trabajo final

UCLM - Campus de Toledo

Grado en Educación Primaria 2º B

Miembros - -> Francisco Javier Martín López

DNI – 04854985F

Álvaro Gallego Fernández

DNI - 70358760N

Héctor Herrera Pérez

DNI - 70815845H

El Tutor y La Familia

Educación y Sociedad [EL TUTOR Y LA FAMILIA]

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0. ÍNDICE

I. Ideas Previas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pág. 2 - 3

II. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pág. 4 - 5

III. Definición de Conceptos Clave. . . . . . . . . . . . . . Pág. 6 - 8

IV. Funciones del Tutor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pág. 9-12

V. Planificación de las Sesiones . . . . . . . . . . . . . . Pág. 13

VI. Relación Tutor- Estudiante . . . . . . . . . . . . . . Pág. 14-15

VII. Tipos de relación Tutor - Familia . . . . . . . . . . . Pág. 16-22

VIII. Participación de los padres y Causas su poca contribución . . . . . . . .

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pág. 23 - 25

IX. Influencia del contexto económico de la familia . . . Pág. 26-27

X. Tutorías para alumnos ACNEEs . . . . . . . . . . . . Pág. 28-30

XI. Reflexiones Finales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pág. 31-33

XII. Bibliografía y Webgrafía. . . . . . . . . . . . . . . . . Pág. 34-35

XIII. Anexo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pág. 36-40


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I. Ideas Previas

A lo largo de este punto intentaremos abordar las principales ideas que

tenemos sobre el tutor y su labor en el marco docente, antes de iniciar el

proceso de búsqueda de información y el desarrollo de este trabajo.

En primer lugar, hemos de decir que como profesor tutor entendemos a

aquel docente que tiene un mayor acercamiento al alumno, individualiza de

forma más explícita su labor e intenta conocer más todos los aspectos

vinculados con el contexto del niño (familia, posición social, lugar de

vivienda, historial académico). En definitiva, creemos que el tutor es aquel

individuo que ofrece un andamiaje más visible al alumno en su carrera

escolar, por ello, desde nuestro punto de vista, creemos que sería óptimo

para ambos que no se cambiase anualmente de tutor, ya que el trabajo de

ambos (el profesor por conocer y el alumno por ser conocido) pierde

continuidad y eficacia.

En cuanto a la relación familia-tutor, consideramos que, por lo general,

no es adecuada, bien sea por la despreocupación de los padres o por la

incompetencia del maestro. Este rasgo es esencial para que la enseñanza del

niño sea significativa y fructífera, es decir, que los aprendizajes hallados

por este en su entorno familiar sean continuados y complementados por el

docente en la escuela; y viceversa.


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Para concluir este apartado, nos gustaría añadir que la actual situación

económica está influyendo notablemente en el desarrollo escolar de los

niños, ya que, a diferencia de tiempos anteriores, los padres al no tener

empleo vuelven a tomar más parte en la educación de sus hijos.


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II. Introducción

Este tema es uno de los que más importantes que nos ha parecido dentro

del apartado de Pedagogía, pues creo que la figura del tutor está muy

infravalorada por parte de las familias, sobre todo por parte de las familias

que no intervienen en la educación de sus hijos.

El tutor es una de las personas más influyentes en un alumno pues es con

el que pasa más horas dentro del centro. Además debe de hacer partícipe a

los padres de sus propuestas educativas, así como estar atento y escuchar a

las familias como recurso para mejorar el proceso educativo. En definitiva,

conseguir que los padres se involucren en la educación de sus hijos.

Consideramos importante y relevante el papel de los padres en el

proceso de enseñanza-aprendizaje, pues los alumnos solo pasan 5-6 horas de

las 24 horas que tiene el día en la escuela, por lo tanto es fundamental que

los padres se interesen en la educación de sus hijos para seguir con la labor

del maestro; y para ello son necesarias las reuniones y tutorías

individualizadas con el tutor, quien les podrá informar del progreso y

dificultades de sus hijos.

Es necesario que se involucren y se preocupen, incluso si sus hijos van

bien en la escuela; Pues para que se de una buena educación deben estar

compenetrados el tutor y los padres de los alumnos.


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El tutor tiene que concertar varias reuniones individuales con los padres

de cada alumno y para que dicha tutoría funcione es necesario emplear un

modelo asertivo, pues es el que permite resolver y aclarar dudas acerca del

niño, así como establecer un clima de confianza con los padres que pueda

permitir una rica cooperación entre ambos, pues eso es algo esencial en la

educación adecuada de un alumno. Padres y tutor deben trabajar juntos, y

eso se logra manteniendo una actitud respetuosa, concertando varias citas,

coordinándose, poniendo cada cual un poco de su parte...

