aula mayor abril 2014 - numero 12

8/12/2019 AULA MAYOR Abril 2014 - Numero 12

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ISAAC NEWTON – Mingote¡Viva la ciencia! - Editorial Crítica - 2010

EEddiittoorriiaall La moderna publicación on-line REVISTA DECASTILLA Y LEÓN, ha tenido a bien fijarseen este modesto boletín que hacemos losalumnos Mayores en el grupo 3º A del Cam-pus de Moncloa. Y se ha fijado en concreto en nuestra colabo-radora Rosa Mª Valverde, en virtud de losartículos que publicamos re feridos a su regiónnatal como es Castilla y León.

Ahora cabe esperar, mientras vamos termi-nando el presente y último curso de nuestra13ª Promoción, con el consiguiente cierre deeste singular “papelín”, que nuestra colabora-dora siga en la buena práctica de escribirpara d icha publicación en Internet.

Desde estas líneas, nuestra gratitud para D.Ángel R. Sanz, director del portal que citamosen: http://www.revcyl.com/ por la oportunidadque ofrece a nuestra colaboradora, y porquesiempre ha mantenido sus páginas abiertas atodos quienes desean escribir con tal de des-tacar los valores de una hermosa región co-mo es Castilla y León.

Traemos por tanto una nueva entrega en lasección Haciendo Turismo por Castilla yLeón, con los honores de hacerlo en portaday felicitar así a Rosa Mari. Enhorabuena. ____________________________________

HHaacciieennddoo ttuur r iissmmoo…… ppoor r CCaassttii llllaa yy LLeeóónn

por Rosa María Valve rde

SSeeggoovviiaa Esta provincia tiene una legendaria historiade más de dos mil años. Su Alcázar y elAcueducto Romano en la capital y más de 40templos románicos, casas-fortaleza y palacios

renacen tistas atestiguan esta historia.

Su capital, Segovia, se halla entre los ríosEresma y Clamores. Está declarada por la

Unesco Patrimonio de la Humanidad. Ciudadtranquila, urbe turística, visitada por un ingen-te número de visitantes que disfrutan, encualquier época del año, de la contemplaciónde su entorno pintoresco, de su patrimonio,de sus fiestas, de sus productos artesanalesy de sus recetas elaboradas a base de pro-ductos naturales: cochinillo, embutidos, le-gumbres con nombre propio para satisfacer elpaladar de quienes se acercan hasta sustierras, ya sea Segovia capital o ciudades ypueblos de merecida atención.

En Segovia, además del Acueducto Romano(la mejor obra del Imperio Romano que seconserva en la actualidad), conocido en elmundo entero, cabe destacar, entre otrosmuchos edificios y monumentos, la Catedral,erigida a partir de 1525, o el Alcázar de Se-govia, situado sobre un montículo rocoso enla confluencia de los ríos antes citados. Otrosedificios que se deben reseñar son: la Casade los Picos, la Alhóndiga, el Torreón de Lo-zoya, las iglesias de San Martín, San Miguel,San Andrés y San Esteban, un auténtico re-corrido por una ciudad cargada de historia en

la que encontramos muestras de una cultura,la judía, que durante mucho tiempo compartióespacio con la cristiana y que ha dejado en elbarrio de las juderías todo un ejemplo de suarquitectura.

En la provincia, cabe destacar los edificios deLa Granja, que no en vano es Real Sitio. ElPalacio Real o el Museo del Vidrio son partede los monumentos que podemos encontraren esta localidad.

Cuellar es otra de las localidades históricasde la provincia. A su Castillo, hay que añadirtodo el conjunto de la ciudad, con las iglesiasde San Esteban, San Andrés, San Martín y elSalvador, el Santuario de Nuestra Señora delHenar o las Mura llas.

En Coca destaca su Castillo, pero también laspuertas y murallas romanas que rodean laciudad o la Iglesia de Santa María la Mayor ySan Nicolás.

Turégano, Villaseca, Villafranca, Sepúlveda,Cantalejo, Fuentidueña, Sacramenia o Riazason otras de las muchas localidades intere-santes para visitar.

El rio Duratón, a su paso por la parte noroes-te de la provincia, ha marcado una profundahuella en el paisaje. Aguas abajo de Sepúl-

veda, el rio se ha encajado en un profundocañón, que en ocasiones alcanza los 100metros de desnivel y en los altos rocososanidan unas 250 parejas de buitres leonados,alimoches, águilas reales y halcones peregri-nos, formando una espectacular Ruta Verdede importante visita.

Allí se encuentra la ermita románica de SanFrutos, las cuevas con grabados de la Edadde Bronce y el conjunto arquitectónico deSepúlveda.

Al igual que el rio Duratón, el rio Riaza tam-bién ha excavado en las duras rocas calizasun extenso conjunto de hoces, cañones yacan tilados donde abundan los fenómenos deorigen kárstico. Entre su vegetación, destacala sabina albar, un auténtico fósil viviente delterciario.

