revista española de cirugía · rrhe gool result of the a case treated by means of the weissman...
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Revista Españolade CirugíaOsteoarticular
Rev. Esp. de Cir. Ost., 11, 1-16 (1976).
Año 11 - Tomo 11
Número 61
Valencia, enero-febrero 1976
CLÍNICA QUIRÚRGICA UNIVERSITARIA. VALENCIA.
Director: Prof. F. GOMAR
Las artritis sépticas agudas en el niño
J. IBOnnA y J. M. ANDnÉS
QESUMEN
Se estudia el problema de las al'tritis sépticas en el lactante y primeraínfancia basándose en la revisión de 12 casos. Se insiste sobre la importanciay dificultad de un diagnóstico precoz, sobre todo a nivel de la cadera. Se señalael mal pronóstico de las coxitis en relación con las otras localizaciones articu:lares. Se revisa el tratamiento precoz, así como el de sus secuelas, frecuenteséstas a nivel de las caderas si no se hace un diagnóstico y tratamiento precoz.Se presenta el buen resultado obtenido en un caso mediante la operación deWeissman como método estabilizador de la cadera.
SUMMARY
12 cases of septic arthritis in infancy and childhood have been revised. Theimportance and difficulty of ear1y diagnosis, mainty at the hip, has been stressed.Septic arthritis of the hip joint has a bad prognosis. A study of the ear1y treatment of the hip disease, as well as the managen1ent of its secuelae has been made.
rrhe gool result of the a case treated by means of the Weissman operation, as a stabilizing procedure, has been pointed out.
Las ,artritis supuradas del niño producidas en el curso de una sepsis o de unabacteriemia, constituyen actualmente, debido al amplio uso que se hace de losantibióticos, una afección no frecuente;aunque su conocimiento sigue teniendo ung,ran interés tanto para el pediatra comopara el cirujano ortopédico, puesto que sudiagnóstico puede pasar desapercibido de-
bido al hecho de que la sepsis durante elperíodo neonatal cursa de una maneraanodina, con escasa o nula ,afectación febril y poca alteración del estado general.Ello hace que sean frecuentemente las manifestaciones artríticas la primer.a alteración objetivable dentro del cuadro sépticogeneral.
Por otra parte están los peligros que
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estas localizaciones artríticas conllevanpara el niño, tanto desde el punto de vistageneral, puesto que aunque la mortalidadque en la época preantibiótica llegó a Eerdel 45 por 100 (estadística de GREEN ySHANNON, 1936), ha mejorado actualmente,ésta sigue siendo una afección grave, teniendo sobre todo en cuenta la frecuenciacon que afecta a prematuros; como desde
el punto de vista local, en relación a lafunción de la articulación afectada, sobretodo a nivel de la cadera, la cual es, porotra parte, con mucho la articulación másfrecuentemente afectada, en donde la infección es capaz de producir en muy pocosdías la destrucción de la epífisis cartilaginosa.
Vemos, pues, la importancia que tiene
FIG. 1 A. - Ilustración de las articulaciones disecadas pOr TOM SMITH, publicadas en los "SI. Barthojomew's Hospital Reports» de 1874.
1. IBORRA y J. ANDRÉS. - AR'rRITIS SÉPTICAS EN EL NIÑO 3
el diagnóstico y tratamiento precoz de estas artritis como único medio de evitar eldaño a menudo irreparable que se va aproducir en la articulación de estos niños.
La afección fue de,crita por primeravez de una forma documentada en 1874por THOMAS SMITH, el cual estudió 21 ca·sos de artritis piógena afectando la cadera
de niños, de los cuales 13 murieron y losotros 8 quedaron con graves secuelas, porlo que él mismo las describía como «muypeligrosas para la vida e intensamente destructiva para la extremidad articular delos huesos».
Esta temida complicación suele ocurrirfundamentalmente durante los doce prime-
F[(~. 1 B.Del mismo autor que la anterior.
