temprana complejidad funeraria de la cultura chinchorro

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Society for American Archaeology Temprana Complejidad Funeraria de la Cultura Chinchorro (Norte de Chile) Author(s): Vivien G. Standen Source: Latin American Antiquity, Vol. 8, No. 2 (Jun., 1997), pp. 134-156 Published by: Society for American Archaeology Stable URL: http://www.jstor.org/stable/971690 . Accessed: 20/10/2011 09:51 Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of the Terms & Conditions of Use, available at . http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsp JSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide range of content in a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and facilitate new forms of scholarship. For more information about JSTOR, please contact [email protected]. Society for American Archaeology is collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend access to Latin American Antiquity. http://www.jstor.org

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Society for American Archaeology

Temprana Complejidad Funeraria de la Cultura Chinchorro (Norte de Chile)Author(s): Vivien G. StandenSource: Latin American Antiquity, Vol. 8, No. 2 (Jun., 1997), pp. 134-156Published by: Society for American ArchaeologyStable URL: http://www.jstor.org/stable/971690 .Accessed: 20/10/2011 09:51

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Society for American Archaeology is collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend access to LatinAmerican Antiquity.

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Page 2: Temprana Complejidad Funeraria de La Cultura Chinchorro

Se describen y analizan los patrones funerarios del sitio chinchorro Morro 1, localizado en la costa norte de Chile. Se excavaron 134 inhumaciones. Se identificaron los tres patrones funerarios conocidos para esta cultura: (a) cuerpos con momificacion artificial, que corresponden a entierros secundarios y mu'ltiples, (b) cuerpos cubiertos con arena, y (c) cuer- pos sin tratasniento de ningu'n tipo. Estos dos ultimos patrones constituyeron enterramientos individuales y primarios. Se evalua si la practica de la momificacion artificial compromete a todos los individuos de la cultura chinchorro, o si por el contrario, hay mecanismos selectivos donde cierta categorfa de individuos fueron sometidos a este tratamiento. Se concluye que fetos, neonatos, lactantes y ninos presentan las ma's altas frecuencias de momificacion artificial, y la mayor complejidad en los procedimientos empleados. Esta practica se inicia con esta categorfa etaria a los 7000 a.P. yfinaliza tambie'n con neonatos y ninos despue's de los 4000 a.P. Mientras que entre los 5500-4000 a.P. se encuentran cuerpos de todas las edades con momificacio'n artificial.

This paper describes and analyzes the funerary patterns found at the Chinchorro site Morro 1 in coastal northern Chile. The analysis is based on 134 burials belonging to the three funerary types already known for this culture: (a) artificial mummifi- cation, which corresponds to secondary burials and multiple inhumations, (b) bodies covered by a sand layer, and (c) bodies without any complex treatment. Funerary types b and c correspond to primary, individual burials. Using known records for this culture in northern Chile, I evaluate whether artificial mummification was applied to all individuals, or alternatively, if there was selectivity in terms of the types of individuals to which it was applied. Analysis reveals that fetuses, neonates, lac- tating individuals, and children show the highest frequency of artificial mummification and the most diverse set of mummifi- cation techniques. This practice began by 7000 B.P. and continued until 4000 B.P. However, between 5500 and 4000 B.P. artificial mummification was applied to individuals of all age classes.

Vivien G. Standen * Departamento de Arqueologia y Museos, Universidad de Tarapaca, Casilla 6-D, Arica, Chile

Latin American Antiquity, 8(2), 1997, pp. 1 34-156. Copyright C) by the Society for American Archaeology

En este trabajo se analizan puntualmente los patrones funerarios identificados en el sitio Morro 1 (Allison et al. 1984; Arriaza 1994;

Standen 1991) que corresponde a lo que se ha definido como cultura chinchorro. Esta se desa- rrollo en la costa del extremo norte de Chile (Figura 1) entre los 700s3700 a.P. (Allison et al. 1984; Arriaza 1994, 1995; Aufderheide et al. 1993; Bittmann 1982; Bittmann y Munizaga 1976, 1979; Guillen 1992; Munizaga 1974, 1980; Munoz et al. 1993; Nunez 1969, 1983a, 1983b; Rivera et al. 1974; Rivera y Rothhammer 1986, 1991; Schiappacasse y Niemeyer 1984; Uhle 1917, 1919, entre otros). En este sitio en particu- lar y en otros correspondientes a la misma cultura, la diversidad de formas de tratar a sus muertos contrasta con una estructura social supuestamente

igualitaria. Asi, se han identificado tres patrones funerarios, diferenciados en dos aspectos funda- mentales: (a) las caracteristicas in situ de como los cuerpos fueron dispuestos en el area funeraria; la interrelacion entre los distintos tipos, con- siderando variables vinculadas con la forma de enterramientos sean estos individuales o colec- tivos, primarios o secundarios, posicion de los cuerpos, orientacion espacial, disposicion de far- dos funerarios y de las ofrendas asociadas; y (b) la forma como fueron tratados los cuerpos, es decir, si fueron o no momificados artificialmente.

En relacion a esta informacion, nos pro- ponemos abordar dos problemas: (1) explorar acerca del porque y como se estructuran los dis- tintos conjuntos funerarios o inhumaciones multi- ples entre los cuerpos con momificacion artificial;

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TEMPRANA COMPLEJIDAD FUNERARIA DE LA CULTURA CHINCHORRO (NORTE DE CHILE)

Vivien G. Standen

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FUNERARIA DE LA CULTURA CHINCHORRO 135

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Figura 1. Ubicacion de los sitios con funebria chinchorro en la costa norte de Chile.

y (2) si la practica de la momificacion artificial comprometio a todos los individuos de la cultura chinchorro, o si por el contrario hay mecanismos selectivos en terminos de que solo cierta categoria de individuos fueron sometidos a esta compleja practica funeraria. Antes de entrar al analisis de los datos, se dara una breve caracterizacion del contexto sociocultural del periodo Arcaico en el norte de Chile, donde se inserta la cultura chin- chorro. Luego se describe el sitio Morro 1 en fun- cion de los patrones funerarios identificados, y las distintas tecnicas de momificacion artificial. Se analiza el significado de los enterramientos multi-

ples y el ritual mortuorio en funcion de la edad y sexo de los cuerpos. Finalmente se realiza una discusion acerca de la cronologia de los patrones funerarios para evaluar si estos tuvieron una evolucion en el tiempo, o si por el contrario fueron contemporaneos entre si.

Economia, Adaptacion y Patron de Asentamiento en la Cultura Chinchorro

E1 norte de Chile, a pesar de su extrema aridez, constituyo tempranamente un habitat favorable para los asentamientos humanos, debido a dos factores fundamentales. Por una parte, el mar,

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136 LATIN AMERICAN ANTIQUITY [Vol. 8, No. 2, 1997

como fuente abundante y variada de recursos, fue indispensable para el sostenimiento de las pobla- ciones chinchorro. Por otro lado, los biomas de oasis que se generan en la desembocadura de los pequenos valles que drenan al Pacifico proporcio- nan otros recursos ricos.

Asi, desde los 9000 anos atras estas pobla- ciones ocuparon el area, basando su subsistencia en la caza, pesca y recoleccion, orientada princi- palmente hacia la explotacion de los recursos marinos, consolidando una economia maritima altamente especializada (Bird 1943; Llagosteras 1979, 1982; Nunez 1983a, 1983b; Schiappacasse y Niemeyer 1984).

