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7 de marzo de 2011
Avance
Informe del Comité de Examen acerca del funcionamiento del Reglamento Sanitario Internacional (2005) y acerca de la pandemia
por virus de la gripe A (H1N1) 2009
Para el debate de la reunión del Comité de Examen el 28 de marzo de 2011
Informe del Comité de Examen acerca del funcionamiento del
Reglamento Sanitario Internacional (2005) y acerca de la
pandemia por virus de la gripe A (H1N1) 2009
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INTRODUCCIÓN
En enero de 2010, el Consejo Ejecutivo de la OMS, en su 126.a reunión, acogió con benepláci-1
to la propuesta de la Directora General de convocar el Comité de Examen, según lo dispuesto en el 2
capítulo III del título IX del Reglamento Sanitario Internacional (2005) (RSI). La propuesta incluía la 3
solicitud de que el Comité examinara la experiencia adquirida con la respuesta mundial a la pandemia 4
por virus gripal A (H1N1) 2009 a fin de fundamentar el examen del funcionamiento del RSI; ayudar a 5
evaluar la respuesta en curso, y, si procedía, modificarla; y fortalecer la preparación para futuras pan-6
demias. A continuación se describe el mandato del Comité: 7
El examen de la respuesta mundial a la pandemia por virus H1N1 será efectuado por el 8
Comité de Examen del Reglamento Sanitario Internacional, constituido por expertos po-9
seedores de una amplia variedad de conocimientos científicos especializados y experiencia 10
práctica en salud pública. Entre sus miembros se encuentran algunos de los principales 11
expertos mundiales en sus respectivos campos. 12
El Reglamento Sanitario Internacional (RSI) es un convenio internacional jurídicamente 13
vinculante para 194 Estados Partes de todo el mundo, incluidos los Estados Miembros de 14
la OMS. Su finalidad fundamental es ayudar a la comunidad internacional a prevenir y 15
responder a los riesgos agudos de salud pública que puedan atravesar las fronteras y po-16
ner en peligro a las personas en todo el mundo. En enero de 2010, el Consejo Ejecutivo de 17
la OMS solicitó a la Directora General que presentara una propuesta acerca de la manera 18
de evaluar la respuesta internacional a la gripe pandémica, y posteriormente aprobó la 19
sugerencia de ella en el sentido de convocar el Comité de Examen del RSI para que exa-20
minara tanto la respuesta a la pandemia como el funcionamiento del RSI. 21
Informe del Comité de Examen acerca del funcionamiento del
Reglamento Sanitario Internacional (2005) y acerca de la
pandemia por virus de la gripe A (H1N1) 2009
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Desde que el RSI revisado entró en vigor, la pandemia por virus H1N1 es la primera emer-22
gencia de salud pública de importancia internacional que ocurre. Como el RSI desempeñó 23
una función central en la respuesta mundial frente a la pandemia, hay una relación estre-24
cha entre el examen del mismo y el de dicha respuesta. 25
El RSI facilita la actuación internacional coordinada porque exige que los países notifi-26
quen a la OMS determinados brotes epidémicos y eventos de salud pública para que la no-27
tificación mundial de eventos de salud pública de importancia internacional sea oportuna 28
y abierta. 29
El RSI se aplicó por vez primera (es decir, «entró en vigor») a escala mundial en 2007 y la 30
Asamblea Mundial de la Salud determinó que el primer examen de su funcionamiento se 31
efectuaría en la 63.a Asamblea Mundial de la Salud, en mayo de 2010. 32
Objetivos 33
El examen persigue tres objetivos fundamentales: 34
• Evaluar el funcionamiento del Reglamento Sanitario Internacional (2005); 35
• Evaluar la respuesta mundial en curso a la pandemia por virus H1N1 (en particu-36
lar, la función de la OMS); y 37
• Extraer las enseñanzas que sean importantes para fortalecer la preparación y res-38
puesta frente a pandemias y emergencias de salud pública en el futuro. 39
Los nombres de los integrantes del Comité de Examen aparecen al final del presente 40
documento. 41
Informe del Comité de Examen acerca del funcionamiento del
Reglamento Sanitario Internacional (2005) y acerca de la
pandemia por virus de la gripe A (H1N1) 2009
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MÉTODO DE TRABAJO
La mayor parte del trabajo del Comité de Examen se llevó a cabo mediante sesiones plenarias 42
en la sede de la OMS, en Ginebra. Por motivos de transparencia, los medios de información tuvieron 43
acceso a las sesiones. El Comité recibió testimonios de personas en representación de los Estados Par-44
tes, los centros nacionales de enlace para el RSI, organizaciones intergubernamentales, organizaciones 45
no gubernamentales, organismos de las Naciones Unidas, la industria, profesionales de la salud, exper-46
tos, miembros de los medios de información, presidentes de comités pertinentes y la Secretaría de 47
la OMS. 48
El Comité en pleno y sus grupos de trabajo también celebraron en Ginebra sesiones deliberantes 49
a las que solo tuvieron acceso los miembros del Comité y el personal de apoyo inmediato. Se realiza-50
ron otras consultas con el personal de apoyo, el presidente y los grupos de trabajo del Comité mediante 51
conferencias telefónicas y el correo electrónico. 52
Aunque funcionó de manera independiente, con frecuencia el Comité de Examen solicitó infor-53
mación a la Secretaría de la OMS, pidiéndole aclaración de las cuestiones que se suscitaron durante la 54
recopilación de información y la redacción del informe. Funcionarios de la OMS presentaron sus res-55
puestas por escrito al Comité o conversaron informalmente con los miembros de este. La OMS brindó 56
al Comité el acceso irrestricto a documentos internos y, para poder examinar documentos legales de 57
carácter confidencial, sus miembros firmaron un acuerdo comprometiéndose a no revelar la infor-58
mación. 59
La Secretaría de la OMS preparó una serie de notas informativas para el Comité mediante las 60
que se le brindó información relacionada con cuestiones tales como el RSI; preparación frente a pan-61
demias; fases de la pandemia; gravedad de la pandemia; vacuna antipandémica; medicamentos anti-62
víricos; vigilancia virológica; vigilancia de la enfermedad; respuesta de laboratorio; medidas de salud 63
Informe del Comité de Examen acerca del funcionamiento del
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pública; y el grupo de trabajo de composición abierta de Estados Miembros sobre preparación para 64
una gripe pandémica: intercambio de virus gripales y acceso a las vacunas y otros beneficios. El Co-65
mité tuvo acceso a una serie de estudios que evaluaron el funcionamiento del anexo 2 del RSI (es de-66
cir, el instrumento de decisión para la evaluación por los Estados Partes y la notificación de eventos de 67
salud pública) así como a los informes sobre los avances logrados en la aplicación del Reglamento. A 68
petición del Comité, la Secretaría de la OMS ideó una matriz de las funciones esenciales de salud pú-69
blica del RSI e informó acerca de una amplia variedad de eventos no pandémicos que habían sido noti-70
ficados a la OMS desde la entrada en vigor del RSI. El Comité seleccionó 18 eventos y le pidió a la 71
Secretaría que preparase un resumen de cada uno para facilitar la evaluación de las funciones de salud 72
pública del RSI. 73
El Comité se propuso documentar la función y gestión de la OMS en respuesta a la pandemia y 74
evaluar la eficacia del RSI. Para el efecto fue necesario investigar a fondo los eventos y las decisiones 75
que se tomaron en el curso de la pandemia, así como examinar las críticas que se le hicieron a la Or-76
ganización y evaluar los logros de esta. Desde el comienzo, el objetivo fue determinar las mejores 77
formas de proteger al mundo en la próxima emergencia de salud pública. A lo largo de sus delibera-78
ciones, el Comité se propuso ser completo, sistemático, abierto y objetivo. En el informe final se des-79
cribirán extensamente las pruebas presentadas al Comité en las entrevistas y mediante documentos, así 80
como la evaluación e interpretación de esas pruebas por parte del Comité. 81
ORGANIZACIÓN DEL INFORME FINAL
El informe final tendrá tres componentes principales. En la primera sección se describirán el 82
desarrollo y las funciones del RSI. Además, se evaluará la preparación frente a pandemias en el con-83
texto de brotes anteriores de enfermedades infecciosas como el síndrome respiratorio agudo severo 84
