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E-005LO

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VOL IXFAS.108

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OIIIilPilCADOEL MUNDO DE LÜ EXTR,AÑO,INSOLITO Y MISTERIOSO

Publicado por Editorial Delta, S.A., Barcelona, y comercializadoen exclusiva por Distribuidora Olimpia, S.A., Barcelona

Vol. lX-Fasc. 108

Director: José Mas GodayolDirector editorial: Gerardo RomeroJefe de Redacción: Pablo ParraCoordinación editorial: Gloria Gutiérrez

Redactores y colaboradores: Prof. A. J. Ellison, Dr. J. AllenHynek, Brián lnglis, Colin Wilson, Beatriz Podestá

Para la edición inglesa: Editorial Director: Brian lnnes. Editor:Peter Brookesmith. Editorial Manager: Clare Byatt

Asesor para la edición española: Julio PeradejordiRealización gráfica: Luis F. Balaguer, F. Planasllustración: Orbis, Atlas y agenciasRedacción y administración :

Paseo de Gracia, 88, 5.o, Barcelona-8Tels. (93) 215 10 32-215 10 50 - Télex: 97848 EDLTE

LO INEXPLICADO, EL MUNDO DE LO EXTRAÑO, INSÓLITO YMISTERIOSO se publica en forma de 120 fascículos de apariciónsemanal, encuadernables en diez volúmenes. Cada fascículoconsta de 20 páginas interiores y sus correspondientes cubier-tas. Con el fascÍculo que completa cada uno de los diez volúme-nes de que se compone la obra, se pondrán a la venta las tapaspara su encuadernación. Además, coleccionando la tercera ycuarta páginas de cubierta, se obtendrá un interesante dossiersobre los MAESTROS DE LO INSOLITO.El editor se reserva el derecho de modificar el precio de venta delfascículo en el transcurso de la obra, si las circunstancias delmercado así lo exigieran.

@) 1980 Orbis Publishing Ltd. London@) 1981 Editorial Delta, S.A. BarcelonaISBN: 84-85822-15-3 (obra completa), 84-85822-66-8 (tomo 9),84-85822-1 6-1 (fascículo)Depósito legal: B. 126311982Fotocomposición: Tecfa, S.A., Barcelona 05831 0lmpresión: Cayfosa, Santa Perpétua de Mogoda (Barcelona)lmpreso en España - Printed in Spain - setiembre 1983

Distribuye para España: Marco lbérica, Distribución de Edicio-nes, S.A., Carretera de lrún, km 13,350- Varian-te de Fuencarral, Madrid-34.

Distribuye para Argentina: Viscontea Distribuidora, S.C,A. LaRioja '1134/56, Buenos Aires.

Distribuye para Colombia: Distribuidoras Unidas Ltda., Transver-sal 93, n.o 52-03, Bogotá D.E.

Distribuye para México: Distribuidora lntermex, S.A. Calzada Va-llejo, n.o 1020, México 16. D.F.

Distribuye para Venezuela: Distribuidora Continental, S.A. Fe-rrenquín aCruz de Candelaria, 178, Caracas, ytodas sus sucursales en el interior del país.

Servicio de suscripciones y atrasados (sólo para España)

Las condiciones de suscripción a la obra completa (120 fas-cículos más las tapas, guardas y transferibles para la con-fección de los 10 volúmenes) son las siguientes:

a) Un pago único anticipado de 17 625 ptas. o bien 10 pagostrimestrales anticipados y consecutivos de 1 763 ptas. (singastos de envío).

b) Los pagos pueden hacerse efectivos mediante ingreso enla cuenta 3371872 de la Caja Postal de Ahorros y remitien-do a continuación el resguardo o su fotocopia a Distribui-dora Olimpia (Paseo de Gracia, 88, 5.o, Barcelona-8), otambién con talón bancario remitido a la misma dirección.

c) Se realizará un envío cada 12 semanas, compuesto de12 fascÍculos y las tapas para encuadernarlos.

Los fascículos atrasados pueden adquirirse en el quiosco olibrería habitual, sin variación alguna sobre el precio de ventaen vigor en el momento de la petición. También pueden reci-birse por correo, con incremento del coste de envío, haciendollegar su importe a Distribuidora Olimpia, en la forma estable-cida en el apartado b).Para cualquier aclaración, telefonear al n.o (93) 2157521 .

No se efectúan envíos contra reembolso.

ORíGENES DEL Z()DíAG()La evolución de los símbolos e imágenesque han venido representando a los

signos del zodíaco encierra un enormeinterés desde el punto de vista esotérico.

PERFUMERíA ()GULTISTA

Una ojeada al mundo de los perfumes y de los cosméticos,partiendo de su utilidad en la profilaxis... y en la magia.

en elpróximo

fascículo

LA ANTARTIDALa amenaza que para el hombre

representan todavía lss " glaciares

andantes, del continente austral haceque algunos de sus misterios

permanezcan aún por desvelar.

CAS() CASH.LANDRUMUna organización OVNI norteamericana ha planteado cincoposibles explicaciones diferentes para los extraños sucesos

de Huffman.

Folo tubierta: MüÍayAikman Eclitorial\

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EL ARCHTPIÉLAGO r,rAl-rÉs fue ocupado, en elcurso de los milenios, por multitud de pobla-ciones de diversos orígenes, que estratificaronuna increíble sucesión de testimonioshistórico-arqueológicos, étnicos y lingüísticos.Los primeros habitantes malteses fueron colo-nos neolíticos sicilianos llegados en el año 5000a.C., pero el período más espectacular -yenigmátice de la historia antigua de Malta sesitúa entre los años 3600 y 2500 a.C., aproxi-madamente, cuando una desconocida civiliza-ción megalítica anterior a la desarrollada enEuropa (véanse página 504 y siguientes) erigiótemplos grandiosos a sus divinidades, dejandoa la posteridad las primeras construcciones. cnel sentido modérno de la palabra, que se co-nocen.

Fue alrededor del año 3600 a.C. cuandoarribaron a Gozo, Ia más septentrional de lasislas maltesas. nuevos grupos humanos. Hastaahora no ha sido posible descubrir el origen de

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Feliz punto de encuentro entre Oriente y Occidente, el pequeñoarchipiéla$ü mediterráneo de las islas maltes.s está salpicado deextraord¡nar¡as construcciones megalít¡cas, cuya antigüedad yperfecc¡ón no t¡enen parangón en todo e! mundo.

estas poblacrones a partir de los restos de cerá-mica y otros testimonios arqueológicos, peroseguramentc formalran parte de las numerosascorrientes comerciales marítimas de la época,que unían costas e islas del Mediterráneo. Do-minaban técnicas de construcción evoluciona-das y eficaces, basadas en el empleo de blo-ques de piedra de enormes proporciones (algu-nos pesan más de 20 toneladas), y tenían fuer-tes sentimientos religiosos, ligados al culto dela Diosa Madre. En el curso de un milenio.estos colonizadores desconocidos alzaron. entodo el archipiélago, decenas y decenas detemplos a la divinidad femenina de la fecundi-dad y la abundancia, verdadera señora de lassociedades agrícolas del Neolítico.

La forma típica de los templos maiteses serepite en el tiempo. aunque se perciben lasaportaciones derivadas de las nuevas técnicasconstructivas. Un poderoso muro megalíticoforma el perímetro externo, geneialmente en

Fachada de uno de los templosde Hagiar Kim, en Malta. La zonaexterna estaba destinada a lasceremonias religiosas (foto E.

Bernardini).

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Templos de Malta

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forma de <<p», QUe encierra en su interior di-versas cámaras (entre dos y seis) que dan a uncorredor o a un patio central, o a ambos a lavez. Las paredes de las cámaras, que son semi-circulares u ovaladas, también están formadaspor sólidos muros megalíticos, que se encuen-tran a bastante distancia del muro del recintoexterior; el espacio intermedio, que a veces su-pera los cinco metros, está siempre relleno detierra y pedrisco.

La forma más simple de templo está consti-tuida por dos cámaras opuestas que se abrensobre un pequeño pasaje común; la presenciade tres, cuatro, cinco o seis cámaras en el inte-rior de un mismo templo, colocadas de acuer-do con esquemas simétricos, es peculiar de lasconstrucciones más tardías. La sucesión crono-lógica ha sido establecida, aunque con algunasdudas, sobre la base de la clasificación de lascerámicas halladas, y teniendo en cuenta losmateriales y la complejidad de los templos.

El milenio de la civilización de los templosmegalíticos malteses ha sido subdividido entres períodos, que corresponden a diversosgrados de evolución cultural. El primero es elde Gigantjia (3600-3300 a.C.); luego viene elperíodo de transición de Hal Saflieni (3000-2850 a.C.) y, finalmente, el de Tarxien (2850-2500 a.C.). Los nombres de los tres períodoscorresponden a los complejos megalíticos másimportantes.

En los templos más grandes, el patio centralsiempre está presente. Debía de ser una zonacerrada y ceremonial, ya que allí se han encon-trado altares. enormes vasos y recipientes paraIa combustión de hierbas aromáticas. Las cá-maras más interiores probablemente estabanreservadas a los sacerdotes. En estas cámaras.cuyo fondo siempre tiene forma de ábside,aparecen nichos y pequeños altares escondi-dos; a veces foros o aperturas rectangulares en

2710

Patio central del templomegalítico de Gigantjia, en el

archipiélago maltés. Obsérvese el

altar del fondo, donde secelebraban los principales ritos(foto E. Bernardini).

los bloques de piedra permitían la comunica-ción con angostos vanos excavados entre dosparedes. Todo esto debía formar parte de losritos, que podemos imaginar ricos en aspectosmágicos y en significación paranormal.

Los templos estaban cubiertos por techos,como prueban los restos arquitectónicos quehan llegado hasta nosotros. Las cámaras te-nían paredes salientes que culminaban en fal-sas cúpulas, cerradas por cielorrasos de made-ra, que podían soportar el peso de techumbresde cinco metros de diámetro. Restos de carbónencontrados allí demuestran que la destruc-ción fue causada por incendios.

Las fachadas monumentales de los templosfueron imponentes y elegantes en su origen. Eltemplo de Tarxien tenía una fachada de 34 mde longitud y 9 m de altura; la superficie totaldel complejo (tres templos, más los restos deun cuarto) ocupaba un espacio de casi 6 000m2. En el interior. las diversas habitaciones es-

taban cerradas por puertas de madera; los sue-los eran de losas o de turba comprimida. Exis-ten indicios de que muchas paredes estabancubiertas de un enlucido de yeso y pintadas deocre rosa; las fachadas, decoradas con relievesy diminutas perforaciones realizadas con tala-dros, se dejaban sin labrar.

