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11 dossier (Re)Pensar el archivo Presentación del dossier (Re)Thinking the Archive Dossier’s Introduction María Elena Bedoya Profesora asociada, FLACSO-Ecuador Susana Wappenstein Profesora – investigadora, FLACSO-Ecuador D esde hace un par de décadas, nos dice el crítico alemán Andreas Huyssen, (2002) vivimos una época obsesionada con el pasado y la memoria. Esta obsesión, centrada en gran medida alrededor de memorias traumáticas y acompañada de gestos de rememoración, actos de conmemoración y en algunos ca- sos, iniciativas de rectificación histórica y de justicia, ha ido de la mano con un boom de recopilación de testimonios, datos y archivos. Desde los llamados “archivos del te- rror” descubiertos en dependencias policiales y de inteligencia en Europa post-comu- nista o América Latina post-dictatorial, hasta las nuevas lecturas de archivos colonia- les o revelaciones, a través de diarios, sobre la vida de escritores y personajes públi- cos e inclusive sobre vidas cotidianas, el contexto contemporáneo se encuentra atra- vesado por una avalancha de información que continuamente es ordenada, clasifica- da y custodiada. Más allá del incremento de testimonios guardados y del desarrollo de técnicas y espacios –físicos y virtuales– para su almacenamiento, vemos que el archivo en sí mismo se ha convertido en un objeto de reflexión, estudio e intervención. Así, por ejemplo, asistimos a una multiplicación de eventos y registros en las artes, la políti- ca, la literatura, el derecho, el periodismo, la museología, etc., en donde el archivo y las prácticas asociadas a él ocupan un lugar propio. Lo que revela este desdoblamien- to es que los acervos documentales se encuentran insertos en un conjunto de relacio- nes en las que los límites entre categorías de conocimiento y construcción de subje- tividades están siendo interpretados y producidos. Y es que “archivo” inclusive en sus orígenes etimológicos, como nos recuerda Arfuch (2007) citando a su vez a Jacques Derrida, remite no solo al que produce documentación y a los espacios designados para su resguardo (del griego arkhon y arkheion) sino a un orden, custodia y gobierno (arkhé). Es decir, el archivo lleva un sello de autoridad, en él se registran huellas de existencias que pueden ser y son cons- Íconos. Revista de Ciencias Sociales. Num. 41, Quito, septiembre 2011, pp. 11-16 © Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales-Sede Académica de Ecuador. ISSN: 1390-1249

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dossier

(Re)Pensar el archivoPresentación del dossier

(Re)Thinking the ArchiveDossier’s Introduction

María Elena BedoyaProfesora asociada, FLACSO-Ecuador

Susana WappensteinProfesora – investigadora, FLACSO-Ecuador

Desde hace un par de décadas, nos dice el crítico alemán Andreas Huyssen,(2002) vivimos una época obsesionada con el pasado y la memoria. Estaobsesión, centrada en gran medida alrededor de memorias traumáticas y

acompañada de gestos de rememoración, actos de conmemoración y en algunos ca-sos, iniciativas de rectificación histórica y de justicia, ha ido de la mano con un boomde recopilación de testimonios, datos y archivos. Desde los llamados “archivos del te-rror” descubiertos en dependencias policiales y de inteligencia en Europa post-comu-nista o América Latina post-dictatorial, hasta las nuevas lecturas de archivos colonia-les o revelaciones, a través de diarios, sobre la vida de escritores y personajes públi-cos e inclusive sobre vidas cotidianas, el contexto contemporáneo se encuentra atra-vesado por una avalancha de información que continuamente es ordenada, clasifica-da y custodiada.

Más allá del incremento de testimonios guardados y del desarrollo de técnicas yespacios –físicos y virtuales– para su almacenamiento, vemos que el archivo en símismo se ha convertido en un objeto de reflexión, estudio e intervención. Así, porejemplo, asistimos a una multiplicación de eventos y registros en las artes, la políti-ca, la literatura, el derecho, el periodismo, la museología, etc., en donde el archivo ylas prácticas asociadas a él ocupan un lugar propio. Lo que revela este desdoblamien-to es que los acervos documentales se encuentran insertos en un conjunto de relacio-nes en las que los límites entre categorías de conocimiento y construcción de subje-tividades están siendo interpretados y producidos.

Y es que “archivo” inclusive en sus orígenes etimológicos, como nos recuerdaArfuch (2007) citando a su vez a Jacques Derrida, remite no solo al que producedocumentación y a los espacios designados para su resguardo (del griego arkhon yarkheion) sino a un orden, custodia y gobierno (arkhé). Es decir, el archivo lleva unsello de autoridad, en él se registran huellas de existencias que pueden ser y son cons-

Íconos. Revista de Ciencias Sociales. Num. 41, Quito, septiembre 2011, pp. 11-16© Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales-Sede Académica de Ecuador.

