01 antonio claret garcia martinez escritura castilla siglos xvi y xvii-libre

5/19/2018 01 Antonio Claret Garcia Martinez Escritura Castilla Siglos XVI y XVII-libre

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Boletn de la Sociedad Espaola de Ciencias y Tcnicas Historiogrficas

PALEOGRAFA III:LA ESCRITURA GTICA

DESDE LA IMPRENTA HASTA NUESTROS DASY LA ESCRITURA HUMANSTICA

VI JORNADAS DE LA SOCIEDAD ESPAOLA DE CIENCIAS YTCNICAS HISTORIOGRFICAS

Guadalajara, 16 y 17 de junio de 2008

Coordinadores:Blas Casado Quintanilla y Jos Miguel Lpez Villalba

Boletn de la Sociedad Espaola de Ciencias y Tcnicas HistoriogrficasUniversidad Nacional de Educacin a Distancia

2011


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La escritura en Castilla durante los siglos XVI y XVIIa travs de los procesos de canonizacin

Antonio Claret Garca MartnezUniversidad de Huelva

Introduccin

La aparicin y expansin de la escritura humanstica en Europa re-presenta uno de los fenmenos culturales de ms amplio alcance, quizspor coincidir con circunstancias histricas que ayudaron a su consoli-dacin y hegemona: expansin del Viejo Continente en diversos rde-nes de la vida, como las exploraciones transocenicas, el desarrollo eco-nmico, la aparicin de grandes potencias continentales, la plenitud delestado moderno y el acceso de estratos sociales cada vez ms amplios ala alfabetizacin1. Por todo ello, el estudio de la escritura humanstica

1 Sin embargo en la investigacin actual es un tema escasamente tratado y las monografas exis-tentes son escasas, muy especialmente en nuestro pas. Solamente hay que repasar los aparta-dos correspondientes a la escritura humanstica en los manuales para comprobar esto: desdelos ms clsicos de Garca Villada (1923) y Millares Carlo (1931) hasta los ms recientes,los de la UNED (1978) y Riesco (1995). Vase Z. G V, Paleografa espaola. I.

Texto.1 ed. Madrid, 1923; A. M C, Tratado de Paleografa espaola. 3 ed. conla colab. de J. M. Ruiz Asencio, Madrid, 1983, tomo I; UNED, Paleografa y Diplomtica.Madrid, 1978 (5 ed., Madrid, 1997); y . Riesco T (ed.), Introduccin a la Paleogra-fa y la Diplomtica general, Madrid, 1999. O trabajos que abordan diversos aspectos de lahumanstica, bien en mbitos geogrficos concretos o cuestiones ms generales. Vanse M L.M L, La escritura humanstica en Valencia. Su introduccin y difusinen el siglo XV. En Estudis Castellonencs, 3, 1986, pp. 5-94 y La escritura humanstica en laCorona de Aragn. Sus origenes y difusin social en el siglo XV. En XIV Congreso di Storiadella Corona dAragona, IV, Sassari-Alguero, 1990, pp. 222-238; J. C. G D, Laescritura humanstica en la Europa del Renacimiento. En Espacio, Tiempo y Forma, serie III,Historia Medieval, t. 11, 1998, pp. 187-230; J. D. G V, Lescriptura humans-

tica al Principat de Catalunya, Faventia 25/2 (2003), pp. 139-170. Tampoco son numerosos


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se enmarca en unas coordenadas que afectan a un mayor nmero de personas, situa-das en espacios geogrficos ms amplios, que desarrollan un conjunto de actividadesms diversificadas y generan flujos de informacin que encontraron en esta nueva

escritura los cauces adecuados para su circulacin, llegando las nuevas formas grfi-cas o las derivadas de ellas a anular en relativamente poco tiempo a las de tradicingtica. Lo que comenz siendo una reaccin esttica y filosfica contra los cimien-tos del mundo medieval, acab convirtindose en una realidad cotidiana, resultadoen cierta medida del pragmatismo que el capitalismo en auge pudo imponer comoprctica social por el menor costo econmico y la reduccin de tiempo y esfuerzo ensu aprendizaje, repercutiendo a la larga en la unificacin de formas2.

Esta diversidad de espacios y de escribientes hace que las posibilidades deestudio sean tambin ms amplias, ya que se diversifican las fuentes disponibles

y aumenta la cantidad de textos al alcance de los palegrafos. Adems, la irrup-cin de la imprenta en el panorama grfico europeo supuso una interaccin entreescritura a mano y escritura impresa que tendr consecuencias muy importantesen el mundo de la cultura escrita. Todo ello hace necesarios unos planteamientosmetodolgicos que respondan a los retos de esta compleja realidad europea ypuedan proporcionarnos las vas de anlisis a fenmenos sociales que estn muyinfluidos por el uso de la escritura y las nuevas exigencias de la sociedad europeade la modernidad.

Sobre la implantacin de la escritura humanstica en Espaa se suele recurrircon frecuencia a las generalidades. Sobre su llegada, su expansin, su interaccincon las gticas y su definitiva consolidacin como sistema grfico. Pero escaseanlos trabajos que estudien estos fenmenos a nivel local, que nos ofrezcan unavisin ajustada de los caminos que recorre la escritura humanstica en todas las zo-

los trabajos en el panorama internacional, debiendo acudir a los manuales clsicos y a algunasmonografas. G. C, Lineamenti de storia della scrittura latina, Bolonia, 1954. B. L.U, e origin and development of Humanistic Script. Roma, 1960. A. C. M, eHandwriting of ltalian Humanists. Vol. I, fascicule 1, Oxford, 1973. A. L. DA, Alcune

considerazioni sul passagio della scrittura gotica allumanistica nella produzione documentariacatalana dei secoli XIV e XV. En Studi di Paleografia e Diplomatica, Padua, 1974. A. D,Codicologie des manuscrits en criture humanistique sur parchemin. 2 vols., Turnhout, Brepols,1984. A. P, Breve storia della scrittura latina. Roma, 1989. En este mismo volumenpodemos encontrar la magnfica sntesis que plantea la Prof. Ruiz Albi en la primera parte desu trabajo: Irene Ruiz Albi, La escritura humanstica documental durante el siglo XVI. El pa-norama castellano a travs de la documentacin de Cmara de Castilla (Archivo de Simancas).

2 En este mismo volumen el Prof. Herrero Jimnez refiere las dificultades que se le plantean aun padre a la hora de contratar los servicios de un maestro para la enseanza de la escritura yla lectura de sus hijos, por la complejidad del panorama grfico del siglo XVI y comienzos delXVII. En este mismo vol. M. Herrero Jimnez, La escritura procesal que no entenda Sata-ns, el fin del ciclo. Una mirada al Registro de Ejecutorias de la Chanciller4a de Valladolid.


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nas del pas y cmo, por dnde y cundo acaba definitivamente imponiendo entodos los mbitos escriturarios. Creemos que es la mejor manera de abordar unperodo tan decisivo para la historia de la escritura como es el de los comienzos del

mundo moderno, autntico pilar de nuestra realidad actual.l. Fuentes y metodologa

l.a. Los espacios de estudio de la escritura humansticaDe todos los aspectos a estudiar de la escritura humanstica, quizs el de sus

orgenes geogrficos y grficos sean los ms frecuentados. A ello debemos unir losintentos por establecer una nomenclatura unificada que refleje de la mejor maneraposible la realidad escrituraria de este perodo, aunque hasta el momento esto no

ha sido posible y la variedad de trminos empleados para definir las variantes de lahumanstica siguen los mismos derroteros que para los sistemas grficos anteriores:diversidad de propuestas y matices.

Otro de los grandes espacios de investigacin que ha atrado la atencin de losespecialistas es el de la penetracin del uso de la escritura humanstica en los disintosestratos sociales, motivado, quizs por su vinculacin a los procesos de alfabetiza-cin que experimentan los estados europeos en los albores de la Edad Moderna.

Avance de la alfabetizacin en Europa y consolidacin del uso de la escritura huma-nstica y sus formas derivadas quizs conformen un binomio que pueda ayudarnosa comprender muchos aspectos en torno a las caractersticas que toma la culturaescrita en este perodo de la Historia.

Para la investigacin sobre el panorama grfico del perodo sealado, a nosotrosnos interesa estudiar especialmente cmo conviven, interactan, comparten espacios institucionales y cotidianos y se enfrentan los dos grandes sistemas grficosque ocupan el solar europeo a lo largo del siglo XVI y todo el XVII: el gtico en sufase final y el humanstico. Nos interesa conocer cules son las propuestas grficasque se ofrecen desde las instituciones, laicas y eclesisticas, y cules las que asumeel hombre de la calle, el carpintero, el albail, la criada, el enfermero, el maestrode escuela y tantos otros profesionales o gentes sin trabajo reconocido que en elda a da hacen uso de la escritura y realizan una apuesta decidida por uno de lossistemas grficos disponibles en el momento. Aprender a leer y escribir era costoso yla eleccin que se hiciera de uno u otro sistema deba responder a los principios deutilidad y rentabilidad que una sociedad de recursos limitados para la mayor partede la poblacin tena3.