El material empleado en las construccioneses la piedra calíza, de la que está hecho el ar-chipiélago maltés. Primero se emplearon b1o-ques en estado natural; después se utilizó lapiedra caliza de globigerina, extraída del sub-suelo, que cuando se expone al aire queda cu-bierta de una pátina protectora rnuy resistente.Durante la fase final, esta piedra se utilizó sóloen los interiores, y en las fachadas y suelos se

usó la piedra calcárea coralina, más resistente.Los grandes bloques calcáreos de los tem-

plos malteses eran cortados en la roca con ins-trumentos de piedra, azuelas de sílice o de ob-sidiana, sin que se utilizaran herramientas demetal. Con enormes esfuerzos, bloques y ma-teriales eran transportados haciéndolos desli-zar sobre esferas de piedra. Muchas grandeslastras muestran aún las concavidades semies-féricas en las que se colocaban éstas. Investiga-ciones recientes han llevado a una conclusiónsorprendente: por alguna misteriosa razón, loslugares de extracción de la piedra calcárea es-

taban siempre muy alejados de las construccio-nes, aunque hubiese yacimientos más próxi-mos del mismo material.

Para colocar a los bloques en su sitio se utili-zabala técnica del plano inclinado (véase pági-na 571). Los bloques, especialmente los exter-nos, eran cuidadosamente trabajados hastaque encajaban a la perfección. Pero los arqui-tectos malteses, además de dominar las técni-cas constructivas, poseían un elevado sentidoestético. En su tiempo no existían las aristas,sino los ángulos redondeados, y ésta es una ca-racterística constante, presente tanto en losbloques grandes como en los pequeños que se

utilizaban para las fachadas. Todos los ele-mentos repiten un esquema fijo, expresadopor medio de la planimetría en forma de .Dr.

El ejemplo más impresionante de las cons-

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trucciones megalíticas maltesas 1o constituyenlos dos templos de Gigantjia, en la isla de Go-zo. Gigantjia significa en la lengua local «torrede los gigantes, y, de hecho, los templos estánencerrados dentro de un murallón ciclópeo, de5 a 6 m de altura, formado por enormes blo-ques de piedra caliza coralina que, en la parteinferior, están colocados, alternativamente, deforma horizontal y vertical. El interior revelaun diseño constructivo grandioso, con doblesestructuras de tres bloques en los portales, te-chos de falsa cúpula, altares y decoraciones,nichos y troneras.

En Malta, en el poblado de Paola, cerca dela capital, La Valleta, se pueden admirar dosjoyas de la prehistoria de Malta: el templo deTarxien y el hipogeo de Hal Saflieni. Este últi-rno constituye el ejemplo más original y sor-prendente de la creatividad religiosa de la isla,en el que templo y sepulcro se transforman enuna sola cosa. Formado por un complicado la-berinto sobre tres planos subterráneos de cá-maras sepulcrales colectivas, de corredores vvanos reservados al culto, llega a tener casi on-ce metros de profundidad por debajo del niveldel suelo. Los ambientes subterráneos imitanios de los templos de la superficie v avudan.por eso, a interpretar correctamente los restosde los elementos arquitectónicos erternos. Nu-merosas estatuillas halladas en e1 hipogeo pro-porcionan, además, pistas sobre los ritualesque practicaban los sacerdotes, quienes debíanrecurrir a ingeniosos trucos: un nicho situadoen la que se denomina «habitación de los orá-culos" tiene la propiedad de transmitir a todoei hipogeo hasta el mínimo susurrol el efectodebÍa de ser escalofriante...

A poca distancia del hipogeo de Hal Saflienisurge el extenso complejo de los cuatro tem-plos de Tarxien. Además de presentar estruc-turas imponentes y una complicada sucesiónde edificios, se han encontrado en ellos escul-turas de animales, decoraciones geométricas yen forma de espiral y, sobre todo, los restos deuna gigantesca estatua de la diosa de la fecun-didad. Son numerosos los altares, tambiénadornados con doble espiral; en los patios inte-riores se han encontrado enormes vasijas depiedra, y en las paredes, aún más espirales. Elsímbolo de la espiral parece tener su origen enla forma curvada de la cornamenta del machocabrío. Las poblaciones neolíticas lo habríanadoptado por su vinculación con los conceptosde fecundidad y dinámica vital; la primera esti-lizació¡ de la espiral fue, probablemente, una«S» invertida, a la que siguió una curva másmarcada en los extremos. Representada alprincipio en franjas simétricas, apareció luegola acentuación, en forma de «caracol>>, de unade las volutas. En las decoraciones en franjas,los extremos de las espirales pronto se unieronunos con otros, originando armoniosas cade-nas continuas.

Dos espirales contrapuestas con volutas muyricas rodean un pequeño círculo central; trans-formadas en cuatro, las espirales giran dinámi-camente hacia el exterior alrededor de un per-no, sugiriendo la idea de un movimiento en el

Arriba: altar con nicho perforadopor medio de un taladro. Losbloques de piedra calcárea erantransportados desde canterasmuy lejanas (foto E. Bernardini).

En la parte superior: Ias dosprimeras cámaras del templosuperior de Mnajdra; al fondo, elislote de Filfla (foto E. Bernardini).

femplos de Malta

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sentido de las agujas del reloj; es la conocidarepresentación abstracta que expresaba elIJniverso, dominado por el culto de la natura-leza y los fenómenos celestes.

En un pequeño valle de la costa occidentalde Malta se encuentra el grupo más sugestivode templos megalíticos, cuyas ruinas blanquea-das y erosionadas por el tiempo se recortancontra el azul intenso del cielo y del mar, con-figurando un espectáculo verdaderamenteinolvidable. Los tres templos de Mnajdra seenfrentan en dos niveles distintos sobre el ha-bitual patio semicircular.

Unos centenares de metros más arriba apa-rece el complejo de templos de Hagiar Kim, el

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2t11

Templos de Malta

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pacífica y evolucionada población maltesaque, en la época de Hal Saflieni, ascendía a

unas 10 000 personas. Rastros de incendios enlos templos indican que probablemente su fi-nal fue trágico. Sin embargo, algunos estudio-sos proponen la hipótesis de una epidemia y elabandono de la isla, que los colonizadores pos-teriores hallaron desierta. No hay nada segurosobre esto, y es probable que nunca 1o haya.

De todos modos. los templos de Malta son

una creación exclusivamente local, que jamás

fue exportada fuera del archipiélago. Esto hahecho pensar que las islas fueron un santuariomegalítico de los naiegantes del Mediterrá-neo, que se detenían allí por motivos religio-sos. Por sugerente que parezca, esta hipótesisno está probada; parecería más bien que lostemplos malteses fueron celosamente custo-diados en el archipiélago y que sólo en deter-minadas ocasiones se permitió que peregrinosextranjeros participaran en las ceremonias. Es-te es un hecho anómalo en la lógica de la reli-gión megalítica, que se difundió de modo pací-fico y constante en un territorio vastísimo y encomunidades muy diferentes entre sí. Perotambién es posible que, con el paso de los si-glos, esas gentes eligierrin un lugar sagrado enparticular para sus ceremonias principales.Quizá no sea casual el hecho de que, en el mo-mento en que terminaba la civilización de lostemplos malteses, comenzara la construccióndel crómlech de Stonehenge, en Inglaterra.

Enigmas maltesesSegúr, Ivar Lissner (el gran ai'queólogo letónfallecido en 1980) y otros varios estudiosos so-

viéticos, la primera civilización de Malta seríaaún más antigua de lo que creen los investiga-dores vinculados a las teorías .clásicas».

De todos modos, no cabe duda de que eneste pequeño archipiélago mediterráneo ates-tado de construcciones megalíticas nos encon-tramos enfrentados con apasionantes enigmasque hasta ahora no han tenido solución. Nosólo abundan los monumentos titánicos, no só-

lo abundan las galerías excavadas, quién sabepor qué, en tres niveles, sino que otros interro-gantes que no se pueden pasar por alto se pre-sentan a los exploradores del pasado.

Existen, por ejemplo, pozos insondables:«No sabemos, y quizá nunca sabremos, porqué fueron construidos», dijo al respecto A.Alexandrev, de la Academia de Ciencias de laURSS. «Lo cierto es que se pierden, literal-mente, a profundidades enormes. Las sondasno han podido arrojar luz sobre estas excava-ciones; sólo sugieren que muchas están obs-truidas a una cierta profundidad por hundi-mientos, pero que sin duda continúan; lo quepuede haber allá abajo es un misterio.»

Y hay otro misterio: los extrañísimos surcoso carriles de 10 a 15 cm de anchura, cuya finali-dad no ha sido descubierta. Son, sin duda, an-

tiquísimos, ya que algunos pasan por debajode las tumbas del período fenicio y de sedi-mentos aún más antiguos. Aunque han sido es-

tudiados con detenimiento sólo nos dicen unacosa: que Malta debió de ser, en otros tiem-

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Arriba: plano de una Parte del

complejo megalítico de Tarxien.

Obsérvense los temPlos en forma

de "D".

Abajo: la base de la gran estJtua

de divinidad femenina encontrada

en Tarxien; probablemente se

trate de una imagen de la Diosa

Madre mediterránea (foto E.

Bernardini).

más vasto de Malta. En la cámara que da al

sur, el altar fue sustituido por un monolito ci-líndrico, y en el exterior se erige un segundomenhir. Esos elementos, así como la presenciade algunas estatuillas femeninas desnudas, hanhechó pensar que los templos de Hagiar Kimfueron lugares sagrados dedicados a la fecun-didad.

Tal como surgió y se desarrolló, la majes-tuosa y original civilización de los templos me-galíticos malteses desapareció. Una nueva in-vasión de la isla, realizada por gentes belicosasy bárbaras que tal vez provenían de la penínsu-ia salentina, exterminó, dispersó o sometió a la

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2112

pos, mucho más extensa, y que estaba unida(junto con las islas vecinas de Gozo, Comino yFilfla) con ltalia o con el continente africano.Si no hubiera sido así, los surcos no se perde-rían en el mar, ni quedarían cortados al bordede abruptos precipicios.

Lo mismo demuestran, por otra parte, losrelieves geológicos y los huesos de proboscí-deos, hipopótamos y ciervos hallados en esastierras. Es probable que hace más de cien milaños hubiese hombres en Malta; pero, ¿porqué no se ha encontrado en la isla un solo es-queleto humano de la época de las grandesconstrucciones?

