revista la agricultura germán avé-lallemant

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    COMISIN DEL BICENTENARIO

    La Provincia de San Luis, con motivo de conmemorarse el Bicentenario dela Revolucin de Mayo, se concentra en celebrar tan importante acontecimientoa fin de reafirmar los lazos de comunicacin, respeto e integracin entre todoslos habitantes de esta tierra.

    El Cabildo de San Luis fue el primero en reconocer la Revolucin de Mayomostrando as su vocacin libertaria.

    Consolidado el movimiento revolucionario, el pueblo puntano se destacpor su generosa y heroica contribucin a la gesta de la independencia nacional,y entre otros hechos, respondi al llamado Sanmartiniano.

    En este Bicentenario la Provincia de San Luis continuar con sus polticasde progreso y desarrollo, en la esperanza que nuestras generaciones veniderasse encuentren unidas en el respeto y reconocimiento a la participacin histricacolectiva de los hijos de esta tierra, a quienes en este Bicentenario rendimostributo y homenaje.

    El Gobierno de la Provincia de San Luis ha constitudo la Comisin Hono-raria del Bicentenario de la Revolucin de Mayo 1810-2010, presidida por elGobernador Alberto Rodrguez Sa, e integrada por Legisladores Nacionales porSan Luis, autoridades Legislativas Provinciales, autoridades del Poder Judicial,Intendentes Municipales e Intendentes Comisionados, representantes de Insti-tuciones Religiosas, Autoridades Universitarias, Autoridades Militares, ONGs,Fundaciones, Juntas de Historia, Comunidades Originarias de la Tierra, Colec-tividades, Asociaciones, entidades intermedias y por todos aquellos habitantesque quieran adherir voluntariamente.

    Esta Comisin ser coordinada por el Ministerio de Gobierno, Justicia yCulto, todos los Ministerios del Poder Ejecutivo Provincial referidos a esta con-memoracin y por el Programa San Luis Libro, dependiente de la SecretaraGeneral Legal y Tcnica de la Gobernacin.

    (Extrado y sintetizado del Decreto N 3316 - MGJyC-2009)

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    ACERCAR EL LIBRO AL PUEBLO

    El Gobierno de la Provincia de San Luis cumple y seguir cumpliendocon los preceptos constitucionales y las normativas vigentes respecto a ase-gurar el desarrollo humano y social de sus habitantes.

    El derecho a la cultura, a la informacin, a la publicacin y a la difusinde las ideas es un derecho humano principal, con el que este proyecto po-ltico ha desarrollado fuertes lazos y claras acciones en su defensa. Invertiren cultura es fortalecer los cimientos republicanos y consolidar la conviven-cia democrtica armnica, en un marco de pluralismo, tolerancia y respetopor el otro. Invertir en cultura es tambin propender a difundir la obra yengrandecer el patrimonio cultural provincial, potenciando as la libertadde pensamiento y el universo de las ideas, la literatura y la palabra escritaen general.

    Por la defensa y ratificacin de este derecho el Programa San Luis Librosuscribe y se sustenta en la Ley Provincial N I-0002-2004 (5548) que diceen su art. 1: El Estado Provincial garantiza el derecho fundamental a lalibertad de pensamiento, religiosa y de culto reconocido en la Constitucinde la Provincia de San Luis.

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    Para la presente edicin:

    Programa San Luis Libro

    25 de Mayo 971| Ciudad de San Luis

    [email protected]

    www.sanluislibro.sanluis.gov.ar

    Diseo y diagramacin:

    Editorial ELTABAQUILLO

    [email protected]

    Imagen de tapa: Ilustracin extrada de Revista La Agricultura. Ao 1894(Oncidium Machrantum)

    Tirada: 500 ejemplares

    ISBN: 978-987-1787-11-1

    En la presente edicin se ha respetado la ortografa y gramtica del espaol de su poca para

    conservar su riqueza lingstica y su valor histrico.

    Impreso en la ArgentinaQueda hecho el depsito que establece la ley 11.723Prohibida la reproduccin total o parcial,incluyendo fotocopias sin la autorizacin expresa del autor.

    Av-Lallemant, Germn

    Revista La Agricultura / Germn Av-Lallemant ; coordinado por Marisa

    Requiere. - 1a ed. - San Luis : SLL - San Luis Libro, 2011.

    485 p. ; 26x19 cm. - (Bicentenario)

    ISBN 978-987-1787-11-1

    1. Notas Periodsticas. I. Requiere, Marisa, coord. II. Ttulo

    CDD 070.43

    Fecha de catalogacin: 21/06/2011

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    El Gobierno de la Provincia de San Luis, a travs del Programa SanLuis Libro, ha constituido la Comisin de Rescate y Valorizacin de laVida y Obra de Germn Av Lallemant, quien nos leg una importantelabor cientfica a travs de investigaciones de gran envergadura.

    La Comisin, a partir de un importante trabajo de recopilacin,investigacin y actualizacin cientfica, ha editado en primer trminoel libro Ligeros Apuntes de la Flora Puntana y en esta oportunidadpresenta una recopilacin del los artculos de Germn Av Lallemantpublicados por la revista La Agricultura desde 1894 a 1898 inclusive.

    Este volumen constituye un jaln indispensable para seguir construyen-do la historia puntana.

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    La Agricultura

    Germn Av Lallemant

    Versin revisada y corregida por la Dra. Marisa Requiere

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    Prlogo.

    Anteriormente el Programa San Luis, con una importante visin de rescate del pa-trimonio cultural de San Luis, y con el objetivo de concentrar la gran obra dispersa deGermn A. Lallemant, public La Flora Puntana, El Paramillo de Uspallata y la Expedi-cin Minera. En esta ocasin y con un esfuerzo incesante en la bsqueda documental,y gracias al valioso aporte de Emilio Saravia, que desinteresadamente nos brind las

    fuentes originales de La Agricultura, pudimos concretar este libro tan ansiado, quepretende ser una galera de artculos escritos por Germn A Lallemant como uno de losprimeros hombres que divulgara la doctrina socialista en nuestro pas. Conjuntamenteen esta entrega, se aaden al final algunos artculos publicados por el gran cientficoalemn y fragmentos originales en idioma alemn, del Die Neue Zeit, donde aportabasu mirada de la Argentina al mundo europeo. Adems se aclare que en este volumende la revista, tambin aparecieron entre marzo de 1894 y febrero de 1895, Los LigerosApuntes de la Flora Puntana, artculos ya publicados en un solo ejemplar editado porel Programa San Luis Libro en el ao 2010.

    La Agricultura, como fruto de aos de trabajo, estaba dirigida por Alberto I. Gachey Ramn Castro, fue una revista de edicin mensual, que lo tuvo a Lallemant comoparte de su equipo de redaccin y en la que participaba desde su fundacin en 1894,escribiendo incansablemente. En este ejemplar se publican solo los artculos que van,desde 1894 a 1898 inclusive, donde se plasma la cosmovisin lallemantiana de las cues-tiones rurales, industriales, econmicas, polticas, culturales y cientficas condimen-tadas, con una ideologa que pretende siempre, destacar las virtudes de un socialismoincipiente en el anlisis del contexto poltico nacional e internacional.

    Luego de diecisis aos en nuestro pas Lallemant, era un perfecto conocedor no

    solo de las cuestiones relacionadas al agro sino tambin de los problemas polticoscentrales de esta joven nacin Latinoamericana. Se puede apreciar en La Agriculturaa un Lallemant que escriba editoriales, adems de dos o tres artculos por nmero, odebata con hacendados lectores de la revista, en numerosos artculos polmicos, comoejemplo en esta edicin transcribimos la polmica con Hugo Koppe, mayordomo dela estancia cordobesa La Carlota, sobre un tema trascendente para la poca, Coloni-zacin o Latifundios? Aqu Hugo Koppe muestra un espejo de sus ideas y acciones,manifestndole a Lallemant sus inquietudes y su acercamiento como colono a la vidaintelectual.

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    La Agricultura aclara en el subtitulo, que se propona como Defensor de los in-tereses rurales e industriales, y esto es lo que precisamente demostraban todos losartculos de la revista, particularmente los de Lallemant, quien a travs de sus textosconfiguraba la urdimbre no solo para la evolucin y el conocimiento cientfico, sino

    una propuesta ideolgica de basamento marxista y socialismo cientfico, algo impen-sable de comprender para la elite de una nacin que mostraba las aristas ms duras deuna oligarqua fuerte pero deficitaria en sus acciones, algo que Lallemant no dejara deexpresar.

    Germn A. Lallemant aqu presentaba varios artculos titulados La Cuestin agra-ria, (1899) donde traduce el pensamiento, de una de las mayores obras de Karl Kautsky,quien fuera terico de la socialdemocracia alemana y dirigiera la revista Die Neue Zeita partir de 1883, con el tiempo uno de los rganos ms influyentes de la Internacionalsocialista(1889).

    Da cuenta de su conocimiento de la doctrina de Karl Marx, en varios artculos quevan de 1895 a 1897, all comenta in extenso sobre la Crtica de la economa Poltica, yla Miseria de la filosofa(1847).

    A lo largo de sus escritos, Dn Germn, demuestra el fracaso de los hombres pbli-cos liberales que solo hacan propaganda de patriotismo y no permitan la transforma-cin del modo de produccin. Sin duda este anlisis, causaba enojos en la clase polticaArgentina, de hecho en la Agricultura, Lallemant utilizaba una y otra vez seudnimosy los acusaba de enriquecimiento propio a varios polticos, que no tenan en cuenta losintereses del pas. Muy seguro del acontecer poltico de su tiempo, estaba centrado en

    su concepto de filosofa poltica, de ciencia y de justicia.

    Plasmado estaba en sus trabajos sobre economa, el perfecto reconocimiento deese enemigo temible, es decir el capital internacional que primero, bajo bandera inglesay luego norteamericana ahogaba la libertad de los pueblos, a travs de los emprstitosque perjudicaban a la Nacin. Su anlisis crtico y slido explicaba el futuro comoirreversible, debido a la crisis financiera y econmica de aquellos momentos, la dilapi-dacin de la hacienda pblica, la deuda externa e interna, el retraimiento monetario, labancarrota de los bancos garantidos, el agio, el valor del oro, la actuacin delictiva deprominentes miembros del P. A. N., la deflacin en general. Reflexiones que resultan

    ahora mismo, no slo inmensamente objetivas, sino que confirman su admirable en-tendimiento de las sociedades.