(SRAS) y la gripe aviar por virus A (H5N1), así como la manera en que estos eventos históricos die-85
ron forma a la respuesta mundial a la pandemia de 2009. 86
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Reglamento Sanitario Internacional (2005) y acerca de la
pandemia por virus de la gripe A (H1N1) 2009
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En la segunda sección se incluirá una cronología de los eventos de la pandemia, la cual propor-87
cionará una instantánea de la toma de decisiones en los primeros días del brote. 88
En la tercera sección se evaluarán las funciones de salud pública del RSI en relación con la pan-89
demia y otros eventos. Se describirá también la respuesta mundial a la pandemia y se evaluará el des-90
empeño de la OMS y del RSI a la luz de la primera emergencia de salud pública de importancia inter-91
nacional, como la define el propio Reglamento. 92
ANTECEDENTES Y CONTEXTO
El RSI establece un régimen para la protección sistemática de la salud pública y ofrece indica-93
ciones sobre la forma de afrontar las enfermedades que representan una amenaza, tanto en los países 94
como en sus fronteras. Brinda igualmente un marco para responder de forma coordinada y apropiada 95
a las amenazas planteadas por enfermedades emergentes importantes. Estas amenazas pueden ir desde 96
eventos de salud pública que afectan a uno o varios países hasta eventos de salud pública de importan-97
cia mundial. Las disposiciones del RSI son jurídicamente vinculantes para los Estados Partes y 98
la OMS. El Reglamento introdujo varias innovaciones fundamentales, en particular la sustitución de 99
una lista de enfermedades de notificación obligatoria por un instrumento para la toma de decisiones 100
(anexo 2), con el fin de ayudar a los países a determinar si un evento puede constituir una emergencia 101
de salud pública de importancia internacional. La pandemia de 2009 fue la primera gran prueba que 102
debió superar el RSI. 103
Para examinar el funcionamiento del RSI y evaluar el desempeño de la OMS en respuesta a la 104
pandemia es necesario entender el contexto de esta. El Comité de Examen reconoció cinco factores 105
que enmarcaron los eventos y ayudan a explicar lo que sucedió en la respuesta a la pandemia. Descri-106
tos de forma sencilla, son los siguientes: 107
Informe del Comité de Examen acerca del funcionamiento del
Reglamento Sanitario Internacional (2005) y acerca de la
pandemia por virus de la gripe A (H1N1) 2009
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• los valores básicos de la salud pública; 108
• la naturaleza imprevisible de la gripe; 109
• la amenaza de la gripe aviar por virus A (H5N1) y la manera como configuró la prepa-110
ración general para hacer frente a pandemias; 111
• la doble función de la OMS como la voz moral de la salud en el mundo y como una or-112
ganización al servicio de sus Estados Miembros; 113
• las limitaciones de unos sistemas que fueron concebidos para responder a una emer-114
gencia geográficamente focalizada y de corta duración y no a un evento mundial, sos-115
tenido y de larga duración. 116
Los valores básicos de la salud pública configuraron la respuesta de los líderes sanitarios de to-117
do el mundo frente a la pandemia. El espíritu que anima a la salud pública es el de la prevención: pre-118
venir enfermedades e impedir muertes evitables. La respuesta de la OMS y de muchos países a la pan-119
demia se enmarca en este modo de pensar, lo cual fue confirmado en los sentimientos expresados por 120
muchos Estados Miembros al Comité de Examen: frente a la incertidumbre y el daño potencialmente 121
grave, es mejor errar por exceso de precaución. Los funcionarios de salud pública están convencidos 122
de ello y actúan en consecuencia. Compete a los líderes políticos y las instancias normativas entender 123
este valor básico de la salud pública y la forma como domina el modo de pensar en este campo. 124
La historia y la ciencia indican que las pandemias de gripe seguirán ocurriendo; en este sentido, 125
se trata de algo muy previsible. Sin embargo, nadie puede predecir exactamente cuándo y dónde va a 126
ocurrir ni cuán grave será la próxima pandemia de gripe. Como las pandemias no son frecuentes, se 127
propende a sobreinterpretar las tendencias del pasado. Por ejemplo, cuando se consideran las pande-128
mias de 1918, 1957, 1968 y 2009 puede ser tentador concluir que la gravedad de las pandemias suce-129
Informe del Comité de Examen acerca del funcionamiento del
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sivas tiende a disminuir. Sin embargo, cuatro observaciones son muy pocas para apoyar esta conclu-130
sión. Las investigaciones, especialmente acerca de los marcadores genéticos de los virus y los factores 131
del huésped, con el tiempo pueden acrecentar la exactitud de las predicciones, pero en el presente la 132
falta de certidumbre es una realidad inescapable cuando se trata de la gripe. Una consecuencia clave 133
de ello es la importancia de ser flexible para dar cabida a situaciones imprevistas y cambiantes. La 134
capacidad de actuar frente a la incertidumbre y de adaptarse rápidamente a las nuevas circunstancias 135
son rasgos distintivos de la práctica correcta de la salud pública y la gestión de emergencias. 136
La respuesta a la gripe pandémica por virus A (H1N1) 2009 fue el resultado de un decenio de 137
planificación, centrada en gran medida en torno a la amenaza de una pandemia de gripe aviar por virus 138
A (H5N1). Sin embargo, los virus H5N1 y H1N1 tienen características muy diferentes. La infección 139
humana por virus H5N1 se acompaña de una mortalidad de alrededor del 60% de los casos confirma-140
dos; no obstante, solo se transmite a las personas de forma esporádica y es incluso menos frecuente 141
que se transmita de una persona a otra. Cuando se piensa en una posible pandemia por virus H5N1 142
cabe suponer que habrá un gran número de defunciones porque se ha demostrado que el virus es su-143
mamente letal. Como el virus H5N1 no se transmite fácilmente de persona a persona, la supresión de 144
un brote mediante el uso de medicamentos antivíricos y de otras medidas se puede considerar factible. 145
En el sitio web de la OMS se ha descrito la posibilidad de que la afección fuera grave si llegara a pre-146
sentarse una pandemia, una expectativa comprensible en el contexto del virus H5N1. Pero la realidad 147
fue muy diferente en el caso del virus H1N1. Como este virus causaba una afección que en la gran 148
mayoría de los casos no requería hospitalización, se planteó la gran dificultad de saber cuál sería la 149
gravedad de la pandemia y cómo caracterizarla. Como el virus H1N1 se propagó rápidamente por va-150
rios países en cuestión de días, la posibilidad de una contención rápida, principio fundamental de la 151
planificación en la respuesta multifásica de la OMS, nunca llegó a ser factible. 152
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Otra realidad que configuró la respuesta a la pandemia fue el carácter de la propia OMS. La 153
Organización tiene un carácter y una misión dobles: ser la voz moral de la salud mundial y servir a 154
sus Estados Miembros. En su carácter de la autoridad directiva y coordinadora en asuntos de sanidad 155
internacional del sistema de las Naciones Unidas, la OMS ocupa una posición privilegiada para ser la 156
defensora de la salud en tanto que derecho humano. Su liderazgo en materia de políticas y en el cam-157
po técnico puede ayudar a los países a hacer frente a una gama de preocupaciones en la esfera sanita-158
ria. Al mismo tiempo, la OMS está al servicio de sus 193 Estados Miembros, que cada año se reúnen 159
en la Asamblea Mundial de la Salud en Ginebra, aprueban el presupuesto y los planes de la Organiza-160
ción y, por conducto del Consejo Ejecutivo, eligen al Director General cada cinco años. Las aspira-161
ciones científicas y técnicas de la OMS en lo que respecta a la salud mundial están condicionadas 162
constantemente por la multitud de puntos de vista, necesidades y preferencias de los Estados 163
Miembros. 164
La capacidad interna de respuesta de la OMS a las emergencias sanitarias también está orienta-165
da a los eventos relativamente cortos y geográficamente focalizados, que son los que tiene que afrontar 166
muchas veces al año. Por el contrario, la pandemia exigió una respuesta a escala mundial que debía 167
durar uno o dos años. Antes de la pandemia, el SRAS había sido la única emergencia mundial en dé-168