A traves de una secuencia de mas de 5000 anos (9000-3700 a.P.), han sido definidas tres fases correspondientes al periodo Arcaico: Arcaico Temprano (9000-7000 a.P), Medio (7000-5500 a.P.) y Tardio (5500-3700 a.P.). Durante el Arcaico Temprano se han documentado asen- tamientos entre la costa de Arica y Pisagua (Figura 1), que constituyen densos conchales. Los artefactos mas comunes corresponden a los anzuelos de concha, pesas liticas, cabezales de arpon elaborados en madera, pulidores, limas, bolsas red elaboradas en fibra vegetal, puntas lanceoladas para dardos y arpones, raederas, ras- padores y cantos rodados modificados, ademas de morteros para la molienda de vainas de algarrobo. En estos conchales tambien se han identificado pisos de ocupacion de plantas semicirculares con los huecos para la impostacion de postes, que per- mitiria viviendas de caracter liviano (Munoz y Chacama 1993; Nunez y Moragas 1978). En relacion al patron de asentamiento, se ha pro- puesto que las poblaciones chinchorro lograron un nivel de semisedentarismo sustentado en las posibilidades de los recursos marinos, aunque no desconociendo ciertos circuitos de movilidad interambiental entre la costa y los valles interiores no mas distantes de 40-50 km. Este modelo ha sido bien documentado en los pequenos valles como Tiliviche, Aragon, Camarones y Acha (Munoz y Chacama 1993; Nunez 1978; Nunez y Moragas 1978; Schiappacasse y Niemeyer 1975). Estos ascensos hacia el interior tenian el propo- sito de proveerse de recursos y materias primas ausentes en la costa (i.e., materia prima para la talla litica, maderas y fibras vegetales, recolec- cion de vainas de algarrobo, entre otros). La fune-

bria en esta fase es escasa; se conocen solo algunos cuerpos, los cuales no presentan momifi- cacion artificial. Luego durante el Arcaico Medio, continua el proceso de adaptacion, esta vez incor- porando nuevos logros tecnologicos mas diversi- ficados. Se observa tambien una mayor presion demografica, ya las poblaciones comienzan a extenderse por la costa desertica ocupando nuevos enclaves. Aqui, se presentan las primeras

. . . -. . . . . - evldenclas de momltlcaclon artlflclal, caracterl- zada por cuerpos modelados en arcilla y pintados de negro. Continuan desplazandose entre la costa y los valles, pero al igual que en la fase anterior, los cementerios se localizan exclusivamente en el litoral. Finalmente durante el Arcaico Tardio, el proceso de adaptacion maritima se ha consoli- dado (Nunez 1983a). Esto queda de manifiesto en la extraordinaria diversidad de artefactos encon- trados para la explotacion de los recursos marinos (i.e., anzuelos de espinas vegetales de distintos tamanos y formas, anzuelos compuestos de hueso, diversidad de pesas para anzuelos, arpones de madera y hueso con disenos grabados, pesas cigarros, plomadas, propulsores y estolicas con incrustaciones en concha, bolsas redes con dise- nos escalerados elaborados en fibra de camelido, brochas vegetales, tubos de hueso, entre otros). Ademas se identifican nuevas y variadas formas de puntas de proyectil, asociadas probablemente a la introduccion del arco y la flecha. Se localizan densos conchales, asociados esta vez a numerosos cementerios, constatandose una notable expan- sion de esta poblacion costera, hacia el area mas meridional, y controlando un territorio de 700 km a lo largo de la costa (Figura 1). La momificacion artificial varia en estilo y tecnica, apareciendo ahora las momias evisceradas y pintadas de rojo, para luego al final de esta fase, diluirse esta tec- nica, y ahora los cuerpos son solo enfardados pero sin tratamiento complejo.

El Sitio Morro 1 El sitio Morro 1 (18°30'30 latitud sur, 70°16'00 longitud oeste) (Figuras 2 y 3)1 esta localizado en el faldeo norte del Morro de Arica, que corres- ponde al ultimo remanente de la cordillera de la costa. Este sitio se ubica en el talud inclinado de la pendiente, en una matriz de arena eolica. Se conoce desde comienzos de siglo, ya que Uhle (1919) rescato de ese lugar un centenar de cuer-

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FUNERARIA DE LA CULTURA CHINCHORRO 137 Standen]

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Figura 2. Mapa de ubicacion del sitio Morro 1.

pos en el momento que construian los estanques de agua para la ciudad. Posteriormente en labores de rescate se encontraron figuras modeladas en arcilla, una estolica y un par de cuerpos con momificacion artificial (Munizaga y Martinez 1961). Luego, en 1984, el registro de nuevos cuer- pos que quedaron expuestos a consecuencia de las faenas que ejecutaban obreros de la Companfa de Agua, motivo a planear una excavacion de rescate financiada por la National Geographic Society (Allison 1983).

Distintos investigadores han tocado algunos aspectos en relacion al sitio Morro 1. Allison et al. (1984) establecio una tipologfa de las distintas momias encontradas; Arriaza (1994, 1995) ha desarrollado aspectos importantes en relacion a

problemas cronologicos, patrones de asen- tamiento, y definicion de estilos en la momifi- cacion artificial. Standen (1991) realiza una extensa monografia del sitio, estableciendo claras asociaciones entre los contextos culturales, las variadas tecnicas de tratamiento mortuorio, y patrones funerarios. Rivera y Rothhammer (1986, 1991), con datos de este sitio, replantean la hipotesis de un origen amazonico para esta cul- tura. Posteriormente, Focacci y Chacon (1989) excavaron otras areas contiguas al sitio Morro 1, que rotularon como Morro 1/5 y Morro 1/6, donde rescataron mas de 60 cuerpos que, sin duda, forman parte de la misma area funeraria. Estas ultimas evidencias han servido de base para realizar interesantes estudios en la reconstruccion

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138 LATIN AMERICAN ANTIQUITY

lVol. 8, No. 2,1997

/T/O MORRO- / Sf CrOt? tAE U/WO O MA S f/f TERtBAM/f N ros - sscros f>CAVADO

P>POYECC/OAt DE CUEEPOS SCA!?YACENEfS

* r/Po / f CUftwOS //0 MOM/F/CADOS 2 * rtPo 2 ( Ct/fPPOS MOM/F/CADOS ARE/f/C/ALAKEN^E) n r/Po 3 { CUERPOS REVESE/DOS CON APE/YA ) EXCAVAC10^1 r tEVAhIrAlVlEhlrO: V/VIEhI SrAhlDEhI DfSARROLLO DIHUJO: IVARIELA SAhlrOS r v/vlot SrAhlDEhI n

Figura 3. Registro de planta del cementerio Morro 1. Muestra los conjuntos de inhumaciones multiples que equivalen a: T 1 = Conjunto N°1; T 7 = Conjunto N°2; T 23 (CS a C10) - Conjunto N°3; y T 25 - Conjunto N°4.

de la dieta a traves de anSlisis quimicos de los hue so s , y la identiElcacion de parasito s a traves de coprolitos (Aufderheide y Allison 1992; Reinhard y Aufderheide 1990). Finalmente, Guillen (1992) realiza una detallada monografia de los cuerpos con momiElcacion artiElcial provenientes del sitio Morro 1/5. En general toda esta informacion proveniente de los sitios Morro 1, Morro 1/5 y Morro 1/6 ha sido fundamental para generar novedosos enfo- ques en el conocimiento del poblamiento arcaico del norte de Chile.

Patrones Funerarios Identificados en la Poblaci6n Morro 1

El analisis de 134 individuos2 provenientes del cementerio Morro 1 (Figuras 2 y 3) senala la exis-

tencia de tres patrones en relacion a las practicas mortuorias. Un patron se caracteriza por haber recibido un complejo tratamiento funerario y son conocidas como "momias de preparacion compli- cada" o "cuerpos con momiElcacion artiElcial,'' que corresponderian al tipo 2 definido por Munizaga (1974) y Uhle (1919). Aqul hay un largo proceso de estructurar el cuerpo nueva- mente y convertirlo en algo similar a una "escul- tura." Las inhumaciones corresponden a entierros secundarios, formando conjuntos de inhuma- ciones multiples, compuestas entre cinco y siete individuos. El segundo patron no presenta momi- Elcacion artiElcial, pero se distingue por la colo- cacion de una patina de arena sobre la piel del individuo, y en algunos casos, disponlan tambien esteras vegetales. Constituyen inhumaciones pri-

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Standenl

FUNERARIA DE LA CULTURA CHINCHORRO 139

:

Figura 4. Momia adulta femenina (T1/C1) que fue descarnada, eviscerada, modelada en arcilla y pintada de negro con manganeso. (a) Modelado de los senos a nivel de tronco, (b) modelado de nariz.

marias e individuales. Finalmente se identifica un tercer patron, donde tampoco hay momiElcacion artificial, y son conocidas como "momias de preparacion simple" (Munizaga 1974; Uhle l 919), caracterizada por cuerpos que no han recibido ningun tipo de tratamiento complejo. Solo fueron cubiertos con pieles de camelido, aves marinas y esteras vegetales. En la mayona de los casos se conserva s610 la estructura 6sea, es decir, que no son momias propiamente. Este patron, al igual que el tipo anterior, se caractenza por inhumaciones primarias e individuales. Por el principio de asociaci6n y carbono 14, son con- temporaneos entre si y constituyen la fase tardia del sitio. A continuacion se dara una breve sintesis de los tres tipos funerarios identificados en el sitio Morro 1 (Allison et al. 1984;Arriaza 1994, 1995; Standen l991). Denominaremos a los distintos tipos de momias, con los r6tulos que acertada- mente a propuesto Arriaza (1995) en relaci6n a los cuerpos con momiElcaci6n artiElcial, es decir como "momias rojas y negras."

