evaluación y tratamiento de la enfermedad de vías aéreas ......pediátricas, de la patobiología,...

16
Reimpresión de Ann Med 2012; 44: 146-56 Evaluación y tratamiento de la enfermedad de vías aéreas pequeñas en el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica Omar S. Usmani y Peter J. Barnes

Upload: others

Post on 03-Sep-2021

4 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Reimpresión de Ann Med 2012; 44: 146-56

Evaluación y tratamiento de la enfermedad de vías aéreas pequeñas en el asma y la enfermedad

pulmonar obstructiva crónicaOmar S. Usmani y Peter J. Barnes

Título y publicación originales:

“Assessing and treating small airways disease in asthma and chronic obstructive pulmonary disease”. Omar S. Usmani & Peter J. Barnes. Annals of Medicine, 2012 Mar;44(2):146-56.

© 2012 Informa UK, Ltd.

Copyright de la traducción al castellano © 2012 Content’Ed Net Communications S.L.

Aunque se ha tenido el máximo cuidado al recopilar los contenidos de esta publicación, Informa UK, Ltd., sus licenciatarios y sus emplea-dos no son en modo alguno responsables del uso de la información, ni tampoco de cualquier posible error, omisión e inexactitud, o de las consecuencias derivadas de éstos. Sin embargo, la responsabilidad de la exactitud de la traducción es exclusivamente de Content’Ed Net Communications S.L. Antes de la prescripción deberá revisarse la información sobre el producto aprobado.

ES-CH-IH-027112-MF

A v d a . B u rg o s , 9 O f i c i n a 4

2 8 0 3 6 M a d r i d

Te l : ( + 3 4 ) 9 1 3 4 5 3 3 0 8 - F a x : ( + 3 4 ) 9 1 3 4 3 0 6 7 2

a d m i n @ c o n t e n t e d n e t . c o m

ISSN 0785-3890 print/ISSN 1365-2060 online © 2011 Informa UK, Ltd.DOI: 10.3109/07853890.2011.585656

TRENDS IN CLINICAL PRACTICE

Evaluación y tratamiento de la enfermedad de vías aéreas pequeñas en el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica

OMAR S. USMANI y PETER J. BARNES

Airway Disease Section, National Heart and Lung Institute, Imperial College, Londres, Reino Unido, y Royal Brompton Hospital, SW3 6LY, Reino Unido

ResumenEl asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) son trastornos inflamatorios crónicos de la vía respiratoria que se caracterizan por una limitación del flujo aéreo. Se trata de trastornos diferenciados, que tienen causas, alteraciones estructurales e inmunopatologías diferentes. La fisiopatología en el asma y la EPOC afecta no solo a las vías aéreas grandes proximales, sino también a las vías aéreas pequeñas distales, y por tanto estas últimas son una diana terapéutica importante en el tratamiento de ambas enfermedades. La evaluación de las vías aéreas pequeñas distales afectadas resulta difícil. Puede haber una enfermedad extensa en las vías aéreas pequeñas con pocas anomalías en las pruebas de la función pulmonar convencionales. Los avances recientes en las tecnologías de diagnóstico por la imagen han conducido a una mejor resolución espacial para evaluar la morfología de las vías aéreas pequeñas de manera no invasiva. Se han desarrollado nuevas pruebas fisiológicas para detectar la enfermedad y la respuesta al tratamiento en vías aéreas regionales. La mejora de la eficiencia del tratamiento aerosolizado existente para dirigir el fármaco a las regiones pulmonares apropiadas puede mejorar la eficacia clínica. Los enfoques utilizados para abordar las regiones pulmonares distales incluyen el desarrollo de nuevas formulaciones de los fármacos, con un tamaño de partícula de aerosol más pequeño, o el empleo de dispositivos inhaladores que emiten el fármaco aerosolizado con un flujo de inhalación más lento. Serán necesarios estudios amplios para determinar si un mejor depósito en la parte distal del pulmón conduce a una mejora de la función de las vías aéreas pequeñas que se traduzca en un resultado clínicamente relevante en los pacientes.

Palabras clave: asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, tamaño de partículas del fármaco, fisiología, vías aéreas pequeñas, tratamiento

Annals of Medicine, 2012;44:146-56

Correspondencia: Dr Omar S. Usmani, MBBS, PhD, FHEA, FRCP, Airway Disease Section, National Heart & Lung Institute (Royal Brompton Campus), Imperial College London, London SW3 6Ly, Reino Unido. Fax: + 44-20 7351 8937. Correo electrónico: [email protected]

(Recibido el 4 de enero de 2011; aceptado el 19 abril de 2011)

Vías aéreas pequeñas

Las vías aéreas pequeñas se clasifican como vías aéreas de un diámetro interno inferior a 2 mm que no contienen cartílago en sus paredes y que van desde las vías de octavo nivel hasta los alvéolos (1) (Figura 1). Incluyen las regiones pulmonares de bronquio terminal, bronquiolos, conductos alveola-res y sacos alveolares. En comparación con las vías aéreas grandes (> 2 mm), la superficie de corte trans-versal y el volumen de las vías aéreas pequeñas son muy superiores, aun cuando solamente produzcan un 10% de la resistencia total de las vías respiratorias (2,3). Por consiguiente, las vías aéreas pequeñas se denominan a veces la “zona silente”, puesto que pueden estar afectadas por una enfermedad extensa

y, sin embargo, causar pocas anomalías en las prue-bas de la función pulmonar convencionales (4).

Fisiopatología del asma y la EPOC

El asma y la enfermedad pulmonar obstructiva cróni-ca (EPOC) son trastornos inflamatorios crónicos de la vía respiratoria que tienen, cada uno, sus propias características estructurales de la vía aéreas y una inmunopatología claramente diferenciada (5). La inflamación presente en el asma y la EPOC afecta no solo a las vías aéreas grandes proximales, sino tam-bién a las vías aéreas pequeñas distales, y existen diferencias tanto en la naturaleza como en la distri-bución de la inflamación entre las dos enfermedades (6 – 8). Los niños con asma presentan una afectación

CONTENT ED NET

147 O. S. Usmani & P. J. Barnes

más grave de las vías periféricas que de las centrales, y existe una necesidad de mejorar el conocimiento, no solo en poblaciones adultas sino también en las pediátricas, de la patobiología, las técnicas de moni-torización y la mejora del tratamiento dirigido a las vías aéreas pequeñas (9).

Desde el punto de vista estructural, en el asma se observa un aumento de la masa de músculo liso de las vías aéreas, la formación de tapones de mucosi-dad y una hiperplasia de células calicilares tanto en las vías aéreas grandes como en las pequeñas (10) (Tabla I). Los estudios post-mortem realizados en casos de asma mortal ponen de manifiesto que las paredes externas de las vías aéreas pequeñas consti-

tuyen una localización importante de la inflamación y el remodelado, mientras que en las vías aéreas grandes proximales es la pared interna la que se ve afectada principalmente (11). La inflamación de las vías aéreas pequeñas puede extenderse hasta afectar a la región perivascular de las arterias pulmonares y los alvéolos peribronquiales (12), y ello puede con-tribuir a producir las alteraciones estructurales obser-vadas, que consisten en una disminución de las adherencias alveolares como se ha descrito en casos de asma grave mortal (13).

En cambio, en la EPOC, la enfermedad comporta predominantemente un remodelado de las vías aéreas pequeñas que se caracteriza por un aumento del músculo liso en las mismas, hiperplasia de células calicilares, fibrosis de la pared de las vías aéreas, des-trucción de las adherencias alveolares y un enfisema asociado; es decir, se produce un agrandamiento y una destrucción de los espacios aéreos y del parén-quima pulmonar distal a los bronquiolos terminales (7) (Tabla I). Los patrones clásicos del enfisema que se observa en la EPOC son de tipo centrolobulillar (destrucción del parénquima alrededor de los bron-quiolos terminales) y panlobulillar o panacinar (des-trucción homogénea del parénquima y agrandamien-to de los espacios aéreos); y se ha observado una mayor respuesta fibrosa y un infiltrado mastocitario de manera asociada a los patrones de enfermedad centrolobulillar. Las vías aéreas pequeñas de los fumadores tienen menos adherencias alveolares que las de los no fumadores, y la pérdida de estas adhe-rencias de los alvéolos está correlacionada con el grado de inflamación existente en las vías aéreas (14). También se ha demostrado una enfermedad que afec-ta a las vías aéreas grandes en pacientes con EPOC y en fumadores con riesgo de desarrollarla (15,16).

