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Recuerdo anatómico
Se denomina síndrome del túnel carpiano (STC) al conjunto
de signos y síntomas producidos por la compresión del ner-
vio mediano a su paso por el túnel carpiano. Dicho túnel se
encuentra delimitado anatómicamente por los huesos pisi-
forme, ganchoso, trapecio, escafoides y retináculo flexor
(fig. 1). El nervio mediano, en su trayecto por el túnel, va
acompañado de estructuras musculotendinosas, sobre todo
de 9 tendones: 4 tendones del músculo flexor superficial de
los dedos, 4 tendones del músculo flexor profundo de los de-
dos y el tendón del músculo flexor largo del pulgar (fig. 2).
El nervio mediano se compone de fibras sensitivas (proce-
dentes de las raíces nerviosas de C6-C7 del plexo braquial)
que se encargan de inervar la eminencia tenar y los primeros
3 dedos de la mano (fig. 3), así como de fibras motoras (pro-
cedentes de las raíces nerviosas de C8-T1 del plexo braquial)
que inervan la musculatura distal de antebrazo y mano.
Actualización del síndrome del túnelcarpiano
María Luisa Peralta Ríosa, Juan José Rodríguez Alonsoa,* y Carlos Aranda Cosgayab
aMédico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de Salud Villaviciosa de Odón. Madrid. España.bMédico especialista en Medicina Interna. Hospital Universitario Fundación Alcorcón. Alcorcón. Madrid. España.
*Correo electrónico: [email protected]
Puntos clave
● El síndrome del túnel carpiano (STC) continúa siendo, en la
actualidad, la neuropatía por atrapamiento nervioso más
frecuente, con una prevalencia estimada del 1-5%, siendo
más habitual en las mujeres.
● La fisiopatología del STC es multifactorial, donde el
aumento de presión en el canal intracarpiano juega un
papel fundamental. El STC puede ser idiopático o
secundario a una serie de factores como el embarazo, el
hipotiroidismo, la obesidad...
● Los síntomas clásicos del STC son el dolor y las parestesias
en el territorio del nervio mediano, de predominio nocturno.
Frecuentemente, se presenta de forma bilateral, aunque
con intensificación de la sintomatología en 1 de las 2
manos.
● Los síntomas suelen ser provocados por movimientos
repetitivos de flexión y extensión de la muñeca y elevación
del brazo.
● En casos severos, predomina la afectación motora frente a
la sensitiva, que se caracteriza por debilidad de la
musculatura inervada por el nervio mediano y la atrofia de
la eminencia tenar.
● El diagnóstico del STC se basa en la combinación de la
anamnesis, la exploración física y los estudios
electrodiagnósticos, siendo el electromiograma la prueba
más útil para el diagnóstico de confirmación, aunque no
siempre es imprescindible realizarla.
● Las maniobras de provocación más utilizadas para STC son
el signo de Tinel, el signo de Phalen y la maniobra de
compresión manual del carpo. Su especificidad sigue en
discusión en el momento actual.
● La primera medida terapéutica del STC es el control de la
enfermedad de base en caso de STC secundario, y evitar en
lo posible los factores desencadenantes predisponentes.
● En cuanto al tratamiento conservador del STC, el uso de
férulas como primera opción y las infiltraciones locales de
glucocorticoides suelen ser buenas opciones terapéuticas.
● En la actualidad, la cirugía sigue ofreciendo mejores
resultados que el tratamiento conservador. Se indica en
caso de respuesta refractaria al tratamiento conservador o
en casos de STC grave.
Palabras clave:
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Fisiopatología
La fisiopatología del STC es multifactorial. La compresión
del nervio se debe básicamente a la disminución de la capa-
cidad del túnel o al aumento de volumen en su contenido por
mecanismos inflamatorios. Ambos mecanismos desempeñan
un papel clave en el desarrollo de la clínica1.