A este propósito se albergaron algunas espe-ranzas en 1915, cuando el arqueólogo Themis-tokles Zammit comenzó a sacar alaluz las pri-meras ruinas de edificios ciclópeos. Pero ni en-tre las paredes ni debajo de los pavimentos seencontraron los restos de sus desconocidos in-qenieros.

<,Estos verdaderos prodigios de piedra. vis-tos desde lo alto

-escribe Ivar Lissner- pare-

cen el juguete roto de un grgante... La mole deal_qunas columnas y mesas de piedra de las rui-nas de l{agiar Kim nos deja estupefactos. Ha1'una columna, por ejernplo, que tiene más decinco metros de altura y una mesa de más desiete que tiene tres metros de anchura r' 6-5 cmde e:pesor. Cargar semejante peso en un \a-gón de mercancías sería imposible sin el auxi-lio de los medios técnicos más modernos.,

Y prosigue: «Es interesantísimo observar,timo los creadores de estas gigantescas obras,',\nocian ll navegación. De hech¿. la t,lituraneolítica de Malta debió de mantener relacio-nes con todo el mundo anti-guo. Lo demuestrael hallazgo de objetos de obsidiana. jade y ne-frita, piedras que no existen en Malta. Proba-blemente, también el marfil era importado; loselefantes habían desaparecido ya de la regiónmediterránea en aquella época.»

¿,Gigantes o herederos de gigantes? La parteinferior de una estatua femenina de estaturapoco corriente, encontrada en Tarxien, podríareforzar la suposición a la que dan lugar lasproporciones de todas las obras maltesas, peroias herramientas de piedra que se han encon-trado no la confirman. ¿Se tratará de utensiliosforjados en épocas posteriores, cuando la razade ingenieros ciclópeos había sido aniquilada ohabía recaído en un nivel más primitivo? Ade-más, no es fácil conciliar la grandiosidad de losmonumentos malteses con la absoluta falta deherramientas de metal en la isla.

En algunas construcciones hay bloques depiedra de tres metros y medio de lado con unzócalo, circundados por tres lados por el muro.En estos bloques hay cinco orificios, y un sextoque se encuentra en el ángulo derecho de unzócalo. Quizá esos agujeros puedan relacio-narse con las bolitas que se hallaron en gran-des cantidades a pocos metros de los bloques.Algunos arqueólogos han propuesto la teoríade que las pequeñas esferas eran lanzadas endirección a los orificios, en una especie de jue-go religioso destinado a proporcionar indica-ciones proféticas (juegos parecidos se realiza-

Arriba: una sugestiva visión delinterior del hipogeo de Hal

Saflieni, monumento que ha dadonombre a uno de los períodos dela cultura megalítica maltesa (fotoE. Bernardini).

Abajo: Ia vasta zona de lostemplos de Tarxien, que ocupamás de 6 000 m2 (foto E.

Bernardini).

Templos de Malta

ban en la América precolombina). Otros pien-san, en cambio, en un verdadero rito, e inclusoalgunos, sugestionados por las leyendas estela-resr creen que los antiguos malteses queríanimitar simbólicamente a los astros. fantasean-do sobre la posibilidad de llegar a ellos.

Repletos de fascinación y de misterio, testi-gos mudos de acontecimientos que sólo pode-mos imaginar, los templos prehistóricos deMalta representan la expresión más original ycreadora del megalitismo mediterráneo, sím-bolo de una refinada civilización que aparecióbruscamente y desapareció misteriosamenteen las brumas del tiempo, mil años después.

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Émilie Sagée no fue la únicamuchacha del siglo xtx que tuvouna doble, como muestran Iosarchivos de investigaciónpsíquica. Pero, ¿cuáles son laspruebas que confirman estosextraños aconteci m ientos?

ocHo MESES prspuÉs de que la joven profesorafrancesa Émilie Sagée empezara a trabajar enel pensionado de Neuwelcke, en Livonia (ac-tualmente territorio de la URSS), el númerode alumnas había disminuido de cuarenta ydos en 1845 a una docena. La doppelgringer odoble de Émilie era la culpable del imprevistogiro que habían tomado los acontecimientos, yante el inminente peligro de escándalo, los di-rectores del colegio no tuvieron otra elecciónque la de despedir g mademoiselle Sagée.

Aunque sus aptitudes profesionales y su

conducta,se hallaban por encima de todo re-proche, Emilie tuvo que marcharse. Mientrasella permaneciera en Neuwelcke -le dije-

ron- el futuro de la escuela peligraba. Es fácilimaginar la consternación de la joven profeso-ra, y Julie von Güldenstubbe -en cuya infor-mación se basa esta historia- recuerda queÉmilie exclamó: "Ay de mí! Ésta es la decimo-novena vez. ¿Qué voy a hacer?»

Haber sido despedido en diecinueve ocasio-nes, en una carrera profesional tan corta, pue-de parecer bastante imposible, pero Emilie ex-plicó a sus jóvenes amigas que había erÍlpeza-do a dar clases en 1829, cuando apenas teníadieciséis años. Cada vez la habian despedidomás o menos por el mismo motivo: dos EmiliesSagées eran demasiado para la escuela. Emiliese habría sentido mejor de haber sabido que,después de su marcha, las cosas habían idomejorando en Neuwelcke, y que al cabo deuno o dos trimestres la nobleza volvió a enviara sus hijas al colegio.

2TI4

En la parte superior: dos alumnasdel pensionado Neuwelcke, que

fueron testigos del

"desdoblamiento" demademoiselle Sagée en la

dramatización de la historia,

realizada por la aec en los años

setenta. La serie de que formabaparte este programa, presentadapor Colin Wilson (arriba), contaba

con una notable labor de

investigación previa, aunque

hechos como los del caso de

Émilie Sagée presentan enormes

dificultades (fotos Colin Godman).

Durante un tiempo Julie mantuvo el contac-to con Emilie Sagée. Aunque no la había vistodesde que ésta dejó la Escuela, se enteró deque Emilie se había ido a vivir con una cuñadaque tenía varios niños. La joven baronesa fuea visitarla y se encontró con que los pequeñosya lo sabían todo acerca de la joven francesa;le dijeron que tenían dos «tías Emilie».

Desgraciadamente, aquí acaba todo 1o quesabemos de la historia de Emilie Sagée. Julieperdió totalmente el contacto cuando su anti-gua profesora desapareció en el interior deRusia, durante la década de 1850.

¿,Qué conocemos realmenfe acerca de Emi-lie Sagée? Aparte de su infausto récord de des-pidos, sabemos que decía tener treinta y dos

años cuando llegó a Neuwelcke en 1845, y quedecía haber nacido en Dijon, Francia.

El escritor Camille Flammarion, en su libro[.a muerte y sus misterios, escribió acerca de

Emilie Sagée. Allí recuerda lo infructuosa quefue su búsqueda al principio, hacia 1895, en losregistros civiles, de una familia llamada Sagée;sin embargo, más tarde encontró la inscripcióndel nacimiento de una niña llamada OctavieSagée, una hija natural nacida el 3 de enero de1813.

Al igual que mademoiselle Sagée, Octaviehabría tenido treinta y dos años en 1845. Flam-marion se aventura a insinuar que Octavie yÉmilie eran la misma persona; el cambio denombre podría haber sido ocasionado por lavergüenza de la joven profesora, por su condi-ción de «ilegítima».

La alumna de Emilie, Julie von Güldenstub-be, se hallaba en Neuwelcke durante la corta

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estancia de mademoiselle Sagée, pero contabasólo trece años de edad, y pudo haber confun-dido el nombre de su profesora. Flammarionconoció a Julie y a su hermano, el barón deGüldenstubbe, hacia 1860. Eran más o menosde la misma edad, y el escritor los describe co-mo personas sinceras, de inclinaciones algomísticas, pero de la más absoluta integridad.El hermano de Julie había publicado un libroen París en 1857 titulado Laréalité des spirits etle phénoméne de leur écriture d-irecte (La reali-dqd de los espíritus y el fenómeno de su esuitu-ra directa).

Camille Flammarion había nacido en 1842, ycuando conoció a Julie era un distinguido as-trónomo del Observatorio de París. Pese a sercientífico, se sentía intrigado por los fenóme-nos paranormales, y le interesó la historia quele narró Julie.

El primer informe sobre este caso fue escritopor Robert Dale Owen, de orígenes muy dis-tintos a los de Flammarion. Dale Owen nacióen Glasgow en 1801, hijo del famoso reforma-dor social Robert Owen, que fundó comunida-des experimentales a ambos lados del Atlánti-

Abajo: Dijon (Francia), lugar en elque mademoiselle Sagée decíahaber nacido en el año 1813. Las

investigaciones no han podidoproporc¡onar ningún detalleacerca de su nacimiento, aunqueen los registros de nacimientos deestas fechas figura una tal

"Octavie Sagée" inscrita comohija ilegítima. ¿Podían ser Octaviey Émilie Ia misma persona? (Foto

Colin Godman.)

Emilie Sagée

Julie, y compartía con ella su interés por el es-piritismo. Se convirtió en el más importante delos parapsicólogos rusos del siglo pasado, y ensu libro Animismo y espiritismo, publica.do enLeipzig en 1890, narra la historia de EmilieSagée.

Como en otras ocasiones. Julie von Gül-denstubbe fue reconocida como la fuente prin-cipal de información, pero Aksakov añadió al-gunas observaciones propias acerca de la per-sonalidad de Emilie. Señaló que, pese a gozarde buena salud, Émilie era de-natural nerviosoy excitable. En sí misma, esta observación nocontrasta necesariamente con la descripciónque las alumnas hacen de ella como «tranquilay agradable", pero puede indicar que la maes-tra se hallaba bajo una tensión nerviosa másintensa de lo que Julie y sus compañerasimaginaban.

Un sitio difícil de encontrarLa escuela de Neuwelcke resulta más difícil delocalizar que la misma Émilie. Todos los rela-tos sitúan Neuwelcke a 58 km de Riga y a unos6 km de Wolmar; pero Wolmar (o Valmiera,como se llama en la actualidad) se encuentra a120 km de Riga. En sí mismo, el error puedeser insignificante, pero suscita la pregunta de siNeuwelcke existió en realidad. Desgraciada-mente, la Embajada de Letonia se ha mostra-do incapaz de identificar el lugar. Cerca deValmiera hay una granja (que no ha sido nun-ca una escuela) llamada «Jaunvelki».pero esoes 1o más cercano a Neuwelcke que se ha podi-do encontrar; una conexión no muy convin-cente.