3 Tomamos varias de las ideas que desarrollamos en este trabajo de F. G B, Presentacin,

Escribir y leer en Occidente, Seminario organizado por la Universidad Internacional


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Desde hace algo ms de una dcada, venimos trabajando una fuente histricaque nos parece de gran inters: los procesos de canonizacin; y dicho inters noslo ha ido aumentando con el paso del tiempo por su riqueza documental, sino,

muy especialmente, por la variedad de muestras grficas que suelen contener.Los procesos de canonizacin se convierten en pequeos universos de muestrasgrficas, reflejos del uso de la escritura en la vida cotidiana, institucional y delhombre de la calle. Si tenemos en cuenta que se pueden contar por centenares lostestigos que participan en cada uno de estos procesos, residentes todos ellos enuna o varias ciudades, dando su testimonio vivencia! y dejando constancia grficade ello, y no slo a travs de su firma, sino frecuentemente a travs de una frasede una o dos lneas completas que escriben de su puo y letra, las posibilidades deinvestigacin se presentan, cuanto menos, interesantes.

Todo ello posibilita un acercamiento a los usos escriturarios de la poblacinde una ciudad en su ms diverso componente social y econmico, ya que a losprocesos de canonizacin no se sustrae ni la alta nobleza ni los trabajadores delos oficios ms humildes; todos son llamados a dar su testimonio sobre la personapromovida a los altares.

l.b. Los procesos de beatificacin/canonizacin. Fuentes para los estudiospaleogrficos y diplomticos

El 22 de enero de 1588 el papa Sixto V creaba la Sagrada Congregacin de losRitos y le confera la tarea de regular el ejercicio del culto divino y de estudiar lascausas de los Santos4. La Iglesia catlica diseaba un nuevo y eficaz instrumentopara luchar contra los avances de la Reforma protestante y relanzar la cristianizacin de la sociedad europea a travs de regular de forma ms explcita el siem-pre conflictivo proceso de elevacin a los altares de aquellas personas cuyas vidasestuvieron marcadas por el ejercicio de las virtudes cristianas o haban sufridoel martirio, alcanzando el reconocimiento pblico de ello. Se fijaba la forma ylas fases que deban seguirse en el desarrollo de todo proceso de beatificacin/canonizacin y se establecan los procedimientos que deban culminar con la pre-sentacin en la Curia romana de un amplsimo expediente que avalara los mritosde santidad del candidato, para que pudiesen ser defendidos en Roma por unpostulador elegido por los promotores de la causa.

Menndez Pelayo, 14 al 18 de junio de 1993. Actas editadas por el Dpto. de Historia de 1aAntigedad y de la Cultura Escrita. Universidad de Valencia, 1995, p. 5 y ss., y de los trabajosrecogidos en esta obra.

4 Ramn P R, Procesos de canonizacin de la Iglesia Espaola su localizacin, en

Memoria Ecclesiae,XXVI, p. 358.


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Todo ello gener un activo fervor popular y la puesta en marcha de un eleva-do nmero de procesos de canonizacin, parte de los cuales vieron culminadosfeliz ente sus esfuerzos; sin embargo, otra parte de los mismos quedaron reteni-

dos por las ms diversas razones. No obstante, tanto unos como otros generaronuna abundantsima, rica y variada documentacin que se encuentra hoy disper-sa, principalmente, entre los archivos catedralicios y diocesanos de todo el pas.

Desde sus inicios hasta su culminacin, los procesos de canonizacin su-ponan un largo procedimiento administrativo en el que se vean implicados,habitualmente, centenares de personas, decenas de instituciones y todo un en-tramado socio-econmico que los convierten en espacios muy interesantes parasu estudio. Desde las primeras gestiones realizadas por los promotores de lacausa y tendentes a obtener las licencias necesarias para abrir el proceso, hasta

la proclamacin de la santidad del candidato efectuada por el Sumo Pontfice,pasando por las declaraciones de los testigos y la recogida de una abundante do-cumentacin que vena demostrar sus virtudes. Todo ello dilatado en el tiem-po, en ocasiones, durante varios siglos, que acababa generando un amplsimoexpediente que poda alcanzar con frecuencia una extensin de miles de folios.

Esta diversidad de escritos y de escribientes que le dan forma convierte a losprocesos de canonizacin en fuentes para conocer las formas, el uso y la funcinde la escritura en el perodo comprendido entre los siglos XVI y XVII. Adems,es habitual que los testigos presentados sean personas de avanzada o muy avan-zada edad, de entre sesenta y noventa aos, con lo que sus usos grficos puedenperfectamente reflejar la escritura que aprendieron muchas dcadas atrs, cuandoadquirieron sus destrezas grfico-lectoras. Es muy probable que un artesano ocualquier otro trabajador de ochenta o ms aos, retirado ya de sus quehaceresprofesionales y que testifica en 1631 muestre una escritura (al margen de las influencias de su estado de salud) que haya aprendido 50 60 aos atrs.

En este contexto cabra plantearnos una serie de cuestiones que servirn dehilo conductor a este trabajo con un componente de fuerte base metodolgi-ca. Qu valor podran tener los procesos de canonizacin como fuentes parael estudio de la Historia de la escritura en la Espaa de la Edad Moderna? Quinformacin podran proporcionarnos sobre la penetracin de la alfabetizacin enlos distintos estratos sociales? Cul era el panorama grfico en la Espaa del mo-mento? Cmo coexistieron las escrituras gtica y humanstica y provocaron unmultigrafismo que culmin con la desaparicin de las gticas o su uso en espaciosresiduales y la evolucin hacia las formas actuales?5

5 El campo de indagacin es muy amplio, como ya plante en su momento A. Petrucci en sus dis-tintos trabajos. A. P, Para la historia del alfabetismo y de la cultura escrita: mtodos,

materiales y problemas. EnAlfabetismo, escritura, sociedad. Barcelona, 1999, p. 26.


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No cabe duda que todas ellas son cuestiones de largo recorrido, pero elestudio desde distintas perspectivas a buen seguro posibilitar un mejor cono-cimiento de la importancia que la escritura humanstica fue adquiriendo con

la consolidacin del Estado Moderno y como agente diseador de estrategias yespacios de poder.

l.c. El proceso de canonizacin de Bernardino de Obregn, un enfermero enla Corte de Felipe II

Quizs la figura de Bernardino de Obregn destaque a igual nivel o por en-cima incluso que la de otros enfermeros espaoles que llevaron a cabo en lasdcadas finales del siglo XVI profundas reformas en el concepto y prctica de la

Enfermera en Espaa. Hay que remarcar que Bernardino de Obregn mantuvouna estrecha amistad con Felipe II, a quien asisti en su propio lecho de muertepor peticin expresa del Monarca, que le mand llamar en 1597 a Lisboa, endonde se encontraba por su mandato llevando a cabo la reforma de los hospitalesportugueses, en una empresa difcil que tena tanto o ms de diplomtica que depoltica sanitaria.

Con el apoyo del Monarca y de sectores importantes de la nobleza castellana,Bernardino dio forma a una congregacin de enfermeros y desarroll una ingentetarea fundadora y reformadora de hospitales en Espaa y Portugal y realiz unavaliosa labor cientfica diseando un corpus de conocimientos enfermeros adap-

tados al desarrollo cientfico de su poca, tanto ms valioso por cuanto debidepurar sistemticamente numerosas tcnicas enfermeras con larga tradicin enel mbito hospitalario e incorporar otras nuevas como resultado de sus propiasexperimentaciones y consultas cotidianas con el personal mdico6.

Todo ello le proporcion un amplio reconocimiento que le dio renombre yfama de santidad, de tal manera que pocos aos despus de su muerte en 1599 sushermanos enfermeros decidieron poner en marcha el proceso para su beatifica-

6 Los avances en materia mdica se sucedieron a lo largo de todo el siglo XVI y tanto los profesio-nales de la Medicina y de la Ciruja como los enfermeros dispusieron de un creciente nmerode textos desde donde poder aprender remedios y tcnicas de curas, que posteriormente eranaplicados en los hospitales. Pero, para ello, era necesario la formacin de personal sanitarioencargado de la prestacin de los cuidados: los enfermeros. Obras como Mtodo verdaderode curar las heridas y Mtodo de curar las fiebres, del cirujano Francisco Arceo de Fregenal,impreso en 1574, son buenos exponentes de esta literatura cientfica que sirvi de base a todoeste movimiento reformador en la Enfermera espaola. Vase A. O F J. M. CB (eds.), Mtodo verdadero de curar las heridas. Mtodo de curar las fibres. (de FranciscoArceo de Fregenal). Col. Biblioteca Montaniana, Servicio de Publicaciones de la Universidad

de Huelva. Huelva, 2009.


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cin7. Es precisamente ese proceso, cerrado en 1633, el que utilizamos funda-mentalmente para este trabajo.

Para poner en marcha una causa o proceso de canonizacin era necesario que

una persona o institucin asumiera la tarea de promoverlo, con la finalidad deconseguir el reconocimiento de santidad de una persona que por su mritos secrea merecedora de ello, e hiciera la solicitud correspondiente a la autoridad ecle-sistica de su jurisdiccin, que era la que autorizaba el inicio de las distintas fasesque deban conducir el procedimiento administrativo.

