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Por Juan GARCÍA PONCE
PERMANENCIA DE IB5EN Y STRINDBERG
T E A T R O
UNIVERSIDAD DE MEXICO
arte teatral por el camino más aparentemente sencillo: siendo fiel al texto, a larealidad creada por el autor.
Anne Meacham, a la cabeza de un reparto cuya flexibilidad ha hecho posiblelos propósitos de! director, recrea con formidable intensidad a Hedda Gabler.
Las dos producciones de Strindberg,realizadas en un plano semiprofesional,distan mucho de alcanzar e! nivel artístico que las obras hacen esperar y sequedan en un plano muy inferior en relación con H edda Cabler; pero la calidad de los textos se impone siempre y alfinal, salva las representaciones.
En cualquier forma, el interés despertado por las tres producciones nos regresa al punto original: el valor de las reposiciones. Evidentemente, ni una solade las producciones realizadas en Broadway (con excepción tal vez de The H ostage, la obra de Brendan Beham importada en masa --obra, dirección, escenografía e intérpretes- de Inglaterra) sebasa en textos que puedan compararsecon los de Ibsen o Strindberg. Es claroque encontrar autores de esta altura noes fácil ni frecuente en ningún lado; perolo importante es que tanto H edda Gablercomo La danza macrabra y Sueño nosólo son mucho mejores sino también másmodernas que cualquiera de las obras elegidas para representarse en Broadway,tanto por su forma como por su contenido,y entonces ¿ qué es lo que impide utilizarlas? Simplemente; la naturaleza de losproblemas que abordan, e! impacto de lasverdades que sus temas revelan. Ibsen yStrindberg no son "novedosos" porqueson eternos; sus verdades están más alláde los problemas circunstanciales, efímeros y por lo general falsos del teatro queproduce un interés sobre el capital invertido en su producción. Nadie arriesga dinero para "inquietar" y esta circunstancia es la que explica mejor su ausenciaen los escenarios de Broadway, ya quesu novedad es fácilmente comprobable.
"Hedda Gabler carece de ideales éticos",dice Bernard Shaw de la protagonista deldrama de Ibsen, " ... [Hedda] tiene imaginación y se siente atraída por la belleza; [pero] no tiene conciencia ni convicciones de ninguna clase; con su inteligencia, su energía y su extraño atractivo,permanece indiferente, envidiosa, insolente, cruel en su protesta contra la felicidadde los demás, diabólica en su despreciopor la gente inartística y las cosas, falsamente violenta como reacción contra supropia cobardía." 1 Esta precisa descripción de Shaw, coloca a Hedda Gabler junto a varias de las más altas personalidades literarias del siglo XIX; aquéllas cuyafigura y significado anticipan las preocupaciones de los más importantes creadoresen e! siglo xx: las que luchan con el problema de la libertad. Como Stavroguin eIván Karamazov, Hedda busca la libertad absoluta. En varios sentidos está relacionada con la actitud definida por Kierkegaard como puramente estética y anticipa al protagonista de El extranjero.Ibsen la utiliza como e! eje central sobreel que expone toda una escala de valores.Alrededor de ella, como alrededor de Stavroguin, Iván Karamazov o Raskolnikov,atraídos por el resplandor del vacío, de lanada, de la libertad que es negación, girantodos los demás tipos humanos: L.ovborg,el creador, el hombre dionisíaco que conoce el secreto de la vida y la ama, pero nopuede resistir la atracción de la nadade Hedda y es destruido por la intensidadde su amor; Jorgen Tesman, el mediocre,
sibilidad, heredará las características deuna Lauren Bacall.
No trato de jugar a la paradoja, perola identificación de Godard con su personaje me da la clave de una posición morajo Es decir, ese film absoluta y portanto casi inútilmente inconformista, parte de una aceptación básica de nuestromundo moderno. Godard no pretende colocarse más allá del jazz, o del amor libre, o del gusto por los automóviles veloces y, por ello, rechaza la actitud falsamente moral de los moralistas. El dramadel hombre sólo podrá ser expuesto sinceramente si se parte de una identificación con los gustos de la época, con laépoca misma tal como la conoce el realizador. En ese sentido, y yo desearía quese me entendiera, creo que el film deGodard puede ser admitido como verdaderamente crítico y profundamente moral.y no son ni una cosa ni la otra las películas sobre la juventud extraviada quelos señores burgueses hacen partiendo dela negación edificante de muchas cosasque, en definitiva, pueden hacer la vidadigna de interés para esa misma juventud.A bout de souffle es, por encima de todo,un testimonio.
