Santo Domingo, Meira del Mar, Benjamn Sarta, Juan B. Fernndez y Gonzalo Gonzlez.

Periodismo y literatura

A principios de 1950, cuando ya tena muy adelantada su primera novela, titulada entonces La casa, acompa a doa Luisa Santiaga al pequeo, caliente y polvoriento Aracataca, con el fin de vender la vieja casa en donde se haba criado. Comprendi entonces que estaba escribiendo una novela falsa, pues su pueblo no era siquiera una sombra de lo que haba conocido en su niez; a la obra en curso le cambi el ttulo por La hojarasca, y el pueblo ya no fue Aracataca, sino Macondo, en honor a los corpulentos rboles de la familia de las bombceas, comunes en la regin y semejantes a las ceibas, que alcanzan una altura de entre treinta y cuarenta metros.

En la redaccin de Prensa Latina (Bogot, 1959)

En febrero de 1954 Garca Mrquez se integr en la redaccin de El Espectador, donde inicialmente se convirti en el primer columnista de cine del periodismo colombiano, y luego en brillante cronista y reportero. El ao siguiente apareci en Bogot el primer nmero de la revista Mito, bajo la direccin de Jorge Gaitn Durn.

La publicacin dur slo siete aos, pero fueron suficientes, por la profunda influencia que ejerci en la vida cultural colombiana, para considerar que Mito seala el momento de la aparicin de la modernidad en la historia intelectual del pas, pues jug un papel definitivo en la sociedad y en la cultura colombianas: desde un principio se ubic en la contemporaneidad y en la cultura crtica. Gabriel Garca Mrquez publicara tres trabajos en la revista: un captulo de La hojarasca, el Monlogo de Isabel viendo llover en Macondo (1955) y la novela breve El coronel no tiene quien le escriba (1958). En realidad, el escritor siempre ha considerado que Mito fue trascendental; en alguna ocasin dijo a Pedro Gmez Valderrama: "En Mito comenzaron las cosas".

En ese ao de 1955, Garca Mrquez gan el primer premio en el concurso de la Asociacin de Escritores y Artistas; public La hojarasca y un extenso reportaje por entregas, Relato de un nufrago, el cual fue censurado por el rgimen del general Gustavo Rojas Pinilla. La direccin de El Espectador decidi que Gabriel Garca Mrquez saliera del pas rumbo a Ginebra, para cubrir la conferencia de los Cuatro Grandes, y luego a Roma, donde aparentemente el papa Po XII agonizaba. En la capital italiana asisti, por unas semanas, al Centro Sperimentale di Cinema.

Rondando por el mundo

Tres aos estuvo ausente de Colombia. Vivi una larga temporada en Pars, y recorri Polonia y Hungra, la Repblica Democrtica Alemana, Checoslovaquia y la Unin Sovitica. Continu como corresponsal de El Espectador, aunque en precarias condiciones, pues si bien escribi dos novelas, El coronel no tiene quien le escriba y La mala hora, viva pobre a morir, esperando el giro mensual que El Espectador deba enviarle pero que se demoraba debido a las dificultades del diario con el rgimen de Rojas Pinilla. Esta situacin se refleja en El coronel, donde se relata la desesperanza de un viejo oficial de la guerra de los Mil Das aguardando la carta que haba de anunciarle la pensin de retiro a que tiene derecho. Cuando El Espectador fue clausurado por la dictadura, fue corresponsal de El Independiente, y colabor tambin con la revista venezolana lite y la colombiansima Cromos.

La estancia en Europa permiti a Garca Mrquez ver Amrica Latina desde otra perspectiva. Le seal las diferencias entre los distintos pases latinoamericanos, y tom adems mucho material para escribir cuentos acerca de los latinos que vivan en la Ciudad de la Luz. Aprendi a desconfiar de los intelectuales franceses, de sus abstracciones y esquemticos juegos mentales, y se dio cuenta de que Europa era un continente viejo, en decadencia, mientras que Amrica, y en especial Latinoamrica, era lo nuevo, la renovacin, lo vivo.

