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Estudios Exégeticos Homiléticos Volume 2007 | Number 86 Article 1 May 2007 Número 86: Pascua 5-Pentecostés Follow this and additional works at: hp://digitalcommons.luthersem.edu/eeh Part of the Christianity Commons , and the Practical eology Commons is Article is brought to you for free and open access by Digital Commons @ Luther Seminary. It has been accepted for inclusion in Estudios Exégeticos Homiléticos by an authorized editor of Digital Commons @ Luther Seminary. For more information, please contact [email protected]. Recommended Citation (2007) "Número 86: Pascua 5-Pentecostés," Estudios Exégeticos Homiléticos: Vol. 2007 : No. 86 , Article 1. Available at: hp://digitalcommons.luthersem.edu/eeh/vol2007/iss86/1

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Estudios Exégeticos Homiléticos

Volume 2007 | Number 86 Article 1

May 2007

Número 86: Pascua 5-Pentecostés

Follow this and additional works at: http://digitalcommons.luthersem.edu/eeh

Part of the Christianity Commons, and the Practical Theology Commons

This Article is brought to you for free and open access by Digital Commons @ Luther Seminary. It has been accepted for inclusion in EstudiosExégeticos Homiléticos by an authorized editor of Digital Commons @ Luther Seminary. For more information, please [email protected].

Recommended Citation(2007) "Número 86: Pascua 5-Pentecostés," Estudios Exégeticos Homiléticos: Vol. 2007 : No. 86 , Article 1.Available at: http://digitalcommons.luthersem.edu/eeh/vol2007/iss86/1

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ESTUDIO EXEGÉTICO–HOMILÉTICO – Mayo de 2007

Instituto Universitario ISEDET

Autorización Provisoria Decreto PEN Nº 1340/2001

Es un servicio elaborado y distribuido por el Instituto Universitario ISEDET

Buenos Aires, Argentina

Este material puede citarse mencionando su origen

Responsable: Pablo Ferrer

Domingo 6 de mayo de 2007, Pascua 5 (Blanco)

Salmo 148; Hechos 11:1-18; Apocalipsis 21:1-6; Juan 13:31-35

Introducción

Cuando realizamos la exégesis de un salmo debemos tener en cuenta su posible intención. Así veremos que hay salmos de alabanza, de petición de agradecimiento, de entronización, salmos que relatan la historia del pueblo de Dios, etc. Ciertamente que, en muchos casos, se puede hablar de una concurrencia de diferentes sentidos en los salmos. En el caso del salmo 148 del día domingo 6 de mayo estamos ante una alabanza, su objetivo principal es alabar. Y no estaría de más apuntar algunas notas sobre la comprensión del hecho religioso de la alabanza. Me acerco al salmo a partir de una lectura socioliteraria la cual busca encontrar en el discurso rastros, datos del mundo social que produce dicho discurso. La estructura literaria, las opciones lingüísticas que se realizan, los tiempos verbales, los usos de las personas y los personajes son todos elementos que se tienen en cuenta en este abordaje. Veamos entonces estas opciones literarias que se dan en la alabanza.

1. Alabar es crear un “mundo”

Cuando un grupo religioso alaba está creando un “mundo virtual”. En esa alabanza puede haber espacios geográficos, tiempos pasados y tiempos por venir (personales como en el salmo 146:1 o bien grupales como en el salmo 9:5-6.19-20; salmo 47:1-4; salmo 105), seres que habitan en esos tiempos y espacios (Salmo 146:7-9). En mayor o menor medida, alabar implica establecer un mundo espacio-temporal sobre el cual recaerá la alabanza (Salmo 117:1). Ese mundo se establece principalmente no desde un discurso intelectual sino emotivo: no hay un planteamiento acerca del mundo que se está alabando sino una afirmación cierta de la presencia de ese mundo, los seres que ahí viven y los tiempos históricos.

2. Alabar es “ordenar”

En una alabanza hay implícitamente (o a veces explícitamente) un ordenamiento jerárquico del mundo y sobre todo de los seres que en él habitan (salmo 33:13-17). De la misma forma se alaban las obras de estos seres en forma jerárquica (salmo 66:16-19). En la alabanza se puede “ordenar” reforzando las escalas de valores de la sociedad circundante o, por el contrario, la alabanza puede proponer un mundo con escala de valores inversa a la del mundo circundante (salmo 92:6-9.12-15).

3. Alabar es entrar en comunión

Cuando una persona alaba participa de una comunión. Ésta es con los que alaban en el mismo tiempo con él (salmo 95:1.2.6.7; salmo 11:1) y también con aquellos que a través de los siglos han alabado presentando un mundo similar en la alabanza. Esta comunión se extiende también hacia Dios.

4. Alabar es mostrar mundos negados

Las sociedades a lo largo de la historia ocultan sus pecados estructurales. De diferentes formas hacen que los excluidos dejen de verse, se borren, se olviden, desaparezcan del discurso. Paso previo a la muerte. La alabanza tiene la fuerte capacidad de des-cubrir a estas personas excluidas,

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desaparecidas (salmo 9:17-18; salmo 103:6; salmo 113; salmo 146: 7-9). La alabanza se alegra de la opción preferencial de Dios hacia estas personas.