Cuerpos con Momificacion Artificial Se registraron 37 cuerpos con momiElcacion arti- ficial que corresponden al 27.5 por ciento de la muestra total. Estos fueron inhumados en forma colectiva configurando conjuntos funerarios. Aqui hubo una accion consciente por aplicar

soElsticados procedimientos para lograr recons- truir y modelar el cuerpo, transformando estos "artefactos" en verdaderas esculturas. En termi- nos generales, en este patron se advierten dos tipos de momiElcaci6n artiElcial. Un grupo de ocho momias (21.6 por ciento) corresponde a cuerpos descarnados, descuerados, modelados en arcilla y pintados de negro con manganeso. Luego, se constata un segundo grupo mayoritario de 27 momias (73 por ciento); estos individuos se caracterizan por haber sido eviscerados a traves de incisiones en la piel y luego rellenados; y estan generalmente pintados de color rojo. En este tipo se observan ciertas variantes que se diferencian basicamente por sus atributos externos (como la forma de reponer la piel a modo de vendaje). Y por ultimo, solo dos cuerpos (5.4 por ciento) tienen un tratamiento completamente distinto: uno es un cuerpo eviscerado, relleno con arcilla y cubierto con una capa de arena sobre la piel. El otro recibi6 un tratamiento muy simple, pero la preocupaci6n estuvo puesta en el contexto fune- rario, que fue sellado con huesos de ballena y lobo marino. Los cuerpos modelados en arcilla y pintados de negro (Figura 4) se caracterizan por los siguientes atnbutos exclusivos: (a) descarnado y descuerado total del cuerpo (Figura 5); (b) cuerpo modelado con arcilla que simula una escultura; (c) craneo cortado en dos separando la regi6n

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140 LATIN AMERICAN ANTIQUITY [Vol. 8, No. 2, 1997

r lgura t. traneo ae un aaulto masculmo t 1 1/w} (lescar- nado, se observa el corte que realizaron para extraer la masa encefalica, separando la region facial de la craneana.

facial de la craneana (Figura 6); (d) raspado de las epffisis de los huesos largos (Figura 7); (e) mas- carilla de forma oval, casi plana, donde solo la nariz fue modelada en relieve, mientras que los ojos y la boca estan insinuados por incisiones hor- izontales y minimamente circulares; y (f) la piel humana que cubr1a el cuerpo fue pintada de negro con manganeso.

Los cuerpos eviscerados, rellenados y pintados de rojo (Figura 8a) se diferencian de los cuerpos modelados y pintados de negro en relacion a: (a) existencia de incisiones en la piel a nivel abdo- minal, ingle, rodillas, hombros, entre otros, a traves de las cuales se extrajeron parcialmente los tejidos blandos y luego rellenaron los cuerpos con fibra vegetal, huiros (alga cafe), pieles de camelido, tierra fina de oxido de fierro, man- ganeso y restos organicos; (b) no se observa el caracterfstico descuerado ni el modelado con arcilla de los cuerpos pintados de negro; (c) tam- poco los huesos fueron cortados o raspados; (d) la

NrE. S *t 81 1"#, LLrRA, 1.

Figura 5. Detalle interno de una momia modelada en arcilla. Se observa la estructura 6seas los maderos y el embarrilado vegetal.

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Standen] FUNERARIA DE LA CULTURA CHINCHORRO 141

b

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Figura 7. Epifisis proximales de los huesos largos (Tl/C4) donde se observa el corte y desgaste oseo realizado en (a) femur, (b) tibia, (c) humero y (d) radio, como parte del preceso de descarnamiento y extraccion de los tejidos blandos.

donde a dos le pusieron la piel cortada a modo de un vendaje circular (Figura 9a), y en el otro pusieron una piel de ave pintada de color naranja (Figura 9b).

Finalmente se registraron dos cuerpos que pre- sentan un tratamiento distinto en relacion a los tipos definidos. Uno corresponde a un nino donde evisceraron la cavidad toraxica-abdominal, lo re- llenaron con arcilla y pusieron una capa de arena cubriendo la piel. El craneo fue descarnado

mascarilla esta modelada en casi todos los casos con la boca abierta en forma circular y es pintada de negro y/o rojo. Tiene la particularidad de pre- sentar un modelado de la cejas, que no ha sido observado en ninguno de los casos de las momias negras; y (e) el color rojo (oxido de fierro) que aplicaron mayoritariamente wsobre la superficie corporal. Dentro del grupo de momiaws rojas se observan algunas variantes en relacion a los atri- butos externos y corre.sponden a tres neonatos,

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142 LATIN AMERICAN ANTIQUITY lVol. 8, No. 2, 1997

) t* h;; Figura 8. Cuerpos del Conjunto N°4, que corresponden al 2° < {? <8AY ffi nivel, (a) momia de un neonato (T251C5) pintada de rojo, con

Ff/>gX, '+ + ''§+0 /i'+tr' thY e una mascarilla elaborada en manganeso y una peluca. Sobre el '- ' >>eese t/r; ;. +6 ,& 'A/i/ S hombro derecho pusieron una bolsa de piel de camelido pintada

;, <, + _ de rojo. gb) Momia de niho (T2S/4 n una capa de

tt5,sG. t.:') nado de los tejidos blandos. Notese la contemporaneidad de i 4 5 ambos tipos de tratamientos.

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dejando los huesos expuestos (Figura 8a). La otra _ excepcion es una mujer a la cual solo evisceraron " f_3 el abdomen, y fue sellada con huesos de lobo W;t +4t ++ }t marino y ballena (Figura 1 Oa). m Q + F .

',^64;t'>^'t@%**46 Este patron funerario (cuerpos con momifi-

>> s cacion artificial) en el sitio Morro I ha sido

t i fechado entre los 51604040 a.P. (Allison et al. ut * k ¢ Wt #+ t <*0: l 1984 Standen 1991).

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< 0 :. _ Este patr6n es e menos com n registrandose s61o 2 _ ndeunacapa

- § i de arena sobre la piel (Figura lOb), pero la regla

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A.]saS _ Figura 9. (a) Momia de un neonato (T23/C10) con la piel recolocada a modo de vendaje. Este cuerpo forma parte del Conjunto N"3. (b) Momia de un neonato (T27/C17) con la piel pintada de color naranja. Corresponde a una inhu- macion individual.

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Standenl FUNERARIA DE LA CULTURA CHINCHORRO 143

Figura 10. (a) Momia adulta femenina (T/1OB) sellada con huesos de ba- llena, lobo marino, pesca- dos y mariscos. (b) Momia adulta femenina (T23/C12) cubierta con una capa de arena.

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de los cuerpos. La mayoria presenta evidencias de haber sido expuestos al fuego, probablemente con la intencion de secarlos.

Un cuerpo constituye la excepcion, ya que hasta ahora las evidencias indicaban que los cuer- pos cubiertos con capa de arena no eran tratados internamente. Ademas de la arena recubriendo superficialmente el cuerpo, su cavidad toraxica- abdominal fue eviscerada y luego rellenada con arcilla blanca. El craneo fue integramente limpiado de sus tejidos blandos, dejando los huesos expuestos, por lo que presenta rasgos que lo vinculan a los cuerpos con momificacion artiEl- cial, como el eviscerado y relleno de cavidades, y a los cuerpos con capa de arena por su reves- timiento externo. Se identifico solo un caso y se encuentra en directa asociacion a un cuerpo con

momificacion artificial del tipo de momias rojas (Figura 8). Los cuerpos con patina de arena cons- tituyen fundamentalmente (a excepcion del caso recien descrito) inhumaciones individuales y pri- marias.

Este patron constituye la fase tardia del sitio Morro 1, y aunque tiene solo un fechado de 3670 + 100 a.P. (Allison et al. 1984), por cronologfa relativa (asociacion y contexto) el ini- cio de esta practica debe situarse por los 4200 a.P (Standen 1991).

Cuerpos sin Momificacion Artificial

Se tabularon 79 evidencias3 de este tipo (59 por ciento de la poblacion total), algunos representa- dos por cuerpos completos, pero en la gran mayo- rfa se registraron solo algunas evidencias oseas.

