facetas abril 25

8
IBAGUÉ, ABRIL 25 DE 2010 FA CE CULTURA AL DÍA Cuento Epifanía Héctor Tizón Exposición Cerámica y orferería Banco de la República Cine Fantasía domina la taquilla Cómo entrenar a tu dragón TAS

Upload: editorial-aguasclaras-sa

Post on 04-Mar-2016

221 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Facetas Abril 25

TRANSCRIPT

Page 1: Facetas Abril 25

IBAGUÉ, ABRIL 25 DE 2010

FACECULTURA AL DÍACuentoEpifaníaHéctor Tizón

ExposiciónCerámica y orfereríaBanco de la República

CineFantasía domina la taquillaCómo entrenar a tu dragón

TAS

Page 2: Facetas Abril 25

Esperanza Carvajal Gallego*

¡Cómo no enamorarse de la historia! Pero no de aquella, tantas veces contada y ama-ñada en libros celosamente conservados en bibliotecas escolares, para infortunio de quienes no tuvieron la posi-bilidad de conocerla en otra forma, sino a manera de dog-ma idealizando personajes siniestros, que llegaron ha-ciéndose llamar conquista-dores y aún así, hay quienes los exaltan y agradecen su legado. Por fortuna, hoy nos en-contramos con un libro de cuentos titulado El grito del Ameeé, escrito por el inquieto historiador, escritor y perio-dista Camilo Pérez Salaman-ca, quien después de empren-der una pesquisa rigurosa, consultando fuentes de alta confiabilidad que reposan en anaqueles casi olvidados

por el tiempo y la memoria, los recrea reconciliando la historia y la ficción a través del maravilloso puente de la literatura, donde la palabra cobra otro valor. Así, de manera magistral, Camilo Pérez Salamanca in-troduce al lector en una se-rie de acontecimientos como fue la llegada de los dioses, esperada por los nativos, las guerras y la defensa contra el exterminio; de igual manera, la comprobación de su divini-dad. De esta manera, el lector salta maravillado de una a otra historia donde se cru-zan hechos y personajes que contagian su ternura o provo-can risa incontenible por las inusitadas anécdotas, como lo acaecido al ilustre “Aníbal Silvestre y Granada” en uno de sus viajes. Cada uno de los cuentos

aquí plasmados entreteje su encanto, no sólo por el con-tenido que los habita, sino también por la fluidez del lenguaje y la incorporación de imágenes que los alejan de los lugares comunes. He aquí algunos de estos elementos: “la cordillera parecía soste-ner el cielo”, o “es una cuesta que lleva al firmamento”. No encuentro en el libro de Camilo Pérez Salamanca pre-tensión distinta a la del goce estético basado en la memo-ria de un pueblo aguerrido e injuridado. En buen momento saluda-mos este texto para deleite de sus lectores y esclarecimiento de algunos hechos, justo en los albores del bicentenario de la Independencia.

*Escritora colombiana. Texto tomado de la con-

tracubierta del libro.

FACETAS IBAGUÉ, ABRIL 25 DE 2010

El grito del Ameeé, o el pincelde la magia en la cordillera de la historia

La escritura de estas dos palabras de origen común, una con s y otra con c, es una de las muchas paradojas de la orto-grafía castellana, que se explica porque la primera nos llegó directamente desde el latín, mientras que la segunda pasó antes por el francés. Ambos vocablos provienen del latín praetensio, onis, formado a partir del verbo praetendere, que a su vez se for-mó del verbo tendere (estirar, extender, montar una tienda) con el prefijo prae- (ante, delante, enfrente). Para los roma-nos, praetendere era equivalente a ‘poner por delante’, ‘interponer’ y, en sentido fi-gurado, ‘poner un pretexto’. Praetendere muros Marti era ‘colocar murallas entre sí y el enemigo’ (Virgilio). En la inexorable evolución del signi-ficado de las palabras, praetendere se convirtió en inglés en to pretend, con el sentido de ‘fingir’, ‘simular’ y en portu-gués, en pretender, con la denotación de ‘aspirar a’, ‘proponerse’, ‘tener intención de’.

