d i r e c i o n e d e l a lirica mexicana - revista de la ... · en altitudes, ilanuras y desiertos...
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LIRICA MEXICANA
Por estos dias se cumplira la fecha enque iniciamos Vicente Echeverria del Prado y yo, en las paginas dominicales deldesaparecido suplemento tabloide de Novedades, la antologia de la poesia mexicana en sus diversas epocas. Precisamente en abril de 1946, aparecieron las primeras paginas de seleccion en las quesiempre impero la sincera comprension, eIespiritu de la cordialidad y la intenciondesapasionada, para toda obra que significara, indiscutible manifestacion poetica,un reflejo de la cultura patria.
Seguramente que el humano defectopudo acompanar esa labor, con aceptacionplena reconocemos errores cometidosj pero es innegable que cumplimos period isticamente -Ia poesia es periodisticauna labor publica 'de rito poetico, haciendo que los versos mexicanos estuvieran alakance de todos, esos versos que tantotiempo fueron desdenados por el diarismoconsiderando cosa pueblerina y yerta ladivulgacion de la poesia. Creemos nosotros, en cambio, que la poesia es la suprema educadora, entendiendo que abarcala inmensidad de la Naturalezaj creemos,
con Werner Jaeger, que el poeta es eI in
terprete creador de Ia tradicion.
Cuando en abril de 1949, por circuns
tancias que no viene al caso referir, ce
samos Echeverria del Prado y yo esa la
bor antologica en eI periodismo, ya habia
sido recorrido un camino de revision de
nuestra historia literaria desde Juana Ines
de la Cruz hasta nuestros dias, ya se ha
bia suscitado la inquietud por conocer di
versas expresiones poeticas de la colonia,
habian aparecido figuras ignoradas del
floreci6 con eI milagro aleg6rico del talento y con la gracia imperecedera de la inspiracion, Sor Juana Ines de la Cruz. Ninguna curiosidad falto a su temperamentosingular: la comprensi6n por los problemas cientificos de su tiempo, el gustopor la musica, Ia devocion de los misterios teologales y, sobre todo, el c·ultivo dela poesia en sus diferentes manifestaciones. Tal parece que eI espiritu de su siglo,
empenado en desarrollar exhaustivamenteel movimiento civilizador en la colonia,satur6 el alma femenina de la monja iluminada, que dejo en sus paginas, huellasde un ingenio aun no igualado en nuestrasletras. Domin6 las ret6ricas mas exigentes de la epoca de oro espanola, escribi6teatro profano. y sagrado, diserto sobrecuestiones espirituales y temporales, discutio las primeras libertades del pensamiento que no reconocen nacimientos nisexos, y cant6 con un lirismo que, ajustado a las modas que Gongora y Quev;dohacian preponderar en la metr6poli, nose queda atras de los mas nobles, preclaros y famosos. Su vida fue la mejor 'constancia del relieve espiritual de la colonia.Su inquietud emblematiza a la mujer y ala tierra de America, que no es indice exclusivo de una sola tendencia 0 de unasola sangre. Recuerdese que Sor Juanaenorgullecia su humanismo incorporandoa la poesia culta sus tocotines escritos enlengua aborigen. Intuia que en Americase fusionaria el espiritu del hombre contodas sus expresiones culturales.
Monumental y ejemplar, debe recordarse la obra de Rafael Landivar, el latinista autor de la Rusticatio Mexicana,. quecon tan apasionado sentimiento cantaralos seres y las cosas de la Nueva Espana.Por diversas traducciones lihres y parafrasticas, nos hemos podido percatar dela importancia de los hexametros de Landivar cuya vitalidad aun persiste identica. Independientemente de las formas7
mochas veces recargadas, en que esculpiasu pensamiento, el mento de Landivarconsiste en haber recogido, por primeravez, en un ciclo de rapsodi!ls, el multipleespecdculo americano, que siglos mastarde capturarian los mexicanos modernosOthon y Diaz Miron, el argentino Lugones y el peruano Santos Chocanoj bienpuede ser, ademas, antecesor del alientopoderoso del norteamericano Walt Whitman, si no por eI mensaje filosO£ico, si porla vasta perspectiva. Desgraciadamentesu famoso poema, escrito en latin, nopertenece de lleno a nuestra literatura. Siel idioma espanol 10 hubiera recibido, sinduda que la escuela nacionalista de Ignacio Altamirano tendria en Landivar suindudable antecedente.
