rachet, guy - ciro, el sol de persia

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  • 8/10/2019 Rachet, Guy - Ciro, El Sol de Persia

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    CIRO, EL SOL DE PERSIA

    por Guy Rachet.

    SINOPSIS

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    Una caravana recorre las fabulosas ciudades del imperio persa hace casi veinticinco siglos. A travs de lashistorias que un narrador cuenta a los viajeros al anochecer, despus de cada etapa, seguimos las huellas deCiro, el Sol de Persia, por las abigarradas calles de Samarcanda por las inmensas estepas de !riente"revivimos as# la vida las aventuras de este gran jefe guerrero, fundador del primer gran imperio universal$un seductor personaje cuo nacimiento pertenece a lo legendario cua dram%tica muerte le sobrevinoluchando contra los que anta&o hab#an sido sus camaradas.

    EL AUTOR

    'u (achet es autor de varios libros de divulgaci)n hist)rica, entre ellos un *+ictionnaire de laciviliation grecque escrito en colaboraci)n, *-a tragdie grecque. !rigine, histoire, dveloppement. Suinters por las civiliaciones grecorromana persa le ha llevado a profundiar en el conocimiento dealgunos temas personajes hist)ricos, como el que protagonia esta e/traordinaria novela, en la que noshace compartir el destino de Ciro, el gran conquistador.

    SA-0A+ise&o de cubierta$ 2erran Cartes 3 4ontse Plassraducci)n$ 'uadalupe (ubio de Urquiaraducci)n cedida por 5ditorial 5daf

    #tulo original$ -e soleil de la Perse

    6 1778 Salvat 5ditores, S.A. 9Para la presente edici)n:6 17;; ?$ ;8@8B@78D@B 9!bra completa:=S>?$ ;8@8B@7B@ 90olumen E=:+ep)sito -egal$ >@87F;@1778Publicado por Salvat 5ditores, S.A., >arcelona

    =mpreso por CAG2!SA. !ctubre 1778Printed in Spain @ =mpreso en 5spa&a

    DEDICATORIA

    Para Jasn,

    D

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    esta historia del ms grande de los conquistadores y del ms generoso de los reyes.

    NDICE

    -a caravana HHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH. 11

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    P(=45(A 05-A+A $ -a ruta de 5cbatana HHHHHHHHHHHHHHHHHH. 17S5'U?+A 05-A+A $ 5l ni&o predestinado HHHHHHHHHHHHHHHHHH D75(C5(A 05-A+A $ 5l hijo de la perra HHHHHHHHHHHHHHHHHHH. BCUA(A 05-A+A $ Un banquete real HHHHHHHHHHHHHHHHHHHH 8IU=?A 05-A+A $ A las puertas de Samarcanda HHHHHHHHHHHHHHH.. 87S5EA 05-A+A $ -a danarina de Samarcanda HHHHHHHHHHHHHHHH. F1S

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    que atraviesan r#os inmensos cuo caudal discurre apaciblemente hacia mares misteriosos. -leva el peinadode los hombres de >actriana, que se mete hacia dentro en la nuca cae en peque&os bucles sobre la frente.-a barba, peinada sencillamente recortada en punta, est% unida al bigote le cubre la parte inferior delrostro, cuas mejillas est%n curtidas por el sol. iene la nari fina recta de los hombres de su raa, losojos alargados hacia las sienes. +e sus orejas descubiertas cuelgan anillos de oro. -leva sujeto de la bridaun caballo de cuello bajo cuerpo alargado, a cuo lomo ha sujetado unos sacos de cuero que constituentodo su equipaje. Se ha detenido en la plaa central, un amplio terrapln accidentado que divide el curso estrecho

    encajonado del Pactolo. -a plaa est% cercada por casas esparc#das de ladrillo crudo, blanqueadas con cal, con tejados de terraas de ca&io. 4%s all% de las casas bajas que dominan los frontones de estilo griegode los templos, el e/tranjero puede ver la cima dentada de la colina que sirve de acr)polis donde reside els%trapa con su corte la guarnici)n persa. Pero su mirada no se detiene en esas alturas. Se dirige haciatodo cuanto le rodea, curiosa ante el espect%culo que ofrecen estos lidios ataviados con ropas ligeras llenas de bordados, cuos cabellos cuidadosamente riados cubren con turbantes c#nicos de tejidos devivos colores. Adornan sus braos piernas con pesadas joas de oro e/tra#do de las aguas del Pactolo,que brilla bajo el sol primaveral, se calan con finos botines de piel, te&idos de pKrpura, lo que acentKaaKn m%s la frivolidad de su atav#o. L-os persas son mu h%biles @se dijo@, pues han conseguido transformar en mujeres a este pueblo, que enotros tiempos diera arqueros tan h%biles guerreros tan vigorosos.M

    +a algunos pasos, hasta el taller abierto de un orfebre. 5ste Kltimo est% sentado delante de una mesa queha colocado afuera, a la sombra de un casta&o, con la auda de un pun)n de un tas cincela unbraalete de oro. 5l e/tranjero le mira durante un instante c)mo trabaja, luego el orfebre levanta lacabea, le e/amina entornando los ojos, le pregunta finalmente en arameo, que es la lengua utiliadauniversalmente en el inmenso imperio de los persas aquemnidas$ @5/tranjero, Ndeseas adquirir alguna joaO Sin duda sabes que nosotros, los lidios, nos hemos convertidoen los mejores orfebres del mundo. @?o sabr#a qu hacer con una joa preciosa @respondi) l@, pero me gusta verte modelar as# el metal, verc)mo se transforma bajo tus h%biles dedos. 5l orfebre ha reanudado su trabajo bajo la mirada del viajero. Una mujer se ha acercado. Comiena pordirigir algunas palabras al artesano en su lengua, luego se vuelve hacia el hombre le dice, en arameo$ @5/tranjero, s bienvenido a Sardes, la voluptuosa. NAcabas de llegar aqu#O @e llegado ho, pero a he estado antes en vuestra ciudad en varias ocasiones, conoco bien vuestrascostumbres. @+ime cu%l es tu nombre de qu pa#s vienes. @4i nombre es >agadates, vengo de la lejana >actriana. >actria la de los ricos vergeles es mi patria,una patria mu querida de mi cora)n, pero que abandon hace a muchos a&os para recorrer el mundo. @Si comprendo tus palabras @replica la mujer@, est%s, pues, desprovisto de esposa o de concubina. @Un hombre como o no puede ocuparse de una mujer. @Sin embargo, es la ocupaci)n m%s agradable... A menos que no seas como esos jonios que prefieren los

    bellos adolescentes a las muchachas de cuerpo fle/ible. @Go no so un jonio @declara sencillamente. @5n ese caso puedo conducirte a los jardines de la diosa Cibeles. Por una piea acu&ada con la figura deun arquero podr%s disfrutar toda la noche de una adolescente mu bella que aer era todav#a virgen.Porque sabes que, entre nosotros, las muchachas se entregan de esta manera a los e/tranjeros de paso parareunir una dote, que les permita a continuaci)n encontrar un esposo que les convenga. Porque ningunamuchacha puede esperar casarse si no dispone de un mont)n de oro. >agadates saca de una bolsa de cuero, plana ligera, una de esas pieas de oro grabadas con la figura deun hombre que tensa un arco, que el re +ar#o fue el primero en acu&ar para que sirviera de monedamarco en todo el imperio, hace de eso m%s de un siglo. @N5s este arquero barbudo el que quieres a cambio de las caricias de esa muchacha que a lo mejor es tuhijaO @pregunta l. -a mujer e/tiende la mano para cogerla, pero l cierra los dedos sobre la moneda dice con una sonrisa$ @5s la Knica que me queda. @(a)n de m%s para gastarla agradablemente @replica la mujer@. Corres el riesgo de perderla o de que tela roben. 4i hija es hermosa, no te arrepentir%s, es fresca como las fuentes que brotan en el molo donde

    B

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    nace el Pactolo. Como este r#o cuo caudal discurre meclado con polvo de oro, mi hija esconde secretostesoros que valen mucho m%s que un miserable d%rico. @0er a tu hija m%s tarde. NPero supongo que conoces bien tu ciudad puesto que eres de aqu#O @e nacido aqu#, mi padre el padre de mi padre eran de -idia. Uno de mis antepasados sirvi) incluso

    bajo el re Creso, quien fue el Kltimo en reinar en este pa#s, ha dejado el recuerdo de ser el pr#ncipe m%sgeneroso m%s opulento de Asia. @5ntonces debes poder decirme si ha alguna caravana que salga pronto de aqu# para dirigirse a Susa porla ruta real.

    @Puedo decirte que ha en efecto una que debe partir ma&ana mismo. G sepas que conoco al jefe. @-lvame entonces hasta l. @NIuin me dice que a continuaci)n no despreciar%s a mi hija prefieras quedarte con el arquero deld%ricoO

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    @?osotros s)lo tardaremos noventa d#as, pues nos saltaremos las paradas cuando estn demasiadopr)/imas entre s#. N+e manera que conoces un nKmero suficiente de historias como para mantenernosentretenidos a lo largo de tantas veladasO @+urante todas las noches todos los d#as de este viaje, aunque furamos hasta >actria o la lejanaSamarcanda. @5n estas condiciones @dijo el sirio, cuo rostro se hab#a iluminado@, ven aqu# al terminar la noche.Salimos poco despus del amanecer. Pero atenci)n, s# no eres capa de cumplir tu promesa, si tus palabrasen ve de encantarnos s)lo destilan aburrimiento, entonces te e/pulso de la caravana te las arreglas para

    llegar a Susa por tus propios medios. @5/tranjero @dijo entonces la lidia@, verdaderamente eres amado por Cibeles. 5lla ha querido que o teencuentre te haga conocer a (aon, quien va a llevarte hasta la ciudad del 'ran (e. G ahora vo aconducirte o hasta los braos de una muchacha encantadora, apenas nKbil, que te har% pasar la m%sagradable de las noches mientras esperas el momento de abandonar la acogedora Sardes. @4ujer, has de saber que la diosa que me ama no es la frigia Cibeles, es la irania Anahita, que vosotros los griegos llam%is Anaitis, la misma que el 'ran (e en persona acaba de recibir oficialmente en sus

    palacios al lado de Ahura 4ada de 4itra, a quienes nosotros los arios adoramos desde que crearan elcielo con la tierra los dem%s astros. Ahora, condKceme hasta tu hija. -a noche no hab#a cedido todav#a el sitio al d#a cuando >agadates, que no hab#a tenido ni ocasi)n nideseo de encontrar el sue&o, se presenta ante la tienda de (aon.