A finales de 1957 fue vinculado a la revista Momento y viaj a Venezuela, donde pudo ser testigo de los ltimos momentos de la dictadura del general Marcos Prez Jimnez. En marzo de 1958 contrajo matrimonio en Barranquilla con Mercedes Barcha, unin de la que naceran dos hijos: Rodrigo (1959), bautizado en la Clnica Palermo de Bogot por Camilo Torres Restrepo, y Gonzalo (1962). Al poco tiempo de su matrimonio, de regreso a Venezuela, tuvo que dejar su cargo en Momento y asumir un extenuante trabajo en Venezuela Grfica, sin dejar de colaborar ocasionalmente en lite.

Con Mercedes Barcha y sus hijos

Pese a tener poco tiempo para escribir, su cuento Un da despus del sbado fue premiado. En 1959 fue nombrado director de la recin creada agencia de noticias cubana Prensa Latina. En 1960 vivi seis meses en Cuba y al ao siguiente fue trasladado a Nueva York, pero tuvo grandes problemas con los exiliados cubanos y finalmente renunci. Despus de recorrer el sur de Estados Unidos se fue a vivir a Mxico. No sobra decir que, luego de esa estada en Estados Unidos, el gobierno norteamericano le deneg el visado de entrada, porque, segn las autoridades, Garca Mrquez estaba afiliado al partido comunista. Slo en 1971, cuando la Universidad de Columbia le otorg el ttulo de doctor honoris causa, recibira el autor un visado, aunque condicionado.

Recin llegado a Mxico, donde Garca Mrquez residira muchos aos de su vida, se dedic a escribir guiones de cine y durante dos aos (1961-1963) trabaj en las revistas La Familia y Sucesos, de las cuales fue director. De sus intentos cinematogrficos el ms exitoso fue El gallo de oro (1963), basado en el cuento homnimo escrito por Juan Rulfo, que Garca Mrquez adapt con el tambin escritor Carlos Fuentes. El ao anterior haba obtenido el premio Esso de Novela Colombiana con La mala hora (1962).

La consagracin

Un da de 1966 en que se diriga desde Ciudad de Mxico al balneario de Acapulco, Gabriel Garca Mrquez tuvo la repentina visin de la novela que haba venido rumiando durante diecisiete aos. Consider que ya la tena madura, se sent a la mquina de escribir y trabaj ocho y ms horas diarias durante dieciocho meses seguidos, mientras que su esposa se ocupaba del sostenimiento de la casa.

En 1967 apareci Cien aos de soledad, novela cuyo universo es una sucesin de historias fantsticas perfectamente hilvanadas en un tiempo cclico y mtico: pestes de insomnio, diluvios, fertilidad desmedida, levitaciones... Es una gran metfora en la que, a la vez que se narra la historia de las generaciones de los Buenda en el mundo mgico de Macondo, desde la fundacin del pueblo hasta la completa extincin de la estirpe, se refleja de manera hiperblica e insuperable la historia colombiana desde los tiempos de la independencia hasta los aos treinta del siglo XX.

Cien aos de soledad mereci este juicio del gran poeta chileno Pablo Neruda: "Es la mejor novela que se ha escrito en castellano despus del Quijote". Con tan calificado concepto se ha dicho todo: la novela no slo es la opus magnum de Garca Mrquez, sino que constituy un hito en la historia literaria de Latinoamrica al ser sealada como una de las mejores realizaciones narrativas de todos los tiempos. El xito entre el pblico acompa esta valoracin: figura entre los libros que ms traducciones tiene (cuarenta idiomas por lo menos) y que mayores ventas ha logrado, alcanzando las cifras de un verdadero best seller mundial.

