seguridad energetica en europa
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SEGURIDAD ENERGETICATRANSCRIPT
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SEGURIDAD ENERGÉTICA EN EUROPA: DE LA PERCEPCIÓN A LA CUANTIFICACIÓN
Milagros Avedillo Carretero, Miguel Ángel Muñoz Rodríguez1
Oficina Económica del Presidente del Gobierno de España
Energy security’s banality is due in large measure to its having been so leveraged as a pretext for all manner of policy, from imperialism to isolationism, from expansionism to protectionism, from
communism to economic liberalism: I have even encountered an argument that energy security would be greatly enhanced by the universal adherence to the vegan form of vegetarianism.
Robert Skinner 2
RESUMEN: El objetivo de este trabajo consiste en construir un indicador sintético de seguridad energética para los países desarrollados.
Utilizando la metodología de Análisis de Componentes Principales se
sintetizan en un solo índice siete variables cuantitativas correspondientes a
las dos dimensiones que conforman el concepto de seguridad energética:
vulnerabilidad y dependencia. Este indicador permite identificar las
debilidades y fortalezas de la estructura energética de los países, para así
poder evaluar y revisar las decisiones en materia de política energética. Se
ilustran los efectos sobre el indicador de seguridad de la política energética
aplicada por España en los últimos años.
Palabras clave: Energía, seguridad, dependencia, vulnerabilidad, riesgo
JEL - N7 – Transport, Trade, Energy Technology and Other Services
N70 – General, internacional or Comparative
1. Introducción
Las cuestiones sobre seguridad energética han adquirido en los últimos
dos años una creciente relevancia debido a la percepción generalizada de un
incremento en la vulnerabilidad del suministro energético europeo.
1 Las ideas expresadas en este documento, representan estrictamente la opinión de los autores y en ningún caso suponen una vinculación para la institución en la que trabajan. 2 “La seguridad energética se ha utilizado como pretexto para todo tipo de políticas, desde el imperialismo a la autarquía, desde expansionismo al proteccionismo, desde el comunismo al
liberalismo económico: Incluso he llegado a encontrar defensores de la universalización del vegetarianismo más extremo como el medio para alcanzar la seguridad energética.” Director del
Oxford Institute for Energy Studies Oxford. U.K.
2
Varios elementos han despertado este temor. En primer lugar, la
creciente dependencia energética de Europa frente a los países productores,
que pasará del 50% en la actualidad al 70% - 80% en 2030. En segundo
lugar, el fuerte aumento de los precios de las materias primas energéticas
experimentado desde 2004, que puede poner en peligro la competitividad de
la economía europea. En tercer lugar, la entrada en la escena energética de
los países en vías de desarrollo, que aumenta la rivalidad por los recursos
energéticos, reduciendo el poder negociador de los países típicamente
consumidores. En cuarto lugar, una concentración de las reservas de
hidrocarburos, especialmente el gas, en pocos países con elevada
inestabilidad política.
En este contexto, se han producido varias eventualidades que han
tensionado puntualmente los mercados internacionales e incrementado la
sensación de vulnerabilidad energética en Europa. En 2005, los huracanes
Katrina y Rita paralizaron la producción en el Golfo de México y pusieron de
manifiesto la escasa capacidad excentaria en la cadena de producción de
carburantes y la necesidad de nuevas inversiones; en enero de 2006, el
conflicto entre Rusia y Ucrania derivado de la renegociación de los precios
del gas provocó una interrupción del suministro de gas para Alemania; el 8
de enero de 2007 Bielorrusia admitió que había cortado el bombeo de
petróleo ruso por el oleoducto Druzhba con destino a Polonia, Alemania y
Ucrania en medio del conflicto comercial que mantenía con Rusia; en marzo
de 2007, EEUU amenazó a Irán, un importante suministrador de Europa
con control sobre las principales rutas marítimas de transporte de crudo,
con imponer un embargo comercial en caso de que mantenga su programa
de enriquecimiento de uranio.
Las inquietudes de Europa ante un eventual problema de suministro
energético han llevado a la Comisión Europea a elaborar una propuesta para
crear una estrategia conjunta destinada mejorar la seguridad energética en
toda la Unión Europea.
A continuación se desarrollan seis apartados. En primer lugar, se define
el concepto seguridad energética y sus diferentes vertientes: dependencia y
vulnerabilidad, que por primera se combinan en un trabajo científico
3
dándoles una expresión cuantitativa. En segundo lugar, se indican las
fuentes de las que han sido extraídos los datos y sus transformaciones
algebraicas en índices para ser empleados en el posterior análisis
estadístico. En cuarto lugar, se describe brevemente la técnica estadística
utilizada para elaborar el índice sintético de la seguridad energética: Análisis
de Componentes Principales. En quinto lugar se exponen los resultados, en
los que cada variable adopta el signo previsto de acuerdo con el marco
teórico de la seguridad energética y que nos permite determinar un ranking
de la seguridad energética de los países desarrollados. En sexto lugar, se
simula el efecto de la política energética de España sobre nuestro índice de
seguridad, el cual refleja una sensible mejora. Por último se presentan las
recomendaciones de política energética para el futuro en este nuevo contexto
internacional descrito anteriormente, diversificación de orígenes, fuentes y
rutas de suministro energético.
