síndrome de asperger

Síndrome de Asperger – Desarrollo de la competencia lingüística

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Índice:

Síndrome de Asperger… ¿Cómo vamos a trabajar? ………………………………. 3

¿Cuáles son sus características? ¿Y sus síntomas? ………………………………. 3

Perfil del niño con Asperger ……………………………………………………………………. 6

No todo es negativo: talentos ……………………………………………………………………. 6

¿Causas? ¿De dónde viene el síndrome de Asperger? ………………………………. 7

La escuela y el síndrome de Asperger ……………………………………………………….. 8

o ¿Cómo podemos darnos cuenta como docentes

de que un niño posee este trastorno? ………………………………………….. 8

o ¿Qué hacer ante la sospecha de que un niño

padezca síndrome de Asperger? ………………………………………….. 8

o ¿Cómo tratar estos casos desde la escuela? ………………………………. 8

El trastorno de Asperger y la competencia lingüística ……………………………… 15

o ¿Cómo afecta este síndrome a la práctica

comunicativa del niño? ………………………………………………………. 15

Algunas curiosidades ……………………………………………………………………………….. 17

Bibliografía ……………………………………………………………………………………………. 18

ANEXO I. Test de Síndrome de Asperger ……………………………………………… 19


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Síndrome de Asperger… ¿Cómo vamos a trabajar?

El síndrome o trastorno de Asperger es un trastorno mental y del comportamiento.

Podemos decir que forma parte de las diferentes manifestaciones del autismo. Sus principales

dificultades se muestran en el ámbito de lo social y de la comunicación.

Este trastorno forma parte de un grupo distintivo de afecciones neurológicas.

Recientes investigaciones, ya que apenas lleva dos décadas incorporado al Manual Estadístico

de Diagnostico de Trastornos Mentales, demuestran que es un trastorno de tipo congénito.

El perfil del niño con síndrome de Asperger establece diferentes características de tipo

motriz, conductual y social. Sin embargo, hemos centrado nuestra atención y, por tanto

nuestro trabajo en las dificultades de tipo comunicativo, o cómo desde la escuela podemos

contribuir a su diagnostico, adaptando las bases curriculares a este tipo de necesidades.

Finalmente hemos destacado algunas “curiosidades” que ayudan a entender mejor

este tipo de síndrome y hemos rescatado diversas controversias generadas a partir de nuestra

investigación; de esta forma pudiendo obtener una información objetiva y uniforme.

¿Cuáles son sus características? ¿Y sus síntomas?

Las características más comunes en los niños que padecen este tipo de trastorno son

las que explicaremos a continuación. Son las más comunes, pero no por eso las únicas, ya que

como todo individuo, estos niños tienen su propia personalidad que se verá afectada por los

síntomas que caracterizan al síndrome. Sin embargo, no serán un obstáculo para que la

personalidad del niño salga a la luz.

En primer lugar, sería interesante centrarnos en las características que connotan

rasgos sociales. A la hora de interactuar socialmente, estos niños no son capaces de establecer

relaciones sociales normales y por tanto, experimentan un aislamiento social desde edades

muy tempranas. Esto va a repercutir en el desarrollo de sus capacidades cognitivas y de sus

habilidades para desarrollar su “Yo social”. Otro de los problemas, que experimentan estos

niños respecto a la relación entre iguales, es que son incapaces de ponerse en el lugar del otro,

además de realizar una interpretación nula de los sentimientos y emociones ajenos. Esta falta

de empatía, produce un rechazo social y un obstáculo para la integración del niño en su grupo

de pares.

En segundo lugar, cabría destacar las características que hacen alusión al proceso de

ejecución y al comportamiento conductual del niño. En este sentido, da gran importancia al

comportamiento rutinario, estableciendo hábitos de cotidianidad inamovibles. Si se intentara

alterar estas rutinas, los asperger se encontrarían perdidos y no serían capaces de abordar tal

cambio. Además, una de las conductas más comunes entre estos niños, es la repetición

compulsiva y sistemática de ciertas acciones o pensamientos que se ajustan a sus intereses.


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Esta repetición, les proporciona una dosis de seguridad que solo la consiguen a través

de esta acción. Esta conducta, la debemos de tener especialmente en cuenta los docentes, ya

que si la desajustamos crearemos un gran estrés y ansiedad a nuestro alumno. Finalmente, en

lo que respecta a su comportamiento, cabe destacar la importancia de la incapacidad que

presentan a la hora de organizar y planificar, repercutiendo de forma negativa en el desarrollo

de su educación.

En tercer lugar, estos niños también presentan dificultades en su desarrollo

psicomotriz. Por ejemplo, la falta de desarrollo de la motricidad fina, la vemos reflejada en la

escritura, haciendo de estos caracteres en ocasiones inteligibles. También podemos observar

dificultades en el movimiento y en la ejecución gestual, como consecuencia de un déficit de

interacción social que en comportamientos normales, está cargado de comunicación no verbal

manifestada a través de gestos.

Así mismo, cabe destacar la pobreza con que este tipo de niños coordinan sus

movimientos. Este tipo de característica las podemos observar a través de la actividad física,

siendo visible la falta de equilibrio y torpeza con la que estos niños las realizan. Este aspecto le

podemos ver reflejado en hábitos cotidianos como poder vestirse y calzarse de forma

autónoma.

