jadashot shel torah - shalom haverim · eran cerca de las dos de la mañana cuando el sastre cosió...
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SHALOMHAVERIM Monsey, New York
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PARASHA VAYIKRÁ BEJUKOTAI 5779
2
Jadashot shel Toráh
. .
PARASHÁ VAYIKRÁ BEJUKOTAI
VAYIKRÁ –LEVITICOS- 26:3 – 27:34 Y YIRMIYAHU 16:19 – 17:14
La primera mitad de la porción de Torá de esta semana, Bejukotai, comienza con 13 bendiciones (Levítico 26: 3-13), continúa con 30 maldiciones que ocurrirán si no seguimos los mandamientos de Dios (Levítico 26: 14-41), y termina con una bendición final de consuelo de Dios (Levítico 26: 42-45)…Página 6
Comentarios a la Haftará – Yirmiyahu 16 - En la
Haftará para Parashat Bejukotai (también se lee
cuando Behar y Bejukotai se combinan como una
doble porción) Jeremías profetiza sobre varios
temas en un lapso relativamente corto... Página 10
INTERIORES
Número 137– Año 19 – 31 Mayo 2019
Director: Eliyahu BaYona Monsey, New York Shalomhaverim.org
Judaísmo Ortodoxo Moderno
Shal
om
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BERLIN NO ES
JERUSALEN
"El que cree que Berlín es
Jerusalén... llegará un
viento tormentoso y
violento que lo arrancará
de su fuente"... Página 8
EIN KEMAQ EIN TORAH,
NOTICIAS DE TORÁH
SI NO PRODUCES
NO TE PAGAN
Una vez había un
sastre. Era
ampliamente conocido
como un artista que
podía tomar un simple
hilo y transformarlo en
una vestimenta apta
para un rey…Siga a pág. 4
La Torá promete prosperidad para los israelitas siempre y cuando
éstos cumplan con los preceptos de Hashem. Pero si no se comportan
a la altura de su rango de Pueblo Elegido, sufrirán castigos terriblespagina 2
PARASHA VAYIKRÁ BEJUKOTAI 5779
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La Torá promete
prosperidad para
los israelitas
siempre y
cuando éstos
cumplan con los
preceptos de
Hashem. Pero si
no se comportan
a la altura de su
rango de Pueblo
Elegido, sufrirán
castigos
terribles.
La Torá detalla el
duro proceso
histórico que
recaerá sobre
ellos en caso de
que se les quite
la protección
divina.
el valor
monetario
equivalente a
una persona, un
animal o una
propiedad.
Esta parashá
se llama
comúnmente
Tojajá
(amonestación),
pues habla de
los beneficios
que nos llegarán
por la sumisión a
los preceptos de
la Torah, y de los
males que nos
alcanzarán por
desobedecerlos.
Todo lo que
Moisés predijo,
sucedió.
Nuestros
antepasados
podían vivir
felices y
tranquilos en sus
Estos castigos,
cuyo propósito
es hacer que
Israel se
arrepienta, se
producirán en
siete etapas,
cada una más
difícil que la
anterior.
El Sefer Vaikra,
Levítico,
concluye con
una descripción
detallada de
Erajin, el
proceso a través
del cual el
individuo puede
hacer un voto
para darle al
Beit ha Mikdash
PARASHA VAYIKRÁ BEJUKOTAI
tierras, pero
abandonaron
estas leyes y en
lugar de unirse,
se dividieron y
en lugar de
adorar al Eterno,
el Dios único, se
dejaron arrastrar
por la idolatría y
adoraron en
diversas
ocasiones la
plata y el oro.
En vano los
profetas les
advirtieron; ellos
no escucharon.
Fue entonces
cuando
sucedieron las
desgracias.
El Templo fue
destruido y tuvo
lugar la
dispersión
PARASHA VAYIKRÁ BEJUKOTAI 5779
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"... "Y Yo les daré lluvia a su
tiempo..." (26:4
Una vez había un sastre. Era
ampliamente conocido como un
artista que podía tomar un simple
hilo y transformarlo en una
vestimenta apta para un rey.
Un día un comerciante adinerado
vino a él con un trabajo especial.
Mientras viajaba por el oriente pagó
una impresionante suma por un
corte de seda del Catay, la más fina
en el mundo.
Los ojos del sastre se encendieron
pues nunca había visto una tela tan
hermosa.
Tomo las medidas del comerciante y
un precio fue fijado por el trabajo . Al
día siguiente el sastre empezó su
trabajo con entusiasmo.
Trabajó con cuidado especial,
tratando de no desperdiciar el más
mínimo hilo.
Una semana entera de trabajo
extenuante le siguió.
Eran cerca de las dos de la mañana
cuando el sastre cosió el último
botón sobre el vestido.