En el entorno de estas hoces se pueden visi-tar pequeños pueblos que todavía conservansu patrimonio rural y sus más puras tradicio-nes: Maderuelo o Montejo de la Vega de Se-rrezuela son algunas de estas localidadesdignas de visitar.

¿No os parece tentador?... si es así, en lapróxima revista, otra provincia más. Esta vezSoria.

Aula Mayor“Libre nací y en libertad me fundo”

Año: II - Nº 12Abril 2014

Edición mensua l

Boletín informativo, literario y cultural. Alumnos 3º A. Curso 2013/2014

Universidad para los Mayores - Universidad Complutense Madrid

Publicacióngratuita

España (Spain)



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SSuummaarriioo

Editoria l … … … Pág. 1Haciendo Turismo Segovia … Pág. 1Opina … … … Pág. 2Viaje Fin de Curso … … Pág. 2Pin 13ª Promición … … Pág. 2Humor … … … Pág. 2Plinio Fco. García Pavón … Pág. 3

Loca Juventud … … Págs. 4 y 5Teatro: El Caballero de Olmedo Pág. 5Un Colegio en la Estación … Pág. 6Madrid. Voy a cambiarte la vida Pág. 7Anécdotas agrarias… … Pág. 7El ratito que me queda … Pág. 7Galería de Arte … … Pág. 7

• Alicia Sanz• Marisa Caballero• Francisco Carmona• Francisco Navarro• Pedro Miguel Ortega

E-Mail: [email protected]

Diseño, maquetación, logística: Aula B-17.Facultad Geografía e Histor ia U.C.Madrid

Nota: Las opiniones emitidas en los artículosson de exclusiva responsabilidad de sus auto-res, y no reflejan necesariamente para nadael pensamiento del boletín Aula Mayor .

OOpp iinn aa Si deseas colaborar con algún texto de estilo,de autor, con sentido literario o artístico, nospuedes escribir al buzón que tenemos paracontactos: [email protected]

Si es algo breve, media página, mejor porqueasí dispondremos de más espacio para darluz a cuantas más colaboraciones mejor. Con

nuestro agradecimiento por anticipado.

Se permite la reproducción o difusión de AulaMayor por cua lquier medio.

VViiaa j jee FFiinn ddee CCuur r ssoo Redacción

Después de un mes de intenso trabajo, connuestro agradecimiento especialmente a Ma-risa Caballero y nuestro delegado FranciscoMartín Carmona, se votó por mayoría a laoferta recibida por la Agencias de Viajes ELCORTE INGLÉS.

Nuestra gratitud también a HALCÓN VIAJESy VIAJES BARCELO, por el interés que handemostrado en hacernos llegar sus mejorespropuestas económicas e interesantes rutaspor NAVARRA.

Cuando llegamos a las primeras fechas demarzo, se volvió a informar a todas los com-pañeras y compañeros de clase, respecto alprocedimiento a seguir: con el impresos falici-tado por EL CORTE INGLÉS, se puedenpresentar los interesados en cualquiera desus oficinas, contratar nuestro viaje, más loscomplementos que se estimen oportunos:seguros, asistencia médica, anulación dereserva, etc. Enhorabuena a todos.

PPiinn 1133ªª PPr r oommoocciióónn

También a iniciativas de nuestro Delegado deClase, Francisco Martín Carmona, se ha co-municado el modelo elegido, a los demásdelegados en 3º B, 3º C y 3º D, en los Cam-pus a donde llega nuestro programa Universi-tario para Mayores.

Ahora queda que ellos mismos recaben quécantidad de PIN interesan a los demás alum-nos. El precio ofertado es de 1,27 euros cadaunidad, con IVA y costes de envío ya inclui-dos. Cada delegado comunicará el pedidoque corresponda, según quieran sus compa-ñeros ob tener este sencillo detalle.

La empresa suministradora elegida ha sidoDELFIN ARTESANÍAS, S.L., de Cornellá deLlobregat, Barcelona. www.artesaniaeldelfin.com

HHUUMM OORR

Como paradigma, dejamos un ejemplo decuanto nos ha costado sacar adelante este

boletín, durante todo un año, doce meses deforma ininterrumpida. Para el próximo númeropublicaremos el o tro.



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PP LL IINN IIOO FFr r aanncciissccoo GGaar r ccí í aa PPaavvóónn

por Pedro Miguel Ortega

Recuerdo que le conocí, personalmente, alautor, a García Pavón, a finales de los años80. Vivía en Madrid, por la calle Infantas, yhasta su casa me fui con una maleta llena delibros escritos por él. Hoy los conservo entrelos anaqueles de mi biblioteca, con todos

esos e jemplares dedicados y firmados.Comento este detalle con nuestros lectores,partiendo de la base de que esa serie deTVE, en el año 1971, no digo yo fuera demuchas pretensiones, dados los escasosrecursos que se disponían entonces. Pero sínos hacía leer, tal y como pasó con YOCLAUDIO de Robert Graves, o aquella seriesobre RAMÓN Y CAJAL, que interpretaronAdolfo Marsillach y Verónica Forqué.

