artes 7 septiembre 2014

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Ecuador, domingo 07 de septiembre de 2014 www.lahora.com.ec ‘El arte no es una profesión’ 4-5 >>PROTAGONISTA. Édgar Freire Rubio, un Librero hasta la médula. >> 3 >>CINE. Johansson y Freeman, carisma y excelencia en ‘Lucy’. >> 7 882 NILO YÉPEZ

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Artes 7 septiembre 2014

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Ecuador, domingo 07 de septiembre de 2014 www.lahora.com.ec

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Ecuador, domingo 07 de septiembre de 2014

‘El arte no es una profesión’ 4-5

>>PROTAGONISTA. Édgar Freire Rubio, un Librero hasta la médula. >> 3

>>CINE. Johansson y Freeman, carisma y excelencia en ‘Lucy’.

>> 7

8 novedades

Nº 882

NILO YÉPEZ

En el fútbol, los clásicos son más que fina-les. Premier League, 2001. La tierra de los Beatles, Liverpool, celebra otra edición del ‘derby’ local: el Liverpool y el Ever-ton están cara a cara, la polémica puede ser una bomba de tiempo. Robbie Fowley marca un gol y, para festejarlo, simula in-halar cocaína. La acción se reafirma a tra-vés de una vetusta grabación análoga que provoca una línea dentro de la imagen, que cruza la nariz del jugador. ¿El fútbol y el narcotráfico podrían ir de la mano?

Esta es una de las propuestas que se exhiben en ‘Una línea de polvo: arte y drogas’, muestra itinerante que arran-có en 2012 en Rosario (Argentina), para después continuar por Buenos Aires, Río

de Janeiro (Brasil), La Paz (Bolivia), has-ta arribar a Quito, en Arte Actual de la Flacso.

“Lo que se busca es poner sobre la mesa el debate. El tema ‘drogas’ se ha abordado en mi país (Colombia) y en el mundo desde hace años”, explica Santia-go Rueda, curador de la exposición.

Para él, el tratar sobre las drogas tras-ciende las posturas moralistas, pues re-sulta innegable que el tema se desarrolla en lugares comunes y su visibilidad es cada vez mayor dentro de las sociedades, ya no solo como una cuestión de salud pú-blica o “seguridad” porque hasta el diseño y la iconografía de la moda han tomado partido.

Pitazo inicialEn 2008, Rueda gana el Premio Nacional de Ensayo sobre el campo del arte colom-biano. El libro, publicado en 2010, lleva el nombre de la muestra y se articula bajo la premisa “No hay droga en la naturaleza”, de Jacques Derrida. Es así como el autor “pre-tende indagar en una noción tan abstracta (pero tangible a la vez) como la droga”.

“Desde la televisión, las novelas y los noti-cieros, desde diversas posturas, te hablan de la marihuana o la cocaína. La sociología y la política también se plantean sobre las drogas. Me dije: ¿Por qué no tratar a esto desde el arte? De esta manera surgió todo”, cuenta Rueda.

Nacido en Bogotá, hincha del Santa Fe, alto, de cabello largo entre castaño y cano, con su camiseta de los Rolling Stone, el curador manifiesta que “la idea es generar un diálogo sobre problemáticas actuales, que se desenvuelven desde una dinámica del híper consumo”.

Justamente, el tema del híper con-sumo es la ‘columna vertebral’ de la exposición, pues esto se desarrolla entre el deseo y el placer, que se so-meten a normas morales, lo que per-mite llegar a cuestionamientos sobre el poder, la libertad, la identidad y la satisfacción de necesidades.

MiradaEstá la bandera de ‘Yeyo’, de Camilo Turbay, y la albiceleste ‘Ciudad Narco’, de Leonardo Herrera, pero no todo se encasilla en fút-bol. El tema de apropiación y de identidad, planteado desde la alusión deportiva, tan solo logra un mayor acercamiento para que el espectador reflexione sobre estas catego-rías, a la par de que lo haga sobre las drogas.

La ironía es otro recurso para interio-rizar el tema del consumo. Propuestas

como ‘Snow’ -que se instaura como marca y saca productos como camisetas, llaveros y espejos cómplices del ‘jaleo’-, de Fabián Montenegro, así como ‘Tu cocaína es mi progreso’, de Alfredo Román, apelan al sen-tido de marca como motor de deseo: el cues-tionamiento de la concepción de multina-cional desde un humor tan reflexivo como

dosificado.Un deseo que se transpola a las

canciones de las corridas prohibidas y afiches propuestos por Cristina Ochoa en sus ‘Corridos oídos y pro-hibidos’, donde la realidad del narco se funde en la melodía norteña de México y en el canto con acentico colombiano.

También están conceptos tan irreverentes y críticos como las ‘Postales de Acapulco: Política de

Buena Vecindad’, donde lo que fueran las paradisíacas playas se transforman en zona de conflicto.

En fin, ‘Una línea de polvo’ se constitu-ye en la dosis exacta para consumir. Sin prejuicios, ‘inhale’ y ‘fúmese’ las propues-tas de los artistas participantes, quienes cavilan sobre el vértigo de la realidad que nos inyectamos, por sobredosis, en el día a día. (DVD)

[email protected]

Artistas participantes‘Una línea de polvo’

° Argentina: Adriana Bustos.

° Bolivia: Alfredo Román Bulancio.

° Colombia: Cristina Ochoa, Chocolo, Jim Fanku-gen, Lecca Lecca Studio, Leonardo Herrera, Edison Quiñónez, Elkin Calderón, Fabián Montenegro, Fabio Serrano, Jaime Tarazona, Nelson Guzmán, Roberto Indiana, Fabián Cano y Camilo Restrepo.

° México: Cristóbal Gracia y Rubén Gutiérrez.

CURADOR. Santiago Rueda explica su trabajo basado en su libro ‘Una línea de polvo’.

OBRA. Detalle de ‘Coma callado’, de Jim Fanku-gen, donde el artista mastica coca y con los residuos plasma la parte superior del rostro de los estadounidenses Washington, Lincoln, Grant y Wilson.

La muestra per-manecerá abier-ta hasta el 26 de septiembre, de lunes a viernes de 9:00 a 18:00, en Arte Actual (La Pradera y Diego de Almagro).

TOME NOTA

PROPUESTA. Las coloridas y reflexivas ‘Postales de Acapulco’, de Cristóbal Gracia

Arte y drogas en la misma cancha

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Ecuador, domingo 07 de septiembre de 2014

2 Ecuador, domingo 07 de septiembre de 2014 7memoria bambalinas

GERMÁN RODAS CHAVES • Corrían los años trágicos de 1941-1942 en los cuales se produjo el cercenamiento territorial del Ecuador, en el contexto de un régimen cuyo interés fue atender los requerimien-tos de sectores privilegiados del país. Este mismo gobierno, de otro lado, se encara-mó en el poder a base del fraude electoral y, frente a cualquier pos-tura crítica, optó por la represión selectiva y, posteriormente, por la confrontación abierta con impor-tantes sectores de la población. El drama de la Patria había entrado en un callejón sin salida.

Frente a tales circunstancias se gestó en la conciencia nacional la necesidad de una alternativa política, la misma que devino -gracias a todo tipo de manipulaciones- en lo que se ha llama-do ‘La ‘Gloriosa de mayo’, y que signifi-có, en mayo de 1944, la caída del régimen de Arroyo del Río y la sustitución de di-cho mandatario por el caudillo Velasco Ibarra, quien había provocado enormes expectativas entre los ecuatorianos de di-versas orientaciones ideológicas.

Se habló entonces de revolución y, con el paso de los años, solamente hemos sido tes-tigos de que tal suceso debe ser compren-dido como ‘la revolución que no fue’, pues

INSTITUCIÓN. Surgió a partir del decreto ejecutivo número 707, del 9 de agosto de 1944.

CCE: 70 años de la historia nacional

Presencia nacional° Además de su Matriz en Quito, Pichincha, la CCE está representada en las provincias de Azuay, Bolívar, Cañar, Carchi, Chimborazo, Cotopaxi, El Oro, Esmeraldas, Galápagos, Gua-yas, Imbabura, Loja, Los Ríos, Manabí, Morona Santiago, Napo, Orellana, Pastaza, Sucumbíos, Tungurahua, Zamora, Santa Elena, Santo Do-mingo de los Tsáchilas y Morona Santiago por medio de núcleos.

Si no podemos ser una po-tencia militar y económica, podemos ser, en cambio, una

potencia cultural nutrida de nues-tras más ricas tradiciones”.

La obra está por hacerse integralmente, pero el Ecua-dor sabrá hacerla. Hacer la

obra suya, buscar su salvación. Sa-biendo que, aun cuando todo, todo se ha perdido, también tenemos todo, todo por ganar”.

BENJAMÍN CARRIÓNFUNDADOR DE LA CCE Y SU PRIMER PRESIDENTE

el caudillo en mención, atrapado en medio de múltiples intereses internos y externos, llevó su gestión desde el entusiasmo, que se parapeta en los eslóganes, a la circunstan-cia de una dictadura que persiguió precisa-mente a quienes le apoyaron.

En ese entorno, en los primeros mo-mentos del periodo velasquista, el pensamiento de Benjamín Carrión se abrió paso para proponerle, no al Régimen, sino al país, la nece-sidad de reconstituirse de los ava-tares impulsando con denodada energía la construcción de un pro-yecto cultural de largo aliento.

El peso de la propuesta de Ca-rrión provino del antecedente de

sus ‘Cartas al Ecuador’, que fueron publi-cadas en 1943 y en las cuales no solamen-te señaló la necesidad de volvernos, como país, en “una potencia cultural”, sino que fuéramos capaces de convocarnos a tener Patria. Así surgió la idea de fundar una institución que diera cuenta de las cul-turas nacionales, que las promoviera, las difundiera y , que por ese camino, anima-ra vigorosamente a los ecuatorianos en la construcción de su identidad.

El velasquismo, al dar paso a la pro-puesta de Carrión, no hizo ninguna con-cesión al eximio lojano. Respondió a una

presión histórica y social que demandó el que se desarrollaran acciones para dar cuenta de la diversidad nacional en todas sus expresiones. De esta manera, mediante decreto ejecutivo número 707, del 9 de agosto de 1944, hace 70 años, se instituyó la Casa de la Cultura Ecuatoria-na, cuyo primer presidente fue Benjamín Carrión (Loja 1897-Quito 1979).

Selecto albergueDesde entonces, la Casa –como cariño-samente la hemos conocido- albergó lo más selecto de la producción nacional. La literatura, el arte plástico y escénico, los estudios de la historia y la antropología, el desarrollo del cine y la conformación de una formidable biblioteca se fueron desarrollando como parte del patrimo-nio nacional. Las secciones académicas dieron un gran sustento al desarrollo del pensamiento nacional, a la par que sus escenarios se constituyeron en el sitio de convocatoria de una variedad de activi-dades culturales de formidable impacto.