Corto el hilo con sus dientes y se
echo atrás para admirar su obra.
He aquí un vestido como el que
jamás se había visto.
Con un bostezo se dirigía a dormir,
a tirar su cansado cuerpo sobre la
cama.
El comerciante vendría a primera
hora de la mañana a recoger su
traje.
SI NO PRODUCES, NO TE PAGAN…
PARASHA VAYIKRÁ BEJUKOTAI 5779
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El sastre salió del cuarto y cerró la puerta,
pero no resistió la tentación de entrar
nuevamente y admirarlo una última vez.
Y ahí estaba, en toda su gloria, bañado
en rayos de luna.
Cerró la puerta suavemente.
Un silencio sepulcral.
Una vez el sastre dejó el lugar se escuchó
un ligero chirrido.
Dos pequeños ojos negros brillan desde
dentro de una grieta en la pared.
Una larga nariz peluda husmeaba de lado
a lado, y de pronto un pequeño ratón se
abre paso hasta el centro del cuarto.
Detrás de él aparece otro ratón, y otro
ratón y otro.
Una enorme banda de ratones se
apodero del cuarto con un solo
propósito: el vestido.
Todo acabó en menos de diez minutos.
Lo único que quedó fueron retazos de
tela con mordiscos que contaban lo
sucedido.
Cuando el sastre bajó a la mañana
siguiente y vio lo que pasó se afligió mas
allá de lo que se puede describir.
Se paró en medio de su taller con
lágrimas llenándole los ojos, y suspiró
profundamente con resignación.
Al levantar la mirada vio al comerciante
frente a él, radiante por la expectativa y
sin tener la más mínima idea de lo que le
pasó a su invaluable vestido de seda del
Catay.
Con un tono de voz medido el sastre le
contó al comerciante de cuanto trabajó
en la confección de su vestido; de cómo
era una confección incomparable en
todos sus años de sastre; de las largas
horas de trabajo amoroso que le dedicó;
y finalmente de lo que pasó la noche
anterior una vez que dejo el taller.
"Pero" continuó el sastre "yo quisiera
que usted me page lo que originalmente
habíamos acordado, porque, aunque
usted no tiene su traje, yo puse alma y
corazón en confeccionarlo."
La cara del comerciante se puso verde.
"Suficiente le debería ser que no lo
demande por mi seda del Catay!"
Y con esto salió furiosamente de la casa.
No hay trabajo en el mundo que pague
solamente por el esfuerzo.
Aun cuando uno pone cuerpo y alma en
el trabajo.
Si no produces nada eso es lo que te
pagan: nada. Con una excepción: El
estudio de Toráh.
Si uno pone verdaderamente todo su
esfuerzo y empeño en el estudio de
Toráh, recibe recompensa, aun cuando
acaba sin entender nada.
Aun cuando solo acaba teniendo en sus
manos retazos de tela mientras otros han
hecho trajes enteros.
Jafetz Jaim
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La primera mitad de la porción de Torá de esta semana,
Bejukotai, comienza con 13 bendiciones (Levítico 26: 3-13),
continúa con 30 maldiciones que ocurrirán si no seguimos los
mandamientos de Dios (Levítico 26: 14-41), y termina con una
bendición final de consuelo de Dios (Levítico 26: 42-45).
Dios básicamente dice que aunque habrá destrucción, Yo
todavía estaré contigo en la oscuridad.
Este es un extraño tipo de consuelo a la luz de la violencia de
las maldiciones que la preceden.
Las maldiciones son sobre el vacío y el hambre, el hambre de
paz, descanso, tierra y comida.
Uno de ellos se enfoca en el hambre física: “Cuando yo os
hubiere privado del sustento del pan, diez mujeres cocerán
vuestro pan en un solo horno, y os devolverán vuestro pan
por peso; y comeréis, mas no quedaréis satisfechos” (Levítico
26:26).
Este versículo implica que, incluso cuando comemos,
sentiremos la sensación de hambre que recibimos en Yom
Kipur.
Quizás este versículo prefigura la experiencia judía durante el
Holocausto.
En los campos había hambre constante.
En lugar de hornear pan en los hornos, como sugiere nuestro
verso, las mujeres fueron enviadas a los hornos.
Yaffa Eliach cuenta la siguiente historia sobre la sobreviviente
Tula Friedman
Ella y otras sobrevivientes fueron invitadas a una
celebración de Bar Mitzvá
Ein kemaq, ein Torah; ein Torah, ein kemaq
Si no hay pan, no hay Toráh, si no hay Toráh no hay pan
Por Eliyahu
BaYona
Director Shalom Haverim
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porción de la Torá de esta semana.
