nota al pie
DESCRIPTION
Primer numero de un proyecto de revista cultural gratuita realizada para el Taller de Produccion Grafica II de la Facultad de Periodismo y Comunicacion Social de la UNLPTRANSCRIPT
N*revista nota al pie
*1#A
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1. Dic
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201
2. D
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.
staffEditoraManuela Papaleo
RedactoresFernando ArandaTomás BergeroGonzalo MartínFederico Piana
Arte y diseñoJoaquín PalomequeClara Loustaunau
AgradecimientosPatricia RattoLucía GilesCentro Cultural “En Eso Estamos”Luxor Magenta
*N
Molotov
1 de diciembre – 21 hs
La Trastienda Club (La Plata)
Abel Pintos
1 de Diciembre - 21.30 hs
Teatro Coliseo Podestá
Because we can
5 de diciembre - 22.30 hs
Café Concert 43 e/ 7 y 8
Pura Pride Fest
8 de diciembre - 23 hs
Pura Vida Bar
Patricia Sosa
12 de diciembre - 21 hs
Café Concert (43 e/ 7 y 8)
Arbolito
15 de diciembre - 21 hs
Sala Ópera (58 e/ 10 y 11)
Sinfonía n.° 9 Beethoven
21 de diciembre - 20.30 hs
Teatro Argentino
Muestras deDanza 2012
21 de diciembre - 20 hs
Sala Ópera (58 e/ 10 y 11)
agenda culturaldel 1/12 al 31/12
23
nota de autorNOTA DE AUTOR. Nosotros también decimos.
En este primer número de “Nota al pie” queremos darte la bienvenida con un
contenido bien variado para vos. Te invitamos a recorrer, pero principalmente a
participar de un espacio diferente, que se construye a partir del aporte de todos.
Empecemos.
SANGRÍA. Un espacio para vos. Pág. 4-5
La pluma de la editora nos acerca un cuento que atrae por su crudeza y realidad,
acompañado de una poesía que devuelve el alma al cuerpo. Estate atento, en
unos días se abren las redes sociales para que nos mandes tu producción, no te
pierdas el próximo número, tu nombre podría figurar en él.
DESTACADO. Lo que no podes dejar de ver. Pág. 6-9
El mundo cultural platense comprimido en una sección. Este mes te
recomendamos tres libros que están dando que hablar y un espacio cultural muy
especial que te invita a formar parte de la movida. Chusmeá, probá y recomendá.
OP. CIT. Charlas para repetir. Pág. 12-15
Nuevos personajes emergen desde lo más profundo del arte y la cultura con
propuestas diferentes, movilizadoras. En “Nota al pie” te los presentamos para que
los conozcas y los disfrutes. En este primer número tenemos una figura muy
especial que está camino a la trascendencia internacional. Patricia Ratto, una
escritora tandilense que con su último libro “Trasfondo”, dio el puntapié hacia el
reconocimiento público.
ANEXO. Porque todo suma. Pág. 16-20
Popurrí. Datos útiles, consejos y recomendaciones para la vida de los estudiantes.
En este número, asesoramiento para el licenciamiento de la música que
componés, las obras que escribís o pintás, para que juntos construyamos nuestra
cultura. Además, Universipass, la tarjeta de la UNLP hecha a medida del bolsillo
de los estudiantes.