2. ¿Qué es la seguridad energética?
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) define la seguridad de
abastecimiento como la disponibilidad de una oferta adecuada de energía a
precios asumibles. Dentro de la definición existe un amplio margen para la
interpretación, ya que no se concreta qué es una oferta adecuada y qué son
unos precios asumibles. Además, bajo el concepto de seguridad energética
también tiene cabida el concepto psicológico de seguridad, que es un
sentimiento de carácter subjetivo.
La seguridad energética no es sinónimo del consumo de energía, si no
que es el entorno institucional y regulatorio dentro del cual los individuos,
en función de su grado de aversión al riesgo, establecen distintos tipos de
contratos cuya ejecución no sería posible sin la existencia del mismo. Es
decir, los agentes antes de establecer un vinculo contractual o de una
inversión física en los países productores, precisan de unas garantías
jurídicas, institucionales, políticas entre otras, que den credibilidad al
cumplimiento por ambas partes de sus compromisos.
4
En este sentido, desde el punto de vista económico, la seguridad
energética entra dentro de la definición de un bien público: no hay rivalidad
en su consumo, ya que es consumido por varios individuos sin pérdida de
utilidad; y no es excluible, pues una vez se dota no se puede impedir su
consumo a ningún individuo. 3
Como es sabido, el mercado tiende a infra provisionar la cantidad de
bien público, por lo que es necesaria la intervención del Gobierno para dotar
de los adecuados niveles de seguridad energética. Esto entraña el desarrollo
de medidas de política energética que suponen un coste económico que crece
cuanto mayor es el nivel de seguridad energética que se establece como
objetivo.
Para hacer un buen análisis coste – beneficio de estas medidas es
necesario cuantificar la seguridad energética, de forma que se pueda simular
con cierto rigor los impactos de las distintas medidas aplicadas y valorar
distintas alternativas.
Con este objetivo, hemos calculado un indicador sintético de la
seguridad energética, que comprenda sus diferentes dimensiones.
La literatura en esta materia identifica dos vertientes de la seguridad
energética: dependencia y vulnerabilidad.4
La dependencia energética indica el grado de control sobre las fuentes de
suministro de energía de un país. Es decir, ante un mismo grado de
dependencia en las importaciones de bienes energéticos, una mayor
capacidad de negociación con los países suministradores, y una mayor
estabilidad política dotarán de más fiabilidad a los contratos de
importación. Igualmente, tal y como se aprecia en la figura I, una cartera de
importaciones muy diversificada permitirá reducir los riesgos y la
dependencia de un solo suministrador. Por tanto, la dependencia, se medirá
por las siguientes variables:
3 Christian von Hirschhausen, Julio 2005. 4 Las definiciones y variables han sido extraídas en parte de los informes CEPS, 2004.
5
a) El grado de cobertura a partir de recursos autóctonos. Se
entiende que cuanto mayor es el control de los recursos energéticos,
mayores son las garantías de mantener el funcionamiento de la
economía ante una interrupción del suministro. Esta variable se define
como la proporción del consumo que un país cubre con su producción
autóctona y la denominamos Cobertura de energías primarias.
b) La diversificación de orígenes. Ante un mismo grado de
cobertura, el impacto de una interrupción se reduce cuanto mayor es la
diversificación de las importaciones. Además, la inestabilidad política de
los países suministradores introduce riesgos en la ejecución de los
contratos de suministro y en el correcto funcionamiento de las
infraestructuras necesarias para garantizarlo. A partir de estos dos
elementos se calcula un índice de riesgo de la cesta de importaciones,
multiplicando la participación de cada origen en el aprovisionamiento de
un determinado combustible por el riesgo político de dicho país. El
riesgo de cada combustible se pondera por su peso en el consumo total
de energía. El opuesto de este resultado es la variable denominada
Estabilidad Geopolítica.
c) La interdependencia de los países exportadores. En algunos
casos, la dependencia no se manifiesta en una única dirección, sino en
ambas. El país exportador puede ser tan dependiente de sus
exportaciones hacia un determinado país consumidor como a la inversa,
lo cual otorga a éste un alto poder de negociación que reduce los riesgos
de interrupción del suministro. Esta variable se define como la cuota de
compra de cada país con su principal suministrador de gas, ya que este
combustible es el que está originando los mayores conflictos de
seguridad energética en Europa. La denominamos Poder de negociación.
Por otra parte, la vulnerabilidad es la capacidad de minimizar el impacto
sobre la economía y la sociedad de un eventual corte de las fuentes de
suministro o de un shock de precios de las materias primas energéticas. La
vulnerabilidad de un país se reduce cuanto mayor es su flexibilidad para
adaptar su consumo a las distintas circunstancias.