    -os esclavos del sirio est%n ocupados en desmontarla, mientras que otros amarran a los lomos de lasbestias los equipajes las mercanc#as. Al ver que >agadates se apro/ima, (aon se apresura a salir a su encuentro, le saluda a la manera de los

    persas llev%ndose la mano a la boca le dice en un tono respetuoso$ @>agadates, s bienvenido. e hablado de ti aer tarde a Aspadates. Se trata, en efecto, del oficial que teconoce me ha contado cosas mu buenas sobre ti. SegKn parece, fuiste recibido magn#ficamente en lacorte del 'ran (e +ar#o el segundo, el divino padre de nuestro 'ran (e, que te otorg) todos susfavores. a dicho que sabes contar de maravilla la historia del 'ran Ciro, de ese hombre divino que fund)el imperio de los aquemnidas, tambin la de +ar#o, que es el antepasado de nuestros rees actuales. @5so es lo que me ha valido el favor del re @reconoce modestamente >agadates@. G tambin es paracantar las proeas de Ciro ante el nuevo re, ese ArsaQes primognito heredero del Kltimo 'ran (e, porlo que me dirijo a Susa. @-legar%s a Susa, sano salvo en buena salud. e lo puedo asegurar, palabra de (aon... G espero queante el 'ran (e hablar%s a favor del miserable (aon. 34e gustar#a tanto obtener el monopolio delcomercio de la pimienta de las especias de la =ndia para las satrap#as del oeste, Ronia -idia, 4isia Cilicia, Capadocia Armenia @Si de m# depende, obtendr%s lo que deseas @asegura >agadates@. ablar al 'ran (e a favor tuo. (aon da de nuevo las gracias cuando se acerca un hombre que les saluda. -leva una tKnica j)nica, cubresus hombros con un manto corto, su cabellera oscura ondulada con un sombrero de fieltro de alasanchas que sujeta sobre la cabea con una laada bajo la barbilla. >agadates, que ha reconocido en l a ungriego de Ronia, le saluda en su lengua. Al o#r hablar en griego, el rostro del recin llegado, que hasaludado en la lengua de los persas, se ilumina con una gran sonrisa$ @Go tambin te saludo @responde en griego@. NAcaso eres de la sonriente Ronia que hablas nuestra lenguaO @Go so de un pa#s %spero, con llanuras monta&as grandiosas, que se encuentra al lado opuesto deRonia @replica >agadates@. Pero he vivido mucho tiempo entre los jonios entre los griegos de 5uropa. @!s dejo conversar entre vosotros @interviene (aon@. +ebo ocuparme de nuestra partida. Cuando se ha alejado, >agadates dice su nombre, el griego le hace saber$ @4i nombre es Ctesias mi patria es la ciudad de Cnido, la de los dos puertos. So mdico. !curri) que,arrastrado en una revuelta a combatir a los persas, fui capturado, pero mis talentos como mdico hicieronque fuera llamado a la corte del 'ran (e +ar#o ==, el padre de Artajerjes. All# estuve durante una decenade a&os cuidando de la familia real. A la muerte del re, obtuve la autoriaci)n para regresar a mi patria,

    pero he aqu# que el nuevo re me reclama, pues necesita misservicios. Aprovecho la caravana de (aon para regresar a Susa. @0iajaremos, pues, juntos. Conoco bien tu patria, donde am a una sacerdotisa del templo de Afrodita.e conservado un recuerdo mu dulce de esa ciudad que se recuesta sobre un mar de violeta. @ablas como lo har#a un cnidito. 4e sentir feli al viajar en tu compaa. erminan de hablar de esta manera cuando un hombre, que se hab#a acercado a ellos, les saluda afirma$

    J

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    @Creo que viajar en vuestra compaa. (aon acaba de asegurarme que os dirig#s al lado del 'ran (e, aSusa. @(aon no te ha enga&ado @responde Ctesias@. Go so el mdico del 'ran (e. @G o so su narrador @afirma por su parte >agadates con una ligera sonrisa@. Go so lo que los griegosllaman en su lengua un rapsoda, porque suelo acompa&arme tambin de una c#tara para cantar poemas a lagloria de los dioses o de los rees. @4i gloria es mucho m%s modesta @responde el recin llegado@. 4i nombre es 'aumata, 4edia es mi

    patria. !s abandonar antes de Susa para subir las monta&as hasta 5cbatana. 4e conformo con criar

    caballos, a que en 4edia tenemos hermosos pastiales o tengo el honor de proveer de caballos a laguardia del 'ran (e, a esos que llaman los =nmortales. e venido a -idia para adquirircaballos de este pa#s. -levo conmigo hermosos sementales tambin eguas de racia que son fogosas vivaces. Iuiero cruarlas con mis caballos sagarditas que son m%s robustos pero menos r%pidos. @Admiro tus conocimientos de hipolog#a @dice >agadates@. NIu piensas de mi caballoO @Ga me he fijado en l. 5s un hermoso animal. Por su cuello ancho, su cabea fuerte, sus patas m%s bienrobustas, o dir#a que es un caballo sogdiano. @as jugado correctamente. a nacido en las estepas herbosas que se e/tienden entre el !/us elGa/artes, hacia la ciudad que nosotros llamamos Afrasiab, pero que en !ccidente llaman Samarcanda. 5sall# donde lo compr cuando no era m%s que un potro fogoso. @Un d#a ir all# para adquirir caballos de Corasmia de Sogdiana Tafirma el medo.

    Un esclavo rubio, vestido tan s)lo con un taparrabo, se dirige hacia ellos, despus de inclinarse lescomunica que su amo (aon les ruega se unan a la caravana, pues las trompetas est%n a punto de anunciarel momento de la salida. Ctesias se monta sobre un mulo, mientras que 'aumata lo hace a lomos de uno desus sementales lidios. >agadates se contenta con caminar al lado de su montura. Al frente de la caravana acua cabea est% el sirio, se encuentra con el oficial persa Aspadates. Ambos se llevan la mano derecha a la

    boca para saludarse, luego se manifiestan rec#procamente la alegr#a que les produce el volver a verse.5ntonces (aon les presenta a otro viajero distinguido que se dirige, a su ve, a >abilonia. Su nombre es

    ?aburian, se ha hecho merecedor de una gran reputaci)n como astr)nomo astr)logo al confeccionaruna tabla lunar donde ha previsto con gran precisi)n las lunaciones los eclipses. -a caravana se estira a lo largo de la ruta. -os viajeros van en cabea se entretienen hablando de milcosas, bien en arameo, bien en la lengua persa que todos hablan correctamente. -es siguen los camellos los mulos cargados con pesados fardos de los productos comprados en -idia.-as patas de tantas bestias los pies de tantos esclavos que las conducen levantan nubes de polvo a lolargo del camino. >agadates se da la vuelta, dirige una mirada a ese cuadro$ la visi)n de la acr)polis quese difumina en la lejan#a la cola de la caravana que se pierde en un cielo irreal de arena que el propio diosAhura 4ada hubiera podido crear. -a caravana ha pasado cerca del lago 'gues, dominado por las tumbas de los antiguos rees de -idia"se trata de acKmulos c)nicos de tierra que dan la impresi)n de peque&as monta&as, que testimonian elantiguo esplendor de los mermnadas. +esde ah#, la ruta se bifurca para dirigirse hacia el este Pessinonte,ciudad santa de la diosa frigia Cibeles.

    PRIMERA VELADA

    LA RUTA DE ECBATANA

    +espus de una larga jornada de marcha, cuando el campamento ha quedado instalado cerca de losedificios de la posta, cuando cada uno ha recibido su raci)n, cuando las bestias comienan a dormitar bajoel ojo vigilante de los esclavos, los viajeros se apresuran a reunirse alrededor de las grandes fogatas, lasmismas donde se han asado las carnes que ahora desprenden un calor acogedor en la frescura de la nocheque cae lentamente de las estrellas. Cada uno se ha tra#do su alfombra para sentarse frente a >agadates,cuo rostro, que se ha tornado grave, refleja las llamas bailarinas del fuego. Cerca de l se han sentadoCtesias, el mdico de Cnido, Aspadates, el oficial persa. 5nfrente se han instalado 'aumata el medo,

    ;

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    ?aburian el babilonio, !seas de Rudea. 5ste Kltimo, cua familia est% instalada en >abilonia desde que losjud#os de Rerusaln fueron deportados por ?abucodonosor, se ha convertido en uno de los agentesprincipales de la gran firma bancaria de los 4urashou, instalada a su ve en la antigua ciudad sumeria de?ippur" enviado a Sardes para establecer all# una sucursal, regresa a >abilonia despus de haber realiadosu misi)n. a declarado que l tambin quiere escuchar la historia de ese Ciro, el gran conquistador, aque entre la gente de su pueblo goa de gran estima" pues, Nno es quien liber) a los hijos de Rud% de=srael del ugo de los babiloniosO (aon es el Kltimo en llegar a ocupar un sitio en el circulo, acompa&ado

    por el caldeo Simbar, quien se dedica al tr%fico del incienso cultivado en el fabuloso pa#s de Saba, al fondo

    de los desiertos misteriosos de Arabia. 5l silencio cae sobre los reunidos. ?o se oe m%s que el crepitar dela madera devorada por el fuego , a lo lejos, los rumores del campamento el balido de un camello. +espus de un momento de recogimiento, >agadates comiena a hablar con una vo grave ligeramentecantarina, como si en efecto entonase una melopea.

    L5n ese lejano d#a de est#o, hace de eso mucho tiempo, much#simo tiempo, antes de que nacierannuestros padres los padres de nuestros padres, el sol abrasador flameaba en lo alto del cielo p%lido, comosi fuera una hoja de fuego. A lo largo de un camino rocoso, que serpenteaba los campos donde los trigosdorados ondulaban lentamente bajo la brisa que llegaba desde las monta&as, caminaba una larga caravana.Al frente marchaba una peque&a tropa de jinetes. =ban armados con arcos lanas llevaban el vestido

    largo de los lidios, ribeteado de franjas cerrado en el costado derecho. -es segu#an hombres de a pie,mercenarios griegos provistos a su ve de coraas de bronce cascos con penacho, armados conescudos de escotadura, lanas espadas de hoja ancha. 5stos mercenarios rodeaban una litera enganchadaa cuatro mulos a la que segu#an una docena de mujeres a lomos de mulas. A continuaci)n ven#an treshombres, montado cada uno de ellos sobre un mulo" estaban vestidos con el amplio manto j)nico de largos

    pliegues. Un centenar de asnos de mulas porteaban el tren de equipajes, una nutrida tropa de jinetesformaba la retaguardia de este cortejo principesco. Porque, en efecto, era una princesa la que viajaba en lalitera, en compaa de una mujer de edad madura, su nodria. 5sta princesa se llamaba Arenis" era la hijade Alatte, el re de -idia. M5n aquel tiempo, -idia era un reino independiente. Sus dos Kltimos rees, Sadatte Alatte, lo hab#anconvertido en un 5stado poderoso que se e/tend#a por la mitad de la amplia pen#nsula. 5l protectoradoque hab#an impuesto a las ciudades griegas de la costa egea, la e/tensi)n del imperio hacia el este, hastaals, pusieron a los lidios en contacto con los griegos de Ronia al oeste con los medos al este. Porquelos medos tambin eran independientes. ab#an e/pulsado de sus monta&as a los b%rbaros escitas hab#andestruido el poderoso imperio de los asirios. Su re, Cia/ares, hab#a conquistado a continuaci)n numerosastierras hacia el poniente, hasta Capadocia. +urante varios a&os, los medos hab#an guerreado contra loslidios" pero, a pesar de su superioridad numrica, nunca hab#an conseguido e/tenderse m%s all% del als,incapaces de vencer a los r%pidos jinetes lidios queapoaban los pesados hoplitas griegos al servicio de Alatte. G he aqu# que un d#a en el que los dosejrcitos enemigos se enfrentaban una ve m%s, el sol se oscureci) lentamente, devorado por la luna,sembrando el terror divino entre los combatientes. Un dios manifestaba su c)lera con esta se&al$ los dosrees, Alattes Cia/ares, se retiraron cada uno a su capital respectiva despus de haber decidido firmar la

    pa" el curso del als marcar#a la frontera entre los dos imperios. G, a fin de sellar esa pa, se hab#aconvenido que el hijo de Cia/ares, Astage, contraer#a matrimonio con la hija del lidio. Mab#an transcurrido quince meses desde la firma de dicho tratado. Astage hab#a sucedido en el trono aCia/ares, quien acababa de morir. ab#a sido necesario que pasara todo ese tiempo para que la joven

    prometida estuviera en edad de dejar a su familia, para que preparase su ajuar. Pues, aunque fuera hija dere, como hac#an las mujeres de los griegos de los pueblos vecinos, hab#a tejido ella misma sus vestidos hab#a bordado sus propias telas con la auda de sus sirvientes. 5n el momento en el que hemos sorprendido a la caravana principesca, hac#a cuatro meses que hab#asalido de Sardes. -a ruta atravesaba llanuras sin fin monta&as cuas cimas roaban el cielo" estasregiones estaban bajo el control de los medos, pero en todas partes pesaba la amenaa sorda de esas tribussaqueadoras que en cualquier momento pod#an descender de las pendientes rocosas del C%ucaso, losurarteos los armenios. -a caravana llega finalmente a la gran llanura de 5cbatana, la capital del imperiomedo, en ese d#a de la can#cula estival. MAlatte hab#a confiado el mando de la escolta a un oficial de val#a, pero hab#a delegado la embajada noen un lidio, sino en un griego de Ronia. 5ra oriundo de 4ileto, una de las ciudades comerciales m%s