Por último, es interesante poner de manifiesto los problemas que estos niños

presentan a nivel cognitivo. Entre ellos podemos resaltar las dificultades en el procesamiento

de la información, además de las dificultades para poder pensar de forma abstracta y formar

conceptos subjetivos. La inteligencia de estos niños, suele ser normal o superior a la media del

aula. En relación con los aprendizajes, estos niños desarrollan las habilidades de una memoria

ante todo visual y numérica, superior a la de cualquier individuo normal.

(Tabla 1. Características, rasgos y síntomas principales de AS)

SOCIALES CONDUCTUALES PSICOMOTRICES COGNITIVAS

No son capaces de interactuar con los

demás.

Gran importancia al comportamiento

rutinario.

Falta de desarrollo de la motricidad fina.

Problemas para el procesamiento de la

información.

Presentan dificultades para

desarrollar su “yo” social.

Repetición compulsiva y

sistemática de ciertas acciones y

pensamientos.

Dificultad en el movimiento y en la ejecución gestual.

Inteligencia normal o superior a la media.

No generan grado de empatía.

Incapacidad de organizar y planificar.

Pobre coordinación motriz.

Dificultades para el pensamiento abstracto y la formación de

conceptos.

Manera de actuar racional.

Dificultades en acciones cotidianas (vestirse, calzarse…)

Gran memoria, sobretodo visual y

numérico.


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Por otro lado, hemos decidido centrarnos en los síntomas más comunes en este

trastorno para poder ser conscientes de ellos, y así, detectarlos con rapidez y poder adaptar

nuestra labor docente a las necesidades que requieren estos niños. Los síntomas a los que

aludimos son los siguientes:

- Puede ser sensible al tacto o a los ruidos fuertes.

- Puede ser torpe cuando camina o practica deporte.

- A menudo tiene problemas comprendiendo las emociones de otras personas.

- Puede tener dificultades reconociendo expresiones faciales.

- A menudo no comprenden cuando alguien está bromeando o usa un lenguaje que no

es preciso en su ámbito.

- A menudo hablan en voz alta, en voz muy baja o con una voz carente de emociones

(una voz monótona).

- A menudo no les gustan los cambios de colegio, trabajo o en su rutina diaria.

- Pueden aprender a hablar muy pronto o muy tarde.

- Pueden aprender a leer muy pronto o muy tarde.

- Tienen problemas socializando.

- No comprenden cómo piensan otras personas.

- Con frecuencia tienen una fuerte atracción hacia intereses concretos como los juegos

para ordenador, las estadísticas deportivas, los programas de TV, entre otras cosas.

- Tienen dificultades en entender o no les interesa el juego simbólico.

- Se mueven de forma repetitiva.

- Les puede costar educarse sea en casa o fuera de esta y pueden ser muy testarudos e

insistentes.

- Suelen ser crédulos e ingenuos.


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Perfil del niño con Asperger.

Aparentemente el niño con trastorno de Asperger posee un aspecto externo normal, lo

que le diferencia de otros síndromes, como por ejemplo el síndrome de Down, que se

caracteriza por rasgos mongoles en el rostro.

Este tipo de niños suele ser tan o más inteligentes que sus compañeros de aula, por

ello resulta tan difícil su diagnóstico dentro del ámbito educativo y más a una edad temprana.

Tampoco presenta un retraso en la adquisición del habla.

Una de las características más comunes, como resaltábamos en el anterior punto, son

los problemas que este tipo de sujetos presentan a la hora de interactuar socialmente

hablando. Normalmente suelen fijar su atención sobre temas muy concretos por lo que sus

intereses se vuelven muy especializados, lo que dificulta la puesta en común con los demás y

por tanto la inserción social.

Los niños AS en ocasiones, presentan comportamientos inadecuados, fruto de su mala

adaptación social y de la obsesión que a veces generan en diversos ámbitos.

Se dice que estos niños poseen una “ceguera emocional” ya que tienen una

comprensión ingenua de la realidad. Les resulta muy difícil pensar de manera subjetiva y

manejar el pensamiento abstracto. No suelen entender las metáforas, puesto que su

mecanismo cognitivo trabaja de forma objetiva.

Por último, debemos mencionar que las investigaciones demuestran que este tipo de

trastorno es más habitual en niños que en niñas. Puede ser una de las causas la teoría

neurológica de los conectores (cuerpos callosos) entre los hemisferios del lenguaje (izquierdo)

y el espacial (derecho) que en los varones suele ser más débil.

No todo es negativo: Talentos

A pesar de todas las características negativas que les acompañan, los niños con este

tipo de trastorno también se caracterizan por ser nobles, fieles, sinceros, poseedores de una

bondad sin límites y de un gran corazón.

Los niños con AS son totalmente racionales, por lo que siempre actúan con sentido,

pensando lo que van a hacer. Son muy detallistas, es decir, ven y recuerdan detalles a las que

otras personas no prestan atención.

A menudo poseen una memoria extraordinaria, sobre todo en los campos de lo visual,

musical o numérico. Por ello, se dice que poseen una magnífica memoria fotográfica. De la

misma manera, también son líderes en recordar hechos importantes, reglas, leyes, sistemas…


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Debido a su baja adaptación social, son mejores escribiendo que hablando con la

gente; al ser, como hemos mencionado antes seres estrictamente racionales, siempre escriben

exactamente lo que quieren decir.

Los adultos con este tipo de trastorno son buenos en trabajos relacionados con las

matemáticas y la informática, como programando ordenadores; esto se debe a su buena

inteligencia lógico-matemática.

Por último, podemos desatacar que los individuos que poseen este tipo de trastorno se

divierten a través de la repetición, quizás debido a la escasez de intereses por los que

muestran atención.