Gracias a este tipo de directores, durante la actual temporada, Ibsen y Strindberg han recibido especial atención. Delprimero, David Ross, que en temporadasanteriores presentó con absoluta fidelidad y gran éxito las cinco obras capita-les de Chéjov, prepara ahora un nuevociclo a base de obras de Ibsen y ha elegido para iniciarlo Hedda Cabler; del segundo, John Bowman está presentandosimultáneamente, en dos salas, La danzamacabm y Sueño.
La producción de H edda Cabler, porla fuerza y propiedad de las actuaciones,por la fidelidad y riqueza de la dirección,por la exactitud con que los valores deltexto se revelan en el escenario, es la másinteresante y valiosa en lo que va de latemporada, dentro o fuera de Broadway.Utilizando con espléndida exactitud ysentido teatral e! pequeño escenario encírculo del 4th Street Theatre, Ross halogrado que el texto se desarrolle con unritmo contenido y profundo que no sólopermite que las peculiaridades de cada unode los caracteres se revelen con absolutaclaridad, sino que además dota a la acciónde la intensidad interior indispensablepara que la naturaleza de los conflictosdramáticos se haga clara en todas las direcciones sugeridas por el contenido deldiálogo. Los estallidos exteriores sonsiempre producto de los conflictos interiores de los personajes y se producende un modo natural, perfectamente motivados por éstos; e! movimiento escénico tiene un ritmo preciso que lo haceparecer siempre indispensable e independiente de las exigencias técnicas del escenario. De este modo, con una gran economía de medios, sin los lujos innecesarios ni las escenografías artificiosas características de Broadway, David Rossha logrado crear una verdadera obra de
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ha sido al utilizarla Jean-Luc Godard.En lo formal su film representa un rechazo de los mil tabús de orden técnicoqlie pretenden hacer del cine un mediode expresión privativo de los "experimentados", de los dóciles. Godard ha hecho un film que diríase escrito a mano,apresuradamente, pero, i qué bien escrito! La cámara se mueve con una absoluta despreocupación por lograr efectosplásticos. El corte, como dijo alguien, nossugiere un constante parpadeo. Así, seemplea la elipse, no ya .de escena ~ escena, sino en el curso de la escena mIsma,en el curso del diálogo.
Tal concepción del film representa unhomenaje a la eficacia del cine norteamericano, eficacia que Godard lleva al extremo. Porque, a la vez, se trata de hacerun homenaje a Humphrey Bogart y alcine negro, díscolo, sarcástico, del queBoggie fuera principal figura. El personaje de Godard, que encarna el espléndido Jean-Paul Belmondo, vive la existencia "corta pero intensa" propia de loshéroes destinados a perder las guerras.y su compañera interpretada por JeanSeberg, la mujer-mito, absolutamenteinaccesible dentro de su inmediata acce-
L As EXIGENCIAS comerciales del teatro en Broadway, en donde cadaproducción es exclusivamente una
inversión que se espera recuperar con eladecuado tanto por ciento de interés,anulan casi por completo la posibilidadde "reposiciones" de los autores que forman el gran reeprtorio tradicional del teatro. De 'acuerdo con el criterio de los productores, el público (en este caso mero"consumidor") quiere antes que nadanovedades, y dentro de esta clasificaciónes muy difícil colocar a Esquilo, Shakespeare, Ford, Chéjov o Strindberg. Laobra de teatro tiene que ser nueva por elmismo motivo que los automóviles cambian de línea cada año, aunque la belleza contenida en su novedad sea tan falsacomo la de los mismos automóviles.
Esta característica, aparte de anular lasposibilidades de crear una auténtica tradición teatral que contribuya a aclarar ycimentar el sentido de las obras contemporáneas, le da al teatro realizado enBroadway un carácter fugaz que limitanotablemente su capacidad de trascendencia artística. Inclusive las pocas obras extranjeras que llegan a representarse seeligen teniendo en cuenta exclusivamenteel éxito comercial alcanzado en su país deorigen. Así, mientras las obras de Brecht,Ionesco, Beckett o Genet se llevan a láescena en salas pequeñas "fuera de Broadway", Anouilh y ocasionalmente Giraudoux (con treinta años de retraso) repre-sentan al teatro europeo en las grandesproducciones; Fry o Camus, Crommelycko Ghelderode, no son autores comerciales;Shakespeare o Racine, Büchner o Pirandello, sólo pueden verse cuando compañías europeas visitan la ciudad o cuandoalgún director se decide a abordarlas fuera del gran circuito comercial.