En sus espacios, adicionalmente, el de-bate de las ideas y, sobre todo, la reflexión sobre momentos trascendentes del país han tenido pleno asidero. Todo ello entre otros aspectos y desde una postura demo-crática que debe ser reconocida.

Las actividades enumeradas no deben ser entendidas como que estas fueron concentradas en la matriz exclusivamen-te. Uno de los hechos trascendentes en la historia de la CCE ha sido que esta ins-titución tuviera la suficiente visión para propiciar que en las diversas provincias del Ecuador se organizaran los núcleos de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, in-corporando en su trajín a múltiples secto-res de la vida cultural de los más diversos rincones de la Patria.

Esta característica es precisamente una de las fortalezas de esta institución que, como toda entidad en plena activi-dad, debe modernizarse constantemen-te, pero que no puede estar condenada a desaparecer gracias a la incomprensión de posturas oficiales que, por ahora, la asfixian económicamente mientras se pone en marcha una ley de cultura que desconoce el entramado de orientaciones y acciones que permitirían edificar una propuesta cultural, sin exclusiones, para el país y distantes de la “muerte súbita” a la obra de Benjamín Carrión.

Hablar de la Casa de la Cultura y de su fundador, así como de quienes han diri-gido este espacio patrimonial ecuatoriano es hablar de la historia del Ecuador desde el momento en que asumió la responsabi-lidad de dotarse de la conciencia para ser un país grande culturalmente hablando. Y claro…..queremos ser un país grande, por ello nos duelen los intentos de desaparecer a la ‘Casa’ en medio de la incomprensión de su rol y de sus responsabilidades históricas.

[email protected]

La Casa de la Cultura Ecuatoriana ocupa una superficie de 50.300 m² de estos 40.500 m² en galerías.

EL DATO

FUNDADOR. Benjamín Carrión fue escritor, político, diplomático y promotor cultural ecua-toriano.

RICARDO SEGREDA • Una película como ‘Lucy’, más que una crítica, merece una discusión con científicos, filósofos y sociólogos. Ciertamente es más que una película. A lo largo de la historia, el guionista y director, Luc Besson, de-safía continuamente a la audiencia con ideas provocativas e imágenes salvajes.

En este contexto, Besson merece aplauso por su ambición. Los estudios cinematográficos le dieron 40 millo-nes de dólares y estrellas como Scarlett Johansson y Morgan Freeman, con el objetivo de hacer una rentable película de ciencia-ficción y acción, con el grado requerido de explosiones y tiroteos.

Con gran cinismo, podría haber he-cho algo sin sentido. En cambio, hizo una película con preguntas muy pro-fundas acerca de la tecnología, la bio-logía y la existencia. También, ‘Lucy’ ha tenido éxito; las ganancias hasta ahora son de 217 millones.

Además, la película es entretenida. Mi problema con ‘Lucy’, sin embargo, es que Besson demuestra más ambición en la comunicación de sus ideas que en la realización de una historia coherente.

De hecho, ‘Lucy’ es a menudo muy tonta, aunque tal tontería proporciona a la película un cierto encanto. Por ejem-plo, la premisa de la historia es de una joven, la Lucy del título, que por acci-dente adquiere poderes sobrenaturales. Luego, es perseguida por un sindicato de criminales.

Cuando ellos le enfrentan con armas en un pasillo, Lucy hace que las pisto-las caigan de sus manos y vuela el techo como atraídos por un super-imán.

¿Huyen sus atacantes ante este des-pliegue de poder sobrehumano? No,

más bien intentan un asalto físico, ¿colectivamente para poder domi-narla? No, al contrario, tratan indivi-dualmente, por turnos y naturalmen-te todos pierden.

Johansson desempeña el papel de la joven que ha sido obligada por su malvado novio a convertirse en mula de drogas para un gánster asiático.

Sin embargo, resulta que no es una droga típica, sino una sustancia que crea la percepción extrasensorial y la capacidad de transformar la realidad física. Como el LSD puede crear una com-

prensión (o la ilusión de) trascen-dente de la existencia.

En una trama secundaria se presenta a un profesor universi-tario, representado por Freeman, quien explica a sus alumnos que el típico ser humano utiliza 10 por ciento de su cerebro. Sostiene que si una persona utilizara el 40 por ciento le daría una inteligencia y una fuerza excepcional.

Cuando un estudiante le pre-gunta: “¿Qué pasa si alguien utiliza el ciento por ciento de su mente?”, respon-

Lo lógico e ilógico de ‘Lucy’

PAÍS: EE.UU./Francia AÑO: : 2014CALIFICACIÓN: **** TIEMPO: 89 min. DIRECTOR: Luc BessonGUIÓN: Luc BessonREPARTO: Scarlett Johansson, Morgan Freeman, Amr Waked.

LUCY

de: “No sé”.La audiencia sabe, sin embargo, a tra-

vés de los poderes cinéticos y telepáticos que Lucy va en búsqueda de los malos.

Por desgracia, en la realización de este objetivo, mata a algunos inocentes. Como los inocentes que mueren son personajes periféricos, Besson no considera trágicas sus muertes. De hecho, las trata como comedia. Sin embargo, en mi opinión, el efecto no es bueno para nuestra cultura.

Por lo tanto, la conclusión de ‘Lucy’, aunque rica en ideas, como la noción de que solo el tiempo puede medir la mate-ria, no genera mucho sentido porque su personaje pierde parte de su humanidad a través de la historia. Johansson, sin embargo, sigue siendo una presencia ca-rismática en el cine y Freeman es, como siempre, excelente.

[email protected]

Scarlett Johansson es considerada como uno de los símbolos sexua-les modernos de Hollywood y fre-cuentemente aparece en las listas de las mujeres más sexys del mundo.

EL DATO

ACCIÓN. La actriz Scarlett Johansson regresa a la pantalla grande con la cinta ‘Lucy’, donde muestra flexibilidad histriónica, más allá de su sensualidad.

ACTOR. Morgan Freeman aporta su indiscutible carisma y su nivel de actuación.

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Ecuador, domingo 07 de septiembre de 2014

Ecuador, domingo 07 de septiembre de 2014biblioteca 36 protagonista

LOS MÁS VENDIDOS

°Ciudades de papel, John Green (Nube de Tinta).°Gaturro 23, Nik (De la flor).°Destroza este Diario, Keri Smith (Paidos).°Adulterio, Paulo Coelho (Grijalbo).FUENTE: GRUPO ILHSA

ARGENTINA

°Adulterio, Paulo Coelho (Alfaguara).°Buscando a Alaska, John Green (Castil).°Bajo la misma estrella, John Green (Nube de tinta).°Ciudades de papel, John Green (Nube de tinta).

FUENTE: LIBRERÍA NACIONAL.

COLOMBIA

°Adulterio, Paulo Coelho (Planeta).°Cuarenta y tres maneras de soltarse el pelo, Elvira Sastre (Lapsus Calami).°Baluarte, Elvira Sastre (Valparaiso Ediciones).°La última noche en Tremore Beach, Mikel Santiago (Ediciones B).

FUENTE: CASA EL LIBRO

ESPAÑA

REVISTA AFESELa revista del Servicio Exterior Ecuatoriano, número 59, nos trae en su sección Cultura los trabajos ‘Yván Goll (Juan Sin Tierra) y Jorge Carrera Andrade (Juan Sin Cielo)’, de Claude Lara, y ‘América Salazar: Entre la penumbra y la luz’, de Francisco Martínez Salazar. En el apartado de reseñas y publicaciones se encuentran los trabajos: ‘Actores y proce-sos de la Revolución Quiteña’, de Patricio Tinajero, y ‘Arqueología Amazónica: Las civilizaciones ocultas del bosque tropi-cal’, de Francisco Valdez, entre otros.

VITRINA DE LIBROSADULTERIOPaulo CoelhoEn este relato de ficción, su autor hace además un guiño al llamado género erótico-romántico, aprovechando el boom editorial de obras como la trilogía de ’50 sombras de Grey’, de E. L James. Este libro, antes de publicarse en espa-ñol encabezaba ya las listas de libros más vendidos en Amazon.com, pues este escritor de habla portuguesa se ha convertido en uno de los más leídos en todo el mundo, por su estilo particular para desarrollar temas de espiritualidad y superación personal. PLANETA

MÉXICO

°Adulterio, Paulo Coelho (Grijalbo).°El misterio de la orquídea calavera, Élmer Mendoza (Tusquets)°El mundo de fuera, Jorge Franco (Alfaguara).°Persona normal, Ignacio Taibo (Booket).

FUENTE: LIBRERÍA GANDHI

°Adulterio, de Paulo Coelho (Grijalbo).°Las recetas de @ Sascha Fitnes, Sascha Barbosa (Diana).°Buscando a Alaska, Jhon Green (Castillo).°Bajo la misma estrella, John Green (Nube de Tinta).

FUENTE: LIBRI MUNDI

°Los 11 poderes del líder, Jorge Baldano °Bajo la misma estrella, John Green (Nube de Tinta).°Cincuenta sombras de Grey, E.L. James (Alfaguara).°La analfabeta que era un genio de los números, Jonas Jonasson (Salamandra).FUENTE: MR. BOOKS

ECUADOR

Nota: Listado de libros de ficción de EFE, excep-to Ecuador.

Composición electrónica:Pantone Impresiones

Edita: Editorial Minotauro S.A.Correspondencia:

Planta Diario La HoraAv. Galo Plaza N62-08 y Nazaret

Fax: 247-6085 casilla 17-17-243 CCIcul tu ra @la ho ra .co m.ec

Quito, Ecuador

Director (e): Francisco Vivanco RiofríoEditor: Agustín Garcells CordónRedactor: Damián de la Torre AyoraDiseño: Carolina González S. Luis Alberto Aspiazu S.

Al pedirle a Édgar Freire Rubio que nos concediera esta entrevista porque quería-mos homenajear a los colaboradores que han estado largo tiempo al lado de Revista Artes y Diario La Hora, me contestó con su humor característico: “Claro que sí, pero espero que no nos estén despidien-do”. Es sin duda un personaje singular para estos tiempos: no usa celular, no tie-ne correo electrónico, escribe aún en má-quinas con cintas, rara vez se le ve en pre-

sentaciones de libros y no se ‘palanquea’ viajes a ferias internacionales del libro.

Lleva 49 años como Librero, ahora sin mostrador. El 7 de diciembre de 1966, a las 7 y 30 de la mañana, comenzó en la Librería Cima, de la 10 de Agosto y Santa Prisca, donde estuvo 35 años, “no por fal-ta de otras oportunidades sino por fide-lidad”, asegura. De aquel momento tiene “el mejor recuerdo, es como si me habla-ras de mis padres, lo más entrañable de la vida, y luego ese hombre maravilloso que se cruzó en mi vida y que fue Luis Carre-ra, gerente de la Librería Cima”.