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a) El grado de conectividad dota al sistema energético de flexibilidad
porque asegura que se puedan recurrir a diferentes suministradores o
vías de importación en caso de eventualidades. Afecta
fundamentalmente a la electricidad y al gas, ya que otras energías como
el carbón y el petróleo se comercializan fácilmente a través de las redes
de transporte habituales, carreteras y puertos. Por el contrario, la
electricidad y el gas necesitan de unas redes de infraestructuras
específicas que no todos los países tienen suficientemente desarrolladas.
i. En el caso de la electricidad, la conectividad se calcula como el grado
de apertura del sistema eléctrico, esto es importaciones más
exportaciones sobre el consumo de electricidad. Denominamos a
esta variable Conectividad Eléctrica.
ii. En el caso del gas, la flexibilidad se mide a partir de la proporción de
aprovisionamientos que se reciben por gasoducto sobre el total de
importaciones de gas. Suponemos, pues que las importaciones en
forma de Gas Natural Licuado (GNL) dotan al producto de
flexibilidad, mientras que el Gas Natural (GN) restringe la
importación a un solo suministrador. Esta variable se calcula como
el opuesto de las importaciones de GN, multiplicado por la
participación del gas natural sobre el total de consumo de energías
primarias. Cuanto mayor sea el valor de esta variable, mayor será el
grado de conectividad. Denominamos a esta variable Conectividad
Gasista.
b) La versatilidad del mix eléctrico es esencial, ya que el coste de un
apagón puede alcanzar sumas elevadísimas. Por esta razón, aquellos
países con un mix eléctrico autóctono soportan un riesgo inferior de
sufrir un apagón generalizado. Las energías renovables, el carbón y la
nuclear suelen ser las principales fuentes de energía autóctonas para la
generación eléctrica. Esta variable se calcula como la proporción de la
producción eléctrica con energías autóctonas sobre el total. La
denominamos Cobertura Eléctrica.
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c) Un mejor grado de diversificación de las energías primarias mitiga la
vulnerabilidad de los sistemas energéticos, ya que reduce el impacto de
una eventual interrupción en el suministro de alguna de las materias
primas que componen su cesta energética. Para definir esta variable, se
utiliza la inversa del índice de Herfindahl, de forma que cuanto mayor
sea su valor mayor será el grado de diversificación. Denominamos a esta
variable Diversificación de energías primarias.
3. Datos
Para recopilar los datos se han utilizado las bases de datos de Eurostat,
la Agencia Internacional de la Energía, BP Statistical Review 2006 y 2005 y
el “Energy Inquiry” de la Dirección General de Competencia de la Comisión
Europea. Los índices de riesgo país en la taba I se obtuvieron de la OCDE.
Se escogieron 26 países, muchos de los cuales pertenecen a la Agencia
Internacional de la Energía y casi todos los de la Unión Europea. La
selección exigía que todos fueran países dependientes y se encontraran entre
las economías desarrolladas. Aquellos países exportadores netos de energía
como Canadá, México y Noruega fueron excluidos de la muestra porque
presentaban valores atípicos. Por tanto, se han tomado los siguientes países:
Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Bulgaria, Corea, Dinamarca, EEUU,
Eslovaquia, España, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Hungría, Irlanda,
Italia, Japón, Nueva Zelanda, Polonia, Portugal, Reino Unido, República
Checa, Suecia, Suiza y Turquía.
El retraso de la publicación de datos ha obligado a emplear los del año
2004. Sin embargo, a pesar de este desfase, teniendo en cuenta que se trata
de variables estructurales relativamente estables a corto plazo,
consideramos que los resultados se aproximarán suficientemente a la
situación actual del sector energético.
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Figura I Descripción de las variables que integran el índice de seguridad energética
DEPENDENCIA
Cobertura Energías Primarias= nergíaConsumoDeE
AutóctonaPorduccion
Estabilidad Geopolítica =
+
+
− ∑∑∑ MccrMpprMggri
ii
i
iii
i
i /*/*/**1
donde r es el riesgo de cada país de origen i.; gi es la proporción del gas que provienen del país i; pi es la proporción de las importaciones de petróleo que proviene del país i; ci es la proporción de las importaciones de carbón que proviene del país i; g importación total de gas, p importación total de petróleo y c importación total de carbón; M=g+p+c.
Poder de Negociación = i
j
i
DeGasnesTotalesExportacio
nesDeGasExportacio
VULNERABILIDAD
eléctricas = dlectricidaConsumoDeE
ricidadnesDeElectExportaciocidadsDeElectriportacione )(Im +
Conectividad Gasista=
−
aalDeEnergíConsumoTot
asNaturalConsumoDeGsDeGNportacione *Im*)1(
Cobertura Eléctrica= idadalDeElectrodcciónTot
ctonoCarbónAutónuclearrenovablesadElectricidoducciónDe
Pr
),,(Pr
Diversificación Primarias =
∑i
ie2
/1
donde i es cada una de las tipologías de energías primarias e
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4. Metodología
La metodología utilizada para elaborar el indicador será el Análisis de
Componentes Principales (ACP),5 una técnica estadística multivariante que
permite reducir la dimensionalidad de los datos, transformando el conjunto
de p variables originales en q variables incorrelacionadas (q <= p).