¿Causas? ¿De dónde viene el síndrome de Asperger?

Ante todo, hemos querido contextualizar el concepto siguiendo su desarrollo. El

término “síndrome de Asperger” fue utilizado por primera vez por Lorna Wing en 1981

basándose en las teorías del psiquiatra y pediatra austriaco Hans Asperger. Este último se

refirió al término como <<psicopatía autista>>. Asperger quiso utilizar la palabra “psicopatía”

en el sentido técnico simple de personalidad patológica.

El reconocimiento internacional del Asperger como concepto clínico no ocurrió hasta la

década de los 90, siendo incorporado por primera vez en el Manual Estadístico de Diagnostico

de Trastornos Mentales.

Pero quizás, una de las dudas que más nos atañen no es de dónde surge el concepto, si

no dónde tiene su origen el trastorno en el individuo en sí.

Las investigaciones actuales señalan a las anormalidades cerebrales como la causa de

AS. Usando técnicas avanzadas de imágenes cerebrales, los científicos han revelado diferencias

estructurales y funcionales en regiones específicas de los cerebros de niños sanos comparados

con niños que padecen dicho trastorno. Estos defectos, más probablemente están causados

por la migración anormal de células embrionarias durante el embarazo (desarrollo fetal) que

afecta a la estructura cerebral y al “cableado”, y que luego va a afectar a los circuitos

neuronales que controlan el pensamiento y el comportamiento.

Síndrome de Asperger ¿genética o entorno?

El síndrome o trastorno de Asperger se considera congénito y no curable, pero si

tratable con numerosas terapias que en siguientes apartados describiremos. El principal

problema de este trastorno es que se diagnostica generalmente tarde, en casi ningún caso

antes de los cuatro años de vida.


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Las investigaciones más recientes indican que es probable que haya un grupo de genes

cuyas variaciones o supresiones genéticas determinan la gravedad y síntomas de cada persona

con AS. A ello, le debemos añadir, que generalmente es el padre el que presenta un cuadro

completo de síndrome de Asperger, por lo que podemos hablar de un trastorno hereditario.

También, podemos destacar casos en los que esta variante del autismo procede de

parientes próximos, convirtiéndose así en un vínculo más que enfoca hacia la herencia

genética.

Como en casi todos los trastornos e incluso en numerosas enfermedades, no existe

una única causa identificable. Por ello, podemos hablar de que son muchos los factores que

contribuyen al desarrollo del AS entre los que cabe mencionar el entorno.

La escuela y el síndrome de Asperger

¿Cómo podemos darnos cuenta como docentes de que un niño posee este trastorno?

El diagnóstico de AS se complica por la carencia de una evaluación o programa de diagnóstico normalizado. La mayoría de los médicos confía en la presencia de un grupo esencial de comportamientos para alertar sobre la posibilidad de un diagnóstico de AS. Estos son:

o Contacto ocular anormal. o Retraimiento. o No darse vuelta cuando se los llama por su nombre. o No usan gestos para señalar o mostrar. o Falta de juego interactivo. o Falta de interés en los demás.

¿Qué hacer ante la sospecha de que un niño padezca síndrome de Asperger?

En primer lugar es conveniente comentarlo con el responsable de las necesidades educativas especiales de la escuela. Éste podrá, a su vez, consultarlo con el psicólogo escolar. Otra alternativa (especialmente si el niño no está en edad de escolarización) es aconsejar a los padres que remitan al niño al servicio local de psiquiatría infantil y familiar o en su caso, al pediatra, a través del médico de familia.

¿Cómo tratar estos casos desde la escuela?

Ante todo, es aconsejable reservar un pequeño espacio de tiempo para asegurarse que

ha comprendido las instrucciones o las tareas de la clase que le han sido encomendadas. Ante

esto debemos hacer preguntas cortas, fáciles y concretas y rechazar respuestas literales.

Tenemos que ayudarle a descubrir los aspectos nucleares de la situación, incluidos

sentimientos y emociones, para diferenciarlos de los secundarios.


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Es muy importante, conseguir que dé sentido a la globalidad de los hechos, no

deteniéndose exclusivamente en los detalles no relevantes.

A través de los siguientes puntos, presentaremos las estrategias que puede adoptar

un docente para tratar a los niños con síndrome de Asperger:

Su capacidad para recordar le sirve muchas veces para suplir otras dificultades. Tienen

una excelente memoria fotográfica y fácilmente aprenderá los números, direcciones,

pero tendrá dificultad para otorgarle sentido a lo que ha memorizado. Aprovechar su

memoria pero ayudarle a interpretar lo que ha memorizado.

Respecto al déficit de atención con o sin hiperactividad, hay que actuar con pautas similares a

las utilizadas con otros niños que únicamente presentan este problema: darle las tareas

fraccionadas y no todas a la vez, animarle frecuentemente con gestos o señales, no imponerle

tiempos de trabajo demasiado largos y situarlo cerca de la maestra. Si persiste esta conducta,

es recomendable consultar con su neuropediatra, especialmente si interfiere en sus

aprendizajes y en su socialización.

Como estos niños tienen tendencia a mirar poco a los ojos, también es posible que

aparenten estar dispersos y en cambio estar escuchando adecuadamente la

explicación. Por esta razón es recomendable dirigirle de vez en cuando alguna

pregunta directa para comprobar si está escuchando.

Las funciones ejecutivas incluyen una amplia gama de habilidades referidas a la planificación,

organización, elección de objetivos, flexibilidad, autorregulación, inhibición y mantenimiento

del encuadre.