    Aqu podemos tambin ver reflejado a Lallemant como corresponsal de San Luis,firmando sus artculos con el seudnimo de Puntano, preocupndose por los aconteci-mientos del lugar que lo cobij y donde hoy siguen descansando sus restos despus deciento un ao de aquella tragedia cerebrovascular, que dej al pas, sin un hombre clavepara la escena cientfica, poltica, educativa, etc. Ninguna circunstancia fundamentalde esta obra podr ser olvidada por los investigadores y gustosos de las ciencias en ge-neral y de la historia puntana en particular.

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    Crey Lallemant en la revolucin, quizs los aos no le dieron la oportunidad dellevar a cabo la teora revolucionaria elaborada por Marx y Engels, sin embargo sus tra-bajos presentan desde cualquier aspecto que los analicemos, una creacin de continuarevolucin, an hoy en el 2011.

    Dra. Marisa Requiere.

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    EL CHALET Y LA CABAA DEL LABRADOR

    I

    Cuntas veces hemos visto en las primeras horas de la maana atravesar si-lencioso unas veces, alegre y bullicioso otras, al hombre que conduce el arado, queabre el surco, y en su marcha pausada va desprendiendo uno uno los granos de-positados en la tierra!

    Como aquellos granos, van desprendindose tambin de su imaginacin lasesperanzas sobre la futura cosecha que ha de recompensar sus afanes.

    De este cuadro que hemos contemplado en la dilatada pampa, se ha transporta-do nuestro pensamiento al mundo adonde se agitan las multitudes; adonde la am-bicin, la sed de mando, la especulacin, absorben el tiempo de los grandes centros.

    Hemos reflexionado sobre la diferente situacin de espritu de aquel hombrehumilde, pero alegre y anheloso en el trabajo, y la agitacin febril de los que se re-vuelven y agitan en las ciudades.

    Comparadas estas situaciones se nos figura ver en el conductor del arado lahormiga quedando traspis, llega al fin y deposita la paja que calentar su nido enel invierno; y en los que se lanzan en la carrera vertiginosa del juego, de la especula-cin, buscando una fortuna adquirida con poco trabajo y en breve tiempo, creemoscontemplar una locomotora sin freno, que descarrila y se tumba sin llegar sudestino.

    El labrador lo fa todo la bondad del suelo, al calor vivificante del sol, la ac-cin bienhechora de la naturaleza, al riego que reanima y fecundiza la planta, mien-tras que el bolsista, el especulador, el poltico, juega el todo por el todo en una bolamal urdida tal vez, que har subir bajar el tipo del oro, de sus acciones echadas rodar en la lotera de las diferencias.

    II

    Es un misterio que escapa la penetracin del hombre, apreciar adonde existela mayor suma de felicidad posible. Si en aquel suntuoso chalet, rodeado de grandes

    jardines, alegres parques, amplias y frondosas avenidas con sus fuentes derramn-dose sobre lagos cristalinos, cubiertos de cisnes que alzan su canto entre el ruidode las aguas, y adonde el hombre de negocios llega arrastrado por briosos corceles,para descansar despus de cerrarse la Bolsa, en aquella humilde habitacin pajiza,blanca como una paloma y sombreada por un grupo de corpulentos sauces.

    No lo sabe nadie, pero la verdad es que si aquella humilde vivienda no des-pierta en nosotros la admiracin del monumental palacio; si no nos atrae y seduce,en cambio cuntas veces el espritu, abrumado por el peso de una vida de cruelesagitaciones, no se sentir dominado por aquella quietud de la cabaa, por aquelladulce tranquilidad de un hogar sin grandes focos de luz, sin lujosos mobiliarios;

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    pero adonde al terminar el Ave Mara, pronunciada entre la incierta luz del creps-culo, se encienden las luces del hogar iluminando el cuadro que forman la madre,los hijos, rodeando al dueo y seor que recibe sus caricias y les da sus bendiciones!

    II IEn las altas horas de la noche all lo lejos, en el suntuoso palacio, res-

    plandecen las luces y se siente el ruido de la orquesta, el ruido de las copas..lasgrandes emociones.

    En la cabaa, la oracin, la frugal comida, el dulce cantar del labrador, la sonri-sa de la inocencia, el tranquilo sueo..ni envidiado ni envidioso..

    Adonde existe mayor felicidad?

    Chacarero.

    Ao: 1894 - Mes: Marzo - Nmero: 63 - Pginas: 167-168

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    CUESTIONES DE ACTUALIDAD

    Ferrocarriles - Puertos - Crisis agrcola, comercial y ganadera - Banco de

    prstamos - Lo imposible - El ministro de hacienda y su proyectoUna de las causas principales de perturbacin en el comercio, es indudable-

    mente la estagnacin de nuestros productos, y no todos se dan cuenta de lo quepasa, acumulando los cargos las empresas de ferrocarriles por no contar con eltren rodante necesario para conducir los cereales los mercados puertos de em-barque.

    Estamos lejos de defender la administracin de las empresas y sus regla-mentos y tarifas que no llenan las necesidades del comercio ni guardan proporcincon el valor de los productos, pero sucede lo siguiente:

    Llegan las estaciones centrales cientos de wagones cargados que permanecenparados en los cambios esperando la llegada de vapores buques en que debenembarcarse.

    He ah uno de los motivos de demora y entorpecimiento, por lo que no dejare-mos de sealar como causa principal el obstculo que presenta el paso de MartnGarca y otros que impiden la navegacin en el Ro Paran, de los grandes paquetesde ultramar.

    Los wagones de un ferrocarril no conducen ni entregan las cargas en el tiemporequerido, permaneciendo, como hemos dicho, semanas enteras parados, como su-

    cede en las estaciones del Ferrocarril Central Argentino y dems lneas.Para formarse una idea de los perjuicios que soportan el productor, acopiador

    de campaa y exportadores, basta decir que en las estaciones del Ferrocarril Cen-tral Argentino existen apiladas ms de un milln de bolsas la intemperie, siendoesta cantidad mucho mayor en otras lneas, pues es sabido que las del FerrocarrilCentral Argentino y Buenos Aires y Rosario son las que mejor atienden el servicioordinario de carga.

    Agrguese la circunstancia de no ayudar los bancos, no diremos al productorque, no es comerciante, (por los estatutos de los bancos se le deja en ltimo tr-mino, se le exigen garantas reales y otra firma, con ms el 25 % de amortizacintrimestral), pero ni los mismos exportadores que se ven en apuros para colocarsus giros sobre Buenos Aires.

    Se habla de favorecer la produccin; y cmo puede hacerse sin una institucinbancaria que d el tiempo indispensable para desenvolver una operacin industrial?

    Surge en estos momentos el pensamiento de fundar un Banco de Estado, quedestinara 50 millones prstamos entre la clase productora y bien venido sea,siempre que llene los objetos de su creacin.

    Lanzada la idea, y antes de ser estudiado el proyecto del ministro de hacienda,empieza ser combatido por una parte de la prensa, y por qu?...

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    Se invoca el ejemplo de los bancos oficiales, como el Nacional, sin tomar encuenta que ninguna institucin es buena, como no lo es ninguna ley, si no se cum-ple, burlndola, como en el caso del banco que sirvi tan slo para alimentar laespeculacin sobre tierras, como la famosa ley de centros agrcolas.

    Pero arrglese la cuestin poltica, dando libertad al pueblo para elegir susmandatarios, y hgase una verdad en vez de una mentira el juego regular de nues-tras instituciones, y se ver que es posible la fundacin de un Banco de Estado, quetiene que reposar en la confianza pblica que hoy falta, y que administre honrada-mente, dando dinero al productor, al dueo de tierra cultivada, al hombre parco yde reconocida capacidad productora, y se ver entonces que un banco habilitador esla nica salvacin del pas.

    La razn atendible que se invoca para constituir el Banco de Estado, es lo difcilque sera sustraerlo la influencia de los gobiernos y de la poltica; ya sabemos loque es la Constitucin y sus leyes entre nosotros, se dice.

    Luego entonces no hay que atacar el proyecto del ministro de hacienda, sino los que, encargados de hacer cumplir las leyes, las dejan burlar.

    En cuanto garantas reales, las tiene el pas, y esa sera precisamente la tareadel directorio, en la distribucin del crdito, que es valor entendido, y debe ser com-puesto de personas independientes que puedan darse cuenta de su misin y de lasexigencias del mercado.

    Se dice que no son momentos para pensar en bancos y que en vez de eso sedebe tratar de ayudar la explotacin de fuentes de riquezas como la minera, porejemplo (la ms problemtica de las industrias).

    Pero como se pueden proteger las industrias y desenvolverse sin el capital quenecesitan para maquinarias, obra de mano, etc., etc?

    Esto es contradictorio y tenemos que caer en esta solucin.

    Es posible la fundacin de un banco de prstamos. Lo que es imposible, es quel d los resultados que el pas necesita alcanzar por medio del trabajo y de la econo-ma, sin la fundacin de gobiernos que inspiren confianza ante propios y extraos.Eso es lo imposible.

    Del balance nacional se desprende la necesidad de crear algo que, como unorganismo nuevo, ocupe el lugar de aquellos establecimientos que, si han quedadoabandonados como el cadver de un colrico, no por eso dejaron de tener vida pro-pia, y la tendran an, sino hubieran sido destruidos por el desgobierno y los abusosque han escandalizado al mundo.

    En cuanto al desequilibrio entre la produccin y el consumo, podra ser unacausa momentnea en un pas dotado de las ventajas que tiene el nuestro; y es pre-cisamente en un momento de crisis agrcola y ganadera, como el que atravesamos,cuando deben adoptarse medidas salvadoras, no existiendo otra hoy que la funda-cin de un banco habilitador.

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    Las causas externas que en otro tiempo (el de las grandezas) formaron el terri-ble feto de la crisis, sino han desaparecido, al menos van modificndose favorable-mente.

    Hay ms administracin y menos lujo.

    Ahora, si el nuevo banco ha de ser administrado como los bancos libres deemisin, de los cuales se provean las provincias desde 1887 hasta 1891, en que lacirculacin alcanz 300 millones que sirvieron para estimular la especulacin,los hipdromos, y dar volumen al empapelamiento, desde luego sera indiscutiblecomo institucin, faltndole lo primero: la confianza pblica.

    Si el nuevo banco ha de marchar en consorcio con la poltica para que aprove-chen los ntimos, los aparentes para una campaa electoral, entonces estamos deacuerdo en que sera una nueva calamidad el proyectado banco.

    Volvemos, pues, repetirlo, y desearamos que el actual ministro de hacienda,

    de cuya buena voluntad y competencia nadie puede dudar, se convenza que nobasta levantar un plano de un edificio, si no se tienen los elementos y materialesque den solidez su construccin. Buena poltica, es la mejor mezcla para edificar.

    Chacarero.

    Ao: 1894 - Mes: Marzo - Nmero: 65 - Pgina: 189

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    LA BAJA DE LOS PRECIOS EN EL MERCADO UNIVERSAL

    Desde unos cinco aos esta parte vivimos en plena crisis.