Comentario del texto

Vemos que el texto de alabanza del Salmo 148 tiene una división muy clara en dos grandes partes. Éstas se refieren a lugares desde los cuales se realiza la alabanza. Puesto en un esquema:

Lugar de alabanza: los cielos v.1 Lugar de alabanza: la tierra v.7

Habitantes y elementos del cielo vs.2-4 Habitantes y elementos de la tierra vs.7b-12

Humanos: vs. 11-12

Alabar el Nombre: v.5a Alabar el Nombre: v. 13a

Razón de la alabanza: v. 5b Razón de la alabanza: v.13b

Acción de Dios sobre cielos: v.6 Acción de Dios sobre tierra: v.14

Alabad desde los cielos y desde la tierra

En relación al mundo virtual que se va creando podemos ver un “encuentro” de alabanza desde arriba y desde abajo. El espacio celestial produce alabanza y el espacio donde viven las criaturas animales, vegetales y humanas también. Esto es en primer lugar una creación de comunidad, es hacer visible una comunidad que está unida en la alabanza. Es, ciertamente, una comunidad muy especial puesto que incluye seres celestiales, seres inanimados, seres con vida, seres terrenales, seres humanos.

La creación de esta comunidad tiene un efecto importante y es ubicar al ser humano, darle su lugar dentro de la obra total del Creador. Pero también puede ser un elemento esperanzador en tiempos de desesperanza. Saber que hay toda una creación que espera en Dios puede ayudar a vivir en tiempos difíciles. Esto se observa en el libro del Apocalipsis donde la alabanza en los cielos (Ap. 4:8-11; 5:8-14 aquí se marca “toda criatura del cielo, de la tierra, de debajo de la tierra y del mar, y todo lo que hay en ellos, oí que respondían…”; 7:9-12; 19:1ss; etc.) pareciera ser lo que da fuerzas y esperanzas a los que están siendo perseguidos en la tierra. La alabanza en el cielo fortalece a los de la tierra, y la comunidad de alabanza entre cielo y tierra que se ve en el salmo 148 puede ser una herramienta para resistir en tiempos de dolor.

Alaben el Nombre de YHWH

Sobre el Nombre de YHWH hay varios estudios. Ya Abraham es el primero que invoca el Nombre de YHWH (Gn. 12:8, 13:4; 21:33) y en el final, en el libro del Apocalipsis, vemos el Nombre de Dios o del Cordero contrapuesto al Nombre de la Bestia (Ap.13 y 14). En muchos casos, tanto en el Primer Testamento como en el Segundo Testamento, cuando se pide adorar el Nombre se da la razón para tal pedido (Sal. 102:15; 138:2ss.; etc.) No es diferente en el caso del salmo 148. La razón para alabar el nombre de YHWH, en este salmo, son dos y se encuentran en el v. 5 y en el v. 13. En el primer caso se convoca a la alabanza a Dios por su naturaleza de Creador, esto se pide a los habitantes del cielo. Esta naturaleza de Dios refleja la Creación según el primer relato en Génesis 1:1-2:4a donde Dios ordena mediante su voz y las cosas son creadas (usa el mismo verbo, en el Salmo y en Génesis, para “crear”: bara). A la vez presenta un Dios no sólo Creador sino que es aquel que establece las leyes que permanecen rigiendo eternamente para los seres celestiales vistos anteriormente. Podríamos decir que el Dios de los cielos es un Dios que es alabado por su “estabilidad” por su capacidad de establecer leyes inmutables en la región de los cielos.

En el segundo caso, v. 13, la razón para alabar el nombre de YHWH en la tierra tiene que ver con la diferenciación de otros nombres: “porque sólo su nombre es sublime”. Esto nos dice de otros

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nombres que luchan por establecerse como sublimes. Esto nos habla de una pugna que surge en la tierra. La alabanza en la tierra no tiene el mismo motivo que en el cielo. Allá se alaba el nombre por su estabilidad, aquí por su fuerza para permanecer sublime entre otras opciones. En la tierra es un Dios que se agita, y necesita recordar que “su majestad es por encima de la tierra y el cielo” (v.13) En el cielo la acción por la que es alabado es porque establece leyes eternas, en la tierra es alabado porque acompaña a su pueblo, porque lo levanta (v.14) En la tierra convoca a la reunión, al encuentro “de todos sus amigos”, “de los hijos de Israel” (v.14)

El viento, el árbol, el pájaro…y los reyes

La numerosa descripción de objetos y seres que tienen la capacidad de alabar (y por lo tanto reconocer, valorar, cantar, expresar amor, libertad…) abarca desde el viento, pasando por los vegetales y animales y terminando en el ser humano. Y esto es sumamente interesante. Tiene que ver con ese mundo virtual que se crea. Que no es sólo una pintura sino una creencia de cómo deben ser las cosas. En este mundo el ser humano es puesto en igualdad con toda la creación de Dios. Pero no es el ser humano en cuanto ser humano sino que éste es descrito en sus categorías sociales, políticas, generacionales. No se es ser humano sino dentro de ciertas y determinadas categorías, diría este salmo. Pero a la vez que las reconoce también las relativiza ¿Qué diferencia hay entre el viento y los reyes de la tierra? Ambos tienen la capacidad de alabar el Nombre de YHWH. ¿Qué diferencia hay entre los reyes y los niños? Ambos tienen la capacidad de alabar a Dios. El Nombre de YHWH se transforma en algo que devuelve la dignidad, la capacidad cognitiva, la capacidad volitiva a cada ser y elemento de la creación. Y hay un especial énfasis en los seres humanos, entendido en la descripción más detallada que de ellos hace.