3
E staba oscuro. Tuve que hacer un esfuerzo tremendo para despegar mis
párpados. Mis fuerzas se habían evapora-do, los músculos de mi cuerpo se negaban a actuar. Sentía puntadas de dolor por todas partes. Sudaba. Un grito ahogado me llenó la garganta, pero no logré materiali-zarlo. El dolor del estómago me estaba devastando y las piernas me temblaban. Nunca hubiese podido ponerme en pie, aunque lo deseaba con todo mi ser. Me agarré fuerte el estómago con las dos manos. Por un momento, el dolor me había hecho olvidarlo todo, pero algo latía aden-tro mío y se movía sin parar. La alegría y la esperanza me devolvieron las fuerzas. Todavía estaba vivo. Si algo me había ator-mentado durante las sesiones de electrici-dad, era el terror de perderlo. Era mi bebé, mío, y ya estaba a punto de nacer. Lo que-ría vivo y conmigo, fuera como fuera.La felicidad de saber que estaba seguro adentro mío, lejos del peligro externo, duró apenas unos minutos. Las puntadas en el vientre eran cada vez más intensas. De un momento a otro supe que había llegado el momento. Algo caliente corría por mis piernas, ya no podía aguantar más el dolor. La respiración se me entrecortaba, el aire no llenaba mis pulmones. Sentía que me iba a desmayar en cualquier momento. No, no lo podía permitir.Me apoyé contra las paredes del calabozo y fue la primera vez, en los meses que estu-ve presa, que agradecí que las paredes estuvieran tan cerca una de la otra. De otra forma, no hubiese podido levantarme. Junté fuerzas y golpeé la puerta de hierro lo más intensamente que pude. Al segundo golpe se me aflojaron las piernas y me caí. Me agarré la panza con ambos brazos para protegerla y me golpeé la cabeza
contra una de las paredes, no sentí dolor. Comencé a gritar, ahora sí, la garganta me lo permitía. Pedía auxilio desesperada.La puerta del calabozo se abrió de golpe. El milico que estaba custodiando me miró fijo, yo no paraba de gritar. Cuando me alumbró con la linterna, vio la sangre que me había manchado la pollera. Me levantó violentamente de un brazo y me arrastró hasta el pasillo. Gritó un nombre y apare-ció otro milico que estaba a la vuelta, segu-ramente custodiando a otro preso. Entre los dos me agarraron y me llevaron a una habitación. Ahí me acostaron en una cami-lla. Al rato vi entrar a un hombre de guar-dapolvo blanco y supe que era el médico. Les dijo algo a los dos milicos y se retira-ron. Lo vi acercarse con una inyección que me aplicó en el brazo. Sentí correr el líquido quemándome a través de las venas y no recuerdo más nada. Cuando me desperté ya me sentía mejor. Miré para todos lados. Oscuridad. Desesperación. Otra vez el calabozo. Me toqué el vientre, estaba vacío, desierto. Gritos. Llantos. Golpes.Hace treinta años, y el recuerdo sigue intacto. Sé que lo voy a encontrar.
san-gría
Madres de la memoria
un espaciopara vos
Manuela Papaleo
*N
4
MutarMutar. Moverse, modificarse, mudar.Mudar de piel, de espíritu, de hogar y de colchón.Cambiar. Cambiarse, cambiarnos.Destinos, direcciones, rumbos.Perdiéndose, fundiéndose en la nada.Y renaciendo, siempre renaciendo.
Girar, tropezar, caer y volver a empezar.Aprender, seguir. Seguir siguiendo.Querer, llorar, odiar, besar, putear.Sentir a flor de piel;refutar nuestras propias convicciones.
Creer, confiar, mentir.Perdonar, gritar, cantar. Bailar hasta el amanecer.Sonreir, desangrar el corazón.Formatear, reiniciar, tratar de olvidar.Lograrlo. Recordar para toda la vida.Ganar, perder, empatar, romper.
Crecer, cortar sogas, volver.Siempre volviendo.Continuar, cansarse, querer abandonar.
Llorar hasta dormirse,reir hasta llorar,vivir hasta morir.
Revivir, y seguir viviendo.
Manuela Papaleo
anexo
Los estudiantes universitarios están
acostumbrados a aprovechar al máximo
las ofertas, sacarle el jugo a las
promociones y recorrer una y otra vez
todos los locales hasta encontrar el precio
que más se ajusta a su bolsillo. Para
facilitar la tan compleja economía
estudiantil, la Universidad Nacional de La
Plata cuenta con la tarjeta de descuentos
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Rectorado, en avenida 7 nº 776. Lo mejor
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engorroso, solo tenés que presentar tu DNI
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zapaterías, casas de comidas, bares y
restaurantes, teatros, bazar, turismo y
hote ler ía , indumentar ia , muebles ,
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el medio pago. Crédito, efectivo o débito
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que llegó para quedarse. Pedila y empezá
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Larga vidaa Universipass
*N
20 5
destacadoTámesis y Otros Cuentos Cristian Vásquez
lo que no podésdejar de ver
Un día de la primaverapara olvidar“Era mucha plata. Mucho más que ahora, porque era el año 98, estaba el uno a uno todavía, cuando los muchachos recibieron la oferta”. Así comienza Támesis y Otros Cuentos, una novela sobre cuatro amigos, una extraña propuesta y una mujer. Todo trascurre en el Parque Pereyra Iraola el día de la primavera, donde la vegetación parece cobrar vida y se transforma en un personaje más.Este relato tiene como eje la amistad entre cuatro jóvenes que desde sus comienzos arranca con el misterio, y la continua alternativa entre la alucinación y la realidad conduce poco a poco a los amigos al esclarecimiento de todos los enigmas. La trama rigurosa, el desarrollo sabiamente dosificado por el autor y, sobre todo, la admirable originalidad de la idea en torno a la cual gira la acción, han convertido a Támesis y Otros Cuentos en una ficción inolvidable.Su au to r, Cr i s t ian Vásquez , va construyendo a lo largo de la obra, un relato cada vez más misterioso que va atrapando al lector e impide que abandone su lectura.