Recuerda con orgullo que se crió en un hogar que no le permitió tener “re-sentimiento social”, pese a sus modestos recursos. De sus años escolares asegura: “Hoy me doy cuenta de que yo odié la es-cuela, dado mi temperamento y una timi-dez que oculto muy bien. Cuando me gra-dué en el Colegio Juan Montalvo mi padre creyó que yo tenía talento para ir a la uni-versidad y a pesar de sus pocos recursos económicos me lo propuso y le dije NO tajantemente. Imagínate, yo de abogado, es que si hubiera sido médico, igual, me hubiera puesto a llorar con los pacientes”.

De Cima pasa a Librería Española don-de estuvo 10 años, lugar en el que muchos aún lo extrañamos, y luego fue a trabajar en los libros de segunda mano. Hoy, ya ju-bilado, no se ha desligado de ese mundo pues sigue comentando libros, como en su espacio mensual ‘El Librero’ en esta Revista Artes.

18 años con La HoraCon Diario La Hora su nexo se extiende ya por 18 años y recuerda con gratitud a Nicolás Kingman, quien lo invitó a co-mentar el libro nacional, al que le ha dedi-cado mucho tiempo.

Sobre este último aspecto opina con modestia: “Quizás era un espacio en el que poca gente se fijaba pues este es un país de estereotipos, o sea que me enca-sillan con lo que realmente soy: Librero. Me parece que a los medios de comunica-ción lo que más les pegó fue lo de las tra-diciones de Quito, las leyendas, que para mí ha sido más un entretenimiento que

Librero: ‘una especie en extinción’

Con los años vas perdiendo muchos temo-

res, no pudores”.

Un Librero que no lee ni el periódico

no puede llamarse Librero”.

Me fascinan los libros de en-trevistas y los

de memorias, estas últimas más allá de que pueden ser men-tirosas”.

En una ruta tu-rística de Quito jamás podrán

poner que visite la Biblioteca Nacional Eugenio Espejo por-que es un asco”.

Hoy detrás de un niño o un joven ya no hay

una biblioteca ni una madre que cuente cuentos, ni un abuelo que cuente hazañas

pasadas”.

otra cosa, por lo que quizás en la posteri-dad me tengan como un antologador de leyendas”.

Le pregunto si le agradan los premios y responde sin titubeos: “No, no creo, en el mundo de hoy todos estos premios, como el ‘Oscar’ del turismo que le han dado recientemente a Quito, me parecen horrorosos porque tienen mucha publi-cidad. En mi vida he recibido unos dos, uno que creo que me lo dieron no tanto por méritos sino por pago de favores (ríe), en la época de Rodrigo Borja, y ni siquiera me preguntes por el nombre de ese pre-mio, no suelo memorizarlo”.

El futuro del LibreroTocada la tecla de la polémica, le pregunto si ser Librero es un oficio con futuro en Ecuador. Toma un sorbo de café, frunce el seño y responde: “Pregunta difícil, hay que identificar lo que es un Librero. Ya no hay Libreros, es una especie en extinción, por lo menos en nues-tro país donde hace siete años hay una ley de cultura que no arranca. Aquí el Librero es la última rueda del coche. Siendo uno de los engra-najes de este mundo del libro que comprende al autor, al editor y al vende-dor, no se lo toma en cuenta, cuando el Li-brero puede y debe transformarse en un promotor de esos libros”.

Los libros ‘regalados’Sigo a la carga y le ‘rastrillo’ sobre otro de sus pesares: el libro que regalan las insti-tuciones. “Sí, me molesta mucho el libro regalado, una cosa es que yo te lo regale pues conozco tus gustos, y otra ese que te entregan porque lastimosamente no se vende en librerías. El hecho de que yo sacrifique unos dólares para comprar un libro me da la obligación de leerlo, pero el

regalado no cumple ninguna función, te lo digo por experiencia. Trabajé muchos años en una librería de segunda mano y mucha gente venía a vendernos los libros que regalan esas instituciones, algunos ni siquiera sacados del celofán ni del plásti-co”, se lamenta.

No se leeLos entendidos dicen que los ecuatoria-nos leen poco. Édgar lo confirma y se lo achaca a “una razón estructural” que no tiene que ver con el costo de los libros. “¿Sabes qué caro es un zapato chino que te lo pones y se te va? Sí, el libro es cos-toso, pero yo pienso que lo caro es lo que compras y no vale, por ejemplo un libro del brasileño Paulho Coelho”, apunta ma-liciosamente.

Sobre el polémico tema, abunda: “No se lee porque la lectura es un castigo, por-

que los papás tan posmodernos, cuando el hijo no quiere hacer algo, le dicen: ‘apaga la televisión y ve a leer’. Lo mataste, ese libro pasa a ser un medio de castigo, no un vicio ni una pasión”.

‘Sin pelos en la lengua’Los que siguen sus crónicas en esta re-vista conocen de su estilo ‘sin pelos en la lengua’. Sobre los peligros que en estos tiempos pueden acarrearle ciertas irreve-rencias asegura que, hasta la fecha, no le ha traído problemas, y con la picardía de un niño travieso concluye: “Tengo la ven-taja de que si un día, por los balazos que mando en la prensa, me quieren meter preso, por mis años no lo pueden hacer. Me tienen que meter en mi casa… con lo que me harían un gran favor pues tengo una buena biblioteca y una cinemateca”. (AGC)

[email protected]

Tiene 15 libros publicados y en coautoría unos 4, en total 19.

EL DATO

ÉDGAR FREIRE RUBIO

PERSONAJE. Se siente feliz de haber sido el provocador de muchas lecturas.

El Egipto maravillosoOSWALDO PAZ Y MIÑO J · Lector, quiero hoy proponerle un libro de viaje, un pequeño y delicioso gran tomo que confirma que los libros son la mejor herramienta que ha creado el ser humano para hacer po-sibles todos los imposibles. Leyendo no damos por legal o válido ningún límite. En realidad, el que no podemos superar es el de nuestra propia muerte, que tar-de o temprano nos sorprenderá y, a mala hora, dejaremos por morir, y solo por eso, algún o algunos libros pendientes. Ya qui-siéramos llevar en la mochila de artículos imprescindibles para estanciar en la eter-nidad varias obras, pero está claro que tal licencia no está concedida. Leer en vida sí permite, en cambio, visitar a la muerte, escudriñar al menos en sus terrenos des-de el silencio de otros a los que ella ya se cargó.

La lectura para adentrarse en la historia, para recorrerla, caminando el pasado con los historiadores. Lite-ral, para recoger los pasos, para vivir el presente y para habitar el futuro. Leer para acompañarse de los dioses, hacer camino al leer, que no siempre es al andar. Leo, luego existo, vivo le-yendo, conozco, aprendo, disfruto. Leyendo viajo, que no es lo mismo que viajo leyendo y recorro universos, to-dos desconocidos, y he llegado, a luga-res, a los que nunca habría podido, de no ser por los libros.

El mundo es ancho y ajeno para el que no sabe leer. Para el que se ata a las lec-turas, ni ajeno ni ancho es el mundo, el tiempo es corto para recorrerlo. Todo está en los libros y cada vez ellos nos permiten

disfrutar de lo extravagante y lo raro, de lo humano y de lo que no es humano, tam-bién de lo inhumano.

Hoy llevo entre manos una obra parti-cular, escrita por la maestra en Arqueo-logía egipcia Charlotte Booth y quiero compartirla con ustedes y motivarles a desplazamientos maravillosos que se ini-cian en su imaginación, pues como dice la autora: “Este libro se ha escrito para dar consejos a quienes viajen a este gran país que llamamos Egipto y a su capital, en torno al año 1200 A C.”

Ha de instalarse, lector, cómodamen-te en su catre preferido, ahora: “Imagina que una procesión recorre la avenida de los carneros entre Luxor y Karnak. Los templos están en perfectas condiciones. Hay sacerdotes por todas partes y están nerviosos porque el faraón ha venido a su residencia habitual en Pi-Ramsés para las fiestas. La ciudad está engalanada; hay comida y bebida para todos”.

Egipto maravilloso, misterioso, eter-no, cuna del arte real, de la geometría esencial, parte del todo inmenso que es el conocimiento humano, bellamente resu-

mido, para ponernos a pensar en su gran-deza imprescindible. La lectura de un tomo lleno de fuego, deidades, entonacio-nes, ideas, letras, pinturas, leyes, mitos, símbolos y leyes universales perdurables e inexplicables. Luces, sombras, texturas, colores, que le atraparán en un viaje im-perdible, sin que se haya movido un gra-do. El pasado remoto en presente vivo.

Milagro de la lectura que hace posi-ble conocer el legado de una antiquísima cultura que entendió la vida más allá de la muerte, prueba de ello son sus mo-numentos perdurables en el tiempo. Ha publicado la obra Océano Ambar, ciento sesenta páginas para leerse bajo la bóveda celeste: “Como capital religiosa y sede del cementerio real, Tebas es una metrópoli concurrida que cuenta con una de las ma-yores poblaciones de Egipto. Por lo tanto deberás hacerte a la idea de que estará abarrotada de gente y de que la ciudad en sí misma es muy ruidosa”. (Pág. 41)

[email protected]

Datos del autorCharlotte Booth

° Ganó sus dos títulos de Bachelor y sus grados de maestría en Arqueología egipcia en el University College de Londres y empezó a enseñar en Birkbeck, Universidad de Londres, tan pronto como se graduó. Su objeto de estudio en la universidad fue Egipto y ha dado charlas y artículos preparados en esta área. Ha impartido conferencias para sociedades de egiptolo-gía y ha cubierto una amplia gama de temas.

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CYAN MAGENTA YELLOW BLACK CYAN MAGENTA YELLOW BLACK

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Ecuador, domingo 07 de septiembre de 20144 5

De todo lo que he pintado nada me gusta, nada me con-vence”.

Pinto mis inquietudes y eso no es un negocio”.

ARTISTA. En su escritorio, donde practica la lectura y lanza sus pinceladas.

Las espontáneas e incesantes sonrisas de Nilo Yépez esconden su profunda me-lancolía, aquella capaz de lanzar con aire profético los enunciados más profundos: “Ese afán por la belleza, esa inquietud por el arte, resulta ser perjudicial”, afirma el artista ecuatoriano, uno de los formado-res más emblemáticos del país.

Asegura que se ha retirado de la en-señanza, pero próximo a cumplir los 80 años le resulta imposible colgar los pince-les, esos cómplices que lo acompañan des-de siempre, esos instrumentos que hoy en día se transforman en una extensión de su cuerpo.

Lo único que ha cambiado son los ho-rarios y la alternancia de materiales. An-tes, el maestro prefería las noches y las madrugadas para dar rienda suelta a su inventiva. “Lo mejor es el silencio. Vea, digan lo que digan, para esto lo mejor es la soledad”. Pero ahora pinta por las ma-ñanas, porque “la fuerza del Sol nos llena de energía”.

Por su parte, la añorada témpera, con la que hacía sus primeros trabajos, y los infal-tables óleos, su material favorito, le van ce-diendo el paso a los acrílicos. “El olor, esos gases de los aceites son fuertes, lastiman. Toca trabajar con acrílicos, tengo que cui-darme”, dice Nilo, quien apunta con su ín-dice derecho hacia el techo de su casa para señalar que el olor contundente de los óleos se pega hasta en el más remoto rincón.