En español, preten-der significa ‘querer ser o conseguir algo’, ‘in-tentar conseguir algo’ y también ‘aspirar al amor de una persona del sexo opuesto’, mien-tras que pretensión ex-presa el ‘derecho que alguien cree tener so-bre algo’. En francés, el verbo latino evolucionó a pré-tendre, del que se deri-varon, entre otras, las palabras prétendant (pretendiente), préten-du (pretendido), y pré-tentieux. Esta última lle-gó a nuestra lengua como pretencioso, cambiando la t por una c, con el significado de ‘presuntuoso’, pero fue criticado durante muchos años como un galicismo indeseable. Pretencioso apareció por primera vez en el dicciona-

rio de la Academia en la edición de 1927, marcado como “galicismo”, pero 43 años después, en la actualización de 1970, quedó consagrado como vocablo castella-no castizo, sin marca de extranjerismo, tal como ha ocurrido incontables veces a

lo largo de la Historia con muchas voces de nuestro idioma. La c galicada (afrancesada) no fue re-cogida por el portugués, una lengua más fiel al latín, que se quedó con pretensão y pretensioso.

Palabra del díaPretensión, pretencioso

Obras del pintor colombiano Jesús Niño Botía

Page 3: Facetas Abril 25

FACETAS IBAGUÉ, ABRIL 25 DE 2010

El cuentoEpifanía

PoesíaMiguel Florián

Poeta español

Héctor Tizón*

Algunas veces, antes de que anocheciera, se podían distinguir en el pálido ho-rizonte unos trazos difumi-nados semejantes a nubes. Pero ya nadie recordaba la lluvia. La aridez sólo era morigerada por la humedad que en los amaneceres des-tilaba el rocío de las escasas plantas. Para los de aquí, descen-dientes de adoradores del sol, el sol es el infierno, que seca la piel antes de que la muerte llegue; estos hom-bres ya ni siquiera saben defenderse porque han per-dido el concepto del mal. Hacía mucho tiempo que no nacía una mujer en es-tos pagos, y por falta de hembras los varones mozos debían exiliarse; ya sólo quedaban los ancianos; las mujeres, multíparas, mo-rían, y a los jóvenes se los llevaba el camino. El día en que las dos coma-dronas anunciaron la inmi-

nencia del nacimiento fue, para todos, de fiesta. Por la forma esférica y no ovoidal del abdomen, por el rumor silencioso como de vientos profundos que las viejas oían al poner sus orejas so-bre el vientre grávido, y por la entrañable suavidad y ti-bieza de la piel, estuvieron seguras las parteras del in-minente advenimiento. El hecho se expandió por las comarcas: ahora, otra vez, iba a nacer una hem-bra; y esto era como una es-peranza y como una flor. Con el anuncio se preparó el ágape, que sería una co-mida fraternal y primitiva: cordero asado con hierbas amargas, y maíz; y música de viento. El pueblo no era grande, apenas siete casas, con sus corrales circulares de piedra seca. Se obstinaba la gente en construir sus casas en esta paramera, sólo apta para senderos de cabras, cuando a lo sumo podría ser habita-

da por el viento polvoroso. Un cuento inmemorial pre-tende que aquí, o muy cerca de aquí, alguna vez existió un lago; nadie lo cree pero nadie lo niega, y todos los pequeños pueblos de esta región lo reclaman para sí. Algunos hasta han creído ver los rastros o vestigios de ruinas, de cobijos de pesca-dores que echaban sus redes a la luz de la luna. Los pequeños pueblos no son más de tres, separados entre sí por leguas tan yer-mas como las del país de Caín, a quien el Señor ha-bía condenado a vagar por el desierto. De allí salieron dos hombres, impulsados por el rumor del nacimien-to, y estos dos se hallaron en un cruce de senderos con otro más, y los tres juntos emprendieron el camino. Casi no hablaron entre ellos, puesto que lo que pudieron haberse dicho ya cada quien lo sabía. Los tres viajeros pasaron la noche a la intemperie y durmieron encogidos junto al fuego que se extinguió al amanecer. Sólo dos tenían cada cual una alforja; uno de ellos llevaba un pequeño pe-llón, y el otro una ollita del tamaño de una mano, con su tapadera; el tercero era tan pobre que no llevaba nada. Al amanecer del quinto día avistaron una delgada columna de humo que se mantenía erguida porque a esa hora el viento se reca-ta. Apuraron el paso, pero el sol les ganó en llegar. No tuvieron que hacer ninguna pregunta y, enseguida, los tres estuvieron junto al jer-gón donde yacía la criatura recién nacida, que acababa de morir. Tampoco en el camino de regreso hablaron entre ellos, tampoco ahora tenían nada que decirse. Quizá porque todos sabían que vivir ahí era como una extravagante vanagloria.