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144 LATIN AMERICAN ANTIQUITY [Vol. 8, No. 2, 1997

a Figura 11. (a) Faldellin de fibra de camelido, usado fundamen- talmente por las mujeres, y asociado a los tres patrones funer- arios. (b) Taparrabo de fibra de camelido, usado fundamentalmente por los hombres, y asociado a los cuerpos sin momificacion artificial.

b

Se caracterizan por no tener evidencias de momi- ficacion artificial y en la mayorfa de los casos tampoco presentan momificacion natural. Son cuerpos en que solo se encuentra la estructura osea y, en algunos casos minoritarios, los tejidos blandos (piel, musculatura, cuero cabelludo y, excepcionalmente, restos de organos internos). La insistencia en denominar a esta categorfa de inhu- maciones con el rotulo de momificacion natural no es adecuada, ya que estos cuerpos no son momias y corresponden fundamentalmente a esqueletos.

Este tipo se identifica por la disposicion de accesorios sobre los cuerpos a modo de cober- tores o fardos funerarios, elaborados en pieles de pelfcano y/o camelido. Finalmente era dispuesta una estera, donde algunas fueron adornadas con fibra de camelido hilada de colores naturales, y tenidos de rojo y azul, ademas de cabello humano, formando disenos geometricos. Otra caracterfstica de este patron funerario fue la dis- posicion de ofrendas a los cuerpos. Estas cons- tituyen artefactos de trabajo para las actividades economicas como la pesca, caza y recoleccion, y corresponden a chopes o desconchadores de mariscos elaborados en huesos de lobo marino, artefactos de hueso punzante, arpones para la caza marina, bolsas redes, pesas lfticas, barbas para

arpones, anzuelos de quisco, sedales para anzuelo, cuchillos de slolice de talla bifacial, estolicas y dardos. Ademas de brochas vegetales, agujas y alfileres de cactaceas, bolsitas de piel de camelido y/o ave, y tubos de hueso para almace- nar colorantes. En relacion a la ornamentacion personal, las mujeres usaron faldellines de fibra de camelido y fibra vegetal (Figura 1 1 a), y taparrabos los hombres (Figura llb). Adornaron la cabeza con cintillos cefalicos de fibra de camelido y gorros de piel de ave, y usaron co- llares de concha y semilla. Un rasgo frecuente es la disposicion de una cuerda de fibra de camelido y/o vegetal de 2 mm de diametro promedio, que se disponla entre los dedos de la manos y pies a modo de una trama. Es interesante que en los adultos, subadultos y ninos (10 casos), las cuerdas tienen una torsion S (izquierda a derecha) salvo un caso, que constituye una excepcion y esta tor- cida en Z, ademas de dos lactantes que tambien presentaban una torsion en Z. Estas cuerdas pudieron tener como objetivo fijar los dedos para que no se desprendieran del resto del cuerpo. Una explicacion alternativa podrfa ser interpretada desde la optica del ritual mortuorio etnografico. En efecto, entre los Laymis que viven al norte de Potosl (Bolivia), se ha advertido que "Cuando el alma abandona el cuerpo, se hila una cuerda de

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FUNERARJA DE LA CULTURA CHJNCHORRO 145 Standen]

- P m b ; a WapE S ;2 < t #Us a

Figura 12. Conjunto funerario N°2, compuesto de seis individuos, donde los cuerpos estan dispuestos uno al lado del otro, con un lactante sobrepuesto a un adulto, pero que reflejan un evento contemporaneo entre si. El cuerpo-4 tiene una piel de camelido cubriendolo y el cuerpo-S tiene una estera funeraria.

tres hebras de izquierda a derecha, al reves de la torcedura normal, con el cual se atara el cuello, manos y pies, para asf impedir que se escape el espiritu del cuerpo" (Harris 1983:138).

Otra practica observada, aunque solo en dos casos de adultos, es la disposicion de tapones nasales elaborados en fibra vegetal. Este rasgo tambien fue descrito por Guillen (1992), esta vez en dos lactantes que presentaron momificacion artificial, provenientes del sitio Morro 1/5, con tapones elaborados con restos organicos. Finalmente hemos registrado un caso de tatuaje, compuesto por una hilera de seis puntos sobre el labio superior en forma simetricas lo que semeja un incipiente 'bigote." E1 cuerpo corresponde a un hombre adulto, cuenta con un fechado de 3830 + 100 a.P. (I-13652), y documenta la evi- dencia mas temprana de tatuaje en el norte de Chile.

Finalmente este patron funerario se caracteriza por inhumaciones individuales y primarias; los cuerpos se encuentran orientados en una diversi- dad de direcciones y superpuestos entre si (Figura 3). Constituyen la fase tardia del sitio Morro 1,

estan fechados entre 4200 y 3790 a.P. (Allison et al. 1984), y son contemporaneos a los cuerpos cubiertos con arena.

Los Conjuntos Funerarios del Sitio Morro 1: Analisis y Correlaciones

Se establece que la modalidad de enterramiento del patron funerario con momificacion artificial corresponde a inhumaciones colectivas. Se excavaron cuatro conjuntos (Figura 3); el numero de individuos es variable para cada uno de los con- juntos, aunque la tendencia es entre cinco y siete.

Se entendera aqui por conjunto a un grupo de cuerpos que fueron inhumados en algunos casos especificos, en forma simultanea, o si no, mediando muy poco tiempo entre los distintos momentos de depositar un cuerpo y otro, hasta conformar una unidad funeraria. Es claro que no tenemos la posibilidad metodologica de precisar con exactitud cuanto tiempo transcurrio entre una inhumacion y otra, ni siquiera por fechado de car- bono 14, por los valores del sigma. Si bien la ten- dencia es a una contemporaneidad, ya que los cuerpos estan inmediatamente uno al lado del

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Tabla 1. Muestra la Relacion entre las Edades, el Sexo, y los Tipos de Momificacion de los Conjuntos de Inhumaciones Multiples del Sitio Morro 1.

N°Cuerpo Sexo Edad Tipo Orientacion S-V

146

LATIN AMERICAN ANTIQUITY [Vol. 8, No. 2, 1997

Conjunto N°1 T-1

Conjunto N°2 T-7

Conjunto N°3 T-23

Conjunto N°4 T-25

Inhumacion doble

220° SO 223° SO 220° SO 220° SO 222° SO 220° SO 230° SO

3o NE 335° NO 352° NO 349° NO 346° NO

2° NO

fo NE 17° NE 32° NE 45° NE 33° NE

54° NE 53° NE 55° NE 79° NE 70° NE 60° NE

C-1

C-2 C-3 C-4 C-S

C-6 C-7

F M M M I M I

AEI lactante AEI 30 anos lactante AJ AJ

15-17 anos

14-16 anos nino AEI nino lactante

20-23 anos AEI 1 8-22 anos lactante 3-4 anos

5-6 anos 8-10 anos 20-22 anos feto neonato 5-6 anos

negra negra negra negra negra negra negra

roja ro?a

ro?a

ro?a

r?a

roJa

roJa

roja roJa

vendaje roJa

ro?a

roJa

roja roJa

roJa

arena

C-1

C-2 C-3 C-4 C-S

C-6

F F? M F M M

C-7 C-8 C-9

C-10 C-ll

I F?

M

C-1

C-2 C-3 C-4 C-S

C-6

M I M

I F? M

T-23 C-1SA I 3-6 meses roja 310°NO C-1SB I 3-6 meses roja 48° NE

S-V = Sacro-vertex; AEI = Adulto de edad indeterminada; AJ = Adulto joven; M = Masculino; F = Femenino; F? = Femenino probable; I = Sexo indeterminado Nota: Se espera secuenciar ADN mitocondrial para aportar mayor informacion acerca de las relaciones geneticas entre los indi- viduos de cada conjunto.

otro, y exactamente en el mismo nivel o a veces superpuestos inmediatamente un cuerpo sobre otro, contactandose entre si (Figuras 3 y 12). Hay casos sin embargo donde es probable que haya mediado una mayor cantidad de tiempo, lo que permitio la formacion de una capa de arena esteril que separa esa superposicion de los cuerpos.

A continuacion se presenta la informacion para los cuatro conjuntos excavados en el sitio Morro 1, y se correlacionan con las variables de: (a) edad y sexo (Bass 1971; Comas 1983; Genoves 1962; Ubelaker 1989), (b) tipo de momi- ficacion, y (c ) ori entac i on de c ada uno de lo s cuerpos.

Conjunto N°1. Compuesto de siete individuos (vease Tabla 1 por sexo y edad), donde todos debieron haber sido inhumados en forma simultanea, ya que estan puestos paralelamente uno al lado de otro, a excepcion de los lactantes, que estan inmediatamente sobre los adultos. Todos presentaron la misma posicion de ente- rramiento: decubito dorsal extendidos, con una orientacion sacro-vertex entre 220°-230°SW (Figura 3).