***

Invisibilizados por la puerta y el muro,

los ladridos de Mei-Mei y Lili, dos de los tres canes que habitan junto al artista, se tornan peligrosos. Si bien de entrada el sonido devela que se trata de dos peque-ñas perritas, la intensidad de sus gruñi-dos parecería que dejarían en nada a cual-quier canilla.

–No se preocupe, son un par de escandalo-sas –pronuncia Nilo con solemnidad-. Sus palabras corren de forma determinada, encajando con su nombre, haciendo reve-rencia al poderío del africano afluente.–Tengo igual un par de poodles y sé el ca-rácter de estos perros pequeños –me atre-vo a decir- antes de estrechar su mano e ingresar en su casa.

Con una vitalidad faraónica, resulta casi imposible darle la razón al tiempo, su tiempo. Las canas ya brillan sobre su ca-beza y su frente está limpia y no esconde sus entradas, pero la piel está intacta pese al trajinar de 78 años. Ni hablar de la ro-bustez de su delgada figura.

En una sala para visitas se acomodan algunas pinturas y unos muebles esqui-nados confortables. Una puerta corrediza esconde el taller del maestro, mientras a la luz queda un pequeño cuarto donde está un mural que lleva 20 años pintándose y un par de máscaras que despiertan bue-nos recuerdos.

–Me gusta el mural.–Ah, ¿sí?… Todavía no lo termino.–¿Hace cuánto lo empezó?–Hace 20 años atrás.

Para Nilo, el motor de la vida es el no dar a algo por concluido. El pensar que no existe un punto final se torna inminente en su pensar.

–¿Y esas máscaras? -inquiero con interés-. Una chispa se enciende en su mirada. Una luz de nostalgia y alegría se funde entre sus ojos.–Tuve la oportunidad de exponer en Ar-gentina, en la Universidad de La Plata –recuerda con cierta añoranza-. Regre-samos por tierra y me impactó ver las dis-tintas culturas de Bolivia y Perú. Con los apuntes que hice realicé estas máscaras.

Una sonrisa se destapa de su boca cuando señala aquel par de objetos sobre-vivientes y que han detenido a los años 60’ en sus rostros. En su conjunto, fueron presentadas en EE. UU.

***

Desde pequeño mostraba su afinidad para la plástica. El dibujo era una cons-tante y la mejora del trazo crecía. En el co-legio su predilección era difícil de ocultar. Se graduó de bachiller en Artes y Oficios y trabajaba en lo que le gustaba.

“En Tulcán, el profesor Julio Rosero siempre realizaba las grandes pinturas, las grandes escenografías en los Jueves y Viernes Santos. Los temas eran bíbli-cos. Yo le ayudaba y puede decirse que con él recibí cierta formación académica, porque él era todo un académico. Puede decirse que hacía pintura clásica”, cuen-

ta con buen humor Nilo, quien agita sus manos con alegría, mientras recuesta el cuerpo con un ademán de descanso.

Pese a que invadía la biblioteca de un primo, donde los libros le abrían más puertas al conocimiento, le dio toda la razón al maestro Oswaldo Moreno cuan-do le dijo: “Nilo, usted es un analfabeto”. Aquellas rotundas palabras se referían a que el prometedor artista tenía talento, pero le faltaba mucho por explotar.

–¿No le molestó que le digan analfabeto?–Oswaldo Moreno decía la verdad. Des-conocía mucho y la ignorancia no es un crimen.–Bueno, sin duda algo faltaba. Pero si le aconsejó que vaya a Quito, a la Escuela de Bellas Arte, debe ser porque encontró un potencial en usted...–Hacía buenas copias. Recuerde que pin-taba pasajes bíblicos. Pero el maestro Mo-reno tenía razón cuando se percató de que me faltaba la percepción de la creación.

***

Oswaldo Moreno escribió una carta de recomendación, donde pedía a Pedro León Donoso, director de la Escuela de Bellas Artes, que acogiera y ayudara en todo lo necesario a Nilo Yépez.

La sorpresa invade el rostro del artis-ta carchense. Con un asombro que busca esconderse en una ligera sonrisa, relata lo sucedido en su arribo a Quito.

“No me va a creer, pero llego a la Escue-la de Bellas Artes con la carta en mano, y

resulta que el maestro Pedro León Dono-so estaba siendo velado. Por suerte, tam-bién podía entregarle la recomendación a Manuel Monard”.

Eso no fue necesario. Nunca entregó la misiva. “Con Manuel entablamos una buena amistad desde el inicio. Él sabía que llegaba de parte de Oswaldo Moreno y no tuve que entregarle la carta. Desde el principio me acogió en su cuarto y me ayudó para que me ambientara a este mundo. Un mundo que está lleno de arte, estudios, poetas y bohemia”, detalla con cierta picardía, mientras su mano dere-cha extiende una copa imaginaria, como si brindara por los viejos tiempos.

De Bellas Artes agradece la disciplina, además de ser el espacio que le impulsara a “esa imaginativa” que asegura todavía le falta. “Qué buenos profesores tenía. Para empezar, quedó como director Diógenes Paredes, estaba el maestro Leonardo Teja-da, César Bravomalo, Antonio Negrete, el profesor Edmundo Ribadeneira, el maes-tro Galo Galecio… En verdad, qué buenos profesores tuve”.

Si bien recuerda a todos con afecto y gratitud, algunos están más latentes y palpitan con más fuerza en su memoria. “Galo Galecio era tajante, impenetrable. Imposible mantener un diálogo con él fuera de clase. Simplemente, hermético. Pero en el aula, mientras nos explicaba desde el dibujo en pluma hasta el agua-fuerte, se transformaba en un ser pater-nal: estaba entregado a la enseñanza. Cómo olvidar a Diógenes Paredes, quien te daba las últimas pulidas al final de la carrera, a las enseñanzas de Mena Franco. Y cómo olvidarme del profesor Edmundo Ribadeneira. Sí, sus clases estaban carga-das de seriedad, ni una risa se soltaba en el aula, pero un formador de primera, sin duda alguna”.

De 60 aspirantes, 12 quedaron hasta el final, pero solo Nilo Yépez logró graduar-se como pintor y escultor.

La docencia vendría por añadidura y sería el gran trayecto de su vida. Además de impartir clases en la Universidad Cen-tral, junto con Paco Coello, funda el Cen-tro de Promoción Artística de Quito.

***

-Entonces, ¿la soledad es el mejor aliado?-Hay que dedicarse a reflexionar en sole-dad. Eso me permite saber qué pasa con la sociedad, qué sucede con los individuos. Los conozco y luego los plasmo.-¿El ser maestro debió haberlo ayudado a relacionarse, es decir, le ayudó a plasmar?- Al dar tantas clases uno pierde la posi-bilidad de quedarse solo para plasmar. Sí, puedes relacionarte, pero te falta ese espacio de intimidad, que para mí es vital. Se necesita una reconciliación espiritual con uno mismo. Cuando hay un ejercicio de introspección, se aviva el conocimiento plástico. -¿Cómo define su trabajo?- Como un pintor que por su formación arrancó como todos los de su época: con el indigenismo y el impresionismo. Después abordó más corrientes hasta llegar a una obra romántica. Una obra que aborda a la mujer y la maternidad…-¿Algo comercial?-Nunca pienso en vender. Para mí cada cuadro es un sufrimiento. Ningún cua-dro está terminado. Lo comercial es una preocupación de mi mujer y mi hijo.–¿Pero no le va mal en ventas?–De todo lo que he pintado nada me gusta, nada me convence. Todavía no hago algo que diga: ‘Esto es lo que quiero’.

–No debería ser tan severo, mire dónde

está…–¿Y dónde estoy, joven?–Ud. es un referente de la plástica na-cional…No creo que sea un referente. No hago una obra que me satisfaga y valga la pena. Tengo una obra nada distinguida.–Entonces, ¿qué se considera?–Creo que hay otros verdaderos maestros. Lo único que tengo es experiencia, algo de conocimiento en la materia plástica, en el uso de los materiales, pero sería un mentiroso si digo que soy un referente de la plástica ecuatoriana. No sería sincero conmigo mismo. Confío en que podría ha-cer algo mejor.–Cuando era profesor, ¿qué le decía a sus estudiantes?–Lo repito hasta ahora, siempre lo digo hasta hoy en mi casa: El arte no es una profesión. Yo no tengo profesión. Fui pro-fesor, pero pasó. Gané un sueldo. Pinto mis inquietudes y eso no es un negocio. Si mi hijo y mi señora venden, problema de ellos. Yo no pinto para vender, insisto. Eso les he dicho y lo ratifico.

***

Deja correr la puerta y su mundo se abre a sus anchas. En su taller los libros son infaltables. “Además de pintar y de hacer las artesanías, soy un lector empe-dernido”, explica. La literatura nacional prima en sus anaqueles, mientras que en el caballete descansa un retrato. “No es mío. Lo está pintando mi nieto Rafael. A él le doy clases y va avanzando el mucha-cho”, expresa con cierto orgullo.

Al dejar correr la puerta, uno se en-cuentra con la bóveda de su trabajo. Mu-chas de sus pinturas, listas para exponer, están resguardadas bajo llaves. El maes-tro comparte algunas y así saca los óleos ‘Armonía’, ‘Vuelo’, ‘Mercancía’ y ‘Refina-

miento’.“Estos son mis cuadros –dice mientras

carga y acomoda las pinturas comparti-das-. Los que ve colgados en el taller son los de mi esposa, Enma”. Ella también talló las figuras de las puertas -unas de-licadas siluetas femeninas, con esos ojos de ternura que caracterizan a las líneas de Yépez-, luego de que el maestro bosqueja-ra sobre la madera.

Acomoda los pinceles, reubica el libro ‘Picasso: azul y rosa’ y se sienta alrededor del escritorio y el caballete para que le realicen unas fotografías.

“Pero recuerde, esto todavía no acaba. Esta charla es como mis pinturas: nunca están terminadas. Así que esta historia continuará”, manifiesta de forma pro-fética, antes de las ráfagas de la cámara. (DVD)

[email protected]

PerfilNilo Yépez

Artista ecuatoriano (Tulcán, 1936). Estudió en la Escuela de Bellas Artes de Quito. Se desempeñó como profesor en la Universidad Central del Ecua-dor. Su afán por la enseñanza le motivó a participar en la fundación del Centro de Promoción Artística. Junto con Enma Roca tiene dos hijos, Ricardo y Venus. Tiene dos nietos: Rafael y Daniel. Asegura que amar es tan peligroso como odiar: “Si se revisa la historia con detenimiento, se puede percatar de los riesgos del amor: siempre se desemboca en tristezas”.

NILO YÉPEZ

crónica

‘Confío en que podría hacer algo mejor’

ORGULLO. Junto a la pintura de su nieto Rafael, a quien imparte clase.

ANÉCDOTA. Yépez junto a unas máscaras realizadas en los 60’, tras un viaje por tierra desde Argentina.