cadas recientes que había dado un anticipo a la OMS del tipo de exigencias que podría entrañar una 169
pandemia. Sin embargo, el SRAS duró tan solo unos meses y solo afectó a unas dos docenas de 170
países. 171
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Habida cuenta de los antecedentes y el contexto recién descritos, el Comité de Examen ofrece 172
tres conclusiones generales: 173
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Reglamento Sanitario Internacional (2005) y acerca de la
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Conclusión resumida 1 174
El RSI ayudó a que el mundo estuviese mejor preparado para afrontar las emergencias de salud 175
pública. Las capacidades básicas que prescribe el RSI aún no se despliegan plenamente y en este 176
momento no parece que vayan a implantarse a tiempo en todo el mundo. 177
Conclusión resumida 2 178
La OMS tuvo en muchos aspectos un buen desempeño durante la pandemia, tuvo que hacer frente 179
a dificultades sistémicas y presentó algunas deficiencias. El Comité no encontró indicios de ningún 180
acto ilícito. 181
Conclusión resumida 3 182
El mundo está mal preparado para responder a una pandemia grave de gripe o a cualquier emer-183
gencia de salud pública que represente una amenaza semejante de alcance global y sostenida. Más 184
allá de la puesta en práctica de las capacidades básicas que prescribe el RSI, la preparación mun-185
dial puede mejorarse mediante la investigación, el fortalecimiento de los sistemas de prestación de 186
asistencia sanitaria, el desarrollo económico de los países de ingresos bajos y medianos, y el mejo-187
ramiento de la situación sanitaria. 188
A continuación se presenta un resumen de las conclusiones y razonamientos del Comité, así 189
como las recomendaciones vinculadas con cada conclusión: 190
Informe del Comité de Examen acerca del funcionamiento del
Reglamento Sanitario Internacional (2005) y acerca de la
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Conclusión resumida 1 191
El RSI ayudó a que el mundo estuviese mejor preparado para afrontar las emergencias de salud 192
pública. Las capacidades básicas que prescribe el RSI aún no se despliegan plenamente y en este 193
momento no parece que vayan a implantarse a tiempo en todo el mundo. 194
La preparación del RSI exigió más de diez años de deliberaciones complejas. Si bien no es per-195
fecto, impulsó considerablemente la protección de la salud mundial. El Comité ha centrado sus reco-196
mendaciones en la manera de fortalecer la aplicación en curso del RSI. El Reglamento busca el equi-197
librio entre la soberanía de cada Estado Parte y el bien común de la comunidad internacional, e igual-198
mente tiene en cuenta los intereses económicos y sociales, así como la protección de la salud. En sus 199
recomendaciones, el Comité reconoce estas tensiones intrínsecas y se concentra en las medidas que 200
pueden reforzar la meta común de lograr la seguridad sanitaria mundial. 201
El Comité elogia las siguientes disposiciones del RSI: 202
• El RSI obliga a la OMS a obtener el asesoramiento de expertos para declarar el inicio y 203
el final de una emergencia de salud pública de importancia internacional. 204
• El RSI alienta vigorosamente a los países a que intercambien cooperación técnica y 205
apoyo logístico para fortalecer la capacidad. 206
• El RSI alienta la implantación en los Estados Miembros de métodos sistemáticos para 207
la vigilancia, los sistemas de alerta temprana y la respuesta. 208
• El RSI requirió la creación de centros nacionales de enlace para el RSI con el fin de 209
crear un canal de comunicación bidireccional entre la OMS y los Estados Miembros. 210
Informe del Comité de Examen acerca del funcionamiento del
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• El RSI llevó a varios países a fortalecer la vigilancia, la evaluación de riesgos, la capa-211
cidad de respuesta y los procedimientos de notificación de los riesgos para la salud 212
pública. 213
• El RSI introdujo un instrumento de decisión (anexo 2) para la acción sanitaria que ha 214
resultado más flexible y útil que la lista de enfermedades de notificación obligatoria 215
que vino a remplazar. 216
• El RSI requiere que los países intercambien información pertinente acerca de los ries-217
gos para la salud pública. 218
• De conformidad con el RSI, los Estados Partes que imponen medidas sanitarias adicio-219
nales que interfieren considerablemente en el tráfico y el comercio internacionales de-220
ben comunicarlas a la OMS y proporcionar el fundamento de salud pública y la infor-221
mación científica pertinente en que están basadas. 222
A pesar de estos rasgos positivos del RSI, muchos Estados Partes carecen de las capacidades 223
básicas para detectar, evaluar y notificar posibles amenazas sanitarias ni tampoco dan indicios de po-224
der cumplir sus obligaciones en materia de planes e infraestructura para 2012, el plazo especificado 225
por el RSI. Si siguen por ese camino, estos países no podrán adquirir dichas capacidades y aplicar ple-226
namente el RSI. De los 194 Estados Partes, 128 (66%) respondieron recientemente a un cuestionario 227
de la OMS acerca de los progresos logrados. Tan solo el 58% de los que respondieron informaron 228
haber elaborado planes nacionales para cumplir con el requisito de las capacidades básicas, y apenas 229
un 10% indicaron que habían establecido plenamente las capacidades previstas por el RSI. Además, 230
como se ha comprobado por estudios externos y un cuestionario de la OMS, en algunos países los cen-231
tros nacionales de enlace para el RSI no tienen autoridad para comunicar oportunamente a la OMS la 232
información relacionada con las emergencias de salud pública. 233
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La deficiencia estructural más importante del RSI es que carece de sanciones que puedan apli-234
carse. Por ejemplo, si un país no explica por qué ha adoptado medidas más restrictivas del tráfico y el 235
comercio que las recomendadas por la OMS, no hay consecuencias legales. 236
Para remediar algunos de estos problemas, el Comité formula las siguientes recomendaciones: 237
Recomendación 1 238
Acelerar la puesta en práctica de las capacidades básicas que pide el RSI. La OMS y los Estados 239
Partes deberían refinar y actualizar sus estrategias para cumplir los requisitos del RSI en cuanto al for-240
talecimiento de la capacidad, centrando primero la atención en los países que tendrán dificultades para 241
cumplir el plazo de 2012 en lo que se refiere a las capacidades básicas. Una posible manera de apoyar 242
y acelerar la aplicación sería que la OMS consiguiera que algunas organizaciones y entidades accedie-243
ran a ofrecer asistencia técnica para ayudar a los países interesados a evaluar sus necesidades y deter-244
minar la viabilidad comercial para las inversiones. Determinar dicha viabilidad para las inversiones en 245
el fortalecimiento de capacidad relacionada con el RSI y la ulterior movilización de recursos aumen-246
taría las probabilidades de que más Estados Partes puedan cumplir el RSI. 247
Recomendación 2 248
Mejorar el Sitio de Información sobre Eventos del RSI que tiene la OMS. La OMS debería mejo-249
rar el Sitio con el fin de convertirlo en una fuente autorizada para la divulgación de información epi-250
démica internacional fiable, actualizada y de fácil acceso. Los Estados Partes deben poder confiar en 251
el Sitio como una fuente primaria de dicha información. 252
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Recomendación 3 253
Reforzar las decisiones en materia de tráfico y comercio basadas en datos científicos. Cuando los 254
Estados Partes apliquen medidas relacionadas con el tráfico y el comercio que sean más restrictivas 255
que las recomendadas por la OMS, el artículo 43 del RSI dispone que aquellos deberán informar a esta 256
de dichas medidas. La Organización debería solicitar enérgicamente que se le proporcionen las razo-257
nes de salud pública y la información científica pertinente, transmitirlas a otros Estados Partes y, se-258
gún corresponda, solicitar que se reconsidere la aplicación de las medidas, como lo estipula el artícu-259
lo 43. La OMS debería convocar un cuadro de expertos para que examinen y evalúen la eficacia y las 260
repercusiones de las medidas adoptadas con relación a las fronteras durante la pandemia, con miras a 261