El aumento de presión en el túnel carpiano puede ocasio-
nar lesión directa del nervio, afectando al transporte axonal
o comprimiendo los vasos a nivel del perineuro, provocando
isquemia del nervio mediano2. La postura de las extremida-des superiores también influye en el aumento de la presión
del túnel carpiano. Se ha observado que el aumento de la
presión del túnel carpiano es proporcional a la desviación de
la muñeca cuando adopta una posición de ligera flexión3.
La anatomía patológica de la compresión del nervio me-
diano ha revelado una serie de hallazgos característicos tales
como: el edema y el engrosamiento de las paredes de los va-
sos en el interior del endoneuro y perineuro, así como fibro-
sis, proliferación vascular, adelgazamiento de la mielina y
procesos de regeneración-degeneración de las fibras nervio-
sas4. Estos hallazgos son responsables de la típica deformi-
dad “en reloj de arena” que presenta el nervio mediano en la
región del túnel carpiano, reflejando un estrechamiento del
nervio por debajo del ligamento transversal del carpo e in-
flamación en los segmentos más distales y proximales del
mismo.
También se ha puesto de manifiesto la asociación del STC
con enfermedades5 como la diabetes mellitus6, la artritis
reumatoide7 y otras dolencias del tejido conectivo, el hipoti-
roidismo y el embarazo8. El mecanismo de este último se
cree que es debido al aumento de peso y la retención de lí-
quidos que se producen durante el mismo con el subsiguien-
te aumento de la presión en el túnel del carpo.También se ha comentado la relación entre el STC y de-
terminadas actividades laborales que obligan a realizar mo-
vimientos repetidos de flexo-extensión de las manos y las
muñecas, como el trabajo en la construcción, los trabajos en
cadena9 y el uso de ordenador10. Otros procesos asociados al
STC se pueden ver resumidos en la tabla 1.
Respecto al uso de ordenador, aunque tradicionalmente se
cree que aumenta el riesgo de desarrollar STC, esta asocia-
ción se ha visto cuestionada en muchos estudios, en los que
se ha demostrado que no existen evidencias suficientes
que apoyen dicha relación10.
En el momento actual, existen aún datos limitados y con-tradictorios respecto a la asociación potencial entre el desa-
rrollo de STC con respecto a la edad, el uso de anticoncepti-
vos orales11 y el tabaquismo12.
Epidemiología
Actualmente, el STC es la neuropatía periférica por atrapa-
miento más frecuente. La prevalencia en la población gene-
ral se estima en un 1-5%, llegando a aumentar hasta un
15-20% en la población de trabajadores cuyas profesiones
Figura 3. Sensibilidad del miembro superior. Tomada con permisode Montemayor MG15.
Figura 1. Estructuras anatómicas del túnel del carpo.
Palmar mayor
Rama inseróseaanterior
Palmar menor
Pronador redondo
Nervio mediano
Figura 2. Anatomía del nervio mediano. Tomada con permiso deMontemayor MG15.
Circunflejo Circunflejo
Musculocutáneo
Musculocutáneo
RadialBraquialcutáneointerno
Accesorio delbraquial
cutáneo interno
Plexocervical
Mediano MedianoCubital
Túnel del carpo
Retináculoflexor
Nerviomediano
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implican una actividad física importante de las manos13-15.
Suele ser más frecuente en mujeres (0,7-9,2%; proporción
aproximada de 3:1), y con una mayor incidencia entre la
cuarta y sexta década de la vida16
. Una posible explicación aeste suceso es la disminución anatómica del área transversal
del túnel carpiano en la mujer.
Clínica
Habitualmente, los pacientes refieren dolor y parestesias, y
con menos frecuencia, debilidad en el trayecto del nervio
mediano. La historia natural del STC es variable e imprede-
cible, aunque lo habitual es que su evolución sea lenta.