El perfil de células inflamatorias del asma se carac-teriza principalmente por la presencia de mastocitos, eosinófilos y linfocitos Th2 CD4+, así como por los macrófagos y a veces neutrófilos; y la evidencia exis-tente respalda la existencia de diferencias en la dis-tribución de estas células en el árbol respiratorio (6,17,18). La inmunopatología de la EPOC se produ-ce principalmente a través de macrófagos, neutrófi-los y linfocitos Tc1 CD8+ que infiltran las vías aéreas por todo el árbol respiratorio (19) (Tabla I). Hay pacientes con grados similares de obstrucción fija al flujo aéreo que muestran unas características anato-mopatológicas y funcionales claramente diferencia-das según tengan unos antecedentes clínicos de asma o de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (20). En un estudio en el que se incluyó a 46 pacien-tes, se comparó a los asmáticos con los que presen-taban una EPOC y se demostró que los primeros tenían un número significativamente superior de

Mensajes clave

• Las vías aéreas pequeñas constituyen una diana terapéutica importante en el trata-miento del asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

• Puede haber una enfermedad extensa en las vías aéreas pequeñas con pocas anomalías en las pruebas de la función pulmonar con-vencionales.

• Las determinaciones de óxido nítrico alveo-lar, el método de lavado de nitrógeno con respiraciones múltiples y la técnica de osci-lación forzada son métodos fisiológicos no invasivos y sensibles que permiten identifi-car las respuestas de las vías aéreas grandes y pequeñas.

Figura 1. Dimensiones de las vías aéreas y compartimentos fisio-lógicos del árbol traqueobronquial.

conductos/sacos

alveolares

ZO

NA

DE

CO

ND

UC

CIÓ

NTransp

orte de gases

ZO

NA

AC

INA

RIntercam

bio d

e gases

VÍA

S A

ÉR

EA

S G

RA

ND

ES

(> 2

mm

)V

ÍAS

RE

AS

PE

QU

AS

(< 2

mm

)

Nivel de vía aérea Rama

tráquea0

1

2

8

17

23

bronquios

bronquiolos

bronquiolos terminales

CONTENT ED NET

Evaluación y tratamiento de la enfermedad de vías aéreas pequeñas 148

eosinófilos en la vía aérea, menos neutrófilos lumi-nales, un cociente de células T CD4+/CD8+ infiltran-tes de la mucosa de la vía aérea más alto y una capa reticular de la membrana basal epitelial más gruesa. Fisiológicamente, los pacientes asmáticos mostraron una mayor reversibilidad con los agonistas b2 inhala-dos y los corticosteroides orales, tuvieron un volu-men pulmonar residual significativamente inferior, una mayor capacidad de difusión alveolar, una con-centración más alta de óxido nítrico espirado y una puntuación de enfisema más baja en la tomografía computarizada de alta resolución, en comparación con los pacientes con EPOC.

Puede apreciarse, pues, que no sólo las vías aéreas pequeñas son una diana terapéutica importante en el tratamiento del asma y la EPOC, que requiere que el fármaco inhalado llegue adecuadamente a esta región pulmonar, sino que además los tipos diferentes de patrones anatomopatológicos e inflamatorios existen-tes en las dos enfermedades y dentro de una misma enfermedad puede requerir estrategias terapéuticas antiinflamatorias dirigidas a dianas distintas.

Evaluación de la enfermedad de las vías aéreas pequeñas

La evaluación de las vías aéreas pequeñas distales afectadas resulta difícil (21) (Tabla II). Se han utiliza-

do técnicas invasivas en pacientes con asma o con EPOC para evaluar la histopatología de la afectación de las vías aéreas pequeñas, analizar la inflamación del tejido de estas vías, y determinar su remodelado estructural, pero estos métodos son molestos para el paciente y se han empleado principalmente con fines de investigación. Los enfoques utilizados han consistido en el examen de las piezas pulmonares extirpadas en pacientes con asma grave y asma mor-tal (6,17,18), la evaluación de tejido alveolar obteni-do mediante biopsias transbronquiales (22,23) y la obtención de muestras de vías aéreas luminales dis-tales con el empleo de lavado broncoalveolar e inducción de esputo prolongada (24,25).

Las técnicas de imagen permiten una evaluación no invasiva de los pulmones. Los avances recientes de la tecnología han conducido a una mejor resolu-ción espacial para evaluar la morfología de las vías aéreas pequeñas con el empleo de la tomografía computarizada de alta resolución (TCAR) en espira-ción para medir el atrapamiento de aire (26 – 28) y con el uso de helio hiperpolarizado en las técnicas de imagen de resonancia magnética pulmonar (3He-RM) para medir la distribución del gas (29 – 32). Las rela-ciones de ventilación-perfusión en las regiones pul-monares periféricas se han medido con la tomografía computarizada de emisión fotónica única (SPECT) o

Tabla I. Fisiopatología, histología y características inflamatorias del asma y la EPOC.

Asma EPOC

FisiopatologíaBroncoconstricción, edema, tapones

de mocoFibrosis de vías aéreas pequeñas, enfisema,

pérdida de adherencias alveolaresHistología

Músculo liso de las vías aéreas Aumento Aumento mínimoFibrosis Subepitelial PeribronquiolarCélulas calicilares Aumento AumentoEpitelio Se desprende con frecuencia Pseudoestratificado

InflamaciónMastocitos Aumento y activación NormalEosinófilos Aumento NormalNeutrófilos Normal AumentoMacrófagos Aumento Gran aumento Linfocitos Th2 Th1, Tc1

Tabla II. Evaluación de la enfermedad de las vías aéreas pequeñas.

No invasiva

Invasiva Técnicas de imagen Fisiología

Muestra de pulmón extirpada quirúrgicamente

Tomografía computarizada (TC) Pletismografía corporal

Muestras de pulmón de pacientes fallecidosTomografía computarizada de alta resolución

(TCAR)Óxido nítrico (NO) espirado

Biopsia transbronquialResonancia magnética con helio hiperpolarizado

(3He-RM)Lavado de nitrógeno en respiraciones

múltiples (MBN2 W)Lavado broncoalveolar (LBA) Tomografía de emisión fotónica única (SPECT) Técnica de oscilación forzada (FOT)Inducción de esputo (prolongada) Tomografía de emisión de positrones (PET)

CONTENT ED NET

149 O. S. Usmani & P. J. Barnes

con la tomografía de emisión de positrones (PET) (33), aunque estas técnicas requieren una dosis de radiación elevada y no son accesibles de manera generalizada. Recientemente, las imágenes de TC estática del pulmón se han combinado con estudios de dinámica de fluidos computacional en simulacio-nes de ordenador específicas para el paciente, con objeto de permitir un enfoque de modelización más funcional para investigar las vías aéreas pequeñas y grandes en la enfermedad pulmonar (34).

Se utilizan diversos índices radiológicos en la TC pulmonar para estratificar a los pacientes con asma y con EPOC; entre estos índices se encuentran los de dilatación bronquial (bronquiectasias), engrosamien-to de la pared bronquial, atrapamiento de aire, enfi-sema y atenuación pulmonar en mosaico (26,35,36). Se ha observado que estos índices son más frecuentes en los pacientes asmáticos que en los individuos sanos y se han relacionado con la gravedad de la enfermedad asmática (26,37). La atenuación pulmo-nar está relacionada con el control del asma, obser-vándose una disminución de la densidad pulmonar en los pacientes durante las exacerbaciones del asma (38), y la medición de la atenuación pulmonar duran-te la espiración refleja mejor las anomalías de la fun-ción pulmonar en los pacientes con EPOC grave (39). Aunque el atrapamiento de aire no es específico para diferenciar a los pacientes asmáticos de los fumado-res sanos (40), en los pacientes con EPOC el cambio del atrapamiento de aire entre la exploración realiza-da en inspiración y la realizada en espiración muestra una estrecha correlación con la disfunción de las vías aéreas, con independencia del grado de enfisema existente (41). De hecho, el atrapamiento de aire regional en la TC pulmonar se ha utilizado como medida indirecta de la función de las vías aéreas pequeñas en los pacientes asmáticos, para evaluar los efectos del tratamiento con corticosteroides inhala-dos. Un tratamiento a corto plazo, de 4 semanas, con dipropionato de beclometasona HFA (BDP-HFA) inhalada, que tiene un diámetro de la mediana de la masa aerodinámica (DMMA) de 0,8 – 1,2 µm, mejoró significativamente el atrapamiento de aire en compa-ración con el empleo del producto convencional inhalado de dipropionato de beclometasona CFC (BDP-CFC), con un DMMA de 3,5 – 4,0 µm, pero no hubo diferencias significativas entre los dos grupos en cuanto a síntomas, espirometría o respuesta a metacolina (42). En cambio, dos formulaciones de tamaño de partícula diferente del corticosteroide inhalado, en dosis relativamente equipotentes, admi-nistradas durante 3 meses, evidenciaron que tanto las partículas pequeñas de BDP-HFA como las partículas grandes de propionato de fluticasona en polvo seco (FP-DPI) mejoraban el atrapamiento de aire y la ate-

nuación pulmonar en un grado similar en pacientes con asma de leve a moderada (43).

