Capitulo 17

MilagrosaQut sonlos milagros? 2Pueden sucederhoy?

ExPLIcAcIoN Y BASE sinrlce

Cualquier consideraci6n del tema de los milagros se conecta estrechamente

con la providencia de Dios, tema que fue tratado en el capitulo previo. Alli argu-

mentamos que Dios ejerce un control extensivo, continuo y soberano sobre todos

los aspectos de su creaci6n. Este capitulo dar6 por sentado una comprensi6n de esa

consideraci6n de la providencia y se fundar6 sobre ella para abordar el asunto de

los milagros.

A. Definici6n

Podemos definir un milagro como sigue: Unmila.gro es una actividad de Dios de

tipo muros comun en eI cual il despima el- asombro y sorpresa de Ins personas, y da testimo-

nio de si mismo .' Esta definici|n toma en cuenta Lo que entendimos antes sobre Ia providen-

cia de Dios mediante ln cual Dios presewa, controld y gobierna todas las cosas. Si

entnrdemoslnprovidencia de estamanera, naturalmente evitaremos algunas explicaciones

o definiciones comunes de mil,agros.Por ejemplo, una definici6n de milagro es (una intervenci6n directa de Dios en

el mundou. Pero esta definici6n da por sentado una noci6n deista de las relaciones

de Dios con el mundo, en el cual el mundo continira por cuenta propia y Dios in-

terviene en 6l s61o ocasionalmente. Este, por cierto, no es el punto de vista biblico,

de acuerdo al cual Dios hace que la lluvia caiga (Mt 5:45), hace que lahierba crezca

(Sal 104:14) y continuamente sustenta toda las cosas con la palabra de su poder

(Heb t:e). Otra definici6n de milagro es <una actividad m6s directa de Dios en el

mundor. Pero hablar de una obra <m6s directau de Dios sugiere que su actividad

providencial ordinaia de alguna manera no es <directa, y de nuevo da indicios de

cierto alejamiento deista de Dios de su mundo.

Otra definici6n es <Dios obrando en el mundo sin el uso de medios para produ-

cir los resultados que desear. Sin embargo hablar de que Dios obra <sin medios>

nos deja con muy pocos, si acaso alguno, milagros en la Biblia, porque es dificil

pensar en un milagro que se haya producido absolutamente sin ningrin medio; en

la curaci6n de las personas, por ejemplo, algunas de las propiedades fisicas del

cuerpo del enfermo sin duda intervinieron como parte de la curaci6n. Cuando

Jesris multiplic6 los panes y los pescados, por lo menos us6 los cinco panes y dos

lHe adaptado esta definici6n de conferencias no publicadas deJohn Frame, profesor de teologia sistemitica

del Westminster Theological Seminary.

371

372 17 : MILAGROS

pescados originales que tenian. Cuando cambi6 el agua en vino, us6 agua y la

convirti6 en vino. Esta definici6n, pues, parece inadecuada."

Otra definici6n de milagfo es <una excepci6n a una ley natural, o <Dios actuan-

do en forma contraria a las leyes de la naturaleza>>.Pero la frase <leyes de la natura-

leza> en el entendimiento popular implica que hay ciertas cualidades inherentes en

las cosas que existen, <leyes de la naturalezo que operan independientemente de

Dios, y que Dios debe intervenir o <rompeD estas leyes para que ocurra un mila-

gro.' De nuevo, esta definici6n no toma debidamente en cuenta la enseflanza

biblica sobre la providencia.

Otra definici6n de milagro es (un hecho imposible de explicar por causas nafu-

ralesu. Esta definici6n es inadecuada porque (1) no incluye a Dios como el que pro-

duce el milagro; (2) da por sentado que Dios no usa algunas causas naturales

cuando obra de una manera inusual o sorprendente, y por lo tanto da por sentado

de nuevo que Dios s6lo interviene ocasionalmente en el mundo; y (3) resultar6 en

una minimizaci6n significativa de los milagros genuinos y un aumento del escepti

cismo, puesto que muchas veces cuando Dios obra en respuesta a la oraci6n el re-

sultado es asombroso para los que oraron pero no es absolutamente imposible de

explicar mediante causas nafurales, especialmente para el esc6ptico que

simplemente rehirsa ver la mano de Dios en acci6n.

Por consiguiente, la definici6n original origina que se dio previamente, en la

que un milagro es sencillamente una manera menos comin de Dios obrar en el

mundo, parece ser preferible y m6s de acuerdo con la doctrina biblica de la provi-

dencia de Dios. Esta definici6n no dice que un milagro es una clase diferente de

obra de parte de Dios, sino que es una manera menos comirn de Dios de obrar y

que 1o hace asi para despertar la solpresa, el asombro o la admiraci6n de las perso-

nas de tal manera que Dios da testimonio de si mismo.

La terminologia biblica con referencia a los milagros frecuentemente apunta a

esta idea del poder de Dios en acci6n para despertar el asombro y admiraci6n de

los seres humanos. Se emplean primordialmente tres conjuntos de t6rminos: (1)

<sefiales> (heb. o4 gr. semeion),que significa algo que aPunta a otra cosa o la indica,

especialmente (con referencia a los milagros) la actividad y poder de Dios; (2) <ma-

r"rrill"ru (heb.mopet; gr.teras), que es algo que hace que las personas se asombren o

se afurdan;o y (3) <milagros> o uprodigios> (heb. geburah; gr. dunamk,) demostra-

ci6n de gran poder, especialmenie (con referencia a los milagros) poder divino'' A

menudo <seflales milagrosas yprodigios> se usa como expresi6n regularpara refe-

rirse a los milagros (' iLx7:3;Dt 6i22; Sal 135:9; Hch +:lo; 5:12; Ro 15:19; et al.) ' y a

2Sin embargo, si alguien definiera un milagro como <una obra de Dios aparte del uso ordinarios de medios, para

despenar el aslombro y sorpresa de las personas>, esto seria similar en fuerza a la definici6n que propuse arriba y

seria consistente con la ensefranza biblica sobre la providencia de Dios (vea L. Berkhof, Systematic Theologt, pp.

776-77).3Si la frase dey natural>r la entienden los cristianos simplemente para referirse a los patrones previsibles de con-

ducta que Dios da y mantiene en cada cosa creada, entonces esta definici6n es menos objetable porque conscien-

t.-arrL to-" "r, iuenta la providencia de Dios. Pero 1a frase uley naturab por lo general no se la entiende de esa

manera en el ingl6s de hoy.4Elverbo ztaumazo, (admira$e, asombrarse>, frecuentemente se usa en los Evangelios para describir la reac-

ci6n de las personas a los milagros.sVea la extensiva consideraci6n del vocabulario del Nuevo Testamento para milagros en W. Mundle, O. Ho-

fius, y C. Brown, <Miracle, Wonder, Sigo, NIDNTT, 2"620-35.

17 : MILAGROS J ] J

veces los tres terminos se combinan: <milagros, sef,ales y prodigios> (Hch2t22) o<seflales, prodigios y milagros> (2 Co 12:12;Heb 2:4).

Adem6s de los significados de los t6rminos que se usan para denotar milagros,offaraz6nque respalda esta definici6n es el hecho de que los milagros en la Bibliaen efecto despiertan el asombro y admiraci6n de las personas, e indican que el po-der de Dios este acuando. La Biblia frecuentemente nos dice que Dios mismo es elque realiza <milagros> o (cosas maravillosas>. Salmo 136:4 dice que Dios es el <irni-co que hace grandes maravillas> (cf. Sal 72:18). El canto de Mois6s declara:

qQui6n, SENIoR, se te compara entre los dioses?qQui6n se te compara en grandeza y santidad?Tir, hacedor de maravillas,nos impresionas con tusporfentos (Ex 15:11).

Por tanto, las seflales milagrosas que Mois6s hizo cuando su vara se convirti6en una culebra y de nuevo en vara, o cuando su mano se volvi6 leprosa y despu6squed6 limpia de nuevo (flx 4:2-8), fueron dadas para que Mois6s pudiera demos-trar al pueblo de Israel que Dios le habia enviado. De manera similar, las seflalesmilagrosas que Dios hizo por mano de Mois6s y Aar6n mediante las plagas, muysuperiores a los falsos milagros o sefiales de imitaci6n hechas por los magos de lacorte del fara 6n(ExZ:IL;8:18-19; 9:11), mostraron que los del pueblo de Israel eranlos que adoraban al irnico Dios verdadero. Cuando Elias se enfrent6 a los sacerdo-tes de Baal en el monte Carmelo (1 R 18:17-40), el fuego del cielo demostr6 que elSsNron era el irnico Dios verdadero.

Si aceptamos la definici6n de que un milagro es <una actividad de Dios de clasemenos comfn en la que 61 despierta el asombro y admiraci6n de las personas y datestimonio de si mismor, podemos preguntar qu6 clase de cosas se deben conside-rar milagros. Por supuesto, tenemos raz6n al considerar la encarnaci6n de Jesirscomo Dios-hombre y la resurrecci6n deJesirs de los muertos como el milagro mdscentral y m5s importante de toda la historia. Los acontecimientos del 6xodo comola divisi6n del Mar Rojo ylacaidadeJeric6 fueron milagros impresionantes. Cuan-doJesris san6 personas y limpi6 leprosos y ech6 fuera demonios, esos ciertamentefueron tambi6n milagros (vea Mt t1:4-5;Lc 4:36-4r;Jn2'.23; 4:54; 5:2;20:30-3r).

Pero lpodemos considerar las respuestas inusuales a la oraci6n como milagros?Aparentemente si, si son tan impresionantes que despiertan el asombro y admi-raci6n de las personas y hacen que reconozcan el poder de Dios en acci6n; la respuestaa la oraci6n de Elias de que Dios enviara fuego del cielo fue un milagro (1 R 18:24,36-38), asi como la respuesta a sus oraciones de que el hijo muerto de la viudavolviera a la vida (1 R 17:21), o que la lluvia dejara de caer y despu6s volviera a caer(1 R 17:1; 18:41-45 con Stg 5:17-18). En el Nuevo Testamento, la liberaci6n de Pe-dro de la circel en respuesta a las oraciones de la iglesia fue ciertamente un milagro(HchL2i5-17; note tambi6n la oraci6n de Pablo por el padre de Publio en Hch zs:a).Pero debe haber habido muchos milagros no tan dram5ticos como esos, porque

Jesirs san6 a muchos cientos de personas, <fodos los que padecian de diversas enfer-medades> (Lc 4:40). Pablo san6 a <los dem6s enfermos de la islo (Hch 28:9).

374 17 : MILAGROS

Por otro lado, los cristianos ven respuestas a la oraci6n todos los dias, y no de-bemos diluir nuestra definici6n de milagro tanto que a toda respuesta a la oraci6n

se le llame milagro. Pero cuando una respuesta a la oraci6n es tan asombrosa que

los involucrados en ella quedan asombrados y reconocen el poder de Dios en ac-

ci6n de una manera inusual, entonces parece apropiado llamarlo un milagro.' Esto

encaja bien con nuestra definici6n y parece respaldada por la evidencia biblica deque a las obras de Dios que despertaron el asombro y admiraci6n de las personas se

les llam6 milagros (gt. dunamk.)'

Pero sea que adoptemos una definici6n amplia o estrecha de milagro, todos,

convendriamos en que si Dios realmente obra en respuesta a nuestras oraciones,

sea de maneras comunes o no comunes, es importante que reconozcamos esto y le

demos gracias, y que no lo pasemos por alto ni vayamos a extremos para concebirposibles (causas nafurales> para explicar y descartar lo que Dios en efecto ha hecho

en respuesta a la oraci6n. Aunque debemos ser cuidadosos de no exagerar al infor-

mar los detalles de la respuestas a la oraci6n, tambi6n debemos evitar el error

opuesto de no glorificar y agradecer a Dios por lo que 6l ha hecho.

B. Los milagros como caracteristicas de la edad del nuevo pacto

En el Nuevo Testamento, las sefiales milagrosas de Jesirs atestiguaban que 6lhabia venido de Dios; Nicodemo reconoci6: <Nadie podria hacer las sefiales que tilhaces si Dios no estuviera con 6l> (Jn3:2). El hecho de queJesris cambi6 el agua en

vino fue una <seflal> que <revel6 su gloria, y sus discipulos creyeron en 6b (Jn 2:11).

De acuerdo a Pedro, Jesirs fue uun hombre acreditado por Dios ante ustedes con

milngros, sefiales y prodigios, los cuales realiz6 Dios entre ustedes por medio de 61,,(Hch2iz2).

Luego, en la iglesia primitiva, los ap6stoles y otros que preficaban el evangelio

realizaron milagros que asombraron a las personas y dieron confirmaci6n delevangelio que se estaba predicando (Hcir' z:+z; 3:6-10; 4:30; 8:6-8, 13; 9:40-42; et

al.). Induso en iglesias donde no habia ap6stoles presentes ocurrieron milagros.

Por ejemplo, Pablo, al escribir a varias iglesias en la regi6n de Galacia (vea G6 1:1),

da por sentado esto cuando pregunta: <Al darles Dios su Espiritu y hacer milagros

entre ustedes, qlo hace por las obras que demanda la ley o por la fe con que han

aceptado el mensaje?> (G53:5). De modo similar, menciona en la iglesia de Corin-to ulos que hacen milagros> (l Co 12:28) y menciona (poderes milagrosos> (1 Co12:10) como un don distribuido por el Espiritu Santo. Estos dos versiculos son es-pecialmente significativos porque I Corintios l2:4-3I no est6 considerando una

6Otros tal vez preferirian restringir m6s su definici6n de milagros, reservado e1 t6rmino (por ejemplo) paraacontecimientos que absolutamente no podrian haber sucedido mediante medios ordinarios y que son amplia-mente atestiguados y documentados por varios observadores imparciales. En ese caso, verin muchos menos mi-lagros, especialmente en una sociedad esc6ptica y anti sobrenatural. Pero tal definici6n tal vez no abarque toda lasclasesdecosasquePabloteniaenmentecuandohablabademilagrosenlasiglesiasdeCorinto(1 Co12:10,28-29)y de Galacia (Gi 3:5), y puede impedir que algunos reconozcan el don de milagros cuando es dado a los cristianoshoy. (Por supuesto, los criscianos que sosdenen una defnici6n tan restringida con todo de buen grado agradece-rin a Dios por muchas respuestas a las oraciones que ellos no llamarian milagros.)

7Lo apropiado de tal definici6n no se pierde simplemente porque al mismo acontecimiento algunos lo llamenmilagro, y otros digan que es un acontecimiento ordinario, porque la evaluaci6n de las personas de un suceso va-riar6 dependiendo de su proximidad al suceso, ias presuposiciones de su cosmovisi6n, y si son cristianos o no.

17 : MILAGROS 375

situaci6n especifica en Corinto sino la nat:uraleza de la iglesia en general como

<cuelpo de iristo, con muchos miembros y sin embargo un solo cuerpo."

Es mAs, parece ser caracteristica de la iglesia del Nuevo Testamento que se pro-

ducian milagros.n En el Antiguo Testamento los milagros parecian ocurrir primor-

dialmente en conexi6n con un lider prominente por un tiempo, tal como Mois6s,

Elias o Eliseo. En el Nuevo Testamento hay un sirbito aumento sin precedentes en

los milagros cuandoJesirs empieza su ministerio (Lc 4:36-37, 40-41). Sin embargo,

contrar; al patr6n del Antiguo Testamento, la autoridad para obrar milagros y

echar fuera demonios no estuvo confinada s6lo aJesirs mismo, ni tampoco termi-

naron los milagros cuando Jesris volvi6 al cielo. Incluso durante su ministerio,

Jesirs dio la aut&idad para sanar los enfermos y echar fuera demonios no s61o a los

doce, sino tambi6n a setenra de los discipulos (Lc 10:1, 9, 17-19; cf. Mt 10:8;

Lc9:49-50).Todavia m6s, los pasajes anotados arriba de 1 Corintios y Gllatas indi

can que la rcahzaci6n de milagros no estuvo confinada a los setenta discipulos'

sino que fue caracteristica de las iglesias de Galacia y de las iglesias del Nuevo Tes-

t"-.nto en general. Esto sugiere que la realizaci6n de milagros es una caracteristi-

ca de la iglesla del Nuevo Testamento y se puede ver como una indicaci6n de la

poderosJnueva obra del Espiritu Santo que empez6 en Pentecost6s y se puede

.rp.r", que continfe en toda la era de la iglesia.'o

C. El prop6sito de los milagros

Uno de los prop6sitos de los milagros es ciertamente autenticar el mensaje del

evangelio. Esto fue evidente en el ministerio deJesris' cuando personas como Ni-

codemo reconocieron: <Sabemos que eres un maestfo que ha venido de parte de

Dios, porque nadie podria hacer las sefr ales qve tir haces si Dios no estuviera con 61>

Qnt)). Tambi6n fue evidente conforme los que oyeron aJesirs proclamaban el

8Note, por ejemplo, que Pablo dice que Dios ha dado en la iglesia, <en primer lugar, ap6stoles . . .D (lco 12:28)'

lero no habia ap6siolesiados especificamente a la iglesia de Corinto. Por consiguiente, este pasaje debe estar ha-

blando de la iglesia en general.g.S. WarfiJd, Co m;erfeit Mirdcles (Banner of Truth, Edinburgh, 1972; primero publicado en 1918), nota que en

la iglesia de Corinto los que tomaban parte en el culto ordinario de adoraci6n en la iglesia <pueden a menudo ha-

beitenido un don milagroso para ejercerD. Dice que <no hay raz6n para creer que la congregaci6n infante en Co-

rinto era singular en esio. El ap6stol no escribe como si estuviera describiendo un estado maraviiloso de asuntos

peculiar a esa iglesia. . . . Los indicios del resto de sus cartas y en el Libro de Hechos nos requiere, en consecuencra,

-i.". " ert. h.i-oso cuadro de adoraci6n cristiana como uno que seria verdad en 1a vida de cualquiera de las nu-

merosas congregaciones que iniciaron 1os ap6stoles a 1o ancho y largo del mundo que visitaron y en donde predi-

caron . i"n-.-o. jusiificaci6n para considerar caracteristica de las iglesias apost6licas que tales dones

milagrosos debiar exhibirse en ellasiLa excepci6n seria, no una iglesia con tales dones, sino una iglesia sin ellos>

(Pp.4-5).9warfie1d continira: <Por todas partes la iglesia apost6lica se caracteriz6 como siendo ella mismo un don de

Dios, ai exhibir 1a posesi6n del Espiiitu en obms apropiadas del Espiritu: milagros de sanidad y milagros de poder,

milagros de conoii-ierto s.a eola forma de profecia o de discernimiento de espiritus, milagros del habla, sea el

don Ie lenguas o el don de interpretaci6n. La iglesia apost6lica era caracteristicamente una iglesia que obraba mi

lagos (Counterfeit Mtracles, p. 5)"Aorrq.ra yo -rcordaria con el anilisis de Warfield de la evidencia del Nuevo Testamento en este asunto, hay

.ierta-'erte ca-po para discrepar con su punto subsecuente, y la principal contenci6n de u libro, de que 1a igle-

sia despu6s de ia ed"d d" lo, "p6rtoles erperiment6 la cesaci6n de dones milagrosos, y que hoy no se deben espe-

rar talis dones, porque Dios los propuso s61o para confirmar el mensaje apost6lico inicial durante el tiempo

cuando los ap6stoles todavia estaban vivos.l0vea m6i consideraci6n de este asunto en el capitulo 52, ̂ bajo, sobre los dones espirituales y la cuesti6n del

tiempo de cesaci6n de algunos dones

376 17 : MILAGROS

evangelio, porque conforme predicaban, <Dios ratific6 su testimonio acerca de

ella con sefrales, prodigios, diversos milagros y dones distribuidos por el Espiritu San-

to segfn su vol,intadu (Heb Z:+). Si este prop6sito fue v6lido s61o cuando el evan-

gelio se estaba predicando pof primera vez (antes de que se escribiera el Nuevo

iestamento), o si continria vigente en toda la edad de la iglesia, depende de si pen-

samos que los milagros son confirmadores: iest6n confirmando s61o la absoluta

veracidid de las palabras de la Biblia (como las mismas palabras de Dios), o los mi-

lagros tienen el irop6sito de confirmar la veracidad del evangelio en general, cada

,r.", qo" se predica? En otras palabras, lconfirman los milagros 1o que dice la Biblia

o et .rr"ttgeuo? como lr"r.rno, abajo, los milagros no estuvieron limitados a los

que escriLieron la Biblia o hablaron con absoluta autoridad apost6lica." Esto

*g.r" que se puede esPerar que los milagros que ocuffen para confirmaci6n del

evangelio continfen en toda la era de la iglesia.