    7

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    opulentas de esa costa, tambin la de los ciudadanos m%s emprendedores puesto que han fundado unnKmero importante de factor#as, particularmente alrededor del Ponto 5u/ino, ese mar septentrional porcuas orillas nomadean las belicosas tribus escitas. 5s l, el jonio, quien fustiga a su mula por delante delos otros dos griegos que le acompa&an" uno de ellos, Polas, hacia las veces de intrprete, pues hablabaigual de bien el dialecto j)nico, que era su lengua materna, como el lidio el medo. L5l embajador e/traordinario del re de -idia estaba considerado como uno de los hombres m%s notablesde su tiempo. +e buena estatura, delgado enjuto, ten#a el rostro curtido por los vientos del mar deldesierto, a que hab#a viajado durante mucho tiempo por 5gipto por toda la pen#nsula de Anatolia. ab#a

    aprendido de los sacerdotes de los sabios de los pa#ses visitados las lees de la tierra del cielo, lasmatem%ticas la astronom#a. -os jonios los milesios todav#a le elogian como a uno de los maores sabiosde todos los tiempos. -e ped#an consejo tanto para la pol#tica como para el comercio. Porque era tan vastasu ciencia, su inteligencia tan penetrante, que hab#a demostrado que era capa de hacerse rico con s)loestas cualidades. abiendo previsto que la cosecha de aceitunas de un a&o seria particularmenteabundante, hab#a comprado todas las prensas de la regi)n, de manera que hab#a tenido el monopolio de laventa del aceite. Su nombre era ales. LA medida que avanaba la caravana, los hombres las mujeres que cosechaban en los campos con laauda de hoces, se precipitaban hacia la carretera para ver pasar el cortejo$ sab#an que era el de la

    prometida de su re se postraban a su paso. M5n el horionte que temblaba en la c%lida lu apareci) 5cbatana al cobijo de monta&as elevadas, el

    poderoso macio del !rontes, como si fuera una joa en un estuche de oro. Pronto se precisaron loscontornos de la ciudad, que se despliega por la llanura, que domina la fortalea real. -as habitaciones deladrillo crudo, descolorido por el paso del tiempo por las intemperies, constituen masas oscuras de lasque surgen algunos %rboles, el sauce, el avellano el pl%tano oriental. Pero lo que atrae sobre todo lamirada son las imponentes fortificaciones de la ciudadela que domina desde un alto la ciudad. 5staciudadela est% protegida por siete recintos coronados de almenas reforados por mKltiples torrescuadradas que se desparraman por las murallas. -os recintos est%n escalonados, de manera que las torres las almenas de cada uno de dichos recintos parecen dominar el anterior, elevarse aKn m%s. G, para realarcon maor fuera esta impresi)n, las almenas de cada uno de los recintos est%n pintadas con coloresdiferentes$ blanco para el recinto e/terior, negro para las almenas del segundo, pKrpura para las deltercero" un aul luminoso se&ala la cuarta muralla, un rojo flameante adorna las almenas del quinto" elcolor plata est% reservado para el se/to recinto, el Kltimo, el que encierra Knicamente el palacio real,

    brilla con todo el esplendor del color oro. ales se volvi) entonces hacia Polas le dijo$ M@5n verdad es un espect%culo asombroso el de estas almenas abigarradas que se erian en el cielo. K,amigo m#o, que has estudiado con los babilonios que has habitado a en la corte del re de los medos,qui% sepas tK por qu el fundador de esta ciudad ha impuesto a sus sucesores el cuidado de conservar loscolores de todas estas piedras, lo que sin duda e/ige un trabajo permanente de mantenimiento. LPolas se llev) la mano a los ojos a modo de visera para poder escrutar mejor el horionte, al cabo deun rato respondi)$ M@-os medos aseguran que cuando +ejoces, el primero de sus jefes que se hio reconocer el t#tulo de re antepasado del actual soberano, mand) edificar esta ciudadela hace ahora m%s de un siglo, pidi) consejoa los adivinos babilonios. +ebes saber que los babilonios pretenden que los lugares de la tierra encuentrensu reflejo en los elementos celestes. As#, afirman que la constelaci)n que nosotros llamamos la !sa 4aorrepresenta la ciudad mesopot%mica de ?ippur, que el templo de 4arduQ en >abilonia es la imagen delcuadrado de Pegaso. Por lo mismo, +ejoces quiso que su ciudad fuera la representaci)n de las estrellasm)viles que nosotros llamamos planetas. 4arduQ, que es el mismo que nuestro eus, es el astro blanco" esel dios supremo de los babilonios, por ello encierra a todo el resto del universo como el primer recintocontiene a los otros seis. 5l negro es el color de Saturno, cuo nombre significa en babilonio el que dura, elque es eterno como el tiempo. 5l pKrpura es el color del planeta 4arte, que nosotros llamamos Ares" paralos babilonios es el astro rojo, lo han asimilado a ?ergal, el dios de los mundos infernales. ?uestra 0enus,estrella de Afrodita, es la diosa =shtar, el aul es su color, mientras que el naranja simbolia a ?abK,similar a nuestro ermes" es el dios de la escritura de los letrados, los babilonios consideran que es el

    primero de los bibbou, trmino con el que designan a los planetas. Por Kltimo, la plata es el s#mbolo de la-una que es el dios Sin, el oro es Samas, el sol de justicia.M

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    Al escuchar las e/plicaciones que el narrador pone en boca del griego, ?aburian mueve la cabea ense&al de satisfacci)n. >agadates le ha mirado antes decontinuar.

    L5ntonces ales se sorprendi) de lo que le dec#a Polas a prop)sito de +ejotes como fundador de5cbatana. L@Sin embargo, o he o#do decir @continu) diciendo@, que fue esa gran reina conquistadora, Semiramis,quien coloc) los cimientos de la ciudad quien le dio el nombre de Amadana. A ella se le deben incluso las

    fuentes que adornan esta ciudad. N?o se dice que para ello acept), gracias a un ingenioso canal, el agua deun r#o que brotaba de un gran lago situado en el cora)n del monte !rontesO N?o se le atribue a ella laconstrucci)n de varios edificios de un palacio magn#ficoO LPero el h%bil Polas le respondi) lo siguiente$ L@?o ha ninguna contradicci)n en ello, a que o creo que este +ejoces s)lo constru) la ciudadela. Unemplaamiento tal en este gran valle frtil, al pie de esta monta&a rica en pastos en cursos de agua, en laencrucijada de rutas que conducen desde las ricas comarcas del sur del agros hasta las regiones del norte del levante de donde llegan tantos productos importantes, es dif#cil que haa sido descuidado durantemucho tiempo por los hombres cuando empearon a agruparse en ciudades. ?o s)lo me parece que5cbatana data de tiempo de Semiramis, sino incluso de antes. LSe callaron al ver que se levantaba sobre la ruta, a la salida de la ciudad, una nube de polvo que

    envolv#a en su velo irisado a un grupo de jinetes. M@Ga era hora de que el re Astage delegase una guardia de honor para recibir a su prometida @observ)ales. MSeguido de Polas, hostig) a su mula para ponerse a la cabea del squito, cerca del oficial quecomandaba la tropa lidia. Pronto, el comandante de los jinetes medos, ataviado con el turbante redondo,con la barba la cabellera riadas con hierros, pantal)n amplio carcaj plano atado a la cadera iquierda,se par) ante los lidios les salud) en su lengua. Polas le contest) en nombre de sus compa&eros sedispusieron a seguir a los medos para llegar hasta el palacio real. -a ciudad baja estaba abierta, perodespus las puertas cuadradas, fortificadas protegidas con torres, que se abr#an en la fachada de cadamuralla, estaban custodiadas por destacamentos de jinetes de arqueros. As# cruaron las siete puertas,cada una de las cuales estaba unida a la otra por una calle larga rectil#nea bordeada de casas demonumentos pKblicos. -a Kltima daba acceso al palacio propiamente dicho. Se trataba de un conjuntogigantesco de patios, de p)rticos columnados de amplias salas con suelo de m%rmol techo de madera,

    protegido por tejados inclinados de tejas de arcilla. 5l palanqu#n se hab#a detenido" Arenis descendi)audada por sus sirvientas. -levaba un largo vestido lidio completamente bordado que ca#a sobre los piesen finos plisados" escond#a su cabellera su rostro en un amplio velo, de manera que lo Knico que se leve#a eran sus ojos negros. 5l comandante de la guardia lidia la tom) de la mano encabe) con ella lamarcha por delante de ales Polas. Un chambel%n los condujo hacia la sala del trono donde lesaguardaba el re. L-a sala era tan grande que el h%bil arquitecto hab#a tenido que multiplicar las columnas de piedra defuste liso, coronadas por capiteles de volutas, para sostener el techo. Una alfombra cubr#a la distancia entrela puerta los pelda&os del trono, a ambos lados se alineaban los guardias medos que manten#an la lanarecta delante de ellos. Astage estaba sentado en un trono con respaldo, cuas patas imitaban las del le)n, cubierto por un grueso coj#n adornado a su ve con franjas flecos en las cuatro esquinas. 5l re llevabaun amplio vestido plisado, con mangas anchas, sosten#a en la mano iquierda una flor de loto en laderecha un largo bast)n tallado que apoaba en el suelo. Sus pies, calados con finas botas doradas,reposaban en un taburete cubierto de pKrpura. +elante del trono se encontraban dos peque&os altarescil#ndricos parecidos a las columnas torneadas donde ard#an fuegos perpetuos. +etr%s del asiento estabanvarios dignatarios guardias portadores de lanas. MUna ve les hubo anunciado el chambel%n, los visitantes avanaron hasta elpie del trono al que seacced#a mediante dos escalones de p)rfido, luego, siguiendo la costumbre de los medos, Polas se llev)la mano derecha a la boca al tiempo que inclinaba ligeramente el torso, pues as# se adoraba al re de losmedos como luego se har#a con el 'ran (e de los persas. 5l comandante lidio ales le imitaron, entonces Polas esper) a que el re interrogase para presentarle a su prometida, quien, a su ve, se inclin).5ntonces Astage se levant), se acerc) a la princesa le desat) el velo para descubrir su rostro deluminosa te. 5lla baj) pKdicamente los p%rpados mientras que el re alababa su bellea, dec#a$