Intriga, suspenso y un lenguaje directo, son la mezcla elegida por el autor para ir construyendo un relato atrapante donde cada frase genera una inquietante expectativa que sólo el buen suspenso puede lograr.Una trama en la que cuatro amigos se reúnen en el Parque, donde, más allá de la propuesta, del premio por hallar un lugar y de Mirna, la experiencia conlleva u n a s u m a d e i m p r e v i s t o s y desencuentros. Publicado originalmente en 2007 por la Editorial de la Universidad de La Plata (Argentina), Támesis y Otros Cuentos es el primer libro de Cristian Vázquez.En fin, un relato corto, pero muy seductor y con un gran dominio del suspenso, en donde sin duda va a satisfacer a cualquier lector que se atreva a descifrar el gran misterio que atrapa la trama.
Como hombre, cuestiona su lugar de
poder. “Es muy fácil ser hombre y hablar
sobre la libertad de la otra persona,
cuando la violencia sexista y machista
no la vivís vos”, argumenta, y elige acom-
pañar a las mujeres, “a las pibas”. Desde
un lugar dinámico, no estático. “La
gente piensa que militar al feminismo
desde un lugar de chabón es súper
retrógrado y aburrido. Para mí son mis
compañeras, mi objetivo es divulgar un
mensaje de empoderamiento hacia
ellas”, explica metido en el papel de
militante.
Como lema, sostiene: “señora, done la
pared al arte callejero”. Sus primeras
pintadas salían íntegramente de su
bolsillo, eran totalmente autogestiona-
das “y a base de comer mucho arroz”.
Pero en el último tiempo, Luxor
desarrolló una origi-
nal rutina de
trabajo: “a los
que van cono-
ciendo mi obra
y me piden que
les pinte alguna
pared de su casa, lo que les pido es que
compren los materiales para su pintura y
un excedente con el que después pinto
en la calle”, cuenta. No es raro verlo en
acción a plena luz del día, su arte no
tiene de quien esconderse.
Cuando se le pregunta acerca del senti-
do del graffiti, Luxor hace una pausa,
busca las palabras exactas. “Para mí el
graffiti es una herramienta política para
decir lo que pienso en la calle de una
manera piola, y mis obras son una idea
que va entre la metáfora y el mensaje
forzado”, justifica casi de memoria, como
si tuviera ensayada la respuesta de
antemano.*N
*N
6 19
Peligroso triángulo
“El apego a las personas o a los objetos es
la causa de todos sus sufrimientos, por eso
le recomiendo imitar el andar del caracol,
arrastrarse despacio, sin dejar rastros, con
modestia, indiferencia y anonimato”. En
este último párrafo de Muñeca y yo está la
clave para descifrar este libro de Ulises
Cremonte: la pérdida del objeto de deseo.
Corre el año 1999 en la ciudad de La Plata,
un joven periodista descubre en el sub-
suelo de la galería San Martín, en un “Por-
no-shop”, una muñeca inflable. “Esta mina
tiene que estar en mi casa”. Ese arranque
de fetichismo origina un triángulo amoroso
entre el protagonista, la muñeca y su
novia.
Muñeca, su amante, no es sólo una mujer
fantasma con la que el periodista tiene
diálogos imaginarios, sino también el últi-
mo avatar de una serie de objetos amados.
Tanto la miniatura de la princesa LEIA de
La Guerra de las Galaxias que marcó la
infancia del protagonista como MI
LAPICERA (sic) -una Parker con la que el
abuelo lo premió en la graduación prima-
ria- o esa bicicleta bautizada “la roji”, todos
los objetos en Muñeca y yo cobran identi-
dad y peso para el protagonista, y luego
desaparecen en forma irremediable.