Además los padres deben cooperar con el tutor, sin cuestionarle, y menos

delante del alumno, pues es importante que el tutor mantenga esa autoridad

que, hoy en día, muchos han perdido debido a esos padres que critican y

cuestionan el trabajo de los profesores antes que pensar en si el

responsable es su hijo.

Si pueden mantener una relación positiva, cooperativa, la educación del

alumno se verá favorecida, pues entre los dos podrán resolver aquellas

dificultades que el niño presente.


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III. Definición de Conceptos Clave

En este apartado intentaremos dar una clara definición sobre el

concepto de familia, profesor – tutor y el de tutoría, ejes sobre los que

girará principalmente este trabajo.

En primer lugar, entendemos como familia a aquella estructura funcional

básica donde se inicia el proceso de socialización y a partir de la cual el

individuo comienza a compartir y fomentar la unidad con sus miembros, con

la consiguiente aceptación, respeto y consideración. En definitiva, la familia

supone un “minimundo” en el que el niño aprenderá, a pequeña escala,

diversos comportamientos, actitudes y conocimientos que le serán menester

en un futuro. Por este motivo, el lazo entre familia y escuela supondrá una

mejor educación del niño en todos los ámbitos y una óptima preparación para

las intensas demandas sociales que nos acechan.

En lo referido a la definición de profesor – tutor, hemos escogido la

definición de García Correa, el cual defiende que “el tutor es el profesor

encargado de un grupo de alumnos en algo más que dar clase: en ayudar a la

decisión del grupo y de cada alumno para que se realicen como personas, en

ayudar al desarrollo del grupo y cada alumno individual y socialmente, en

apoyar al conocimiento y adaptación y dirección de sí mismo para lograr el

desarrollo equilibrado de sus personalidades y para que lleguen a participar

con sus características peculiares de una manera eficaz en la vida

comunicativa". (García Correa, 1977). En esta definición podemos observar


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la clara vertiente de apoyo al alumno y que se diferencia claramente de la

que es estrictamente docente, ayuda que le debe de servir para

desarrollarse como persona e integrarse en la longeva y sacrificada vida

académica.

Por otro lado, también hemos optado por incluir la definición de tutoría

de Lázaro y Asensi (1989), los cuales conciben a esta como: “Aquello

actividad inherente a la función del profesor, que se realiza de forma

individual y colectivamente con los alumnos de un grupo de clase, con el fin

de facilitar la integración personal en los procesos de aprendizaje”.

A partir de estas definiciones y concepciones, podemos decir que la

tutoría presenta una serie de características, las cuales guían al profesor

para la planificación de estas y además la dotan de significado y eficacia. A

continuación mostraremos las más relevantes:

Formativa: la finalidad de las tutorías es la de ayudar a que los

alumnos adquieran competencias, capacidades, valores…, para

enfrentar con soltura y eficacia los desafíos que se le presenten.

Esta ayuda puede estar dirigida directamente al estudiante, o bien

por medio de sus padres, los cuales complementarán el trabajo del

profesor.

Preventiva: no debemos esperar a que surjan los problemas, sino que

tenemos que vislumbrarlos con antelación y buscar soluciones.


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Permanente: estas sesiones de ayuda y apoyo durarán toda la vida

académica del estudiante; además, con el paso del tiempo las

relaciones adquieren significado y solidez. En este punto, hemos de

añadir que en el caso de Finlandia, el tutor es el mismo durante toda

la etapa de Educación Primaria, algo que facilita este progreso y

desarrollo del alumno y su relación con el profesor – tutor.

Personalizada: las tutorías deben ser planificadas y orientadas a un

único caso, el cual debe estar previamente estudiado y analizado por

el profesor.

Inclusiva: esta labor debe estar dirigida a todos los miembros de la

comunidad escolar, no solo a aquellos que presenten dificultades.

Para concluir este apartado, hemos de añadir que tras analizar una serie

de definiciones acerca de estos conceptos, para los cuales existen muchas y

orientados a numerosos puntos de vista, estas son las que se identifican más

con nuestro modo de concebir el papel del profesor – tutor y la tutoría.


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IV. Funciones del Tutor

En la realización de este punto plasmaremos, en primer lugar, las

funciones que la actual ley (LOE - 2006) ofrece para el profesorado. Estas

están recogidas en el capítulo I, titulado “Funciones del profesorado”. A

continuación se muestra el contenido de este capítulo, más concretamente

del artículo 91:

Artículo 91. Funciones del profesorado.