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(¡IIC "ive' de lo!! residuos de los demás,acepla su mediocridad y se salva; Drack,frío y c.1lculador, que se niega a tomar partc en el juego; la señora Elvsted, que sinla inteligcncia de Redda es más valientequc ésta, conoce el valor del amor y sesacrifica por él; y los pequeños personajes cuyos pequeños conflictos crean elmarco social de la época. Pero el verdadero g-ran tema es el sentido de la libertad. Significativamente, el final de Reddaes semejante en todo al de Stavroguin.El despego, la falta de cualquier interésproductivo, verdadero, lleva al aburrimiento, un aburrimiento casi metafísico,que se traduce en un absoluto sentimiento de inutilidad de los actos. Cuando nose quiere 10 que se tiene el más mínimomotivo lleva a desprenperse de ello, Reddase suicida para no tener que responder,ante una sociedad que desprecia, por susactos, cuyas consecuencias son opuestasa las que esperaba y la obligan a comprometerse en una relación despreciable ycarente de belleza por completo. Pero,contra su voluntad, su muerte no es elelegante y gratuito acto final que niegaa los demás el derechó de juzgarla, sinoun producto de su cobardía; es una huída.Sin embargo, su fracaso nos ilumina. Elfinal de Redda Gabler no simboliza eltriunfo de! absurdo; sino la fuerza del orden, pero no un orden "social", sino otromucho más completo y trascendente: unorden universal, cósmico, para el que lalibertad es aceptación.
No es necesario insistir en la modernidad de 1bsen. En realidad ésta no existe.Su modernidad es la de todos los grandespoetas, la que se sale del tiempo y se sitúa en el espacio.
Si estéticamente e! realismo de 1bsenpuede parecer ahora una fórmula demasiado seca para los autores contemporáneos,en Strindberg, en cambio, encontramosplenamente desarrollados, o al menos enestado embrionario, la mayor parte de losestilos hacia los que se inclina el teatroen la actualidad.
Acerca de Strindberg, en 1924, escribíaEugene O'Neill: "Strindberg se encuentra todavía entre los más modernos de losmodernos; él es el gran intérprete en elteatro de los más significativos conflictos espirituales, los que son e! drama, lasangre, de nuestras vidas ahora, Strindberg llevó el naturalismo a un desarrollológico de tan punzante intensidad que sila obra de cualquier otro dramaturgo escalificada de naturalista tendríamos quecalificar a un drama como La danza macabra de 'supernaturalista' y colocarla enun lugar aparte. Como nadie antes o después, él ha tenido el genio indispensablepara servir de modelo a la hora de calificar".2 Hoy, sus palabras tienen la mismavalidez. Obras como La sonata de los espectros y Hacia Damasco sentaron lasbases para el futuro expresionismo alemán; Suciios utiliza los elementos oníricos en la misma dirección que lo haríanveinticinco años después los surrealistas;la desarticulación del lenguaje y el empleo del absurdo para ilustrar las falta decomunicación y la carencia de valores vitales auténticos en la sociedad contemporánea utilizada por 1onesco aparece yaen El gran camino, escrita por Strindberg en 1909; el humor negro, la mezclade drama y farsa, la grotesca deformaciónde los caracteres y el sentido ritual dela acción de que se vale Genet están usados en el mismo sentido y con la mismaintención en La danza macabra y Deudores; la voluntaria grandilocuencia de la
acción en ¡as obras de Crommelick oGheldorode es la misma qlle la de Hayc!'í1l1ellcs y cFill'/,wes; la narración poéttca de leyendas populares que caracteriza al teatro de Yeats se basa en la mismainterpretación de los mitos nacionales realizada par Strindberg en Cisne blanco;en Ligados un tribunal aparece como pretexto para el debate dramático antes queen ninguna pieza contemporánea y el sistema narrativo, dividido en estaciones, deobras como Hacia Damasco y El gran camillo se adelanta a Brecht y a Caminoreal de Tennessee Williams. La lista esimpresionante; pero los ejemplos podríanmultiplicarse. En realidad, casi ningúnautor contemporáneo, consciente o inconsciente, está libre de! influjo de Strindbergy su sombra se extiende por completo sobre la imagen del teatro actual. Él es elprimero en imponerse libremente a la estructura clásica con la misma efectividadque los dramaturgos isabelinos y del Siglo de Oro. Strindberg crea nuevos recursos conforme los necesita y construyesus obras de una manera vertical obteniendo lIna libertad formal que le permite
Strindber~
enriqueeer o sintetizar la acción para obtener un mayor impacto dramático conabsoluta efectividad. Puede decirse que alorden clásico que representa 1bsen, consu forma rígida y cerrada, impone unorden gótico en el que la expresividad esel único patrón y las distintas fuerzas utilizadas se equilibran mutuamente.