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truidas y reconstruidas de múltiples formas; lo que, por tanto, implica también posi-bilidades de cuestionamiento a esos órdenes impuestos a la documentación, a suinterpretación, a sus formas de resguardo, y su a jerarquización. No es sorprendente,entonces, que de los archivos broten variadas posibilidades de interpretaciones espe-cializadas pero también cotidianas.

En el presente dossier, nos adentramos en estas diversas narrativas que tratan as-pectos relevantes en torno a la relación entre memoria, historia, información y dere-chos vinculados a la problemática archivística. En el caso particular de la Historia,como una forma social de conocimiento asentada en una profunda relación con losmedios archivísticos, ya Raphael Samuel nos advertía sobre la necesidad de una lec-tura que no solo indague en los “especialistas” o “enfrentamientos” entre escuelasadscritas a esta disciplina, sino en el conjunto de prácticas en el que se incrustan lasideas sobre lo histórico y los escenarios que activan una dialéctica de las relacionesentre pasado y presente. Según este autor, para una revisión crítica de la historiogra-fía se requiere necesariamente entender que “cada noción que se tiene del pasado esuna cuestión tan histórica como lo que en ella aconteció” (2008: 35). Desde estaperspectiva, entrar en el análisis sobre éstas prácticas y escenarios en los que se acti-van las distintas formas de representar el pasado, y en nuestro caso en particular, delencuentro con sus huellas, nos lleva a una reflexión sobre la propia naturaleza de laconstitución de nuestra memoria moderna, profundamente marcada por su sentidoarchivístico (Jelin, 2001; Nora, 1984). Documentar, registrar, clasificar, avalar la ma-terialidad de los restos y visibilizar estos signos para el presente, son procesos que searticulan al desarrollo de una política de la memoria inmersa en las dinámicas delpoder de las sociedades contemporáneas.

Los “lugares de la memoria”, para utilizar el concepto enunciado por Pierre Nora,se asientan en los restos que perviven del pasado y que cobran vigencia en el presen-te a través de su activación permanente. Así, estos “lugares” permiten construir unanoción de eternidad; y su puesta en valor por medio de varios mecanismos como lascelebraciones, conmemoraciones, rituales cívicos, o instancias como los museos, lasbibliotecas y los archivos, permiten una reiterada apelación al discurso histórico,según Nora, estos son instantes tomados del devenir de la Historia que retornan a él.

Respecto al estudio de la memoria, Paul Ricoeur (1999) consideraba que en lacompleja dinámica entre el recuerdo y el olvido nos encontramos con la posibilidadde que todo lo adquirido o aprendido pueda llegar a perderse, por ello, hemos deconservar las huellas. En esta operación, el archivo histórico es un ejemplo de latransformación de los “restos” dentro de un marco institucional donde la “conserva-ción” constituye en sí misma un trabajo del recuerdo. Así, los distintos acervos entranen la dinámica del testigo (la huella) y de los sentidos de “verdad” atribuidos (la prue-ba) a partir de los cuales se han configurado los complejos discursos y representacio-nes sobre el pasado.

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Además, los archivos están imbricados en estructuras de ordenamiento del cono-cimiento relativamente conocidas como las bibliotecas, los museos y las coleccionesde ciencias naturales y sociales. Se hallan también en contextos en los que se esperala sanción sobre el pasado, por ejemplo en juicios por verdad y justicia, en casos deviolaciones por derechos humanos y cada vez más en “nuevas” legislaciones que bus-can democratizar prácticas públicas y privadas, como las leyes de transparencia y deacceso a información. También están presentes en reclamos identitarios como losgrupos históricamente excluidos o subordinados por género, raza, clase, etnia, reli-gión, sexualidad, condición física, que abren, cuestionan y reordenan acervos y mate-riales existentes para producir nuevas clasificaciones y valoraciones, creando coleccio-nes y taxidermias con lógicas profundamente políticas.

De esta manera, aunque algo cuente con el membrete de “archivado” o, en efec-to, se encuentre depositado en un lugar designado como archivo, no deja de estarsujeto a luchas por significados e interpretaciones. Al contrario, el acto mismo deconservar, de considerar un texto, una imagen, un documento, un testimonio, unbien, inclusive un acto, meritorio de preservación y de colección, de clasificación, dealmacenamiento y de revisión, implica un conjunto de decisiones y prácticas que noson ingenuas. Aunque no todos estos actos son necesariamente deliberados o cuida-dosamente planificados, y en muchas ocasiones tanto las colecciones y sus conteni-dos como sus organizaciones y descubrimientos parecerían estar marcados por even-tos fortuitos, el archivo no es un simple repositorio organizado y preservado de unacierta manera, sino un espacio en el cual y a través del cual se atraviesan y conjuganrelaciones sociales y formas de conocimiento que inevitablemente implican vínculoscon formas de poder.

