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La evaluación de los sistemas de pago en América Latina

An Economist Intelligence Unit white papersponsored by Visa International

© The Economist Intelligence Unit 2005 1



es un informe oficial de la Economist Intelligence Unit

patrocinado por Visa International.

● La Economist Intelligence Unit asume total

responsabilidad por el contenido de este informe.

El equipo editorial de la Economist Intelligence

Unit recopiló los datos, llevó a cabo las entrevistas

y escribió el informe. El autor del informe es Ken

Waldie. Los resultados y puntos de vista expresados

en este informe no reflejan necesariamente las

opiniones del patrocinador.

● Nuestra investigación se basó en una amplia gama

de fuentes publicadas, tanto del sector

gubernamental como privado. Además, realizamos

entrevistas exhaustivas con funcionarios oficiales y

ejecutivos de alto nivel en varias compañías de

servicios financieros en América Latina.

Agradecemos a todos los entrevistados por

habernos brindado su tiempo y perspectiva.

Mayo de 2005

Prólogo

2 © The Economist Intelligence Unit 2005


Resumen 4

Sistemas de pagos electrónicos 7

Productos de pagos electrónicos 8

Tarjetas de pago convencionales 8

Tarjetas inteligentes 8

Tarjetas con valor almacenado 9

Pagos basados en Internet 9

Infraestructura de los sistemas de pago 10

Sistemas de cámaras de compensación 10

Redes de tarjetas 10

Comparaciones internacionales 11

Sistemas de pagos electrónicos en América Latina 12

Distribución polarizada de los ingresos 12

Importancia de las remesas familiares 12

Reestructuración del sector financiero 13

La evolución de los sistemas de pago 13

Argentina 14

El sector financiero 14

Instituciones gubernamentales 14

Bancos 14



Tarjetas de crédito 15

Tarjetas de débito 16

Créditos y débitos directos 16

Reembolsos del IVA 16

Aspectos positivos y oportunidades 17

Perspectiva 17

Brasil 19



Bancos 19






Tarjetas inteligentes y tarjetas prepagadas 22


Perspectiva 24

Chile 26



Bancos 26





Tarjetas inteligentes y prepagadas 28


Comercio electrónico (E-commerce) 29


Perspectiva 30

Índice



Colombia 32



Bancos 32





Crédito y débitos directos 34


Remesas de dinero de inmigrantes 35

Perspectivas 36

México 37



Bancos 37





Tarjetas inteligentes y prepagadas 39


Vida Bancomer 40


Perspectiva 41

Venezuela 43



Bancos 43



Tarjetas de crédito de nivel inicial 45



Tarjetas inteligentes y tarjetas prepagadas 46


Perspectiva 47

Conclusión 49

Beneficios para las partes interesadas 49

Beneficios macroeconómicos 51

Obstáculos 52

Oportunidades 52



Durante los últimos años, gracias a la

modernización de la infraestructura subyacente

los sistemas de pagos electrónicos en América

Latina han mejorado notablemente. Esto ha tenido

como resultado una mayor penetración de los

productos de pagos electrónicos tanto en el segmento

de consumo como comercial. En particular, las tarjetas

de débito han ayudado a aumentar la penetración

bancaria, en parte debido a la creciente popularidad

de las tarjetas de nómina y los productos basados en

tarjetas orientados a las remesas familiares. El

perfeccionamiento de los sistemas de evaluación de

riesgo y los nuevos e innovadores productos de tarjeta

de crédito también han facilitado el otorgamiento de

crédito a los consumidores de ingresos más bajos y a

las pequeñas empresas. Asimismo, la modernización

de esta estructura ha incrementado la integración de

los productos de pagos electrónicos, tales como los

enlaces entre los productos de tarjeta y las

transferencias directas de fondos. A su vez, estas

mejoras han generado beneficios importantes para

todas las partes interesadas, incluyendo

consumidores, comerciantes, instituciones financieras

y gobiernos.

La evaluación de los sistemas de pago

Además de la reciente modernización de sus sistemas

financieros, los países latinoamericanos comparten

otras características comunes que han ayudado a

configurar sus sectores financieros, incluyendo la

distribución polarizada de los ingresos y un alto

volumen de remesas familiares. No obstante, la

disponibilidad y eficacia de ciertos productos de pagos

electrónicos varían considerablemente de un país a

otro, debido a diferencias importantes en el entorno

económico, demográfico y cultural. Lo que funciona en

un país no es necesariamente apropiado en otros.

Los productos de pagos electrónicos que se utilizan

actualmente en América Latina incluyen tarjetas de

crédito y de débito, así como tarjetas inteligentes

basadas en chips que se han introducido

recientemente en algunos mercados. Asimismo,

tarjetas de valor almacenado, tales como “e-purses” y

sistemas de pago basados en Internet como por

ejemplo débitos directos y créditos directos. Entre los

sistemas de pagos electrónicos también se pueden

mencionar cámaras de compensación y otros acuerdos

utilizados para la liquidación de pagos entre

instituciones financieras.

Durante los últimos años, los sistemas de cámaras

de compensación se han modernizado

significativamente en toda América Latina, lo que se

traduce en una reducción del riesgo sistémico y una

mayor eficacia en el proceso de compensación y

liquidación. Este perfeccionamiento tecnológico

subraya mejoras importantes en los productos de pago

minoristas, particularmente en los productos basados

en tarjetas y en Internet. Las mejoras en estos

productos durante los últimos años han tenido como

resultado una mayor conveniencia y un costo menor

para los compradores y vendedores, así como un

incremento en el nivel de seguridad, movilidad

internacional y crecimiento económico.

Este informe analiza la evolución reciente y el

estado actual de los sistemas de pagos electrónicos en

seis importantes mercados financieros de América

Latina. Se dedica un capítulo para cada país a fin de

describir los sistemas de pagos y los productos en el

mercado y evaluar los aspectos positivos, así como las

oportunidades para mejoras en el futuro.

Resumen



Aspectos positivos y oportunidades

A raíz de la modernización de los sistemas de pagos

electrónicos se observa un mayor nivel de eficacia, una

reducción de los riesgos y la introducción de nuevos y

mejores productos en todo América Latina. Este

proceso de modernización aún esta en proceso. Las

oportunidades para un grado más alto de

perfeccionamiento varían de país en país, según se

ilustra en los ejemplos siguientes.

En Brasil el nuevo Sistema de Pagos Nacional (SPB)

ya se considera un éxito rotundo a pesar de que no se

ha terminado de implementar en su totalidad.

Asimismo, Brasil tiene sin lugar a dudas la mayor

penetración de tarjetas de débito en la región pero el

valor promedio de las transacciones con tarjetas de

débito continúa siendo baja. Las autoridades

financieras reconocen que aún existen oportunidades

para mejorar la eficacia, incluso desalentando el uso

de cheques y aumentando la interoperabilidad de la

red de cajeros automáticos.

México es otro buen ejemplo. El sector de banca de

este país se encuentra bien posicionado después de

una modernización importante de la infraestructura de

pagos y la introducción de nuevos productos,

incluyendo tarjetas inteligentes. Asimismo, ha

realizado un progreso sustancial en promover la

introducción de tarjetas de débito de nómina.

Además, el gobierno ha reconocido que las tarjetas de

nómina se utilizan principalmente en los cajeros

automáticos, proporcionando efectivo que impulsa la

economía informal y se encuentra en el proceso de

hacer frente a este problema.

Perspectiva

Las autoridades financieras en toda la región

reconocen la necesidad de continuar la expansión de

los sistemas de pagos electrónicos, pero confrontan

varios problemas en el avance hacia esta meta. Los

obstáculos incluyen una penetración bancaria baja,

hábitos de consumo arraigados como el uso de

cheques y oportunidades para evadir impuestos

mediante el uso de efectivo. Afortunadamente, los

gobiernos e instituciones financieras han desarrollado

varias herramientas para superar estos obstáculos y se

espera un progreso constante durante los próximos

años.

Entre otras, las herramientas mencionadas incluyen,

liderar por medio del ejemplo mediante el propio uso

de productos de pagos electrónicos, alentar o exigir el

uso de tarjetas de nómina, desalentar el uso de

cheques, ofrecer descuentos para el impuesto al valor

agregado (IVA) y promover las tecnologías emergentes

que apoyan la infraestructura de pagos.

Beneficios de los sistemas de pagos electrónicos

En toda la región, las partes interesadas han

usufructuado con la modernización de los sistemas de

pagos, mientras que la sociedad, en términos

generales, ha sacado máximo provecho de los

beneficios económicos tales como un crecimiento más

rápido de la economía. La infraestructura de pagos

mejorada es transparente para los consumidores y los

beneficios inmediatos son aparentes para las

instituciones financieras y los gobiernos. Desde la

perspectiva de los compradores y vendedores, los

beneficios se observan principalmente en la forma de

nuevos e innovadores productos y servicios de pago,

especialmente productos basados en tarjetas y

transacciones bancarias en línea.

Para los consumidores, los beneficios más

importantes son una gama más amplia de opciones de

pago, mayor conveniencia, seguridad personal y una

capacidad de gestión financiera superior. La última

característica es particularmente importante para los

usuarios corporativos. Asimismo, con la introducción

de nuevos productos muchos consumidores de bajo

nivel adquisitivo también han obtenido por primera

vez acceso a crédito y productos de banca.

Los comerciantes se han beneficiado con un

aumento en las ventas al ofrecer opciones de pago que

incluyen conveniencia (tarjetas de débito) y liquidez

(tarjetas de crédito). Además, han logrado el



procesamiento de transacciones seguras y acceso

rápido a pagos finales, y han podido a la vez reducir los

costos y mejorar la protección contra robos y fraude.

Los bancos se han beneficiado por medio de

operaciones más eficaces de procesamiento de pagos,

que han reducido los costos y los riesgos. Además

pueden ofrecer productos nuevos e innovadores a los

consumidores, incluyendo productos de crédito de

nivel inicial para clientes de bajos ingresos que nunca

antes han tenido una relación bancaria.

Los gobiernos, tanto en su calidad de proveedores

de servicios y guardianes del interés público, son

quizás los que más se han beneficiado con la

modernización reciente de los sistemas de pagos. La

alta reducción lograda en el riesgo sistémico aumenta

en gran medida la capacidad de los bancos centrales

de administrar sus sistemas financieros nacionales y

esto tiene a mejorar la clasificación de riesgo del país.

Los mismos gobiernos se han convertido en usuarios

importantes de los sistemas de pagos electrónicos,

aumentando su propia eficacia, así como su

transparencia.

Los gobiernos también se han beneficiado del

impacto microeconómico de los sistemas de pagos

electrónicos. La disponibilidad de productos de pago

electrónico más rápidos, de menor costo y mayor

seguridad aumenta la velocidad del dinero y reduce la

fricción en la economía, impulsando un crecimiento

más rápido. Un estudio reciente concluyó que un

sistema de pagos electrónicos podría potencialmente

generar un aumento del 1% en el crecimiento del PIB

real anual. Los productos de pago electrónico también

han ayudado a que las personas y compañías se

integren en la economía formal y a captar una mayor

participación de las remesas familiares dentro del

sistema de banca.



La necesidad de intercambiar valor es tan antigua

como la civilización en sí, y el concepto de

“dinero” ha evolucionado a lo largo de los

milenios. El oro, la plata y otros objetos preciosos

dieron lugar al dinero en papel respaldado por oro al

comienzo del siglo XVII. La evolución continuó

durante el siglo XX hasta el sistema actual en el que el

papel moneda y los depósitos en cuentas de banco se

consideran dinero porque tienen el respaldo de los

gobiernos. En este contexto histórico, el “dinero en

plástico” y el “dinero electrónico” son innovaciones

muy recientes.

Las tarjetas de crédito emitidas por bancos y

comercios minoristas se utilizan en todo el mundo

desde los años 1950. Durante la década siguiente, las

organizaciones mundiales de tarjetas de crédito tales

como Visa y MasterCard lograron una mayor

aceptación entre los comerciantes consolidando

marcas. Esto sentó las bases para los primeros

sistemas de pagos electrónicos a principios de la

década de 1970, durante la cual se introdujeron

tarjetas de crédito con banda magnética y la

aprobación automática de transacciones con tarjeta de

crédito. Los primeros cajeros automáticos y tarjetas de

débito surgieron en los años 1980, completando la

integración del papel y el dinero en plástico. Las

tarjetas de crédito y de débito siguen siendo el método

de pago no en efectivo más utilizado para las

transacciones minoristas, pero durante los últimos

años han aparecido nuevas tecnologías tales como los

débitos directos y los créditos basados en Internet.

Los pagos electrónicos permiten la implementación de

nuevos productos que van más allá de un simple pago

y promueven una mejor relación con el cliente.

Los sistemas de pagos electrónicos han tenido un

impacto en casi todos los sectores de la economía

global, expandiéndose gradualmente desde sus

orígenes en el punto de venta minorista hasta permitir

los pagos por teléfono o Internet, y aplicaciones tan

diversas como teléfonos públicos, peajes y tránsito

público. Las entidades no comerciales como por

ejemplo las universidades, las agencias

gubernamentales y los establecimientos de atención

de salud también están extendiendo el uso de sus

productos de pago basados en tarjetas.

El creciente uso de estos sistemas de pago ha

generado numerosos beneficios, incluyendo la

conveniencia y la reducción de costos para

compradores y vendedores, así como un crecimiento

acelerado de la economía, un nivel superior de

seguridad y una mayor movilidad internacional. A

pesar de las predicciones de que los sistemas de pagos

electrónicos eventualmente llevarían a una “sociedad

sin efectivo”, las personas continúan utilizando dinero

en todo el mundo. De hecho, las tarjetas de plástico

están desempeñando un papel cada vez mayor en la

economía en efectivo a través de los cajeros

automáticos y las terminales que devuelven efectivo,

que permiten que los consumidores retiren cantidades

pequeñas.

Este capítulo sienta las bases para una evaluación

de los sistemas de pagos electrónicos en América

Latina describiendo los tipos de productos que se

utilizan en la región. En el siguiente capítulo se

identifican varias características singulares de los

países latinoamericanos que configuran la manera en

que se utilizan los productos de pago. En los capítulos

siguientes se analizan los sistemas de pago

establecidos en los principales mercados de América

Latina. Estos capítulos ofrecen un panorama amplio de

Sistemas de pagos electrónicos



la operación de los sistemas de liquidación en cada

país, pero excluyen ciertos asuntos técnicos tales

como los controles de liquidez del banco central y la

fijación de precios de los productos de pago, que son

demasiado complejos para analizar en el presente. El

capítulo final brinda una conclusión breve sobre los

beneficios y el desarrollo futuro de los productos de

pagos electrónicos en la región.

Productos de pagos electrónicos

Los diversos productos de pagos electrónicos que se

utilizan en América Latina se pueden distinguir tanto

por su formato físico como por la fuente de valor que

conllevan. Las tarjetas de pago pueden derivar valor

del crédito que proporciona el emisor de la tarjeta, del

acceso a los fondos en depósito del cliente, o del valor

transferido de estas fuentes que se almacena en la

misma tarjeta. Los productos de pagos electrónicos no

en tarjeta tales como las transferencias por Internet

realzan la utilidad de los productos de tarjeta

vinculándolos entre sí y proporcionando nuevas

interfaces con los sistemas financieros.

Tarjetas de pago convencionales

Tarjetas de crédito con financiamiento (“credit cards”) y

tarjetas de crédito sin financiamiento (“charge cards”)

Las tarjetas de crédito utilizadas más comúnmente son

aquellas que emiten los bancos y otras instituciones

financieras bajo marcas globales establecidas por las

organizaciones de tarjetas. Las marcas de mayor

renombre son Visa, MasterCard, American Express,

Discover y Diners Club. Muchos comercios minoristas

tienen sus propias tarjetas de crédito que pueden

utilizarse en sus tiendas.

Las tarjetas que exigen el pago total del saldo cada

mes se conocen como “charge cards” (tarjetas de

crédito sin financiamiento), mientras que las tarjetas

de crédito otorgan crédito renovable. De todas

maneras, las tarjetas con un límite alto para gastar

imparten prestigio y se les asignan nombres

específicos e incluso colores. Los productos de tarjetas

de crédito también tienen diferentes cargos anuales,

puntos de recompensa, promociones y beneficios para

el titular de la tarjeta, tales como seguro. Las

organizaciones de tarjeta también compiten con

respecto al nivel de aceptación entre los comerciantes.

Existen una variedad de tarjetas de crédito y

“charge cards” con propósitos específicos, incluyendo

tarjetas de compras que utilizan las corporaciones y

entidades gubernamentales y tarjetas de incentivos.

Las tarjetas de afinidad “affinity cards” son tarjetas de

crédito emitidas por un banco copatrocinadas por

equipos deportivos, universidades y otras

organizaciones que reciben pagos conforme al uso de

la tarjeta.

Tarjetas de débito

Con la llegada de los cajeros automáticos, los bancos

comenzaron a emitir “tarjetas de clientes” para que

éstos pudieran tener acceso a sus cuentas. En muchos

países posteriormente establecieron redes para

permitir la interoperabilidad. Las tarjetas de débito no

sólo se pueden utilizar en cajeros automáticos sino que

ofrecen un método directo de pago a comerciantes que

cuentan con las terminales correspondientes. También

hay tarjetas de débito prepagadas que brindan acceso

a una cuenta separada que puede cargarse y recargarse

desde una cuenta de banco por medio de Internet. Por

ejemplo, la Tarjeta Buxx de Visa es una tarjeta de

débito prepagada para adolescentes controlada por los

padres. Otras tarjetas de débito con fines específicos

incluyen aquellas que se utilizan para pagos de nómina

y el pago de beneficios del seguro social.

Tarjetas inteligentes

El desarrollo de la tecnología de tarjetas inteligentes a

mediados de 1980 permitió la adición de nuevas

aplicaciones para tarjetas de pago, utilizando un

microprocesador o chip de memoria integrado en la

tarjeta. Además de la funcionalidad tradicional de

débito y crédito, las aplicaciones incluyen la capacidad

de realizar transacciones por Internet usando un


lector de tarjeta inteligente adjunto a una

computadora personal. Los más avanzados de estos

sistemas son multiaplicaciones basadas en Java que

también pueden descargar aplicaciones

individualizadas. Las ventajas de estas tarjetas sobre

las tarjetas con bandas magnéticas son que incluyen

mecanismos de codificación/decodificación de alta

seguridad y la capacidad de almacenar datos

dinámicos tales como los detalles de compra para

sistemas avanzados de lealtad de los clientes.

Tarjetas inteligentes sin contacto

Las tarjetas inteligentes “sin contacto” se utilizan

ampliamente para la identificación personal y

conceder acceso, pero su uso en las tarjetas de pago es

bastante reciente. Funcionan mediante el intercambio

de señales de radio con un transmisor cercano para

transferir información. Las tarjetas con valor

almacenado sin contacto se han lanzado con

considerable éxito en algunos mercados pero por lo

general como tarjetas con un único propósito, tales

como aquellas introducidas recientemente en el

sistema de tránsito de Santiago. Estas tarjetas tienen

un valor particular para los sistemas de tránsito

porque aumentan la velocidad promedio del vehículo y

reducen el consumo de combustible y la

contaminación acortando el tiempo de detención de

los vehículos. También pueden aumentar el volumen

de usuarios permitiendo esquemas más flexibles de

fijación de precios. Asimismo, se han realizado

pruebas con tarjetas de pago sin contacto para

propósitos múltiples y en marzo del 2005 Visa y

MasterCard anunciaron un acuerdo para establecer un

estándar común a fin de asegurar la interoperabilidad

de sus productos.

Tarjetas prepagadas

Las tarjetas prepagadas son tarjetas inteligentes que

registran el saldo de una cuenta cargado de otro

sistema de pago y luego deduce las compras de ese

saldo, sin necesidad de confirmación remota. Esto las

hace particularmente útiles para micro pagos donde

los costos de comunicación son altos en relación con el

valor de la transacción. La confirmación al instante

también es otro beneficio. Estas tarjetas con

frecuencia reciben el nombre de e-purses, y pueden

ser desechables o recargables. Las tarjetas

desechables por lo general tienen un fin específico,

como por ejemplo aquellas que se utilizan en los

teléfonos públicos. Las tarjetas con valor almacenado

para propósitos generales se pueden recargar en un

cajero automático o terminar similar y a veces a través

de Internet. Existen una variedad de versiones de la

tarjeta con valor almacenado para propósitos

especiales, tales como tarjetas de regalo o tarjetas de

viaje.

Pagos basados en Internet

El rápido aumento en la penetración de Internet

durante los últimos diez años ha dado lugar a una gran

variedad de nuevos sistemas de pagos electrónicos.

Las tarjetas de pago emitidas por bancos que utilizan

sus sistemas de

autorización/compensación/liquidación existentes

han cimentado el camino para nuevos sistemas que

permiten los créditos y débitos directos entre cuentas

bancarias en muchos mercados. Cuando se

introdujeron inicialmente, los débitos directos

funcionaban solamente dentro de bancos individuales

y esto limitaba su uso a los proveedores tales como

compañías de servicios públicos que eran lo

suficientemente grandes para tener cuentas en todos

los bancos utilizados por sus clientes. Por el mismo

motivo, los créditos directos se usaban principalmente

para las recaudaciones regulares como depósitos de

nómina. Gracias a las nuevas redes electrónicas

interbancarias en muchos mercados ahora se pueden

realizar débitos y créditos directos iniciados por el

cliente “ad hoc” que son virtualmente instantáneos o

toman de dos a tres días. No obstante, los productos

de pago basados en tarjetas continúan dominando

este segmento en cuanto a participación de mercado.



Infraestructura de los sistemas de pago

Los sistemas de cámaras de compensación de pagos

que se utilizan en los principales mercados

latinoamericanos se describen de modo separado para

cada país en los siguientes capítulos. Para evitar

repeticiones y a fin de aclarar la terminología, en esta

sección se ofrece una reseña de los elementos que son

comunes en casi todos los sistemas.