Necesitará ayuda para organizar y planificar su vida cotidiana así como para dar un

objetivo a sus conocimientos y aprendizajes .Acumula cosas que debe hacer pero no

establece prioridades, no las ordena adecuadamente, no es consciente de lo que

representa la obligación de hacer algo en un momento concreto.

Frecuentemente pasa de un tema a otro y en una explicación cambia fácilmente el

encuadre de la acción. Sus pensamientos también están desordenados.

Utilizar lápiz y papel para ayudarle a resituar y poner en orden su relato.

Buscar estrategias que le recuerden los libros que se ha de llevar y los que debe devolver al

día siguiente. Asegurar que los padres estén al corriente de los deberes, exámenes, salidas,

anotándolo en la agenda escolar incluso a la edad que el resto de la clase ya no la utiliza y

aprovechar su rigidez (rutinas) para que no deje de mirarla ningún día.


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Ayudarle a organizar su tiempo libre y sus actividades. Teniendo capacidad y memoria para

llevar a cabo todas las acciones requeridas, el caos organizativo puede llevarle fácilmente

al fracaso. Es capaz de memorizar fotográficamente un libro entero, de repetir de forma

mecánica un discurso o una película, de recordar cosas de cuando era muy pequeño pero

tiene mucha dificultad para recordar un recado o una obligación para el día siguiente. Es

conveniente darle el máximo número de recordatorios escritos posible. Ejemplos de

estrategias que le van a ser útiles son: las listas, los gráficos, las agendas, un planning que

contenga las actividades escolares y otro para cuando salga de la escuela.

Es útil elaborar semanalmente un registro para la escuela y otra para casa. Esto permite

que él tenga controladas las actividades y su duración. De esta manera cada semana se le

pueden anticipar los acontecimientos que se salen de la rutina (cumpleaños de un niño, la

fiesta de carnaval, la salida extraescolar etc.) y se le ayuda a ubicar las actividades en el

tiempo (mañana, la semana que viene).

Es frecuente que se resistan a aceptar el cambio de una actividad que les gusta a otra que

es la que deben hacer en ese momento. Si el cambio es impuesto el resultado será

seguramente negativo, si el cambio es explicado lo llevaran a cabo con mayor facilidad.

Explicar en qué consistirá la próxima actividad, enseñarles su “Horario” para que vean que

se ha acabado el tiempo, o el reloj si les hemos dicho que la actividad durará 10 minutos

etc. Aunque generalizar a distintas situaciones las mismas normas, es una de sus

dificultades, conforme van asumiendo las diferentes explicaciones en situaciones varias, su

actitud se vuelve más flexible y llevan a cabo los cambios con mayor facilidad. Aprovechar

cualquier explicación para extrapolarla a otras situaciones. Pensar que las actividades que

conocen y les gustan no les producen ansiedad, al contrario de las nuevas. Una actividad

que sabemos que les gusta puede utilizarse para calmarlos en momentos de stress.

Para aumentar su motivación debemos animarle en sus éxitos y si es preciso utilizar

recompensas relacionadas con sus intereses específicos. Los niños con S.A pueden pasar

de motivación nula en temas nuevos o que exigen interpretación de sentimientos y

emociones o que simplemente no le interesan, a tener una motivación obsesiva por sus

temas preferidos.

Permitirle hablar de ellos puede modificar su actitud. A través de los padres, conocer

situaciones y actitudes que puedan favorecer su motivación.

Siempre que sea necesario, desglosar un concepto global en pequeñas secuencias para

favorecer su comprensión. Los procesos de aprendizaje simultáneo presentan mayor

dificultad para él.


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Materializar con apoyo visual los conceptos abstractos: el tiempo con relojes, horarios etc.;

las operaciones matemáticas con pequeñas cantidades y objetos; las emociones con una

historia.

Tener en cuenta sus posibles dificultades viso constructivas, viso perceptivas y

especialmente viso espaciales, que deben manejarse de la forma habitual.

Favorecer su autonomía con responsabilidades adecuadas a su edad, trasmitirle confianza

y valorar sus logros.

Tener en cuenta su baja tolerancia a la frustración. Los niños con S.A tienden al

perfeccionismo y a la vez frecuentemente cometen errores. Dificultades en la comprensión

del entorno que les llevan a conductas no adecuadas, sentirse diferente, genera en estos

alumnos una sensación de fracaso que toleran muy mal. Generalmente son

autosuficientes, no preguntan a pesar de no entender y no piden ayuda aunque se

encuentren ante una necesidad. Pueden no distinguir entre una conducta correcta y otra

que no lo es, si no se le explica de forma explícita. Se sienten mal cuando se les corrige y

no entienden el porqué. Cualquiera de estas situaciones les genera ansiedad que puede

desencadenar un aumento de movimientos repetitivos, dispersión o una rabieta.

Cuando recordamos evocamos una imagen acompañada de sensaciones y sentimientos. Las

personas con S.A tienen un pensamiento esencialmente visual exento de atributos

complementarios.

Precisan ayuda para incluir sentimientos, sensaciones y emociones a sus recuerdos o

relatos.

Rigidez en el cumplimiento de normas explícitas y dificultades para comprender y utilizar

normas sociales implícitas. Siguen rígidamente las normas explicitas y exigen que sean

cumplidas por los demás: no permiten que se aparque si existe una señal que lo prohíba o

no cruzará, ni permitirá cruzar, con el semáforo rojo. En cambio, pueden delatar al

compañero que ha infringido una norma, sin culpabilidad alguna, desinhibidos,

acostumbran a decir lo que piensan aunque socialmente no sea correcto o hay que

explicarles repetidamente las razones por las que cuando alguien está hablando no se

puede interrumpir.