1- Las funciones del profesorado son, entre otras, las siguientes:

a) La programación y la enseñanza de las áreas, materias y módulos que

tengan encomendados.

b) La evaluación del proceso de aprendizaje del alumnado, así como la

evaluación de los procesos de enseñanza.

c) La tutoría de los alumnos, la dirección y la orientación de su

aprendizaje y el apoyo en su proceso educativo, en colaboración

con las familias.

d) La orientación educativa, académica y profesional de los alumnos, en

colaboración, en su caso, con los servicios o departamentos

especializados.


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e) La atención al desarrollo intelectual, afectivo, psicomotriz, social y

moral del alumnado.

f) La promoción, organización y participación en las actividades

complementarias, dentro o fuera del recinto educativo, programadas

por los centros.

g) La contribución a que las actividades del centro se desarrollen en un

clima de respeto, de tolerancia, de participación y de libertad para

fomentar en los alumnos los valores de la ciudadanía democrática.

h) La información periódica a las familias sobre el proceso de

aprendizaje de sus hijos e hijas, así como la orientación para su

cooperación en el mismo.

i) La coordinación de las actividades docentes, de gestión y de dirección

que les sean encomendadas.

j) La participación en la actividad general del centro.

k) La participación en los planes de evaluación que determinen las

Administraciones educativas o los propios centros.

l) La investigación, la experimentación y la mejora continua de los

procesos de enseñanza correspondiente.


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Ya desde la LODE, LOGSE, LOPEG, LOCE y LOE, la Acción Tutorial, la

orientación educativa y profesional, han sido consideradas como derecho

fundamental del alumnado y como principios de calidad de la educación.

Una vez mostradas las funciones que las leyes registran, hemos optado

por añadir otros “deberes” del profesor que creemos convenientes y más

vinculados a la labor del tutor y a su forma de actuar. Estas son,

principalmente, las siguientes:

Saber escuchar de forma activa.

Tomar decisiones evaluando diferentes alternativas.

Estar dotado de un espíritu de superación constante.

Ser ejemplo de perseverancia y dedicación.

Estar provisto de los mejores valores de la sociedad.

Informar y recoger información para un mejor conocimiento del

alumno y una mejor labor pedagógica.

Colaborar con los padres en el conocimiento y comprensión del

momento evolutivo su hijo y orientarles sobre pautas para favorecer

su desarrollo (ESENCIA DE LA LABOR TUTORIAL).


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Favorecer una actitud positiva y colaboradora de los padres hacia el

centro docente.


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V. Planificación de las Sesiones

El profesor, como bien indicaremos en apartados posteriores, no recibe

una sólida formación en cuanto a su labor como tutor. Por este motivo,

hemos decidido incluir este epígrafe, en el cual indicaremos algunas pautas y

nociones básicas, que hemos averiguado y analizado tras la visión de

artículos y manuales de orientación escolar como el del profesor Antonio

García Correa.

Entre otras, algunas de las pautas para la organización y programación de

las sesiones de tutoría, son las siguientes:

Crear un clima que facilite la interrelación y comunicación.

Manifestar una actitud comprensiva y enfática, ser empático.

Centrarse en el tema de la entrevista y utilizar un lenguaje directo y

sencillo.

Ayudar a clarificar la situación, no imponer la solución.

Al final de la entrevista hacer un resumen de lo tratado, de los

acuerdos y compromisos, procurando una despedida cordial.

El tutor en la entrevista debe evitar algunas situaciones


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VI. Relación Tutor- Estudiante

A lo largo de nuestras vidas, las relaciones que vamos forjando con los

demás miembros de la sociedad nos van formando como seres humanos; por

ello, es interesante decir que es gracias a los otros como llegamos a ser

nosotros mismos. Tomando esto como base, hemos de pensar que como

futuros docentes, nuestros estudiantes necesitarán ayuda de adultos que

orienten su desarrollo.

La manera en la que el tutor se relaciona con sus estudiantes les

trasmite un modelo, una forma de actuar y comportarse. En muchos casos,

que un estudiante reciba un buen trato (confianza, diálogo, afecto, respeto,

libertad de expresión…) por parte del maestro – tutor le influirá

notablemente en la adquisición de buenos hábitos y actitudes ante la

sociedad. En el caso contrario, mala ejecución del tutor, también es notoria

la influencia y la visión que el propio estudiante confecciona sobre el

sistema educativo en general.