Sistemas de cámaras de compensación

Todo sistema financiero nacional tiene un sistema de

cámaras de compensación conocido como una Cámara

de Compensación Automatizada (ACH, por sus siglas

en inglés). La mayoría de los países tiene por lo menos

dos de estos sistemas. Los Sistemas de Transferencia

de Alto Valor (LVTS, por sus siglas en inglés) procesan

transferencias de fondos electrónicos entre

instituciones financieras. Los participantes deben

mantener cuentas de compensación con su banco

central y deben tomar préstamos de un día para otro

para liquidar todas las transacciones antes del final de

cada día. El más moderno de estos sistemas se

denomina sistema de Liquidación Bruta en Tiempo

Real (RTGS, por sus siglas en inglés), porque las

transacciones se liquidan de inmediato e

individualmente. Algunos países continúan utilizando

sistemas de liquidación neta de alto valor en los que

los saldos netos se liquidan de un día para otro. Esto

reduce la inversión en tecnología, pero crea un mayor

nivel de riesgo sistémico. Las instituciones

participantes por lo general se comunican utilizando

protocolos desarrollados por la Sociedad para las

Telecomunicaciones Financieras Interbancarias

Mundiales (SWIFT, por sus siglas en inglés), pero

algunos tienen sus propios sistemas interbancarios.

Las transacciones interbancarias de menor valor,

incluyendo papel (cheques, letras de cambio, giros y

cheques de viajero) y los pagos electrónicos (débito y

crédito directo) se compensan entre un número mayor

de participantes por medio de un Sistema de

Liquidación y Compensación Automatizado (ACSS, por

sus siglas en inglés). La mayoría de los sistemas ACSS

compensan partidas de pago de un día para otro para

su liquidación el día siguiente. Algunos sistemas de

cámaras de compensación permiten que sus

participantes realicen un “truncamiento” de los

instrumentos de pago en papel, lo que significa que

hacen una copia electrónica del cheque

(reconocimiento óptico y/o de imagen) u otro

documento y lo almacenan, usando el documento

electrónico para el proceso de compensación.

Redes de tarjetas

Los pagos de tarjetas de crédito y débito se autorizan,

compensan y liquidan a través de redes exclusivas que

mantienen las organizaciones de tarjetas o las

instituciones financieras que son miembros de las

mismas. Estas reden varían mucho según el tamaño

del mercado y la interoperabilidad de los productos de

débito entre los bancos. Las redes de cajeros

automáticos/tarjetas de débito más grandes a nivel

mundial son aquellas afiliadas con Visa y MasterCard,

que operan en paralelo con sus sistemas de tarjetas de

crédito.

Estos son “esquemas abiertos” en los que las

tarjetas son emitidas por instituciones financieras

múltiples rivales en lo que se conoce como un sistema

de “cuatro partes”:

● El titular de la tarjeta es la persona o corporación

que usa la tarjeta de pago para hacer las compras.

● El emisor es el banco o corporación financiera no

bancaria que proporciona la tarjeta y recauda el

pago del cliente.

● El comerciante es el negocio que acepta la tarjeta

como forma de pago por la compra.

● El adquirente es el banco que proporciona la

terminal en el punto de venta (POS) al comerciante

y deposita los fondos en la cuenta del comerciante.




La organización de la tarjeta licencia su marca al

emisor y al adquirente y coordina el sistema de

aprobación/compensación/liquidación. La mayoría de

los sistemas ulteriormente se llevan a cabo a través de

las cámaras de compensación, pero el alcance global

de los sistemas de organizaciones de tarjetas significa

que sus productos se pueden usar prácticamente en

cualquier lugar del mundo. El adquirente contrata los

servicios de proveedores de red especializados para

establecer una conexión entre la terminal de punto de

venta, el adquirente y la red de la organización de

tarjetas. Para las transacciones por Internet y otras

situaciones en las que no hay una terminal POS, la

relación del comerciante con el adquirente se puede

mediar a través del portal de tarjeta de crédito de una

quinta parte.

Las transacciones por lo general las autoriza el

emisor en tiempo real y habitualmente se liquidan

dentro de las 24 horas, cuando el adquirente

transfiere electrónicamente fondos al emisor, que

actualiza la cuenta del cliente. Las prácticas varían

según el sistema nacional, algunos de los cuales

tienen sistemas separados para tarjetas de crédito y de

débito mientras que otros usan el mismo proceso para

ambos.

Comparaciones internacionales

La disponibilidad y efectividad de los productos de

pago electrónico específicos varía considerablemente

de país a país. Esto a veces refleja la eficacia relativa

de los sistemas de pago, pero las diferencias en el

nivel de concentración de los sectores financieros y el

tamaño y densidad geográfica del mercado son

igualmente importantes. Las preferencias del

consumidor y las características culturales

desempeñan también un papel significativo. Esto es

tan cierto en los mercados desarrollados como en los

países en desarrollo.

Este tipo de diferencias dificulta las comparaciones

directas entre un país y otro en lo que respecta a los

sistemas de pagos electrónicos. Quiere decir que no

hay un sistema nacional general que se puede poner

como ejemplo para que los otros lo emulen. Lo que

funciona en un mercado no es necesariamente

apropiado para otros. Por este motivo, las

evaluaciones de los sistemas de pagos electrónicos en

los países que cubre este informe se basan en su

efectividad y eficacia en cuanto al cumplimiento de las

necesidades y objetivos locales, y no en comparación

con otros países.



Los sistemas de pagos electrónicos que se utilizan

en América Latina se han configurado de acuerdo

al entorno financiero de la región. Hay

diferencias considerables de un país a otro y también

existen ciertas características comunes. Las

diferencias más destacadas radican en el sector

demográfico, porque la penetración del sistema de

banca depende en parte en la estructura de edad y el

poder adquisitivo de la población. Por ejemplo,

México, Colombia y Venezuela tienen una población

más joven que Brasil, Chile y Argentina. El ingreso per

cápita (expresado según la paridad del poder

adquisitivo – PPP – en dólares internacionales

equivalentes) varía aún más pronunciadamente en

toda la región de América Latina. En el 2004 el ingreso

en los seis países que se cubren en este informe oficial

osciló entre US$5,790 en Venezuela y US$12,840 en

Argentina. Las características regionales más comunes

se analizan en las siguientes secciones.

Distribución polarizada de los ingresos

La principal característica de mercado de la región es

una distribución altamente polarizada de los ingresos.

En los EE.UU., el quintil superior recibe 9.2 veces el

ingreso del quintil inferior, y esto por lo general se

utiliza como una referencia internacional porque

EE.UU. tiene la distribución de ingresos más polarizada

de los países desarrollados. Cuatro de los seis países

que se cubren en este informe oficial; Argentina,

México, Chile y Venezuela tiene un índice de

polarización de entre el 18 y 19, aproximadamente el

doble que en los EE.UU. Los otros dos países; Colombia

y Brasil, tienen un índice aún más alto,

correspondiente a 22.9 y 26.9 respectivamente. Por el

contrario, sólo tres de los diez países en desarrollo en

la región del Sudeste Asiático y del Pacífico tienen un

índice más alto que 10, y el más alto es Papua Nueva

Guinea, con 12.6, según el Banco Mundial.

Esta marcada división entre los estratos

socioeconómicos tiene un gran impacto para el sector

de servicios financieros, particularmente porque solo

aproximadamente la mitad de los latinoamericanos

mantiene una relación bancaria. Además, un alto

índice de analfabetismo en algunos países agudiza el

problema. A su vez, la baja penetración bancaria

perpetua la economía informal, menoscabando los

esfuerzos del gobierno para administrar la economía y

recaudar impuestos. Asimismo, ha dificultado el

desarrollo de los productos de pagos electrónicos que

podrían mejorar la eficacia e impulsar el crecimiento

económico.

Importancia de las remesas familiares

Otra característica singular del entorno financiero

latinoamericano es el alto nivel de remesas que envían

los familiares que trabajan en otros países,

especialmente en los Estados Unidos. Según

estimados del Banco Interamericano de Desarrollo

Sistemas de pagos electrónicos en América Latina

PIBPer cápita, dólares internacionales, 2004

Argentina

Chile

México

Brasil

Colombia

Venezuela

12,910

11,630

9,680

8,540

5,790

7,000

Fuente: WDI OnlineNota: los valores en dólares internacionales equivalen al poder = adquisitivo nacional / local, de acuerdo con la definición del Banco Mundial



(BIA), las remesas que ingresaron a la región en el

2004 superaron la inversión extranjera directa (IED)

con entradas de más de US$40 mil millones. Se ha

registrado un auge en las remesas desde que los

reguladores de los EE.UU. permitieron que las

instituciones financieras aceptaran identificación

extranjera para abrir cuentas de banco, encausando a

los hispanos indocumentados que trabajan en los

EE.UU. hacia el sistema financiero.

Se estima que la proporción de remesas que

manejan los bancos es de aproximadamente el 20%

del total de la región; cerca de la mitad del porcentaje

que controlan las organizaciones dedicadas a la

transferencia de dinero. No obstante, el mercado está

cambiando a medida que los bancos latinoamericanos

introducen nuevos productos para los destinatarios de

las remesas. En los mercados de alto volumen los

bancos están aprovechando sus segmentos

comerciales más amplios, las redes de cajeros

automáticos y una base más amplia de tarjetas de

débito y prepagadas a fin de ofrecer transferencias de

más bajo costo a más lugares que las organizaciones

especializadas en la transferencia de dinero. El cambio

beneficia tanto al destinatario como a la economía, ya

que un porcentaje más alto de las remesas llega al

destinatario y una proporción más grande del total de

remesas se canaliza hacia la economía formal y los

ahorros. Estos productos también son más

convenientes para el destinatario ya que se recargan

automáticamente con cada envío de dinero.

Reestructuración del sector financiero

La mayoría de los países en América Latina, al igual

que otras economías emergentes, soportaron varias

crisis externas e internas a fines de la década de 1990

a raíz de la crisis bancaria mexicana de 1994, la crisis

financiera asiática y el colapso de la economía rusa.

Graves desajustes macroeconómicos precipitaron el

colapso de numerosos bancos en toda la región,

seguidos por una serie de absorciones e

intervenciones gubernamentales de alto costo. A

medida que el sector bancario de la región se volvió a

privatizar y consolidar gradualmente, ingresaron los

conglomerados de banca extranjeros, trayendo

consigo tecnología y métodos comerciales modernos.

A la vez, los gobiernos impusieron nuevas estructuras

legislativas y de supervisión de banca e implantaron

reformas estructurales del sector financiero. En

muchos casos, el FMI exigió las reformas en virtud de

iniciativas de asistencia de ajuste internacional. Por

estos motivos, todos los países que se analizan en el

informe oficial cuentan con sistemas de banca y de

pagos que sólo existen desde hace cinco o seis años y

en muchos casos las reformas aún están en curso.

La evolución de los sistemas de pago

Estas características en común ayudan a explicar la

evolución de los sistemas de pagos electrónicos en los

principales mercados latinoamericanos. Esta

evolución se analiza en forma separada para

Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Venezuela

en los capítulos siguientes. Si bien cada país tiene sus

necesidades, aspectos positivos y dificultades

particulares, las características regionales que se

describieron en este capítulo también desempeñan un

papel en la configuración de las soluciones de pago de

estos países.

Distribución de ingresosCoeficiente del más alto al más bajo quintil

Brasil (2001)

Colombia (1999)

México (2000)

Chile (2000)

Argentina (2001)

Venezuela (1998)

26.4

22.9

18.7

19.3

17.9

18.1

Fuentes: El Banco Mundial, WDI Online



Argentina tiene una población de

aproximadamente 39 millones. El PIB nominal

llegó a los US$146 mil millones en el 2004. El

crecimiento real fue del 8.8% en el 2004, sin cambios

comparado con el año previo, pero aún así no fue

suficiente para restaurar el PIB real en moneda local a

los niveles de 1998, después de cuatro años de declive.

El ingreso per cápita fue de US$12,910 según la PPP en

dólares internacionales equivalentes en el 2004.

El sector financiero

Una recesión prolongada en 1999, aunada a una

moneda sobrevaluada, precipitó una crisis monetaria

grave a fines del 2001-02 que llevó a una reducción

marcada de la liquidez, el retiro del crédito y una

intervención gubernamental agresiva. El colapso

resultante de los ingresos ha devastado a la clase

media, que es el segmento más prometedor del sector

financiero. La demanda de crédito proviene

principalmente de las empresas exportadoras pequeñas

y medianas que han ganado con la devaluación del peso

y han crecido hasta el momento aprovechando el exceso

de capacidad y la expansión financiera a través de las

utilidades retenidas. Desde la crisis, los mercados

financieros se han concentrado en la reestructuración

de la deuda más que en inyectar nuevo capital.

Instituciones gubernamentales

A principios del 2002, se le concedió al Banco Central

de la República Argentina (BCRA) la facultad de

restaurar su papel como prestamista de último

recurso, y el banco ha cumplido esta función en

repetidas ocasiones a lo largo del año. Asimismo, ha

realizado numerosos cambios en la estructura de

supervisión de la banca a medida que Argentina se

adapta al nuevo entorno financiero. La

Superintendencia de Entidades Financieras y

Cambiarias (SEFyC) es en parte independiente del

Banco Central. El gobierno también ha tomado

medidas para configurar el sector financiero a través

de otras leyes, tales como la disposición de la Ley de

Competitividad que restringe el uso de efectivo para

pagar facturas comerciales.

Bancos

La crisis financiera del 2001-02 revirtió la entrada de

bancos extranjeros, que se habían enfocado

principalmente en adquirir bancos argentinos más

pequeños durante la década de 1990. Cuando el BCRA

se comprometió a garantizar la solvencia de los bancos

nacionales privados y estatales, estos fueron los

beneficiarios de un movimiento opuesto de “flight-to-

quality” a medida que los depositantes transfirieron

fondos hacia bancos protegidos. Varios grupos

financieros extranjeros dejaron el país, mientras que

otros redujeron sus planes para operaciones futuras en

Argentina.

Por el contrario, los bancos extranjeros más

grandes han señalado su compromiso continuo con el

mercado. Estos incluyen el BSCH, BBVA, Bank Boston,

Citibank y HSBC. No es posible especificar la

participación de mercado en relación con activos

porque se ha otorgado a los bancos 60 meses para

incorporar las amortizaciones parciales que tuvieron

que hacer durante la crisis. Los tres bancos más

grandes son sin lugar a dudas el Banco de la Nación de

Argentina propiedad del estado, el Banco de la

Provincia de Buenos Aires, propiedad de la provincia y

el Banco de Galicia, de propiedad privada. A mediados

del 2004 controlaban más del 40% de los activos de los

Argentina



Argentina

bancos nacionales según un informe del BCRA. Se

estima que la penetración bancaria está justo por

debajo del 50% de la población, pero sólo el 15.8%

tiene una cuenta corriente (o de cheques según la

terminología estadounidense).


El sistema de cámaras de compensación financiero de

Argentina se reformó considerablemente en 1997,

cuando el BCRA estableció una nueva estructura para

que las cámaras de compensación privadas

modernizaran los sistemas tradicionales basados en

papel. El Banco también implementó un nuevo sistema

RTGS, que las cámaras de compensación están

obligadas a usar para liquidar sus cuentas actuales en

el Banco Central. Se establecieron dos cámaras de

compensación de alto valor y dos de bajo valor y

también hay nuevos sistemas para compensar y

liquidar transacciones en cajeros automáticos y de

débito/crédito. (Se ofrecen detalles de este programa

de modernización en el Apéndice).


Algunos países en la región han tomado medidas para

desalentar el uso de cheques, pero el banco central de

Argentina está más preocupado por encaminar las

transacciones en efectivo hacia la economía formal. El

gobierno ha promovido productos de pagos

electrónicos, por ejemplo ofreciendo un descuento del

IVA (Impuesto al Valor Agregado) para las

transacciones con tarjeta, y considera que un

incremento en el tiempo de procesamiento de los

cheques también puede ser una herramienta útil para

reducir el uso de efectivo. No obstante, la popularidad

de las tarjetas de débito y los pagos en cuotas

mediante el uso de tarjetas en crédito han contribuido

a reducir el uso de cheques. El número de cheques per

cápita disminuyó en un tercio, de aproximadamente

tres en 2000 a 2 en el 2004, si bien el número se

recuperó levemente en el 2004, con la liberalización

de restricciones sobre los retiros.

Tarjetas de crédito

Antes del 2001 en Argentina era muy común el uso de

tarjetas de crédito. Pero en el 2003 el número de

tarjetas activas vigentes se redujo en un 14% como

resultado de la crisis financiera del 2001-02. La crisis

también aumentó las tasas de interés, redujo los viajes

al exterior e incrementó el costo de las cuentas en

dólares. La penetración de las tarjetas de crédito subió

levemente en el 2004 de 0.196 per cápita a 0.212, y los

funcionarios del banco dicen que mejoras adicionales

dependerán de una reducción en las tasas de interés.

Los bancos emiten tarjetas de Visa, MasterCard,

Credencial, Cabal, American Express y Carta Franca.

American Express y Diners Club también emiten sus

propias tarjetas y hay una gran variedad de marcas de

tarjetas nacionales y regionales, algunas de las cuales

las emiten entidades no bancarias. Las tarjetas

corporativas tales como la tarjeta de Compras de Visa

están bien desarrolladas en Argentina y su uso va en

aumento gracias a la contabilidad sofisticada y los

controles financieros integrados en algunos de estos

productos.

Asimismo, existen algunas tarjetas de comerciantes

minoristas en el mercado. No hay estadísticas oficiales

disponibles sobre transacciones o gasto con tarjetas

de crédito, pero los observadores señalan que son muy

pocos los titulares de tarjetas que hacen compras de

alto valor debido al alto costo del crédito.

ArgentinaTarjetas vigentesPer cápita

2000

2001

2002

2003

2004

Débito Crédito

0.260.24

0.340.27

0.340.23

0.370.20

0.380.21

Fuentes: Banco Central de la República Argentinia; ABA ( Asociacion de Bancos de Argentina)



Argentina

Tarjetas de débito

Se combinaron dos medidas para impulsar el

crecimiento significativo de las tarjetas de débito. La

primera fue la implementación gradual de la regla del

BCRA de 1997 que exige que la mayoría de las nóminas

se hagan con depósito directo en vez de efectivo.

Actualmente, esta regla se hace valer estrictamente.

La segunda fue la imposición de controles sobre

retiros de las cuentas de banco a partir de diciembre

de 2001. Esto creo incentivos para que las personas

tuvieran varias cuentas de banco y transfirieran dinero

de una a otra mediante las tarjetas de débito. Las

compras con tarjeta de débito también estaban

exentas de los controles que tenían como objetivo

impedir que las personas hicieran retiros de efectivo

de los bancos y convirtieran el dinero en dólares. Estos

controles se liberaron gradualmente y hacia abril de

2003 ya no estaban vigentes. No existen datos

oficiales en lo que respecta a las tarjetas de pago en

Argentina, pero los estimados de la Asociación de

Bancos de la Argentina (ABA) y analistas

independientes indican que el número de tarjetas de

débito ha continuado en aumento desde el final de los

controles, en parte porque los consumidores están

ahora familiarizados con su uso. Se estima que la

penetración de las tarjetas de débito continuará en

aumento a medida que los individuos y las pequeñas

empresas se incorporen a la economía formal.

Las tarjetas de débito de los bancos se emiten como

parte de un paquete estándar de productos asociados

con las cuentas corrientes y la mayoría de las cuentas

de ahorro. Asimismo, se ofrecen tarjetas de débito

copatrocinadas que se pueden usar a nivel

internacional.

Tanto las tarjetas de débito como las de crédito se

pueden usar para pagos recurrentes.

Créditos y débitos directos

Las tarjetas de débito han adquirido popularidad

desde el lanzamiento de las nuevas cámaras de

compensación de “alto valor”, que permiten las

transferencias de fondos interbancarios el mismo día,

lo que a su vez facilita las transferencias de cliente a

cliente. Aproximadamente el 90% de las transacciones

que se compensan a través del sistema de liquidación

Interbanking son transferencias electrónicas de fondos

Reembolsos del IVA

Los gobiernos de Colombia y

Argentina han respondido a este

problema trabajando con la banca

para integrar un descuento del IVA

en transacciones con tarjeta y así

incrementar su uso. En ambos países

los descuentos se proporcionan

como reembolsos a los titulares de

la tarjeta, locuaz tiene la ventaja de

asegurar que los descuentos del IVA

no sean absorbidos por los comer-

ciantes.

Los reembolsos se depositan en

la cuenta de banco del titular de la

tarjeta a fines del mes de marzo del

año siguiente a la venta. Los

beneficiarios deben solicitar el

reembolso presentando un

formulario proporcionado por la red

Credibanco. A partir del comienzo

del 2005 los titulares de la tarjeta

VISA podrán solicitar que se realicen

cómputos automáticos a su nombre.

En Argentina se lanzó un

descuento para tarjetas de débito

durante el corralito (una restricción

oficial de retiros en efectivo de las

cuentas de banco) en el 2001, y se

agregaron las tarjetas de crédito en

el 2003. Los titulares de la tarjeta

reciben una reducción de cinco

puntos en la tasa básica del 21% del

IVA para transacciones con tarjeta de

débito, y tres puntos para las

transacciones con tarjeta de crédito.

El reembolso es mensual, y la

cantidad se acredita a la cuenta de

tarjeta de crédito del titular o a su

cuenta de banco. No existen

estudios oficiales que evalúen el

éxito de este programa, pero según

los analistas de la industria éste es

responsable en gran medida del alto

crecimiento en el volumen de

transacciones con tarjetas de débito

desde el 2001.



Argentina

entre compañías donde los fondos técnicamente se

acreditan a la cuenta receptora el mismo día a pesar de

que la liquidación puede tomar más de 24 horas. Los

usuarios de este sistema envían instrucciones de

transferencia a Interbanking, que a su vez envía

instrucciones al banco deudor usando el sistema de

Medio Electrónico de Pago (MEP).