Pero, a pesar de su fuerza, el aspectoformal no es el más importante en la obrade Strindberg. Como en el caso de 1bsen,no es difícil encontrar puntos de contactoentre Strindberg y Dostoyevski. Las novelas de éste guardan dentro de sí la másimportante interpretación de la realidaden e! siglo XIX y todos los espíritus modernos tienen uno o varios puntos de contacto con él, especialmente en 10 que serefiere al sentido profundo de ¡as obrasy en la forma de acercarse al arte. Lospersonajes de Dostoyevski interpretan \\1autor, hablan por él y lo representan. Enel extenso y revelador ensayo dedicadoa estudiar la dialéctica de las obras de Dostoyevski dice Nicolás Bereliaev: "Todoslos héroes de Dostoyevski son realmenteél ... Las novelas de Dostoyevski no son,propiamente hablando, novelas; son partes de una tragedia, la tragedia interiordel destino humano, el único espíritu humano revelándose a sí mismo en sus distintos aspectos y en las diferentes etapasde Sll jornada." a Estas palabras puedenaplicarse literalmente- a Strindberg. Aunque la idea de que e! arte es siempre auto-
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biografía no es nueva (en su correspondencia con Lawrence Durrell, Alfred ~er
les comenta que, con la excepción de lascatedrales, él considera que toda obra dearte es autobiográfica, y Picasso ha declarado que su biografía se encuentra ensus cuadros), en el caso de Strindbergeste concepto puede tomarse como algomás que una imagen. Entre 1876 y 1909,o sea a lo largo. de toela su carrera literaria, Strilldberg publicó once novelas declaradamente autobiográficas y con la excepción de sus dramas históricos (aunqueen su correspondencia con Rarriet Bosse,su tercera esposa, menciona que ha utilizado el carácter de ésta y el suyo propioen la elaboración de Cristina) en toda susdenüs obras teatrales, en mayor o menorgrado, el protagonista es él y los sucesosson parte de su biografía. Así, éstas tienen una continuidad que en sí misma esuna revelación y permiten que en ciertaforma la suma de ellas formen la historiade su trayectoria espiritual, no sólo comoautor sino también como hombre.
Por esto, hablar nada más de dos delas obras de Strindberg resulta insuficiente. Él es una totalidad, y como talhay que tomarlo. Al situarlo como dramaturgo, John Gassner dice que Strindberg"sustituyó la lucha de clases por la luchade sexos." 4 Si tomamos la frase en todosu significado, podemos decir que Strindberg 'hizo a un lado las circunstancias temporales de la sociedael de su tiempo paraocuparse de los problemas inherentes alhombre en todas las épocas y en todos loslugares, dejó a un lado la lucha del hombre con la sociedad para ocuparse de lalucha del hombre con el hombre y delhombre con Dios. El autor lucha por encontrar celo sentido de la vida, su lugar enel Universo, y la mujer aparece como unespejo ideal para reflejarse y enc~)11trarle
explicación buscando en el refleJO, a lasuma de ac~iones que forman la vida. "Lanaturaleza demoníaca de la mujer poneen movimiento una pasión que divide alhombre" 5 y Strindberg utiliza este fenómeno para realizar su examen. En susobras, el sexo, e! amor, aparecen nadamás como elementos que destruyen la personalidad. Los personajes permanece~ unofrente al otro, presos en el engran~Je ?ela pasión, pero sin abandonarse a SI mismos; el amor se convierte en una luchainterminable en la que cada uno de losamantes trata de conservarse a sí mismoprisionero en su propio ego. Pero el problema fundamental no es el del sexo ensí sino el de la personalidad. Los personajes de Strindberg quieren devorar la realidad para enriquecerse y para comprenderla, pero en la luch~ por apresél;rla larealidad resulta demaSiada vasta, magotable y sobre todo irracional, imprevi.sible, y termina derrotál!dolo~. La m?Jeres el enemigo porque sl1nbohza el misterio (iue hay que penetrar, pero se oponea que la devoren y quiere devorar también. A través de la lucha, a la única solución: el espíritu religioso. El único camino para apresar toda la realidad y comprenderla ()S el de la unión con ella pormedio de la autotrascendencia del ego,U,l camino místico. Para Strindberg, lamisma intensidad de su pesimismo contiene su antídoto. En la gran trilogía queforma Hacia Damasco intenta resumir lasuma de sus experiencias vitales recorriendo un simbólico camino espiritualque relata la historia de sus pasiones ysufrimientos. Al final, el protagonista (elmismo Strindberg que simbólicamente sebautiza El Extraño a El Extranjero) de-