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    M@u padre Alatte es dichoso, en ti me hace entrega de una prenda de eterna amistad$ a queresplandeces como la perla que se oculta en el cora)n de la ostra nacarada, en el fondo del mar de las=ndias" tus ojos tienen el destello oscuro de los carbKnculos de 5tiop#a que arden con un fuegoconcentrado" en tu rostro se meclan armoniosamente la blancura del lirio de 5gipto el tinte de lasrosas del pa#s de los persas. M+espus de pronunciar estas palabras, subi) de nuevo a su trono mientras que Polas se las traduc#a aArenis, cuo rostro se arrebol). Por mediaci)n de su portavo, el re orden) que la princesa fueraconducida a sus apartamentos junto con las mujeres de su squito. Pidi) entonces noticias de su hermano,

    el re de -idia, luego dej) que ales le presentara todos los tesoros que enviaba Alatte a su futuroerno, en concepto de dote de la princesa. MCuando conclueron las ceremonias oficiales, el re pas) a sus apartamentos privados pidi) a ales a Polas que le acompa&aran. Una ve all#, les invit) a sentarse en sendos taburetes mientras que l mismose instalaba en un alto sitial. ab#a convocado a los sacerdotes del fuego propios de los medos, a los questos llaman magos en su lengua. M5ntonces se dirigi) al sabio de 4ileto$ M@ales @le dijo@, la fama de tu ciencia ha llegado hasta nosotros s que has sido capa de predecir esadesaparici)n del d#a que tuvo lugar el Kltimo a&o cuando los ejrcitos de mi padre los del re de -idia seenfrentaron una ve m%s. M@Se&or @le respondi) ales@, los griegos le llamamos a eso un eclipse. Se trata de un fen)meno natural

    provocado por el paso de la -una entre la ierra el Sol. M4ientras, el re Astage le miraba moviendo la cabea. 5scuchaba con atenci)n la traducci)n que leproporcionaba Polas de las palabras de ales. Al final de las mismas, su rostro mostraba preocupaci)n, e/clam) sorprendido$ M@NPretendes decirme que los planetas no son dioses como afirman los babilonios, que se mueven no

    por voluntad de las divinidades, sino por movimientos naturalesO 5so es una gran locura a que, Nc)mopodr#an moverse si no los animara alguna divinidadO M@5s posible que haa dioses que mueven los planetas como ha un dios que rige el conjunto deluniverso @replic) ales@. Pero los planetas en s# mismos son cuerpos s)lidos, como la ierra. G cuando uncuerpo s)lido pasa por los raos del Sol, proecta una sombra. G esta sombra se e/tiende por toda la fade la ierra cuando se produce un eclipse del Sol. MAstage permaneci) un momento meditativo antes de hablar de nuevo$ M@ales, el m%s sabio de los hombres, desear#a conocer tu opini)n sobre un sue&o que he tenido hace aalgunos meses que me causa gran inquietud. Males le mir) respondi)$ M@a sue&os enviados por los dioses que nos anuncian fortunas o desgracias futuras, pero ha otros queno son m%s que invenciones de nuestra imaginaci)n que continKa trabajando mientras dormimos. M@51 sue&o del que o hablo ha sido enviado por un dios @replic) el re@" mis magos, a quienes heconsultado a prop)sito del mismo, me lo han asegurado. Iui% sepas que de la primera mujer con la quecontraje matrimonio cuando no era m%s que el pr#ncipe heredero, tuve una hija. 4andana es su nombre$naci) hace ahora catorce a&os, desde hace dos a es nKbil. Pues bien, una noche del invierno Kltimo,mientras o dorm#a, vi que se pon#a en cuclillas a orinar. G de su vientre brotaba tanto l#quido que inundabatoda mi capital se e/tend#a luego por Asia entera. NIu dices tK de un sue&o tan e/tra&oO Males refle/ion un instante luego anunci) con firmea$ M@Se&or, si este sue&o te lo ha enviado un dios, significa que del seno de tu hija saldr% un hombre que nos)lo te destronar%, sino que adem%s conquistar% toda Asia. @5so es lo que me han asegurado los magos @le confirm) Astage@. G tK, Nqu me aconsejas entonces quehaga con mi hijaO Males le mir) dijo$ M@(e, Nno sabes que no se puede ir contra la voluntad de los diosesO N?o sabes que nuestro destino est%traado en el cielo que nada puede cambiarlo, en cualquier caso, desde luego no la voluntad ajenaO MAs# habl) el griego. M@Podr#a ordenar que matasen a mi hija, o incluso que la encerrasen en una torre hasta el fin de sus d#as@sugiri) el re. Males quiso entonces defender a la muchacha dijo$ M@NSer#a sa una actitud digna de un gran reO N5l temor te empujar#a a mostrarte hasta ese punto cruelcon la carne de tu carneO Piensa que s)lo se trata de un sue&o que podemos interpretarlo mal. Por un

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    sue&o, por un error de juicio, Nte atrever#as a condenar a tu hija que merece vivir conocer la felicidadentre los braos de un esposoO MAl o#r estas palabras, el re se regocij) respondi)$ M@ales, me alegra escuchar tu juicio a que reuma sabidur#a. Pero entonces, dime Nqu debo hacerO Lales no se apur) ante semejante pregunta, contest)$ L@-a sabidur#a ordena que dejes que los acontecimientos se desenvuelvan de acuerdo con la voluntad delos dioses. C%sala, a que una joven no debe quedarse sin esposo, djala que viva como hubieras hechode no haber tenido ese desgraciado sue&o.

    L@5scucha lo que quiero hacer @le dijo entonces el re@. ?o la vo a casar con un noble medo, pues l notardar#a en querer igualarse a m#, su hijo tendr#a desde su nacimiento un poder#o susceptible de derribarel mio. ampoco la entregar a un re poderoso, ni al re de 5gipto, Apries, ni tampoco a ese

    ?abucodonosor que ha sometido a a su rudo ugo a los rees de las ciudades de 2enicia, al de las deRudea, a los de los %rabes de +amas. Para l seria un prete/to demasiado bueno para reivindicar micorona. L@4uestras as# gran sabidur#a @asegur) ales@. Pero tampoco puedes darla a un simple particular, a unode tus sKbditos oscuros, a que debe conservar su rango real. LSe trataba de otro sabio consejo, al que el re respondi)$ L@5so es lo que he pensado o tambin. Por ello he decidido casarla con uno de mis vasallos, con elreeuelo de esas tribus de Persia. Posee algunos bienes, su autoridad real es m%s que endeble, me hace

    llegar todos los a&os su tributo en forma de ganado. iene costumbres agradables desciende de unaantigua familia, aunque me pareca que es de condici)n inferior a la de un medo noble. +e esa manera, mihija llevar% el t#tulo de reina, pero no correr el riesgo de que su esposo me cause molestias. Lales le record) entonces que no era el marido, sino el hijo de su hija quien supon#a una amenaa parasu corona. G Astage le respondi)$ L@?o lo olvido. Por ello, si se queda encinta, quiero que venga a dar a lu a mi palacio para poder decidirsobre el destino de su hijo. M@(e @declar) entonces ales@, es un asunto tuo decidir en semejantes circunstancias, pero te ruegoque evites ser cruel, sobre todo con tu propia sangre" a que ese ni&o no ser% otra cosa que tu nieto. G silos dioses quisieran que no tuvieras un hijo var)n de tu nueva esposa, seria l entonces el herederoleg#timo de tu trono. G a lo mejor eso es lo que significa tu sue&o. L@4is magos se han mostrado firmes @asegur) el re@. 5ste sue&o no indica una sucesi)n leg#tima, sinouna usurpaci)n de mi trono" tK mismo lo has reconocido igualmente. 5so es lo que representa lainundaci)n de 5cbatana por el torrente que saldr% del vientre de mi hija. Asimismo, o ver la forma m%sconveniente de actuaci)n para dominar ese torrente desviar de m# la c)lera divina. MAs# habl) el re de los medos.M >agadates ha levantado la mirada hacia el cielo luego se ha callado. 5ntonces interviene Ctesias$ @>agadates, amigo m#o @dice@, si he comprendido bien Npretendes que el Ciro que va a nacer de 4andanaser#a, pues, el nieto del re de los medosO @5so es lo que se cuenta. @Por mi parte, tambin he o#do decir que en realidad no e/ist#a ningKn v#nculo con ese re, que lmismo no le reconoc#a como antepasado suo. Se dice que dicho parentesco es un cuento inventado porlos medos para dar sangre de su pueblo a ese re de quien se ha asegurado incluso que no ten#a ni una gotade sangre real persa, de ese clan de los aquemnidas que ha dado la dinast#a establecida por +ar#o en eltrono. @35so no son m%s que mentiras para rebajar a los medos @Protesta 'aumata. @Iue nuestro Ciro no tuviera sangre meda @declara a su ve Aspadates@ es mu posible, pero o sostengoque ha sido uno de los rees leg#timos de la familia de los aquemnidas que era sin duda hijo deCambises, re de An%n de los persas, como l mismo dej) dicho en una inscripci)n real. @+e todo esto s)lo sabemos lo que cada cual quiere creer @afirma >agadates en tono sentencioso@. Pormi parte, tengo la impresi)n de que en las venas de Ciro se meclaban las sangres reales de los medos delos persas. 5s tarde" las fogatas se han consumido lentamente, a no son m%s que brasas. -a lu lunar alumbra lascimas de las monta&as que se recortan en el cielo oscuro. Para no romper la magia del cuento o para

    prolongar la historia como un sue&o, todos los viajeros se retiran sin hacer ruido, suavemente.

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    SEGUNDA VELADA

    EL NIO PREDESTINADO

    +urante todo el d#a, los viajeros han esperado la llegada de la noche, impacientes como ni&os porrecuperar la atm)sfera apacible de la v#spera la continuaci)n de la historia. ?o obstante, >agadates se hatomado el tiempo que le ha hecho falta antes de reanudar el hilo de su relato. Una ve instalado en sualfombra, se decide por fin a narrar. G dice$

    V51 palacio real de 5cbatana se hab#a sumido en el silencio, en ese silencio que antecede una esperainquieta. ?adie se atrev#a a levantar la vo, nadie se atrev#a tampoco a presentarse ante el re. Astageestaba postrado en un sill)n, con aire ausente, absorto en sus pensamientos, desgarrado en su interior porla decisi)n que se iba a ver obligado a tomar. Mab#an transcurrido cerca de cuatro a&os desde que ales estuviera en 5cbatana con la embajada queconduc#a a la hija de Alatte. Astage se hab#a casado con ella en medio de unos esponsales magn#ficos,

    pero ella no le hab#a dado ningKn hijo. ales hab#a regresado a 4ileto, 4andana se hab#a casado a su ve

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    con ese mediocre soberano del clan de los aquemnidas, Cambises. (einaba este Kltimo sobre un estadodbil peque&o, pero que hab#a conocido durante un tiempo su hora de gloria, antes de que las distintastribus arias, los medos los persas, se enfrentaran en las cimas del agros" dicho reino llevaba el nombrede su capital, una ciudad de monta&a cuo origen se pierde en la noche de los tiempos$ An%n. 5l reino see/tend#a por regiones monta&osas al sudeste del 5lam al noroeste del Parsa. 5ste Kltimo, al que los

    persas han dado su nombre, era el dominio del t#o de Cambises" pero Cia/ares hab#a depuesto a este reintegrando su peque&o estado al imperio medo. -o cierto es que antes de que hubiera transcurrido un a&odel matrimonio de su hija. Astage hab#a tenido de nuevo un sue&o inquietante$ hab#a visto salir del vientre

    de su hija una vi&a cuas ramas se hab#an e/tendido lentamente por toda Asia. ab#a ordenado deinmediato que acudieran los magos de la corte, los que le hab#an puesto en guardia contra el ni&o quehab#a de nacer de la uni)n del persa de 4andana. ab#a enviado entonces una fuerte escolta a laresidencia de su hija en An%n para que la trajeran de vuelta al palacio de 5cbatana. 4andana se hab#a vistoobligada a ceder a las )rdenes de su padre, contra su voluntad. Su esposo, el humilde Cambises, se hab#avisto a su ve obligado a dejar que se alejara llev%ndose la prenda de su amor. Pero el temor no estaba ensu cora)n, pues ignoraban las inquietudes de Astage. L?ada m%s llegar 4andana al palacio de 5cbatana, Astage la rode) de numerosas sirvientas, perotambin de guardias de confiana para que no intentara escaparse una ve llegado el parto. Pero por quhubiera pensado en escapar, a que en modo alguno pod#a suponer que su padre alimentase pensamientoscriminales a prop)sito de su propio nieto.