El uso de débitos directos por parte del consumidor

también ha crecido rápidamente a pesar de que

pueden tomar hasta 72 horas. Un fuerte incentivo es

que el servicio postal no se considera lo

suficientemente confiable para enviar dinero y la

disponibilidad de transferencias por medio de tarjetas

también ha fomentado el desarrollo de esta modalidad

de transferencia. Una mayor demanda también llevó al

desarrollo de productos de débito directo específicos

para el consumidor, tales como Servicio de Débito de

Visa, que permite hacer pagos recurrentes utilizando

las tarjetas Visa o tarjetas Visa Electron. Los usuarios

pueden establecer pagos por teléfono y pueden

detener un pago con un aviso de 24 horas. Los

comerciantes pueden verificar los saldos disponibles

antes de iniciar el débito y recibir notificación

automática cuando los números de la tarjeta cambian,

así como detalles contables completos. Otro servicio

administrado por Banelco, llamado

pagomiscuentas.com permite que cualquier persona

con una tarjeta de cajero automático pague las

facturas en línea.


El liderazgo del BCRA, conjuntamente con la voluntad

de los bancos de invertir en infraestructura, llevó a

una rápida implementación de los sistemas de pago

modernizados en Argentina, incluso en medio de la

crisis financiera y monetaria. Como resultado, el país

cuenta con una infraestructura de pagos electrónicos

tan moderna como cualquiera en América Latina a

pesar de que el uso del efectivo permanece alto y miles

de compañías continúan contratando los servicios de

compañías de gestión de efectivo permanece alto, y

miles de compañías continúan contratando los

servicios de firmas de gestión de efectivo.

El gobierno ha alentado el uso de tarjetas de débito

y crédito ofreciendo incentivos impositivos y

promoviendo enfáticamente el uso de tarjetas de

nómina, pero no ha actuado para desalentar el uso de

cheques. En vez se ha concentrado en fomentar tanto

los productos de pagos electrónicos y los cheques

como alternativas al efectivo a fin de aumentar la

participación en la economía formal.

De cualquier forma, es difícil evaluar oportunidades

para mejoras adicionales en los sistemas electrónicos

cuando el sistema de banca está tan desorganizado.

Los bancos individuales en su mayoría no son

solventes y están incorporando gradualmente en más

de cinco años las amortizaciones parciales de pérdidas

resultantes de la conversión asimétrica a pesos de las

deudas denominadas en dólares. La mayoría de los

observadores opina que tomará unos años antes de

que la banca pueda retomar su función tradicional

mediadora. Mientras tanto, los bancos han

comenzado a utilizar sus sistemas de pagos

modernizados para aumentar sus funciones

transaccionales y comenzar a reconstruir los

productos de crédito orientados al consumidor. Los

expertos en la industria consideran que las tarjetas de

crédito comerciales son el segmento con el potencial

más fuerte a corto plazo, especialmente a medida que

se extiende el crédito a las empresas pequeñas. Los

productos de remesas de fondos también representan

una buena oportunidad.

Perspectiva

Las autoridades del sector financiero no anticipan

cambios importantes a los sistemas de pagos en los

próximos años, salvo la implementación de un sistema

de digitalización de cheques. Este nuevo sistema, que

elimina la necesidad de que los “over cheques” se

transporten físicamente, se encuentra en las fases de

prueba actualmente y se implementará en el 2006.

Este nuevo establecimiento extenderá el plazo de



Argentina

compensación de 48 horas que se utiliza actualmente

en Buenos Aires, al resto del país. Esto podría reducir

el uso de efectivo, pero también impedir la

penetración de productos de pagos electrónicos.

No obstante, el BCRA no ve espacio para mejoras en

la infraestructura de transferencia electrónica de

fondos, y espera que el nivel de uso aumente

gradualmente a mediano plazo. A medida que la

recuperación económica avanza, más individuos y

compañías que están operando "en negro"

comenzarán a usar el sistema de la banca- algunos por

primera vez. Actualmente, aproximadamente el 30%

de las facturas de los proveedores de servicios

argentinos se pagan mediante el débito directo.



Brasil tiene una población de aproximadamente

180 millones. El PIB nominal llegó a los US$610

mil millones en el 2004 y el crecimiento real fue

de un saludable 5.2%, un aumento del 0.5%

comparado con el año previo. El ingreso per cápita fue

de US$8,540 según la PPP en dólares internacionales

en el 2004.

En 1993, Brasil lanzó una estrategia agresiva para

controlar la hiperinflación. Parte de esta estrategia

incluía al Plan Real, que estableció el Real como la

moneda nacional. Como resultado, la tasa de inflación

bajó de modo constante de más del 2,000% en 1994 a

3.2% en 1998. Los precios aumentaron un 6.6% en el

2004.


Si bien Brasil tiene el mercado más grande de América

del Sur, el porcentaje de hogares que tiene una

relación bancaria es bajo porque el país tiene una de

las economías más polarizadas del mundo. Un reto

clave para las firmas del sector financiero es llegar a

los estratos socioeconómicos más bajos. Teniendo en

cuenta que el gobierno está comprometido en lograr

un superávit fiscal, la disminución en los

requerimientos de préstamos del sector público

liberará capital para la inversión privada. El mercado

de capitales en Brasil está subdesarrollado y una falta

de liquidez tiende a hacerlo cíclico. No ha florecido

una cultura de crédito, en gran medida debido a las

altas tasas de interés para los préstamos que

registraron un promedio del 55% en el 2004, entre las

más altas del mundo. La tasa de inflación bajó al 6.6%

en el 2004 y se espera que los tipos de interés

disminuyan gradualmente durante los próximos años.


El Banco Central do Brasil (BCB) supervisa las

entidades financieras, regula los mercados de dinero y

desempeña un papel importante en la administración

de las transacciones de cambio exterior del país. No

obstante, no es responsable de la política monetaria.

Esto se encuentra bajo la jurisdicción del Consejo

Monetario Nacional (CMN) que es el principal órgano

de política del Ministerio de Economía.

Bancos

Los bancos comerciales de Brasil son los más sólidos

de América Latina y han resistido cómodamente los

efectos de los impactos externos. La mayoría de estos

bancos son parte de conglomerados que han surgido

de una intensa actividad de consolidación desde el

2000. Las privatizaciones y los cambios estructurales

han tenido como consecuencia un aumento de la

participación extranjera y actualmente el 25% de los

activos bancarios son propiedad de entidades

extranjeras.

Algunas de las principales reformas desde 1998

fueron la creación de bancos “multipropósito” y la

privatización de bancos propiedad del estado. Los dos

bancos más grandes del país siguen en manos del

gobierno y a la fecha no hay ninguna subasta

programada. El número de bancos cayó de 242 en

1995 a 160 en el 2004. El ingreso de bancos

extranjeros también ha ayudado a modernizar la

industria y a asentarla más firmemente. Hacia fines del

2004, cinco de los diez principales bancos privados

eran extranjeros. No obstante, algunas instituciones

financieras extranjeras más pequeñas redujeron su

exposición brasileña en el 2002-03, disminuyendo el

control extranjero sobre los activos a fines del 2004 al

Brasil



Brasil

24% del 28% a fines del 2002.

Los cinco bancos principales controlan un poco más

de la mitad de los activos de banca brasileros. Los dos

bancos más grandes, Banco do Brasil y Caixa

Econômica Federal, son propiedad del gobierno

federal y conjuntamente controlan cerca del 27% del

total de los activos de banca. Los otros tres miembros

de los cinco principales son entidades nacionales

propiedad de Banco Bradesco, Banco Itaú y Unibanco.

El banco extranjero más grande es Banco Santander

Central Hispano con un 4.5% del total de los activos de

banco hacia fines del 2004. Brasil tiene la mayor

penetración bancaria en América Latina, 72.2% de la

población en 2002; cerca de dos tercios tenía cuentas

corrientes.


Las reformas al sistema financiero brasileño que se

implementaron después de la crisis bancaria de 1995

se concentraron principalmente en agilizar el tiempo

de procesamiento. El enfoque pasó a hacer hincapié en

la gestión de riesgo en el 2004 con la introducción del

Sistema de Pagos Brasileños (SPB), que incluye un

sistema de liquidación TGS de alto valor operado por el

Banco Central. El SPB logra una reducción del riesgo

sistémico monitoreando las cuentas de reserva del

Banco Central a lo largo del día y proporcionando un

Sistema de Transferencia de Reservas en tiempo real

(STR). Ya no se permiten los giros al descubierto a las

cuentas de reserva y se demora la compensación de

una transacción si un banco no cuenta con los fondos

suficientes.

Desde el 2002, las transacciones con tarjetas de

débito y los retiros de la red de cajeros automáticos

Banco24Horas que comparten 52 bancos se

compensan y liquidan a través de un sistema operado

por Tecnologia Bancária (TecBan). Este es un sistema

de liquidación neta multilateral con liquidaciones

definitivas por medio del STR. Los datos de los cajeros

automáticos y terminales se transmiten a través de

una red de comunicaciones privada. Una red más

pequeña llamada Rede Verde-Amerela sirve las

necesidades de 11 bancos estatales y es operada por el

estado y la asociación de bancos regionales. Las

transacciones de Visa y MasterCard se transfirieron de

COMPE a VisaNet y Rede Card respectivamente en el

2002.


Los cheques disfrutan de una condición privilegiada en

Brasil y si bien continúan siendo un instrumento de

crédito, su uso ha disminuido gradualmente. Los

cheques se aceptan ampliamente en Brasil debido a la

protección legal de la que gozan, y esto hace que los

cheques posdatados sean un recurso de crédito eficaz.

No obstante, el número de transacciones con tarjetas

de crédito y débito per cápita (13.5) superó el número

de cheques emitidos (11.8) por primera vez en el

2004, mientras que el valor de los cheques cayó al 61%

del PIB, la mitad del nivel del 2002. Sin embargo, el

número de cheques emitidos en Brasil fue de 2.1 mil

millones en el 2004, una baja de sólo el 20%

comparado con el 2000, y siguen siendo el mecanismo

de pago más costoso. En abril del 2005 el BCB indicó

que está considerando demorar el plazo de liquidación

de los cheques valuados en menos de 300 reales para

desalentar su uso.


Las tarjetas de crédito ganaron popularidad en Brasil

después del éxito del Plan Real en reducir la inflación a

niveles sustentables. El número de tarjetas vigentes

ha crecido rápidamente, aumentando en un 88% entre

el 2000 y el 2004 hasta llegar a los 52.5 millones.

Brasil ahora cuenta con la penetración de tarjetas de

crédito más alta de la región con 0.293 per cápita en el

2004. Esto se compara con la de Chile al 0.166% y es

notable porque este último tiene un ingreso per cápita

mucho más alto.

Las principales marcas de tarjetas de crédito son

Visa, MasterCard, American Express e HiperCard. Casi

todos los bancos emiten tanto productos de Visa como

de MasterCard. Los bancos ofrecen una amplia gama

de productos de tarjeta, incluyendo una variedad de

planes con puntos de recompensa y otros beneficios

para el titular de la tarjeta, tarjetas de afinidad

universitarias y una combinación de tarjetas de

crédito-débito.

Las tarjetas corporativas y empresariales han

ganado popularidad durante los dos últimos años, si

bien todavía existen amplias oportunidades de

crecimiento a medida que los clientes empresariales y

gubernamentales se familiarizan con sus beneficios.

Tarjetas de débito

Las tarjetas de débito son sumamente populares en

Brasil, con una penetración del 0.92 per cápita en el

2003, el año más reciente para el que existen datos

oficiales a la fecha de esta publicación. El número de

tarjetas vigentes, número de transacciones y volumen

en el punto de venta crecieron aproximadamente un

45% solamente en el 2003.

Visa Electron, Redeshop (de Mastercard) y Cheque

Electrônico (de TecBan) son las tarjetas de débito más

comunes en Brasil; también se ofrece la tarjeta

Maestro de MasterCard. Los bancos han promovido

activamente las tarjetas de débito como un medio para

reemplazar los cheques y como una herramienta para

llegar a la población sin relación bancaria. Los bancos

generalmente proporcionan una de sus propias

tarjetas de débito con la apertura de cada cuenta

corriente, pero muchos clientes adinerados prefieren

las tarjetas de débito con marcas globales porque

ofrecen un mejor control presupuestario y reducen el

riesgo de fraude. Asimismo, existen varias tarjetas

para fines específicos, incluyendo tarjetas prepagadas

de beneficios e incentivos para empleados.

Tarjetas inteligentes y tarjetas prepagadas

En Brasil se han introducido varias tarjetas

prepagadas, incluyendo Visa Vale (véase nota), y su

uso ha crecido gradualmente. Se han llevado a cabo

pruebas de mercado de algunas tarjetas de crédito



Brasil

BrasilTarjetas vigentesNúmero de Tarjetas per Capita a fin de año

2000

2001

2002

2003

2004

Débito Crédito

0.5030.164

0.5860.205

0.6540.238

0.9200.269

1.245*0.293

Fuentes: Banco Central do Brasil; Febraban (Federação Brasileira de Bancos); Abecs (Assoc. Brasileira das Empresas de Cartão de Crédito) and Bacen

* Dato estimado

BrasilTransacciones con tarjetaNúmero de Transacciones per Capita por año

2000

2001

2002

2003

2004

1.215.88

1.895.96

2.586.41

3.747.27

4.98*8.47


* Dato estimado

Débito Crédito

BrasilValor da las transacciones con tarjetaValor anual de transacción como % del PIB

2000

2001

2002

2003

2004

0.0090.046

0.0130.052

0.0160.054

0.0220.056

0.027*0.058


* Dato estimado

Débito Crédito



Brasil

inteligentes con óptima seguridad, pero estas tarjetas

han confrontado obstáculos. Según los observadores

hubo problemas con el personal de negocios

minoristas que no sabían usar las tarjetas y los clientes

por lo general no entendían la necesidad de usar un

PIN (número de identificación personal) con una

tarjeta de crédito. Las tarjetas prepagadas de

propiedad exclusiva se usan en algunos sistemas de

teléfono y tránsito.


Brasil modernizó su sistema para la transferencia

directa de fondos en el 2002 con la introducción de la

Transferencia Electrónica de Datos (TED), que permite

créditos directos iniciados por el cliente ad hoc el

mismo día. Los bancos también ofrecen servicios de

débito automático, pero actualmente no hay un

sistema de débito directo interbancario, por lo tanto

esto se limita principalmente a facturas de servicios

públicos y otros pagos recurrentes. Los bancos han

experimentado con sistemas de transferencia de dinero

para brasileños que viven en Japón, pero aún no han

logrado una penetración a fondo en este mercado.


El Sistema de Pagos Brasilero (SPB) es considerado un

gran éxito por parte de los ejecutivos de servicios

financieros, especialmente si se tiene en cuenta que es

bastante reciente y aún no se ha implementado

plenamente. La adopción de una estructura moderna

de liquidación y pagos ha reducido los riesgos privados

del sistema interbancario y ha aumentado la eficacia

de la economía. Los bancos han logrado una mayor

agilidad en los pagos y reducción de costos. Los

clientes se han beneficiado con un mejor acceso a sus

cuentas, así como con nuevos productos de pago

basados en Internet y tarjetas, y posiblemente gocen

de una reducción en los cargos durante los próximos

años, a medida que se contabilizan las reducciones en

los costos.

Visa Vale

Varios de los bancos más importantes de

Brasil se asociaron con Visa para propor-

cionar un reemplazo de los vales impresos

para bienes y servicios básicos que los

empleadores brindan como beneficio suple-

mentario. En el 2002 se estableció una com-

pañía llamada Companhia Brasileira de

Soluções e Serviço (CBSS) para emitir una

tarjeta prepagada llamada Visa Vale. Hasta

el momento, se han emitido más de 1.1 mil-

lones de tarjetas y CBSS actualmente

procesa 7 millones de transacciones por

mes.

En virtud de un programa gubernamental

conocido como PAT (Programa de

Alimentação do Trabalhador), los

empleadores reciben deducciones

impositivas si proporcionan vales que los

empleados y sus familias pueden cambiar

por alimentos. Los vales se consideran un

beneficio suplementario y no se gravan

siempre y cuando se utilicen para alimentos.

Otros países de la región cuentan con

programas similares.

Existen varios problemas con los

programas tradicionales basados en papel.

Los vales se emiten todos los meses y, en

vista de que son equivalentes a efectivo, la

distribución es cara y está sujeta a pérdidas.

El comerciante debe recopilar los vales para

un reembolso periódico, y si uno se utiliza

por menos de su valor nominal, se debe

emitir un "vale de contrapartida" por el

saldo. Los vales impresos se han convertido

en una forma de "dinero paralelo" y se ha

creado un mercado negro para encausar

este poder adquisitivo hacia fines no

autorizados, lo que resulta en una evasión

impositiva descarada.

Las tarjetas Refeição Visa Vale y

Alimentação Visa Vale se pueden usar en

restaurantes y tiendas de alimentos

respectivamente. Desde una perspectiva

gubernamental, reducen en gran medida el

fraude porque están basadas en un PIN

(número de identificación personal), llevan

el nombre del empleado y pueden

cancelarse en caso de pérdida. En lo que

respecta a los comerciantes, no es necesario

que emitan un vale de contrapartida y el

check-out es automático utilizando una

terminal normal, lo que significa el pago

puntual y la eliminación del gasto de

manejar los vales impresos.

Los empleadores también se benefician.

Banco Bradesco, un socio de CBSS, ofrece

asimismo la tarjeta a sus propios

empleados. Los ejecutivos de Bradesco

aducen que se han registrado reducciones

considerables en los costos administrativos

y operativos, porque la cuenta de Visa Vale

de cada empleado se recarga

automáticamente y las tarjetas sólo se

emiten una vez.



Brasil

Los gobiernos también han sido grandes

beneficiarios de la modernización, no sólo a través de

los amplios beneficios a la economía sino también

debido a su propio uso de los productos de pagos

electrónicos. Los bancos comerciales cumplen un rol

fundamental en los sistemas de recaudación y

distribución de pagos en nombre de las tres ramas del

gobierno, y las nuevas herramientas implementadas

desde 2002 les han brindado la capacidad de controlar

sus cuentas BCB en tiempo real, acortar las demoras

en la recaudación de impuestos, que pueden pagarse

mediante transferencias de fondos directos, pero no

con tarjetas.

Los bancos han realizado innovaciones para llegar a

los grupos de menor poder económico. Recientemente

han comprado compañías financieras más pequeñas y

establecido acuerdos de asociación con comerciantes

para crear carteras de etiquetas privadas. Asimismo,

se están explorando nuevos productos para ofrecer

tasas de interés más bajas porque están garantizadas

con una vinculación a un salario o plan de pensiones.

Algunos bancos más pequeños han lanzado

recientemente productos de Visa orientados a los

jubilados. Bradesco introdujo una tarjeta de crédito a

plazos para individuos que ganan tan poco como un

salario mínimo. En otro desarrollo que tiene como

objetivo captar el interés de las personas que hasta

ahora no utilizan los servicios bancarios, Banco

Popular y Banco Postal (propiedad de Banco do Brasil

y Bradesco/Correios respectivamente) están creando

una infraestructura de banca y productos de pago para

más de 4,000 municipalidades rurales en todo el

interior de Brasil.

El gobierno ha tomado una serie de medidas para

ayudar a las pequeñas empresas a temer mejor acceso

al crédito, y posiblemente las empresas medianas se

conviertan en un campo de oportunidades para los

bancos. Por ejemplo, el banco de desarrollo del

gobierno, BNDES, ha unido sus fuerzas con Bradesco y

Banco do Brasil para ofrecer líneas de crédito y

soluciones de pago con tarjeta para las pequeñas

empresas que necesitan comprar maquinaria.

No obstante, a pesar de las mejoras aún siguen

existiendo ineficiencias. La migración de cheques a la

TED redujo el valor de las transacciones procesadas por

COMPE aproximadamente en dos tercios. Pero sólo se

registró una disminución del 5% en el número de

documentos procesados, que incluyen Documentos de

Crédito (DOCs) y cheques. Esto refleja el hecho de que

la gran mayoría de las transacciones son por debajo de

los 5,000 reales, y no se manejan a través de SPB. La

prioridad que se le dio a los pagos más cuantiosos

resulta apropiada desde la perspectiva de la reducción

del riesgo pero los costos de COMPE representan ahora

una proporción mucho más alta del valor que procesa.

El problema subyacente es la continua popularidad

de los cheques entre el público, incluso para

transacciones más grandes que podrían completarse

por medio de la TED. Los funcionarios del Banco

Central aducen que les gustaría desalentar el uso de

cheques, y el banco está actualmente planeando otra

ronda de reformas, esta vez dirigidas a los pagos de

bajo valor. Ha indicado que las nuevas medidas

pueden incluir incentivos para la cooperación

interbancaria, la estandarización de los protocolos de

comunicación, el truncamiento de cheques y la

promoción de instrumentos electrónicos. Algunos

expertos en la industria también han sugerido

aumentar el tiempo de procesamiento para los

cheques, como se hizo en México para incrementar el

uso de las TED y DOCs.

La seguridad es un tema de mayor importancia para

las tarjetas de débito, ya que el uso fraudulento ha

migrado de las tarjetas de crédito a las tarjetas de

débito en los últimos años. Se ha determinado que el

robo de la información del titular de la tarjeta en el

cajero automático es la raíz del problema y los bancos

están ahora implantando controles más severos contra

el fraude.

También hay lugar para mejoras en la eficiencia de

la red de cajeros automáticos y las terminales. En el

caso de las terminales, la mayoría de los comerciantes



Brasil

está obligada a mantener dos sistemas a fin de superar

incompatibilidades tecnológicas y además existen

redes múltiples de cajeros automáticos.

Tradicionalmente, los grandes bancos han

considerado que las redes privadas de cajeros

automáticos representan una competencia, mientras

que los bancos más pequeños se han mostrado más

dispuestos a compartir sus redes. En el 2003 había 29

redes de cajeros automáticos en funcionamiento

dentro del país con más de 137,000 cajeros, de los

cuales sólo el 38% estaba vinculado a una red

“abierta”. Una red compartida reduciría los costos

considerablemente. Por ejemplo, en el Aeropuerto

Guarulhos en São Paulo, hay diez cajeros automáticos

de seis bancos, cerca del doble del requerimiento de

existir una red compartida.