proporcionar orientaciones basadas en datos probatorios para futuros eventos. 262
Recomendación 4 263
Lograr que todos los centros nacionales de enlace para el RSI tengan la autoridad y los recursos 264
necesarios. Los Estados Partes deberían velar por que los centros nacionales de enlace para el RSI 265
que han designado cuenten con la autoridad, los recursos, los procedimientos, los conocimientos y la 266
capacitación necesarios para comunicarse con todos los niveles del gobierno y en nombre del gobier-267
no, según sea necesario. 268
Conclusión resumida 2 269
La OMS tuvo en muchos aspectos un buen desempeño durante la pandemia, tuvo que hacer frente 270
a dificultades sistémicas y presentó algunas deficiencias. El Comité no encontró indicios de ningún 271
acto ilícito. 272
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Como señalan los testimonios de los Estados Partes, la OMS tuvo un liderazgo bien acogido con 273
respecto a la coordinación de la respuesta mundial a lo largo de la pandemia. La OMS ha reforzado en 274
los últimos años sus funciones de obtención de información sobre las epidemias gracias al Sistema de 275
Gestión de Eventos, al aumento de la capacidad de las Oficinas Regionales y a la Red Mundial de 276
Alerta y Respuesta ante Brotes Epidémicos. 277
El Comité elogia las medidas siguientes que adoptaron la OMS y otros asociados: 278
• La elaboración de orientaciones sobre la preparación y la respuesta ante la gripe para 279
ayudar a fundamentar los planes nacionales. Cuando comenzó la pandemia había pla-280
nes de preparación para ella en el 74% de los países. 281
• Las alianzas y la coordinación eficaces entre organismos (con el Fondo de las Naciones 282
Unidas para la Infancia y la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyec-283
tos), y en particular la estrecha cooperación con el sector de la sanidad animal (la Or-284
ganización Mundial de Sanidad Animal y la Organización de las Naciones Unidas para 285
la Agricultura y la Alimentación) en cuestiones técnicas y de política. 286
• El despliegue rápido sobre el terreno y las orientaciones y asistencia tempranas a los 287
países afectados. 288
• La detección, identificación, caracterización inicial y monitorización oportunas del vi-289
rus (H1N1) 2009 pandémico a través de la Red Mundial de Vigilancia de la Gripe. 290
• La selección del virus para la vacuna antipandémica y el desarrollo del virus reagrupa-291
do para la primera vacuna experimental en un plazo de 32 días desde la declaración de 292
la «emergencia de salud pública de importancia internacional». 293
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• La disponibilidad de cepas vacunales de siembra y de reactivos de control en un plazo 294
de pocas semanas. 295
• Las recomendaciones sobre los grupos destinatarios de la vacunación y las dosis de va-296
cuna formuladas tempranamente por el Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégi-297
co (SAGE) de la OMS en materia de inmunización. 298
• La recopilación, análisis y comunicación semanales de datos epidemiológicos, viroló-299
gicos y de vigilancia clínica. 300
• El nombramiento rápido de un Comité de Emergencias formado por personas muy cua-301
lificadas, que se reunió a las 48 horas de la activación de las disposiciones del RSI. 302
• La distribución eficiente en 72 países de más de 3 millones de tratamientos antivíricos. 303
• El establecimiento de un mecanismo para ayudar a los países a efectuar un seguimiento 304
de cómo desarrollan las capacidades básicas que estipula el RSI. 305
El Comité también tomó nota de las dificultades sistémicas a las que tuvo que hacer frente 306
la OMS y de algunas deficiencias de la Organización: 307
• La inexistencia de una descripción sistemática, medible y comprensible de la gravedad 308
de la pandemia. Aunque la definición de pandemia dependa exclusivamente de la ex-309
tensión, la gravedad también influye en las opciones de política, las decisiones persona-310
les y el interés del público. Es necesaria una evaluación adecuada de la gravedad a ni-311
vel nacional y subnacional. Esos datos fundamentarían el análisis de la situación mun-312
dial hecho por la OMS a medida que aquella va evolucionando, y permitiría a la Orga-313
nización ofrecer información oportuna a los Estados Miembros. No obstante, el Co-314
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mité reconoce que la caracterización de la gravedad es compleja y difícil de poner en 315
práctica. 316
• La forma inadecuada de disipar la confusión sobre la definición de pandemia. Así, 317
mientras que en un documento de la OMS disponible en línea se decía que las pande-318
mias causan «una enorme mortalidad y morbilidad», la definición oficial de pandemia 319
se basaba únicamente en la extensión. Cuando, sin aviso ni explicación, modificó al-320
gunos de sus documentos en línea para que fueran más congruentes con su definición 321
de pandemia, la OMS no hizo más que fomentar las sospechas sobre un cambio subrep-322
ticio de la definición de pandemia, en vez de lograr que eso se viera como un intento de 323
darle a esa definición mayor precisión y coherencia. La renuencia a reconocer su parte 324
de responsabilidad en el malentendido en torno a la definición contribuyó a alimentar 325
las sospechas sobre la Organización. 326
• La estructura innecesariamente compleja de las fases de la pandemia. La estructura 327
multifásica contiene más fases que respuestas diferenciadas. Las fases que llevan a la 328
pandemia son más útiles con fines de planificación que de gestión operativa. 329
• La petición de datos semanales resultó abrumadora para algunos países, especialmente 330
los que tienen una escasa capacidad epidemiológica y de laboratorio. Los funcionarios 331
de los países no siempre estaban convencidos de que los datos que presentaban estuvie-332
ran siendo analizados y utilizados, sobre todo a medida que la epidemia progresaba. El 333
recuento continuo de casos proporcionó una información de menos utilidad que la que 334
hubieran proporcionado las tasas de hospitalización, complicaciones y mortalidad en 335
los países afectados en los inicios de la pandemia. 336
Informe del Comité de Examen acerca del funcionamiento del
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• La decisión de que la identidad de los miembros del Comité de Emergencias siguiera 337
siendo confidencial. Aunque esa confidencialidad representó un intento comprensible 338
de proteger a los miembros frente a presiones externas, tuvo el efecto paradójico de 339
alimentar las sospechas de que la Organización tenía algo que ocultar. Aunque la deci-340
sión fue congruente con las prácticas de la OMS con respecto a otros comités de exper-341
tos, cuya identidad solo se suele divulgar al final de los procesos de consulta, general-342
mente de un solo día, esta práctica no fue adecuada en el caso de un Comité cuyas labo-343
res durarían muchos meses. 344
• La inexistencia de procedimientos suficientemente robustos, sistemáticos y abiertos pa-345
ra revelar, reconocer y gestionar los conflictos de intereses de los expertos que realizan 346
funciones de asesoramiento. En particular, la OMS no gestionó oportunamente los po-347
tenciales conflictos de intereses de los miembros del Comité de Emergencias. Cinco 348
miembros y un asesor de dicho Comité declararon posibles conflictos de intereses, nin-349
guno de los cuales se consideró suficientemente importante para justificar su exclusión 350
del Comité de Emergencias. Las relaciones en cuestión se hicieron públicas, junto con 351
los nombres de los miembros del Comité de Emergencias, cuando se declaró el final de 352
la pandemia, el 10 de agosto de 2010. No obstante, antes de que se publicara esta in-353
formación, las presunciones sobre posibles vínculos entre los miembros del Comité de 354
Emergencias y la industria llevaron a algunas personas a sospechar la existencia de 355
irregularidades. El Comité de Examen reconoce que la OMS está tomando medidas pa-356
ra mejorar la gestión de los conflictos de intereses, algunas mientras avanzaba este 357
examen. 358
Informe del Comité de Examen acerca del funcionamiento del
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• En un punto crítico en la toma de decisiones sobre la pandemia (el paso de la fase 4 a 359
la 5) solo se consultó con una parte del Comité de Emergencias, y no con la totalidad 360
de sus miembros. 361