La frase talmúdica Ein kemaq, ein
Torah; ein Torah, ein kemaq - “Si no
hay comida, no hay Torah; si no hay
Torá, no hay comida”- tiene una gran
conmoción a la luz del Holocausto.
En otras palabras, si no hay comida en
nuestros estómagos o si no tenemos lo
esencial físico o emocional para la vida,
es imposible para nosotros absorber las
palabras de la Torá o experimentar la
espiritualidad.
Y si no tenemos espiritualidad en
nuestras vidas, entonces nos estamos
perdiendo la nutrición esencial para
nuestras almas.
Después de Auschwitz, muchas
personas se apartaron de Dios porque
no habían podido sentir la Presencia de
Dios en la oscuridad.
Quizás es por eso que la bendición de
consolación es tan importante:
“Más aun así, estando ellos en la tierra
de sus enemigos, no los desecharé ni me
enfadaré de ellos para destruirlos,
anulando mi pacto con ellos; porque Yo
soy el Eterno, su Dios y me acordaré a
favor de ellos del pacto con sus
antepasados, a quienes saqué de la tierra
de Egipto, a vista de las naciones, para
ser su Dios; Yo soy el Eterno.” (Levítico
26: 44-45)
Cuando estamos en la oscuridad
emocional o física, cuando parece que
nuestro mundo se está desmoronando
Un camarero se acercó a la mesa con una
cesta de pan.
Tula cerró los ojos e inhaló el aroma del
pan recién horneado.
Ella me pasó la canasta sin tomar nada...
Ella dijo: "Sabes, en el campo solía soñar
que algún día me casaría con un
panadero, y en nuestra casa siempre
habría una gran cantidad de pan".
“Por esta cesta de pan”, dijo otra mujer al
otro lado de la mesa, “podrías comprar en
el campo todas las joyas que ves en este
bar mitzvá.
Una vez en Bergen-Belsen, cambié un
anillo de diamantes por una rebanada
delgada de pan blanco".
El pan en la mesa todavía estaba intacto.
El camarero volvió a la mesa.
"Señoras, veo que hoy no tienen hambre".
"Hoy no", respondió Tula, "y nunca más".
El camarero estaba a punto de sacar el
pan.
"Déjalo en la mesa", dijo otra mujer.
"No hay nada más tranquilizador en este
mundo que tener una cesta de pan recién
horneado en la mesa frente a usted". (Los
cinco libros de Miriam, Ellen Frankel,
Grosset / Putnam Books, Nueva York,
1996, p.192. )
En los campamentos, los días estuvieron
llenos de maldiciones, similares a las de la
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y no podemos sentir la Presencia de Dios,
el versículo de consolación nos sostiene.
Dios está allí en la oscuridad, tal vez en
silencio pero esperando.
"Pero a pesar de todo esto, cuando
estén en tierra de sus enemigos, no los
desecharé por completo ni los
rechazaré para eliminarlos, para
anular Mi pacto con ellos, pues Yo soy
Hashem, Su Dios" (26:44)
"El que cree que Berlín es Jerusalén...
llegará un viento tormentoso y
violento que lo arrancará de su
fuente".
Estas palabras, escritas por Rabí Meir
Simja, el Or Sameaj, son una predicción
no común de la tormenta que habría de
desatarse sobre Europa varios años más
tarde.
A partir del momento del pacto
irreversible de Hashem y Abraham Avinu,
la supervivencia del pueblo judío se
transformó en algo imperativo, tan
natural como la salida del sol por el
horizonte o las mareas altas y bajas.
Incluso cuando nos sentimos malditos, la
bendición del Eterno está asegurada.
Cuando estemos listos, sentiremos la
Presencia de Dios nuevamente.
NOTAS TOMADAS DE RABBI MARCIA PLUMB
El único propósito del antisemitismo es
evitar que el pueblo judío desaparezca en
el "crisol de razas" del mundo secular,
"anulando" así el pacto irreversible con
Abraham Avinu.
La asimilación es como una reacción
nuclear en cadena: cuando se alcanza una
masa crítica determinada, se produce la
bomba atómica del antisemitismo.
Y no ha habido ninguna nación que haya
simbolizado la cúspide de la cultura y del
refinamiento más que la Alemania de
antes de la guerra; la misma Alemania
que, en pocos años, habría de
transformarse en una bestia salvaje.
Cuando el pueblo judío olvida su misión
de ser una nación santa, que debe
mantenerse separada de las demás
naciones, el mundo gentil les recuerda su
misión en la tierra, y el grado de ferocidad
del "recordatorio" depende de la
determinación que tenga el judío de
asimilarse y desaparecer.