Con ello conseguimos: (a) sintetizar la información procedente de un
volumen importante de datos; (b) crear nuevos indicadores o índices,
representados por los componentes principales, y (c) obtener una variable
que se puede utilizar como paso previo a otras técnicas o estimaciones.
Una vez calculados los componentes principales, se seleccionarán
aquellos que recojan el porcentaje de variabilidad que se considere
suficiente. De esta forma, el primero recogerá la mayor proporción posible de
la variabilidad original, el segundo la máxima variabilidad no recogida por el
primero, y así sucesivamente. La información que sintetiza cada componente
principal vendrá determinada por las correlaciones de cada variable original
con este último.
5. Resultados
Tras calcular todas las variables consideradas relevantes para el análisis
de la seguridad energética, se comprueba que todas ellas muestran unas
correlaciones cruzadas significativas, lo que asegura que se puede aplicar la
metodología ACP. En el cuadro I se muestra la matriz de correlaciones de las
variables
5 César Pérez López, 2005.
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Figura II Correlaciones entre las variables del Índice de Seguridad Energética
Cobertura energías primarias
Estabilidad
Geopolítica
Poder de
Negociación
Cobertura
Eléctrica
Conectividad
Gasista
Conectividad
Eléctrica
Diversificació
n
Cobertura Energías Primarias 1,000
Estabilidad Geopolítica 0,446 1,000
Poder de Negociación 0,590 0,499 1,000
Cobertura Eléctrica 0,279 -0,155 -0,084 1,000
Conectividad Gasista 0,584 0,255 0,592 0,223 1,000
Conectividad Eléctrica 0,022 -0,390 -0,300 0,319 -0,187 1,000
Diversificación -0,004 -0,126 0,069 0,335 0,092 0,108 1,000
Se observa que algunas de las variables están altamente correlacionadas
entre sí y presentan bajas correlaciones con respecto a las otras variables del
análisis. Las variables de “Cobertura de energías primarias”, “Estabilidad
Geopolítica” y “Poder de negociación” están altamente correlacionadas entre
ellas y con “Conectividad gasista”, ya que esta variable, aunque recoge la
conectividad de los sistemas energéticos, al construirse con importaciones
también se relaciona con la dependencia.
Las variables de vulnerabilidad, “diversificación”, “Conectividad eléctrica”
y “Conectividad Gasista” también se muestran como un grupo con
importantes correlaciones. La “Conectividad eléctrica” se relaciona sobre
todo con “la estabilidad geopolítica”, lo que puede indicar que cuanto mayor
es la desconfianza sobre las importaciones, mayores son los incentivos para
desarrollar unas interconexiones por parte de los países dependientes, que
permitan hacer frente a posibles interrupciones en el suministro.
Teniendo en cuenta los resultados del ACP se seleccionan los dos
primeros componentes, que llegan a explicar conjuntamente casi un 60% del
total de la variabilidad, principalmente por dos razones. Por un lado, las
correlaciones de cada una de las variables con cada uno de ellos tienen una
interpretación clara en términos de seguridad energética. Por otro, hemos
utilizado el criterio teórico de seleccionar los componentes que tienen
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autovalores superiores a la unidad, valor promedio de los autovalores
cuando se trabaja con la matriz de correlaciones.
Figura III
Análisis de Componentes Principales
Comp 1 Comp 2 Comp 3 Comp 4 Comp 5 Comp 6 Comp 7
Autovalor 2.471 1.503 0.918 0.755 0.670 0.451 0.231
Varianza explicada 0.353 0.215 0.131 0.108 0.096 0.064 0.033
Varianza acumulada 0.353 0.568 0.699 0.807 0.903 0.967 1.000
Autovectores
Variable Vector 1 Vector 2 Vector 3 Vector 4 Vector 5 Vector 6 Vector 7
Cobertura Energías Primarias
-0.499 0.187 0.173 -0.310 -0.308 -0.495 -0.500
Estabilidad Geopolítica -0.456 -0.251 0.021 0.045 -0.536 0.663 0.014
Poder de Negociación -0.547 -0.003 0.055 0.355 0.068 -0.362 0.661
Cobertura Eléctrica -0.024 0.684 -0.028 -0.552 -0.050 0.231 0.413
Conectividad Gasista -0.456 0.153 0.063 0.058 0.743 0.345 -0.300
Conectividad Eléctrica 0.188 0.315 0.841 0.365 -0.114 0.106 -0.040
Diversificación 0.008 0.559 -0.505 0.579 -0.215 0.025 -0.225
Con objeto de interpretar cada componente hay que analizar las
correlaciones de las variables con cada uno de ellos, para lo cual es útil una
representación gráfica. Por una parte, se encuentran las variables más
correlacionadas con el eje de dependencia (Componente 1): “Cobertura de
energías primarias”, “Poder de Negociación”, “Estabilidad Geopolítica” y
“Conectividad Gasista”. Por otra, se encuentran las variables correlacionadas
con el eje de vulnerabilidad (Componente 2): “Cobertura eléctrica”,
“Diversificación de energías primarias”, “Conectividad eléctrica” y, en menor
medida, “Conectividad Gasista”.