Supongo que los libros de Francisco GarcíaPavón, estarán agotados ya en aquellas edi-toriales donde se inició. Pero siguen quedan-do, afortunadamente, las Bibliotecas delAyuntamiento, o de la Comunidad de Madrid,donde podemos encontrar buenos tesorospara quienes nos gusta todavía leer sobrepapel. No obstante, la empresa madrileñaREY LEAR EDITORES, ha editado ocho li-bros de este autor, y entre ellos uno de coci-na con sus platos preferidos.

Tratar de comparar el alias de Plinio, prota-gonista de novelas como Manuel González, jefe de la Policía Municipal, de Tomelloso(Ciudad Real) que estupendamente interpretóAntonio Casal, con el detective inglés Sher-lock Holmes; la cantidad de películas que sehan hecho sobre éste, y nada más una serietelevisiva en España, es algo que se me anto- ja poco probable cuando siempre estoy porpre ferir nuestras propias producciones.

García Pavón (Tomelloso 1919 – Madrid1989) fue doctor en Filosofía y Letras, ca-tedrático en Historia de la Literatura, y direc-tor de la Escuela Superior de Arte Dramático;además de crítico teatral , y editor de Taurusentre 1960y 1970. Por cuanto respecta a supersonaje Plinio, he cotejado catorce títulosen libros, novelas cortas y relatos. Hizo tresrecopilaciones, además de otros diez librosde diferentes títulos.

En Tomelloso, hay un I.E.S. que lleva sunombre; y así se llama también el edificio dela Facultad de Letras de Ciudad Real, depen-diente de la Universidad Castilla-La Mancha.El Ayuntamiento del pueblo donde nacióGarcía Pavón, creó en su día un premio denarrativa que también lleva su nombre; enagosto de 2013 se falló el XVI certamen afavor del autor Fernando Cámara, con suobra “Con todo el dolor de mi corazón” ; entrecuyos vocales del Jurado que deliberó elpremio se encontraba la hija de mi referidoautor doña Sonia García Soubriet, escritoracomo él,



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LLooccaa j juuvveennttuudd por Mª Paz Horcajuelo Torres

Mónica y yo íbamos juntas al colegio, ademáséramos vecinas. Vivíamos en el mismo po rtal.Pero cambiamos de casa, por cuestionesfamiliares y dejamos de vernos durante mu-chos años. Con el tiempo y otros azares, nosvolvimos a encontrar, y decidimos quedar, al

menos dos o tres veces al año para tomar uncafé juntas y re tomar nuestra amistad.

La última vez llegamos acaloradas y decidi-mos cambiar el café por unas cañas. Nosenzarzamos en una animada charla, rememo-rando nuestras andanzas y compartiendoexperiencias.

En ese tiempo, en el que todos éramos po-bres, allá por la década prodig iosa de losaños sesenta, era muy normal estudiar en elnocturno y trabajar durante el día para ayudar

a la familia, sobre todo si eras la hermanamayor, como en el caso de Mónica que tienecuatro hermanos más pequeños.

Al cumplir los catorce años, la mayoría de loschicos y chicas se ponían a trabajar deaprendices en talleres, comercios, bancos uoficinas; dependiendo el lugar de las rela-ciones sociales, laborales o profesionalesde sus progenitores. Mi amiga, como yo y

casi todos los jóvenes de nuestro entorno,cuando cumplió catorce años se pasó alBachillerato Nocturno, en el Instituto Sindi-cal Femenino de la Gran Vía y se puso atrabajar. Debido a nuestros pocos años,nuestros padres estaban ojo avizor, porquetenían miedo a que las relaciones y amista-des que encon tráramos en el trabajo nosilustraran sobre las alegrías, diversiones yromances propios de la adolescencia, por loque era frecuente cambiar de trabajo. Mónica,

rela taba que al llegar a casa siempre la pre-guntaban por las chicas o compañeros detrabajo, cómo eran, de qué hablaban, etc. Mecontó que en una sastrería de la calle Maes-tro Victoria, una calle entonces estrecha y singrandes almacenes, soló estuvo quince días,porque el sastre era un señor mayor, algosordo y las costureras aprovechaban paraconversar de temas picantes con un compa-ñero sospechosamente amanerado.