    L+e modo que, ese d#a, se aguardaba el nacimiento en cualquier momento eran muchos los que tem#anque si la reina alumbraba un ni&o var)n, ste estaba irremisiblemente condenado. S)lo 4andana loignoraba, pues nadie hab#a tenido el valor de hacerle saber los temores del re de su decisi)n. Cre#a quesu padre le hab#a mandado venir de An%n para recibir en su palacio al que qui% estuviera destinado asucederle en el trono. MG Astage aguardaba mientras se reafirmaba en su voluntad de suprimir a un ser que un dios enemigo

    parec#a querer suspender sobre su cabea como una amenaa. 4andana viv#a retirada en los apartamentosde las mujeres, de manera que el re no hab#a o#do ningKn grito, ni el del recin nacido, ni el de las mujeresque lo recibieron con e/clamaci)n de jKbilo por parte de las que ignoraban el destino que le reservaba suabuelo, con lamentaciones por parte de las que sab#an que apenas tendr#a tiempo de ver la lu del d#a. L?o obstante, le llevaron al re el ni&o despus de asearlo vestirlo regiamente, como corresponde aldescendiente de un soberano. -a nodria encargada de alimentarlo de su pecho se lo present) a Astage,quien levant) la cabea. Contempl) al ni&o largo rato. Se quit) del cuello un pectoral, que era una placafina de oro h%bilmente cincelada por los mejores orfebres de la ciudad representando una escena de caareal. Coloc) el pectoral sobre el pecho del ni&o, como un ajuar para acompa&arle al otro mundo, deposit) encima un magnifico pu&al con mango de marfil, enfundado en un estuche de oro cincelado. Acontinuaci)n tom) al ni&o de manos de la nodria, a quien despidi). Pero inmediatamente despus, mand)llamar a su m%s fiel servidor, un hombre de alto linaje, emparentado con el propio re, confidente de todossus pensamientos, a quien hab#a hecho su intendente. Se llamaba arpage. 5ste Kltimo se present) anteel re se llev) los dedos a los labios, luego comen) a felicitarle, como si l fuera el padre, al tiempoque disimulaba la inquietud que le invad#a, a que sospechaba los proectos de su real se&or. L@arpage @le respondi) el re suspirando@, mejor seria que te compadecieras de m# que no que mefelicitaras. Si te he mandado venir ha sido para poner en tus manos un grave asunto. -#brate detraicionarme de perderte a ti mismo eligiendo a otro. e aqu# el ni&o que 4andana acaba de traer almundo. LAl ver al recin nacido con dichos adornos, arpage sinti) temor, a que comenaba a sospechar lo queel re le iba a e/igir. ?o obstante, Astage le dirigi) una mirada escrutadora, arpage se vio obligado atranquiliar a su se&or$ L@4i re @le dijo@, Nalguna ve has sospechado, del hombre que ahora te habla, algo parecido a laingratitudO L@5spero que ser% siempre igual @replic) el re@, quien continu) diciendo$ L@oma este ni&o, llvatelo a tu casa ha que pereca. 4e importa poco de qu manera, pero no quierovolver a verlo delante de m#. Larpage se inclin) declar), al tiempo que recib#a el ni&o de manos del re$ L@Si te place que sea as#, mi deber es obedecerte. 5ste ni&o no volver% a aparecer jam%s ante tu vista.

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    L4ientras hablaba, no pudo contener las l%grimas se llev) con l a su casa al recin nacido adornadopara la muerte. Al ver a su esposo cargado con el precioso fardo, la mujer de arpage se enterneci) leescuch) el relato de las palabras del re. L@G ahora @le dijo tomando entre sus braos al ni&o, sacudido por el llanto, pues ten#a hambre@, Ncu%l estu pensamientoO NIu idea tienes hacerO N0as a ensuciarte con la muerte de un recin nacidoO Porque esmu c)modo para el re desembaraarse de semejante molestia dejando que la responsabilidad recaigasobre un fiel servidor. M5stas palabras inflamaron de c)lera a arpage contra el re, a quien deb#a dar muestras de obediencia

    pasiva. Pero, en su intimidad, su cora)n se rebel) habl) a su mujer en los trminos siguientes$ M@?o, lo que Astage me ha ordenado hacer no lo har jam%s, aunque con ello aumente su c)lera aunque sta recaiga sobre mi. ?o, no me har c)mplice de su locura, llevando mi sentido de la obedienciaal e/tremo de asesinar a un ni&o inocente. ?o lo matar, en primer lugar porque por encima de nosotrosest% ese gran dios Ahura 4ada que ver#a con horror semejante crimen" o no le matar porque hace atres a&os que el re se ha casado con Arenis no ha conseguido poner en su seno un heredero para eltrono. Si por ventura muriese su hija le sucediera, esa misma hija cuo hijo quiere ho que o haga

    perecer, Nen qu situaci)n de peligro me colocar#a estoO G, adem%s, seria justo por su parte ordenar a suve que me mataran por haber cometido semejante fechor#a. ?o obstante, para mi propia seguridad, esindispensable que el ni&o desapareca que el re crea que est% muerto. MAsi habl). Comen) por mandar llamar a una nodria para que diera el pecho al ni&o, aguard) al d#a

    siguiente para llev%rselo en secreto fuera de su vasta residencia. Se mont) en un caballo r%pido que lo llev)al galope hacia una regi)n de las monta&as plagada de fieras, donde practicaban el nomadeo los mardos,tribu de raa irania, que viv#an de sus reba&os del bandidaje. Su idea era confiar el ni&o a estos hombres que no amaban m%s que la guerra las grandes cabalgadas.Pero su caballo se fatig), antes de haber podido encontrar a dichos n)madas tuvo que hacer un alto.arpage ten#a en esa regi)n grandes posesiones pastiales donde criaba caballos sagrados. Una de estas

    posesiones la administraba un siervo llamado 4itradates. 2ue en casa de este siervo donde se par) parapasar all# la noche. 4itradates recibi) a su amo con deferencia su esposa una meda llamada Spaco, lo quesignifica la perra, se apresur) a prepararle una comida. 5sta Spaco hab#a perdido recientemente unacriatura, muerta poco despus de su nacimiento. Para desprenderse de su abundante leche, daba de mamara sus cabritos. 4ientras que arpage com#a, aliment) con su leche al ni&o, por el que sinti) ternura.Spaco, como la maor#a de las mujeres, hacia buen uso de su lengua, incluso m%s de lo normal, de maneraque se atrevi) a preguntar a su amo de d)nde ven#a el infante por qu lo transportaba l mismo a caballo.arpage comen) por amenaar con la muerte a sus siervos si desvelaban lo que les iba a confiar. Cuando

    juraron callar por el dios 4itra, les puso en conocimiento del nacimiento del ni&o, les habl) de suintenci)n de confiarlo a los mardos o, en caso de no encontrarlos, a una de las otras tribus medas todav#an)madas$ sagardos, dr)picos o daenos. M@Se&or @dijo entonces Spaco@, los mardos se han marchado al norte donde ha pastos, las otras tribusse encuentran a varios d#as de camino de aqu#. (egresa a tu casa comunica al re que el ni&o est%muerto, que ha sido abandonado a las bestias salvajes que viven en estas monta&as. G permite que o mequede con este ni&o. Acabo de perder al m#o, de esto nadie sabe nada. Go reemplaar al m#o con ste todo el mundo del pa#s, los pastores, los vigilantes de caballos, las gentes de las aldeas vecinas, creer%nque es nuestro hijo, a que todos saben que o estaba encinta que estaba a punto de traer un hijo almundo. Por ello, nadie podr% asombrarse al vernos con este ni&o" todos podr%n jurar que es el que hellevado durante nueve meses, porque todos han podido ver con claridad que ten#a el vientre hinchado, una mujer vino para audarnos en el parto. Marpage se dej) convencer con facilidad" de esta manera sabr#a d)nde se encontraba el hijo de 4andana siempre podr#a llev%rselo a su lado en el caso de que ella se convirtiera en reina de los medos. Por otrolado, esa soluci)n le evitaba salir en busca de los mardos, quienes a lo mejor le recib#an mal, a que no lesgustaba la gente de la ciudad menos aKn los sKbditos del re Astage, cuos soldados les persegu#ancuando hab#an cometido algKn acto de bandidaje. Iuiso entregar al matrimonio de siervos una cantidad deoro para recompensarles por su acto, pero Spaco la recha) diciendo$ L@Se&or, Nqu har#amos con este oroO Aqu# vivimos de la leche del queso de los reba&os que cuidamos

    para ti. enemos verduras en el jard#n que mi esposo cultiva, tK nos permites sacrificar animales paratener carne. 5l salario que nos env#as nos permite, por Kltimo, subvenir a todas las dem%s necesidades. Sirepentinamente tuviramos oro llev%semos otra clase de vida, las personas que nos frecuentan podr#an

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    sorprenderse del cambio, conoco a quien no descansar#a hasta dar con el origen del oro que pudiramostener. -o que seria peligroso para ti, para nosotros para el ni&o. Marpage cedi) ante estas raones admir) la prudencia de la mujer. Spaco hab#a acostado al recinnacido despus de haberle puesto pa&ales limpios. Cuando se qued) dormido, pregunt) a arpage$ L@Se&or, dinos, Nqu nombre daremos al ni&oO Marpage la mir) le respondi)$ L@Go s que la princesa 4andana quer#a que recibiera el nombre del padre de su padre. Ciro era sunombre significa WsolW en la lengua de los persas.

    M@5s el nombre que le daremos @afirm) Spaco. Larpage pas) la noche en el modesto hogar de 4itradates. A la primera hora del d#a siguiente regres) ala ciudad. ?ada m%s llegar a 5cbatana, encontr) en su casa a un emisario del re, quien le convocaba a lacorte. Se dirigi) all# sin demora, despus de haber confiado la verdad a su esposa. Pero al re que leinterrogaba le dijo que se hab#a llevado al ni&o, lejos a las monta&as cubiertas de bosques, hacia la fronterade los s%spiros. >estias feroces, lobos, jabal#es perros salvajes, habitan esas onas solitarias fr#as" deacuerdo con el relato de arpage, el ni&o habr#a quedado abandonado a la voracidad de las fieras, eracasi seguro que a esas horas hubiera servido a de presa a alguno de esos vagabundos hambrientos. XPero el re se inquiet) le pregunt)$ M@Pero c)mo, Nno le has matado tK mismoO L@(e @respondi) arpage@, o no pod#a ensuciar mi espada con esa sangre. Pero te juro, por 4itra, que

    lo he abandonado al lado de una perra, quien de inmediato se lo ha llevado a su cubil, pues sin duda lo haencontrado de su agrado. Al e/presarse en estos trminos no juraba en vano, pues era cierto que hab#a dado el ni&o a una mujerque se llamaba perra. 5ntonces el re se sumi) en oscuras meditaciones, al tiempo que sent#a alivio en elcora)n pues pensaba que su trono a no estaba amenaado. G como si los dioses quisieran bendecirle connuevos favores, al a&o siguiente Arenis le comunic) que estaba encinta que le dar#a un hijo, sin duda unheredero para su trono.M