Se ha planteado que los entierros colectivos chinchorro corresponderian a grupos de "familias nucleares" (madre, padre e hijos) (Nunez 1969; Schiappacasse y Niemeyer 1984; Uhle 1919,

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Standen] FUNERARIA DE LA CULTURA CHINCHORRO 147

entre otros). De acuerdo a nuestras evidencias, no estamos en condiciones de poder identiElcar las relacione s de parentesco cons angulneo en lo s individuos de las inhumaciones multiples.4 En el caso del Conjunto N°1 hay una mujer adulta, que pudo ser la madre de los lactantes; pero hay ademas dos hombres adultos, y otros dos cuerpos de adultos jovenes; asi al menos estarian repre- sentadas tres generaciones. Estos registros, even- tualmente, no reflejarian una estructura social compatible con una familia nuclear cerrada y podria corresponder mas bien a parte de una familia extensa o banda, cuya identidad social y de pertenencia se ve expresada en forma clara por la homogeneidad grupal en que materializaron el ritual mortuorio. En efecto, todos los cuerpos pre- sentan el mismo tipo de momificacion, no habiendo una diferenciacion ni por edad ni por sexo en el tratamiento.

Conjunto N°2. Tambien se infiere que debieron haber sido inhumados en forma simultanea. Esta formado de seis cuerpos (vease Tabla 1), que se encontraron en un mismo nivel y paralelos entre si, uno al lado del otro. Solo un nino (C-3) se encontro dispuesto inmediatamente sobre un subadulto. Todos presentaron una posicion de enterramiento decubito dorsal extendida, con una constante en la orientacion espacial, que se deter- mina en 3°N-352°NW (Figuras 3 y 12).

Llama la atencion la distribucion en relacion al sexo y las edades de los cuerpos (vease Tabla 1). Por un lado, hay ausencia de hombres adultos, observandose un predominio de mujeres, siendo esta distribucion opuesta al conjunto anterior donde existia un predominio de hombres adultos. En relacion a la momificacion que presentan los cuerpos, todos estan tratados de la misma manera, y corresponden a los rellenados a traves de inci- siones de la piel y pintados de color rojo con oxido de fierro.

Conjunto N°3. Formado por cinco cuerpos donde la contemporaneidad parece tambien ser un fenomeno claro en este conjunto, ya que los cuer- pos estan dispuestos uno al lado de otro, casi tocandose entre si y exactamente en un mismo nivel. Tienen una disposicion levemente radiada, pero con una orientacion constante NE entre 5°45°; lo mismo que la posicion de ente- rramiento decubito dorsal extendida (Figura 3).

En cuanto a la correlacion de las edades y el

sexo (vease Tabla 1), aqui hay cierta similitud en relacion al Conjunto N°2, donde tambien hay pre- dominio de mujeres adultas jovenes. En este con- junto, como en los anteriores, no se logra aclarar un patron mas definido. En relacion al tipo de

*r- * / * momlrlcaclon, cuatro evl enclas slguleron un proceso de tratamiento homogeneo, y solo el lac- tante presenta una variacion de la tecnica, en relacion a la disposicion de la piel, que fue repuesta a modo de un vendaje. Salvo esta excep- cion, se sigue manteniendo la identidad social y de pertenencia del conjunto que se ve reflejada en la similitud con que trataron los cuerpos.

Conjunto N°4. Es particularmente importante por varias razones. En primer lugar, difiere de los otros y presenta ciertas dificultades para ser tratado como una unidad contextual sincronica. En efecto, se ha registrado una capa esteril de 15 cm separando la superposicion de los cuerpos. En

. .

un prlmer nlvel, se encuentran cuatro cuerpos (C- 1 a C-4 en Tabla 1) dispuestos uno inmediata- mente al lado del otro, cubiertos con esteras. Subyaciendo a estos, inmediatamente debajo de los cuerpos 1 y 2, se localizaron dos cuerpos mas (C-5 y C-6) (Figuras 3 y 8). Por otro lado, los seis cuerpos presentan la misma orientacion entre 53°-79°NE, y la misma posicion de enterramiento decubito dorsal extendida, lo que le da cierta unidad y coherencia al conjunto, aunque aqui se rompe la regla de la homogeneidad del tratamiento de los cuerpos, observandose ahora una diversidad en la preparacion. Asi, el cuerpo que presenta el tratamiento menos complejo, al cual le dispusieron una capa de arena sobre la piel, con el craneo limpio de los tejidos blandos, corresponde a la primera inhumacion de este con- junto y se destaca por ser el unico cuerpo tratado con esta tecnica en todo el area excavada, no descrito para otros sitios chinchorro. Luego dis- pusieron un neonato, al lado derecho del cuerpo referido y parcialmente sobrepuesto (Figura 8). Ambos cuerpos presentan una preparacion com- pletamente diferente, aunque la contemporanei- dad inferible por la disposicion que tienen es reveladora. Luego, los cuatro cuerpos sobreim- puestos pero separados por la capa esteril mues- tran tambien ciertas diferencias en terminos de la preparacion entre cuerpo y cuerpo.

Aqui se detecta la presencia de solo un hombre adulto joven (Tabla 1), asociado a un grupo de

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ninos, lactantes y fetos, llamando la atencion la ausencia de cuerpos femeninos adultos. Este con- junto ratifica las proposiciones anteriores, en relacion a que no se refleja un patron de familia nuclear.

Otras Inhumaciones

Ademas en el sitio Morro 1 se identifico una inhumacion doble compuesta de dos lactantes, sin asociacion a cuerpos adultos. Este caso podria corresponder a un entierro de gemelos, ya que los dos cuerpos presentan el mismo tratamiento; ademas tienen eventualmente la misma edad y ambos estaban formando un solo contexto fune- rario, envueltos en una piel de camelido. Finalmente se registraron tres casos de inhuma- ciones in vidi du ale s de cuerpo s con momificacion artificial, es decir, no integrados a los conjuntos, de los cuales dos corresponden a neonatos. Probablemente estos estaban a la "espera" de los otros miembros de su grupo, que a medida que morian se iban nuevamente "reuniendo" con los primeros inhumados hasta configurar el ente- rramiento colectivo especifico (conjunto). Un caso distinto es la tercera evidencia, ya que no presenta las caracteristicas de los otros dos casos. Este constituye un contexto sellado con huesos de ballena y lobo marino, sin intenciones de volver a remover o desplazar el cuerpo del lugar primario de enterramiento (Figuras 3 y lOa).

Discusion

Los datos de otros sitios chinchorro que presentan inhumaciones colectivas registradas in situ corre- sponden a Camarones 14 (Schiappacasse y Niemeyer 1984), Camarones 17 (Aufderheide et al. 1993; Munoz et al. 1993), Playa Miller 8 (Alvarez 1969; Soto 1987), Chinchorro 1 (Aufderheide et al. 1993; Munoz et al. 1993), Morro 1/5 (Guillen 1992), Pisagua Viejo 4 (Bittmann y Munizaga 1976; Nunez 1969) y Bajo Molle (Schaedel et al. 1957). Estos sitios, mas las evidencias del Morro 1, constituyen un buen reg- istro para plantear algunas generalidades en relacion a las practicas mortuorias. En general estos conjuntos funerarios tampoco demuestran de que tuvieran una estructura de familia nuclear, ya que hay una diversidad de estos en la composicion por edades y sexo (Tabla 2). En relacion a la posicion de los cuerpos, para

todos los sitios se observa que mantienen una constante (con leves variaciones) en relacion a la orientacion sacro-vertex, demostrando un orde- namiento espacial para cada conjunto especifico, donde los cuerpos estan paralelos uno al del otro, dispuestos ordenadamente, casi tocandose entre si, y a veces con los lactantes inmediatamente sobre los adultos (Munoz et al. 1993; Nunez 1969; Schaedel et al. 1957; Schippacasse y Niemeyer 1984). La informacion de Playa Miller 8 es contradictoria al respecto, ya que el autor escribe "yacen en posicion extendida decubito dorsal y en aparente desorden" (Alvarez 1969: 182), pero no explicita que se deberia enten- der por "aparente desorden." Lo mas probable es que estos cuerpos siguieran un patron de disposi- cion homogenea similar a las otras evidencias presentadas (Oscar Espoueys, comunicacion per- sonal 1995). Es decir, la regla de colocar los cuer- pos uno al lado del otro, a veces superpuestos o levemente radiados, pero manteniendo cierta constante en la orientac ion s acro- vertex para cada conjunto especifico, es algo que caracteriza a los cuerpos con momificacion artificial.