Así transcurrió nuestra conversación, entreanécdotas y peripecias que habían permane-cido hasta entonces perdidas en la memoria.A los diecisiete años, mi buena amiga, entróa trabajar de mecanógrafa en un Ministerio.Entre risas, y cañas me relató su experiencia:Como era muy joven, incluso parecía más delo que era, sus compañeras se extrañaron desu llegada, además no tenía lógicamente niexperiencia ni habilidad. Todo el mundo esta-ba convencido de que era una enchufada deun alto cargo. Pero a las pocas semanas yala habían visto más de una vez en el hallhablando con un señor bajito vestido con unmono azul y enseguida supieron que era supadre. Efectivamente la había recomendadoel Director General, porque el mecánico delos ascensores subió con él en uno de ellos yaprovecho el viaje para decirle que tenía una

hija muy lista…Por entonces hacía falta una secretaria parair por la tarde al despacho de un SubdirectorGeneral, e l horario era de ocho a tres y muyriguroso, pese a las leyendas, fichando a la

entrada y a la salida. Nadie estaba obligadoni dispuesto a hacer la jornada partida, asíes que le tocó a ella por ser la última quellegó y por no tener un padre tan importantecomo pareció en un primer momento. Tam-bién debía sustituir a la secretaria en supermiso de boda y en las vacaciones de ve-rano.

Entonces nadie daba muchas explicaciones,así pues se instaló en la mesa vacía de lasecretaria, a verlas venir. Algunas tardesestaba también el secretario, que podría sercomo un secretario mayor, pero despuésentre las vacaciones y los viajes del jefazo, amenudo desaparecía. Un tarde que el gran

jefe estaba de viaje y se encontraba ellasolita en el despacho sin nada que hacer,sonó un teléfono. En una mesita, junto a ladel secretario, había tres o cuatro teléfonosnegros, no tenía ni idea de cuál de ellos esta-ba sonando.” Cogí uno: -¡Dígame!- Me res-pondió;- Si, diga. Volví a decir -¡Dígame!Volvió a responderme la misma voz masculi-na, le expliqué –Es que está sonando unteléfono aquí. -¡¡Pues cójale!! Y colgó”.

(pasa a la siguiente)



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Una de las cosas que tenía que hacer, eraentrar a la gran sala-despacho del Subdirec-tor cuando había reunión y servir los cafés alos reunidos. Llamaba el secretario mayor a lacafetería para hacer el pedido, lo subía uncamarero que no entraba en el despacho ytenía que ser Mónica, la que sirviera a cadauno su dichoso cafetito, con leche, solo ocortado; alguno tomaba Coca-Cola. La joven-cita, rodeaba una mesa ovalada con la ban-deja en una mano y con la o tra poniendo las

tacitas, sirviendo la leche… mientras elloshablaban muy serios sobre temas importan-tes como polígonos residenciales o polígo-nos industriales, poniendo la leche donde noera y el vaso para la Coca-Cola a quién no laquería, claro que el interfecto le decía muybajito si sí o si no ; aunque a lguno se tuvo quetomar el café con leche aunque no le gustara.

Esta labor suponía un suplicio para mi jovenamiga. Una tarde a eso de las tres, de caminoal trabajo se rompió la sandalia del piéderecho y tenía que caminar arrastrándola.Cuando vio aparecer al Jefe de Servicio másimportante entrando en el despacho, se

quedó horrorizada, ¡una reunión inesperada alas cuatro de la tarde! Efectivamente siguie-ron llegando jefes con su traje, su corbata,sus camisas blancas y sus calvas. Sabía queen alguna ocasión que no estaba la secretariasirvió los cafés el conserje, que por cier to eraun pelota y le traía al Ilmo. Sr. Subdirectorlatas de berenjenas de su pueblo. Mónicapensó, que no tendría inconveniente enentrar él con la bandeja por lo que se largó alservicio cuando estaba llegando el camareroy se cerró dentro de uno de los habitáculoscomo quien no quiere la cosa. Al momento

alguien entró en el servicio; era él, dandovoces se puso a golpear en la puerta delW.C. La pobre se quedó atónita, el conser jese había metido en el servicio de señoras y lallamaba aporreando la puerta -¡Sal que yahan traída la bandeja! ¡Tienes que servir loscafés!-. Con la cabeza gacha y arrastrandoun pié, le siguió por el pasillo. Tuvo que ser-vir a los señores de esta guisa. Cuando ter-minó, suspiró aliviada: “_ ¡menos mal que nose han fijado en la sandalia! Los jefes nohicie ron ningún comentario sobre el piéarrastrando alrededor de la mesa.

Poco tiempo después aprobó sus primerasoposiciones y se marchó de aquellos despa-chos a trabajar a otros lugares no menospeculiares, pero esta es otra historia de laque hablaremos otro día.

