revista vite 01 año i
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VISUAL MERCHANDISINGNo. 01 / Año I
El bodegón
Las líneas
Do It Yourself
Productos artesanales
¡Vender vender vender! La palabra mágica que es cuan espuma de champán
cuando se descorcha la botella. Un acto muy rápido y muy explosivo. Al tratarse de un proceso muy complejo debemos empezar por el principio: la uva.
¿Y cuál es la uva del comercio?
Nuestros valores deben emanar de la materia prima: el producto. Es el que condiciona todo el proceso hasta la venta. La forma de exponerlo y venderlo estará sujeta a esos valores y a las necesidades del potencial cliente. Pero ¿dónde se mira eso? ¿Cómo puedo saber el enfoque que debo darle?
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Llega la hora de la verdad y te animas a investigar en, por ejemplo, internet para ver si te aportan conocimientos prácticos que te ayuden; y te das cuenta de que todos los artículos (o casi todos) se expresan con un lenguaje pretencioso y que, en treinta líneas no han dicho absolutamente nada:
«El producto se debe colocar de una manera indeterminada, en un lugar indeterminado colgado en una percha indeterminada iluminada por una indeterminada luz con una música indeterminada.»
(Sr. Jerga )
No hay fórmulas secretas, pero hay pautas prácticas que se pueden seguir. Es frustrante hacer algo sin saber si vas por el buen camino o no. Miras al frente y te dices. “¡es que no sé por dónde empezar!” Vamos a dejar a un lado el hacer por hacer, el decir “porque me gusta” o “lo he visto en un escaparate de Versace”; empecemos a pensar. Todo debe tener un porqué y debe estar basado en algún tipo de marketing; sea estético o psicológico (¡o ambas!).
«Camino por la calle mirando escaparates y los ojos no me hacen chiribitas»
(Sr. Potencial Cliente)
El escaparate es nuestra carta de presentación por la que un cliente entrará o pasará de largo. En él debe estar reflejado qué se vende, a quiénes y el rango económico. En la teoría parece algo muy certero y esquemático, sin embargo, es un ámbito tan amplio y variable que la única manera de comprobar su efectividad es experimentando. Tenemos que conseguir captar nuevos clientes y seguir llamando la atención de los habituales. Quizás no te hayas dado cuenta, pero hay muchos locales que pasan desapercibidos (no porque estén mal planteados) porque quizás la fachada está perfectamente integrada en el edificio, el cristal refleja la luz del sol que dificulta ver el interior o no se entiende si se venden productos de precios bajos o medios. El escaparate es una invitación. Observa. ¿Tú entrarías? ¿Por qué sí? ¿Por qué no?
Debe haber una armonía con lo que hay en el escaparate y el interior del local. Al igual que en la calle queremos llamar la atención, una vez dentro queremos que el cliente mire y toque y, que ese momento sea lo más placentero posible. ¡Pero basta ya de charlatanerías! ¿Qué hay que hacer ahora?Seas experto o novato una herramienta muy útil es hacer fotos de cada cambio que realices en tu local. Organízalo dentro de una carpeta y echa un vistazo de vez en cuando. Mirar a través de las fotos nos hace ver las cosas desde una perspectiva distinta. Te darás cuenta de cosas que no viste en el momento de hacerlo y aprenderás, que es lo más importante.
Doy por concluida la introducción al primer número de la revista que tienes en tus manos y te invito a experimentar.
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E l bodegón es un elemento muy usado en las composiciones
de un escaparate, una forma fácil para rotar el producto. Esa composición debe ser armoniosa. Es recomendable hacer modificaciones leves cada mes en concordancia a las estaciones del año, festividades y fechas importantes. Debemos hacer un diálogo con el viandante. Hay que trabajar el factor sorpresa
para provocar su detención frente a tu producto.
El bodegón no requiere de grandes inversiones, sin duda es la opción más asequible y versátil que hará que notes resultados inmediatos. Se deben tener muy en cuenta aspectos como la iluminación, el color y la propia composición.
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Hay muchas formas para hacer esa composición. Una
de ellas es la línea, por la que los elementos guardan una cohesión lógica y fácil de asimilar psicológicamente. El orden nos gusta y la
horizontalidad aporta estabilidad y equilibrio. Es una buena opción para exponer las distintas versiones de un solo producto. Podemos mostrar los distintos colores, tamaños o materiales.
En el caso de los productos de distinto tamaño hay que
determinar la manera en la que se distribuirán. La forma
más equilibrada es la de un triángulo; donde el objeto más esbelto o llamativo está en la posición central
Si hubiera un objeto que, bien por su valor o bien por el exceso de stock,
debiera destacar y fuera el más pequeño de la composición se deberá colocar en forma de
semicírculo invertido (cóncavo). Sería recomendable que los objetos de mayor tamaño estuvieran colocados en segundo plano, tal que la composición adquiera más equilibrio.
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En estos casos otra opción muy recomendable es la composición triangular.
L a exposición diagonal, transmite movimiento y direccionalidad. Es
recomendable concentrar el mayor peso visual a la izquierda, ya que responde al comportamiento de visualización en el mundo occidental. Al igual que empezamos a leer de izquierda a derecha el ojo está acostumbrado a hacer
el mismo recorrido cuando observa. Aunque no siempre hay que seguir esta regla. Tenemos que observar nuestro escaparate y analizar qué es lo que le conviene. Quizás,al tener la entrada en un lateral nos interesa guiar al viandante hacia el interior del establecimiento; o quizás queramos completar con otros ventanales de nuestro negocio.
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Para realzar los productos y colocarlos a distintas alturas podemos hacer nuestros propios
pedestales de manera muy fácil y rápida. Tan sólo necesitamos cualquier caja de cartón que tengamos, cola blanca, brocha y papel de seda. La ventaja de esta técnica es que no hace falta mucha maña.
Una cara de la caja se cubre con una capa gruesa de cola blanca sin diluir. El papel de seda (que es el mismo que se encuentra en el interior de bastantes cajas de los zapatos) se arruga hasta hacer una pelota para arrugarlo. Se coloca
encima de la cara encolada de forma que quede comprimido y esponjoso. Se cubre el resto de las caras y ¡voilà!
Combínalo con otros elementos decorativos que tengas a mano: recicla y reutiliza, seguro que encuentras algo original. El que ves en la foto tiene un toque de spray dorado y los pétalos clavados con alfileres con cabeza redonda (también pintados en dorado; aprovecha el mismo spray, ya que los que se suelen vender tienen colores muy estridentes). Cambia el color del papel, ponle lazos, piedras, cordones, plantas secas...
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“Hazlo por tí mismo”, en esta sección aparecerán trucos sencillos para realizar todo tipo de atrezos y útiles creativos para tu negocio.
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Productos exclusivos a la venta realizados de manera artesanal para que no tengas que preocuparte por que tu tienda se vea genial. Esto tan sólo es una muestra. Si tienes algún proyecto en mente que quisieras realizar contacta conmigo: ¡no hay límites!
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Cabeza de cuerdaExpositor para tocados en crudo (16cm
de diámetro, altura 28.5cm).
Unidad 10€
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Marcos expositoresTres expositores de madera de pino
tintado en blanco con efecto desgastado (12.5cm x 6.5cm x 16cm).
Set 15€
Bloques expositoresCuatro expositores de madera de pino maciza, dos de ellos decorados con relieves. Tienen distintas alturas (9cm, 10cm, 12.5cm, 13cm). Con una base de polígono irregular (inscrito en un rectángulo de 14cm x 6.5cm)
Set 25€
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