Además tenemos que notar que las categorías sociales son puestas en pares y no hay que perder de vista esto puesto que los pares son los que son llamados a alabar conjuntamente. Esto de los pares se da sólo en la alabanza desde la tierra y se ponen en par elementos contrapuestos también en la naturaleza. Veamos:

Fuego-granizo (calor-frío); nieve-bruma (densidad-impalpable); montañas-colinas (grande-chico); árbol frutal - cedro (doméstico-salvaje); fieras-ganados (doméstico-salvaje); reptil-pájaro que vuela (arrastrar-volar)

Sin dudas que los opuestos aquí esbozados pueden ampliarse o bien buscar otras características para oponer.

De la misma forma tenemos las categorías sociales humanas puestas en pares:

Reyes de la tierra – pueblos todos (dominantes-dominados, opresores-oprimidos, servidores-servidos, etc.)

Príncipes – todos los jueces de la tierra (gobernantes-ejecutores de la justicia, injustos-justos, etc.)

En estos dos pares notemos que el segundo término tiene la partícula que indica la totalidad (kol).

Jóvenes- y también doncellas (varones jóvenes-mujeres jóvenes, varón - mujer)

Viejo – junto con niños (ancianidad respetada – niñez carente de derechos, sabiduría-no sabiduría, no vitalidad – vitalidad, etc.)

En estos dos pares notemos partículas que indican conjunción de los dos términos, son llamados explícitamente a alabar en conjunto (im, viejos y niños) o de la misma forma (gam, jóvenes y doncellas).

Reflexión sobre el texto

¿Qué mundos presentamos en nuestras alabanzas? ¿Reforzamos los sistemas jerárquicos, valorativos, económicos, religiosos de nuestros tiempos? ¿O los desafiamos con una alabanza que invierte la muerte, transformándola en vida?

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¿Quiénes podrían alabar en comunidad con nosotros? ¿Quiénes no podrían hacerlo? ¿A quiénes incluye y a quiénes excluye nuestra alabanza?

¿Alabamos a un Dios inmutable o a un Dios compañero?

¿En nuestra alabanza está la naturaleza, ya sea la campesina como la ciudadana? ¿Nuestra alabanza nombra, incluye situaciones de fuera de nuestros templos?

¿Cuáles son los opuestos que en nuestra alabanza son convocados a juntarse, a entrar en comunión?

Estas podrían ser las primeras preguntas que nos ayuden a armar un mensaje a partir del salmo 148. Cada uno, cada una, tendría que revisar en su propia comunidad la situación. Sin dudas que puede ser un muy buen momento para repensar en conjunto nuestra alabanza a Dios.

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ESTUDIO EXEGÉTICO–HOMILÉTICO 086 – Mayo de 2007

Instituto Universitario ISEDET

Autorización Provisoria Decreto PEN Nº 1340/2001

Es un servicio elaborado y distribuido por el Instituto Universitario ISEDET

Buenos Aires, Argentina

Este material puede citarse mencionando su origen

Responsable: Pablo Ferrer

Domingo 13 de mayo de 2007, Pascua 6 (Blanco)

Salmo 67; Hechos 16:9-15; Apocalipsis 21:10, 22-22:5; Juan 14:23-29 o Juan 5:1-9

Introducción

Las metodologías de exégesis varían. Y esa variación nos lleva a obtener diversos resultados en la interpretación de un hecho, de un texto, de una situación.

Me gustaría ensayar dos probables acercamientos metodológicos a este pasaje sabiendo, por haber escuchado varias predicaciones y enseñanzas, que uno de ellos es bastante practicado. Me refiero a la interpretación alegórica, aquella que busca un significado no evidente en el texto sino que entiende que el autor por medio de signos o símbolos pretendía hacer llegar otro mensaje. Esta forma de comprensión del texto trabaja interpretando el significado de los números, de los nombres, de los colores, de las formas, etc. En la interpretación del libro de Apocalipsis marcó una tendencia bastante arraigada en algunas comunidades religiosas. Igualmente, en el Evangelio de Juan pesó mucho esta interpretación fomentada por las numerosas metáforas que este evangelio utiliza.

Esta interpretación alegórica se desprende de y contrapone a la interpretación literal del texto. En la primera iglesia cristiana podríamos recordar dos escuelas interpretativas que disputaban la veracidad exegética de las escrituras: por un lado la escuela de Antioquía con un abordaje literal, y por el otro lado la escuela de Alejandría fuertemente arraigada en la tradición interpretativa alegórica.

El otro abordaje que propondremos es el que busca encontrar las tensiones, las resoluciones, las dinámicas de poder que se ven en el texto.

Comentario del texto

I. Cinco puertas que representan… (Alegóricamente hablando…)

El evangelio de Juan nos ofrece una buena cantidad de posibilidades para la interpretación alegórica. Este hecho no pasó desapercibido a los primeros gnósticos que tuvieron en este libro un fuerte referente. En realidad algunos grupos de primeros cristianos entendían que el Evangelio de Juan era una interpretación de los evangelios sinópticos. Una interpretación que buscaba el carácter oculto (en cuanto a no evidente) de las enseñanzas y vida de Jesús.

Aún hoy, dentro del discurso popular en las iglesias cristianas (por lo menos es lo que he podido percibir), se comprende el evangelio de Juan como “más espiritual”, mientras que los sinópticos son entendidos más dedicados a la vida material de Jesús.

