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  • 8/10/2019 Heinrich 2015

    1/18

    C PITuLO

    VALOR TR B JO DINERO

    V

    AI.OR

    DE USO

    V AI.OR

    DE

    CAMBIO Y VALOR

    Marx va a investigar en El Capital el modo de produccin capitalis-

    ta, pero no comienza su anlisis directamente con el capital. En los tres

    primeros captulos se hab la slo de la.mercanca y del dinero, y has ta el

    captulo cuarto no se

    trata

    explcitamente del capital. En el marco del

    tipo de lectura historicista que antes se mencion, los tres primeros

    captulos

    se

    interpretaron como

    una

    descripcin abstracta de

    una

    pro-

    duccin mercantil simple precapitalista.

    Pero ya las dos primeras frases del primer captulo ponen de mani-

    fiesto que no se

    trata

    de condiciones precapitalistas:

    La riqueza de las sociedades en las que impera el modo de produccin capi-

    talista aparece como una inmens acumulacin de mercancas ,

    y

    la mercan-

    ca individual como la forma elemental de esa riqueza. Nuestra investigacin

    comienza, por tanto, con

    el

    anlisis de la mercanca (MEW 23, p. 49 / 43).

    Marx alude aqu a algo especfico de la sociedad capitalista en ella

    -y

    slo

    en ella-

    es la mercanca la forma

    tpica

    de la riqueza.

    Tambin hay mercancas (esto significa provisionalmente para no-

    sotros: bienes destinados al intercambio)

    en

    otras sociedades, per o slo

    en las sociedades capitalistas se convierten

    en

    mercancas

    la

    inmensa

    mayora de los bienes. En las sociedades feudales de la Edad Media se

    intercambiaba slo una pequea parte de los bienes; la forma de mer-

    canca

    era

    ms bien la excepcin que

    la

    regla. La mayor parte de los

    bienes eran productos agrcolas y stos se producan para el consumo

    propio o bien se entregaban a los terratenientes (los Prncipes, la

    Iglesia) y

    por

    consiguiente, no

    se

    intercambiaban. Slo en el capitalis-

    mo est generalizado el intercambio, y

    por

    eso est generalizada tam-

    bin la forma de mercanca de los bienes. Por lo tanto; slo en el capita-

    lismo adopta la riqueza la forma de una acumulacin de mercancas

    y slo ahora llega a ser la mercanca individual la forma elemental de

  • 8/10/2019 Heinrich 2015

    2/18

    Crtica de la economa politic

    la riqueza. Esta mercanca, la mercanca de las sociedades capitalistas,

    es

    la

    que Marx va a analizar.

    Se designa como mercanCa solamente algo que se intercambia, por

    tanto, algo que adems de su valor de uso tiene tambin un valor de

    cambio El valor de uso de una cosa no es nada ms que su utilidad;

    valor de uso de

    una

    silla, por ejemplo, consiste en que

    uno

    se puede

    . sentar

    en

    ella. Como tal, es independiente de que la cosa se intercam-

    bie o no.

    Si ahora intercambio la silla por dos telas, por ejemplo, el valor de

    cambio de esta silla son dos telas. Si cambio la silla por 1 huevos,

    entonces su valor de cambio son 1 huevos. Si no cambio la silla, sino

    que simplemente la utilizo, entonces no tiene ningn valpr de cambio,

    sino solamen te valor de uso;

    una

    silla en la que uno puede sentarse ms

    o menos cmodamente.

    El que las cosas sean mercancas, es decir, que adems del valor de

    qso tengan tambin un valor de cambio, no es una propiedad natural

    de las cosas, sino una propiedad social: slo en las sociedades donde

    las cosas se intercambian poseen stas valor de cambio, slo aqu son

    mercancas. Marx seala al respecto:

    Los valores de uso constituyen el

    contenido material de la riqueza, sea cual sea la forma social de sta

    (MEW

    23,

    p.

    5

    /

    44).

    Con ello hemos llegado a una distincin sumamente importantet El

    contenido material de una cosa (su forma natural) se distingue de

    su forma social (Marx tambin habla a veces de determinacin eco-

    nmica formal

    .

    La forma natural de la silla es simplemente su cons-

    titucin material (si est hecha, por ejemplo, de mader a o de metal); en

    cambio, cbn la forma social se alude a que la silla es mercanca, un a

    cosa que se intercambia y que posee por eso un valor de cambio. El

    hecho de que la silla sea mercanca no se debe a ella misma como cosa,

    sino a la sociedad en la que esta cosa existe.

    Actos de intercambio ocasionales se dan en todas las sociedades que

    conocemos. Pero el hecho de que casi todo se cambie es algo especfico

    de las sociedades capitalistas. Esto tiene consecuencias para

    las relacio-

    nes cuantitativas de cambio. En el intercambio como fenmeno aislado

    se pueden dar las ms diversas relaciones cuantitativas de cambio:

    puedo cambiar la silla una vez por dos telas,

    otra

    vez

    por

    tres, etc. Pero

    siel cmbio es la forma normal en la que se transfieren los bienes, las

    relCiones de cambio individuales tienen que ajustarse unas a otras.

    Sigutendo con el ejemplo anterior: se ha intercambiado una silla por

    dos telas o por

    1

    huevos; si ste es el caso, entonces tienen que inte r-

    cambiarse tambi n telas

    por

    1 huevos. Por qu? Si ste no fuera el

    caso, si se intercambiaran, por ejemplo, 1 huevos por una tela sola-

    mente, entonces se podra estar obteniendo ganancia continuamente

  • 8/10/2019 Heinrich 2015

    3/18

    Crtica de la economa poltica

    Esta teora del valor-trabajo era la concepcin usual dentro de la

    economa poltica

    en

    la poca de Marx

    1

    .

    Esta teora, traducida a nuestro

    ejemplo anterior, dira que

    una

    silla, dos telas y

    1

    huevos tienen el

    mismo valor porque se requiere el mismo trabaj o

    para

    su

    produccin.

    Son evidentes dos objeciones contra esta teora del valor-trabajo. Por

    un

    lado, tambin se intercambian productos que no proceden del traba

    jo (por ejemplo, suelo no trabajado); por otro lado, hay determinado's

    productos del trabajo (como,

    por

    ejemplo, obras de arte) cuyo valor de

    cambio es completamente independiente del tiempo de trabajo gastado

    para

    su produccin.

    Respecto al primer punto hay que sealar que la teora del valor-tra

    bajo slo explica el valor de los productos del trabajo. Los productos que

    no proce den del trabajo no poseen

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    4/18

    Crtica de la economa poltica

    de la mercanca; esto ltimo es designado frecuentemente como ley del

    valor). Si realmente esto fuera todo, la teora del valor de Marx no

    habra ido mucho ms all de la economa poltica clsica. En el resto de

    este captulo se pretende poner de manifiesto que los planteamientos

    centrales de la teora del valor de Marx no se limitan simplemente a .estas

    consideraciones, y que lo verdaderamente importa nte de la teora mar

    xiana del valor est ms all de lo que se

    ha

    esbozado hasta el momento.

    11

    UNA

    DEMOSTRACIN

    DE

    LA TEORA DEL VALOR-TRABAJO?

    (ACTUACIN

    INDIVIDUAL Y ESTRUCTURA SOCIAL)

    Con

    la

    pregunta

    por la

    diferencia

    entre

    la teora clsica del valor y la

    teora del valor de Marx est conectada tambin una pregunta ulterior, a

    saber,

    la

    de si Marx

    ha

    demostrado

    la

    teora del valor-trabajo, es decir,

    si

    ha

    probado de manera incuestionable que es el trabajo y nada ms lo

    que constituye el valor de las mercancas. En

    la

    bibliografa sobre Marx

    se

    ha

    discutido a menudo esta cuestin. Como veremos inmediatame n

    te, Marx no tena ningn inters en tal demostracin.

    Adam Smith haba demostrado

    la determinlcin del valor

    de

    las

    mercancas por el trabajo con el argumento de que el

    trabajo

    supone

    esfuerzo y que estimamos el valor de

    una

    cosa segn cunto esfuerzo

    nos cueste procurrnosla. Aqu el valor se atribuye a las

    consideracio-

    nes racionales de los individuos.

    De

    manera muy similar argumenta

    tambin la moderna economa neoclsica cuando parte de losindivi

    duos que maximizan su utilidad y fundamenta las relaciones de cambio

    en los clculos de utilidad que realizan los individuos. Tanto los clsicos

    como los neoclsicos parten de manera completamente evidente del

    individuo particular (y sus estrategias humanas de actuacin supuesta

    mente universales) e intentan explicar a partir de ellas el contexto

    social. Para ello tienen que proyectar en los individuos

    una

    buena parte.

    de la estructura social que pretenden explicar: as,

    por

    ejemplo, Adam

    Smith, como ya se

    ha

    mencionado anteriormente, hace de la propen

    sin al cambio la propiedad que distingue al hombre del animal, y

    entonces no es difcil deducir a

    partir de la

    racionalidad de

    este hombre

    (el poseedor de mercancas) las estructuras de

    una

    economa que se

    basa en el intercambio de mercancas, y declararlas as como universa

    les para todos los hombres.

    Por el contrario, para Marx lo fundamental no s on las reflexiones de

    los individuos, sino las relaciones sociales en las que se encuentran en

    cada caso. Lo formul con suma precisin

    en

    los Grundrisse:

    La

    sociedad

    no consiste en individuos, sino que

    expresa

    la

    suma

    de relacio

    nes y condiciones

    en

    las

    que

    los individuos se

    encuentran

    recprocamente

    situados (MEW

    42,

    p. 189).

    ti?

    Valor

    trabajo y dinero

    Estas relaciones establecen una determinada racionalidad a

    la que

    los individuos se tienen que atener si quieren mantenerse

    dentro

    de

    ellas. Y al actuar conforme a esta racionalidad, reproducen por medio de

    su actuacin las relaciones sociales que estn a su base.

    " Esto se manifiesta con total claridad a travs de un ejemplo obvio.

    En

    una sociedad que se

    basa en

    el intercambio de mercancas, todas y

    cada una de las personas tienen que seguir la lgica del cambio si quie

    ren sobrevivir. No es simplemente resultado de mi comportamiento

    maximizador de

    la

    utilidad el que

    yo

    quiera vender cara mi propia

    mercanca y comprar la mercanca ajena bara ta, es que no me queda ms

    remedio (a no ser que sea

    tan

    rico que puedan no interesarme ya las rela

    ciones de cambio). Y puesto que no veo otra alternativa, percibo mi com

    portamiento incluso como natural.