Esa inquietud por el arte, resulta ser

perjudicial”.

Page 5: Artes 7 septiembre 2014

CYAN MAGENTA YELLOW BLACK CYAN MAGENTA YELLOW BLACK

CYAN MAGENTA YELLOW BLACK CYAN MAGENTA YELLOW BLACK

Ecuador, domingo 07 de septiembre de 20144 5

De todo lo que he pintado nada me gusta, nada me con-vence”.

Pinto mis inquietudes y eso no es un negocio”.

ARTISTA. En su escritorio, donde practica la lectura y lanza sus pinceladas.

Las espontáneas e incesantes sonrisas de Nilo Yépez esconden su profunda me-lancolía, aquella capaz de lanzar con aire profético los enunciados más profundos: “Ese afán por la belleza, esa inquietud por el arte, resulta ser perjudicial”, afirma el artista ecuatoriano, uno de los formado-res más emblemáticos del país.

Asegura que se ha retirado de la en-señanza, pero próximo a cumplir los 80 años le resulta imposible colgar los pince-les, esos cómplices que lo acompañan des-de siempre, esos instrumentos que hoy en día se transforman en una extensión de su cuerpo.

Lo único que ha cambiado son los ho-rarios y la alternancia de materiales. An-tes, el maestro prefería las noches y las madrugadas para dar rienda suelta a su inventiva. “Lo mejor es el silencio. Vea, digan lo que digan, para esto lo mejor es la soledad”. Pero ahora pinta por las ma-ñanas, porque “la fuerza del Sol nos llena de energía”.

Por su parte, la añorada témpera, con la que hacía sus primeros trabajos, y los infal-tables óleos, su material favorito, le van ce-diendo el paso a los acrílicos. “El olor, esos gases de los aceites son fuertes, lastiman. Toca trabajar con acrílicos, tengo que cui-darme”, dice Nilo, quien apunta con su ín-dice derecho hacia el techo de su casa para señalar que el olor contundente de los óleos se pega hasta en el más remoto rincón.

***

Invisibilizados por la puerta y el muro,

los ladridos de Mei-Mei y Lili, dos de los tres canes que habitan junto al artista, se tornan peligrosos. Si bien de entrada el sonido devela que se trata de dos peque-ñas perritas, la intensidad de sus gruñi-dos parecería que dejarían en nada a cual-quier canilla.

–No se preocupe, son un par de escandalo-sas –pronuncia Nilo con solemnidad-. Sus palabras corren de forma determinada, encajando con su nombre, haciendo reve-rencia al poderío del africano afluente.–Tengo igual un par de poodles y sé el ca-rácter de estos perros pequeños –me atre-vo a decir- antes de estrechar su mano e ingresar en su casa.

Con una vitalidad faraónica, resulta casi imposible darle la razón al tiempo, su tiempo. Las canas ya brillan sobre su ca-beza y su frente está limpia y no esconde sus entradas, pero la piel está intacta pese al trajinar de 78 años. Ni hablar de la ro-bustez de su delgada figura.

En una sala para visitas se acomodan algunas pinturas y unos muebles esqui-nados confortables. Una puerta corrediza esconde el taller del maestro, mientras a la luz queda un pequeño cuarto donde está un mural que lleva 20 años pintándose y un par de máscaras que despiertan bue-nos recuerdos.

–Me gusta el mural.–Ah, ¿sí?… Todavía no lo termino.–¿Hace cuánto lo empezó?–Hace 20 años atrás.

Para Nilo, el motor de la vida es el no dar a algo por concluido. El pensar que no existe un punto final se torna inminente en su pensar.

–¿Y esas máscaras? -inquiero con interés-. Una chispa se enciende en su mirada. Una luz de nostalgia y alegría se funde entre sus ojos.–Tuve la oportunidad de exponer en Ar-gentina, en la Universidad de La Plata –recuerda con cierta añoranza-. Regre-samos por tierra y me impactó ver las dis-tintas culturas de Bolivia y Perú. Con los apuntes que hice realicé estas máscaras.

Una sonrisa se destapa de su boca cuando señala aquel par de objetos sobre-vivientes y que han detenido a los años 60’ en sus rostros. En su conjunto, fueron presentadas en EE. UU.

***

Desde pequeño mostraba su afinidad para la plástica. El dibujo era una cons-tante y la mejora del trazo crecía. En el co-legio su predilección era difícil de ocultar. Se graduó de bachiller en Artes y Oficios y trabajaba en lo que le gustaba.

“En Tulcán, el profesor Julio Rosero siempre realizaba las grandes pinturas, las grandes escenografías en los Jueves y Viernes Santos. Los temas eran bíbli-cos. Yo le ayudaba y puede decirse que con él recibí cierta formación académica, porque él era todo un académico. Puede decirse que hacía pintura clásica”, cuen-

ta con buen humor Nilo, quien agita sus manos con alegría, mientras recuesta el cuerpo con un ademán de descanso.

Pese a que invadía la biblioteca de un primo, donde los libros le abrían más puertas al conocimiento, le dio toda la razón al maestro Oswaldo Moreno cuan-do le dijo: “Nilo, usted es un analfabeto”. Aquellas rotundas palabras se referían a que el prometedor artista tenía talento, pero le faltaba mucho por explotar.

–¿No le molestó que le digan analfabeto?–Oswaldo Moreno decía la verdad. Des-conocía mucho y la ignorancia no es un crimen.–Bueno, sin duda algo faltaba. Pero si le aconsejó que vaya a Quito, a la Escuela de Bellas Arte, debe ser porque encontró un potencial en usted...–Hacía buenas copias. Recuerde que pin-taba pasajes bíblicos. Pero el maestro Mo-reno tenía razón cuando se percató de que me faltaba la percepción de la creación.

***

Oswaldo Moreno escribió una carta de recomendación, donde pedía a Pedro León Donoso, director de la Escuela de Bellas Artes, que acogiera y ayudara en todo lo necesario a Nilo Yépez.

La sorpresa invade el rostro del artis-ta carchense. Con un asombro que busca esconderse en una ligera sonrisa, relata lo sucedido en su arribo a Quito.

“No me va a creer, pero llego a la Escue-la de Bellas Artes con la carta en mano, y

resulta que el maestro Pedro León Dono-so estaba siendo velado. Por suerte, tam-bién podía entregarle la recomendación a Manuel Monard”.

Eso no fue necesario. Nunca entregó la misiva. “Con Manuel entablamos una buena amistad desde el inicio. Él sabía que llegaba de parte de Oswaldo Moreno y no tuve que entregarle la carta. Desde el principio me acogió en su cuarto y me ayudó para que me ambientara a este mundo. Un mundo que está lleno de arte, estudios, poetas y bohemia”, detalla con cierta picardía, mientras su mano dere-cha extiende una copa imaginaria, como si brindara por los viejos tiempos.

De Bellas Artes agradece la disciplina, además de ser el espacio que le impulsara a “esa imaginativa” que asegura todavía le falta. “Qué buenos profesores tenía. Para empezar, quedó como director Diógenes Paredes, estaba el maestro Leonardo Teja-da, César Bravomalo, Antonio Negrete, el profesor Edmundo Ribadeneira, el maes-tro Galo Galecio… En verdad, qué buenos profesores tuve”.

Si bien recuerda a todos con afecto y gratitud, algunos están más latentes y palpitan con más fuerza en su memoria. “Galo Galecio era tajante, impenetrable. Imposible mantener un diálogo con él fuera de clase. Simplemente, hermético. Pero en el aula, mientras nos explicaba desde el dibujo en pluma hasta el agua-fuerte, se transformaba en un ser pater-nal: estaba entregado a la enseñanza. Cómo olvidar a Diógenes Paredes, quien te daba las últimas pulidas al final de la carrera, a las enseñanzas de Mena Franco. Y cómo olvidarme del profesor Edmundo Ribadeneira. Sí, sus clases estaban carga-das de seriedad, ni una risa se soltaba en el aula, pero un formador de primera, sin duda alguna”.

De 60 aspirantes, 12 quedaron hasta el final, pero solo Nilo Yépez logró graduar-se como pintor y escultor.

La docencia vendría por añadidura y sería el gran trayecto de su vida. Además de impartir clases en la Universidad Cen-tral, junto con Paco Coello, funda el Cen-tro de Promoción Artística de Quito.

***

-Entonces, ¿la soledad es el mejor aliado?-Hay que dedicarse a reflexionar en sole-dad. Eso me permite saber qué pasa con la sociedad, qué sucede con los individuos. Los conozco y luego los plasmo.-¿El ser maestro debió haberlo ayudado a relacionarse, es decir, le ayudó a plasmar?- Al dar tantas clases uno pierde la posi-bilidad de quedarse solo para plasmar. Sí, puedes relacionarte, pero te falta ese espacio de intimidad, que para mí es vital. Se necesita una reconciliación espiritual con uno mismo. Cuando hay un ejercicio de introspección, se aviva el conocimiento plástico. -¿Cómo define su trabajo?- Como un pintor que por su formación arrancó como todos los de su época: con el indigenismo y el impresionismo. Después abordó más corrientes hasta llegar a una obra romántica. Una obra que aborda a la mujer y la maternidad…-¿Algo comercial?-Nunca pienso en vender. Para mí cada cuadro es un sufrimiento. Ningún cua-dro está terminado. Lo comercial es una preocupación de mi mujer y mi hijo.–¿Pero no le va mal en ventas?–De todo lo que he pintado nada me gusta, nada me convence. Todavía no hago algo que diga: ‘Esto es lo que quiero’.

–No debería ser tan severo, mire dónde

está…–¿Y dónde estoy, joven?–Ud. es un referente de la plástica na-cional…No creo que sea un referente. No hago una obra que me satisfaga y valga la pena. Tengo una obra nada distinguida.–Entonces, ¿qué se considera?–Creo que hay otros verdaderos maestros. Lo único que tengo es experiencia, algo de conocimiento en la materia plástica, en el uso de los materiales, pero sería un mentiroso si digo que soy un referente de la plástica ecuatoriana. No sería sincero conmigo mismo. Confío en que podría ha-cer algo mejor.–Cuando era profesor, ¿qué le decía a sus estudiantes?–Lo repito hasta ahora, siempre lo digo hasta hoy en mi casa: El arte no es una profesión. Yo no tengo profesión. Fui pro-fesor, pero pasó. Gané un sueldo. Pinto mis inquietudes y eso no es un negocio. Si mi hijo y mi señora venden, problema de ellos. Yo no pinto para vender, insisto. Eso les he dicho y lo ratifico.

***

Deja correr la puerta y su mundo se abre a sus anchas. En su taller los libros son infaltables. “Además de pintar y de hacer las artesanías, soy un lector empe-dernido”, explica. La literatura nacional prima en sus anaqueles, mientras que en el caballete descansa un retrato. “No es mío. Lo está pintando mi nieto Rafael. A él le doy clases y va avanzando el mucha-cho”, expresa con cierto orgullo.