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30 UNIVERSIDAD DE MEXICO
Por Ramón XIRAU
SOBRE LA ,POESÍA DE ALÍ CHUMACER01
macero se abstíene de mencionar coloresy si éstos aparecen es tan sólo por lasasociaciones que cada lector pueda realizar a base de palabras que designancualidades sensibles. Por otra parte, lospoemas de Chumacero están hechos delargas . frases que prosiguen verso trasverso. Como observaba José Luis Martínez estas frases suelen terminar "en soluciones ásperas para librarse de unamonotonía rítmica".5 Frenado momentáneamente el río por las rocas que lo detienen y lo desvían, sigue después sucurso hasta el punto de que el poemaadquiere una cualidad fluvial. Nuncapuede saber el crítico, de manera total ydefinitiva, las intenciones de un autor.Creo, sin embargo, no alejarme de laverdad al pensar que esta cualidad fluvial proviene de que los poemas de AHChumacero son, muy específicamente,poemas temporales. Lo cual no quieredecir tan sólo que en ellos se mencionerepetidamente el tiempo sino que, además, los poemas mismos están tejidos conel hilo del tiempo que es como su médu-la interior y esencial. .
Podría acaso objetarse que este motivo temporal queda sometido al carácterarquitectónico y, más aún, escultórico, delos poemas. En efecto, no sólo se presentan estatuas definidas ("La forma delvacío" o "Narciso herido"), sino que entodas las ocasiones salvo una, AH Chumacero se refiere a la mujer desnuda diciendo "el desnudo", con un artículo (aveces un pronombre) que parece objetivar y estatuizar la figura. Más parece solidificarse aun este mundo poético cuando el poeta se refiere a la muerte empleando las imágenes muy directas de latumba, la lápida o la roca. Estas formasdefinidas, rigurosas, sólidas, suelen definir el momento de la muerte. Dice elpoeta cuando habla de los "vencidos":
En este verso se comprimen, en unaimagen rápida y eficaz, la vida de la rosa (efímera, pasajera, temporal) y la roca de la muerte, sólida como es sólido loque ya ha quedado exento de cambio ytránsito. Lo vivo acaba en lo sólido, laexistencia en la muerte, en la dureza delo inerte. Mientras hay vida hay tiempo,un tiempo destinado a ser vencido, "undesplome de tiempo, un gemido" que nosconduce, irremediablemente a la idea deque la vida es una "inútil permanencia",que todos los hombres vivimos "parasiempre" (como Narciso) "en las pupilas de un cadáver". El tiempo nos conduce a un destino mortal. Sabemos que"el misterio de la desaparición es prestigio inicial del tiempo". Por esto el tiempo -"Nombre hombre"- nos nombra,es decir, nos sitúa en la vida, y nos remolca hacia "la agonía" de "todo ser".6
igual que rosa o roca:
Claro está que la imagen del tiempo nose da siempre en palabras tan precisascomo éstas. El poeta puede referirnos almundo de los "inmóviles viajeros", a la
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L 1 B R O S
AH Chumacero afirma, ya muy pronto,su idea de la literatura y, especialmente,de la literatura hispanoamericana: "NtIn
ca hemos creído que la literatura ameri-
HACE NOTAR José Lui.s Martínez que"a pesar del cúmulo de condiciones adversas nuestra literatura ha
encontrado medios para subsistir". Unode ellos, y no de poca monta, es el quehan proporcionado las revistas literarias.2
Entre estas revistas h~y que contar precisamente Tierra Nueva, de la cual aparecieron como responsables desde el primer número (1940) cuatro escritorescuya edad fluctuaba, en aquellos días, entre los veintidós y los veintiséis años:'Jorge González Durán, jGsé Luis Martínez, AH Chumacero y Leopoldo Zea. Elsubtítulo de la revista "revista de estudios universitarios") indicaba a las claras la intención seria de quienes la dirigían.a Rigor y disciplina constituían lamotivación "básica de aquella publicación;rigor y disciplina caracterizan la poesíade AH Chumacero.