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ros meses de la vida, aunque tampoco esraro encontrarla después. Generalmenteson secundarias a una osteomielitis metafisaria de la extremidad superior del fémur,que es intraarticular, por lo que al abrirseeste foco en la articulación da lugar a unaartritis secundaria. Esto fue puesto de manifi,esto ya en 1874 por TOM SMITH mediante la práctica de necropsias en los niños fallecidos por esta causa (fig. 1, A y B).Pero otras veces se trata de artritis primarias por siembras sinovial hematógenaen el curso de una sepsis.
Nosotros hemos tenido ocasión de estudiar únicamente 12 casos de artritis sépticas del niño en los últimos cinco ,años,lo cual nos indica la poca frecuencia actualde la afección.
La localización articular de la infecciénpuede producirse en plena actividad septicémica y en este caso la gravedad delcuadro general puede enmascarar la supuración articular; o bien puede hacerlocuando el cuadro séptico ya ha declinadobajo el tratamiento antibiótico. Así, pues,creemos que tiene gran interés la idea deque ante una sepsis diagnosticada, debensospecharse siempre la posibilidad de complicaciones articulares, y éstas deberán serdiagnosticadas lo más precozmente posiblemediante la exploración sistemática de lasarticulaciones, especialmente de las caderas, ya que el diagnóstico precoz va a serfundamental para el futuro funcional de laarticulación.
En cuanto .a los gérmenes causantes dela infección, es generalmente el estafilococus aureus, que es por otra parte el que dalugar a las artritis más graves. Le siguenen frecuencia el estreptococo hemolítico, yya en menor grado el hemophilus influenzae, el neumococo, etc8
Por lo que respecta a la puerta de entrada del germen es de destacar la frecuencia de una infección rinofaríngea,umbilical e incluso cutánea, ya que las es-
tafilococcias cut á n e a s son relativamentefrecuentes en estos períodos. Incluso comoinsisten RIGAULT y PINAUD (1968), a travésde una tromboflebitis supurada en lactantes h os pi tal iza d o s y como consecuenciade perfusiones medicamentosas. Nosotroshemos estudiado un caso en fase de secuelade una artritis de cadera producida yatrogénicamente en el curso de una reducciónoperatoria de una luxación congénita decadera (caso núm. 5).
Diagnóstico
Hay que insistir en la dificultad queexiste de hacer un diagnóstico precoz debido ,al polimorfismo sintomatológico y ala pobreza de síntomas iniciales de la localizaciónarticular.
Unas veces debido a la gravedad delcuadro séptico general (caso núm. 11), queenmascara los síntomas locales y otras porque se acompañan sólo de febrícula ysíntomas poco evocadores (sintomatologíarinofaríngea, respiratoria, etc.), hacen queel di a gn ó s ti c o sea tardío, pasados unosdías, cuando ya muchas veces la destruccÍón articular se ha consumado. Así~ pues,queremos insistir una vez más en que sedebe sospechar siempre la posibilidad delocalizaciones articulares ante todo niño
con una sepsis y debe procederse a su despistaj.e mediante el examen completo ysistemático del niño.
Los síntomas locales son los que nosdeben hacer sospechar la existencia de unaartritis, aunque a veces estos son discretosy difíciles de interpretar, sobre todo en losrecién nacidos. Cuando existe una localización articular múltiple (caso núm. 11),los síntomas locales son a menudo pocollamativos dentro de la gravedad del cuadro séptico general, por lo que el diagnóstico puede retardarse y hacerse en fase yairreparable.
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Cuadro núm. 1.