Las conmociones poli ticas que finalizaron los siglos del virreinato no fueronpropicias para el desarrollo de la Iirica.Apenas si Manuel Navarrete con sus versos no muy deslumbrantes deja oirse. La.vida guerrera de los primeros tiemposindependientes tuvieron su significaci6nlirica en Andres Quintana Roo, que conarrebato civico se entrego a la causa y
escribio odas y estrofas progresistas, masatentas al contenido revolucionario quea la factura retorica.
Metalicos
Secclonales
los guerreros que entonaban sus himnosbajo el inmenso cielo de las tempestadesjlas florestas perdieron el susurrante aliento de las canciones corales y se extenai6en altitudes, Ilanuras y desiertos la elegiade los graves silencios.
EI Imperio de 10$ hombres del sol, quevi6 derrumbada la alteza de su vigorosopalacio de obsidianas y que sufrio el cumplimiento de sus fatales profecias, se esdaviz6 en el idioma de acero y c61era delas encomiendas, entre las blasfemias y lasinjurias del Ihigo. Asi aprendio el americano la hermosa lengua que se fragu6 enla peninsula, rodeada por los navegantesfenicios de astucia y avaricia, que recorrieron las legiones romanas implantandoel rigor de sus instituciones inmort:des yque subyugara eI arabe con la sutileza delnardo y la sabiduria sel'lsual de sus paraisos morenos. Fanatica, afiebrada, rigurosa e implacable, la Espana del Renacimiento desbordo con la amplitud de lasherencias su ambicion vital y, plet6rica devirtudes y defectos, fomento la estirpeantigua en las tierras gigantescas de lasIndias, abrazadas por los mares del universo. Di6 nombres mestizos a montaDias yrios, a ciudades y bosques.
Espana fue la epopeya del asombro ydel mito, la tragedia de la avaricia, elmadrigal franciscano y la humanidad futura. Desplego sus ejercitos de metal y lujuriaj abrio los ojos ante la inmensidad,construyo fortalezas y templos, amo profundamente y opresora y liberrima, renacio en la sangre de los sacrificios y comulg6 la carne indigena de las absolucio
nes.La sociedad colonial que tuvo todas
esas resonancias, antes de presenciar lavida de Juana de Asbaje, prodigio del ingenio racial, maxima musa, vi6 reflejadala cortesania de sus costumbres, el renovado esplendor de la vida castellana, enlos versos agiles y heraldicos de Balbuena,que declamo la Grandeza Mexicanaj en lossonetos de Francisco de Terrazas, quese dejaba influir por Garcilaso y por eIportugues Luis de Camoens, y en los misticos de Miguel de Guevara.
Simbolo del virreinato, en el ap0geoconstructivo del siglo XVII, mientras sobre las sinuosas superficies de Nueva Espana se trazaban caminos, y se fundabanciudades, centros religiosos y politicos,
ALED
R
sE
CONVIERTA SU COCINA EN UN RINCONBELLO Y AMABLE ... !
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GALVEZ
gran publico, ineditas algunas de elias yvaliosas casi todas. AI conduir, tuvimosla satisfaccion de haber sido utiles a losdemas: simplemente.
Hoy en esta pJatica que con enfasis inmerecido ha sido Ilamada conferencia, reconstruyo mis impresiones, me acerco a lafuente de las imagenes, respctuosamentepronuncio los nombres de la leyenda, conla sobriedad de los poemas preteritos yla alegria de convivir la intuicion de losversos modernos. Que nada manche mivoz, y sin pasion i,npura, pueda seguir ellatido de la poesia de Mexico.