    Durante esta poca los precios de los artculos de primera necesidad han bajado

    extraordinariamente.El comercio en todas las naciones civilizadas ha sufrido notable reduccin, y la

    pobreza entre las clases bajas ha aumentado considerablemente.

    Hoy hay un solo pas en que no se sientan estos fenmenos econmicos. Todosse quejan de ellos. Merece la pena estudiar la causa de esta crisis universal.

    Desde ya notaremos que en ninguna poca anterior se han hecho tan extraor-dinarios progresos en el mejoramiento de los mtodos de produccin. Las maqui-narias han sido perfeccionadas, y nuevos procesos tecnolgicos han sido creados,de los cuales antes nadie tuvo una idea. La productibilidad del trabajo humano ha

    alcanzado un grado elevadsimo; es decir, se trabaja hoy en la tercera parte en laquinta parte del tiempo, con la misma cantidad de fuerza humana, tanto, comoantes en la unidad de tiempo.

    Segn Bradstreets Journal, hoy en da el trabajo de 9 obreros, produce enDacota el trigo de que se fabrica el pan que 1000 habitantes de New-York consumendurante un ao. Van incluidos en este clculo los obreros que extraen el carbn co-rrespondiente, los agricultores, molineros, maquinistas, panaderos y empleados enel transporte, etc., etc.

    En 1870 se ocuparon en este mismo trabajo unos 20 hombres y an ms.

    El precio del trigo fu en 1873 en el Havre 41 y fr. y baj actualmente 14 fr.En Alemania se pagaba este cereal, por trmino medio, durante los aos 1799 hasta1808 con 230 marcos; en 1871 hasta 1875 con 235 marcos, y en 1893 con 140 mar-cos. En Inglaterra vala el trigo en 1830 unos 13 1/3 la tonelada (de 1000 kilos) en1871 solamente 12 1/3 y en 1893 solamente 5 16 s.

    En el ao 1873 el precio del hierro colado en Alemania era de 24 mrcos, y hoyha bajado 6 mrcos. El hierro batido baj durante la misma poca de 280 mr-cos 145.

    Los Warrants escoceses, por hierro colado depositado en Glasgow, que me-

    diados de 1889 se cotizaban 68 peniques, estaban en Enero de este ao 41 peniques.

    El carbn ingls para gas que en 1890 vala 16 s. la tonelada, se compra ahoracon 7 s. y el carbn de Dormund baj en el mismo tiempo de 15 mrcos 7 marcos,no obstante los esfuerzos del grand Trust, que extrae anualmente 35 millones detoneladas.

    La plata ha bajado desde 1870 de 60 dineros la onza 27 d. El zinc desde 1890de 2 la tonelada .

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    Los artculos que ms han bajado son: jabn, plomo y botellas, cuyos preciososcilan rpidamente.

    La Quinina que vala en Alemania en 1822, 1370 mrcos la libra, baj en 1870 200 y est ahora 29 marcos!

    El papel de imprenta vala en Berln en el ao 1872 37 peniques la libra yahora vale 11 peniques, y el papel de cartas baj de 50 24 peniques.

    La seda, la lana y el algodn han bajado extraordinariamente.

    La marca Midding-Orleans, se cotizaba en Manchester en el ao 1882 6 3/6y fines de 1891 ya haba bajado 3 d.

    Las lanas finas han bajado en Inglaterra (de 1890 1892) 45 %, las buenas 43%, y la mediana 58 % y desde entonces han seguido bajando rpidamente.

    El cobre ha bajado de 86 la tonelada 40 y menos an.

    Los artculos que han subido de precio son: carne, quesos, huevos, tabaco ycerveza. La carne subi en Londres de 56 la tonelada de 2000 libras en 1850, 59 en 1871, y 85 en 1890.

    Segn han ido bajando los precios ha aumentado la produccin y ha sido aba-ratado el costo de trabajo.

    Ante tales fenmenos econmicos los pensadores se preguntan con razn: ha-cia dnde vamos?

    Esta faz de la evolucin econmica, qu significa?

    Sus consecuencias, cules sern?

    Germn A. Lallemant.

    Ao: 1894 - Mes: Mayo - Nmero: 71 - Pgina: 274

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    EL AUMENTO DE LA PRODUCCIN Y LA CRISIS

    La transformacin que han sufrido los mtodos de produccin y la extraordi-naria elevacin que ha alcanzado la productibilidad del trabajo humano -verdadera

    revolucin econmica- ha dado lugar, ms de la baja de los precios, un aumentoenorme de la produccin que no guarda proporcin con la demanda del mercadouniversal, y no est sujeto una regularizacin racional, fundada sobre las necesi-dades del consumo.

    De aqu resulta el fenmeno econmico de la sobreproduccin de mercancas.El mundo entero produce ms de la cantidad de valores que la humanidad

    civilizada puede pagar, bajo las condiciones actuales de la propiedad y de la distri-bucin de la riqueza. Esta sobreproduccin de que nace la crisis universal y perma-nente que nos aqueja, va diariamente en aumento.

    As tenemos que la produccin del carbn de piedra est creciendo continua-mente. En el ao 1842, la extraccin de este combustible en el mundo entero, impor-taba 62 millones de toneladas, cantidad que en 1860 subi 141 millones y en 1880 344 millones de toneladas. El aumento es de un 7 por ciento. Hoy en da, Inglaterrasola produce ms carbn que el resto del mundo en 1864, y Alemania que en 1881extraa 962 kilos de carbn por cada habitante, vendi en 1890 la enorme cantidadde 1320 kilos por cabeza! Y, con todo, el aumento es triple en los Estados Unidos!

    Asombroso es el aumento de la produccin del hierro. En el mundo se produje-ron en el ao 1850 unos cuatro millones de toneladas de este metal, y en 1888 estacifra se elev 26 millones.

    La produccin del cobre subi en 30 aos, de 45.000 toneladas 120.000, y ladel plomo de 170.000 400.000 toneladas. Los Estados Unidos produjeron en 1890,solamente, 14.000 toneladas de zinc, y en 1892 subi esta produccin la cantidadde 74.375 toneladas.

    Altamente interesante es la evolucin por la cual ha pasado la produccin de laplata. La metalurgia de este metal ha sufrido una completa revolucin, desde que seha generalizado el mtodo de la lixiviacin de los metales de plata con el hiposulfitode sosa (mtodo de Patera-Rusell), tal punto, que minerales pobrsimos hasta deun 0,10 y 0,05 por ciento de plata, se benefician hoy con ventaja. El mundo pro-

    duca en 1856 la cantidad de 886.115 kilos de plata. En 1875 subi la produccin 1.969.000 kilos y en 1890 la produccin fu de 3.750.000 kilos. El nuevo mtodo deextraer la plata de sus minerales con un gasto mnimo de produccin, fu la causade la baja de precio de este metal, y no la desmonetizacin como pretenden los bi-metalistas. La metalurgia del oro no ha sufrido ninguna mejora importante desde1870; pero, el mtodo Patera-Russell ha hecho que la proporcin del valor entre eloro y la plata haya cambiado desde 1870, en que fue de 1 15 y medio, hasta 1893en que fue de 1 35, de un modo tan notable.

    En 1840 se producan 1.192 millones de libras de algodn; en 1880, 4.039 millo-nes de libras y desde entonces ha aumentado la produccin rpida y constantemente.

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    La produccin de lana en la colina del Cabo, Australia y la Argentina, importen 1864 solamente 458.000 fardos, exportados Europa. En 1892, Europa importde estos pases dos millones 335.000 fardos!

    El mismo aumento se nota en la produccin de aceite y petrleo.

    Segn Mulhall (History of Prices, pg. 79-96), Europa cultivaba en 1850, unos360 millones de acres y en 1884, 482 millones y Amrica en 1850, solamente, 55millones de acres contra 151 millones en 1884.

    La cosecha de trigo import en los aos 1885 1889, la cantidad de 777.360.000hectlitros y en 1891 subi 792.115.000 hectlitros.

    Neumann- Spallar calcula que en 1867 la produccin total de azcar en elmundo, fu de 16.750.000 quintales de ( 100 kilos), y en 1893, solamente Europa,produjo 68.040.000 quintales de azcar de remolacha.

    As, pues, observamos que la produccin aumenta y aumenta rpidamente, sin

    tener en vista las necesidades del mercado universal, y sin hacer caso de la capaci-dad consumidora de la humanidad.

    La produccin obedece nicamente los intereses momentneos del capital, yno se gua por ninguna ley de lgica de la razn. No la determina el consumo, sinoel provecho del capitalista.

    Claro es, que de la baja de los precios no se aprovecha el consumo, sino elgran ejrcito de empleados en el proceso de circulacin, que intervienen entre losproductores y los consumidores, los comerciantes, corredores, banqueros, agentes,etctera, etc.

    En la Repblica Argentina sabemos que, aunque los precios del trigo sean tanbajos ahora y la produccin haya aumentado tanto, el pan que comemos no se haabaratado tanto, pero muchos millones de provecho embolsan los accionistas de fe-rrocarriles en Londres; los bancos distribuyen colosales dividendos, y los exportado-res hacen enormes fortunas, los mismo que tantos otros miembros de la sociedad,que no producen, pero se enriquecen como por encanto.

    Lo cierto es, que estamos en crisis; crisis universal y permanente.

    La riqueza se multiplica como por encanto en mano de unos pocos, y la pobre-za, la miseria y la ignorancia de la grande masa de la poblacin, van en aumento,

    crecen hasta la desesperacin.Por un lado la sociedad parece quisiera ahogarse en la riqueza y en la abundan-cia, y por el otro se muere de hambre.

    Tales son los efectos de la revolucin econmica, que el aumento del grado deproductibilidad del trabajo humano causa en la sociedad.

    Hacia donde vamos?

    Germn A. Lallemant.

    Ao: 1894 - Mes: Mayo - Nmero: 73 - Pginas: 307- 308

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    NUESTRA POBLACIN RURAL

    En la Repblica Argentina se ofrece la vista del observador toda una serie defases de la evolucin histrica de la humanidad.

    En la capital vemos representada la poca de la grande industria moderna. Allestamos en el perodo fin de siecle. Grandes capitales se hallan concentrados enmano de unos pocos miembros de la sociedad. La bolsa y la sociedad rural son losgrandes templos del capital argentino. A la par de suntuosos palacios estn los con-ventillos, las fbricas, las barracas y los antros de los sweaters. El millonario de laclase high-life, el pequeo burgus de la clase media, el obrero de la clase proletariadel ltimo residuo social, estn all luchando, cada cual en la guerra de todos contrauno, y de uno contra todos, como mejor puede.