Los tutores ocupan un lugar primordial en la labor de promover y

fortalecer una convivencia escolar saludable y democrática, a través del

trato anteriormente mencionado.


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Aprender lo que significa tutor y los pilares de su labor requiere tiempo

y formación, la cual para nuestro punto de vista es escasa, o incluso,

inexistente.


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VII. Tipos de relación Tutor – Familia

Es evidente que se debe dar una adecuada relación entre el tutor y los

padres del alumno. Para ello, vamos a basarnos en dos aspectos

fundamentales: actividades que se dan según el tipo de relación que se

establezca con la familia, y modelos de comunicación existentes entre

padres y alumnos.

a) Actividades que se dan según el tipo de relación que se establece con

la familia:

Entrevistas personales con la familia de un alumno: este tipo de

entrevista que realiza el tutor tiene la finalidad de

intercambiar con los padres del alumno información sobre éste

(comportamientos, actitudes…), para que de esta manera se

pueda comprender su situación. Este tipo de entrevistas

también tiene la finalidad de orientar a los padres sobre temas

específicos e individuales de su hijo, para posteriormente

analizar estos posibles problemas y elaborar un plan de

intervención. Los planes que deben tratarse y abordarse en

este tipo de entrevistas son los siguientes:

o Ambiente familiar.

o Actitud hacia el centro escolar.


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o Actitud ante el estudio.

o Aficiones y ocupación del tiempo libre.

o La propia opinión del niño en cuanto a su situación.

Para trabajar estos aspectos anteriores, deberían darse estas condiciones:

Creación de un clima facilitador de la comunicación.

Manifestación de una actitud comprensiva.

Utilización de un lenguaje directo y sencillo, centrándose

directamente en el tema.

Ayuda basada en clarificar la situación, en lugar de

imponer la solución directamente.

Hacer un buen resumen de lo tratado, con una despedida

cordial.

Concordando con todo lo anterior, el tutor debe evitar ciertas cosas en la

entrevista:

Limitarse a dar información.

Controlar totalmente la entrevista.


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Tratar de conseguir mucho con una sola entrevista.

Transformar la reunión en un interrogatorio.

Buscar culpables de las situaciones negativas.

Entrevistas con familias de un grupo de alumnos: este tipo de

entrevistas se emplean para intentar resolver problemas que

afecten sólo a un grupo determinado de alumnos, no a toda la

clase, de ahí que el tutor considere conveniente abordar el

tema con el grupo de padres de esos alumnos. En el caso de

este tipo de entrevistas, deben darse los siguientes pasos:

o Planteamiento del problema.

o Análisis de los factores que ocasionan el problema.

o Búsqueda de soluciones conjuntamente con los padres.

o Elección de la/s posible/s solución/es correcta/as.

o Evaluación dentro del tiempo previsto de la evolución de

ese problema y, si no se ha conseguido resolver, revisar

el proceso que se ha llevado a cabo.

Reuniones con los padres de todo el grupo: este tipo de

reuniones puede organizarlas el tutor, o puede colaborar en su


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organización, siendo programadas por el Departamento de

Orientación. Las últimas tratan temas de interés de educativo,

como el rendimiento escolar, las relaciones entre padres e

hijos……

Los objetivos a conseguir en estas reuniones son los siguientes:

o Abastecer información sobre la evolución del curso

escolar.

o Tratar temas relacionados con situaciones planteadas en

clase, como excursiones, conflictos que incumban a

todos……

Estas reuniones son al menos tres por cada curso escolar: una al principio

(presentación de las características generales del curso académico), una

intermedia (para seguir la evolución de la clase en general), y otra al final

(para dar informar sobre lo que se ha realizado en el curso).

Las reuniones son convocadas por el tutor, y lo hace mediante una carta que

entrega a los alumnos en la que se indica la fecha, la hora, el lugar y el tema

que se va a tratar en la reunión.

Cuestionarios para recoger información de los padres: estos

cuestionarios se realizan para que haya una adecuada

colaboración de los padres, y abarcan los siguientes temas:


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o Composición de la familia.

o Nivel socioeconómico.

o Desarrollo del alumno en los primeros años.

o Datos referidos al estudio y trabajo en casa.

o Ocupaciones en el tiempo libre.

o Intereses y aficiones.