Perspectiva

Los niveles de ingresos que disminuyeron

drásticamente durante la recesión de 1999 se

recuperarán gradualmente. Se espera que durante los

próximos años el ingreso personal disponible crezca

más de un promedio anual del 5%, impulsando el

consumo privado y la demanda de servicios

financieros.

Ahora que las reformas del 2002 han tenido éxito

en reducir el riesgo sistémico, los próximos pasos en la

evolución de los sistemas de liquidación y pagos serán

aumentar la eficacia de las transacciones de valor

medio, principalmente alentando la sustitución de

cheques por los productos de pagos electrónicos. Los

funcionarios del sistema financiero, los ejecutivos del

sector de banca y otros observadores opinan que los

desarrollos estimados que se describen a continuación

son por lo general independientes el uno del otro y no

ocurrirán en una secuencia en particular.

A pesar de la introducción de TEDs el mismo día

para créditos directos, muchos consumidores

continúan usando los DOC que son más lentos, porque

no están familiarizados con el primer sistema. Se

anticipa que las autoridades gradualmente bajarán el

máximo para DOCs de 5,000 reales para acelerar la

transacción. Otra modernización que se vislumbra en

el horizonte son los débitos directos interbancarios.

Actualmente, los proveedores deben mantener

cuentas en varios bancos, lo que limita el sistema a las

grandes organizaciones tales como los proveedores de

servicios públicos. Esto no se considera una prioridad

y los débitos directos interbancarios probablemente

no se implementarán hasta el 2007.

Si bien el número de cheques de bajo valor cayó

significativamente en el 2003 después de las reformas

del año previo, había aún más de 1.7 mil millones de

cheques “under” emitidos, o más de tres cuartos de

todos los cheques. Los analistas creen que mejoras en

la red de cajeros automáticos alentaría que las

transacciones más pequeñas se hicieran en efectivo.

La falta de interoperabilidad es el principal problema.

Las mejoras a los sistemas de compensación y

liquidación planeadas para mediados del 2006

facilitaron los enlaces entre las 29 redes de cajeros

automáticos del país. Actualmente, cada transacción

interbancaria se encamina del cajero automático al

banco que es propietario del mismo, luego a la Cámara

Interbancaria de Pagos (CIP) y luego al otro banco. La

confirmación vuelve por la misma ruta. Cuando se

implementen las mejoras planificadas, toda la

información se enviará directamente de los cajeros

automáticos a la CIP.

Las autoridades financieras brasileñas opinan que

el uso continuo de Boletos de Cobranza de Papel para

el cobro de facturas representa un riesgo considerable

para el SPB. El número de transacciones que usa este

vehículo continuó aumentando incluso después de las

reformas del 2002 y con la introducción de la TED su

participación del valor de las transacciones

gestionadas por COMPE subió drásticamente del 18.8%

en el 2002 al 38.6% en el 2003. Si bien los boletos

permiten el pago electrónico de facturas en los cajeros

automáticos y por Internet, aún se envían a los

clientes por correo postal. La CIP está en el proceso de

diseñar un boleto electrónico para eliminar el



Brasil

documento impreso para muchas transacciones. Esto

se considera una forma de aumentar la liquidez del

sistema financiero así como una manera de reducir el

riesgo de fraude. Los nuevos boletos se enviarán por

correo electrónico o se descargarán de los sitios web

corporativos. El pago se hará electrónicamente, por

débito directo o transferencia electrónica de fondos.

La confirmación de pago, que actualmente es un

documento impreso, también se convertirá en un

archivo electrónico.

Los analistas de la industria financiera en Brasil

dicen que las tres principales oportunidades para un

mayor crecimiento son en el sector de productos de

pago comerciales para empresas pequeñas y

medianas, tarjetas de compras gubernamentales y

productos innovadores para el segmento de bajos

recursos. Las oportunidades incluyen aumentar la tasa

de activación y uso de las tarjetas en existencia así

como expandir la base de clientes. En particular,

consideran que, aunque tomará tiempo para que los

clientes corporativos y gubernamentales capten

plenamente los beneficios de las tarjetas de compra en

cuanto a la gestión de gastos y transparencia, existe

causa suficiente para que el crecimiento tenga lugar.



Chile tiene una población de aproximadamente 16

millones. El PIB nominal alcanzó los US$91 mil

millones en el 2004. El crecimiento real fue de un

sólido 6.0%, una ganancia considerable comparado

con un crecimiento del 3.3% el año previo,

especialmente debido a precios óptimos de los

productos básicos. El ingreso per cápita fue de

US$11,630 expresado según la PPP en dólares

internacionales en el 2004.


El crecimiento económico sostenido después de la

recesión de 1999 favoreció el ingreso personal y

expandió la clase media, impulsando la demanda de

servicios financieros. El crédito al consumidor y los

préstamos hipotecarios crecieron en el 2003 a medida

que cayeron las tasas de interés. El índice de inflación

fue tan sólo de un poco más del 1% en el 2004. La

liquidez es relativamente alta y si bien todavía es un

factor limitador, especialmente para las pequeñas

empresas, el acceso a crédito en moneda local es

inusualmente bueno para un mercado

latinoamericano. El sistema de banca está bien

capitalizado, es competitivo y está manejado de forma

prudente. El sector de préstamos al consumidor es un

campo redituable pero ferozmente competitivo donde

los minoristas desempeñan un papel importante, lo

que no es frecuente.


El Banco Central de Chile (BCC) es independiente y

tiene control absoluto sobre la política monetaria. Sus

responsabilidades incluyen establecer las reglas para

las tarjetas de crédito emitidas por los bancos pero no

para las tarjetas de etiqueta privada emitidas por

negocios minoristas. La Superintendencia de Bancos e

Instituciones Financieras de Chile (SBIF), una entidad

autónoma, es la encargada de hacer cumplir estas

reglas.

Bancos

En el 2004 operaban en Chile 12 bancos comerciales

nacionales privadas, conjuntamente con 13 bancos

extranjeros de servicios completos y un banco estatal.

Los cinco bancos principales representaban el 73.2%

de los depósitos en octubre de 2004. Los bancos

extranjeros controlan cerca del 43% del total de los

activos de banca.

Los dos bancos más grandes, Banco Santander

Santiago y Banco de Chile, conjuntamente

representan el 41% de los activos de banca. Los cinco

bancos más importantes, que también incluyen Banco

de Crédito e Inversiones, Banco Bilbao Vizcaya

Argentina y Corpbanca, tienen un 66.5% de la

participación. Ningún otro banco tiene una

participación de más del 4%. En el 2002, se estima que

la penetración del sistema bancario era del 43.5% de

la población. El uso de cuentas corrientes sigue siendo

bajo, pero la penetración del segmento de bajos

ingresos mejoró con la implementación de cuentas a la

vista en 1996. Estas cuentas están relacionadas con

cajeros automáticos o tarjetas de débito y no ofrecen

los privilegios de una cuenta corriente.


La infraestructura de pagos en Chile se modernizó

considerablemente después de una enmienda a la Ley

General de Banca en 1997. La implementación fue

gradual debido a los problemas remanentes de la

deuda subordinada, que continuó afectando a las

Chile



Chile

instituciones financieras. El BCC alentó la

modernización en septiembre del 2000, promoviendo

el desarrollo de un nuevo sistema RTGS, que se estima

entrará en funcionamiento en septiembre del 2005.

Chile tiene dos redes de cajeros automáticos,

Redbanc (establecido en 1987) y Globalnet

(establecido en 1992). Estas redes son propiedad de los

bancos participantes. En el 2004, ambas

organizaciones anunciaron un acuerdo de

interconexión. Transbank (fundado en 1993) opera una

red de instituciones financieras que emiten tarjetas de

crédito Visa, MasterCard, American Express, Diners Club

y Magna. Asimismo, maneja las tarjetas de débito

Redcomra, Electron y Maestro, así como tarjetas de

banco nacionales. Transbank también cuenta con un

sistema de compensación llamado Webpay para ventas

por Internet con tarjetas de crédito.


La penetración de productos de pagos electrónicos se

ha visto influenciada por el hecho de que los cheques

son una característica firmemente establecida en la

sociedad chilena. Los cheques son un instrumento

muy seguro porque se imponen penas de prisión a

cualquier persona que escribe un cheque sin fondos.

Los cheques también son un símbolo de estatus social

debido a los exigentes requisitos previo a la emisión, y

se pueden usar como una forma de crédito, a través de

un esquema conocido como Tres Cuotas, mediante el

cual los clientes pagan con tres cheques posdatados a

30, 60 y 90 días. Aproximadamente el 25% del

mercado minorista chileno está financiado por pagos

en cuotas de algún tipo. En el 2004, el número de

cheques que se emitió per cápita fue de 19.1, sin lugar

a dudas el nivel más alto de cualquier país que se

evalúa en este informe.


A pesar de la popularidad de los cheques entre los

clientes acaudalados, la penetración de las tarjetas de

crédito es relativamente alta comparada con otros

mercados latinoamericanos. La penetración de las

tarjetas de crédito emitidas por bancos de 0.166 per

cápita en el 2004 fue bastante baja, con una

circulación de 2.6 millones de tarjetas. Estos datos

excluyen las tarjetas de negocios minoristas, para las

que no existe información oficial.

Los principales bancos emiten tanto tarjetas de

crédito Visa como MasterCard. Algunos también

emiten tarjetas American Express y Diners y existen

algunas marcas locales. La mayoría de las tarjetas de

crédito están asociadas con cuentas de banco y no se

promueven por separado, si bien algunos bancos

ofrecen mercancía como incentivos para competir con

la práctica habitual de los minoristas de ofrecer

“obsequios” o descuentos a los titulares de tarjeta.

Transbank ofrece un sistema de pago en cuotas para

las marcas de tarjeta de crédito globales, que brinda

términos exentos de interés idénticos al sistema de

Tres Cuotas de cheques posdatados. En el 2002,

Transbank lanzó un nuevo servicio denominado Pago

Automático de Tarjetas (PAT), que permite a los

titulares el uso remoto de las principales tarjetas de

crédito para hacer pagos recurrentes o ad hoc.

Transbank y los bancos emisores han promocionado

intensamente este servicio y el 10% de las

transacciones con tarjeta se hacen actualmente por

medio del PAT.

Si bien el número de tarjetas de crédito en vigencia

emitidas por bancos no ha variado durante los últimos

cinco años, se registró un alza en el valor de las

transacciones en el 2003. Durante el año, se desató un

incremento en la demanda de bienes de consumo

durables a causa de una baja pronunciada del 6.2% en

las tasas de interés para préstamos. Un aumento del

3.7% en el ingreso personal disponible también ha

contribuido a la creciente demanda.

Las tarjetas de crédito de etiquetas privadas

incluyen tarjetas “abiertas” que se aceptan en muchas

tiendas, así como tarjetas “cerradas” para uso en un

solo comercio. Los estimados sobre el número de

tarjetas de crédito vigentes varían ampliamente, en

parte debido a los diferentes conceptos para

contabilizar las tarjetas inactivas. Según un estimado

el número de tarjetas activas está entre 7.6 millones y

8.0 millones. Por lo general, las tarjetas de negocios

minoristas se emiten originalmente a los individuos de

bajos ingresos sin acceso a crédito bancario y a pesar

del número mucho mayor de tarjetas minoristas en

vigencia, las tarjetas de crédito emitidas por bancos

representan cerca de la mitad del total de los pagos

con tarjetas de crédito.

Tarjetas de débito

El número de tarjetas de débito vigentes ha

aumentado en forma constante en Chile,

conjuntamente con el valor de las transacciones. Las

tarjetas de crédito, por lo general “tarjetas de

clientes” o “tarjetas bancarias” emitidas por bancos,

se asociaban tradicionalmente con cuentas corrientes

y se emitían automáticamente como parte de un

paquete de servicios. La primera tarjeta de débito

multibanco, llamada Checkline (ahora Red Compra), se

introdujo en 1995 y ha tenido mucho éxito,

representando actualmente aproximadamente el 30%

de las transacciones con tarjeta. Pero las tarjetas de

mayor circulación son Visa Electron y Maestro emitidas

por bancos.

Tarjetas inteligentes y prepagadas

En Chile, hasta muy recientemente sólo se había

registrado un uso muy limitado de tarjetas

inteligentes, si bien actualmente hay iniciativas para

implementarlas a un nivel más amplio. Además de

ofrecer mayor seguridad para las transacciones con

tarjetas de crédito, las tarjetas equipadas con chips

facilitan una variedad de programas de lealtad. Las

tarjetas inteligentes también se utilizan en varias

universidades, donde los usuarios pueden agregar una

función de tarjeta de débito a la tarjeta ID de

funciones múltiples que se emite a estudiantes,

profesores y empleados.

El Sistema de Metro de Santiago introdujo tarjetas



Chile

ChileTarjetas vigentesNúmero de Tarjetas per Capita a fin de año

2000

2001

2002

2003

2004

Débito Crédito

0.120.16

0.140.17

0.190.17

0.240.17

0.290.17

Fuentes: Banco Central de Chile, Instiuto Nacional de Estadistica de Chile, Centro de Estudios Monetearios Latinomericanos, Superintendica de Bancos e Indsituciiones Financieras de Chile

ChileTransacciones con tarjetaNúmero de Transacciones per Capita por año

2000

2001

2002

2003

2004

Débito Crédito

0.132.62

0.752.73

1.312.72

2.112.78

3.073.46


ChileValor da las transacciones con tarjetaValor anual de transacción como % del PIB

2000

2001

2002

2003

2004

Débito Crédito

0.000.02

0.000.02

0.010.02

0.010.04

0.020.03


inteligentes sin contacto a principios del 2005 y en sus

52 estaciones de metro, usando el sistema de tarjeta

Multivía. A mediados del 2005 los autobuses

comenzarán a aceptar las tarjetas. La Unión

Metropolitana para el Transporte de Pasajeros también

introducirá tarjetas inteligentes en más de 3,800

autobuses operados privadamente.


Los fondos directos se introdujeron en Chile alrededor

de 1990, pero al comienzo la falta de una red

interbancaria integral los limitaba a pagos recurrentes

a grandes proveedores. A mediados de la década de

1990 varios bancos introdujeron un sistema de débito

directo interbancario conocido como Pago Automático

de Cuentas (PAC). Permite los pagos ad hoc y entre las

500 organizaciones participantes se encuentran

entidades de beneficencia y universidades.


La modernización del sistema de pagos electrónicos de

Chile ha generado beneficios importantes para todas

las partes interesadas. Los pagos se procesan más

rápidamente y con mayor seguridad y los

consumidores tienen más opciones así como un mejor

acceso a crédito. Los comerciantes corren un menor

riesgo de incumplimiento de pago y se benefician con

una reducción de sus costos operativos. Gracias al

Sistema RTGS del Banco Central se ha minimizado el

riesgo sistémico, se han reducido los costos operativos

y se ofrece mayor información. Desde la perspectiva

del público, el sistema de banca es ahora más

accesible a los individuos de bajos ingresos y el hecho

de que el mismo gobierno haga uso de los sistemas de

pagos automatizados ha aumentado la eficacia del

servicio público. Las reformas también mejorarán la



Chile

Comercio electrónico (E-commerce)

El mercado de comercio electrónico en

América Latina es uno de los de más rápido

crecimiento en el mundo. Las grandes cor-

poraciones, especialmente las empresas

multinacionales que utilizan software espe-

cializado, representan la mayor parte de

este mercado, pero el segmento del comer-

cio dirigido al consumidor también se está

expandiendo rápidamente. El crecimiento

ha sido aproximadamente del 50% por año

durante varios años a pesar de limitaciones

tales como la infraestructura subdesarrol-

lada, baja penetración de Internet y ofertas

en línea limitadas. Aunque cerca del 90% de

las compras en línea se pagan con tarjetas

de crédito y de débito, la reticencia de de

los titulares de tarjeta a proporcionar sus

números de cuenta por medio de Internet

ha demorado el crecimiento. En el 2004 se

estima que el total de ventas de e-com-

merce en América Latina alcanzó los US$3

mil millones.

Un mayor nivel de confianza del

consumidor en lo que respecta al uso de

tarjetas en línea ha sido un factor clave que

ha impulsado este crecimiento, a medida

que las marcas mundiales tomaron

iniciativas para responder a esta inquietud

de seguridad. Por ejemplo, Verified by Visa

aprovecha la red global de la marca para

permitir transacciones seguras en línea.

Autentifica los titulares de la tarjeta Visa

durante el proceso de checkout virtual en

comercios participantes utilizando una

contraseña provista por el banco emisor. El

comerciante puede agregar esta función a

su sistema de procesamiento existente. El

sistema también le proporciona al titular de

la tarjeta un mensaje personal certificando

que la solicitud de contraseña es legítima,

autenticando de esta manera tanto al titular

de la tarjeta como al comerciante.

Las mejoras en los servicios minoristas

en línea también han desempeñado un

papel importante en el crecimiento del

segmento del comercio dirigido al

consumidor. Los proveedores en línea

internacionales cada vez se concentran más

en la región y alegan contar con casi un

tercio del mercado. Aproximadamente un

40% de las transacciones de e-commerce en

América Latina son internacionales,

comparado con un 15% a nivel global. Los

minoristas en línea latinoamericanos

también están penetrando los mercados

internacionales con la venta de bienes y

servicios para extranjeros, que compran en

línea para entrega directa a familiares y

amigos en sus países de origen o para envíos

al extranjero. Un número cada vez mayor de

clientes está usando sistemas de Internet

basados en tarjetas para pagos recurrentes

tales como facturas de servicios públicos.

Los viajes son otro sector de rápido

crecimiento, a medida que las principales

aerolíneas y hoteles introducen sistemas de

reservas y pagos en línea y teniendo en

cuenta que las agencias de viaje basadas en

la web han adquirido una mayor

participación de mercado.



Chile

clasificación de riesgo-país de Chile.

Existen varias oportunidades para maximizar las

mejoras en el sistema. Las tarjetas de débito podrían

cumplir un mayor rol en reducir el número de cheques,

lo que disminuiría los costos y el tiempo de

compensación y liquidación. Pero el número de

cheques per cápita sigue siendo alto, a pesar del

hecho que solamente cerca del 20% de la población

tiene una cuenta corriente. La preferencia cultural por

los cheques en cierta medida está incentivada por los

bancos, que se sienten en medio de dos fuerzas

opuestas. Por un lado, una disminución en el sistema

de cheques reduciría los costos y por otro lado, el

sistema de cheques de Tres Cuotas les proporciona a

los bancos una herramienta para competir contra las

tarjetas de crédito minoristas. Los bancos no han

respondido de modo consistente. Después de varios

años de una merma en el uso de cheques, en el 2004

algunos bancos nuevamente comenzaron a

promocionarlos y el número de cheques aumentó en

un 5.3% a 304 millones. Recientemente, algunos

bancos se han movido en la dirección opuesta

introduciendo cargos por el uso de cheques.

Perspectiva

Chile es un país que procura agresivamente acuerdos

comerciales y esto abrirá las puertas para las empresas

medianas, estimulando la demanda de créditos

bancarios. No obstante, a las firmas más pequeñas,

aún les resultará difícil obtener crédito y continuarán

basándose en préstamos a corto plazo renovables.

Asimismo, podrán aumentar su uso de tarjetas de pago

corporativas, a medida que la economía se expanda. El

bueno manejo de los bancos chilenos del riesgo de

crédito y de mercado asegurará que una expansión de

sus carteras de crédito no ocurra a coste de un

deterioro en la calidad de los préstamos.

La infraestructura de pagos del país continuará

mejorando. La cámara de compensación de bajo valor

se dispone a introducir un sistema de digitalización de

cheques basado en el sistema US Check 21 (nombre

que deriva de la Ley promulgada en el 2003 – Check

Clearing for the 21st Century Act). Chile ha

promulgado legislación para facilitar el sistema y se

estima una implementación en tres fases. Durante la

primera fase, programada para el tercer trimestre del

2005, los minoristas escanearán los cheques y los

transmitirán electrónicamente a sus bancos. En la

segunda fase, los bancos comenzarán a intercambiar

imágenes en vez de cheques. En la tercera fase,

posiblemente en el 2006, los clientes podrán tener

acceso a las imágenes de sus cheques en línea.

Se espera que el comercio electrónico continúe

expandiéndose rápidamente, especialmente en el

sector de empresa a empresa (B2B). International

Data Corporation estima que las transacciones B2B

en Chile aumentaron en un 150% entre el 2003 y el

2004, a US$10mil millones, o aproximadamente el

10% del PIB del país. Un factor clave de este

crecimiento fue la implementación de las

autoridades tributarias en abril del 2003 de un nuevo

sistema de facturas electrónicas y un esquema de

registro pertinente para las firmas digitales. Hacia

fines del 2006, se espera que aproximadamente un

50% de las facturas sea electrónico, llegando al 80%

en el 2008. La integración de pagos mediante

transferencia directa es un paso siguiente

relativamente fácil. Asimismo, se espera que el

comercio B2B continúe creciendo, especialmente

después que se complete en Chile la presentación

programada de Verified by Visa.

El marco está dado para que ocurra un auge en el

segmento de tarjetas inteligentes en Chile, como parte

de un esfuerzo concertado a fin de mejorar la

seguridad y optimizar los servicios para los titulares de

tarjeta. Varios bancos importantes de Chile se

asociaron con Telefónica CTC Chile en el 2000 para

formar una compañía llamada Empresa de Tarjetas

Inteligentes (Etisa), que está llevando a cabo las

actualizaciones de infraestructura requeridas.

Transbank también está implementando tarjetas

inteligentes y había actualizado cerca de 5,000 a



Chile

35,000 terminales para noviembre del 2004. Etisa

predice que la conversión a tarjetas inteligentes se

completará en el 2007. Asimismo, se espera que esta

infraestructura perfeccionada aumente el uso de las

tarjetas de débito en el punto de venta. Etisa también

está proporcionando la tecnología para las nuevas

tarjetas inteligentes sin contacto que se están

instituyendo actualmente en el sistema de tránsito de

Santiago y para una propuesta de usar tarjetas

inteligentes para el pago de peajes en la nueva

autopista al aeropuerto de la ciudad.