    >agadates se ha callado. odos esperan que hable de nuevo, pero permanece silencioso. @Por mi parte @interviene entonces el persa Aspadates@, he o#do decir que el boero, ese 4itradates querecogi) al ni&o, era un siervo del propio re, que arpage le hab#a ordenado que matara al peque&o Ciro.Al parecer fue su esposa Spaco, que acababa de alumbrar a un ni&o muerto, quien habr#a sugerido a4itradotes el cambio. G fue el ni&o muerto, nacido de los siervos, el que entregaron a arpage como

    prueba de que se hab#an ejecutado sus )rdenes. @Go tambin he o#do contar esa versi)n de la historia @reconoce >agadates@, pero me parece improbable.4e resulta dif#cil creer que arpage se negara a matar al ni&o para no cargar con esa responsabilidad ante4andana, pensando que podr#a disculparse si era otro quien ejecutaba la infame tarea" s)lo podr#a salvarseconservando al ni&o con vida. Por otra parte, aunque mucha gente asegura que todos los recin nacidos se

    parecen, o no puedo admitir que arpage se dejara embaucar cuando le llevaran el cad%ver de otro ni&o, que pudiera confundirlo con el que l mismo hab#a tenido en sus braos durante un rato largo. odos abundan con el narrador reconocen que su versi)n de la historia es la que parece m%s plausible$ @N?os vas a contar ahora c)mo creci) el joven Ciro en esa familia miserableO @pregunta entonces'aumata. Pero >agadates se limita a sonre#r permanece en silencio. @Por lo menos @le implora (aon@, cuntanos lo que dijo 4andana al comprobar que su padre no ledevolv#a al ni&o. @Se cuenta @dice >agadates@, que Astage no se atrevi) a confesar a su hija que hab#a ordenado matar alni&o. Se limit) a decirle que, temiendo que un d#a viniera para reivindicar el trono, hab#a confiado al

    peque&o Ciro a unos campesinos para que lo criasen en las monta&as, sin desvelarle quines eran suspadres. Al inventarse esta historia, Astage ignoraba que dec#a la verdad. 5n vano suplic) 4andana a supadre que le revelase el nombre del campesino a quien hab#a confiado el ni&o, el lugar donde habitaba.Astage se neg) a dec#rselo, prete/tando que no quer#a que ella intentara recuperarlo, cuando en realidadle hubiera resultado dif#cil satisfacer su curiosidad no obstante ser leg#tima. +e manera que 4andanaregres) a An%n con el cora)n dolorido contra su padre. 5n cuanto a Cambises, su esposo, era un hombredbil que no se atrev#a a enfrentarse a su suegro. Se apresur) a consolar a su mujer a asegurarle que le

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    dar#a otro hijo. Pero ella no quiso tener m%s, a que todos sus pensamientos se centraban en el que hab#aperdido, al que se sent#a m%s unida por el hecho de que se lo hubieran arrebatado. -a noche es c%lida los oentes se olvidan de dar caa a los mosquitos que revolotean. =nstalados al piede unos grandes %rboles, levantan la mirada hacia las copas que oscilan suavemente, balanceadas por elviento, ese viento que parece arrastrar sus pensamientos hacia ese ni&o predestinado.

    TERCERA VELADA

    EL !I"O DE LA PERRA

    Apenas instalados sus oentes alrededor del fuego, >agadates reanuda su relato$

    LAunque era un siervo, 4itradates no era un hombre cualquiera. Conoc#a mu bien los caballos, quesab#a montar, manejaba h%bilmente el venablo, con el que sal#a a menudo de caa. Convencido de queCiro estaba destinado a convertirse un d#a en re de An%n, hab#a decidido, de acuerdo con Spaco, darleuna educaci)n parecida a la que recib#an los ni&os medas de la noblea. Porque 4itradates esperaba que suabnegaci)n para con ese ni&o le har#a merecedor de grandes recompensas. en#a la intenci)n de, el d#a quemuriese el re Astage, llevar a Ciro ante 4andana su esposo Cambises revelarles la verdad. LPero Astage no se decid#a a fallecer, qui% porque todav#a estaba vigoroso ten#a poco m%s decuarenta a&os cuando se cas) con la hija del re de -idia. As#, pues, el hijo de 4andana alcan) su dcimoa&o sin que nada hubiera cambiado en el palacio de 5cbatana. Ga a esta edad, Ciro se hab#a convertido enun muchacho robusto, m%s grande que sus compa&eros de juego mucho m%s robusto que ellos. 4ientrasque los hijos de los pastores de la vecindad de la gente de la aldea situada a dos parasanges de la viviendade 4itradates se dedicaban a jugar, a vigilar a los animales en los pastos, o a audar a sus padres en las

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    faenas agr#colas, Ciro pasaba la maor parte del d#a recorriendo las monta&as los valles vecinos sobre loscaballos m%s hermosos de la eguada de arpage" el resto del tiempo, su padre adoptivo le obligaba aejercitarse en el manejo del venablo en la carrera a pie. A veces tambin compart#a los juegos de los ni&osdel vecindario" pero se trataba siempre de juegos blicos en los que se formaban bandas que se persegu#an se peleaban con, en ocasiones, esa furia esa pasi)n que los ni&os ponen en sus juegos, a que para ellosson una representaci)n de la vida. LCiro se peleaba con maor furor que el resto, que para l era una ocasi)n de demostrar a suscompa&eros una superioridad que se esforaba por dirigir en todos los %mbitos, a modo de justa

    compensaci)n por su oscuro origen el nombre de su madre adoptiva. Ga que, por una especie de irrisi)nnacida de la envidia ante sus peque&as haa&as, la maor#a de los chicos le llamaban hijo de la perra, cuando estaban juntos se sent#an fuertes, se divert#an ladrando a su paso. 5n esos casos, se arrojabasobre ellos sin temor a verse en inferioridad de condiciones a recibir una palia. ?o obstante, cuandocumpli) die a&os, cambi) de actitud, se mostr) m%s acomodaticio, , corno se limitaba a re#r cuando suscompa&eros ladraban, aqullos se cansaron. 5ste cambio de actitud se produjo a consecuencia de unareprimenda de 4itradates, un d#a que hab#a regresado a casa con el rostro ensangrentado despus de una

    pelea violenta. L@ijo m#o @le hab#a dicho 4itradates@, deja de comportarte como un lobo rabioso. ?o quiero quevuelvas a pegarte por tan poca cosa, a que un d#a de stos vas a herir a uno de tus compa&eros entoncestendremos problemas con sus padres" o incluso tK mismo puedes romperte algo como la cabea misma, lo

    que nos entristecer#a m%s que nada. Cuando esos mocosos ladren a tu paso, chate a re#r diles a la caraeste proverbio que se dice en Sogdiana$ W-os perros ladran pero la caravana pasa.W LPero ocurri) que un d#a, cuando participaba con los otros ni&os de la aldea en un juego, decidieron

    jugar a rees. +espus de numerosas discusiones, los ni&os acordaron elegirle a l re, como se hac#aentonces tanto entre los medos como entre los persas. Porque estos ni&os, aunque viv#an en monta&asretiradas, estaban al corriente de las cosas de palacio gracias a 0idarna, hijo de un dignatario medo,Artembares. 5ste Kltimo pose#a igualmente eguadas en aquella regi)n campos, hac#a que su hijo secriara en una de sus posesiones para que tuviera as# oportunidad de practicar la caa los ejercicios f#sicos. L+esde el momento de su elecci)n, Ciro se tom) el asunto en serio, comen) nombrando a uno de suscompa&eros Wel ojo del reW, a otro mensajero real, a otro capit%n de su guardia. +espus de crear unaguardia con tres muchachos, orden) a los dem%s que le construeran un palacio en una altura cubierta derocas que adoptaban formas de monumentos levantados por la mano del hombre. A pesar de sunacimiento, 0idarna se encontr) entre los obreros encargados de transportar las piedras para laconstrucci)n del palacio. Ciro hab#a querido que fuera as# para rebajar el orgullo del chico que miraba a suscompa&eros con cierta condescendencia a causa de su nacimiento. G se hab#a burlado m%s que ninguno deCiro por ser hijo de un siervo de una WperraX. 0idarna se neg) a participar en una tarea que considerabavil. L@3Iue @e/clam)@, No, hijo del noble Artembares, obligado a transportar piedras como un simpleesclavoO N?o so o quien deber#a haber sido elegido reO NGo, que so aqu# el Knico que tiene sangrenoble, mientras que vosotros no sois m%s que hijos de siervos de campesinosO MComo es natural, este discurso indispuso a los dem%s ni&os contra l, de manera que cuando Ciro dio laorden de apoderarse de l, se apresuraron a obedecerle. A pesar de sus gritos, ataron entonces al ni&o a un%rbol, le despojaron de su tKnica le aotaron con ramajes lo suficientemente fuertes como para dejarmarcas. an pronto le dejaron libre, regres) a su casa corriendo mientras que los dem%s segu#an con su

    juego. Sin esperar a que el palacio estuviera construido, a que en realidad se hab#a contentado contransportar algunas piedras colocarlas en las rocas, Ciro hab#a decidido que sal#a con sus soldados aconquistar territorios vecinos. L-os ni&os se internaron, pues, por el monte no regresaron hasta mu tarde, poco antes de que caerala noche. Al regresar a la casa de quienes consideraba sus padres, Ciro se qued) sorprendido al ver aSpaco llorando a 4itradates con el rostro grave, dividido entre la c)lera el temor. L@ijo mio @gimi) Spaco@, hijo m#o, Nqu has hechoO LCiro se mostr) asombrado pregunt)$ L@NIu es lo que he hecho malO L@NC)mo @se encoleri) 4itradates@ te atreves a preguntarloO N?o has ordenado aotar a uno de tuscompa&erosO LAl o#r este reproche, Ciro se irgui) orgullosamente replic)$

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    L@e actuado como deb#a. Go era su re, todos los ni&os me hab#an elegido para ese cargo. 5se chico seha negado a obedecerme. 5ntonces he mandado aotarle como se merec#a, afirmo que he actuado con

    justicia. L@ijo m#o @respondi) 4itradates@, sin duda has cre#do hacer bien, pero la justicia no es la misma paratodos los poderosos pueden desafiarla sin temor. L@Si o fuera de verdad re @replic) Ciro@, dejar#a de ser as#, la justicia ser#a la misma para todos,

    poderoso o siervo, hombre libre o esclavo. L@Iui%, pero tK no eres re, has de saber que aunque fueras re, el poder de los soberanos est% mu

    limitado por la costumbre, la le el poder de los otros grandes de su reino. Adem%s, Artembares, quienpor desgracia se encontraba de visita en sus dominios, ha venido a vernos con su hijo nos ha ense&ado suespalda toda magullada. 5staba completamente furioso. +esde luego no puede hacer nada contra nosotros,a que pertenecemos a arpage, pero ha dicho que regresa a 5cbatana que ma&ana mismo hablar% al re. LA lo que Ciro respondi)$ L@Si se considera como una falta haber procedido con justicia, esto dispuesto a sufrir las consecuencias.Iue el re me prenda me haga aotar" no llorar. L4itradates admir) el valor del muchacho pens) que era digno de su raa, pero tem#a que el re no secontentar#a con castigarle. LAl d#a siguiente por la ma&ana, Ciro se hab#a olvidado a del incidente de la v#spera. A primera hora,hab#a equipado un caballo , aprovechando la circunstancia de que 4itradates se hab#a marchado a la