En relacion a la propuesta de si estos entierros colectivos corresponderian a grupos con una estructura de familia nuclear como ha sido planteado, el problema parece ser mas complejo de lo que aparenta. En efecto, de acuerdo a evi- dencias etnograficas, la diversidad de formas de alianzas matrimoniales que existen en las sociedades humanas (Gough 1976; Levi-Strauss 1976), donde uno de los rasgos universales del

. .

. . . . . matrlmonlo, es que no se orlglna en . os ln lVl-

duos, sino en los grupos interesados (familias, bandas, linajes, entre otros) es sugerente. Se une a los grupos mas que a las personas, con el claro proposito de establecer alianzas entre ellos (Levi- Strauss 1976), donde una de las formas de alianza es la familia nuclear o conyugal. Si bien es cierto que la familia es el primer nivel de integracion y cooperacion economica que cualquier sociedad humana establece, las distintas modalidades de hacerlo muestra grandes diferencias etnograficas. En el caso de la cultura chinchorro, si la institu- cion de la familia correspondiese a una unidad nuclear o conyugal, y si los sistemas de alianzas se reflejaran en la forma de disponer los cuerpos durante el ritual mortuorio, esperariamos que las inhumaciones colectivas estuvieran mayoritaria-

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Tabla 2. Composicion por Edad y Sexo de los Conjuntos Funerarios de Sitios Chinchorro, Norte de Chile.

Sitio N°Cuerpos porConjunto EstructuraporEdad y Sexo Fuente

Camarones 14 Conjunto 1 (5 individuos) 1 adulto masculino Schiappacasse y Niemeyer 1984 1 subadulto de sexo indeterminado 3 lactantes

Conjunto 2 (4 individuos) 1 adulto masculino 1 adulto femenino 1 neonato 1 nino

Camarones 17 Conjunto 1 (4 individuos) 1 adulto femenino Aufderheide et al. 1993 3 lactantes Munoz et al. 1993

Chinchorro 1 Conjunto 1 (3 individuos) 2 ninos Aufderheide et al. 1993 1 lactante Munoz et al. 1993

Pisagua Viejo 4 Conjunto 1 (5 individuos) 4 adultosa Bittmann y Munizaga 1976 1 lactante Nunez 1969

Tiliviche 2 Conjunto 1 (3 individuos) 1 adulto masculino Standen y Nunez 1984 1 nino 1 lactante

PlayaMiller 8 Conjunto 1 (9 individuos) 7 adultosa Alvarez 1969 2 ninos

BajoMolle Conjunto 1 (5 individuos) 3 adultosa Schaedel et al. 1957 1 nino 1 lactante

Morro 1/5 Conjunto 1 (17 individuos)b 3 adulto masculinos Guillen 1992 2 adultos femeninos 8 ninos 5 lactantes 1 feto

aNo hay informacion respecto al sexo de los cuerpos. bGuillen 1992 (citando a Guillermo Focacci como comunicacion personal) plantea que corresponde a una tumba colectiva de 17 individuos. El alto numero de cuerpos que conforman esta inhumacion escapa al patron, y puede corresponder a problemas metodologicos de la excavacion, ya que efectivamente en los cementerios chinchorro se hace dificil delimitar las unidades funerarias, porque hay una continuidad de cuerpos depositados.

Standen] FUNERARIA DE LA CULTURA CHINCHORRO 149

mente formadas por dos adultos de ambos sexos, ademas de ninos, lactantes y subadultos que co- rresponderian a sus hijos (as). No obstante, hemos observado a traves de 12 conjuntos analizados, que esta regla generalmente no se cumple, ya que no se ha identificado una recurrencia en la dis- tribucion de las edades y el sexo, sino por el con- trario se observa una variabilidad sustancial.

Por supuesto que estamos lejos de poder cono- cer que tipo de alianzas, matrimonios o conceptos de familia se establecieron entre los miembros de la sociedad chinchorro, pero los datos apuntan a reconocer que probablemente no fue de caracter nuclear. Por otro lado, Schiappacasse y Niemeyer (1984:174) han planteado a nivel de hipotesis la posible practica de intercambio de mujeres con otras bandas, probablemente para mantener lazos

sociales y ampliar la esfera de actividades en otros territorios. Es interesante al respecto que en el sitio Morro 1 hemos localizado algunos cuer- pos de mujeres adultas que presentan ciertos ras- gos propios, como el caso de la Tumba lOb que tiene un tratamiento muy elemental, y sin embargo es contemporanea con las momias negras, y se diferencia notablemente por las car- acteristicas de la inhumacion, ya que estuvo com- pletamente sellada por huesos de lobo marino y ballena (Figura lOa). Esta situacion nos sugiere la idea que esta mujer podria provenir de otras ban- das costeras, y que reflejaria complejas relaciones exogamas, ya que ademas constituye una inhu- macion individual, situacion que precisa- mente escapa al patron de ese periodo en el sitio Morro 1.

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150 LATIN AMERICAN ANTIQUITY [Vol. 8, No. 2, 1997

Ritualismo, Edades y Tratamiento de la Momificacion Artificial

Los datos analizados apuntan a demostrar que el segmento etario de fetos, neonatos, lactantes y ninos presentan las mas altas frecuencias de momificacion artificial, ademas de la mayor va- riedad de tecnicas empleadas. Esto se aprecia claramente en el sitio Morro 1, en donde de un universo de 37 momias con preparacion compli- cada, el 46 por ciento equivale a cuerpos menores de dos anos (Standen 1991). Si se suman las evi- dencias de los ninos (3 a 12 anos), el valor sube al 62 por ciento. En relacion al porcentaje de cuer- pos jovenes, estos corresponden al 21.6 por ciento, y finalmente los adultos mayores de 25 anos corresponden solo al 16 por ciento de la muestra (Figura 13). Por otro lado, en Camarones 17 y Chinchorro 1 (Aufderheide et al. 1993; Munoz et al. 1993), solo los cuerpos de neonatos y ninos estan momificados, no registrandose ninguna evidencia de cuerpos adultos. La misma situacion se repite en Camarones 14, donde de 24 cuerpos excavados, esta practica se registra solo en cuatro, que corresponden a un neonato, dos lactantes y un nino (Schiappacasse y Niemeyer 1984). En Playa Miller 8, recientemente hemos estudiado 18 registros de cuerpos con momifi- cacion artiElcial, de los cuales 10 corresponden a fetos, y que constituyen mas de la mitad de la muestra total (Standen y Espouyes 1995). Es interesante destacar la alta cantidad de fetos momificados en este sitio, situacion inedita que no ha sido registrada en otros sitios de naturaleza chinchorro. En el Morro 1/5 se ubicaron 17 cuer- pos, donde el 82 por ciento de la muestra corre- sponde a individuos menores de 13 anos, todos con momificacion artificial (Guillen 1992).

El hecho de que este segmento etario (neonatos, lactantes y ninos) recibiera una aten- cion priviligiada demuestra que estan operando complejos mecanismos selectivos, donde tal vez las antiguas culturas adaptadas al litoral, frente a la necesidad de transferir una variedad de estrate- gias ideologicas a traves de sofisticados procesos de iniciacion, para que desde muy temprana edad los ninos participaran como parte importante del proceso productivo. La relacion entre expertos y las nuevas generaciones pasaria a ser un aspecto sustancial en la conservacion del conocimiento empleado para la sustentacion de las poblaciones

arcaicas del litoral. En este sentido, la muerte de un feto o un parvulo debio constituir una crisis tanto material como espiritual, lo que condiciono la emergencia local de complejos sistemas mor- tuorios en donde se aspiraba a mantener el carac- ter morfologico humano, sin riesgos de descomposicion, no sujeto a la desaparicion. Asi, en la preparacion de estos cuerpos enfatizan ras- gos rituales que son hechos para ser observados durante el ceremonial, como mascarillas faciales, pelucas, pintura corporal, entre otros. Finalmente las necesidades materiales de subsistencia debieron haber estado resueltas, como para permitir tan complejo surgimiento del ritual mortuorio.

En relacion a los cuerpos cubiertos con patina de arena, se conocen pocas evidencias de este patron funerario. Estan los registros de la colec- cion Uhle (1919), pero carecen de docu- mentacion. En los otros sitios chinchorro conocidos, este patron no ha sido descrito, por lo que contamos solo con las evidencias del sitio Morro 1. Es interesante que aqui se observa clara- mente un patron funerario selectivo, ya que lo hemos identificado casi exclusivamente en cuer- pos adultos (90 por ciento), sin encontrar ninos ni fetos tratados con esta tecnica (Figura 13).