Será el tutor el que decida en cada momento el tipo de relación que va a

establecer con la familia. Si los temas que quiere tratar en la reunión

incumben a todos los alumnos por igual, tenderá a reunir a todos los padres;

pero por el contrario, si quiere tratar temas específicos o situaciones

personales de alumnos, empleará reuniones con la familia de un sólo alumno.

b) Modelos de comunicación existentes entre padres y alumnos:

Modelo de comunicación agresivo: este modelo de comunicación

se produce demasiado tarde o demasiado pronto, provocando la

tensión en el receptor, en este caso, los padres. Ejemplos de la

conducta no verbal de este modelo serían:

o Enfrentamientos frecuentes.


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o Mirada fija y penetrante.

o Voz demasiado alta.

o Postura intimidante.

o Gestos de amenaza.

o Habla rápida.

Ejemplos de la conducta verbal de este modelo serían:

o “Así no vamos a ninguna parte…”

o “No deberías hacer eso….”

o “Deberías hacer eso…”

o “Estás muy equivocado…”

o “Estoy muy cansado ya de estas tonterías…”

Modelo de comunicación asertivo: este otro modelo se emplea

con la finalidad de expresar con claridad, lo que se siente,

piensa o necesita, en forma apropiada al contexto que se esté

tratando. Con este modelo se intentarán hacer valer las


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opiniones, derechos, sentimientos y necesidades, respetando

las de las demás personas.


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VIII. Participación de los padres y Causas de su poca contribución

Es imprescindible que los padres participen, interesándose en el

desarrollo y en la evolución de sus hijos en la escuela, colaborando con el

tutor para que se dé un progreso en la educación del niño. Se puede ver la

participación de los padres de diferentes maneras, entre las cuáles, cabe

citar las siguientes:

Informarse sobre las tareas de sus hijos, así como de las reuniones y

eventos que se organizan en la escuela.

Ayudar en la dirección de la escuela.

Oír las preocupaciones de sus hijos en la escuela.

Valorar la posibilidad de trabajar en centros de recursos para padres.

Integrar grupos asesores de padres en las escuelas.

En caso de no poder ofrecer su voluntariedad en la escuela, intentar

ayudar de cualquier manera en casa.

Es fundamental la participación en esas reuniones de las familias, los

maestros y de todo personal docente. Hay muy pocas disculpas para no


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asistir a estas reuniones voluntarias, aunque se argumente el excesivo

trabajo, los malos horarios, etc.

Los profesores observan y miden la asistencia y participación de los

padres, y el interés que tienen estos por la educación de sus hijos. Cuantos

más padres y más intensamente participen, mejor estarán informando a los

maestros de su fuerza como padres de alumnos.

También cabe destacar que en muchos casos existe una escasa

participación de los padres en la educación de sus hijos, alegando cualquier

tipo de disculpas para no asistir, sin darse cuenta de que esas disculpas son

muy poco creíbles. En consecuencia, no están facilitando nada el trabajo a

los tutores, y eso, indudablemente, es algo demasiado negativo para el

progreso del niño en la escuela. A continuación, vamos a citar muchas de las

causas por las que los padres no participan en el desarrollo educativo de sus

hijos:

No quieren comprometerse.

Piensan que no es su trabajo, alegando que eso lo tiene que hacer

otro.

Falta de motivación.

Falta de esfuerzo.

Problemas de desplazamiento.


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Delegan la responsabilidad de sus hijos a profesionales.

Falta de tiempo, por horarios de trabajo u otras causas.

No saben muy bien qué es lo que tienen que hacer.

En ocasiones, la comunidad educativa puede decirse que “no sabe

cómo mover a las familias”.

Para concluir, hemos de añadir que en numerosas escuelas, la

contribución de los padres a la comunidad educativa es prácticamente nula.

En consecuencia, hay que decir que si los tutores ven esta actitud paternal,

entenderán que el trabajo que ellos hacen, no va a ser apreciado, ni por los

padres, ni mucho menos por los alumnos.


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IX. Influencia del contexto económico de la familia

Es un hecho bastante a destacar, que en la mayoría de los casos tanto

el fracaso escolar como la mala relación entre los padres y los tutores

viene originada por el contexto económico y social en el cual se

encuentra una familia.

Por norma general, y centrándonos en la parte que principalmente nos

interesa, la relación familia-tutor, debemos decir que cuanto más bajo es

el estrato social don la familia muestra menos interés en la educación de

sus hijos, y por lo tanto la relación con el tutor se verá muy deteriorada.

En muchos casos esta relación entre familia y tutor puede llegar a ser

incluso hostil, lo cual, y en relación con los alumnos es muy

contraproducente, puesto que la deficiente armonía entre el tutor y los

padres, impide un ambiente estable que favorezca el desarrollo escolar

óptimo del alumno.