Cuando ocurren los milagros, dan evidencia de que Dios verdaderamente este

actuando y sirven entonces para el avance del evangelio; la samaritana proclam6

en su ciudad: <Vengan " rr.. " un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho>

[n4:29),y muchoJe los samaritanos creyeron en Cristo. Esto fue frecuentemen-

te cierto en el ministerio de Jesirs, pero tambi6n fue cierto en la iglesia primitiva:

cuando Felipe fue a una ciudad de Samaria,

mucha gente se reunia y todos prestaban atenci1n 4 sumensaje. De muchos endemo-

niados los espiritus malignos salian dando alaridos, y un gran nrimero de paraliticos

y cojos quedaban sanos. Y aquella ciudad se llen6 de alegria (Hch 8:6-8).

Cuando el paralitico Eneas fue curado, <todos los que vivian en Lida y en Sar6n

lo vieron, y se cotwirtieron al SefiorD (Hch 9:35). Cuando Tabita fue revivificada de

los muertos, <la noticia se difundi6 por todo Jope, y muchos creyeron m eL Sefior>

(Hch9:42).'"

En el nuevo testamento, un segundo prop6sito de los milagros es dar testimo-

nio del hecho de que el reino de Dios ha venido y ha empezado a expandir sus

l1Vea Secci6n D mAs adelante, pP. 377-85'12los versiculos qu" .. ^."b". i. .itar muestran el valor positivo de los milagros para llevar las personas a la

fe. Algunos tal ve, oL;"t"n qo. .oando decimos que los milagros tienen valor para dar testimonio del evangelio,

esro quiere dech que pensamos que el mensaje dil evangelio en si mismo es d6bil e incapaz de llevar las personas

a la fe (vea especi"lmentel"-., vt. Boice, (aBetterway: The Power ofword and SpiriO, en Michael Scott Hor-

,orr,.i.,po-"rRehgioa[Moody,Chicago, tggz),pp.119-36).Peroestanoesunaobjeci6nv6lida,porqueJestisypablo no razonaron de esa manera; arr;bo, ,""lir"--t milagros en conjunci6n con su predicaci6n del evangelio, y

jesris les orden6 a sus discipulos que hicieran 1o mismo (Mt 10:7-8). Debemos recordar que es Dios mismo quien

i,dio testimoniou del evangelio ucon seffales, prodigios, diversos milagros y dones distribuidos por el Espiritu San-

to segrin su voluntadu lHib Z:l;, y no podemos decir que 61 tiene una noci6n inapropiada del poder del mensaje

del evangelio.El Evirgelio deJuan es especialmente instructivo para mosEar el valor de los milagros para animar las perso-

nas a creerin Cris to (;gea1l.Z1t,23i 3:2;4:53-54; 6:2, f4i7'.31i9:l6i 1 1:48; 12:1 1; y, en resumen, 20:30-3 1)' Este 6n-

fasis positivo enJuan se destaca en contraste con la opini6n de D. A. Carson en <The Purpose ofSignS,and

Wonders in the New TestamentD, en Honon, Power neflgion, pp.1OO-101, en donde admite pero minimiza el pa-

pel positivo de los milagros para llevar a las personas a la fe en el Evangelio deJuan. Sorprendentemente' no con-

sidera varlos de los pasajes positivos en donde no existe tal evaluaci6n negativa, tales como Jn 2:23-25; 4:48i y

20:29-3 1. No debemos pensar que cuando los milagros acompaf,an al evangelio, los que creen tendren una fe infe-

rior (como sugiere Carson, p. iot;, porq,r. ".o noi llevaria a,decir que los que creyeron_ a la predicaci6n deJesfs'

led.o y lablJtorieron una-fe infer-ior; lconclusi6n que diffcilmente se promueve en el Nuevo Testamento!

ap saluv 'so[a uof, sopeDeuof, eluaueqf,allsa uoJer^n]se anb sol e d selo$gde

sol e o 'salotsgde sol € sopelruq uoJellnlsa so,r8epu so1 anb oplf,np€ ueq sounSly'saloNgde sol ep olrelslugu 1a ua so.r8egru ep lensnul uglf,B.rluaJuoJ eun 'r

isalolsgde sol B sopellurrl so'r8elnu sol uoJallnlsfl? '61

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o8ap eqetsa oluarurlf,Eu ap o8an 1a anb ofrp sqsaf 'reptuls oPotu aC'(g:e rf$ <sapr-rotu sol B peplrolne Iel opep raqeg rod sorq e grggolS d "roural ap guafi esD prulr

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sgtuap sol sopor Fnr p oun d) sor8epru so1 ap orrsgdord oturnb un'elueu{er4d'Oz'zr

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Brlqel anb aluatuelnldxa af,lp ou afesed 1a anbuny '(oE sz:z d6) sod1lg ap ersa131

EI € opueralol olalesuatu otuoJ uglf,ury ns retalduror d o1qe6 E JEJISIUIUI sef,uol-ua opnd orppogedg '(zz:z dl1.ua 'soIC ap elpJof,uasnu BI E adnqute oI olqed 'ou

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sorq opuenC'(st:g rW) <alJIAIes e gzuerno) d gruelal es BIle>'oJped ap e€ans

el B opeues oqnq s4saf oruor otuord ueJ 'seuosJad se1 ap olJelsrutu IB solnf,grsqo

Jelrnula sa 'opun8as Ia uof, opeuolf,Blal 'sor8epur so1 ap orrsgdord ouenr u6

'sopEtrsarau sol erf,Er{ olsIJC ap ugrsedruol €l ap ErJueprla uep sol8qr-ru

so1 ;nby '(tt:tt1.ugrqruel ee^:vlivl t61) <sourra;ua ueg€lsa anb so1 B gues d sola

ap ugrseduroJ olnr> 'prup1nur uer8 eun or,r sgsaf opuen3 '(vt.'ot:oztlN) gues so1 d

<goapeduor as> s4safd'(isoJtosou ap ugrseduror uaa!> :uoJeluep grpafap errar

soSarc sop so'I 'sopetrsef,au so1 e .repnde sa sor8epru so1 ap orrsgdo.rd.rar.rat un'(Et't-g:e (pH :5t:5 :tZ:V t16z�1l Jl :8-l:0I 1y1) <soruouep sol e uaqndxa

.e.rda1 uauarl anb so1 e pepauJeJua ns ep uarduq'solJanlu sol E uallf,nsal 'sotuJaJ

-ue sol B uau€S '..ef,Jaf, gNe solalf, sol ap oulsJ 1g,, :afesuaru a$a uanblDard'uederr

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1a .rerpard E grlua sol setruolufl 'sepepeluJaJua Jeues ercd fr soluoluep sol sopol

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SOYDV'ilW : LT

378 17 : MILAGROS

considerar los argumentos, es importante notar que hay algunas indicaciones de

que una impresionante concentraci6n de milagros fue caracteristica de los ap6sto-

lis como representantes especiales de Cristo. Por ejemplo, Dios se complaci6 en

permitir que por medio de Pedro y Pablo se produjeran milagros extraordinarios.

En los dias mis tempranos de la iglesia,

por medio de los ap6stoles ocurrian muchas seffales y prodigios entre el pueblo ...

Y seguia aumentando el nrimero de los que creian y aceptaban al Seffor. Era tal la

multitud de hombres y mujeres, que hasta sacaban a los enfermos a las plazas y los

ponian en colchonetas y camillas para que, al pasar Pedro, por lo menos su sombra

cayera sobre alguno de ellos. Tambi6n de los pueblos vecinos aJerusal6n acudian

multitudes que llevaban personas enfermas y atormentadas por espiritus malignos,

y todas eran sanadas (Hch 5:12-16).

De modo similar, cuando Pablo estaba en Efeso: <Dios hacia mibgros extraordi-

nanos por medio de Pablo, a tal glado que a los enfermos les llevaban pafiuelos y

delantiles que habian tocado el cuerpo de Pablo, y quedaban sanos de sus enfer-

medades, y los espirirus malignos salian de ellos> (Hch l9:ll-1,2).'" Otro ejemplo se

halla en la resurrecci6n de Tabita; cuando esta muri6, los discipulos deJope envia-

ron a buscar a Pedro para que fuera a orar por ella para que la levantara de entre los

muertos (Hch9:36-42), al parecer porque pensaban que Dios habia dado una con-

centraci6n inusual de poder milagroso a Pedro (o a los ap6stoles en general)' Y el

ministerio de Pablo generalmente se caracteriz6por acontecimientos milagrosos,

porque 6l resume su ministerio dici6ndoles a los Romanos las cosas que Cristo ha-

Lia obrado por medio de 6l para ganar la obediencia de los gentiles (mediante

poderosas sefiales y milagros, por el poder del Espiritu de Dios> (Ro 15:19).

No obstante, la concentraci6n inusual de milagros en los ministerios de los ap6sto-

les ino prueba que otros noreahzaror:ningitnmilagro! Como hemos visto claramente,

upoderes milagrosos, (1 Co 12:10) y otros dones milagrosos (1 Co l2:4-ll menciona

varios; fueron parte del funcionamiento ordinario de la iglesia en Corinto, y Pablo

sabe que Dios <obra milagros> tambi6n en las iglesias de Galacia (G53:5).

2. iCuiles son las (<mafcas distintivas de un ap6stol> en 2 Corintios L2zl2? iPot

qu6, entonces, algunos aducen que los milagros fueron en forma singular las sefia-

les que distinguian a un ap6stol? Se basan mayormente en 2 Corintios l2:I2, en

donde Pablo dice: (Entre vosotros se operaron lns sefiales deunverdadero d?dstol,

con roda perseverancia, por medio de sefiales, prodigios, y milagroso (2 Co 12:12,

LBLA).'4 Dicen que esto implica que otros que no eran los ap6stoles (o sus compa-

fieros intimos) no tenian esa autoridad o no podian fealizat estas seflales

13En ningirn caso se debe pensar de estos acontecimientos como algin tipo de <magio que resuitaba automi-

ticamente debido a 1a sombra de Pedro o a los pafluelos que habia tocado Pablo, sino mis bien como una indica-

ci6n del hecho de que el Espiritu Santo se agrad6 de dar un empoderamiento completo y asombroso al ministerio

de estos hombres que en ocasi6n extendia su obra m6s a111 de su presencia corporal individual induso a las cosas

oue ellos habian tenido cerca o tocado.' l4la palabra uverdadero en realidad no est6 en el texto griego, que sencillamente dice: <las sefiales de un ap6s-

tolr,. La LnLa lque se cita aqui) y otras versiones en espaffol han affadido <verdadero> para dar el sentido: Pablo

esti contrastando su ministerio con el de los falsos ap6stoles

17 : MILAGROS 379

milagrosas." Adem6s sostienen que los milagros cesaron cuando los ap6stoles y

sus asociados intimos murieron. Por consiguiente, concluyen, llue ya no se debe

esperar m5s milagros hoy. (A los que sostienen esta posici6n a veces se les llama

rcesacionistdv, puesto que sostienen la <cesaci6o de milagros temprano en la his-

toria del cristianismo).

Al considerar este asunto se debe recordar que un pasaje clave usado para esta-blecer este punto, en donde Pablo habla de ulas seflales de un verdadero ap6stol,en 2 Corintios 12:12, no esta intentando demostrar que 6l es un ap6stola distinciin

de otros cristianos) que no eran ap6stoles. M5s bien este tratando de probar que 6l es

un verdadero representante de Cristo a distinci6n de otros que (se disfrazan de

ap6stoles) (2 Co 11:13), representantes falsos de Cristo, siervos de SatanAs que se

disfrazaban de <servidores de la justicia> (2 Co 11:14-15). En breve, el contraste no

era entre ap6stoles que realizaban milagros y creyentes ordinarios que no podian

realizarlos, sino entre ap6stoles cristianos genuinos por medio de los cuales elEspiritu Santo obrab a e impostores que no eran cristianos y se decian apistoles a traves

de los cuales el Espiritu Santo no obraba para nada. Por consiguiente, aun si enten-

demos que (las marcas distintivas de un ap6stolo son los milagros, debemos reco-

nocer que los que usan este pasaje para argumentar que hoy ya no se realizan

milagros por medio de cistianos esten tomando la frase ulas marcas distintivas deun ap6stol> fuera de su contexto y usindola de una manera que no era la intenci6n

de Pablo. Pablo est6 distingui6ndose de los que no son cristianos, en tanto que

ellos usan el pasaje para distinguir a Pablo de otros cristianos.

Es m6s, un examen m6s cuidadoso de 2 Corintios 12:12 muestra que es muy du-

doso que la frase (marcas distintivas de un ap6stol> en este pasaje quiera decir sefla-

les milagrosas. En este mismo versiculo Pablo hace una distinci6n entre las <marcas

distintivas de un ap6stol> y los milagros, a los cuales llama <seffales, prodigios y mila-

gros), notando que los milagros se hacian junto con las seffales de un ap6stol: <Con

todo,lns sefiales de apostol,han sido hechas entre vosotros en toda paaencia, por sefia-

Ies, prodigios y milngros>.'u La irlcima frase: npor seflales, prodigios y milagros>, junta

tres t6rminos que denotan milagros, y por consiguiente se debe referir a milagros(note <seflales y prodigios> en Hch 4:30;5:12;1.4:3;15:12; Ro l5:19:'He2.4; et al.). Por

consiguiente, la frase (marcas distintivas de un ap6stob, se debe referir a algo dife-

rente, algo que iba <acompafiado por (hecho <poo) seflales y prodigios.

De hecho, aunque la palabra sefral en el griego (semeion) a menudo se referia a

milagros, tiene una variedad de significados mucho m6s amplia que simplemente

milagro: semeion simplemente quiere decir <algo que indica o se refiere a algo dife-

rente>." En 2 Corintios l2:l2las <seflaleso de un ap6stol se entienden mejor como

15Vea WalterJ. Chantry, Signs of the Apostles,2^ ed. (Edinburgh: Banner of Truth, 1976), esp. pP. 17-21; B.B.Warfield, CounterfeitMiracles; Norman Geisler, Signs andWonders (T1'ndale House, Wheaton, 1988).

16La gramltica del texto griego nos obliga a esta distinci6n, puesto que <las marcas distintivas esti en caso no-minativo, en tanto que nsefiales, prodigios y milagros esti en caso dativo, y por consiguiente, no puede ser sim-plemente una reafirmaci6n de <marcas de un ap6stob, en aposici6n a ella; en el griego los sustantivos en aposici6ndeben estar en el mismo caso. (La NVI ignora la gram6tica aqui y traduce las dos fiases como si estuvieran en apo-sici6n: La RVR y LBLA son m6s precisas).

17Se ha llamado osefralesn a muchas cosas no milagrosas. Por ejemplo, la escricura del pufro y lera de Pablo essu <seflal> (2Ts 3:17); la circuncisi6n es una <seflab de lajusticia imputada a Abraham (Ro 4:1 1); el beso deJudas esuna usefral> para los dirigentes judios (Mt 26:48)i el arco iris es una <seffab del pacto (Gn 9:12); comer el pan sin

380 17 : MILAGROS

todo lo que caracterizabala misi6n apost6lica de Pablo y que lo sefialaban como

un ap6stol verdadero." No necesitamos adivinar cuales eran estas sefiales, porque

en otros lugares de 2 Corintios Pablo nos dice lo que lo caracterizaba como un

ap6stol verdadero:

1. Poder espiritual en el conflicto con el mal (10:3-4,8-ll1, 13:2-4, l0).

2. Celoso inter6s por el bienestar de las iglesias (1 1:16).

3. Verdadero conocimiento deJesris y su plan evang6lico (11:6).

4. Sostenimiento propio (desprendimiento) ( 1 r : 7- 1 1 ).5. No aprovecharse de las iglesias; y no maltratar fisicamente a las personas(rr:2o-2r).6. Soportar sufrimiento y adversidad por Cristo (lll-23-29).

7. Haber sido arrebatado al cielo (12:l-6).

8. Contentamiento y fe para soportar una espina en el cuerpo (12:7-9).

9. Obtener fucrza en la debilidad (12:10).

El primer asunto podria haber incluido milagros, pero ciertamente ese no es el en-

foque primordial de su referencia a las <marcas distintivas de un verdadero ap6s-

tol)).

Otra evidencia de que <las sefiales de un ap6stol>> en 2 Corintios 12:12 fueron

todas estas cosas y no solo los milagros es el hecho de que Pablo dice: <Las seflales

de ap6stol han sido hechas entre vosotros en toda pa.cienciaD (RVR 1960). Ahora

bien, tendria escaso sentido decir que los milagros se realizaron (en toda pacien-

cia>, porque muchos milagros sucedieron r6pidamente, pero tendria mucho senti-

do decir que la paciencia de Pablo semejante a la de Cristo para soportar la

adversidad por amor a los corintios se ejerci6 (en toda paciencia>.