    Si

    la mayora se comporta del

    modo indicado, entonces se reproducen las relaciones sociales

    que

    se

    basan en el intercambio de mercancas, y con ello tambin la coaccin a

    la que e st sometido cada individuo para comportarse reiteradamente

    de esta manera.

    Por consiguiente, Marx no fundamenta

    la

    teora del valor en las

    reflxiones de los individuos que interca mbian. En contra de

    un

    frecuen

    te malentendido, su tesis no es que los valores de las mercancas corres

    ponden al tiempo de trabajo necesario para su produccin porque los

    individuos que intercambian as lo quieren. Por el contrario, Marx sos

    tiene precisamente que las personas, en el intercambio, no saben real

    mente lo que hacen d. MEW 23, p. 88 / 90).

    Con la teora del valor, quiere poner al descubierto una determinada

    estructur a social que los individuos deben seguir independientemente

    de

    lo

    que piensen al respecto (d. captulos I1I.VI y III.VIII). El plantea

    miento de Marx es aqu completame nte distinto al de los clsicos y los

    neoclsicos: Adam Smith comenzaba considerando un acto de intercam

    bio particular y se preguntaba cmo se puede determinar aqu la rela

    ciQI1_dciinbio.

    Marx, por el ciitrario'i've la relacin de cainbio particu

    lar como parte de un determinado contexto social global-un contexto

    gf6hlen ef

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    5/18

    Crtica de la economa poltica

    Valor

    trabajo dinero

    la divisin social del trabajo en determinadas proporciones no puede ser

    suprimida de ninguna maner a por una forma determinada de la produccin

    social, sino que sta slo puede transformar su modo de manifestarse, es

    self-evident. ( .. )

    Yla forma en la que se realiza esta divisin proporcional del

    trabajo en

    un

    estado de la sociedad en el que

    el

    trabajo social se presenta

    como cambio privado de los productos del trabajo individual es, preai samen

    te, el valor de cambio de estos productos (MEW 32 p. 552 Y

    s . .

    Si en las condiciones de la produccin de mercancas la divisin del

    trabajo privado gastado en cada una de las ramas de ia prodm;cin est

    mediada por el valor de las mercancas (pues no existe un control cons

    ciente o

    una

    divisin fijada de manera tradicional), ento,nce ila

    PIegQJ ::

    ta

    interesante es cmo, en definitiva, es posible esto, o expresado de

    manera general:

    cmo el trabajo privado gastado puede convertirse en

    p rte constitutiva del trabajo social global. Por lo tanto, la teora del

    valor no pretende demostrar que la relacin de cambio particular est

    determinada por las cantidades de trabajo necesarias para la produc

    cn

    2

    Ms bien pretende explicar el

    carcter especficamente social

    del

    trabajo que produce mercancas; y esto lo ha( e Marx ms all de las siete

    primeras pginas de

    El Capital

    de las que se ha hablado anteriormente,

    consideradas por el marxismo tradicional, as como por muchos crticos

    de Marx, como lo ms importante de la teor a marxiana del valor.

    1.:-

    TRABAJO ABSTRACfO:

    ABSTRACCIN

    REAL

    Y

    RELACIN DE VALIDEZ

    Para entender qu tiene que ver el trabajo que produce mercanca.s

    con el carcter especficamente social, tenemos que ocuparnos de la

    tincin entre trabajo concreto y abstracto. En la mayora de las

    exposiciones sobre Marx, esta distincin se nombra slo de pasada y con

    frecuencia no se comprende su alcance. El mismo Marx haba advertido '

    de su importancia fundamental:

    He sido el primero en demostrar crticamente esta naturaleza dobJe del

    trabajo contenido en. la mercanca. Dado que este punto es el eje alrededot

    del que gira la comprensin de l a economa poltica, tenemos que analizarlo aqu ms detalladamente (MEW

    23

    p.

    56

    /

    51).

    De qu se trata? la mercanca es algo doble, valor de uso y valor,

    el trabajo que produce mercancas tiene que poseer tambin un ___

    ter doble: es trabajo que no slo produce valor de uso, sino

    tamLJlcl.:\,

    valor de cambio (es importante notar que no cualquier trabajo posee un

    carcter doble, sino slo el trabajo que produce mercancas).

    2 De hecho, Marx muestra

    en

    el libro tercero de

    El Capital

    que las relaciones de cambio

    efectivas no corresponden a las c antidades de trabajo empleadas en la producci6n (cf. el

    captulo VlI.II).

    Los trabajos concretos cualitativamente distintos producen valores

    de uso cualitativamente distintos. El trabajo del carpintero produce una

    silla, el trabajo del tejedor una tela, etc.

    Si

    aprendemos un trabajo,

    aprendemos las particularidades de una actividad concreta, si vemos tra

    bajar a

    una

    persona, vemos realizar un trabajo concreto.

    Pero el valor no se constituye por medio de un determinado trabajo

    concreto o a travs de un determinado aspecto del trabajo concreto.

    Cualquier trabajo cuyo producto que tambin puede ser un servicio) se

    intercambia produce valor.

    Como valores las mercanCas son

    cualitati

    vamente iguales,

    por lo que tambin los distintos trabajos que producen

    valores tienen que

    valer como trabajo human o cualitativamente igual.

    El trabajo del carpintero no produce valor como trabajo del carpintero

    (como tal trabajo p roduce la silla), sino que produce valor como trabajo

    humano cuyo producto se intercambia por el producto de otro trabajo

    humano. Por consiguiente, el trabajo del carpintero produce valor pre(i

    samente en la abstraccin de su form concreta como trabajo del car

    pintero. De ah que Marx designe el trabajo que produce valor como

    trabajo abstracto.

    El trabajo abstracto no es, pues, un

    tipo particular

    de gasto de tra

    bajo, como puede ser el trabajo en cadena a diferencia del trabajo arte

    sanal del carpinter0

    3

    .

    Como

    trabajo que genera valor,

    el montono tra

    bajo en cadena es un trabajo

    concreto

    del mismo modo que

    lo

    es

    el

    tra

    bajo del carpintero. EliJ.:abajo en cadena

    genera valor

    (igual que el tra

    bajo del carpintero) slo como trabajo humano igual, por tanto, hacien

    do abstraccin de

    su

    carcter concreto, o dicho brevemente: el trabajo en

    cadena genera valor, al igual que el trabajo del carpintero, slo como

    trabajo abstracto.

    Las mercancas son valores como cristalizado

    nes (MEW 23', p. 52 / 47) del trabajo abstracto. Por lo que Marx desig

    na tambin

    el

    trabajo abstracto como sustancia gener adora de valor o

    ms concisamente como sustancia del valor. '

    La expresin sustancia del valor se ha entendido a menudo de

    manera cuasi-material, sustancialista: el trabajador ha gastado una

    determinada cantidad de trabajo abstracto, y esta cantidad se introduce

    en

    la

    mercanca

    como sustancia del valor y hace de la cosa singular un

    objeto de valor. El hecho de que Marx designara la objetividad del valor

    COmo una objetividad espectral (MEW

    23,

    p.

    52 /

    47) debera poner

    ya de manifiesto que esto no sucede

    en

    absoluto de m anera tan simple.

    3 Tal comprensin del trabajo abstracto es sugerida por Robert Kurz, cua ndo seala, en

    referencia al concepto de trabajo abstracto, que los hombres gastan fuerza de trabajo

    abstracta (un concepto que no explica despus) y cooperan en un grado sumo de indi

    ferencia recproca y enajenacin (Kurz 1991, p. 273). Pero en el trabajo abstracto no se

    trata en ningn caso del modo

    en

    que los hombres cooperan, sino del modo como vale

    Socialmente su trabajo: como constituyente de valor. Una breve introduccin al concepto

    de trabajo abstracto, que se confronta criticamente con las simplificaciones que se

    encuentran frecuentemente, puede verse en Reitter 2002).

    M

    ;"

  • 8/10/2019 Heinrich 2015

    6/18

    Crtica de la economa politica

    En el manuscrito de reVlSlon a la primera edicin de El Capital

    Ergiinzungen

    un

    Veriinderungen zum ersten Band des Kapital)*

    se

    habla incluso de

    una

    objetividad purament e fantstica

    MEGA

    II.6, p.

    32).

    Si fuese correcta la concepcin sustancialista, no resulta posible

    comprender por qu Marx habra calificado la objetividad del valor

    como espectral o fantstica.

    Tenemos que analizar el trabajo abstracto de manera ms precisa. El .

    trabajo abstracto no-es visible, slo es visible un determinado

    trabajo

    concreto. Del mismo modo que no es visible el rbol, pues lo queY

    puedo ver en cada caso es slo una planta concreta. En el trabajo abs

    tracto se trata ciertamente de

    una

    abstraccin, como en el caso del

    rbol, pero es

    un

    tipo completamente distinto de abstraccil :.

    Normalmente las abstracciones se forman en el pensamiento humano.

    Tomamos los caracteres comunes de los ejemplares individuales fox ;

    mamos

    un

    concepto genrico abstracto (como, por ejemplo, rbol).

    Pero en el trabajo abstracto no se

    trata

    de tal abstraccin mental,

    SiIUL

    de una abstraccin real, es de una abstraccin que se realiza en

    el comportamien to efectivo de las personas, n ~ p e n i e n t e m e n t e de que

    lo sepan o no.

    En el cambio se hace abstraccin del valor de uso de las mercancas.

    stas se igualan

    como valores

    (el comprador individual compra si est

    interesado en el valor de uso de la mercanca, o bien se abstientLdel cam

    bio si no quiere este valor de uso; pero si realiza el cambio, entonces se

    igualan las mercancas como valores). En tanto que se igualan las mer

    cancas como valores, se abstrae

    fcticamente

    de la particularidad del

    trabajo que las produce, ste

    tan

    slo vale ahora como trabajo abs

    tracto que genera valor. Por 10 tanto, la abstraccin tiene lugar

    real-

    mente,

    con independencia de lo que piensen al respecto los poseedores

    de mercancas implicados.

    Este

    punto

    no siempre fue explicado

    por

    Marx con suficiente clari

    dad.

    De

    hecho', habla tambin del trabajo abstracto como gasto

    de

    fuerza de trabajo humana en sentido fisiolgico (MEW 23, p.

