presidente rajoy: ¿rescate o préstamo bancario?

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Fuente: www.lamoncloa.gob.es

Presidente Mariano Rajoy: ¿rescate o préstamo?


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5 impresiones sobre la comparecencia del presidente Rajoy después del anuncio del "rescate" bancario -‐"suave"

Punto de partida: el Ministro de Economía y Competitividad Luis de Guindos acordó con el resto de miembros del eurogrupo el "rescate" selectivo -‐de hasta 100.000 millones de €-‐ para las entidades bancarias españolas de riesgo. Después de negar, por activa y por pasiva, que el Estado español no solicitaría ningún rescate europeo, una convocatoria informal del eurogrupo y las informaciones que provenían del exterior, el sábado por la tarde se hizo público el acuerdo. El Ministro de Guindos, compareció para leer el comunicado del acuerdo y responder a las preguntas de los periodistas. Con una actitud algo arrogante -‐la primera pregunta formulada por el corresponsal internacional de CNN no fue atendida, ya que era con lengua inglesa, "only Spanish Journalists" fue el argumento del ministro; se superó el trance de dar la cara y responder a preguntas incómodas con una actitud -‐a veces-‐ prepotente. ¿El objetivo era generar confianza? ¿Y el presidente dónde estaba? ¿No tiene nada que decir? La presión sobre el silencio del presidente Rajoy en un momento tan intenso y especial dominó el ciclo de noticias posterior. Y ayer domingo el presidente compareció en Moncloa.

Muy cuidada y solemne. Por primera vez en La Moncloa de Rajoy vemos la importación de un estilo, del que el presidente Obama y la secretaria de Estado Hillary Clinton, también los Primeros Ministros Blair y Cameron son auténticos maestros de ceremonias: se abren las puertas que conducen a un pasillo por delante y el líder sonriente que camina avanzando hacia el atril y las banderas pensadas para encuadrar la imagen. La sensación de movimiento queda visualmente interrumpida porque uno de los colaboradores del presidente, cuando avanzaba hacia el atril, se ha cruzado en sentido contrario y se han dirigido alguna palabra. La percepción que el presidente Rajoy andaba demasiado decidido, impulsándose con los brazos ha hecho que cuando llegaba al atril, haya tenido que ralentizar el paso algo brusco y el momento queda roto cuando una vez llega al atril baja la mirada para aferrarse los papeles. Todavía no está acostumbrado a esta escenografía, pese a ser ideal para anuncios y comparecencias importantes.

1. Puesta en escena


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Los primeros minutos de cada comparecencia son los que marcan el tono y la actitud. El presidente los ha utilizado para intentar coger seguridad y confianza acudiendo allí donde es fuerte: volviendo a explicar el contexto que las personas conocen ya los lugares comunes habituales de la oratoria del presidente. Sobrevolaba pero parecía que no quisiera entrar de lleno en la cuestión que le había llevado a comparecer. Le ha costado sumergirse en el tema. La gestualidad permanente, anárquica y arrítmica de las manos, ahora repicaba y asentía una mano como la otra, así como las continuas miradas -‐ rápidas y nada tranquilizadoras hacia el auditorio-‐ para volver al refugio de los papeles indican de la incomodidad y la fragilidad del líder que busca protección y se abraza al guión preestablecido.

Ha sorprendido la actitud y los argumentos de su discurso: -‐ Cuando son evidentes las contradicciones entre las declaraciones públicas y el resultado en forma de políticas públicas, y las acusaciones de decir blanco y hacer negro son cada vez más evidentes, el presidente Rajoy ha utilizado la máxima #karlroveriana de construir legitimidad y fortaleza argumental precisamente de donde provienen los ataques. En este caso de inconsistencia y poca credibilidad ". El hilo conductor de la intervención ha sido "como ya dije en el debate de investidura", "como ya advertí hace cinco meses". Ha buscado el marco mental referencia de "visionario consistente", de estadista", del "yo ya lo dije", "tengo credibilidad". Este posicionamiento ha quedado cojo cuando ha intentado reforzar la idea marco con los lugares comunes habituales del "vivimos un momento muy difícil", "sabemos muy bien lo que tenemos que hacer" y "vamos en la buena dirección". Ha adoptado una actitud defensiva intentando evitar el debate entre rescate vs préstamo "no voy a entrar en los debates nominales". Precisamente el matrimonio homosexual está en el Tribunal Constitucional por la palabra matrimonio, ¿verdad? Pues sí, los debates nominales son importantes. Por eso apela a "lo ocurrido ayer" un posicionamiento neutral de connotaciones que quiere obviar el debate en torno a la palabra. Anunciar un "día histórico para Europa, el Euro y España", como si de un nuevo Día D se tratara, y la actitud -‐muy española-‐ de sacar pecho y "los pies encima de la mesa" de "he sido yo quien ha presionado" y "he conseguido salvar la situación" le ha restado credibilidad y confianza.