De cualquier forma, la pérdida de la cone-xión de Neuwelcke no tiene que desanimar-nos. La propia Livonia ha sufrido graves cam-bios de identidad a través de los tiempos. Esta

co. En determinado momento, el socialismoutópico de Robert Owen derivó hacia un espi-ritismo que había influido a Dale. Tras reunir-se con su padre en Indiana (Estados Unidos),Robert Dale se dedicó a la política, entró en elCongreso, apoyó la emancipación y se convir-tió en uno de los principales defensores del es-piritismo en América. En 1859 terminó su li-bro Footfalls on the boundary of another world(Pasos en la frontera de otros mundos); en é1

incluía el relato de su encuentro con Julie ydaba su versión de los acontecimientos prota-gonizados por Émilie Sagée.

La tercera fuente de información acerca deÉmilie Sagée es el escritor ruso Alexandr Ak-sakov. Procedía de una importante familia deescritores y llegó a ser un distinguido fisiólogode la Universidad de San Petersburgo (actual-mente Leningrado). Tenía la misma edad que

A la derecha: Riga, actual capitalde Letonia. El caso Sagée sitúa la

escuela a unos 58 km de estaciudad; pero no hay constancia deque existiera allí ningúnpensionado llamado

"Neuwelcke" (foto John MasseyStewart).

2115

!

Emtlte Sagee

pequeña región se la han disputado durantelargo tiempo Polonia, Suecia y Rusia. Hacia1800 Rusia someti,'r a Livonia, pero el país se-guía siendo controlado por las ricas familiasalemanas que poseían en él grandes fincas. To-da la extensión ocupada por las llanuras de tur-bas,lagos y bosques se convirtió en la Repúbli-ca de Letonia en 1918, limitada por Estonia,Lituania, Rusia y el mar Báltico. Desde 1940,Letonia forma parte de la URSS.

¿Cómo encaja el caso de Emilie Sagée en laciencia contemporánea?

¿Es posible separar las anécdotas tradicio-nales de la proyección astral o las experienciasexteriores al cuerpo? Este tipo de casos impli-can un *esfuerzo de proyección» del sujeto obien alguna clase de percepción incorpórea.En el caso de Emilie no existe evidencia algu-na de que ella proyectara su doble por propia

voluntad o de que registrara cualquier sensa-ción mientras estaba «en» su doble.

A lo largo de cien años, al caso de ÉmilieSagée se le han atribuido las etiquetas de ilu-sión, alucinación, histeria colectiva y otras si-miiares. Pero no queda claro que todas lasalumnas sufrieran algún tipo de desequilibrionervioso que las pudiera haber impulsado a laalucinación. «llusiones» y «alucinaciones>> se

han considerado generalmente como resultadode la errónea interpretación nerviosa de unosdatos extraños a nuestros sentidos. En otraspalabras, 1o que nosotros vemos es simplemen-te la interpretación subjetiva de la informaciónenviada por nuestros ojos al cerebro, basadaprincipalmente en nuestras expectativas y

nuestra experiencia personal.Las ilusiones ópticas a menudo son el resul-

tado de la tentativa de darles sentido a unos

Dos por dos En el libro Fantasmas de lo vivo (1886),escrito por los fundadores de la Societyfor Psychical Research Gurney, Myers yPodmore, aparecen varias historias deotras «Emilies».

Al igual que mademoiselle Sagée, LucyEden podía estar en dos sitios a la vez. Enotoño de 1845, un grupo de jóvenes se ha-llaba reunido en Cherington, una mansiónpróxima a Shipston-on-Stour (Warwicks-hire, Inglaterra). Aunque Lucy y sus pri-mos tenían diecisiete años, estaban jugan-do al escondite. Lucy era fácilmente visi-ble con su vestido marrón y blanco cuan-do se escondía bajo un árbol del parque.Sus primos la perseguían y Lucy corrió ha-cia los establos, donde desapareció ante elasombro de los demás. Pero Lucy protes-taba diciendo que se había escondido enel lavadero con otro primo, el cual confir-mó su relato.

En la primavera de 1847 el hecho ocu-rría de nuevo, en la rectoría de su padreen Leigh (Essex). Lucy tenía el rostro lle-no de vendajes a causa'de unas heridas,

pero estaba levantada. IJna mañana la ni-ñera, Caroline, se cruzó con Lucy en elcamino entre la sala y la biblioteca. Pocodespués, la criada de los Eden preguntó aCaroline dónde estaba L.rcy; en la biblio-teca no había nadie. Encontraron a Lucyen su habitación, donde ella decía haberpermanegido toda la mañana. Caroline senegaba a admitir que se había equivoca-do, ya que le habían llamado la atenciónlos vendajes del rostro de Lucy.

Lucy, como Emilie Sagée, nunca pudover a su doble, pero Sarah Jane l-Iall sí vioa su doble en su casa en Sibberton (Cam-bridgeshire) en 1863. Una noche, durante1a cena, la doble de Sarah fue vista al ladode la alacena. Cuatro personas contem-plaron la figura: Sarah, su marido, unaprima y el marido de ésta. Todos ellos vie-ron al doble de Sarah con precisión; sumarido afirmó que era ella. Pero la figuraque había aparecido tan real se desvane-ció. ¿Convenció el señor Hall a los demásde la identidad de la aparición? Si no,¿qué fue lo que vieron?

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21 16

datos incompletos; de hecho, un pequeño estí-mulo sensorial se convierte a menudo, graciasa nuestro cerebro siempre racional, en algo di-ferente; puede reducirse al máximo, ajustán-dose siempre al modelo que sigue nuestro sub-consciente (hecho que es explotado por los ilu-sionistas y por el teatro en general). Uno pue-de imaginarse una vieja mansión, escasamenteiluminada con velas vacilantes, donde las som-bras y los reflejos crean convincentes ilusionesde siniestros rostros: una realidad aparentecreada por una insuficiente información.

Por encima de la visión realEl cerebro pide lógica; necesita «racionalizar»los datos que se le ofrecen. Las ilusiones ópti-cas, como las producidas por la luz de las ve-las, los reflejos del sol a través de los árboles,un reflejo blanco que imaginamos como un do-

Abajo: ¿ver es creer? Durante lastenibles sequías aparecen en

lontananza espejismos de aguaen las abrasadas llanuras deSambura, en Kenya (foto BruceColeman/Jane Burton),

Émilie Sagée

ble que agita un pañuelo, pueden explicar al-gunas visiones «extrañas». Pero ni las ilusionesópticas ni las racionalizaciones mentales expli-can por qué cuarenta y dos alumnas de Neu-welcke se mostraron de acuerdo en afirmarque habían dos mademoiselles Sagée.

Sin embargo, existe un efecto observado porlos modernos psicólogos que puede aportar al-guna luz en el caso Sagée. Este efecto se basaen la observación de que, cuando un individuoexpresa sus convicciones en una discusión degrupo, a menudo acaba adoptando actitudesmucho más extremas que al inicio de ésta. Lospsicólogos sostienen que es el resultado in-consciente de la controversia o discusión delgrupo y que las opiniones polarizadas tiendena hacerse permanentes. Este efecto puede ac-tuar en toda clase de grupos; el colegio deNeuwelcke

-aislado, encerrado por decirlo

de alguna manera en un aristocrático inverna-dero- podría constituir un escenario ideal pa-ra la propagación de este fenómeno.

'Pero,,fsirve esta teoría para aclarar la histo-ria de Emilie Sagée? Las pruebas a su favorson tentadoras: descubrimos que los aconteci-mientos empezaron en forma de leves rumoresque circulaban calladamente, pero que dieronlugar a una verdadera obsesión, a una especiede locura entre las alumnas. Al cabo de uncierto tiempo, los hechos empezaron a ser con-siderados como algo auténtico y cada vez másextraño, y paralelamente el número de testigosconvencidos también creció.

Esto es precisamente lo que se puede espe-rar cuando se produce el efecto anteriormentedescrito: no existe un acontecimiento inicialsúbito y sorprendente. sino una lenta y progre-siva acumulación de chismes. En el colegio,eran las discusiones de grupo las que parecíanreforzar dramáticamente su creencia en el do-ble de Émilie: por esto su testimonio resultamenos convincente que si se hubieran mostra-do en desacuerdo. La perfecta unanimidad en-tre los testigos es un hecho virtualmente impo-sible: hasta los acontecimientos más sorpren-dentes producen descripciones con un amplioabanico de variaciones. incluso en los testimo-nios policiales. La unanimidad total suele serresultado de algún acuerdo preconvenido

-una mentira o un perjurio deliberade o de

alguna discusión o irracionalización más ino-cente, pero igualmente falsa.

Este es, pues, el punto de vista de los psicó-logos sobre las pequeñas evidencias a las quenos aferramos. La verdad de lo ocurrido en Li-vonia en,1845, nunca la sabremos. ¿Fue el do-ble de Emilie simplemente el producto delchismorreo, reforzado por la histeria de la dis-cusión de grupo y evocado más tarde por lasinclinaciones místicas de Julie von Güldens-tubbe? Parece indudable que las muchachascreían sinceramente que mademoiselle Sagéeestaba obsesionada con su «experiencia». Enel pensionado de Neuwelcke, el antiguo pro-verbio «ver es creer» invertía su significado;durante unos extraños meses, entre 1845 y1846, .creer» se convirtió, para 42 jóvenesalumnas, en algo mejor que «ver».

A la izquierda: una pinturaalegórica de G. A. Rochebrosse,realizada en el siglo pasado,

ilustraba los efectos de lacredulidad humana. El simplerumor de un ser paranormal

divisado en el firmamentoprovoca una histeria generalizada(foto Jean-Loup Charmet).

2717

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&m rrxas§m de§ unicCImañcEl unicornio, hermoso caballoblanco dotado de un único ymagnífico cuerno, es uno de losanimales más evocadores quehan existido... en la imaginaciónhumana. ¿Qué significadosesotéricos encierra estefascinante mito de resonanciasclaramente ocultistas?

BN 1963, BERTRAND D'ASToRG, en Le Mythe dela dame d la licorne, relata así su visión depoeta:

Era un unicornio blanco, del mismo tama-ño que mi caballo, pero de paso más largoy más ligero. Su crin sedosa revoloteabasobre su frente; el movimiento hacía quebrillantes estremecimientos recorriesen supelaje y que su espesa cola flotase. De to-do su cuerpo emanaba una luz cenicienta,y de sus cascos saltaban chispas de vez encuando. Galopaba como para mantenererguido el terribie cuerno en el que se en-roscaban, en giros regulares, nervadurasnacaradas.