Algunas perspectivas que podrían resultar desde esta interpretación:

1. Una piscina cerca de la puerta de las ovejas

Podemos encontrar la idea de las ovejas como recurrente en Juan. Su discurso en 10:1ss. tiene elementos en común con este pasaje: la puerta, las ovejas que intentan pasar por esa puerta. Este pasaje sería una alegoría en la que el evangelista muestra a Jesús como la puerta por la que hay que pasar para ser salvo. Por otro lado muestra la ineficacia de las otras puertas.

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Por otro lado no se puede descartar la idea de Jesús como “agua” y ésta entendida alegóricamente aún dentro del mismo evangelio: Jn. 7:37-38.

El nombre de la piscina también puede ser interpretado de la misma forma que el nombre de la piscina donde es curado el ciego: Jn. 9:1ss.

2. Cinco puertas

Número que nos recuerda a la Torá. ¿Era la Torá el camino para la sanación? La multitud apostada esperando puede simbolizar la búsqueda de multitudes de la verdadera sanación, aunque claro sólo llegaba uno. Las enfermedades también pueden ser comprendidas como espirituales, sobre todo pensando en la ceguera y en la cojera sanadas como símbolos de la presencia del Mesías, por ejemplo Lc. 7:22.

3. Treinta y ocho años

San Agustín afirmaba que los 38 años podían interpretarse de la siguiente forma: el número de la perfección = 40; menos 2 unidades = los dos preceptos de la caridad; resultado = imperfección y enfermedad. Recordamos el uso del número 40 por ejemplo en el camino del pueblo por el desierto, luego reeditado en los días de la tentación. La enfermedad como símbolo de falta de espiritualidad puede ser entendida alegóricamente también en Marcos 5:25ss en la mujer con 12 años de flujo de sangre.

Esta interpretación que alegoriza el texto se ve enmarcada dentro de la tendencia que pone énfasis en los milagros de Jesús en el evangelio de Juan como “señales”. Entonces el significado inmediato no es el principal sino que éste hay que descubrirlo y se encuentra “escondido” dentro de las siete “señales”. Si bien el concepto de milagros-“señales” no tenía en sí la idea de la búsqueda alegórica del significado, en el uso se ha ido produciendo esta asimilación.

II. Un milagro, varias tensiones (Percibiendo las tensiones…)

Antes del milagro…

La situación tal como está presentada en el capítulo 5 del Evangelio de Juan, muestra una sociedad que no es capaz de curar a sus enfermos. Y no sólo esto sino que es incapaz de acompañarlos.

La situación está enmarcada en una fiesta de los judíos. No se determina exactamente cuál. Como toda gran fiesta religiosa de los judíos, ésta también se llevaba a cabo en la gran ciudad, en Jerusalén. Se recuerda que Jesús no era de Jerusalén, él llegaba de afuera. De modo que aquí uno puede observar las dinámicas propias de una gran ciudad, en donde los desvalidos quedan a un lado.

Si bien el final del v. 3 (“esperando la agitación del agua”) y el v. 4 no se encuentran en varios manuscritos, igualmente por medio del v. 7 se puede notar una expectativa latente en esa multitud apostada al lado de la piscina. Esa esperanza no está puesta en el sistema religioso dominante de la época, puesto que no hay líderes religiosos (fariseos, saduceos, escribas) que estuvieran presentes en esa pileta para controlar la “normalidad” de lo religioso. De hecho es en este espacio, “lateral” al templo, donde se quebranta la ley del sábado y es ésta la razón por la cual se produce el conflicto posterior (Jn.5:10ss).

Una contraposición interesante puede verse entre la “multitud” de enfermos del v. 3 y la individualidad de “alguien” (ánthrôpos en singular) que ayude al “paralítico” a levantarse y meterse en la piscina en el v. 7. El destino de este enfermo depende de la buena voluntad de algún ser humano. Ciertamente, durante treinta y ocho años no había recibido esa ayuda. Esto sin dudas nos habla de una sociedad con sus “cegueras”. Cuando el enfermo entra en contacto con Jesús puede estar pensando en obtener ayuda. ¿Sería Jesús ese hombre que lo llevaría a la piscina cuando se agitara el agua?

La descripción de la situación que hace el enfermo, en el v. 7, nos muestra otra contraposición interesante: yo (que voy yendo a la piscina) – otro (que llega a la piscina antes que yo). En este sistema de creencias, en esta esperanza de una multitud, sólo hay lugar para la sanación de uno.

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Y tal vez lo que tenemos que tener en cuenta es que la selección de ese único tiene que ver con su fuerza para llegar antes que otros a la piscina.

Después del milagro…

La primera consecuencia que se observa en el relato es la sanación del enfermo. Esto es lo primero y principal. En esta curación expresada en nuestro texto en el v. 9 se observa: en primer lugar una oposición entre la “lentitud” del enfermo antes de la curación y la rapidez con la cual es curado, toma su camilla y comienza a andar. El versículo pareciera mostrar la rapidez que ahora se ve en esta persona al exponer tres acciones en muy pocas palabras, y al agregar el adverbio “rápidamente, inmediatamente” (eutheōs).