Los síntomas distintivos del STC son el dolor y las pares-
tesias en la zona inervada por el nervio mediano (zona pal-mar de los 3 primeros dedos de la mano y la mitad radial del
cuarto dedo), pudiéndose irradiar ocasionalmente al antebra-
zo proximal y codo y, más raramente, al hombro, de ahí que
se deba realizar diagnóstico diferencial con la radiculopatía
cervical17,18.
No es raro que la mayoría de las veces los pacientes no de-
limiten claramente la región afectada, relatando la clínica en
toda la mano. Aunque la afectación suele presentarse de for-
ma bilateral, es habitual que los síntomas sean más intensos
en 1 de las 2 manos. Por lo general, los síntomas empeoran
durante la noche, llegando a despertar al paciente, y caracte-
rísticamente pueden ceder con la elevación del brazo, la agi-
tación de la mano o introduciendo las manos en agua tibia19.
Los síntomas, a menudo, son provocados por actividades
laborales que implican actividad física importante con las
manos como movimientos de hiperextensión-flexión de la
muñeca y la mano, o elevación de los brazos como conducir,
leer, escribir o coger el telefóno20,21.En estadios precoces de la enfermedad suelen predominar
los síntomas sensitivos, leve debilidad de la musculatura
(abductor corto, flexor corto y oponente del primer dedo) y
discreta atrofia de la eminencia tenar. A medida que la clíni-
ca se cronifica o progresa en intensidad, aparece cierta difi-
cultad para la coordinación de movimientos finos de los de-
dos y se acentúan los síntomas motores, tales como paresia
de la musculatura inervada por el nervio mediano que oca-
siona dificultad para agarrar o sujetar determinados pesos,
especialmente cuando en estos movimientos interviene el
pulgar. Finalmente, en estadios avanzados, progresa la atro-
fia de la eminencia tenar con la consecuente repercusión tan-
to en el ámbito laboral como en el desempeño de las activi-
dades instrumentales básicas de la vida diaria22.
Diagnóstico
El diagnóstico de la enfermedad es eminentemente clínico,
basándose en la presencia de parestesias o dolor en el terri-
torio de la inervación del nervio mediano. De hecho, las pa-
restesias en las manos es un motivo de consulta bastante fre-
cuente; en un estudio de prevalencia se estimó que hasta el15% de la población general presentaba “hormigueos” en las
manos13. Se debe realizar el diagnóstico diferencial con pro-
cesos que también causen disestesias manuales como son las
polineuropatías, la radiculopatía cervical y los síndromes
por atrapamiento en zonas proximales al canal del carpo o
por nervios distintos al mediano, como el síndrome del canal
de Guyón (neuropatía compresiva del nervio cubital entre el
hueso pisiforme y el hueso ganchoso).
A lo largo de los años, se han propuesto diferentes ma-
niobras exploratorias, utilizadas para predecir el diagnósti-
co del STC. Actualmente, las más utilizadas en la práctica
clínica son:
(fig. 4): percusión con martillo de refle-
jos 3 veces en el ligamento anular de la muñeca. Se conside-
ra positivo si produce descarga eléctrica a nivel del 2.º y 3.º
dedo. Suele tener un valor limitado, su sensibilidad es menor
(50%) en comparación con el signo de Phalen, pero ambos
tienen una especificidad similar (77%)23-25.
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tral de ambas muñecas a 90° con ayuda del explorador si es
necesario, durante 60 segundos. Se considera positiva si se
reproducen las parestesias o el dolor en la distribución del
TABLA 1. Procesos asociados al síndrome del túnel carpiano
Traumatismos o microrroturas
Mala consolidación de fracturas, fractura de Colles, esguinces,gangliones…
Causa idiopática
Degeneración hipertrófica del ligamento anular (hasta 50%)
Enfermedades por depósito
Amiloidosis, mucopolisacaridosis, artropatía del hemodializado
Etiología reumatológica
Artritis inflamatorias: artritis reumatoide, lupus, tenosinovitis...