Ciertamente, no dscasean las descripciones delunicornio. Plinio e1 Viejo en st Historia natu-ral, Paracelso, Ambroise Paré y Agrippad'Aubigné, entre otros grandes autores, des-cribieron este animal. Se trata de una especiede caballo de pelo blanco. Pero su principalcaracterística, que permite reconocerlo entretodos los otros animales de la creación, es suúnico y largo cuerno puntiagudo y retorcido enmedio de la frente, del que procede su nom-bre. El término francés licorne, (antiguamentelincorne), el catalán alicorn y el italiano liocor-¡?o son alteraciones de la palabra latina unicor-nls, que se empleaba a\avez como adjetivo ycomo sustantivo para designar al animal. Elcastellano, más fiel al original, resulta así mu-cho más explícito.

Pero lo más extraño del caso es que este ani-mal, tantas veces descrito y que aparece en nu-merosos grabados hasta el siglo xvn, no haexistido jamás. Por lo tanto, y a pesar de losnumerosos testimonios, nadie ha podido verlo.Sin embargo, su cuerno, al que se atribuíanpropiedades maravillosas, fue considerado du-rante mucho tiempo como la prueba funda-mental de su existencia. Y el hecho es que elcuerno del unicornio se vendía a precios muyelevados: era ofrecido a los reyes y a los prínci-pes, quienes apreciaban este obsequio más quecualquier otro, aunque se tratase de oro y pie-dras preciosas. El cuerno que puede contem-plarse actualmente en el Museo de Cluny, enParís, perteneció a Carlomagno, que sin dudalo recibió de Harun al-Raschid como pruebaindiscutible de su alianza v de su amistad. Al

2718

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dichoso poseedor se Ie aseguraba, además, eltriunfo en todas sus empresas. Le reportaba Iafelicidad y la prosperidad, y su polvo, ingeridocon el vino, proporcionaba vigor a los aman-tes. Casi se identificó este brebaje con el elixirde la longevidad. Parece inútil añadir que elanimal del que procedía el cuerno figuraba amenudo en los escudos de armas. Hasta el si-glo xvrrr no empezó a sospecharse su origen le-gendario, cuando se descubrió que el famosocuerno era simplemente un diente de narval,llamado precisamente «unicornio de mar». Enel siglo siguiente, Cuvier, en st Historia notu-ral de los cetáceos, describió este enorme ma-mífero de la familia de los odontocetos que ha-bita en el Ártico. Precisó que sólo el narvalmacho está provisto de una defensa horizon-tal, debida al considerable desarrollo de su ca-nino izquierdo. Durante casi dos milenios,pescadores y comerciantes habían especuladocon la ignorancia de su clientela de poten-tados.

Según la leyenda, que menciona BertrandD'Astorg. resulta imposible montar al unicor-nio, bien porque éste es demasiado temeroso,o porque es excesivamente feroz. Ningún hom-bre puede acercarse a esta bestia fabulosa quereina en solitario en los bosques, ¿Nace?¿Muere? No lo parece. Este animai posee laeterna juventud. No se deja matar por los ca-zadores, ni cae en las trampas que éstos le tien-den. La única excepción, las únicas personas aquienes se acerca, son las muchachas jóvenes,

con la única condición de que sean virtuosas.En ese caso, el unicornio posa su cabeza sobrelas rodillas de la joven y se duerme confiada-men1e.

Cabe insistir en que este hecho no es simple-mente anecdótico, puesto que plantea un pro-blema: el de la propia nattraleza del mito delunicornio. El simbolismo del cuerno puede pa-recer evidente. Tradicionalmente. e incluso sise desarrolla la interpretación desde el puntode vista del psicoanálisis, el cuerno evoca laidea de poder, de virilidad, de agresividad en

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El unicornio

En Ia página anterior: La dama delUnicornio, una de las másfamosas series de tapicesf ranceses, actualmente albergadaen el Museo de Cluny, en Pars(foto Bulloz/IGDA).

A la izquierda: Dama conunicornio, grabado f lorentino delsiglo xv (foto Biblioteca de ArtesDecorativas-París/J.-L. Charmet).

Abajo a la izquierda: La dama y elunicornio (pintura delDomenichino, del siglo xvrr). Un

cuerno que proporcionaba

felicidad (foto Scala/IGDA).

Abajo: un joven transformado enciervo por Diana. El recuerdo delculto a los antiguos dioses con

cuernos pervivió en el mito delunicornio (foto A. DeGregorio/IGDA).

la lucha y de fecundidad, como 1o prueba elsímbolo del <<cuerno de la abundancia». Pero,por otra parte, numerosos indicios hacen pen-sar que el unicornio no sólo es un ser femeni-no, sino que además no sabe nada del amorcarnal. El pelaje blanco del mítico animal con-nota la castidad

-como mínimo dentro de la

tradición occidental y cristiana- y la espiritua-lidad etérea de los sentimientos amorosos, loque confirma el hecho de que el unicornio notolere a su lado más que a una virgen. Ade-más, si posa su cabeza de esta manera sobre lasrodillas de la muchacha, es un signo de fideli-dad, y para mostrar que considera la inocenciacomo la más alta virtud. El psicólogo André

1

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2t19

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Elunicornio

Virel señala con razón que este cuerno únicoes comparable a un pene frontal que, justa-mente porque es frontal, constituye en reali-dad un falo psíquico, instrumento de la pene-tración y de la fecundación espirituales. De es-

ta manera. el cuerno del unicornio haría de és-

te un animal psicopompo, entrando en el te-rreno de Ia pura mística. El pueblo cristiano dela Edad Media no estaba lejos de una interpre-tación de este tipo, ya que veía en el cuernofrontal la espada simbólica con la que Dios pe-netra a sus criaturas.

A menudo se identificaba a la muchacha conla Virgen María, y al unicornio con el EspírituSanto «fecundándola» en la Anunciación.Aquí la sexualidad se eleva, verdaderamente,a tal nivel de sublimación que casi se puedehablar, como hace san Juan evangelista, de en-carnación del Verbo de Dios.

Un símbolo hérméticoCabe señalar que En este caso el mito del uni-cornio aparece como soporte de un símbolohistóricamente localizado, muy próximo al sis-tema ideológico del amor cortés. En Provenza,a partír del siglo xrr, la mujer se convierte, en-tre la alta aristocracia, en objeto de un auténti-co culto, de lo cual sacó provecho: la mujerpodía considerarse ya como un ser humano, loque anteriormente se le había impedido enparte. Obtuvo la preeminencia de su nueva po-sición gracias al rechazo de su propio cuerpo, a

la no consumación del acto sexual, bajo el pre-texto de que el amor carnal alteraría el senti-miento amorosó y 1o conduciría a un inevitabledecaimiento. Fue en ese momento cuando laleyenda del unicornio conoció su mayor éxitofuera de los círculos herméticos. Al mismotiempo, en la iconografía aparecen dos unicor-nios enfrentándose en un combate posible-mente mortal. En este caso, es posible desci-frar en esta imagen la contradicción esencialde este mito, que es la misma de la pareja del<<amor cortés>>: igual que el unicornio, ésta es

objeto de dos aspiraciones antagónicas, de dospostulados falsos. Mientras que la renuncia a

la plenitud amorosa conlleva la creación deunos lazos indisolubles (en tanto que ideales)entre los miembros de la pareja, el instinto nose resigna a ser barrido de esta manera, y el serhumano puede dividirse horizontalmente: án-gel en su parte superior, y bestia en la inferior.El unicornio es el emblema de esta incompati-bilidad, ya que su cuerno, entre otras virtudes,tenía el poder de separar las aguas puras de lascontaminadas, lo que significa marcar una cla-ra línea divisoria entre 1o material y 1o espiri-tual.

Todo viene a probar que el mito del unicor-nio posee un evidente significado esotéricoque sobrepasa ampliamente las simples conje-turas. Entre las obras de arte inspiradas direc-tamente en la alquimia, cabe destacar los seistapices de La dama del unicornio conservadosen el museo de Cluny de París, que datan delsiglo xvt. Serge Hutin, en su ensayo La alqui-mia, mosfró perfectamente cómo debía inter-pretarse este prestigioso conjunto. Los cinco

2t20

primeros tapices proponen, de una manera to-talmente alegórica, una ilustración de los co-nocimientos que proceden de nuestros cincosentidos. Resaltan, en suma, la capacidad queposeemos

-gracias a nuestra vista. nuestro oí-

do, etc.-, de percibir objetivamente el mun-do que nos rodea. El sexto tapiz, síntesis y su-peración, nos enseña que esta percepción es

ciertamente necesaria, pero que no es suficien-te, e incluso que resulta pobre, insignificante,carente del conocimiento al que nos permiteacceder el saber especulativo y abstracto. Losseis tapices forman un conjunto didáctico re-servado a los iniciados, y su simbología está deacuerdo con las enseñanzas de la Tradición. Ellugar en el que se desarrolla la acción es unjardín que evoca una doble noción: por unaparte, es el lugar de las apariencias, de las ilu-siones; por otra, es la vía que, en cinco etapas,conduce al iniciado (el Adepto, el Filósofo) a

la Iluminación, simbolizada por el entoldadoceremonial que aparece, en segundo plano, enel último de los tapices.

El unicornio es, además, el símbolo alquími-co por excelencia. En su obra Deux logis alchi-miques, el famoso alquimista del siglo xx Eu-géne Canseliet crea una etimología de licorne(unicornio, en francés) que los lingüistas y le-

Ab{o: La joven del un¡corn¡o

(pintura de Rafael Sanzio). El mito

del unicornio está íntimamentevinculadc. a la "invención" del

amor cori.és (foto G. Dagli

OrtillGDA).

L

A la derecha: La V¡rgen y el n¡ño

Jesús, de Baldung Grien. Para los

cristianos, el unicornio se

identifica con el Espíritu Santo,representado en este cuadro por

una paloma (foto Giraudon).