TTEEAATTRROO

CRÍTICA DE EL CABALLERO DE OLMEDO,OBRA TEATRAL DE LOPE DE VEGA, RE-PRESENTADA EN EL TEATRO PAVÓN DEMADRID, EL DÍA 20 DE FEBRERO DE 2014,POR LA JOVEN COMPAÑÍA NACIONAL DETEATRO CLÁSICO Y LA KOMPANYA DELTEATRE LLIURE DE CATALUÑA

por Francisco Martín Carmona

ELENCO

Reparto por orden de alfabético:

Ana, criada: Laura AubertDon Alonso, caballero: Javier Beltr án

Doña Leonor:Paula BlancoDon Pedro: Jordi ColletDon Fernando: Car los CuevasTello, criado gracioso: Pol LópezDon Rodrigo: Francisco OrtizDoña Inés, dama: Mima RieraFabia, vieja alcahueta: Carmen MachiCondestable: David VerdaguerRey don Juan, el II: Samuel Viyuela GonzálezMúsicos: Pepe Motos /Antonio Sánchez

Bajo la dirección de Lluis Pascual, La Joven

Compañía Nacional de Teatro Clásico, encoproducción con la Kompanya del TeatroLliure de Cataluña, han puesto en escena laobra de Lope de Vega, El caballero de Olme-do, una tragicomedia que roza la lírica, másque la épica y cuyo resultado artístico pareceque no ha estado del todo mal, por lo menosa efectos de éxito de público, ya que estánprácticamente agotadas las entradas paratodas las representaciones que quedan hastael día 9 de marzo que se despedirá la com-pañía de los espectadores del teatro Pavón..

Cuando en 1641 apareció por primera vez latragicomedia El caballero de Olmedo, queLope de Vega tomó de una copla tradicional:Esta noche le mataron al Caballero, la galade Medina, la flor de Olmedo, Lope comomuchos de sus contemporáneos, conocía la

copla, y la tomó para escribir una tragicome-dia que trata de un asesinato que tuvo lugardurante la noche, el protagonista es un noblecaballero y los lugares en donde suceden losacontecimientos son Medina y Olmedo. Am-bientada durante el reinado de Juan II, seinventó un conflicto entre dos caballeros,Alonso y Rodrigo, por el amor de una mujer,doña Inés.

Entrando en el fondo del asunto, la funciónestá presentada como si estuviéramos en untablao flamenco, con una luna de fondo, in-cluido dos guitarristas (uno de ellos un gran

cantaor) y un cantante de tangos en el entre-acto. Dentro del desarrollo de la trama, estánmuy bien acoplados los respectivos lancesflamencos e incluso el tango, que por cierto elactor que lo canta lo hace muy bien. Una vezque te abstraes de ese planteamiento, em-piezas a disfrutar del texto de Lope de Vega,y ahí los actores la verdad es que en generalestán todos muy bien, empezando por lagenial Carmen Machi, que borda su papel dealcahueta, dándole un aire de picardía y fuer-za interpretativa, (habrá que ver en otroslugares a Rosa María Sardá, a Madrid nopudo venir por problemas de salud, seguroque estará como ella solo sabe hacerlo); muybien también Javier Beltrán en el papel de elcaballero Alonso, lleno de juventud y bienhacer, me gustó también el pícaro Tello, pa-pel que Pol López cambia a gracioso andaluz,(debería vocalizar mejor, algunas veces no sele entendía bien) pero en general estuvo muybien. El resto de la compañía mantuvo unnivel muy alto, algunas veces se nota queestán en formación, sobre todo en la diccióndel verso, pero parece que les queda pocotiempo para que puedan coger el diploma debuenos actores de teatro clásico, con nota desobresaliente.

En cuanto Lluis Pascual, director del espectá-culo, a mí me pareció que detrás de todo estohay un gran profesional, que sabe su oficio ysobre todo, que sabe trasmitir a los actoressus ganas po r el arte del teatro.

En resumen, el público se lo pasó b ien, se lesaplaudió mucho, yo recomiendo que se veaallá donde se represente, lo agradecerán. Porúltimo, un ruego a la directora de la Compañ-ía Nacional de Teatro Clásico, para cuandouna obra representada dentro de su contextohistórico, con sus artificios teatrales propiosde su época, de vez en cuando no vendríamal verlas así.



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UUnn ccoo lleegg iioo eenn llaa eesstt aacc iióónn

por Marisa Caballero

Después de varios días lloviendo, sin apenasver el sol, por fin, su luz se filtraba a travésde las rendijas de la persiana, sintió que sucuerpo se llenaba de vida, en ese estado de

semivigilia del despertar. Oía el silbido delmirlo, los trinos del jilguero y el chirriar delgorrión, más lejano, el graznido de los patosy el titar de los pavos reales, ¡por fin llegabala primavera!, eran las ventajas de vivir cercadel parque.

Unos delicados redobles de tambor acelera-ron el despertar, como si Euterpe entrara enla habitación, flautas, flautines, clarinetes,fagots, arpa, oboes, violines, toda la orquestaaumentaba in crescendo su volumen, melodíaque se repetía sin cesar , armoniosa, bella, eldelicado redoble de tambor de fondo, queintrodujeron la música en su cuerpo, habríabailado, girando con un vaporoso vestido,eran las nueve de la mañana, en el que fueracolegio de su hija conectaban los altavocespara recibir a los niños, ¡qué buena elección!,era el Bolero de Ravel. Hace años hubo allíuna estación de tren.