    aldea, sali) l a su ve camino de la monta&a. ?o iba all# para caar, ni tampoco para huir, sino paraencontrarse con un muchacho de su edad" su nombre era riade era hijo de anoajares, un jefe de clande la tribu de los mardos. 4itradates ten#a tratos con estos n)madas, a que, en nombre de arpage,comerciaba con ellos, intercambiaba caballos les compraba ganado. 5l padre de riade ven#a con suclan, compuesto por un centenar de personas, a pasar los Kltimos meses del verano el comieno deloto&o en los montes vecinos" al llegar el invierno descend#a con los suos hacia regiones m%s templadas,hacia el golfo de Arabia Susiana, luego en la primavera, regresaba hacia el norte del =r%n para comprarall# caballos. Ciro hab#a conocido a riade dos a&os antes, cuando acompa&aba a 4itradates en una visitaa los mardos, se hab#an hecho amigos, a que ambos, a pesar de su corta edad, compart#an la misma

    pasi)n por las armas por los caballos. 5n el fondo de su cora)n, Ciro incluso envidiaba al hijo deanoajares, a que so&aba con recorrer a caballo los espacios inmensos del =r%n, o con vivir en una tiendao en un carro, sin sentirse atado a una vivienda fija. Adem%s, le gustaba mucho convivir con los mardos, desde el momento en que regresaban a la regi)n buscaba todas las ocasiones disponibles para acudir a sulado. LCuando 4itradates regres) a su vivienda, encontr) all# a arpage que le aguardaba con impaciencia.Apenas hubo saludado el siervo a su amo, ste le pregunt)$ L@4itradates, tu esposa, Spaco, me ha dicho que Ciro ha salido esta ma&ana temprano, piensa que haido a encontrarse con un compa&ero al que aprecia mucho, de la tribu de los mardos. M@5s mu posible, se&or. odav#a estaba en casa cuando o me he ido, al despuntar el d#a. L@4itradates, por fortuna se encuentra entre esa gente, pero es preciso que se quede con ellos. M@Se&or @dijo asombrado 4itradates@, Nqu ocurreO L@!curre @respondi) arpage@ que Artembares se ha presentado esta ma&ana a primera hora delante delre. -e ha contado lo que sucedi) aer entre su hijo Ciro, que Ciro le mand) aotar como si fuera un

    pr#ncipe, que luego le ha e/pulsado ignominiosamente. L@5s cierto que Ciro mand) aotar al ni&o @reconoce 4itradates@, pero no le e/puls). 2ue el propio0idarna quien decidi) irse. Pero Ciro ha dicho que estaba dispuesto a sufrir el castigo que quisieranimponerle aunque asegura haber actuado con justicia. en en cuenta, se&or, el hecho de que no era m%sque un juego. L@Si no fuera m%s que eso, el asunto carecer#a de gravedad Treconoce arpage@. Pero el re se haquedado mu asombrado ante la actitud de este hijo de siervo que lleva el nombre de Ciro. 5s entoncescuando me ha llamado a su presencia me ha preguntado$ Warpage, recurdame, Nqu clase de muertediste al ni&o que te entregu, al hijo nacido de mi hija 4andanaOW WSe&or @le he respondido intentandodisimular mi desa)n@, te lo dije, lo abandon en las monta&as, cerca de una perra...W As# le he hablado,

    pero l ha levantado la mano me ha preguntado si, por aar, dicha perra no ser#a la esposa de un perrollamado 4itradates. 5ntonces he comprendido que sospechaba la verdad, pero, en ve de responderdirectamente, le he dicho que, en efecto, hab#a entre mis siervos un 4itradates, cua esposa se llamabaSpaco. WG cuo hijo lleva el nombre que mi hija quer#a poner a su hijo, un nombre persaW, ha replicado el

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    re. Pero no parec#a estar furioso. 5ntonces me he decidido a confesarle que no pod#a ensuciar mis manoscon semejante crimen que os hab#a confiado al ni&o. 5ntonces le he suplicado que le dejara vivir, a que,le he asegurado, el ni&o ignora su verdadero origen, es por puro aar por lo que fue elegido re por suscompa&eros. WG se ha comportado realmente como un re, como si su sangre no pudiera mentirW, hareplicado el re. L5ste discurso pareci) tranquiliar a Spaco, quien dijo a arpage$ L@4e parece que el re ha olvidado sus temores que en su %nimo no ha c)lera contra Ciro. LPero arpage permaneci) meditativo , despus de un silencio, dijo$

    L4e temo que no sea as# en el fondo de su cora)n. 4irad, me ha enviado a buscar al ni&o llevarloante l. Pero me temo que sea para matarle, aunque los magos a los que ha hecho venir a los que harelatado el suceso le han asegurado que el sue&o se hab#a realiado, que el ni&o hab#a sido coronado re que, a partir de entonces, a no ten#a nada que temer. Pero Astage no es tonto ha se&alado que en esecaso s)lo se habr#a realiado una parte del sue&o. Porque no ha conquistado Asia, como parece indicar lavi&a que cubre el mundo. 5sto es, pues, lo que o he decidido. Go regreso a 5cbatana le comunico al reque Ciro se ha escapado por temor al castigo que merec#a su acci)n. A lo que a&adir que le hemos

    buscado en vano, pero que tK le llevar%s ante l tan pronto regrese a tu casa. Pero respecto a ti,4itradates, ve deprisa al campamento de los mardos. -es entregar%s este saco lleno de pepitas de oro acondici)n de que se marchen de aqu# se lleven con ellos a Ciro. -es dir%s la verdad, que el re quierematar al ni&o. A todos los que te escuchen, tK les har%s creer que es por haber hecho aotar al hijo de un

    noble medo, pero a anoajares le cuentas la verdad al o#do, rog%ndole que no desvele el secreto. S)lopodr% revelar su origen real a Ciro cuando ste sea lo suficientemente grande fuerte como para ser capade reivindicar su corona. L4ientras arpage se preparaba a regresar a 5cbatana para afrontar la c)lera del re, 4itradates salt)sobre un caballo se apresur) hacia el campamento de los mardos. Al igual que los escitas, los mardos sevest#an con pantalones de pieles finas llevaban botas de cuero grueso. 5n el verano se cubr#an el torsos)lo con una tKnica ligera, pero segKn las estaciones, usaban un chaquet)n de cuero que en inviernoforraban de cibelina. 4itradates encontr) en el campamento a Ciro, quien se hab#a puesto el traje mardoque dejaba a estos jinetes gran libertad de movimiento para caar animales a lao, montarlos, tirar alarco. ab#a pedido prestado el traje a su compa&ero que ten#a su misma talla. Al ver a su padre, Ciro temi)que hubiera venido a castigarle por haberse marchado de casa aprovechando su ausencia, que ahoramismo quisiera llev%rselo inmediatamente de vuelta. Se dispon#a a a pedir que le dejara pasar el resto deld#a con su amigo. Pero 4itradates, que hab#a conversado a con anoajares hab#a sellado su pacto conl, estrech) al muchacho fuertemente entre sus braos le dijo$ L@ijo mio, debes ser fuerte aceptar las consecuencias de tu actuaci)n de aer. as de saber que el reAstage est% furioso por lo que le hiciste al ni&o de Artembares tememos que quiera matarte. Porque

    para los medos un siervo que golpea a un noble es como un criminal. arpage, nuestro se&or, ha venido aadvertirme del peligro que corres, me ha e/hortado a alejarte de este pa#s por lo menos durante untiempo. e tenido una conversaci)n con anoajares. e tiene en gran amistad te recibir% en su familiacomo a un hijo, como al hermano de riade. 0ivir%s con los mardos participar%s en sus grandesmigraciones anuales. e recomiendo que te muestres agradecido con anoajares quien, para salvarte, searriesga a indisponerse con el re de los medos, , para librarte de su furia, ha decidido levantar ma&anamismo el campamento para descender hacia el Parsumash el Parsa, donde a Astage no se le ocurrir%

    buscarte. LAunque hubiera debido sentir una gran pena por tener que abandonar la casa que a sus ojos era la de su

    padre, s)lo sinti) alegr#a, si bien el cora)n se le encog#a de tristea ante la idea de separarse de la que lcre#a era su madre. Pensaba que iba a poder conocer la vida en los grandes espacios de Asia, que pasar#alos d#as domando caballos, disparando el arco recorriendo las estepas que se e/tienden hasta perderse devista hacia el norte el levante, descubriendo esos mundos lejanos que las leendas que hab#a escuchadodurante su infancia hab#an adornado con una aureola de misterio. L4itradates se hab#a preocupado de llevar el collar de oro el pu&al que hab#an acompa&ado al ni&o ensu cuna, que l hab#a ocultado hasta la fecha de la vista de todos. Cre#a que era conveniente decirle partede la verdad sin por ello desvel%rsela en su totalidad, pues no quer#a que el muchacho se avergonara

    pensando que no era m%s que el hijo de un matrimonio de siervos. -e ense&) los dos objetos preciosos ledijo$ L@oma esto, hijo m#o, te pertenecen. Consrvalos con cuidado pues estos objetos te vienen de tusverdaderos padres.

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    LAl o#r estas e/tra&as palabras, Ciro frunci) las cejas le lan) una mirada de asombro mientras que4itradates, despus de anudarle el collar a la nuca, le hablaba as#$ L@Ga es hora de que sepas que ni Spaco ni o somos tus padres. ?uestro se&or arpage te trajo a nuestracasa cuando eras un recin nacido. Pero tampoco eres su hijo, eres de mu alto linaje, pero todav#a no

    puedo revelarte quines son tus verdaderos padres. -o sabr%s un d#a, cuando haa llegado el momento.Pero puedes estar orgulloso de tus or#genes, a que no son oscuros. LA pesar de su asombro, Ciro replic) con orgullo$ L@4itradates, has de saber que o no me preocupo de mis verdaderos padres si es cierto que se

    avergonaron de mi que por ello me abandonaron. 5n lo que a m# respecta, no me avergYena pasar portu hijo el de Spaco, te considero te respeto como a mi padre, amo a Spaco como a mi madre.Porque sois vosotros los que me habis criado dignamente, ense&%ndome lo que conviene a las almasnobles, a decir la verdad a montar a caballo. ?o quiero saber quin es el hombre que me ha engendradoni quin es la mujer que me ha llevado, s)lo s una cosa, que sois vosotros a los que os considero comomis padres, me importa poco la clase de sangre que corre por mis venas. L5stas palabras llenaron de alegr#a a 4itradates, quien le respondi)$ L@ijo m#o, tus palabras son dignas de un hombre de cora)n, me felicito por haberte educado de esamanera. Pero debes sentir amor respeto por tus verdaderos padres, a que si tuvieron que abandonarte,es porque les fue imposible actuar de otro modo. 5ntrate que ni siquiera saben d)nde te encuentras, ques)lo tienen un deseo$ encontrarte un d#a. Pero eso no puede ser aKn. Ahora, hate a la idea de que tu nuevo

    padre es anoajares, quien ha aceptado asumir los maores riesgos provocando la c)lera del re, mira ariade como a tu hermano. L@Padre m#o @replic) Ciro@, desde que conoco a riade le considero como hermano, me sentir#aorgulloso de poder decir que anoajares es para m# otro padre. Pero el hombre al que siempre venerarcomo mi verdadero padre eres tK, 4itradates, cua alma es m%s noble que la de todos los pr#ncipes de losmedos. L+espus de hablar en estos trminos, se dej) abraar por 4itradates, quien no pod#a contener lasl%grimas. -uego, bruscamente, para as# ocultar su emoci)n, el siervo le recha) con asperea e/clamando$ L@Ga basta, no somos mujeres. Ciro, mustrate siempre grande, orgulloso generoso, venera a Ahura4ada, sobre todo a la diosa Anahita, porque te ama te conducir% de la mano donde te lleve tu destino. LSe dio la vuelta se alej) sin a&adir una palabra. riade, que se hab#a mantenido apartado durantetoda la escena, se acerc) a Ciro, tom%ndole de la mano, le dijo$ L@0en, hermano, desde ahora compartiremos la misma tienda uniremos nuestra sangre para que nadanos separe nunca que sigamos siendo hermanos tanto en la vida como en la muerte.