Una historia muy divertida en donde Cre-
monte alcanza un efecto literario único: le
otorga intensión a la ineludible inmovili-
dad de la muñeca - “ella mantuvo una
postura estática y ni siquiera me agrade-
ció (…) la observé buscando una respuesta
y me devolvió un rostro impreciso, ausente,
vacío” - a la par que el protagonista se
somete a un inusual imaginario en el que
la muñeca encarna a la esposa perfecta:
demandante, insatisfecha e impenetrable.
Con un humor delirante, Cremonte constru-
ye una novela insólita sobre la neurosis, el
deseo y la soledad. “Tenía todo lo que
quería: con Kapeluz cubría mis necesida-
des físicas y con la muñeca disfrutaba de
la felicidad primaveral del amor”.
Una obra de la Editorial Universidad de La
Plata (Edulp), finalista del Premio Novela
Clarín en 2002. Un relato lleno de humor,
de absurdo, de mentiras y verdades entre-
lazadas en complejos sentidos discursivos.
Una historia para disfrutar.
Muñeca y yo Ulises CremonteanexoLuxor Magenta Artista callejero
Caminas por las calles de la ciudad de La
Plata. Muchas veces rezongas de la gran
cant idad de baldosas f lojas que
insistentemente tratas de esquivar, pero
siempre es en vano, te salpican, te
ensucian, en síntesis, te arruinan el día.
Pero las calles platenses también albergan
una inigualable muestra de arte callejero
que muchas veces pasas por alto, por no
prestar atención, por desinterés o
simplemente por falta de tiempo. Los
graffities han invadido toda la ciudad, sin
discriminar entre las zonas céntricas y las
más alejadas del casco urbano, para dotar
de color, formas, y dibujos tu paisaje
cotidiano.
Uno de los principales responsables de
este fenómeno es un grafittero de alto
contenido social que no dudó en
desparramar por las calles de la ciudad
mensajes feministas llenos de colores. Sus
obras llevan su firma: Luxor Magenta. Su
verdadero nombre es Lucas, pero se ha
hecho tan conocido por su seudónimo que
le cuesta recordarlo. El Magenta es un
color primario y también una constante en
todas sus pintadas, una rasgo identitario
que lo acompaña a todos lados.
“Yo p into femin i smo , ap l icado y
dulcemente” dice con un hilo de voz que
busca imitar el tono armonioso de la mujer.
Las obras de Luxor tienen identidad. Uno
las ve por la calle y las reconoce. Se ha
dedicado a experimentar si luetas
particulares como las de las mujeres que
parecen flotar en el aire.
Su “Lesbiana Power” como cataloga su
lucha por el género es una reafirmación
de la imagen de una mujer distinta, que
rompe con los estereotipos de belleza, que
propone liberarse, ser lo que se quiera ser,
sin prejuicios. Invita a la mujer a soltarse, a
no reprimirse, a ser sin pensar en lo que la
sociedad preestableció que debía ser.
Arte callejero: graffiti, género y mucho magenta.
*N
18 7
Este término, utilizado originalmente en el mundo informático,
nació como deformación humorística de Copyright, jugando con el
significado de “right” - derecho, en su sentido jurídico - que
además conlleva una acepción política - derecha, ligada al
conservadurismo. Por el contrario, el componente “left” - que
refiere a la izquierda, políticamente hablando - también deriva del
verbo “to leave”: toda creación que se difunda con esta filosofía “se
deja” a disposición de usuarios posteriores, para que se pueda
utilizar libremente de manera indefinida. El Copyleft vendría a ser
la reivindicación de la libertad, frente a los derechos de autor que
la coartan.
Copyleft
©..Trasfondo es una novela breve basada en
la campaña cumplida por el submarino
argentino ARA San Luis en las aguas del
Atlántico Sur durante la Guerra de Malvi-
nas: treinta y nueve días de patrulla, y
ochocientas sesenta y cuatro horas de
inmersión. El argumento se desarrolla ínte-
gramente dentro de la embarcación y todo
el relato está condicionado por una sus-
pensión temporal, donde día y noche se
vuelven jornadas interminables, casi infini-
tas. Los treinta y cinco hombres que confor-
man la tripulación son piezas que encas-
tran en un relato que no da respiro al lec-
tor. La monotonía subacuática está alimen-
tada por un aislamiento que se vuelve
amenaza: la amenaza de la guerra. Pero no
todo es fogonazo. Bajo el manto del océa-
no la vida es espera, el miedo es impoten-
cia y el sueño y la vigilia se confunden, se
mezclan.