Ensordecida h sensibilidad indigenacon la abrumadora invasion de la conquis
ta europea, se interrumpio el ritmo poetico de aquel lenguaje misteriosamente
surgido de la garganta de los pajaros sil
vestres, que discurria en el murmurar
lacustre de imperiales poderios. Se detu
vo la danza de los sagrados ademanesj el
sol dejo de' propiciar la rutilante raza de
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RAMON
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Texto de la primera de las cOllferencias sustentadas ell la Hemeroteca N acional, bajo el patrocinio de la Direcci6.. General de Difusi61l C"lt"ral.
D
UNIVERSIDAD DE MEXICO * 13
1 m,ucho 'ha h~cho por la literatura for_de lirica tan armonion y Para los valores literarios -pu~tua ,- .
I b D' 1 malista, pues a eI se dehe una innovadoramente: los liricos-, Ru en ano es a '7equivalencia espiritua-l de Simon Boli- veoria que hace evoluc1onar la rima;var. Su ob~a, resumen ,de las tentativa.s Leopoldo' Ramos, muy seguro de su Voca-
- 0 d lOb h' cion de palabra enfatica y e1evada, hade expresion renova ora y I re asta en- ,tonces dispersas concreta, sobr.e todo en b~scado sin descanso la pureza de las rai-Cantos de vida y esperanza, eI cauce al ces del vocablo poetico y ha lIegado aque afluyen todas las energias nonatas de 'Ia diafanidad de la emocion admirable,la poesia americana, antes de el sujetas a pura, inefable; Carlos Pellicer, figura
I di " I I' tur'a' contl'nental que por la orbita que senalaa tra .cion lffipuesta por a lteraespanola. Ahora bien, el mismo orden de su obra completa y por 1a renovacion querelacion establecido para 10 politico, rige realiza es qui,en 'exalta todas las manifespara 10 poetico: Bolivar y' Morelos, Da- taciones apu'ntadas en los poetas citados.rio y Gutierrez Najera, cabeza ,del mo- 'La importancia de su labor, 10 erige en
vimiento moderno de la poesia mexica~a. un Dario actual. .
Apuntado 10 anteri~r, es pertinente as~- Las mas recientes generaciones, herede-verar que si bien la poesia mexicana par- ras deesa' multiple inquietud estetica,ticipo de las inquietu<,!es suscitadas por agregap. ~~, sus' pr,oducciones anhelos, ferRuben Dario, tambien es cierto que exis- vores eminentemente mexicanos, perotio ~n fenomeno poetico local encarnado vinculados a 10 humano universal, que noen Manuel Gutierrez Najera, Salvador permite raqviticos regionalismos ni "arDiaz Miron, Martuel J.' OthQn, e~ princi- tepurismos" infecundos. Algunos de lospio, continuado por Urbina, Nervo y nuevos poctas se han agrupado, igual queGonzalez Martinez y culmillante en Ra- sus '~ntl;cesores, para animar la publicamon Lopez Velarde, quieti nO se I~mito a cion de. revistas literarias que en ocasiola gracia y bueD, gusto de Gutierrez Na,..-, nes, son indice de cenaculos y capillas yjera 0 a la profundidad del senrimiento', ' Qtras veces reunen las mas diversas inothoniano; ni a la castigada expresion de .quietudes y tendencias, Pueden nombrarDiaz Mir6n enemiga impli.lcabl~ dt:llugar se: TaNfT, Tierra Nueva, Tiras de Colocomun 0 a la crepuscular de Urbina; tam- res; Firmame'n!o, Ru,eca, Caucc, V6rtice,
poco a Ia cultivada serenidad de Nervo ni Roja de Poesia, Rojas de Literatura, Amra la solemne poesia del autor de las "Pa--' rita y Fuensanta: Elias dieron a conocerrabolas", sino que amalgamo las virtudes a Octavio Paz, Efrain Huerta, Rafael Sode los mencionados Iiridas y entrano)a lana, y Alberto Quintero Alvarez, los maspoesia nuestra con un vocabulario esen- inmediatos en tiempo a sus predecesores