Es preciso enseñar al niño con S.A las normas básicas de relación: mirar a los ojos del

interlocutor cuando escucha o responde, no invadir el espacio interpersonal, no interrumpir,

respetar los intereses de los demás y también a ser flexible. Todas ellas deberán explicarse y

ejercitarse hasta que pueda incluirlas en su repertorio aun sin comprender, en algunos casos,

las razones. Los juegos de cambio de rol son recomendables para lograr estos objetivos.


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Permitirle hablar de sus intereses limitándole el tiempo de exposición y alentando a los

compañeros a que también hablen de los suyos.

Utilizar sus intereses para introducir nuevos conocimientos. Sus centros de interés

acostumbran a carecer de sentimientos: trenes, horarios, astronomía, ordenadores,

idiomas, dinosaurios, etc. Cuando se hable de un cuento, de una historia o de una película

poner especial atención en la introducción de sensaciones, sentimientos y las reacciones

que estos provocan. El niño con S.A no es capaz de identificarlos por sí solo. Difícilmente

identificará por su expresión facial o corporal al bueno, malo, pillo, cansado, triste o

enfadado ni los estados emocionales que subyacen a cada una de estas expresiones. Sus

libros preferidos son informativos, guías de viajes, libros técnicos, etc.

No permitir que el niño con AS insista en discutir o hacer preguntas sobre intereses

aislados. Limitar su comportamiento delimitando un rato especial cada día para que el

niño pueda hablar de lo que le interesa. Por ejemplo: a un niño con AS que estaba

obsesionado con los animales y planteaba infinitas preguntas sobre una tortuga que tenían

como mascota en clase, se le permitían estas preguntas únicamente durante las pausas.

Esto formaba parte de su rutina diaria y aprendió rápidamente a controlarse cuando

quería plantear este tipo de preguntas fuera del tiempo establecido.

El uso de un refuerzo positivo dirigido selectivamente a adquirir una determinada

conducta correcta es la estrategia crítica para ayudar al niño con AS (Dewey, 1991). Estos

niños son muy receptivos a las alabanzas (por ejemplo, en el caso de uno que haga

preguntas sin descanso, el profesor puede alabarle siempre que haga una pausa y

felicitarle por dejar que los demás hablen). Estos niños deben ser también alabados por

comportamientos sociales simples y evidentes que se dan por sabidos en otros niños.

Algunos niños con AS pueden negarse a realizar tareas fuera de sus áreas de interés. Hay

que transmitirles que se espera firmemente de ellos completen su trabajo. El niño con AS

tiene que tener muy claro que no es él el que manda y que debe obedecer una serie de

reglas específicas. No obstante, hay que hacer la concesión de proporcionarle

oportunidades para que desarrolle sus propios intereses.

En el caso de los niños especialmente recalcitrantes, puede ser necesario al principio

individualizar todas sus tareas alrededor de sus áreas de interés (por ejemplo, si su interés

son los dinosaurios, ofrecerle frases gramaticales, problemas de matemáticas y tareas de

lectura y escritura que traten de dinosaurios). Gradualmente, hay que introducir otros

temas en las tareas.


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A los estudiantes pueden asignárseles tareas que liguen su interés con el tema estudiado.

Por ejemplo, en una lección de estudios sociales, a un niño obsesionado con los trenes

puede pedírsele que investigue sobre los medios de transporte que usa la gente de su país.

Usar la fijación del niño para ampliar su repertorio de intereses. Por ejemplo, en una

lección sobre bosques tropicales, al estudiante con AS que estaba obsesionado con los

animales se le pidió no solamente el estudio de los animales tropicales, sino también el

estudio del bosque en sí, considerado como la casa de estos animales.

Preferencia por el juego solitario, muchas veces repetitivo. Siempre que juegue con piezas

hará el mismo tipo de construcción. Cuando juegue con animales tenderá a hacer la misma

secuencia o las mismas actividades. El alumno con S.A desea y precisa un tiempo de juego

solitario pero esto no excluye la necesidad de introducirlo en los juegos de grupo

especialmente en aquellos que él mejor acepta y realiza con mayor soltura. Las estrategias

para ampliar su gama de juegos individuales o su participación en los juegos comunes

pasan siempre por la explicación con apoyo visual de la novedad que deseamos introducir,

las reglas y los objetivos del juego.

Dificultades para aceptar el juego impuesto por los adultos, generalmente insiste en

escoger él la actividad y es poco flexible ante las sugerencias externas.

Dificultades para participar en juegos de equipo, dificultad para comprender las normas no

escritas y los objetivos del juego. Por Ej. Fútbol. Puede ser incomprensible para él el hecho

de que haya dos grupos que juegan unos contra otros, que él únicamente debe pasar la

pelota a los de su equipo aunque en el otro haya compañeros suyos.

Capacidad para jugar o compartir con compañeros siempre que se cumpla su voluntad o

sus reglas de juego.

Incapacidad para unirse a un grupo de juego liderado por otros pero admite compartir

cuando es él el que impone el tipo de juego y sus reglas. Dificultad en respetar los turnos

de juego. Dificultades para negociar.