Se estiró como un gato y sonrió, hoy no ledolía nada, mentalmente planificó el día, pa-searía por el parque, iría a ver los almendrosen flor cercanos a la Rosaleda, que ahora

presentaba su tristes ramas podadas, sinhojas, sin flores, leños aparentemente muer-tos, que en su interior revivían, igual que ella,buscaría los incipientes brotes que anuncia-ban su vitalidad, las ramas de los árboles yalo mostraban, ¡qué poco tiempo faltaba para

estrenar de nuevo la naturaleza! Tembló alrecordar lo que hace años le gustaban loscolores de l otoño.

Rápidamente tomó la decisión, hoy no haríanada, desayunaría fuera de casa, compraríael periódico que leería sentada en su banco,frente al Palacio de Cristal, disfrutaría el re-flejo de la luz en los cristales, su vista sedirigiría a las escaleras situadas al pié, queconducían al pequeño lago con su chorro de

agua central, y que en su imaginación ado-lescente, soñó con descender hasta el bordecon un largo vestido cogida de su mano, yallí, abrazarle y besarle hasta quedar sinaliento, que los paseantes vieran lo que lequería, ¡qué tontería!, el primer amor es así,aquello entonces era escandaloso, quizás fuedespués cuando lo soñó, Respiró profunda-mente, como si lo reviviera.

Saltó de la cama, con la agilidad que le per-mitió su cuerpo, y se vistió con presteza, hab-ía que ponerlo en práctica, sería un día sabá-tico, como dicen ahora, lo que no terminabade entender, ella nunca descansó un sábado,sólo los domingos.

El desayuno le supo a gloria, los churrosrecién hechos y el café a la temperatura quele gustaba, verdaderamente el día sería feliz,decidió no comprar el periódico, ¿para quéleer la maldad del hombre?, guerras, eco-nomía, paro, sufrimiento humano ¡no más!,pensaría.

Paseó sin prisa, efectivamente todo estabacomo lo había imaginado, siempre le habíangustado esos paseos bordeados de árboles,que muchas veces no tenían salida, habíaque desandar el camino y comenzar de nue-vo, que difícil era a veces no equivocarse,ahora no podía hacerlo necesitaba descansar

Caminó todo lo rápido que sus cansadaspiernas le permitían, ¡como engañaba la ima-ginación!, y que largo se hizo el camino, el solle hizo olvidar que tenía 90 años, decían queno lo parecía, pero...

Según se acercaba, divisó que un hombreocupaba su banco, el que estaba situado jun to al sauce que llora, ¡qué contrariedad!,pero hoy era un día feliz, le daría los buenosdías, seguro que al verla sentarse a los pocosminutos se marcharía, así somos los hombrescuando alguien interrumpe nuestra soledad.Pasito a pasito, llegó.

Buenos días, ¿le molesta que me siente?,preguntó amablemente, levanto la vista y lamiró, ¡no podía ser, él había muerto!, unanube empaño sus ojos, y no vio nada más.

Sintió una voz gritar su nombre, no podíacontestar, solo recordaba, ese otoño maldito,¡su niña!, la estación, el tren. Fue a finales deOctubre de 1936, cuando se produjo la eva-cuación, las penurias de la guerra se notaban

mucho más en las instituciones benéficasdependientes de la Diputación, la inclusa erauna de ellas (a la que cambiaron el nombre yla llamaban Instituto de Puericultura) Un díallegó la orden, había que evacuar, tanto elloscomo los Colegios de la Paz y de las Merce-des llevarlos a la estación del Niño Jesús condestino a Valencia.

Más de mil niños, algunos médicos pediatras,enfermeras, maestras, madres internas, entrelas que se encontraba, formaron la comitiva.El tren les llevó hasta Colmenar de Oreja. Allíel engaño, el hambre, no estaban los autobu-ses prometidos, solo llevaban unas cajas deleche condensada, les tenían que recogerpara llevarlos a Valencia, los niños lloraban ytodos protestaban, hacía mucho frio.

Fue un viaje horrible, duró tres días, pidieronayuda a los milicianos, que en principio nega-ron, sólo cuando vieron a tantos niños y que-daron impresionados se la prestaron, fusil enmano pararon los camiones y autobuses quepasaban por la carretera, abarrotados por lagente que huía, y los subieron a ellos. Así

poco a poco, los llevaron a Alcázar de SanJuan y de allí a Valencia, donde los repartie-ron por toda la provincia (Aldaya. Algemesí.Burjasot. Tabernes de Valldigna. Torrente yVallada), algunos quedaron en la Mancha,otros fueron a Castellón y Alicante.

Acabada la guerra algunos volvimos a Ma-drid, ahora al Colegio de la Paz .Tanto miniña como yo, logramos sobrevivir. Mi novioiba a ser fusilado. Busqué a mi familia, no meaceptaron, ¿cómo me atrevía?, les habíadeshonrado. Encontré trabajo de sirvienta enuna casa, pero iba a ver a la niña todos losdomingos, el cuarto ya no estaba, había sido

entregada en acogida.