Desde ese momento se iniciaba una estrecha relacin entre promotores dela causa, autoridades eclesisticas y comunidad de fieles, fruto de cuya inte-rrelacin se generaba una ingente documentacin que quedaba recogida en unexpediente. Cuantos ms esfuerzos econmicos y humanos desplegasen los pro-

motores, ms amplio y rico era, habitualmente, el expediente generado. No sonescasos los procesos de canonizacin que contienen varios miles de folios, corres-pondientes a los cientos de documentos que gener su desarrollo y las personasque se vieron de una u otra manera implicadas en l. Desde poco tiempo despusde la muerte del Fundador en agosto de 1599, los hermanos de la Congregacinde enfermeros debieron concebir la idea de iniciar su proceso de canonizacin.Sin embargo, la tarea sera larga, compleja y costosa como el tiempo as lo demos-trara. La idea de abrir el proceso debi ir tomando forma a comienzos del siglo

XVII, cuando se encomienda la elaboracin de una vida del Fundador al PadrePedro de Brcena, quien acept el trabajo despus de haberlo propuesto perso-nalmente a Fr. Jernimo Gracin de la Madre de Dios, quien no pudo realizarel encargo por haberse marchado a Flandes con el Embajador de Espaa. Unacarta del P. Brcena fechada en Madrid, el da 2 de marzo de 1612, le remite aFr. Jernimo el texto manuscrito con la vida del Fundador que haba compuestopara que lo corrigiese y aadiese de su parte cuanto viera de oportuno, ya que Fr.

Jernimo haba sido confesor personal de Bernardino de Obregn y frecuent supersona durante muchos aos:

Los Hermanos del Hospital General desta Corte andubieron muy cuidadososbuscando quin les pudiera dar por escrito la bida de su padre y fundador el HermanoBernardino de Obregn y yo les dije me parea que slo Vuestra Paternidad lo po-

7 Adems, en las primeras dcadas del siglo XVII fueron numerosas las causas de beatificacinque se abrieron y que dieron como resultado una importante transformacin del santoral delmomento. Los hermanos de San Juan de Dios inician su proceso hacia 1624 y se beatifica en1631; el proceso de San Juan de la Cruz se inicia en 1627 y finaliza en 1630, siendo beatificadoen 1675 por Clemente X. El proceso de Santa Teresa de Jess fue ms rpido an, ya que muereen 1582 y fue proclamada santa en 1622; y San Ignacio de Loyola, que fue beatificado en 1609

y canonizado en 1622; y ellos no son ms que muestras de una larga nmina.


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dra haer, por hauer tratado muy familiarmente mucho tiempo y consultado suscosas, y a todos pare


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a su persona: biografas, las constituciones de su congregacin10, tratados enfer-meros y un largo etctera. Entre todo este material se podra destacar tareas comola difusin de la vida de Bernardino de Obregn a travs de la impresin de dis-

tintas obras relacionadas directamente con su vida y obra, lo que se convirti enuna va eficaz de promover la figura del enfermero. De hecho, una parte impor-tante de los documentos incorporados al Proceso sirvieron posteriormente para laelaboracin de varias de sus biografas11.

10 Los siglos XVI y XVII conocen un perodo en el que las ms diversas instituciones, rdenes ycongregaciones, cofradas y concejos imprimen o trasladan de forma manuscrita sus reglas o

constituciones, de tal manera que uno de los instrumentos de funcionamiento de estas corpora-ciones se erigen en imagen y representacin de la institucin de cara a la sociedad. En palabrasde Mara Luisa Pardo: Desde finales del siglo XV y comienzos de la centuria siguiente lashermandades y cofradas de Sevilla fueron acumulando escrituras, ttulos de bienes, posesiones,censos y rentas( ... ). Entre estos documentos que constituyeron la memoria escrita e histricade estas agrupaciones destaca la confeccin de las reglas, ya que, sin duda, uno de los temasbsicos que en un primer momento deban solucionar las cofradas era la de su organizacininterna( ... ). En la Sevilla barroca fue costumbre habitual el trasladar y copiar el contenido deestos documentos jurdicos y normativos -las reglas- en libros manuscritos e impresos. VaseM. L P R, El Libro de Reglas de la Hermandad del Rosario de Nuestra Se-ora de Rocamador.Fundacin El Monte. Sevilla, 1997, pp. 17 y ss. Y de la misma autora, Las

Ordenanzas de Moguer de I538. Sevilla. Fundacin Cultural el Monte, 2003. Vase tambinA C G M, Regla de la Hermandad y Cofrada de la Trasfixiny Soledad de Mara Santsima. Mairena Del Alcor (Sevilla) 1565 (2003). En J SH (ed.), CXIX Reglas De Hermandades y Cofradas Andaluzas: Siglos XIV, XV y XVI.Servicio de Publicaciones de la Universidad de Huelva. Huelva, pp. 1.087-1.097. En esta obrase incluyen las reglas manuscritas o impresas de 119 hermandades andaluzas de los siglos XIVal XVI, especialmente esta ltima centuria, buena muestra del inters que este tipo de prcticasalcanz en estos aos. Todo induce a pensar que se convirti en tarea urgente la elaboracinpor parte de Bernardino de Obregn de las constituciones de su Congregacin, y que algunosaos despus, ya fallecido l, sus hermanos la dieran a la imprenta. Vase tambin P OS, Las Ordenanzas de Zalamea la Real. I535: una Normativa Ecolgica del Siglo XVI. Za-

lamea la Real- Huelva. Diputacin Provincial de Huelva, 1994; y de la misma autora Regla dela Cofrada de los Escribanos Pblicos de Crdoba (1570). En Estudios en Memoria del ProfesorDr. Carlos Sez: Homenaje. Madrid, Ediciones Universidad de Alcal de Henares, vol. 1, 2007,pp. 483-497. Las referencias a este respecto seran interminables.

11 Como las reglas y constituciones de la Congregacin. Sus bigrafos recogen que fueron ela-boradas por el mismo Fundador y parte de ellas se conservan manuscritas por su dictado ycorregidas de su puo y letra. Tres dcadas despus se envan a imprenta dichas constitucionesampliadas y transformadas. Vase M J G M, A C G- M, J I. V R, Constituciones y Regla de la Mnima Congregacin delos Hermanos Enfermeros Pobres, dispuestas y ordenadas por N(ro). P(re). y fundador el Vene-rable Bernardino de Obregn, escritas de su mano y manda sus Hijos las observen y guarden

(1994). En Hades. Revista de Historia de la Enfermera,nm. 2. Qalat Chbir. A. C. Alcal de


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2. Los documentos

No es nuestra intencin realizar un estudio diplomtico de los procesos de

canonizacin, asunto ste de importancia que nos ocupar en futuros trabajos,pero s creemos necesario ofrecer siquiera una visin de conjunto de su estructura,para comprender el complejo entramado institucional y documental que se creaen ellos y percibir mejor as el uso y la funcin de la escritura en su elaboracin.Para ello tomaremos como fuente fundamental el expediente generado para lacanonizacin de este enfermero burgals, Bernardino de Obregn, nacido en LasHuelgas, Burgos en 1540 y fallecido en Madrid en 1599, que fue fundador deuna congregacin de enfermeros que se expandi por toda la Pennsula Ibrica.El expediente se cierra en Toledo el 5 de julio de 1633, con una autorizacin del

Excmo. Sr. Cardenal Primado, concediendo permiso para el traslado de las infor-maciones y autos a los hermanos obregones para que pueda ser enviada una copiadel mismo a la Santa Sede y comenzar as la fase romana del proceso12.

2.a. La materialidad del libro de beatificacin de Bernardino de Obregn

Encuadernado en pergamino, el libro est formado por 530 folios manus-critos, resultado de la reunin en base a un orden cronolgico (aunque a ve-ces con saltos importantes en el mismo) de documentos procedentes de distintoslugares y momentos; incorporando las actuaciones administrativas que se fueronsucediendo para dar forma legal a la causa con documentos de diversa naturalezaincorporados al procedimiento para justificar mritos y presentar testimonios, con-

Guadara (Sevilla), pp. 77-116. Y de los mismos autores la segunda parte: Regla y Constitucionesde la Mnima Congregacin de los Hermanos Enfermeros Pobres (segunda y ltima parte) (1995).En Hades. Revista de Historia de la Enfermera,nm. 2. Qalat Chbir. A. C. Alcal de Guadara

(Sevilla), pp. 181-216.12 Archivo Diocesano de Toledo (en adelante ADT). Informac;in de la uida y costumbres del benerable

hermano Bernardino de de (sic) Obregn. Anduuo en ella el hermano Pedro Lagarto de epeda. Naturalde Toledo. Ao de 1633. Libro 3.466.En este mismo fondo se encuentran otros procesos de canoniza-cin abiertos, tambin muy interesantes, algunos anteriores y otros posteriores en el tiempo a ste deBernardino de Obregn. Destacamos el proceso de otro enfermero, ya concluido, el de San Juan deDios, un expediente con 1.144 folios manuscritos y algunos cuadernos impresos aadidos al final delmismo. Sobre este proceso estamos realizando Manuel Jess Garca Martnez y yo mismo un estudiodesde el ao 2004. Como resultado de ello ha sido la presentacin del Proyecto titulado Hitos parala Historia de la Orden Hospitalaria. Un documento olvidado: el manuscrito del ao 1671 con elProceso de Canonizacin del Beato Juan de Dios conservado en el Archivo Diocesano de Toledo al

31 Certamen Internacional de Enfermera de San Juan de Dios, febrero de 2011.


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formando todo ello un arco cronolgico que va desde 158613 , hasta 1633, con unaautorizacin de traslado a Roma que cierra el expediente14.

En total, el libro contiene 285 documentos, la mayor parte de ellos en formato

in folio, aunque encontramos cuadernos de menor tamao15 y algunos docu-men tos plegados16. Por su procedencia diversa, los cuadernos no son homog-neos, con algunos uniones insertos y otros con un nmero elevado de bifolios. Ladiversa procedencia se observa tambin en su foliacin, que es propia e indepen-diente en algunos de los cuadernos, a la que se superpone otra con la finalidad deunificar todo el libro.

