primera revista informativa
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Radio MariaTRANSCRIPT
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Mensaje del Director de Radio María Washington
Para vivir el Año de la Fe
El próximo 11 de octubre comenzará la celebración del Año de la Fe, convocado por Su Santidad
Benedicto XVI como una invitación para la renovación de la fe en cada uno de los bautizados y, de esta
forma, signifique una renovación para toda la Iglesia y sus instituciones de servicio en el Amor.
El Papa eligió el 11 de octubre para comenzar el año de la Fe porque en esta fecha coinciden dos
aniversarios fundamentales en la Vida de la Iglesia. El primero es el 50 aniversario de la convocatoria del
Concilio Vaticano II realizado por el Beato Juan XXIII. El segundo es el 20 aniversario de la publicación del
Catecismo Universal de la Iglesia Católica, por otro beato: el Papa Juan Pablo II.
Por ello un compromiso fundamental durante este año de la fe consiste en estudiar los documentos del
Vaticano II y el Catecismo de la Iglesia Católica, respecto este último una opción sería estudiar el
Compendio del Catecismo. Estos forman parte de lo que la Iglesia considera los “textos fundamentales”.
Los pueden leer en www.vatican.va, la página oficial del Papa.
Estos dos acontecimientos son muy importantes porque ambos tienen un objetivo común, ayudarnos a
vivir con pasión el bautismo en el momento histórico que nos ha tocado vivir. Solía repetir mi profesor
de Historia de la Iglesia, el P Rafael Cartaya , “la historia de la Iglesia es la historia de los Santos”. Es la
historia de las mujeres y de los hombres que viven el Evangelio radicalmente en el momento histórico y
en las circunstancias que les tocó vivir. En este sentido la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos
nos anima a meditar en sus vidas, como uno de los recursos para la renovación de nuestra fe.
Existen muchas formas de celebrar el Año de la Fe en los diversos niveles eclesiales, desde el nivel de la
Iglesia Universal en el Vaticano, pasando por las conferencias episcopales, congregaciones religiosas,
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diócesis y parroquias, movimientos eclesiales, centros educativos, de la salud, hasta llegar a la Iglesia
Doméstica que es la familia y a cada uno de nosotros como bautizados.
Desde los Estados Unidos nuestra celebración estará marcada por un acontecimiento especial, se trata
del 40 aniversario, el 22 de enero del 2013, de la legalización del asesinato de personas no nacidas por el
aborto, que a la fecha ha cobrado más de 54 millones vidas.
El principal objetivo del Papa Benedicto XVI para convocar el año de la Fe es: “el encuentro con
Jesucristo y la belleza de la fe en Él”, todo debe, pues, estar encaminado a este encuentro.
Recuerdo, cuando era seminarista, que una vez nos visitó Mons. Cipriano Calderón, un obispo miembro
de nuestra Hermandad de Operarios y que servía entonces a la Iglesia para ayudar al Papa Juan Pablo II
en la elección de los obispos, especialmente para América. Él ya está en el cielo. Recuerdo, como si fuera
ahora, una homilía en la cual nos compartió las tres principales formas en crecer en la Fe en Jesús.
1. De rodillas. Pidiéndoselo a Jesús en la oración. “Señor creo pero aumenta mi fe”.
2. Los Sacramentos. El encuentro con Jesús en los Sacramentos, especialmente en la Eucaristía y,
3. La práctica de la caridad. Encontrar a Jesús en el prójimo, de manera especial en los más pobres.
Yo voy a retomar esta enseñanza de Mons. Cipriano y voy a actualizar al momento actual haciendo una
propuesta para vivir hoy el Año de la Fe.
1. Sugiero que cada uno de nosotros elijamos una jaculatoria para pedir a tiempo y a destiempo el
aumento de nuestra Fe en Dios durante este año. Por ejemplo, yo seguiré orando mi preferida que dirijo
al Padre. “Padre aumenta mi confianza en ti”.
2. Lo segundo es aumentar la frecuencia para recibir a Jesús Sacramentado en nuestros corazones. Ojalá
que la mayoría de quienes me leen puedan organizar sus vidas para tener en el primer lugar la
celebración Eucarística.
3. Y, tercero, y aquí uno el Año de la Fe al 40 aniversario del comienzo del holocausto masivo del aborto,
les propongo hacer un compromiso de amar afectiva y efectivamente a Jesús en los no nacidos,
buscando formas concretas de realizar el apostolado por la Vida.
Es también una maravillosa oportunidad para leer nuevamente la Encíclica Profética “Evangelio de la
Vida” escrita por el Beato Juan Pablo II.