Dificultades para el juego simbólico. Su incapacidad para atribuir pensamientos,

sentimientos, deseos e intenciones a otras personas influye en las características de su

juego predominantemente concreto y poco creativo. Al observar su juego solitario

aparentemente simbólico descubriremos que frecuentemente es la repetición literal de lo

que alguien ha dicho o la repetición idéntica de una escena de una película. Es un juego

predominante imaginativo que le permite disfrutar de un mundo comprensible para él en

el que abundan los dinosaurios, elfos y personajes fantásticos, divididos entre buenos y

malos y con pocas o nulas relaciones afectivas entre ellos. Un cuento clásico o una película

romántica son inmensamente aburridos para un niño con S.A.


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Muy hábiles en juegos informáticos.

Dificultades para organizarse en espacios de tiempo no estructurados, por ejemplo la hora

del recreo, el tiempo libre etc.

Sus dificultades para anticipar, para “leer” las intenciones del otro, para observar el

lenguaje corporal y contextualizar las actitudes favorecen el rechazo que los niños con S.A

muestran frecuentemente frente a un juego de grupo. Algunas experiencias muestran la

utilidad de contar con algún compañero de clase para actuar como “tutor” del alumno con

S.A en los juegos de grupo o en su incorporación en las actividades que los niños llevan a

cabo durante las horas libres. La elección del “tutor” siempre debe contar con la

aceptación por ambas partes.

Como norma general hay que ampliar su gama de preferencias, inducirle a que participe

en los juegos de grupo teniendo en cuenta sus dificultades y respetar en algunos

momentos sus deseos de soledad.

Tabla organizativa de estrategias docentes según el contexto:

Contexto didáctico Contexto social y afectivo

Aprovechar su memoria fotográfica Ayudarle a organizar y planificar su vida

cotidiana

Darle las tareas fraccionadas Ayudarle a ordenar sus pensamientos

No imponerle tiempos de trabajo demasiado

largos

Ayudarle a organizar su tiempo libre y sus

actividades

Situarlo cerca de la maestra Debemos animarle en sus éxitos y atribuirle

recompensas

Dirigirle de vez en cuando alguna pregunta

directa

Favorecer su autonomía

Asegurar que los padres estén al corriente de

los deberes, exámenes, salidas

Trasmitirle confianza y valorar sus logros

recordatorios escritos Tener en cuenta su baja tolerancia a la

frustración

Elaborar semanalmente un registro Ayudarles a incluir sentimientos, sensaciones

y emociones a sus recuerdos o relatos

Materializar con apoyo visual los conceptos Enseñar al niño con S.A las normas básicas de


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abstractos relación

Desglosar un concepto global para facilitar su

comprensión.

Permitirle hablar de sus intereses limitándole

el tiempo de exposición

Enseñarles su horario Fomentar juegos de cambio de rol

No permitir que el niño con AS insista en

discutir o hacer preguntas sobre intereses

aislados

Usar la fijación del niño para ampliar su

repertorio de intereses

Proporcionarle oportunidades para que

desarrolle sus propios intereses

Compañero de clase actúa como “tutor” del

alumno con S.A.

Individualizar todas sus tareas alrededor de

sus áreas de motivación

Ayudarle a “leer” las intenciones del otro

Explicación con apoyo visual de la actividad

que deseamos introducir

Fomentar el respeto hacia sus compañeros

Inducirle a que participe en los juegos de

grupo

Fomentar el juego simbólico

Ayudarle a organizarse en espacios de tiempo

no estructurados.

El trastorno de Asperger y la competencia lingüística.

¿Cómo afecta este síndrome a la práctica comunicativa del niño?

A modo de introducción, hemos querido resaltar en este cuadro las características a nivel

comunicativo de estos niños.

¿Qué dificultades encontramos en su capacidad lingüística?

Habla telegráfica Dificultad para adquirir expresiones idiocràticas Trastorno en la pronunciación Tendencia a repetir argumentos Voz carente de tonos emotivos Predomino de la conversación egocéntrica Alteraciones en el tono, ritmo y modulación del lenguaje Inventa palabras Dificultad en la comprensión Incapacidad para modular el volumen de su voz Patrones de lenguaje demasiado formales


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Ahora bien, después de establecer las ideas claves sobre las dificultades que

experimentan en su capacidad lingüística, nos gustaría realizar una reflexión de cómo esas

dificultades en el acto comunicativo, van a afectar al niño en la interacción con los demás, la

evolución en el ámbito académico, en el desarrollo integral del niño, ya que no debemos

olvidar que el lenguaje es el recurso esencial que tiene el ser humano para desarrollarse,

relacionarse y formarse.

En primer lugar, el habla telegráfica va a suponer que el niño tenga problemas a la

hora de ser capaz de redactar textos, realizar narraciones, analizarlos, ya que al haber

adquirido, como una correcta expresión del lenguaje ese habla telegráfica, el niño no va a ser

capaz de saber unir palabras, ni claro está, darlas forma e interpretarlas dentro de un

contexto. Por lo tanto, además , de tener problemas en cuanto a los nexos de conexión de las

palabras que va a utilizar en su lenguaje oral, tendrá problemas para dotar de significados a las

palabras , ya que tomará un único significado válido que empleará en todos los contextos , sin

importarle si es una interpretación errónea o correcta . Esto ocurre, porque no es capaz de

distinguir la variedad de significados.

Otra consecuencia que se deriva de este tipo de habla propio de los niños con

síndrome de Asperger, es que al no ser capaces de distinguir las palabras polisémicas,

tampoco serán capaces de incorporar en su vocabulario los antónimos y sinónimos de dichas

palabras, y por lo tanto, la riqueza y desarrollo de su lenguaje se verá limitada.