    61/57

    La

    reduccin de los distintos trabajos a trabajo

    en

    sentido fisiolgico es

    precisamente

    una

    abstraccin mental, en la que

    por

    lo dems se puedesubsumir cualquier trabajo, independientemente de que produzca

    mercancas o no. Adems, con esta formulacin se sugiere que el tra

    bajo abstracto tiene

    un

    fundamento completamente independiente

    de

    social, un fundamento,

    por

    as decir, natural, lo que provoca enton

    Se trata de un manuscrito en el que Marx estuvo trabajando para preparar la segunda

    edicin de

    El Capital,

    y que contiene las modificaciones al primer captulo de

    la

    primera

    edicin, que fue reelaborado de manera considerable. En este manuscrito, en el que Marx

    comenta detalladamente

    su

    propia exposicin de la teora del valor, se e ncuentran impor

    tantes reflexiones que no fueron recogidas despus

    en

    la segunda edicin de El Capital N.

    del T. .

    Valor

    trabajo y dinero

    ces las correspondientes interpretaciones naturalistas del trabajo

    abstract04.

    En otros pa.sajes, sin embargo, Marx se expres de manera completa

    menteTnequvoca sobre el fundamento no-naturalista del trabajo abstrac

    to. En

    el

    manuscrito de revisin a la primera edicin de El Capital se dice:

    La reduccin de los distintos traba jos privados concretos a esta abstracci.6n

    del trabajo humano igual se realiza slo a travs del intercambio, q ue igua

    la, de hecho, los product os de los distintos trabajos (MEGA I1.6, p.

    41)5.

    Por consiguiente, es slo en el cambio donde se realiza la abstraccin

    que est a la base del trabajo abstracto (con independencia de que las

    personas que intercambian sean o no conscientes de esta abstraccin).

    Pero entonces el trabajo

    abstracto

    no puede medirse simplemente a tra

    vs de las horas de trabajo, pues cada una de las horas de trabajo medi

    das con el reloj es

    una

    hora de

    un

    trabajo concreto determinado gastado

    por

    un

    individuo determinado (e independientemente de que el produc

    to del trabajo se c::.mbie o no). El trabajo abstracto no puede ser gasta

    do. El ttabajo abstracto es una relacin de validez constituida el

    cambio: el trabajo concreto ga'stado

    vale

    en el cambio como una deter

    minada cantidad de trabajo abstracto, por eso vale tambin como parte

    integrante del trabajo social global.

    Para que el trabajo privado concreto que se ha gastado tenga validez

    como una det erminada cantidad de trabajo abstracto que genera valor se

    tienen que dar tres reducciones distintas:

    (1) El

    tiempo de trabajo gastado individualmente se reduce a tiempo

    de trabajo socialmente necesario. Slo cuenta como trabajo generador de

    valor el trabajo que es necesario para la produccin de

    un

    vaior de uso en

    condiciones medias. Pero la magnitud de la productividad media no

    depende de los productores individuales, sino de la totalidad de los pro

    ductores de

    un

    valor de uso. Este promedio se modifica constantemente,

    slo se manifiesta en el cambio, slo en este .momento llega a saber el

    productor individual en qu medida su tiempo de trabajo gastado indivi

    dualmente corresponde al tiempo de trabajo socialmente necesario.

    4

    As, por ejemplo, cuando

    W.

    F. Haug establece en sus Lecciones de introduccin a El

    Capital que Marx ha reducido el trabajo abstracto a una base natural (Haug 1989, p.

    ~ 2 1 .

    He intentado

    mostrar

    (Heinrich, 1999) que

    para

    Marx se

    trata

    aqu (y

    en

    otros pasa

    Jes) de algo ms que de

    una

    formulacin desafortunada: ciertamente encontramos

    en

    la

    crtica de la economa poltica de Marx, por un ldo,

    una

    revolucin cientfica, una rup

    tura con el campo terico de la economa poltica clsica, pero, por otro lado, se adhieren

    Una

    otra vez a SlJ argumentacin residuos de las concepciones ya superadas. En

    el

    marco de una introduccin slo podemos referirnos de pasada a tales ambivalencias de

    l argumentcin.

    5

    Esta frase central fue recogida tambin en la traduccin francesa (MEGA II.7, p. 55), es

    decir, en la ltima edicin de El Capital que Marx control personalmente.

    ,7

    http:///reader/full/abstracci.6nhttp:///reader/full/abstracci.6n
  • 8/10/2019 Heinrich 2015

    7/18

    Crtica de la economa poltica

    (2) En el marxismo tradicional se interpretaba por lo g e n ~ r l e l

    tiempo de trabajo socialmente necesario como el nico factor det

    minante del trabajo que gener a valor. El hecho de que los valores

    d

    uso

    producidos encontrasen tambin un a demanda solvente pareca no de

    sempear hingn papel para la determinacin del valor. Sin embargo,

    Marx sealaba que para producir mercancas no hay que producir sim

    plemente valor de uso, sino valor de uso pa ra otros, valor de uso so cial,

    (MEW

    23,

    p.

    55

    /

    50).

    Si

    de

    un

    determinado valor de uso,

    por

    ejemplo,

    de tela, se produjera por encima de la demanda existente (solvente) en

    la sociedad, esto significa

    que una parte demasiado grande del tiempo total de trabajo de la sociedad

    se ha gastado en forma de fabricacin de tela. El efecto es el mismo que si

    cada uno de los tejedores hubiese empleado en su producto individual ms

    tiempo de trabajo del socialmente necesario (MEW 23, p. 122 j

    131 .

    nicamente produce valor aquel tiempo de trabajo que no slo se ha

    gastado en condiciones medias de produccin, sino que tambin es

    necesario para

    la

    satisfaccin de la demanda social solvente. En qu

    medida el trabajo privado gastado

    ha

    sido realmente necesario para

    cubrir

    la

    demanda depende de la magnitud de esta demanda y del volu

    men de produccin de los otros productores. Ambas cosas slo se hacen

    visibles en el cambio.

    L-

    (3) Los distintos gastos de trabajo no slo se diferencian en su carc

    ter concreto (como carpintera, sastrera, etc.), se diferencian tambin

    p

    cuanto a la cualificacin de la fuerza de trabajo necesaria para realizarlos.

    El trabajo medio simple es el gasto de fuerza de trabajo simple qle

    posee,

    por

    trmino medio, todo hombre corriente (MEW 23, p. 59 / 54)

    Lo

    que se considera como cualificacin de

    la

    fuerza de trabajo simple -si

    se considera,

    por

    ejemplo, que leer y escribir o los conocimientos infor

    mticos forman Parte de ello- cambia segn el pas y la poca, pero est

    fijado para

    un

    pas determinado en un perodo determinado. El trabajo

    de elevada cualificacin es trabajo complejo. Vale como trabajo que

    produce valor en ms alta medida que

    el

    trabajo medio simple. En qu

    proporcin una determinada cantidad de trabajo complejo produce ms

    valor que la misma cantidad de trabajo simple tambin es algo que slo.

    se pondr de manifiesto en el cambio. No obstante, para la relacin cuan

    titativa no slo tiene

    un

    papel la cualificacin de la fuerza de trabajo (cf.

    MEW 23, pp. 211-212 / 239-240), tambin los procesqs

    e j ~ t i l r q u i z a c i n

    ~ o c i a l pueden tener aqu un efecto decisivo; por ejemplo, el hecho de que

    las profesipnes de mujeres tengan un status ms bajo que las profe

    siones de hombres influye en

    la

    determinacin de las actividades consi

    deradas como simples o como complejas.

    \

    Valor trabajo y dinero

    . En qu medida el trabajo individual gastado privadamente vale

    como trabajo abstracto que produce valor es el resultado de estas tres

    reducciones, que tienen lugar simultneamente en el cambio.

    V

    OBJETIVIDAD ESPECTRAL.

    TEORA DE LA PRODUCCIN

    O

    DE

    LA CIRCULACIN

    DEL VALOR?

    Las mercanCas no poseen objetividad de valor como objetivacin de

    trabjo concreto, sino como objetivacin de trabajo abstracto. Pero si,

    como se acaba de indicar, el trabajo abstracto es una relacin social de

    validez que ~ x i s t e slo en el cambio (el trabajo privado gastado vale

    como trabaj6 abstracto que genera valor), entonces tambin la objetivi

    dad de valor de las mercancas existe slo en el cambio: la objetividad

    de valor no es una propiedad que pueda tener para s una cosa aislada.

    La sustancia del valor, que fundamenta esta objetividad, no les corres

    ponde a las mercanCas aisladamente, sino slo conjuntamente en el

    intercambio.

    Marx lo seala con total claridad en su manuscrito de revisin a la

    primera edicin de El Capital Ergiinzungen und Veriinderungen zum

    ersten Band des Kapital).

    Aqu se dice que si se cambian

    una

    chaque

    ta y una tela, se reducen a la objetivacin de trabajo humano como tal.

    Pero adems no debe olvidarse

    que

    ningun es

    p r

    s

    t l objetivid d de valor,

    sino que slo lo son en

    tanto que es una

    objetivid d comn

    a ambas. Fuera de su mutua relacin

    -la

    relacin en la que se igualan- ni la chaqueta ni la tela poseen objetivi

    dad de valor, esto es, objetividad como gelatina de trabajo humano

    en

    cuan

    to tal (MEGA

    11.6,

    p. 30).

    Esto tiene como consecuencia que un producto del trabajo, consi

    derado para s aisladamente, no es valor, del mismo modo que no es

    mercanca. Slo llega a ser valor en su unidad con otros productos del

    trabajo (MEGA 11.6, p. 31). \

    Con esto nos acercamos tambin al carcter espectral de la objetividad del valor, del que habla Marx al comienzo de El Capital (MEW 23,

    p. 52 / 47). La sustancia del valor no es comn a dos mercancas del

    mismo modo en que,

    por

    ejemplo,

    un

    coche de bomberos y una manza

    na tienen en comn el color rojo (cada uno para s es rojo, y cuando estn

    Uno

    junto

    a

    otro constatamos que tienen efectivamente algo en comn).

    a

    sustancia del valor, y con ello tambin

    la

    objetividad del valor, les

    corresponde a las cosas slo cuando se refieren las unas a las otras en el

    intercambio. Por lo tanto, algoasi como si el coche 'de bomberos y la

    manzana slo fuesen rojos cuando efectivamente se presentan uno al

    LO

  • 8/10/2019 Heinrich 2015

    8/18

    Crtica de la economa poltica

    lado del otro, mientras que en su aislamiento (el coche de bomberos en

    el parque de bomberos, la mnzana

    en

    el rbol) no tuvieran ningn

    color.

    Normalmente les corresponden propiedades objetivas a las cosas

    como tales, con independencia de su referencia a otras cosas. Las pro-

    piedades que slo estn presentes dentro de determinada referencia no

    las consideramos precisamente como propiedades objetivas que le

    corresponden a la cosa aislada, sino como

    relaciones.