• La decisión de reducir la comunicación activa con los medios de información tras la 362
declaración de la fase 6 (por ejemplo, la suspensión de las conferencias de prensa regu-363
lares sobre la evolución de la pandemia) no fue acertada. 364
• La OMS puede haber contribuido involuntariamente a generar confusión y sospechas al 365
no haber reconocido la legitimidad de algunas críticas, en particular sobre las incon-366
gruencias de las definiciones de pandemia, o al no haber revelado oportunamente rela-367
ciones que podrían suponer conflictos de intereses de algunos expertos que asesoraron 368
sobre los planes y la respuesta a la pandemia. 369
• La respuesta carente del vigor necesario a las críticas que pusieron en cuestión la inte-370
gridad de la Organización. 371
• Pese a que finalmente se distribuyeron 78 millones de dosis de vacuna contra la gripe 372
pandémica en 77 países, numerosas dificultades sistémicas impidieron que la OMS pu-373
diera distribuir las vacunas donadas en el momento oportuno. Las negociaciones sobre 374
los acuerdos legales con los fabricantes fueron prolongadas, y en algunos casos fracasa-375
ron. La excesiva complejidad de los acuerdos entre los donantes y los receptores difi-376
cultaron la ejecución a tiempo. Otros factores que contribuyeron al retraso fueron la 377
obtención de las aprobaciones reglamentarias, los problemas relacionados con las res-378
ponsabilidades derivadas del uso de las vacunas en los países receptores, la garantía del 379
mantenimiento de la cadena de frío a lo largo de todo el proceso de distribución de las 380
vacunas y los planes relacionados con su administración en el lugar. Estas dificultades 381
Informe del Comité de Examen acerca del funcionamiento del
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asumieron proporciones enormes en el contexto de una pandemia; algunas podrían 382
haberse reducido con una preparación más concertada y con arreglos anteriores a la 383
pandemia. 384
• La falta de orientaciones oportunas en todos los idiomas oficiales de la OMS. 385
• La falta de prioridades y procedimientos generales y cohesivos para publicar orienta-386
ciones técnicas coherentes y oportunas permitió que múltiples unidades técnicas de la 387
Organización generaran individualmente un número de documentos imposible de ges-388
tionar. 389
Los críticos afirman que la OMS exageró ampliamente la gravedad de la pandemia. Sin embar-390
go, una crítica razonable solo puede basarse en lo que se sabía en un determinado momento, y no en lo 391
que se supo con posterioridad. El Comité considera que los datos sobre los primeros brotes llevaron a 392
muchos expertos, tanto de la OMS como ajenos a ella, a prever una pandemia potencialmente más 393
grave de lo que en realidad fue. La gravedad de la pandemia fue muy incierta durante todo el verano 394
de 2009, es decir, bastante después de que los países tuvieran que hacer, por ejemplo, sus encargos de 395
vacunas. Un estudio observacional de 899 pacientes hospitalizados en México entre finales de marzo 396
y el 1 de junio de 2009 reveló que el virus (H1N1) 2009 pandémico afectaba de forma desproporcio-397
nada a los jóvenes. Hubo 58 (el 6,5% de los hospitalizados) en estado crítico, con complicaciones 398
como el síndrome de distrés respiratorio agudo grave o el choque. Entre estos casos en estado crítico, 399
la tasa de mortalidad fue del 41% (1). Estas cifras eran alarmantes. Incluso la tasa de mortalidad tres 400
veces menor de los casos críticos registrados en el Canadá ya era preocupante (2). En agosto de 2009, 401
el consejo de asesores del Presidente de los Estados Unidos de América en materia de ciencia y tecno-402
logía publicó un informe en el que preveía entre 30 000 y 90 000 muertes por la pandemia de (H1N1) 403
2009, solo en los Estados Unidos (3). Los niveles medio y máximo de esta estimación resultaron ser 404
cinco veces mayores que las estimaciones del número real de muertos realizadas después de la pande-405
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mia (4). Aún así, el 87% de las muertes se produjeron en menores de 65 años, y el riesgo de muerte de 406
los niños y de los adultos laboralmente activos fue, respectivamente, 7 y 12 veces mayor que lo habi-407
tual en la gripe estacional (4). 408
Algunos comentaristas acusaron a la OMS de precipitarse en el anuncio de la fase 6 e insinua-409
ron que el motivo sería enriquecer a los fabricantes de vacunas, con los que algunos acuerdos de com-410
pra por adelantado habrían sido desencadenados por la declaración de la fase 6. Lejos de acelerar la 411
declaración de la fase 6, la OMS la retrasó hasta que fue innegable que se estaba produciendo una 412
transmisión comunitaria sostenida en múltiples regiones del mundo. El Comité de Examen no ha po-413
dido determinar que ningún crítico de la OMS haya aportado prueba directa alguna de una influencia 414
comercial en la toma de decisiones. En sus entrevistas con el personal y los miembros de comités ase-415
sores, en particular el SAGE y el Comité de Emergencias, y con los representantes de la industria, así 416
como durante su examen de documentos internos y externos, el Comité de Examen no encontró nin-417
guna prueba de que los intereses comerciales hubieran influido o intentado influir en el asesoramiento 418
proporcionado a la OMS ni en las decisiones adoptadas por la Organización. En opinión del Comité, 419
la inferencia hecha por algunos críticos de que hubo influencias comerciales en las acciones de 420
la OMS ignora el poder del espíritu básico que anima a la salud pública: prevenir las enfermedades y 421
salvar vidas. 422
El Comité de Examen hace las recomendaciones siguientes: 423
Recomendación 5 424
Fortalecer la capacidad interna de la OMS para dar una respuesta sostenida. La OMS debería 425
reforzar su capacidad interna para responder a las «emergencias de salud pública de importancia inter-426
nacional», tales como las pandemias, identificando para ello las aptitudes, recursos y arreglos internos 427
Informe del Comité de Examen acerca del funcionamiento del
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que sean necesarios para respaldar una respuesta que dure más de algunos meses. Entre los arreglos 428
internos que la OMS debería reforzar se encuentran: 429
• La identificación de las competencias, recursos y ajustes que necesita la Organización 430
para llevar a cabo sus funciones de coordinación y apoyo mundiales. 431
• El establecimiento de un equipo interno y multidisciplinario de personal capacitado que 432
sea liberado automáticamente de sus tareas habituales durante un tiempo indetermina-433
do, y que se vaya relevando de forma rotatoria al cabo de un tiempo determinado. 434
• Una capacidad permanente (las 24 horas del día todos los días de la semana) para aten-435
der las necesidades personales en materia de alojamiento, comidas, transporte y cuida-436
do de los hijos que tengan los funcionarios de la OMS que participen en una respuesta 437
sostenida a una emergencia. 438
• El establecimiento de una estructura de gestión de eventos que pueda mantenerse du-439
rante la totalidad de una futura pandemia o de otra emergencia de salud pública mun-440
dial prolongada. 441
Recomendación 6 442
Mejorar las prácticas de nombramiento de un Comité de Emergencias. Para nombrar y gestionar 443
un Comité de Emergencias, la OMS debería adoptar políticas, normas y procedimientos que aseguren 444
que el comité posee una gama apropiada de conocimientos técnicos y que incluyan los procesos con-445
sultivos y la transparencia con respecto a la inexistencia de conflictos de intereses. 446
• Como estipula el artículo 48 del RSI, la OMS debe nombrar un Comité de Emergencias 447
que disponga de la gama de conocimientos técnicos apropiados para cada evento. Para 448
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una pandemia de gripe, esos conocimientos técnicos abarcan la virología, los exámenes 449
de laboratorio, la epidemiología, la experiencia sobre el terreno y el liderazgo en mate-450
ria de salud pública, y la evaluación y comunicación de los riesgos. 451
• Para garantizar que estén representados todos los puntos de vista, la OMS debería invi-452
tar a todos los miembros del Comité de Emergencias a participar en todas sus delibera-453
ciones más importantes. 454
• La OMS debería aclarar sus normas y adoptar procedimientos más transparentes de 455
nombramiento de los miembros de los comités de expertos, tales como el Comité de 456