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Figura IV
Correlaciones entre los vectores de los componentes principales y las variables
Asimismo, el signo de las correlaciones es consistente con el marco
conceptual de la seguridad energética definido en el apartado 2. Las
variables más importantes en el ámbito de la dependencia son el poder de
negociación y la cobertura de energías primarias. La dependencia también se
mitiga cuando el país suministrador tiene mayor estabilidad geopolítica y
existen diversas rutas para importar el gas (conectividad gasista). En cuanto
a la vulnerabilidad, se reduce cuanto mayor es su diversificación de energías
primarias y con la capacidad para producir electricidad con fuentes
autóctonas (mayor cobertura eléctrica). En definitiva, aumentos en las
variables se traducen en mejoras de la seguridad energética.
Aplicando los índices de dependencia y de vulnerabilidad energética a
cada uno de los 26 individuos que conforman la muestra se establecen unos
-1
-0,8
-0,6
-0,4
-0,2
0
0,2
0,4
0,6
0,8
1
-1 -0,8 -0,6 -0,4 -0,2 0 0,2 0,4 0,6 0,8 1
Conectividad Eléctrica
Diversificación energías primarias
Cobertura eléctrica
Cobertura energías primarias
Conectividad Gasista
Estabilidad Geopolítica
Poder de Negociación
C2 Vulnerabilidad
C1 Dependencia
C2 Seguridad
C1 Independencia
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ranking, los cuales se presentan en la figura V con datos normalizados para
facilitar su interpretación.6
Figura V Índices de dependencia y vulnerabilidad
Índice de dependencia = -0.499* Cobertura de energías primarias - 0.455* Estabilidad Geopolítica - 0.547* Poder de Negociación - 0.024*Cobertura eléctrica + 0.007* Diversificación de
energías primarias + 0.188* Conectividad eléctrica - 0.456* Conectividad Gasista
Índice de vulnerabilidad = -0,187* Cobertura de energías primarias + 0.251* Estabilidad Geopolítica + 0.003* Poder de Negociación - 0.684* Cobertura eléctrica - 0.559* Diversificación de
energías primarias - 0.315* Conectividad eléctrica - 0.153* Conectividad Gasista
Figura V Dependencia Vulnerabilidad
1 Hungría 100.0% 1 Irlanda 100.0%
2 Suiza 96.6% 2 Holanda 83.5%
3 R. Eslovaca 94.3% 3 Grecia 81.4%
4 Italia 93.5% 4 Italia 80.9%
5 Austria 89.5% 5 Japón 79.7%
6 Turquía 88.2% 6 Corea 73.7%
7 Portugal 86.5% 7 Reino Unido 72.6%
8 Bélgica 84.1% 8 España 68.3%
9 Bulgaria 81.9% 9 Portugal 68.2%
10 Grecia 80.5% 10 EEUU 62.9%
11 Finlandia 79.4% 11 Rep Checa 61.5%
12 Rep Checa 78.9% 12 Bulgaria 61.1%
13 España 78.9% 13 Alemania 61.1%
14 Alemania 78.4% 14 Turquía 59.8%
15 Polonia 73.8% 15 Bélgica 58.8%
16 Francia 72.5% 16 Hungría 57.0%
17 Holanda 72.2% 17 Dinamarca 51.7%
18 Corea 69.7% 18 Francia 48.6%
19 Irlanda 69.0% 19 Polonia 45.6%
20 Japón 64.8% 20 Australia 43.8%
21 Suecia 60.6% 21 R. Checa 42.3%
22 EEUU 50.5% 22 Austria 40.6%
23 N. Zelanda 50.5% 23 N. Zelanda 38.1%
24 Reino Unido 38.8% 24 Suecia 27.2%
25 Dinamarca 32.8% 25 Finlandia 23.9%
26 Australia 12.9% 26 Suiza 15.5%
6 Transformación para normalizar el valor de los índices:
IS: Valor que toma el índice
n: La posición en el ranking, por lo que n∈ [1,26]
IS(n): Valor que toma el índice normalizado
IS26 =1
isn = isn-1+ISn-1-ISn
IS(n) = isn/ is1 * 100
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En el Índice de Dependencia Energética se observan tres grandes
grupos de países con dependencia alta, media y baja. En el primer grupo se
encuentran los países más dependientes: Hungría, Suiza, Eslovaquia e Italia.