La competencia entre las tarjetas de crédito

emitidas por bancos y comercios minoristas escalará,

especialmente si se aprueban enmiendas legislativas

propuestas para regular las tarjetas de crédito de

minoristas. Algunos analistas opinan que el

crecimiento futuro se basará especialmente en el

volumen de una transacción promedio y el número de

transacciones por tarjeta, y no tanto en un número

mayor de tarjetas, porque los clientes adinerados

tienden a usar una sola tarjeta. Esto puede cambiar si

los bancos tienen éxito en lograr una mayor

penetración en la clase media, donde los clientes por

lo general usan varias tarjetas. Además, se espera que

los bancos continúen expandiendo la cobertura de la

población que no tiene una relación bancaria. Se

espera que el número de emisores de tarjetas

minoristas decline a tres o cuatro durante los próximos

años, a medida que más minoristas se unen a las redes

de tarjetas minoristas “abiertas”.



Colombia tiene una población de

aproximadamente 45 millones. El PIB actual

llegó a los US$95 mil millones en el 2004. El

crecimiento económico real fue de un sólido 3.6% en

el 2004, siguiendo de cerca al crecimiento del 3.8% el

año previo a medida que la economía continúa

recuperándose de la recesión de 1999. El ingreso per

cápita en el 2004 fue de cerca de US$7,000 expresado

según la PPP en dólares internacionales.


La combinación de un crecimiento económico saludable

y tasas de interés más bajas está impulsando una mayor

demanda de servicios financieros, después de una crisis

financiera a fines de los años 1990. Se espera que el

crédito nacional llegue al 40% del PIB para el 2008,

comparado con un PIB del 32% en el 2002. El

crecimiento económico sigue ligado a la situación

política y a la gestión de la contienda civil. Los límites

sobre la titularidad extranjera en el sector financiero

colombiano se eliminaron durante la década de 1990 y

unos pocos conglomerados extranjeros actualmente

controlan un tercio de los activos del sector financiero.

Los “bancos universales” (multibanca) controlan el 70%

de los activos de banca. La tasa de inflación llegó a una

baja histórica del 5.9% en el 2004 y se anticipa una

disminución aún más notable.


EL Banco de la República (BanRep), el banco central

de Colombia, es una institución independiente bajo la

constitución del país. Es responsable de las funciones

regulares del banco central incluyendo la emisión de

moneda, la política monetaria, el cambio exterior y el

suministro de servicios de compensación a los bancos,

así como la gestión de los requerimientos de reserva.

El banco opera, o proporciona la infraestructura

necesaria para las principales cámaras de

compensación del país a través de su red interbancaria

en tiempo real en línea, Sistema Electrónico del Banco

de la República (SEBRA). La Superintendencia de

Bancos de Colombia es responsable de la supervisión

de los bancos y otras entidades financieras.

Bancos

Desde la crisis financiera de 1998-99, las políticas del

gobierno han promovido el desarrollo de la banca

universal (multibanca), llevando a la consolidación de

la industria de banca. En el 2004 el sector consistía de

66 instituciones (incluyendo bancos, compañías

financieras, compañías de leasing y otras

instituciones), comparado con las 140 antes de la

crisis. A fines del 2004 había 24 bancos privados

comerciales e hipotecarios, de los que 15 eran

privados y nacionales, y nueve extranjeros. Por ley, los

bancos deben mantener activos en Colombia y no hay

sucursales de bancos extranjeros. Los bancos

extranjeros controlaban menos del 20% de los activos

de banca a fines del 2004.

Los cinco bancos líderes—Bancolombia, Banco de

Bogota, BBVA Colombia, Banco Davivienda y Banco de

Occidente—controlaban cerca de la mitad de todos los

activos de banca (incluyendo las compañías

financieras) a fines del 2004. De estos bancos, sólo el

BBVA es extranjero y ningún otro banco tiene una

participación mayor que la de Citibank de 3.6%. Se

estima que el porcentaje de la población que usa el

sistema bancario era del 40.3% en el 2002. La

penetración actual de cuentas corrientes es

excepcionalmente baja, de 9.2%.

Colombia



Colombia


El Depósito Central de Valores (DCV) fue establecido

por el BanRep en 1992. Este es un sistema neto de alto

valor electrónico en el que las liquidaciones ocurren al

final de cada día. A esa fecha existía también un

sistema en tiempo real para instituciones que no

mantenían una cuenta en el BanRep y en 1998 esto se

expandió en un sistema RTGS completo, a pesar de que

el país se encontraba en medio de una crisis

financiera. Asimismo, BanRep administra una cámara

de compensación neta multilateral de bajo valor

automatizada llamada Sistema de Compensación

Electrónica de Cheques (CEDEC). El gobierno ha

promovido el uso de productos de pagos electrónicos y

BanRep también administra el Sistema de

Compensación Electrónica Nacional Interbancaria

(ACH-CENIT). (Se ofrecen más detalles en el

Apéndice).

Hay seis redes de cajeros automáticos/punto de

venta (ATM/POS) incluyendo Credibanco, A Toda Hora

(ATH), Servibanca y Redeban Multicolor, además de

varias redes exclusivas operadas por bancos. Los

bancos que emiten Visa, MasterCard y American

Express, las principales organizaciones de tarjetas de

crédito que operan en Colombia, usan servicios de

compensación provistos por Credibanco y Redeban

Multicolor respectivamente. Las tarjetas Diners se

procesan por medio de un banco comercial, donde los

comerciantes que aceptan la tarjeta mantienen

cuentas.


Los productos de pagos electrónicos sustituyen cada

vez más a los cheques como método de pago. El

número de cheques procesados continúa cayendo

todos los años desde su pico de 212 millones en 1996.

Entre el 2000 y el 2004, el número de cheques per

cápita disminuyó del 2.4 al 1.4. El número de

transacciones con tarjetas de crédito y de débito

creció en un 72% y 74%, respectivamente durante el

mismo período. Parte de la merma en el uso de

ColombiaTarjetas vigentesNúmero de tarjetas per capital a fin de año

2000

2001

2002

2003

2004

Débito Crédito

0.190.05

0.190.05

0.190.05

0.210.06

0.230.06

Fuentes: Banco de la Republica; CENIT (Sistema de Compensacion Electronica Nacional Interbancaria); ACH Colombia; Superintendencia Bancaria de Colombia

ColombiaTransacciones con tarjetaNúmero de transacciones per capital por año

2000

2001

2002

2003

2004

Débito Crédito

1.360.71

1.530.69

1.870.77

2.221.14

2.211.14


ColombiaValor da las transacciones con tarjetaValor annual de transacción como % del PIB

2000

2001

2002

2003

2004

Débito Crédito

0.120.03

0.140.03

0.140.03

0.150.04

0.140.04




Colombia

cheques refleja la elección de efectivo a raíz de la

imposición de un impuesto sobre las transacciones

financieras en 1998. Los cheques se usan

principalmente para transacciones de bajo valor, las

transacciones más cuantiosas de empresas por lo

general se manejan electrónicamente. El número de

transacciones procesadas electrónicamente por medio

de las cuentas únicas de depósito del BanRep aumentó

en un 265% del 2000 al 2004.

Si bien la proporción de la población que usa

cuentas corrientes sigue siendo bastante baja, la

penetración en el sector de cuentas de ahorro es

relativamente alta, y se estima que en el 2004 estaba

entre el 35% y el 55%. Esto refleja el creciente uso de

sistemas de nómina electrónicos, teniendo en cuenta

que a diferencia de otros países Colombia permite que

los productos de pago estén asociados con las cuentas

de ahorro.


La penetración en el sector de tarjetas de crédito es

relativamente bajo en Colombia, un 0.062 per cápita

en el 2004, pero esta cifra representó un aumento

considerable de 0.046 en el 2000 a medida que el

número de tarjetas vigentes aumentó de 1.9 millones

a 2.8 millones. En el 2004, hubo más de 50 millones de

transacciones con tarjetas de crédito, sólo

aproximadamente 1.1 per cápita. Todos los grandes

bancos ofrecen tarjetas de Visa y MasterCard y las

tarjetas American Express y Diners también están

disponibles. Los productos de tarjeta copatrocinados

emitidos por bancos dominan el mercado, si bien

algunos minoristas y las tarjetas de crédito Fidelity

también tienen una participación.

Tarjetas de débito

Se ofrecen tarjetas de débito/cajero automático a

todos los titulares de cuentas corrientes o de ahorro,

pero las tarjetas de débito marca Visa y Mastercard

emitidas por bancos comerciales son muy utilizadas,

con más de 10 millones en circulación. Todos los

cajeros automáticos y terminales en el país están

interconectados. Durante los últimos años, las tarjetas

de débito han ganado popularidad, y las tarjetas en

vigencia han aumentado casi un 20% entre el 2000 y el

2004, con un valor de transacciones que excede el

15% del PIB en el 2003. Sin embargo, aún existe el

potencial para un mayor crecimiento a medida que

aumenta la penetración bancaria.

Crédito y débitos directos

La mayoría de los bancos ofrecen portales en Internet

y Colombia tiene un sistema bien desarrollado para los

débitos y créditos directos interbancarios a través de

ACH Colombia y ACH-CENIT. El uso de estos servicios ha

aumentado en años recientes, a medida que las

compañías y los individuos se han familiarizado con

los mismos. Los créditos directos se utilizan

ampliamente para los depósitos de nómina y el

número de transacciones creció casi siete veces hasta

llegar a 14 millones entre el 2000 y el 2004. Los

débitos directos tuvieron una aceptación más lenta

entre los consumidores; no obstante, también han

registrado un notable incremento, subiendo de menos

de 100,000 en el 2000 a 673,000 en el 2004.


El sistema de pagos electrónicos de Colombia es

moderno y eficiente y gradualmente ha implementado

tecnologías emergentes. El sistema de alto valor

proporciona estabilidad financiera, mientras que el de

bajo valor alienta la competencia, lo que tiene como

resultado un mayor nivel de eficiencia. Los analistas

opinan que la continua modernización del sistema de

bajo valor reducirá los costos para las instituciones

financieras. Esto se traducirá en comisiones más bajas

para los consumidores, que a su vez podrían

incrementar la penetración de los productos de pagos

electrónicos principales. Asimismo, se espera que los

sistemas de control financiero reduzcan el lavado de

dinero y mejoren la reputación del país a nivel

internacional. El gobierno y las instituciones



Colombia

financieras también ganarán de la mayor transparencia

y un monitoreo más preciso del sistema financiero.

El uso de tarjetas de pago se ha expandido a medida

que ganan aceptación entre los negocios más

pequeños, farmacias, establecimientos de comida

rápida, lo que ha aumentado el volumen total a la vez

que ha reducido el tamaño de la transacción

promedio. El mercado de tarjetas de crédito se ha

segmentado aún más debido a que los titulares de

tarjetas existentes han migrado a productos de más

alto nivel. Estos desarrollos ofrecen mayor

conveniencia a los titulares de tarjeta, y a la vez

contribuyen al objetivo del gobierno de aumentar la

recaudación del IVA.

Existen oportunidades para instituir mejoras

adicionales. Los expertos en la industria de banca

opinan que debe mejorar la liquidez intra-día de las

cámaras de compensación de alto valor. Los horarios

de cierre para las transacciones están programados de

tal manera que hay un exceso de liquidaciones hacia

fines de la tarde, y hasta un cuarto de las operaciones

tiene lugar después de las 6 de la tarde. Se lograron

algunas mejoras mediante la implantación de un

nuevo sistema de comisiones y actualmente hay

planes para mejoras adicionales a través de la creación

de un sistema híbrido que simulará las obligaciones de

liquidación neta de cada participante antes de que se

procesen los pagos brutos. Los observadores opinan

que lograr la cooperación de las instituciones

financieras más grandes, especialmente las entidades

no bancarias tales como los corredores de bolsa,

representa el mayor reto para BanRep en lo que

respecta a la implementación de estas mejoras.

Los analistas de la industria financiera señalan

oportunidades importantes en Colombia para una

expansión continua del segmento de tarjetas de

Remesas de dinero deinmigrantes

La inmigración latinoamericana hacia los

países desarrollados ha aumentado signi-

ficativamente durante las últimas décadas.

Cuando estos inmigrantes ganan dinero,

por lo general envían parte de ese dinero a

sus países para ayudar a sus familiares.

Estas remesas aumentaron un 20% en cada

uno de los dos últimos años hasta alcanzar

US$45 mil millones en el 2004. Actual-

mente representan una mayor fuente de liq-

uidez que la inversión extranjera directa

(IED) y la ayuda extranjera oficial combi-

nada. A diferencia de la ayuda extranjera,

llegan a las familias directamente a través

de canales existentes y, a diferencia de la

IED, son contra-cíclicas, alcanzando su pico

generalmente durante períodos económi-

cos a la baja.

El auge de las remesas se traduce en un

aumento considerable en el ingreso

disponible. Ubica a los hogares por encima

del nivel de subsistencia y les permite

comenzar a ahorrar e invertir

desempeñando un papel activo en la

economía. Se estima que la relación

ahorros/remesas llega al 10% en México y

según un estudio del Banco Mundial en el

2001 alcanzó el 4% en Guatemala.

El reto para los gobiernos es asegurar

que un gran porcentaje de las remesas se

envíe a través de canales legales. De esta

manera, se inyecta en la economía formal

donde puede crear empleos legítimos y

oportunidades comerciales. Un mejor

procedimiento en materia de informes es sin

lugar a dudas una parte esencial de este

esfuerzo.

Una forma de lograr un mejor

procedimiento en materia de informes es

encaminar las transferencias por medio de

los bancos, que están sujetos al control del

banco central y a requisitos de divulgación

de información. En lo que respecta a los

envíos, la industria de banca ha respondido

a esta oportunidad ofreciendo productos

nuevos e innovadores que van desde

tarjetas de débito a cuentas conjuntas

internacionales y transferencias

electrónicas. Durante los dos últimos años,

los bancos han comenzado a ofrecer

productos basados en tarjetas a los

beneficiarios, creando servicios de valor

agregado y atrayendo estos clientes al

sistema financiero. Por ejemplo, Visa Giro es

una tarjeta de pago innovadora concebida

específicamente para facilitar la

transferencia de dinero a América Latina.

Estos métodos de transferencia son de bajo

costo, eficaces y flexibles. Estos factores,

además de la conveniencia que brindan a los

destinatarios, han permitido que los bancos

le resten una participación de mercado del

15% a las organizaciones tradicionales para

el envío de dinero tales como Western Union

y MoneyGram. El aumento en la competencia

ha reducido los cargos de transacción, de un

20% a un 7%, y esto se traduce tanto en

transferencias más cuantiosas y en que el

destinatario reciba un mayor porcentaje del

dinero.



Colombia

crédito orientado al sector de alto poder adquisitivo,

así como un uso más asiduo de los sistemas de pagos

recurrentes basados en tarjetas y una mayor

expansión del mercado de tarjetas comerciales.

También existen oportunidades para que los bancos

aumenten su participación de remesas recibidas, lo

que tendría como resultado un nivel de participación

superior en la economía formal. Los expertos también

señalan que una mejor cooperación entre las

organizaciones de tarjetas, los bancos y el gobierno

podría optimizar la expansión de las tarjetas de pago.

Una mayor penetración en el mercado de bajos

ingresos continúa considerándose un desafío.

Perspectivas

Un avance notable en la seguridad pública ayudó a

mantener un sólido crecimiento del PIB del 3.6% en el

2004. Los pronósticos indican que el crecimiento se

estabilizará a una tasa anual promedio de alrededor de

3.5% en los años venideros, pero hay riesgos con

respecto a estos pronósticos. Los triunfos en el

conflicto civil interno están aportando un menor

rendimiento y la inquietud sobre la solvencia pública

dejan a Colombia vulnerable a fluctuaciones en los

sentimientos de los inversionistas.

Las tasas activas reales permanecerán bajas

conforme a estándares históricos, estimulando la

demanda de crédito y los servicios financieros ya en

auge gracias a una mejor estabilidad y aumento

continuo en los ingresos disponibles y el consumo

privado. Un incremento en las remesas y el regreso de

colombianos que vivían en el extranjero, así como el

dinero que traen con ellos, están reactivando las

empresas pequeñas a medianas, especialmente en los

sectores nacionales tales como construcción, y esto

tendrá un efecto cascada sobre el crédito en el resto de

la economía.

Como resultado de una menor inflación y una

reducción de las tasas activas, se espera que aumente

en un 25% durante los próximos cuatro años la

proporción de hogares con acceso formal a crédito,

que ahora es de menos de uno en diez. Los activos de

banca crecerán a una tasa anual del 6%. El bajo nivel

de penetración bancaria en Colombia es un obstáculo

para lograr un aumento en el uso de tarjetas de crédito

y de débito. No obstante, ha habido un aumento

significativo en el uso de tarjetas de crédito, lo que

explica en parte la disminución en el uso de cheques.

Si bien el valor de las transacciones con tarjetas de

crédito es aún muy bajo, el volumen de las

transacciones es significativo y continuará creciendo,

en parte debido a un mayor nivel de aceptación.

Uno de los productos de pago que actualmente está

recibiendo atención es la “banca virtual”. Los portales

de banca en Internet que ya están en funcionamiento

se expandirán para permitir la transferencia de

fondos, pagar facturas y otros tipos de pagos,

reduciendo aún más los costos de transacción. La

expansión de los sistemas de pagos basados en

Internet está limitada en Colombia debido a la baja

penetración de computadoras personales, que era de

sólo el 7.9% de la población a mediados del 2004. Por

el contrario, las transacciones de banca virtuales han

aumentado rápidamente de aproximadamente

840,000 usuarios en el 2002 a cerca de 1.3 millones en

el 2004. Durante el mismo período, el número de

transacciones mensuales por usuario también subió de

5.5 a 10.6, según los datos publicados por

Asobancaria, la asociación de banqueros.

Si bien la penetración de transacciones de banca

virtuales aun es baja comparada a otras formas de

pago, se estima que este segmento crecerá,

especialmente teniendo en cuenta que la baja en los

precios de las computadoras aumentará la penetración

de Internet. En cierta medida, los bajos niveles de

penetración de computadoras personales pueden

contrarrestarse con el acceso a terminales públicas. En

Colombia hay varios programas piloto en curso que

involucran el uso de quioscos y pantallas interactivas

en lugares públicos donde los clientes de banca puede

tener acceso a sus cuentas de banco de una manera

similar que por Internet.



México tiene una población de 105 millones. El

PIB nominal llegó a US$677 mil millones en el

2004, y el crecimiento real fue del 4.4%, un

aumento del 1.4% comparado con el año previo. El

ingreso per cápita fue de US$9,680 expresado según la

PPP en dólares internacionales en el 2004.


Las variaciones en los patrones de gastos, impulsados

por aumentos continuos en los sueldos promedio,

configurarán el crecimiento de la demanda de

servicios financieros. Se espera que el crédito aumente

un 5% anualmente durante los próximos años,

superando el PIB y la demanda nacional. Las tasas de

interés subirán, pero permanecerán relativamente

bajas según estándares históricos y no reducirán

significativamente la demanda de préstamos. La tasa

de inflación fue del 4.7% en el 2004. El crecimiento de

la economía mexicana sigue dependiendo

estrechamente del rendimiento de la economía de los

EE.UU. El sector bancario se ha visto fortalecido

gracias a la liberalización total, consolidación y la

entrada de capital extranjero. Las carteras se han

rehabilitado y la proporción de préstamos vencidos

adeudados es baja. Aproximadamente el 75% de los

activos de banca están bajo control extranjero.


El Banco de México es el banco central. Es una

institución autónoma responsable, entre otras cosas,

de asegurar el funcionamiento de los sistemas de

pagos. La Comisión Nacional Bancaria y de Valores

(CNBV) es una unidad semiautónoma de la Secretaria de

Hacienda y Crédito Público (SHCP) y es responsable de

la supervisión directa de las instituciones financieras.

Bancos

Cuando se privatizaron los bancos de México en 1991-

92 no existía una estructura de supervisión pública

sólida, después de una década de propiedad

gubernamental. Como resultado, la industria se

encontraba en una situación frágil cuando el peso

repentinamente colapsó en los últimos días de 1994, lo

que llevó a una crisis económica y financiera total en

1995. El gobierno se vio forzado a movilizar el Fondo

Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), para

evitar la caída de instituciones financieras clave. El

costo de esta estrategia para salir a flote se estima en

un 20% del PIB. El sistema de banca fue reestructurado

a fondo en los años siguientes a la crisis.

La crisis debilitó la industria de banca hasta el

punto que no tenía la capacidad de atender

plenamente el mercado creciente durante el auge

económico a fines de los años 1990. Por consiguiente,

entraron conglomerados de banca extranjeros para

llenar el vacío. Entre el 2000 y el 2002, bancos de

España, los EE.UU., el Reino Unido y Canadá llevaron a

cabo una serie de adquisiciones. Hacia mediados del

2004, 22 de los 32 bancos comerciales que operaban

antes de la crisis habían sido reestructurados o

cerrados. Sólo un banco importante, Banco Mercantil

del Norte (Banorte), sigue en manos mexicanas.

En diciembre del 2004 había 30 “bancos múltiples”

operando en México. Los cinco bancos más grandes,

BBVA Bancomer, Banamex, HSBC, Santander Serfin y

Banco Mercantil del Norte, controlan el 75% del total

de los activos de banca. Bancomer y Banamex

conjuntamente controlan casi la mitad de los activos

de banca del país y sólo ocho bancos tienen una

participación de más del 1.5%. Se estima que la

penetración bancaria era del 43.8% de la población en

México



México

el 2002, y sólo el 15.2% tenía cuenta corriente. La

penetración bancaria está aumentando gradualmente

a medida que los empleadores implementan sistemas

de nómina basados en tarjetas de débito.