Al dejar correr la puerta, uno se en-cuentra con la bóveda de su trabajo. Mu-chas de sus pinturas, listas para exponer, están resguardadas bajo llaves. El maes-tro comparte algunas y así saca los óleos ‘Armonía’, ‘Vuelo’, ‘Mercancía’ y ‘Refina-

miento’.“Estos son mis cuadros –dice mientras

carga y acomoda las pinturas comparti-das-. Los que ve colgados en el taller son los de mi esposa, Enma”. Ella también talló las figuras de las puertas -unas de-licadas siluetas femeninas, con esos ojos de ternura que caracterizan a las líneas de Yépez-, luego de que el maestro bosqueja-ra sobre la madera.

Acomoda los pinceles, reubica el libro ‘Picasso: azul y rosa’ y se sienta alrededor del escritorio y el caballete para que le realicen unas fotografías.

“Pero recuerde, esto todavía no acaba. Esta charla es como mis pinturas: nunca están terminadas. Así que esta historia continuará”, manifiesta de forma pro-fética, antes de las ráfagas de la cámara. (DVD)

[email protected]

PerfilNilo Yépez

Artista ecuatoriano (Tulcán, 1936). Estudió en la Escuela de Bellas Artes de Quito. Se desempeñó como profesor en la Universidad Central del Ecua-dor. Su afán por la enseñanza le motivó a participar en la fundación del Centro de Promoción Artística. Junto con Enma Roca tiene dos hijos, Ricardo y Venus. Tiene dos nietos: Rafael y Daniel. Asegura que amar es tan peligroso como odiar: “Si se revisa la historia con detenimiento, se puede percatar de los riesgos del amor: siempre se desemboca en tristezas”.

NILO YÉPEZ

crónica

‘Confío en que podría hacer algo mejor’

ORGULLO. Junto a la pintura de su nieto Rafael, a quien imparte clase.

ANÉCDOTA. Yépez junto a unas máscaras realizadas en los 60’, tras un viaje por tierra desde Argentina.

Esa inquietud por el arte, resulta ser

perjudicial”.

Page 6: Artes 7 septiembre 2014

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Ecuador, domingo 07 de septiembre de 2014

Ecuador, domingo 07 de septiembre de 2014biblioteca 36 protagonista

LOS MÁS VENDIDOS

°Ciudades de papel, John Green (Nube de Tinta).°Gaturro 23, Nik (De la flor).°Destroza este Diario, Keri Smith (Paidos).°Adulterio, Paulo Coelho (Grijalbo).FUENTE: GRUPO ILHSA

ARGENTINA

°Adulterio, Paulo Coelho (Alfaguara).°Buscando a Alaska, John Green (Castil).°Bajo la misma estrella, John Green (Nube de tinta).°Ciudades de papel, John Green (Nube de tinta).

FUENTE: LIBRERÍA NACIONAL.

COLOMBIA

°Adulterio, Paulo Coelho (Planeta).°Cuarenta y tres maneras de soltarse el pelo, Elvira Sastre (Lapsus Calami).°Baluarte, Elvira Sastre (Valparaiso Ediciones).°La última noche en Tremore Beach, Mikel Santiago (Ediciones B).

FUENTE: CASA EL LIBRO

ESPAÑA

REVISTA AFESELa revista del Servicio Exterior Ecuatoriano, número 59, nos trae en su sección Cultura los trabajos ‘Yván Goll (Juan Sin Tierra) y Jorge Carrera Andrade (Juan Sin Cielo)’, de Claude Lara, y ‘América Salazar: Entre la penumbra y la luz’, de Francisco Martínez Salazar. En el apartado de reseñas y publicaciones se encuentran los trabajos: ‘Actores y proce-sos de la Revolución Quiteña’, de Patricio Tinajero, y ‘Arqueología Amazónica: Las civilizaciones ocultas del bosque tropi-cal’, de Francisco Valdez, entre otros.

VITRINA DE LIBROSADULTERIOPaulo CoelhoEn este relato de ficción, su autor hace además un guiño al llamado género erótico-romántico, aprovechando el boom editorial de obras como la trilogía de ’50 sombras de Grey’, de E. L James. Este libro, antes de publicarse en espa-ñol encabezaba ya las listas de libros más vendidos en Amazon.com, pues este escritor de habla portuguesa se ha convertido en uno de los más leídos en todo el mundo, por su estilo particular para desarrollar temas de espiritualidad y superación personal. PLANETA

MÉXICO

°Adulterio, Paulo Coelho (Grijalbo).°El misterio de la orquídea calavera, Élmer Mendoza (Tusquets)°El mundo de fuera, Jorge Franco (Alfaguara).°Persona normal, Ignacio Taibo (Booket).

FUENTE: LIBRERÍA GANDHI

°Adulterio, de Paulo Coelho (Grijalbo).°Las recetas de @ Sascha Fitnes, Sascha Barbosa (Diana).°Buscando a Alaska, Jhon Green (Castillo).°Bajo la misma estrella, John Green (Nube de Tinta).

FUENTE: LIBRI MUNDI

°Los 11 poderes del líder, Jorge Baldano °Bajo la misma estrella, John Green (Nube de Tinta).°Cincuenta sombras de Grey, E.L. James (Alfaguara).°La analfabeta que era un genio de los números, Jonas Jonasson (Salamandra).FUENTE: MR. BOOKS

ECUADOR

Nota: Listado de libros de ficción de EFE, excep-to Ecuador.

Composición electrónica:Pantone Impresiones

Edita: Editorial Minotauro S.A.Correspondencia:

Planta Diario La HoraAv. Galo Plaza N62-08 y Nazaret

Fax: 247-6085 casilla 17-17-243 CCIcul tu ra @la ho ra .co m.ec

Quito, Ecuador

Director (e): Francisco Vivanco RiofríoEditor: Agustín Garcells CordónRedactor: Damián de la Torre AyoraDiseño: Carolina González S. Luis Alberto Aspiazu S.

Al pedirle a Édgar Freire Rubio que nos concediera esta entrevista porque quería-mos homenajear a los colaboradores que han estado largo tiempo al lado de Revista Artes y Diario La Hora, me contestó con su humor característico: “Claro que sí, pero espero que no nos estén despidien-do”. Es sin duda un personaje singular para estos tiempos: no usa celular, no tie-ne correo electrónico, escribe aún en má-quinas con cintas, rara vez se le ve en pre-

sentaciones de libros y no se ‘palanquea’ viajes a ferias internacionales del libro.

Lleva 49 años como Librero, ahora sin mostrador. El 7 de diciembre de 1966, a las 7 y 30 de la mañana, comenzó en la Librería Cima, de la 10 de Agosto y Santa Prisca, donde estuvo 35 años, “no por fal-ta de otras oportunidades sino por fide-lidad”, asegura. De aquel momento tiene “el mejor recuerdo, es como si me habla-ras de mis padres, lo más entrañable de la vida, y luego ese hombre maravilloso que se cruzó en mi vida y que fue Luis Carre-ra, gerente de la Librería Cima”.

Recuerda con orgullo que se crió en un hogar que no le permitió tener “re-sentimiento social”, pese a sus modestos recursos. De sus años escolares asegura: “Hoy me doy cuenta de que yo odié la es-cuela, dado mi temperamento y una timi-dez que oculto muy bien. Cuando me gra-dué en el Colegio Juan Montalvo mi padre creyó que yo tenía talento para ir a la uni-versidad y a pesar de sus pocos recursos económicos me lo propuso y le dije NO tajantemente. Imagínate, yo de abogado, es que si hubiera sido médico, igual, me hubiera puesto a llorar con los pacientes”.

De Cima pasa a Librería Española don-de estuvo 10 años, lugar en el que muchos aún lo extrañamos, y luego fue a trabajar en los libros de segunda mano. Hoy, ya ju-bilado, no se ha desligado de ese mundo pues sigue comentando libros, como en su espacio mensual ‘El Librero’ en esta Revista Artes.

18 años con La HoraCon Diario La Hora su nexo se extiende ya por 18 años y recuerda con gratitud a Nicolás Kingman, quien lo invitó a co-mentar el libro nacional, al que le ha dedi-cado mucho tiempo.

Sobre este último aspecto opina con modestia: “Quizás era un espacio en el que poca gente se fijaba pues este es un país de estereotipos, o sea que me enca-sillan con lo que realmente soy: Librero. Me parece que a los medios de comunica-ción lo que más les pegó fue lo de las tra-diciones de Quito, las leyendas, que para mí ha sido más un entretenimiento que

Librero: ‘una especie en extinción’

Con los años vas perdiendo muchos temo-

res, no pudores”.

Un Librero que no lee ni el periódico

no puede llamarse Librero”.

Me fascinan los libros de en-trevistas y los

de memorias, estas últimas más allá de que pueden ser men-tirosas”.

En una ruta tu-rística de Quito jamás podrán

poner que visite la Biblioteca Nacional Eugenio Espejo por-que es un asco”.

Hoy detrás de un niño o un joven ya no hay

una biblioteca ni una madre que cuente cuentos, ni un abuelo que cuente hazañas

pasadas”.

otra cosa, por lo que quizás en la posteri-dad me tengan como un antologador de leyendas”.

Le pregunto si le agradan los premios y responde sin titubeos: “No, no creo, en el mundo de hoy todos estos premios, como el ‘Oscar’ del turismo que le han dado recientemente a Quito, me parecen horrorosos porque tienen mucha publi-cidad. En mi vida he recibido unos dos, uno que creo que me lo dieron no tanto por méritos sino por pago de favores (ríe), en la época de Rodrigo Borja, y ni siquiera me preguntes por el nombre de ese pre-mio, no suelo memorizarlo”.

El futuro del LibreroTocada la tecla de la polémica, le pregunto si ser Librero es un oficio con futuro en Ecuador. Toma un sorbo de café, frunce el seño y responde: “Pregunta difícil, hay que identificar lo que es un Librero. Ya no hay Libreros, es una especie en extinción, por lo menos en nues-tro país donde hace siete años hay una ley de cultura que no arranca. Aquí el Librero es la última rueda del coche. Siendo uno de los engra-najes de este mundo del libro que comprende al autor, al editor y al vende-dor, no se lo toma en cuenta, cuando el Li-brero puede y debe transformarse en un promotor de esos libros”.

Los libros ‘regalados’Sigo a la carga y le ‘rastrillo’ sobre otro de sus pesares: el libro que regalan las insti-tuciones. “Sí, me molesta mucho el libro regalado, una cosa es que yo te lo regale pues conozco tus gustos, y otra ese que te entregan porque lastimosamente no se vende en librerías. El hecho de que yo sacrifique unos dólares para comprar un libro me da la obligación de leerlo, pero el

regalado no cumple ninguna función, te lo digo por experiencia. Trabajé muchos años en una librería de segunda mano y mucha gente venía a vendernos los libros que regalan esas instituciones, algunos ni siquiera sacados del celofán ni del plásti-co”, se lamenta.