Tanto por sus contenidos, espacios y lugares como por los actores que produceny están implicados en las prácticas de archivo –sea como archiveros, coleccionistas,usuarios, minadores– los archivos cumplen un sinnúmero de funciones. Hoy en díaexiste un “furor de archivo” como lo ha llamado la profesora y crítica cultural brasi-lera Suely Rolnik. Aunque Rolnik habla más precisamente de esta “compulsión porarchivar” en al ámbito de las artes, su análisis está enmarcado por lo que ella entien-de como “un campo de fuerzas que disputan el destino de su reanudación [la de lasprácticas de archivar] en el presente” (2010: 119). Las prácticas de archivo, portanto, se desarrollan en un presente benjaminiano que encuentra en los retazos delpasado parte de sus propósitos y significados.

En esta época ansiosa por tiempos y arraigos, por identidades y derechos, pornuevas representaciones, tecnologías y simultáneas interpretaciones, por luchas desdeel nivel local hasta el ámbito global, el archivo se ve implicado en las disputas mis-mas por la cotidianidad y la subjetividad. Así lo ve Diana Taylor (2003) al asociar alarchivo con prácticas de performance en donde el almacenamiento sucede a travésde eventos encarnados que incluyen actos culturales formales así como protestas

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sociales. Fuera de un ámbito inicialmente designado como apolítico, inclusive asép-tico y reservado solo para técnicos y expertos, los archivos hoy en día se encuentranen el centro de múltiples escenarios que reflejan estas resignificaciones.

La colección de artículos aquí presentados aborda este énfasis en las luchas porrepresentaciones y significados como ejes centrales de los análisis sobre el archivo.Nos hemos alejado de los aspectos más técnicos que sin duda hoy en día también for-man parte de estas discusiones y en las que temas como el espacio para archivar y lasnuevas técnicas de archivo, por ejemplo a raíz de los profundos cambios que la cul-tura digital permite, cobran referencia. Varios de los artículos, sin embargo, discutenel acceso a contenidos y conocimiento que estas nuevas técnicas posibilitan, conside-rando las resignificaciones visuales, mediáticas y políticas que se producen.

Iniciamos con el artículo de Eduardo Murguia titulado Archivo, memoria e histo-ria: cruzamientos y abordajes, que indaga en varias coordenadas conceptuales para re-flexionar sobre la problemática archivística. A partir de la lectura del texto clásico deDerrida,Mal de Archivo, y desde una interpretación psicoanalítica, el autor devela lasrelaciones y problemáticas alrededor de los orígenes (eterno retorno/pulsión demuerte), y los juegos discursivos del significado inmersos en la constitución del ar-chivo. Además, estudia los acervos documentales desde la configuración de su insti-tucionalidad y su relación con la dinámica del poder y la construcción del relato his-tórico. Finalmente, retoma algunos conceptos de de Certeau vinculados al sentidodel lugar y el espacio con el fin de entender los complejos escenarios que participanen la construcción de un discurso sobre el pasado.

Cristián Gómez-Moya, en Archivo universal y derechos humanos: un estudio visualsobre la dialéctica de la mirada, analiza las posibilidades y limitaciones creadas por elacceso público online a los archivos del National Security Archive (NSA). Una lectu-ra inicial de la iniciativa del modelo del NSA sugeriría que este acceso universal yorganizado se puede inscribir en el derecho a conocer la memoria histórica –especí-ficamente alrededor de violaciones a los derechos humanos– de Estados-nacionesimplicados en sus contenidos. Sin embargo, Gómez-Moya argumenta que tanto elacceso como las formas en las que se ven los documentos previamente designadoscomo “desclasificados y aprobados para circulación” están enmarcados en un régi-men biopolítico y de visualidad concreto que desterritorializa y destemporalizamemorias locales.