México inició una modernización considerable de sus

sistemas de liquidación de pagos en 1994. A esa fecha,

el Banco de México operaba tanto un sistema de

liquidación electrónico interbancario y una cámara de

compensación de cheques manual. Uno de los

objetivos principales de la reforma fue reemplazar los

cheques de alto valor con transferencias electrónicas a

través del sistema RTGS existente del banco, el

Sistema de Atención a Cuentahabientes (SIAC). Esto se

logró en etapas comenzando con el lanzamiento del

Sistema de Pagos Electrónicos de Uso Ampliado

(SPEUA) y culminando con el lanzamiento del Sistema

de Pagos Electrónicos Interbancario (SPEI) en marzo

de 2005. Cecoban, la cámara de compensación de

cheques de México, se privatizó en 1997 y desde

entonces se ha llevado a cabo un extenso programa de

modernización. (Véanse más detalles en el Apéndice).

México originalmente contaba con tres redes de

terminales de cajeros automáticos y POS (en el lugar de

venta), Banamex y Bancomer administraban sus propios

sistemas y Prosa cubría los demás bancos. Banamex y

Bancomer ahora han combinado sus operaciones. Las

liquidaciones definitivas se hacen a través de un banco

comercial mediante el uso de transferencias electrónicas

de fondos por medio del SPEUA.


A medida que los productos de pago electrónico han

adquirido mayor participación en el mercado, el

número de cheques procesados ha caído lentamente

de 6.0 per cápita en el 2001 a 5.7 en el 2004. El valor

de las transacciones con cheques disminuyó del 170%

del PIB al 120% durante el mismo período. En el 2004,

el número de cheques procesados disminuyó en 65.2

millones comparado con el número de cheques

MéxicoTarjetas vigentesNúmero de Tarjetas per Capita a fin de año

2000

2001

2002

2003

2004

Débito Crédito

n/an/a

0.290.06

0.320.08

0.310.09

0.330.11

Fuentes: Banco de Mexico; Asociacion de Bancos de Mexico; Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos

MéxicoTransacciones con tarjetaNúmero de Transacciones per Capita por año

2000

2001

2002

2003

2004

Débito Crédito

n/an/a

8.791.76

10.362.08

11.012.21

11.822.37


MéxicoValor da las transacciones con tarjetaValor anual de transacción como % del PIB

2000

2001

2002

2003

2004

Débito Crédito

n/an/a

0.090.01

0.140.02

0.130.02

0.140.02




México

procesados el año anterior. El uso de cheques de alto

valor ha bajado notablemente desde que el Banco de

México implementó una demora de un día en la

compensación de cheques interbancarios, para alentar

el uso del SPEUA. Se continúan usando cheques para la

compra de artículos de alto valor, tales como coches y

casas, y las autoridades financieras señalan que les

gustaría continuar instando a las personas a utilizar

productos electrónicos.


Si bien hace años que en México se emiten tarjetas de

crédito, sólo una pequeña proporción de la población

ha tenido acceso a las mismas. En 1994 había 14

millones de tarjetas de crédito activas, pero esta cifra

se redujo aproximadamente a la mitad después de la

crisis cuando las tasas de interés aumentaron y se

impusieron nuevas restricciones. Se registró un

crecimiento significativo gracias a la recuperación de

la economía y la consolidación bancaria, por lo que

para 2004 había 11.6 millones de tarjetas activas.

Los bancos emiten productos Visa y MasterCard

mientras que American Express emite sus propias

tarjetas. Los cinco principales bancos dominan el

sector de tarjetas, tanto en lo que respecta a la

emisión como adquisición. Por otro lado, muchas

cadenas minoristas emiten sus propias tarjetas.

Existe una gran variedad de productos en el

mercado, incluyendo tarjetas que otorgan millas para

viajar en líneas aéreas, así como tarjetas de afinidad

universitarias, de beneficencia y equipos deportivos.

Además, hay tarjetas comerciales creadas tanto para

corporaciones como pequeñas empresas.

Los clientes pueden hacer arreglos para que sus

pagos recurrentes, tales como facturas de servicios

públicos se carguen directamente a sus tarjetas de

crédito. Este método es popular entre algunos clientes

que no se sienten cómodos haciendo cargos directos a

sus cuentas.

Tarjetas de débito

Originalmente, los bancos emitían tarjetas de efectivo

relacionadas con cuentas corrientes o de ahorro para

ser utilizadas en cajeros automáticos, pero a mediados

de 1990 comenzaron a emitir tarjetas de débito que

podían utilizarse en terminales POS. La mayoría de

estas tarjetas son marca Electron o Maestro. Estas

tarjetas se han hecho muy populares, debido a la

expansión de la red de cajeros automáticos, que en el

2004 era de 20,400 cajeros automáticos a nivel

nacional, y terminales desde principios del 2001, así

como a la realización de pagos de nómina a través de

depósitos directos vinculados a tarjetas de débito.

Otro factor que ha impulsado el crecimiento de las

tarjetas de débito es la expansión de la funcionalidad

de la devolución de dinero en efectivo (cashback por

parte de los comerciantes. En el 2004 había 20,400

cajeros automáticos en el país. El número de tarjetas

de débito vigentes creció del 18.7% entre el 2001 y el

2004 hasta los 34 millones. Estas tarjetas también se

utilizaron más intensamente, con un aumento en el

número de transacciones del 39.2% durante el mismo

período. Los bancos líderes también ofrecen una

amplia variedad de diferentes tarjetas de débito,

incluyendo tarjetas de afinidad, tarjetas orientadas a

los jóvenes/adolescentes y tarjetas concebidas para

facilitar la recepción de remesas del extranjero.

Tarjetas inteligentes y prepagadas

Las tarjetas de crédito basadas en tecnología de

tarjetas inteligentes recientemente se han ofrecido en

gran escala en el mercado mexicano. Hasta la fecha,

ha habido dos aplicaciones principales: reducción del

fraude gracias a un mayor nivel de seguridad basado

en contraseñas y una funcionalidad superior a través

de programas de lealtad avanzados (véase nota).

Asimismo, las tarjetas prepagadas para teléfonos se

usan con mucha frecuencia.



México


Los bancos mexicanos más importantes comenzaron a

ofrecer créditos directos en 1995 y aproximadamente

25 bancos ahora participan en el sistema de

Transferencias Electrónicas de Fondos (TEF). Estas

transacciones no ocurren en tiempo real y se procesan

a través del Sistema de Cámaras de Compensación del

Banco de México (SICAM). (El TEF y el SICAM se

describen en más detalle en el Apéndice).

Hace años que las grandes empresas de servicios

públicos utilizan el débito directo, pero no existían los

débitos interbancarios hasta después de una

enmienda a la Ley de Banca en el 2001. El nuevo

sistema conocido como DOMI, está en operación desde

hace aproximadamente dos años en unos 20 bancos.

Como resultado, las transferencias directas de fondos

son cada vez más populares.

El mercado de transferencias directas continuará

creciendo pero sólo lentamente debido a que la

penetración de Internet sigue siendo baja. La

Asociación de Banqueros de México (ABM) anticipa

que sólo aproximadamente 5 millones de titulares de

cuentas bancarias en México tendrán acceso a

servicios de banca en línea este año. No obstante, las

corporaciones y gobiernos están rápidamente

implementando pagos electrónicos.


El Banco de México goza de una sólida reputación

después de haberse recuperado del daño ocurrido a

causa de la crisis del peso en 1994-5. El banco se hizo

autónomo en virtud de una enmienda constitucional

de 1994, y nuevas prácticas de divulgación de

información lo han convertido en uno de los bancos

centrales más transparentes del mundo. El sistema de

banca también está en terreno mucho más firme,

gracias a la consolidación del sector, mayor eficacia y

la introducción de nuevos productos. Se han puesto en

funcionamiento nuevos sistemas electrónicos de

liquidación de pagos que han reducido

considerablemente los costos de transacción,

disminuyendo a la vez el riesgo sistémico permitiendo

las liquidaciones en tiempo real. El número de

transacciones electrónicas interbancarias se han más

Vida Bancomer

En marzo de 2005, BBVA Bancomer se con-

virtió en el primer banco de México en lan-

zar un programa de lealtad perfeccionado,

basado en los conceptos de Smart Genera-

tion de Visa que utilizan la tecnología de la

tarjeta inteligente para brindar valor agre-

gado a sus clientes. Bancomer fue el encar-

gado de desarrollar e implementar el

programa de lealtad y el software de apoyo.

El personal especialzado en la tarjeta

inteligente de Visa colaboró con Bancomer

durante las fases de evaluación, planifi-

cación e implementación del proyecto.

En vista de que el identificador del

programa y las recompensas se almacenan

en la tarjeta inteligente, esta tecnología

permite el procesamiento instantáneo de

recompensas en el lugar de venta. Las

recompensas se pueden asignar a ciertos

establecimientos, productos, clientes o

días, o una combinación de estos factores.

El sistema permite otorgar al instante a los

clientes puntos de recompensa, cupones y

descuentos, sin tener que presentar otra

tarjeta de lealtad o cupones impresos.

Además, el sistema incorpora un sistema de

reconocimiento de cliente que puede

utilizarse para establecer relaciones con los

mismos, conceder premios sorpresa o

promociones reservadas para los

consumidores más valiosos o aquellos que

usan la tarjeta en la tienda por primera vez.

Más de 2000 comerciantes se han

inscrito en el programa Vida Bancomer y los

funcionarios del banco están convencidos

de que alcanzarán su objetivo de 10,000

para fin de año. Los comerciantes

participantes también pueden trabajar con

Bancomer para concebir sus propios

programas personalizados, compartir los

costos de las recompensas, mientas que el

banco proporciona y administra la

plataforma de recompensas instantáneas.

El equipo de proyectos especiales de

Bancomer trabajó con el proveedor de la

plataforma durante un período de 18 meses

para desarrollar el programa. Las tarjetas

emitidas después del lanzamiento en marzo

llevan el logotipo de Vida Bancomer y el

banco se encuentra en el proceso de

enviarlas a los clientes preferentes. Al final,

todas las tarjetas de crédito Visa del banco y

algunas de sus tarjetas de débito serán

reemplazadas por las tarjetas inteligentes

que incluyen el programa de lealtad.



México

que duplicado desde el 2000, orientando más

actividad hacia la economía formal. El banco central ya

no confronta el riesgo de otorgar préstamos sin

colateral. Los funcionarios del sector financiero

convienen que estos beneficios son redituables para

toda la economía.

Los analistas de la industria opinan que la oficina

de crédito de México es un activo importante para el

sistema financiero del país. Combina los

antecedentes crediticios de Trans Union de México

con información corporativa de Dun and Bradstreet y

se la considera como uno de los mejores sistemas de

información de crédito de la región. Los bancos

utilizan cada vez más los datos de las agencias de

informes crediticios para manejar el riesgo de otorgar

tarjetas de crédito a grupos de bajos ingresos. A

medida que el uso de este sistema se expanda,

mejorará la precisión de las decisiones de préstamo,

generando beneficios tanto para los prestamistas

como para los prestatarios, y contribuyendo al

crecimiento económico a través de la expansión del

crédito. Los prestamistas estarán en una mejor

posición para evaluar y calcular el precio del riesgo

subyacente de una cuenta determinada y aumentar la

especialización del segmento. Los consumidores se

beneficiarán con precios que reflejan con más

precisión sus circunstancias individuales,

brindándoles a muchos de ellos mejor acceso a

crédito, en base a un mejor entendimiento de su

situación financiera. También se ofrecerán más

recompensas por buen crédito a largo plazo.

Los bancos entienden que la expansión de crédito a

los grupos de más bajos recursos representa una

importante oportunidad, porque la penetración de

tarjetas de crédito en México todavía es relativamente

baja. El número de tarjetas de crédito per cápita fue de

alrededor de 0.11 en el 2004, mientras que la

penetración en la población económicamente activa se

estima en menos del 28%. También hay lugar para una

mayor expansión del uso de tarjetas de débito a través

de una aceptación más amplia de los comerciantes en

el punto de venta. Actualmente, el mayor volumen de

uso de las tarjetas de débito es a través de los cajeros

automáticos y la aceptación de los comerciantes es

limitada. Los analistas de la industria señalan que los

productos de tarjetas comerciales también

representan otra área de oportunidad, en vista que la

penetración aún es baja.

Tanto el gobierno como la industria de banca

reconocen la necesidad de mayores mejoras a los

sistemas de pagos electrónicos de México. El siguiente

desafío es el bajo nivel de penetración bancaria en el

país. El índice de penetración era de sólo el 43.8% de

la población en el 2002, si bien la ABM ha estimado

que tres cuartos de la población económicamente

activa tenían una tarjeta de débito. Los programas de

nómina han tenido como consecuencia un aumento en

el número de tarjetas, pero esta estrategia no es

efectiva en industrias con una alta proporción de

trabajadores itinerantes, tales como agrícolas y de la

construcción. Otro problema es que las personas con

tarjetas de débito de nómina las usan principalmente

en los cajeros automáticos en vez de en terminales en

comercios, lo que podría socavar el objetivo de reducir

la escala de la economía informal. Teniendo en cuenta

estos desafíos, la ABM, la SHCP y los bancos locales

han lanzado el Programa de Apoyo a los Sistemas de

Pagos Electrónicos en el 2003 a fin de extender la

infraestructura de pagos electrónicos y convencer a los

consumidores que lo utilicen. El objetivo del gobierno

es promover las tarjetas con chips porque podrían dar

lugar en el futuro a sistemas que faciliten la

recaudación más eficiente de los impuestos.

Un elemento clave del esfuerzo para aumentar la

participación en la economía formal es la campaña

Boletazo, que tiene como meta triplicar el uso de las

tarjetas de crédito en los próximos tres años. Este es

un esfuerzo conjunto de la SHPC y de la ABM, con el

apoyo de Visa y MasterCard, en el que las compras que

realicen los tarjetahabientes se registran

automáticamente en el sistema Boletazo. Todos los

días hay rifas con premios importantes, incluyendo



México

artículos caros como coches, así como artículos más

pequeños, tales como por ejemplo máquinas de lavar,

licuadoras y entradas para conciertos. Hay un

programa de juegos en TV relacionado en el que los

participantes son seleccionados a través de los

cupones de Boletazo que envían. La ABM ha

respaldado esta campaña con una serie de anuncios

televisivos.

Perspectiva

La economía mexicana depende en gran medida del

rendimiento del mercado de los EE.UU. El crecimiento

del PIB fue del 4.4% en el 2004 y se pronostica que

permanecerá estable con una tasa anual de alrededor

del 3% para el futuro próximo. Los ingresos

disponibles que registraron un aumento del 4% en el

2005 y un incremento del 3% anual en los próximos

años, respaldarán un crecimiento del consumo privado

relativamente sólido. Los patrones de gastos

cambiantes debido a una clase media emergente

también contribuirán a una creciente demanda de

crédito y servicios financieros.

La inflación llegó al 4.7% en el 2004, pero el banco

central seguirá en control y guiará el aumento de los

precios hacia una tasa objetivo estándar del 3%. Las

tasas de interés para préstamos aumentaron,

posiblemente por dos dígitos, pero permanecerán a

niveles históricamente bajos. En un entorno estable y

cordial, el crédito crecerá cerca de un 5% por año,

superando tanto el PIB como la demanda interna.

Los nuevos sistemas de liquidación de pagos

permitirán la implementación de nuevos productos,

especialmente nuevos tipos de transferencias en línea

que aprovecharán la eliminación del requisito de valor

mínimo en las transacciones en el SPEI. El banco

central espera que en el futuro las transferencias de

dinero se hagan en menos de 20 minutos. Los usuarios

también tendrán acceso a más información, como por

ejemplo verificación de recepción de la transferencia.

Primero, no obstante, los bancos tendrán que

actualizar sus propios sistemas para aprovechar más

plenamente la capacidad de las cámaras de

compensación modernizadas. El nuevo sistema

también proporcionará al Banco de México

información más confiable para apoyar la supervisión

de los sistemas de pago.

Las compras en cuotas con tarjetas de crédito son

otra innovación relativamente nueva lanzada por los

principales bancos y se espera que esto tenga un

fuerte impacto en la expansión del crédito a los grupos

de bajos recursos. Los bancos también están

aumentando sus esfuerzos para proporcionar más

crédito a pequeñas empresas.

Durante los próximos tres años, los bancos pondrán

todo su esfuerzo en extender la base de terminales para

alcanzar a las pequeñas empresas. El Fondo de

Terminalización de la ABM tiene un objetivo de 3.2 mil

millones de pesos (cerca de US$280 millones) para

pagar por la instalación de 250,000 terminales con chip,

libre de cargo para pequeñas empresas. El programa

también contempla la instalación de 50,000 terminales

en estaciones de gasolina, cines y establecimientos de

comida rápida. Se espera que las licitaciones para las

terminales salgan a mediados del 2005.



Venezuela tiene una población de

aproximadamente 26 millones. El PIB actual

alcanzó los US$109 mil millones en el 2004. El

aumento en el precio del petróleo significó un

crecimiento económico real del 17.3% durante el año,

pero esto no fue suficiente para contrarrestar declives

reales durante los dos años previos. El ingreso per

cápita fue de US$5,790 expresado según la PPP en

dólares internacionales en el 2004, un 3.2% más bajo

que en el 2001.


El sector financiero en Venezuela tendría un gran

potencial de desarrollo en una economía estable. Pero

una población joven y un poder adquisitivo bajo

limitan el tamaño del mercado. Actualmente, existe

una liquidez restringida como resultado de los

controles de cambio, pero el aumento en los depósitos

apenas es positivo después de contabilizar la inflación

y se ha dirigido principalmente a las cuentas de acceso

instantáneo. Además, los individuos acaudalados del

país continúan con la tradición de invertir sus activos

en el exterior. La tasa de inflación cayó al 22% en el

2004 del 31% el año previo.


El Banco Central de Venezuela (BCV) es una institución

independiente responsable de manejar la política

monetaria del país y promover la estabilidad de los

precios. Asimismo, es la principal fuente de cambio

exterior del país, en virtud de un acuerdo en el que la

compañía estatal de petróleo, Petróleos de Venezuela

S.A. (PDVSA), está obligada a vender sus recibos de

cambio exterior al BCV. El Banco opera el Sistema

Nacional de Pagos de Venezuela (SNP), incluyendo la

cámara de compensación de cheques y una variedad de

otros servicios de pago.

La Superintendencia de Bancos y otras Instituciones

Financieras (SUDEBAN) supervisa todas las entidades

financieras. Su principal función es monitorear la

conducta de las instituciones dentro de su competencia

y notificar al BCV de cualquier instancia de riesgos que

podrían llevar a la insolvencia.

Bancos

El marco legislativo de Venezuela hace una distinción

entre varios tipos de bancos, incluyendo bancos

universales, bancos comerciales, bancos de inversión,

bancos hipotecarios y oficinas representativas de

bancos extranjeros, así como varias categorías de

entidades no bancarias tales como compañías de

leasing y entidades de ahorro y préstamo. El informe

de la SUDEBAN más reciente para el tercer trimestre

del 2004 indica que hay 43 instituciones bajo su

supervisión, incluyendo 17 bancos universales

privados y 15 bancos comerciales (uno de los bancos

comerciales es propiedad del gobierno).

Cuatro de los bancos universales más grandes

controlan cerca del 61% de los depósitos públicos.

Banco Mercantil, Banco de Venezuela, Banco

Provincial y Banesco cada uno con una participación

de mercado del 14.5% al 15.9%. Cuatro de los bancos

medianos conjuntamente controlan otro 15% del

mercado.

Recientemente, el número de bancos extranjeros

que opera en Venezuela ha disminuido, revirtiendo la

tendencia previa. Banco do Brasil, Bank of America,

ING Bank y JP Morgan Chase todos cerraron sus

operaciones en Venezuela en el 2001 y 2002, alegando

que lo hacían para reducir costos. Cuatro bancos

Venezuela



Venezuela

extranjeros pequeños se vendieron a inversionistas

locales en el 2003, en respuesta al creciente riesgo

político y económico. Ahora hay ocho bancos con una

mayoría de participación extranjera que controlan

aproximadamente el 35% de los activos de banca de

Venezuela. Se estima que la penetración del sistema

bancario era relativamente alta con un 55.4% de la

población en el 2002 y la proporción de la población

con cuentas corrientes era del 33.9%, lo que esta por

encima del promedio latinoamericano.


Los sistemas de pagos de Venezuela se encuentran

actualmente en el proceso de una extensa

modernización después de consultas realizadas con el

sector bancario en 1998. El Banco Central opera dos

cámaras de compensación de pagos, una para cheques

y otra para transacciones de alto valor. El núcleo de

ambos sistemas son las cuentas corrientes que cada

banco o institución financiera mantiene en el BCV,

conocida como cuenta única, que se utiliza tanto para

las liquidaciones interbancarias y el cumplimiento con

los requisitos de reserva. Las instituciones financieras

también utilizan sus cuentas en el BCV para llevar a

cabo liquidaciones de altos valores bilaterales tales

como aquellos para transacciones con tarjetas de

crédito. Después de las consultas que tuvieron lugar

en 1998, el BCV implementó un grupo cerrado de

usuarios SWIFT exclusivo, que las instituciones podían

usar para iniciar transacciones bancarias el mismo día.

Este sistema no opera en tiempo real y el BCV procesa

cada transferencia manualmente. A fin de

contrarrestar esta carencia, siete grandes bancos han

establecido una red privada para comunicar

información sobre pagos.