Artritis microcristalinas: gota, condrocalcinosis…
Etiología infecciosa
Enfemedad de Lyme, artritis séptica…
Etiología tumoral
Mieloma múltiple, linfoma, lipomas, hemangiomas…
Endocrinopatías
Diabetes mellitus, hipotiroidismo, acromegalia…
Etiología hormomal
Gestación y lactancia, menopausia reciente, anticonceptivosorales, histerectomía con anexectomía, obesidad…
Otros factores de riesgo
Estrés laboral, movimientos de exo-extensión repetidos(exposición laboral en obreros, uso de ordenador, amas decasa...)
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lidad de la prueba parecen ser similares o ligeramente a las
maniobras de Phalen y Tinel, pero pocos han sido los estu-
dios que han comparado estas pruebas entre sí 27.
cuando hay debilidad en la abducción contrarresistencia del
dedo pulgar.
28: diagrama de la mano donde el pa-
ciente señaliza la localización exacta de los síntomas, clasifi-
cando los resultados en 3 patrones: clásico si los síntomas
afectan como mínimo a 1 o 2 de los 3 primeros dedos de la
mano; probable, en los casos en que hay el mismo patrón
anterior pero se permiten síntomas palmares confinados a la
cara cubital e improbables cuando no existen síntomas en
los 3 primeros dedos de la mano (fig. 8).
nervio mediano. Diversos metanálisis han demostrado una
sensibilidad media del 68% y una especificidad del 73%. Un
estudio prospectivo sugirió que la maniobra de Phalen se co-rrelaciona con la severidad del SCT26.
(fig. 6):
se realiza aplicando presión sobre la cara palmar de la mu-
ñeca, proximal al espacio que queda entre la región tenar e
hipotenar. Se considera positiva si se reproducen las pareste-
sias a los 30 segundos de aplicar dicha presión. La sensibili-
dad y la especificidad media de esta prueba son del 64-
83%25,26.
manos sobre la cabeza durante un minuto; es positiva si se re-
producen los síntomas del STC. La especificidad y la sensibi-
Figura 4. Signo de Tinel.
Figura 5. Signo de Phalen.
Figura 6. Signo de Durkan o prueba de compresión manual.
Figura 7. Prueba de abducción del pulgar.
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94-99%. En otro estudio posterior32 que incluyó a 99 pa-
cientes con clínica de SCT, los resultados fueron normales
en el 25% de los casos.
En cuanto a las pruebas de imagen, la ecografía y la reso-
nancia magnética, hay que señalar que no se emplean de for-
ma rutinaria en la evaluación del SCT.
En caso de que exista sospecha de alguna enfermedadasociada al STC, estaría indicado realizar análisis de sangre,
en el cual se debe incluir hemograma, velocidad de sedimen-
tación globular, proteinograma, glucemia, uricemia, anti-
cuerpos antinucleares, factor reumatoide y estudio tiroideo.
Tratamiento
A pesar de los múltiples trabajos sobre SCT, no se dispone
de estudios sólidos que avalen la eficacia de los diferentes
tratamientos; tampoco se han comparado las diferentes op-
ciones terapéuticas actuales, por lo que la utilidad práctica
de los distintos tratamientos sigue estando en discusión33.
En cuanto al inicio, tradicionalmente se ha propuesto co-
mo primera medida tratar correctamente la enfermedad de
base si la hubiera34, así como evitar las actividades o postu-
ras forzadas de la mano que desencadenen o aumenten los
síntomas. Con este fin, se utilizan las muñequeras metacar-
pianas con férula (fig. 9)35, que pueden limitar las activida-
des que contribuyen a elevar la presión dentro del túnel car-
piano al mantener la muñeca en posición neutra. Sus
principales efectos son el acortamiento del período sintomá-
tico y la mejoría de las parestesias nocturnas36
.