Personalmente yo voy a organizarme porque quiero leer nuevamente los documentos del Vaticano II. El
Vaticano ha anunciado que se dará a conocer el 11 de octubre un documental sobre el Vaticano II. Yo lo
estoy esperando con ansias para compartilo con todos ustedes.
Además de estos tres puntos tal como les citaba a mi profesor de la Iglesia. Este año es una oportunidad
muy especial para comprometernos a conocer la Vida de, al menos, 12 santos. Uno por mes
comenzando por los santos canonizados de sus países. Si aún no han sido canonizados elijan sus santos
favoritos y lean una nueva biografía o un escrito que no conozcan aún.
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Todos estamos llamados a ser santos, viviendo, como ellos, el Evangelio en el momento histórico y en
las circunstancias que nos ha tocado vivir nuestra peregrinación hacia la Casa del Padre.
Una propuesta comunitaria pro vida para vivir el año de la Fe se las presentaré en un anexo.
ANEXO
Propuesta Celebración Comunitaria Pro Vida del Año de la Fe
Una verdadera renovación de la fe necesariamente desemboca en una vivencia más radical del Amor al
prójimo, especialmente a los más pobres.
Esta es tan solamente una de las muchas formas comunitarias en las cuales podemos vivir este Año de la
Fe.
La propuesta consiste en que cada iglesia adoptemos un Centro de Ayuda a la mujer embarazada en
donde exista, u organizarse para fundar uno en donde no lo haya.
Esta adopción no sería solamente en un papel, moralmente o de deseo, sino de una manera muy
concreta, nos estaríamos refiriendo a una estrecha relación de padrinazgo con el Centro de Ayuda a la
Mujer Embarazada. Permítanme explicarles cómo.
Comencemos por los sitios en donde ya exista un centro de ayuda a la mujer embarazada.
Lo obvio es conocer a los responsables del centro y hacerles saber que cuentan con el apoyo de la
Iglesia. Este apoyo comenzaría por una campaña permanente de oración por quienes trabajan en estos
centros y están a diario en el frente de batalla con el diablo, para arrebatarle a esa madre con su hijo
que se siente atrapada y que cree que su única salida es matar a su hijo y, con él, crear una herida
profunda en su corazón y en el Cuerpo de la Iglesia.
Por otro lado, se trataría de asegurar el funcionamiento del centro, organizando campañas para su
apoyo financiero.
La comunidad cristina tiene que ser solidaria con esta causa, dada la urgencia por la amenaza masiva de
la vida de los bebés no nacidos. No hacerlo es una omisión grave como comunidad cristiana.
Me sentí muy feliz cuando viajé a Colombia, y pude visitar en la Arquidiócesis de Bogotá un centro de
ayuda a la mujer embarazada apoyado directamente por una parroquia (incluso funcionaba dentro de
las instalaciones parroquiales); otro centro estaba siendo apoyado directamente por una congregación
religiosa. Son un ejemplo a seguir.
Ningún centro de ayuda a la mujer embarazada debería cerrar sus puertas por falta de apoyo
económico. Los cristianos tenemos que sostenerlos como parte esencial de la promoción humana, que
es fundamental en el mensaje evangélico de Jesús. Jesús nos lo enseñó: “lo que hicieron a uno de estos
los más pequeños, a mí me lo hicieron” (Mt 25 40) Este apoyo no solamente tiene que ser con dinero,
sino también con campañas de recolección de ropa y de alimentos para bebés; y la ofrenda de tiempo
como voluntarios trabajando directamente por turnos en estos centros.
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En segundo lugar, consideremos el caso donde no exista aún un centro de ayuda a la mujer
embarazada. La propuesta es organizarse para fundar un centro, que podría estar a cargo de un equipo
ecuménico parroquial, diocesano y/o nacional. Recuerdo con mucho cariño que en mi Venezuela natal,
cuando el tema del SIDA se extendió, las denominaciones cristianas hicieron un esfuerzo ecuménico
para atender a aquella necesidad.
Nuestros dos principales objetivos generales tendrían que ser.
¡Qué no haya una diócesis sin, al menos, un centro de ayuda a la mujer embarazada!
¡Que toda mujer embarazada en dificultad sepa que hay una ayuda disponible para ella y su bebé!
¿Aceptan el reto para este Año de la Fe? Porque recordemos el dicho de San Crisóstomo: "Solamente
cree de verdad, el que practica lo que cree"
Padre Victor Salomón
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Historia
Radio María es una emisora internacional que se extiende en 40 países del mundo. Su propósito es el de
colaborar en el anuncio de la Buena Nueva de Jesucristo, fiel al magisterio de la Iglesia católica.