En segundo lugar, cabe destacar el problema que poseen a la hora de comprender

aquellas palabras o metáforas que se pronuncian en una conversación. El niño con síndrome

de Asperger, es incapaz de encontrar el doble sentido a las palabras y muy vinculado a esta

idea es la incapacidad de percibir las dobles intenciones que tienen las mismas. Esta

incapacidad para percibir las dobles intenciones, va a dar pie que el niño sea vulnerable,

perdiendo así parte de su autonomía y la confianza en sí mismo. Por eso, para muchos niños

el hecho de mantener una conversación, les produce malestar, inquietud e inseguridad.

En cuanto al trastorno en la pronunciación que muchos niños con este problema

tienen, es que tienden a confundir fonemas e incluso inventárselos. Esto conlleva, un

desequilibrio en la pronunciación y además una fuente de errores en la escritura, ya que al

pronunciar incorrectamente el niño tenderá a reproducir en el lenguaje escrito aquello que

expresa en el lenguaje oral, sin ser consciente que está incurriendo en el error.

Además, muy ligado a la pronunciación se encuentra otra de las dificultades que estos

niños tienen. Esta dificultad, gira en torno al funcionamiento del aparato fonador y a las

características de la voz que reproducen. Frecuentemente, la tonalidad de su voz suele ser

monótona, con lo que, al actuar como interlocutor no consigue captar la atención del receptor,

por lo que a raíz de esto se producen problemas con el grupo de iguales, ya que es un

obstáculo para una correcta comunicación. Desde el punto de vista sociológico, el lenguaje es

primordial para poder relacionarnos con el resto de individuos de una forma beneficiosa.


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Además, del anterior problema, surge uno nuevo y es que la voz del niño con el

síndrome es incapaz de transmitir emociones. Esto va a generar, un detrimento de la

capacidad empática del niño, así como un rechazo por parte de sus compañeros, ya que

creerán que es una persona distante, fría y antisocial. Finalmente, en la capacidad de

expresión oral, el niño con Asperger no sabe controlar el volumen de su voz. En este aspecto,

los docentes debemos ser cuidadosos a la hora de juzgar al niño y pensar que lo hace “a

posta”, ya que para él será imposible disminuir el volumen de su voz, por mucho que se lo

pidamos.

Algunas curiosidades.

- Existen varias fundaciones en apoyo a los afectados por AS y sus familias, pero

quizás la más importante a nivel nacional es la Federación Asperger España (FAE).

http://www.asperger.es/. También podemos destacar la Fundación Asperger de

Cantabria que hace referencia a nuestra comunidad.

- ¿Mejoran los niños con AS? ¿Qué sucede cuando llegan a la edad adulta? Con un

tratamiento eficaz, los niños con AS pueden aprender a lidiar con sus

discapacidades, pero aún pueden encontrar que las situaciones sociales y las

relaciones personales exigen gran esfuerzo. Muchos adultos con AS son capaces

de trabajar exitosamente en trabajos establecidos, aunque pueden continuar

necesitando aliento y apoyo moral para mantener una vida independiente.

- ¿Qué investigaciones se están llevando a cabo?

El Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebro-vasculares

es uno de los patrocinadores principales de investigación biomédica sobre

trastornos del cerebro y el sistema nervioso. El NINDS realiza investigación en sus

laboratorios en los Institutos Nacionales de Salud (NIH) en Bethesda, Maryland, y

otorga subvenciones para apoyar la investigación en universidades y otras

instalaciones. Muchos de los Institutos del NIH, inclusive el NINDS, están

patrocinando la investigación para entender qué causa el AS y cómo puede ser

tratado eficazmente.

- También existen test para realizar y valorar si el individuo posee o no el trastorno

de Asperger. En este test se establecen un mínimo de criterios que configuran un

caso de AS (ANEXO I. Test de Síndrome de Asperger)

http://www.asperger.es/


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Bibliografía:

• El síndrome de Asperger, estrategias prácticas para el aula. Guía para el profesorado (2002)

Autor: Thomas, George I.

Editor: País Vasco. Servicio Central de Publicaciones

• Soy un niño con síndrome de Asperger (2003)

Autor: Hall, Kenneth

Editor: Ediciones Paidós Ibérica, S.A.

• Un acercamiento al síndrome de Asperger: una guía teórica y práctica (2004)

Editor: Asociación Asperger España

• Autismo y síndrome de Asperger: guía para familiares, amigos y profesionales (2004)

Autor: Alonso Peña, José Ramón

Editor: Amarú Ediciones

• Autismo y síndrome de Asperger: conceptualización e intervención educativa (2006)

Autor: Vázquez Uceda, Manuel; Murillo Bonilla, Francisca

Editor: Fundación Ecoem

• El síndrome de Asperger: otra forma de aprender (2006)

Autor: Martos Pérez, Juan; Ayuda Pascual, Raquel; Freire Prudencio, Sandra

Editor: Madrid (Comunidad Autónoma). Publicaciones

• Síndrome de Asperger: un acercamiento al trastorno y a su tratamiento educativo (2007)

Autor: Vázquez Uceda, Manuel; Murillo Bonilla, Francisca

Editor: Fundación Ecoem

• ASPERGER EN EL AULA. HISTORIA DE JAVIER

Pedro Padrón Pulido. Profesor de Educación Primaria y Primer Ciclo de la ESO. - 152 páginas

Ediciones Díaz de Santos - Ediciones FUNIBER


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ANEXO I

El test sigue estrictamente los Criterios para el Diagnóstico de Trastorno de Asperger (DSM-IV-TR, 2000), documento oficial de la Asociación Americana de Psiquiatría. Esos criterios establecen un mínimo de características que configuran un caso de Síndrome de Asperger. Además de lo anterior, me inspiré en los escritos de Ángel Riviére para considerar los elementos cualitativos y "emocionales" que definen a un individuo con Asperger's.