Debemos notar que en ninguna pafte en esta lista Pablo afirma que los mila-

gros demuestran su apostolado genuino. Es m5s, la mayoria de las cosas que men-

ciona no lo distinguian de otros verdaderos cristianos. Pero estas cosas si lo

levadura durante la Pascua cada afio es una <sefral" de la liberaci6n del Seior (Ex iJ:9): el cord6n de grana de

Rahab es una <sefral> que los espias 1e dijeron que colgara en su ventana (1 Clem. 12:7).l8Entre los comentaristas modemos sobre 2 Corintios he hallado s61o tres que entienden las usefiales de un

verdadero ap6stol> en zco t2:t2 como siendo los milagros: Colin Kruse, The Second Epistle ofPaul to the Coint-

hianr, TNTC (lnter-Varsity Press, Leicester y Eerdmans, Grand Rapids, 1987), p. 209i Jeaa Hering, The Second

Epistle of Sa.int Pdultothe Corinthians, trad. A. W. Heathcote y P.J. Allcock (Epworth, Londres, 1967),pp.95-96;y

Murray Harris, <2 Corinthians>, EBC 10:398, lo toman de esa manera, pero ninguno de ellos da ningin argumen-

to para sostener este punto de vista, y Harris nota que una noci6n altera fueron las vidas cambiadas de los corin-

tios y e1 cardcter de Pablo semejante a Cristo.Lamayoria de comentaristas entiende las usefiales de un verdadero ap6stob como teniendo un significado

mucho m6s amplio, incluyendo las cualidades de la vida de Pablo y el carlcter y resultados de su ministerio; vea

Philip E. Hughes,Paul's SecondEpistlrtothe Cointhiaru, NIC (Eerdmans, Grand Rapids,1962),pP.456-58 (siguien-

do a Cris6stomo y a Calvino); Ralph P. Martln,II Cointhiaru, WBC (Word, Waco, Tex., 1986), pp. 434-38 (con

consideraci6n extensa); Alfied Plummer, A Citical andExegetical Commentdry onthe SecondEpistle ofSt. Paulto the

Corinthians,Icc (T. & T. Clark, Edinburgh, Lg15),p.359; R. V. G. Tasker,2 Cointhiarc, TNTC (Tyndale Press,

Londres, 1958), p. 180; Charles Hodge, An Exposition of 1 and 2 Cointhians, (Sovereign Grace, Wilmington, Del.,

1922 [reimp.]), pp. 359-60;John Calvin,The SecondEpistle of Paulthe Apostle to the Cointhiaru . . . . trad. T. A. Smail,

ed. por D. W. Torrance y T. F. Tonance (Oliver and Boyd, Edinburgh: y Eerdmans, Grand Rapids, 1964), pp.

163-64;veatambi6nJ.B.Lightfoot,TheEpistleofst.PoultotheGabtians(Zondenan,GrandRapids,1957),p.99.Algunos de estos comentaristas entienden las <seflales de un verdadero ap6stol) como acompaflada por milagros

o incluy6ndolos, pero ninguno entiende 1a frase refiri6ndose primordial o exclusivamente a milagros.

17 : MILAGROS

distinguen de los siervos de Satan6s, ap6stoles falsos que no tenian nada de cristia-nos. La vida de estos no se caracterizaba por la humildad sino por el orgullo; no porel desprendimiento sino por el egoismo; no por la generosidad sino por la codicia;no por tratar de buscar el provecho de otros sino por aprovecharse de los dem6s,no por poder espiritual en la debilidad ffsica sino por la confianza en su fuerza natu-ral; no por soportar sufrimiento y adversidad sino por procurar su propia comodi-dady holganza.'" Cuando Pablo actuaba de una manera cristiana entre ellos, susacciones eran <sefiales> de que su afirmaci6n de ser ap6stol era una afirmaci6n ver-dadera; por tanto, estas cosas eran <sefiales de un ap6stol verdadero>. En este con-texto, las (sefiales) que caracterizaban a un verdadero ap6stol no tienen que ser lasseflales que mostraban una diferencia absoluta entre 6l y los dem6s cristianos, sinocosas que mostraban que su ministerio era genuino, no como los ministerios fal-sos. No les estA diciendo a los corintios c6mo distinguir entre un ap6stol y otroscristianos (hizo eso en 1 Co 9:l-2; l5l.7-ll; G6 1: 1, Il-24, mencionando haber vistoa Cristo resucitado y haber sido comisionado por Cristo como ap6stol), sino queles estA diciendo c6mo reconocer lo que era un ministerio genuino y aprobado porCristo.

qPor qu6 entonces aflade que todas estas sefiales de un verdadero ap6stol sercahzaron entre los corintios con <sefiales, prodigios y milagros>? Simplementeesta afiadiendo un factor adicional a todas las marcas anteriores de su apostoladogenuino. Los milagros, por supuesto, tuvieron una funci6n significativa al confir-mar la verdad del mensaje de Pablo, y Pablo aqui hace explicito lo que los corintiospodrian haber dado por sentado, o tal vez no, que estaba incluido en la frase (sefra-

les de un verdadero ap6stob; adem6s de todas estas otras sefiales de un verdaderoap6stol, su ministerio hacia demostraciones milagrosas del poder de Dios por. i 2 0lguar.

Hay, sin embargo, offa raz6n muy significatiya por la que los milagros no de-mostraban que alguien fuera ap6stol. En el contexto mayor del Nuevo Testamen-to es claro que otros que no eran ap6stoles tambi6n hicieron milagros, tales comopor ejemplo Esteban (Hch 5:8), Felipe (Hch 8:6-7), cristianos en varias iglesias deGalacia (Gi 3:5), y los que tenian dones de <milagros> en el cuerpo de Cristo en ge-neral (1 Co 12:10, 28). Los milagros como tales no se pueden considerar seflales ex-clusivas de un ap6stol. Es m6s a <los que hacen milagros> y a <los que sanan) enrealidad se les distingue de los <ap6stoles> en 1 Corintios 1,2:28: <En la iglesia Diosha puesto, en primer lugar, apostoles; en segundo lugar, profetas; en tercer lugar,maestros; luego los que hacen milagros; despu6s los que tienen dones para sanarenfermos. . . . ) .

l9Algunos int6rpretes han dado por sentado que los falsos ap6stoles estaban obrando milagros y aduciendo re-velaciones de Dios, asi que Pablo tendria que haber aducido milagros y revelaciones m6s grandes. Pero nada en 2Corintios dice que los falsos ap6stoles aducian milagros o revelaciones.

20El siguiente versiculo tambi6n da confimaci6n de esta interpretaci6n: Pablo dice: <iEn qu6 fueron ustedesbferiores a las dem5's iglesias? . . .> (2Co 12:13). E1 hecho de que a ellos no les faltaba nada en cuanto al cuidado yatenci6n de Pablo les demostraria que las <sefiales de un verdadero ap6stob, fueron realizadas entre ellos solo siestas <sefiales, incluian todo el ministerio de Pablo para ellos, pero no si las useflales de un verdadero ap6stol>,eran simplemente milagros.

381

III

382 17 : MILAGROS

Evidencia similar se ve en Marcos 16:17-18l. aunque hay serias dudas en cuantoa la autenticidad este pasaje como parte del Evangelio de Marcos," el texto contodo es muy antiguo" y por lo menos da testimonio de una hebra de tradici6n den-tro de la iglesia primitiva. Este texto informa queJesfs dijo;

Estas seffales acompafiarin a los que crean: en mi nombre expulsarAn demonios;hablarAn en nuevas lenguas; tomarin en sus manos serpientes; y cuando beban algovenenoso, no les hari dafio alguno; pondr5n las manos sobre los enfermos, y 6stosrecobrarin la salud.

Aqui tambi6n se da por sentado que el poder de obrar milagros es posesi6n co-mrin de los cristianos. Los que escribieron y pasaron esta tradici6n temprana, tra-dici6n que pensaban que representaba la genuina enseflanza deJesris, ciertamenteno sabian nada de que los milagros estuvieran limitados a los ap6stoles y susasociados m6s intimos."

Al argumento de que muchos otros criscianos en el Nuevo Testamento hicie-ron milagros a veces se responde que s6lo los ap6stolesylos que estudtronintimd-mente asocindos con ellos, o aquellos sobre quienes los ap6stoles impusieron lasmanos, podian hacer milagros.'o Sin embargo, esto en realidad prueba muy pocoporque la historia del Nuevo Testamento es el relato de 1o que fue hecho por me-dio de los ap6stoles y los intimamente asociados con ellos. Un argumento similarse podria hacer en cuanto a la evangelizaci6n o la fundaci6n de iglesias: <En el Nue-vo Testamento s6lo los ap6stoles o sus asociados intimos fundaron iglesias; porconsiguiente, nosotros no debemos fundar iglesias hoy>; o <En el Nuevo Testa-mento s6lo los ap6stoles o sus asociados intimos reallzaron la obra misionera enotros paises, por consiguiente no debemos hacer obra misionera en otros paiseshoy>. Estas analogias muestran lo inadecuado del argumento; el Nuevo Testa-mento primordialmente muestra c6mo la iglesia debeproctrar actuar, y no comono debe procurar actuar.

Pero si muchos otros cristianos en toda la iglesia del primer siglo hicieron mila-gros en el poder del Espiriru Santo, el poder de hacer milagros no puede ser una se-fial que hace distinci6n entre los ap6stoles y los dem6s cristianos.

3. La deffnici6n restrictiva de milagros que da Norman Geisler. Un intento mdsreciente de negar que los milagros ocurren hoy lo ha hecho Norman Geisler."Geisler tiene una definici6ndemilagro mucho mis restrictiva que la que se presen-ta en este capitulo, y usa esa definici6n para argumentar en contra de la posibilidadde milagros contemporeneos. Geisler dice que ulos milagros (1) siempre tienen

21La evidencia de manuscritos y consideraciones de estilo sugieren que estos versiculos no fueron parte origi-nal del Evangelio que Marcos escribi6. (Vea ia consideraci6n de variantes texftales en las pp. 98-99.)

22ConstaenvariosmanuscritosdeDiatessaron deTaciano(170d,C.)ylocitanlreneo(m.202d.C.)yTertulia-no (m.220 d.C.) .

z3Estoy agradecido a1 profesor Professor Harold Hoehner del Dallas Theological Seminary por sugerirme 1osargumentos que presento aqui respecto a 1 Co 12:28 yMr 16:17-18 (aunque 61 tal vez discrepe con mi conclusi6nen esta secci6n).

2aAsi Chantry, Stg?6, pp. 19-21.25Norman Geisler, Signs and Wonders. Su definici6n de milagros se hal1a enlas pp.28-32 y 149-55.

17 : MILAGROS 383

6xito, (2) son inmediatos, (3) no tienen recaidas, y (a) dan confirmaci6n del mensa-jero de Dios> (pp. 28-30). Halla respaldo para esta tesis principalmenre en el minis-terio deJesirs, pero cuando pasa mds all6 de la vida deJesirs e intenta mostrar queotros que tuvieron el poder de obrar milagros nunca tuvieron 6xito, su tesis es mu-cho menos convincente. Con respecto al muchacho endemoniado a quien los dis-cipulos no pudieron librar del demonio (Mt 17:14-21), Geisler dice que fue que <losdiscipulos se olvidaron por el momento de ejercer fielmente el poder queJesris yales habia dado> (p. 150). Pero 6ste argumento no persuade; Geisler dice que el po-der de obrar milagros ya habia tenido 6xito, y cuando la Biblia habla de alguien queno tuvo 6xito (y que contradice su tesis) simplemente dice que <se olvidaron>.

Jesris, sin embargo, da una raz6n dlferente: <Porque ustedes tienen tan poca fe)(Mt I7i20). La fe menor que tenian result6 en menor poder para obrar milagros.

Con respecto al hecho de que Pablo no pudo curar a Epafrodito (Flp 2:27),Geisler se ve obligado a hacer la dudosa afirmaci6n de que talyez Pablo nunca in-tent6 sanar a Epafrodito (aunque 6l habia ido a verlo en la c6rcel y se enferm6 tangravemente que casi se muere), o que <Pablo ya no tenia el don de sanidad en esemomento> (p. 1S0). Emplea la misma argumentaci6n para explicar el hecho deque Pablo dej6 a Tr6fimo enfermo en Mileto (ZTi a:20). En estas instancias Geislerva mes all6 de la usual afirmaci6n cesacionista de que los milagros terminaron conla muerte de los ap6stoles; y aduce que los milagros cesaron en la vida del m5sgrande ap6stol antes de su primer encarcelamiento de Roma. Esto es simplementeun argumento nada convincente respecto al ap6stol cuyo ministerio repetidamen-te se caracteriz6 por<poderosas seffales y milagros, por el poder del Espiricu deDios> (Ro L5:.19), y que pudo decir triunfalmente en su irltima epistola: <Hepeleado la buena batalla, he terminado la carrera, me he mantenido en la fe>

QT i a :7 ) .

La descripci6n que da Geisler de los milagros no encaja en el caso del ciego so-bre el cualJesfs puso las manos, porque al principio del hombre no veia claramen-te, sino que dijo que veia a los hombres y que (parecen 6rboles que caminan,).Despu6s de queJesirs le puso las manos encima por segunda vez, el hombre <co-menz6 a ver todo con claridad> (Mr 8:24-25). Geisler responde que fue la intenci6ndeJesris sanar en dos etapas, ensefiar a los discipulos usando una lecci6n objetivaen cuanto al crecimiento gradual en sus vidas espirituales (pp. t53-54). Aunque elpasaje no dice nada a este efecto, puede haber sido verdad, pero incluso asi eso nie-ga la tesis de Geisler, porque si fue la intenci6n deJesris sanar en dos etapas enton-ces, hoy podria ser su intenci6n sanar a las personas en dos etapas; o en tres, cuatroo mes etapas. Una vez que Geisler reconoce que puede haber sido la intenci6n deDios hacer milagros en etapas, a fin de lograr sus prop6sitos, toda su afirmaci6n deque los milagros deben ser inmediatos y completos se pierde."

En lugar de aceptar la definici6n de Geisler, parece ser mejor concluir que inclusolos que tienen los dones de Dios con la capacidad de reaLzar miTasros tal vez no pue-dan realizarlos cada vez que quieren, porque el Espiritu Santo continuamente este

26Geisler tambi6n tiene mucha dificultad para explicar Marcos 5:8 (en dondeJesfs les orden6 a los demoniosm6s de una vez que salgan) y Marcos 6:5 (en donde el pasaje dice queJesfs no pudo hacer ningrin milagro en Na-zaret debido a la incredulidad de los pobladores alli) (vea pp. 149, rsz).

384 17 : MILAGROS

reparti6ndolos a cada persona <segfn 611o determino (1 Co 12:11; la palabnrepar-

te en griego es un participio presente indica una actividad continua del Espiritu

Santo). Es m6s, parece no haber rcz6nparaexcluir (como evidentemente Geisler

quiere hacerlo) las respuestas inusuales o notorias a la oraci6n de la categoria de

(milagro), haciendo de este modo la definici6n extremadamente restrictiva. Si

Dios responde a la oraci6n persistente, por ejemplo, por una culaci6n ffsica Para la

cual no hay explicaci6n m6dica conocida, y 1o hace despu6s de varios meses o aflos

de oraci6n, pero lo hace de tal manera que parece ser muy claro que es en respues-

ta a la oraci6n para que las personas queden asombradas y glorifiquen a Dios, no

parece haber razbnpara negar que ha ocurrido un milagro solo porque las oracio-

nes anteriores no fueron contestadas de inmediato. Por riltimo, Geisler no recono-

ce que varios pasajes del Nuevo Testamento indican que los dones espirituales,

sean milagrosos o no milagrosos PoI naturaleza, pueden variar en fuetzao grados

de intensidad."

4. Hebreos 223-4. Otro pasaje que a veces se usa para respaldar la idea de que los

milagros estuvieron limitados a los ap6stoles y a sus asociados intimos es Hebreos

Z:Z-q. Alltelaator dice que la salvaci6n <fue anunciada primeramente por el Seflor,

y los que la oyeron nos la confirmaron. Alavez, Dios ratific6 su testimonio'" acer-

ta de ella con seflales, prodigios, diversos milagros y dones distribuidos por el

Espiritu Santo segirn su voluntad>.

Puesto que aqui se dice que los milagros llegaron por medio de los que oyeron

de primera mano al Sefior (<los que la oyeron>), se dice que no debemos esperar

que sean rcahzadoshoy por medio de otros que no fueron testigos oculares de la

ensefianza y ministerio del Sefior."

Pero este argumento tambi6n intenta extraer del pasaje m6s de 1o que este ali'

Primero, la frase <los que la oyeron, (Heb Z:f) ciertamente no este Lmitada a los

ap6stoles, porque muchos otros oyeron tambi6n a Jesris. Pero, m6s importante,

esta posici6n aduce algo que el texto no dice: el hecho de que (1) el mensaje del

evangelio fue confirmado por milagros cuando lo predicaron los que oyefon a

Jesirs no dice nada de (2) si seria confirmado por milagros cuando lo predicaran

o6os que no oyeron aJesirs. Finalmente, este pasaje dice que el mensaje fue con-

firmado no s61o por (seflales, plodigios, diversos milagros> sino tambi6n por (do-

nes distibuidos por eL Espiitu Santo>. Si alguien aduce que este pasaje limita los

milagros a los ap6stoles y sus compafleros, tambi6n debe aducir que los dones del

27Vea 1a consideraci6n en el capitulo 52, pp. 1078-80, mas adelante.28La traducci6n I(JV en ingi6s traduce: uDios tambi6n les dio testimonio, con sefiales y prodigios . . .> Esta ffa-

ducci6n sugiere que los milagros dieron tesdmonio a los que oyeron aJesris y predicaron al principio. Pero la pa-

labra na ellos, no aparece en el texto griego, y esta traducci6n no sigue ninguna de las versiones modemas.29Asi Chanrry, iigns of the Apostles, pp. 18-19: <Los milagros del Nuevo Testamento se ven en 1a misma Biblia

como el sello di Oios de aprobaci6n sobre los ap6stoles, que fue un registro inspirado de las cosas que ellos ha-

bian visto y oido mientras esfuvieron conJesris. El recuerdo de estas maravillas deberia profundizar nuesffo res-

peto por la autoridad de sus palabras e impulsamos a dades atenci6n m6s cuidadoso'

17 : MILAGROS 385

Espiritu Santo de igual manera estuvieron limitados a la iglesia del primer siglo.

Pero pocos argumentarian que no hay dones del Espiritu hoy.'"

5. Conclusi6n: iEstuvieron los milagros restringidos a los ap6stoles? Si el mi

nisterio en el poder y gloria del Espiritu Santo es caracteristica de la edad del nuevo

pacto (2 Co 3:1-4:18), nuestra expectaci6n deberia ser plecisamente lo opuesto:

esperariamos que la segunda, tercera y cualta generaci6n de cristianos que tam-

bi6n conocen a Cristo y el poder de su resurrecci6n (Flp 3:10), que esten siendo

continuamente llenos del Espiritu Santo (Ef 5:17), que participan en una guerfa

que no es de este mundo, sino que se realiza con armas que tienen poder divino

para destruir fortalezas (2Co 10.3-4), a los que no se les ha dado un espiritu de timi

dez sino ude poder, de amor y de dominio propio> (zTil:7), que son fuertes en el

Sefior y en el poder de su fuerza, y que se han puesto toda la armadura de Dios a fin

de poder resistir contra principados y potestades, y huestes espirituales de maldad

eniegiones celestiales (Ef 5:10-12), tambien tendrin la capacidad de ministrar el

evangelio no s6lo en verdad y amor sino tambi6n acompaflados de demostracio-

nes milaglosas del poder de Dios. Es dificil ver, de las p6ginas del Nuevo Testa-

mento, alguna ruz6npor la que s6lo la predicaci6n de los ap6stoles debe hacerse

(no con palabras sabias y elocuentes sino colt demostracion del poder del Espiitu,

pafa que la fe de ustedes no dependiera de la sabiduria humana sino del poder de

Dios> (1 Co 2:4-5).

Aunque en efecro parece haber habido una concentraci6n inusual de poder mi

lagroso en el ministerio de los ap6stoles, esto no es raz6n para pensal que habria

pocos o ningirn milagro despu6s de la muerte de ellos. M6s bien, los discipulos fue-

ion los dirigentes en una iglesia del nuevo pacto cuya vida y mensaje se caracteriz6

por el poder del Espiritu Santo que obraba de maneras milagrosas. Es m5s, ellos fi-

jaron un patr6n que la iglesia en toda su historia haria bien en tratar de imitar en su

propia vida, por cuanto Dios el Espiritu se complace en hacer milagros para la

edificaci6n de la iglesia.''