    Si

    el soldado A

    est sometido al mando del sargento B entonces A es un subordinado Y

    B un superior. Las propiedades de ser subordinado o superior resultan

    de la relacin especfica entre A y B dentro de una jerarqua militar,

    pero estas propiedades no les corresponden como personas fuera de

    dicha jerarqua.

    Sin embargo, en el caso de la objetividad del valor,

    una

    propiedad

    que slo existe dentro de una relacin parece ser una propiedad objeti-

    va de las cosas, que tambin les corresponde fuera de esta relacin . Si

    buscamos fuera de la relacin de cambio esta objetividad, no podemos

    aprehenderla en ningn sitio. La objetividad del valor es, en un sentido

    totalmente literal, una objetividad espectral.

    Una gran parte del marxismo tradicional se ha dejado engaar tam-

    bin por esta apariencia de que

    la

    objetividad del valor es

    una

    propiedad

    de la mercanca considerada aisladamente. La sustancia l ~ l valor se

    entendi de manera sustancialista como propiedad de la mercanca

    aislada. Por eso se consider tambin la magnitud del valor como una

    propiedad de la mercanca aislada, que es independiente del cambio y

    est determinada slo por la cantidad de tiempo de trabajo socialmente

    necesario gastado en la produccin de la mercanca. A las interpretacio-

    nes que, por

    el

    contrario, destacaban la importancia del cambio, se les

    reprochaba sostener una teora de la circulacin del valor, por tanto,

    situarse en el lado supuestament e no esencia1

    6

    .

    Pero ya la misma pregunta acerca de si

    el

    valor y

    la

    magnitud del

    valor se determinan en la esfera de la produccin o

    en

    la esfera de la

    circulacin (es decir, en la esfera de la compra y la venta) se debe a un a

    funesta simplificacin. El valor no surge

    en

    alguna parte y entonces

    est ah. En el caso de una barra de pan se puede al menos plantear la

    pregunta (si bien la respuesta es inequvoca) de dnde ha surgido, si en

    el horno del panadero o en el mostrador de la tienda. Pero el valor no es

    una cosa como la barra de pan, sino una relacin social que

    aparece

    6

    Este reproche me lo hizo a m tambin Norbert Trenlde, uno de los ms destacados

    representantes.

    junto

    a Robert Kurz, del grupo Krisis (Trenkle 199

    8

    , cf. al respecto

    Heinrich 1999

    b

    ). Esto es tanto ms notable

    por

    cuanto que el grupo Krisis se presenta

    como critico

    de

    lo que denomina el marxismo del movimiento obrero (con lo que se

    hace referencia a algo parecido al marxismO ideolgico anteriormente esbozado).

    Sip.

    embargo, no es ste el nico lugar en el que permanecen presos del marxismo delmoVI-

    miento obrero que critican

    (cf.

    captulo IX.II).

    Valor

    trabajo y dinero

    como una propiedad de la cosa. La relacin social que se expresa en el

    valor y en la magnitud del valor se constituye precisamente en la produc-

    cin y en la circulacin, de modo que la pregunta de si se constituye

    en una esfera o en la otra carece de sentido.

    Ciertamente, la magnitud del valor todavia no est determinada

    antes del cambio, pero no surge de manera contingente

    en

    el cambio. Es

    la resultante de la triple reduccin sealada en la seccin anterior, de la

    reduccin de trabajo individual gastado de manera privada a trabajo

    abstracto. La magnitud del valor de una mercanca no es simplemente

    una relacin entre el trabajo

    individual

    del productor y el producto (a

    esto va a parar, en ltima instancia, la concepcin sustancialista del

    valor), sino

    una

    relacin entre el trabajo individual del productor y el

    trabajo social global. El cambio no produce el valor, sino que hace de

    mediacin en esta relacin. En una sociedad que se basa en la produc-

    cin privada, esta mediacin slo puede tener lugar en el cambio y en

    ninguna otra parte

    7

    Antes del cambi\:., las magnitudes del valor pu eden calcularse mejo r

    o peor. Este clculo es responsable tambin de que

    un

    productor de mer-

    cancas d comienzo o no a una deter minada produccin. Pero el clcu-

    lo del valor de una mercanca no es ni mucho menos idntico a la exis-

    tencia de ese valor, lo que algunos productores tendrn que experimen-

    tar dolorosamente.

    Tras las consideraciones precedentes debera esta r claro que la expo-

    sicin de Marx sobre la sustancia del valor no tiene que ser entendida de

    manera sustancialista, en el sentido de que una sustancia estuviera

    presente en

    la

    cosa aislada. La objetividad del valor no se puede apre-

    hender en la mercanca aislada. Slo en el intercambio recibe el valor

    una

    form

    de valor objetiva, de ah la importancia del anlisis de la

    forma de valor8 para la teora del valor de Marx.

    En cambio, 1l: S interpretaciones sustancialistas de la teora marxiana

    del

    valor no saben muy bien qu hacer con

    el

    anlisis de la forma de

    7 Como prueba de que Marx tambin considera que el valor queda establecido en la pro-

    duccin y antes del cambio es usual citar su afirmacin de que no es el intercambio lo

    que regula la magnitud de valor

    de la

    mercanca, sino que, al contrario, e s la magnitud del

    valor de la mercanca la que regula sus relacione s de intercambio (MEW 23. p.

    78/78 .

    Con

    ello se pa sa

    por

    alto que

    en

    esta frase se trata de

    una

    relacin de regulacin y no de

    upa relacin temporal (segn la cual el valor primero estaria ah y luego se intercambia-

    na). Por lo que r especta a la conexin temporal, Marx argum enta de ma nera inequvoca:

    Slo en el intercambio reciben los productos del trabajo una objetividad de valor social-

    mente igual. separada de su objetividad de uso materialm ente diversa (MEW 23,

    p. 87/

    89; subrayado

    M.

    H.). No obstante, la objetividad del valor tiene

    un

    papel determinante

    para los productores de mercancas, por lo que stos toman en consideracin

    el

    carc-

    ter de valor de las cosas

    y

    en la produccin misma ibid., subrayado

    M.

    H.). Pero que

    ful

    valor sea tomado en consideracin, que los productores hagan una estimacin del

    turo valor, es algo comple tamente distintQ de que el valor ya exista.

    s En El Capital este anlisis de la forma de valor tiene lugar en la extensa subseccin ter-

    cera del primer captulo.

  • 8/10/2019 Heinrich 2015

    9/18

    Crtica de la economa poltica

    valor: para ellas los problemas de la teora del valor ya estn re sueltos con

    la simple afirmacin de que el valor de las mercancas depende del tiem

    po de t rabajo socialmente necesario para la produccin de la mercanca.

    V

    FORMA DE VALOR y DINERO

    DETERMINACIONES ECONMICAS FORMALES)

    Marx reivindica haber realizado con el anlisis de la forma de valor

    algo que no ha hecho nunca la economa burguesa. De manera prelimi

    nar

    escribe:

    Calquier persona sabe, aunque no sepa nada ms, que las mercancas

    poseen una forma comn de valor que contrasta de

    manera

    muy notoria con

    las variopintas formas naturales de sus valores de uso:

    la

    forma de dinero.

    Aqu se trata, no obstante, de realizar algo que la economa burguesa ni

    siquiera ha intentado, a saber, mostrar la gnesis de esta forma de dinero

    MEW

    23,

    p. 62

    / 59)

    Estas frases se han entendido a menudo como si Marx quisiera expo

    -ner a un elevado nivel de abstraccin el surgimiento histrico del dine

    ro, partiendo del intercambio simple de productos. Pero en este caso su

    delimitacin frente a

    la

    economa burguesa (realizar algo qhe

    la

    econo

    ma burguesa ni siquiera ha intentado) sera total mente exagerada. Pues

    ya en la poca de Marx tales esbozos histrico-abstractos formaban

    parte del repertorio estndar de los economistas

    9

    Pero recordemos que Marx ha puesto ya de manifiesto con la prime

    ra frase de El Capital que no pretende analizar una mercanca precapi

    talista, sino la mercanca en el capitalismo (cf. el comienzo del captulo

    III. ). Con ello queda claro que no se refiere aqu con gnesis a un sur

    gimiento histr:ico del dinero, sino a una relacin

    de

    desarrollo concep

    tual:

    para

    Marx no se

    trata

    de la formacin histrica del dinero (tampo

    co

    en

    un sentido completamente abstracto), sino de la reconstruccin

    conceptual de la conexin entre la forma simple de valor (una mer

    canca expresa su valor en otra mercanca) y la forma de dinero, una

    conexin dentr o del capitalismo

    actual.

    Expresado en t rminos genera

    les, se trata de la pregunta acerca de si el dinero es meramente un medio

    9

    Muchas introducciones a

    El Capital

    entienden el anlisis de la forma

    de

    valor en este

    sentido histrico-abstracto, y por eso no alcanzan el ncleo de

    la

    argumentacin de Marx.

    As, por ejemplo,

    Haug

    (1989, p. 151) contrapone al desarrollo histrico real el anlisis

    de

    la

    forma de valor, que prepara la ley del desarrollo de

    la

    forma de valor

    en

    condicio

    nes

    puras, a modo de laboratorio, y

    tambin

    se refiere de manera

    aprobatoria

    a la frmu

    la

    de Engels

    d.e

    que lo lgico (el desarrollo conceptual) es slo lo histrico

    depurado

    de

    contingencias

    perturbadoras (cf.

    sobre

    la

    problemtica del tipo de lectura engelsiana el

    captulo n.I). Sobre este

    punto,

    entre otros, tuvo

    lugar

    una discusin entre

    Haug

    y yo

    mismo

    en la revistaArgument cf.

    Haug

    2003 a, b), Heinrich 2003; 2004)

    Valor

    trabajo y dinero

    auxiliar prctico en una sociedad que produce mercancas (al que, en

    ltima instancia, tambin se podra renunciar) o si el dinero es realmen

    te necesario.

    Esta pregunta no slo tena un inters cientfico en tiempos de Marx.

    Diversas corrientes socialistas aspiraban, como alternativa al capitalis

    mo, a

    una

    sociedad en la que debera seguir habie ndo produccin priva

    da de mercancas, pero en la que el dinero debera se r suprimido y sus

    tituido por meros certificados o papeletas horarias (en las que se ano

    tara el rendimiento laboral de cada uno). La demostracin de que la pro

    duccin de mercancas y el dinero no se puede n separa r pretenda servir

    tambin como crtica a tales corrientes.