Lot:alización articular de la artritis Casos
Todo niño sospechoso de padecer unaartritis de cadera generalmente o de cualquier otra localización debe ser sometidoa un estudio radiográfico, el cual nos mostrará:- La existencia de una tumefacción cap-
FIG. 2. - Radiografía anleroposterior del caso núm~ro 1 en la que se observa la necrosis inicialdel núcleo cefálico, junto con un foco metafisario
evidente.
fiesto en articulaciones como la cadera ola rodilla, pero no en articulaciones máscerradas como son las del tobillo y codopor ejemplo.- Puede verse el foco osteomielítico, encuyo caso se observa al principio el engrosamiento perióstico a nivel de la metáfisis, que puede extenderse posteriormentea toda la diáfisis. Posteriormente puedeverse la erosión metafisaria (fig. 2), o lamuesca a nivel del núcleo epifisario (fig. 3).- Puede observarse algún grado de desplazamiento de la extremidad superior delfémur, indicando con ello la tendencia ala 1u x a ció n patológica que tienen estascoxitis del niño (figs. 4 y 5), que puede serprecoz, incluso en los primeros días, y quese pone radiológicamente de manifiesto porla excentricidad del m uñ ó n metafisario.Esta luxación patológica se caracteriza porsu precocidad, pudiendo aparecer en losdías que siguen al diagnóstico de la artri-
sular y de las partes blandas periarticulares, que es precoz y constante.- La existencia de una distensión articular producida por el exudado y que dalugar a un aumento del espacio interarticular, lo cual puede ser bastante mani-
921
Cadera .Rodilla .Múltiple ., .
Los signos locales que deben valorarseson los siguientes:- El dolor provocado a la palpación opor intento de movilización pasivo de laextremidad.- El edema unilateral de una extremidad,de la raiz del miembro, de la nalga o delos genitales.- La falta de movilidad activa de unaextremidad.- La asimetría de los surcos a nivel delmuslo o nalga.- La actitud antiálgica del miembro inferior, con la cadera en flexión y en el quetodo intento de llevarla en extensión provoca el lloro del niño.
Creemos, pues, que la investigación dela posible existencia de alguno de estossignos debe ser un acto de rutina por partedel pediatra ante todo lactante con un cuadro febril; y ello el camino que nos llevaráa diagnosticar a tiempo una artritis decadera y poder abordar su tratamiento congarantías de un buen resultado.
La a r tic u1a ció n más frecuentementeafectada es la cadera, así P AT TER S O N
(1970), de 96 casos, 53 eran coxitis, 19 rodillas y con mucha menor frecuencia tobillos, hombros, etc. Esta clara preferenciapor la articulación de la cadera la hemospodido con s t a t a r en nuestra casuística(cuadro núm. 1).
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tis y se produce sin alteración de sus extremos articulares, pudiendo considerarsecomo una auténtica expulsión de la cabezabajo la tensión articular.- Posteriormente pueden encontrarse alteraciones e incluso desaparición del núcleoepifisario, lo cual puede deberse como señala LLOYD-RoBERTS (1960), no sólo a laacción destructiva del núcleo, sino tambiéna la gran decalcificación que acompaña alproceso y que nos puede llevar a sentar unmal pronóstico, cuando en ;realidad el núcleo no está más que decalcificado, por loque si las condiciones son favorables sepuede asistir a su recalcificación y, por lotanto, a un restablecimiento funcional máso menos completo. En algún caso, como
FIG. 3. - Radiografía anteroposterior de rodillaperteneciente al caso núm. lO, en ja que &e puedeobservar fa. muesca en la cara externa del núcleo
~ epifisario femoral.
ocurrió en el número 1 de nuestra casuística a la secuestración completa con expulsión del núcleo cefálico fuera del recintoarticular y situándose entre los planos musculares de la cara externa. En este casose extrajo la cabeza, al mismo tiempo quese realizó una artrotomía tardía (fig. 6).- Las alteraciones metafisarias son másfrecuentes, siendo posible encontrar el focoosteomielítico metafisario que abierto en laarticulación ha dado lugar a la artritis.
Cuando se trata de un proceso intensoy ya no reciente, en el que la destruccióndel cartílago epifisario ha sido completa, queda como secuela la ausencia decuello junto a una grave alteración morfológica del muñón metafisario que está ensanchado y se muestra muy irregular (figura 7).
Del mismo modo y de forma tardíapodemos asistir a un intento de remoldeamiento como de una epífisis rudimentariaa expensas del muñón metafisario (fig. 8).