No se leeLos entendidos dicen que los ecuatoria-nos leen poco. Édgar lo confirma y se lo achaca a “una razón estructural” que no tiene que ver con el costo de los libros. “¿Sabes qué caro es un zapato chino que te lo pones y se te va? Sí, el libro es cos-toso, pero yo pienso que lo caro es lo que compras y no vale, por ejemplo un libro del brasileño Paulho Coelho”, apunta ma-liciosamente.

Sobre el polémico tema, abunda: “No se lee porque la lectura es un castigo, por-

que los papás tan posmodernos, cuando el hijo no quiere hacer algo, le dicen: ‘apaga la televisión y ve a leer’. Lo mataste, ese libro pasa a ser un medio de castigo, no un vicio ni una pasión”.

‘Sin pelos en la lengua’Los que siguen sus crónicas en esta re-vista conocen de su estilo ‘sin pelos en la lengua’. Sobre los peligros que en estos tiempos pueden acarrearle ciertas irreve-rencias asegura que, hasta la fecha, no le ha traído problemas, y con la picardía de un niño travieso concluye: “Tengo la ven-taja de que si un día, por los balazos que mando en la prensa, me quieren meter preso, por mis años no lo pueden hacer. Me tienen que meter en mi casa… con lo que me harían un gran favor pues tengo una buena biblioteca y una cinemateca”. (AGC)

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Tiene 15 libros publicados y en coautoría unos 4, en total 19.

EL DATO

ÉDGAR FREIRE RUBIO

PERSONAJE. Se siente feliz de haber sido el provocador de muchas lecturas.

El Egipto maravillosoOSWALDO PAZ Y MIÑO J · Lector, quiero hoy proponerle un libro de viaje, un pequeño y delicioso gran tomo que confirma que los libros son la mejor herramienta que ha creado el ser humano para hacer po-sibles todos los imposibles. Leyendo no damos por legal o válido ningún límite. En realidad, el que no podemos superar es el de nuestra propia muerte, que tar-de o temprano nos sorprenderá y, a mala hora, dejaremos por morir, y solo por eso, algún o algunos libros pendientes. Ya qui-siéramos llevar en la mochila de artículos imprescindibles para estanciar en la eter-nidad varias obras, pero está claro que tal licencia no está concedida. Leer en vida sí permite, en cambio, visitar a la muerte, escudriñar al menos en sus terrenos des-de el silencio de otros a los que ella ya se cargó.

La lectura para adentrarse en la historia, para recorrerla, caminando el pasado con los historiadores. Lite-ral, para recoger los pasos, para vivir el presente y para habitar el futuro. Leer para acompañarse de los dioses, hacer camino al leer, que no siempre es al andar. Leo, luego existo, vivo le-yendo, conozco, aprendo, disfruto. Leyendo viajo, que no es lo mismo que viajo leyendo y recorro universos, to-dos desconocidos, y he llegado, a luga-res, a los que nunca habría podido, de no ser por los libros.

El mundo es ancho y ajeno para el que no sabe leer. Para el que se ata a las lec-turas, ni ajeno ni ancho es el mundo, el tiempo es corto para recorrerlo. Todo está en los libros y cada vez ellos nos permiten

disfrutar de lo extravagante y lo raro, de lo humano y de lo que no es humano, tam-bién de lo inhumano.

Hoy llevo entre manos una obra parti-cular, escrita por la maestra en Arqueo-logía egipcia Charlotte Booth y quiero compartirla con ustedes y motivarles a desplazamientos maravillosos que se ini-cian en su imaginación, pues como dice la autora: “Este libro se ha escrito para dar consejos a quienes viajen a este gran país que llamamos Egipto y a su capital, en torno al año 1200 A C.”

Ha de instalarse, lector, cómodamen-te en su catre preferido, ahora: “Imagina que una procesión recorre la avenida de los carneros entre Luxor y Karnak. Los templos están en perfectas condiciones. Hay sacerdotes por todas partes y están nerviosos porque el faraón ha venido a su residencia habitual en Pi-Ramsés para las fiestas. La ciudad está engalanada; hay comida y bebida para todos”.

Egipto maravilloso, misterioso, eter-no, cuna del arte real, de la geometría esencial, parte del todo inmenso que es el conocimiento humano, bellamente resu-

mido, para ponernos a pensar en su gran-deza imprescindible. La lectura de un tomo lleno de fuego, deidades, entonacio-nes, ideas, letras, pinturas, leyes, mitos, símbolos y leyes universales perdurables e inexplicables. Luces, sombras, texturas, colores, que le atraparán en un viaje im-perdible, sin que se haya movido un gra-do. El pasado remoto en presente vivo.

Milagro de la lectura que hace posi-ble conocer el legado de una antiquísima cultura que entendió la vida más allá de la muerte, prueba de ello son sus mo-numentos perdurables en el tiempo. Ha publicado la obra Océano Ambar, ciento sesenta páginas para leerse bajo la bóveda celeste: “Como capital religiosa y sede del cementerio real, Tebas es una metrópoli concurrida que cuenta con una de las ma-yores poblaciones de Egipto. Por lo tanto deberás hacerte a la idea de que estará abarrotada de gente y de que la ciudad en sí misma es muy ruidosa”. (Pág. 41)

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Datos del autorCharlotte Booth

° Ganó sus dos títulos de Bachelor y sus grados de maestría en Arqueología egipcia en el University College de Londres y empezó a enseñar en Birkbeck, Universidad de Londres, tan pronto como se graduó. Su objeto de estudio en la universidad fue Egipto y ha dado charlas y artículos preparados en esta área. Ha impartido conferencias para sociedades de egiptolo-gía y ha cubierto una amplia gama de temas.

Page 7: Artes 7 septiembre 2014

CYAN MAGENTA YELLOW BLACK CYAN MAGENTA YELLOW BLACK

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Ecuador, domingo 07 de septiembre de 2014

2 Ecuador, domingo 07 de septiembre de 2014 7memoria bambalinas

GERMÁN RODAS CHAVES • Corrían los años trágicos de 1941-1942 en los cuales se produjo el cercenamiento territorial del Ecuador, en el contexto de un régimen cuyo interés fue atender los requerimien-tos de sectores privilegiados del país. Este mismo gobierno, de otro lado, se encara-mó en el poder a base del fraude electoral y, frente a cualquier pos-tura crítica, optó por la represión selectiva y, posteriormente, por la confrontación abierta con impor-tantes sectores de la población. El drama de la Patria había entrado en un callejón sin salida.

Frente a tales circunstancias se gestó en la conciencia nacional la necesidad de una alternativa política, la misma que devino -gracias a todo tipo de manipulaciones- en lo que se ha llama-do ‘La ‘Gloriosa de mayo’, y que signifi-có, en mayo de 1944, la caída del régimen de Arroyo del Río y la sustitución de di-cho mandatario por el caudillo Velasco Ibarra, quien había provocado enormes expectativas entre los ecuatorianos de di-versas orientaciones ideológicas.

Se habló entonces de revolución y, con el paso de los años, solamente hemos sido tes-tigos de que tal suceso debe ser compren-dido como ‘la revolución que no fue’, pues

INSTITUCIÓN. Surgió a partir del decreto ejecutivo número 707, del 9 de agosto de 1944.

CCE: 70 años de la historia nacional

Presencia nacional° Además de su Matriz en Quito, Pichincha, la CCE está representada en las provincias de Azuay, Bolívar, Cañar, Carchi, Chimborazo, Cotopaxi, El Oro, Esmeraldas, Galápagos, Gua-yas, Imbabura, Loja, Los Ríos, Manabí, Morona Santiago, Napo, Orellana, Pastaza, Sucumbíos, Tungurahua, Zamora, Santa Elena, Santo Do-mingo de los Tsáchilas y Morona Santiago por medio de núcleos.

Si no podemos ser una po-tencia militar y económica, podemos ser, en cambio, una

potencia cultural nutrida de nues-tras más ricas tradiciones”.

La obra está por hacerse integralmente, pero el Ecua-dor sabrá hacerla. Hacer la

obra suya, buscar su salvación. Sa-biendo que, aun cuando todo, todo se ha perdido, también tenemos todo, todo por ganar”.

BENJAMÍN CARRIÓNFUNDADOR DE LA CCE Y SU PRIMER PRESIDENTE

el caudillo en mención, atrapado en medio de múltiples intereses internos y externos, llevó su gestión desde el entusiasmo, que se parapeta en los eslóganes, a la circunstan-cia de una dictadura que persiguió precisa-mente a quienes le apoyaron.

En ese entorno, en los primeros mo-mentos del periodo velasquista, el pensamiento de Benjamín Carrión se abrió paso para proponerle, no al Régimen, sino al país, la nece-sidad de reconstituirse de los ava-tares impulsando con denodada energía la construcción de un pro-yecto cultural de largo aliento.

El peso de la propuesta de Ca-rrión provino del antecedente de

sus ‘Cartas al Ecuador’, que fueron publi-cadas en 1943 y en las cuales no solamen-te señaló la necesidad de volvernos, como país, en “una potencia cultural”, sino que fuéramos capaces de convocarnos a tener Patria. Así surgió la idea de fundar una institución que diera cuenta de las cul-turas nacionales, que las promoviera, las difundiera y , que por ese camino, anima-ra vigorosamente a los ecuatorianos en la construcción de su identidad.

El velasquismo, al dar paso a la pro-puesta de Carrión, no hizo ninguna con-cesión al eximio lojano. Respondió a una

presión histórica y social que demandó el que se desarrollaran acciones para dar cuenta de la diversidad nacional en todas sus expresiones. De esta manera, mediante decreto ejecutivo número 707, del 9 de agosto de 1944, hace 70 años, se instituyó la Casa de la Cultura Ecuatoria-na, cuyo primer presidente fue Benjamín Carrión (Loja 1897-Quito 1979).

Selecto albergueDesde entonces, la Casa –como cariño-samente la hemos conocido- albergó lo más selecto de la producción nacional. La literatura, el arte plástico y escénico, los estudios de la historia y la antropología, el desarrollo del cine y la conformación de una formidable biblioteca se fueron desarrollando como parte del patrimo-nio nacional. Las secciones académicas dieron un gran sustento al desarrollo del pensamiento nacional, a la par que sus escenarios se constituyeron en el sitio de convocatoria de una variedad de activi-dades culturales de formidable impacto.

En sus espacios, adicionalmente, el de-bate de las ideas y, sobre todo, la reflexión sobre momentos trascendentes del país han tenido pleno asidero. Todo ello entre otros aspectos y desde una postura demo-crática que debe ser reconocida.

Las actividades enumeradas no deben ser entendidas como que estas fueron concentradas en la matriz exclusivamen-te. Uno de los hechos trascendentes en la historia de la CCE ha sido que esta ins-titución tuviera la suficiente visión para propiciar que en las diversas provincias del Ecuador se organizaran los núcleos de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, in-corporando en su trajín a múltiples secto-res de la vida cultural de los más diversos rincones de la Patria.