Emergencias, con respecto a los posibles conflictos de intereses. La identidad, los co-457
nocimientos pertinentes, la experiencia y las relaciones de los miembros del Comité de 458
Emergencias deberían darse a conocer cuando se haga la propuesta de su nombramien-459
to, dándole al público la oportunidad de hacer observaciones. La OMS debería tener 460
normas claras para determinar cuándo hay un conflicto de intereses que justifique la 461
descalificación de una persona, y disponer de procedimientos claros para determinar 462
cuándo y sobre qué base se pueden admitir excepciones con el fin de obtener los cono-463
cimientos técnicos necesarios o un equilibrio. El Comité de Examen reconoce la nece-464
sidad de que las consultas con los expertos sean confidenciales, de modo que el Direc-465
tor General se beneficie de un debate y asesoramiento francos. El hecho de que sean 466
deseables consultas confidenciales aumenta la necesidad de transparencia de las normas 467
de nombramiento. 468
• Como parte de un planteamiento más activo y riguroso de la gestión de los conflictos 469
de intereses, la OMS debe nombrar un funcionario encargado de las cuestiones éticas. 470
Informe del Comité de Examen acerca del funcionamiento del
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Recomendación 7 471
Revisar las orientaciones sobre la preparación para una pandemia. La OMS debería revisar sus 472
orientaciones sobre la preparación para una pandemia con el fin de: simplificar la división en fases 473
(una posibilidad sería que solo hubiera tres fases: basal, de alerta y pandémica); hacer hincapié en un 474
planteamiento basado en el riesgo para posibilitar una respuesta más flexible ante diferentes escena-475
rios, e incluir más orientaciones sobre la evaluación de los riesgos. 476
Recomendación 8 477
Elaborar y aplicar medidas para evaluar la gravedad. La OMS debería elaborar y aplicar medidas 478
que se puedan utilizar para evaluar la gravedad de cualquier epidemia de gripe. Aplicando, evaluando 479
y perfeccionando instrumentos para medir la gravedad año tras año, la OMS y los Estados Miembros 480
podrán prepararse mejor para evaluar la gravedad de la siguiente pandemia. La evaluación de la gra-481
vedad no requiere que se modifique la definición de pandemia para que dependa de otros factores que 482
no sean la extensión. Sin embargo, aunque no sea parte de la definición de pandemia, la gravedad 483
constatada y prevista es un componente clave en la toma de decisiones ante una pandemia. 484
El Comité reconoce que la estimación de la gravedad es especialmente difícil en la fase inicial de 485
un brote, que habitualmente varía en función del lugar y a lo largo del tiempo, y que la gravedad tiene 486
múltiples dimensiones (mortalidad, hospitalizaciones y morbilidad, todas ellas variables en función de 487
la edad y de otras características, tales como el estado de salud previo y el acceso a la atención sanitaria; 488
la carga para el sistema de salud y factores sociales y económicos). Los términos descriptivos utiliza-489
dos para caracterizar la gravedad, tales como leve, moderada o intensa, deben definirse de forma cuanti-490
tativa en las futuras orientaciones de la OMS, de modo que puedan ser utilizadas coherentemente por 491
diferentes observadores y en diferentes entornos. El Comité insta a que se tengan en cuenta medidas 492
adaptativas que permitan pasar lo más rápidamente posible de los recuentos iniciales de casos, hospita-493
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lizaciones y muertes a tasas basadas en la población. La gravedad debería evaluarse lo antes posible en 494
el curso de una pandemia, y reevaluarse continuamente a medida que la pandemia vaya evolucionando 495
y se obtenga nueva información. La gravedad debería evaluarse con una serie de indicadores en un 496
conjunto mínimo de datos acordado de antemano (por ejemplo, tasas de hospitalización, datos sobre la 497
mortalidad, identificación de poblaciones vulnerables y evaluación del impacto en los sistemas de sa-498
lud). Las estimaciones de la gravedad deben acompañarse de una expresión de la confianza o la incer-499
tidumbre. 500
Recomendación 9 501
Agilización de la gestión de los documentos de orientación. La OMS necesita una estrategia y un 502
sistema de gestión de documentos que le permita elaborar, aprobar, traducir y difundir orientaciones y 503
otros documentos técnicos de forma puntual y sistemática durante las emergencias de salud pública. 504
Las orientaciones provisionales deberían revisarse a medida que se disponga de nuevos datos. Cuando 505
las orientaciones tengan posibles repercusiones en las políticas, la OMS debería hacer todos los es-506
fuerzos posibles por efectuar consultas con los Estados Miembros. 507
Recomendación 10 508
Formular y aplicar una política de comunicación estratégica para toda la Organización. 509
La OMS debería formular una política de comunicación para toda la Organización y un planteamiento 510
estratégico para mejorar la comunicación en general, y sobre las emergencias en particular. Un plan-511
teamiento estratégico implica adaptar el contenido, la forma y el estilo de los mensajes a los distintos 512
medios de comunicación, sus horarios y periodicidad con el de determinados medios, de modo que 513
lleguen a la audiencia pretendida y sirvan al propósito deseado. La OMS debería estar preparada para 514
mantener una proyección activa y a largo plazo de sus comunicaciones cuando las circunstancias lo 515
exijan, para reconocer los errores y para responder de forma profesional y vigorosa a las críticas injus-516
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tificadas. Deberían esclarecerse los procedimientos para la publicación en internet, de modo que se 517
puedan archivar los cambios en las páginas web y efectuar un seguimiento histórico de esos cambios. 518
La OMS debería invertir en una presencia sólida en los medios sociales para lograr una comunicación 519
rápida con una audiencia más amplia y diversificada. 520
Recomendación 11 521
Establecer por adelantado acuerdos de distribución y entrega de vacunas. De forma concertada 522
con los Estados Miembros y aprovechando los sistemas existentes de distribución de vacunas, la OMS 523
debería establecer de antemano acuerdos con los organismos y autoridades pertinentes de los Estados 524
Miembros, los fabricantes de vacunas y demás partes interesadas pertinentes para facilitar la aproba-525
ción y entrega de vacunas antipandémicas a los países con escasos recursos, con miras a aumentar la 526
equidad del suministro y a respaldar la planificación anticipada de la administración de vacunas. 527
Conclusión resumida 3 528
El mundo está mal preparado para responder a una pandemia grave de gripe o a cualquier emer-529
gencia de salud pública que represente una amenaza semejante de alcance global y sostenida. Más 530
allá de la puesta en práctica de las capacidades básicas que prescribe el RSI, la preparación mun-531
dial puede mejorarse mediante la investigación, el fortalecimiento de los sistemas de prestación de 532
asistencia sanitaria, el desarrollo económico de los países de ingresos bajos y medianos, y el mejo-533
ramiento de la situación sanitaria. 534
Pese al avance que ha supuesto el RSI y al éxito que ha tenido la OMS a la hora de movilizar 535
aportaciones de la comunidad mundial, la realidad inevitable es que en caso de pandemia mundial gra-536
ve habría decenas de millones de personas en riesgo de perder la vida. Si no salvamos este desfase 537
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fundamental entre las necesidades y las capacidades mundiales estaremos propiciando futuras catás-538
trofes. 539
Además de aplicar las medidas concretas recomendadas más arriba para completar la aplicación 540
del RSI y mejorar las funciones de la OMS, el mundo podría prepararse mejor para la próxima emer-541
gencia de salud pública si por parte de los Estados Miembros hubiera un mayor compromiso de actua-542
ción, tanto individual como colectiva en el marco de la OMS. 543
El Comité de Examen hace las recomendaciones siguientes: 544
Recomendación 12 545
Establecer un cuerpo de reserva mundial más amplio de expertos en salud pública. De forma 546
concertada con la OMS, los Estados Miembros deberían establecer un cuerpo de reserva más amplio 547
de profesionales de la salud pública y de expertos en este campo que puedan ser movilizados para ac-548