Todos ellos tienen en común la escasez de recursos energéticos autóctonos y
una menor conectividad de gas natural por la ausencia de capacidad de
regasificación. La estabilidad geopolítica de los aprovisionadores no les
favorece, en particular a los países del Este e Italia que importan en buena
proporción de Rusia.
En el segundo grupo se encuentra España, junto a Alemania, Francia,
Finlandia, Polonia, Holanda, Japón. Estos países tienen, o bien una
cobertura cercana a la mitad de sus necesidades, como Alemania o Francia,
o bien tienen una mayor diversificación de orígenes superior a la media,
como España y Japón. Éstos últimos, además, disfrutan de un alto poder de
negociación con su principal suministrador y una la elevada proporción de
GNL que también contribuye a mitigar su elevada dependencia.
Los países con dependencia baja son los que tienen más recursos
autóctonos. Entre ellos destacan Australia, EEUU, Reino Unido y
Dinamarca.
La posición en el ranking se altera sustancialmente en el Índice de
Vulnerabilidad. Este resultado se justifica plenamente ya que, ante una
situación dependencia, los países adoptan políticas para reducir su
vulnerabilidad. Un buen ejemplo de ello es el caso de Suiza y Finlandia, que
se han esforzado en incrementar su diversificación de energías primarias y la
cobertura eléctrica, al tiempo que disponen de elevadas interconexiones. Ello
les permite ser de los países menos vulnerables de la UE.
España, sin embargo, está peor posicionada en el ranking del Índice de
vulnerabilidad que en el de dependencia, lo que tiene su origen en una
elevada participación del petróleo en la balanza energética y una producción
eléctrica autóctona por debajo de la media, junto con unas interconexiones
eléctricas que se sitúan muy debajo de las de otros países con similar nivel
de dependencia.
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En el caso de EEUU, la interpretación de su posición en cuanto a
vulnerabilidad se ve un poco distorsionada por la ausencia de
interconexiones eléctricas, ya que teniendo en cuanta su gran dimensión, no
parece que este hecho pudiera implicar una mayor vulnerabilidad. En este
sentido, para este país, quizá convendría analizar el grado de interconexión
entre los Estados. Aún así, tiene una diversificación por debajo de la media y
una baja participación de la electricidad autóctona.
El peor situado es Irlanda debido a su escasez de interconexiones, su
bajo nivel de diversificación de energías primarias y a la escasa cobertura
eléctrica. Es previsible que el progresivo agotamiento de las reservas de
hidrocarburos en el Mar del Norte sitúe a Reino Unido en una posición
cercana a la irlandesa si no adopta medidas de ahorro energético, aumenta
la diversificación de sus fuentes o incrementa su conectividad.
Teniendo en cuenta el índice de dependencia y el índice de
vulnerabilidad y estableciendo como ponderaciones la variabilidad explicada
por cada uno de ellos sobre el total se obtendría el Índice Sintético de
Seguridad Energética, que posiciona a España en el puesto 17, cerca de
Alemania, Bélgica, Holanda o Austria.
Figura VI
Índice de Seguridad Energética
ÍndiceDeSeguridadEnergética = -(0.353/0.568)* ÍndiceDeDependencia -
(0.215/0.568)* ÍndiceDeVulnerabilidad) = 0,381* Cobertura de energías primarias +0,188* Estabilidad Geopolítica + 0,339* Poder de Negociación + 0,274* Cobertura eléctrica + 0,207* Diversificación de energías primarias + 0.002 * Conectividad eléctrica + 0.341* Conectividad
Gasista
De acuerdo con el resultado, los elementos más importantes para
alcanzar un buen nivel de seguridad energética son la cobertura de energías
primarias, la conectividad gasista y el poder negociación. En menor medida
se sitúa la cobertura eléctrica y la diversificación de energías primarias. La
conectividad eléctrica tiene un efecto muy reducido en el índice sintético ya
que aunque, por un lado, reduce la vulnerabilidad, al mismo tiempo,
aumenta la dependencia del exterior. En general, se aprecia que los países
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tienden a compensar su escasez de recursos energéticos autóctonos
mitigando las variables de vulnerabilidad. Así, Suecia, que apenas dispone
de recursos fósiles autóctonos, tiene un elevado grado de diversificación de
energías primarias, mucha energía hidráulica y nuclear y suministro
provenientes de países con elevada estabilidad geopolítica.