Tan pronto como la afectación articularsea sospechada debe de procederse a unapunción articular que confirme el diagnóstico y nos oriente el tratamiento medianteel aislamiento del germen y el antibiograma. Si la punción fuese negativa, ésta deberá repetirse horas después si los síntomassiguen haciéndonos suponer que existe unainfección articular.
Tratamiento
El tratamiento de las artritis sépticasdel niño comprende una serie de medidas:
1. Tratamiento antibiótico: Tan pronto como se sospeche la existencia de unaartritis séptica debe comenzarse la terapéutica antibiótica, la cual ha cambiado comopletamente el pronóstico de estos enfermos.El antibiótico a emplear debe ser el específico según el resultado del antibiograma.La vía de administración debe ser al comIenzo la endovenosa, que se mantendrá
.1
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durante cinco a diez dias según la evolución del proceso, para pasar a la antibioterapia intramuscular que se mantendráhasta la cuarta o sexta semana, para continuar con antibioterapia oral hasta que elhemograma y la velocidad de sedimentación se hayan normalizado, lo cual puedeprolongarse aproximadamente hasta los tresmeses. En enfermos con osteomielitis crónicas la antibioterapia antie,tafilocóccicadeberá mantenerse a veces más de un año.Para asegurarse de que es mantenido ensangre un nivel de antibiótico suficiente,ADKIN S Y KANTOR recomiendan realizarperiódicamente, en general semanalmente,diluciones del suero del enfermo, las cualesdeberán ser efectivas in vitra como agenteinhibitorio del germen a una dilución de1 a 16.
2. Punción evacuadora: Ya hemosmencionado el interés de realizar una punción evacuadora precoz, no sólo como medio diagnóstico, sino también terapéuticopor su acción evacuante. Si la punciónresulta positiva, después de la aspiracióndel pus se puede realizar una irrigación dela articulación con solución salina, la cualdistiende la sinovial, permitiendo la limpieza de la articulación y la rotura de lasformaciones de fibrina intraarticulares.
Seguidamente, tras la aspiración dellíquido del lavado se recomienda la administración intraarticular de antibióticos, locual se ha demostrado que esteriliza laarticulación más rápidamente que la víaparenteral.
La punción, aspiración e irrigación serepetirán en cuanto se reproduzcan los síntomas de afectación articular. La falta derespuesta a este tratamiento indica quedebe realizarse sin demora un drenaje quirúrgico.
Esta pauta que hemos descrito es laque en general es aceptada por todos losautores para las localizaciones artríticas enarticulaciones como la rodilla, hombro, to-
billo, etc., sobre todo si el diagnóstico seha realizado antes de los cuatro o cincodías de evolución. Sin embargo, en la cadera, la localización más frecuente, debidoa su mayor gravedad por el peligro denecrosis isquémica y luxación patológica,debe de realizarse el drenaje quirúrgicotan pronto como se diagnostique la coxitis;y el p.ronóstico en estos casos va a depender de la precocidad del diagnóstico, hastael punto de que PATTERSON (1970), ~eñala
que la artrotomía exploradora debe realizarse en caso de duda incluso, pues esmayor el daño que se produciría por norealizarla en caso de coxitis, que el que seproduce por abrir la articulación en casonegativo.
En cuanto a la técnica a seguir, PATTERSON (1970), recomienda el cierre completo de la articulación tras el drenaje quirúrgico, inmovilizando con yeso durante
FIG. 4. - Radiografía anteroposlerior, caderas delcaso núm. 3 en la que se observa la lUxaciónpatológica del muñón metafisario. • FrG. 5.Radiografía correspondien'e a la enfermita delcaso núm. 6, en la que existe una luxación pato-
lógica.