Gabo en los tiempos de Cien aos (Barcelona, 1969)

El xito de Cien aos de soledad situ a Garca Mrquez en la primera lnea del Boom de la literatura hispanoamericana y supuso el espaldarazo definitivo para aquel fenmeno editorial que, desde principios de los 60, estaba dando a conocer al mundo la obra de los nuevos y no tan nuevos narradores del continente: los argentinos Jorge Luis Borges y Julio Cortzar, el peruano Mario Vargas Llosa y los mexicanos Juan Rulfo y Carlos Fuentes, entre otras figuras. Tras el aplauso unnime del pblico y de la crtica, Garca Mrquez se estableci en Barcelona y pas temporadas en Bogot, Mxico, Cartagena y La Habana.

Durante las siguientes dcadas escribira cinco novelas ms y se publicaran tres volmenes de cuentos y dos relatos, as como importantes recopilaciones de su produccin periodstica y narrativa. De los quince aos que mediaron hasta la concesin del Nobel cabe destacar la coleccin de cuentos La increble y triste historia de la Cndida Erndira y de su abuela desalmada (1973), la novela "de dictador" El otoo del patriarca (1975), tema recurrente en la tradicin hispanoamericana, y un nuevo prodigio de perfeccin constructiva y narrativa basado en un suceso real y alejado del realismo mgico: la Crnica de una muerte anunciada (1981), considerada por muchos su segunda obra maestra.

Varios elementos marcan ese periplo: se profesionaliz como escritor literario, y slo despus de casi veintitrs aos reanud sus colaboraciones en El Espectador. En 1985 cambi la mquina de escribir por el computador. Su esposa Mercedes Barcha siempre colocaba un ramo de rosas amarillas en su mesa de trabajo, flores que Garca Mrquez consideraba de buena suerte. Un vigilante autorretrato de Alejandro Obregn, que el pintor le regal, presida su estudio; en una noche de locos, el artista lo haba atravesado con cinco tiros del calibre 38 para zanjar una disputa entre sus hijos sobre quin lo heredara. Finalmente, dos de sus compaeros periodsticos, lvaro Cepeda Samudio y Germn Vargas Cantillo, murieron, cumpliendo cierta prediccin escrita en Cien aos de soledad.

Premio Nobel de Literatura

En la madrugada del 21 de octubre de 1982, Garca Mrquez recibi una noticia que haca ya tiempo que esperaba por esas fechas: la Academia Sueca acababa de otorgarle el ansiado premio Nobel de Literatura. Se hallaba entonces exiliado en Mxico, pues el 26 de marzo de 1981 se haba visto obligado a salir de Colombia para eludir su captura; el ejrcito colombiano quera detenerlo por una supuesta vinculacin con el movimiento M-19 y porque durante cinco aos haba mantenido la revista Alternativa, de corte socialista.

La concesin del Nobel fue todo un acontecimiento cultural en Colombia y en Latinoamrica. El escritor Juan Rulfo opin: "Por primera vez despus de muchos aos se ha dado un premio de literatura justo". La ceremonia de entrega del Nobel se celebr en Estocolmo los das 8, 9 y 10 de diciembre; segn se supo despus, disput el galardn con el novelista britnico Graham Greene y el alemn Gnter Grass.

En la entrega del Nobel (1982)

Dos actos confirmaron el profundo sentimiento latinoamericano de Garca Mrquez. A la entrega del premio fue vestido con un clsico e impecable liquilique de lino blanco, por ser el traje que us su abuelo y que usaban los coroneles de las guerras civiles, y que segua siendo de etiqueta en el Caribe continental. Y con el discurso "La soledad de Amrica Latina" (ledo el mircoles 8 de diciembre de 1982 ante la Academia Sueca en pleno y cuatrocientos invitados y traducido simultneamente a ocho idiomas), intent romper los moldes o frases gastadas con que tradicionalmente Europa se ha referido a Latinoamrica, y denunci la falta de atencin de las superpotencias hacia el continente.