Finalmente los cuerpos que no presentan momificacion artificial ni patina de arena, y que solo fueron enfardados con pieles de camelido, de aves y esteras, reflejan una estructura demogra- fica que compromete a todos los segmentos eta- rios de la poblacion (Figura 13).

Secuencia Cronologica de los Patrones Funerarios en la Cultura Chinchorro

Mas que una evolucion lineal de los distintos tipos de tratamiento mortuorio conocidos para la cultura chinchorro (Allison et al. 1984; Arriaza 1994, 1995; Munizaga 1974; Uhle 1919), los datos evaluados aqui apuntan a sostener una con- temporaneidad de estos, de acuerdo a las eviden- cias constatadas a traves de seis sitios, donde cuerpos tratados con distintas tecnicas estan aso- ciados entre si, formando parte de contextos sin- cronicos

Esta situacion de franca sincronia la observa- mos claramente en el sitio Morro 1, tanto por pruebas radiocarbonicas como por la disposicion in situ de los cuerpos. Especificamente un cuexpo

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- n=18 D -

_ __ _ X .

In utero O-2 3-12 13-18 19-24 25-29 30-4() A.M.A. A.E.I.

Standen] FUNERARIA DE LA CULTURA CHINCHORRO 151

35

30

25

20

15

10

5

o

35

30

25

20

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5

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- n=79 B

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- -

o x

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- n=37 c

GRUPO ETARIO Figura 13. (a) Grafico que refleja la estructura demografica del total de la poblacion del sitio Morro 1; (b) distribu- cion etaria de los cuerpos sin momifilcacion artificial; (c) distribucion etaria de los cuerpos con momificacion artifilcial; se observa el alto numero de neonatos, lactantes y ninos que presentan este rasgo en relacion a los cuerpos adultos; (d) distribucion etaria de los cuerpos cubiertos con una capa de arena; notese la ausencia de neonatos, lactantes y ninos en relacion a esta tecnica, que contrasta con la de los adultos.

35 30 _ n=134 A - 25 - _

10 | l _ | In utero 0-2 3-12 13-18 l9-24 25-29 30-40 A.M.A. A.E.I.

- - - -

- - - - - -

-- In utero O-2 3-12 13-18 19-24 25-29 30-40 A.M.A. A.E.I.

-

In utero O-2 3-12 13-18 19-24 25-29 30-40 A.M.A. A.E.I.

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Tabla 3. Fechados de C14 de los Tres Patrones Funerarios de la Cultura Chinchorro. (Fechas no Calibradas)

Sitio Tipo Funerario Datacion a.P. N°laboratorio Referencia

s/m = sin momificacion artificial;c/m = con momificacion artificial aLa muestra corresponde al relleno de la cavidad toraxica compuesto de restos organicos y vegetales.

152 LATIN AMERICAN ANTIQUITY lVol. 8, No. 2, 1997

Acha 2/T-1 Acha 3/C-1 Camarones 14/C-21 Camarones 17/C-4 Camarones 17/C-3 Chinchorro 1/C-l Chinchorro 1/C-2 M-l T2280 Pisagua Viejo 4 Morro l T-1/C-4 M-l T2281 Pisagua Viejo 4 Maderas Enco C- l Camarones 8 C-1 Morro 1 T-25/C-6 Morro 1 T-7/C-1 Morro 1 T-19 Morro 1/6 T-9 (9) Morro l T-21/C-1 Morro 1/5 M-I Playa Miller 8 Morro 1 T-23/C-7 Morro l/6 T-23 (23) Morro l/6 T-53 (C-53) Morro l/6 T-39 (C-39) Tiliviche 2 T-15 Morro l/6 T-27 (C-27) Morro l T-28/C-22 Caleta Huelen 42 Morro 1 T-28/C-8 Morro 1 T-28/C-9 Camarones 15

slm slm c/m ? c/m negra c/m negra c/m negra c/m negra c/m negra c/m ? c/m negra c/m negra c/m ? c/m negra-roja slm c/m evis.-arena c/m roja c/m roja slm slm slm c/m ? c/m roja slm slm slm slm slm slm slm slm s/m patina arena s/m mascarilla

8970 + 255 musculo 8120 + 90 musculo 7000 + 135 musculo 6930 + 140 madero 6780 + 110 madero 6070 + 285 madero 5560 + 175 madero 5240 + 230 madero 5220 + 245 madero 5160 + l lO madero 5010 + 110 madero 4880 + 320 madero 4750 + 155 madera 4635 + 90 musculo 4570 + lO0 musculo 4520 + 90 madero 4350 + 280 rellenoa 4310 + 145 musculo 4200 + 100 musculo 4120 + 75 higado 4090 + 100 madero 4040 + lO0 madero 4010 + 75 musculo 3895 + 75 musculo 3880 + 70 musculo 3780 + 100 coprolito 3750 + 140 musculo 3830 + 100 musc./piel 3810 + 160 arpon madera 3790 + 100 musc./piel 3670 + 100 musc./piel 3060 + 100 madero

15082 B-40956 I-11431

15081 15080 15084 15083 GAK-9902 IVI- 170 I- 13539 GAK-9903 IVI- 170 GX- 17464 15082 I- 13542 B-40956 I- 13650

I-13541 GX-17019 GAK-5811 I- 13543

3772

I- 13652 GAK-3545 I- 13656 I-13651

GAX-5813

Munoz et al. 1993; Aufderheide et al. 1993 Standen y Santoro 1995 Schiappacasse y Niemeyer 1984 Munoz et al. 1993; Aufderheide et al. 1993 Munoz et al. 1993; Aufderheide et al. 1993 Munoz et al. 1993; Aufderheide et al. 1993 Munoz et al. 1993; Aufderheide et al. 1993 Vera 1981 Nunez 1969 Allison et al. 1984 Vera 1981 Nunez 1969 Arriaza 1995 Munoz et al. 1993; Aufderheide et al. 1993 Allison et al. 1984 Standen 1991 Allison et al. 1984 Focacci y Chacon 1989 Allison et al. 1984 Guillen 1992 Rivera 1984; Alvarez 1969 Allison et al. 1984 Focacci y Chacon 1989 Focacci y Chacon 1989 Focacci y Chacon 1989 Standen y Nunez 1984 Focacci y Chacon 1989 Allison et al. 1984 Nunez et al. 1974 Allison et al. 1984 Allison et al. 1984 Rivera et al. 1974

registro un infante sin momificacion artificial, con un fechado de 4635 + 90 a.P. (Aufderheide et al. 1993; Munoz et al. 1993). En Camarones 17, se presenta un conjunto funerario compuesto por una mujer adulta, sin momificacion artificial, asociada a tres lactantes momificados artificial- mente, dispuestos inmediatamente sobre su pecho (Munoz et al. 1993), de modo que la contempo- raneidad y asociacion es aqui un registro evi- dente. Dos de estos lactantes fueron fechados en 6780 + 110 y 6930 + 140 a.P. (Aufderheide et al. 1993; Munoz et al. 1993), lo que por las varia- ciones del sigma serian contemporaneos. Otros registros claros de asociacion entre cuerpos sin momificacion y momificados artificialmente se advierten en Camarones 14 (Schiappacasse y Niemeyer 1984), donde ambos patrones se pre-

(T 21) sin momificacion artificial fue fechado a los 4200 + 100 a.P. (Allison et al. 1984) (Tabla 3), al tanto que otros cuerpos de este patron, que carecen hasta ahora de fechados absolutos, pero a juzgar por el principio de cronologia relativa, se ubicarian ca. 4500 a.P. (Standen 1991). En el sitio Morro 1/6, se excavaron 62 cuerpos, donde ninguno presento momificacion artificial; sin embargo se cuenta con dos fechados de 4310 + 145 y 4010 + 75 a.P. (Focacci y Chacon 1989) que caen dentro del rango de la clasica momificacion artificial. Por otra parte, en el sitio Morro 1/5 se registro un individuo adulto sin momificacion artificial fechado en 4120 + 75 a.P. en directa asociacion a ninos y lactantes momificados artificialmente (Guillen 1992). Otro ejemplo proviene del sitio Camarones 8, donde se

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Standen] FUNERARIA DE LA CULTURA CHINCHORRO 153

sentan simultaneamente formando inhumaciones colectivas, fechados en 7000 + 135 a.P. (Schippacasse y Niemeyer 1984). Finalmente en el conchal de Punta Pichalo (Pisagua), excavado por Bird (1946), tambien encontro cuerpos exten- didos, sin preparacion complicada, dispuestos sobre basura del nivel de la llamada "cultura del anzuelo de concha," que aunque carecen de da- tacion directa, pueden correlacionarse con el primer periodo de Quiani, datado a los 6170 + 220 a.P. (Mostny 1964).