En segundo lugar podemos analizar la referencia al sujeto: en el v. 5 hay una primera referencia que tiene que ver con una ubicación especificativa entre la multitud: “un (adjetivo indefinido; tis) hombre”. Luego, cuando se ubica el sujeto, se lo nombra: “el (artículo definido) enfermo”, v. 7. Finalmente en el v. 9 cuando es curado ya no es “un” o “cierto” hombre, tampoco es “el enfermo” sino que ahora se lo nombra “el hombre”.

¿Qué hubiese pasado si la curación se realizaba un día cualquiera de la semana que no fuera el sábado? Tal vez ni siquiera hubiera sido escrita, recordada. Pero el v. 9 finaliza aclarando que esta sanación sucedió en sábado. El hombre que fue curado se transforma ahora en un portador de una violación de la ley sabática. Esta trasgresión no se da por el hecho pasivo de ser curado en sábado sino por la acción de tomar la camilla y trasladarla en sábado. Notemos que esta acción puede deberse a la ignorancia del sujeto portador de la camilla (y de la trasgresión) pero cuando es cuestionado (v. 10) no alega ignorancia sino obediencia a una orden (v. 8). Esta orden impartida por Jesús transgrede la ley “oficial” (v. 11). Por esta razón es que la preocupación de los judíos es descubrir a ese nuevo dador de ley (v. 12) y no discutir sobre el sábado. Entonces surge otra pregunta ¿Qué hubiese pasado si Jesús no le ordenaba trasladar su camilla en sábado?

Conclusión

Tomamos brevemente algunas perspectivas que pueden surgir desde un análisis alegórico y otras desde un análisis sociopolítico. Sin dudas que son variadas las unas como las otras y que aquí sólo hemos dado sólo algunas entre tantas posibilidades interpretativas. Pero no quiero dejar de notar que muchas veces las exégesis alegóricas desdibujan o directamente borran las tensiones sociales que muestra el texto. Cuando buscamos la buena nueva para nuestros tiempos no podemos dejar de repensar las tensiones sociales que vivimos y contraponerlas a las tensiones sociales vividas por Jesús y los suyos. Desde aquí es que el mensaje evangélico podrá analizar críticamente la realidad social actual y brindar un anuncio de cambio, de esperanza.

Hoy vivimos una realidad en la que multitud de enfermos esperan ser atendidos. Vivimos una realidad con hospitales públicos vaciados. Las “curaciones populares, caseras” son cada vez más un recurso usado por la gente ante la ineficacia de las instituciones sanitarias oficiales. Sin querer entrar en una discusión entre la medicina popular (ciertamente muy sabia en muchos casos) y la medicina ortodoxa (ciertamente muy específica y selectiva en muchos casos) nos queda la pregunta abierta por el evangelio y que, como pregunta abierta, bien puede transformarse en misión de la iglesia: ¿Qué pasó con la multitud que no fue curada, la que aún sigue esperando la agitación del agua?

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ESTUDIO EXEGÉTICO–HOMILÉTICO 086 – Mayo de 2007

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Autorización Provisoria Decreto PEN Nº 1340/2001

Es un servicio elaborado y distribuido por el Instituto Universitario ISEDET

Buenos Aires, Argentina

Este material puede citarse mencionando su origen

Responsable: Pablo Ferrer

Domingo 20 de mayo de 2007, Pascua 7 (Blanco)

Salmo 97; Hechos 16:16-34; Apocalipsis 22:12-14, 16-17, 20-21; Juan 17:20-26

Introducción

En el presente mes he tomado diversas formas de acercamiento al texto bíblico. En este caso quiero abordar el texto del libro de Hechos a partir del análisis sociológico. Tendré en cuenta la lectura de clase. En este abordaje se tiene en cuenta el factor económico como condicionante de las realidades ideológicas, religiosas, culturales y sociales en general. Esta lectura tuvo un fuerte énfasis y desarrollo en América Latina durante la teología de la liberación. Aunque tengo que reconocer que la lectura de clase de la Biblia se visualiza también en autores como Kautsky y Fernando Belo en otros horizontes. Y en la actualidad la lectura de clase, o la lectura post-imperial es una forma de acercamiento muy difundida en nuestros países del Tercer Mundo.

Comentario del Texto

Hechos 16:16-18. La estructura social revelada

El v. 16 aporta datos que no necesariamente son “visibles” socialmente. Vemos aquí una estructura social de la siguiente forma:

Propietarios: poseedores de los medios de producción, poseedores de las herramientas. En este caso son los kyrioi (señores, propietarios, amos) que poseen a la muchacha. Curiosamente no hay un solo kyrios sino que son varios los que la poseen. No es este estamento social el que tiene la fuerza de producción, vale decir: son administradores de la fuerza (el don de la esclava) de producción. Esa administración los hace dueños.

Esclavos: la muchacha esclava (paidíske) tiene en realidad la fuente de beneficios económicos que en este caso es su cuerpo tomado por un espíritu “pitón” (de adivinación). Pero no tiene la capacidad-posibilidad de administrar lo que en realidad es suyo. Su condición social es la esclavitud a pesar de tener ella misma los medios de producción (religiosa en este caso).

Consumidores: no sólo es necesario producir, también hay que tener consumidores que precisen la producción. Y en este caso pareciera que se había logrado la creación (porque el consumidor se crea, se moldea para que necesite determinado producto) de una buena cantidad de consumidores que dejaban una gran cantidad de dinero a los propietarios de la muchacha. Los evangelizadores que llegan al lugar de oración son posibles consumidores.