Los cheques siguen siendo el método más importante

de pago en Venezuela, si bien el uso de efectivo ha

aumentado desde el 2000, cuando los bancos

impusieron un monto mínimo por cheque para

VenezuelaTarjetas vigentesNúmero de tarjetas per capita a fin de año

2000

2001

2002

2003

2004

Débito Crédito

n/a0.10

n/a0.10

0.270.10

0.250.10

0.290.11

Fuentes: Banco Central de Venezuela (BCV);Superintendencia de Bancos (SUDEBAN); Asosiacion Bancaria de Venezuela (ABV)’ Consejo Bancario Nacional (CBN); Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA); Sistema de Pagos Interbancarios (SPI); Banesco

VenezuelaTransacciones con tarjetaNúmero de tarjetas per capita a fin de año

2000

2001

2002

2003

2004

1.60

1.57

1.43

1.24

1.57

Fuentes: Banco Central de Venezuela (BCV);Superintendencia de Bancos (SUDEBAN); Asosiacion Bancaria de Venezuela (ABV)’ Consejo Bancario Nacional (CBN); Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA); Sistema de Pagos Interbancarios (SPI); Banesco

Débito—datos no disponiblesCrédito

VenezuelaValor da las transacciones con tarjetaValor anual de transacción como % del PIB

2000

2001

2002

2003

2004

Débito—datos no disponiblesCrédito

0.01

0.02

0.03

0.03

0.03

Fuentes: Banco Central de Venezuela (BCV);Superintendencia de Bancos (SUDEBAN); Asosiacion Bancaria de Venezuela (ABV)' Consejo Bancario Nacional (CBN); Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA); Sistema de Pagos Interbancarios (SPI); Banesco

desalentar las transacciones de bajo valor. También se

alentó el cambio a efectivo con la implementación de

un impuesto sobre las transacciones bancarias en el

2001. Los cheques se aceptan comúnmente en el país

en parte debido a un sistema relativamente avanzado

de verificación telefónica de fondos, que opera las 24

horas. Este sistema recientemente dejó de

proporcionar servicios de confirmación para cheques

de menos de 20,000 bolívares, lo que aumentó la

popularidad de las tarjetas de cajeros automáticos.

Como resultado de estos desarrollos, el número de

cheques cayó de 4.4 per cápita en el 2000 a 2.9 en el

2004. No hay estadísticas oficiales consistentes

disponibles para sistemas de pagos en Venezuela para

el período 2000-04 cubierto por este informe. Las

estadísticas que se indican en el presente provienen

de una variedad de fuentes, incluyendo un informe de

la SUDEBAN para el 2003.


Desde que el gobierno impuso controles de cambio en

el 2001, el uso de tarjetas de crédito aumentó en

Venezuela, convirtiendo a éstas en el único medio de

acceso a moneda extranjera para la mayoría de las

personas. Las tarjetas de crédito también se pueden

usar para el retiro de efectivo, usando una función de

débito conocida como Domiciliación de Pagos. Esta

función se puede utilizar para iniciar débitos o créditos

directos convenidos con anterioridad o ad hoc a

cuentas en el mismo banco o dentro de una red

privada mantenida por siete grandes bancos. Este

servicio está disponible únicamente para cuentas

corporativas e individuales con un volumen

relativamente alto.

Los 17 bancos universales de Venezuela emitieron

casi el 95% del total de los 2.6 millones de tarjetas de

crédito vigentes a fines del 2003. Solamente los cuatro



Venezuela

Tarjetas de crédito de nivel inicial

En la mayoría de los países latinoameri-

canos, el acceso a crédito tradicionalmente

ha sido un privilegio del que principalmente

goza la sección relativamente pudiente de

la población. Sin acceso a crédito, la may-

oría de las personas elige no tener una

relación bancaria, por consiguiente el

crédito inicial puede jugar un papel impor-

tante en el momento de iniciar a una per-

sona al sistema bancario.

Por lo general, el segmento de personas

de bajos ingresos ha logrado acceso a

crédito a través de minoristas, que por lo

general recaudan pagos en cuotas en el

hogar del cliente. El éxito del pago en

cuotas en el sector minorista sirvió de

modelo para los bancos en toda la región

para llegar al cliente de bajo poder

adquisitivo. La estrategia general ha sido

integrar los pagos en cuotas para compras

individuales a productos de tarjeta de

crédito convencionales. Hay tres tipos

principales de iniciativas:

● El emisor asume el riesgo: El cliente

negocia con el emisor para entablar tér-

minos de pagos en cuota para una com-

pra en particular, y el comerciante recibe

el pago total.

● El adquirente asume el riesgo: El co-

merciante ofrece cuotas fijas y recibe

pagos mensuales, y la cantidad total

está garantizada por el banco

adquirente.

● El comerciante asume el riesgo: El co-

merciante ofrece opciones para las com-

pras en cuotas. El comerciante recibe

pagos mensuales cuando el cliente paga.

Los estudios indican que para el segmento

de bajo poder adquisitivo el flujo de caja

mensual es la consideración más impor-

tante, y que los clientes piensan que los

bancos son excesivamente burocráticos.

Los bancos latinoamericanos han tomado

medidas con respecto a ambas considera-

ciones. En Brasil, por ejemplo, un banco

líder ha simplificado el proceso de solicitud

de tarjetas de crédito, en algunos casos

requiriendo únicamente prueba de identi-

dad, la dirección y un ingreso tan bajo

como un sueldo mínimo. En Perú, los ban-

cos han procurado llegar a nuevos clientes

por medio de sucursales especiales local-

izadas en centros comerciales dentro de

zonas de bajos ingresos.

Asimismo, los bancos están utilizando

mejor la información de las agencias de

informes crediticios concentrándose en la

ausencia de informes negativos, puesto que

muy pocos solicitantes nuevos tienen

antecedentes de crédito. También se han

desarrollado nuevos productos que

estabilizan el flujo de caja. Por ejemplo, un

importante banco en México ofrece una

tarjeta de crédito con pagos en cuotas

basada en un porcentaje fijo del límite de

crédito en vez del saldo pendiente.



Venezuela

bancos universales importantes controlan más del

60% del mercado, lo que resulta proporcional a su

participación de depósitos públicos. Corpbanca y

Banco Exterior, ambos bancos universales, son los

otros grandes emisores, con aproximadamente

250,000 tarjetas cada uno. Ningún banco no universal

tenía más de 50,000 tarjetas en vigencia, según las

estadísticas del BCV.

Todos los grandes bancos universales emiten tanto

productos Visa como de MasterCard. Algunos bancos

también emiten tarjetas de American Express y Diners

Club. También existen varias tarjetas Affinity.

Las tarjetas con puntos de recompensa no son tan

comunes como en otros países, pero algunos bancos

emiten tarjetas de este tipo bajo marcas privadas. Dos

instituciones de ahorro y préstamo, Casa Propia y Mi

Casa, también emiten un pequeño número de tarjetas

de crédito.

Tarjetas de débito

Los bancos emiten tarjetas de cajero automático que

pueden utilizarse en dos redes principales: Suiche 7B y

Conexus. Estos sistemas están interconectados desde

el 2000 y hacia fines del 2002 había 4,302 cajeros

automáticos en esta red combinada. Los bancos

promueven el uso de tarjetas de cajero automático y

de débito porque el costo de procesamiento es más

bajo que el de los cheques. En el 2004 había más de

7.5 millones de tarjetas vigentes. Estas tarjetas tienen

un uso limitado dentro del país, en vista de que

Venezuela aún no tiene un sistema operativo en pleno

funcionamiento para los instrumentos de pago

minoristas o compensación electrónica.

Tarjetas inteligentes y tarjetas prepagadas

Actualmente no se emiten tarjetas inteligentes en

Venezuela. Las tarjetas prepagadas son una oferta

bastante reciente y aún no han adquirido

popularidad. Algunos bancos ofrecen tarjetas

electrónicas prepagadas que se pueden utilizar para

hacer compras por Internet, y otros han comenzado a

ofrecer vales electrónicos. Estos reemplazan a los

cupones impresos y estampillas que utilizaban

algunas compañías para ofrecer beneficios

adicionales a sus empleados. Los vales electrónicos se

utilizan como dinero, pero se aceptan sólo para la

compra de algunos bienes, tales como productos

básicos o gasolina. Las tarjetas prepagadas no están

vinculadas a una cuenta de banco, por lo tanto

cualquiera puede utilizarlas. Se espera que este tipo

de producto despierte el interés de los usuarios por el

concepto de dinero en plástico, lo que a su vez

aumentará la confianza en los sistemas de pagos

electrónicos e incrementará la penetración bancaria.

Las tarjetas prepagadas para un propósito específico

también se utilizan ampliamente para los teléfonos

celulares.


Los créditos y débitos directos se usan extensamente

en Venezuela, especialmente para los pagos de alto

valor. El sistema está limitado por el hecho de que no

existe un sistema de liquidación interbancario

nacional. Siete de los grandes bancos han creado una

red privada, que permite las transferencias directas

entre los titulares de cuenta, pero las transferencias

fuera del sistema demoran 48 horas.


Los funcionarios del sector de la banca alaban la

excelente labor del BCV y, las eficaces consultas que

entabló con la industria en lo que respecta a la rápida

implementación de una nueva cámara de

compensación electrónica (CCE). Los grandes bancos

no se demoraron en hacer las inversiones necesarias

en nueva tecnología y se modernizó

considerablemente la infraestructura en poco más de

un año. El uso de operaciones paralelas durante la

transición a la CCE ha minimizado los riesgos de

interrupciones proporcionando el tiempo necesario

para capacitar al personal de todos los niveles en los

nuevos procedimientos. Los analistas de la industria



Venezuela

también señalan que algunos grandes bancos,

especialmente Banesco y BBVA Provincial,

proporcionaron servicios de consulta a las

instituciones más pequeñas facilitando el período de

transición.

Cuando esté totalmente implementado, el nuevo

sistema electrónico CCE generará beneficios

considerables para la economía y para los usuarios del

sistema. Los cheques se compensarán en 24 horas en

vez de en, las actuales, 48 horas, lo que se traduce en

una reducción de costos para las instituciones

financieras y el BCV. Esto, no obstante, seguramente

reducirá el incentivo para usar productos de pagos

electrónicos. El procesamiento electrónico también

significará un menor riesgo, en vista de que reduce el

tamaño de la flotación y minimiza el riesgo de error

humano. Otro beneficio es un sistema de control más

efectivo tanto para el BCV, que tendrá acceso a datos

pormenorizados, como para las instituciones

financieras.

Los costos más bajos de procesamiento tendrán

como consecuencia comisiones más bajas para los

clientes, lo que se traducirá en una mayor penetración

bancaria; si bien los bancos no han demostrado mucho

interés en orientarse a la población de más bajos

ingresos, según señalan los analistas de la industria.

Los bancos también se beneficiarán con un sistema

de pagos unificado que les permitirá realizar

operaciones interbancarias de una manera rápida y

efectiva en cuanto a costos, permitiéndoles a la vez

ofrecer a los clientes una amplia gama de productos.

Además, el gobierno se beneficiará de una reducción

de costos para las transacciones públicas, tales como

la recaudación de impuestos y pago de los beneficios

del seguro social.

Las mejoras en las comunicaciones interbancarias

aún están en el proceso de implementación y es

demasiado pronto para evaluar los resultados. No

obstante, los analistas del sector financiero de toda

Venezuela dicen que el proceso de consulta y

planificación sin precedentes que comenzó en 1998 ha

creado el impulso necesario para continuar con la

modernización de los sistemas de pagos del país.

El principal obstáculo para la expansión del uso de

tarjetas de crédito es una deducción fiscal del 4% de la

transacción que va al gobierno para cubrir impuestos

del comerciante. Si el comerciante tiene derecho a un

reembolso al final del año, esto se paga como un

crédito contra los impuestos del año siguiente en vez

de como un reembolso en efectivo. Esta deducción se

aplica sólo a las tarjetas de crédito.

El mayor impedimento para la operación eficaz del

sector financiero es la falta de un sistema RTGS. La red

privada SWIFT actual es producto de la tradición del

BCV de soluciones ad hoc, e impone tanto demoras

como riesgos a sus participantes. La creación de un

sistema en tiempo real, combinado con una clara

distinción entre pagos de alto y bajo volumen,

beneficiará enormemente a todas las instituciones

financieras del país.

Perspectiva

La industria de banca venezolana tiene pensado

aprovechar la nueva cámara de compensación

electrónica CCE para introducir productos nuevos y

perfeccionados en el futuro próximo. El más importante

será una expansión del sistema actual de débitos

directos, que actualmente sólo está disponible para los

clientes de alto volumen y sólo a través de ciertos

bancos. Esto ha inhibido la penetración de las tarjetas

de débito y los funcionarios de la industria de banca

aducen que se solucionará a través de las reformas del

sistema de Domiciliación que se integrará a la CCE,

conjuntamente con otras formas de pagos electrónicos.

El primer paso, será poner a disposición de los usuarios

de la banca el servicio de transferencias de nómina

electrónicas, que se espera estén disponibles a finales

del 2005. Estas reformas podrían tener como resultado

aumentos sustanciales en la penetración bancaria y una

mayor velocidad en los pagos.

Se espera que gradualmente las tarjetas de crédito

y débito ganen popularidad a medida que los bancos



Venezuela

transfieran al consumidor los ahorros en los costos y

ofrezcan más servicios. Además, se estima que los

bancos lanzarán campañas poniendo énfasis en la

seguridad que ofrece el uso de los productos de

plástico. Asimismo, están explorando la posibilidad de

lanzar tarjetas de vales para comidas.

Los bancos también planean eventualmente

implementar el sistema US Check 21, que permite la

copia digitalizada de cheques. Esto requerirá cambios

en las reglas bancarias para que las copias de los

cheques tengan el mismo valor legal que el documento

original, de la misma manera que ya se ha hecho en

otros países latinoamericanos. Además de acelerar el

proceso, esta innovación proporcionaría mayor

seguridad a través de una detección más rápida de

actos fraudulentos.



Los sistemas de pagos electrónicos que funcionan

en los principales mercados latinoamericanos se

han modernizado considerablemente desde fines

de la década de 1990, y en la mayoría de los casos su

desempeño es similar al de los países desarrollados. Se

han implementado sistemas RTGS en todos los

sistemas de pagos que se evalúan en este informe (con

la excepción de Venezuela), disminuyendo

sustancialmente el riesgo sistémico. Las cámaras de

compensación de cheques basadas en papel han dado

lugar a sistemas electrónicos y actualmente se están

desarrollando nuevos sistemas basados en imágenes

para permitir el truncamiento de cheques, en algunos

casos a nivel del comerciante. Las nuevas cámaras de

compensación de alto valor, combinadas con

protocolos modernos de comunicación, permiten las

transacciones rápidas de bajo valor entre empresas,

acelerando el ritmo del comercio e impulsando el

crecimiento económico. Además, gracias a la

reestructuración de las cámaras de compensación de

bajo valor se pueden acomodar productos de pagos

emergentes tales como créditos y débitos directos, y la

mayor eficacia del sistema financiero ayuda a los

bancos a introducir nuevos productos de tarjeta de

crédito y débito.

Beneficios para las partes interesadas

La modernización de los sistemas de pagos ha

beneficiado a todas las partes interesadas, así como a

la sociedad en su conjunto, creando beneficios

económicos tales que han permitido un crecimiento

mucho más rápido. La infraestructura de pagos

mejorada es transparente para los clientes, en vista de

que los beneficios inmediatos son aparentes para las

instituciones financieras y gobiernos. Desde la

perspectiva de los clientes y comerciantes, los

beneficios de las mejoras en el sistema financiero se

reflejan principalmente en la forma de productos y

servicios nuevos y mejorados, especialmente

productos de pago basados en tarjetas y banca en

línea.

Beneficios para los clientes

● Una amplia gama de opciones de pago combinadas

con acceso inmediato a depósitos y líneas de

crédito, así como un período de crédito exento de

intereses.

● Mejores herramientas de gestión financiera,

incluyendo acceso a cuentas en línea, confirmación

automática de pago y la capacidad de transferir

fondos entre cuentas electrónicamente.

● Mejor seguridad a través de tenencias menores de

efectivo.

● Conveniencia para los viajeros que usan tarjetas de

pago internacionales y servicio en línea que les

permite manejar sus cuentas cuando están fuera del

hogar.

● Sistemas de control de costos sofisticados para

usuarios de tarjetas corporativas.

● En muchos casos, beneficios de recompensas y

descuentos de programas de lealtad, así como

descuentos de IVA.

● Acceso al sistema de banca y la oportunidad de

establecer antecedentes de crédito para los

individuos de bajos ingresos que usan tarjetas de

nómina, tarjetas de crédito de nivel inicial y otros

productos de pagos electrónicos por primera vez.

● Acceso conveniente, seguro y de bajo costo para las

remesas al exterior.

● Precios más bajos a mediano plazo, una vez que los

Conclusión



Conclusión

comerciantes que logran captar las economías de

escala de las nuevas tecnologías, transfieran al

consumidor la reducción en los costos en las

operaciones minoristas.

Comerciantes

● Un mayor nivel de ventas gracias a una gama de

opciones de pago más extensa que ofrecen tanto

conveniencia (tarjetas de débito) y liquidez

(tarjetas de crédito).

● Procesamiento de transacciones veloz y seguro, con

acceso rápido a un pago definitivo.

● Menores costos gracias a un procesamiento de

transacciones y registro contable automatizados,

incluyendo transacciones post compra tales como

reembolsos e intercambios.

● Mejor protección para la prevención de robos y

fraude gracias a una menor tenencia en efectivo y

sistemas de comunicación más sofisticados.

● Menor riesgo debido a la eliminación de crédito

proporcionado por el comercio.

● Los comerciantes más grandes se benefician con la

capacidad de desarrollar programas de lealtad

personalizados y lograr una relación a largo plazo

con sus clientes. También se benefician con

campañas promocionales patrocinadas por los

bancos emisores.

● Los comerciantes que aceptan tarjetas de pago de

marcas globales cuentan con la garantía de pago de

la organización de la tarjeta, incluso en la

eventualidad de incumplimiento del emisor.

● Los comerciantes en la industria de viajes y turismo

aumentan el nivel de ventas al aceptar tarjetas de

pago de marcas globales de visitantes

internacionales. En particular, los hoteles, las

aerolíneas y otros proveedores de servicios pueden

mantener depósitos, aceptar reservas y pagos en

línea.

Bancos

● Ahorro de costos a largo plazo a través de

operaciones más eficaces de las cámaras de

compensación centrales y sistemas bancarios

internos.

● Riesgos reducidos de los sistemas de RTGS y

mejores sistemas de control financiero internos.

● Las tarjetas de débito reducen el costo de

procesamiento de pagos y riesgo de fraude a causa

de cheques perdidos.

● Menor riesgo en el otorgamiento de crédito a

grupos de bajos ingresos a través de productos de

tarjeta de crédito de nivel inicial que se pueden

reclasificar a un nivel superior de inmediato una vez

que se establezcan antecedentes de crédito.

● Tecnologías de pagos emergentes tales como

tarjetas inteligentes que permiten que los bancos

ofrezcan una gama más amplia de productos a sus

clientes así como una seguridad más sólida.

● Costos más bajos que, eventualmente, se

traducirán en comisiones más bajas para los

clientes, impulsando una mayor penetración del

sistema bancario.

Gobiernos

Los gobiernos, tanto como proveedores de servicios

como guardianes del interés público, son quizás los

máximos beneficiarios de las reformas recientes. La

gran reducción en el riesgo sistémico mejora

enormemente la capacidad de los bancos centrales de

manejar los sistemas nacionales financieros y esto

tiende a optimizar la clasificación riesgo-país. Los

mismos gobiernos se han convertido en usuarios de

los sistemas de pagos electrónicos y también se han

beneficiado con el aumento en el crecimiento

económico.

Una discusión detallada del uso de los sistemas de

pagos electrónicos por parte del gobierno va más allá

del alcance de este informe, pero los sistemas

gubernamentales electrónicos avanzados están

incorporando cada vez más tanto la recaudación de



Conclusión

impuestos y honorarios como la distribución de

beneficios. Por ejemplo, el gobierno de Colombia

ahora encamina algunos pagos directamente a los

destinatarios a través de sistemas electrónicos. El

gobierno brasileño lanzó un nuevo programa de

tarjeta de pago de Visa en el 2001 llamado Cartão de

Pagamento do Governo Federal (CPGF), que

reemplazará aproximadamente 27,000 cuentas de

proveedores individuales. Y varios estados mexicanos

ahora aceptan el pago de impuestos mediante tarjetas

de débito y crédito.

El uso de productos de pago electrónicos por parte

de los gobiernos tiene beneficios múltiples, tales

como: aumento de la transparencia y reducción del

fraude mediante la implementación de sistemas de

comunicación automatizados y un menor uso de

efectivo y recibos impresos. Acelera el flujo tanto de

los ingresos tributarios como de los pagos a los

beneficiarios. Asimismo, demuestra los beneficios de

los productos de pagos electrónicos a los usuarios e

incorpora más gente a la economía formal. Por último,

reduce en gran medida el costo de las transacciones

financieras gubernamentales.

Beneficios macroeconómicos

Algunos de los principales beneficios para toda la

sociedad que surgen del amplio uso de los productos

de pagos electrónicos son una economía más eficaz y

un crecimiento económico más rápido.

La disponibilidad de productos de pagos

electrónicos más rápidos, baratos y seguros aumenta

la velocidad del dinero y reduce la fricción en la

economía. Si bien se puede esperar que intuitivamente

estos beneficios incrementen el crecimiento

económico, los analistas sólo recientemente

comienzan a cuantificarlos. Un importante estudio del

AEI-Brookings Joint Centre for Regulatory Studies,

publicado en septiembre de 2004, ha dejado algunos

aspectos más en claro. Concluyó que un sistema de

pagos electrónicos le cuesta a una nación de la mitad a

un tercio del costo de un sistema en efectivo basado

en papel, y que la transferencia de un sistema de

pagos totalmente basado en papel a uno

completamente electrónico, podría generar

potencialmente un aumento del 1% en crecimiento

real anual del PIB. Si bien ningún país podría hacer un

cambio tan grande en un plazo de tiempo corto o

mediano, incluso la mitad del beneficio se

consideraría sustancial. Además, la mera existencia de

un beneficio social neto además de los beneficios

privados que reciben las partes involucradas

representa una oportunidad clave para que el

gobierno promueva los productos de pagos

electrónicos.

Es muy interesante que el estudio de Brookings

señale que por lo general los minoristas no informan

plenamente el costo de procesar las transacciones en

efectivo, ya que no consideran el costo total de hacer

depósitos que debería incluir la probabilidad de robo,

así como el tiempo requerido para contar el dinero,

preparar los depósitos y visitar una sucursal bancaria.