La única certeza de la novela es la Guerra
de Malvinas.
Casualidad o fatalidad, si en Trasfondo
todo parece disolverse tras una niebla que
adormece, que oculta e invisibiliza, el
enfrentamiento de Malvinas también tiene
su velo infame, ese “manto de neblina” al
que alude la canción patria que silenció el
dolor.
“La Guerra de Malvinas nos quedó lejos,
uno no terminó de involucrarse y entender
que estábamos en guerra”, comentó en
tono reflexivo su autora Patricia Ratto. “En la
novela aparece la ceguera de la guerra,
porque ellos en el submarino nunca vieron
las islas, ni nada del afuera, porque las
veces que sacaron el periscopio había
niebla. Justamente me parece que esa es
la metáfora de lo que pasó, Malvinas es la
guerra que no vimos”, sentenció Ratto.
En Trasfondo también emerge con fuerza el
absurdo de la guerra. Torpedos que no
explotan, radares descompuestos, órdenes
incoherentes, fugas milagrosas y un motor
inutilizado completan un panorama de
humillación y abandono. Los partes de la
Marina nunca llegan, y las noticias del
enfrentamiento son recibidas a través de
emisiones esporádicas de reportes infor-
mativos de Radio Colonia. Para generar
más incertidumbre, la escritora optó por no
incluir fechas: cuando las cosas pasan,
pasan.
Trasfondo Patricia Ratto
En el fondo del mar
bajo licencias Copyleft, que se plantea
como una estrategia legal aplicada desde
una perspectiva antagónica a la del
Copyright para superar las restricciones y
favorecer la creación de nuevas obras. Esta
licencia permite la copia, redistribución,
derivación y, según el nivel o tipo de
licencia, su comercialización. Existe, sin
embargo, una restricción fundamental que
establece que cualquier obra derivada
debe estar también bajo las mismas
condiciones del original. Libre nació y libre
vivirá.
*N
*N
8 17
Camino un número, el cartel indica 8. Cru-
zando la Avenida 44 las calles se vuelven
oscuras. Una esquina iluminada y concurri-
da. Dos cuadras más y llegué al lugar,
aquel que resplandece por su colorido.
Tres letras: E-E-E. Una incógnita que, suma-
da al estilo carnavalesco de su fachada,
me invita a entrar para descubrir qué hay
dentro, ¿vamos?.
Una inscripción sobre la puerta me indica
que estoy en el lugar correcto: “En eso
estamos”. Cruje la gran puerta de casa
antigua con vitró y descubre un pasillo de
piso alegre. A medida que lo transito se
suceden una serie de habitaciones a la
vista. Sillones, adornos raros, pinturas colo-
ridas, luces como soles y luciérnagas com-
pletan los ambientes. Es sábado, ya hay
murmullos y puedo descubrir el aroma a
comida casera.
Reservé una mesa por teléfono esta misma
tarde, me reciben con una sonrisa y me
invitan a acomodarme. Tomo asiento en un
viejo sillón que quiere succionarme como
si fuera un control remoto, pero también
hay gente en diversas mesas que rodean
un improvisado escenario con instrumen-
tos que desean gritar melodías. A mi alre-
dedor hay gente como vos. Unos charlan,
otros dibujan en cuadernos comunes que
luego hacen circular; o escriben, como lo
hago yo.
La mirada nunca descansa en este lugar,
hay una muestra fotográfica distribuida
por toda la casa, intercalada con cuadros
de artistas platenses y pintadas de mil
colores. Todo resalta gracias a la ingeniosa
iluminación: planchas de telgopor, latas,
caños, CDs, envases plásticos, diarios y
engrudo, todo sirve para crear un clima
cálido y hogareño. Ésta es justamente “la
casa”, la segunda (o la primera) de este
grupo de amigos que construyen vínculos
a través de cenas, talleres, obras de teatro,
recitales, fiestas.
Los tacos caseros y la cerveza artesanal de
Berisso llegan y les sigue la ovación. Las
risas y los gritos de alegría cambian el
ambiente, se respira amistad en casa. De
carne, de verdura, con salsa o picante, los
tacos se consumen hasta que un juguito
recorre los dedos enmarañados que es
necesario chupar para expresar que la
comida estaba buenísima. La sobremesa se
enciende, finalmente, con los músicos que
pasan a ser el centro de atención.