E. Milagros falsos

Los magos del fara6n pudieron hacer algunos milagros falsos (Ex 7:11,22;8:7),

aunque pronto tuvieron que reconocer que el poder de Dios era mayor (Ex 8:19).

El mago Sim6n de la ciudad de Samaria asombraba a la gente con sus artes megicas

(Hch 8:9-11), aunque los milagros que hizo Felipe fueron mucho mayores (Hch

8:13). En Filipos Pablo hall6 a una esclava (que tenia un espiritu de adivinaci6n.

Con sus poderes ganaba mucho dinero para sus amos) (Hch 16:16), pero Pablo re-

prendi6 al espiritu y sali6 de ella (Hch 15:13). Es mls, Pablo dice que cuando el

30Otro argumento que limita los milagros al primer siglo se basa en la afimaci6n de que algunos milagros, ta-

les como el Jon de proiecia, siempre da nueva revelaci6n de calidad biblica. Ese argumento se considera en deta-

lle enlos capitulos 52-53,m6s adelante Pp 1096-1100, 1107-203lSin emlargo, los cristianos deben usar mucha cautela y extremo cuidado para informar con precisi6n Ios mi-

lagros si ocurren. Mucho dafro se puede hacer al evangelio si los cristianos exageran o distorsionan, aunque sea en

pequeflos detalles, los hechos de una situaci6n en donde ha ocurrido un milagro. El poder del Espiritu Santo es

lrmde lo suficiente para obrar como 61 quiera, y nunca debemos nembellecer> los hechos reales de la situaci6n

s'i*plemert. para h"c.r qr. .oere incluso mis emocionante de 1o que en realidad fue. Dios hace exactamente lo

oue le comolace hacer en cada siruaci6n

386 17 : MILAGROS

hombre de pecado venga vendrS (con toda clase de milagros, sefiales y prodigios

falsos. Con toda perversidad engafiare a los que se pierdeD (zTs Z:9'lO), pero los

que los sigan si son engafiados 10 hacen (por haberse negado a amar la verdad y asi

ser salvos> (2 Ts 2:10). Esto indica que los que van a hacer milagros falsos al fin de

los tiempos pol el poder de Satan6s no dir6n la verdad sino que predicaren un

evangelio falso. Finalmente, Apocalipsis 13 indica que una segunda bestia surgiri

<de la tierro, que tiene <toda la autoridad de la primera bestio yhafi<grandes se-

fiales milagrosas, incluso la de hacer caer fuego del cielo a la tierra, a la vista de to-

dos. Con estas seflales que se le permiti6 hacer en presencia de la primera bestia,

engafi6 a los habitantes de la tierra, (Ap 13:11-14). Pero de nuevo' un falso evange-

lio acompafia estos milagros; este poder se ejerce en conexi6n con la plimera bes-

tia alaque <se le permiti6 hablar con arrogancia y proferir blasfemias '.. Abri6 la

boca para blasfemar contra Dios, para maldecir su nombre y su morada y a los que

viven en el cielo> (Ap 13:5-6).

Dos conclusiones son claras de este breve esfudio de los milagros falsos en la Bi-

blia: (1) Elpoder de Dios es mayor que elpoder de Satanas para hacef seflales milagro-

sas, y el pueblo de Dios triunfa en las conflontaciones de poder con los que obran

el mal En conexi6n con esto,Juan asegura a los creyentes que <el que este en uste-

des es mds poderoso que el que est5 en el mundo> (l Jn 4:4)." (2) La identidad de los

queobranmilagros falsossiempteseconoceporquenieganeLevdnge\o.Nohayninguna

indicacion enningunaparte delnBibka de quelos cristianos genuinos con elEspfitu San-

to en ellosharanfalsos milngros. De hecho, en una ciudad llena de idolatria y adora-

ci6n a demonios (vea 1 Co 10:20), Pablo pudo decir a los creyentes de Corinto,

muchos de los cuales habian salido de esa clase de trasfondo pagano, que @adie

que est6 hablando por el Espiritu de Dios puede maldecir aJesris; ni nadie puede

decir: 'Jesris

es el Seflor" sino por el Espiritu Santo> (l Co l2:3).Aqui les da la segu-

ridad de que los que hacen una profesi6n genuina de fe enJesirs como Sefior en

efecto tienen en ellos el Espiritu Santo. Es significativo que de inmediato pasa a

considerar los dones espirituales que posee <todo> verdadero creyent e (l Co l2:7).

Esto debe reaseguramos de que si vemos milagros que realizan los que hacen

una profesi6n genuina de fe (f Co Q:3), que creen en la encamaci6n y deidad de

Cristo (L Jn 4:2),y que muestran en sus vidas el fruto del Espiritu Santo y dan fruto

en su ministerio (Mt 7:2O; cf.Jn l5:5; Gi 5:22-23), no debemos sosPechar que son

falsos milagros, sino que debemos agradecer a Dios polque el Espiritu Santo est6

actuando, incluso en los que talvezno tienen exactamente las mismas conYiccio-

nes que nosotros en todo punto de doctrina." Ciertamente, si Dios esperara para

32Algpien pudiera objetar que la excepci6n a esto seria 1a visi6n del fin de los tiempos en Ap 13:7, en donde a la

bestia ole le permiti6 hacer la guerra a los sartos y vencerlos> (AP 13:7). Pero incluso aqui no hay indicaci6n de

que los podeies milagrosos de 1a bestia sean mis grandes que el poder del Espiritu Santo. Esto parece entenderse

-"jo. rt .o-o .onfi=ontaci6n de poder milagroso sino simplemente como una Persecuci6n de parte de una fuer-

," -ilir"., po.qrre leemos mis adilante que nlas almas de los que habian sido decapitados por causa del testimo-

nio deJesrii y por la palabra de Dios. No habian adorado a la bestia ni a su imagen, ni se habian dejado poner su

marca en la fiente ni en la mano> (Ap 20:4).33El hecho de que los que invocan el nombre de Cristo puedan profetizary echar fuera demonios y hacer <mu-

chos milagros> erisu nombre (Mt 7:21-23) no contradice esto, porque 6stos o no cristianos;Jesfs 1es dice: <<Jamls

los conocil 1Al6jense de mi, hacedores de maldad!, (Mt7:23). Aunque es posible que estos son falsos milagros

17 : MILAGROS 387

hacer milagros s6lo por medio de los que fueran perfectos tanto en doctrina comoen conducta de vida, no se realizaria ningirn milagro hasta que Cristo vuelva.

F. iDeben los cristianos buscar milagros hoy?

Es una cosa deck que los milagros pueden ocurrir hoy. Es otra muy diferentepedir milagros a Dios. aEsti bien, entonces, que los cristianos le pidan a Dios quehaga milagros?

La respuesta depende del prop6sito con que se busca milagros. Ciertamenteest6 mal buscar poder milagroso para promover el poder o la fama de uno, comolo busc6 Sim6n el mago; Pedro le dijo: <No eres integro delante de Dios. Por eso,arrepi6ntete de tu maldad y ruega al Seflor. Talvez te perdone el haber tenido esamala intenci6n> (Hch 8:2I-22).

Tambi6n est5 malbuscar milagros simplemente para diversi6n, como Herodeslos busc6; <Al ver aJesirs, Herodes se puso muy contento; hacia tiempo que queriaverlo por lo que oia acerca de 61, y esperaba presenciar algirn milagro que hiciera

Jesfs> (Lc23:8). PeroJesirs ni siquiera respondi6 a las preguntas de Herodes.

Tambi6n es malo que los incr6dulos esc6pticos corran tras los milagros solopara hallar base para criticar a los que predican el evangelio:

Los fariseos y los saduceos se acercaron aJesris y, para ponerlo a prueba, le pidieronque les mostrara una seffal del cielo. El les contest6: ... Esta generaci6n malvada yadriltera busca una sefial milagrosa, pero no se le dard m6s seflal que la de Jon6s>(Mt 16:1-4).

Este regafio en contra de buscar seflales se repite en otras partes en los Evange-lios, pero es importante notar que los reproches contra los que buscan seffalessiempre se dirigen contra incr6dulos hostiles van tras los milagro s6lo para criticaraJesris.'oJesris nunca reprende a nadie que viene en fe, o en necesidad, buscandocura, liberaci6n o algrin otro tipo de milagro, sea para si mismo o para otros.

qQu6 diremos, entonces, en cuanto a I Corintios I:22-24, donde Pablo dice:<Los judios piden sefrales milagrosas y los gentiles buscan sabiduria, mientras que

obrados por el poder dem6nico, parece ser m6s probable que son operaciones de la gracia comrin (vea capitulo3r) que Dios obr6 por medio de no cristianos, similar a la eficacia del evangelio que Dios a veces permite cuando1o predican los que tienen motivos impuros y no conocen a Cristo de coraz6n (cf. F1 1:r5-r8).

34El hecho de que Jesris s6lo reprende a los no creyentes hostiles que buscan milagros sorprendentementenunca 1o menciona D. A. Carson, <The Purpose of Signs and Wonders in the New TestamenD, en M. Horton,ed., Power Religiorl, pp. 89-118, oJames M. Boice, <A Better Way: The Power of Word and Spirit>, enPower ReLi-gxon, pp.1 19-36. Ambos articulos usan la reprensi6n deJesris como medio de desalentar a los creyentes en cuantoa buscar milagros hoy, pero para hacer esto deben aplicar la afirmaci6n deJesris de una manera que nojustifica elcontexto del Nuevo Testamento. (Vea esp. Boice, p. 126, que cita con aprobaci6n una afirmaci6n deJohn Wood-house, <A desire for further signs and wonders is sinful and unbelieving'.)

La afirmaci6n explicita de la intenci6n de <probarle> tambi6n se halla en Mc 8:1 1 y Lc 1 1:16, contextos parale-los en donde Jesris reprende a una generaci6n penersa por buscar de 6l una seflal. El rinico otro contexto endonde aparece una reprensi6n, Mt 12:38-42, no incluye una afirmaci6n explicita de intenci6n de probarle, peroJe-sris claramente estd respondiendo a los <escribas y fariseos> (v. 38), y el incidente viene despu6s de Mt 12:14, endonde los fariseos (salieron y tramaban c6mo matar aJesris> y Mt 12:24, en dondelos fariseos dicen: nEste no ex-pulsa a los demonios sino por me&o de Beelzebi, principe de los demonios>.

38s 17 : MILAGROS

nosotros predicamos a Cristo crucificado. Este mensaje es motivo de tropiezo para

los judios, y es locura para los gentiles, pero para los que Dios ha llamado, lo mis-

mo judios que gentiles, Cristo es el poder de Dios y la sabiduria de Dios>? lQuiere

decir Pablo que 6l no hizo milagros (<sefiales>) en Corinto, y tal vez tampoco en su

obra evangelizadora en general?

Aqui Pablo no puede estar negando que realiz6 milagros en conexi6n con la

proclamaci6n del evangelio. De hecho, en Romanos 15:18-19, pasaje que escribi6

mientras estaba en Corinto diio:

No me atrever6 a hablar de nada sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mi

para que los gentiles lleguen a obedecer a Dios. Lo ha hecho con palabras y obras,

mediante poderosas sefiales y milagros, por el poder del Espiritu de Dios. Asi que,

habiendo comenzado enJerusal6n, he completado la proclamaci6n del evangelio

de Cristo por todas partes, hasta la regi6n de Iliria.

Y 2 Corintioslz'.lzafirma claramente que Pablo en efecto hizo <sefiales, prodi-

gios y milagros> entre ellos.- Asi que 1 Corintios l:22-24 no puede querer decir que Pablo estaba negando la

vahdez dela sabiduria nila validez delas sefialu, porque por medio de Cristo 6l

hizo sefiales y ensefi6 sabiduria. M6s bien, aqui est6 diciendo que las sefiales y la sa-

biduria en si mismas no salvan a nadie, pero el evangelio si salva a las personas. Las

sefiales y la sabiduria que judios y griegos buscaban no eran las seflales y sabiduria

de Cristo, sino simplemente seflales para entretener o atizar su hostilidady escepti-

cismo, y sabiduria que era sabiduria del mundo antes que sabiduria de Dios.

No hay nada inapropiado en buscar milagros con los plop6sitos apropiados

para los cuales los da Dios: para confirmar la veracidad del mensaje del evangelio,

para ayrdar a los necesitados, para eliminar estorbos en los ministerios de las per-

rot"t y p"." dar gloria a Dios (vea la Secci6n C). En los Evangelios muchos fueron

aJesirs buscando milagros, y 61 1o san6 con estos prop6sitos. Es mis, cuando envi6

a sus discipulos a predicar que el reino de los cielos se habia acercado, les dijo: <Sa-

nen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien de su enfermedad a los que

tienen lepra, expulsen a los demonios> (Mt 10:7-8). aC6mo podian ellos hacer esto

sin buscar a Dios para hacer milagros dondequiera que iban? El mandamiento de

Jesris requeria que procuraran que sucedieran milagros.

Oespu6s de Pentecost6s, la iglesia primitiva o16 por intrepidezparupredicar el

evangelio y pidi6 que Dios les concediera milagros que acompaflaran a su predica-

ci6n. Clamaron a Dios:

Ahora, Sefior, toma en cuenta sus amenazas y concede a tus siervos el proclamar tu

palabrasintemoralguno.Poreso, extiendetumanoparasanaryhacersefialesyprodi-

gios mediante el nombre de tu santo siervo Jesris (Hch 4:29-30).

Lejos de enseflar que no debemos pedirle a Dios milagros, este ejemplo de la

iglesia primitiva como que nos estimula a pedirlos. De modo similar, los discipulos

ai lia" enviaron a buscar a Pedro para que fuera a oral por Tabita despu6s de que

esta muri6, con lo que buscaban una intervenci6n milagrosa de Dios (Hch 9:38). Y

17 : MILAGROS

Santiago dirige a los ancianos de la iglesia a orar y buscar la curaci6n de los enfer-

mos (Stg 5:14). Por supuesto, no debemos dar por sentado que una respuesta ob-

viamente milagrosa a la oraci6n es mejor que la que resulta por medios ordinarios(tal como ayuda m6dica en una enfermedad), y tambi6n debemos darnos cuenta

de que pedirle a Dios por una necesidad en particular no garantizaque la oraci6n

recibiri respuesta. Por otro lado, nuestra fe en que Dios obra de manera poderosa

e incluso milagrosa puede ser demasiado pequefia. Debemos precavernos para no

dejarnos infectar por una cosmovisi6n secular que da por sentado que Dios res-

ponde a la oraci6n s6lo muy raravez, si acaso. Y por cierto no debemos aYergon-

zamos de hablar de los milagros si ocurren, ini pensar que una respuesta a la

oraci6n que no es milagrosa es mejor! Los milagros son obra de Dios, y 6l los reali-

za para glorificarse y fortalecer nuestra fe. Cuando encontramos necesidades se-

rias en la vida de las personas hoy, est6 bien que busquemos en Dios una respuesta,

y cuando una intervenci6n milagrosaparezca necesaria, debemos pedirle a Dios

que si es su voluntad obre de esa manera.r'Esto parece ser especialmente apropia-

do cuando nuestra motivaci6n es una compasi6n como la de Cristo por los necesi-

tados y un ardiente deseo de ver el avance del reino de Cristo y que su nombre sea

glorificado.

PREGUNTAS PARA APLICACION PBRSONAT

1. Cuando usted abraz6 Ia fe en Cristo, iejercieron los relatos de milagros en la

Biblia alguna influencia (negativa o positiva) en su creencia en el mensaje de

la Biblia?

2. Antes de leer este capitulo, thabia pensado usted de la iglesia de tiempos del

Nuevo Testamento que era una iglesia con milagros frecuentes? lHa pensa-

do usted de la iglesia contemporenea que es una iglesia con milagros fre-

cuentes? Despu6s de leer este capitulo, qde qu6 manera ha cambiado su

posici6n, si es que ha cambiado?

3. Si usted piensa que los milagros deben ser la caracteristica de la iglesia hasta

que Cristo vuelva, entonces ipor qu6 no hemos visto muchos milagros en

muchos puntos en la historia de la iglesia, y por qu6 no vemos muchos mila-

gros en grandes secciones de la iglesia cristiana hoy?

4. Si usted sostiene una posici6n (cesacionistar, iqu6 clases de respuestas poco

comunes a la oraci6n pensaria usted que todavia son posibles hoy? (Por

ejemplo, oraci6n por salud fisica, liberaci6n de peligro, victoria sobre ata-

ques demoniacos mediante la oraci6n y reprensi6n verbal de un espiritu

malo, o comprensi6n sribita e inusual de un pasaje de la Biblia, o de las cir-

cunstancias de la vida de alguien.) lC6mo haria distinci6n entre estas cosas

351ohn Walvoord, anteriormente presidente del Dallas Theological Seminary, entiende que el don de milagros

es nel poder de realizar milagros a voluntad en el nombre de Cristo>. Por consiguiente, sostiene que el don de mi

lagros ha cesado. Pero con todo aduce que podemos orar por milagros hoy: oEl cristiano todavia puede apelar a

Dios para que haga maravillas, y Dios en efecto respecto de la oraci6n. Dios todavia puede sanar e incluso revivifi-

car a los muertos, si asi lo desea, pero estos milagros son soberanos e individuales. . . . En tanto que, por consi

guiente, el don de milagros no es parte del programa presente de Dios, hay que afirmar el poder de Dios para

realizar milagros> (The HoLy Spint [Van Kampen, Wheaton, lll., 1954], PP. i79-80).

389

390 17 : MILAGROS

que tal vez podria pensar hoy y los <milagros> segfn la definici6n que se daen este capitulo? (Talvez usted quiera tambi6n argumentar Por una defini-ci6n diferente de <milagro>.)

5. qTienen los milagros que ser grandes y udestacados> (tal como resucitar alos muertos o sanar a un ciego de nacimiento) para lograr prop6sitos titilesen la iglesia hoy? qQu6 clase de milagros (en pequefia escala> tambi6n pudie-ranalcanzar algunos de los prop6sitos de los milagros que se mencionan eneste capitulo? aHa sabido usted de alguna respuesta a la oraci6n en su propiaiglesia (o en su propia vida) que usted caractenzana como <milagrosa) se-grin la definici6n que da al principio de este capitulo?

6. lLe gustaria ver mes poder milagroso del Espiriru Santo (o mes respuestasinusuales a la oraci6n) en su propia iglesia hoy, o no? Si ocurrieran mes mila-gros, gcuiles pudieran ser los peligros? aCuiles pudieran ser los beneficios?

rERunqOS ESPECIALES

cesacionista obra poderosa

ley natural prodigio

marcas de un verdadero ap6stol sefial

milagro

BIBLIOGRAFiA

(Para una explicaci6n de esta bibliograffa vea la nota sobre la bibliograffa en el capinrlo1, p. 40. Datos bibliogrificos completos se pueden encontrar en las p6ginas 1298-1307 .)