El helio hiperpolarizado empleado con la resonan-cia magnética pulmonar (3He-RM) permite evaluar mejor la microestructura del pulmón sin utilizar radiación ionizante (44). El helio inhalado permane-ce en las vías aéreas y no es transferido al torrente circulatorio, y esta técnica mide el grado en el que el desplazamiento por difusión de los átomos de helio inhalados se ve limitado por las paredes de las vías aéreas. El coeficiente de difusión aparente (ADC) es un índice derivado importante que está aumentado en los pacientes con EPOC en comparación con los individuos sanos (45), muestra una correspondencia con el grado de destrucción pulmonar en el enfisema (46), y está aumentado en los fumadores sanos (47). Se han observado aumentos significativos del ADC (a corto y a largo plazo) en los pacientes asmáticos en comparación con los individuos sanos, con aumen-tos notables en los pacientes con EPOC, en los que estos cambios reflejan muy probablemente el remo-delado del tejido con alteraciones estructurales per-manentes en las vías aéreas pequeñas (48).

Pruebas fisiológicas de la función de las vías aéreas pequeñas

Pruebas de función pulmonar convencionales

Las características fisiológicas de la obstrucción de las vías aéreas pequeñas incluyen un atrapamiento de aire, un cierre temprano de las vías aéreas, una hete-rogeneidad de la ventilación regional y una depen-dencia exagerada del volumen en la limitación del flujo aéreo. Las exploraciones que se centran en esas características pueden ser indicadores indirectos úti-les para detectar y cuantificar la enfermedad de las vías aéreas pequeñas (Tabla II). La espirometría reali-zada en la clínica se emplea habitualmente para determinar la enfermedad pulmonar obstructiva y detectar la limitación al flujo espiratorio, con una reducción del volumen espiratorio forzado en 1 segundo (FEV1) frente a una capacidad vital forzada (FVC) preservada (49). Los parámetros espirométricos de flujo espiratorio máximo (PEF) y FEV1 proporcio-nan principalmente una evaluación de la enfermedad pulmonar que afecta a las vías aéreas proximales, mientras que otros índices de la FVC y los flujos espi-ratorios forzados a volúmenes pulmonares bajos (FEF) son inespecíficos y poco sensibles para detectar las alteraciones de las vías aéreas pequeñas respecto a las grandes, ya que estos índices pueden verse afec-tados por los flujos aéreos y los cambios del volumen de las vías más grandes, tienen una baja correlación con las medidas del atrapamiento aéreo y muestran una variabilidad considerable (50). Aunque el FEF25-75

CONTENT ED NET

Evaluación y tratamiento de la enfermedad de vías aéreas pequeñas 150

(el flujo espiratorio medio entre el 25% y el 75% de la FVC) se ha considerado un índice del deterioro de las vías aéreas pequeñas, este parámetro depende en gran manera de la exactitud en la maniobra de la FVC y su medida, y las guías de la American Thoracic Society (ATS) sobre las pruebas de la función pulmo-nar no respaldan el empleo del FEF25-75 para determi-nar la enfermedad de vías aéreas pequeñas (51). Recientemente se ha explorado el cociente del volu-men espiratorio forzado en 3 segundos (FEV3)/FVC en cuanto a la limitación del flujo aéreo en los fuma-dores actuales frente a los no fumadores adultos, y se ha demostrado que la fracción de la FVC no espirada en los primeros 3 segundos de la FVC (1-FEV3/FVC) es muy útil para determinar la obstrucción espiratoria distal del flujo aéreo, a diferencia de lo que ocurre con el FEF25-75 (52).

La determinación de los volúmenes pulmonares mediante pletismografía corporal permite identificar el atrapamiento aéreo y la hiperinsuflación pulmonar. La hiperinsuflación pulmonar refleja las anomalías de limitación espiratoria al flujo aéreo, la actividad de los músculos inspiratorios al final de la espiración, la elasticidad pulmonar y la enfermedad de las vías aéreas distales; y se afirma que existe tal hiperinsufla-ción cuando la capacidad pulmonar total (TLC) es > 120 % del valor esperado, con un aumento de la capacidad residual funcional (FRC) y del volumen residual (RV) que refleja la presencia de atrapamiento de aire y de cierre temprano de las vías aéreas. Dado que la TLC está aumentada con frecuencia en la enfer-medad obstructiva, el cociente RV/TLC es la mejor medida fácilmente accesible a la mayoría de los clíni-cos como indicador del atrapamiento aéreo (53). La hiperinsuflación pulmonar se observa no solo en los pacientes con EPOC (54) sino también en pacientes asmáticos adultos (55) y pediátricos (56), y se ha demostrado que los pacientes con asma grave presen-tan un notable atrapamiento de aire en comparación con los pacientes no graves (57). La reducción de la capacidad de difusión de monóxido de carbono (DLCO) es una medida funcional del daño alveolar constante causado por la enfermedad enfisematosa en los pacientes con EPOC.

Se ha recomendado también el empleo de otros parámetros fisiológicos para identificar la disfunción de las vías aéreas pequeñas. El volumen de cierre, que se obtiene en la prueba de lavado de nitrógeno mediante respiración única (SBN2 W), es una medida del cierre temprano de las vías aéreas, que muestra una buena correlación con el cociente RV/TLC (58), y se ha demostrado que un aumento del cierre de las vías aéreas pequeñas es una característica fenotípica de los pacientes con asma grave y un factor de ries-go para las exacerbaciones de la enfermedad (59).

Las pruebas de vías aéreas pequeñas pueden prede-cir el curso clínico de la enfermedad. Un estudio de análisis retrospectivo puso de manifiesto que la pen-diente de la estabilización alveolar del SBN2 W pre-decía el riesgo de exacerbaciones en pacientes asmá-ticos mal controlados (60). En pacientes con EPOC, se ha demostrado que los factores asociados a la enfermedad de las vías aéreas pequeñas, como el aumento de la resistencia específica de las vías aéreas y el RV, son modificados por los broncodila-tadores inhalados, con la consiguiente mejora de los volúmenes pulmonares y los síntomas durante el ejercicio (61). Se ha utilizado la dependencia de fre-cuencia de la distensibilidad de las vías aéreas para indicar la presencia de una obstrucción de las vías pequeñas periféricas, pero ello requiere el empleo de un equipo sofisticado y es difícil de llevar a cabo (62). De hecho, hay muchas pruebas de las que se afirma que identifican la enfermedad de vías aéreas pequeñas, pero que carecen de especificidad, son poco reproducibles o no tienen valor predictivo (63,64).

Existe una necesidad real de identificar parámetros fisiológicos mejor correlacionados que permitan detectar los cambios de la función de las vías aéreas regionales. Los enfoques recientes utilizados se han centrado en las pruebas fisiológicas no invasivas que son sensibles a la presencia de enfermedad en las vías aéreas pequeñas frente a las grandes y permiten diferenciarla (21). El óxido nítrico espirado, el lavado de nitrógeno en respiraciones múltiples y las técnicas de oscilación forzada constituyen evaluaciones fisio-lógicas bien establecidas, por las que se está produ-ciendo un renovado interés, y que incorporan mode-los matemáticos para permitir dividir anatómicamente el árbol traqueobronquial en una parte conductora (niveles de vía aérea 0 – 16, región de transporte de gases) y una parte acinar (niveles de vía aérea 17 – 23, región de intercambio de gases), en las que pueden identificarse las respuestas de las vías respi-ratorias (Figura 1).