Esta característica es precisamente una de las fortalezas de esta institución que, como toda entidad en plena activi-dad, debe modernizarse constantemen-te, pero que no puede estar condenada a desaparecer gracias a la incomprensión de posturas oficiales que, por ahora, la asfixian económicamente mientras se pone en marcha una ley de cultura que desconoce el entramado de orientaciones y acciones que permitirían edificar una propuesta cultural, sin exclusiones, para el país y distantes de la “muerte súbita” a la obra de Benjamín Carrión.

Hablar de la Casa de la Cultura y de su fundador, así como de quienes han diri-gido este espacio patrimonial ecuatoriano es hablar de la historia del Ecuador desde el momento en que asumió la responsabi-lidad de dotarse de la conciencia para ser un país grande culturalmente hablando. Y claro…..queremos ser un país grande, por ello nos duelen los intentos de desaparecer a la ‘Casa’ en medio de la incomprensión de su rol y de sus responsabilidades históricas.

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La Casa de la Cultura Ecuatoriana ocupa una superficie de 50.300 m² de estos 40.500 m² en galerías.

EL DATO

FUNDADOR. Benjamín Carrión fue escritor, político, diplomático y promotor cultural ecua-toriano.

RICARDO SEGREDA • Una película como ‘Lucy’, más que una crítica, merece una discusión con científicos, filósofos y sociólogos. Ciertamente es más que una película. A lo largo de la historia, el guionista y director, Luc Besson, de-safía continuamente a la audiencia con ideas provocativas e imágenes salvajes.

En este contexto, Besson merece aplauso por su ambición. Los estudios cinematográficos le dieron 40 millo-nes de dólares y estrellas como Scarlett Johansson y Morgan Freeman, con el objetivo de hacer una rentable película de ciencia-ficción y acción, con el grado requerido de explosiones y tiroteos.

Con gran cinismo, podría haber he-cho algo sin sentido. En cambio, hizo una película con preguntas muy pro-fundas acerca de la tecnología, la bio-logía y la existencia. También, ‘Lucy’ ha tenido éxito; las ganancias hasta ahora son de 217 millones.

Además, la película es entretenida. Mi problema con ‘Lucy’, sin embargo, es que Besson demuestra más ambición en la comunicación de sus ideas que en la realización de una historia coherente.

De hecho, ‘Lucy’ es a menudo muy tonta, aunque tal tontería proporciona a la película un cierto encanto. Por ejem-plo, la premisa de la historia es de una joven, la Lucy del título, que por acci-dente adquiere poderes sobrenaturales. Luego, es perseguida por un sindicato de criminales.

Cuando ellos le enfrentan con armas en un pasillo, Lucy hace que las pisto-las caigan de sus manos y vuela el techo como atraídos por un super-imán.

¿Huyen sus atacantes ante este des-pliegue de poder sobrehumano? No,

más bien intentan un asalto físico, ¿colectivamente para poder domi-narla? No, al contrario, tratan indivi-dualmente, por turnos y naturalmen-te todos pierden.

Johansson desempeña el papel de la joven que ha sido obligada por su malvado novio a convertirse en mula de drogas para un gánster asiático.

Sin embargo, resulta que no es una droga típica, sino una sustancia que crea la percepción extrasensorial y la capacidad de transformar la realidad física. Como el LSD puede crear una com-

prensión (o la ilusión de) trascen-dente de la existencia.

En una trama secundaria se presenta a un profesor universi-tario, representado por Freeman, quien explica a sus alumnos que el típico ser humano utiliza 10 por ciento de su cerebro. Sostiene que si una persona utilizara el 40 por ciento le daría una inteligencia y una fuerza excepcional.

Cuando un estudiante le pre-gunta: “¿Qué pasa si alguien utiliza el ciento por ciento de su mente?”, respon-

Lo lógico e ilógico de ‘Lucy’

PAÍS: EE.UU./Francia AÑO: : 2014CALIFICACIÓN: **** TIEMPO: 89 min. DIRECTOR: Luc BessonGUIÓN: Luc BessonREPARTO: Scarlett Johansson, Morgan Freeman, Amr Waked.

LUCY

de: “No sé”.La audiencia sabe, sin embargo, a tra-

vés de los poderes cinéticos y telepáticos que Lucy va en búsqueda de los malos.

Por desgracia, en la realización de este objetivo, mata a algunos inocentes. Como los inocentes que mueren son personajes periféricos, Besson no considera trágicas sus muertes. De hecho, las trata como comedia. Sin embargo, en mi opinión, el efecto no es bueno para nuestra cultura.

Por lo tanto, la conclusión de ‘Lucy’, aunque rica en ideas, como la noción de que solo el tiempo puede medir la mate-ria, no genera mucho sentido porque su personaje pierde parte de su humanidad a través de la historia. Johansson, sin embargo, sigue siendo una presencia ca-rismática en el cine y Freeman es, como siempre, excelente.

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Scarlett Johansson es considerada como uno de los símbolos sexua-les modernos de Hollywood y fre-cuentemente aparece en las listas de las mujeres más sexys del mundo.

EL DATO

ACCIÓN. La actriz Scarlett Johansson regresa a la pantalla grande con la cinta ‘Lucy’, donde muestra flexibilidad histriónica, más allá de su sensualidad.

ACTOR. Morgan Freeman aporta su indiscutible carisma y su nivel de actuación.

Page 8: Artes 7 septiembre 2014

Ecuador, domingo 07 de septiembre de 2014 www.lahora.com.ec

CYAN MAGENTA YELLOW BLACK

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Ecuador, domingo 07 de septiembre de 2014

‘El arte no es una profesión’ 4-5

>>PROTAGONISTA. Édgar Freire Rubio, un Librero hasta la médula. >> 3

>>CINE. Johansson y Freeman, carisma y excelencia en ‘Lucy’.

>> 7

8 novedades

Nº 882

NILO YÉPEZ

En el fútbol, los clásicos son más que fina-les. Premier League, 2001. La tierra de los Beatles, Liverpool, celebra otra edición del ‘derby’ local: el Liverpool y el Ever-ton están cara a cara, la polémica puede ser una bomba de tiempo. Robbie Fowley marca un gol y, para festejarlo, simula in-halar cocaína. La acción se reafirma a tra-vés de una vetusta grabación análoga que provoca una línea dentro de la imagen, que cruza la nariz del jugador. ¿El fútbol y el narcotráfico podrían ir de la mano?

Esta es una de las propuestas que se exhiben en ‘Una línea de polvo: arte y drogas’, muestra itinerante que arran-có en 2012 en Rosario (Argentina), para después continuar por Buenos Aires, Río

de Janeiro (Brasil), La Paz (Bolivia), has-ta arribar a Quito, en Arte Actual de la Flacso.

“Lo que se busca es poner sobre la mesa el debate. El tema ‘drogas’ se ha abordado en mi país (Colombia) y en el mundo desde hace años”, explica Santia-go Rueda, curador de la exposición.

Para él, el tratar sobre las drogas tras-ciende las posturas moralistas, pues re-sulta innegable que el tema se desarrolla en lugares comunes y su visibilidad es cada vez mayor dentro de las sociedades, ya no solo como una cuestión de salud pú-blica o “seguridad” porque hasta el diseño y la iconografía de la moda han tomado partido.

Pitazo inicialEn 2008, Rueda gana el Premio Nacional de Ensayo sobre el campo del arte colom-biano. El libro, publicado en 2010, lleva el nombre de la muestra y se articula bajo la premisa “No hay droga en la naturaleza”, de Jacques Derrida. Es así como el autor “pre-tende indagar en una noción tan abstracta (pero tangible a la vez) como la droga”.

“Desde la televisión, las novelas y los noti-cieros, desde diversas posturas, te hablan de la marihuana o la cocaína. La sociología y la política también se plantean sobre las drogas. Me dije: ¿Por qué no tratar a esto desde el arte? De esta manera surgió todo”, cuenta Rueda.

Nacido en Bogotá, hincha del Santa Fe, alto, de cabello largo entre castaño y cano, con su camiseta de los Rolling Stone, el curador manifiesta que “la idea es generar un diálogo sobre problemáticas actuales, que se desenvuelven desde una dinámica del híper consumo”.

Justamente, el tema del híper con-sumo es la ‘columna vertebral’ de la exposición, pues esto se desarrolla entre el deseo y el placer, que se so-meten a normas morales, lo que per-mite llegar a cuestionamientos sobre el poder, la libertad, la identidad y la satisfacción de necesidades.

MiradaEstá la bandera de ‘Yeyo’, de Camilo Turbay, y la albiceleste ‘Ciudad Narco’, de Leonardo Herrera, pero no todo se encasilla en fút-bol. El tema de apropiación y de identidad, planteado desde la alusión deportiva, tan solo logra un mayor acercamiento para que el espectador reflexione sobre estas catego-rías, a la par de que lo haga sobre las drogas.

La ironía es otro recurso para interio-rizar el tema del consumo. Propuestas

como ‘Snow’ -que se instaura como marca y saca productos como camisetas, llaveros y espejos cómplices del ‘jaleo’-, de Fabián Montenegro, así como ‘Tu cocaína es mi progreso’, de Alfredo Román, apelan al sen-tido de marca como motor de deseo: el cues-tionamiento de la concepción de multina-cional desde un humor tan reflexivo como

dosificado.Un deseo que se transpola a las

canciones de las corridas prohibidas y afiches propuestos por Cristina Ochoa en sus ‘Corridos oídos y pro-hibidos’, donde la realidad del narco se funde en la melodía norteña de México y en el canto con acentico colombiano.

También están conceptos tan irreverentes y críticos como las ‘Postales de Acapulco: Política de

Buena Vecindad’, donde lo que fueran las paradisíacas playas se transforman en zona de conflicto.

En fin, ‘Una línea de polvo’ se constitu-ye en la dosis exacta para consumir. Sin prejuicios, ‘inhale’ y ‘fúmese’ las propues-tas de los artistas participantes, quienes cavilan sobre el vértigo de la realidad que nos inyectamos, por sobredosis, en el día a día. (DVD)

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Artistas participantes‘Una línea de polvo’

° Argentina: Adriana Bustos.

° Bolivia: Alfredo Román Bulancio.

° Colombia: Cristina Ochoa, Chocolo, Jim Fanku-gen, Lecca Lecca Studio, Leonardo Herrera, Edison Quiñónez, Elkin Calderón, Fabián Montenegro, Fabio Serrano, Jaime Tarazona, Nelson Guzmán, Roberto Indiana, Fabián Cano y Camilo Restrepo.

° México: Cristóbal Gracia y Rubén Gutiérrez.

CURADOR. Santiago Rueda explica su trabajo basado en su libro ‘Una línea de polvo’.

OBRA. Detalle de ‘Coma callado’, de Jim Fanku-gen, donde el artista mastica coca y con los residuos plasma la parte superior del rostro de los estadounidenses Washington, Lincoln, Grant y Wilson.

La muestra per-manecerá abier-ta hasta el 26 de septiembre, de lunes a viernes de 9:00 a 18:00, en Arte Actual (La Pradera y Diego de Almagro).

TOME NOTA

PROPUESTA. Las coloridas y reflexivas ‘Postales de Acapulco’, de Cristóbal Gracia

Arte y drogas en la misma cancha