*Escritor argentino, Gaceta Literaria

Virtual.

LluviaEl agua deslíe la consciencia, una a unaempapa las imágenes, se agi-tan sus reflejos,tiemblan sólo un instante so-bre la herida. Nuncaacabará la lluvia. En la me-moria llueve,vuelvo a ver los charcos de la infancia, una mantaempapada sobre vagas cabe-zas, y un rostromuy fugaz de mujer. Siempre estuvo lloviendo,los pájaros perdidos busca-ban entibiarseen nuestra sangre. Aquella boca de tibia lunaenmudecida y fría, sobre la yerba húmeda...¿Adónde lleva el agua esas semillas?, ¿en qué mardesembocan?, ¿en qué madre germinan?, ¿acasoel alma es tierra y luego, ya en sazón, fructificanbajo el temblor de la memo-ria? Tocar el mundo

con nuestras manos ciegas, y luego, en el recuerdo,otro mundo renace más in-tenso. Aquellamano posada sobre el tiempo, aquella frentecon su gesto de arcilla, y este turbio afándel hombre por alzar su casa derruidabajo la tempestad, esta in-quietud de abriren las ondas de todos los re-gatos la entrañaencendida del musgo. Sí, ¿en qué océanoen qué lecho se vierten las pa-labras?, ¿qué muellesrefugian a sus barcos? El cie-lo es agua quieta,y el polvo, y los vestigios que espejean y abrasanen su luz la consciencia. Náu-fragos todos bajoidéntico aguacero, peregrinos del sueño,creciendo sobre el pecho del tiempo, sosteniéndonossobre la mano incierta de un dios que nos ignora.

Los días y los pájarosa Diego Granados

Los días se parecen a los pá-jaros-vienen y luego van- y siempre dejanuna herida de luz. Huele a musgosu vuelo, a paí-ses de escarcha,a savia de ma-droños escondi-dos...(Hay una fuen-te oculta que derramablancos ríos de sed, y un cam-panarioazul, mecido por el viento).

De qué cielo, de qué elevada dicha,los pájaros desc i enden .

De qué amor.Los días se parecen a los pá-jaros,igual tristeza dejan cuando pasan,la misma oscuridad, igual silencio.

Page 4: Facetas Abril 25

FACETAS IBAGUÉ, ABRIL 25 DE 2010

Continúa / Pág. 5 /

L o s a n t i -

guos pobladores del Tolima dejaron huellas de su cultu-ra y su forma de vida; miles de años después los investi-gadores y antropólogos toli-menses se han dado a la ta-rea de revivir los recuerdos de sus antepasados. Resultado de más de seis años de investigación y colaboraciones entre el Museo Antropológico de la Universidad del Toli-ma y el Museo del Oro del Banco de la República, son la exposición Tolima Milenario y el catálogo homólogo que la acompaña, y que podrán ser

apreciados por los tolimenses en la sala de exposiciones del Banco de la República hasta el

15 de septiembre. Esta investigación com-prende un recorrido cul-tural por toda la región en la que se han clasificado

los artefactos encontrados en diferentes periodos

que ayudan a seguir cronológicamente el

desarrollo de aque- llos a quienes los españoles alguna vez nombraron pijaos. La etapa inicial corresponde a los primeros pobladores que eran grupos humanos de reco-lectores, cazadores y horticultores asentados en pequeños campamentos que fueron encontra-

dos posteriormente por los arqueólogos de la Universidad del Tolima y quienes después de arduas excavaciones en las colinas de Chaparral,

Fresno y Roncesvalles, encontraron indicios de la vida de esta cultura.