Sin embargo, tampoco nos parece que los padres de los alumnos más

aventajados económicamente muestren gran interés por la educación de

sus hijos, ya sea por falta de tiempo o por dejadez.


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El caso contrario suelen ser las familias de nivel económico medio, que

ponen todos sus medios para mejorar el ambiente con el tutor de sus

hijos y así construir un clima de óptimo aprendizaje. Normalmente el fin

de esta buena relación suele ser el interés de los padres en la educación

de sus hijos, pues ésta los permitirá mejorar su nivel económicos y

ascender en su estatus social.


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X. Tutorías para alumnos ACNEEs En los programas europeos se realza la importancia de la escolaridad

para el niño con necesidades educativas especiales (ACNEEs), y de que ésta

se realice con la mayor “normalidad posible” (tendencia a que el niño

permanezca dentro de su medio de vida el mayor tiempo posible, evitando de

esta forma la institucionalización).

Para ello, queremos reflexionar sobre algunas pautas que mantienen

relación directa con la incorporación al contexto escolar de los alumnos con

necesidades educativas específicas y sobre la importancia de preparar de

forma meticulosa esta escolarización, así como ofrecer pautas que

consoliden y enriquezcan la relación entre la familia del alumno y su tutor

escolar, verdaderos agentes inclusores del niño y de la familia en la

comunidad educativa.

El tutor es el punto de partida para la relación y el punto de

convergencia de las diversas actuaciones, no sólo entre la familia y la

escuela, sino también con otros servicios extraescolares. Este debe

sentirse apoyado por el resto de la comunidad educativa, a parte, claro está

del apoyo y asesoramiento de servicios especializados para realizar dicha

labor.

Pensamos que conocer el contexto educativo en el que se mueven los

alumnos con estas necesidades educativos especiales es una de las claves

que puede ayudarnos a desenvolvernos y facilitar de forma considerable su


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inserción en el mundo escolar. Por este motivo, es necesario que el tutor

realice intervenciones que permitan que tanto el centro educativo como

determinados profesores del centro se adapten a las necesidades

específicas de estos niños, además de establecer canales de comunicación

con la familia, para que esta tenga información previa relativa al centro

educativo.

Es lógico que el tutor se sienta en ocasiones inseguro por cómo debe

tratar a estos alumnos, mucho antes de conocer incluso a la familia del

alumno. Consideramos que si el tutor se desenvuelve y relaciona con la

familia, y muestra cierto interés por asentar algunas pautas de

intervención, basadas siempre en el diálogo con la familia y en un entorno

más cercano, la capacidad de reacción e intervención para la diversidad del

alumno se verá bastante mejorada. Para ello, creemos que es necesario que

el tutor intente conocer el trastorno del alumno y su entorno familiar, para

así poder adaptar su currículo, basado en las discapacidades de ese alumno.

Para una óptima adaptación del alumno debe impulsarse el diálogo a

través de entrevistas o tutorías con los padres, de esta forma, y mediante

estos encuentros, los padres compartirán con nosotros información no sólo

sobre las actividades que el niño realiza en casa o en la escuela, sino

también sobre las ideas y las expectativas que ambos –familia y tutor-

tienen acerca de las necesidades del niño.

Los padres son una fuente de información única para conocer los

problemas, sentimientos o expectativas del alumno, lo cual al tutor le es de


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gran información, y le permitirá ostensiblemente una adecuación del niño al

contexto escolar mucho más funcional.

Por otro lado, conocer los hábitos conductuales del niño en el ámbito

escolar permitirá a los padres tener otra fuente exterior sobre el

conocimiento e intereses de su hijo, y así afianzar la relación.

Es esencial instaurar pautas comunes sobre los hábitos de crianza, tanto

las relativas a los hábitos de cuidado como a las estrategias de enseñanza.

En niños con diversidad funcional es importante este conocimiento pues

muchas veces los padres, o docentes, tendrán que aprender estrategias

diferentes y adaptadas a las necesidades específicas de su hijo o alumno

respectivamente.

Los encuentros con los padres deben seguir las pautas de una correcta

tutoría, las cuales ya hemos establecido en puntos anteriores. A esto, se le

debe añadir que al tener que tratar con situaciones difíciles por su

diversidad y en muchos casos rareza, será necesario que los profesionales

educativos cuenten con dotes comunicativas, que demuestren mucha

sensibilidad; además de un conocimiento elaborado de la patología a la que

se enfrentará.