    *A las Kltimas palabras pronunciadas por >agadates les sigue un largo silencio. Algunos tosen, otros,que han permanecido inm)viles durante mucho tiempo, se agitan, sacudiendo la cabea. ?o obstante,'aumata interviene a su ve. @>agadates @dice@, entre nosotros se cuenta otra versi)n de la historia. SegKn sta, es e/acto queArtembares fue a quejarse a Astage del trato violento de Ciro con su hijo. Pero se cuenta que Astagellam) a su presencia al muchacho , al mirarle detenidamente, al escuchar sus valientes palabras, tuvodudas acerca del nacimiento del chico. Al parecer, mand) entonces venir al boero, a quien, despus deinterrogarle, tortur) hasta que confes) la verdad. 5ntonces mand) de vuelta a su casa a 4itradates, convoc) a su presencia a arpage, quien se vio obligado a confirmar las palabras del boero. -uego,despus de considerar que, en efecto, se hab#a realiado la profec#a, que a no ten#a nada que temer delas ambiciones del joven Ciro, consideraci)n reforada por los propios magos, al parecer Astage envi) aCiro a Persia al lado de sus verdaderos padres. 5n cuanto a arpage... Pero >agadates levanta la mano para impedirle que siga$ @'aumata @dice@, tambin o he o#do contar esa historia, que me parece mu simplista. Porque si resultadif#cil imaginar a un re perdiendo el tiempo como jue de una pelea de ni&os, resulta rid#culo creer ques)lo con ver al ni&o pueda reconocer a su propio nieto. Por Kltimo, Na quin se le ocurre pensar quedespus de haber ordenado cometer semejante crimen con alguien de su propia sangre, sesintiera satisfecho de que la profec#a se hubiera realiado en el transcurso de un sencillo juego infantil, que hubiera enviado sin m%s a Ciro a lado de sus padresO ?o, toda esa e/plicaci)n es perfectamenteinveros#mil. anto m%s que Nsupongo ibas a hablar de c)mo Astage se veng) de arpageO @4e has interrumpido cuando me dispon#a a hacerlo @confirma 'aumata.

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    @-a contar o a continuaci)n. Pero entonces me reconocer%s que parece del todo injustificada si el rese alegra de que el ni&o haa sobrevivido se lo devuelve a sus padres. Pues, en ese caso, m%s bien habr#atenido que dar las gracias a arpage por no haber ejecutado semejante crimen, colmarle de bienes. @Ahora que pienso en ello @admite el medo@, tienes ra)n, me parece que esta versi)n de los hechos esdel todo inveros#mil. @Si no me equivoco @interviene entonces Ctesias@, se trata no obstante de la versi)n de un griego dealicarnaso, llamado erodoto, quien la consign) en un estudio realiado sobre los distintos pueblos de!riente su historia. Pero est% claro que ha tomado nota sin discernimiento alguno de una historia tramada

    por un narrador de mala calidad que debi) o#r en las calles de >abilonia o de 5cbatana. @Sin duda se trata de eso @afirma >agadates. (aon, sentado en su alfombra, no lejos del fuego, observaba con satisfacci)n el inters que mostrabanlos viajeros por la historia que contaba >agadates. Se felicitaba a si mismo por la presencia de este Kltimo,

    pues daba la impresi)n de que las largas jornadas de camino pasaban m%s deprisa. -a parada de la tarde,cada ve en un lugar diferente, se encantaba gracias al mensaje fragante de >agadates que llegaba de otrosiglo, como el perfume de las rosas del =r%n.

    CUARTA VELADA

    UN BAN#UETE REAL

    +espus de que cada cual hubiera ocupado su lugar alrededor del fuego, se estableciera el silencio,>agadates se vuelve hacia 'aumata le habla de la siguiente manera$ @'aumata, aer por la noche evocaste la vengana de Astage. Ga es hora de que hablemos de ella, decontar de qu e/tra&o modo reaccion) el re de los medos.

    Larpage hio, pues, lo que hab#a anunciado. (egres) a la corte asegur) a Astage que hab#a mandadobuscar a Ciro en vano, a que, por temor a un castigo, hab#a huido a las monta&as. L@Sin duda, regresar% pronto a casa de su padre adoptivo @hab#a a&adido arpage@. -e he ordenado quetraiga al ni&o ante ti tan pronto regrese, as# podr%s interrogarle a tu gusto. L5l re se mostr) satisfecho de las e/plicaciones de arpage. Pero tan pronto se alej) este Kltimo,Astage envi) un destacamento de guardias con la orden de detener a 4itradates de conducirle ante l.5l desgraciado siervo, al verse conducido al palacio real, sent#a que se le doblaban las piernas, pero seesfor) por ocultar su miedo. Ca) de rodillas delante de Astage esper) a que ste le interrogara. L@Al parecer @le dijo el re@, tienes un hijo que se llama Ciro. L@5s verdad, se&or @respondi) 4itradates@. 5s un buen chico, sin malicia. Acaso un poco fogoso, pero siha hecho aotar a 0idarna no ha que condenarle por ello, a que no era m%s que un juego de ni&os. L=ntentaba al hablar as# disculpar a Ciro, pero el re le interrumpi) con un gesto de impaciencia le dijo,sin levantar el tono de su vo$ L@?o se trata de eso. +ime, 4itradates, ese ni&o, Nes el mismo que te llev) un d#a arpage, cuandoacababa de nacerO L4itradates reconoci) que si. L@NG conoces el nombreZde sus padresO @pregunt) entonces el re.

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    L4itradates pens) con buen juicio que m%s valdr#a aparentar ignorancia. L@5ntonces @continu) el re@, Ciro no sabe quines son sus padres Tquiso Astage que le confirmaran. L@Se&or @le asegur) 4itradates@, cree firmemente que o so su padre que su madre es mi esposaSpaco. L@N5s cierto que ha huido a las monta&asO

    M4itradates jur) que era verdad. Pero el re continu) en un tono amenaador$ L@>oero, no te creo. NPor qu habr#a de huir ese ni&oO N+e qu ten#a miedoO L@Se&or @replic) 4itradates@, tem#a que le matasen por...

    MPero Astage le interrumpi) de nuevo, e irguindose en su sitial, e/clam)$ M@34ientes NC)mo podr#a temer semejante castigo por un simple juego de ni&osO 5res tK, o m%s bienarpage, quien le ha incitado a huir, porque tem#ais que le mandara matar, pero no por esa ni&er#a. +imed)nde se encuentra porque quiero verle ante mi. L4itradates ca) de rodillas gimiendo$ M@+)nde se encuentra, se&or, no lo s. L@G o te digo que tK lo sabes que no quieres decirlo. Pero o sabr obligarte. L+icho esto, Astage orden) a los guardias que cogieran a 4itradates le torturasen. A pesar de suvalor del amor que sent#a por el ni&o, el desgraciado no pudo soportar el suplicio al que le somet#an,

    pensaba que ahora los mardos deb#an encontrarse lejos. Se resign) entonces a confesar que era en su tribudonde Ciro hab#a encontrado asilo, que les hab#a seguido en su migraci)n estival. 5sta confesi)n aplac)

    la c)lera de Astage. 4itradates, quien tem#a le mantuvieran encarcelado, o le empalasen, o por lo menosle agujereasen a flechaos, se qued) asombrado al o#r al re lo siguiente$ L@0e, regresa a tu casa no digas a nadie lo que ha sucedido. as actuado como conven#a al acoger aese ni&o criarlo" no te hago a ti responsable. LPero, en realidad, Astage quer#a que Ciro muriese. Por ello envi) una tropa de jinetes en busca de latribu de los mardos. Pero, por mu poderoso que sea un re, no puede cerrar todas las bocas. 5lcomandante de la tropa hab#a comunicado a sus guerreros las )rdenes reales$ deb#an apoderarse del jovenCiro evitando matarle. ab#a que encontrar a los mardos limitarse a pedirles que entregaran almuchacho" se emplear#a la fuera s)lo si se negaban a colaborar. Pero si, por fortuna el muchachointentaba huir perd#a la vida en la refriega, ten#an )rdenes tajantes de llevar su cuerpo de vuelta. -o ciertoes que entre esos hombres se encontraba un primo de arpage. Al despedirse de su mujer, le dijo queestar#a ausente varios d#as, particip%ndole de la ra)n de dicho desplaamiento. -a diosa Anahita, que

    proteg#a a Ciro, quiso que, poco despus de separarse de su mujer, sta recibiera la visita de arpage,quien le pregunt) d)nde se encontraba su primo, pues era a l a quien deseaba ver. 5lla le respondi) que sehab#a marchado con su tropa para traer de vuelta a palacio a un muchacho joven llamado Ciro, que losmardos se hab#an llevado consigo. LAl comprender el peligro que corr#a el muchacho, arpage se dijo a si mismo que no pod#a dejarlemorir as# despus de haber conseguido conservar su vida durante die a&os. +espach) de inmediato a unode sus sirvientes, en quien ten#a la maor confiana, a casa de 4itradates para que ste se apresurara aencontrar a los mardos e/hortarles a su ve a que hueran lo m%s lejos posible que no regresaran nuncam%s a 4edia. 5l mensajero se encontr) con 4itradates en el camino. 5l desgraciado siervo volv#a a su casaa lomos de mulo, pero le costaba mucho mantenerse erguido a causa de lo mucho que hab#a padecido en elsuplicio. Conoc#a al sirviente de arpage le dijo que hab#a tenido que confesar al re la verdad bajo latortura. Pero le indic) el lugar donde podr#a encontrar al clan de anoajares. Antes de que se pusiera el sol,el mensajero hab#a dado alcance a los mardos les hab#a comunicado que una tropa de jinetes medos les

    persegu#a, porque el re medo quer#a que le entregasen a Ciro para matarle. LSabed que los mardos eran un pueblo orgulloso desconfiado. Por ello, mientras que a otros leshubiera asustado la noticia se hubieran apresurado a abandonar a su husped, la e/igencia del re e/cit),

    por el contrario, su furia. 5charon mano de sus armas, los principales guerreros de ese pueblopropusieron a anoajares preparar una emboscada en un desfiladero que conoc#an acabar a flechaos conlos descarados medos. Pero, haciendo gala de su prudencia, su jefe prefiri) evitar entrar en guerra abiertacon un re tan poderoso. +io orden inmediata de levantar el campamento para dirigirse, no haciaParsumash como ten#a previsto, a que era un estado dependiente de 4edia, sino hacia las mesetasdesrticas del este donde sab#a que los jinetes no se atrever#an a perseguirle. MCuando despus de varios d#as de bKsquedas inKtiles, la tropa de jinetes regres) a 5cbatana, Astagedisimul) su descontento. -lam) de inmediato a arpage , cuando ste estuvo ante l, le dijo$

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    L@arpage, quiero honrarte por tu fidelidad hacia mi, adem%s quiero poner de nuevo a prueba esafidelidad. L@Se&or @replic) arpage@, ordena podr%s ver que esa fidelidad no te fallar%. L@4e he enterado de que el joven Ciro ha desaparecido, pero espero que en fechas pr)/imas seencuentre entre nosotros, a que tengo la intenci)n de enviarlo a An%n al lado de sus padres. Cambises,mi erno, no tiene heredero, dudo que a estas alturas a mi querida hija 4andana le d uno. Adem%s,esto convencido de que recibir%n con la maor de las alegr#as la noticia del regreso pr)/imo de su hijo. 5scierto que, al darle o mismo por muerto, estaba dispuesto a anunci