Abajo a la derecha: "la captura

del unicornio" (manuscrito del

siglo xtt). Un significado esotéricopara los iniciados (foto ArchivorGDA).

xicólogos estiman absolutamente fantasiosa:afirma qre licorne procede de1 griego lyké (au-rora) y ornis (pájaro). Esta etimología es real-mente improbable, si nos atenemos a las leyesque rigen la fonética histórica. Pero lo impor-tante, en este caso, no es la exactitud científicay positiva de una etimología, sino su significa-do oculto. Si entendemos bien a Canseliet. elunicornio es, pues, ,<laLuz nacida de Mercurio

El unicornio

o del Mercurior, y «el Alba de Oro", Luz yAlba opuestas al ciervo, que a menudo apare-ce acompañando al animal fabuloso. (El ciervorepresenta tanto el sentido común como la ma-teria inerte, no susceptible de transmutación.)A esto se añade, en sobreimpresión, la idea deque el unicornio se identifica con el azufre.principio masculino y activo. En consecuencia.el mítico animal reúne. como en las "bodasquímicas" cantadas por el caballero ChristianRosenkreutz, los dos principios fundamentalesde la alquimia, la cual

-recordémoslo con las

palabras de Canseliet- «se basa en el amordivino por el que el Cielo se unió a la Tierraen el casto incesto del azufre y del mercurio».

De esta manera, lo que el amor cortés habíaseparado (hasta la neurosis, dirían algunos desus modernos detractores) se vuelve a unir enla especulación hermética. Para los alquimis-tas, el unicornio ya no es un ser separado de sí

mismo, dividido en dos; es un ser bisexuado,hermafrodita, que responde a la definicióndel andrógino (etimológicamente, «hombre-mujer") original. No sólo las dos mitades (ma-cho y hembra) del ser no forman más que uno,sino que la maniquea dualidad del «ángel» y la«bestia» se desvanece, porque el espíritu y lamateria participan del mismo proyecto. El uni-cornio es la figuración de una humanidad adá-mica, anterior al pecado original. Sin embar-go, el mito del unicornio, lejos de ser la ima-gen de un tiempo caduco, mira resueltamentehacia el futuro. Su función es reconciliar a lahumanidad con ella misma.

2121

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A la derecha: el gimnoto o anguilaeléctrica constituye un ejemplo deanimal capaz de almacenar y

util¡zar la electricidad. Puedeproducir descargas de hasta 800voltios (foto Bruce Coleman/HansReinhard).

En la página sigu¡ente, fotocentral: Brian Williams, de Cardiff,fue noticia en 1952 como serhumano t¿ n cargado deelectricidad que podía encenderuna bombilia sólo con frotarla conla mano (foto Syndicationlnternational).

ments, conocido por sus amigos como «FlashGordon». Clements llevaba tal carga eléctrica,que había de descargar su voltaje en un mue-ble metálico antes de tocar a otra persona. Lasemana anterior, el Sunday Express del 19 demarzo de 1967 había comentado la desdichadaexistencia de la señora Grace Charlesworth,atormentada por descargas eléctricas en supropia casa durante dos años, después de ha-ber vivido allí sin el menor problema durantecuarenta. Ella decía: ,.A veces me han hechogirar sobre mí misma, y por la noche mi cabezaha empezado a agitarse como si yo estuvieratrabajando con una perforadora neumática.Un día, las chispas corrían a lo largo de las pa-redesr. Curiosamente, era la señora Charles-worth la única afectada, ya que su marido sólopercibió alguna que otra vez una especie dezumbido.

Numerosos casos de personas electrizadashan sido observados e incluso registrados pormédicos, lo que no tiene nada de sorprenden-te. En enero de 1869, el médico que trajo almundo un bebé en St. Urbain. Francia, dijoque el pequeño estaba cargado como «una bo-tella de Leiden» (un tipo de condensador elec-trostático). El bebé pasaba descargas a cuan-tos le tocaban, y de sus dedos emanaban rayosluminosos. Este bebé con tan peculiares pro-piedades tuvo una vida efímera, ya que muriópoco después de cumplir los nueve meses.Douglas Hunt registra dos casos similares,

Las baterías vivientesHay personas que pueden produc¡r una descarga altocara otra, interrumpir elfuncionam¡ento de aparatosetéctricos, o atraer obietos hacia sus cuerpos. ¿En quécons¡ste elfenómeno de l¿5 «personas eléctricas»?

¡N L938, ANToINE TIMMER fue a Nueva York Arriba:JosephDunninger,el

con grandes esperanzas de ganar un premio de prestidigitador norteamericano

10 000 dólares. Ese era el premio que ofrecía que presidió el Universal Council

el Universal Council for Psychic Research, di- for Psychic Research. Cuando

rigido por el famoso prestidigitador Joseph estaentidadofreció,en 1938,un

Dunninger, por la demostración de un fenó- premioparalademostraciónde

meno psíquico no reproducible mediante tru- un fenómeno psÍquico "nocos. La señora Timmer, cuyas singulares dotes reproducible mediante trucos", no

no comprendía ni ella misma, demostró cómo supo reconocer que el fenómeno

se adherían cucharas y otros objetos pequeños de las "manos magnéticas" era

a sus manos, y sólo podían ser arrancados de digno de investigación (foto Mary

ellas mediante un tirón vigoroso. No se le con- Evans P. L.).

cedió el premio, porque Dunninger afirmó queél podía hacer 1o mismo que ella con un hiloconductor escondido; sin embargo, a AntoineTimmer no se le conocieron trucos.

Las personas con capacidades magnéticas oeléctricas inusuales no son tan raras. Estos,<imanes humanos>> o «bujías humanas» pue-den atraer objetos hacia sus cuerpos, creartrastornos en máquinas eléctricas y dar descar-gas a otras personas con sólo tocarlas. Perocualquiera que sea su especialidad, las <<perso-

nas electrizadas» son aún noticia en el siglo xx'Por ejemplo, el Daily Mirror del 23 de mar-

zo de t967 narraba la historia de Brian Cle-

2122

\

aunque no fatales, en la revista Prediction(enero de 1953). En el primer caso, un médicorecibió una fuerte descarga cuando estaba ayu-dando en un parto. La «electrificación» del be-bé duró 24 horas, y durante este tiempo fueutilizado para cargar una botella de Leiden, yde él salieron chispas. El segundo bebé emitíauna «débil luz blanquecina» y causó «vibracio-nes» en pequeños objetos metálicos que leacercaron a sus manos y pies.

Otros casos del siglo xlx son todavía más es-pectaculares. Vincent Gaddis menciona tresen su libro Mysterious fires and lights (Fuegos yluces misteriosas, 1967). El primero ocurrió en1889 y afectó a Frank McKinstry, de Joplin(Missouri), un hombre con reputación dezahori. Su problema era de una índole pecu-liar, ya que su carga eléctrica era tan intensa a

primera hora de la mañana que se veía obliga-do a mantenerse en continuo movimiento. Sise paraba aunque fuese por un segundo, que-daba pegado al suelo y tenía que esperar a queun transeúnte de buena voluntad quisiera libe-rar una de sus piernas. Se producía entoncesun breve y débil chispazo y se rompía el «he-chizo»... hasta la próxima inmovilización.

El segundo caso citado por Gaddis se refierea Caroline Clare, de diecisiete años, oriundade London, en el estado canadiense de Onta-rio, que er 1877 padeció un extraño debilita-miento imposible de diagnosticar. Su peso des-cendió vertiginosamente hasta los 40 kilos, ysufría espasmos y trances. Estos desaparecie-ron al cabo de un año y medio, y fue entoncescuando comenzaron los fenómenos eléctricos.Objetos metálicos saltaban hacia su manocuando ella la adelantaba hacia ellos, y si aga-

A la derecha: la botella de Leiden

es un aparato empleado para

almacenar electricidad. Produce

una chispa cuando la chapametálica de su interior y la delexterior son conectadas mediante

un hilo conductor. Varios médicoshan comunicado haber iraído al

mundo recién nacidos tan

"electrizados" como una botellade Leiden. A uno de ellos incluso

se le utilizó para cargar una de

estas "botellas" durante el

tiempo en que permaneció

electrizado (foto Ann Ronan P.L.).

Gente eléctrica

rraba uno durante un rato. se le adhería con talfuerza que para separarlo había que tirar de é1.

Pasaba descargas eléctricas a quienes tocaba, yen el curso de un experimento transmitió ladescarga a través de 20 personas cogidas de lasmanos. Los fenómenos eléctricos duraron va-rios meses y, una vez desaparecidos, nuncamás se dejaron notar.

En tercer lugar, Gaddis menciona al jovende dieciséis años Louis Hamburger, que en1890 estudiaba en Maryland (Estados Uni-dos). Cuando tenía secas las puntas de los de-dos, podía «coger» objetos pesados simple-mente tocándolos. Su demostráción favoritaera la de colocar los dedos junto a un recipien-te lleno de limaduras de hierro, y hacer ascen-der las limaduras por el interior moviendo losdedos junto a la superficie exterior.

Tanto los seres humanos como los animalesposeen un sistema nervioso que genera electri-cidad, y algunos animales pueden almacenarlay utilizar su potencial. Por ejemplo, las angui-

2t23

Gente eléctrica

Ambientes muy cargadosEn muchos aspectos, la electricidad se

comporta como fluido, y es descrita en ta-les términos. Por ejemplo, hablamos deuna corriente eléctrica, la cual no es sinow chorro de electrones portadores decargas eléctricas negativas y que son cons-tituyentes de los átomos. El fluio de la co-rriente es medido en amperios. La «pre-sión" que mueve la corriente es potencialeléctrico, medido en voltios y a menudollamado simplemente voltaje. La cantidadde carga eléctrica se mide en culombios;un culombio es la carga que fluye cuandopasa un amperio por segundo.

Cuando la electricidad se acumula en elcuerpo humano como resultado de unafricción -por ejemplo, el roce de una ca-misa de nylo¡ con la tapicería de un co-che- puede adquirir un potencial de mi-les de voltios. Pero la cantidad de carga esínfima,'de modo que poco daño puedé ha-cer al descargarse. Esto puede comparar-se con el chorro que lanza una pistola deagua, que sale despedido a elevada pre-sión, pero en cantidad tan pequeña queno puede dañar a nadie. Las descargas pe-ligrosas, como las de las tomas de corrien-

te, son causadas por fuertes corrientesque fluyen a elevado voltaje durante unperíodo relativamente largo.

Generalmente nos pasa inadvertida lanaturaleza eléctrica de la materia, porquelas cargas negativas y positivas existen encantidades iguales a nuestro alrededor ysus efectos se anulan. Sólo cuando se se-paran cabe ver sus efectos.