Secciones en Teologias Sistemiticas Evang6licas

1. Anglicana (episcopal)

l88z-92 Litton (ningunaconsideraci6noiPlicita)

2. Arminiana (wesleyana o metodista)

1875-76 Pope,l:63-76

1940 Wiley, l:149, 150, I53, 154

1983- Cottrell. 2:229-604

3. Bautista1907 Strong, ll7-33

l9L7 Mullins, 172,193

1983-85 Erickson.406-10

1987-94 Lewis/Demarest. 1:100-109, 115-18

4. Dispensacional1947 Chafer, T:239

1949 Thiessen, 11-13

1986 Ryrie, 350-51 , 372-73

5. Luteranal9I7-24 Pieper, l:459-60

1934 Mueller. 174

17 : MILAGROS

Reformada (o presbiteriana)

1559 Calvin, 1:14-18, 85-88;2:1453-1455, 1465-67 (PA3;

1 .8 .5 -8 ; 4 .19 .6 , 18 )

1861 HePPe, 263'65

I87I-73 Hodge, 1:617'36

1887-192r Warfield, SSW 2:167-205

1889 Shedd, r:533-46

1937-66 MurraY, CW 3:2lO-14

1938 Berkhof, 176-78

1962 Buswell, l:176-83

Renovada (o carismitica/pentecostal)

t988'92 Will iams,l:141-68

391

Secciones en Teologias Sistemiticas Cat6licas Romanas Representativas

1. Cat6lica Romana: tradicional

lg55 Ott (ninguna consideraci6n explicita)

2. Cat6lica Romana: Post Vaticano II

1980 McBrien, 1':325'28

Otras obras

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PASAJE BiBLICO PARA MEMORIZAR

Hebreos 223-42 iComo escaparemos nosotros si descuidamos uno salvaciin tan grdnile?Esta salvaci|nfue aru,tnctadaprimeramentepor el Sefior, ylos queln oynonnoslaconfir-maron. ALa vez, Dios ratifc6 su testimonio acsrca de ella con seftales, prodigios, diversosmilngros y dones distribuidos por elEspiritu Santo segun suvoluntad.

HIMNO

<Castillo fuerte es nuestro Dios)

Castillo fuerte es nuestro Dios, Defensa y buen escudo;Con su poder nos librar6 en todo trance agudo.Con furia y con af6n ac6sanos Satdn:Por armas deja ver astucia y gran poder;Cual 6l no hav en la tierra.

Nuestro valor es nada aqui, Con 6l todo es perdido;Mas por nosotos luchar6 De Dios el Escogido.Es nuestro ReyJesris, El que venci6 en la cruz,Seflor y Salvador, Y siendo el solo Dios,El triunfa en la batalla.

Y si demonios mil est6n Prontos a devoramos,No temeremos, porque Dios Sabr6 como ampararnos.

iQue muestre su vigor Satin, y su furor!Dafiamos no podr6, pues condenado es yaPor la Palabra Santa.

l ,

17 : MILAGROS 3e3

Esa palabra del Sefior, Que el mundo no apetece,Por el Espiritu de Dios Muy firme peffn€rnece.Nos pueden despojar De bienes, nombre, hogar,El cuerpo destnrir, Mas siempre ha de existirDe Dios el Reino etemo.

AUTOR: MARTIN LUTERO, TRAD.J. B. CABRERAffOMADO DELHIMNARIO BAUTISTA, # 26)

Capitulo 18

Oraci6nlPor qut Dios quiere que oremos?;C6mo podemos orar eficazmente?

ExPLIcACI6N Y BASE niertca

El caricter de Dios y su relaci6n con el mundo, segtn se ha discutido en capiru-

los previos, conduce naturalmente a una consideraci6n de la doctrina de la ora-

ci6n. La oraci6n se puede definir como sigue: La oraci6n es comunicaci6n personal

con Dios.Esta definici6n es muy amplia. Lo que podemos llamar <oraci6n> incluye ora-

ciones de petici6n por nosotros mismos y por otros (a veces llamadas oraciones de

petici6n o intercesi6n), confesi6n de pecado, adoraci6n' alabanzay acci6n de gra-

cias, y tambi6n comunicaciones de Dios para indicarnos su respuesta.

A. gPor qu6 Dios quiere que oremos?

La oraci6n no est6 hecha para que Dios pueda enterarse de lo que necesitamos,

porqueJesirs nos dice: <Su Padre sabe 1o que ustedes necesitan antes de que se lo pi

d"tr" 1Ut 6:8). Dios quiere que olemos porque la oraci6n expresa nuestra confian-

za en Dios y es un medio por el cual nuestra confranza en 61 puede aumentar. De

hecho, talvez el 6nfasis primordial de la ensefianza de la Biblia sobre la oraci6n es

que debemos orar con fe, 1o que quiere decir confianza o dependencia en Dios.

Dios, como nuestro Creador, se deleita en que confiemos en 6l c6mo sus criaturas,

porque una actitud de dependencia es la m6s apropiadaparalas relaciones entre el-C.."dot

y la criarura. Orar en humilde dependencia tambi6n indica que estamos

genuinamente convencidos de la sabiduria, amor, bondad y poder de Dios, y cier-

i"-.rrt" de todos los atributos que forman su excelente car6cter. Cuando oramos

verdaderamente, como personas, en la totalidad de nuestro car6cter, nos relacio-

namos a Dios como persona, en la totalidad de su car6cter. Por tanto, todo lo que

pensamos o sentimos en cuanto a Dios se vuelve expresi6n en nuestra oraci6n. Es

solo natural que Dios se deleite en tal actividad y ponga tanto 6nfasis en ella en su

relaci6n con nosotros.

Las primeras palabras del Padre Nuestro: <Padre nuestro que estes en el cielo>

(Mt 6:9), reconocen nuestra dependencia en Dios como Padre amante y sabio, y

tambi6n reconoce que 61 1o gobierna todo desde su trono celestial. La Biblia mu-

chas veces enfatizala necesidad que tenemos de confiar en Dios al orar. Por ejem-

plo,Jesirs compara nuestra oraci6n con un hijo que pide a su padre un pescado o

un huevo (Lc ll:9-12)y luego concluye: (Pues si ustedes, aun siendo malos, saben

dar cosas buenas a sus hijos, icuento m6s el Padre celestial dari el Espiritu Santo a

394

ls : ORACION 39t

quienes se lo pidanl> (Lc 1 1: 13). Asi como los hijos esperan que sus padres provean

para ellos, Dios espera que miremos a 6l en oraci6n. Puesto que Dios es nuestro

Padre, debemos pedirle con fe. Jesris dice: <Si ustedes creen, recibir6n todo lo que

pidan en oraci6n> (Mt2li2z; cf. Mr 11:24; Stg 1:6-8; 5:14-15).

Pero Dios no s6lo quiere que confiemos en 61. Tambi6n quiere que le amemos

y tengamos comuni6n con 61. Esto, entonces, es una segunda taz6npor la que

Dios quiere que oremos: la oraci6n nos lleva a una comuni6n mis honda con Dios,

y a 6l le encanta y se deleita en nuestra comuni6n con 61.

Una tercera raz6nporlaque Dios quiere que oremos es que en la oraci6n Dios

nos permite, como criaturas, participar en actividades que son de importancia

eterna. Cuando oramos, la obra del reino ayanza. De esta manera, la oraci6n nos

da la oportunidad de intervenir de una manera significativa en la obra del reino, y

asi dar expresi6n a nuestra grandeza como criaturas hechas a imagen de Dios.

B. La eficacia de la oraci6n

lC6mo funciona la oraci6n? qAcaso la oraci6n no solamente nos hace bien sino

que tambi6n afecta a Dios y al mundo?

1. La oraci6n cambia la manera en que Dios actfa. Santiago nos dice: <No tie-

nen, porque no piden> (Stg 4:2). El implica que el no pedir nos priva de lo que Dios

nos daria si lo hacemos. Oramos, y Dios responde.Jesirs tambi6n dice: <Pidan, y se

les dar6; busquen, y encontrar6n; llamen, y se les abrirA la puerta. Porque todo el

que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre> (Lc 11:9-10).Je-

sirs hace una conexi6n clara entre buscar cosas de Dios y recibirlas. Cuando pedi-

mos, Dios responde.

Vemos c6mo esto sucede muchas veces en el Antiguo Testamento. El Sefior le

declara a Mois6s que va a destruir al pueblo de Israel por su pecado (Ex 32:9-lo):<Mois6s intent6 apaciguar al SeltoR su Dios, y le suplic6:

"SsNIoR, ... lCalma ya tu

enojol 1Apllcate y no traigas sobre tu pueblo esa desgracia!"> (Ex 32:ll-12). Des-

pu6s leemos: <Entonces el SsNon se calm6 y desisti6 de hacerle a su pueblo el

daflo que le habia sentenciado> (Ex32:14). Cuando Dios amenazaconcastigar a su

pueblo por su pecado declara: <Si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y

ora, y mebuscay abandona su mala conducta, yo Io escuchare desde el cielo, perdona-

16 su pecado y restaurar6 su tierraD (2 Cr 7:14). Cuando el pueblo de Dios ora (con

humildad y arrepentimiento), entonces 6l oye y perdona. Las oraciones de su pue-

blo claramente afectan c6mo actfa Dios. De modo similar, <si confesamos nues-

tros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonar6 y nos limpiar6 de toda

maldad, (1 Jn 1:9). Nosotros confesamos, y entonces 6l perdona.'

Si estuvi6ramos realmente convencidos de que la oraci6n cambia la manera en

que Dios actfa, y que Dios en efecto produce cambios asombrosos en el mundo en

respuesta a la oraci6n, como la Biblia repetidamente ensefla que lo hace, oraria-

mos mucho m6s de 1o que oramos. Si oramos poco es probablemente porque en

realidad no creemos que la oraci6n logre gran cosa.

lOtros ejemplos de Dios contestando la oraci6n en 1a Biblia son muy numerosos para comentados (Gn

18:22-33 : 32t26', Dn 1 0: 12; Am 7 :l-6; Hch 4:29 -3 I ; 10:3 1 ; 12:5-1 1 ; et al.).

396 rA : ORACION

Z.Laoraci6n eficaz es posible gracias a nuestro Mediador,Jesucristo. Debido a

que Somos pecadores y Dios eS santo, no tenemos derecho a entrar a su presencia.

Necesitamos un mediador que intervenga entre nosotros y Dios, y que nos lleve a

la presencia de Dios. La Biblia ensefla claramente: <Porque hay un solo Dios y un

solo mediador entre Dios y los hombres,Jesucfisto hombro (1 Ti 2:5).

Pero siJesris es el irnico mediador entre Dios y el hombre, loye Dios las oracio-

nes de los que no confian enJesirs? La respuesta depende de 1o que queremos decir

por <oye>. Puesto que Dios es omnisciente, 6l siempre (oye) en el sentido de que

iiene conocimiento de las oraciones que hacen los inconversos que no acuden a 6l

a traves de Cristo. Dios puede incluso, de tiempo en tiempo, contestar sus oracio-

nes debido a su misericordia y en un deseo de llevarlos a la salvaci6n en Cristo. Sin

embargo, en ninguna parte Dios ha prometido responder a las oraciones de los

que no creen. Las irnicas oraciones que ha prometido <oir> en el sentido de escu-

Ch"t.otr.ttt oido compasivo y responderlas cuando son hechas conforme a su vo-

luntad, son las oraciones que los cristianos elevan a trav6s del irnico mediador:

Jesucristo (cf. Jn 1a:6).

Entonces, iqu6 de los creyentes del Antiguo Testamento? lC6mo pudieron

ellos acudir a Dios a trav6s deJesirs el mediador? La respuesta es que la obra deJe-

sirs como nuestro mediador estaba prefigurada en el sistema de sacrificios y ofren-

das que los sacerdotes hacian en el templo (Heb 7:23-28; 8:1-6; 9:l-14; et al.). No

habia ningrin m6rito salvador inherente en ese sistema de sacrificios (Heb f O:t-+); sin

embargo, mediante el sistema de sacrificios Dios aceptaba a los creyentes en base a

la obra futura de Cristo que estaba prefigurada por ese sistema (Ro 3:23-26).

La actividad de Jesris como mediador se ve especialmente en su obra como

Sacerdote: 6l es nuestro (gran sumo sacerdote que ha atravesado los cielos>, que

<ha sido tentado en todo de la misma manera que nosotros, aunque sin pecado>

(Heb 4:14-15).Como receptores del nuevo pacto, no necesitamos quedarnos <fuera del tem-

plor, como todos los creyentes excepto los sacerdotes debian hacerlo bajo el viejo

p".to. Tampoco renemos que quedarnos fuera del <Lugar Santisimo> (Heb 9:3), el

sal6n interior del templo en donde Dios mismo estaba en el trono sobre el arca del

pacto y adonde solamente el sumo sacerdote podia entrar, y 6l solamente una vez

I "no. Pero ahora, desde que Cristo ha muerto como nuestro Sumo Sacerdote

mediador (Heb z:ze-zz), 61ha adquirido para nosotros plena seguridad y acceso a

la misma presencia de Dios. Por consiguiente <tenemos libertad para enttar enlos

Iugares saitospor la sangre deJesirs> (Heb tO: tl, traducci6n literal del autor), es de-

cir, en el Lugar Santo y en el Lugar Santisimo, lla misma presencia de Dios! Entra-

mos (por el camino nuevo y vivo> (Heb 10:20) que Cristo abri6 para nosotros' El

"otorb. Hebreos concluye que puesto que estas cosas son verdad, utenemos ade-

mis un gran sacerdote al frente de la familia de Dios, acerqu6monos, pues, a Dios

con coraz6n sincero y con la plena seguridad que da la fen (Heb 10:21-22). Asi que

la obra mediadora de Cristo nos da confranzapara acercarnos a Dios en oraci6n.

No venimos a la presencia de Dios simplemente como extrafios, ni como visi-

tantes, ni como laicos, sino como sacerdotes; como personas que pertenecen al

templo y tienen derecho e incluso el deber de estar en los lugares m5s sagrados del

,"-ilo.'Ur"ndo im6genes de la ceremonia de ordenaci6n de sacerdotes (vea 6x

1s : ORACION 397

2g:4,21),el autor de Hebreos presenta a todos los creyentes como ordenados para

ser sacerdotes para Dios y por consiguiente capaces de entraf a su presencia' por-

que dice que nos "..r."-o, <<con coraz6n sincero y con la plena seguridad que da

la fe, interiormente purificados de una conciencia culpable y exteriormente lava-

dos con agua purD (Heb LO:ZZ; cf. tP Z:O1.lTiene sentido todo esto para el cristia-

no modemo? Nadie hoy va aJerusal6n para entrar en el templo y alli <acercarse> a

Dios. Aunque fu6ramos a Jerusal6n, no hallariamos ningrin templo levantado,

puesto que quedo destruido en el afio 70 d.C' 1Qu6, entonces, quiere decir el autor

ie Hebreos iuando dice que entramos en el <Lugar Santisimo>? Est6 hablando de

una realidad en el 6mbitoespiritual invisible: con Cristo como nuestro mediador,

entramos no al templo terrenal deJerusal6n, sino al verdadero santuario, al <cielo

mismo>, adonde Cristo ha ido <para pfesentarse ahora ante Dios en favor nuestron

(Heb 9:2\.

3. iQu6 es orar <en el nombre deJesris>?Jesirs dice: <cualquier cosa que ustedes

pidi enminombre,yo la har6; asi ser6 glorificado el Padre en el Hijo. Lo que pidan

in mi nombre, yo lo har6, (Jn 14:13-14). Tambi6n dice que 6l escogi6 a sus discipu-

los, y que uel Padre les dar6 todo lo que le pidanenminombtet (Jn 15:16). De modo

similar, dice: <Ciertamente les aseguro que mi Padre les darA todo lo que le pidan

en mi nombre. Hasra ahora no han pedido nada en mi nombre. Pidan y recibir6n,

para que su alegria sea completa> Qn16:23-24; cf .Ef 5:20). Pero, iqu6 significa esto?

claramente esto no significa simplemente afiadir la frase uen el nombre deJe-

sirs> despu6s de cada oraci6n, porqueJesirs no dijo: <Si piden algo y afiaden las pa-

labras "en el nombre de Jesris" despu6s de su oraci6n, yo lo har6>. Jesirs no este

hablando de afiadir ciertas palabras como si fueran una especie de formula m6$ca

que imprimiria poder a nuestras oraciones. En verdad, ninguna de las oraciones

anotadas en la Biblia tiene la frase <en el nombre de Jesils' al final (vea Mt 6:9-13;

Hch tzq-zs; 4:24-30;" 7:59;9:13'14; 10:14; Ap 6:10; 22:20).

Acercarse en el nombre de alguien quiere decir que otra persona nos ha autori-

zado paraacercarse en base a su autoridad, y no en la nuestra. Cuando Pedro le or-

dena "l cojo: <En el nombre deJesucristo de Nazaret, llevintate y anda!> (Hch 3:6),

est6 hablando en la autoridad deJesirs, y no en la suya propia. cuando el sanedrin

les pregunt6 a los discipulos: <qCon qu6 poder, o en nomble de qui6n, hicieron us-

tedes e-stol, (Hch 4i7), esdn pfeguntindoles: (tPor autoridad de qui6n hicieron

esto?) Cuando Pablo reprendi6 a un espiritu inmundo nen el nombre deJesucris-

to> (Hch 16:18), deja bien claro que est6 haci6ndolo con la autoridad deJesris, y no

la suya propia. Cuando Pablo pronuncia juicio uen el nombre de nuestro SeflorJe-

sirsu 1f bo S:a) sobre el miembro de la iglesia que es culpable de inmoralidad, est6

actuando con la autoridad del SefiorJesirs. Orar en elnombre deJesus, por consiguien-

rc, es La oraci|n que s e hace p or autoizact|n de J esus'

En un sentido mAs amplio el nnombreo de una persona en el mundo antiguo re-

presentaba a la persona misma ], por consiguiente, todo su car6cter. Tener un

2En Hechos 4:30 la frase: nmediante el nombre de tu santo siervoJesfs>, que aparece al ffnal de Ia oraci6n, mo-

diffca la clausula principal inmediatamente precedente: <para sanar y hacer seflales y ptodigios> No es una afir-

maci6n general en cuanto a la manera en que se hace toda la oraci6n

398 18 : ORACION

<buen nombro (Pr 22:I; Ec 7:I) era tener una buena reputaci6n. Por tanto, el

nombre de Jesirs representa todo 1o que 6l es, su car6cter total. Esto quiere decir

que orar uen el nombre de Jesirs> no es s6lo orar en su autoridad, sino tambitn

orar de una muneTa que concuerda con su caracter, que verdaderamente le represen-

ta y refleja Su manera de vivir y su voluntad santa.'En este sentido, orar en el

nombre de Jesirs se acerca mucho a la idea de orar uconforme a su voluntad,

(l Jn 5:14-15).'lQuiere decir esto que no est6 bien affadir nen el nombre deJesirs> al

final de nuestras oraciones? Ciertamente no este mal, siempre y cuando entenda-

mos lo que eso quiere decir, y que no es imprescindible hacerlo. Puede haber al-

grin peligro, sin embargo, si afiadimos esta frase a toda oraci6n priblica o privada

que hacemos, porque pronto para muchos se convertir6 en una simple f6rmula

que adjuntan con escaso significado y que expresan sin pensarla. Puede incluso

empezar a ser vista, por lo menos por creyentes m6s j6venes, como una especie de

f6rmula m6gica que hace m6s efectiva la oraci6n. Para prevenir tales malos enten-

didos, probablemente, seria sabio no usar la f6rmula frecuentemente y expresar el

mismo pensamiento en otras palabras, o simplemente en la acdfud global y enfo-

que que tenemos hacia la oraci6n. Por ejemplo, las oraciones pudieran empezafi

<Padre, venimos a ti en la autoridad de nuestro SefiorJesris, tu HUo... >, o, uPadre,

no venimos en nuestros propios m6ritos sino en los m6ritos deJesucristo, que nos

ha invitado a venir ante ti ...>, o: <Padre, te agradecemos por perdonarnos nues-

tros pecados y darnos acceso a tu trono por la obra de Jesucristo tu Hijo...>. En

otras ocasiones, incluso no se debe pensar que estos reconocimientos formales

Sean necesarios, en tanto y en cuanto nuestros corazones continuamente Se den

cuenta de que es nuestro Salvador el que nos permite orar al Padre. La oraci6n ge-

nuina es conversaci6n con una persona que conocemos bien y que nos conoce. Tal

conversaci6n genuina entre personas que se conocen nunca depende del uso de

ciertas fbrmulas o palabras, sino que es una cuesti6n de sinceridad en nuestra habla

y en nuestfo corazbn,una cuesti6n de actitudes debidas, y una cuesti6n de condi-

ci6n de espiritu nuestro.