Volví a oír mi nombre, ¡Carmen, Carmen!gritó un extraño, estaba cansada muy cansa-da, me pregunté qué le diría, llegó el sueño,nunca más abrió los ojos.



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“Si prescindimos del empirismoclásico y todo lo que conlleva,entonces se hace más fácil en-tender que la duda no es cosa

sólo de la subjetiv idad, sino de lasituación ”Juan Antonio Valor Yébenes

“Unidad y objetividad en lainvestigación científica”.

Revista de Filosofía. Vol.31 Nº 2 - 2006

MMAA DDRR IIDD por José Mesa

Miraba hoy Madrid y me volvía a preguntar dequé está hecha esta ciudad que no estáhecha de nada. A lo mejor es que está hechade todo; de goyas y chulos, de tortillas y tore-ros, de romanticismo y músicos callejeros. Deesas cosas que, no es que te den la vida, es

que te la acaban dando.

La miraba hoy con ojos de viajero temporal ytemporero, que vino para buscarse la vida yse quedó toda ella. Un marchante que acabóen tasador de sueños, porque, sin presumir,esta ciudad significa los sueños que puedashacer realidad. Ni más ni menos. Entonces -te hablo de los setenta-, aquí a los perros losataban con longanizas y luego te las servíanen bocadillo para aprovecharlo todo. Loscalamares eran una institución, y empezabana florecer por el centro los museos del jamóny el cocido tocinero y canalla. En ellos loscamareros iban (creo que aún van) con cha-queta blanca y sucia, y no se mosqueanporque tires las cáscaras del marisco al sue-lo. No es por desidia, no; es porque sí, que espor lo que se hacen aquí muchas cosas.

Esta ciudad siempre ha sido de mucho co-mer, de mucha tertulia y sobremesa. de mu-cho "a dónde vas" y de "espérate un rato".Aquí los amores se pactan en una barra, y los

negocios de millones, en restaurantes deplata mentirosa. Aquí es donde recalé undomingo de enero de hace muchos años, ysiempre he pensado que me sigue gustandoeste sitio porque me lo creo. Es como las

personas: tenemos defectos, nos sobrancosas y nos faltas otras, pero me las creo.

He visitado ciudades más limpias y más lógi-cas, pero yo a esta me la creo. Desde esalejanía la miraba, este martes de esta prima-vera de este año que nació para consentido yse nos está revolviendo en el a lma.

Algo enmudeció a la ciudad por el camino.Ahora la gente sonríe con la boca pequeña,porque alguien decidió que aquí se concentraalgo que no acabo de comprender. Alguien laexplotó hace más de un mes y andamos losmadrileños, los españoles todos, que decíaFranco, un poco jodidos con la copla.

Las ciudades tienen un pulso escondido de-bajo de los túneles que los políticos deciden;y a ésta- qué quieres- le noto el pulso des-compuesto últimamente. Es como si la prima-vera aún no hubiera llegado, y en su lugar, elsilencio del invierno hubiera hecho un huecode melancolía que nos atraviesa cada maña-na. Es como si nos hubiéramos despertadoun día con la inocencia jodida. Como si noshub iéramos hecho mayores de golpe.

Así veía hoy esta ciudad: mayor; crecida en eldolor, crecida a golpe de palos y descreída;cuando, lo que siempre me gustó de su pai-saje y paisanaje es que se lo creía todo; queera capaz de reinventarse, si se lo proponía.

Cosas de poeta, supongo. De testigo que yava para cronista de la nada más absoluta,

cuando lo que se lleva es la nada más relati-va. Pero como la veo os lo cuento; y que elcielo juzgue, si es que está capacitado paraello.

VVOOYY AA CCAAMM BBIIAARRTT EE LL AA VVIIDDAA

Emilio José y Pepe Domingo CastañoDisco “ Junto a ti” – Editado por Sonolux 1997Letra libro: “Debajo de la Parra” P D.Castaño

Porque te gusto y me gustasporque te miro y me mirasporque te tengo y me tienesporque suspi ro y suspiras

Porque te rompo y me rompesporque te mimo y me mi masporque me entrego y te entregasvoy, voy a cambiarte la vida (bis)

Voy a empezar te despaciocomo se empieza una niña.

Voy a empezar te despaciocomo se empieza una vida.

Voy a borrar con mis lab iostodas tus viejas cariciasvoy a inventarte de nuevo, voyvoy a cambiarte la vida (bis)

Porque te lucho y me luchasporque te espero y me esperasporque te busco y me buscasporque te quemo y me quemasporque te rompo y me rompes

porque te excito y me excitasporque me entrego y te entregas, voyvoy a cambiarte la vida (bis)

Propone su audición: Mª Carmen Cepeda



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AAnnééccddoottaass aaggr r aar r iiaass RRoommppeer r eell ppr r oo iinnddiivviissoo

por Francisco Navar ro

Sucedió allá por los años ochenta en un pue-blo de la España profunda, donde estábamosllevando a cabo un proyecto de Concentra-ción Parcelaria.