    En las provincias del litoral encontramos la poca manufacturera en las ciu-

    dades. En el campo hallamos que el perodo de los pastos no guadaables de laganadera, est para concluir, y el de los pastos guadaables ha principiado. La agri-cultura est todava en la poca del cultivo en pequea escala. El colono y su peninmigrado labran la pequea propiedad del primero y viven una vida patriarcal idlica. Pero ya la competencia internacional obliga al pas fomentar los grandescultivos intensivos, con inversin de capitales crecidos y empleando trabajadoreseducados inteligentes. Este cultivo en grande escala y por mtodos modernos,salvar al pas de la ruina y de la bancarrota, pero har desaparecer al colono y supen ignorante, reemplazndolos por un proletariado agrcola educado inteligen-te como en Australia, por ejemplo.

    En las provincias del interior estamos todava en pleno perodo montaraz dela produccin agrcola. All se trabaja todava del mismo modo como nos cuentaColumella que se haca en la Btica romana en tiempo del emperador Augusto. Assucede, por ejemplo, en San Luis, la provincia del menor nmero de propietarios(6559), y del mayor de grandes propiedades de 20.000 hectreas arriba, verdaderoslatifundios.

    En San Luis son los peones criollos los que trabajan en las estancias. Por todaherramienta tienen el lazo, las bolas, el cuchillo y el arado de madera de quebrachoblanco. Saben tambin utilizar el hacha hbilmente. Viven al raso. Visten mseros

    harapos. Comen menos que los perros. Nada poseen, ni familia. Trabajan por unsalario nfimo, mal y poco. No se les ensea nada.

    Esta peonada se compone de tres elementos. El uno desciende de los antiguosesclavos del tiempo colonial. El segundo, de los pastores libres que sin tener pro-piedad raz cuidaban sus haciendas en tierras baldas que fertilizaron por mediodel trabajo, y el tercero, en fin, lo constituyen descendientes expropiados de losconquistadores espaoles, quienes el rey haba otorgado grandes lotes de la tierraconquistada, como mercedes reales.

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    En San Luis fu la guerra de la independencia y la larga guerra civil subsi-guiente, una guerra por la propiedad de la tierra y por las haciendas, nico capitalexistente entonces.

    De los ttulos de propiedad y de los expedientes judiciales que los acompaan,

    resulta este hecho innegable, saber: que la guerra que Sarmiento titul la guerrade la civilizacin contra la barbarie, y que Alberdi llam: la guerra militar y de ex-terminio contra el modo de ser de nuestras poblaciones pastoras, fu en realidad laguerra por la cual se efectu la acumulacin previa (The previous accumulation, theAdam Smith), del capital puntano en mano de los seores puebleros (habitantes dela ciudad), y la proletarizacin de muchos pastores libres y de muchos herederos demercedes reales que fueron expropiados por la fuerza del poder, quitndoseles todolo que tenan.

    Han sido, pues, intereses muy reales que aqu, como en todas partes, dieronlugar tanta lucha fratricida.

    Sea eso ahora como sea. Con la ignorante peonada actual, en San Luis, nopodemos mejorar los mtodos de produccin. El pen de estancia siente instintiva-mente su posicin social degradante, y se venga por ella en las herramientas y enlos animales, rompiendo aqullas y maltratando stos, para hacerles sentir ambosque l es superior ellos, superior meros instrumentos y animales de trabajo; enfin, que l es hombre.

    No es el capital lo que nos falta para mejorar nuestros mtodos de produccin.Lo que nos falta es una peonada inteligente y educada, trabajadores instrudos quesepan hacer frente todas las exigencias y las funciones ms diversas del trabajo

    moderno.Es la educacin popular lo que falta en el pas tanto en el interior como en el

    litoral.

    Es imposible hoy en da entregar herramienta fina y animales de raza, quecuestan mucho dinero, las manos de los peones criollos en San Luis. El aradodel pas tiene la inmensa ventaja, de que el pen no lo puede quebrar, y si llega romperlo, muy poco cuesta la compostura. Por eso sigue siendo este arado la nicaherramienta de la labranza, aunque no halla estanciero que no se de cuenta de suimperfeccin.

    Cuando fines del sexto y principio del sptimo decenio del siglo, se comenz introducir animales finos y valiosos al pas, se sinti la necesidad de disponer detrabajadores educados inteligentes. Entonces se inici un movimiento activo defomento de la educacin. Pero desgraciadamente este movimiento, cuya iniciativael heroworkship atribuye Sarmiento, fu mal conducido, y en lugar de promoverla enseanza de la tecnologa prctica y terica de la clase trabajadora, la produc-tora inmediata, se ha procedido crear la educacin comn, de que nicamenteaprovechan las clases medias y altas, cuyo sistema de educacin se funda sobre unasupuesta igualdad de cosas y seres, que en realidad son esencialmente desiguales.

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    El principal medio al alcance de la nacin argentina para salir del estado actualde crisis y runa, es la instalacin de la educacin popular, la educacin de la claseproletaria rural, en que el trabajo manual productivo, debe ir unido la instrucciny la gimnstica para todos los jvenes de uno y otro sexo. Solamente de este modo

    el pas cumplir con la ley fundamental de la produccin moderna, que exije el ma-yor desarrollo posible de las diversas aptitudes del trabajador.

    Durante ochenta y cuatro aos la poblacin rural argentina, la poblacin pro-ductora del pas, ha sido el objeto de innumerables injusticias, de una explotacinsangrienta, de opresin y humillacin.

    Cuando se escriba la historia filosfica de la Repblica, se conocer todo elalcance que este hecho ha tenido para el desarrollo de la vida econmica, social ypoltica del pas. No nombre de sentimientos humanitarios, sino nombre de estedesarrollo, pedimos que la sociedad y el estado instituyan cuanto antes la educacinpopular en el campo.

    Germn A. Lallemant.

    Ao: 1894 - Mes: Junio - Nmero: 75 - Pginas: 350- 351

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    EL CARBN DE PIEDRA EN LA REPBLICA ARGENTINA

    I

    La productividad del trabajo humano es el resultado de un largo desenvolvi-miento histrico.

    Excepcin hecha del modo social de produccin, la productividad del trabajodepende de las condiciones naturales en que se efecta. Todas estas condicionespueden referirse al hombre mismo, su raza a la naturaleza exterior que le rodea.

    Las condiciones naturales exteriores se descomponen, desde el punto de vistaeconmico, en dos grandes clases, saber:

    Riqueza natural en medios de subsistencia, es decir: fertilidad del suelo, pescay caza abundante, etc.

    Riqueza natural en medios de trabajo, tales como son: saltos y corrientes deagua, maderas, lea, metales, petrleo, carbn de piedra, etc.

    En los orgenes de la civilizacin, la primera de estas dos clases es aquella quese explota, pero en una sociedad ms adelantada, la civilizacin esta representadapor la explotacin de la segunda, siempre que ella exista en condiciones favorablespara la explotacin.

    Un pas que no posee sino riquezas naturales, obedeciendo la ley de la divi-sin internacional del trabajo, tiene que conformarse con el destino de proveer elmercado universal con productos agrcolas, y cambiar estos por los productos de la

    industria de aquellos pases, en que abundan los medios naturales del trabajo.Querer sobreponerse esta ley econmica de la divisin internacional del tra-

    bajo, creando, por ejemplo, en una nacin por medios artificiales, como es el protec-cionismo de una industria ficticia, cuando le faltan los medios naturales de trabajo,es uno de los errores ms funestos en que pueda caer una sociedad.

    Es este, precisamente, uno de los errores cometidos por los hombres que go-biernan la Repblica Argentina, y que nos han trado esta terrible crisis, esta cats-trofe, en que parece que hemos de sucumbir.

    La Repblica Argentina posee inmensas riquezas de la primera clase, pero care-

    ce de las de la segunda en condiciones favorables para la explotacin.El patriotismo se ha dejado ilusionar muy menudo este respecto.

    Se ha ponderado, por ejemplo, la riqueza del pas en carbn de piedra, pero talriqueza no existe. Todos los trabajos de exploracin en este sentido han fracasado,y demasiados sacrificios se han hecho ya, demasiado se ha desacreditado la nacinen el extranjero por informes bombsticos sobre criaderos ricos de carbn, que hanexistido solamente en la fantasa de los gelogos.

    El ingeniero seor Richards fu el primero que declar en 1869, que existangrandes criaderos de carbn en el pas. El poqusimo carbn que a veces aparece

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    entre las esquistas bituminosas de la formacin rhtica de San Juan y Mendoza, yuna clasificacin equivocada de un fsil que l hall en la Tierra de Guaco, le habansugerido esta ilusin.

    En 1873, el ingeniero seor Ritz, empleado de la empresa Thomas y Rogers en

    la construccin del Ferrocarril Andino, hall en el lugar de las Vizcacheras, cercade Sampacho, en Crdoba, plantas fsiles, que fueron envadas por el seor Rogers Inglaterra, hicieron abrigar la esperanza de que los terrenos en que se hallaronaquellos fsiles perteneciesen la formacin carbonfera.

    El seor Rogers trajo entonces, en 1874, la primera mquina de sonda, armadacon diamantes (Diamond rock-drilling machine) al pas, y se perfor all un sondajehasta los 150 metros de hondura. En el Museo Nacional se guardan los interesantestrozos cilndricos de arenisca, que se sacaron de esta perforacin. Pero no se hallningn carbn.

    El gelogo doctor Stelznar, profesor de la Universidad de Crdoba, pondermucho, en 1873, los criaderos rhticos de los Mareyes en San Juan, creyendo queall debera hallarse carbn en criaderos explotables. Los seores Klappenbach, hangastado mucho dinero all en sondajes y obras de cateo, pero infructuosamente.

    El ao 1882 marca una poca importantsima en la historia de la evolucineconmica del pas. La tierra frtil explotable estaba ocupada en su totalidad porparticulares. Fue para la Repblica aquel el momento crtico que un economistafrancs expres por el refrn de: Nulle terre sans seigneur; y en que nuestros gran-des terratenientes buscaban capital mvil, con cuyo fin hicieron que el Estado con-trajese grandes emprstitos, los cuales han hecho del pas un tributario del capital

    ingls. Se enagen la Nacin. La independencia poltica nacida en 1816, se vendi,y result nuestra dependencia econmica actual.

    Para abrir las cajas de los capitalistas europeos, fu preciso hacer conocer lasriquezas del pas. La existencia de carbn de piedra hubiera infludo grandementeen este sentido.