Figura VII:
Ranking de seguridad energética, principales países importadores de la OCDE
1 Australia 100,0%
2 Dinamarca 80,2%
3 N. Zelanda 71,1%
4 Suecia 67,4%
5 Reino Unido 66,3%
6 EEUU 60,7%
7 Finlandia 53,1%
8 Polonia 48,6%
9 Francia 48,5%
10 Suiza 42,4%
11 Japón 41,7%
12 Corea 40,2%
13 Alemania 38,2%
14 República Checa 37,7%
15 Austria 37,6%
16 Bulgaria 35,3%
17 España 2004 34,8%
18 Bélgica 34,5%
19 Países Bajos 33,9%
20 R. Eslovaca 32,9%
21 Turquía 30,7%
22 Irlanda 29,6%
23 Portugal 28,5%
24 Grecia 27,9%
25 Hungría 22,0%
26 Italia 17,3%
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Italia es el peor país en cuanto a seguridad energética de acuerdo con
nuestro índice. Este país esta por debajo de la media en todas las variables
favorables a la seguridad energética: no tiene apenas cobertura, no ha
diversificado el consumo de energías primarias, no dispone de mucha
electricidad con fuentes autóctonas y tiene pocas interconexiones eléctricas.
Por el contrario, el riesgo de sus importaciones está considerablemente por
encima de la media y dispone de poca flexibilidad en sus importaciones de
gas por la escasez de aprovisionamientos de GNL.
6. Evaluación de la política energética del Gobierno sobre la
seguridad de suministro
España es un país sin recursos autóctonos y ello es una restricción que
condiciona la política energética del Gobierno. Por tanto, la estrategia
durante los últimos años se ha dirigido hacia las variables que pueden
corregir o mitigar esta escasez de recursos energéticos. Fundamentalmente
las políticas han sido las siguientes:
a) Aumento de la penetración de las energías renovables con el
objetivo de que alcance un peso del 12,5% sobre el consumo de energías
primarias, un 33% sobre la producción de electricidad y un 10% sobre el
consumo de carburantes. El impacto en la seguridad energética será:
a. Aumento de la cobertura como consecuencia de las menores
necesidades de recursos fósiles.
b. Un aumento de la electricidad autóctona.
c. Un aumento de la diversificación de energías primarias.
b) Aumento de las interconexiones eléctricas lo cual reducirá
nuestra la vulnerabilidad al incrementar nuestra conectividad.
c) Menor intensidad energética, que aunque directamente no
entra dentro de las variables de seguridad energética, permite reducir el
consumo de energías primarias y alcanzar los objetivos de penetración
de renovables más rápidamente.
18
d) La planificación de los sectores del gas y de la electricidad
que seguirá impulsando la construcción de infraestructuras de
interconexión con otros países y de nuevas plantas de regasificación que
aumentarán la conectividad del sistema energético español.
e) Reducción de las emisiones de CO2, gracias a los Planes
Nacionales de Asignación, que establecen los mecanismos para cumplir
el Protocolo de Kioto. La incorporación de los costes de los derechos de
emisión en el consumo de las energías fósiles incentivan a reducir su
consumo, lo que redundará en una mejora de la seguridad energética de
España.
Unido a todas esta medidas, el avance en el proceso de liberalización de
los sectores energéticos ha permitido aumentar la diversificación en los
orígenes de las energías primarias, fundamentalmente del gas natural. Si en
1998 el 60% provenía de Argelia, en 2006 este porcentaje se ha reducido al
32% y aparecen un mayor número de países suministradores de gas.
A continuación, se muestra la representación gráfica de aquellas
variables que miden la seguridad energética para España, antes y después
de la aplicación de la política energética del Gobierno, y para la media de los
principales países importadores de energía de la OCDE. Los datos de cada
variable se han estandarizado para hacerlos comparables, siendo cero el
valor medio de los países de la OCDE. Cuanto mayor es el valor que obtenga
España en una variable, mejor posicionada se encontrará en la misma. Si
además, el valor es superior a cero, se situará en una posición mejor que la
media de la OCDE.
El gráfico permite observar como la estrategia energética de España
mejorará sustancialmente su posición en los diversos aspectos que
conforman la seguridad energética. La entrada de energías renovables, que
se destinarán principalmente a la producción de electricidad, favorecerá
notablemente la diversificación de energías primarias y la cobertura
eléctrica, y en menor medida, la cobertura de energías primarias. En cuanto
a la conectividad, se aprecia que España se acerca a la media de la OCDE
gracias al incremento en la capacidad de interconexión eléctrica con los
países de nuestro entorno.
19
También se observa una ligera mejora en la estabilidad geopolítica de los
aprovisionamientos de España, fruto de los acuerdos con los países del arco
mediterráneo. En el caso del sistema de gas, España aumentará su
dependencia de los suministros de gas natural canalizado, ya que entrará en
funcionamiento el MEDGAZ. No obstante, ello se contrarrestará con una
mayor capacidad de regasificación, lo que permitirá mantener la flexibilidad
del sistema gasista de la que hoy disfruta España, y que está muy por
encima de la de países como Alemania, Austria o Italia.