Medidas físicasUn estudio aleatorizado de una revisión sistemática del
200337 demostró que el tratamiento con férula de inmovili-
zación nocturna mejoraba significativamente los síntomas en
relación con los pacientes sin tratamiento. Se recomienda el
uso de la misma por la noche, y todo el tiempo que se nece-
site durante el día, con el objetivo de inmovilizar la muñeca
y permitir la realización de las actividades de la vida diaria y
laboral. Se realizó también un seguimiento durante 6 sema-
nas, apreciándose diferencias significativas a favor del uso
continuo de la férula, en comparación con el uso exclusiva-mente nocturno. En una revisión sistemática del 2008, se
analizaron 2 ensayos aleatorizados que compararon la efica-
cia del tratamiento quirúrgico frente al tratamiento mediante
férulas, concluyendo que existe una mayor eficacia de la ci-
rugía tanto a corto como a largo plazo38,39.
Tratamiento farmacológicoEn cuanto al tratamiento farmacológico40, una revisión siste-
mática41 halló un ensayo clínico aleatorizado que demostró
beneficio no significativo para el uso de antiinflamatorios no
esteroideos. En dicho ensayo, se compararon placebo, diuré-
Otros signos menos conocidos que se han propuesto para
diagnosticar del STC son:
pregunta de ¿qué hace usted con la mano cuando los sínto-
mas están peor?, responde que agitar la mano de igual forma
que lo hace para bajar un termómetro.
de presión en el brazo con una presión superior a la sistólica
durante 60 segundos. Se considera positiva si reproduce pa-
restesias en la zona del nervio mediano.
Actualmente, en la exploración física, los 3 signos más
útiles para orientar el diagnóstico del STC son el diagrama
el examen de fuerza del pulgar, siendo incluso superiores al
signo de Tinel y el signo de Phalen.
Para confirmar o descartar la presencia de STC y valorar
el grado de afectación del nervio mediano (afectación leve,
moderada o severa), se realizan estudios electrodiagnósticos
(EED), que principalmente son: un estudio neurofisiológico
consistente en electromiograma (EMG) y un estudio de la
velocidad de conducción nerviosa. La velocidad de conduc-
ción nerviosa es una prueba que estudia la velocidad de las
señales eléctricas a través del nervio mediante la colocación
de electrodos de superficie (semejantes a los que se usan pa-
ra realizar un electrocardiograma), que se colocan sobre la
piel en la distribución del trayecto del nervio mediano. La
distancia entre los electrodos y el tiempo que tardan los im-
pulsos eléctricos en viajar entre los electrodos se usa paradeterminar la velocidad de las señales nerviosas. Esta prueba
se considera muy útil para apoyar el diagnóstico de STC,
evaluar su gravedad y descartar otras anomalías tales como
polineuropatía, plexopatía y radiculopatía29.
Con frecuencia, el EMG, que consiste en el registro de la
actividad eléctrica muscular a partir de la colocación de agu-
jas dentro de los músculos, se realiza al mismo tiempo que
la velocidad de conducción nerviosa. No obstante, la validez
del EMG sigue debatiéndose en la actualidad, ya que en una
revisión sistemática se encontró que su especificidad para el
diagnóstico era muy elevada (95-100%), pero la sensibilidad
era baja y muy variable entre los diferentes estudios analiza-dos (47-84%), concluyendo, por tanto, la existencia de mu-
chos falsos negativos.
La normalidad de los EED no descarta en absoluto la en-
fermedad, porque no son lo suficientemente sensibles y por-
que puede existir una significativa variabilidad en el método
electrofisiológico seguido30. De hecho, ante una clínica y
una evolución muy sugestivas, la normalidad de los EED no
debe privar al paciente de un tratamiento adecuado30.