2. Empieza la comparecencia

3. Discurso


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El guión requería más humildad y agradecimiento. Olvidar que te dejan dinero porque tú solo no eres capaz de salir de la situación y encima sacar pecho es más que significativo.

En el turno de los periodistas se le ha preguntado al presidente el porqué de continuas declaraciones públicas de destacados miembros del Gobierno, el propio presidente, la vicepresidenta, incluso el ministro de Economía, negando que el Estado español se planteara pedir en ningún momento ayuda europea para salvar la banca, y que luego los hechos les hayan desmentido. El presidente no ha dudado un instante ni ha parpadeado al decir que "las cosas se hacen así". No hubiera encontrado una mejor definición del concepto #viejapolítica. "¡Por qué sí! ¡Por qué lo digo yo!". Toda una declaración de intenciones. Cierta política, la #viejapolítica, aún cree hoy que todo se reduce a un juego de espías, que se rige por los códigos de actitud de la testosterona excesivamente masculinos: arrogancia, opacidad y poca transparencia, puertas y ventanas cerradas, juego sucio ... Hoy enrocarse en este discurso es un torpedo en la construcción del liderazgo de hoy, una concepción iluminada y tecnócrata del servicio público y argumentos para que la política se aleje aún más de la ciudadanía. Hoy avanzamos hacia un escenario donde aquellas estructuras institucionales sacralizadas en el pasado son más horizontales y se abren a la participación y la decisión transversal. Aunque en su intimidad más interior el presidente crea en este razonamiento, el argumento y la respuesta son indignos y medievales.

El viaje del presidente por unas horas en Polonia para apoyar a la Selección Española de Fútbol estuvo a punto de eclipsar su comparecencia en Moncloa. Insinuar que era un premio por haber conseguido salvar una situación complicada, dejar percibir que se está más cómodo hablando de deportes que de una cuestión esencial y nuclear como es la situación financiera demuestra de nuevo la actitud que esconden los hechos. Una actitud más prudente y humilde hubiera sido quedarse a trabajar en La Moncloa para continuar monitorizando la situación y preparar la semana y enviar al partido de fútbol al ministro de educación Wert.

5. Que la anécdota no eclipse el mensaje

4. No es solo actitud


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Porque sino pasamos de un presidente que no comparece en un momento importante para explicar una decisión con consecuencias relevantes; a comparecer porque la presión ambiental es insostenible; a comparecer 25 minutos para dar la cara al día siguiente, con las prisas por coger un avión para asistir a un partido de fútbol que nos deja imágenes como esta:

Imágenes que generan distorsión y que demuestran que el presidente puede preferir el deporte a gobernar, tomar decisiones y dar la cara para explicarlas. No conocíamos la pasión del presidente de forma tan evidente. Es bueno que así sea, aunque cabe exigirle que sea igual de pasional cuando ejerza sus funciones: negociar con los líderes europeos y dar la cara ante los ciudadanos.

¿Así se genera confianza y credibilidad? ¿Han sido las mejores decisiones? ¿La actitud que hay detrás de cada gesto es la más idónea? A pesar de las trincheras y búnkeres interiores, la información que llega del exterior y la que sale del Estado hacia el exterior hacen caer mitos, obstáculos mentales e ideológicos. El gobierno español queda en evidencia negando realidades confirmadas por la información que viene del exterior y la imagen de triunfalismo y pedantería que sale desde estas latitudes no es el mejor síntoma del trabajo bien hecho. Menos pies sobre la mesa, más humildad y más trabajar.

@aleixcuberes es socio-‐consultor de @ingenia_pro.

Conclusión

presidente rajoy: ¿rescate o préstamo bancario?

News & Politics

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