    Marx procede en tres pasos en su anlisis del dinero:

    1) Primero se desarrolla de modo analtico-formal (es decir, se ana

    lizan determinaciones formales prescindiendo de los poseedores de

    mercancas)

    laforma

    de equivalente general o sea,

    laforma

    de dinero

    como forma del valor necesaria' para el valor. 2) Despus se toman en

    consideracin las acciones

    de

    los poseedores

    de

    mercancas: el dinero

    real (que tiene que corresponder a las determinaciones de la forma de

    equivalente general) surge a causa de estas acciones. (3) Por ltimo, se

    desarrollan las distintas funciones que adopta el dinero dentro de la

    circulacin simple (es decir, de la circulacin de mercancas y dinero

    prescindiendo del capital).

    La

    economa burguesa suele comenzar

    su

    anlisis del dinero con la

    enumeracin de sus distintas funciones. El hecho de que exista el dine

    ro se fundamenta con el argumento de que sin dinero sera muy difcil

    organizar el intercambio, es decir, la fundamentacin tiene lugar al nivel

    de la accin de los poseedores de mercancas. En la economa burguesa

    no es posible encontrar en ningn lugar consideraciones analtico-for

    males sobre la conexin entre el valor y

    laforma

    de

    valor, y esta cone

    xin es justamente la gnesis de la que hablaba Marx en el pasaje cita

    do anteriormente.

    Tambin muchos marxistas tienen problemas para comprender el

    anlisis de Marx. Las interpretaciones sustancialistas generalmente cen

    tran

    su atencin, de

    manera

    similar a la economa burguesa, en

    lasfun-

    ciones del dinero, y no saben m uy bien

    qu

    hacer con el desarrollo con

    ceptual de la forma de dinero. Pero tambin las inter pretaciones no sus

    tancialistas ignoran a menudo la diferencia entre los dos primeros pasos

    (desarrollo conceptual de laforma de dinero y desarrollo conceptual del

    dinero . Nos ocuparemos del primer paso en esta seccin, y de los pasos

    2 y 3 en las dos prximas secciones.

    Marx comienza el anlisis de la forma de valor con la investigacin

    de la forma simple, singul ar o contingente de valor. Es la expresin de

    valor de una mercanca en

    una

    segunda mercanca:

    ,..,,,

  • 8/10/2019 Heinrich 2015

    10/18

    Crtica de la economa poltica

    x de la mercanca A vale de la mercanca B

    o con el clebre ejemplo de Marx:

    20 varas de tela valen

    1

    chaqueta

    El valor de la tela es lo que debe expresarse Y a chaqueta sirve como

    medio para expresar el valor de la tela. Por lo tanto, las dos mercancas

    tienen en la expresin de valor papeles completamente distintos, para

    los que Marx reserva conceptos diferentes. El valor de la primera mer

    canca (la tela) se expresa como valor relativo (es decir, por referencia

    a otra cosa): se encuentra enform

    relativa de valor.

    La segunda mer

    canca (la chaqueta) sirve como equivalente para el valor de la prime

    ra: se encuentra en forma de equivalente.

    En la expresin simple de valor slo puede expresarse en cada caso

    el valor de una mercanca: slo se expresa el valor de la tela como

    una

    determinada cantidad de chaqueta. En cambio, el valor de la chaqueta

    no se expresa. Ahora bien, la expresin de valor 20 varas de tela valen

    chaqueta contiene tambin la expresin inversa de que chaqueta vale

    20 varas de tela. Ahora se encuentra la chaqueta en forma relativa de

    valor y la tela en forma de equivalente.

    En un valor de uso aislado no se puede aprehender el valor. Slo en

    la expresin de valor recibe el valor una forma objetiva: l a mercanca que

    se encuentra en la forma de equivalente (mercanca B) acta como la

    encarnacin del valor de la mercanca que se encuentra en la forma rela

    tiva de valor (mercanca

    A).

    Pero considerada aisladamente, la segunda

    mercanca es un valor de uso del mismo modo que lo es la primera mer

    canca.

    Dentro de la expresin de valor

    sin embargo, la segunda mer

    canca, que se encuentra en la forma de equivalente, representa

    un

    papel

    especfico. No slo es

    un

    determinado valor de uso, sino que su valor de

    uso acta

    al mismo tiempo

    como encamacin

    inmediata

    del valor:

    En la relacin de valor

    en que

    la chaqueta constituye el equivalente de ]a

    tela, la forma de la chaqueta acta, por tanto, como forma del valor

    MEW

    23,

    p.

    66 64)

    Slo porque el valor adopta la forma de una chaqueta, recibe el valor

    de la tela una forma

    objetiva

    su valor se hace aprehensible, perceptible,

    mensurable: como una determinada cant idad de chaqueta. Marx resume

    este resultado de la siguiente manera:

    La oposicin interna contenida en la mercanca entre valor de

    uso

    y valor

    se presenta, por consiguiente, a travs de una

    oposicin

    externa, es decir, a

    travs

    de

    la relacin entre dos mercancas, en la

    que

    una mercanca,

    aqulla

    uyo

    valor

    debe

    ser expresado, acta directamente

    slo

    como'valor de uso,

    mientras

    que

    la otra, aqulla en la cual se

    expresa el valor,

    acta slo comO

    valor de cambio MEW 23, pp. 75-7

    6

    /75)

    Valor

    trabajo y dinero

    El

    valor es algo puramente social, expresa la

    validez igual

    de dos

    trabajos completamente diferentes. Por consiguiente, expresa

    una

    determinada relacin social. Esta relacin social recibe en la forma de

    equivalente la figura de una cosa; en nuestro ejemplo, el valor parece

    ser idntico de manera inmediata a la chaqueta.

    La

    chaqueta acta

    como encarnacin del valor, pero ello slo tiene lugar dentro de la

    expresin del valor. El hecho de que la chaqueta tenga dentro de la

    expresin del valor otras propiedades de las que tiene fuera de ella es

    todava evdente con la chaqueta, pero con el dinero no es ste el caso

    sin ms.

    La

    forma simple de valor expresa objetivamente el valor de la mer

    canca

    A,

    lo hace aprehensible y mensurable. No obstante, esta forma

    es todava insuficiente, pues relaciona

    la

    mercanca A con

    una nica

    mercanca, la mercanca B, pero todava no la relaciona con todas las

    dems.

    Si consideramos ahora la relacin de valor de

    la

    mercanca A (la tela)

    con todas las dems mercancas, obtenemos la forma total o desplega

    da de valor:

    20 varas de tela valn chaqueta,

    20

    varas de tela valen 10 libras de

    20 varas de tela valen

    40

    libras de caf, etc.

    El valor de la tela est referido ahora a todo el mundo de las mercan

    cas

    y

    no a una nica mercanca) y al mismo tiempo se hace patente que

    el

    valor de la mercanca es indiferente a la forma parti cular del valor de

    uso en la que aparece: como encarnacin del valor de la tela puede ser

    vr la chaqueta, pero tambin el t, el caf, etc. El valor de la tela perma

    nece igual si se representa en la chaqueta o en

    el

    caf. Con ello queda

    claro tambin que la relacin cuantitativa de intercambio no es en modo

    alguno contingente, algo que no se poda apreciar an en la forma sim

    ple de valor.

    Sin embargo, tambin la forma desplegada de valor es insuficiente:

    la expresin de valor de la mercanca A es incompleta y no concluye

    nunca. Adems, las expresiones de valor son tota lmente heterogneas,

    tenemos muchas formas particulares de equivalentes que se excluyen

    mutuamente.

    La

    forma total de valor no es otra cosa que una serie de formas sim

    ples de valor. Pero cada un a de estas formas simples de valor contiene

    tambin su inversin.

    Si

    invertimos la serie de formas simples de valor,

    obtenemos

    la

    forma general de valor:

  • 8/10/2019 Heinrich 2015

    11/18

    Crtica de la economa poltica

    Valor

    trabcljo

    y

    dinero

    1 chaqueta vale

    10

    libras de t valen

    2 varas de tela

    }

    4 libras de caf valen

    El valor de la mercanca est expresado ahora de manera

    simple

    y

    unitaria

    porque el equivalente general sirve como expresin de valor

    par a todas las otras mercancas. Por eso esta forma ofrece algo absoluta

    mente decisivo:

    Ahora el valor de cada mercanca,

    en

    tanto que igual a la tela, no slo se

    distingue de su propio valor de uso, sino de todo valor de uso, y precisamen

    te por eso est expresado como lo que es comn a ella y a todas las dems

    mercancas. Slo esta forma por tanto relaciona efectivamente las mer-

    cancas entre s como valores (MEW 23, p.

    80

    /81; subrayado

    M.

    H.).

    a

    objetividad del valor no es un atributo que les corresponda a las

    mercancas aisladas, se trata ms bien de un carcter social que expresa

    la relacin de la mercanca individual (o del trabajo individual que la

    produce) con todo

    el

    mundo de las mercancas (o con el trabajo social

    global). Por eso el valor no slo hace necesaria

    una

    forma

    social

    de valor

    en general, sino que hace necesaria una forma de valor que exprese este

    carcter social, y esto slo s e consigue con

    laforma

    general de valor.

    La dimensin especficamente social de la forma general de valor se

    muestra tambi n en una prop iedad ulterior, que la diferencia tanto de la

    forma simple de valor como de la forma desplegada. En es tas dos formas

    de valor es, por decirlo

    aS

    un asunto privado de la mercanca indivi

    dual el darse una forma de valor. Ahora, por el contrario:

    La forma general de valor surge como obra comn del mundo de las mer

    cancas. Una mercanca slo adquiere expresin general de valor porque

    todas las dems mercancas expresan simultneamente su valor en el

    mismo equivalente,

    y

    cada nuevo tipo de mercanca que aparece tiene que

    hacer lo mismo. Con ello se pone de m anifiesto que la objetivid ad del valor

    de las mercancas, dado que es la mera existencia social de estas cosas,

    slo puede expresarse a travs de su relacin social con todas las dems

    (MEW 23, pp. 80-81 / 81; subrayado M. H.).

    Lo que aqu se pon e de manifiesto no es evidente pa ra la conciencia

    espontnea, sino que es el resultado del anlisis cientfico: la

    dimensin

    social del valor se expresa en una forma de valor especficamente social.

    El valor y la magnitud del valor -que en realidad no son

    una

    propie

    dad de la mercanca

    aislada-

    se pueden expresar ahora, con ayuda del

    equivalente general como si fueran tales propiedades simples.