Hoy hay música, pero ya me dijeron que
mañana estrenan una obra de teatro del
grupo de la casa, que se llama La Joda.
Buen nombre, pienso. Pero también me
invitan a sumarme a alguno de los talleres
que hacen en la semana: canto, guitarra,
samba, educación popular... Seguramente
vuelva, ¿y vos?.
Acompañame a descubrir un espacio diferente
En Eso Estamos Espacio cultural
anexoporque
todo suma
Sos estudiante: realizás y publicás
investigaciones y trabajos prácticos. Pero
también sos músico: componés canciones,
las interpretás y las difundís. Tal vez sos
artista: te expresás en la calle, en un lienzo,
en la web. ¿O serás escritor? Sea como
sea, al expresarte estás creando una obra
artística o científica, y automáticamente
obtenés derechos sobre ella. Sos su
creador, su autor, y como tal podés decidir
sobre ella. Esto es lo que normalmente se
conoce como “derecho de autor”.
La mayoría de los libros y CDs que
compramos, así como la información que
consumimos, se encuentra resguardado
bajo la Ley de Propiedad Intelectual. La
misma reserva a los autores los derechos
exclusivos de reproducción, distribución y
comunicación pública, y sólo permite a los
usuarios de las obras creadas algunos
usos concretos como son el derecho a la
copia privada o el derecho de cita. Para
otro tipo de usos, como vender una
fotocopia de la obra o grabar el CD que
compramos , se debe obtener la
autorización expresa de los autores y/o
titulares de los derechos de explotación.
Cuando leemos el conjuro “todos los
derechos reservados” estamos ante el
conocido Copyright.
¿El problema? De esta manera se
desalienta y restringe la creación de
nuevas obras, se atenta contra el libre
acceso a la cultura cuando lo que en
realidad queremos es justamente lo
contrario: ¡Compartir ! . Se trata de
garantizar el acceso abierto a la
información y al conocimiento más allá de
aspectos jurídicos y de legitimidades. Las
ideas, las imágenes y los sonidos surgen
de un magma común, todos colaboramos y
aportamos en la configuración del
lenguaje y la cultura.
Ante un problema, se erigen diversas
soluciones. La opción más radical es
colaborar con el desarrollo científico y
cultural publicando una obra sin derechos,
bajo lo que se llama “dominio público”. De
esta manera se garantiza que cada
persona que recibe una copia de una
obra pueda a su vez usar, modificar,
redistribuir el propio trabajo y las
versiones derivadas del mismo. Ahora bien,
se debe tener en cuenta que también se
puede tomar esa obra y venderla.
Otra opción consiste en publicar una obra
La cultura como creación colectiva
*N
16 9
considero solista, porque el proyecto
musical no se modificó con la ida de
los instrumentistas y porque soy la cara
del producto que estoy haciendo rotar.
Respecto a tus temas: ¿Cuál fue el
primero que escribiste y por qué?
“Solo vine a decirte adiós”. Lo escribí a
los 13 años, en la época de los amores
y desamores de la adolescencia. Me
parece re loco, que hoy lo sigo eligien-
do y es uno de mis preferidos en el
repertorio.
Tu pasión por el arte, ¿sólo se defi-
ne en lo musical o tenés otros tipos
de actividades artísticas?
Mi fuerte es la música, pero practiqué
danza 6 años y estuve pensando en
retomar. Me encantaría pintar y dibujar
aunque claramente no tengo aptitudes
para eso, pero me interesa la búsqueda
de esa faceta en mí. Necesitaría un
día que dure 48 horas, porque entre el
laburo, las cursadas y el proyecto no
doy a basto.
Acerca de la lectura: ¿Te gusta leer?
¿Qué tipo de textos lees? ¿Y qué
género?
Últimamente estoy leyendo bastante ya
que estoy cursando Producción de
textos. Hemos visto bastantes textos
sobre el eterno debate de la cultura y
el mercado, cuentos y poesías. Además
de las entregas de producciones escri-
tas.
En caso de tener afinidad por otro
tipo de expresión artística: Pintar,
Escribir, Dibujar, etc. ¿Qué hacés y
qué tiempo le dedicas?
Por ahora, solo música… Veremos el
próximo año si arranco con algo.