    En Mendoza fu el seor Reta que entonces present muestras de carbn en laexposicin de 1882. El ingeniero seor Berg, empleado en el Ferrocarril Trasandino,public en Yern-Kontorets Anualer (en Suecia), un estudio minero, en que declaraque ninguna importancia comercial tenan estos criaderos de la formacin rhtica

    en el Salto. Lo mismo declar el ingeniero seor Walker.En 1884 se denunciaron minas de carbn en el territorio del Neuqun, por la

    sociedad Roberts y compaa. El gobierno mand al ingeniero seor Juan Jos deEla inspeccionar aquellos criaderos, que resultaron ser de esquita bituminosa, sinvalor alguno.

    En el mismo ao, el doctor Francisco P. Moreno, fund la sociedad exploradoradel Paramillo de Uspallata, y bajo la direccin del ingeniero seor Walker se abriuna labor sobre criaderos de esquitas bituminosas rhticas, pero sin resultado. En1890 la sociedad volvi habilitar una labor all mismo, pero con idntico resultado.

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    Se denunciaron minas de carbn en el Ro del Cobre, Chacritas, Challas, Iejenes,Higueras, Agua Salada, Cerro de la Montaa (cielo), Lon, Coche, Raqui, Salto, Cor-taderas, Invernadas, etc., pero todas sin xito.

    En 1886 explor el seor Igarzabal, acompaado del gelogo doctor Bracke-

    bresch, el lugar de Paganzo, en la Rioja, y el mencionado gelogo inform al go-bierno, que gracias procedimientos cientficos l haba descubierto ilimitadascantidades de carbn de piedra. Esta noticia hizo gran sensacin en el pas y en elextranjero. Sobre todo los peridicos patriticos alemanes festejaron el triunfo de laciencia alemana en Sud Amrica, y declararon que haba aqu una nueva Inglaterra.La noticia caus un efecto inmejorable sobre el mercado monetario. Tanto ms hansorprendido las revelaciones que el ingeniero seor Hoskold hizo en el congresominero, celebrado en 1892, en New Castle o. T., declarando que las perforacioneshechas, slo acusaron dbiles capas bituminosas. Se han criticado entonces los in-formes oficiales de la Repblica Argentina, sobre riquezas naturales existentes de

    un modo muy duro y poco honroso para el pas.

    Germn A. Lallemant.

    Ao: 1894 - Mes: Junio - Nmero: 78 - Pginas: 384- 385

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    EL CARBN DE PIEDRA EN LA REPBLICA ARGENTINA

    II

    Tambin el seor Hoskold ha publicado un libro sobre los criaderos de carbnen la Repblica. No lo conozco.

    En Paganzo y Saladillo, han perforado los seores Igarzabal, Sanchez Irri-barren, hasta los 300 metros de profundidad, cortando la pizarra bituminosa enmal estado, como dijo El Famatino. Las cuatro perforaciones no dieron resultadoalguno.

    En 1890, el ingeniero seor Hanon inform sobre las minas de la sociedad LasHimanas en San Juan. Declar que all haba carbn rhtico de 0,75 metros de es-pesor y una cantidad de 400.000 toneladas la vista. Nunca se ha hablado ms de

    este carbn.El seor Maesen descubri en el Retamito, en San Juan, pequeas guas de

    carbn en el ao 1885. El doctor Brackebresch examin la mina que el descubridorhaba abierto all y le aconsej abandonarla. Ms tarde estuvo el doctor Meisteren aquel punto y l hall los fsiles que el doctor Szajnocha de Cracovia determi-n como pertenecientes la formacin carbonfera. Esta novedad geolgica causgrande sensacin en el mundo cientfico, pero el doctor Brackebresch declar queno existan tales yacimientos carbonferos, que todo no pasaba de una mistificaciny que aquellos fsiles podan muy bien haber sido puestos sobre el desmonte de lamina por alguna persona que los habra trado de algn otro pas. El doctor Boden-bender, empero, hall realmente all aquellos yacimientos con fsiles, sin embargo,con muy poco carbn. Parece, pues, que la formacin no fuese productiva all.

    El coronel Olascoaga ha sido el incansable explorador del Neuqun, quien tantonos ponder las riquezas de las vetas metlicas y de los mantos de carbn de aquelrido territorio. Pero parece que la minera no ha prosperado all hasta la fecha msque en el resto del pas.

    En 1890 denunci el doctor Salas una mina de carbn cerca de San Rafael, enMendoza. El doctor Kyle analiz este combustible y lo declar de clase superior,con solamente un 6 por mil de ceniza, que contiene vanadio. El seor Bossi form

    una sociedad (vase The Standard y la River Plate Review), y fu el ingeniero seorThierry, quien estudi aquellos criaderos y dirigi las faenas de cateo. Pero despusde algunos meses los trabajos fueron abandonados, porque los criaderos no pro-metan dar mayores cantidades de carbn. En 1893 el gelogo doctor Zuber (de laSociedad Mendocina del petrleo, tambin fracasada), declar que las minas decarbn de San Rafael prometan un gran resultado, y desde entonces el doctor Salaha seguido gastando dinero en la exploracin. En doctor Moreno envi al gelogodoctor Hauthal del Museo de La Plata, para que examinase las minas del doctorSalas y este seor declar que haba all la verdadera formacin carbonfera con va-rios criaderos de carbn puro, hasta cuatro metros de potencia. Dice tambin en su

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    informe que la Repblica ya contaba con la grande riqueza que le faltaba para ocu-par un puesto preeminente, que el carbn en su suelo era una grandiosa realidad,poda explotarse con ventajas y su cantidad era considerable. El doctor Hauthal, sinembargo, public poco despus en el peridico Vorwrts un artculo en que declar

    que l no ha querido decir que haba riqueza de carbn en el pas, y que por el con-trario, el haba aconsejado al doctor Salas el no emprender todava trabajos costososni abrigar grandes esperanzas.

    Poco tiempo despus el peridico The River Plate Review, public un artculosobre las minas del doctor Salas y particip sus lectores, que el seor Thierry habavuelto examinarlas, pero que la veta de cuatro metros de potencia que dice el doc-tor Hauthal haber visto all, era un mito, y que este seor opinaba que cada centavoque all se gastaba en busca de carbn, era dinero tirado la calle.

    Despus ha ido el gelogo doctor Bodenbender, profesor de la Universidad deCrdoba, San Rafael, y refut la aseveracin del doctor Hauthal, de que se tratabaall de la formacin carbonfera, con la cual los depsitos de San Rafael no tenananaloga alguna. Que la formacin de aquellas minas era la jursica y la cretcea yel combustible se hallaba en vetas y no en mantos y yacimientos.

    Segn las interesantes comunicaciones del doctor Salas en LA AGRICULTU-RA, este seor haba seguido los trabajos y con brillante xito, pues le asegurabanhombres muy competentes, como el ingeniero seor Lange y el comandante seorDomnguez, que la explotacin de aquellas minas tena un gran porvenir, y que eldoctor Hauthal le aseguraba que estaba convencido de la verdad, de que tenemosuna formacin carbonfera en la Repblica, etc.

    Sin embargo, las muchas contradicciones que sostienen los diferentes autoresen la materia, hacen creer que los criaderos de carbn de San Rafael no fuesen ex-plotables. Un ingeniero de minas como el seor Thierry, que ha dirigido all durantevarios meses los trabajos de mina, merece completa fe.

    Parece, pues, cierto que la Repblica Argentina carece de la riqueza natural demedios de trabajo en condiciones favorables de explotacin.

    Sus vetas metlicas y depsitos de petrleo, tambin han dado muy pobresresultados.

    En estos momentos de verdadera angustia para el pas, es preciso darse cuen-

    ta clara de lo que sea realidad ilusin, para poder obrar sobre una base segura yprecisa.

    La Repblica es inmensamente rica en medios de subsistencia. Su suelo frtille indica su absoluta certeza, su misin y su destino entre las potencias que labranla evolucin econmica del mundo civilizado.

    El porvenir de esta Nacin esta en el desarrollo de su agricultura, incluso laganadera.

    Todo lo dems son quimeras engaosas, cuya persecucin nos arruina ms ynos hunde.

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    El sistema proteccionista de las industrias, tal como rige actualmente en estepas, encarece la obra de mano y sacrifica los consumidores. Ahuyenta, pues, los inmigrantes! Entorpece completamente el desarrollo de la agricultura! Hundeel pas!

    Proteccin la agricultura en todo sentido, para que pueda ella competir conla produccin agrcola de otros pases en el mercado universal, debe ser el santo ysea de nuestros gobernantes.

    Sin esta proteccin volveremos la barbarie.

    Germn A. Lallemant.

    Ao: 1894 - Mes: Julio - Nmero: 79 - Pgina: 404

    Nuevos estudios practicados en la zona carbonfera del departamento San Rafael (Mendoza), demues-

    tran que all existe excelente carbn de piedra, al parecer, en cantidad explotable, circunstancia que

    parece ignorar nuestro distinguido colaborador seor Lallemant, quien probablemente no conoce ms

    que los deficientes estudios hechos hace ms de dos aos.-(N. de la D.)

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    LA PRODUCCIN DEL TRIGO Y LOS GRANEROS

    Estamos en Julio. Se est cosechando el trigo en los estados orientales de NorteAmrica, en Rumania, Bulgaria, Austria, en el Sud de Rusia, en Alemania, Suiza y

    en el Sud de Inglaterra.En Agosto se cosechar el trigo en las regiones septentrionales de los Estados

    Unidos, Canad, Blgica, Holanda, Inglaterra, Dinamarca y en el centro de Rusia.

    En Setiembre y Octubre harn su cosecha la Suecia, Escocia, Noruega, y la Ru-sia septentrional.

    En Noviembre les toca al frica Austral y al Per cosechar sus granos.

    En Diciembre se cosecha el trigo en Birmania, Nueva Gales del Sud y principiael corte del trigo en Santa Fe.

    En Enero se hace la cosecha en este pas, en Chile, Nueva Zelandia, y Australiadel Sud.

    En Febrero y Marzo se cosecha el trigo en el Egipto superior y en la India.

    En Abril les toca el turno al Egipto inferior, Siria, Chipre, Persia, Asia Menor yMxico.

    En Mayo se hace la cosecha en Texas, Argelia, Marruecos, China, Japn y elAsia Central.

    En Junio est el trigo maduro en California, Oregn, Alabama, las Carolinas, enGrecia, Turqua, Italia, Espaa, Portugal y Francia.

    A todas horas pues, se est cosechando trigo en la sociedad humana.Europa debe producir este ao alrededor de 475 millones de hectolitros de trigoy fuera de Europa se cosechar 349 millones.