    Cualitativamente: el valor de la chaqueta (t, caf, etc.) consiste en su

    igualdad con la tela; cuantitativamente: el valor de una chaqueta 20

    libras de t,

    4

    libras de caf, etc.) es 2 varas de tela.

    Por ltimo, laforma de dinero slo se diferencia de la forma general

    de valor en que la forma de equivalente, por la costumbre social

    (MEW

    23,

    p.

    84/86),

    se ha fundido definitivamente con la forma natu

    ral especfica de

    una

    mercanCa determinada (histricamente ha sido el

    oro y en menor medida, tambin la plata). De este modo, dicha mercan

    ca llega a ser la mercanca diner aria.

    La referencia a la costumbre social hace patente que con la forma

    de dinero nos encontramos ya

    en

    el nivel de las acciones de los poseedo

    res de mercancas. Hasta este momento no se haba hablado de los po

    seedores de mercancas. Se haba considerado la

    forma

    de

    mercanca

    del producto del trabajo y las relaciones de intercambio de las mercan-

    cas, pero no los

    actos de intercambio

    de

    los poseedores

    de

    mercancas.

    VI DINERO y PROCESO DE INTERCAMBIO

    ACTUACIONES DE LOS POSEEDORES DE MERCANCAS)

    Marx comienza a ocuparse explcitamente de los poseedores de

    mercancas y de sus actuaciones

    en

    el captulo segundo de

    El Capital:

    como tales, las personas slo son representante s de la mercanca, por lo

    que es la mercanca lo que se tiene que investigar en primer lugar.

    Si

    se considera slo la relacin de intercambio de las mercancas,

    vale como forma de manifestacin del valor de una mercanca cualquier

    otra mercanca con la que se intercambie. Pero el poseedor de mercan

    cas no quiere intercambiar su mercanca por cualquier otra, sino por

    una determinada: su propia mercanca no es valor de uso para l, y su

    cambio

    ha

    de proporcionarle el valor de uso que necesita. El poseedor de

    mercancas querra, por tanto, poder tratar su mercanca como equiva

    lente general, querra que fuera

    inmediatamente intercambiable

    por

    todas las dems mercancas. Pero dado que esto es lo que quiere cual

    quier poseedor de mercancas con respecto a la suya propia, ninguna

    mercanca es equivalente general.

    Parece que los poseedores de mercancas se encuentran frente a un

    problema en el proceso de intercambio. Marx resume la solucin

    fctica

    a este problema de manera pregnante:

    En su confusin, nuestros poseedores de mercan cas piensan como Fausto.

    En el principio fue la accin. Por eso ya han actuado antes de haber pensa

    do. Las leyes de la naturaleza propia de las mercanc as se cumplen en el ins

    tinto natural de los poseedores de mercancas. Slo pueden referir sus mer

    canCas unas a otra s como valores y por tanto, como mercancas, refirin

  • 8/10/2019 Heinrich 2015

    12/18

    Crtica de la economia politica

    dolas por oposicin a alguna otr a mercanca que haga de equivalente gene

    ral. ste fue el resultado del anlisis de la mercanca. [Es decir, el anlisis

    formal realizado por Marx en el primer captulo, que fue tratado en la sec

    cin precedente,

    M.

    H.]. Pero

    slo

    un

    acto social puede c onvertir

    un

    deter-

    min d

    mercanca

    en

    equivalente general.

    La accin social de todas las

    dems mercancas segrega, pues, una determinada mercanca en la que

    todas ellas representa n sus valores. De esta manera, la forma natural de esta

    mercanca llega a ser la forma de equivalente socialmente vlida. El proceso

    social hace que el ser equivalente general se convierta en funcin especfica

    mente social de la mercanca segregada.

    As

    es

    como sta se convierte en

    dinero MEW

    23,

    p. 101/105-106; subrayado

    M. H.).

    El anlisis de la mercanca haba mostrado

    la

    necesidad de

    l form

    general de equivalente. Para comportarse hacia las cosas efectivamente

    como mercancas es decir, para referir las cosas unas a otras como valo

    res, los poseedores de mercancas tienen que referir sus mercancas a un

    equivalente general. Por

    10

    tanto, su accin social tiene que convertir

    una mercanca en equivalente general y de este modo en dinero real.

    Las personas que intercambian son libres en sus acciones, pero como

    poseedores de mercancas tienen que seguir las leyes de la naturaleza

    propia de las mercanCas. Como ya seal Marx en el Prlogo a El

    Capital las personas slo aparecen en tanto que personificacin de

    categoras econmicas MEW

    23,

    p.

    16/8).

    Si

    en

    el

    anlisis se parte de

    las actuaciones y de la conciencia de los poseedores de mercanCas,

    entonces se est pr esuponiendo ya el contexto social que hay que expli

    car. Por eso era necesario que Marx distinguiera en su exposicin entre

    las determinaciones formales de la mercanca y las acciones de los

    poseedores de mercancas y expusiera en primer lugar estas determina

    ciones formales como tales, ya que constituyen el presupuesto de las

    acciones y reflexiones de los poseedores de mercancas y que stos

    reproducen de nuevo con sus acciones, cf captulo

    El dinero real es ciertamente el resultado de la actuacin de los po

    seedores de mercancas, pero no se basa de ningn modo en

    un

    contra

    to tcito, como sostena John Locke, uno de los filsofos ms importan

    tes de la burguesa naciente. El dinero no se introduce en

    un

    momento

    dado a travs de una deliberacin consciente, como suponen aquellos

    economistas que sostienen que el dinero se utiliza para simplificar el

    intercambio. Los poseedores de mercancas, seala Marx, ya

    han

    actuado antes de haber pensado, sus acciones deben dar como resulta

    do el dinero, pues de otr o modo no se pueden referir las mercancas unas

    a otras como valores

    10

    .

    10 Slo despus de que el dinero se ha desarrollado como resultado necesario aunque

    inconsciente) de la accin de los poseedores de mercancas, se puede comprender el pro

    ceso histrico que produjo este resultado: en la exposicin de Marx, tras el desarrollo cate

    gorial

    se

    presenta

    un

    breve esbozo de

    la

    formacin histrica del dinero MEW 23 pp. 102

    104/ 107-110).

    Valor

    trabajo y dinero

    As pues, el dinero no es un simple medio auxiliar de cambio a nivel

    prctico, ni un mero apndice de la teora del valor a nivel terico.

    La

    teora del valor de Marx es ms bien una teora monetaria del valor: sin

    la forma de valor no pueden referirse las mercancas unas a otras, y slo

    la forma de dinero es la forma de valor adecuada para el valor. Las inter

    pretaciones sustancialistas del valor que quieren fijar el valor a la

    cosa aislada) son, por el contrario, teoras premonetarias del valor.

    Creen poder desarrollar el valor sin referencia al dinero. Tanto la teora

    del valor-trabajo de la economa poltica clsica como la teor a utilitaris

    ta del valor de los neoclsicos son premonetarias. Tambin la teora

    marxista usual del valor, que considera que el valor est ya determi

    nado de manera definitiva con el tiempo de trabajo socialmente nece

    sario, es premonetaria

    .

    V FUNCIONES EL

    DINERO, MERCANCA DINERARIA

    Y

    SISTEMA

    MONETARIO MODERNO

    Marx distingue tres funciones bsicas del dinero, que resultan de la

    circulacin simple de la mercanca y el dinero. Si se considera el pro

    ceso global de la produccin y la reproduccin capitalista, se aade n an

    otras funciones del dinero cf. captulo VIII).

    La primera ftmcin del dinero consiste en ser medida universal del

    valor para todas las mercancas. El valor de cualquier mercanca se

    expresa como una determinada cantidad de dinero.

    Las

    mercancas

    SOn

    valores como cristalizacin de la sustancia

    comn a ellas, el trabajo abstracto. No es el dinero, pues, lo que hace

    comparables a las mercancas, sino esta referencia comn al traba jo abs

    tracto. Por 10 que Marx constata:

    El dinero, como medida del valor, es

    la

    forma de manifestacin necesaria

    de la medida inmanente del valor de las mercancas: el tiempo de trabajo

    MEW

    23,

    p.

    109 /115).

    Pero con ello se plantea inmediatamente la pregunta de

    por

    qu el

    valor no puede medirse igualmente en tiempo de trabajo, o mejor dicho,

    por qu el dinero no representa inmediatamente el tiempo de trabajo.

    Marx aborda brevemente esta pregunta en una nota a pie de pgina de

    El Capital y remite a su obra Contribucin a

    la

    critica de la economa

    poltica. All haba escrito:

    11 Fue todo Hans-Georg Backhaus quien puso de relieve el carcter monetario de

    la teora del valor d e Marx, y con ello influy de manera decisiva en la nueva lectura de

    Marx de la que se habl anteriormente e n el captulo LITI.

  • 8/10/2019 Heinrich 2015

    13/18

    Crtica de la economa poltica

    Las mercancas son, de manera inmediata, productos de trabajos privados

    aislados e independientes entre s, que a travs de su enajenaci6n

    en

    el pro

    ceso de intercambio privado se tienen que confirmar como trabajo social

    general, esto es,

    el trabajo, sobre

    la

    base

    de

    la produccin

    de

    mercancas,

    slo llega a ser trabajo social

    a

    travs

    de la

    enajenacin universal de los

    trabajos individuales))

    MEW 13, p. 67; subrayado

    M.

    H.).

    Lo que podemos medir con el reloj es solamente el trabajo privado

    gastado antes del cambio. Como ya se

    ha

    constatado

    en

    la seccin sobre

    el trabajo abstracto, slo en el cambio se puede comprobar cunto de

    este trabajo privado gastado fue realmente generador de valor y vale

    por eso como parte int egrante del tiempo social de trabajo). El tiempo de

    trabajo generador de valor o la cantidad de trabajo abstracto) no se

    puede medir antes, sino slo en el cambio, y si los valores de todas las

    mercancas deben ser referidos unos a otros, entonces esta medicin

    slo se puede efectuar por medio del dinero. De ah que Marx pueda

    hablar del dinero como la forma de manifestacin necesaria)) de la

    medida inmanente del valor, el tiempo de trabajo: el tiempo de trabajo

    generador de valor

    no

    se puede medir de

    ningn otro modo

    que no sea

    por medio del dinero

    12

    La expresin del valor de una mercanca en dinero es

    su

    precio. Para

    indicar el precio de

    una

    mercanca, tiene que esta r claro

    qu

    desempea

    la funcin de dinero oro, plata, billetes, etc.), pero el dinero no tiene que

    estar presente realmente Gunto a la mercanca), el dinero sirve aqu slo

    como dinero figurado o ideal MEW

    23,

    p.