El estado general de conservacin es bueno, aunque algunos folios presentanprdida de soporte, pero sin dificultar ello su lectura. Algo ms deteriorado seencuentra, por el contrario, su encuadernacin en pergamino.

2.b. Tipologa documental del Libro de Beatificacin de Bernardino deObregn

El libro se organiza en tres piezas, como as se denominan en su interior a cadauna de las tres partes que lo constituyen. La tercera de ellas rene documentacinincorporada posteriormente a las dos primeras, ante la negativa recibida por partedel Primado de Toledo a tramitar la causa por la falta de consistencia de la docu-mentacin presentada en una primera instancia. El libro est conformado por lasiguiente documentacin:

a. Documentos administrativos que dan forma legal a la causa.b. Documentos recopilados y producidos en distintos momentos y lugares

(entre 1586 y 1625) y que se presentan como demostrativos de mritos del can-didato.

13 A.D.T., L. 3.466, tercera pieza, ff. 122r.-130v.14 Autorizacin dada por los Sres. del Consejo de Su alteza el Excm. Sr. Cardenal Infante, con-

cediendo el traslado autntico de las informaciones y auto a los Hermanos de la Congregacinpara que lo presenten ante el Papa y la Sacra Congregacin de los Eminentsimos Cardenalesde Ritos. Figura en la parte superior del escrito la leyenda: Tiene esta pieza 200 fojas. En 5 deJullio 1633 dsele traslado authntico de todo para Roma para presentarlo ante Su Santidady en la Sacra Congregacin de los Ritos con ynterposicin de la autoridad ordinaria y decretojudicial (Toledo, 5-VII-1633), Tercera Pieza, f. 200.

15 Como el cuaderno que contiene el captulo X de las Reglas de la Congregacin de los enferme-ros obregones, redactadas por el propio Fundador.

16 Fecha del documento ms antiguo incorporado, que contiene el inventario del Hospital deConvalecientes de Madrid, de catore fojas, mandado hacer por Diego de la Calzada, Obispoy Visitador General del Arzobispado de Toledo el nueve de octubre de 1586, encontrndose

presente el mismo Bernardino de Obregn, quien jur y firm dicho inventario


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c. Declaraciones de testigos17.

Cada una de las tres piezas del Libro contiene indistintamente documentos

administrativos, documentacin probatoria de mritos y testimonios de personasrequeridas a testificar.

a. Documentos administrativos que dan forma legal a la causa.

Las gestiones desarrolladas a partir de 1615 y hasta 1633 por los hermanosenfermeros generaron una abundante y variada documentacin administrativa,que podemos englobarla en los siguientes tipos documentales:

-Edictos.-Nombramientos.- Autorizaciones.-Actas.- Provisiones.- Mandamientos.- Notificaciones.- Otorgamientos de poder.-Peticiones.- Certificaciones.- Interrogatorios.- Juramentos.- Presentaciones.- Traslados18.

Las gestiones llevadas a cabo por Teodosio Machado, hermano mayor de laCongregacin de enfermeros a finales de los aos 20 del siglo XVII, dieron comoresultado la obtencin de una Provisin del Cardenal de Toledo para poner en marchael proceso:

eodosio Machado, hermano Mayor del Hospital General desta villa de Ma-drid. Digo que el dicho Hospital y yo, en su nombre, e ganado Prouisin de los Seoresdel Consejo de Su Alteza para haver ynformavin de la vida y milagros del sieruode Dios Bernardino de Obregn, fundador del dicho hospital, dirigida a V.

17 Hemos elaborado un regesto documental que por razones de espacio no podemos incorporar alpresente trabajo, pero que nos ha servido de base al presente estudio.

18 Por la naturaleza y extensin de este trabajo, no podemos entrar en el estudio diplomtico decada uno de estos tipos documentales, estudio que dejamos para un trabajo posterior.


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M. para que la haga por ante el presente notario, como della consta quepresent con el juramento necesario.

A V.M. suplico la aya por presentada y acepte la juridivin y en su cumpli-

miento para que se haga conforme al estilo de la Corte Romana, se sirua de re-ciuir juramento de dicho notario y nombrar cursor y das de audienvia y lugardonde an de jurar y decir los testigos que fueren presentados por mi parte( ... ).

Otros a V.M. pido y suplico mande dar sus cartas de.hedicto para que sepubliquen en las yglesias desta villa y las personas que supieren de la vida y mila-gros del dicho sieruo de Dios Bernardino de Obregn lo digan y declaren( ... ).

El hermano Teodosio Machado.19.

Esta aprobacin era el documento necesario para comenzar todo el proceso

administrativo que acabara en 1633 con el cierre del expediente.As es, la maquinaria administrativa de la Iglesia puede ser estudiada en toda

su magnitud en procesos administrativos como las causas de canonizacin, queimplican a muy diferentes parcelas administrativas y servicios dentro de la Institu-cin, generando todo ello un entramado documental que afecta a todos los nive-les de la Administracin, desde el mbito ms local hasta la misma Curia romana.En la Causa de Bernardino de Obregn intervienen notarios eclesisticos y laicos,escribanas de distintas ciudades y administraciones y personal subalterno de dis-tinto nivel administrativo que dejan constancia grfica en sus intervenciones.

b. Documentos recopilados y producidos en distintos momentos y lugares (entre 1586y 1625) y que se presentan como demostrativos de mritos.

Para el avance de la Causa era necesaria la presentacin por parte de sus promotoresde una abundante documentacin que demostrara las virtudes reconocidas al personaje,y especialmente obras originales que probaran su pensamiento ms profundo. Bernardi-no de Obregn no fue un terico de la Teologa, ni de la mstica, sino un enfermero. Susescritos tenan una clara orientacin cientfica en este sentido, pero estaban imbuidos

de una profunda religiosidad que se desprende de su sola lectura. Se recopilaron, pues,los escritos personales de Bernardino de Obregn, en concreto las reglas manuscritasque elabor en 1592 cuando se encontraba en Lisboa, y documentacin administra-tiva referente a asuntos en los que intervino personalmente; se incorporaron escritossobre su vida, elaborados poco despus de su muerte, y que sirvieron de base a impresosposteriores; igualmente se extrajeron del Archivo del Hospital General de Madrid ex-pedientes generados en asuntos muy significativos para la Congregacin, como el viajea Roma de una comisin de enfermeros obregones para solicitar del Papa un signo

19 ADT, Pieza Primera, f. Ir.


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distintivo que le permitiesen pedir limosnas (recibiendo de Paulo V la Cruz Mo-rada). En concreto, se reunieron los siguientes documentos de especial importanciapara la Historia de la Congregacin:

El Captulo X de las reglas manuscritas elaboradas por Bemardino de Obre-gn20.

Una vida sobre Bemardino escrita en 1610 por Pedro de Brcena21. Una breve vida sobre Bemardino escrita por Andrs Femndez22. Documentacin de los trabajos de reunicacin hospitalaria llevada a cabo por

el Fundador23. Varios informes sobre el levantamiento de su cadver unos aos despus de su

muerte24.

Memoriales de acontecimientos muy signicativos para la Congregacin: viajea Roma a solicitar una cruz distintiva25, etc.

Para la recogida de toda esta documentacin fueron necesarias las autorizacioneslegales pertinentes y la inclusin de las mismas en el propio proceso y as es comoFrancisco Martnez, notario diputado para la causa, levanta acta el lunes, 22 deseptiembre de 1631, en el Hospital General de Madrid, en presencia del hermano

Alonso del Espritu Santo,. archivero de dicho Hospital, dando fe de que ste leexhibi y entreg un cuaderno manuscrito de 17 hojas con la vida de Bernardinode Obregn, firmado por el licenciado Pedro de Brcena, su confesor26. Actuacionescomo sta aparecen en distintas ocasiones.

20 ADT, Pieza Primera, ff. 51-7 5. Vase A C G M, Las constitucionesmanuscritas elaboradas por Bernardino de Obregn para la Congregacin de los EnfermerosPobres (1592-1598?). En Hades. Revista de Historia de la Enfermera, nm. 10 (2008), QalatChbir, A.C., pp. 203-253.

21 Biografa sobre el Fundador elaborada hacia 1610 por Pedro de Brcena, del Santo Oficio. ADT,Pieza Primera, ff. 28-38.

22 Biografa sobre el Fundador elaborada hacia 1619 por Andrs Fernndez, Hermano Mayor dela Congregacin por dos veces y gran impulsor de la Causa de Canonizacin. Pedro de Brcena,del Santo Oficio. ADT, Pieza Tercera, ff. 99-120. Gran parte de estos documentos son citadosen una biografa elaborada por Francisco Herrera y Maldonado e impresa 1633.

23 ADT, Pieza Tercera, ff. 131-132. Documento sobre la reduccin de hospitales y entre ellos elHospital de Convalecientes, fundado por Bernardino de Obregn. Contiene el testimonio de14 personas y est firmado por el Hermano Andrs Fernndez.

24 ADT, Primera Pieza, ff. 124 y ss. Un expediente de 1621 con todo lo relativo al traslado de loshuesos del Fundador a la iglesia del Hospital General de Madrid. Folios sin numerar ubicadosa continuacin del122 de la Primera Pieza.

25 ADT, ff. 76-118r.

26 ADT, L. 3.466, Primera Pieza, f. 21.


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c. Declaraciones de testigos.