    Cunto ser la cantidad que se podr consumir de este trigo? De esto nadiehace caso. No se produce hoy en da con miras de satisfacer las necesidades delconsumo. Desde la instalacin del mercado universal, la sociedad humana producemercancas para venderlas, y esta produccin tiene leyes inherentes ella que afec-tan la nica forma persistente del lazo social: el cambio. Dichas leyes surgen frente los productores como leyes compulsorias de la concurrencia. Ellas se imponen los productores contra su voluntad, y su accin, como la de las leyes naturales, esciega implacable. El producto domina al productor. El cambio (la compra y venta)de los productos llega ser una lucha violenta, inconcebible, en que cada productorse empea forzosamente en sacar el mayor lucro posible y en aniquilar al competi-dor. La posesin de condiciones naturales y sociales favorables, decide de la existen-cia tanto de los productores aislados, como de naciones enteras. Los vencidos sonsacrificados sin piedad. Esta es la concurrencia vital Darwiniana, transplantada dela naturaleza la sociedad con una energa poderossima. (F. Engels).

    Tambin nosotros, los argentinos, impulsados por las leyes ineludibles de laproduccin moderna, cosecharemos en Enero unos 1500 millones de toneladas,

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    sean unos 20 millones de hectlitros de trigo para el mercado universal, muy con-tra nuestra voluntad, porque sabemos que los precios van bajar un nivel jamsvisto, y que nos hemos de arruinar completamente, pues por ms favorable quesean las condiciones naturales que favorecen nuestra produccin, las sociales nos

    matan. Nos faltan brazos baratos, y por ms que los suplimos por maquinaria, noses imposible competir con la India inglesa con sus 292 millones de habitantes, delos cuales un 95% son labradores, que se contentan con un salario de 150 francos alao, cuando nosotros no podemos pagar menos de 480 francos los peones inmi-grados de Italia y Espaa etc. El sistema vigente llamado proteccionista, y que no esms que un financiero, sostenido por nuestro gobierno para pagar el tributo anualen forma de intereses de la deuda pblica que debemos al capital ingls, encarecetanto la vida, que no podemos reducir ms los salarios, ya tan excesivamente bajosque la inmigracin se ha paralizado casi del todo.

    Y bien pronto estar concluido el ferrocarril de Asia menor (Skutari-Angora-

    Kaisariyeh-Basrah) que abaratar notablemente los fletes de la India los pasesindustriales europeos, de tal modo que los precios del trigo sern an ms reduci-dos.

    Pero, queramos no, tenemos que producir trigo forzosamente. Preciso es queabaratemos los gastos de produccin y de transporte.

    Con la construccin de graneros en cada estacin de ferrocarril, como se haceen Norte Amrica, creo que se podra conseguir este objeto. En estos graneros, cons-truidos por sociedades annimas, se clasificara y limpiara el trigo depositado, y losbancos adelantaran al depositario fondos en cierta proporcin sobre el certificado

    (Warrant) estendido por el granero.El granero cobrara un mdico derecho de almacenaje, y ahorrara los gastos

    por las bolsas y mucha parte de los desembolsos para cargar los wagones. Sobretodo le permitira vender en pocas en que la suba de los precios le favorecera. Alexportador el granero le ahorrara los gastos de depsito y le ofrecera un productolimpio y clasificado.

    Los pequeos graneros en las estaciones de ferrocarriles de los Estados Unidos,cobran al labrador centavo por quintal de trigo, para limpiar clasificar y cargarloen wagn. El precio de depsito vara de 2 centavos por quintal y por diez das.

    En el puerto la sociedad de graneros cobra ahora 2 centavos por quintal, para la des-carga de los wagones y cargar el buque, y centavo por cada diez das de depsito.Estos graneros pagan sus accionistas un elevado dividendo.

    Dado el estado actual de nuestra produccin agrcola, y la circunstancia de co-brar el Estado un derecho tan crecido sobre el trigo, sera por lo menos discutible laproposicin de un proyecto de ley, que obligara al Estado construir l mismo talesgraneros, para proteger la produccin.

    Si el Estado es la concentracin de todas las fuerzas sociales y su regularizador,y si la existencia de nuestra sociedad depende de la produccin agrcola, por qu

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    el Estado no ha de protejer esta produccin en su desesperada lucha contra suscompetidores sobre el mercado universal? Es verdad que la situacin de nuestrosEstados es la de la ruina y de la bancarrota en la actualidad, pero en el caso de laproduccin agrcola (agricultura y ganadera) se trata de la existencia misma de

    nuestra sociedad como una unidad integrante en el gran concierto de las nacionescivilizadas. Si el Estado autnomo ha de ser solamente una rmora para que nuestrasociedad pueda conservarse en las filas de la civilizacin, -y civilizacin quiere decirprecisamente la capacidad amplia de una sociedad de poder ofrecer los productosde su trabajo en el mercado universal,- entonces no vale la pena, desde el punto devista de los fines de la humanidad, que tal Estado exista, y mejor sera que perezca.

    La cuestin de los graneros vale la pena ser tratada por nuestros estadistas ylegisladores.

    Germn A. Lallemant.

    Ao: 1894 - Mes: Julio - Nmero: 81 - Pgina: 439

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    PROBLEMAS ECONMICOS RURALES

    Vengo de la estancia de mi amigo don Virgilio.

    Don Virgilio es un miembro de la clase de los upper ten-thousand, del high-life,

    un caballero perfecto. Hered de su padre varias leguas de campo, una esplndidaquinta con potreros alfalfados, con via, una hermosa huerta de rboles frutales yuna gran casa en el pueblo, adems de las vacas, ovejas, yeguas, mulas, etc.

    Estudi derecho don Virgilio, y fu promovido en debida forma al rango dedoctor utriusque juris, pero no practic nunca, porque dice que un verdaderogentleman no necesita descender tanto.

    Es estanciero por aficin, y un patriota exaltado. Su fe economista nace sobreuna base fisiocrtica muy pronunciada. Es un agrario moderno ountrance.

    Le hago de vez en cuando mi visita en su estancia para aprender mucho all,

    aunque diferimos menudo en pareceres.Ayer le dej muy pensativo. El ao se presenta esplndidamente hasta aqu. Los

    campos estn buenos. La esquila promete una cosecha magnfica. La naturaleza nosha favorecido como verdadera, grande y buena madre. Bendita tierra!

    Pero el estanciero est agobiado de temores y pesares, y la negra pena le sigue cada paso, como dice el inmortal poeta:

    Post equitem sedet atra cura!

    (Tras del ginete monta la negra pena).

    Crisis por todas partes.

    Los artculos de primera necesidad suben diariamente de precio, y el costo dela obra de mano sigue, aunque en una razn progresiva mucho ms lenta. La pro-duccin se encarece, pero el precio de los productos baja. Eso tiene muy cabizbajo don Virgilio.

    El otro da le encontr presenciando el pago de los salarios sus peones.

    Es un buen patrn don Virgilio,muy bueno, como pocos. No mira en sus peonesmeramente unas bestias de carga unos elementos de fuerza de trabajo explotables merci et misricorde. Lejos de esto, considera sus servidores como sus conciu-dadanos argentinos y como sus paisanos, quienes trata con todas las considera-ciones que ellos le merecen como buenos y sumisos trabajadores.

    Reciban los peones el importe de sus haberes y la mayor parte de ellos anms que sto, pues generalmente el trabajador debe al patrn por adelantos su-ples como dicen aqu, que paga con trabajo. Todos ellos salieron contentos, no huboprotestas ni reclamos de clase alguna.

    Las relaciones entre patrn y pen son de un carcter francamente patriarcalen la estancia de don Virgilio.

    Concluida esta operacin del pago, el patrn se puso pensativo y dirigindosea m, dijo:

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    - Con tal que el precio del oro suba si quiera 400, podremos hacer frente to-dava la crisis.

    -Cmo es esto don Virgilio?

    -Hombre! Mire. A la par, el peso nacional vale 5 francos. Con el oro 200, el

    peso vale 2,50 francos. Con el oro 300, vale 1,66, y al fin, con el oro 400 no valdrel peso ms que 1,25 francos.

    En el exterior y en el comercio internacional -en el de exportacin importa-cin- se sienten inmediatamente los efectos de la depreciacin de nuestro papelmoneda. Eso es evidente.

    Pero en el interior del pas las consecuencias de la creciente depreciacin del pa-pel no se perciben inmediatamente. El peso vale aqu hoy como ayer, como maana,un peso, y recin despus de algn tiempo, despus de la suba del oro, comienzan subir los precios de los artculos de consumo producidos en el pas mismo.

    Y los salarios son siempre los ltimos en subir.De este modo, pues, cuando el oro sube de 300 400, lo que es lo mismo,

    cuando el papel baja del valor de 1,66 francos 1,25 francos, el pen no se apercibede que por cada peso de su salario el patrn le quita realmente 41 cntimos de fran-co, sean 8 1/5 centavos oro, 32 4/5 centavos moneda nacional.

    El acepta, hoy como ayer, el peso por un peso, y lo mismo lo hacen durantealgn tiempo el panadero que le vende su pan, el zapatero que le vende un par debotas, etc.

    Yo, el patrn que mando mi producto,- verbigracia, la lana- directamente alextranjero, en donde me lo pagan, en oro, gano efectivamente los 41 cntimos defranco, y trayendo el oro con que all me pagan, al pas, cambindolo papel mone-da, con el que vuelvo pagar mis peones, nuevamente gano los 32 4/5 centavos demoneda nacional en cada peso de salario que desembolso.

    -Es decir, pues, don Virgilio, que es la peonada la que paga la depreciacin delpapel moneda?

    -Es claro, amigo! La ayuda pagar cada individuo que trabajando en la pro-duccin agrcola recibe un salario jornal paga arriendo de campo.

    -Y la diferencia entre las cotizaciones altas y bajas del oro la ganan ustedes losestancieros, los propietarios de la tierra y hacendados?

    -Sera as si mandramos realmente el producto directamente al mercado ex-tranjero, pero por desgracia, all estn los acopiadores, los barraqueros, los expor-tadores, los cambistas y los bancos, etc., todos parsitos insaciables de la riquezanacional, que sin producir algo hacen valer sus derechos una parte de los produc-tos-Dios sabr por que tenemos que compartir la ganancia.

    Suspir profundamente don Virgilio y se puso muy meditabundo, armar uncigarro.

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    -Pero don Virgilio, le pregunt- Cmo es que los peones, an los ms cultosque han ido a la escuela, no se dan jams cuenta de la prdida que sufren por lasuba del oro?

    -Amigo, me contest- eso es el resultado del mtodo de enseanza. De esto

    responden nuestros pedagogos, los profesores y maestros normales. Eso le explicaren otra ocasin detalladamente.