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XI. Reflexiones Finales

Para la escuela es aún una asignatura pendiente poder pensar la

heterogeneidad como riqueza y no como déficit, así como crear una rica y

activa participación de los padres en la educación de sus hijos.

La educación es un factor indispensable en la disolución de las

diferencias, las cuales traen, incluso en el ámbito escolar, pésimas

consecuencias (discriminación, bullying…), (Puiggrós, A., 1990).

Para finalizar, con la realización de este trabajo hemos llegado a

diversas conclusiones.

Creemos que el papel del tutor, y por ende, su relación con la familia está

infravalorada dentro del marco educativo actual, llegando a ser en muchos

casos su función cuasi inexistente, y que su papel en la educación se reduzca

a informar sobre las notas del curso.

Una de las razones de esto, puede ser el propio desinterés que los

propios docentes mostramos hacia la función del tutor. Decimos esto,

puesto que nuestras experiencias con los tutores nunca han facilitado

nuestra mejora educativa; y por el poco valor que se le da dentro de los

estudios educativos.


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Queremos incidir en la última parte del párrafo anterior, puesto que

sabiendo de la importancia del papel del tutor y de su actitud mediadora con

la familia del alumno, nos parece inconcebible que en los estudios de

Magisterio, no se nos intente formar como tutores también.

El hecho de saber planificar, con antelación, una tutoría, preparar

reuniones con padres, informar a éstos sobre el desarrollo educativo de su

hijo, ayudar al alumno dentro de nuestras posibilidades tanto con ámbitos

escolares como familiar, son funciones muy importantes que deberíamos

cumplir y para las que nuestra preparación es limitada; lo cual nos impedirá

realizar nuestro trabajo de una manera eficaz y sacar el máximo

rendimiento de nuestro alumnado.

También hay que hacer inciso, en la preocupante actitud de los padres

ante el profesorado en general, y el tutor en particular, ya que en multitud

de ocasiones se evita la cooperación con el tutor en la formación de sus

hijos y no existe un vínculo entre escuela y familia.

En muchas ocasiones, la relación entre la familia y el tutor, es incluso de

rivalidad, quedando el papel del tutor muy infravalorado y a ojos de los

alumnos como una figura autoritaria, desagradable o “enemiga”.


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Para aumentar y fomentar la participación cordial y amistosa de los

padres en las aulas se nos ocurre una idea en la cual los padres reciben

ciertas pautas de formación para el tratamiento de la relación familia-tutor.

Esta idea es la cada vez más reconocida y fomentada “ESCUELA PARA

PADRES”, mediante la cual los padres deben asimilar varios conceptos de

respeto para con los profesores de sus alumnos para así mejorar la relación

con éstos y conseguir que sus hijos tengan un mejor desarrollo pedagógico.

Por todo lo dicho, podemos inferir que, a mayor colaboración o

cooperación de los padres, mejor progreso educativo del niño


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XII. Bibliografía y Webgrafía

A continuación plasmamos los principales documentos en los que hemos

basado nuestra investigación y análisis para la elaboración de nuestro

trabajo. Algunos de estos libros simplemente nos han apoyado para asimilar

conocimientos o contrastarlos, sin tomar nada de ellos:

Arnaiz, P. e Isús, S. (1997). La tutoría, organización y tareas.

Barcelona: Graó.

Barrio Verón, Emilio A. (2004). Plan de orientación y acción tutorial.

Sevilla: Editorial Mad.

García Correa, A. (1977). La Tutoría en la E.G.B. En Rev. Vida Escolar.

Lázaro Martínez, A. Y Assensi Día, J. (1989). Manual de orientación

escolar y tutoría. Madrid: Narcea.

Lara Ramos, A. (2008). Orientación y tutoría en el marco de la acción

educativa. Granada: Grupo Editorial Universitario.

MEC: Orientación y tutoría, Educación Infantil y Primaria. Colección

Cajas Rojas. Madrid.

Pere Arnaiz, Sofía Isús (2008). La tutoría, organización y tareas.

Barcelona: GRAO.

Puiggros, A., (1994). Volver a educar. Buenos Aires: Alianza Editorial.


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Segalen, M. (1992). Antropología e historia de la familia. Madrid:

Taurus Universitaria.