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seis semanas y de esta forma ha tratado50 caderas con buen resultado clínico yradiográfico. Otros autores, como CLAWSON(1967), colocan tras el drenaje quirúrgico
Fu;. 6. - Rarliografía correspondienLe ai caso número 1, unos meses después de la radiografía dela fig. 2, en la que se ve la expulsión dei núcleocefálico del recinto capsuiar situándose entre losplanos muscular,es de la cara externa. Intensa destrucción metafisaria, con inicio de regeneración
en espolón del muñón metafisario.
un tubo de polietileno por el que realizaninstilaciones periódicas de antibióticos, se·guidas de aspiración y que debe repetirsedurante cinco-diez días hasta que el líquidoaspirado sea de aspecto claro.
3. Inmovilización: La aspiración odrenaje y el tratamiento antibiótico localy general, deben ir asociados a la inmovi·lización de la articulación afecta, puestoque el reposo es uno de los principios fundamentales de tI' a t a mi e n t o de cualquierproceso inflamatorio.
En el caso de la rodilla y cadera, éstapuede realizarse satisfactoriamente con undispositivo de tracción; que por una parteinmoviliza y por otra mejora el espasmomuscular y el dolor, disminuyendo la pre·sión sobre las superficies articulares.
En las coxitis la tracción debe mantenerse en abducción y rotación interna paraevitar la luxación patológica a la que tanfrecuentemente conducen y debe mantenerse mientras persistan los signos inflama·torios.
Caso de producirse una luxación patológica, ésta deberá ser reducida medianteuna manipulación suave seguida de trac·ción. Hay que señalar que en la evoluciónde estas luxaciones puede presentarse unaosteocondritis del núcleo epifisario semejante a las que se presentan en la luxacióncongénita de cadera.
Pronóstico
En cuanto al pronóstico se refiere, hayque señalar que éste es relativamente bue·no en cuanto a movilidad y estabilidaden rodillas y otras articulaciones y así lohemos podido comprobar en nuestra casuística, en la que la recuperación funcional ha sido completa, excepto en la localización de un codo del caso número 11,afecto de una localización múltiple, en elque debido a la gran destrucción articularquedó como secuela una limitación de laextensión (fig. 9).
En la cadera el pronóstico es distinto,debido a que si el diagnóstico y tratamien·to no se realizan precozmente se realiza ladestrucción del núcleo epifisario cartilagi.noso, debido en parte a la presión intraar·ticular que compromete la vascularización
FIG. 7. - Radiografía anteroposLerior de caderasdel caso núm. 11, en el que se afectaron ias doscaderas y tras la destrucción del núcleo cefálicoy del cuello queda como secuela una extremidadsuperior del fémur en forma de nn muñón ensan-
chado e irreguiar.
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epifisaria y, por otra, a la existencia defe r men to s proteolític)s, leucocitarios ycóccicos que realizan una autodigestión delcartílago.
En ocasiones como ya hemos mencio·nado se produce la secuestración del núcleo, ya parcialmente osificado, el cual esenucleado fuera de la articulación (casonúm. 1 y fig. 6).
Si el cuadro ha sido intenso y no diagnosticado precozmente, el núcleo epifisariose ve comprometido definitivamente por ladestrucción, no apareciendo ningún vestigio del mismo durante la evolución posterior (fig. 7). En estos casos queda laextremidad superior del fémur reducida aun muñón metafisario ensanchado e irre·guIar, en el que no es raro asistir, debidoseguramente a la existencia de algún restocartilaginoso a un intento de remodelaciónde un espolón metafisario (fig. 8).
En estos casos queda, así pues, una
FIG. 8. - Radiografía evolutiva del caso núm. 1en la que se puede observar 'ras la expulsión delnúcleo cefálico necrosado, el espolón metafiEario
regenerado.
FIG. 9. - Radiografía anteroposterior de codo correspondiente al caso núm. 11, a los tres años ym~dio de la infección y en el que debido a lagrave alteración articular ha qued.ado como secuela funcional una limitación de 30° de la ex-
tensión.
grave afectación articular, que indicará lapráctica de un tratamiento quirúrgico posterior con la finalidad de estabilizar lacadera. Ahora bien, este tratamiento debedemorarse meses, incluso años después deproducida la infección, debido al peligrode reactivación de la misma.