Una parte muy importante en todo proceso de canonizacin es la llamada

general a la participacin de todos los cristianos en los procesos abiertos, con lafinalidad de contribuir a demostrar los posibles mritos de los aspirantes en basea sus propias experiencias personales, bien como consecuencia del trato directocon los mismos, bien a travs de testimonios de segunda mano, pero que podranrepresentar significativas aportaciones para los jueces. As es como comienza todoun procedimiento de localizacin y presentacin de testigos por parte de los pro-motores y as es como tambin se hizo en el proceso de Bemardino de Obregn.Todo un despliegue publicitario se realizaba en distintas ciudades, en iglesias es-pecialmente Otros a V. M. pido y suplico mande dar sus cartas de hedicto para

que se publiquen en las yglesias desta villa y las personas que supieren de la viday milagros del dicho sieruo de Dios Bemardino de Obregn lo digan y declaren( ... )27.

Para este caso se emitieron edictos en Madrid, Burgos, Oropesa, Lisboa y Bragapara reunir a un nmero significativo de testigos que dieron sus testimonios en di-chas ciudades e hicieron sus aportaciones sobre la figura del enfermero. Testificacio-nes que ofrecen datos muy interesantes sobre su figura y, adems, dejan testimoniogrfico de sus destrezas en la prctica de la escritura, al terminar sus declaracionescon su rbrica y con una frase completa de conformidad escrita de su puo y letra.Esto abre un interesante espacio de investigacin en tomo a los niveles de destrezagrfica alcanzados en distintos estratos sociales y en diferentes localidades, al mos-trar la escritura pracricada por cientos de personas de una ciudad.

3. Los escribientes

En total, son ms de 200 personas las que dejan constancia grfica en el pro-ceso, pertenecientes a todos los estratos sociales y niveles culturales, que reunimosen cuatro grupos28:

l. Representantes de la Iglesia2. Personas con ocupacin diversa.3. Profesionales de la escritura29.4. Personas sin oficio u ocupacin reconocidos.

27 ADT, Pieza Primera, f. 1r.28 Agradezco a la prof. Elena E. Rodrguez Daz las acertadas sugerencias, matizaciones y reflexio-

nes que me ha ido haciendo a lo largo de la elaboracin de este apartado.29 Si bien los profesionales de la escritura tambin pertenecen a profesiones liberales, preferimos

incluirlos en un grupo propio por razones por su especial vinculacin con el mundo de laescritura.


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3.a. Representantes de la Iglesia

Un nutrido elenco de personalidades pertenecientes al mbito eclesistico in-

tervienen en distinta manera y momento en el proceso. Altas autoridades, comoD. Fernando de Austria, Cardenal Infante de Espaa, Administrador Perpetuodel Arzobispado de Toledo, D. Alonso Velasco y Acevedo, Vicario General deMadrid, encargados de abrir y cerrar la Causa con sus autorizaciones y edictoscomo mximos representantes eclesisticos de la zona en donde se promueve elProceso. Dependientes de ellos, intervienen en distinta manera jueces, procura-dores, notarios y otras personalidades y profesionales de la escritura que cubren elvariado instrumental administrativo desplegado en el procedimiento o lo hacencomo testigos.

3.b. Personas con diverso oficio y ocupacin

Conforman el grupo ms numeroso e interesante de los testigos que acuden ala causa; desde representantes de la alta nobleza, como el Duque de Sesa, hasta lospertenecientes a oficios ms humildes, como labradores, carpinteros y albailes.

As, testifica Baltasar Salgado, que es maestro sastre; Juan Rodrguez Cornejo,cordonero y horero; Antonio soldado, labrador; Alonso de Frutos Hernndez,labrador; Fran


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ya que el enfermero intervino a lo largo de toda su vida en numerosas actuacionesjudiciales, en donde era necesaria la presencia de notarios30.

Dejan numerosos testimonios grficos Francisco Martnez, notario diputado

de la Causa, Eugenio Lpez, notario mayor de la Audiencia Arzobispal de Ma-drid, Remando de Valds, escribano de su Majestad y persona que acompa aBernardino durante varios aos en Portugal en 1592, por citar tan slo algunosde ellos. Por razones de praxis administrativa, la mayor parte de los documentosque conforma el Proceso se deben a estos escribanos.

3.d. Personas sin oficio u ocupacin reconocidos.

Por ltimo, y todos ellos como testigos, existe un grupo de personas que no

manifiestan oficio alguno, que viven principalmente en Madrid y conocieronpersonalmente a Bernardino. Entre ellos destacamos a Jorge de Tovar Balderrama,que viva en la calle de Alcal; a Diego Prez Mexa, que no tiene ejercicio algu-no; vive frontero de San Sebastin; a Magdalena de Urbina de Colmenares, queera viuda, vive en la calle de los Preciados, o a Juan Lpez Madera, que decla-raba no tener ejercicio alguno, y vivir junto a Santa Cruz. Personas que no hanpasado a la historia por algo en particular y de las que nunca hubisemos sabidonada de su formacin a no ser por su participacin en el proceso de beatificacinde Bernardino de Obregn.

A esta nutrida nmina de personas que intervienen de forma directa en laCausa con sus declaraciones habra que aadir los testimonios recopilados enLisboa y Braga, que se encuentran en portugus, por lo que son de menos interspara este trabajo y no los incluimos en nuestro estudio.

4. Las escrituras

La variedad documental y el nmero de personas que intervienen a lo largo detodo el Proceso tienen su reflejo en las escrituras recogidas en el libro.

Todos los testimonios grficos se sitan cronolgicamente entre 1586 y 1633,pertenecientes a la documentacin generada e incorporada. El Proceso se des-

30 El aumento continuo del trabajo de los escribanos pblicos en mbitos cada vez ms ampliosde la administracin, civil o eclesistica, se observa con toda nitidez en los procesos de canoniza-cin. Para otros mbitos y la Edad Moderna, vase el trabajo de M. C C M-, En Torno a los Escribanos Pblicos de Ceuta (1580-1700). En HomenaJe al Profesor Carlos

Posac Mon, Ceuta, Espaa. Instituto de Estudios Ceutes, 1998, pp. 223-242.


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arroll en dos fases, entre 1617-1621 y entre 1631-163331, y durante ambas fases se gene-r y se recopil documentacin que fue agrupada para conformar el expediente cerradoen 1633, incluyndose las declaraciones de ms de 100 testigos con sus juramen-

tos y firmas. Entre testigos y escribientes que participan en todo el proceso admi-nistrativo y en los documentos extrados de distintos archivos hemos identificadoen tomo a 200 manos que dejan constancia grfica a lo largo de la documentacindel Proceso32.

Para nuestro anlisis paleogrfico, vamos a distinguir tres grandes grupos deescribientes. El primero de ellos est integrado por los eclesisticos, que por sucondicin de tales todos muestran unos buenos niveles de ejecucin grfica; elsegundo lo conforman los profesionales de la escritura, que son los ejecutores detoda la documentacin administrativa que da forma al Proceso, y, por ltimo, losrestantes escribientes, que dejan constancia escrita por muy diversa causa: comotestigos, como autores de escritos que han sido incorporados al Proceso por su va-lor testimonial o por otras diversas circunstancias. Son tres grupos de escribientesque presentan caractersticas propias y es el tercero de ellos el que por su variedadde procedencia social y profesional refleja la cotidianeidad menos conocida deluso de la escritura en Madrid y lugares cercanos en la segunda mitad del siglo XVIy comienzos del XVII, en donde ha nacido y vive la gran mayora de los testigos.

Para obtener una visin ms detallada de todo ello, hemos elaborado las si-guientes tablas.

31 Por la documentacin incorporada a la causa, se puede concluir que ya comenz la recogidade testimonio antes de 1620. Posiblemente hubo un intento inicial de llevar a cabo el proceso,pero que por diversas circunstancias qued detenido hasta 1630, momento cuando se desarro-llan de manera ininterrumpida todas las tramitaciones administrativas necesarias.

32 Hay que tener en cuenta que ciertos documentos son ejecutados por escribanos al servicio denotarios que intervienen en la causa y de los que desconocemos sus nombres, ya que trabajanen calidad de simples amanuenses encargados del trabajo rutinario, lo que dificulta su cuanti-

ficacin exacta.


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Tablas. Relacin de personas que intervienen en calidad de testigos que dejanconstancia grfica en el Proceso de Canonizacin de Bemardino de Obregn (noincluimos los testimonios en portugus).

1. Representantes de la Iglesia

Escribiente Ocupacin Edad Escritura

Franisco de Vergana Patriarca Electo del Reino de Portugal e Indias

Orientales

63 Humanstica

cursiva

Dionisio Ruiz de la Pea Sacerdote capelln de honor de Su Majestad 88 Humanstica

Francisco Martnez Sacerdote capelln de las monjas trinitarias

descalzas

51 Humanstica

Joan Martnez Coxedor Sacerdote capelln perpetuo en la Iglesia

parroquial de San Gins

70 Humanstica

Pedro Fernndez Tribaldos Religioso profeso de la Compaa de Jess 70 Humanstica

Joan Bermdez Sacerdote capelln de la crcel de la Villa de

Madrid

68 Humanstica

Bartolom de Luna Sacerdote de la Iglesia Parroquial de Santiago de

la Villa de Madrid

73 Humanstica

Joan de Montalbn Sacerdote beneficiado de la Parroquia de San

Juan

60 No escribe por

estar ciego

Juan Francisco Romn Religioso profeso de la Orden de San Juan de

Dios

62 Humanstica

Diego de Ayala Clrigo presbtero 41 HumansticaFrancisco de Herrera

Maldonado

Prior de la Encomienda de Villela, en la ciudad de

Oropesa,

- Mixta

Juan de Valladares

Valderrama

sacerdote - Mixta

Garca Garrido, cura del Hospital General - Humanstica

Joan Valladares Valdelomar clrigo presbtero de Crdoba - Mixta


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2. Personas con ocupacin diversa.