Producción: la esclava elaboraba productos “mánticos” de adivinación. Pero ya vimos que si bien ella es la que trabaja, son los propietarios los que reciben la ganancia, y mucha. No se vislumbra que esta muchacha haya tenido la posibilidad de tener acceso a la ganancia, su condición de esclava lo demuestra. De lo contrario podría haber comprado su libertad. Pero esto habría significado que los propietarios perdieran su medio de producción.

Superestructura: todo lo visto anteriormente tiene que estar cimentado por una ideología que lo justifique y lo torne útil, necesario, bueno, natural o bien “única posibilidad”. En resumen, la mujer esclava tiene que ser convencida que no tiene otra alternativa de vida que vender su don, los consumidores tienen que ser convencidos que tienen que comprar ese don y los kyrioi tienen que

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convencer de su derecho a percibir las ganancias del trabajo de otro. Decíamos que los datos aportados por este v. 16 no necesariamente son visibles puesto que todo este sistema ideológico de convencimiento tiene que estar oculto tras la máscara de lo dado, de lo natural.

Los vs. 17-18 revelan un profundo corte en la dinámica social. La muchacha esclava tal vez no tenía intención de “vender” su producto a Pablo y los suyos puesto que el verbo que se usa en el v. 16 para relatar el encuentro con los evangelizadores es hypantaō, que tiene en sí la carga semántica de oponerse, contradecir, luchar. Posiblemente la esclava estuviera defendiendo el trabajo de sus amos, y de ella misma. Pero, lógicamente, al hacerlo reforzaba el sistema social. En este sentido es que Pablo se “cansa” y actúa liberando a la esclava de ese “espíritu”.

Curiosamente el texto dice que Pablo no habla con la esclava, sino con el espíritu. En la actualidad hablamos de “sujetos colonizados” cuando nos referimos a las personas que tienen dentro de sí la forma de pensar, sentir y creer de sus colonizadores-opresores. El sujeto colonizado está poseído por un espíritu que no es el suyo sino del colonizador. No era diferente con esta esclava, la cual es liberada de su “espíritu colonizador”.

Hechos 16:19-24, el problema de la propiedad privada…

El v. 19 es una especie de síntesis y revelación de los verdaderos motivos por los cuales se amotinan todos. Los propietarios (kyrioi) son despojados de su medio de producción (¿¡el espíritu de adivinación era su propiedad!?) y por lo tanto como bien lo manifiesta el v. 19 son despojados de su ganancia. Ésta es la motivación de los sucesos siguientes.

El v. 19 y el 20 dejan en claro que la ley, sea formal o la informal (la que se encuentra inscripta en la conciencia popular), protege a los propietarios y su propiedad. Los propietarios no tienen dudas que recibirán el apoyo de las autoridades legales.

La acusación a Pablo y Silas en los vs. 20-21

Me detengo aquí porque en esta acusación se encuentra la ideología (entendida aquí en el sentido peyorativo dado al considerarla como las ideas que ocultan y justifican el sistema económico de explotación) imperial operando con toda su fuerza.

En primer lugar se los acusa de alborotar la ciudad. Primera mentira y primera verdad. No era cierto que Pablo y Silas produjeran motines contra la ciudad (entendida ésta como sus autoridades, sus instituciones) Pero la acusación esconde el verdadero motivo para plantear otro que puede causar adhesión fácilmente: la inseguridad de la ciudad.

Pero también en cierta forma esta acusación es verdadera si consideramos que la ciudad está sostenida por un sistema de fluido de bienes del campo a la ciudad y un continuo empobrecimiento del campo. Podríamos decir que el campo era esclavo de la ciudad, era su propiedad. En este sentido liberar a una esclava, atacar la propiedad privada y todo el sistema económico era sin dudas un ataque al corazón de la ciudad.

En segundo lugar se los acusa de ser judíos. Tomamos ésta como una acusación separada en lugar de unirla con la próxima relativa a las costumbres. La acusación étnica-religiosa tiene que ver con la religiosidad imperial. Si bien no en todos lados los judíos eran cuestionados, sí eran mirados con cierta desconfianza por sus creencias religiosas. De modo que aquí se busca separar la nacionalidad como un elemento más que permita culpar a los prisioneros. Nuevamente tenemos que decir que esta acusación también esconde la verdadera motivación del apresamiento.

En tercer lugar se los acusa de enseñar una ética (éthos) o costumbre que no es lícita para los romanos. No está relacionada a las costumbres judías sino a las que ponen en peligro la seguridad económica de los propietarios, los kyrioi, y sus medios de producción, las costumbres que insinúan a través de una liberación de una muchacha esclava es que los esclavos podrían ser libertados. Ésta ética económica en su fondo, es la que no es lícita para los romanos y ellos no pueden practicar.

En resumen, hay una triple acusación que se maneja en el nivel ideológico aunque el verdadero problema sea económico-estructural: una acusación de no ciudadanía; una acusación de no

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religiosidad imperial y finalmente una acusación moral. Esto muestra el ocultamiento de las relaciones económicas por medio de unas relaciones sociales, religiosas, éticas.