El Tolima cuenta su historiaa través de orferería y alfarería

Page 5: Facetas Abril 25

FACETAS IBAGUÉ, ABRIL 25 DE 2010

“La evidencia mate-rial asociada a su vida cotidiana está

compuesta de ar-tefactos de pie-

dra para mo-ler, machacar, cortar, raspar y

perforar. Dichas herramientas esta-

ban dirigidas hacia el aprovechamiento de fru-

tos, granos, cuescos y nueces de pal-ma, y otros re-cursos andinos”,

comentan en el ca-

tálogo los investigadores del Grupo de Arqueología y Patrimonio Regional de la Universidad del Tolima. Posteriormente y con la evolución de la manipulación de elementos na-turales y artificiales, aparecen en una segunda fase los aborígenes que han sido denominados como ceramistas tempranos, pues con un profundo cam-bio en las tradiciones nómadas de las

comunidades estas pudieron encontrar lugares aptos para la agricultura y desarrollar técnicas de alfarería. En el mismo catálogo se muestra el predo-minio de la evidencia de cerámicas que mues-tran una unidad cultural en la mayoría de los asentamientos que se ubicaron en el valle del Magdalena a una altura máxima de 500 metros sobre el nivel del cauce del río. “La figura humana se representó esque-matizada sobre algunas piezas, espaldares de sillas y de manera realista en muñecos y va-sos con personajes sentados en butacos, piezas profusamente decoradas con diseños en pintura negra (a manera de pintura facial y corporal)”, agregan los integrantes del grupo de investiga-ción.

Con el primer milenio después de Cristo se presentó un cambio en el es-tilo de cerámica de estas sociedades ya mucho más organizadas, pues constru-yeron caseríos que contaban con un nú-mero mayor de familias conviviendo. Esto dio paso a la creación de nuevas técnicas de elaboración de artefactos que les permitió llegar a la metalurgia, ubicada especialmente en la cuenca del río Saldaña que contaba con uno de los depósitos de oro aluvial más importan-tes del centro del país. Estas piezas representativas de un periodo temprano de orferería perte-necen a la colección del Museo del Oro y hacen parte ahora de la exposición

Tolima Milenario, que luego de dejar la Ca-pital Musical empe-zará su itinerancia por las diferentes sedes del Banco de la Re-pública en todo el país. De esta mane-ra los colombianos tendrán la oportu-nidad de realizar el maravilloso recorrido por la cultura del Tolima y las piezas únicas que se crearon en el proce-so de asentamien-to y desarrollo, que se gestó en los valles de los ríos más importantes del Departa-mento.

Viene / Pág. 4 /

Page 6: Facetas Abril 25

FACETAS IBAGUÉ, ABRIL 25 DE 2010

ULuís Rozo*

n comentarista se atrevió a decir que la película era una re-

presentación de la sociedad norteamericana, en la cual los sujetos humanos acaban devorándose unos a otros como los tiburones, si de lo que se trata es de conseguir el dinero, objetivo por el cual se utiliza cualquier medio, arrasando si es necesario con quien se tenga que eliminar del camino. Tanto el perso-naje de Perdición (Doble in-demnización, 1944), como el de La dama de Shanghái, no tienen escrúpulos a la hora de asumir esta postura bas-tante peligrosa para los in-genuos y bobalicones que no se distancian desde el prin-cipio. El dinero justifica todos los medios para conseguirlo, en tanto una sociedad en su ética de conjunto, en su di-námica general, impone esta mediación para poder vivir. ¿Pero actualmente cuál so-ciedad no impone este princi-pio para vivir? El socialismo

real lo hace igualmente, no sólo el capitalismo galopante que se vive en la mayoría de las naciones del mundo “civi-lizado”. El dinero se impone como el medio imprescindi-ble para vivir y no caer en los avatares de la sobrevivencia o en la pendiente escabrosa de la miseria. Quien por falta de un in-greso mensual permanente y seguro despierta y no tiene con qué movilizarse, o para el alimento, o como para pagar la renta, desarrolla una acti-tud moral proclive al crimen o al acto delictivo para con-seguir lo necesario y suplir las necesidades. Ahora bien, cuando estos mínimos no son suficientes, por los hábitos de consumo suntuario que muchos sujetos interiorizan como fundamentales, pues se asume la ambición que ve la solución en el gran golpe o en el gran robo o crimen que proporcionará el botín sufi-ciente en función del sueño paradisiaco que traducido puede revestir el más abier-to sentido literal y prosaico: “conseguir el churro francés