Entre tales efectos figuran algunos delos fenómenos que presentan las «perso-nas electrizadas». Al frotar un peine deplástico contra la manga, se carga de elec-trones, que tienen carga eléctrica negativay pueden desplazarse desde la tela. El pei-ne puede atraer entonces un trozo peque-ño de papel. Esto se debe a que los elec-trones negativos del peine repelen loselectrones negativos del papel, obede-ciendo a la ley fundamental de la electrici-dad, según la cual «los iguales se repelen,los desiguales se atraen». Los electronesnegativos del papel se evaden y dejan lasuperficie del papel más cercana al peinecon un excedente de carga positiva: en-tonces, el papel «positivo" es atraído porel peine «negativo».

Angélique Cottin (en la parte

inferior) fue una de las

"muchachas eléctricas" másfamosas del siglo xrx. Sin

embargo. sus poderes parecieron

desvanecerse cuando fueinvestigada por un comité hostilencabezado por el físico FrangoisArago (abajo) [fotos Mary EvansP. 1., Ann Ronan P. L.l.

las eléctricas o gimnotos poseen en la cola unórgano que prpduce una corriente eléctrica.Esta corriente pasa de la cola a la parte delan-tera y permite alpez lanzar una descarga hastade 800 voltios, según sean el tamaño y la edaddel animal. L,a descarga más intensa es la quese produce cuando la cabeza y la cola del peztocan partes bien separadas del cuerpo de lavíctima. El cuerpo humano puede acumularunos 10 000 voltios cuando una persona cami-na sobre una gruesa alfombra, pero, a diferen-cia de la descarga de un gimnoto, toda sacudi-da en estas condiciones resulta inofensiva. Es-to se debe a que el cuerpo sólo puede crearuna pequeña carga eléctrica, 1o que significaque, a su vez, toda descarga que origine estecuerpo será pequeña. En cambio, parece serque las «personas. electrizadas» pueden utili-zar, aunque no quieran, su potencial eléctrico.En apariencia, su estado fisiológico tiene quever con ello, del mismo modo que la edad osalud de la anguila eléctrica influyen en su po-tencial eléctrico.

Por ejemplo, la enfermedad puede desem-peñar cierto papel, no en sí misma, pero sí ensus alteraciones del metabolismo y de otrasfunciones fisiológicas. En \920 el doctor JuliusRansom, médico de una prisión estatal deNueva York, presentó un informe desconcer-tante tras estudiar los casos de 34 presos vícti-mas de botulismo (envenenamiento por inges-tión de conservas en mal estado). Durante suconvalescencia, uno de ellos arrugó un trozode papel y trató de arrojarlo, pero el papelpermaneció adherido a su mano. La subsi-

)1)^

guiente investigación demostró que el hombrellevaba una alta carga estática, y que 1o mismoles ocurría a todos los demás pacientes. Podíandesviar la aguja de una brújula y hacer oscilaruna cinta metálica suspendida sólo con acercary alejar las manos de ella. Estos fenómenos ce-saron cuando los presos recobraron la salud.

Hay también pruebas de que las condicionesatmosféricas y geomagnéticas pueden desem-peñar un papel en el extraño fenómeno de laspersonas electrizadas. Veamos el caso de una«dama de alta alcurnia». citado en el AmericanJournal of Science (1838) por el médico deella. el doctor Willard Hosford. Ella teníatreinla años y era de temperamento nervioso yhábitos sedentarios; estaba casada con unhombre encumbrado de Oxford (New Hamp-shire). Durante dos años había padecido unreumatismo agudo, así como una dolencia des-conocida a la que se llamaba «neuralgia no 1o-

calizada». Los fenómenos eléctricos comenza-ron el 25 de enero de 1837 por la tarde; ellaexperimentaba una sensación extraña; casual-mente, pasó la mano ante la cara de su herma-no y, al hacerlo, brotaron fuertes chispas desus dedos, con gran asombro de ambos. E,stan-do ella de pie sobre una gruesa alfombra, po-dían verse las chispas y oírse los chispazos alsaltar hacia objetos cercanos a sus manos; erandescargas muy visibles. Las condiciones favo-rables para que se produjera el fenómeno eranlas de buen tiempo, con temperaturas de unos20 oC, en cuyo caso las chispas alcanzaban loscuatro centímetros de longitud y se repetían aun ritmo de unas cuatro por minuto.

i

Abajo: Anthea Sothcott, profesora

de oencias, demuestra el

fenómeno de la electricidadestática. El generador Van derGraff que toca está produciendo

500 000 vollios, pero Anthea se

encuentra de pie sobre unagruesa alfombra aislante, y éstareduce drásticamente la corriente(foto Syndication lnternational).

Pensando que las prendas de seda que lleva-ba la mujer pudieran generar las cargas, eldoctor Hosford le hizo llevar toda su indumen-taria de algodón. Para servir de control, srthermana vestía de seda. La electricidad de lamujer no se redujo, y su hermana se mantuvonormal. Las cargas eléctricas que tantas moles-tias le producían duraron unas seis semanas. ypasado este tiempo «se libró de casi todas susneuralgias y otras dolencias corporales, y gozóde mejor salud de la que había tenido durantemuchos años>>.

El doctor Hosford observó (<una aurora car-mesí de extraño esplendor» que iluminaba elcielo cuando la mujer de Oxford sufrió su ex-

Gente eléctrica

hombres eran incapaces de moverla aunquesólo fuese un poco.

La «chica eléctrica» clásica bien pudiera serAngélique Cottin, una francesa de catorceaños oriunda de Normandía. Su pesadilla co-menzó el 15 de enero y duró diez semanas. Laprimera manifestación se produjo cuando eltelar en el que ella y otras tres muchachas con-feccionaban guantes, empezó a girar y a balan-cearse. Al poco tiempo, los padres de la joven-cita la exhibieron en París. donde llamó laatención del doctor Tanchou. Éste comunicó ala Academia de Ciencias que la joven podíaidentificar los polos de un imán, hacer moverla aguja de una brújula y repeler pequeñosobjetos, como si ella misma fuese un imán.También dijo que, si uno se encontraba cercade ella durante estas actividades, podía notaruna sensación como de «viento frío», que re-cordaba la brisa que parece desprenderse deun objeto con fuerte carga eléctrica. Los obje-tos salían despedidos lejos de ella al menorcontacto, la cama de la joven se columpiabaviolentamente, las sillas se retiraban debajo deella cuando pretendía sentarse, y una mesa de25 kilos se elevó en el aire cuando el delantalde Angélique la rozó.

La academia creó un grupo de investigación,dirigido por el famoso físico Franqois Arago.Aunque Angélique hizo cuanto pudo, pareciócomo si todo fenómeno la hubiera abandona-do, cosa que también ocurre cuando los niñospoltergeist y los "dobladores de cucharas, denuestros días se enfrentan a un investigador es-

céptico o a la frialdad de un laboratorio. Elcomité, en este caso, había ignorado las obser-vaciones del doctor Tanchou, según el cual laniña actuaba mejor cuando estaba relajada. Lapobre Angélique se sintió muy atemorizadaante esta situación y los comentarios que se hi-cieron, y con frecuencia tuvo que abandonar lahabitación. El comité informó que no podíacorroborar nada de lo afirmado respecto a An-gélique, pero se abstuvo de calificar a ésta deestafadora.

El doctor Tanchou había observado que lafierza de Angélique era más intensa por la tar-de, especialmente después de comer, y queirradiaba desde su muñeca izquierda, la parteinterior del codo izquierdo y la columna verte-bral. A partir de sus experimentos, el doctorTanchou llegó a creer que la causa era una for-ma de electricidad todavía no descubierta, pe-ro el equipo encabezado por Arago no se dejóconvencer. Además, la academia estaba li-brando en aquellos tiempos una «guerra san-ta» contra el mesmerismo, y no podía aceptarfenómenos tan similares a los que reivindica-ban los practicantes y defensores del "magne-tismo animal». Arago recomendó que la aca-demia tratara el caso de Angélique Cottin «co-mo si nunca hubiera intervenido en él»... y así

se perdió otra oportunidad para que el mundocientífico descubriera qué causaba los fenóme-nos eléctricos en las personas.

¿Sabremos pronto cómo consiguen sus podereslas opersonas eléctricas,? Véase página 2162.

traño ataque, y pensó que no se trataba de unamera coincidencia. Cabe recordar aquí la teo-ría presentada por Livingston Gearhart (véasepágina 127), qte relaciona casos de combus-tión humana espontánea con un cambio repen-tino en la intensidad del campo magnético dela Tierra.

Es posible que la "muchacha eléctrica» másfamosa del siglo xtx fuese Annie N{ay Abbott,que hacia 1890 dio la vuelta al mundo con elalias de «el pequeño imán de Georgia". EnLondres, en 1891, levantó una silla con unhombre corpulento sentado en ella, tocándolasimplemente con la palma de la mano. Aun-que ella sólo pesaba 45 kilos, varios hombres a

la vez no podían levantarla de una silla cuandola joven oponía resistencia. En Japón resistiólos intentos de varios enormes y expertos lu-chadores de sumo para moverla del lugar don-de se encontraba de pie, y también podía«neutralizar» sus esfuerzos para levantar obje-tos pequeños sobre los que ella posaba los de-dos. Otra «inamovible» fue Mary Richardson,que ofreció sesiones públicas en Liverpool ensetiembre de 1927. En un momento dado se lapodía levantar casi sin esfuerzo, y en otro seis

2t25

Esferas defuegoeN 1966 UNA sERrE DE ACoNTECIMIENTos ex-traordinarios alteraron la vida tranquila y nor-mal de una familia de granjeros del Aveyron(Francia). Aquellos sencillos campesinos que-daron terriblemente perplejos por lo que ocu-rrió, y cuando años más tarde fueron entrevis-tados por Lumiéres dans la nuit rogaron queno se divulgaran sus nombres porque no de-seaban que en el futuro se les volviera a recor-dar su espeluznante experiencia.

Platillos, bolas yreflectores asedian unagranja de la campiñafrancesa y provocanextraños efectospsíquicos en uno de lostestigos.

Se sucedieron fenómenos inexplicados entierra y en el aire

-referentes a «platillos vo-

lantes» y sus ocupantes-, en tal cantidad quelos que 1o presenciaron tuvieron después difi-cultades para recordar la secuencia exacta delos hechos. Pero los testigos estaban de acuer-do en los hechos esenciales, 1o cual llevó a losinvestigadores a creer que, fuese cual fuese lanaturaleza de la experiencia, se trataba de unfenómeno auténticamente paranormal.