cana deba hacerse a base de coloridosmás o menos bien captados, con escenasmás o menos típicas para diversión deextranjeros que sueñan con la embriaguez del misterio ..."4 Esta afirmación,hecha al paso en el texto de una notacrítica, no carece de importancia. Sitúa,en efecto, una intención poética que AHChumacero no ha abandonado nunca. Revelaciones claras de esta intención sonPáramo de sueños (1942) e Imágenesdesterradas (1944). No hay poema deAH Chumacero que viva de lo pintoresco, de la facilidad metafórica, o de losjuegos de palabras. AH Chumacero es,a primera vista, un poeta seco, escueto,a veces -¿ por qué negarlo?- difícil. Supoesía debe ser leída y releída. Despuésde varias lecturas surge luminosamentesu intención de hondura y el cálido fervor que subraya cada uno de los versos.
Dos observaciones previas me parecenindispensables. De una -manera generallos poemas de AH Chumacero estánconstituidos a base de metáforas que nosólo excluyen el color local, sino los colores mismos. A excepción de una pincelada verde o de una nota malva, AH Chu-
Permaneceré aquí, con el H eremita,y esperaré el perdón.Seguramente él me concederá una tumbaentre la fría sábana blancay escribirá en la nieve un huidizo
epitafio:"Aquí descansa Ismael, el hijo de Hagar,que en un tiempo fue llamado Israel,porque luchó largamente con Diosy no cesó de pelear hasta yacer tranquilo,derrotado por Su suprema bondad."i Oh Eterno, no dejaré ir Tu mano,Tu dura mano, hasta que me bendiga.Bendíceme a mí, tu criatura,que sufre, sufre por el don de la vidaque Tú le has dado!Bendíceme, porque mi mayor sufrimiento,el más profundo de los sufrimientos
humanos, fue este:no pude ser el que largamente quise ser.8
cide renunciar al mundo para encontrar·la paz recluido en un convento; allí essometido a una especie de examen a través del cual comprende la vanidad delmundo y acepta renunciar a él. Aparentemente, la larga jornada ha concluido.Sin embargo, las obras posteriores nosrevelan la verdad: aunque Strindberg visualiza la solución, no logra hacerla suya.En 1906 le escribe a Harriet Bosse: "Estoy luchando con mi educación, pero misprogresos son lentos. Al final, la religión significa esto para mí: la esperanzade un mundo mejor, la convicción de queseremos liberados poniendo nuestra fe enDios. Aquí tenemos poco que esperar- 'porque lo que quiero hacer no lo hagoy sólo hago lo que odio'."6 Frente a laVerdad la fuerza de sus pasiones es todavía demasiado fuerte.
Pero si para Strindberg el hombre elfracaso es doloroso, para el artista es lafuente de la riqueza. Las' obras creceny se multiplican, y sus últimos años sonexcepcionalmente fecundos. Después determinar Hacia Damasco, produce todavíaun último drama naturalista, La danzamacabra, en el que pone en boca del pro-'tagonista una de las frases que ha utilizado en su correspondencia para justificarse a sí mismo: "La vida es tan extraña, tan en mi contra, tan vindicativ~
que yo me volví vindicativo también",y luego una nueva serie de dramas históricos, las dos últimas novelas autobiográficas, un libro de narraciones, variosensayos históricos y todas las obras delperíodo posexpresionista, escritas especialmente para el Teatro de Cámara deEstocolmo que él mismo fundó. En laúltima de ellas, El gran camino, escritaa los sesenta años, tres años antes de morir, recorre otra vez, con mayor intensidad poética aún, el camino "hacia Damasco". El protagonista se llama ahoraEl Cazador y en la escena final, queStrindberg sitúa en "El Bosque Oscuro",sus últimas palabras, las últimas tambiénque Strindberg escribió son:
1 George Bernard Shaw, The quintessenaof Ibsenism. Hjll and Wang, New York.
2 Eugene ü'Neill, Strindberg. Provincetown. Playbill.
3 Nicolás Berdiaev, Dostoyevski. Living AgeBooks. Meridian Books. New York.
4 Prefacid a Seven plays of Strindberg. Bantam Books. New York.
S Berdiaev, Opus cit.6 Letters of Strindberg to Har·riet Bosse.
Thomas Nelson & Sonso New York.7 The dance of death en Five plays of Strind
'berg. Anchor Books. Doubleday & CompanyInc.New York.
8 The Great Highway en Five plays ofStrindberg. Anchor Books. Doubleday & Company Inc. New York.