Óxido nítrico espirado

Se ha demostrado que el óxido nítrico (NO) en el aire espirado está elevado en presencia de una infla-mación intrapulmonar (65), y su determinación se realiza habitualmente con el empleo de un único flujo espiratorio durante la respiración corriente (66). El NO espirado muestra una dependencia respecto al flujo, de tal manera que, con el empleo de varios flujos de espiración diferentes, el NO espirado puede dividirse en el producido por las vías bronquiales/conductoras centrales (flujos de espiración lentos) y el generado en las regiones alveolares periféricas (flujos altos), y esta técnica de respiración permite

CONTENT ED NET

151 O. S. Usmani & P. J. Barnes

determinar en qué zona del árbol pulmonar es más activa la inflamación de la vía respiratoria (67). Se ha demostrado que las concentraciones de NO alveola-res son más altas en los pacientes con alveolitis que en los que presentan un asma de leve a moderada (en los que el NO bronquial fue más elevado) y, en los pacientes con alveolitis, el NO alveolar mostró una correlación inversa con la capacidad de difusión pulmonar, mientras que en los pacientes asmáticos el NO bronquial estaba correlacionado con la hipe-rreactividad de las vías aéreas (68). Se ha identificado que las vías aéreas centrales constituyen el principal lugar de producción de NO en los pacientes con asma moderada cuando se encuentran en una situa-ción estable y durante las exacerbaciones de la enfermedad, mientras que en estos pacientes las concentraciones de NO alveolares fueron normales (69). Los pacientes con un asma refractaria grave presentan unas concentraciones de NO alveolar más altas que las de los pacientes con asma leve, y sus concentraciones de NO muestran una correlación positiva con el recuento de eosinófilos en el lavado broncoalveolar pero no con el recuento de eosinófi-los en el esputo o el lavado bronquial (70). El NO está estrechamente relacionado también con paráme-tros indicativos de una disfunción de las vías aéreas periféricas en los pacientes con asma grave, de manera que se asocia con la presencia de una venti-lación desigual y con el atrapamiento de aire (71). En los pacientes con EPOC, se ha observado un inter-cambio gaseoso normal del NO procedente de las vías aéreas grandes de conducción y de las vías pequeñas distales, en comparación con los controles sanos de la misma edad, sin que haya correlación entre el intercambio gaseoso del NO y el enfisema evaluado en la TC, y con tan solo una reducción significativa de la concentración de NO bronquial con el empleo de dosis moderadas a altas de corti-costeroides inhalados, pero no con dosis bajas, a pesar del diverso grado de enfermedad enfisematosa existente (72).

Los datos recientes resaltan el papel de la “retro-difusión” del NO hacia las vías pequeñas y los alvéo-los, que conduce paradójicamente a un aumento de las concentraciones alveolares de NO después del tratamiento con corticosteroides inhalados en los pacientes asmáticos (73). La retrodifusión de NO de las vías aéreas grandes proximales para volver a las vías pequeñas distales puede evitarse mediante el cierre de las vías aéreas, que lleva a un aumento de la fracción total de NO espirado y una disminución de las concentraciones de NO alveolares. La parado-ja está en el hecho de que el tratamiento de la infla-mación de las vías aéreas con corticosteroides inha-lados puede aliviar la obstrucción de la vía respirato-

ria (atrapamiento de aire) y aumentar, por tanto, el NO alveolar como resultado del aumento de la retrodifusión, mientras que, al mismo tiempo, el tra-tamiento puede reducir la inflamación de las vías aéreas y la producción de NO, lo cual podría reducir las concentraciones de NO alveolares. El balance dinámico neto entre estos dos procesos fisiológicos será lo que determine los valores finales del NO alveolar, pero puede apreciarse que estos procesos dan lugar a una gran variabilidad de este parámetro en los pacientes.

Lavado de nitrógeno en respiraciones múltiples

La técnica de lavado de nitrógeno en respiraciones múltiples (MBN2 W) comporta la inhalación de oxí-geno al 100% para “lavar” el gas nitrógeno que se encuentra en la vía aérea durante la respiración corriente, y tiene una reproducibilidad muy elevada (74). La rapidez y el grado de espiración del gas nitrógeno del árbol traqueobronquial permiten eva-luar los cambios de la ventilación pulmonar (hetero-geneidad de la ventilación) en todo el pulmón (índi-ce de aclaramiento pulmonar), en los compartimen-tos de vías aéreas proximales/de conducción (en las que el transporte del gas se realiza principalmente por convección) y en las regiones distales/acinares (en las que el transporte del gas se realiza principal-mente por difusión) (75,76). Los pacientes con EPOC muestran una heterogeneidad de ventilación basal considerablemente superior para el compartimento de la vía aérea acinar pulmonar distal (Sacin) en comparación con los pacientes con asma, que, por el contrario, muestran una mejoría superior de la hete-rogeneidad de ventilación en la vía aérea de conduc-ción proximal (Scond) y en la Sacin, en respuesta a los broncodilatadores inhalados (76,77). Incluso en las formas más leves de asma, el patrón de deterioro estructural más uniforme está localizado en las vías aéreas de conducción (78), aunque los datos recien-tes indican que la heterogeneidad de ventilación de las vías aéreas acinares periféricas (Sacin) está pre-sente en los pacientes asmáticos que reciben dosis de mantenimiento de moderadas a altas de corticos-teroides inhalados, y que este deterioro estructural acinar está correlacionado con la inflamación de las vías aéreas distales determinada mediante el NO alveolar (79). El MBN2 W detecta las alteraciones de las vías aéreas periféricas en los fumadores mucho antes de que se produzca una anomalía en la espiro-metría convencional (80).

Técnica de oscilación forzada

La técnica de oscilación forzada (FOT), u oscilome-tría de impulsos, genera señales de presión-flujo

CONTENT ED NET

Evaluación y tratamiento de la enfermedad de vías aéreas pequeñas 152

oscilantes del aire en movimiento durante la respira-ción corriente, con objeto de determinar parámetros mecánicos pulmonares centrales y periféricos, como la impedancia (Z), la resistencia (R) y la reactancia (X) de la vía aérea (81). La FOT muestra una mayor sensibilidad para la valoración de la reversibilidad con un broncodilatador agonista b2 inhalado, en comparación con el FEV1, en pacientes con obstruc-ción del flujo aéreo (82). Las señales de oscilación a frecuencias bajas (5 Hz) reflejan cambios en las vías aéreas pequeñas. Los datos existentes indican que el cambio de la reactancia inspiratoria- menos-espirato-ria a 5 Hz (ΔX5Hz) es mayor en los pacientes con EPOC que en los asmáticos con un grado similar de obstrucción del flujo aéreo (FEV1 < 60% del espera-do), lo cual refleja el aumento de la limitación del flujo aéreo espiratorio dinámico que se observa en los pacientes con EPOC (83). Recientemente, los análisis matemáticos y estadísticos multidimensiona-les de las fluctuaciones dinámicas de la impedancia respiratoria (Z) que se producen a lo largo del tiem-po han puesto de manifiesto que los pacientes con EPOC y con asma se comportan de manera diferente en lo relativo a esas fluctuaciones, y es posible que con ello los datos de FOT puedan permitir diferen-ciar esos dos grupos de enfermedad (84).

Fármacos dirigidos a las vías aéreas pequeñas

La administración de fármacos inhalados es el funda-mento del tratamiento de la enfermedad respiratoria, pero los dispositivos inhaladores existentes son poco eficientes, puesto que apenas un 20% del fármaco llega a los pulmones y la parte de la dosis que no lo hace puede causar efectos secundarios (85). De hecho, la mayor parte de los dispositivos emiten un fármaco aerosolizado con un tamaño de partícula de entre 2 y 6 µm de DMMA (a lo que en las pruebas realizadas in vitro se denomina fracción de partículas finas (FPF)) que depositan el fármaco principalmente en las vías aéreas de conducción proximales (86). El tratamiento inhalatorio con agonistas b2, antagonistas muscarínicos y corticosteroides es la piedra angular de la terapia farmacológica en los pacientes con asma o con EPOC (87,88). Un importante factor limi-tante para el beneficio clínico obtenido con los dis-positivos actuales puede ser el bajo aporte del fárma-co inhalado a las vías aéreas pequeñas periféricas afectadas que resultan inaccesibles, e intuitivamente parece claro que la clave del éxito del tratamiento es dirigir el fármaco de manera precisa a las regiones pulmonares afectadas.

La administración sistémica (oral, parenteral) del tratamiento antiinflamatorio puede alcanzar el obje-tivo terapéutico de llegar a las vías aéreas pequeñas

periféricas en mayor medida que la administración inhalada regular, aunque los datos al respecto son limitados, y hay un mayor potencial de producción de efectos adversos. La adición de prednisona oral en pacientes asmáticos tratados con corticosteroides inhalados (ICS) en dosis altas resultó eficaz para atenuar la inflamación de las vías aéreas pequeñas, con una mejora de las concentraciones de NO alveo-lares (70,89). Sin embargo, contrariamente a esta observación, los estudios en los que se utilizaron anti-leucotrienos por vía oral añadidos al tratamiento estándar de ICS no produjeron una mejora del NO alveolar (90,91).

La mejora de la eficiencia del tratamiento aeroso-lizado existente para dirigir el fármaco a los lugares adecuados del pulmón puede mejorar la respuesta clínica, y esto puede alcanzarse mediante el control de las características del aerosol en el dispositivo de inhalación y/o de los parámetros de respiración del paciente durante la interacción entre dispositivo y paciente (Figura 2). De entre las características del aerosol, el tamaño de las partículas del fármaco es el factor más importante que determina la localización y distribución del depósito del fármaco inhalado en el interior de los pulmones.