Francisco de Garnica Caballero de la Orden de Santiago - Mixta

Luis Fernndez de Crdoba

Cardona y Aragn

Duque de Sesa y Baena 44 Mixta

Baltasar Salgado Maestro sastre 66 Mixta

Agustn Ximnez Maestro de obras 60 No sabe escribir

Francisca Rodrguez Asiste en casa de Da. Isabel de Peralta No sabe escribir

Diego de Obregn Porras En Alczares Reales de la ciudad de Jerez de la

Frontera

60 Mixta

Hernando de Villa Agente de negocios de los Duques del Infantado 73 HumansticaJuan Daz de Leyto Diputado del Hospital de los Desamparados 66 Mixta

Pedro Fernndez Balmaseda Agente de negocios 70 Mixta

Gregorio Caldern Maestro de tundidor del Smo. Sr. Infante

Cardenal

68 No firma

Christual Prez de

Larraga

Contador de Su Majestad 73 Humanstica

Felipe de Vergara Diputado del Hospital General de Madrid 64 Mixta

de Alonso Snchez de

Herrera

Barbero y sangrador 60 Mixta

Antonio Soldado Labrador 65 Mixta

Joan Rodrguez Cornejo Cordonero y horero 74 Humanstica

Gil de Andrada Platero de oro 70 Humanstica

Miguel Carrillo Maestro de escuela Humanstica

Francisco Merchn, Albail y pocero No sabe escribir

Blas Garca maestro de obras Mixta

Jorge de Touar Secretario No firma

Alfonso de San Pedro, Boticario del Consejo de Su Majestad del

Hospital Genera

Mixta

Bartolom Tirado Alguacil de Corte Mixta

Antonio del Puerto mercader de la Villa de Madrid Mixta

Thoms Gracin Dantisco secretario Humanstica

Pedro Baptista de Vivar Criado de Su Majestad, guarda de a caballo 50 Humanstica

Joan de Aguilera Criado de Su Majestad 71 Humanstica

Gaspar de Fuensalida Cerero Mayor del Rey 62 Humanstica

Alonso Gonlez de

eplueda

Oficial de la Secretara de las Lenguas 47 Mixta

Pedro Rodrguez Criado, Secretario del Rey y de Su Consejo 71 Humanstica


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Roche Morante, Portero de Corte Humanstica

Pedro Rodrguez Criado de

Figueroa

Secretario del Rey D. Felipe Tercero Mixta

Francisco Gonlez de

Seplueda,

mdico del Rey Mixta

Amador de la Haya criado del Rey Humanstica

Christual de Camargo, criado del Rey y de su capilla Mixta

Andrs de Tamayo Mdico cirujano de la Cmara de Su Majestad 70 Humanstica

Manuel de San Juan Cirujano 60 Humanstica

Gabriel Rayado de Herrera Mdico del Hospital General Mixta

Francisco Serrano Platicante de ciruja Humanstica

Pedro Fernndez de Araujo, Doctor de medicina Humanstica

Francisco Lpez Doctor Humanstica

Gabriel de Ocaa Enfermero religioso del Hospital General de

Madrid

57 Humanstica

Jaime Felipe Enfermero obregn - Humanstica

Joan Baptista Enfermero Obregn - Humanstica

Luis Prez Enfermero Obregn - Mixta

Antonio Valerio, Hermano Mayor de la Congregacin de los

Obregones

- Humanstica

3. Profesionales de la escritura


Eugenio Lpez Notario mayor de la Audiencia arzobispal de

Madrid

54 Procesal

Joan de Obregn Escribano pblico de Su Majestad, Familiar del

Santo Oficio de la Inquisicin de Toledo

70 Mixta

Truxillo Escribano de Su Majestad 75 Mixta

Hernando de Valds Escribano de Su Majestad 58 Mixta


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A la luz del anlisis y con los datos recogidos, el Proceso de Beatificacin deBernardino de obregn muestra el siguiente panorama escriturara.

4.a. Escrituras de tradicin gtica

Al ser numerosa la documentacin administrativa, son las gticas las escriturasque ms presencia tienen cuantitativamente hablando en el proceso, pero no lasque ms personas las utilizan. As, encontramos escrituras de tradicin gtica,cursivas en distinto grado y que pertenecen a los tipos procesal y procesal enca-denada en las redacciones de los testimonios, en peticiones y otra muy variadadocumentacin. Son por ello las utilizadas por los profesionales del documentocastellanos, quienes manifiestan en numerosas ocasiones un buen conocimientodel sistema humanstico.

As, la escritura procesal de Francisco Martnez, notario diputado para la cau-

sa, manifiesta las siguientes caractersticas (Lm. 1):

l. Un aumento de los rasgos goticistas en proporcin al aumento de la veloci-dad de su escritura; en cambio,

2. Cuando el ductus se hace ms lento afloran formas de la cursiva usual detradicin humanstica, como se observa en su firma.

3. Obsrvese lo que sucede con cierta frecuencia en este caso de FranciscoMartnez, que escribe en procesal, el ante m, y su nombre, FranciscoMartnez, en cursiva de tradicin humanstica (vase la r o la M capital,

y el notario diputado en una rapidsima procesal encadenada.

4. Personas sin oficio u ocupacin reconocidos


Matas Ruiz No referida 70 Humanstica

Juan de Castro Colona No tiene ocupacin alguna 68 Mixta

Diego Prez Mexa No tiene ejercicio alguno 65 Humanstica

Jorge de Tobar Balderrama No tiene ejercicio alguno 38 Mixta

*Isabel de Peralta Gobierno de su casa y familia 30 Humanstica

Gaspar de Camargo No tiene ejercicio alguno ms de acudir a algunos

negocios que se le encargan

56 Humanstica

*Augustina Illn de Libana No tiene ejercicio 60 Humanstica

Magdalena de Urbina y

Colmenares

Gobierno de su casa 70 No firma

Juan Lpez Madera No tiene ejercicio 84 Humanstica

Joana Gregorio No tiene ejercicio alguno 28 No sabe escribir

Lope Flix de Vega Carpio No recoge alusin alguna Humanstica

Juan de Almunia No recoge alusin alguna Mixta

Alonso Daz de Guitin No recoge alusin alguna Humanstica

Mathas Gonlez No recoge alusin alguna Humanstica


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4. As, podra afirmarse que Francisco Martnez conoce la escritura propiade su oficio (la procesal, como escritura profesional) y conoce tambin lacursiva de tradicin humanstica, es decir, la que se va conformando como

la usual de la poca, en un claro ejemplo de bigrafismo.Otro claro ejemplo de bigrafismo de los profesionales del documento de los

siglos XVI y XVII lo encontramos en el escribano del rey Hernando de Valds. Eldocumento por l suscrito est en una escritura cursiva de tradicin humansticacon elementos gticos; su suscripcin aparece en procesal (Lm. 2a) y, segnindica l mismo en el documento, a su pluma se debi tambin las Reglas de losObregones, recogidas a continuacin del documento, y escritas a dictado deBer-nardino haca ms de 36 aos, con una humanstica redonda (Lm. 2b ).

4. b. Escrituras de tradicin humanstica

Son las utilizadas por un mayor nmero de escribientes con diferencia; b-sicamente son tambin empleadas por profesionales de la escritura, en ciertasocasiones, para escribir los documentos ms solemnes recogidos en el Libro, losedictos o las reglas de la congregacin, aunque no es inusual encontralas paraotros documentos que no responden necesariamente a tal cualidad.

Pero lo ms destacable es que son las escrituras sistemticamente utilizadas poraquellos que no son profesionales del documento, tanto eclesisticos como laicos.Ejecutada con mayor o menor grado de rapidez, las escrituras cursivas derivadasde la humanstica podran considerarse como las escrituras usuales por exce-lencia de esta poca en Madrid y sus alrededores, aunque sea habitual que estashumansticas estn integrando ya algunas grafas procedentes de las gticas en sualfabeto, que acabaron formando parte de las mismas, sin que ello presupongaque el escribiente conozca los dos sistemas grficos, el humanstico y el gtico.

Un buen exponente de escritura humanstica cursiva se observa en el ya men-cionado cuaderno que contiene el Captulo X de las Reglas de los Obregones,escrito al dictado de Bernardino de Obregn hacia 1592 por Hernando de Val-ds, escribano del rey, y con correcciones marginales escritas por el propio Fun-dador. Dado el carcter del documento, es un libro institucional y smbolo deuna Congregacin, se elige una escritura legible, como es la humanstica redondabastante caligrfica. Aunque resulte casi axiomtico mencionarlo, adems de sulegibilidad, queremos destacar tambin que la ms elegante humanstica redondasirve para prestigiar su contenido, para lo que se contratan los servicios de unprofesional del documento.

Pero junto a esta humanstica redonda, hallamos abundantes muestras de lacursiva de tradicin humanstica, como las notas de correccin que aparecen enestas mismas Reglas citadas, realizadas de mano del propio Bernardino de Obre-


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gn, como se indica en el testimonio notarial de Hernando Valds que le antecedey que es una cursiva usual de tradicin humanstica (lm. 3).