En este momento, además de cum-
plir con tu vocación de cantante:
¿Cómo te definís?
¿A nivel personal? Me considero feliz.
Laburo, curso una carrera hermosa y
me dedico a lo que amo hacer. No me
falta nada y estoy muy conforme con
todas las oportunidades que se han
dado, y con lo que fue creciendo mi
público y mi música. *N
10 15
¿Cómo comenzó tu relación con la
música?
Desde que tengo memoria que con la
música nos llevamos bien. Tengo recuer-
dos de mi infancia tocando un piano de
juguete que tenía una sola octava, y
cantando por todos los rincones de la
casa. No paraba de hacer ruido.
¿Cuál fue el primer instrumento que
tocaste?
A los 9 años, quise estudiar batería y mi
viejo me convenció de que el piano era
un instrumento que me iba a facilitar
acompañarme para cantar mis cancio-
nes y arranqué con las clases. A los 13
me entusiasmó la guitarra, y a los 20
decidí inscribirme en Bellas Artes en la
carrera de Licenciatura en Música Popu-
lar.
¿Qué respuesta tuviste de tus viejos
cuando decidiste dedicarte a la músi-
ca?
Al principio les costó entender, pero
siempre me apoyaron y estuvieron entre
el público. Incluso me dan ideas y me
hacen críticas constructivas sobre mi
proyecto musical. Ya se acostumbraron a
que en casa hay música todo el tiempo,
incluso mi hermanito menor empezó a
estudiar batería.
¿Cuándo y cómo fue tu primera pre-
sentación?
En un acto escolar a beneficio, que
armamos con mis compañeros de secun-
daria, en el Teatro Café Concert. Esa fue
mi primera experiencia ante un público
que encima era numeroso, y la pasé tan
bien arriba del escenario que no quería
bajarme.
¿Siempre fuiste solista o en algún
momento formaste parte de alguna
banda, dúo, trío, etc.?
Cuando decidí salir a tocar, empecé
haciendo shows acústicos. Me cargaba
el piano en un taxi y listo. Tiempo des-
pués convoqué a mis primeros músicos
que también eran mis amigos, y arma-
mos mi primer banda. Luego, se fueron
del conjunto por diferentes motivos, y
con Alejandro, quien me representa,
buscamos a quienes los suplantaron. Me
op. cit.Lucía Giles
Cantautora
epígrafe
«Así es la vida. Siempre alguien espera que regrese algún otro
que nunca vuelve. Siempre alguien que quiere a algún otro
que no lo quiere. Y al fin uno busca destruir a ese otro,
quienquiera que sea, para que no nos lastime más.».
Ray Bradbury
Lucía tiene 22 años, nació en La Plata.Se desempeña como cantautora de pop y rock.Recientemente compartió escenariocon Daniela Herrero
14 11
Una escritora fuera de lugar
La primavera le queda bien a Patricia. Está suelta,
amable, con ganas de charlar. No es sólo buen humor,
algo demasiado pasajero. Es una alegría que cobra
relieve, se materializa para acompañarla en toda la
entrevista. Desde abril vive cada día con una invita-
ción en cada esquina. Sorpresas, muchas. Ya Trasfon-
do, su tercera novela, se ha consolidado como una
referencia dentro de la literatura argentina que tiene
como núcleo temático la Guerra de Malvinas. Está
feliz con el resultado, como si ahora pudiera decir ya
está, así es, acá está.
Cuando el grabador se prende, sin perder la gracia,
se pone un poco más seria, se sienta más de frente
para escuchar las preguntas. Se define con humildad
como una “lectora que se atrevió a escribir”, un poco
porque hay mucho de cierto en la importancia de la
lectura en toda su vida y obra, y otro poco para
escapar al rótulo de escritora. No se siente cómoda
cada vez que alguien la llama así. Inconscientemente
hace una mueca, un rezongar educado.
No es capricho, es una táctica. “Prefiero definirme
como una escritora que está fuera de lugar, porque
me siento incómoda en todas las partes, y esa inco-
modidad es en cierto modo movilizadora, genera
búsquedas, desplazamientos. Suelo sentirme así, y
estoy casi segura de que es una de las razones más
fuertes que me llevan a escribir” explica apresurándo-
se por tomar distancia, por sacarse de encima cual-
quier tipo de similitud que la ate a la galería de los
escritores de hoy.