cialmente mexieano, formado por varios "contemporaneos". Paz, definitivamente
'siglos de mestizaje racial y espiritual. Lo- logrado, con exponentes tan altos c;omo lospez Velarde, que ausculto "la exquisita I poemas qu'e reune en la parte final de su
partitura del intimo decoro" de la na- ultimo libra Libertad bajo palabra; Huercionalidad, abre el franco horizonte de ta, que todavia no se aparta por compietouna Iirica que caracteriza, dentro de' 10 de sus originales influencias; Solana, queuniversal, un perfil de neta e inconfundi- ha abandonado casi el cultivo del verso;ble mcxicanidad. ' Quintero Alvarez, silenciado por la muer-
Despues, y encaminados en la senda que te prematura; Ali Chumacero, que a luel trazo, se destaca la obra acuciosa de los cida conciencia estetica 1.me eI misterioso"Contemporaneos" y sus contempod- incentivo de una vocacion poetica apeganeos: Xavier Villaurrutia, de torturante da a 10 esencialmente Iirico y.depurado,autocritica; eI desconcertante Salvador no abandona la insistencia del poema; JorNovo, que oscila de 10 frivolo y humo- ge Gonzalez Duran, con un libro triunristico hasta 10 dolorosamente ironico; fal: A.nte, el polvo y la muerte; VicenteJose Gorostiza, de inigualada c1aridad Ii- Magdaleno, de seca entonacion y temasrica y penetrante inteligencia; Renato trascendentalistas, detuvo su ~bra IiricaLeduc, sarcastico y paradojicamente inge- con eI volumen Atardecer sin I{rios; Nefnuo; Jaime Torres Bodet, sobrio y mesu- tali Beltran, autor de Soledad enemiga,
rado en Ia variedad de su tematica; Ma- poemario que 10 revela dueno de ~as fornuel Maples Arce, cuya ambic'ion poetica mas retoricas y de un espiritu sutil y mo10 incito a producir la tendencia estri- derno, matizado de patetismos insospechadentista; Bernardo Ortiz de Montellano dos en nuestra literatura; Jorge Hernandesigual en Ia factura de los versos, per~ dez Campos, de una sensibilidad c1aramensostenido en su nota de mexicanidad; Elias te indigena; Jorge Ramon' Juarez, que~andino, primero indeciso, luego apasio- con sus sonetos descriptivos del paisajenadamente colorido y por fin poeta de veracruzano, ha consolidado su trayecto
gran hondur~,y estremecimien~o originaJ; ria de poeta dotado de notable capacidadAlfonso GutIerrez Hermosillo, nutrido de objetiva; Roberto Guzman Araujo, Efreninquietudes, con un acento tierno y seve- Hernandez y Marco A~tonio Millan sero, dueno de un lirismo notable que \la identifican en su afan por volver a lasmuerte suspendio en franca produccion; formas cIasicas; el tono vibrante de' uno,Jorge Cuest~, sonetista. intachable, arqui- eI deleite verboso, intimo y nimio deltectp d~ e$tf~fas ciclicas, CuY;t obra a la otro, la· cIausula franca y severa delf~cha se enc~entra dispersa; Miguel N: tercero, senala sus diferencias; Lerin,LIra, que ha hecho del "corrido'" . d" Asunsol G' M
o 0 " '. una . 19- 0 Y omez ayorga destacan pormfl~aclon a la ~Jr1;'1ra de la poesia culta; e1 sentido riguroso, personal, de S'US imDamel Castaneda, que acusa .una,direc- presiones, ya sostenido en Ia levedad decion poetica nutrida en' las fu'ente's del I '- a' musioa' verb I d' ,
I h · I '. a, ya e Imagen precIsaarte popu.. ar, a cu tivado tambien el co- Iy , re evante" ya t" , ,.,rrido, quiza- cpn ,mas acferto. Aacionat y "eso enca e marmomca;
Manuel Gonzalez Flores, autor de varios
?tz, SOLIDOPRESTIGIO flCtIlaUNA SOLIDACONSTRUCCION
manifestacionbella.