como marido, la casa quinta con piscina, el BMW y mu-chos, muchos dólares que sobren y no falten” (texto de una mujer común y corriente encontrado en un clóset). La ambición de tener el estatus más alto de vida o lo que se le parezca, arrastra el modelo de representación del buen vivir, como proyec-to de vida. Y el amor ¿dónde queda? Si se conjuga la belle-za física con el placer y éste arrastra el afecto, el cariño, el aprecio, entonces el que se deja convencer de esta conjunción resulta cayendo en un fatal convencimiento, pues muy seguro le llevará a la debacle y al abismo. El amor predicado de las más disímiles maneras como el sentimiento por el cual vale la pena seguir viviendo y considerado como la exalta-ción del afecto más puro y humano, se convierte en un arma letal para la destruc-ción del otro, para el irres-peto a su integridad moral y espiritual, incluso física. El amor como mecanismo para hacer depender a una persona llevándola a una manipulación sin escrúpu-los, se convierte en un ins-trumento de degradación y descomposición que no tiene límites, incluso no detenién-dose para llegar al crimen. El cine negro ha podido ca-racterizar a este prototipo de mujer fatal, fatal para quien entra en contacto con ella, como un ser que se asume en su carga de inmoralidad aliada con el cinismo, lo que lleva al personaje a encarnar los rasgos más abiertos de la deshonestidad y la falta de honradez. En la misma dirección nociones como so-lidaridad, lealtad, amistad, cariño, afecto, sinceridad han desaparecido de su léxi-co. Estas cualidades no son predicables sólo de la mujer fatal, los hombres que se lían como serpientes con ella se corresponden con su preca-riedad espiritual y sensible. Son astutos e inteligentes como ella, pero estas habi-lidades están en función de similares objetivos a los que

su ambición les impulsa. Di-nero, poder, manipulación, mentira, son factores que llevan al crimen como la más lúcida coartada existencial de estos personajes. Que Orson Welles se esté refiriendo sólo a Norteamé-rica, no impide que en otros territorios, en los cuales este modus de vida se vuelve una referencia casi obligada, no existan similares modelos con estructuras mentales moldeadas con valores seme-jantes. Si tratamos de precisar qué conocimiento derivamos de esta película sobre “el amor y sus demonios”, lo que constituye el foco de nuestro seminario en este semestre, tendremos que asumir que desde este tipo de películas, en las que incluimos Perdi-ción, La Dama de Shanghái, Vértigo es imprescindible, se desmitifica la idea del amor como expresión de senti-mientos no contaminados por intereses crematísticos, o expresión de la pureza del alma, para introducir la pre-ocupante idea del amor como medio de manipulación e irrespeto al otro, o de su ani-quilación espiritual y física.Por último, planteemos de qué manera Orson Welles formula una apreciación en su película La Dama de Shanghái, Vértigo sobre Norteamérica. Lo hace con una metáfora muy fuerte y gráfica. Michel O’Hara re-fiere un suceso del cual fue testigo en una conversación que soporta con Bannister, Grisby y Elsa la dama fatal: “Una vez bordeando las cos-tas del Brasil (Orson Welles realizó un documental sobre Brasil) vi el océano tan oscu-recido por la sangre que pa-recía negro y el sol se oculta-ba tras la línea del horizonte. Nos detuvimos en Fortaleza y varios marineros sacamos los aparejos para pescar un rato. Yo fui el primero en en-ganchar algo, era un tiburón, luego apareció otro y otro y otro, hasta que todo el mar se llenó de tiburones y más tiburones, no se podía ver el agua. Mi tiburón se había

soltado del anzuelo y el olor o talvez la mancha porque sangraba a borbotones, hizo que los otros enloquecieran. Aquellos animales se devo-raban entre sí. En su locura se comían unos a otros. Se sentía el frenesí del asesinato como el viento azotándole a uno en los ojos y se olía el he-dor de la muerte que emana-ba del mar. Nunca había vis-to algo peor hasta la reunión de esta noche. ¿Y saben una cosa? Ni uno de los tiburones de aquel cardumen enloque-cido sobrevivió. Ahora los dejo”. La idea de la compe-tencia, de la habilidad del más fuerte para sobrevivir, la descomposición a que son sometidos todos los escualos prefiguran en una fuerte me-táfora la finalidad a que son sometidos los miembros de un colectivo. Pero también es por la referencia al proto-tipo de personajes y dinámi-cas desarrolladas entre ellos. Igualmente por los sucesos en que se ven implicados los sujetos fruto de sus acciones que son vehiculizadoras de valores. La personalidad de los ro-les está configurada por la desconfianza, por la preven-ción que se exhiben entre sí, por la forma tan externa en que se relacionan, por esa retención afectiva que se ma-nifiestan unos a otros, por esa actitud de serpientes al acecho, en particular deno-tada por la mirada estática de Grisby, el más revulsivo de los rostros configurado en el cine. La humanidad, en cuanto dimensión de cualidad sensible proclive al respeto y consideración por el otro, ha desaparecido de los rostros, gestos y movimientos de los cuerpos de los personajes. Esto se nota aún más cuando vemos a estos anglosajones y su glamurosa heroína Elsa, La dama de Shanghái, en un pasaje fugaz, en medio de los nativos mejicanos cuya fi-siognomía es absolutamente subordinada y al margen.