La triple acusación despoja a los prisioneros de toda garantía para sus personas. No tienen ciudadanía, son extranjeros e inmorales. Luego de este despojo (despojo entendido según criterios imperiales, claro) los prisioneros son tratados inhumanamente (vs. 22-24) Este trato tiene dos objetivos: por un lado encerrar a quién se resista a aceptar el sistema económico imperante y por otro lado poner de ejemplo la fuerza del sistema que tiene la capacidad de mentir y llevar esa mentira como bandera para detener todo cambio posible. Pero también debo notar que al tratar inhumanamente a los prisioneros muestra a la ciudadanía en general que la “naturaleza” de estos detenidos es inferior (no ciudadanos, no religiosos, no morales-éticos). Los evangelizadores son desvestidos literal y simbólicamente.

Hechos 16:24-40. Primero se libera a la esclava y después a un carcelero…

Ya vimos a la esclava como un sujeto colonizado y liberado. Pero es también interesante observar al carcelero como un sujeto también colonizado que obedece la orden de encerrar a los despojados (v.24) y al no poder con lo que le es impuesto entiende que debe cumplir con su deber de autoeliminarse (v. 27). El sujeto colonizado hasta la muerte: o se vive para el imperio o se muere.

Aquí los prisioneros liberan al que los había encerrado, como último eslabón de la cadena social. La angustiosa pregunta del carcelero acerca de su salvación (v. 30) puede tener que ver no con el más allá, con una salvación eterna, sino con la salvación concreta que le permita sobrevivir al imperio y su posible castigo. La respuesta de Pablo y los suyos lo llama a una nueva fe que lo lleve a una nueva vida. Sin dudas ahora estaría en conflicto con el imperio al cual antes servía, pero sabía dónde estaba la salvación y dónde la mentira.

El final de la historia muestra a los prisioneros que recuperan sus “ropajes” tanto simbólicos como literales. El carcelero es liberado y las autoridades legales se muestran atrapadas por la dinámica imperial, rogando a los prisioneros que se vayan de la ciudad.

Conclusión

Estamos en iglesias, en grupos de estudios bíblicos o enseñamos en facultades de teología. Otros enseñarán en escuelas bíblicas o prepararán materiales de educación cristiana. Otros predicarán, aconsejarán, escribirán artículos.

¿Cómo actúa nuestro discurso en relación a las relaciones económicas? ¿Nuestro discurso religioso oculta las injusticias económicas o las denuncia?

¿Cómo son las relaciones económicas en nuestras iglesias? ¿Reflejan injusticias del medio ambiente o buscan ser una alternativa de justicia y solidaridad?

¿Seremos sujetos colonizados o hemos sido liberados? ¿Tendremos la fuerza y perspectiva para liberar a los sujetos colonizados?

Sin dudas este es un muy buen texto para replantear todas estas preguntas a través de los diferentes espacios religiosos donde actuamos.

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Estudios Exégeticos Homiléticos, Vol. 2007, No. 86 [2007], Art. 1

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ESTUDIO EXEGÉTICO–HOMILÉTICO 086 – Mayo de 2007

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Es un servicio elaborado y distribuido por el Instituto Universitario ISEDET

Buenos Aires, Argentina

Este material puede citarse mencionando su origen

Responsable: Pablo Ferrer

Domingo 27 de mayo, Pentecostés (Rojo)

Salmo 104:25-35; Hechos 2:1-21 o Génesis 11:1-19; Romanos 8:14-17 o Hechos 2:1-21; Juan 14:8-17 (25-27)

Introducción

Tenemos en el caso de Juan 14:8-17 una parte de un discurso de Jesús. Éste comienza en 13:31 y finaliza en 17:26. Está ubicado como un discurso en el momento de la última cena. Tomaré entonces el análisis de este bloque teniendo en cuenta su característica de discurso deliberativo, un discurso que busca cambiar en la audiencia o en los lectores sus actitudes, sus creencias, sus afinidades, sus sentimientos, etc. En el caso de este discurso de Jesús se intenta cambiar la situación de tristeza por una de esperanza (14:1, 16:22). Dentro de este marco buscaremos las herramientas retóricas que utiliza el evangelista para desplegar este discurso. Tengo en cuenta que este domingo es la celebración de Pentecostés y entiendo en este caso que Pentecostés es el hecho-discurso por el cual Dios, a través del Espíritu Santo, da fuerzas y sentido a sus hijos en medio del desconcierto y el temor.

Comentario

Algunas herramientas de la retórica deliberativa que podemos encontrar en este discurso joanino:

A. El foco sobre el tiempo futuro

El tiempo propio de la retórica forense es el pasado, mientras que la epideíctica trata con el presente. La retórica deliberativa tiene el futuro como el foco de su discurso. Se aconseja cambiar, en el futuro, la acción del presente.

En el caso de este discurso joanino la situación ante la evidente muerte de Jesús provoca sentimientos de inseguridad en sus seguidores. Son estos sentimientos los que se trabajan en el discurso. En el bloque específico de este domingo podemos ver que los cambios de actitudes que Jesús pide a los discípulos son:

Creer: en los vs. 11-12. Pareciera ser que la fe en Jesús se estaba debilitando y necesitaba ser reforzada. Tal vez los momentos de dolor, de peligro hacían dudar a los discípulos representados en Felipe, en este caso. La fe en Jesús tiene una directa relación con el hacer las mismas obras que Jesús (v.12) y aún mayores. Se pide considerar el obrar de Jesús, el líder, como una manifestación de la unión de Jesús con el Padre (v. 11). Esto nos lleva a la pregunta de Jesús: ¿Había en algunos discípulos una duda sobre la divinidad de Jesús? (v. 10) O bien los hechos realizados por Jesús lo mostraban como poderoso y triunfante y ahora ante el advenimiento de una derrota mortal sobrevienen las preguntas (v. 9). Jesús debe poner en un marco de esperanza su “derrota” ante la vista del mundo.