Figura VIII
Tal y como se aprecia en la figura anterior, España se sitúa en 2004 en
una posición intermedia en materia de seguridad energética como
consecuencia, fundamentalmente, de la falta de recursos autóctonos, de su
aislamiento eléctrico y de la fuerte participación del petróleo en la balanza de
energías primarias. La política energética descrita anteriormente mitiga en
buena parte estas debilidades, paliando fundamentalmente la vulnerabilidad
Seguridad energética en España frente a la OCDE antes y despues de aplicar las medidas de política
energética
-1,0
-0,5
0,0
0,5
Cobertura
energías primarias
Estabilidad
Geopolítica
Poder de
negociación
Cobertura eléctricaDiversificación
primarias
Conectividad eléctrica
Conectividad gasista
Año 2004
Año 2012Media OCDE
20
del sistema energético español. Como resultado, España se situaría en 2012
entre los niveles que muestran Japón y Corea en la actualidad.
En conclusión, la política energética española incorpora todos los
elementos de la estrategia europea, especialmente en aquellas variables que
mitigan la vulnerabilidad energética. Ello, unido al impulso en el proceso de
liberalización del sector eléctrico posicionará a España a la cabeza en cuanto
al cumplimiento de sus compromisos en política energética.
7. Conclusiones y Recomendaciones
Con este trabajo se comprueba que es posible analizar la seguridad
energética desde un punto de vista cuantitativo, lo cual nos permite evaluar
adecuadamente la situación de cada país y dar recomendaciones de política
energética para mejorar su vulnerabilidad y dependencia.
De la comparativa internacional entre los países de la OCDE se observa
como algunos países sin recursos energéticos autóctonos han logrado
mejorar su seguridad energética a través de actuaciones que permiten
reducir su vulnerabilidad, tales como Suecia, Suiza o Finlandia,
especialmente aumentando la diversificación de energías primarias, la
producción eléctrica con fuentes de energía autóctonas y una mayor
conectividad. Por el contrario, aquellos países con reservas o con mucha
confianza en sus suministradores y, por tanto con poca dependencia no han
desarrollado políticas tan activas para mitigar su vulnerabilidad, como por
ejemplo, Estados Unidos, Australia o Reino Unido. (Ver figura IX)
21
Figura IX
Cabe cuestionarse cuál es la mejor política ante el nuevo escenario
internacional caracterizado por: el aumento de la demanda de energía de los
países emergentes, los procesos de nacionalización que pueden retrasar y
paralizar las inversiones en capacidad de producción y transporte y la
creciente globalización que facilita el arbitraje entre mercados y transmite los
shocks de precios a nivel mundial.7 Ello nos leva a concluir que los países
con menor vulnerabilidad estarán mejor posicionados en el futuro frente a
crisis de suministro energético, que aquellos que abordan su seguridad
energética con medidas para reducir su dependencia.
Por todo ello, consideramos que la política energética europea está
afrontando este nuevo escenario adecuadamente. Las líneas aprobadas en el
7 La dificultad para evitar la traslación de los shocks de los precios internaciones del petróleo al consumidor final, se puso de manifiesto en EEUU, tras la crisis del petróleo en el año 1974. Con objeto de moderar el precio final, el Gobierno americano diseñó una doble fijación del precio del petróleo, que no permitía a los productores nacionales establecer los precios que marcaban lo niveles internacionales, obligándoles a mantenerlos en los niveles anteriores a la crisis. Esta política fue un fracaso pues el mercado fija un único precio para un bien homogéneo, determinado por el coste marginal de cubrir la demanda. El resultado de la política energética americana fue una mera transferencia de los productores a las refinerías nacionales, ya que los consumidores siguieron pagando el precio final que marcaban los precios internacionales.
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
90%
100%
0%10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100%
Índice de dependencia
Índice de vulnerabilidad
Suiza
FinlandiaSuecia
Australia
EEUU
RU
Dinamarca
Irlanda
PoloniaNueva Zelanda Eslovaquia
Austria
Hungría
ItaliaGreciaHolandaJapón
Corea EspañaPortugal
TurquíaBélgica
R.ChecaBulgaria
Índices de Vulnerabilidad y dependencia para los países desarrollados consumidores de energía
22
último Consejo de Primavera de 2007 marcan objetivos ambiciosos para
reducir su vulnerabilidad, a través de aumentar la participación de las
energías renovables, incrementar la eficiencia energética, introducir más
I+D+i en energía y cambio climático. La creación del mercado único
favorecerá los intercambios entre estados y fortalecerá también su poder de
negociación, mejorando simultáneamente las variables de dependencia
energética.
8. Bibliografía
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23
Market-based Options for Security of Energy Supply Summary and
Conclusions Christian Egenhofer, Kyriakos Gialoglou and Giacomo Luciani
(CEPS) Maroeska Boots and Martin Scheepers (ECN) Valeria Costantini,
Francesco Gracceva, Anil Markandya and Giorgio Vicini (FEEM).
Market-based Options for Security of Energy Supply Summary and
Conclusions Christian Egenhofer, Kyriakos Gialoglou and Giacomo Luciani
(CEPS) Maroeska Boots and Martin Scheepers (ECN) Valeria Costantini,
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Security of Supply for Natural Gas Markets What is it and what is it not?
Giacomo Luciani. 2004.
Social Costs of Energy Disruptions Valeria Costantini and Francesco
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