En su artículoMás allá de los fines del derecho: expedientes, burocracia y conocimien-to legal, Leticia Barrera nos ofrece una etnografía de un archivo: el suyo propio. Laautora analiza la construcción de su petición para realizar un estudio en la CorteSuprema Argentina en el 2005. A medida que la carpeta circula por los corredores,oficinas y despachos de los miembros de la Corte, su solicitud produce un conjuntode acciones burocráticas en donde se conjugan relaciones de poder que se manifies-tan a través de opiniones, aprobaciones y permisos que alimentan y producen un

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archivo. Barrera argumenta que la manera en que este expediente es administrado yel lenguaje que emerge a lo largo del proceso en sí mismos resultan en decisioneslegales creadas a través de rutinas institucionales que usualmente son ignoradas en laproducción de conocimiento legal.

Daniel Kersffeld, en su artículo titulado Del esoterismo al marketing: aproximacio-nes en torno a los archivos de la Comitern, analiza las complejidades presentes en laindagación de un acervo documental en particular y las distintas interpretaciones yusos que se pueden hacer de este material. Los llamados “Archivos de Moscú”, abier-tos desde 1992, ofrecieron un cúmulo de posibilidades para el conocimiento y lainvestigación del complejo escenario comunista. No obstante, el autor advierte sobrela “urgencia mediática” que dicha apertura supuso para los distintos partidos comu-nistas y sus intereses particulares, así como para el propio escenario académico de laregión. El interés de Kersffeld se centra en las distintas posibilidades de análisis quebrindan estos materiales para entender gran parte de la historia social y política deAmérica Latina y las complejidades que se representan para la interpretación delmundo comunista de la época.

Dora Inés Munévar analiza en su artículo La experiencia de mujeres con discapaci-dades en los proyectos archivísticos del siglo XXI el vínculo entre las prácticas archivís-ticas y la problemática de reconstitución de subjetividades silenciadas en torno a lasdiscapacidades y las mujeres. Para la autora, en los procesos de documentación estáninmersos distintos tipos de miradas sobre dichos temas, construidos desde lógicasdominantes. El acceso a este tipo de archivos debería constituir una oportunidad pa-ra dar cuenta de lo vivido, lo ocultado y opacado por los saberes autorizados y lossubsecuentes mecanismos de control sobre las condiciones de circulación de ciertosdiscursos. Finalmente, su reflexión plantea la necesidad de recuperación de las me-morias visuales y orales en los proyectos archivísticos para propiciar una lectura crí-tica de los mecanismos de opresión y segregación promovidos por la visión medica-lizada del mundo, del cuerpo y de la vida.

Nuestro objetivo con este dossier es abrir la discusión hacia la comprensión de losarchivos, sus actores, escenarios y prácticas, en las múltiples maneras en que se en-cuentran imbricados en disputas por sus sentidos y representaciones en las socieda-des contemporáneas. Este complejo proceso e institucionalización avalado por losprocesos archivísticos, se debate en un campo cargado por varias coordenadas ideo-lógicas, políticas, culturales y sociales inherentes a la práctica de colección en unmomento histórico dado. Con esto queremos decir que dentro de la constituciónmisma del archivo, los procesos de inclusión o exclusión de documentos y objetos,los privilegios que marcan a ciertos materiales, los referentes de su valoración simbó-lica y promoción social y cultural, la construcción de categorías para su organizaciónen el universo temporal desde ramas como la archivología y el asentamiento de unatecnología archivística, así como la institucionalización misma de su pervivencia, los

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coleccionistas y las redes generadas son fundamentales en el análisis de la problemá-tica que convoca el presente dossier.

Estamos seguras de que los artículos reunidos aquí contribuirán a entender estosprocesos y nos llevarán a indagar en los intersticios y vértices de lo privado y lo públi-co, lo individual y colectivo, la memoria y el olvido, lo transparente y lo opaco, loevidente y lo oculto, la justicia y la impunidad, el pasado y el presente en el ámbitode los archivos.

Bibliografía

Arfuch, Leonor (2007). Crítica cultural entre política y poética. Buenos Aires: Fondode Cultura Económica.

Huyssen, Andreas (2002). En busca del futuro perdido. México: Fondo de CulturaEconómica.

Jelin, Elizabeth (2001). Los trabajos de la memoria. España: Siglo Veintiuno editores.Nora, Pierre (dir.) (1984). Les Lieux de Mémoire. La République. París: Gallimard.Ricoeur, Paul (1999). La lectura del tiempo pasado: memoria y olvido. Madrid:

Editorial Arrecife.Rolnik, Suely (2010). “Furor de archivo”. En Revista electrónica Estudios Visuales

N.° 7: 115- 129.Samuel, Raphael (2008). Teatros de la memoria. Pasado y presente de la cultura con-temporánea. Valencia: Universidad de Valencia.

Taylor, Diana (2003). The Archive and the Repertoire: Performing Cultural Memory inthe Americas. Durham: Duke University Press.

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