tuar en una respuesta sostenida a una emergencia sanitaria internacional y puedan ser enviados a pre-549
star sus servicios en países que soliciten esa asistencia. El tamaño, la composición y la regulación de 550
la activación y el despliegue de ese Cuerpo Mundial para Emergencias Sanitarias deberían establecer-551
se mediante un proceso consultivo y un acuerdo mutuo entre los Estados Miembros y la OMS. El 552
número de expertos desplegados y sus conocimientos técnicos específicos dependerá de las caracterís-553
ticas de la emergencia a la que tengan que responder. Ese cuerpo ampliaría significativamente la ac-554
tual Red Mundial de Alerta y Respuesta ante Brotes Epidémicos, fortaleciendo su composición, recur-555
sos y capacidad con miras a prestar un mejor apoyo a las respuestas prolongadas a emergencias de sa-556
lud pública. 557
En la actualidad, la capacidad de la OMS para preparar y responder de forma prolongada a 558
cualquier emergencia de salud pública se ve muy limitada por el déficit financiero crónico, agravado 559
Informe del Comité de Examen acerca del funcionamiento del
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por las restricciones al uso de fondos de los Estados Miembros, los asociados y otros donantes. Cons-560
ciente de las preocupaciones sobre la eficiencia y la rendición de cuentas que motivaron algunas de las 561
restricciones, el Comité concluye que el establecimiento de un fondo para contingencias fuera de 562
la OMS, pero a disposición de la OMS en caso de emergencia de salud pública, sería una medida pru-563
dente para garantizar una respuesta mundial inmediata y eficaz. 564
Recomendación 13 565
Crear un fondo para contingencias relacionadas con emergencias de salud pública. Los Estados 566
Miembros deberían establecer un fondo para emergencias de salud pública de al menos 567
US$ 100 millones, que quedaría en fideicomiso en una institución como el Banco Mundial. El fondo, 568
que serviría para apoyar un aumento súbito de las demandas, y no para la compra de materiales, sería 569
liberado en parte o en su totalidad en caso de declaración de una «emergencia de salud pública de im-570
portancia internacional», sujeto a la aprobación de un plan de gastos y de rendición de cuentas presen-571
tado por la OMS. Las condiciones precisas de la utilización del fondo deberían negociarse entre los 572
Estados Miembros, en consulta con la OMS. 573
El Comité de Examen elogia los esfuerzos de los Estados Miembros por lograr un acuerdo sobre 574
el intercambio de virus y la distribución de vacunas, y cree que el éxito dependerá de las expectativas 575
mutuas de beneficios y aportaciones proporcionales y equilibrados por parte de todos los interlocuto-576
res. Un acuerdo que sea unilateral o espere aportaciones sin beneficios, o viceversa, no será aceptable 577
ni sostenible. El Comité de Examen cree también que las obligaciones y los beneficios no vinculados 578
a un marco legal no tienen perspectivas de perdurar. 579
Informe del Comité de Examen acerca del funcionamiento del
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Recomendación 14 580
Llegar a un acuerdo sobre el intercambio de virus y vacunas. El Comité de Examen insta a los 581
Estados Miembros y a la OMS a que concluyan las negociaciones del grupo de trabajo de composición 582
abierta de Estados Miembros sobre preparación para una gripe pandémica: intercambio de virus gripa-583
les y acceso a las vacunas y otros beneficios. La culminación satisfactoria de estas negociaciones per-584
mitirá una mayor disponibilidad de vacunas y mayor equidad de cara a la epidemia, así como el inter-585
cambio continuo y oportuno de virus gripales. 586
El Comité de Examen ofrece los siguientes elementos para su consideración como parte de un 587
acuerdo aceptable. 588
Medidas para expandir la capacidad mundial de producción de vacunas antigripales: 589
• La OMS debe continuar la práctica de colaborar con los laboratorios de salud pública 590
con el fin de que las cepas para la elaboración de vacunas estén ampliamente disponi-591
bles para todos los fabricantes de vacunas. 592
• Sin perjuicio de las prioridades, la evaluación de riesgos y los recursos en el plano na-593
cional, el Comité de Examen insta a los países a que apliquen cada año la vacuna 594
contra la gripe estacional. Esto puede disminuir la carga de morbilidad, ampliar la pro-595
ducción, distribución y experiencia en la aplicación en el plano local, y apoyar el au-596
mento de la capacidad mundial de producción de vacunas. En un sentido más general, 597
la experiencia adquirida con los programas integrales durante la época de gripe estacio-598
nal (en ámbitos como la vigilancia, la comunicación, la educación profesional y del pú-599
blico, las medidas de protección de la salud y las preparaciones farmacéuticas) ofrece 600
una preparación valiosa para hacer frente a una pandemia de gran envergadura. 601
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• El Comité insta a los países a que fortalezcan su capacidad para recibir, almacenar, dis-602
tribuir y aplicar las vacunas. Estos procesos se simplificarán mediante la aplicación de 603
los adelantos tecnológicos que permiten disminuir la dependencia de la cadena de frío 604
y, por lo demás, simplificar la administración. 605
• El Comité insta a los países a que apoyen la transferencia de tecnología para la produc-606
ción de vacunas y adyuvantes en las partes del mundo que actualmente carecen de esta 607
capacidad por conducto de programas establecidos como el Plan de Acción Mundial de 608
la OMS contra la Gripe Pandémica destinado a incrementar el suministro de vacunas. 609
Medidas para aumentar el acceso, la asequibilidad y el despliegue de la vacuna antipandémica: 610
• Todos los fabricantes de vacunas deberían comprometerse a destinar un 10% de cada 611
ciclo de producción de la vacuna contra la gripe pandémica a un fondo común mundial 612
para su redistribución. La OMS debería encargarse de gestionar las asignaciones de es-613
te fondo común apoyándose en el asesoramiento de un comité consultivo. 614
• El acceso a vacunas y medicamentos antivíricos se puede aumentar mediante contratos 615
por adelantado entre la industria, la OMS y los países. Estos contratos deberían nego-616
ciarse sin tener en cuenta el subtipo vírico, firmarse por un periodo determinado (por 617
ejemplo, entre tres y cinco años) y examinarse y renovarse regularmente. 618
• Otras medidas que pueden promover un acceso mayor y más equitativo a las vacunas 619
son la fijación de precios diferenciales, la ayuda económica directa a los países de po-620
cos recursos y las donaciones adicionales de vacunas por los países compradores o los 621
fabricantes. 622
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• Los países que reciben donaciones de vacunas deben observar las mismas prácticas de 623
exonerar a los fabricantes de ciertas responsabilidades legales como lo hace cualquier 624
comprador de vacunas. 625
Medidas para detectar e identificar rápidamente virus gripales con el potencial de causar una 626
pandemia: 627
• Todos los Estados Miembros se deben comprometer a compartir rápidamente con los 628
laboratorios colaboradores de la OMS toda muestra biológica y cepa vírica aislada que 629
pueda estar relacionada con un virus gripal nuevo o emergente en poblaciones humanas 630
o animales. 631
La capacidad mundial para prevenir y limitar una pandemia grave se ve constreñida por muchos 632
factores: la dependencia predominante de una tecnología de producción de vacunas que ha cambiado 633
poco en 60 años; la necesidad de equiparar la vacuna con cepas víricas específicas; la incapacidad de 634
pronosticar qué virus gripales serán peligrosos para la salud humana; la incertidumbre con respecto a 635
la eficacia de muchas medidas de carácter medicamentoso o de salud pública; la carencia de pruebas 636
diagnósticas sobre el terreno que sean rápidas, asequibles, muy sensibles y específicas; y las limitacio-637
nes en materia de infraestructura, recursos y capacidad en muchos países. También hace falta mejorar 638
el conocimiento y las estrategias prácticas para aplicar medidas de protección tanto de salud pública 639
como personales, como el lavado de manos, las precauciones al toser y estornudar, el aislamiento y el 640
distanciamiento social. 641
Algunas de estas limitaciones podrán reducirse con el tiempo mediante las investigaciones na-642