Con el empleo de la gammagrafía pulmonar, se ha demostrado que la modificación del tamaño de las partículas del fármaco en el aerosol puede llevar el tratamiento inhalado a regiones distintas de las vías aéreas en los pulmones de los pacientes asmáticos, de tal manera que las partículas de salbutamol gran-des (6 µm y 3 µm) marcadas radiactivamente alcan-zaron un mayor depósito en las vías aéreas proxima-les, en comparación con lo observado para las partí-culas más pequeñas (1,5 µm) que se depositaron preferentemente en las regiones pulmonares distales (92). Las partículas del agonista b2 de mayor tamaño produjeron una mayor broncodilatación que las par-tículas más pequeñas, y se pensó que eran más apropiadas para su lugar de acción terapéutico, el

Figura 2. Propiedades que influyen en el depósito pulmonar de aerosoles médicos.

Características del paciente• Maniobra de inhalación -volumen inspirado -flujo inspiratorio -pausa para aguantar la respiración

• Gravedad de la enfermedad de vías aéreas • Aceptación y cumplimiento• Elección del dispositivo inhalador

Características del aerosol• Tamaño de las partículas• Densidad de las partículas• Carga eléctrica• Lipofilia• Higroscopicidad

CONTENT ED NET

153 O. S. Usmani & P. J. Barnes

músculo liso de la vía aérea, que es mayor en las vías de conducción proximales en comparación con las vías acinares distales. Sin embargo, las partículas de menor tamaño alcanzaban un mayor depósito pul-monar total, un menor depósito orofaríngeo, se veían menos afectadas por los cambios del flujo inhalatorio del paciente y tenían una mejor penetra-ción en las vías distales, en comparación con las partículas de mayor tamaño. Se observó también que el flujo inhalatorio más lento del paciente proporcio-naba una mejoría superior de las medidas espiromé-tricas en comparación con la inhalación rápida del aerosol (92). La trascendencia de la ciencia de los aerosoles en la modificación del tamaño de las par-tículas de los fármacos y el flujo de inhalación está siendo reconocida y trasladada a las nuevas formula-ciones farmacéuticas y dispositivos de inhalación para el uso clínico en los pacientes.

Nuevas formulaciones farmacéuticas y tecnologías de dispositivos

Parece claro que es preciso dirigir el fármaco inhala-do no solo a las vías grandes sino también a las pequeñas para tratar adecuadamente a los pacientes con asma o EPOC, y ello requiere una mejora de la tecnología de aporte de los fármacos mediante aero-soles. Los enfoques utilizados para dirigir el fármaco a las regiones pulmonares distales incluyen el desa-rrollo de nuevas formulaciones con un DMMA del aerosol más pequeño y la mejora de los dispositivos inhalatorios que emiten el fármaco aerosolizado a un flujo de inhalación más lento. Se han desarrollado formulaciones farmacéuticas que incorporan nuevos propelentes, como el hidrofluoroalcano (HFA), con unas partículas del fármaco pequeñas y extrafinas (∼ 1 µm de DMMA) en dispositivos pMDI, con los que se ha observado una mejora del depósito pulmo-nar total en comparación con los dispositivos más antiguos que utilizan como propelente clorofluoro-carbono (CFC). Estas formulaciones están disponibles para agonistas b2 de acción prolongada (formoterol), corticosteroides (dipropionato de beclometasona (BDP), ciclesonida, flunisolida), y combinaciones de fármacos a dosis fijas (BDP/formoterol (50), cicleso-nida/formoterol).

Con el empleo de ciclesonida-HFA (1,1 µm de DMMA) se alcanzó un depósito pulmonar del 52% en un estudio realizado en pacientes con asma leve (93). En voluntarios sanos, se observó un depósito pulmo-nar del 53% con BDP-HFA (0,9 µm de DMMA) en comparación con el depósito del 4% con el prepara-do de mayor tamaño de partícula de BDP-CFC (3,5 µm de DMMA) (94). Con BDP-HFA se demostró la obtención de una eficacia en cuanto al FEV1 similar a la observada con BDP-CFC, utilizando una dosis del

fármaco muy inferior, en pacientes asmáticos (95). Se ha demostrado que la combinación a dosis fijas de BDP-HFA/formoterol (1,3 µm de DMMA) alcanza un depósito pulmonar total (TLD) uniforme en diferentes poblaciones de pacientes, con independencia de la gravedad de la enfermedad de las vías aéreas: indivi-duos sanos (TLD 34%; FEV1 112% del esperado), pacientes asmáticos (TLD 31%; FEV1 75% del espera-do) y pacientes con EPOC (TLD 33%; FEV1 44% del esperado) (96). Con BDP/formoterol-HFA se observó también una distribución suficiente a las vías aéreas tanto grandes como pequeñas, de tal manera que aproximadamente dos terceras partes de la medica-ción iban a parar a las vías centrales y alrededor de una tercera parte a las periféricas. En estudios aleato-rizados y doble ciego se ha demostrado que el empleo de BDP/formoterol-HFA mediante pMDI fue no inferior a la combinación a dosis fijas de propio-nato de fluticasona/salmeterol-HFA en pMDI y a budesónida/formoterol en inhalador de polvo seco (DPI) en lo relativo a las medidas espirométricas, los síntomas clínicos y el control del asma (97,98).

Existen algunas evidencias que sugieren que diri-gir el tratamiento farmacológico a las vías aéreas pequeñas puede mejorar los parámetros de disfun-ción de estas; sin embargo, serán necesarios ensayos clínicos amplios definitivos al respecto. En los pacientes asmáticos, los índices de FOT específicos de las vías aéreas pequeñas mejoraron con la inhala-ción del tratamiento de BDP-HFA en comparación con BDP-CFC, y se realizaron observaciones simila-res respecto a la FOT en un estudio distinto realizado con ciclesonida-HFA en comparación con un DPI de propionato de fluticasona (99,100). La heterogenei-dad de ventilación acinar determinada mediante el MBN2 W mejoró cuando los pacientes asmáticos pasaron del tratamiento con budesónida-DPI (fárma-co con tamaño de partícula grande) a un pMDI de BDP-HFA (fármaco con tamaño de partícula peque-ño) (101). En los pacientes asmáticos, se demostró que ciclesonida-HFA reducía significativamente el NO alveolar (102), mientras que, en cambio, propio-nato de fluticasona-DPI reducía el NO bronquial pero carecía de efecto sobre el NO alveolar (103).

Se ha desarrollado un dispositivo de inhalación sin propelente, Respimat™ (Boehringer-Ingelheim, Alemania), que genera el fármaco aerosolizado en forma de una nebulización fina de movimiento lento, que se emite a lo largo de un periodo de tiempo prolongado. Los estudios in vitro indican que este dispositivo proporciona un FPF al menos el doble de alto que el de la mayoría de dispositivos de pMDI-CFC y DPI (104). Para las soluciones de fármacos en solución acuosa o de etanol emitidas con el disposi-tivo, el DMMA es menor que el de los dispositivos

CONTENT ED NET

Evaluación y tratamiento de la enfermedad de vías aéreas pequeñas 154

convencionales, con valores de 2 µm y 1 µm, respec-tivamente. Los estudios realizados in vivo muestran un mayor depósito pulmonar total con este disposi-tivo (45%) en comparación con el uso de pMDI-CFC y espaciador (26%), al utilizar el corticosteroide flu-nisolida en individuos sanos (105), y un mayor depó-sito pulmonar total (52%) en comparación con budesónida-DPI (29%) al utilizar el corticosteroide budesónida en pacientes asmáticos (106), y es importante señalar que se observó una mayor distri-bución pulmonar periférica del fármaco en compara-ción con lo obtenido con el inhalador DPI. En pacientes con EPOC y una mala técnica de uso de pMDI, se alcanzó un depósito pulmonar total mayor con el dispositivo (37%) en comparación con el pMDI-CFC (21%) al utilizar una formulación combi-nada de un agonista b2 de acción corta y un antago-nista muscarínico de acción corta (105). En el Reino Unido, el dispositivo Respimat está comercializado para el uso clínico, con un antagonista muscarínico de acción prolongada, tiotropio, en una dosis diaria de 5 µg para el empleo en in pacientes con EPOC (107). Tiotropio se comercializa también en un dis-positivo DPI, HandiHaler™ (Boehringer-Ingelheim), en una dosis diaria superior, de 18 µg diarios, con un depósito pulmonar total de tan solo el 20% de la dosis nominal del dispositivo, en individuos sanos y en pacientes con EPOC (108), si bien los datos indi-can que ambos dispositivos (dispositivo de nebuliza-ción de movimiento lento y dispositivo DPI a las dosis clínicas diarias prescritas de tiotropio), alcan-zan unos perfiles farmacocinéticos plasmáticos del fármaco similares en los pacientes con EPOC (109).