*Director de cine colom-biano. Cinemateca del

Tolima.

La dama de Shanghái

Page 7: Facetas Abril 25

FACETAS IBAGUÉ, ABRIL 25 DE 2010

PJosé Luis Díaz-Granados*

arece que al fin los bió-grafos de Shakespea-re han terminado por

ponerse de acuerdo en que el poeta murió a causa de una intoxicación etílica a la tem-prana edad de 51 años. Aquel 23 de abril de 1616, por coin-cidencia, el mismo día, mes y año en que moría Cervantes-, los vecinos comentaban que durante la noche anterior el autor de Romeo y Julieta “ha-bía bebido demasiado vino”. El que un autor literario haya sido de manera predo-minante consumidor de vege-tales, de café o de drogas he-roicas puede constituir algo sencillamente anecdótico: Balzac bebía 50 tazas de café negro al día (o mejor, duran-te la madrugada) y sólo así se sentía estimulado para es-cribir. George Bernard Shaw sólo comía vegetales sin ha-ber probado jamás la carne ni el alcohol. Y la mayoría de los novelistas del movimiento “beatnik” probaron la mari-huana, la cocaína y el LSD. Pero que un escritor sea (o haya sido) un dipsómano im-penitente parece ser casi un ritual paralelo al de su amor por las palabras. No existe una razón lógica para creerlo. Incluso alcohó-licos tan reconocidos como Hemingway, Karen Blixen o John Steinbeck aconsejaban no escribir jamás bajo los efectos etílicos. Sin embar-go, no son pocos los textos y los libros en los que especia-listas han intentado hallarle

una explicación racional a esta extraña relación entre la creación literaria y la adic-ción al alcohol. Precisamente Hemingway, quien en La Habana hizo fa-mosos los eslogan: “Mi moji-to en La Bodeguita; mi dai-quiri en El Floridita”, podía beber en un sólo día buenos tragos de vodka, ron y vino, al tiempo que ponderaba las “virtudes medicinales de la ginebra”. Un día, escribiendo en un café de París sintió sed. “Pedí un ron Saint James -re-cordó en sus memorias-. Con aquel frío me supo a gloria, y seguí escribiendo, sintiéndo-me muy bien y sintiendo que el buen ron de la Martinica me calentaba el cuerpo y el espíritu”. William Faulkner, quien al igual que el noruego Knut Hamsum recibió el Premio Nobel de manos del rey de Suecia en lamentable estado de embriaguez, afirmaba que para escribir sólo se necesi-taba un sitio acogedor, una mesa con una resma de papel, lápices y una botella de whis-ky. “¿Bourbon?, le preguntó el periodista refiriéndose al ron ordinario de Nueva Orleáns. No, respondió el novelista, no soy tan melindroso”. Las borracheras de James Joyce eran tan famosas en su exilio continental que no hay cronista de la “Genera-ción Perdida” que no las re-gistre. Su pobre mujer, Nora Barnacle, lidiaba con pacien-cia aquellas rascas de vino electrizante de Trieste, o del “Fendant de Sion” de Zúrich,

que según Joyce sabía a “mineral metálico”. Según José María Valverde, “el alcohol y las reiteradas in-fecciones dentarias comen-zaron a dañar los ojos de Joyce”. Zelda, la conflictiva mujer de Francis Scott Fitzgerald, sentía celos de la literatura. Apenas el autor de El Gran Gatsby se sentaba a escri-bir algunos párrafos de su nueva novela, ella lo arras-traba a una nueva borra-chera hasta que él perdía el