Guardar los mandamientos: v. 15 Jesús como líder deja mandamientos que seguir. Estos están relacionados con el seguimiento en amor a Jesús. Juan aclara cuáles son estos mandamientos puesto que no hay una doctrina claramente separada. En Juan 15:12 Jesús estipula “el mandamiento” que él deja. En 10:18 Jesús afirma haber recibido un mandamiento del Padre que

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tiene que ver con usar su vida a favor del cuidado de las ovejas. No hay un mandato sacrificial sino un pedido de Dios de “jugarse” a favor de las ovejas como contraposición a los asalariados que no se “juegan” a favor de las ovejas (10:11ss.). A la luz de esto se puede comprender el profundo significado del mandamiento que deja Jesús (15:12) de “amarse los unos a los otros como Jesús nos amó”

No dejarse aterrorizar: v. 27 En este v. se observa claramente el sentimiento de los discípulos. La misma preocupación abre el capítulo 14 (14:1): “no se aterrorice (tarassō) vuestro corazón”. Aquí se agrega la idea de no tomar una conducta que en otros pasajes bíblicos también se trata como falta de valentía: 2º Timoteo 1:7; Mateo 8:26; Apocalipsis 21:8.

En todas estas situaciones el presente es miedo a una ausencia de la comunión entre Jesús y sus discípulos. Y la posible situación futura, la que provoca terror, es igualmente una ausencia de esta comunión. El discurso deliberativo al trabajar la situación futura anuncia que la comunión continuará por medio del Espíritu de Verdad, Paráclito o Espíritu Santo.

B. Un juego de apelaciones y ventajas

En la retórica deliberativa se debe convencer que el fin a perseguir es ventajoso para la audiencia. Se puede apelar a lo justo, lo ventajoso, lo piadoso, lo natural, lo útil, lo posible, lo fácil. En este sentido se apela a un futuro más ventajoso y un presente inmediato no tan ventajoso como camino al futuro esperado. En el discurso de despedida de Juan se remarca la idea de este presente difícil, solitario, de lucha. Y se deja en claro la idea de que esto es ventajoso en tanto que se mantenga la comunión con Jesús. El Espíritu Santo tiene la función de sostener ese presente difícil, de acompañar, de mantener la comunión y de mantener vivo el recuerdo, la memoria. El pedido de Felipe (14:8) tiene que ver con requerir una ventaja para seguir adelante. Tener al Padre, poder verlo es para Felipe una ventaja para seguir en la lucha cotidiana. La respuesta de Jesús es que lo ven, en él mismo, lo verán al realizar las obras de Jesús y guardar sus mandamientos.

C. Uso de ejemplos

En el discurso deliberativo se pone como ejemplo a seguir una persona del pasado que puede ser real o inventada. En el caso de ponerse el locutor-orador como ejemplo debe tener un reconocimiento social de parte de la audiencia a la que se dirige. En el caso de Jesús su propio ejemplo es el que sostiene la veracidad de todo el discurso. El v. 10 es el que expone la posibilidad de creer que ese ejemplo de Jesús no fuera firme, no tuviera la garantía necesaria para ser considerado ejemplo (“¿no crees que yo estoy en el Padre y el Padre en mí?”). El v. 11 propone un recurso para revisar la veracidad del ejemplo: las obras de Jesús durante su vida.

Consideremos este discurso dirigido a una audiencia que se encuentra sin ver a Jesús, la comunidad joanina que recibe el evangelio, entonces se les está proponiendo a estos primeros cristianos seguir el ejemplo de Jesús, de la misma forma que Jesús pidió a sus discípulos cercanos (en el tiempo y espacio) que siguieran su propio ejemplo.

D. Temas propios

Por lo general el discurso deliberativo tiene un fuerte énfasis en la concordia, en la lucha contra el faccionalismo y en la búsqueda de la delimitación de grupos y pertenencias. Esta delimitación se puede realizar a través de la exposición de ideas de uno u otro grupo o bien de las acciones de dichos grupos. En el caso de este discurso tal vez no hay un foco en las divisiones grupales entre los discípulos pero sí se enfatiza la división entre los seguidores de Jesús y los seguidores del mundo. Se hacen numerosas referencias a las actitudes de uno y otro grupo como forma de delimitación y pertenencia. En esto podemos prestar atención al capítulo 14, los vs. 17, 19, 23-24, etc. El tema primordial es la resistencia que tendrán que ejercer los discípulos en un mundo de

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injusticias, odio y muerte. Y cómo esa resistencia tiene la comunión de Jesús, el Padre y el Espíritu Santo.

Conclusión

En Pentecostés sería interesante recordar la Palabra de Dios, el discurso de Dios. Este discurso se hace presente a través de su Espíritu Santo que busca acompañar a los seguidores de Jesús que resisten, en esta vida, al espíritu de odio que reina en nuestras instituciones, nuestras leyes, nuestras ilegalidades.

En este sentido sería bueno hacer memoria del discurso del Espíritu Santo a través de diversos miembros de nuestras iglesias, en actividades, en acciones proféticas, en la lucha cotidiana que llevan a cabo hombres y mujeres.

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et al.: Número 86: Pascua 5-Pentecostés

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