AI desaparecer su editor ,la'· Revista
Azul murio, pero no su impulso renovadOl:. Se aficmo en la Revista Moderna quefundo Jesus E. Valenzuela, y codirigiocon. Amado Nervo. En ella se ~onsagra
ron entre otros Jose Juan Tablada, Bal~
biRO Davalos, Ruben M. Campos, CiroB. Ceballos y el malogrado Bernardo Couto, asi climo eI genial dibujante JulioRuelas; en sus paginas agrup6 los nombres de Jesus Urueta, Luis G. Urbina, Jose·I. Novelo y otros. En esa revista sedio a conocer Manuel Puga y Acal, dequien es la famosa critica sobre los trespaetas mas conocidos en el limite de lossiglos XIX y XX: Juan de Dios ?eza, Salvador Diaz Miron y Manuel GutierrezNajera. Despues ·de ella, Peza opto por unsiJencio decoroso, dolido por la censura asu' sentimentalis\.llo; Diaz Miron sujetosus verbosos arrebatos y. paso a la estricta disciplina que produjo Lascas y los poemas posteriores a ese libra, en los que ademas 'de la pureza acentual del verso sinripios' ni cacofonias, eI ademan del poemaes impecable; asimismo su comentario ala falta de realidad directa en eI poema
, "Tristisima Nox" de ,Gutierrez Najera,definio en adelante, segun 10 confiesa en
su epistolario Manuel Jose Othon, su im
pulso ya iniciado entonces, de consagrarse a la emocion y al canto de la naturaleza patria.
Aqui, .es oportuno reflexionar que para la independencia poli tica de AmericaSimon Bolivar es eI heroe. Su aecion guerrera, su pensamiento poli tico, Ia constitucion de varias naciones, y sus conceptos filosOficos y profeticos para el porvenir del continente aun no han sido superados. No obstante la influencia de su espiritu que penetra todas las regiones
\ americanas, Bolivar, que es un simbolo,esta al margen de las realidades y problemas poli ticos y sociales de Mexico,que Jose Maria Morelos, nuestro heroe yvisi'onario, preciso' y resolvio ideologicamente, a1 promover historica asamblea,ori&en de Ia primera constitucio.Q. absolut:lrnente nacional, que desafortunaGamente no tuvo vigencia.
M.I.R, PAT. 384115
*. lJNIVER,SIDAD.:DE:MEXICO
Alios de indecision, decadas en buscade 10 Jalso y 10 exotico: ajeno a nuestraaltidad geografica y espiritual, sumisiona la formula europea en el gusto por los.temas y las preocupaciones, se acentuaron
en las estarnpas de Israel y Egipto, de Ninive y Roma, que Manuel Carpio, Pesadoy otros salmistlls ~ue asi los llamo laopinion mexicana-, rimaron con lujo defrialdad y rimbombancia. Luego el ro"manticismo que estallo con el suicidio deManuel Acuna, celebre Werther criolIo,nostilgico de la noche y de la muerte, nosllevo a exageraciones de mal gusto y
ademanes inutiles.