    111

    / 117)

    La magnitud del valor de la mercanca se expresa en el precio: sta

    es

    la

    nica posibilidad para poder expresar la magnitud del valor. Si se

    transfo rma la magnitud de valor de la mercanca si el trabajo gastado

    individualmente se encuen tra en una nueva relacin con el trabajo social

    global), se transforma tambin el precio de esta mercanca. Sin embar

    go, lo contario no es vlido: ni cada precio es expresin de una magnitud

    de valor, ni cada transformacin del precio indica una transformacin de

    la magni tud de valor.

    Tambin pueden

    tener un

    precio cosas sin valor, es decir, cosas

    que no son producto del trabajo abstracto. Puede tratarse de estados

    de cosas econmicamente irrelevantes por ejemplo, del precio de

    un

    ttulo nobiliario) o absolutamente relevantes por ejemplo, del precio de

    una opcin sobre acciones, que es el precio por el derecho a realizar una

    compra de acciones bajo condiciones garantizadas).

    El

    cambio de precio de una mercanca

    individual

    puede indicar

    u

    cambio de su magnitud de valor, pero tambin puede indicar simple

    mente la existencia de circunstancias favorables o desfavorables despla

    zamientos momentneos de la oferta y la demanda) bajo las que puede

    12

    Por eso

    en

    la

    Contribucin tambin se

    designa el dinero como la forma de existencia

    inmediata del trabajo abstracto MEW

    13,

    p.

    42 .

    Valor

    trabajo y dinero

    venderse temporalmente la mercanca. El cambio simultneo del precio

    de

    todas

    las mercancas, es decir, el cambio del

    nivel de precios,

    no indi

    ca en general un cambio de todas las magnitudes de valor, sino

    un

    cam

    bio del valor del dinero: la disminucin del valor del dinero repercute en

    una subida general de precios

    inflacin),

    y el aumento del valor del

    dinero en

    una

    bajada general de los precios

    deflacin).

    En lo sucesivo se presupone generalmente que las mercancas se

    venden a

    su

    valor)). Esto significa que los precios de las mercancas son

    la expresin adecuada de los valores y que prescindimos de fluctuacio

    nes momentneas. Sin embargo, en el captulo VII.II veremos que bajo

    condiciones capitalistas normales las mercancas

    no

    se intercambian a

    sus valores, es decir, que los precios normales no son simplemente la

    expresin de las magnitudes de valor de las mercancas.

    La

    segunda funcin del dinero es la de ser medio de circulacin que

    acta de intermediario en el intercambio efectivo de las mercancas. En

    el proceso de intercambio,

    el

    poseedor de la mercanca A por ejemplo,

    un tejedor que produce tela), que no es

    un

    valor de uso para l, quiere

    transformarla

    en

    la mercanca B por ejemplo, una silla), en cuyo valor

    de uso est interesado. Vende la tela por 2 euros y compra a continua

    cin una silla por otros

    20.

    Marx designa este proceso como metamorfosis de la mercanca para el tejedor, la tela se transforma en silla).

    El contenido material

    de esta metamorfosis es la sustitucin de

    un

    valor de uso por otro. Marx habla aqu tambin de cambio social de

    materia)}. El resultado es el mismo que en el intercambio simple de pro

    ductos, la tela por la silla. Sin embargo, la/orma

    del proceso es comple

    tamente distinta, y precisamente esta diferencia de forma es lo que

    importa aqu.

    La metamorfosis de la mercanca est mediada, a diferencia del

    intercambio de productos, por el dinero. El proceso tiene la forma mer

    canca - dinero - mercanCa M - D - M), concretamente para el teje

    dor: tela - dinero - silla.

    Pues bien, lo que para el tejedor es

    el

    primer acto del proceso, M - D,

    transformacin de la tela

    en

    dinero, es para

    el

    poseedor de dinero, quecompra tela, la conclusin de la metamorfosis de su mercanca inicial.

    El

    comprador de la silla representa par a el tejedor la conclusin de la meta

    morfosis de su mercanca; para el carpintero, que vende la silla, este acto

    es, por el contario, el comienzo de la metamorfosis de la mercanca.

    Las metamorfosis de las mercancas estn entrelazadas y no acaban

    nunca:

    en

    su totalidad constituyen la circulacin de mercancas. El

    intercambio simple de productos

    -valor

    de uso por valor de

    uso-

    es, por

    el contrario, slo un asun to bilateral que se acaba definitivamente con la

    realizacin del intercambio.

    La

    circulacin de mercancas y el inter cam

    bio de productos son, por tanto, esencialmente distintos.

  • 8/10/2019 Heinrich 2015

    14/18

    Crtica de la economa poltica

    Valor

    trabqjo y dinero

    El que en la circulacin de mercancas (a diferencia del mero in ter

    El dinero real, es decir, el dinero como forma autnoma del valor,

    cambio de productos) tenga lugar la conexin de los actos individuales a tiene funciones totalment e determinadas. Funciona como tesoro, como

    travs del dinero significa que con la intervencin del dinero se da tam medio de pago y como dinero mundial.

    bin la posibilidad de

    una

    interrupcin de esta conexin.

    Si

    el tejedor

    Como tesoro el dinero se retira de

    la

    circulacin. Ya no hace de

    vende su tela, pero no compra nada y conserva el dinero, no slo se inte mediacin en la circulacin de mercancas, sino que existe como forma

    rrumpe con ello la metamorfosis de su propia mercanca, la tela, sino

    autnoma del valor. Para atesorar se vende sin que tenga lugar a conti

    tambin la metamorfosis de las mercancas ajenas (por ejemplo, la silla). nuacin una compra. El fin de la venta es retener el dinero como forma

    En consecuencia, con la mediacin del metabolismo social a travs del autnoma del valor. Para no tene r que espera r a hacer sus compras

    dinero se da tambin la posibilidad de

    su

    interrupcin, y con ello de la hasta que est vendida la mercanca (o tambin

    para

    prevenir el fraca

    crisis. Pero

    para

    que de la mera posibilidad de la crisis se pase a

    una

    cri so de la venta), todo productor de mercancas precisa de un mayor o

    sis real tienen que sobrevenir toda una serie de circunstanc ias adiciona menor a te sor amient o.

    les (cf. captulo IX).

    Asimismo, el dinero como forma au tnoma del valor funciona como

    La metamorfosis de la mercanca, M D - M comienza con una medio de pago. Si

    en

    la compra de una mercanca no se paga inmediata

    mercanca y termina con una mercanca del mismo valor, pero con otro mente, sino despus, entonces el comprador se convierte en deudor y el

    valor de uso.

    a

    mercanca parte del poseedor de mercancas y vuelve de vendedor en acreedor. El dinero no acta en este caso como medio de

    nuevo a l con otra forma, yen este sentido describe un ciclo. El dinero, circulacin que hace de mediacin en una compra, sino como medio de

    que acta de mediacin

    en

    este ciclo, no describe l mismo ningn ciclo, pago que salda la compra que ya ha tenido lugar. (La expresin medio

    sino una

    circulacin: en

    el primer acto M -

    D

    el poseedor de mercanc de pago slo es utilizada

    en

    este sentido po r Marx; en el uso comn, as

    as recibe dinero, pero slo (en

    una

    circulacin de mercancas que trans corno en la ciencia econmica, se designa como medio de pago el dinero

    curre con normalidad) para gastarlo de nuevo inmediatamente y realizar que sirve para pagar una compra tanto si se paga

    en

    el acto como si se

    el acto final D -

    M.

    En

    su

    funcin como medio de circulacin, el dinero hace con posterioridad). Si se emplea el dinero como medio de circula

    permanece continuamente

    en

    la esfera de la circulacin. Pero ya que los cin, el poseedor de mercancas primero ha vendido, por lo que ha rea

    poseedores de mercancas slo han tenido en cuenta las mercancas que lizado el acto M D. A continuacin compra, realizando D - M. En el

    pueden comprar con la ayuda del dinero, para la circulacin basta sim empleo de dinero como medio de pago se invierte el orden: el poseedor

    plemente el

    dinero simblico

    y como mero medio de circulacin el dine de mercanCas compra primero y luego vende, para obtener dinero y

    ro puede

    ser

    sustituido por signos de valor que carecen ellos mismos cumplir con su obligacin de pago. Conseguir dinero como forma aut

    de valor (como trozos de papel).

    noma del valor se convierte ahora en el fin de la venta.

    Por ltimo, el dinero acta como

    dinero mundial en

    el mercado

    En su tercera funcin el dinero acta como dinero real. Como medi-

    mundial Aqu puede

    ser

    utilizado de nuevo como medio de circulacin

    da del valor el dinero no tena que estar presente realmente, bastaba

    para mediar una compra, como medio de pago para saldarla, o como

    como dinero ideal. Como

    medio

    de

    circulacin

    el dinero tena que estar

    materializacin social absoluta de la riqueza (MEW 23, p.

    158/

    175)

    presente realmente, pero bastaba como dinero simblico. Slo como

    si no se trata de compra o de pago, sino de transferencia de riqueza de

    unidad de medida del valor y medio de circulacin el dinero es dinero

    un pas a otro (por ejemplo, despus de una guerra).

    real, es decir forma autnoma del valor lo que encierra toda una serie

    de determinaciones nuevas. Marx parte

    en El Capital

    de que el dinero siempre tiene que estar

    Mientras que las mercancas individuales representan

    en su

    existen

    vinculado a

    una

    determinada mercanca. En su poca el oro representa

    cia material un determinado valor de uso y

    su

    valor (la riqueza abstrac

    ba este papel de mercanca dineraria. En aquella poca apenas circu

    ta) slo puede estar figurado en ellas, el dinero real es

    la existencia

    laban ya monedas de oro en la prctica del comercio; los importes

    material

    de la

    riqueza abstracta

    (MEW 13, p. 102).

    Lo

    que hace las

    pequeos se pagaban en monedas de plat a o cobre, los grandes en bille

    veces de dinero acta

    en su

    existencia material inmedia ta como cosa de

    tes de banco.

    Los

    billetes de banco al principio eran emitidos por ban

    valor. Como tal cosa de valor puede cambiarse

    en

    todo momento por

    Os

    particulares, que se comprometan a canjear el billete

    por

    un desem

    cualquier mercanca, transformarse en cualquier valor de uso. El dinero

    bolso

    en

    oro. Despus los billetes de banco slo fueron emitidos

    por

    un

    real es,

    por

    tanto, el representante material de la riqueza material

    banco emisor estatal, que se comprometa igualmente al reembolso. Por

    (MEW 13, p. 103)

  • 8/10/2019 Heinrich 2015

    15/18

    Crtica de la economa poltica

    lo general, los bancos emisores de los distintos pases no

    podan

    emitir

    tantos

    billetes como quisieran. Los billetes

    tenan que estar

    cubiertos

    en

    un

    determinado

    porcentaje por las reservas de oro del

    banco

    emisor.