En una revisión sistemática31 de estudios prospectivos, la
sensibilidad de los EED para diferentes casos de STC osciló
entre 56-85%, mientras que la especificidad varió entre el
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Respecto al uso de gabapentina, en la actualidad se dispo-
ne únicamente de un estudio prospectivo de baja calidad, en
el cual se trataba a pacientes diagnosticados de STC median-
te EMG, con gabapentina a dosis de 1.800 mg/día durante
6 meses, concluyéndose la eficacia de esta en cuanto a dis-
minución del dolor y mejoría de la intensidad de los sínto-
mas en el 84% de los casos43.
Corticoides oralesEn cuanto al uso de corticoterapia oral frente a placebo, se
realizó una revisión sistemática de 3 estudios aleatorizados
de alta calidad metodológica que comparaban la eficacia de
esta frente al placebo42-44. En todos ellos, se constató una
mejoría estadísticamente significativa a las 2 semanas de tra-
tamiento con prednisona oral. Solo en 2 estudios la mejoría
clínica se prolongó durante 4 semanas, y en un solo estudio
persistió hasta las 8 semanas. Sin embargo, la eficacia de los
corticoides orales es menor que la de las infiltraciones loca-
les de corticosteroides45.
Infiltraciones locales de glucocorticoidesEl tratamiento mediante las infiltraciones locales de gluco-
corticoides (ILG) (fig. 10) se utiliza de forma tradicional en
los pacientes con STC de afectación leve a moderada, de cor-
ta evolución y que no han mejorado tras tratamiento con féru-
las y consejos posturales. Actualmente, es una de las opcio-
nes terapéuticas más accesibles y más comunes en la práctica
clínica. Su mecanismo de acción consiste en la disminución
de la inflamación de los tejidos circundantes al nervio media-
no para recuperar la funcionalidad de la mano afectada. Lainyección del corticosteroide se realiza por el lado cubital del
tendón del músculo palmar menor, a 1 cm proximal al plie-
gue de la muñeca. La aguja subcutánea se introduce posicio-
nada en unos 30-45° sobre el eje horizontal del brazo, a unos
10-15 mm, sin profundizar demasiado por el posible riesgo
de lesionar el nervio. Como norma general, salvo el ries-
go mencionado, suelen ser seguras y con escasos efectos
adversos.
Entre las complicaciones más comunes destacan:
– Peligro de infección local, de ahí que siempre sea obli-gatoria una adecuada asepsia y antisepsia.
– Roturas tendinosas, sobre todo, en caso de infiltraciones
repetidas.
– Lesión del nervio mediano.
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costeroides, como hiperglucemia e hipertensión arterial.
Aunque son más frecuentes en el uso de corticoterapia oral,
también pueden producirse por las ILG.
Las ILG proporcionan alivio sintomático a corto plazo (de
1 a 3 meses), en comparación con el placebo44-48.
ticos (triclorometiazida 2 mg), antiinflamatorios no esteroi-
deos (tenoxicam 20 mg) y prednisona oral 20 mg. Estas me-
dicaciones se administraron vía oral durante 4 semanas,
excepto en el caso de la prednisona, que a partir de la segun-
da semana, se administró a días alternos. El estudio concluyó
que ninguno de los 3 primeros grupos mostraba diferencias
significativas, salvo el grupo tratado con glucocorticoides
orales, en el que sí se evidenció una mejoría sintomática esta-
dísticamente significativa. Tampoco resultó beneficioso de
forma significativa el uso de vitamina B642.
A
B C
Dolor
Parestesias
Entumecimiento
Disminución dela sensibilidad
Figura 8. Diagrama de Katz. Diagrama manual de síntomas para el
síndrome del túnel carpiano28.
Figura 9. Férula volar de muñeca en posición neutra hasta la puntade los dedos35.
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Movilización de los huesos del carpo y de la articulaciónde la muñecaHay datos limitados pero suficientes para concluir que no
existe beneficio significativo a corto plazo en cuanto a la re-
misión del dolor o mejoría de la funcionalidad de la mano.