Sin embargo, paradójicamente, la atención presta-da al papel del dispositivo de nebulización de movi-miento lento más eficiente en comparación con el dispositivo DPI HandiHaler menos eficiente para el aporte de tiotropio a los pulmones ha sido muy mati-zada (110). Tres ensayos clínicos de 1 año de dura-ción han descrito en todos los casos un aumento de la mortalidad con el dispositivo de Respimat-tiotropio, en comparación con placebo, mientras que en el ensayo clínico prospectivo de 4 años de dura-ción Understanding Potential Long-Term Impacts on Function with Tiotropium (UPLIFT), no hubo aumen-to alguno de la mortalidad con el empleo del dispo-sitivo HandiHaler-tiotropio en comparación con pla-cebo (111). La Food and Drug Administration de EEUU no ha autorizado por el momento el dispositi-vo Respimat y, en un reciente comentario, resaltó la importancia de los dispositivos de administración como elementos de importancia crucial para alcanzar el efecto terapéutico de un fármaco inhalado en los pulmones (110). En la actualidad se está realizando un amplio estudio prospectivo de seguridad en el

que se comparan las dos formulaciones de dispositi-vos de administración para evaluar con mayor pro-fundidad estos resultados.

Resumen

Serán necesarios nuevos estudios, en especial en pacientes con asma o EPOC graves, para determinar si las mejoras del depósito pulmonar distal y de la función de las vías aéreas pequeñas con el empleo de partículas extrafinas y las nuevas tecnologías de dispositivos de administración se traducen en un resultado clínicamente relevante en los pacientes, como un mejor control de los síntomas, una mejor calidad de vida relacionada con la salud, menos efec-tos adversos de los fármacos y una disminución de las exacerbaciones que requieren hospitalización.

Declaración de intereses. Los autores no declaran ningún conflicto de intereses y no han recibido nin-gún pago por la elaboración de este manuscrito.

Bibliografía

1. Weibel ER. Morphometry of the human lung. Berlin: Springer-Verlag; 1963.

2. Baraldo S, Saetta M, Cosio MG. Pathophysiology of the small airways. Semin Respir Crit Care Med. 2003;24:465 – 72.

3. Macklem PT, Mead J. Resistance of central and peripheral airways measured by a retrograde catheter. J Appl Physiol. 1967;22:395 – 401.

4. Mead J. The lung’s ‘quiet zone’. N Engl J Med. 1970; 282:1318 – 9.

5. Barnes PJ.Against the Dutch hypothesis: asthma and chronic obstructive pulmonary disease are distinct diseases. Am J Respir Crit Care Med. 2006;174:240 – 3.

6. Hamid Q, Song y, Kotsimbos TC, Minshall E, Bai TR, Hegele RG, et al. Inflammation of small airways in asthma. J Allergy Clin Immunol. 1997;100:44 – 51.

7. Hogg JC, Chu F, Utokaparch S, Woods R, Elliott WM, Buzatu L, et al. The nature of small-airway obstruction in chronic obstructive pulmonary disease. N Engl J Med. 2004;350:2645 – 53.

8. Contoli M, Bousquet J, Fabbri LM, Magnussen H, Rabe KF, Siafakas NM, et al. The small airways and distal lung com-partment in asthma and COPD: a time for reappraisal. Allergy. 2010;65:141 – 51.

9. Gelfand EW, Kraft M. The importance and features of the distal airways in children and adults. J Allergy Clin Immunol. 2009;124:S84 – 7.

10. Saetta M, Di Stefano A, Rosina C, Thiene G, Fabbri LM. Quantitative structural analysis of peripheral airways and arteries in sudden fatal asthma. Am Rev Respir Dis. 1991;143:138 – 43.

11. Dolhnikoff M, da Silva LF, de Araujo BB, Gomes HA, Fern-ezlian S, Mulder A, et al. The outer wall of small airways is a major site of remodeling in fatal asthma. J Allergy Clin Immunol. 2009;123:1090 – 7.

12. Shiang C, Mauad T, Senhorini A, de Araújo BB, Ferreira DS, da Silva LF, et al. Pulmonary periarterial inflammation in fatal asthma. Clin Exp Allergy. 2009;39:1499 – 507.

13. Mauad T, Silva LF, Santos MA, Grinberg L, Bernardi FD, Martins MA, et al. Abnormal alveolar attachments with decreased elastic fiber content in distal lung in fatal asthma. Am J Respir Crit Care Med. 2004;170:857 – 62.

CONTENT ED NET

155 O. S. Usmani & P. J. Barnes

14. Saetta M, Ghezzo H, Kim WD, King M, Angus GE, Wang NS, et al. Loss of alveolar attachments in smokers. A morphome-tric correlate of lung function impairment. Am Rev Respir Dis. 1985;132:894 – 900.

15. Lams BE, Sousa AR, Rees PJ, Lee TH. Subepithelial immuno-pathology of the large airways in smokers with and without chronic obstructive pulmonary disease. Eur Respir J. 2000;15:512 – 6.

16. Battaglia S, Mauad T, van Schadewijk AM, Vignola AM, Rabe KF, Bellia V, et al. Differential distribution of inflammatory cells in large and small airways in smokers. J Clin Pathol. 2007;60:907 – 11.

17. Haley KJ, Sunday ME,Wiggs BR, Kozakewich HP, Reilly JJ, Mentzer SJ, et al. Inflammatory cell distribution within and along asthmatic airways. Am J Respir Crit Care Med. 1998; 158:565– 72.

18. Carroll N, Cooke C, James A.The distribution of eosinophils and lymphocytes in the large and small airways of asthma-tics. Eur Respir J. 1997;10:292 – 300.

19. Saetta M, Di Stefano A, Turato G, Facchini FM, Corbino L, Mapp CE, et al. CD8 + T-lymphocytes in peripheral airways of smokers with chronic obstructive pulmonary disease. Am J Respir Crit Care Med. 1998;157:822 – 6.

20. Saetta M, Mariani M, Panina-Bordignon P,Turato G, Buonsanti C, Baraldo S, et al. Increased expression of the chemokine receptor CXCR3 and its ligand CXCL10 in peripheral airways of smokers with chronic obstructive pulmonary disease. Am J Respir Crit Care Med. 2002;165:1404 – 9.

21. King GG, Salome CM. Multimodality measurements of small airways disease. Eur Respir J. 2006;27:250 – 2.

22. Kraft M, Djukanovic R, Wilson S, Holgate ST, Martin RJ. Alveolar tissue inflammation in asthma. Am J Respir Crit Care Med. 1996;154:1505 – 10.

23. Balzar S, Wenzel SE, Chu HW. Transbronchial biopsy as a tool to evaluate small airways in asthma. Eur Respir J. 2002;20:254 – 9.

24. Marshall BG,Wangoo A, Harrison LI,young DB, Shaw RJ. Tumour necrosis factor-alpha production in human alveolar macrophages: modulation by inhaled corticosteroid. Eur Respir J. 2000;15:764 – 70.

25. Hargreave FE. Induced sputum for the investigation of airway inflammation: evidence for its clinical application. Can Respir J. 1999;6:169 – 74.

26. Ueda T, Niimi A, Matsumoto H, Takemura M, Hirai T, yamaguchi M, et al. Role of small airways in asthma: inves-tigation using high-resolution computed tomography. J Allergy Clin Immunol. 2006;118:1019 – 25.

27. Abbott GF, Rosado-de-Christenson ML, Rossi SE, Suster S. Imaging of small airways disease. J Thorac Imaging. 2009; 24:285– 98.

28. Tashkin DP, de Lange EE. Imaging of the distal airways. J Allergy Clin Immunol. 2009;124:S78 – 83.

29. Samee S, Altes T, Powers P, de Lange EE, Knight-Scott J, Rakes G, et al. Imaging the lungs in asthmatic patients by using hyperpolarized helium-3 magnetic resonance: assessment of response to methacholine and exercise cha-llenge. J Allergy Clin Immunol. 2003;111:1205 – 11.

30. de Lange EE, Altes TA, Patrie JT, Gaare JD, Knake JJ, Mugler JP 3rd, et al. Evaluation of asthma with hyperpolarized helium-3 MRI: correlation with clinical severity and spirome-try. Chest. 2006;130:1055 – 62.

31. van Beek EJ, Dahmen AM, Stavngaard T, Gast KK, Heussel CP, Krummenauer F, et al. Hyperpolarised 3He MRI versus HRCT in COPD and normal volunteers: PHIL trial. Eur Respir J. 2009;34:1311 – 21.

32. Jang yM, Oh yM, Seo JB, Kim N, Chae EJ, Lee yK, et al. Quantitatively assessed dynamic contrast-enhanced magnetic resonance imaging in patients with chronic obstructive pul-monary disease: correlation of perfusion parameters with

pulmonary function test and quantitative computed tomogra-phy. Invest Radiol. 2008;43:403 – 10.

33. Musch G,Venegas JG. Positron emission tomography imaging of regional pulmonary perfusion and ventilation. Proc Am Thorac Soc. 2005;2:522 – 7.