Para valorar el estado residual de laepífisis, podrá ser de utilidad la artrografía,aunque queremos señalar que debido a laexistencia de múltiples adherencias cicatri·ciales, hacen en la práctica dificil su inter·pretación, por lo cual disminuye su interés(fig. 10).
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Cirugía de las secuelasde las artritis sépticas en los niños
El pronóstico, en cuanto se refiere a lafunción, suele ser bueno a nivel de las rodillas por lo que se refiere a movilidad y
FIG. 10. - Artrografía correspondiente al caso número 3.
estabilidad y hasta en casos en los que laafectación articular ha sido severa como enel caso núm. 11, en el que se afectaron lasdos rodillas (fig.11), el resultado funcionales bueno. A nivel de las rodillas solamentela existencia de un varo o valgo por lesión de la placa metafisaria, o la existenciade un acortamiento del miembro, puedenprecisar tratamiento quirúrgico ulterior.
Por lo que respecta a las otras articulaciones, vemos que a pesar de la graveafectación, con secuelas radiográficas evidentes (fig. 12), el resultado funcional esbueno, y solamente encontramos una limitación de la extensión del codo derecho en
el caso núm. 11, en el que la afeetaciónartrítica fue múltiple.
El problema lo presentan, y grave, lassecuelas artríticas a nivel de las caderas,en donde con frecuencia hay que recurrira la cirugía para tratar las secuelas de lainfección. Esta cirugía articular debe serdemorada algunos meses e incluso añosdespués de haberse producido la infeccióndebido, por una parte, al peligro de reactivación de la misma y, por otra, al hechoya mencionado de que con el tiempo la recalcificación del núcleo epifisario, que noestaba destruido, sino simplemente decal·cificad:o, puede dar lugar a una epífisisaceptable.
Por todo ello no se debe abordar unaintervención reconstructora a nivel de lacadera hasta conocer el estado definitivode la epífisis; y pudiendo ser para ello degran utilidad la práctica de la artrografíade contraste, aunque ya hemos mencionadolas dificultades que pueden presentarse enla práctica para su valoración.
Cuando las lesiones destructivas a nivel de la extremidad del fémur han sidointensas, y según el grado de destruccióncervicocefálico, las secuelas tardías van air desde la rigidez fibrosa o la anquilosisen aquellos casos en los que existen vestigios de la epífisis superior del fémur en elinterior del acetábulo; a la luxación patológica en aquellos casos en los que la mutilación epifisaria ha sido más o menoscompleta.
En los casos en los cuales se ha producido una rigidez fibrosa a nivel de la articulación de la cadera, existe, junto a unalimitación de la movilidad una deformidaden flexión y aducción de la cadera; locual es la causa de la cojera que presentanestos niños, puesto que los dolores no suelen presentarse hasta pasados los siete·ocho años. Esta deformidad que se vaacentuando con los años, hace que la claudicación aumente con el tiempo.
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FIG. 11. - Radiografía anteroposterior de ambas rod~Jlas a los tres años y medio de la infeccióndel caso núm. ll, en el que pese a las secuelas radiográficas, el resultado funcionar es bueno.
El tratamiento en estos casos residuales de cadera rígida en flexión y aducción,consistirá en practicar una osteotomíacorrectora de la deformidad, en este casoabductora y extensora, advirtiendo la posibilidad de que tenga que repetirse la intervención antes de finalizar el crecimientopor recidiva de la deformidad en el cursodel mismo (casos 1 y 8).
La dismetría que se produce en estoscasos, puesto que como indica HARMON
(1944), la epífisis superior del fémur es laresponsable del 12 por 100 del crecimientode la extremidad inferior, podrá ser corregida precozmente mediante el grapado dela epífisis inferior del fémur opuesto.
La artrodesis en posición funcional darálos mejores resultados en casos de rigidezfibrosa dolorosa o en actitud viciosa, aunque para ello hay que esperar a la edadde la adolescencia.