Todo se modero con Ia templanza deIgnacio Altamirano. Mas fecundo qtie ElNigrO!"'ante, con un'decisivo instinto musical, maestro de muchas generaciones,talento :politico nunca en calma: pudo~doctrin~r 'sobre las nuevas corrientes 'de
la poesia mexicana. Incitaba a Iii contemplaeion de la naturaleza, a su amor sinengaiios. Y pedia nuevas libertades a laacademia de los formulismos para entroncar c~n la lirica habitual, el vocabularioamericana, rico en regionalismos y fu'ente . de recursos para la matizacion delpoema. De Altamirarto, de sus f1uvialesestl\ofas, derivan conscientemente el c1asico Manuel Jose Othon, quien -ademascbnocio la Rusticatio de Landivar traduciC:la por 10aquin Arcadio Pagaza, y eImodernista Manuel Gutierrez Najera,quieIicon Carlos Diaz Dufoo fundo laRet;;s!a Az~l dando principio al movimiento renovador en nuestras letras. Desde SOr Juana Ines de la Cruz no se habiarev:elado tan. plenamente la vocacion Urrca ~On1.o en Gutierrez Najera. Exclusiva-"mente hombre de letras, batallo en elperiodi'smo heroico de su tiempo. Poemas,crorucas, cuentos y relatos magnifico~, 10acreditanen la historia literaria de :Me~
xico. Espiritu :\.vido y prodigo, ensayotodas las metricas y las literaturas, aligenS el 'caracter del poema, fue a las raices mismas de la palabra y renovo con
acierto atico y sutileza al modo frantesla estrofa tra~icional espanola. Sus con'sagra~as "Odas br~ves" son 'Ia mejor
prueba de ello. No creo que todavia se
haya trascendido en nuestra poesia" una
, ..~
.' ",C A L I'D n A ", S. ·A.J'BB,BOOAJl.BII.EB HAOIONALEB ,156. . OOL, AHAJlUAO, D. P.
~~ 17~23!7..17-39-66; 38-2946. Ap.. Post&1 1. Sue. Mari&no Escobedo, D. P.
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Adios al Maestro Ochoterenavolumenes, senala un proceso de responsabilidad poetica alejado de grupos y componendas; en la provincia destacan Rafael
del Rio, Hector Gonzalez Morales, JesusMedina Romero, Antonio Penaloza y Ar
turO Sotomayor; Margarita Paz Paredes,Margarita Michelena y Guadalupe Amor,en simuldneo florecimiento, dan catego
ria en sus cantos al jubilo solar, al sentimiento de la angustia y al de la muerterespectivamente; Rosario Castellanos, correcta en la estructura de sus versos, y Do
lores Castro, animada por ensonadoras ternuras, significan una vuelta a los temasbiblicos; Vicente Echeverria del Prado,
sonetista pulcro y fecundo que no cesa ensu tarea, debia derivar hacia el poema degran aliento; Javier Penaloza Calderon yRuben Bonifaz Nuno, muy cuidadosos
de la finura del poema y que junto conPedro Cafarell Peralta, Jesus Reyes Ruizy el muy inteligente Miguel Alvarez Acosta, forman el equipo de campeones de losjuegos florales en boga; Anibal Magana,Ramon Galguera Noverola, Miguel Duhalt Krauss, Ruben Calatayud Balagueroy Jose Vicente Ibarra, el intuitivo autorde Sontoneone, guardan ineditos los meritorios signos de sus obras; y entre losmas recientes, Ramon Mendoza Montes,Francisco Serrano Mendez, Jesus Arellano, Jaime Sabines, aun muy cerca de mo
delos visibles.
Sin edad, perteneciente a todas las inquietudes, humanista, poeta sintesis detodas las tentativas, don Alfonso Reyes,ateneista incansable, satura a 10 largo deeste medio siglo nuestra literatura y elevasu maestri a por encima de las fronterasdel espiritu nacional. En esta mencion,queda aludido en cada momento .comouna certidumbre de ingenio, un ·aciertode la inteligencia mexicana, honra de
luminosa humanidad.
Entroncados valerosamente al misteriode las metHoras de estirpe aborigen, inconmovibles aunque silenciosos algunos deellos, nombremos al maestro Antonio Mediz Bolio, Clemente Lopez Trujillo, Francisco Gonzalez Guerrero y a los entusiastas Humberto e Ignacio Magaloni; este ultimo ha logrado en su libro Oido en la
tierra, de aparicion reciente, capturar elespiritu sustantivo de America; ha actualizado el poema de los libros sagradosy el convencimiento de nuestra originalidad. Ultimo en la mencion, primero
elBADE MEXICO, S. A.