Los datos demuestran que este patron fune- rario (cuerpos sin momificacion artificial) se encuentra en toda la secuencia planteada para Chinchorro (7000-3700 a.P.), aunque ciertamente no es el mas popular. Pero es claro que se regis- tran estos cuerpos asociados a contextos de cuer- pos con momificacion artificial.

En relacion a los cuerpos con momificacion artificial, se advierte que durante el primer mile- nio y medio de desarrollo (7000-5500 a.P.) esta practica involucro fundamentalmente a neonatos, lactantes y ninos. La tendencia senala que los cuerpos de adultos y jovenes no eran momifica- dos, tal como se observa en asociaciones estrictas a nivel de inhumaciones multiples, donde se re- gistran neonatos con momificacion artificial junto a cuerpos de adultos que no la presentan. La tec- nica de momificacion que caracteriza a esta fase temprana, localizada en Camarones 17 y Chinchorro 1, corresponde a cuerpos descarna- dos, modelados en arcilla, y pintados de negro con manganeso. Es dificil clasificar a las momias del sitio Camarones 14 bajo el tipo artificial aqui resenado, ya que en rigor corresponden a una tec- nica muy simple; esto podria deberse al inicio de un proceso de complejidad creciente en el norte de Chile. Luego entre los 5500-4600 a.P. comienza a masificarse este ritual funerario puesto que los cuerpos de los adultos ahora tambien son sometidos a esta practica y continuan momifican- dose con la misma tecnica de las momias negras. Despues de los 4600 a.P. apreciamos una mayor variedad de tecnicas empleadas en el tratamiento de los cuerpos. Hay un cambio radical en el patron de la momificacion ya que los cuerpos ahora solo son eviscerados a traves de incisiones, pero no se observa el descueramiento a que eran sometidas en la fase anterior; ademas, el color negro es reem- plazado mayoritariamente por el rojo (Arriaza

1994, 1995). Nuevamente se aprecia que los lac- tantes y ninos presentan tecnicas mas sofisticadas y de mayor variedad, en relacion a los cuerpos de los adultos, y aparecen novedosas tecnicas que hasta el momento son exclusivas de este segmento etario, como los cuerpos tratados con vendaje y el cubierto con capa de arena y eviscerado interno. Estos distintos tipos son contemporaneos entre si, y se encuentran constituyendo inhumaciones colectivas, donde ahora todos los cuerpos de los conjuntos funerarios son momificados artificial- mente.

Finalmente, es claro que en el sitio Morro 1, lo s cuerpo s sin momi ficaci on artificial y lo s cubiertos con patina de arena son contempora- neos entre si y constituyen la fase tardia del sitio, ubicandose entre los 4200-3700 a.P.

Conclusiones

La diversidad de patrones funerarios identificados en el sitio Morro 1 reflejan la alta complejidad de los rituales mortuorios que fueron practicados por esta sociedad de cazadores recolectores y pescadores maritimos, que caracterizan al periodo arcaico en el norte de Chile. Asi, en el contexto social de la cultura chinchorro, la muerte y el ri- tual mortuorio fue la principal y mayor preocu- pacion, otorgandole un enfasis espectacular en relacion a la materializacion fisica de este. Ademas debio constituir un importante elemento cohecionador en torno al grupo.

Retomando el aspecto central del trabajo, en relacion al como y el porque se forman los con- juntos de cuerpos con momificacion artificial, observamos que estos se estructuran con cierta variabilidad, es decir, el numero de individuos que lo conforman varia para cada conjunto. Asi como tambien la relacion de las edades y el sexo. ,Cuales fueron las relaciones de parentesco entre cada uno de los individuos que formaron una inhumacion multiple o conjunto funerario? ,Por que se inhumaron juntos? E1 hecho de que las tec- nicas de momificacion en algunos de los cuerpos que conforman un conjunto especifico sean muy similares entre si, demostraria fuertes lazos de identidad social, y probablemente relaciones de parentesco biologico, que tambien se perpetuaron mas alla de la muerte.

Del mismo modo, el que los cuerpos con momificacion artificial se dispusieran en inhuma-

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LATIN AMERICAN ANTIQUITY 154 lVol. 8, No. 2, 1997

ciones multiples reflejarfa probablemente un modelo de organizacion social estructurado en bandas, constituidas por familias extensas muy cohesionadas, y que compartfan un mismo espa- cio funerario estable, hacia donde podfan recurrir a activar las ceremonias funebres.

En relacion al segundo problema planteado, si es que la momificacion artificial involucro a todos los individuos de la cultura chinchorro, los resul- tados demuestran que en algunos momentos de la secuencia estan operando mecanismos selectivos regulados fundamentalmente por la edad de los individuos. Asf, los fetos, neonatos, lactantes y ninos presentan la mayor diversidad de tecnicas de momificacion. En los inicios de esta tradicion funeraria, entre los 7000-5500 a.P., solo esta ca- tegoria de edad es momificada. Luego entre los 5500 y 4000 a.P. la momificacion artificial se masifica, sin distincion de edades ni sexo, aunque tambien se encuentran cuerpos sin momificacion artificial que correponden al patron funerario donde eran solo enfardados con pieles de cameli- dos, aves y esteras vegetales. Estas evidencias estarfan demostrando que los cuerpos sin momifi- cacion artificial se distribuyen a lo largo de toda la secuencia funeraria chinchorro con mayor o menor frecuencia de incidencia. Despues de los 4000 a.P. la momificacion artificial nuevamente se encuentra mayoritariamente entre los neonatos y lactantes. La mayor parte de la poblacion solo enfarda los cuerpos y un selectivo grupo comienza ahora a tratar a sus muertos cubriendo- los con una patina de arena. Es interesante que este patron se identifica solo en los cuerpos de adultos y jovenes, donde nuevamente encon- tramos la edad como elemento diferenciador. Estos dos patrones son contemporaneos entre sf y sobreviven hasta los 3600 a.P. para despues de este momento, diluirse junto al modo vida cazador recolector. Se observan tambien cambios radicales en el patron funerario, junto a la emer- gercia de una sociedad formativa sustentada ahora con importantes aportes agrarios.

Agradecimientos. La autora agradece a Betty Meggers de la Smithsonian Institution, quien financio parte de esta investi- gacion, ademas de su invalorable estimulo y apoyo bibliogra- fico. A Peter Kaulicke por sus acertadas observaciones a mi tesis de Maestria en Arqueologia de la Universidad Catolica de Lima, Peru, donde parte de los datos son discutidos en el pre- sente trabajo. Finalmente agradezco a Victoria Castro, Lautaro

Nunez, Calogero Santoro y Pablo Marquet por la lectura critica del manuscrito; y a los revisores anonimos de Latin American Antiquity. Parte de estos resultados fueron presenta- dos al II Congreso Mundial de Estudios Sobre Momias, en Cartagena de Indias, Colombia, en 1995, gracias al apoyo de La Fundaci6n Andes, Chile. Este trabajo fue parcialmente beneficiado por el Proyecto Fondecyt 1950035.

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FUNERARIA DE LA CULTURA CHINCHORRO

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Received August 22, 1995; accepted August 19, 1996; final manuscript received September 16, 1996.

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mapa) que no estan registradas, ya que corresponden a la etapa de perturbacion del sitio, por personas ajenas a la actividad cientifica. Hay que considerar que el sitio esta emplazado en una zona urbana.

2. En la publicacion de Allison et al. (1984) fueron tabulados 96 registros funerarios. Reevaluando dicho material, deter- minamos un numero mayor de 134 registros, ya que se sumaron restos oseos que no habian sido considerados en dicha publicacion, por constituir restos muy incompletos y fragmentarios (Standen 1991).

3. En la publicacion de Allison et al. (1984) fueron tabulados 38 cuerpos para el tipo funerario 1, es decir, cuerpos que no presentan momificacion artificial, y 16 cuerpos para el tipo funerario 4. Reevaluando dicho material, se constata que ambos tipos corresponden a lo mismo, es decir, cuerpos sin momificacion artificial (Standen 1991). Se suman ademas otras evidencias que no fueron consideradas en dicha publi- cacion, por constituir restos muy incompletos y fragmenta- rios.

4. Se espera realizar analisis de ADN mitocondrial.

Notas

1. En la planta del sitio Morro 1, hay 46 evidencias fune- rarias (estuvieron distribuidas en la region achurada del