Su constitución a nivel de asamblea y junta directiva es de carácter laical, con la representación de un
sacerdote nombrado por el obispo del lugar y debidamente autorizado por la Asociación World Family of
Radio María.
Radio María posee una dimensión auténticamente misionera, hoy tan urgente para un mundo que
desea recibir mensajes de paz, reconciliación y esperanza, dentro de un espíritu de oración, formación e
información cristianas.
Radio María es un medio de comunicación que busca llegar a todos los corazones necesitados de Dios.
No solo es escuchada con gusto por los creyentes, sino también por muchos que están lejos pero
sienten la nostalgia de Dios.
El contacto con el oyente es uno de los elementos más importantes de su programación. Por eso
participa permanentemente, a través del teléfono, constituyéndose en parte fundamental de este
proyecto. Cuando el oyente afirma haber encontrado a Dios, hace de Radio María su constante
compañía.
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Uno de los aspectos característicos de Radio María es la presencia del voluntariado, que contribuye con
dedicación y generosidad a que la emisora alcance sus objetivos. El voluntariado de Radio María es una
auténtica forma de misión que incluye a laicos, sacerdotes y religiosos que se sienten sujetos activos y
responsables de la difusión del Evangelio en el mundo. Es una radio en la que se puede sentir la
presencia de la Iglesia universal.
Otro elemento constitutivo de Radio María es la confianza en la Divina Providencia. De hecho no recibe
publicidad pautada. Se sostiene únicamente con las donaciones de los oyentes, sin contraprestación
alguna y con la ayuda de personas generosas que quieran colaborar en este proyecto de servicio a los
hermanos.
Radio María es un don extraordinario que el corazón materno de María para la iglesia católica.
La razón de ser de RADIO MARÍA es la Salvación de las almas, es decir, el anuncio de la conversión
proponiendo de un modo nuevo la fe católica a través de la radio.
RADIO MARÍA tiene una misión: anunciar el mensaje de salvación, que es Cristo mismo.
Es una radio misionera organizada dentro de la familia Mundial de RADIO MARÍA. Pertenece a una
familia apostólica que quiere llevar el mensaje de Cristo hasta los confines de la tierra. Expresión de este
espíritu misionero es la disposición a ayudar a la creación de nuevas radios una vez alcanzada la
suficiente cobertura en el propio territorio.
Para que el espíritu misionero de RADIO MARÍA alcance nuevas fronteras, necesita “apóstoles” que
puedan realizar la misión de anunciar a Cristo a través de la radio. Esos apóstoles son los “voluntarios”,
que con su entrega sirven a la Iglesia, a la Virgen y a la fe.
Para la misión y el apostolado de RADIO MARÍA son imprescindibles los voluntarios y los oyentes.
Voluntarios y oyentes que sean capaces de ser portavoces y mensajeros de la salvación del Cristo y que
quieran emprender ese camino de conversión. Que nos ayuden a crecer para que podamos anunciar la
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Buena Noticia; la conversión, la salvación. Voluntarios y oyentes, tenemos una tarea que hacer:
propagar la buena nueva y ser testimonio vivo, es decir, demostrar con nuestra propia vida que creemos
en Jesucristo y sus enseñanzas.
Apostolado y misión a través de las ondas: en nuestras casas, en la calle, donde sea.
Radio María es la respuesta a la soledad en esta “selva de concreto”,
es la compañera para la anciana que cuida de los nietos mientras la
hija trabaja, para el enfermo en el hospital o en la casa, para el
hispano en la cárcel o en el trabajo. Es la levadura que quiere
promover la comunión familiar y animar la vida espiritual de los niños
y los jóvenes. Radio María es el regalo de Jesús y la Santísima Virgen
María para todos los inmigrantes hispanos, y por eso se presenta
como un instrumento de evangelización al servicio de la Iglesia local.
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Voluntariado Los fundamentos del apostolado de Radio María son la confianza en la divina providencia y la
dependencia del voluntariado.
"El Voluntariado es un aspecto fundamental de la Obra de Radio María, que desde sus comienzos se
ha delineado como una iniciativa ampliamente sustentada por el Pueblo de Dios. Lo que motiva a los
voluntarios en sus distintas tareas de servicio es un amor profundo a la Virgen María."
Voluntariado de las hormiguitas: Son todos aquellos que con su tiempo, difunden y dan a
conocer a Radio Maria en muchos lugares, fuera de los estudios principales. Esto lo realizan utilizando
pancartas, folletos con la programación, nuestros periódicos, además de oraciones y otros tipos de
eventos.