•GUERRERO, 2.
Tele£onos:
38-16-34
18-65-74
18-6593
MEXICO, D. F.
en una Hrica que se enfrenta a los problemas multiples de Mexico, esd el nombre de Jose Lopez Bermudez, cuya protesta patria, que replica los conformismoscoloniales de Lopez Velarde, culrnino en suCanto a CUOllhtemoe donde inicia los derroteros de una poesia conscientemente
respaldada en sus fuentes heroicas y obligada a promover entre los mexicanos elespiritu esforzado del progreso y de la ciu
dadania alerta y superior. Vinculada conla posicion epico-lirica de Lopez Bermu
dez, conclusion de las multiplicadas direc
ciones de nuestra Hrica y a manera de excitativa final, afirmemos que hasta hoy
los poetas mexicanos no se habian enfrentado al compromiso de hablar 0 de intentar hablar para los mexicanos que entienden a Mexico, desde antes de la Conquistay que comprenden su destino tempestuoso refinadisimo y sagrado, como la sumade elementos geogrHicos, historicos y sociologicos, que 10 hacen heredero autentico de la cultura humana. Dc ningunamanera europeo, tampoco plenamenteamericano, Mexico se debate en el constante caos, en la busqueda del equilibrioentre el Viejo y el Nuevo Mundo, entresus viejas razas y sus hombres actuales,queriendo resolver atcaicos y futuros anhelos, problemas de toda indole y espe
cie. Accion y pensamiento, idioma castellano y religiosidad aborigen, la edad depiedra y la del prodigio atomico, son loscontrastes que rodean al poeta mexicano;en una area epica de tensa lucha e inquietud, si no elabora una epica entendida
con rigorismo retorico -tal que se relacione con sucesos guerreros alternadoscon la monotonia primitiva de los epitetos y los dialogos que se prolongan conanecdotas heroicas y chismes celestes--':'si se enfrenta a su realidad, y con legitimaambicion, pretende apoderarse de la esencia de Mexico, la fuente y los oceanos de
su energia vital.
Epico y cardinal, por heredarlo todo ypor la magnitud del futuro que ante else presenta, debe el poeta mexicano modemo superar las limitaciones de la palabra, no dejarse ahogar por preceptivas 0
formulas y buscar insaciablemente, desdenando polemicas, la formula integral delpoema de Mexico.
Seguir comodamente y sin superadosde ninguna manera, a San Juan de laCruz, a Gongora 0 a Quevedo; a Shelleyo a Keats; a Hoelderlin 0 Rilke, a Valery
o a \'V'ilde, es una tarea que con seguridadestablece un renombre rapido y una Hcilsituacion. Conservar, fomentar los caminos ejemplares es bueno y es noble; pero
amparar en obras periclitadas, aunque c1asicas, los nuevos intentos, es querer escabullir la creacion verdadera que al igualde la aparicion de los mundos y de losuniversos es dolorosa, esforzada y heroica.
Sin desdeiiar en nada las obras admi
rabies de nuestros poetas consagrados ysin establecer comparaciones, el poeta deMexico, comprometido con los destinosde su nacion, ha de recrear la orbita desu canto entre la grandeza de su pasadoque se pierde en las remotas y legendariasperegrinaciones nahoas y el universo de
nuestro porvellir.
Oraeion jltnebre prommciadapor el ficeneiado Luis Garrido,Rector de fa Universidad Nacional Autonoma de Mexico, en losjunerales del eminente biofogodoctor Isaac Ochoterella (12 deabril de 195 0) .