Encontramos numerosas muestras de cursivas de tradicin humanstica en

los testigos (Lms. 4 a 7), entre ellos, las escritura de Dionisia Ruiz de la Pea,sacerdote de 88 aos de edad (lm. 4a; Manuel de San Juan, cirujano de 60 aos(lm. 4b); Gaspar de Camargo, de edad de 56 aos de edad (lm. 5a); BaltasarSalgado, maestro sastre, de 66 aos de edad (lm. 5b ); Isabel de Peralta, de 30aos de edad (lm. 5c).

4. c. Escrituras mixtas

La convivencia de dos sistemas grficos en la Pennsula Ibrica, como son el

gtico y el humanstico, trajo como consecuencia la mezcla frecuente de grafasen un mismo escribiente, y en el caso de los profesionales de la escritura un bi-grafismo constatable en numerosos casos; pero tambin en otras personas no re-lacionadas profesionalmente con el mundo de la copia y la redaccin documental

y por ello las escrituras mixtas son abundantes en el Libro de Beatificacin.En esta muestra se observa una cursiva de ductus ms bien lento, que combina

formas prximas a la humanstica: ligadura ct del primer rengln, P, Mcapital), con otras formas ms gticas: f, u/v, cuyo goticismo se hace msevidente en la forma de ligar algunas letras.

Tambin mixta es la escritura del f. 2, 2. De ductus ms rpido que la anterior(ligaduras totalmente procesales del final del segundo rengln y principios deltercero), combina formas humansticas con formas gticas (v ancha, ligadurapo, C por debajo de la lnea de rengln). Este goticismo se acenta cuandoaumenta la velocidad de la escritura.

Otra muestra es la escritura de Benito Martnez: Yo, Benito Martnez, se-cretario de su Alteza, la fiz escriuir por su mandado / con acuerdo de los del SuConsejo. Esta frase est ejecutada con una escritura muy redonda que, de nuevo,combina elementos humansticos y gticos. Los humansticos son el ductus que,aunque cursivo, no es demasiado rpido y morfologa (M capital, a). Loselementos gticos se observan en algunas formas y ligaduras (por ej., el de suque aparece detrs de la abreviatura de secretario; el escriuir; el de los del (suConsejo), en donde la s del los es claramente la s sigmtica, tan caractersticade la procesal) (Lm. 8).

4. d. Personas que no saben escribir

Finalmente encontramos varias personas que declaran no saber escribir, y aslo consigna el escribano que recoge su testimonio. stos son los casos de Agus-


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tn Ximnez, maestro de obras, de 60 aos de edad; Francisca Rodrguez, queasiste en casa de Da. Isabel de Peralta; Francisco Merchn, albail y pocero y

Joana Gregario, que no tiene ejercicio alguno, de 28 aos de edad. Dos hombres

y dos mujeres. Por ltimo, Magdalena de Urbina y Colmenares, que se dedica algobierno de su casa, de 70 aos edad y que no firma, aunque el notario en estecaso no especifica si es porque no sabe o por cualquier otra razn (lm. 9).

4. e. Niveles de ejecucin grfica y extraccin social de los escribientes

En base a la seleccin de muestras analizadas, encontramos tres niveles de eje-cucin grfica: los profesionales de la escritura (escribanos y notarios) y la mayorparte de los testigos se mueven entre los dos primeros, niveles alto e intermedio;

un nivel bueno muestran los profesionales liberales (mdicos, cirujanos y los cl-rigos) y tambin los enfermeros; por el contrario, algunos testigos muestran unnivel bajo, adems de las personas que declaran no saber escribir. El buen nivelde ejecucin grfica se observa tanto entre las manos que utilizan las escrituras detradicin gtica como entre los que utilizan escrituras de tradicin humanstica.Por otra parte, de los 49 testigos no eclesisticos ni profesionales de la escrituraslo 4 manifiestan no saber escribir, un porcentaje realmente bajo.

Aplicado el anlisis al grupo profesional de los enfermeros, todos manifiestansaber escribir y con un buen nivel de ejecucin grfica, aunque algunos de ellospodemos situarlo en un nivel intermedio, como Teodosio Machado, HermanoMayor de la Congregacin de los Obregones, que presenta ms bien un nivelintermedio. Su firma reproduce una escritura minscula y cursiva, de trazadotembloroso, con pocas y muy simples ligaduras, con la palabra hermano abre-viada con letras sobrepuestas de carcter general, pero con una E de deficienteejecucin, tosca y, sobre todo, las letras se trazan con un mdulo grande, algo ca-racterstico de personas con un bajo nivel de prctica grfica. Adems, el hermanoTeodosio Machado parece no ser un hombre de elevada cultura, pues escribe sunombre de pila sin h, como s lo hacen los escribanos que recogen su nombreen distintos documentos (lms. 10 a 13).

Por lo que respecta a los escritos de enfermeros que hemos podido analizar,Bernardino de Obregn, Pedro Lagarto de Cepeda y Andrs Fernndez demues-tran un buen nivel de ejecucin grfica, personas habituadas a despachar corres-pondencia y a intervenir en asuntos en donde se requera el uso de la escritura33.

33 Una de las exigencias que planteaba la Congregacin a todos los aspirantes a enfermeros eraque tuviesen un buen nivel de lectura, escritura y de operaciones aritmticas. Vase AC G M, Cultura escrita y grupos profesionales. La escritura y la lectura

entre los enfermeros espaoles de los siglos XVI y XVII, en Historia. Instituciones. Documentos,31 (2004), p. 254.


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Si bien el muestreo efectuado debe ser ms amplio para ser concluyente, conel trabajo progresivo sobre otros procesos de canonizacin y el estudio sucesivode un mayor nmero de muestras grficas de profesionales que ejercen distintos

oficios podremos ir componiendo un panorama amplio de los niveles de ejecu-cin grfica y los sistemas de escrituras utilizados entre los siglos XVI y XVII endistintas zonas de la Pennsula.

5. Un antes y un despus de un proceso de beatificacin: nuevos espacios decultura escrita

En el verano de 1633 se da por concluida la recogida de informaciones so-bre Bernardino de Obregn. Tras ello, el Libro es presentado a Toledo para su

aprobacin y el envo inmediato de un traslado a Roma.No obstante, el Proceso se detuvo en la Curia romana y sabemos que se re-abri en distintas ocasiones en el siglo XVIII, como acaba de abrirse de nuevoa comienzos de los noventa del siglo XX. La primera mitad del siglo XIX vio ladesaparicin de casas y hospitales y la extincin definitiva de la Congregacin.No obstante el desenlace final, en 1633 la Congregacin estaba en plena expan-sin y en los aos siguientes los enfermeros Obregones siguieron trabajandoen el proceso y completando, en la medida de sus posibilidades, la proyeccinsocial del Fundador.

Para ello se lleva a cabo desde 1633 un despliegue muy importante de recur-sos, ponindose en. marcha estrategias para conseguir un ambiente favorablea la causa. Estas estrategias pasaban por la articulacin de una campaa dedifusin del personaje y su obra en la sociedad madrilea y, en cierta medida,en todo el Reino, especialmente en los lugares con fundaciones hospitalarias ycasas de los Obregones.

As, en 1634 se imprimen las Constituciones y Regla de la Mnima Congre-gacin de los Hermanos Enfermeros pobres; disposiciones para el buen funciona-miento de la Congregacin y que fueron dispuestas en vida por Bernardino.

Tambin de 1633 es la biografa sobre Bernardino realizada por Fran-cisco de Herrera y Maldonado (esta obra tiene las aprobaciones y censu-ras para su impresin fechadas en 1624, pero no pas a imprenta hastaeste ao). Poco tiempo despus, en 1637, se imprime en Madrid un trata-do realizado por Pedro iguez, enfermero Obregn y archivero del Hospi-tal General de Madrid, titulado Eptome y Regla de exercicios espirituales.De los que profesamos el Ynstituto de Nuestro Benerable Padre Bernardinode Obregn. En 1639 sale de imprenta una nueva biografa Vida y muer-te de nuestro Benerable Ermano Bernardino de Obregn, padre y fundadorde nuestro vito de Hospitalidad. Sin fecha cierta, aunque tambin debi


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imprimirse por esos aos, apareci un hoja ilustrada con pasajes de la vida de-Bernardino de Obregn, que mostraba su trabajo con los enfermos en los centroshospitalarios (lm. 14).

Como se observa, la congregacin hizo un gran esfuerzo y promovi en estosaos una intensa actividad impresora para conseguir entre la poblacin el au-mento de la devocin a la figura del venerable siervo de Dios. Todo ello supusola puesta en circulacin en pocos aos de abundantes materiales sobre la vida yobra del Fundador y sobre su congregacin de enfermeros. Como continuacina las tareas de recogida de informacin sobre Bernardino de Obregn, la Con-gregacin no repar en gastos y promovi en estos aos una intensa actividadimpresora. De esta manera, el Proceso de Beatificacin se convirti en un ins-trumento generador a su vez de nuevos espacios de escritura y de lectura, con

nuevos documentos, libros, estampas y otras muchas manifestaciones grficasen circulacin.

Conclusiones

Los libros de beatificacin representan una fuente de gran valor histrico parala investigacin paleogrfica y diplomtica, ya que reflejan un pequeo universodocumental y grfico, incluyendo frecuentemente documentos muy interesantesy valiosos, elaborados durante el desarrollo de los procesos; pero tambin an-teriores, al ser insertados para la demostracin de los mritos de los personajespropuestos para alcanzar el reconocimiento de la santidad, procedentes de los msvariados archivos institucionales y privados. Por el elevado nmero de personasque intervienen en los mismos, y sistemticamente pertenecientes a las ms diver-sas profesiones y niveles culturales que dejan muestras de su escritura, nos permiteacercarnos a los usos de escritura practicados en las ciudades en donde sellevan acabo dichos procesos.