cionales e internacionales. Además, los resultados de las investigaciones en torno a las medidas de 643
protección personales y de salud pública pueden aplicarse a cualquier amenaza emergente de salud 644
pública, especialmente cuando los medicamentos o vacunas escasean o no existen. En vista de que la 645
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evaluación de las medidas de salud pública tiene que hacerse por lo común en pleno brote epidémico, 646
es imprescindible idear y preparar con antelación los protocolos y planes de investigación. Al margen 647
de los adelantos de la investigación, la capacidad de resistencia del mundo depende de factores del 648
huésped y ambientales, de tal manera que el mejoramiento de la situación sanitaria, la promoción del 649
desarrollo económico y el fortalecimiento de los sistemas de salud pueden mitigar las consecuencias 650
de una futura pandemia por virus. 651
Recomendación 15 652
Emprender un programa integral de investigación en torno a la gripe. Los Estados Miembros, 653
tanto de manera individual como cooperando entre sí, y la OMS deben emprender un programa inte-654
gral de investigación en torno a la gripe. Los objetivos fundamentales de la investigación serían: for-655
talecer la tecnología de vigilancia y la capacidad epidemiológica y de laboratorio para mejorar la de-656
tección, caracterización y monitoreo de virus nuevos; reconocer los determinantes de la transmisibili-657
dad y la virulencia que dependen del virus y los que dependen del huésped; obtener pruebas diagnósti-658
cas rápidas, exactas y baratas que puedan realizarse en el lugar donde se presta la atención; aumentar 659
la exactitud y oportunidad de las previsiones basadas en modelos; crear vacunas de espectro más am-660
plio, muy eficaces, seguras y de efecto más duradero; acelerar la producción de vacunas y aumentar el 661
rendimiento; idear medicamentos antivíricos y antibióticos más eficaces para tratar las complicaciones 662
bacterianas; y evaluar la eficacia de las intervenciones mediante medicamentos, vacunas, equipo de 663
protección personal e intervenciones sociales. 664
A pesar de todo lo que se hizo durante la pandemia, el virus que la causó fue el determinante 665
principal de las consecuencias. Frente a una pandemia de gripe virulenta, o frente a cualquier emer-666
gencia semejante de salud pública de alcance mundial, sostenida y amenazante, el mundo sigue estan-667
do en riesgo de padecer trastornos, sufrimientos y pérdida de vidas a gran escala. El Comité espera 668
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que estas recomendaciones ayuden a la OMS y los Estados Miembros a prepararse mejor para evitar, 669
mitigar y hacer frente a las futuras amenazas para la salud. 670
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REFERENCIAS 671
1) Dominguez-Cherit G, Lapinsky SE, Macias AE, Pinto R, Espinosa-Perez L, de la Torre A, et al. 672
Critically Ill patients with 2009 influenza A (H1N1) in Mexico. JAMA 2009 Nov 673
4;302(17):1880-7. 674
2) Kumar A, Zarychanski R, Pinto R, Cook DJ, Marshall J, Lacroix J, et al. Critically ill patients 675
with 2009 influenza A(H1N1) infection in Canada. JAMA 2009 Nov 4;302(17):1872-9. 676
3) President's Council of Advisors on Science and Technology. Report to the President on US 677
preparations for the 2009-H1N1 Influenza. 2009 Aug 7. 678
4) Shrestha SS, Swerdlow DL, Borse RH, Prabhu VS, Finelli L, Atkins CY, et al. Estimating the 679
burden of 2009 pandemic influenza A (H1N1) in the United States (April 2009-April 2010). 680
Clinical Infectious Diseases 2011;52 (Suppl 1):s75-s82. 681
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MIEMBROS DEL COMITÉ 682
Dr. Preben Aavitsland, Director de Departamento/Epidemiólogo del Estado, Departamento de Epi-683
demiología de las Enfermedades Infecciosas, Instituto de Salud Pública, Oslo, Noruega 684
Profesor Tjandra Aditama, Director General de Control de Enfermedades y Salud Ambiental, Mi-685
nisterio de Salud, Yakarta, Indonesia 686
Dra. Silvia Bino (Relatora), Profesora Asociada de Enfermedades Infecciosas, Jefa del Departamento 687
de Control de Enfermedades Infecciosas, Instituto de Salud Pública, Tirana, Albania 688
Dr. Eduardo Hage Carmo, Ex Director, Vigilancia Epidemiológica, Ministerio de Salud, Brasilia, 689
Brasil 690
Dr. Martin Cetron, Director, División de Migración Mundial y Cuarentena, Centro Nacional de En-691
fermedades Infecciosas Emergentes y Zoonóticas, Centros para el Control y la Prevención de Enfer-692
medades, Atlanta, Georgia, Estados Unidos de América 693
Dr. Omar El Menzhi, Director, Dirección de Epidemiología y Control de Enfermedades, Ministerio 694
de Salud, Rabat, Marruecos 695
Dr. Yuri Fedorov, Director Adjunto, Centro Federal para el Control de la Peste, Servicio Federal de 696
Vigilancia de la Protección de los Derechos del Consumidor y del Bienestar Humano, Moscú, Federa-697
ción de Rusia 698
Dr. Harvey V. Fineberg (Presidente), Presidente, Instituto de Medicina, Washington, D.C., Estados 699
Unidos de América 700
Sr. Andrew Forsyth, Jefe de Equipo, Legislación y Políticas de Salud Pública, Oficina del Director 701
de Salud Pública, Ministerio de Salud, Wellington, Nueva Zelandia 702
Dra. Claudia González, Socia-Directora, Epi-Sur Consultores, y Profesora del Centro de Epidemio-703
logía y Políticas de Salud Pública, Universidad del Desarrollo, Santiago, Chile 704
Dr. Mohammad Mehdi Gouya, Director General, Centro para el Control de Enfermedades, Ministe-705
rio de Salud y Educación Médica, Teherán, Irán 706
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Dr. Amr Mohamed Kandeel, Jefe de Gabinete, Oficina del Ministro, Ministerio de Salud, El Cairo, 707
Egipto 708
Dra. Arlene King, Directora de Sanidad, Ministerio de Salud y Atención Crónica de Ontario, Toron-709
to, Ontario, Canadá 710
Profesor Abdulsalami Nasidi, Ex Director, Salud Pública, Ministerio de Salud Federal, Abuja, Nige-711
ria 712
Profesor Paul Odehouri-Koudou, Director, Instituto Nacional de Higiene Pública, Abidjan, Côte 713
d’Ivoire 714
Dr. Nobuhiko Okabe, Director del Centro de Vigilancia de las Enfermedades Infecciosas, Instituto 715
Nacional de Enfermedades Infecciosas, Tokio, Japón 716
Dr. Palliri Ravindran, Director, Socorro Médico en Emergencias, Dirección General de Servicios de 717
Salud, Ministerio de Salud, Nueva Delhi, India 718
Profesor Dr. Mahmudur Rahman, Director del Instituto de Epidemiología, Centro de Control e In-719
vestigación de Enfermedades y Centro Nacional de Gripe, Ministerio de Salud y Bienestar Familiar, 720
Dhaka, Bangladesh 721
Profesor José Ignacio Santos, Profesor y Jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas, Departa-722
mento de Medicina Experimental, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México, 723
México D.F., México 724
Sra. Palanitina Tuipuimatagi Toelupe, Directora General de Salud y Directora Ejecutiva del Minis-725
terio de Salud, Samoa 726
Profesora Patricia Ann Troop, Independiente, Ex Directora Ejecutiva, Agencia de Protección de la 727
Salud, Londres, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte 728
Dr. Kumnuan Ungchusak, Experto en Medicina Preventiva, Oficina de Epidemiología, Departamen-729
to de Control de Enfermedades, Ministerio de Salud Pública, Bangkok, Tailandia 730
Profesora Kuku Voyi, Profesora y Jefa de Departamento, Escuela de Sistemas de Salud y Salud Pú-731
blica, Universidad de Pretoria, Pretoria, Sudáfrica 732
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Profesor Yu Wang, Director General del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, 733
Beijing, China 734
Dr. Sam Zaramba, Cirujano Consultor, Ex Director General de Servicios de Salud, Ministerio de Sa-735
lud, Kampala, Uganda 736
737
738
Nota: El Comité de Examen desea agradecer la participación de los siguientes miembros que dimitie-739
ron en el curso de los trabajos del Comité: Dr. Anthony Evans, Profesor John Mackenzie, 740
Dr. Ziad Memish y Dr. Babatunde Osotimehin. El Comité manifiesta a su Secretaría un profundo 741
agradecimiento por su asistencia. El Comité está especialmente agradecido a los funcionarios de 742
la OMS de la sede y de las Oficinas Regionales por su cooperación, a los representantes de los Estados 743
Miembros y a todas las personas que fueron entrevistadas por el Comité o que de algún otro modo 744
contribuyeron a sus deliberaciones. 745
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