Voluntariado de Recepción: Es el grupo de personas que ofrecen parte de su tiempo durante la
semana, para dar información, ya sea vía telefónica, o atender en nuestras instalaciones en la recepción.
Los fundamentos del apostolado de Radio Maria son la confianza en la divina providencia y la
dependencia del voluntariado.
"El Voluntariado es un aspecto fundamental de la Obra de Radio María, que desde sus comienzos se ha
delineado como una iniciativa ampliamente sustentada por el Pueblo de Dios. Lo que motiva a los
voluntarios en sus distintas tareas de servicio es un amor profundo a la Virgen María.
Los que trabajan a tiempo completo en la Obra (empleados) pueden y deben cultivar el espíritu del
auténtico voluntariado, dando su ayuda generosa con el amor y el entusiasmo de quien está conciente
de operar para una causa redentora.
El don, la simplicidad y el corazón de los voluntarios son la riqueza y el secreto de la Obra; desde
siempre, el sacrificio de este constante don de amor para los hermanos en el nombre de Dios es el
medio necesario para la difusión del Evangelio".
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El Voluntariado de Radio María es la organización de aquellas personas que quieren participar
desinteresadamente, dedicando sus aptitudes, tiempo o bienes al servicio de la comunidad y a la
construcción de la Civilización del Amor. Está constituido por cuatro ejes importantes:
• Libre elección, opción personal y gratuita.
• El Voluntariado solo existe cuando repercute en los otros, cuando el beneficio es colectivo (dado que
no es un fin en sí mismo).
• Es una práctica concreta. La acción está pensada y realizada para enfrentar y resolver los problemas y
necesidades concretas de la sociedad.
• El voluntariado no es una práctica personal sino comunitaria. No se debe improvisar porque se pierde
la fuerza. Se debe actuar organizadamente y en forma sistemática. El problema no se agota frente a una
sola actuación, sino en forma consistente, perseverante y organizada.
Voluntario es todo aquel que dedica parte de su tiempo, de manera continuada y desinteresada, a
actividades no a favor de sí mismo, sino a favor de los demás o de intereses sociales colectivos.
Ser voluntario en Radio María es:
• Un camino de conocimiento mutuo.
• Un proceso de maduración personal y comunitario.
Además, se va gestando un acompañamiento, en cinco aspectos fundamentales:
• Vínculo con las personas a las que se sirve.
• Vinculo de los voluntarios entre sí y con los referentes respectivos.
• Desempeño de la tarea.
• Participación en las reuniones correspondientes a la tarea aplicada.
• Participación en el camino de la fe.
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AREAS DE VOLUNTARIADO
Voluntariado de Reloj Eucarístico: Es la fuerza de oración de Radio Maria. Su compromiso es
orar ante Jesús Sacramentado por todas las necesidades económicas, espirituales y materiales de la
Radio, por su director, por sus voluntarios, por los radioescuchas y alguna intención especifica. ¿Quieres
regalarme una hora de tu tiempo?
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Voluntariado de los Conductores de Programas: Son todos los obispos, sacerdotes,
religiosas y laicos que con su preparación en diversos campos, ofrecen su tiempo en la conducción de
programas de todo tipo, social, moral, espiritual, eclesial, teológicos, entre otros.
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Voluntariado de Rosarios y Oraciones al aire: Cada día se necesitan de igual forma
personas que realicen oraciones durante el transcurso de nuestra programación. Así como ayudar a
rezar el Santo Rosario. Llama a nuestra oficina y pide más información.
Voluntariado de Operadores de Cabina: Se trata de aquellos que al menos tres horas de su
tiempo libre, le dedican al Señor para evangelizar a través de nuestras consolas, durante las
transmisiones de los programas al aire. Solo basta tener el deseo y la voluntad de ser útil al Señor, sin
ser un profesional de la radiodifusión.
Voluntariado de Técnicos de Enlace: Aquellos que con su tiempo y capacidad de movilización
en auto, llevan los equipos necesarios para realizar las transmisiones en directo desde las Parroquias,
para transmitir la Eucaristía cada día, así como otros tipos de eventos, vía telefónica.
Radio María está interesada en que usted sea parte de este proyecto. Sus talentos pueden hacer la
diferencia. Si está interesado en ser voluntario llamenos al 703-379-0252
Que el Señor le bendiga por responder a su llamado. Anímese que Radio Maria necesita de sus talentos.
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Radio María Washington
5827 Columbia Pike, Ste. 603
Falls Church, VA 22041 O
en la siguiente dirección: P.O. Box 1509
Fall Church, VA 22041
Tel. Oficina: 703-379-0252
Fax: 703-379-0252
Cabina al Aire: 703-379-0527
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