Los altos costos fijos de la infraestructura y

capacitación relacionados con las formas electrónicas

de pago no puede recuperarse plenamente sin

economías de escala razonables. Esto subraya la

necesidad de que las iniciativas gubernamentales

aseguren que las inversiones cuantiosas realizadas

beneficien al mayor número de personas posibles.

En América Latina hay beneficios macroeconómicos

adicionales que surgen de la capacidad de los

productos de pago electrónicos de responder a

algunos de los problemas particulares de las

economías de la región.

● Las tarjetas de crédito y de débito incorporan a las

personas y a las compañías directamente a la

economía formal brindándoles una alternativa

atractiva al efectivo, especialmente en los países

que ofrecen descuentos del IVA.

● Las tarjetas de nómina aumentan la penetración del

sistema de banca, optimizando aún más la

economía formal.

● Las tarjetas de pago aumentan la eficacia de la



Conclusión

recaudación de impuestos logrando tanto la

participación de los comerciantes como de los

consumidores en un proceso de comunicación

automatizado.

● Las tarjetas de débito y otros productos de banco

para las remesas familiares disminuyen los costos

de las transacciones y aumentan el porcentaje que

recibe cada participante, asegurando que la remesa

ingrese a la economía formal.

Obstáculos

Los países latinoamericanos confrontan varios

obstáculos que impiden el aprovechamiento de todos

los beneficios de los sistemas de pagos electrónicos. El

más importantes de estos es la baja penetración

bancaria. Según un estudio realizado en el 2002 la

penetración bancaria promedio en 16 países

latinoamericanos era del 55.6% de la población, y los

seis países cubiertos por el informe oscilaban del

40.3% en Colombia al 72.2% en Brasil. La proporción

de la población económicamente activa que tiene

relaciones bancarias es más alta, pero no hay medidas

consistentes recientes de este factor en todos los

países. La baja penetración bancaria tiende a

perpetuar hábitos de consumo tales como pagar con

efectivo, que a su vez alienta la economía informal, y

esto es un importante obstáculo para un uso más

eficiente del sistema de pagos electrónicos.

Otro importante obstáculo es el uso arraigado de

cheques, especialmente por parte de los clientes

adinerados. Este fenómeno es más común en Chile,

Colombia y Brasil, donde existe la práctica habitual de

usar cheques posdatados como forma de pago.

Además del hecho de que generalmente es más fácil

obtener crédito con cheques que con tarjetas de

crédito, el uso de cheques en algunos países se

considera un símbolo de status porque demuestra la

capacidad de calificar para una cuenta corriente.

La baja penetración de Internet también afecta la

transición a los pagos en línea. Esto es, a su vez, una

consecuencia de la baja penetración de computadoras

personales. De los seis países estudiados, Chile tiene

la penetración más alta con 238 usuarios de Internet

por cada 1000 personas, seguido de Argentina con

112. La penetración es más baja en Venezuela con 51

usuarios por cada 1000 personas.

Oportunidades

A pesar de estos obstáculos, existen muchas

oportunidades para que los gobiernos e instituciones

financieras tomen medidas para llevar a cabo la

transición a productos de pagos electrónicos. Los

métodos que funcionan en un país no son

necesariamente apropiados para otros y los ejemplos

que siguen no son recomendaciones. Tienen como

objetivo ilustrar las estrategias generales que se

pueden personalizar para las necesidades particulares

de cada mercado.

Los gobiernos pueden liderar dando el ejemplo. Un

mayor uso de los productos de pagos electrónicos por

parte del gobierno para compras, el pago de beneficios y

la recaudación de impuestos y comisiones ofrece una

demostración práctica de los beneficios de estos

productos. Además, la exposición a estos productos de

pagos, para recibir beneficios del seguro social por

ejemplo, ayuda a las personas a familiarizarse con ellos.

Los empleadores y el gobierno pueden fomentar el

ingreso de empleados al sistema bancario requiriendo

que las nóminas se depositen en cuentas de banco, o

de otro modo promoviendo tales sistemas. En muchos

casos, estos arreglos representan el primer contacto

de los empleados con el sistema de banca, y ayudan a

aumentar el nivel de familiariadad con los productos

de pagos electrónicos.

Los gobiernos pueden desalentar el uso de cheques

introduciendo demoras programadas en los sistemas

de compensación de cheques. Los descuentos del IVA

para las transacciones con tarjetas que se han

implementado en algunos países también crean

incentivos positivos para el uso de productos de pagos

electrónicos, si bien su propósito es principalmente

reforzar la recaudación de impuestos de los



Conclusión

comerciantes.

Las instituciones financieras y los gobiernos

pueden continuar promoviendo la introducción de

tecnologías emergentes que permiten sistemas de

pagos sofisticados. Las tarjetas inteligentes, por

ejemplo, reducen el fraude y facilitan las aplicaciones

múltiples. Las instituciones financieras también

pueden trabajar para promover redes de terminales

más amplias para asegurar un mayor uso y aceptación

de los productos de pago.

Por último, los gobiernos pueden tratar de

incrementar la penetración de Internet

indirectamente subsidiando costos de infraestructura

o directamente proporcionando terminales públicas

de Internet o subsidiando compras personales de

computadoras.

Durante la última década, todos los países

analizados en este informe han logrado un rápido

avance en la implementación de sistemas de pagos

modernos, especialmente en el desarrollo de

infraestructuras modernas. Pero aún se puede hacer

más para aprovechar esta nueva infraestructura a fin

de generar mayores beneficios para un número más

amplio de personas.



Los seis países que se incluyen en este informe oficial

han implementado reformas importantes en sus

sistemas de pago durante los últimos años. Todos han

modernizado sus cámaras de compensación de

cheques, y todos excepto Venezuela han implantado

sistemas en tiempo real para las transacciones de alto

valor.

Argentina

El sistema de liquidaciones financieras de Argentina se

modificó considerablemente en 1996, cuando el

Banco Central de la República Argentina (BCRA)

estableció una nueva estructura para que las cámaras

de compensación privadas modernizaran los sistemas

tradicionales basados en papel. El BCRA también

instituyó un nuevo sistema de Liquidación Bruta en

Tiempo Real (Real Time Gross Settlement – RTGS), que

las cámaras de compensación deben utilizar para

liquidar sus cuentas actuales con el BCRA. Asimismo,

se establecieron dos cámaras de compensación de alto

valor y dos de bajo valor.

El sistema RTGS del Banco Central se denomina

Método Electrónico de Pago (MEP). Maneja todas las

transferencias interbancarias, incluyendo aquellas

realizadas en nombre de los clientes, a través de

cuentas existentes que los participantes mantienen en

el Banco Central; no se permiten los giros al

descubierto. El sistema se basa en una cuenta única

tanto para ejecutar liquidaciones como para cumplir

con los requisitos mínimos de liquidez del BCRA. Se

puede tener acceso a estas cuentas en línea en tiempo

real para hacer transferencias directas incluyendo

aquellas para liquidar saldos netos en el mismo día de

las cámaras de compensación. El sistema del BCRA

tiene la peculiaridad de designar a las cámaras de

compensación como de alto valor si liquidan las

transacciones dentro de 24 horas, y de bajo valor si las

liquidaciones toman más tiempo.

Existen dos cámaras de compensación de bajo valor

autorizadas por el BCRA: Compensadora Electrónica

(COELSA), que principalmente atiende las necesidades

de los bancos en la zona de Buenos Aires, y ACH S.A.,

que se concentra en los bancos provinciales. Ambos

sistemas operan de manera similar, compensando

cheques, débitos directos interbancarios,

transferencias y otros instrumentos de pago. Las

transferencias incluyen aquellas realizadas por medio

de Internet y los cajeros automáticos, así como

tarjetas de crédito y de débito. Todos los cheques se

compensan dentro de un plazo de 48 horas. Los

sistemas de ACH y COELSA están interconectados, usan

sistemas tecnológicos similares y se presentan ante

los clientes de banca como una cámara de

compensación nacional única.

Toda la información sobre cheques se capta

electrónicamente y la compensación también se hace

electrónicamente para los cheques por debajo del

límite de bajo valor, por debajo del cual los cheques no

transitan. Esta cantidad se ha establecido actualmente

en 700 pesos, que cubre aproximadamente tres

cuartos de todos los cheques que se emiten en el país.

Los cheques por debajo de esta cantidad siempre se

compensan dentro de un plazo de 48 horas. Los

cheques de más alto valor se intercambian físicamente

entre los bancos. Si bien se utilizan registros

electrónicos para fines de control, no se compensan

hasta que el cheque no se presenta físicamente y se

verifica la firma. Los cheques se compensan en un

plazo de 48 horas en un radio de aproximadamente 60

km de Buenos Aires, pero en otras zonas puede

ApéndiceSistemas de cámaras de compensación


Apéndice


demorar de tres a cinco días. La región de Buenos

Aires representa cerca de la mitad del volumen de

cheques en la Argentina.

Se crearon dos cámaras de compensación de alto

valor después de las reformas de 1997. Interbanking

(CCI), creada en 1998, ofrece servicios a todos los

bancos privados de Argentina. Provincanje, creada en

1999, atiende las necesidades de los bancos

provinciales. Ambas proporcionan servicios de

liquidación netos multilaterales el mismo día. Están

interconectadas y operan de modo paralelo bajo la

coordinación del BCRA. Los participantes deben

mantener el suficiente colateral con el Banco Central

para realizar transacciones.

Brasil

Las reformas instituidas en el sistema financiero de

Brasil después de la crisis bancaria de 1995 hicieron

hincapié principalmente en la velocidad de los

procesamientos. El enfoque se transfirió a la gestión

de riesgo en el 2002 con la introducción del Sistema

de Pagos Nacional (SPB), que incluye un sistema de

liquidación RTGS de alto valor operado por el Banco

Central do Brasil (BCB). El SPB logra una reducción del

riesgo sistémico monitoreando las cuentas de reserva

del Banco Central a lo largo del día y proporcionando

un Sistema de Transferencia de Reservas (STR) en

tiempo real. Actualmente no se permiten los giros al

descubierto a las cuentas de reserva y la compensación

de una transacción se demora si un banco no cuenta

con los fondos suficientes.

Como parte de las reformas del 2002, además del

STR, se implementaron otros cuatro nuevos sistemas

de compensación de pagos. Incluyen un sistema de

liquidación neta interbancario, una red de cajeros

automáticos y dos redes para tarjetas de débito y

crédito. La cámara de compensación de cheques

tradicional COMPE continúa en funcionamiento.

Además de cheques, en Brasil hay tres tipos de

instrumentos de pago interbancarios. El Documento

de Crédito (DOC) es una transferencia interbancaria de

un día para otro hasta un límite de 5,000 reales que

permite las transacciones por Internet y cajeros

automáticos. La Transferencia Electrónica Expresa

(TED) se introdujo en el 2002 como parte del proceso

de modernización y permite las liquidaciones el mismo

día. Los Boletos de Cobrança son facturas impresas

codificadas que permiten que los consumidores las

paguen en un cajero automático, por medio de

Internet o en un banco. El documento físico puede ser

truncado por el banco recaudador, en cuyo caso la

transacción se compensa y liquida electrónicamente.

La Cámara de Compensación Interbancaria de Pagos

(CIP) ha sido concebida para la liquidación de DOCs,

TEDs y boletos electrónicos. Este es un sistema

híbrido, con liquidaciones netas al final del día en

base a órdenes de crédito que tienen lugar durante el

día. Los saldos se liquidan a través de cuentas

“vinculadas” separadas de COMPE en el BCB, y los

participantes usan el STR para mantener un saldo

positivo.

COMPE es un sistema de cámara de compensación

neta multilateral nacional para cheques, DOCs y

facturas (bloquetos). Los cheques se pueden truncar

en virtud de acuerdos bilaterales, mientras que otros

documentos siempre se truncan. Hay dos sesiones

cada día de operaciones para cheques por encima y por

debajo de un valor límite, actualmente de 300 reales.

Los cheques por “encima” de este monto se

compensan el mismo día y los cheques por “debajo” de

esta cantidad se compensan de un día para el otro. Los

saldos netos se liquidan al final de cada sesión por

medio del STR y todos los pagos son irrevocables en

esta instancia.

Chile

La infraestructura de pagos de Chile se ha

modernizado considerablemente después de una

enmienda de 1997 a la Ley General de Banca. La

implementación fue gradual debido a problemas

persistentes de deuda subordinada que continuaron

afectando a las instituciones financieras. En


Apéndice


septiembre del 2002 el Banco Central de Chile (BCC)

inició un gran progreso hacia la modernización.

El Banco Central se encuentra en el proceso de

instituir un nuevo sistema RTGS. Cuando esté en pleno

funcionamiento en septiembre de 2005, el sistema

trabajará en conjunción con una cámara de

compensación privada de alto valor (CCPAV),

administrada por Compensadora Bancaria (Combanc).

Utiliza cheques interbancarios para la liquidación neta

de un día para otro. Para facilitar la implementación,

la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras

(ABIF) ha establecido una cámara de compensación

neta paralela temporal de alto valor llamada Cámara

de Cobranza, que le ofrece a los bancos una manera de

conectarse con el RTGS.

Desde 1985, la ABIF ha operado una cámara de

compensación neta multilateral de bajo valor llamada

Sistema Nacional de Comunicaciones Financieras

(SINACOFI). Este sistema se ha modernizado

gradualmente, pero al día de hoy está automatizado

parcialmente. Los cheques en papel se terciarizan a un

procesador que emite un informe que muestra el total

de transacciones para cada banco. Esto pasa al sistema

SINACOFI, que lo analiza de un día para el otro para su

liquidación la mañana siguiente en la mayoría de las

regiones del país. Se espera que el Banco Central muy

pronto promulgue nuevas normas para permitir la

automatización total, y SINACOFI ya ha instalado un

sistema basado en Internet para facilitar las

comunicaciones en todo el país.

Colombia

El Banco de la República (BanRep), el banco central de

Colombia, estableció el Depósito Central de Valores

(DCV) en 1992. Este es un sistema neto electrónico de

alto valor, en el que las liquidaciones tienen lugar al

final de cada día. A esa fecha también existía un

sistema en tiempo real para instituciones que no

mantenía una cuenta con el BanRep, y en 1998esto se

expandió a un sistema RTGS completo, en medio de

una crisis financiera. Si bien la implementación tardó

tan sólo 15 días, el período de transición fue difícil

porque el sistema no estaba preparado para la

turbulencia causada por la crisis. Las relaciones entre

los bancos y el BanRep se mantienen a través de

cuentas únicas de depósito (CUDs) que se utilizan

tanto para fines de compensación y reserva.

El BanRep también administra una cámara de

compensación neta multilateral automatizada de bajo

valor llamada Sistema de Compensación Electrónica de

Cheques (CEDEC). Los bancos terciarizan los cheques a

compañías de procesamiento que convierten el 90%

de estos cheques a una forma electrónica para ser

transmitidos al CEDEC, que liquida los pagos netos

resultantes a través de cuentas del BanRep. Los pagos

se compensan antes del mediodía del día siguiente a la

presentación del instrumento de pago al CEDEC.

El gobierno ha alentado el uso de productos de

pago electrónico, y el BanREP también administra el

Sistema de Compensación Electrónica Nacional

Interbancaria (ACH-CENIT). Este sistema fue creado a

raíz de la crisis de 1998-99 para fomentar el

desarrollo de productos de pago electrónico,

especialmente débitos y créditos directos, y se enfoca

principalmente en los pagos del sector público.

Actualmente, el sistema esta en proceso de

modernización, pero se espera que este listo a finales

del 2005 y cuando esto pase las liquidaciones se

realizarán en el mismo día.

ACH Colombia, administrado por un grupo de

instituciones financieras privadas, proporciona una

segunda cámara de compensación para los pagos

electrónicos. Se concentra principalmente en

operaciones minoristas y transacciones interbancarias

de alto valor. En el 2004, el volumen total de

transacciones fue de 17 millones. El ACH-CENIT

maneja muchas menos transacciones, pero representa

cerca de la mitad del valor de los pagos ya que se

encarga de pagos gubernamentales relativamente de

alto valor. ACH Colombia recientemente lanzó una

nueva red interbancaria para transacciones basadas

en Internet llamado Pago de Servicios Electrónico


Apéndice


(PSE). El PSE sirve como mediador entre los

comerciantes en línea y los bancos adquirentes, y los

clientes pueden pagar las compras de sus cuentas de

banco o con una tarjeta de crédito.

México

México inició una modernización considerable de sus

sistemas de liquidación de pagos en 1994. En esa

fecha, el Banco de México, el banco central, operaba

tanto un sistema de liquidación electrónico

interbancario y una cámara de compensación de

cheques manual. Uno de los principales objetivos de

las reformas fue reemplazar los cheques de alto valor

con transferencias electrónicas a través del Banco de

México utilizando el sistema RTGS existente, el

Sistema de Atención a Cuentahabientes (SIAC). El SIAC

se había lanzado tres años antes, pero no tiene la

capacidad de incluir instrucciones de pago para

transacciones de terceros.

El Banco de México cerró esta brecha en 1995 con el

lanzamiento del Sistema de Pagos Electrónicos de Uso

Ampliado (SPEUA). Este sistema está siendo

reemplazado actualmente con un sistema mejorado,

incluyendo una nueva plataforma tecnológica que

empezó a funcionar en línea el 1 de marzo del 2005. El

Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI),

también lanzado en marzo, permite las firmas

digitales, integra un protocolo de envío de mensajes

sofisticado y aumenta la capacidad de 5,000 a 20,000

pagos por día. Los participantes pueden liquidar las

transacciones en tiempo real a través del SIAC, o

pueden otorgarse líneas de crédito el uno al otro y

liquidar al final del día. La transacción mínima de

Ps50,000 también se ha eliminado.

Cecoban, la cámara de compensación de cheques de

México se privatizó en 1997 y se lanzó un programa de

modernización de varias fases. Las mejoras incluyeron

un sistema de liquidación electrónico conocido como

Pago Interbancario, que ofrece procesamiento

electrónico para casi todas las transacciones. Los

saldos netos se compensan a través del Sistema de

Cámaras de Compensación del Banco de México

(SICAM), operado por Cecoban. Este es un sistema de

liquidación neto para las transacciones electrónicas,

en el que los saldos se compensan a través del SIAC el

día siguiente a la transacción. En el 2002, el Pago

Interbancario se transformó en TEF y, paralelamente,

se introdujeron los débitos directos (DOMI).

Asimismo en el 2002, se lanzó la primera fase de un

nuevo sistema de imágenes electrónicas y

truncamiento de cheques, comenzando con el diseño

del aspecto del cheque y la introducción de un código

bancario estandarizado de 18 dígitos. La segunda fase

del sistema de truncamiento comenzó en el 2003, con

preparativos para las operaciones de intercambio de

imágenes electrónicas de cheques. Al menos un banco

mexicano ha comenzado el truncamiento de cheques a

nivel del comerciante.

Venezuela

Los sistemas de pagos venezolanos se encuentran

actualmente en el proceso de una modernización

extensa luego de consultas con el sector de banca en

1998. El Banco Central de Venezuela (BCV) opera dos

cámaras de compensación de pagos, una para cheques

y otra para transacciones de alto valor. El núcleo de

ambos sistemas está integrado por las cuentas

actuales que cada banco o institución financiera

mantiene en el BCV, conocidas como una cuenta única,

que se utiliza tanto para liquidaciones interbancarias

como para el cumplimiento con los requisitos de

reserva.

La cámara de compensación de bajo valor usa un

arreglo de liquidación neta multilateral

semiautomatizada. Los cheques se presentan al BCV

físicamente y en un disquete de computadora con

información adicional para las operaciones de cada día

compiladas a las 6 de la tarde. El BCV procesa esta

información electrónicamente y devuelve los cheques

que no pudieron ser procesados a la mañana siguiente

a las 6 de la mañana. Siempre que sea posible, los

bancos resuelven las irregularidades y vuelven a


Apéndice


presentar los cheques al BCV antes de las 2 de la tarde.

El BCV luego procesa los débitos y créditos a la cuenta

del BCV de cada banco para liquidar los saldos netos

entre las 3 de la tarde y las 3:30 de la tarde del

segundo día.

Las instituciones financieras también utilizan sus

cuentas en el BCV para llevar a cabo liquidaciones

bilaterales de alto valor tales como aquellas para

transacciones con tarjetas de crédito. Después de las

consultas que tuvieron lugar en 1998, el BCV

implementó un grupo cerrado de usuarios SWIFT

exclusivo, que las instituciones podían utilizar para

iniciar transacciones interbancarias para el mismo día.

Este sistema no opera en tiempo real, y el Banco

Central procesa cada transacción de forma manual. A

fin de contrarrestar esta carencia, siete grandes

bancos han establecido una red privada para

comunicar información sobre pagos.

Los pagos de alto valor representan

aproximadamente un 90% de los pagos en Venezuela,

pero no existe una distinción clara entre los pagos de

alto y bajo valor en el sistema de cámaras de

compensación del BCV. El Banco Central ha anunciado

planes para establecer una definición para pagos de

alto valor y procesarlos por medio de un canal

diferente. Esto constituirá un paso preeliminar hacia

el establecimiento de un sistema RTGS para pagos de

alto valor, que eventualmente reemplazará la

tecnología SWIFT actual y las redes operadas por

bancos privados. Esto eliminará la flotación de alto

riesgo que actualmente existe tanto en los sistemas

SWIFT, como en el sistema de cheques.

La implementación de una nueva cámara de

compensación electrónica para cheques operada por el

BCV comenzó a principios del 2004 cuando los bancos

empezaron a reemplazar los números de los cheques

con números de cliente de 20 dígitos utilizando tinta

magnética. Conocido como la Cámara de

Compensación Electrónica para Cheques y Otros

Medios de Pagos (CCE), el nuevo sistema también

moderniza la forma en que las instituciones

financieras y el BCV intercambian información,

facilitando todo tipo de convenios interbancarios. El

BCV inició una prueba del nuevo sistema a principios

del 2005, haciendo funcionar ambos sistemas en

paralelo para corregir los errores antes de su

implementación completa, que se anticipa para

mediados del 2005.

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