La escritora tandilense se inició en el mundo editorial
con su primera novela Pequeños hombres blancos
(2006), una historia que tiene como protagonista a
Gabriela, una joven maestra de matemática que llega
a un pueblo de Chubut para enseñar durante la
última dictadura cívico-militar. Más adelante, llegaría
su gran consagración, Nudos (2008), donde toda su
delicada pluma quedó expuesta en la configuración
de la imagen panorámica de una ciudad, que cobra
vida mediante numerosas historias, voces y cuerpos
que conforman una red en la que todos los hilos se
terminan conectando y anudando.
Para Patricia todo se puede mejorar, todo se puede
op. cit.charlas
para repetir
Patricia RattoNovelista
«Me siento incómoda en todas las partes,
y esa incomodidad
es en cierto modo movilizadora»
volver a escribir de una forma más acabada. “Uno no
termina de aprender nunca, no hay que creérsela
nunca” repite rápido el dogma que profesa, una y
otra vez. Ella se considera en estado de alerta, porque
la comodidad tiende a estancar a la persona.
Este año presentó Trasfondo, su tercera novela publi-
cada bajo el sello de Adriana Hidalgo Editora, como
todas las anteriores. Fue todo un desafío, un all in al
que apostó sin dudarlo, y en hora buena, la novela no
ha hecho más que catapultarla hasta la cúspide de
los novelistas del país. Ahora trata de dar con la
fórmula, como si se tratara de la receta de un suple-
mento de cocina, y ella no duda: “Tengo la suerte de
tener un editor muy lector, es hiper-crítico. Uno tiene
que saber que después vienen los lectores de la
prensa y los lectores reales, entonces es necesario
pasar todos esos filtros. Además es un editor que no
me va a hacer sugerencias con criterio comercial
porque es una editorial que no tiene ese perfil, me
garantiza que la sugerencia apunta a la calidad del
texto que uno escribe”.
Uno la observa detenidamente y Patricia no tiene
nada de excéntrica, como suele sugerir el mito de los
escritores. No necesita de pociones mágicas para
inspirarse. Vive el éxito sin alterarse, cuidando la
línea, y manteniendo la esencia. Su día a día es
rutinario, casi monótono. Se mueve entre los pasillos
de su casa, alternando la escritura esporádica frente
a su computadora con la limpieza y el dictado de
talleres de escritura. También sigue trabajando como
docente en la Escuela Nacional Ernesto Sábato,
participa de la Sala Abierta de Lectura y siempre está
dispuesta a incursionar en alguna otra actividad
relacionada con la lectura y la escritura.
Comienza a detallar cómo se le reveló Trasfondo, y al
contarlo un haz de luz la atraviesa de un momento a
otro. “La historia me llegó en un acto de Malvinas, en
2009, en la Escuela Nacional Ernesto Sábato. Allí
había un veterano de guerra que contó que tenía 19
años cuando estuvo en el submarino y comenzó a
relatar cómo había sido su experiencia. Yo me intere-
sé por su testimonio, pero como tenía que ir a dar
clase a otra escuela me tuve que retirar. A pesar de lo
poco que había escuchado, la historia hizo su impac-
to, quedó en mi cabeza, me rondaba todo el tiempo,
no podía evitarla”. Se detiene para señalar su cabe-
za, quiere subrayar la parte última: “quedó en mi
cabeza, me rondaba todo el tiempo, no podía evitar-
la”.
“Me quedó así como una espina clavada, me obsesio-
né con la historia, no me la podía sacar de la cabeza”,
así describe cómo el deseo de conocer se le reveló
nítidamente como una posibilidad para crear una
obra literaria. “Yo veía que en el fondo había algo. La
novela terminó con el título Trasfondo, aquello que
está atrás del fondo, sentía que ahí abajo había otra
cosa”, dice tan memoriosa, tan atenta, tan visionaria.
Pero a la suerte de aquella revelación tuvo que acom-
pañarla con sacrificio y entrega. Más de tres años de
investigación, de llamadas, de encuentros, de entre-
vistas, y de borradores abandonados o desechados.
Miedo, incertidumbre, cafés, charlas con gente desco-
nocida, alegrías y tristezas. Todo un menú variado
que Patricia degustó hasta llegar a escribir Trasfondo.
Un camino empinado, que ella sola eligió recorrer.
«Me quedó así como una espina clavada,
me obsesioné con la historia, no me la podía
sacar de la cabeza»
*N
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