El flamante Nobel dio a entender cmo los europeos se han equivocado en su posicin frente a las Amricas, quedndose tan slo con la carga de maravilla y magia que se ha asociado siempre a esta parte del mundo, y sugiri cambiar ese punto de vista mediante la creacin de una nueva y gran utopa, la vida, que es a su vez la respuesta de Latinoamrica a su propia trayectoria de muerte. El discurso es una pieza literaria de elevado estilo y de hondo contenido americanista, una hermosa manifestacin de su personalidad nacionalista, de su fe en los destinos del continente y de sus pueblos. Confirm asimismo su compromiso con Latinoamrica, convencido desde siempre de que el subdesarrollo afecta a todos los elementos de la vida latinoamericana; los escritores de esta parte del mundo deben, por consiguiente, estar comprometidos con la realidad social total.

Con motivo de la entrega del Nobel, el gobierno colombiano, presidido por Belisario Betancur, program una vistosa presentacin folclrica en Estocolmo. Present adems una emisin de sellos con la efigie de Garca Mrquez dibujada por el pintor Juan Antonio Roda, con diseo de Dickens Castro y texto de Guillermo Angulo, a propsito de la cual el escritor colombiano expres: "El sueo de mi vida es que esta estampilla slo lleve cartas de amor".

ltimos aos

Desde que se conoci la noticia de la obtencin del premio, el asedio de periodistas y medios de comunicacin fue permanente y los compromisos se multiplicaron. Finalmente, en marzo de 1983, Gabo regres a Colombia. En Cartagena lo esperaba su madre, doa Luisa Santiaga Mrquez de Garca, en su casa del Callejn de Santa Clara, en el tradicional barrio de Manga, con un suculento sancocho de tres carnes (salada, cerdo y gallina) y abundante dulce de guayaba.

Gabriel Garca Mrquez

Despus del Nobel, Garca Mrquez se ratific como figura rectora de la cultura nacional, latinoamericana y mundial. Sus conceptos sobre diferentes temas ejercieron fuerte influencia. Durante el gobierno de Csar Gaviria Trujillo (1990-1994), junto con otros sabios como Manuel Elkin Patarroyo, Rodolfo Llins y el historiador Marco Palacios, form parte de la comisin encargada de disear una estrategia nacional para la ciencia, la investigacin y la cultura. Pero acaso una de sus ms valientes actitudes fue el apoyo permanente a la revolucin cubana y a Fidel Castro, la defensa del rgimen socialista impuesto en la isla y su rechazo al bloqueo norteamericano, que sirvi para que otros pases apoyasen de alguna manera a Cuba y evit mayores intervenciones de los estadounidenses.

En el terreno literario, apenas tres aos despus del Nobel public otra de sus mejores novelas, El amor en los tiempos del clera (1985), extraordinaria y dilatadsima historia de amor que tuvo una tirada inicial de 750.000 ejemplares. Deben destacarse asimismo la novela histrica El general en su laberinto (1989), sobre el libertador Simn Bolvar, y los relatos breves reunidos en Doce cuentos peregrinos (1992). Tras algunos aos de silencio, en 2002 Garca Mrquez present la primera parte de sus memorias, Vivir para contarla, en la que repasa los primeros treinta aos de su vida. La publicacin de esta obra supuso un magno acontecimiento editorial, con el lanzamiento simultneo de la primera edicin (un milln de ejemplares) en todos los pases hispanohablantes.

En 2004 vio la luz la que iba a ser su ltima novela, Memorias de mis putas tristes; en 2007 recibi sentidos y multitudinarios homenajes por triple motivo: sus 80 aos, el cuadragsimo aniversario de la publicacin de Cien aos de soledad y el vigsimo quinto de la concesin del Nobel. Falleci el 17 de abril de 2014 en Ciudad de Mxico, tras de una recada en el cncer linftico por el que ya haba sido tratado en 1999.