4. ;Debemos orar a Jesris o al Espiritu Santo? Un estudio de las oraciones del

Nuevo Testamento indican que por lo general se dirigen no a Dios Hijo ni al Espi

ritu Santo, sino a Dios Padre. Sin embargo un simple conteo de tales oraciones

puede ser desorientador, porque la mayoria de las oraciones que se anotan en el

Nuevo Testamento son las deJesris mismo, que constantemente oraba a Dios Pa-

dre y, por supuesto, no se oraba a si mismo como Dios Hijo. Ademis, en el Anti-

guo Testamento, la naf.Jraleza trinitaria de Dios no estaba tan claramente

revelada, y no es sorprendente que no hallemos mucha evidencia de oraci6n diri-

gida directamente a Dios Hijo o a Dios Espiritu Santo antes el tiempo de Cristo.

3Es m6s, Pablo dice que no solamente nuestras oraciones sino todo lo que hacemos debemos hacerlo en el

nombre deJesris: nY todolo quehagan, depalabra o de obra,hdganlo en eLnombre del SeiorJesri.s, dando gracias a Dios el

Padre por medio de 6b' (Col 3:17).aleon Morris dice deJuan 14:13: (Esto no quiere decir simplemente usar el nombre como Ibrmula. Quiere de-

cir que la oraci6n debe ser de acuerdo a todo lo que ese nombre representa. Es oraci6n que procede de 1a fe en

Cristo, oraci6n da expresi6n a una unidad con todo lo que Cristo representa, oraci6n que busca exaltar a Cristo

mismo. Y el prop6sito de todo es la gloria de Dios> (The Gospel Accordingto John' p. 646)

18 : ORACION

Aunque hay un patr6n claro de oraci6n dirigidas directamente a Dios Padre a

t rav6sdelHi jo(Mt5:9;Jn l6 :23;Ef 5:2O),hayindicacionesdequelaoraci6ndi r ig i -

da directamente a Jesits tambi6n es apropiada. El hecho de que fue Jesris mismo

quien nombr6 a todos los ap6stoles sugiere que la oraci6n de Hechos 1:24 se dirige

a 6l: <Seflor, tu que conoces el coraz6nde todos, mu6stranos a cu6l de estos dos has

elegido>. Al morir Esteban ora: <SeflorJesirs, recibe mi espiritu> (Hch 7:59). La

conversaci6n entre Ananias y <el Seflor> en Hechos 9:10-16 es conJesris, polque en

el versiculo 17 Ananias le dice a Saulo: <El SefiorJesirs ... me ha enviado para que

recobres la vista>. La oraci6n: <iMaranata!> (l Co 16:22) se dirige aJesris, asi como

tambi6n la oraci6n de Apocalipsis 22'.20'. <iYen, SefiorJesrisl>. Y Pablo tambi6n ora-

ba al nSeflop en 2 Corintios 12:8 respecto a su espina en el cuerpo.'

Todavia m6s, el hecho de queJesris es (un sumo sacerdote fiel y misericordioso>

(HeZ:t7) que puede ncompadecerse de nuestras debilidadep (He 4:15) se ve como un

estimulo para que nos acerquemos confiadamente (al trono de la gracio en oraci6n

<para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ay.rde en el momento que m6s la

necesitemos> (He 4:16). Estos versiculos deben alentamos a acercamos directamente a

Jesris en oraci6n, y esperar que 61 se cornpadezca de nuestra debilidad al orar.

Hay, por consiguiente, clara garantia biblica suficiente para animamos a orar

no solamente a Dios Padre (que parece ser el patr6n primordial, y ciertamente si-

gue el ejemplo queJesirs nos ensefr6 en el Padre Nuestro), sino tambi6n a orar di-

rectamente a Dios Hijo, nuestro SefiorJesucristo. Ambas cosas son correctas' y

podemos orar bien sea al Padre o al Hijo.

Pero, adebemos orar al Espiritu Santo? Aunque en el Nuevo Testamento no se

registra ninguna oraci6n dirigida directamente al Espiritu Santo, no hay nada que

prohiba tal oraci6n, porque el Espiritu Santo, como el Padre y el Hijo, es plena-

mente Dios y es digno de oraci6n, y es poderoso para responder nuestras oracio-

nes. (Note tambi6n la invitaci6n de Ezequiel al <aliento de vido o (espiritu> en

Ez 37:9 .) Decir que no podemos orar al Espiritu Santo es decir que no podemos ha-

blar con 6l ni relacionarnos personalmente con 61, lo que no parece muy correcto.

El Espirifu Santo tambi6n se relaciona con nosotros de una manefa personal pues-

to que es un <Consoladoru (Jn14:16,25), los creyentes <le conocen> Qn14:17),y 6l

nos ensefla (cf.JnIa:26), nos da testimonio de que somos hijos de Dios (Ro 8:16), y

nuestro pecado 1o entristece (Ef asQ. Es m6s, el Espiritu Santo ejerce voluntad

personal en la distribuci6n de los dones espirituales, porque 6l <continuamente dis-

tribuye individualmente a cada uno como 6l quiere> (1 Co 12:11, traducci6n del

autor). Por consiguiente, no parece ser errado orar a veces al Espiritu Santo direc-

tamente, sobre todo cuando estamos pidi6ndole que haga algo que se relaciona

con sus esferas especiales de ministerio o responsabilidad." De hecho, en toda la

historia de la iglesia varios himnos bien conocidos han sido oraciones al Espiritu

Santo. Pero 6ste no es el patr6n del Nuevo Testamento, y no debe converfirse en

el 6nfasis dominante en nuestra vida de oraci6n.

5El nombre Seior (gr. lenrios), se usa en Hechos y las Epistolas primordialmente para referirse al Sefror

Jesucristo.61. I. packer dice: niEs apropiado orar al Espiritu? No hay ningrin ejemplo de hacer esto en ninguna Parte de la

Bibiia, pero puesto que e1 Espiritu es Dios, no puede ser errado invocar y dirigirse a 6l si hay buen raz6n para ha-

cerlo> (Keep in Step W ith the Spift [Revell, Old Tappan, N J., 19 8 4), p. 261).

399

400 18 : ORACION

5. El papel del Espiritu Santo en nuestra oraci6n. En Romanos 8226'27 Pablo dice:

Asi mismo, en nuestra debilidad el Espiritu acude a ay-udamos. No sabemos qu6 pe-

dir, pero el Espiritu mismo intercede Por nosotros con gemidos que no pueden ex-

presarse con palabras. Y Dios, que examina los corazones, sabe cu6l es la intenci6n

del Espiritu, pofque ei Espiritu intercede por los creyentes conforme a la voluntad

de Dios.

Los int6rpretes difieren en cuanto a si los <gemidos que no pueden e4presarse con

palabrasu son gemidos que el Espiritu Santo mismo emite o son nuestros propios ge-

midos y suspiros en oraci6n, que el Espiritu Santo convierte en oraciones eficaces de-

lante de Dios. Parece ser m6s probable que los <gemidou o (suspiros> sean nuestros

propios gemidos. Cuando Pablo dice que (en nuestra debilidad el Espiritu acude a ayu-

damos> (v.26),la palabra que se traduce <ayrdar> (gt. sunantilnmbanomni) es la misma

palabra que se usa en Lucas 10:40, en donde Marta quiere que Maria vaya a ayudarle.

La palabra no indica que el Espiritu Santo ora en lugar de nosotros, sino queel Espiritu

Santo toma parte con nosotros y hace eficaces nuestras oraciones d6biles.'Asi, tales

suspiros o gemidos en la oraci6n se entiende mejor como los suspiros o gemidos que

nosotros emitimos, expresando los deseos de nuestro coraz6n y espiritu, que entonces

el Espiritu Santo los convierte en oraci6n efrcaz."

Relativo a esto es la pregunta de lo que significa orar (en el Espiritu' Pablo dice:

<Oren en el Espiritu en todo momento, con peticiones y ruegosD (Ef 6:18), yJudas

habla de orar (en eI Espiritu Santo> (Jud ZO;.'A fin de entender esta frase debemos

damos cuenta de que el Nuevo Testamento nos dice que muchas actividades se pue-

den hacer <en el Espiritu Santo>. Es posible simplemente estar (en el Espiritu como

Juanlo estuvo en el dia del Sefior (Ap 1:10; cf. 4:2). Y es posible regocijarse en el Espi-

ritu Santo (Lc 10:21), resolver o decidir algo en el Espiriru Santo (Hch 19:21), que la

conciencia de uno d6 testimonio en el Espiritu Santo (Ro 9:1), tener entrada a Dios

en el Espiritu Santo (Ef 2:18), y amar en el Espiritu Santo (col 1:8). como explicare-

mos mes completamente en el capitulo 30, mds adelante (vea pp. 674-78,680), estas

expresiones parecen referirse a morar conscientemente en la presencia del mismo

Espiritu Santo, una presencia que se caracteizapor cualidades semejantes a las de

Diosdepoder, amor, gozo,verdad, santidad, justiciaypaz. Orar<enelEspirituSan-

toD, entonces, es orar en plena consciencia de la presencia de Dios a nuestro alrede-

dor que nos santifica a nosotros y a nuestras oraciones'

TOtras razones por las que es mejor entender estos suspiros o gemidos como nuestros <gemidoo en la oraci6n

son (l) el v. 23 &ce que <nosotros mismos . . . gemimos>, usando un verbo (stenlzo) que es cognado del sustantivo

qrre se tr"drrce ug" midos> (stenngmos) en el v. 26; (2) tales <gemidos>, que parecen implicar un grado de aflicci6n o

angustia, son apropiados para las criaturas (w. 22, 23) perc no Para el Creador; y (3) v 26b, que menciona <gemi-

doi que no pued"r, .*pre.".re en palabra,, explica 1a primera cldLusula dei v. 26, que dice que el Espiritu nos <ayu-

d"r, to qoe el Espiritu reemplace nuestras oraciones. La frase <que no pueden expresarse en palabras> no

necesariamente quiere decir <silenciosa o sin ruido>, sino m6s bien puede querer decir <que no es posible poner

en nalabraso.6Para una consideraci6n adicional de Ro 8:26-27 , vea capitulo 53 , pp . ll38-40 .gAlgunos han pensado que esto se refiere a hablar en lenguas, puesto que Pablo llama a hablar en lenguas orar

ucon elespiritu, I Co 14:1t). Pero eso no es una comprensi6n correcta, puesto que en lco 14:15, (el espiri$> no

se refiere al Espiritu Santo sino al propio espiritu humano de Pablo; note el contraste entre <mi espirito y <mi en-

tendimiento> en 6i v. 14.

18 : ORACION

C. Algunas consideraciones importantes en la oraci6n eftcaz

La Biblia indica algunas consideraciones que hay que tomar en cuenta para

ofrecer la clase de oraci6n que Dios desea de nosotros'

1. Hay que oriu conforme a la voluntad de Dios'Juan nos dice: uEsta es la con-

fi^n"i qi"tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su voluntad,

6l nos oye. Y si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones, podemos estar se-

guros de que ya tenemos 1o que le hemos pedido> (1Jn 5:14-15).Jesris nos ensefia a

6rar: nHegase tu voluntaa, fvt 6:10), y 6l mismo nos da un ejemplo' al orar en el

jardin del-Getsemani: <Pero no sea lo que yo quiero, sino 1o que quieres tir>

(]||{.It26139).

Pero, ic6mo sabemos cu6l es la voluntad de Dios cuando oramos? Si el asunto

por el que estamos orando se menciona en algirn pasaje de la Biblia en el que Dios

,ros da,r.t mandamiento o una declaraci6n directa de su voluntad, la respuesta a

esta pregunta es f6cil: su voluntad es que obedezcamos su palabra y guardemos sus

mandamientos. Debemos procurar obediencia perfecta a la voluntad moral de

Dios en la tierra para que se haga la voluntad de Dios <en la tierra como en el cieloo

(Mt 6:10). Por esto el conocimiento de la Biblia es una ayuda tremenda en la ora-

ci6n, pues nos capacita para seguir el patr6n de los primeros cristianos que citaban

la giblia al orar (vea Hch 425-tq. La lectura regular y fnemoizaci6n de la Biblia'

cultivada a trav6s de muchos af,os de vida cdstiana' aumentarAla profundidad, po-

dery sabiduria de nuestras oraciones.Jesirs nos anim6 a tener sus palabras en noso-

tros cuando oramos, porque dice: <Si permanecen en mi y mis palabras permanecen

enusteiles, pidan lo que quieran, y se les conceder6) (Jn l5:.7)'

Esto quiere decir, por ejemplo, que si estamos buscando sabiduria para tomar

una decisi6n importante, no tenemos que preguntamos si es la voluntad de Dios

que recibamos sabiduria para actuar como es debido. La Biblia ya ha resuelto ese

asunto por nosotros, porque hay una promesa de la Biblia que se aplica:

si a alguno de ustedes le falta sabiduria, pidasela a Dios, y 6l se la dar6, pues Dios da

a todos generosamente sin menospreciar a nadie. Pero que pida con fe, sin dudar,

porque quien duda es como las olas del mar, agitadas y llevadas de un lado a otro

por el viento. Quien es asi no piense que va a recibir cosa alguna del Seffor; es inde-

ciso e inconstante en todo lo que hace (Stg 1:5-8)'

Debemos tener gran colfianzade que Dios responder6 nuestra oraci6n si pedi-

mos algo que est6 ionforme a una promesa o mandato especificos de la Biblia

como este. En tales casos, sabemos cu61 es la voluntad de Dios, porque 6l nos la ha

dicho, y solo tenemos que orar creyendo que 6l va a responder'

No obstante, hay muchas otras sifuaciones en la vida en donde no sabemos

cu6l es la voluntad de Dios. Talvez no estemos seguros, porque ninguna promesa

o mandato de la Biblia se aplica, si es la voluntad de Dios que obtengamos el traba-

jo que hemos solicitado, o que ganemos una competencia atletica en la que esta-

mos participando (oraci6n comrin entre los ni.fios, especialmente), o que se nos

elija para "igti.r ."tgo en la iglesia, y cosas por el estilo. En todos estos casos

401

402 18 : OR CION

debemos echar mano a todos los pasajes de la Biblia que comprendamos, talvezpara que nos den algunos principios generales dentro de los cuales podemos hacernuestra oraci6n. Pero m5s all5 de esto a menudo debemos reconocer que simple-mente no sabemos cudl es la voluntad de Dios. En tales casos, debemos pedirleuna mayor comprensi6n y luego orar por lo que nos parezca mejor, e indicarle alSeflor por qu6, segirn lo que entendemos de la situaci6n en ese momento, lo queestamos orando nos parece lo mejor. Pero siempre est6 bien afladir, bien sea explicitamente o por lo menos en actitud de coraz6n: <No obstante, si estoy equivoca-do al pedir esto, y si esto no te agrada ,hazlo que a tu parecer sea mejor >>, o, m5ssencillamente: <Si es tu voluntad>. A veces Dios nos conceder6 lo que hemos pedi-do. A veces nos dari una comprensi6n m6s honda o cambiar6 nuestro parecer demodo que seremos guiados a pedir algo diferente. A veces no nos conceder6 nues-tra petici6n, y simplemente nos indicar| que debemos sometemos a su voluntad(vea2 Co 12:9-10).

Algunos cristianos objetan que afiadir la frase <si es tu voluntad> a nuestras ora-ciones <destruye nuestra fe>. Lo que en realidad e4presa es incertidumbre en cuan-to a si lo que estamos pidiendo en oraci6n es la voluntad de Dios o no. Esapropiado cuando de veras no sabemos cu6l es la voluntad de Dios. Pero en otrasocasiones esto no seria apropiado. Pedir que Dios nos d6 sabiduria para tomar unadecisi6n y luego decir: <Si es tu voluntad darme sabiduria en esto> seria inapropia-do, porque seria decir que no creemos lo que Dios quiso decir cuando dijo en San-tiago 1:5-8 que pidamos con fe y que 6l concederia nuestra petici6n.10

Induso cuando se aplica un mandamiento o promesa de la Biblia, puede habermatices de aplicaci6n que al principio no entendemos plenamente. Por consiguien'te, es importante que en nuestra oraci6n que no s6lo le hablemos a Dios sino tam-bi6n que le escuchemos. Debemos flecuentemente traer una petici6n a Dios y luegoesperar en silencio ante 61. En esos tiempos de espera en el Sefior (sil 27:!4i 38:15;13O:5-6), Dios puede cambiar los deseos de nuestro coraz6n, damos mayor com-prensi6n de la situaci6n que estamos orando, concedemos m6s comprensi6n de supalabra, traer a nuestra mente un pasaje de la Biblia que nos permita orar mes eficaz-mente, impartimos un sentido de seguridad de lo que es su voluntad, o aumentargrandemente nuestra fepara que podamos orar con mucha mayor confianza.

2. C6mo orar con fe. Jesfs dice: <Por eso les digo: Crean que ya han recibidotodo lo que esten pidiendo en oraci6n, y lo obtendrin> (Mr 1 1 :24). Algunas traduc-ciones varian, pero el texto griego en efecto dice: <Crean quelohanrecibido>.Milsadelante los escribas que copiaron los manuscritos griegos y algunos comentaris-tas posteriores lo han tomado como que quiere decir <crean que Io recibirdn>. Sinembargo, si aceptamos el texto como consta en los manuscritos mis antiguos ymejores (<crean que ya 1o han recibido>), Jesris evidentemente estd diciendo quecuando pedimos algo, la fe que producir6 resultados es una seguridad resuelta de

l0Afiadir: <si es tu voluntad> a una oraci6n es con todo muy diferente de no pedir para nada. Si mis hijos vieneny me preguntan si quiero llevarlos ra comprar helados, pero entonces (sinti6ndose en un modo cooperativo) affa-den: <pero s6lo si piensas que estl bien, papb, eso con todo seria muy distante de no pedirmelo. Si no me 1o hu-bieran pedido, yo no hubiera considerado llevarlos a comprar helados. Una vez que lo piden, incluso con iacalificaci6n. a menudo decido llevarlos.

lr I ORACION 403

que cuando oramos por algo (o talvez despu6s de que hemos estado orando por

un periodo de tiempo), Dios acuerda concedernos nuestra petici6n especifica. En

la comuni6n personal con Dios que tiene lugar en la oraci6n genuina, esta clase de

fe de nuestra parte puede resultar s6lo conforme Dios nos da cierto settido de seguidnd

de que tlha acordado conceder nuestra peticl|n. Por supuesto, no podemos (desarro-

llao esta clase de fe genuina mediante una oraci6n fren6tica o un gran esfuerzo

emocional para tfatar de obligamos a creer, ni podemos imponerla sobre nosoffos

mismos diciendo palabras que no pensamos que sean verdad. Esto es algo que s6lo

Dios puede damos, y que nos dar6 o talvezno nos dar6 cadavez que oramos' Esta

fe confiada a menudo llega cuando le pedimos a Dios algo y luego calladamente es-

peramos delante de 61 una respuesta.