    -En cuanto al precio del oro le voy decir algo ms, agreg don Virgilio, Yo deboal Banco Hipotecario. Contraje la deuda papel nacional cuando el oro estaba 250.Claro es que si entonces hacia el servicio de la deuda con 100 $, sea con 40 $ oro su equivalente en productos, hoy con el oro 400 % pago al banco solamente con25 $ oro su equivalente en productos

    -Que suba, pues, el oro! Aunque la inmigracin se paralice. Tenemos por ahora

    peonada y colonos suficientes y de sobra para la produccin que nos habilita paracorresponder las exigencias del mercado universal

    Mucho me han dado que pensar estas explicaciones del estanciero, gran ha-cendado.

    Germn A. Lallemant.

    Ao: 1894 - Mes: Agosto - Nmero: 85 - Pgina: 511

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    DE LAS PROVINCIAS - ROSARIO

    Operaciones en trigo - Tranway vapor - Negocios de haciendas - Puntos

    de embarque - Canal de Martn Garca Sementeras de maz - Lourdeseconmico

    Se ha vendido trigo, bordo, hasta el precio de $ 6.30.

    -Se proyecta construir un tranway vapor entre esta ciudad y Caada de G-mez.

    -En Santa Fe se ha pagado por el trigo entre $ 5.15 y 5.20.

    -Empiezan hacerse pequeos pedidos de hacienda para consumo en la Ad-ministracin de Colonias, habindose colocado un lote de terneros de 1 para 2 aosal precio de 12 pesos, carne blanca, y vacas para invernar 17 pesos con un mes dealfalfa.

    Las ltimas lluvias, el buen estado de los campos, y la proximidad de las pa-riciones, hacen suponer que cesar la expectativa en los negocios, inicindose lasoperaciones, bajo la perspectiva de una primavera excepcional.

    -Las buenas noticias de las lanas y la escasez de ovejas al Norte de Buenos Ai-res, han afirmado los precios, pagndose hasta cuatro pesos por majadas generalesal corte, en buen estado de gordura.

    -Los alfalfares en la provincia de Crdoba y Santa Fe, hacen esperar buenasgorduras para las faenas de los saladeros en esta provincia y en Entre Ros que apro-

    vechan ya como el ao anterior, la rapidez del transporte. Se trata idea de formar unpunto para el embarque de haciendas sobre el puerto del Rosario, para lo que existehasta ahora la dificultad del paso de Martn Garca, y sobre lo cual se han hecho endiferentes ocasiones, gestiones ante el Gobierno Nacional, quedando paralizadoslos trabajos preliminares, por un informe del ingeniero Duclou, aconsejando dejarlibrado la naturaleza el dragaje del canal por el roce de los buques, etc., razonesque no son razones, pero s muy buenas, para que se haya dado las gracias al gobier-no y sigan varndose los buques cada paso.

    -Por primera vez este ao, se sembrar en regular escala en la provincia de Cr-

    doba maz amarillo para exportacin.Los colonos, con el bajo precio del trigo, empiezan seguir el consejo de cam-biar la sementera en parte de sus terrenos, particularmente en rastrojos viejos,adonde por ensayos hechos, se ha cosechado un grano hermoso y de mayor fuerzapara la destilera.

    En la colonia General Paz se sembraron el ao pasado 180 cuadras, y este aose sembraran 500, y en igual proporcin sobre la lnea del ferrocarril Sud Crdoba ySanta Fe, en cuyos terrenos van tomando posesin colonos de San Nicols, Barade-ro, San Pedro, etc., buscando tierra barata.

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    -Al fin suceder lo que venimos sosteniendo en LA AGRICULTURA: que loscampos tiernos y centrales deben ser invernaderos, y que la colonia debe llevarse los pastos fuertes, futuros depsitos de haciendas para exportacin, con el engordede alfalfa, para la poca en que es ms necesario, es decir, en el invierno, que esca-

    sea en los prados naturales.El mes de Agosto no parece tal, haciendo esperar una reaccin en los negocios

    de haciendas en general y mayor empeo en las sementeras de maz, con la funda-da esperanza de que la langosta no nos visitar este ao.

    -El Banco de la Nacin es el nico que suple en parte las necesidades del comer-cio, agricultores, estancieros, etc., pero en tan reducida escala, que no se llena sinouna mnima parte de los pedidos y solicitudes, lo que hace necesario un movimien-to de capitales empleados en la principal industria del pas.

    Esta situacin en extremo tirante, es probable vaya modificndose favorable-

    mente, medida que se tenga confianza en el empleo de las fuerzas productoras, yla recompensa dada por la naturaleza exuberante de nuestra campaa.

    Dos meses ms, remo en mano, y se habr dado con la solucin de la crisis,llegando al puerto de salvacin para todos.

    Mucho maz, trigo, lino, cebada, man, sin olvidar los porotos.. y todo estojunto con cuatro millones de reses gordas para consumo, saladeo y exportacin, ytendremos el Lourdes de la crisis de progreso, al alcance de todo buen cristiano, quetenga devolucin por el trabajo!

    Chacarero

    Ao: 1894 - Mes: Agosto - Nmero: 85 - Pgina: 519

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    SOBRE EL CENSO

    Es imposible resolver en la Repblica Argentina problemas econmicos por fal-ta de una estadstica.

    La estadstica nacional es muy deficiente, segn las explicaciones que el mismodirector, doctor Latzina, di al seor Ministro de Hacienda hace poco;-un disparatelleno de falsedades notorias y de fantasas y desatinos, segn el autor de Industriay Comercio de La Prensa, quien acus al departamento de estadstica ante el Go-bierno Nacional.

    Con todo, habr que creer al doctor Latzina si asegura que ningn documentoadministrativo argentino de carcter numrico es ms exacto, y que l se inspira enlos datos que le suministran funcionarios oficiales.

    Las deficiencias de la estadstica son un fruto del estado embrionario de nues-

    tra administracin pblica -dice el doctor Latzina- y sin duda tiene razn en todolo que dice.

    Las as llamadas estadsticas que hacen levantar algunos gobiernos de provin-cia, son verdaderos desbarajustes ridculos, y algunos gobiernos, como el de SanLuis, han ordenado el cese de la confeccin de los registros estadsticos.

    La quinta esencia, empero, de todas las publicaciones estadsticas que jams sehan hecho, son seguramente aquellas que lanza al mundo el departamento generalde inmigracin, en seis idiomas. La prensa extranjera ha criticado estas publicacio-nes como merecen.

    Pero fe que ya es tiempo de que acaben tales desatinos y que el pas proceda aformar una estadstica seria, que permita nuestras administraciones operar sobreuna base segura y verdica.

    Sin estadstica, gobernar no es otra cosa que arrancar el mximo posible decontribuciones de la poblacin y despilfarrar los dineros de los contribuyentes. Essacrificar los consumidores y paralizar las fuerzas productoras, empobreciendo lanacin.

    Por el levantamiento del segundo censo que se proceder dentro de un poco,se podr crear la base de una estadstica formal; siempre que se ande con mucha

    cordura en su levantamiento.Segn un artculo en La Nacin, el seor Martnez piensa que el censo debe serun inventario completo de todas las fuerzas y de toda la riqueza de la nacin.

    Permtame el seor Director del censo expresarle mi opinin de que obrando bajoeste principio, la operacin fracasar, porque ni el gobierno, ni la sociedad cuentancon los elementos adecuados para llevar adelante tal obra enciclopdica, que correrael gran pelgro de rematar al fin en lo que los ingleses llaman flunkeyism.

    Y de tal flunkeyismo estamos harto cansados, y de las crticas que l ha dadolugar en el extranjero mucho ms todava.

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    Si el doctor Francisco P. Moreno comprende la obra del censo de tal modo quele hace pensar en la hegemona argentina, como el nio australiano en la novela deJulio Verne Los hijos del Capitn Grant, habla al doctor Paganel de la hegemonade la Inglaterra, este hecho revela, sin duda, una extraordinaria altura de nobles

    aspiraciones patriticas, y la dominacin completa de los vastos horizontes que vesolamente el ojo del nativo, como dice el seor Moren, -pero no comprendo quepueda tener que ver todo esto con el censo, que ante todo debe formar una basepara la estadstica nacional, -pero una base que facilite sobre todo la comparacincon los datos de otros censos.

    Y en este momento de la comparabilidad debe caer el peso de cada censo, paraque se distinga de una simple estadstica.

    Opina el seor Martnez que los censos decenales de los Estados Unidos de-beran servirnos de modelo para la confeccin del nuestro, en cunto los censosparciales sobre poblacin, edificacin, comercio, industrias, agricultura, ganaderay poblacin escolar.

    Por cierto que el seor Martnez conocer los informes de Fr. A. Walter sobre es-tos censos- (vase Industry and Wealth. 381.382) y como el mismo autor de algunosde ellos dice que una parte del censo de 1870 es enteramente falso inverosmil. Sital cosa sucede en aquel pas culto y en el que la comisin del censo cuenta con taninmensos medios pecuniarios para llevar cabo su cometido con que dificultadesno se tropezar en este pas tan en extremo iliterato y en donde desde ya se tieneque buscar el trabajo gratis, es decir, excluyendo todos los hombres inteligentes queno cuentan con medios pecuniarios propios?

    El seor Martnez debe seguramente conocer el ltimo censo suizo y tambinel austriaco.

    No los considera superior los censos americanos por la elaboracin muchoms amplia y ms detallada del material?

    Los trabajos estadsticos y de censos americanos, no son menudo muy super-ficiales, y publican los datos recogidos veces en una forma que dificulta muchola comparacin. Por otro lado, es cierto que tienen el gran mrito de la iniciativa,de incluir en sus investigaciones nuevos dominios y nuevos ramos de la actividadsocial.

    El ltimo censo suizo pasa en general por lo ms perfecto que en materia deestadstica se haya publicado.

    Sobre todo por la estadstica gremial (Berufs-statistik) y la estadstica moral(Moralstatistik) que por primera vez se han incluido en un censo en una forma tanverdaderamente detallada y prolija.

    Podemos decir que todo el mundo civilizado est esperando con sumo intersnuestro segundo censo.

    Y con suma desconfianza!

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    Muy mal acreditados estamos en el exterior por los trabajos oficiales sobre es-tadstica publicados hasta hoy, y por el flunkeyismo que dicen importan todos nues-tros informes sobre las riquezas naturales del pas.

    Es pues, preciso, que esta vez se produzca una obra seria y de valor para la so-

    ciologa, fidedigna y que nos reconquiste la confianza del extranjero, cuyos capita-les y cuyos brazos sobrantes solicitamos.

    Nada de patriotismo, nada de flunkeyismo, nada de principios la Jules Verne!

    El asunto es de incalculable trascendencia.

    Germn Av Lallemant

    Ao: 1894 - Mes: Agosto - Nmero: 86 - Pgina: 544

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    SOBRE PROBLEMAS ECONMICOS

    Muy poco generalizado est entre nosotros el estudio de la economa poltica.