    Ciertamente, apen'as circulaba ya oro,

    pero

    el

    papel moneda

    circulante

    era

    slo el representante del oro.

    Al final de la Segunda Guerra Mundial

    se

    acord en Bretton Woods

    (EE.UU.) un sistema

    monetario

    internacional que segua

    basndose

    en

    el oro como mercanca dineraria. Pero el oro slo cubra el dlar ameri-

    cano; 35 dlares correspondan a una onza

    de

    oro. Las

    dems monedas

    deban

    estar

    en una relacin fija

    de

    cambio con el dlar. Sin embargo, la

    obligacin de reembolso del dlar en oro no estaba en vigor para las per-

    sonas privadas, sino solamente para los bancos centrales estatales; y

    desde finales de la dcada

    de

    1960

    era

    evidente que

    haba unas

    cantida-

    des tan ingentes de dlares en circulacin

    que la

    obligacin de reembol-

    so se

    haba

    vuelto ficticia. A comienzos de

    la

    dcada

    de

    1970,

    la

    obliga-

    cin

    de

    reembolso se suprimi

    tambin

    formalmente, del mismo modo

    que

    los tipos fijos de cambio d e las monedas.

    Desde ese

    momento

    ya no

    hay ninguna

    mercanca

    que

    a nivel nacio-

    nal o internacional acte como mercanca dineraria. Ahora funciona

    como dinero el papel

    moneda

    emitido por los bancos centrales estatales,

    y no

    hay

    nada

    ms

    por lo

    que se pueda

    canjear este papel moneda.

    Naturalmente se puede comprar

    oro,

    pero

    el oro es

    ahora

    una mercan-

    ca como

    la plata

    o el hierro, que

    no acta

    ni jurdica ni fcticamente

    como mercanca dineraria.

    Ciertamente Marx

    no poda

    imaginarse un sistema monetario capi-

    talista

    sin

    mercanca dineraria. Sin embargo, esto

    no

    se deriva en abso-

    luto de

    su

    anlisis

    de la

    mercanca y del dinero. En el

    marco

    del anlisis

    de la forma de valor, Marx

    haba

    desarrollado las determinaciones for-

    males del equivalente general, y el anlisis del proceso de intercambio

    dio como resultado

    que

    los poseedores de mercancas tenan

    que

    referir

    sus mercancas a un equivalente general. Pero el hecho

    de que

    este equi-

    valente general tuviera

    que

    ser necesariamente una mercanca no es

    algo

    que

    Marx haya demostrado, sino que lo supuso. Lo

    que

    sirve como

    equivalente general (que

    se

    trate

    de

    una mercanca o meramente de

    papel moneda) no

    puede determinarse

    al nivel de la circulacin simple

    (cf.

    para un anlisis

    ms

    detallado: Heinrich 1999, p. 233 Y ss.). Cuando

    examinemos el sistema de crdito capitalista se pondr de manifiesto

    (cf.

    captulo VIlI.Il) que la existencia de

    una

    mercanca

    dineraria

    es sim-

    plemente

    una situacin histrica transitoria, por lo

    que

    no corresponde

    al

    modo

    de produccin capitalista

    en su media

    ideal,

    que

    es lo

    que

    Marx quera analizar (cf. captulo Il.l).

    Valor trabajo y dinero

    V

    EL SECRETO

    DEL

    FETICHISMO DE

    LA MERCANCA

    Y DEL DINERO

    La ltima seccin del primer captulo de

    El Capital

    lleva como ttu-

    lo: El carcter fetichista de la mercanca y

    su'secreto.

    La expresin

    fetichismo

    de

    la mercanca ha adquirido desde entonces

    una

    cierta

    difusin, pero no siempre se

    entiende

    por ella lo que Marx dice en

    El

    Capital. Marx no

    se

    refiere a que

    en

    el capitalismo el consumo sea

    muy

    importante para

    las

    personas

    o a

    que hagan un

    fetiche

    de

    la posesin de

    determinadas

    mercancas que sirven como smbolo de posicin social.

    Tampoco

    se trata

    de un fetichismo del mercado. Detrs de la posesin de

    mercancas caras como smbolo de

    status

    no se oculta ningn secreto

    que

    hubiera que

    desvelar.

    A

    menudo

    se caracteriza el fetichismo de la mercan ca diciendo sim-

    plemente

    que

    las relaciones sociales de las

    personas

    aparecen como rela-

    ciones

    de

    cosas (las relaciones de los sujetos

    que

    intercambian aparecen

    como relaciones

    de

    valor de los

    productos

    intercambiados), de

    modo

    que

    las relaciones sociales se convierten

    aparentemente en

    propiedades

    materiales. Si nos

    quedamos en

    una caracterizacin semejante, el feti-

    chismo aparece como un

    mero

    error: las

    personas

    atribuyen propieda-

    des falsas a los productos de su trabajo, no

    ven que detrs

    de las relacio-

    nes

    entre

    cosas

    hay

    en realidad relaciones

    entre

    personas. El fetichis-

    mo sera entonces

    una

    forma

    de falsa conciencia

    que

    simplemente

    oculta las relaciones reales13. Si fuese as, entonces

    tendra que

    de-

    saparecer

    esta

    falsa conciencia con la explicacin de las relaciones rea-

    les.

    En

    esta interpretacin simplificada del fetichismo de la me rcanca se

    pierden

    importantes

    aspectos de la investigacin de Marx. A continua-

    cin, vamos a analizar detalladamente

    su

    argumentacin. Para tener

    una

    mejor visin

    de

    conjunto, lo

    que

    sigue est dividido

    en

    distintos aparta-

    dos designados con letras

    l4

    .

    a.

    En

    primer

    lugar, es preciso

    preguntarse dnde hay

    que localizar el

    secreto del que

    habla

    Marx en el ttulo y

    que

    trata de desvelar aqu. De

    manera

    preliminar

    escribe al respecto:

    A primera

    vista,

    una

    mercanca parece una cosa evidente, triviaL Pero su

    anlisis demuestr a que es

    una

    cosa

    muy

    compleja, llena de sutilezas meta-

    fsicas y argucias teolgicas (MEW 23, p.

    85/87;

    subrayado

    M. H.).

    13 La

  • 8/10/2019 Heinrich 2015

    16/18

    Crtica de la economa poltica

    As pues,

    la

    mercanca no es compleja para el entendimiento

    comn; la mercanca es compleja y misteriosa slo como resultado del

    anlisis realizado hasta ese momento). Por ejemplo, una mesa es

    una cosa sensible ordinaria. Pero

    tan

    pronto como se presenta como mer

    canca, se transforma en una cosa

    sensiblemen te suprasensible ibid.;

    subrayado M. H.).

    Segn la experiencia comn, la silla es

    un

    determinado valor de uso.

    Como mercanca tiene adems un determinado valor. Ninguna de las

    dos cosas tiene nada de misterioso para

    la

    conciencia espontnea. Y el

    que la magnitud del valor dependa de la cantidad de tiempo de trabajo

    gastado se puede aceptar o se puede cuestionar, pero tampoco es algo

    que tenga nada de misterioso en s mismo.

    El

    carcter sensiblemente

    suprasensible de la mercanca slo lo pone de manifiesto el anlisis:

    muestra que la objetividad de valor de la mercanca no se puede apre

    hender de ningn modo en ella misma en este sentido es una objetivi

    dad

    suprasensible, una objetividad espectral), sino solamente en

    otra mercanca, que por su parte vale como encarnacin inmediata del

    valor. Igualmente inaprehensible se haba mostrado el trabajo abstracto

    como sustancia del valor. Por consiguiente, el anlisis

    ha

    sacado a la luz

    un

    buen nmero de resultados inslitos.

    b.

    Marx se pregunta ahora: de dnde surge, pues, el carcter enig

    mtico del producto del trabajo

    tan

    pronto como ste adopta la forma de

    mercanca?, y formula como respuesta:

    Evidentemente de esta forma misma. La igualdad

    de

    los trabajos humanos

    asume la forma material

    de

    la igual objetividad

    de

    valor

    de

    los productos del

    la medida del gasto de fuerza humana

    de

    trabajo

    por su

    duraci6n

    asume la forma

    de

    la magnitud del valor de los productos del trabajo y final

    mente, las relaciones entre los productores, en las que se activan esas deter

    minaciones sociales de sus trabajos, asumen la forma de una relacin social

    entre los productos del trabajo. Por tanto, lo misterioso

    de

    la forma de mer

    canca consiste simpleme nte en que les refleja a las personas los

    caracteres

    sociales

    de

    su propio trabajo como caracteres objetivos

    de

    los productos

    del trabajo mismos, como propiedades sociales naturales

    de

    estas cosas

    MEW

    23,

    p.

    86/

    88; subrayado

    M.

    H.).

    En cualquier produccin social que se base en la divisin del trabajo

    las personas estn en determinadas relaciones sociales las unas con las

    otras. En la produccin de mercancas aparece esta relacin social entre

    personas como una

    relacin entre cosas:

    no son las personas las que

    estn en relacin entre s, sino las mercancas. Sus relaciones sociales se

    les aparecen, por tanto, como propiedades sociales naturales de los

    productos. o que esto significa se puede mostrar en el valor: por un lado,

    est claro que el valor no es una propiedad natural de las cosas como

    Valor

    trabajo y dinero

    lo es el peso o el color, pero parece para quienes viven en

    una

    sociedad

    que produce mercancas) como si las cosas en el contexto social tuvieran

    automticamente valor y por ello siguiesen automticamente sus pro

    pias leyes objetivas, a las que las personas no tendr an ms remedio que

    someterse. Bajo las condiciones de la produccin de mercancas tiene

    lugar una autonomizacin para

    la

    que Marx slo encuen tra un paralelis

    mo en las nebulosas regiones del mundo religioso: e n este caso son los

    productos de la mente humana los que adquieren autonoma, en el

    mundo de las mercancas son los productos de la mano humana:

    A esto es a lo que llamo fetichismo, que se adhiere a los producto s del tra

    bajo

    tan

    pronto como son producidos como mercancas y que, por tanto, es

    inseparable de la produccin de mercanCas MEW

    23,

    p. 87/89 .