Práctica de yogaSolo se dispone de un estudio aleatorizado53 que demostró
que los pacientes que realizaban ejercicios posturales de yo-
ga mejoraron significativamente frente a los pacientes trata-
dos con férulas o a los no tratados.
Ejercicios de deslizamiento del nervio mediano y
tendinosoSe basan en restaurar el movimiento normal del nervio me-diano y aumentar la tensión mecánica. Un estudio aleatori-
zado comprobó que no presentaba una eficacia superior al
uso de tratamiento con férulas sin ejercicios asociados54,55.
En otro estudio56 se comparó la eficacia de un programa de
rehabilitación establecido frente a un programa de ejercicios
domésticos en pacientes que ya habían sido intervenidos de
STC; en la valoración que se realizó al mes y a los 3 meses
de seguimiento, no se evidenciaron diferencias clínicas esta-
dísticamente significativas entre ambos grupos, aunque sí se
observó que en el tratado con rehabilitación pudo incorpo-
rarse antes al trabajo.
Terapias de ultrasonido y la estimulación eléctricaHan sido utilizadas en la recuperación posterior en los casos
de lesiones nerviosas y tendinosas57. El ultrasonido se usa
para promover la cicatrización de los tejidos blandos me-
diante la administración transdérmica de dosis de ultrasono-
terapia continua con intensidades oscilantes entre 0,5 y
1,5 W/cm2. En la gama de menor intensidad, el ultrasonido
induce cambios en la permeabilidad celular, denominados
“microcorrientes”, que incitan una mejoría en la respuesta
de curación. En el rango superior de intensidad, el ultraso-
Recientemente, se han realizado estudios que han com-
parado la eficacia de los resultados de la cirugía y de las
ILG en pacientes con STC primarios no complicados. En
un ensayo clínico realizado en Cataluña44, abierto, contro-
lado y aleatorizado, se incluyeron 163 casos con diagnósti-
co clínico y neurofisiológico de STC primario no compli-
cado. Se recogió el grado de afectación subjetiva medianteescalas analógicas visuales para 3 dominios de síntomas:
grado de incapacidad autopercibida, dolor y parestesias
nocturnas. Se realizaron revisiones clínicas a los 3, 6 y 12
meses del tratamiento asignado. En el análisis por inten-
ción que se debe tratar en el seguimiento a los 3 meses, el
94% del grupo que recibió ILG y el 75% del grupo someti-
do a cirugía alcanzaron una respuesta ≥ 20% en el domi-
nio de la parestesias nocturnas (p = 0,001). A los 6-12 me-
ses, el porcentaje de respondedores fue del 85,5% frente al
76,3% (p = 0,163) y del 69,9% frente al 75% (p = 0,488)
para ambos grupos. En conclusión, los datos obtenidos su-
girieron que ambos tratamientos (ILG y cirugía) se consi-
deran efectivos para el alivio de los síntomas de STC pri-
mario no complicado, que la mejoría se mantiene a los 12
meses de tratamiento y que la ILG es una excelente alter-
nativa a la cirugía.
CirugíaLa cirugía descompresiva se suele indicar cuando el STC no
responde al tratamiento conservador, cuando existen lesiones
neurológicas persistentes o prolongadas (duración > 6 me-
ses) o en casos de atrofia muscular49. Se recomienda no de-
morar la cirugía en caso de atrofia de la eminencia tenar oalteración del potencial evocado motor en el EMG. La ciru-
gía descompresiva es un tratamiento muy eficaz para el
STC. La técnica tradicional consiste en la realización de una
incisión en el retináculo flexor para aliviar la compresión del
nervio mediano.