«Envueltoen una nieblaverdosa»Encuentros en la primera ytercera fases: A\reyron,Francia, 15 de junio !e 1 966,

enero de 1967

El 15 de junio de 1966, alrededor de las 9.30de la noche, un campesino del distrito rural delAveyron, en el sur de Francia, oyó alarmadocómo su suegra decía que en las colinas cerca-nas parecía que se hubiera declarado un incen-dio. Sentada junto a la ventana, dijo estarviendo unas extrañas esferas luminosas aproxi-madamente a un kilómetro de distancia, y quemientras las estaba observando se aproxima-ron hasta unos 90 m de la granja, cruzando se-

tos, bosques y campos en fila india. «Como se

acerquen más -chilló-, el granero se incen-diará.»

Bastante inquieto, el campesino se asomó a

la ventana, y al cabo de pocos minutos vio a 15

metros de la casa una esfera luminosa. Se que-dó pasmado observándola durante un minutomás o menos y luego «nada más... se fue, desa-pareció, igual que se apaga una luz>>. Segundosmás tarde reapareció más lejos, y luego «desa-pareció en un abrir y cerrar de ojosr.

El campesino salió de la casa para verlo

mejor, y desde el borde de su viña vio, a 50 mal oeste de la casa, seis bolas luminosas separa-das entre sí por unos 50 m. Las esferas comen-zaror. a moverse en hilera, una detrás de otra,«más o menos a la velocidad de un tractor quehiciera marcha atrás». Se movían silenciosa-mente, y el atónito campesino vio cómo dabanvueltas en el cielo por espacio más o menos demedia hora.

De repente el testigo v,o un «proyectil», unobjeto macizo, blanco y brillante, que teníaforma de proyectil de artillería. Al principiopensó que se trataba de un árbol que ardía.pero pronto se dio cuenta de que no había nillamas ni humo, únicamente un resplandor.Luego, las seis esferas desaparecieron, una auna, en el interior del «proyectil».

El hombre quedó asombrado ante el espec-táculo: no podía dar ninguna explicación a loshechos que acababa de presenciar. Una vezconvencido de que no había ningún riesgo deincendio, volvió a su casa y se acostó.

E

§

A la derecha: en la noche del 6 deenero de 1 967 se produjo uno delos más extraordinarios sucesosde la serie que tuv¡eron lugar en el

Aveyron. Al ver una esferaluminosa en el ángulo suroeste dela casa (e), el granjero decidió darla vuelta al edificio para

"esclarecer el asunto»; pero laesfera apareció de repente en el

ángulo noreste de la casa (a). Elgranjero se encaminó hacia un

sendero cercano, pero de nuevose encontró el paso bloqueadopor la bola (c). Volvió a la casa (o)

y de nuevo vio la bola en suposición inicial. Cuando llamó asu hijo para mostrarle el

extraordinario fenómeno, la bolahabía desaparecido (RichardBurgess).

i

2126

DOGUMENTOS OVNIUnos seis meses después, el viernes 6 de

enero de 7967, se produjo otra aparición. Elgranjero fue al establo a echar un vistazo a losanimales antes de irse a acostar. Entonces vicuna esfera luminosa

-aproximadamente de

1,2 m de diámetro- sobre el suelo, a 50 m dedistancia y a sólo 3 m del lado suroeste de lacasa. Entró para coger una linterna y regresó,decidido a «esclarecer el asunto». Pero la esfe-ra le siguió, e incluso hizo un regate en un lu-

.*:----t--

gar estrecho como si quisiera impedirle el pa-so. El granjero llamó a su hijo, que ya se habíaido a acostar, pero la esfera luminosa desapa-reció. El hijo se levantó, miró por la ventana yno vio nada. Estaba ya a punto de volver a lacama cuando, de repente, apareció fuera unabola luminosa y é1 acudió corriendo al patio.

Entretanto el granjero se había cansado deobservar la esfera. Le hubiera gustado lanzarleuna piedra, pero le faltó valor. Estaba ya deci-dido a irse a la cama, cuando él y su hijo vieronreaparecer a cierta distancia el «proyectil» lu-minoso; entonces pudieron observar que teníacomo unos <<brazos» rígidos repartidos a am-bos lados. Las seis bolas luminosas se coloca-ron sobre los «brazosr, y un foco situado en lapunta del «proyectil» lanzó un rayo de luz ha-cia la ventana de la habitación del hijo.

Al volver a su habitación. éste la encontróinundada de luz como a pleno día. Pero el rayono se estaba quieto: iba y venía como la iuz deun faro, e incluso en ocasiones enfocaba otrashabitaciones. Luego, alrededor de las 11.15 dela noche, desapareció.

En la noche del 7 de enero el hijo vio una luzverde-azulada, situada a nivel de tierra, en uncampo lejano. Eran más o menos las 9.15cuando llegó su padre, y poco después vieronde nuevo el «proyectil».

Otra noche -probablemente

el domingo 8de enere el granjero, mirando por la venta-na de su dormitorio, vio a lo lejos el «proyec-til» y una serie de esferas luminosas que le se-guían. También notó que una de las esferas sedirigía hacia la casa. Llamó a los dos perros yéstos persiguieron y acosaron al objeto hasta lavalla del viñedo. sin acercársele nunca a másde un metro. Luego la luz desapareció y losperros dejaron de ladrar.

El 9 de enero se produjeron diferentes apa-riciones del «proyectil» y de las bolas que leacompañaban, pero los acontecimientos delmiércoles 11 de enero fueron los más especta-culares. Aquella noche el hijo vio el «proyec-

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tib> en el mismo lugar que antes, a cierta dis-tancia al oeste. Después vio cómo una de lasbolas se desplazaba por una carretera secunda-ria, desviándose luego hacia otra carretera, enmedio de la cual se detuvo. Sin pensarlo, saltóa su coche para poder seguir a la esfera.

Cuando se aproximó a ella, la esfera empezóa moverse manteniéndose siempre delante delcoche. Entonces, de repente, el «proyectil»apareció en un campo que había al lado de lacarretera y a más de 90 m de su posición habi-tual. Era enorme. El hijo paró el coche, y la.<esfera de fuego» también se detuvo. El testi-go se disponía a bajar del coche para poderobservarla, pero en aquel momento el objetose volvió más brillante y emitió un sonidoagudo.

El testigo pudo ver ahora que el «proyectil»se hallaba a unos 2 m por encima del nivel delsuelo; resplandecía con una luz blanca y pre-sentaba un halo rojizo en la punta. Luego apa-recieron dos esferas brillantes más que se fun-dieron con el cuerpo del «proyectil». Este, queaparecia cada vez más brillante y continuabaemitiendo un zumbido, se ladeó en un ángulode 45 " y giró sobre su base, que aparecía en-vuelta en una niebla verdosa. Luego despegó agran velocidad.

La bola luminosa, situada sobre la carreteradelante del coche, avanzaba ahora rápidamen-te mientras el testigo la perseguía. Pero, al lle-gar a un cruce con una carretera principal «to-do dejó de funcionar a un mismo tiempo... losfaros se apagaron y el motor se paró». El co-che se hallaba a poca distancia del cruce, y labola en medio de Ia carretera principal; perodespués saltó por encima de la cuneta y se de-tuvo en el campo que había a la derecha delcoche, a unos 4 m de distancia.

De repente, un objeto en forma de platillovoló en dirección al testigo. Provenía del no-

roeste a bastante velocidi l. e iba en direcciónsureste. «Cayó" sobre un prado a unos 20 m ala derecha del coche. Se paró en seco y se man-tuvo por encima del suelo a unos 3 m, balan-ceándose ligeramente. En la parte superior delobjeto aparecían dos cúpulas situadas en dia-gonal, una ligeramente más atrás que la otra.Dentro de cada cúpula, bañada en una luz ver-de, había un figura humanoide; ambas pare-cían vestir monos y cascos de color verde.

El OVNI, rodeado de un halo de luzamarillo-blanquecina, subió hasta una altura de50 m antes de precipitarse hasta muy cerca delsuelo. El testigo percibió de nuevo el pitidoagudo, y a través de la ventanilla abierta de sucoche notó una intensa ola de calor

-como si

se les estuviera quemando la cara-; además,se sintió «paralizado». El OVNI se marchó ha-cia el este a gran velocidad. como si "se desli-zara de costado», de modo que las dos figurasde las cúpulas quedaban inclinadas formandoángulo recto con la dirección de la marcha. Si-multáneamente, una señal de tráfico metálicaque había allí cerca comenzó a vibrar.

Tan pronto como partió el OVNI, la ola decalor desapareció; el testigo ya no se sintió pa-ralizado, las luces funcionaron de nuevo y elmotor se puso en marcha al primer intento.

Seis días después de estos acontecimientos,el testigo empezó a padecer alteraciones en elsueño. Llegó a dormir, en un día, de 18 a 20horas. Se negó a consultar a un médico, pese aque sus padres insistían en que 1o hiciera. Al-gunas veces se despertaba bruscamente, sin-tiéndose como paralizado, y otras veces teníala impresión de estar flotando como en una ex-periencia exterior al cuerpo, a pesar de que sumente se encontraba despierta y consciente.La somnolencia le fue desapareciendo gra-dualmente hasta que, a mediados de marzo de1967, el testigo volvió a la normalidad.

2t28

Con este fascículo se han puestoa la venta las tapas correspondientesal noveno volumen de

' t:: f I juego de tapas va acompañado de un sobre con los transferi-bles, numerados del 1 a! 10, correspondientes a los volúmenesde que consta la obra; esto le permitirá marcar el lomo de cadauno de los volúmenes, a medida que aumente su colección.

Para encuadernar los 12 fascículos que componen un volumen,retire las cubiertas con cuidado, evitando el deterioro de las

a, páginas 3." y 4.' que, a su vez, form arán el dossier adicionalMaestros de lo lnsólito.

?r No olvide que antes de colocar los fascículos en las tapas inter-y cambiables, debe usted estampar el número en el lomo de las.:,:;;.;i' ;.1.: mismas, siguiendo las instrucciones que se dan a continua-

ción.

,ñ Desprenda Ia hojita de protección y apliqueE el transferible en el lomo de la cubierta, haciendo coincidir

los áqgulos de referencia con los del recuadro del lomo.

* Con un bolígrafo o un objeto de punta roma, repase varias veces&. el número, presionando como si quisiera

borrarlo por completo.

{& Retire con cuidado y comprobará que el número ya está impresoq§ en la cubierta, Cúbralo con la hojita

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