34. De Backer JW,Vos WG,Vinchurkar SC, Claes R, Drollmann A, Wulfrank D, et al. Validation of computational fluid dynamics in CT-based airway models with SPECT/CT. Radiology. 2010;257:854 – 62.

35. Goldin JG. Imaging the lungs in patients with pulmonary emphysema. J Thorac Imaging. 2009;24:163 – 70.

36. Awadh N, Müller NL, Park CS, Abboud RT, FitzGerald JM. Airway wall thickness in patients with near fatal asthma and control groups: assessment with high resolution computed tomographic scanning. Thorax. 1998;53:248 – 53.

37. Park CS, Müller NL,Worthy SA, Kim JS,Awadh N, Fitzgerald M. Airway obstruction in asthmatic and healthy individuals: inspiratory and expiratory thin-section CT findings. Radiology. 1997;203:361 – 7.

38. Mitsunobu F,Ashida K, Hosaki y,Tsugeno H, Okamoto M, Nishida N, et al. Decreased computed tomographic lung density during exacerbation of asthma. Eur Respir J. 2003; 22:106– 12.

39. Akira M, Toyokawa K, Inoue y, Arai T. Quantitative CT in chronic obstructive pulmonary disease: inspiratory and expi-ratory assessment. Am J Roentgenol. 2009;192:267 – 72.

40. Laurent F, Latrabe V, Raherison C, Marthan R, Tunonde-Lara JM. Functional significance of air trapping detected in mode-rate asthma. Eur Radiol. 2000;10:1404 – 10.

41. Matsuoka S, Kurihara y,yagihashi K, Hoshino M,Watanabe N, Nakajima y. Quantitative assessment of air trapping in chro-nic obstructive pulmonary disease using inspiratory and expiratory volumetric MDCT. AJR Am J Roentgenol. 2008;190:762 – 9.

42. Goldin JG,Tashkin DP, Kleerup EC, Greaser LE, Haywood UM, Sayre JW, et al. Comparative effects of hydrofluoroalkane and chlorofluorocarbon beclomethasone dipropionate inha-lation on small airways: assessment with functional helical thin-section computed tomography. J Allergy Clin Immunol. 1999;104:S258 – 67.

43. Tunon-de-Lara JM, Laurent F, Giraud V, Perez T, Aguilaniu B, Meziane H, et al. Air trapping in mild and moderate asthma: effect of inhaled corticosteroids. J Allergy Clin Immunol. 2007;119:583 – 90.

44. van Beek EJ, Wild JM. Hyperpolarized 3-helium magnetic resonance imaging to probe lung function. Proc Am Thorac Soc. 2005;2:528 – 32.

45. Peces-Barba G, Ruiz-Cabello J, Cremillieux y, Rodríguez I, Dupuich D, Callot V, et al. Helium-3 MRI diffusion coefficient: correlation to morphometry in a model of mild emphysema. Eur Respir J. 2003;22:14 – 19.

46. Woods JC, Choong CK, yablonskiy DA, Bentley J, Wong J, Pierce JA, et al. Hyperpolarized 3He diffusion MRI and histo-logy in pulmonary emphysema. Magn Reson Med. 2006; 56:1293 – 300.

47. Fain SB, Panth SR, Evans MD, Wentland AL, Holmes JH, Korosec FR, et al. Early emphysematous changes in asymp-tomatic smokers: detection with 3He MR imaging. Radiology. 2006;239:875 – 83.

48. Wang C, Altes TA, Mugler JP 3rd, Miller GW, Ruppert K, Mata JF, et al. Assessment of the lung microstructure in patients with asthma using hyperpolarized 3He diffusion MRI at two time scales: comparison with healthy subjects and patients with COPD. J Magn Reson Imaging. 2008; 28:80– 8.

49. Pride NB. Tests of forced expiration and inspiration. Clin Chest Med. 2001;22:599 – 622.

50. Scichilone N, Battaglia S, Olivieri D, Bellia V. The role of small airways in monitoring the response to asthma treatment: what is beyond FEV1? Allergy. 2009;64:1563 – 9.

CONTENT ED NET

Evaluación y tratamiento de la enfermedad de vías aéreas pequeñas 156

51. Lung function testing: selection of reference values and inter-pretive strategies. American Thoracic Society. Am Rev Respir Dis. 1991;144:1202 – 18.

52. Hansen JE, Sun XG, Wasserman K. Discriminating measures and normal values for expiratory obstruction. Chest. 2006;129:369 – 77.

53. Stocks J, Quanjer PH. Reference values for residual volume, functional residual capacity and total lung capacity. Eur Respir J. 1995;8:492 – 506.

54. O’Donnell DE, Laveneziana P. The clinical importance of dynamic lung hyperinflation in COPD. COPD. 2006;3: 219 – 32.

55. Lougheed MD, Fisher T, O’Donnell DE. Dynamic hyperinflation during bronchoconstriction in asthma: impli-cations for symptom perception. Chest. 2006;130:1072 – 81.

56. Mahut B, Bokov P, Delclaux C. Abnormalities of plethysmo-graphic lung volumes in asthmatic children. Respir Med. 2010;104:966 – 71.

57. Sorkness RL, Bleecker ER, Busse WW, Calhoun WJ, Castro M, Chung KF, et al. National Heart, Lung, and Blood Institute Severe Asthma Research Program. Lung function in adults with stable but severe asthma: air trapping and incomplete reversal of obstruction with bronchodilation. J Appl Physiol. 2008;104:394 – 403.

58. Drummond GB, Milic-Emili J. Forty years of closing volume. Br J Anaesth. 2007;99:772 – 4.

59. in't Veen JC, Beekman AJ, Bel EH, Sterk PJ. Recurrent exa-cerbations in severe asthma are associated with enhanced airway closure during stable episodes. Am J Respir Crit Care Med. 2000;161:1902 – 6.

60. Bourdin A, Paganin F, Préfaut C, Kieseler D, Godard P, Chanez P. Nitrogen washout slope in poorly controlled asth-ma. Allergy. 2006;61:85 – 9.

61. O’Donnell DE, Laveneziana P, Ora J, Webb KA, Lam yM, Ofir D. Evaluation of acute bronchodilator reversibility in patients with symptoms of GOLD stage I COPD. Thorax. 2009;64:216 – 23.

62. Woolcock AJ,Vincent NJ, Macklem PT. Frequency dependen-ce of compliance as a test for obstruction in the small airways. J Clin Invest. 1969;48:1097 – 106.

63. Evans DJ, Green M. Small airways: a time to revisit? Thorax. 1998;53:629 – 30.

64. Buist AS. Current status of small airways disease. Chest. 1984;86:100 – 5.

65. Barnes PJ, Dweik RA, Gelb AF, Gibson PG, George SC, Grasemann H, et al. Exhaled nitric oxide in pulmonary disea-ses: a comprehensive review. Chest. 2010;138:682 – 92.

66. American Thoracic Society; European Respiratory Society. ATS/ERS recommendations for standardized procedures for the online and offline measurement of exhaled lower respi-ratory nitric oxide and nasal nitric oxide. Am J Respir Crit Care Med. 2005;171:912 – 30.

67. Tsoukias NM, George SC. A two-compartment model of pul-monary nitric oxide exchange dynamics. J Appl Physiol. 1998;85:653 – 66.

68. Lehtimäki L, Kankaanranta H, Saarelainen S, Hahtola P, Järvenpää R, Koivula T, et al. Extended exhaled NO measure-ment differentiates between alveolar and bronchial inflammation. Am J Respir Crit Care Med. 2001;163: 1557 – 61.

69. Gelb AF, George SC, Silkoff PE, Krishnan A, Fraser C, Taylor CF, et al. Central and peripheral airway/alveolar sites of exha-led nitric oxide in acute asthma. Thorax. 2010;65: 619 – 25.

70. Berry M, Hargadon B, Morgan A, Shelley M, Richter J, Shaw D, et al. Alveolar nitric oxide in adults with asthma: evidence of distal lung inflammation in refractory asthma. Eur Respir J. 2005;25:986 – 91.

71. van Veen IH, Sterk PJ, Schot R, Gauw SA, Rabe KF, Bel EH. Alveolar nitric oxide versus measures of peripheral airway dysfunction in severe asthma. Eur Respir J. 2006; 27:951– 6.

72. Gelb AF, Flynn Taylor C, Krishnan A, Fraser C, Shinar CM, Schein MJ, et al. Central and peripheral airway sites of nitric oxide gas exchange in COPD. Chest. 2010;137:575 – 84.

73. Van Muylem A, Kerckx y, Michils A.Acinar effect of inhaled steroids evidenced by exhaled nitric oxide. J Allergy Clin Immunol. 2010;126:730 – 5.