En ocasiones se observa la existenciade un muñón metafisario, a manera de espolón, que permanece intracotiloideo y elcual como vemos señala GUILLEMINET
FIG. 12. - Radiografía del caso núm. 11, mostrando la grave afectación residual de ambos hombros, pese a lo cual el resultado funcional a los
tres años y medi'O de la infección es bueno.
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(1955), con los años y debido al estímuloacetabular crece, llegando a adquirir untamaño más o menos grande (fig. 13). Enestos casos y debid:o a que este espolón
FIG. 13. - Radiografía de cadera del caso núm. 1a los siete años de evolución, mostrando el creo
cimiento del espolón me'afisario.
metafisario tenía una orientación inferointerna (fig. 13) Y con la finalidad de centrarlo en el acetábulo, hemos realizado dosveces una osteotomía valgizante intertrocantérea, semejante a la propuesta porMARCHETTI (1968), en el tratamiento de lacoxa vara congénita (fig. 14), habiendo conseguido con ello en ambos casos una caderaestable y con una movilidad aunque reducidaaceptable; aunque, no obstante, necesitarán una intervención definitiva másadelante.
En los casos en los que existe una gravemutilación de la cadera, lo cual suele ser
frecuente en las artritis sufridas durante elprimer año y que ha dado lugar a la des·trucción completa de la cabeza y cuellofemoral, el porvenir funcional de la caderaes muy sombrío, puesto que se va a producir por la falta del apoyo cotiloideo unaluxación patológica tardía que dará lugara una grave claudicación, que tiende a agravarse con el paso de los años.
En estos casos, solamente el tratamien·to quirúrgico podrá evitar la luxación pa·tológica y hacer que el muñón femoral seencuentre en posición adecuada para poderafrontar llegado el momento la soluciónquirúrgica definitiva.
El criterio terapéutico dependerá delgrado de reconstrucción y de la edad delniño.
La artrotomía exploradora, para con·siderar directamente los restos epifisarios,podrá practicarse en niños menores de seisaños, para practicar un remodelamiento dela extremidad superior del fémur y del ae-etábulo, a la manera propuesta por LEVEUFy con la finalidad de obtener una neoar·trosis más o menos favorable.
Con la misma finalidad ha sido propuesta por RIGAUU (1973), la llamada trocanteroplastia, con la cual consigue una articulación estable y hasta con cierta movi·lidad; pero que tiene sobre todo la ventajade que mantiene la articulación en buenaposición por si fuese necesaria una intervención complementaria al final del crecimiento.
Las prótesis acrílicas cefálicas ensaya·das por FEVRE, BERTRAND y JUDET, no dieron buenos resultados.
HARMON (1942), con idéntica finalidadde estabilizar la cadera, describió un tipode osteotomía de la extremidad superíordel fémur.
De este tipo de intervenciones no tenemos experiencia, sin embargo, hemos realizado en una níña (fig. 15, a, b y c) laoperación propuesta por WEISSMAN (1967),
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FIG. 14.· - Radiografías correspondientes al caso núm. 3: a) Radiografía postoperatoria tras laosteotomía de MARCHETTI. b) Resultado a los dos años de la intervencíón.
FIG. 15. - Evolución radiográfica de la enferma del caso núm. 6: a) Radiografía preoperatoriadespués de reducida la luxación patológica (lig. 5). b) Control posloperatorio después de la operación de Weismann, e) Control a los veinte meses de la intervención, tras retirarle la osteosíntesisy en la que se observa un núcleo centrado en el acetábulo. Funcionalmente la movilidad de la
cadera es muy buena.
Cuatro resumen de nuestra estadística
Casonúm. Sexo
1 H
2 V
Edadinfección
2 años
1 m'es
Localización
Cadera izquierda
Cadera izquierda
Sints. comienzo
De osteomieiitismetáfisis superior femur.
Proceso pulmonarseguido de cuadro febril.
Trat. inicial
Antibióticos.P/elvipédico.ArtrotomÍa: Enu-
cleación núcleocefálico.
No diagnosticadainicialmente.
Secuela
Expulsión núcleocefálico.