conocimiento luego de pelear y hacer las paces. Al otro día, trataba de curar la resaca su-dando alcohol en largas cami-natas con Hemingway para luego volver a intentar nuevos párrafos frente a su máquina. Beodo hasta el “Delirium tremens” fue el desdichado y fascinante Edgar Allan Poe, al igual que Paul Verlaine, borracho feroz que casi mata con arma de fuego a su ma-dre viuda, a su esposa y a su luciferino compañero Arthur Rimbaud. Pero el colmo del descaro lo llevó a cabo Truman Capote, el impecable narrador de A sangre fría, cuando ante 75 millones de televidentes declaró tartamudeando por la embriaguez: “Soy marica, borracho y chismoso. Pero soy un genio”. El genial poeta galés Dylan Thomas, después de haber asombrado al mundo litera-rio anglosajón con su Retrato del artista cachorro, realizó cuatro giras triunfales por los Estados Unidos, al término de las cuales murió luego de haber ingerido alcohol sin pa-rar durante un mes. Tenía 39 años. Un novelista olvidado, Ha-lldor Kiljan Laxness, autor de Las campanas de Islan-dia, respondió a la pregunta de los reporteros acerca de lo que pensaba hacer con la for-tuna obtenida con el Premio Nobel de Literatura en 1955: “Me la voy a beber”. Lo que sin duda hizo, al igual que sus antecesores en el galar-dón: Sir Winston Churchill,

dipsómano archiconocido, los ya citados Faulkner y Hemin-gway, el existencialista sueco Pär Lagerkvist y el controver-tido André Gide. El poeta colombiano León de Greiff, célebre por su cotidia-na tertulia literaria del Café “Automático” de Bogotá, con Jorge Zalamea, Arturo Cama-cho Ramírez, Juan Lozano y Lozano, Jorge Artel y Luis Vi-dales, entre otros, celebró en sus versos las delicias extra-ñas del kirsh, el korn, el vo-dka, el aguardiente, el coñac, la chicha y el mezcal. Pero también decía: “Bebamos en las cráteras de oro / que mo-deló el cincel benvenutino, / champán bullente y bullicioso vino”. Y no son pocos los poe-mas de De Greiff y de muchos otros poetas en los cuales se evoca al gran idólatra del vino Omar Khayyam, quien a su vez exaltó los dones y frutos de la bebida como símbolos de

alegría vital y de optimismo. En fin, la lista de los escrito-res-dipsómanos sería intermi-nable y agotadora -Rulfo be-biendo pulque en las tiendas del D.F.; Miguel Ángel Astu-rias rescatado del guaro por una bella argentina; Onetti repleto de whisky mientras garrapateaba noticias en una agencia de prensa, “y el indio Darío borracho”-, pero haría válida la afirmación del poeta Juan Manuel Roca cuando se estaba proyectando la Casa de Poesía Silva en Bogotá: “Aquí se debe exhibir la plu-ma de José Asunción Silva, la estilográfica de Guillermo Valencia, la pipa de León de Greiff, la máquina de escribir de Aurelio Arturo, el cacho de marihuana de Barba-Jacob y la botella de todos”.

*Escritor colombiano. Con-Fabulación,

periódico virtual.

Escritores y alcoholesJosé Luís Díaz-Granados

Page 8: Facetas Abril 25

FACETAS IBAGUÉ, ABRIL 25 DE 2010

CINE: ‘Un dragón cazó a Alicia’Colprensa

Fueron seis semanas en las que la versión oscura de “Alicia en el país de las ma-ravillas” de Tim Burton se sostuvo en el primer lugar de la taquilla colombiana. Tuvo que llegar una de las nuevas obras de Drea-mWorks, “Cómo entrenar a tu dragón”, para que en su segunda semana en cartele-ra se apoderara del primer lugar.

La diferencia fue míni-ma, pues “Cómo entrenar a tu dragón” logró 59 mil 86 espectadores en 97 salas, mientras que “Alicia” obtu-vo 58 mil 173 personas en 130 salas. Por sala la distancia es notoria, pues la obra de DreamWorks convocó 610 asistentes en cada una, mientras que la obra dirigi-da por Burton llegó a 447. En sus acumulados, “Cómo entrenar a tu dragón”, con

sólo dos fines de semana en cartelera, llega a 374 mil 198 espectadores, mientras que “Alicia” en seis sema-nas llega a un millón 393 mil 868 personas en Colom-bia. Dos estrenos se ubicaron en el tercer y cuarto lugar, respectivamente. En el tercer lugar, presen-tándose en 58 salas, está “Legión de Ángeles”, un thri-ller apocalíptico, un tema cada vez más recurrente en

la cinematografía mundial. Esta vez Dios pierde la fe en la humanidad y envía sus legiones de ángeles para bo-rrar al hombre de la faz de la tierra. Un grupo de per-sonas, con la ayuda del ar-cángel Miguel, intentarán detener la destrucción.“Una noche fuera de serie”, otro de los estrenos, ocupó el cuarto lugar, con 29 mil 940 personas en 40 salas. Su promedio por sala fue de 749 espectadores.