Es m6s, Hebreos 11:1 nos dice que nla fe es lagarantta delo que se espera, la cer-

teza de 1o que no se ve>. La fe biblica nunca es una ilusi6n vana ni una esperanza

vaga que no tiene cimiento seguro sobre el cual apoyarse. Es mAs bien confianza

.n nn" persona, Dios mismo, basada en el hecho de que creemos en su palabra y

creemos lo que 6l ha dicho. Esta confianza o dependencia en Dios, cuando tiene un

elemento de seguridad o confi.anza, es fe biblica genuina.

Varios otros pasajes nos animan a ejercer fe cuando oramos. <Si ustedes creen'

recibir6n todo lo que pidan en oraci6n> (Mt2I:22). Santiago nos dice que debemos

pedir <con fe, sin dudarn (Stg r:e). La oraci6n nunca es una ilusi6n vana, porque

Lrota de la confianza en un Dios personal que quiere que le tornemos la palabra.

3. Obediencia. Puesto que la oraci6n es una relaci6n con Dios como persona'

cualquier cosa en nuestras vidas que le desagrada ser6 un estorbo en la oraci6n. El

salmista dice: <Si en mi coraz6n hubiera yo abrigado maldad, el Seflor no me ha-

bria escuchado> (Sal 66:18). Aunque <el SeNIOR aborrece las ofrendas de los malva-

dos>, por contraste, (se complace en la oraci6n de los justos> (Pr 15:8). Tambi6n

leemos que <el SSNOn ... escucha las oraciones de los justos> (Pr 15:29). Pero Dios

no se inclina a favor de los que rechazansus leyes: <Dios aborrece hasta la oraci6n

del que se niega a obedecer la ley, (Pr 28:9).

El ap6stol Pedro cita el Salmo 34 Pafaafirmar que ulos ojos del Sefior estSn so-

bre losjustos, y sus oidos, atentos a sus oraciones> (1 P 3:12)' Puesto que el versicu-

1o anterior estimula la buena conducta en la vida diaria, al hablar y alejarse del mal,

y hacer el bien, Pedro esti diciendo que Dios de buen gfado oye las oraciones de

ior qo. viven la vida en obediencia a 61. De modo similar, Pedro advierte a los es-

posos a ser(comprensivos) con sus esposas, pues <asi nada estorbar6 las oraciones

de ustedes, (l P 3:7). De manera similar, Juan nos recuerda |a necesidad de una

conciencia clara ante Dios cuando oramos, porque dice: <Si el coraz6n no nos con-

dena, tenemos confialrza delante de Dios, y recibimos todo lo que le pedimos por-

que obedecemos sus mandamientos y hacemos 1o que le agrada> (l Jn3:21-22).Ahora bien, no se debe malentender esta ensefianza. No necesitamos estar li-

bres por completo del pecado antes de que podamos esperar que Dios conteste

nuestras oraciones. Si Dios contestara solamente las oraciones de personas que no

pecan, nadie en toda la Biblia, exceptoJesirs, jamis hubiera recibido respuesta a sus

oraciones. Cuando venimos ante Dios mediante su gracia, venimos limpios por la

sangre de Cristo (Ro 3:25; 5:9; Bf 2'.13; He 9:14; I P 7:2). Pero no debemos

404 18 ; ORACION

descuidar el 6nfasis biblico en la santidad personal de la vida. La oraci6n y una vida

santa van juntas. Hay mucha gracia en la vida cristiana, pero el crecimiento en san-

tidad personal es tambi6n una ruta a una bendici6n mucho mayof, y eso es verdad

tambi6n con respecto a la oraci6n. Los pasajes citados ensefian que, siendo iguales

todas las dem6s cosas, una obediencia m6s exacta conducird a una mayor eficacia

en la oraci6n (cf. Hebreos 12:14; Stg 4:3-4).

4. Confesi6n de pecados. Debido a que nuestra obediencia a Dios nunca es per-

fecta en esta vida, continuamente dependemos de que nos perdone nuestros peca-

dos. La confesi6n de pecados es necesaria a fin de que Dios nnos perdone, en el

sentido de restaurar su relaci6n diaria con nosotros (vea Mt 6:12; I Jn 1:9). Es bue-

no aI orar confesarle al Sefior todo pecado conocido y pedirle su perd6n. A veces

cuando esperamos en 61, 6l taerS a nuestra mente otros pecados que debemos

confesar. Respecto a esos pecados que no recordamos o de los que no nos damos

cuenta, es apropiado orar la oraci6n general de David: <lPerd6name aquellos de

los que no estoy consciente!> (Sal 19:12).

A veces el confesar nuestros pecados a otros creyentes de confianza nos traeri

seguridad de perd6n y tambi6n estimulo para vencer el pecado. Santiago relaciona

la confesi6n mutua con la oraci6n, porque en un pasaje en que habla de la oraci6n

poderosa Santiago nos anima: <Por eso, confiesense unos A otros sus Pecados, y oten

unos por otros, para que sean sanados, (Stg 5:15).

5. Perdonar a otros.Jesirs dice: <Si perdonan a otros sus ofensas, tambi6n los perdo-

narS a ustedes su Padre celestial. Pero si no perdonan a otros sus ofensas, tampoco su

Padre les perdonar6 a ustedes las suyas, (Mt 6:14-15). De modo similar,Jesirs dice: <Y

cuando esten orando, si tienen algo contra alguien, perd6nenlo, para que tambi6n su

Padre que est6 en el cielo les perdone a ustedes sus pecados) (Mr 11:25). Nuestro

Sefior no tiene en mente la experiencia inicial de perd6n que conocemos cuando so-

mos justificados por fe, porque eso no perteneceria a la oraci6n que elevamos dia

tras dia (vea Mt 6'.12 conw. 14-15). M6s bien se refiere alarelnctdnconDios dintras

di.a qtenecesitamos que sea restaurada cuando hemos pecado y 1o hemos ofendido.

De hecho,Jesris nos ordena integrar en nuestras soraciones una petici6n de que Dios

nos perdone de la misma manera que nosotros hemos perdonado a otros que nos

han hecho daffo (en el mismo sentido de <relaci6n personal) de ,<perdonao; es decir,

no guardar rencor ni sentir amargura contra otra persona ni albergar ningrin deseo

de hacerles dafi o) : <Perd6nanos nuestros pecados, como tdmbien no s on'o s hetno s p erdo -

nado alos que pecan contra nosotro.s> (Mt 6:12, ttadtcci6n del autor). Si hay alguien a

quien no hemos perdonado cuando elevamos esta oraci6n, estamos pidi6ndole a

Dios que no nos restaure a una buena relaci6n con 6l cuando hemos pecado, que es

lo que nosoffos nos hemos rehusado a hacer con otros.

Puesto que la oraci6n da por sentada una relaci6n con Dios como pefsona, esto

no es extrafio. Si hemos pecado contra 6l y hemos entristecido al Espiritu Santo

@f.Ef a3$, y el pecado no ha sido perdonado, nuestra relaci6n con Dios se inte-

rrumpe (cf. Is 59:1-2). Mientras el pecado no sea perdonado y las relaciones restau-

rada, la oraci6n ser5, por supuesto, diftcii. Es mds, si tenemos falta de perd6n

ls : ORACION

contra alguien, no estamos actuando de una manera que agrada a Dios o que nos

beneficie. Por eso Dios declara (Mt 6:12, 14-15) que 6l se alejar6 de nosotros hasta

que perdonemos a los dem6s.

6. Humildad. Santiago nos dice que <Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a

los humildes> (Stg 4:6; tambi6n 1 P 5:5). Por consiguiente dice: <Flumillense delante

del Seflor, y 61 los exahar6> (Stg 4:10). La humildad es, por tanto, la actitud apropiada

que hay que tener al orar a Dios, en tanto que el orgullo es totalmente inapropiado.

La parSbola que relat6Jesirs en cuanto al fariseo y al recaudador de impuestos

ilustra esto. Cuando el fariseo se levant6 a orar, se jactaba: uOh Dios' te doy gracias

porque no soy como otros hombres -ladrones, malhechores, adtlteros- ni mu-

cho menos como ese recaudador de impuestos. Ayuno dos veces a la semana y doy

la d6cima parte de todo 1o que recibo> (Lc 18:11-12). Al contrario, el humilde re-

caudador de impuestos <ni siquiera se atrevia a alzar la vista al cielo, sino que se

golpeaba el pecho y decia: "1oh Dios, ren compasi6n de mi, que soy pecador!">

(Lc 18:13). Jesris dijo que 6ste <volvi6 a su casa justificado>, y no el fariseo, <pues

todo el que a si mismo se enaltece ser6 humillado, y el que se humilla ser6 enalteci-

do> (Lc 18:14). Por esoJesirs conden6 a los que <hacen largas plegarias para impre-

sionar a los dem6s> (Lc20:47)y a los hip6critas a los que <les encanta orar de pie en

las sinagogas y en las esquinas de las plazas para que la gente los vea, (Mt 6:5).

Dios con todo derecho es celoso de su honor." Por consiguiente, no se agrada

en responder a las oraciones de los orgullosos que se irrogan honor para si mismos

antes de d6rselo a 61. La verdadera humildad ante Dios, que tambi6n se refleja en la

genuina humildad ante otros, es necesaria para la oraci6n eficaz.

7. Hay que perseverar en oraci6n por un largo periodo de tiempo. Asi como

Mois6s .tt,tno dos veces en el monte cuarenta dias ante Dios por el pueblo de

Israel (Dt 9:25-26;10:10-11), y tal comoJacob le dijo a Dios: (iNo te soltar6 hasta

que me bendigas!> (Gn 32:25), vemos en la vida deJesirs un patr6n de mucho tiem-

po dedicado a la oraci6n. Cuando le seguian grandes multitudes, <61 mismo a me-

nudo se alejaba regiones desiertas y oiaba, (Lc 5:16, traducci6n del autor)." En

otra ocasi6n, <pas6 todala noche en oraci6n a Dios> (Lc 6:12).

A veces, como en el caso de Mois6s yJacob, la oraci6n por un largo periodo de

tiempo debe ser oraci6n por un asunto especifico (cf. Lc 18:1-S). Cuando fervien-

temente estamos buscando de Dios una respuesta a una oraci6n especifica, pode-

mos repetif la misma petici6n varias veces. Pablo le pidi6 al Seflor <tres veces))

(Z Co l2:8) que le quitara la espina que tenia en su carne. Jesfs mismo, cuando es-

tuvo en el jardin del Getsemani, le pidi6 al Padre: <No me hagas beber este trago

amargo, pero no sea 10 que yo quiero, sino lo que quieres trb (Mr 14:36). Luego,

despu6s de haber melto y hallado a sus discipulos durmiendo,Jesris o16 de nuevo

y eliv6 la misma petici6n con las mismas palabras: <Una vez m6s se retir6 e hizol'a

misma oraci\ro (Mr 14:39). Estas son instancias de repetici6n ferviente en la oraci6n

1lVea la explicaci6n del atributo divino de celo, p 211-12, antes.l2El tiempo i-perfecto perift6stic o aqui(gr. enhipocoron), hace 6nfasis, aun mas que lo haria el imperfecto sim

ple, la naruraleza repetida o habitual de la actividad de retirarse al desierto (vea BDE 353[1]).

405

406 18 ; ORACION

por una necesidad que se siente hondamente. No son ejemplos de lo que Jesirsprohfbe; la acumulaci6n de <frases vacias> en la creencia err6nea de que las <mu-

chas palabras> lograrin que sean oidas (Mt 0:z).

Hay tambiEn un elemento de comuni6n continua con Dios al orar por un largo

tiempo. Pablo nos llama a orar sin cesar (1 Ts 5:17), y anima a los Colosenses a ha-

cer lo mismo: <Dediquense a la oraci6n: perseveren en ella con agradecimiento>(Col4:2).Tal devoci6n continua a la oraci6n incluso mientras estamos dedicados a

los quehaceres diarios debe caracteizarla vida de todo creyente. Los ap6stoles

son un ejemplo aleccionador. Ellos se desembarazaron de otra responsabilidades a

fin de dedicar tiempo a la oraci6n: (Asi nosotro s nos dedicaremos de Lleno ala oraciin

y al ministerio de la palabrao (Hch 6:4).

8. Hay que orar fervientemente.Jesirs mismo, que es nuestro modelo de oraci6n,

oraba fervientemente. <En los dias de su vida mortal,Jesirs ofreci6 oraciones y stpli-

cas con fuerte damor y ligrimas al que podia salvarlo de la muerte, y fue escuchado

por su reverente sumisi6D (He 5:7). En algunas de las oraciones de la Biblia casi po-

demos oir la gran intensidad con que los santos derramaban su coraz6n delante de

Dios. Daniel clamaba: <iSefior, escrichanos! iSefior, perd6nanos! ;Seflor, ati6ndenos

y actua! Dios mio, haz honor a tu nombre y no tardes m6s; ltu nombre se invoca so-

bre tu ciudad y sobre tu pueblo!> (Dn 9:19). Cuando Dios le mostr6 a Am6s el casti-

go que iba a derramar sobre su pueblo, Am6s suplic6: <;SertoR mi Dios, te ruego

que perdones aJacob! qC6mo va a sobrevivir, si es tan pequeflo?> (Am7:2).

En las relaciones personales, si intentamos fingir intensidad emocional y po-

nemos una mescara de emoci6n que no concuerda con lo que de veras sentimos,

los dem6s por lo general percibir6n nuestra hipocresia al instante y eso los desilu-

sionar6. Cuinto mucho m6s es esto verdadero en cuanto a Dios, que conoce ple-

namente nuestros corazones. Por consiguiente, la intensidad y profundidad de Ia

emoci6n en la oraci6n nunca debe ser fingida; no podemos engafiar a Dios. Sin

embargo, si verdaderamente empezamos a ver las circunstancias como Dios las

ve,y empezamos a rrer las necesidades de un mundo que sufre y que se muere td

como realmente son, ser6 natural orar con intensa pafiicipaci6n emocional y espe-

rar que Dios, como Padre misericordioso, responda a una oraci6n sincera. Cuando

una oraci6n tan intensamente sentida halla expresi6n en reuniones de oraci6n, los

cristianos cieftamente deben aceptar y dar gracias por ella, porque a menudo indica

una profunda obra del Espiritu Santo en el coraz6n de la persona que este orando.

9. Hay que esperar en el Seffor. Despu6s de damar a Dios por ayuda en su aflicci6n

David dice: <Pon tu esperanza en el Sptto& ten valor, cobra 6nimo; ipon tu esperan-

zaelaelsBNonlu (5il,27t14). De modo similar, dice: <Yo, SBtton, espero en ti; t6, Se-

fioryDios mio, serSs quienrespondo (Sd38:15). El salmistade igualmaneradice:

Espero al SsNTon, lo espero con toda el alma;en su palabra he puesto mi esperanza.

Espero al SpNon con toda el alma,m6s que los centinelas la maflana.Como esperan los centinelas la mafiana (Sal 130:5-6).

ra : ORACION 407

Una analogia de la experiencia humana puede ayrdamos a apreciar el beneficio de

esperar ante el Seflor una respuesta a la oraci6n. Si deseamos invitar a alguien a casa

prra a.rr"r, hay varias maneras en que podemos hacerlo. Primero, podemos extender

una invitaci6nvagay general <Me encantaria que vinieras a casa a cenar algirn dia de

estos). Casi nadie vendria a cenar bas6rrdose solo en ese tipo de invitaci6n. Esto es

como la oraci6n vaga y general: uDios, bendice a todas mis tia y tios, y a todos los mi-

sioneros. Am6p. Segundo, podriamos hacer una invitaci6n especifica pero apresura-

da e impersonal: <Alfredo, podrias venir a casa a cenar el viemes a la 6 de la tardeb;

pero tan pronto como las palabras salen de nuestra boca nos alejamos dejando a Alfre-

do con una expresi6n perpleja en su cara porque ni siquiera le dimos tiempo para que

respondiera. Asi son muchas de nuestras peticiones de oraci6n. Le decimos palabras a

Dios como si el mismo hecho de expresarlas, sin ninguna intervenci6n del cor.�z6nen

lo que decimos, recabara una respuesta de Dios. Pero esta clase de petici6n olvida

que la oraci6n es una relaci6n entre dos personas: uno mismo y Dios'

Hay una tercefa clase de invitaci6n, que es de cotaz6n, personal y especifica.

Despu6s de esperar para cerciorarme de que cuento con toda la atenci6n de Alfre-

do, puedo mirarle directamente a los ojos y decirle: nAlfredo, a Margarita y a mi

nos encantaria que fueras a casa a cenar este viernes ala 6 dela tarde. lPodrias ir?>;

y entonces, todavia mirindole directamente a los ojos, esperar en silencio y con

paciencia hasta que 6l decida contestar. El sabe por mi expresi6n de la cara, el tono

Ae mivoz,el momento y la ocasi6n en que le habl6 que estoy poniendo todo mi ser

en la petici6n, y que me estoy relacionado con 61 como persona y como amigo.

Esperar pacientemente una respuesta muestfa mi anhelo, mi sentido de expecta-

ci6n, y mi respeto por 6l como persona. Esta tercera clase de petici6n es como la

del cristiano ferviente que viene ante Dios, capta un sentido de estar en presencia

de Dios, fervientemente le presenta una petici6n, y luego espera en silencio por al-

grin sentido de seguridad de una respuesta de Dios.

Esto no quiere decir que todas nuestras peticiones deben ser de esta naturaleza,

o incluso qrri l"t dos primeras clases de peticiones est6n mal. En verdad, en algu-

nos casos podemos orar r6pidamente porque tenemos poco tiempo para hallar

una respuesta (vea Neh 2:4). Y a veces en efecto oramos en forma general porque

no tenemos informaci6n m6s especifica en cuanto a una sifuaci6n, o porque estS

muy distante de nosorros, o debido al corto tiempo disponible. Pero el material en

h giblia sobre la oraci6n ferviente y en cuanto a esperaf en el Seflor, y el hecho de

que la oraci6n es una comunicaci6n personal entre nosotros y Dios, en efecto indi-

ca que las oraciones tales como la tercera clase de petici6n son mucho mis profun-

das y sin duda recabar6n muchas m6s respuestas de Dios.

10. La oraci6n en privado. Daniel subia a su dormitorio y alli se arrodillaba y se po-

nia <a orar y alabar a Dios, pues tenia por costumbre orar tres veces al dia'

(Dn O:tO)."Jesris con frecuencia se iba a lugares solitarios para estar a solas y orar

(Lc 5:16; et al.). Tambi6n nos ensefla: <Pero t6, cuando te pongas a orar' entra en tu

cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que est6 en 1o secreto. Asi tu Padre, que ve 1o

l3Aunque los enemigos de Daniel le vieron orando, fue s6lo porque ellos use habian puesto de acuerdo> y evi

dentemente estaban esPilndole.