Vengo a decir aqui unas bre
ves palabras de despedida, en nom
bre de la Universidad Nacional de
Mexico, al ilustre hombre de cien
cia y trabajador constante que hoy
abandona nuestra compaiiia para
gozar, al fin, del bien ganado des
canso en el amor de la madre tie
rra, despues de cumplida su mi
sion fecund a y ejemplar, como po
cas en nuestro medio.
Decir los merecimientos del
Maestro Ochoterena, no seria sino
repetir 10 que todo el mundo sa
be: 10 que esti en la conciencia de
aquel que conoce los desvelos delhombre de estudio y 10 que ha lIe
gado hasta la conciencia popular,
puesto que no hay mexicano que
ignore que el era uno de nuestrosautenticos valores' intelectuales.
No me detendre, pues, en por
menores de su actuacion de ciuda
dano, ni de su paciente trabajo de
investigacion, ni de su atinada la
bor de tratadista, ni de su empe
iio, mas humilde pero no menos
eficaz, de divulgador cientifico en
revistas y periodicos, al que con
sagro buena parte de su tiempo co
mo consecuencia de su incesante
aHn por elevar el nivel cultural
de nuestro pueblo. Pero, si no me
detengo a revisar toda la obra de
su vida, quiero, no obstante, recordar los rasgos de su caracter y
de su conducta que considero esenciales porque seiialan nitidamentelos perfiles de la noble figura delMaestro.
Su biografia no es de las que
se Henan, ostentosamente, con pro
lijas enumeraciones de los altos
puestos desempeiiados, en constan
te cosecha de triunfos merecidos 0
contestables. La biografia del
Maestro Isaac Ochoterena es la de
un sabio verdadero, sujeta a las vi
cisitudes del medio, pero siempre
fundada en una conducta ejemplar
e invariable. Su vida fue la del hu
milde maestro de escuela, iniciada
en la provincia, que con escasoselementos para el estudio logra encauzar sus propositos en una direccion bien definida, la de las ciencias biologicas, en las que alcanzo reputacion y maestria. Su vida fue de perseverancia y de sacrificios. Y por este camino lIego
a la conquista de vastos conocimientos, que luego supo transmitir
a la dtedra. Asi se Ie vio en nues
tra Escuela Preparatoria, en la de
Medicina, en la de Odontologia, en
Ia de Veterinaria. Asi se Ie vio tra
bajar en el Instituto Nacional de
Biologia, en el Departamento de
Investigaciones Cientificas de la
Secretaria de Educacion Publica y
en £1 Colegio N acional, del que
fue miembro fundador. Y asi 10gro sus concienzudos tratados deHistologia, de Biologia, de Citolo
gia, etc. Fue la suya, en pocas pa
labras, la vida de un verdadero es
tudioso, y de un verdadero maestro. Deja muchos discipulos, entre
los que no faltaran quienes hon
ren al Maestro siguiendo su ejem
plo. Si tambien hubiera ingratos,
entre ellos se cumpliria, hasta enesto, la suerte de los grandes maes
tros, que son negados cuando nopueden ser superados.
T odo entra, naturalmente, en la
cosecha del hombre de positiva sig
nificacion. Y como su valia ha si
do bien reconocida dentro y fue
ra de Mexico, cuyo prestigio de
alta cultura supo representar en e1extranjero, nuestro Gobierno acor
do con gran acierto que fuese se
pultado en esta Rotonda de losHombres Ilustres, como justo ho
menaje a uno de los mas altos ex
ponentes de la ciencia mexicana.
£1 Maestro cumplio su mision yahora hay que desearle el goce per_petuo de la paz, como la deseabaOthon para eI hombre que habiatenido "la inefable dicha de ser sabio y el orgullo sagrado de ser bueno". Pocas veces, como ahora, seantoja repetir ante los despojos dequien ha merecido el amor y e1descanso perdurable, los lapidariosversos de nuestro gran poeta:
.11 fin etl el alllor los ojos ciena;pues i donde hay mas a1llor que el de la
"merteni 1IIas materno 01ll0r que el de la tierra?
UNIVERSIDAD DE MEXICO * 15