    Para las grandes masas del pueblo trabajador esta ciencia queda eternamente

    como la imagen misteriosa de Sais, que celosos sacerdotes le ocultan rigurosamen-te, y nuestros hombres cultos se les hace conocer de ella apenas en los colegiosnacionales algunas nociones superficiales, y en una forma tan aburridora, que elalumno se fastidia en la primera leccin no ms hasta el cansancio, y huye de lamateria para siempre.

    Y con todo, es esta ciencia precisamente aquella que nos gua sobre la sendabordeada de muchas esfinges misteriosas, cuyos enigmas hay que resolver parallegar al fin al recinto del gran templo de la sabidura, sobre cuya entrada se hallagrabado el lema: concete ti mismo!

    La economa poltica es la ciencia de las leyes del trabajo productivo humano.Es la ciencia que estudia las leyes que rigen el proceso de produccin. Es la cienciade la organizacin del trabajo productivo.

    Y la organizacin del trabajo productivo determina la forma de todas las insti-tuciones sociales, polticas, jurdicas y religiosas de una ciudad.

    Segn la mayor menor perfeccin de la organizacin del trabajo productivo,es decir, segn el mayor menor grado de productividad del trabajo clasificamoshistricamente el grado de mayor menor cultura alcanzada por la sociedad hu-mana.

    Segn la organizacin del trabajo productivo, clasificamos la faz de la evolucinhistrica de una sociedad.

    Imposible es comprender la historia de la humanidad, sin conocer la marchade la evolucin del trabajo productivo, es decir, de la evolucin econmica de lahumanidad.

    Nunca los hombres se han dejado llevar por otra causa que por la voluntad desatisfacer las necesidades materiales de su vida.

    Y no hay otro medio de llegar esta satisfaccin sino por el trabajo.

    Invertir el mnimo de fuerza de trabajo humano en el trabajo productivo es decir,

    de aumentar en lo posible la productividad del trabajo humano fu siempre el mvilexclusivo y nico que determin la marcha de la evolucin social de la historia.

    Este mvil fu, y lo es todava para la gran mayora de los hombres, una ideainconsciente ellos mismos, y por eso ellos creen que los hechos histricos nacende la voluntad espontnea de ciertos grandes hombres hroes, y de su inteligenciaprivilegiada.

    El estudio de la economa poltica y de la evolucin econmica de la humani-dad, desde la poca del salvajismo hasta el presente perodo histrico de la granindustria moderna, nos ha hecho conocer el gran error de esta creencia.

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    La ideas pensamientos no son otra cosa que el reflejo en el seso de los hom-bres de hechos histricos precedentes, estos hechos, su vez, no reconocen otracausa que la forma especial de la organizacin del trabajo productivo de la poca deque se trata.

    Jams los hombres han vivido tal como han pensado.Los hombres siempre piensan tal como viven, es decir, piensan segn el modo

    como producen los artculos con que satisfacen sus necesidades materiales, y serntanto ms inteligentes cuanto ms fcilmente produzcan estos artculos, es decir,cuanto mayor sea la productivilidad del trabajo humano.

    Pero debe tenerse en vista que nadie produce por s solo, ni jams ha habidohombre en el mundo que haya producido por s solo los artculos de primera nece-sidad de subsistencia.

    El trabajo productivo ha sido siempre trabajo social, an en la poca del salva-

    jismo primario, antes del descubrimiento del fuego y en el perodo de la promiscui-dad libre de los miembros de la horda, y lo ser tanto ms cuanto mayor llega serla productividad.

    Por eso, de la ley fundamental de la economa poltica, deducimos la mximamoral de que todos los miembros de la sociedad deban tener igual obligacin decolaborar en la produccin social, con cuyo objeto se debera facilitar todos losmedios para su mximo desarrollo intelectual posible.

    Para todos iguales obligaciones iguales derechos ante los medios de produc-cin y de desarrollo!

    Esta es la ley moral fundamental deducida de la economa poltica moderna.En toda sociedad en que se desconoce esta verdad fundamental de la vida so-

    cial, nacen graves antagonismos que ms tarde o ms temprano conjurarn gran-des conflictos (eso es la cuestin social), peligros y catstrofes.

    He querido dejar sentado estas mximas como una ligera introduccin lassoluciones de algunos problemas econmicos que deseo ofrecer enseguida loslectores de LA AGRICULTURA.

    El sistema vigente entre nosotros de educacin comn carece de una base ra-cional, por cuanto no tiene en vista la enseanza de las leyes del trabajo, es decir,

    no ensea la economa poltica.Algunos hombres, autoridades reconocidas en pedagoga, han sentido estegrave defecto, y han introducido al trabajo manual en las escuelas. Ensear, empero,el trabajo productivo prcticamente, sin explicar las leyes generales que rigen laproduccin y su importancia para todas las actividades humanas, me parece serahacer la cosa medida. La economa poltica es la filosofa del trabajo, y por esosu enseanza debe considerarse como la introduccin ms natural la lgica ydialctica.

    La escuela popular fundada sobre un plan filosfico, debe incluir en su ense-anza, sobre todo, la economa poltica.

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    Nuestra educacin comn actual no se funda sobre plan alguno. No es mate-rialista ni idealista, ni positivista. Ella se caracteriza por el eclecticismo. Dogmas yteoras los ms diversos y contradictorios se ensean en nuestro colegio, y es impo-sible que se eduquen de este modo hombres de pensamiento propio y de carcter

    determinado y resuelto.El mtodo vigente de ensear la historia la juventud considero, sobre todo, de

    funestas consecuencias para toda nuestra vida poltica y social. Esto de no fomentarms que el culto de los grandes hombres, el heroworkship, y de no cuidar de otracosa que de llenar la memoria de los alumnos con muchas fechas y nombres, tieneforzosamente que aniquilar las facultades del raciocinio libre y del discernimientopropio, amn de formar sumisos secuaces de audaces jefes polticos o de sectas, esdecir adulones.

    La historia que se ensea en las escuelas debe ser la historia de la evolucin deltrabajo productivo humano.

    Solamente por medio de esta enseanza se educarn hombres conscientes desus deberes y de sus derechos como miembros de una sociedad humana capaz dedominar tanto las fuerzas naturales como las sociales, en lugar de ser dominadaspor ellas como sucede actualmente.

    G. A. L.

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    CHACRAS

    LO QUE PUEDEN PRODUCIR

    Seores Directores de LA AGRICULTURA:Me permito contestar en su ilustrado peridico al seor Raimundo Salazar que

    se muestra tan iracundo contra un seor suscriptor que no lo deja despacharse sugusto en sus artculos sobre chacras.

    Dejando un lado lo de suscriptor1, en que, en todo caso, sera un error depluma, le dir que para llegar algo prctico es preciso proceder de buena fe en ladiscusin y no pararse inventar para refutar enseguida.

    Mis clculos, corrigiendo los suyos, no estn basados en 50 ni 70 fanegas porcuadras, sino en 30.

    Adems, no tengo, ni digo tener peones 80 pesos por mes.

    Digo que en dos meses con dos peones (un capataz 50 $ y un pen 30) herecogido y entrojado 0,45 por 100 kilos.

    Pagaba 12 centavos por bolsa de 31 cuartillas, en espiga, que desgranado medaban 40 kilos, esto es, 30 centavos por fanega. Los 15 centavos restantes se hangastado en mantencin y sueldo de los dos peones que reciban.

    Respecto sus clculos sobre una chacra de 120 cuadras que se han de arar conun solo arado, creo que nos llevan este resultado.

    La sementera de trigo que debe hacerse en el mes de Julio la haramos en Julio,Agosto y Septiembre, segn sus mismas palabras, y las sesenta cuadras de mazque deben sembrarse en Octubre, las concluiramos en Enero. Total: sementerasfuera de estacin y con mal resultado asegurado. Entre tanto, el pen de la rastraque hace tres veces ms trabajo que el del arado, tendra ocho meses para criar ga-llinas tomar mate.

    Las chacras criollas, amigo Salazar, donde se recoge el maz en montones en losrastrojos, para recibirlos los ocho quince das, nos gastan cerca de 4 $ por fanegaantes de traerlo la plaza: esos recojen 20 fanegas de maz por cuadra y necesitan18 bueyes por cada arado y un pen para que cuide gallinas.

    Pero en las chacras en que se trabajan como nos han enseado los gringos, coneconoma y laboriosidad, donde no se conoce el mate bombilla, ni se atan los bueyes las 4 a.m. (porque siete horas de trabajo seguido rematan los animales), sino las6 a.m. para poder ver el trabajo que hacen.

    All donde se recoje el maz en bolsas para entrojarlo todo diariamente, y donde120 cuadras se aran con ms arados y se siembra en tiempo oportuno, all se recojems y se gasta menos por fanega.

    1. Creo que es invencin del seor Salazar.

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    Y si con artculos, as como el seor Piero con su pretendida crisis agrcola,tratan de hacer atmsfera para que nos protejan nuestros gobiernos, les dir queestoy tambin en completa oposicin de ideas.

    No es el proteccionismo ridculo lo que nos ha de librar de la gran crisis agrcola,

    porque esto no har ms que cerrarnos las puertas de los mercados consumidores,como ha pasado en Francia, donde nuestros trigos pagan un derecho de entradaexorbitante, mientras los de Rusia entran casi libres.

    En cuanto los artculos del seor Piero, con quien se muestra usted tan ar-mnico en ideas, creo que ms parecen los lamentos de un mal afortunado agricul-tor que la discusin seria de un agrnomo.

    El trigo al precio actual no produce, luego hay crisis agrcola.

    Pero, seor, si el trigo est al precio actual, es debido la gran produccin queha habido en todo el mundo en estos dos ltimos aos. Pero esto no es general. La

    excepcin es que vengan aos de esplndida cosecha tanto en Estados Unidos comoen Francia, etc.

    Y si el trigo no produce es esto motivo bastante para decir que estamos enplena crisis agrcola? No produce el maz? No produce la alfalfa? No produce ellino, la cebada, la avena, el alpiste?

    Pues yo, sin creer en la crisis agrcola, he calculado el precio que se paga actual-mente por el trigo, y no he sembrado el ao pasado ni este.

    Con este motivo, y desendole un feliz xito en sus tres cosechas, lo saludaatentamente,

    El Suscriptor

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    Seores Directores deLA AGRICULTURA:

    Muy Seores mos:Como muy chacarero y se relaciona por lo tanto directa-mente con mis intereses la polmica entablada entre los seores Salazar y Piero

    con un suscriptor y propietario de Bell Ville, la he seguido con atencin.Solicito ahora, yo tambin, hospitalidad en sus columnas, seor