Instrucciones: Marque las alternativas que coincidan con los distintos aspectos de su personalidad. Marque una casilla sólo si la afirmación es siempre o casi siempre cierta para usted.

1. Relaciones Sociales

Evita mirar directamente a los ojos de las personas.

Sus gestos y/o lenguaje corporal son muy diferentes a los de la mayoría de las personas, o simplemente casi no gesticula.

Suele malinterpretar las expresiones faciales de las personas, o no puede interpretarlas.

Le es difícil establecer relaciones sociales con la mayoría de las personas de la misma edad.

No suele expresar ni compartir sus intereses espontáneamente.

No suele manifestar sus objetivos a otras personas, ni buscar su colaboración para alcanzar dichos objetivos.

Le cuesta darse cuenta si sus palabras y acciones son socialmente aceptables o no; a veces puede llegar a romper las normas sociales sin saberlo.

Hace preguntas o comentarios sin tomar en cuenta las emociones de los demás, lo que a veces los ofende.

No ve las relaciones humanas como mutuas; "soy tu amigo, pero tú no necesariamente eres mi amigo".

Le cuesta adivinar intenciones o expresiones implícitas de las personas (por ejemplo, dificultad para comprender el sarcasmo).

Le cuesta "ponerse en el lugar del otro" e intuir su estado mental.

No tiene tendencia a retribuir lo que otros hacen por usted; o, viceversa: no espera nada a cambio de sus actos.


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2. Patrones de comportamiento

Se obsesiona por temas o actividades muy específicas (por ejemplo, construir aves de origami, dibujar gatos manchados o investigar la mitología egipcia).

Sus intereses son repentinos, muy intensos y extremadamente absorbentes.

Adhiere a ciertas rutinas, rituales o costumbres que parecen no tener ninguna utilidad.

Le gusta mantener un cierto orden y predictibilidad en su vida, y los cambios en su rutina lo confunden.

Le es difícil adoptar nuevas rutinas (dietas, ejercicio, técnicas de estudio, tratamientos médicos).

En sus áreas creativas de interés, es muy perfeccionista, por lo que sus tareas y objetivos toman mucho tiempo en concretarse.

Cuando se distrae, comienza a hacer ciertos movimientos repetitivos sin darse cuenta.

Estando sentado o acostado, su cuerpo tiende a adoptar ciertas posturas complejas.

A veces le llaman mucho la atención partes específicas de objetos.

Le es difícil mantener la mirada quieta u observar su entorno como un todo; siempre tiende a observar los detalles, las partes, individualmente.

3. Consecuencias a nivel cotidiano

Conoce muy pocas personas que comparten sus intereses.

No le atraen la mayoría actividades comunes entre las personas de su entorno.

No siente interés por los eventos sociales (por ejemplo, paseos, fiestas o conciertos).

Mantiene una clara separación entre el ámbito social y el de lo laboral (o los estudios).

En su trabajo o estudios, prefiere dar a conocer sus capacidades técnicas que sus características personales (familia, pasatiempos, gustos).

Le cuesta encontrar pareja, o nunca ha tenido pareja, pese a que muchas personas de su edad sí han tenido romances.

Ha sufrido o hecho sufrir, por no saber entender sus propias emociones o las de alguna otra persona.

Problemas de motricidad, especialmente cuando se trata de movimientos amplios y gruesos. Desempeño deficiente en deportes de coordinación.

Siente que su postura y su forma de caminar son anormales o forzadas.

Siente una profunda culpa cuando falla en algo de su interés.

Es mucho más sensible que el resto a las luces intensas o parpadeantes, los sonidos fuertes o repetitivos, u otros estímulos sensoriales.


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4. Lenguaje

No tuvo dificultades ni retrasos para aprender a hablar.

Tiene un amplio vocabulario formal y no le cuesta comprender textos complejos (contratos, leyes, diccionarios, Don Quijote).

Habla casi siempre utilizando un registro formal, aunque el contexto sea informal.

A veces le cuesta dar a entender sus ideas, debido a que su lenguaje usa tecnicismos y estructuras retóricas poco comunes.

Su forma de hablar ha sido tomada como pedante, soberbia o fría.

Le cuesta encontrar temas de conversación para tratar con otras personas. Tiende a tratar los mismos temas con las mismas personas.

Le cuesta ofrecer réplicas y comentarios oportunos respecto a las situaciones del momento, lo que resulta en una falta de fluidez en las conversaciones.

No entiende bien las expresiones metafóricas como "miradas que matan", "me vuelve loco". Tiende a comprenderlo todo de manera literal.

Tiene facilidad para crear lenguajes o expresiones nuevas que se adapten a lo que necesita expresar.

5. Otras condiciones psicológicas

Su coeficiente intelectual es considerado normal, o incluso superior a lo normal.

No ha sido diagnosticado con esquizofrenia, retraso mental u otros trastornos del desarrollo.

Ha sido diagnosticado con Déficit Atencional.

Se le ha diagnosticado alguna de las siguientes condiciones: Autismo (altamente funcional), Síndrome de Tourette, Trastorno del Desarrollo de la Coordinación, Trastorno Obsesivo-Compulsivo, Dislexia, Hiperlexia, Trastorno del aprendizaje no-verbal.

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