74. Downie SR, Salome CM,Verbanck S,Thompson B, Berend N, King GG. Ventilation heterogeneity is a major determinant of airway hyperresponsiveness in asthma, independent of airway inflammation. Thorax. 2007;62:684 – 9.

75. Crawford AB, Makowska M, Paiva M, Engel LA. Convection- and diffusion-dependent ventilation maldistribution in nor-mal subjects. J Appl Physiol. 1985;59:838 – 46.

76. Verbanck S, Schuermans D, Noppen M, Van Muylem A, Paiva M, Vincken W. Evidence of acinar airway involvement in asthma. Am J Respir Crit Care Med. 1999;159:1545 – 50.

77. Verbanck S, Schuermans D,Van Muylem A, Melot C, Noppen M, Vincken W, et al. Conductive and acinar lung-zone con-tributions to ventilation inhomogeneity in COPD. Am J Respir Crit Care Med. 1998;157:1573 – 7.

78. Verbanck S, Schuermans D, Paiva M,Vincken W. Nonreversible conductive airway ventilation heterogeneity in mild asthma. J Appl Physiol. 2003;94:1380 – 6.

79. Verbanck S, Schuermans D, Vincken W. Inflammation and airway function in the lung periphery of patients with stable asthma. J Allergy Clin Immunol. 2010;125:611 – 6.

80. Verbanck S, Schuermans D, Paiva M, Meysman M,Vincken W. Small airway function improvement after smoking cessation in smokers without airway obstruction. Am J Respir Crit Care Med. 2006;174:853 – 7.

81. Goldman MD, Saadeh C, Ross D. Clinical applications of forced oscillation to assess peripheral airway function. Respir Physiol Neurobiol. 2005;148:179 – 94.

82. Van Noord JA, Smeets J, Clément J, Van de Woestijne KP, Demedts M. Assessment of reversibility of airflow obstruc-tion. Am J Respir Crit Care Med. 1994;150:551 – 4.

83. Paredi P, Goldman M, Alamen A, Ausin P, Usmani OS, Pride NB, et al. Comparison of inspiratory and expiratory resistan-ce and reactance in patients with asthma and chronic obs-tructive pulmonary disease. Thorax. 2010;65:263 – 7.

84. Muskulus M, Slats AM, Sterk PJ, Verduyn-Lunel S. Fluctuations and determinism of respiratory impedance in asthma and chronic obstructive pulmonary disease. J Appl Physiol. 2010;109:1582 – 91.

85. Melchor R, Biddiscombe MF, Mak VH, Short MD, Spiro SG. Lung deposition patterns of directly labelled salbutamol in normal subjects and in patients with reversible airflow obs-truction. Thorax. 1993;48:506 – 11.

86. Pritchard JN. The influence of lung deposition on clinical response. J Aerosol Med. 2001;14:S19 – 26.

87. Global Initiative for Asthma (GINA). 2008. Available at: http://www.ginasthma.org/ (accessed 13 December 2010).

88. Rabe KF, Hurd S, Anzueto A, Barnes PJ, Buist SA, Calverley P, et al. Global strategy for the diagnosis, management, and prevention of chronic obstructive pulmonary disease: GOLD executive summary. Am J Respir Crit Care Med. 2007;176: 532 – 55.

89. Gelb AF, Taylor CF, Nussbaum E, Guitierrez C, Schein A, Shinar CM, et al. Alveolar and airway sites of nitric oxide inflammation in treated asthma. Am J Respir Crit Care Med. 2004;170:737 – 41.

90. Gelb AF, Taylor CF, Shinar CM, Gutierrez CA, Zamel N. Effect of fluticasone 250 microg/salmeterol 50 microg and monte-lukast on exhaled nitric oxide in asthmatic patients. Can Respir J. 2008;15:193 – 8.

91. Fritscher LG, Rodrigues MT, Zamel N, Chapman KR. The effect of montelukast on exhaled nitric oxide of alveolar and bronchial origin in inhaled corticosteroid-treated asthma. Respir Med. 2009;103:296 – 300.

CONTENT ED NET

157 O. S. Usmani & P. J. Barnes

92. Usmani OS, Biddiscombe MF, Barnes PJ. Regional lung depo-sition and bronchodilator response as a function of b2-agonist particle size. Am J Respir Crit Care Med. 2005; 172:1497 – 504.

93. Newman S, Salmon A, Nave R, Drollmann A. High lung deposition of 99mTc-labeled ciclesonide administered via HFA-MDI to patients with asthma. Respir Med. 2006; 100:375– 84.

94. Leach CL, Davidson PJ, Hasselquist BE, Boudreau RJ. Lung deposition of hydrofluoroalkane-134a beclomethasone is greater than that of chlorofluorocarbon fluticasone and chlorofluorocarbon beclomethasone: a cross-over study in healthy volunteers. Chest. 2002;122:510 – 6.

95. Busse WW, Brazinsky S, Jacobson K, Stricker W, Schmitt K, Vanden Burgt J, et al. Efficacy response of inhaled beclo-methasone dipropionate in asthma is proportional to dose and is improved by formulation with a new propellant. J Allergy Clin Immunol. 1999;104:1215 – 22.

96. De Backer W, Devolder A, Poli G, Acerbi D, Monno R, Herpich C, et al. Lung deposition of BDP/formoterol HFA pMDI in healthy volunteers, asthmatic, and COPD patients. J Aerosol Med Pulm Drug Deliv. 2010;23:137 – 48.

97. Papi A, Paggiaro PL, Nicolini G, Vignola AM, Fabbri LM. Beclomethasone/formoterol versus budesonide/formoterol combination therapy in asthma. Eur Respir J. 2007;29: 682 – 9.

98. Papi A, Paggiaro P, Nicolini G, Vignola AM, Fabbri LM. Beclomethasone/formoterol vs fluticasone/salmeterol inha-led combination in moderate to severe asthma. Allergy. 2007; 62:1182 – 8.

99. yamaguchi M, Niimi A, Ueda T,Takemura M, Matsuoka H, Jinnai M, et al. Effect of inhaled corticosteroids on small airways in asthma: investigation using impulse oscillometry. Pulm Pharmacol Ther. 2009;22:326 – 32.

100. Hoshino M. Comparison of effectiveness in ciclesonide and fluticasone propionate on small airway function in mild asth-ma. Allergol Int. 2010;59:59 – 66.

101. Verbanck S, Schuermans D, Paiva M, Vincken W. The functional benefit of anti-inflammatory aerosols in the lung periphery. J Allergy Clin Immunol. 2006;118:340 – 6.

102. Cohen J, Douma WR, ten Hacken NH, Vonk JM, Oudkerk M, Postma D. Ciclesonide improves measures of small airway involvement in asthma. Eur Respir J. 2008;31: 1213 – 20.

103. Lehtimäki L, Kankaanranta H, Saarelainen S, Turjanmaa V, Moilanen E. Inhaled fluticasone decreases bronchial but not alveolar nitric oxide output in asthma. Eur Respir J. 2001;18: 635 – 9.

104. Zierenberg B. Optimizing the in vitro performance of Respimat. J Aerosol Med. 1999;1:S19 – 24.

105. Newman SP, Brown J, Steed SP, Reader SJ, Kladders H. Lung deposition of fenoterol and flunisolide delivered using a novel device for inhaled medicines. Chest. 1998;113:957 – 63.

106. Pitcairn G, Reader R, Pavia D, Newman S. Deposition of corticosteroid aerosol in the human lung by Respimat® Soft Mist™ Inhaler compared to deposition by metered dose inhaler or by Turbuhaler® dry powder inhaler. J Aerosol Med. 2005;18:264 – 72.

107. Brand P, Hederer B, Austen G, Dewberry H, Meyer T. Higher lung deposition with Respimat Soft Mist inhaler than HFA-MDI in COPD patients with poor technique. Int J Chron Obstruct Pulmon Dis. 2008;3:763 – 70.

108. Brand P, Meyer T, Weuthen T, Timmer W, Berkel E, Wallenstein G, et al. Lung deposition of radiolabeled tiotro-pium in healthy subjects and patients with chronic obstructi-ve pulmonary disease. J Clin Pharmacol. 2007;47:1335 – 41.

109. Ichinose M, Fujimoto T, Fukuchi y. Tiotropium 5microg via Respimat and 18 microg via HandiHaler; efficacy and safety in Japanese COPD patients. Respir Med. 2010;104: 228 – 36.

110. Michele TM, Pinheiro S, Iyasu S.The safety of tiotropium — the FDA's conclusions. N Engl J Med. 2010;363:1097 – 9.

111. Tashkin DP, Celli B, Senn S, Burkhart D, Kesten S, Menjoge S, et al. A 4-year trial of tiotropium in chronic obstructive pulmonary disease. N Engl J Med. 2008;359:1543 – 54.

CONTENT ED NET

PR

RE

SS

EP

1220

Sep

tiem

bre

201

2