Cadera rígida enflexión.
Acortamiento.
Subluxación.Acortamiento.
Trat. Secuela
Osteotomía de enderezamiento.
Grapado fémur.
Osteotomía de angulación.
Grapado fémur.
Resultado
Cadera estable.Rigidez fibrosa.
Cadera estab lecon movilidad.
3
4
5
6
H
v
H
H
1 m'es
7 meses
2 años
40 días
Cadera izquierda
Cadera izquierda
Cadera derecha
Cadera izquierda
Infección pulInonar.
Fiebre. Dolor.Contractura cadera en flexión.
Infección yatrógena tras reducción quirúrgica1 C. c.
Fiebr·e alta.Inmovilidad miem
bro.
No diagnosticadainicialmente.
Antibió~icos.
Pelvipédico.
Vista en fase desecuela.
No diagnosticadainicialmente.
Vista en fase desecuela.
Subluxación cadera.
Acortamiento.
Ninguna.
Luxación extremidad s u p eriorfémur.
Acortamiento.
Subluxación.
«Broom-stick» .Osteotomía de an
gulación.Grapado fémur.
No tratada.
«Broom-stick» .Tenotomía aduc
tores.Op. de Weissman.
Cadera estable.Movilidad muy li
mitada.
Exc,elente.
A los dos añosintervención:Buena movilidad cadera. Estable.
Acortamientomienlbro: Pendien!e grapado.
7
8
'9
10
11
12
JI
v
v
v
v
v
3 años
6 años
16 meses
3'5 m.
15 días(prematuro)
4 días
Cadera izquierda
Cadera derecha
Cadera izquierda
Rodilla derecha
Múltiple
Rodilla izquierda
Cuadro febril.Dolor inguinal.
Cuadro febril intenso.
Abceso osteomielítico peroné.
Febrícula con rinofaringitis.
Cuadro febril.Inmovilidad miem
bro.Tumefacción ro
dilla.
Tras una varicela, cuadro séptico muy grave.
Cuadro febrilinespecífico.Tumefacción rodi-
lla.
Antibióticos.Vista en fase de
secuela.
Antibióticos.Inmovilización.Drenaje absceso.
Antibióticos.Tracción.
Antibióticos.Punción evacua
dora.Inmovilización.
Antibióticos.Diag. artritis: al
mes. Tracción.
Antibióticos.Punción evacua
doraInmovilización.
Luxación extremimidad superiorfémur.
Acortamiento.
Artritis secundaria: Cadera rígida en fiexoaducción.
Acortamiento.
Ninguna.
Ninguna.
Destrucción masiva cervicocefálica.
Limitación extensión codo derecho.
Ninguna.
o s t e o t o m í a deapoyo de Schanz.
Pelvipédico.Osteotomía de en
derezamiento.Grapado femoral.
Pendiente resolver estabilidadcaderas.
Cadera estable.Ligera claudica
ción.
Cadera estable.Rigidez fibrosa.
Excelente.
Excelente.
16 REVISTA ESPAÑOLA DE CIRUGÍA ÜSrEOARTICULAR
en la cual se introduce mediante una osteotomía subtrocantérea de varización laepifisis del trocánter mayor en el interiordel acetábulo, con la finalidad de que ésta,liberada de sus inserciones musculares y
Fu;. 16. - Radiografía postoperatoria del caso nú'mero 7, en el que a los nueve años se le practicóuna osteotomía de apoyo de SCHANZ, con buen
resultado funcional.
sometida a las fuerzas de presión por partedel acetábulo se comporte como una epífisisde presión, semejante al núcleo cefálico.A los dos años de la intervención, la niñapresenta muy buena movilidad de la caderay radiográficamente asistimos a la presencia de un núcleo epifisario.
Cuando se trate de niños mayores, enlos que existe restos de cuello en relacióncon el acetábulo, puede estabilizarse lacadera con un aceptable resultado funcio·nal mediante la osteotomía subtrocantéreade SCHANZ (fig. 16).
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