BERLIN NO ES JERUSALEN
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ESPARCIDOS POR
EL MUNDO
De la misma manera que Dios
cumplió el castigo anunciado en
este pasaje, así también fue
realizada su promesa en la que dice:
"Más aun estando ellos en la tierra
de sus enemigos, Yo no los
desecharé ni los abominaré para
consumirlos, invalidando mi alianza
con ellos; porque Yo, el Eterno, soy
su Dios" (verso 44).
Dios fue fiel a su promesa, y en
nuestros días ocurrió el gran
milagro.
El sol de la libertad brilló para
nosotros.
Ahora, más que nunca, deberán
escucharse estas palabras del
comienzo de la Parashá:
"Si anduviereis en mis estatutos y
guardareis mis preceptos y los
cumpliereis. Yo os daré vuestras
lluvias a su tiempo para que la tierra
dé su producto, y el árbol del
.
...Y comeréis vuestro pan hasta la
saciedad, y habitaréis seguros en
vuestra tierra. Y yo estableceré la paz
en el país, y os acostareis sin que
nadie (os) amedrente... y la espada no
pasará por vuestra tierra (versos 3-
6)."
CUMPLE TUS
COMPROMISOS
Este fragmento hasta el versículo 8
trata de los votos que hace la
persona, prometiendo pagar el valor
de un ser humano, de un animal o de
una cosa, cuya cuantía era utilizada
para los gastos de conservación del
Templo. El valor de un hombre de
edad de veinte hasta sesenta años, se
calculaba en cincuenta siclos de plata,
y el de una mujer, en treinta siclos,
etc. (ver versos 3-8). Al envejecer, el
valor del hombre disminuye más en
proporción que el de la mujer, pues
los antiguos decían: "Un viejo en la
casa es una bendición, pero una vieja
es un tesoro" (Talmud Erajín 19). Y si
fuese pobre quien hizo el voto, lo
pagaba según le permitiese su
situación económica, pero dejando
para sí la alimentación para un mes,
ropa para un año, cama para dormir y
demás necesidades primordiales
(Erajín 24).
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NO TENGO TIEMPO "Nunca digas 'Estudiaré cuando tenga
tiempo libre' pues tal vez ese momento
nunca llegue". (Rabí Gamliel ben Rabí
Yehuda Hanasí 2:4)
Esto está dirigido a todas las personas que
están tan pero tan ocupadas que solamente
tienen un ratito libre, en medio de todas sus
actividades, para estudiar Toráh.
Que no digan: "¿Qué puedo aprender en tan
poco tiempo? Cuando tenga una cantidad de
tiempo más grande me voy a dedicar a
estudiar como corresponde". Es posible que
ese momento nunca llegue, y, mientras tanto,
por culpa de su negligencia perdió para
siempre ese cuarto de hora que tenía a su
disposición, una parte de su vida que, después
de todo, no es más que una cadena de
fragmentos de tiempo como ese cuarto de
hora.
Tiferet Israel
Un hombre que vive con confianza en
Dios es bendecido como un árbol
plantado por las aguas, sus raíces
alcanzan un río, sus hojas son siempre
verdes y sus ramas producen frutos
infinitos.
Jeremías también le recuerda a la gente
que el corazón humano es engañoso,
pero Dios conoce sus caminos y castigará
a aquellos que obtienen riquezas
injustamente.
La Haftará concluye con una breve
oración por la curación; una versión
adaptada de esta oración ahora está
incorporada en la Amidá semanal diaria.
COMENTARIOS DE LA
HAFTARÁ
Yirmiyahu 16:19-17:14
En la Haftará para Parashat Bejukotai
(también se lee cuando Behar y Bejukotai
se combinan como una doble porción)
Jeremías profetiza sobre varios temas en
un lapso relativamente corto.
Muchos eruditos, respondiendo a la
naturaleza discontinua de esta sección de
Jeremías, sugieren que podría tratarse de
una recopilación de dichos extraídos de
las notas de Jeremías por su asistente
Baruc.
La Haftará comienza con una breve
sección en la que Jeremías discute cómo
Dios siempre está presente para él.
Aquellos que se vuelven a los ídolos o "no
dioses" (19:20) finalmente se les enseñará
el poder del Señor.
Entonces Jeremías procesa al pueblo de
Israel por sus pecados y les advierte que
serán castigados con la pérdida de su
tierra heredada.
Él pasa de una discusión sobre la tierra a
una metáfora que involucra árboles.
Un hombre que confía solo en otros
hombres está maldito, como un arbusto
en el desierto, explica Jeremías, que nunca
ve cuando viene el bien y que vive aislado.
Escrito y Recopilado por: Rabino Yaakov Asher Sinclair de la Organización Ohr Somayach de Israel y Monsey. Editado
por el Maestro y Periodista Eliyahu BaYonah, Director de la Organización Shalom Haverim de Monsey, New York.
Email: eliyahubayonah@gmail.com
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