Los siguientes enlaces han supuesto un importante soporte para la

confección de este trabajo:

http://www.mec.gub.uy/innovaportal/file/431/1/ley_educacaion.pdf

http://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-1985-12978

http://www.um.es/agcorrea/Página de García Correa.

http://sedici.unlp.edu.ar/bitstream/handle/10915/24408/Documento

_completo.pdf?sequence=1

http://uvadoc.uva.es/handle/10324/2066

http://centros.educacion.navarra.es/caps/infantil/attachments/artic

le/209/Material%20definitivo%20Curso%20Comunicaci%C3%B3n%2

0familia%20escuela%20CAP%202012-2013.pdf

http://www.anped.org.br/reunioes/23/textos/1419t.PDF


36

XIII. Anexo

Cuestionario para Padres o Tutores

Como base regular, los distritos escolares en nuestro estado evalúan el

trabajo de los administradores de las escuelas. Un aspecto de estas

evaluaciones incluye el uso de los cuestionarios para conseguir información

de los padres o tutores de los alumnos matriculados en una escuela. La

información es usada para ayudar en la evaluación eficiencia del tutor en las

áreas de liderazgo, manejo, comunicación y relaciones con la comunidad.

Porque usted tiene un hijo/a matriculada en esta escuela, usted ha sido

elegido al azar para completar este cuestionario. Tomará aproximadamente

de 15 a 20 minutos para completarlo. Sus respuestas son importantes y

permanecerá confidencial. Así que no escriba su nombre en este

cuestionario. Responda de acuerdo a su conocimiento usando la siguiente

escala de calificación:

1- Raramente

2- Algunas veces

3- Usualmente

4- Casi siempre


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Declaraciones

1. Este tutor/a me mantiene informado de las cosas que 1 2 3 4

pasan

2. Doy la oportunidad para dar alguna información sobre

proyectos y actividades guiados por el tutor 1 2 3 4

3. Este tutor /a es buena identificando y sobreponiéndose

a las barreras para la educación de nuestros hijos. 1 2 3 4

4. Este tutor guía a los padres o grupos de padres 1 2 3 4

en la examinación de lo que la escuela está haciendo

como ha sido hecho y por qué ha sido hecho

5. Este tutor/a atrae a los padres o grupos de padres en el 1 2 3 4

planeamiento de la mejoría de la escuela.

6. Este tutor/a informa a los padres acerca de la leyes 1 2 3 4

actuales y reglas que afectan a la educación de los estudiantes.

7. Este tutor/a es buena identificando y resolviendo problemas. 1 2 3 4

8. Este tutor/a encuentra nuevas maneras para hacer las cosas 1 2 3 4

mejor.


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9. La escuela es un buen lugar para enviar a mis hijos/as. 1 2 3 4

10. Este tutor delega el rol de liderazgo a los padres o grupos 1 2 3 4

de padres y les ayuda a conseguir el éxito en estos roles.

11. Este tutor /a cree en celebrar los logros de nuestros 1 2 3 4

estudiantes.

12. Este tutor /a mantiene una comunicación abierta con 1 2 3 4

los padres.

13. Este tutor establece un alto estándar para el 1 2 3 4

funcionamiento del estudiante.

14. Este tutor activamente busca recursos para la escuela. 1 2 3 4

15. Este tutor/a comunica información claramente y 1 2 3 4

sucintamente.

16. Este tutor activamente envuelve a los padres o grupos

de padres en la política del desarrollo y implementación y 1 2 3 4

procedimientos en las áreas por el cual es responsable.

17. Este tutor toma un rol activo en mejorar las instrucciones 1 2 3 4

de nuestro estudiantes.


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18. Este tutor trabaja para hacer la escuela un lugar de 1 2 3 4

aprendizaje.

19. Este tutor colecta y comparte información de los padres 1 2 3 4

acerca de las necesidades de la escuela.

20. Este tutor responde a los padres de una manera profesional. 1 2 3 4

21. Este tutor hace a los padres parte del proceso de tomar 1 2 3 4

decisiones.

22. Este tutor comunica la importancia de enfocarse en las 1 2 3 4

necesidades de los estudiantes y los padres.

23. Este tutor promueve activamente la escuela 1 2 3 4

24. Este tutor/a es innovador. 1 2 3 4

25. Los padres reconocen lo que el tutor espera de ellos. 1 2 3 4

26. Este tutor maneja bien los fondos por cual él o ella son 1 2 3 4

responsables


40

27. Esta escuela es un lugar seguro para mis hijos/as. 1 2 3 4

trabajo final

Documents

tutor y los padres

tutor y la familia10

tutor y la familia2i

tutor y la familia4ii

tutor y la familia6iii

profesor tutor y

hel tutor y

tutor y su labor en