408 18 ; ORACION

que se hace en secreto, te recompensarfu (Mt 5:6). Esta afirmaci6n este en el con-texto de evitar el error de los hip6critas a quienes les encanta orar en las esquinasde las calles (para que la gente los vea, (Mt 6:5). Hay sabiduria en la amonesraci6ndeJesris de orar en secreto, no s6lo para que evitemos la hipocresia, sino tambi6npara que no nos distraiga la presencia de otros, y por ello modifiquemos nuestraoraci6n para amoldarla a lo que pensamos que ellos esperan oir. Cuando estamosverdaderamente a solas con Dios, en 1o privado de un cuarto en donde hemos uce-rrado la puefta) (Mt 6:6), entonces podemos derramar ante 6l nuestros corazongs. to

La necesidad de orar en privado tambi6n puede tener implicaciones para gru-pos pequefios o reuniones de oraci6n en la iglesia; cuando los creyentes se refnenpara buscar fervientemente al Sefior respecto a algrin asunto especifico, a menudoes ritil si pueden estar en lo privado de un hogar donde se cierra la puerta y colecti-vamente pueden clamar a Dios. Al parecer esta era la manera en que los primeroscristianos oraban cuando estaban suplicando fervientemente a Dios por la libera-ci6n de Pedro que estaba en la cdrcel (vea Hch l2:5,l2-L6).

11. Oraci6n con otros. Los creyentes hallan fortalezaalorar con otros. De hecho,

Jesfs nos ensefia: <Adem6s les digo que si dos de ustedes en la tierra se ponen deacuerdo sobre cualquier cosa que pidan, les ser6 concedida por mi Padre que est6en el cielo. Porque donde dos o tres se retnen en mi nombre, alli estoy yo en me-dio de ellos, (Ivtt 18:19-20).' '

Hay muchos otros ejemplos en la Biblia de creyentes que oraron juntos, y endonde una persona gui6 a toda la congregaci6n en oraci6n (note la oraci6n de Sa-lom6n <en presencia de toda la asamblea de Israeb en la dedicaci6n del templo enI R8:22-53 , o la oraci6n de la iglesia primitiva enJerusal6n cuando <alzaron un6ni-mes la yoz en oraci6n a Dios> en Hch 4:24). Incluso el Padre Nuestro lo pone enplural. No dice: <Dame hoy mi pan cotidiano>; sino <Danos hoy nuestropancotidia-no> y <Perd6nanos nuestros pecados>, y <No nos guies a la tentaci6n sino lfbranos delmab (Mt 6:lL-13, traducci6n del autor). Orar con otros, entonces, es correcto y amenudo aumenta nuestra fe y la eficacia de nuestras oraciones.

12. El ayuno. En la Biblia a menudo se conecta la oraci6n con el ayuno. A veceshay ocasiones de sirplica intensa ante Dios, como cuando Nehemias, al oir de laruina deJerusaldn, <por algunos dias, ayune y o16 al Dios del cielo> (Neh 1:4), ocuando los judios se enteraron del decreto de Asuero para matarlos, y <habia granduelo entre los judios, con ayuno, llanto y lamentos, (Est 4:3), o cuando Daniel

l4En este punto tambi6n podemos mencionar que Pablo habla un uso del don de hablar en lenguas durante laoraci6n privada: <Porque si yo oro en lenguas, mi espiritu ora, pero mi entendimiento no se beneficia en nada.iQu6 debo hacer entonces? Pues orar con el espiritu, pero tambi6n con el entendimiento; cantar con el espiritu,pero tambi6n con el entendimientoD (1 Co l4:14-I5). Cuando Pablo dice <mi espiritu oro, no esti reffri6ndose alEspiritu Santo, sino a nuestro propio espiritu humano, porque el contraste que es con <mi entendimiento). Supropio espiritu est6 denamando nuestras peticiones ante Dios, y esas peticiones las entiende Dios y resultan enedificaci6n personal: <El que habla en lenguas se edifica a si mismo> (1 Co 14:4). Consideraremos este don mlscompletamente en el capitulo 53, m6s adelante.

l5Aunque los cuatro versiculos previos (w. 15-18) tienen que ver con la disciplina de la iglesia, la expresi6n<otta vezD al principio del v. 19 marca un ligero cambio en el tema, y no es apropiado tomar los w. 19-20 comouna afirmaci6n m6s amplia en cuanto a la oraci6n en general en el contexto de la iglesia.

1s : ORAC/ON 409

busc6 al SeNon: <Ademds de orar, ayuney me vesti de luto y me sent6 sobre ceni-

zas> (Dn 9:3).Enotras ocasiones se conecta el aFrno con el arrepentimiento, por-

que Dios le dice al pueblo que ha pecado contra 6l: <Ahora bien -afirma el

SefrloR-, vu6lvanse a mi de todo coraz6n, con ayuno, llantos y lamentos> (JLZ:LZ).

En el Nuevo Testamento, Ana <dia y noche adoraba a Dios con a)runos y oracio-

nes> (Lc2:37) en el templo, y mientras en la iglesia de Antioquia @yunmbany partici-

paban en el culto al Sefiop fue cuando el Espiritu Santo dijo: <Ap6rtenme ahora a

Bemab6 y a Saulo para el trabajo al que los he llamado> (Hch ta:z). La iglesia respon-

di6 con m5s ayrrno y oraci6n antes de enviar a Bemab6 y a Saulo en su primer viaje

misionero: <Asi que despu6s de ayrrnar, orar e imponerles las manos, los despidie-

ron> (Hch I3:3).Es m5s, el ay'uno era una parte de rutina para buscar la direcci6n del

Sefior con respecto a los oficiales de la iglesia, porque en el primer viaje misionero de

Pablo leemos que 61y Bemab6, al viajar de nuevo por las iglesias que habia fundado,

<en cada iglesia nombraron ancianos y, con oraci6n y ayuno> (HchI4i23).

Asi que el ayuno apropiadamente acompafi6 a la oraci6n en muchas circuns-

tancias: en tiempo de intercesi6n intensa, affepentimiento, adoraci6n y brisqueda

de direcci6n. En cada una de estas situaciones surgen varios beneficios del ayuno,

todos los cuales afectan nuestra relaci6n con Dios: (1) El ayuno aumenta nuestro

sentido de humildad y dependencia en el seflor (porque nuestra hambre y debili

dad ffsica continuamente nos recuerdan que no somos realmente fuertes en noso-

tros mismos sino que necesitamos del Sefior). (2) El ayuno nos permite dedicar

m6s atenci6n a la oraci6n (porque no gastamos tiempo en comer), y (3) es un re-

cordatorio continuo de que, asi como sacrificamos alguna comodidad personal

para el Sefior al no comer, debemos continuamente sacrificar todo nuestro ser a

61.'u Es m6s, (4) el ayrno es un buen ejercicio en disciplina propia, porque al abste-

nemos de ingerir alimentos, que seria el deseo ordinario, nuestra capacidad de abs-

tenemos de pecar se fortalece, a 1o cual de otra manera nos veriamos tentados a

ceder. Si nos entrenamos para aceptar el pequefio <sufrimientoo de ayunar volun-

tariamente, seremos mfs capaces de aceptar otros sufrimientos por amor de la jus-

ticia (cf. Heb s:g; I P 4:l-2). (5) El ayuno tambi6n eleva nuestra actitud de alerta

espiritual y mental y un sentido de la presencia de Dios al enfocamos menos en las

cosas materiales de este mundo (como la comida) y conforme las energias de nues-

tro cue{po quedan libres de digerir y de procesar la comida. Esto nos capacita para

enfocar las realidades espirituales eternas que son mucho m6s importantes." Final-

mente, (6) ayunar expresa fervor y urgencia en nuestras oraciones; si persistimos

en ayunar, moriremos. Por consiguiente, de una manera simb6lica, el ayuno le

dice a Dios que estamos preparados para poner nuestras vidas a fin de que la

l6Razones similares (dedicar mis tiempo a la oraci6n y dejar a un lado algirn placer personal) probablemente

explica el permiso de Pablo a los casados para dejar de lado las relaciones sexuales nde comrin acuerdo, y s6lo por

un tiempoo, pam dedicarse a la oraci6n, (1Co 7:5).lTEn Mr 9:29, cuando los discipulos le preguntaron por qu6 no pudieron expulsar a cierto demonio,Jesris repli-

c6: <Esta clase de demonios s6lo puede ser expulsada a fserza de oraci6n>. Muchos de los manuscritos griegos

m6s mtiguos y muy confiables, y varios manuscritos tempranos en otros lenguajes dicen: <con oraci6n y tyunor.

En cualquier caso, no puede querer decir 1a oraci6n que se dice en el momento en que se estl expulsando al de-

monio, porqueJests simplemente ech6 fuera a1 demonio con una palabra y no se dedic6 a un tiempo extenso de

oraci6n. Mis bien debe querer decir que los discipulos no habian pasado previamente suficiente tiempo en ora-

ci6n y que su fonaleza espiritual era d6bil. Por consiguiente, el (ayuno' que se menciona en muchos manuscritos

antiguos encaja en el patr6n de una actividad que aumenta la fuerza y poder espirirual de uno.

410 18 : OR-ACIO.I{

situaci6n cambie antes que continuar en ella. En este sentido, el ayuno es especial-mente apropiado cuando el estado espiritual de una iglesia est6 por el suelo.

<Ahora bien -afirma el Ssfrtot-,vudlvanse a mi de todo coraz6n,

con ayuno, llantos y lamentos.Rdsguense el coraz6ny no las vestiduras.(JL 2:r2-r3a)

Aunque el Nuevo Testamento no exige especificamente que ayunemos, ni quefijemos tiempos especiales en que debemos ayunar,Jesirs ciertamente da por sen-tado que ayunaremos, porque les dice a los discipulos: <Cuando ayunen> (Mt 6:16).Aun m6s, Jesris tambi6n dice: <Llegari el dia en que se les quitarA el novio; enton-ces si ayunar6D (Mt 9:15;. E'l es el Novio, nosotros somos sus discipulos, y duranteesta presente edad de la iglesia 6l ha sido <quitado> de nosotros hasta el dia en quevuelva. La mayoria de los cristianos en Occidente no a)runan, pero, si estuvi6ra-mos dispuestos a ayunar m6s regularmente, incluso por una o dos comidas, nossorprenderia cuSnto mucho m6s poder y fuerza espiritual tendriamos en nuestrasvidas y en nuestras iglesias.

13. 4Qu6 de la oraci6n no contestada? Debemos empezar reconociendo que entanto Dios es Dios y nosotros somos sus criaturas, debe haber algunas oracionesno contestadas. Esto se debe a que Dios mantiene oculto sus planes sabios para elfuturo, y aunque la gente ora, muchos acontecimientos no se realizar6n sino en elmomento en que Dios haya decretado. Los judios oraron por siglos porque vinierael Mesias, y conruz6n,pero no fue sino cuando <se cumpli6 elplazo, que <Dios en-vi6 a su Hijo> (G6 4:4).Las almas de los mdrtires en el cielo, libres de pecado, cla-man que Dios juzgue la tierra (Ap 6:10), pero Dios no responde de inmediato; misbien les dice que descansen por un tiempo m6s (Ap 6:11). Es claro que puede haberlargos periodos de demora durante los cuales las oraciones no reciben respuesta,porque los que oran no saben el tiempo sabio que Dios tiene determinado.

La oraci6n tambi6n quedar6 sin respuesta porque no siempre sabemos c6moorar como debemos (Ro 8:26), no siempre oramos conforme a la voluntad de Dios(Stg a:l), y no siempre pedimos con fe (Stg 1:6-8). Y a veces pensamos que ciertasoluci6n es mejor, pero Dios tiene un plan mejor, incluso realizar su prop6sito me-diante el sufrimiento y la adversidad. Sin dudaJos6 o16 fervientemente que lo res-cataran de la cistema o que no fuera llevado a Egipto como esclavo (Gn 37:23-36),pero muchos affos m5s tarde hall6 c6mo a pesar de aquellos acontecimientos,<Dios transform6 ese mal en bien> (Gn 50:20).

Cuando tenemos una oraci6n no contestada, nos unimos aJesris, que o16: <Pa-

dre, si quieres, no me hagas beber este trago amargo; pero no se cumpla mi volun-tad, sino la tuya, (Lc 22:42). Nos unimos tambi6n a Pablo, que por (tres veces) lepidi6 al Sefior que le quitara su espina en el cuerpo, pero no fue asi; m6s bien el Se-flor le dijo: <Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad,(2 Co 12:8-9). Nos unimos a David, que o16 por la vida de su hijo, pero el nifio mu-ri6, asi que <luego se visti6 y fue a la casa del SeNonpara adorar> y dijo de su hijo:<Yo ir6 adonde 6l est6, aunque 6l ya no volver6 arrri> (2512:.20,23). Nos unimos a

18 r ORACION 411.

los mirtires de toda la historia que oraron pidiendo una liberaci6n que no lleg6,pero (no valoraron tanto su vida como para evitar la muerte> (Ap 12:11).

Cuando la oraci6n sigue sin contestar debemos continuar confiando en Dios,quien <dispone todas las cosas para elbien de quienes lo aman> (Ro 8:28), y echar sobre

6l nuesffos cuidados, sabiendo que 6l continuamente se preocupa por nosotros (1 P

5:7). Debemos seguir recordando que 6l da fuerza suficiente para cada &a (Dt 33:25) y

que ha prometido: <Nuncate dejar,6; jamis te abandonar6, (Heb tl:s; d. Ro 8:35-39).

Tambi6n debemos perseverar en la oraci6n. A veces una respuesta largamente

esperada se recibe de repente, como cuando Ana, que despu6s de muchos aflos

tuvo un hijo ( 1 S 1 : 19-20), o como cuando Sime6n vio llegar al templo al Mesias lar-

gamente esperado (Lc 2:25-35).

Pero a veces las oraciones quedan sin contestaci6n en esta vida. A veces Dios

responde esas oraciones despu6s de que el creyente muere. En otras ocasiones no

las contesta, pero incluso entonces la fe expresada en esas oraciones y las expresio-nes de sincero amor a Dios y a las personas que se han hecho ascender6n como in-

cienso agradable ante el trono de Dios (Ap 5:8;8:3-4) y resultar6 en <aprobaci6n,

gloria y honor cuandoJesucristo se revele> (1 P 1:7).

D. Alabanza y acci6n de gracias

La alabanzay acci6n de gracias a Dios, que se considerar6n m6s completamen-te en el capitulo 51, son elementos esenciales de la oraci6n. La oraci6n modelo que

Jesris nos dej6 empieza con una alabanza'. <Santificado sea tu nombre> (Mt 6:9).Y

Pablo les dice a los filipenses: <En toda ocasi6n, con oraci6n y ruego, presenten sus

peticiones a Dios y denle gracia.s> (Flp 4:6),y a los colosenses: <Dediquense a la ora-

ci6n: perseveren en ella con agrddecimientor (Col 4:2). La acci6n de gracias, como

todo otro aspecto de la oraci6n, no debe ser un repetir mecAnico de un <gracias, a

Dios, sino que deben ser palabras que reflejen el agradecimiento de nuestro cora-

z6n. Es m6s, nunca debemos pensar que expresar agradecimiento anticipado a

Dios por la respuesta a algo que le pedimos puede de cierta manera obligar a Dios

a que nos lo d6, porque eso cambia la oraci6n de una petici6n genuina y sincera a

una exigencia que da por sentado que podemos obligar a Dios a hacer lo que que-

remos que haga. Oraci6n en ese espiritu niega la naturaleza esencial de la oraci6n

como dependencia en Dios.

Al contrario, el tipo de agradecimiento que apropiadamente acompafie a la

oraci6n debe expresar gratitud a Dios por todas las circunstancias, por todos las co-

sas de la vida que 61 permite que nos pasen. Cuando <en toda circunstancias) uni-

mos expresiones de agradecimiento humilde, casi infantil, a nuestras oraciones(1 Ts 5:18), estas seren aceptables a Dios.

PREGUNTAS PARA APLICACION PBRSONRI,

f . iTiene a menudo dificultad con la oraci6n? qQu6 de este capitulo le ha sido

irtil respecto a esto?

2. aCu6ndo ha tenido los tiempos de oraci6n mis eficaces de su vida? 1Qu6 fac-

tores contribuyeron a hacer m6s efectivas esas ocasiones? 1Qu6 otros

412 18 : ORACION

factores necesitan m6s atenci6n en su vida de oraci6n? aQu6 puede hacer us-ted para fortalecer cada uno de esos aspectos?

3. lC6mo le ayuda y le estimula (si es asi) el orar con otros creyentes?

4. qHa ratado alguna vez de esperar en silencio ante el Sefior despu6s de haceruna petici6n ferviente en oraci6n? Si es asi, qcu6l ha sido el resultado?

5. qTiene usted un tiempo regular cada diapara la lectura privada de la Biblia yla oraci6n? qHay ocasiones cuando se distrae f6cilmente y se desvia a otrasactividades? Si es asi, lc6mo pudiera superar esas distracciones?

6. aDisfruta usted al orar? qPor qu6 si o por qu6 no?

rEnun.qos ESPEcIALES

fe esperar en el Sefior<en el nombre deJesfs> oraci6n

BIBLIOGRAFiA

(Para una explicaci6n de esta bibliografia vea la nota sobre la bibliografia en el capitulo1, p. 40. Datos bibliogrfficos completos se pueden encontrar en las p6ginas 1298-1307 .)

Secciones en Teologias Sistemiticas Evang6licas

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3. Bautista

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18 : ORACION

7. Renovada (o carism6tica/pentecostal)

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Secciones en Teologias Sistem6ticas Cat6licas Romanas Representativas

1. Cat6lica Romana: tradicional

1955 Ort, 91

z. Cat6hca Romana: Post Vaticano II

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Otras obras

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PASAJE BIBLICO PARA MEMORIZAR

Hebreos 4:14-16: Por lo tanto, ya que enJesus, eI Hijo de Dios, tenemos un gran sumosacerdote queha atravesadolos cielos, afenemonos alafe que profesamos. Porque no tene-mos un sumo sacerdote incapaz de corlpadecerse de nuestras debilidades, sino uno que hasido tentado antodo delamismamanera quenosotros, aunque sinpecado. Asi que acerqut'monos confiadnmente aI trono de la gracia para recibir miseicordia y hallar Ia gracia quenos ayude en elmomento que maslanecesitemos.

HIMNO

<Seguridad>

1. Aun cuando cruja la tierra en temblores,

El gran amor de Dios firme est6.

Su paz ofrece al que sufre dolores,

Pues su promesa 6l cumplir6.

2. Y si la paz se la mira turbada

Y grandes cambios infunden temor,

Dios siempre v6se inm6vil, pues nada

Podri a su pueblo causarle pavor.

3. Poder nos da en los graves peligros,

Su ayuda es fiel siempre que hay frustraci6n;

El fuerte es para damos alivio,

Y en las tormentas nos da protecci6n.

4. Y flrs mandatos, oh Dios, conocemos;

Ven, pues, ayridanos con fu poder;

Y mientras vuelves, Sefior, ya sabemos

Que en tu esperanza podemos crecer.

AUTOR: BASADO EN ISAiAS 54:10, LETRA LINA SANDELL, TRAD. AL INGLES, E.LINCOLN PEARSON, ESTR. 1 Y 4, ALT.; BRYANJEFFERY LEECH, ESTR. 2 Y 3; TRAD. AL

ESPANIOL, ADOLFO ROBLETO (TOMADO DEL HIMNARIO BAUTISTA, # 327).