Con el estudio de las escrituras incluidas en el Libro con el Proceso deBeatificacin de Bernardino de Obregn hemos podido comprobar que,para un muestreo de casi 100 personas residentes en Madrid y otras pobla-ciones cercanas, lugares de trabajo o procedencia de la mayor parte de lostestigos presentados y en unas fechas que van desde 1586 a 1633, las cursi-vas de tradicin humanstica se haban impuesto de forma clara entre los noprofesionales de la escritura en su uso cotidiano; humanstica que en mu-chos casos aparece con una abundante presencia de elementos grficos g-ticos, que fueron conformado formas mixtas que marcaron en gran medi-da la evolucin de las formas grficas imperantes en todo el resto del siglo

XVII. Tambin hemos podido comprobar que los profesionales del docu-mento utilizan de forma preferente las escrituras del sistema gtico, en sus


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variantes procesal y procesal encadenada, aunque con una creciente presencia dela escritura humanstica.

Desde nuestro punto de vista, se est produciendo un proceso que va ms

all de la hibridacin de formas grficas entre lo gtico y lo humanstico, quees tan slo su etapa inicial; se observa un fenmeno grfico que tendr comoconsecuencia una nueva escritura de fusin, que responde no slo a motivacionespuramente grficas, sino tambin sociales y psicolgicas, con claro predominio delos elementos humansticos.

Pero, a su vez, los procesos de beatificacin y canonizacin son un reflejo delas estrategias desarrolladas por una institucin o grupo de personas para la con-secucin de unos fines determinados, en este caso promovidos por una congrega-cin de enfermeros con su sede central en Madrid, y su estudio nos ha permitido

explorar el uso de la escritura realizado por estos enfermeros para conseguir laconsolidacin y expansin de su congregacin. El Proceso de Beatificacin desu fundador supuso, a su vez, la creacin de todo un espacio de cultura escritaque produjo la reunin de materiales escritos dispersos por archivos y bibliotecasinstitucionales y privados y la creacin de otros nuevos, en forma de biografas,tratados cientficos y espirituales, estampas y otros textos que venan a proyectarla imagen del enfermero y su congregacin. En este perodo los distintos gruposprofesionales van tomando conciencia de la importancia de la formacin entresus miembros (como as lo demuestran los enfermeros), aumentando las exigen-cias entre ellos en materia de alfabetizacin y relacin con el mundo de la culturaescrita.


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Lminas


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La escritura de Francisco Martnez, notario diputado para la causade beatificacin de Bernardino de Obregn

Obsrvese lo que sucede con cierta frecuencia en el caso de Francisco Mart-nez, que escribe en procesal ante m y Francisco Martnez en cursiva de tra-dicin humanstica (vase la r o la M capital, y el notario diputado en unarpida procesal encadenada).

As, podra afirmarse que Francisco Martnez conoce la escritura propia de su oficio (laprocesal, como escritura profesional) y conoce tambin la cursiva de tradicin humansti-ca, es decir, la usual de la poca, en un claro ejemplo de bigrafismo.

Lm. 1


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La escritura de Hernando de Valds, escribano del Rey en 1624Otro claro ejemplo de bigrafismo de los profesionales del documento de los

siglos XVI y XVII lo encontramos en el escribano del rey Hernando de Valds.

El documento por l suscrito est en una escritura cursiva de tradicin humans-tica con elementos gticos; su suscripcin aparece en procesal y, segn indica lmismo en el documento, a su pluma se debi tambin las Reglas de los Obrego-nes, recogidas a continuacin del documento, y escritas a dictado de Bernardino

haca ms de 36 aos, con una humanstica redonda.

Documento que certifica que el cuaderno que sigue fue escrito por este mismo notario(Hernando de Valds) 36 aos atrs en Portugal, cuando acompaaba a Bernardino de

Obregn en Lisboa.

Lm. 2a


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La escritura humanstica de Hernando de Valds

Reglas de la congregacin de los enfermeros obregones, dictadas por el Fundador yescritas por Hernando Valds en 1592

Lm. 2b


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La escritura humanstica de Bernardino de Obregn

Otra muestra de las cursivas de tradicin humanstica est en las notas de correc-cin que aparecen en las mismas Reglas, realizadas de mano de Bernardino, comose indica en el testimonio notarial de Hernando Valds que le antecede, y que esuna cursiva usual de tradicin humanstica.

Pginas del cuaderno con las Reglas de los enfermeros Obregones.Correcciones y anotaciones de la mano de Bernardino de Obregn.

Lm. 3


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Escrituras de los testigos en el Proceso de Beatificacinde Bernardino de Obregn

4a. Dionisio Ruiz de la Pea, sacerdote, de 88 aos de edad y natural de Talavera. Depuo y letra del testigo: E yo, el doctor Licenciado Dionysio Ruiz de la Pea he declara-do por verdad lo que s.

4b. Don Manuel de San Juan, cirujano de 60 aos, poco ms o menos. De puoy letra del testigo: Yo, Manuel de San Juan e declarado por verdad lo que s.

Lm. 4


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Escrituras de los testigos en el Proceso de Beatificacinde Bemardino de Obregn

5a. Gaspar de Camargo, de edad de 56 aos, no tiene ejercicio alguno ms de

acudir a algunos negocios que se le encargan. De puo y letra del testigo: Yo,Gaspar de Camargo, he declarado en este mi dicho por berdad lo que s

5b. Baltasar Salgado, maestro sastre, de 66 aos de edad. De puo y letra deltestigo: Yo, Baltasar Salgado e declarado por berdad lo que s

5c.Doa Isabel de Peralta, se dedica al gobierno de su casa y familia, de ms de 30 aos.De puo y letra del testigo: Yo, Doa Ysabel de Peralta, e declarado

por berdad lo que s

Lm. 5


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Escrituras mixtas

6b. La escritura bajo la cual aparece el nombre de Pedro Lagarto, es otra escritura mixta,que podemos definir como una escritura usual con fuertes reminiscencias gticas y deductus rpido, que se convierte en procesal encadenada (final del primer rengln de lospobres, final del 2.0 y 3.0 rengln) y que es ms legible cuanto ms lenta.La suscripcin de el hermano Pedro Lagarto no pertenece a la misma mano que el textoal que acompaa, es decir, texto y suscripcin no son de la misma persona.

Lm. 6

ct MP


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Escrituras mixtas.

7a.Juan de Castro Colana, no tiene ocupacin alguna. De puo y letra del testigo: Yo,Joan de Castro Colana he declarado por verdad lo que s

7b.Antonio Soldado, labrador, de 65 aos. De puo y letra del testigo: Yo, AntonioSoldado, e declarado en esta deposizin por berdad lo que s

Lm. 7


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Escrituras mixtas.

Otra muestra es la escritura del f. 2-2, que recoge: Yo, Benito Martnez, secre-tario de su Alteza, la fiz escriuir por su mandado 1 con acuerdo de los del SuConsejo.

Esta frase est ejecutada con una escritura muy redonda que, de nuevo, combinaelementos humansticos y gticos. Los humansticos son el ductus que, aunque

cursivo, no es demasiado rpido y morfologa (M capital, a).

Los elementos gticos se observan en algunas formas y ligaduras (por ej., el desu queaparece detrs de la abreviatura de secretario; el escriuir; el de los del(su Consejo), en donde la s del los es claramente la s sigmtica, tan caracte-rstica de la procesal).

Lm. 8

s sigmtica Ligadura desu


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Testigos que no saben escribir. Escrituras de los testigosen el Proceso de Beatificacin de Bernardino de Obregn.

Fig. 3a. Francisca Rodrguez, su ejercicio es asistir en casa de Doa Isabel de Peralta. Deletra del escribano: Y no firma porque no sabe escreuir. Firmolo el dicho Sr. Vicario.

Fig. 3c.Augustina Illn de Libana, no tiene ejercicio, de 60 aos y ms de edad.De mano del notario: no firm porque no puede escreuir

Lm. 9


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Escrituras de enfermeros obregones

Suscripcin de Bernardino de Obregn Bernardino Siervo de los pobres

Correcciones marginales autgrafas de Bernardino de Obregn, realizadas en elArtculo X de las Reglas de la Congregacin

Teodosio Machado. Hermano Mayor de la Congregacin de los enfermerosObregones en 1632.

Lm. 10


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Muestras de escrituras de enfermeros obregones

Gabriel Fontanet, hermano de la Congregacin de los enfermeros Obregones

Alonso del Espritu Santo, Archivero del Hospital General de Madrid, hermano dela Congregacin de los enfermeros Obregones

Lm. 11


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Pedro Lagarto de Cepeda, enfermero Obregn Procurador para la Causa deBeatificacin de Bernardino de Obregn

El hermano Gracin de la Madre de Dios, Hermano Mayor de la Congregacinde los enfermeros Obregones desde 1632.

Suscripcin de Andrs Fernndez, Hermano Mayor

de los enfermeros Obregones en 1618

Lm. 12


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Hermano Felipe, de la Congregacin de los enfermeros Obregones

Juan Baptista, hermano de la Congregacin de los enfermeros Obregones

Yo, el hermano Gabriel de Ocaa, e declarado la verdad de lo que s. Rbrica

Lm. 13


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Estampa ilustrada con pasajes de la vida de Bernardino de Obregn

Lm. 14


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