Para los que no estén familiarizados con eltema y pidiendo disculpas a los que si loestén, pro indiviso (sin dividir) se usa en

referencia a los bienes que se poseen encomunidad, sin repartir. Por ejemplo: si unaparcela está en régimen de pro indiviso entredos hermanos al 50%, significa que cadahermano es propietario en pleno dominio deuna de las dos mitades de la parcela y detodo lo que haya dentro de la misma (unacasa, un árbol, un pozo), y además no sepuede decir qué parte corresponde a cadauno, ya que está sin dividir.

Pues bien, al realizar la investigación de lapropiedad de las parcelas que estaban dentrodel perímetro a concentrar, nos encontramos

que había unas cuantas que pertenecían, enrégimen de pro indiviso, a dos hermanos. Unode ellos me visitó un día en mi despacho yme dijo: Ya que al finalizar el proceso deConcentración Parcelaria se entregan títulosde propiedad a cada propietario, porqué no

aprovechamos la ocasión y deshacemos elpro indiviso entre mi hermano y yo y así te-nemos adjudicadas cada uno sus parcelas. Alo que le contesté que para “romper” un proindiviso hay que ponerse en contacto con unabogado, pues hay que redactar una serie dedocumentos jurídicos, para llevar a cabo talacción. A lo que me apostilló: No se tometantas molestias don Francisco, mañana cojoel tractor, le pongo la pala, subo a la parcela yme cargo el pro indiviso (se refería a que iba

a tirar una pared de piedra que había en elcentro de la parcela).

EEll r r aattiittoo qquuee mmee qquueeddaa por Mary Ca rmen Hernández

Con esto de aprender un poco de todo ennuestro Curso de Mayores, hemos tocado eltema de Introducción a la Astronomía, y meha hecho pensar un poco sobre la inmensi-dad del Universo.

Mirando las estrellas en una noche despejadapensé en el tiempo que se tardaría en llegar aellas. Muchos años luz. También el los millo-nes de años de existencia del ser humano.¡Qué enormidad!

Qué vida tan breve parece la nuestra. Pen-samos que vamos a ser eternos.

Por la mañana, después de realizar uno delos actos para mí más trascendentes del día-despertarme, sí porque si despierto significaque sigo viva– me acerqué a la orilla del mar,virtualmente, y me senté en lo alto de unaroca para verle bien. A pesar de no vivir cercadel mar, me acerco cuando puedo a una ciu-dad con mar y siento una paz y una sereni-dad enorme que me sosiega.

Saqué lo que yo llamo mi segunda memoria,mi libreta y comencé a tomar notas. Piensoque somos como instrumentos útiles para

controlar la búsqueda de una coherencia oarmonía entre lo finito y lo infinito, entre loperdurable –las olas del mar– y lo efímero -elrebote de la pelota en la raqueta de un niño-.Como conclusión y sin mucha filosofía ter-miné diciendo con convencida certeza ¡la vida

es cortísima! No dura casi nada “ LA VIDA ESUN RATO” . Y así lo anoté en mi lib reta…

Con mis años me doy cuenta de que si la“vida es un rato” me queda poco tiempo paravivir ese rato, ya más bien me queda “unratito”. No es un pensamiento pesimista,siempre fui optimista, pero creo que he desaborear intensamente “el ratito que me que-da”. Es como el que abre una caja de bom-bones y se los va comiendo con rapidez, sindegustarlos siquiera, pero cuando ve quequedan pocos bombones en la caja... se lopiensa mejor y los va tomando despacito,disfrutando con la lentitud al desenvolverlos,meterlos en la boca sin masticarlos y fundirlosen el paladar con deleite. Saboreándolos conla plena conciencia de que son los últimos.Alargando lo que queda todo lo posible paraterminar e l último bombón.

Por ello no me gusta perder el tiempo enescuchar discusiones insustanciales. Voy a loesencial. Me gusta hablar con gente que dicecosas que llegan al corazón. Con l o s n iño s-que siempre me sorprenden-. También conaquellos que se han forjado con los avataresde la vida. Jugar y disfrutar jugando con miperrita. En fin sí creo que me ha entrado prisapor vivir intensamente en el presente... es elsentido común e l que me aconseja .

No quiero dejar escapar ni un trocito de losbombones que me quedan. Me parece quevan a ser mucho más exquisitos y placente-ros que los que ya he tomado…

Espero así llegar al final de mi camino conpaz, con serenidad de conciencia y en com-pañía de mi familia, amigos y seres queridos.Porque lo que acabará con mi vida es eso: “elratito que me queda”

Creo que quizá me puse demasiado seria....Espero que os guste

GGaalleer r í í aa ddee AAr r ttee

AA uu tt oo r r aa :: AA ll ii cc ii aa SS aa nn zz SS aa r r r r ii áá

aula mayor abril 2014 - numero 12

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