MÚSICA LIBROSAño Zero: Pignoise

Año Zero es el título del sexto álbum de Pignoise, con el que comienza una nueva an-dadura discográfica con Sony Music.Un disco producido por Dani Alcover, quien ya trabajó con el grupo en cuestión de gustos (2007) y anunciado en televisión (2006). Masterizado por Ted Jensen en Sterling Sound. El álbum se abre con Año Zero, una pla-ya instrumental de 37 segundos que sirve de

introducción y da paso a Todo se muere. Después llega Cama vacía, canción que refleja la evolución de Pignoise abordando el tema generacional desde una mirada diferente y con una música de gran riqueza.

Cuando el destino nos alcance: Lori Meyers Cuando el destino nos alcance es el cuarto álbum de Lori Meyers, grabado a inicios de 2010 en Los Ángeles, Cali-fornia. Está formado por 11 temas en los que trabajaron durante un año en Loja Sound, con la producción del argentino Sebastian Krys, en los estudios Castle Oaks Productions. Participa el inge-niero Orlando Vitto y el técnico David Sutil.Los teclados y la electrónica tienen un peso mayor que en los álbumes ante-riores con Mi realidad, como primer avance.

Distinto: Diego Torres Guapa es el adelanto del álbum de Diego Torres para 2010, Distinto. Un tema compues-to junto a Noel Schajris, Sin Bandera, y con la producción de Rafa Arcaute. Se realizó con un videoclip dirigido por Jorge Caterbona, en el que también aparecen Andrea Pietra, Federico D’Elia, y la voz de Ricardo Darín. Diego Torres apuesta por su lado más rockero e innovador en su primer disco con Universal Music. El artista ha decidido estrenar, además

de nueva compañía, canciones con un nuevo giro musical que le confiere un toque diferente a su propuesta musical.

Editorial: NormaTítulo: Me Llamo...Autor: Colección

Mellamo...esunacolecciónjuvenildebiografíasde personajes universales, que devela diferentesáreas:historia,ciencias,arte,culturayliteratura.Cadavolumennospresentaelpensamiento,viday obra de algún personaje, así como el ambientedelmundoenelquevivió.Parael2010,EditorialNorma lanza esta colección enfocada enpersona-jes importantes de nuestra historia Patria, estoconmotivodelacelebracióndelbicentenariodelaIndependenciadenuestropaís.LospersonajesdeesteprimerbloquesonSimónBolívar,FranciscodePaulaSantanderyAntonioNariño.

Editorial: NormaTítulo: Caótica

Autor: Philip Kotler

Philip Kotler, el afamado gurú de los negocios y el marketing, le revela al mundo su nuevo libro. En este presenta su mirada sobre ¡una gran nueva era! a la que, según afirmó, hemos ingresado después de la crisis. Este no es un libro sobre la crisis; es un libro que explica cómo se desarrollarán los negocios después de la misma. Kotler señala la necesidad de una nueva manera de pensar diseñada para maniobrar en intermitentes pe-ríodos de disturbio económico. Caótica describe un nuevo sistema de gran al-cance para la gestión de las olas de incerti-dumbre que afectan a los clientes, em-pleados y a las otras partes interesadas.

DIRECTOR: Antonio Melo Salazar JEFE DE REDACCIÓN: Martha Myriam Páez Morales

COORDINADOR: Benhur Sánchez Suárez, Redacción cultural EL NUEVO DÍA

PERIODISTA: Nazly Johanna Pita EDITOR: Billy Edison Zúñiga Valencia

DISEÑO: Ingrid Johanna Bustos ILUSTRACIONES: Obras del pintor colombiano

Jesús Niño BotíaFOTOS: suministradas, Internet/ EL NUEVO DÍA. Carrera 6 No. 12-09 Tels. 2770050 - 2610966 Ibagué - Tolima

- Colombia Apartado Aéreo 5476908-K www.elnuevodia.com.co

Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial sin autorización expresa del Grupo Editorial

Aguasclaras S.A.. ISSN: 021545-8.