Aparte de la cirugía descrita, también existen técnicas en-
doscópicas de liberación con abordaje limitado y control de
liberación mediante visualización indirecta50-52. La única di-
ferencia relevante entre ambos procedimientos es la superio-
ridad de la técnica endoscópica frente a la cirugía descom-
presiva en la disminución de la cicatriz posoperatoria y el
aumento de fuerza en las revisiones posteriores; sin embar-go, y como desventaja, cabe destacar que la lesión yatrogé-
nica del nervio mediano es 3 veces más frecuente con la en-
doscopia que con la cirugía abierta. La causa más común de
fracaso de la cirugía es la liberación incompleta del retinácu-
lo flexor, sobre todo en su porción distal, con una incidencia
que oscila entre 0,3 y 3% y aumenta en el contexto de STC
grave.
Otras opciones terapéuticas de menor eficaciaSe han realizado ensayos para estudiar la eficacia de otras
opciones terapéuticas como:
Figura 10. Maniobra de infiltración local con glucocorticoides en elsíndrome del túnel carpiano.
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la evidencia limitada sugiere que es una medida eficaz para
el alivio sintomático a corto plazo.
El STC también puede desarrollarse durante el embara-
zo9, habitualmente durante el tercer trimestre de gestación,
con la recomendación como primera opción del uso de féru-
la nocturna. En la mayoría de los casos, los síntomas suelen
resolverse de forma progresiva tras el parto, la descompre-sión quirúrgica raramente está indicada.
¿Cuándo se debe derivar?
Aunque tanto la orientación diagnóstica como el manejo te-
rapéutico de esta patología son en la mayoría de los casos
competencia del médico de atención primaria, se debe deri-
var al paciente al segundo nivel asistencial (atención espe-
cializada) en las siguientes circunstancias:
ticas.
-
vador, para que se valore la opción de descompresión quirúr-
gica.
-
gica se recomienda como primera opción.
nido aumenta la temperatura y la elasticidad de los tejidos
y disminuye el dolor y la viscosidad de los mismos58. Una
revisión sistemática aportó un análisis de datos agrupados
de 2 ensayos con 63 participantes, en el cual se observó
que el tratamiento con ultrasonido durante 2 semanas no
resultó beneficioso de forma significativa, y en cambio, el
segundo ensayo mostró que el uso de ultrasonidos durante7 semanas sí se asoció a una mejoría significativa de los
síntomas con una duración del beneficio de hasta 6 meses.
LaserterapiaActualmente, se han publicado dos ensayos clínicos aleatori-
zados que valoraron su eficacia frente a placebo58-59, y en el
primer ensayo58 sí se apreció mejoría sintomática en la ex-
ploración física del grupo tratado con láser respecto al place-
bo; sin embargo, en el segundo ensayo59 no se encontraron
diferencias significativas entre los grupos de laserterapia y
placebo.
Situaciones especiales
Existen situaciones especiales como los pacientes con he-
patopatía, en los cuales en caso de desarrollar STC, se reco-
mienda uso de férula nocturna como primera opción, ya que
Inltración localcon corticoides
No mejoría
No mejoría
Tratamiento conservador:-Reposo de la mano
-Férula nocturna-AINE
Casos graves
Tratamientoquirúrgico
Casos leves-moderados
Tratamiento defactores asociados
Tratamiento del STC
Derivación alsegundo nivel
Pruebas concluyentes
Diagnóstico de STCsecundario
Pruebas no concluyentes
Análisis, electromiograma, estudio radiológico en casos postraumáticos,RMN y ecografía si precisa
Solicitar electromiograma
Sospecha de STC secundario Sospecha de STC primario
Síntomas sospechosos de síndrome de túnel carpiano
Anamnesis y exploración física
Figura 11. Algoritmo diagnóstico-terapéutico del síndrome del túnel carpiano.AINE: antiinflamatorios no esteroideos; RMN: resonancia magnética nuclear; STC: síndrome del túnel carpiano.
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En la figura 11 se muestra la propuesta terapéutica ante
un STC, sin olvidar que el tratamiento elegido para cada pa-
ciente deber ser siempre individualizado.
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